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(Chang, 2010)La energía de ionización es la energía mínima (en kJ/mol) necesaria

para remover un electrón de un átomo en estado gaseoso, en su estado


fundamental. En otras palabras, la energía de ionización es la cantidad de energía
en kilojoules necesaria para desprender un mol de electrones de 1 mol de átomos
en estado gaseoso. En dicha definición se especifica el estado gaseoso de los
átomos porque en un átomo en estado gaseoso no hay influencia de los átomos
vecinos y no existen fuerzas intermoleculares (es decir, fuerzas entre las moléculas)
que deban tomarse en cuenta al realizar la medición de la energía de ionización.

La magnitud de la energía de ionización es una medida de qué tan “fuertemente” se


encuentra unido el electrón al átomo. Cuanto mayor sea la energía de ionización,
más difícil será desprender el electrón. Para los átomos polielectrónicos, la cantidad
de energía requerida para desprender el primer electrón del átomo en su estado
fundamental,

energía + X(g) h X+(g) + e- (8.3)

se denomina primera energía de ionización (I1). En la ecuación (8.3), X representa


un átomo de cualquier elemento y e– es un electrón. La segunda energía de
ionización (I2) y la tercera energía de ionización (I3) se muestran en las siguientes
ecuaciones:

energía + X+ (g) → h X2+(g) + e- segunda ionización


energía + X2+(g) → h X3+(g) + e- tercera ionización

El patrón continúa para desprender los electrones subsecuentes. Cuando se


desprende un electrón de un átomo neutro, disminuye la repulsión entre los
electrones restantes. Debido a que la carga nuclear permanece constante, se
necesita más energía para desprender otro electrón del ion cargado
positivamente. Así, las energías de ionización siempre aumentan en el siguiente
orden:

I1 < I2 < I3 < …

En la tabla 8.2 se enumeran las energías de ionización de los primeros 20


elementos. La ionización siempre es un proceso endotérmico. Por convenio, la
energía absorbida por los átomos (o iones) durante el proceso de ionización tiene
un valor positivo. Así, todas las energías deionización son cantidades positivas.
Afinidad electrónica

(Bursten, 2004)Se denomina afinidad electrónica porque mide la atracción, o


afinidad, del átomo por el electrón añadido. En casi todos los casos, se libera
energía cuando se agrega un electrón. Por ejemplo, la adición de un electrón a un
átomo de cloro va acompañada por un cambio de energía de -349 kJ/mol, donde el
signo negativo indica que se libera energía durante el proceso. Por tanto, decimos
que la afinidad electrónica de Cl es -349 kJ/mol: *
Afinidad electrónica Cl(g) + e- → Cl- (g) ∆E = -349KJ/mol [7.7]
[Ne]3s23p5 [Ne] 3s23p6

Es importante entender las diferencias entre la energía de ionización y la afinidad


electrónica: la energía de ionización mide la facilidad con que un átomo pierde un
electrón, mientras que la afinidad electrónica mide la facilidad con que un átomo
gana un electrón.

Cuanto mayor sea la atracción entre un átomo dado y un electrón añadido, más
negativa será la afinidad electrónica del átomo. Para algunos elementos, como los
gases nobles, la afinidad electrónica tiene un valor positivo, lo que implica que el
anión tiene más alta energía que el átomo y el electrón separados:
Ar(g) + e- → Ar- (g) ∆E > 0
[Ne]3s23p6 [Ne]3s23p64s1
Puesto que ∆E > 0, el ion Ar- es inestable y no se forma.

En la siguiente tabla se muestran las afinidades electrónicas de los elementos


representativos de las cinco primeras filas de la tabla periódica. En general, la
afinidad electrónica se vuelve más negativa conforme avanzamos por cada fila hacia
los halógenos. Los halógenos, a los que sólo les falta un electrón para tener una
subcapa p llena, tienen las afinidades electrónicas más negativas. Al ganar un
electrón, un átomo de halógeno forma un ion negativo estable que tiene la
configuración de un gas noble (Ecuación 7.6). La adición de un electrón a un gas
noble, en cambio, requeriría que el electrón residiera en una nueva subcapa de
mayor energía (Ecuación 7.7). La ocupación de una subcapa de más alta energía
no es favorable desde el punto de vista energético, así que la afinidad electrónica

es muy positiva. Las afinidades electrónicas del Be y del Mg son positivas por la
misma razón; el electrón adicional residiría en una subcapa p que antes estaba
vacía y que tiene mayor energía.
Numero de oxidación
(Bursten, 2004)El número de oxidación de un átomo en una sustancia es la carga
real del átomo cuando se trata de un ion monoatómico; en los demás casos, es la
carga hipotética que se asigna al átomo con base en una serie de reglas. Hay
oxidación cuando el número de oxidación aumenta; hay reducción cuan- do el
número de oxidación disminuye. Las reglas para asignar números de oxidación son:
1. El número de oxidación de un átomo en su forma elemental siempre es cero. Así,
cada uno de los átomos de H en una molécula de H2 tiene número de oxidación de
0, y cada átomo de P en una molécula de P4 tiene un número de oxidación de 0

2. El número de oxidación de cualquier ion monoatómico es igual a su carga. Así,


K+ tiene un número de oxidación de +1, S2+ tiene un estado de oxidación de -2, etc.
Los iones de metales alcalinos (grupo 1A) siempre tienen carga +1; por tanto, los
metales alcalinos siempre tienen un número de oxidación de +1 en sus compuestos.
De forma análoga, los metales alcalinotérreos (grupo 2A) siempre son +2 en sus
compuestos, y el aluminio (grupo 3A) siempre es +3. (Al escribir números de
oxidación, pondremos el signo a la izquierda del número, para distinguirlos de las
cargas electrónicas reales, que escribiremos con el signo a la derecha.)
3. Los no metales por lo regular tienen números de oxidación negativos, aunque en
ocasiones pueden tener números positivos:
(a) El número de oxidación del oxígeno normalmente es -2 en compuestos tanto
iónicos como moleculares. La principal excepción son los compuestos llamados
peróxidos, que contienen el ion O22-, donde cada átomo de oxígeno tiene un número
de oxidación de -1.

(b) El número de oxidación del hidrógeno es +1 cuando está unido a no metales y -


1 cuando está unido a metales.

(c) El número de oxidación del flúor es de -1 en todos sus compuestos. Los demás
halógenos tienen un número de oxidación de -1 en la mayor parte de sus
compuestos binarios, pero cuando se combinan con oxígeno, como en los
oxianiones, tienen estados de oxidación positivos.

4. La suma de los números de oxidación de todos los átomos de un compuesto


neutro es cero. La suma de los números de oxidación en un ion poli atómico es igual
a la carga del ion. Por ejemplo, en el ion hidronio, H3O+, el número de oxidación de
cada hidrógeno es +1 y el del oxígeno es -2. Así, la suma de los números de
oxidación es 3(+1) + (-2) = + 1, que es igual a la carga neta del ion. Esta regla es
muy útil para obtener el número de oxidación de un átomo en un compuesto o ion
si se conocen los números de oxidación de los demás átomos.

Electronegatividad
(Chang, 2010)Una propiedad útil para distinguir el enlace covalente no polar del
enlace covalente polar es la electronegatividad, es decir, la capacidad de un átomo
para atraer hacia sí los electrones de un enlace químico. Los elementos con
electronegatividad alta tienen más tendencia para atraer electrones que los
elementos con electronegatividad baja. Como es de esperarse, la
electronegatividad se relaciona con la afinidad electrónica y la energía de ionización.
Así, un átomo como el flúor, que tiene la mayor afinidad electrónica (tiende a tomar
electrones fácilmente) y una energía de ionización alta (no pierde electrones con
facilidad), tiene electronegatividad alta. Por el contrario, el sodio tiene baja afinidad
electrónica, baja energía de ionización y baja electronegatividad. La
electronegatividad es un concepto relativo, ya que la electronegatividad de un
elemento sólo se puede medir respecto de la de otros elementos. Linus Pauling
desarrolló un método para calcular las electronegatividades relativas de la mayoría
de los elementos. Estos valores se muestran en la figura 9.5. Un análisis cuidadoso
de esta tabla indica las tendencias y relaciones entre los valores de
electronegatividad de distintos elementos. Por lo general, la electronegatividad
aumenta de izquierda a derecha a través de un periodo de la tabla periódica, y
coincide con la disminución del carácter metálico de los elementos. En cada grupo,
la electronegatividad disminuye al aumentar el número atómico y el carácter
metálico. Observe que los metales de transición no siguen esta tendencia. Los
elementos más electronegativos como

los halógenos, el oxígeno, el nitrógeno y el azufre, se ubican en el ángulo superior


derecho de la tabla periódica, y los elementos menos electronegativos (los metales
alcalinos y alcalino- térreos) se agrupan en el ángulo inferior izquierdo. Estas
tendencias son fácilmente aparentes en una gráfica, como se ilustra en la figura 9.6.
Los átomos de los elementos con grandes diferencias de electronegatividad tienden
a formar enlaces iónicos (como los que existen en el NaCl y CaO) entre sí, porque
el átomo del elemento menos electronegativo cede su(s) electrón(es) al átomo del
elemento más electronegativo. Un enlace iónico por lo general une un átomo de un
elemento metálico con un átomo de un elemento no metálico. Los átomos de
elementos con electronegatividades parecidas tienden a formar entre ellos enlaces
covalentes polares porque el desplazamiento de la densidad electrónica suele ser
pequeño. En la mayoría de los enlaces covalentes participan átomos de elementos
no metálicos. Sólo los átomos del mismo elemento, con igual electronegatividad, se
unen

por medio de un enlace covalente puro. Estas tendencias y características son las
esperadas, de acuerdo con lo que se sabe de la energía de ionización y la afinidad
electrónica. Aunque no hay una distinción tajante entre un enlace polar y un enlace
iónico, la siguiente regla ayuda a distinguirlos. El enlace iónico se forma cuando la
diferencia de electronegatividad entre dos átomos enlazados es de 2.0 o más. Esta
regla se aplica para la mayoría, pero no para todos los compuestos iónicos. A veces,
los químicos emplean el término de carácter iónico porcentual para describir la
naturaleza de un enlace. Un enlace iónico puro tendría un carácter iónico de 100%,
aunque no se conoce dicho enlace, en tanto que un enlace covalente puro o no
polar tiene 0% de carácter iónico. En la figura 9.7 se muestra la correlación que
existe entre el carácter iónico porcentual de un enlace y la diferencia de
electronegatividad entre los átomos enlazados. Los conceptos de
electronegatividad y afinidad electrónica están relacionados, pero son diferentes.
Ambas propiedades indican la tendencia de un átomo para atraer electrones. Sin
embargo, la afinidad electrónica se refiere a la atracción de un átomo aislado por un
electrón adicional, en tanto que la electronegatividad es una medida de la habilidad
de un átomo (enlazado con otro) para atraer los electrones compartidos. Además,
la afinidad electrónica es una cantidad susceptible de medirse en forma
experimental, en tanto que la electronegatividad es un valor estimado que no se
puede medir. El ejemplo 9.2 muestra cómo el conocimiento de la electronegatividad
ayuda a determinar si un enlace químico es covalente o iónico.
Bibliografía

Bursten, B. L. (2004). Química La ciencia central (novena ed.). (S. d. C.V., Ed.)
México: Pearson Educación. Recuperado el 28 de noviembre de 2016

Chang, R. (2010). Química ( decima ed.). (S. d. C.V., Ed.) méxico,D. F.: McGraw
Hill. Recuperado el 28 de noviembre de 2016

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