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INTRODUCCIÓN
En el presente trabajo monográfico se dará a conocer el proceso de Acción
Popular como bien sabrán que el Código Procesal Constitucional ha establecido
varios procesos que se acomodan según los procesos que han seguido su curso,
es por eso que en este caso el proceso, antes mencionado se dará a conocer su
esencia es decir describir cada detalle que los mismo doctrinarios como también la
misma legislación han establecido y como bien dicen por ahí que no solo bastaría
en hacer mención a lo que es legislación y la doctrina sino que también un poco
de jurisprudencia para que el trabajo monográfico sea más eficiente al momento
de desarrollarlo.
Hay que tener en cuenta que el proceso de Acción Popular hace que las
garantías constitucionales establecidas en la Constitución sean valoradas y no
solo eso sino que además tomadas en cuenta por el órgano jurisdiccional que
velan por nuestros derechos así como también la jurisprudencia que más tarde se
desarrollara sin pautas.
II. EVOLUCION HISTORICA
1
Paulus, libro 3
2
Paulus. Eam popularem actionem dicimus quae suum populi tuetur. L. 1, 46,23
3
Mesías Ramírez, Carlos. Exegesis al Código Procesal Constitucional. Gaceta Jurídica, Lima 2007, Pag .847
Cabe acotar que dentro de dicha Constitución de 1823 dentro de sus
artículos en especial el 1874, tenía como establecido como derecho el que
todo peruano podía reclamar ente el Congreso o el Poder Ejecutivo la
observancia de la Constitución. En ese sentido, la constitución de 1856,
en su artículo 10, disponía la nulidad y la ineficacia de toda ley que
contravenga la Constitución. Se tiene presente dicho artículo pues se
reconoce la importancia de las leyes que no pueden contravenir la
Constitución.
El cambio del objeto del proceso de acción popular vendría a darse con la
Constitución de 1933, en la cual se concedió legitimidad a los particulares
para controlar la actividad del Poder Ejecutivo. Así, no solo se configura
como un proceso para denunciar delitos cometidos por los jueces, sino
también para denunciar actos contra la ejecución de resoluciones judiciales
cometidos por funcionarios de la Administración Pública. Pero además, el
artículo 133 de esta Norma Fundamental convierte a la acción popular en
un instrumento de control de la actividad normativa del Poder Ejecutivo;
disponiendo que: “Hay acción popular ante el Poder Judicial contra los
reglamentos y contra las resoluciones y decretos gubernativos de carácter
general que infrinjan la Constitución y las leyes, sin perjuicio de la
responsabilidad política de los ministros. La ley establecerá el
procedimiento judicial correspondiente”. El autor hace referencia que el
cambio de aquella norma constitucional fue debido a la gran cantidad de
4
Álvarez Simonetti, Manuel. “Debate en torno a la acción popular. Derecho, N° 32, PUCP, Lima, 1974, p. 80.
normas infralegal que contravenían con el texto de la constitución y la ley en
el gobierno de Leguía. 5
5
MESÍA RAMÍREZ, Carlos. Ob. cit., p. 849.
6
Publicada en el diario oficial El Peruano el 22 de diciembre de 1988
7
El Código Procesal Constitucional se aprobó mediante Ley Nº 28237, publicada en el diario ofi cial El
Peruano el 31 de mayo de 2004, y entró en vigencia el 1 de diciembre del mismo año.
8
MORÓN URBINA, Juan Carlos. “Aportes para el Estudio del nuevo régimen de la acción popular en el
Código Procesal Constitucional”. En: El Derecho Procesal Constitucional peruano. Grijley, Lima, 2006, pp.
1092 y 1093.
reglamentaria del Estado y sus límites. Así, se trata de un proceso constitucional
de carácter jurisdiccional9.
9
LANDA ARROYO, César. Teoría del Derecho Procesal Constitucional. Palestra, Lima, 2004, p. 147
10
ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA, Eloy. Código Procesal Constitucional. Proceso contencioso administrativo
y derechos del administrado. Palestra, Lima, 2004, pp. 83-8
11
MORÓN URBINA, Juan Carlos. Ob. cit. p. 1094.
12
CASTILLO CÓRDOVA, Luis. Comentarios al Código Procesal Constitucional. Artículo por artículo. Ara. Piura,
2005. p. 38.
jurisdiccional permite reconocer a la Constitución como verdadera norma
jurídica13.
13
GARCÍA DE ENTERRÍA, Eduardo. La Constitución como norma y el Tribunal Constitucional. Civitas, Madrid,
1985, p. 264.
14
Sentencia del Tribunal Constitucional Exp. Nº 0020-2005-PI/TC y Nº 0021-2005-PI/TC (acumulados), f. j.
18
sobre derechos humanos de los que el Perú es parte. También deberá considerar
los criterios que el Tribunal Constitucional haya desarrollado tanto sobre el
contenido de los derechos como sobre las instituciones garantizadas por la
Constitución. Aun cuando al juez le asista la garantía de la independencia en el
ejercicio de su función jurisdiccional (artículo 139.1 del texto constitucional), no
puede apartarse de la doctrina jurisprudencial del TC (artículo VI del TP del
CPConst.) ni de los precedentes constitucionales (artículo VII del TP del
CPConst.) que haya establecido expresamente en sus pronunciamientos.
En este sentido, la codificación asume la tesis del profesor Landa, cuando señala
que acción popular es «un proceso constitucional de tipo jurisdiccional encargado
del control constitucional y legal, contra las normas reglamentarias o
administrativas, contrarias a la Constitución y a la ley»1523, máxime cuando desde
las Cartas Constitucionales de 1979 y 1993 se le consideró dentro del catálogo de
garantías constitucionales junto con la acción de inconstitucionalidad, el hábeas
corpus, el amparo y el hábeas data.
Por ello, siguiendo al mismo profesor, «la acción popular desde el punto de vista
sustantivo, la acción popular está estrechamente vinculada a la acción de
inconstitucionalidad contra las leyes, en la medida que su objeto también es
asegurar el orden constitucional objetivo, además del legal, pero, examinando las
normas inferiores a la ley. En ese sentido, mediante la acción popular los jueces
pueden declarar la inconstitucionalidad con carácter general de las normas
infralegales que sean contrarias a la Constitución y a las leyes» 1624. Es en esa
línea de pensamiento que el propósito de la demanda de acción popular es
provocar el control abstracto de la legalidad y constitucionalidad de la disposición
reglamentaria y son ajenos a su objeto, buscar la inaplicación al demandante,
reponer al estado anterior las cosas, provocar la declaración de una situación
jurídica individualizada, u obtener un mandato del juez.
15
Landa Arroyo, César. Teoría del Derecho Procesal Constitucional. Lima: Palestra Editores, 2004, p. 148.
16
Idem
es que se confía su activación a todos los sujetos capaces para provocar el
cumplimiento de la función jurisdiccional. Es una excepción, a la regla general, por
la que se reconoce el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva de las personas
respecto de sus derechos e intereses, ya que en este proceso el accionante no
afirma derecho alguno como suyo. El accionante de modo popular no puede
afirmar ni afirma su titularidad sobre un derecho subjetivo material, sino que ha de
limitarse a afirmar su interés en provocar el examen de constitucionalidad de una
norma reglamentaria en la defensa de la juridicidad. Afirmar que el proceso de
acción popular es una acción pública, equivale a reconocer que en este tema,
entran en juego intereses públicos.
18
6 Segundo considerando de Sentencia Proceso Acción Popular, Exp. 27-2009-AP expedida por la Primera
Sala laboral de la Corte Superior de Justicia de Lima de 17 de setiembre de 2009 publicada el 18 de mayo de
2010.
19
Código Procesal Constitucional “Artículo 76.- Procedencia de la demanda de acción popular
La demanda de acción popular procede contra los reglamentos, normas administrativas y resoluciones de
carácter general, cualquiera que sea la autoridad de la que emanen, siempre que infrinjan la Constitución o
la ley, o cuando no hayan sido expedidas o publicadas en la forma prescrita por la Constitución o la ley,
según el caso”.
20
Constitución Política “Artículo 200.- Son garantías constitucionales (…)
5. La Acción Popular que procede por infracción de la Constitución y de la ley, contra los reglamentos,
normas administrativas y resoluciones y decretos de carácter general, cualquiera sea la autoridad de la que
emanen”.
Y, conforme al artículo 85 del CPConst., las normas que son objeto de control en
este proceso constitucional son:
– Los reglamentos
– Las normas administrativas.
– Las resoluciones de carácter general.
Como puede observarse, el Código establece tres tipos de normas que pueden
ser cuestionadas por este proceso; sin embargo, lo que no hay que obviar, es que
sea cual sea la norma a la que se refiere el CPConst., la acción popular procede
contra normas de carácter reglamentario. Esto es, normas que están subordinadas
a la ley y a la Constitución, y que, por ello, no pueden versar sobre materias que
están reservadas a las leyes 21 , ni dictarse sin observar el procedimiento legal
establecido para dichos efectos.
21
MORÓN URBINA, Juan Carlos. Ob. cit., p. 1098.
22
Sofía Liliana Salinas Cruz cita a MORÓN URBINA, Juan Carlos. Estudios y jurisprudencia del Código Procesal
Constitucional, tomo I, Pág. 308.
Estas normas reglamentarias se emiten a través de declaraciones unilaterales de
voluntad de las entidades de la Administración Pública. Los efectos de estas
declaraciones de voluntad tienen efectos jurídicos generales y directos. El ejercicio
de la potestad normativa reglamentaria de la Administración debe contar con
fundamento constitucional, es un ejercicio unilateral y debe provenir de un órgano
que esté ejerciendo sus potestades administrativas. Finalmente, esta declaración,
evidentemente, debe ejercerse como potestad normativa cuyos efectos se
consuman al interior de la Administración o hacia el exterior (dirigidos a la
ciudadanía en general).
De ello, se puede concluir que las normas sujetas a control serán: reglamentos
emitidos por el Poder Ejecutivo, reglamentos de órganos autónomos, reglamentos
emitidos por los gobiernos locales (decretos de alcaldía) y los reglamentos
regionales.
Ahora bien, respecto de las normas reglamentarias emitidas por los gobiernos
regionales, estas tienen forma de decretos regionales (artículos 37 y 40 de la Ley
Orgánica de los Gobiernos Regionales), que tienen por finalidad ejecutar las
23
STC Exp. Nº 0020-2005-PI/TC y Nº 0021-2005-PI/TC ff. jj. 57-60.
ordenanzas regionales, establecen los procedimientos necesarios para la
Administración regional, así como resuelven asuntos de orden general y de interés
ciudadano, con lo cual se consagra su carácter general. Son emitidos por el
presidente regional, quien los aprueba y suscribe con acuerdo del directorio de
gerencias regionales24.
Pero, además, de los órganos del Estado, los gobiernos regionales y locales, los
órganos constitucionales autónomos y demás organismos a quienes se les haya
delegado la facultad de emitir normas reglamentarias, o que dicha potestad les
24
Sofía Liliana Salinas Cruz cita a CASTAÑEDA OTSU, Susana , Estudios y jurisprudencia del Código Procesal
Constitucional, tomo I, Pág. 310.
25
STC Exp. Nº 0007-2006-PI/TC, f. j. 16.
26
Idem
sea necesaria para el cumplimiento de sus funciones, también se reconoce que al
interior de cada ordenamiento, existen diferentes niveles de jerarquía de
reglamentos, los cuales están relacionados entre sí por un vínculo de prevalencia
y superioridad. Por ello, un conflicto normativo entre normas reglamentarias de
distintos niveles se resolverá considerando tanto el principio de jerarquía
normativa, como el de competencia; para dichos efectos se tomará en cuenta si
existen normas que pueden entrar a formar parte del bloque de constitucionalidad
o de legalidad, según corresponda.
3. Normas derogadas
De esta manera, cuando se trata del vocablo “norma” se hace referencia “al
contenido signifi cativo de un enunciado legislativo, tal como resulta de su
interpretación29”. En ese sentido, una norma es una variable que depende de la
actividad interpretativa de un enunciado. A mayor abundancia, se señala que la
disposición es un enunciado del lenguaje y el objeto de la interpretación. La norma
es, más bien, la disposición interpretada.
27
STC Exp. Nº 00019-2005-PI/TC, ff. jj. 4-6.
28
GUASTINI, Ricardo. Distinguiendo. Estudios de teoría y metateoría del Derecho. Gedisa, Barcelona, 1999.
p. 101.
29
Ibíd., p. 100.
popular es un proceso de control de validez de las normas, bien puede
pronunciarse sobre normas derogadas que siguen siendo aplicadas; aun cuando
no se haya previsto expresamente una norma sobre el particular como en el caso
del proceso de acción popular.
30
STC Exp. N° 2050-2002-AA/TC, f. j. 24.
El CPConst., mientras tanto, no prevé norma alguna sobre el particular; con lo
cual podría considerarse que ha quedado de lado el cuestionamiento de una
norma que no ha sido publicada. Sin embargo, el Código ha previsto que la
demanda procede contra normas de carácter reglamentario, y que el plazo se
comienza a contar a partir del día siguiente de su publicación; ello no excluye la
posibilidad de cuestionar una norma no publicada. Solo es un referente en el
cómputo del plazo para demandar. Tendremos que separar dos temas. El primero
está relacionado con una norma que no ha sido publicada y que tampoco surte
efectos en la realidad. En este caso, se recuerda que nuestro ordenamiento, en
cuanto al proceso de inconstitucionalidad, ha recogido el control posterior de
constitucionalidad de las normas (esto es, desde que cobran vigencia, a partir del
día siguiente de su publicación en el diario ofi cial); y sobre el particular, la
demanda deberá ser rechazada.
31
Código Procesal Constitucional
“Artículo 78. Inconstitucionalidad de normas conexas La sentencia que declare la ilegalidad o
inconstitucionalidad de la norma impugnada, declarará igualmente la de aquella otra a la que debe
extenderse por conexión o consecuencia”.
que el juez constitucional que conoce del proceso no pueda declarar la invalidez
de disposiciones que por conexidad son también inválidas. El Tribunal
Constitucional ha señalado, sobre la finalidad de esta disposición, que: “[l]o que se
busca con esta disposición es limpiar de impurezas el ordenamiento jurídico y
asegurar que la declaración de inconstitucionalidad de una norma sea efectiva en
su totalidad, desterrándose también aquellas otras normas que se le relacionen o
vinculen”32.
Podemos añadir que –para aplicar esta disposición del Código Procesal
Constitucional– Carlos Mesía refi ere que la jurisprudencia constitucional española
ha establecido tres criterios para determinar la inconstitucionalidad de normas
conexas, a saber: “1) Que la sentencia sea declaratoria de la inconstitucionalidad
de los preceptos impugnados o de alguno de ellos; 2) que exista una relación de
conexión o de consecuencia entre los preceptos declarados inconstitucionales y
aquellos otros a los que la inconstitucionalidad se extiende o propaga; y, 3) que
estos últimos pertenezcan o queden comprendidos en la misma ley, disposición o
acto con fuerza de ley” 33 . Estos criterios pueden coadyuvar de una manera
adecuada al logro de la fi nalidad que atribuye el Tribunal Constitucional peruano a
esta disposición.
Estos dos principios resultan de vital importancia para la comprensión del objeto
de este proceso. En primer lugar, la supremacía de la Constitución se basa en los
artículos 45 y 51 de la Constitución, los cuales indican que el poder emana del
pueblo y quien lo ejerza debe hacerlo con los límites que la Constitución impone y
de acuerdo con el ordenamiento jurídico. Igualmente, la supremacía constitucional
se expresa también en el artículo 51, al establecer como fuente primaria a la
Constitución y colocarla como parámetro de la validez de las demás fuentes
normativas. De ahí que es evidente que la defensa y respeto de la Constitución no
32
STC Exp. Nº 0053-2004-AI/TC, f. j. XIV.
33
MESÍA RAMÍREZ, Carlos. Exégesis del Código Procesal Constitucional. Tercera edición, Gaceta Juridica,
Lima, 2007. p. 627.
solo es competencia del Congreso, sino de todos los poderes del Estado, incluso
de los ciudadanos (artículo 38 de la Constitución).
34
Sofía Liliana Salinas Cruz cita a GARCÍA DE ENTERRÍA, Estudios y jurisprudencia del Código Procesal
Constitucional, tomo I, Pág. 316.
35
Entre otras se puede citar la STC Exp. Nº 0090-2005-PI/TC, ff. jj. 42 - 45.
En efecto, la posibilidad de controlar jurisdiccionalmente la efectividad de las
normas se realiza a través de la acción popular y de otros mecanismos
establecidos por la ley ordinaria.
36
STC Exp. N° 0020-2005-PI/TC y Nº 0021-2005-PI/TC (acumulados), ff. jj. 21-29.
tratándose de la regulación de determinadas materias, el bloque de
constitucionalidad puede estar conformado, adicionalmente, por otras leyes
nacionales. En estos casos, dichas normas forman parte de lo que podría
denominarse un parámetro ‘eventual’ de constitucionalidad”37(35).
Cuando se trate de una infracción parcial, se tendrá que precisar los alcances de
la declaración de invalidez. De manera que cuando el contenido dispositivo
(enunciado lingüístico) contenga la invalidez, el juez constitucional dejará sin
efecto las palabras o frases que carezcan de validez. Y, si la invalidez se refi ere a
un sentido interpretativo (contenido normativo) atribuido a la disposición
cuestionada, se deberá determinar el sentido interpretativo de la disposición que
sea conforme a la Constitución o a la ley (según corresponda), y debido a que
todo órgano público está vinculado a la sentencia que resuelve un proceso de
acción popular, estará impedido de aplicar los sentidos interpretativos declarados
inconstitucionales o ilegales, y, además, estará obligado a aplicar la interpretación
que se ajuste a los parámetros constitucionales y legales.
37
STC Exp. Nº 0024-2006-PI/TC, f. j. 6, en el apartado 2.
b) La norma cuestionada ha regulado una materia que ha sido reservada para otro
tipo de norma. En este supuesto se trata de una norma que ha regulado una
materia que no es de su competencia.
La demanda de acción popular puede ser interpuesta por cualquier persona 38ello,
sin duda, amplía tanto el grado de vinculación a la Constitución y a las leyes y
concretiza o brinda, de alguna manera, efi - cacia al deber de defender la
Constitución y el ordenamiento jurídico, conforme al artículo 38 del texto
constitucional; es decir, “al establecerse quiénes son los sujetos facultados para
presentar una demanda al respecto, se está al mismo tiempo determinando el
grado de protección de la Constitución”39(37).
38
Artículo 84 del CPConst.
39
HUERTA GUERRERO, Luis. “Proceso de acción popular”. En: La Constitución comentada. Análisis artículo
por artículo. Gaceta Jurídica. Lima, 2005. p. 1098.
40
Sofía Liliana Salinas Cruz cita a MORÓN URBINA, Juan Carlos, Estudios y jurisprudencia del Código Procesal
Constitucional, tomo I, Pág. 321.
Téngase en cuenta, por ejemplo, un caso en el cual una norma reglamentaria
afecte las competencias de otro órgano público, negarle la posibilidad de presentar
demanda de acción popular para hacer respetar sus competencias, sería
irrazonable. Se entiende, pues, que no se trata de la defensa de un interés
particular.
La sala, por último, deberá suspender el proceso de acción popular si las normas
sobre las que sustenta su control, son objeto de un proceso de
inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional y está pendiente de
pronunciamiento. Esto se debe, evidentemente, a la necesidad de tener un
ordenamiento jurídico coherente y sistemático, que exige primero la confi rmación
o examen de validez de las normas de rango legal, que junto con la Constitución,
forman el parámetro de validez de las normas infralegales.
La medida cautelar
41
Sofía Liliana Salinas Cruz cita a HUERTA GUERRERO, Luis. Estudios y jurisprudencia del Código Procesal
Constitucional, tomo I, Pág. 322.
42
STC Exp. N° 0023-2005-PI/TC, f. j. 49.
efectivamente se ha producido una afectación a las disposiciones constitucionales
o legales.
El demandante, respecto del peligro procesal, debe acreditar que el transcurso del
tiempo (desde que se solicita la medida cautelar hasta el fallo defi nitivo) volvería
en irreparable la afectación alegada. El juez también está obligado a acreditar el
peligro procesal. Y, con relación a la adecuación de la medida, se exige al juez
constitucional que la adopción de la medida cautelar no se desvincule del principio
de proporcionalidad, de manera que el fi n perseguido en el proceso principal no
se vea desvirtuado. En último lugar, el juez debe considerar que la medida
adoptada no sea irreversible, si es que no se estima la demanda.
Prescripción de la demanda
43
Esta regulación es diferente a la otorgada a los procesos constitucionales de la libertad en el Código
Procesal Constitucional, en tanto que esta puede interponerse en cualquier estado del proceso.
44
Código Procesal Constitucional
Artículo 87.- Plazo
El plazo para interponer la demanda de acción popular prescribe a los cinco años contados desde el día
siguiente de publicación de la norma.
Un problema que se presenta tanto en el proceso de inconstitucionalidad como en
el proceso de acción popular, es la declaratoria de improcedencia por haber
excedido el plazo para cuestionar las normas a través de estos procesos 45(43). En
efecto, es cuestionable que una norma, a pesar de ser abiertamente
inconstitucional, tenga que permanecer al interior del ordenamiento jurídico, en
tanto que ya pasó el plazo para que pueda ser cuestionada por vía del proceso de
inconstitucionalidad. Así, en ordenamientos como el español, el plazo de
prescripción solo implica que los legitimados por la norma pierdan la oportunidad
de acceder al órgano constitucional para someter a control constitucional una ley.
Ello no elimina la posibilidad de que dicha disposición sea sometida a control a
través de otros mecanismos como la cuestión de inconstitucionalidad (por el cual
el juez somete al Tribunal Constitucional, el análisis de la constitucionalidad de
una ley).
Por otra parte, el profesor Edgar Carpio señala que si bien hay ordenamientos
europeos en los que se ha previsto el plazo prescriptorio, este tiene como
fundamento el hecho de que a las sentencias se les ha otorgado la posibilidad de
declarar la nulidad de las normas, esto es, tienen efectos retroactivos. Pues bien,
como se recuerda, el CPConst. ha otorgado al juez constitucional la facultad de
que sus sentencias tengan efectos retroactivos; entonces, siguiendo ese mismo
argumento, podría sostenerse que la interposición de dicho plazo está justificado.
Pero más allá de esto, no cabe duda que la previsión de dicho plazo no implica
que la norma (legal o infralegal) inconstitucional o ilegal siga siendo aplicada en
cada caso. Así, a través de otros procesos, de acuerdo con el artículo 138 de la
Constitución, el juez tiene la facultad de aplicar el control constitucional difuso de
una norma, esto es, que debe inaplicar la norma considerada como
inconstitucional (siempre que sea necesario para la resolución del caso) en el caso
concreto. En el mismo sentido, podría declarar la inaplicabilidad de una norma
infralegal estimada como ilegal o inconstitucional en un caso concreto.
45
CARPIO MARCOS, Edgar. “El proceso de inconstitucionalidad en el Código Procesal Constitucional”. En:
Proceso & Justicia. Nº 5. PUCP. Lima, 2005, p. 66.
Efectos de la sentencia
Las sentencias tienen autoridad de cosa juzgada, por lo que vinculan a todos los
poderes públicos, y no se pueden impugnar ni siquiera a través del recurso de
casación.
46
Sofía Liliana Salinas Cruz cita MESÍA RAMÍREZ, Estudios y jurisprudencia del Código Procesal
Constitucional, tomo I, Pág. 325.
pesar de que el Código no lo precisa, es lógico que si los órganos se encuentran
vinculados al pronunciamiento de este proceso, no puedan emitir una nueva
norma que en el fondo adolezca del mismo vicio de invalidez.
La sentencia que declara fundada la demanda, también dispondrá los costos que
deberá asumir el Estado, a través del órgano que emitió la norma. Si, por el
contrario, la demanda es infundada, se podrá ordenar que el demandante asuma
los costos si hubiere incurrido en manifiesta temeridad. Por último, el juez no
puede dejar de aplicar una norma cuya constitucionalidad haya sido confirmada
por el TC, a través del proceso de inconstitucionalidad, o por el Poder Judicial, a
través del proceso de acción popular.