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6.

La Argumentación

Argumentación, del lat. argumentatĭo, -ōnis, acción de argumentar, elemento para


convencer, es la definición del diccionario de la Real Academia de la Lengua
Española. Es definida como el elemento o serie de elementos que van implícitos en
el mensaje y que lo refuerzan con el fin de que el emisor cumpla su objetivo.
Convencer al receptor.

Argumentar es defender una opinión, pero, también justificar los comportamientos


en base a las decisiones tomadas. En el escrito, analizar y escribir argumentos
significa contar con los elementos suficientes, incluyendo el de la persuasión, para
la comprobación del planteamiento; su dominio fortalece las habilidades y el
conocimiento.

La argumentación no es fácil, como tampoco lo es estructurar el mensaje, –


Aristóteles llamaba argumentación a la retórica–. El semiólogo Humberto Eco, en
su teoría denominada: De los espejos, advierte que los fenómenos semiósicos, son
los procesos en los que participa un signo, su objeto y su interpretación y define el
signo como “todo cuanto representa otra cosa en un aspecto para alguien. Signo es
lo que puede interpretarse”.

Para los estoicos, el signo es un antecedente revelador de un consecuente, esto es;


que se da una relación consecutiva en la expresión total del mensaje, lo que significa
el causante lógico del consecuente, sin que necesariamente estas dos partes de la
estructura tengan una relación cronológica.

Humberto Eco, hace una interpretación en el ensayo De los espejos (1985), de lo


que sucede en el proceso de comunicación en la forma de un espejo; desde el inicio
de la construcción y revelación del signo, incluyendo el punto de la argumentación.
Advierte, que el reflejo es el fenómeno especular donde interviene la manifestación
del mensaje que inició con la construcción de los signos, y el espejo que proyecta
la imagen, es la concreción del mensaje emitido; pero una imagen a través de
designadores rígidos, que no por eso está a salvo el libertinaje en su interpretación.

El proceso de la argumentación, de acuerdo al ensayo propuesto por Umberto Eco,


permite identificar, que la importancia radica desde el inicio de la estructuración del
signo, el cual al agruparlo, construirlo de forma lógica y congruente, permitirá la
entrega de un mensaje claro, cara a cara –en éste caso- la respuesta será
proyectada –reflejada– en el mismo nivel.

En las variables del discurso o mensaje, así como de su interpretación, Eco plantea
distintos tipos de espejos de acuerdo a sus propiedades. De superficie plana,
superficie curva (que a su vez puede ser convexa o cóncava), los espejos
deformantes, los ahumados, los espejos que “congelan” la imagen.
Las variantes afectan de manera positiva o negativa en la decodificación y
codificación del mensaje, serían el reflejo de la metodología de persuasión que se
realizó por parte del emisor desde el inicio de la construcción del mensaje, de la
agrupación de los signos y el uso de la lingüística.

Con el manejo de los tipos de espejos, que hacen las veces del canal por el cual se
emite el mensaje y cómo se emite –incluyendo el proceso de la fundamentación–
reflejan las formas semiósicas y ello genera la recepción del mensaje y obliga a
especular e interpretar una imagen que, incluso, de origen no fue la transmitida. En
el proceso se incluye un mediador que Eco denomina referente, –la realidad a la
que se refiere el mensaje. La realidad recibida a través del mensaje-.

Eco afirma, que en el proceso interviene el referente su reconstrucción es mediante


la interpretación. Lo que trata, es decodificar la imagen deformada hasta obtener la
imagen tal y como se proyectaría en un espejo normal y esta imagen real mostrará
el referente tal cual es.

El canal puede no haber sido el adecuado, pero también manipulado con


determinada intensión por el emisor y esto generará un ruido en la transmisión del
mensaje signico en afectación voluntaria o involuntariamente a la claridad en la
recepción e interpretación; y por ende retroalimentación.

6.1 Los Elementos en la Argumentación

Sin lugar a dudas la base fundamental de la argumentación es la planeación. Un


proyecto de texto escrito denominado texto argumentativo tiene una serie de
elementos prácticos: Emisor, receptor y contexto. El éxito, es la redacción
adecuada, con los elementos suficientes que permitan argumentar el mensaje.

De acuerdo con Cuenca (1995) las características generales de la argumentación


son dos: carácter intencional y valor convencional que tienen tres tipos de marcas
argumentativas: axiológicas (propiedades léxicas) operadores argumentativos y
conectores argumentativos. Carácter institucional, que conduce al hecho
circunstancial que tiene la argumentación en el emisor y el receptor, sus intensiones
plasmadas en el discurso y la reacción. La estructura básica: introducción,
desarrollo y conclusiones.

Cuenca (1985) concluye que la estructura silogística (premisa-conclusión) y


antitética (tesis y antítesis), en una primera etapa y por otra, el dialogismo (entre el
emisor presente o no y el receptor) corresponden a la puntualización de los
mecanismos lingüísticos y discursivos de la argumentación.

La estructura argumentativa conduce a la relación lógico-semántica y sus


mecanismos más claros corresponden al uso de conectores y la relación entre las
palabras de tipo contrastivo entre sí, que permiten darle fuerza al texto.
Independientemente de la metodología que se utilice para estructurar el texto o la
argumentación de forma oral o escrita; la respuesta, dependerá del tipo de audiencia
a la que se esté enfrentando el emisor; lo que es un hecho, que como parte
fundamental para éste, es conocer previamente las características del auditorio al
que se dirigirá.

6.2 La Argumentación en las Nuevas Tecnologías

La inclusión de las Tecnologías de la comunicación y la información Tics’ al alcance


de todos, ha generado una serie de cambios vertiginosos en la estructura de
comunicación de mensajes y no solo en su construcción, sino que, ha obligado a
los sectores sociales a incursionar en éste mundo cibernético.

La argumentación no es la excepción, el uso de la construcción sígnica en un


mensaje emitido a través de las Tics’, exige una simplificación y concreción,
principalmente, y debido a la limitación en la cantidad de texto que se puede
transmitir o el tiempo de duración, por ejemplo, la transmisión de un vídeo,
dependerá de la capacidad de almacenamiento y peso –Mega bites–; así como
también su fugacidad.

Antes de la masificación en el uso de las Tics´ la comunicación se concentraba a


través de los medios tradicionales, prensa escrita, radio, televisión y en algunos
casos el interés de los receptores llevaba a tener servicio de onda corta. Si
hablamos del tema de política, esos mensajes propagandísticos se emitían en
grandes mítines y manifestaciones, panfletos, volantes, trípticos, dípticos.

En el Siglo XX, y ahora en el XXI, todos esos cambios vertiginosos, han obligado a
que se realicen modificaciones en la construcción de mensajes; con el fin de que se
cumpla el objetivo. Actualmente, la accesibilidad de Internet ha acelerado y
desdibujado la diferencia entre el autor de la información y el receptor de ésta. Los
flujos de información son amplios, diversos, reversibles y accesibles.

La facilidad de crear un sitio Web, accesar a las redes sociales, publicar o transmitir
contenidos; ha llevado a cambios radicales no solo en los medios de comunicación,
sino en todos aquellos que tienen interés de masificar su forma de pensar. Las
empresas y los individuos pueden publicar cualquier cosa desde texto o imágenes,
videos utilizando tecnología digital de alta velocidad y banda ancha. En un clic se
masifica o viraliza.

Las barreras de la comunicación se han derrumbado, ahora el único obstáculo es el


manejo del idioma, que se puede resolver conforme se ha creado la necesidad de
mantener comunicación con personas de todo el mundo.

La argumentación es un elemento fundamental en la construcción de los nuevos


mensajes, los que demanda la sociedad actual, en la cual abundan los blogueros,
usuarios de redes sociales, lo que ha generado una exigencia en la elaboración de
dichos mensajes con el objetivo inicial e histórico, claridad, sencillez y sobretodo
veracidad.

El fenómeno de la era de las Tics y su importancia lo ejemplifican las estadísticas


del sitio NetCraft. Existen más de 664 millones de sitios web en internet en el
mundo hasta 2012. Los usuarios de internet en México suman 45.1 millones en
2013, de los cuales el 51% son hombres y el 46% mujeres. La edad promedio de
los internautas se encuentra en los rangos de 25 a 44 años de edad; datos
proporcionados por la Asociación de Internet AMIPIC; eso nos significa la
importancia de la argumentación en el proceso del mensaje, incluyendo al público
al que se dirige.

De acuerdo con Padilla de la Torre (2011) existe un cambio en las


conceptualizaciones sobre las audiencias y la ciudadanía en la era del internet. El
artículo de Livingstone (2004) expone que los nuevos medios hacen necesario no
desechar el conocimiento previo, sino colocarlo en un marco más complejo y
ampliado.

En la era de las Tics’ la práctica ciudadana y la formación de la opinión pública está


volcada en estas, incluso los medios de comunicación convencionales han ajustado
sus líneas editoriales a los requerimientos de los usuarios, quienes pro cierto de
acuerdo a sus vínculos culturales –independientemente de la distancia geográfica-
se han convertido en base fundamental para las conexiones entre los ciudadanos
interesados a participar de forma activa en asuntos públicos.

Manejar la habilidad para argumentar ayuda a ejercitar la forma de pensar, y mejorar


los niveles de capacidad persuasiva.

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