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Karel Kosík: “La pseudoconcreción y la

práctica revolucionaria”
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Por Carlos F. Lincopi Bruch

“El problema de si al pensamiento humano se le puede atribuir una verdad objetiva, no es un problema teórico, sino
un problema práctico. Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el
poderío, la terrenalidad de su pensamiento. El litigio sobre la realidad o irrealidad de un pensamiento que se aísla
de la práctica, es un problema puramente escolástico.”
Karl Marx

“La teoría materialista de que los hombres son producto de las circunstancias y de la educación, y de que por tanto,
los hombres modificados son producto de circunstancias distintas y de una educación modificada, olvida que son los
hombres, precisamente, los que hacen que cambien las circunstancias y que el propio educador necesita ser
educado. Conduce, pues, forzosamente, a la sociedad en dos partes, una de las cuales está por encima de la
sociedad (así, por ej., en Robert Owen).
La coincidencia de la modificación de las circunstancias y de la actividad humana sólo puede concebirse y
entenderse racionalmente como práctica revolucionaria.”
Karl Marx

Introducción
En el presente artículo, abordaremos el pensamiento de un filósofo marxista muy poco estudiado
por estas tierras, nacido en Praga (1926), militante del Partido Comunista de Checoslovaquia, partícipe
activo en la lucha clandestina contra el nazismo, prisionero en los campos de concentración nazi,
liberado en 1945, conocedor exhaustivo de la dialéctica y el pensamiento de Marx, nos referimos a Karel
Kosík.
Karel Kosík, desarrolla una intensa producción filosófica durante los años 50’ y 60’ participando
en diversos coloquios y conferencias internacionales de filosofía, en el año 1968 participa activamente de
la democratización revolucionaria de Checoslovaquia (Primavera de Praga), la historia es sabida, en agosto
de 1968 los tanques soviéticos invaden Praga y el proceso es clausurado violentamente, luego de ello,
Karel es relegado de la producción intelectual y política del movimiento comunista.
Lamentablemente para la burocracia soviética, la violencia, los cañones, las balas, son incapaces
de callar la razón histórica y hoy, mediante el presente ensayo, estudiaremos algunas de las ideas
centrales del pensamiento de Karel Kosík desarrolladas en su obra máxima: “Dialéctica de lo
Concreto”. Particularmente, abordaremos dos temas: 1) el mundo de la pseudoconcreción y; 2) la
concreción y la práctica revolucionaria.
El mundo de la pseudoconcreción
¿Cuál es la actitud y relación del hombre con la realidad? Probablemente, esta pregunta
filosófica, sea una de las cuestiones elementales del pensar dialéctico. Karel Kosík, sostiene que la
dialéctica, precisamente, distingue entre “representación” y “concepto de la cosa”, que a su vez, no sólo
representan diferentes niveles o grados de conocimiento de la realidad, sino que fundamentalmente se
trata de dos cualidades de la praxishumana.[1]
Estos dos niveles del conocimiento, tienen su explicación en el hecho, de que para el hombre,
la realidadno se le manifiesta inmediatamente como objeto de compresión teórica y análisis, sino como el
campo en que ejerce su actividad práctico-sensible (comer, jugar, trabajar, comprar, etc.). El desarrollo
de tal actividad inmediata le permite al individuo la construcción de sus propias representaciones, sobre la
cual fija el aspecto fenoménico de la realidad.[2] Para que sea comprensible, todo hombre común es
capaz de reconocer el dinero y utilizar tal dinero para comprar (aspecto fenoménico), sin embargo, tal
disposición no le obliga a comprender qué es el dinero, cuál es su núcleo esencial y la relaciones sociales
que le subyacen (concepto real).[3]
La división social del trabajo, la sociedad de clases, la fragmentación del conocimiento, arrojan al
individuo a la construcción de representaciones parceladas de la realidad, esto quiere decir, que la
conciencia del hombre – que no ha comprendido la realidad como objeto de análisis, y como veremos
luego, de transformación – se desarrolla sobre la base de la apariencia superficial de la realidad y en la
cual reproduce su vida (explotación asalariada, violencia patriarcal, etc.), dichas representaciones se
presentan en la conciencia como una condición natural de su propia existencia.
En efecto, sostiene Karel Kosík, el mundo de la pseudoconcreción contiene: 1) el mundo de los
fenómenos externos, que se desarrollan en la superficie de los procesos realmente esenciales; 2) el mundo del
traficar y el manipular, es decir, de la praxis fetichizada de los hombres; 3) el mundo de las representaciones
comunes, que son una proyección de los fenómenos externos en la conciencia de los hombres, producto de la
práctica fetichizada e ideológica de su movimiento; 4) el mundo de los objetos fijados, que dan la impresión de ser
condiciones naturales, y no son inmediatamente reconocibles como resultado de la actividad social de los
hombres.[4]
¿La pseudoconcreción, será, en efecto, irreal? Pues no, la apariencia superficial de la realidad es
precisamente una manifestación de la realidad misma en la conciencia y práctica del sujeto, de manera
tal, que el camino hacia la verdad, hacia ese algo oculto tras el velo de la apariencia, se desarrolla
precisamente a través del mundo fenoménico que expresa, de forma desfigurada y fragmentaria, la
esencia. El ejercicio de develar la esencia de la cosa misma, la realidad del ser existente, es la razón de
ser de la filosofía y la ciencia.
La realidad se le presenta al hombre en una forma cosificada, no da cuenta de sus relaciones ni
de su movimiento real, menos aún expresa en la conciencia inmediata el carácter histórico de tales
relaciones. La realidad del hombre común, expresada en el hacer inmediato, en la manipulación de los
objetos y el traficar de las cosas, expresa una práctica fetichizada que permite la constitución de las
representaciones e ideologías (falso conocimiento), que no son sino la proyección de determinadas
condiciones históricas petrificadas en la conciencia del sujeto.[5]
Es posible señalar que el mundo de la pseudoconcreción es la realidad muerta, cosificada, fija y
rutinaria. La tarea de la filosofía y de la dialéctica es precisamente destruir esta pseudoconcreción para
alcanzar lo concreto.
La concreción y la práctica revolucionaria
La destrucción de la pseudoconcreción, pasa a ser, pues, una de las tareas fundamentales de la
filosofía. Nos preguntamos: ¿Qué es este mundo cosificado? ¿Qué subyace al dinero y a las
mercancías? ¿Cómo han nacido las circunstancias?

La dialéctica (filosofía) comienza a ejercer su rol, otorgando movimiento a la realidad fragmentaria


y cosificada, descubriendo que aquello cosificado es un producto histórico de la praxis social de la
humanidad. Devela que el dinero es un producto histórico de la praxis social y que sólo existe en esas
circunstancias históricas creadas por el hombre.

Precisamente, en ese ejercicio filosófico, la dialéctica se presenta como un método revolucionario


de transformación de la realidad, pues en la medida en que esa realidad es presentada como un
producto histórico del hombre se comprende la posibilidad de que esa realidad pueda ser transformada
(revolucionada) por la práctica revolucionaria del hombre. La transformación revolucionaria de la sociedad,
es posible porque ella misma es un producto del hombre. [6]
En ese intertanto, descubrimos que aquellas cosificaciones (petrificaciones), no eran sino la
objetivación de la práctica del sujeto social en la historia. Se aprehende, pues, la unidad entre el objeto y
el sujeto, entre el productor y el producto.[7]
El mundo de la pseudoconcreción es el mundo en que la producción y la práctica del hombre son
separadas del hombre mismo, es el mundo de la vida autónoma de los productos del sujeto social. En
este sentido, la pseudoconcreción se destruye en la medida en que el sujeto histórico crea la realidad
histórico-concreta consciente de su carácter onto-creador.[8]
El hombre consciente de su carácter onto-creador de historia, de relaciones sociales y productos
humanos, aprehende también, que el devenir de la humanidad depende de su práctica, de su acción
concreta en el escenario histórico. Por esta razón, el conocimiento de la realidad sólo se puede
desarrollar por medio de la práctica revolucionaria y viceversa.
¿Qué sería entonces la realidad concreta? Pues, el resultado constante de la práctica histórico-
social del hombre. En este sentido, la realidad se encuentra en constante movimiento. El conocimiento de
la realidad, no puede tener sino el mismo carácter: la verdad se desarrolla, es movimiento, es creación de la
actividad del hombre.
En síntesis, la praxis es una determinación existencial del ser humano que lo constituye como
ser creadorde la realidad humano-social, y que por eso mismo, es capaz de explicar teoréticamente la
realidad en su totalidad (humana y no humana). Esto quiere decir, que la praxis no es una oposición a la
teoría, sino la fundición en una forma superior de la teoría en la práctica del hombre.
El mundo de la pseudoconcreción, en efecto, se destruye a través de la práctica revolucionaria
que a su vez coincide con el desarrollo de la conciencia del devenir humano.

Palabras finales
En modo alguno, quisiéramos sostener que hemos desarrollado una visión exhaustiva del
pensamiento de Karel Kosík, sin embargo, nos parece cumplir con las ideas originales del ensayo,
explicar el mundo de la pseudoconcreción y su destrucción a través de la práctica revolucionaria.

Finalmente, esperamos que este material sea un incentivo para ingresar a las organizaciones
revolucionarias, este texto no trata de “filosofía en general”, sino de filosofía de la praxis y por tanto, es un
llamado al ejercicio de la acción revolucionaria, es un llamado a transformar la realidad.
Horizonte de la Razón de Hugo Zemelmannos habla sobre la historicidad; hace parte de la ciencia social que tiene por
objeto estudiarel pasado de la humanidad, interpreta la historia y parte del conocimiento, como aquelcontorno que
contribuye a darle momento y especificidad al significado de los objetosconstruidos.El conocimiento es solo una forma
particular de apropiación que reconoce su carácter másgeneral en la posibilidad de dotar al sujeto de una capacidad
para ubicarse en un momentohistórico y poder re actuar sobre sus circunstancias; entonces la historicidad cumple
conuna doble función en la apropiación de la realidad; por una parte ser contenido de unaracionalidad gnoseológica
(entendida como la teoría del conocimiento, rama de la filosofíaque estudia la naturaleza, el origen y el alcance del
conocimiento) y por otra parte serpractica posible de una voluntad que se levanta para re actuar sobre el campo
dedeterminaciones que condicionan y limitan.La historicidad tiene diferentes formas de apropiación, se plantean tres
modalidades: Historicidad según parámetros Historicidad como exigencia de especificidad Historicidad como concreción
del contenidoLas modalidades de la historicidad y el correspondiente movimiento del razonamientoconstituyen las
dimensiones básicas de un pensamiento abierto. Lo anterior implica rompercon los encuadres preestablecidos para
poder construir nuevos recortes que permitanapropiarse de lo indeterminado de la realidad al abrirse hacia lo excluido
por los parámetrosanteriores: incorporar los horizontes problemáticos que conforman el contorno de losobjetos
teorizables, o bien de las prácticas posibles. A partir de ello nos enfrentamos con elpensamiento, no simplemente como
un problema de sociología del conocimiento, sinodesde la perspectiva de un conjunto de proposiciones lógico –
epistemológicas criticas queresponden al desafío de irrumpir en la estructura dogmática de la razón, en tanto ésta
reflejauna determinación de lo real sin incorporar su devenir. Sin embargo, para elaborar unanormativa crítica se debe
encontrar un eje que sirva para dar cuenta de la apertura delpensamiento, en la medida en que se trata de construirlo
desde su misma historicidad. Serequiere para ello, de una organización lógica que facilite un acto imaginativo y
deinvención para aprender las diferentes formas en que se articulan los mundos inéditos ycristalizados de la realidad.La
contradicción es un medio particular que puede asumir la articulación entre momentosde la realidad, entonces cumple
la función de determinar los diferentes momentos en que sepuede encontrar la unidad de lo diverso, en vez de limitarse
a decir como esta unidad semanifiesta en un conocimiento dado.La objetividad de un fenómeno radica precisamente en
atender a su despliegue, lo queobliga a controlar los sesgos teóricos derivados del hecho de que los conceptos
sonasimétricos desde el punto de vista de los tiempos que reflejan; por ejemplo, algunosconceptos son el producto de
recortes de coyuntura, mientras que otros corresponden amomentos históricos más prolongados o periodos. La
contradicción viene a ser una

3. categoría que da cuenta de la dinámica, pero no necesariamente de la objetividad, en razónde que ésta es función de
la totalidad; pero a su vez, la totalidad tampoco puede, por simisma, dar cuenta del contenido específico si no es por
medio de la reconstrucción de lodado, según las relaciones posibles de pensarse y descubrirse a partir del supuesto de
laarticulación. Se puede afirmar que la unidad de los contrarios (ya no de lo diverso)constituye una forma de dar cuenta
de la secuencia del contenido de lo concreto. Pensadadesde la contradicción, la unidad de los contrarios es la posibilidad
de desenvolvimiento deun contenido dado, que puede revestir distintas modalidades de potenciación, según sea
larelación que se establezca entre el contenido como articulación entre momentos en undeterminado recorte.LA
CONSTRUCCIÓN DE LA RELACIÓN DE CONOCIMIENTOLa realidad constituye un todo en el tiempo, es lo dado y lo por
darse, es en conclusión unproceso que se desenvuelve constantemente y alcanza su objetividad en la conjugación delo
dado y lo por darse es decir en el dándose.Esta objetividad de la realidad permite conocer según sean los márgenes
establecidos delrazonamiento y se hace obligado distinguir entre dos tipos de condiciones: las deobjetividad y las de
validez.Las condiciones de objetividad tienen el papel de definir las potencialidades delpensamiento para generar
nuevos vínculos con la realidad que rompan con el marco de larelación de conocimiento preestablecida en el que está
organizado. El pensamiento cumplela función de aprehensión de otras realidades que conlleven a realizar cambios a los
marcosque ya estaban definidos y contribuyen a la apertura del pensamiento.En las condiciones de validez el
pensamiento no se enfrenta al cuestionamiento de los delos criterios que le han servido de referencia, ya que su misma
organización y contenidosdependen de los parámetros en que se recorta la realidad pensada y observada, altransformar
la virtualidad del pensamiento en pensamiento ya dado, plantea su cierre.La realidad es un desafío para el pensamiento,
esta constantemente en movimiento y noestá delimitada obligando a tratar de articularla para dar cuenta de su
objetividad, esteproceso requiere de un pensamiento organizado desde las potencialidades que nacen de larealidad;
pero la potencialidad se desencadena solamente de lo específico de loscontenidos. Las condiciones de realidad
establecen márgenes permeables, donde pueda elpensamiento y sus determinaciones reconocerse como necesidad de
realidad.La construcción de conocimiento problematiza el conocimiento acumulado al posibilitar suapertura hacia
nuevas realidades, con base en que la misma realidad cumple una exigenciade objetividad que obliga a traspasar el
contenido de las organizaciones conceptualesestablecidas, esta objetividad puede ser comprendida como articulación
que constituye loslímites de lo dado- dándose y cuya significación se quiere aprehender.Esta articulación dinámica
constituye una forma de pensar que conjuga la relacióndeterminado – indeterminado. Para abrir el pensamiento, lo
indeterminado constituye unaposibilidad de contenido a partir del supuesto de la articulación que opera en dos planos:
enel del pensamiento y en el de la realidad.La consideración de lo indeterminado como necesidad plantea el contenido
comoarticulación entre lo dado y lo dándose, base para pensar en la relación posible que abre elcontenido hacia nuevas
realidades; es así como la teoría tiene que subordinarse a la lógicade construcción de la relación de conocimiento en
tanto prevalecen las condiciones de

4. objetividad, o de pertinencia que incluyen la historicidad de la teoría. De ahí que en todaconstrucción teórica se
tengan que incluir las condiciones de validez y sus funciones deexplicación y sus funciones de explicación en el marco de
las condiciones de objetividad.El conocimiento como conciencia de opciones supone incorporar la idea de contorno,
demanera de transformar el horizonte histórico en conocimiento y las visiones y opcionesvalóricas en problemas
susceptibles de ser aprehendidos. La diferencia entre concienciateórica y conciencia histórica es que mientras la primera
delimita, la segunda incorpora ladelimitación en una exigencia de articulación al concebir la delimitación dada no solo
comomomento sino también como secuencia de momentos, y el nivel como articulación dediversos momentos y en
relación con otros niveles.De lo anterior se puede concluir que se trata de encontrar la forma de pensar capaz
deconvertir el conocimiento en conciencia, en la perspectiva del esfuerzo constante delhombre por enfrentarse con la
realidad, en todo momento y lugar, una razón que amplíe suslímites y que reafirme al hombre en su capacidad
protagónica de constructor de la realidad.El desafío del conocimiento no reside entonces en determinar objetos
aislados, sino endeterminar cómo la realidad se articula y en donde la especificidad de los fenómenos esfunción del
dinamismo que caracteriza a la realidad como proceso.EL METODO COMO ACTITUD ANTE LA REALIDAD.El razonamiento
está orientado hacia los puntos de activación de la realidad enconstrucción de lo que el ser humano haya elegido, en
relación con el conocimientollegando a una objetividad sobre el juicio, la conclusión y la razón teniendo en cuenta
masde dos objetos en particular . Lo que implica poder colocar la construcción de lo real en labase de la apropiación
pudiendo concebir lo real con la estabilidad, la constancia, laregularidad y la repetición.La objetivación de la realidad se
vuelve compleja cuando nos enfrentamos a la necesidadde responder a un desafío para dar razón de la construcción del
conocimiento en unjarealidad dada ante diferentes situaciones y reconocimientos en puntos de activación quepermitan
la objetividad del conocimiento my de la conciencia llegando a la transformaciónde la realidad.El conocimiento, si bien
comienza por la experiencia, trasciende los límites de ésta y llega acaptar la realidad tal como es en sí misma, llegando a
las formas universales que se hallanpresentes en los entes particulares. El conocimiento comienza con la experiencia y
sólo enella encuentra su fundamento y justificación. No hay nada en el intelecto que no provengade la experiencia.“El
conocimiento es una serie de construcciones y no una realidad pasiva de adquisición dealgo dado”, que el ser humano
va formando en el transcurso de su vida y con la relación deunos a otros enfrentándose a su propia realidad sin
predeterminaciones que condicionan elpoder de la mente.Los seres humanos somos espirituales, biológicos y físicos. El
contenido, como encualquier otro procedimiento de investigación científica, la verdad o falsedad nunca sonimputables a
los métodos, sino a las teorías a que ellos sirven; la precisión o el error deunos datos tampoco son imputables a los
métodos, sino a las técnicas para su elaboración,registro y tratamiento; a los métodos (y el análisis de contenido es un
método) le compete la
5. adecuación o inadecuación de los procedimientos para servir a una teoría, y la adecuación oinadecuación de los
procedimientos para elegir y usar unas técnicas capaces deproporcionar datos susceptibles, por una parte, de refutar
una teoría, y, por otra parte,susceptibles de evitar errores formales o materiales.CLASES DE CONTENIDOS:Reconocer lo
histórico en lo dado por medio del conocimiento y el entorno que rodea al serhumano, tomando el contenido con la
posibilidad de la realidad.Romper con lo empírico- histórico articula los niveles y los momentos de los contenidos,que
presentan una relación de continuidad o de discontinuidad, por esta razón nosenfrentamos la realidad del problema
inicial con una mayor objetividad , los contenidos dedeterminación plantean lo inacabado tendiendo afijar una relación
entre elementos de larealidad , los contenidos de posibilidad romper con las estructuras de parámetros, puedenadoptar
dos formas producente y de activación, la primera es el enlace de la realidad y lasegunda es la relacionada en lo que
podemos potenciar una realidad que son llamadospuntos nodales que vienen a ser la intersección entre los niveles de la
realidad para laconstrucción de conceptos con la lógica del pensamiento .Los tipos de enunciados manifiestan la
posibilidad de elaborar proposiciones capaces dereflejar la mayor complejidad de la realidad del conocimiento con la
construcción delmismo. El enfrentamiento con la realidad tiene dos interrogantes tales qué al preguntar y elque se
refiere al cómo, siendo el que el que determina y sirve como base para llegar alcomo preguntado y orientado a todas las
preguntas iníciales llegando a la determinación deun objeto cuyo contenido es estar incierto en el campo problemático
que lo concibe lacapacidad de pensar la realidad como totalidad articulada donde lo empírico se transformaen un
conjunto de observaciones, lo abstracto es lo relacionado con la historia.El problema surge cuando las situaciones no
son evidentes cuando no está teóricamentecomprobado con la realidad de los procesos económicos, el potencial se
transforma enobjetos de estudio a las mediaciones concretas en el proceso del cocimiento.AFIRMARSE EN HORIZONTES
O COLOCARSE EN EL LIMITE¿Llegamos a ser gracias a lo que sabemos? Lo que significa que el conocimiento es
unaactitud de conciencia que convierte lo dado en una posibilidad, entre poder y libertad, entreverdad y lucha, entre
hecho y esperanza.“Se trata de encontrar en el razonamiento constructor la condición básica de lasposibilidades de
autodeterminación de los individuos y de los conglomerados sociales ensu esfuerzo por construir el futuro”. Pág. 20.Que
nos enfrenta al desafío creativo de pensar las esperanzas que anticipen la posibilidadde lo nuevo. El horizonte
representa la aventura de asomarse a lo incierto, la conciencia quedesea adentrarse a la realidad.Se produce entonces
un compromiso entre conciencia y hacer, que plantea el reto de tenerque encontrar la conciencia en lo que está y en lo
que no está, una actitud capaz detransformar la realidad. La apropiación de la realidad se corresponde con una
ampliación dela subjetividad, consiste en formular proposiciones que contengan afirmaciones depropiedad no solo que
sean confirmadas, sino que sean posibles.

6. A medida que la apropiación de la realidad se acompaña de una ampliación del sujeto, estese va enriqueciendo con
una especie de lenguajes capaces ya no solamente de afirmar sinoademás de vislumbrar realidades; lenguajes que se
abren a esa necesidad porque convergenen ella las enseñanzas de otras producciones humanas.“Se trata es de que el
hombre, en nuestra época, pueda salir de su minoría. Esta minoríaobedece hoy a la desvinculación de la producción del
conocimiento de los procesossociales, siendo ello atribuible en alguna medida al propio carácter que ha adquirido
enconocimiento teórico – científico en manos de una minoría tecnócrata estrechamentealiada con los centros de poder
y, por ello, desligada ella misma del desafío que implicauna racionalidad crítico –científica, potenciadora de
transformaciones sociales”. Pág. 26Cualquier noción del mundo, perfecto y estable pone al descubierto el carácter
infinito delindividuo, pone de manifiesto las potencialidades o simplemente es abatido o reducido alsilencio por las
estructuras oficiales políticas y culturales, que obstaculizan el hecho deapreciar lo mas profundo del hombre.“Estamos
en la realidad, pero no lo estamos... tal vez queramos siempre estar en otrolugar. Hay sin embargo una fuerza interior
que nos lleva hacia las cosas, que son una delas claves de nuestra propia tangibilidad. Siempre entre lo que somos y lo
que nos rodeahay un abismo, o bien un puente cuando tenemos los lenguajes que son las mallasarrojadas con lucidez
sobre lo desconocido: lenguajes que se expresan en la necesidad decolocarnos frente a lo conocido como
desconociéndolo, por lo mismo donde la vigilia no esla realidad sino un distanciamiento creativo y apropiador”.
Pág.174La lucidez es un desafío ante lo inédito y una exigencia frente a la comodidad del espíritu,hace que el pensar sea
un acto mismo de avanzar hacia lo desconocido.Los lenguajes en que pensamos no solamente expresan realidades, si no
que, al requerirconstruirlas, anteponen a cualquier orden interno una libertad que encarna lo nuevo comoun sueño y
voluntad.Es este sentido son claros los esfuerzos del arte por traspasar el concepto de límite de lodado. El intento por
sustraerse de las configuraciones tradicionales lleva a ladescomposición de los objetos. “En verdad, la idea de contorno
sobre la de límite definidosurge en el arte, porque éste abre las fronteras de lo que muestra. Estimula alcontemplador,
como afirma Lukács, para que se sumerja de cabeza en el océano informede la trascendencia. Por lo anterior, la obra
artística se mueve entre la libertad y el ordenpreestablecido, en razón de lo cual nunca puede dejar de <abarcar la
totalidad de lavida>; exigencia de libertad de la obra que obliga a incorporar la totalidad de un periodohistórico
determinado, de acuerdo con lo que planteaba Della Volpe, en forma de envolveren el arte a todo el hombre sin
exclusiones. (*) Pág. 176 (*) A. Guiducci, A. 1976”. Delrealismo socialista al estructuralismo. Madrid, Comunicaciones,
págs. 26-181, Serie B.“Si la realidad es una síntesis de los triunfos y fracasos de los hombres, su desafío estribaen pensar
la racionalidad desde el hombre y no desde un modelo de hombre; hacerlo desdesus sombras, contradicciones,
temores, creatividad, engaños y certezas, para no falsear larazón a partir de una pura e ingenua imagen de lo humano,
sino más bien apostar a elladesde las flaquezas humanas, pero también desde sus sueños, en los que busca saciarse
desus limitaciones. Porque en definitiva se trata de rescatar el valor humano en laracionalidad en vez de inocular aquél
de las perfecciones y lucideces de ésta: reconocer enla racionalidad la expresión de una lucha por ensanchar lo humano,
como el fondo

7. inagotable desde el cual enriquecer las visiones de mundo que el hombre y su razónpueden llegar a poseer”. Pág.
182Es recuperar el pensamiento del hombre desde su misma aventura, rompiendo con todo losólido que nos
proporciona la memoria sobre lo que se ha acumulado para volver más atrás,hasta sus raíces. Tenemos que recuperar el
pasado como iluminación del presente y a estecomo un trayecto hacia lo inédito que nos espera como una pieza para
ser moldeada o comosepultura. Afortunadamente todavía creemos en el espíritu quijotesco de muchos hombres.De
aquellos que siempre han salvado a la humanidad de sus abismos.

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