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Nuevo Testamento

Referencias / Notas

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas

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Nuevo Testamento

Referencias / Notas

La
Historia
de la
Salvación
Historias bíblicas comentadas
para la educación cristiana

Tomo 1I
Nuevo Testamento

Serie adaptada por


Fred y Arlene Jonkman

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas

Derechos reservados 2008


Copyright 2008 de Fred y Arlene Jonkman. Se otorga permiso para reproducir este documento en su
totalidad sin realizar ningún cambio, mencionando los créditos y siempre que la reproducción sea
sin fines de lucro.
Adaptación: Fred y Arlene Jonkman
Textos adicionales: Arlene Jonkman y Luis Carlos Moreno
Diseño: IBD
ISBN: 978-9942-01-089-6 (Obra completa)
ISBN: ------------------------------------- (Tomo 2)
Derechos de autor No.: 026896

Impreso en el Ecuador por Gráficas Silva

Todas las citas pertenecen a la Biblia Reina-Valera 1995

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Nuevo Testamento

Referencias / Notas

CONTENIDO

Presentación al tomo II / 11

Presentación / 13

Introducción / 17

Guía para la enseñanza eficaz / 21

LECCIONES / 31

Lección 1 El nacimiento de Juan el Bautista Lucas 1:5-23 y vv. 57-80

Lección 2 El nacimiento del Salvador Lucas 1:26-56; 2:1-7; Mateo 1

Lección 3 Alegría en los campos de Belén Lucas 2:8-20

Lección 4 La presentación de Jesús en el templo Lucas 2:22-38

Lección 5 Los magos de Oriente y el rey Herodes Mateo 2

Lección 6 Jesús en el templo a los doce años Lucas 2:40-52

Lección 7 El ministerio de Juan el Bautista Mateo 3:1-12; Marcos 1:1-9;


Lucas 3:1-18; Juan 1:19-28

Lección 8 Jesús se bautiza y es tentado por Satanás Mateo 3:13-4:11; Marcos 1:9-13;
Lucas 3:21, 22; 4:1-13

Lección 9 Jesús llama a sus primeros discípulos Juan 1:35-51

Lección 10 La boda de Caná Juan 2:1-11

Lección 11 Jesús y Nicodemo Juan 3:1-21; 7:50-52; 19:39

Lección 12 Jesús y la mujer samaritana Juan 4:1-42

Lección 13 Jesús sana al paralítico en Betesda Juan 5

Lección 14 Jesús sana a un paralítico Mateo 9:1-8; Marcos 2:1-12;


Lucas 5:17-26

Lección 15 Jesús es el Señor del Sábado Mateo 12:9-14; Marcos 3:1-6;


Lucas 6:6-11

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La Historia de la Salvación

Lección 16 / El
Referencias sermón del monte
Notas Mateo 5-7; Luvas 6:20-49

Lección 17 Jesús sana a un leproso Mateo 8:1-4; Marcos 1:40-45;


Lucas 5:12-16

Lección 18 Jesús sana al siervo de un centurión romano Mateo 8:5-13; Lucas 7:1-10

Lección 19 Jesús resucita al hijo de una viuda Lucas 7:11-17

Lección 20 Jesús y la mujer pecadora Lucas 7:36-50

Lección 21 Las parábolas del Reino Mateo 13:1-50; Marcos 4:1-34;


Lucas 8:4-15; 13:18-21

Lección 22 Jesús calma una tormenta en el mar Mateo 8:18, 23-27;


Marcos 4:35-41; Lucas 8:22-25

Lección 23 Jesús y el gadareno endemoniado Mateo 8:28-34; Marcos 5:1-20;


Lucas 8:26-39

Lección 24 Jesús levanta de la muerte a la hija de Jairo Mateo 9:18-26; Marcos 5:21-43;
Lucas 8:40-56

Lección 25 Jesús predica en Nazaret Mateo 13:53-58; Marcos 6:1-6;


Lucas 4:16-30

Lección 26 La muerte de Juan el Bautista Mateo 14:1-12; Marcos 6:14-29;


Lucas 3:19,20; 9:7-9

Lección 27 Jesús alimenta a más de cinco mil personas Mateo 14:13-21; Marcos 6:30-44;
Lucas 9:10-17; Juan 6:1-15

Lección 28 Jesús camina sobre el agua Mateo 14:22-33; Marcos 6:45-52;


Juan 6:15-21

Lección 29 La mujer de Canaán Mateo 15:21-28; Marcos 7:24-30

Lección 30 La transfiguración de Jesús Mateo 17:1-13; Marcos 9:2-13;


Lucas 9:28-36

Lección 31 Jesús sana al muchacho poseído Mateo 17:14-21; Marcos 9:14-29;


por un demonio Lucas 9:37-43

Lección 32 Jesús sana a un hombre ciego de Juan 9


nacimiento

Lección 33 La parábola del buen pastor Juan 10:1-21

Lección 34 La parábola del siervo malvado Mateo 18:21-35

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Nuevo Testamento

Lección 35 La parábola del buen samaritano Lucas 10:25-37 Referencias / Notas

Lección 36 Jesús sana en el día de reposo y enseña Lucas 14:1-14


una lección de humildad

Lección 37 La parábola de la gran cena Lucas 14:15-24

Lección 38 La parábola del hijo pródigo Lucas 15:11-32

Lección 39 La parábola del rico y lázaro Lucas 16:19-31



Lección 40 La curación de los diez leprosos Lucas 17:11-19

Lección 41 La resurrección de Lázaro de la muerte Juan 11:1-46

Lección 42 Las parábolas sobre la oración Lucas 18:1-14

Lección 43 Jesús recibe a los niños y a un Mateo 19:13-22: Marcos 10:13-22;


gobernante joven Lucas 18:15-23

Lección 44 Jesús sana al ciego Bartimeo y salva Mateo 20:29-34; Marcos 10:46-52;
a Zaqueo Lucas 18:35-19:10

Lección 45 Jesús es ungido en Betania Mateo 26:6-16; Marcos 14:3-11;


Juan 12:1-8

Lección 46 La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén Mateo 21:1-11; Marcos 11:1-11;


Lucas 19:29-44; Juan 12:12-19

Lección 47 Jesús limpia el templo Mateo 21:12-16; Marcos 11:15-18;


Lucas 19:45-48

Lección 48 La parábola de los labradores malvados Mateo 21:33-46; Marcos 12:1-12;


Lucas 20:9-19

Lección 49 La ofrenda de la viuda y la predicción de Mateo 24:1-39; Marcos 12:41-13:27;


Jesús sobre la destrucción de Jerusalén Lucas 21:1-27

Lección 50 La parábola de las diez vírgenes Mateo 25:1-13

Lección 51 Jesús en la última cena Mateo 26:17-35; Marcos 14:12-31;


Lucas 22:7-23, 31-34;
Juan 13:1, 21-38; 14:17

Lección 52 Jesús lava los pies de sus discípulos Lucas 22:24-30; Juan 13:1-17

Lección 53 El sufrimiento de Jesús en Getsemaní Mateo 26:36-46; Marcos 14:32-42;


Lucas 22:39-46

Lección 54 Jesús es tomado preso Mateo 26:47-56; Marcos 14:43-52;

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La Historia de la Salvación


Referencias / Notas Lucas 22:47-53; Juan 18:1-12

Lección 55 Jesús ante el sanedrín Mateo 26:57-68; Marcos 14:53-65;


Lucas 22:54, 63-65;
Juan 18:13, 14, 19-24

Lección 56 Pedro niega a Jesús Mateo 26:58, 69-75;


Marcos 14:54, 66-72; Lucas 22:54-62;
Juan 18:15-18, 25-27

Lección 57 Jesús ante Pilato y Herodes Mateo 27:1, 2, 11-14; Marcos 15:1-5;
Lucas 23:1-12; Juan 18:28-38

Lección 58 Jesús es rechazado por los judíos que Mateo 27:15-30; Marcos 15:6-19;
desean crucificarlo Lucas 23:13-25; Juan 18:39-19:16

Lección 59 Jesús es crucificado Mateo 27:31-46; Marcos 15:20-34;


Lucas 23:26-44; Juan 19:16-28

Lección 60 Jesús muere y es enterrado Mateo 27:48-66; Marcos 15:36-47;


Lucas 23:45-56; Juan 19:28-42

Lección 61 La resurrección de Jesús Mateo 28:1-15; Marcos 16:1-8;


Lucas 24:1-11

Lección 62 Jesús se aparece a María Magdalena Marcos 16:9-11; Juan 20:1-18

Lección 63 Jesús se aparece a los hombres de Emaús Marcos 16:12, 13; Lucas 24:13-35

Lección 64 Jesús se aparece a los discípulos por Marcos 16:14; Lucas 24:36-47;
la noche Juan 20:19-23

Lección 65 Jesús se aparece a los discípulos en el Juan 21:1-22


mar de Tiberias

Lección 66 La ascensión de Jesús Marcos 16:19; Lucas 24:50-52;


Hechos 1:6-12

Lección 67 El pentecostés Hechos 1:13-2:47

Lección 68 Un hombre cojo es sanado y los Hechos 3 y 4


apóstoles son perseguidos

Lección 69 Ananías y safira Hechos 5:1-16

Lección 70 La persecución y el martirio de Esteban Hechos 5:17-7:60

Lección 71 Felipe y el eunuco Hechos 8:4-40

Lección 72 La conversión de Pablo Hechos 8:1-4; 9:1-31; 22:3-16; 26:9-18

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Nuevo Testamento

Lección 73 Pedro y Cornelio, el gentil Hechos 9:32-11:18


Referencias / Notas

Lección 74 La persecución y Pedro es libertado Hechos 12:1-24


de la prisión

Lección 75 El primer viaje misionero de Pablo: Hechos 11:19-30; 13, 14


el Evangelio va al Asia menor

Lección 76 El primer concilio de la iglesia en Jerusalén Hechos 15:1-32

Lección 77 El segundo viaje misionero de Pablo: Hechos 15:33-18:23


el Evangelio va a Europa

Lección 78 El tercer viaje misionero de Pablo: Hechos 18:24-20:38


fortaleciendo a las iglesias

Lección 79 Pablo atado Hechos 21 - 26

Lección 80 Pablo va a Roma Hechos 27 y 28

APÉNDICES / 623

Apéndice 1: Un ejemplo de un “Plan de Lección” / 625


Apéndice 2: Borrado de “Plan de Lección” / 628
Apéndice 3: Para entender a los niños de distintas edades / 630
Apéndice 4: Catecismo de Heidelberg / 638
Apéndice 5: Catecismo de niños / 664
Apéndice 6: Breve historia de la educación en los tiempos bíblicos / 674

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas

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Nuevo Testamento

Referencias / Notas

Presentación del Tomo II

Con la terminación de este segundo tomo de La Historia de la Salvación, la iglesia cristiana de


habla española tiene en sus manos todas las lecciones de las historias del Nuevo Testamento de
la Biblia. Ha sido un gozo para nosotros haber estado a cargo de la publicación de esta obra, y
ahora tenerla completada. Fue un trabajo arduo y largo de traducción, adaptación y revisión de los
dos tomos. Sin embargo, esto no tiene comparación con la gran satisfacción que nos trajo el ver
cuántos maestros y maestras ya están usándolos y evidenciar cuántos más están bendecidos por
medio del trabajo dedicado de estos hombres y mujeres de Dios. Si usted quiere conocer un poco
más de cómo comenzó este proyecto de publicar estos libros, le animamos a leer la presentación
que está en las siguientes páginas.
Este tomo contiene las historias del Nuevo Testamento. La figura central de todo es el Salvador y
Señor, Jesucristo. Generalmente, cuando leemos las historias bíblicas tenemos la tendencia a caer
en la tentación de poner los caracteres de los personajes como modelos o ejemplos para nosotros
o para los que estamos enseñando. Pero, queremos animarles que siempre pongamos a Jesús
como la figura central. Los demás involucrados en las historias son pecadores igual que nosotros.
Nadie más merece el honor, solo a nuestro Señor Jesucristo debemos honrar y dar la gloria. Nues-
tro deseo es que este tomo sirva para este propósito.
Otra vez, queremos agradecer a las personas que nos ayudaron con este proyecto pero para evitar
la repetición de los mismos nombres le invitamos a leerlo en las siguientes páginas. Pero, con
este segundo tomo, nosotros queremos agradecer especialmente a nuestro compañero en el mi-
nisterio, Luis Carlos Moreno, quien ha hecho un gran esfuerzo para ver la terminación de todo el
proyecto. Él, su esposa Febe y sus hijos son especiales para nosotros en el ministerio que estamos
haciendo. Consideramos a ellos no solo como compañeros en el ministerio sino igualmente como
parte de nuestra “familia” en Ecuador. ¡Gracias Luis por su constante apoyo en el ministerio y los
dones que tiene para el servicio al Señor! Por su amor al trabajo, dedicamos este tomo a ti.

Fred y Arlene Jonkman

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La Historia de la Salvación

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Nuevo Testamento

Referencias / Notas

Presentación

Cuando llegamos a Quito, Ecuador, en 1998, para comenzar nuestra labor como misioneros, uno de
los primeros deberes fue buscar una iglesia dónde congregarnos. Teníamos 6 hijos, entre los dos y los
dieciocho años. La expectativa y esperanza que teníamos como padres era que la iglesia disponga y
provea un buen programa de educación cristiana para toda la familia. La experiencia que traíamos,
de nuestra vida familiar y de nuestras Iglesias Reformadas en Canadá y Estados Unidos, era que en
ellas se disponía de buenas escuelas dominicales. La iglesia donde decidimos congregarnos sí tenía su
escuela dominical para niños, jóvenes y adultos, una hora antes de iniciar el culto. Entonces, nuestros
jóvenes fueron a su clase, los pequeños a sus aulas y nosotros íbamos a la clase para los adultos.
Pero, muy pronto, nuestros hijos no quisieron ir a sus clases. Cuando averiguamos sobre cómo iban las
clases de nuestros hijos nos dimos cuenta que no había un programa planeado para sus edades. Y no
solo que no hubo un programa, sino que los profesores no estaban comprometidos con su ministerio,
ni tampoco estaban preparados para hacerlo. Esta fue una frustración para nosotros, porque desde
nuestra niñez fuimos bien instruidos en la Palabra de Dios y Arlene fue profesora de escuela dominical
por más de 15 años. ¿Qué debíamos hacer en esta circunstancia? La preocupación aumentó cuando
investigamos un poco más sobre los programas de Educación Bíblica Dominical en otras iglesias. Las
opiniones y conclusiones eran desalentadoras, pues parecía que nada había bien en las iniciativas
educativas de estas iglesias.
En estas circunstancias es cuando Arlene recordó este programa que tienen ahora en sus manos, que
fue usado por las Iglesias reformadas de nuestra denominación en Canadá. Preguntamos primero a
los líderes la iglesia en Quito si estarían interesados en tener un programa de Escuela Bíblica para su
iglesia. Mostraron mucho interés y comprometieron su ayuda en la traducción. Entonces, escribimos
a nuestra denominación en Canadá para tener el permiso para traducirlo y, gracias a Dios, nos cedie-
ron todos los derechos para revisarlo y adaptarlo a fin de que sea pertinente y adecuado a la cultura
latinoamericana. Por supuesto, con estos cambios, ellos y nosotros, quisimos conservar la perspectiva
bíblica de su doctrina.
Cuando todo esto pasó, nunca pensamos que un día este material pudiera ser publicado. Nuestra
meta solamente fue que la iglesia local donde asistimos tenga su programa. Después de tener todo
traducido, enseñamos a los profesores cómo usar el material y la iglesia estuvo muy agradecida por la
gran ayuda que el material proveía para los niños. Pronto otras iglesias escucharon sobre el programa
de enseñanza y nos preguntaron si podrían usarlo. Y el proyecto continuó de este modo. Entonces,
diseñamos un taller para preparar a las iglesias acerca de cómo desarrollar un ministerio para niños en
la iglesia y cómo usar este material. Durante todo este tiempo trabajamos solamente con fotocopias de
las lecciones y actividades y reproduciéndolo de “forma casera”. El número de iglesias que solicitaban
el material aumentó y con ello el trabajo minucioso de reproducir, organizar y distribuirlo. Allí surgió
la idea de publicarlo.

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La Historia de la Salvación

La serie de textos
Referencias “Historia de la Salvación” es un programa de estudio de la Biblia que contiene los
/ Notas
relatos bíblicos comentados para la Educación Cristiana. Este material es publicado con el propósito
de proveer un recurso a todas las personas que enseñan a los niños en el hogar cristiano, la Escuela
Bíblica Dominical, Escuelas Bíblicas Vacacionales o en las clases de Educación Cristiana en escuelas y
colegios. El material busca ser una herramienta de ayuda para los profesores tanto en su preparación
personal como en la planificación de sus lecciones. Por eso, este programa de estudios es abierto y
no está dirigido a una edad específica. En la Introducción proveemos algunas ideas de cómo se puede
usar este comentario para elaborar sus propios planes de enseñanza, de acuerdo a la edad de los niños
con quienes se esté trabajando.
Cada historia de la Biblia revela algo de Dios mismo o de su plan para nuestra redención. La Escritu-
ra es la auto-revelación de Dios como redentor y en cada historia Dios es el agente principal. Desde
Génesis hasta Apocalipsis, Dios está revelándonos progresivamente su plan de salvación. A la luz del
Nuevo Testamento podemos descubrir, una y otra vez, cómo cada hecho y cada historia bíblica seña-
lan a Cristo, el Salvador, quien ya se movía entre el pueblo de Dios mucho antes de su encarnación.
Este material narra las historias bíblicas tomando en cuenta este enfoque de la revelación de Dios en
la Historia.
El primer tomo empieza donde el drama de la redención empieza: con la Creación. La redención se
revela por primera vez en Génesis 3:15, y es entregada a las primeras personas, por la gracia de Dios,
después de la caída. Esta promesa es repetida, ampliada y aclarada cuando Dios habla con Noé, Job,
Abraham, Jacob, Moisés, Josué, los reyes, profetas, los evangelios, los apóstoles y otros. A través de
todas las historias bíblicas, Dios está revelando su redención como liberación de nuestro pecado por
Cristo.
Los dos tomos contienen más de 180 lecciones y consiste en una exposición, explicación y aplicación
de los relatos históricos que contiene la Biblia. El punto fuerte del material es que está centrado en
Dios y provee un método cronológico para la enseñanza de la Biblia. Cuando se estudia y se sigue el
programa fielmente, es posible cubrir toda la Biblia en aproximadamente cuatro años (si se enseña
una lección cada semana). La finalidad de las historias bíblicas no es meramente contar los datos o
anécdotas de la vida y obra de las figuras históricas interesantes que están en la Biblia. Este material le
ayudará a la maestra o maestro a cumplir con el objetivo principal de la enseñanza de la Biblia: guiar
a los estudiantes al conocimiento personal de Cristo, como Salvador y Señor de sus vidas.
Estos comentarios son una adaptación y traducción de la obra en idioma inglés Teacher’s Manual and
Teacher’s Commentary on the Bible que, a su vez, fue traducida y adaptada del original holandés por la
Sra. Frederika Pronk, quien tiene un bachillerato en Educación Religiosa y una maestría en Educación
Eclesiástica. Damos gracias al Comité de Publicaciones de la Free Reformed Church of North America
quien proveyó el permiso para la adaptación al español y su posterior uso por el pueblo de Dios de
habla hispana.
Para usar este material, y sacarle el mayor beneficio posible, hemos desarrollado un “Taller de entrena-
miento para maestros”, como parte del ministerio llamado “Apacienta mis corderos”. Este fue iniciado
por nosotros en el año 2000, con el propósito de proveer material y capacitación bíblica para las igle-
sias evangélicas en Latinoamérica. Este taller tiene una duración de catorce horas y provee instrucción
en: los principios bíblicos de la enseñanza de niños, las cualidades de los maestros y maestras, la
historia de la educación cristiana, el entendimiento de los niños de diferente edades, cómo desarrollar
un programa de escuela dominical en su iglesia, cómo preparar y enseñar una lección bíblica usando
el método narrativo, la disciplina en su clase, métodos de memorización, ayudas prácticas y concretas
para la enseñanza eficaz, etc. Si está interesado en recibir este taller o más información sobre este
material, por favor comuníquese con apacientamiscorderos@gmail.com
Queremos dar las gracias a Dios por todas las personas e iglesias que nos ayudaron a concretar la
publicación de este proyecto, especialmente a La Iglesia Reformada Presbiteriana del Ecuador con sus
palabras de ánimo para iniciarlo; a Rosa de Mosquera, Flor Maria de Donoso, y Pilar de Landa por su

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Nuevo Testamento

labor inicial en la traducción; y, a Iván Balarezo y Luis Carlos Moreno por la revisión de todo /elNmaterial
Referencias otas
a fin de que sea adaptado y útil para el contexto latinoamericano. Igualmente, agradecemos a la misión
“Word and Deed Canada”, parte de “World Relief Organization”, por su generosidad al momento de
financiar la publicación de estos manuales.
Es nuestro deseo ayudar a los creyentes adultos en la tarea de enseñar a los niños en su hogar, en las
iglesias, escuelas, en el campo misionero, y dondequiera que haya un niño que pueda ser alcanzado
por la Palabra de Dios. El motivo de nuestras oraciones es que los niños sean instruidos acerca de
su pecado y sean encaminados a conocer al único Salvador, Jesucristo, quien puede perdonarles sus
pecados y enseñarles cómo vivir para servirle hoy y siempre.
Nuestra esperanza para las siguientes generaciones de los hijos de Dios está mejor expresado en el
Salmo 78:1 a 8, que dice:
Escucha, pueblo mío, mi Ley; inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca. Abriré mi boca en pro-
verbios; hablaré cosas escondidas desde tiempos antiguos, las cuales hemos oído y entendido, las que
nuestros padres nos contaron. No las encubriremos a sus hijos, contaremos a la generación venidera
las alabanzas de Jehová, su potencia y las maravillas que hizo. Él estableció testimonio en Jacob y
puso ley en Israel, la cual mandó a nuestros padres que la notificaran a sus hijos; para que lo sepa la
generación venidera, los hijos que nazcan; y los que se levanten lo cuenten a sus hijos, a fin de que
pongan en Dios su confianza y no se olviden de las obras de Dios; que guarden sus mandamientos y
no sean como sus padres, generación terca y rebelde; generación que no dispuso su corazón, ni cuyo
espíritu fue fiel para con Dios. (Énfasis nuestro).

Fred y Arlene Jonkman

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas

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Nuevo Testamento

Referencias / Notas

Introducción

“El regalo más importante para la Iglesia hoy


en día es enseñar, enseñar, y enseñar”.
John Stott

Iglesia y educación
La historia de la Iglesia Cristiana está repleta de esfuerzos e iniciativas educativas. Y no podía ser de
otra manera cuando su carácter como pueblo escogido por Dios, para ser sal y luz del mundo, se basa
en cuánto aprende, instruye y obedece el consejo de Dios. De allí que no es difícil encontrar en todos
los libros de la Biblia consejos para instruir a los hijos del Pacto. La voz profética se alza constante-
mente para llamar la atención al pueblo por su pecado que se manifiesta como la consecuencia de
abandonar, olvidar y no enseñar los mandamientos del Señor a los hijos, y a los hijos de sus hijos.
La obra salvadora de Jesucristo, su proclamación, tuvo como uno de sus componentes claves la
instrucción que dio a sus discípulos. Las Escrituras revelan cómo Jesús dedicaba tiempo y esfuerzo
a explicar las parábolas, a instruir a sus discípulos en las cosas que les era difíciles de entender y a
relatarles todo lo que la Biblia decía del él.
Tempranamente los apóstoles y la Iglesia naciente “captó” la importancia de la enseñanza en la procla-
mación del Evangelio. La tarea se hizo más urgente, y se destinaron todos los esfuerzos y habilidades,
para enseñar la sana doctrina y combatir a los falsos maestros y sus herejías. La vida y obra de los
Padres de la Iglesia es un fiel testimonio de dedicación a la predicación del Evangelio y su enseñanza
a los fieles de las congregaciones.
Con la Reforma Protestante se recupera la vocación educativa de la Iglesia, que se había perdido por
siglos. Indudablemente que esta “vuelta” a la Sola Scriptura significaba retomar la enseñanza como
la única vía posible para instruir al pueblo llamado a ser Nación Santa. Conjugado con la posibilidad
de poner la Biblia en las manos de cualquier creyente, el esfuerzo que los reformadores hicieron por
educar al pueblo en el consejo de Dios fue monumental. No es casualidad, ni mucho menos, el hecho
que allí vieron a la luz y se gestaron las semillas de las corrientes educativas que aún ahora se siguen
usando en las iglesias y en la sociedad secular.
El presente material educativo, que ahora ponemos en sus manos, busca encausarse en esta misma
herencia. Reconocemos que la labor educativa en nuestras iglesias es una tarea fundamental. De cier-
to modo, podemos afirmar que el destino de la iglesia está ligado a su labor, a su dedicación, a sus
esfuerzos instructivos, formativos, basados en la enseñanza de lo que Dios quiere que haga el Pueblo
del Pacto.
Si enseñar es una tarea urgente para la evangelización, nuestras iglesias deben considerar seriamente

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La Historia de la Salvación

la posibilidad
Referencias de
/ Ndedicar
otas
todos los recursos y esfuerzos necesarios en la educación. Y es más prioritaria
la labor cuando, en toda Latinoamérica, constatamos que el “crecimiento” de las iglesias va acompa-
ñado de un aumento de la población infantil y juvenil. La mayor población de nuestros países es joven
y nuestros niños y jóvenes necesitan ser guiados en el consejo de Dios. Nuestros hijos son el presente
y futuro de la Iglesia y son los futuros maestros, pastores y líderes, que por la Gracia de Dios guiarán
a las congregaciones.
Y en este sentido, debemos reconocer la triple función que cumple la educación cristiana en nuestras
iglesias. Por un lado está el hecho de que el creyente y su familia están llamados a conocer, aprender y
poner en práctica la Palabra de Dios; pues esta es “útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena
obra.” (2 Timoteo 3:16,17). Por otro lado, la educación permite que el creyente y su familia conozcan
y se guíen por la sana doctrina, la doctrina bíblica, según la ha revelado Dios en su Palabra. “Así ya no
seremos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hom-
bres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error” (Efesios 4:14). Y, en tercer lugar,
la instrucción bíblica nos permite dar testimonio de nuestra fe, compartir con otros la esperanza del
Evangelio de Jesucristo; a fin de estar “siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre
y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.” (1 Pe. 3:15).
La Iglesia de Cristo crece en calidad y cantidad, madura en profundidad, se fortalece y es portadora
y comunicadora de la Esperanza al mundo en la medida que la misma Palabra de Dios guía la vida
de cada creyente, cada familia y cada congregación. Cuanto más “empapada” esté del Evangelio, la
Iglesia será más fiel a su llamado, vocación y misión. Por ello, todo esfuerzo encaminado a proveer de
recursos y materiales a las iglesias, y de nutrir a las maestras y maestros de escuela bíblica deben ser
bienvenidos y recibidos con acción de gracias.

Educación y metodología
Así como son múltiples los esfuerzos educativos al interior de nuestras iglesias, también las metodolo-
gías son variadas. Todos aquellos que se dedican a la enseñanza saben que no es suficiente con saber
qué enseñar, sino que una parte “clave” del proceso educativo es el cómo de la enseñanza.
En este sentido, la instrucción bíblica en nuestras iglesias adolece de muchas dificultades y contramar-
chas. Los recursos son insuficientes y en muchos de los casos obsoletos. Los maestros y maestras lu-
chan entre la buena disposición y deseo por querer enseñar y la improvisación por falta de preparación.
Los programas de educación bíblica, cuando los hay, no forman un cuerpo de instrucción (currículo)
ordenado y organizado de acuerdo a las edades y niveles de enseñanza. La enseñanza, muchas veces,
se reduce a una recitación irreflexiva de las historias bíblicas con aplicaciones irrelevantes sin signifi-
cación práctica para los niños. El tratamiento temático presenta a la historia de la revelación inconexa,
desarticulada, inmediatista y para “salir del paso”.
El presente programa de estudio de la Biblia presenta un propuesta que atiende algunas de las difi-
cultades a las que domingo a domingo, día a día, enfrentan quienes son responsables, en iglesia y
escuelas, de la instrucción bíblica. Sin pretender ser la panacea, intenta ofrecer un cuerpo de estudio
flexible y fácil de usar en cada iglesia.

1. Este currículo ofrece un plan sostenido de instrucción a largo plazo. La posibilidad de disponer de
una base organizada que permita tener “a la mano” una lección para cada semana es de una gran
ayuda a las maestras y maestros. El concepto de la lección, la metodología de trabajo y la aplicación
tienen una base didáctica común. De este modo, se evita la improvisación y los sobresaltos al mo-
mento de poner en marcha el plan de estudios. Además, esta base didáctica, no queda supeditada a
la presencia o ausencia del maestro, a la enorme movilidad de profesores que las iglesias enfrentan,
ni su efectividad se ve limitada por las habilidades del maestro. En este sentido, todos podemos usar

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Nuevo Testamento

este material. Referencias / Notas


Pero la mayor oportunidad que ofrece este material, es que con este plan se puede estudiar “toda”
la Biblia, en un período aproximado de cuatro años. Después de este lapso, y puesto que para en-
tonces los estudiantes habrán cambiado su edad e intereses, se podrá volver a empezar para tratar
las historias con mayor profundidad, reflexión y participación. En este sentido, si un niño de cuatro
años empieza las lecciones con las historias en el Génesis, al terminar el plan tendrá ocho años y
conocerá su Biblia hasta el fin de Hechos. A esta edad estará listo para volver a empezar, pues habrá
olvidado algunas historias o recordará vagamente otras. Con el enfoque apropiado a su edad, y de
acuerdo a sus inquietudes, aprenderá nuevos temas y extraerá nuevas lecciones que aplicará en su
vida. Cuando cumpla los 12 años habrá estudiado dos veces por completo la Biblia. Entrado a la
adolescencia, que trae consigo preguntas más críticas, preocupaciones más profundas e inquietu-
des características, el joven podrá iniciar un tercer estudio de la Palabra de Dios. Para entonces, el
estudiante estará en capacidad de dar cuenta de su fe.

2. El material que tiene en sus manos recurre al método narrativo para contar las historias bíblicas.
Este método, tan antiguo como la historia misma de la humanidad, ha demostrado ser efectivo y
eficaz en cualquier contexto o cultura, y es útil para cualquier edad (inclusive adultos). Capta la
atención del estudiante, mantiene alerta a los cinco sentidos, cautiva la imaginación y abre la puerta
a la aplicación en la vida de aquello que se aprende, de los ejemplos de vida que las historias nos
ofrecen.
No debemos olvidar que la Biblia misma es una colección de relatos históricos, a través de los
cuales, Dios mismo se ha revelado y ha mostrado, al hombre primero y después a su pueblo, el
plan de redención. Es en la historia donde Dios se muestra amorosamente fiel a su pueblo. Es en
la historia donde Jesucristo intervendrá al final de los tiempos para emitir su juicio final. De allí que
las historias bíblicas nos permiten comprender, en contexto, cómo Dios el Padre, Jesucristo el Hijo,
y el Espíritu Santo, actúan milagrosamente para el rescate de sus hijos. Asimismo, vemos cómo los
hombres y mujeres de la Biblia, débiles igual que nosotros, pero con la fe puesta en Jesucristo, son
usados solo por la gracia de Dios para cumplir su voluntad.
Las lecciones están diseñadas siguiendo el mismo plan narrativo que aparece en la Biblia. Historia
tras historia vemos cómo Dios nos invita a ser parte de su plan, nos llama para responder a su lla-
mado. Las historias ofrecen la oportunidad de la fascinación y la apertura al diálogo, sin debilitar en
lo más mínimo la esencia del mensaje que Dios mismo nos reveló. Entonces, todos somos capaces
de “contar” la historia bíblica, todos estamos en capacidad de escuchar y comprender la historia,
por lo tanto, todos estamos llamados a compartir estas historias con otros.

3. Este plan de estudio de la Biblia está escrito de tal manera que es posible enseñar las historias
de la Biblia en orden cronológico, de acuerdo al desarrollo mismo de la Historia de la Salvación
según está revelada en las Escrituras. Es de mucha importancia, que desde la más temprana edad,
se enseñe a los niños la historia de la Biblia según este orden. Esto significa que la narración bíblica
debe mantener las historias en secuencia, empezando con el Génesis hasta terminar con el libro
de Hechos. Esta es la manera como Dios se revela a sí mismo en su Palabra. Solo al conocer las
historias bíblicas en un orden cronológico los niños aprenderán y comprenderán el plan unificado
de salvación y podrán ver las promesas de Dios y su cumplimiento.
Empezar a enseñar a los niños la Biblia en un orden temático generalmente conlleva a confusión.
No tan solo porque no permite recordar si Noé vivió antes que Moisés, sino que este método
crea una visión desarticulada de la historia en las mentes impresionables de los niños. Tampoco
promueve ni desarrolla un entendimiento de la unidad de la historia de la redención o de la na-
turaleza de la revelación progresiva en las Escrituras. Hay un momento y un lugar para enseñar

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La Historia de la Salvación

lecciones
Referenciasbíblicas
/ Notas siguiendo un tema. Es preferible hacerlo en proyectos de corta duración, como
en Escuelas Bíblicas Vacacionales.

4. Las lecciones para la Educación Cristiana ofrecen un enfoque de conexión, interrelación e interde-
pendencia entre el Antiguo y el Nuevo Testamentos. Así como Jesús resucitado explicó a los discí-
pulos en el camino a Emaús lo que las Escrituras decían de él, este material adopta esta perspectiva.
¿Es posible hallar a Jesucristo en las historias de los patriarcas, los jueces, los reyes, los profetas?
Por supuesto que sí, y la misma Biblia revela esta verdad. Las historias bíblicas nos muestran cómo
Jesucristo ha estado presente en toda la Historia de la Salvación. Y esto mismo es lo que se debe
enseñar a nuestros niños.

5. En términos de la gestión en el aula, las lecciones de este Manual son flexibles y versátiles en su
aplicación porque permiten el uso de un sin fin de recursos didácticos, apropiados a las edades.
Dadas las características que ofrece el relato narrado y comentado de las historias bíblicas, este se
vuelve el material base para el desarrollo de la clase, la elaboración de ayudas, la producción de
trabajos y tareas, y la extracción de las lecciones aplicables para la vida. El aprendizaje entonces se
vuelve significativo tanto para el maestro como para el estudiante.

6. Por último, el material se presta para ser usado en diversos ambientes educativos. En el hogar,
cuando el padre o la madre lee a sus hijos cada una de las historias antes de dormir. En la escuela
o colegio cristianos, cuando tiene uno o más profesores responsables de la Educación Cristiana.
Domingo a domingo en la Escuela Bíblica Dominical. O con proyectos educativos especiales, en pe-
ríodos vacacionales, en fechas especiales, etc. La base de la lección en cada clase será la narración
del relato bíblico, la extracción del Evangelio y la aplicación para la vida.

Reconocemos humildemente que todo hombre o mujer, toda obra, iniciativa o material, son solo ins-
trumentos en las manos de Dios. Por eso descansamos en la esperanza que el Señor nos ha dado, de
“que el que comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Filipenses
1:6).

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Nuevo Testamento

Referencias / Notas

Guía para la enseñanza eficaz


Factores claves para enseñar con el “Plan de estudio”

1. El profesor
El profesor es la clave del plan de estudio. Bajo la autoridad de Dios, el profesor es un medio
primordial para llegar a los niños con la Palabra de Dios. Todo lo que se enseña y todo lo que se
utiliza para enseñar es filtrado por el profesor. La elección del profesor y su entrenamiento son de
suma importancia. Así que para esta delicada tarea es indispensable que el profesor mantenga
una buena relación con el Señor. No se puede enseñar a los niños el camino de la salvación si él o
ella mismo no lo conocen. Ninguna habilidad especial para enseñar, ningún talento o los mismos
dones pueden sustituir a la verdadera espiritualidad. La enseñanza bíblica no es meramente una
actividad académica, aunque sí incluye lo académico. La enseñanza siempre debe ser una actividad
espiritual y del amor (inspirado por el amor de Dios) que busca el bienestar espiritual de los niños.
Enseñar la Biblia es un llamado que se debe considerar y poner en oración.
Todas las herramientas de enseñanza, incluido un buen plan de estudios, serán meramente de carácter
académico y técnico, si le falta la espiritualidad. Por otro lado, aquel profesor que mantiene una
buena relación con el Señor y le falta habilidad, conocimiento y preparación, se verá muy beneficiado
con este comentario y otras ayudas didácticas. Un profesor espiritual buscará desarrollar sus dones
y habilidades, mientras busca el crecimiento de su vida espiritual con el Señor.

1.1. La responsabilidad del profesor


Es la mayor responsabilidad del profesor enseñar la Biblia fielmente. No es nuestra opinión la
que cuenta, sino el pensamiento de Dios y de su verdad infalible. Enseñar la Biblia a los niños es
más que solo contar una “historia bíblica” de forma interesante, aunque esto sí importa. La Biblia
revela progresivamente el plan de salvación de Dios en la historia. Es la historia de la caída del
hombre y su pecado; es la historia de la promesa y la liberación; es la historia de las profecías y
sus cumplimientos; es la historia de la redención que recibimos solamente a través de Cristo; es la
revelación infalible al hombre la cual interpreta el libro de la naturaleza (la ciencia); y es la Palabra
profética de Dios. Enseñando como el plan de salvación es progresivamente revelado en la Biblia
es clave en el entendimiento de Cristo, el Salvador.
Por tanto, es responsabilidad del profesor narrar fielmente la historia sagrada, pero también su
deber es interpretar lealmente la Biblia y enseñar cómo cada relato o historia “calza” en el plan
de salvación de Dios. El profesor debe explicar lo que enseña la Biblia y mostrar cómo esto se
relaciona con la fe y la vida de cada niño. Esta tarea, entonces, es una gran responsabilidad y
demanda una preparación cuidadosa.

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La Historia de la Salvación

1.2. La actitud
Referencias del profesor
/ Notas
Tenemos que imitar la actitud que Jesús tuvo hacia los niños. No hay ilustración más tierna ni
conmovedora del cuidado del Señor por los niños que su retrato como El Buen Pastor. En el Antiguo
Testamento ya encontramos el tipo del Buen Pastor cuando Isaías describe al Mesías cuidando las
ovejas de su rebaño. Viendo proféticamente la venida de Cristo, él nos dice, Como pastor apacentará
su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las
recién paridas (Isaías 40:11). En la parábola de las ovejas perdidas, Jesús se refiere a la que está
perdida como “una de estas pequeñas”, que Él no desea que se pierda.
La actitud del profesor es “contagiosa”. ¿Está el profesor entusiasmado con lo que se va a aprender
y enseñar? Mostrar un interés personal y genuino en cada niño demuestra a los niños que el
profesor está interesado en ellos. Los niños “sienten” cuando a su profesor le gusta enseñar y
quiere a sus estudiantes. No hay nada que muestre mejor la verdadera actitud que el amor. C.H.
Spurgeon, un gran predicador en el siglo 19, dice:

La mejor preparación para enseñar a las corderos del Señor es el Amor, --amor hacia Jesús
y hacia ellos... La enseñanza es pobre cuando no hay amor... Donde no hay amor no habrá
vida... Nuestro objetivo es crear amor en los corazones de aquellos a quienes enseñamos, y
alimentarlo cuando ya existe... (Come Ye Children, Pilgrim Publications, Pasadena, Texas).

1.3. Conozca a sus alumnos:


Enseñar a los niños en el temor del Señor involucra no solo tener un buen conocimiento de la Biblia
y un conocimiento personal del camino de la salvación, sino también un buen entendimiento de
las características de los niños. Es importante aprender acerca del desarrollo del niño.
Jesús dijo, Yo soy el buen pastor; y conozco a mis ovejas (Juan 10:14). Jesús entendía bien a los
niños, pues Él mismo fue uno y pasó por todas las etapas de la niñez. En todo momento que trató
con niños, Él fue bueno, gentil y tierno. Él sabía cuán impresionables eran. Él sabía que aunque
eran limitados en su entendimiento, tenían una tremenda capacidad para confiar y tener fe. Jesús,
como ningún otro, entendió que los niños necesitan cuidado especial, sobre todo cuando se les
enseña el camino de la salvación. Aquellos que enseñen a los niños deben tratarlos con ternura
y sensibilidad, para que su confianza natural no sea violada, sino que se la aproveche para su
instrucción. Los maestros deben desarrollar su comprensión acerca de los niños para que de una
forma inteligible y responsable bíblicamente puedan decir: Venid, hijos, oídme; El temor de Jehová
os enseñaré (Salmos 34:11).
Aprenda acerca de la capacidad y nivel de desarrollo de los niños que usted enseña. Busque y
consulte literatura acerca del proceso de desarrollo del niño. Los niños no son recipientes que
se les pueden rellenar con información, sino que están limitados por el nivel de maduración al
cual han llegado en su desarrollo y crecimiento. Por lo general, los niños son muy sensibles y
receptivos, por lo mismo están muy abiertos al Evangelio. Pero también son muy vulnerables.
Por esto es importante que, cuando se presenten las historias o los aspectos de la salvación, el
profesor sea sensible a las características impresionables de los niños.
Compare el Apéndice 4 para tener más detalles sobre el desarrollo de los niños en varias
áreas de sus vidas.

1.4. Estudie los principios de la enseñanza y del proceso de aprendizaje


La mayoría del aprendizaje se adquiere de forma ordenada, de acuerdo a ciertos principios.
Manténgase informado de algunos de los principios que exige el proceso de aprendizaje, leyendo
literatura apropiada. Por ejemplo, el aprendizaje en los niños pequeños se logra al presentar

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Nuevo Testamento

hechos concretos, reales. Gradualmente ellos desarrollan la habilidad para entender y aplicar
Referencias esas
/ Notas
verdades. En una edad temprana ellos no tienen la habilidad de razonar, evaluar, analizar y pensar
de una forma abstracta. Puesto que su capacidad de atención y concentración es muy corta, a los
niños pequeños les encanta la repetición y las rutinas. Les fascina los sonidos de las palabras y
memorizan bien y rápidamente.
En otras etapas de desarrollo a los niños les gusta las preguntas y la discusión, y quieren razonar,
analizar y evaluar. Las reuniones de profesores y algunos talleres pueden ayudar para desarrollar
el conocimiento en estas áreas.
Compare el Apéndice 3 para tener más detalles sobre el proceso de aprendizaje, según las edades
varias.

1.5. El cuidado pastoral de los niños


Los profesores deben desarrollar un corazón “pastoral”. El hábito de orar por ellos, como grupo y
de forma individual es muy importante. Deben equiparse con una libreta donde tenga anotados
los nombres, teléfonos y direcciones de sus estudiantes. Anote cuando alguien falte. Puede ser
que ese niño o niña tenga necesidades especiales o haya enfermado. Recuerde que la labor del
maestro cristiano es ante todo y sobre todo de carácter espiritual. No es un simple transmisor de
información. La tarea que tiene ha sido encargada por Dios mismo. Por ello, el maestro o maestra
es responsable del cuidado de la vida espiritual de sus estudiantes. Identificar las necesidades y
atenderlas es una parte importantísima de esta tarea.
Parte del “cuidado” que el maestro tiene por sus estudiantes requiere que esté en contacto con
su familia. Acostúmbrese a enviar notitas sobre el avance de los estudios, informes del progreso
y expectativas del profesor. Este tipo de acercamiento involucra a los padres y anima a los niños
a aprender mejor. Si los padres asisten a la iglesia, el profesor debe darse un tiempo y hablar con
ellos sobre lo que se aprenderá, y el tipo de ayuda que espera que brinden los padres en su hogar.
Esto le permitirá conocer un poco más sobre cómo es cada niño o niña.

2. La preparación de la narración para la lección


Las siguientes son unas guías generales que esperamos les permitan orientar la preparación de la
lección para su clase. Recuerde que después de la ayuda de Dios, a través de su Santo Espíritu, la
preparación es la mejor herramienta que disponemos para comunicar las verdades reveladas por
Dios mismo. Cuanto mayor tiempo destinemos a la preparación, tendremos una mayor posibilidad
y oportunidad de ser fieles a la Palabra de Dios y llegar con nuestra enseñanza al corazón de
nuestros estudiantes y sus familias.

2.1. Oración
Esta es la primera y más importante necesidad que debe ser atendida, porque la obra del Espíritu
Santo es indispensable para abrir las Escrituras y ayudar a los profesores a enseñar. Necesitamos
luz para nosotros antes de enseñar a otros. Abre mis ojos y miraré las maravillas de tu Ley (Salmos
119:18).

2.2. Lea y estudie el pasaje bíblico


En el principio de cada lección, puede encontrar las citas bíblicas a las que se refiere la lección. La
Biblia es el texto principal. Lea todo el pasaje, una y otra vez, y también cuanto pueda acerca del
contexto, para tener un mayor conocimiento de los antecedentes. Lea los pasajes paralelos, o leer
el mismo pasaje en varias versiones de la Biblia. Medite sobre lo que “le dice” el pasaje y lo que le
“puede decir” a sus estudiantes, antes de abrir otros textos de estudio y referencia.

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La Historia de la Salvación

2.3.Referencias
Lea la lección
/ Notascorrespondiente y busque ayudas adicionales para el estudio bíblico
Después de estar familiarizado con el pasaje bíblico, lea la lección correspondiente de este
texto para entender mejor lo que Dios esta revelándonos en este pasaje. La meta es aprender la
historia, analizar los incidentes, conocer los personajes mencionados y fijarse en las enseñanzas
doctrinales y prácticas, para entonces encontrar la enseñanza principal que será el objetivo de
nuestra lección.
Cada profesor debe considerar seriamente el uso de algunos recursos para la consulta y el estudio,
pues esto permitirá que su enseñanza sea más significativa. Por supuesto, no todo lo que aquí
sugerimos a continuación necesita ser usado obligatoriamente. Idealmente algunos, o todos
estos recursos, deben ser puestos a disposición de los profesores que dan enseñanzas bíblicas
en las iglesias locales o escuelas. Pero, aquellos profesores a quienes les gusta “crecer”, querrán
disponer de su biblioteca personal con algunos, si no todos, de los siguientes textos. El objetivo es
que el profesor prepare por sí mismo su lección, en vez de usar una lección ya elaborada por otra
persona o fuente.
2.3.1. Comentarios bíblicos. Son recursos de referencia que ofrecen ayuda con una explicación
más a fondo de los pasajes bíblicos.

2.3.2. Biblia de estudio. Nos proveen antecedentes, explicaciones y resúmenes de los diferentes
libros de la Biblia, capítulos e historias. Las Biblias de estudio contienen información clave sobre
el contexto histórico.

2.3.3. Diccionarios Bíblicos y Enciclopedias Bíblicas. Estos recursos explican nombres, lugares,
palabras, costumbres. Ofrecen abundante información de referencia que ayuda la comprensión
de los textos bíblicos y de los ambientes socio culturales desde donde se escribieron los libros que
componen la Biblia.

2.3.4. Concordancia. Puede ser comprada por separado o en algunos casos viene como parte de
una Biblia de Estudio. Esta es una poderosa herramienta y es esencial para encontrar los pasajes
bíblicos, versículos, temas a través de palabras claves.

2.3.5. Mapas históricos o Atlas Bíblico. Solo los niños de ocho años en adelante podrán localizar
los lugares en los mapas. Sin embargo, los profesores de todas las edades deben ser capaces de
localizar la información geográfica mencionada en las Escrituras.

2.4. Hacer un bosquejo de su lección


En un cuaderno haga un bosquejo de todo que ha leído. Apunte los puntos principales que quieren
compartir con los niños. Descarte el material que no se necesita. Este es un punto difícil para
muchos maestros. Les gusta usar todo lo que han aprendido en sus estudios, sea que sirva o no
para lograr el propósito de la lección. Mejor es decidir qué material se necesita para analizar el
propósito y dejar para otra ocasión lo demás. Piensen en la edad de sus estudiantes y escoge la
material que es apropia por su edad. Un plan de lección ayuda a usted como maestro a llegar a
su conclusión con orden. Evita rodeos, repetición, y el mal uso del tiempo. Un plan comienza con
una introducción o punto de contacto, y sigue con puntos progresivos tomados del texto que, poco
a poco, prueban la enseñanza o logran el propósito de la lección.
¿Piensan en cuales son los hechos relatados en el pasaje? ¿De quién habla? ¿Qué mensaje tiene
Dios para las personas mencionadas en este pasaje (la audiencia original)? ¿Cuáles son las
doctrinas o verdades espirituales que Dios está enseñando? ¿Cuál es la enseñanza principal sobre
Dios de esta lección para nosotros hoy en día? ¿Cómo puedo resumir esta enseñanza principal en
pocas palabras a nivel de mis alumnos? Su bosquejo puede ser organizado con tres partes.

| 24 |
Nuevo Testamento

2.4.1 La introducción: La introducción debe ser breve y despertar el interés y curiosidad de/los
Referencias alum-
Notas
nos, e involucrarlos en la lección. Las mejores introducciones son situaciones o sentimientos con
los cuales los estudiantes se pueden identificar. La introducción puede ser formulada en forma de
pregunta, una lección previa, el compartir una experiencia, un evento actual, un dicho famoso o
un proverbio. La introducción debe relacionarse con la principal verdad bíblica de la lección. Esta
parte de la historia no debe durar más de tres minutos. Debe fluir naturalmente hacia el material
de la lección.

2.4.2. El cuerpo: Es el desarrollo de los puntos progresivos anotados en el bosquejo. Estos deben
ser complementados con cuantos detalles sean necesarios para que el profesor logre enseñar
la lección. Los puntos principales deben reflejar fielmente la historia escrita en las Escrituras.
Los oyentes siempre están dispuestos a seguir al personaje principal, paso a paso, en la acción
y el suspenso del relato. La progresión de los sucesos va aumentando el interés, hasta el punto
culminante que llamamos clímax. Esta es el parte más importante del cuerpo, pues aquí se deja
ver el mensaje de la narración porque los personajes ya están en una situación estable.

2.4.3. Conclusión: Una vez cuando el clímax ha sido alcanzado, y el misterio resuelto, la conclusión
ha de ser muy breve. El maestro debe mostrar a los alumnos cómo aplicar los datos y hechos
de la lección a la vida diaria, ensañándoles que está haciendo Dios en este historia. Una buena
conclusión refleja la meta y el objetivo de la lección, y se puede plantear en forma de pregunta, por
ejemplo, “¿Has confesado tus pecados como lo hizo David?” Una buena conclusión llega a la vida
de los niños y se enfoca en la redención de Dios.

3. Prepare su “Plan de Lección”


3.1. ¿Qué es un “Plan de lección”?
Un “Plan de lección” es el desarrollo al detalle de qué y cómo el profesor va a enseñar su lección
en su clase. El “Plan de lección” es el mapa de acción, la “hoja de ruta”, y sirve como una guía para
preparar al profesor. Un buen plan de lección es usualmente el resultado de un buen esfuerzo y
varias revisiones. Revisar el “Plan de lección” y estar familiarizado con cada parte de él, ayudará
al profesor a enseñar con confianza. De allí que siempre es bueno revisarlo antes de empezar la
clase. Un “Plan de lección” nos asegura que todas las ayudas para nuestra enseñanza y todos los
materiales para la lección estén preparados y disponibles para cuando los necesitemos. El “Plan
de lección” no se debe seguir rígidamente, cuando haya situaciones inesperadas o necesidades
especiales con los niños.

3.2. Beneficios de un “Plan de lección”


3.2.1. Da honor a Dios, pues Él se merece nuestro mejor esfuerzo.

3.2.2. Ayuda al profesor a estar organizado y beneficia a los estudiantes en su aprendizaje.

3.2.3. Un plan escrito se lo puede archivar y podrá ser usado otra vez, aunque siempre se lo deberá
revisar y adaptar para alcanzar la necesidad específica de la clase.

3.3. Instrucciones de cómo preparar un “Plan de lección”


Lección: Anote el número de la lección
Fecha: Escriba la fecha
Tema: Escriba el título de la lección.
Pasaje bíblico: Escriba el pasaje bíblico.

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La Historia de la Salvación

Materiales / NotasHaga una lista de todos los materiales que usará y que necesita llevar a su clase,
y equipo:
Referencias
tales como mapas, papel, lápices, tijeras, cinta adhesiva, etc.

Preparación de la clase: Prepare su aula con suficiente sillas, etc., para recibir a los niños. Estar
preparado disminuye la pérdida de tiempo y crea un ambiente de disciplina y orden en la clase.

Devocional de entrada: Escoja una canción para cantar. Reflexione en los pedidos de oración y dé
gracias por su clase.

Registro: Llene sus datos en un registro de asistencia.

Repaso: Escriba los puntos que quiere repasar de la lección anterior.

Trabajo de memorización: Escriba el versículo que todos van a memorizar. Usted es la primera persona
que debe saber de memoria el versículo.

Metas de la lección: Formule y resuma la enseñanza principal o los puntos principales de la lección
en una solo idea o verdad bíblica. Ponga esta idea en una sola oración, usando lenguaje sencillo y
apropiado para la edad de sus estudiantes.

Objetivos: Para definir el o los objetivos, escriba lo que usted quiere que aprendan, sientan y hagan los
niños. Usualmente no es posible alcanzar todos los objetivos, pero sirve de ayuda anotar algunos.

Narración de la historia bíblica: Referirse a su bosquejo hecho sobre su lección

Actividades: Escoja de sus archivos una actividad para reforzar y repasar la verdad de la lección. Tenga
listas suficientes copias para que cada alumno tenga una. Haga una muestra.

Clausura: Siga una rutina para arreglar el aula y guardar los trabajos. Hace una oración final. Termine
con los anuncios, si hay algunos.

Evaluación: Siempre debemos evaluar para mejorar nuestro trabajo y el de los niños.

Observe que el Apéndice 1 es una muestra para analizar cómo se debe preparar un “Plan de
lección”. El apéndice 2 contiene la “plantilla” de un “Plan de lección” que puede ser llenada por el
profesor en cada clase. Esta hoja es fotocopiable.

4. Escoger los métodos que quiere usar en sus enseñanzas


Los métodos son los medios, los procesos y las maneras de enseñar la lección. No se puede enseñar
sin usar un método. Cada profesor debe desarrollar sus propios métodos para presentar la lección
de forma interesante. Esto estimula el aprendizaje efectivo y por lo general previene problemas
disciplinarios. Un buen profesor conoce y maneja una variedad de métodos de enseñanza y usa su
habilidad en aplicarlos a las distintas edades de sus estudiantes y a las distintas circunstancias
que se presenten en el salón de clase.
La participación del estudiante es muy importante. Siempre mantenga la Biblia frente a usted y
anime a los niños llevar sus propias Biblias. Permita que los niños que saben leer busquen los
pasajes bíblicos o versículos apropiados. Una variedad de métodos, apropiados para el nivel de
madurez del estudiante y de acuerdo al tema que se está tratando, minimizarán el aburrimiento
que muchas veces trae consigo los problemas de disciplina. Debido a que el tiempo de atención
de los niños pequeños es relativamente corto, una variedad de actividades funciona mejor, y es

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Nuevo Testamento

especialmente efectivo cantar con ellos. Referencias / Notas


Sobre todo, el profesor deberá rociar su enseñanza con la oración, pidiendo que El Espíritu Santo
aplique la enseñanza a los corazones de los oyentes.

4.1. Factores que se debe considerar para escoger sus métodos.


4.1.1. El tiempo disponible para las clases: El tiempo disponible va a determinar cuáles y cuantos
de los métodos podemos usar.

4.1.2. Las edades de sus alumnos: Los métodos tienen que estar variado de acuerdo a las edades.
Por eso es que las actividades (la exposición, la canción, las actividades, etc.) deben ser planeadas
considerando la edad.

4.2.3. El número de alumnos en su clase: Clases muy grandes inhibe el uso de unos métodos.

4.2. Considere los varios métodos de enseñanza.


Jesús, el Maestro enviado por Dios (Juan 3:2), usó casi todos los métodos conocidos de
enseñanza.

4.2.1. Lecciones con objetos e ilustraciones de la vida cotidiana: Jesús enseñó apuntando a objetos
conocidos como flores, pájaros, hierba, semillas, etc. Él usó niños pequeños, una moneda y la
naturaleza para enseñar una variedad de lecciones. Jesús relató ilustraciones de la vida cotidiana
y Él contó muchas parábolas para ilustrar principios abstractos de la verdad.

4.2.2. Preguntas: Jesús usó muchas veces el método de hacer preguntas para una variedad de
propósitos. Algunas preguntas se hicieron para estimular el interés y conseguir un punto de
contacto (Lucas 10:26); otras se hicieron para aclarar un pensamiento o las ideas (Lucas 7:39).
Algunas preguntas tuvieron la intención de ilustrar o enfatizar la verdad; otras eran para aplicar
las verdades. Los métodos que usan preguntas son muy efectivos y pueden ser usadas como parte
de la historia o del método de discurso. Use preguntas para involucrar a los niños, especialmente
cuando vea que está perdiendo su atención. El hacer preguntas, tanto al principio de la historia
como durante la misma, involucra a los niños en la lección y mantiene su atención. El uso de
preguntas estimula la mente de los niños para entender las verdades deseadas. Contesta las
preguntas de los niños con otras preguntas, animándolos a pensar y reflexionar en las nuevas
verdades presentadas por sí mismos.
Este método es especialmente útil con los niños más grandes y se puede usar de varias maneras.
Todos los profesores deben aprender a desarrollar la habilidad de hacer preguntas eficaces.
4.2.3. Historias: Aunque la Biblia contiene doctrina y teología profunda, Dios no escogió revelar su
Plan de Salvación por medios sistemáticos de teología o sistemas doctrinales. Antes bien, Él reveló
su plan redentor gradualmente, a través de la historia. El método de la narración de la historia
llama la atención a niños y adultos. Así que todos aquellos que enseñan a niños deben desarrollar
esta técnica como el método principal de enseñanza. La historia debe ser enfocada en lo que Dios
está haciendo por medio de las vidas de las personas. Interprete y explique lo desconocido, como
costumbres bíblicas, vestimenta, arquitectura, etc.

4.2.4. Palabras de acción: Jesús empleó varias veces “palabras de acción”, imperativos, tales como
ven, sigue, ve, mira, cree, predica, observa, ora, hacer igual, lava, ve y di, no peques más, alimenta a
mis ovejas, has discípulos de todas las naciones, levántate, trabaja, has que vengan, etc.

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La Historia de la Salvación

4.2.5. Discursos:
Referencias Jesús usó el método discursivo para dar presentaciones sistemáticas de la verdad.
/ Notas
Él utilizó este método cuando estaba con grupos grandes y para instruir a sus discípulos. Este
método mantiene al estudiante involucrado e interesado en lo que se discute.

4.2.6. Figuras de lenguaje: Jesús se valió de las ilustraciones vívidas y usó casi todas las figuras de
lenguaje como comparaciones, metáforas, alusiones, alegorías e hipérboles.

4.2.7. Ayudas visuales e ilustraciones: El Señor usó métodos de enseñanza para impartir las
verdades espirituales. Ilustraciones bien escogidas pueden crear impresiones vívidas y mantenerse
en la memoria, muy adentro y por largo tiempo. El profesor debe esforzarse para desarrollar esta
habilidad, pero debe recordar que estas ilustraciones son nada más que ayudas. Los peligros
de usar ayudas visuales, ilustraciones o ejemplos es que fácilmente pueden distraer del punto
principal de la lección, y por ello los niños recordarán la ilustración o el objeto mencionado más
que la aplicación o la verdad bíblica.
Los franelógrafos y los dibujos son de utilidad para los niños pequeños, pero recordemos siempre
que La fe es por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios (Romanos 10:17).
Los profesores pueden hacer sus propias ayudas visuales, usando su imaginación y creatividad.
Es posible usar materiales baratos para hacer afiches y gráficos para enseñar versículos bíblicos,
canciones, genealogías, fechas históricas y para enseñar puntos claves y verdades. Estos se
pueden conservar en un archivo para poder utilizarlos en otras ocasiones.
Mapas y otras ayudas visuales tales como modelos del templo, el tabernáculo o la vestimenta del
sacerdote hacen que la educación se torne más interesante e instructiva para los estudiantes.

4.2.8. Memorización: Jesús conocía las Escrituras y las citaba mucho. En los momentos mas
difíciles, Él descanso en la palabra eterna (como en la tentación de Jesús, Lucas 4:1-13; Mateo
4:1-11; Marcos 1:12-13). La memorización de versículos bíblicos es una parte muy importante en
la enseñanza de la Biblia. El Espíritu Santo obra por la Palabra de Dios. Entonces nos conviene
guardar esta palabra en nuestra mente y corazón, y en la mente y corazón de nuestros estudiantes.
En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti (Salmo 119:11). La palabra acuérdate
se usa mucho en las Escrituras. Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi
nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho. (Juan 14:26).
Sin embargo, la mente no debe ser sobrecargada. Se debe introducir en la memoria solo el
contenido que tiene un significado para ellos. La cantidad de trabajo de memorización debe ser
escogida apropiadamente de acuerdo a la edad del los niños con quienes se trabaja.
A los más pequeños les encanta el sonido de las palabras y pueden memorizar fácilmente, aunque
ellos no siempre entienden lo que memorizan. No importa si no entienden todo en este momento.
Estamos guardando la Palabra de Dios y el Espíritu lo usará en el futuro.
Se debe hacer que los niños recuerden los versículos bíblicos de acuerdo a una rutina planeada. A
los niños se les debe informar de las expectativas que el profesor tiene de ellos. Aparte de memorizar
canciones y versículos significativos, los niños deben aprender lo siguiente también:
Los libros de la Biblia
El Credo de los Apóstoles
Los diez mandamientos (en su forma corta y completa)
Resumen de la Ley (Amarás al Señor con todo tu corazón...)
Los nombres de los 12 discípulos
Los nombres de las Tribus de Israel
El Salmo 23, Las Bienaventuranzas, etc.

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Nuevo Testamento

4.2.9. Cantar: La Biblia está llena de canciones. Moisés y Miriam enseñaronReferencias


al pueblo/ de Israel
Notas
a cantar las maravillas de Dios (Éxodo 15:1-21; Deuteronomio 31:19). La mayoría del libro de
los Salmos fue compuesto por David, el dulce cantante de Israel. La Biblia menciona cantos de
alabanza, victoria y lamento. El cantar era parte de la alabanza de Israel y de esta forma recordaban
y repasaban los hechos maravillosos de Dios. Una de las últimas actividades de Jesús fue cantar
con sus discípulos (Mateo 26:30; Marcos 14:26). Los redimidos en los cielos cantan el cántico de
Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero (Apocalipsis 15:3). Cantar es una manera muy
importante y significativa de adorar y enseñar las verdades de las Escrituras.

Las canciones que enseñemos deben tener un contenido bíblico, que estén enfocadas en Dios y no
en el hombre. Tenemos que discernir entre las canciones bíblicas y aquellas canciones centradas
en los sentimientos del hombre. Si reflexiona bíblicamente, se dará cuenta que por allí hay muchas
canciones que no son bíblicas.

4.2.10. Cuadernos de trabajo: Los cuadernos de trabajo y los trabajos mismos deben reforzar la
lección. Los trabajos que se hace en el aula no son para “entretener” a los niños, tampoco para
“mantenerlos ocupados” o matar el tiempo. El contenido de estos debe ser centrado en el objetivo
de la lección bíblica y procurará animar al niño grande a usar su Biblia.

5. Cómo guardar los materiales para que los recursos estén disponibles para el futuro
Sería ideal que cada grupo que quiere usar el programa “Historia de la Salvación” tenga disponible un
espacio separado para un archivador, una mesa de trabajo, una copiadora, y un armario, para guardar
provisiones tales como el papel, lápices, lápices de color, marcadores, etc. Sería una bendición grande
también tener una biblioteca con una sección de literatura, accesible sólo para los profesores de los
niños. El material puede ser organizado y conservado usando los siguientes recursos:

5.1. El archivador
El archivador debe tener fólderes separados para cada lección, claramente marcados con el
número de la lección. Allí puede guardar materiales útiles para cada lección. Además, en otros
fólderes puede guardar copias de canciones y casetes, mapas, líneas del tiempo u otros recursos
como programas de Navidad, poemas, etc.). Designe a una de las maestras para supervisar este
archivo, pues de lo contrario pronto estará fuera de orden, las lecciones se perderán y el material
se volverá inútil.

5.2. Los fólderes


Los fólderes de las lecciones contendrán:

5.2.1. Actividades de aprendizaje, tales como dibujos para colorear, hojas de actividades
relacionadas con la lección, ayudas de enseñanza o la indicación de dónde se pueden conseguir
estas ayudas (mapas, gráficos, etc.).

5.2.2. Cualquier otro recurso o material que se relacione con la lección, tales como recortes de
periódico, dibujos, etc.
5.3. Aumente sus recursos
Busque y colecciones historias, ilustraciones, actividades, recortes de periódicos y revistas, etc.,
para archivar con la lección apropiada para su posible futuro uso en el diseño de las lecciones.

6. Factores que considerar cuando se elabora un “Plan de estudio”


Hay varios factores que se deben considerar cuando se elabora un “Plan de estudio” para la escuela
dominical. Les recomendamos que todas las clases, de todas las edades, estudien la misma lección

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La Historia de la Salvación

simultáneamente. Esta metodología tiene algunas ventajas, pues al tratar un mismo relato, las
Referencias / Notas
familias tienen la oportunidad de compartir la lección y las actividades de aprendizaje en sus casas
(tareas, memorización de versículos, intercambio de ideas, explicación de puntos no comprendidos
por los niños más pequeños, etc.). Además, esto ofrece una oportunidad para que toda la familia
se anime a estudiar la Biblia permanentemente.
El número y edades de los niños es un factor clave al momento de hacer el horario del “Plan de
estudio”. Es ideal que a los niños se los pueda organizar de acuerdo a su edad y habilidad, y en
base a ello se diseñará el plan. Usualmente el espacio disponible en las aulas determinará el
tamaño de la clase y el agrupamiento por edades. Los grupos más pequeños permiten al profesor
construir relaciones personales mas profundas y dar más atención particular a cada niño.
Es muy importante que el profesor ofrezca un ambiente cálido y de aceptación en la clase. El
arreglo de la clase, una ventilación apropiada, la ubicación de los asientos y la luz adecuada,
pueden tener un efecto positivo en la actitud y comportamiento del estudiante.
El profesor también crea un buen ambiente al estar bien preparado. Llegar a tiempo, tener todos
los materiales a mano para enseñar la lección y dar indicaciones claras e importantes, puede
contribuir a alcanzar este objetivo.

7. Conocer la historia de la educación religiosa de niños


Para leer una “Breve historia de la educación en los tiempos bíblicos”, especialmente la religiosa,
desde tiempos bíblicos hasta el presente, compare el Apéndice 6.

8. Conclusión
Siempre debemos tener presente que el objetivo primordial de la enseñanza bíblica a los niños es
guiarlos hacia la fe en Cristo e instruirlos para vivir una vida cristiana que da toda la gloria a Dios.
El conocimiento bíblico siempre debe estar relacionado con la fe personal y una vida cristiana que
revele los frutos del Espíritu de Dios.
En la historia de la iglesia cristiana, la enseñanza del catecismo (método de instrucción que usa
preguntas y respuestas) basado en la Biblia ha sido de mucho provecho en la enseñanza a los niños.
Por esta razón hemos incluido el Catecismo de Heidelberg y un catecismo para niños pequeños en
los Apéndices 4 y 5, como recursos adicionales para los profesores. La instrucción y memorización
de estas preguntas y respuestas, basadas en la doctrina de la Biblia, servirán como una guía a los
niños hacia la fe y para asumir las responsabilidades y demandas del Evangelio.
Además, enseñar la Biblia a los niños debe prepararlos para entender y participar en los servicios
de adoración de la iglesia y, especialmente, enfocarse en la proclamación de la Palabra.
Recuerde que “no hay mejor forma de aprender que enseñando”. Qué privilegio que tenemos al ser
instrumentos del Señor y tener parte en el desarrollo de la vida espiritual de los niños. Esperamos
que algún día, nuestros alumnos se unan al salmista y puedan decir: Porque tú, oh Señor Jehová,
eres mi esperanza, seguridad mía desde mi juventud... Me enseñaste, Dios, desde mi juventud, y
hasta ahora he manifestado tus maravillas (Salmos 71:5, 17). ¡Qué gran responsabilidad es enseñar
a los niños!

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Nuevo Testamento

Referencias / Notas

Lecciones

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas

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Nuevo Testamento

01
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

EL NACIMIENTO DE JUAN EL BAUTISTA


Textos de referencia:
Lucas 1:5-23 y vv. 57-80

Versículo para memorizar:


Bendito el Señor Dios de Israel, que ha visitado y redimido a su
pueblo, y nos levantó un poderoso Salvador.
Lucas 1:68-69

INTRODUCCIÓN
Las cosas viejas pasaron y todas las cosas ahora son nuevas. Aproxi-
madamente 400 años atrás, Malaquías había entregado la última
profecía del Pacto Antiguo que anunciaba al Mesías, el Cristo. Por si-
glos los creyentes perseveraron en su anhelo y en la esperanza de su
venida, mirando devotamente al cielo y aguardando el cumplimiento
de la promesa.
¡Pero los cambios están en camino! El tiempo de la preparación ha
pasado. La plenitud del tiempo ha venido. La voz de la profecía rom-
pe su largo silencio y es hecho el último anuncio de las cosas que
pronto han de venir.
Ahora el Señor empieza a derramar nuevas revelaciones, por las vo-
ces de los ángeles y de los hombres, a través de sueños y eventos
portentosos. Se manifiestan rápidamente a Zacarías y Elisabet, a Ma-
ría y José, a los pastores, a Ana y Simeón, e incluso a las naciones
del mundo por medio de los sabios del Oriente. Estas revelaciones
aumentan de gloria en gloria, todas centradas en el Cristo de Dios. Él
y sólo Él es el centro glorioso de esta grandiosa obra.
Juan el Bautista hace su aparición, pero solo debido a Jesús. Sin duda,
una persona de enorme importancia, nada común, pero su verdadera
grandeza será comprendida en relación al Señor Jesucristo.
Aunque Lucas 1 relata nada más que el alba de este nuevo día, hay
una belleza impactante en lo que sucede. ¡Él proclama la gloria de
Dios! Por consiguiente, ¡cuán gloriosa será la presencia de Dios con
nosotros!

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Juan el Bautista es sólo el precursor de Cristo. Si su nacimiento fue


una obra maravillosa, ¡cuánto más excelsa es la venida del Salva-
dor! Mientras miramos los detalles del nacimiento de Juan consi-
deraremos:
I. La aparición del ángel
II. El “nombre” de Juan

I. LA APARICIÓN DEL ÁNGEL


A. La importancia de la aparición del ángel
Voz que clama en el La manera en que el mensajero del Salvador entra en el mundo es
desierto: “¡Preparad un notoriamente consistente con el lugar especial que él ocupará. Los
camino a Jehová; nivelad profetas predijeron su venida (Isaías 40:3; Malaquías 3:1; 4:5). Ahora,
una calzada en la estepa cuando la plenitud del tiempo se acerca, toda manifestación visible
a nuestro Dios!” es gloriosa. Antes de este acontecimiento, la mayoría de las profe-
Isaías 40:3 cías fueron dadas por hombres escogidos por Dios, pero humanos
igual a nosotros. Ahora el Señor envía a Gabriel, uno de los principa-
les ángeles del cielo.
Los ángeles son espíritus ministradores que sirven a Dios y hacen
Su voluntad. Ellos también son enviados para servir a los herederos
de la salvación. Ellos pueden tomar la apariencia de seres humanos
y frecuentemente aparecen en puntos importantes de la historia de
la salvación. Por ejemplo: durante el tiempo de los patriarcas, en el
nacimiento del Salvador, durante su tentación en el desierto, en su
sufrimiento en Getsemaní, en su resurrección y ascensión al cielo.
El nombre Gabriel significa poderoso de Dios o poder de Dios. Tiempo
atrás él había venido del cielo para dar a conocer a Daniel que su ora-
ción había sido oída y para anunciarle la promesa del Mesías (Daniel
9:21 y siguientes). Gabriel es el mensajero de las buenas nuevas, es
el evangelista celestial.
¡Cuán grande es Jesús! ¡Nada menos que Gabriel, el que está delan-
te de Dios (Lucas 1:19), fue enviado a la tierra para anunciar la veni-
da corpórea del Salvador y el nacimiento del mensajero de Cristo! La
posición de Gabriel de estar delante Dios, cerca del trono, denota su
importancia.

B. El ángel se encuentra con Zacarías, el sacerdote


Un testimonio maravilloso nos es dado acerca de Zacarías y su espo-
sa Elisabet. Los dos son descendientes de Aarón y ambos eran justos
delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos
y ordenanzas del Señor. Ser justo e irreprensible no significa que ellos
eran sin pecado. Esto se pone en evidencia en la incredulidad de
Zacarías. Pero ni la falta de sinceridad o los actos pecaminosos man-
charon la vida de estas dos personas temerosas de Dios. Su celo por
guardar conscientemente la ley de Dios fue motivado por la verda-
dera piedad. Ellos no sólo eran puros en el sentido levítico, sino que
tomaron la ley de Dios en serio y guardaron todos sus mandamien-
tos escrupulosamente. Estas personas correctas eran conscientes

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Nuevo Testamento

de su responsabilidad en cuanto a la fe y caminaron con integridad Referencias / Notas


delante del Señor. Al igual que Noé, Job, José y Simeón, ellos fueron
declarados justos. ¡Qué contraste representaron ellos frente a los
sacerdotes hipócritas y a la mayoría de la gente de la época!
No había muchas personas como Zacarías y Elisabet. A la mayoría
les faltaba una o todas las marcas que eran sus características dis-
tintivas. Es un gran privilegio tener una conciencia clara delante de
Dios y de los hombres, y es una bendición pertenecer a una familia
donde se sirve al Señor.
El Señor dio una bendición extraordinaria a esta pareja piadosa, no
porque ellos se lo merecieran, sino para que Dios sea reconocido y
honrado por sus bendiciones. El que los padres de Juan sean hono-
rables no era un asunto sin importancia.
Las personas temerosas de Dios no siempre alcanzan sus propios
deseos. Zacarías y Elisabet habían estado sin hijos durante muchos
años. Esto significaba que ellos habían sido mirados con afrenta,
como lo fue Ana, la madre de Samuel. Ser negado de la alegría de
los hijos era una gran aflicción, no sólo por no gozar de la paterni-
dad, sino también porque no tendrían ningún descendiente diera la
bienvenida al esperado Salvador.
Durante muchos años habían tenido un matrimonio feliz, pero les fal-
taba un hijo. Ellos habrán orado a menudo porque Dios les concediera
un hijo. Pero, ya avanzados en edad, quizás habían dejado de pedir.
Zacarías se ocupaba sirviendo en el templo. Desde el tiempo de David,
numerosos sacerdotes estaban divididos en 24 órdenes. Estaban sepa-
rados por categorías. Cada división se turnaba para servir en el templo.
El historiador Josefo señala que había aproximadamente ¡20.000 sacer-
dotes! Cada grupo de sacerdotes servía durante una semana. Zacarías
pertenecía a la octava división, sucesor de un tal Abías (1 Crónicas.
24:10). En estas circunstancias le había llegado su turno.
Según la costumbre, se echaba a suertes por la mañana para deter-
minar cuál de los sacerdotes llevaría a cabo las actividades. Era un
privilegio peculiar ser escogido para traer la ofrenda del incienso. A
un sacerdote le era permitido hacer esto una sola vez en toda su vida.
Por disposición divina, la tarea recayó sobre Zacarías en su vejez.

C. Gabriel se le aparece a Zacarías en el Lugar Santo


Mientras Zacarías estaba ocupado, el Señor se une a las ordenanzas
que Él había establecido, pues Él vendrá súbitamente a su templo “Yo envío mi mensajero
(Malaquías 3:1). El Señor tiene un mensaje para este sacerdote. El para que prepare el
hombre viejo se turbó y se asustó cuando el mensajero de Dios se le camino delante de mí. Y
apareció de repente. vendrá súbitamente a su
templo el Señor a quien
No debería sorprendernos que a Zacarías le sobrecogiera el temor.
vosotros buscáis; y el
A menudo leemos en la Escritura que las personas tenían miedo
ángel del pacto, a quien
cuando se les aparecían los ángeles. Daniel y las mujeres en la tum-
deseáis vosotros, ya viene”,
ba de Jesús son ejemplos de esto. ¿No tendríamos miedo nosotros
ha dicho Jehová de los
también? ¡Además, ya había pasado mucho tiempo largo desde la ejércitos. Malaquías 3:1
última vez que un ángel se había aparecido! Y Gabriel, parado del

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas lado derecho del altar, posición que señala su distinción, le anima
diciéndole No temas.
Zacarías, después del estupor, escucha jubiloso el mensaje. Mientras
la fragancia del incienso sube como un símbolo de oración, recibe el
mensaje de que el Señor ha oído su ruego. Dios no se había olvidado
de la pareja virtuosa, aunque la respuesta se demoró en venir. El de-
seo que por muchos años fue esperado ahora será cumplido. En su
vejez, ellos recibirán a un hijo en respuesta a sus oraciones.
Pero Gabriel tiene más que decir. El niño deberá llamarse Juan. Note-
mos los significados de los nombres de los padres y de su hijo. Zaca-
rías significa el Señor recuerda, Elisabet significa Dios promete o el Dios
fiel, y Juan quiere decir el Señor es bondadoso. El nombre del hijo enca-
ja, porque su nacimiento es motivo de gozo y alegría del padre, y es la
causa de que su madre alabe al Señor por quitarle su afrenta. Además
no solo sus padres, sino Muchos se regocijarán de su nacimiento.
Y Él será grande delante de Dios y digno de llevar ese nombre. Su na-
cimiento, como el de Isaac y Sansón, es un milagro. Él tendrá un lu-
gar único en el pueblo. Aunque no era un nazareo o un sacerdote, su
Por tanto, Jehová, que
estilo de vida tendrá algo en común con ellos. Él no podrá consumir
redimió a Abraham,
vino o bebida fuerte. Desde su concepción él será lleno del Espíritu
dice así a la casa de
Santo. Su persona y su vida serán dedicadas completamente al Se-
Jacob: “No será ahora
ñor, así como Samuel que fue dedicado al Señor desde su niñez.
avergonzado Jacob ni su
rostro palidecerá, porque El trabajo del Bautista señala la gracia de Dios. Él es el medio por el
verá a sus hijos, que al que muchos serán convertidos. Como el mensajero que camina de-
considerar la obra de mis lante de Cristo, él hará volver los corazones de los hijos de Jacob que
manos en medio de ellos, se han alejado del Señor (Isaías 29:22-23). Sí, él hará volver al rebelde
santificarán mi nombre. a la prudencia de los justos. Juan traerá armonía a las generaciones
Santificarán al Santo de más jóvenes y a las más antiguas, para preparar al Señor un pueblo
Jacob y temerán al Dios de bien dispuesto para recibirlo en fe y amor.
Israel”. Isaías 29:22-23
La profecía concluyente del Antiguo Testamento viene al cumpli-
miento en él (Malaquías 4:5-6). Jesús mismo dirá después, que entre
Yo os envío al profeta los nacidos de mujeres no hay mayor profeta que Juan el Bautista (Lu-
Elías antes que venga el cas 7:28). Gabriel revela a Zacarías que su hijo Juan será el segundo
día de Jehová, grande y Elías, no realizando los milagros como aquel hizo (Juan 10:41), sino
terrible. Él hará volver con el espíritu y el poder que tuvo.
el corazón de los padres Y Juan se asemeja a Elías en su llamado, en la posición que ocupa
hacia los hijos, y el frente al pueblo, en su vestir, en la poderosa predicación, en su in-
corazón de los hijos hacia trepidez y fidelidad, en sus apariciones delante de los reyes, su tes-
los padres, no sea que timonio contra el espíritu del tiempo, y en su influencia y bendición
yo venga y castigue la para el pueblo. ¡El hecho que el mensajero era un hombre lleno del
tierra con maldición. Espíritu Santo señala a la grandeza del mensaje: Cristo!
Malaquías 4:5-6

D. Juan es conocido aún antes de su nacimiento


“Muchos acudían a él, y
decían: --Juan, a la verdad, Gabriel anuncia su mensaje con solemne autoridad, pero para Za-
ninguna señal hizo; pero carías es demasiado. Las objeciones llenan su corazón. Él no puede
todo lo que Juan dijo de aceptarlo del todo. Las dudas se levantan y la incredulidad aparece,
este era verdad”. pues no logra mira desde la perspectiva de Dios. Él mira con realidad
Juan 10:41 pero sin fe, la edad de su esposa y la suya propia. Agitando su cabeza

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Nuevo Testamento

él pregunta: ¿En qué conoceré esto? En otras palabras su duda le lle- Referencias / Notas
va a preguntar ¿por qué debo creer en esto que me dices?
Las dudas de Zacarías son entendibles. ¿No era éste acaso un
mensaje increíble, es decir no creíble? ¡Pero para el Señor nada
es demasiado maravilloso! El ángel le había traído la Palabra de
Dios. ¿Acaso lo que el Señor habla no lo hace? ¿Cree Zacarías que
un ángel viene del cielo solo para decirle mentiras o para darle un
mensaje exagerado? Por su incredulidad, Gabriel le reprende seve-
ramente, y señala el origen divino de su oficio, su nombre y el para
qué fue enviado. Después le da una señal que anuncia el cumpli-
miento de sus palabras.
Notemos el contraste que hace Gabriel. He sido enviado a hablarte,
y darte estas buenas nuevas y por tu vergonzosa incredulidad ahora
quedarás mudo y no podrás hablar. El castigo es doloroso, sin em-
bargo, su mudez es la garantía de la promesa y una evidencia para
apoyar su fe vacilante.
El ángel desapareció cuando su tarea fue completada. Las personas
que afuera esperaban a Zacarías se preguntaron por qué se demora-
ba tanto. Al verlo aparecer, sin habla, entendieron que él había tenido
una visión en el santuario. El sacerdote no podía pronunciar la bendi-
ción sobre ellos, pero se esforzó para hablarles por señas.
Tan pronto terminó su servicio en el templo, Zacarías regresó a su
casa en la región montañosa de Judea. Él no pudo decirle a su espo-
sa lo que ocurrió, pero le escribió el mensaje dado por el ángel.
Durante nueve meses Zacarías permaneció mudo. Su mudez es un
testimonio claro para que no dudemos acerca de la verdad de la Pa-
labra de Dios y creamos lo que Él nos dice.

II. EL “NOMBRE” DE JUAN


A. El Señor guarda sus promesas
Para nosotros, el prometer algo y llevarlo a cabo son a menudo dos
cosas separadas. Pero, para Dios las promesas siempre son llevadas
a cabo y se cumplen a su debido tiempo. Esto se demuestra de forma
vívida en el evangelio de Lucas.
Dios cumplió la promesa que hizo a Zacarías y un hijo varón nació.
Grande fue su alegría y la de su esposa Elisabet. Pronto la feliz no-
ticia se dio conocer. Los amigos y vecinos se dirigen a la casa para
compartir la alegría de los padres que ricamente han sido bendeci-
dos. ¡Ellos oyeron, ellos vinieron y ellos se regocijaron!
Compartir es una cosa maravillosa. Nosotros debemos mostrar este
tipo de amistad también. Los vecinos y amigos compartieron la ale-
gría de la madre, porque oyeron que Dios había engrandecido para
con ella su misericordia. De este modo los amigos honraron a Dios.
El octavo día era importante para los israelitas, porque se llevaba a
cabo la circuncisión y al niño se le ponía su nombre. Los parientes y
vecinos de Zacarías insistían en que el nombre del niño debía ser el
mismo de su padre. El niño nació en la vejez de Zacarías, y llamarle

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas como él aseguraba que el nombre de la familia no muriera. Pero Elisa-
bet, la feliz madre, insiste en que el nombre del niño debe ser Juan.
Cuando los parientes objetan, Zacarías da señales para dar a cono-
cer el nombre de su elección. Pero el padre todavía no puede hablar
y pide una tablilla para escribir. Ésta era una tabla pequeña cubierta
con cera suave en la que podía grabarse las letras. Al igual que su
esposa, él afirmó: Juan es su nombre.
Todos se sorprenden de que el niño no sea llamado como la cos-
tumbre mandaba, y además iba a recibir un nombre completamente
desconocido dentro de la familia. Pero Juan no nació para confirmar
una costumbre, sino para traer una nueva noticia.
Los amigos y parientes se asombraron aún más cuando notaron que
Zacarías podía hablar otra vez. Lo sucedido con esta familia llegó
a ser conocido a lo largo y a lo ancho de la nación, y dejó una gran
impresión en todos los que escucharon hablar de este portento. Por
medio de las inusuales circunstancias que rodean el nacimiento de
Juan el Bautista, el Señor preparaba un lugar especial para su Hijo.
Desde muy temprano en su niñez Juan es ricamente bendecido, por-
que la mano del Señor estaba con él. Sus padres no tenían temor,
pues el futuro del niño estaba en las manos del Señor.

B. La mudez de Zacarías es quitada


El castigo de Zacarías no es necesario por más tiempo y le es quitado.
Tan pronto como él demuestra su obediencia al poner este nombre a
su hijo, su lengua es soltada. Ahora, su corazón y su boca están lle-
nos de alabanzas a Dios. Asimismo nosotros hemos recibido nuestra
lengua para alabar a Dios por los beneficios que recibimos.
Zacarías, el sacerdote, se vuelve ahora un profeta. Lleno del Espíritu
Santo, canta a viva voz una canción profética. En el idioma y forma
de pensar del Antiguo Testamento, Zacarías profetiza de la venida del
Nuevo Testamento.
Mas para vosotros, los que ¿Por qué Zacarías alaba a Dios? ¿Por el nacimiento de su hijo? ¡Sí,
teméis mi nombre, nacerá pero por encima de ello, alaba a Dios por el Mesías que ya viene!
el sol de justicia y en sus Zacarías lo llama un poderoso Salvador para resaltar el poder del Re-
alas traerá salvación. dentor. Él conquistará a sus enemigos y será la aurora que viene de
Saldréis y saltaréis como lo alto a la noche del pecado (Malaquías 4:2).
becerros de la manada.
Malaquías 4:2 La alegría de la paternidad abre paso a la esperanza de los israelitas,
quienes han anhelado la salvación que traería el Salvador prometido.
Zacarías sobre todo alaba a Dios por su fidelidad con el pacto, pues
ahora cumple las profecías antiguas de bendición a su pueblo. Y su
propio hijo es mencionado por su relación con el servicio a Dios, en
la preparación de la salvación que viene.
La alegría de Zacarías no es egoísta. Él no se alegra simplemente por
haber recibido a un hijo para apoyarlo en su vejez, sino que como Ana,
la madre de Samuel, dedica a su hijo para el servicio del Señor.
¡Zacarías es nuestro ejemplo, porque del mismo modo Dios es ala-
bado en el cielo!

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Nuevo Testamento

02
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

EL NACIMIENTO DEL SALVADOR


Textos de referencia:
Lucas 1:26-56; 2:1-7; Mateo 1

Versículo para memorizar:


Dará a luz un hijo, y pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a
su pueblo de sus pecados. Mateo 1:21

INTRODUCCIÓN
Navidad es el día que se conmemora la poderosa acción de Dios,
cuando Cristo tomó naturaleza humana y nació como un niño en
el pesebre de Belén. De todos los días de fiesta entre los cristia-
nos, este es el único que atrae especialmente a los niños. Debi-
do a su influencia, es importante enfatizar a los pequeños que el
Niño que nació en el pesebre es la única razón de la celebración.
Dar regalos y todo tipo de celebración desvía la atención de los
niños y la encamina lejos de evento más importante en la historia
de la salvación.
Sin las alegres nuevas noticias del nacimiento de Cristo no habría
Navidad. El nacimiento de Cristo será considerado a la luz de:
I. El amor del Padre
II. La providencia de Dios
III. La encarnación de Jesús
IV. La humillación de Jesús

I. EL AMOR DEL PADRE


A. El niño en el pesebre es el centro de la Navidad
Aunque el niño en el pesebre es el centro de la Navidad, el origen y
fuente de su venida al mundo está en Dios el Padre. Él lo planeó así
desde la eternidad. El fue activo en el nacimiento de Jesucristo. El dio
al Hijo y El lo envió al mundo. El Salvador vino del cielo como el gran
regalo del Padre.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas B. ¿Por qué vino Cristo?


La respuesta a la pregunta de ¿por qué vino Cristo? se encuentra en
Juan 3:16: Porque de tal manera amó Dios al mundo. Si el pecado no
hubiera venido al mundo, el Hijo de Dios no hubiera llegado a ser
hombre. El hombre caído en pecado se apartó lejos de Dios. Por sí
mismo él no podía, ni quería regresar a Dios.
Tratemos de imaginar lo que hubiera sucedido con la raza humana.
Si Dios no hubiera tenido pensamientos de paz para con el hombre,
hubiese condenado, de forma justa, a la humanidad. Pero Dios no se
complace con la muerte de los suyos. Sin embargo, el pecado debía
ser pagado. No hay remisión de pecado sin expiación. En Cristo, Dios
reconcilia al pecador consigo mismo. ¡Y Él mismo provee al Redentor!
Jesús no podía haber sido nuestro Redentor si Él no hubiese tomado
sobre sí mismo nuestra carne y sangre. Para pagar la deuda que el
hombre tenía con Dios y para apaciguar su justicia, el Padre dio a
su único y amado Hijo para que todo aquel que crea en Él reciba el
perdón de la justa condenación y tenga libre acceso al Padre. ¡Verda-
deramente eso es gracia!

II. LA PROVIDENCIA DE DIOS


A. Jesús no nace justamente después de la caída
Jesús no nació inmediatamente después de la caída por una razón.
Dios envió a su Hijo en el cumplimiento del tiempo (Gálatas 4:4). Des-
de la eternidad, el plan de Dios fue redimir a la humanidad; y en el
paraíso mismo se dio la primera promesa de gracia. Desde entonces,
Dios puso en marcha su plan de salvación. Pero, solamente cuando
el tiempo se cumplió Cristo llegó a ser hombre. Es decir, cuando
todo el período de preparación se hubo cumplido la salvación llegó
al mundo.
Dios mismo obró esta realización. Cristo apareció en el momento
preciso, previamente determinado por su sabio consejo, que fue
dado a conocer a los profetas. Todo lo que ocurrió antes de la venida
del Hijo de Dios fue la preparación para el cumplimiento del plan de
Dios. Todos los medios fueron dispuestos por Él. Aquel quien obra
todas las cosas de acuerdo al consejo de su santa voluntad, sabe
cómo realizar sus propósitos.
Aunque Dios se había revelado a todos los pueblos del mundo, El
permitió que los paganos siguieran su propio camino, pues hicieron
injusticia de la verdad. Ni su idolatría ni sus sistemas filosóficos fue-
ron capaces de salvarlos. Las religiones antiguas fracasaron pues
los deseos más profundos del hombre no fueron satisfechos. El pa-
ganismo nació y se desarrolló en corrupción espiritual y moral. Mu-
chos buscaron un “redentor”. Ni aún el poderoso Imperio Romano
fue capaz de proveer uno.
El gobierno Romano había alcanzado el pináculo del poder del mun-
do. Casi todas las naciones estaban bajo su dominio. Todo estaba
organizado por un solo gobierno y regido bajo una misma ley. Fue el
idioma griego el que hizo posible esta gran unificación política.

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Nuevo Testamento

Estas fueron las condiciones favorables que permitieron la rápida Referencias / Notas
expansión del Evangelio. Cuando Roma había llegado al pináculo
de su poder, gracias a sus grandes campañas militares, el viejo
mundo colapsó. Y en este tiempo de oscuridad ¡la Luz del mundo
apareció!
Por siglos Dios había estado preparando a Israel para la venida del
Mesías. Con Adán y Eva en el paraíso empezó la promesa, la ley se-
ñaló a Cristo y los profetas anunciaron su venida. La vida religiosa
en Israel también había degenerado en un legalismo de auto justi-
ficación. Esta actitud de ningún modo podía satisfacer la profunda
necesidad del alma. Solamente el Prometido del Padre podría traer
liberación. Fue en este tiempo que Dios, fiel a Israel, lo recordaba
con misericordia.

B. Las profecías se cumplen


La profecía anunciaba que el Mesías nacería del linaje de David. Con
el tiempo, la familia de David había llegado a la ruina. Pero el Señor
cuidó de que hubiese todavía descendientes, desconocidos para el
mundo pero conocidos para Dios. Una vara del tronco de Isaí, un vás-
tago retoñará de sus raíces (Isaías 11:1).
Enviado por el Señor, el ángel Gabriel trae un mensaje de Buenas
Nuevas de gran gozo a una humilde virgen de Nazaret, llamada Ma-
ría (Lucas 1:26-38).
Después de la aparición del ángel Gabriel, María visitó el hogar de
Zacarías y Elizabet, su prima, y permaneció allí alrededor de tres me-
ses. María estaba comprometida para casarse con José. El era un
hombre pobre y ordinario, pero pertenecía a la familia de David.
María estaba embarazada y José era su prometido. ¿Rechazará él a
su novia cuando se entere del secreto de María? En un sueno Dios le
informa acerca de la situación de María. Y José no la abandonó. En
las circunstancias más críticas de su vida, María no estaría sola sino
que tendrá a José a su lado. Su presencia es el velo protector para
María ante el mundo, frente al anunciado maravilloso nacimiento del
Salvador (Mateo 1:19-25).
Pero tú, Belén Efrata, tan
Los dos viven en Nazaret, pero la profecía antigua de Miqueas (5:2) pequeña entre las familias
enseña que Cristo nacería en Belén Efrata, la ciudad de David, ubica- de Judá, de ti ha de salir
da a dos horas de distancia a pie, al sur de Jerusalén. el que será Señor en Israel;
¿Cómo sucedería esto? Nazaret estaba a una gran distancia de Be- sus orígenes se remontan
lén. El viaje era difícil y las circunstancias son problemáticas. ¡Y sería al inicio de los tiempos, a
nada menos que el mismo emperador Romano el medio para cum-
los días de la eternidad.
plir este anuncio!
Miqueas 5:2

La historia del nacimiento de Jesús empieza mencionando a un em-


perador, pero el personaje principal es un niño. Se nombra a este em-
perador solamente en conexión con el nacimiento de Jesús porque,
sin su conocimiento ni su consentimiento, está involucrado como el
instrumento en la mano de Dios para cumplir una profecía concer-
niente a este niño. ¿Quién es entonces el más importante?

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas C. La significancia del emperador


El Señor usó al hombre más poderoso del mundo para cumplir sus pro-
pósitos: César Augusto, que significa “el grande”. Este nombre le con-
cedió el Senado Romano como un título de honor. Es el hombre más
importante del imperio y el primer gobernador con el poder absoluto
para reinar sobre el vasto Imperio Romano. En su derecho, decreta la
ejecución de un censo público de todos los súbditos y sus posesiones.
El necesitaba este informe para realizar algunas reformas concernien-
tes a los impuestos aplicados a las naciones conquistadas.
La nación judía también tuvo que cumplir el decreto del emperador,
pues su propio rey, Herodes, era solamente un vasallo de Roma. Este
es el primer censo de esta clase, por lo que todos tenían que regis-
trarse en su propia ciudad, en el lugar donde se originaba su familia.
Esta es la razón por la cual José y María dejan Nazaret para viajar a la
antigua ciudad de David. Como enfatizan las Escrituras, José era de
la casa y linaje de David. María es también descendiente de esta casa
real. Ella también tenía que registrarse personalmente en Belén.
Lucas menciona que este es el primer censo que se hizo siendo Ci-
renio gobernador de Siria. La imposición de un censo y las obligacio-
nes tributarias exigidas por Roma a los judíos eran motivo de humi-
llación, pues resaltaba su condición de nación ocupada y sometida
a un poder extranjero.
El decreto fue dado por un emperador que ostentaba el título de
“soter” (salvador), y bajo cuyo gobierno se esperaba que el mundo
entrara a un futuro mejor. Después de un largo período de amargas
divisiones y de guerras sangrientas, César Augusto hizo planes cui-
dadosos para brindar tranquilidad, seguridad, paz y prosperidad a
todo el imperio y a las naciones sometidas. Augusto representa el
ideal de un reino terrenal de paz. El sabía lo que hacía cuando asignó
el cumplimiento de este decreto en la zona de la nación judía a una
persona como Cirenio. Este hombre había llegado a una alta posi-
ción, y había mostrado que él era capaz de cumplir las órdenes más
difíciles. No temía aún usar la fuerza si hubiese sido necesaria.
La situación era esta: Israel es forzado a cumplir el decreto del em-
perador. No había forma de escapar de este designio, ni siquiera los
descendientes de David. En apariencia, la causa de Dios parecería
que sufría una derrota. Pues, estando las cosas listas y cumplidas
para la venida del Señor Jesús al mundo, el pueblo escogido, la fami-
lia de David y el propio Mesías -antes de nacer- debía participar del
indigno sufrimiento de su pueblo.
¡Pero veamos la providencia de Dios! César Augusto podía tener su
propia motivación, pero el Señor reina. El es el Rey de reyes. Me-
diante los hechos voluntarios de los hombres, Dios cumple sus pro-
pósitos. No hay coincidencia alguna, ya que la providencia de Dios
está por encima de cualquier voluntad humana. Así lo afirma las
Escritura cuando señala que Como los repartimientos de las aguas,
así está el corazón del rey en la mano de Jehová; a todo lo que quiere lo
inclina (Proverbios 21:1). En esencia el censo fue decretado debido
a Jesús.

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Nuevo Testamento

III. LA ENCARNACIÓN DE JESÚS Referencias / Notas


A. En un establo de Belén, el milagro más grande ocurre
Mientras José y María están en Belén, el milagro más grande toma lu-
gar. Este sucedió en un establo. Las Escrituras relatan este gran even-
to completa y sencillamente. Las palabras que narran el mayor acon-
tecimiento cósmico son simples, pero revelan la grandeza del milagro.
La simplicidad del relato bíblico está en acuerdo con la simplicidad del
niño y su madre. La madre y sus acciones están enfocadas en un pri-
mer plaño. Lejos del hogar, en una humilde morada, pero en la ciudad
de los padres, dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y
lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
El niño nació y no fue diferente de otros niños. El tuvo un nacimiento
humano, de carne y sangre, lloraba y dormía como cualquier otro
bebé. Y no sólo que el niño se comportaba como nosotros, sino que
vino a ser como nosotros en todo, pero sin pecado.
El Nuevo Testamento empieza el relato de su vida con su genealogía.
Con este detalle, se le conecta a Jesús con el Antiguo Testamento y
prueba que es nacido del linaje de David, dispuesto así por Dios en la
antigua dispensación. El descendía de los padres de acuerdo a la car-
ne y es la semilla verdadera de David de acuerdo a las promesas.

B. Cristo es como nosotros pero también es diferente
No debemos dejar de enfatizar, sin embargo, que el niño Jesucristo,
aunque era como nosotros en todas las cosas, fue también diferente
de nosotros. Su nacimiento es y permanece como un milagro incom-
prensible. Pablo recalca este milagro y dice ¡Grande es el misterio de
la piedad: Dios fue manifestado en carne! (1 Timoteo 3:16) Nosotros,
seres humanos ordinarios, no tenemos elección cuando venimos al
mundo. Somos absolutamente pasivos en nuestro nacimiento y no
podemos hacer ninguna cosa al respecto. Pero este niño es ¡partíci-
pe en su propio nacimiento! El es y permanece como el Hijo eterno
de Dios. Por eso su afirmación verdadera de que Antes que Abraham
fuese, Yo soy (Juan 8:58). El es la segunda persona de la gloriosa Tri-
nidad. Sin embargo de hacerse hombre, El permaneció siendo Dios.
El siguió siendo lo que era y llegó a ser, por propia voluntad, lo que El
no era. El asumió una condición de verdadera humanidad.
El fue un hombre justo. Nosotros somos concebidos y nacidos en
pecado. El es santo, sin mancha, sin culpa y sin pecado. El no tuvo el
pecado original y es el único que no nació en pecado.
El fue concebido por el Espíritu Santo y nacido de la virgen María. Por tanto, el Señor mismo
Ella fue escogida y preparada por Dios y, por lo tanto, bendita entre os dará señal: La virgen
las mujeres. De esta forma se cumplía la profecía de Isaías y él cier- concebirá y dará a luz
tamente es Emmanuel, “Dios con nosotros” (Isaías 7:14). un hijo, y le pondrá por
La iglesia cristiana no trata de resolver el misterio de la encarnación nombre Emanuel.
de Cristo, la acepta como un acto de fe. La Iglesia confiesa, con las Isaías 7:14
palabras de Calcedonia (451 d.C.), que la única persona del Salvador
existen las dos naturalezas, indivisibles pero distintas, no mezcladas
ni posibles de cambiarse.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas IV. LA HUMILLACIÓN DE JESÚS


A. Jesús en su naturaleza humana
El Señor Jesús, ahora en el cielo, es verdaderamente hombre. Siendo
Dios mismo, el acto de tomar la naturaleza humana como Cristo lo
hizo fue una humillación para El. En Filipenses 2:6-7 nosotros lee-
mos: El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios
como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando
forma de siervo, hecho semejante a los hombres.
Para entender la dimensión de tomar la naturaleza de hombre debe-
mos poner atención a algunas de las siguientes condiciones:
El lugar de su nacimiento fue la ciudad de David. Nadie en la ciudad
abrió su hogar a estos descendientes de David. La ciudad de Belén
estaba llena de personas. El mesón también estaba completamente
ocupado. Este mesón probablemente era una casa cuadrada, rodea-
da por paredes bajas y piedras rústicas, con espacio para proveer
seguridad a los animales. Dentro estaban dispuestos varios cuartos
donde las personas recibían hospedaje.
Debido a que no había lugar en el mesón, José y María tuvieron que
usar un establo para encontrar refugio, estando el niño a punto de
nacer. ¡Ellos eran personas pobres! Algunos sugieren que Jesús na-
ción en una cueva, pero el relato bíblico hace solo referencia al pese-
bre y no al lugar donde estaba el pesebre. Este consistía de una batea
sujeta a una de las paredes y servía para alimentar a los animales.
Lógicamente, estos rasgos implicaban la existencia de un refugio; y
esto podría haber sido una cueva o también un establo.
Notemos ahora las circunstancias del nacimiento de Jesús. Las ne-
cesidades más sencillas no podían ser satisfechas. No estaba dispo-
nible ni cuna, ni cama, ni ropa especial para vestirlo. El fue envuelto
con pedazos de tela. Esto mostraba cuán pobres eran María y José.
Ellos tenían que cuidar de sí mismos, pues no había nadie que los
ayudara.

B. Las circunstancias fueron humildes
Las circunstancias del nacimiento de Jesús resaltan su condición
de humildad y sencillez. ¿Quién es este que viene al mundo en esta
situación? El se despojó de toda la gloria que tenía en el cielo junto
al Padre. ¡El, Creador de todas las cosas, viene en la naturaleza de un
ser creado! ¡Él, el Señor de señores, viene como un siervo! ¡Él, el Hijo
todopoderoso de Dios, nace como un niño humilde!
El cielo y la tierra le pertenecen y no hay para él una habitación que
le reciba en la tierra. Todos los tesoros del mundo no pueden hacerle
más rico de lo que él es y, sin embargo, se hace pobre como los más
pobres. ¿Por qué escogió este humilde nacimiento?
La humillación más profunda no es que el Hijo de Dios vino a vivir
como un humano por un momento y luego se desvanece nuevamen-
te. Sino que él vino a sufrir y a morir, para cargar sobre sí el castigo
por el pecado y para estar bajo la maldición del pecado. El dejó su

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Nuevo Testamento

gloria para entrar al fondo de la miseria. El se dio a sí mismo como Referencias / Notas
rescate por muchos. Ya en el mismo pesebre él llegó a ser nuestro
Mediador.

C. Él se dio a sí mismo
¡Y Cristo quiso hacer esto de forma voluntaria! Nadie lo forzó. El fue
movido por el amor soberano que tenía por los pecadores. Su humi-
llación fue voluntaria y esta decisión le colocó bajo la ira de Dios, y le
obligó a ser obediente hasta la muerte.
Jesús es el completo Salvador. Su pobreza hace que los pobres peca-
dores sean ricos. La gracia incomprensible fluye de este Salvador a
todo el que cree. Esto debería hacernos humildes, gozosos y agrade-
cidos. De pie ante el pesebre, nosotros debemos estar profundamen-
te convencidos de que la deuda de nuestro pecado es la que causó
que nuestro Salvador, desde su nacimiento, sea tan profundamente
humilde.
La maravillosa noticia del Evangelio es esta: Palabra fiel y digna de ser
recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los
pecadores, de los cuales yo soy el primero (1 Timoteo 1:15). El camino
para volvernos a Dios fue abierto. Los pecadores perdidos podemos
ser salvos. Aquellos que están en esclavitud pueden ser libertados.
Para el impuro hay limpieza. Para el apesadumbrado hay alivio. Aho-
ra, el Señor mismo dice ¡reconcíliate con Dios! La gran pregunta
que debemos contestar en la Navidad es ¿amo verdaderamente a Je-
sús? El pide nuestra respuesta agradecida y libremente da su amor a
aquellos que en oración le piden el perdón.

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La Historia de la Salvación

03
Referencias / Notas

Sed sobrios y velad,

LECCIÓN
porque vuestro adversario
el diablo, como león
rugiente, anda alrededor
buscando a quien devorar.
1 Pedro 5:8
Título:

ALEGRÍA EN LOS CAMPOS DE BELÉN


Texto de referencia:
Lucas 2:8-20

Versículo para memorizar:


Repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes
celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las
alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!
Lucas 2:14

INTRODUCCIÓN
El registro de la historia de la salvación en la Escritura es único.
Su forma es muy sobria, pero su contenido es muy rico. Esto es
especialmente evidente en el capítulo 2 del Evangelio de San Lucas.
La primera parte de la narración es sobre el emperador César Au-
gusto, en cuanto es una referencia al niño Jesús. La segunda parte,
en cambio, relata cómo una multitud celestial visita a los humildes
pastores.
La narración nos lleva de la mano a mirar con atención la gran
variedad de escenas, que se suceden rápidamente. Primero, como
si estuviéramos allí, parados cerca del palacio en Roma. Después
nos vemos ubicados en el camino que conduce de Nazaret a Belén.
Luego nos detenemos frente al pesebre, en un establo para anima-
les. Finalmente estamos en los campos de Efrata. Allí, la oscuridad
abruptamente desapareció ante la repentina gloriosa presencia de
los mensajeros angelicales, quienes cantan salmos en la noche.
En esta última escena vemos que es honrada la fe de los humildes
pastores.
Consideraremos los eventos que circundan el nacimiento maravillo-
so de Cristo al reflexionar sobre los siguientes temas:
I. El mensaje de la primera Navidad
II. La primera canción de Navidad
III. El primer saludo de Navidad

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Nuevo Testamento

I. EL MENSAJE DE LA PRIMERA NAVIDAD Referencias / Notas


A. Dios oculta y revela la gloria de Cristo
Desde el principio Dios ocultó y reveló, a la misma vez, la gloria de
su Hijo en la tierra. El milagro de la encarnación ha tomado lugar,
pero hasta ahora nadie es consciente de ello. En su nacimiento no
hubo desfiles asistidos por multitudes, ni fuegos pirotécnicos que
iluminan el cielo a ambos lados de la montaña. Tampoco fue escu-
chada voz alguna en Belén. ¿Acaso terminará esta noche igual que
las demás? No, Dios mismo va a rendir tributo y honor a su Hijo.
En todas partes es costumbre hacer público un nacimiento. En este,
Dios mismo se encargará de anunciarlo y darlo a conocer. Pero, ¿a
quiénes vienen primero las buenas nuevas? No llega a la nobleza de
Israel ni tampoco a los sacerdotes. Desde el principio Cristo reúne a
su alrededor a un grupo inusual de personas. El primer anuncio del
nacimiento del niño Cristo viene a los pastores. Ellos están en los
campos, cuidando que ningún animal o ladrón dañe a sus ovejas.
Son campesinos humildes que trabajan aún durante la noche.
En esta época, el trabajo de un pastor era despreciado y se los con-
siderada uno de los oficios más bajos. Según algunas tradiciones
judías, a los pastores no se les debía mostrar ninguna compasión, y
en caso de un juicio su testimonio como testigos no era aceptado.
Los ladrones y pastores pertenecían a la misma clase de seres des-
preciados y despreciables.
Pero estas personas despreciadas y olvidadas recibieron un gran privi- Decid a los de corazón
legio, que a cualquier gobernante le hubiera encantado. Precisamente apocado: “¡Esforzaos,
una de las señales por las cuales sería conocida la edad mesiánica no temáis! He aquí que
era que el Evangelio sería predicado a los pobres (Isaías 35:4-6; Mateo vuestro Dios viene con
11:5). Cuando el ángel va a los pastores con su mensaje, no comete retribución, con pago;
un error. Las buenas nuevas son apropiadas para ellos, porque ¿No Dios mismo vendrá y os
ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe? salvará”. Entonces los ojos
(Santiago 2:5). Para Dios no hay distinción de personas. de los ciegos serán abiertos
y destapados los oídos de
los sordos. Entonces el cojo
B. Los ángeles proclaman las Buenas Nuevas saltará como un ciervo
y cantará la lengua del
¿Quién fue el primero en traer las Buenas Nuevas del nacimiento
mudo, porque aguas serán
de Jesús? Ningún miembro de la familia divulgó las nuevas del hijo
cavadas en el desierto y
de María. Este fue un tributo para Jesús: que un ángel del Señor
torrentes en la estepa.
anunció su venida. Este ángel no vino con la apariencia de un ser
Isaías 35:4-6
humano, sino que su apariencia fue la de un ser exaltado, vestido
con esplendor celestial.
De repente el ángel está con los pastores (no sobre ellos como es
erróneamente retratado): Y la gloria del Señor los rodeó de esplendor.
La luz celestial brilló en los campos de Belén.

C. El contenido del mensaje del ángel


Antes de entregarles su mensaje el ángel calma el temor de los pas-
tores. La aparición del ángel fue tan inesperada y súbita que ellos
sintieron mucho temor. Ellos sintieron el contraste profundo entre

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas la gloria celestial del ángel y su mundanalidad e impureza. Zacarías


tuvo la misma experiencia en el templo. Aunque su temor los humilla
y les inspira reverencia para con el ángel y su mensaje, ellos no de-
ben temer. El ángel no es su enemigo. El no ha venido para inspirar
temor, sino a traer un mensaje de gran alegría. Por lo tanto, el ángel
los calma y proclama la salvación del Señor.
El mensaje del ángel es poderoso y breve. En pocas palabras, procla-
ma la sorprendente noticia del niño recién nacido. Cada palabra está
cargada de un gran significado: Os doy nuevas de gran gozo. Verdade-
ramente este mensaje es de Buenas Noticias, porque trae gozo. ¿Por
qué? Porque el corazón del mensaje es que la liberación de la esclavi-
tud del pecado ha llegado. No hay más grande mensaje que la Buena
Nueva de que el Salvador para los pecadores perdidos está aquí.
La alegría del mundo es frecuentemente pecaminosa, no satisfac-
toria y breve. ¡Pero aquí está el gran gozo para usted! El mensaje
es dirigido personalmente. Lutero dijo correctamente que el poder
del Evangelio descansa en su pronombre personal. No es suficiente
conocer que el Salvador ha nacido. Debemos saber que El también
nació por nosotros y en nosotros por el nuevo nacimiento, la fe y la
conversión. Jesús vino a la tierra para nacer en los corazones de los
pecadores y quiere todavía entrar al corazón del pecador que se vuel-
ve humildemente a Él.
Pero, el mensaje es también para todo el pueblo. El círculo de in-
fluencia se hace más grande. La venida del Mesías trae alegría a
toda la nación judía a quien le pertenece el pacto y las promesas.
¿Cuál es la fuente y naturaleza de este gozo?: que os ha nacido hoy,
en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.
¿Quién ha nacido? ¡El Salvador! ¡Él ha sido esperado por siglos y aho-
ra está aquí! ¡Él es el Cristo, el Profeta ungido, Sacerdote y Rey, en
quien todas las profecías y ceremonias de la ley son cumplidas!
El es el Señor y no César Augusto, que está sentando en el trono de
Roma. ¡Él, y ningún otro, es el Maestro y Gobernador de todas las
cosas! Jesús recibe estos títulos: Salvador, Cristo y Señor. Estos tres
nombres expresan completamente lo que El es.
¿Cuándo ha nacido? Este día, esta misma noche. ¿Dónde ha nacido?
Tu casa y tu reino Aquí, en la ciudad de David. Note cuán frecuente es la referencia de
permanecerán siempre David, quien había recibido la gran promesa de un hijo real y Señor
delante de tu rostro, y (2 Samuel 7:16; Salmos 132:11; Isaías 9:6; Lucas 1:32; 2:4, 11).
tu trono será estable
¿Cómo será reconocido? La señal por la cual El es identificado es
eternamente.
2 Samuel 7:16 tan maravillosa como el evento mismo. Como señal de que El era
el Salvador, Cristo y Señor, los pastores recibieron una descripción,
no de un palacio y de una corona de oro, sino de un niño envuelto
en pañales y acostado en un pesebre. Estas señales apuntan a su
pobreza externa y a la humildad de su condición humana. Para la
mirada natural no hay nada significativo en esto. Pero estas señales
son el cumplimiento de las profecías. Si no nos lo hubieran dicho,
nunca hubiésemos esperado que el Salvador, Cristo y Señor, fuera
conocido por las señales de un bebé vestido en pañales y acostado
en un pesebre.

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Nuevo Testamento

II. LA PRIMERA CANCIÓN DE NAVIDAD Referencias / Notas


A. Cantada por pos ángeles
El primer canto de Navidad fue coreado por los ángeles, una multi-
tud de las huestes celestiales. Dios ofreció un gran honor a su Hijo
que nacía.
La primera noche de Navidad fue una noche maravillosa. Dios en-
vió saludos del cielo a la tierra por medio de las huestes celestiales.
Cuando nace el niño de algún líder importante, se hacen celebracio-
nes y se le brindan tributos al mismo líder y a su hijo. Pero cuando
el Hijo de Dios nació, fue Dios mismo el que realizó las festividades
y brindó el canto. Todo lo que ocurre en este evento es inesperado y
sorprendente. Un coro de cantantes celestiales ofrece un concierto
en la tierra.
La tierra está callada, pero hay gran actividad en el cielo. El ángel
mensajero no permanece solo. Legiones de ángeles se une con él en
los campos de Efrata. Las huestes celestiales descienden del cielo,
no para quedarse en el aire sino para unirse al ángel en la tierra. Tan
pronto como el mensaje de salvación ha sido proclamado, el sonido
de las numerosas voces puras, tonos de plata, resuenan a viva voz el
amén, el así sea a la obra de Dios.
Dios había dicho que todos los ángeles lo adoran. No debería sor-
prendernos, por lo tanto, que ellos aparezcan en esta noche bendita.
Su gozo es maravilloso. Dios no vino en carne para buscar su propio
bienestar. Sin embargo, la salvación de los pecadores es el objeto de
su alegría y la de sus ángeles. Hay alegría en el cielo cuando un pe-
cador de la tierra viene al arrepentimiento y también cuando un niño
cree en el Salvador y lo ama.

B. El canto de los ángeles


Los ángeles cantaron: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz,
buena voluntad para con los hombres! La característica del canto de
los ángeles es que éste es significativamente explícito y profundo.
Todos podemos identificarnos con el tema de su alabanza, pero nun-
ca podemos comprender totalmente el significado de las palabras
que ellos cantaron. La esencia de su alabanza es: ¡Gloria a Dios! Esta
está en primer plaño. La gloria de Dios es la meta de la maravilla de
la salvación. La gloria de Dios es el propósito principal de todo lo
acontecido. Y esta debería ser también la meta principal de nuestra
adoración y el deseo de nuestro corazón.
¡Hay alabanza en las alturas! Un solo ángel hace el anuncio, pero una
multitud de ellos en el cielo están atentos a las obras de Dios. Debido
a estas, los ángeles irrumpen en cantos de adoración. Ellos alaban
a Dios por causa de Jesús. ¡Qué ejemplo! ¡Alaben al Padre que dio a
Su Hijo! ¡Alaben al Hijo que vino al mundo voluntariamente! ¡Alaben
al Espíritu Santo que preparó una naturaleza humana para El!
¡Qué sorprendente niño es Jesús! Todos los cielos alaban a este niño
que yace en el pesebre.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas La paz que los seres celestiales cantan tiene mucha bendición. Esta
paz contrasta marcadamente con el odio de los corazones de los
hombres, y las relaciones rotas yacen bajo la ira de Dios. Hubo paz
en el paraíso, pero esta fue perdida miserable y tristemente por el
pecado. El hombre puede tener muchas posesiones: poder, respeto
y dinero. Pero estas no le traen la paz con Dios. Por lo tanto, nosotros
por naturaleza somos enemigos de Dios.
Cristo es el Príncipe de paz. El propósito y la meta de Dios, al enviar
a su Hijo como regalo, era restaurar la paz con de los hombres con
Dios mediante la sangre derramada en la cruz del Calvario. Este niño
trae salvación y paz a la tierra.

No penséis que he venido Pero ¿no cantaron los ángeles demasiado pronto? Todavía hay mu-
a traer paz a la tierra; no cho dolor sobre la tierra y, más tarde, Cristo mismo nos dice que El
he venido a traer paz, sino vino a traer espada (Mateo 10:34). Sin embargo, no olvidemos que
espada. Mateo 10:34 Jesús pelea contra el mal que se originó con el diablo y vive en los
corazones de la humanidad pecaminosa.
El coro final de los ángeles es: ¡buena voluntad para con los hombres!
Muchos interpretan el canto de los ángeles como si tuviera dos par-
tes. Calvino se dio cuenta de que esto no cambia la esencia del can-
to. El significado es el mismo. La buena voluntad, o el placer bueno
de Dios, es la razón más profunda de la misericordia de Dios.
El placer bueno de Dios es la fuente de la paz. Todo es de Él y median-
te Él y para Él. La buena voluntad de Dios se revelará en la elección
y aceptación de los pecadores culpables, en su reconciliación y libe-
ración, en su santificación y su glorificación. El amor soberano de
Dios no proviene de los “hombres de buena voluntad”, sino de Dios
mismo para aquellos que por naturaleza son totalmente indignos y
se aborrecen a sí mismos debido a su pecado.

C. Por qué cantaron los ángeles


Un canto como el de los ángeles nunca se había escuchado. La tie-
rra y estos humildes pastores presenciaron es gran demostración
celestial. Una vez cumplida su misión, la música y el coro fueron
muriendo gradualmente mientras los ángeles regresaban al cielo.
Sin embargo, el mensaje de su canto permaneció para que pudiera
ser recibido y aceptado por los hombres. La meta de los ángeles era
que nosotros también elevemos nuestra alabanza a Dios. Entonces
¿no deberíamos unirnos a ellos?

III. EL PRIMER SALUDO DE NAVIDAD


Cuando un niño nace, usualmente hay visitas que desean ver al nue-
vo bebé. Dios también cuida que su Hijo reciba también visitas.

A. El canto de los ángeles hace que los pastores anhelen ver a Jesús
Los pastores habían visto y escuchado las cosas maravillosas que
los ángeles les anunciaron. Ahora ellos vuelven a la realidad. Ellos

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Nuevo Testamento

no tienen dudas, ni tampoco se les cruza por su mente que lo que Referencias / Notas
vieron y oyeron fue un sueño o una visión. Ellos creyeron en que la
salvación, tanto tiempo esperada, había llegado y se animaron el uno
al otro para “pasar hasta Belén”.
Ellos no habían recibido una orden directa para ir, pero no era ne-
cesaria. La señal que les fue dada para identificar al Niño era sufi-
ciente. Ellos no dijeron “vamos a ver si es así”, sino: Pasemos, pues,
hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha
manifestado. Ellos creyeron que Dios había hablado, y esto era sufi-
ciente para ellos.
La luz desapareció y con ella el ángel y los cantantes celestiales, pero
la Palabra de Dios permaneció en sus mentes y corazones. Por esto
ellos vinieron, pues, apresuradamente. En esto se muestra su interés
y celo. Nada los detuvo y ninguna duda hizo que se demoraran y
dijeran “no podemos abandonar las ovejas”. Ellos no levantaron nin-
guna objeción. Ardientemente deseaban ir y sus pies parecían volar
para llegar a su objetivo: rendir honor al Salvador, al Señor Jesús.

B. Encontrar a Jesús significa testificar


Pronto los pastores llegaron al lugar correcto. Ahora su fe llegó a ser
una evidencia real. Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a Ma-
ría y a José, y al niño acostado en el pesebre. ¿A quién de nosotros no
le hubiera gustado estar parado al lado de ellos? Pero, ¡nosotros tam-
bién podemos ir a él, por medio de la fe! Es increíble pensar en que
alguien que nació en las condiciones más humildes, que ocupó la
posición más baja posible en la sociedad, vino a ser el Rey de todos;
y que la restauración del Reino y la salvación vendrían de alguien tan
pobre y necesitado que nació en un establo.
Sin embargo, la fe de los pastores no fue deshonrada. Ellos sabían,
por el testimonio recibido de los ángeles, que las cosas sucederían
de esta manera y se regocijaron en la salvación que vino a través de
Cristo.
Los pastores, llenos de gozo, fueron motivados por el amor para com-
partir con otros las Buenas Nuevas. Pero, sobre todo, ellos alabaron
a Dios. Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del
niño. Pues, si el Salvador había nacido ¡todos tenían que saber lo que
a ellos les fue revelado!
Ellos no permanecieron por mucho tiempo en el establo y regresaron
a cuidar de sus ovejas. “Se volvieron glorificando y alabando a Dios por
todas las cosas que habían oído y visto”.

C. El testimonio gozoso de los pastores evoca admiración


Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les de-
cían. El testimonio alegre y entusiasta de los pastores maravillaron
a las personas. Quizás aquellos que los oyeron con el tiempo olvida-
ron lo dicho por los pastores. Pero María guardaba todas estas cosas,
meditándolas en su corazón. En contraste, María guardó las palabras

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas que le fueron habladas acerca de su Hijo, no sólo en su memoria,


sino en su corazón. Para ella, el mensaje fue más profundo, porque
meditaba y reflexionaba en lo dicho por los pastores y en las palabras
del ángel.
¿Cuál es nuestra alegría? Pues que la verdadera bendición de Cris-
to y el verdadero fruto de la Navidad es glorificar a Dios, y amar al
Señor Jesús quien se dio a sí mismo por aquellos quienes le reci-
ben con fe.

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Nuevo Testamento

04
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

LA PRESENTACIÓN DE JESÚS
EN EL TEMPLO
Texto de referencia:
Lucas 2:22-38

Versículo para memorizar:


Porque un niño nos ha nacido, hijo nos ha sido dado, y el principado
sobre su hombro. Se llamará su nombre “Admirable consejero”, “Dios
fuerte”, “Padre eterno”, “Príncipe de paz”. Isías 9:6

INTRODUCCIÓN
Jesús es la figura central de la historia de Navidad. Es correcto que el
enfoque deba estar sobre Él. Pero esto no significa que otras personas,
relacionadas a la niñez de Jesús, deban ser pasadas por alto. Ellas
cumplen una función importante por su relación con el niño Jesús. El
Señor los preparó para la alabanza de su Hijo, mientras viva su estado
de humillación. El único hijo engendrado por Dios es reverenciado por
los ángeles, pero también debe serlo por los seres humanos.
Entre aquellos que lo hicieron están Simeón y Ana. En fe adoraron
al Señor cuando apareció como un niño, sin ninguna gloria notable.
Hay algo conmovedor en estos ancianos, pues cuando el niño Jesús
fue traído al templo por primera vez, inmediatamente lo reconocie-
ron y honraron. En cambio, los demás siervos del templo del Señor
no lo reconocieron.
Desde esta perspectiva miraremos al niño Cristo:
I. Bajo la Ley
II. Honrado en el Templo

I. BAJO LA LEY
A. Cristo es un hombre en todo sentido, menos en el pecado
Cristo vino a ser como el hombre en todas las cosas, excepto en el
pecado. El fue nacido bajo la ley (Gálatas 4:4). Por nuestro bien, llegó

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas a sujetarse a las demandas de la ley y la cumplió en todo para que
pudiésemos obtener justicia.
Desde el inicio mismo de su niñez, Cristo ya se colocó bajo la ley. Es
significativo identificar cuán frecuentemente este tema es mencio-
nado por Lucas (compare Lucas 2:22, 23, 24, 37, 39). José y María
actuaron en estricta obediencia a la ley de Dios, exactamente como
cualquier otro padre judío tenía que hacer con su primer hijo.
La complacencia de Cristo para ser colocado bajo las demandas de
la ley llegó a ser evidente en el octavo día, cuando fue circuncidado.
Jesús no tenía que someterse a este rito. Pero, como substituto por los
pecadores, tuvo que someterse a esta institución del pacto de Dios.
Del mismo modo, en sumisión a la ley, le es dado un nombre. Se le
Dará a luz un hijo, y le dio el nombre de acuerdo al mensaje del ángel (Mateo 1:21; Lucas
pondrás por nombre Jesús, 1:31). El nombre de Jesús significa “el Señor salva”, y señala a su
porque él salvará a su obra como Salvador. En esta época, el nombre Jesús era muy común
pueblo de sus pecados. y otros también tuvieron este nombre. Jesús llegó a ser como otros
Mateo 1:21 también en el nombre que usó. La diferencia es que él respondió ver-
daderamente a la naturaleza de este nombre dado por Dios mismo.
El personificó en efecto lo que su nombre indicaba.
Conságrame todo

primogénito. Todo lo que
abre la matriz entre los B. La ofrenda de purificación en el día cuarenta
hijos de Israel, tanto de
En el día cuarenta, después de su nacimiento, la ley colocó aún otra
los hombres como de los
demanda sobre este niño. El es el primer hijo de María. Dios tenía
animales, mío es.
un derecho especial sobre los primogénitos de hombre y animal en
Éxodo 13:2
Israel. Estos hijos tenían que ser dedicados al Señor. Originalmente
Pero todo primogénito de ellos debían ser separados para cumplir los deberes sacerdotales
asno lo redimirás con un para el pueblo de Dios (Éxodo 13:2). Pero después, y por el gran peca-
cordero; y si no lo redimes, do de Israel con el becerro de oro, la casa de Leví fue separada para
quebrarás su cuello. este oficio porque fue leal al Señor (Éxodo 32:26-29; Números 3:12-
También redimirás al 13). Desde entonces los primeros hijos fueron “redimidos” o descar-
primogénito de tus hijos. Y gados de esta labor por un rito que simbolizaba el derecho de propie-
cuando el día de mañana dad de Dios. El niño entonces fue dedicado solemnemente a Dios.
te pregunte tu hijo: Después de pagar el precio de la redención les era devuelto el hijo a
“¿Qué es esto?”, le dirás: los padres, de manos del sacerdote. El precio de esta redención era
“Jehová nos sacó con de cinco monedas de plata, 5 shekeles, con un peso de catorce gra-
mano fuerte de Egipto, mos de plata cada uno (Éxodo 13:13, 15; Números 18:16).
de casa de servidumbre;
y cuando se endureció el Al mismo tiempo, la madre tenía que traer una ofrenda para su puri-
faraón para no dejarnos ficación, para que ella pueda ser declarada limpia. Pues, de acuerdo
ir, Jehová hizo morir a la ley levítica, la madre era inmunda después del nacimiento de un
en la tierra de Egipto a niño. La ley prescribía cuidadosamente las regulaciones de esta cere-
todo primogénito, desde monia. Para aquellos que podían pagarla, la ofrenda consistía de un
el primogénito humano cordero de un año para ofrenda quemada y un palomino o tórtola por
hasta el primogénito de la ofrenda del pecado. Pero para las mujeres pobres, la ofrenda con-
la bestia. Por esta causa sistía solamente de dos tórtolas o palominos (Levítico 12:2, 3, 6, 8).
yo sacrifico para Jehová
todo primogénito macho, y
redimo al primogénito de C. Jesús y su madre tenían que obedecer la Ley
mis hijos. Éxodo 13:13-15 Jesús y su madre también tenían que ir al santuario para realizar
los ritos de la Ley levítica. Ante la mirada de todos, en apariencia,

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Nuevo Testamento

no había nada inusual en ellos. El sacerdote que realizó esta labor Referencias / Notas
de servicio y cumplimiento de la ley no recibió señal alguna de que
había algo inusual en este niño o su madre.
¿Cómo podía saber que el niño de estos padres pobres, simples ga-
lileos, era particularmente especial? No había nada significativo en
su apariencia externa, ni había algo inusual en su madre. Ella vino
con la ofrenda de los pobres. Aparentemente, los hombres sabios de
Oriente todavía no los habían visitado ni traído sus regalos.
María tampoco revela su secreto. Ella no hace demandas especiales
para su hijo. Cada madre está orgullosa de su hijo, especialmente
cuando hay algo especial en él. Pero María se mantiene callada. Ella
había visto y oído mucho. No está preocupada de que las promesas
que el ángel le hizo contrasten tan fuertemente con las labores co-
munes realizadas aquí en el templo. En fe, ella guarda la Palabra de
Dios, descansa en sus promesas y cree firmemente.
Ella simplemente obedeció las órdenes de Dios con respecto a su
hijo. María sabía quién realmente era su hijo, por eso lo había lleva-
do de Belén a Jerusalén, para que las demandas de la Ley pudieran
cumplirse en él.
Allí estaba parada en el atrio del templo como si fuera la madre de
un pecador. Un día ella se parará en el monte Calvario como si fuera
la madre de un criminal.
En el día cuarenta, el Hijo de Dios, es traído a la misma casa de Dios
para ser redimido del servicio sacerdotal; a fin de que un día en el
futuro el pueda asumir su oficio como Sumo Sacerdote. Ya siendo
niño él es el Mediador. Como siervo del tabernáculo verdadero, él
obtendrá un ministerio más excelente para redimir a aquellos que
están bajo la ley (Hebreos 8).

II. HONRADO EN EL TEMPLO


A. El hijo de Dios está en la casa de su padre por primera vez
Esta es la primera vez que el Hijo de Dios entra a la casa de su Pa-
dre. ¿Lo notará alguien? ¡Sí! ¡El Señor se encarga de eso! El niño
no planeado e inesperado es honrado por los ancianos, hombres y
mujeres.
El primero es Simeón. Algunas leyendas dicen que era un ciudadano
prominente en Jerusalén, pues era el jefe del Sanedrín. Se afirma
inclusive que fue padre del bien conocido maestro Gamaliel. Esto es
difícilmente posible. Al contrario, la mayoría sostiene que probable-
mente era un hombre común y corriente. Lucas habla de él en térmi-
nos muy generales: había en Jerusalén un hombre llamado Simeón.
¡Pero el Señor lo conocía! La Escritura dice: “y este hombre, justo y
piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba
sobre él”. Este hombre ordinario era realmente una persona extraor-
dinariamente piadosa: él era justo y piadoso en corazón y vida. Perte-
necía al verdadero pueblo de Dios, como Zacarías y Elisabet. Como
otros que vivían en Jerusalén, él esperaba en fe el cumplimiento de

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas las promesas de Dios. Simeón aguardaba con anhelo y esperanza la
consolación de Israel. El verdadero pueblo de Dios esperaba al Me-
“¡Consolad, consolad a sías, a él pertenecían solamente aquellas que se lamentaban de su
mi pueblo!”, dice vuestro pecado y el del pueblo (Isaías 40:1), y esperaban que todas las ben-
Dios. Isaías 40:1 diciones vinieran de él.
La piedad de Simeón incluso sobrepasó la de los padres de Juan. El
tenía dones proféticos.
Además, a él le fue dada la promesa, por revelación divina, de que
no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor. Simeón creía,
esperaba, anhelaba y velaba, como un centinela espera que la luz de
la mañana aparezca. ¡Ahora el tiempo de Dios había llegado! Esa era
la razón por la que este viejo debía ir al templo. El Espíritu Santo le
animó a ir al lugar donde el momento más feliz de su vida había sido
preparado. El Espíritu iluminó los ojos de Simeón para que mirara
aquello que no podían ver los sacerdotes.
Simeón ingresa al atrio del templo justamente cuando José y María
están entrando con el niño. Ellos se detienen: una pareja pobre, jo-
ven, sosteniendo a su hijo en brazos y el sacerdote en frente. Pero
igual que los pastores, Simeón no duda. Sin vacilar un momento, él
se paró delante y tomó al niño en sus brazos, y bendijo a Dios.
Este niño era frágil y pequeño; exteriormente no había nada que lo
distinguiera de los otros niños. Pero Simeón está lleno de fe, con sus
ojos brillando de alegría, abre su boca para alabar al Señor.

B. El canto de alabanza de Simeón y su profecía


Cuando alguien ha permanecido en la oscuridad por algún tiempo y
de repente descubre la luz, se le escapará de sus labios un grito de
sorpresa. Así fue con Simeón. El no puede estar callado. En agra-
decimiento a Dios, él rebosa en alabanza y adoración a Jesús. ¡Qué
ejemplo tenemos en este anciano!
Sostener a este niño en sus brazos es el cumplimiento del deseo de
toda su vida. El está completamente satisfecho. Como un vigilante, él
había esperado ser relevado de su puesto. Ahora el sol había brillado
y él sería relevado de su labor. No hay nada que lo mantenga atado a
esta vida presente por más tiempo. Las palabras de Simeón, Ahora,
Señor, despides a tu siervo en paz, conforme a tu palabra, no son una
oración o un deseo, sino un testimonio de alegría. El no tiene un
deseo malsano de la muerte, ni tampoco la teme. Tampoco podemos
decir que él está cansado de su vida sobre la tierra. La relación de
Simeón con su Dios es la del siervo para su Señor. Y esa es la razón
por la cual él está alabando a Dios.
La labor de Simeón como siervo de Dios sobre la tierra ha llegado al
final. Su vida ha sido de dedicación total a Dios y ahora ese servicio
sobre la tierra está completado. El pudo ver a Cristo y testificar de Él.
El ya no tiene más deseos que cumplir. Ahora él puede morir en paz,
porque sus ojos han visto a este niño, quien es el Salvador, la salva-
ción completa de Dios.
Después de la alabanza de agradecimiento por su propia salvación,

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Nuevo Testamento

Simeón habla de la salvación que Dios ha preparado en presencia de Referencias / Notas


todos los pueblos. Esta salvación ha sido revelada para que todos la
vean. ¡Cuán generosa es la perspectiva de Simeón! Verdaderamente,
sus ojos viejos han sido iluminados por el Espíritu Santo. No hay es-
trechez de mente en su hablar. Su perspectiva es universal, como la
paz sobre la tierra que cantaron los ángeles.
Esta paz alcanza a los hombres más allá de las fronteras de Israel.
Simeón menciona primero a los Gentiles. Aunque ellos acumularon
mucha sabiduría mundana, estaban en la obscuridad de la sombra
de muerte. Encerrados en la noche de la ignorancia, ellos no pueden
encontrar el camino a Dios. Caminan solos sobre sus propios sende-
ros. Cristo es dado para ser la Luz e iluminarlos y él ahora es revelado
para sacar sus vendas espirituales. Cristo es la Aurora de lo alto, el
Sol de justicia (Lucas 1:78, 79; Malaquías 4:2; Isaías 9:1; 42:6, 7).
Pero ¿qué pasa con Israel? Por muchos siglos los israelitas fueron
los recipientes de la revelación de Dios, pero la gloria de ese pueblo
se ha obscurecido. Ellos han caído en un estado de desgracia. Pero
Cristo ha venido a quitar su vergüenza. Ahora, Dios revela en una
forma maravillosa la gloria que El, en su soberanía y bondad, había
preordenado para su antiguo pueblo del pacto. El es la verdadera
gloria de Israel. ¡Cristo es su todo!
Si también queremos ver su gloria, nuestra alma debe ser iluminada
como la de Simeón. ¿Cómo? ¡Por el Espíritu Santo! Por naturaleza
los pecadores somos ciegos. Ellos no se conocen a sí mismos, ni a
Dios y peor a Cristo. Por esta razón muchos son fríos e indiferentes
hacia Jesús. Ellos no encuentran su salvación en El. Si queremos
morir en paz como Simeón, necesitamos tener la salvación de la cual
él habló.

C. José y María escuchan a Simeón


José y María escuchan a Simeón palabras de alabanza y adoración.
Están callados y sorprendidos mientras escuchan y miran al hom-
bre de cabeza gris. ¡Qué cosas gloriosas dice acerca de su niño!
Mientras Simeón continúa, aumenta su alabanza. ¿Cuánto tiempo
continuará así? El termina de cantar, pero el sacerdote que está allí
parado y sorprendido no da ninguna respuesta.
Luego, Simeón se vuelve a José y María y pone sus manos de bendi- Y, sin discusión alguna, el
ción sobre ellos, pero no sobre Jesús. El no bendice a Jesús, porque él menor es bendecido por el
es único magnífico y no necesita que nadie lo bendiga (Hebreos 7:7). mayor. Hebreos 7:7
El Espíritu Santo induce a Simeón a hablar y continúa profetizando.
Volviéndose a María, la madre de Jesús, le da una información que
le perturba. Profetiza sobre el intenso dolor que ella sufrirá, espe-
cialmente cuando esté parada al pie de la cruz. Simeón le dice: una
violenta y cruel espada traspasará tu misma alma.
El no omite el sufrimiento que va a venir, porque María no debe creer
que todo Israel dará la bienvenida al niño como él lo hace. Cierta-
mente, el Señor Jesús llegará a ser la gloria de Israel, pero allí tam-
bién hay muchos que lo rehusarán y rechazarán.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas El gozo de Simeón podría dar la impresión de que la venida de Jesús
sería bien recibida por todos. Pero no es así. Muchos encontrarán en
Pero nosotros predicamos él todo lo que necesitan para su salvación, y para ellos él será su re-
a Cristo crucificado, para sucitador, porque los levantará de su caída en el pecado y de la muer-
los judíos ciertamente te espiritual. Pero para otros El será ocasión de tropiezo (1 Corintios
tropezadero, y para 1:23), porque El no cumplirá sus expectativas terrenales y quitará la
los gentiles locura. máscara de su propia injusticia. Esto no es una mera coincidencia,
1 Corintios 1:23 pues está de acuerdo al plan de Dios y a su soberana voluntad.
La profecía, Este niño está puesto para caída y para levantamiento de
Entonces él será por muchos en Israel, resume breve pero poderosamente lo que el pro-
santuario; pero a las feta ha predicho de él (Isaías 8:14). Esta roca causará que algunos
dos casas de Israel, por caigan y otros sean levantados. El niño que trae la paz, también viene
piedra para tropezar, por al mundo para juzgar (Juan 9:39). Muchos verán la Luz, pero entre
tropezadero para caer y aquellos están también los que la rechazarán, y preferirán la oscuri-
por lazo y red al morador dad porque sus obras son malas.
de Jerusalén. Isaías 8:14 Este niño está puesto para señal que será contradicha. Es la señal de
la fidelidad y gracia de Dios. Todos los profetas le señalaron. El es
Dijo Jesús: --Para juicio he la evidencia de que todas las promesas antiguas de Dios estaban
venido yo a este mundo, siendo cumplidas. Algunas veces Dios ofreció señales para animar
para que los que no ven, y para disipar objeciones, como con Gedeón. Pero esta señal levanta
vean, y los que ven, sean oposición. El Israel carnal no desea a su Mesías. Ellos están confun-
cegados. Juan 9:39 didos por sus acciones y pelean cuando El los resiste públicamente
y señala sus pecados. ¡Sin embargo, esta señal prevalecerá!
Este niño causará que sean revelados los pensamientos de muchos
corazones. La fe y la incredulidad serán expuestas por él. Nadie pue-
de ser neutral con respecto a Jesús. Todos quienes entren en con-
tacto con él le amarán o le odiarán. En el pasado, los pensamientos
internos del corazón permanecieron escondidos, pero ahora los pen-
samientos de los hombres serán revelados. Ellos estarán con Cristo
o contra Cristo.
Todavía hoy es así. La actitud del mundo no ha cambiado.

D. Ana la profetisa
Alguien más se une al pequeño grupo de personas paradas en el
atrio del templo. Su nombre es Ana. Según la Escritura, ella era viu-
da hacía ochenta y cuatro años. Esto puede significar que ella tenía
ochenta y cuatro años o era viuda desde hace ochenta y cuatro años.
Si es la segunda opción, ella por tanto tendría cerca de cien años. El
pasaje no es claro en ello. Lo que sí es claro es que ella había alcan-
zado una edad avanzada.
Con todo, algunos La Biblia la describe como una mujer excepcionalmente piadosa.
hombres de Aser, de Ella era profetisa. El Señor revela su Palabra por su intermedio. Ana
Manasés y de Zabulón se pertenece a la tribu de Aser. En los tiempos antiguos esta tribu vivía
humillaron, y vinieron a lejos del templo (2 Crónicas 30:11) y sufrió un naufragio espiritual
Jerusalén. debido al deseo de riquezas mundanas. ¡Pero Ana es diferente!
2 Crónicas 30:11
Ella se había casado joven y enviudó. Desde ese momento, ella se
dedicó completamente al servicio de Dios. Su vida no la pasó en ais-
lamiento. Siempre podía ser encontrada en el santuario, realizando

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Nuevo Testamento

varios servicios. Ella no se apartaba del templo, sirviendo de noche y Referencias / Notas
de día con ayunos y oraciones.
Las multitudes iban y venían, pero Ana permanecía allí. Había visto,
yendo y viniendo, a muchas personas en todo el tiempo de su per-
manencia en el servicio al templo. No había un lugar en el atrio que
ella no conociera. Ahora está a punto de experimentar el milagro
más grande de su vida. Mientras realizaba su servicio diario, mira a
cuatro personas en el atrio del templo. Entre ellos a una mujer joven
con su hijo. Cuando alcanza a mirar al niño, un regocijo profundo
recorre por todo su cuerpo. De su corazón brota el reconocimiento:
¡este es él! Inmediatamente que reconoce al tan esperado Mesías en
este niño pequeño, empieza a alabar al Señor.
¡Qué formidable reunión es esta! Simeón ya no tiene más labor que
realizar sobre la tierra, pero ella se ve a sí misma como la mensajera
de las buenas noticias. Hay otras personas piadosas en Jerusalén y
ellas deben conocer acerca de esto. Ana es la amiga y compañera
de todos quienes temen al Señor y buscan la redención de Jerusalén.
Hubo quienes esperaban ser redimidos del pecado y esperaban con
anhelo al gran Hijo de David.
Ana habló en el templo y dondequiera que las personas podían escu-
char. Ella no podía callar para dar a conocer la llegada del esperado
Mesías. Al encontrar a Jesús, su gozo se reflejó en el mensaje de
alabanza que ella tenía que compartir.
En esta lección vimos cómo algunos ancianos y ancianas alabaron
al Señor y testificaron del niño Cristo. Y los jóvenes, ¿no lo alabarán?
Para ellos hay una promesa especial: me hallan los que temprano me
buscan (Proverbios 8:17).

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La Historia de la Salvación

05
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

LOS MAGOS DE ORIENTE


Y EL REY HERODES
Texto de referencia:
Mateo 2

Versículo para memorizar:


Pues hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres:
Jesucristo hombre. 1 Timoteo 2:5

INTRODUCCIÓN
Esta historia ha atraído siempre el interés y para hacerlo aún más
interesante muchos han añadido mitos y leyendas. Los católico-ro-
manos han dedicado un día para conmemorar la llegada de estos
orientales, al celebrar la fiesta de los tres reyes. Ellos afirman que
fueron tres reyes: Gaspar, Melchor y Baltazar. Pero las Escrituras no
mencionan nada acerca de esto. No es necesario inventar para ha-
cer interesante esta u otras historias.
En sentido, nosotros consideraremos:
I. Dios, el Rey, llama a los Magos
II. Herodes, el Rey, dirige a los Magos
III. Jesús, el Rey, recibe a los Magos

I. DIOS, EL REY, LLAMA A LOS MAGOS


A. Los Magos han visto su estrella
Los ángeles cantaron en el nacimiento de Cristo y los pastores alaba-
ron a Dios. En la presentación en el templo, Simeón profetizó y Ana
testificó. Por un momento estas cosas causaron un poco de alboroto
en Jerusalén. Pero pronto todo llegó a ser normal otra vez y todos en
Jerusalén regresaron a sus actividades anteriores. Las rutinas diarias
de la vida regresaron. Los dos santos ancianos habían proclamado las
nuevas noticias a los fieles, pero el pueblo -como un todo- no se moles-
tó en averiguar acerca del Mesías. Israel permaneció como siempre.

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Nuevo Testamento

Pero ahora, ¡vienen los paganos! La profecía de Simeón acerca de Referencias / Notas
Cristo como su Luz está en camino de realización. Los hombres pro-
minentes del mundo pagano ofrecieron gran tributo al Cristo, un tri-
buto que ni los líderes de su propio pueblo le ofrecieron alguna vez.
Cuando Jesús nació, Israel era gobernado por décadas por un rey
llamado Herodes. Tan pronto como este escuchó del Mesías, trató
de destruir al verdadero Rey de Israel. Este hecho revela la oposi-
ción poderosa contra Cristo de las fuerzas anticristianas. Los líderes
espirituales del pueblo también le rechazaron. Los judíos tenían al
Antiguo Testamento en la punta de sus dedos, pero no se tomaron la
molestia de ir a Belén. Israel no proclamó la gran salvación de Dios a
los extranjeros que habían venido a ellos. Antes bien, los extranjeros
que vinieron de lejos, guiados por la estrella, son los primeros en
mencionar el nombre del Salvador en Jerusalén. Y también desde
sus tierras le trajeron regalos.

B. Los Magos estudiaron los cielos


Pero ¿quiénes son estos hombres? Las Escrituras los llama los ma-
gos del oriente, sin dar ningún dato particular acerca de su país de
origen. No sabemos si eran de Persia o Caldea, naciones que es-
taban situadas al oriente de Palestina. Ellos fueron hombres que
practicaron la ciencia, y más específicamente la astronomía. En los
tiempos antiguos, tanto la astronomía (el estudio científico de los
cuerpos celestes) como la astrología (predicción de eventos por las
estrellas) no tenían sus límites muy marcados, pues frecuentemente
iban juntas. La opinión general era que los eventos inusuales sobre
la tierra podían ser leídos e interpretados por las posiciones de los
cuerpos celestes en el cielo.
Estos magos, sin embargo, no deben ser comparados con los indivi-
duos engañosos y fraudulentos, quienes “leen” las estrellas para pre-
decir el futuro. No. Ellos fueron hombres respetables de ciencia, co-
nocidos como filósofos o magos. En los días de Daniel, este hombre
de Dios se había mantenido en la posición de liderazgo del colegio
de hombres letrados, de ciencia y magos de la corte en Babilonia.
Estos hombres estudiaron los cielos y trazaron el camino de las estre-
llas. Pero, como estudiosos de las estrellas, sucedió que una noche
un fenómeno inusual captó su atención. Vieron la estrella y fueron
persuadidos de que esta era la que señalaba el nacimiento del Rey
de Reyes. ¡Indudablemente, esta era Su estrella!
No se puede investigar ni saber cuál estrella vieron ellos. Ha habido
muchas especulaciones alrededor del tema. Se han ofrecido mu-
chas conjeturas y se han hecho numerosos cálculos. ¡Incluso las
tablas de las estrellas de los antiguos chinos han sido analizadas! Es
inútil hacer esto porque nunca seremos capaces de decir con certe-
za cómo debe ser entendida la estrella de los magos.
Nosotros creemos que los magos recibieron una revelación de Dios
con respecto al significado de esta maravillosa aparición. Es intere-
sante notar que el medio que el Señor usó para informarles de este

| 61 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas gran evento era su ocupación diaria. Pues, si todo está bajo el con-
trol de Dios, lógicamente las luces brillantes del cielo sirven también
para mostrarnos su consejo. El tiene maravillosas formas para guiar
y dirigir a los pecadores a su luz.
El usa muchos medios para traer las personas a Jesús. Los ángeles
fueron enviados a los pastores; Simeón fue dirigido al templo por
el Espíritu Santo; para los magos, ¡Dios usó una estrella! Debemos
creer firmemente en la guía providencial de Dios.

Lo veo, mas no ahora; Puede ser que los magos hayan conocido algo de la antigua profecía
lo contemplo, mas no de de Balaam (Números 24:17), que se refería a la estrella de Jacob.
cerca: Saldrá estrella de Puede ser que conocían la profecía de Daniel sobre el Mesías. Puede
Jacob, se levantará cetro ser que ellos conocían la opinión diseminada en muchas naciones
de Israel, y herirá las paganas que un rey poderoso se levantaría de Judá. Puede ser que
sienes de Moab y destruirá los Magos hayan escuchado a los judíos de la dispersión acerca de
a todos los hijos de Set. su esperanza de salvación. Eso realmente no importa. Su viaje no
Números 24:17 puede ser explicado satisfactoriamente. Cada intento por encontrar
una explicación, trae solamente más preguntas que no pueden ser
respondidas. La opinión sostenida por algunos, de que los magos
fueron conducidos hacia la verdad por error, es demasiado radical.
Por revelación especial el Señor mismo les enseñó el significado de
la estrella. Esa fue la fuente de sus esfuerzos, su certeza absoluta,
su deseo intenso, el cual no podía ser extinguido, y su adoración fer-
viente del niño en una casa común y humilde.

C. Los Magos siguieron la estrella


Dios llamó a los magos y ellos obedecieron. Ellos estuvieron dispues-
tos y deseosos de hacer tan largo viaje. Dios no los forzó, pero sí
inclinó sus corazones para ir y ver al Rey y adorarlo. Ningún obstá-
culo podía detenerlos en su camino. Ellos dejaron su país atrás para
rendir homenaje a Jesús.
Ellos se pusieron sus sandalias y alistaron a sus animales de carga.
No hay duda de que ellos dejaron atrás a sus seres queridos y su
viaje dio mucho que hablar. En el camino estuvieron expuestos a
muchos peligros. Pero nada podía hacerlos regresar. El viaje sería
largo y difícil, ¡pero ellos tenían que ver al Rey de Reyes!
Llegaron al país de Judá y miraron el monte santo. Un poco más de
camino y sus pies entrarían a las puertas de Jerusalén. ¡Qué mara-
villoso es que el Rey celestial que los llamó, también los condujo a
Jesús!

II. HERODES, EL REY, DIRIGE A LOS MAGOS


A. Los Magos indagaron en Jerusalén
Sus corazones deben de haber saltado en sus pechos cuando ellos
entraron en Jerusalén. Ellos están cerca a la meta de su viaje y el
heredero real será visto en la capital del país. Pero nada en la ciudad,
ni en medio de la muchedumbre ni en las calles, parecía indicar el
nacimiento de un rey. Sin embargo, ellos no dudan en su convicción.

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Nuevo Testamento

No preguntan: ¿hay un heredero recién nacido? Ellos están seguros Referencias / Notas
y convencidos de que él nació.
Debido a su condición de extranjeros, piden información del Mesías
recién nacido. A su pensar, el pueblo del Mesías seguramente debe
conocer acerca de él. Por lo tanto, su primera pregunta naturalmente
es: ¿Dónde está el Rey de los Judíos que ha nacido? El punto de vista
de que la estrella los había guiado todo el camino desde el Oriente
a Jerusalén no es correcto. Muchos piensan que así fue como suce-
dió, pero no hay ninguna base bíblica para pensar de esa manera.
Los magos vieron la estrella y se dirigieron a la ciudad capital de
Israel, como sería natural. Pero, ya estando allí, vieron nuevamente
la estrella y ésta fue delante de ellos a Belén.
Los magos deseaban ir al lugar donde estaba el Rey recién nacido.
El pueblo de Jerusalén se extraña mucho por su pregunta. Pues ellos
no saben nada. La presencia de los magos causa sorpresa y temor, y
las noticias se esparcen rápidamente a través de todo el país. Todos
llegan a turbarse, y toda Jerusalén con él. ¡Ellos no sabían nada acer-
ca del Rey recién nacido!

B. Los maestros de Israel informan a los Magos


Herodes, el Rey de Judea, es un edomita que desde hacía treinta
años había obtenido el trono y había sido capaz de sostenerse en su
posición a pesar del odio intenso que los judíos tenían por él. A él le
gustaba demostrar su poder con pompa y grandeza, pues había ob-
tenido el trono por medios injustos y a la fuerza. Herodes es codicio-
so, malvado y cruel. El es extremadamente egoísta y orgulloso y sólo
le interesaba su propio bienestar. El sospechaba constantemente
que había complots en contra de él. El historiador judío Flavio Josefo
llama a Herodes como el rey “monstruosamente cruel”. El pueblo
le aborrece y teme. Ellos saben que Herodes es capaz de destruir a
todo aquel que se atraviese en su camino, aunque sea su esposa o
sus hijos. El no retrocede por nada.
Herodes entiende, por las preguntas de los Magos, que ellos están
buscando al Mesías. ¿Ha nacido el heredero del antiguo linaje real
de David? Si, ¡así es! ¡Herodes tendrá competencia y la ahogará con
sangre! Herodes entiende inmediatamente la referencia de que es el
Cristo. Aquellos que son egoístas no tolerarán el gobierno de Cristo y
ciertamente Herodes tampoco.
Entretanto, los magos que preguntan del Rey nacido están todavía
en la oscuridad. Nadie puede darles información. Herodes está pre-
ocupado y quiere saber más. El no se ha enterado del Salvador por-
que obviamente no conoce las Escrituras. Pero ahora las necesita
y, por lo tanto, va a los expertos, los “profesionales”, y se apresura a
convocar a todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo
para una reunión.
Los rabinos esperan ansiosa y temerosamente la llegada del rey, de-
seando saber lo que él quiere de ellos. El entró y les preguntó dónde
había de nacer el Cristo. ¿Eso es todo lo que él quería saber? Bien,

| 63 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas ellos pueden satisfacer su pregunta, porque los maestros religiosos
de Israel conocen la respuesta. Los escribas señalan a Miqueas 5:2
y lo interpretan a su manera. En su explicación omiten la segunda
Pero tú, Belén Efrata, tan parte y cambian el final de acuerdo a 2 Samuel 5:2.
pequeña entre las familias
La reunión se suspende. Por ahora, Herodes conoce suficiente. Los
de Judá, de ti ha de salir
escribas no demuestran ningún deseo de conocer más. Ellos no es-
el que será Señor en Israel;
tán interesados en el Rey recién nacido y permiten que los Magos
sus orígenes se remontan
vayan a Belén por su propia cuenta. ¡Estos, y no aquellos, son los
al inicio de los tiempos, a
los días de la eternidad. están llamados para ser profundamente devotos! Los maestros de la
Miqueas 5:2 Ley conocen el camino, pero no transitan por él. No tienen deseo de
ver a Jesús y no sienten necesidad de adorarlo. Aquí mismo ya está
el comienzo del cumplimiento de la promesa, A lo suyo vino, y los
Aun antes de ahora, suyos no le recibieron (Juan 1:11). No hay duda que su pensamiento
cuando Saúl reinaba sobre estaba envanecido, pues estaban convencidos de que, “Si el Mesías
nosotros, eras tú quien hubiera venido, nosotros ciertamente hubiéramos sido notificados
sacabas a Israel a la primero”.
guerra, y lo volvías a traer.
Además, Jehová te ha
dicho: “Tú apacentarás a C. El plan diabólico de Herodes
mi pueblo Israel, y tú serás Herodes ya ha formulado un plan. El pondrá una trampa. Le falta-
quien gobierne a Israel”. ba solamente conocer el lugar exacto en Belén. Una vez enterado
2 Samuel 5:2 pondría a cabo su deseo asesino. Entonces, con fingimiento decide
mostrar interés. Herodes llama a los Magos para una audiencia en
privado. El no desea que las demás personas se enteren siquiera por
la razón de la presencia de los Magos. Sus acciones son diabólicas.
El crea una impresión favorable de sí mismo y actúa muy amigable-
mente cuando recibe a los Magos. Muestra interés real por el objeti-
vo de este viaje y quiere saber todo. Pregunta primero sobre la fecha
de cuándo se les apareció por primera vez la estrella. El pretende co-
operar fervientemente en hallar las respuestas a las preguntas de los
Magos. El demuestra estar en completo acuerdo con su intención y
no les estorba en ninguna forma. Al darse cuenta de que los Magos
no tienen información exacta sobre el lugar de nacimiento del niño,
les pone el encargo de Id allá y averiguad con diligencia acerca del
niño pues él también quiere ir a Belén a adorarle.
Herodes usó a los magos para cumplir sus propios propósitos. Es
la más grande de las hipocresías pretender ser religioso para fines
egoístas. Herodes actúa amigablemente, pero es extremadamente
peligroso.
Pero, entonces, ¿por qué se quedó en Jerusalén y no fue con los ma-
gos? El hubiese conocido todo inmediatamente. Pero el Señor cuida
de todo. El desbarata el consejo de los impíos y usa a Herodes como
un medio para enviar a los magos al lugar correcto.

III. JESÚS, EL REY, RECIBE A LOS MAGOS


A. Los Magos van a Belén
Los magos tienen información suficiente en este momento. Han oído
al rey. No se conoce que ellos hayan prometido algo a Herodes, de
modo que más tarde ellos no rompieron ninguna promesa. Ahora

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Nuevo Testamento

pueden continuar su viaje. Han tenido experiencias extrañas. Quizás Referencias / Notas
mucho de lo que sucedió en Jerusalén les habrá desanimado.
Los magos abandonaron la ciudad sin la ayuda de un guía. Las per-
sonas en general son indiferentes al nacimiento de su Rey, pero los
Magos no dudaron ni por un instante.
¡La buena mano de Dios está con ellos! Después de estos problemas
Dios los conforta. Pues, de pronto, sobre sus cabezas, vuelve a apa-
recer la estrella que vieron en el oriente. No la habían visto por largo
tiempo, pero no la habían olvidado. La estrella es la señal la cual que
reafirma su fe.
En la providencia de Dios, a través de los medios usados por Hero-
des, los Magos saben ahora por lo dicho en las Santas Escrituras
que deben ir a Belén. Ellos creyeron esta revelación y siguieron ese
camino. Y además, ¡ellos pueden ver la estrella otra vez! El lenguaje
usado en la Escritura para describir la estrella, indica que ésta podía
ser vista por el ojo humano. Cuando ellos viajan, la estrella está en su
delante, y al llegar a su destino, la estrella se detiene.
Pronto llegan a Belén, pues está solo a dos horas de viaje de Jerusa-
lén. Después de todas las experiencias de su viaje, especialmente en
la capital de los judíos, y al ver que la estrella se detiene, los Magos
se regocijaron con muy grande gozo. ¡Qué diferencia entre su actitud
y la de los sacerdotes y escribas!

B. Los Magos adoran a Jesús


Finalmente llegan al lugar que tan anheladamente habían espe-
rado. Ellos entraron a una residencia; el niño ya no estaba en el
establo con un pesebre, sino en una casa. Allí encuentran al niño
con su madre María. ¡Qué sencilla es esta mujer! ¿Puede ser ella la
madre del Rey de los judíos? ¡Qué común y corriente es este niño!
¿Puede ser éste el Rey deseado tan intensamente? Tales preguntas
no los molestan. Ellos han soportado muchas pruebas de fe y, por
lo tanto, ellos no dudan. Ellos no se dejan llevar por las apariencias
externas.
Su fe es coronada. Los magos no dicen mucho, porque están pro-
fundamente conmovidos. No proclaman discursos elocuentes, sino
que reverentemente se arrodillan y humildemente adoran al niño. De
acuerdo a la costumbre oriental, se arrodillan hasta tocar con sus
caras el piso. Aunque la apariencia externa del niño es insignifican-
te, ellos Lo adoraron. Los Magos lo adoraron, porque creían en El.
Este niño, el Rey que ha nacido, ha capturado sus corazones y ellos
se lo ofrecieron gustosamente. ¡Qué maravillosa escena!
Y también le presentaron sus regalos. Después de algunos momen-
tos de silencio, de embelesamiento, sus tesoros (arcas y cofres) son
abiertos y le ofrecen a su Rey lo mejor de sus posesiones y lo que sus
corazones generosos pueden ofrecer. Estos son regalos apropiados
para un rey: oro, incienso y mirra. El incienso es una resina de olor
dulce. La mirra también es una resina y tiene un olor penetrante y un
sabor amargo. Este es uno de los ingredientes del aceite santo usado

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas para la unción (Éxodo 30:23) y es también usado para embalsamar
(Juan 19:39) o para la elaboración de perfume.
Tomarás especias finas: de Muchos intentos se han sido realizados para interpretar simbóli-
mirra excelente, quinientos camente estos regalos. El oro señalaría a la realeza, el incienso el
siclos, y de canela mérito sacerdotal, y la mirra la sepultura de Jesús. Pero, quizás es
aromática, la mitad, esto mejor verlos como los regalos más costosos que los Magos pudieron
es, doscientos cincuenta; encontrar para ofrecérselos a su Rey. Ellos le trajeron tributos reales
de cálamo aromático, al niño Jesús mientras los grandes líderes y letrados de Israel le ig-
doscientos cincuenta. noraron. ¡Esta es la vergüenza de Israel!
Éxodo 30:23

C. El plan diabólico de Herodes es desbaratado


Vino también Nicodemo,
el que antes había visitado Los magos no pudieron quedarse por más tiempo. Pronto regresa-
a Jesús de noche, trayendo ron a su país. El Señor interviene en sus planes y fueron avisados en
un compuesto de mirra y sueños. Este medio fue frecuentemente usado para revelación y fue
de áloes, como cien libras. experimentado por José, Faraón, Nabucodonosor y José, el esposo
Juan 19:39 de María. Siguiendo el consejo de Dios, los magos regresaron a su
tierra por otro camino.
Por lo tanto, el plan asesino de Herodes fue desbaratado. El tirano, se-
diento de sangre, esperó por largo tiempo pero nunca volvió a ver a los
magos. Entonces, los niños de Belén llegaron a ser las víctimas de su
odio frenético. Este malvado rey envió a sus siervos a que mataran en
esta región a todos los niños varones menores de dos años de edad.
El gran descendiente de David escapó porque Herodes no pudo de-
tener al mensajero celestial. Un ángel se le apareció en un sueño a
José y le avisó que llevara su familia a Egipto hasta que reciba otro
mensaje de Dios. Entonces la familia salió Belén y encontraron pro-
tección en Egipto.

D. Nuestra respuesta
Una revisión de los eventos de esta historia nos demuestra que son
bastante ilustrativos. Dios nos llama por su palabra y dirige nuestro
camino a Cristo. ¿Cómo respondemos a su llamado? Muchos son
como los escribas. El conocimiento de las Escrituras nunca debería
dejarnos satisfechos con una información externa. Debemos ser ha-
cedores de la Palabra y no sólo oidores.
Otros siguen el ejemplo de Herodes. Responden con enemistad a
cada revelación de la gloria de Cristo. ¡Eso es terrible! Aquellos que
luchan contra Dios, serán siempre derrotados.
¡Cuán bendecidos somos al proceder como los magos! Aquellos que
estén interesados verdaderamente en encontrar a Jesús, lo encon-
trarán. Dios, quien produce el deseo, también lo satisfará.
La historia de los Magos demuestra que la fe es probada, pero es
también animada. ¡Permita que usted sea llamado, atraído, enseña-
do y guiado por el Señor!
Hónrelo trayendo su ofrenda de agradecimiento al Rey. ¿Cuál es el
precio de su adoración?

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Nuevo Testamento

06
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS EN EL TEMPLO
A LOS DOCE AÑOS
Texto de referencia:
Lucas 2:40-52

Versículo para memorizar:


Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y
los hombres. Lucas 2:52

INTRODUCCIÓN
Los versículos de Evangelio de Lucas usados para esta lección son
los únicos de las Escrituras que mencionan la niñez del Salvador.
Frecuentemente se hacen muchas preguntas concernientes a su ni-
ñez y juventud y no pueden ser contestadas con certeza. La vida de
Jesús, que tantas revelaciones divinas y maravillosas trajo durante
los primeros días y meses de su vida, es como si estuviese oculta du-
rante treinta años. Sin embargo, estos años ocultos tienen un gran
significado.
La Palabra de Dios no fue dada para satisfacer nuestra curiosidad.
Esta lección está llena de instrucciones y ofrece mucha luz sobre
la niñez del Señor Jesús. Varios aspectos de su vida como hijo son
tratados:
I. Jesús participa en la adoración de Israel
II. Jesús se ocupa de las cosas de su Padre
III. Jesús es sumiso a sus padres

I. JESÚS PARTICIPA EN LA ADORACIÓN DE ISRAEL


A. El desarrollo de Jesús durante la niñez
Después de la muerte de Herodes, el malvado asesino de niños, José,
María y el Niño regresaron de Egipto. El Rey de los judíos, a quien los
sabios habían pagado tributo, regresó a su propio país. A su llegada
a Palestina no hubo nada que se asemeje a un cortejo real. Apenas

| 67 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas se notó. José y María se retiraron a la remota Galilea y se establecie-


ron en su ciudad de Nazaret, una de las ciudades menos importantes
de Galilea. Allí es donde Jesús pasó su niñez.
Notemos que por su naturaleza humana, el desarrollo de Jesús fue
normal y ordinario. Él creció hasta llegar a ser un hombre fuerte.
Lucas se refiere a esto con descripciones cortas pero significativas.
Según su naturaleza divina, Él fue siempre y eternamente perfecto.
Esto significa que su divinidad no está sujeta al desarrollo o creci-
miento. Es el hombre Cristo Jesús quien aumentó en estatura y se
desarrolló desde el nacimiento a un infante, desde un infante a un
niño y a un joven, y desde un joven hasta hacerse adulto. Él experi-
mentó todas las fases del crecimiento y desarrollo humano, hasta
que alcanzó la madurez.
Su desarrollo espiritual estuvo a la par con su desarrollo físico. Él
aumentó en sabiduría y estaba lleno de discernimiento. Su desarrollo
Mientras tanto, el joven espiritual fue constante y regular sin perturbaciones. Su desarrollo
Samuel iba creciendo y fue armonioso y fue perfecto en cada etapa. Como niño, el Salvador
haciéndose grato delante fue realmente un niño. Experimentó todas las características de la ni-
de Dios y delante de los ñez. Sin embargo, fue extraordinario en todo, porque era sin pecado.
hombres. 1 Samuel 2:26 La gracia de Dios era sobre él y él crecía en sabiduría y en estatura, y
en gracia para con Dios y los hombres. La gracia de Su Padre estaba
sobre Él y el pueblo lo tenía en alta estima. El afecto que los demás
El niño crecía y se
tenían por este Niño aumentó constantemente.
fortalecía en espíritu,
y estuvo en lugares En el Antiguo Testamento la vida de Samuel fue un reflejo de esto
desiertos hasta el día de (1 Samuel 2:26). También podemos comparar lo que Lucas afirma
su manifestación a Israel. sobre Juan el Bautista (Lucas 1:80). No hay ninguna referencia de un
Lucas 1:80 gran afecto de las personas por Juan, porque él creció en la soledad
del desierto, apartado de la vida cotidiana.

“Tres veces cada año se La unión de la naturaleza divina y humana en la persona del Sal-
presentarán todos tus vador es un misterio completo que no puede ser comprendido por
varones delante de Jehová, nuestra razón limitada. Es un hecho histórico que nosotros no po-
tu Dios, en el lugar que demos entender.
él escoja: en la fiesta El maestro, los padres, los ancianos y pastores también deben orar y
solemne de los Panes sin velar porque también los niños, crezcan en la gracia y el conocimiento
levadura, en la fiesta de nuestro Señor y Salvador Jesucristo (2 Pedro 3:18).
solemne de las Semanas
y en la fiesta solemne
de los Tabernáculos. Y B. Jesús será el Hijo de la Ley
ninguno se presentará
Cuando el Hijo de Dios tomó la naturaleza humana, en su divinidad
delante de Jehová con las
Él mismo escogió a sus padres, quienes irían fielmente por los ca-
manos vacías.
minos del Señor y le guiarían apropiadamente durante su juventud.
Deuteronomio 16:16
Ellos le dieron una educación meticulosa, exactamente según la ley.
Cuando Jesús tuvo doce años, lo llevaron a Jerusalén. Según la ley
Al siguiente día vio Juan (Éxodo 23:17; Deuteronomio 16:16), los varones tenían que compa-
a Jesús que venía a él, y recer ante Dios en el templo tres veces por año. La ley no prescribía
dijo: “¡Este es el Cordero esto para las mujeres, pero María acompañaba voluntariamente a
de Dios, que quita el José al templo para celebrar la Pascua. Esta fiesta le recordaba al
pecado del mundo!” pueblo el éxodo de Egipto y al Cordero de Dios (Éxodo 12; Juan 1:29;
Juan 1:29 1 Corintios 5:7).

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Nuevo Testamento

Hasta ahora ellos habían dejado a Jesús en casa. Alrededor de los Referencias / Notas
doce o trece, cuando el niño se convierte en hombre, los jóvenes
israelitas llegaban a ser “hijos de la ley” y adquirían ciertas obligacio-
nes como guardar los rituales prescritos relacionados con el ayuno y
la celebración de las fiestas. Para Jesús había llegado la hora, porque
el niño se había convertido en un joven. Por consiguiente, siguiendo
la costumbre de la fiesta, José y María llevaron por primera vez a Je-
sús junto con ellos para celebrar la Pascua en Jerusalén, para que
cumpliera su responsabilidad con la ley por sí mismo.
Muchos han fantaseado sobre los sentimientos de Jesús cuando vio
la imponente ciudad y cuando asistió a la celebración en el templo.
Esto debe evitarse porque las Escrituras no mencionan nada sobre
los sentimientos de Jesús. Lucas no nos da una explicación románti-
ca, más bien es muy sobrio en relatar los hechos.
Lo importante es reconocer que con este acto formal, el Hijo de Dios
es puesto de nuevo bajo la ley de Israel ¿Por qué era necesario esto?
Porque Él no vino a abrogar la ley sino a cumplirla, aún siendo un
niño o joven. Debe recordarse que Él la cumplió perfectamente. Que
entendió totalmente las abundantes prescripciones de las leyes de
Dios y que honró perfectamente a su Padre cuando participó en la
celebración de la Pascua. De este modo, dio testimonio de cómo
se deben realizarse los sacrificios delante del rostro de Dios en el
templo.

II. JESÚS SE OCUPA DE LAS COSAS DE SU PADRE


A. Jesús está perdido
La fiesta de la Pascua duraba siete días. José y María permanecieron
hasta el final. Entonces, ellos se prepararon para regresar a casa.
Cuando empezaron el viaje de retorno, Jesús no estaba con ellos,
pues Se quedó el niño Jesús en Jerusalén, sin que lo supiese José y su
madre. Ellos no se preocuparon que Él no esté con ellos. Pensaron
que estaba entre la compañía en el camino a casa.
Era la costumbre de los israelitas ir a la fiesta en una larga procesión
apiñada y regresaban a la casa de modo similar. Esto facilitaba el
largo y difícil viaje y lo hacía más agradable. Sin preocuparse, ellos
anduvieron camino de un día. Pensaron que no debían preocuparse
por un niño como Jesús y le dieron cierta libertad de movimiento.
Cuando se prepararon para descansar durante la noche, Jesús to-
davía no había regresado. Entonces comenzaron a buscarlo. Por su-
puesto, nadie lo había visto en la congestionada procesión. Entonces
María y José se preocuparon mucho. Él era su responsabilidad. Ellos
dejan la procesión de celebrantes y regresan una vez más a Jerusa-
lén. Claro, esto les tomó otro día.
Cuando llegaron a la gran ciudad, le buscaron por todas partes,
pero no pudieron encontrarle y se llenaron de gran ansiedad. Fi-
nalmente, tres días después, es decir, al tercer día de su retorno,
ellos lo encuentran. En ese momento estaban fuera de sí por la
preocupación.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas B. María y José encuentran a Jesús en el Templo


Pero los dos se sorprendieron cuando lo hallaron. ¿Cuál fue la razón
de la sorpresa? Encontraron a Jesús ¡en el templo! Pero no estaba
únicamente sentado en el templo, escondido en una esquina, sino
que estaba sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y
preguntándoles. Era común que los escribas se sentaran a la entrada
del templo sobre una plataforma baja durante las fiestas, dando ins-
trucción religiosa a los estudiantes también sentados en un círculo,
a sus pies. ¡Allí estaba Jesús!
Él hacía muchas preguntas, pero no actuaba arrogantemente como
si se tratara de un joven rabino de doce años, que discutía con los
maestros en Jerusalén y los examinaba. Esta interpretación incorrec-
ta no tiene ninguna base en la Escritura. No hay nada presuntuo-
so en las acciones de Jesús. El joven Jesús no tomó la posición de
un rabino. Al contrario, Él escuchaba con el más grande interés las
charlas de los rabinos, contestaba las preguntas y también les pre-
guntaba.
Aquellos hombres preparados estaban asombrados de sus puntos
de vista y se interesan en el joven, colocándole en el centro, sorpren-
didos por su discernimiento. Y todos los que le oían, se maravillaban
de su inteligencia y de sus respuestas. Después, a menudo leeremos
cosas similares acerca de Jesús.
Mientras Jesús estaba en el centro de este grupo, totalmente ocupa-
do en los asuntos espirituales, José y María entran en escena. ¡Qué
reunión! María habla primero, mientras José permanece en la parte
de atrás. Sus palabras contienen una reprensión indulgente, pero no
un reproche duro. ¿Reconoce ella su propio descuido? No hay duda
de que ella entiende que algo inusual ha traído a Jesús aquí, a este
lugar en particular. Sin embargo pregunta, algo irritada, ¿por qué? y
da salida a algunos de los sentimientos de ansiedad y temor que ella
y José –a quien ella le dice tu padre– han llevado durante su ansiosa
búsqueda.

C. Jesús ocupado en los negocio de su Padre Celestial


La respuesta de Jesús es muy significativa. Él, a su vez, les pregunta:
¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre
me es necesario estar? Esta respuesta contiene las primeras palabras
de Jesús que registran los Evangelios. Es un resumen corto de sus
pensamientos, palabras y acciones, y también de su vida más tarde.
Esto nos enseña claramente que Jesús no había permanecido en
Jerusalén debido a intenciones y propósitos equivocados. Él no reco-
noce ninguna mala acción porque no la había. Jesús no había sido
indiferente y no estaba perdiendo su tiempo. Menos aún, Jesús no
se había quedado por falta de cuidado o para evitar las malas com-
pañías.
Sus acciones no se debieron a la poderosa atracción de la hermosa
ciudad y del magnífico templo, los cuales podrían fácilmente anona-
dar a un joven criado en la sencillez de un lugar rural. No, su deseo y

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Nuevo Testamento

amor por los negocios de su Padre, su casa, su trabajo y su servicio Referencias / Notas
fueron los que lo motivaron. ¿No habían entendido eso José y María?
¡Allí es donde Él debía estar! Él sabía que su llamado está ahí.
¡Jesús estaba asombrado del porqué ellos lo buscaban! Ellos no te-
nían que buscarlo. Con asombro natural él pregunta: ¿Por qué me
buscabais? Aquí, en la casa de su Padre, Él se siente su casa y puede
estar involucrado en el negocio de su Padre. Él no estaba simple-
mente interesado en oír hablar de estas cosas, o haciendo preguntas
acerca de ellas, sino que él estaba inmerso en ellas. ¡Éstos son los
negocios de mi Padre! Así es como el joven de doce años respondió a
las palabras de María cuando le dijo: tu padre y yo.
Esto indica que Jesús era más que sólo naturaleza humana. De una “Todas las cosas me
manera maravillosa y clara él manifiesta la conciencia de su obra fueron entregadas por mi
divina, su oficio de mediador, su persona y obra. Gradualmente su Padre; y nadie conoce al
divinidad está siendo revelada a su humanidad y es receptivo a ella y Hijo, sino el Padre, ni
apto para recibirla. Cómo sucedió esto nosotros no podemos saber, nadie conoce al Padre,
pero podemos decir que él no recibió esta información de otros (Ma- sino el Hijo y aquel a
teo 11:27). quien el Hijo se lo quiera
revelar”. Mateo 11:27

III. JESÚS ES SUMISO A SUS PADRES


A. José y María no entienden a Jesús
José y María escucharon su contestación, sin embargo no entendie-
ron las palabras que les habló. No pudieron entender por qué Jesús
de súbito y públicamente habló sobre la relación exclusiva que tenía
con su Padre.
Muchos pensamientos y recuerdos debieron de haber venido a la
mente de María. Y nuevamente, ella recibió cosas nuevas para guar-
darlas en su corazón, de forma similar a cuando los pastores la visita-
ron. La incredulidad normalmente rechaza lo que no puede entender,
pero María no reaccionó así. Aunque ella no entiende todo, guarda
las palabras en su corazón y no reprocha a Jesús. En ese instante
ella no sabe qué decir y por consiguiente guarda silencio.

B. Jesús está sujeto a sus padres


Jesús tampoco dijo algo más. Aunque él se sentía completamente
en casa, de su Padre celestial, va inmediatamente y de buena gana
con su madre y su padre. ¡Su obediencia es impresionante! Él era
consciente de quién es, sin embargo, obedece antes de ser pregun-
tado. No hay una palabra de protesta cuando deja el templo, lugar
que para él era de gran gozo. Regresó obedientemente con ellos a
Nazaret.
Jesús ejerció gran abnegación. En lugar de disfrutar en el templo en
las cosas de su Padre, se sometió a la voluntad de Dios, su padre,
para estar sujeto a ellos: sus padres terrenales. Eso caracterizó su
vida juvenil e indica cómo se comportó en su hogar. Esta descripción
no sólo se aplica a su obediencia activa cuando acompañó as padres
de regreso a Nazaret, sino que muestra que siempre era obediente.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Él no sólo era obediente de vez en cuando, sino que más bien nunca
hubo un tiempo en el que no fuese obediente.
Jesús no era un niño pasivo, sino un niño santo. En un mundo lleno
de transgresores y rebeldes que frecuentemente causan que sus pa-
dres y maestros se aflijan, él era el único que nunca pecó contra el
quinto mandamiento.

C. Jesús es nuestro ejemplo para guardar el quinto mandamiento


Debería impresionarnos de que su juventud es descrita por las pala-
bras: que él estaba sujeto a ellos. Jesús nos pone aquí delante de un
ejemplo noble. Por naturaleza somos incapaces de seguir el ejemplo
del Señor Jesús. Los pecados contra el quinto mandamiento son mu-
chos y nos declaran culpables, por consiguiente los pecados de los
jóvenes necesitan ser cubiertos por la fe en la justicia de Cristo. Al
someterse a sus padres terrenales, Jesús cumplió la voluntad de su
Padre. Para eso vino a la tierra. Se puso bajo la ley, no sólo para llevar
nuestro castigo, sino también para cumplir las demandas de la ley
que incluyen el quinto mandamiento.
Siendo niño, Jesús pagó por nuestras transgresiones y obtuvo una
justicia que aplacó el juicio de Dios sobre la desobediencia. Por la
gracia de Dios se considera a todos los que creen en él como justos.
¿Está usted molesto por una conciencia que lo acusa de los peca-
dos de su juventud? ¡Vaya a Jesús! El Espíritu Santo nos imparte su
gracia y nos da el deseo de poner nuestros pies en los pasos de Je-
sús. Entonces empezaremos a seguirle sumisamente, en obediencia
amorosa.

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Nuevo Testamento

07
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

EL MINISTERIO DE JUAN EL BAUTISTA


Textos de referencia:
Mateo 3:1-12; Marcos 1:1-9; Lucas 3:1-18; Juan 1:19-28

Versículo para memorizar:


Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Mateo 3:2

INTRODUCCIÓN
Durante siglos se preparó la venida de Cristo. Cuando llegó la hora de su
aparición pública en Israel, fue enviado un heraldo a preparar el camino.
Cristo es como un rey poderoso, para cuya venida se hacen preparati-
vos. Los caminos torcidos tienen que ser enderezados, las montañas
tienen que ser bajadas y los valles tienen que ser rellenados. Juan el
Bautista era el mensajero enviado por Dios delante de Jesús.
Miraremos el trabajo de Juan el Bautista como el mensajero.
I. El mensajero e Israel
II. El mensajero y Cristo

I. EL MENSAJERO E ISRAEL
A. Introducción
Sabemos menos de la niñez de Juan que de la juventud de Jesús. El niño crecía y se
Sólo un texto da la información: Lucas 1:80. Todo sobre él era inusual. fortalecía en espíritu,
Desde su temprana juventud estuvo separado del mundo. Cuando y estuvo en lugares
creció, el desierto llegó a ser su hogar. Allí maduró hasta llegar a desiertos hasta el día de
ser un hombre fuerte, lleno del Espíritu, preparado y equipado por su manifestación a Israel.
el propio Dios para su importante tarea. A la edad de treinta, el hijo Lucas 1:80
de un sacerdote, apareció como profeta, no por su propia iniciativa y
voluntad sino porque vino palabra de Dios a Juan.

B. El tiempo de su aparición pública


Lucas da el tiempo exacto de su aparición. La unidad del reino que
existió en el tiempo de Herodes, el rey que cometió infanticidio en

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Belén, había desaparecido y la independencia relativa de Israel se


había terminado. Poncio Pilatos, el cruel representante del empe-
rador romano, era gobernador sobre Judea. La existencia de Israel
como una nación parecía perdida. Hacía treinta años la esperanza
había resurgido en muchos corazones, por un futuro glorioso para
el trono de David y el pueblo, pero el pasar tranquilo del tiempo al
parecer había defraudado esta esperanza.
Los tiempos eran malos, también desde un aspecto espiritual. Anás
y Caifás, líderes deplorables, eran los guías espirituales de Israel.

C. El lugar de sus labores


En aquellos días se El lugar donde las labores de Juan empezaron fue el desierto de Ju-
presentó Juan el Bautista dea. Este territorio no era un desierto arenoso interminable, sino un
predicando en el desierto desierto escasamente poblado, estéril, desnudo y caliente, lacerado
de Judea. Mateo 3:1 con hendiduras profundas y lleno de piedras dentadas. Estaba locali-
zado sobre el Mar Muerto, cerca de Jericó (Mateo 3:1). Juan también
predicó en las regiones situadas a ambos lados de la rivera del río,
donde había servicio irregular de barcas. Aquí él anduvo, mantenién-
dose alejado del correr y del bullicio de las ciudades. Él no tenía que
buscar a las personas, ellas venían a él.

D. La forma de su apariencia
Pero de todo insecto alado Su apariencia es significativa. Él no toma parte en las actividades do-
que anda sobre cuatro mésticas de las personas, no asiste a ninguna fiesta. No se preocupa
patas comeréis el que, por las cosas terrenales. No lleva ropa suave y elegante. Como Elías,
además de sus patas, él usaba un vestuario tosco de pelo de camello y usa un cinto de cuero
tiene zancas para saltar alrededor de sus lomos. Él no desea comida gastronómica, sino que
con ellas sobre la tierra. se alimenta de langostas, del tipo comestible que se lo asa o muele.
De ellos comeréis estos: Ésta no era comida muy rara para los muy pobres (Levítico 11:21, 22).
toda clase de langosta, Él también comía miel silvestre, que estaba disponible en el desierto
de langostino, de grillo y (Mateo 3:4). Tanto la apariencia exterior de Juan como su estilo de
saltamontes. vida indicaba sobriedad y austeridad.
Levítico 11:21, 22
Cuando llegó el tiempo para que el Mesías sea revelado a Israel, el
Espíritu Santo sacó a este mensajero del aislamiento. De repente e
Juan estaba vestido de inesperadamente ¡él apareció, un emisario de sentencia, en el es-
pelo de camello, tenía un píritu y poder de Elías! Sus palabras sonaron a través del desierto y
cinto de cuero alrededor resuenan en los oídos de su público. Su aparición causó gran alarma
de su cintura, y su comida y las personas fueron tocadas con el temor. De cerca y de lejos ellos
era langostas y miel vienen a verle y a escucharle. ¡Y salían a él toda la provincia de Judea,
silvestre. Mateo 3:4 y todos los de Jerusalén! (Marcos 1:5) ¡Juan estaba celoso por Dios!

E. Los contenidos de su mensaje


Los contenidos del mensaje de Juan dejaron una impresión profunda
en las personas. El mensaje de este profeta no era trivial. Sus palabras
causaron alegría y alivio, pero también son intimidadoras y llenas de
advertencia. Ellas arrojaron y ellas levantaron. Su mensaje los asusta
como un terremoto y despierta a los pecadores de su falsa confianza.

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Nuevo Testamento

Lo siguiente debe recordarse del mensaje de Juan: Referencias / Notas

1) Es jubiloso
La esencia de su sermón es: el reino de los cielos se ha acercado (Ma-
teo 3:2). La expectativa de las edades es cumplida. ¡Dios recordó su
pacto y el Rey está viniendo!

2) Exige arrepentimiento sincero


El mensaje de Juan humilla profundamente a sus compatriotas.
Ellos han olvidado a Dios y, por consiguiente, Juan actúa como Elías
para mantener el pacto de Dios y la Ley. Es un testigo solitario en me-
dio de una generación profundamente caída. Israel es el pueblo del
pacto de Dios, pero eso no es suficiente para entrar en el reino del
Mesías. Muchos están orgullosos de ser descendientes de Abraham
y piensan que eso asegura su entrada en el reino del cielo. A menos
que ellos posean la misma fe de Abraham, no entrarán. Dios no los
necesita porque Él es capaz de levantar hijos a Abraham aun de estas
piedras (Mateo 3:9). Sin Dios ellos están eternamente condenados.
Su ceguera debe ser expuesta. El tiempo ha llegado cuando la pa- Y diciendo: “Arrepentíos,
ciencia de Dios casi se ha terminado. Ellos son amenazados con el porque el reino de los
hacha y el fuego. El juez está de pie, esperando a la puerta. No sólo el cielos se ha acercado”.
hacha está lista, sino que está puesta a la raíz de los árboles, una se- Mateo 3:2
ñal que no sólo las ramas serán cortadas, sino que todo el árbol será
destruido, si ningún cambio radical tiene lugar. El primero y gran
requisito es: ¡Arrepentíos! (Mateo 3:2; Lucas 3:8, 9).
Durante siglos el Mesías había sido aguardado y el pueblo esperaba
que levantara al reino antiguo a su gloria anterior: Pero al mismo
tiempo el pueblo sabe que su venida será su juicio, si permanece en
el camino que está.

3) Desenmascara la hipocresía
Juan no teme o adula a ninguno. Él predica el temor del Señor a los
publicanos deshonestos, a los soldados saqueadores, y también a
muchos de los Fariseos y Saduceos (Lucas 3:12, 14; Mateo 3:7). Ellos
se mezclaban con la muchedumbre que venía a oír a Juan. Al parecer
no habían venido porque sentían la necesidad de su alma, o porque
sentían su culpa y deseaban la salvación. Ellos no se preocuparon
de ser limpiados del pecado. Vinieron porque no querían perder su
reputación frente a las personas. Otros buscaron el bautismo para
aumentar sus egos y por razones egocéntricas. El Bautista vio sus
intenciones ocultas y expuso sus motivos equivocados.
Juan no tuvo misericordia de la multitud, y en particular desenmas-
caró a los fariseos y saduceos: ¡Generación de víboras! ¿Quién os en-
señó a huir de la ira venidera?
Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento (Lucas 3:7, 8). ¡Juan
los desafió a traer frutos que demuestren que ellos estaban arrepen-

| 75 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas tidos! Hay frutos que no son el resultado del verdadero arrepenti-
miento, tal como la simulación externa de piedad y “obras” muertas.
“… Porque en hiel de Al referirse a ellos como víboras, Juan no está maldiciéndolos. No-
amargura y en prisión de sotros nunca podemos maldecir a nadie, incluso ni a las criaturas
maldad veo que estás”. más bajas. Juan usa esta expresión para desenmascarar su destreza
Hechos 8:23 venenosa y maldad. Con ira santa él usa palabras que encajaron en
su situación, similar a lo que Pedro hizo después dirigiéndose a Si-
món el hechicero (Hechos 8:23). Es el amor que motiva a Juan para
buscar seriamente el bienestar de los demás, por consiguiente él les
señala el camino correcto y no les excusa su mal proceder.

4) Asegura el arrepentimiento de la gracia perdonadora de Dios


Yo no lo conocía; pero el El bautismo aseguraba el arrepentimiento de la gracia perdonadora
que me envió a bautizar de Dios. La manera peculiar en que esto es declarado es importante.
con agua me dijo: “Sobre Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepenti-
quien veas descender el miento para perdón de pecados (Marcos 1:4). Aquellos que confesa-
Espíritu y permanecer ron sus pecados fueron bautizados en el río Jordán (Mateo 3:6). Ésta
sobre él, ese es el que actividad era parte de la comisión que Dios dio a Juan (Juan 1:33) y
bautiza con Espíritu por esta se le dio su nombre.
Santo”. Juan 1:33
El bautismo como lo practicaba Juan era algo nuevo. Lo hacía des-
pués de que declaraban su arrepentimiento, como demostración pú-
blica del acto de fe.
En el Antiguo Testamento se prescribió muchos lavados levíticos y
los judíos del tiempo de Juan practicaron el bautismo prosélito para
los paganos. Este bautismo no condujo al arrepentimiento. Más bien
era una proclamación de que la señal exterior de la circuncisión no
era espiritualmente beneficiosa. De allí que, también los judíos, aun-
que circuncidados, necesitaban la limpieza espiritual verdadera a
través de la sangre de Cristo.
El bautismo era también una evidencia convincente de que Dios no
rechazó a su pueblo, sino que a pesar de su indignidad todavía les
ofrecía su gracia. Del lado de la persona bautizada había una decla-
ración pública para abandonar el pecado. Del lado de Dios era el
celo por el perdón de los pecados.
Juan no es sólo un predicador de la Ley, sino que también proclama
el Evangelio.

5) Enseña que el arrepentimiento debe producir frutos


Llenos de emoción, los oyentes le preguntan a Juan: Entonces ¿Qué
haremos? (Lucas 3:10, 12, 14) La respuesta es simple. ¡La confesión
del pecado no es suficiente, sino que debe estar acompañada con la
acción! Juan no insinúa vagamente esta acción, sino que hace apli-
caciones prácticas según las situaciones individuales.
Las varias respuestas que Juan da, contienen lecciones preciosas. Él
no extiende nuevas leyes, ni él tampoco hace demandas raras. Juan
no les exige a los convertidos que lo sigan en el desierto. No, ellos
no tienen que abandonar sus profesiones terrenales. Dios es servido

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Nuevo Testamento

por nuestra profesión diaria y la manera en que la realizamos, de- Referencias / Notas
muestra la realidad de nuestra conversión. Demostrar rectitud, com-
pasión, amigabilidad y ruptura con los pecados que están más cerca Respondiendo, les decía:
a la mano, son las mejores evidencias. Por ejemplo, un publicano no --El que tiene dos túnicas,
puede cobrar un impuesto excesivo y un soldado no puede actuar dé al que no tiene; y el que
con violencia indebida. ¡La opresión y la violencia no son aceptables! tiene qué comer, haga lo
¿Hay personas que están en necesidad de vestuario y comida? ¡Com- mismo. Lucas 3:11
parte tu riqueza con ellos! (Lucas 3:11).

F. Los resultados de su predicación


El ángel Gabriel había profetizado que el trabajo de Juan prepararía
para el Señor un pueblo bien dispuesto (Lucas 1:17) y Zacarías había
cantado acerca de esto en el nacimiento de Juan. Juan conocía su
tarea y la cumplió. Él es de hecho como un candelero encendido.
Sus palabras tenían gran impacto y llevaban mucho fruto. Él también
atrajo a sus enemigos que se burlaron: demonio tiene, le decían (Lu-
cas 7:33). La mayoría de las personas lo aceptaron como un profeta
enviado por Dios. Después, Jesús defiende el testimonio de Juan y
muchos dijeron más tarde, pero todo lo que Juan dijo de éste (Jesús),
era verdad (Juan. 10:41). Los primeros discípulos del Salvador vinie-
ron del círculo de seguidores de Juan. Juan era el verdadero mensa-
jero que preparó el camino para el Señor.

II. EL MENSAJERO Y CRISTO
A. El pueblo piensa que Juan es el Cristo
El pueblo que está buscando liberación, centró su esperanza en
una personalidad poderosa. Esto explica por qué el pueblo empezó
a discutir la posibilidad si acaso Juan sería el Cristo (Lucas 3:15). El
concilio judío en Jerusalén envió a varios sacerdotes y levitas para
investigar y hacer preguntas a Juan.
La actitud de Juan es admirable. Aunque él sabía que dejó una tre-
menda impresión en las personas y fue rodeado por grandes muche-
dumbres, no permitió ser deslumbrado ni un momento por el favor
del pueblo y su aceptación clamorosa. Él permaneció derecho. Y no
quiere parecer más de lo que es. Por consiguiente confesó pública,
abiertamente y sin vacilación: Yo no soy el Cristo.
En verdad, él está consciente que tiene una relación íntima con Dios.
Él es el mensajero para preparar a las personas y proclamar la venida
de Cristo. Juan es el mensajero, el portero, el heraldo y la voz de uno
que clama en el desierto. Él es el amigo del esposo (Juan 3:29).
Juan es el mayor de los profetas porque no sólo hace lo que predice,
sino que presenta al Mesías a las personas. Él tiene cuidado de que
todos los obstáculos sean removidos y guía a los amigos del novio
hacia el novio. ¡Ciertamente tiene una posición única total! Él no es
Elías que ha regresado personalmente a la tierra. Ésta era una iden-
tificación equivocada que hacían de él. Por la profecía de Malaquías,
Juan está espiritualmente lleno.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Juan permaneció convencido de su propia insignificancia. No impor-


taba cuán grande era él, comparado con Jesús, es nada. Él dice esto
públicamente al pueblo: pero viene uno más poderoso que yo (Lucas
3:16; Juan 1:27). Es un honor inmerecido para Juan poder ofrecerse
al Mesías para el servicio humilde de un esclavo. No es digno de
desatar la correa de sus zapatos (Lucas 3:16).
Juan conoce su lugar. Reconoce que debe menguar y que Jesús debe
aumentar. Juan era diferente de Elías, pues Juan no realizó ningún
milagro. De ninguna manera tenía que estar parado en el camino de
Jesús.

B. El trabajo de Juan era bautizar y predicar


El trabajo de Juan fue confinado a bautizar y predicar. Sus sermones
no sólo hablaban del pecado, sino también de la gracia. Él proclamó
a Cristo. Ése era el punto alto de su predicación. Juan presenta a
Cristo como Salvador y Juez.
Juan aseguró a sus oyentes, que en contraste con su bautismo en
agua, Cristo les bautizará en Espíritu Santo y fuego (Lucas 3:16).
Esto caracteriza la obra limpiadora y consumidora del Espíritu San-
to el cual es dado por medio de Cristo. El fuego purifica y consume.
El Espíritu Santo purificará los corazones de los creyentes como
el metal es refinado en el horno y como el fuego trae juicio so-
bre aquéllos que se alejan de Cristo. “La obra del Espíritu Santo es
como el fuego, que destruye el pecado y liberta a todos los que son
oprimidos por el pecado. Destruye a aquéllos que anhelan el peca-
do” (Dr. S. Greydanus).
Mientras Juan señala a la salvación gloriosa que sólo puede ser re-
cibida de Jesús, también predica claramente que Cristo obtuvo esto
para su pueblo por su propio sacrificio. Él retrata a Cristo como el
Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29), señalando
al cumplimiento de los sacrificios antiguos. Cristo es la seguridad
que quita la culpa del pecado. Por la expiación de su sangre, paz y
vida fueron obtenidas.
No todos experimentan los frutos del sacrificio de Cristo. La venida
de Cristo también trae purificación y separación. Él es el Juez de
todos. Él hará con las personas lo que el granjero hace con el trigo
y la cizaña.
La frase Su aventador está en su mano (Lucas 3:17) se refiere a un ins-
trumento de madera que fue usado para sacudir el trigo que no esta-
ba separado. La era fue un lugar redondo, duro en el campo, donde
el granjero se paraba con un instrumento como una pala grande en
su mano, para revolver el trigo trillado una y otra vez. Abanicadas al
viento, las semillas buenas caían de la paja y de las vainas, mientras
la paja volaba lejos, a los bordes exteriores del suelo, donde podía
ser recogida y quemada. El grano era traído al granero y la paja era
destruida.

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Nuevo Testamento

08
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS SE BAUTIZA Y ES TENTADO


POR SATANÁS
Textos de referencia:
Mateo 3:13-4:11; Marcos 1:9-13; Lucas 3:21, 22; 4:1-13

Versículo para memorizar:


Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que
sale de la boca de Dios. Mateo 4:4

INTRODUCCIÓN
Jesús vino al mundo para ser el gran Libertador y darnos la paz. Su
obra redentora no empezó al final de su vida, sino desde su primera
aparición pública, a la edad de treinta años, cuando fue bautizado y
durante la tentación en el desierto.
Las dos historias pueden considerarse como una sola debido a la co-
nexión íntima entre los dos eventos. Sin embargo, hay un contraste
importante. En el bautismo de Jesús, fue revelada su solemne y glorio-
sa majestad. Durante la tentación en el desierto, su amargo sufrimien-
to se mantiene en primer plano pero resalta después la gloria de una
victoria absoluta sobre Satanás. Debemos prestar atención a ambos.
Los dos eventos que trataremos en esta lección son:
I. Jesús es bautizado
II. Jesús es tentado

I. JESÚS ES BAUTIZADO
A. El primer acto público del Salvador
¿Cuál fue el primer acto público de Jesús? Cuando Juan el Bautista
empezó su ministerio en Israel, Jesús todavía vivía en el pequeño pue-
blo de Nazaret, oculto de los ojos de los demás poblados. Él hizo su
aparición pública aproximadamente medio año después de su mensa-
jero. Las noticias de la predicación de Juan se habían extendido amplia
y extensamente, y muchas personas habían sido bautizadas.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Jesús va primero a ver a Juan al Jordán (Mateo 3:13). Él reconoce el
oficio de Juan y se une a la muchedumbre que se bautizaba, no como
Y no le conocía; mas para un espectador, sino igual que los otros deseaba ser bautizado. Nadie
que fuese manifestado a lo conocía. Juan, aunque relacionado a él por la sangre (su madre era
Israel, por esto vine yo prima de María), tampoco lo conocía en su oficio de Mesías (Juan 1:31,
bautizando con agua. Y yo 33). Hasta ese momento, Juan no había recibido ninguna orden direc-
no le conocía; pero el que ta con respecto a Jesús. Recibe entonces la revelación divina, que le da
me envió a bautizar con la convicción plena de quien es aquel que está delante de él.
agua, aquél me dijo: Sobre Juan quedó asombrado de que Jesús se ponga al mismo nivel de las
quien veas descender el personas pecadoras que venían a él. Siente que no es digno ante la
Espíritu y que permanece superioridad de Jesús. Jesús era su superior. Podemos entender el por-
sobre él, ése es el que qué este hombre humilde rehusó primeramente bautizar al Mesías y
bautiza con el Espíritu preguntó con el más grande asombro: Yo necesito ser bautizado por ti,
Santo. Juan 1:31, 33 ¿y tú vienes a mí? (Mateo 3:14)
Sin embargo, Jesús mantuvo su petición y más bien repite su deseo y
le dice, deja ahora, que significa “déjame ser bautizado”. Juan se rindió
ante esta orden permitiendo a Jesús hacer lo que quería. Los dos des-
cendieron al río y Juan bautizó a Jesús.

B. ¿Por qué deseó Jesús el bautismo?
¿Por qué pidió Jesús ser bautizado? Ésta es una pregunta importante.
Inicialmente Juan se negó y se opuso a este bautismo, pero Jesús in-
sistió. Y de hecho había razones suficientes para hacerlo.
El Señor Jesús no necesitaba el bautismo, como tampoco necesita-
ba la circuncisión. Todos los bautizados por Juan tenían que confe-
sar sus pecados personales, pero Jesús no tenía ningún pecado que
confesar. ¡Él es Santo! Jesús no buscó el bautismo para reconocer a
Juan como su mensajero oficial. Tampoco el bautismo de Jesús fue
el modo de acercarse a las personas, que consideraban a Juan un
gran profeta.
Jesús buscó el bautismo por una razón totalmente diferente. Porque
así conviene que cumplamos toda justicia (Mateo. 3:15). Él tenía que
cumplir las demandas de Dios y por consiguiente Juan no podía rehu-
sarse. Es como si Jesús dijera: esto me “conviene” por lo tanto tú no
puedes negarte.
¡Aunque Juan consideró que no era apropiado que él bautice a Jesús,
esto era lo más apropiado! Debido a que el bautismo de Juan fue insti-
tuido por Dios, le correspondía al Hijo de la ley someterse a él. De este
modo, no se negó a las demandas de su Padre, sino que cumplió con
toda justicia y así obedeció totalmente la voluntad de su Padre. Su
bautismo mostró que era el verdadero Siervo del Señor.
Al que no conoció Esta es entonces una parte esencial de la obra redentora, para la
pecado, por nosotros lo cual él fue enviado y la cual aceptó públicamente. Su bautismo es
hizo pecado, para que mucho más que una mera formalidad. Con su bautismo declaró pú-
nosotros fuésemos hechos blicamente la relación con su pueblo culpable e impuro. El juicio
justicia de Dios en él. que pendía sobre ellos ahora estaba sobre él. Como su Redentor, Je-
2 Corintios 5:21 sús tomó sobre sí mismo el pecado de ellos y así descendió al agua
como el impuro (2 Corintios 5:21).

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Nuevo Testamento

C. El cielo reconoció el bautismo de Jesús Referencias / Notas


¿Qué pasó luego? Otro evento sigue inmediatamente. El evangelista
Marcos usa la palabra “enseguida” (Marcos. 1:10), una expresión que Entonces él les dijo:
repite más de cuarenta veces en su corto evangelio. Inmediatamente ¿Por qué me buscabais?
después del bautismo, una señal muy importante vino del cielo. Mien- ¿No sabíais que en los
tras que las primeras palabras de Jesús indican que estaba consciente negocios de mi Padre me
de quién era (Lucas 2:49), su primer acto público revela su obediencia es necesario estar? Lucas
y sumisión voluntaria por complacer al Padre. Jesús quiere ser el Me- 2:49
sías de Dios, que se humilla, que no busca un lugar de gloria, sino que
escoge el agua del bautismo.
Y mientras estaba orando, el cielo se abrió (Lucas 3:21). ¡Él es acepta- Y luego, cuando subía
do por el Padre! Desde el cielo Él proclama su aprobación sobre su del agua, vio abrirse los
obediente Hijo en la tierra. Los cielos le fueron abiertos, registra Mateo cielos, y al Espíritu como
(Mateo 3:16). La expresión que se usa en el griego indica que la apertu- paloma que descendía
ra de los cielos fue como una separación o división (Marcos 1:10). Lite- sobre él. Marcos 1:10
ralmente, el cielo visible se parte y aparece una puerta en la eternidad.
¡Qué maravilloso!
Y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma También dio Juan
(Lucas 3:22). Algo visible bajó. Juan el Bautista vio esta manifestación testimonio, diciendo: Vi
y entendió que era la señal prometida dada por Dios (Juan 1:32, 33). Lo al Espíritu que descendía
que se vio no fue una paloma real, sino era el Espíritu Santo que tenía del cielo como paloma, y
la “forma física” de una paloma. permaneció sobre él. Y yo
no le conocía; pero el que
Jesús ya poseía el Espíritu porque él fue concebido por el Espíritu Santo,
me envió a bautizar con
pero ahora, en su naturaleza humana, él fue completamente equipado
agua, aquél me dijo: Sobre
con los dones de su oficio y el poder para llevar a cabo su obra volun-
quien veas descender el
taria como Redentor (Hechos 10:37, 38). Dios no le dio el Espíritu por
Espíritu y que permanece
medida (Juan. 3:34), sino abundantemente.
sobre él, ése es el que
Aquí Jesús recibió la consagración plena y la unción para su oficio bautiza con el Espíritu
público. La señal visible desapareció después de un momento, pero no Santo. Juan 1:32, 33
fue como con los profetas de antaño quienes poseyeron el Espíritu por
un tiempo. El Espíritu reposó sobre Él (Isaías 11:2) y permaneció sobre
Él (Juan 1:32), quedándose con Él para guiarlo y darle poder en su mi- Vosotros sabéis lo que se
nisterio público como Redentor. divulgó por toda Judea,
comenzando desde
Y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo Galilea, después del
complacencia (Lucas 3:22). La señal audible se añade a la señal visible. bautismo que predicó
Porque Jesús quiso ser Salvador y escogió el camino de la auto-humi- Juan: cómo Dios ungió
llación, quiso también bautizarse. Y el Padre inmediatamente da su con el Espíritu Santo
confirmación y le reafirma que tal Mediador satisface toda su compla- y con poder a Jesús de
cencia. La voz del cielo proclamó su gloria y se dirige expresamente a Nazaret, y cómo éste
Jesús para confortarle y asegurarle el favor del Padre. ¡Tú eres mi Hijo anduvo haciendo bienes
amado! El Padre dio testimonio desde el cielo, el Hijo oró en la tierra y y sanando a todos los
el Espíritu Santo descendió desde el cielo a la tierra. oprimidos por el diablo,
porque Dios estaba con él.
Hechos 10:37, 38
II. JESÚS ES TENTADO
A. La escena del desierto
Inmediatamente después del bautismo, la escena cambió dramática-
mente. ¡El cambio es imponente! Primero estaba el río, ahora el desier-
to (Mateo 4:1). Este desierto abandonado, indómito, que la tradición lo

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas ubica entre Jerusalén y Jericó, era un lugar inhóspito, una tierra seca,
esparcido con piedras, donde los animales salvajes como los zorros,
Y él estuvo allí con Jehová chacales y serpientes encuentran su hogar.
cuarenta días y cuarenta En su bautismo Jesús disfrutó de un bendito tiempo de comunión,
noches; no comió pan, pero ahora, durante cuarenta días, debe estar solo y vagando por el
ni bebió agua; y escribió desierto. Después del bautismo, la primera cosa que sucedió fue que
en tablas las palabras el Espíritu le impulsó al desierto (Marcos 1:12). La palabra “impulsó”
del pacto, los diez indica claramente que esto fue intencional. La reunión que tendría lu-
mandamientos. Éxodo gar entre Jesús y Satanás en el desierto no era una casualidad. Jesús
34:28 no buscó una reunión con el diablo, pero tampoco la evitó cuando el
Espíritu lo impulsó.
Se levantó, pues, y comió Jesús estuvo rodeado de fieras que no le hicieron daño (Marcos 1:13). Y
y bebió; y fortalecido con no comió nada en aquellos días (Lucas 4:2). Moisés tampoco comió pan
aquella comida caminó o bebió agua durante los cuarenta días que estuvo en la presencia de
cuarenta días y cuarenta la gloria de Dios en el monte Sinaí (Éxodo 34:28). Similarmente, Elías
noches hasta Horeb, el viajó cuarenta días porque fue fortalecido por el alimento maravilloso
monte de Dios. que había comido bajo la dirección del ángel (1 Reyes 19:8). Jesús, sin
1 Reyes 19:8 embargo, pasó su tiempo en el desierto en la más grande privación. El
ayuno puede ser un medio fuerte para que nosotros luchemos contra
el pecado y los poderes satánicos (Marcos 9:29), pero para él esto sig-
Y les dijo: Este género con nificó sufrimiento.
nada puede salir, sino con
Todo el tiempo que Jesús estuvo en el desierto, fue expuesto a las
oración y ayuno.
tentaciones del diablo (Lucas 4:2). Durante casi seis semanas él fue
Marcos 9:29
atormentado por los ataques continuos del gran enemigo de Dios
y del hombre. ¡Cuán doloroso debe haber sido esto para el Jesús
“… Por cuarenta días, y santo!
era tentado por el diablo.
Y no comió nada en
aquellos días, pasados B. Las tres tentaciones
los cuales, tuvo hambre”. Finalmente tenemos tres tentaciones, que Mateo y Lucas presentan
Lucas 4:2 en un orden diferente. La razón no es fácil de explicar. Tampoco es fá-
cil hablar sobre las tentaciones del Señor sin entrar en puntos equi-
vocados. Por ello es importante considerar cuidadosamente algunas
de las siguientes perspectivas:

1. ¿Quién es el que tienta a Jesús?


A menudo la historia es relatada desde una perspectiva equivocada,
porque el carácter del tentador no se describe. El informe que la Escri-
Entonces oí una gran
tura da sobre él es muy breve.
voz en el cielo, que decía:
Ahora ha venido la Satanás tiene muchos nombres, tales como el diablo, el calumniador,
salvación, el poder, y el el acusador de los hermanos (Apocalipsis 12:10), Satán, el maligno,
reino de nuestro Dios, y el príncipe de la oscuridad, el príncipe de este mundo, etc. Él es la
la autoridad de su Cristo; cabeza de un grupo de ángeles que fueron creados buenos, pero que
porque ha sido lanzado se apartaron de Dios. El trabajo principal de Satanás es atacar a Dios.
fuera el acusador de Él es un espíritu insidioso, orgulloso y odioso que tiene una existencia
nuestros hermanos, el que personal.
los acusaba delante de
Hay personas que niegan su existencia y sólo quieren usar la palabra
nuestro Dios día y noche.
diablo como un adjetivo. Ellos hablan sobre el diablo del alcohol, el
Apocalipsis 12:10

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Nuevo Testamento

diablo del orgullo o tacañería, etc. El relato de la tentación indica clara- Referencias / Notas
mente que el diablo se comporta como un espíritu, con una existencia
personal que puede actuar, moverse, hablar, llevar, proponer y salir.
Dios tuvo gran poder y la habilidad para revelarse a Jesús en el desierto
en una forma visible. El diablo no puede ser salvado. Él está obsesiona-
do con el pecado y todo su ser se ocupa de tramar y tentar a otros para
pecar. Él es el tentador y se complace con su obra.
Su tentación a nuestros primeros padres le rindió resultados. También
tentó a Jesús, pero los resultados le fueron negativos.

2. La tentación de Satanás fue real


La tentación no fue sólo una mera ilusión. El Salvador experimentó
una lucha grande y verdadera en el desierto. Su tentación no fue pura
imaginación. Él no soñó, tampoco experimentó una representación
simbólica; ésta era una terrible realidad.
Fue un evento histórico y no debe ser visto como un acto simbólico.
Nosotros debemos hacer justicia a los hechos. Debemos mantener la
seguridad de que los eventos fueron reales, aunque no podemos en-
tender el “cómo” de todos ellos, tales como: ir a Jerusalén, ser llevado a
una montaña alta y el mostrar los reinos de la tierra en un momento.
Las tentaciones son intentos para alejarnos de Dios. Era imposible
para Jesús caer en pecado. Esto es cierto, incluso antes de que la ten-
tación tome lugar. En el paraíso Adán era santo, sin embargo, él podía
apartarse de Dios. Jesús es santo y no podía caer en pecado porque es
el Hijo de Dios sin pecado. Como hombre, Él era absolutamente santo
y lleno del Espíritu Santo. El Padre había declarado su identidad en el
bautismo.
La tentación no fue un examen de prueba para ver si Jesús podía
ser el Redentor, como si eso estuviera en duda. Él lo sabía sin lugar
a dudas.
¿Era entonces posible que él haya sido tentado de verdad? Indudable-
Sino que cada uno es
mente, los hechos lo demuestran. Pero las tentaciones sólo podían
tentado, cuando de su
venir a él desde afuera, al contrario de nosotros. En Jesús no había
propia concupiscencia
un punto de contacto para la tentación dentro de su naturaleza huma-
es atraído y seducido.
na. Nosotros en cambio somos tentados por nuestros deseos internos
Santiago 1:14
(Santiago 1:14), pero en el alma sin pecado de Jesús no había ni la
menor inclinación para ceder ante la tentación.

3. La tentación era seria


Sin embargo, la tentación fue seria porque Jesús al tener una naturale- Pues en cuanto él mismo
za verdaderamente humana, temía al sufrimiento y a la muerte (¡pien- padeció siendo tentado,
se en Getsemaní!). Satanás era el enemigo de Jesús y ahora tenía la es poderoso para socorrer
oportunidad de tentar a Jesús. Él estaba dispuesto a hacer todo lo que a los que son tentados.
estuviera a su alcance. Motivado por el odio y el temor, tentó a Jesús Hebreos 2:18
para que peque. El Salvador sintió profundamente el poder del tenta-
dor y eso le causó sufrimiento (Hebreos 2:18).

| 83 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas 4. La tentación fue necesaria


Jesús debió sufrir las tentaciones por necesidad. Ellas eran el com-
plemento de la tentación a Adán en el paraíso. Ellas constituían las
condiciones para la obra de Jesús como Mediador. Por consiguiente,
el Espíritu Santo lo lleva a encontrarse con el diablo. Como el Reden-
tor de los pecadores, Jesús debe sufrir en nuestro lugar. Debido a
que nuestros primeros padres rompieron el pacto, él debe mostrar
su justicia perfecta y santidad. Jesús no llegó a ser santo según su
naturaleza humana. Él es santo y lo demostró al vencer las tenta-
ciones. Él reveló, mantuvo y confirmó su comunión con el Padre al
derrotar la oposición poderosa de Satanás. Como en su bautismo,
su sumisión aparece en primer plano, porque no protestó cuando el
Espíritu de Dios lo llevó al desierto.

5. Las tentaciones de Jesús son bendiciones para los creyentes


Jesús, quien libró a los pecadores del poder del diablo, empezó su
batalla con Satanás al principio de su ministerio. Satanás ha sido el
asesino del hombre desde el principio y Jesús vino a destruir las obras
del diablo. Él empezó a hacerlo en la soledad del desierto, continuó
abrumándole en el jardín de Getsemaní, en el Calvario y en el jardín de
José. Finalmente, al término de los tiempos, Jesús lo destruirá cuando
regrese en las nubes.

Porque no tenemos un Jesús no necesitaba ser tentado como no necesitaba ser bautizado. Él
sumo sacerdote que no lo hizo por todos nosotros. ¡Qué amor! Como Sumo Sacerdote compa-
pueda compadecerse de sivo, pudo compadecerse de nosotros porque él fue tentado en todas
nuestras debilidades, las cosas como nosotros lo estamos, solo que sin pecado (Hebreos
sino uno que fue tentado 4:15).
en todo según nuestra El diablo no dejó solo a Jesús, y no nos dejará tampoco a nosotros.
semejanza, pero sin Él siempre tratará de tentarnos para pecar, al incitar nuestras men-
pecado. Hebreos 4:15 tes con pensamientos y deseos equivocados. Por consiguiente, nunca
debemos hablar ligeramente sobre él, ni hacer burla de él. Debemos
estar conscientes de nuestra impotencia contra el poder del maligno y
confiar en Jesús, buscándolo solo a él para que nos ayude. Debemos
buscar nuestro refugio en el Salvador, orando que por el poder de su
Espíritu podamos estar firmes ante las tentaciones, confiando que Él
puede y nos ayudará (Catecismo de Heidelberg, Respuesta 127).

C. Jesús es completamente victorioso


En las tres tentaciones Jesús obtuvo una victoria decisiva.

1. La primera tentación
En la primera tentación Satanás usó la condición del hambre. Después
de cuarenta días con sus noches, Jesús debió haber sentido un ham-
bre intensa. El hambre es una espada afilada. Satanás lo tentó a satis-
facer las necesidades de su naturaleza humana, usando sus poderes
divinos, independientemente del Padre. Como Hijo de Dios ¡él tenía el
poder para convertir las piedras en pan! El diablo estaba convencido de

| 84 |
Nuevo Testamento

aquello, no había ninguna duda. Satanás buscó que Jesús demuestre Referencias / Notas
quién es él, independientemente del Padre.
Con suma destreza el diablo actúa como un buen “consejero”. Quiere Y te afligió, y te hizo tener
separar a Jesús de Dios. Satanás aparece como diciendo: las piedras hambre, y te sustentó con
yacen a tus pies, no hay nada que te detenga para convertir estas pie- maná, comida que no
dras en pan. Di a esta piedra que se convierta en pan (Lucas 4:3). Y con- conocías tú, ni tus padres
tinuando insinuando: ¡ayúdate a ti mismo, no ores, sino hazlo tú solo! la habían conocido, para
hacerte saber que no sólo
Cristo no permite ser separado del Padre. No tiene la menor sospecha de pan vivirá el hombre,
o la más mínima duda del cuidado de su Padre. Continúa confiando en mas de todo lo que sale
él, aunque sufre las punzadas afiladas del hambre. Es más, el efecto de la boca de Jehová
nutritivo de la comida depende de la bendición que el Señor da (Deu- vivirá el hombre.
teronomio 8:3). Pero Cristo se dirige a Satanás con el texto de Deutero- Deuteronomio 8:3
nomio, que describe el cuidado del Señor al proveer para su pueblo, en
su jornada a través del desierto. Allí Dios probó a su pueblo, pero ellos
fallaron la prueba (Deuteronomio 8:2). Y te acordarás de todo
Jesús, quien después alimentó a muchos miles por medio de un mi- el camino por donde
lagro, no quiso realizar un milagro para su propio beneficio. ¡Aunque te ha traído Jehová tu
estaba atormentado por el hambre, él venció! Él no razonó con su ene- Dios estos cuarenta
migo, sino que desenmascaró la sugerencia del diablo de que la vida años en el desierto,
se sostiene sólo con la comida. para afligirte, para
probarte, para saber lo
La pobreza y la necesidad frecuentemente son ocasiones que nos tien- que había en tu corazón,
tan a usar medios ilegales, sobre todo cuando la necesidad llega a ser si habías de guardar o
grande. Pero ¿no es una tentación diaria esperar que los medios nos no sus mandamientos.
solventen la necesidad en lugar de confiar en el Dador de los medios? Deuteronomio 8:2

2. La segunda tentación Pues a sus ángeles


En la segunda tentación Satanás, el maestro de la tentación, ataca mandará acerca de ti, que
hábilmente a la confianza de Jesús en Dios. Quiere persuadir para que te guarden en todos tus
Jesús pruebe si Dios es confiable. Para este propósito, el espíritu impío caminos. En las manos
llevó a Jesús a Jerusalén, y le puso sobre el pináculo del templo (Lucas te llevarán, para que tu
4:9). Desde un pináculo alto, al lado del techo del templo, Jesús está pie no tropiece en piedra.
parado a gran altura. Allí el diablo le tienta y le desafía: Si eres Hijo de Salmo 91:11,12.
Dios, échate de aquí abajo (Lucas 4:9). Podemos imaginarnos diciéndo-
le: ¡si el Padre de verdad te cuida, ningún mal puede venir sobre ti! Y
para dar mayor autenticidad a su sugerencia, el diablo cita la Escritura
(Salmo 91:11,12), así como había hecho Jesús. No tentaréis a Jehová,
vuestro Dios, como lo
Cristo, quien no había querido usar su poder divino separado del Pa- tentasteis en Masah.
dre, no se lanza imprudentemente abajo para ser obligado a desplegar Deuteronomio 6:16
su poder. Eso le habría significado colocarse sobre su Padre, estable-
ciendo así una brecha en su relación.
El poder divino, milagroso, no puede ser abusado. Eso no sería confiar Y dio a aquel lugar el
sino tentar a Dios (Deuteronomio 6:16) ; cosa que está prohibida. Israel nombre de Masah y
había sido culpable de esto cuando estuvieron sin agua en Masah y Meriba, por la rencilla de
Meriba y exigieron el agua a Moisés para probar si el Señor estaba en- los hijos de Israel y porque
tre ellos o no (Éxodo 17:7). Jesús no cedió ante Satanás ni un momen- tentaron a Jehová al decir:
to. Él no razonó con el tentador sobre su interpretación de la Escritura, “¿Está, pues, Jehová entre
tampoco señaló la omisión engañosa de algunas palabras, sino que nosotros o no?”
rechazó la invitación al instante. Él basó su rechazo en el principio de Éxodo 17:7

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas que no es permisible sacar versículos de la Biblia fuera del contexto y
usarlos para la propia ventaja de uno.
Para interpretar la Escritura debidamente, uno debe comparar la Es-
critura con la Escritura. ¡Tanto Jesús y el diablo apelaron a la Palabra
de Dios, pero qué diferencia! No nos debe ser indiferente la manera en
que citamos la Escritura. Sería “tentar” al Señor, tratar de obtener su
ayuda descuidando los medios. No debemos decirle al Señor lo que
tiene que hacer y no podemos esperar las bendiciones de Dios cuando
no estamos en sus caminos. Tan fácilmente caemos en esto, pero eso
es un gran pecado.

3. La tercera tentación
Finalmente, Jesús es tentado por tercera vez. El diablo no se frustra
fácilmente, a pesar de haber sido avergonzado una vez más. El Señor
Jesús vio el engaño y no cayó en sus astutas trampas. ¡El diablo hará
cualquier cosa para ganar! Por consiguiente, revelando su verdadero
carácter, hizo un nuevo esfuerzo al exigir que Jesús se ponga contra
Dios.
Hay un progreso creciente en la tentación, que lleva a un clímax. En la
tercera tentación el diablo especula con el “deseo de poder”. Él le llevó
a Jesús a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y
la gloria de ellos (Mateo 4:8). ¡Todo el vasto mundo, con toda su belleza
y esplendor, su cultura y poder, se extiende delante de los dos! Satanás
intenta anonadar e impresionar a Jesús con su grandeza, mostrándole
todo. El diablo adopta una actitud de confianza en sí mismo, como si
dijera: ¡todo esto me pertenece! Y en cierto sentido él podía decir esto,
porque según el juicio de Dios sobre el pecado, Satanás se había con-
vertido en el gobernante del mundo. Pero Satanás estaba equivocado
cuando actuaba como si fuera el dueño legítimo, que controla todo y
dice: Todo esto te daré (Mateo 4:9). Satanás aparece diciendo: todas
estas cosas serán tuyas si aceptas mis condiciones.
Y por medio de él Debemos notar que el problema real en la discusión es la pregunta,
reconciliar consigo todas ¿quién es el dueño legítimo del mundo perturbado por el pecado? Cris-
las cosas, así las que to había venido para restaurar todo, en el cielo y en la tierra, a su estado
están en la tierra como original (Colosenses 1:20). Para lograr esto él tenía que derramar su
las que están en los cielos, sangre en la cruz. Para ser el Rey sobre todas las cosas, el Padre quiso
haciendo la paz mediante que Cristo aplaste la cabeza de Satanás, siguiendo el camino de la
la sangre de su cruz. auto-negación y obediencia, y finalmente sufriendo la muerte amarga
Colosenses 1:20 de la cruz.
El príncipe de este mundo conocía un camino más fácil. No quería una
batalla mortal en la cual uno de ellos tenía que perder. Él quiso hacer
un trato. Coloca ante Jesús la posibilidad de que su gobierno sobre
todas las cosas puede ser obtenido sin lucha. Jesús no tenía que sufrir
para ganar la corona. ¡En lugar de obedecer a su Padre, todo lo que él
tiene que hacer es sólo un gesto de reverencia ante Satanás y Jesús
tendría todo lo que desea!
El diablo sacó todos sus ases. Pero, ni aun por un momento Cristo
consideró esta oferta. Él no quiso nada que ver con la propuesta del

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Nuevo Testamento

diablo. Él nunca se opondría a la voluntad del Padre. Satanás no pudo Referencias / Notas
incitarlo, ni aun poniendo los prospectos más gloriosos ante Él. Por
consiguiente Jesús lo ahuyenta. Quiso guardar el gran mandamiento: Entonces Jesús le dijo:
Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás (Mateo 4:10; Deuteronomio --Vete, Satanás, porque
6:13; 10:20). escrito está: “Al Señor tu
No hay ninguna excepción a esta regla. Esto también se aplica a noso- Dios adorarás y solo a él
tros, en todo momento, siempre y bajo todas las circunstancias. servirás”. Mateo 4:10

D. El tentador es frustrado
El tentador tuvo que retroceder. Usó todos sus dardos y no pudo en- Hubo también entre ellos
contrar un punto débil. Su derrota fue completa. Jesús sale como una discusión sobre quién
vencedor en la batalla del desierto. El diablo se apartó de él por un de ellos sería el mayor.
tiempo (Lucas 4:13). Regresó después a Getsemaní a tentar a Jesús Lucas 22:24
en medio de los más terribles horrores, pero nunca logró su meta
(Lucas 22:44).
¡Note como cambia la escena! Y he aquí vinieron ángeles y le servían
(Mateo 4:11). Jesús era digno de este servicio. En la segunda tentación
pudo haber exigido la ayuda de los ángeles; sólo ahora son enviados a
servir a su Rey con todo lo que él necesita. El Salvador sufriente es de
nuevo honrado por su Padre. Primero, en su bautismo por la voz del
cielo; ahora, por los servicios de los espíritus celestiales.
Al ser Jesús nuestro ejemplo debemos obedecer a Dios en todo. Sólo
él es el Salvador que puede librarnos de los ataques y artimañas del
diablo. ¡No se lo debe empequeñecer, ni jugar con fuego, mofándose
de sus tentaciones! Cuando resistimos al diablo y miramos a Jesús,
él huirá de cada uno de nosotros.
Tres veces Jesús resistió al diablo haciendo uso de la Escritura, por lo Tomad el yelmo de la
tanto, reconociendo su autoridad infalible. ¿Cómo venceremos noso- salvación, y la espada del
tros cuándo nuestra alma esté plagada por las tentaciones y conflic- Espíritu, que es la palabra
tos? Pues si no conocemos la Palabra de Dios, no podremos usarla de Dios. Efesios 6:17
como la espada del Espíritu (Efesios 6:17).

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La Historia de la Salvación

09
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS LLAMA A SUS


PRIMEROS DISCÍPULOS
Texto de referencia:
Juan 1:35-51

Versículo para memorizar:


Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. Mateo 4:19

INTRODUCCIÓN
No hay ninguna contradicción entre la explicación dada en esta por-
ción de la Escritura y las explicaciones en Mateo 4:14-22, Marcos 1:16-
20 y Lucas 5:2-11. El Evangelio de Juan relata el primer contacto de
cinco hombres que siguieron al Señor Jesús, mientras que los otros
escritores hablan sobre lo que pasó un año más tarde, cuando fueron
llamados para dejarlo todo y hacerse pescadores de hombres.
Cuando llegó el día, llamó Luego somos informados cómo, después de una noche de oración, los
a sus discípulos y escogió a doce fueron escogidos para ser los apóstoles (Lucas 6:13).
doce de ellos, a los cuales Esta reunión de los primeros discípulos con Jesús está relatada por
también llamó apóstoles. Juan con simplicidad, pero también muy vívidamente. Es como si no-
Lucas 6:13 sotros fuésemos testigos de vista y de oído. Nosotros podemos ver a los
hombres caminar, darse la vuelta, seguir, ser guiados y encontrados.
Escuchamos las preguntas y respuestas, los mensajes y las confesio-
nes, los llamados y las convicciones.
En esta lección veremos cómo algunos de los discípulos son guiados
a Jesús:
I. Los dos primeros seguidores de Jesús
II. Simón Pedro es llevado a Jesús
III. Felipe es llamado por Jesús
IV. Natanael es atraído a Jesús

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Nuevo Testamento

I. LOS DOS PRIMEROS SEGUIDORES DE JESÚS Referencias / Notas


A. Los discípulos de Juan el Bautista
Después del día cuarenta en el desierto, Jesús no fue inmediatamente Al siguiente día vio Juan
a Jerusalén. Podía haber reunido inmediatamente un gran grupo de a Jesús que venía a él, y
seguidores a su alrededor, pero actuó de otra manera. Él fue primero dijo: “¡Este es el Cordero
a ver a Juan el Bautista para presentarse ante su mensajero. Y Juan de Dios, que quita el
señaló a Cristo como el Salvador (Juan. 1:29). pecado del mundo!”
Al día siguiente Jesús apareció de nuevo cerca de Juan. Parece que Juan 1:29
cuando Jesús caminaba, esperaba recibir a sus primeros discípulos
de parte de Juan. El Bautista lo ve y se dirige a dos de sus discípulos,
mientras dice: ¡He aquí el Cordero de Dios! (Juan 1:36, 37). El propio
Jesús no dice nada. Juan proclamó quién era Jesús: el gran sacrificio
por el pecado.
El Bautista no sólo había reunido un público y un grupo de personas
que fueron bautizadas, sino también tenía un círculo de discípulos que
se habían unido a él en un íntimo compañerismo, para ser enseñados
por su maestro. A dos de ellos Juan se dirigió en este día importante:
¡Él es el único, vayan en pos de él!

B. Ahora son discípulos de Jesús


Las palabras de Juan se pegan en sus corazones e inmediatamente
siguen a Jesús. Ellos quieren tener un contacto más íntimo con él,
pero no se dirigen a él directamente. Esperan que sea Jesús quien
les hable primero y le siguen tímidamente. Jesús se volvió amable-
mente a los hombres y les preguntó: ¿Qué buscáis? (Juan 1:38).
Él no dijo ¿a quién buscáis?, sino más bien les preguntó, ¿qué estáis
buscando? ¿Cuál es la razón para seguirme? ¿Buscan honor, placer y
poder de mí, o buscan paz, luz, santidad y salvación?
La pregunta fue realizada para obtener una respuesta. Y ellos tam-
bién le contestaron a Jesús con una pregunta. Se dirigieron al Salva-
dor con el título de Rabí, un título usado para un maestro de la ley en
Israel, y le preguntan: ¿dónde moras?, ¿dónde está tu hogar actual?
Al principio ésta parece una pregunta extraña, pero su pregunta in-
dica su interés y deseo para sentarse y tener una conversación con
Jesús. Su pedido es aceptado inmediatamente. Jesús contesta: ¡Ve-
nid y ved!
Ésta es la respuesta que los dos esperaban y pasaron el resto del
día con Jesús. Cuando el sol se oculta y cae la noche, la oscuridad
desciende. Pero la luz de la verdad aumenta en sus corazones. Las
primicias de los discípulos han venido a Jesús y ellos han sido gana-
dos para Él.
Andrés es el primero y Juan es probablemente el otro (puesto que él
escribió este Evangelio, y otras siete veces omite su nombre al escri-
bir sobre sí mismo). Era como la hora décima, según nuestro horario
las cuatro de la tarde, cuando ellos fueron traídos a Jesús. Y fue la
hora más inolvidable de sus vidas.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas II. SIMÓN PEDRO ES LLEVADO A JESÚS


A. El amor comparte
El amor nos urge a compartir con otros las cosas buenas. Sólo
miremos el ejemplo de Andrés. Su celo juvenil se manifiesta en
un trabajo de amor. Primero busca a su propio hermano Simón. Le
dice: Hemos hallado al Mesías, ¡la perla de gran valor! ¡Ésta es una
gran noticia! Andrés no sólo le informó a Simón de las grandes
noticias. Él quiso compartir su alegría. No intentó convencer a su
hermano para que crea en Jesús sino que hace lo que sí puede
hacer: Lo trajo a Jesús.
Ésta es la esencia del llamado de todos los que trabajan en el rei-
no de Dios. Debemos hacer lo mismo que hizo Andrés. No está en
nuestro poder convertir a las personas; ése es el trabajo del Espíritu
Santo. Lo que nosotros debemos hacer, donde y cuando podamos,
es testificar del Señor Jesús y buscar que otros se acerquen a y lo
acepten como Señor y Salvador.
La labor de Andrés, de llevar las noticias del Evangelio, es también
nuestra. ¡Nunca debemos olvidarnos de esta verdad! Es mucho me-
jor llevar a las personas adonde puedan aprender del Salvador, que
ser indiferentes y decir como Caín, “¿soy yo acaso el guardián de mi
hermano?”

B. Simón es llevado a Jesús por su hermano


¡Lo que viene después en el relato es una maravillosa ilustración del
fruto de la evangelización! Simón permitió que su hermano lo lleve al
Señor y se encontró con Cristo. La primera reunión es conmovedora.
Jesús lo miró. No con una simple mirada, sino con una mirada inves-
tigadora y discernidora. Jesús conocía los pensamientos más profun-
dos de Simón.
Y lo trajo a Jesús. Nada le estaba oculto, ni siquiera el futuro de Simón. Jesús inmedia-
Mirándolo Jesús, dijo: tamente le habla y le da un nuevo nombre, para caracterizar su nueva
--Tú eres Simón hijo de identidad y su trascendencia en el futuro de la iglesia: “serás llamado
Jonás; tú serás llamado Cefas”, que quiere decir, piedra (Mateo 16:18) ¡Qué saludo!
Cefas --es decir, Pedro--. Y la gracia divina obrará en la vida de Simón.
Mateo 16:18

C. Los seguidores de Jesús lo reconocen como el Cristo


Andrés aprendió a reconocer a Jesús como el Mesías, aquel que por
tanto tiempo había sido esperado, aquel de quien los profetas durante
siglos lo habían anunciado.
El testimonio de Juan el Bautista llegó a ser parte de su propia con-
vicción. Ésa era la fuente de su gran alegría y de su maravillosa
confesión de fe. ¡Es como si el uso de la palabra encontró significara
que Andrés había hecho el más grande descubrimiento que alguna
vez alguien haya hecho! Y esto es así para todos aquellos que “en-
cuentran” a Jesús, porque cada uno experimenta la gran alegría de
este descubrimiento.

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Nuevo Testamento

III. FELIPE ES LLAMADO POR JESÚS Referencias / Notas


A. Jesús va a Betsaida
Aquel encontró primero
Un cuarto discípulo será añadido ahora al grupo. Este no vendrá del a su hermano Simón, y le
círculo de seguidores de Juan el Bautista. dijo: --Hemos encontrado
Jesús fue al norte, a Galilea. Es muy probable que Andrés y Pedro fue- al Mesías-- que significa
ran con Jesús a Betsaida, su propia ciudad, donde vivía un pueblo de “Cristo”. Juan 1:41
pescadores a orillas del lago de Galilea. Los primeros discípulos no
fueron adinerados, sino simples y humildes pescadores. Jesús no hizo
ninguna distinción entre las personas. Una posición insignificante en Considerad, pues,
el mundo, no necesariamente significa una posición insignificante en hermanos, vuestra
el reino de Dios (1 Corintios 1:26-29). vocación y ved que no
hay muchos sabios según
la carne, ni muchos
B. Jesús llama a Felipe poderosos, ni muchos
En esta región norteña Jesús encuentra a un hombre llamado a Fe- nobles; sino que lo necio
lipe. Él es el primero de los discípulos que es llamado directamente del mundo escogió Dios
por el propio Jesús. La orden es muy breve: ¡Sígueme! ¡Y para Felipe para avergonzar a los
es suficiente! Todo está contenido en esta orden. El Señor habló con sabios; y lo débil del
autoridad y lo llamó. Es como si en su corazón escuchara a Jesús mundo escogió Dios para
decirle: únete a mí, sígueme; ¡yo escojo el camino, el tiempo y la avergonzar a lo fuerte;
meta de la jornada! Esta sola palabra, “Sígueme”, llena de poder, con- y lo vil del mundo y lo
venció a Felipe. Él no podía hacer nada más que seguirle. Él tampoco menospreciado escogió
quiere nada más, porque el Salvador Todopoderoso ablandó su cora- Dios, y lo que no es, para
zón cuando le llamó. deshacer lo que es, a fin
de que nadie se jacte en su
Los primeros discípulos fueron llamados para seguir a Cristo desde presencia.
distintos lugares y de distintas formas. Y Jesús sigue llamando de la 1 Corintios 1:26-29
misma manera a los pecadores hoy. Esto demuestra la sabiduría del
Señor, pues nos señala que Él es el Dios soberano.

IV. NATANAEL ES ATRAÍDO A JESÚS


A. Felipe informa a Natanael
La historia de cómo Natanael llegó a ser discípulo de Jesús está rela-
tada con mayor detalle. Felipe llegó a ser un mensajero de las buenas
nuevas. Halló a Natanael. Nótese cuán a menudo la palabra “hallar”
es usada en el llamamiento de los discípulos de Jesús (compare los
versículos 42, 44, 46).
Natanael es de la ciudad de Caná de Galilea (Juan 21:2) y muy pro-
bablemente es el apóstol llamado Bartolomé (el hijo de Tolmae). Con
gran emoción Felipe le dice a Natanael el porqué está tan contento.
La razón es: ¡Hemos hallado a Aquel! Él resumió brevemente quién es
Jesús: de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas. Al decir
por “la ley y los profetas”, Felipe está refiriéndose a todo el canon del Estaban juntos Simón
Antiguo Testamento. Felipe conocía la Palabra de Dios y eso ya era una Pedro, Tomás, llamado el
ventaja. Él vio en Jesús el cumplimiento de las promesas del antiguo Dídimo, Natanael, el de
pacto: la simiente de la mujer, la simiente de Abraham, el Siloh, el León Caná de Galilea, los hijos
de la tribu de Judá, la Estrella de Jacob, el Hijo de David, el Siervo del de Zebedeo y otros dos de
Señor, la vara del tronco de Isaí, el Hijo de justicia y otras referencias sus discípulos. Juan 21:2
del Antiguo Testamento.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas ¿Quién es el tan esperado Mesías? Es ¡Jesús de Nazaret, el hijo de


José! Felipe quiere informarlo, pero no lo hace de manera correcta.
Al usar la descripción “Jesús de Nazaret, el hijo de José”, para descri-
bir al Mesías, no hace una decripción exacta como la que hicieron
los profetas al describirlo.

Por tanto, el Señor mismo Esto no puede ser atribuido a la ignorancia debida a la breve relación de
os dará señal: La virgen Felipe con Jesús, porque él lo describe como el Mesías profetizado en
concebirá y dará a luz las Escrituras. Ya que Felipe relaciona la aparición de Cristo con las pro-
un hijo, y le pondrá por fecías del Antiguo Testamento, puede asumirse que está familiarizado
nombre Emanuel. con las profecías de Isaías sobre el Emmanuel (Isaías 7:14) y la profecía
Isaías 7:14 de Miqueas sobre Belén (Miqueas 5:2).
En su entusiasmo Felipe, sin quererlo, puso un obstáculo para Nata-
nael. Usó el nombre por el cual Jesús era conocido en Galilea, “el hijo de
Pero tú, Belén Efrata, tan José” (Lucas 3:23; Juan 6:42).
pequeña entre las familias
de Judá, de ti ha de salir
el que será Señor en Israel; B. Natanael pregunta
sus orígenes se remontan
al inicio de los tiempos, a Natanael notó el error en el mensaje de Felipe y para él fue un obstá-
los días de la eternidad. culo. ¡Él debió haberse decepcionado! No hay duda alguna. Escuchó
Miqueas 5:2 con gran interés a Felipe y una esperanza se levantó en su corazón:
finalmente el Mesías había venido. Pero esta ilusión se apaga inme-
diatamente cuando Felipe hace mención de Nazaret. Hay desilusión
Jesús, al comenzar su en su voz cuándo pregunta: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno?
ministerio, era como de Para Natanael era extraño que Felipe le hablara con tal convicción y
treinta años, hijo, según se seguridad.
creía, de José hijo de Elí. Natanael es un residente de Caná, que está a sólo tres horas de viaje
Lucas 3:23 de Nazaret. Él sabe bien que este lugar no tiene muy buena reputa-
ción. ¿Puede algo bueno salir de esta ciudad? ¿El Mesías? ¡Cierta-
mente, estando cerca Natanael hubiese oído hablar de eso! El Cristo
debía venir de Belén. Nazaret nunca es mencionado en el Antiguo
Testamento.
Así es como Natanael respondió al entusiasmo de Felipe y su afir-
mación de que Jesús es el Mesías: ¡Felipe, estás equivocado, no te
puedo creer!
¿Qué hace Felipe? En su entusiasmado no cede ante la objeción de
Natanael. No intenta salir de su dificultad con argumentaciones. Él
sabe que la mejor manera de persuadir a cualquiera es mostrarles.
Ven y ve, le dice. La mejor manera de superar el prejuicio es verlo por
sí mismo.
Debemos notar que Felipe estaba absolutamente convencido que
Jesús era el Mesías. Él sabía que una sola reunión con Jesús silen-
ciaría las dudas y argumentos de Natanael.
Natanael pensó que la sugerencia de Felipe era razonable. Muchas
personas son tan obstinadas que prejuzgan a otras. Natanael, sin
embargo, no es ningún crítico censurador, con una mente cerrada a
otras opiniones. Él no se parece a los tercos e inflexibles que nunca
cambian de opinión. Natanael está dispuesto a investigar el asunto
y se va con Felipe.

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Nuevo Testamento

C. Jesús sabía de Natanael Referencias / Notas


Cuando Jesús vio que Natanael se acercaba dijo: ¡He aquí un verda-
dero israelita, en quien no hay engaño! ¿Por qué dijo esto? No tenía la
intensión de adular a Natanael con bonitas palabras, sino que quiso
hacerle saber que Jesús conocía su corazón.
Jesús no le habló a Natanael directamente, sino que dirigió sus pa-
labras a los espectadores para que le pudieran oír. No había ninguna
razón para que otros no escuchen lo que Jesús sabía de Natanael. El
Señor dirigió la atención de los espectadores a algo muy notable: He
aquí, o éste es un verdadero israelita en quien no hay engaño.
¡No había muchos como él! La mayoría de los israelitas eran como
los fariseos. Pero Natanael era diferente. Él no tenía el carácter en-
gañoso de su padre Jacob. En él no hay engaño, o malicia. Por su-
puesto, no está libre del pecado como lo está Jesús, pero es abierto
y honrado, sin hipocresía. Es un hombre sincero en quien se puede
confiar. Bienaventurado el hombre
Natanael no sólo es una persona noble que ama la verdad y trata a quien Jehová no culpa
a otros honestamente, él es recto en su relación con Dios. ¡Eso es de iniquidad y en cuyo
lo que más cuenta! Natanael es un hombre en cuyo espíritu no hay espíritu no hay engaño.
engaño (Salmos 32:2). Él es un verdadero descendiente del patriarca Salmos 32:2
Jacob que luchó con Dios en el arroyo.
Hay muchas personas cuya religión es meramente formal, hipócrita
y llena de pretensión. Otros son honrados pero indiferentes y espiri-
tualmente vacíos. ¡Natanael no es como ellos!
Natanael se acerca a Jesús con asombro. Oyó lo que Jesús dijo so-
bre él. Pero no está halagado o engreído. Tampoco pretende ser más
humilde de lo que es. Su reacción es diferente. Su inmediata contes-
tación indica que está profundamente tocado, pues reconoce que
Jesús ha mirado en las profundidades de su alma. Espontáneamente
Natanael le pregunta: “¿De dónde me conoces? ¿Cómo me conoces?
¿Cómo sabes lo que está sucediendo dentro de mí?”
El tiempo ha llegado para que el Salvador retire el último obstáculo.
El Señor ya nos conocía antes de que nosotros le conociéramos. No
contesta directamente la pregunta de Natanael, sino que le demues-
tra que sabe mucho más de él. Parece decirle ¡yo sé todo de ti! Cuan-
do le dice a Natanael: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas
debajo de la higuera, te vi, Jesús muestra que es omnisciente.
Natanael está completamente convencido ahora. Él ni siquiera pien-
sa sobre la conexión de Jesús con Nazaret. El obstáculo ha desapa-
recido. Alegremente él es persuadido y gratamente grita desde la
profundidad de su corazón: ¡Rabí, tú eres el Hijo de Dios! ¡Tú eres el
Rey de Israel!
La confesión de fe de Natanael es veraz y completa. Incluso va más
allá de la confesión de Felipe, porque ésta contiene todo. La repeti-
ción, “Tú eres” indica su certeza e intensidad. Después de él otros
también harán una confesión de fe en Cristo similar: Pedro en Ma-
teo. 16:16, Marta en Juan 11:27, Tomás en Juan 20:28 y el eunuco en
Hechos 8:37.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas D. Natanael es prometido grandes cosas


Cristo respondió inmediatamente a la confesión de Natanael. Él había
sido traído a la fe por medio de la declaración de Cristo que indicaba
claramente que Jesús sabía todo. Pero Jesús le anuncia que verá co-
sas aún mayores que éstas. ¿Cuáles son estas cosas? Natanael verá
el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el
Hijo del Hombre. El Señor da un significado especial a estos versículos
pues son pronunciados anteponiendo las palabras De cierto, de cierto,
lo que significa que esto será así con la más grande certeza. Todas las
palabras del Señor son significativas, pero cuando son precedidas con
esta fórmula (usada por Jesús 24 veces más en el Evangelio de Juan),
ellas son especialmente significativas.
Y tuvo un sueño: Vio En las palabras de Jesús, hay una referencia al sueño de Jacob (Géne-
una escalera que estaba sis 28:12). No sabemos exactamente el significado de esta referencia
apoyada en tierra, y su de Jesús. Sin embargo, más tarde, Natanael y los otros discípulos po-
extremo tocaba en el cielo. drán concluir, de las palabras, hechos, señales y maravillas que Jesús
Ángeles de Dios subían realizaría, que estaba en comunión ininterrumpida con el Padre. Si
y descendían por ella. ellos confían en Cristo, ellos también pueden vivir sobre la tierra bajo
Génesis 28:12 un cielo abierto.
Lo que fue revelado al patriarca Jacob en su sueño ha llegado a ser
ahora realidad en y a través de Cristo. La ascensión y descenso de los
ángeles que continuamente le sirven, es prueba del contacto directo
entre el cielo y la tierra. Él restaura la brecha y quita la separación entre
Dios y el hombre. ¡Él abrió el cielo para nosotros! ¡Ésas son las Buenas
Nuevas que nosotros podemos proclamar!
“Miraba yo en la visión de Esta es la primera vez que el Hijo de Dios fue públicamente reconocido.
la noche, y vi que con las Inmediatamente después de esta confesión, Cristo se llamó a sí mismo
nubes del cielo venía uno el Hijo de Hombre. Es notable que esta identificación, que aquí se usa
como un hijo de hombre; por primera vez, se repita más tarde ochenta veces en los Evangelios.
vino hasta el Anciano De acuerdo con la profecía de Daniel, Jesús aquí declaró que es el
de días, y lo hicieron verdadero Mesías, quien por su venida en la carne ha llegado a ser
acercarse delante de él. verdaderamente hombre (Daniel 7:13, 14). Sin embargo, es diferente
Y le fue dado dominio, de todos los seres humanos porque obtuvo su gloria por medio de la
gloria y reino, para que humillación, el sufrimiento y la muerte.
todos los pueblos, naciones
y lenguas lo sirvieran;
su dominio es dominio
eterno, que nunca pasará;
y su reino es uno que
nunca será destruido”.
Daniel 7:13,14

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Nuevo Testamento

10
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

LA BODA DE CANÁ
Texto de referencia:
Juan 2:1-11

Versículo para memorizar:


Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el
Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.
Juan 20:31

INTRODUCCIÓN
Esta historia se encuentra solamente en el Evangelio de Juan. Inspi-
rado por el Espíritu Santo, Juan nos presenta la gloria del Verbo que
se hizo carne. El Evangelio de Juan se centra en la gloria divina del
Señor Jesús.
El primer milagro realizado por el Señor es importante particular-
mente por la grandeza misma de la señal, como por el significado
de la ocasión.
En esta historia nosotros veremos que:
I. Jesús asiste a una boda
II. Jesús revela su gloria

I. JESÚS ASISTE A UNA BODA


A. Una visita sorprendente
Jesús, acompañado por sus primeros discípulos, entra en la aldea de
Caná de Galilea, no muy lejos de Nazaret. Al tercer día después de su
reunión con Natanael, entra en una casa donde se realizaba una boda.
Jesús estuvo allí, no para interferir con la alegría de la fiesta, sino para
tomar parte en la celebración. La madre de Jesús también estuvo allí.
Después de la primera visita de Jesús al templo, no se sabe nada de
José, el padre terrenal de Jesús. Posiblemente María ya había enviu-
dado. Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos.
¡Jesús no rehusó esta invitación, sino que la aceptó enseguida to-

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas mando parte en la celebración! Quién habría pensado que Jesús iría
a una boda, sobre todo si consideramos que Juan el Bautista había
anunciado la venida de un Juez con un aventador en la mano, listo
para limpiar.
Además, esta visita ocurrió poco después de la tentación de Jesús
en el desierto ¡Una boda es el último lugar en donde se esperaría en-
contrar a Jesús! Juan el Bautista nunca fue a las bodas, sin embar-
go, al primer lugar que el Salvador lleva a los ex discípulos de Juan
es a una fiesta; no a un lugar para ayunar. ¡Todos debieron haberse
quedado muy sorprendidos!

B. Las características de Jesús


Podemos estar seguros que Jesús siempre sabe lo que hace, tiene un
propósito en mente. Este evento lleva a sus nuevos discípulos, de una
manera inequívoca, a resaltar el carácter diferente de su advenimiento.
Las actividades en las que Jesús toma parte son características nota-
bles de su persona.
El círculo de amigos del Salvador y su estilo de vida son totalmente di-
ferentes a los de Juan. Juan permaneció en el desierto, llamando a las
personas para que vayan a él en ese lugar solitario. En contraste, Jesús
entra en la sociedad y va donde están las personas. Jesús se une con
la gente en sus actividades diarias; no promueve la austeridad, pues
no viene a condenar.
Vino el Hijo del hombre, El Hijo del hombre vino a comer y a beber. Sus enemigos más tarde
que come y bebe, y decís: le recordarán esto y desdeñosamente le acusaran de ser un hombre
“Este es un hombre comilón y bebedor de vino (Lucas 7:34).
comilón y bebedor de vino,
También es evidente que Jesús no considera el matrimonio como una
amigo de publicanos y de
institución sin importancia que debe ser evadida, tampoco que la abs-
pecadores”. Lucas 7:34
tinencia es preferible. Al contrario, Él reconoce al matrimonio como
una institución divina y lo honra grandemente con su presencia, dones
y milagros.
Jesús empieza a revelar su gloria en la esfera de la vida familiar. El ma-
trimonio y la familia son grandes bendiciones de Dios, por eso, en su
sabiduría, determinó que todas las relaciones humanas se deriven de
la familia. Al asistir Jesús a una boda y hacer su primer milagro en una
celebración familiar muestra que este tiempo de festividad y alegría
debe ser compartido y disfrutado. Jesús quiere que seamos alegres. Él
se alegra con los que se alegran y no quiere que la celebración termine
con una nota agria.
La alegría apropiada es legítima y debe ser aceptada como un regalo
de Dios. La verdadera religión no es ni depresiva ni opresiva. La con-
ducta de Jesús, sin embargo, no nos da una licencia para el alboroto
desenfrenado y la fiesta desordenada. ¡De ninguna manera! El Señor
Jesús no se opone a la alegría y no la prohíbe. Él sólo se opone al pe-
cado. El pecado destruye todo, pero la verdadera alegría es santificada
por el temor de Dios.
¿Hay lugar para Jesús en nuestras celebraciones? No vaya a una fiesta
donde Jesús no sería invitado, porque allí el pecado está en control. No

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Nuevo Testamento

busque el entretenimiento mundano donde el honor de Dios no es lo Referencias / Notas


principal.
Note que Jesús estuvo en Caná. Él salió de su camino para visitar un No gritará, no alzará su
lugar insignificante. Su primer milagro fue un asunto familiar. Él no voz ni la hará oír en las
buscó honor y alabanza, no fue motivado por el orgullo (Isaías. 42:2). calles. Isaías 42:2

II. JESÚS REVELA SU GLORIA
A. La ocasión
Aunque Jesús no buscó el primer lugar, pronto llegó a ser el personaje
principal en la boda. Un problema recae sobre la alegría de la celebra-
ción. En el oriente las bodas duraban frecuentemente una semana en-
tera. Esta celebración, sin embargo, pronto iba a terminar. No porque
la semana ya había pasado, sino por la falta de vino. Era una vergüenza
no poder atender apropiadamente a los invitados. La escasez del vino
era una desgracia para la pareja recién casada.
María, la madre de Jesús, notó lo que pasaba y supo qué hacer. Estaba
convencida de que Jesús podía ayudarle en esta necesidad y entendería
su pedido. Cuando ella le dice: “no tienen vino”; quiso decir: “¿Te harás
cargo de su problema?” Ella pensó que Jesús podía sacarlos del apuro.
María quiso que su hijo revele su grandeza en ese momento. Nunca le
había visto realizar un milagro pero creía firmemente que él lo podía
hacer. María sabía muchas cosas, pero se mantuvo callada durante
mucho tiempo, guardando en su corazón todo lo que sabía de su hijo.
En estas circunstancias, pensó que éste era el tiempo para que Jesús
actúe.
Era la primera vez que Jesús estaba con sus propios discípulos. Los
treinta largos años de espera y demora habían pasado. María sugiere
a Jesús que haga el milagro, dándole un ligero codazo maternal, ani-
mándole para que actúe.
Esta sugerencia, sin importar lo bien intencionada, estuvo totalmente
equivocada. El Señor le hace saber a María su desacuerdo cuando le
dice: ¿Qué tienes conmigo mujer?, con la intención de ponerla en su
lugar. No importa cuán íntimo era el lazo entre madre e hijo, ella nunca
debía olvidar quién era él.
Las palabras de Jesús no fueron dichas con orgullo o con desdén. Sus
palabras francas no significaban una negativa áspera, tampoco inten-
taba humillar a su madre. Sus palabras llevaban un mensaje conciso
para que comprenda de manera definitiva, que ella no podía controlar-
lo en el cumplimiento de su trabajo oficial.
María vio a Jesús venir a la boda como el Mesías y quiso influir como
madre en su trabajo, sin tener ningún derecho para hacerlo. Por esta
razón no le llamó “madre”, sino “mujer”. Jesús le hizo saber que ella
no decidía cuándo debía revelarse como Mesías. María tenía que dis-
tinguir entre su relación con él como madre y la relación de él con su
Padre en el cielo. Jesús quiso que María entienda que su corazón po-
día latir con anticipación, pero que Aun no había llegado su hora, para
mostrar su gloria como el Mesías.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Jesús ofreció una anticipación de su poder en Caná, pero no sería sino
hasta la fiesta de la Pascua, cuando limpió el templo en Jerusalén, que
reveló a Israel quién era realmente.
María entendió y no se resistió, sino que aceptó la advertencia. Ella
no tendría el control sobre el trabajo de su hijo, sin embargo, estaba
segura de que algo iba a suceder pues Jesús no había rechazado su
petición. Ella dejó de persuadirle y se retiró, dejando todo a Jesús,
diciendo simplemente a los sirvientes: Haced todo lo que él os diga
(Juan. 2:5).

B. El milagro
Pues los fariseos y todos
los judíos, aferrándose a la En la casa, donde la boda es celebrada, había allí seis tinajas de pie-
tradición de los ancianos, dra para agua, dispuestas para el rito de purificación de los judíos. Es-
si no se lavan muchas tas tinajas usaban los judíos para seguir meticulosamente los ritos
veces las manos, no ceremoniales de limpieza de las manos, platos, tazas y mesas, antes
comen. Y cuando regresan y después de la comida (Marcos 7:3, 4). Las tinajas de piedra mante-
de la plaza, si no se lavan, nían el agua fría por mucho más tiempo. Cada tinaja contenía aproxi-
no comen. Y otras muchas madamente 39 litros. Jesús ordenó a los sirvientes que llenasen las
cosas hay que se aferran tinajas. Para evitar cualquier duda con respecto al milagro que iba
en guardar, como los a hacer, Jesús no llenó las tinajas, sino que fueron llenadas por los
lavamientos de los vasos sirvientes hasta el borde. Cualquier duda posible o descrédito con
de beber, de los jarros, de respecto al milagro debía evitarse.
los utensilios de metal y de Los sirvientes no entendían lo que pasaba, pero obedecieron cuida-
las camas. Marcos 7:3, 4 dosamente. Tan pronto terminaron el trabajo Jesús les ordenó: Sacad
ahora un poco y presentadlo al encargado del banquete. Y ellos obede-
cieron la orden.
¡En una fracción de segundo, el Salvador omnipotente produjo el mi-
lagro! Note que no hace como los magos, diciendo palabras miste-
riosas. El milagro lo hizo sin ningún acto dramático. No creó el vino
de la nada, sino que cambió el agua en vino sin usar ningún proceso
natural, tal como usar las uvas que crecen en las vides. Sólo su om-
nipotente voluntad provocó el cambio.
Este milagro no sólo reveló el poder sin igual de Cristo, sino también
su gloria. No hubo ninguna gloria externa que muestre quien era él,
pero sus obras revelaban su identidad. Él era el más grande milagro,
por eso podía hacer milagros.
Los milagros de Jesús nunca deben ser vistos separados de su per-
sona y obra. Los profetas también hicieron milagros. Sus hechos
poderosos no fueron una revelación de su gloria, porque fueron per-
sonas ordinarias con pasiones como las nuestras, a través de los
cuales el Señor Dios mostró su poder omnipotente. Pero los hechos
de Jesús proclamaron su propia gloria. El primogénito del Padre es
uno con el Padre.
El primer milagro de Moisés fue convertir el agua en sangre. El pri-
mer milagro de Jesús fue convertir el agua en vino. Todo lo que él
hizo es bueno. Este vino milagroso era el mejor vino. ¡Cuando Jesús
ayuda, lo hace de la mejor manera posible y permite que el mundo lo
sepa! El Salvador permite que otros conozcan su trabajo.

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Nuevo Testamento

La tarea del encargado del banquete era la de probar la comida y be- Referencias / Notas
bida. Él probó el vino y quedó asombrado de su calidad, ¡sin saber
de dónde venía! Este comentario hecho por el escritor del Evangelio
no es sólo una explicación, sino un reproche al maestresala de la
fiesta que podía haber obtenido fácilmente esta información de los
sirvientes. Él felicitó y agradeció al novio por la sorpresa. De esta
manera la atención de los invitados fue desviada de Jesús, a quien
debían agradecer. Ésa es la actitud del mundo. Aprueban los rega-
los de Cristo, tales como las gracias cristianas de humildad, amor y
compasión, y alaban a aquellos que revelan estas gracias, mas no
alaban al propio Jesús.

C. El resultado
La fiesta no se acabó antes de tiempo. Él ejerció su poder para servir
a los novios con su amistad haciéndoles un regalo real: ¡aproxima-
damente 600 litros del mejor vino! Aquí podemos ver que dondequie-
ra que Jesús es invitado, Él bendice. Muchas personas son tacañas
cuando se trata de servir a otros, pero Jesús da lo mejor y lo da abun-
dantemente.
Cuando tuvo hambre, no convirtió las piedras en pan, pero para otros El ladrón no viene sino
convirtió el agua en vino. Él da alegría y felicidad a los otros. Cuando para hurtar, matar y
Cristo está con nosotros, nos garantiza una verdadera alegría y gus- destruir; yo he venido
tamos de una felicidad verdadera, no sólo en una fiesta sino también para que tengan vida, y
en la dificultad y el dolor (Juan 10:10). Esta situación tuvo un signi- para que la tengan en
ficado aun mayor para los discípulos de Jesús. Para ellos este mila- abundancia. Juan 10:10
gro marcó el inicio de muchos otros milagros de Jesús. Un milagro
era una señal y tenía un propósito. Los milagros no ocurrían para
propósitos dramáticos o para satisfacer la curiosidad. Los milagros
eran signos que señalaban que Jesús era el Mesías y sellaban su
comisión divina.
Juan el Bautista habló mucho sobre Jesús y las personas le creye- Pues en el evangelio, la
ron. Al conocer personalmente a Jesús no salían defraudados. Al justicia de Dios se revela
contrario, lo siguieron convencidos de que él era el Cristo. Luego, su por fe y para fe, como está
fe fue confirmada. Esto se demuestra por el comentario: Sus discí- escrito: “Mas el justo por
pulos creyeron en él. Ellos fueron por fe y para fe (Romanos 1:17). ¡Su la fe vivirá”.
fe creció! Por medio de este milagro Jesús se revela a sus discípulos Romanos 1:17
de una manera más gloriosa que cuando él le mostró a Natanael su
omnisciencia. Hay una progresión en esta gran revelación. Al acep-
tar la palabra de Jesús y confiar en su persona, ellos son atraídos
más estrechamente a Él.
Cristo sigue siendo el mismo hoy. La instrucción recibida a través de
su Palabra y sus hechos debe llevar frutos en nuestras vidas, para
que en la fe nosotros veamos su gloria y le adoremos. Aquel que es
el Rey del cielo y de la tierra es digno de recibir el honor y la gloria de
las personas, incluidos los niños.
Es importante notar que este primer milagro que Jesús realizó no
fue una coincidencia. Esta señal reveló claramente su trabajo como
Mediador. Él vino a rescatar vidas; no sólo para librarnos de la mal-
dición que está sobre nosotros debido al pecado, sino también para

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas restaurar, purificar, dedicar, enriquecer, llenarnos del amor de Dios
y darnos alegría para que celebremos con gozo la comunión con Él.
Y los redimidos por Un día, al final de los tiempos, todo será perfeccionado en gloria.
Jehová volverán a Sión Entonces el dolor y el llanto huirán lejos, todas las lágrimas serán
con alegría; y habrá limpiadas de nuestros ojos y la alegría eterna estará sobre los salvos
gozo perpetuo sobre sus (Isaías 35:10; Apocalipsis 21:4).
cabezas. Tendrán gozo El milagro en Caná fue una profecía de lo que iba a venir. ¡Era la primi-
y alegría, y huirán la cia de la cosecha abundante que había de venir! El Señor Jesucristo
tristeza y el gemido. no elimina el orden natural de la vida, sino que lo cambia, lo levanta y
lo santifica.
Isaías 35:10 Enjugará
Dios toda lágrima de los
ojos de ellos; y ya no habrá
más muerte, ni habrá
más llanto ni clamor ni
dolor, porque las primeras
cosas ya pasaron”.
Apocalipsis 21:4

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Nuevo Testamento

11
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS Y NICODEMO
Textos de referencia:
Juan 3:1-21; 7:50-52; 19:39

Versículo para memorizar:


Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna. Juan 3:16

INTRODUCCIÓN
Sólo el Evangelio de Juan menciona a Nicodemo. Relativamente poco
se informa de su persona, pero es suficiente para saber de quién
se trata. Las tres porciones de la Escritura mencionadas arriba, es-
tudiadas cuidadosamente en su contexto, nos muestran la historia
completa de Nicodemo. Al estudiar la vida de Nicodemo los veremos
como:
I. Un visitante nocturno
II. Un defensor de Jesús
III. Un discípulo que actuó

I. UN VISITANTE NOCTURNO
A. Nicodemo quiere ver a Jesús
El encuentro de Jesús con Nicodemo tiene lugar en los inicios del mi-
nisterio público del Salvador entre su propio pueblo, los judíos. Poco
después del milagro en la boda de Caná, Jesús dejó Galilea para ir a
celebrar la Pascua en Jerusalén. Allí, motivado por su celo por la casa
de su Padre, limpió el templo. Las actividades de Jesús dejaron una
tremenda impresión en la ciudad capital. Muchos creyeron en su nom-
bre al ver las señales que hacía (Juan 2:23). Sin embargo, a ellos les
faltó una verdadera visión sobre la identidad de Cristo. Los milagros no
les llevaron a recibir personalmente a Jesús como su Salvador. La fe
de esta gente no significó mucho, porque no fue más allá de su admi-
ración por Él. La fe verdadera es mucho más profunda y no cambia.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Hubo, sin embargo, uno que pensó más profundamente. Ese fue Ni-
codemo, un fariseo. El término “fariseo” nos hace inmediatamente
pensar en los hipócritas, pero en el caso de este hombre no hay hipo-
cresía. Nicodemo es un “principal” entre los judíos y por consiguiente
un miembro del Sanedrín. Él es maestro de Israel, un maestro religio-
so y líder. Se mueve en los círculos más altos de la sociedad, es alta-
mente estimado por las personas y tiene un don de discernimiento.
Él no está motivado por la enemistad contra Jesús. Ha oído y ha visto
mucho de Jesús por lo que llegó a interesarse profundamente en él.
Nicodemo concluyó, por los grandes milagros que Jesús realizó, que
este debía ser un maestro enviado por Dios. Él no tuvo duda alguna
de que Jesús era alguien muy especial. El corazón de Nicodemo ha-
bía sido tocado. Él no pudo librarse de las profundas impresiones
que le habían dejado el hecho de conocer a Jesús.
Algo le pasaba a Nicodemo, algo de lo que no estaba totalmente
consciente y que incluso él mismo no podía expresarlo muy bien.
No pudo encontrar respuestas a las preguntas que daban vueltas
en su corazón. Estaba maravillado con Jesús y deseaba aclarar los
pensamientos confusos que llenaban su mente. Se sintió empujado
a ponerse en contacto con Jesús para obtener respuestas a sus in-
quietudes. Por esta razón, y no porque él se sintiera amenazado en
su posición o porque quisiera tender una trampa a Jesús, deseaba
una reunión privada, íntima, para estar seguro de las cosas que le
inquietaban.
¿Cuál es el mejor momento para tener una entrevista personal con
Jesús, sin ser notado o interrumpido? No era durante el día el mejor
momento. Por eso fue a visitar a Jesús en la noche. Pero, probable-
mente es correcto asumir que Nicodemo también tenía miedo de
perder su buen nombre delante de sus compañeros oficiales y de la
opinión pública. No se atrevió a ir a la luz del día. Tenía miedo de las
miradas sospechosas y de las palabras burlonas de las personas.
Aquellos que están en posiciones altas a menudo viven muy pre-
ocupados por cuidar su reputación. Nicodemo podría haber pensado
que si concertaba una reunión con Jesús bajo la protección de la
oscuridad, no despertaría la sospecha de nadie.
Pero estas excusas no son suficientes para justificar la elección de la
hora inusual. Como miembro del Concilio Judío, Nicodemo sabría lo
que Juan el Bautista había declarado públicamente: que Jesús era el
Mesías. Y esto debía haber eliminado su temor a los hombres.
Sin embargo, el énfasis en esta historia no debe ponerse en el hecho
de que Nicodemo vino secretamente por la noche. Debe señalarse
que aunque él lo hizo por la noche, ¡realmente él fue! Nicodemo no
pudo permanecer distante, pues tenía un deseo ardiente de conver-
sar francamente con Jesús. Había muchas razones que lo podían
retener, pero no pudo resistir el hambre de su corazón. Por consi-
guiente, superando sus racionalizaciones ni siquiera se detuvo a
considerar la posibilidad de que Jesús no lo vería en esa hora tan
inoportuna. Ni la oscuridad, ni el cansancio, ni el sueño impidieron
que pudiera reunirse con Jesús.

| 102 |
Nuevo Testamento

Con mucha ansiedad golpeó la puerta de la casa donde Jesús se Referencias / Notas
hospedaba. Muchos que son condescendientes con Nicodemo no
harían lo que él hizo. Hay muchos que aceptan que Jesús es el Cris-
to, pero no van a Él con corazones deseosos de salvación y, sin em-
bargo, se consideran a sí mismos creyentes. Muchos piensan que
es buena cosa orar, leer la Biblia e ir a la iglesia, pero ellos mismos
nunca hacen estas cosas.

B. Jesús recibe a Nicodemo


¿Rechazaría Jesús al visitante nocturno? ¿No era demasiado pensar
que un profeta, que estuvo ocupado todo el día, deje su sueño para
tener esta reunión? ¿Recibiría el Salvador a alguien que de verdad
quiere saber más de Él? ¡La respuesta es que cualquiera que viene a
Él nunca será rechazado!
Jesús sabía que Nicodemo tenía temor de que las personas lo vieran
con él, pero no lo dejó golpear en vano. Él estaba listo para recibirlo
inmediatamente. Jesús sabía que el “trabajo del Padre” esperaba por
Él.
El líder de los judíos, de pie delante de Jesús, hace su demanda.
¿Cuál era el problema? Nicodemo realmente no sabía cómo comu-
nicarle su petición. Ahora que está cara a cara con este maestro, se
olvida las palabras. Psicológicamente esto es explicable, pero tam-
bién comienza el diálogo de manera equivocada porque se dirige a
Jesús como “Rabí”.
Nicodemo lo reconoce como un maestro. Esta referencia demos-
traba que él quería aprender de Jesús, aunque él mismo era quien
enseñaba a otros. Reconocía de este modo que Jesús no usurpaba
la posición de Rabí, sino que de hecho Él ha venido de Dios como
maestro. Sabía que ningún hombre ordinario podía hacer los mila-
gros hechos por Jesús.
Nicodemo actuó de manera amigable, sin una pizca de orgullo en su
actitud. Por un instante, la conversación se detuvo. ¿Era esto todo lo
que Nicodemo tenía que decir? No, su gran preocupación era saber
la naturaleza del reino del Mesías: ¿cuándo vendría y de qué manera
lo haría? ¿Qué debía hacer uno para entrar al Reino de los cielos? Es-
tas, y no otras, eran las cosas importantes sobre las que Nicodemo
quería conversar con este nuevo Rabí. Esperaba que esta conversa-
ción le proporcionara las respuestas a sus preguntas.
Pero, Nicodemo nunca pudo hacer estas preguntas. Cristo, quien co-
noce lo que hay en el corazón del hombre, le contesta antes de que
formule alguna pregunta. Conocía las preguntas que sobre el reino
de Dios inquietaban el corazón de Nicodemo y le responde inmedia-
tamente, sin ningún comentario.
En su sabiduría Jesús consideró no facilitar las cosas a Nicodemo
y enseguida va al corazón del asunto. En respuesta a la declaración
de Nicodemo: “sabemos”, Jesús expresó su solemne, De cierto, de
cierto te digo. En esta sencilla declaración se encierra una gran im-
plicación. Con autoridad absoluta Jesús desautoriza las obras del

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas hombre -el legalismo farisaico, el “sabemos”- como condición para
entrar al Reino del cielo. Jesús declara que la regeneración hecha
por el Espíritu Santo es una condición, una necesidad absoluta para
todos, tanto para el fariseo más estricto como para el publicano más
degenerado. El que no nace de nuevo, no puede ver el Reino de Dios.
En primer lugar, un cambio total de vida es necesario. El hombre
debe nacer de nuevo, es decir, debe experimentar el nuevo nacimien-
to que viene de arriba. El hombre debe librarse del pecado y de la
muerte espiritual por medio de la obra del Espíritu Santo y debe ser
renovado para tener una nueva vida espiritual.
El maestro de la ley fue avergonzado por esta declaración de Jesús.
Él no esperaba oír esto. ¡Quedó impactado! Siempre había pensado
que el camino a la vida eterna se obtenía cumpliendo las demandas
de la ley.
Nicodemo entendió que Jesús no se refería a una repetición del
nacimiento natural. Un hombre maduro no podía volverse un niño
de nuevo. Por consiguiente, lo que Jesús dijo le parecía imposible.
No entendió. Era un misterio para él. Él no conocía otro nacimiento
más que el nacimiento natural de una madre. La regeneración era
un concepto extraño para él y en su desconcierto hizo una objeción.
No fue su intención ridiculizar las palabras de Cristo, sino recibir una
explicación. ¿Cómo puede un hombre nacer de nuevo cuándo es un
adulto?

C. Jesús explica el nuevo nacimiento


Ahora notemos lo que el Señor Jesús hace. No reprochó a Nicodemo
por su ignorancia, tampoco terminó la conversación en este pun-
to, sino que repitió su declaración con la más grande solemnidad,
usando palabras ligeramente diferentes. Con suma seriedad, puso
al maestro de la ley delante de la realidad irrefutable de la vida y de
la muerte, y repite con autoridad la necesidad de la obra soberana y
omnipotente del Espíritu Santo en el corazón. No intentó resolver las
objeciones de Nicodemo, tampoco dar una explicación detallada.
El Reino de Dios es proclamado por la realización de milagros visi-
bles, pero para ver el reino y para obtenerlo, necesitamos la gracia de
Dios que cambia el corazón. Por esta razón el Señor Jesús señaló a
Nicodemo la renovación interior. De las señales externas Jesús fue
inmediatamente a lo espiritual. De las señales externas (los milagros
de los cuales Nicodemo habló) fue a las señales internas (la obra mi-
lagrosa del Espíritu Santo). La obra de la persona del Espíritu Santo
no sólo produce un cambio pequeño y superficial, sino que provoca
el cambio milagroso que nos lleva de la muerte a la vida.
Así como es imposible para el hombre producir vida natural, así tam-
bién le es imposible producir la vida espiritual. Nos hace falta que el
Señor nos conceda la vida. En la obra de la regeneración, la nueva
vida espiritual es creada y una “nueva persona” nace.
Nicodemo no debía maravillarse de lo que Jesús dijo: Os es necesario
nacer de nuevo. Ésta era una verdad maravillosa sobre la que debía

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Nuevo Testamento

especular en cuanto a su posibilidad o imposibilidad. Más bien, de- Referencias / Notas


bía estar preocupado de cómo se realizaba la regeneración. Por eso
Cristo usó el ejemplo del viento. En el griego se usa la misma palabra
para referirse al espíritu o al viento. El Espíritu Santo trabaja sobe-
ranamente, como el viento. El viento no puede ser controlado por el
hombre. No puede cambiar un viento del norte con un viento del sur.
Sin embargo, el viento puede ser sentido. Nosotros no podemos ne-
gar la existencia del viento porque lo sentimos y vemos su poder. Por
lo tanto, el trabajo irresistible del Espíritu Santo no puede negarse.
Nicodemo no comprendió, y sin embargo no se queda desilusionado. Y circuncidará Jehová,
Él quería saber más, aunque no lo entendía. No se dejó llevar por la in- tu Dios, tu corazón,
diferencia al no comprender estos asuntos, sino que lleno de emoción y el corazón de tu
exclamó: ¿Cómo puede hacerse esto? Jesús le respondió con un llama- descendencia, para que
do de atención: ¿Eres tú maestro de Israel [un maestro notable de la ames a Jehová, tu Dios,
ley] y no sabes esto? El reproche que le hace Jesús señala el hecho de con todo tu corazón y con
que debería estar avergonzado de su ignorancia, pues el Antiguo Tes- toda tu alma, a fin de que
tamento ya habló claramente sobre la renovación interior, aunque el vivas. Deuteronomio 30:6
término “nacido de nuevo” no se use literalmente (Deuteronomio 30:6;
Salmos 51:12; Jeremías 31:33; Ezequiel 36:26, 27). La predicación y el Devuélveme el gozo de tu
bautismo Juan el Bautista también señalaron este cambio. Por lo tanto salvación y espíritu noble
Nicodemo no debía sorprenderse. me sustente. Salmos 51:12
Pero esto no fue todo lo que Jesús dijo. Si Nicodemo no entendía, él Pero este es el pacto que
mismo le explicaría. Como Juan el Bautista, Jesús fue un testigo fiel haré con la casa de Israel
y aún más grande que Juan porque pertenecía al cielo y tenía que después de aquellos días,
dar cuentas al Padre. Entonces, la conversación se transformó en un dice Jehová: Pondré mi ley
sermón maravilloso sobre el carácter expiatorio de la vida y muerte en su mente y la escribiré
de Jesús. Sólo por la fe uno llega a ser partícipe de esta expiación y en su corazón; yo seré
salvación. La base más profunda es el amor de Dios, revelado cuan- su Dios, y ellos serán mi
do envió a su Hijo, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, pueblo. Jeremías 31:33
mas tenga vida eterna.
Os daré un corazón nuevo
Los fariseos negaron este aspecto de la venida del Mesías, porque y pondré un espíritu nuevo
creían que la aparición del Mesías era principalmente una venida para dentro de vosotros. Quitaré
juicio y liberación nacional. ¡Pero Dios deseaba salvar al mundo! de vosotros el corazón de
piedra y os daré un corazón
de carne. Pondré dentro
D. La obra del Espíritu Santo de vosotros mi espíritu, y
Jesús proclamó el camino de la salvación a un hombre que debía haré que andéis en mis
aprender que nadie se salva por las obras de la ley, sino solamente estatutos y que guardéis
por la fe. Nicodemo no tuvo ninguna otra objeción. Escuchó muy mis preceptos y los pongáis
cuidadosamente hasta el fin de la conversación. Nicodemo salió si- por obra. Ezequiel 36:26,
lenciosamente como entró. Escuchó cosas muy diferentes a las que 27
esperaba, pero eso fue necesario para él; y lo es también para noso-
tros. Lleno de muchos pensamientos se fue a casa. Mucho le faltaba
todavía. Aún su mente estaba oscurecida y su corazón estaba lleno
de pecado, sin embargo, era un alma en búsqueda. ¿Llegaría a cono-
cer la luz? ¡Seguro que sí!
El hombre no tiene poder en sí mismo y es incapaz de ir al Señor Je- Nadie puede venir a mí, si
sucristo, el Salvador. ¡Pero cuán maravilloso es el llamado del Padre! el Padre, que me envió, no
(Juan 6:44, 65). El Espíritu Santo trae a cada uno de los miembros del lo atrae; y yo lo resucitaré
pueblo de Dios hasta el mismo Salvador; y los trae de diferentes ma- en el día final. Juan 6:44

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas neras. Por ejemplo, el camino de Nicodemo fue muy diferente al de
Zacarías o Pablo.
La gracia de Dios es irresistible, nada ni nadie puede oponérsela.
Aunque la evidencia inicial del nuevo nacimiento sea muy pequeña,
puede ser un inicio verdadero.

II. UN DEFENSOR DE JESÚS


A. Los fariseos están llenos de ira contra Jesús
Les dijo Nicodemo, el Un largo tiempo pasó antes de escuchar nuevamente sobre Nicode-
que vino a él de noche, mo. Por un período de aproximadamente dos años y medio desapa-
el cual era uno de ellos: rece en la narración del Evangelio. De repente, un rayo de luz brilla
--¿Juzga acaso nuestra Ley sobre él y aparece por un momento en una reunión de fariseos (Juan
a un hombre si primero 7:50, 51), de donde nos enteramos lo que había pasado con él. Su
no lo oye y sabe lo que ha entrevista con el Señor Jesús no había quedado sin frutos en su vida.
hecho? Juan 7:50-51 Las palabras del Salvador, en esa noche inolvidable, se convirtieron
para él en el poder de Dios para salvación. Finalmente la semilla
brotó y se desarrolló.
La fiesta de los tabernáculos se estaba celebrando cuando Jesús se
hallaba predicando en el templo de Jerusalén e invitando a los pe-
cadores a venir a Él. Jesús gritaba: ¡Si alguno tiene sed, venga a mí y
beba! La enemistad en su contra crecía y las opiniones sobre Él esta-
ban divididas. Algunos judíos en Jerusalén sabían de los planes para
matarlo y hubo un intento para capturarlo en el templo. Sin embargo,
hasta ese momento, nadie se atrevió a ponerle una mano en Jesús.
Muchos creyeron y dijeron, El Cristo, cuando venga, ¿hará más se-
ñales que las que éste hace? Estas afirmaciones fueron demasiado
lejos para los ojos de los fariseos y los principales sacerdotes. No
pudieron esperar por más tiempo y decidieron actuar. Entonces, en-
viaron a los alguaciles para que arresten a Jesús, pero regresaron
sin haber intentado siquiera llevar a cabo su misión. No fueron capa-
ces de actuar porque se impresionaron mucho de lo que Jesús dijo.
Quedaron fascinados por sus palabras. Como respuesta al reclamo
áspero de porqué no habían traído a Jesús, los alguaciles se excusa-
ron diciendo: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!
Los fariseos se quedaron pálidos de ira. Con incredulidad burlona, se
reían con desprecio y enfurecidos hacían mofa de la ignorancia de
los alguaciles diciendo: ¿También vosotros habéis sido engañados?

B. Nicodemo defiende a Jesús


Nicodemo fue testigo de este hecho. Lo escuchó todo. Él continuaba
siendo un miembro del Sanedrín, lo que le era una ventaja. ¡Nadie le
había hablado alguna vez a Nicodemo como este hombre! No podía
contenerse más. Callar era equivalente a negar, por consiguiente,
habló y preguntó: ¿Juzga acaso nuestra Ley a un hombre si primero no
le oye y sabe lo que ha hecho? Nótese que él no da un testimonio per-
sonal. Él sólo hace una declaración. Les recuerda a estos maestros
la regla según la cual nadie podía ser juzgado sin haber tenido una
oportunidad de presentar su defensa. Esta regla se aplicaba a todos

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Nuevo Testamento

sin excepción, incluso al más grande delincuente. Referencias / Notas


La defensa que Nicodemo hace del Señor Jesús fue como el aceite
sobre el fuego. En su rabia y ciega los miembros del Sanedrín no pu-
dieron soportar que nadie, sobre todo uno de su propio rango, clame
por justicia y acuda a la ley para defender de Jesús. Ridiculizaron
a Nicodemo, se mofaron y burlonamente replicaron mordazmente:
¿Eres tú también galileo? Escudriña y ve que de Galilea nunca se ha
levantado profeta. Nicodemo les dejó hablar y no respondió, permi-
tiendo que estos hombres amargados tengan la última palabra.

C. La importancia de la defensa de Nicodemo


Esta fue la primera vez que Nicodemo defendió públicamente a Je-
sús. Pero, realmente fue un poco decepcionante, porque la defensa
fue bastante tímida y débil. ¿No había él superado su temor del hom-
bre? Su defensa no fue muy persuasiva. Un hombre como Pedro, sin
duda, habría dicho mucho más. Sin embargo, no debemos desesti-
mar la importancia de su defensa. No deberíamos centrarnos en la
timidez de esta defensa de Jesús. ¡Si consideramos el lugar desfa-
vorable, el tiempo y las circunstancias, tenemos que reconocer que
Nicodemo fue realmente valiente! Note cuán pesada era la atmósfe-
ra de la reunión del Sanedrín y cuán agitado estaba el ánimo de las
personas que detestaban al nazareno con odio mortal. Muchos tal
vez habrían guardado silencio si hubiesen estado en el lugar de Ni-
codemo, pensando que una defensa no ayudaría de ninguna forma y
que sus palabras no tendrían efecto.
Pero, ¡Nicodemo no guardó silencio! ¡No pudo haber dicho mucho,
pero habló! Muchos no se atrevían a hablar libremente sobre Jesús
por temor de los judíos, pero él estuvo dispuesto a correr riesgos. La
chispa del Evangelio estaba encendida en su alma.
La actitud de Nicodemo fue la correcta. Sus palabras fueron cortas
y al punto, señalando a sus colegas lo irrazonable de sus opiniones
y apuntando a un asunto sensible. ¡Él les dijo: ustedes desprecian a
las personas que ustedes dicen que no conocen la ley, pero ustedes
conocen la ley y no la guardan! Nicodemo intentó apelar al juicio
de sus colegas. Era lo mejor que él podía hacer, considerando las
circunstancias.
La observación realizada por Nicodemo dio en el blanco. El resultado
fue que nadie habló más sobre enviar a los alguaciles para que pren-
dieran a Jesús. La reunión se terminó y cada uno se fue a su casa.
Y esa es precisamente una de las lecciones que el Señor nos enseña
por medio de la vida de Nicodemo. Nosotros también debemos tes-
tificar de Cristo, enfrentando los riesgos, sin que importe mucho el
ambiente o a quién enfrentamos.
Pero también debemos reconocer que el crecimiento en la gracia
es gradual. No todos maduramos rápidamente. Nicodemo progresó
despacio. Es mejor avanzar lentamente en el camino de la salvación
que permanecer estáticos en el camino del pecado. También hay un
principio en los asuntos espirituales. Nadie puede evitar responder a

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas preguntas como: ¿ha comenzado el Señor su trabajo en mi vida?, ¿es
el más grande deseo y oración de mi vida ser fiel y crecer en la gracia
y en el conocimiento del Señor y Salvador, Jesucristo?

III. UN DISCÍPULO QUE ACTÚA


A. Nicodemo en el Calvario
En el último pasaje del Evangelio de Juan que menciona a Nicodemo
lo encontramos en el Calvario. No hubiésemos esperado encontrar a
Nicodemo allí. ¿Cuándo tuvo lugar esta reunión? Aproximadamente
seis meses después de la reunión tormentosa del Sanedrín. El Señor
Jesús había consumado la expiación de la que le habló a Nicodemo
aquella noche. Él tuvo una muerte maldita, y muchas señales impor-
tantes acompañaron a su muerte.

José de Arimatea, La muchedumbre asombrada abandonó rápidamente el monte de la


miembro noble del crucifixión. Todo se quedó en silencio en el Calvario. El cuerpo muerto
Concilio, que también de Jesús todavía colgaba de la cruz. Y ahora un discípulo secreto se ha-
esperaba el reino de Dios, cía público. José de Arimatea pide a Pilatos que le entregue el cuerpo
vino y entró osadamente a de Jesús para enterrarlo en la tumba de su propiedad (Marcos 15:43).
Pilato, y pidió el cuerpo de Cuando iba a enterrar a Jesús, otro hombre se atreve a ayudarlo públi-
Jesús. Marcos 15:43 camente. ¡Este hombre es Nicodemo!
Como un recordatorio a sus lectores, Juan añade la información de
que Nicodemo era el hombre que antes había visitado a Jesús de
noche. Este detalle es muy significativo, pues destaca la obra del
Espíritu Santo en Nicodemo: primero tiene curiosidad, después no
entiende, continúa inquieto, reconoce y defiende a Jesús, y después
abiertamente se muestra como un seguidor de él. La buena semilla
se ha desarrollado y demuestra los frutos.

B. El amor de Nicodemo para Jesús


El amor quita el temor. Una persona tímida podía haber encontrado
muchas excusas para mantenerse escondida. ¿No habían escogido
las personas en ese mismo día a Barrabás en lugar de Jesús y los
líderes no estuvieron empeñados en la venganza? A pesar de eso, Ni-
codemo desafía todas las posibilidades. Quizás estaba poniendo su
vida en peligro, pero no podía hacer de otra manera. ¡Amaba a Jesús!
¡Cuando todos los discípulos se fueron, él apareció en escena hon-
rando a Cristo! Parecía que él no tenía el valor de Pedro, pero dentro
del mismo período de veinticuatro horas, en el cual Pedro negó a su
maestro tres veces, Nicodemo es el hombre que públicamente mos-
tró su amor por Jesús.
No hay duda que todavía había mucho que no estaba claro para Ni-
codemo. Al igual que la mayoría de los discípulos de Jesús, no en-
tendía aún el giro de los eventos. José de Arimatea y Nicodemo no
tenían ninguna clara comprensión sobre la resurrección de Cristo,
pues ellos pensaban que lo sepultaban definitivamente. ¡Aunque la
fe no podía comprender todo y aunque su esperanza se había ido, su
amor permanecía! En medio de su desconsuelo y desilusión no se
alejaron de Jesús. Al contrario, permanecen fieles a Él. Nicodemo se

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Nuevo Testamento

aferra a Él de tal modo que fue atraído irresistiblemente a testificar Referencias / Notas
públicamente de su fe.
En todo este proceso, el Señor fortaleció a Nicodemo. El Espíritu
Santo cambia a la persona. Ello no se puede ver de la noche a la
mañana, sino en el futuro, como fruto de un proceso de maduración
realizado por el Espíritu Santo. ¡Qué diferencia hay entre el camino
por el que Nicodemo anduvo y el camino en el que estuvo después!
Aunque era la misma persona, mucho cambió en poco tiempo. La
obra de Dios había crecido, se había desarrollado y se había forta-
lecido. El amor de Nicodemo por Jesús se hizo más profundo y más
fuerte en contraste al odio de sus enemigos. Es sorprendente notar
que aquel hombre que fue incapaz de comprender las palabras de
Jesús en aquella primera noche, fue luego un hombre de acción. Él
dice poco en el Calvario, pero su acción fue grande. Probó su fe por
sus acciones y eso es lo que cuenta.
Debemos aprender que donde hay verdadera vida espiritual, hay cre-
cimiento. Muchos se quedan como al principio, nunca crecen. Inclu-
so hay algunos van hacia atrás. ¡Eso es terrible! Por ello es necesario
orar para ser librado de los obstáculos en el camino de la salvación.
Que el Señor nos guíe y nos ayude a fin de no avergonzarnos de
Cristo.

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La Historia de la Salvación

12
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS Y LA MUJER SAMARITANA


Texto de referencia:
Juan 4:1-42

Versículo para memorizar:


Dios es Espíritu, y los que lo adoran, en espíritu y en verdad es
necesario que lo adoren. Juan 4:24

INTRODUCCIÓN
El tema principal de esta historia es la reunión de Jesús con esta
mujer. La conversación de Jesús con la mujer es de gran importan-
cia, pues recalcar que todos nosotros necesitamos el agua viva. Esta
historia nos enseña que el Señor quiere ser adorado “en espíritu y en
verdad” de acuerdo con los principios declarados en Juan 4:24.
La historia del encuentro de Jesús con la samaritana puede ser divi-
dida en tres partes:
I. La reunión con la samaritana
II. La conversación con la samaritana
III. Los efectos de la reunión

I. LA REUNIÓN CON LA SAMARITANA


A. Jesús viaja a través de Samaria
Cuando Jesús llegó a Jerusalén para celebrar la fiesta de la Pascua,
allí reveló que era el Mesías. A la limpieza del templo le sigue la con-
versación con Nicodemo. La atención pública se enfoca en Jesús, las
personas están impresionadas y muchos llegan a ser sus discípulos.
Los fariseos tomaron nota de todo lo que sucedía. Ellos se preocu-
paron antes por Juan el Bautista y ahora, al parecer, empiezan a pla-
near acciones contra Jesús. Para evitar confrontar a los líderes del
pueblo y frustrar sus planes, Jesús se retira de Judea.
Jesús toma la ruta más corta en su viaje hacia el norte, directamen-
te por la ciudad de los samaritanos. Por un prejuicio étnico-religio-

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Nuevo Testamento

so, la mayoría de los judíos evitaba esta ruta y prefería tomar un Referencias / Notas
desvío más largo, cruzando el territorio transjordano. Pero a Jesús
no le detiene este prejuicio. El se dirige intencionalmente a territo- Compró a los hijos de
rio samaritano. Hamor, padre de Siquem,
Jesús y sus discípulos llegan a Sicar, ciudad localizada en un valle por cien monedas, la parte
en medio de los montes Ebal y Gerizim, cerca del Siquem antiguo. del campo donde había
Aquí Jesús se encuentra en un área históricamente significativa, es plantado su tienda, erigió
el corazón de la ciudad de Samaria. En su retorno hacia Canaán, el allí un altar y lo llamó
patriarca Jacob compró aquí una parcela de tierra y construyó un “El-Elohe-Israel”.
altar. Después, tuvo que recuperarla de manos de los amorreos. Al Génesis 33:19, 20
final de su vida, la dio a su hijo José (Génesis 33:19; 48:22). Cerca a la A ti te he dado una parte
ciudad estaba el pozo que Jacob había excavado. más que a tus hermanos,
Aún ahora, este pozo existe y es considerado como un lugar santo. la cual tomé al amorreo
El pozo actual tiene veintitrés metros de profundidad y es alimentado con mi espada y con mi
por tuberías de agua. También los huesos de José fueron enterrados arco. Génesis 48:22
en Siquem cuando Israel se estableció en Canaán (Josué 24:32). Enterraron en Siquem los
Mientras los discípulos entraron en la ciudad, Jesús, cansado del ca- huesos de José que los hijos
mino, se sentó así junto al pozo. Él tenía un cuerpo como el nuestro de Israel habían traído
y fue afectado por las debilidades de nuestra naturaleza. Él fue como de Egipto, en la parte del
uno de nosotros, pero sin pecado. No estuvo exento del hambre, la campo que Jacob compró,
sed, la fatiga, el deseo de dormir, etc. ¡Qué humillación para el Hijo por cien monedas, de los
de Dios ser un viajero cansado que se sienta a descansar! Él soportó hijos de Hamor, padre de
todo esto por nuestro bien (2 Corintios 8:9). Siquem, y que pasó a ser
posesión de los hijos de
José. Josué 24:32
B. Jesús y la mujer en el pozo Ya conocéis la gracia de
Mientras Jesús descansa, se acerca una mujer a sacar agua del pozo. nuestro Señor Jesucristo,
Ella es descendiente de los grupos de personas que Senaquerib trajo que por amor a vosotros se
a la región después de la cautividad del reino de las diez tribus. Estas hizo pobre siendo rico, para
personas se habían mezclado con los israelitas que quedaron. Des- que vosotros con su pobreza
pués del ataque de los leones (2 Reyes 17:25, 26) ellos trataron de fuerais enriquecidos.
conectar el servicio a Jehová y a sus ídolos (2 Reyes 17:32). 2 Corintios 8:9

Los samaritanos eran odiados por los judíos sobre todo porque los
samaritanos se habían opuesto a la reconstrucción del templo de
Jerusalén bajo el gobierno de Zorobabel (Ezequiel 4). Asimismo, los Pero aconteció al principio,
samaritanos despreciaban a los judíos. Ellos tenían su lugar de ado- cuando comenzaron a
ración en el monte Gerizim, donde -para molestia de los judíos- cons- habitar allí, que como no
truyeron su templo que más tarde fue destruido. Los judíos evitaban temían a Jehová, él envió
a toda costa cualquier contacto con estas personas a quienes les contra ellos leones que los
consideraban como paganos. mataban. Entonces dijeron
al rey de Asiria: “Las
Sacar agua del pozo era parte de las actividades diarias en las casas gentes que tú trasladaste y
orientales. Esta mujer vino a sacarla a una hora inusual, no por la pusiste en las ciudades de
noche sino a la hora sexta. Según el horario judío, la hora sexta era Samaria no conocen la ley
al mediodía, la hora más calurosa del día, cuando el sol había alcan- del Dios de aquella tierra,
zado su cenit. y él ha echado en medio de
Parecería que ella vino por casualidad, pero ¿quién no ve la mano del ellos leones que los matan,
Señor aquí? Él está trayéndola al Salvador y por eso le era necesario porque no conocen la ley
pasar por Samaria. del Dios de la tierra”.
2 Reyes 17:25, 26

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas II. LA CONVERSACIÓN CON LA SAMARITANA


A. Jesús conversa de las cosas espirituales
Aunque temían a Jehová,
El Señor Jesús comienza una conversación con esta mujer. Su acti-
honraban a sus dioses,
según la costumbre de las tud hacia ella no es orgullosa ni condenatoria. Jesús busca a aque-
naciones de donde habían llos que están perdidos. Nosotros debemos aprender de esta actitud.
sido trasladados. Somos ligeros para juzgar a los otros, a aquellos que no creen fácil-
2 Reyes 17:32 mente les acusamos y despreciamos o simplemente los considera-
mos como gente que no puede ser alcanzada.
El Salvador está solo en el pozo, pues sus discípulos habían ido a la
ciudad a comprar de comer. Notemos lo que pasa. El Señor Jesús no
realizó milagros para su propio beneficio. Al contrario, pide que la
comida sea comprada y le pide a la mujer que le dé de beber.
La petición de Jesús causa asombro de la mujer. ¡Qué petición tan
extraña de un judío para una mujer! Jesús era judío. Ella podía ver y
oír eso.
¿Por qué le haría Jesús esta petición precisamente a ella? Él no es-
peró que la mujer dijera algo, más bien, rechazando cualquier prejui-
cio de ella, le habla francamente. ¡Qué sabiduría! Jesús no empieza
recriminándola por su pecado ni amonestándola para que lleve una
vida buena, sino que le pide un favor. Su petición es bien intencio-
nada.
Después de un viaje largo, un sorbo de agua será muy refrescante.
Sin embargo, él tiene una meta más alta. Jesús empieza pidiéndole
agua, porque a estas alturas los pensamientos de la mujer estaban
ocupados con este asunto. Su petición era la mejor manera de ganar
la buena disposición de la mujer y prepararla para que lo escuche.
La respuesta de la mujer demuestra que su meta fue lograda. Su
respuesta es una pregunta que indica asombro. ¡Qué petición más
rara! Normalmente los judíos y los samaritanos no cruzaban palabra,
Porque yo derramaré peor aún beber de la misma taza.
aguas sobre el sequedal, Ahora que el interés de la mujer ha sido despertado, Jesús usa inme-
ríos sobre la tierra seca. diatamente esta oportunidad para hacer un comentario que aumenta
Mi espíritu derramaré más todavía su asombro. Él se centra en la obra poderosa y llena de
sobre tu descendencia, y gracia del Espíritu Santo, simbolizado por el agua en varias referencias
mi bendición sobre tus del Antiguo Testamento (Isaías 44:3; Juan 7:38, 39). Nosotros somos
renuevos. Isaías 44:3 hechos espiritualmente vivos por el don del Espíritu Santo y es él que
nos da vida eterna.

El que cree en mí, como Jesús quiere decirle: mujer, si conocieras quien soy yo y lo que puedo
dice la Escritura, de su darte, no esperarías que yo te pida agua natural, pero si tú me pidie-
interior brotarán ríos de ras, no te negaría porque yo deseo salvarte. Y estas son sus palabras:
agua viva. Esto dijo del Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber;
Espíritu que habían de tú le pedirías, y él te daría agua viva. (Juan 4:10).
recibir los que creyeran La mujer desconoce todo esto y no entiende lo que Jesús le dice.
en él, pues aún no había Piensa que cuando Jesús menciona agua viva, está refiriéndose al
venido el Espíritu Santo, agua que sale del pozo. ¿Cómo este hombre le podría dar agua a
porque Jesús no había sido ella? Es notorio que Jesús no tiene ningún instrumento para sacar
aún glorificado. agua del pozo, entonces ¿cómo puede darle agua? Mostrando escep-
Juan 7:38, 39 ticismo, ella le pregunta cínica y audazmente: ¿Acaso eres tú mayor

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Nuevo Testamento

que nuestro Padre Jacob? Ella está confundida, sin embargo es curio- Referencias / Notas
sa y quiere saber más.
¿Qué sobre Jesús? Él no ha ganado su interés en vano. No descan-
sará hasta que esta mujer también lo conozca como el Cristo. Al
cambiar gradualmente la conversación de las cosas naturales a las
cosas espirituales, él enfoca su atención en su persona. Él no explica
cosas que están más allá de su comprensión, sino que le dice lo que
ella puede entender.
El pozo al lado del cual Jesús está sentado y el agua que la mujer quiere, Bienaventurados los que
sirven como símbolos para describir asuntos espirituales sumamente tienen hambre y sed de
importantes. Sin explicar inmediatamente su meta, Jesús le aclara a la justicia, porque serán
mujer que no está hablando del agua natural. Para ilustrar este punto saciados. Mateo 5:6
Jesús hace una comparación entre el agua del pozo de Jacob y el agua
que él tiene en mente. El agua natural del pozo no puede apagar la
sed para siempre, tampoco está siempre al alcance, pero el agua que
Jesús da es el agua verdadera que satisface totalmente las necesida-
des del pecador y apagará esta sed para siempre. Aquellos que tienen
hambre y sed de justicia serán completamente saciados (Mateo 5:6).
La mujer no tiene ninguna idea de lo que Jesús está diciendo. Toda-
vía está pensando en el agua natural y no puede comprender ningu-
na otra cosa. Ella nunca ha oído hablar de la clase de agua que el
Señor Jesús describe. Pero su deseo es despertado por las palabras
de Jesús. ¡A ella le gustaría tenerla! ¡Sería muy conveniente! Ella es
ingeniosa y sin temor pide: Señor, dame esa agua, para que no tenga
yo sed, ni venga aquí a sacarla.

B. La salvación empieza con la convicción del pecado


El Señor cumplirá sus deseos, pero de una manera diferente de la
que ella anticipó. Deja de usar simbolismos y de pronto cambia la
conversación diciendo: ¡Ve, llama a tu marido, y ven acá! ¿Cómo po-
demos explicar esto? Para entenderlo debemos ver que el propósito
de Jesús es darle la salvación. Para hacer eso, empieza a revelarle
su pecado y a convencerla de su mala vida. Si ella va a recibir la sal-
vación, deberá arrepentirse conscientemente de su pecado. Solo en-
tonces se volverá partícipe de la gracia y beberá del agua de la vida.
Todos nosotros necesitamos esto. Los niños también necesitan el agua
de la vida que Jesús tiene y da. Pero, también debemos saber que no
hay verdadera salvación sin un reconocimiento de nuestro pecado y
miseria. El primer sorbo del agua viva es la convicción del pecado.
La orden que le dio Jesús de llamar a su marido sirve para despertar
en su conciencia un sentimiento de pecado y culpa, pero también la
lleva a dar la bienvenida a Jesús como el Libertador del pecado. Este
giro en la conversación le da a Jesús la oportunidad de revelarle su
omnisciencia.
Era una creencia comúnmente sostenida en esta época, que el Me-
sías se identificaría por su habilidad para saber todas las cosas. Por
ejemplo, Jesús probó su omnisciencia a Natanael y por eso fue traí-
do a la fe.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas ¡El momento decisivo ha llegado! Las palabras penetrantes de Jesús
han tocado la conciencia de la mujer, porque su respuesta honesta
es: No tengo marido. Podemos imaginarnos a la mujer mirando hacia
abajo tímidamente. Ella se siente profundamente culpable y confiesa
honestamente la verdad.
Es muy notable ver como el Salvador trata ahora con ella. Él está de
acuerdo con su confesión y le muestra que la historia de su vida se
pone delante de él como un libro abierto. Nuestra vida también es
completamente conocida por Jesús. Él sabe que la mujer ha vivido
con cinco hombres y que ahora vive en pecado con el sexto. Sí, su
vida es inmoral. Ella es una esclava del pecado.
Ahora ¿le acusa y le reprende Jesús? ¡No! Más bien afirma, por dos
ocasiones, que la confesión de su pecado es verdad. Solo haciéndole
unas pocas preguntas, le ha mostrado la pecaminosidad de su vida.
Su bondad compasiva le ha tocado profundamente su corazón.
El propósito ha sido logrado, porque la mujer no niega ni intenta
cubrir su culpa, tampoco trata de minimizarla como muchos podían
hacer. Al contrario, ella reconoce que el extraño que ha encontrado
es un profeta, que conoce todos sus pecados, aunque él no la cono-
cía de antes.
La samaritana está lista con su respuesta. No le pregunta directa-
mente a Jesús, pero ella quiere saber cómo puede ser librada de
su pecado y vivir una vida mejor. De este modo, cuando hace la
pregunta, plantea le candente tema que divide a los judíos y sama-
ritanos: ¿Cuál es el lugar verdadero de adoración? ¿Quién está en
lo correcto?
No deberíamos ver esta pregunta de la mujer como un truco o un
esfuerzo presuntuoso para dirigir la conversación fuera de un tema
que es doloroso para ella, sino más bien como la evidencia de la fe
en el hombre que acaba de conocer. ¡Ella tiene un deseo genuino de
aprender de él! Juan Calvino dice que “ella se mueve de lo específico
a lo general, y habiendo sido informada sobre su pecado, quiere ser
enseñada generalmente sobre la adoración pura de Dios... Aquí ella
actúa apropiada y normalmente al consultar al profeta, para no co-
meter errores al adorar a Dios” (Los Comentarios de Calvino, “El Evan-
gelio según San Juan”). El Señor Jesús le contesta enseguida. No la
pone en vergüenza, sino que su contestación es sumamente sabia.
Él no ofende a la mujer, pero tampoco esconde la verdad. En esta
controversia los judíos tienen la razón. Pero Jesús, no hace ningún
esfuerzo para persuadirla a aceptar la religión judía. Esta disputa ya
ha perdido su relevancia, porque ha llegado el tiempo en el cual la
verdadera adoración a Dios no esté atada a un lugar o edificio. Geri-
zim y Jerusalén han tenido su día y los dos desaparecerán.
A estas alturas la conversación ha alcanzado su clímax. Este es el
único lugar de los evangelios donde Jesús introduce su propio tes-
timonio: Créeme. También se enseña que aunque la mujer está pre-
ocupada por la adoración, Jesús le enseña quiénes son los verdade-
ros adoradores. Nuestra religión no puede ser meramente formal. El
Señor quiere ser servido en verdad y justicia, con un corazón sincero.

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Nuevo Testamento

El Padre tales adoradores busca que lo adoren. El verdadero servicio Referencias / Notas
a Dios no está ligado a un lugar ni está restringido a una cierta
situación. ¡Dios está en todas partes! Él no está contento con una
religión que se enfoca en los rituales exteriores y que no viene de un
corazón sincero.
La gran declaración hecha por el Hijo con respecto al Padre: Dios es
Espíritu; y los que lo adoran, en espíritu y en verdad es necesario que
lo adoren, no es hecha a los sabios y nobles, tampoco para el sumo
sacerdote y los escribas de Israel, sino a una mujer ignorante de
Samaria que tiene una moral cuestionable. El Salvador requiere que
nosotros lo sirvamos con un corazón verdadero y creyente, en una
forma que es compatible con su propia naturaleza.

III. LOS EFECTOS DE LA REUNIÓN


A. La samaritana es testigo de Cristo
La samaritana está profundamente emocionada. Ella no puede refu-
tar a Jesús. ¿Le creerá? Ella no sabe qué pensar y profundamente
conmovida dice: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuan-
do él venga nos declarará todas las cosas.
Ahora, el momento ha llegado para que Cristo se revele a sí mismo y
haga la siguiente poderosa declaración: Yo soy, el que habla contigo.
¿Está usted esperando al Mesías? ¡Él está de pie delante de usted y
quiere salvarlo!
De nuevo la mujer oye una verdad maravillosa y gloriosa. Esto supera
todo lo que ella ha esperado alguna vez. ¡Qué cosas maravillosas ha
experimentado durante esta conversación! Estimulada por las pala-
bras de este extraño, un deseo por el Mesías ha crecido en su cora-
zón. ¿Escuchó ella lo correcto? ¡Él mismo es el Mesías! ¿Qué más
puede hacer ella sino creer?
¡Sí, la mujer cree y eso la hace indeciblemente feliz! Todo cambia en
un abrir y cerrar de ojos. Previamente, entregada a sus lujurias, ella no
habría escuchado si alguien le hubiera hablado sobre su estilo de vida
pecaminoso, pero ahora no puede estar callada. ¡Ella debe confesar!
Profundamente tocada, llega a ser una predicadora de Cristo. Dejando
su cántaro de agua, fue a la ciudad, no para llamar a su “marido”, sino “Yo me dejé buscar por los
para decirles las buenas nuevas a las personas de su ciudad. que no preguntaban por
mí y fui hallado por los
Con gran emoción ella dice: Venid, ved a un hombre que me ha dicho que no me buscaban. Dije
todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo? Ésta es la mejor mane- a gente que no invocaba
ra de persuadir a otros. Otro ejemplo de alguien que hizo lo mismo mi nombre: “¡Aquí estoy,
fue Felipe, el que testificó a Natanael. aquí estoy!” Isaías 65:1
La evidencia del cambio de corazón de la mujer es la confesión que
sale de su boca. Ella se expresa cuidadosamente: ¿No será éste el Cris-
E Isaías dice
to? Ella no impone su opinión a los otros, sino que permite que cada
resueltamente: “Fui
cual saque sus propias conclusiones. Ella fue encontrada cuando ni
hallado por los que no me
siquiera buscaba la verdad (Isaías 65:1; Romanos 10:20). ¡Qué ejemplo
buscaban; me manifesté
es esta mujer! A menudo estamos en la posición y posibilidad de
a los que no preguntaban
testificar del Señor Jesús e invitar a otros. No seamos negligentes por mí”. Romanos 10:20
de hacerlo.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas B. El testimonio de la samaritana es bendecido


El Señor bendice el testimonio de la mujer. Muchos de los samarita-
nos de esa ciudad creyeron en él por las palabras de la mujer. Un buen
testimonio es frecuentemente bien recibido. Muchos de los ciudada-
nos de Sicar aceptaron la invitación de esta mujer y ella llegó a ser el
medio para llevarlos al Salvador. Esta historia nos enseña a no mirar
desdeñosamente los intentos aparentemente simples e insignifican-
tes para guiar a otros a Jesús.
Los ciudadanos llegaron pronto al pozo de Jacob y oyeron predicar
al Salvador. ¡Cómo escucharon ellos! Sus corazones fueron hechos
receptivos por la obra del Espíritu Santo sobre quien Jesús habló
a la mujer. Ellos dependieron de su palabra y bebieron del agua de
vida. Llenos de agradecimiento le pidieron a Jesús que se quede y se
quedó allí dos días.
Muchas más personas creyeron y su fe quedó fortalecida. ¡Cuán
grande debió de haber sido su alegría! Ya no necesitaban confiar
en el testimonio de la mujer, pues ellos mismos han oído a Jesús.
¡Ellos entienden el evangelio! Del testimonio de la mujer suponían
que él podría ser el Mesías, pero después de escucharlo saben por sí
mismos y confiesan que verdaderamente éste es el Salvador del mun-
do, el Cristo. No sólo es el Salvador de los judíos, ¡sino también tu
Salvador!
Estos samaritanos fueron los primeros frutos de las naciones, heral-
dos de las muchas nacionalidades que serían añadidas después de
Pentecostés (Hechos 8:5-8).
¡Qué escena tan hermosa es ésta! ¡Cristo está en medio de los sa-
maritanos!

C. Los discípulos aprenden una lección


Los discípulos también son enseñados con este evento. Ellos son co-
rregidos de una incorrecta actitud que tuvieron. Cuando regresan de
comprar alimentos de la ciudad se maravillaron que (Jesús) hablaba
con una mujer.
Según las costumbres de la época, se consideraba inadecuado con-
versar públicamente con una mujer. Los discípulos notan que algo
significativo ha ocurrido y no se atreven a manifestar ninguna crítica.
Ellos están más interesados en la comida que han comprado, que en
el trabajo de Jesús. Ellos le instan a que coma algo, pero Jesús está
lleno de alegría y gentilmente les informa que no está interesado en
la comida que han traído. Él no se preocupa por el hambre o la sed.
Ahora que el Padre le ha dado este glorioso trabajo, está disfrutando
de una muy diferente clase de comida.
Los discípulos tienen poco entendimiento acerca de lo que Jesús
dice sobre la comida. Igual condición que tuvo la mujer al iniciar la
conversación sobre el agua. Por consiguiente, Jesús los corrige: Mi
comida es que haga la voluntad del que me envió y que acabe su obra.
¡Ésa es la comida que le fortalece!

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Nuevo Testamento

Algo del deseo que vive en el Señor Jesús debe ser encontrado en Referencias / Notas
nosotros. Mediante la obra del Espíritu Santo, nosotros no debemos
tener un deseo más grande que hacer la voluntad de Dios. Eso es
más importante que la comida, el vestuario, el poder y la belleza.
Cristo está preparando una alegría aun mayor para sus discípulos.
Él ve una cosecha, que entra en el Reino de Dios, donde ellos no la
esperaban. En la naturaleza la siembra y la siega no tienen lugar en
el mismo día, pero en el mismo lugar un sembrador y un segador
pueden regocijarse juntos. Los discípulos, sin siquiera haber hecho
algo, han sido colocados en la posición de traer a muchos a la fe, a
la iglesia, para ser bautizados. ¡La bondad de Dios nos debería llenar
de asombro!

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La Historia de la Salvación

13
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS SANA AL PARALÍTICO EN


BETESDA
Texto de referencia:
Juan 5

Versículo para memorizar:


Jehová, Dios mío, a ti clamé y me sanaste. Salmos 30:2

INTRODUCCIÓN
Esta historia nos brinda la oportunidad de hallar escenas muy vívidas
en la vida y obra de Jesús. Pero, no debemos perder el enfoque de la
escritura. Lo que se dice sobre el agua y el ángel, sobre el hombre
infortunado o los judíos, no es lo más importante. Cristo es el centro
de la historia porque lo que dice y hace es lo más importante.
Esta porción de la Escritura registra cuatro frases del Señor. Las
examinaremos en relación con el milagro que Jesús realizó en
Betesda:
I. La primera frase
II. La segunda frase
III. La tercera frase
IV. La cuarta frase

I. LA PRIMERA FRASE
¿Quieres ser sano?

A. Jesús va a Jerusalén
El Señor Jesús estaba en Galilea cuando la fiesta de los judíos se
aproximaba. Interrumpe sus actividades y se prepara para ir a Jeru-
salén. No es posible determinar con certeza a qué fiesta se refiere el
escritor del evangelio. Mucho puede decirse en favor de la opinión de
que era la fiesta de la Pascua. Cristo no evita ir a Jerusalén, a pesar

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Nuevo Testamento

de que su primera aparición pública le había traído un grave conflic- Referencias / Notas
to (Juan 2). Jesús quiere guardar los preceptos de la ley de Dios.
Esta vez Jesús no está acompañado por sus discípulos. Por lo menos
el relato no se dice nada de ellos. Como cualquier otro judío, va a
celebrar la fiesta y en ella revelará quién realmente es él.

B. La visita al estanque de Betesda


En Jerusalén había un lugar semejante a un hospital. Estaba loca-
lizado cerca al mercado de las ovejas, en la sección nororiental de
la ciudad. Las ovejas destinadas para el sacrificio en el templo eran
llevadas a Jerusalén a través de la puerta situada en esta área. El
“hospital” tenía una apariencia bastante diferente a nuestros hos-
pitales. Los pacientes no recibían un cuidado completo y más bien
diríamos que no era más que una sala de espera. Allí había cinco
pórticos o galerías, construidas alrededor de una piscina a la que se
llegaba por unas gradas.
Un gran número de enfermos venidos de muchos lugares yacían allí.
Había ciegos, paralíticos, gente sufría distrofias y desfallecía. Era
gente pobre, desvalida y miserable.
Esta muchedumbre que llamaba a la compasión permanecía espe-
rando en el estante día tras día. ¿Para qué? Todos sabían que por mo-
mentos el agua tenía un poder curativo. De tiempo en tiempo –dice la
Escritura-, nadie sabía cuando, el agua se agitaba de repente y hervía.
La persona que primero descendía al estanque después del movimiento
del agua, quedaba sana de cualquier enfermedad que tuviese.
¿Cómo debemos entender esto? ¿Hay algún problema? No debemos
complicarnos con lo que el ángel descendía de tiempo en tiempo al
estanque, y agitaba el agua. Algunos dicen que no había algo sobre-
natural en esto, pues podía explicarse fácilmente por la existencia de
ciertos manantiales en esta área. Debajo del estanque había un ma-
nantial mineral que de vez en cuando vertía su agua en el estanque.
Cuando esta agua burbujeante se mezclaba con el agua almacenada
en el estanque, su poder se disolvía y por consiguiente se debía en-
trar rápidamente al agua, de otra manera no se obtenía la sanidad
deseada. La tradición de la gente atribuía esto a un ángel.
La descripción que el paciente da de su situación no indica esta ex-
plicación natural. También nos deja con la curiosidad del porqué sólo
una persona se sanaba. Incluso había otra explicación, menos acepta-
ble, según la cual la sangre de los animales sacrificados en el templo
fluía a través de las cañerías al estanque de agua y que ese era el po-
der curativo de aquella agua de color rojo. Pero, debemos considerar
estas explicaciones como lo que son: simples especulaciones.
La dificultad de este pasaje está en otra parte. Es el hecho de que
hay una diferencia tanto en los manuscritos como en la redacción
misma de la frase. Los manuscritos más auténticos no tienen el final
del versículo 3 y les falta todo el versículo 4. Algunas traducciones,
en cambio, contienen el pasaje pero entre paréntesis. Esto da lugar
a pensar que es posible que estas frases originalmente hayan sido

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas un comentario, colocadas al final del manuscrito y que más tarde
fueron incluidas en el texto para interpretar el versículo 7.
Sin embargo, esto no significa que la explicación misma esté equi-
vocada. Al respecto, el comentarista Dr. C. Bruma declara: “aun si
esta parte hubiese sido añadida más tarde, la información puede ser
correcta. No deberíamos estar sorprendidos que los poderes extraor-
dinarios estuvieran obrando durante el ministerio de nuestro Señor
en la tierra”.
Cualesquiera que sea la explicación, Dios puso un poder curativo en
esta agua que no lo tenía de manera natural. Dios pudo hacer uso
de un ángel si a él le agrada hacerlo así. Esta sanidad sobrenatural
muestra que Dios viene en la ayuda de su pueblo con compasión y
poder, para que ponga su confianza exclusivamente en el Señor. Sin
embargo, la Palabra de Dios nos asegura en muchas partes que es
él quien nos sana. Debemos ser cuidadosos de no atribuir poder a
los medios que le pertenecen exclusivamente a Dios. Ésta es quizás
la lección que debería permanecer en el primer plano de esta parte
del relato.
El estanque era un lugar tanto de miseria como de compasión y apro-
piadamente se le puso el nombre de Betesda, que significa “Casa de
la Gracia”. Algunas instituciones cristianas de misericordia a menu-
do llevan este nombre hermoso para demostrar que la compasión es
ejercida en el nombre de Cristo con aquellos que están sufriendo.

Él librará al menesteroso C. Jesús sana a un cojo


que clame y al afligido Jesús camina al estanque porque sabe que su amor es para todos los
que no tenga quien lo que necesitan ayuda (Salmos 72:12). Durante la fiesta visita los pórti-
socorra. Salmos 72:12 cos donde muchos discapacitados estaban reunidos, anhelando una
oportunidad de ser sanados. Entre ellos estaba uno especialmente mi-
serable. Ha estado enfermo durante treinta y ocho años.
Y añadió: --De cierto os
digo que ningún profeta es Solamente imagine cuánto tiempo es eso. Es casi todo el tiempo que
bien recibido en su propia el pueblo de Israel vagó en el desierto. Las Escrituras no nos infor-
tierra. Y en verdad os man de cuál era su enfermedad. Quizás era un cojo, ya que según
digo que muchas viudas el versículo siete con algún esfuerzo él podía moverse. Los ojos de
había en Israel en los días Jesús se fijaron en aquel hombre. ¡Había venido a verlo! Entre la gran
de Elías, cuando el cielo multitud su mirada se dirigió hacia él.
fue cerrado por tres años
Parece ser que este hombre había perdido varias veces la oportuni-
y seis meses y hubo una
dad para sanarse. Pero ahora la oportunidad es sólo para él, porque
gran hambre en toda la
el Señor Jesús no va a sanar a otros enfermos. ¡Uno entre la muche-
tierra; pero a ninguna de
ellas fue enviado Elías, dumbre! ¿Por qué? Recordemos lo que también pasó en el Antiguo
sino a una mujer viuda Testamento. Había muchas viudas y leprosos en Israel en el tiempo
en Sarepta de Sidón. Y de Elías y Eliseo, pero únicamente la viuda de Sarepta y Naamán
muchos leprosos había recibieron ayuda.
en Israel en tiempo del En aquel entonces el énfasis estuvo en la incredulidad versus la fe
profeta Eliseo, pero (Lucas 4:25-27), mientras que aquí el énfasis estaba en las circuns-
ninguno de ellos fue tancias. Solo este hombre enfermo se beneficiaría del poder de Je-
limpiado, sino Naamán el sús, pero únicamente porque el milagro tenía el propósito de revelar
sirio. Lucas 4:25-27 que él era el Cristo.

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Nuevo Testamento

D. Jesús pregunta al cojo Referencias / Notas


Jesús vio al miserable acostado sobre un lecho pequeño. Sabía que
había estado acostado allí, en esa miserable condición, durante mu-
cho tiempo. ¿Saben por qué Jesús conocía esto?
Jesús le pregunta al hombre: ¿Quieres ser sano? ¡Qué pregunta más
extraña! ¿Quién no quisiera ser sanado? Si no habría sido su deseo
de estar bien, él no habría estado allí buscando sanidad. Él lo había
intentado todo y había permanecido ahí a pesar de todos los años de
frustración. Pero, aunque la pregunta pareciera extraña, no lo era.
El Salvador no cometía ningún error. Tenía una intención especial
en mente. Su pregunta interesada era una introducción para lo que
vendría.
¿Por qué se dirige Jesús al hombre de esta manera? Él hizo la pre-
gunta para estimular el interés, pero aún más, tenía el propósito de
avivar el deseo del hombre por la sanidad. Este pobre miserable no
sólo tenía piernas cojas y músculos cadavéricos sino que también
había perdido su voluntad. Su espíritu estaba deshecho. Él había
perdido el valor y toda esperanza. No tenía ninguna fuerza. Simple-
mente estaba acostado, entumecido y resignado pasivamente a su
miserable suerte. Estaba claro que él se había rendido renunciando
a toda esperanza.
La Escritura dice que la esperanza que se demora es tormento del
corazón (Proverbios 13:12), lo que significa que la desesperación en-
ferma a la persona.
Jesús deseaba despertar a este hombre de su entumecimiento es-
piritual y desesperación. Despierta su esperanza con la pregunta:
¿quieres realmente ser sano de nuevo?
En un sentido espiritual esta pregunta también nos involucra. Muchos ¡Venid, todos los sedientos,
no quieren ser despertados, porque están muy acostumbrados a una venid a las aguas! Aunque
vida de pecado de la que realmente no quieren ser liberados. Por eso no tengáis dinero, ¡venid,
sólo los que están sedientos de la gracia de Dios pueden adquirirla, sin comprad y comed! ¡Venid,
dinero y sin precio (Isaías 55:1). ¡Si usted quiere sanidad, debe mirar a comprad sin dinero y sin
Jesús! pagar, vino y leche!
Isaías 55:1
II. LA SEGUNDA FRASE
Levántate, toma tu lecho, y anda.

A. El enfermo está desesperado


¡El pobre enfermo nunca pensó oír algo así en su vida! ¿Quiero ser
sanado? Claro, ¿por qué no? ¡No piense que no quiero ser sanado!
¡Si sólo fuera posible! Yo no soy el problema, pero nadie quiere ayu-
darme. Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el
estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro des-
ciende antes que yo.
¡Qué terrible escena! Tan pronto como el agua se movía se producía
una carrera desde todas las cinco galerías. Cada pobre víctima se

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas apresuraba al estanque, caminando o arrastrándose como podía.


Cada uno trataba de ser el primero. Se empujaban entre sí porque
sólo les preocupaba su propia necesidad.
Este hombre siempre llegó tarde, porque otros llegaban antes que
él. Eran más rápidos y entraban al agua mientras él aún estaba en
camino. ¡Y así pasaban las oportunidades! Nadie, ninguno de las per-
sonas sanas presentes, ni aquellos que habían sido sanados, desea-
ban ayudarlo. Todos pensaban en sí mismos. Nadie se preocupaba
por él. Entre todos sus compañeros de sufrimiento se sentía tan solo
que se había vuelto un solitario después de 38 años de espera. En la
Casa de la Gracia no había nadie que lo ayude.
Es evidente que el hombre lisiado había soportado mucho, sólo po-
día pensar en los medios pero estaban fuera de su alcance. Sólo
pensaba en el agua. Estaba atrapado en el frustrante sentimiento de
que no había otra manera de ser sanado. Vio en Jesús a un visitante
amistoso que venía a la fiesta. Por eso ni siquiera le pregunta, ¿pue-
de usted ayudarme? No esperaba nada del Señor.
En su desesperación, estaba seguro de que su condición era total-
mente sin esperanza. El conocimiento médico no podía ayudarlo,
tampoco el milagro del ángel. Él estaba tan cerca de recurso que le
permitiría ser sanado, pero asimismo estaba fuera de todo su alcan-
ce. ¡Qué miseria! ¡Qué desesperación!

B. El enfermo es sanado
El hombre infeliz no tenía la más mínima idea de que su curación
estaba tan cerca, ¡porque iba a ser sanado! El Señor Jesús no es sólo
un amigo compasivo, sino también un libertador omnipotente. ¡Es el
ayudador del necesitado que los rescata de todas sus angustias!
A ti te digo: Levántate, De repente, completa e inesperadamente el hombre oye las palabras
toma tu camilla y vete a poderosas del Señor: Levántate, toma tu camilla, y anda. Después, Je-
tu casa. Marcos 2:11 sús le diría las mismas palabras al paralítico (Marcos 2:11).
Jesús no le prometió ayuda al hombre. No le dijo: yo te ayudaré en
otro momento cuando el agua se mueva. Un milagro mucho más
grande ocurriría. Le dice al hombre impotente: ¡Levántate! ¡Párate
ahora, y rápidamente! Cada vez que el ángel venía, el cojo era inca-
paz de levantarse, pero ahora le ordena: ¡Toma tu lecho! Enrolla tu
pequeño colchón y llévatelo, porque no lo necesitarás más aquí en
Betesda.
El hombre no sólo fue sanado de su cojera, sino también de su des-
esperación. Jesús le dijo: ¡y anda! ¡Ése fue el último milagro! Él no
había podido caminar durante tantos años. Siempre tuvo que estar
acostado. Quizás con gran esfuerzo podía arrastrarse sólo un poco.
¡Y ahora esto!
¡Qué orden! Esto fue algo maravilloso. La palabra de Cristo es pode-
rosa. ¡Él habla y el milagro sucede! Nosotros siempre somos golpea-
dos por esta verdad cuando Jesús realiza milagros.
El hombre sintió que la energía fluía en su cuerpo. Todo había cambia-

| 122 |
Nuevo Testamento

do. La fuerza había entrado en sus miembros. El largo tiempo de sufri- Referencias / Notas
miento había terminado. ¡Cuán maravilloso era estar sano y ser capaz
de hacer las cosas por sí solo! Por tanto tiempo, y en vano, él había
esperado la sanidad del agua y ahora… ni el agua era necesaria.
Puesto que no había ayuda de parte del hombre, la acción maravillo-
sa del poder de Cristo brilló más gloriosamente. Lo que es imposible
para los hombres es posible para Dios.

III. LA TERCERA FRASE


Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna
cosa peor.

A. El hombre es acusado de quebrantar el sábado


La historia toma un giro notable. El hombre que fue sanado se rego-
cijaba por su curación. Él caminaba llevando su lecho enrollado. Na-
turalmente él era conocido y las personas lo miraban fijamente con
asombro. Inmediatamente le hicieron preguntas pero no lo felicitaron
por su curación, como se esperaría, sino que fue reprendido aguda-
mente porque llevaba a cuestas su colchón. Era ¡sábado!, y según la
costumbre judía esto no era permitido en este día.
Es probable que quienes acusaban al hombre hayan sido los represen-
tantes oficiales de los judíos, los escribas, celosos guardianes de las
costumbres judías.
En el Antiguo Testamento estaba prohibido llevar cargas en el día de Así ha dicho Jehová:
reposo (Jeremías 17:21, Nehemías 13:15). Los negocios no podían ser Guardaos por vuestra vida
realizados y el transporte de los artículos estaba prohibido. Los judíos de llevar carga en sábado y
le aplicaron la ley a este hombre. Vieron la transgresión y lo encontra- de meterla por las puertas
ron culpable de la violación del sábado. Ellos no se regocijaban con los de Jerusalén.
que se regocijaban, pues ni siquiera se molestaron en averiguar lo que Jeremías 17:21
le pasó, ni la causa por la que estaba caminando, tampoco el porqué
llevaba su colchón.
En aquellos días vi en
Ellos estuvieron listos con su juicio, sin haber investigado, y de modo
Judá a algunos que
muy duro y severo le dicen: “Dile que está haciendo mal”.
pisaban en lagares en
El hombre se defendió del ataque y dijo: yo no hago esto por mi propia sábado, que acarreaban
cuenta, sino El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda. manojos de trigo y
Podemos imaginar al hombre cavilando sus pensamientos, afirmando: cargaban los asnos
su palabra tiene autoridad para mí. El que me sanó después de treinta con vino, y también de
y ocho años de enfermedad seguramente tiene el derecho de decir: uvas, de higos y toda
Toma tu lecho, aunque hoy sea sábado. suerte de carga, para
traerlo a Jerusalén en
La respuesta del hombre indicaba a los judíos que alguien más estaba
sábado; y los amonesté
involucrado por lo que le pidieron mayor información. No preguntaron
acerca del día en que
quién fue él que hizo este gran milagro, sino quién es él que dijo, toma
vendían las provisiones.
tu lecho y anda. Ésta era la única cosa que les interesaba. Jamás pres-
Nehemías 13:15
taron atención a la milagrosa curación.
El hombre no pudo contestar esta pregunta porque no conocía a Je-
sús, a pesar de ser Él quien le ayudó. Jesús salió intencionalmente de

| 123 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas la escena del milagro. Fue fácil desaparecer entre la gran muche-
dumbre que había venido con Él. Obviamente el hombre sanado no
podría encontrarlo. Por esta razón la gente se olvidó rápidamente del
asunto.

B. Jesús revela su omnisciencia


Poco tiempo después, en el templo, Jesús encontró al hombre que
había sanado. Otra vez se dirige a él de manera inesperada. Jesús ni
siquiera se refiere a la acusación del quebrantamiento del sábado que
tanto había preocupado a los jefes de los judíos. Tampoco reprende
al hombre por responsabilizarle de haber cargado su pequeño col-
chón, sino que le advierte seriamente. Jesús no le dijo esto delante
de las demás personas que les rodeaban, sino cuando estuvieron
solos en el templo.
Al ver Jesús la fe de
ellos, dijo al paralítico: Aunque el hombre que fue sanado estaba muy contento con su
--Hijo, tus pecados te son restauración física, aún tenía mucho que aprender. Al parecer fue
perdonados. Marcos 2:5 sanado físicamente, pero no espiritualmente. No le sucedió como
con aquel paralítico que recibió la sanidad del cuerpo y del alma al
mismo tiempo (Marcos 2:5).
En este mismo tiempo Jesús le recuerda al hombre el gran favor recibido: ¡Mira, has sido
estaban allí algunos que sanado! Este milagro era para incitarlo a servir al Señor desde ese
le contaban acerca de momento en adelante y nunca olvidarse de Él. El hombre también
los galileos cuya sangre debía pensar en su futuro. Si seguía como inconverso, un castigo
Pilato había mezclado mucho más severo lo esperaría.
con los sacrificios de ellos. Por eso la nueva sentencia de Jesús: ¡no peques más, para que no
Respondiendo Jesús, les te venga alguna cosa peor! Cristo, al igual que hizo con Natanael y la
dijo: --¿Pensáis que estos samaritana, le indica que él es Omnisciente, que es quien conoce
galileos, porque padecieron la vida anterior e interior del hombre, incluso cuando no sabía nada
tales cosas, eran más acerca de Jesús.
pecadores que los demás
galileos? Os digo: no, antes
si no os arrepentís, todos C. Jesús advierte sobre el pecado y el juicio
pereceréis igualmente. O
aquellos dieciocho sobre No siempre hay una relación directa entre el pecado y la enferme-
los cuales cayó la torre en dad. Aunque es verdad que, en general, no habría ninguna enferme-
Siloé y los mató, ¿pensáis dad si no hubiese ningún pecado, pero no tenemos el derecho de ver
que eran más culpables en una enfermedad particular un castigo por un pecado específico.
que todos los hombres que Cristo nos ha dicho expresamente que no debemos considerar estas
habitan en Jerusalén? Os cosas de esa manera (Lucas 13:1-5; Juan 9:3).
digo: no, antes si no os Sin embargo, este hombre ya no debía seguir comportándose como
arrepentís, todos pereceréis un caballo que necesita el freno y que no tiene entendimiento. Dios
igualmente. Lucas 13:1-5 lo golpearía con un castigo mucho mayor si continuaba en la mis-
ma situación, sin arrepentirse de sus pecados. Es mucho peor morir
sin reconciliación, sin ser perdonado y perderse para siempre, que
Respondió Jesús: --No
sufrir una enfermedad por treinta y ocho años. Recibió la amenaza
es que pecó este, ni sus
de la destrucción en cuerpo y alma en el infierno. ¡Si esta bendición
padres, sino para que
extraordinaria que había venido sobre él, esta indicación de la bon-
las obras de Dios se
dad de Dios, no lo llevaba a la conversión verdadera, él iba a recibir
manifiesten en él.
castigos mayores!
Juan 9:3

| 124 |
Nuevo Testamento

Notemos cómo el Señor actúa, pues no siempre sigue el mismo mé- Referencias / Notas
todo. Con el hombre paralítico, lo espiritual vino primero y después
la sanidad física. Aquí el don de la sanidad física viene primero y
después su conciencia es despertada.
Nosotros podemos aprender de esto, que no es siempre correcto
amenazar con castigo, pero tampoco es correcto no advertir nunca.
Hay pecados que causan sufrimiento físico. Consideremos la adver-
tencia de Jesús al hombre que fue sanado: No peques más, para que
no te venga alguna cosa peor.

IV. LA CUARTA FRASE


Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.

A. Jesús hace el trabajo de su Padre


Esta declaración de Jesús está dirigida a los judíos. El hombre sana-
do desaparece de la escena. Después de que Jesús lo encontró en
el templo, salió a decirles a los judíos quien era su bienhechor. Él no
hizo esto para traicionar a Jesús delante de sus enemigos, sino que
esperó a que los judíos le acusen para apelar a la autoridad.
Sin embargo los acontecimientos fueron diferentes. Ninguno de los
judíos alabó al Señor por la bendición que dio al pobre desdichado.
Ninguno de ellos cambió su forma de pensar. Ellos estaban atrapa-
dos en sus prejuicios. El acto de bondad de Jesús avivó su enojo y
ellos procuraban matarlo, porque él quebrantaba el día de reposo.
¿Qué había hecho mal Jesús? En primer lugar, sanó a alguien. Según
los judíos hacer esto, en este día, era prohibido porque la condición
del hombre no era de vida o muerte. La única excepción para traba-
jar el sábado era cuando la vida estaba en peligro. Además, Jesús le
dijo al hombre que cargara su colchón, lo que implicaba realizar una
labor en el día sábado. El hombre había transgredido la ordenanza
sabática por mandato de Jesús.
Cristo, sin embargo, no prestó atención a las acusaciones. ¡Admira-
ble el hecho de que Jesús sanó a menudo a las personas en sábado!
Los Evangelios relatan siete milagros en ese día: el hombre poseído
y la suegra de Pedro en Capernaum (Marcos 1:23-31); el hombre
con la mano seca, la mujer que había estado enferma por diecio-
cho años y el hombre que tenía hidropesía (Lucas 6:6-11; 13:10-17;
14:2-6); el hombre cojo de Betesda y el hombre ciego de nacimiento
(Juan 9:14-16).
Cada vez que los judíos acusaron a Jesús sarcásticamente, él no dio
siempre la misma razón para argumentar su acción. A veces desafió
la corrupción del sabático judío y mostró que las verdaderas obras
de compasión no lo quebrantaron. Algunas veces se refirió a otras
cosas. Esta vez la hostil posición de los judíos le dio la oportunidad
para testificar y hablar con poder sobre su única relación con Dios.
Él es uno con el Padre. Él es Dios mismo. Él es el hijo eterno, el único
engendrado de Dios.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Calvino dice que Jesús actuó exactamente como su Padre. Cuando
terminó de crear el mundo, “Él no cesó de sostener con su poder al
mundo que había hecho, para gobernarlo por su sabiduría, para abri-
garlo con su bondad y para regular todas las cosas en el cielo y en la
tierra por su voluntad” (Comentarios de Calvino, San Juan)
No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Pa-
dre. Jesús no dice esto para excusar su trabajo del sábado, sino que
quiere que los judíos sientan que con sus acusaciones ellos están
realmente acusando a Dios. Añade que él, como el Padre, realiza la
obra de redención también en el sábado. Y añade que hará aun más
grandes cosas, como levantar a los muertos y juzgarlos a todos.

B. Los judíos rechazan a su Salvador


En todas estas cosas Cristo buscó salvarles, pero los líderes judíos
no estaban para ser persuadidos. No estaban abiertos para nada. No
querían venir a Jesús para tener vida. Cuando Jesús dice que Dios es
mi Padre, ellos entienden muy bien que está colocándose al mismo
nivel de Dios. Ellos estaban convencidos que Jesús no era más que
un simple hombre y por consiguiente merecía morir. Ellos conside-
raron su demanda como una blasfemia terrible. Por consiguiente, de
ahí en adelante, los judíos aun más procuraban matarle.
Ellos tenían ahora sus propias razones para matarlo. Al principio
mismo del ministerio de Jesús se veía cual iba a ser su fin. Ellos no
quisieron reconocerlo como el Hijo de Dios. Lo rechazaron. ¡Ese fue
su gran pecado!

Pero sabemos que el Hijo ¡Para nosotros es una verdad gloriosa y bendita que el Señor Jesucristo
de Dios ha venido y nos es Dios mismo! Como tal, debemos creer en él y recibirlo. Él es el Dios
ha dado entendimiento verdadero y tiene vida eterna (1 Juan 5:20). ¡Aquellos que no confían en
para conocer al que es Él, aman la muerte antes que la vida!
verdadero; y estamos en
el verdadero, en su Hijo
Jesucristo. Este es el
verdadero Dios y la vida
eterna. 1 Juan 5:20

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Nuevo Testamento

14
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS SANA A UN PARALÍTICO


Textos de referencia:
Mateo 9:1-8; Marcos 2:1-12; Lucas 5:17-26

Versículo para memorizar:


Para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para
perdonar pecados. Mateo 9:6

INTRODUCCIÓN
Una comparación cuidadosa de los tres relatos paralelos de este
milagro revela un calidoscopio de vívidas acciones y grandes emo-
ciones con respecto a Jesús, tales como salvar almas, enfrentar la
hostilidad, presentar defensa, dar sanidad y causar asombro. Sin
embargo, a pesar de que el paralítico y sus amigos tienen un lugar
importante en la historia, y el cómo los fariseos reaccionaron y lo
que dijeron las personas, todas estas cosas no son de importancia
primaria. El punto principal es cómo el Señor Jesús se revela. En
esta historia vemos que:
I. Jesús da más de lo que se le pide
II. Jesús va más allá de lo que se desea
III. Jesús es mayor que las expectativas del hombre

I. JESÚS DA MÁS DE LO QUE SE LE PIDE


A. Bajan al paralítico por el techo
El Salvador ha regresado a Capernaum, su propia ciudad (Mateo 9:1),
donde había establecido su casa y donde realizó muchos milagros.
Tan pronto como se supo que estaba de nuevo en casa, el pueblo
se agolpó para verlo. La gente está parada en la calle porque no hay
lugar delante de la puerta. El Salvador no se da ningún descanso.
Inmediatamente está preparado para predicarles la palabra (Marcos
2:2), y el poder del Señor estaba con él para sanar (Lucas 5:17).
Un hombre en particular experimentará el poder de Jesús. Él tiene
una dolencia llamada parálisis, lo que significa que está paralizado

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas debido a un desorden nervioso. La parálisis ha debilitado sus mús-


culos y sus nervios. No puede ponerse de pie. Él es un cuadro de
miseria impotente.
Aunque le falta mucho, este hombre tiene una gran alegría: ¡tiene
amigos que son compasivos y útiles en su necesidad! Ahora que Je-
sús ha llegado a la ciudad, los amigos inmediatamente aprovechan
la oportunidad para acercarle al pobre enfermo. Los cuatro lo llevan
en un colchón delgado, más pequeño que una estera, el que puede
ser enrollado fácilmente y llevado bajo el brazo.
Al llegar a la casa, ellos se encuentran con la entrada bloqueada. No
pueden empujar y abrirse paso a través de la muchedumbre firmemen-
te comprimida y las personas no los permiten entrar. Lo intentan por
todas partes, pero en ninguna hay lugar para entrar. ¡Qué desilusión!
Tan cerca a Jesús y quizás su amigo no recibiría ayuda. ¿Retrocederán
ellos? No, su amor es ingenioso y su fe encuentra una manera.
Los cuatro hombres llevan a su amigo, acostado sobre el delgado
colchón, por las gradas exteriores de la casa y lo colocan sobre el
techo. Una vez arriba, ellos separan una a una las tejas que cubren
el techo y hacen una abertura justamente sobre el lugar donde Jesús
está. Con la expresión de satisfacción en sus caras, bajan cuidado-
samente al paralítico por el hueco abierto del techo ¡Justo delante de
los pies del Salvador! Ahora las personas se ven obligadas a hacer
un espacio, lo quieran o no.

B. La fe supera todos los obstáculos


¿No se están tomando ellos demasiadas libertades? ¿No deberían
estar avergonzados de ser tan atrevidos? ¡Ellos están interrumpiendo
la predicación de Jesús! En este momento su decisión parece tan
mala como la manera inusual de traer al enfermo a Jesús. ¡Pero Je-
sús les da la bienvenida! Él no se irrita ni tampoco amonesta a estos
hombres, porque vio su fe (Marcos 2:5; Lucas 5:20; Mateo 9:2).
Los tres evangelistas se refieren a la fe del paralítico y a la de sus
amigos. El paralítico también tenía fe, de otra manera Jesús no le
habría perdonado sus pecados.
Cristo ve el amor que estos amigos tenían por este hombre. Su amor
les motiva a tener una gran compasión por su amigo y actúan con
misericordia. Jesús ve en ellos diligencia para aprovechar inmedia-
tamente la ocasión. También ve su prudencia al buscar y encontrar
un camino cuando no podían entrar por la puerta. Ve su perseveran-
cia, porque no se detienen ante las dificultades. En todo lo que ellos
hacen, Jesús ve su fe en acción. ¡Estos hombres creen que él puede
sanar a su amigo y creen que Jesús es rico en misericordia! Su fe
brilla como una oración sin palabras.
Es notable ver cuán frecuentemente encontramos en la Escritura
que la fe de alguien es el medio para que otros sean bendecidos por
el Señor. Ciertamente, tener fe, creer de verdad, es una cosa perso-
nal. Nadie puede creer por alguien. La fe de una persona no puede
transferirse a otros, pero puede volverse una bendición para otros.

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Nuevo Testamento

Por ejemplo: la mujer siro-fenicia y su hija, el noble y su hijo, y el Referencias / Notas


centurión y su siervo.
Aquí vemos lo mismo. Los cuatro amigos traen a Jesús a alguien que
no puede acercarse por sí solo. Los hombres están convencidos que
ellos deben ir a Jesús y buscar ayuda para su amigo.
¿Qué piensa usted que puede hacer por otros? ¿Qué pueden hacer
los niños por sus amigos? ¡Ellos pueden tomarlos de la mano y lle-
varlos a Jesús! Para ello hay condiciones: la Biblia debe ser leída, se
debe asistir a la iglesia y participar a la Escuela Dominical o a algún
evento evangelístico para ser bendecido. A menudo, el camino para
alcanzar estos medios es obstruido y las dificultades parecen gran-
des. Sin embargo, los obstáculos deben superarse por la fe, ya que
los frutos también son grandes. Más bien los obstáculos deberían
ser los incentivos para ser perseverantes.
Los cuatro amigos habían tenido muchas dificultades que superar
para traer a su amigo a Jesús. Pero, en esta vida nada se logra sin
luchar. Los amigos del paralítico pensaron que el esfuerzo valía la
pena. En fe y por fe ellos esperaron la bendición de Jesús.

C. La fe no es puesta en vergüenza
La fe de estos hombres no es puesta en vergüenza. El paralítico re-
cibirá más de lo que sus amigos han esperado. El Salvador actúa a
menudo de manera muy diferente de lo que nosotros esperamos.
El desvalido está angustiado y después de tantos años le falta con-
fianza. Por consiguiente, Cristo no le dice inmediatamente, levántate
y camina. Primero, muy tiernamente, Jesús le muestra cordialidad y
compasión. Le brinda tranquilidad al paralítico. No tiene nada que
temer. Ten ánimo, hijo -es el saludo de Jesús para él. Inmediatamen-
te le quita la carga de sus pecados: ¡tus pecados te son perdonados!
¡Qué palabras de poder! Las palabras vienen como si un rayo de sol
divino penetrara a través de la oscuridad.
Nada del pasado de este hombre conocemos. Lo que sí sabemos es
que él es libertado de sus peores temores.
También es verdad que todos nosotros necesitamos esta bendición
del perdón, más que cualquier cosa en la vida. ¿Cuántos de la gran
muchedumbre sienten la necesidad del perdón? Muchas personas
sólo están interesadas en aliviar sus necesidades físicas. Sólo están
interesadas en oír: camina y anda. Estas personas buscan satisfacer
su necesidad física y material pero empujan lejos sus necesidades
espirituales. Algunos incluso se mofan y dicen que es fácil para Je-
sús perdonar pecados porque no hay miseria más grande que la en-
fermedad, el dolor, la desilusión, el desempleo y la pobreza.
Pero, Jesús nos enseña otra cosa. Él demuestra aquí que las necesi-
dades del alma son mayores que las del cuerpo. Él trata primero con
la raíz de nuestra miseria.
Nuestra miseria más grande es que nosotros somos pecadores y
nuestra bendición más grande es ser perdonados. El perdón de la

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas culpa no puede ser ganado por el transgresor. El perdón es ganado
por el Redentor, concedido exclusivamente por la gracia y recibido
por la fe (Catecismo de Heidelberg, Preguntas y respuestas 56, 60).
Nuestro Sumo Sacerdote compasivo no ha cambiado. Él empieza
tratando el problema desde la raíz: quitar nuestro pecado. ¿Le mo-
lestan sus pecados? ¡Vaya al Señor Jesús! Cualquier persona que se
acerca es siempre bienvenida. Él se acerca a los pobres en espíritu,
los acongojados y los culpables ¡Ten ánimo! ¡Qué puede ser más
reconfortante que ser perdonados de nuestros pecados!

II. JESÚS VA MÁS ALLÁ DE LO QUE SE DESEA
A. Jesús perdona el pecado
Una gran multitud de hombres y mujeres está dentro de la casa. En-
tre ellos están los fariseos, escribas y doctores de la ley. Han venido
de lejos, inclusive de Jerusalén, para ver y oír a Jesús. Quieren man-
tener un ojo vigilante sobre Él. Su relación ya es tensa, a pesar de
que Jesús apenas ha comenzado su ministerio público. Los hombres
que estudian las Escrituras, así como aquellos que practican la ley,
sospechan de Él. Estos han tomado cuidadosamente nota de todo y
no dan su aprobación.
De hecho, ellos están muy disgustados. Las palabras de Jesús des-
piertan un sentimiento de amargura en ellos. No se atreven a amo-
nestarlo públicamente, sino que están ofendidos, murmuran y se
quejan interiormente. Con desdeño refunfuñan imperceptiblemente:
“¿Por qué habla este de ese modo? Blasfemias dice. ¿Quién puede per-
donar pecados, sino sólo Dios?”. Marcos muestra cuán malas son
sus mentes al repetir tres veces lo que ellos cavilaban en sus corazo-
nes (Marcos 6: 8).
Ellos menosprecian a Jesús como un blasfemo que asume los dere-
chos de Dios. ¡El prejuicio ciego de los fariseos les lleva a volverse
contra Jesús y tomar la posición de defensores y campeones de los
derechos de Dios!
Sus motivaciones también están equivocadas. Ellos no son movidos
por amor al honor de Dios, sino que están contentos internamente
de tener algo con lo cual puedan acusar a Jesús.
Pero aún ahora hay muchas personas como ellos. Cuando son con-
frontados por el poder omnipotente y la gracia de Cristo, él salva su
alma por la gracia soberana. En su misericordia, perdona la culpa de
aquellos que no han hecho nada para merecerla. Entonces se que-
jan de que eso es demasiado fácil. Se quejan de que no es posible
para el malvado ser justificado tan fácilmente. Dicen que debe haber
primero arrepentimiento, dolor y lucha.
Al pensar de esta manera, ellos magnifican lo que el hombre debe
hacer y minimizan lo que el Señor hace. ¡Tal pensamiento está equi-
vocado, porque se lleva la paz de Dios en el alma y el consuelo de la
fe! Nunca podemos olvidarnos que Cristo es el principio, el conteni-
do y el final del Evangelio.

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Nuevo Testamento

B. Los fariseos son incrédulos del poder divino de Jesús Referencias / Notas
Jesús conoce los pensamientos de sus suspicaces oponentes, aun-
que no dicen en voz alta lo que piensan y los espectadores no notan
nada. Él también ve la fe de los amigos del hombre paralítico. Él sabe
lo que hay en sus corazones. Jesús conoce sus pensamientos, Y co-
nociendo luego... en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro
de sí mismos (Marcos 2:8). Él no necesita que nadie le revele esto
porque sabía lo que había en el hombre (Juan 2:25). Él mira el cora-
zón. Nadie puede mantener ninguna cosa oculta a Jesús. Él lee cada
pensamiento, oye cada palabra, lo ve todo. De allí que esta verdad
debería sacar a todos los hipócritas de su engaño.
A los fariseos, por supuesto, les gustaría dejar las cosas tal como es-
tán. Ellos piensan mucho, pero no dicen nada. No quieren hacer pú-
blicas sus opiniones. Han tomado el lugar de honor entre las perso-
nas y ellos no tienen el menor deseo de entrar en un debate público
con Jesús en este momento. El Señor, sin embargo, no les permite
escaparse con sus pensamientos, porque el honor de su Padre está
en juego. Ellos le están negando los derechos que su Padre le ha
dado y por consiguiente él entrará en las deliberaciones secretas de
su corazón. Ellos no pueden escaparse con la acusación de blasfe-
mia contra él. Ellos deben saber que su acusación tiene implicacio-
nes de largo alcance y es grave, porque ésta toca su persona.
Este hombre paralítico está aquí debido a Jesús. Lo que a él le pasa
es una señal que indica que Jesús es quien él dice ser: Dios, el Me-
sías. Jesús está de acuerdo con ellos que sólo Dios puede perdonar
el pecado, y por consiguiente ellos no pueden menospreciarlo. La
gran pregunta que está en juego aquí es: ¿Quién es Jesús?
Por eso él hace dos preguntas: les pregunta por qué tienen tales
pensamientos malos en sus corazones y entonces les confronta con
la otra pregunta: ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te
son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda?
¿Qué respuesta espera Jesús? ¿Qué dirán los fariseos? ¿Qué dice
usted? Note que el énfasis está en lo que hay que “decir”. Jesús no
pregunta, qué es más fácil hacer, sino ¿qué es más fácil decir? Jesús
quiere decir que no es fácil verificar el efecto de estas palabras. El
decir, Levántate... y camina, significa que la persona debe ser capaz
de realizar milagros, de otra manera es evidente que esta persona es
pretenciosa y engañadora, cuyas palabras no llevan peso.
Del mismo modo, ¿quién puede demostrar que el perdón de peca-
dos realmente ha tenido lugar? Todos podemos hablar y decir ¡Tus
pecados te son perdonados! Pero en realidad, serán palabras que el
viento se las lleva. En el relato que tratamos, las palabras habladas
conducen a la realidad y por consiguiente en ambos casos sólo el
poder divino puede efectuar resultados. El perdón y la sanidad van
juntas. Jesús dijo, Hijo, Tus pecados te son perdonados, y el hombre
paralítico experimentó la paz con Dios.
Los fariseos, sin embargo, negaron esta realidad y declararon las
palabras de Jesús como ineficaces porque el hombre permanecía
paralizado. Ellos pensaban que Jesús no tenía ningún derecho para

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas decir esto. ¿Qué podían ellos decir cuando veían con sus propios
ojos que las palabras de Cristo estaban acompañadas con poder?

III. JESÚS ES MÁS GRANDE QUE LAS EXPECTATIVAS DEL HOMBRE


A. Jesús tiene poder divino
El Señor Jesús es digno de ser creído en su palabra. En este mo-
mento él avergonzará a sus enemigos públicamente. El milagro de
la curación del hombre paralítico es la evidencia y demostración de
su poder para perdonar el pecado. Por consiguiente, Jesús mismo
no espera una respuesta a la pregunta que les propuso a los fari-
seos, sino que desvía su dirección hacia ellos y se dirige al hombre
paralítico: A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. Él no
lo toca, no lo trata, no usa ningún medio. ¡Jesús le da simplemente
una orden!
¡Su palabra es poder! En seguida, el hombre lisiado hace lo que le
dijo. Él no se rehúso en incredulidad. Ni siquiera se levantó con gran
dificultad. ¡La fuerza ha entrado en sus miembros y puede pararse,
caminar y saltar! Se levantó enseguida, enrolló su colchón y salió
delante de todos.
La muchedumbre le dio paso y se fue a su casa, glorificando a Dios.
No nos debe sorprender esta reacción, pues tiene razón para glorifi-
car a Dios. Él ha sido doblemente bendecido y está muy agradecido.
¿No podría ser de otra forma?
Al llegar a su casa, las palabras de los Salmos 72 y 146 debieron
haber resonado en su corazón. Cuando recuerde a su Bienhechor,
repetirá estas palabras una y otra vez: Jesús sanó mi alma y cuerpo.
Él me ha sanado más allá de mis expectativas. Yo he experimentado
que su amor se extiende al más grande pecador y su poder es capaz
de cambiar la condición más miserable.

B. La razón de la sanidad del hombre paralítico


¿Por qué sucedió todo esto? La curación deseada fue realizada con el
propósito de mostrar que Jesús tenía derecho de perdonar pecados.
Él tiene la autoridad para decir estas palabras. El milagro era una
justificación clara y tuvo lugar para que sepáis que el Hijo del hombre
tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (Lucas 5:24).
Jesús es el Hijo del hombre. Este nombre, frecuentemente usado, es
la evidencia de que es el Mesías. Él es el verdadero hombre y vivió
sobre la tierra entre los hombres. Él está ahora en el estado de hu-
millación, sin embargo, es un hombre único. Es el Hijo del Padre. Su
Padre le dio poder, derecho y autoridad sobre la tierra para conceder
el perdón de los pecados.
El pecado es cometido contra el Dios Altísimo y es juzgado por el
Juez divino. Sin embargo, un pecador no tiene que esperar recibir el
perdón en la gloria celestial. En el estado de humillación, él aparece
como siervo, sin embargo, Jesús es el gran redentor, el Salvador per-
fecto. Es mucho más de lo que su apariencia exterior indica. Él puede

| 132 |
Nuevo Testamento

hacer lo que nadie más en la tierra es capaz. ¡Él ha sido comisionado Referencias / Notas
y enviado por el Padre, nacido en el mundo, para llevar la culpa del
pecado, y para obtener y conceder el perdón a los hombres!

C. La respuesta de la muchedumbre
La muchedumbre ha visto el milagro con sus propios ojos y está
enmudecida y llena de miedo. Por un momento hay un silencio sin
respiración y luego la gente irrumpe en alabanza. Los tres escrito-
res del Evangelio expresan de diferentes maneras la reacción de las
personas. Esto es natural, porque todos vemos las cosas desde una
perspectiva diferente.
Marcos describe cómo las personas glorifican a Dios: Nunca hemos
visto tal cosa (Marcos 2:12). Lucas describe que las personas irrum-
pen extáticamente en alabanzas a Dios: Hoy hemos visto maravillas
[literalmente se traduce: paradojas, cosas que nosotros hemos con-
siderado imposibles] (Lucas 5:26). Mateo, en cambio, afirma que la
muchedumbre se maravilló y glorificó a Dios, que había dado tal potes-
tad a los hombres (Mateo 9:8).
Es bueno dar la gloria a Dios. Él es el verdadero hombre, pero tam-
bién es más que un hombre. Las personas al parecer pierden la cen-
tralidad del evento.
Y lo mismo pasa ahora con nosotros. Las personas nos agolpamos
juntos alrededor del Señor Jesús, y vemos que la fe es coronada con
milagros y la incredulidad es puesta en vergüenza. No negamos los
hechos, pero vemos sólo las señales exteriores y, por consiguien-
te, no participamos de lo que realmente está pasando. Escuchamos
que el pecado es perdonado, pero no pedimos perdón para nosotros
mismos. A pesar de lo que la gente ha visto y ha oído, permanece
indiferente.
Cristo debe ser reconocido como el único Salvador. Siempre que no-
sotros escuchemos de las ricas y abundantes bendiciones de la Pa-
labra de Dios, las cuales son derramadas del cielo, no debemos ser
indiferentes, sino orar fervorosamente para que estas bendiciones
también caigan sobre nuestras almas.

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La Historia de la Salvación

15
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS ES EL SEÑOR DEL SÁBADO


Textos de referencia:
Mateo 12:9-14; Marcos 3:1-6; Lucas 6:6-11

Versículo para memorizar:


El Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo. Lucas 6:5

INTRODUCCIÓN
Hay también otras Muchas de las sanidades milagrosas de Jesús están registradas en
muchas cosas que hizo los Evangelios, pero Jesús realizó muchas más que no han sido expli-
Jesús, las cuales, si se cadas en detalle (Juan 21:25). Siempre hay una razón específica, para
escribieran una por una, que de entre los muchos milagros, los que constan en los evangelios
pienso que ni aun en el hayan sido relatados.
mundo cabrían los libros Los milagros de Cristo son señales. Por consiguiente debemos pregun-
que se habrían de escribir. tarnos siempre, ¿qué es lo específico y único en este milagro, y qué es
Amén. Juan 21:25 lo que el Señor nos enseña aquí? En este caso, la sanidad del hombre
de la mano seca no parece digna de nuestra atención, sino algo de
menor importancia.
Aquí, el enfoque principal es la disputa con los fariseos sobre el sá-
bado. El guardar el “sábado” es una ordenanza de Dios para su gloria
y para el bienestar de la humanidad. Por consiguiente, no hay nadie
más calificado que el Hijo de Dios y del Hombre para indicarnos cómo
guardarlo. El Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo (Lucas 6:5)
y tiene la autoridad sobre el significado y cómo guardar el Sábado.
Esta corta historia nos proporciona una excelente oportunidad para
tratar sobre los fariseos: quiénes eran, qué enseñaban, cómo le trata-
ron al Señor Jesús y su oposición a él por guardar el día del Señor de
la manera correcta.
En esta lección veremos:
I. La actitud de los fariseos
II. La actitud del Señor Jesús
III. La sanidad del hombre desvalido

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Nuevo Testamento

I. LA ACTITUD DE LOS FARISEOS Referencias / Notas


A. Jesús encuentra en la sinagoga a un hombre con una mano seca
Era el día de reposo de la semana. Jesús estaba en alguna parte de
Galilea y él entró en la sinagoga y enseñaba (Lucas 6:6). Mientras estu-
vo en la tierra, él no derogó el sábado. Según su naturaleza humana
él debía respetarlo. El Hijo del hombre no anuló los mandamientos
de Dios, sino que purificó las leyes de Dios de las añadiduras huma-
nas, que hicieron de ellos una carga en lugar de una bendición.
A la entrada de la sinagoga, estaba allí un hombre que tenía seca la
mano derecha. Lucas menciona que era su mano derecha, insinuan-
do que quizás no podía hacer nada y estaba completamente desva-
lido. Los músculos y nervios de su mano estaban muertos. Aunque
no había nacido en esta condición, no tenía movimiento en su mano:
estaba seca y desgastada. Las medicinas eran incapaces de darle
sanidad.
En los evangelios no se registra nada sobre la predicación del Señor
Jesús en la sinagoga. Toda la atención está enfocada en lo que suce-
dió como resultado de la presencia de este hombre infeliz.

B. La opinión de los fariseos


Y le acechaban los escribas y los fariseos. La mayoría de los escribas
del tiempo de Jesús pertenecían a la secta de los fariseos.
Después de su regreso de la cautividad, según la enseñanza de Esdras “… Y los fariseos y los
y Nehemías, Israel se mantuvo estrictamente separado de los paganos escribas murmuraban,
y de los samaritanos. Los fariseos llevaron celosamente estas reglas y diciendo: --Este recibe a
exigencias a un extremo excesivo (por ejemplo, podemos ver su com- los pecadores y come con
portamiento cuando Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era ellos”. Lucas 15:2
de mañana, y ellos no entraron en el pretorio para no contaminarse y
así poder comer la Pascua. (Juan 18:28). Con gran desprecio ellos se
separaron de la mayoría de su propio pueblo. No querían tener ningu- Pero esta gente que no
na relación con los publicanos y pecadores (Lucas15:2; Juan 7:49). Era sabe la Ley, maldita es.
un grupo aislado en Israel, así lo indica su nombre, porque la palabra Juan 7:49
fariseo significa separado. La secta de los fariseos se desarrolló duran-
te el tiempo de los Macabeos y llegaron a ser muy influyentes en el
tiempo de Jesús.
Con respecto a la religión, había un marcado contraste entre ellos y “… Porque los saduceos
los saduceos incrédulos (Hechos 23:8). Los fariseos aceptaron todo dicen que no hay
el Antiguo Testamento como el canon y se esforzaron en conducirse resurrección ni ángel ni
estrictamente según la letra de la ley. Sin embargo aplicaron la ley equi- espíritu; pero los fariseos
vocadamente. No tenían ningún interés en la espiritualidad de la ley afirman que sí existen”.
de Dios. Confiaban en su propia justicia y querían ganar su salvación Hechos 23:8
guardando la ley. Su idea de guardar la ley tenía que ver más con los
asuntos externos y trataban de encontrar las fallas más pequeñas en
su cumplimiento. De este modo, la religión fue reducida a un formalis-
mo que guardaba muchas leyes y preceptos. Les faltó la esencia de la
verdadera religión.
Las personas que veían sólo la apariencia externa, llegaron a estimarles
grandemente por su aparente devoción y santidad. Ello a los fariseos

| 135 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas les gustaba. Su objetivo constante era conseguir la aprobación y estima
de las personas comunes y corrientes, quienes los consideraban como
“Este pueblo de labios me modelos de piedad. Ellos eran los líderes religiosos de Israel y usaron
honra, mas su corazón su posición para poner cargas pesadas en las personas, agregando
está lejos de mí, pues mandamientos humanos a la ley de Dios (Mateo 15:9). Mantuvieron las
en vano me honran, ordenanzas de los ancianos con mayor estima que la autoridad de la
enseñando como doctrinas propia Palabra de Dios. Hicieron la ley de Dios impotente y, como resul-
mandamientos de tado de la multitud de reglas triviales, convirtieron las buenas dádivas
hombres”. Mateo 15:9 en una carga, en lugar de una bendición.
Esto sucedió especialmente con las leyes del sábado. En el paraíso el
Señor instituyó el día sábado para que lo guardemos santo. Que debe
“Si retraes del sábado tu ser apartado para el servicio de Dios, para que nos deleitemos en Él
pie, de hacer tu voluntad (Isaías 58:13, 14).
en mi día santo, y lo
llamas “delicia”, “santo”, ¡A este mandamiento los fariseos agregaron treinta y nueve manda-
“glorioso de Jehová”, y mientos y leyes adicionales! Sus esfuerzos esmerados fueron más allá
lo veneras, no andando de la imaginación. Por ejemplo, el mandamiento sobre el descanso
en tus propios caminos lo aplicaron para dar las limosnas en la sinagoga, enseñar a los ni-
ni buscando tu voluntad ños y visitar a los desposeídos y enfermos en el día sábado (Santiago
ni hablando tus propias 1:27). Prohibían recoger mazorcas de maíz y desgranarlas para comer,
palabras, entonces te porque ellos interpretaron esto como calentar y cocinar comida. Sólo
deleitarás en Jehová. permitían cocinar si la comida había sido recogida el día anterior. ¡Ellos
Isaías 58:13, 14 hacían una diferencia sobre comer huevos que habían sido puestos
por las gallinas en el día sábado y aquellos que habían sido puestos el
día anterior! Prohibían específicamente dar cualquier clase de ayuda
La religión pura y sin médica en el sábado, excepto cuando la vida de una persona estaba en
mancha delante de Dios el peligro. Por ejemplo, ¡si usted tenía un dolor de muelas y quería tomar
Padre es esta: visitar a los un poco de vinagre para calmarlo, no le permitían escupirlo sino que
huérfanos y a las viudas debía tragárselo!
en sus tribulaciones y
guardarse sin mancha del Por consiguiente, no es de sorprenderse que cuando el Señor Jesús
mundo. Santiago 1:27 apenas comenzó su ministerio en Israel, entró en muchos desacuer-
dos con los fariseos. Él no los honró, sino que advirtió a las personas
contra ellos. No intentó congraciarse con ellos, y más bien rehusó aco-
Venid a mí todos los plarse al modelo farisaico preconcebido de lo que sería el Mesías. Él no
que estáis trabajados y usó palabras halagadoras para tenerlos a su lado, sino que se opuso
cargados, y yo os haré a su auto-justicia. Desenmascaró su hipocresía y dio énfasis a la espi-
descansar. Llevad mi yugo ritualidad de la ley. Invitó a los que estaban cansados y cargados por
sobre vosotros y aprended las reglas hechas por el hombre, para que vengan a Él, y les aseguró el
de mí, que soy manso y descanso (Mateo 11:28-30).
humilde de corazón, y Los fariseos, sin embargo, no aceptaron las correcciones del Señor.
hallaréis descanso para Al contrario, siempre se opusieron. Se ofendieron sobre todo por la
vuestras almas, porque mi actitud de Jesús en el sábado, el cual difería grandemente de la suya.
yugo es fácil y ligera mi Repetidamente tenían comentarios cáusticos y demostraban su dis-
carga. Mateo 11:28-30 gusto por las enseñanzas de Jesús sobre el sábado.

C. La enemistad de los fariseos


Los fariseos veían al hombre sufrido en la sinagoga, pero no tenían
compasión de él. Buscaban la oportunidad para entrampar a Jesús.
No escucharon la predicación del Señor, tampoco estuvieron intere-
sados en un milagro. Sólo estaban interesados en atacarlo. ¡Cuán

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Nuevo Testamento

profundamente se habían hundido! Estaban llenos de malos pensa- Referencias / Notas


mientos durante el culto religioso de adoración. Pensaban que la vida
del hombre de la mano seca no estaba en peligro y por consiguiente
él podía esperar. Cuando el hombre recibe ayuda, los fariseos ven en
ello una infracción por no guardar el sábado santo.
Llenos de malos pensamientos, trataron de tentar a Cristo y lo vigi-
laban para ver lo que haría. Según Mateo 12:10, dan la apariencia
de estar interesados y deseosos de aprender a Jesús, pero lo hacen
malévolamente. La pregunta ¿Es lícito sanar en el día de reposo?, fue
hecha con la intención de encontrar algo con qué acusarle y ponerle
una trampa.

II. LA ACTITUD DEL SEÑOR JESÚS


A. Jesús conoce el corazón
Debe haber sido sumamente agonizante para Cristo soportar el es-
pionaje y las acusaciones de los fariseos hipócritas, que actuaron
escudándose en la piedad. Sin embargo, Cristo no evadió sus pre-
guntas y les contesta inmediatamente con palabras o hechos.
¡Sus respuestas fueron suficientes! Él sabía de sus motivaciones
ocultas, porque él conocía los pensamientos de ellos (Lucas 6:8).
Esto demuestra su omnisciencia. La escritura enseña que Él es el
conocedor de los corazones de los hombres. Esto incluye nuestros
corazones también. ¡Cuán frecuentemente los pensamientos ocio-
sos, mundanos y pecaminosos se levantan en nuestros corazones y
cuán frecuentemente los pensamientos malos están secretamente
creciendo sin que nadie lo sepa! ¿Cuáles son ahora nuestros pen-
samientos? ¿Quisiera usted que sus pensamientos internos sean
revelados en este mismo momento? No se olvide que Jesús lee su
corazón en todo momento.

B. Jesús toma acción


El Señor le ordenó al pobre hombre: ¡Levántate, y ponte en medio! (Lu-
cas 6:8). Este estaba en alguna parte, en algún rincón de la sinagoga, y
Jesús le llama para que se presente ante él. Debió acercarse y estar de
pie en medio de la reunión, porque Jesús quería que todos vean lo que
iba a pasar. Este milagro sería un testimonio público para establecer la
autenticidad de las palabras y persona de Jesús.
Luego, Jesús confronta a sus oponentes directamente preguntándo-
les: ¿Es lícito en día de reposo hacer bien, o hacer mal? ¿Salvar la vida, o
quitarla? Jesús los confronta de frente. Si es bueno sanar, entonces es
malo dejar de hacerlo, ¿Cómo puedo yo permitir intencionalmente que
este hombre desvalido, continúe sufriendo por un día más?
El Salvador presenta el principio de que si alguien puede ayudar a un
necesitado y no lo hace, la persona que podía ayudar es culpable de
destrucción porque deja a la persona necesitada en la miseria. Esto
nos da una visión del corazón del Salvador. Él estaba profundamente
consciente de su obligación de ayudar. No es nuestra prerrogativa ayu-

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas dar o no, ni de escoger el momento de hacerlo. Omitir hacer lo bueno
es igual a hacer lo malo. El pecado de omisión nos hace tan culpables
delante de Dios como el pecado de comisión.

El que sabe hacer lo Cualquiera que sabe hacer lo bueno y no lo hace, está pecando (San-
bueno y no lo hace, comete tiago 4:17). Jesús no sólo piensa que es legítimo sanar el sábado, sino
pecado. Santiago 4:17 que es un deber hacer obras de misericordia en este día. ¡El amor por
el necesitado así lo demanda!
No debemos guardar el cuarto mandamiento y ser inclementes frente
a los demás. La base de la ley es que Dios quiere misericordia y no
sacrificios. Nunca debemos descansar de hacer lo bueno. ¡No sanar la
mano seca sería igual que haberla secado!
En aquel tiempo iba Además, Jesús puso a los fariseos en su lugar, dando un ejemplo di-
Jesús por los sembrados ciéndoles: ¿Qué hombre entre vosotros, si tiene una oveja y esta se le
un sábado. Sus discípulos cae en un hoyo, en sábado, no le echa mano y la saca? (Mateo 12:11,
sintieron hambre y 12). ¿Vale un hombre menos que un animal? No hay duda de que en
comenzaron a arrancar este caso ellos socorrerían a su oveja y no razonarían ni actuarían tan
espigas y a comer. Los fastidiosa e inhumanamente. ¡El sentido común muestra que el hom-
fariseos, al verlo, le bre vale mucho más que una oveja!
dijeron: --Tus discípulos
hacen lo que no está Jesús confrontó eficazmente la altiva apostasía de los fariseos y de-
permitido hacer en mostró el significado real de la ley de Dios. Los fariseos pensaron que
sábado. Mateo 12:1, 2 ellos podían y debían mejorar la santidad del sábado.
Tengamos cuidado de no profanar el día del Señor de ninguna forma.
Nosotros no podemos estar satisfechos denunciando simplemente
el error de los fariseos, porque entonces no habríamos entendido la
intención de Jesús y habríamos fallado en entender el propósito del
sábado.
Es también posible pensar que no tenemos que guardar el día del Se-
ñor muy estrictamente. Nosotros queremos hacer “ciertas” cosas. Por
consiguiente, debemos oponernos al ambiente donde el día del Señor
es quebrantado por la labor innecesaria, la ociosidad y el entreteni-
miento mundano. El día de reposo es un don de Dios del que no pode-
mos abusar. La ociosidad y las actividades frívolas quebrantan el día
de reposo.
Sin embargo, se permiten los trabajos por necesidad (Mateo 12:1, 2).
Es muy loable hacer obras de misericordia en el día de reposo, cuando
son motivadas por el amor a nuestro vecino, porque este amor es fruto
del amor de Dios en nosotros.
Si, pues, habéis resucitado Nuestro llamado es servir siempre al Señor. En el día de reposo debe-
con Cristo, buscad las mos servirle cesando nuestro trabajo diario. El día de reposo debe ser
cosas de arriba, donde está consagrado a Dios con salmos de alabanza (Salmos 92), congregándo-
Cristo sentado a la diestra nos fielmente con el pueblo de Dios, para oír la Palabra de Dios y bus-
de Dios. Colosenses 3:1 car las cosas de arriba (Colosenses 3:1). No debería ser malgastado en
la pereza, en el vacío y la estupidez, sino con un celo santo y con alegría
en el servicio y alabanza a Dios.
El primer día de la semana, el domingo, es santificado por la resurrec-
ción de Cristo.

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Nuevo Testamento

C. Jesús, enojado y afligido por la actitud de los fariseos Referencias / Notas


Los fariseos estaban callados y el Salvador que era provocado estaba
mirándolos como si los desafiara, pero ellos no tenían ningún argu-
mento y no quisieron reconocer que Él tenía la razón. Jesús se volvió
a cada uno, mientras estaban reunidos a su alrededor y los miró con
enojo. Él tenía buenas razones para estar enfadado. ¡Ellos mostraron
una extrema estrechez de mente, ceguera, desconfianza, deshonor
a Dios y omitieron el guardar la ley en el sentido real y profundo de
su intención!
Los atributos de Jesús de mansedumbre y bondad no deben ser
confundidos con debilidad. Él expresó su enojo, que no debe ser
igualada con nuestra rabia. Dios se enfada con el pecado y nosotros
también debemos hacerlo. ¡Dicho enojo, como el desplegado por el
Señor Jesús, es bueno! Al mismo tiempo, Jesús se entristeció por la
dureza de sus corazones.
Los fariseos estaban totalmente equivocados y no lo sabían. No quisie- Dijo Jesús: --Para juicio he
ron tampoco saberlo, porque estaban oprimidos por la dureza de sus venido yo a este mundo,
corazones. La más grande ceguera la sufren aquellos que no quieren para que los que no ven,
ver, para ellos Cristo es su condenación (Juan 9:39). Qué sufrimiento vean, y los que ven, sean
debió haber sido para el Salvador ver que sus intenciones más santas cegados. Juan 9:39
y más benditas fueron tan profundamente mal entendidas.

III. LA SANIDAD DEL HOMBRE DESVALIDO


A. Jesús ordena sanidad
En la confrontación con los ciegos fariseos, Jesús no se olvidó del
hombre que todavía estaba parado en medio. Jesús tenía que hacer
otra obra del Padre. ¡Él habla la palabra de sanidad y sucede el mila-
gro! El hombre experimentó lo que él nunca pensó que era posible.
¡La nueva fuerza fluye a través de su mano seca! En seguida la mano
le fue restaurada sana como la otra (Marcos 3:5). ¡Nunca podría agra-
decer a Dios lo suficiente por su liberación mediante Cristo!
El Salvador lo sanó de una manera especial. El milagro no ocurrió
a través de una labor pesada y ardua, sucedió simplemente por la
orden de Jesús. Jesús le ordenó algo imposible de cumplir en su
condición física presente. ¿Quién podría extender una mano lisiada?
Es imposible: ¡Extiende tu mano! (Lucas 6:10). La miseria del hombre
era que no podía mover su mano, pero la orden de Jesús incluía una
promesa. El hombre creyó que Jesús le daría el poder para hacer lo
que ordenaba, haciendo posible que él obedezca. La prueba de su fe
era que él obedezca sin preguntar.
Éste también es un ejemplo de lo que pasa espiritualmente. Si el
hombre no actuaba y decía “yo no puedo”, él habría tenido razón;
sin embargo, no hubiera tenido una excusa. Eso es lo que pasa con
aquellos que están perdidos. En cambio, los salvados son como este
hombre, lo deben todo al poder y la gracia de Cristo. Al mandato de
Cristo, el hombre habilitado por su poder, extiende su mano. ¡Él tuvo
que obedecer! Como dijo Agustín: “¡Señor, dame lo que Tú deman-
das y luego pídeme lo que Tú deseas”!

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas B. Los fariseos rechazan a Cristo


¿Se rindieron los fariseos? No, ellos no quisieron inclinarse ante Cris-
to. Al contrario, perdieron su compostura completamente y la furia
de su odio se extralimitó. Ellos se llenaron de furor. ¡Qué terrible! Es-
tuvieron avergonzados y no se convencieron. Vieron el milagro de
Cristo, pero no vieron su gloria divina.
Los fariseos dejaron la sinagoga y se reunieron para planear cómo
podían dominar a su oponente. En Galilea los fariseos actuaron
igualmente como en Jerusalén. Hicieron un complot contra él para
destruirle (Marcos 3:6). Ellos tomaron consejo con los herodianos,
el partido de Herodes Antipas que favorecía a los romanos. En otro
momento los herodianos se opusieron a los fariseos, pero ahora es-
taban deseosos de hacer un pacto de muerte con ellos. Jesús es
el objeto de su odio. Su amor despertó su enemistad a un grado
extraordinario. El acto de desenmascarar el pecado trae arrepenti-
miento o endurecimiento.
Cuando el rey Jeroboam El Señor Jesús no paga el mal con el mal. Hace mucho tiempo, el rey
oyó la palabra del hombre Jeroboam fue castigado con una mano seca, cuando amenazó al pro-
de Dios que había feta que le trajo un mensaje de Dios (1 Reyes 13:4). Jesús no paraliza
clamado contra el altar las manos de los fariseos amargados. Sus milagros no traen castigo,
de Bet-el, extendiendo sólo bendiciones. Los fariseos quieren la perdición, pero él ha venido a
su mano desde el altar, salvarlos. ¡No despreciemos ese amor tan grande!
dijo: “¡Prendedle!” Pero la
mano que había extendido
contra el hombre de Dios
se le secó, y no la pudo
enderezar. 1 Reyes 13:4

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Nuevo Testamento

16
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

EL SERMÓN DEL MONTE


Textos de referencia:
Mateo 5-7; Lucas 6:20-49

Versículo para memorizar:


Pedid, y se os dará, buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Mateo 7:7

INTRODUCCIÓN
¿Qué podrían obtener los niños, sobre todo los más pequeños, de
los sermones de Jesús? Más de lo que usted podría pensar, espe-
cialmente si el maestro, después de una preparación en oración, ha
considerado qué discutir y cómo presentarlo. Aunque esta lección
es difícil, no es imposible de hacerla con éxito. Examinaremos el Ser-
món del Monte y consideraremos: Jesús les respondió y dijo:
--Mi doctrina no es mía,
I. El Maestro sino de aquel que me
II. El sermón envió. Juan 7:16
III. Los frutos
Yo no he hablado por mi
propia cuenta; el Padre,
I. EL MAESTRO que me envió, él me dio
A. Jesús es el modelo del maestro mandamiento de lo que he
de decir y de lo que he de
Cristo es el enviado por Dios. Cuando habla, no proclama sólo sus
hablar. Juan 12:49
propias creencias, sino que dice lo que su Padre le ha autorizado que
hable (Juan 7:16; 12:49). A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que
está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer (Juan 1:18). “… Porque vino Juan,
Nunca nadie predicó como Jesús porque él es el Maestro y predicador que ni comía ni bebía, y
perfecto. Esencialmente su predicación fue como la de Juan el Bautis- dicen: “Demonio tiene”.
ta, aunque su apariencia y forma de ser era diferente (Mateo 11:18, 19). Vino el Hijo del hombre,
Jesús recorrió predicando el evangelio del reino (Mateo 4:23), pero no que come y bebe, y dicen:
necesitó señalar a otro. De la manera más directa se señala a sí mis- “Este es un hombre
mo. Él testificaba de sí mismo: yo soy el camino, y la verdad, y la vida; comilón y bebedor de vino,
nadie viene al Padre, sino por mí (Juan 14:6). amigo de publicanos y
pecadores”.
Nosotros nunca podríamos hacer tal cosa, porque lo único que po- Mateo 11:18, 19

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas demos hacer es indicar el camino de la salvación. Nosotros no pode-


mos conceder el perdón de los pecados. Sólo la expiación de Jesús
da paz a los enemigos y salvación al perdido. Nos convertimos en
partícipes de estas bendiciones por medio de la fe en él y no por
nuestro propio mérito. Ése es el evangelio, el mensaje de gozo in-
agotable de la salvación.

B. La forma y el contenido de la predicación de Cristo


Jesús cambiaba su predicación de acuerdo a sus oyentes y a las cir-
cunstancias. Algunas veces daba discursos largos, en otros momen-
tos sólo mencionaba un dicho breve. A veces era sólo una lección
objetiva significativa: usando a un niño como ejemplo o lavando los
pies de sus discípulos. A menudo él usó parábolas. También tomó re-
ferencias y ejemplos del Antiguo Testamento. A veces su enseñanza
era una conversación. Jesús no habló de manera abstracta sino que
siempre fue muy directo y concreto.
La actitud de Jesús fue siempre muy seria. Se preocupó de las gran-
des verdades y las explicó claramente. Su manera de predicar era
muy diferente de aquellos escribas de mentalidad pequeña, ador-
mecida. Su forma de acercarse podía ser tierna, confortante y ani-
madora, pero también podía ser cortante y severa cuando se trataba
de amonestar y reprochar a los hipócritas. Jesús les animaba a que
hagan una elección firme y con urgencia, y presionó a sus oyentes
para recibir la salvación. No predicaba por obligación, sino que lo
hacía por amor. Él estaba enfadado por la incredulidad y lloró por
aquellos que se endurecían su corazón.

C. El lugar de la predicación de Jesús


Jesús predicaba dondequiera que había público: en casas, en el ca-
mino, a la orilla del mar, en una fuente, en un barco, en una sinagoga
o en el templo. El sermón que nos ocupa lo hizo en un monte de
Galilea (Mateo 5:1), por esta razón se lo conoce como “El Sermón del
Monte”.

II. EL SERMÓN
A. Las circunstancias y el lugar del discurso
El Sermón del Monte es una de las porciones más hermosas de la
Escritura. De principio a fin expresa profunda solemnidad, sabiduría
divina y santidad pura. Incluso, muchos que han rechazado la auto-
ridad de la Palabra de Dios, han sido profundamente impresionados
por el llamado de este sermón único y lo estiman grandemente. Al-
gunos van tan lejos que sostienen que el verdadero evangelio es sólo
y exclusivamente encontrado en el Sermón del Monte.
No faltan las personas que alaban al gran predicador, a quien lo to-
man como su ejemplo. Jesús, sin embargo, nunca podría ser nues-
tro ejemplo si no es, en primer lugar, nuestro Redentor.

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Nuevo Testamento

Varios comentaristas son de la opinión de que el Sermón del Monte, Referencias / Notas
como está registrado en Mateo (capítulos 5 al 7), no fue predicado
por Jesús exactamente como está escrito. Ellos creen que el escritor
del evangelio compiló varios discursos que el Señor había predicado
en varias ocasiones y los reunió todos éstos en uno, escogiendo las
doctrinas más importantes de Cristo que se relacionan a una vida
devota y santa.
Podemos estar seguros, sin embargo, que este evangelio es hecho
de las notas registradas de palabras y hechos reales de Cristo tal
como ocurrieron.
Varias partes de este sermón también están en el evangelio de Lu-
cas, ya que fueron repetidas por Jesús cuando las proclamó en otras
ocasiones. Así, Lucas registra el Sermón del Monte en forma abre-
viada. Lucas lo escribió en su evangelio para los creyentes gentiles y
por consiguiente omitió ciertas partes donde el Señor Jesús se diri-
gía específicamente a las malas interpretaciones y desviaciones de
los judíos.
Según Mateo, el Sermón del Monte es un ejemplo soberbio de la pre-
dicación del Salvador, del período temprano de su ministerio público.
Fue dirigido, en primer lugar a sus discípulos (Mateo 5:1; Lucas 6:20),
pero también fue entendible para la gente común y corriente que lo
escuchó. (Mateo 7:28).
La vida del Señor Jesús había llegado a un momento culminante. Des-
pués de haber pasado una noche en oración, reunió a sus doce dis-
cípulos a su alrededor (Lucas 6:12ss). Entonces muchas personas se
acercaron para oírlo y para ser sanados de sus enfermedades; también
los que habían sido atormentados por espíritus impuros eran sanados.
Toda la gente procuraba tocarlo, porque poder salía de él y sanaba a
todos. (Lucas 6:17-19).
Viendo a las personas, Jesús sube a un monte cercano. El grupo más Enrollando el libro, lo
inmediato a Jesús estaba formado por sus discípulos y alrededor de dio al ministro y se sentó.
ellos había un círculo más amplio de personas que estaban en un lugar Los ojos de todos en la
llano, abajo, a un lado del monte, donde había lugar suficiente. Jesús sinagoga estaban fijos en
se sienta como una señal de que él quiere tomar tiempo para instruir- él. Lucas 4:20
los (Lucas 4:20). Él abrió su boca y solemnemente comenzó a hablar.
¡Fue un momento muy conmovedor!

B. Las bienaventuranzas
La primera palabra que salió de los labios benditos de Jesús fueron
los nueve refranes llamados las Bienaventuranzas. Ocho de ellos son
registrados en Mateo 5:3-11.
Jesucristo empieza la proclamación del Evangelio de la buena vo-
luntad de Dios, no para proclamar juicio y condenación, sino gracia
y salvación. Esto es significativo y característico del ministerio de
Jesús.
Las Bienaventuranzas son el fundamento para la verdadera ciudada-
nía en el reino del cielo. Este alto honor los tiene aquellos a quienes
Jesús llama bienaventurados. Ellos son insignificantes ante los ojos

| 143 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas del mundo porque son los pobres en espíritu, los que lloran, y los que
tienen hambre y sed de justicia. Son los que padecen persecución por
causa de la justicia, pero el Señor no los desprecia, porque vuestro ga-
lardón es grande en los cielos (Mateo 5:3-12). En la tierra estas perso-
nas no son consideradas como importantes, sin embargo, ellos son
la sal de la tierra que tiene que preservar lo que es insípido. Ellos son
la luz del mundo que no puede ser escondida, sino que debe alum-
brar delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y
glorifiquen a vuestro Padre qué está en los cielos (Mateo 5:16).

C. Las leyes del Reino


Cristo continúa su enseñanza recalcando que la justicia y el amor son
los principios que abarcan todo lo del reino de los cielos (Mateo 5:17-
48). Presenta la constitución del reino celestial. En el Sermón del Mon-
te, Jesús no desarrolla una doctrina completa de la salvación, porque
la expiación del Cordero de Dios no se menciona, tampoco la justifi-
cación de los pecadores por la fe. Jesús no señala cómo pueden ser
cumplidos los mandamientos de Dios, pero con gran énfasis fija en el
corazón de sus oyentes lo que es importante guardar.
El Sermón del Monte no debe ser separado del resto de la Escritura
con la pretensión de que sólo es válido para una clase de creyentes es-
peciales, por ejemplo monjes y monjas, y que no es aplicable a la vida
de los creyentes comunes. Tampoco puede afirmarse que el sermón
sólo usa ejemplos prácticos para animar una actitud interior correcta,
sin demandar acción externa. Tampoco es verdad que este sermón sir-
ve exclusivamente para descubrir nuestra impotencia con respecto a
las demandas que es imposible cumplir.
El tema del Sermón del Monte es el reino de Dios que está llegando y
que en esencia ya está presente cuando el poder de Cristo rompe el po-
der del diablo, abriendo un lugar en el corazón y en la vida de los de su
pueblo. No es suficiente para el Señor y su servicio tener buena volun-
tad y esforzarse por los ideales altos y loables, porque los ciudadanos
del reino deben dar evidencia que ellos obedecen la voluntad de Dios.
El Sermón del Monte no era una nueva ley, tampoco Cristo se puso
contra Moisés. Estuvo en contra de la distorsión y la falsificación de la
Escritura hecha por los fariseos y escribas. Mantuvo, confirmó y clarifi-
có el Antiguo Testamento en relación a lo que fue dicho a los antiguos,
los maestros de Israel, cuya explicación oral de la ley fue transmitida
de generación en generación.
Dios exige tanto una actitud correcta como una acción correcta. Cual-
quiera que diga: Necio, a su hermano, que significa tonto o idiota, es
culpable de asesinato. El término juicio se refiere al sillón del juez local
Asimismo profanó el y el concilio se refiere al Sanedrín en Jerusalén, la corte suprema de los
Tofet, que está en el valle judíos, que juzgaba las transgresiones graves y que emitía sentencias
del hijo de Hinom, para duras.
que ninguno pasara su
El término infierno de fuego se refiere al Gehenna que viene del valle de
hijo o su hija por fuego
Hinom, cerca de Jerusalén (2 Reyes 23:10). En tiempos pasados, los
ante Moloc.
niños fueron sacrificados a Moloc y la carroña de los animales y los
2 Reyes 23:10

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Nuevo Testamento

criminales fueron quemados por un fuego que nunca se extinguía. Por Referencias / Notas
consiguiente, este nombre era muy adecuado para representar figura-
tivamente el lugar del dolor infernal.
Los pecados pueden variar en gravedad, pero todos ellos le hacen a uno Y puesto de rodillas, clamó
culpable delante de Dios. Además, el Señor Jesús aclara las deman- a gran voz: “Señor, no
das positivas del mandamiento concerniente al asesinato, que incluye les tomes en cuenta este
amor al vecino, incluso a los enemigos personales. Jesús da el ejemplo pecado”. Habiendo dicho
con su primera palabra en la cruz. Podemos también pensemos en el esto, durmió. Hechos 7:60
ejemplo de Esteban (Hechos 7:60).

D. La importancia de la oración y la justicia del Reino


En Mateo 6, el Salvador advierte contra la degeneración del servicio
de Dios hacia el formalismo y el legalismo. ¡El Señor requiere sin-
ceridad y verdad! Por ejemplo, notemos lo que Jesús dice sobre las
ofrendas, la oración y el ayuno.
¿Sabemos esta oración perfecta de memoria? Jesús dio esta oración,
no como una forma de oración para ser usada literalmente, y menos
para ser recitada irreflexivamente, sino como un ejemplo que nos
enseña cómo y por qué orar.
¿Cómo debemos orar? No con muchas palabras, sino reverentemen-
te, confiada y afectuosamente. ¿Por qué debemos orar? Por las nece-
sidades físicas y espirituales. Las peticiones para honrar el nombre
de Dios, la venida de su reino y el cumplimiento de su voluntad son
de importancia primordial. El honor de Dios debe ser nuestro objeti-
vo más alto, también en nuestras oraciones.
Esto está en conflicto con la vida y deseos de la mayoría de las per-
sonas. El mundo no tiene ningún interés en los asuntos espirituales,
persigue las cosas que perecen y encuentra la felicidad en las cosas
materiales que se acaban. No es correcto orar así. En realidad, la
ansiedad pecadora, irrazonable, denota realmente la adoración de
Mammón e indica una falta de fe y confianza en Dios. ¡Jesús enseña
algo diferente! Nos urge a no construir nuestras expectativas en las
cosas que perecen y descansar en nuestra propia fuerza, sino traba-
jar piadosamente y confiar en el Señor.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia es la instruc-
ción de Jesús. La justicia, mencionada aquí, es la que Dios requiere
de nosotros para que no distorsionemos sus mandamientos, sino
que los guardemos puros, llenos de amor y agradecimiento, recono-
ciéndolo como nuestro Padre y Rey sobre todos.

E. La Regla de oro
Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con voso-
tros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la Ley y los
Profetas. Esta “Regla de oro” también se la encuentra en las morales
judías y paganas, pero siempre desde el punto de vista negativo. La
sentencia reza así; “No hagas a otros lo que no quieres que te hagan
a ti”. Jesús cambia la declaración egoísta y la vuelve positiva y gene-

| 145 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas rosa. Por eso su frase ahora es más radical y definitiva. Su enseñan-
za es completamente opuesta al egoísmo.

III. LOS FRUTOS


A. Las impresiones deben llevar a la acción
Todos daban buen La predicación de Jesús no es menos impresionante que la de Juan el
testimonio de él y estaban Bautista. Inicialmente, en la sinagoga de Nazaret, todos estaban mara-
maravillados de las villados de las palabras de gracia que salían de su boca (Lucas 4:22). No-
palabras de gracia que sotros leímos que los ciudadanos de Capernaum estaban admirados
salían de su boca. de su doctrina (Lucas 4:32), y que la consecuencia de la predicación del
Lucas 4:22 Sermón del Monte fue que la gente se admiraba de su doctrina; porque
les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas (Mateo
7:28, 29). Al contrario de los maestros judíos, quienes constantemente
apelaban a la autoridad de otros rabinos, la autoridad de Jesús era in-
discutible. Él no cometió ningún error y ninguna falsedad se escapó de
su boca. No es de admirarse, entonces, la sorpresa de las personas.
El discurso de Jesús empieza con las Bienaventuranzas. Jesús desper-
tó el asombro cuando explicó las verdades más maravillosas y conclu-
yó con la comparación cautivadora de dos casas, una construida sobre
las rocas y la otra sobre la arena. Nosotros debemos escuchar y actuar
de acuerdo a las enseñanzas de Jesús, de otra manera nuestra alma
se perderá, aunque pensemos que somos salvos.

B. Pedid y se os dará
Nuestros privilegios deben llevarnos al Señor. No podemos estar
satisfechos con el mero conocimiento, sino entrad por la puerta es-
trecha (Mateo 7:13). Jesús dijo que no todo el que escucha su voz
entiende con el corazón. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz
(Juan 18:37). Nosotros debemos oír su voz con un corazón que desea
la salvación. Las ovejas del Buen Pastor conocen su voz y lo siguen.
Esto es lo que debemos desear del Señor, creer sus palabras salvífi-
cas y confortantes: Pedid y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad y se
os abrirá (Mateo 7:7).

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Nuevo Testamento

17
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS SANA A UN LEPROSO


Textos de referencia:
Mateo 8:1-4; Marcos 1:40-45; Lucas 5:12-16

Versículo para memorizar:


Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios.
Salmos 103:2

INTRODUCCIÓN
En el mensaje que el Señor Jesús envió a Juan el Bautista, mientras Los ciegos ven, los cojos
este estaba en prisión, menciona los leprosos son limpiados. Ésta no andan, los leprosos son
es sólo una señal que demuestra que él es el Cristo, sino también limpiados, los sordos
una indicación de la clase de Salvador que es (Mateo 11:5). Nosotros oyen, los muertos son
veremos ahora la primera sanidad de lepra que se registra en los resucitados y a los pobres
Evangelios. es anunciado el evangelio
El tema de esta sanidad es que refleja la liberación que hay en Cristo Mateo 11:5
Jesús, cuya sangre limpia de todo pecado. En relación con los eventos
de esta historia nos enfocaremos en tres partes:
I. La miseria
II. La liberación
III. El agradecimiento

I. LA MISERIA
A. La miseria del leproso
La raíz de toda miseria es el pecado. La miseria no es la raíz del pe-
cado. Si no hubiera ningún pecado, no habría miseria. Por el pecado
de un hombre, Adán, la muerte entró en el mundo y con él vinieron
una multitud de enfermedades y dolores. Las consecuencias para la
humanidad son tremendas y estropean la vida en la tierra.
Las consecuencias destructivas y devastadoras de este proceso son
muy visibles como en la lepra. Los judíos consideraban a la lepra como
un juicio de Dios. Job llama a la lepra el primogénito de la muerte, [qué]

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas a sus miembros devorará (Job 18:13). Es la peor de todas las enferme-
dades, un azote de Dios. Algunas veces en el Antiguo Testamento ésta
Tan pronto la nube se se nombra como un castigo especial: para María (Números 12:10),
apartó del Tabernáculo, para Giezi (2 Reyes 5:27), y para Uzías (2 Crónicas 26:19).
María se llenó de lepra, y La lepra es una enfermedad repugnante que afecta a la piel y ocurre
tenía la piel blanca como principalmente en países orientales dónde la higiene no se toma en se-
la nieve. Cuando Aarón rio. Es difícil diagnosticarla en las fases iniciales y no toda enfermedad
miró a María y vio que de la piel es necesariamente lepra (Levítico 13:6, 23, 28, 34). Donde era
estaba leprosa. sospechoso, los sacerdotes en Israel tenían que hacer una investiga-
Números 12:10 ción completa.
Esta enfermedad es causada por una bacteria que consume la piel y
Por tanto, la lepra de los nervios. No es adquirida genéticamente y, según las últimas inves-
Naamán se te pegará a ti tigaciones, es muy poco contagiosa. En los tiempos bíblicos, tanto del
y a tu descendencia para Antiguo como del Nuevo Testamento, se creía que era una enfermedad
siempre. Y salió de su terriblemente contagiosa. La lepra puede aparecer de muchas formas.
presencia leproso, blanco Por ejemplo, la cara puede ser deformada con chichones y surcos pro-
como la nieve. fundos, el pelo puede caerse. Manchas blancas pueden aparecer en
2 Reyes 5:27 las manos y pies que pronto se ponen pálidos y arrugados. Las sensa-
ciones se detienen y la parálisis toma lugar. Aparecen llagas profun-
Entonces Uzías, que das, putrefactas y de mal olor, y finalmente, todo el cuerpo es afectado:
tenía en la mano un los ojos se nublan, la garganta se inflama, la voz se hace ronca y la
incensario para ofrecer respiración se pone fétida. La carne es carcomida y algunas partes del
incienso, se llenó de ira cuerpo se mueren.
contra los sacerdotes. En El proceso de la enfermedad frecuentemente es largo. En la actualidad
ese momento le brotó se sabe que la lepra es curable, con un buen tratamiento médico. Si
lepra en la frente, delante se logra diagnosticar tempranamente, en las primeras fases, el trata-
de los sacerdotes en la miento puede evitar la discapacidad.
casa de Jehová, junto al
altar del incienso. En el Israel de los tiempos bíblicos un leproso era condenado a muerte.
2 Crónicas 26:19 Tenía la obligación de indicar su enfermedad, desplegando señales de
lamento: la ropa rota, una cabeza descubierta y una boca cubierta (Le-
vítico 13:45). La vida de un leproso era miserable ya que prácticamente
Pero si la mancha blanca era un cadáver ambulante (Números 12:12).
permanece en su lugar
y no se ha extendido, es
la cicatriz de la llaga, y B. La lepra es un símbolo de una enfermedad espiritual
el sacerdote lo declarará
limpio. Levítico 13:23 La lepra es un símbolo visible de una realidad invisible. La lepra en
el cuerpo es un símbolo visible, físico, de las ruinas del pecado en el
alma. Como la lepra corrompe el cuerpo físicamente, el pecado co-
El leproso que tenga llagas rrompe y destruye el alma espiritualmente. La Escritura resalta esto
llevará vestidos rasgados pues en relación de la lepra no habla de sanidad, sino de limpie-
y su cabeza descubierta, y za. Las regulaciones especificadas en Levítico 13 y 14 ciertamente
con el rostro semicubierto buscan erradicar el peligro de contagio, sin embargo, ellas tienen
gritará: “¡Impuro! principalmente un carácter religioso. En casos de recuperación era
¡Impuro! Levítico 13:45 necesario hacer penitencia por el pecado. Tanto el diagnóstico de la
enfermedad como su rehabilitación eran establecidos por el sacer-
dote, y no por un médico.
La lepra es símbolo de la naturaleza del pecador ante los ojos de Dios,
quien es Santo y sin mancha (Isaías 1:5, 6). El hombre por naturaleza
no reconoce esto, aunque su conciencia a veces habla claramente. Él

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Nuevo Testamento

preferiría evadir el verdadero carácter de su pecado, ocultarlo o sua- Referencias / Notas


vizarlo, pero esto es una abominación en los ojos del Señor. Yo puedo
parecer hermoso a otros, pero la gran pregunta es, ¿me veo yo como Él os dio vida a vosotros,
Dios me ve? El hombre está sucio, su pecado contamina todo lo que él cuando estabais muertos
toca, su naturaleza entera es corrupta, está espiritualmente muerto en en vuestros delitos y
pecados y delitos (Efesios 2:1) y él no puede cambiarse a sí mismo. Ser pecados. Efesios 2:1
cambiado en una nueva criatura es un don del Espíritu Santo.
Para Israel esto es expresado de manera clara en las leyes ceremonia-
les con respecto a la lepra. Aquellos que están sucios no son admiti- Cuando el Sumo sacerdote
dos en el santuario (2 Crónicas 26:20). Ellos no pueden asistir a una Azarías y todos los
comida sacrificial. Están excluidos de la comunidad del pacto santo y sacerdotes lo miraron,
todas las actividades de la vida diaria. Ellos deben vivir separadamente, se dieron cuenta de que
fuera de la puerta. Todos los leprosos debían guardar la distancia de tenía lepra en su frente.
ellos y apartarse de las demás personas (los diez leprosos se pararon de Entonces lo hicieron salir
lejos. Lucas 17:12). Además, ellos debían advertir gritando al resto que apresuradamente de aquel
se acercaban: ¡inmundo, inmundo!
lugar; y él también se
dio prisa en salir, porque
Jehová lo había herido.
C. Un leproso viene a Jesús 2 Crónicas 26:20
¡Un leproso, como el que hemos descrito, viene al Salvador! Des-
pués de enseñar el Sermón del Monte, el Señor Jesús ha descen-
dido del monte y está de camino a Capernaum. Acompañado por
una muchedumbre de personas, llega a una de las ciudades de
Galilea (Lucas 5:12; Mateo 8:2). ¡De repente!, un leproso se abre ca-
mino a través de la muchedumbre que rápidamente se retira hacia
atrás. Él se acerca tanto a Jesús que puede tocar al leproso con su
mano. Realmente, el enfermo no debía acercarse en absoluto, pero
lo hace por su necesidad.
Lucas afirma que el hombre estaba lleno de lepra (Lucas 5:12). La
enfermedad terrible había entrado en todas las partes de su cuerpo.
Pero, ¡este hombre también está lleno de un profundo respeto y reve-
rencia para Jesús! Él se arrodilla ante el Señor y cae sobre sus rodi-
llas, con su cara en tierra. Está lleno de fe. Él sabe que solo Dios es
poderoso para ayudarle y está completamente convencido que Jesús
puede ayudarle. Señor, si quieres, puedes limpiarme, es su petición.
Este leproso no duda del poder de Jesús en lo más mínimo. Gene-
ralmente en Israel no se hacía ningún esfuerzo para curar la lepra,
porque se pensaba que era inútil y se creía que la sanidad sólo podía
venir como un milagro por la intervención de Dios. ¡Eso es lo que
este desvalido creía sobre Jesús!
El leproso está lleno de humildad y sumisión. Naturalmente, él desea
y ruega ser sanado. Él siente su miseria y anhela la liberación. Su
sufrimiento no ha entorpecido sus sentidos. Él no acepta su sufri-
miento como inevitable. Su necesidad lo ha llevado a la oración.
¡Así era entonces y así es todavía! Ciertamente, la oración del leproso
es motivada por la necesidad, pero él no usa presión o coerción. Él ni
siquiera viene con una petición directa. Su confesión de que Jesús
puede limpiar su lepra en una fase avanzada es precedida por las
palabras: Señor, si quieres…

| 149 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Nosotros no debemos interpretar estas palabras como que él duda-
ba de la compasión divina de Jesús, sino que las vemos como un
reconocimiento de que él no es digno y no merece sanidad. Él cree
que esta plaga es una muestra de que como un pecador él no tiene
derechos y Jesús no está obligado a ayudarlo. ¡Si su deseo ferviente
es concedido, será completamente la elección de Jesús!
El leproso pone su condición en las manos de Jesús y se rinde a su
poder omnipotente y gracia soberana. No intenta decirle al Señor
Jesús qué debe hacer, antes bien todo lo deja completamente al Se-
ñor. En verdad, ¡qué hermosa cualidad en un hombre con tan fea
enfermedad!

D. Una verdadera oración


Nosotros tenemos aquí un ejemplo de una verdadera oración. El le-
proso es un ejemplo para todos nosotros. Aquellos que no son es-
pirituales, claman a Dios con una actitud presuntuosa y exigente
cuando ellos enferman o sufren. Actúan como si Dios les debiera
su ayuda y piensan que Dios los ha olvidado cuando no los liberta
rápidamente. Profundamente irritados, dejan a menudo de orar. Ta-
les personas piensan que la oración del leproso no era lo bastante
ferviente y demasiado pasiva.
¡Pero es todo lo contrario! Si alguien tiene la razón para presionar al
Señor Jesús con palabras ansiosas y apasionadas, es este hombre.
¿No sufre él grandemente? Sin embargo, no exige nada, más bien se
muestra sumiso.
Así debe ser nuestra actitud cuando tenemos necesidades físicas.
Podemos venir al Señor con nuestras necesidades espirituales y físi-
cas, pero debemos tener una actitud sumisa. ¡No mi voluntad, sino la
Tuya sea hecha! Sólo el Señor sabe lo que es mejor para nosotros.

II. LIBERACIÓN
A. La compasión de Jesús
Jesús no es insensible. ¡Él no puede ser insensible! Él simpatiza pro-
fundamente con la condición del hombre. Marcos dice que Jesús fue
movido con compasión. Él no se ofende por la apariencia horrible del
leproso. No lo hecha con repulsión, sino que es movido a compasión.
La compasión del Salvador hacia el sufriente nos muestra lo que es
la gracia. Los pecadores no tienen derecho para esta clase de com-
pasión, pero Cristo extiende su misericordia.
El Señor se conmueve profundamente y ve en este hombre tanto la
miseria causada por el pecado como la oportunidad de cumplir con
el trabajo que su Padre le ha encargado. No lo rechaza. Al contrario,
experimenta profundo amor mientras está rodeado por aquellos que
están sufriendo, tristes, inmundos y culpables. En toda angustia de
ellos él fue angustiado (Isaías 63:9). Él es el Sumo Sacerdote compa-
sivo. Él no es como los filósofos estoicos que despreciaban la com-
pasión como si ésta fuera una enfermedad.

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Nuevo Testamento

B. Jesús sana al leproso Referencias / Notas


Jesús no limita su acción a la simpatía cordial, sino que hace algo. Él
no retrocede con repulsión, sino que extendió la mano, no para levan-
tar al pobre sufriente, sino que le tocó (Marcos 1:41). Y la intención de
su toque no era que un fluido dinámico de poder causará la sanidad,
tampoco su toque era una condición indispensable para sanarlo.
Jesús ya había demostrado repetidamente que podía sanar desde
la distancia o con solo decirlo. Él toca al leproso como un gesto de
amistad y estímulo para que confíe en su deseo de ayudarlo.
La petición del leproso, Si quieres, puedes limpiarme (Marcos 1:40),
recibe su respuesta cuando Jesús le toca. Es como si le dijera: yo no
te rechazo, sino que seré tu compañero.
¡Qué estímulo más maravilloso para este hombre a quien todos eva-
den temerosamente! Este toque es también una señal de que el Se-
ñor Jesús va a hacer algo. Él ha tomado nuestra miseria sobre sí
mismo para librarnos. Si Jesús no le hubiese sanado al leproso, sería
un transgresor voluntarioso de la ley. Pero ahora este toque no lo
contamina. ¡Él se involucra con el pecador inmundo sin llegar a ser
inmundo; en su lugar el inmundo es purificado! ¡Escuche su palabra
de liberación!

C. La palabra de liberación Jesús


¡Quiero, sé limpio!, es la palabra de liberación de Jesús (Marcos 1:41).
A su toque él añade su palabra de misericordia, como un eco sobre
la petición del leproso. ¡La palabra de Jesús es seguida inmediata-
mente por un hecho maravilloso: al instante la lepra se fue de aquél,
y quedó limpio! A los médicos siempre les gusta ayudar, pero a veces
son incapaces.
En cambio, la palabra de Jesús tiene poder. En un segundo el cambio
más glorioso tiene lugar en el cuerpo enfermo. El dolor se detiene, la
carne del hombre se pone saludable, un color rosado vuelve y todo el
sufrimiento desaparece. ¡El leproso está completamente sano!
La compasión de Jesús y su poder obran juntos en completa armo-
nía. Cristo libera a los pecadores, expía completamente su culpa y
les concede su Espíritu santificador. Por consiguiente, él también
puede ser el gran médico de los enfermos. Este milagro de sanidad
es una profecía y una señal de lo que pasará totalmente un día.
Ningún habitante de la Jerusalén celestial dirá alguna vez, estoy
enfermo; al pueblo que more en ella le será perdonada la iniquidad
(Isaías 33:24).
¡Quiero; se limpio! Esta palabra del Salvador indica claramente la bue- Él librará al menesteroso
na disposición del Señor Jesucristo. ¡Él desea la sanidad! Sus ojos se que clame y al afligido
vuelven amorosamente hacia los perdidos y los busca para salvarlos. que no tenga quien lo
Es su miseria lo que le conmueve (Salmos 72:12). Aquellos que vienen socorra. Salmos 72:12
a él como el leproso, con humildad y fe, no necesitan dudar si ellos
serán recibidos por Jesús, quien los llama en amor y los salva con su
poder omnipotente.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas III. EL AGRADECIMIENTO


La conclusión de esta historia es diferente de lo que podríamos espe-
rar. El Salvador benigno actúa de repente severamente hacia el hom-
bre sanado, cuando el hombre no hace lo que le piden que haga. Él
sabía cómo orar, pero no sabía cómo ser agradecido.

A. El leproso debe ocultar su sanidad


Pero él les insistió en que Marcos cita: Entonces lo despidió en seguida, y le ordenó estrictamen-
nadie lo supiera, y dijo te (Marcos 1:43). Inmediatamente Jesús le da una advertencia severa
que dieran de comer a la al leproso sanado y lo despide. ¡Esto es notable! Jesús debe haber no-
niña. Marcos 5:43 tado algo en el hombre para hablar esta manera. ¿Está el hombre inde-
ciso sobre qué hacer luego? ¿Le permite a la muchedumbre admirarlo?
¿Piensa él que es innecesario cumplir las leyes ceremoniales, (las cua-
Y les mandó que no lo les le exigen que sea inspeccionado por los sacerdotes), porque él está
dijeran a nadie; pero, convencido de estar completamente sano? Las Escrituras no nos dan
cuanto más les mandaba, detalles y es inútil suponer.
tanto más y más lo
Debería ser obvio saber el porqué el hombre es ordenado a callar acer-
divulgaban. Marcos 7:36
ca de su sanidad. Mira, no digas a nadie nada, le dice Jesús. Es notable
encontrar a menudo expresiones similares de parte de Jesús, como en
Y los ojos de ellos fueron el caso de la resurrección de la hija de Jairo (Marcos 5:43), la sanidad
abiertos. Jesús les encargó del sordomudo (Marcos 7:36) y los dos hombres ciegos (Mateo 9:30).
rigurosamente, diciendo: Éste es todavía el período temprano del ministerio público de Jesús.
--Mirad que nadie lo sepa. Las multitudes están viniendo a él. Sin embargo, más tarde, muchos
Mateo 9:30 de sus discípulos le abandonarán (Juan 6:66). Lo que Jesús simple-
mente indica con estas órdenes es que él no da la bienvenida al honor
superficial o a la alabanza entusiasta del hombre que es sanado. Tam-
Desde entonces muchos poco está interesado en la admiración de una muchedumbre idólatra.
de sus discípulos volvieron Él no desea el honor de las personas (Juan 5:41). Él no quiere ser glori-
atrás y ya no andaban con ficado antes de que su tiempo haya llegado.
él. Juan 6:66 Jesús no quiere alimentar los puntos de vista, ampliamente sosteni-
dos pero erróneos, que las personas tenían sobre el Mesías. La gente
se empeña en ver las señales de sus sanidades milagrosas, pero no
Gloria de los hombres no
recibo. Juan 5:41 desea la salvación para su alma.
¡Jesús demanda que nosotros creamos su Palabra! Él no quiere llamar
la atención de nadie (Mateo 12:16). Él no quiere la adulación de una
“… Y les encargaba muchedumbre emocionada para que lo adoren como si fuese su “hé-
rigurosamente que no lo roe”. En otras circunstancias la persona sanada puede decir cómo fue
descubrieran”. sanada, como cuando salió del país de los Gadarenos enfadados. En
Mateo 12:16 estos momentos, al no haber el peligro de un muchedumbre emocio-
nada e idólatra, Jesús decía a los sanados que testificaron de lo que
Dios había hecho por ellos (Lucas 8:39).
Vuélvete a tu casa y
cuenta cuán grandes cosas
ha hecho Dios contigo. B. La sanidad debe ser verificada ceremoniosamente
Él, entonces, se fue,
publicando por toda la Por supuesto, el leproso sanado no tiene que esconder su sanidad.
ciudad cuán grandes cosas Esto es muy evidente, pero le está prohibido publicarlo en todas par-
había hecho Jesús con él. tes. Él debe mostrar su agradecimiento guardando silencio, y sólo
Lucas 8:39 porque el Señor Jesús lo dice así. Primero, él debe seguir el ritual
prescrito de dejarse examinar por el sacerdote. Muéstrate al sacerdo-

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Nuevo Testamento

te, y presenta la ofrenda que ordenó (Mateo 8:4) es la orden de Jesús. Referencias / Notas
Jesús no actúa ni severa ni arbitrariamente, sino que le indica al
hombre la necesidad de cumplir la forma prescrita de presentarse a
las autoridades apropiadas. El milagro de su sanidad no lo exime de
realizar los deberes ceremoniales requeridos.
Según la Ley mosaica, es la prerrogativa del sacerdote juzgar si un
leproso está sano y, por lo tanto, está habilitado para tomar nueva-
mente su lugar en la sociedad. Según la organización sacerdotal de
la época, los sacerdotes fueron esparcidos por todo el país de modo
que siempre se podía encontrar a uno cerca. Uno de sus deberes era
precisamente el determinar si las señales de la enfermedad estaban
o no presentes. En el octavo día, la persona sanada debía ir a Jeru-
salén a presentar los sacrificios establecidos para este propósito en
el templo y después era restaurada gradualmente y podía asumir los
derechos de ciudadanía.
Cristo, que demuestra su poder de sanidad en el leproso, le ordena
seguir escrupulosamente la ley y presentarse primero ante los sa-
cerdotes para testimonio a ellos (Mateo 8:4). Nunca nadie podrá decir
que Jesús no guardó y respetó las ordenanzas del Antiguo Testamen-
to, ni tampoco permitió que otros las descuiden. Jesús afirmó que
no vino a anular la ley, sino a cumplirla. Esta actitud también forma
parte de la humillación voluntaria del Hijo de Dios, que permite que
los sacerdotes juzguen su poder de hacer milagros. ¡De esta manera
cumple también esta parte de su justicia redentora!

C. El hombre desobedece la orden de Jesús


Y les mandó que no lo
El leproso sanado debe obedecer a Cristo, pero no lo hace. Probable- dijeran a nadie; pero,
mente el hombre obedeció la orden de ir al sacerdote, pero transgredió cuanto más les mandaba,
la orden de no publicar su sanidad. Pero, al salir, comenzó a publicar tanto más y más lo
y a divulgar mucho el hecho (Marcos 1:45). Al parecer no pudo que- divulgaban.
darse callado. ¡Es milagro era demasiado grande! Lo mismo pasó en Marcos 7:36
Decápolis (Marcos 7:36) y con los hombres ciegos (Mateo 9:31). Esto
es entendible, pero no es correcto.
Pero cuando salieron,
Algunos comentaristas aprueban la acción del hombre, razonando
divulgaron la fama de él
que las personas sanadas son diligentes en proclamar la gloria de
por toda aquella tierra.
Dios. Ciertamente, desde un punto de vista humano, ellos hicieron
Mateo 9:31
lo mejor, comparados con muchos que recibieron las bendiciones
de Dios y no mostraron en absoluto agradecimiento. Sin embargo, a
pesar de la aparente inocencia de su acción, los sanados sólo cedie- Entonces Samuel dijo:
ron ante sus sentimientos y no a la obediencia. Esto estuvo mal, sin --¿Acaso se complace
importar cuán justificable parezca ser su acción. Jehová tanto en los
El verdadero agradecimiento se revela en la obediencia incondicional holocaustos y sacrificios
y completa. Jesús dijo, Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os como en la obediencia a
mando (Juan 15:14). Esta obediencia no es la obediencia fría del hijo las palabras de Jehová?
mayor de la parábola del Hijo pródigo, sino la que viene como fruto de Mejor es obedecer que
la fe y se manifiesta por la comunión íntima, tierna con Cristo. Esta sacrificar; prestar atención
obediencia es mayor que los sacrificios (1 Samuel 15:22). El verdade- mejor es que la grasa de
ro agradecimiento se revela haciendo lo que el Señor exige, estando los carneros.
convencidos de que él sabe por qué nos manda a hacerlo. Ésta es la 1 Samuel 15:22

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas obediencia que nosotros necesitamos para seguir a Cristo. Aquellos
que la poseen constantemente oran: Señor, ¿qué quieres que yo haga?
¡Orar es difícil, pero ser agradecido es aun más difícil!

D. Jesús es obligado a retirarse


Aunque el hombre tuvo las mejores intenciones, él no debía haber
transgredido la orden de Cristo. Pero su fama se extendía más y más
(Lucas 5:15). Debido a que las personas venían de todas partes para
ver al Jesús que hacía milagros, de manera que ya Jesús no podía en-
trar abiertamente en la ciudad, (Marcos 1:45), tuvo que retirarse de los
lugares concurridos a lugares desiertos. Pero las personas aun allí lo
seguían. Sin embargo, Cristo buscó ayuda en la comunión y oración
con su Padre (Lucas 5:16). Pero él se apartaba a lugares desiertos
para orar. Lucas 5:16

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Nuevo Testamento

18
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS SANA AL SIERVO DE


UN CENTURION ROMANO
Textos de referencia:
Mateo 8:5-13; Lucas 7:1-10

Versículo para memorizar:


Vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con
Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos. Mateo 8:11

INTRODUCCIÓN
Al comparar los relatos de Mateo y Lucas se observan diferencias,
pero ninguna contradicción. Ambos relatos se complementan y se
pueden combinar fácilmente para explicar mejor la historia.
Cuando el centurión oye que el Señor Jesús está en Capernaum,
envía un anciano principal junto con otros ancianos para rogarle que
sane a su siervo enfermo. Jesús va con ellos a la casa del centurión.
Tan pronto como el centurión ve que Jesús se acerca a su casa, le en-
vía varios amigos con la petición de que no se acerque más, porque
él no es digno de que Jesús entre en su casa.
Entonces, Jesús se dirige a la muchedumbre y habla con los amigos
del centurión para que le lleven su palabra de sanidad. Al regresar
estos a la casa, encuentran que el sirviente enfermo sanó a la mis-
ma hora que cuando Cristo pronunció sus palabras.
Todas las personas en esta historia tienen rasgos interesantes: los
ancianos, porque interceden por el centurión; los amigos, porque
están dispuestos y listos para traer un mensaje a Jesús; y el siervo,
porque es muy estimado por su amo.
La historia se centra en la sanidad del siervo, sin embargo no es el
personaje principal.
Nos centraremos en:
I. La maravillosa fe del centurión
II. El poder divino de Jesús

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas I. LA MARAVILLOSA FE DEL CENTURIÓN


A. El centurión se interesaba en la religión judía
El centurión era el comandante de un destacamento militar. Proba-
blemente servía a Herodes Antipas, el rey de la región, que gober-
naba sobre el área que incluía Capernaum. Este militar poseía una
personalidad muy atractiva y un carácter noble -al igual que otro
centurión de nombre Cornelio (Hechos 10). No era israelita, pero no
despreciaba a los súbditos como tantos romanos lo hacían. No tenía
enemistad con las personas en cuyo medio ejercía poder militar, sino
que mantenía relaciones amistosas con ellos.
Este centurión tenía gran interés en la religión judía y daba valio-
sos regalos a la comunidad judía. Los ancianos agradecidos dieron
un testimonio excelente de su benefactor: Porque ama a nuestra
nación, y nos edificó una sinagoga (Lucas 7:5). ¡Esto es verdadera-
mente notable!

B. El centurión se preocupó por su siervo


El centurión sentía afecto por su siervo, un esclavo de la casa que
realizaba servicios personales para él. Según la ley romana, un escla-
Cuando oyó aquel que vo era considerado un ser humano pero no una persona. Un esclavo
Jesús había llegado de era la posesión de su amo y, por tanto, parte de sus pertenencias
Judea a Galilea, fue a él personales. Sin embargo, el centurión trataba a su siervo como a un
y le rogó que descendiera hijo a quien este quería mucho (Lucas 7:2).
y sanara a su hijo, que
estaba a punto de morir. El siervo estaba muy enfermo: tenía parálisis y su condición se des-
Juan 4:47 cribe como gravemente atormentado (Mateo 8:6). Su condición es
seria y está a punto de morir. Cuando el siervo ya no pudo trabajar, el
centurión no lo repudió sino que lo mantuvo en su casa. El centurión
Entonces una mujer no estaba motivado por el interés, sino que estaba verdaderamente
cananea que había salido preocupado por el sufrimiento de su siervo e hizo lo que pudo para
de aquella región comenzó ayudarlo. Cuando el centurión supo que el Señor Jesús había llega-
a gritar y a decirle: -- do a la ciudad, inmediatamente envió unos ancianos de los judíos,
¡Señor, Hijo de David, rogándole que viniera y sanara a su siervo (Lucas 7:3).
ten misericordia de mí! Esta es la única vez en los evangelios que alguien pide ayuda para
Mi hija es gravemente
un siervo. El noble suplicó a Jesús por su hijo (Juan 4:47), la mujer
atormentada por un
sirofenicia pidió ayuda para su hija (Mateo 15:22), cuatro hombres
demonio. Mateo 15:22
pidieron ayuda para su amigo (Marcos 2:3) y el leproso, como la ma-
yoría de los otros, la pidió para sí mismo (Mateo 8:2). ¿No nos dice
Entonces vinieron a esta historia algo sobre la actitud correcta que debemos tener con
él unos trayendo a un las personas que están bajo nuestra autoridad y cuidado?
paralítico, que era cargado
por cuatro. Marcos 2:3
C. El centurión pidió la intercesión de los ancianos
El enfermo estaba confinado a permanecer en casa debido a su seria
En esto se le acercó un condición y no podía ser transportado al lugar donde Jesús estaba.
leproso y se postró ante ¿Por qué no fue el centurión a Jesús? Para él no era problema ir don-
él, diciendo: --Señor, si de estaba Jesús. Lo que lo detuvo es que el mismo se consideraba
quieres, puedes limpiarme. indigno y poca cosa delante del Señor. ¡He aquí un hombre promi-
Mateo 8:2 nente, poderoso, rico y altamente estimado, que siente que no es

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Nuevo Testamento

digno de venir a Jesús! Por consiguiente, envió a los ancianos de los Referencias / Notas
judíos, probablemente los gobernantes de la ciudad o los líderes de
la sinagoga, que eran personas de su estima.
¿Por qué el centurión pidió la intercesión de los ancianos? Lo más
probable es suponer que el centurión pensaba que Jesús prestaría
oído más rápido a los ancianos judíos, ya que él no pertenecía al
pueblo del pacto. El centurión estaba totalmente convencido de que
no tenía ningún derecho a pedir la ayuda de Jesús.
Por supuesto, los ancianos estaban contentos de poder hacer algo
por el centurión. Ellos fueron a Jesús y se esmeraron en rogarle. No
dudaron en declarar: Es digno de que le concedas esto, porque ama a
nuestra nación. Para demostrar que el centurión se interesaba de co-
razón, los ancianos afirmaron: él nos edificó una sinagoga, ¡usando
su propio dinero! (Lucas 7:4, 5)
El ruego urgente da resultados. El Salvador contestó: Yo iré y le sa-
naré (Mateo 8:7). Inmediatamente, Jesús fue con los ancianos. Pero,
cuando ya no estaban lejos de la casa (Lucas 7:6), el centurión vio
a Jesús que venía y se sintió indigno. Esto era demasiado para él,
estaba abrumado. Sin mucho alboroto, envió algunos de sus amigos
con un mensaje en su nombre: Señor, no te molestes, pues no soy
digno de que entres bajo mi techo (Lucas 7:6). Esta frase no es una
mera formalidad de parte del centurión, sino que indica su verdadera
humildad. ¡Cuán grande es su humildad!

D. El centurión tenía fe
Las Escrituras ponen todo el énfasis en la fe del centurión y nosotros Jesús le preguntó: --¿No son
debemos hacer lo mismo. El Señor Jesús la llama tanta fe (Lucas diez los que han quedado
7:9). Aquí tenemos una fe llamada milagrosa, es decir, una firme limpios? Y los nueve,
convicción en el corazón y en la mente de que Cristo tiene el poder ¿dónde están? Lucas 17:17
y la voluntad para realizar la sanidad. Sin embargo, la fe milagrosa
no es lo mismo que la fe salvadora. Muchas personas poseían la fe
milagrosa sin tener la fe salvadora, por ejemplo: los nueve leprosos Y si tuviera profecía,
que fueron sanados (Lucas 17:17; 1 Corintios 13:2). La fe milagrosa y entendiera todos
puede ser evidencia de la fe salvadora, porque las personas com- los misterios y todo
prenden que Jesús es necesario y están convencidas de que sólo Él conocimiento, y si tuviera
puede ayudarlas. toda la fe, de tal manera
En esta historia, la notable grandeza del centurión sale a la luz cuan-
que trasladara los montes,
y no tengo amor, nada soy.
do él dice: solamente di la palabra y mi criado sanará, pues también yo
1 Corintios 13:2
soy hombre bajo autoridad y tengo soldados bajo mis órdenes, y digo
a este: “Ve”, y va; y al otro: “Ven”, y viene; y a mi siervo: “Haz esto”, y lo
hace (Mateo 8:8, 9).
El centurión se dio cuenta de que Jesús era más que un hombre
notable, y tenía en gran estima su amor y su poder. Reconocía to-
talmente que había una brecha inmensurable entre él y Cristo. El
centurión no se acercó haciendo gala de sus derechos para exigir el
cumplimiento de su petición. Más bien, estaba totalmente conven-
cido de que su indignidad no era un estorbo para que el Salvador
tuviese compasión de su siervo y de él mismo.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Jesús había tomado la iniciativa de ir a su casa, pero para el centu-
rión esto no era necesario. Para él, bastaba con que Jesús hablara y
la sanidad se haría.
El centurión conocía de su propia experiencia el poder de una orden.
Aunque soy un comandante militar, soy un hombre bajo la autoridad
de otro. Yo, a su vez, tengo otros bajo mi autoridad. Aunque estoy
bajo autoridad, cuando yo doy una orden a aquellos bajo mi autori-
dad, la orden se ejecuta. Solamente tengo que hablar y mis siervos
hacen lo que yo quiero.
¡Cuánto más, era esto verdad de Jesús, quien no tiene a nadie sobre
Él! Una palabra era suficiente para desaparecer la enfermedad y la
muerte. Jesús, ¡tú no estás limitado a un lugar; ordenas y es sufi-
ciente!
Cuando oyó aquel que El centurión pensaba pobremente de sí mismo y esperaba todo de
Jesús había llegado de Cristo. Su fe sería satisfecha con solo una palabra de Cristo. ¡Su fe
Judea a Galilea, fue a él era muy grande!, más fuerte y mayor que la del noble (Juan 4:47),
y le rogó que descendiera que la del padre del muchacho poseído por el demonio (Marcos 9:22)
y sanara a su hijo, que e incluso más, que la fe de Marta y María (Juan 11:21,32).
estaba a punto de morir. La humildad y la fe van juntas y están combinadas en este centu-
Juan 4:47
rión. ¡Su fe está glorificando a Dios! Esto es también indispensable,
porque solo una fe verdadera y sincera en el Señor Jesucristo como
“… Pero si puedes hacer Salvador, salva por toda la eternidad. Dios exalta y cuida de los humil-
algo, ten misericordia de des, aquellos que están habitados por su Espíritu.
nosotros y ayúdanos”.
Marcos 9:22
II. EL PODER DIVINO DE JESÚS
A. El asombro de Jesús
Marta dijo a Jesús:
Cristo escuchó el mensaje de los amigos del centurión y se asombró.
--Señor, si hubieras estado
aquí, mi hermano no Jesús no se asombra de sus propias obras, como las personas a ve-
habría muerto... María, ces se asombran de sus propios logros, sino que es la obra de Dios
cuando llegó a donde en el corazón de este pagano lo que tan dulcemente le sorprende.
estaba Jesús, al verlo, Este asombro toca lo inusual e inesperado. ¡De repente Jesús se en-
se postró a sus pies, cuentra con algo nuevo! Sabemos que las palabras: se maravilló de
diciéndole: --Señor, si él (Lucas 7:9), fueron dichas según su naturaleza humana. Según su
hubieras estado aquí, naturaleza divina, el asombrarse es imposible para Jesús porque él
no habría muerto mi conoce el corazón del hombre (Juan 2:25). Su sorpresa está en armo-
hermano. Juan 11:21 nía con su naturaleza humana. Nosotros no podemos comprender
cómo estas dos naturalezas están juntas. La unión de las dos, en la
persona del mediador, es un misterio.
Y no necesitaba que nadie Nosotros confesamos tanto la verdadera divinidad de Jesús como su
le explicara nada acerca verdadera humanidad. Debemos aferrarnos al hecho de que según
del hombre, pues él sabía su naturaleza humana, Jesús experimentó fatiga, hambre, sed y era
lo que hay en el hombre. susceptible a los sentimientos y emociones. Él suspiraba, se alegra-
Juan 2:25 ba, se entristecía y también podía maravillarse.
La Escritura nos cuenta que Jesús se asombró en dos ocasiones.
Y estaba asombrado de Una de ellas fue se asombró de la incredulidad de las personas de
la incredulidad de ellos. Nazaret, al punto que lo rechazaron y prefirieron la oscuridad antes
Marcos 6:6 que la vida (Marcos 6:6). La otra ocasión era esta, cuando Jesús se
maravilló de la fe de este centurión.

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Nuevo Testamento

B. El mensaje de Jesús a la muchedumbre Referencias / Notas


Jesús no escondió su asombro. Se volvió a los que le seguían (Mateo
8:10) y públicamente les aseguró: De cierto os digo, que ni aun en Israel
he hallado tanta fe. Hasta ahora, nadie en Israel había confesado que
Jesús podía sanar a distancia usando su palabra de poder. De hecho,
¡lo más notable es encontrar esta fe en un pagano! Ciertamente, en
Israel hay también los que creen que Jesús puede ayudarles; lo han
visto con sus propios ojos. Y por lo mismo que lo han visto piensan
que Jesús tiene que estar presente y tocar al enfermo para sanarlo.
Es una característica peculiar de todos los hombres en general y los
judíos en este caso, de querer ver una señal antes de creer. Jesús les
dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis (Juan 4:48).
El pueblo de Israel debió sentir profunda vergüenza ante tan podero-
sa revelación de fe fuera de sus propios círculos. ¿Y qué sobre noso-
tros? Pregúntese a usted mismo, ¿cree realmente que Jesús puede
ayudarle desde el cielo como si estuviera parado cerca de usted?
Jesús hace más que maravillarse y agrega una seria advertencia: Os
digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán
con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; mas los hijos del
reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir
de dientes (Mateo 8:11, 12). ¡Qué duras son estas palabras!
El centurión fue el primer no judío que se volvió a Jesús. En él, Cristo
ve lo que pasará en el futuro. Muchos gentiles serán aceptados y mu-
chos judíos serán rechazados. Los paganos vendrán de los confines
lejanos de la tierra y gustarán la salvación del reino de los cielos, que
se describe como un banquete, un símbolo común de abundancia
y felicidad. Los gentiles obtendrán las mismas bendiciones que los
patriarcas. Los que tienen fe en Cristo son los verdaderos hijos del
reino. Este reino también incluye a los que, según la carne, no perte-
necen al pueblo de las promesas y del pacto (Romanos 9:4).
¿Qué sobre el pueblo judío? Indudablemente, ellos tienen una rela- Por tanto, os digo que el
ción especial con este reino. Son los primogénitos, pero por su incre- reino de Dios será quitado
dulidad son cortados. No creen en Cristo pues piensan que tienen la de vosotros y será dado
salvación asegurada porque pertenecen a la semilla de Abraham. Se a gente que produzca los
engañan a sí mismos y eso es fatal. Aunque parecen hijos del reino frutos de él. Mateo 21:43
y pertenecen a la casa de la fe, no pertenecen de verdad a la iglesia,
aunque estén en ella, y un día estarán afuera (Mateo 21:43). Serán
arrojados a la perdición eterna.

C. El poder de Jesús
Después de esto, Jesús envió de regreso a los amigos del centurión
con un mensaje para él. Las expectativas del centurión no eran de-
masiado grandes. El centurión recibió el mensaje: Y como creíste, te
sea hecho. ¡En esa misma hora el siervo fue sanado!
Jesús honró, tanto la petición del noble como la de los amigos. Jesús
acompañó a los ancianos cuando se lo pidieron, como Lucas explíci-
tamente afirma, porque para Él no era problema entrar en la casa de
un pagano. Cuando el centurión declara que la presencia de Cristo

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas no es necesaria, Jesús sana al siervo a la distancia. Para Jesús, que-
rer es hacer y se hace evidente a todos que su palabra es poder.
El milagro es según la fe del creyente. Cuando nosotros pedimos y
esperamos poco, recibimos poco. Cristo concede abundantes rega-
los a los que tienen fe verdadera. ¡La fe nunca puede esperar dema-
siado, porque Jesús es Todopoderoso! Ponga todas sus cargas sobre
Jesús y no dude clamar por gracia. Él ama perdonar y hacer el bien.
La fe del centurión es tan grande como el milagro que deseaba. Un
enfermo incapaz de levantarse de su lecho y que estaba a punto de
morir es de repente sanado, sin que Jesús lo toque o entre en la
casa. ¡Ni el centurión, ni el siervo vieron o le hablaron a Jesús!
Este milagro demuestra quién es realmente Jesús. Así como su tes-
timonio nos habla de su reino, este milagro nos da luz sobre el ca-
rácter de su obra salvadora. ¿Quién es Jesús? El enviado del Padre.
¿Qué hace Jesús? La obra del Padre. Él es el Mesías. ¿Quién le cree-
rá mientras camina sobre la tierra como un siervo humilde? Cier-
tamente no le creerán los que solo miran las apariencias externas.
Sin embargo, Jesús cumplió completamente la descripción que los
profetas habían dado de su persona: Mas él herido fue por nuestras
rebeliones,... y por su llaga fuimos nosotros curados (Isaías 53:5; Ma-
teo 8:16, 17). ¿Cómo? En ninguna parte leemos que Jesús estuviera
enfermo o imposibilitado físicamente. Él se llevó la razón de nuestras
enfermedades. Como nuestro fiador, Jesús tomó sobre sí mismo la
culpa del pecado.
Él es el verdadero médico que no está satisfecho con aliviar los sínto-
mas de la enfermedad, sino que atiende la raíz de los males. Por su
justicia, Jesús expió la culpa de nuestro pecado y obtuvo el derecho
y el poder para terminar con las consecuencias del pecado. Porque
Jesús es el Salvador, también puede ser nuestro sanador.
Si mantenemos esto en mente, nuestra visión sobre el significado
y método del milagro se profundizará. Entonces entenderemos por
qué Jesús nunca puede ser comparado con un obrador de milagros
y por qué nosotros debemos confiar en él y en su palabra poderosa.

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Nuevo Testamento

19
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS RESUCITA AL HIJO


DE UNA VIUDA
Texto de referencia:
Lucas 7:11-17

Versículo para memorizar:


Cuando no sabéis lo que será mañana. Pues ¿qué es vuestra vida?
Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo y luego
se desvanece. Santiago 4:14

INTRODUCCIÓN
Este relato es el primero de los tres casos en que Jesús levanta de la
muerte a una persona. Lucas es el único que los registra. La mayo-
ría de las sanidades milagrosas están registradas en el evangelio de
Lucas, el médico.
Observaremos las reacciones de:
I. La viuda
II. El Señor
III. La muchedumbre

I. LA VIUDA
A. El pesar de la viuda
La pequeña ciudad de Naín estaba localizada en la parte sur de Ga-
lilea, al pie del pequeño Monte Hermón. Naín significa “encantador”
por la belleza de su escenario natural. ¡Era un lugar hermoso!
Allí había un gran pesar porque un joven había muerto. Todos en la
ciudad conocían al joven y a su madre. La muerte siempre es horri-
ble, pero el golpe es más severo cuando la persona que muere es
joven. Cuando un muchacho muere se piensa en la pérdida de la
vida entera, en la falta de madurez, en el valor y los ideales juveniles.
La vida es cortada como el césped tierno. ¡Qué triste!

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Es más triste todavía porque la madre del fallecido era viuda. Antes, ella
había llevado el velo del luto por la muerte de su querido esposo. Has-
ta ahora, la muerte no se le había llevado todo. Todavía tenía a su hijo
único, la alegría de su corazón, el amor de sus ojos, el apoyo de su vida.
Pero ahora, por segunda vez, una corona era quitada de su cabeza.
Ni el cuidado de la madre, ni sus lágrimas pudieron mantener a la
muerte, el mayor de los terrores, lejos de ella. Es como si una espada
hubiera cortado el alma de esa madre. Todas sus expectativas se
estaban yendo a la tumba con su hijo, pues no había ningún descen-
diente que continuara la línea familiar y ahora ella era la única, sola
y abandonada.

B. El entierro
En el clima caliente de esta zona geográfica, un cadáver no podía
permanecer mucho tiempo en la casa. En lo posible, los muertos
debían ser sepultados el mismo día. Los amigos y vecinos habían
venido a acompañar a la viuda. Según la tradición, se enrollaba el
cadáver en telas y cuidadosamente se lo ponía en un féretro o ataúd.
Este féretro no se parecía al que nosotros conocemos, sino que era
un ataúd abierto con los lados bajos y sin tapa.
Los amigos llevaban el féretro y la triste procesión estaba en camino
al camposanto fuera de la ciudad. Los dolientes se lamentaban y
gemían en voz alta por la triste pérdida. Llorando, la madre camina-
ba detrás del féretro. Un mundo de tristeza estaba implícito en las
palabras: He aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su
madre, la cual era viuda (Lucas 7:12).
Gozaos con los que se Muchos sintieron lástima por ella y le dieron el pésame: Y había con
gozan; llorad con los que ella mucha gente de la ciudad. Las personas querían expresar pú-
lloran. Romanos 12:15 blicamente su condolencia. Eso es bueno, porque nosotros somos
llamados a llorar con los que lloran (Romanos 12:15). Esta sentida
demostración de condolencia era confortante, aunque no podía qui-
tar la tristeza. No es fácil imaginar una escena más triste que esta.
¡Qué terrible es la muerte!

C. El pecado es la causa de la muerte


Las olas de dolor ondulan sobre el mundo. Además de los desas-
tres naturales, las ruinas de la guerra y las condiciones sociales de
la miseria, hay todavía más sufrimientos en las familias, debido a
las enfermedades, preocupaciones, al dolor y a la muerte. Todo ser
humano que es ahora próspero, se enfrentará tarde o temprano a la
adversidad.
Pues ¿qué es vuestra vida? La vida de la persona más fuerte es solamente un vapor que des-
Ciertamente es neblina aparecerá (Santiago 4:14). ¿Escapará todo ser viviente del sueño de
que se aparece por un muerte? Tanta miseria y dolor, tanta muerte y sufrimiento, no son
poco de tiempo y luego se más que los frutos del pecado. Por eso es que nosotros no podemos
desvanece. Santiago 4:14 tolerarlo ni disculparlo, porque el Señor, Dios Santo, está enfadado
con el pecado.

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Nuevo Testamento

II. EL SEÑOR Referencias / Notas


A. Jesús se encuentra con la procesión fúnebre
¿Será posible que esta triste procesión finalice sin encontrar obstá-
culos? Miremos la que pasa. En el mismo instante que la procesión
fúnebre sale por la puerta de la ciudad se encuentra con una multi-
tud que está lista para entrar en la ciudad. Las dos procesiones se
encuentran.
Días atrás, Jesús había sanado al siervo del centurión romano en
Capernaum. Este milagro y todas las otras señales que Jesús había
realizado en esta ciudad habían causado gran asombro. Aconteció
después que Jesús fue a Naín, a una distancia de aproximadamente
treinta y cinco kilómetros desde Capernaum. En este viaje, Jesús es-
taba acompañado por sus discípulos y también muchas personas de
la ciudad. Lo que va a pasar tendrá muchos testigos.
Notemos el agudo contraste: los que están lamentándose y en cami- Jesús les dijo: --¿Acaso
no a enterrar al muerto, se reúnen con los que están celebrando con pueden los que están de
Jesús (Mateo 9:15). Un grupo está conformado por ciudadanos que boda tener luto entre
se lamentan y lloran, y una viuda que grita del dolor. El otro grupo tanto que el esposo está
consiste de personas que están entusiasmadas con el Señor Jesús. con ellos? Pero vendrán
días cuando el esposo les
será quitado, y entonces
B. Jesús se compadece de los que lloran ayunarán. Mateo 9:15
¿Permitirá Jesús que la procesión fúnebre pase de largo sin darle
importancia, como nosotros solemos hacer a veces? Cuando nos
encontramos con una procesión fúnebre que va al cementerio, nos
hacemos a un lado para que pase, quizás nos detenemos para mirar
a las personas que están llorando y seguimos nuestro camino de
nuevo. ¡Pero esto no iba a pasar en la puerta de Naín! Y cuando el
Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: no llores Lucas 7:13.
Debemos notar que en esta historia Lucas llama a Jesús Señor por
primera vez. Hay una razón. Las nuevas de gran gozo dadas por el
ángel a los pastores se están cumpliendo ahora. Ha nacido Cristo,
el Señor. Jesús es Señor de la vida y de la muerte. Él no tiene que
doblegarse ante la muerte. Nosotros no podemos hacer nada frente
la muerte. ¡Jesús tiene poder sobre todas las cosas! ¡Qué contraste
con los ciudadanos de Naín! Ellos se sienten desamparados y siguen
a la muerte.
Jesús tiene un corazón que late compasivamente por los que están
desconsolados. Una profunda compasión por la mujer mueve inte-
riormente a Jesús. Su compasión es maravillosa y gloriosa. Él realiza
su trabajo con profundo sentimiento. El amargo dolor que ve lo con-
mueve. Esto no es solo una disposición superficial, fugaz, momentá-
nea. Jesús es más que un amigo compasivo.
Jesús siente profunda tristeza por la madre que ha perdido todo lo que
amaba. Él sufre debido a la terrible calamidad que ha venido sobre
ella. Él es el Sumo Sacerdote compasivo. Jesús, el Santo, es confron-
tado por la muerte y nuevamente ve las consecuencias terribles del
pecado. Jesús está movido por el amor que lo motivó a dejar el cielo
voluntariamente, para tomar sobre sí mismo la forma de un siervo.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas C. Jesús quiere ayudar


¡Jesús, el sustituto de los pecadores, quiere ayudar! Su venida sim-
bolizó el amor de Dios que quiere perdonar a los pecadores (Juan
3:16). Esta es la verdad más grande que se revela aquí. La viuda ado-
lorida no le implora ayuda, sino que Jesús comienza la acción que
cambiará inesperadamente su lamento en gozo.
Jesús no se aparta de nuestros dolores, sino que sana el corazón
partido. ¡No hay ninguno mejor que Jesús para ayudar! Aunque así
parezca, no hay nada accidental en este encuentro. Si Jesús hubiera
llegado un momento después, el joven hubiera sido enterrado, pero
Jesús dirige y guía cada circunstancia.
Jesús no se dirige al joven muerto, sino a su madre. Con bondad y
ternura, le dice: no llores. Su tono no es de reprobación. Llorar es una
emoción humana común y el Salvador no prohíbe llorar. Tampoco
debemos ver en esta frase, las palabras superficiales y vacías de los
que intentan confortar a los que están agobiados, diciéndoles: sean
valientes, no lloren.
Las palabras de Jesús tienen el propósito de crear un sentimiento
de expectativa en esta alma desconsolada. Sus palabras indican que
él se llevará la causa de sus amargas lágrimas e inmediatamente
procede a la acción. Jesús se acerca y toca el féretro. Eso no lo hace
inmundo. Los que llevan el féretro se detienen. Jesús no tiene que
decirles que se detengan, porque ellos entienden su acción.
Te he puesto por padre de ¡Qué momento de suspenso! ¿Qué pasará? Jesús le ordena: ¡Joven, a
muchas naciones”. Y lo es ti te digo, levántate! (vs. 14) ¿Tiene Jesús problema en levantar a esta
delante de Dios, a quien víctima del poder de la muerte? ¡No! Él solamente necesita hablar la
creyó, el cual da vida a los palabra. Jesús habla a una persona muerta como nosotros hablaría-
muertos y llama las cosas mos a alguien que está durmiendo. Él llama a las cosas que no son,
que no son como si fueran. como si fuesen (Romanos 4:17). En toda esta historia Jesús dice dos
Romanos 4:17 veces una breve frase, pero ¡cuánto contienen estas palabras!
Todo cambia en un momento. El joven muerto recobra la vida, su
conciencia vuelve, su corazón late, sus miembros se mueven, se
sienta, abre su boca y empieza a hablar con su voz familiar. El joven
no pasa por un período prolongado de recuperación. ¡La vida vuelve
enseguida y el vigor del joven regresa!
Jesús tiene poder sobre el joven, pero no lo reclama para sí mismo,
para exhibirlo como un trofeo sobre la muerte, sino que lo dio a su
madre. ¡Ella recibe un regalo divino del Salvador! No se nos dice lo
que el joven dijo cuando empezó a hablar. Vemos también, que las
Escrituras no contestan todas las preguntas que la mente curiosa
del hombre puede hacer. El hecho de que el joven fue restaurado a
la vida, es evidencia del amor y del poder del gran vencedor sobre la
muerte. Y sobre eso trata esta historia.

III. LA MUCHEDUMBRE
A. Las personas tienen miedo y glorifican a Dios
No podemos excluir los últimos dos versículos de este texto bíblico.

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Nuevo Testamento

Todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios diciendo: “Un gran profe- Referencias / Notas
ta se ha levantado entre nosotros” y “Dios ha visitado a su pueblo”
(Lucas 7:16). Entonces sintieron un
Los discípulos habían visto grandes milagros, pero ver a alguien le- gran temor, y se decían el
vantarse de los muertos sobrepasaba a todo lo que habían visto antes. uno al otro: --¿Quién es
Por supuesto, las personas de Naín no esperaban que esto sucediera. este, que aun el viento y el
¡Habían dejado la ciudad para llevar a la tumba a alguien que se ha- mar lo obedecen?
bía muerto, pero regresan con una persona viva! Tanto los discípulos Marcos 4:41
como la muchedumbre estaban profundamente impresionados. Entonces toda la multitud
La primera reacción fue de miedo, reverencia y temor. Esto no debería de la región alrededor de
sorprendernos. Nosotros encontramos la misma reacción en los dis- los gadarenos le rogó que
cípulos después de la severa tormenta en el mar (Marcos 4:41); y con se alejara de ellos, pues
los gadarenos, después que los demonios fueron expulsados (Lucas tenían gran temor. Entró,
8:37). ¿Cómo habría reaccionado usted si hubiese estado presente? pues, Jesús en la barca y
se fue. Lucas 8:37
Sin embargo, las personas no permanecen asustadas. No se caen de
espaldas, mudas y llenas de miedo, ni gritan con asombro, sino que Le dijo la mujer: --
su reacción es la de glorificar a Dios y unirse en jubilosa alabanza en
Señor, me parece que
respuesta a la bondad y grandeza de Dios.
tú eres profeta. Juan
4:19 Entonces aquellos
¿Por qué la muchedumbre responde dando gloria a Dios? Lucas nos hombres, al ver la señal
da dos razones principales. La primera es que pensaban que un gran que Jesús había hecho,
profeta había venido a visitarlos. Ellos vieron esto como un gran pri- dijeron: “Verdaderamente
vilegio. ¡Les pareció que los tiempos antiguos, cuando los profetas este es el Profeta que
realizaban milagros, habían vuelto! Después de ver la resurrección había de venir al mundo”.
del joven, concluyeron que Jesús era un gran profeta. Juan 6:14
Nosotros leemos algo similar en relación a: la mujer de Samaria Entonces le preguntaron
(Juan 4:19); después del milagro de los panes (Juan 6:14); después otra vez al ciego: --¿Qué
de la sanidad del hombre que nació ciego (Juan 9:17) y la respuesta dices tú del que te abrió
de los hombres de Emaús (Lucas 24:19). La segunda razón es que los ojos? Él contestó: --Que
ellos vieron que Dios había visitado a su pueblo, es decir, que venía es profeta. Juan 9:17
a liberarlos. Se acordaron de la misericordia y de las promesas del Entonces él les preguntó:
pacto. Dios había notado su necesidad y les miraba con compasión. --¿Qué cosas? Y ellos
Dios visita la humanidad, ya sea con sus bendiciones o con su dis- le dijeron: --De Jesús
ciplina severa. De las acciones de Jesús, las personas concluyeron nazareno, que fue varón
que se había iniciado la liberación prometida. Zacarías usó la misma profeta, poderoso en obra
expresión en su canción de alabanza (Lucas 1:68,78; Éxodo 4:31). y en palabra delante de
Dios y de todo el pueblo.
Las personas no podían contenerse. ¡Debían decir a otros lo que ha- Lucas 24:19
bía pasado! Cada uno lo contaba por donde iba, para que se extienda
la fama de él por toda Judea, y por toda la región de alrededor. Pronto, “Bendito el Señor Dios
todo el mundo se enteró del milagro. de Israel, que ha visitado
y redimido a su pueblo
(…) por la entrañable
B. El Señor es digno de ser alabado misericordia de nuestro
Dios, con que nos visitó
El Señor es digno de ser alabado. Es correcto y bueno que las per-
desde lo alto la aurora”.
sonas extiendan las nuevas del poder de Jesús por todas partes. La
Lucas 1:68, 78.
mayor parte del pueblo de Jerusalén no conocía el tiempo de su visi-
tación, al menos, no de la manera correcta, como era necesario para
la salvación. Ellos no lo tomaron en serio, cuando Jesús lo dijo con
lágrimas (Lucas 19:43, 44).

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas En este contexto, también debemos preguntarnos: ¿qué sobre noso-
tros? Quizás pensamos que somos menos privilegiados que las perso-
El pueblo creyó, y al oír nas en la puerta de Naín que vieron el milagro con sus propios ojos.
que Jehová había visitado Ahora Cristo está en el cielo para continuar su trabajo de mediador.
a los hijos de Israel y que Por la operación del Espíritu Santo, Jesús todavía ejecuta el milagro de
había visto su aflicción, hacer vivir espiritualmente a las personas. Este milagro no es menos
se inclinaron y adoraron. grande que levantar a una persona muerta. La obra revela la superemi-
Éxodo 4:31 nente grandeza de su poder (Efesios 1:19; Efesios 2:1).
Vendrán días sobre ti Por naturaleza, los pecadores están espiritualmente muertos a Dios
cuando tus enemigos y a su servicio, debido a la culpa y al pecado. Ellos son incapaces y
te rodearán con cerca, no pueden renovarse a sí mismos. Para los tales, el llamado urgen-
te sitiarán y por todas te del evangelio es: ¡Despiértate, tú que duermes, y levántate de los
partes te estrecharán; te muertos, y te alumbrará Cristo! (Efesios 5:14). ¡Pídale la salvación que
derribarán a tierra y a usted necesita y que no puede darse a sí mismo!
tus hijos dentro de ti, y no El último día, Jesús hará que todos los muertos se levanten. Cual-
dejarán en ti piedra sobre quiera que esté en la tumba escuchará la voz del Hijo de Dios. Los
piedra, por cuanto no que la escucharen vivirán y pasarán adelante: los que han hecho lo
conociste el tiempo de tu bueno, para resurrección de vida, y los que han hecho lo malo, para
visitación. resurrección de condenación (Juan 5:25, 28, 29).
Lucas 19:43, 44
Al hacer este milagro Cristo se revela en sus oficios de:
“… Y cuál la
extraordinaria grandeza 1. Profeta. Esta señal poderosa es una auto revelación de lo que Je-
de su poder para con sús puede hacer y hará.
nosotros los que creemos, 2. Sacerdote. Con compasión, Jesús lleva todos nuestros dolores, a
según la acción de su fin de confortar dulcemente el luto de Sión.
fuerza poderosa.
Efesios 1:19 3. Rey. Jesús destruirá un día al último enemigo.
Él os dio vida a vosotros,
cuando estabais muertos
en vuestros delitos y
pecados. Efesios 2:1
De cierto, de cierto os
digo: Viene la hora, y
ahora es, cuando los
muertos oirán la voz del
Hijo de Dios, y los que la
oigan vivirán. (…) No os
asombréis de esto, porque
llegará la hora cuando
todos los que están en los
sepulcros oirán su voz; y
los que hicieron lo bueno
saldrán a resurrección de
vida; pero los que hicieron
lo malo, a resurrección de
condenación.
Juan 5:25, 28, 29

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Nuevo Testamento

20
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS Y LA MUJER PECADORA


Texto de referencia:
Lucas 7:36-50

Versículo para memorizar:


Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y
cubierto su pecado. Salmo 32:1

INTRODUCCIÓN
El Señor Jesús es el Sumo Sacerdote compasivo. Él está profunda-
mente preocupado por los que sufren y lo demuestra actuando y sal-
vando a muchas personas de la miseria. Sus milagros confirmaron
su enseñanza y esta siempre tuvo el mismo motivo: el Hijo del Hom-
bre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido. Dondequie-
ra que Jesús va, busca al perdido con amor condescendiente. ¡Cuán
frecuentemente Jesús usaba a los despreciados y rechazados del
mundo como ejemplos de su gracia soberana! Jesús permite que los
orgullosos fariseos se burlen por ser amigo de publicanos y pecado-
res. Sin embargo, esto no detiene su preocupación por las necesida-
des de estos marginados.
Encontramos aquí a una persona que se auto justifica, a quien Jesús
amonesta y pone en su lugar. Y, al mismo tiempo, encontramos a
una mujer que había pecado gravemente, pero que estaba arrepenti-
da. A ella, el Salvador la protege, la conforta y le concede su gracia.
Ella manifiesta una gran fe y expresa mucho amor. En esta historia,
Lucas dirige nuestra atención a tres personas: la mujer, el fariseo y
el Salvador. Sin embargo, el tema principal es que Jesús no rechaza
a los pecadores. Nosotros analizaremos como el Salvador trata a la
mujer considerando:
I. El amor agradecido
II. La ofensa inapropiada
III. La advertencia apropiada
IV. El dulce consuelo

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas I. EL AMOR AGRADECIDO


A. La ocasión
Lucas nos ubica en la casa de un fariseo en Galilea. En este tiempo,
todavía no había ninguna brecha entre el partido de los fariseos en
Galilea y el Rabí de Nazaret. Incluso, lo invitan a una comida, aunque
la recepción es muy fría.
Este fariseo, de nombre Simón, rogó a Jesús que comiese con él. Por
la forma cómo están redactados los verbos griegos del relato, puede
deducirse que Simón había invitado a comer a Jesús en ocasiones
anteriores. ¿Qué lo motivó? Quizás Simón pensó que observando a
Jesús más de cerca, sabría si en verdad era un profeta. Quizás, se
sintió obligado por su posición a incluir también con sus otros invita-
dos a este Rabí, de quien todos hablaban.

Tan pronto terminó de Cualquiera que haya sido la razón, Jesús no rehusó la invitación de
hablar, un fariseo le rogó Simón. A diferencia de Juan el Bautista, el Hijo del Hombre vino para
que comiera con él; y comer y beber. Jesús va dondequiera que es invitado, incluso se sien-
entrando Jesús en la casa, ta a la mesa con los fariseos (Lucas 11:37; 14:1ss).
se sentó a la mesa. Lucas Jesús se sentó a la mesa. Las costumbres orientales son diferentes a
11:37 las nuestras. Las personas no se sentaban en sillas alrededor de una
mesa, sino que se reunían en una posición reclinada sobre divanes,
mientras se apoyaban con su brazo izquierdo, la cabeza se dirigía
Aconteció que un sábado hacia la mesa y estiraban los pies desnudos hacia atrás.
Jesús entró a comer en
casa de un gobernante
fariseo, y ellos lo B. La acción de la mujer
acechaban. Lucas 14:1
Apenas comenzó la comida, la atención de todos se dirige a una
visitante inusual. El pueblo se ha enterado que Simón ha recibido al
Señor Jesús como su invitado. Una mujer aprovecha las normas de
hospitalidad acostumbradas de ese día y entra en el cuarto cruzando
Habiendo, pues, las puertas que normalmente permanecían abiertas cuando se rea-
resucitado Jesús por la lizaba una cena.
mañana, el primer día
de la semana, apareció ¿Quién es esta mujer? Ella es conocida en la ciudad como una peca-
primeramente a María dora, una mujer de mala reputación, que por sus acciones inmorales
Magdalena, de quien ha perdido el respeto de sus conciudadanos. Algunos comentaristas
había echado siete creen que ella es María Magdalena, de quien el Señor expulsó siete
demonios. Marcos 16:9 demonios (Marcos 16:9). Pero, en la Escritura no hay prueba alguna
que pueda comprobar esta afirmación.
¿Qué tiene esta mujer en sus manos? Un frasco de alabastro con per-
Pero estando él en fume, una botella o frasco costoso, a veces de mármol traslúcido o
Betania, sentado a la de yeso fino. Era la costumbre guardar los ungüentos y perfumes
mesa en casa de Simón el en estos recipientes que estaban sellados. La botella tenía un cuello
leproso, vino una mujer delgado y largo que se podía romper para que el valioso contenido
con un vaso de alabastro pudiera ser vertido más abundantemente. Así es como María ungió
de perfume de nardo al Señor en Betania (Marcos 14:3).
puro de mucho valor;
y quebrando el vaso de ¿Por qué ha venido esta mujer? Ella quiere darle al Salvador una
alabastro, se lo derramó prueba de su amor. Por eso entra sin invitación y se coloca detrás del
sobre su cabeza. diván donde Jesús está reclinado. Una profunda emoción la invade
Marcos 14:3 y empieza a llorar.

| 168 |
Nuevo Testamento

Un torrente de lágrimas fluye por sus mejillas hacia los pies de Je- Referencias / Notas
sús. ¿Qué usará para secarlos? Su cabello está disponible. Deshace
sus trenzas y con su cabello suelto seca las lágrimas de los pies de
Jesús. Mientras está humildemente arrodillada a los pies de Jesús,
varias veces los besa con santa reverencia y amor. Finalmente, sin
decir una palabra, derrama el ungüento perfumado sobre los pies de
Jesús como una prueba de su agradecimiento.
¡Qué escena más conmovedora! ¿Qué la ha llevado a hacer esto?
Siendo ella una pecadora, culpable, humilde y penitente, ha sido
recibida por Cristo con misericordia. Y eso ella quiere reconocerlo
amorosamente. El ungimiento de Jesús es una muestra de agrade-
cimiento y las muchas lágrimas hablan por sí mismas. Ellas testi-
fican de la verdadera convicción de su pecado, y al mismo tiempo
demuestran su agradecimiento inefable porque el Señor la había mi-
rado a pesar de su pecado. Ninguna falsa vergüenza, ningún temor
del hombre, puede detenerla de seguir la voz de su corazón.
No debería sorprendernos el hecho de que los publicanos y las adúl- “… Porque vino a
teras no se alejaban de Jesús, sino que se refugiaban en Él. Ellos vosotros Juan en camino
habían creído el testimonio de Juan el Bautista que los guió por el de justicia y no le
camino correcto (Mateo 21:32). El evangelio no los rechaza. ¡El evan- creísteis; en cambio, los
gelio llama a todos los que se han desviado del camino y están perdi- publicanos y las rameras
dos; y trae las buenas nuevas de que Jesús recibe a los pecadores! le creyeron. Pero vosotros,
aunque visteis esto, no os
arrepentisteis después para
II. La ofensa inapropiada creerle”. Mateo 21:32
Jesús no retira sus pies furtivamente ni rechaza a la mujer, sino que
le permite expresar libremente su amor y agradecimiento. Se hubie-
Así os digo que hay gozo
ra esperado que todos alrededor de la mesa se contentaran, aunque
delante de los ángeles de
con sorpresa, pero no fue así. De seguro los ángeles en el cielo, sí se
Dios por un pecador que
regocijaron (Lucas 15:10).
se arrepiente. Lucas 15:10
Los observadores comenzaron a escandalizarse, especialmente el
anfitrión que apenas puede esconder su indignación. A Simón no
le cabe en la mente que alguien pueda expresar su amor por Jesús
de tal manera, y que la tolere sin ninguna objeción. Mucho menos
entiende cómo Jesús puede permitir que una mujer de mal nombre y
pésima reputación lo toque. La expresión del rostro de Simón indica
que está molesto con esta mujer, criatura despreciada que ha entra-
do descortésmente en su casa para traer un tributo a Jesús. ¡Cómo
es posible que a Jesús le agrade esto!
Para empezar, la opinión de Simón sobre Jesús no era muy buena,
y después de esto es peor. Simón desprecia a su invitado con mofa,
murmurando entre dientes. Dijo para sí: Este, si fuera profeta, cono-
cería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora. Y
quizás Simón siguió cavilando: ¡el pueblo piensa que Jesús es un
profeta, pero esto prueba que no lo es verdaderamente! ¿Cuál es la
evidencia? ¡Que Jesús permite que esta mujer lo moleste!
Simón piensa que si Jesús realmente supiera quién es esta mujer no
tendría, como él, nada que ver con ella. No hay lugar en el corazón de
Simón para pensar que Jesús vino a buscar al perdido. Simón cree

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas que Jesús solamente tolera el tributo de la mujer, porque no sabe
quién es ella. Simón piensa: esto prueba que Jesús no es un profeta,
de otra manera, sabría quién es ella.

III. La advertencia apropiada


A. Jesús enseña a Simón por medio de una parábola
El Señor Jesús sabe que Simón, en su corazón, ya lo ha juzgado y
le probará inmediatamente que es un profeta. Lo hará demostrando
que conoce los pensamientos ocultos que hay en su corazón y, por
consiguiente, también los que hay en el corazón de la mujer. Jesús
defiende la acción de la mujer y justifica su propia posición, no repri-
miendo severamente al fariseo sino poniéndolo apropiadamente en
su lugar. Él no le enseña despóticamente una lección, sino que hace
uso de una parábola que es aplicable a esta situación.
Y habiendo convenido con Jesús le dice: --Un acreedor tenía dos deudores: uno le debía quinien-
los obreros en un denario tos denarios y el otro, cincuenta. No teniendo ellos con qué pagar,
al día, los envió a su viña. perdonó a ambos. El acreedor es una persona que presta dinero. Un
Mateo 20:2 denario representaba el pago de un día de trabajo (Mateo 20:2). Los
dos deudores son incapaces de pagar y el acreedor se apiada de
ellos. Las deudas de ambos son canceladas.
Hay algunas ideas de esta parábola que será importante resaltarlas.
Primera, la cancelación de ambas deudas ocurre solamente por la
buena voluntad del acreedor y no porque los deudores tengan amor
o respeto por el acreedor. Segunda, es comprensible que ambos
deudores, después de que sus deudas fueron canceladas, estuvie-
ran muy agradecidos con su benefactor. Tercera, la pregunta, quién
tuvo mayor amor, es una pregunta natural. Jesús no ha reprobado al
fariseo, pero le desafía a que responda esta pregunta.
Simón está listo y expresa cuidadosamente su respuesta. Cristo
aprueba la respuesta. ¡Es significativo que Simón se condena a sí
mismo con su respuesta!
La parábola no enseña que Simón debe numéricamente más que la
mujer, más bien nos recuerda que la magnitud del agradecimiento
está directamente relacionado con la cantidad del beneficio recibido.
Simón, preguntándose sobre lo que Jesús quiere decir, enseguida se
da cuenta de la aplicación.

B. Jesús aplica la parábola


Jesús toma el lado de la mujer. ¿Ves esta mujer?, le pregunta a Simón.
Es probable que Simón no la mirara porque sentía repulsión hacia
ella, pensando que su presencia contaminaba la casa. El Señor le
obliga a mirarla. Con este gesto, la mujer recibe dignidad mientras
el fariseo es puesto en vergüenza. Simón ha reconocido que hay ma-
yor amor donde se concede mayor misericordia. Es de suponerse,
entonces, que esta pecadora debió recibir mucha más gracia que
Simón, porque el amor de ella era ciertamente mucho mayor que el
de Simón.

| 170 |
Nuevo Testamento

Ahora Jesús se dirige a Simón y no le perdona, sino que denuncia Referencias / Notas
su arrogancia. La mujer hizo por Jesús todo lo que Simón fue ne-
gligente en hacer. El Señor describe en detalle lo que Simón había Haré traer ahora un poco
omitido hacer como anfitrión, según la costumbre oriental de hos- de agua para que lavéis
pitalidad. Era costumbre entre los orientales que el anfitrión provea vuestros pies, y luego os
un siervo para que lave los pies de sus invitados, o al menos ofrezca recostaréis debajo de un
agua para enjuagarse los pies, una refrescante bienvenida en el árbol. Génesis 18:4
clima caliente. Por ejemplo, piense en Abraham (Génesis 18:4) y
Lot (Génesis 19:2).
Simón descuidó este deber pero la mujer no, pues lavó los pies de Y les dijo: --Ahora, mis
Jesús con sus lágrimas. ¡Simón no había ofrecido una toalla, pero señores, os ruego que
ella deshizo sus trenzas y secó los pies de Jesús con su cabello! vengáis a casa de vuestro
siervo para alojaros y
Otra costumbre de la época era que, en lugar de nuestro acostum- lavar vuestros pies. Por la
brado apretón de manos, se estampaba un beso de amistad en la mañana os levantaréis y
mejilla o en la frente de los invitados como una señal de cálida hos- seguiréis vuestro camino.
pitalidad (Aarón, Éxodo 4:27). Simón descuidó este acto y recibió a Génesis 19:2
su invitado con suma frialdad. ¡Esta mujer en cambio demostró su
respeto y amor a Jesús besando repetidamente sus pies!
Jehová dijo a Aarón:
Un anfitrión cortés, que quiere honrar a sus invitados, los recibe
--Ve a recibir a Moisés
salpicándoles agua perfumada o ungiendo sus cabezas con aceite
al desierto. Él fue, lo
(Salmos 23:5). Simón tenía tan poca consideración por Jesús que
encontró en el monte de
fue incapaz de derramar una gota de ungüento dejando muy clara su
Dios y lo besó.
actitud hostil hacia Él. ¡Esta mujer vertió un ungüento muy costoso
Éxodo 4:27
sobre los pies de Jesús!
¡Qué contraste! La mujer pecadora realizó todos los deberes que Si-
món había descuidado. Aderezas mesa delante
de mí en presencia de mis
Ahora Jesús continúa con una acusación más severa y se dirige a angustiadores; unges mi
Simón con estas palabras: Por lo cual te digo que sus muchos peca- cabeza con aceite; mi copa
dos le son perdonados. Ella demostró mucho amor y esto evidenció está rebosando.
que mucho le ha sido perdonado. Simón no podía negar lo que era Salmos 23:5
evidente, no solo en lo que la mujer hizo por Jesús, sino también por
el significado de la parábola. Por eso Jesús sentencia a Simón: ¡mas
aquel a quien se le perdona poco, poco ama!

C. Jesús revela el corazón del fariseo


¡El fariseo no tiene nada más que decir, pero tiene mucho en qué
pensar! Su orgullo es humillado y su altivez es puesta en vergüenza.
¡Cuán cruelmente ofendió a Jesús por la forma en que lo recibió! No
lo trató como a superior, o igual, sino como a inferior. Probablemente
el trato a sus otros invitados fue según la costumbre, pero con Jesús,
Simón actuó de una manera sumamente ruda y tosca.
¡La actitud de Simón hacia esta mujer revela un tremendo orgullo! Él
solamente ve la vida pecaminosa de la mujer y no reconoce su arre-
pentimiento y conversión. Por consiguiente, Simón tiene una opinión
dura e injusta de ella. Jesús le tocó en un punto sensible. El fariseo
orgulloso, que había logrado una posición alta según su propia opi-
nión, sin duda pensó que era muy humillante para él ser comparado
con esta pecadora, y más todavía si la comparación no lo favorecía.

| 171 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Simón entiende que la comparación no está a su favor y se siente


muy incómodo, aun en su propia casa.
¿Cuál es la fuente de su orgullo? Simón no puede apreciar correcta-
mente la actitud y la acción de esta mujer penitente porque él se auto
justifica; él no se siente culpable, piensa que no necesita el perdón
por sus pecados y, por consiguiente, no sabe lo qué es la salvación.
De esta equivocada actitud de Simón, nosotros debemos aprender a
no despreciar ni juzgar a otros rápidamente, o tomar una actitud de:
Quédate en tu lugar, no te acerques a mí, porque soy más santo que
tú (Isaías 65:5). Y todavía menos podemos rechazar a cualquiera que
muestre verdadero arrepentimiento debido a sus pecados anterio-
res. ¡Dios es capaz de cambiar al más grande pecador! Si el Señor no
rechaza a tales personas, tampoco nosotros debemos hacerlo.

IV. El dulce consuelo


A. Jesús perdona a la mujer
El orgulloso se debe ruborizar de la vergüenza, pero el penitente pue-
de alzar su cabeza. Dios resiste a los soberbios, pero da su gracia
a los humildes. Habiendo silenciado al hombre que despreció a la
mujer, el Salvador la conforta generosamente dándole la mayor de
las bendiciones. Tus pecados te son perdonados... Tu fe te ha salvado,
ve en paz. Hasta ahora Jesús solamente habló de ella a otros; ahora,
se dirige directamente a la mujer para que todos escuchen.
Yo, yo soy quien borro tus Estas palabras del Salvador están llenas de significado. El amor de
rebeliones por amor de mí ella es la evidencia y el fruto del perdón. Jesús afirma que los frutos
mismo, y no me acordaré son evidencia de la fe. Los pecados de la mujer son perdonados ex-
de tus pecados. clusivamente por gracia. Esa es la base del perdón de pecados. Sus
Isaías 43:25 pecados eran muchos. Jesús no dice que ella no era tan mala y que
la opinión pública de sus conciudadanos era exagerada. Él no cubrió
en lo más mínimo su pecado ni excusó su mal comportamiento ni
trató en forma trivial su culpa. ¡Esto solo nos revela más claramente
la luz de la gracia libre y soberana de Dios! Él no le dice, “haz lo me-
jor e intenta cambiar tu vida anterior”. ¿Cómo podría ella hacer eso?
¡No! ¡Dios mismo cubre su pasado! ¡Él cubre todas sus transgresio-
nes con su gracia, por amor de su nombre (Isaías 43:25) y le da una
nueva base sobre la cual afirmarse!

B. La evidencia de la fe verdadera es el amor y el agradecimiento


Donde la gracia de Dios es recibida y aceptada por la fe, el resulta-
do es amor y agradecimiento (Catecismo de Heidelberg, Pregunta y
Respuesta 64). La gracia de Dios no es el medio por el cual nos volve-
mos descuidados e impíos con nuestras vidas. El perdón de Dios no
nos es dado para pecar libremente. Más bien al contrario, el perdón
cambia la orientación de nuestras vidas. Ya no vivimos esclavos del
pecado.
Debemos odiar el pecado, huir de él y humillarnos delante del ros-
tro santo de Dios, porque Él dará su gracia y Espíritu Santo sólo
a aquellos, que con sinceros deseos piden continuamente de él, y

| 172 |
Nuevo Testamento

están agradecidos por ellos (Catecismo de Heidelberg, Pregunta y Referencias / Notas


Respuesta 116).
El árbol bueno es conocido por la calidad de sus frutos. Esto no sig- Porque en Cristo Jesús ni
nifica que los frutos hacen bueno al árbol. Esta mujer no es salva la circuncisión vale algo
debido a su amor, sino por su fe. El amor de la mujer es fruto de su fe ni la incircuncisión, sino
en el Salvador. La fe obra por el amor (Gálatas 5:6). la fe que obra por el amor.
Gálatas 5:6
¿Es posible manifestar amor y agradecimiento verdaderos al Señor,
sin antes haber recibido primero al Salvador? El acto de la mujer es
un trabajo de fe. Todavía ella tiene una mala reputación en la ciudad,
pero Jesús la conoce. Desde el momento en que la mujer recibió la
salvación por gracia, ella ya no es lo que era porque nunca más se
complacerá en el pecado. Ahora ella expresa amor y agradecimiento
a su Libertador.
La mujer ahora puede ir en paz. Ella lleva la paz de Dios en su co-
razón como un tierno regalo. En la casa del fariseo, la mujer recibió
infinitamente más que el regalo que ella trajo.

C. Los invitados se ofenden


Los invitados al banquete se ofenden de nuevo y murmuran: ¿Quién
¿Por qué habla este de ese
es este, que también perdona pecados? Esta pregunta indica ofensa
modo? Blasfemias dice.
antes que interés genuino (Marcos 2:7). Los fariseos ya no pueden
¿Quién puede perdonar
negar que Jesús es un profeta, pero ahora se ofenden porque Jesús
pecados, sino sólo Dios?
se pone al mismo nivel que Dios.
Marcos 2:7
Los que vienen al Señor en fe encontrarán paz. La gran pregunta
que nos debemos hacer es: ¿Qué deseamos del Señor Jesús? La mo-
ralidad externa, sin un corazón humilde y penitente, no es un fruto
de la fe. Nosotros podemos venir a Jesús en nuestro extravío, pero
también debemos venir a Él como pecadores perdidos.
Cuando se nos da mucho y se nos perdona mucho, debemos mos-
trar nuestra fe por nuestras obras de amor. Solo así, y no por miedo
y obligación, somos capaces de hacer buenas obras de la manera
correcta.

| 173 |
La Historia de la Salvación

21
Referencias / Notas

Jehová le dijo: —Yo soy


Jehová, que te saqué de
LECCIÓN
Ur de los caldeos para
darte a heredar esta tierra.
Génesis 15:7

Título:

LAS PARÁBOLAS DEL REINO


Textos de referencia:
Mateo 13:1-50; Marcos 4:1-34; Lucas 8:4-15; 13:18-21

Versículo para memorizar:


Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los
cielos, mas a ellos no les es dado. Mateo 13:11

INTRODUCCIÓN
La parábola es una figura literaria que permite explicar las verdades
de Dios a través de una historia o una comparación. Despiertan mu-
cho la imaginación de los oyentes y atrae la atención de todos, sin
distingo de edad, clase o sexo.
Pero también es cierto que el uso de las parábolas tiene su peligro,
pues puede confundirse la verdad del Evangelio con la historia mis-
ma, siendo que ésta es fruto de la imaginación y sólo sirve para ex-
plicar aquélla.
Por eso diremos que, es verdad que las parábolas presentan una
oportunidad para contar historias interesantes y fáciles de recordar,
pero también es verdad que a menudo es difícil entender el significa-
do de las parábolas.
Una buen parte de su enseñanza Jesús la hizo a través de parábolas,
por eso en esta lección analizaremos:
I. El significado de las parábolas
II. El significado de las parábolas de Mateo 13

I. EL SIGNIFICADO DE LAS PARÁBOLAS


A lo largo de este manual explicaremos el significado de varias pa-
rábolas. Por esta razón, es necesario hacer algunas observaciones
generales con respecto a las parábolas, porque serán de mucha ayu-
da para enseñar acerca de su significado y propósito en el contexto
de la fe.

| 174 |
Nuevo Testamento

A. Modelos de enseñanza Referencias / Notas


Durante su aparición pública en Israel, Jesucristo se reveló a sí mis-
mo en su oficio profético, predicando el evangelio del reino de los
cielos. Su proclamación la hacía de distintas maneras. A veces dis-
cutía, otras leía; a menudo usaba proverbios, refranes o compara-
ciones. Un modelo de enseñanza que Jesús también usaba con fre-
cuencia era la narración de parábolas (historias cortas que enseñan
verdades espirituales).
Jesús no hizo nada nuevo al enseñar de esta manera. En el Antiguo
Testamento ya encontramos parábolas. Por ejemplo, la parábola de
la corderita que el profeta Natán usó para mostrar a David su peca-
do (2 Samuel 12:1-9). Los rabinos también enseñaron por medio de
parábolas. Esta forma de enseñanza fascinaba y obligaba a escu-
char. La parábola encajaba especialmente en la aguda imaginación
oriental, no muy interesada en los argumentos lógicos, sino en las
representaciones visuales.

B. Las parábolas de Jesús tienen un enfoque central


Cuando el Señor Jesús usa este modelo de enseñanza lo hace con Él, respondiendo, les dijo:
un propósito especial. Él toma sus parábolas de la vida diaria de las --Porque a vosotros os es
personas y de la naturaleza, y traduce los profundos significados es- dado saber los misterios
pirituales que Dios ha puesto en la creación. Las cosas visibles refle- del reino de los cielos,
jan las cosas invisibles. pero a ellos no les es dado
Mateo 13:11
Una fábula no es lo mismo que una parábola. Hay una diferencia
esencial entre una parábola y una fábula. Una fábula es un recurso
literario que hace hablar a los mundos animal y vegetal. Usa al mun- Respondió Jesús:
do animal y vegetal como espejo de la vida humana. Por ejemplo, --Mi Reino no es de este
árboles que quieren ungir a un rey (Jueces 9:8-20). Las fábulas son mundo; si mi Reino
historias de imposibilidades, de cosas que no pueden suceder. fuera de este mundo, mis
Las parábolas son historias que pueden ocurrir. Sus ejemplos son servidores pelearían para
representaciones auténticas y verbalmente creíbles. Las parábolas que yo no fuera entregado
son parte de la vida diaria y de las experiencias de los oyentes. Por a los judíos; pero mi Reino
ejemplo, sembrar la semilla y obtener una ganancia. Sin embargo, no es de aquí.
el Señor no sólo se preocupa por la historia sino por su significado Juan 18:36
espiritual.
Por medio de las parábolas, Jesús proclamó los misterios del reino Le respondió Jesús: --De
de los cielos (Mateo 13:11). El término “reino” denota la autoridad cierto, de cierto te digo que
espiritual de Dios. Su origen es la gracia de Dios para la humanidad el que no nace de nuevo
después de que el hombre se apartó de él por su pecado. El reino no puede ver el reino de
de Dios viene del cielo a la tierra. Está en el mundo, pero no es del Dios... De cierto, de cierto
mundo (Juan 18:36). Dios mantiene su reino y lo extiende a pesar de te digo que el que no nace
la oposición de las fuerzas de la oscuridad. Un día, Dios lo comple- de agua y del Espíritu no
tará gloriosamente. Dios cumple esto a través de la obra mediadora puede entrar en el reino de
de Cristo, para reunir todas las cosas en Cristo, en el cumplimiento de Dios. Juan 3:3, 5
los tiempos establecidos, así las que están en los cielos como las que
están en la tierra. (Efesios 1:10).
Este reino revela paz y justicia. Solo los que han nacido de nuevo pue-
den entrar en él (Juan. 3:3, 5). Sus verdaderos súbditos son los que

| 175 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas reconocen y sirven a Cristo como su Rey. Su herencia y bendiciones


son indeciblemente gloriosas: reconciliación, perdón y liberación, fe,
esperanza y amor, consuelo, poder y gozo en el Espíritu Santo. ¡Todos
los beneficios del pacto de la gracia!
Los misterios del reino no son cosas secretas, extrañas o inexplica-
bles, sino verdades que están ocultas y necesitan ser iluminadas. La
predicación de Jesús nos revela, en una manera ricamente variada,
el origen y la continuidad del reino de Dios, los medios por los cuales
viene, cómo se mantiene, sus batallas y crecimiento, y sus victorias y
realización. También nos hace conocer la mente de sus ciudadanos
y enemigos, y los privilegios y deberes de sus súbditos.
En cada parábola, aparece solamente un punto principal en primer
plano. Necesitamos prestar mucha atención a esta enseñanza prin-
cipal que el Señor Jesús quiere imprimir en nuestras mentes. Para
entender el sentido y el significado de una parábola debemos buscar
“el punto de comparación”. Las varias partes de la parábola también
nos enseñan algo, pero el punto principal debe tener nuestra máxi-
ma atención. Frecuentemente, el punto principal está indicado en el
contexto y Cristo mismo nos da el significado.

C. Jesús cuenta parábolas en un punto decisivo de su ministerio


Jesús no empezó su enseñanza con parábolas. Al principio de su mi-
Pero los fariseos, al oírlo,
nisterio, él hablaba directamente sin recurrir a profundas parábolas.
decían: “Este no echa
fuera los demonios sino Usaba un discurso simple que era comprendido por todos. Empieza
por Beelzebú, príncipe de a usar las parábolas cuando ocurre un cambio en su ministerio. Los
los demonios”. discípulos asombrados lo notan y le preguntan la razón: ¿Por qué
Mateo 12:24 les hablas por parábolas? (Mateo 13:10). De la respuesta de Jesús se
infiere que el uso de parábolas es intencional. ¿Cuál es la razón? Una
división se había producido en el pueblo, con respecto a Jesús. Un
Pero si nuestro evangelio grupo lo sigue en fe y amor, pero los fariseos lo rechazan y la multitud
está aún encubierto, entre no recibe su evangelio. Ellos se alejan de Jesús, porque prefieren la
los que se pierden está oscuridad antes que la luz. Incluso llegan al colmo de llamar oscuri-
encubierto. dad a la luz (Mateo 12:24).
2 Corintios 4:3 ¡En este momento Jesús empieza a enseñar por medio de parábolas!
Él no deja de predicar, pero cambia su forma de hacerlo. Él escoge
una forma que al mismo tiempo descubre y esconde la verdad. El
Y sin parábolas no les
propósito es doble. La predicación por medio de parábolas quita la
hablaba; aunque a sus
luz a los que aman la oscuridad, porque el evangelio está escondido
discípulos se lo explicaba
para los que están en el camino de perdición (2 Corintios 4:3). So-
todo en privado.
lamente es el castigo por su rechazo. Ellos oyen las historias, pero
Marcos 4:34
no tienen la visión correcta. Tampoco desean saber el significando
espiritual. ¡Pero a los que buscan la verdad, las parábolas los ilumi-
nan más! Para estos, estas ilustraciones son un toque de gracia: a
vosotros os es dado.
De esta manera ellos son guiados más profundamente en la verdad
sobre todo, porque Jesús a sus discípulos en particular les declaraba
todo (Marcos 4:34). Los discípulos también necesitan información
y explicación. No entienden todo, su ignorancia es todavía grande;
aunque están conscientes que hay un significado espiritual. A veces,

| 176 |
Nuevo Testamento

son reprendidos por su ignorancia, sin embargo Jesús les explica. Referencias / Notas
Marcos 4:13. La enseñanza de Jesús por parábolas es similar a la co-
lumna de nube y de fuego en el éxodo de Egipto. La misma nube que Y les dijo: --¿No entendéis
era una luz para los israelitas, era la oscuridad para los egipcios. esta parábola? ¿Cómo,
pues, entenderéis todas las
parábolas? Marcos 4:13
II. EL SIGNIFICADO DE LAS PARÁBOLAS DE MATEO 13
A. Siete parábolas
El capítulo 13 de Mateo registra siete parábolas. Marcos y Lucas re-
gistran también algunas de ellas. Algunas parábolas fueron pronun-
ciadas junto al mar, el resto, en una casa. Las primeras fueron oídas
por la multitud y las otras solo por los discípulos.
Seguido por una gran muchedumbre, Jesús fue a la orilla del lago de
Galilea. La muchedumbre era tan grande, que Jesús tuvo que subir a
una barca para hablarles. Él estaba sentado mientras les hablaba, la
posición común de los rabinos de ese tiempo. La imagen o ilustración
que se ve en muchos cuadros donde Jesús está de pie en la proa de un
barco, no es correcta. Las personas estaban frente a Jesús, sentadas
sobre la playa, en amplias filas. Todos podían verlo y oírlo.
Después de enviar a las personas a sus hogares, Jesús regresó a su
casa. Allí, el Señor enseñó a aquellos que estaban con él, personas
que reflexionaban en las palabras de Jesús y muy deseosas de reci-
bir mayor instrucción, por lo que buscaban una oportunidad para es-
tar con Él y con los doce y escuchar su explicación. En esta ocasión,
Jesús dijo más parábolas.
Las siete parábolas van juntas. Todas tratan del mismo tema: el reino
de los cielos. Repetidamente la expresión: el reino de los cielos es se-
mejante, es seguida por algo con lo cual se lo compara (Mateo 13:24,
31, 33, 44, 45, 47). El reino de los cielos es comparado a un campo, a
una semilla de mostaza, a la levadura, a un gran tesoro, a una perla y
a una red. Las parábolas también se conectan interiormente.

B. ¿Cómo viene el Reino de los cielos?


“La parábola del sembrador “ (Mateo 13:3-9, 18-23; Marcos 4:1-20;
Lucas 8:4-15)
El nacimiento y crecimiento de una semilla no viene por alguna fuer-
za externa, sino de la misma manera como el grano crece de la tierra,
después que ha sido sembrado. No toda semilla lleva fruto. Jesús les
recuerda esto a los discípulos para que no se desalienten. No es cul-
pa de la semilla, sino de la tierra en la que se sembró. Esto es lo que
nos enseña la parábola del sembrador y su explicación infalible es
dada por el propio Jesús. De lo dicho por él se debe notar:
1. El reino de Dios no viene por la espada sino por la Palabra del Se-
ñor, la palabra del reino, que es comparada con la buena semilla. El
corazón del oyente es el campo.
2. ¡Cuán diferentes son los resultados de la proclamación del evan-
gelio! Con algunos, no hay absolutamente ningún buen resultado.

| 177 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Su corazón es como un camino muy transitado junto a un campo.


Los granos de la semilla caen en el camino, pero se quedan sobre el
camino duro y son recogidos por las aves del aire. Esto representa
a las personas endurecidas que no entienden la Palabra y son fácil-
mente confundidas por el malo, que sabe usar todo tipo de distrac-
ciones. Ellos oyen, pero no prestan atención. Les entra por una oreja
y les sale por la otra. Nada de la semilla permanece.
La predicación no beneficia al oyente si no hay fe (Hebreos 4:2). Si us-
También a nosotros se nos
ha anunciado la buena ted no recibe la semilla, Satanás se la llevará, porque él está siempre
nueva como a ellos; a ellos allí. Es necesario siempre orar para que el corazón sea receptivo.
de nada les sirvió haber 3. Otros representan los pedregales. Este lugar no es un campo con
oído la palabra, por no ir muchas piedras sueltas, sino una condición del suelo frecuente en
acompañada de fe en los Palestina, donde la tierra es una capa delgada que cubre una base pe-
que la oyeron. dregosa inamovible. La semilla puede germinar y crecer en esta capa
Hebreos 4:2 delgada de tierra, pero las raíces no pueden crecer y extenderse hacia
abajo, lo cual es necesario para que la planta resista el calor del sol.
El Salvador se refiere aquí a los que tienen una fe temporal -las per-
sonas que se entusiasman rápidamente-. Parece todo tan maravi-
lloso, se llenan de entusiasmo, ¡reciben la palabra con gozo!, pero a
la larga no hay nada. Estas personas son movidas fácilmente, pero
su corazón no está cambiado. No tienen ninguna batalla y ningu-
na auto negación; les falta profundidad espiritual. No permanecen
firmes cuando las tentaciones vienen porque no tienen una fe real.
Pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego
tropieza. Se sienten ofendidos y tropiezan. No pueden soportar que
se burlen de su religión y que se opongan a ella.
¡Ay de aquellos jóvenes que son así! Su interés en la religión pare-
ce alentador, pero se desvanece cuando se hacen mayores. ¡No hay
frutos, y eso es todo! Algo más es necesario, no solo las emociones
superficiales y momentáneas, como la impresión durante una tor-
menta o después de una muerte súbita o un sermón conmovedor.
4. Hay también personas a quienes llega la Palabra, pero cuyo co-
razón es como un campo cubierto con espinas y cardos. Están pro-
fundamente arraigados en la tierra, crecen rápidamente y ahogan la
buena semilla para que no pueda crecer. Pero los afanes de este siglo,
y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y aho-
gan la palabra, y se hace infructuosa (Marcos 4:19). Ellos abruman y
ahogan la Palabra, lo que impide el resultado de la predicación. Tales
corazones divididos no llevan fruto (Lucas 8:14).
Solo una cosa puede llenar el corazón. Si está lleno de preocupa-
ciones mundanas, inquietudes y ansiedades, cargas y lujurias, allí
no hay lugar para Jesús y su servicio. ¡Tales arbustos de espinas y
plantas de cardos deben ser desarraigados!
No es la falta de la semilla del evangelio ni del sembrador la causa de
que, en estos casos, no haya los frutos deseados. Cuando a usted le
confíen sembrar la semilla, asegúrese de que la semilla sea buena y
de que usted la está sembrando en forma correcta. De otra manera,
su trabajo no llevará fruto y usted no puede esperar verdaderamente
una buena cosecha.

| 178 |
Nuevo Testamento

5. En la buena tierra, es decir, en los corazones preparados por el Referencias / Notas


Espíritu Santo, la buena semilla parece tener un poder irresistible
porque nosotros mismos no podemos hacer la tierra fértil. La buena
tierra lleva frutos de fe y de arrepentimiento verdaderos.
Cristo los conoce. Ellos son los que, como buenos oidores, reciben Entonces una mujer
el evangelio con un corazón bueno y recto (Lucas 8:15). Nadie posee llamada Lidia, vendedora
estas cualidades porque todas las personas, sin excepción, son por de púrpura, de la ciudad
naturaleza malas y depravadas. Ellos reciben el evangelio por la obra de Tiatira, que adoraba
renovadora y purificadora del Espíritu de Dios. Por consiguiente, re- a Dios, estaba oyendo. El
ciben y guardan la Palabra en el temor de Dios, y perseveran en san- Señor le abrió el corazón
tidad fructífera. Pensemos en Lidia (Hechos 16:14, 15) y en la mujer para que estuviera atenta
arrepentida (Lucas 7:36-50). a lo que Pablo decía, y
Hay una diferencia entre los que reciben la Palabra, porque no todos cuando fue bautizada,
llevan los mismos frutos. Algunos tienen una fe más fuerte y honran junto con su familia, nos
a Dios más que otros. Sin embargo, todos abundan. Donde la Pala- rogó diciendo: --Si habéis
bra de Dios es tomada verdaderamente de corazón y controla la vida, juzgado que yo sea fiel
allí lleva fruto a ciento, a sesenta, y a treinta por uno (Mateo 13:23). al Señor, hospedaos en
mi casa. Y nos obligó a
¡El sembrador siembra en el nombre de Dios y ora al Señor de la mies quedarnos.
por tierra bien preparada! Da tiempo a la semilla para que produzca Hechos 16: 14, 15
frutos. Sembrar y cosechar la mies no ocurre en el mismo día. Con
paciencia espera el fruto precioso de la tierra (Santiago 5:7).
Por tanto, hermanos,
tened paciencia hasta la
C. ¿Cómo permanece el Reino de los cielos? venida del Señor. Mirad
“La parábola del trigo y la cizaña” (Mateo 13:24-30, 37-43; Marcos 4:26-29) cómo el labrador espera el
precioso fruto de la tierra,
El Reino de los cielos soporta una severa oposición. El campo en el aguardando con paciencia
cual se ha sembrado la semilla es también ocupado por el diablo. El hasta que reciba la lluvia
dominio completo del Reino de Dios solamente vendrá al final del temprana y la tardía.
mundo. Esto nos enseña la segunda parábola sobre el trigo y la ciza- Santiago 5:7
ña, que se relaciona directamente con la del sembrador; aunque es
muy diferente. Cuando los discípulos le pidieron al Salvador que la
explicara, él les dio una explicación muy comprensible y con muchos
detalles. De allí que debemos resaltar lo siguiente:
1. El enemigo es un sinvergüenza. Tiene malas intenciones y actúa
malévolamente. Perjudica al dueño del campo sin darle ningún bene-
ficio. El enemigo es sutil y traicionero. Realiza su trabajo en secreto,
en la oscuridad, mientras todos están durmiendo. Mírenlo venir y salir
furtivamente por el campo, bajo la cubierta de la oscuridad. Está sem-
brando cizaña [la semilla de la cizaña] entre el trigo.
Cuando la cizaña está creciendo se ve exactamente como la buena
semilla. Después, cuando los tallos crecen y brota la semilla, la di-
ferencia llega a ser claramente visible. Si la semilla de la cizaña se
mezcla con la buena semilla y se muele para hacer la harina para el
pan, este se dañará.
2. Los siervos están sorprendidos y se sienten insultados. Ellos no
entienden cómo pudo pasar esto. Su pregunta es: ¿de dónde, pues,
tiene cizaña? ¿De dónde vino el mal al mundo que fue creado y guia-
do por Dios? Ellos están asustados y su primera reacción es arrancar
lo más pronto la cizaña.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas ¡Su intención es comprensible! Sin embargo, no es sabia, porque


hay tanta cizaña que todo el campo tendría que ser revuelto para
desarraigarla. Las raíces de las cizañas se han extendido por todas
partes. Sacarlas significaría dañar las buenas semillas.
3. El dueño del campo permanece tranquilo. Él sabe el origen de la
cizaña y declara que no es por accidente que el campo esté dañado,
sino que es debido a una acción premeditada y a malignas inten-
ciones. El dueño quiere ejercer la paciencia. Ahora que todo está
madurando junto, la cizaña tendrá que permanecer durante algún
tiempo, para proteger la buena semilla. Más tarde, en el tiempo de la
cosecha, la cizaña será arrancada, cuando el dueño diga a los sega-
dores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla;
pero recoged el trigo en mi granero.
4. Jesús no tiene escrúpulos en declarar que el diablo es el instiga-
dor. En el campo del mundo, el diablo siembra la semilla de malos
principios para perturbar el reino de Dios. Cuando Cristo edifica su
Iglesia, el diablo edifica una capilla al lado. Satanás tiene permiso
para hacer crecer la cizaña en el mundo que le pertenece a Dios y en
el cual el Hijo del hombre siembra la buena semilla.
¿Quién trabaja en nuestra vida? La respuesta llega a ser evidente
por la actitud que tenemos, las obras que hacemos y los frutos que
producimos.
Es significativo que así como Cristo explicó la parábola del sembra-
dor, también explicó concretamente la parábola del trigo y la cizaña,
afirmando que la cizaña son los hijos del malo. Nosotros estamos
en contacto estrecho uno con el otro. Nuestra naturaleza revela a
cuál grupo pertenecemos. Un sembrador nunca puede olvidarse de
esto. ¡El sembrador siembra la semilla y cultiva personas! Las per-
sonas son formadas por la palabra y la acción, el ejemplo y el com-
portamiento, la instrucción y la nutrición; también por los medios
de comunicación. Nosotros no debemos estar satisfechos cuando
el cristianismo es socavado intencionalmente. El camino de la salva-
ción y la voluntad del Señor con respecto a todo en la vida deben ser
descritos perfectamente. La mala literatura contamina y envenena la
mente y las emociones.
El Salvador aconseja paciencia. En el mismo campo el trigo y la ciza-
ña luchan entre sí por un lugar. La victoria final solo viene al fin del
mundo y el tamizado completo y la separación no tienen lugar hasta
el juicio final. La cizaña también debe madurar para que se revele
claramente como tal, para que en el día del juicio del Señor sea reve-
lada en su justa condición.
Entretanto, el trabajo de Dios en el campo del mundo continúa, no
importa cuánto se oponga Satanás. Ninguna cantidad de cizaña
puede impedir que los propósitos de Dios para la buena semilla se
cumplan.
Los segadores, que funcionan como siervos del juez del mundo, trae-
rán condenación sobre los impíos que irán a la perdición eterna. Los
que son guiados y gobernados por el pecado, el mundo y Satanás
serán verdaderamente destruidos.

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Nuevo Testamento

D. El poder del reino de los cielos Referencias / Notas


“Las parábolas de la semilla de mostaza y la levadura” (Mateo 13:31-
32, 33; Marcos 4:30-34; Lucas 13:18-20)
El reino de los cielos está firme y crece, aunque parece débil. Dios
hace que de cosas insignificantes resulten cosas grandes. Silencio-
samente, Dios ejerce su poder irresistible. Esto aprendemos en la
tercera y cuarta parábolas: la semilla de mostaza y la levadura. Estas
parábolas van juntas. Jesús pregunta: ¿A qué haremos semejante el
reino de Dios? (Marcos 4:30; Lucas 13:18, 20), y escoge deliberada-
mente estas ilustraciones.
En la primera parábola, el énfasis está en el contraste entre un pe-
queño comienzo y un gran crecimiento, mientras que en la segunda
parábola se muestra especialmente el grandioso poder del reino de
los cielos.
El sembrador planea su trabajo. Él toma la semilla y la siembra. ¡Cuán
pequeña es la semilla en su mano! Es llamada proverbialmente la
más pequeña de todas las semillas. ¿Qué puede esperarse de una se-
milla tan pequeña? ¡Pero espere un momento y usted la verá germi-
nar rápidamente y crecer más alto que cualquier otra planta, llegan-
do a ser la mayor de las hortalizas, y se hace árbol! En Palestina, la así
llamada planta de mostaza negra o café puede alcanzar una altura
de tres a cuatro metros, con ramas lo bastante grandes para que los
pájaros hagan nidos. ¿Cómo es esto posible? ¡Porque interiormente
esta semilla tiene un poder asombroso! Aparentemente diminuta, se
transforma orgánicamente en un árbol de buen tamaño.
Simplemente piense en la expansión del reino de Dios, el crecimien-
to de la iglesia cristiana durante los primeros siglos, las empresas
misioneras, el establecimiento de la educación cristiana, la evangeli-
zación y las otras formas de actividades cristianas. Cuando nosotros
reflexionemos en todo el trabajo hecho en el reino de Dios, no des-
preciaremos el día de las cosas pequeñas, como muchos lo hacen.
No se enfoque solamente en la insignificancia del principio que no
parece prometedor, sino que fíjese en el poder interior de la semi-
lla que gradualmente se desarrolla. Una semilla viviente, no importa
cuán pequeña sea, traspasa las masas de tierra. La insignificancia
de los medios no detiene al Señor de hacer cosas grandes.
Nuestra atención ahora se concentra en una casa donde una mu-
jer, según la costumbre oriental, está preparando masa para hacer
pan. Ella tiene mucha harina, tres medidas de harina (una medida =
aproximadamente 13 litros). En tres medidas de harina, ella escondió
la levadura. Cuando la levadura se mezcla con la harina, la levadura
hace su trabajo en una forma imperceptible y callada, pero decidida
y concluyente. La masa se expande y se levanta porque la levadura
leuda todo.
Así sucede con el reino de los cielos. ¡Procede del corazón y penetra
el ser entero! Cambia la perspectiva, renueva toda la vida e influye
cada relación. ¡Funciona invisible pero enérgicamente! Su naturale-
za no puede dejar de ponerse en evidencia.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas E. El valor del reino de los cielos


“Las parábolas del tesoro escondido y la perla de gran precio” (Mateo
Yo me dejé buscar por los 13:44-46)
que no preguntaban por
Cristo comparó el reino de los cielos con cosas ordinarias como la
mí y fui hallado por los
semilla y la levadura, las cuales son poderosas aunque insignifican-
que no me buscaban. Dije
tes. ¿Es por eso de poco valor? ¡No! Los discípulos tuvieron que dejar
a gente que no invocaba
todo por amor a Jesús. Y ¿qué reciben ellos de Él? Note que ahora el
mi nombre: “¡Aquí estoy,
reino de los cielos es comparado con grandes tesoros. ¡Es merece-
aquí estoy”! Isaías 65:1
dor de todo! Por consiguiente, el reino debe ser valorado sobre todo.
Esta es la enseñanza de la quinta y sexta parábolas: el tesoro escon-
Entonces, respondiendo dido y la perla de gran precio.
Pedro, le dijo: --Nosotros Estas parábolas son gemelas pues están estrechamente relaciona-
lo hemos dejado todo y te das. Ambas dan evidencia de que el reino de Dios es un tesoro in-
hemos seguido; ¿qué, pues, comparable que da gran gozo a su dueño. Cada parábola muestra
tendremos? Mateo 19:27 una faceta de cómo se obtiene este tesoro. La primera parábola en-
seña que el tesoro está escondido, no es evidente. Los tesoros siem-
pre están guardados en un lugar seguro y en los tiempos antiguos
Pero cuantas cosas eran se solía enterrarlos.
para mí ganancia, las he
estimado como pérdida Un hombre está caminando en un campo y no tiene la mínima noción
por amor de Cristo. Y de que una fortuna está enterrada bajo sus pies. Inesperadamente,
ciertamente, aun estimo sin ningún esfuerzo, encuentra este gran tesoro. ¡Qué sorpresa! En
todas las cosas como forma similar, hay personas a quienes el Señor llama inesperada-
pérdida por la excelencia mente de la oscuridad a la luz (Isaías 65:1) como por ejemplo la mu-
del conocimiento de Cristo jer samaritana (Juan 4).
Jesús, mi Señor. Por amor Para comprender el significado espiritual de esta parábola no es im-
a él lo he perdido todo portante discutir cómo el tesoro fue enterrado en el campo, ni si fue
y lo tengo por basura, correcto mantener en secreto su hallazgo. No podemos especular al
para ganar a Cristo y ser respecto.
hallado en él, no teniendo
mi propia justicia, que Se presenta también la cuestión de la búsqueda diligente. El mer-
se basa en la Ley, sino la cader no está satisfecho con las bagatelas. Él busca buenas perlas;
que se adquiere por la fe es un experto. Finalmente encuentra una de valor extraordinario. El
en Cristo, la justicia que mercader quiere vender todo para comprarla. ¡Quiere poseerla! Eso
procede de Dios y se basa es lo que Pedro (Mateo 19:27) y Pablo quisieron (Filipenses 3:7-9). Al
en la fe. Filipenses 3:7-9 dejar todo, ellos obtuvieron todo.
¡Compra la verdad y no la vendas! (Proverbios 23:23). Aquel compra-
dor que tiene un interés inmenso en el objeto preciado cede volun-
Entonces él descendió
tariamente sus derechos sobre todo lo que posee para obtener el
aprisa y lo recibió gozoso.
mejor premio. Por supuesto ¡nunca se arrepentirá de esta compra!
Lucas 19:6
¡El valor del reino de Dios es mayor que cualquier cosa y por tanto, no-
sotros deberíamos buscarlo sobre todo lo demás! Los que lo encuen-
Luego los llevó a su casa, tran aprecian su valor y se llenan de gozo cuando lo poseen (por ejem-
les puso la mesa y se plo, recordemos a Zaqueo, Lucas 19:6 y al carcelero, Hechos 16:34).
regocijó con toda su casa
de haber creído a Dios.
Hechos 16:34 F. Los herederos del reino de los cielos
“La parábola de la red” (Mateo 13:47-50)
¿Quiénes son los herederos de este eterno y glorioso reino de los
cielos? No todos son herederos. Hay peces que son atrapados por

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Nuevo Testamento

la red. Sin embargo, después de ser examinados son desechados Referencias / Notas
porque son malos. Eso es lo que la séptima parábola de la red nos
enseña y con esta se concluye la serie. Esta parábola presenta varios
puntos de comparación con la parábola del trigo y la cizaña, pero el
tema principal es algo diferente.
Una red pesca toda clase de cosas. La proclamación del reino de
Dios llega a varias personas -todas cautivadas por la Palabra. Sin
embargo, no todas son verdaderas en su fe ni buenas en sus obras.
Un día, la multitud será separada. Al fin del siglo la separación irre-
versible tendrá lugar. Así como los pescadores separan su pesca re-
cogiendo lo bueno en cestas y lo malo echan fuera, Dios, por medio
de sus ángeles, apartará irreversiblemente a los malos de entre los
justos. Lo uno o lo otro pasará con todos los que oímos el evangelio.
No hay un tercer camino.
El castigo de los que solo pertenecieron exteriormente al reino de
Dios será terrible. Su lugar de morada eterna es el horno de fuego,
una descripción del infierno, donde la santidad vengadora de Dios
consume al malo por fuego. Allí será el lloro y el crujir de dientes debi-
do al terrible tormento y al amargo remordimiento. ¡Escuchemos la
advertencia para nuestra salvación!

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La Historia de la Salvación

22
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS CALMA UNA TORMENTA


EN EL MAR
Textos de referencia:
Mateo 8:18, 23-27; Marcos 4:35-41; Lucas 8:22-25

Versículo para memorizar:


Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es este, que
aun los vientos y el mar le obedecen? Mateo 8:27

INTRODUCCIÓN
¡Esta es una gran historia! Los discípulos de Jesús fueron librados
de la tormenta y quedaron profundamente impresionados porque
fueron testigos de una nueva y maravillosa revelación de la majestad
del Señor Jesucristo. De los versículos que registran esta historia es
evidente que fue la revelación de la divinidad de Cristo lo que más
impresionó a los discípulos. Esto tiene implicaciones para la ense-
ñanza de la historia: descubre la identidad de la persona de Jesucris-
to. En esta historia nosotros veremos que:
I. Jesús duerme durante una tormenta
II. Jesús reprende a la tormenta
III. Jesús pregunta a sus discípulos

I. JESÚS DUERME DURANTE UNA TORMENTA


A. Jesús entra en una barca
Jesús está en Capernaum. Ha sanado a muchas personas en esta
ciudad. También enseñó las parábolas del reino, que estudiamos
en la lección anterior. Jesús ha estado ocupado todo el día y to-
davía se encuentra rodeado de mucha gente (Mateo 8:18). Llegó la
noche (Marcos 4:35), sin embargo, la gente quiere más milagros.
Hay otros lugares que Cristo debe visitar para realizar las obras de
su Padre y les dice a sus discípulos: Pasemos al otro lado del lago
(Lucas 8:22).

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Nuevo Testamento

Jesús no les ordena de una manera autoritaria, sino que lo hace con- Referencias / Notas
sultando a sus discípulos y concluyen que es aconsejable cruzar el
lago y dejar Capernaum para ir hacia la ciudad de los Gadarenos. Los
discípulos estuvieron de acuerdo y obedecieron al instante.
En el camino al lago, Jesús conversa con dos hombres. Estos en-
cuentros evidencian que los discípulos no se detuvieron ante las di-
ficultades que enfrentarían al seguir a Jesús. Uno de los hombres
con quien Jesús habla en forma entusiástica es un escriba y quiere
seguirlo adondequiera que Él vaya, sin comprender la magnitud de
lo que significa negarse a sí mismo. El otro en cambio necesita tiem-
po para cumplir otras tareas y considerar seriamente el llamado de
Jesús (Mateo 8:19-22).
A diferencia de estos hombres, los discípulos están preparados.
Ellos envían a las personas a sus casas, hacen los preparativos para
la partida y siguen al maestro cuando entra en la barca. Ellos se lo
llevaron tal como estaba en la barca (Marcos 4:36). Lo sacaron de sus
labores sin darle tiempo para descansar en la casa o en la playa ni
para adecuar la barca de alguna manera especial para su visita.
Esta barca no era la única que navegaba por el tan conocido lago.
También había otras barcas. Cuando todos abordan la nave, se suel-
tan las amarras, se izan las velas y se alejan de la playa. Mientras
tanto, el Señor Jesús estaba en la popa. La parte posterior del barco
solía tener una especie de sofá elevado, cubierto con una manta y
una almohada. Mientras los discípulos navegaban, Jesús se durmió
(Lucas 8:23).

B. Una tormenta súbita se levanta


De repente una tormenta feroz se levanta. Los tres escritores que
relatan la historia describen esta peligrosa situación: Y he aquí que
se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la
barca (Mateo 8:24) y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya
se anegaba (Marcos 4:37) y peligraban (Lucas 8:23).
Debe notarse que el lago de Genesaret, también conocido como el
mar de Galilea o Tiberias, es un mar interior pequeño, rico en pesca-
do, de aproximadamente 21 x 9.5 kilómetros de tamaño. Al norte, se
alimenta por el río Jordán que luego lo deja al sur. El lago está a una
altitud baja, alrededor de 208 metros bajo el nivel del mar. Está rodea-
do por casi todos los lados, por una línea costera montañosa, lo que
explica el porqué la temperatura en el día es alta, mientras que por la
noche es baja. El agua tiene un tinte azul profundo y hermoso.
Normalmente el agua está tranquila. Lo que pasa a menudo es que
severas tormentas aparecen cuando una expulsión de aire pasa en-
tre las montañas a la temperatura tropical de la cuenca del lago. Los
torbellinos y los remolinos de viento agitan enérgicamente el agua
hasta que el lago se pone sumamente turbulento. Las olas frenéticas
del mar rugiente suben a los cielos, descienden a los abismos (Sal-
mos 107:26). Las naves son anegadas por las olas que las golpean y
amenazan con destrucción.

| 185 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas C. Jesús duerme durante la tormenta


Jesús no se hace el dormido, está en un sueño profundo, lo que de-
muestra claramente su verdadera humanidad, igual que cuando en
el pozo de Samaria declaró tener sed (Juan 4). Los ángeles no necesi-
tan ni comer ni dormir, pero el sueño es esencial para los humanos.
Jesús duerme profundamente porque está exhausto después de un
día de mucho esfuerzo y ocupación. También debe notarse en for-
ma especial que, mientras Jesús está dormido, está perfectamente a
gusto. Él no es como Jonás. No necesita esforzarse para permanecer
despierto debido al rugido espantoso del viento. Jesús tampoco lu-
cha con los discípulos para impedir que la barca sacudida se hunda.
Jesús no tiene miedo, ni aun cuando la tormenta traicionera aparece
de repente y hace de la pequeña barca un juguete del viento y de las
olas. ¡Él puede quedarse dormido, sin importar lo que pase!
Pero esta tormenta está en los planes de Dios. Jesús descansa y
duerme profundamente. Está con sus discípulos en la barca pero no
comparte ni su miedo ni la preocupación de ellos. Sin embargo, la
realidad es que la tormenta aúlla, el agua ruge y los discípulos están
aterrados.

II. JESÚS REPRENDE A LA TORMENTA


A. Los discípulos piden ayuda a Jesús
Al principio los discípulos dejaron que Jesús duerma. Entre ellos hay
hombres que son pescadores de oficio: Pedro, Andrés, Juan y San-
tiago. Desde su juventud estos pescadores han estado familiarizados
con el agua. Están acostumbrados a las tormentas súbitas y en oca-
siones anteriores ya habían experimentado que sus barcas se llenen
de agua.
¡Ellos toman toda posible precaución para su seguridad y les vemos
sacando el agua con todas sus fuerzas! ¡Pero la batalla está perdida!
La barca se llena rápido y llega a su límite. Esta ya no puede soste-
nerse por más tiempo y no saben qué más hacer. ¡Su necesidad es
muy grande! La muerte los mira fijamente a la cara. Finalmente, van
a la parte posterior del barco para despertar a Jesús y le expresan su
miedo con un grito de desesperación, corto y preciso.
Los escritores del evangelio registran en diversas formas el llama-
do de los discípulos por ayuda. Mateo registra: Señor, sálvanos, que
perecemos (Mateo 8:25). Según Lucas: Maestro, Maestro, que perece-
mos (Lucas 8:24). Marcos registra una pregunta: Maestro, ¿no tienes
cuidado que perecemos? (Marcos 4:38) El hecho de que Jesús esté
dormido no calma los temores de los discípulos, sino que los agrava.
¿Cómo puede dormir tan serenamente, sin importarle lo que pasa?
¿Es Jesús indiferente a nuestros problemas?
El Señor Jesús se despierta. Él no se asusta por lo que sucede a su
alrededor, ni está conmovido por los elementos aulladores, ni por
los gritos de desesperación de sus discípulos. Jesús se levanta. La
tormenta ruge sobre su cabeza y la espuma golpea su cara. Él habla
al viento aullador y al mar que ruge: ¡Calla, enmudece! ¡Al instante

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Nuevo Testamento

pasó! El viento dejó de aullar y la superficie del agua se puso plana Referencias / Notas
como un espejo. No había ninguna ola o efectos secundarios y sobre-
vino una gran calma (Marcos 4:39).

B. Jesús controla la naturaleza


Los escritores de los evangelios sinópticos registran que Jesús re- E inclinándose hacia
prendió al viento y al agua. La misma expresión se usa al relatar la ella, reprendió a la
historia de la sanidad de la suegra de Pedro. Él reprendió a la fiebre fiebre; y la fiebre la dejó,
(Lucas 4:39). Esto es muy significativo. Nosotros no podemos des- y levantándose ella al
estimar el poder de esta expresión porque nos explica el verdadero instante, les servía.
significado del milagro. Lucas 4:39
Cristo habla a la tormenta y a las olas como si fueran seres con alma;
pero no es un recurso literario de personificación (es decir, simboli-
Y al hombre dijo: --Por
zar una cosa o evento como una persona), sino que nos indica algo
cuanto obedeciste a la voz
más. Dios maldijo la tierra debido a la caída del hombre (Génesis
de tu mujer y comiste del
3:17). Como una consecuencia, la armonía que estaba presente en
árbol de que te mandé
la naturaleza se volvió confusión. En su justo juicio, Dios le permitió
diciendo: “No comerás de
a Satanás hacer uso de los poderes de la naturaleza. Satanás los usa él”, maldita será la tierra
para dañar a los hijos de Dios (por ejemplo en Job 1:19) y sobre todo por tu causa; con dolor
para resistir a Cristo, que no solamente vino para libertar a los huma- comerás de ella todos los
nos, sino también para restaurar a la creación (Efesios 1:10). días de tu vida.
Esto es muy evidente en esta historia. Jesús desea ir a la ciudad de Génesis 3:17
los Gadarenos para salvar a un hombre poseído que está sujeto en
las garras de espíritus malos de una manera extremadamente terri-
ble. Satanás, que no quiere perder su presa, hace todo lo que pue- “… Cuando un gran
de para impedir la liberación del hombre. Satanás intenta destruir viento se levantó del lado
a Jesús por el poder de los elementos irracionales de la naturaleza. del desierto y azotó las
Si tiene éxito al destruir la barca con todos sus ocupantes, todo el cuatro esquinas de la
trabajo de salvación sería destruido en una forma rápida. La oportu- casa, la cual cayó sobre
nidad presente parece especialmente favorable porque Jesús está los jóvenes, y murieron.
dormido. Solamente escapé yo para
darte la noticia”.
¡Pero Jesús está en control de todo! Con solo unas pocas palabras Job 1:19
Jesús refrena y detiene a los poderes que amenazan la vida. Así
como Satanás fue obligado a rendirse a Cristo en el desierto de la
tentación, de igual forma debe rendirse en el mar de Galilea. En el “… De reunir todas las
desierto, Satanás trató de tentarlo; aquí quiere ahogarlo, pero su es- cosas en Cristo, en el
fuerzo es en vano. cumplimiento de los
El Hijo de Dios reprende al mar. ¡Tú tienes dominio sobre la braveza del
tiempos establecidos, así
las que están en los cielos
mar; cuando se levantan sus ondas, tú las sosiegas! (Salmos 89:9).
como las que están en la
tierra”. Efesios 1:10
C. Las personas están impresionadas
No nos sorprende que todos, sin excepción, estén profundamen- Los hombres,
te impresionados por este despliegue de asombroso poder (Mateo maravillados, decían:
8:27). ¡De nuevo, ellos temieron con gran temor (Marcos 4:41), pero --¿Qué hombre es este, que
esta vez es un temor diferente al que tuvieron con la tormenta! Ya no aun los vientos y el mar lo
hay ningún temor de muerte que los haga clamar, sino que están obedecen? Mateo 8:27
llenos de reverencia y sorpresa.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Tímidamente miran a su maestro. La estima que sienten por él se


eleva y expresan su asombro declarando: ¿Quién es este, que aun el
viento y el mar le obedecen? (Lucas 8:25).
¡Cuán insignificantes somos los seres humanos comparados con Je-
sús! Los discípulos temblaron al conocer su majestad. El poder divi-
no se había revelado ante sus ojos para su bien. Muchas veces ellos
habían visto cómo Jesús era capaz de curar toda clase de enferme-
dades que causaban sufrimiento a la humanidad, pero ahora presen-
ciaron su poder sobre los elementos de la naturaleza. Lo ven, pero no
lo comprenden. Es demasiado maravilloso para comprender.
¿Quién es él? ¡Él es el Hijo de Dios, digno de ser alabado para siem-
pre! Nosotros podemos adorarlo con profunda reverencia y estar se-
guros que su poder alcanza dondequiera que su amor desea obrar.

III. JESÚS PREGUNTA A SUS DISCÍPULOS


A. Jesús pregunta a sus discípulos sobre su fe
Cuando la necesidad fue mayor, la salvación estuvo cerca. Para feli-
cidad, todos a bordo de la barca experimentaron esto. Los discípulos
oyen cómo Jesús reprende al mar y al viento, pero también oyen una
pregunta dirigida a ellos. Mateo relata que después de que Jesús
despierta, primero se dirige a ellos y les pregunta: ¿Por qué teméis,
hombres de poca fe? Solo entonces Jesús calma la tempestad. Antes
de ordenar la quietud al viento y a las olas, Jesús primero quiere cal-
mar la tormenta en las mentes de sus discípulos. Ellos deben seguir
confiando en él y solo entonces no serán puestos en vergüenza.
Los hombres nerviosos dan un suspiro de alivio. Ahora el Salvador
les hace otra pregunta: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no
tenéis fe? (Marcos 4:40; Lucas 8:25). Es imposible negar que Jesús
los reprenda, pero suena como un reproche apacible ya que lo hace
en forma de pregunta. Lo que Jesús quiso preguntarles: ¿era nece-
sario tener tanto miedo?
Jesús pudo haberlos reprendido severamente porque, en su estado
de miedo, pensaron momentáneamente que él no se preocupaba
de ellos, pero en su bondad Cristo no hace eso. Jesús solamente les
reprocha por su falta de fe, fuente de su temor.
Es cierto, sin embargo, que ellos recibieron una reprimenda y la nece-
sitaban. ¡Imagínese usted en el lugar de ellos! ¿Cómo actuaríamos si
estuviéramos en las mismas circunstancias? ¿Nos cuesta entender
cuán comprensible era que los discípulos actuaran de esta manera?
Quizás su fe no era perfecta, pero nosotros los excusamos debido
al peligro que vivieron. Este comportamiento de los discípulos bajo
condiciones extremas es muy comprensible.
Sin embargo, aunque su comportamiento puede ser explicado no
debe ser aprobado. Si no queremos entender mal la pregunta de Je-
sús, debemos prestar atención a lo que él dijo. Según Mateo, Jesús
preguntó: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe?, y según Lucas: ¿Dón-
de está vuestra fe? La primera pregunta debe ser vista a la luz de la
segunda.

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Nuevo Testamento

La primera pregunta indica que ellos tienen fe, pero es muy pequeña. Referencias / Notas
Los discípulos poseían algo de fe y lo demostraron al dejar todo para
seguir a Jesús y al permitirle que dirija sus vidas. Su oración, ¡Señor,
sálvanos! (Mateo 8:25), también es evidencia de su esperanza en Je-
sús. Ellos no han perdido la esperanza de que el peligro sea quitado
y por consiguiente vienen a Jesús como su Salvador, aunque sus
corazones temblaban.
La fe de los discípulos, sin embargo, es imperfecta. Es una fe peque-
ña. En el momento crucial, ellos fallaron en ejercitar la fe. Se queja-
ron de que Jesús dormía y pensaron que se ahogarían. Su confianza
en Jesús no era lo bastante fuerte y, por tanto, ellos no confiaron lo
suficiente en él. El Señor Jesús estaba con ellos y lo siguieron. Sin
embargo, fallaron.
¡Cuánto habían oído y visto de su poder! ¿Debían todavía dudar de su
sabiduría, amor, fidelidad y poder? Más aún, Jesús les había ordena-
do que fueran al otro lado. ¿Necesitaban tener miedo de ahogarse en
medio del lago? ¿No deberían haber estado más tranquilos, en vista
de todo lo que habían experimentado?
Los discípulos fallaron cuando su fe fue probada. Mientras más gran-
de la necesidad, ellos debían aferrarse más a Cristo. Pero, ¡ay!, sus
espíritus fallaron. Jesús no esperaba que sus discípulos tengan una
actitud indiferente, descuidada y negligente en medio de la tormen-
ta, pero sí requería de ellos una confianza incondicional e ilimitada
en su persona y guía.
Los discípulos miraron más al viento y a las olas que a Jesús, por tan-
to se pusieron muy temerosos, literalmente se portaron como “cobar-
des”. Ni un rastro de paz interior fue notorio, su comportamiento fue
contrario al de Pablo durante una tormenta en el mar (Hechos 27:22,
25, 34, 35). Ellos están totalmente angustiados y no debía ser así. No
era necesario ese comportamiento. La fe de los discípulos debe au-
mentar si van a enfrentar las dificultades que les espera como segui-
dores del Señor y que por cierto las encontrarán a su servicio.

B. La fe en Cristo da paz
En esta historia aprendemos muchas lecciones. Todos enfrentamos
las inquietudes, desilusiones, penas y temores de la vida. La vida
afable y fácil no existe. ¡La vida no es un juego! Es una experiencia Hubo entonces hambre
común que todo acontece de la misma manera a todos; un mismo en la tierra; y descendió
suceso ocurre al justo y al impío (Eclesiastés 9:2). Además, frecuente- Abram a Egipto para vivir
mente los santos son probados por el Señor. allí, porque era mucha
La obediencia al llamado de Dios no nos exime de las pruebas. Cuan- el hambre en la tierra.
do Abraham, el padre de todos los creyentes, fue a Canaán en obe- Génesis 12:10
diencia al llamado de Dios, experimentó hambre (Génesis 12:10). Te-
ner a Jesús a bordo no nos garantiza la ausencia de tormentas. Sin
embargo, nos garantiza que él no permitirá que sus hijos perezcan.
Y dijo: “Veo los cielos
Jesús es poderoso para salvar y es fiel, así que nunca pone a nadie
abiertos, y al Hijo del
en vergüenza. Cualquiera que se aferra a Jesús está seguro, aunque
hombre que está a la
diestra de Dios”.
deba morir por su fe, como le sucedió a Esteban. (Hechos 7:56).
Hechos 7:56

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas La cosa más importante es confiar. Los que llevan una vida sin Cristo
perecerán, porque la senda de los malos perecerá (Salmos 1:6). Los
que poseen la gracia de Dios también deben ejercerla. De otra mane-
ra, ¿cuán buena es la fe en los días de problemas y muerte? Nosotros
debemos estar agradecidos durante los tiempos de prosperidad y
cantar: Te alabaré con todo mi corazón; delante de los dioses te can-
taré salmos (Salmos 138:1). Pero no es menos necesario cantar en
los días de la adversidad: Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
salvación mía y Dios mío (Salmos 42:11).
Nosotros enfrentaremos las tormentas de la vida y sobreviviremos,
solo cuando nos refugiemos en Jesús.

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Nuevo Testamento

23
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS Y EL GADARENO ENDEMONIADO


Textos de referencia:
Mateo 8:28-34; Marcos 5:1-20; Lucas 8:26-39

Versículo para memorizar:


Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al
infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al
juicio. 2 Pedro 2:4

INTRODUCCIÓN
El Señor Jesús libertó a muchos poseídos del poder del diablo. Los
primeros tres evangelistas relatan unos pocos casos de expulsión
de espíritus malos, tales como, el hombre en la sinagoga en Caper-
naum (Marcos 1:23ss.), el hombre ciego y mudo que estaba poseído
por un demonio (Mateo 12:22ss.), la hija de la mujer cananea (Mateo
15:22ss.), el muchacho con un espíritu mudo (Marcos 9:17ss.), y el
salvaje gadareno (aunque el relato en Mateo dice que hubo dos). Esta
lección relata con mayor detalle una de estas dos últimas historias.
Esta historia es muy importante porque nos muestra cómo Jesús
responde a diferentes peticiones. El endemoniado no pide sanidad,
sino que desea que lo dejen solo. Los demonios ruegan a Jesús que
los deje entrar en los cerdos. El gadareno pide a Jesús que se vaya de
la ciudad. Jesús concede esta demanda inmediatamente, mientras
que al hombre liberado le niega la petición de acompañarlo. En esta
historia estudiaremos las relaciones entre:
I. Los demonios y Jesús
II. Los gadarenos y Jesús
III. El hombre sanado y Jesús

I. LOS DEMONIOS Y JESUS


A. La posesión demoníaca
La ciudad de Gadara estaba localizada al otro lado del mar de Tibe-
rias o Galilea. Cerca de la playa había un desierto (Lucas 8:29) con

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas montañas y cuevas que se usaban como sepulcros (Mateo 8:28). En
este desierto vivía este desdichado despreciable. Mateo menciona
dos (Mateo 8:28), mientras Marcos y Lucas mencionan solamente a
un hombre (Marcos 5:2; Lucas 8:27).
El comportamiento de este hombre era muy vergonzoso. Él realmen-
te era un hombre de la ciudad (Lucas 8:27), pero no podía vivir allí y
peor en una casa. Día y noche vagaba por las montañas y vivía en las
espantosas tumbas. El maníaco gritaba continuamente y se hacía
daño. Estaba desnudo y vagabundeaba por los alrededores hiriéndo-
se con piedras (Marcos 5:5). Por mucho tiempo este hombre se había
torturado y no parecía un ser humano sino un animal.
El endemoniado era un peligro para toda el área porque era feroz en
gran manera. Muchos esfuerzos se habían hecho para controlarlo,
pero todo había sido en vano, porque él parecía tener un poder sobre-
natural. Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas,
mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados
los grillos (Marcos 5:4). Nadie podía dominarlo y era temido por to-
dos, tanto que nadie podía pasar por aquel camino (Mateo 8:28; Mar-
cos 5:4).
¿Qué es lo que había causado esta terrible condición? Este hombre
estaba poseído por espíritus malos. Él estaba endemoniado desde
hacía mucho tiempo (Lucas 8:27).
Es difícil imaginar cómo era este desdichado exactamente. Su con-
dición no era una fantasía de la imaginación, sino una terrible rea-
lidad. Este hombre estaba realmente poseído por el demonio. Los
que están poseídos por el demonio no solo están enfermos física o
mentalmente, sino que pueden presentar síntomas de sordera y mu-
dez, y su condición puede tener mucho en común con una depresión
nerviosa o una enfermedad mental.
La condición de este infeliz hombre era totalmente diferente de otras
enfermedades y su curación era una liberación distinta. Este era el
objeto directo del trabajo de Satanás. Ellos no eran criminales y no
eran como Judas, que voluntariamente se puso al servicio del dia-
blo. Un espíritu malo había entrado en él en contra de su voluntad;
permanecía y vivía en él, y lo controlaba en alma y cuerpo. Por con-
siguiente, estaba sujeto a dos influencias contrarias. Su propio espí-
ritu y el espíritu malo peleaban dentro, pero el espíritu malo le había
dominado de tal forma que estaba poseído por el demonio.
Había muchos desdichados cuando el Salvador caminó en la tierra.
El plan de Satanás era oponerse sistemáticamente al reino de Dios.
Durante el primer período del ministerio de Cristo, el diablo se ejer-
citó concentrando todo su poder infernal para oponerse al trabajo
del Salvador y destruirlo. Satanás atacó personalmente a Jesús y lo
rodeó de espíritus demoníacos.
Los espíritus malos son seres con personalidad, ángeles caídos que
están sujetos al diablo. Hacen todo lo posible para mostrarse a sí
mismos físicamente y tienen un método misterioso para entrar en
los humanos y tomar posesión de ellos. La víctima empieza a expre-
sarse con otra personalidad, de tal forma que su propio espíritu es

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Nuevo Testamento

suprimido, su defensa es aplastada y poco o nada permanece de Referencias / Notas


su personalidad. La persona es usada como una herramienta por el
espíritu malo dominante que busca su destrucción y también la de
otras personas.
El gadareno presenta una posesión en grado severo, está totalmente
poseído. Marcos lo expresa más fuertemente cuando lo llama literal-
mente un hombre con un espíritu inmundo. Lucas afirma que hacía
mucho tiempo que (el demonio) se había apoderado de él (Lucas 8:29).
Él se ha vuelto un instrumento pasivo del demonio. Parece tener po-
deres infernales que lo poseen y lo atormentan. ¡Los demonios lo
instigan a exhibir un frenesí desenfrenado!

B. El endemoniado conoce a Cristo


Cristo no evita una confrontación con los poderes malignos. Al con-
trario, en este caso, Cristo la busca. En el desierto Jesús fue tentado
y venció al diablo. Ahora, nuevamente, ¡destruirá las obras del dia-
blo! Ese es el objetivo principal de su trabajo de redención.
Esta reunión y este milagro no ocurren por casualidad. ¿Está Sata-
nás usando a los demonios para probar si el Hijo de Dios tiene la
capacidad de realizar un trabajo completo de redención? ¡Si es así, la
evidencia será una prueba clara! Cristo intencionalmente cruza a la
tierra donde reside este endemoniado salvaje. Jesús no se sorprende
por esta condición de miseria.
Cuando el endemoniado ve de lejos que Cristo baja de la barca, sale
apresuradamente de las tumbas para adorarlo, es decir, Satanás cae
delante de Jesús (Marcos 5:2, 6, 7). Inmediatamente, la palabra po-
derosa, majestuosa y santa de Jesús, le ordena al demonio que está
arrodillado a sus pies: ¡Sal de este hombre, espíritu inmundo! (Marcos
5:8). Pero el espíritu malo exclama a gran voz por la boca del desdi-
chado: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego
que no me atormentes (Mateo 8:29; Lucas 8:28).
El demonio sabe que Jesús es el Hijo de Dios, pero como un enemigo
se opone a Él. Satanás quiere que lo deje solo y por consiguiente le
dice: ¿Qué tienes conmigo? ¿Por qué le dice eso? No es para honrar
a Jesús con su confesión y mucho menos para tratar de conseguir
su favor adulándolo. Tú crees que Dios es uno;
Satanás preferiría permanecer callado o negarlo públicamente, pero bien haces. También
no puede evitar reconocer en público el señorío divino de Jesús, por- los demonios creen, y
que él tiembla ante el Señor. (Santiago 2:19). Satanás habla como tiemblan. Santiago 2:19
una víctima que sabe que está vencida y temerosamente confiesa la
verdad en contra de su voluntad.
Y el diablo, que los
El diablo no tiene esperanza, solamente tiene temor. Al estar delante engañaba, fue lanzado en
de su juez se acuerda del justo castigo que le espera. Satanás está el lago de fuego y azufre
derrotado delante del Dios Altísimo (Marcos 5:7) y con temblor es- donde estaban la bestia
pera el futuro. Después del gran día del juicio, él será lanzado en el y el falso profeta; y serán
lago de fuego y azufre pero ahora él pregunta desalentado si Jesús atormentados día y noche
ha venido a juzgarlo antes de hora, aquí, en esta tierra parcialmente por los siglos de los siglos.
pagana (Apocalipsis 20:10). Apocalipsis 20:10

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas El demonio da evidencia de su egoísmo extremo. Aunque no tiene


piedad del pobre desdichado que ha poseído y atormentado, en for-
ma implacable se atreve a decirle a Jesús: Te conjuro por Dios que no
me atormentes (Marcos 5:7).

C. Los demonios ruegan a Jesús que los deje entrar en los cerdos
Jesús no trata de escapar del grito amenazante que encuentra en
el camino. Para restaurar la identidad suprimida del endemoniado,
Jesús serenamente le pregunta: ¿Cómo te llamas?
¡Qué triste escena! El hombre no puede escapar del poder que lo
posee, porque es el demonio quien responde: Legión me llamo; por-
que somos muchos (Marcos 5:9). Una legión romana era una unidad
militar de aproximadamente unos 6000 hombres. Legión expresa un
número enorme, un poderío predominante.
Dios no perdonó a los ¡Pero los muchos deben dar lugar al único! Los demonios no quieren
ángeles que pecaron, sino tener nada que ver con Jesús, pero no pueden escapar de su presen-
que los arrojó al infierno cia. Sus gritos no tenían efecto. Por tanto, los demonios le rogaron
y los entregó a prisiones (Mateo 8:31; Marcos 5:10; Lucas 8:31). Los demonios traen sus rue-
de oscuridad, donde están gos porque saben que son completamente dependientes de Jesús.
reservados para el juicio. 2 Tienen miedo de ir abajo, al terrible abismo (Lucas 8:31), lugar donde
Pedro 2:4 los ángeles caídos son entregados a cadenas de oscuridad, para ser
reservados para el juicio (2 Pedro 2:4; Judas 6).
Y le rogaba mucho que no los enviase fuera de aquella región (Marcos
Y a los ángeles que no
5:10). Los demonios preferían estar sujetos a la vergonzosa humilla-
guardaron su dignidad,
ción de quedarse en la región donde eran temidos. Y los demonios
sino que abandonaron
le rogaron diciendo: Si nos hechas fuera, permítenos ir a aquel hato
su propio hogar, los ha
de cerdos (Mateo 8:31; Marcos 5:13). Ellos no quieren permanecer
guardado bajo oscuridad,
inactivos y por eso desean poseer a los cerdos y expresar su poder
en prisiones eternas, para
el juicio del gran día. de otras maneras. Si el frenesí de los demonios hubiera entrado en
Judas 6 los dos mil cerdos, la destrucción habría venido sobre todo el país
y en consecuencia los gadarenos habrían maldecido a Dios y los
demonios hubieran quedado satisfechos. Pero su deseo destructor
será apaciguado porque ellos no pueden hacer nada sin el permiso
de Jesús y, por tanto, tienen que rogarle: Envíanos a los cerdos para
que entremos en ellos (Marcos 5:12).
¡Qué maravilla pasa ahora! Jesús les da permiso inmediatamente
y les dice: ¡Id! (Mateo 8:32; Marcos 5:13). La terrible consecuencia
viene inmediatamente. Todo el hato de animales salvajes, frenéticos,
huyen a tropel y he aquí, todo el hato de cerdos se precipitó en el mar
por un despeñadero, y perecieron en las aguas (Mateo 8:32).
En este punto es importante explicar algunos elementos relaciona-
dos a la historia. Los animales se precipitaron al mar, lo que eviden-
temente provocaría una reacción de los dueños de los animales.
¡No eran pocos, sino dos mil cerdos! El hecho de que les haya dado
permiso a los demonios ir a los cerdos no significa que este era un
castigo para los dueños de los animales. Antes bien, debemos recor-
dar que Jesús actúa de acuerdo a lo que su padre le envió, con toda
autoridad sobre todo, incluyendo a los animales. Cristo es sobera-

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Nuevo Testamento

no y no debe a nadie ninguna explicación de sus acciones, porque Referencias / Notas


todas las cosas le han sido dadas por el Padre (Mateo 11:27). Sin
contar, por supuesto, con el hecho de que un alma que se salva vale “Todas las cosas me
más que dos mil cerdos y ningún precio es demasiado alto cuando fueron entregadas por mi
es salvada. Padre…” Mateo 11:27
Recordemos también que el área donde este evento se desarrolla
pertenecía a la región de Decápolis, zona ocupada principalmente
por paganos. Decápolis tenía cierta independencia y realmente no
se contaba como parte de Palestina. Los cerdos eran animales con-
siderados impuros por los judíos, como lo señalaba la ley de Moisés.
Pero, en este sector, esta gente consideraba al cerdo como el más
grande sacrificio que podía llevar a su dios griego. De allí que este
evento también fue una señal convincente de que Jesús era el Señor
que tenía poder sobre otros dioses, e incluso sobre Satanás.

II. LOS GADARENOS Y JESÚS


A. Los gadarenos ruegan a Jesús que deje la ciudad
Los cuidadores de los cerdos se aterraron cuando vieron que todo
el hato se precipitaba repentinamente al mar. Ellos huyeron, y yendo
dieron aviso en la ciudad y por los campos (Lucas 8:34). Como era de
esperarse, las personas vinieron corriendo de todas partes para ver
a Jesús.
Al llegar, la gente se sorprende grandemente al ver que el endemo-
niado, de quien ellos huían, está libre de su terrible sufrimiento, y lo
ven ¡sentado a los pies de Jesús, vestido, y en su cabal juicio! (Lucas
8:35). Esta escena los llena de temor. Cuando escuchan de boca de
los testigos oculares cómo él había sido liberado, toda la multitud de
la región alrededor de los gadarenos le rogó que se marchase de ellos
(Mateo 8:34).
Ahora estamos confundidos ¿Cómo pueden los gadarenos pedir
esto? Simplemente imagínese, el Salvador viene con el poder glorio-
so de su reino y el resultado es que las personas están petrificadas
por el miedo. Jesús realiza un milagro extraordinario y ellos no están
contentos y no creen. ¡Jesús hizo un gran servicio a toda la región,
porque la libertó de los espíritus que la hacían insegura y ellos ni
siquiera están agradecidos!
Los gadarenos miran a sus cerdos y concluyen que su pérdida es
grande. La acción de Jesús les causó daño material y por tanto le Entonces vinieron los
dicen: por favor, ¡márchese! Los gadarenos no desean su obra sal- samaritanos a él y le
vadora. El llamado para obtener la ganancia espiritual a cambio de rogaron que se quedara
la pérdida material no es tomado de corazón. Los gadarenos temen con ellos, y se quedó allí
a Jesús más que al diablo. No pueden dejar sus cerdos, aunque ya
dos días. Juan 4:40
los han perdido. Ellos preferirían tener una ciudad llena de espíritus
malos y tener sus cerdos, que una ciudad liberada del mal. ¡Cuánto
pecado! Los samaritanos eran diferentes y mejores que toda esta
gente (Juan. 4:40).
Hoy no encontramos endemoniados como en los tiempos antiguos,
pero las actividades de Satanás todavía encuentran un punto de

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas contacto en el corazón depravado del hombre, tal como ocurrió con
los gadarenos. ¡Cuántos prefieren la oscuridad a la luz! Ellos vieron
cómo los creyentes tienen consuelo en la vida y en la muerte y fueron
testigos del poder del evangelio que da vida, sin embargo no quie-
ren la gracia salvadora. Miles de personas nunca se preocupan de
Cristo o de Satanás, se conforman con ganar dinero y poder servir
al mundo. Estas personas no pudieron negar las bendiciones que
Jesús daba, pero no quisieron tenerlo cerca de ellos.

B. Jesús concede la petición de los gadarenos


Los gadarenos vienen, ven, oyen, preguntan. Pero Jesús no les contes-
ta. Él no los reprocha por su ingratitud, no les dice nada y les concede
sus deseos. Y Jesús, entrando en la barca, se volvió (Lucas 8:37).
La petición era tonta, equivocada, incluso inexplicable, sin embargo
es concedida. ¿No hubiera sido mejor si Jesús actuaba de diferente
manera? ¿Por qué Jesús no argumentó con ellos? ¡Él no hizo nada
por el estilo! ¿Por qué no? Porque Cristo llama, él no fuerza a nadie.
¿Significa esto que Jesús es frío y que le falta una preocupación ver-
dadera por las almas? Nadie, que conoce que Cristo vino a dar su
vida en rescate por los pecadores, se atrevería a hacer esta pregunta.
Jesús invita, atrae y busca a los pecadores, pero no los fuerza. La
demanda de los gadarenos es concedida para su justa condenación.
Se nos advierte que rechazar a Cristo es un gran pecado. Los medios
de la gracia se conceden a muchos que no los usan. En estos casos
el conocimiento del evangelio es para condenación y Jesús es su caí-
da. Él permite a las personas ejercer su responsabilidad. La elección
que hicieron los gadarenos los condena aún más. Cuando Jesús, el
Santo, es despreciado como si no tuviera valor, se retira.

III. EL HOMBRE SANADO Y JESÚS


A. Jesús rechaza la petición del hombre sanado
El hombre sanado ve que Jesús está a punto de abordar la barca.
¡Quiere ir con Jesús y eso es comprensible! Y el hombre de quien
habían salido los demonios le rogaba que le dejase estar con él (Lucas
8:38; Marcos 5:18). Se siente muy agradecido. ¡Todo ha cambiado!
Hace un momento era un salvaje incontrolable, ahora está tranqui-
lo. Había estado totalmente aturdido, ahora tiene una mente sana.
Se había rasgado la ropa y no sentía vergüenza, ahora está vestido.
¡Estaba poseído por los demonios, ahora está lleno de amor por su
Libertador! ¡Puede mirar a Jesús, sabiendo que Él le ha quitado sus
cadenas!
Lo mejor que este hombre puede hacer es seguir a Jesús. Lo que
más desea es sentarse a sus pies como su discípulo, cerca de su
Maestro, para aprender de Él, para servirlo y disfrutar de su presen-
cia. ¡El hombre dejará todo para seguirlo! ¡En Jesús hay seguridad!
¿Qué hace el Salvador? Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo:
Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor

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Nuevo Testamento

ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti. (Marcos 5:19; Referencias / Notas
Lucas 8:38). En el día de su resurrección Jesús trató a María Magda-
lena de una manera similar.
¡Qué extraño! Jesús concede la petición de los demonios y de las
personas impías, y rechaza la petición comprensible de este hombre
agradecido. No pensemos que Jesús es insensible. Su sabiduría y
amor son mayores que los nuestros. Puede ser que una petición no
sea concedida debido a su amor.
Es como si Cristo dijera: yo tengo algo más que tú debes hacer. Yo
estoy confiándote una tarea y te doy mi prueba de confianza. Este es
un privilegio mucho mayor. ¡Tú debes ser mi testigo!
Tomemos nota aquí de la bondad de Jesús. Él está preocupado por
la salvación de los perdidos. ¡Él concede inmediatamente la primera
petición de los gadarenos y entra a la barca sin hablar una palabra,
pero no es frío e indiferente a sus necesidades! Jesús deja a un tes-
tigo, para que entre estas personas impías haya al menos uno que lo
nombre con agradecimiento y amor.
¿Por qué actúa Jesús de esta manera? ¿Será que Jesús, que puede
expulsar muchos demonios, no puede cambiar a estos gadarenos?
¡Claro que puede cambiarlos!, pero es su buena voluntad hacerlo de
otra forma. Él no realiza ningún milagro entre ellos, sino que procla-
ma un mensaje a través de un milagro y le pide al beneficiado: cuén-
tales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido
misericordia de ti. (Marcos 5:19).
El que era endemoniado no recibe ninguna prohibición como la re-
cibió el leproso sanado. El primer testimonio de Jesús en Decápolis
es confirmado por la evidencia de un gran milagro realizado en la
persona del endemoniado.
Pero, ¿no habría sido mejor que el propio Jesús predicara allí? No,
porque él nutre a sus seguidores y los prepara para ser sus cola-
boradores. El hombre sanado se volvió un seguidor espiritual de su
Señor.

B. Nuestra tarea
Hoy, el Señor Jesús nos llama a hacer lo mismo que le encargó a
este hombre. Innumerables personas en la tierra no quieren cono-
cerlo y rechazan su yugo. Jesús permanece en el cielo, lejos. A veces
nos preguntamos: ¿por qué Jesús no muestra su poder? Esta es la
respuesta: él faculta a su pueblo en la tierra y le da la comisión de
testificar. Su actividad evangelística es un ejemplo. De esta manera
Jesús prueba el amor de sus seguidores, pues ellos deben dar evi-
dencia de lo que Jesús puede hacer. Él envía al mundo a los que son
salvos para proclamar las grandes obras de su compasión divina.
¿Cuál es nuestra primera tarea? Notemos las palabras de Jesús: Vete
a tu casa, a los tuyos, y cuéntales (Marcos 5:19). Esto es significati-
vo. El hombre fue maravillosamente liberado de su gran dolor. No-
sotros podemos pensar que este no es el hombre correcto para ser
un apóstol, pero Jesús piensa diferente. ¡Él lo envía a su casa! Allí,

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas principalmente, es el lugar donde la verdadera conversión, forjada


por la gracia, debe demostrarse. Cristo no quita a este hombre de
su ambiente, ni tampoco le pide que deje su círculo familiar del cual
había sido privado durante mucho tiempo.
Todos tenemos un llamado en nuestro propio círculo limitado. ¿Es
su fe notada por sus familiares y amigos? Si no, algo está mal. Algo
está muy mal si una persona confiesa públicamente ser temerosa de
Dios y se exhibe privadamente como una persona impía. El llamado
de Jesús no es fácil. A menudo, es más fácil hablar sobre cosas espi-
rituales con los extraños que con los que están cerca de nosotros.
En esta historia también debemos destacar la actitud de obedien-
cia del hombre sanado. Él no repitió su petición cuando Jesús se la
negó. No se quejó cuando no le permitieron entrar en la barca. ¡Él
obedeció! No objetó y dijo, “si ellos no escuchan a Jesús, menos me
escucharán a mí”. ¡Él actuó! No era obstinado y no fijó límites a su ta-
rea, sino que más bien extendió la semilla del evangelio en Decápolis
(Marcos 5:20). Proclamó las grandes obras de Dios, declarando que
Jesús es el único que lo sanó.
El Señor cuidó que su testigo no sea perturbado. Las personas no lo
impedían, y todos se maravillaban. De esta manera, el hombre sana-
do tuvo el privilegio de ser una carta viviente de Cristo para ser leída
por muchos.

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Nuevo Testamento

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Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS LEVANTA DE LA MUERTE


A LA HIJA DE JAIRO
Textos de referencia:
Mateo 9:18-26; Marcos 5:21-43; Lucas 8:40-56

Versículo para memorizar:


No temas; cree solamente, y será salva. Lucas 8:50

INTRODUCCIÓN
La historia de la resurrección de una niña de doce años, en Capern-
aum, tiene muchos rasgos atractivos. Lo que le sucedió a ella sobre-
pasa a todos los milagros que Jesús había realizado hasta ahora y
que los ciudadanos de esta ciudad habían testificado. Esta historia
muestra claramente el amor, la sabiduría, el poder y la gloria de Cris-
to. Los temas discutidos en esta lección son:
I. Una niña agonizante
II. Un padre que ora
III. Un Salvador lleno de gracia

I. UNA NIÑA AGONIZANTE


A. La hija de Jairo está muy enferma
Un hombre llamado Jairo vivía en Capernaum. Era una persona im-
portante de la ciudad. Jairo era principal de la sinagoga (Lucas 8:41) y
tenía una posición de liderazgo en la vida religiosa de la comunidad
judía. Él tenía una hija única, que era el amor de su vida. Los padres
buenos aman a todos sus hijos y hacen por ellos todo lo que pueden.
Pero cuando los padres tienen solamente un hijo, enfocan toda su
atención en este porque tiene naturalmente un lugar especial en sus
corazones.
Seguramente Jairo y su esposa cuidaron mucho a su hija, protegién-
dola día y noche. ¡Ver a su hija amada crecer y convertirse en una
jovencita, les debe haber dado gran alegría! No hay duda que estos

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas padres no escatimaron nada para dar a su hija una feliz niñez. Ahora
ella tiene alrededor de doce años. ¡Está creciendo!
Pero tienen un problema que les causa mucha ansiedad. La hija ama-
da está enferma. Su vida está en peligro. Los médicos han perdido
toda esperanza. Se han usado todos los medios posibles para lograr
su recuperación, sin resultados. Su condición empeora y parece que
no hay esperanza de recuperación. La niña está enferma de muerte.
El padre y la madre están de pie al lado de la cama de su querida hija
enferma. Están desvalidos y desesperados. Harían cualquier cosa
para detener la muerte, pero nada pueden hacer. Hay pocos dolores
que golpean profundamente. Uno de ellos es el de estos padres amo-
rosos, cuya única hija está siendo arrancada de su lado.

B. El poder de la muerte
¡Qué fuerte es la muerte! No perdona a nadie. La vida floreciente de
una joven tan tierna es incierta. La muerte también se lleva niños a
la tumba. También vendrá a nuestra casa, queramos o no. La muerte
nos llevará, sea que estemos preparados o no. La muerte no hace
ninguna excepción. Cuando la hora llega, los recursos humanos y el
poder no sirven para nada. Ninguna medicina, ninguna lágrima, nin-
gún dinero pueden resistir a la muerte, que no tiene piedad y rompe
Porque la paga del pecado los lazos más fuertes del amor.
es muerte, pero la dádiva La muerte es una enemiga cruel y es llamada “el rey de los terrores”.
de Dios es vida eterna Todos los seres humanos son impotentes contra este terrible rey. ¿Por
en Cristo Jesús, Señor qué? Nosotros nacemos bajo el poder de la muerte debido a nuestra
nuestro. Romanos 6:23 culpa. La muerte es la “paga” del pecado (Romanos 6:23). El pecado es
el aguijón, el instrumento que causa la muerte (1 Corintios 15:56).

Porque el aguijón de la ¡Por naturaleza los niños están llenos de vida y eso es bueno! Los
muerte es el pecado, y el niños pueden disfrutar de su juventud (Eclesiastés 11:9). Tienen toda
poder del pecado es la Ley. su vida por delante y sus ideales los llena de alegría y confianza en el
1 Corintios 15:56 futuro. ¡Esto es bueno! Pero no significa que ellos no deben acordar-
se de su Creador, sobre todo durante su juventud (Proverbios 12:1).
La muerte no pierde su poder ni tampoco sus terrores desaparecen
Alégrate, joven, en tu con el simple hecho de ignorarla o intentando sacarla fuera de la
juventud, y tome placer tu mente. Solamente la obra del Señor Jesucristo, que debe ser reci-
corazón en los días de tu bida en fe, puede vencerla. Nadie debe pensar que se puede espe-
adolescencia. Anda según rar hasta estar gravemente enfermo o cerca de morir para buscar
los caminos de tu corazón al Señor. Ahora es el tiempo de buscar al Señor, ¡mientras estamos
y la vista de tus ojos, pero sanos! Los niños también necesitan escuchar esta verdad mientras
recuerda que sobre todas
son instruidos en la Palabra de Dios.
estas cosas te juzgará
Dios. Eclesiastés 11:9
II. UN PADRE ORANDO
El que ama la instrucción A. Jairo va a Jesús por ayuda
ama la sabiduría; el que Ningún ser humano puede ayudar a la hija agonizante de Jairo. En
aborrece la reprensión es estas circunstancias Jairo oye que el Señor Jesús ha regresado a la
un ignorante. ciudad y enseguida decide pedirle que entre en su casa (Lucas 8:41).
Proverbios 12:1 Nada lo hubiera movido a dejar el lecho de muerte de su hija, pero esta

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Nuevo Testamento

petición importante no puede ser encargada a un siervo o amigo, y por Referencias / Notas
consiguiente corre a Jesús. Su miedo le da alas. Jairo cree que Jesús
puede ayudarle. Indudablemente, Jairo lo ha visto en la sinagoga y en
otros lugares. Muy probablemente lo ha visto realizar milagros o ha
escuchado que Jesús los hizo, como la curación del paralítico y del
siervo del centurión. Eventos que ocurrieron en esta ciudad.
Jesús había ayudado a otros y ahora él también lo necesitaba. Jairo
vino a Jesús y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está agonizando; ven y
pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá (Marcos 5:23). Una
gran muchedumbre está presente, pero Jairo no permite que eso le
moleste. En la sinagoga el asiento del líder es más alto que los otros,
pero ahora Jairo cae de rodillas en el polvo ante Jesús, porque le pre-
ocupa la vida preciosa de su amada hija que estaba a punto de morir.
Nosotros podemos imaginar lo que Marcos nos describe, cuando
afirma que Jairo le rogaba mucho. Mateo da un informe ligeramente
diferente: Mi hija acaba de morir -ella simplemente ha muerto- mas
ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá. (Mateo 9:18). No es necesario
ver una contradicción en los reportes de Mateo y Marcos. Marcos da
un resumen breve, omitiendo varios detalles que los otros dos evan-
gelistas mencionan.
La secuencia de eventos fue probablemente así. Cuando la niña esta-
ba muriendo, Jairo corrió a Jesús y debido a la fuerza de sus emocio-
nes, pronunció unas pocas y cortas frases registradas por Marcos.
El Señor Jesús concede la petición de Jairo y va con él a su casa.
En el camino, son interrumpidos por la muchedumbre, en particular
por una mujer, que les impide avanzar más rápido. Mientras tanto, la
niña da su último suspiro y Jairo recibe la noticia de la muerte de su
hija. La gente piensa que Jairo ya no necesita pedir la intervención
de Jesús.
Esta es una noticia terrible para un padre amoroso. Jairo recibe un
golpe duro, pero el Salvador lo anima diciendo: No temas; cree sola-
mente, y será salva (Lucas 8:50; Marcos 5:36). ¡No te turbes por las
noticias de su muerte! Jairo no se rinde y ora según las palabras
registradas por Mateo.
Jairo tiene una fe grande. Está firmemente convencido de que Jesús
tiene el poder para sanar a su hija moribunda y, cuando ella muere,
tiene fe para pedirle a Jesús que la resucite. Jairo espera que Jesús
haga revivir a su hija muerta. Pero, al mismo tiempo, la imperfección
de su fe se hace evidente. La fe de Jairo requiere que Jesús vaya a su
casa y ponga sus manos sobre su hija para ayudarla. La fe de Jairo
no es tan grande como la del centurión. Jairo está convencido de
que el poder de Cristo está unido al método de tocar al enfermo o al
muerto.

B. La fe de Jairo es probada
¡La fe de Jairo puede estar resquebrajada, pero es una fe verdadera!
No es puesto en vergüenza, pero su fe es probada. Posteriormente,
Marta y María, quienes también creían que Jesús tenía que estar pre-

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas sente con ellos en Betania para impedir que Lázaro muera, fueron
probadas en una manera similar (Juan 11:32).
María, cuando llegó a Las dos pruebas de fe que Jairo tuvo que pasar, provinieron del hecho
donde estaba Jesús, al de que el Señor Jesús le concedió su petición urgente. Jairo piensa
verlo, se postró a sus que Jesús tiene que estar presente en su casa. Si eso es verdad,
pies, diciéndole: --Señor, cada minuto cuenta. ¡Si Jairo hubiese podido, habría volado con Je-
si hubieras estado aquí, sús a su casa! Pero ellos caminan muy despacio porque Jesús está
no habría muerto mi rodeado por una muchedumbre que les impide avanzar. Le seguía
hermano. Juan 11:32 una gran multitud, y le apretaban (Marcos 5:24).
Las personas habían buscado a Jesús y estaban esperado su venida
con ansias. Ahora que Jesús ha regresado del otro lado del mar de
Galilea, la muchedumbre se reúne con él a la espera de presenciar
algunos milagros más emocionantes. Dondequiera que Jesús apa-
recía, los jóvenes y viejos se reunían y se agolpaban a su alrededor
para no perderse de nada de lo que Jesús decía o hacía.

C. Una mujer enferma interrumpe a Jesús de camino a la casa de Jairo


La segunda prueba de fe de Jairo es causada en el camino por la
interrupción de una mujer con un flujo de sangre. Notemos varios
aspectos sobre la mujer y lo que Jesús le dice, sin perder el hilo de
la historia principal:
1. La triste condición de la mujer. Durante doce años ella había pa-
decido de una enfermedad crónica. Cuando en la casa de Jairo hubo
alegría por al nacimiento de su hija, esta mujer fue visitada doloro-
samente con una enfermedad vergonzosa. Ella buscó la ayuda de
muchos doctores, pero nadie pudo ayudarla eficazmente. Había gas-
tado todo lo que tenía (Marcos 5:26). Iba de doctor en doctor, pero
todo era en vano. Nada le ayudó y le iba peor. ¡Durante muchos años
sus esperanzas fueron rotas una y otra vez! Mientras tanto, ella sufría
mucho y se ponía más débil.
2. La fe de la mujer. La mujer pobre y sufrida oyó hablar de Jesús y
un rayo de esperanza entró en su alma, ¡como nunca antes! Ella no
duda que Jesús pueda hacer lo que nadie fue capaz de hacer por ella
antes. Está segura de que Jesús tiene el poder para salvarla y busca
una oportunidad de ponerse en contacto con el Salvador. ¡Cuando
ella oye que Jesús está en la ciudad, hace uso de la ocasión! No to-
dos los que oyen a Jesús hacen eso.
Cuando una mujer tenga 3. La timidez de la mujer. Aunque ella cree, hay algo que le impide
flujo de sangre por muchos pedir ayuda a Jesús. Es la naturaleza de su enfermedad que le hace
días fuera del tiempo de su retroceder. Según la ley de Moisés, ella es inmunda (Levítico 15:25).
menstruación, o cuando Está obligada a mantenerse tan alejada como le sea posible. La ver-
tenga flujo de sangre más güenza ha cerrado su boca. Sin embargo, esta mujer pensaba que
allá de su menstruación, no era necesario hablar al Señor personalmente y decía dentro de
todo el tiempo de su sí: Si tocare solamente su manto, seré salva (Mateo 9:21). Por con-
flujo quedará impura siguiente, se mezcló con la muchedumbre y sin ser notada, se le
como en los días de su acercó [a Jesús] por detrás y tocó el borde de su manto (Lucas 8:44);
menstruación. es decir, las pequeñas franjas o cordones en los bordes del manto
Levítico 15:25 exterior. Según la costumbre mosaica, estas franjas servían como

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Nuevo Testamento

un recordatorio continuo de la ley de Moisés. Cristo guardó la ley en Referencias / Notas


todo. (Números 15:37-40; Deuteronomio 22:12).
4. La sanidad de la mujer. ¡Inmediatamente la mujer fue sanada! Lo Jehová habló a Moisés
que los doctores fueron incapaces de hacer en doce años, pasó aho- y le dijo: “Habla a los
ra en un momento. Pero, surge la pregunta: ¿qué la sanó? No fue hijos de Israel y diles que
tocar el manto lo que la sanó. Los vestidos de Jesús no poseían en sí se hagan unos flecos en
mismos el maravilloso poder curativo. Jesús mismo declaró que la los bordes de sus vestidos,
sanidad de ella no debía ser atribuida a los bordes, sino a su fe. por sus generaciones; y
pongan en cada fleco de
Por consiguiente, no debemos atribuir el acto de esta mujer a la los bordes un cordón de
creencia supersticiosa de que al tocar se recibe automáticamente azul. Llevaréis esos flecos
un poder mágico. Las personas que piensan que hay magia o poder para que cuando lo veáis
curativo en los cantos o en los amuletos, son supersticiosas. Enton- os acordéis de todos los
ces ¿por qué esta mujer pensaba que se iba a sanar si solo tocaba el mandamientos de Jehová.
borde del manto de Jesús? DaCosta, maestro judío de la Biblia, da un Así los pondréis por obra
ejemplo interesante sacado de una costumbre de la sinagoga. Cuan- y no seguiréis los apetitos
do llevaban el pergamino de la ley, cubierto con una tela con franjas de vuestro corazón y de
en los bordes, cada judío tocaba el borde de la tela para expresar que vuestros ojos, que han
también eso les pertenecía y que eran parte de aquello. Tocar era la hecho que os prostituyáis.
señal y evidencia visible de la fe de esta mujer. Así os acordaréis y
Hubo muchos que desearon dicho toque y todos ellos fueron sana- cumpliréis todos mis
dos por Jesús (Marcos 6:56; Lucas 6:19). Hay algo imperfecto en esta mandamientos, para que
evidencia de fe, pues según los pensamientos de la mujer, el toque seáis santos ante vuestro
era indispensable. Dios.”
Números 15:37-40
5. Las palabras del Salvador. Jesús sabe lo que está pasando. La es-
critura afirma que Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había
salido de él (Marcos 5:30). El poder no salió de su manto, sino de Te harás flecos en las
Jesús mismo. No debemos pensar que al ser tocado, Jesús perdió cuatro puntas del manto
poder. con que te cubras.
¡Cuántas de las personas que lo rodeaban lo habían tocado sin nin-
Deuteronomio 22:12
guna consecuencia! Si no hay fe, el estar presente en los contornos
inmediatos de Jesús, nada aprovecha. Jesús no sanó a esta mujer Y dondequiera que
inconscientemente, sino “a sabiendas y de buena gana” (Calvino). entraba, ya fuera en
Jesús responde a su fe, aunque ella no lo llamó verbalmente. Dándo- aldeas, en ciudades o en
se la vuelta, Jesús hace la pregunta: ¿Quién ha tocado mis vestidos? campos, ponían en las
No porque no supiera, sino porque quiere exponer a la mujer que calles a los que estaban
pensó que podría permanecer oculta, para que la alegría de ella sea enfermos y le rogaban que
todavía mayor. los dejara tocar siquiera
el borde de su manto; y
Cuando todos niegan haberlo tocado, Pedro y los otros discípulos, todos los que lo tocaban
que piensan que ha ocurrido un toque involuntario, confrontan al quedaban sanos.
Señor Jesús con la pregunta: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, Marcos 6:56
y dices: ¿Quién es el que me ha tocado? (Lucas 8:45). Pero Jesús per-
siste y mirando a la muchedumbre que lo rodea, busca a la mujer.
Cuando la mujer notó que no había quedado oculta, ya no se escondió Toda la gente procuraba
por más tiempo, sino que vino temblando, y postrándose a sus pies, le tocarlo, porque poder salía
declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo de él y sanaba a todos.
al instante había sido sanada (Lucas 8:47). Ella se rindió totalmente a Lucas 6:19
Jesús y le dijo toda la verdad (Marcos 5:33).
Es comprensible que ella estuviera asustada y emocionada. Pero no
tenía miedo de ser reprendida, aunque había tomado secretamente

| 203 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas lo que no le pertenecía. Ninguna palabra áspera es pronunciada por


el gran Salvador. Jesús le dice palabras amistosas y alentadoras: Ten
ánimo Hija (Mateo 9:22).
Este es el único suceso conocido en que Jesús habló a una mujer de
esta manera: tu fe te ha salvado. Ve en paz, y queda sana de tu azote.
Sé sana de la enfermedad que nunca más te molestará. (Lucas 8:48;
Marcos 5:34).

D. Jesús continúa su camino a la casa de Jairo


Nosotros regresamos ahora a Jairo. ¡Cuán dolorosa debe haber sido
para él la espera por esta segunda interrupción! Sin embargo, no fue
una pérdida de tiempo. Durante estos momentos, la fe y la esperanza
de Jairo recibieron un estímulo maravilloso por la sanidad increíble
de la mujer y por el testimonio del Salvador.
Jairo actuó sabiamente cuando fue a Jesús. Cristo es el verdadero mé-
dico. Jairo espera mucho de Jesús, porque en él hay ayuda en toda ne-
cesidad. Nuestras necesidades deben llevarnos al Salvador. Debemos
ver más allá de nuestras debilidades y no permitir que la timidez nos
detenga, de otra manera seremos dominados por el miedo. Cuéntele
libremente al Señor sus necesidades. No dude de su poder y gracia.
No tenga miedo de pedir su ayuda. ¡Él puede ayudar y sólo Él!

III. UN SALVADOR LLENO DE GRACIA


A. Jairo recibe la noticia de que su hija ha muerto
En respuesta a la súplica de Jairo, Jesús sale inmediatamente con él,
pero en el camino se da tiempo para conceder una gracia inestima-
ble a una mujer anónima que sufría de una enfermedad crónica.
¿Qué pasa ahora? Mientras Jesús está todavía hablando, Jairo recibe
la terrible noticia: Tu hija ha muerto (Marcos 5:35). Los miembros de
su casa piensan que ya no hay esperanza, por tanto es mejor no mo-
lestar al maestro porque todo ya es inútil.
Jesús oye esto, pero los ignora y no discute con ellos, sino que se
dirige a Jairo con maravillosas palabras de consuelo: No temas, cree
solamente. Jairo, tú estás luchando entre la esperanza y la duda. ¡No
te dejes vencer por el miedo, sigue confiando! Aunque seas probado
hasta lo sumo, no es verdad que sea el fin. ¡Mantén la fe y espera!
¡No retrocedas, porque tu fe será confirmada!
Estas palabras no se pronuncian en vano. Jairo no retrocede desilusio-
nado, sino que permanece con Jesús y le ruega que dé vida a su hija.
¡Su fe solamente se sustenta en la promesa de Cristo, y eso es suficien-
te para Jairo! ¡La muerte es poderosa, pero Jesús es más poderoso!

B. Jesús levanta a la niña de la muerte


Finalmente, Jesús y Jairo llegan a la casa del luto. Si Jesús hubiera
sido un simple humano, obrador de milagros, habría permitido que

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Nuevo Testamento

entren a la casa muchas personas. Pero lo es y ahora las personas Referencias / Notas
tienen que quedarse afuera. Jesús no realiza milagros para atraer la
atención. Ni siquiera a todos los discípulos les permite entrar. Con Así dice Jehová de los
él solo entran tres: Pedro, Santiago y Juan, los mismos que después ejércitos: “Sed sabios
también estuvieron con Jesús en el Monte de la transfiguración y en y haced venir a las
el jardín de Getsemaní. Solamente los padres y los tres discípulos plañideras; buscad a las
mencionados pueden entrar en la habitación donde está la niña. hábiles en su oficio”.
En la entrada de la casa se habían reunido muchas personas albo- ¡Que se den prisa y
rotadas que lloraban y lamentaban mucho (Marcos 5:38). Era una levanten llanto por
costumbre de ese tiempo contratar a mujeres plañideras para llorar nosotros! ¡Desháganse
(Jeremías 9:17-21) y cantar, acompañadas por flautas (Mateo 9:23; nuestros ojos en lágrimas,
Marcos 5:38). Jesús quiere que ellas detengan su lamento y les or- y nuestros párpados
dena que dejen de gemir porque la niña no está muerta, sino duerme destilen aguas!, porque
(Mateo 9:24). de Sión fue oída una voz
de lamentación: “¡Cómo
El Señor no negó que la niña había muerto de verdad, sino que su hemos sido destruidos!
expresión significaba que ella no estaba irrevocablemente bajo el do- En gran manera hemos
minio de la muerte. Porque para Jesús, la niña era como alguien que sido avergonzados, porque
estaba durmiendo (Juan 11:11). abandonamos la tierra,
Sin embargo, las personas no lo entendieron, y se burlaban de él porque han destruido
(Marcos 5:40). El llanto se vuelve burla, porque ellos solamente juz- nuestras moradas”. Oíd,
gan por la evidencia visible y no esperan nada de Jesús. Jesús no pues, mujeres, palabra de
pierde más tiempo con ellos y los echa afuera. Jehová; reciba vuestro oído
la palabra de su boca.
Después que las personas renuentes salieron, Jesús entra en el Enseñad lamentaciones a
cuarto donde la niña está acostada. La muerte ha entrado allí. ¿Qué vuestras hijas y un canto
hará Jesús? Él no pone sus manos sobre la niña, como Jairo le había fúnebre cada una a su
pedido. Él no toca su mano como hizo con la suegra de Pedro (Ma- amiga, porque la muerte
teo 8:15), sino que, él, tomándola de la mano, llama a la niña muerta: ha subido por nuestras
¡Muchacha, levántate! (Lucas 8:54). ventanas y ha entrado en
¡Una cosa maravillosa sucede! ¡El “rey de los terrores” es obligado a nuestros palacios, para
retirarse y la muchacha muerta viene a la vida! Y su espíritu volvió. Su exterminar a los niños en
pulso comenzó a latir, sus ojos vieron de nuevo, e inmediatamente se las calles, a los jóvenes en
levantó (Lucas 8:55) de su cama y caminó enseguida como prueba las plazas.
de que estaba totalmente viva (Marcos 5:42). Ella camina de un lado Jeremías 9:17-21
a otro y regresa a su estilo de vida usual como cualquier niña que
después de haber sido despertada, reanuda las actividades diarias
Dicho esto, agregó:
normales de una muchacha de doce años.
--Nuestro amigo Lázaro
Cristo no realizó este milagro usando el esfuerzo sobrehumano. ¡No! duerme, pero voy a
Jesús devolvió la vida a esta niña pronunciando dos palabras cordia- despertarlo. Juan 11:11
les en lenguaje arameo, el lenguaje común del pueblo: Talita cumi,
que significa, ¡niña, levántate! (Marcos 5:41). ¡Qué dulce manera de
ser despertada! Probablemente esta era la expresión común que la Entonces tocó su mano
madre usaba para despertar a su hija. ¡Jesús despierta a alguien de y la fiebre la dejó; ella
la muerte como nosotros despertamos a un durmiente! se levantó, y los servía.
Mateo 8:15

C. Jesús pide a los espectadores que no divulguen este milagro


¿Quién puede describir la alegría y el agradecimiento de estos pa-
dres grandemente privilegiados? ¡Cristo aligera la carga de los afligi-
dos y llena sus corazones y sus bocas de alabanza! Al principio, los

| 205 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas padres están en un estado de conmoción. Una vez sobrepuestos, se


olvidan de hacer lo que es mejor para su hija. El Señor Jesús, que
permaneció sereno, pidió algo que Marcos registra: y dijo que se le
diese de comer (Marcos 5:43).
Y Jesús les mandó que a nadie dijesen lo que había ocurrido (Lucas
8:56). ¿Por qué ellos no podían decir lo que había pasado, mientras
que la mujer sanada del flujo de sangre tuvo que reconocer pública-
mente su curación? Recuerde que los galileos eran muy apasiona-
dos y estuvieron tentados a proclamar a Jesús como su rey. Esta niña
debía ser protegida de la curiosidad del pueblo. Si la niña, un milagro
viviente, hubiera sido exhibida públicamente y los hechos de Jesús
hubieran sido ampliamente difundidos, los galileos habrían estallado
en frenesí e histeria. Esto hubiera dado una opinión equivocada de
la misión mesiánica de Cristo. Sin embargo, este asombroso milagro
no pudo ser mantenido en secreto por mucho tiempo y se difundió la
fama de esto por toda aquella tierra (Mateo 9:26).

D. La evidencia del poder de Jesús


Nosotros podemos aprender mucho de lo que pasó en la casa de
Jairo. La enfermedad es un llamado de Dios, pero también lo es la sa-
nidad. La sanidad debe influir en nuestros corazones. Por un tiempo,
la muerte tuvo que soltar a esta joven víctima. Más tarde, esta niña
debía morir de nuevo e ir por el camino de toda carne. ¡Esta historia,
sin embargo, es una evidencia visible de que Jesús es más fuerte
que la muerte! Él ha conquistado y ha derrotado a la muerte.
El que cree en el Hijo Nosotros necesitamos a Jesús como nuestro liberador sobre la
tiene vida eterna; pero el muerte. Él ha venido a soltar a los pecadores de la pena de muerte
que se niega a creer en el que merecen y para librarlos del castigo y del poder del pecado y sus
Hijo no verá la vida, sino consecuencias. Él es la resurrección y la vida. Los creyentes tienen
que la ira de Dios está que experimentar la muerte física, pero esta muerte ya no es una
sobre él. Juan 3:36 satisfacción por nuestros pecados, sino solo una abolición del peca-
do, y un pasaje a la vida eterna (Catecismo de Heidelberg, Pregunta
y Respuesta 42). Nosotros somos librados de la muerte espiritual y
Le dijo Jesús: --Yo soy la eterna porque Jesús, que es la vida, da vida a todo él que cree en Él
resurrección y la vida; el (Juan 3:36; 11:25, 26).
que cree en mí, aunque
esté muerto, vivirá. Y
todo aquel que vive y
cree en mí, no morirá
eternamente.
Juan 11:25, 26

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Nuevo Testamento

25
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS PREDICA EN NAZARET


Textos de referencia:
Mateo 13:53-58; Marcos 6:1-6; Lucas 4:16-30

Versículo para memorizar:


Él me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado
a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los
cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos.
Lucas 4:18

INTRODUCCIÓN
El evangelista Lucas nos da el tiempo y el lugar, el texto y el contex-
to, las impresiones y las consecuencias de la predicación de Jesús
en Nazaret. Es evidente que el punto principal es: ¿quién es Jesús?
Jesús se manifestó a sí mismo “revelándonos totalmente el conse-
jo y voluntad secretos de Dios concernientes a nuestra redención”
(Catecismo de Heidelberg, Pregunta y Respuesta 31). Nosotros ne-
cesitamos a Cristo como nuestro Profeta para que con su espíritu
ilumine nuestro entendimiento oscurecido por el pecado, y podamos
aprender el verdadero conocimiento de Dios y de la salvación.
Los escritores del evangelio también describen la actitud de los
oyentes de Jesús. Mateo y Marcos no descubren el contenido del
sermón, sino que dan una descripción detallada de la conducta de
los ciudadanos de Nazaret. También aquí, en Galilea, el público en
general está lentamente alejándose de Jesús. Esta actitud generali-
zada empieza en el pueblo de su niñez.
Aunque de los textos bíblicos mencionados arriba se podría pensar
que se trata de dos visitas separadas que muestran similitudes sor-
prendentes, se debe tomar los dos relatos juntos como un antece-
dente que explica el rechazo de los ciudadanos de Nazaret hacia
Jesús. Esto solamente indica el sufrimiento profundo del Salvador.
Él no fue rechazado por extraños, sino por personas que durante
muchos años fueron sus conciudadanos.
Estudiaremos los siguientes eventos:

| 207 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas I. Jesús va a la sinagoga en el día de reposo


II. Jesús anuncia que la profecía ha sido cumplida
III. Jesús es rechazado por su propia ciudad

I. JESÚS VA A LA SINAGOGA EN EL DÍA DE REPOSO


A. Jesús va a Nazaret
Dejando Nazaret, fue y Después del encarcelamiento de Juan el Bautista, Jesús fue a la parte
habitó en Capernaúm, norte del país y llegó a Nazaret. Pero no se quedó allí, sino que habitó
ciudad marítima, en la en Capernaum, la que se convirtió en su ciudad (Mateo 4:13; 9:1). La
región de Zabulón y de posición geográfica de Capernaum ofrecía muchas ventajas por sus
Neptalí. Mateo 4:13 actividades en el área circundante. La ciudad estaba localizada en el
lago de Genesaret y por vía marítima se podía acceder fácilmente a
muchos lugares en el país Transjordano. Además, la ciudad estaba
Entonces, entrando Jesús localizada cerca de una importante ruta de comunicación, la cual iba
en la barca, pasó al otro desde Damasco hasta el Mar Mediterráneo. Nosotros leemos que
lado y vino a su ciudad. desde aquí recorrió Jesús toda Galilea (Mateo 4:23; Marcos 1:28).
Mateo 9:1
En uno de sus viajes, Jesús vino a Nazaret. La mayor parte de su vida
terrenal la había pasado en esta pequeña ciudad. Después que José
Recorría Jesús toda y María regresaron de Egipto, el niño Jesús fue traído a este pueblo
Galilea, enseñando en apartado. Aquí, pasó su niñez y juventud hasta que alcanzó la adul-
las sinagogas de ellos, tez completa.
predicando el evangelio Aunque Jesús se había mudado a otra parte, no se olvidó de la ciu-
del Reino y sanando dad de su juventud. Él llegó a Nazaret, no para visitar a los miembros
toda enfermedad y toda de la familia, sino para hacer su trabajo. Y le seguían sus discípulos
dolencia en el pueblo. (Marcos 6:1). Todos le recuerdan en Nazaret. ¡Desde que empezó su
Mateo 4:23 ministerio público en Israel han oído hablar mucho de él! Donde-
quiera que Jesús iba, era aclamado y honrado (Lucas 4:14, 15).
Muy pronto se difundió
su fama por toda la B. Jesús va a la sinagoga
provincia alrededor de
Galilea. Marcos 1:28 En el día de reposo Jesús va con el pueblo a la sinagoga. La sinagoga
es el centro de la ciudad judía y de la vida del pueblo. Aquí las per-
sonas se reúnen para aprender la ley. La palabra sinagoga significa
Jesús volvió en el poder literalmente lugar de asamblea, pero también se usaba para denotar
del Espíritu a Galilea, y el lugar de reunión. Estas edificantes reuniones se realizaban en el
se difundió su fama por día de reposo, en los días festivos y también durante la semana. Den-
toda la tierra de alrededor. tro del edificio y mirando hacia Jerusalén, las personas se paraban
Enseñaba en las sinagogas juntas para ofrecer oraciones, cantar salmos y escuchar la lectura de
de ellos y era glorificado porciones de la ley, los profetas y otros libros del Antiguo Testamen-
por todos. Lucas 4:14, 15 to, todo lo cual era explicado después e interpretado de una manera
menos formal.
El principal centro de adoración era el templo en la ciudad santa,
pero debido a la distancia, la mayoría de los israelitas no podían asis-
tir. Por tanto, después de que los israelitas retornaron del exilio, una
o más sinagogas fueron abiertas gradualmente en cada ciudad y en
cada pueblo. La decoración de estos edificios no era tan hermosa
como la del templo, sino que era muy simple. Según los archivos
rabínicos, Jerusalén tenía más de 450 lugares de asamblea.

| 208 |
Nuevo Testamento

Durante muchos años, Jesús había asistido a las reuniones semana- Referencias / Notas
les de la congregación en esta sinagoga muy conocida de Nazaret.
Él fue allí conforme a su costumbre, en este día de reposo, porque
Jesús guardaba el día del Señor según la ley. Él no era un profanador
del día de reposo. Él asistía a la asamblea, no simplemente por tradi-
ción, sino por hábito. Para Jesús, el cumplimiento de este deber no
se había vuelto una rutina monótona. ¡Al contrario! Él había hecho
de este deber un hábito, porque su deseo salía de la Palabra de Dios
y deseaba tener compañerismo con el pueblo de Dios.
Hay muchos que asisten a los cultos públicos de adoración sola-
mente por obligación, sin tener un deseo real en el corazón. Tales
deberes religiosos, fríos, superficiales y externos, no glorifican a Dios
y no bendicen el alma.
Más lamentable es aún lo que hacen un número mucho mayor de
personas que tienen otra costumbre: la de no asistir a los servicios
de adoración. Ellos se quedan en sus casas, hacen visitas, toman
parte en actividades recreativas o se unen a las multitudes en los
estadios y teatros, van a fiestas o se comprometen en toda clase de
actividades festivas, profanando el bendito día de Dios.
Hacer esto es una acción vergonzosa y un gran pecado. La costum-
bre de Jesús era diferente y mejor. Él es un ejemplo para los adultos
y los niños.

II. JESÚS ANUNCIA QUE LA PROFECÍA HA SIDO CUMPLIDA


A. Jesús lee la Escritura en la sinagoga
En muchas ocasiones anteriores, Jesús había estado presente en la El espíritu de Jehová,
sinagoga de Nazaret para escuchar. Esta vez, él se puso de pie para el Señor, está sobre mí,
leer. Subió a la plataforma que tenía una silla con un escritorio para porque me ha ungido
el lector. Detrás de él estaba el arca, que contenía los pergaminos de Jehová. Me ha enviado a
la Escritura. predicar buenas noticias a
Y se le dio el libro del profeta Isaías. Nosotros tenemos que pensar en los pobres, a vendar a los
un rollo de pergamino, enrollado en una vara de madera, similar en
quebrantados de corazón,
apariencia a un póster enrollado. En esa época no se conocían los
a publicar libertad a los
cautivos y a los prisioneros
libros tal como son ahora. El Salvador desenrolló el pergamino y,
apertura de la cárcel; a
ciertamente, no al azar halló el lugar que nosotros conocemos como
proclamar el año de la
Isaías 61, versículos 1 y 2. Jesús leyó estos versículos maravillosos.
buena voluntad de Jehová
Es importante señalar que la selección del texto para la lectura no
y el día de la venganza del
fue de ninguna manera caprichosa. La costumbre de la lectura de
Dios nuestro; a consolar a
las Escrituras en las sinagogas seguía un orden determinado.
todos los que están de luto.
De modo que los oyentes tenían la lectura y explicación de forma Isaías 61:1-2
ordenada y secuencial, libro por libro. De modo que cuando Jesús
lee, el pasaje que correspondía lo señalaba a él mismo como el cum-
plimiento de la profecía. Para que abras los ojos de
los ciegos, para que saques
Una comparación con el texto del Antiguo Testamento indica que de la cárcel a los presos y
Lucas, en su evangelio, cita la profecía en forma libre, omitiendo y de casas de prisión a los
modificando cosas, de tal forma que no cita literalmente la Septua- que moran en tinieblas.
ginta, traducción griega del Antiguo Testamento. Lucas añade tam- Isaías 42:7
bién una parte de Isaías 42:7.

| 209 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Después que el Señor Jesús leyó las palabras proféticas de Isaías en
relación con el Mesías, se sentó para empezar su sermón. Lucas no
da el contenido del sermón, solamente nos da la introducción de la
que nosotros podemos inferir el contenido total. Y comenzó a decir-
les: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.

B. Jesús declara que él es el Libertador de la profecía


Aunque todo el Antiguo Testamento apunta a Jesús, es indudable que
esta profecía era especialmente significativa para el momento parti-
cular del ministerio de Jesús. En esta profecía, de una manera muy
tierna, el profeta presenta el trabajo dulce del Mesías y lo describe
atractivamente como el ayudador de los necesitados. Al explicar este
pasaje, el Señor Jesús dirige inmediatamente la atención de los oyen-
tes al maravilloso y significativo propósito. Jesús se aplica la profecía
a sí mismo y les dice a los ciudadanos de Nazaret: ustedes ahora es-
cuchan con sus propios oídos, que hoy está ocurriendo lo que siglos
antes había sido profetizado de mí en este texto. Yo estoy ungido con
el Espíritu Santo. El Señor me ha enviado a ejecutar su tarea gloriosa:
A predicar el año agradable del Señor, que es el año del jubileo.
El maravilloso año del jubileo del Antiguo Testamento era una sombra
y ejemplo de lo que estaba por venir (vea Levítico 25). El año del jubileo
era inaugurado con el sonido de las trompetas y anunciaba que la
herencia ancestral sería devuelta a los israelitas empobrecidos que la
habían perdido. Se liberaba a los israelitas que vivían como esclavos.
El año del jubileo apuntaba a la restauración del reino de Dios, quitaba
las ataduras del pecado y concedía la libertad verdadera.
Todo esto ha sido cumplido completamente en Cristo. Él no sólo es
el heraldo, sino también el ejecutor de esta gran salvación. ¡Jesús es
nuestra paz! Él trae buenas nuevas; no al orgulloso, sino al humilde;
no para los que son ricos y tienen todo, sino para los pobres en es-
píritu; no para las personas autosuficientes y egoístas, sino para los
oprimidos, los quebrantados de corazón y los cautivos.
Así que, ninguno se gloríe Esta profecía se cumple todos los días. Con los tesoros espirituales,
en los hombres, porque Cristo hace al pobre, increíblemente rico. Todo es vuestro, se apli-
todo es vuestro. ca a todos los que creen en Él (1 Corintos 3:21). Jesús liberta a los
1 Corintios 3:21 prisioneros. ¿Cuál es la carga más pesada de ellos? ¡La carga del
pecado! Jesús libera a los pecadores de cadenas más pesadas que
las cadenas de la esclavitud. Por el poder de su Espíritu Santo, Cristo
rompe las ataduras de la injusticia. Salva a los que no pueden ver su
condición pecadora porque están espiritualmente ciegos, con una
ceguera que es mayor que la ceguera física, y les da la “vista” para
que lo miren como el Salvador.

III. JESÚS ES RECHAZADO POR SU PROPIA CIUDAD


A. Las personas de Nazaret no creen en la revelación de Jesús
¿Creen realmente los oyentes que las palabras de Isaías se están
cumpliendo en Jesús? ¡Qué terrible, no lo creen! Con interés los ojos
de todos en la sinagoga estaban fijos en él. Hay una gran expectativa.

| 210 |
Nuevo Testamento

Los oyentes saben que durante muchos años Jesús vivió entre ellos Referencias / Notas
y que nunca hizo nada malo. Su interés es intenso y no hay ningún
soñoliento en la sinagoga. Completamente fascinados, escuchan a
Jesús hasta el final de su discurso. Cuando Jesús termina, no dudan
en declarar que es un maestro dotado, que habla bien. Y todos da-
ban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de
gracia que salían de su boca. Los oyentes calificaron como palabras
de gracia al contenido del sermón de Jesús. Ellos se emocionaron y
estaban impresionados de lo que escucharon, y comprendieron que
era muy significativo.
Por tanto, podríamos concluir que este servicio estaba siendo rica-
mente bendecido. ¡Aquí está el predicador perfecto, él presenta un
hermoso sermón y con gracia, tanto en forma y contenido, y hay una
congregación que escucha sin respirar! Sin embargo ¡no hay fru-
tos espirituales! ¿Por qué? Podemos deducir la respuesta, si obser-
vamos la pregunta que la audiencia formula: ¿No es este el hijo de
José? Esta pregunta expresa sus sentimientos. Mateo y Marcos dan
una descripción más detallada y la situación se aclara todavía más
cuando se dice de que ellos que están llenos de ira, y que están dis-
gustados con Jesús. Ellos se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene
este esta sabiduría y estos milagros? ¿No es este el hijo del carpintero?
¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón
y Judas? ¿No están todas sus hermanas con nosotros? (Mateo 13:54-
56; Marcos 6:2-3).
Estas palabras despejan cualquier duda que podríamos tener. Estas
personas están terriblemente prejuiciadas. Conocen bien a Jesús y a
su familia, porque están bien informados sobre los detalles. Esto es
razón suficiente para que no crean en él. Ellos no pueden encontrar
ninguna falta en lo que Jesús dice, pero no pueden aceptarlo porque
Jesús es un hombre con un trasfondo común, ordinario. No pueden
negar que Jesús tenga sabiduría y poder, pero esto no es lo suficien-
temente convincente para reconocer la posición divina de Jesús.
Sin embargo, el trasfondo humilde debería haber sido la mayor razón
para que ellos crean en Él. ¿Cómo podría Jesús hablar y actuar como
lo hace si no fuera el Mesías? El conocimiento que ellos tienen de su
familia se vuelve un impedimento y un obstáculo. No pueden aceptar
el hecho de que Jesús, que fue criado en su medio, ahora se encuen-
tre en una posición más alta que ellos. La pregunta que les interesa
más que nada es: ¿De dónde obtiene Jesús esta sabiduría? Él no fue
educado por los escribas ni asistió a las escuelas de los rabinos. Tie-
ne muchos dones y puede hablar bien, pero ciertamente no puede
ser el Mesías; porque el Mesías no sería un carpintero y Jesús lo era.
Así es como ellos empequeñecieron a Jesús.
Este concepto erróneo de la identidad de Jesús, también es parte
del sufrimiento del redentor. Él vino a los suyos y los suyos no lo re-
cibieron (Juan 1:11). Los suyos no lo desean como su Salvador para
librarlos del pecado. No se sienten pobres y ciegos. Ninguna de es-
tas personas en la sinagoga clama: ¡Señor, ayúdame! Ninguna le ex-
tiende la mano a Jesús para ser salva. No son personas sin religión;
al contrario, guardan el día de reposo, asisten a la sinagoga y no se

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas olvidan de adorar. Pero pierden la cosa más importante. Estas perso-
nas escuchan y les gusta lo que escuchan, pero no lo reciben en sus
corazones. Sienten que es imposible aceptar esto. Tales actitudes
pueden ir juntas.
Ellos rechazan a Jesús porque les falta fe. Hay un gran abismo entre
ellos y la mujer samaritana que preguntó: ¿No será este el Cristo?
(Juan 4:29). Las personas en la sinagoga preguntan indignadamen-
te: ¿No es este el hijo de José? ¡En la ciudad extranjera de los sama-
ritanos muchos creyeron, pero las personas de su propia ciudad no
creen en Él!
Marcos declara expresamente que Jesús estaba asombrado de la in-
credulidad de ellos. Esta es una de las dos veces en que las Escrituras
mencionan que Jesús estaba asombrado. Las personas estaban ma-
ravilladas de las palabras de gracia que Jesús había dicho, mientras
que Jesús estaba sorprendido de su incredulidad. Ellos no tenían
ninguna razón para ser tan incrédulos. Jesús les reveló que era el
redentor, pero ellos no lo quisieron. De verdad ¡quién puede com-
prender el sarcasmo y la insensatez de los incrédulos!
¿Lleva la proclamación del evangelio frutos reales de salvación en
nuestras vidas? ¿Vamos en fe, al Señor Jesús? ¿Permanecen en los
lazos de Satanás, los que no creen en Jesús? Estas son algunas de
las preguntas en las que debemos reflexionar.

B. Jesús conoce el corazón del hombre


Muchas veces, cuando somos confrontados con nuestro estado de-
lante de Dios, en nuestros corazones surgen excusas de todo tipo y
se anula la buena influencia de la Palabra. Así ocurrió con los ciu-
dadanos de Nazaret, aunque ellos no lo expresaron en voz alta a Je-
sús. Él es quien conoce los corazones, lee y conoce nuestros pensa-
mientos internos. Esto se hace evidente cuando, después de haber
permanecido callado durante algún tiempo, Jesús empieza a hablar.
Les dijo: Sin duda me diréis este refrán: Médico, cúrate a ti mismo; de
tantas cosas que hemos oído que se han hecho en Capernaum, haz
también aquí en tu tierra (Lucas 4:23).
Los ciudadanos de Nazaret no aceptan la revelación que Jesús les
hace sobre sí mismo, pero si quieren que Jesús haga algo especta-
cular. Ellos estaban defraudados porque Jesús no había hecho nada
en Nazaret. No les importaba que Jesús les haya servido. Ellos quie-
ren que él ponga su ciudad, de la cual nadie tiene ninguna expecta-
tiva, en conocimiento y boca de todos. Quieren compartir su gloria.
Han oído que Jesús puede realizar milagros asombrosos. ¿Por qué
no hace milagros entre ellos? ¡Él debería haber empezado con ellos!
¡Después de todo, ellos son más cercanos a Jesús que los ciudada-
nos de Capernaum! En esa ciudad extranjera Jesús había realizado
numerosos milagros: en la sinagoga, echó a un espíritu malo, sanó
a la suegra de Pedro, a un paralítico, al hijo de un noble, al siervo de
un centurión, a una mujer con hemorragia, resucitó a la hija de Jairo.
¿Por qué Jesús no pensó primero en su propia ciudad? Están irrita-
dos y ofendidos ¡Ellos querían obtener los primeros derechos!

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Nuevo Testamento

¿Estaba Cristo preparado para satisfacer estos deseos, que se pusieron Referencias / Notas
en evidencia por los comentarios venenosos? No. ¿Por qué no? Porque
Él no se presentará a sí mismo como un Mesías al gusto de ellos. Él no
se acomoda a los deseos y elecciones de las personas, al contrario, las
personas deben someterse a la Palabra profética de Dios.
Jesús no fue a ganarse el favor de los ciudadanos de Nazaret, como
un obrador de milagros que realiza maravillas. Cuando ellos rehúsan
reconocerlo como el Mesías porque es “el hijo del carpintero”, Jesús
recurre a la historia del pueblo de Israel para demostrarles cómo sus
antepasados fueron excluidos de obtener la bendición del Señor de-
bido a la incredulidad. Con este propósito, Jesús da dos ejemplos to-
mados de la historia de los antepasados israelitas. Él les recuerda los
días de Elías, cuando había muchas viudas... en Israel, sin embargo,
solamente una viuda extranjera recibió ayuda durante una terrible
hambre. Durante los días de Elías, cuando había muchos leprosos en
Israel, sólo Naamán el sirio, un extranjero, fue sanado por el profeta
(1 Reyes 17:8ss; 2 Reyes 5).
El propósito de Jesús es que las personas de Nazaret se den cuenta
que en los tiempos antiguos, debido a la incredulidad de los antepa-
sados, los extranjeros recibieron más beneficios del profeta. Durante
el tiempo de Elías y Eliseo había fe fuera de Israel, pero muy poca
dentro de Israel. El pasado es un espejo para ver la condición presen-
te de Nazaret. Con indignación y urgencia, el Señor Jesús les recuer-
da que el antiguo proverbio: De cierto os digo que ningún profeta es
bien recibido en su propia tierra, también se aplica a ellos.
Honrado por otros, Jesús no fue aceptado en su propia ciudad, entre Ni aun sus hermanos
sus parientes, y en su casa (Marcos 6:4). Su propio pueblo no saca creían en él. Juan 7:5
provecho de Él. Esto implicaba que en este momento sus hermanos
tampoco le creían (Juan 7:5). Pero más tarde sí lo hicieron (Hechos
1:14). Al hacer esta aplicación, Cristo explica que ellos no deberían Todos estos perseveraban
estar sorprendidos de que él no les revele su poder milagroso. Ellos unánimes en oración y
tienen una mente terrenal e incrédula. El problema está en ellos. En ruego, con las mujeres, y
Nazaret, Jesús no hizo muchos milagros, a causa de la incredulidad de con María la madre de
ellos (Mateo 13:58; Marcos 6:4, 5), no porque le faltara poder, sino por- Jesús, y con sus hermanos.
que él no ejerce este poder con los que son renuentes e incrédulos. Hechos 1:14
La gracia de Dios revelada en la salvación de los pecadores es irre-
sistible. Es capaz de renovar un corazón lleno de enemistad y hacer
de un corazón obstinado, uno dispuesto.
En Nazaret, fueron pocos los enfermos que recibieron sanidad. La Y dondequiera que
mayoría no llevaron a los necesitados a Cristo, debido a su increduli- entraba, ya fuera en
dad. Cuan diferente era la gente de otros pueblos, ciudades, y áreas aldeas, en ciudades o en
rurales, donde se agolpaban alrededor de Jesús y ponían a los enfer- campos, ponían en las
mos en las calles, rogándole su ayuda (Marcos 6:56). calles a los que estaban
enfermos y le rogaban que
los dejara tocar siquiera
C. Nazaret rechaza al Mesías el borde de su manto; y
Pero la reunión en la sinagoga que empezó con tanta expectativa todos los que lo tocaban
tuvo un triste final. Las palabras de Jesús fueron una ofensa para el quedaban sanos.
orgullo de los ciudadanos. Las miradas de admiración y alabanza se Marcos 6:56

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas cambiaron ahora a gritos de enojo y rabia. Al principio, ellos daban
buen testimonio de él (Lucas 4:22); es decir, reconocían su testimo-
nio. Pero al final se llenaron de ira. Los ciudadanos de Nazaret no
pueden soportar esto.
Oyendo estas cosas, Estas personas no podían oír la verdad. Prefirieron perderse para
se enfurecían en sus siempre que humillarse ante la verdad. Una reacción similar ocurrió
corazones y crujían los con Esteban (Hechos 7:54) y con Pablo (Hechos 22:22-23). La ira in-
dientes contra él. controlable es a menudo una señal de estar equivocado y no querer
Hechos 7:54 reconocerlo.
La incredulidad fácilmente lleva a la intolerancia. Esto lo vemos en
Nazaret, que se vuelve enemiga del Señor Jesús. Un alboroto se des-
Lo oyeron hasta esta
ata, las personas se levantan furiosas, sacan a Jesús de su silla, lo
palabra; entonces alzaron
arrojan de la sinagoga, fuera de la ciudad y lo llevan hasta la cumbre
la voz, diciendo: --¡Quita
de la tierra a tal hombre, del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos.
porque no conviene El pueblo de Nazaret estaba edificado sobre el lado inclinado de una
que viva! Y como ellos montaña. Cercano se hallaba un precipicio, un banco rocoso empi-
gritaban, arrojaban sus nado, de aproximadamente cincuenta pies de alto. Desde este punto
ropas y lanzaban polvo al ellos quisieron arrojar a Jesús. ¡Qué horror! ¡Esta era la primera vez
aire. Hechos 22:22-23 en Galilea que las personas daban salida a su furia, intentando ase-
sinar a Jesús! ¡Y ocurre precisamente en Nazaret!

Cuando les dijo: “Yo soy”, Sin embargo, las personas no podrán empujarlo por el precipicio. Je-
retrocedieron y cayeron a sús no desaparece súbitamente de la vista de ellos, sino que controla
tierra. Juan 18:6 la maldad de estas personas y frustra el plan vergonzoso que tenían.
Una situación similar ocurrió a la entrada del jardín de Getsemaní,
cuando la compañía de soldados y alguaciles de los principales sa-
cerdotes y de los fariseos retrocedieron y cayeron a tierra (Juan 18:6).
También aquí los enemigos de Jesús sintieron su impotencia cuando
tuvieron que abrir paso a Jesús y él pasó por en medio de ellos, y se
fue (Lucas 4:30). Jesús escapó de la muchedumbre que se agolpaba.
Su “hora” no había llegado todavía. No era en Nazaret, sino en Jeru-
salén, donde había de morir. De esta forma inesperada, los ciudada-
nos de Nazaret recibieron una clara señal de su poder divino.

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Nuevo Testamento

26
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

LA MUERTE DE JUAN EL BAUTISTA


Textos de referencia:
Mateo 14:1-12; Marcos 6:14-29; Lucas 3:19,20; 9:7-9

Versículo para memorizar:


El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que
le envió. Juan 13:16

INTRODUCCIÓN
Cuando una persona muere, con frecuencia queremos saber cómo
fue su muerte. Nos interesamos por saber cómo fueron los últimos
momentos de su vida y cuáles fueron sus últimas palabras. Las Es-
crituras normalmente no satisfacen nuestra curiosidad con respecto
al fin de las personas que ocuparon un lugar importante en la his-
toria del reino de Dios. Un velo cubre la muerte de la mayoría de los
profetas y apóstoles.
La muerte de Juan el Bautista es una excepción. La Biblia nos da
muchos detalles sobre el nacimiento y muerte de este siervo del Se-
ñor. Las páginas que describen su muerte relatan eventos tristes y
oscuros. Sin embargo, estos hechos están llenos de instrucción, y
los estudiantes mayores deben ser capaces de asimilar algunas de
las cosas mencionadas en esta lección.
Nosotros consideraremos los siguientes puntos:
I. El pecado es castigado
II. La conciencia es tocada
III. La venganza es tomada
IV. El consejo de Dios se cumple

I. EL PECADO ES CASTIGADO
A. Juan el Bautista es valiente
Es útil empezar revisando un poco de la historia de Juan el Bautista,
antes de describir el final de su vida. Juan el Bautista trajo un men-

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas saje de arrepentimiento, descubrió el pecado y puso el cuchillo en la


herida, declarando que el arrepentimiento sincero era necesario para
todos. Él era de verdad un gran profeta ante los ojos del pueblo.
A menudo, las personas no dudan en criticar a alguien que es in-
ferior, pero cuando se trata de alguien famoso, importante, rico y
poderoso, las personas se abstienen de hacerlo. ¿Es así como Juan
actúa?, o ¿se atreve a confrontar al hombre que según el poder terre-
nal, está muy por encima de él? ¡No, Juan no teme ni siquiera al rey!
Él es de hecho un profeta en el espíritu y poder de Elías. Esto es muy
evidente en su actitud hacia Herodes.

B. Juan confronta a Herodes con su pecado


Con mucha valentía Juan ataca los pecados del rey inicuo. Con suma
agudeza, reprueba a este monarca de corazón inconstante por todas
las maldades que Herodes había hecho (Lucas 3:19), que eran mu-
chas. Herodes era un hombre mezquino, cruel, astuto, perverso y
vano, que aplastaba a cualquiera que se opusiera a su relación adúl-
tera, escandalosa y pública con Herodías, esposa de su hermano.
Herodes Antipas era hijo de Herodes el Grande, edomita, el que fue
capaz de obtener de los romanos la autoridad sobre Israel y había
cometido el crimen terrible de infanticidio en Belén.
Herodes Antipas era un tetrarca, es decir, el gobernador de una cuar-
ta parte del territorio que cubría el Israel de la época. Después de la
muerte de su padre, él controlaba este cuarto del territorio del reino
que consistía de Galilea y Perea, dos territorios adyacentes. Perea,
localizada en el área que la Escritura llama “más allá del Jordán,”
debía ser protegida de los ataques repetidos de los árabes. Para ese
fin fue construida una fortaleza en la parte sur más lejana. La gente
común y en la corte de Herodes se refería al tetrarca como el rey.
En Damasco, el Herodes Antipas estaba casado con una hija de Aretas, un rey árabe
gobernador de la provincia nabotiano, cuyo nombre es mencionado por Pablo (2 Corintios 11:32).
del rey Aretas puso Durante una estancia en Roma, Herodes empezó una relación ilícita
guardias en la ciudad con Herodías, que era nieta de Herodes el Grande y esposa de uno
de los damascenos para de sus hijos de nombre Felipe, un medio hermano de Herodes An-
apresarme. tipas, que había sido privado de los derechos civiles por su padre y
2 Corintios 11:32 vivía como un ciudadano ordinario en Roma. Esta mujer, inmoral y
codiciosa, que deseaba el título real propio de la esposa de Herodes,
abandonó a su marido para cometer adulterio con su cuñado, He-
rodes Antipas, y fue a vivir con él. Por causa de ella, este sacó a su
esposa legítima del palacio. El rey Aretas, su suegro, ofendido, hizo
guerra contra él. La consecuencia fue infortunada para Herodes y
después fue desterrado por el emperador romano. Herodías lo siguió
voluntariamente al destierro.
Pero Juan no perdona a estas personas malvadas. Juan no cubre
nada, sino que confronta la maldad; no solamente una vez, sino que
repetida y continuamente acusa al rey en su cara: no te es lícito tener-
la (Mateo 14:4; Marcos 6:18). Notemos el interesante contraste: un
hombre vestido con pelo de camello viene a la corte del imponente

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Nuevo Testamento

palacio. Comparemos a Juan con Elías, Herodes con Acab, y Hero- Referencias / Notas
días con Jezabel (1 Reyes 17).

C. El pecado es reprobado
Juan el Bautista nos enseña lo que significa ser fiel. Él es un modelo
distinguido y ejemplar a seguir. Los burladores, blasfemos, ladrones,
mentirosos y otros, deben ser reprobados de palabra o de hecho.
Nosotros no podemos tolerar pasivamente el pecado en otros.
Es más fácil dejar que las cosas sigan, pero tenemos una obligación.
Al Señor le complace bendecir a quien amonesta en forma simple y
seria a los que beben en exceso o a los blasfemos.

II. LA CONCIENCIA ES TOCADA


A. Juan es encarcelado
El ejemplo de Juan no atrae a los que buscan su propio bienestar
y quieren estar solos. No es verdad que los buenos son recompen-
sados aquí en la tierra, como algunas historias de niños enseñan.
Juan, debido a su intrépido testimonio, llegó a ser un mártir. Porque
él reprende al rey, el rey ahora lo reprende.
¡Cuánto sufrió Juan por ser fiel a su llamado! Herodes, encolerizado
por su reproche, en lugar de alejarse del mal le había encadenado y
metido en la cárcel (Mateo 14:3). ¡Qué tormento para Juan! El hombre
que se había movido libremente en los espacios abiertos y amplios
del desierto, ahora debía pasar todos los días dentro de una estrecha
celda de la fortaleza en Macaeros.
Herodes era un individuo licencioso, pero tenía poder para destruir Al oír Juan en la cárcel
al gigante espiritual. Previamente, Juan había predicado a gran- los hechos de Cristo, le
des muchedumbres que venían a oírlo. Ahora él estaba alejado envió dos de sus discípulos.
del mundo. Atado con cadenas durante semanas y meses, Juan Mateo 11:2
fue obligado a estar inactivo. Después, parece que le permitieron
recibir visitas de sus discípulos (Mateo 11:2). Eso le dio algún ali-
vio, pero no por mucho tiempo. Herodías no descansó hasta que lo
mató (Mateo 14:3-5).

B. Herodes es tocado interiormente


Juan no fue condenado a muerte enseguida. ¿Por qué no? Porque
Herodes tenía miedo. Temía al pueblo, porque tenían a Juan por pro-
feta. Herodes no quería poner al pueblo en su contra y por tanto de-
bía tener cuidado de lo que iba a hacer con Juan.
Había también otra razón. Herodes podía tener el poder terrenal, pero
Juan tenía el poder espiritual. Herodes temía a Juan, sabiendo que
era varón justo y santo (Marcos 6:20). Él sabía que Juan era una per-
sona noble, intachable en su caminar y en sus acciones, y temerosa
de Dios. Las palabras y la vida de Juan eran una acusación viviente
contra la impiedad de Herodes.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Nosotros vemos aquí a un rey que ocupa un trono, pero que tiene
miedo de un profeta indefenso en la prisión. ¡Vea el poder de la ver-
dad y la conciencia! El llamado de Juan al arrepentimiento no es
totalmente en vano. Aunque Herodes no deja sus pecados, su con-
ciencia está viva. No puede negar que Juan tiene razón. En cierto
sentido Herodes siente que Juan es su superior. El Bautista ejerce
un poder espiritual sobre Herodes.
Herodes no podía librarse de las acusaciones de Juan y repetidamen-
te lo llamaba y le escuchaba de buena gana (Marcos 6:20). Frecuente-
mente Herodes ponía atención a lo que Juan le decía, e incluso hizo
muchas cosas debido a él --según otra traducción del texto. Herodes
se avergonzaba mucho cuando escuchaba a Juan. Tenía un conflicto
interior, pero no dejaba su pecado. Durante algún tiempo Herodes
logró frustrar los planes de Herodías para matar a Juan. ¿Quién será
el más fuerte: Herodes o Juan?

C. Herodes no rompe con el pecado


En la Escritura encontramos muchos ejemplos sobre estas reacciones
y el poder de la conciencia. Hay muchas personas que se impactan
con la verdad, pero continúan viviendo en pecado. Así sucede con He-
rodes. Este monarca inconstante tiene a veces buenos impulsos, pero
nunca viene a la conversión verdadera. En sus mejores momentos, él
no se cierra completamente a la verdad, pero permanece atrapado en
las garras del diablo. El poder del pecado es muy fuerte.
¡Cuántas personas hay que cuando el Señor les demanda que pon-
gan a un lado sus pecados “íntimos”, fallan en hacerlo, aunque la voz
de su corazón les dice: tienes que hacerlo! La demanda de desechar
toda injusticia es demasiado pesada y estas personas permanecen
en sus pecados. No pueden escapar de las ataduras del pecado. Su
conciencia es débil y aunque esta les advierte y les acusa, no los ex-
pía ni los renueva. La conciencia es su juez y no los libera.

III. LA VENGANZA ES TOMADA


A. Herodías está determinada a tomar venganza
Ningún rastro de una conciencia perturbada puede ser detectado
en Herodías. Al contrario, mientras más consciente está de las jus-
tas acusaciones de Juan, más intenso es su odio al hombre que la
reprende. Ella no está atemorizada de este imponente hombre de
Dios, ni de su predicación, sino que está llena de odio. El odio es
homicidio y su alma negra hace planes para asesinar a Juan. Ella
quiere aferrarse a su pecado y como el Bautista es un estorbo en
su camino pecaminoso, debe ser eliminado. Así que, sin ningún es-
crúpulo, Herodías planea el asesinato de este hombre inocente. Ella
está obsesionada con un pensamiento: ¿Cómo me puedo librar de
Juan? Como un animal salvaje que acecha para agarrar a su presa,
así Herodías deseaba matarle (Marcos 6:19). El temor también puede
haber sido un motivo, ya que la predicación incesante de Juan podría
influir en Herodes para dejarla.

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Nuevo Testamento

Al parecer, Herodes se opuso a su plan porque Marcos dice que él le Referencias / Notas
guardaba (significando que él le salvaba), manteniendo a Juan bajo
custodia protectora, seguro del ataque de Herodías. Sin embargo,
ella no cambia de idea, ni cesa de trazar su caída. Ella está esperan-
do que una oportunidad favorable aparezca, si no ahora más tarde
vendrá un día oportuno.
¡Qué terrible es cuando el odio, el enojo y la venganza llenan el co-
razón! El pecado de la venganza está presente en todos nosotros
cuando maquinamos cosas malas en contra de otros, esperando
una oportunidad para agarrarlos.

B. La maquinación diabólica de Herodías


Una persona tan determinada como Herodías puede usar cualquier
medio para lograr su meta. Juan permanecía en prisión, pero sus
días estaban contados. Cuando Herodes celebra su cumpleaños, se
realiza un banquete en su honor. Los oficiales más importantes, los
comandantes militares y los gobernantes locales del reino de Hero-
des vienen a presentar su respeto y saludos al hermoso palacio en
Macaeros. De su lado el rey dio una cena a sus príncipes, y tribunos y
a los principales de Galilea.
De pronto, la hija de Herodías aparece en el vestíbulo del banquete El séptimo día, estando
donde solo hay hombres. Su nombre es Salomé y es la hija del hom- el corazón del rey alegre
bre que su madre abandonó. Salomé es una jovencita, probablemen- por el vino, mandó
te aun no cumplía los diecisiete. Muy joven en edad pero madura a Mehumán, Bizta,
en el mal, ella permite que su madre la use para despertar sensual- Harbona, Bigta, Abagta,
mente a los invitados. Salomé danzó delante de los varones que esta- Zetar y Carcas, siete
ban bebiendo. La conducta de Salomé es pecaminosa. Compare su eunucos que servían
comportamiento con la actitud valerosa de Vasti (Ester 1:10-12), que delante del rey Asuero,
rehusó ser deshonrada. que llevaran a la presencia
Los invitados dan la bienvenida a la danza lasciva y sensual, y la del rey a la reina Vasti,
disfrutan como un momento culminante de la fiesta. Herodes está con la corona regia, para
aparentemente cautivado por esta bailarina tentadora y sensual. mostrar a los pueblos y a
¡Embriagado por la bebida, Herodes hace una promesa generosa:
los príncipes su belleza;
Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré! Salomé se tarda en dar a cono-
porque era hermosa. Pero
cer sus deseos y Herodes, en su embriaguez, no duda en repetir su
la reina Vasti no quiso
comparecer a la orden del
oferta pero ahora con un juramento. Tú puedes escoger cualquier
rey enviada por medio de
cosa que desees, Salomé. Todo lo que me pidas te daré, hasta la mitad
los eunucos. Entonces el
de mi reino (compare con Ester 5:6 y 7:2).
rey se enojó mucho.
Herodes promete mucho más de lo que puede entregar, porque él es Ester 1:10-12
totalmente dependiente del emperador de Roma y no tiene ningún
derecho para disponer de cualquier parte del “reino” y menos como
un premio por una danza lujuriosa y sensual. ¡Cuán bajo ha caído Y dijo el rey a Ester en
este hombre! el banquete, mientras
bebían vino: --¿Cuál es
¿Qué pedirá Salomé? ¿Un vestido elegante o alguna joya cara? ¡Nin- tu petición, y te será
guna de estas cosas! Ella actúa como si estuviera avergonzada por otorgada? ¿Cuál es tu
esta oferta generosa, pero aprovecha inmediatamente esta oportuni- deseo? Aunque sea la
dad. Esto probablemente nunca sucederá de nuevo. Ella deja el cuar- mitad del reino, te será
to, le dice a su madre lo que ha pasado y le pregunta: ¿Qué pediré? concedido. Ester 5:6

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas El momento ha llegado para que la astuta Herodías pueda vengarse.
Su plan diabólico ha tenido éxito. Salomé había sido instruida prime-
ro por su madre (Mateo 14:8). Una vez que Herodes perdiera el con-
trol, ella lograría que él hiciera todo lo que ella quisiera. Antes que
el rey pueda entrar en sus cabales, Herodías le ordena a su hija que
regrese y diga: Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza
de Juan el Bautista (Marcos 6:25). La petición ha sido hecha y suena
como una orden. ¡Eso es todo y nada más: yo quiero esa cabeza en
un plato y la quiero inmediatamente!
No es raro que en el cumpleaños de un monarca se conceda el per-
dón a los prisioneros, pero ahora un prisionero inocente es asesina-
do sin haber cargos y sin el proceso legal debido. ¡Qué terrible!
Herodes se impacta por la petición, pero no quiere retroceder. Él se
entristeció mucho, pero eran lágrimas vertidas por un borracho. Pero
a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, no quiso
desecharla, sino que inmediatamente ordenó al verdugo que lleve a
cabo la decapitación asesina. El verdugo cumple la orden y trae a
Salomé la cabeza deseada de Juan. La joven toma rápidamente el
plato que goteaba sangre y lo da a su madre. ¡Qué horrible!

C. Los arquetipos de la maldad


¡A qué profundidades aborrecibles de pecado pueden descender
las personas sin Dios! Herodes es un ejemplo de los pecadores que
han sido entregados al mal. Él sabe que su acción es mala, pero no
quiere actuar diferente. Se convierte en una herramienta en las ma-
nos de una mujer adúltera. Nunca debería haber hecho tal promesa
irreflexiva en su estado de embriaguez y nunca debería haber confir-
mado su promesa con un juramento. Es horrible ver cómo él iba por
el camino de la maldad hasta un final amargo. Herodes actuó con
orgullo y por tanto él es una abominación ante los ojos de Dios. Él no
debería haber mantenido su juramento pecaminoso.
No siempre es verdad que las promesas no pueden romperse. Las
promesas malignas deben ser rotas, mientras más pronto mejor.
El remordimiento de Herodes es un remordimiento falso. El ver-
dadero remordimiento es estar avergonzado del mal. Un pecado
usualmente lleva a pecados mayores y, por consiguiente, el malo
no tiene paz. La terrible imagen de la cabeza que sangraba, perma-
necía en su mente.
Posteriormente, cuando Herodes y las personas de su reino oyeron
hablar del Señor Jesús, Herodes se aterró. Él no podía esconder su
conflicto interior. Tenía sus propios pensamientos sobre Jesús y en
oposición a los argumentos de sus sirvientes, mantenía que: Este es
Juan, el que yo decapité, que ha resucitado de los muertos (Marcos
6:14, 16). Su conciencia mala, manejada por el miedo supersticioso,
le hizo pensar esto.
En Herodías tenemos un ejemplo horrible del poder satánico del mal.
Ella es infiel a su marido legítimo y vive en una relación adúltera con
su cuñado. Esta mujer sensual, enardecida por las fuerzas del infier-

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Nuevo Testamento

no, planeó esta venganza satánica. Herodías era cruel, sedienta de Referencias / Notas
sangre y una asesina. Esta madre degenerada persuadió a su joven
hija a cometer el peor pecado.
Salomé es un ejemplo horrible de cómo una persona puede obede- El que ama a padre o
cer de buena gana para hacer el mal. El deseo lascivo corrompió su madre más que a mí, no
vida joven. Ella fue de mal en peor y es culpable como la cómplice es digno de mí; el que ama
del crimen de su madre. ¡Qué triste cuando el joven va de buena a hijo o hija más que a
gana por el mal camino! Ella tenía que haber rehusado el consejo mí, no es digno de mí.
malvado de su madre. Nosotros debemos obedecer a Dios antes que Mateo 10:37
al hombre (Mateo 10:37).

IV. EL CONSEJO DE DIOS SE CUMPLE


A. El consejo de Dios es inescrutable
El final de Juan el Bautista es muy trágico. Él tuvo el privilegio de
realizar la tarea más importante asignada a un ser humano. ¿Quién
habría pensado que el más grande de los profetas sería derrotado
por una mujer adúltera? ¿Quién habría pensado que caería víctima
de la venganza frívola, llena de odio, cobarde, sanguinaria y cruel, de
esta familia malvada?
¿Dónde está Dios? No toquéis, dijo, a mis ungidos, ni hagáis mal a
mis profetas (1 Crónicas 16:22). ¿No puede Dios impedir tales atro-
cidades? Una persona mala puede hacer un mal inconcebible. ¿No
pueden ser detenidos los malvados? ¿Por qué el Señor no salvó a su
siervo fiel de las manos de esta pareja malvada? ¿Dónde está la justi-
cia de Dios? Ciertamente, Juan era un pecador y no podía exigir nin-
gún derecho, pero en su confrontación con la pareja inicua, él tenía
la verdad de su lado. Él fue llevado a la ruina debido a su conciencia
y a su obediencia total a Dios.
Hay ocasiones en que Dios envía inmediatamente sus juicios justos.
Los malvados de esta historia no escaparán al juicio divino, pero para
entonces Juan ya no vivirá. La justa venganza de Dios no le devolverá
la vida a Juan, así como Nabot no fue vengado inmediatamente des-
pués que fue tratado perversamente por Acab (1 Reyes 21).
Muchas personas han sido víctimas de los poderes tiránicos y han
sido juguetes para que los malvados ejecuten su venganza. Asaf
dijo, fue duro trabajo para mí (Salmos 73:16). En su sabiduría inson-
dable Dios permite que ocurran horrores insufribles. Por ejemplo,
la matanza de los hugonotes en Francia, los mártires de la iglesia,
el holocausto judío y tantos casos de injusticia, violencia, guerras y
asesinatos.
¿Dónde está la bondad de Dios? Juan puede ser comparado con
Elías, que fue llevado al cielo durante una tormenta. Fue la realiza-
ción gloriosa de su llamado terrenal.
En Juan nosotros vemos cómo una antorcha que ardía y alumbraba
(Juan 5:35), se extinguió en manos de los malvados. Juan era todavía
comparativamente joven. Murió cuando tenía un poco más de treinta
años. ¿Es Dios realmente amor? ¿Cómo puede Dios justificar esto?

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas B. Juan es el testigo de Dios


Estas preguntas vendrán inevitablemente a nuestra mente mientras
Para hacer cuanto tu leemos esta lección. Tales preguntas no son extrañas para nadie, ni
mano y tu consejo habían para los niños ni para los que sufren. Una cosa es segura: la mano de
antes determinado que Dios está involucrada en todas partes (Hechos 4:28). Su consejo pa-
sucediera. Hechos 4:28 rece a menudo tan inescrutable para nosotros. Alrededor de su trono
hay nubes y oscuridad. Los juicios de Dios son un abismo profundo
y él los lleva a cabo en la tierra.
Cuando no entendemos las acciones de Dios, nosotros todavía de-
bemos inclinarnos incondicionalmente ante su consejo porque ¡él es
el Señor! Cuando por la fe podemos someternos a su voluntad, los
rayos de luz rompen la oscuridad del poder del pecado y las obras de
Satanás. Entonces nosotros no nos centraremos en el lado humano,
sino nos enfocaremos en el gran plan de Dios para el mundo.
El consejo de Dios también se cumple por los juicios. Reflexionemos
por un momento sobre las consecuencias de la muerte de Juan.
1. Su muerte fue un testimonio poderoso para sus seguidores. La
muerte de Juan envía un mensaje poderoso a sus seguidores. Ellos
respetaban a Juan como a un profeta y su muerte fue una dura
prueba. Estaban tan unidos a Juan que corrían el peligro de llegar
a ser dependientes de él. Ahora Juan era quitado de ellos. Ninguno
estuvo presente en su despedida. El verdugo pudo hacer su trabajo
sin oposición.
Los discípulos de Juan tuvieron que aprender a creer sin ver. Ellos
solamente tenían que confiar en el Señor y depender exclusivamen-
te en su Palabra. El Señor nos está hablando cuando nos quita las
personas que estimamos y consideramos indispensables. Nuestra
salvación está sólo en Dios y solo su gracia es suficiente para nues-
tra necesidad diaria. Por consiguiente, es presuntuoso juzgar los he-
chos de Dios y es pecaminoso resistirnos a Él.
2. La muerte de Juan fue una ganancia para él. Piense en el propio
Juan. ¿Tuvo realmente una muerte intempestiva? Si no hubiera nada
después de la vida, él sería el más miserable de los hombres. Pero,
¡no ahora! Herodías pudo matar su cuerpo, pero no pudo matar su
alma. ¡Qué cambio para Juan: de la prisión al cielo! Después de su
decapitación, Juan recibió un lugar en la gloria entre los profetas y
los mártires, para alabar y honrar al Señor por siempre. Los siervos
del Señor en la tierra ocupan puestos peligrosos.
Esto dijo dando a entender Juan no tenía que sufrir más. Cuando terminó su servicio a Dios en
con qué muerte había de la tierra, el Señor le dijo: es suficiente, entra a tu descanso eterno
glorificar a Dios. Y dicho donde hay gozo para siempre. La eternidad era su destino. Parecía
esto, añadió: --Sígueme. que Juan había sido derrotado, pero cuando murió él triunfó. Su
Juan 21:19 muerte honró a Dios (Juan 21:19). Él nunca se quejó de su destino y
nunca negó a su maestro. Nunca fue infiel, sino que permaneció fiel
hasta la muerte.
Con mucha facilidad tendemos a pensar que ser martirizado por la
causa de Dios, su verdad y su justicia, es una cosa terrible. Se debe
notar, sin embargo, que los mártires fueron sacados de su estado

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Nuevo Testamento

de sufrimiento. Esteban vio el cielo abierto. Pablo y Silas alabaron Referencias / Notas
a Dios en la prisión. Los apóstoles se contentaron cuando fueron
dignos de sufrir por el nombre de Jesús (Hechos 5:41). En la historia Ellos salieron de la
de la iglesia hubo muchos mártires llamados a sufrir por la causa de presencia del Concilio,
Cristo y fueron maravillosamente fortalecidos y confortados a la hora gozosos de haber sido
de la muerte. tenidos por dignos de
3. La muerte de Juan debe ser vista en conexión con su relación con padecer afrenta por causa
el Señor Jesús. Su lugar en la historia del reino de Dios era la de pre- del Nombre. Hechos 5:41
parar el camino para el Señor. Cuando el Rey vino, el heraldo tenía
que salir. Cuando el Salvador empezó su ministerio, la tarea de Juan
terminó pronto. Incluso Juan dijo que Jesús debe aumentar y que él Es necesario que él crezca,
debe disminuir (Juan 3:30). y que yo disminuya.
Juan 3:30
El trabajo de Juan sólo duró alrededor de un año y medio. Su fama
menguó cuando Jesús llegó a ser conocido. Porque su nombre se
había hecho notorio (Marcos 6:14) y era conocido a lo largo del país.
Incluso en el palacio de Herodes ya se hablaba sobre Jesús. Él debía
ser conocido y su nombre debía ser sobre todos.
Entonces llegaron sus
La muerte del Bautista hace que sus discípulos se vuelvan a Jesús.
discípulos, tomaron el
Después que ellos dan un entierro amoroso y honorable al cuerpo
cuerpo, lo enterraron y
de su amado maestro muerto, no se desesperan sino que van a in-
fueron a dar la noticia a
formar a Jesús (Mateo 14:12). ¿A quién más podrían ir con su dolor, Jesús. Mateo 14:12
sino a Jesús?

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La Historia de la Salvación

27
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS ALIMENTA A MÁS


DE CINCO MIL PERSONAS
Textos de referencia:
Mateo 14:13-21; Marcos 6:30-44; Lucas 9:10-17; Juan 6:1-15

Versículo para memorizar:


Jesús les respondió: --Yo soy el pan de vida.[a] El que a mí viene
nunca tendrá hambre, y el que en mí cree no tendrá sed jamás.
Juan 6:35

INTRODUCCIÓN
Este es el único milagro realizado por Jesús durante su ministerio
público en Israel, que es mencionado por los cuatro evangelistas.
Nunca más tantas personas, y al mismo tiempo, se beneficiaron de
un milagro. ¡La actitud del Salvador hacia las personas y la conversa-
ción con los discípulos están llenas de instrucciones!
Los relatos de los cuatro evangelios se complementan entre sí y de-
ben ser comparados cuidadosamente. No se debe confundir esta his-
toria con el relato de la alimentación de los cinco mil, que se cuenta
en otra parte (Mateo 15:32-39; Marcos 8:1-9). Para aumentar el cono-
cimiento sobre este tipo de milagros, debemos también leer las his-
torias similares de multiplicación en el Antiguo Testamento (1 Reyes
17:14ss.; 2 Reyes 4:5ss.; 2 Reyes 4:42-44). Estudiaremos:
I. La compasión divina
II. Una prueba beneficiosa
III. Una provisión milagrosa

I. LA COMPASIÓN DIVINA
A. Jesús y sus discípulos se retiran
El tiempo que el Salvador pasó en Galilea estuvo lleno de aconte-
cimientos memorables. Para propagar el evangelio, Jesús envió a
sus discípulos a varias ciudades de la región. Ellos regresaron con

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Nuevo Testamento

noticias emocionantes e informaron a su maestro todo lo que habían Referencias / Notas


hecho, y lo que habían enseñado (Marcos 6:30). Los discípulos fieles
de Juan el Bautista también habían venido a informar a Jesús todo
lo ocurrido con respecto a la decapitación de Juan. Una variedad
de eventos importantes siguieron uno después de otro. Entretanto,
otras actividades continúan. Apenas los discípulos del Señor regre-
saban de sus viajes, inmediatamente empezaban otra actividad. La
muchedumbre no les permitía descansar. Porque eran muchos los
que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer.
Los discípulos estaban a punto de agotarse porque apenas tenían
tiempo para comer.
El Señor vio lo que estaba pasando. Él sabía las necesidades de sus
discípulos y consideró necesario hacer que ellos disfruten de un pe-
ríodo corto de descanso. Por tanto, Jesús quiso retirarse con ellos
por un momento a un lugar solitario, fuera de la actividad y bullicio
de la muchedumbre.
Jesús salió con sus discípulos en una barca para ir a un lugar desier-
to, bordeando una entrada del mar de Galilea. El lugar era rocoso,
estéril y escasamente poblado. Estaba localizado cerca de la ciudad
de Betsaida, en la región del Golan, en la orilla norte del lago, al este
del lugar donde el río Jordán entra en el lago.

B. Jesús recibe a las personas


Jesús no permanece solo mucho tiempo. Enseguida la muchedum-
bre nota lo que está pasando. Lo ven abordar la barca y van de todas
las ciudades, caminando a lo largo de la orilla del mar. Podemos ima-
ginarlos corriendo a lo largo de la playa. ¡Llegan pronto al otro lado,
incluso antes que Jesús y los discípulos!
El Señor y sus discípulos subieron a un monte (Juan 6:3) y se senta-
ron. Y cuando Jesús alzó sus ojos, vio una gran multitud que venía a
Él. Estas personas solo tenían un deseo: ¡estar con Jesús! ¿Qué los
impulsaba? Juan dice que ellos lo siguieron porque veían las señales
que hacía en los enfermos.
¿Qué hizo Jesús? ¿Los hizo regresar? No. ¡Él les recibió! (Lucas 9:11)
Jesús no se desilusionó porque la multitud no les permitió descan-
sar. Él no les dio permiso de mala gana para quedarse, sino que los
recibió con buena voluntad y les dio la bienvenida. Jesús tuvo com-
pasión de ellos (Marcos 6:34). Note esta expresión tierna. Él no está
movido por lástima, sino que siente una emoción fuerte y profunda.
¿Cuál fue la actitud de Jesús hacia estas personas? Los fariseos pen- Al ver las multitudes tuvo
saban que esta gente que no sabe la ley, maldita es (Juan 7:49), pero compasión de ellas, porque
Jesús dijo que ellos eran como ovejas que no tenían pastor (Marcos estaban desamparadas y
6:34). Estas ovejas no eran parte de un rebaño. Estaban agitadas, dispersas como ovejas que
cansadas y dispersas, sin saber a dónde ir (Mateo 9:36). Sin un buen no tienen pastor.
liderazgo, estas ovejas serían vulnerables a toda clase de tentacio- Mateo 9:36
nes y vagarían por cualquier parte. ¿Debemos sorprendernos de que
estaban descarriadas? ¿Cómo podía el Buen Pastor dejarlas en este
estado lastimoso? Ciertamente había suficientes maestros en Israel,

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas pero no se preocupaban por las ovejas perdidas y les daban piedras
en lugar de pan.
Cristo no los trató de esa manera. No se cansaba de ayudarlos e
inmediatamente comenzó a enseñarles muchas cosas del reino (Mar-
cos 6:34). Él no se olvidó del enfermo y del necesitado. Jesús sanaba
a los que necesitaban ser curados (Lucas 9:11). Con gozo, Jesús ofre-
ció su descanso por el bienestar de las almas.

C. Jesús no rechaza a nadie


No busquéis vuestro Jesús todavía es el mismo. Los que vienen a Él no serán echados
propio provecho, sino el fuera. Él está abierto a sus necesidades y deseoso de ayudarlos.
de los demás. Haya, pues, Si nosotros queremos servir de verdad al Señor, debemos cultivar
en vosotros este sentir que esta misma actitud (Filipenses 2:4, 5). Debemos seguir su ejemplo.
hubo también en Cristo Hay tantas personas que están alejadas de Dios y su Palabra, que
Jesús. Filipenses 2:4-5 vagan ignorantemente y se desvían, que están en gran necesidad, y
no hay necesidad mayor que la necesidad de las almas.

II. UNA PRUEBA BENEFICIOSA


A. Jesús ministra a la gente
El Señor Jesús piensa en todo, incluso en las necesidades físicas.
Los discípulos no entendían esto todavía y no tenían ni la menor idea
de la forma milagrosa en que Jesús atendería las necesidades de la
gente. Jesús permitió que sus discípulos participaran en forma acti-
va en la distribución de la comida que Jesús les proporcionó. ¡Así es
como ellos podían involucrarse!
Con ese fin, los discípulos debían primero estar preparados e instrui-
dos. La conversación entre Jesús y los discípulos fue notable y reveló
lo que ellos tenían en sus corazones y mentes.
Cristo está ocupado atendiendo a la muchedumbre, enseñándoles
y sanándoles, pero ya está anocheciendo. Mientras el Señor Jesús
continúa su trabajo, los discípulos piensan: se está haciendo tarde,
¡es tiempo de parar! Pero Jesús continúa, y por fin ellos se atreven a
interrumpirlo para recordarle la hora y darle un consejo no solicita-
do: Señor, permite que las personas se vayan.
Es tarde y el lugar está abandonado. No hay comida, ni alojamiento
por aquí. Permite que las personas vayan a los pueblos para encon-
trar alojamiento y comprar comida. Nosotros hemos estado aquí mu-
cho tiempo; ¡se está haciendo tarde!
Al parecer las personas también se habían olvidado del tiempo y
continuaban escuchando a Jesús. No pensaban en regresar a casa.
Todavía había tiempo. Pero cuando el sol se ocultare y se pusiere
oscuro, será demasiado tarde.
Los discípulos piensan que están haciendo un favor a las personas.
Su recomendación parece muy práctica. Sin embargo, están com-
pletamente equivocados.

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Nuevo Testamento

B. Jesús enseña a sus discípulos una lección Referencias / Notas


El Salvador les enseñará. Note cómo lo hace. Hay un desarrollo pro-
gresivo en su acción. Él empieza preguntándole a Felipe: ¿De dónde
compraremos pan para que coman estos? (Juan 6:5) No piense que
Jesús necesitaba el consejo de Felipe, porque él sabía lo que había de
hacer. La alimentación milagrosa no fue el producto de una inspira-
ción súbita. Todo lo que pasó había sido planeado de antemano.
La pregunta de Jesús es pedagógica y tiene la intención de probar a
Felipe. No es para averiguar si es lo bastante inteligente para encon-
trar una solución a esta situación difícil, sino para saber si él tiene
suficiente fe para confiar totalmente en el Señor Jesús. Sin embargo,
Felipe no entiende y está listo con su respuesta: ¡lo que tú deseas
es imposible! Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada
uno de ellos tomase un poco (Juan 6:7).
En ese tiempo un denario era el sueldo de un día. Además, en este
lugar desierto no había pan. Así es como Felipe razonó. Por supues-
to, no hubo una respuesta lógica de parte de Jesús.
Jesús responde yendo un paso más allá y ahora ordena a sus dis-
cípulos: Dadles vosotros de comer (Marcos 6:37). Lo que Jesús está
diciendo a sus discípulos es que las personas no tienen que irse a
buscar alimento, porque ellos son los que tienen que atenderlos. Al
parecer los discípulos todavía no entienden la intención de Jesús.
No conocen ninguna otra forma de obtener pan que no sea ir a com-
prarlo y le preguntan a Jesús si eso es lo que él quiere. Pero eso es
imposible. ¿Dónde encontrarían suficiente pan?
Jesús les responde diciéndoles que averigüen cuánto pan hay entre
ellos. Andrés trae los resultados: Aquí está un muchacho, que tiene
cinco panes de cebada y dos pececillos (Juan 6:9). Eso es todo lo que
hay en este lugar desierto. Andrés se ha olvidado, sin embargo, que
Jesús está presente y pregunta, alzando dudosamente sus hombros:
¿Qué es esto para tantos? Tú no puedes hacer nada con tan poca
comida.
¿No es así como muchas veces actuamos en nuestras labores en el
reino de Dios? Puede haber muchas razones válidas para dudar e in-
cluso es necesario calcular los costos, porque la verdadera fe no sig-
nifica descuido o insensatez. Sin embargo, nosotros nunca podemos
olvidarnos de tener fe en el poder de Dios. Debe recordarse que en
respuesta a la oración, el Señor puede darnos todo lo que requiere
para nosotros. Cuando Dios nos llama a hacer algo que parece im-
posible, nunca podemos olvidarnos de su gran amor y poder. Es muy
triste cuando estamos en gran necesidad y eso es todo lo que vemos.
¿Serán nuestras necesidades mayores que el ayudador?
Los discípulos no ven el elemento más importante. Esto causa dolor
al Señor Jesús, pero no retira su orden. Él desea levantar a los dis-
cípulos a la altura a la que deben estar: tener fe en Él y en su poder
omnipotente. A Jesús nunca se le agota su ingenio. Al contrario, él
no está apenado y serenamente ordena: traigan aquí el pan y los pes-
cados (Mateo 14:17, 18) y haced recostar la gente (Juan 6:10).

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas C. Jesús provee lo que Él ordena


Jesús constantemente exige cosas que son imposibles para los
Y la cabeza de Efraín hombres. A un lisiado le dice: toma tu lecho y anda. A una persona
es Samaria y la cabeza muerta le ordena: levántate y anda. A los discípulos que tienen muy
de Samaria, el hijo de poca comida les dice: ¡den de comer a más de cinco mil personas!
Remalías. Si vosotros ¡Ellos no pueden y, sin embargo, deben!
no creéis, de cierto no
permaneceréis”. Isaías 7:9 El Señor Jesús no es irrazonable. ¡Él tiene derecho de pedir esto por-
que él mismo proveerá el alimento! Los discípulos no son capaces
de proporcionar comida, pero con Jesús hay abundante poder y gran
deseo de ayudar. Deben aprender que creer significa obedecer in-
condicionalmente las órdenes de Cristo y tener confianza implícita
que él proveerá. Si no creemos de esta manera, seguramente no per-
maneceremos en la fe (Isaías 7:9).

III. UNA PROVISIÓN MILAGROSA


A. La distribución es ordenada
La organización es excelente. Primero, Jesús separó a la gran mu-
chedumbre en grupos de cien y de cincuenta y les pidió recostarse.
(Marcos 6:39, 40; Lucas 9:14, 15). Esta orden se cumplió bajo la vi-
gilancia de los discípulos. La separación en grupos trajo calma y or-
den a la muchedumbre inquieta. El amontonamiento cesó y la gente,
llena de expectativas, se sentó de buena gana en el césped verde,
porque había mucha hierba en aquel lugar (Juan 6:10). Era primavera,
cerca del tiempo de la fiesta de la Pascua.
¡Qué cuadro tan colorido y brillante debe haberse visto en la ladera,
con las personas vistiendo sus ropas de colores! ¡Era como un jardín
bajo el cielo de Dios! Ahora se los podía contar fácilmente y prevenir
la confusión. La buena vigilancia era posible y la distribución podía
ser hecha rápidamente, para que todos pudieran ser servidos y nadie
sea pasado por alto. Dios quería que todo sea hecho justamente, en
armonía, con decencia y en buen orden.

B. El Señor Jesús santifica la comida orando y dando gracias


Y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los
discípulos (Mateo 14:19; Juan 6:11). ¡Cuán a menudo leemos que Je-
sús hace esto! Él oraba frecuentemente cuando estaba en la tierra.
Mientras la muchedumbre observaba, Jesús se conducía en forma
sencilla. Él no dijo palabras hermosas para ser admirado por las per-
sonas. No era como un mago que decía algunas fórmulas secretas,
sino que dio toda la gloria a su Padre celestial.
Desde un punto de vista superficial, había más razón para pedir que
para agradecer, porque no parecía que Dios hubiera provisto lo su-
ficiente para esta gran muchedumbre. Jesús dio las gracias por la
comida. Este es un ejemplo para que nunca omitamos la oración y la
acción de gracias a la hora de comer.
El Talmud judío dice que comer sin agradecer a Dios es tan malo
como robar la comida.

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Nuevo Testamento

C. El anfitrión invita a la muchedumbre a comer Referencias / Notas


Jesús tomando los cinco panes y los dos pescados, levantando los
ojos al cielo, los bendijo (Lucas 9:16). Él actúa como el padre de una
familia. Su bendición es mucho más que solamente decir gracias an-
tes de una comida. Su bendición está acompañada del poder divino.
Esta es la razón por la cual estos pocos pedazos de pan y pescados
se multiplican en comida real. Él podía haberlo hecho sin usar nada,
pero tomó lo que estaba disponible e hizo un milagro.
Por un momento las manos de Jesús están ocupadas partiendo el
pan. El pan nunca fue cortado con un cuchillo, sino que fue partido
con las manos, tal como leemos muchas veces en la Biblia. Jesús
dio los panes a los discípulos para que los pusiesen delante de la gen-
te (Lucas 9:16), hasta que todos estuvieran satisfechos.
Es muy difícil imaginar esta milagrosa multiplicación de comida. La
multiplicación no está realmente descrita en la Escritura, pero eso
no quita el hecho de que en verdad sucedió. No es posible un error.
Cinco mil personas hambrientas no reconocen un milagro a menos
que realmente haya pasado.
Tal reproducción no se repite hoy, pero el milagro ocurre de manera
diferente. El Dios que hizo llover el maná del cielo y envió los cuervos
a Elías, puede en verdad proveer para su pueblo en el desierto. Él pue-
de convertir poco en mucho y cuando bendice los medios humildes,
puede convertirlos en grandes bendiciones. ¡Por tanto, hemos de ir al
Señor con nuestras preocupaciones y cargas! ¡El Señor proveerá!
Recuerde también que el Creador de todas las cosas puede producir
de un grano de maíz sembrado, una cosecha abundante -a treinta,
sesenta, e incluso a ciento. ¡Esto es también multiplicación! Con fre-
cuencia no lo notamos, porque pensamos que es algo ordinario. ¡Sin
embargo, es muy grande!
Por tanto, que los hombres
D. Los discípulos pueden distribuir la comida nos consideren como
servidores de Cristo y
Los discípulos son los meseros en esta gran cena. No tienen que administradores de los
preparar la comida ni tampoco multiplicarla. No pueden hacer eso, misterios de Dios.
pero hacen lo que si pueden: distribuir la comida y ponerla delante 1 Corintios 4:1
(Marcos 6:41). El Señor que multiplicó el pan, podía repartirlo a las
personas sin usar intermediarios, pero él quiso usar a los discípulos.
Después de haber ayunado
¡Qué honor! Ellos tienen que hacer lo que Jesús ordena. No tienen
cuarenta días y cuarenta
que mirar su propia incapacidad, sino mirar la mano del Señor. Ellos
noches, sintió hambre.
no entienden, pero obedecen.
Se le acercó el tentador
Veamos aquí la notable comparación simbólica con el ministerio del y le dijo: --Si eres Hijo de
evangelio. Los ministros no pueden asegurar la salvación, sino que Dios, di que estas piedras
solamente son los encargados de administrar las cosas secretas de se conviertan en pan. Él
Dios (1 Corintios 4:1). respondió y dijo: --Escrito
está: “No solo de pan
vivirá el hombre, sino de
E. Hay bastante para todos toda palabra que sale de
Cuando Jesús tuvo hambre en el desierto, rechazó la oferta de Sata- la boca de Dios”.
nás y rehusó usar su poder milagroso para sí mismo (Mateo 4:2-4). Mateo 4:2-4

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Aquí ocurre lo inverso. Alguien ha dicho: “Como una recompensa y
corona en su sumisión perfecta y su obediencia completa a su Padre,
no buscando nada para sí mismo, sino todo para su pueblo, Él ahora
usa su poder para alimentar a los que están en necesidad y apenas
poseen algo. Esta es la evidencia de que Él es el Hijo de Dios que vino
al mundo, no para su propio beneficio, sino por el bien de las ovejas
perdidas de la casa de Israel, a quienes ahora se vuelve con sus ben-
diciones, para que puedan aprender a encontrar la vida en Él. Después
que los ha alimentado con su Palabra (Marcos 6:34), ellos tienen que
aprender y experimentar que Él es capaz de cuidarlos en cualquier cir-
cunstancia en que puedan estar”. (Dr. J. A. C. Van Leeuwen).
Cristo se deleita satisfaciendo a los hambrientos. ¡Él los alimenta an-
tes de que ellos se lo pidan! ¡Aunque entre ellos había muchos que
solamente estaban interesados en las señales, no obstante, también
pudieron disfrutar la comida!
Nadie debe estar en necesidad, o no tener lo suficiente. Jesús no es
tacaño al distribuir su amor. Él no sólo satisface las necesidades sen-
cillas. Sus provisiones son generosas. ¡Junto con el pan las personas
reciben también pescado! Ellos podían comer cuanto querían hasta
cuando se hubieren saciado (Juan 6:11).
Aunque hay comida en abundancia, la comida es simple. Hay abun-
dancia, pero no hay ninguna extravagancia. Los pedazos delgados
de pan con los cuales se alimentaron -cinco mil hombres, más las
mujeres y los niños- fueron multiplicados, pero los elementos esen-
ciales no cambiaron. En este banquete los necesitados fueron satis-
fechos con comida nutritiva y completa. En la boda de Caná Jesús
actuó diferente. Allí, proveyó un vino de la mejor calidad. Jesús tiene
presente las circunstancias y provee de acuerdo a ellas.

F. Nada puede ser desperdiciado


En esta historia, se nos enseña un buen modelo para manejar
nuestras casas. La abundancia y la mayordomía van juntas. Los re-
galos de Dios deben ser apreciados y no deben ser desperdiciados,
incluso cuando hay abundancia. ¡No se puede desperdiciar nada!
Jesús ordena: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pier-
da nada (Juan 6:12). Doce cestas (las cestas que usaban para llevar
los comestibles cuando viajaban) son recogidas por los discípulos.
¡Cada uno tiene una cesta! Al final, hay más comida que al principio,
aunque no es una cantidad muy grande considerando que había mi-
les de invitados. Mañana se necesitará comer de nuevo y entonces
ya no será necesario otro milagro. Jesús no realiza milagros cuando
no son necesarios.

G. ¿Cuál debería ser el fruto?


El milagro impresionó profundamente a la muchedumbre. Y dijeron:
Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo, y qui-
sieron apoderarse de él y hacerle rey (Juan 6:14, 15). Sin embargo,
estar profundamente impresionado no es suficiente. Al día siguiente

| 230 |
Nuevo Testamento

se hace evidente que ellos no habían comprendido el significado es- Referencias / Notas
piritual. En lugar de seguir a Jesús, empieza la gran apostasía: Desde
entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban
con él. ¡El resultado final fue la crucifixión de Jesús, el hacedor del
bien! En su entusiasmo, el pueblo esperaba a un rey que pudiera
proporcionarles poder. Eran tan terrenales que rehusaron reconocer
a Jesús como el Pan de Vida.
Nosotros no podemos vivir exclusivamente de pan. En tiempos anti- Te acordarás de todo el
guos el Señor guió y sostuvo a Israel a través del desierto para probar camino por donde te ha
si ellos creían de verdad en Él (Deuteronomio 8:2, 3). Los galileos, ávi- traído Jehová, tu Dios,
dos de ver señales, recibieron una señal por medio de esta alimenta- estos cuarenta años en el
ción milagrosa, que revelaba en una forma convincente y poderosa desierto, para afligirte,
la gloria de Jesús. Él, un día, satisfará completamente a cada una de para probarte, para
sus ovejas con lo bueno de sus manos, como fruto de su obra media- saber lo que había en
dora terminada, para que nunca tengan hambre ni sed. ¡Qué horror!, tu corazón, si habías
la mayoría de los galileos no entendía ni deseaba esto. de guardar o no sus
mandamientos. Te afligió,
Ver y experimentar el poder omnipotente de Jesús y su bondad, pro-
te hizo pasar hambre y
duce que realmente nosotros veamos a Cristo como nuestro sumo
te sustentó con maná,
bien y supremo regalo, y que tengamos hambre del Pan de Vida para
comida que ni tú ni tus
alimentar nuestras almas.
padres habían conocido,
para hacerte saber que
no sólo de pan vivirá el
hombre, sino de todo lo
que sale de la boca de
Jehová vivirá el hombre.
Deuteronomio 8:2, 3

| 231 |
La Historia de la Salvación

28
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS CAMINA SOBRE EL AGUA


Textos de referencia:
Mateo 14:22-33; Marcos 6:45-52; Juan 6:15-21

Versículo para memorizar:


¡Tened ánimo; yo soy, no temáis! Mateo 14:27

INTRODUCCIÓN
En esta historia se desarrollan una serie de escenas fascinantes. Pri-
mera, tenemos una embarcación en medio de una violenta tormen-
ta y personas que están remando con todas sus fuerzas. Segunda,
el Señor Jesús camina sobre el agua y los discípulos se aterrorizan
porque piensan que es un fantasma. Tercera, Pedro puede caminar
sobre el agua pero empieza a hundirse. Y cuarta y última, el Señor
lo salva.
Es importante notar que:
I. Jesús ora
II. Jesús prueba a sus discípulos
III. Jesús viene
IV. Jesús ayuda

I. JESÚS ORA
A. Jesús se aparta de las personas
Un día antes de estos eventos, Jesús tuvo que confrontar una tenta-
ción similar a la que experimentó en el desierto. Recordemos cuando
Satanás, en su intento de tentarlo para que se revelara como el Me-
sías terrenal, le dijo que saltara del pináculo del templo y le ofreció
todos los reinos del mundo a cambio de que se arrodillara una vez
ante él.
Pero, ahora, la tentación no venía de Satanás sino de la gente. Des-
pués de la alimentación milagrosa, la muchedumbre entusiasmada
quería apoderarse de él para hacerle rey (Juan 6:15).

| 232 |
Nuevo Testamento

¿Qué hizo Jesús? Él opuso resistencia, no alimentó la imaginación Referencias / Notas


carnal de la gente y se escapó. El Hijo del Hombre no vino para ser
servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos. Su
reino era el reino de los cielos. Él estaba resuelto a seguir el camino
que su Padre le había ordenado y deseaba obtener la salvación de los
pecadores por medio de la obediencia y del sufrimiento que culmina-
ría con su muerte en la cruz.

B. Jesús se retira a un monte


Jesús no se dejó deslumbrar por el entusiasmo de la muchedumbre.
Él sabía lo que la gente intentaba hacerle y, por tanto, no buscó ayu-
da humana. Al contrario: Despedida la multitud, subió al monte a orar
aparte (Mateo 14:23). Jesús buscó un lugar solitario, no para descan-
sar lejos de la muchedumbre, sino para retirarse de las distracciones
terrenales y acercarse a su Padre.
El monte se volvió un lugar de oración. Después de un día de predi- Dijo entonces Jesús a los
car, sanar y alimentar a una gran muchedumbre, Jesús pasó toda la doce: --¿Queréis acaso
noche en oración. Para él, la oración era su mejor descanso. En este iros también vosotros? Le
momento decisivo de su ministerio en Galilea, Jesús se fortalecía respondió Simón Pedro:
teniendo comunión con su Padre a través de la oración. La muche- --Señor, ¿a quién iremos?
dumbre desilusionada pronto lo abandonaría y Él confrontaría a sus Tú tienes palabras de vida
discípulos con una pregunta crucial (Juan 6:67, 68). eterna. Juan 6:67, 68
Durante el ministerio de Jesús en la tierra, y sobre todo cuando los
eventos decisivos estaban a punto de ocurrir, leemos nada menos Entonces mandó a la
que catorce veces que Jesús se retiraba a orar. Era por nuestro bien gente recostarse sobre la
y para nuestro ejemplo. El Salvador oró públicamente (Mateo 14:19), hierba; y tomando los
pero también en privado. ¡Cuánto más debemos nosotros orar! cinco panes y los dos
peces, y levantando los
ojos al cielo, bendijo, y
II. JESÚS PRUEBA A SUS DISCÍPULOS
partió y dio los panes a los
A. Jesús deja solos a sus discípulos discípulos, y los discípulos
a la multitud.
El milagro de la alimentación había impresionado profundamente a
Mateo 14:19
los discípulos. El entusiasmo de la gente los había contagiado a tal
punto que en sus corazones se sintieron atraídos por la idea de que
su maestro sea coronado rey en Galilea. Es exactamente por esta
razón que el Salvador consideró indispensable sacarlos de esta mon-
taña y de esta situación de entusiasmo generalizado.
Los discípulos no debían pasar un momento más con la muchedum-
bre, aunque esto fuera en contra de sus deseos. Leemos que el Señor
Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca (Mateo 14:22; Marcos
6:45). Ellos realmente no querían ir, pero debían hacerlo. Jesús les in-
sistió y los apuró para que aborden la barca. Mientras los discípulos
estaban de camino, Jesús despidió y envió a las personas de regreso
a sus casas y a sus ocupaciones diarias. Los discípulos iban al otro
lado del lago con dirección hacia Capernaum (Juan 6:17).
Jesús dejó solos a sus discípulos. Lo más probable es que todos es-
taban de acuerdo en que Jesús los alcanzaría después y ellos lo re-
cogerían en la barca.

| 233 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Jesús se apartó durante mucho tiempo. Estaba ya oscuro, y Jesús no
había venido a ellos (Juan 6:17), así que tuvieron que pasar la noche
sin él a bordo. Finalmente llegó la cuarta vigilia -entre las tres y seis
horas- (Mateo 14:25) y Jesús no había llegado. Los discípulos habían
esperado todo ese tiempo por el Señor.

B. Una tormenta se levanta


Pero, algo más pasó. Surgió una tormenta. En el pequeño mar de
Galilea, rodeado de montes empinadas, se levantan de repente seve-
ras tormentas. Probablemente los discípulos quisieron permanecer
cerca de la orilla, pero la tormenta los sacó fuera de su curso y los
desvió veinticinco o treinta estadios -aproximadamente 4 a 5 kilóme-
tros- (Juan 6:19) y ahora estaban en medio del mar (Mateo 14:24).
Olas gigantes azotaban la barca y los discípulos luchaban con un
viento contrario. La tormenta seguía y ellos no avanzaban por más
que se esforzaban y se aferraban a los remos.
¡Qué cambio! Durante el día los discípulos habían sido testigos de
un maravilloso milagro y tuvieron el privilegio de dar de comer pan y
pescado a una muchedumbre perpleja. Luego, en la oscura noche,
pasaron muchas horas de miedo y angustia mientras luchaban con-
tra el viento y las olas, solos y sin Cristo.
No hay ninguna duda de que el Señor, que nunca comete errores, tie-
ne sabios propósitos. Los discípulos debían ser probados y sus altas
expectativas del día anterior iban a recibir un severo bajón. El Señor
quiere darles una instrucción práctica. Los discípulos no entendie-
ron todo en ese momento pero, posteriormente, este acontecimiento
sería muy significativo para ellos y les serviría para fortalecer su fe y
también la nuestra.
Después de un año aproximadamente, Jesús hizo su entrada real en
Jerusalén y las expectativas de los discípulos con respecto al esta-
blecimiento del reino alcanzaron su clímax.
Luego, ellos se sintieron amargamente defraudados y abandonaron
a Jesús cuando fue arrestado por los soldados, para ser crucificado.
¡Pero también se llenaron de un gozo indecible cuando Jesús regre-
só a ellos después de su sufrimiento que terminó en las profundida-
des de la tumba!

III. JESÚS VIENE


A. Jesús camina sobre las olas
Por la noche durará el Los discípulos estaban solos en la barca en medio del mar y el Señor
lloro y a la mañana Jesús estaba solo en la orilla. Estos habían agotado toda su energía,
vendrá la alegría. al remar con gran fatiga (Marcos 6:48) y sin conseguir avanzar a nin-
Salmos 30:5b guna parte, porque un viento fuerte estaba en contra. Mientras ellos
luchaban con el viento, en lugar de ver al Salvador, vieron la muerte
ante sus ojos. Era Jesús que más tarde se les reveló. Él los ayudó
cuando amaneció (Salmos 30:5b). No los había perdido de vista y
cuando su tiempo llegó, él vino.

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Nuevo Testamento

¡Jesús caminó sobre las olas! Los tres escritores del evangelio des- Referencias / Notas
criben este fenómeno notable visto por todos los discípulos. (Mateo
14:25,26; Marcos 6:48,49; Juan 6:19).
¿Por qué no tendría Jesús esta habilidad? Cuando los egipcios anti- Él solo extiende los cielos,
guos querían pintar una imposibilidad, dibujaban dos pies humanos y anda sobre las olas del
que caminaban sobre el agua. ¿Hay algo demasiado difícil para el mar. Job 9:8
Señor? Él es el Creador y gobernante de la naturaleza. No necesita
apoyo bajo sus pies cuando anda sobre las olas del mar. Ninguna ley
de la gravedad se lo impide. Cuando Jesús camina sobre el mar, su
apoyo está en él mismo (Job 9:8). ¡Cuán majestuoso es Cristo!

B. Los discípulos tienen miedo


Nosotros leemos que los discípulos se asustaron mucho. Al alba, a Llegaron a la aldea
través de la niebla de la mañana gris, los discípulos agónicos vieron adonde iban, y él hizo
una figura. Jesús se acercó más, pero ellos no lo reconocieron. Pare- como que iba más lejos.
ce que él quería adelantárseles (Marcos 6:48); compare con la actitud Lucas 24:28
de Jesús hacia los hombres de Emaús (Lucas 24:28). Jesús quería
que los discípulos lo llamaran, para acercarse a la barca. Pero ellos
no se atrevieron a hablarle porque pensaron que era un fantasma
(Marcos 6:49), con un cuerpo físico.
Los discípulos tuvieron más miedo de este “fantasma” que de la tor-
menta. Sólo imagine, ¡un fantasma! Ellos luchaban contra la tormen-
ta usando sus remos, pero el temor los paralizó, sus rodillas tem-
blaron y gritaron. ¡La primera respuesta ante la venida milagrosa de
Jesús fue un grito de temor, porque ellos no lo reconocieron!

IV. JESÚS AYUDA


A. Pedro actúa
El temor de los discípulos no era necesario. Su fiel Salvador los cal-
maría inmediatamente. Ellos habían esperado por Jesús durante
largo tiempo y habían pasado momentos angustiosos. Ahora, ¿mori-
rían de miedo? No, ¡en absoluto! Ellos no habían buscado el peligro
premeditamente. Jesús mismo les había ordenado ir en la barca, así
que ¿por qué tener miedo? Todo temor se desvaneció cuando escu-
charon la querida voz de su maestro que les dijo: ¡Tened ánimo; yo
soy, no temáis! (Mateo 14:27).
Pedro está totalmente agobiado. De repente, su gran temor se con-
vierte en una confianza ilimitada y le pide a Jesús que le permita ir
hacia él. Pedro camina sobre el agua, pero de pronto empieza a hun-
dirse. Él ora para ser rescatado y Jesús extiende su mano y lo salva
(Mateo 14:28-31).
Hay mucho significado aquí. Notemos lo siguiente: Pedro no actuó
en forma imprudente, ni apresurada. Él no saltó al mar por iniciativa
propia, sino que le pidió a Jesús: manda que yo vaya a ti sobre las
aguas (Mateo 14:28). La expresión, si eres tú, no significa que Pedro
dudara de que se trataba realmente de Cristo, sino que indica: “Se-
ñor, eres tú y yo creo lo que has dicho. Muéstrame por una señal que

| 235 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas tú has venido a nosotros de esta manera milagrosa. Permíteme ir a


encontrarte, porque yo anhelo con vehemencia estar contigo”.
Pedro no pidió caminar sobre el agua para satisfacer un deseo ex-
hibicionista, sino que pidió en fe que se quite la separación entre
él y su Señor. Pedro quiso estar con Jesús y quería tener parte en
la bendición poderosa de Cristo sobre la naturaleza. El Salvador no
desaprobó la petición de Pedro. Al contrario, Jesús le dio permiso
para ir.
Él creyó en esperanza No era malo para Pedro caminar sobre el mar, pero cuando duda es
contra esperanza, reprendido. Todas las cosas son posibles para los que creen. Por la
para llegar a ser padre fe, Abraham y Sara recibieron un hijo en su vejez (Romanos 4:18-21).
de muchas naciones, Por la fe, los pies de Pedro estuvieron tan firmes sobre las olas, como
conforme a lo que se le sobre un camino de piedra.
había dicho: “Así será tu
descendencia”. Y su fe no Sin embargo, a los pocos minutos, Pedro reemplaza su fe con un
se debilitó al considerar pensamiento: ¿Qué estoy haciendo? Mientras Pedro tuvo su ojos
su cuerpo, que estaba puestos en Jesús no tuvo ningún problema, pero tan pronto como
ya como muerto (siendo empezó a fijarse en el fuerte viento y vio las olas encrespadas que
de casi cien años), o la salpicaban a su alrededor, se dejó dominar por el miedo y empezó a
esterilidad de la matriz hundirse. Su fe no se fue del todo, sin embargo, era muy pequeña.
de Sara. Tampoco dudó, Pedro pidió ayuda a Jesús.
por incredulidad, de la Pedro no se mantuvo en Cristo y no perseveró. El Señor lo amonestó
promesa de Dios, sino por su pequeña fe y le preguntó: ¿Por qué dudaste? No había razón
que se fortaleció por la para dudar ¿verdad? Recordemos que nosotros no tenemos ningún
fe, dando gloria a Dios, derecho de acusar a Pedro por no tener suficiente fe. Nosotros tam-
plenamente convencido bién nos hundiríamos si dejáramos, aunque sea por un momento, de
de que era también confiar en Cristo. Cuántas veces estamos avergonzados y decimos:
poderoso para hacer todo yo tenía fe, ¿pero dónde está ahora? Nosotros somos completamente
lo que había prometido. dependientes de Jesús en todo lo que hacemos. Él dijo: sin mí nada
Romanos 4:18-21 podéis hacer.
Pedro nos enseña lo que debemos hacer cuando nos falta fe. ¡Él oró!
Una oración breve es suficiente, si es una oración verdadera. Las dos
palabras: Señor, sálvame, incluían todo lo que Pedro necesitaba. Los
tiempos de fracaso deben ser tiempos de oración. Clame a Dios en el
día de la aflicción, él le ayudará y usted ríndale honor. Los que están
a punto de perecer son rescatados por amor. Jesús se apresura a
ayudar. La necesidad era grande, pero la liberación estaba segura.
Pedro no se ahogará. Su seguridad está en la mano extendida de Je-
sús. Sólo Jesús puede ayudarle a escapar de las olas a la seguridad
de la barca. El Salvador tiene compasión de los que tienen poca fe.

B. Los discípulos están sorprendidos


¡Cuando el milagro ocurre, el miedo desaparece! ¡Los discípulos es-
tán ansiosos de hacer subir a su maestro a la barca y no dudan!
(Juan 6:21). ¿Quién puede describir la alegría de los discípulos cuan-
do el Salvador se reúne de nuevo con ellos? Note lo que pasa luego. A
este milagro le siguió otro: se calmó el viento (Mateo 14:32); y la barca
llegó en seguida a la tierra adonde iban (Juan 6:21). Los discípulos
estaban seguros porque a bordo iba el Hijo del Padre.

| 236 |
Nuevo Testamento

Leemos que: ellos se asombraron en gran manera, y se maravillaban Referencias / Notas


(Marcos 6:51). El escritor del evangelio apenas puede encontrar una
frase lo bastante buena, para expresar cuán asombrados y descon-
certados estaban los discípulos. El milagro de los panes no había
sido suficiente para que ellos tengan absoluta seguridad del poder
y el amor de Cristo. Eso era porque su corazón estaba endurecido
(literalmente terco, necio). De lo contrario ellos no habrían tenido
tanto miedo. El Señor Jesús debía ayudarlos a superar su ignorancia
y flaqueza, probándolos y haciendo que lo conozcan mejor y confíen
más en Él.
Los discípulos han hecho un progreso considerable en su fe. Ellos
sabían ahora quién es Jesús. Mateo afirma que lo adoraron, diciendo:
Verdaderamente eres Hijo de Dios. Este era el objetivo de Jesús. Él for-
talece a los incrédulos y levanta al inconstante. Una confesión rica y
hermosa es el resultado. La forma bondadosa como Jesús nos trata
trae como resultado que nosotros también lo adoremos en fe.

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La Historia de la Salvación

29
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

LA MUJER DE CANAÁN
Textos de referencia:
Mateo 15:21-28; Marcos 7:24-30

Versículo para memorizar:


Grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Mateo 15:28

INTRODUCCIÓN
A pesar de que la Escritura relata esta historia usando unos pocos
versículos, la información es completa. La historia trata de la sani-
dad de una pobre niña. Las circunstancias que ocurren antes del
milagro son también importantes y están descritas con gran detalle.
Este glorioso evento nos deja ver la compasión del Señor Jesús, aun-
que al principio parece actuar con dureza.
El personaje central es una mujer pagana cuya fe avergüenza a mu-
chos hijos del pacto. Desde una perspectiva espiritual, ella es una hija
digna del patriarca Jacob que recibió el nombre de Israel debido a su
comportamiento noble. Ella también luchó con Dios. La experiencia
de esta mujer es el tipo neotestamentario de la lucha de Jacob en el
río Jaboc (Génesis 32). Su experiencia nos enseña que el Señor actúa
bondadosamente, pero siempre en respuesta a nuestras oraciones. Él
siempre se glorifica a sí mismo cuando salva a su pueblo.
Aunque la historia es corta, tenemos aquí un ejemplo muy claro de
la esencia y actividad de la fe verdadera. “Si la presentamos fuera
de contexto, parecería que se trata de otro de los milagros de Jesús
realizado en respuesta a la fe. La importancia de este milagro, sin em-
bargo, no es que la fe salvadora esté presente, sino que muestra muy
claramente la forma en que la fe salvadora trabaja y la esperanza sobre
la cual se fundamenta” (Dr. F. W. Grosheide). Al estudiar la historia de
la mujer cananea veremos:
I. La evidencia de la fe
II. La prueba de la fe
III. La fe perseverante
IV. La corona de la fe

| 238 |
Nuevo Testamento

I. LA EVIDENCIA DE LA FE Referencias / Notas


A. Jesús va a Fenicia
El Señor Jesús ha dejado Galilea. Allí había trabajado proclamando
Desde entonces muchos
de sus discípulos volvieron
el evangelio a las muchedumbres y ayudando a los necesitados du-
atrás y ya no andaban
rante un año entero. Sin embargo, la mayor parte de las personas
con él. Juan 6:66
no fueron receptivas a las bendiciones espirituales impartidas por
Jesús. Incluso muchos de los que habían sido al principio sus segui-
dores le dieron la espalda (Juan 6:66). Además, los líderes del pueblo
rechazaron a Jesús. Sobre todo los fariseos fueron los que lo ataca-
ron mordazmente. Aquí se cumplió: A los suyos vino, y los suyos no
le recibieron (Juan 1:11).
Ahora se produce un cambio. Jesús parte al norte, a la región de Tiro y
Sidón (Mateo 15:21; Marcos 7:24), dos ciudades grandes localizadas
en el Mar Mediterráneo. Él se encuentra en la frontera siro-fenicia, la
parte de Fenicia que pertenece a la provincia romana de Siria. Él no
deja Israel para cumplir sus labores entre los paganos, sino que es-
coge residir temporalmente aquí para estar solo con sus discípulos.
Por eso, aunque su salida de Galilea era temporal, puesto que Jesús
regresaría varias veces después a esta ciudad, busca un lugar donde
la muchedumbre no lo asedie y pueda terminar de preparar a sus
discípulos para su tarea futura. Y entrando en una casa, no quiso que
nadie lo supiese (Marcos 7:24).

B. Una mujer cananea ruega a Jesús por ayuda


Sin embargo, Jesús no puede permanecer oculto incluso en esta re-
Pero Jesús se retiró al
gión apartada. Antes de su llegada, los rumores sobre él se habían
mar con sus discípulos,
y lo siguió gran multitud
esparcido por esta lejana región y una gran muchedumbre se había
de Galilea. También de
reunido para verlo (Marcos 3:7-8). Una mujer había oído hablar de Él,
Judea, de Jerusalén, de
así que fue a buscarlo. ¡Cristo se retiró a esta región y justo ahora es
Idumea, del otro lado del
la ocasión para que esta mujer suplique por la liberación de su hija!
Jordán y de los alrededores
¿Quién era esta mujer? Era una mujer de Canaán (Mateo 15:21), no de de Tiro y de Sidón, oyendo
Caná de Galilea, el pueblo de Natanael, sino una descendiente de los cuán grandes cosas
cananeos antiguos que habían permanecido aquí durante siglos. Ella hacía, grandes multitudes
era griega, y sirofenicia de nacimiento (Marcos 7:26). No era judía, sino vinieron a él.
una mujer pagana, griega, que conocía la cultura e idioma griegos. Marcos 3:7-8
Las circunstancias de esta mujer eran muy tristes. Había mucho su-
frimiento en su casa. Era una madre y, por consiguiente, sufría como
solo una madre lo hace. Su hija estaba poseída por un demonio. En
el Nuevo Testamento se mencionan frecuentemente estas víctimas,
profundamente infelices. Estos poseídos no eran personas malas. Hay
una diferencia enorme entre alguien como Judas que fue poseído por
el diablo y los que están infestados y tiranizados por los espíritus ma-
lignos. Esta es una de las consecuencias terribles del pecado. Incluso
los niños padecieron esta plaga. La condición de estos desdichados
era terrible. Su sufrimiento era horrible, más allá de la descripción.
La madre expresaba su angustia de esta manera: mi hija es grave-
mente atormentada por un demonio (Mateo 15:22). ¡Él la hiere! Estas
pocas palabras resumían brevemente un mundo de angustia.

| 239 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas C. La fe de la mujer cananea


¿Por qué motivo esta mujer acudió a Jesús? Porque su hija necesitaba
ayuda y ella tenía fe en el poder y la gracia de Dios. En este momento
Jesús no estaba en la casa sino afuera, en el camino. Antes de acer-
carse a Jesús, la mujer clamó con todas sus fuerzas: Señor, Hijo de Da-
vid, ten misericordia de mí (Mateo 15:22). Era el lamento de una madre
desesperada, cuyo corazón estaba profundamente herido por el dolor
y el amor. El sufrimiento de su hija era su sufrimiento. Ella sabía que
ningún hombre podía curar esta terrible plaga, física y espiritual, pero
también estaba segura de que Jesús tenía el poder y la habilidad de
sanar. Esto explica su lamento ¡ten misericordia de mí!
La fe de la mujer era notable. Es evidente que su fe tenía un funda-
mento profundo. Llamó a Jesús por su nombre real: Hijo de David.
¡Ella estaba segura de que este Rey de la casa de David le traería la
salvación!
¿Cuál sería el resultado de su lamento? ¿Por qué ella esperaba que
Jesús la ayude? ¿No sabía acaso que el Hijo de David fue dado a Is-
rael? ¿Ignoraba que las promesas dadas al pueblo del pacto no eran
para ella? Quizás ella sí sabía, pero esto no le impidió buscar refugio
en Jesús y pedirle su ayuda como si fuera una israelita.
Su lamento era una señal de su confianza en Jesús. Su súplica no se
fundamentaba en las promesas hechas a Israel. Ella confiaba que la
gracia de Jesús no era limitada, sino que era abundante y esperaba
también poder recibir una bendición.
¿Qué hizo esta mujer de fe? Dio a conocer sus necesidades a Jesús.
¿Qué esperaba? Una respuesta favorable a su humilde oración. ¿A
quién se volvió ella con sus necesidades? ¿Cuál es el fundamento de
su oración cuando usted clama al Señor?

II. LA PRUEBA DE LA FE
A. Jesús ignora a la mujer cananea
Nosotros sabemos que Jesús es misericordioso. Cuando Jairo pidió
la ayuda de Jesús para su hija agonizante, él estuvo listo para ir. Esta
mujer ni siquiera le pide a Jesús que vaya con ella a su casa, sin
embargo parecería como que Jesús no quiere escucharla. Él actúa
como si estuviera sordo y sigue silenciosamente su camino. Jesús
no le respondió palabra (Mateo 15:23), sin embargo, la mujer conti-
nuaba clamando.
Por fin los discípulos se cansaron. No entendían por qué Jesús se
comportaba así, tan diferente a su comportamiento usual. Ellos pen-
saron que era tiempo de intervenir y le rogaron al Señor: Despídela,
pues da voces tras nosotros.
¿Son los discípulos más compasivos que Jesús? No. No parecen
compasivos, sino egoístas. Note lo que dijeron: pues da voces tras
nosotros. Probablemente, los discípulos la consolaron al principio,
pero luego se sintieron incómodos por el hecho de que los seguía
gritando constantemente.

| 240 |
Nuevo Testamento

B. Jesús no contesta a la mujer Referencias / Notas


Jesús tenía un propósito en mente al no contestar a la mujer. Cuando
él ayuda a alguien no es porque se siente obligado. Por el contrario,
es para unirse a la persona. Jesús tenía sus razones para actuar tan
indiferente. No era porque le faltara misericordia. Su amor nunca
falla. Lo que quería era probar y fortalecer la fe de la mujer. Por tanto,
Jesús esperó para conceder su petición. Él actuó con amor y sabi-
duría. Podemos pensar que Jesús fue áspero, pero más bien estaba
cumpliendo el propósito más alto de su amor. El hecho de que la
oración de la mujer no fuera concedida inmediatamente no signifi-
caba que no sería contestada. Debemos aprender a perseverar en la
oración.
Jesús también quería que ella se diera cuenta que no tenía ningún
derecho para exigir su ayuda. Por tanto, él se abstuvo de hablar a la
mujer, pero contestó la súplica insistente de los discípulos. No soy
enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. ¡Qué respuesta
más extraña! Israel era el rebaño y Cristo era el pastor. El trabajo del
pastor se centraba en el rebaño y esta mujer pagana estaba fuera de
Israel.
La respuesta de Jesús nos indica lo importante que era para él cum- “… Sino id antes a las
plir la comisión dada por su Padre en el cielo. En este tiempo Israel ovejas perdidas de la casa
tenía todavía una posición privilegiada, aunque estaba en una posi- de Israel. Mateo 10:6
ción irredimible (Mateo 10:6; Hechos 3:26; 13:46).
Entretanto, la mujer de Canaán se había acercado. Ni la indiferencia
de Jesús, ni el rechazo indirecto de los discípulos la habían deteni- Dios envió mensaje
do. Ella espera contra toda esperanza. Con mucha firmeza y mirada a los hijos de Israel,
suplicante se coloca directamente delante de Jesús y se lanza a sus anunciando el evangelio
pies. Su súplica es directa, explícita, y más intensa y apasionada que de la paz por medio de
antes: ¡Señor, socórreme! ¡Este lamento lo dice todo! La cananea de- Jesucristo; este es Señor de
sea intensamente que Jesús la ayude en su necesidad. todos. Hechos 10:36

C. Jesús prueba a la mujer


Entonces Pablo y Bernabé,
hablando con valentía,
Finalmente, Jesús responde a su oración: No está bien tomar el pan dijeron: --A vosotros, a
de los hijos, y echarlo a los perrillos. Según Marcos, Jesús agrega: la verdad, era necesario
Deja primero que se sacien los hijos. En esta escena debemos notar que se os hablara primero
lo siguiente: la palabra de Dios; pero
1. La respuesta de Jesús humilla profundamente a la mujer. Nunca puesto que la desecháis y
antes de los labios bondadosos del Salvador habían salido palabras no os juzgáis dignos de la
tan severas. Los hijos son los judíos, el pueblo del pacto, los descen-
vida eterna, nos volvemos
dientes de los patriarcas, a quienes Dios les había dado sus leyes y
a los gentiles.
Hechos 13:46
promesas. Los perros son los paganos. Jesús hace uso del término
‘perros’, usado por los judíos, pero él ablanda y suaviza esta palabra
usando su forma diminutiva, literalmente “perrillos”. Aun así, esta
expresión es brusca. El término no se refería a los perros callejeros,
sucios y salvajes, que robaban todo lo que encontraban, sino a los
perros que eran mascotas y que dependían de sus amos para subsis-
tir. Al mencionar el pan, Jesús se refiere a la salvación del alma y del
cuerpo que como el Mesías estaba trayendo a su pueblo.

| 241 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas 2. Jesús quería que la mujer cananea entienda que ella no tenía nin-
gún derecho. Las bendiciones de Dios eran para los israelitas, aun-
que no estaban expresa y absolutamente prohibidas para otros. No
era digno y apropiado quitar los regalos a los beneficiados. El tiempo
para los paganos no había llegado todavía. Jesús estaba diciendo a
la mujer: tú vienes demasiado temprano, porque los judíos tienen la
prioridad. Mientras haya hijos con hambre, “los perrillos” deben es-
perar su turno. Si te ayudara, a pesar de estas razones, sería por una
gracia diferente y especial, como ya otorgué a la mujer samaritana,
que tampoco pertenecía al pueblo del pacto.
3. Jesús no dijo que no la escucharía, sino que le aclaró que él no
estaba obligado a escucharla. Actuando de esta manera, Jesús pro-
bó la fe de la mujer. La prueba nunca es arbitraria, ni aquí ni en
cualquier situación. Jesús quiere que reconozcamos humildemente
que somos totalmente indignos y que no tenemos ningún derecho a
nada. Él quiere que abandonemos cualquier demanda presunta que
podamos tener. Pero al mismo tiempo, Jesús quiere que aprenda-
mos a aferrarnos más intensamente a él, a depender totalmente de
él y a confiar en él. La prueba es para glorificar a Dios.

III. LA FE PERSEVERANTE
A. La mujer reconoce que ella no tiene ningún derecho
Muchas personas se enfadan cuando no consiguen lo que desean.
Se quejan cuando el Señor no les concede su demanda inmediata-
mente. Dejan de orar porque dicen que Dios “no les ayuda”. Hacer
esto es tonto y pecaminoso. Lo que sucede es que estas personas no
oraron con la actitud correcta.
La mujer cananea no se quejó ni dejó de pedir, sino que toleró los co-
mentarios descorteses de Jesús. Otros se habrían desalentado y se
habrían alejado desilusionados pensando “yo tenía ideas erróneas
de Jesús y su amor. Es verdad, Él no quiere tener nada que ver con-
migo. ¡Voy a dejar de pedir!”
Pero esta mujer de fe no permitió que ningún obstáculo se interpon-
ga en su camino. Su perseverancia fue la evidencia de que su fe era
grande y real.
El Señor Jesús usa un idioma figurativo cuando le contesta a la
mujer. Ella se da cuenta y le responde usando el simbolismo a su
favor. Note su discernimiento y rápido ingenio: Sí Señor, pero aun
los perrillos, debajo de la mesa, comen de las migajas de los hijos
(Marcos 7:28).
Ella quiere decir: “Está bien Señor, pero es posible para ambos co-
mer juntos. Mientras los hijos comen el pan en la mesa, los perrillos
comen las migajas debajo de la mesa. Por tanto, es posible que los
perrillos coman también ahora”.
Esta respuesta indica humildad e intrepidez. Humildad, porque ella
reconoce que el Señor dice la verdad. Ella está diciendo: “yo no dis-
cutiré contra la verdad, yo soy indigna”. Intrepidez, porque la res-
puesta del Señor no la detiene de seguir pidiendo.

| 242 |
Nuevo Testamento

La mujer no fundamenta su oración en algún derecho que ella pueda Referencias / Notas
alegar tener. Ella no pide la porción de los hijos. Está satisfecha con
el lugar más bajo y no le importa recibir las migajas que se destinan
a los perrillos. “Desde que tú entraste en esta región pagana, las mi-
gajas están cayéndose de la mesa de la gracia que tú tienes para los
hijos de Israel. ¿Deseas mantener alejadas estas migajas de mí? Hay
tal abundancia contigo que pueden ser saciados los hijos y también
los perrillos, sin que haya escasez. Una migaja es suficiente para mí.
Permíteme comer, porque sólo tú eres capaz de ayudarme. ¡Por favor,
Señor!”

B. Nosotros podemos aprender de la oración de esta mujer


Nosotros vemos aquí la esencia y el verdadero poder de la oración
de fe. Los que oran así, no suplican basados en sí mismos, sino que
reconocen su indignidad y perseveran. Suplican la fidelidad y la bon-
dad del Señor. Este es el secreto de la verdadera oración.
No hay ninguna demanda terca, ni presión irrespetuosa o presun-
ción insistente. ¡En verdad, podemos aprender mucho de esta mujer!
Ella vertía su alma ante el Salvador, mientras suplicaba sin cesar, y
nunca dejó de esperar. Cuando parecía que su súplica era rechaza-
da, ella perseveró hasta el final.

IV. LA CORONA DE LA FE
A. Jesús alaba la fe de la mujer
Los que perseveren en la oración en la manera correcta obtendrán
el deseo de su corazón. Cristo probó severamente la fe de la mujer
y ella resistió la prueba. Jesús sabía cuán lejos podía ir al probarla
y quiso poner de manifiesto lo que él había puesto en el corazón de
ella. Jesús coronó su propia obra en ella.
Jesús cambió la declaración previamente brusca, por una alabanza
maravillosa: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres.
Por esta palabra, ve; el demonio ha salido de tu hija (Mateo 15:28; Mar-
cos 7:29).
Aquí se nos concede dar una mirada al corazón compasivo de Je-
sús. Con gozo santo, él explica su propósito al tratar tan severa-
mente a la mujer. La cananea obtiene el deseo de su corazón como
un fruto de su fe. No es un premio por su amor maternal o por su
apasionamiento.
Esto se ilustra en el hecho de que Jesús menciona la fe de ella antes
de asegurarle que su hija sanaría. La palabra del Señor la tranquiliza.
Él no va a su casa. ¡La hija ni siquiera lo ha visto, pero las palabras de
Jesús son suficientes para la mujer!
Jesús quiere que nuestra fe sea fuerte y él mismo la fortalece hacien-
do que la ejerzamos. La fe es como una mano vacía que el necesi-
tado la extiende hacia el Señor Jesús. ¡Y no vuelve vacía, porque él
pone su gracia en ella!

| 243 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas B. La hija de la mujer recibe sanidad


La mujer cananea se apresura a su casa donde la noticia feliz la es-
pera. El dolor y la miseria se vuelven felicidad. Hubo amargura por la
noche, pero la alegría ha aparecido por la mañana. El demonio tuvo
que salir a la orden de Jesús y desde ese momento la muchacha
quedó sana. Su madre halló que el demonio había salido, y a la hija
acostada en la cama (Marcos 7:30), libre de los ataques terribles y de
los berrinches que le habían rasgado el corazón. Ahora, con agrade-
cimiento y alegría, la cananea puede mirar la calma en el rostro de
su querida hija.
No importa cuán oscuro puede parecer el camino de Dios, él mira
a los que lo temen, nunca rechaza sus oraciones y les concede los
deseos de su corazón.

C. El privilegio de la hija
Fijemos brevemente nuestra atención en la hija que es sanada. Ella
estaba impedida y sufría mucho, pero tenía una mamá que estaba
orando. Aunque la historia se centra en la fe de la madre -prueba,
perseverancia y coronamiento- no debemos olvidarnos de la hija.
¡Cuán importante es que los padres traigan a sus hijos necesitados
de la salvación al Señor! La mujer cananea fue a Jesús con las nece-
sidades de su hija y recibió ricas bendiciones.
La oración de intercesión es indispensable y lleva fruto. Todos los
creyentes debemos comprender que es un gran privilegio cuando
los padres, maestros y otros, oran por nosotros, pero no debemos
pensar que eso es suficiente. Nuestras propias oraciones son tam-
bién necesarias e indispensables. Es fundamental que oremos por
nuestras propias necesidades y por las de otros.

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Nuevo Testamento

30
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

LA TRANSFIGURACIÓN DE JESÚS
Textos de referencia:
Mateo 17:1-13; Marcos 9:2-13; Lucas 9:28-36

Versículo para memorizar:


Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos
su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de
verdad. Juan 1:14

INTRODUCCIÓN
Esta historia será tratada, para una mejor comprensión, combinada
con la del muchacho poseído por un demonio. Al combinar estas
dos historias encontramos un contraste profundamente conmove-
dor. La primera historia lleva a los niños a la cima de un monte y la
segunda relata lo que pasó al pie del monte. Aunque ambas situacio-
nes contrastan, en el área espiritual el contraste es aún más grande.
No es posible pensar en un contraste mayor que el existente entre la
gloria que Cristo experimentó en el monte y la profunda miseria a la
cual descendió cuando bajó del monte.
Sin embargo, hay más. En contraste con la gloria del cielo, vemos
a Cristo sufrir voluntariamente las agonías de la tierra; en contras-
te con la incredulidad, vemos el poder de la fe; en contraste con el
poder terrible del malo, vemos aparecer gloriosamente el poder del
Libertador. La horrible miseria al pie del monte demuestra la necesi-
dad y la bondad de Jesús al venir a la tierra.
Aunque estamos limitados por nuestra humanidad para visualizar y
presentar el significado completo de la transfiguración, no podemos
relegar este fenómeno al reino de la fantasía. No fue un espejismo, ni
un sueño, ni una visión de Pedro, sino que fue un evento histórico que
realmente ocurrió. En su segunda epístola, Pedro da un énfasis fuer-
te a la realidad histórica de este evento, cuando testifica que ellos no
siguieron fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros
propios ojos su majestad. Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y
gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este
es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. Y nosotros oímos

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo
(2 Pedro 1:16-18). Debemos aferrarnos a la verdad histórica de este
evento y no debemos perdernos en toda clase de especulaciones.
Esta historia puede ser dividida en cinco segmentos:
I. La oración de Jesús y la manifestación de su gloria
II. Los discípulos durmientes y dos santos en gloria
III. El derecho de Jesús al cielo y su comisión para sufrir
IV. Una propuesta humana y la interpretación divina
V. El miedo desaparece y se exige discreción

I. LA ORACIÓN DE JESÚS Y LA MANIFESTACIÓN DE SU GLORIA


A. Jesús se aparta de la muchedumbre
En la región de Cesarea de Filipos, los discípulos habían hecho una
gran confesión por boca de Pedro: ¡Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios
viviente! Desde este momento el Señor Jesús empieza a enseñarles
lo que acontecería: que iría a Jerusalén para sufrir y morir y que resu-
citaría al tercer día. Los discípulos no podían compartir este mensaje
a las personas.
Para los discípulos todo esto es muy extraño. Pedro inclusive recha-
za las palabras de Jesús y se opone apasionadamente. Ellos experi-
mentan días inestables porque las duras palabras de Jesús habían
tocado profundamente sus almas (Mateo 16:16-28).
Jesús, también, está profundamente conmovido. En forma totalmen-
te voluntaria, él escoge el camino del sufrimiento, lo que en su na-
turaleza humana significa seguir el camino doloroso y horrible. Por
tanto, Jesús desea retirarse a orar; no porque se haya asustado y
quiera retroceder, sino porque quiere comunicarse en oración con
su Padre y desea ser fortalecido.
Y Cristo, en los días de Después de seis días, Jesús sube a un monte alto para orar (Marcos
su vida terrena, ofreció 9:2; Lucas 9:28). La tradición dice que era el Monte Tabor, que se le-
ruegos y súplicas con vanta de las llanuras a una altura de aproximadamente 562 metros.
gran clamor y lágrimas al Otros piensan que era uno de los picos del Monte Hermón. Pero no
que lo podía librar de la nos es posible estar seguros. Lo importante, sin embargo, es que Je-
muerte, y fue oído a causa sús quiso aislarse de todo y por eso llevó consigo a solamente tres de
de su temor reverente. sus discípulos. En su retiro, Jesús siente profundamente el dolor de
Hebreos 5:7 su sufrimiento y hace ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas
(Hebreos 5:7). ¿Es este Jesús emocional lo bastante fuerte para llevar
la maldición del pecado y libertar a los que son acusados?

B. Jesús se transfigura
¡Enseguida algo glorioso sucede! La divinidad de Jesús, que había
estado oculta durante su estado de humillación, aparece durante un
tiempo corto. Lucas describe que mientras él oraba, la apariencia de
su rostro se hizo otra (Lucas 9:29). ¡Hay una conexión entre su ora-
ción y la transformación de su rostro!

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Nuevo Testamento

Ordinariamente ¿cómo lucía Jesús? Nosotros no sabemos. No tene- Referencias / Notas


mos ninguna ilustración, pintura o fotografía suya de cuando estuvo
en la tierra. Posteriormente, los católicos romanos pintaron a Jesús Entonces dijo Jehová
con una aureola alrededor de la cabeza, pero no hay ningún funda- a Isaías: --Sal ahora al
mento bíblico para esto. No debemos pensar que había algo distinto encuentro de Acaz, tú
en su apariencia. Él era como nosotros en todas las cosas, excepto y Sear-jasub, tu hijo, al
en el pecado. extremo del acueducto del
En presencia de sus tres discípulos, Jesús se transfiguró (Mateo 17:2; estanque de arriba, en el
Marcos 9:2). Se les apareció en su gloria divina. ¡Él estaba de pie camino de la heredad del
ante ellos en su esplendor celestial! Sobre su rostro el profeta Isaías Lavador. Isaías 7:3
dijo: No hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo
para que le deseemos (Isaías 53:2, 3). Sin embargo, en este momento, Después descendió
su rostro, que pronto sería escupido y abofeteado, resplandeció como Moisés del monte Sinaí
el sol (Mateo 17:2). con las dos tablas del
Su gloria inmaculada y poderosa incluía sus vestidos, porque se vol- Testimonio en sus manos.
vieron resplandecientes, muy blancos, como la nieve, tanto que nin- Al descender del monte,
gún lavador en la tierra los puede hacer tan blancos (Marcos 9:3). Note la piel de su rostro
el contraste de lo celestial con lo terrenal. Un lavador (una persona resplandecía por haber
que blanquea la ropa) procesa ropa nueva y usada de lana o de lino. estado hablando con Dios,
Este trabajo se realizaba en un campo fuera de la ciudad (Isaías 7:3), pero Moisés no lo sabía.
donde se trataba el material tejido con agua y blanqueador, y se lo Éxodo 34:29
presionaba hasta hacerlo brillar. El vestido blanco era el símbolo de
la pureza, la victoria y la majestad. Si el ministerio de muerte
¡Cuán imponente! Este resplandor glorioso superó mucho al resplan- grabado con letras en
dor del rostro de Moisés (Éxodo 34:29; 2 Corintios 3:7) y al rostro de piedras fue con gloria,
Esteban que era luminoso como el de un ángel (Hechos 6:15). Este tanto que los hijos de
fulgor no vino del exterior, ni irradió de Moisés ni de Elías hacia Cris- Israel no pudieron fijar la
to, sino que era su divina majestad, propia y personal, que estaba vista en el rostro de Moisés
revelándose. a causa del resplandor
de su rostro, el cual
Una analogía sería notar que la verdadera alegría ilumina los ojos y desaparecería.
que el amor saca la belleza personal, excepto que el resplandor de 2 Corintios 3:7
Jesús estaba más allá de la explicación humana. Su resplandor no
puede atribuirse a los medios humanos. En su transfiguración ex-
terior, Jesús expone su gloria interior. La gloria deslumbradora tam- Entonces todos los que
bién es una predicción y proyección de su estado de glorificación. Su estaban sentados en el
transfiguración es la señal de su gloria, que Pablo vio en el camino de Concilio, al fijar los ojos
Damasco y que Juan vio en Patmos, y que un día todos la veremos, en él, vieron su rostro
cuando Jesús venga de nuevo el día final, con poder y gloria (Hechos como el rostro de un ángel.
9:3; Apocalipsis 1:13-15; Lucas 21:27). ¡Cuán glorioso es Jesús! Él ora Hechos 6:15
para ser fortalecido, cuando ya es todo glorioso.
Pero, yendo por el camino,
aconteció que, al llegar
II. LOS DISCÍPULOS DURMIENTES Y DOS SANTOS EN LA GLORIA cerca de Damasco,
A. Los tres discípulos se han dormido repentinamente lo rodeó
un resplandor de luz del
Mientras Jesús ora en la cima silenciosa de la montaña, solo hay tres
cielo. Hechos 9:3
discípulos que reciben el privilegio de ver su gloria. Ellos fueron: Pe-
dro, que después de la ascensión de Jesús se volvería el predicador
principal; Santiago, el primero de los apóstoles en sufrir el martirio; y
Juan, cuya misión especial fue proclamar la gloria de la encarnación

| 247 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas de Jesús. Estos tres también estuvieron presentes en la resurrección


de la hija de Jairo y serían de nuevo privilegiados sobre los otros
Y en medio de los siete discípulos al entrar en el jardín de Getsemaní. Lo que ellos testifican
candelabros a uno tiene el propósito de quitar la ofensa del sufrimiento de Cristo.
semejante al Hijo del Mientras Cristo estaba orando a una corta distancia (Mateo 17:7), los
hombre, vestido de una discípulos caen rendidos de sueño (Lucas 9:32). No puede probarse
ropa que llegaba hasta que era de noche, por tanto no se explica el sueño de los discípulos.
los pies, y tenía el pecho Las cosas que van a menudo más allá de nuestra comprensión, tienen
ceñido con un cinto de a veces una influencia adormecedora. También pensemos que ocurrió
oro. Su cabeza y sus lo mismo en Getsemaní. Estos discípulos no comprenden la importan-
cabellos eran blancos cia del momento y ciertamente no hacen nada para servir a Jesús.
como blanca lana, como
nieve; sus ojos, como
llama de fuego. Sus pies B. Jesús es confortado por la aparición de Moisés y Elías
eran semejantes al bronce
El Padre cuida de Jesús para que no permanezca solo. Él será hon-
pulido, refulgente como en
rado con una entrada real en Jerusalén antes de que sea rechazado
un horno, y su voz como
y tendrá el compañerismo de sus discípulos en la Pascua, antes de
el estruendo de muchas
la separación. Antes de su sepultura, Jesús recibirá el amoroso un-
aguas.
gimiento de María, pero ahora recibirá por adelantado el gozo de la
Apocalipsis 1:13-15
victoria antes de que comiencen sus sufrimientos más profundos. Es
como si Jesús recibiera un oasis divino en el camino del sufrimiento.
Entonces verán al Hijo Por eso el Padre envía a dos santos desde el cielo para estar con él.
del hombre que vendrá en ¡Esto es aún más glorioso que el servicio de los ángeles en el de-
una nube con poder y gran sierto después de la tentación y en el jardín de los Olivos! Aquí está
gloria. Lucas 21:27 Moisés, el dador de la ley a Israel, que habló cara a cara con Dios
en la montaña y a quien Dios reveló sus demandas de justicia. Al
lado de él está Elías, que era un hombre celoso de la ley y que, como
Acordaos de la ley de Moisés en Horeb, se encontró con el Señor. Elías es el hombre que
Moisés, mi siervo, al representa los juicios rectos de Dios.
cual encargué, en Horeb,
ordenanzas y leyes para Aquí están los dos representantes principales del Antiguo Testamen-
todo Israel. Yo os envío to, a quienes el Señor mencionó en la última profecía de las Escritu-
al profeta Elías antes ras (Malaquías 4:4, 5). Ellos habían sido quitados de la tierra durante
que venga el día de siglos, pero no se habían ido para siempre. Moisés murió, pero nun-
Jehová, grande y terrible. ca nadie encontró su tumba. Elías no murió sino que subió al cielo
Malaquías 4:4, 5 en un torbellino. Ambos fueron a la gloria. Los dos embajadores del
cielo fueron vistos por los ojos físicos de los tres discípulos, cuando
se aparecieron rodeados de gloria (Lucas 9:31), conversando con el
Señor Jesús. ¡Qué honor!

III. EL DERECHO DE JESÚS AL CIELO Y SU COMISIÓN PARA SUFRIR


A. Jesús tiene derecho al cielo
Jesús es santo. Él tiene derecho al cielo, porque la gloria es el resul-
tado de la santidad. Parece que la transfiguración proclama a Jesús
que el cielo está abierto para él.

B. Moisés y Elías hablan con Cristo


¿Habían venido Moisés y Elías para llevarlo al trono alto y celestial?
¡No! Ellos no le hablaron sobre eso y tampoco lo invitaron o lo inci-

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Nuevo Testamento

taron a irse con ellos. Al contrario, hablaban de su partida, que iba Referencias / Notas
Jesús a cumplir en Jerusalén (Lucas 9:31). Esta partida, realmente
“éxodo” o “deceso”, no se cumpliría aquí en el monte sino en Jerusa-
lén, la ciudad que mata a sus profetas.
La partida de Jesús de la tierra no sería una partida como la de Moi-
sés y Elías, sino que él tendría que morir en la cruz. Su partida tam-
bién sería una entrada en la gloria que solo podría lograrse por su
muerte en la cruz. Pero primero Jesús debía ir por el camino del
amargo sufrimiento, llevando sobre sí la ira de Dios contra el pecado.
La partida de Jesús debía ser cumplida, porque había sido determi-
nada por Dios y había sido revelada en la ley y los profetas. Esta es
la comisión que Cristo debía llevar a cabo. Moisés y Elías le hablaron
sobre estas cosas, no para decirle algo nuevo sino para confortarlo,
animarlo y fortalecerlo para esta comisión.
Los discípulos no entendieron la necesidad de su sufrimiento, pero
sí entendieron y se dieron cuenta de las importantes consecuencias.
¡Cristo debía obedecer al Padre e ir por el camino del sufrimiento y
cumplirlo hasta el fin! Él estaba en angustia y sentía la contradicción
entre la gloria que lo llamaba y el sufrimiento que le esperaba. ¡Sin
embargo, Jesús no retrocedió ante el camino del sufrimiento porque
era y sigue siendo el Redentor; aquel que no quiere solamente entrar
en la gloria, sino que quiere ganar la gloria para su pueblo y heredar
la gloria junto con su pueblo! Escogió la cruz para llevar a los peca-
dores que merecían el castigo eterno a la salvación eterna. Cristo se
entregó de buena gana a la muerte. ¡Así de grande era su amor, que
estaba deseoso de sufrir la muerte más despreciable!

IV. UNA PROPUESTA HUMANA Y LA INTERPRETACIÓN DIVINA


A. Los discípulos hacen una propuesta
Los discípulos se despertaron de su sueño. Mas permaneciendo des-
piertos, vieron la gloria de Jesús, y a los dos varones que estaban con
él (Lucas 9:32). Estaban fascinados con lo que veían ¡Qué hermoso
era todo! ¡Su Maestro, a quien ellos veían todos los días, estaba ro-
deado de gloria y honor!
¡Es propio de Jesús tener esta gloria y siempre debe ser de esta ma-
nera! Cuando parecía que Moisés y Elías estaban listos para partir,
sucedió que apartándose ellos de él, Pedro -por supuesto, Pedro- dijo
a Jesús, Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí. Por tan-
to, permítenos hacer tres enramadas (casitas o tiendas); una para ti,
una para Moisés, y una para Elías: no sabiendo lo que decía (Lucas
9:33). Es fácil entender por qué Pedro habló de esta manera. Él esta-
ba fascinado con lo que estaba pasando y quería que no terminase.
Él amaba a Jesús y deseaba servirle.
Pedro toma la iniciativa al sugerir que, con la aprobación de Jesús
(si quieres, Mateo 17:4), los discípulos podían hacer tres tiendas para
protegerlos contra el sol caliente y la noche fría, pero él estaba equi-
vocado. Pedro no veía las implicaciones de su idea irreflexiva. Él ha-
blaba sin tener algo mejor que decir y muestra que sólo veía superfi-

| 249 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas cialmente y juzgaba por las primeras impresiones. Él no comprendió


que Jesús debía sufrir para entrar en la gloria. Deslumbrado por el
temor (Marcos 9:6), Pedro quiso llevar a su maestro fuera del camino
que él debía seguir.

B. Dios declara que Jesús es el Hijo de Dios


Jehová iba delante de Jesús no aceptó la propuesta. Ni siquiera respondió. Mientras Pedro
ellos, de día en una todavía estaba hablando, sucedió algo mucho mejor. Dios mismo
columna de nube para trajo una nube luminosa que los cubrió y que era una señal visible
guiarlos por el camino, y de su presencia y de su gloria (Éxodo 13:21; 1 Reyes 8:10-11). La nube
de noche en una columna los cubrió y oyeron claramente desde la nube una voz que decía: Este
de fuego para alumbrarlos, es mi Hijo amado; en quien tengo complacencia; a él oíd (Mateo 17:5).
a fin de que anduvieran Esto nos recuerda el bautismo de Jesús.
de día y de noche. Las palabras del Padre anuncian que Jesús es el Hijo de Dios. Cuan-
Éxodo 23:21 do el Hijo muestra su buena voluntad en la tierra, la voz del Padre
viene del cielo. ¡Cuán complacido está con su Hijo! A él oíd, no lo
contradice, como Pedro lo hizo la semana previa. Estas palabras son
Al salir los sacerdotes del
como un resumen o “compendio” del camino de la salvación. Jesu-
santuario, la nube llenó
cristo es el verdadero Salvador; la humanidad lo rechaza, pero Dios
la casa de Jehová. Y los
lo proclama. Las personas pasan al lado de Jesús sin hacerle caso,
sacerdotes no pudieron
permanecer para ministrar pero Dios dice: ¡óiganlo! Oír correctamente significa obedecer. Dios
a causa de la nube, dijo esto para nuestro bien (Deuteronomio 18:15; Juan 12:30).
porque la gloria de Jehová La impresión que esto dejó en Pedro fue indeleble. Posteriormente,
había llenado la casa de en su sermón, después que el hombre cojo en la puerta del templo
Jehová. recibiera sanidad, él advirtió seriamente a Israel: Y toda alma que no
1 Reyes 8:10-11 oiga a aquel profeta, será desarraigada del pueblo (Hechos 3:23). Pero
el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nom-
bre del unigénito Hijo de Dios (Juan 3:18).
Un profeta como yo te
levantará Jehová, tu Dios,
de en medio de ti, de tus V. EL MIEDO DESAPARECE Y SE EXIGE DISCRECIÓN
hermanos; a él oiréis.
Deuteronomio 18:15 A. Jesús calma el miedo de los discípulos
El gozo sobrenatural en la tierra usualmente dura poco. De repente
todo se ha ido: Moisés y Elías han desaparecido, la nube se ha ido y
Respondió Jesús y dijo: la voz ya no se oye. Los ciudadanos del cielo tenían una hogar mejor
--No ha venido esta voz que la tienda terrenal y entraron en la nube (Lucas 9:34). Los discí-
por causa mía, sino por pulos estaban llenos de miedo debido a lo que oyeron y vieron. No
causa de vosotros. pudieron soportar la voz del Padre, así como Israel no fue capaz de
Juan 12:30 soportar la presencia de Dios en el Sinaí (Éxodo 20:19). ¡Era de es-
perarse, pues todo era celestial! Llenos de miedo, ellos se postraron
sobre sus rostros (Mateo 17:6, 7) inmediatamente, y luego, cuando
Entonces dijeron a miraron, los seres celestiales se habían ido (Marcos 9:8). Pero Jesús
Moisés: --Habla tú con
se había quedado y su temor desapareció. A nadie vieron sino a Jesús
nosotros, y nosotros
solo (Mateo 17:8). Así es cómo debe ser también con nosotros.
oiremos; pero no hable
Dios con nosotros, para
que no muramos. B. Jesús enseña a sus discípulos
Éxodo 20:19
Uno podría pensar que los discípulos serían enviados a proclamar
con gozo lo que habían oído y visto. Pero no fue así, porque había el

| 250 |
Nuevo Testamento

peligro de que nadie crea este milagroso evento. Por tanto, la orden Referencias / Notas
fue: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del Hombre resuci-
te de los muertos (Mateo 17:9). Jesús no hizo nada para avivar las
expectativas terrenales de los tres discípulos. Los discípulos no es-
tarían capacitados para predicar apropiadamente sobre este evento
hasta después de la resurrección. Por ahora todo debía permanecer
confidencial. Aunque los discípulos quisieron proclamar esta expe-
riencia maravillosa, obedecieron la orden de Jesús (Lucas 9:36).
Aunque los discípulos guardaron la palabra entre sí (Marcos 9:10), Yo os envío al profeta
no pudieron evitar discutir entre ellos sobre lo que este evento sig- Elías antes que venga el
nificaba con respecto a la resurrección de los muertos. Entonces día de Jehová, grande y
preguntaron a su maestro: ¿Por qué, pues, dicen los escribas que es terrible. Malaquías 4:5
necesario que Elías venga primero? (Mateo 17:10). Los escribas soste-
nían que Elías debía venir antes que el Mesías aparezca, para instruir
a los judíos. Además, creían que el Mesías respondería a las contro-
versias, regresaría la urna del maná y la vara de Aarón, etc. La prime-
ra creencia estaba fundamentada en Malaquías 4:5 y la segunda, era
pura fantasía. Los discípulos razonaban: el Mesías está aquí, Tú eres
el Cristo y nosotros hemos visto a Elías. Al parecer no es esto lo que
los escribas creían. ¿Estaban ellos equivocados?
La respuesta de Jesús se reduce a esto: la enseñanza de los escribas
Y le preguntaron: --¿Qué,
al respecto, es correcta. A la verdad, Elías viene primero, y restaurará
pues? ¿Eres tú Elías?
todas las cosas (Mateo 17:11). ¡Él preparará el camino para la venida
Dijo: --No soy. --¿Eres tú el
del Mesías, pero esto ya se cumplió en la venida de Juan el Bautista!
Profeta? Y respondió: --No.
Los escribas no lo reconocieron como tal y ese fue su error. Esto no
contradice el testimonio de Juan (Juan 1:21) que negó que él era la
persona de Elías. Juan vino en el espíritu y el poder de Elías --él es el Juan 1:21 Y si queréis
segundo Elías (Mateo 11:14). recibirlo, él es aquel Elías
que había de venir.
Los discípulos pensaban de Elías solamente en relación a la gloria Mateo 11:14
del Mesías, pero Jesús los hace pensar en su futuro rechazo y les
dice: así también el Hijo del Hombre padecerá (Mateo 17:12; Marcos
9:12), porque no le reconocerán como el Mesías, así como no reco-
nocieron a Juan el Bautista como el segundo Elías. Ellos hicieron con
él todo lo que quisieron (Mateo 17:12) y se comportarán de la misma Los entendidos
manera con Jesús, que intencionalmente se llama a sí mismo el Hijo resplandecerán como
del hombre, lo que contrasta grandemente con la revelación reciente
el resplandor del
de su gloria divina.
firmamento; y los que
enseñan la justicia a
la multitud, como las
C. Después de la resurrección de Jesús los discípulos entendieron estrellas, a perpetua
eternidad. Daniel 12:3
Por aquellos días, los discípulos, que fueron testigos de la transfigu-
ración, no dijeron nada a nadie (ni siquiera a sus nueve compañeros), Amados, ahora somos
de lo que habían visto (Lucas 9:36). Pero ellos no recibieron este pri- hijos de Dios y aún no
vilegio en vano. Después de la resurrección del Señor, cuando enten- se ha manifestado lo
dieron más plenamente, los discípulos nunca se cansaron de testifi-
que hemos de ser; pero
car de la gloria de Cristo. Un día, todos los hijos de Dios compartirán
sabemos que cuando él
se manifieste, seremos
esta gloria como un fruto de su trabajo. En el reino del Padre los
semejantes a él, porque lo
justos brillarán como el sol. Serán como Jesucristo, porque lo verán
veremos tal como él es.
como Él es, lleno de gloria (Daniel 12:3; 1 Juan 3:2). ¡Qué maravilloso
1 Juan 3:2
será el cielo!

| 251 |
La Historia de la Salvación

31
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS SANA AL MUCHACHO POSEÍDO


POR UN DEMONIO
Textos de referencia:
Mateo 17:14-21; Marcos 9:14-29; Lucas 9:37-43

Versículo para memorizar:


Si puedes creer, al que cree todo le es posible. Marcos 9:23

INTRODUCCIÓN
Los evangelios nos informan que el Salvador favoreció con su poder
milagroso a muchos jóvenes. Por ejemplo, sanó al hijo del noble y a la
hija de la mujer cananea; resucitó al joven de Naín y a la hija de Jairo.
Esta lección trata de la sanidad de un muchacho que sufría mucho y
que era hijo único, como el hijo de la viuda de Naín y la hija de Jairo.
Según Lucas, la sanidad toma lugar al día siguiente de la transfigura-
ción del Señor (Lucas 9:37), al pie del monte. Esta historia demuestra
que era necesario para el Señor Jesús descender y regresar al mun-
do de las personas y todos sus pecados y miseria.
La importancia de este evento no está en la sanidad en sí misma,
sino en las circunstancias que colocan a la historia en el contexto de
la fe y de la incredulidad.
Nosotros estudiaremos:
I. El poder del mal y la impotencia del hombre
II. El lamento de la fe y la respuesta del Salvador

I. EL PODER DEL MAL Y LA IMPOTENCIA DEL HOMBRE


A. La miseria del niño
Nos encontramos a un niño muy pobre. La descripción que hace
su papá es muy conmovedora. Cuando se leen los informes de los
evangelistas, se tiene la impresión de que el niño sufría de epilepsia,
debido a las convulsiones severas.

| 252 |
Nuevo Testamento

Además, el muchacho estaba poseído por un espíritu mudo y sordo Referencias / Notas
(Marcos 9:17), que le causaba sordera y le impedía hablar. Este es-
píritu lo había dominado por completo y lo atormentaba y torturaba
constantemente. El muchacho no podía hablar apropiadamente y
sólo podía proferir un aullido horrible. El espíritu malo atacaba al
muchacho estropeándolo violentamente, de tal forma que su cuerpo
se torcía malamente, echaba espuma por la boca y le crujían los
dientes.
Muchas veces el espíritu lo lanzaba en el fuego y en el agua. Este
ataque era continuo, por eso el papá del chico no podía dejarlo solo,
sino que constantemente debía cuidarlo de nuevos ataques. El espí-
ritu malo casi nunca lo dejaba, lo sacudía y le pegaba de tal forma
que el muchacho estaba totalmente perturbado.
Debido al asolamiento terrible del espíritu malo, el muchacho padece
(Mateo 17:15). Su cuerpo se ponía rígido. Se estaba secando y estaba
totalmente exhausto. Satanás empezó temprano su trabajo destruc-
tivo en la vida del muchacho. ¡Cómo debe haber sufrido el padre
amoroso observando a su único hijo atormentado y miserable! ¡Qué Entonces, llamando
situación tan triste! a sus doce discípulos,
les dio autoridad sobre
los espíritus impuros,
B. Los discípulos intentan ayudar para que los echaran
fuera y para sanar
El padre lucha por la vida de su hijo y lo lleva a Jesús (Marcos 9:17), toda enfermedad y toda
pero como él no estaba, pidió ayuda a los discípulos. Ellos intentaron dolencia. Mateo 10:1
expulsar al espíritu malo, pero no pudieron. Sus esfuerzos fueron en
vano, porque no le han podido sanar (Mateo 17:16,19).
¿Por qué no fueron capaces de sanarlo? ¿Ellos no habían recibido Y echaban fuera muchos
antes el poder para expulsar los espíritus inmundos y sanar todas las demonios, ungían con
enfermedades y dolencias? De hecho, ellos habían expulsado demo- aceite a muchos enfermos
nios (Mateo 10:1; Marcos 6:13). En este caso, sin embargo, les faltó y los sanaban.
la fe suficiente, es decir, que les faltó la fe activa y la convicción firme Marcos 6:13
de que el Señor los usaría como instrumentos en sus manos.
El poder que los discípulos recibieron para sanar no era un poder má- Entonces el Señor dijo:
gico. No podían automáticamente activar la salud a voluntad, porque --Si tuvierais fe como
era en el poder de Cristo que debían esperar y era en Cristo en quien un grano de mostaza,
sólo debían confiar. Los discípulos habían dudado de la promesa del podríais decir a este
don especial y de la orden de Dios. Por eso tuvieron que experimen- sicómoro: “Desarráigate y
tar la vergüenza de no poder hacer nada sin Jesús. Así como la fe de plántate en el mar”, y os
los tres discípulos en la cima del monte fue imperfecta, la fe de los obedecería. Lucas 17:6
nueve al pie del monte lo fue también.
Más tarde, en casa, los discípulos le preguntaron a Jesús sobre su Respondiendo Jesús, les
fracaso e hizo que ellos se dieran cuenta de su fe imperfecta cuan- dijo: --De cierto os digo
do les dijo: Es por vuestra poca fe. De cierto os digo que si tenéis fe que si tenéis fe y no
como un grano de mostaza, diréis a este monte: “Pásate de aquí allá, dudáis, no solo haréis esto
y se pasará”; y nada os será imposible (Mateo 17:20). Cristo no solo de la higuera, sino que
los reprendió, sino que les indicó cómo ellos podían superar su in- si a este monte le decís:
credulidad. La solemnidad del asunto se indicaba por la expresión “¡Quítate y arrójate al
¡de cierto os digo! El Señor hizo afirmaciones similares autoritarias y mar!”, será hecho.
poderosas en ocasiones anteriores (Lucas 17:6; Mateo 21:21). Mateo 21:21

| 253 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Por supuesto, Jesús no quiere asegurarnos que creer en los milagros
nos garantiza el éxito de toda clase de hazaña atrevida e impulsiva.
Hijitos, vosotros sois de La fe puede lograr todo lo que el Señor ha prometido. Al creyente se
Dios y los habéis vencido, le promete que él es capaz de vencer al mundo, como Juan afirma
porque mayor es el que (1 Juan 5:4). Esta es una regla básica para todos los que trabajan en
está en vosotros que el que el reino de Dios. Nada se logra por medios carnales, pero es verdad
está en el mundo. que una fe insignificante, pequeña y débil, si es real, puede lograr
1 Juan 5:4 grandes cosas.
Una semilla de mostaza es muy pequeña, pero tiene tremendo poder.
Por ejemplo: si Dios quiere mover el monte de la transfiguración, él
lo quitará usando a los discípulos como sus instrumentos. Para que
esto suceda, ellos deben creer incondicionalmente en su promesa.
Los discípulos podían lograr grandes cosas porque el Señor coloca
su poder omnipotente en las manos de los que tienen fe. Ellos ha-
bían experimentado la verdad de su promesa cuando Jesús los había
comisionado para expulsar demonios.
Todas las cosas que Dios promete son posibles para los que tienen
fe, es decir, para los que tienen fe verdadera y no solo intrepidez o
presunción. ¡Los discípulos debían tener esta verdad profundamente
grabada en sus corazones y nunca olvidarla, porque solamente así
serían capaces de cumplir su llamado! Ellos habían descubierto que
no podían hacer nada sin fe. Por tanto, debían vigilar y orar.
Pero este género (clase terrible de espíritus malos) no sale sino con
oración y ayuno (Mateo 17:21). Está claro que la oración y el ayuno no
son prescripciones para que sigan los pacientes y obtengan la sani-
dad física y espiritual. La dependencia en el Señor es el único medio
e indispensable para fortalecer y preservar la fe.

C. La oración es indispensable
En los cuales anduvisteis El pobre niño es la víctima y está indefenso. Debemos tomar en cuen-
en otro tiempo, siguiendo ta que aunque somos totalmente responsables por lo que hacemos o
la corriente de este no, decimos o no, esto no descarta que todos los hombres, incluyen-
mundo, conforme al do los niños, estamos por naturaleza influenciados por el diablo que
príncipe de la potestad opera en los hijos de desobediencia (Efesios 2:2). Las tentaciones
del aire, el espíritu que malignas encuentran un punto de contacto en la depravación y en
ahora opera en los hijos de los deseos pecaminosos de nuestro corazón. Todos nosotros nece-
desobediencia. Efesios 2:2 sitamos orar la sexta petición de la oración del Señor: ¡líbranos del
mal!
Además, hay muchos padres y maestros que deben tratar con niños
difíciles con problemas de comportamiento, tales como berrinches,
necedades, mentiras, robos, pereza, etc. Tales niños son una cruz para
padres y maestros y tienen que luchar con el poder del pecado.
¡No desestime el poder del enemigo de las almas! El trabajo de evan-
gelización no puede hacerse en forma irreflexiva y superficial, sin
amor y sin oración. ¿Cómo puede esperar que algo bueno suceda?
Todos nosotros necesitamos luchar en oración pidiendo la gracia re-
novadora del Espíritu Santo, para nuestras vidas y las de nuestros
alumnos. ¡Debemos aprender a esperar todo del Señor!

| 254 |
Nuevo Testamento

D. Jesús se queja del pecado y de la incredulidad Referencias / Notas


Los discípulos estaban conscientes de su debilidad y los escribas co-
menzaron a atacarlos (Marcos 9:14). Como resultado se produjo una
discusión sobre este caso, frente a una gran multitud. Los escribas
atormentaban y ridiculizaban a los discípulos, lanzándoles comenta-
rios punzantes y venenosos. Los escribas malignos disfrutaban ha-
ciendo esto, pero el Salvador se puso triste.
Esto ocurrió un día después de la transfiguración y Jesús desciende
del monte. Toda la gente, viéndole, se asombró por su aparición súbita
y oportuna. Las personas se acercaron a Jesús y le saludaron respe-
tuosamente (Marcos 9:15).
Jesús inmediatamente toma el lado de sus discípulos, se vuelve a
la muchedumbre y pregunta a los escribas: ¿Qué discutís con ellos?
Nadie contesta una palabra. Los discípulos avergonzados también
permanecen callados. El padre del muchacho, para quien este even-
to es decisivo y que debe haber estado triste durante la disputa, viene
al frente y cae a los pies del Señor Jesús. Con emoción profunda le
cuenta la historia de su sufrimiento y le clama que tenga compasión
de su hijo.
La historia deja una impresión profunda en Jesús y su respuesta in-
dica su gran angustia. Él se queja: ¡Generación incrédula y perver-
sa! ¿Hasta cuándo os he de soportar? (Mateo 17:17). La generación,
es decir, las personas entre quienes Jesús vive y trabaja, le causan
angustia. Jesús está dolido porque repetidamente ve el trabajo des-
tructivo del poder satánico y encuentra incredulidad e ignorancia en
las personas. Él descendió de arriba para salvar a los pecadores y
constantemente se ocupó de trabajar y guiar a las personas con su
amor. Sin embargo, constantemente encuentra oposición. Incluso
sus propios discípulos son todavía voluntariosos y tienen una fe dé-
bil. Usualmente Jesús soportaba esto silenciosamente pero, después
de su transfiguración en el monte, se quejó de vivir en un mundo tan
perverso.
Al expresar lo difícil y duro que era esto para él, ¿acaso ya no quiere Considerad a aquel que
continuar su trabajo de destruir las obras del diablo y aliviar la mi- sufrió tal contradicción de
seria del hombre? ¡De ninguna manera! Él continuó negándose a sí pecadores contra sí mismo,
mismo y sufrió la oposición de los pecadores (Hebreos 12:3), aunque para que vuestro ánimo no
su naturaleza humana sensible sufrió profundamente todo el tiempo se canse hasta desmayar.
que él vivió sobre la tierra (Catecismo de Heidelberg, Respuesta 37). Hebreos 12:3
Cuando Jesús sufría usaba las Santas Escrituras como regla y guía.
Él tomó de Deuteronomio (32:5, 20) las palabras que usó para descri-
bir a las personas. ¡Nosotros debemos aprender de nuestro Salvador La corrupción no es
que es manso y humilde de corazón! suya; de sus hijos es la
mancha, generación
torcida y perversa. (…) Y
II. EL LAMENTO DE LA FE Y LA RESPUESTA DEL SALVADOR dijo: “Esconderé de ellos
mi rostro, veré cuál será
A. El espíritu malo se opone a Jesús
su fin; porque son una
La queja de Jesús no disminuye su amor ni su poder. Él ha venido generación perversa, hijos
a salvar al desvalido y por tanto no se retira sino que ordena que le infieles.
traigan al muchacho. El espíritu malo no puede tolerar la mirada Deuteronomio 32:5, 20

| 255 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas firme de Jesús. El muchacho es inmediatamente sacudido por una


convulsión terrible. Se cae, se sacude sin control, se revuelca en la
tierra y echa espuma por la boca.
Esto es suficiente para perturbar a cualquiera, pero Cristo permane-
ce en calma entre el tumulto. Él sabe qué hacer. Él sanará al mucha-
cho, pero no todavía, porque primero debe tratar con el papá. Este
hombre había sido defraudado recientemente por los discípulos y
ahora tiene dudas. No obstante, tiene algo de fe. No debemos culpar-
lo pues su confianza había recibido un duro golpe.
Trate de imaginar la terrible situación de este padre. El mal era sinies-
tro, duro, obstinado, violento y destructivo. La fe del padre necesitaba
ser alimentada. Por tanto, el Señor Jesús se dirige primero a él. Jesús
tiene pena del muchacho y no necesita que alguien le clame miseri-
cordia por él, pero primero desea llevar al padre al lugar correcto.

B. Jesús se dirige al padre


El Salvador se dirige lentamente a su meta. Todos tienen tiempo para
tranquilizarse y entonces Jesús pregunta compasivamente: ¿Cuánto
tiempo hace que le sucede esto? (Marcos 9:21). Él actúa como un mé-
dico, no para obtener un diagnóstico correcto de la enfermedad, sino
para dar un buen consejo al padre. Apresuradamente el hombre relata
la historia de la enfermedad y ruega un poco vacilante: ¡Pero si puedes
hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos! (Marcos 9:22).
En este clamor nosotros reconocemos la angustia de un padre, que
se sobrecoge al recordar los años de sufrimiento cuando miraba a su
hijo retorcerse con las terribles convulsiones.
El Señor Jesús responde inmediatamente invirtiendo la pregunta: Si
puedes creer, al que cree todo le es posible (Marcos 9:23). ¡Jesús quie-
re que el hombre sepa que el problema está en él mismo! Si puedes
hacer algo, ¿es así como tú pides? El énfasis de su petición está erró-
neo porque pide con duda. Su fe es la que cuenta. Es como si Jesús
le dijera, no, tú debes tener fe, porque este milagro es solamente
posible por la fe.
El padre tiene fe, pero no es lo bastante grande y debe ser fortaleci-
da. Lo que Jesús le está diciendo al papá del muchacho es: ¡La gran
pregunta no es si yo puedo, sino si tú crees que yo puedo! ¡Cuando
creas que esto es posible, la evidencia mostrará que yo puedo!
Cristo por sí solo puede realizar el milagro de la gracia, pero es im-
portante notar la forma en que usa la ocasión para sacar la fe de este
hombre. La liberación no viene primero que la fe, sino que primero
debe haber fe y entonces el milagro llegará. Esta fe es un regalo de
Dios. El Señor mismo extiende la mano por la cual la fe es recibida.

C. El padre desea una fe más grande


El padre ha sido dirigido a una esquina. Es un momento decisivo
y mira a Jesús. Está consciente de la vacilación de su pobre cora-
zón. Con lágrimas clama: ¡Creo; ayuda mi incredulidad! (Marcos 9:24).

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Nuevo Testamento

Note la diferencia entre esta petición y la primera. ¡Las palabras de Referencias / Notas
Jesús tienen un tremendo efecto en él! El lamento de su alma con-
tiene una mezcla maravillosa porque confiesa su fe y también su
incredulidad. Él lucha con su incredulidad y con su fe.
Tales conflictos contradictorios en el alma del hombre parecen ex-
traños, pero ocurren en todas partes y en todo momento. ¡La oración
del padre se ha vuelto una oración para las personas de todos los
tiempos y edades! Todos los hijos de Dios experimentan esta mezcla
de fe y duda. Calvino afirma: “En ninguna parte hay una fe perfecta,
y por tanto, deduce que somos en parte incrédulos. Sin embargo, en
su bondad, Dios nos perdona y nos considera creyentes a causa de
nuestra pequeña porción de fe. Entretanto, nosotros tenemos que
echar afuera cuidadosamente los remanentes de incredulidad que
permanecen dentro de nosotros, luchar contra ellos y pedirle al Se-
ñor que los corrija; y tan a menudo como nos esforcemos en esta
lucha, debemos ir a Él para que nos socorra. Si consideramos bien
lo que se da a cada hombre, será muy claro que los que aventajan
en la fe son muy raros, los que tienen una fe mediana son pocos, y la
mayoría son dotados con solo una medida pequeña”.
Lo que el padre ve que le sucede al hijo en ese momento parece eli-
minar cualquier posibilidad de restauración, debido a que el diablo
lo está destruyendo aún más que antes. Aun así el lamento del padre
se ha vuelto una oración de fe. Cuando su duda estaba en primer
plano, su fe solo alcanzaba a un “quizás,” pero ahora ¡la fe está en
primer plano! Su incredulidad todavía tiene demasiado poder sobre
él y batalla contra ella y no puede quitarla. Él duda de sí mismo, pero
no duda del Señor Jesús. Al contrario, él cree en Jesús pero siente
que su fe no es muy sólida y por tanto clama: “ayúdame, yo soy inca-
paz, pero ayúdame a luchar contra mi incredulidad que me impide
ejercer la fe, ¡la cual es digna de ti y yo deseo tanto!”.

D. Cristo ordena salir al espíritu malo


Ahora todo esto es suficiente. Cuando una fe débil, consciente de
su debilidad, clama al Salvador, el Todopoderoso mostrará que está
favorablemente dispuesto para ayudar. Cristo contesta de palabra y
de hecho.
Con mucha expectativa, gente de todas partes se reunió para ver si el
Maestro era más poderoso que sus discípulos. Jesús no esperó más.
Reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo
te mando, sal de él, y no entres más en él (Marcos 9:25). Este espíri-
tu malo era fuerte, pero Jesús lo era más. El espíritu malo no pudo
mantenerse firme contra la palabra poderosa de Jesús y tuvo que
rendirse, pero no sin darle el último golpe a su víctima. En un ataque
final, el espíritu malo liberó su furia contra su víctima indefensa y lo
sacudió con chillidos y convulsiones horribles.
Después de sufrir contorsiones, el joven queda sobre la tierra como
muerto. Jesús nunca hace un trabajo incompleto. Y sanó al mucha-
cho, y se lo devolvió a su padre (Lucas 9:42; Marcos 9:26, 27). El diablo
sufrió la derrota, la víctima fue sanada, el padre está gozoso, su fe

| 257 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas ha sido coronada, su oración ha sido contestada y la muchedumbre,


que ha visto y oído cuán severo era el caso, estaba asombrada y to-
dos se admiraban de la grandeza de Dios.
De la historia se puede destacar algunos puntos. Las curaciones fí-
sicas también sirven como señales de sanidad espiritual. Nosotros
debemos tener una fe verdadera en Jesús o estaremos perdidos. La
incredulidad es un gran pecado y mantiene a Jesús lejos del alma.
Hay a menudo muchos obstáculos que nos impiden ejercer la fe in-
condicional en Cristo. Un espíritu no reconciliado, los pecados no
confesados, el no querer negarnos a nosotros mismos y no recono-
cer la derrota, son obstáculos que se pueden poner en el camino.
¿Qué debemos hacer cuando nuestra incredulidad es tan fuerte?
¡Oremos y luchemos contra ella!
En esta historia la gloria de Cristo permanece en primer plano aun-
que de una manera diferente, pero no menos gloriosa que en el mon-
te de la transfiguración. Ahora Jesús está en el cielo, pero continúa
obrando por medio de la enseñanza a niños y adultos. Él trae la salva-
ción a los que contienden con los poderes del diablo. Hoy, Cristo está
tan deseoso como cuando estaba en la tierra. Sigue siendo el mejor
refugio para los que están sufriendo. ¡Cuando Jesús usa su poder
para servirle a usted con su amor, todo resulta bien!
¿Qué debemos hacer cuando nuestra fe es pequeña y débil? ¡Debe-
mos ir a Cristo y encontraremos la paz en él!

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Nuevo Testamento

32
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS SANA A UN HOMBRE CIEGO


DE NACIMIENTO
Texto de referencia:
Juan 9

Versículos para memorizar:


Ella dijo: --Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: --Ni yo te condeno;
vete y no peques más. Juan 8:11

INTRODUCCIÓN
En su evangelio Juan relata solo unos pocos milagros del Salvador,
pero incluye algunos discursos de Jesús. Al relatar esta historia que
trata de uno de los milagros de Cristo, Juan entra en detalles y hace
lo mismo al relatarnos las conversaciones que tuvieron lugar antes
y después del evento. El evangelista nos revela también los pensa-
mientos internos de las distintas personas que participan en la his-
toria. Nos habla sobre el hombre ciego, los discípulos, los vecinos,
los fariseos, los padres y, por supuesto, sobre el Señor Jesús más
que todo.
María testificó en su canto que Jesús sacia al hambriento y envía al Y lo vil del mundo y lo
rico vacío, y esto se manifiesta notablemente en esta historia. El re- menospreciado escogió
chazo de los fariseos al Mesías llega a un nuevo clímax horrible, y un Dios, y lo que no es, para
hombre ciego y pobre es recibido en gracia y sanado tanto en cuerpo deshacer lo que es.
como en alma (1 Corintios 1:28). Veremos que este hombre ciego es: 1 Corintios 1:28
I. Sanado por Cristo
II. Un testigo de Cristo
III. Un adorador de Cristo

I. SANADO POR CRISTO


A. Ciego de nacimiento
Esta historia notable nos habla en primer lugar de un hombre ciego.
Él es muy pobre y vive en constante oscuridad. La falta de la visión

| 259 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas hace que su mundo sea muy pequeño y que esté privado de mu-
chos privilegios y expuesto a muchos peligros. La ceguera lo hace
muy dependiente de otros. Este hombre es todavía más miserable
que muchos otros ciegos porque no había perdido la vista en algún
momento de su vida, sino que era ciego de nacimiento, de tal forma
que ni siquiera tenía en su memoria alguna imagen que pudiera re-
cordar. Él no puede visualizar nada. Nunca ha contemplado las her-
mosas estrellas en el cielo nocturno. La tierra no tiene flores para él.
Nunca vio a sus padres. Si él hubiera estado rodeado de amor o por
lo menos de afecto, esto podía haber compensado algunas cosas,
pero añadido a su angustia está el hecho de que él es también un
pobre mendigo. ¡En verdad, él es un vivo ejemplo de la impotencia y
dependencia absolutas!

B. Jesús afirma que es la luz del mundo

Tomaron entonces piedras ¿Quién presta atención a este conocido mendigo que se sienta a la
para arrojárselas, pero puerta del templo todos los días? ¡Jesús! ¡Tan pronto como lo ve,
Jesús se escondió y salió quiere ayudarlo! Esto debe impresionarnos profundamente.
del templo y, atravesando Notemos en qué situación el Salvador se fija en el ciego. Momentos
por en medio de ellos, se antes se había producido un alboroto en el templo. Con santa indig-
fue. Juan 8:59 nación Jesús había hablado a los judíos incrédulos. Una confron-
tación pública tuvo lugar. Los judíos habían tomado piedras con la
intención de matar a Jesús (Juan 8:59), pero él se había escondido
Cuando la gente de allí y luego había salido por en medio de ellos. En medio de la muche-
vio la víbora colgando dumbre rebelde, Jesús había permanecido tranquilo. Él no alzó el
de su mano, decía: -- vuelo apresuradamente. Mientras se alejaba, sus ojos se fijaron en
Ciertamente este hombre el mendigo ciego e inmediatamente se detuvo. Incluso durante este
es homicida, a quien, alboroto, ¡Jesús se da tiempo para fijarse en esta persona aparente-
escapado del mar, la mente insignificante!
justicia no deja vivir.
Hechos 28:4 Analicemos la actitud del Salvador, ¡qué diferencia entre él y sus dis-
cípulos! Ellos también ven al desdichado miserable, pero no sien-
ten compasión. No, la condición lastimera del ciego sólo despierta
Respondiendo Jesús, curiosidad en ellos. Al igual que los amigos de Job, los ciudadanos
les dijo: --¿Pensáis que de Malta (Hechos 28:4) y muchos de nuestro tiempo, los discípulos
estos galileos, porque consideraban que las calamidades peculiares eran castigos indivi-
padecieron tales cosas, duales por pecados particulares. Por tanto, ellos consideraban al
eran más pecadores que ciego de nacimiento como alguien que estaba siendo castigado por
los demás galileos? Os algún pecado especial y quisieron saber de quién había sido la falta
digo: no, antes si no os para que este hombre recibiera tan severo castigo. El ciego no podía
arrepentís, todos pereceréis ser culpable, porque él ha sido ciego desde su nacimiento. Algunos
igualmente. O aquellos rabinos enseñaban que era posible pecar antes de nacer. ¿Tendrían
dieciocho sobre los cuales razón los rabinos? ¿Conocerían los ancianos la razón?
cayó la torre en Siloé y
los mató, ¿pensáis que Los discípulos estaban confundidos y su simple doctrina de retri-
eran más culpables que bución no les dio una respuesta. Por consiguiente le preguntaron a
todos los hombres que Jesús. Él los reprobó por sus duros pensamientos. Incluso se negó a
habitan en Jerusalén? Os discutir esta posibilidad y condenó lacónicamente sus prejuicios con
digo: no, antes si no os la declaración: No es que pecó éste, ni sus padres. Esto no significa-
arrepentís, todos pereceréis ba que esta familia era santa, sino que no eran más pecadores que
igualmente. Lucas 13:2-5 otros (Lucas 13:2-5).

| 260 |
Nuevo Testamento

Es verdad que algún tipo particular de sufrimiento puede ser un Referencias / Notas
castigo por un pecado especial, por ejemplo en el caso de David (2
Samuel 24), pero esto ciertamente no siempre es el caso. A menu- Porque tú, Dios, nos
do, la intención y el propósito del sufrimiento es tratar y probar la fe probaste; nos purificaste
(Salmos 66:10). El sufrimiento puede ser para poner a Satanás en como se purifica la plata.
vergüenza como en la historia de Job o para exaltar al Señor como Salmos 66:10
sucedió con Pedro (Juan 21:19).
Los que más sufren, a menudo, no son los más grandes pecadores.
Jesús aclara que la ceguera de nacimiento no fue un castigo, sino Esto dijo dando a entender
que era para que las obras de Dios se manifiesten en él. La prueba con qué muerte había de
del ciego era muy severa para que su liberación sea más gloriosa glorificar a Dios. Y dicho
y revele más claramente el poder omnipotente y la gracia eterna de esto, añadió: --Sígueme.
Dios, que a menudo está oculta de los ojos de la humanidad. Así es Juan 21:19
como Dios trabaja.
Aquí tenemos un trabajo dado por el Padre para que Jesús lo haga Jesús les dijo: --Mi comida
y este milagro será una señal clara de la gran comisión de Jesús. es que haga la voluntad
Jesús quiere hacer esto para dar a conocer cuál es el propósito del del que me envió y que
Salvador: llevar a cabo el plan de salvación de Dios, entre tanto que acabe su obra. Juan 4:34
el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar. Con estas
palabras, Jesús se compara a un jornalero fiel que está terminando
su labor diaria y no quiere dejar nada de su trabajo inconcluso. Es-
tas palabras deben grabarse profundamente en nuestros corazones.
¡Nosotros debemos preocuparnos de no descuidar las oportunida-
des que Dios nos da! Tal vez nunca más las tengamos.
El Señor Jesús demuestra de nuevo su obediencia voluntaria al Pa-
dre (Juan 4:34). El hombre ciego no puede verlo, pero los ojos de Cris-
to descansan sobre él. El hombre ciego no pide nada, sin embargo,
recibe ayuda. Aunque Jesús sea calumniado y perseguido debe ser
la luz del mundo, hasta que le llegue su hora y así se lo mostrará al
ciego de nacimiento.
Recordemos que en el pozo de Jacob, Jesús habló sobre el agua viva,
y en la resurrección de Lázaro, dijo de sí mismo que él es la vida. Al
hombre ciego le testifica: Luz soy. Él no dice: yo tengo la luz o la trai-
go, sino soy la Luz. ¡Qué señal más adecuada!

C. Jesús envía al hombre ciego a Siloé


Jesús acompaña su palabra con hechos. Jesús escupió en tierra, e
hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego. ¡Qué raro!
Jesús podía haber dado la vista al ciego por un simple acto de su
voluntad, pero esta vez usa este método. Ahora actúa usando otros
medios. La saliva y la tierra no son medicinas para curar la ceguera
(aunque en tiempos antiguos la saliva fue usada para atender a las
enfermedades de los ojos). Estos medios no dan la vida y Jesús no
les da un poder mágico. No alimenta la superstición.
El método de Jesús tiene un significado simbólico. El Señor usa la
tierra para despertar las expectativas del ciego, para probar su fe y
obediencia, y para asegurarle que solamente él tiene el poder que le
devolverá la vista.

| 261 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Las acciones de Jesús son seguidas por una breve orden: Ve a lavar-
te en el estanque de Siloé. El Señor usa esta orden para conseguir
Entonces Eliseo le envió que el ciego actúe y ejerza su fe. También sirve para captar la aten-
un mensajero a decirle: ción de los espectadores. Hay una razón para que este ciego sea
“Ve y lávate siete veces enviado a Siloé, un estanque muy conocido en el valle de Jerusalén.
en el Jordán; tu carne Desde el pequeño manantial de Gihon, localizado al pie del templo,
se restaurará y serás el agua goteaba lentamente a través de un pequeño canal hacia
limpio”. Naamán se esta piscina.
fue enojado diciendo: En la fiesta de los tabernáculos se traía una ofrenda de esta agua
“Yo que pensaba: “De como un símbolo de las bendiciones de la gracia que fluían del Me-
seguro saldrá enseguida, sías al pueblo. Los padres de la iglesia, Crisóstomo y Agustín, comen-
y puesto en pie invocará tan que el milagro fue realizado por el mensajero de Dios usando un
el nombre de Jehová, su estanque como mensaje.
Dios, alzará su mano,
tocará la parte enferma y
sanará la lepra”. Abana y D. El ciego obedece la orden de Jesús
Farfar, ríos de Damasco,
¿no son mejores que todas El ciego no discute como Naamán lo hizo en tiempos antiguos cuan-
las aguas de Israel? Si me do recibió una orden similar (2 Reyes 5:10-12). Él obedece con la fe
lavo en ellos, ¿no quedaré de un niño y su acción no es en vano. ¡Y se lavó, y regresó viendo!
limpio también?” Y muy Este asombroso milagro es relatado en pocas y simples palabras.
enojado se fue de allí. La Biblia no menciona cómo se sintió el hombre cuando sus ojos
2 Reyes 5:10-12 fueron cubiertos con el barro, ni cómo se sentía al ir al estanque o
cuando recibió la vista. No menciona sus pensamientos ni lo que sig-
En aquel tiempo los nificó para él ver por primera vez. Con seguridad sus pensamientos
sordos oirán las palabras se habrán vuelto naturalmente al Salmo 146:8: El Señor abre los ojos
del libro y los ojos de los a los ciegos.
ciegos verán en medio El milagro que ocurrió en Siloé es verdaderamente mesiánico. Isaías
de la oscuridad y de las profetizó varias veces que la sanidad de los ciegos era una de las
tinieblas. Isaías 29:18 bendiciones que la venida de Cristo traería (Isaías 29:18; 35:5; 42:7).
Entonces los ojos de los El propio Jesús se refirió a este pasaje en respuesta a la pregunta
ciegos serán abiertos y que Juan el Bautista hizo por medio de sus discípulos mientras per-
destapados los oídos de los manecía en la prisión (Mateo 11:5).
sordos. Isaías 35:5
Para que abras los ojos de II. UN TESTIGO DE CRISTO
los ciegos, para que saques
de la cárcel a los presos y A. La sanidad se vuelve un hecho público
de casas de prisión a los Esta sanidad tuvo grandes consecuencias. Por tanto, debe notarse
que moran en tinieblas. lo siguiente: pronto el evento se vuelve ampliamente conocido. Al ver
Isaías 42:7 al hombre sanado, algunos de sus vecinos y conocidos dudan que
sea el mismo que conocían. No pueden entender y apenas confían
Los ciegos ven, los cojos en sus propios ojos. Cuando el hombre les dice: yo soy, le preguntan
andan, los leprosos son con asombro: ¿qué te pasó? El hombre sanado relata simplemente lo
limpiados, los sordos que sucedió. Él no elabora la historia, sino que habla la verdad y no
oyen, los muertos son exagera su caso. ¿Sucede eso siempre?
resucitados y a los pobres Al parecer el hombre no sabe la identidad del Salvador, excepto que
es anunciado el evangelio. es un hombre que se llama Jesús. Sus amigos quieren conocer a este
Mateo 11:5 gran Salvador. Es loable que ellos se interesen en la buena fortuna
del hombre sanado, aunque no hay duda de que su interés estaba
mezclado con la curiosidad con respecto a la sanidad milagrosa.

| 262 |
Nuevo Testamento

El hombre sanado sólo puede decirles que él no ha visto a su Salva- Referencias / Notas
dor y que no sabe dónde está. Al parecer Jesús se había ido con sus
discípulos, sin esperar que el hombre regrese.

B. Los fariseos disputan la sanidad


Enseguida se decide llevar al hombre sanado ante los fariseos. Quizás
ellos puedan dar más información. ¡Qué mala impresión dejan estos
fariseos de nuevo! Ellos empiezan queriendo saber la historia entera.
Honesta y abiertamente, el hombre sanado repite su historia.
En lugar de alabar a Dios los fariseos empezaron a discutir. Algu-
nos concluyeron inmediatamente que Jesús no era un enviado de
Dios porque, según ellos, no había guardado el día de reposo. ¡Jesús
escupió en la tierra, hizo lodo y lo puso en los ojos mientras había
una ley rabínica especial que prohibía poner saliva en los ojos! Jesús
trabajó en el día de reposo lo cual no era permitido, aunque fuese
una bendición para el pobre desdichado. Si Jesús quiso ayudar al
hombre, debió esperar al día siguiente.
Estos fariseos descuidaron el punto más importante y se enfocaron
ciegamente en las circunstancias secundarias. Algo así pasa a me-
nudo cuando las personas quieren aferrarse a sus prejuicios. Se pre-
ocupan de los asuntos insignificantes y no del evento principal.
Otros opinaban que Jesús no podía haber realizado este asombroso
milagro. Pues, consideraban que era un hombre pecador que no ha-
cía caso de la ley de Dios, como los primeros fariseos consideraban.
Los fariseos no llegaban a un acuerdo. Entonces decidieron pregun-
tar la opinión del hombre sanado para resolver el conflicto. Como
consecuencia el caso fue analizado más a fondo y la autenticidad del
milagro fue más obvia para todos.
¿Se atreverá el hombre a hablar en favor del Nazareno ante los fari-
seos? A estas alturas ellos no niegan que el hombre ciego esté sano
y que Jesús lo hizo, pero se enfadan cuando el hombre testifica au-
dazmente diciendo: El es profeta, es decir, alguien enviado por Dios.
Ahora los judíos rechazan lo que es irrefutable y acusan al hombre
sanado de engañador. ¡Qué absurdo es esto! Es asombroso lo que
las personas hacen para no creer.

C. Los padres del hombre sanado son llamados para testificar


Ahora son llamados los padres del que era ciego. Los fariseos son
defraudados de nuevo, porque no oyen lo que esperaban. Los padres
reconocieron que el ciego sanado era su hijo y confirmaron que él
había nacido ciego. Pero evadieron cobardemente el punto contro-
versial, es decir, negaron saber quién era la persona que le había de-
vuelto la vista. Ellos evitaron este punto polémico y pidieron que sea
su hijo quien aclare este asunto, porque tenían miedo de los judíos.
El odio de los judíos hacia Jesús había aumentado grandemente.
Ellos quisieron detener por la fuerza la expansión de la influencia
de Jesús y sus seguidores. Por consiguiente, habían decidido que

| 263 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas si alguno confesase que Jesús era el Mesías, fuera expulsado de la
sinagoga. No se puede decir con certeza si ellos quisieron usar la
práctica más severa o la menos severa. En cualquier caso, era un
castigo duro porque el ofensor sería expulsado de la comunidad,
sería despreciado y no recibiría caridad en caso de necesidad. Los
padres del ciego sanado no se atrevieron a confesar al Salvador ante
sus inquisidores, porque temían la persecución religiosa. Por tanto,
se hicieron culpables de ser mal agradecidos. ¿No debemos obede-
cer a Dios antes que al hombre?

D. El hombre sanado es llamado a dar cuentas


Entonces Josué dijo a Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, para que
Acán: --Hijo mío, da gloria testificase con juramento y le dijeron: Da gloria a Dios. Ellos quieren
a Jehová, el Dios de Israel, decir: confiesa la verdad ante Dios, el conocedor de los corazones y
dale alabanza y declárame dale a él la gloria. Josué usó las mismas palabras cuando llamó a
ahora lo que has hecho; no Acán para confesar su culpa (Josué 7:19). Los fariseos quieren que
me lo encubras. Josué 7:19 el hombre sanado anule su alabanza anterior e intentan intimidarlo
diciendo: nosotros sabemos que ese hombre es pecador, porque ha
profanado el día de reposo y por tanto tu sanidad no puede ser acre-
ditada a él. Ellos usan su autoridad para intentar intimidar al hombre
y no dudan en usar cualquier medio para demostrar que Jesús es un
impostor.
¿Podrá este hombre humilde enfrentar a estos líderes poderosos?
Note como él usa su ingenio. Los líderes judíos pueden decir lo que
quieran, pero sus opiniones no cancelan los hechos irrefutables y
por tanto, el ciego sanado se opone a ellos: Una cosa sé, que habien-
do yo sido ciego, ahora veo. ¡Este es un testimonio claro y poderoso!
¡Este maravilloso y glorioso cambio ha sido provocado por nadie más
que Jesús! El hombre habla de su experiencia. Eso es lo que cuenta.
A los que les falta convicción, el mero conocimiento bíblico no les
sirve de mucho.
Los fariseos son avergonzados, sin embargo continúan presionando
y por tercera vez le preguntan al que era ciego cómo sucedió la sani-
dad. Él pierde la paciencia y les da a los fariseos una respuesta muy
merecida. Sarcásticamente les pregunta: ¿Queréis también vosotros
haceros sus discípulos?
Los fariseos callan. El hombre sanado, aunque solo, es fuerte por-
que tiene la verdad de su lado. Al verse derrotados, le respondieron
con desprecio y le injuriaron. Aquí se revela el odio profundo que
ellos sienten por Cristo. Al enfadarse, manifiestan que no son capa-
ces de demostrarle al ciego sanado que estaba equivocado. Están
profundamente ofendidos. Como discípulos de Moisés, los fariseos
se apartan de los discípulos de Jesús. ¡Como si fuera una desgracia
ser discípulo de Jesús!
Sin embargo, el hombre humilde no es desechado tan fácilmente.
Al contrario, él se pone aún más firme y audazmente les pregunta:
“¿qué están ustedes diciendo? Yo esperaría que ustedes, los maes-
tros de la ley, supieran de dónde es él. ¡Yo soy sólo un hombre simple
y estoy asombrado de mi ignorancia! La evidencia no puede con-

| 264 |
Nuevo Testamento

tradecirse: ¡Jesús me salvó!”. Esto hubiese sido imposible si Jesús Referencias / Notas
fuese una persona mala e impía, porque entonces Dios ciertamente
no le habría respondido. La Escritura dice que el que aparta su oído
para no oír la ley, su oración también es abominable (Proverbios 28:9).
Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; entonces el hombre con-
cluye: Si este no viniera de Dios, nada podría hacer.
Los fariseos están atrapados. No pueden refutar este razonamiento,
pero tampoco quieren admitir la derrota. Llenos de odio, se vuelven
al hombre y empiezan a regañarlo de nuevo. Para ellos nacer ciego
significaba haber nacido del todo en pecado.
Estos fariseos son más bien destructores del alma antes que pasto-
res de las almas. El resultado es que ellos le expulsaron, es decir, lo
sacaron fuera de su reunión. Para ellos es fácil hacer esto, pero no
convencen a nadie. Su acción indica que están derrotados. El resul-
tado es que su odio se pone en evidencia, porque usan las armas
de la persecución. Ellos expulsaron a este hombre para cubrir su
terrible incredulidad.

E. El hombre sanado no está avergonzado de reconocer a Jesús


La actitud y la respuesta del ciego sanado contrastan con las de los
padres y fariseos. El hombre no está avergonzado de expresar su
convicción y tomar el lado de su benefactor. ¿Estamos avergonzados
del evangelio? El testimonio del ciego sanado es cada vez más firme.
Inicialmente él no sabía mucho, pero su fe es incrementada bajo la
presión y él progresa paso a paso. Primero, él habló sobre un hombre
que se llama Jesús, luego dice que Él es profeta y, finalmente, com-
prende que Jesús viene de Dios. Abierta y simplemente dice lo que
sabe, aunque iba sufrir por su testimonio. Quienquiera que confiesa
a Cristo debe esperar ser ridiculizado, tarde o temprano.

III. UN ADORADOR DE CRISTO


A. Jesús busca al hombre sanado
Dios descubre al necio en su engaño. Los judíos han hecho objeto
de su enojo al intrépido testigo. Ellos pueden herirlo temporalmente,
pero no pueden herir su alma eterna. Al contrario, el desechar al tes-
tigo valeroso llegará a ser una bendición para él. Al ser expulsado, el
testigo consigue una visita.
Jesús ha oído cómo los fariseos han tratado al hombre sanado y
de nuevo siente compasión y gracia por él. Le busca porque quiere
confortarlo. El Señor no descansará hasta que el hombre sea com-
pletamente libre.
Y Jesús lo encontró. Todo lo que ha tenido lugar hasta ahora era un
preparatorio. ¡Ahora el hombre sanado recibe la más grande bendi-
ción! Hasta aquí el hombre sólo había oído la voz dulce del Salvador,
pero ahora lo ve cara a cara. Jesús le pregunta, pero de manera di-
ferente a como los fariseos lo habían hecho. No le pregunta ¿crees
tú en un profeta?, sino ¿crees tú en el Hijo de Dios? Otra versión dice

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas “Hijo del hombre”. Hay personas que no creen. ¿Cree usted? Sola-
mente esta fe es suficiente para la salvación.
La respuesta del hombre sanado ¿Quién es, Señor, para que crea en
él?, es la expresión de un alma anhelante, deseosa. Jesús contesta el
deseo de su alma. Inmediatamente el Señor Jesús se le revela, para
que él, con los ojos de la fe, vea en este Nazareno, odiado por los fari-
seos, la gloria del unigénito del Padre, lleno de gracia y verdad.
Jesús le dijo: --Yo soy, el ¡Qué aparición inesperada! Al oír la respuesta de Jesús: Pues le has
que habla contigo. visto, y el que habla contigo, él es. El hombre sanado comprende Je-
Juan 4:26 sús es su sanador (Juan 4:26). Entonces el hombre cree y da evi-
dencia de su fe. Confiesa su fe con su corazón y con su boca, y en
adoración dobla sus rodillas y adora. ¡Qué momento maravilloso!
¡Este hombre ciego, pobre y despreciado, es dos veces bendito! Y en
agradecimiento reconoce a su Salvador. El hombre sanado recibió
más de lo que había perdido cuando fue expulsado por los judíos.

B. La fe es necesaria
Muchos dieron testimonio de este milagro de sanidad. Algunos in-
vestigaron cuidadosamente la manera en que ocurrió, pero no cre-
yeron ni adoraron. Creer y adorar es necesario. No es suficiente en-
focarse en la sanidad del hombre ciego y sentir indignación por el
comportamiento de los padres y de los fariseos. Nosotros debemos
creer en Cristo, no solamente por su habilidad de dar luz a los ojos,
sino también como la Luz que es capaz de iluminar el corazón.

Tú dices: Yo soy rico, En la Escritura, la condición de los pecadores es llamada ceguera,


me he enriquecido y de de la cual estos ni siquiera están conscientes (Apocalipsis 3:17).
nada tengo necesidad. Sólo el Salvador puede librarnos de esta ceguera. Él puede abrir los
Pero no sabes que eres ojos del más ignorante e iluminar el corazón más oscuro. Los que lo
desventurado, miserable, rechazan permanecen en la oscuridad. ¡No permita que nadie sea
pobre, ciego y estás intencionalmente ciego! Los que oran de verdad y penitentemente
desnudo. para ser librados de la ceguera espiritual, recibirán respuesta y vida.
Apocalipsis 3:17 Cuán grande es el privilegio de los que dan la bienvenida a la Luz de
la salvación en Cristo y pueden decir ahora: ¡una cosa sé, que habien-
do sido ciego, ahora veo!

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Nuevo Testamento

33
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

LA PARÁBOLA DEL BUEN PASTOR


Texto de referencia:
Juan 10:1-21

Versículo para memorizar:


Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.
Juan 10:11

INTRODUCCIÓN
En esta lección reflexionaremos sobre la historia del buen Pastor, a la
que Juan llama una alegoría porque no es un relato que se desarrolla
gradualmente, sino un discurso que describe asuntos espirituales
usando ejemplos de la vida.
Si solamente se narra la parábola como aparece en la Escritura, la
lección se terminará pronto y los estudiantes no aprenderán mucho.
La intención de la parábola es que nos fijemos en algunas verdades
importantes. No es una historia ordinaria ni es solo una parábola en
forma de historia. Esta parábola nos da una gran oportunidad para
hablar sobre Cristo.
Los primeros cinco versículos describen al pastor genuino y verda-
dero, en contraste con el ladrón y el extraño. Parece que los oyentes
no entendieron a quien se estaba refiriendo Jesús. Por tanto, en los
versículos siguientes continua su explicación.
La misma explicación es también una metáfora. Se presenta primero
la metáfora de la Puerta y luego sigue la descripción del buen Pastor.
Al final del discurso, como siempre, hay dos respuestas diferentes: 1)
algunos se sienten gravemente ofendidos y declaran con enojo que
Jesús está loco y poseído por el diablo; 2) otros se oponen indicando
que la curación del hombre nacido ciego no puede ser la obra de un
demonio. La lección destaca los diferentes puntos a continuación:
I. La ocasión de la parábola
II. La presentación de la parábola
III. El propósito de la parábola

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas I. LA OCASIÓN DE LA PARÁBOLA


A. La relación entre el hombre ciego y el Buen Pastor
El discurso del Señor en Juan 10 está conectado estrechamente con
las últimas palabras del capítulo 9. Como sabemos, la organización
de la Biblia en capítulos y versículos vino mucho más tarde. En el
original, todo estaba escrito seguido.
Antes de exponer los puntos concernientes al relato que nos ocupa,
debemos recordar algunos puntos clave de la historia anterior, de la
sanidad del ciego. Hay que considerar tres aspectos relacionados: la
acción de Jesús al sanar a hombre, las palabras de testimonio del
ciego sanado y la actitud de los fariseos. Jesús concedió un gran
beneficio a este pobre hombre, pero antes probó su fe ordenándole
que hiciera algo y el hombre le obedeció al instante.
Esta sanidad captó la atención de muchas personas que deseaban
saber más de Jesús y de este milagro asombroso. Como Jesús se
había ido, la muchedumbre fue a consultar a los fariseos. De la con-
versación desarrollada, fue muy evidente que los fariseos no esta-
Al ver las multitudes tuvo ban deseosos de reconocer la grandeza y la bondad de Cristo. Las
compasión de ellas, porque ingeniosas y agudas respuestas del hombre sanado atraparon a los
estaban desamparadas y fariseos. Como consecuencia de su intrepidez, el hombre, que antes
dispersas como ovejas que había sido ciego, fue expulsado de la sinagoga. El resultado fue que
no tienen pastor. él se encuentra con Jesús de nuevo y lo reconoce como Su Salvador
Mateo 9:36 y como el Hijo de Dios, y lo adora.

l espíritu de Jehová, el B. Jesús muestra a los fariseos su llamado


Señor, está sobre mí,
porque me ha ungido Estos eventos son la ocasión para que el Señor Jesús afirme directa-
Jehová. Me ha enviado a mente quién es él y quiénes son los fariseos. El amor de Dios también
predicar buenas noticias a los buscaba a ellos y les mostró su paciencia. Recordemos la pacien-
los pobres, a vendar a los cia del padre para el hijo mayor, en la parábola del hijo pródigo. Sin
quebrantados de corazón, embargo, aquí los fariseos aparecen en una relación diferente.
a publicar libertad a los Con orgullo y pompa le preguntan: ¿Acaso nosotros somos también
cautivos y a los prisioneros ciegos? De ellos puede decirse lo que Pablo declaró: Y confías en que
apertura de la cárcel; a eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas, instructor de
proclamar el año de la los indoctos, maestro de niños, que tienes en la ley la forma de la cien-
buena voluntad de Jehová cia y de la verdad (Romanos 2:19, 20). El Señor Jesús los empuja para
y el día de la venganza del que se coloquen delante de un espejo, para que puedan ver quiénes
Dios nuestro; a consolar son los líderes malos y quién es el buen Pastor.
a todos los que están de
luto; a ordenar que a los Hace poco ellos habían manifestado claramente la mala actitud de
afligidos de Sión se les sus corazones. No estaban preocupados por el bienestar del pueblo,
dé esplendor en lugar de por el contrario, ellos eran los engañadores.
ceniza, aceite de gozo Jesús tiene gran compasión por los necesitados y busca salvarlos
en lugar de luto, manto porque los ve como ovejas cansadas y esparcidas que no tienen pas-
de alegría en lugar del tor (Mateo 9:36). Él es el Redentor, en quien la profecía se cumple
espíritu angustiado. (Isaías 61:1-3). Esto se indica por el simbolismo descriptivo del verda-
Serán llamados “Árboles dero y buen Pastor, en contraste con el que no lo es. Jesús, el Cristo,
de justicia”, “Plantío de afirma la importancia de esta parábola porque introduce su instruc-
Jehová”, para gloria suya. ción diciendo solemnemente dos veces, de cierto, de cierto.
Isaías 61:1-3

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Nuevo Testamento

II. LA PRESENTACIÓN DE LA PARÁBOLA Referencias / Notas


A. Los pastores y el redil
El Señor Jesús tiene en mente un establo de animales, conocido en
el Medio Oriente como un redil. El redil no es un establo con un
techo, como nosotros conocemos, sino una edificación cuadrada al
aire libre, formada por una pared de piedras apiladas. En la noche los
pastores traían a sus ovejas al redil y las dejaban bajo el cuidado del
portero, que permanecía en una entrada estrecha para protegerlas
de los ladrones y de los animales salvajes. Por la mañana los pasto-
res sacaban sus ovejas del redil para llevarlas a pastar.
¿Qué hacía este pastor? Desde luego él no tenía que trepar secre-
tamente por la pared para llegar a las ovejas, sino que se dirigía al
portero, quien lo reconocía como el verdadero pastor y le abría la
puerta para que pueda entrar al redil y tomar sus ovejas. Los que se
desviaban del portero, de la puerta y subían por otra parte de la pared
para entrar al redil, no eran pastores, sino ladrones y salteadores.

B. Las ovejas conocen la voz de su pastor


Hay un segundo aspecto en esta parábola que describe a un verda-
dero pastor. Un ladrón y un pastor no se distinguen solamente por
la forma en que cada uno entra en el redil, sino también por la for-
ma como cada uno llama a sus ovejas. Las ovejas no hacen caso al
llamado del extraño, no lo seguirán, mas bien huirán de él. Pero, tan
pronto el verdadero pastor llama a sus ovejas lo oyen, reconocen la
voz familiar y confiadamente van hacia él.
Recordemos que en el Medio Oriente varios pastores traen sus re-
baños a los rediles por la noche. Por la mañana, cada pastor llama
a sus ovejas de su propia manera, inimitablemente. La rutina diaria
ha construido una relación cercana y una confianza íntima entre el
pastor y sus ovejas. El pastor tiene un nombre particular para cada
oveja. Cuando él las llama por el nombre, ellas lo siguen al instante,
porque conocen su voz. Entonces él las lleva fuera del redil y va delan-
te de ellas para apacentarlas.
Un pastor no lleva a sus ovejas delante de él, sino camina delante
de ellas para guiarlas. Ellas solo seguirán a su propio pastor. Esta
verdad es evidente en la siguiente historia de la antigüedad. Cerca
de Jerusalén, un viajero encontró a un pastor con su rebaño. Se puso
la ropa del pastor y llamó a las ovejas para que lo sigan, pero fue en
vano. Entonces el verdadero pastor las llamó e inmediatamente las
ovejas lo siguieron, aunque él estaba usando la ropa del viajero.

C. El verdadero pastor busca el bienestar de sus ovejas


Una distinción muy precisa es el hecho de que el verdadero pastor
busca el bienestar de sus ovejas y se preocupa de que ellas hallen
pastos. El pasto no es un pedazo de césped cercado, sino que para
pastar, el pastor debe llevar a su rebaño a las llanuras altas, en los
lados de la montaña, donde hay mucho césped verde. El ladrón, el

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas imitador, cuya apariencia es como la del pastor, tiene malas inten-
ciones. Él viene al redil para hurtar y matar y destruir. En contraste,
Jesús dice: yo he venido para que tengan vida.

D. El verdadero pastor cuida de sus ovejas


Finalmente, el verdadero pastor se caracteriza porque cuida sus ove-
jas cuando están en peligro, ofrece su propia vida para protegerlas.
El asalariado no hace eso pues sólo trabaja por la paga y está preocu-
pado por su propia ganancia.
En las montañas las ovejas están siempre en peligro de los ladrones
y de los animales salvajes que se esconden en las guaridas y cuevas
desiertas. Si un lobo amenaza y está listo para saltar sobre el rebaño,
el asalariado alza el vuelo. Él no se arriesga porque es un asalariado,
y no le importan las ovejas. Él es capaz y de hecho deja que el lobo
disperse y devore a las ovejas.
¡Qué diferente actúa el verdadero pastor! Un gran ejemplo del trabajo
de un buen pastor es David que mató a un león y a un oso para salvar
a sus ovejas. Él no huyó del peligro ni tuvo miedo y arriesgó su vida
por sus pequeños animales. ¡El verdadero pastor es un buen pastor!

III. EL PROPÓSITO DE LA PARÁBOLA


Explicar el significado y propósito de esta parábola no es difícil cuan-
do se indica claramente la diferencia entre un pastor verdadero y
uno falso. Es importante destacar los puntos principales y no dar
demasiada importancia a los detalles del relato. Por ejemplo, alguien
puede preguntar lo qué significa la puerta y quién es el portero, cuan-
do estas preguntas no son relevantes. El propósito principal es el
significado de la narración en conexión con los fariseos y la relación
que ellos tenían con el Señor Jesús y sus seguidores.

A. Los fariseos
Al ver él que muchos Jesús declara que los fariseos son extraños e imitadores. Se han
de los fariseos y de los puesto a sí mismos en la posición de líderes de Israel, pero son líde-
saduceos venían a su res malignos. Dios no los llamó. Juan el Bautista los desenmascaró
bautismo, les decía: (Mateo 3:7) y Jesús los reprueba grandemente. Los fariseos buscan
“¡Generación de víboras!, su propia ganancia y están motivados por malignas intenciones. Solo
¿quién os enseñó a huir de les preocupa su propio honor, estima y riqueza. Bajo la cubierta de
la ira venidera? extensas oraciones, no tienen escrúpulos para arrebatar a las viudas
Mateo 3:7 sus posesiones. Los guía la ambición y el ansia de poder y riquezas.
Las personas pobres son sus víctimas. La forma en que ellos trataron
al hombre ciego de nacimiento indica que no se preocupan por el
bienestar de las personas.
Las ovejas no los siguen. Los fariseos se han atribuido el derecho de
imponer la ley al pueblo. Ellos quieren ser los líderes y la mayor parte
de las personas los buscan y los obedecen ciegamente, pero hay
otros verdaderamente piadosos, como el hombre nacido ciego, que
no se dejan seducir por ellos ni temen sus amenazas.

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Nuevo Testamento

B. Jesús Referencias / Notas


Las Escrituras nos hablan a menudo de un pastor, y de su cuidado y
fidelidad al cuidar el rebaño, el pueblo de Dios. Así como la paterni-
dad está arraigada en Dios, así el trabajo del pastor está arraigado
en Dios. Un pastor terrenal es un tipo que apunta débilmente al gran
pastor de Israel, como su rey, líder, guardián y sustentador.
El término “pastor” era particularmente significativo para el pueblo
de Israel, cuyas cabezas tribales eran los reyes pastores. La tipología
del pastor es usada por toda la Escritura, por ejemplo en los Salmos
(23, 77, 79, 80, 95, 100, 119); en los profetas (Isaías 40, 53; Ezequiel 34
--muy rica y detallada; Miqueas 5; Zacarías 11, 13); en los evangelios
(Mateo 18; Lucas 12; Juan 10); y en las epístolas (Hebreos 13; 1 Pedro
2; Apocalipsis 7).
En Jesús nosotros encontramos el cumplimiento de las profecías del
Antiguo Testamento. ¡Este cumplimiento es todavía más glorioso que
la promesa! Él es el verdadero Pastor, que no se impone a sí mismo,
sino que es enviado por el Padre y proclamado por el heraldo, Juan
el Bautista. Él vino a su pueblo en una manera legítima.
¡Jesús es la Puerta! Jesús lo dice dos veces. El mejor simbolismo Y en ningún otro hay
no sería lo suficientemente glorioso para describirlo. Sin embargo, salvación, porque no hay
él escoge un símbolo simple para que todos podamos entender. La otro nombre bajo el cielo,
puerta del redil es muy sencilla, pero es la única y verdadera entrada, dado a los hombres, en
tanto para los pastores como para las ovejas. Se debe usar la puerta. que podamos ser salvos.
No es suficiente estar parado a la entrada o caminar frente a ella, Hechos 4:12
sino que debemos entrar; es decir, en fe debemos asirnos a Cristo y
abrazarlo. La salvación no está en ningún otro (Hechos 4:12). El sím-
bolo es también muy personal: Yo soy la Puerta, yo soy el Pan de vida, Respondió Jesús: --Os he
la Luz del mundo, el Camino, la Verdad y la Vida. dicho que yo soy. Si me
buscáis a mí, dejad ir a
La tipología, el buen Pastor, es todavía más íntima, como se afirma estos. Juan 18:8
enfáticamente en los versos 11 y 14. Literalmente dice: Yo soy el Pas-
tor --Yo soy lo que un pastor debería ser. Cuando nosotros vemos lo
que este Pastor hace, no podemos negar que El buen pastor su vida Cristo, cuando aún
da por las ovejas. éramos débiles, a su
Esta tipología expresa también la idea de una buena disposición. El tiempo murió por los
buen Pastor no fue obligado a la muerte. No huyó del lobo, porque impíos. Ciertamente,
vino a confrontar todos los poderes destructivos del infierno. Ama apenas morirá alguno
a sus ovejas más que a su vida y se ofreció a sí mismo por ellas. A por un justo; con todo,
los que vinieron a llevarlo, les dijo: Dejad ir a estos (Juan 18:8). Hizo pudiera ser que alguien
todo por sus ovejas y voluntariamente dio su vida por ellas. Porque
tuviera el valor de morir
las amó, permaneció fiel hasta la muerte. Aquí nosotros tenemos la
por el bueno. Pero Dios
muestra su amor para
evidencia del gran amor de Dios (Romanos 5:6-8).
con nosotros, en que
El dar la vida no fue la única cosa que Jesús hizo por su rebaño. siendo aún pecadores,
Después de haber usado su poder, derecho y habilidad para tomar Cristo murió por nosotros.
su vida de nuevo, él continúa su trabajo sin cesar. Hay también otras Romanos 5:6-8
ovejas que no son de este redil, que también tienen que ser traídas de
entre todos los pueblos de la tierra. ¡Esta es una actitud diferente a la
de los fariseos! Jesús no descansará hasta que haya un rebaño, y un
pastor. Aquí también está la tarea misionera de la iglesia cristiana.

| 271 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Cristo siempre cuida de sus ovejas y vela por su bienestar. Actúa
como Jacob, que no guió a su rebaño sino que dijo: Y yo me iré poco
a poco al paso del ganado (Génesis 33:14).
Una hermosa descripción del cuidado del Señor para el débil, el jo-
ven y el necesitado, se encuentra en la profecía de Isaías: Él apa-
centará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los
llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas (Isaías 40:11). ¡Él
las lleva suavemente! ¡Qué bueno que el gran Pastor tiene también a
los corderitos recién nacidos en su rebaño, que no pueden viajar tan
rápido! ¡No los aparta ni los deja atrás desprotegidos, sino que los
lleva tiernamente en sus brazos!

Como reconoce su rebaño El Señor también busca a las ovejas perdidas y descarriadas para
el pastor el día que está traerlas al redil (Ezequiel 34:12). Trae de regreso a las que han perdi-
en medio de sus ovejas do el camino y están descarriadas en el desierto. Jesús incluso deja
esparcidas, así reconoceré a todas las demás ovejas para buscar a aquella que está perdida has-
yo a mis ovejas y las ta que la encuentra. Al hallarla no la golpea, sino que alegremente la
libraré de todos los lugares lleva a casa sobre sus hombros. ¡Cuán grande es el amor del Señor
en que fueron esparcidas por su rebaño!
el día del nublado y de la Este buen Pastor puede decir: Yo conozco mis ovejas, pues no es un
oscuridad. Ezequiel 34:12 extraño para sus ovejas. Conocerlas significa amarlas. Este Pastor
piensa en ellas con amor. Y su amor es para todo el rebaño. Las re-
úne, les da el mismo pasto, conoce a cada una por su nombre y le
da a cada una la porción que necesita. Él hizo esto por Natanael,
Zaqueo, el hombre nacido ciego, Pedro y la mujer Samaritana. Jesús
conoce los caminos y las necesidades de los suyos y los cuida, dán-
doles poder para resistir la tentación y consolándolos cuando están
heridos en cuerpo y alma.

C. La oveja
No hay mayor privilegio que ser una oveja de este buen Pastor. No
hay nada mejor que ser guiado personalmente por Jesús. ¿Quiénes
son las ovejas de Jesús? ¿Qué las caracteriza? Ellas oyen su voz, le
conocen y siguen. El amor de Cristo las atrae y el evangelio les brinda
salvación. En verdad, nosotros deberíamos orar continuamente para
que prestemos atención a esta gran salvación. Nunca ignoremos
este llamado.
Y ciertamente, aun estimo
todas las cosas como Las ovejas le conocen, pero este conocimiento no es solamente inte-
pérdida por la excelencia lectual. Es el conocimiento del corazón, que puede compararse con
del conocimiento de Cristo la relación amorosa entre el Padre y el Hijo. Hay una unión espiritual
Jesús, mi Señor. Por amor entre Jesús y los suyos. Ellos vienen a conocer al Señor y se desarro-
a él lo he perdido todo lla una relación de confianza. De esta manera, ellos aprenden algo
y lo tengo por basura, de las riquezas de su amor, gracia, sabiduría, poder, paciencia y fi-
para ganar a Cristo. (…) delidad. ¡No hay nada más maravilloso que conocer a Jesús! Cual-
Quiero conocerlo a él y el quiera que desee este verdadero conocimiento, al igual que Pablo,
poder de su resurrección, considerará todas las cosas como pérdida por la excelencia del co-
y participar de sus nocimiento de Cristo Jesús (Filipenses 3:8, 10).
padecimientos hasta llegar Las ovejas lo siguen. Sin un pastor nunca habrá un rebaño, porque
a ser semejante a él en su las ovejas tienen la inclinación a vagar. Cuando a una oveja se la deja
muerte. Filipenses 3:8, 10

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Nuevo Testamento

sola, enseguida se aleja y cuando es atacada está impotente, porque Referencias / Notas
no tiene ninguna defensa. Una oveja debe estar deseosa de seguir.
El buen Pastor va delante de sus ovejas, toma el camino correcto y
les enseña a seguirlo a dondequiera que vaya. Bajo su liderazgo ellas
son bienaventuradas. Están seguras, no porque sean ovejas buenas,
sino porque tienen un buen Pastor.
Si usted no tiene a Cristo como su Pastor, usted irá por el camino
equivocado, del ansia de poder, del orgullo y la codicia. Usted no será
pastoreado, sino seducido por el mal camino que lleva a la perdición.

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La Historia de la Salvación

34
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

LA PARÁBOLA DEL SIERVO MALVADO


Textos de referencia:
Mateo 18:21-35

Versículo para memorizar:


Antes sed bondadosos unos con otros, misericordiosos,
perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a
vosotros en Cristo. Efesios 4:32

INTRODUCCIÓN
Porque seré propicio a
sus injusticias, y nunca Esta parábola no enseña la doctrina completa del perdón, pero
más me acordaré de enfoca poderosamente en un aspecto que debe quedar impreso
sus pecados ni de sus en lo profundo de nuestras mentes y corazones. La historia nece-
maldades. Hebreos 8:12 sita poca explicación ya que habla por sí misma. La intención de
Cristo con este relato es mostrar que Dios no castiga los pecados
que han sido perdonados, lo cual está en armonía con su carácter
(Hebreos 8:12).
Jesús mismo explica el propósito de la parábola en el versículo 35.
Usualmente, los detalles de las parábolas no deben ser desarrolla-
dos más extensamente que la parte principal de la parábola. La lec-
ción más importante de esta parábola es que la gracia no merecida
y perdonadora de Dios debe motivarnos al agradecimiento y a tener
misericordia de otros.
Nuestra culpa delante de Dios aumenta inmensamente si no res-
pondemos al amor de Dios, siendo generosos y bondadosos con
otros. Esta parábola no pone a prueba a todos nosotros. La enseñan-
za principal es la humillación verdadera. Además, nos muestra muy
claramente la grandeza de la gracia de Dios, su justicia y el poder
glorioso del trabajo del Espíritu Santo en el corazón. ¡Esta historia ha
tenido muchas veces un efecto muy poderoso en la vida del pueblo
de Dios!
Estudiemos esta parábola considerando los siguientes puntos:
I. El contexto
II. Tres escenas

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Nuevo Testamento

I. EL CONTEXTO Referencias / Notas


A. La culpa del pecado
El juicio de Cristo sobre el pecado es severo. Él lo llama culpa. No-
temos la quinta petición del Padrenuestro: perdónanos nuestras
deudas. Estas palabras indican que el pecado no es solamente una
debilidad desafortunada o una imperfección deplorable sino que es
la transgresión de la ley. Esta petición implica responsabilidad perso-
nal y pone al hombre en una posición caída. El pecado es injusticia y
nos hace culpables delante del Dios Santo. Nosotros hemos violado
descaradamente los derechos del Señor; lo hemos ofendido y no lo
hemos servido como debemos.
Esta caracterización del pecado es profundamente humillante y no-
sotros tenemos que sentir esto en nuestro ser interior. La justicia
requiere que el pecado sea reconocido como culpa. La mayoría de
las personas están de acuerdo con la verdad general de que somos
pecadores porque nadie es perfecto. Esta admisión del pecado es
muy superficial porque no conduce ni al arrepentimiento, ni a la hu-
millación, ni a la oración suplicante, sino que minimiza el pecado y
las personas se vuelven frías y descuidadas.
Cuando esto ocurre, enseguida aparecen las excusas: se culpa a las
circunstancias, a las dificultades, a las tentaciones, se culpa al dia-
blo de todo y por todo, etc. No hay duda que ocasionalmente existen
circunstancias atenuantes, pero eso no quita el hecho de que los
pensamientos, las palabras y las obras son pecaminosos, porque al
final el pecado no puede ser cargado a las circunstancias, sino a la
persona misma.
Otros toman el pecado más seriamente. Su conciencia les testifica
en su propia contra. Ellos tienen algo de culpa y se sienten avergon-
zados. Sienten su pecado como una carga y experimentan su peso.
Intentan desenredarse del pecado, pero lo hacen en su propia fuerza.
Tienen muchas buenas intenciones, pero no llegan al punto donde
deberían orar: Ten misericordia de mí, Oh Señor (Salmos 6:2). Intentan
recuperar lo que han estropeado al tratar de mejorar por sí mismos y
dependiendo de sus propios esfuerzos.
Hay personas que van incluso más lejos. Su pecado les causa remor-
dimiento y están llenas de culpabilidad. Pero esto no los guía a Dios
en fe con la oración: Conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por
tu bondad, oh Jehová (Salmos 25:7). Ellos no oran y, como Judas, se
desesperan.
Cristo señala otro camino. Él nos amonesta. ¡Cuando sientas tu cul-
pa, no la cubras sino confiésala y ora a tu juez por gracia! Ore repi-
tiendo las palabras del Padrenuestro: perdónanos nuestras deudas,
como nosotros perdonamos a nuestros deudores.

B. ¿Qué es el perdón de pecados?


El perdón es más que pasar sobre el pecado o cubrirlo; es más que
ignorarlo y olvidarlo. El pecado es un mal mortal que debe ser des-
arraigado. Su culpa nos hace merecedores del castigo de Dios.

| 275 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas El perdón significa que Dios no nos carga nuestra culpa, sino que él
se la carga a otro, ¡al sustituto de los pecadores! Esto significa que
Dios levanta de nosotros la maldición de la ley y carga nuestra injus-
ticia al Salvador. Nos descarga, nos concede la remisión del pecado
y de la culpa y nos recibe en gracia como sus amados hijos y here-
deros (Catecismo de Heidelberg, Respuesta 56). Es por la bondad de
Jesús que el pecado es perdonado. Dios nos concede su gracia pero
no a expensas de su justicia.
La fuente más profunda del perdón yace en el amor misericordioso
y voluntario de Dios. La oración por el perdón es suplicar el favor
y la gracia de Dios. ¡Y allí está la gracia! Yo, yo soy el que borro tus
rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados
(Isaías 43:25).
Y todo esto proviene de ¡Dios perdona más bondadosamente de lo que nosotros perdona-
Dios, quien nos reconcilió mos a otros! La razón es la obra propiciatoria y mediadora de Cristo.
consigo mismo por Cristo, El sacrificio de Cristo obtuvo la satisfacción perfecta, calmó la ira
y nos dio el ministerio de Dios y satisfizo su justicia. Debido a las obras de su alma, Dios,
de la reconciliación: que es amor y quiere perdonar, puede perdonar sin violar su justicia
Dios estaba en Cristo y santidad. Dios mismo nos dio a este mediador y probó su amor
reconciliando consigo al enviando a su Hijo (2 Corintios 5:18, 19; Juan 3:16). ¡Esta es la mise-
mundo, no tomándoles en ricordia infinita y la gracia rica y gratuita!
cuenta a los hombres sus
pecados, y nos encargó a
nosotros la palabra de la C. El perdón mediante la fe
reconciliación. ¿Podemos todos sin excepción decir sin mayor preocupación: Dios
2 Corintios 5:18, 19 perdona mi pecado y por tanto, no me castigará? ¡No! Lo que se ne-
cesita es la verdadera fe en el Señor Jesucristo. El arrepentimiento
es indispensable porque cuando nosotros confesamos nuestros pe-
De tal manera amó Dios
al mundo, que ha dado a cados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos
su Hijo unigénito, para de toda maldad (1 Juan 1:9).
que todo aquel que en él Hay más. En el Sermón del Monte Jesús dijo que si perdonáis a los
cree no se pierda, sino hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre
que tenga vida eterna. celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vues-
Juan 3:16 tro Padre os perdonará vuestras ofensas (Mateo 6:14, 15). Al final de la
parábola, cuando el enfadado rey castiga al siervo malvado, Jesús afir-
ma: Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de
todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas (Mateo 18:35).
¡Cristo mismo nos dice esto a nosotros! Él conoce perfectamente a
su Padre celestial y no quiere que tengamos ningún pensamiento
erróneo sobre él. El Señor está presto para perdonar y abundar en
misericordia, pero no malgasta su gracia porque no es barata. Si no
tenemos amor en nuestros corazones y no cambiamos nuestra acti-
tud hacia otros, cuando oremos: perdónanos nuestras deudas como
nosotros perdonamos a nuestros deudores, las palabras serán vacías,
sin ningún significado.

D. ¿Qué significa perdonar a otros?


Cuando hacemos esto, no le pedimos al Señor que nos perdone
porque nosotros perdonamos a otros, pretendiendo que el perdonar

| 276 |
Nuevo Testamento

a otros es la condición para que nuestra oración sea contestada. Referencias / Notas
Nuestra buena voluntad para perdonar a otros no es un pago para
comprar el perdón divino. Eso no sería gracia, sino una blasfemia.
No ganamos nada si prometemos a Dios que mejoraremos, no im-
porta cuán sinceros seamos.
Cuando los niños hacen algo malo, no debemos enseñarles a decir:
yo prometo no hacerlo de nuevo. Ellos usualmente no pueden guar-
dar tales promesas bien intencionadas.
Conceder el perdón a otros tampoco significa que tenemos una regla
prescrita, la cual Dios usa para perdonarnos. ¡Si ese fuera el caso,
para nosotros, que consideramos tan difícil perdonar y casi imposi-
ble olvidar, no parecería muy bueno!
Tampoco nuestro perdón es una condición a la cual nosotros debe- Mi pecado te declaré y
mos conformarnos. Esta petición se refiere a la actitud que debe llenar no encubrí mi iniquidad.
nuestro corazón cuando oramos. Si vamos de todo corazón a recibir Dije: “Confesaré mis
y valorar el perdón, debe haber un buen deseo para perdonar a otros. rebeliones a Jehová”, y tú
Nosotros solo podemos orar de verdad por el perdón, con todo nuestro perdonaste la maldad de
corazón, cuando nosotros mismos estamos deseosos de perdonar a mi pecado. Salmo 32:5
otros. En la medida cómo confesamos nuestra culpa nosotros recibi-
mos el perdón de la misma (Salmos 32:5). Así es con el perdón que se
concede a otros. Cuando concedemos el perdón a alguien que me ha
ofendido demuestro que valoro el perdón de Dios por mi pecado.
Lo importante de esto es que nosotros por naturaleza no tenemos Y puesto de rodillas,
esta actitud, y esto porque por naturaleza yo tiendo a ser odioso. clamó a gran voz: “Señor,
Nuestra disposición para perdonar a otros es la evidencia y fruto de no les tomes en cuenta
la obra del Espíritu Santo en nuestro corazón. En la Escritura encon- este pecado”. Habiendo
tramos como ejemplo a Esteban (Hechos 7:60) y a los mártires que
dicho esto, durmió.
fueron torturados cruelmente y asesinados por sus enemigos.
Hechos 7:60

La gracia perdonadora de Dios produce una actitud de perdón en


nosotros. Cuando obra esta gracia en nosotros, tenemos la evidencia
de que el Señor se deleita en darnos esta gracia. Por consiguiente,
cuando yo dudo de que Dios pueda conceder su perdón a un peca-
dor como yo, puedo humildemente orar audazmente por el perdón.
Yo tengo la esperanza de que él es mi Padre misericordioso y yo soy
su hijo. El Catecismo de Heidelberg resume esto en términos simi-
lares cuando dice: así como nosotros sentimos esta evidencia de Tu
gracia en nosotros, es nuestra resolución firme del corazón perdonar
a nuestro prójimo (Respuesta 126). Un espíritu perdonador es una
señal de ser un verdadero seguidor de Cristo.

E. La regla para el perdón en el Reino de los cielos


En el ejemplo poderoso de esta parábola, Cristo enseña lo que es el
verdadero perdón. ¡Note la ocasión! Pedro hace la pregunta: Señor,
¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta
siete? Pedro quiere saber los límites del perdón. Los rabinos enseña-
ban que el límite era alcanzado cuando el perdón había sido conce-
dido tres veces. Cuando Pedro ofrece la idea de siete veces, él piensa
que él es muy generoso y que este es el límite absoluto.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas El Señor Jesús señala que tal deducción matemática está comple-
tamente equivocada. Refiriéndose sin ninguna duda al fanfarrón La-
Si siete veces será vengado mec, que deseó vengarse setenta veces siete (Génesis 4:24), el Señor
Caín, Lamec lo será declara que nosotros debemos tener el deseo opuesto. No te digo
setenta veces siete. hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete. El significado es claro:
Génesis 4:24 no es posible poner un límite. La buena voluntad para perdonar debe
ser interminable.
Esta es la regla del reino de los cielos sobre la tierra. El propósito de
la parábola es demostrarla. Y esta regla parece una demanda increí-
blemente pesada. Debemos considerar la comparación de los mil
talentos y los cien denarios. Nuestra culpa contra Dios aumenta
diariamente y nunca podremos pagarla, sin embargo, es completa-
mente perdonada. ¿Si esta deuda es comparable a los diez mil ta-
lentos que el hombre en la parábola no podía pagar, por qué nos
es imposible perdonar la simple deuda de cien denarios que nos
adeudan? Para presentar esta verdad más concretamente, el Señor
presenta la parábola en tres escenas que muestran el contraste ab-
soluto en las actitudes y enfatiza cuán terrible es carecer del amor y
la buena voluntad de estar reconciliados.

II. TRES ESCENAS


A. La primera escena (vs. 23-27)
Jesús cuenta una historia sobre un rey, un gobernante oriental, un
déspota absoluto que ejerce sus derechos soberanos según su pro-
pio punto de vista y voluntad. Los siervos no son los ayudantes ordi-
narios del palacio, sino probablemente los oficiales de alto rango que
cuidan parte del reino y que deben asegurarse de que los impuestos
sean reunidos y pagados. Estos oficiales abusaban frecuentemente
de la gran libertad que este oficio les permitía para enriquecerse y
gastar pródigamente.
Un cierto día, el rey quiere establecer sus cuentas con los oficiales
y les ordena que paguen. Pronto le traen a uno que le debía diez mil
talentos. Hay varios detalles que nosotros debemos notar. Este ofi-
cial es el primero a quien se le pide cuentas. En este primer caso
la actitud del rey se pone de manifiesto. Para los que siguen, que
todavía esperan, será importante ver lo que el rey hará. Después, el
oficial no obedece la orden voluntariamente por propia iniciativa. Al
contrario, él fue presentado (ante el rey). Hay una buena razón para
su renuencia. Él sabe demasiado bien que sus cuentas no están en
orden. Tiene una tremenda deuda. Probablemente un talento hebreo
era aproximadamente tres mil talentos de plata y cada talento de
plata tenía un valor de cerca de $100.000. ¡Diez mil talentos habrían
sido aproximadamente 300 millones de dólares! Allí está el oficial de
pie, lleno de vergüenza y con las manos vacías.
Este es un cuadro de la deuda del pecado y la culpa que cada uno
de nosotros tenemos delante de Dios, aunque muchos no la recono-
cen. Esta deuda es inmensa e inconcebiblemente grande, debido a
nuestro pecado original y a los numerosos pecados diarios de pen-
samientos, palabras y hechos, así como los pecados de omisión que

| 278 |
Nuevo Testamento

cometemos. Nosotros somos completamente incapaces de pagar Referencias / Notas


esta deuda y reducirla es impensable.
El juicio del rey contra el deudor era según las leyes de ese tiempo. Una de las mujeres de
Israel tenía las mismas leyes (2 Reyes 4:1). La ley de Dios, sin embargo, los hijos de los profetas
puso un límite a la esclavitud, al instituir el año del jubileo, cuando los clamó a Eliseo diciendo:
castigos de la ley se terminaban (Éxodo 22:3; Levítico 25:39, 47, 54). --Tu siervo, mi marido, ha
muerto, y tú sabes que
El rey demanda que el pago sea hecho. Su demanda es correcta. La tu siervo era temeroso de
venta de la propiedad y de la familia del oficial no sería suficiente Jehová. Pero el acreedor
para pagar la enorme deuda que él debía. Aun si aceptara, el castigo ha venido para llevarse
sería muy severo para el deudor, porque su familia también sufriría y a dos hijos míos como
sería llevada lejos de él. Sería sumamente doloroso, pero el rey tiene siervos. 2 Reyes 4:1
sus derechos y su demanda es justa.
¿Es de sorprenderse que el deudor esté lleno de miedo? Él puede
prever su futuro miserable y cae rápidamente ante el rey, a quien Pero si es de día, el autor
había tratado tan mal. Él no pide ser descargado de su deuda, sino de la muerte será reo de
que pide un plazo para pagar. Lleno de miedo y temor se arriesga a homicidio. El ladrón hará
pedirle al rey que tenga paciencia y hace una promesa insensata: yo completa restitución; si
te lo pagaré todo. Él quiere hacer lo que puede, y lo hará, si solamente no tiene con qué, será
se le diera más tiempo. ¿Acaso no se da cuenta que es una petición vendido para pagar lo
imposible y que no podrá cumplir? robado. Éxodo 22:3
Entonces el señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le
perdonó la deuda. Este es uno de los “versículos dorados” de la Biblia. Si tu hermano empobrece
Su petición no es en vano. El rey ve que la transgresión del siervo lo estando contigo, y se
sumergirá a él, a su esposa y a sus hijos en las profundidades de la vende a ti, no lo harás
miseria y tiene compasión. El rey incluso le da más de lo que le pide servir como esclavo.
y le pone completamente libre y lo exenta de pagar cualquier parte (…) Si el forastero o
de su deuda. ¡Qué generoso y bondadoso es el rey! el extranjero que está
contigo se enriquece, y tu
¡Pobre pecador, levántate y ve hacia tu Rey! ¡Tú sabes por experiencia
hermano que está junto
que tienes un Rey bondadoso! Es su gracia la que te salvó. ¡Tú fuiste
a él empobrece y se vende
librado de tu miseria solamente debido a su misericordia ilimitada!
al forastero o extranjero
¿No necesitas que el Señor tenga compasión de ti? La deuda de tu
que está contigo, o a
pecado es insuperable para ti, pero no para Dios. ¿Cómo estarás
alguno de la familia del
cuando llegue el día de rendir cuentas? Ora la oración del pecador: extranjero. (…) Si no se
Señor, ¡ten misericordia de mí! rescata en esos años, en el
La gracia de Dios es sobreabundante, mucho más de lo que nosotros año del jubileo quedará
podemos orar o pensar. Tenemos un Dios que perdona, clemente y libre él junto con sus hijos.
piadoso, tardo para la ira, y grande en misericordia (Nehemías 9:17). Él Levítico 25:39, 47, 54
continúa perdonando los pecados múltiples y grandes. Cuanto está
lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebelio-
nes (Salmos 103:12). Él echará en lo profundo del mar todos nuestros
pecados (Miqueas 7:19). ¡De verdad, tenemos un Dios que ama mos-
trar misericordia!

B. La segunda escena (vs. 28-30)


Esta escena es en parte una repetición de la primera, en el palacio
del rey, pero con un giro diferente. Se presenta un gran contraste.
Contra un despliegue de compasión asombrosa, vemos una acción
increíblemente cruel.

| 279 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Tan pronto el oficial es absuelto, se encuentra con uno de sus con-
siervos. En cuanto lo ve, se acuerda que este hombre le debe cien de-
narios, aproximadamente cien dólares. Como un hombre libre, está
de camino a su hogar y se esperaría que, a su vez, también descar-
gara a su consiervo de la deuda que le debía. A quien mucho se le ha
perdonado, mucho ama. ¿Cierto? Uno esperaría esto, aun si la deuda
del consiervo hubiera sido mucho mayor. Es lógico que dicha deuda
comparativamente mucho más pequeña sea perdonada. ¡Esta canti-
dad es nada comparada a los diez mil talentos!
Sin embargo, el corazón del oficial no es motivado a hacer lo bueno.
Esto evidencia que su espíritu servil no era correcto. Obtuvo miseri-
cordia, pero esto no lo hizo generoso y apacible hacia otros. Él quiere
recibir misericordia, pero no quiere ser misericordioso. Mire lo que
hace: y asiendo de él, le ahogaba diciendo: Págame lo que me debes.
¡Increíble!
Este deudor también reconoce completamente la justicia de la deu-
da. Él no responde con la fuerza y no se pone en lucha, sino que es
muy humilde. Se postra a los pies de su consiervo y le suplica que
le dé más tiempo, usando las mismas palabras que él había usado.
Cuando promete, Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo, él no
promete algo imposible. Trabajando duro y ahorrando sería posible
pagar esta cantidad más pequeña, si solamente se le concediera
más tiempo. Él puede pagar y no tendrá que deber nada.
La escritura afirma, Mas él no quiso. Es increíble que una actitud de
humildad y una petición razonable no encuentren ninguna respuesta.
Estas cayeron en oídos sordos. El hombre con la gran deuda no llegó
a ser como su rey; no fue movido a misericordia, sino que fue inflexible.
Él no entendió la gracia. Este mismo hombre que era un mendigo ante
su rey, ahora actúa como un tirano cruel hacia uno que es su igual. Él
es tenaz en su demanda y se mantiene sobre sus derechos. Él usa los
poderes que son suyos para echar al deudor en la cárcel.
¡Qué hecho vergonzoso! Qué completamente diferente es el consejo
de Pablo: De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vo-
sotros (Colosenses 3:13). Calvino dijo que Cristo quiere levantar a los
caídos mostrando compasión, pero por naturaleza nosotros tomaría-
mos venganza sobre los que nos han maltratado. Frecuentemente
esto involucra cosas sin importancia o cosas que empezaron con
bagatelas. Las deudas que nosotros nos debemos entre sí, son solo
manchas comparadas con la deuda que le debemos a Dios.
El mundo está lleno de odio y enemistad. Las necesidades urgentes
pueden hacernos doblar nuestras rodillas, pero si no hay el amor a
Dios en nuestro corazón, nuestra humildad dura lo que dura nuestra
necesidad.

C. La tercera escena (vs. 31-34)


Esta escena nos asegura que seremos recompensados en bondad.
Primero, otros consiervos son mencionados. Ellos han observado el
comportamiento repugnante del deudor que había sido librado de

| 280 |
Nuevo Testamento

su deuda. ¡Note la descripción! Ellos no solo están enojados, y con Referencias / Notas
razón, sino que se entristecieron mucho. Esto es demasiado. Por tan-
to, van a su señor. Y no llevan un testimonio falso. Ellos no le van a
contar a su amo sobre el comportamiento de su colega para quedar
bien, sino porque escogen abiertamente el lado del deudor indefen-
so. No pueden soportar el comportamiento injusto y deben protestar.
Intentan corregir lo malo y eso es loable.
Su acción tiene resultados. ¿Podía esperarse algo más del rey bonda-
doso? El rey misericordioso actúa con ira justa. Antes de pronunciar
su juicio justo sobre este siervo malo, lo reprende grandemente por
su falta abismal de perdón. Toda aquella deuda te perdoné, porque
me rogaste. ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo,
como yo tuve misericordia de ti? Su conciencia debía haberle dicho
que tenga compasión.
Entonces el rey entrega al hombre en las manos de los verdugos que
lo atarán con cadenas y le azotarán. Su castigo es más severo que si
él hubiera sido vendido como esclavo. Él tendrá que reconocer que
el castigo que recibe es justo. Él también tendrá que sufrir por su
comportamiento insensible. Su propia falta lo trae hasta este final. Él
ya no podrá escapar, porque fue encerrado hasta que le pagase todo
lo que le debía. Por supuesto, esto es imposible.
Sería tonto insistir que esta parábola enseña el estado intermedio
del hombre, señalando que los pecadores pueden escapar del juicio
final. Cristo dice: Así también mi Padre celestial hará con vosotros si
no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas. Un
gobernante terrenal es servidor de Dios, vengador para castigar al que
hace lo malo (Romanos 13:4).
Esa no es la enseñanza de esta parábola. Aquí el Señor Jesús mues- Porque juicio sin
tra que en el reino de los cielos no hay lugar para los que no aman al misericordia se hará
prójimo y para los que no desean perdonar. Los que no son movidos con aquel que no haga
por la longanimidad y el temor de Dios, se excluyen a sí mismos por misericordia; y la
su propio odio y espíritu vengativo. Un espíritu irreconciliable debe misericordia triunfa sobre
ser desterrado, porque los que no muestran misericordia a otros no el juicio. Santiago 2:13
recibirán misericordia para sí mismos (Santiago 2:13).
El espíritu del verdadero perdón no tiene nada en común con los que
son orgullosos y condescendientes, o con los que piensan que no es
digno mostrar misericordia. Tampoco el perdón es estar a la altura
de la tolerancia permisiva. Es también muy diferente de los que son
tan débiles que permiten que otros caminen sobre ellos.
La paciencia, la misericordia y la auto-negación son necesarias para
superar las pasiones, dominar la ira y el resentimiento, desear ser el
menor, ser justo de tal forma que no seamos intolerantes y estemos
cegados mostrando favoritismos a otros. Requiere una lucha cons-
tante contra la naturaleza pecadora, porque mejor es el que tarda en
airarse que el fuerte (Proverbios 16:32).
El Señor Jesús requiere que nosotros perdonemos de corazón. No
deberíamos estar satisfechos si podemos controlar mi puño y no de-
vuelvo el golpe, o si refreno mi lengua y no respondo. Cuando mi co-
razón permanece amargado, aunque exteriormente todo puede pa-

| 281 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas recer bien, el Señor que es el gran conocedor de los corazones verá
que algo está mal. El verdadero perdón es solo posible al estar unido
a Cristo. Al buscarlo, nosotros seremos bendecidos por ser capaces
de perdonar a otros y superar lo malo con lo bueno.
¡Los que son culpables deben orar! ¡Los que oran deben perdonar!

| 282 |
Nuevo Testamento

35
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

LA PARÁBOLA DEL BUEN SAMARITANO


Texto de referencia:
Lucas 10:25-37

Versículo para memorizar:


Todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así
también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.
Mateo 7:12

INTRODUCCIÓN
Esta lección trata del amor al prójimo, tema del cual se habla a me-
nudo. En esta historia, nuestro Salvador, el sumo profeta y maestro,
nos enseña que debemos practicar el amor al prójimo. Nos enseña
también quién es nuestro prójimo y cómo debemos mostrarle amor.
La enseñanza sobre lo que hay que hacer no pone a Jesús al lado de
los fariseos, quienes quisieron usar su propia justicia para agradar
a Dios. Jesús no nos dice que amar a nuestro prójimo es una con-
dición que debemos cumplir para ser salvos, sino que nos advierte
seriamente que una actitud sin amor no concuerda con los manda-
mientos básicos del Señor.
Al tratar esta parábola debemos tomar cuidadosa cuenta del contex-
to. Una preparación cuidadosa es necesaria para hacer este tema
práctico. Con el uso de ejemplos de su propio ambiente y con la
bendición del Señor, la enseñanza de esta parábola puede ser muy
fructífera. Al estudiar la parábola, el enfoque debe estar en:
I. Una pregunta
II. La respuesta
III. La aplicación

I. UNA PREGUNTA
A. Un intérprete de la ley tiene una pregunta para Jesús
El Señor Jesús se encontraba a menudo con expertos de la ley, hom-
bres que hacían un estudio especial de la ley y enseñaban al pueblo

| 283 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas su aplicación en la vida diaria. Por lo mismo, a menudo tuvo que
oponerse a la enseñanza de estos expertos porque invalidaban la ley
de Dios. La mayoría de ellos se sintieron ofendidos por la enseñanza
y el ejemplo del Salvador. Muchos le hicieron la vida difícil intentando
dejarlo en ridículo con todo tipo de preguntas capciosas.
Los sacó y les dijo: Un cierto día, un intérprete de la ley le hace una pregunta para pro-
--Señores, ¿qué debo hacer barle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna? Este exper-
para ser salvo? to de la ley no fue motivado por las necesidades de su alma, como
Hechos 16:30 lo fue el carcelero (Hechos 16:30), sino que quiso confrontar a Jesús
con una pregunta complicada, para la cual los maestros judíos te-
nían respuestas diferentes. El intérprete de la Ley “tienta” a Jesús
para que con su opinión se involucre en esta controversia. Quiere
examinarlo y ver lo que Jesús tiene que decir sobre esta pregunta
difícil.
El punto de vista del intérprete de la ley es que la vida eterna debe ser
obtenida por esfuerzo propio.

B. La pregunta de Jesús
Cristo ve la artimaña del rabino y le contesta con una pregunta que
tiene que ver con la ley, un tema familiar para el experto de la ley. Je-
sús le pregunta si sabe lo que la ley dice y cómo la entiende. El Señor
no se refiere a todas las diferentes opiniones y adiciones hechas por
las personas, sino a la propia ley. ¡Los rabinos habían contado 613
leyes dadas por Moisés y habían agregado muchas más, haciendo
deducciones de estas leyes! Jesús quiere que el experto afirme lo
que la ley dice originalmente. ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?
Jesús quiere decir, ¿entiendes cuál es la cosa más importante que la
ley propone y su propósito principal? Lo que está escrito debe leerse
correctamente.
Amarás a Jehová, tu Dios, No es difícil para el intérprete de la ley dar una respuesta. Podía re-
de todo tu corazón, de citar la ley en medio de la noche, porque para él las Escrituras son
toda tu alma y con todas como su casa. La respuesta que él da es una combinación de Deute-
tus fuerzas. ronomio 6:5 y Levítico 19:18. Él resume y responde: Amarás al Señor
Deuteronomio 6:5 tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuer-
zas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
Los judíos tenían que recitar el texto de Deuteronomio 6:5 todas las
mañanas y todas las tardes. Sin embargo, saberlo bien no es igual
Jesús le dijo: --”Amarás al que practicarlo.
Señor tu Dios con todo El punto de vista del intérprete de la ley es correcto, porque el amor
tu corazón, con toda es el cumplimiento de la ley. El Señor Jesús confirma esta declara-
tu alma y con toda tu ción. En una ocasión posterior, él mismo da una respuesta similar
mente”. Este es el primero (Mateo 22:37-40). En este momento, no hace más que decirle al in-
y grande mandamiento. Y térprete de la ley que ha contestado su propia pregunta. Es evidente
el segundo es semejante: que conoces la respuesta; por tanto, guárdala y practica lo que sabes
“Amarás a tu prójimo
que es correcto. Haz esto y vivirás.
como a ti mismo”. De
estos dos mandamientos ¡Note el método del cuidado pastoral de Jesús! El Salvador no con-
dependen toda la Ley y los testa con una conferencia para indicar que nadie puede guardar la
Profetas. Mateo 22:37-40 ley. Tampoco amonesta al intérprete de la ley para que guarde la ley

| 284 |
Nuevo Testamento

si quiere. Él se dirige a su conciencia y le dice: si quieres ser salvo Referencias / Notas


por tus propias obras, tú sabes qué hacer. La ley es clara y bastante
sencilla. Vive según la ley, si puedes guardarla y recibirás lo que de-
seas.
Si el intérprete de la ley intentara realmente guardar la ley, pronto se Y que por la Ley nadie
daría cuenta que nadie puede ser justificado por las obras de la ley se justifica ante Dios es
(Gálatas 3:11). En este punto, el Evangelio tiene una respuesta que la evidente, porque “el justo
ley no puede dar. por la fe vivirá”.
Gálatas 3:11
C. El intérprete de la ley presenta excusas
Cristo tocó al intérprete de la ley en su punto débil. Por naturaleza, es
incapaz de guardar la ley perfectamente; sin embargo, no quiere re-
conocerlo porque no está convencido de su culpabilidad. Al contra-
rio, él intenta excusarse. Quiere justificarse a sí mismo, así que culpa
a la ley. Según su opinión, esto no está muy claro. Primero necesita
establecer lo que la ley significa. No todos tienen la misma compren-
sión y, por tanto, tiene una nueva pregunta: si yo quiero cumplir la
ley, tengo que saber de antemano a quién debo amar, porque cómo
puedo cumplir la ley si no sé quién es mi prójimo. Por consiguiente,
él le pregunta a Jesús, ¿Y quién es mi prójimo?

II. LA RESPUESTA
A. El Señor Jesús responde diciendo una parábola
Jesús no duda en contestar la pregunta del intérprete de la ley. Lo
hace con tal eficacia, que el interrogador es sorprendido en sus pro-
pias palabras y obligado a dar su propia conclusión. Realmente Jesús
da una respuesta doble. Cristo no sólo le enseña quién es su prójimo,
sino que también le muestra cómo debe tratarlo y darle amor.
Jesús logra esto narrando una parábola maravillosa, que algunos
creyeron que realmente ocurrió. La distancia desde Jerusalén a Je-
ricó es de alrededor de 27 kilómetros. Jerusalén está situada a unos
1000 metros más alto que Jericó. Un camino desolado desciende
desde Jerusalén a través de este desierto. Este camino tenía la re-
putación de ser inseguro y era llamado camino de sangre. El área
desolada e inhóspita era una guarida para los ladrones. Aquí un via-
jero cayó en manos de ladrones los cuales le despojaron; e hiriéndole,
se fueron, dejándole medio muerto. ¡Qué condición miserable! Este
hombre estaba solo y no pudo defenderse de los ladrones inescrupu-
losos. Los desalmados le vencieron, le quitaron todo lo que tenía, lo
despojaron hasta desnudarlo y lo dejaron medio muerto. Ellos igno-
raron a su víctima, dejándola desvalida en el camino. ¿Qué le pasará
a este hombre severamente herido que no puede levantarse?
Note que el Señor Jesús no dice que el hombre herido es un judío.
Él lo llama un cierto hombre. Los judíos no pensaban que todos los
hombres eran sus prójimos. Ellos consideraban como prójimos so-
lamente a los de su propia familia, tribu y pueblo. Ellos no incluían
a todos; por ejemplo, los paganos, los samaritanos y los publicanos
estaban excluidos. Los fariseos enseñaban que uno debe amar a los

| 285 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas amigos y odiar a los enemigos (Mateo 5:43). Ellos miraban a esta
gente que no sabe la ley como maldita (Juan 7:49). Habían limitado
Oísteis que fue dicho: severamente el término “prójimo”. Este hombre necesitaba ayuda,
“Amarás a tu prójimo y no porque perteneciera a la nación judía, sino porque pertenecía a la
odiarás a tu enemigo”. familia del hombre.
Mateo 5:43
B. Un sacerdote y un levita pasaron por ahí
Pero esta gente que no Un sacerdote y un levita tuvieron la oportunidad maravillosa de ayu-
sabe la Ley, maldita es. dar. Aconteció que ellos viajaban por el mismo camino, es decir que
Juan 7:49 era una coincidencia debido a las circunstancias. Por supuesto, no
es posible hablar de coincidencias con respecto a Dios, porque el Se-
ñor en su providencia lo guía todo. La palabra “coincidencia” se usa
aquí para indicar que el sacerdote no había escogido intencional-
mente estar en este camino en ese momento. Algunos asuntos de
negocios lo llevaban por ese camino, e inesperadamente descubre
a este pobre desvalido delante suyo, como si Dios lo hubiera puesto
ahí. Esta es una oportunidad para que el sacerdote practique el amor
que enseña a otros. ¡Pero qué desilusión para el hombre herido! ¡Y
viéndole, pasó de largo!
El comportamiento del levita es todavía más deshonroso. Cuando ve
al hombre moribundo se le acerca, ve su sufrimiento y también pasa
de largo. Según el levita, el hombre agonizante era una presa para
los animales salvajes.
¿No es que compartas tu ¡Qué dureza! ¡El comportamiento de estas dos personas es absoluta-
pan con el hambriento, mente deshonroso! Los siervos del templo son las personas más idó-
que a los pobres errantes neas para ofrecer ayuda. ¡Su llamado principal es ser ejemplo de ayuda
albergues en casa, que y servicio a otros, pero ellos tienen el corazón de piedra! Considerados
cuando veas al desnudo exteriormente, no incumplen la segunda tabla de la ley. No son asesi-
lo cubras y que no te nos, adúlteros, ladrones ni mentirosos, pero la única cosa que les falta
escondas de tu hermano? más que todo y que la ley exige es el amor. Igual que la gente en el tiem-
Isaías 58:7 po de Isaías, ellos no hicieron lo que Dios requiere (Isaías 58:7).
¡Muchas veces sucede que uno es defraudado por aquellos de quie-
nes se espera ayuda! Los descendientes de Caín no han muerto
(¿Soy yo el guarda de mi hermano?). Satisfechos, insensibles, fríos y
sin emociones, los dos siervos siguen serenamente su camino. ¡Esto
no es su problema! Quizás tengan toda clase de excusas para pensar
que la condición de la víctima no es de su incumbencia y para no
ayudar de palabra ni de hecho. Ellos pueden tener sus excusas para
justificarse a sí mismos, pero la verdad es que no quieren ayudar.
Solo se aman a sí mismos.
Muchas personas son como el escriba. Pueden recitar el resumen
de la ley, pero no tienen amor. ¿Cómo se habrían sentido, el sacerdo-
te y el levita, si ellos hubieran sido los golpeados tan fuertemente y
estuvieran tirados allí?

C. El samaritano ofrece su ayuda


Pero un samaritano se manifiesta con una actitud totalmente diferen-
te. El Salvador describe en detalle lo que hace y dice. El samaritano

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Nuevo Testamento

también está viajando por este camino. Su negocio requiere que se Referencias / Notas
dé prisa, pero cuando llega y ve la terrible escena se toma tiempo
para ayudar. ¡Ayudar a este desvalido se vuelve prioritario sobre todo
lo demás que él tiene que hacer! Y él fue movido a misericordia. Él se
conmueve ante este espectáculo terrible. Su corazón está en el lugar
correcto y no se aleja del desafortunado. Tampoco se conforma con
pronunciar algunas palabras de consuelo. ¡Él ayuda!
Una escena conmovedora está ahora ante nosotros. Parece como
si el samaritano hubiera encontrado un tesoro; entra en actividad.
Cuidadosamente, venda las heridas del hombre, echándoles aceite y
vino para aliviar y esterilizar, un método acostumbrado para curar las
heridas. Luego pone cuidadosamente a la víctima en su cabalgadura,
lo sujeta para impedir que se caiga y, caminando al lado de su ani-
mal, lo lleva al mesón.
En el mesón, no lo puso simplemente bajo el cuidado de otros y dio
algo de dinero, sino que cuidó de él. Al siguiente día, antes de salir,
el samaritano instruye cuidadosamente al mesonero para que lo ali-
mente y toma dos denarios de su bolsa, una cantidad igual a dos
días de sueldo, para pagar los gastos. Si hubiera un gasto extra, él
lo pagará cuando regrese. No quiere poner esta carga sobre otros y
obligarles a que ayuden sin pago. El hombre herido tampoco tiene
que pagar.
Verdaderamente, el samaritano proveyó toda la ayuda y cuidado que
eran posibles. ¡Un hermano de sangre no habría hecho mejores pro-
visiones que las que el samaritano hizo para cuidar al extranjero!

III. LA APLICACIÓN
A. El Señor Jesús obliga al intérprete de la ley a responder
Cuando Jesús termina de narrar la historia, hace otra pregunta al
intérprete de la ley: ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el
prójimo del que cayó en manos de los ladrones? Note la forma en que
hace la pregunta. La pregunta tiene como propósito enseñar una
lección. Conteste esta pregunta: ¿Quién quisiera que cuide de usted?
¿Si usted hubiera estado tirado allí, indefenso, no habría esperado
que el sacerdote y el levita le ayudaran cumpliendo la labor caritativa
puesta ante ellos? Ellos no cumplieron su deber, pero sí lo hizo el
samaritano.
El intérprete de la ley había afirmado que era importante determinar
la respuesta a la pregunta: ¿quién es mi prójimo? Por consiguiente,
¿cuál de estos tres actuó como un prójimo?
Esta pregunta de Jesús, solo tiene una respuesta. El escriba que ten-
tó a Jesús y que quería justificarse a sí mismo, cae en su propia La mujer samaritana le
trampa. Es imposible para él escapar. ¿Tenía que ser un samaritano dijo: --¿Cómo tú, siendo
el que demostrara ser un verdadero prójimo? Reconocer esto era una judío, me pides a mí
vergüenza doble para un judío, porque ellos odiaban y despreciaban de beber, que soy mujer
a los samaritanos. Según el intérprete de la ley, tal persona no podía samaritana? --porque
hacer nada bueno. Su status era muy alto como para tener compa- judíos y samaritanos no se
ñerismo con alguien como este samaritano (Juan 4:9). ¿Y ahora el tratan entre sí--. Juan 4:9

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas experto de la ley se veía obligado a aprender de un samaritano? Sí,


porque la ayuda viene frecuentemente del lado de donde menos se
Pero yo os digo: Amad espera. Hay muchos de quienes nosotros no habríamos esperado
a vuestros enemigos, ayuda, pero que nos demuestran que saben cómo llevar a cabo su
bendecid a los que os deber, mucho mejor que aquellos con quienes habíamos contado.
maldicen, haced bien a los El escriba tiene una opinión tan despreciable de los samaritanos,
que os odian y orad por que no está deseoso de pronunciar la palabra “samaritano” con sus
los que os ultrajan y os labios. Por tanto, contesta: El que usó de misericordia con él. El Señor
persiguen. Mateo 5:44 Jesús no alarga el tema por más tiempo; la respuesta es correcta y
es devastador para el orgulloso escriba tener que admitir esto. Por
consiguiente, Jesús no agrega más. El Señor responde en forma bre-
Si amáis a los que os ve y convincente dando una orden clara e inequívoca: Ve, y haz tú lo
aman, ¿qué mérito tenéis? mismo. ¡No seas altivo como el sacerdote y el levita! ¡El escriba tiene
También los pecadores mucho que ponderar!
aman a los que los aman.
Y si hacéis bien a los
que os hacen bien, ¿qué B. La lección
mérito tenéis? También los
pecadores hacen lo mismo. Esta parábola nos enseña una lección importante para nuestras vi-
Y si prestáis a aquellos de das. Es bueno enseñar a otros, pero los ejemplos son mucho mejor.
quienes esperáis recibir, ¡Nosotros podemos aprender mucho del samaritano! Algunas per-
¿qué mérito tenéis?, pues sonas sostienen que el hombre herido es Adán, que Jerusalén es
también los pecadores el paraíso y Jericó es el mundo, que los ladrones son los demonios
prestan a los pecadores y el sacerdote es la ley, que el levita representa a los profetas, que
para recibir otro tanto. el samaritano es Cristo, la bestia de carga es el cuerpo del Señor
Amad, pues, a vuestros y el mesón es la Iglesia. No se preocupe de estas tonterías. Del sa-
enemigos, haced bien, maritano aprendemos que debemos practicar nuestros deberes de
y prestad, no esperando misericordia con cualquiera que el Señor ponga en nuestro camino,
de ello nada; y vuestra incluyendo a los extraños. Debemos ayudar a las personas débiles e
recompensa será grande, indefensas, a las viudas y a los huérfanos, a los desdichados y sufri-
y seréis hijos del Altísimo, das, a los ciegos y a los discapacitados, y no solo a nuestros amigos.
porque él es benigno para También debemos amar a nuestros enemigos, orar por ellos y hacer
con los ingratos y malos. lo bueno para ellos (Mateo 5:44; Lucas 6:32-35).
Lucas 6:32-35 Además, el ejemplo del samaritano nos enseña que cuando ofrecemos
ayuda, debemos tener los motivos correctos. Nosotros no deberíamos
Amados, amémonos unos ayudar con la expectativa de una recompensa; o con el pensamien-
a otros, porque el amor to de que “yo le ayudaré si usted me ayuda cuando yo lo necesite”.
es de Dios. Todo aquel Tampoco deberíamos ayudar porque queremos recibir el honor de los
que ama es nacido de hombres. En el camino nadie vio al samaritano. El motivo correcto es
Dios y conoce a Dios. ser misericordioso y ver en el prójimo a una criatura de Dios.
(…) Amados, si Dios así Recuerde sobre todo que nosotros debemos amarnos entre nosotros
nos ha amado, también porque amamos a Dios (1 Juan 4:7, 11, 20). El amor al prójimo es
debemos amarnos unos verdadero cuando es producido por el amor hacia Dios. No es po-
a otros. (…) Si alguno
sible cumplir la segunda tabla de la ley si no se cumple la primera.
dice: “Yo amo a Dios”,
Tampoco es cierto que no importa si usted tiene fe, con tal de que
pero odia a su hermano,
viva correctamente y dé a todos lo que es debido. La fe obra por el
es mentiroso, pues el que
amor (Gálatas 5:6). Es verdad, que debido a la gracia común de Dios,
no ama a su hermano
algunas veces la misericordia que muestran las personas mundanas
a quien ha visto, ¿cómo
pone a los cristianos en vergüenza.
puede amar a Dios a
quien no ha visto? Notemos también la bondad que el samaritano expresa a su próji-
1 Juan 4:7, 11, 20 mo. No duda ni por un momento, sino que ayuda inmediatamente

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Nuevo Testamento

cuando es necesario. No tiene sólo buenas intenciones, sino que Referencias / Notas
amorosamente ofrece sus servicios. No pregunta, qué es lo mínimo
que yo puedo hacer, sino que hace tanto como puede. Sus acciones Porque en Cristo Jesús ni
manifiestan que su bondad es genuina. la circuncisión vale algo
Dedicar la vida al servicio de otros es un llamado especial. Este lla- ni la incircuncisión, sino
mado no viene a todos sin diferenciación. No todos necesitamos pa- la fe que obra por el amor.
sar la vida ayudando al necesitado, pero ciertamente todos tienen el Gálatas 5:6
llamado de ayudar dondequiera que sea necesario.
¡Cuán grandemente pecamos contra el resumen de la ley, que nos
ordena que amemos a Dios y a otros!

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La Historia de la Salvación

36
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS SANA EN EL DÍA DE REPOSO Y


ENSEÑA UNA LECCIÓN DE HUMILDAD
Texto de referencia:
Lucas 14:1-14

Versículo para memorizar:


Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se
humilla, será enaltecido. Lucas 14:11

INTRODUCCIÓN
Exteriormente había una gran diferencia entre Juan el Bautista y el
Señor Jesús. Juan se alejó de la gente y vivía en el desierto alimen-
tándose de comida muy simple. Luego apareció predicando el arre-
pentimiento. El Salvador, en cambio, tomó parte en la vida familiar y
no se apartó de las festividades. Decían que era un comilón y bebedor
(Mateo 11:19). Jesús fue a una boda en Caná y frecuentemente acep-
taba las invitaciones a comer de personas de clase alta. También
estuvo con los publicanos y se mezcló con las muchedumbres. No
rechazaba entrar en la casa de los fariseos cuando era invitado, aun-
que no buscaba agradarles. En una ocasión Jesús entró en la casa
de Simón, el fariseo, y se puso de lado de la mujer arrepentida. En
esta lección, Jesús también entra a la casa de un fariseo.
Aunque no puede decirse con seguridad, es probable que este episo-
dio ocurriera en Perea, un área al otro lado del río Jordán. Cuando Je-
sús entró en estas regiones, atrajo a grandes muchedumbres, igual
que en Galilea. Jesús también atravesó este país, haciendo lo bueno,
enseñando y sanando. También aquí los fariseos mostraron el lado
malo de su carácter por sus actitudes, mostrando particularmente
que ellos desconfiaban del Señor.
Estudiemos algunas actividades de nuestro Señor:
I. Jesús sana en el día de reposo
II. Jesús da consejo

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Nuevo Testamento

I. JESÚS SANA EN EL DÍA DE REPOSO Referencias / Notas


A. Jesús come en la casa de un fariseo
Nosotros encontramos a Jesús en casa de un gobernante, que era
fariseo. Este hombre prominente había invitado a Jesús para una co-
mida en su casa. Aparentemente él no hizo esto porque quería ser
amistoso con Jesús, ya que los fariseos buscaban continuamente
sorprender a Jesús en sus discursos. El conflicto se centró sobre
todo en el día de reposo. ¡El punto de vista de Jesús sobre las leyes
del día de reposo era tan diferente al de los fariseos!
Este encuentro se da en un día de reposo nuevamente. Los fariseos
no preparaban comida en ese día, sino que la compartían abundan-
temente. Los fariseos animaban a los pobres a tener mucha comida
en sus casas para este día. Ellos les persuadían diciendo: aunque
seas pobre, en el día de reposo debes actuar como un hombre rico.
Jesús fue invitado y se sentó con su anfitrión y los otros invitados
-- escribas y fariseos -- para comer. Sin embargo, Jesús no estaba
gozoso de estar allí. Él no estaba entre amigos, como en la familia
amorosa de Marta, María y Lázaro en Betania, porque ellos le ace-
chaban y le miraban fijamente escudriñando cada uno de sus movi-
mientos. Ellos querían ver si el Señor guardaba las leyes prescritas
y le observaban cuidadosamente con la esperanza de encontrar una
razón para quejarse y censurarlo.
A pesar de esta actitud desconfiada de los fariseos, Jesús aceptó Sino que se despojó a sí
la invitación. Su presencia en medio de ellos demuestra que quiere mismo, tomó la forma de
tomar sobre sí mismo la forma de un siervo y obedecer a su Padre en siervo y se hizo semejante
todas las cosas (Filipenses 2:7, 8), sabiendo que también entre estas a los hombres. Más aún,
personas él tiene que hacer la obra de su Padre. hallándose en la condición
de hombre, se humilló a sí
mismo. Filipenses 2:7-8
B. Jesús sana a un hombre
En el camino a la casa, de repente el Salvador ve a un hombre muy
enfermo. Y he aquí estaba delante de él un hombre hidrópico. Esta en-
fermedad causaba que varias partes del cuerpo se hincharan debido
a la retención de agua, de tal forma que la víctima debía abrir la boca
continuamente para respirar. ¿Fue este hombre enfermo uno de los
invitados? Nosotros no sabemos. Pero, en todo caso, fue colocado
en un lugar donde no pasaría desapercibido para Jesús. Los fariseos
querían desafiar al Señor. Si sanaba al hombre enfermo, ellos podían
acusarlo de quebrantar el día de reposo. Según los fariseos, esta cu-
ración podía esperar hasta el día siguiente. Los rabinos enseñaban
que solo se podía trabajar en el día de reposo cuando el no hacerlo
traería consecuencias fatales.
¡Qué hipócritas eran estas personas! Al estar obsesionados con ese
espíritu mezquino, ¿no eran quebrantadores del día de reposo? ¿No
era la forma cómo actúan con Jesús --espiándolo y tentándolo-- una
obra del diablo que debería evitarse a toda costa, sobre todo en el día
de reposo?
Jesús, que conoce los corazones, ve sus malas intenciones; lee sus
pensamientos y actúa antes de que ellos puedan hacer algún co-

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas mentario. A la pregunta tácita de los fariseos, responde con otra pre-
gunta: ¿Es lícito sanar en el día de reposo?
Mas ellos callaron. ¡Jesús los toma desprevenidos! No se atreven a
contestar con un incondicional no, ni se atreven a decir sí; así que
mejor no dicen nada en absoluto.

C. Jesús explica lo que es guardar el día de reposo


¡Jesús responde su propia pregunta! Pero primero hace algo: Y Él
tomándole, es decir, Jesús tomó cuidadosa y tiernamente la mano
del hombre enfermo y la acercó hacia sí mismo como una prueba
de que deseaba tener contacto con él. Entonces le sanó al instante
con su poder maravilloso. Luego, le despidió. El hombre sanado no
necesitaba quedarse por más tiempo. Se podía ir para compartir su
alegría con sus seres queridos y contarles todas las grandes cosas
que el Señor había hecho por él.
Después de la sanidad Jesús actuó para prevenir cualquier acusa-
ción o crítica de sus oponentes. Ellos lo estaban vigilando para ver
si hacía una obra de misericordia en el día de reposo y así acusarlo.
Pero él los atrapó al recordarles que si sus propios intereses estu-
vieran involucrados, ellos actuarían de la misma manera. ¿Quién de
vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo, no lo sacará inme-
diatamente aunque sea en día de reposo? Si esto sucediera, ellos no
dudarían ni discutirían si era correcto sacarlo o no. Según algunos
manuscritos la palabra hijo es insertada en lugar de asno. Esto haría
aun más fuerte el argumento. ¡Es natural que si ellos rescataban
a su asno de un pozo, seguramente rescatarían a su hijo del pozo!
Cuando Jesús terminó de hablar, ellos no tuvieron ninguna base
para acusarlo.
Pero ¿esta actividad no era una obra, y por tanto, un pecado? ¡Cla-
ro que no! Ellos estaban obligados a hacer dichas obras. ¡Si ellos
ayudaban a un animal que les interesaba, era ciertamente permisi-
ble tener compasión y libertar a una persona de su miseria! Jesús
no permitió que los escribas y fariseos lo atraparan en la trampa
que le pusieron. Al contrario, puso en vergüenza a los que quisieron
avergonzarlo. No es de sorprenderse cuando leemos: Y no le podían
replicar estas cosas. Aunque el silencio de los escribas y fariseos no
significaba aprobación, tampoco podían discutir contra el Señor. Los
que excavan un pozo para otro, caerán en él.

II. JESÚS ACONSEJA


Pero Jesús no ha terminado todavía con ellos. Él va a señalar algo
más a sus compañeros invitados. Al parecer la sanidad tuvo lugar
antes de que empiece la comida y fue seguida de un reproche se-
vero y un silencio mortal. La atmósfera se había puesto acalorada e
incómoda.
En los banquetes se acostumbraba a entretenerse entre sí con dis-
cursos simbólicos y con la narración de parábolas. Cuando el Señor
Jesús decía parábolas trataba las cosas comunes de la vida cotidia-

| 292 |
Nuevo Testamento

na. Entonces, Jesús empezó a hablar y esta vez dio un consejo. Con Referencias / Notas
la intención de hacer una aplicación espiritual, el Señor narró una
parábola sobre un banquete, señalando el pecado de los escribas y
fariseos, y les aconsejó que sean humildes. El mensaje de la parábo-
la tuvo un propósito doble: dirigirse a los invitados y al anfitrión.

A. Los invitados
La causa indirecta por la que el Señor Jesús dice la parábola es el
comportamiento de los invitados, ya que les estuvo observando cómo
escogían los primeros asientos a la mesa. Observó primero a los que
le habían estado vigilando. La humildad no era una de las virtudes de
los líderes del pueblo. Constantemente el evangelio nos hace notar
esta actitud. ¡Estos líderes se preocupaban mucho por estar prime-
ros y en primera fila!
Mucho más de lo que es nuestra costumbre, las personas orientales
se preocupaban por la etiqueta apropiada en sus reuniones y ban-
quetes. En las bodas, la recepción y el saludo a los invitados se reali-
zaban con mucha ceremonia. Los invitados se sentaban exactamente
según su rango y posición. La persona más importante era colocada
a la mano derecha del anfitrión; el segundo en rango se sentaba al
lado izquierdo; y la persona menos importante era colocada lejos.
Cuando los judíos entraron en la casa del oficial de alto rango, se
esforzaron para obtener los mejores lugares apenas entraban en el
vestíbulo del banquete. Cada uno estaba preocupado de conseguir
el lugar de más alto honor. Jesús les dice que no deberían hacer
eso porque podría volverse en contra de ellos, y les aconseja cuando
fueres convidado por alguno a bodas, no te sientes en el primer lugar,
no sea que otro más distinguido que tú esté convidado por él. Puede
llegar alguien que está relacionado más estrechamente con el anfi-
trión y él te dirá, Da lugar a éste; y entonces comiences con vergüenza
a ocupar el último lugar.
Por esta actitud los fariseos orgullosos se han deshonrado a sí mis-
mos delante de todos. Todos podían ver a través de su egoísmo. La
actitud correcta, según el Señor Jesús, es ser más humildes. Mas
cuando fueres convidado, ve y siéntate en el último lugar, para que
cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, “sube más arriba”. En-
tonces tendrás gloria delante de los que se sientan contigo a la mesa.
Démonos por satisfechos con ocupar el lugar más bajo. ¡Si nosotros
nos humillamos, hay una mayor oportunidad de ser exaltados!
Es claro que el Señor Jesús está confrontando el orgullo tonto y el
egoísmo vano de los fariseos. ¿Está Jesús diciendo que ellos debe-
rían sentarse al último para que otros los honren? ¡Eso sería falsa
humildad y presunción engañosa! Jesús ordena verdadera humildad
y modestia, y advierte contra el pecado de la auto-exaltación.
No es difícil para cada uno de nosotros darnos cuenta de lo natural
que nos resulta elevarnos a nosotros mismos y rebajar a otros. So-
lamente piense con cuánta frecuencia buscamos recibir la alabanza
del hombre, presumir la ropa bonita, querer brillar con nuestro co-

| 293 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas nocimiento superior, poder, habilidad o belleza, y así ponernos en


primer plano.
Cuando ellos estén Los fariseos arrogantes pensaban orgullosamente que eran mejores
abatidos, dirás tú:”¡Sean y más importantes que otros, y solo mostraban su falta de auto-reco-
enaltecidos!” Entonces nocimiento. El corazón malo y depravado del hombre ciertamente no
Dios salvará al de mirada tiene ninguna razón para estar orgulloso. Dicha arrogancia es ridícu-
humilde. Job 22:29 la, despreciable, destructiva y pecaminosa. En el momento que Dios
Porque Jehová es excelso, quiere, el orgullo cae. Es posible hacerse valer a expensas de otros
y atiende al humilde, pero aquí en la tierra, pero eso no durará en la eternidad.
al altivo mira de lejos. El Señor concede su gracia al manso y humilde. La gran lección que
Salmos 138:6 la Escritura enseña (por ejemplos: Job 22:29; Salmos 138:6; Santiago
Pero él da mayor gracia. 4:6, 10; 1 Pedro 5:5, 6) y que se experimenta en la vida es la verdad
Por esto dice: “Dios resiste de que: porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se
a los soberbios y da gracia humilla, será enaltecido (Lucas 14:11). En la vida cristiana el menor
a los humildes”. entre ustedes será el más grande (Lucas 9:48). Cristo es el ejemplo
Santiago 4:6 de uno que sirve (Juan 13:15).
Igualmente, jóvenes, estad La verdadera humildad está fundamentada en un conocimiento co-
sujetos a los ancianos; y rrecto de Dios y de nosotros mismos. Los que piensan altamente de
todos, sumisos unos a otros, sí mismos, como Uzías (2 Crónicas 26:16) y Nabucodonosor (Daniel
revestíos de humildad, 4:29-33), no están conscientes de su propia insignificancia. Otros en
porque “Dios resiste a los cambio sí reconocieron su condición humilde y de pecado, como
soberbios, y da gracia a el centurión (Lucas 7:6) y Pablo (1 Timoteo 1:15). ¡Revistámonos de
los humildes”. Humillaos, humildad!
pues, bajo la poderosa
mano de Dios, para que
él os exalte a su debido B. El anfitrión
tiempo. 1 Pedro 5:5, 6 Jesús no perdona a sus invitados orgullosos y también a su anfitrión
Y les dijo: “cualquiera que le da una valiosa lección. Parece que la ocasión que Jesús escoge
reciba a este niño en mi es la elección de los invitados por el anfitrión. Cuando hagas comida
nombre, a mí me recibe; y o cena, (la comida principal del día), no llames a tus amigos, ni a tus
cualquiera que me recibe hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos. Esta no es una orden
a mí, recibe al que me absoluta. La parábola de la gran cena evidencia lo contrario. En esta
envió, porque el que es historia los invitados eran personas adineradas, que poseían tierras
más pequeño entre todos y ganado. En sí mismo, no es malo ser hospitalario con los amigos
vosotros, ese es el más e invitar a una comida solo a los que pueden devolver la invitación,
grande”. Lucas 9:48 pero tal invitación no demuestra que hay mutuo amor. El énfasis se
lo encuentra en la conclusión del versículo 12 del capítulo 14 de Lu-
cas: no sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar.
Pero cuando se hizo fuerte,
su corazón se enalteció Esto es lo que pasó. Probablemente, el anfitrión había invitado sola-
para su ruina; porque mente a personas que pertenecían a su círculo selecto de amigos.
se rebeló contra Jehová, ¿Por qué? Porque ellos a su vez lo invitarían. Los invitados son exclu-
su Dios, entrando en el sivamente los que tienen medios para invertir en una cena. Lo que el
templo de Jehová para anfitrión les está dando a sus amigos, lo recibirá de vuelta después.
quemar incienso sobre el No hay nada generoso en su invitación.
altar del incienso. Esa no es la manera, dice Jesús. En lugar de invitar a los que pueden
2 Crónicas 26:16 devolver la invitación, es mejor invitar a los que no pueden dar nada a
cambio. Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos,
los cojos y los ciegos. ¡Invite a las personas pobres y heridas, a los de-
caídos y desposeídos, los mancos, los cojos y los ciegos! La posición

| 294 |
Nuevo Testamento

que socialmente ocupan estos invitados sugeridos es sumamente Referencias / Notas


humilde, como si Jesús quisiera indicar que el compañerismo debe
ser establecido solo con los que son menos afortunados. Tal gesto Al cabo de tres años
muestra el amor verdadero. ¡Tal acto está en un nivel inconcebible- sacarás todo el diezmo
mente mayor! de tus productos de aquel
La ley mosaica ordenaba que debe haber un lugar en las fiestas para año, y lo guardarás
el necesitado (Deuteronomio 14:28, 29; 16:11; 26:11, 12). Estas per- en tus ciudades. Allí
sonas no pueden devolvernos la invitación, pero nos dará alegría el vendrá el levita, que no
invitarlas, porque la felicidad de ellos será nuestra alegría, porque es tiene parte ni heredad
más bendecido el que da que el que recibe. contigo, el extranjero, el
huérfano y la viuda que
La bendición de Dios descansa en esta manera de dar. Pero te será haya en tus poblaciones,
recompensado en la resurrección de los justos. Si usted da una bien- y comerán y se saciarán,
venida cordial y generosa al necesitado, no por causa de las obras para que Jehová, tu Dios,
de justicia, sino con amor, por la causa de Jesús como fruto de la te bendiga en toda obra
fe, usted será bendecido. Entonces, el Juez, que no pasa por alto que tus manos hagan.
las obras de misericordia (Mateo 25:35), le concederá un premio de Deuteronomio 14:28, 29
gracia. Félix se asustó cuando oyó hablar a Pablo sobre la venida del
juicio (Hechos 24:25), pero los hijos de Dios podemos como Moisés
buscar el premio de la gracia (Hebreos 11:26). Luego te alegrarás de todo
Estas palabras de Jesús nos la oportunidad para reflexionar sobre el el bien que Jehová, tu
hecho de que, con frecuencia, nosotros solo miramos a las personas Dios, te haya dado a ti y
exteriormente. A menudo, por tener unas cosas más menosprecia- a tu casa, tanto tú como
mos a los pobres. Nosotros debemos hacer lo bueno a otros, solo el levita y el extranjero
por el único deseo de mostrarles el amor de Cristo. Recordemos que que está en medio de ti.
Dios no hace acepción de personas. Cuando tenemos una celebra- El tercer año, el año del
ción especial o una fiesta, es un buen tiempo para recordar a los que
diezmo, cuando acabes de
tienen menos que nosotros. Al dar al necesitado estamos prestando
separar todo el diezmo de
tus frutos, darás también
al Señor.
al levita, al extranjero,
al huérfano y a la viuda,
C. El Señor ama al dador alegre para que coman en tus
aldeas hasta saciarse.
El consejo del Señor en esta parábola no se extiende a las buenas Deuteronomio 26:11, 12
maneras y a los actos simples de caridad. Como en todas las pará-
bolas, hay un punto principal de aplicación. El propósito que Cristo
tiene en mente es claro. La misma regla que se aplica a una invita-
ción a un banquete, ya sea como invitado o anfitrión, también se
aplica a la fiesta mesiánica. Esta relaciona a los que son invitados a
compartir los beneficios de las bendiciones espirituales y a los que
dan las invitaciones.
Por consiguiente, si la humildad se muestra en una fiesta terrenal,
cuánto más en el reino de los cielos. Debemos considerar al otro de
más alta estima que a uno mismo, aun cuando la otra persona sea
un publicano. El motivo correcto para invitar a una fiesta es el amor
y no la ganancia egoísta. El estado social de los invitados es irrele-
vante. Por tanto, un espíritu mezquino no puede prevalecer entre los
que invitan a otros a venir a la fiesta del evangelio. En el reino de los
cielos la gracia gratuita prevalece. El Señor no pide méritos, sino
que él nota el deseo del corazón. Los siervos de Dios deben llevar la
Palabra del reino a todos, sin distinción de personas, y su motivación
debe ser el amor.

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La Historia de la Salvación

37
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

LA PARÁBOLA DE LA GRAN CENA


Texto de referencia:
Lucas 14:15-24

Versículo para memorizar:


Vendrán gentes del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se
sentarán a la mesa en el reino de Dios. Lucas 13:29

INTRODUCCIÓN
Esta parábola tiene muchos puntos de similitud con la parábola de
la fiesta de bodas (Mateo 22:2-14); sin embargo, no es la misma. Esta
que nos ocupa ahora la pronuncia Jesús en una comida en la casa
de un fariseo principal donde fue invitado. Mientras estudiamos esta
parábola, enfocaremos en los siguientes puntos:
I. La ocasión
II. La presentación
III. La interpretación

I. LA OCASIÓN
A. Los pensamientos sobre el futuro
En la lección anterior, Cristo advirtió seriamente al anfitrión de un
banquete. La conclusión, pero te será recompensado en la resurrec-
ción de los justos (Lucas 14:14), nos lleva del presente hacia el futuro.
Jesús señala el último día, cuando Dios vendrá en el juicio y su reino
será consumado. Al oír esto, uno de los invitados exclama: ¡Bien-
aventurado el que coma pan en el reino de Dios!
Hay una diferencia de opinión en cuanto a cómo esta exclamación
debe ser entendida. Algunos la consideran como una respuesta li-
gera; otros la ven como un intento para cambiar de tema y romper
el silencio doloroso que se desarrolló cuando los invitados fueron
tocados por la advertencia de Cristo. Lutero la considera de poca im-
portancia. Calvino piensa que con este comentario, el hombre está
tratando de conseguir una respuesta de Cristo. Otro teólogo, Bengel,

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Nuevo Testamento

piensa que el hombre está profundamente impresionado. Es mejor Referencias / Notas


entender el comentario que decir que la alusión de Jesús a la fiesta
espiritual fue impresionante. ¡El invitado está entusiasmado y grita
emocionado: qué felices estamos de que podamos participar en esa
fiesta! Los fariseos estaban seguros que ellos serían los destinata-
rios de este premio y pensaban que tenían derecho a las bendiciones
de Dios.

B. La advertencia de Jesús
Por tanto, Jesús debe advertir al invitado. El comentario parece com-
pletamente apropiado y no hay nada de malo hasta ahora. Pero Je-
sús sabe que el resultado final no será como el hombre espera. Los
judíos tienen la idea de que la consumación del reino mesiánico será
como una fiesta con Abraham en la posición principal. Jesús no ha-
bla directamente sobre estas ideas, sino que habla sobre el rechazo
del Mesías. Explicará que son los pensamientos mundanos del reino
lo que les impedirá compartir el gozo de la fiesta. Jesús contesta
inmediatamente con una parábola.

II. LA PRESENTACIÓN
A. Los invitados presentan excusas
El tema de la parábola es una cena y se deriva de la ocasión en la
que el Señor Jesús está presente. Un hombre hizo una gran cena.
Hay una variedad de comida deliciosa y bebida. ¡Hay abundancia!
Esta es una gran cena, no solo por la abundancia de comida, sino
también por el gran número de invitados. El anfitrión convidó a mu-
chos. Según la costumbre oriental, los convidados son invitados dos
veces; la primera vez para hacer el anuncio, y la segunda vez cuando
todo está listo.
La cena ha sido anunciada y cuando todo está listo para recibir dig-
namente a los convidados, se les avisa para que vengan. Venid, que
ya todo está preparado. Cuando se hizo la segunda invitación, todos
a una comenzaron a excusarse. Parecía como si los invitados se hu-
bieran consultado entre sí y convenido que todos rechazarían la invi-
tación. Tienen diferentes razones, pero todos en común se niegan a
venir. Se dan tres de excusas como ejemplos.
¡Todos dicen que ellos hubieran ido, pero no hoy! No es conveniente,
porque los planes para el día ya han sido hechos. Ellos no tienen
tiempo ni oportunidad. El deber viene antes que el entretenimiento.
Su propio “negocio” toma precedencia. Cada uno de los convidados
tiene alguna excusa para ausentarse.
El primer invitado explica su excusa en detalle: He comprado una
hacienda, y necesito ir a verla. Es necesario que yo vaya hoy a verla. Yo
no debo descuidar este deber por asistir a una cena. Te ruego que me
excuses. Tengo que hacer algo que es más importante.
El segundo invitado es un poco menos cortés. Su razón para no asis-
tir es: He comprado cinco yuntas de bueyes. Estos animales eran usa-

| 297 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas dos como bestias de carga y para trabajar la tierra. Dos bueyes ha-
cían un yugo y, juntos como un equipo, araban el campo. Los anima-
les tenían que acostumbrarse entre sí y por tanto, dice este invitado
voy a probarlos y no puedo aceptar la invitación. Este es un momento
inoportuno, Te ruego que me excuses.
El tercer invitado ni siquiera presenta una excusa, sino que afirma
bruscamente: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir. El anfitrión
debería entender que esta es una buena razón para no asistir.
Estas excusas, no importa lo creíbles que parezcan, no son acepta-
bles. Son simples excusas y sirven como una cubierta. Ellos ya ha-
bían recibido la primera invitación a la cena, así que la segunda, no
era inesperada. Ellos deberían haber mantenido la fecha reservada y
deberían haber hecho otros arreglos. La razón real para sus excusas
es que ellos no quieren venir. Están cubriendo su renuencia. Si ellos
hubieran respetado de verdad al anfitrión y hubieran deseado asistir
a la cena, habrían hecho lo opuesto. Ellos habrían dicho, aunque
compré una tierra que debería ir a ver, yo iré.
Les faltó buena voluntad y por eso no se molestaron en hacer los
arreglos para poder asistir. ¡Ellos no estaban realmente preocupados
por complacer al dueño de la fiesta! Ellos solo vieron esta cena como
una obligación que debían evitar.

B. Otras personas son invitadas


Después de visitar las casas de los invitados, el siervo regresa e in-
forma el resultado decepcionante. El anfitrión ve a través de las excu-
sas. No acepta estas explicaciones como excusas legítimas para no
aceptar su invitación. Al contrario, cuando ha oído todas las pobres
excusas, se enfada. Él los había invitado porque los consideraba sus
amigos y al principio ellos también habían actuado como uno espe-
raría que los amigos se comportaran, pero ahora, cuando todas las
cosas están listas y son invitados a venir, ellos lo ignoran y pública-
mente lo ponen en vergüenza ante toda la ciudad. ¡Su comporta-
miento es repugnante!
¡Pero la cena será realizada! La renuencia de los invitados no frustra-
rá los planes para la cena. ¿Quiénes son ahora los invitados? Jesús
aplica la regla que enseñó en la parábola anterior. Los que fueron
invitados habían rechazado la invitación, por tanto, ahora, los que
fueron rechazados de la primera invitación serán convidados. Los
pobres despreciados de la ciudad tendrán su turno. El anfitrión pre-
fiere ver a los pobres desdichados en su mesa que a los invitados
desagradecidos. Por consiguiente, él ordena: Ve pronto por las plazas
y las calles de la ciudad. ¡Busca por los callejones donde los pobres
del mundo viven en sus tugurios y casuchas!
El siervo no debe contentarse con solo golpear a la puerta de las casas
y esperar si alguna persona curiosa viene voluntariamente. ¡Él debe
salir y no debe perder un momento ni dudar, porque todo está listo!
¡Su señor además le ordena: y trae acá a los pobres, los mancos, los
cojos y los ciegos! El siervo no sólo debe invitarlos a venir, sino que

| 298 |
Nuevo Testamento

deberá traerlos. Probablemente ellos se sentirán honrados con la Referencias / Notas


invitación, pero quizás duden en asistir debido a su apariencia des-
arrapada. ¿Pueden ellos, miserables como son, asistir a una cena?
Por tanto, el siervo no debe decir simplemente a estos mendigos
pobres y desvalidos que son muy bienvenidos, sino que debe quitar
cualquier obstáculo y debe ayudarlos a superar las dudas que ellos
ciertamente iban a tener.
El siervo va de un lado a otro para realizar la tarea de su amo. ¡Cuán
ocupado está! Él anima a los pobres, conforta a los mancos, apoya
a los cojos y toma de la mano a los ciegos. Él no descansará hasta
que haya ayudado a todos. ¡Él no sólo les indica el camino por el
cual deben ir despacio o cojeando, sino que los trae! Pronto, ellos
entran en el vestíbulo del banquete y se sientan (o se reclinan como
era la costumbre) a la mesa de la cena. ¡Sus rostros irradian alegría
y agradecimiento debido a la bendición inesperada que están expe-
rimentando! ¡Quién habría pensado alguna vez que esto les pasaría
a ellos!

C. Más personas son invitadas


El siervo lleva a cabo la orden de su amo en forma exacta y rápida.
Parece que hay todavía lugares vacíos. El señor no está contento,
porque él quiere ver su casa llena. ¡Él tiene suficiente comida y be-
bida! Por consiguiente, el siervo tiene que salir por tercera vez para
buscar más invitados. Esta vez, él tiene que ir fuera de la ciudad,
por los caminos y por los vallados, para encontrar a los vagabundos
y perdidos. Estas personas son todavía peores que los que ya han
entrado. Ellos son los proscritos y sin hogar. Fuérzalos a entrar, para
que se llene mi casa, es la orden. Esta orden es aún más fuerte que
la anterior. Primero, el siervo tuvo que decir “vengan,” y ahora debe
“forzarlos” a venir. Debe usar la persuasión, no la fuerza física, pero
¿cómo podría un solo siervo obligarlos para que vayan?
Forzar es usar una persuasión fuerte. Esto es necesario, porque tales
personas no tomarían la invitación en serio. Les debe haber parecido
increíble. Sus sentimientos de indignidad y duda tienen que ser con-
quistados. Sin embargo, también el sedimento de la sociedad puede
y debe venir, creyendo que la invitación es de buena gana y que es
para ellos. ¿Hay más de estas personas rechazadas y despreciadas?
¡Ellas no deberían alejarse, porque hay lugar y la casa debe estar
llena!

III. LA INTERPRETACIÓN
A. La cena es una manifestación de las bendiciones del reino
El significado es muy sencillo. El propio Cristo proporciona la llave
para la interpretación. La gran cena representa las bendiciones del
reino de los cielos preparadas por Dios en Cristo y aplicadas por el
Espíritu Santo. Estas bendiciones consisten en la expiación y el per-
dón del pecado, la justicia y la santidad, la paz y el consuelo, el gozo
y el poder.

| 299 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Ya en el Antiguo Testamento (Proverbios 9 e Isaías 25) la dispensa-


ción de la gracia de Dios del reino es representada por una cena
Vendrán gentes del oriente grande y gozosa. Ilustraciones similares también se encuentran en
y del occidente, del norte y el Nuevo Testamento, donde el pueblo de Dios es llamado a la cena
del sur, y se sentarán a la del Cordero (Lucas 13:29; Apocalipsis 19:9).
mesa en el reino de Dios. Esta es una ilustración muy conveniente porque, también en la cena
Lucas 13:29 celestial, el anfitrión divino proporciona todo. Él da bondadosamente
la llenura y riquezas de su gracia y corona a sus invitados con bon-
dad y longanimidad (Romanos 3:24; Salmos 103:4). Y los verdaderos
El ángel me dijo: “Escribe: invitados se regocijan solo en la gracia gratuita, porque ellos disfru-
“Bienaventurados los que tan de la gracia inmerecida de Dios.
son llamados a la cena de
las bodas del Cordero”.”
Y me dijo: “Estas son B. Israel es invitado a la cena
palabras verdaderas de
Dios”. Apocalipsis 19:9 En primer lugar, Dios invitó a Israel a esta cena. Sus privilegios fue-
ron mayores que los de los paganos, quienes abandonaron a Dios
para seguir sus propios caminos (Hechos 14:16). En tiempos anti-
Y son justificados guos Dios le dio a Israel sus leyes, el servicio significativo de los
gratuitamente por su sacrificios y las profecías mesiánicas que llegaron a una expresión
gracia, mediante la plena en el testimonio de Juan Bautista. Era de esperarse que estas
redención que es en Cristo personas abrazaran alegremente el evangelio de la revelación del
Jesús Romanos 3:24 Cristo de Dios en la plenitud del tiempo. ¡Pero, la mayoría de ellos lo
rechazaron!
Muchos, sobre todo los líderes y maestros, son indiferentes. Otros
El que rescata del hoyo
desean el establecimiento del reino mesiánico de una manera terre-
tu vida, el que te corona
nal. Ninguna molestia es demasiado grande y ningún esfuerzo es
de favores y misericordias.
difícil si ellos pueden obtener un lugar de honor. Pero ahora, cuando
Salmos 103:4
la gran cena está empezando, cuando el Señor Jesús se revela a sí
mismo como el Salvador de los pecadores, ellos lo rechazan. Él vino
En las edades pasadas a los suyos y los suyos no le recibieron (Juan 1:11).
él ha dejado a todas las Y hoy es de esta manera. ¡El Señor nos invita tan amorosamente:
gentes andar por sus hijo, hija, dame tu corazón! ¡A través de su Palabra y de sus siervos,
propios caminos. el Señor implora a los pecadores: reconcíliate con Dios! ¡Qué malo
Hechos 14:16 rechazar la invitación, rehusar la ofrenda de la gracia y preferir el
servicio del mundo en lugar del de Dios!
A lo suyo vino, pero los Es muy triste escuchar la clase de excusas usadas a menudo, inclu-
suyos no lo recibieron. so por los niños. Usualmente el rechazo no es directo y no hay ningu-
Juan 1:11 na rebelión abierta, pero se hacen todo tipo de excusas, tales como
“no tengo tiempo” y “estoy demasiado ocupado con otras cosas” --
cosas que no están equivocadas en sí mismas. Por ejemplo, cuando
estamos ocupados en cosas mundanas y no hay un interés real en
las cosas espirituales. Frecuentemente, la ceguera, el egocentrismo,
la auto-justicia y la paz falsa están ocultos detrás de las excusas apa-
rentemente razonables. Debemos estar conscientes de que los que
no vienen a la invitación de Dios y a su llamado, traen destrucción
irreversible sobre sí mismos, porque los amigos del mundo son ene-
migos de Dios y se quedarán afuera.
¡Cristo concluye la parábola dando el significado espiritual, cuando
dice con reproche: Ninguno de aquellos hombres que fueron convida-

| 300 |
Nuevo Testamento

dos, gustará mi cena! En lugar de sentarse a cenar, ellos estarán en Referencias / Notas
el lugar del lloro y crujir de dientes. ¡Qué terrible! ¿Por qué? Porque
ellos lo rechazaron y no quisieron reconocer que eran pecadores de-
lante de Dios. Ellos no hicieron caso al llamado de Cristo.
Hay solo dos caminos y dos opciones. ¡Recordemos con quién tene-
mos que estar! Calvino dijo que la culpa de las personas que usan
las cosas buenas como obstáculos en lugar de usarlas como ayuda
es doble. ¿Vemos que las cosas que nos son dadas en la vida para
nuestro bienestar tienen el propósito de atraernos a Cristo?

C. Los proscritos son invitados


Los que son invitados al final y vinieron son las “ovejas perdidas de
la casa de Israel” y “extraños a las promesas”. Ellos son los que han
perdido la esperanza y están sin Dios en el mundo. Las “ovejas per-
didas de la casa de Israel” no son los paganos que están completa-
mente fuera del pacto de Dios. Ellos viven en los bordes de Israel.
Ellos tienen un tiempo difícil viviendo con lo poco que tienen y todo
su tiempo lo pasan en una lucha diaria por una existencia pobre.
¿Califican tales luchadores? ¡Sí! Los importantes y prominentes del Y lo vil del mundo y lo
mundo no se preocupan de los pobres y los ve como inútiles, pero el menospreciado escogió
Señor tendrá compañerismo con tales personas. Él estuvo pensando Dios, y lo que no es, para
en ellos cuando envió a su Hijo al mundo, para que ninguno, sin im- deshacer lo que es, a fin
portar el trasfondo, nivel social o posición en la vida, de los que creen de que nadie se jacte en su
en él, perezca sino que tenga vida eterna. Cristo presta atención es- presencia.
pecial a esta categoría de personas. Lo humilde del mundo, los que 1 Corintios 1:28, 29
son despreciados, rechazados y desvalidos, Dios ha escogido para
deshacer las cosas que son poderosas (1 Corintios 1:28, 29).
¿Quién le dio a él
Los colaboradores con Dios en su reino no pueden ni por un mo-
primero, para que le fuera
mento pensar que el Señor excluye a estas personas. No podemos
recompensado? Romanos
perder de vista la obligación de estar preocupados de los que viven
11:35
lejos de la iglesia del Señor. ¡No debemos esperar que estas perso-
nas vengan a nosotros, sino que tenemos que ir a ellos para alcan-
zarlos amorosamente, buscándolos diligentemente, extendiéndoles Pero por él estáis vosotros
la mano, ansiosos de traerlos! El evangelismo y las organizaciones en Cristo Jesús, el cual nos
e instituciones cristianas son el resultado del cristianismo práctico. ha sido hecho por Dios
¡Allí es donde la iglesia busca al perdido, como Jesús lo hizo! sabiduría, justificación,
El Señor también llama a los que están fuera de la ciudad de Dios, es santificación y redención.
decir, a los paganos. Pensemos en las actividades misioneras. Ningu- 1 Corintios 1:30
no puede ser pasado por alto. El evangelio tiene que ser predicado a
todas las criaturas. La invitación es amplia y gratuita. ¿Por qué? ¡Por-
que el Señor está lleno de compasión! Hay muchos obstáculos, todos Muchas naciones se
somos indignos, nadie puede pagar a Dios por sus favores (Romanos unirán a Jehová en
11:35). Sin embargo, Cristo ha cumplido todo para los que creen. Ellos aquel día, y me serán
no necesitan añadir nada, todo es por gracia. Del lado de Dios todas por pueblo, y habitaré en
las cosas están listas (1 Corintios 1:30) y ahora todos, incluso los invá-
medio de ti”, y entonces
lidos, son invitados, traídos y unidos al Señor (Zacarías 2:11).
conocerás que Jehová de
los ejércitos me ha enviado
Las personas cansadas y cargadas son invitadas a encontrar des- a ti. Zacarías 2:11
canso en Cristo. Los sedientos son traídos al agua de vida y los que

| 301 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas no tienen dinero, pueden comprar vino y leche sin dinero y sin precio
(Mateo 11:28; Apocalipsis 22:17; Isaías 55:1). ¡El llamado continúa
diciendo: ven!

D. Todavía hay lugar


¡Todavía hay lugar! Los maestros, predicadores, evangelistas, todos
Venid a mí todos los los creyentes tenemos una tarea gloriosa. Debemos continuar, sin
que estáis trabajados y cesar, llevando el evangelio. La necesidad llama; el tiempo apremia;
cargados, y yo os haré la orden del Señor obliga. Debemos forzarlos a entrar, es decir, de-
descansar. Mateo 11:28 bemos esforzarnos para encontrar todas las formas posibles para
animarlos a entrar a la fiesta del Reino.
Por supuesto, la fuerza no tiene lugar en la vida espiritual. Por na-
El Espíritu y la Esposa turaleza todas las personas son hostiles al evangelio y cuando se
dicen: “¡Ven!”. El que usa la presión, algunos la usarán como una excusa para alejarse del
oye, diga: “¡Ven!”. Y el llamado de Dios. El trabajo del Señor no se cumple a la fuerza. Dios
que tiene sed, venga. no necesita nuestro poder persuasivo, ni aún cuando hay ignorancia
El que quiera, tome obvia y enemistad ardiente (Zacarías 4:6). Cuando estamos compro-
gratuitamente del agua de
metidos en el trabajo de evangelización, necesitamos sentir nuestra
la vida. Apocalipsis 22:17
dependencia profunda en Dios y orar por el poder convincente del
Espíritu de Dios.
¡Venid, todos los sedientos, ¡Debemos forzarlos a entrar, pero no con fuerza dominante! Debe-
venid a las aguas! Aunque mos estar seguros del verdadero significado de la palabra forzar.
no tengáis dinero, ¡venid, ¡Hay una forma de usar la coacción sin usar la fuerza! Hay una clase
comprad y comed! ¡Venid, de coacción que no es áspera, sino que es tan amorosa y tierna, que
comprad sin dinero y sin es difícil resistir. Esta permite ganar gentilmente a otros. Este poder
pagar, vino y leche! persuasivo es tan convincente que las defensas internas se disipan.
Isaías 55:1 ¿Cómo? ¡Por la persuasión gentil y poderosa del amor!
El amor conquista todo. ¡El mensaje de paz por la sangre de la cruz
Entonces siguió es maravillosamente atrayente, afectivo, y lleno de gracia!
diciéndome: “Esta es Pablo fue un embajador de Cristo motivado por el amor. Él dijo: el amor
palabra de Jehová para de Cristo nos constriñe. Pablo estuvo profundamente motivado por los
Zorobabel, y dice: “No lamentos de las almas que estaban alejadas de Dios y su Palabra.
con ejército, ni con fuerza,
sino con mi espíritu, Los paganos están alejados de la gracia de Dios y no tienen vida de
ha dicho Jehová de los oración, ni tampoco leen la Biblia. Miles son mantenidos cautivos por
ejércitos.” Zacarías 4:6 la superstición y la incredulidad. La disciplina de la Palabra de Dios y
la voz de la conciencia ya no funciona o es muy débil. Tales personas
no ruegan a Dios. Su mayor necesidad es que alguien, movido por
Entonces Pablo y Bernabé, el amor de Dios, los inste para que vayan a Cristo. Es su deber invi-
hablando con valentía, tarlos, incluso forzarlos por medio de la enseñanza, el estímulo, las
dijeron: --A vosotros, a promesas y las advertencias. El verdadero amor también advierte y
la verdad, era necesario usa el temor de Dios para mover a los incrédulos a la fe.
que se os hablara primero El verdadero amor no se rinde fácilmente. Ciertamente, cuando hay
la palabra de Dios; pero rechazo continuo y tenaz, uno debe retirarse, como Pablo lo hizo (He-
puesto que la desecháis y chos 13:46), pero aun entonces la oración debe continuar. El amor no
no os juzgáis dignos de la se rinde fácilmente ni permite ser frustrado, porque está convencido
vida eterna, nos volvemos de la enorme responsabilidad que tiene por las almas.
a los gentiles.
Hechos 13:46 El amor no siempre espera por un tiempo favorable. Satanás no es-
pera. El amor ávidamente toma la oportunidad, que Dios en su provi-

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Nuevo Testamento

dencia bondadosa le ofrece y toma plena ventaja de ella. El amor no Referencias / Notas
persuade descuidadamente, sino que como un hombre sabio, com-
pra el tiempo sin preguntar tímidamente si es exactamente el tiempo Que prediques la palabra
correcto. El amor usa cada oportunidad y busca usar todo momento y que instes a tiempo
(2 Timoteo 4:2). y fuera de tiempo.
En el trabajo misionero y de evangelización hay frecuentemente mu- Redarguye, reprende,
cho entusiasmo al principio, pero luego se deja que el amor se enfríe. exhorta con toda
El trabajo continúa, pero el calor y el celo disminuyen. Pronto la fuer- paciencia y doctrina.
za santa desaparece. ¡Los pecadores deberían ser invitados como si 2 Timoteo 4:2
fuera la última vez que los invitan! Cuando hacemos esto, nuestro
amor aumentará y nuestra fe se hará evidente.

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La Historia de la Salvación

38
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO


Texto de referencia:
Lucas 15:11-32

Versículo para memorizar:


Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy
digno de ser llamado tu hijo. Lucas 15:21

INTRODUCCIÓN
Esta parábola es una de las más hermosas que haya salido de los
labios del Salvador. Ha sido de bendición para numerosas almas.
Las tres parábolas registradas en Lucas 15 están estrechamente co-
nectadas. Hay un orden ascendente. En la primera parábola, de cien
ovejas, una está perdida; en la segunda, de diez dracmas, una está
perdida; y en la tercera, de dos hijos, uno está perdido.
La última parábola es la más detallada y notable de las tres. Usual-
mente se la conoce como la parábola del hijo (malgastador) pródigo,
pero también podría ser llamada la parábola de dos hijos (malgasta-
dores) pródigos, el uno por su injusticia, y el otro por su egoísmo.
En esta parábola nosotros nos enfocaremos en:
I. El hijo menor
II. El padre
III. El hijo mayor

I. EL HIJO MENOR
A. El significado de la parábola
La parábola trata de un padre y dos hijos. Nosotros debemos ver a
Dios en la figura del padre. Los hijos no representan a los paganos ni
a los judíos, como algunos dicen. Cuando Jesús dijo esta parábola,
tenía en frente dos grupos de personas a quienes dirigió la parábola.
En primer lugar estaban los publicanos y pecadores. Los pecadores
eran los que no obedecían la ley y se habían entregado al pecado

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Nuevo Testamento

desenfrenado. A este mismo nivel estaban los bien conocidos publi- Referencias / Notas
canos, de mal nombre y fama, empleados oficiales de los odiados
opresores romanos. Estas personas despreciadas se habían hundi-
do muy profundamente; sin embargo, tenían hambre por la salva-
ción y se volvieron a Jesús. Estas eran las personas que Jesús tenía
en mente cuando se refirió al hijo menor.
Una parábola no debe ser usada para enseñar las propias ideas. No
es el propósito del Salvador dar un resumen completo del camino de
la salvación en esta parábola. A veces algunos usan esta parábola
para oponerse a verdades que están enseñadas claramente en otros
lugares de la Escritura.
Por ejemplo, debido a que aquí no se enseña directamente que la
verdadera conversión es el trabajo del Espíritu Santo, no debería su-
gerirse que el hombre mismo puede escoger libremente para con-
vertirse. Las palabras del Salvador deben ser vistas en el marco en el
cual Él ha colocado esta parábola y deben ser explicadas en el con-
texto. Entonces es claro que Jesús nos muestra el cuadro de un hijo
perdido que regresa a su padre cuando se arrepiente y nos indica lo
que él experimenta cuando es traído al Señor.

B. El hijo gasta su herencia y termina en la miseria


Podemos leer aquí vivamente lo que el hijo menor hace. Voluntaria- Al hijo de la que no
mente exige su herencia: Padre, dame la parte de los bienes que me ama reconocerá como
corresponde. Según la ley judía, el menor recibe la mitad de la heren- primogénito, para
cia del mayor, es decir, la tercera parte de los bienes totales del padre darle el doble de lo que
(Deuteronomio 21:17). corresponda a cada uno
¿Por qué hace esta petición? ¿No lo tratan bien en su casa? En su de los demás, porque
casa este hijo es cuidado amorosamente y disfruta la abundancia él es el principio de su
de cosas buenas. El problema es que él ya no quiere quedarse en vigor, y suyo es el derecho
la casa de su padre porque está cansado de vivir allí y ya no puede de la primogenitura.
resistir por más tiempo las restricciones. Este hijo está motivado por
Deuteronomio 21:17
un sentido falso de libertad. Quiere ser libre y hacer su voluntad,
sin restricciones y sin control. Quiere disfrutar del mundo según los
deseos de su corazón y sumergirse en la vorágine vil de las lujurias
sensuales.
El padre cede ante el deseo de su hijo y divide sus bienes, aunque
está profundamente afligido. Dios el Señor no obliga a nadie a ser-
virlo en contra de su voluntad. Él no quiere el servicio ni el amor
forzado.
Enseguida, el joven reúne sus pertenencias y después de intercam-
biar sus bienes en dinero, sale de viaje a una provincia apartada para
vivir lejos, fuera de la vista vigilante y consejera de su padre. En este
lugar, él vive extravagantemente, sin ninguna otra ocupación que
pasar el tiempo en la ociosidad, gastando el dinero libremente. ¡Tal
parecería que no hay fin! No le faltan amigos que están deseosos de
compartir sus placeres pecaminosos. Sus compañeros actúan como
amigos, pero en realidad son compañeros vanos. El hijo malgasta
sus bienes participando en toda clase de comportamiento destructi-

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas vo para el cuerpo y el alma, tales como rameras (prostitutas). Gasta
su dinero viviendo perdidamente.
Todos nosotros nos En verdad, él es un pecador que abusa de los regalos preciosos de
descarriamos como ovejas, Dios. ¡Qué terrible cuadro de los que están sirviendo al pecado y que
cada cual se apartó por su se han alejado de Dios, entregándose a la intoxicación de la bebida y
camino; mas Jehová cargó hartándose de los placeres del mundo! Así es el hombre por natura-
en él el pecado de todos leza, porque cada cual se apartó por su camino (Isaías 53:6).
nosotros. Isaías 53:6 Pero el dinero desaparece como la nieve se desvanece con el sol.
Pronto el hijo menor se ha gastado todo y se encuentra en necesidad.
Esta es la consecuencia de su derroche. Sus amigos depravados lo
abandonan cuando descubren que ya no hay más que conseguir, y
eso no es todo. La pobreza también significa falta de comida. Y co-
menzó a faltarle. ¡Allí está él, desprovisto y solo! ¡La paga del pecado
es terrible! El pecado es un capataz duro. Promete mucho, pero da
poco. La alegría fugaz es seguida por la desilusión amarga. El hijo
había dejado al padre para tener una mejor suerte en un país ex-
tranjero. ¡Durante un tiempo así parecía ser, pero ahora él tiene que
sufrir la pérdida de todo! Cuando usted necesita ayuda, el mundo no
le ofrece nada. Las expectativas edificadas en el servicio del pecado
se convierten en nada. Muchos han experimentado esto.
El hambre es como una espada afilada. El hijo no quiere regresar
enseguida donde su padre. No es tan fácil. Quiere permanecer en
la tierra del hambre e intenta ayudarse a sí mismo. Aun cuando su
situación es muy miserable, su corazón aún no está quebrantado.
Intenta hacer lo mejor. El derrochador tiene ahora que humillarse y
pedir ayuda, y encuentra un trabajo. Eso no es tan fácil durante este
tiempo de escasez, sobre todo para un extranjero. Él fue y se arrimó
a uno de los ciudadanos de aquella tierra. En su necesidad, se aferra
a este extraño. Ahora está humillado. La piedad del inicuo es cruel
porque su patrón en su intento de obtener toda la ganancia posible
del joven, lo envió a su hacienda para que apacentase cerdos. El hijo
pródigo está profundamente humillado. Recuerde que para un israe-
lita los cerdos eran animales inmundos. Así, el hijo pródigo se hunde
más en la miseria. Los que viven como los cerdos, terminan con los
cerdos.
Dijo, pues, Acab a El hijo también tiene que experimentar la crueldad del hombre. Y
Abdías: --Ve por el país a con hambre desesperada, intentó llenar su vientre de las algarrobas
todas las fuentes de aguas que comían los cerdos. ¡Note la descripción inusual de uno que tiene
y a todos los arroyos, a hambre! Las algarrobas que los cerdos comían eran cáscaras ás-
ver si acaso encontramos peras, duras, de sabor dulce, de la fruta de un árbol de pan, con-
pasto con que conservar venientes solo para los animales y difícilmente digestibles para los
con vida a los caballos y a humanos. Pero nadie le daba. Durante los tiempos de hambre extre-
las mulas, para que no nos ma algunas personas están más interesadas por sus animales que
quedemos sin bestias. por sus semejantes (por ejemplo Acab en Samaria cuando hubo un
1 Reyes 18:5 tiempo de mucha hambre, 1 Reyes 18:5).
Todos ignoraron al hombre que hace poco tenía dinero para malgas-
tar. ¿Quién se preocupa del cuidador judío de cerdos? ¿Es posible
estar en una condición más infeliz que la miseria en la que este joven
se ha sumergido?

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Nuevo Testamento

C. El hijo se arrepiente Referencias / Notas


Durante esta condición miserable el hijo se arrepiente. Ya no está in-
toxicado, sino sobrio. El Salvador afirma esto en palabras llamativas:
él volviendo en sí. Hasta ahora ha vivido como si estuviera inmerso
en sí mismo y sus ojos estaban cerrados a su condición. El hombre
tiene que venir a esta posición, de lo contrario, aunque tenga ham-
bre, se quedará en el comedero animal.
Los recuerdos de la casa de su padre le vienen a la mente. Él ha
despreciado sus bendiciones, porque tenía todo lo bueno en casa.
Al comparar su condición con la de los siervos que trabajaban en la
propiedad de su padre, se dio cuenta que ellos eran tratados como
príncipes. ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia
de pan, y yo aquí perezco de hambre [en este país extraño]!
Su reflexión lo lleva más allá de la autocompasión. Un sentido de cul-
pa se levanta y lo motiva a decir: ya no permaneceré obstinado y ya
no seguiré lejos de mi padre, sino que me levantaré e iré a mi padre,
y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de
ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Yo reconozco
que he perdido todos los derechos de hijo; por consiguiente, hazme
como un sirviente. ¡Cuán humilde se volvió!
¡No es de sorprenderse! El peso total de su culpa lo presiona. Ha pe-
cado contra Dios en el cielo y sabe que sus pecados claman a Dios.
Reconoce que ha pecado contra su padre (ante ti) y es como si le
hubiera abofeteado en el rostro.
El hijo se juzga a sí mismo y reconoce su culpa de todo corazón. Toda
vergüenza falsa se va. Su confesión de culpa es sincera y profunda.
No tiene excusa y no hay nada que pueda decir a su favor. No puede
defenderse diciendo: “yo era joven y fui tentado. Por tanto, puedo ser
perdonado” o “ya he sufrido por lo malo que he hecho”.
Él sólo suplica misericordia. Su petición es muy modesta. Sólo pide Lávame más y más de mi
que no haya diferencia entre él y los siervos de su padre. Está satisfe- maldad y límpiame de mi
cho con escoger y ocupar el lugar más bajo. ¡Verdaderamente, esta pecado. Salmos 51:2
actitud es la evidencia de un corazón roto! (Salmos 51:2).
Las palabras que el pecador arrepentido habla son palabras sabias
y también actúa sabiamente. ¡El hijo pródigo no sólo tiene buenas
intenciones, sino que también las lleva a cabo! Sus palabras son
seguidas por la acción, y levantándose, vino a su padre. El camino
puede ser largo, pero él no duda. ¡Qué diferencia entre la forma en
la que él partió y la forma en la cual regresa! Sin embargo, ¿cuándo
fue su mejor actitud?
La forma y el resultado de la verdadera conversión se describen aquí. La tristeza que es
Hay un volver en sí mismo y un despertar de la intoxicación de una según Dios produce
vida de pecado. Hay un rechazo al pecado con sentimientos de culpa arrepentimiento para
y arrepentimiento. Hay también un volver hacia Dios por la confesión salvación, de lo cual no
de la indignidad y la oración por misericordia. hay que arrepentirse; pero
la tristeza del mundo
La tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salva- produce muerte.
ción (2 Corintios 7:10; Catecismo de Heidelberg, Respuestas 88, 89). 2 Corintios 7:10

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas II. EL PADRE


A. El Señor Jesús busca a las ovejas perdidas de Israel
Entonces te agradarán los La actitud y el comportamiento del padre están descritos en forma
sacrificios de justicia, el gloriosa. No puede concluirse que la ira y el castigo de Dios contra
holocausto u ofrenda del el pecado no existen solo porque no son mencionados. Porque no se
todo quemada; entonces se menciona la expiación del mediador de Dios, no puede concluirse
ofrecerán becerros sobre tu que un pecador no necesita un mediador y la seguridad de ser re-
altar. Salmos 51:19
conciliado con Dios. El cuadro del padre jubiloso ilustra la actitud y
Él librará al menesteroso la acción del Señor con respecto a los que sinceramente vienen a él
que clame y al afligido confesando sus pecados.
que no tenga quien lo
Debe tenerse presente el propósito principal de la parábola. El Señor
socorra. Salmos 72:12
Jesús busca a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Los publica-
Venid luego, dice nos y pecadores, rechazados por los escribas y fariseos, vinieron a
Jehová, y estemos a Jesús, lo escucharon con gozo y fueron recibidos en amor. Esto era
cuenta: aunque vuestros una espina en los ojos de los fariseos. Ellos estaban muy ofendidos
pecados sean como la por la asociación íntima de Jesús con los pecadores públicos. Ellos
grana, como la nieve pensaban que Jesús se estaba rebajando al mezclarse con tales per-
serán emblanquecidos; sonas. ¡Jesús incluso compartió una comida con ellos! ¡Esto fue de-
aunque sean rojos como masiado lejos! Los fariseos dieron a conocer en términos claros su
el carmesí, vendrán a ser desaprobación, para que todos supieran.
como blanca lana.
Isaías 1:18 El Salvador se defiende contra las acusaciones de los fariseos dicien-
do tres parábolas, las cuales muestran claramente que los fariseos
Porque así dijo el Alto y no tienen ningún derecho a sentirse ofendidos. Jesús les dice que
Sublime, el que habita la si aun los ángeles de Dios se regocijan cuando un pecador es salvo,
eternidad y cuyo nombre cómo pueden ellos llenarse de enojo cuando observan su obra de li-
es el Santo: “Yo habito en beración y a los pecadores llenos de gozo. Es como Jesús dice: ¡Pien-
la altura y la santidad, sen sobre el valor de un alma! ¡Deberían saber que Dios mismo no
pero habito también con actúa como ustedes! Ustedes no se preocupan por la depravación de
el quebrantado y humilde las personas, sino que las ven con indiferencia y no hacen nada para
de espíritu, para reavivar sacarlas de su miseria.
el espíritu de los humildes
y para vivificar el corazón El Señor siempre recibe a los que arrepentidos van a Él. Recibe con
de los quebrantados. alegría a los perdidos y acepta a los culpables (Salmos 51:19; 72:12;
Isaías 57:15 Isaías 1:18; 57:15; 66:2). Jesús está diciendo: ¿No deberíamos seguir
el ejemplo de mi Padre? Yo debo, y todos también debemos. ¡Mas
Mi mano hizo todas era necesario hacer fiesta y regocijarnos! Es como si Jesús les dijera:
estas cosas, así todas
ustedes no deberían amargarse porque la forma en que trato a los
ellas llegaron a ser”, dice
pecadores es según la voluntad del Padre. Él perdona a los pecado-
Jehová. “Pero yo miraré
res abundantemente (Isaías 55:7).
a aquel que es pobre y
humilde de espíritu y que
tiembla a mi palabra. B. El padre se reúne con el hijo
Isaías 66:2
La parábola describe ahora la reunión del padre y del hijo. ¡El padre
Deje el impío su camino está esperando a su hijo! El hijo dejó la casa paterna, pero está to-
y el hombre inicuo sus davía en el corazón del padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su
pensamientos, y vuélvase padre. Él se dio cuenta que el vagabundo con los vestidos rotos, que
a Jehová, el cual tendrá
le cuelgan flojos, era su hijo y fue movido a misericordia. El padre no
de él misericordia, al
puede esperar calmadamente hasta que el hijo lo alcance, sino que
Dios nuestro, el cual será
corre a encontrarlo tan rápido como puede. ¡Así es como Dios busca
amplio en perdonar.
a los pecadores!
Isaías 55:7

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Nuevo Testamento

Antes que el culpable pueda decir algo, el padre se acerca a él, lo Referencias / Notas
aprieta contra su corazón y tiernamente lo sostiene durante mucho
tiempo. Afectuosamente el padre lo besa indicando que lo acepta
como su hijo. No hay ningún ceño enfadado en su cara ni palabras
ásperas salen de su boca y ningún reproche duro asusta al hijo. ¡Es
imposible describir esta reunión! ¡La forma como el padre recibe al
hijo es inmerecida e inesperada!
Ahora el hijo empieza a hablar, pero no puede decir todo lo que ha-
bía pensado. Su padre no le permite expresar su deseo de servirlo
como un sirviente. ¡Al contrario, todos deben ver al hijo! Por tanto,
los sirvientes deben ir a trabajar inmediatamente. Les ordena traer
el mejor vestido, uno largo que adornan con dignidad alrededor de
los hombros, desde donde cae elegantemente hasta el suelo. Ellos
deben poner un anillo en su mano, señal de riqueza y posición, y cal-
zado en sus pies, porque no debe estar descalzo como un esclavo.
El joven que por su propia falta había sido humillado a la posición de
cuidador de cerdos, ahora está a las órdenes de su padre, vestido,
adornado, servido y levantado a la posición de hijo en la casa de su
padre. Este es el mejor lugar que puede tener. ¡Qué cambio! ¡Esto
excede todo lo que alguna vez se atrevió a esperar!
Pero, hay más por venir. El padre está inmensamente contento y
quiere expresar y compartir su alegría. Todos deben celebrar con él.
Lo mejor no es lo suficientemente bueno. El becerro gordo, que era
guardado para las ocasiones especiales, es matado ahora. Se prepa-
ró una fiesta maravillosa. Y comenzaron a regocijarse.
La música indica una fiesta. Un coro canta y el estribillo jubiloso de
los bailarines es: ¡Porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se
había perdido, y es hallado!
Dios no nos rechaza, sino que nos perdona. ¡Él perdona los pecados! Yo, yo soy quien borro tus
Su gracia es mayor que nuestras más grandes transgresiones. Su rebeliones por amor de mí
amor, que lo conquista todo, está más deseoso de salvar al pecador mismo, y no me acordaré
de lo que el pecador desea ser salvo. ¿Quién es un Dios como nues- de tus pecados.
tro Dios? (Isaías 43:25; Ezequiel 33:11). Isaías 43:25

III. EL HIJO MAYOR Diles: Vivo yo, dice
Jehová, el Señor, que
A. Él está ofendido no quiero la muerte del
Pero esta parábola no termina allí, hay todavía una última parte. Esta impío, sino que se vuelva
no es solo un apéndice o complemento, sino una parte esencial. el impío de su camino y
Aquí, una sombra oscura cae sobre el cuadro luminoso y sobre los que viva. ¡Volveos, volveos
fariseos, porque ellos son representados por el hijo mayor. Ellos tie- de vuestros malos caminos!
nen control sobre sus lujurias e intemperancia; son conocidos como ¿Por qué habéis de morir,
conscientes; lucen muy respetables en contraste con la gente infe- casa de Israel?
rior, despreciable y común. Ellos están enfadados porque Dios es Ezequiel 33:11
bueno. Hay un abismo infinito entre el amor gratuito, misericordioso,
perdonador y bendito de Dios, y la actitud de corazón, dura y egoísta
de los fariseos.
De nuevo, nosotros deberíamos tener cuidado de no interpretar las
palabras de Jesús para decir algo que él no pensó. Cuando el padre

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas falla en reprender la queja del hijo mayor, no significa que el hijo
mayor tenga razón. El padre lo llama, hijo, pero nosotros no debemos
llegar a la conclusión de que una persona que busca agradar a Dios
con obras de justicia sea un hijo de Dios en el sentido completo de
la palabra. Cristo no quiere decir con esto que las obras egoístas
tienen mérito. El Señor presenta solo su punto de vista para mostrar-
les cómo son ellos. Los fariseos tienen una imagen equivocada de
sí mismos y en el hijo mayor ellos deberían verse retratados. Nadie
puede decir que ellos son tratados injustamente. Así como la ilustra-
ción del hijo menor no significa que los pecados de los publicanos
y pecadores son excusables, tampoco el hijo mayor da un cuadro
excesivamente malo de los fariseos. Ellos no son descritos como hi-
pócritas o monstruos. El hijo mayor es una persona no espiritual. Le
falta amor y está lleno de presunción y auto-justificación.
Describa cuán ofendido estaba el hijo mayor. Él estaba en el campo y
después de un día activo de trabajo, regresa a casa. Al acercarse, oye
el sonido de la música y del canto, y se perturba. ¡Una fiesta en su
casa y él no está allí! No quiso entrar y llamando a uno de los criados,
le preguntó, ¿qué estaba pasando? El criado está emocionado debido
a los eventos del día y entusiastamente le informa, omitiendo tácti-
camente cualquier referencia a las acciones pasadas del hijo menor
que ha regresado a casa. Le dice: tu hermano regresó y tu padre está
tan contento que ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido
bueno y sano. En el entendimiento del siervo, el becerro gordo es im-
portante porque expresa el agradecimiento del padre porque el hijo
regresó a casa, sano y bueno.
Ante estas noticias, el hijo mayor estalla en enojo. Ni siquiera se re-
frena en la presencia del siervo. Está tan enfadado que se niega a
entrar en la casa y tener parte de la alegría que prevalece. Se queda
afuera, quejándose amargamente.

B. El hijo mayor está amargado


Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase, porque él también
deseaba grandemente su presencia. ¿Por qué debes quedarte afue-
ra? Pero el hijo mayor declina la petición y con enojo estalla acusan-
do: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás,
y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero
cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras,
has hecho matar para él el becerro gordo.
El hijo mayor quiere ser alabado por su trabajo. Quiere decir: ¡yo he
trabajado por muchos años como un esclavo para ti, nunca he des-
cuidado mi deber, pero nunca he sido valorado! El hijo mayor piensa
altamente de sí mismo. Está muy satisfecho de sí mismo. Tales per-
sonas son difíciles de tratar.
El padre no contradice a su hijo mayor. No discute el hecho de que
su hijo mayor siempre ha sido consciente. Esa no es una falta, aun-
que el padre no dice esto en tantas palabras. Su obediencia, sin em-
bargo, es fría y formal y su conciencia no tenía un motivo correcto. Le
faltaba la cosa más importante: el amor. Por tanto, el hijo se atreve a

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Nuevo Testamento

reprochar insensiblemente a su padre, porque piensa que tiene de- Referencias / Notas
recho de quejarse por ser tratado injustamente. ¡Su padre siempre lo
tuvo en menos! Nunca tuvo algo de felicidad en la casa de su padre.
Allí no había nada para él. Cuando quería divertirse (¿y no lo hacen
todos?), tenía que irse con sus amigos y su padre no le daba ni un
cabrito.
El hijo mayor ni siquiera menciona el cambio que ha tenido lugar en
su hermano menor. Recuerda más bien su pecado terrible. Todavía lo
ve como un derrochador rebelde y se niega a llamarlo hermano. So-
lamente se queja y acusa a su padre e intenta estropear su alegría. El
hijo mayor ni siquiera se dirige a él como padre. Le falta el corazón de
un hijo y el corazón de un hermano. Desprecia el amor de su padre y
desdeñosamente se refiere a su hermano como este tu hijo.
¡Qué persona amargada y hosca es él! Su actitud está muy equivo-
cada. No tiene corazón para Dios y Dios no gobierna su corazón.
Para él, la religión es una tarea difícil, que tiene que ser premiada.
Simplemente no sabe lo que es la gracia y no la quiere.

C. El padre ruega al hijo mayor


El padre permanece amable. No se enfada y su respuesta es infini-
tamente tierna. Y continúa invitando a su hijo mayor y le pregunta:
¿qué más puedo darte? Todo lo mío es tuyo. Tú estás siempre conmi-
go, ¿no es esa la más grande bendición? Por tanto, yo puedo pedirte
que actúes como un hijo mío desplegando la misma actitud que me
motiva. Yo no condeno el pecado de mi hijo menor. Te dije que él es-
taba perdido y muerto, pero me regocijo en su salvación y tú también
deberías estar agradecido por eso.
Para comprender la dimensión de la obra de Dios con este hijo, de-
bemos poner atención a algunas palabras de la parábola. Cuando
el hijo mayor no quería entrar, el padre salió y le rogó. El hijo mayor
le respondió pero no le dijo padre. Sin embargo, el padre se dirige a
él como Hijo. El hijo mayor vierte su desprecio refiriéndose a este tu
hijo, y el padre le dice, este tu hermano. El hijo mayor dice mis ami-
gos, contrastando con tu hijo que ha consumido tus bienes con rame-
ras. Según su explicación, él sirvió muchos años y no recibió nada,
mientras que el hijo indigno sólo tuvo que venir a casa e inmediata-
mente su padre ha hecho matar para él el becerro gordo, mientras ni
siquiera había un cabrito para mí.
Y allí acaba. La parábola no tiene conclusión. Los fariseos deben ha-
cer la aplicación en sí mismos. La puerta de la gracia queda abierta
para ellos. Un “hermano” que no quiere unirse a una fiesta que cele-
bra la gracia, se excluye a sí mismo.
El hijo mayor y aquellos como él, que les falta amor y están satisfe-
chos con realizar el servicio legalista, no necesitan arrepentimiento.
El Padre debe tener más paciencia con ellos que con el hijo menor.
Nosotros no necesitamos caer tan profundamente como él para ser
convertido. Así como hay “hijos mayores” entre los adultos, hay tam-
bién tales “hijos mayores” egoístas entre los niños.

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La Historia de la Salvación

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Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

LA PARÁBOLA DEL RICO Y LÁZARO


Texto de referencia:
Lucas 16:19-31

Versículo para memorizar:
Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque
alguno se levantare de los muertos. Lucas 16:31

INTRODUCCIÓN
El tema que ahora llama nuestra atención es una de las parábolas
más conmovedoras. La narrativa tiene gran atracción visual y es muy
dramática. Es como si uno oyera a las personas hablando. Las verda-
des que se exponen con respecto a esta vida y a la vida después de la
muerte son sumamente serias. La expresión, el que tiene oídos para
oír, oiga, es muy directa.
Mientras estudiamos esta parábola, veremos cómo pasaron el pobre
Lázaro y el rico durante:
I. La vida en la tierra
II. La vida después de la muerte

I. LA VIDA EN LA TIERRA
A. El rico
El Señor Jesús dirige esta parábola, en primer lugar, a los fariseos.
Esta parábola sigue a la del mayordomo injusto (Lucas 16:1-11), en la
que el Señor nos animó a hacer amigos y a actuar sabiamente para
hacer tesoros en el cielo. Como resultado, oían también todas estas
cosas, los fariseos, que eran avaros, y se burlaban de él. Ellos metieron
sus narices porque pensaban que Jesús no tenía qué enseñar sobre
el uso de los bienes terrenales. ¡Pensaban que ese era su asunto, y no
del Señor! Estaban convencidos de que las riquezas mismas eran una
señal del favor de Dios, así como la pobreza, una señal de su ira.
Jesús quiere que los fariseos vean lo que le sucede a una persona
que no toma sus palabras en serio y cuya felicidad consiste en el

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Nuevo Testamento

goce sensual, en lugar de ser mayordomo de sus bienes. Esta perso- Referencias / Notas
na solamente está interesada en sí misma y vive para ella. Los tales
son como el rico.
La Escritura usa un lenguaje colorido para describir al hombre rico Salió Mardoqueo de
y su vida. Él se vestía de púrpura y de lino fino. Su vestido exterior era delante del rey con vestido
de un material púrpura rojizo y caro. Bajo su capa usaba una túnica real de azul y blanco, una
del lino más blanco y más fino. Se vestía como un rey (Ester 8:15). No gran corona de oro, y un
usaba ropa de trabajo, porque no tenía que trabajar. Él podía siempre manto de lino y púrpura.
hacer fiesta. No tenía nada que cuidar y disfrutaba la vida sin inte- Ester 8:15
rrupción en su casa lujosa y pródigamente amoblada.
Note que Cristo no describe al rico como una persona sensual que
vive una vida disoluta. El rico no es un monstruo de la impiedad. No
es un asesino ni una persona promiscua ni un ladrón. Es un hombre
que ama las cosas buenas de la vida. Tiene abundancia de las cosas
que el mundo se esfuerza por tener. Disfruta la vida al máximo, gasta
su dinero libremente, vive en forma extravagante y espléndida, y dis-
fruta las comodidades más selectas. Su único interés es su bienestar
personal y no tiene interés en los asuntos espirituales. Esto muestra
que él es como el rico insensato (Lucas 12:16-20). Hace un dios de su
barriga y está satisfecho con las riquezas terrenales. Su única meta
es vivir haciendo cada día banquete con esplendidez.
Cuántos hay que no tienen una meta más grande en la vida que ga-
nar mucho dinero y gastarlo libremente. ¡Estas personas encuentran
satisfacción usando ropas hermosas, comiendo y bebiendo bien, y
haciendo un nombre para sí mismos en el mundo!

B. El pobre Lázaro
El contraste con Lázaro no puede ser mayor. La descripción del pobre
hombre muestra que no hay nada atractivo en su apariencia exte-
rior, excepto su nombre: Lázaro o Eliezer, que significa “Dios es mi
ayuda”. Este nombre le fue dado por el Señor Jesús. Es el único per-
sonaje en todas las parábolas a quién Jesús le dio un nombre. Esto
es intencional, porque el nombre del rico es omitido. El nombre del
pobre expresa la piedad de su alma. ¡Esa es la cualidad más impor-
tante que tiene! Afortunadamente para él, ese es su tesoro, porque
para el resto, todo lo suyo, despierta piedad. Es pobre y padece de
una enfermedad terrible. Está lleno de llagas. Es incapaz de trabajar y
salir a pedir, porque no puede caminar. Ni siquiera puede estar de pie
o sentarse. Otras personas tienen que ponerlo a la puerta del rico.
Acostado allí, es un cuadro de intensa miseria, sobre todo cuando se
lo compara con la gran riqueza del rico.
Lázaro sufre hambre mientras el rico vive espléndidamente. Él se
quedaba allí, y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa
del rico. Su deseo era modesto. Lázaro no tenía celos, sólo deseaba
los sobrantes de las comidas. Su apetito nunca estaba satisfecho. El
rico era al parecer un mayordomo malo. Aunque conocía bien a Lá-
zaro, porque lo veía acostado a su puerta, nunca le importó su condi-
ción. Él se paraba a lo lejos, y solamente los perros callejeros sucios
venían a ver a Lázaro. Estos animales se alimentaban de cualquier

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas cosa que encontraban en las calles y le quitaban la basura a Lázaro
porque él era incapaz de ahuyentarlos.
Los perros lamían sus llagas. Algunos ven esto como un aumento de
su sufrimiento, y creen que se lo menciona para mostrar la crueldad
del rico; otros ven esta acción como la consolación del sufrimiento
de Lázaro, porque los perros eran más misericordiosos que el rico,
que no se preocupó de Lázaro. En todo caso, el hombre enfermo y
hambriento no era sanado ni alimentado por el lamido de los pe-
rros. Esto solamente sirve para señalar la desgracia en la cual este
israelita estaba inmerso. ¡De verdad, la miseria de este hombre era
excepcionalmente severa!

II. LA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE


A. El pobre Lázaro
La muerte trae un cambio drástico. Tanto Lázaro como el rico mue-
ren. Lázaro muere primero. ¡Este es un detalle significativo! Su sufri-
miento le llevó a la muerte porque nadie se preocupaba de él. Nada
se dice sobre su entierro. ¿Quién notaría su muerte? Los ángeles en
el cielo la notaron y esperaron para que su sufrimiento termine. ¡En
cuanto su alma dejó su cuerpo torturado, ellos lo subieron!
Cuando nuestra última hora llega es como viajar a través de un país
donde nunca hemos estado antes. El Señor tiene cuidado que sus
hijos no vaguen como extranjeros a través del valle de la muerte y
se pierdan. Él los toma bajo su cuidado divino y los lleva seguros a
través del valle de la muerte.

Os digo que vendrán ¡Note la descripción de Jesús de lo que está pasando! ¡El pobre, que
muchos del oriente y del había sido rodeado por animales sucios durante un tiempo conside-
occidente, y se sentarán rable, está rodeado ahora por una compañía de ángeles! Ya no tiene
con Abraham, Isaac y que quedarse en la espléndida puerta de un palacio terrenal al cual
Jacob en el reino de los no podía entrar, sino que es llevado suave y cuidadosamente al seno
cielos. Mateo 8:11 de Abraham. Esta expresión señala un lugar de honor en el gran ban-
quete del cielo (Mateo 8:11). El gozo de la salvación es comparado a
estar en un banquete.
La muerte solo trajo ganancia a Lázaro. ¡Su peregrinación terrenal
había sido difícil, pero llegó seguro a su hogar celestial! Puede des-
cansar confiadamente en el seno de Abraham, el lugar donde todas
las lágrimas son enjugadas. Sus luchas y penas, su sufrimiento y
dolor ya no existen. ¡A su muerte, las puertas del paraíso celestial se
abrieron para él! Allí, el propio Dios lo satisface con las riquezas de
su casa.

B. El rico
La muerte no pasa sobre nadie. Pronto fue el turno del rico; sus ce-
lebraciones diarias terminaron. Tuvo que dejar todas las cosas que
amaba. Jesús dice que él fue sepultado. No es de sorprenderse que
se mencione su entierro. No hay duda que este fue realizado con
pompa y ceremonia. Todas las cosas que correspondían a su riqueza

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Nuevo Testamento

y posición fueron llevadas a cabo. Las lloronas contratadas que se Referencias / Notas
lamentaban mientras pasaba; su cuerpo embalsamado y ceremonio-
samente enterrado. Y ese fue el fin.
Aunque al cuerpo muerto se le otorgaba honores, el rico estaba aho-
ra infinitamente más pobre de lo que Lázaro alguna vez estuvo. El
rico se despierta en el lugar donde el dinero no puede comprar nada.
Después de su muerte, se encuentra inmediatamente en tormentos,
y sufre la más grande miseria y la agonía más amarga, quemándose
con una sed que no puede ser apagada. Horrorizado, se da cuenta
que está destinado al lugar de castigo. Y en el Hades alzó sus ojos y
desde allí podía ver de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.
El rico ve que Lázaro disfruta la paz bendita. ¿Reconoce el rico ahora
que en la tierra Lázaro ya tenía una posición más alta porque era un
hijo de Dios? Parece que su conciencia testifica. Muy consternado,
clama por la intercesión del padre Abraham, dando voces, debido a
la gran distancia y al miedo.
Sin embargo, no pide una liberación completa, sino sólo para refres-
carse. No hace una petición orgullosa, sino que suplica por mise-
ricordia. Reconoce completamente su miseria: Padre Abraham, ten
misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo
en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta lla-
ma. Sin embargo, básicamente él sigue siendo el mismo.
Notemos que el rico suplica tres veces por los privilegios especiales,
como si tuviera derecho a ellos. ¡Clama al padre Abraham! Y aún
ahora él considera a Lázaro como su inferior, no en fortuna, sino en
posición y clase. Para el rico, Lázaro sigue siendo un ser que pertene-
ce a una clase baja, útil para servir y llevar a cabo órdenes.
Mientras estaba en la tierra, el rico no pensó ofrecer la punta de
sus dedos para aplicar algún ungüento refrescante sobre las llagas
de Lázaro; ahora quiere que Lázaro sumerja la punta de su dedo en
agua y que vaya a refrescar su lengua. Intenta conmover a Abraham
y describe su condición infeliz para que le envíe a Lázaro a que lo
sirva. ¡Envía a Lázaro!

C. Padre Abraham
El próximo episodio de la parábola es profundamente conmovedor.
El Señor Jesús relata la conversación entre el Abraham y el rico tor-
turado. Abraham representa la justicia y la integridad de Dios. No
quiere ni por un instante dar la apariencia de que puede ser más
misericordioso que Dios.
Su negativa es categórica y terminante. Su argumento es poderoso.
Se pone a sí mismo en el lugar del rico y por tanto, se dirige intencio-
nalmente a él como Hijo. Lo amonesta para que sea razonable. Hijo,
acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males;
pero ahora este es consolado aquí, y tú atormentado.
¿Por qué te quejas? Tú tuviste tu porción de cosas. Tú has obteni-
do todo lo que deseabas. Alcanzaste tu meta. Tú solo estuviste in-
teresado en los bienes terrenales; recuerda que has recibido lo que

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas deseabas. Abraham no dice: “recuerda que recibiste mucho de lo


bueno de la vida”, sino que dice: “las cosas terrenales eran tus cosas
buenas”.
Las cosas terrenales no duran eternamente, a lo sumo duran el tiem-
po de vida de uno, y muchos aún las pierden antes de su muerte. Tú
serviste a mammón y él te ha recompensado ricamente porque fuis-
te rico hasta la muerte. Durante este tiempo, Lázaro sufrió y ahora es
tu turno. Los papeles se han invertido.
Tú no puedes exigir lo imposible. El tiempo para solicitar los servicios
de Lázaro ha pasado. ¡No importa cuán terrible, así es como debe
ser! Es para siempre demasiado tarde porque una gran sima está
puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren
pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.
Os digo que en aquella En la eternidad no hay ninguna perspectiva de cambio. La muerte
noche estarán dos en una trae, en forma definitiva, la bendición de la salvación o el lugar de tor-
cama: el uno será tomado mento eterno. Las personas pueden cubrir abismos profundos, pero
y el otro será dejado. Dos no este. El gozo del cielo no puede ser interrumpido o discontinuado
mujeres estarán moliendo y el tormento del infierno no puede ser ablandado o terminado. En la
juntas: la una será tierra, los hijos de Dios y los mundanos pueden vivir al lado uno del
tomada y la otra dejada. otro, pero no en la eternidad (Lucas 17:34-36).
Dos estarán en el campo:
¡El día de gracia es ahora! ¡Por tanto, si usted oye su voz, no endu-
el uno será tomado y el
rezca su corazón, porque pronto llegará el abismo que no puede ser
otro dejado.
cubierto!
Lucas 17:34-36
Esta parábola no enseña de ninguna manera que todos los que viven
con comodidad en la tierra sufrirán en la eternidad ni viceversa. Los
Bienaventurados los pobres pobres no son salvos porque son pobres y los ricos no están perdidos
en espíritu, porque de ellos
porque son ricos. Si esto fuera así, el padre Abraham no podría ha-
es el reino de los cielos.
ber sido salvo, porque él era un hombre muy rico. Nosotros debemos
Mateo 5:3
ser pobres en espíritu y ricos en Dios (Mateo 5:3). Abraham buscó la
ciudad celestial (Hebreos 11:16).
Pero anhelaban una Esta parábola nos muestra la miseria de los impíos aunque hayan
mejor, esto es, celestial; sido ricos en la tierra. También enseña la bendición de los piadosos,
por lo cual Dios no se sin importar lo pobres que fueron mientras estuvieron en la tierra. No
avergüenza de llamarse debemos simplemente mirar las cosas temporales y externas, sino lo
Dios de ellos, porque les más importante, notar el final del justo y el final del impío.
ha preparado una ciudad.
Hebreos 11:16 Mientras estén en la tierra, habrá siempre una diferencia entre el
rico y el pobre. Muchas veces esto es una experiencia muy dolorosa.
Los ricos son frecuentemente envidiados y los pobres son normal-
mente compadecidos. La pregunta muy importante, sin embargo, es:
¿quién soy yo ante Dios? ¡Cuántos ricos y pobres hay que viven como
si su única felicidad estuviera en las cosas del mundo!
Es muy peligroso y pecaminoso estar preocupado por las cosas que
perecen y buscar solo las cosas de abajo. No debemos dejarnos fas-
cinar por la gloria fugaz de este mundo, ni tampoco cautivar por el
resplandor de las apariencias. Los que buscan solamente las cosas
terrenales, pronto lo lamentarán con lágrimas.
Los justos siempre prevalecerán. El hombre cosechará lo que haya
sembrado.

| 316 |
Nuevo Testamento

D. La advertencia Referencias / Notas


La conversación entre Abraham y el rico continúa y concluye en una
seria advertencia. El rico desdichado se convence de que es impo-
sible intercambiar su posición y entonces ya no pide lo imposible.
Sin embargo, permanece una petición: Te ruego, pues, padre, que le
envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que
les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tor-
mento. Abraham también rechaza esta petición.
¿Por qué? ¿No muestra esta petición que el rico ha sido iluminado?
Ya no está exclusivamente ocupado de sus propios tormentos, sino
que está angustiado por sus cinco hermanos. Ellos todavía viven en
la casa paterna y también corren el peligro de terminar en este infier-
no terrible. Él siente que sus hermanos deben ser advertidos ahora
que sabe por propia y amarga experiencia que la conversión debe
tener lugar en la tierra, para no perderse para siempre. Si después
de la muerte debe haber un lugar para sus hermanos en el seno de
Abraham, ellos no deberían vivir como lo estaban haciendo. Por tan-
to, el rico desea intensamente que ellos conozcan esto.
¿Qué debemos decir sobre esto? ¿Esperaba usted esto del rico? Qué
cosas extrañas encontramos en esta parábola. En el lugar del lloro y
crujir de dientes hay interés en la suerte de los vivientes en la tierra.
Aún más, hay compasión, incluso una intensa urgencia y un fuerte de-
seo de salvación. El rico ruega como Lázaro rogaba: ¡Te ruego! ¿No es
esto bueno? ¿Por qué Abraham no lo aprueba? La voz que se oye desde
el infierno parece piadosa y la contestación del cielo parece impía.
Las apariencias están engañando, sin embargo. Pero demos notar
que el rico todavía consideraba a Lázaro como su sirviente que tenía
que dejar el lugar de bendición. Además, el rico estaba tratando de
excusarse al hacer esta petición. Realmente, estaba culpando a Dios
de su condición miserable. Pues señalaba que la Palabra de Dios
tenía que ir a él. Al hacer la petición quería indicar que él, al igual
que sus hermanos, no estaba bien enterado del asunto. Su petición
implicaba que no había sido advertido lo suficiente. Él tenía a Moi-
sés y a los profetas a su alcance y sabía los contenidos, pero estaba
tan acostumbrado a ellos que las palabras no penetraron. Pensaba
que las advertencias de la ley no eran aplicables a personas de su
condición. Ahora, experimenta su error de una manera terrible. Su
petición indica que solamente siente lástima de sí mismo por haber
caído y, por tanto, pide que algo extraordinario sea hecho por sus
hermanos. ¡Quiere que alguien de entre los muertos vaya a ellos y
entonces esto no les pasará a sus hermanos!
El rico piensa que es posible que el abismo entre el cielo y la tierra
sea cruzado. Por consiguiente, los hermanos deberían tener un men-
saje especial. Trata de enviar a Lázaro. Él no debería sólo predicar,
sino deseaba que Lázaro “testifique”, que obligue a sus almas con
poder y que con suma seriedad use un juramento. ¡Eso les ayudará a
escapar del futuro desdichado que yo debo soportar ahora!
Vemos que el rico ha perdido todo en el lugar de tormento, excepto
su arrogancia. Abraham es breve en su contestación y le dice: a Moi-

| 317 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas sés y a los profetas tienen, una frase usada para denotar el Antiguo
Testamento. Ellos son el testimonio divinamente concedido del mis-
mo Dios. No necesitan el testimonio adicional de Lázaro. ¡La regla
divina es poner atención al llamado de Dios, el cual viene a nosotros
por medio de su Palabra! Por tanto, Abraham dice: óiganlos. ¡Ellos
deben escuchar a la Palabra de Dios!
Ahora la ostentación del rico se pone en evidencia. Incluso en el
infierno se atreve a oponerse a la orden divina. No se rinde y no se
quedará callado. No tiene escrúpulos para contradecir directamente
al padre Abraham y se le opone en forma descarada y obstinada
diciendo: para mí y para los que son como yo eso no es suficiente.
Ciertamente niega el divino carácter revelador de las Santas Escritu-
ras cuando afirma: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de
entre los muertos, se arrepentirán.
El corazón del rico permanece como siempre. Es imposible que cam-
bie el destino eterno en el infierno así como es imposible que cambie
el corazón en el infierno. ¡Qué terrible!
Abraham no cambia de idea. No despreciará o degradará las Santas
Escrituras como el regalo infinito y glorioso de Dios. Cuando los co-
razones duros no se someten a la Palabra de Dios, nada más tendrá
éxito. La Palabra de Dios es viva y eficaz y más cortante que toda es-
pada de dos filos (Hebreos 4:12). Si no oyen a Moisés y a los profetas,
tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.
¡La Palabra es suficiente! El rico es silenciado.
La respuesta de Abraham es muy significativa. El rico había conoci-
Así que desde aquel día do a Moisés y a los profetas y seguía siendo inconverso. Decir que los
acordaron matarlo. medios de la gracia fueron insuficientes no es excusa para el incon-
Juan 11:53
verso. La Palabra de Dios es bastante clara. La culpa de estar perdido
se encuentra en la incredulidad y en la renuencia del hombre. La
Pero los principales aparición de un muerto no puede cambiar el corazón del hombre.
sacerdotes acordaron dar Lázaro de Betania se levantó de la muerte y el Sanedrín no cambió su
muerte también a Lázaro. enemistad hacia Cristo, sino que ellos quisieron matar tanto a Jesús
Juan 12:10 como a Lázaro (Juan 11:53; 12:10). Sólo el Espíritu de Dios, por su
Palabra, puede renovar y convertir el corazón. ¡Por naturaleza noso-
tros estamos muertos a la Palabra, pero la Palabra no está muerta!
Al contrario, es el poder de Dios para salvación a todo aquel que cree
(Romanos 1:16). Calvino escribió: “Es la propia obra de Dios atraer-
nos y el poder con el cual él trabaja es su Palabra,”.
Si pecamos La Palabra es el medio que el Señor da para la fe y la conversión.
voluntariamente después Dios no quiere salvar a los pecadores por sus propias obras sino por
de haber recibido el la fe. Un pecador necesita recibir esa Palabra de Dios mismo, des-
conocimiento de la verdad, cansar y aferrarse en ella. Cristo es el enfoque glorioso de la fe y los
ya no queda más sacrificio pecadores lo necesitan como el Salvador indispensable, completo y
por los pecados. todo suficiente. ¡Nosotros debemos ver esta verdad, recibirla y usar-
Hebreos 10:26 la! Cuando la Palabra, que es Cristo, es rechazada, ya no queda más
sacrificio por los pecados (Hebreos 10:26).
Es más, nadie del reino de la muerte podría decir algo más de lo
que afirma la Palabra de Dios. En las Santas Escrituras encontramos
todo lo que necesitamos saber para ser salvos. Es necesario que to-

| 318 |
Nuevo Testamento

dos oremos: Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley (Salmos Referencias / Notas
119:18). Entonces no pediremos una revelación de la muerte, los
mensajes de los ángeles o cualquier otra señal no bíblica. Dios nos
concede la salvación usando los medios de la gracia, para que en
esta vida la buena elección sea hecha y mantenida. Esto es un gran
privilegio y una gran responsabilidad. ¡Asegurémonos de oír y tenga-
mos cuidado de cómo escuchamos la Palabra!
En el trabajo de evangelización debemos recordar que nosotros no Puesto que el mundo,
necesitamos nada más que la espada del Espíritu, que es la Pala- mediante su sabiduría,
bra de Dios. Si esperamos la salvación usando métodos dramáticos no reconoció a Dios a
o entretenidos, estamos fuera del camino correcto. Las cosas que través de las obras que
mantienen fuera la Palabra de Dios pueden traer alguna clase de manifiestan su sabiduría,
acción, pero en el análisis final, no traerán los resultados correctos. agradó a Dios salvar a los
Permanece verdadero la verdad de que las cosas débiles de Dios son creyentes por la locura de
más fuertes que el hombre y que agrada al Señor salvar a los creyen- la predicación. (..) Porque
tes a través de la “locura” de la predicación (1 Corintios 1:21, 25). lo insensato de Dios es
más sabio que los hombres,
y lo débil de Dios es más
fuerte que los hombres.
1 Corintios 1:21, 25

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La Historia de la Salvación

40
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

LA CURACIÓN DE LOS DIEZ LEPROSOS


Texto de referencia:
Lucas 17:11-19

Versículo para memorizar:


¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! Lucas 17:13

INTRODUCCIÓN
Esta lección tiene varios puntos en común con la lección que trataba
sobre la curación de un leproso. Por tanto, es importante tener en
cuenta los temas relativos a lo concerniente a la lepra como un sím-
bolo de pecado, a la razón de ir al sacerdote para probar la sanidad y
sobre todo a cómo la curación de esta enfermedad revelaba la gran
compasión y el poder de Cristo.
Esta historia nos muestra la deficiencia de la fe milagrosa y el verda-
dero agradecimiento por parte del samaritano. Estudiemos la sani-
dad enfocándonos en:
I. Los diez leprosos
II. Los nueve leprosos
III. Un leproso

I. LOS DIEZ LEPROSOS


A. Los diez leprosos tienen una necesidad común

El leproso que tenga llagas En el área localizada cerca de la frontera de Samaria y Galilea, y al
llevará vestidos rasgados entrar en una aldea, le salieron al encuentro [a Jesús] diez hombres.
y su cabeza descubierta, y Ellos eran dignos de lástima porque estaban afectados por una en-
con el rostro semicubierto fermedad repugnante, que destruía la salud en forma lenta. Estos
gritará: “¡Impuro! leprosos ya no tenían fuerzas, sus miembros estaban mutilados, sus
¡Impuro! Levítico 13:45 caras cubiertas con llagas y tenían las ropas desgarradas. Las per-
sonas evitaban pasar cerca de ellos, y los leprosos debían advertirles
que no se les acercaran (Levítico 13:45). Cada uno de estos leprosos
era parte de una familia, pero ahora se han juntado por una atadura
común: ellos habían sido expulsados de la sociedad. Cada uno tiene

| 320 |
Nuevo Testamento

su propia historia de sufrimiento y dolor, y ahora juntos experimen- Referencias / Notas


tan esta existencia miserable.
Uno de ellos era samaritano. Era de esperarse que en esta área fron-
teriza, uno de ellos fuera de Samaria. Los judíos no querían tener
ninguna relación con los samaritanos, pero cuando la misma suerte
vino sobre ellos este prejuicio desapareció. La miseria común los
había reunido. Esto siempre sucede, en todos los lugares y tiempos.

B. Los leprosos claman a Jesús por ayuda


En su viaje a Jerusalén, el Señor Jesús entra en una aldea anónima.
Los leprosos lo ven venir y de repente un parpadeo de esperanza
entra en sus mentes sombrías. Según la ley prescrita ellos debían
permanecer a cierta distancia. Forzando sus voces roncas hasta lo
sumo de su capacidad, ellos gritan tan fuerte como pueden a Jesús
para que tenga compasión de su condición miserable. ¡Jesús, Maes-
tro, ten misericordia de nosotros!
Este clamor proviene de una verdadera necesidad. Ellos desean ser
liberados de su condición miserable. El deseo que llena cada co-
razón es idéntico y se expresa en un grito urgente de ayuda. Cada
leproso está convencido de que el Señor Jesús les puede ayudar. No
es raro que su necesidad común los dirija a la oración.
Los que no sienten su necesidad no claman por liberación. A lo
sumo, proferirán solo una oración formal. Nosotros debemos ir al
Salvador como pecadores necesitados. Él tiene lo que nos falta y
puede darnos lo que necesitamos.

C. Jesús sana a los diez leprosos


Los diez leprosos clamaron al Señor en fe, inducidos por una nece-
sidad urgente. ¡Exteriormente, ellos pueden ser criaturas desprecia-
bles, pero lo que los hace atractivos es que poseen una gran fe! Ellos
no tienen ni la más ligera duda, igual que el padre del muchacho
poseído por un demonio, que Jesús es capaz de realizar un gran mi-
lagro. Ellos piensan: ¡Él es capaz de sanar! ¡Sanó a otros; él es el
Maestro y puede sanarnos!
Su apelación a Cristo no es rechazada. Sin embargo, Cristo contesta
sus lamentos de una manera extraña. No les impone las manos, ni
siquiera les toca; no prescribe los lavados; no usa ningún medio;
no parece dar una prioridad alta a su trabajo. Cuando pasa por su
camino les ordena brevemente: Id, mostraos a los sacerdotes, según
lo piden las leyes levíticas. Esto fue todo lo que Cristo les dijo; ni si-
quiera les prometió que serían sanados. Jesús le dijo: --Vete, tu hijo
vive. Juan 4:50
Cristo les dio esta orden para probarlos, así como probó al hijo del
noble (Juan 4:50) y al hombre nacido ciego (Juan 9:7). Mientras ellos
eran todavía leprosos, tenían que actuar como si ya estuvieran sana- Y le dijo: --Ve a lavarte en
dos. El Señor Jesús quiso enseñar a estos leprosos que solamente el estanque de Siloé --que
recibirían la sanidad como una prueba de Su bondad y que la recibi- significa “Enviado”--.
rían en el camino al creer la suficiencia de su Palabra. Juan 9:7

| 321 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Ellos pasaron la prueba con distinción. No hicieron ninguna obje-
ción, ni dijeron algo como “cuando estemos limpios, entonces ire-
mos al sacerdote”. Ellos no exigieron primero querían experimentar
la sanidad y que después de eso ellos obedecerían. Estos leprosos
actuaron según la orden de Jesús. ¡Ellos pudieron haberse sorpren-
didos por lo que Jesús les dijo, pero obedecieron su palabra!

D. La fe de los leprosos es recompensada


Los leprosos actuaron como debían y no fueron defraudados. Su fe
milagrosa tuvo grandes resultados. Y aconteció que mientras iban,
fueron limpiados. Mientras estaban de camino, el cambio tan desea-
do ocurrió. ¡Mientras iban tropezando, enseguida la enfermedad los
dejó, recobraron su fuerza, su piel se puso saludable como la de un
niño y caminaron con nueva energía! Los diez leprosos sufrientes,
cuya condición parecía sin esperanza, ahora se han vuelto diez ejem-
plos de la gracia y del poder de Cristo.
¡Cuán ricamente contrasta la misericordia de Cristo con la miseria
profunda de los leprosos! El poder de Jesús es infinitamente grande
y su liberación es gloriosa. ¡Verdaderamente, la fe nunca puede es-
perar demasiado de Él!

II. LOS NUEVE LEPROSOS


A. Nueve leprosos sanados no responden con agradecimiento
Hasta este momento no hay nada que distinga a los diez leprosos en-
tre sí. Ellos tenían las mismas necesidades, la misma oración y todos
deseaban la sanidad. Sin embargo, ahora se pone claro que hay una
diferencia. La condición de sus almas es diferente y por consiguien-
te, también su comportamiento posterior. Hay uno de ellos que re-
gresa, viendo que había sido sanado. Los otros nueve, no. Ellos están
de camino al sacerdote para realizar la ceremonia y rituales prescri-
tos. Ellos habían recibido una gran bendición y uno podía muy bien
preguntarse ¿les falta todavía algo? Al parecer, les falta la cosa más
importante. ¿Cuál es? Que no tienen amor en sus corazones --el fruto
de la fe salvadora que produce el verdadero agradecimiento.
Concluimos esto porque ellos no regresan al Señor Jesús para darle
gracias. Quizás podían tener sus razones para excusarse, por ejem-
plo: Jesús nos ordenó que vayamos al sacerdote y así lo hicimos; él
no nos dijo que regresáramos. ¿Se los puede acusar de que estén
preocupados de ir lo más pronto al sacerdote? Ellos habían sido se-
parados de sus amados durante mucho tiempo y anhelaban inten-
samente volver a casa. ¡Hay tanto por hacer! Además, la Escritura
afirma que hay un tiempo de prueba de una semana. Ellos agrade-
cerían a su bienhechor después, en un momento más conveniente.
Ahora tienen que renovar sus relaciones antiguas y proseguir en las
nuevas oportunidades. ¡Los nueve quieren disfrutar de nuevo de las
actividades de la vida diaria!
Parecen excusas aceptables. Sin embargo, Cristo pregunta: ¿No son
diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? Esta ne-

| 322 |
Nuevo Testamento

gligencia le duele mucho a Jesús. Hay una nota de tristeza en su Referencias / Notas
pregunta. No está ofendido personalmente. Según su testimonio,
Jesús no busca el favor del hombre, sino que está preocupado por- “… Para que todos honren
que aquellos que no honran al Hijo, no honran al Padre que lo envió al Hijo como honran al
(Juan 5:23, 41). Honrar a Cristo significa honrar a Dios. Esto es lo que Padre. El que no honra al
los nueve debían hacer primero. Esta debía ser su reacción espontá- Hijo no honra al Padre,
nea, pero ellos rechazaron dar la gloria a Dios. que lo envió”. (…) Gloria
de los hombres no recibo.
Juan 5:23, 41
B. ¿Por qué los nueve no honraron a Jesús?
¿Cuál es la razón? Las propias palabras de Jesús dan insinuaciones
importantes. Pero el relato pone en juego una palabra aguda: cuan-
do nombra al samaritano, este extranjero; literalmente se traduciría
como alguien que no pertenece a la nación judía. ¡Esa es la clave!
Según los judíos, era correcto y apropiado que el samaritano regrese
a dar las gracias porque el sí era indigno --un extraño al pacto y a sus
promesas. ¡Pero ellos son israelitas y pueden hacer algunas peticio-
nes! Un comentarista declara a este respecto: “Parece como si los
judíos sentían que ellos tenían derecho a recibir lo que el Mesías les
había dado. Para ellos era más extraño que Dios le haga leproso an-
tes que Él lo sane de la lepra” (J. van Andel, El Evangelio de Lucas).
Por supuesto, ellos están ávidos de recibir el regalo de la sanidad
y están muy contentos, pero piensan que tienen derecho de recibir
un regalo de Dios y, por tanto, no consideran necesario regresar y
reconocer al dador de sus beneficios. Ellos están satisfechos con el
beneficio. Han recibido la bendición solicitada y siguen su camino.
Están contentos con su liberación, pero no tienen una unión perso-
nal, espiritual, con el Libertador.
Por tanto, ellos no honran a aquel a quien se debe el honor. Tomado
en el nivel más profundo, su actitud espiritual es realmente de egoís-
mo refinado. Esto es deplorable y vergonzoso. Ellos debieron tener
más entendimiento. No están conscientes de su indignidad. Al con-
trario, se quejaron amargamente cuando descubrieron que habían
caído y les faltaba lo que los otros tenían. No pensaron que merecían
ser leprosos. Por tanto, no agradecen a Dios con gratitud desde el
fondo de sus corazones. Esta diferencia se pone aún más clara cuan-
do alguien hace lo que ellos, los judíos, debían hacer.
Esto produce en Cristo un gran sufrimiento. Los nueve representan al A lo suyo vino, pero los
Israel malagradecido que rechaza a la persona de Cristo y solamente suyos no lo recibieron.
quiere tomar ventaja de sus beneficios, cuando pasa por el país de Juan 1:11
Palestina haciendo lo bueno. Algunos lo rechazan en incredulidad;
otros le permiten darles alivio temporal de su miseria. Pero ninguno
de ellos lo desea como el Salvador enviado por Dios para traerlos a
una relación de paz con Dios (Juan 1:11).

C. La fe milagrosa y la fe salvadora
Los nueve leprosos no muestran el verdadero agradecimiento en res-
puesta a la bendición extraordinaria que han recibido. Cuán grande
es el pecado de ser desagradecido por las bendiciones diarias conti-

| 323 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas nuas, tales como una mente sana, una vista normal, el poder escu-
char, comida suficiente, ropa bonita, etc. Nosotros podemos, pero
también debemos, hacer todas nuestras necesidades conocidas a
Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias (Filipenses 4:6).
Y si tuviera profecía, Es posible tener una fe grande y no tener amor. Esa no es la fe salva-
y entendiera todos dora, sino solamente la fe milagrosa. La fe milagrosa nos beneficia en
los misterios y todo esta vida, pero no nos salva. Por ejemplo, usted estaba muy enfermo
conocimiento, y si tuviera y oró de veras, el Señor lo sanó y no puso su esperanza en vergüenza.
toda la fe, de tal manera En tiempo de prueba, nosotros nunca clamamos al Señor en vano o
que trasladara los montes, no encontramos un refugio en él. El apóstol Pablo dice, sin embargo,
y no tengo amor, nada que si nuestra fe mueve montañas y nos falta amor, no somos nada
soy. 1 Corintios 13:2 (1 Corintios 13:2). La fe milagrosa ayuda durante las pruebas, pero
no deberíamos estar satisfechos con ella. Al ser desagradecidos y
quedarnos solo con la fe milagrosa, ¿queremos pertenecer al grupo
de los nueve?

III. UN LEPROSO
A. El samaritano da gracias
Hay más profundidad espiritual en el samaritano que en los otros
nueve. Él es una excepción refrescante. Mientras los otros se van
apresuradamente, él regresa, pero no porque se niegue ir al sacer-
dote y llevar el sacrificio de purificación al Señor. Si así hubiera sido,
Jesús lo habría amonestado. No, su corazón lo compele a regresar
al Señor Jesús. No piensa principalmente en sí mismo, sino que su
pensamiento va hacia aquel que le ayudó. No se refrena, incluso
cuando nota que los otros se van.
Luego volvió con todos
Lleno de asombro, tiene que regresar, en primer lugar, para alabar a
sus acompañantes adonde
Dios y agradecer al Salvador. Ha recibido una bendición tan grande
estaba el hombre de Dios,
que tiene que agradecer a su gran bienhechor. Una vez más se dirige
se presentó delante de él
a Jesús, no para suplicar, sino para alabar: glorificando a Dios a gran
y le dijo: --Ahora conozco
voz, así como Naamán lo hizo (2 Reyes 5:15). Acercándose más a Je-
que no hay Dios en toda
sús, cae respetuosamente a sus pies. Su frente tocó el suelo, porque
la tierra, sino en Israel.
Te ruego que recibas un se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias.
presente de tu siervo.
2 Reyes 5:15
B. El samaritano está seguro de la salvación
Cristo no rechazó al leproso que regresó. Al contrario, lo recibe con
gozo y amor. Él acepta su adoración y tributo, y luego le permite po-
nerse de pie y seguir su camino. El hombre sanado también puede ir
ahora al sacerdote. La cosa más maravillosa, sin embargo, es que él
está asegurado por el Señor mismo: tu fe te ha salvado.
El samaritano recibió más de lo que había pedido. Recibió una prue-
ba nueva y aún mayor del favor de Dios. Jesús no lo alaba por mos-
trar su agradecimiento, sino que le hace ver la fuente de su agradeci-
miento. ¡Le menciona su fe y le dice que ella es la que lo salvó! Jesús
no se refiere a la fe del hombre como un medio para su liberación
física. Los nueve leprosos también tenían esa clase de fe que había
sido el medio para su curación física, pero no los había salvado. El
Salvador tiene en mente la limpieza y la salvación del alma de algo

| 324 |
Nuevo Testamento

peor que la lepra. ¡Él está hablando sobre la salvación eterna del Referencias / Notas
cuerpo y del alma!

C. El resultado es una vida de obediencia agradecida


El samaritano alaba a Dios y agradece a Jesús. Esto no es solo la
contestación de una persona noble. Si eso fuera todo, habría ter-
minado solamente a los pies de Jesús, como las personas hacen
frecuentemente cuando son sanadas por medio de un doctor y le
agradecen profusamente, alabándolo hasta los cielos.
Este hombre tiene más que una fe milagrosa, tiene la fe salvadora. El Haya, pues, en vosotros
buen fruto demuestra la integridad del árbol. El verdadero agradeci- este sentir que hubo
miento es más que un noble sentimiento momentáneo. Este está di- también en Cristo Jesús.
rigido al bienhechor y da como resultado el servicio dedicado a Dios Filipenses 2:5
a través del poder del Espíritu Santo. Una persona que está llena de
amor y adora, busca permanecer a los pies de Jesús. La verdadera
vida cristiana es una vida de agradecimiento. No se expresa fuera de
Cristo, porque guarda su ejemplo y tiene la mente de Cristo Jesús
(Filipenses 2:5). Los que poseen esta clase de agradecimiento, con-
sultan continuamente la Palabra de Dios como su guía en el camino,
mientras siguen detrás del Salvador. Ellos desean continuamente te-
ner su Espíritu en el corazón. Ellos piensan poco de sí mismos pero
muy grandemente de Dios.

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La Historia de la Salvación

41
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

LA RESURRECCIÓN DE LÁZARO
DE LA MUERTE
Texto de referencia:
Juan 11:1-46

Versículos para memorizar:


Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté
muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá
eternamente. Juan 11:25, 26

INTRODUCCIÓN
La grandeza de este milagro nunca podría ser sobrestimada. Su sig-
nificado es tan rico y su instrucción tan comprensiva, que es difícil
determinar qué partes deben recibir el mayor énfasis. Esta historia
está llena de escenas conmovedoras. Los eventos causan alegría,
aunque están relacionados con la enfermedad, la muerte, una tum-
ba y una familia afligida.
Tenemos aquí una revelación maravillosa de la divinidad de Jesús y, al
mismo tiempo, una prueba significativa de su verdadera humanidad.
Mientras nos enfocamos en la persona de Cristo, veremos cómo:
I. El Salvador prueba
II. El Salvador llora
III. El Salvador realiza un milagro
Entonces María tomó una
libra de perfume de nardo
puro, de mucho precio, y I. EL SALVADOR PRUEBA
ungió los pies de Jesús y los
secó con sus cabellos; y la A. María y Marta envían un mensaje a Jesús que Lázaro está enfermo
casa se llenó del olor del Esta familia estaba conformada por dos hermanas y un hermano.
perfume. (…) ¿Por qué no Ellos vivían en Betania, un encantador pueblo pequeño situado
se vendió este perfume por aproximadamente a tres cuartos de hora de camino de Jerusalén.
trescientos denarios y se les Al parecer esta familia era bastante rica, porque Lázaro fue puesto
dio a los pobres? en una tumba privada y María pudo comprar una libra de ungüento
Juan 12:3, 5 muy caro para ungir los pies de Jesús (Juan 12:3, 5). Su casa era

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Nuevo Testamento

un lugar de serenidad y su relación era armoniosa. Marta era activa Referencias / Notas
por naturaleza y guiaba la casa, mientras María era callada y reflexi-
va. Estas hermanas no eran rivales. No sabemos cómo era Lázaro,
excepto que el Señor Jesús lo amaba. Esto nos dice más que mil
descripciones.
Esta familia amorosa estaba unida en su amor por Jesús. ¡Esa es
la más grande bendición que una familia puede tener! Leemos que
Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. ¡Qué testimonio ma-
ravilloso!
Sin embargo, una nube oscura viene sobre esta casa. Lázaro se en- Aconteció que, yendo
ferma de gravedad. La enfermedad mina su fuerza y él empeora. El de camino, entró en
temor llena los corazones de las hermanas. Todos los que hemos una aldea, y una mujer
estado seriamente enfermos, o quien ha vivido en una casa dónde llamada Marta lo recibió
había una enfermedad seria, sabe por experiencia que todo se hace en su casa. Lucas 10:38
para ayudar al paciente. ¿Qué pueden hacer Marta y María? ¡Si sólo
Jesús estuviera con ellos! Él es su amigo especial pero está tan lejos
(Lucas 10:38). Porque su hora no había llegado todavía y debido a los Intentaron otra vez
judíos, Jesús había pasado sobre el Jordán a Perea, a un día de viaje prenderlo, pero él se escapó
de Betania (Juan 10:39-40). de sus manos. Y se fue
Las hermanas le envían un mensaje. El mensaje es breve y triste: Se- de nuevo al otro lado del
ñor, he aquí el que amas está enfermo. Eso es todo. Ellas confían que Jordán, al lugar donde
este breve mensaje es suficiente. Ellas dan énfasis a su petición indi- primero había estado
recta al mencionar el amor de Jesús por Lázaro. Según la Escritura, bautizando Juan, y se
ellas no dijeron, quien te ama, sino el que amas está enfermo. quedó allí. Juan 10:39-40

B. ¿Por qué Jesús se demora?


El mensajero informa al Salvador del problema. ¿Qué hará Jesús? Jesús le dijo: --Vete, tu hijo
¿Sanará a su amigo a distancia, así como hizo con el hijo del noble? vive. El hombre creyó la
(Juan 4:50). No. ¿Partirá inmediatamente para Betania para dar con- palabra que Jesús le dijo, y
suelo y ayuda? No. El maestro debe señalar que cuando oyó, pues, se fue. Juan 4:50
que [Lázaro] estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar don-
de estaba. ¿Por qué? ¿No piensa Jesús que esto es serio? Nosotros
sabemos lo que pasa. Tiene otras intenciones y de momento sólo
dice: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios,
para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. El mensajero puede
regresar.
¡Las hermanas deben haber esperado ansiosamente, llenas de mie-
do y esperanza! La sanidad que ellas esperan no tiene lugar y su her-
mano querido muere el mismo día que el mensajero regresa. Esto
puede deducirse del hecho de que Jesús esperó por dos días antes
de ir a Betania y les tomó un día de viaje al mensajero y a Jesús para
viajar a Betania. Esto se suma a la declaración de que hacía ya cuatro
días que Lázaro estaba en el sepulcro cuando Jesús llegó finalmente.
Note también que en el oriente, debido al clima cálido, el entierro
toma lugar el mismo día en que la persona muere.
Las hermanas fueron conmovidas hasta el centro de su ser. Lloran,
hasta desfallecer. Además, tienen la carga y el dolor de hacer los
arreglos fúnebres. Es más, ellas tienen que escuchar los lamentos de

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas sus conocidos que han venido desde Jerusalén para compadecerse
con ellas. Y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para
consolarlas por su hermano. El dolor no puede ser quitado por los
gestos de los dolientes que se golpean el pecho, ocupados en agitar
distraídamente las manos y aumentar los lamentos fúnebres. ¡Hay
sólo uno que puede cambiar su lamento en gozo, y él está lejos!
El Señor Jesús se quedó lejos mucho tiempo. Su acción parece extra-
ña y dura. Él que estuvo siempre listo para ayudar, que incluso reci-
bió a Nicodemo por la noche, no acudió en esta ocasión. La demora
de Jesús no puede ser explicada como una señal de indiferencia ni
de temor a los judíos, tampoco porque quizás él no sabía qué hacer.
Prestemos atención a las palabras de Jesús: Esta enfermedad no es
para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glo-
rificado por ella. Estas palabras indican claramente la meta real de la
enfermedad y muerte de Lázaro. Dios glorificará al Hijo por la resurrec-
ción de Lázaro. Cristo tarda intencionalmente, para que el milagro sea
más grande y deje una impresión más profunda. Él hace esto para que
el milagro sea presenciado por muchos y cerca de Jerusalén. Una vez
más, las personas serán forzadas a hacer una elección sobre quién
es él. Jesús también hace este milagro para que los discípulos crean
en él, pues estando desilusionados temían que si Jesús regresaba a
Judea encontraría la muerte. También él realiza este milagro por las
hermanas, para que creyendo puedan ver la gloria de Dios.
Todos estos son factores muy importantes. Jesús no se olvida de
ellos, aunque pospone su venida.

C. Jesús es la resurrección y la vida


Después de dos días, Jesús sale de viaje para ir a Betania. Hay un
gran contraste entre los pensamientos de Jesús y los de sus discí-
pulos. Jesús piensa resucitar a Lázaro, mientras Tomás piensa en la
muerte. Tomás ama tanto a Jesús, que está preparado a morir con él
si fuera necesario.
Jesús sabe lo que hará y les informará también a sus discípulos. Su
hora no ha llegado todavía. Nadie más podrá hacer el trabajo que el
Padre le ha dado que haga. Jesús prepara a sus discípulos para lo
que va a pasar y les dice: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para
despertarle fuera de sueño. Para Jesús, llamar a Lázaro de regreso de
la muerte, es como despertar a uno que duerme. Solo pensemos en
la misma expresión que dijo Jesús sobre la hija de Jairo.
Finalmente, Jesús se acerca a Betania. Marta oye esto y no puede
quedarse en casa ni un momento. Corre para encontrarlo. Hay tanta
oscuridad en su alma y debe acudir a Jesús. Ella derrama su corazón
ante él: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muer-
to. La boca habla cuando el corazón está lleno. Después, María le
dice la misma cosa a Jesús. “Si sólo Jesús hubiera estado aquí”, es
el pensamiento predominante en sus mentes. ¡Cuántas veces ellas
debieron haber mencionado esto entre sí! Su sufrimiento había au-
mentado debido a la ausencia inexplicable de Jesús.

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Nuevo Testamento

El acudir al Señor indica fe, aunque esté mezclada con la debilidad. Referencias / Notas
¡Si él hubiera estado presente, esto no habría sucedido! Marta que-
ría que Jesús hubiese estado con ellas. Quería controlar su venida. Luego clamó a Jehová
Ahora que finalmente había llegado, su esperanza brilla de nuevo. diciendo: “Jehová, Dios
Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. mío, ¿también a la
¡Ella quiere decir, yo no puedo expresarlo con palabras porque esto viuda en cuya casa estoy
es demasiado grande, pero por favor, pídele a Dios que me dé lo que hospedado vas a afligir,
tanto deseo! haciendo morir su hijo?”
El Señor Jesús empieza declarando francamente: Tu hermano resu- Se tendió sobre el niño tres
citará. Pero esto no la consuela en su dolor presente. Ella quiere a veces y clamó a Jehová:
Lázaro de regreso a la vida ahora y no después. Marta está decepcio- “Jehová, Dios mío, te
nada de nuevo y su esperanza se apaga. ruego que hagas volver el
alma a este niño”. Jehová
Note lo que el Señor hace después. En lugar de decirle lo que hará, oyó la voz de Elías, el
más bien le declara quién es él. La mente de Marta todavía está enfo- alma volvió al niño y este
cada en Lázaro. El Salvador quiere dirigir su atención a él. Por consi- revivió. 1 Reyes 17:20-22.
guiente, habla solemnemente: ¡yo soy la resurrección, y la vida!
Esta declaración contiene el evangelio entero. Ni Elías, ni Eliseo, a
cuya orden los muertos eran llamados de regreso a la vida, pudieron Entró él entonces, cerró
decir esto (1 Reyes 17:20-22; 2 Reyes 4:33-36). Marta no debía pensar la puerta detrás de ambos
en la resurrección solo en términos del último día. La resurrección y oró a Jehová. Después
no es solo un artículo de la fe o un concepto abstracto, sino que está subió y se tendió sobre el
muy cerca y es una realidad en la persona de Cristo. ¡La resurrección niño, poniendo su boca
no solo está en Jesús, sino que él es la resurrección! ¡Jesús no dice, sobre la boca de él, sus
yo tengo la vida eterna y yo la doy, sino que dice: Yo soy la Vida --la ojos sobre sus ojos, y sus
vida eterna real, verdadera, plena, bendita, gloriosa! La posesión de manos sobre las manos
esa vida verdadera, que no puede ser destruida por la muerte, es suyas. Se tendió así sobre
dependiente de la relación con Jesús. Él que cree en mí, aunque esté él y el cuerpo del niño
muerto, vivirá. Aun cuando tu cuerpo muera, como el de Lázaro, esta entró en calor. Luego se
vida no puede ser destruida, porque Jesús enfatiza el que cree en mí, levantó y se paseó por la
aunque esté muerto, vivirá.
casa de una a otra parte.
Después subió y se tendió
sobre el niño nuevamente.
D. La fe viene antes de la liberación Entonces el niño estornudó
siete veces y abrió sus
La actitud remarcable del Señor debe ser notada cuidadosamente. ojos. Eliseo llamó a Giezi
No actúa según un modelo fijo. No usa el mismo método para cada y le dijo: “Llama a la
caso. Al contrario, el instructor divino y guía de las almas, trata con sunamita”. Giezi la llamó
cada una según la necesidad peculiar. La viuda de Naín fue hecha y, cuando ella entró, él le
feliz sin una petición (Lucas 7:11-15). Según su sabiduría divina, dijo: “Toma tu hijo”.
juzgó necesario que Marta debía esperar un momento. Les aclara 2 Reyes 4:33-36
a sus discípulos que está deseoso de ayudar, pero a las hermanas,
les muestra una actitud diferente. Jesús no empieza ayudándolas,
sino que primero las dirige a sí mismo. Nosotros debemos primero
desearlo y después recibir sus beneficios. A las hermanas les faltó
la visión en este orden divino y ellas tuvieron que ser corregidas. Por
tanto, Jesús las prueba. Él quiere que ellas crean antes de ver. Pri-
mero, ellas deben confiar incondicionalmente en él y en la verdad de
su palabra y, entonces, ellas experimentarán que Jesús es suficiente
para todas sus necesidades. Esto explica la manera en que Jesús
trata con ellas. Esto explica la pregunta que dirige a Marta: ¿Crees
esto?

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Esta pregunta también es para todos nosotros. Antes que todo, de-
bemos tener fe en Cristo. Marta puede contestar a esta pregunta
importante satisfactoriamente. La prueba no fue en vano. Ella hace
una buena confesión. Aunque ella no conoce mucho todavía, ella
cree y se fundamenta en esta verdad: Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios,
que ha venido al mundo. ¡Qué confesión bendita! Ahora ella verá la
gloria de Dios.

II. EL SALVADOR LLORA


A. Jesús se conmueve profundamente
Marta ha oído suficiente. María debe compartir su esperanza. Si-
guiendo su naturaleza, María se había quedado en la casa mientras
Marta había salido a encontrar al Maestro. Ahora Marta la llama si-
lenciosamente, porque las personas no tienen que saber, y le dice:
El Maestro está aquí y te llama. María se levanta enseguida y corre
a Jesús, seguida por los judíos, que piensan que se va al sepulcro.
Cuando ella ve al Salvador, María se sobrecoge de emoción. Llorando
incontrolablemente, cae a los pies de Jesús, da rienda suelta a su
dolor y expresa la misma queja que Marta había descargado antes.
Corque el aguijón de la Jesús es conmovido profundamente por el dolor que observa. Ve que
muerte es el pecado, y el las hermanas amadas están agobiadas por el dolor. Ve y oye a los ju-
poder del pecado es la Ley. díos que lamentan esta muerte. Está cerca del lugar donde el cuerpo
1 Corintios 15:56 de su amigo amado ya está sufriendo la descomposición. Sabe que
el milagro que está a punto de tener lugar se volverá el incentivo
para la determinación de llevarlo a la muerte. Jesús observa y ex-
perimenta el poder enorme de la muerte, todo debido al pecado (1
Corintios 15:56). El Señor Jesús está conmovido profundamente. La
afirmación, se estremeció en espíritu y se conmovió es muy poderosa,
porque indica que Jesús fue conmovido profundamente en su inte-
rior, que estuvo desalentado y perturbado. Sin embargo, su emoción
no era una pasión ingobernable.

B. Jesús llora
En respuesta a la pregunta, ¿Dónde le pusisteis?, ellos le contestan:
¡Señor, ven y ve! La muchedumbre llorando va a la tumba. Al llegar,
Jesús lloró. ¡Este es el versículo más corto en la Biblia, pero contiene
un mundo de pensamiento porque nos revela al Salvador en una for-
ma intensamente amorosa y majestuosa!
Se pregunta a menudo cómo es posible que Jesús llorara, si sabía
que levantaría a Lázaro pronto y que se pondría alegre. La autentici-
dad de la naturaleza humana de Jesús es desplegada aquí muy cla-
ramente. Él es como sus hermanos en todas las cosas, excepto en
el pecado. Puede ser tocado por los sentimientos. Hace poco, Jesús
había afirmado ser la resurrección y la vida, y que pronto realizaría
un gran milagro. Es verdaderamente hombre y ha asumido nuestra
naturaleza humana. Jesús puede tener piedad y no está avergonza-
do de mostrarla. Derrama lágrimas libremente como una señal de
sus emociones más profundas. Su llanto demuestra que él permite y

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Nuevo Testamento

aprueba el dolor causado por la destrucción de la vida por la muerte Referencias / Notas
y que nuestra felicidad está hecha pedazos.
Sin embargo, se debe aclarar que en la tumba de Lázaro nosotros Ciertamente llevó él
debemos ver que Cristo es más que un amigo sincero y solidario. nuestras enfermedades y
Jesús actúa aquí como un mediador. Ve los resultados terribles del sufrió nuestros dolores,
pecado. Como el sustituto de los pecadores, siente el sufrimiento del ¡pero nosotros lo tuvimos
hombre. Lleva la carga de nuestros pecados sobre sí y lleva nuestros por azotado, como herido
dolores (Isaías 53:4). Él se revela aquí como el Sumo Sacerdote com- y afligido por Dios!
pasivo, que obtiene el aceite de la alegría y enjuga todas las lágrimas Isaías 53:4
de su pueblo. ¡Cuán grande es su amor! Verdaderamente, tal Sumo
Sacerdote es adecuado para nosotros. ¡Él puede y quiere salvarnos!

III. EL SALVADOR REALIZA UN MILAGRO


A. Jesús demanda fe
Los espectadores son conmovidos por las lágrimas de Jesús y ven
esto como una señal poderosa de su profundo amor por Lázaro. Sin
embargo, en este momento hay también personas que se atreven a
cuestionar sus motivos. Hay algo siniestro y malo sobre su escepti-
cismo. El Señor Jesús no se dirige a ellos y no hace ningún esfuerzo
para defenderse. Esto no es necesario, porque el tiempo para la ac-
ción había llegado.
El lugar donde fue colocado Lázaro no era una tumba como las que
nosotros conocemos, sino que se parecía más bien a una cueva, lo
bastante alta para estar de pie y que era cavada en el lado de una pie-
dra grande. La entrada era sellada con otra piedra grande. El Señor
ordenó que esta piedra sea quitada.
Este es un momento difícil para Marta. Ella debe confiar a pesar de
todo. Solamente cuando esto sucede, puede tomar lugar el milagro.
Marta tiene grandes expectativas, pero su fe empieza a tambalear
cuando piensa que los restos corporales ya han entrado en estado
de descomposición. Esto es comprensible. Esta es una condición
terrible. La corta afirmación Señor, hiede ya, porque es de cuatro días,
es la prueba que quita la duda que alguien pueda tener con respecto
a que Lázaro no estaba realmente muerto. Ya no es posible echar
una mirada a su hermano. Él yace detrás de la piedra, sus manos
y pies estaban en las vendas mortuorias y la descomposición había
empezado.
¡Qué contraste entre la gloria de Dios y este horrible olor a muerte!
Pero Marta no puede perder la fe y, por consiguiente, Cristo se dirige
a ella inmediatamente y le pregunta para darle seguridad y convic-
ción ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? La pregunta
es una poderosa declaración: ¡yo te he dicho!

B. Jesús resucita a Lázaro


La piedra es removida. El Hijo habla primero a su Padre y le agradece
por escuchar su petición. El milagro que estaba a punto de ocurrir
era una respuesta a la oración, y diferente a lo que Marta había pen-

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas sado. Jesús glorifica a su Padre celestial cuando levanta sus ojos
hacia el cielo. Afirma las palabras que había dicho antes: yo no bus-
Pero yo no busco mi gloria; co mi gloria (Juan 8:49). En esta revelación dramática de la gloria del
hay quien la busca y Padre, Jesús declara su servidumbre.
juzga. Juan 8:49 Ahora, en el silencio apacible de la tumba, las palabras maravillo-
sas del Príncipe de la vida retumban: ¡Lázaro, ven fuera! Literalmente
Jesús dice, ¡sal! ¿Pero puede un cadáver oír? Las palabras de Jesús
están acompañadas de su poder. ¡El durmiente se despierta! ¡Miren,
hay movimiento! Y el que había muerto salió, atadas las manos y los
pies con vendas y el rostro envuelto en un sudario. Esto es evidente-
mente un testimonio ocular.
Inmediatamente después de este milagro maravilloso, Jesús pone a
las personas a trabajar y les ordena soltar las envolturas que obstru-
yen el movimiento de Lázaro. Ellos no deberían estar amontonados
alrededor de Lázaro enmudecidos, así que les dice: dejadle ir para
que esté solo con sus hermanas.

C. Dos respuestas contrastantes


Pero los principales Se han hecho todo tipo de preguntas sobre la condición de Lázaro
sacerdotes acordaron durante los cuatro días en la tumba y si tuvo algún recuerdo de ese
dar muerte también a momento. Estas preguntas no deben preocuparnos, más bien de-
Lázaro, porque a causa bemos poner atención en cómo las personas se maravillaron gran-
de él muchos de los judíos demente. Muchos vinieron a la fe, pero otros se volvieron a los fari-
se apartaban y creían en seos. El resultado final de este acontecimiento fue que el Sanedrín
Jesús. Juan 12:10, 11 se reunió y decidió matar a Jesús. Después, ellos decidieron también
librarse de Lázaro (Juan 12:10, 11) para suprimir la impresión que el
milagro había dejado. El Sanedrín estaba lleno de odio ciego y no
perdonó nada o a nadie.
Las hermanas de Lázaro recibieron las bendiciones de Jesús. Juan
no registra la respuesta de ellas a la restauración de su hermano.
Nosotros podemos observar que la fe de ellas fue probada y corona-
da. Vemos la gloria de Dios en este milagro. Sobre todo, debemos re-
conocer y dar la gloria al Señor de la vida. ¡Nunca nadie ha realizado
estos grandes hechos de Dios!
De cierto, de cierto os
digo: viene la hora, y Los escritores del evangelio registran tres casos de resurrección de
ahora es, cuando los muertos. Primero, la hija de Jairo, luego el joven de Naín a quien le
muertos oirán la voz del habían estado llevando a la tumba y, finalmente Lázaro quien había
Hijo de Dios, y los que la permanecido en la tumba durante cuatro días. Sin embargo, Lázaro
oigan vivirán. (…) No os tenía que morir de nuevo. La muerte solo fue demorada durante al-
asombréis de esto, porque gún tiempo. Al levantarlo de la muerte, Cristo reveló su fuerza y poder
llegará la hora cuando como el gran vencedor de la muerte. Un día, él nos llamará también:
todos los que están en los ¡sal! ¿Será para salvación o para perdición? (Juan 5:25, 28, 29). Ben-
sepulcros oirán su voz; y ditos son aquellos para quienes Cristo es la resurrección y la vida,
los que hicieron lo bueno ahora y para siempre.
saldrán a resurrección de
vida; pero los que hicieron
lo malo, a resurrección de
condenación.
Juan 5:25, 28-29

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Nuevo Testamento

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Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

LAS PARÁBOLAS SOBRE LA ORACIÓN


Texto de referencia:
Lucas 18:1-14

Versículo para memorizar:


Por nada estéis angustiados,[a] sino sean conocidas vuestras
peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de
gracias. Filipenses 4:6

INTRODUCCIÓN
Esta parte de la Palabra de Dios contiene dos parábolas de Jesús so-
bre la oración. Cada una se refiere a un punto cuidadosamente esco-
gido y su significado está claramente expresado sin lugar a dudas.
¡Es como si las llaves estuvieran colgadas en la puerta! Esta lección
nos ofrece una oportunidad inusual de enfocarnos en la oración. No-
sotros podemos aprender de las siguientes parábolas:
I. La oración en general
II. La parábola del juez injusto y la viuda
III. La parábola del fariseo y del publicano

I. LA ORACIÓN EN GENERAL
A. ¿Qué es la oración?
Cuando traemos nuestras necesidades delante de Dios, estamos
haciendo una petición u oración de súplica. Cuando le agradece-
mos por las bendiciones recibidas, estamos haciendo una oración
de acción de gracias. Cuando alabamos a Dios por sus atributos y
perfección, nosotros hablamos de alabanza; y cuando recordamos
las necesidades de otros delante del trono de la gracia, nosotros es-
tamos intercediendo.
Cuando clamamos al nombre santo de Dios, lo reconocemos como
Dios. Cuando vertemos nuestro corazón ante él, nos acercamos a
Dios mediante el Espíritu Santo y levantamos nuestros corazones a
su majestad santa para tener una comunión bendita con él. Orar es

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas hablarle en la fe, como un amigo habla con un amigo y un niño con
su padre o madre. El Señor nos habla en su Palabra y nosotros le
hablamos en nuestras oraciones.

B. ¿Por qué es necesaria la oración?


¿No tienen discernimiento La oración es necesaria, primero y sobre todo, porque Dios lo exige.
todos los que cometen Él la quiere y eso lo debemos recordar. Es su voluntad revelada que
maldad, que devoran a mi nosotros oremos, que busquemos su rostro y que le roguemos por
pueblo como si comieran su gracia. Él tiene derecho a que nosotros lo reconozcamos. Los que
pan y no invocan a no oran transgreden su orden revelada. Los hacedores de iniquidad
Jehová? Salmos 14:4 son descritos como personas que no claman el nombre del Señor
(Salmos 14:4).
Además, la oración es necesaria porque es un medio dado por Dios
para obtener nuestras necesidades según sus promesas. Dios ha
puesto una relación entre pedir y recibir. El Señor Jesús dice: ora y
recibirás. Es verdad que hay muchos que no oran y todavía reciben
dones. El Señor permite que su sol brille tanto para el justo y el injus-
to, pero hay una gran diferencia entre recibir los dones en su bene-
plácito o en su disgusto (Catecismo de Heidelberg, Respuesta 116).

C. ¿Por qué cosas podemos orar?


No podemos orar por todo lo que nos viene a la mente. No podemos
pedir por el cumplimiento de deseos vanos, malos o pedirle al Señor
que bendiga las acciones pecaminosas. Nuestras oraciones deben
ser por las cosas que el Señor nos ha prometido en su Palabra --por
nuestras necesidades físicas y espirituales. Esa es la limitación.
Entonces Jacobo y Juan, Nosotros debemos ejercer una timidez reverente. Por ejemplo, la pe-
hijos de Zebedeo, se le tición de los hijos de Zebedeo era impropia (Marcos 10:35-37). Ade-
acercaron y le dijeron: más, nuestras peticiones pueden cubrir una vasta extensión --todas
--Maestro, queremos que las necesidades de nuestro cuerpo y alma (Catecismo de Heidelberg,
nos concedas lo que vamos Respuestas 118 y 121). Dios no es tacaño. Él nos anima para que
a pedirte. Él les preguntó: abramos nuestra boca, llena de grandes anhelos y satisfará nuestra
--¿Qué queréis que os necesidad. Dios da liberalmente y no nos condena por pedir. La ora-
haga? Ellos le contestaron: ción del Señor es nuestro modelo perfecto.
--Concédenos que en tu
gloria nos sentemos el uno
a tu derecha y el otro a tu D. ¿Cómo debemos orar?
izquierda. No toda oración es apropiada. Muchos creen que saben lo que es
Marcos 10:35-37 correcto y apropiado, pero están equivocados. Recuerde lo que el
Señor Jesús dijo sobre la oración de los hipócritas (Mateo 6:5ss.) y
Cuando ores, no seas como el uso de muchas palabras huecas. (Catecismo de Heidelberg, Res-
los hipócritas, porque ellos puesta 117).
aman el orar de pie en las La oración debe dirigirse al único y verdadero Dios, y no a los ánge-
sinagogas y en las esquinas les, santos o a María. Debe ser una oración sincera del corazón y no
de las calles para ser vistos un modelo formal, irreflexivo de palabras. Las tales no son dignas de
por los hombres; de cierto ser llamadas oraciones. La reverencia es un requisito indispensable.
os digo que ya tienen su ¡Sea que estemos solos, con otros, oremos en alto o silenciosamen-
recompensa. Mateo 6:5 te, sentados, parados o de rodillas, debemos siempre tener presente

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Nuevo Testamento

a quién estamos hablando! Unir nuestras manos, cerrar nuestros Referencias / Notas
ojos u otra postura reverente, no es una mera forma externa, pero
nos ayuda a evitar las distracciones. Debemos tener un espíritu hu- Este pobre clamó, y lo
milde, comprender nuestra pobreza y miseria, y estar conscientes oyó Jehová y lo libró
de nuestra indignidad. Nosotros no podemos orar como un niño de todas sus angustias.
exigente. Salmos 34:6 ¡Bendito
La oración debe estar acompañada de la confianza en la gracia de sea Dios, que no echó de
Dios. Aunque no somos dignos de nada, los que oran bien pueden sí mi oración ni de mí su
esperar que su oración sea escuchada, cuando descansan en la misericordia!
justicia del Salvador. Por tanto, nuestra oración es siempre por Salmos 66:20
Jesús.

E. ¿Responde Dios la oración?


Las Santas Escrituras testifican en muchos lugares que Dios escu- Yendo un poco adelante,
cha y contesta la oración (por ejemplo, Salmos 34:6; 66:20). Pueden se postró sobre su rostro,
citarse numerosos ejemplos. El Señor no concede sus bendiciones orando y diciendo: “Padre
debido a nuestra oración, porque incluso las mejores y más fervien- mío, si es posible, pase de
tes oraciones permanecen imperfectas. Simplemente él contesta mí esta copa; pero no sea
nuestras oraciones. La oración es como un eslabón en una cadena como yo quiero, sino como
que conecta el consejo eterno de Dios y su cumplimiento a tiempo tú”. Mateo 26:39
para nuestras vidas. Dios mismo produce la oración en nosotros.
Nosotros pedimos porque Él quiere bendecirnos y concedernos
nuestras peticiones.
Respecto a lo cual tres
veces he rogado al Señor
No todas las oraciones son contestadas según nuestros deseos. que lo quite de mí. Y
Por ejemplo, David oró por sanidad para su hijo enfermo pero el me ha dicho: “Bástate
niño murió (2 Samuel 12:15-18). Debemos orar por un corazón que mi gracia, porque mi
esté de acuerdo con la voluntad de Dios y nos dirija con respecto poder se perfecciona
a las cosas materiales, temporales y terrenales. La oración: ‘Señor, en la debilidad”. Por
dame lo que te pido si es según tu voluntad, glorifica a Dios y es tanto, de buena gana
para mi bienestar’, fue la oración en voz baja de Jesús en el jardín me gloriaré más bien en
de Getsemaní (Mateo 26:39). mis debilidades, para que
repose sobre mí el poder de
La oración no es como una fórmula mágica. No deberíamos pen-
Cristo. 2 Corintios 12:8-9
sar que nosotros, personas endebles, podemos poner cualquier
presión en el Dios altísimo. Nuestras oraciones son contestadas a
menudo en forma muy diferente de lo que esperamos; como Pablo Antes que clamen, yo
experimentó (2 Corintios 12:8-9). A veces la respuesta viene muy responderé; mientras aún
rápidamente (Isaías 30:19; 65:24), pero más a menudo tarda un mo- estén hablando, yo habré
mento, incluso un tiempo largo, antes de que la respuesta venga. oído. Isaías 65:24
El Señor tiene sus razones, según su voluntad soberana. ¡Lo que es
crucial es que perseveramos en la oración (Romanos 12:12; Colo-
senses 4:2), porque los que perseveran recibirán una respuesta! Gozosos en la esperanza,
Hay excepciones para cada regla. Las Escrituras no nos enseñan sufridos en la tribulación,
a perseverar en cada circunstancia y en todas las cosas, no im- constantes en la oración.
porta lo que sean, de tal forma que al final recibamos nuestros Romanos 12:12
deseos. Hay también tiempos cuando es mejor dejar de orar. Hay
oraciones que no son correctas ante Dios porque no son nacidas
Perseverad en la oración,
del espíritu correcto, ni dirigidas de la manera correcta. Estas no
velando en ella con acción
son peticiones apropiadas y no promueven el honor de Dios de la
de gracias. Colosenses 4:2
manera correcta.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas ¡Felizmente, hay oraciones de las cuales Cristo nos asegura que
serán ciertamente contestadas, si perseveramos! La primera pará-
bola es un ejemplo de tales oraciones.

II. LA PARÁBOLA DEL JUEZ INJUSTO Y LA VIUDA


A. La ilustración
La primera parábola es notable, convincente y representa la vida real.
El Señor Jesús empieza dando un ejemplo de una transgresión de la
ley. Había en una ciudad un juez. Él actuaba arbitrariamente y no tenía
un sentido de justicia o deber. No le preocupaba su responsabilidad
hacia Dios ni su reputación con las personas. Esto era terrible. Este
juez no tenía ningún escrúpulo por nada. Sin ninguna vacilación este
juez dijo, ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre.
Los jueces justos son una bendición, pero los jueces injustos son una
maldición. Este juez es una maldición porque es injusto y corrupto
en el sentido completo de la palabra. La historia muestra que la mal-
dición está sobre una nación cuando sus jueces son corruptos.
En la misma ciudad había también una viuda. Debía mantenerse a
sí misma, sobre todo en la sociedad en que ella vivía. Al morir su
marido, se había quedado desprotegida y sola; totalmente indefensa
e incapaz de encontrar a alguien que defienda su causa. En esta
sociedad y como viuda, ella no recibía ningún privilegio y estaba a
menudo expuesta a la opresión. Ella tenía un adversario. Allí había
alguien que le hacía la vida difícil. Esa persona abusó de ella y de su
posición débil para perturbarla y oprimirla.
¿Qué podía hacer ella? ¡Fue al juez!, aunque no podía pagarle nada
para hacer que dictamine a su favor. Ella no le pidió ningún favor.
Su petición fue que se haga justicia. Ese es el punto fuerte en la po-
sición débil que ella tenía en contraste con su oponente. La justicia
indiscutiblemente estaba al lado de ella. Su caso era muy claro, por
tanto, ella no tuvo escrúpulos para acercarse al juez con su deseo:
hazme justicia de mi adversario.
Pero el juez no quiso oír su caso e ignoró sus quejas. Su corazón
se cerró a la miseria de la viuda y sus oídos se pusieron sordos a
los lamentos de la mujer. Siempre que ella venía, estaba renuente
a escuchar su caso y esto pasó durante mucho tiempo. Él era un
monstruo cruel.
¿Qué podría hacer esta viuda severamente oprimida? No había nada
más que pudiera hacer, sino perseverar trayendo su caso ante el juez.
Los que perseveren recibirán, y la viuda perseveró.
Finalmente su deseo es concedido. El juez cansado de que esta mu-
jer le venga a rogar, quiere librarse de ella. Así, toma la decisión de
librarse de este caso y dice, le haré justicia. Aunque el juez no está
interesado en la justicia del caso, como declara explícitamente, oirá
a la mujer porque ella no deja de molestarlo. Ya tiene suficiente de
la constante súplica y ya no puede soportarla. Renuentemente toma
una decisión que la coloca en su derecho.

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Nuevo Testamento

El motivo del juez está lejos de lo noble. Sin embargo, concede la Referencias / Notas
petición de la viuda y recibe justicia. El adversario tiene que rendirse.
Esta mujer débil era invenciblemente fuerte y perseveró en su clamor
de que la justicia sea hecha.

B. La aplicación
Esta parábola quiere enseñarnos sobre la necesidad de orar siempre,
y no desmayar. Claro, esto no significa que nosotros debemos estar
constantemente en una posición de oración. No podemos degradar
la oración a una simple forma mecánica. “Orar siempre” no significa
usar la misma forma de oración, sino que no debemos solo levantar
nuestros corazones de vez en cuando a Dios. Debemos constante-
mente llamarlo desde las profundidades de nuestro corazón por la
misma cosa, nuestra verdadera necesidad. ¡Nuestra vida debe ser
una vida de oración! ¡Todas las mañanas, las tardes y las noches,
debemos clamar al Señor!
Nosotros no podemos desmayar o tardar en nuestras peticiones de
oración. La oración es frecuentemente olvidada o descuidada. Es más
fácil empezar que continuar orando. Cuando el peligro nos amenaza,
las necesidades nos presionan, la ansiedad es experimentada, hay la
urgencia de clamar: ¡Oh Dios, ayúdame! Pero cuando el Señor se de-
mora con su ayuda y la liberación se tarda, a menudo nuestro celo se
debilita gradualmente e incluso podemos pensar que la oración no
ayuda. Es en ese punto que debemos perseverar más intensamente,
cuando estamos convencidos en nuestros corazones de la justicia
de nuestro caso. Este es el punto principal de la parábola.
Cristo dijo, Oíd lo que dijo el juez injusto. Nosotros hubiéramos es-
perado que dijera, miren lo que el juez hace. Jesús quiere que pres-
temos atención especial a lo que este juez dijo en su soliloquio. Sin
tener la intención, atendió a la viuda perseverante. Fue solo debido a
esta perseverancia que es traído al punto donde administra la justi-
cia en beneficio de ella, a pesar de él mismo. Sin tener la intención,
declaró que ella obtuvo su petición porque fue perseverante.
¿Sabes lo que debes hacer? Siguiendo este ejemplo, no debemos
desalentarnos, sino seguir orando. Ves lo que le pasó a esta viuda.
Obtendremos la justicia perseverando. ¡Hagamos como ella hizo:
orar y seguir orando!
Los que perseveran no serán defraudados. ¡Al contrario! ¿Y acaso
Dios no hará justicia a sus escogidos?, Jesús pregunta. ¿Es eso posi-
ble? Es una pregunta retórica. ¡Los que perseveran en la oración por
la justicia y por el honor de Dios son los elegidos! Ellos son llamados
así para indicar que no son extraños a Dios. Los ha conocido como
sus escogidos cuando ellos ni siquiera sabían esto. Los amó cuando
todavía eran sus enemigos. ¡Él no dejará sus peticiones sin contestar
y los ayudará!
Cristo enfatiza: Os digo que pronto les hará justicia --no inmediata-
mente, sino rápidamente. Él espera frecuentemente mucho tiem-
po, no porque sea cruel, sino porque quiere ejercitar la fe de ellos.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas (Habacuc 2:3). A veces, les permite esperar mucho porque quiere
enseñarles a perseverar contra la esperanza. En su necedad, ellos
pensaron que la tardanza del Señor parecía injusta, pero él les tenía
Aunque la visión tarda
paciencia. Todos los creyentes deben aprender a confiar en su amor
en cumplirse, se cumplirá
a su tiempo, no fallará. y sabiduría contra toda apariencia de lo contrario.
Aunque tarde, espérala, Dios es paciente, sin embargo, actúa rápidamente. Estas dos cua-
porque sin duda vendrá, lidades van juntas. En el momento más inesperado, cuando sea el
no tardará. Habacuc 2:3 tiempo de Dios, ejecutará la justicia.
La fe es indispensable. La verdadera fe confía en Cristo y se aferra a
sus promesas, también con respecto al futuro. Eso debería ser sufi-
ciente, porque él no miente. Por tanto, nosotros podemos perseverar
en la oración. San Agustín dijo que cuando la fe perece, la oración
muere. Nosotros necesitamos fe. Necesitamos orar para que nues-
tra fe no perezca. La fe depende de la oración y el verter nuestros
corazones en la oración fortalece nuestra fe.
La pregunta final de esta parábola nos da la oportunidad de reflexio-
nar sobre la fe y la esperanza. Pero cuando venga el Hijo del Hombre,
¿hallará fe en la tierra? La clave es la fe.
Los problemas del mundo fácilmente nos perturban, pero la primera
y más importante pregunta no es, ¿Dios hace lo correcto en el cielo?,
sino, ¿hay fe en la tierra? Esto no significa, ¿hallará cristianos en la
tierra? Más bien significa, ¿hallará fe en los creyentes que perseve-
ran en la oración y lealtad? El Señor propone esta pregunta de una
manera melancólica y no da una respuesta. Esto debería hacernos
pensar. Todos debemos contestar esta pregunta personalmente. La
verdadera fe escaseará cuando el fin del mundo venga. Cristo busca
la fe en la tierra. ¿La encuentra en usted?

III. LA PARÁBOLA DEL FARISEO Y DEL PUBLICANO


A. Dos hombres oran
Esta parábola no necesita tanta explicación como la anterior. La ora-
ción en la primera parábola era una súplica por justicia; en esta pa-
rábola es una oración por la gracia.
Cristo habla sobre dos hombres que oraron con actitudes muy dife-
rentes. Jesús nos dice lo que ellos pensaban de sí mismos y lo que
Dios pensaba de ellos. No podía haber un contraste más grande que
la diferencia entre la oración de estos dos hombres. Jesús dijo esta
parábola con un propósito especial. Era debido a unos que confiaban
en sí mismos como justos. Ellos pensaban que cumplían las normas
de la ley de Dios, y menospreciaban a los otros.
El Señor Jesús tiene un mensaje serio de advertencia a todos los que
piensan de esta manera, que están cegados en sus propios pecados
y, orgullosamente, sin amor menosprecian a los otros. Tales perso-
nas piensan muy elevado de sí mismas y no lo bastante alto de los
otros. ¡Ellos todavía se encuentran entre los jóvenes y los viejos!
Exteriormente, estas dos personas estaban haciendo la misma cosa,
pero ¡qué diferencia hay entre ellos! Los dos estaban orando. El uno

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Nuevo Testamento

es muy religioso y no necesitaba la gracia de Dios. No tiene nada Referencias / Notas


que pedir y su oración es tan superficial que incluso un niño puede
notarlo. El fariseo es muy preciso, pero le falta algo que nadie le pue-
de dar. El otro hombre no tenía nada que traer a Dios y sólo podía,
humildemente, suplicar por misericordia. ¡El publicano no tenía una
reputación muy buena con las personas y vino al Señor como era, y
fue escuchado!

B. El fariseo
Ahora el fariseo empieza a orar: Dios, te doy gracias porque no soy
como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como
este publicano. Notemos que Jesús no dice que su oración es una
mentira. No, el fariseo es muy concienzudo y preciso. Es un hombre
recto y no vive en el pecado. ¡No toma parte en ningún acto violento
ni se complace en las lujurias y le agradece a Dios por eso!
Es más, hace mucho más de lo que la ley prescribe. Dios había insti- Esto tendréis por estatuto
tuido un día de ayuno, en el día de la expiación, cuando dijo: afligiréis perpetuo: En el mes
vuestras almas (Levítico 16:29), pero el fariseo ayuna ¡dos veces a la séptimo, a los diez días
semana! El Señor requería la décima parte de la tierra, así de la si- del mes, afligiréis vuestras
miente de la tierra como del fruto de los árboles (Levítico 27:30), mas él almas, y ninguna obra
fariseo dice: doy diezmos de todo lo que gano. Concienzudamente él haréis, ni el natural ni
suma cada parte diminuta de su ingreso y calcula cuidadosamente el extranjero que habita
los diezmos que debe. Incluso extiende el ingreso para incluir el diez- entre vosotros.
mo de la menta y el eneldo y el comino (Mateo 23:23) y toda hortaliza Levítico 16:29
(Lucas 11:42).
¡Qué hombre sensato y bueno es él! ¿Cuál es el problema? El proble-
ma es que esto es todo lo que tiene que decirle al Señor. Él añade su
propia bondad y no está consciente que tiene una cosa de qué estar
avergonzado.
¡Qué pena, su religión es solo externa! Él piensa que esto es sufi- Pero el Señor le dijo:
ciente delante de Dios. Está completamente inconsciente de la co- --Vosotros los fariseos
rrupción de su corazón, porque piensa que es mucho mejor que los limpiáis lo de fuera del
otros (Lucas 11:39). No reconoce que es solo por gracia que somos vaso y del plato, pero por
guardados del pecado, en el cual otros caen. Él no siente la necesi- dentro estáis llenos de
dad de que su alma sea convertida, ni de que su vida sea renovada. rapacidad y de maldad.
No sabe que es pecador ante Dios y por tanto no pide perdón. Ve a Lucas 11:39
los otros como los quebrantadores de la ley y piensa que si ellos no
son como él, son nada. ¿Es de sorprenderse que este hombre sin
amor, al compararse con el publicano, orgullosamente piense que es
mucho mejor y se eleve en su propia estimación? No hay humildad y
arrepentimiento por el pecado en el corazón del fariseo.

C. El publicano
Mientras los fariseos eran considerados de alta estima por los ju-
díos, los publicanos eran despreciados. Las personas trataban mal
a estos colaboradores de los opresores romanos. Ellos servían a los
romanos cobrando los impuestos y eran frecuentemente culpables
de sobrecargar contribuciones a sus conciudadanos (por ejemplo,

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Zaqueo). Los publicanos judíos representaban a las personas inmo-
rales. Jesús puso a los publicanos al mismo nivel que los adúlteros
¿Cuál de los dos hizo la (Mateo 21:31).
voluntad de su padre? Uno no esperaría oír lo que el Salvador está por decir sobre el publi-
Dijeron ellos: --El primero. cano. El publicano es muy humilde. ¡Note su postura y movimientos!
Jesús les dijo: --De cierto os No se atreve a pasar al frente, sino que se ubica lejos, cerca de la en-
digo que los publicanos y trada de la corte. Los judíos acostumbraban levantar los ojos hacia
las rameras van delante de el cielo cuando oraban (Salmos 123:1), pero él está tan avergonzado
vosotros al reino de Dios. que dirigía su mirada hacia abajo. Él se golpeaba el pecho. Esta es
Mateo 21:31 una expresión de culpa. ¡La fuente del mal está en su corazón!
El publicano es incapaz de proferir palabras, pero lo poco que dice
A ti alcé mis ojos, a ti es muy significativo. No intenta listar alguna de sus virtudes. A sí
que habitas en los cielos. mismo se llama literalmente pecador. Él se ve como el más grande
Salmos 123:1 pecador.
¿Hay alguien que es más culpable que él? Esa no es su preocupa-
ción, porque está preocupado de sí mismo. No minimiza su pecado
ni se excusa debido a malas circunstancias. Se declara culpable.
Este publicano se aborrece a sí mismo y está lleno de angustia debi-
do a su culpa, y la confiesa.
No es como Judas. Él va al templo, el lugar donde el Señor está pre-
sente entre su pueblo y adonde se llevan los sacrificios de la expiación.
¡Allí, él ora! Confía que Dios es bondadoso y que le perdonará. Confía
en que hay perdón para él; de otra forma, no lo pediría. No insiste en
su petición, porque siente profundamente su indignidad ante el Dios
Santo, cuya ira se merece justamente. Él es un verdadero penitente y
su petición es seria y urgente. ¡Sólo tiene una petición y esta contiene
todo: Dios, sé propicio a mí, pecador! ¡Muéstrame tu gracia!
Esta también debe ser nuestra oración, no solo una vez, sino que
siempre debemos confesar nuestros pecados y rogar por gracia. To-
dos debemos saber esta verdad, incluso los más jóvenes. No permita
que pase la oportunidad sin hablar amorosamente a sus estudiantes
sobre esta necesidad.

D. Las consecuencias
Es importante prestar atención a la conclusión de esta corta parábo-
la. Cristo no alaba al publicano y no hace de su hermosa oración un
ejemplo. El enfoque está en la verdad y fidelidad de Dios. Jesús intro-
Y son justificados duce su aplicación con las palabras, Os digo, para dar énfasis que la
gratuitamente por su verdad es a menudo muy diferente de las apariencias externas.
gracia, mediante la
redención que es en Cristo Este (hombre) descendió a su casa justificado antes que el otro. Ser
Jesús. Romanos 3:24 justificado es ser declarado libre de la culpa del pecado, ser declara-
do libre de las demandas de la ley de Dios y tener derecho a la vida
eterna. ¡El publicano recibió esto como un regalo de la gracia! Dios
Pero al que no trabaja, no lo declaró justo debido a su oración penitencial, sino solo debido
sino cree en aquel que a su gracia soberana.
justifica al impío, su fe le ¡Dios justifica al impío! (Romanos 3:24; 4:5). Cristo ganó esta justicia
es contada por justicia. con su propio sacrificio. Su justicia es imputada a los que de verdad
Romanos 4:5 creen en él. ¡Qué gracia y misericordia maravillosas!

| 340 |
Nuevo Testamento

¿Dejó el fariseo el templo y regresó justificado a su casa? Solamente Referencias / Notas


ante sus propios ojos y ante los ojos de las personas. Ellos lo con-
sideraban como un hombre justo y virtuoso. Pero esto no lo hacía
mejor. La pregunta decisiva y crucial es, ¿cómo nos mira Dios? El
fariseo se justificó a sí mismo, pero el Señor no lo justificó. La regla
básica que se aplica aquí es: porque cualquiera que se enaltece, será
humillado; y el que se humilla será enaltecido.
¡El fariseo se puso sobre los otros, pero Dios lo envió vacío, humilla- A los hambrientos colmó
do en las profundidades de la perdición eterna! (Lucas 1:53). El pu- de bienes y a los ricos
blicano clamó desde las profundidades de su perdición y miseria al envió vacíos. Lucas 1:53
Señor. ¡Fue exaltado por el Padre de todas las misericordias al estado
y posición de hijo y heredero!

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La Historia de la Salvación

43
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS RECIBE A LOS NIÑOS


Y A UN GOBERNANTE JOVEN
Textos de referencia:
Mateo 19:13-22: Marcos 10:13-22; Lucas 18:15-23

Versículo para memorizar:


Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales
es el reino de Dios. Lucas 18:16

INTRODUCCIÓN
Esta historia no es solo una narración encantadora y fascinante, con
un argumento interesante, sino que nos presenta una gran oportu-
nidad para presentar al Salvador que bendice a los niños. Mientras
estudiamos estas historias nos concentraremos en:
I. Jesús y los niños
II. Jesús y un hombre joven

I. JESÚS Y LOS NIÑOS


A. Se le pide a Jesús que bendiga a los niños
El Señor Jesús y sus discípulos están en algún lugar, en una casa.
Algunos adultos con niños vienen a verlo allí. En ninguna parte de
las Escrituras dice que había solo mamás; probablemente allí había
también papás. Estos niños son muy tiernos porque Lucas usa una
palabra que significa que ellos no podían caminar, sino que debían
ser cargados. Los niños no vienen a Jesús por iniciativa propia y, por
tanto, no es posible atribuírseles una acción de fe. Ellos son traídos
al Salvador por sus padres. ¿Pueden ellos traer a los niños a una per-
sona mejor que el Señor Jesús?
Estas personas deseaban que el Señor bendiga a sus hijos. No que-
rían que Jesús simplemente tocara a sus pequeños, sino que pu-
siese las manos sobre ellos, y orase (Mateo 19:13). Ellos no estaban
motivados por creencias supersticiosas; no pensaban que la oración

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Nuevo Testamento

de un hombre santo era beneficiosa y que un poco del poder miste- Referencias / Notas
rioso entraría en sus hijos con un toque, sino que estaban convenci-
dos de que la bendición piadosa del Salvador sería buena para sus Y dijo José a su padre:
hijos. Sabían que muchos enfermos en su país habían sido sanados --Así no, padre mío, porque
por las manos benditas del Salvador. Aunque sus hijos no estaban este es el primogénito;
enfermos, creían que sus hijos necesitaban ser bendecidos por el pon tu mano derecha
Señor. Creían que el poner las manos no era solamente una forma- sobre su cabeza. Pero su
lidad solemne, externa, sino un acto amoroso y un símbolo sagrado padre no quiso hacerlo, y
de comunicar un favor. El patriarca Jacob bendijo a los dos hijos de le respondió: --Lo sé, hijo
José de esta manera (Génesis 48:18-19). mío, lo sé; también él
El deseo de estos padres es loable. Los niños necesitan ser traídos llegará a ser un pueblo,
a Jesús y su Palabra. Se les debe indicar que ellos necesitan que el y será también grande;
Salvador los bendiga con bendiciones temporales y eternas. Ellos pero su hermano menor
nunca son demasiado pequeños para aprender esto. será más grande que él, y
su descendencia formará
multitud de naciones.
B. Los discípulos impiden a los niños acercarse a Jesús Génesis 48:18-19
Los discípulos no pensaban igual que estos padres. Ellos reprendían
a los que los presentaban (Marcos 10:13). ¿Por qué? Porque Jesús es-
taba contestando preguntas difíciles con respecto al matrimonio, y
los discípulos no querían que se le interrumpiera. Además, los discí-
pulos no entendían la necesidad de los niños. Los consideraban de-
masiado pequeños para que Jesús se preocupara de ellos. ¡Él tenía
cosas más significativas que hacer! Los discípulos querían ahorrarle
a su maestro esta interrupción inútil y sin valor. Ellos opinaban que
su tiempo era demasiado importante para gastarlo en niños peque-
ños. Ellos creían que realmente estaban haciendo un favor a Jesús
al rechazar a estos pequeños.
Los discípulos quieren lo bueno, pero no actúan bien. Nunca debe-
mos pensar que un niño es demasiado pequeño o demasiado insig-
nificante para ser alcanzado y recibido por el Señor. No podemos
mantener a los niños lejos de Dios, de su Palabra, de su servicio o de
su iglesia. Un niño nunca es demasiado tierno para orar y debe ser
enseñado desde muy temprano para que lo haga reverentemente en
forma simple y sincera.

C. El Señor Jesús bendice a los niños


El Señor Jesús desaprobó severamente la acción de los discípulos.
¿No desaprobaría hoy también la acción pecaminosa de los que
impiden que los niños aprendan sobre Jesús? Se indignó (Marcos
10:14). ¡Este es el único lugar en los evangelios donde se usa esta
palabra para referirse a Jesús y con respecto a los niños! Jesús se
molestó mucho por la acción de sus discípulos. Por tanto, los re-
prendió fuertemente: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis
(Mateo 19:14; Lucas 18:16).
Las madres y otras personas ya estaban retirándose debido a las pa-
labras duras de los discípulos, cuando Jesús llamó a los niños para
que se acercaran. Los llamó amablemente, y los niños no tuvieron
miedo de ir a él. Quizás los niños extendieron sus manos hacia Jesús

| 343 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas y los tomó en sus brazos y los apretó contra su pecho. Puso sus ma-
nos sobre ellos y no pasó por alto a ninguno. ¡Jesús los bendijo!
¿Qué significa bendecir? Bendecir es más que un deseo bien inten-
cionado. Es un hecho, un despliegue de gracia divina y poder. Cristo
no sólo trata con las ovejas que pertenecen a su rebaño, sino tam-
bién con los corderitos. Cuando los bendice, lo hace como el Sumo
Sacerdote compasivo que tiene el poder de concederles el favor de
su obra mediadora.
Él precede su bendición con una explicación muy significativa: ¡por-
que de los tales es el reino de Dios!
El reino de Dios es de los tales, es decir, está formado de las perso-
nas que tienen determinadas características y actitudes. De cierto os
digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará
en él (Marcos 10:15). ¡Los niños son puestos como ejemplos para los
Y dijo: --De cierto os digo adultos!
que si no os volvéis y os
hacéis como niños, no Esta explicación puede ser fácilmente mal entendida. No significa
entraréis en el reino de los que los niños están sin pecado y que ellos no necesitan nacer de
cielos. Mateo 18:3 nuevo. Tampoco significa que todos los niños, sin distinción, tienen
una parte en el reino de Dios. El significado correcto es que el reino
de Dios es una herencia que puede obtenerse solo por gracia, debido
a la obra de Cristo, por medio de la fe y el arrepentimiento.
Las actitudes de sumisión y confianza normalmente encontradas en
los niños, son las características necesarias. Estas características
son dones del Espíritu Santo. Por naturaleza nos satisfacemos y con-
fiamos en nosotros mismos.
No debemos ser infantiles, sino que, como los niños, debemos ser
receptivos, confiados, seguros y creer. El Salvador no dice que el rei-
no de Dios es también de los tales, sino que es solamente para los
que se vuelven y se hacen como niños (Mateo 18:3).
Estableceré un pacto Notemos que Jesús no dice que cuando ellos crezcan el reino de
contigo y con tu Dios será para ellos. No, el reino es para ellos ahora. Estos niños
descendencia después pequeños pertenecen al pacto de gracia. Las promesas del pacto
de ti, de generación en tienen implicaciones también para los niños (Génesis 17:7; Hechos
generación: un pacto 2:39). Ellos también pueden recibir sus beneficios. No son demasia-
perpetuo, para ser tú Dios do jóvenes para ser bendecidos por Cristo como recipientes de las
y el de tu descendencia operaciones del Espíritu Santo.
después de ti. Génesis 17:7
No es posible profundizar en estas verdades en esta lección, sin em-
bargo, hay muchos ejemplos en la Biblia de personas que amaron al
Porque para vosotros es la Señor cuando eran jóvenes, como José, Samuel, Abdías y Timoteo.
promesa, y para vuestros El Señor Jesús es el Salvador que bendice a todos los niños que le
hijos, y para todos los que son traídos. Nunca rechaza a un niño que viene a él. ¡Los niños le
están lejos; para cuantos el pertenecen y él les pertenece a ellos!
Señor nuestro Dios llame.
Hechos 2:39
II. JESÚS Y UN HOMBRE JOVEN
La segunda parte de esta lección presenta un contraste muy grande.
Describe a un hombre joven que le falta la actitud de un niño, y la
forma extraña en que el Salvador lo trata.

| 344 |
Nuevo Testamento

A. La respuesta extraña de Jesús Referencias / Notas


Mateo nos llama la atención introduciendo la historia con ¡Entonces!
Usualmente el Señor Jesús estaba rodeado de personas que no eran
importantes ante los ojos del mundo, pero esta vez un joven rico,
que tenía una posición importante, se le acerca. Él es un principal.
Cuando Jesús sale de una casa, el joven corre para encontrarse con
él. Este está angustiado por la salvación de su alma y por tanto va a
Jesús con una pregunta: Maestro bueno, ¿Qué bien haré para tener la
vida eterna?
El Señor Jesús le contesta inmediatamente. Primero se refiere a la
forma en la cual el joven lo había llamado y luego le menciona los
mandamientos.
El joven está asombrado por la respuesta de Jesús y le responde pre-
guntándole ¿cuáles? ¿Te refieres a los mandamientos antiguos, bien
conocidos? ¡El joven está pensando en algo especial! Pero Jesús
tiene en la mente los mandamientos ordinarios de la ley y nombra
algunos de ellos de la segunda tabla de la ley de Moisés. Estas leyes
tratan de las relaciones entre las personas.
Al parecer el joven consideró esta respuesta decepcionante. Estaba
convencido de que él sí guardaba estos mandamientos en forma
consciente y estricta. Hasta donde sabía, no era culpable y por con-
siguiente le dice: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué
más me falta? Él siente claramente que le falta algo y quiere que
Jesús le muestre qué es, para que pueda tener paz en su corazón y
en su mente.
El Salvador responde con una respuesta notable: Si quieres ser per-
fecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro
en el cielo; y ven y sígueme (Mateo 19:21; Marcos 10:21).
Esta respuesta no debe entenderse mal. Esta no es una ley general
que debe ser practicada por todos sin distinción, en todo momento.
La respuesta de Jesús, así como las palabras que el Señor dirige des-
pués a sus discípulos, no significan que el Señor Jesús está tomando
una posición contra los ricos. Por ejemplo, no se le exigió al rico José
de Arimatea que vendiera todos sus bienes. La orden aquí se dirige
a este joven rico en particular debido a sus necesidades específicas.
Esta demanda es la piedra de toque para este joven principal.

B. Jesús lee el corazón del joven principal


La manera en que el Señor trata con el joven y las palabras que le
dirige nos permiten conocer la actitud interna del joven y sus cir-
cunstancias. Exteriormente, él poseía más privilegios que la mayoría.
Pese a su juventud, era una persona muy importante y ocupaba una
posición alta. Además, era muy rico (Lucas 18:23).
Tenía un carácter noble. Era fidedigno y durante los años juveniles,
cuando muchos son tentados por las lujurias pecaminosas, vivía una
vida casta. Hasta donde le concernía, él era justo y sin culpa. Era
muy religioso y no tenía miedo de mostrarlo públicamente. Estaba
preocupado por la salvación eterna de su alma, tenía sed de la vida

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas eterna y sentía que algo le faltaba. Sentía que su tesoro no era lo que
debería ser y no estaba avergonzado de confesarlo.
El joven no se acerca a Jesús para tentarlo, como hicieron los fari-
seos, sino que le pide una clarificación. No tiene una actitud orgu-
llosa. Al contrario, está convencido de la superioridad de Cristo y
se arrodilla delante de él, hincando la rodilla delante de él (Marcos
10:17). Este no es un acto hipócrita de humildad. El joven rico es
sincero en lo que dice y hace.
Tú dices: Yo soy rico, Debemos tener cuidado de no menospreciar a este joven. No es un
me he enriquecido y de hombre tan malo, comparado con muchas otras personas jóvenes,
nada tengo necesidad. cuyas vidas están manchadas, que son indiferentes a las cosas espi-
Pero no sabes que eres rituales, que piensan que por ser ricos no tienen necesidad de nada
desventurado, miserable, (Apocalipsis 3:17). Tales jóvenes solo están interesados en ganar di-
pobre, ciego y estás nero, en progresar en la vida, en la comida, la bebida y la ropa, y en
desnudo. Apocalipsis 3:17 buscar entretenimiento y placer. Ellos nunca se preguntan: ¿cómo
me presentaré delante de Dios? Por eso leemos que Jesús mirándo-
le, le amó (Marcos 10:21). Él Señor miró con afecto y ternura a este
joven sensible.
Pero, todo esto no es suficiente para la salvación. Hay mucho que obs-
taculiza el camino del joven. Le falta el verdadero conocimiento de sí
mismo. No tiene una visión de la corrupción de su naturaleza. Ignora
la naturaleza y la depravación de su alma. Es un hombre de buena
voluntad que está insatisfecho de sí mismo, pero le falta un conoci-
miento profundo del pecado y de la culpa personal. Él piensa que es
bueno porque hace muchas cosas buenas. Es más, tiene su propio
entendimiento de las cosas espirituales y está atrapado en ese esque-
ma mental. Él quiere recibir la vida eterna como un pago por su buen
comportamiento, pero no como un regalo de gracia inmerecida.
Realmente el joven está totalmente ciego. Aunque está insatisfecho
Los sacó y les dijo: consigo mismo, también está auto satisfecho. No comprende que se
--Señores, ¿qué debo hacer está justificando a sí mismo. Él sólo está tratando de aumentar su
para ser salvo? propia justificación. No entiende el carácter espiritual de la ley y su
Hechos 16:30 pregunta es bastante diferente a la del carcelero de Hechos 16:30.
El joven principal no necesita realmente al Señor Jesús. Él se sa-
tisfará a sí mismo si Jesús añade algo a lo que él aparentemente
hace y no es suficiente. ¡Que Cristo me instruya y yo haré lo que se
requiera!
Hay solo un requisito para los que están en el camino de la auto-
justificación: ¡una cosa te falta, y eso es todo! Cristo debe ser nuestro
todo en todo. Nuestro clamor debe ser,
Además, un ídolo estaba entronizado en el corazón de este joven rico.
Mamón lo gobernaba. Él tenía muchas posesiones (Mateo 19:22) y
sus bienes lo poseían.

C. El joven principal es probado


Nosotros descubriremos por qué el Señor Jesús trató en forma tan
extraña al joven principal, si tenemos presente que Jesús lo trató así
para guiarlo al descubrimiento de sí mismo. Las preguntas de Cristo

| 346 |
Nuevo Testamento

fueron formuladas para convencer al joven de su condición de peca- Referencias / Notas


do. Por eso Jesús le corrige: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay
bueno, sino sólo uno, Dios (Marcos 10:18). Cristo dirige la atención al
título que el joven usó cuando tan cortésmente se dirigió a él.
Los comentaristas han empleado mal este dicho y han hecho toda
clase de especulaciones sobre la corrección de Jesús al joven prin-
cipal. Jesús no le dijo: “tú no puedes llamarme bueno, porque yo no
soy bueno”, sino que él quiere que este joven aprenda: “no uses el
término ‘bueno’ irreflexivamente”. Sólo Dios es absolutamente bue-
no. Al dirigirte a mí con este título, no confiesas que yo soy Dios y por
consiguiente este título es superficial y sin sentido”.
Jesús quiere alejar al joven de las obras y le indica los mandamien-
tos. Note la enseñanza sabia e instructiva de Jesús. No empieza dán-
dole textos que prueben nuestra incapacidad de hacer algo que sea
bueno ante los ojos de Dios. Tampoco le predica las demandas de la
fe. El Señor no rechaza al que lo cuestiona. Nosotros tampoco de-
bemos rechazarlos. Jesús siempre mantiene su integridad, incluso
cuando toma el punto de vista del joven, y lo dirige a la ley para que
pueda reconocer su limitación y sea traído a la fe en Cristo.
Cuando el joven no entiende y pregunta: ¿cuáles mandamientos en
particular debo cumplir?, Jesús le guía y le menciona varios manda-
mientos de la segunda tabla de la ley, concluyendo con el resumen
de la ley: Amarás a tu prójimo como a ti mismo (Mateo 19:19). Jesús
quiere mostrarle al joven que le falta el corazón de la ley, esto es, el
amor.
Debido a la respuesta sencilla y creíble, parece que el joven principal
no entiende lo que Jesús está expresando. En este momento el Se-
ñor no responde a su declaración, Todo esto lo he guardado desde mi
juventud. Él quiere demostrarle que no está cumpliendo los manda-
mientos de Dios de la manera correcta, porque no ha entendido que
la ley es espiritual. El dador de la ley no sólo está preocupado por la
obediencia externa, sino también por la actitud interna del corazón.
Al hacer una demanda inusual, el Señor Jesús quiere amorosamen-
te romper las vendas de los ojos de este luchador. Él debe amar a
Dios sobre todo lo demás. Por tanto, debe vender todos sus bienes
y no guardar nada para sí mismo. Incluso él personalmente debe
distribuir los beneficios a los pobres. El joven debe mostrar que no
se guardará nada cuando el Señor le pida. Debe estar preparado a
seguir al “maestro bueno” en sus viajes, dondequiera que vaya.
¡Ser un seguidor de Jesús vale la pena! Los que lo siguen tienen su
tesoro en el cielo. Tales seguidores no son pobres en absoluto.

D. El joven principal es culpable


Parece que Cristo ha tocado al joven en un lugar sensible y ha descu-
bierto dolorosamente su auto-justificación. Por eso, no quiere dejar
sus riquezas. Este mandamiento es demasiado severo.
¡Realmente cuán pobre es este joven rico! Pudo ser atraído por la ter-
nura de Jesús, pero la severidad de la orden de Jesús lo aleja. ¡Él está

| 347 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas golpeado! Su cara lo demuestra. Entonces él, oyendo esto, se puso
muy triste, porque era muy rico (Lucas 18:23; Marcos 10:22). Se puso
muy afligido --esto indica que tomó muy seriamente lo que escuchó.
Sin embargo, se fue --esto muestra su egoísmo.
El Señor Jesús le deja ir. No lo sigue. No intenta traerlo de regreso.
No le dice nada, sino que le permite tomar la responsabilidad de sus
propias acciones.
Alzaron ellas otra vez su Algunos quieren creer que el joven regresó más tarde. Las Escrituras
voz y lloraron; Orfa besó no mencionan nada y nosotros no podemos especular. El principio
a su suegra, pero Rut se de este buscador parecía tan prometedor, pero su final es tan decep-
quedó con ella. Noemí cionante. Piense en Orfa (Rut 1:14-15) y muchos de los discípulos de
dijo: --Mira, tu cuñada ha Jesús (Juan 6:66). Es posible estar de pie en el umbral del Reino de
regresado a su pueblo y a los cielos y, sin embargo, no entrar.
sus dioses; ve tú tras ella.
El joven había venido con alegría y se fue con dolor. Aunque estaba
Rut 1:14-15
afligido, se fue. Su dolor no es razón para excusarlo. Él deseaba la
vida eterna, pero no en la forma de la auto-negación. A pesar de to-
Desde entonces muchos das sus impresiones y deseos, había algo que él prefería tener antes
de sus discípulos volvieron que la salvación segura de su alma. ¿Qué era eso? ¿Prefería tener sus
atrás y ya no andaban con riquezas antes que a Cristo?
él. Juan 6:66 Un agujero puede hundir un barco. Un ídolo puede destruir un alma.
Esta es la razón principal para la situación triste de tantos que viven
bajo la predicación del Evangelio. Nosotros no podemos salvarnos
¿Quién puede discernir sus por nuestras propias virtudes. Los que prefieren tener riquezas terre-
propios errores? Líbrame nales antes que tesoros en el cielo, no tendrán nada finalmente
de los que me son ocultos.
Salmos 19:12 Jesús exige de nosotros la misma cosa que exigió al joven principal.
¿Cuál será nuestra respuesta? Él conoce nuestros pecados secretos
y quiere destruir los ídolos de nuestro corazón. Cuán necesario es
Inclina mi corazón a orar sinceramente: límpiame de los errores ocultos (Salmos 19:12);
tus testimonios y no a la líbrame de no caer en la trampa de la codicia (Salmos 119:36); y ve
avaricia. Salmos 119:36 si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno
(Salmos 139:24).

Ve si hay en mí camino de
perversidad y guíame en
el camino eterno. Salmos
119:24

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Nuevo Testamento

44
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS SANA AL CIEGO BARTIMEO


Y SALVA A ZAQUEO
Textos de referencia:
Mateo 20:29-34; Marcos 10:46-52; Lucas 18:35-19:10

Versículo para memorizar:


Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había
perdido. Lucas 19:10

INTRODUCCIÓN
Jericó era una ciudad antigua, bien conocida en la tierra de Canaán.
El nombre Jericó significa “olor dulce”. Estaba hermosamente situa-
da en el área más ancha del valle del río Jordán. Muchas palmeras
proporcionaban sombra refrescante, mientras los olivos y vides flo-
recían con abundancia excepcional. Los arbustos de bálsamo y los
jardines de rosas esparcían su dulce perfume.
El Señor Jesús visitó esta ciudad en su última jornada a Jerusalén.
Pasó algún tiempo allí, no para disfrutar la belleza natural inasequi-
ble, sino para realizar obras maravillosas de gracia. Jesús realizó dos
milagros en esta ciudad. El uno fue un milagro de sanidad cuando
abrió los ojos de Bartimeo y su compañero. El segundo fue un mila-
gro espiritual, igualmente grande, cuando salvó a Zaqueo. Los dos
son ejemplos significativos que demuestran que Cristo no rechaza a
los que son despreciados e indignos.
La historia trata de dos hombres: uno pobre y otro rico. La petición
del pobre es contestada. El rico es llamado por Jesús y viene a su
orden. Hay una gran distinción entre el joven rico y el publicano rico.
Es difícil, pero no imposible para el rico entrar en el reino de Dios.
Aquí nuestra atención es dirigida a la obra de Jesús para buscar
y salvar. Los dos son elementos esenciales del evangelio. Nosotros
veremos cómo:
I. El ciego Bartimeo es sanado
II. Zaqueo, el publicano, es salvado

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas I. EL CIEGO BARTIMEO ES SANADO


A. Diferencias en los informes de los evangelistas
Los informes de los evangelistas difieren un poco. Lucas habla de
un cierto hombre ciego mientras Marcos da su nombre: Bartimeo.
Mateo se refiere a dos hombres ciegos. Una explicación razonable
es que fueron dos los hombres ciegos que fueron sanados, Bartimeo
era el dominante, así que Marcos y Lucas solo se refieren a Bartimeo.
Nosotros también enfocaremos nuestra atención en Bartimeo.
Mateo y Marcos afirman que el milagro tuvo lugar cuando Jesús par-
tió de Jericó, mientras que en la narración de Lucas se indica que el
milagro ocurrió cuando Jesús estaba cerca de Jericó. Varios comenta-
ristas han tratado de sincronizar las discrepancias aparentes. Algunos
piensan que es probable que los hombres ciegos clamaran a Jesús
cuando se acercaba a la ciudad, pero que Jesús los ignoró y luego
atravesó la ciudad que no era muy grande en circunferencia y primero
pasó un tiempo con Zaqueo. Según esta explicación, los ciegos habían
caminado al otro lado de la ciudad de Jericó y estaban allí esperando
a Jesús para que los sane. Esta explicación permitiría comprender por
qué Lucas relata los dos incidentes separadamente.
Cualquiera que sea la explicación, el énfasis está en algo más. Esta
historia atractiva es como un espejo que refleja la salvación de los
pecadores. Las tres partes de la salvación (miseria, redención y agra-
decimiento) están ilustradas aquí.

B. La condición miserable de Bartimeo


Así no habrá mendigos Las discapacidades físicas son siempre lastimeras, y no poder ver
entre los tuyos, pues es una discapacidad muy grande. Bartimeo no puede ver nada de la
Jehová te bendecirá con gran belleza atractiva de la ciudad de las palmas. A esta incapacidad
abundancia en la tierra se añade la pobreza. Él se sienta junto al camino a mendigar (Lucas
que Jehová, tu Dios, te 18:35). Se gana la vida pidiendo limosna a los muchos viajeros que
da por heredad, para que pasan por el camino. La condición miserable de Bartimeo es una
la tomes en posesión. acusación en contra de las personas de Jericó, porque ningún israe-
Deuteronomio 15:4 lita debería mendigar para vivir (Deuteronomio 15:4). ¡Nunca ridicu-
licemos a tales personas dignas de lástima!
Bartimeo está muy consciente de su miseria y tiene un deseo profun-
do de ser librado de su ceguera. Un día, este ciego, que tiene un oído
bien desarrollado y perspicaz, escucha algo importante. Oye el albo-
roto causado por una gran muchedumbre que sigue al Señor Jesús.
Y pregunta repetidamente qué está pasando, pero la mayoría de las
personas ni siquiera lo notan. Finalmente, hay algunos que le dicen
que Jesús de Nazaret está pasando. Esto explica la bulla que él oye.
¡De repente, un rayo de luz y esperanza entra en su alma! Empieza a
gritar fuertemente: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! Note
el contenido de su lamento. Es una oración corta, pero completa.
Contiene todos los elementos de una verdadera oración e indica que
este hombre, ciego físicamente, tiene visión espiritual. Puede faltarle
mucho, pero tiene fe. Cree que Jesús es el Cristo. La muchedumbre
lo llamaba Jesús de Nazaret, pero Bartimeo se dirige a Jesús con el

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Nuevo Testamento

título que pertenece al Mesías: Hijo de David. Este Salvador ayudará Referencias / Notas
a los proscritos de Israel. Sólo él puede y dará la liberación completa.
No solo existe la posibilidad de que Bartimeo sea sanado, sino que
hay la certeza de que será libertado si Jesús se vuelve a él. Esta es
la convicción firme de Bartimeo y, por tanto, clama a Jesús para que
tenga misericordia de él; aunque sabe que él mismo no tiene ningún
derecho a pedir al Salvador.

C. La oposición a la súplica de Bartimeo


¿Quién pensaría que una persona miserable y necesitada como Bar-
timeo sería obstruido en su camino al Salvador? ¡Pero esto sucede!
Y muchos le reprendían para que callase (Marcos 10:48). Eran los líde-
res de la muchedumbre. Ellos reprenden a Bartimeo severamente y
le ordenan que se calle y no grite.
¿Por qué hacen esto los líderes? Faltan pocos días para la gran fiesta
de la Pascua. Muchas personas del este y del norte están de camino
a la fiesta y en Jericó habían formado una procesión festiva, llenos
de emoción. ¡Ellos van a la gran fiesta en Jerusalén! Su emoción
crece porque Jesús se les ha unido. La presencia de Jesús alimenta
las expectativas terrenales y políticas de la muchedumbre. ¡La gente
tiene la expectativa de que pronto Jesús dará el grito de batalla, se
pondrá una espada y encabezará a la muchedumbre para conquistar
el trono de sus padres y restablecer el reino antiguo de David!
Y aquí está Bartimeo, con su lamento lastimero pidiendo misericor-
dia, estropeando el humor festivo. Ahora la gente no busca la emo-
ción de un milagro de sanidad. Piensan que este mendigo ciego está
interfiriendo con la misión del Señor Jesús en un momento muy in-
oportuno. ¡Hagan que Bartimeo se quede callado!
Sin embargo, el resultado es completamente contrario a lo que ellos
habían pensado. ¡El mendigo pobre no será silenciado! Más bien, él
clama más ruidosamente, incluso gritando, sobre el fragor y el ruido
de la gran muchedumbre.
Bartimeo ora sin cesar y con fervor creciente. Él sólo tiene una meta
en la mente. Las personas intentan alejarlo de Jesús, pero su necesi-
dad urgente por su Salvador no lo mantendrá callado. ¡Las circuns-
tancias parecen desfavorables, pero para Bartimeo es ahora o nun-
ca! Él manifiesta el poder de la fe de una manera inesperada, aunque
todo tipo de barricadas sean colocadas en su camino. Bartimeo usa
los medios de la oración en forma vehemente y con gran perseve-
rancia. Es un ejemplo para muchos que se detienen fácilmente de
perseverar ante el trono de la gracia.

D. Bartimeo es salvado por fe


Jesús no desdeña a este mendigo. La fe de Bartimeo no es defraudada.
Por su causa Jesús escoge detenerse y toma tiempo para preocuparse
del problema del ciego. Jesús mandó llamarle (Marcos 10:49; Lucas
18:40). La esperanza se levanta en el hombre ciego, porque uno de los
mensajeros de Jesús le dice: Ten confianza; levántate, te llama.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas ¡Qué privilegio hablar así a los pecadores en el nombre de Jesús!
Nosotros no podemos sanar al ciego, pero podemos guiar a los peca-
dores al Salvador que puede sanarlos. Jesús oye a los que lo llaman
en voz alta y también a los que oran calladamente en su corazón.
Cuando Él oye, ayuda, porque cumple lo que nos asegura en su Pa-
labra. Ayuda a los pobres que no tienen ningún ayudador y Él librará
al menesteroso que clamare (Salmos 72:12).
Bartimeo no tiene que ser llamado dos veces. Inmediatamente salta,
se quita el saco que le impide sus movimientos (Marcos 10:50) y va a
Jesús. Entonces, espera humildemente por lo que luego va a pasar.
El Señor Jesús le hace primero una pregunta: ¿Qué quieres que te
haga? No significa que Jesús no sabe los deseos del hombre ciego,
sino que la pregunta tiene el propósito de fortalecer la fe de Barti-
meo. La pregunta invita a confiar: solo dime tu problema.
La pregunta es también propuesta por causa de la muchedumbre.
Bartimeo es puesto en una posición en la que debe profesar públi-
camente su fe en el Salvador. Él puede confesar que su expectativa
del Señor Jesús es mayor de la que uno puede esperar de un simple
ser humano. Y Bartimeo hace un pedido especial. Dirigiéndose al
Señor, con el respeto más grande y confianza firme, afirma su deseo
más profundo: Maestro, que recobre la vista. Esta petición, nacida
de un sentido profundo de miseria, expresa el intenso anhelo por
liberación. Bartimeo está profundamente consciente de su miseria y
anhela ser libertado.
Jesús da su “amén” a esta humilde oración de fe. El llamado serio y
persistente por misericordia no ha sido en vano. Jesús se conmueve
(Mateo 20:34). Profundos sentimientos de ternura lo invaden interior-
mente. Toca los ojos del ciego para fortalecer su fe y hacerle sentir
que recibirá su deseo. Entonces el Salvador habla: Recíbela (Lucas
18:42).
El ciego no puede obtener la vista por su propio esfuerzo. El leproso
que quedó limpio, no podía quedar limpio con su propia fuerza o
energía. El poder de Cristo está ligado a su palabra real. Por eso aña-
de el testimonio más hermoso: tu fe te ha salvado. El ciego no obtuvo
su sanidad a causa de haber rogado en forma seria por sanidad. Fue
el poder de Jesús que lo sanó. Bartimeo pidió la sanidad en fe al con-
fiar en Jesús. Recibió el regalo de Jesús y lo aceptó. Sin la fe el poder
de Jesús no lo habría beneficiado.
Jesús conecta sus bendiciones a tal fe. Exige la fe en sí mismo como
el Salvador dado por Dios. El pecador es atraído a Cristo y se entrega
a él por la fe verdadera. Así es como debemos acercarnos a él y hacer
conocidas nuestras peticiones en nuestras oraciones. El Señor nos
dará la actitud que exige de nosotros. No hay nada mejor que tener
un verdadero deseo por Jesús. ¿Cómo podemos saber que nuestro
deseo es sincero? Reconociendo que él es el Hijo de Dios y pidiendo
su misericordia, perseverando en la oración.
Bartimeo experimentó el poder de Cristo inesperadamente. No hubo
ningún cambio gradual de su ceguera a su visión. Recibió su vista
inmediatamente. ¡La primera persona a quien ve es a su Libertador!

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Nuevo Testamento

Su corazón está lleno de alegría y su boca proclama la alabanza de Referencias / Notas


Dios. Y no sólo disfruta la bendición que recibió, como tantos lo ha-
cen, sino que reconoce a aquel que le bendijo. El mendigo miserable
se vuelve un discípulo que glorifica a Dios y sigue a Jesús (Lucas
18:43). ¡Este es el verdadero agradecimiento!
Su bendición es también para el beneficio de otros. La muchedum-
bre está impresionada y alaba a Dios. Si Bartimeo se hubiese calla-
do, la muchedumbre no habría dado la alabanza a Dios. ¡Qué maravi-
lloso es cuando el nombre del Señor no es blasfemado sino alabado
debido a nosotros!
Cristo permite Bartimeo lo siga. Esto también nos muestra qué clase Entonces Jesús le dijo:
de Rey es Jesús. Ya pasó el tiempo cuando Jesús escondía su gloria --Mira, no lo digas a
(Mateo 8:4). Ahora quiere ser reconocido públicamente con el título nadie, sino ve, muéstrate
de Mesías. Jesús no es un rey terrenal. Es un Rey que quiere tener al sacerdote y presenta
a un mendigo como su seguidor. Es su misión que los ojos de los la ofrenda que ordenó
ciegos puedan ver (Salmos 146:8; Isaías 35:5). Moisés, para testimonio a
ellos. Mateo 8:4

II. ZAQUEO, EL PUBLICANO, ES SALVADO


Jehová abre los ojos a los
A. Zaqueo desea ver a Jesús
ciegos; Jehová levanta a
Acompañado por una gran muchedumbre, Jesús hace su recorrido los caídos; Jehová ama a
a través de las calles de Jericó. Entre esta muchedumbre entusiasta los justos. Salmos 146:8
y agresiva hay alguien que quiere conocer a Jesús. Busca muchas
maneras de mirarlo, de estar cerca. Sin importar de qué forma lo
intenta, no tiene éxito. La presión de la muchedumbre es demasiado Entonces los ojos de los
grande y nadie le da un lugar. Por todas partes ve las espaldas de ciegos serán abiertos y
las personas. Prueba de todo para acercarse a Jesús, pero no podía destapados los oídos de los
a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura (Lucas 19:3). sordos. Isaías 35:5
¡Cuán decepcionado está! Con estas dificultades podría rendirse.
Pero él, no. De repente tiene una brillante idea e inmediatamente la
lleva a cabo.
Su interés de conocer a Jesús no está en proporción a su corta
estatura. Imaginémonos a este pequeño hombre corriendo para
adelantarse a la muchedumbre. Espontáneamente, sin darse cuen-
ta de lo ridículo que puede parecer, se sube a un árbol sicómoro
como si fuera un joven y se esconde entre las ramas más bajas del
árbol.
¿Quién es este hombre pequeño? Su nombre es Zaqueo, que sig-
nifica “el puro” o “el justo”. Sus conciudadanos lo llaman pecador,
porque es el principal de los publicanos. Él alquilaba las oficinas para
la recolección de los impuestos y era el jefe de los recolectores de
impuestos en Jericó.
Jericó era un centro comercial importante y tenía un gran sistema
de recolección de impuestos. Debido a que la ciudad estaba locali-
zada estratégicamente en el centro geográfico y las carreteras que
se dirigían a otros centros comerciales se enlazaban aquí, el gobier-
no romano había instalado facilidades substanciales para tasar los
derechos de exportación e importación de los artículos que pasaban
por ahí. Además, debemos decir que los ciudadanos no pensaban

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas muy bien de alguien cuyo nombre lo identificaba como judío y que
voluntariamente ofrecía sus servicios al enemigo.
Zaqueo era rico, pero su riqueza era mal habida. Esto no era favorable
para su reputación. Los judíos lo despreciaban. Por eso nadie le daba
un lugar para ver a Jesús.
Herodes, al ver a Jesús, ¿Por qué Zaqueo hace tanto problema para ver a Jesús? ¿Es la cu-
se alegró mucho, porque riosidad la única razón de su interés? No, él no está motivado solo
hacía tiempo que deseaba por la curiosidad. No tiene la clase de interés que el inescrupuloso
verlo, porque había oído Herodes tenía (Lucas 23:8). Zaqueo tiene un deseo interior que se
muchas cosas acerca de expresa por su interés sincero y entusiasta. Probablemente, no podía
él y esperaba verlo hacer explicar este deseo interior, pero tenía un anhelo ardiente de ver a
alguna señal. Lucas 23:8 Jesús. Zaqueo está compelido por una motivación más alta que el
amor por el dinero. Ha oído que el Señor Jesús no elude el contacto
con los publicanos y ahora quiere aprovechar la oportunidad que ha
llegado a su vida para descubrir quién es realmente Jesús. El cora-
zón de Zaqueo va hacia Jesús.
Zaqueo no puede definir sus sentimientos porque él está movido in-
teriormente. Aun cuando a la muchedumbre le parece que las accio-
nes de Zaqueo se deben simplemente a la curiosidad, el gran escu-
driñador de los corazones ve más que eso en Zaqueo y sabe que una
obra del Padre le ha sido dada para hacerla aquí.
Nosotros vemos en Zaqueo el funcionamiento misterioso del Espíritu
Santo, que obró en forma diferente en la conversión de Saulo, Corne-
lio, Lidia y el carcelero. El Espíritu Santo obra de varias maneras. Su
trabajo inicial está en secreto. ¿Quién habría pensado que el esfuer-
zo de Zaqueo para ver a Jesús y su subida al árbol sicómoro serían
los medios para su salvación?
El Señor usa a menudo medios insignificantes. Un incrédulo total ca-
mina a la iglesia y es cambiado instantáneamente. Un chico lleva a
una amiga a la escuela dominical y ella continúa viniendo. Los actos
pequeños tienen frecuentemente grandes resultados. La gloria de
Dios es frecuentemente desplegada en los eventos aparentemente
insignificantes. ¡Él no sólo puede bendecir los medios, sino también
el trabajo de los maestros de escuela bíblica!

B. Zaqueo es encontrado por el Señor Jesús


Y el Señor encuentra a Zaqueo, pues fue fácil verlo trepado en el
árbol. Zaqueo tiene una vista buena desde la rama del árbol, pero
no permanece en secreto. Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando
hacia arriba, le vio.
Esto no es ningún accidente. Jesús no descubre a este publicano
justamente ahora. Él sabe quiénes son y dónde están los que el Pa-
dre le ha dado. Por tanto, cuando vino al lugar donde Zaqueo estaba,
Jesús le miró porque la hora de Zaqueo había llegado.
Las palabras de Jesús son la evidencia: Zaqueo, date prisa, desciende,
porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. ¿Cómo sabe Jesús su
nombre? Miremos en Juan 1:48: “Le dijo Natanael: --¿De dónde me
conoces? Jesús le respondió: --Antes que Felipe te llamara, cuando

| 354 |
Nuevo Testamento

estabas debajo de la higuera, te vi”. El Buen pastor conoce a sus ove- Referencias / Notas
jas por su nombre. ¡Qué sorpresa para el publicano! Recibió mucho
más de lo que hubiera esperado alguna vez. ¡Su único pensamiento
había sido ver a Jesús y ahora Jesús se dirige a él personalmente! No
puede dudar o hacer una pausa. Debe darse prisa. Jesús, conscien-
te de su misión, dice, hoy es necesario que pose yo en tu casa. Este
“debo” está lleno de un significado profundo, porque hay un trabajo
que Jesús debe hacer. Por eso Jesús llama a Zaqueo para mostrarle
su amistad. Cuando este invitado entre a la casa de Zaqueo, se que-
dará en su corazón. Jesús se invita a sí mismo para poder darle al
publicano el más grande regalo.
El llamado del Salvador encuentra una respuesta en el corazón de
Zaqueo. Este no duda ni un momento y recibe al Señor con gozo. Y
no sólo considera un honor recibir a Jesús, sino que también recibe
un gran favor.
Zaqueo hizo bien en seguir el llamado de su corazón. Su acción des-
cribe notablemente la actividad de la fe. Zaqueo no se apartó cuando
Jesús lo llamó, sino que vino, se sostuvo de su mano salvadora y
recibió al Señor con gozo.

C. La confesión de fe de Zaqueo
¡Qué alegría debe haber experimentado Zaqueo en su casa! ¡Los án-
geles en el cielo también estaban gozosos! Un alma es salvada. Pero
la muchedumbre no se alegra. ¡Ellos reaccionan con ira porque Dios
es bondadoso! Las personas habían seguido a Jesús a la casa de
Zaqueo, pero se cansaron de esperar afuera. Y empezaron a refunfu-
ñar y su murmullo fue aumentando más y más hasta convertirse en
gritos de disgusto. Finalmente, ellos murmuraron indignadamente
que Jesús había entrado a posar con un hombre pecador.
Si Jesús hubiera estado con los líderes religiosos de Jericó, la gen-
te no habría hecho alboroto. Más bien ellos están decepcionados y
desaprueban que Jesús entre en compañerismo con una persona
notoriamente pecadora. Los publicanos, extorsionadores y pecado-
res, eran todos iguales para ellos. Su compañía debía ser eludida y
merecían ser rechazados y expulsados.
Es característico de los que se auto justifican pararse sobre los que,
según su estimación, son injustos. En este punto Zaqueo se levan-
ta. La actitud de la muchedumbre lo motiva a hacer una confesión
pública. Sin embargo, este hombre no se dirige a la muchedumbre
enfadada, sino que se vuelve hacia el Señor y dice: He aquí, Señor,
la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a
alguno, se lo devuelve cuadruplicado.
Este no es el lenguaje ni las acciones de alguien cuya religión consis-
te en hacer obras y esperar la recompensa. La confesión de Zaqueo
muestra gratitud y un buen deseo de llevar una nueva vida. Es una
confesión gozosa y firme. Su promesa de restauración muestra que
ha hecho un compromiso firme. Al afirmar que restituirá los impues-
tos excesivos, Zaqueo prueba que tiene un corazón generoso porque

| 355 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Dios ha obrado en él. Él podía haber cancelado su deuda devolviendo
todo lo que había tomado ilegalmente, agregando un 20% de multa
Di a los hijos de Israel: como era requerido por la ley levítica (Levítico 6:2-5; Números 5:6-
El hombre o la mujer 7). Pero al imponerse esta pena, Zaqueo se carga sobre sí mismo
que cometa cualquiera con la transgresión más seria de la ley por robar la propiedad ajena
de los pecados con que (Éxodo 22:2; 2 Samuel 12:6). La declaración de Zaqueo da evidencia
los hombres son infieles de que nunca encontró la verdadera felicidad cuando se complacía
contra Jehová, se hace a sí mismo en apropiarse y acumular dinero, sino que resolvió dejar
culpable. Aquella persona de pecar y ahora quiere actuar justamente (Daniel 4:27). Él no está
confesará el pecado que avergonzado de admitir su pecado y abiertamente confiesa su deseo
cometió, compensará de vivir voluntariamente según todos los mandamientos de Dios.
enteramente el daño, El amor de Cristo ha obrado una respuesta agradecida de amor en el
añadirá sobre ello la corazón de Zaqueo. Su fe se pone evidente por los frutos. La verdade-
quinta parte y lo dará a ra fe y la verdadera conversión siempre van juntas. No puede ser de
aquel contra quien pecó. otra manera y nunca será de otra manera.
Números 5:6-7

Debe pagar cuatro veces D. El salvador afirma que Zaqueo es un hijo de Abraham
el valor de la cordera, por Ahora el Salvador habla de nuevo. Dirigiéndose a Zaqueo habla para
haber hecho semejante que las personas puedan oírlo, para que sus opiniones superficiales
cosa y no mostrar puedan ser corregidas. ¡Hoy ha venido la salvación a esta casa! Toda
misericordia. la familia es incluida en la bendición de Zaqueo. ¿Por qué? Por cuanto
2 Samuel 12:6 él también es hijo de Abraham. Note el agudo contraste: los judíos ha-
blan de un hombre pecador, pero Jesús lo llama un hijo de Abraham.
Por tanto, oh rey, acepta Ese era el título de honor más alto que se le podía dar a un israelita.
mi consejo: redime tus Zaqueo no es sólo uno de los hijos de la carne, sino también uno de
pecados con justicia, y los hijos de la promesa (Romanos 9:8). Jesús no vino a Zaqueo para
tus iniquidades haciendo juzgarlo, sino vino a salvarlo. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar
misericordias con los y a salvar lo que se había perdido.
oprimidos, pues tal vez ¡Qué esta afirmación maravillosa penetre en nuestra memoria! Esta
será eso una prolongación verdad debe mantenernos alejados del orgullo de la auto justifica-
de tu tranquilidad. ción y confortar a los pobres pecadores. ¡Jesús reconoce que Zaqueo
Daniel 4:27 es un hijo de Abraham que estaba perdido, y que ahora es salvo!
¡El llamado de Dios a Zaqueo es la evidencia gloriosa de su gracia
Venid luego, dice absolutamente libre y soberana! Es su gracia la que salva a los peca-
Jehová, y estemos a dores, por la muerte expiatoria del Salvador. ¡La gracia de Dios tam-
cuenta: aunque vuestros bién incluye la obra del pastor que busca a los pecadores perdidos!
pecados sean como la (Lucas 15:4-6). La historia de Zaqueo es un ejemplo de cómo Cristo
grana, como la nieve lleva a cabo su misión de buscar y salvar a los perdidos. Esta es la
serán emblanquecidos; prueba de que la salvación no es por obras, sino sólo por gracia.
aunque sean rojos como
el carmesí, vendrán a ser Un publicano codicioso fue cambiado para llegar a ser un discípulo
como blanca lana. altruista. No hay ningún pecador que haya pecado tan profundamen-
Isaías 1:18 te que no pueda ser salvo. La gracia de Dios cubre nuestros más
grandes pecados (Isaías 1:18).

| 356 |
Nuevo Testamento

45
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS ES UNGIDO EN BETANIA


Textos de referencia:
Mateo 26:6-16; Marcos 14:3-11; Juan 12:1-8

Versículo para memorizar:


Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de
amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los
santos y sirviéndoles aún. Hebreos 6:10

INTRODUCCIÓN
Es difícil determinar el tiempo exacto de algunos de los eventos ocu- Cuando acabó Jesús
rridos en los últimos días de Jesús en la tierra. Esta lección se refiere todas estas palabras, dijo
a uno de ellos. Un examen meticuloso de varios datos cronológicos a sus discípulos: “Sabéis
mencionados por los escritores del evangelio favorecen el punto de que dentro de dos días
vista de que la cena en Betania, donde el Señor fue ungido, tuvo se celebra la Pascua,
lugar antes de su entrada triunfal en Jerusalén, y no dos días antes y el Hijo del hombre
de la Pascua como muchos han conjeturado a partir del relato de será entregado para ser
Mateo (26:1-6). crucificado”. Entonces los
El evangelio de Juan proporciona un dato más detallado en capítulo principales sacerdotes, los
12:1-2 y 12. Lo que Cristo dijo a los discípulos: Sabéis que dentro de escribas y los ancianos del
dos días se celebra la pascua, y el Hijo del Hombre será entregado pueblo se reunieron en el
para ser crucificado, fue dicho el miércoles de la gran semana de la patio del Sumo sacerdote,
pasión. La palabra que enseguida usa Mateo, entonces, no significa llamado Caifás, y se
que lo que sucede luego, sigue inmediatamente al evento anterior. confabularon para prender
Usualmente significa “por este tiempo”. con engaño a Jesús, y
matarlo. Pero decían: “No
Mateo y Marcos colocan la historia de la unción de Jesús después de durante la fiesta, para que
la conspiración de los judíos para matarlo, para mostrar que Judas no se haga alboroto en el
fue incitado a ofrecerse al Sanedrín, cuando él fue reprendido por Je- pueblo”. Estando Jesús en
sús durante esta ocasión. Según esto, el plan de no matar a Jesús en Betania, en casa de Simón
la gran fiesta cambió, así que según el consejo de Dios, el verdadero el leproso. Mateo 26:1-6
cordero pascual sería sacrificado en el día de la Pascua.
El complot y la violencia que los enemigos volcaron contra Cristo no
le tomaron por sorpresa. El Señor gobernó todas las cosas y se dio
voluntariamente cuando vino su tiempo.

| 357 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas I. María y el ungimiento de Jesús


II. Los discípulos y el ungimiento de Jesús
III. El ungimiento de Jesús

I. MARIA Y EL UNGIMIENTO DE JESUS


A. María unge a Jesús
El Salvador dejó Jericó para ir a Betania. Este pequeño pueblo está
Y le hicieron allí una
ubicado al lado oriental del Monte de los Olivos, a tres cuartos de
cena; Marta servía y
hora de camino de Jerusalén. Allí, Jesús pasó el último sábado de
Lázaro era uno de los
su vida terrenal con sus amigos más íntimos. No era extraño a esta
que estaban sentados a la
familia, pues debido a la hospitalidad de Marta, había entrado en
mesa con él. Juan 12:2
este hogar muchas veces. (Lucas 10:38-42). Hacía poco Jesús había
resucitado a Lázaro (Juan 11). La reunión con sus fieles amigos ocu-
rre cerca de Jerusalén, la ciudad que mata a sus profetas, la ciudad
de sus muchos enemigos. Los amigos amorosos aprovechan esta
oportunidad para honrar públicamente a Jesús, su gran amigo, que
había demostrado un gran amor hacia ellos. Le hicieron allí una cena
(Juan 12:2).
¡Cuán maravilloso era este tributo para Jesús, en contraste con la in-
gratitud que experimentaba con tanta frecuencia! Sus amigos vivían
cerca de Jerusalén; por tanto, hacer esta cena era un acto de valor
en un ambiente cargado de confabulación. Desafiaron al Sanedrín y
en respuesta a la orden de traicionar a Jesús, más bien lo honraron.
El amor hace a un lado el temor.
El carácter de los asistentes al banquete es notable. El banquete se
realiza en la casa de Simón el leproso. Este hombre ya no era un le-
proso, pues de serlo habría sido expulsado de la ciudad. Se usó esta
identificación para distinguirlo y diferenciarlo de otros con ese mis-
mo nombre. Simón era un nombre judío común, y nada menos que
diez varones son mencionados con ese nombre en el Nuevo Testa-
mento. Sin duda, Simón había sido leproso y probablemente había
sido sanado por Jesús.
Y amaba Jesús a Marta, Además de Simón, Lázaro también está presente. Los dos son las
a su hermana y a Lázaro. pruebas vivientes del poder sanador de Jesús. ¡El resucitado de entre
Juan 11:5 los muertos puede sentarse con el Príncipe de la vida! Las hermanas
están allí: Marta y María, de quienes la Escritura afirma que Jesús las
amaba (Juan 11:5). También presentes alrededor de la mesa están
los doce discípulos; su número todavía está completo. En esta noche
callada, el Salvador, el amado, está en el centro, rodeado y honrado
por sus amigos. ¡Qué reunión más feliz es esta!
Todos hacen lo mejor para honrar a Jesús. Marta, según su naturale-
za, está como de costumbre ocupada sirviendo. ¿Quién entra al cuar-
to llevando una botella de ungüento? ¡Es María! Ella había buscado y
encontrado la única cosa necesaria para los pies de Jesús.
El sacrificio de María es grande y costoso. El ungüento es de nardo
puro, de la mejor calidad, muy precioso y muy costoso (Mateo 26:7;
Marcos 14:3). Era una libra entera (una libra romana pesaba alrede-

| 358 |
Nuevo Testamento

dor de 327 gramos). El odioso comentario de Judas nos informa del Referencias / Notas
valor del perfume: este costó más de 300 denarios (Marcos 14:5),
una gran cantidad de dinero en ese tiempo. Este aceite perfumado
de nardo estaba guardado en un vaso de alabastro caro. En lugar de
poner con cuidado y cautela unas pocas gotas, María rompe el cue-
llo de la botella y derrama todo su contenido sobre Jesús mientras
está sentado a la mesa. Primero ella vierte el aceite perfumado sobre
su cabeza como se acostumbraba. Luego lo vierte sobre sus pies.
Cuando termina, suelta sus cabellos para secar los pies de Jesús
con ellos. Nada es demasiado para él. La fragancia del perfume llena
toda la casa.

B. La motivación y la reflexión de María


Agradecimiento interior: María recibió personalmente la única Pero solo una cosa es
cosa necesaria del Salvador de las almas (Lucas 10:42). Ella ve a su necesaria, y María ha
hermano Lázaro, que fue resucitado de los muertos por Jesús, senta- escogido la buena parte,
do con él. Esto no es un sueño, sino una realidad gloriosa. ¡Él vive de- la cual no le será quitada.
bido a Jesús! Su dolor ha cambiado en gozo indecible. ¿Qué le dará Lucas 10:42
al Señor por todos sus beneficios? Las palabras son inadecuadas y
suenan baratas. Ella siente que debe hacer algo y espontáneamente
cede ante los pensamientos de su corazón.
María no se sintió obligada a ungir a Jesús, sino que fue un acto
completamente voluntario de agradecimiento por parte de ella. No
podemos esperar que las personas que no están motivadas por un
agradecimiento humilde hagan mucho por Cristo. Pero un corazón
lleno de agradecimiento verdadero desea expresarse.
Amor apasionado: María es una mujer callada, meditativa. Ella habla
poco, pero sus acciones son grandes. ¡Sus hechos hablan! Su tributo
extravagante es impresionante. Ella tenía que hacer algo y buscaba
una ocasión para hacerlo. Ella ama al Señor y quiere honrar a aquel
que es despreciado por el mundo. Su corazón le pertenece a Jesús y,
por tanto, lo mejor no es lo suficientemente bueno para él. Este sacrifi-
cio es motivado por un amor profundo y fuerte por su Salvador.
¿No podía haber guardado parte del ungüento para sí misma? ¿No
podía haber guardado la botella intacta? ¿No podía haber pedido a
alguien más que realice este servicio? Ciertamente, pero ella quiere
expresar su amor y, por tanto, da lo mejor que puede. No tiene una
naturaleza tacaña; es muy generosa. El amor a Jesús la motiva a
actuar.
¡Qué ejemplo tenemos aquí! ¿Amamos al Señor con todo nuestro
corazón y alma, y lo demostramos en nuestra vida?
La fe fuerte: El Salvador declara algo importante con respecto al
ungimiento hecho por María: para el día de mi sepultura. Si María
misma no hubiese comprendido completamente el simbolismo pro-
fundo de su acción, las palabras de Jesús le demostraban que era
más que un simple acto de buena voluntad de parte de ella. Él dice
con respecto a María: se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la se-
pultura --para prepararlo para la muerte.

| 359 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas María tiene una premonición de lo que le sucederá a su Señor. Ella
actúa con dedicación y es inducida e inspirada por el Espíritu Santo.
Él ha iluminado a esta mujer callada, sensible y reflexiva para com-
prender lo que pronto sucedería. Los judíos matarán a Jesús, los
paganos lo crucificarán. Jesús había predicho eso. María sabe que
la tumba le espera, y piensa que pronto ya no podrá ungirlo más.
Por consiguiente, ella lo hace ahora, antes de que algo le suceda a
Jesús, pues puede sobrevenirle incluso la muerte.
En esta hora de alegría, esta mujer discierne más que todos los de-
más. Sus sentidos son agudizados para sentir la muerte venidera del
Señor y, por tanto, muestra su amor de esta manera y confiesa su fe
en el Salvador.

II. LOS DISCIPULOS Y EL UNGIMIENTO DE JESUS


A. Los discípulos están indignados
Todos vemos lo que María hace con Jesús, pero los discípulos no
tienen la visión para apreciar su acción. Al contrario, responden en
una forma poco profunda y carente de sustancia. No ven el valor del
ungimiento y murmuran entre sí sobre la pérdida del dinero. Pronto
ellos preguntan a una voz: ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de
perfume? El dinero podía haber sido usado mucho mejor. Esto podía
haberse vendido a gran precio, y haberse dado a los pobres (Mateo
26:9; Juan 12:5).
¿Quién censura la acción de amor de María? Judas es el que se que-
ja. ¡Qué marcado contraste entre estas dos personas! La rectitud y la
hipocresía, el amor y el odio, la generosidad y la codicia se oponen
entre ellos. Judas conoce el valor del dinero y calcula rápidamente el
valor monetario del ungüento y del vaso de alabastro. Está enojado
porque una buena cantidad de dinero se le había escapado. Si el
dinero hubiera sido añadido a la bolsa comunal, que servía para que
Jesús y sus discípulos vivieran, y que Judas manejaba y de la cual
tomaba calladamente de vez en cuando, él podía haber usado este
dinero para sí mismo.
Judas no puede esconder su desilusión. Sin embargo, no revela su
verdadero carácter. Satanás aparece como un ángel de luz y el ladrón
actúa como si fuera un amigo compasivo de los pobres. Este hombre
cubre sus malas intenciones con una excusa hermosa. Judas es un
ladrón y un hipócrita. ¡Qué profundo ha caído!
Los otros discípulos que confían en Judas, son persuadidos por él. No
tienen una segunda intención, pero les falta la sensibilidad de María.
Ellos están de acuerdo con Judas. La reunión que había sido hasta
ahora tan serena y pacífica se torna problemática. Hubo algunos que
se enojaron dentro de sí... Y murmuraban contra ella (Marcos 14:4, 5).

B. María está callada


María no puede decir una palabra. Ella no había buscado que la ala-
baran pero tampoco había esperado un reproche. Es como si ella

| 360 |
Nuevo Testamento

estuviera de pie ante ellos como una delincuente, culpable de des- Referencias / Notas
perdiciar y no preocuparse de los pobres.
¡La actitud juzgadora de los discípulos es de hecho muy triste! Se
habría entendido su indignación si el ungimiento no hubiera sido
hecho para honrar al Señor Jesús, pero ellos se ofendieron porque a
Jesús se le hizo un tributo. ¡Cuán fácilmente la crítica y el encontrar
las faltas pueden llevar a la condenación injusta! Cuán frecuente-
mente sucede hoy también que las voces críticas se quejan sobre
el gastar para el Señor. Un corazón frío y una mano tacaña van a
menudo juntos. La condenación a María por parte de los discípulos
irreflexivos aflige mucho a Cristo. ¡Ellos actúan como si él no fuera
digno de recibir el tributo de María!

III. EL UNGIMIENTO DE JESÚS


A. Jesús defiende a María
María permanece allí, sin hablar. Pero Jesús, que nota su amor y
también ve el odio de Judas, la defiende y la escuda con su amorosa
protección.
Jesús protege a María. Él no se refiere a la afrenta personal que
sufre cuando critican a María. Toma el lado de la mujer indefensa y
prohíbe a sus discípulos que la amonesten. ¿Por qué molestáis a esta
mujer? pues ha hecho conmigo una buena obra (Mateo 26:10; Marcos
14:6). ¡No la regañen, déjenla sola!
Jesús aprueba la acción de María. La boca de Judas expresa Pues nunca faltarán
blasfemia, pero los labios del Salvador remarcan suavemente: ella pobres en medio de la
ha hecho conmigo una buena obra. Porque siempre tendréis pobres tierra; por eso yo te
con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis. Los pobres siempre mando: Abrirás tu mano
necesitarán ayuda y habrá siempre una oportunidad para ayudarlos a tu hermano, al pobre
(Deuteronomio 15:11). ¡Usted puede ayudarlos todas las veces que y al menesteroso en tu
quiera! tierra.
Deuteronomio 15:11
Los verdaderos amigos de los pobres no se encuentran con Judas,
sino con María. ¡La reprensión de Jesús a estos buscadores de faltas
es dura! Ustedes actúan como si se preocuparan por los pobres. La
oportunidad siempre está allí para que ustedes los ayuden, no para
su propósito egoísta, sino para hacer bien (Marcos 14:7). Más pronto
de lo que ustedes piensan, yo ya no estaré físicamente en su medio,
y por tanto, esta mujer actuó correctamente.
Jesús alaba a María públicamente. Nadie piensa que es extra-
vagante cuidar amorosamente el cuerpo muerto de un ser querido.
Hay un deber en cuidar de nuestro muerto. María ejerció este deber.
Esta ha hecho lo que podía (Marcos 14:8). Nosotros decimos frecuen-
temente que hacemos lo mejor que podemos, pero es necesario que
el Señor diga esto también de nosotros. De otra manera tal alabanza
es mera necedad.
Jesús recompensa a María. Los discípulos amonestaron a María,
pero el Señor la alaba. Los discípulos entendieron mal el valor de
su acción, pero Jesús la premia grandemente. Le asegura: De cierto
os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el

| 361 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas mundo, también se contará lo que esta ha hecho, para memoria de ella
(Mateo 26:13). María es confortada dulcemente por la aprobación y
alabanza del Señor. Ella puede levantar confiadamente su cabeza.
En este momento relatamos la historia de María y las palabras del
Señor están siendo cumplidas nuevamente. El cumplimiento de las
palabras de Jesús ha continuado durante siglos y continuará hasta
el fin del tiempo. María es la única de quien el Salvador dijo esto.
Todo el trabajo y las acciones de los grandes de la tierra se olvidan
pronto. Solo lo que es hecho por Jesús permanece.
Notemos también cuán serenamente el Señor Jesús se refiere a su
próxima sepultura. Una semana más e irá a la tumba. Él, que es hon-
rado en este banquete, sabe que pronto morirá y que el ungimiento
de María sirve para prepararlo para la tumba. El Señor sabe todo lo
que pasará y, sin embargo, quiere llevarlo a cabo. Solo de esta mane-
ra puede ganar la salvación. Por esa razón es necesario que perma-
nezca en la tumba. Jesús también sabe que su muerte no es el fin.
¡Él se levantará como el Príncipe de la vida ante quien toda rodilla se
doblará! Serena y confiadamente anuncia que el evangelio del único
Salvador que llevó la maldición del pecado a la tumba será predicado
en todo el mundo (Mateo 26:13).

B. Judas planea traicionar a Jesús


La disponibilidad de Jesús para sufrir y la promesa de su victoria
son verdades gloriosas. Por tanto, no evita amonestar a Judas. Sabe
cuáles serán las consecuencias de la reprensión que le administra
a Judas.
El Sanedrín quiere prender Jesús, pero no se atreve a hacerlo públi-
camente durante la Pascua por temor a que se haga alboroto en el
pueblo, que se saldría de control. Por tanto, planean e inventan todo
tipo de esquemas para prender con engaño a Jesús, y matarle (Mateo
Yo les dije: “Si os parece 26:4, 5).
bien, dadme mi salario; y
si no, dejadlo”. Entonces De repente, la ayuda les viene del lado que no esperaban y se ponen
pesaron mi salario: treinta contentos (Marcos 14:11). Judas va a verlos. Ni siquiera tienen que
piezas de plata. buscarlo, porque él viene por su propia cuenta. No tienen que pedir
Zacarías 11:12 nada, porque se ofrece a sí mismo, diciendo: ¿Qué me queréis dar, y
yo os lo entregaré? (Mateo 26:15).
Las negociaciones no duran mucho y pronto se pusieron de acuer-
Si el buey cornea a un do y convinieron en darle dinero (Lucas 22:5). El precio no es alto. El
siervo o a una sierva, su salario de la traición son treinta piezas de plata (Zacarías 11:12). Esta
dueño pagará treinta siclos suma representa el valor que debía pagarse por un esclavo, como
de plata, y el buey será compensación, en caso de que este sea acorneado por un buey (Éxo-
apedreado. Éxodo 21:32 do 21:32).
Desde ahora en adelante Judas busca un tiempo apropiado para en-
“…para estos, ciertamente, tregar a su maestro en las manos de sus enemigos, sin causar per-
olor de muerte para turbación. La reprensión de Jesús lo había silenciado, pero no había
muerte, y para aquellos, traído un cambio en él. Al contrario, la reprensión lo había incitado
olor de vida para vida”. para cometer el acto más despreciable. La advertencia de Cristo fue
2 Corintios 2:16 un olor de muerte para muerte (2 Corintios 2:16).

| 362 |
Nuevo Testamento

La repulsión de Judas hacia Jesús había crecido lentamente. Él se Referencias / Notas


sentía decepcionado de Jesús. Se dio cuenta de que su deseo de
honor no sería satisfecho, porque Cristo hablaba abiertamente sobre Entró Satanás en Judas,
su muerte y sepultura inminentes. Entonces decidió satisfacer su por sobrenombre Iscariote,
codicia. Interiormente estaba resentido, pero en la casa de Simón el cual era uno de los
se queda callado. Satanás había entrado en un hombre que los tres doce. Lucas 22:3
evangelistas llaman uno de los doce (Mateo 26:14; Marcos 14:10; Lu-
cas 22:3). ¡Qué terrible!
Nada puede hacerlo retroceder. Por tres años Judas siguió a Jesús,
esperando recibir las riquezas de un reino terrenal. Cristo mostró
su gran paciencia tolerando a Judas. No importa cuán grandes son
los privilegios, no pueden convertir el corazón. Ellos solo aumentan
nuestra culpa. A pesar de todo, Judas era codicioso, ladrón e hipó-
crita. Una persona así es capaz de todo y puede volverse un traidor,
como Judas.
Las personas son tentadas donde son más débiles y caen en pecado,
a menos que haya una oración incesante, sincera y ferviente del co-
razón al trono de la gracia: “No nos metas en tentación, mas líbranos
del mal”.

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La Historia de la Salvación

46
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

LA ENTRADA TRIUNFAL DE JESÚS


EN JERUSALÉN
Textos de referencia:
Mateo 21:1-11; Marcos 11:1-11; Lucas 19:29-44; Juan 12:12-19

Versículo para memorizar:


¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del
Señor! ¡Hosanna en las alturas! Mateo 21:9

INTRODUCCIÓN
Frecuentemente, cuando se descubre que una cierta acción involu-
cra peligro, las personas cobardes intentan retirarse de su compro-
miso. Otros confrontan el peligro imprudentemente, cuando debería
ser evitado. El Señor Jesús no hizo ninguna de estas dos cosas.
La resurrección de Lázaro había despertado tal odio en sus enemi-
gos que quisieron matar a Jesús a cualquier precio. Pero su hora aún
no había llegado. Por tanto, Jesús se retiró al otro lado del río Jordán.
Pero cuando la fiesta de la Pascua se acercaba, el día cuando sufri-
ría y moriría en la cruz, no dudó en ir a Jerusalén. No entró en forma
anónima, sino públicamente como el Mesías, para tomar su lugar de
gobernante.
Todos los evangelistas registran la historia de la última entrada de
Jesús en Jerusalén, donde llevaría a cabo su salida final.
Una procesión es algo inusual, pero esta es más que cualquiera que
se haya testificado alguna vez. Aquí está un Rey que no viene a su
pueblo con un grito de victoria, sino con un saludo de paz. No está
rodeado por fuertes guardias. No viene con pompa y gloria. ¡No ca-
mina sobre los cuerpos muertos de sus enemigos derrotados, sino
que cabalga por un camino de ramas de palma, que lo llevan a una
cruz! Este Rey quiere conquistar el mundo, no con armas de guerra,
sino con su amor. ¡Quiere capturar los corazones de los hombres,
mujeres, niños y niñas!
Nosotros descubriremos cómo esto tiene lugar analizando:

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Nuevo Testamento

I. Las circunstancias Referencias / Notas


II. La meta
III. Los efectos

I. LAS CIRCUNSTANCIAS
A. Jesús requiere un pollino
El domingo, primer día de la semana, no es el día de reposo para los
judíos. Jesús deja Betania y es parte de la procesión de peregrinos
que están de camino a Jerusalén para celebrar la Pascua. Pronto al-
canza el pueblo de Betfagé, localizado cerca de Betania, en el Monte
de Los Olivos y a corta distancia de la ciudad santa.
Jesús envía a dos de sus discípulos adelante, para que le traigan el “… Diciéndoles: “Id a la
pollino de un asno. Sería difícil separar a este animal tierno de su aldea que está enfrente
madre, pero vendría fácil y serenamente si su madre también viene de vosotros, y en seguida
con él (Mateo 21:2). hallaréis una asna atada
Cristo como Señor puede exigir las posesiones de otros. Él tiene el y un pollino con ella.
pleno derecho de hacer esto. ¿No es acaso el gobernante de todas las Desatadla, y traédmelos”.
cosas? No hay ninguna razón para creer que hizo un trato con los due- Mateo 21:2
ños de estos animales sin el conocimiento de sus discípulos. Jesús
gobierna todo y dirige todas las cosas, incluso los mínimos detalles
(Marcos 11:2). Los discípulos no tienen que buscar por mucho tiempo.
No puede haber ninguna duda sobre la instrucción de Jesús y ellos lle-
van a cabo fielmente la comisión de su maestro, como era su deber.
Nosotros también, debemos obedecer al Señor sin vacilación. Los
discípulos guardan estrictamente la palabra de Jesús y todo resulta
tal como les había dicho (Lucas 19:32). ¡Y no podría ser de otra ma-
nera! ¡Nosotros también podemos estar seguros de que podemos
confiar en la palabra del Salvador!
Y a la entrada al pueblo, en un puente situado en la intersección de
los caminos, ellos encuentran el pollino, en el que nadie se había
sentado, junto a su madre. ¡Los animales están listos para ir!
Cuando ellos están desatando a los animales, los dueños de los ani-
males no se molestan con los discípulos, sino que les preguntan:
¿Por qué desatáis el pollino? (Lucas 19:33) Están en su derecho de
hacer esta pregunta y los discípulos responden como Jesús les dijo:
El Señor los necesita (Mateo 21:3; Lucas 19:34). Esta respuesta satis-
fizo a los dueños y los dejaron (Marcos 11:6). ¡Qué maravilloso! Ellos
no pueden ser ciertamente enemigos de Cristo. ¡Cuán complaciente
y ejemplar es su generosidad hacia Jesús! ¿Ha estado usted alguna
vez en tal situación? ¿Estaría usted deseoso de dejar algo para el
reino de Cristo?

B. La muchedumbre aclama a Jesús como su Mesías


Las acciones que siguen son muy hermosas. Los representantes de
Jesús regresan con los animales y ayudan a su maestro a sentarse en
el pollino. ¡Cuándo Jesús se sienta la muchedumbre se emociona!

| 365 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas ¿Quiénes son estas personas que brindan tributo al Salvador? En pri-
mer lugar, están los discípulos. Ellos lo conocen y lo aman. Como
el Soberano del mundo, es digno de la más grande adoración. Los
otros que lo aclaman pertenecen a la muchedumbre que han venido
junto con Jesús y han presenciado sus milagros en Galilea y en otras
partes. Había también varios ciudadanos de Jerusalén que vinieron
a verle (Juan 12:18).
La gente de Jerusalén había hablado mucho sobre Jesús, pues la
noticia del milagro incomparable de la resurrección de Lázaro en la
cercana Betania ya había llegado a la ciudad capital.
¿Dónde tomó lugar la aclamación de Jesús? Cerca a Jerusalén, don-
de el camino baja de la montaña. La procesión está cerca de la bajada
del monte de los Olivos (Lucas 19:37). Allí la emoción de las personas
alcanza su clímax. Su entusiasmo es incontrolable. En este punto
del camino ya pueden divisar la ciudad del gran Rey, bañada por la
luz del sol, toda gloriosa, con sus hermosos edificios y el espléndido
templo que reluce a la distancia. Cuando las personas ven Jerusa-
lén, ven por fin la anhelada meta de su viaje. ¡Ven la ciudad capital
delante de ellos y allí mismo aclaman a Jesús, de quien esperan que
pronto se siente sobre su trono en la ciudad de David y establezca
su reino!
Entonces cada uno tomó ¿Cómo le brindan tributo a Jesús? ¡Con gran alabanza! El pollino,
apresuradamente su sobre el cual nadie se había sentado, no tiene silla de montar pero
manto y lo puso debajo eso no es un problema. Los discípulos se quitan sus mantos y los co-
de Jehú en un trono alto. locan sobre el pollino para que Jesús se siente cómodamente. Otros
Luego tocaron la bocina y extienden sus ropas como una alfombra sobre el camino (Lucas
gritaron: “Jehú es el rey”. 19:36; 2 Reyes 9:13). Otros cortan ramas de los árboles y las ponen
2 Reyes 9:13 sobre el camino. ¡De verdad, esta es una bienvenida reservada solo
para un rey! La gente demostraba su alegría ondeando ramas de
palmeras (Juan 12:13).
Jehová, sálvanos ahora,
te ruego; te ruego, Jehová, Y hay más por venir. Las personas también expresan su alegría con
que nos hagas prosperar sus voces. La muchedumbre emocionada, los de la vanguardia, así
ahora. ¡Bendito el que como los que los siguen, gritan de alegría. ¡Hosanna al Hijo de David!
viene en el nombre de ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!
Jehová! Desde la casa de ... ¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las
Jehová os bendecimos. alturas!... Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor; paz en el
Salmos 118:25, 26 cielo, y gloria en las alturas (Mateo 21:9; Marcos 11:10; Lucas 19:38;
Juan 12:13). El grito “Hosanna” es tomado del Salmo 118:25-26 y lite-
ralmente significa, “ayuda ahora y bendice”. También se cantaba el
“Hosanna” en la fiesta de los Tabernáculos.
Toda la gente que estaba de camino a la fiesta en Jerusalén ya estaba
emocionada y ahora toda la multitud de los discípulos, gozándose,
comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que
habían visto (Lucas 19:37). La emoción alcanza su clímax cuando
aclaman al Señor Jesucristo como su Mesías. El Hijo de David esta-
blecerá el reino antiguo para su pueblo, sobre el cual Dios mira con
gracia. Debido al puro afecto de su voluntad desde la eternidad, el
Señor dará verdadera paz mediante Jesús. La muchedumbre aclama
ahora a su Rey, su reino y su salvación. ¡Benditos son todos los que
desean a este Rey!

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Nuevo Testamento

C. Las características del reinado Referencias / Notas


La procesión en camino a Jerusalén se distinguió por las marcas de
la supremacía real: Abraham se levantó muy
de mañana, ensilló su
1. Cristo ordenó este tributo. Él no lo pidió, sino que ordenó su prepa-
asno, tomó consigo a dos
ración. Sólo un rey tenía derecho de hacerlo.
de sus siervos y a Isaac,
2. El homenaje que la muchedumbre rindió a Jesús fue digno de un su hijo. Después cortó
rey que pertenecía al linaje de David. leña para el holocausto,
3. La procesión que entró en la ciudad le otorgó privilegios que se se levantó y fue al lugar
daban solo a la realeza. Aquellos con una genealogía menor debían que Dios le había dicho.
desmontar en la puerta para entrar en la ciudad.
Génesis 22:3

4. El uso de un pollino, sobre el cual nadie había montado, y que fue


específicamente traído para el uso de Cristo. Para las ocasiones es- Tuvo treinta hijos, que
peciales se acostumbraba montar un animal que nadie había usado cabalgaban sobre treinta
antes. asnos; y tenían treinta
ciudades, que se llaman
5. El montar un asno era señal de autoridad y poder. Estos animales,
las ciudades de Jair hasta
en el Este, eran más grandes, majestuosos, briosos y más rápido que
hoy, las cuales están en la
los que conocemos en el hemisferio occidental. En tiempos antiguos
tierra de Galaad.
los poderosos montaban en los asnos (Génesis 22:3; Números 22:21;
Jueces 10:4
Jueces 10:4; 12:14; 2 Reyes 4:22).
Los líderes militares usaban comúnmente estos animales porque
eran más firmes y no se resbalaban en los terrenos montañosos Este tuvo cuarenta hijos
como los caballos. Solo después del reinado del Rey Salomón se y treinta nietos que
hizo costumbre usar caballos en la batalla. cabalgaban sobre setenta
asnos. Juzgó a Israel ocho
Cristo no montó en un animal de guerra magníficamente adornado,
años. Jueces 12:14
vivaz y que resoplaba, sino que como el Príncipe de paz prefirió un
animal manso y pacífico como señal de que su reino es de paz (Za-
carías 9:9, 10). ¡Alégrate mucho, hija
de Sión! ¡Da voces de
júbilo, hija de Jerusalén!
II. LA META Mira que tu rey vendrá a
A. El cumplimiento de la profecía ti, justo y salvador, pero
humilde, cabalgando sobre
Ahora y de esta manera una profecía hecha hace cientos de años
un asno, sobre un pollino
se había cumplido. Alégrate mucho, hija de Sión; da voces de júbilo,
hijo de asna. Él destruirá
hija de Jerusalén; he aquí tu Rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde,
los carros de Efraín y los
y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna (Zacarías
caballos de Jerusalén;
9:9). ¡Mateo da énfasis a este punto y quiere asegurarse de que esto los arcos de guerra serán
es anunciado a la hija de Sión! quebrados, y proclamará
El cumplimiento de la profecía fue proclamado por los antiguos la paz a las naciones.
profetas y por Juan el Bautista. Después, los apóstoles declararon Su señorío será de mar
este cumplimiento y ahora lo hace cada ministro fiel. ¡Nosotros a mar, desde el río hasta
también, como maestros, debemos proclamar el cumplimiento de los confines de la tierra.
la profecía! Zacarías 9:9, 10
Este cumplimiento no fue anunciado por los discípulos. En Juan
12:16 se señala que al principio ellos no entendían lo que estaba
pasando y solo más tarde comprendieron, después de que Jesús fue
glorificado. Entonces fueron iluminados para ver este evento en la
perspectiva de la profecía y su participación en ella.

| 367 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Cristo mismo no sólo permitió que todas estas cosas tuvieran lugar,
sino que deliberadamente hizo su parte para que la profecía se cum-
pliera. No necesitaba montar un animal porque estuviera cansado.
Hay una razón completamente diferente para esto. Las profecías que
honran a Jesús como el Mesías debían cumplirse, así como las de su
sufrimiento. En el Antiguo Testamento, las dos clases de profecías son
predichas como parte del programa de Jesús. El Padre deseaba que
antes de ser humillado, Jesús entrara en Jerusalén y fuera honrado
como el Rey. Jesús también deseaba lo mismo. ¡Esta es la razón por la
cual esta gran procesión de personas jubilosas está teniendo lugar!

B. Jesús revela que Él es el Mesías


Pero entendiendo Jesús ¿Por qué Cristo no se proveyó antes esta gloria para sí mismo? Pre-
que iban a venir para viamente había hecho lo contrario. Él se retiraba y prohibía a las per-
apoderarse de él y hacerlo sonas que proclamaran quién era él, cuando realizaba curaciones y
rey, volvió a retirarse al milagros maravillosos. Cuando las personas quisieron tomarlo por la
monte él solo. Juan 6:15 fuerza para hacerle rey, los eludió (Juan 6:15). Pero ahora, él mismo
quiere revelarse como el Mesías. Jesús había dado a la gente eviden-
cias de que no satisfaría las expectativas políticas de las personas.
Respondió Jesús: --Mi Pronto sería evidente a todos que su reino no era de este mundo
Reino no es de este (Juan 18:36). Cristo no era un defensor fanático ni tampoco un idea-
mundo; si mi Reino lista de buen corazón. Su reino es espiritual por naturaleza y sus bon-
fuera de este mundo, mis dades son solo deseables y adecuadas para los pobres en espíritu.
servidores pelearían para
que yo no fuera entregado Este rey hubiera podido fácilmente incitar a la rebelión a la muche-
a los judíos; pero mi Reino dumbre entusiasmada, si lo hubiese querido. Pero Jesús transita el
no es de aquí. Juan 18:36 camino del sufrimiento, y de esta forma cumplirá con la profecía.
Él quiere sufrir porque ha tomado voluntariamente sobre sí mismo la
culpa del pecado y su castigo. Quiere sufrir como el fiador y media-
dor voluntario. Nadie debe ofenderse por la apariencia humilde de
este rey sin corona, a quien le faltan las riquezas y las armas, mien-
tras cabalga como rey sobre el pollino de una asna.

C. La entrada de Jesús es pública


La entrada de Jesús en Jerusalén es una invitación y una declaración
pública. El gran Hijo de David, el rey de la Casa de David junto a su
pueblo, viene a la ciudad de David para que esta pueda reconocerlo.
¿Reconoce y acepta Jerusalén a Jesús? Esta no lo había recibido an-
tes así, pero ahora aparece como el Rey de quien el profeta Zacarías
había declarado que era el Príncipe de Paz, aquel que deseaba salvar
a su pueblo. ¿No se arrodillará la ciudad delante de su legítimo sobe-
rano? ¡Él es tu Señor, Oh Jerusalén! ¡Arrodíllate delante de Él!
El llamado de Jesús es serio, significativo, afectuoso y urgente: re-
cíbeme como tu Rey para reinar sobre ti y cuidaré por tu bienestar
temporal y eterno. ¡Si también tú conocieras, a lo menos en este tu
día, lo que es para tu paz! (Lucas 19:42)
Si hubo niños entre la procesión festiva, de seguro ellos se unieron a
la alabanza gozosa. ¿Lo reconocerían como su rey? Jesús es el rey y
tiene derecho al homenaje.

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Nuevo Testamento

No todo tipo de alabanza es necesariamente apropiada. Es posible Referencias / Notas


alabar en voz alta y cantar un salmo o himno sin tener un corazón que
corresponde con la voz. Una alabanza llena de entusiasmo no signi-
fica necesariamente que somos verdaderos siervos del rey Jesús. El
Señor quiere nuestros corazones. ¡Los verdaderos “Hosannas” solo
pueden venir de la fe verdadera en Cristo, y de un amor apasionado
que dice: nuestro corazón te escoge para ser nuestro rey!

III. LOS EFECTOS


La muchedumbre alaba la grandeza de Jesús cuando este se acerca
a las puertas de la ciudad.

A. Los fariseos se enfadan


No todos se unieron para gritar los jubilosos “Hosannas”. Había al- Porque la piedra clamará
gunos fariseos (Lucas 19:39), que se ofendieron profundamente. El desde el muro y la tabla
Sanedrín ya había decidido matar a Jesús. ¿Fallaría el plan? Los fari- del enmaderado le
seos rechinan sus dientes cuando ven el honor que recibe el odiado responderá.
Nazareno y dicen entre sí: Ya veis que no conseguís nada. Mirad, el Habacuc 2:11
mundo se va tras él (Juan 12:19). No pueden soportar oír los gritos
jubilosos de las personas, pero no se atreven a reprenderlas en ese
momento. ¡El efecto no sería bueno! No habían esperado tal respues-
ta entusiasta y se sienten derrotados. Se niegan a abandonar su ene-
mistad y tienen la audacia de pedirle a Jesús que haga lo que ellos
mismos no se atreven a hacer: ¡Maestro, reprende a tus discípulos!
(Lucas 19:39). Ellos quieren que Jesús se vuelva contra sí mismo y se
vuelva su aliado al negarse este tributo. ¡Esto es demasiado!, pien-
san ellos. Pero Jesús los rechaza y se dirige a ellos con un proverbio
basado en Habacuc 2:11.
Los fariseos están convencidos de la urgencia de librarse de Jesús. Pero él, mirándolos, dijo:
El rey aclamado es la piedra de ofensa para los fariseos (Lucas 20:17- --¿Qué, pues, es lo que está
18). Ellos están cegados por el odio. Así es también hoy en día. Las escrito?: “La piedra que
personas todavía rechazan a Jesús como su rey. desecharon los edificadores
ha venido a ser cabeza
del ángulo”. “Todo el que
B. Jerusalén permanece indiferente caiga sobre aquella piedra,
El Señor Jesús quiso esta vez recibir el reconocimiento del pueblo y será quebrantado; pero
muchos lo honraron, pero no todos. La mayoría de los ciudadanos sobre quien ella caiga, lo
de Jerusalén no recibieron a su rey. Él entra por la puerta, seguido desmenuzará”.
por una gran muchedumbre y toda la ciudad está emocionada. Los
Lucas 20:17-18
ciudadanos preguntan: ¿Quién es éste? (Mateo 21:10). Cuando escu-
chan: Este es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea, no quieren saber
nada de él. Es como si dijeran, “¿Puede algo bueno venir de Nazaret?”.
Ellos oyen los “Hosannas”, pero no responden. Solo los niños acla-
man a Cristo cuando al día siguiente lo ven en el templo: ¡Hosanna
al Hijo de David! Incluso la alabanza de los niños incomodó mucho
a los fariseos.
La ciudad capital en conjunto permanecía indiferente y guardaba si-
lencio. Por un momento los ciudadanos de Jerusalén notan la emo-

| 369 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas ción, pero no adoran al Salvador. Porque ahora está encubierto de sus
ojos. Muchos otros que oyen hablar de Cristo y su palabra se intere-
san por un momento, pero pronto regresan al orden del día.
Ellos podían haberlo reconocido, pero no se vieron como pecadores
culpables con la necesidad de ser librados del pecado. Por tanto,
no ven a Jesús como el único Libertador dado por Dios. Tal ceguera
irresponsable es inexcusable y por tanto el juicio justo de Dios está
sobre ellos.

C. Un Salvador que llora


La gran muchedumbre aclama a Jesús y él está intensamente triste.
Jesús llora, abiertamente. ¡Su corazón está desgarrado! La vista de
la hermosa Jerusalén se despliega ante él, pero sus ojos están oscu-
recidos por las lágrimas. No se avergüenza de sus lágrimas y explica
la razón de su llanto.
¿Llora Jesús por sí mismo, al saber que pronto los “Hosannas” se
detendrán y la alegría vana del día se volverá en desilusión, enemis-
tad y malicia? No. No porque él viene a Jerusalén a morir. Cuando
ve la ciudad, llora debido a su gran amor y profunda angustia por la
ciudad (Lucas 19:41). Llora por el pecado de la ciudad que rechaza al
Mesías y por su desprecio al único Salvador. Jerusalén no reconoce-
rá al Salvador. Jesús no llora con amargura, sino con compasión.
¡Qué Salvador! Ahora, cuando es aclamado por la muchedumbre
como el Mesías, su corazón está lleno de piedad por una ciudad que
lo rechaza y que no escapará a su juicio bien merecido. ¡Cuán com-
pasivo es Jesús! Estas lágrimas expresan el dolor de Jesús por el
amor rechazado.
Permitamos que Jerusalén sea un ejemplo de advertencia para no-
sotros. Cristo todavía está ofreciendo seriamente su gracia a los pe-
cadores culpables. Cuando miramos al Salvador que llora sobre Je-
rusalén, nos atreveríamos a decir: ¿yo no quiero ser salvo? Hoy es el
día de gracia. ¡Reconozcamos que es para su paz! (Lucas 19:42). Los
que rechazan la gracia de Dios experimentarán la ira de Dios. Los
que rechazan a Cristo serán condenados.

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Nuevo Testamento

47
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS LIMPIA EL TEMPLO


Textos de referencia:
Mateo 21:12-16; Marcos 11:15-18; Lucas 19:45-48

Versículos para memorizar:


Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones. Pero
vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. Marcos 11:17

INTRODUCCIÓN
La última profecía del Antiguo Testamento anuncia la venida de Cris-
to con las palabras: y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien
vosotros buscáis (Malaquías 3:1).
El cumplimiento de esta profecía empezó durante los días de la apa-
rición de Jesús en Israel. Fue traído al templo para ser presentado
al Señor por primera vez, cuando era un infante de cuarenta días de
nacido.
Siendo un joven de doce años, se sentó en el templo en medio de los
escribas, como profeta entre su pueblo, enseñaba frecuentemente
allí y realizó grandes milagros. Y aquí mismo se reveló como rey y ese
es el tema de esta lección.
Es notable destacar que al principio y al final del ministerio público
del Señor tuvo lugar una limpieza del templo, cuando se realizaba la
fiesta de la Pascua.
El asunto principal de esta lección es que Jesús es el Rey. Esto
se aprecia claramente el domingo de Ramos, cuando viene a la
ciudad capital y al día siguiente entra en la casa de su Padre para
limpiarla.
Mientras este drama se despliega nosotros veremos:
I. Cómo llega Jesús a Jerusalén
II. Lo que hizo Jesús en Jerusalén
III. Cómo es recibido Jesús en Jerusalén

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas I. COMO LLEGA JESÚS A JERUSALÉN


A. Jesús permite que lo proclamen Rey cuando entra en Jerusalén
El relato del sufrimiento y de la muerte de Jesús comienza con su en-
trada triunfal, real, en Jerusalén. Hasta este momento el Señor Jesús
había ocultado su gloria. Con frecuencia, daba órdenes estrictas de
no dar a conocer que él era el Mesías. Esta vez no da dicha orden.
Ahora, quiere revelarse públicamente como Rey y llama al pueblo
para que lo reconozca y lo aclame como el verdadero heredero de la
Casa de David.
Los fariseos están encolerizados por la conducta de Cristo y por la
respuesta de las personas que con gozo y entusiasmo le dan la bien-
venida. ¡No se atreven a reprochar a la gente en este momento in-
oportuno, aunque le exigen a Jesús que lo haga! Ellos quieren que él
haga lo que no se atreven a hacer. Jesús se niega porque él debe y
quiere ser reconocido como Rey. Los gritos jubilosos de “Hosanna”,
proferidos por las personas que entran en Jerusalén, son la invita-
ción a los ciudadanos para que respondan cálidamente y lo reciban.
¡Jesús es digno de ser recibido por ellos!

B. Jerusalén no reconoce a Jesús como su Rey


Jesús no es engañado ni por un momento, sabe lo que pasará.
Aunque muchos lo honran, la propia ciudad capital no lo recibirá
como su Rey. Muy pronto los ciudadanos de Jerusalén lo rechazarán
como a un criminal y lo crucificarán como a un proscrito, fuera de la
ciudad. La miseria más horrible vendrá sobre ellos por haberlo des-
preciado en este momento de prueba. Jesús lo sabe. Él conoce los
tiempos y el futuro de Jerusalén. Tiene lástima de sus ciudadanos.
Su corazón es tierno y derrama lágrimas por la ciudad y su gente. El
Salvador sollozante no oculta sus lágrimas en esta ocasión. Todos
pueden verle que llora.
Las circunstancias no lo detienen de revelarse como Rey. Por tanto,
cuando llega a la ciudad, va inmediatamente al templo. Aquí, él se
siente como si estuviera en su propia casa. Al anochecer, se toma un
momento para observar lo que estaba pasando. Y habiendo mirado
alrededor todas las cosas, como ya anochecía, se fue a Betania con los
doce (Marcos 11:11).

II. LO QUE HIZO JESÚS EN JERUSALÉN


A. El patio exterior del templo se ha vuelto un mercado
Al día siguiente Jesús regresa a Jerusalén e inmediatamente se di-
rige al templo. El día que Jesús hizo su entrada en Jerusalén, no se
había hecho ninguna preparación para darle una recepción digna. Al
contrario, parecía como si muchos obstáculos hubieran sido pues-
tos en su camino.
En este momento, el templo era todo menos un lugar santo. El patio
exterior se había convertido en un mercado. Muchos años atrás el
templo era el lugar santo, donde el Señor se encontraba con su pue-

| 372 |
Nuevo Testamento

blo. Hasta acá se traían los sacrificios y se oraba. El templo era un Referencias / Notas
lugar sagrado que debía ser guardado y respetado. No debía usarse
para ningún otro propósito que no fuera lo que el Señor había orde-
nado.
Este templo, construido sobre el monte Sión, tenía una serie de pa- Jesús le respondió: --Yo
tios dispuestos para que cada uno fuera más alto que el anterior y públicamente he hablado
el propio templo estaba de pie, como una corona, sobre el monte. El al mundo. Siempre he
patio exterior, que era el lugar al que se les permitía entrar a los pa- enseñado en la sinagoga
ganos, tenía un suelo cubierto con un mosaico de azulejos y estaba y en el templo, donde se
rodeado por galerías de madera de cedro, soportadas por pilares de reúnen todos los judíos,
mármol blanco de 25 metros de alto. Este patio exterior tenía mu- y nada he hablado en
chas puertas que siempre estaban abiertas. Allí es donde los judíos oculto. Juan 18:20
se reunían (Juan 18:20). Allí el Señor Jesucristo enseñó y realizó mu-
chos milagros. El mercado del templo estaba ubicado también aquí
y era el lugar donde se cambiaba el dinero para pagar los impuestos Si el camino es tan largo
del templo. que no puedas llevarlo,
por estar lejos de ti el
Pero este patio del templo se había vuelto un mercado, y no cualquie- lugar que Jehová, tu Dios,
ra, sino uno donde además de comprar animales, aceite, vino y otras haya escogido para poner
mercancías para los sacrificios, se compraba también las comidas en él su nombre, cuando
sagradas. La ley (Deuteronomio 14:24-26) permitía tener provisiones Jehová, tu Dios, te haya
para las personas que tenían que hacer un largo viaje para acudir al bendecido, entonces lo
templo. A estas personas se les permitía comprar los artículos que venderás, llevarás el
debían ser usados en los sacrificios. dinero contigo e irás al
Los cambistas de dinero también ejercían su comercio en este lugar. lugar que Jehová, tu Dios,
Todos, sin importar de qué país vinieran, podían intercambiar dinero escoja. Allí entregarás el
por monedas aceptables para el servicio del templo. Según la ley ju- dinero por todo lo que
día antigua, tenían que pagar un impuesto para la manutención del deseas: por vacas, por
servicio del templo (Éxodo 30:11-16). Estos impuestos tenían que ser ovejas, por vino, por sidra
pagados “en las monedas de Tiro” que tenían un alto contenido de o por cualquier cosa que
plata. Estas monedas de Tiro estaban grabadas con representacio- tú desees. Comerás allí
nes de Hércules y del águila Ptolemaica, y la frase: santo e infalible delante de Jehová, tu
Tiro. Dios, y te alegrarás, tú y
tu familia.
El patio era un lugar muy ocupado. Sobre todo durante la fiesta de la Deuteronomio 14:24-26
Pascua estaba muy lleno. Flavio Josefo afirma que en la fiesta de la
Pascua, frecuentemente más de un millón de peregrinos de todo el
mundo conocido de esa época, venía a Jerusalén. Durante la sema-
na de la Pascua se sacrificaban más de 250.000 corderos.

B. El lugar santo es usado para hacer negocios


Con toda probabilidad, vender e intercambiar se debió haber reali-
zado originalmente fuera del patio y poco a poco se fue extendiendo
hacia adentro. Lo que no era del lugar santo se había extendido im-
perceptiblemente adentro. Esto era un terrible sacrilegio. El ganado
contaminaba la atmósfera y el suelo. El mugido del ganado, el balido
de las ovejas, el arrullo de las palomas, la bulla de los compradores y
vendedores, y la charla del mercado alteraban la paz del templo. Este
debía ser el lugar donde los extranjeros venían a orar al Señor (1 Re-
yes 8:41-43), pero la atmósfera estaba contaminada completamente.
Nadie podía retirarse aquí en silencio y la oración era imposible.

| 373 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Los sacerdotes principales eran los guardianes de la casa de Dios.
Ellos tenían que cuidar que la santidad de este lugar no sea profana-
da. Contrariamente a la orden de Dios, ellos toleraron este sacrilegio
por amor a la ganancia.
Según la ley levítica solo se podían vender los animales limpios. No
era permitido poner en la tesorería del templo el dinero romano que
se usaba para las transacciones diarias.
Exteriormente todo parecía correcto, pero las cosas consagradas a
Dios eran usadas para fines mundanos. Los compradores y vende-
dores no tenían respeto a Dios, sino que querían ganar dinero. No se
observaba la reverencia apropiada para Dios y el lugar santo, reser-
vado para el servicio de Dios, se había rebajado y convertido en un
mercado común.

C. Jesús purifica el templo


Encontró en el templo a El Señor Jesús se apena por todo lo que está pasando aquí. Antes, ya
los que vendían bueyes, había actuado contra este abuso vergonzoso (Juan 2:14-16), dejando
ovejas y palomas, y a los una impresión profunda, al menos durante algún tiempo. Pero, no
cambistas que estaban allí había habido una solución definitiva. Jesús actuará ahora más seve-
sentados e hizo un azote ramente que la primera vez. Él entra en el santuario. Mateo lo des-
de cuerdas y echó fuera cribe como el templo de Dios. Como antes, Jesús no perdona a los
del templo a todos, con hacedores del mal. Arroja afuera todo lo que no pertenece al templo.
las ovejas y los bueyes; Saca todo lo que es profano. No actúa en un ataque súbito de ira,
también desparramó las sino que su ira es deliberada y cierta.
monedas de los cambistas
y volcó las mesas; y dijo a Jesús comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el
los que vendían palomas: templo; y volcó las mesas de los cambistas, de tal forma que las mo-
--Quitad esto de aquí, y no nedas rodaban por todas partes, y también las sillas de los que ven-
convirtáis la casa de mi dían palomas fueron volcadas; y no consentía que nadie atravesase el
Padre en casa de mercado. templo llevando utensilio alguno (Marcos 11:15, 16). ¡Todo tenía que
Juan 2:14-16 cambiar! Ni siquiera una sola violación es tolerada. Jesús los expulsa
a todos, ¡lejos!
Ninguno de los comerciantes y cambistas de dinero piensa en opo-
Yo los llevaré a mi santo nerse a la fuerte reprensión de Jesús. Jesús no espera la aprobación
monte y los recrearé de los sacerdotes principales que han abandonado su deber.
en mi casa de oración;
sus holocaustos y sus ¿No es Jesús el Rey? Es el Hijo de Dios y no tolerará que la casa de
sacrificios serán aceptados su Padre sea usada para cualquier cosa, y que el honor del Señor
sobre mi altar, porque mi sea pisoteado por estos siervos del templo. Jesús habla duramente,
casa será llamada casa pero la justicia está de su lado. Como antes, él cita la Escritura para
de oración para todos los respaldar su acción. ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de
pueblos. Isaías 56:7 oración para todas las naciones? Mas vosotros la habéis hecho cueva
de ladrones (Marcos 11:17; Isaías 56:7 y Jeremías 7:11) ¡La casa de
oración para todas las naciones había sido convertida en una cueva
¿Es cueva de ladrones de ladrones!
delante de vuestros ojos
¡Cuán chocante es esta escena! Jesús, el Rey rechazado, sabe que
esta Casa, sobre la cual es
a su debido tiempo el templo será destruido, pero no tolera que este
invocado mi nombre? Esto
sea usado para propósitos malos. Prohíbe las cosas que son sacríle-
también yo lo veo, dice
gas. Él gobierna su casa para que esta pueda ser de verdad una casa
Jehová. Jeremías 7:11
de oración.

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Nuevo Testamento

Jesús mantiene constantemente el honor de su Padre. El templo ha- Referencias / Notas


bía sido consagrado exclusivamente al servicio de Dios. ¡Los princi-
pales sacerdotes deben ser reprendidos severamente por tolerar este
abuso! Ellos merecen ser censurados por su falta de cumplimiento
en la labor que se les había encomendado, y también porque están
confabulados en planear el asesinato de Jesús, para sacarle de su
camino.
El propósito de limpiar el templo no es solo para detener las transac-
ciones comerciales. Este bullicioso cambio comercial representa a
los pecados de los líderes y de la gente. La profanación del templo
es una señal de la degeneración espiritual. Demuestra que tienen
la misma mentalidad de sus antepasados en el tiempo de Jeremías,
quienes se hundieron al nivel de las obras muertas y confiaron en
una forma exterior de religión.
Ellos están igual que sus antepasados. Ellos no sirven de verdad a
Dios y quieren matar al verdadero Mesías. La limpieza del templo tam-
bién les advierte, llamándolos a arrepentirse de su malos caminos.
Todos necesitamos recordar que el Señor requiere reverencia para su
palabra y servicio. ¿Cómo actuamos en la iglesia, en la Escuela Do-
minical, mientras se ora y durante la lectura de la Biblia? ¡Nosotros
debemos ser reverentes cuando nos ocupamos de las cosas de Dios!
No podemos tolerar las cosas que profanan el servicio de Dios.
Sin embargo, la reverencia externa no es suficiente. No puede haber
una verdadera religión sin una forma apropiada, pero tampoco pue-
de haber una forma sin un contenido. Dios es Espíritu y los que lo
adoran, deben adorarle en espíritu y en verdad.

III. COMO ES RECIBIDO JESÚS EN JERUSALÉN


A. Jesús es alabado por los niños
El Rey, del que habla la profecía de Zacarías, trae la paz y el juicio. Él librará al menesteroso
Es el gran ayudador de los pobres (Salmos 72:12-13). Y vinieron a él que clame y al afligido
en el templo, ciegos y cojos, y los sanó (Mateo 21:14). Estas personas que no tenga quien
fueron traídas al Salvador y realizó milagros para los necesitados de lo socorra. Tendrá
Israel. De esta forma, hizo del templo del Señor un lugar de verdade- misericordia del pobre y
ra compasión. del menesteroso; salvará la
El Rey se ha revelado en la casa de su Padre. Ha realizado hechos vida de los pobres.
majestuosos y poderosos y ha concedido favores reales. ¿Lo recono- Salmos 72:12-13
cerán las personas y lo recibirán ahora? Solo algunos niños, aclama-
ban en el templo y diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! Los adultos no
lo alaban. Los niños oyeron lo que ayer dijeron los adultos y lo conti-
núan repitiendo aquí en el templo. ¡Cuán glorioso es que las lenguas
de los niños alaben al Salvador!
Jesús no rechaza su alabanza. ¡Él quiere también ser alabado por los
niños y los defiende cuando son criticados! Los principales sacerdo-
tes y los escribas no pueden soportar la alabanza de los niños. Estos
vieron las maravillas que hacía, y no las negaban. Aquellos oyen a los
niños jubilosos y no se atreven a detenerlos, pero no pueden parar de
mostrar su enojo. No soportan oír estos “Hosannas” que reconocen

| 375 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas a Jesús como el Mesías. Y ellos se indignaron y le preguntaron con


enojo a Jesús: ¿Oyes lo que estos dicen?
De la boca de los niños y El Señor Jesús toma el lado de estos niños que alaban, contra los
de los que aún maman, hombres sabios de Israel que rechazan al Mesías. Las alabanzas de
fundaste la fortaleza a estos niños afirman la profecía del Antiguo Testamento. Cristo seña-
causa de tus enemigos, la esto (Salmo 8:2) cuando contesta: Sí; ¿nunca leísteis: De la boca
para hacer callar al de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza? Él no
enemigo y al vengativo. dice, ellos son solo niños; no los tomen demasiado en serio. Al con-
Salmos 8:2 trario, las alabanzas balbuceadas por los niños muy tiernos --de los
que maman (los niños eran normalmente amamantados por mucho
más tiempo en el oriente) son tal tributo al Señor que esto silencia a
sus enemigos. ¡El Señor es glorificado cuando los niños pequeños lo
alaban como Salvador! ¡Esta verdad debe ser un estímulo para que
ministremos a los niños pequeños!

B. Jesús calla la boca de sus enemigos

Respondió Jesús y les dijo: Jesús impone silencio a sus enemigos refiriéndose a un hermoso
--Destruid este templo y salmo (Salmo 8:2). Nos preguntamos, ¿cómo es posible que estos
en tres días lo levantaré. enemigos se atrevan a venir contra él? No pueden ver que la misión
Juan 2:19 de Cristo es purificar a las personas del pecado, y se niegan a reco-
nocerlo a como su Rey. Por un momento son tomados desprevenida-
mente, pero están ofendidos porque Jesús hizo lo que ellos debían
hacer. Por tanto, al día siguiente, vienen de nuevo a él, mostrando
cuán altivos son y le preguntan: ¿Con qué autoridad haces estas co-
sas? ¿Y quién te dio esta autoridad? Jesús no se niega a contestarles.
En su primera fiesta de la Pascua, se había referido a su muerte y
resurrección (Juan 2:19). Ahora, él sólo les recuerda la implicación
del testimonio del profeta Juan el Bautista, ampliamente reconocido.
Les contesta con una pregunta sobre este heraldo.
Las bocas de los sacerdotes y escribas son cerradas. Su corazón
está lleno de odio y buscan con más ahínco la manera de destruirlo,
pero no pueden hacer nada sin crear un alboroto entre el pueblo
(Marcos 11:18). Las personas están asombradas por su enseñanza
(Lucas 19:48). No hay ninguna duda de que ellas todavía están del
lado de Jesús. Por tanto, los sacerdotes y escribas no se atreven a
actuar. ¡Sin embargo, esto pronto cambiaría!
Es terrible ser como los sacerdotes principales. No quisieron aceptar
la advertencia bien merecida. Y no serán corregidos ni retrocederán
de su plan malvado. Los que se endurecen a sí mismos, serán ven-
cidos por el mal.

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Nuevo Testamento

48
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

LA PARÁBOLA DE LOS LABRADORES


MALVADOS
Textos de referencia:
Mateo 21:33-46; Marcos 12:1-12; Lucas 20:9-19

Versículo para memorizar:


¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan
grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor,
nos fue confirmada por los que oyeron. Hebreos 2:3 Entró Jesús en el templo
de Dios y echó fuera a
todos los que vendían y
INTRODUCCIÓN compraban en el templo;
volcó las mesas de los
Hay mucha acción en esta parábola y el tema principal es bien claro. cambistas y las sillas de
Esta debe ser colocada en su contexto histórico y referirse al Rey los que vendían palomas,
Jesús cuando entró a Jerusalén el domingo de Ramos. ¡Esa fue una y les dijo: “Escrito está:
entrada triunfal! El Salvador fue rechazado por el pueblo de Jerusa- “Mi casa, casa de oración
lén y no se defendió a sí mismo. será llamada”, pero
Jesús pasó las noches en Betania durante su visita a Jerusalén. Du- vosotros la habéis hecho
rante el día, visitó el templo del Señor, la casa de su Padre, y arrojó cueva de ladrones”. Y en
afuera todo lo que no pertenecía allí. También realizó obras de mise- el templo se le acercaron
ricordia: sanó al ciego y al cojo, alabó a los niños y los protegió de ciegos y cojos, y los sanó.
la crítica de los escribas, y proclamó el evangelio al pueblo (Mateo Pero los principales
21:12-16). sacerdotes y los escribas,
viendo las maravillas que
¡Qué contraste con los enemigos de Jesús! Estos lo amenazaron de hacía y a los muchachos
muerte e hicieron planes para asesinarlo, mientras él continuaba su aclamando en el templo
obra, sabiendo que dentro de pocos días ¡sería crucificado! y diciendo: “¡Hosana
Mientras Jesús estaba en el templo, los principales sacerdotes, los al Hijo de David!”, se
escribas y los ancianos no paraban de acosarlo. Habían sido negli- enojaron y le dijeron: --
gentes en sus deberes al no controlar a los mercaderes y habían ¿Oyes lo que estos dicen?
permitido que los cambistas continúen su trabajo. Jesús les dijo: --Sí. ¿Nunca
leísteis: “De la boca de
Confrontaron con enojo al Señor Jesús y le demandaron: ¿con qué los niños y de los que aún
autoridad haces estas cosas? ¿O quién es él que te ha dado esta auto- maman, perfeccionaste la
ridad? (Lucas 20:1-2). Ellos le dejaron saber que aquí tenían el control alabanza”?
y él no tenía permiso para actuar como lo hacía. Mateo 21:12-16

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Jesús, efectivamente, confrontó su acusación con una pregunta. El


bautismo de Juan, ¿era del cielo, o de los hombres? Él quiso que los lí-
deres recordaran que tiempo atrás Juan el Bautista les había respon-
dido a su pregunta. Juan había declarado que Jesús era el Mesías.
El Señor lo que destaca de su discusión con estos hombres es: si
ustedes, sacerdotes y escribas, reconocieron que Juan era el profeta
enviado por Dios (y ellos efectivamente así lo reconocieron), deben
creer el testimonio de Juan con respecto a mí, es decir, que yo soy
el Hijo del Padre. Por tanto, como Señor del templo, ¡tengo más au-
toridad que ustedes y no tengo que pedirles permiso para hacer lo
que hice!
Respondiendo Jesús, Los sacerdotes y escribas están avergonzados, pero no quieren re-
les dijo: --Os haré yo conocer la verdad. En este momento solo están interesados en su
también una pregunta. propia seguridad y, por tanto, razonan que es mejor no decir nada
Respondedme: El por el momento. Temen que el pueblo los apedree. Por tanto, el Señor
bautismo de Juan, ¿era del Jesús los avergüenza al no responderles su pregunta (Lucas 20:3-8).
cielo, o de los hombres? Sin embargo, él no los deja tranquilos tan fácilmente. Los avergon-
Entonces ellos discutían zará aún más. Cuando Jesús termina de narrar la parábola de los
entre sí, diciendo: --Si dos hijos (Mateo 21:28-32), les recuerda los privilegios superiores
decimos “del cielo”, dirá: que han acumulado para sí, desenmascara su maldad y pone al des-
“¿Por qué, pues, no le cubierto su culpa espantosa. Ese es el propósito de esta parábola,
creísteis?” Y si decimos la que narró al pueblo (Lucas 20:9), aunque principalmente estaba
“de los hombres”, todo
dirigida a los líderes de Israel. Ellos estuvieron entre el pueblo y la
el pueblo nos apedreará,
escucharon.
porque están persuadidos
de que Juan era profeta. La parábola también demostró la paciencia abundante de Jesús, pa-
Respondieron que no ciencia que evidenciaba su gran amor. Esta aumenta la culpa de los
sabían de dónde era. líderes y muestra el juicio justo de Dios sobre sus actividades pasa-
Entonces Jesús les dijo: das, presentes y futuras. Por tanto, veamos la culpa de Israel en:
--Yo tampoco os diré con I. El pasado
qué autoridad hago estas
cosas. Lucas 20:3-8 II. El presente
III. El futuro

I. EL PASADO
A. La primera parte de la parábola
Cristo se refiere a un padre de familia, o propietario de un terreno,
que plantó una viña. La ilustración es clara. En Israel había muchas
áreas de tierra fértil y exuberante, plantadas con viñas magníficas.
Este hombre ni compra ni hereda una viña existente, sino que planta
una nueva contra la ladera asoleada de una montaña. Brinda el más
sumo cuidado a esta viña para que produzca frutos buenos.
El propietario no sólo intenta recoger las uvas, sino que también
quiere procesar la fruta. Por tanto instala un lagar, que consiste de
dos tanques. Uno es colocado un poco más alto que el otro. Las uvas
son aplastadas al caminar sobre ellas con los pies desnudos, en el
tanque superior. El jugo fluye hacia abajo y cae al siguiente contene-
dor. Luego es puesto en odres de cuero o en vasijas de barro.

| 378 |
Nuevo Testamento

El propietario también construye una torre alta, para que un cuida- Referencias / Notas
dor vigile toda la viña desde allí. Cuando todo está listo, se arrienda la
viña a unos labradores (inquilinos). Estos quedan a cargo de la viña
y el propietario se va lejos (Mateo 21:33). Parte de la cosecha servirá
para pagar al propietario la renta.
Cuando se acercó el tiempo de la cosecha, el propietario envió a sus
siervos para que recibiesen los frutos de la viña. Los inquilinos mal-
trataron a los siervos y los enviaron devuelta con las manos vacías.
El propietario no se rindió, sino que envió de nuevo otros siervos.
Estos siervos fueron tratados peor. El propietario es muy paciente y
los prueba enviando a otro siervo, pero va de mal en peor. Los inquili-
nos no están en lo más mínimo preocupados sobre los derechos del Vosotros me seréis un
propietario. Obstinadamente rehúsan pagar la cantidad debida y se reino de sacerdotes y gente
guardan todo el fruto para sí mismos. Hasta el último, ellos maltra- santa”. Estas son las
tan a los siervos muy malamente; a uno golpearon, a otro mataron y palabras que dirás a los
a otro apedrearon. ¡Sus acciones son vergonzosas! hijos de Israel. Éxodo 19:6

B. El significado y la aplicación Ahora, pues, Israel, ¿qué


pide de ti Jehová, tu Dios,
El propietario de la viña representa a Dios. La viña no se refiere direc- sino que temas a Jehová,
tamente al pueblo de Israel (como se indica en el Salmo 80 e Isaías tu Dios, que andes en
5), sino que se refiere al reino de Dios (Mateo 21:43). El Señor otorgó todos sus caminos, que
mucha gracia sobre Israel que, a diferencia de otras naciones, pose- ames y sirvas a Jehová,
yeron y poseían muchas bendiciones y privilegios. La viña, el lagar y tu Dios, con todo tu
la torre representan los medios de gracia dados a los israelitas por la corazón y con toda tu
ley y los profetas. El pacto y las ceremonias religiosas fueron dados alma, que guardes los
a Israel para ejercitar su fe, con el propósito de que ellos puedan mandamientos de Jehová
ser un sacerdocio real y un pueblo santo para servir al Señor (Éxodo y sus estatutos, que yo
19:6). te prescribo hoy, para
Los frutos que el propietario de la viña buscaba representan la fe, que tengas prosperidad?
la obediencia, la justicia, el amor, el agradecimiento y la confianza Deuteronomio 10:12-13
en el Señor (Deuteronomio 10:12-13; Miqueas 6:8). Los labradores
(inquilinos) son los líderes de Israel y los representantes del pueblo.
Ellos son sus oficiales y gobernantes religiosos en la función de sa- Hombre, él te ha
cerdotes y escribas. Dios les había dado la comisión de enseñar al declarado lo que es bueno,
pueblo a caminar en los caminos del Señor y a guardar su ley. Podían
lo que pide Jehová de ti:
esperar legítimamente recibir compensación por sus labores, reci-
solamente hacer justicia,
amar misericordia y
bían un ingreso por ejercer su oficio (Cantares 8:12). Los siervos son
humillarte ante tu Dios.
los muchos profetas fieles que, a través de las edades, defendieron
Miqueas 6:8
los derechos de Dios y fueron sus mensajeros.
¿Qué ha hecho Israel con sus privilegios? ¿Cuál ha sido la actitud
Pero te provocaron a ira
de sus líderes? El Señor dejó la viña a su cuidado, ¡pero miremos la
y se rebelaron contra ti,
historia de Israel! Ellos no dirigieron a las personas para servir al
y echaron tu Ley tras
Señor, sino que abusaron del altar y del templo, del pacto y de las
sus espaldas, mataron
ceremonias religiosas, para promover su propio honor, poder y bene-
a tus profetas que los
ficio. Ellos rechazaron a los profetas y los mataron (2 Crónicas 16:10; amonestaban a volver
24:21; Nehemías 9:26; Jeremías 7:25-27; 38:6). a ti, y te ofendieron
Recordemos las palabras del Salvador: ¡Jerusalén, Jerusalén, que grandemente.
matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! (Mateo Nehemías 9:26

| 379 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas 23:31-37). Al igual que los de Israel, el Señor nos ha dado las ben-
diciones del evangelio completo en el pacto de la gracia. Pero, ¡él
está buscando frutos! El propósito de Dios al otorgarnos todas estas
obras de la gracia es que podamos producir frutos. ¿Producimos fru-
tos para el Señor?

II. EL PRESENTE
A. La segunda parte de la parábola
El propietario de la viña ha sido profundamente ofendido por el mal-
trato de sus siervos, y se pregunta: ¿Qué haré? (Lucas 20:13) ¿Tomaré
venganza o intentaré una vez más? Se reviste de paciencia y amor
para tratar de cambiar a estos inquilinos malvados. Tiene un hijo, de
quien dice que es su hijo amado. Y decide enviarlo, pensando que los
inquilinos seguramente escucharán a su propio hijo.
¡Qué despliegue de infinita paciencia y demostración de amor! En
este punto la parábola va más allá de los límites de la probabilidad
humana. ¿Actuaría así algún ser humano después de haber experi-
mentado semejante trato malvado? La comparación sirve para mos-
trar la maldad terrible de los inquilinos.
La demostración sorprendente del amor del propietario no sirve para
que los inquilinos se vuelvan tiernos, se sientan culpables o se arre-
pientan. Su comportamiento no mejora. Están llenos de odio y amar-
gura. Y desvergonzadamente conspiran para matar al heredero. Ellos
lo ven como un competidor más peligroso. No quieren devolver lo
que han robado y usan la fuerza para seguir poseyendo los bienes
que no les pertenecen. Por tanto, dicen entre sí: ¡venid, matémosle,
para que la heredad sea nuestra! (Lucas 20:14)
Su motivación ahora se hace clara: ansían el poder y codicia la pro-
piedad. Los conspiradores llevaron a cabo su plan malvado. El hijo es
arrojado fuera de la viña y después asesinado. ¡Qué terrible!

B. El significado y la aplicación
El significado y la aplicación de esta parte de la parábola son claros.
El Señor Jesús relata esta parábola para describir la actitud que los
líderes de Israel tenían hacia él, desde que se dedicó a su ministe-
rio entre el pueblo. Pone al descubierto sus sentimientos por Jesús,
mientras están parados delante de él. Jesús también predice lo que
harán en unos pocos días: su terrible comportamiento en el concilio
de Caifás, en la cámara de justicia de Pilato y en el monte Calvario.
Cristo conoce lo que le espera. Algunas veces había hablado de su
muerte a sus discípulos y, ahora, habla públicamente sobre esto y
delante de sus enemigos intrigantes.
Esta parábola deja claro cuál fue el propósito de Dios al enviar a su
Hijo. Fue el sacrificio del amor eterno de Dios por la humanidad. En
contraste, la parábola muestra lo repugnante que eran las acciones
de los sumos sacerdotes y escribas. En estos últimos días, Dios no
les envió a uno de sus siervos, ¡sino a su Hijo unigénito amado! ¡Él es

| 380 |
Nuevo Testamento

mucho más grande que los profetas que vinieron antes! Pero rehusa- Referencias / Notas
ron arrodillarse delante de él. Al contrario, la naturaleza despreciable
de su enemistad insensata se reveló ahora.
El tema que está en discusión es: ¿quién es el propietario de Israel,
Jesús o los líderes de Israel? Ellos no quieren reconocer a Jesús de
ninguna manera. El despliegue de la paciencia de Dios sólo sirve
para aumentar su enemistad y amargura. Los hipócritas líderes de
Israel se dan cuenta que han sido desenmascarados.
La expresión quizás cuando le vean a él, le tendrán respeto, no signi-
fica que hay alguna duda. Simplemente expresa la actitud favorable
del propietario hacia ellos. Dios estaba consciente de la clase de re-
cepción que su Hijo recibiría en la tierra. Esta expresión revela lo
sobrenatural del odio de los líderes contra Jesús. Dios no lo envió a
condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo mediante él.
Sin embargo, ¡ellos lo rechazaron y lo mataron!
Estos líderes judíos no tienen excusa. Por naturaleza, el hombre odia
a Dios. No necesitamos una guerra para conocer cómo es el hombre
por naturaleza. El Jesús Santo, hacedor de bienes, comprobó y puso
a la luz el odio del corazón pecaminoso. Esta aversión y el rechazo
del evangelio se oponen al amor más grande posible. Los que per-
manecen en sus pecados, mientras la luz del evangelio brilla sobre
ellos, aumentan la severidad de su juicio. Solo la gracia soberana
puede romper el odio del corazón no regenerado.

III. EL FUTURO
A. La conclusión de la parábola
Al final, el propietario de la viña va personalmente a ver a sus inqui-
linos malvados. La hora de la venganza, largamente pospuesta, ha
llegado. El Señor Jesús hace la pregunta: ¿Qué, pues, hará el señor de
la viña? Algunas personas que rodeaban a Jesús y escuchaban sin
respirar dan la respuesta: Vendrá, y destruirá a los labradores, y dará La piedra que desecharon
su viña a otros (Marcos 12:9). los edificadores ha venido
a ser la cabeza del ángulo.
Esta es la única respuesta posible. ¿Qué más podía esperarse des- Salmos 118:22
pués del trato que el propietario había recibido? La retribución viene
a los inquilinos y da la viña a otros que le paguen el fruto a su tiem-
po (Mateo 21:41) --en todo tiempo hay una cosecha. ¡El Señor Jesús Y Jehová, en un mismo
compele a las personas a decir esto por sí mismas! día, cortará de Israel
cabeza y cola, rama y
Los líderes del pueblo se dieron cuenta que esta conclusión estaba
caña. Isaías 8:14
dirigida a ellos y clamaron: ¡Dios nos libre! (Lucas 20:16). Jesús los si-
lencia con una mirada escudriñadora y, refiriéndose a la profecía del
Antiguo Testamento, dirige su terrible aplicación hacia ellos (Salmos Por eso, Jehová, el Señor,
118:22; Isaías 8:14; 28:16). dice así: “He aquí que
yo he puesto en Sión por
fundamento una piedra,
B. La aplicación de la parábola piedra probada, angular,
Al comprender el significado y aplicación de esta parábola no debe- preciosa, de cimiento
mos pasar por alto este juicio: A los malos destruirá sin misericordia estable. El que crea, no se
(Mateo 21:41). Esta expresión se refiere a la terminación del estado apresure. Isaías 28:16

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas judío y a la destrucción de Jerusalén, que estarán acompañadas por


un sufrimiento indescriptible. La aplicación universal es que al final
La justicia de Dios los impíos recibirán la vindicación justa de Dios. Los enemigos de
por medio de la fe en Cristo no pueden esperar nada bueno. Dios ha sido paciente por un
Jesucristo, para todos los largo tiempo y usó toda clase de medios. Los que continúan opo-
que creen en él, porque no niéndose a él, un día experimentarán las consecuencias terribles de
hay diferencia. oponerse al Señor. Los juzgará cuando la medida de su injusticia
Romanos 3:22 esté llena. Entonces el juicio no podrá ser quitado por más tiempo.
Será terrible caer en las manos del Dios vivo.
Y dará su viña a otros (Marcos 12:9), significa que debido a que los
Ya no hay judío ni griego; judíos rechazaron a su Mesías, la bendición del reino de Dios será
no hay esclavo ni libre; quitada de la nación judía y dada a la Iglesia Cristiana formada por
no hay hombre ni mujer, judíos y paganos. Los judíos perderán su posición privilegiada. Cristo
porque todos vosotros purificará un pueblo para sí mismo de todos los pueblos de la tierra,
sois uno en Cristo Jesús. sin distinción y sin considerar la nacionalidad (Romanos 3:22, 29;
Gálatas 3:28 Gálatas 3:28; Tito 2:14).
Los líderes del pueblo entienden esto muy bien. Crujen sus dientes
Él se dio a sí mismo por con ira cuando escuchan esta predicción. Qué bueno hubiera sido
nosotros para redimirnos si se hubieran arrepentido y sus corazones hubieran sido quebran-
de toda maldad y tados, como David al oír el sermón devastador de Natán. Los líderes
purificar para sí un judíos no quieren ser convencidos. Están endurecidos en su cegue-
pueblo propio, celoso de ra. Su odio está aumentando. A ellos les gustaría sacar su ira sobre
buenas obras. Tito 2:14 Jesús ahora, pero el temor les hace retroceder.
Cuando la predicación del evangelio no nos beneficia, esta aumenta
nuestra condenación. Por tanto, esta parábola tiene mucho que de-
cirnos también. Hay muchos cristianos nominales que no valoran ni
buscan los tesoros espirituales, gloriosos del reino de los cielos. El
Señor Jesús se refirió al Salmo 118:22 cuando pronunció esta pará-
bola. La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser la ca-
beza del ángulo. La piedra que desecharon los edificadores es Cristo
mismo. Los edificadores son aquellos a quienes él se está dirigiendo
con esta parábola. Dios ha exaltado a Cristo, a quien ellos rechaza-
ron, para ser la cabeza del ángulo del templo espiritual del Señor.
El mal que estos líderes han planeado no herirá a Jesús por largo
tiempo. ¡Su camino lo conducirá de la muerte al cielo! Los líderes
de Israel solo se hieren a sí mismos. El que cayere sobre esta piedra
(Mateo 21:44), quien tropiece y le desobedezca, descubrirá que esta
le desmenuzará (Lucas 20:18) por su juicio y castigo severos.
Se confirma aquí la profecía que Simón hizo hace tiempo en el tem-
plo, de que Cristo estaba puesto para la caída y el levantamiento de
muchos (Lucas 2:34). ¡Cuán terrible será para los que un día experi-
mentarán esto! Pero, ¡su mano de amistad está todavía abierta para
los pecadores que se arrepientan hoy!

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Nuevo Testamento

49
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

LA OFRENDA DE LA VIUDA Y LA
PREDICCIÓN DE JESUS SOBRE LA
DESTRUCCIÓN DE JERUSALÉN
Textos de referencia:
Mateo 24:1-39; Marcos 12:41-13:27; Lucas 21:1-27

Versículo para memorizar:


Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y
probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré
las ventanas de los cielos. Malaquías 3:8

INTRODUCCIÓN
Esta lección nos lleva a la mitad de la semana de la pasión del Señor Y todo el pueblo acudía
Jesucristo. Las ocasiones para atrapar al Señor Jesús con preguntas a él por la mañana para
y para oponerse a él con argumentos, han pasado. Las personas fue- oírlo en el templo.
ron a escucharlo desde muy temprano en la mañana. La gente estaba Lucas 21:38
fascinada por las palabras llenas de sabiduría que fluían de su boca
(Lucas 21:38). Aun algunos griegos preguntaron por él, y el Padre de
nuevo dio testimonio de su Hijo (Juan 12:20-36). El final se acercaba.
Jesús había hablado mucho estos últimos días y sus discursos se vol-
vían más conmovedores. Se los puede tratar en cuatro temas:
I. La ofrenda de la viuda
II. La destrucción de la ciudad y del templo
III. El futuro de la iglesia
IV. La segunda venida de Cristo

I. LA OFRENDA DE LA VIUDA
A. Jesús observa al pueblo en el templo
La historia se la relata en pocas palabras (Marcos 12:41; Lucas 21:1-
4), pero es conmovedora y, lo más importante, ¡contiene las últimas
palabras que Jesús dijo en el templo!

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas La viuda, cuyo nombre no sabemos, aparece en escena por un mo-
mento y desaparece muy rápidamente. Sin embargo, esta mujer des-
conocida ha llegado a ser conocida en todo el mundo, dondequiera
que se lee la Biblia, ¡debido a lo que Cristo dijo de ella!
Hay muchas preguntas acerca de esta historia que no pueden ser
respondidas con certeza. Por ejemplo, ¿trajo ella la ofrenda para pa-
gar una promesa? No sabemos. ¿Consideró ella de antemano si tal
vez dar la mitad de sus posesiones sería suficiente? Las Sagradas
Escrituras están en silencio acerca de estas cosas, por tanto las es-
peculaciones son inútiles. La Palabra de Dios no indica lo que ella
pensaba, sino lo que ella hizo. Descubrimos quien es ella por lo que
hizo. ¡Aquí aprendemos verdaderamente que al árbol se lo conoce
por sus frutos!
No sabemos con certeza en qué lugar del templo ocurrió este evento.
¿Se sentó Jesús a un lado de las ofrendas, como algunos traductores
han dicho, o frente a una cierta arca de las ofrendas? Había trece
cajas para las ofrendas, semejantes a trompetas, las cuales eran
colocadas en el patio exterior para las contribuciones voluntarias.
Cada una estaba designada para una causa específica del templo
u otro propósito ceremonial, lo que se indicaba con un letrero. ¿Se
colocaba el dinero en el arca, de tal forma que otros no podían ver
la cantidad o se revelaba la cantidad al sacerdote custodio, como
algunos afirman? ¿Eran las monedas de cobre o de plata? ¿Cuál era
el valor de dos blancas en nuestra moneda?
Las respuestas a estas preguntas varían. Pero, no debemos hacer
caso de todas estas especulaciones porque no tienen nada que ver
con el punto principal. Este es que para Dios, el valor real de un rega-
lo no está determinado por la cantidad. Las circunstancias, la actitud
y la condición espiritual del dador son mucho más importantes.
Es importante reconocer dónde está localizada esta historia en los
evangelios. El contexto forma un contraste relevante con la acción de
la viuda. La historia es precedida por la seria advertencia del Señor Je-
sús a los escribas. Todo el pueblo fue testigo y también los discípulos
de Jesús. Con indignación, Jesús expuso la hipocresía y la terrible co-
dicia de los líderes de Israel. Estos líderes actuaban en forma solemne
y piadosa, pero por detrás estaban cuidando de sí mismos y tomaban
de las personas todo lo que podían. Ellos devoraban las casas de las
viudas con el pretexto de hacer largas oraciones (Lucas 20:46-47).
Las Escrituras parecen decir, ¡miren a esta pobre viuda! ¡Ella viene
sin ninguna pretensión y silenciosamente va al arca de la ofrenda, y
da todo lo que posee para el servicio de Dios! ¡Qué contraste: la codi-
cia ostentosa de los líderes judíos y el amor devoto de la viuda!
Notemos también las cosas que el Señor Jesús no menciona. Mien-
tras él está sentado cerca del arca, levanta sus ojos para observar in-
tencionalmente las actividades a su alrededor. Las personas entran
y salen y todos traen sus ofrendas para el mantenimiento y embelle-
cimiento del templo.
Hay muchas personas ricas que van hacia el arca y ponen mucho
dinero. Esto es bueno y mejor que poner solo una cantidad pequeña

| 384 |
Nuevo Testamento

o nada. El Señor Jesús no desaprueba del todo esta acción. No des- Referencias / Notas
echa las ofrendas generosas de los ricos y no dice nada derogatorio
acerca de ellos. ¡Nosotros tampoco podemos hacer eso! Las grandes
ofrendas son también necesarias para el servicio del Señor y pueden
venir de un corazón sincero también. ¿Acaso no es verdad que a los
que han recibido mucho se les pide mucho?
Las ofrendas generosas del rico no son la ocasión para que el Salva-
dor haga algunas afirmaciones. Él no dice nada acerca de ellos.

B. El Señor nota la ofrenda de la viuda


Pero cuando una mujer pobre trae su ofrenda, el Señor habla. ¡Un
incidente aparentemente insignificante lo motiva a hacer una obser-
vación! Entre las muchas personas hay una mujer que es viuda. Ella
no tiene esposo o alguien que la cuide. Su condición es muy triste
porque ella es también pobre. Todo el sustento que tenía consistía
de dos blancas (Lucas 21:2, 4), solo unos pocos centavos. ¿Qué está
haciendo ella aquí? Esta viuda necesitada no tiene nada que dar, ¿no
es verdad? Más bien ella debería ¡recibir donaciones! Pero, se acerca
y pone las dos monedas en el arca.
El arca ciertamente no se puso más pesada con la adición de estas
dos monedas. ¿No habría sido mejor si ella se hubiera guardado sus
últimas monedas para sí misma? Muchos, en circunstancias simila-
res, hubieran pensado y actuado así. Esta viuda, ¡no! ¡Ella actúa con
desprendimiento porque está motivada por el amor!
El Señor Jesús conoce esto y lo ve. Posiblemente nadie notó a esta
pobre mujer entre la multitud bulliciosa. ¡Jesús lo hizo! Él conoce
su condición y su necesidad, su corazón y su ofrenda. Él mira el
corazón y no puede permanecer callado. ¿No es enviado a testificar
de las grandes obras de Dios? Bien, aquí él destaca una gran obra
del Padre celestial en el corazón de esta mujer. Por tanto, llama a sus
discípulos para que vean lo que ella ha hecho y para hacer algunos
comentarios.
¿Es este incidente tan importante? Escuche lo que el Salvador dice:
De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que
han echado en el arca (Marcos 12:43). La cantidad era insignificante,
sin embargo, en esencia, esta sobrepasó a las grandes ofrendas de
los demás. Jesús remarca la importancia de la acción de la mujer
cuando dice: ¡En verdad os digo! La razón es que todos echaron para
las ofrendas de Dios de lo que les sobraba; mas esta, de su pobreza
echó todo el sustento que tenía (Lucas 21:4). Los otros dieron de su
abundancia y tenían más que suficiente, por tanto, ella dio más que
los otros. Lo que es poco delante de los ojos de los hombres, puede
ser mucho en la estimación de Dios, y también viceversa.

C. La aplicación
Esta historia nos ofrece una lección para ahora y siempre. Dios mide
el valor de nuestro “dar” por la actitud interna de nuestro corazón. La
viuda se da a sí misma en su ofrenda. Su ofrenda es un gran sacrifi-

| 385 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas cio para ella, pero quiere hacerlo porque valora al Señor sobre todo
lo que posee. Pero, ¿cómo continuará ella viviendo? ¡El Señor cuidará
de ella! El corazón generoso de la mujer está lleno de fe.
Calvino remarca que los pobres encuentran un dulce consuelo en
esta historia. Ellos no tienen que venir con las manos vacías delante
de Dios, aunque parezca que solamente pueden dar una cantidad
insignificante para su causa. La generosidad de esta mujer es un
modelo de espiritualidad para todos, sin distinción. Naturalmente,
el ejemplo de ella no tiene que ser seguido literalmente en todo as-
pecto, de tal forma que en algún punto de nuestra vida súbitamente
demos todo para una causa especial. Al igual que en la historia del
joven rico, la demanda no debe ser seguida literalmente por todos.
De este ejemplo, aprendemos la forma y actitud que debemos tener
el momento de dar y que complace verdaderamente a Dios. Debe-
mos preguntarnos, ¿Qué valor pongo al servicio de Dios y qué tan
importante es para mí?
El Señor es digno de nuestras ofrendas y no deberíamos darle lo que
nos sobra. Todas nuestras ofrendas, sin importar cuán grandes sean,
no pueden hacer al Señor del cielo y de la tierra más rico de lo que
ya es. Es su buena voluntad que nosotros demos nuestras ofrendas
para su servicio y causa, para probar nuestra disposición y agrade-
cimiento. El Señor quiere ver si él mismo es realmente nuestro más
alto bien. Por tanto, es una necedad poner valores sobre las cantida-
des y los números. El Señor nota la actitud de nuestro corazón, sea
que demos ofrendas grandes o pequeñas. Él mira la relación entre la
ofrenda y las posesiones.

II. LA DESTRUCCIÓN DE LA CIUDAD Y DEL TEMPLO


Después de este incidente conmovedor, Cristo deja el templo para
nunca regresar. Cuando sale, los discípulos se estremecen por el es-
plendor de la casa de Dios. Están tan impresionados que se dirigen
a Jesús para mostrarle los edificios del templo (Mateo 24:1). Hablan
de las hermosas piedras, de los pilares de mármol blanco del patio
exterior y de las ofrendas (Lucas 21:5). Algunos adornos fueron rega-
lados por Herodes (coronas de oro, escudos y la vid de oro) con las
cuales fueron decoradas las puertas del templo. El edificio es muy
firme y sólido, pero continuamente era agrandado y se añadían más
decoraciones. Los ornamentos de arte levantaban la admiración y la
alabanza.
¡El Señor Jesús conoce el futuro! Les responde con una observación
breve y seria en respuesta al entusiasmo desplegado por los discípu-
los. ¿Ven estos grandes edificios? No quedará piedra sobre piedra,
que no sea derribada (Marcos 13:2).
Jesús y sus discípulos continúan su caminata, van fuera de la ciu-
dad, y suben al monte de los Olivos. Allí, se sientan frente al templo.
La vista de la magnífica ciudad y del templo localizado en la cima del
monte Sión es muy impresionante. Ahora cuatro de sus discípulos,
Pedro, Santiago, Juan y Andrés, le piden una explicación. Ellos de-

| 386 |
Nuevo Testamento

sean una respuesta a las preguntas, ¿cuándo serán estas cosas y qué Referencias / Notas
señal habrá de tu venida y del fin del siglo? (Mateo 24:3).

A. Jesús predice la destrucción de Jerusalén y del templo


Las preguntas de los discípulos dan al Salvador una oportunidad para
advertirles contra el peligro de los falsos cristos que vendrán. En este
extenso discurso, Jesús no sólo predice lo que sucederá dentro de
cuarenta años con respecto al templo, sino que también describe la
escena conmovedora de la destrucción de Jerusalén. Conecta estos
acontecimientos con el anuncio del juicio final del mundo.
Cristo no sólo predijo la destrucción de la ciudad y del templo, sino
también algunas de las señales que indicarían que el juicio estaba
cerca (Lucas 21:10-11). Habrá desastres en la naturaleza y entre las
naciones: terremotos, plagas, enfermedades, hambre y habrá seña-
les en el cielo. Muchas cosas terribles sucederán.
Los autores seculares han dejado registros de estos eventos. Algunos
años antes de la destrucción de Jerusalén hubo muchos terremotos.
Tormentas terribles, huracanes y tornados trastornaron la regulari-
dad normal de la naturaleza. Una plaga terrible ocurrió en la ciudad
de Roma. Durante una estación de otoño, 30.000 personas murieron.
Desde el 59 d.C. no hubo un año que no estuviera marcado por algu-
na clase de desastre terrible.
Una señal inmediata, la cual precederá a la destrucción, es ver a
Jerusalén rodeada de ejércitos (Lucas 21:20). Después de que los
judíos sufrieron de hambre bajo algunos gobernadores romanos,
estalló una severa rebelión. Esta ocasión fue aprovechada por el ge-
neral romano Tito para sitiar la ciudad de Jerusalén en el año 70
d.C. Rodeó la ciudad con su gran ejército y pronto dominó el primer
muro y luego el segundo. Tito se topó con una oposición feroz y al no
poder avanzar más se vio obligado a edificar un muro alrededor de
la ciudad. La miseria dentro de las paredes llegó a ser indescriptible.
Las divisiones y las disputas internas causaron intensas contiendas.
El hambre era terrible hasta el punto que tuvieron que comer cosas
repulsivas. Los hombres se comieron el cuero de sus cinturones y de
sus zapatos. Una mujer enloquecida se comió a su propio hijo.
Lenta pero firmemente los romanos se acercaron. Los judíos se de-
fendieron fanáticamente, pero al final los romanos tomaron la ciudad.
Se volvió imposible escapar y ocurrió un terrible baño de sangre. Los
enfermos y los ancianos fueron cortados en pedazos, las mujeres y
los niños fueron encarcelados y vendidos como esclavos. Muchos
hombres fueron crucificados en el monte de los Olivos. Alrededor de
un millón de judíos perdieron la vida en esta batalla. Los conquista-
dores habían intentado preservar el templo, pero un soldado arrojó
una antorcha ardiente dentro del edificio y no quedó nada de los
hermosos edificios. Se cumplió literalmente la profecía: no quedará
piedra sobre piedra. La profanación completa del templo fue llevada
a cabo por la abominación desoladora (Mateo 24:15). Jerusalén será
hollada por los gentiles y los judíos fueron llevados cautivos a todas
las naciones (Lucas 21:24).

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas El Señor Jesús ve todas estas cosas terribles y se llena de compasión
por el horrible e indescriptible juicio que caerá a todos los que no
puedan escapar (Mateo 24:19). Estos serán verdaderamente los días
de retribución (Lucas 21:22) y será el tiempo de la gran tribulación,
cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la
habrá. Allí habrá gran calamidad en la tierra e ira sobre este pueblo
(Mateo 24:21; Lucas 21:23).

B. El juicio por rechazar al Mesías


Todas estas miserias vinieron sobre Jerusalén por su rechazo al Me-
sías. Cristo anuncia que estos juicios son irrevocables y que no se
puede escapar de ellos.
El juicio sobre Jerusalén es una seria advertencia. La predicción de
la destrucción de esta ciudad está conectada con la profecía de la
destrucción del mundo.
Ambas descripciones fluyen en algunos puntos. La destrucción de la
ciudad santa y del templo es un ejemplo del juicio final que vendrá
sobre toda la tierra. Despreciar al Salvador y rechazar el llamado de
Dios mientras vivimos en el tiempo de la gracia tendrá serias conse-
cuencias.

III. EL FUTURO DE LA IGLESIA


A. Cristo predice la persecución de los creyentes
El Señor Jesús también habla sobre algunos otros asuntos con sus
discípulos. Les menciona el futuro de ellos y el destino que le espera
a su iglesia en el mundo. Ellos no deben pensar que experimentarán
todos estos eventos predichos. Los primeros cristianos sufrirán an-
tes que Jerusalén sufra. Por matar a los profetas y rechazar al Me-
sías, Jerusalén llenará la medida del pecado.
Les dice que antes de todas estas cosas sucedan les echarán mano
y les perseguirán y les entregarán a las sinagogas y a las cárceles. El
odio hacia los creyentes será tan grande que incluso sus familiares
conspirarán contra ellos.
Sus padres y hermanos y parientes y amigos estarán involucrados.
Se levantarán los hijos contra los padres. Les entregarán a tribula-
ción y les matarán y serán aborrecidos de todas las gentes por causa
del nombre de Jesús (Lucas 21:12, 16; Marcos 13:12; Mateo 24:9).
Pensemos, por ejemplo, en la persecución sangrienta de los cristia-
nos por parte de los judíos, registrada en los Hechos de los Apósto-
les (Hechos 4 y 7). Pensemos, también, en la persecución feroz de
los emperadores romanos, como Nerón y otros, que decapitaron a
los cristianos, los colgaron, los ahogaron, los enterraron vivos o los
arrojaron a los animales salvajes.
Pensemos en cómo, desde entonces, esta profecía se ha venido cum-
pliendo a través de los siglos, cuando se persigue a los verdaderos
creyentes de Cristo en varias partes del mundo.

| 388 |
Nuevo Testamento

B. La iglesia persevera y es preservada Referencias / Notas


Sin embargo, la Iglesia Cristiana no ha sido destruida. Al contrario,
mientras más oprimida, más se ha expandido. Antes de que Jerusa-
lén fuera destruida, la Iglesia del Señor encontró un abrigo seguro en
la ciudad pequeña transjordana de Pella. Cristo preservó a su iglesia
durante los días de sufrimiento y miseria.
Debemos entrar al reino de Dios a través de muchas tribulaciones.
Aquel que está sentado a la diestra del Padre conoce a su pueblo y
lo cuida. Por tanto, no necesitamos temer a los que pueden matar el
cuerpo. Ellos no pueden tocar el alma, ni aun cuando la vida de los
creyentes esté en peligro.
El Señor estará con ellos. El ha prometido dar palabra de sabiduría,
la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se opongan
(Lucas 21:15).
El odio encendido del enemigo no tiene otra meta que tratar de des-
truirlos. En el consejo inescrutable de Dios, sin embargo, todas es-
tas terribles persecuciones son medios para testificar de Cristo y su
nombre delante de los gobernantes, de los que están en autoridad y
de otros. Por lo que los creyentes deben permanecer firmes y perse-
verantes hasta el fin.
¡Qué Salvador fiel tenemos! Sus promesas son siempre verdaderas.
Durante los días tenebrosos y tristes, nuestro consuelo está en la
certeza de la fe: ¡el Señor está cerca! Centremos nuestra esperanza
solo en él.
Puede ser que algunos de nosotros tengamos que sufrir por el nom-
bre y la causa de Cristo. Podemos sufrir burlas, desprecios, insultos
o cosas peores. Pero, El Señor es fiel. Lo que cuenta es que nosotros
creamos verdaderamente que él es el Dios Todopoderoso e Inmu-
table, que vendrá como el gran Juez para juzgar a los vivos y a los
muertos.

IV. LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO


A. Las señales de la segunda venida de Cristo
Terribles calamidades naturales y humanas precederán a la segunda
venida visible de Cristo. Habrá guerras, rumores de guerras, toda
clase de miserias causadas por la guerra, alborotos, revoluciones y
calamidades, pero aún no será el fin. Dios ha determinado que estas
señales proclamen su venida a través de los siglos y que sirvan para
que nosotros estemos preparados (Mateo 24:6, 8).
Antes de que Cristo venga de nuevo, el evangelio del reino de Dios
debe ser predicado en todo el mundo, para testimonio a todas las
naciones (Mateo 24:14).
Esto no significa que todas las personas vendrán a la fe. Al contra-
rio, la mayor parte permanecerá con la mente mundana. Ellos no
esperarán su venida en lo más mínimo, aunque la Iglesia siempre lo
predique. Ellos serán tan incrédulos como las personas en los días
de Noé y estarán preocupados solo de las cosas terrenales.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas A pesar de los sueños y de las intenciones de los reformadores del
mundo, no debemos esperar un reino de paz al fin de los tiempos. En
lugar de eso, la desesperanza prevalecerá, porque habrá en la tierra
angustia de las gentes, confundidas, desfalleciendo los hombres por
el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra
(Lucas 21:25, 26).
La venida del Señor Jesucristo será súbita e impactante, como el re-
lámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente (Mateo
24:27). El Señor vendrá con sus ángeles y recogerá a sus elegidos
de todas las partes de la tierra, para llevarlos a la gloria eterna (Ma-
teo 24:31). Cuando los últimos días vengan, será demasiado tarde
para prepararnos a nosotros mismos. Cuando todos vean al Hijo del
Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria (Lucas
21:27), la hora final habrá llegado. El Señor viene a juzgar a todas las
personas y a cumplir su juicio sobre ellas. Entonces será demasiado
tarde para gritar a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y
escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de
la ira del Cordero (Apocalipsis 6:16, 17).

B. ¿Estamos preparados?

Mirad también por Nosotros y todas las personas estamos moviéndonos hacia el día
vosotros mismos, que del Juicio y por esa razón nuestra breve vida es tan seria. Todos, tam-
vuestros corazones no se bién los niños y las niñas, un día aparecerán delante de la silla del
carguen de glotonería y juicio de Cristo. La gran pregunta es, ¿estamos listos? El Señor Je-
de embriaguez y de las sús vendrá inesperadamente, como ladrón en la noche. Por tanto,
preocupaciones de esta en su gran amor, él nos advierte que no vivamos descuidadamente
vida, y venga de repente mientras viajamos hacia ese gran día. Al predecir el juicio, Jesús nos
sobre vosotros aquel día, muestra su preocupación para que seamos salvos. ¡Este es todavía
porque como un lazo el día de gracia! Por tanto, mirad también por vosotros mismos... y
vendrá sobre todos los venga de repente sobre vosotros aquel día (Lucas 21:34-36).
que habitan sobre la faz
de la tierra. Velad, pues,
orando en todo tiempo que
seáis tenidos por dignos
de escapar de todas estas
cosas que vendrán, y de
estar en pie delante del
Hijo del hombre.
Lucas 21:34-36

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Nuevo Testamento

50
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

LA PARÁBOLA DE LAS DIEZ VÍRGENES


Texto de referencia:
Mateo 25:1-13

Versículo para memorizar:


Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del
Hombre ha de venir. Mateo 25:13

INTRODUCCIÓN
Esta parábola trata de la segunda venida del Señor Jesús. Mientras Sabed ante todo que en
más se acerca el final de la vida de Cristo sobre la tierra, más recalca los últimos días vendrán
el mensaje de Maranata (¡Jesús viene otra vez!). El mundo incrédulo burladores, andando
no lo espera porque está preocupado de todo, excepto del retorno de según sus propias pasiones
Jesús. Mientras el fin se acerca, su descuido aumenta, exactamente y diciendo: “¿Dónde
como en los días de Noé y Lot. Hay burladores que dicen: ¿Dónde está la promesa de su
está la promesa de su venida? (2 Pedro 3:3-4). Hay otros que creen y advenimiento? Porque
esperan que el Señor venga de nuevo en algún momento. ¿Pero, es desde el día en que los
eso suficiente? No todos los que esperan su venida tienen la expec- padres durmieron, todas
tativa correcta. No importa cuán rendidos de corazón estén, algunos las cosas permanecen así
de los que esperan entrar en la bendición del cielo serán arrojados. como desde el principio de
¡Es tan necesario estar bien preparados en esta vida para la venida la creación”.
del Señor! 2 Pedro 3:3-4
La parábola de las diez vírgenes nos muestra esta verdad muy clara-
mente. Estudiaremos
I. La historia
II. Su significado

I. LA HISTORIA
A. Introducción a la parábola
El Salvador quiere describir la situación de la Iglesia de Cristo en el
momento de su retorno y usa un ejemplo de la vida. Jesús no odiaba
la vida; él sólo odiaba el pecado. Jesús usa el ejemplo de diez vírge-
nes que van a una boda. Todos conocen lo que es una boda. En todas

| 391 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas partes del mundo se celebran bodas, aunque las costumbres y las
prácticas difieran en todo lugar. En el oriente donde les encanta las
ceremonias, las bodas se celebran con pompa. El Señor presenta
un caso donde las amigas y conocidos de la novia están esperando
al novio. Ellos lo acompañarán a la casa de la novia donde será el
banquete. Estas mujeres jóvenes lo están esperando para honrarlo.
Su recibimiento indica su devoción. Es de noche y las jóvenes llevan
sus lámparas que están llenas de aceite y un pabilo para que arda,
atado a un palo.
Cinco de ellas han tomado algunas precauciones en caso de que
tengan que esperar un tiempo largo por el novio. Tomaron aceite en
sus vasijas, juntamente con sus lámparas, de modo que tenían acei-
te extra para llenar sus vasijas si la luz dejara de brillar por alguna
razón. ¡Esto no podría suceder! Sería una desgracia para el novio si
ellas no lo pudieran honrar con una procesión de luces.

B. El asunto importante de la parábola


Las otras cinco vírgenes nunca se preocuparon y no tomaron aceite.
El novio se demoró más tiempo de lo esperado. Primero, atentas, vi-
gilaban y escuchaban atentamente cada sonido que pudiera indicar
que el novio estaba viniendo, pero gradualmente y debido a la larga
espera sus expectaciones decayeron y entonces cabecearon todas y
se durmieron.
¡De pronto, a la medianoche, cuando la oscuridad es más intensa y
el sueño más profundo, el novio aparece! Todos gritan: ¡Aquí viene el
esposo! La procesión está acercándose. Ahora se ve cuán insensa-
tas fueron las vírgenes que no hicieron los arreglos necesarios y no
estuvieron preparadas para recibir al novio en una manera digna.
Rápidamente, las diez jóvenes que se habían quedado dormidas, se
levantaron para preparar sus lámparas.
Las vírgenes prudentes añadieron aceite a sus lámparas, pero las
otras notaron con consternación, nuestras lámparas se apagan y no
tienen aceite. En su aturdimiento, ellas se vuelven a las propietarias
afortunadas de la provisión extra y demandan: ¡Dadnos de vuestro
aceite! Ellas se rehúsan y dicen: para que no nos falte a nosotras y a
vosotras.
Este no es un rechazo cruel. Estas vírgenes prudentes no echan ás-
peramente a las otras vírgenes. Note las itálicas para que no. Las vír-
genes prudentes simplemente señalan que es imposible compartir
el aceite extra, ya que el resultado sería que ninguna de ellas tendría
suficiente. A ellas mismas les faltaría y no habría nadie para dar la
bienvenida apropiada al novio.
Su excusa es razonable. Las vírgenes insensatas tienen que estar de
acuerdo en que las vírgenes prudentes tienen la razón. No hay nada
que ellas puedan hacer sino seguir el consejo: comprad para vosotras
mismas. ¿Será posible remediar este problema en el último momen-
to? Ay, es muy tarde. Mientras están de camino para comprar el acei-
te, el novio llega. Él no las espera. Debían estar preparadas y espe-

| 392 |
Nuevo Testamento

rarlo, aunque se haya demorado tanto tiempo. Han sido negligentes Referencias / Notas
para vigilar y ahora no pueden unirse a la feliz procesión. Cuando
más tarde, ellas tratan de entrar y llaman, ¡Señor, señor, ábrenos!, es
en vano, porque la puerta está cerrada y permanece así. Solo las que
estaban listas cuando el novio vino, con sus lámparas para dar luz en
la oscuridad de la noche, pueden participar en la boda.

II. SU SIGNIFICADO
A. ¿Quiénes están en el Reino de los Cielos?
Jesús no dice esta historia para explicar que algunas veces las ayu-
dantes del novio serán frustradas. Tampoco nos enseña que en la
tierra debemos hacer lo mejor y cuidar que nuestros asuntos estén
en orden, para que cuando la muerte venga inesperadamente y a un
tiempo inconveniente, no tanteamos tomados por sorpresa.
El Señor Jesús tiene algo totalmente diferente en mente. Él está en-
señándonos una lección muy seria. En esta parábola, les enseña a
sus discípulos acerca de su venida al fin del mundo y la necesidad
de estar preparados para este evento.
Debemos ser cuidadosos de no espiritualizar todo en esta parábola.
Sobre esta parábola hay muchas explicaciones grandemente diver-
gentes y algunas veces muy raras, que no tienen base escritural,
sino solo imaginación humana. Por ejemplo, hay muchos que han
afirmado conocer porqué Jesús seleccionó el mismo número de vír-
genes prudentes e insensatas.
Otros han encontrado el significado en los “compradores”. Algunos
sostienen que la “lámpara” representa el corazón, mientras otros
piensan que representa la santificación. Según algunos, el “aceite”
representa los dones de caridad, mientras otros piensan que repre-
senta al Espíritu Santo, la fe o la esperanza. Algunos dicen que el
“sueño” y el “dormir” representan a la muerte, e incluso otros son de
la opinión de que esto denota la tentación.
Pero, no nos interesemos en ninguna de estas nociones, sino debe-
mos concentrarnos en los puntos principales. Nadie necesita estar
incierto acerca de estos. El primero y el último versículo indican el
significado muy claramente. Jesús introduce la parábola con las pa-
labras, Entonces... será y la termina con la advertencia a velar, porque
nadie sabe el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.
¿Cuándo vendrá? Cuando el cumplimiento de todo lo predicho con
respecto a su segunda venida haya tomado lugar (Mateo 24). ¡De-
bemos esperar persecuciones severas, muchos tentadores y un au-
mento terrible de la apatía, pero Cristo vendrá!
En esta parábola, la venida de Jesús es anunciada como algo dulce
y alegre. ¡Viene como el novio! Muchos lugares en la Escritura repre-
sentan el matrimonio como un símbolo de la unión profunda entre
Cristo y el creyente. Vendrá sobre las nubes del cielo como el gran
Juez de los vivos y de los muertos. Sin embargo, aquí habla sobre sí
mismo como el novio. Su Iglesia es la novia, que anhela la venida
que completará su salvación y, por tanto, ella ora por su regreso. ¡Y el

| 393 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Espíritu y la Esposa dicen: Ven! (Apocalipsis 22:17) ¡Ven, tú, Jesús, tan
esperado! ¡La novia va a un banquete glorioso!
Velad, pues, porque En esta parábola el Señor repite en forma remarcable las adverten-
no sabéis a qué hora cias anteriores de vigilar (Mateo 24:42, 44, 46). Él habla sobre el reino
ha de venir vuestro del cielo enfatizando los aspectos de entrar y ser echado. El reino de
Señor. (…) Por tanto, los cielos será semejante a diez vírgenes. Esta parábola trata sobre el
también vosotros estad hecho de estar incluido o ser echado de la gloria futura de este reino
preparados, porque el Hijo cuando Jesús venga de nuevo, exactamente como las diez vírgenes
del hombre vendrá a la experimentaron.
hora que no pensáis. (…)
Bienaventurado aquel
siervo al cual, cuando B. Semejanza y diferencia entre las vírgenes prudentes y las insensatas
su señor venga, lo halle
Todas tienen lámparas, todas han ido a recibir al novio, todas están
haciendo así.
con sueño y, finalmente, todas se quedan dormidas porque el novio se
Mateo 24:42, 44, 46
tarda. Ellas son sorprendidas cuando se las despierta por el clamor de
la venida del novio y todas empiezan a preparar sus lámparas.
Sin embargo, hay una vasta diferencia entre ellas. Cinco son llamadas
prudentes y cinco insensatas. Las vírgenes fueron prudentes porque
consideraron la posibilidad de que el novio se tarde y tomaron aceite
extra. Las vírgenes insensatas fueron negligentes porque no se pre-
pararon. Fueron irreflexivas y descuidadas. Ellas fueron arrastradas
por la emoción de la fe temporal pero, cuando el novio apareció, no
estuvieron preparadas.
Esperé yo en Jehová; Todas las vírgenes tienen la misma tarea: esperar la venida del Señor.
esperó mi alma, en su Eso parece fácil, pero es realmente difícil. ¿Cuántos esperan de ver-
palabra he esperado. Mi dad y con ansiedad? Esto debería ser nuestra preocupación diaria.
alma espera en Jehová Sin embargo, incluso durante tiempos difíciles, la venida de Cristo
más que los centinelas no se la anhela lo suficiente. Nosotros estamos demasiado ocupa-
la mañana, más que los dos con las cosas terrenales. Los afanes de la vida diaria nos hacen
vigilantes la mañana. perezosos espiritualmente y nosotros recaemos de la gracia. No hon-
Salmos 130:5-6 ramos a Cristo cuando no lo esperamos con todo nuestro ser, como
los vigilantes esperan la luz de la mañana (Salmos 130:5-6). Nosotros
no hacemos esto por naturaleza, tampoco podemos, ni lo haremos.
Esperar en forma expectante y permanecer preparado no son obras
encontradas en la tierra, sino que son frutos de la obra llena de gra-
cia del Espíritu Santo en el corazón. Tal espera puede ser realizada
solo en la esperanza cristiana y alimentada por la oración verdadera.
Cuando hay una relación de fe con el Señor Jesucristo, entonces
nosotros también contamos con su venida y lo esperamos.
La distinción entre las vírgenes prudentes y las insensatas no está
completamente expuesta durante el tiempo de la espera de su veni-
da. Mientras se espera la segunda venida del Señor, algunas veces
es difícil distinguir a los creyentes verdaderos de los que tienen fe
temporal y de las personas cuya religión es solamente externa. Ellos
tienen los mismos privilegios externos. Las vírgenes insensatas tam-
bién tenían dones. La iglesia sobre la tierra es una multitud mezcla-
da. Muchos tienen lámparas, pero no tienen suficiente aceite. ¡El día
del Señor Jesucristo traerá la diferencia a la luz! En ese día la distin-
ción entre los que parecen estar unidos en la fe será revelada. En-
tonces sabremos que a pesar de nuestra semejanza externa, había

| 394 |
Nuevo Testamento

una diferencia inmensa. Cuando este día llegue, será públicamente Referencias / Notas
anunciado. Hay un clamor: ¡Aquí viene el esposo! El honor vendrá
cuando la trompeta suene y los muertos resucitarán para escuchar No os asombréis de esto,
la voz del Hijo de Dios, mientras nosotros seremos cambiados en un porque llegará la hora
momento (Juan 5:28; 1 Corintios 15:52). Muchos miles de ángeles cuando todos los que están
acompañarán al Hijo del Hombre cuando aparezca en las nubes del en los sepulcros oirán su
cielo. voz. Juan 5:28
Nadie sabe cuando vendrá ese día. Muchos en la historia han trata-
do de calcular el tiempo de la segunda venida de Cristo, pero ha sido
en vano y pecaminoso. Alrededor del año 1000 d.C. se creyó en forma En un momento, en un
general que el mundo sería destruido cuando el año milenial llegue. abrir y cerrar de ojos, a la
Muchos vendieron todo lo que tenían y esperaron ansiosamente la final trompeta, porque se
víspera del Año Nuevo. Pero esperaron en vano. Pero del día y la hora tocará la trompeta, y los
nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos (Mateo 24:36). Las Escri- muertos serán resucitados
turas enseñan que esto será más largo de lo que la mayoría piensa y incorruptibles y nosotros
que la venida misma será muy repentina. Aun cuando las personas seremos transformados.
estén ocupadas en su trabajo y haciendo planes nuevos, deberán
1 Corintios 15:52
parar súbitamente. Aun cuando el mundo se encuentre rendido a
las lujurias, sus acciones serán interrumpidas. Cada uno está con-
vocado a comparecer delante del trono del Juez celestial. Aunque la
venida del Señor se tarde, siempre será demasiado pronto para los
que no estén verdaderamente preparados.
Esta vida nos ha sido dada para prepararnos para la venida de Jesús.
¡No perdamos el tiempo de la gracia! El tiempo ya no será más y la
mañana de la eternidad está cercana.

C. Lo que estaba oculto es revelado


Todo el que esté preparado entrará. Las vírgenes prudentes prepara-
ron sus lámparas, cada una colocó su lámpara en la estaca y llenó
su vasija con aceite nuevo. Ellas no fueron juzgadas ni condenadas
debido a la debilidad temporal de la carne. Ellas no entraron por-
que habían vigilado cuidadosamente, pues también se habían dor-
mido. Pero cuando el esposo vino, ellas estuvieron listas. Las que
estaban preparadas entraron con él a las bodas. Entrar con Jesús es
poseer la bendición celestial. Un gozo eterno les espera a los salvos
y ellos pueden sentarse a las bodas del Cordero en la gloria eterna.
La puerta se cierra a las tentaciones del pecado, a los problemas, a
las preocupaciones de la vida y a todas las dudas y temores que nos
atormentan tan frecuentemente. ¡Qué bendición!
¡La insensatez de las cinco es expuesta, pero es demasiado tarde!
Un día los ojos de todos serán abiertos y verán lo que les falta, pero
entonces será demasiado tarde. Las vírgenes insensatas fueron
negligentes y pospusieron lo que deberían haber hecho inmediata-
mente. Ellas suplicaron a las vírgenes prudentes, se fueron rápido a
comprar y golpearon fervientemente a la puerta, pero era demasiado
tarde. Cuando es demasiado tarde, nada sirve. Las cinco vírgenes
deben permanecer afuera. Su destino es tan seguro como el de las
que no se esforzaron por entrar por la puerta angosta y que quieren
entrar en el último día, apelando a su familiaridad con Jesús (Lucas

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas 13:24-27). Entonces él dirá inexorablemente: De cierto os digo, que no


os conozco... (Mateo 25:12).
Esforzaos a entrar por la Era imposible para las vírgenes prudentes dar el aceite a las vírge-
puerta angosta, porque nes insensatas. La negligencia de unas no puede ser llenada por las
os digo que muchos otras. Las personas pueden ser los medios para poner a otros en
intentarán entrar y no contacto con Dios, su Palabra y servicio. Debemos trabajar con amor
podrán. Después que el y diligencia, exactamente como Andrés trajo a otros a Jesús (Juan
padre de familia se haya 1:43-46). Pero no podemos dar nuestra fe y santidad a otros. ¡La fe
levantado y cerrado la es personal! Y se cerró la puerta. Desde ese momento terrible, ningún
puerta, y estando fuera mensaje es anunciado para decir que la puerta se abriría de nuevo.
empecéis a llamar a la Sin embargo, otra puerta es abierta ¡la de la destrucción eterna!
puerta, diciendo: “Señor,
Señor, ábrenos”, él, Las vírgenes insensatas fueron echadas, no porque ellas no tenían
respondiendo, os dirá: lámparas, sino porque no las tuvieron encendidas cuando vino el no-
“No sé de dónde sois”. vio. Ellas lo habían ofendido profundamente. Fue culpa de ellas que
Entonces comenzaréis no tuvieran parte en la boda.
a decir: “Delante de ti Entre las insensatas y las prudentes hubo una mínima diferencia,
hemos comido y bebido, pero fue lo suficiente para perderse para siempre. Es mucho peor
y en nuestras plazas que cuando un barco a la vista del puerto seguro es golpeado con-
enseñaste”. Pero os dirá: tra las rocas. Las vírgenes insensatas esperaron la venida del novio.
“Os digo que no sé de Ellas se habían unido con entusiasmo a la procesión para recibirlo,
dónde sois; apartaos de mí pero les faltó perseverancia, como Cristo dice: Mas el que persevere
todos vosotros, hacedores hasta el fin, este será salvo (Mateo 24:13).
de maldad”.
Lucas 13:24-27 Necesitamos fe verdadera, esperanza firme, amor ferviente y oración
perseverante. Un poco de religión no es suficiente para la eternidad.
No solamente los inconversos se pierden, sino también los que pare-
Al siguiente día, Jesús cen pertenecer al Señor Jesús y tal vez tuvieron algunas impresiones,
quiso ir a Galilea; pero Cristo no está en el centro del corazón y de la vida. Por tanto, la
encontró a Felipe y le dijo: advertencia es urgente: ¡prepárese y sea salvo!
--Sígueme. Felipe era de Hay muchos en el reino de Dios sobre la tierra con títulos y posicio-
Betsaida, la ciudad de nes importantes. Ellos son bien conocidos por todos en la congrega-
Andrés y Pedro. Felipe ción, ¿pero los conoce también Jesús? Qué terrible será escuchar de
encontró a Natanael y le su boca: ¡no os conozco!
dijo: --Hemos encontrado a
aquel de quien escribieron Nosotros no podemos estar satisfechos con menos que la gracia ver-
Moisés, en la Ley, y dadera, porque esta no puede ser quitada de nosotros. Necesitamos
también los Profetas: la gracia en esta vida. El último día, es el último para todo el mundo,
a Jesús hijo de José, de pero para todo ser humano el fin decisivo es la hora de su muerte.
Nazaret. Natanael le dijo: Después de la muerte la conversión es imposible. ¡Es tan importante
--¿De Nazaret puede salir que vigilemos y esperemos! Una persona que vigila tiene que mirar
algo bueno? Respondió como si lo que acontecerá está cerca. Una espera larga frecuente-
Felipe: --Ven y ve. mente nos hace perezosos. Aunque esto es entendible, no es una
Juan 1:43-46 excusa. Por tanto, la advertencia es: Velad, pues, porque no sabéis el
día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.

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Nuevo Testamento

51
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS EN LA ÚLTIMA CENA


Textos de referencia:
Mateo 26:17-35; Marcos 14:12-31; Lucas 22:7-23, 31-34;
Juan 13:1, 21-38; 14-17

Versículo para memorizar:


Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio; y bebieron de
ella todos. Y les dijo: Esto es mi sangre del nuevo pacto, que por
muchos es derramada. Marcos 14:24

INTRODUCCIÓN
Esta lección trata de la pasión y del sufrimiento de Cristo en el sen-
tido más profundo de la palabra. Cristo llevó la ira de Dios contra el
pecado durante todo el tiempo que estuvo sobre la tierra en la forma
de un siervo, pero su sufrimiento aumentó grandemente al final de
su vida. El sufrimiento del Señor se volvía más severo mientras se ha-
cía evidente que aquel sin pecado se hizo maldición por el pecado.
Los eventos que serán tratados para el propósito de esta lección
son:
I. La celebración de la última cena
II. La institución de la Cena del Señor
III. El discurso de despedida de Jesús

I. LA CELEBRACIÓN DE LA ÚLTIMA CENA


A. Jesús expresa amor y gozo mientras contempla su muerte
Juan comienza la pasión de Jesús con una descripción conmovedo-
ra. Señala que el Señor hizo todo motivado por un amor inconmensu-
rable por los pecadores, como había amado a los suyos que estaban
en el mundo, los amó hasta el fin (Juan13:1). Este amor lo motivó
para hacer el último sacrificio. Él conocía la gloria que le esperaba.
Pronto pasaría de este mundo al Padre, pero en el camino al trono ce-
lestial atravesaría el valle profundo de la muerte. Sin embargo, Jesús

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas estaba firmemente resuelto a ir por este camino difícil. Él se humilló
voluntariamente a sí mismo para soportar una agonía atroz. Y volun-
tariamente se sometió a la muerte de cruz, pues era la única forma
por la cual los pecadores podrían ser salvos.
Jesús no retrocede, porque está lleno de amor por los pecadores. Él
los amó hasta el fin. ¡Cuán gloriosa es esta inscripción a la entrada
de su sufrimiento!
El Pastor está todavía con sus ovejas. Pronto serán dispersadas, pero
primero él quiere pasar un corto tiempo de tranquilidad con ellas.
Tiene mucho que decirles antes de dejarlas, por tanto les prepara
amorosamente una comida de despedida. La comida pascual, que
todo judío tenía la obligación de celebrar, serviría para este propó-
sito. Jesús nació bajo la ley y estuvo sujeto a la ley, porque como
mediador tenía que cumplir toda la justicia de la ley.
Pronto, los judíos celebrarán la fiesta de la Pascua. Ahora es jueves,
el primer día de la fiesta de los panes sin levadura, el día cuando el pan
se parece a una hostia delgada porque era hecho sin levadura y así
era comido. Los judíos todavía comen pan sin levadura en esta época
del año (Mateo 26:17).
La fiesta de la Pascua fue instituida la noche en que Israel salió de
Egipto. Un cordero fue matado y comido, y la sangre fue puesta so-
bre los dinteles de las puertas (Éxodo 12). Por siglos, Israel había
guardado estas ordenanzas; fue una excepción en los tiempos de
gran apostasía.
Con el tiempo, la costumbre cambió ligeramente. En los días de Je-
sús, los corderos pascuales solo podían ser sacrificados en el tem-
plo. Muchos visitantes iban a Jerusalén para la fiesta que duraba
una semana. Era costumbre celebrar la Pascua con grupos de al me-
nos diez o máximo veinte personas. La salsa se hacía de almendras,
higos, uvas y otras frutas. Se pasaba la copa de vino cuatro veces y
se cantaba partes del “Hallel” (Salmos 113-118) durante la comida.
El Señor Jesús está ahora en Betania con sus discípulos. Desde allí
dirige a Pedro y a Juan, Id, preparadnos la pascua, para que la co-
mamos (Lucas 22:8). En respuesta a la pregunta donde debía ser
realizada, les da direcciones misteriosas (Lucas 22:8-12). Ni la calle,
ni la casa, ni el nombre del anfitrión son dados. Aparentemente, el
Señor Jesús no dijo el lugar de reunión a propósito, sin duda para
que Judas no tuviera la oportunidad de traicionarlo durante la comi-
da Pascual. Jesús quiere que ellos tengan la oportunidad de celebrar
la pascua sin interrupciones.
Jesús, que es infinitamente rico, es muy pobre en bienes terrenales
(2 Corintios 8:9). No poseía el asno que fue usado para su entrada
triunfal en Jerusalén y no tenía hogar para recibir invitados. Sin em-
bargo, es y sigue siendo el Señor de todo. Por tanto, puede ordenar lo
que desea y prepara los corazones para que le reciban.
El señor (propietario) de la casa no pone ninguna objeción cuando
recibe el mensaje de Jesús. Al contrario, ofrece un gran aposento alto
ya dispuesto y preparado para Pedro y Juan (Marcos 14:14, 15). Este

| 398 |
Nuevo Testamento

aposento era muy apropiado para la reunión y ¡ya estaba preparado! Referencias / Notas
Todos los implementos necesarios, alfombras, bancas, mesas, pla-
tos y utensilios, están dispuestos. Todo lo que los discípulos tienen
que hacer es preparar la comida.
Jesús llega con los otros discípulos cuando cae la noche. Se sienta
con sus doce discípulos a la luz de la lámpara brillante de la Pascua
(Lucas 22:14). Los cuadros que retratan a los discípulos sentados en
sillas alrededor de una mesa son incorrectos.
Jesús lleno de gozo expresa: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros Puestos los ojos en Jesús,
esta pascua antes que padezca! (Lucas 22:15). El sufrimiento no viene el autor y consumador de
a él inesperadamente y está preparado. Conoce todo y sabe que le la fe, el cual por el gozo
espera la cruz. Sin embargo, está lleno del gozo que está puesto de- puesto delante de él sufrió
lante de él (Hebreos 12:2). La gloria lo espera después y quiere hablar la cruz, menospreciando
sobre esto a sus discípulos con agradecimiento y confianza. el oprobio, y se sentó a la
La comida está lista y el Señor Jesús guía una oración de agradeci-
diestra del trono de Dios.
Hebreos 12:2
miento (Lucas 22:17). ¡Qué ejemplo! Después, pasa la copa alrede-
dor por primera vez. Comen y beben juntos, y luego cantan el himno
(Mateo 26:30).
Después de esta noche, seguirá el sufrimiento intenso, ¡pero el Salva-
dor da el encuentro a su muerte con un canto! Es de gran importan-
cia notar cómo Cristo celebra la Pascua. Él mismo será el verdadero
cordero pascual y así cumplirá las ordenanzas de la dispensación
antigua.

B. Incidentes conmovedores y reveladores


Las conductas en el aposento alto son ricas y variadas. Una escena
sigue rápidamente a la otra. Ninguna escena dura lo suficiente para
llegar a ser prominente. Las palabras de gozo profundo son segui-
das por una seria reprimenda cuando los discípulos discuten entre
ellos.
Jesús les respondió: --¿No
El Señor Jesús se pone profundamente conmovido. ¿Por qué? Uno
os he escogido yo a vosotros
de los discípulos no pertenece allí. Es Judas. Cristo conoce quien es los doce, y uno de vosotros
él. Ha estado consciente del desprecio de Judas desde el principio es diablo? Hablaba de
(Juan 6:70, 71), y antes le advirtió sutilmente. Él lo ha tolerado y ha Judas Iscariote hijo de
sido paciente, pero ahora el momento ha llegado para que la verda- Simón, porque él era el
dera identidad de Judas sea revelada a los otros discípulos. que lo iba a entregar, y era
Los discípulos confiaban en Judas completamente. Después de su uno de los doce.
trato con el Sanedrín, Judas continuó engañándolos tan eficazmente Juan 6:70-71
que no sospecharon de él en lo más mínimo. Esto debía cambiar aho-
ra. Cuando llegó el tiempo de desenmascarar al engañador, Cristo se
conmovió en Espíritu (Juan 13:21). No porque estuviera asustado o
era cobarde, sino porque su alma se turbó con dolor al reflexionar so-
bre la traición de Judas y el juicio que inevitablemente le esperaba. El
mismo Salvador que oraría por los transgresores en la cruz, también
tuvo piedad de Judas, porque conocía el estado y el destino de este
engañador despreciable. ¡Jesús se angustió!
Y actuó con cautela. No descubrió directa e inmediatamente la
traición de Judas. Probablemente Pedro se hubiese encolerizado y

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas habría tomado una acción inmediata. Durante el lavamiento de los
pies, el Señor había hecho una alusión encubierta de que uno de
Jesús le dijo: --El que está ellos lo traicionaría (Juan 13:10-11). Ahora hace una declaración pú-
lavado no necesita sino blica cuando se sentaron a la mesa, mientras comían. Con solemni-
lavarse los pies, pues está dad profunda afirma: De cierto os digo que uno de vosotros, que come
todo limpio; y vosotros conmigo, me va a entregar (Marcos 14:18; Lucas 22:21; Juan 13:21).
limpios estáis, aunque no Judas no es nombrado ni identificado. No señalarle abiertamente
todos. Juan 13:10-11 tiene el propósito de instigar a los discípulos a buscar y examinarse
a sí mismos seriamente. Ellos están profundamente sorprendidos y
entristecidos en gran manera (Mateo 26:22), se miran unos a otros
dudando de quién hablaba, y empezaron a preguntarse unos a otros
quién de ellos sería el que había de hacer esto. Finalmente no confían
en sí mismos por más tiempo y preguntan: ¿Seré yo?
El tiempo ha llegado para afirmar quién es el traidor. Cuando Pedro
pide a Juan, que está sentado más cerca de Jesús, para que le pre-
gunte quién es, Jesús lo aclara (Juan 13:25-26). Él remoja un pedazo
de pan y lo da a Judas. En el Oriente, se considera un acto de bondad
cuando el anfitrión distribuye personalmente la comida a los invita-
dos. ¡Eso es lo que está haciendo aquí el Señor Jesús con Judas!
Jesús responde a la pregunta hipócrita de Judas con la respuesta,
tú lo has dicho (Mateo 26:25). Esta es otra forma de decir sí, y dejarle
saber que él está consciente de su traición. ¡Este es el momento!
Porque después del bocado, Satanás entró en él [Judas] (Juan 13:27).
Su amo diabólico ahora ha completado la posesión de él. Judas per-
siste en su traición hasta el momento decisivo final, aun en contra de
un mejor conocimiento. Ahora no hay retroceso. Jesús deja que él se
entregue a su maldad. Judas está irrevocablemente perdido cuando
toma el bocado de la mano de Jesús y sale inmediatamente. Juan
añade la frase significativa, y era ya de noche.
Judas esperaba el reconocimiento terrenal, pues aguardaba los be-
neficios que le traería el formar parte de un reinado terrenal junto a
Cristo como rey de este mundo. Finalmente tomó la resolución de
traicionar a Jesús, cuando su esperanza de obtener la gloria terrenal
al servicio de Jesús no se realizó. Y el caso de Judas se agrava por su
amor al dinero, que es la raíz de todos los males. Debemos examinar-
nos a nosotros mismos si somos sinceros al seguir a Jesús. Cuando
somos tentados a hacer algo malo por dinero, el ejemplo de Judas
debería asustarnos. El ofreció sus servicios a los sacerdotes princi-
pales por un precio: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? (Mateo
26:15). Este ejemplo terrible debería conducirnos a orar: ¡guárdame,
Señor, de ser capturado en la trampa de la codicia!
Inicialmente, ninguno de los otros discípulos entendió lo que Jesús
quiso decir cuando Jesús le dijo a Judas: Lo que vas a hacer, hazlo
más pronto (Juan 13:27). Algunos de ellos pensaron que Judas tenía
que comprar algo para la fiesta o para dar a los pobres. Esto prueba
la confianza ciega que ellos tenían en Judas.
Parecería como si Jesús diera un suspiro de alivio cuando el deber
de desenmascarar al engañador es cumplido y Judas ha salido. Aho-
ra puede hablar sobre su glorificación de nuevo (Juan 13:31-32). No-

| 400 |
Nuevo Testamento

temos que Jesús repite la palabra glorificado ¡cinco veces en este Referencias / Notas
discurso! El Salvador está conmovido, pero no desanimado. No está
asustado por el rumbo de los eventos. Él ve su sufrimiento como
el camino a la gloria. En el sentido más profundo, ¡su glorificación
empezaba ahora!

C. Un argumento y una advertencia


Después de que el traidor se ha ido, hay más trabajo por hacer. Los
restantes discípulos fieles tienen que ser advertidos, particularmen-
te Pedro. Jesús alude a la separación que está a punto de suceder.
Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me buscaréis; pero como dije
a los judíos, así os digo ahora a vosotros: A donde yo voy, vosotros no
podéis ir (Juan 13:33). Pedro no tiene la más ligera idea de lo que va
a pasar y curioso pregunta: ¿a dónde vas? La respuesta del Salvador
levanta su resistencia. Pedro no entiende por qué no puede seguir a
su maestro. Él considera insoportable pensar que estará separado
de Jesús. Quiere permanecer con Jesús porque lo ama sinceramen-
te. Por tanto, Pedro objeta inmediatamente cuando Jesús anuncia,
todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche. No solo que serán
escandalizados, sino que caerán en pecado (Mateo 26:31). Ellos se-
rán esparcidos como un rebaño sin un pastor.
Pedro objeta que él será ciertamente una excepción. Aunque todos
se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré. Pedro honestamen-
te siente lo que dice. No hay razón para dudar de la sinceridad de
su afirmación: Mi vida pondré por ti y dispuesto estoy a ir contigo no
sólo a la cárcel, sino también a la muerte (Juan 13:37; Lucas 22:33).
Sin embargo, él no sabe lo que está diciendo, porque no conoce sus
propias debilidades.
Jesús conoce a Pedro mejor de lo que él se conoce a sí mismo y el
Salvador es fiel en tratar con las almas. Él trata honestamente con
Pedro y lo saca de su error. La pregunta de Jesús es penetrante: ¿Tu
vida pondrás por mí? (Juan 13:38). Y luego predice el pecado terrible
que Pedro cometerá. ¿Qué? ¿Tú pondrás tu vida por mí? ¡Tú me ne-
garás tres veces!
Sin embargo, Pedro con mayor insistencia decía: Si me fuere necesa-
rio morir contigo, no te negaré (Marcos 14:30-31). El ejemplo de Pedro
es contagioso. Los otros discípulos, sin excepción, dicen lo mismo.
La sola idea es intolerable para ellos y no quieren escucharla.
El Señor Jesús no está de acuerdo con la protesta. No retira ninguna La hora viene, y ha
de sus advertencias, sino que añade algo que ellos no han pensa- venido ya, en que seréis
do. Satanás tratará de agarrarlos completamente en su poder. ¡Pero esparcidos cada uno por
él no tendrá éxito! Los discípulos abandonarán a su Salvador y le su lado y me dejaréis solo;
causarán angustia en su naturaleza humana en el momento cuando pero no estoy solo, porque
más anhele su compasión y amor (Juan 16:32). Esto aumentará su el Padre está conmigo.
sufrimiento, pero ¡no desechará a sus discípulos! Juan 16:32
¿Por qué Satanás no será capaz de vencer completamente a Pedro?
No será porque él tiene buenas intenciones y fe en sí mismo. La ra-
zón está en la afirmación de Jesús: yo he rogado por ti, que tu fe no fal-

| 401 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas te (Lucas 22:31-32). ¡El Señor Jesús es el gran Salvador de las almas!
Pedro caerá profundamente porque confía en su propia habilidad,
pero él no es como Judas y será restaurado. ¡Nuestra salvación es
segura con nuestro fiel Salvador! ¡No busquemos nuestra seguridad
en ninguna otra parte!

II. LA INSTITUCIÓN DE LA CENA DEL SEÑOR


A. Instituida por Jesús
Mucho ya ha sucedido en el aposento alto. La noche está cayendo,
pero el Salvador todavía tiene más cosas que mostrarles a sus discí-
pulos. Por ahora, están dolorosamente conscientes de que el sufri-
miento agonizante de su maestro se está acercando. ¡Nadie es más
querido para ellos! Jesús, que los ama hasta el fin, quiere animarlos.
¿Cómo? Instituyendo la Cena del Señor como un recordatorio perma-
nente de su muerte (Lucas 22:19).
Jesús conecta esta cena con la comida Pascual que acaban de ce-
lebrar. Hay todavía pan sobre la mesa y el vino todavía resta en la
copa. Jesús los toma y da gracias. Jesús tomó el pan y bendijo, y lo
partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.
Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de
ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos
es derramada para remisión de los pecados (Mateo 26:26-28).
La institución de la Cena del Señor es muy solemne. ¡El mismo Cor-
dero de Dios la sirve a sus discípulos que están callados! La cena es
instituida durante la noche de la traición, ¡para ser mantenida por
todas las edades! ¿Qué enseña el Salvador aquí? Él conforta a sus
discípulos, como si les dijera: no dejen que la pena por mi muerte
les desanime mucho. ¡Mi muerte es necesaria para su salvación y es
aún más beneficiosa para ustedes que lo que ha sido mi vida de hu-
millación! Por tanto, el apóstol Pablo manda que la muerte del Señor
sea recordada hasta que él venga (1 Corintios 11:26).

B. El significado de la Cena del Señor


La Cena del Señor es un sacramento del pacto de la gracia, que ha
tomado el lugar de la Pascua. Debe ser usada para fortalecer la fe,
porque señala muy claramente a Cristo, quien se dio a sí mismo por
su propia voluntad y los compró por su sangre preciosa. Cuando hay
fe, la Cena del Señor sella la comunión y la unión real de los cre-
yentes con Cristo, que compró su salvación al darse y ofrecerse a sí
mismo por ellos (Catecismo de Heidelberg, Los días del Señor 25,
28, 29, 30).

III. EL DISCURSO DE DESPEDIDA DE JESÚS


A. Jesús conforta a sus discípulos
Todo está terminado y el momento solemne ha llegado para que Cris-
to concluya la reunión en el aposento alto con un discurso de des-

| 402 |
Nuevo Testamento

pedida conmovedor. Nunca fueron habladas palabras más dulces de Referencias / Notas
consuelo.
En un discurso largo y conmovedor, Jesús se dirige a sus discípulos.
¡Ellos debieron estar absortos! El discurso de Jesús es preservado
por Juan (capítulos 14 a 17). ¿Cómo conforta Jesús a sus discípulos?
Les asegura que ellos no serán separados para siempre. Les prome-
te que enviará al Espíritu Santo. Les recuerda que él es su fortaleza
porque él mismo es la vid verdadera. Les asegura su ayuda contra la
enemistad del mundo. Y les reafirma que sus oraciones serán con-
testadas.
Finalmente, intercede por sus discípulos con el Padre en lo que po-
demos llamar su oración Sumo Sacerdotal. ¿Puede usted imaginar
una despedida más apropiada? Primero, Cristo ora por sí mismo y
luego ora por sus discípulos y su pueblo.

B. Jesús ahora intercede por su pueblo en el cielo


¡Los discípulos deben haber estado profundamente emocionados! La
noche empezó con gozo. Se sintieron profundamente avergonzados
cuando su maestro asumió la labor de un esclavo al lavar sus pies.
Profundamente conmovidos, lo observaron desenmascarar a Judas.
Con devoción y solemnidad escucharon cuando predijo cómo ellos
se conducirían unas pocas horas más tarde. Con serenidad y gloria
majestuosa Jesús instituyó la Cena del Señor como un recordatorio
perdurable. ¡La noche terminó con un discurso confortante y una
oración íntima y conmovedora!
Pero ahora, el Señor Jesucristo está en el cielo a la mano derecha del Padre, aquellos que me
Padre, abogando su obra mediadora en beneficio de todo su pueblo. has dado, quiero que
¡Y su oración es siempre escuchada! (Juan 17:24; Hebreos 7:25). donde yo esté, también
ellos estén conmigo, para
que vean mi gloria que
me has dado, pues me
has amado desde antes
de la fundación del
mundo. Juan 17:24n
Por eso puede también
salvar perpetuamente a
los que por él se acercan
a Dios, viviendo siempre
para interceder por ellos.
Hebreos 7:25

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La Historia de la Salvación

52
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS LAVA LOS PIES


DE SUS DISCÍPULOS
Textos de referencia:
Lucas 22:24-30; Juan 13:1-17

Versículo para memorizar:


Yo estoy entre vosotros como el que sirve. Lucas 22:27b

INTRODUCCIÓN
Esta lección trata de un evento importante que tomó lugar en el apo-
sento alto, en Jerusalén, donde se realizó la Pascua la noche antes
de la muerte de Jesús. El énfasis está ahora en la conmovedora y
hermosa historia de Jesús lavando los pies de sus discípulos y no en
lo que sucedió previamente. Esta historia es fascinante porque ofre-
ce algunas lecciones de humildad y valor al hacer labores serviles
en el reino de Dios. El trabajo humilde, que no es frecuentemente
recompensado, es absolutamente compatible con la naturaleza del
reino de Dios.
Al enseñar esta lección será útil discutir:
I. El contenido
II. La acción
III. Su significado

I. EL CONTENIDO
A. Los discípulos tienen un desacuerdo

Y les dijo: --¡Cuánto he Es jueves por la noche. La celebración de la Pascua va a empezar. El


deseado comer con vosotros Salvador desea celebrar esta fiesta con sus discípulos antes de que
esta Pascua antes que él sea tomado preso (Lucas 22:15). Jesús sabe que esto está cerca
padezca! Lucas 22:15 de ocurrir. El fiel Pastor quiere reunir a sus ovejas a su alrededor una
vez más para confortarlas y animarlas antes de que sean esparcidas.
Hay una atmósfera de intimidad y confianza mientras ellos están
juntos en el aposento alto. Pronto su pacífica reunión será pertur-

| 404 |
Nuevo Testamento

bada y la atmósfera creada por el gozo de Jesús se volverá áspera, Referencias / Notas
no solamente porque Judas será desenmascarado, sino también por
el comportamiento de los otros discípulos. El incidente ocurre des-
pués de que la comida empieza. El lavamiento de los pies no ocurrió
cuando la Cena del Señor fue instituida, sino que ocurrió durante la
comida acostumbrada, la cual fue realizada al comienzo de la fiesta
de la Pascua.
Esta es una ocasión solemne, pero pronto se hace evidente que hay
un contraste agudo entre la paz irradiada por Jesús y la pasión sin
misericordia de los discípulos. Jesús está complacido y agradeci-
do de tener la oportunidad de comer la comida pascual con ellos.
Esta fiesta señala literalmente la liberación de los hijos de Israel de
Egipto, pero también señala la liberación de una esclavitud, que es
mucho más severa que la del Faraón.
Jesús está yendo a sacrificarse a sí mismo como el verdadero cor-
dero pascual. Es en este punto que los discípulos se involucran en
una discusión muy desagradable, concerniente a quien es el mayor y
quien tiene el lugar más importante entre ellos (Lucas 22:24).
¡Si solamente ellos se hubieran vuelto a su maestro para pedirle que
resuelva este problema! Pero no, ellos dieron rienda suelta a sus
ambiciones, de tal forma que una feroz lucha interna se encendió
entre ellos. Mientras Jesús está preocupado amorosamente sobre la
protección y preservación de ellos, en vista de la separación que se
aproxima, estos solo están preocupados de sí mismos y luchan por
un trato preferencial. La preocupación de Jesús es que ellos se ale- Entonces entraron en
jen de los intereses y ansiedades temporales sobre el futuro y que se discusión sobre quién
concentren en el reino venidero de Dios, el cual él mismo consumará de ellos sería el mayor.
en la gloria suprema. Jesús, percibiendo los
pensamientos de sus
Mientras están sentados en la comida pascual, los discípulos tam- corazones, tomó a un
bién tienen este reino en mente, pero sus expectaciones están total- niño, lo puso junto a sí y
mente centradas en sí mismos y en su lugar de honor en este reino. les dijo: --Cualquiera que
Jesús les muestra su amor, pero ellos muestran que son deficien- reciba a este niño en mi
tes en amor. Ellos están amargados entre sí y la atmósfera es tensa. nombre, a mí me recibe; y
Había sucedido un incidente similar en el pasado y en esa ocasión cualquiera que me recibe
Jesús había tomado a un niño pequeño y lo había puesto junto a él a mí, recibe al que me
para avergonzarlos (Lucas 9:46-48; Mateo 18:1-4; cf. 20:20-28). envió, porque el que es
Aparentemente ellos habían olvidado esta lección y sus aspiraciones más pequeño entre todos
por el honor se habían despertado de nuevo. Son cogidos en la trampa vosotros, ese es el más
de la ambición y del orgullo carnal. ¡Su condición es más vergonzosa! grande. Lucas 9:46-48
¿No deberíamos estar tristes e incluso ofendidos por este espíritu de
rivalidad y carnalidad en estas personas rectas y religiosas? Cierta- ¿Quién puede discernir sus
mente, ¡pero no deberíamos pensar que ellos son los únicos! ¿Somos propios errores? Líbrame
nosotros diferentes? ¿No somos también fácilmente acosados por de los que me son ocultos.
los errores ocultos y las presunciones? (Salmos 19:12-13). Si nosotros Preserva también a tu
no luchamos contra nuestras malas inclinaciones, estamos permi- siervo de las soberbias,
tiendo que los celos y la rivalidad dañen las buenas relaciones. Los que no se enseñoreen de
que constantemente se ponen a sí mismos en primer plano (propios mí. Entonces seré íntegro
pensamientos y ambiciones, hechos y acciones) no pueden soportar y estaré libre de gran
que los otros sean mejores. rebelión. Salmos 19:12-13

| 405 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas B. La advertencia de Cristo


¿Qué hace el Salvador? Él está consciente de lo que sus discípulos
están haciendo. Ve sus rostros fruncidos y escucha la disputa. ¿Ac-
túa como si estuviera sordo y los ignora o está tan contrariado que
resuelve resignadamente que no tiene nada más que ver con ellos?
¡No! Él es más paciente y continúa buscando el bienestar de ellos.
Aunque le duele profundamente el deseo que ellos tienen por el ho-
nor, no los rechaza. Quiere traer a estos pecadores al lugar correcto,
instruyéndoles y así lo hará, en una manera inusual.
Primero, Jesús quiere hacerles sentir que la pregunta con respecto
al Reino de los Cielos, que los divide, es totalmente inapropiada. Es
natural estar preocupado con respecto a los reinos terrenales. Los re-
yes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre ellas tienen
autoridad son llamados bienhechores (Lucas 22:25). Los gobernantes
del mundo antiguo, tales como el egipcio Ptolomeo III y el Sirio Antío-
co VII, se llamaron a sí mismos benefactores, pero en el reino de los
cielos las relaciones son totalmente diferentes. Esa es la razón por la
Como el Hijo del hombre, cual Jesús los amonesta duramente: ¡mas no así vosotros!
que no vino para ser
servido, sino para servir El Reino de Dios sobre la tierra tiene un origen divino. Este es espi-
y para dar su vida en ritual y, por tanto, es mejor que nadie se eleve a sí mismo sobre los
rescate por todos. otros. Los miembros más distinguidos no pueden mostrar su supe-
Mateo 20:28 rioridad, al elevarse a sí mismos sobre los otros, sino sea el mayor
entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el que sirve.
Literalmente, el significado es que la obra de servir le pertenece a los
Él, siendo en forma de líderes.
Dios, no estimó el ser Jesús usa un ejemplo significativo para enseñarles la actitud apro-
igual a Dios como cosa a piada que es requerida de ellos. Les pregunta: ¿cuál es mayor, el que
que aferrarse, sino que se se sienta a la mesa, o el que sirve? ¡La respuesta no está en duda!
despojó a sí mismo, tomó Jesús tenía el derecho de señalarse a sí mismo y esto agudizó el con-
la forma de siervo y se hizo traste aún más: mas yo estoy entre vosotros como el que sirve. Jesús
semejante a los hombres. es el más grande, pero ¡ha venido a servir! (Mateo 20:28; Filipenses
Más aún, hallándose en 2:7-8). Por tanto, ustedes no deberían discutir sobre el honor vano,
la condición de hombre, sino que deberían con humildad estimar a los demás como superio-
se humilló a sí mismo, res a ustedes mismos (Filipenses 2:3).
haciéndose obediente
hasta la muerte, y muerte Jesús también señala que no es necesario para todos luchar por el
de cruz. Filipenses 2:7-8 mejor lugar, porque está abriendo el camino a la gloria para ellos (y
no solo para algunos de ellos). Él guiará a todos a la gloria. De pronto
el tono de Jesús cambia. Aunque hace la obra de un siervo, él es el
Nada hagáis por rivalidad Rey que soberanamente gobierna su reino y que está completamen-
o por vanidad; antes bien, te consciente de eso.
con humildad, estimando
Aunque los discípulos tienen muchos desacuerdos y defectos se-
cada uno a los demás
veros, ellos tienen un lazo fuerte de devoción al Señor. Ellos no son
como superiores a él
como tantos que inicialmente lo siguieron, pero más tarde se fueron
mismo. Filipenses 2:3
(Juan 6:66). Permanecieron con él cuando fue despreciado, aunque
esto les trajo grandes dificultades. Jesús está consciente de eso y,
Desde entonces muchos de por tanto, les promete la más grande gloria y placer supremo: Yo,
sus discípulos se volvieron pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí para que
atrás y ya no andaban con comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgan-
él. Juan 6:66 do a las doce tribus de Israel.

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Nuevo Testamento

¿Significa esto que ellos ejercerán autoridad y recibirán honor? Sí, Referencias / Notas
pero no independientemente de Cristo. Todo estará bajo él, relacio-
nado a él, en comunión con él y cerca a él (Mateo 19:28; 1 Corintios Jesús les dijo: --De
6:2-3; Isaías 25:6-9; Apocalipsis 19:9). ¡Qué sorprendente! ¡Qué ma- cierto os digo que en la
ravilloso Salvador! Aprendamos de él que es manso y humilde de regeneración, cuando el
corazón. Hijo del hombre se siente
en el trono de su gloria,
vosotros que me habéis
II. LA ACCIÓN DE JESÚS seguido, también os
Ahora Jesús va a actuar. Él no está satisfecho con sólo afirmar la sentaréis sobre doce tronos,
verdad, sino que añade los hechos a las palabras. Un ejemplo es para juzgar a las doce
más eficaz que una instrucción verbal. La enseñanza puede levantar tribus de Israel.
el interés, pero los ejemplos captan la atención. Jesús se coloca a sí Mateo 19:28
mismo en el círculo de la disputa de los discípulos para modelarles
visiblemente lo que significa servir en amor. Hace esto al realizar un
acto impresionante de servicio: ¡lava los pies de los discípulos! ¿No sabéis que los santos
han de juzgar al mundo?
Cristo sabe que después de un corto momento, compartirá la gloria Y si el mundo ha de ser
de su Padre. Entonces, ¿qué hace él? ¿Deja a sus discípulos que se juzgado por vosotros, ¿sois
defiendan por sí solos y que ya no lo molesten más, y se regocija en indignos de juzgar asuntos
la salvación que obtendrá y el descanso que le espera en el cielo? No, tan pequeños? ¿No sabéis
él continúa amándoles hasta el fin. Aunque sabe que ellos pronto que hemos de juzgar a los
lo abandonarán, ¡actúa de una manera supremamente amorosa al ángeles? ¿Cuánto más las
lavarles los pies! cosas de esta vida?
El amor incomparable de Cristo por los pecadores es la gloria del 1 Corintios 6:2-3
evangelio. Nosotros también somos culpables; sin embargo, ¡él ama
a los pecadores! No somos dignos de su amor. Por nuestro pecado,
insensatez y resistencia, nos hacemos constantemente indignos de
El ángel me dijo: “Escribe:
‘Bienaventurados los que
su amor, así como hizo Pedro. ¡Sin embargo, el amor de Cristo no
son llamados a la cena de
mengua! Él hará todo para salvar a los suyos.
las bodas del Cordero’”.
¿No sabe Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las ma- Y me dijo: “Estas son
nos? ¿Entonces nos recordará todavía? ¿No ascenderá inmediata- palabras verdaderas de
mente al cielo? ¡No! ¡Conociendo todas las cosas, se levantó de la Dios”. Apocalipsis 19:9
cena para servir!
Juan relata casi cada detalle de los movimientos de Jesús. Notemos
que Juan da al menos seis detalles. Él se levantó de la cena. Para fa-
cilitar su trabajo de siervo, Jesús se quitó su manto, esto es, su ropa
larga exterior. Tomó una toalla, y se la ciñó.
El Hijo de Dios se para como un siervo delante de sus asombrados
discípulos. Luego puso agua en un librillo y empezó a hacer el trabajo
de un esclavo oriental que realizaba estos lavados.
Él está en silencio y, en cuclillas, ¡desata las sandalias polvorientas y
empieza a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla
con que estaba ceñido!

A. La acción de Pedro
Cada discípulo tiene un turno. Mudos de asombro, ellos observan y
permiten que Jesús haga su trabajo sin impedimento. Cuando Jesús
viene a Pedro y quiere realizar el servicio de un esclavo para él, Pedro

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas no puede contenerse. Él está sorprendido y pregunta con asombro


Señor, ¿tú me lavas los pies?
Viendo esto Simón Pedro, Hay algo loable en la respuesta de Pedro. Se siente profundamente
cayó de rodillas ante Jesús, indigno. Piense en esta respuesta previa (Lucas 5:8) y en el asom-
diciendo: --Apártate de mí, bro de Juan el Bautista (Mateo 3:14). Pedro tiene mucho respeto por
Señor, porque soy hombre Jesús para permitirle que se humille a sí mismo delante de él. Por
pecador. Lucas 5:8 otro lado, su rechazo también implica que a él le falta la gracia para
aceptar el servicio ofrecido gratuitamente por Jesús.

Pero Juan se le oponía, El Señor replica con calma que Pedro no tiene que entender todo, y
diciendo: --Yo necesito ser que solamente debe permitir ser servido y entenderá más tarde. Lo
bautizado por ti, ¿y tú que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después.
acudes a mí? Mateo3:14 Pedro actuó impulsivamente, según la debilidad de su naturaleza. Él
pensó que era más sabio que Jesús y, sin pensar, reafirmó su recha-
zo: ¡No me lavarás los pies jamás! Sin embargo, Cristo no se detiene
y lleva a cabo su intención, y le advierte al discípulo obstinado que
habrá consecuencias serias si no desea ser servido. Si no te lavare, no
tendrás parte conmigo. Esto asusta a Pedro que, de pronto, siente que
todo depende de esta acción, entonces se va al otro extremo y solicita:
lávame, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza.
Esta manera de responder es típica de Pedro. Es precipitado pero sin-
cero. ¡Nada sería más terrible para él que no tener parte con Jesús! No
deberíamos ser demasiado duros con Pedro, sino más bien imitarlo en
su amor por Jesús. El ejemplo de Pedro nos enseña que Jesús requie-
re obediencia absoluta y que podemos con seguridad permitirle que él
decida lo que es mejor para nosotros. Cristo no cumple la última peti-
ción de Pedro. Hace lo que considera necesario. Aunque es el siervo
de todos, es el Señor y demanda perfecta obediencia.
¿Por qué se concentra Jesús en los pies? Él responde esta pregunta:
El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo
limpio. En el texto original, dos palabras diferentes son usadas para
la palabra “lavar”. La primera se refiere a tomar un baño, una cos-
tumbre en Palestina para los que se preparaban para asistir a un
banquete. Al entrar al vestíbulo del banquete, ya no era necesario
tomar otro baño, sino solo lavarse los pies empolvados por el uso de
sandalias abiertas.
Cuando el trabajo de siervo de Jesús termina, se pone de nuevo su
túnica y toma su lugar en la mesa. Inmediatamente explica su acción
inusual, al responder a la pregunta, ¿Sabéis lo que os he hecho?

III. SU SIGNIFICADO
A. Un símbolo
En el aposento alto había agua, un librillo y una toalla de lino, pero
aparentemente no había ningún siervo para lavar los pies a los invi-
tados. Posiblemente, cuando los discípulos se disputaban su lugar
en el Reino, entraron al aposento y omitieron el lavamiento de los
pies. Cuando Jesús realiza el trabajo de limpieza, no es su intención
limpiar solo el polvo de los pies. Hay un significado más profundo en
su acción y él mismo los explica.

| 408 |
Nuevo Testamento

El lavamiento de los pies es una parábola visual, un símbolo sorpren- Referencias / Notas
dente del beneficio espiritual inconmensurable de la limpieza del
pecado. El perdón limpia el alma (Salmos 51:4). La sangre de Cristo
limpia de todo pecado (1 Juan 1:7; 1 Corintios 6:11; Apocalipsis 1:5).
El lavamiento del pecado consiste en el perdón misericordioso del
pecado y la renovación del corazón por el Espíritu Santo (Catecismo Contra ti, contra ti solo he
de Heidelberg, Respuestas 69 y 70). Tal lavamiento es absolutamente pecado; he hecho lo malo
necesario, porque sin este regalo de la gracia no hay salvación. Nada delante de tus ojos, para
inmundo puede entrar en la ciudad celestial (Apocalipsis 21:27). que seas reconocido justo
Escuchar y conocer el evangelio, incluso honrar a Cristo, no es sufi- en tu palabra y tenido por
ciente en sí mismo. Muchos quieren entrar al cielo después de haber puro en tu juicio.
vivido en la tierra según sus propios hechos e ideas, pero ellos no Salmos 51:4
desean la limpieza, sin la cual la entrada a la gloria es imposible.
El que ha recibido un corazón nuevo y limpio también necesita una Pero si andamos en luz,
limpieza diaria, porque continuamente tropieza y se extravía. Aquel como él está en luz,
no puede ir por la vida sin ser tentado. Cada nuevo día se es se- tenemos comunión unos
ducido y tentado desde afuera de sí mismo y desde adentro de su con otros y la sangre de
corazón depravado, porque el “viejo hombre” es una fuente inmunda Jesucristo, su Hijo, nos
de corrupción. La limpieza que Jesús simbolizó por el lavamiento de limpia de todo pecado.
los pies, puede ser solo realizada por el mismo Señor Jesucristo. Si 1 Juan 1:7
vamos a ser librados de nuestros pecados diarios, nuestro carácter y
pecados íntimos, el Señor debe ponerse en cuclillas ante nosotros y
servirnos para concedernos continuamente su perdón y gracia san- Y esto erais algunos de
tificadora. ¡Jesús quiere darnos esto y nunca se cansa de dárnoslo! vosotros, pero ya habéis
Por tanto, ¡vayamos a él con todos sus pecados, pidámosle la gracia sido lavados, ya habéis
con humildad y fe! sido santificados, ya
habéis sido justificados
¿Qué tuvo que hacer Jesús para obtener esto? ¡Mírelo entre sus dis-
en el nombre del Señor
cípulos en la forma de un siervo! El lavamiento de los pies es un sím-
Jesús y por el Espíritu de
bolo de la auto-humillación voluntaria e incomparable de Jesús. Del nuestro Dios.
establo a la cruz, él dio su amor altruista. Nosotros no solo necesita- 1 Corintios 6:11
mos un Salvador que nos enseñe, sino que necesitamos un Salvador
que sufra por nosotros. Su amor lo motivó a descender a las pro-
fundidades de nuestra miseria. Quiso descender tan lejos para que Y de Jesucristo, el testigo
él, el único Salvador, pudiera alcanzarnos, persuadirnos, elevarnos, fiel, el primogénito de
exaltarnos, a nosotros pecadores perdidos, de las profundidades del los muertos y el soberano
pecado para llegar a ser herederos del cielo y compartir con él la glo- de los reyes de la tierra.
ria de su reino eternal. ¡Que su amor ablande nuestros corazones! Él Al que nos ama, nos ha
tiene que servirnos para salvarnos y, por tanto, los pecadores deben lavado de nuestros pecados
permitir ser servidos para ser salvos. No hay otro camino al cielo. con su sangre.
Apocalipsis 1:5
B. Un ejemplo
Hay también un ejemplo en este acto simbólico de Cristo. El Salva- No entrará en ella
dor lo señala. El ejemplo del Señor Jesús nos enseña qué es ser en ninguna cosa impura o
verdad el mayor. Por naturaleza nosotros queremos estar en control. que haga abominación y
No los que gobiernan, sino los que sirven son los más grandes en el mentira, sino solamente
reino de Dios. Jesús es Señor y Maestro; sin embargo, ¡es el siervo de los que están inscritos
todos! ¡Qué lección para nosotros! Los mayores en el reino de los cie- en el libro de la vida del
los son los siervos humildes, amorosos y ayudadores. No debemos
Cordero.
olvidar estas lecciones simples.
Apocalipsis 21:27

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas ¡El ejemplo de Jesús fue muy útil para los discípulos! Porque puso un
alto a sus argumentos sobre quién era el mayor. Con este ejemplo,
Jesús también enseñó a sus discípulos cuál era su llamado. Pues si
yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también
debéis lavaros los pies los unos a los otros. Esto no significa que te-
nían que lavarse literalmente los pies los unos a los otros. Como una
Haya, pues, en vosotros ceremonia externa esto es fútil. No es observando este ritual que no-
este sentir que hubo
sotros cumplimos el mandamiento de Cristo. La imitación verdadera
también en Cristo Jesús.
de Cristo consiste en amarnos y servirnos los unos a los otros. Esto
Filipenses 2:5
tampoco se cumple al otorgar favores a otros con arrogancia, sino
hacerlo con sinceridad y conscientes de que para nosotros es un
privilegio ayudar a otros. Nuestro deseo, lucha y búsqueda debe ser
tener una mente como la de Cristo (Filipenses 2:5). No deberíamos
demandar que otros imiten a Cristo, sino que nosotros primeramen-
te deberíamos actuar en humildad hacia otros.
La gran pregunta, por tanto, es, ¿cuál es nuestra relación con este
Salvador servicial? Hay quienes piensan que su ejemplo es ridículo.
Piensan que si usted quiere hacerse un lugar en este mundo, tiene
que controlar a otros, empujarlos y darles de patadas. Otros piensan
que esta es una hermosa idea, pero no práctica, inútil y no funcional
en nuestro mundo presente. Creen que el dicho de Caín, “¿Soy yo
el guarda de mi hermano?” (Génesis 4:9) es más útil si usted quiere
conseguir algo.
Por naturaleza, todos pensamos que otros deben poner en prácti-
ca negarse a sí mismos. Preferiríamos no practicarlo en nosotros
mismos, especialmente si esto nos cuesta. Un Salvador que solicita
esto de nosotros no encaja en nuestro mundo egoísta. ¿Pensamos
también de esta manera? Si es así, estamos equivocados y sufrire-
mos fatales consecuencias. Jesús es el Salvador verdaderamente
apropiado para nuestro mundo, ¡porque este necesita la clase de
Libertador que él es!
Jesús no está satisfecho con nosotros cuando escogemos mostrar
amor de acuerdo a nuestros propios deseos e ideas. Él, nuestro Se-
ñor y Maestro, demanda que mostremos su amor y él quiere ser obe-
decido. No es suficiente aprobar y alabar la humildad y la utilidad en
otros, sino que debemos practicarlas en nosotros mismos. Conocer
y hacer son dos cosas diferentes.
Recordemos que Jesús dijo, ¡Si sabéis estas cosas, bienaventurados
seréis si las hiciereis! (Juan 14:17). El Señor quiere que los hombres
lo amen, no solo de palabra y lengua, sino de hecho y en verdad (1
Hijitos míos, no amemos Juan 3:18), movidos y fortalecidos por el amor de Cristo. Nosotros
de palabra ni de lengua, somos totalmente dependientes de Dios. Sólo Cristo puede darnos
sino de hecho y en verdad. el poder mediante el Espíritu Santo para hacernos fructíferos en Su
1 Juan 3:18 servicio (Gálatas 6:9).

No nos cansemos, pues,


de hacer bien, porque a
su tiempo segaremos, si no
desmayamos. Gálatas 6:9

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Nuevo Testamento

53
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

EL SUFRIMIENTO DE JESÚS
EN GETSEMANÍ
Textos de referencia:
Mateo 26:36-46; Marcos 14:32-42; Lucas 22:39-46

Versículo para memorizar:


Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad
está dispuesto, pero la carne es débil. Mateo 26:41

INTRODUCCIÓN
Algunos dividen la historia del sufrimiento de Jesús según las divi-
siones del templo de Israel. El aposento alto, entonces, sería el patio
exterior; cuando entramos al jardín de Getsemaní entramos al lugar
santo, el calvario sería el lugar santísimo, donde se obtiene la corona
de gloria con la que el pueblo de Dios es coronado. El precio es alto.
¡Este pueblo es comprado a un precio costoso!
Debemos llenarnos de un profundo sentido de temor y afecto mien-
tras examinamos lo que pasó en el jardín de Getsemaní. Aunque es
una historia muy conocida, es necesario hacer un relato fiel y exacto
de los hechos.
Estos nunca podrán ser lo bastante conocidos porque describen el
camino que el Cordero de Dios siguió mientras se ofrecía a sí mismo
para ser sacrificado.
Los beneficios, los frutos, la necesidad y el significado redentor del
sufrimiento de Jesús se entienden verdaderamente solo cuando se
da una descripción detallada de los eventos. Él tomó el lugar de
los pecadores como su fiador, como el Hijo de Dios, luchador y
conquistador.
Con esto en mente veremos:
I. Los eventos
II. Su significado

| 411 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas I. LOS EVENTOS


A. Jesús va a Getsemaní
La comida pascual ha terminado, el lavamiento de los pies se ha
llevado a cabo, el traidor ha sido señalado, los discípulos han sido
advertidos, la Cena del Señor ha sido instituida, el himno ha sido
cantado, el discurso de despedida ha sido dado y la oración Sumo
Sacerdotal ha sido pronunciada. Ahora es de noche. Allí va Jesús, a
través de las calles silenciosas de Jerusalén, seguido por sus once
discípulos. Abandonan la ciudad, cruzan el torrente de Cedrón y si-
guen por el camino conocido, como solía, al monte de los Olivos. Al
pie de esta montaña está el jardín que se llama Getsemaní, en el cual
entró con sus discípulos (Lucas 22:39; Juan 18:1-2).
Ellos nunca habían estado aquí como ahora. El humor que prevale-
ció en el aposento alto ha cambiado. El sentimiento de triunfo se ha
vuelto melancolía; esta ha cambiado a temor; y el temor se ha tras-
tornado dolor de muerte. El corazón de Jesús no está tranquilo y una
tormenta se desata dentro de él. En el aposento alto, con sus discí-
pulos, había estado con gozo y había ofrecido, con acción de gracias,
su oración. Ahora, siente la necesidad de orar solo. Por tanto, deja a
sus discípulos a la entrada del jardín y les dice: siéntense entre tanto
que voy allí y oro (Mateo 26:36).
Entrando en la casa, Lleva al jardín sólo a tres de sus discípulos. Son los mismos que
no dejó entrar a nadie vieron la resurrección de la hija de Jairo y fueron testigos de su trans-
consigo, sino a Pedro, a figuración en el monte (Lucas 8:51; 9:28). Ellos notaron que Jesús co-
Jacobo, a Juan y al padre menzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera (Mateo 26:37;
y a la madre de la niña. Marcos 14:33).
Lucas 8:51 ¡Qué escena debió haber sido esta para Pedro, Juan y Santiago! Je-
sús parece estar vencido por el dolor. Él no trata de guardar las apa-
riencias delante de sus discípulos, sino que se queja, sin detener
Como ocho días después
el gran dolor que ahora invade su alma. Ellos no pueden quitar su
de estas palabras, Jesús
angustia y él no puede soportar estar con ellos más tiempo. Tiene
tomó a Pedro, a Juan y a
que estar solo y se va un poco más lejos del jardín.
Jacobo, y subió al monte a
orar. Lucas 9:28 Sin embargo, no quiere que sus discípulos se vayan. Será reconfor-
tante para él saber que están cerca, vigilando con él; por tanto, les
pide: quedaos aquí, y velad conmigo (Mateo 26:38) mientras yo estoy
angustiado. Jesús está sólo, a una distancia como de un tiro de pie-
dra de ellos (Lucas 22:41).

B. La oración de Jesús por liberación del sufrimiento


Bajo la sombra de los árboles de olivo en el Getsemaní, Jesús se pos-
tró sobre su rostro (Mateo 26:39; Marcos 14:35). Retorciéndose en
el polvo como un gusano y no como un hombre, él vierte su alma al
Padre en oración. Jesús clama: Abba, Padre, todas las cosas son po-
sibles para ti; aparta de mí esta copa; [eso es, mi sufrimiento amargo]
mas no lo que yo quiero, sino lo que tú (Marcos 14:36).
Recuerde el salmo profético del sufrimiento expresado por la boca
de David muchos siglos antes: No te alejes de mí, porque la angustia
está cerca; porque no hay quien ayude (Salmos 22:11).

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Nuevo Testamento

La oración de Jesús dura un tiempo considerable, pero no le trae paz Referencias / Notas
interna al Salvador atormentado. Se levanta y busca a sus discípulos.
En esta hora difícil, él desea afecto y compañía ¡pero los encuentra
durmiendo! Ellos ni siquiera pueden velar con él por una hora y son
incapaces de darle un poco de alivio ante su copa de sufrimiento ¡ni
siquiera Simón Pedro!
Nada vino de sus buenas intenciones y de su gran conversación.
¿Qué es el hombre? El Señor Jesús no demanda que sus discípulos
lo compadezcan. En lugar de eso, él muestra su compasión y cuida
de ellos cuando les advierte velad y orad, para que no entréis en ten-
tación (Mateo 26:40-41).
Satanás está listo para lanzarse sobre ellos. Estos no solamente han
decepcionado a su maestro al fracasar en darle apoyo, sino que es-
tán en peligro de llegar a ser infieles y caer profundamente. Jesús
ve el peligro. Amorosamente, les advierte, justificando su debilidad
cuando dice: el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es
débil.
Por segunda vez Jesús se aparta para orar. Su oración es esencial-
mente la misma (Marcos 14:39). Su sufrimiento está aumentando
y su alma está atormentada con un conflicto abrumador. La bata-
lla está aumentando en intensidad. Ora más intensamente (Lucas
22:44). Mientras está orando, su sufrimiento se incrementa. Al prin-
cipio oró: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea
como yo quiero, sino como tú (Mateo 26:39), pero en este momento él
ora: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba,
hágase tu voluntad (Mateo 26:42).
Nuevamente, Jesús no recibe apoyo de sus discípulos. Al contrario,
ellos se han dormido de nuevo, porque los ojos de ellos estaban
cargados de sueño (Marcos 14:40). ¡Están avergonzados cuando se
despiertan y se refriegan los ojos! No tienen excusa. ¡Incluso duran-
te esta vigilia agonizante, ellos no pueden ofrecer una palabra de
afecto a su maestro! Ellos solo aumentan el sufrimiento de Jesús,
que sabe que no puede esperar nada más de ellos y entonces les
permite dormir.

C. La fortaleza viene del cielo


El cielo proveerá lo que la tierra le niega. ¡Aquel que resucitó a los
muertos, ahora necesita ser fortalecido! Su petición no es en vano.
La batalla aún no ha terminado. Y el Padre envía un rayo de luz en
la noche oscura del tormento, porque se le apareció un ángel del
cielo para fortalecerle (Lucas 22:43), para que no sucumbiera bajo
su sufrimiento.
Cuando Jesús se retira más lejos, entre la espesura de los árboles
del jardín, para clamar con lágrimas, ofreciendo oraciones y peticio-
nes, su clamor para ser librado de su temor recibe respuesta. No hay
cambio en su petición (Mateo 26:44), sino que en esta oración Jesús
derrama su alma angustiada. Su comportamiento y tono de oración
cambian.

| 413 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Él experimenta de nuevo que sus discípulos, incluso Juan, son inúti-
les en este momento. Encuentra a los tres dormidos. ¡Cómo es po-
sible! Ellos no fueron vencidos por el sueño porque estuvieran muy
cansados, ni tampoco porque fueran indiferentes a lo que estaba
sucediendo, sino que ellos estaban durmiendo a causa de la tristeza
(Lucas 22:45). Sus almas estaban tan sobrecogidas por el dolor, que
este los adormeció. Aunque esto era entendible, sin embargo, era
pecaminoso porque Jesús les había dicho que velaran con él.
La escena de los discípulos dormidos ya no golpea a Jesús. Su cabe-
za está levantada. Más bien les despierta con la pregunta: ¿Por qué
dormís? Y con ironía añade, ¡Dormid ya, y descansad! (Mateo 26:45).
El tono de la advertencia de Jesús indica que es demasiado tarde
ahora y ya no importa lo que ellos hagan.
Sin embargo, ahora ellos se despiertan. Escuchan al Hijo de Dios in-
dicar su deseo, tal como él lo había declarado en su oración al Padre:
¡Basta, la hora ha venido! He aquí, el Hijo del Hombre es entregado en
manos de los pecadores. ¡Levantaos! ¡Vamos! Ya se acerca el que me
entrega (Marcos 14:41-42). La hora ha llegado, el traidor se acerca,
pero el Padre está también cerca y el Hijo está listo para entregarse
a sí mismo en manos de pecadores, ¡por los pecadores!

II. SU SIGNIFICADO
A. El carácter e importancia del sufrimiento de Cristo
Cada corazón conoce su propia amargura. Esto es ciertamente
verdad del Señor Jesucristo. Su sufrimiento humano no puede ser
comparado con ningún otro sufrimiento humano, aunque era el su-
frimiento de uno que era verdaderamente hombre. Él es el Santo
de Dios. Nosotros pecadores, no podemos sufrir como él. Nosotros
nunca podríamos comprender las profundidades de su angustia. Sin
embargo, es necesario conocer y confesar lo que las Escrituras en-
señan sobre esto.
Por tanto, es importante comprender que Jesús no sufrió por sus
propios pecados. ¡De ninguna manera! El carácter de su sufrimiento
fue totalmente sustitutivo y expiatorio. El azote fue puesto sobre él
debido a las transgresiones de su pueblo. Sufrió como su fiador y
mediador.
El mediador no sufre arbitrariamente. Sus emociones no fueron una
simple exhibición. No, los sentimientos que demostró fueron terri-
blemente reales. Él no consideró su sufrimiento ligeramente. ¡Esto
le costó mucho! Su sufrimiento lo afectó completamente, en cuerpo
y alma.
La noche de la Pascua era fría, pero el cuerpo de Jesús estaba tan
afectado que era su sudor como grandes gotas de sangre que caían
hasta la tierra (Lucas 22:44). Esto no significa que el sudor era san-
gre, sino que gotas gruesas de sudor sangriento salían de su cuerpo
y caían sobre la tierra. Se dice que esto ha sucedido algunas veces
en casos de terror extremo. Incluso si no hubiera un ejemplo en la
historia, el testimonio fiel de la Escritura dice suficiente.

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Nuevo Testamento

La severidad del sufrimiento físico de Jesús fue sin paralelo. El punto Referencias / Notas
principal, sin embargo, es el sufrimiento de su alma. Él les dice a sus
discípulos: Mi alma está muy triste, hasta la muerte (Mateo 26:38), es
decir, que el alma de Jesús estaba acosada con tal horror, angustia
y temor que estaba a punto de morir. Fue sobrecogido de dolor. Su
corazón estaba derritiéndose como la cera. Su alma, el centro de sus
sentimientos más tiernos, se llenó de una angustia indescriptible de-
bido a Israel, que en ceguera desdichada, lo había rechazado.
Su dolor fue intensificado por la actitud despreocupada de sus pro-
pios discípulos, aunque eso no era lo más importante. Más que todo,
él sufrió como sustituto por los pecadores, experimentando la ira de
Dios sobre el pecado.
El favorecido del Padre sintió la ira ardiente de su Juez. La ira de Dios Al que no conoció pecado,
había caído sobre él mientras estaba en el estado de humillación. por nosotros lo hizo
Esta ira había estado restringida hasta ahora, pero aquí en Getse- pecado, para que nosotros
maní fue derramada sobre él. En el Jardín de Getsemaní, Jesús fue seamos justicia de Dios en
oprimido por la ira de Dios hasta el polvo de la tierra. Vio el horror él. 2 Corintios 5:21
completo del pecado. Esta culpa terrible fue echada sobre él y tuvo
que llevar el castigo en su horror absoluto. Debía experimentar la
maldición porque estaba hecho para ser pecado (2 Corintios 5:21).
Su naturaleza santa y humana se estremecía ante la vileza del peca-
do, que nosotros tan frecuentemente abrazamos y mantenemos.
Además, Satanás lo atacó con sus tentaciones más poderosas. Esto
no debe ser olvidado. Lucas lo señala cuando dice que Jesús estaba
en agonía (Lucas 22:44). Jesús no estaba en agonía porque se resis-
tía a la voluntad santa de Dios. Él estaba siendo estrangulado por los
tormentos de la muerte mientras sentía a su alma acosada con los
terrores infernales y experimentaba la oposición del príncipe de las
tinieblas. Una vez, en el desierto, Satanás había tratado de desviarlo
del camino del sufrimiento; ¡el único camino por el cual la expiación
y la salvación podían ser obtenidas!
Ahora viene de nuevo a tentar a Cristo para que regrese del cami-
no, produciéndole temor y terror. Las fuerzas del infierno han venido
sobre Jesús. Y desciende al infierno (Catecismo de Heidelberg, Res-
puesta 44) y sufre la angustia inexpresable, los dolores, los terrores
y las agonías infernales del maligno, que tiene permiso para llenar
hasta el borde la copa de sufrimiento del Hijo de Dios. Satanás lo
prueba como el tentador y lo asusta como el rey de la muerte. El sím-
bolo de la copa indica una medida completa. Jesús experimenta el
sufrimiento total en un instante. Verdaderamente la copa está llena.
La bebida consiste de ira, juicio, muerte y maldiciones.
El Señor Jesús no es frío e insensible, intocable o indiferente durante
su sufrimiento. Él es verdaderamente hombre y sufre como un ser
humano. Es característico de la naturaleza humana rechazar el su-
frimiento y tratar de escapar de él. Jesús no sufre como los mártires
cuyas almas fueron levantadas, de tal forma que fueron capaces de
alabar a Dios en medio del dolor insufrible. Si vemos a Cristo en el
Getsemaní como un mártir, lo despojamos de su gloria, pues mu-
chos mártires sufrieron más triunfalmente que Jesús.

| 415 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Él sufrió como el sustituto y sintió el castigo del pecado en su natu-
raleza humana. No hubo manera para que él sea perdonado. Esa es
Mas él fue herido por la razón por la que su sufrimiento fue tan severo. La oscuridad cubrió
nuestras rebeliones, molido su alma. Él fue acosado por el dolor, estuvo en agonía. Tenía que ser
por nuestros pecados. así, porque él fue molido por el pecado (Isaías 53:5). Como todos los
Por darnos la paz, cayó seres humanos verdaderos, miró a la muerte, porque la muerte y su
sobre él el castigo, y por maldición significaban la misma cosa tanto para él como para noso-
sus llagas fuimos nosotros tros. No detuvo los clamores de angustia cuando su alma fue molida
curados. Isaías 53:5 y cuando, en anticipación, vio y sintió el sufrimiento más terrible y
maldijo a la muerte, la cual era inminente.

B. La misión y el triunfo de Jesús


El sufrimiento de Cristo fue tan severo y agonizante que se refugió
en su Padre, en oración. En el desierto, confrontó a Satanás con la
espada de la Palabra: ¡escrito está! En Getsemaní, usa el arma de la
oración. Mientras Satanás lo fuerza a rechazar la copa de sufrimien-
to, Jesús ora para que la voluntad de su Padre sea hecha y para no
perecer mientras está bebiendo la copa de su sufrimiento. Usando
la expresión tierna y familiar, ¡Abba Padre!, vuelve su corazón a su
Dios. Su oración no es una oración de rebelión, sino de sumisión a
la voluntad del Padre.
Y Cristo, en los días de El Señor Jesús sabe que debe sufrir. No hay otro camino para que
su vida terrena, ofreció él sea el Salvador de los pecadores. Si hubiese habido otro cami-
ruegos y súplicas con no, este sufrimiento no habría venido sobre él. ¡Jesús quiere hacer
gran clamor y lágrimas al lo que debe hacer! No desecha la copa y no rechaza su contenido.
que lo podía librar de la La beberá completamente y de buena gana. No actúa tampoco con
muerte, y fue oído a causa indecisión. Siente la carga, pero no la arroja. Él tenía esta voluntad
de su temor reverente. sumisa desde el principio y permaneció así hasta el fin. No hay una
Hebreos 5:7-9 vacilación dolorosa entre la primera y la segunda parte de su ora-
ción. Jesús ofrece oraciones y súplicas con fuerte clamor y lágrimas.
Aprendió la obediencia por las cosas que le hacían sufrir (Hebreos
5:7-9). Su sumisión es santa y voluntaria.
Nosotros, en cambio, por naturaleza no estamos de acuerdo con la
voluntad de Dios. Por naturaleza estamos en oposición completa.
Nosotros no decimos, ¡como tú quieras, sino como yo quiero!
Nosotros somos frecuentemente tentados. Si no oramos mientras so-
mos tentados, no es de sorprenderse que no permanezcamos firmes.
La Palabra de Dios y la oración son las armas reales en la batalla con-
tra las tentaciones. Cuando la batalla llegó a ser más severa para el
Señor Jesús, oró más fervientemente. Esto es, oró con la más grande
urgencia y los deseos más fuertes al Padre. Frecuentemente nos rendi-
mos y decimos: he orado tan largo pero esto no parece ayudar. Cuan-
do el sufrimiento y las tentaciones son sentidos más severamente, de-
bemos persistir con más intensidad, mayor urgencia y perseverancia
incesante. Sin embargo, nuestra oración no debería llegar a ser una
demanda. La voz baja debe ser: ¡Sea hecha tu voluntad!
El Padre respondió a su Hijo temeroso. Satanás es completamente
derrotado. Él hubiera ganado si Jesús hubiera dicho, no tu voluntad,
sino mi voluntad sea hecha. El Salvador no retrocede ni por un mo-

| 416 |
Nuevo Testamento

mento, aunque la angustia exprime el sudor de sangre de su cuerpo. Referencias / Notas


Él no se desvía de los límites legítimos y, por tanto, el Padre le apoya.
Fue oprimido por el diablo, pero ahora está fortalecido por un ángel.
Cristo está ahora completamente preparado.
¿Por qué el Padre permite que este terror venga sobre Cristo? Porque
su sacrificio depende de su voluntariado y obediencia. La tentación
de retroceder era para probar al Cordero de Dios, aunque el resulta-
do nunca estuvo en duda. En el paraíso, Adán ejerció desobediencia
deliberada. En el Jardín de Getsemaní, Cristo probó su obediencia.
Esto brilla radiantemente durante la prueba amarga de su alma. Él
es capaz de ser lo que desea ser: el cordero sacrificial, el fiador y el
sustituto. Es la fuente de eterna salvación para todos los que vienen
a Dios a través de él.
Esa es la razón por la que deseaba llevar este sufrimiento indescrip-
tible, para poder salvar a los que son culpables y están perdidos. ¿No
es digno él de nuestro amor?
Satanás sólo quiere nuestra destrucción y no dejará de tentarnos ¡Adúlteros!, ¿no sabéis que
y aterrorizarnos. Cuando nos rendimos a sus tentaciones, estamos la amistad del mundo es
perdidos. Cuando permitimos que la lujuria maligna gobierne sobre enemistad contra Dios?
nosotros, somos una presa fácil para Satanás. ¿Qué nos espera en- Cualquiera, pues, que
tonces? Los que quieren ser amigos del mundo, serán considerados quiera ser amigo del
enemigos de Dios (Santiago 4:4). mundo se constituye en
Debemos aprender a confesar nuestro pecado, luchar contra este enemigo de Dios.
con arrepentimiento verdadero del alma y en fe tomar refugio ante Santiago 4:4
el trono de la gracia, para que podamos entrar a través de la puerta
angosta para ser ayudados en el momento de necesidad. Es imposi-
ble pagar por nuestros propios pecados, tampoco podemos vencer
al pecado en nuestro propio poder. ¡Pero Cristo sufrió en lugar de los
pecadores!

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La Historia de la Salvación

54
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS ES TOMADO PRESO


Textos de referencia:
Mateo 26:47-56; Marcos 14:43-52; Lucas 22:47-53; Juan 18:1-12

Versículo para memorizar:


Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó
por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Isaías 53:6

INTRODUCCIÓN
El sufrimiento de Cristo nunca podrá ser considerado como una na-
rración más de la historia mundial. Esta tiene un carácter totalmente
único. Es la historia del sacrificio del Cordero de Dios y de la expia-
ción del pueblo de Dios. Esta historia, por tanto, no consiste de un
número de obscuras escenas sin conexión, sino que presenta una
consistencia y unidad únicas. El redentor mismo guió esta historia,
paso a paso. Su gloria interna brilló por todo el camino del sufrimien-
to. No importó cuán intenso fue su sufrimiento, él no quiso que sea
de otra manera.
¡Levántate, espada, En esta lección se muestra la grandeza de Cristo mientras sufría.
contra el pastor y contra Se muestra más grande cuando él se humilla más profundamente.
el hombre que me Se revela como el rey que gobierna sobre sus enemigos mientras lo
acompaña!, dice Jehová cercan por todos los lados. Es el pastor que continuará cuidando a
de los ejércitos. Hiere al sus ovejas cuando la hora llegue en que será abofeteado y las ovejas
pastor y serán dispersadas sean esparcidas (Zacarías 13:7). Él es el Cordero de Dios que volun-
las ovejas; yo tornaré tariamente permite que lo aten para ser llevado al matadero.
mi mano contra los Lo que parece una contradicción, armoniza gloriosamente. Los discí-
pequeñitos. Zacarías 13:7 pulos de Jesús lo abandonan, pero no está solo. Está indefenso, sin
embargo es inconquistable. Es tomado preso y, sin embargo, es el
Libertador. ¡Sí, este cautivo atado es el Salvador de los pecadores!
Nosotros veremos cómo esto sucede en las siguientes historias:
I. Jesús y el gentío
II. Jesús y los discípulos
III. Jesús y el Padre

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Nuevo Testamento

I. JESÚS Y EL GENTÍO Referencias / Notas


A. Judas traiciona a Jesús
Antes de relatar lo que sucede cuando Cristo desciende del Monte
de Los Olivos, primero se debe mencionar brevemente la intensa ba-
talla de Jesús en Getsemaní.
Jesús se levantó de su oración como el vencedor, y luego llama a
sus discípulos para continuar su misión única y les dice: ¡Vamos!
(Marcos 14:42). Cuando llegan a la entrada del Jardín, Jesús sabe
quién estará esperándole. La emboscada no es inesperada para él y
no está asustado de mostrarse.
El ataque directo de Satanás, en la soledad bajo los árboles del Jar-
dín, ha sido terrorífico, y ahora una turba maligna ha venido para
llevarlo. ¿Quién es el líder? ¡Judas! Después de dejar a sus compa-
ñeros, Judas se apuró para reunirse con el Sanedrín. Mientras Pedro
dormía, Judas planeaba su estrategia. Esto ocurría cuando Jesús
agonizaba en oración. Judas vio que su oportunidad había llegado.
Conoce el lugar donde está Jesús. Ha acordado una señal para iden-
tificar a Jesús. Al que yo besare, ese es; prendedle, y llevadle con segu-
ridad (Marcos 14:44). Por ello se coloca a la cabeza de la turba.
El miserable canalla es impulsado internamente y su hipocresía ha
alcanzado un clímax. Actúa según un plan. Como si estuviera con-
tento de ver de nuevo a su maestro, camina hacia él y lo saluda con
las palabras: Maestro, Maestro, y le da el beso de la traición.
¡Qué sufrimiento tan grande habría significado este beso para Jesús!
Por algunos años había permitido que Judas forme parte de su cír-
culo íntimo de amigos, aunque Jesús sabía quién era él. Jesús sabía
que su enemigo no estaba entre los que abiertamente se le oponían,
sino que estaba presente entre sus amigos.
No es posible que ningún engañador traicione a Jesús sin su conoci-
miento. Sin embargo, él no lo destruye. Más bien, lo confronta con las
palabras que escudriñan el alma: Amigo, ¿a qué vienes? (Mateo 26:50)
y, Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre? (Lucas 22:48).
¿Podemos pensar en algo más vil y vergonzoso que traicionar a un
amigo? Tú, uno de mis discípulos, que ha estado conmigo y que ha
disfrutado de mi compañía por tanto tiempo, ¿has podido traicionar
al Hijo del Hombre? Él es el Mesías, no ha venido a destruir a las
personas, sino a salvar lo que se había perdido. ¿Traicionas al Hijo
del Hombre con un beso, con la misma señal de una bienvenida ca-
lurosa, de amistad, respeto y amor?
Judas ya no puede retroceder. El amor al dinero lo ha traído hasta
este punto. Su vida es un testimonio horrible de los efectos del peca-
do, cuando Dios deja que una persona siga su camino de perdición.
Cuando la maldad va de mal en peor, llega el momento en que el día
de gracia habrá pasado. El día del remordimiento puede venir, pero el
verdadero arrepentimiento ya no es posible por más tiempo.
Judas nunca fue feliz con el dinero que recibió. El pago de la traición
quemaba en sus manos y las palabras de Jesús quemaban en su
alma. No era capaz de olvidarlas.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Al día siguiente, Judas se dio prisa para ir al Sanedrín, pero los princi-
pales no quisieron tener nada que ver con él. Les devuelve el dinero,
Este, pues, que había pero no puede quitarse la culpa que lo persigue. Judas es entregado
adquirido un campo con a la desesperación y se quita la vida, ahorcándose. Una vez colgado
el salario de su iniquidad, del árbol, cae de cabeza, se revienta por la mitad y todas sus entra-
cayó de cabeza y se reventó ñas se derramaron (Mateo 27:3-10; Hechos 1:18). ¡Qué terrible final!
por la mitad, y todas sus
entrañas se derramaron.
B. Jesús es tomado preso
Hechos 1:18
El primer castigo para Judas es que ni siquiera logró su meta ver-
gonzosa. El Señor no intentó esconderse en la oscuridad, sino que
tomó la iniciativa al acercarse al gentío. Frustró la intención de Ju-
das. Aunque Judas cumplió la condición de su negociación, la señal
no fue notada por el gentío. Hay confusión y el gentío empuja hacia
adelante para intentar apoderarse de Jesús, pero ellos no saben a
quién apresar.
Mucha gente había venido a tomar a Jesús (Mateo 26:47). Esta multi-
tud estaba formada, en primer lugar, por una compañía de soldados
y alguaciles bajo la orden de un capitán (Juan 18:3, 12). Era un regi-
miento de la guarnición romana en Jerusalén, que aparentemente
había sido puesto a disposición del Sanedrín para suprimir una posi-
ble oposición. Había también alguaciles de los principales sacerdo-
tes y de los fariseos (Juan 18:3). Al último estuvieron los principales
sacerdotes, los jefes de la guardia del templo y los ancianos (Lucas
22:52). Estos miembros importantes del consejo judío, que querían
estar presentes en este arresto, ciertamente eran los más desvergon-
zados de todos.
Los soldados venían armados con espadas y otros tenían palos (va-
ras pesadas). Por supuesto, no se había olvidado el equipo para en-
cadenar al prisionero. Debido a que la pálida luz de la luna no era
suficiente, ellos habían llevado linternas y antorchas (Mateo 26:55;
Juan 18:3). Estaban preparados para todo.
De pronto, la persona buscada aparece y pregunta: ¿A quién buscáis?
Él sabe a quién están buscando porque está completamente cons-
ciente, sabiendo todas las cosas que le habían de sobrevenir. Pero él
quiere que lo afirmen públicamente. Mientras el traidor está parado
con ellos, todos responden que están buscando a Jesús el Nazareno.
Sin la menor vacilación Jesús se señala y dice: ¡Yo soy!
Al ver su porte, se atemorizaron, y llenos de terror retrocedieron y ca-
yeron a tierra, uno sobre otro, y allí estuvieron amontonados en una
pila sobre el suelo (Juan 18:4-6). Aquí sucede algo similar a lo que
ocurrió en la limpieza del templo: la palabra de Jesús tuvo un poder
irresistible.
¿Por qué los fuertes soldados romanos retrocedieron cayendo en tie-
rra por la palabra de un hombre solo y desarmado? ¿Quién es el más
grande? Cristo se para solo contra el gentío. Él ha demostrado lo que
puede hacer. La demostración de poder del gentío es ridícula, porque
ante la palabra de poder de Jesús las rodillas chocan entre sí y retro-
ceden con temor, de tal forma que las armas caen de las manos.

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Nuevo Testamento

Aquí recordamos el comentario de San Agustín: “si él hizo esto cuan- Referencias / Notas
do fue juzgado, ¡qué hará cuando venga a juzgar! Si Él tenía seme-
jante poder cuando estaba a punto de morir, ¡cómo será su poder
cuando venga a reinar!

C. Jesús no protesta
Jesús muestra su naturaleza sufriente. Los soldados se ponen de pie
y, por segunda vez, les pregunta de nuevo a quién están buscando.
Nuevamente su respuesta es la misma. Esto comprueba que no estu-
vieron buscando a los discípulos. Entonces Jesús habla: Os he dicho
que yo soy; pues si me buscáis a mí, dejad ir a éstos (Juan 18:7, 8).
Con indignación, Jesús reprende duramente al gentío y más particu-
larmente a los líderes: Cada día me sentaba con vosotros enseñando
en el templo, y no me prendisteis, pero ustedes como contra un ladrón
habéis salido con espadas y con palos, como si estuvieran prendiendo
a un criminal, un asesino (literalmente dice, “un ladrón que protesta
ferozmente ante su arresto”, Mateo 26:55, 56; Marcos 14:48, 49; Lu-
cas 22:52, 53).
¡El Cristo humillado, pero inocente, mantiene su dignidad en alto
contra la acción despreciable de sus acusadores!

II. JESÚS Y LOS DISCÍPULOS


A. Jesús protege a sus discípulos
Jesús es todavía el pastor de sus ovejas. Cuida de ellas hasta el fin.
No deja que los lobos se apoderen de ellas. Note su acción. Es como
si se parara allí con los brazos estirados, extendidos sobre ellos para
protegerlos. Él está a cargo de la situación. No ruega, sino que orde-
na. No negocia sino que demanda la condición. Esto era necesario.
Aunque la muchedumbre había afirmado explícitamente que sola-
mente estaba interesada en Jesús, era de esperarse que también
descargara su mal temperamento sobre sus seguidores. Solo piense
en lo que le sucedió a un joven que había salido apuradamente de
la cama y seguía a Jesús medio vestido, cubierto el cuerpo con una
sábana solamente. Fue prendido y para salvarse tuvo que huir tan
rápido que dejó la sábana que le cubría detrás de él (Marcos 14:51-
52). Para prevenir que lo mismo les suceda a sus discípulos, Jesús
demandó su libertad y permitió que sus aprehensores sepan que de-
ben permitirles irse. Esto fue eficaz, porque ni un cabello cayó de sus
cabezas.
¿Por qué los protegió? Hace solo unas pocas horas ellos se habían Dijo entonces Tomás,
jactado de su lealtad y rechazaron la posibilidad de que pudieran ser llamado Dídimo, a sus
ofendidos a causa de Cristo. ¡Cómo los vemos ahora! Ni consolaron condiscípulos: --Vamos
a Jesús, ni le tuvieron compasión. En Getsemaní, sus espíritus ha- también nosotros, para
bían caído muy bajo y no habían sido capaces de permanecer des- que muramos con él.
piertos. Pronto todos desertarían. Ninguno se dejó arrestar, ni Tomás Juan 11:16
que había dicho que moriría con Jesús (Juan 11:16). Ni Pedro, que se
había jactado confiadamente, ¿Por qué no puedo seguirte? ¡Yo pondré
mi vida por Ti! (Juan 13:37).

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Los discípulos no pueden sufrir con Cristo en este momento. No es-
tán preparados para pararse delante de los sacerdotes y jueces. Un
Ellos salieron de la día, ellos serán mártires por Cristo; pero no todavía. Por tanto, el Sal-
presencia del Concilio, vador amoroso los protege ahora.
gozosos de haber sido La protección espiritual no siempre incluye protección física. Este-
tenidos por dignos de ban, por ejemplo, fue protegido espiritualmente pero sufrió apedrea-
padecer afrenta por causa do, y los once pronto sufrirían mucho también. Entonces ellos acep-
del Nombre. Hechos 5:41 tarán el sufrimiento con gozo (Hechos 5:41). En este momento su
seguridad física es necesaria.
Cuando estaba con Esto es verdad. Ellos no son como Judas. Son dignos de confianza,
ellos en el mundo, yo los pero su fe no es fuerte como una roca. Mientras sean como niños, no
guardaba en tu nombre; puede esperarse que actúen como hombres. Lleno de compasión,
a los que me diste, yo los Jesús está consciente de su debilidad y se asegura de que ellos no
guardé y ninguno de ellos sean tentados más allá de su capacidad. Su última preocupación,
se perdió, sino el hijo de antes de su arresto, es la seguridad de sus discípulos. Los protege
perdición, para que la de la violencia salvaje y cumple su propia oración sacerdotal (Juan
Escritura se cumpliera. 17:12; 18:9). ¡No hay mejor protección que la suya!
Juan 17:12
B. Los discípulos de Jesús intentan protegerlo
Esto dijo para que se Aunque no pueden sufrir con Jesús, ellos piensan que pueden ayu-
cumpliera aquello que darle. Aparentemente están conmocionados. Al principio ni siquiera
había dicho: “De los son capaces de darse cuenta de lo que está sucediendo. Gradual-
que me diste, no perdí mente, se despiertan como de un sueño y regresan a sus cabales.
ninguno”. Juan 18:9 Viendo, los que estaban con él, lo que había de acontecer intentan
defender a su maestro y a sí mismos, y le preguntan: Señor, ¿herire-
mos a espada? (Lucas 22:49).
Sin esperar aprobación, Pedro añade el hecho a la palabra. Él no
puede quedarse tranquilo. Puede hacer algo y su sangre empieza a
hervir. Su espada brilla y la usa contra el gentío de enemigos. Pedro
hirió al siervo del Sumo Sacerdote, llamado Malco (Juan 18:10), y le
cortó la oreja derecha. ¡Otro corte y su cabeza sería abierta! Pero
esto no sucede porque Jesús lo evita.
La acción de Pedro es entendible, pero no podemos aprobarla ni ad-
mirarla. Es fácil pensar que Pedro tenía la razón y que realizó una
proeza heroica. Ciertamente, no debemos despreciar a Pedro por lo
que hizo. El beso de Judas fue mucho más despreciable que la ac-
ción de Pedro. Este trató de mostrar su amor por Jesús, pero la forma
en que lo hizo estaba equivocada. Al vengarse de esta forma, daría la
impresión que el gentío tenía la razón de haber venido con espadas
Aconteció que aquella y toda clase de armas.
misma noche salió el Pedro no ayuda a Jesús sino que actúa en contra él. ¡Pedro está
ángel de Jehová y mató poniendo a todos en peligro! La multitud se hubiera puesto muy vio-
en el campamento de los lenta al ver sangre. Pedro actúa contra la voluntad expresa de Jesús
asirios a ciento ochenta y y es inmediata y severamente amonestado por Jesús: Mete tu espada
cinco mil hombres. A la en la vaina (Juan 18:11). ¡Yo no necesito tu defensa violenta, Pedro!
hora de levantarse por la La ayuda infinita está lista a mi orden, si la deseara. ¿Acaso piensas
mañana, todo era cuerpos que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce
de muertos. 2 Reyes 19:35 legiones de ángeles? (Mateo 26:53).

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Nuevo Testamento

Si un solo ángel mató a 185,000 asirios en una noche (2 Reyes 19:35), Referencias / Notas
¡cuán grande es el poder de Jesús que tiene legiones a su orden!
Una legión consiste de 6.000 hombres. Comparado a ese número Cristo, cuando aún
¿qué es la ayuda insignificante de unos pocos discípulos? Cristo re- éramos débiles, a su
chaza el celo carnal e impulsivo de Pedro, porque él quiere dar su tiempo murió por los
vida por los pecadores y morir a su debido tiempo por los injustos impíos. Ciertamente,
(Romanos 5:6-8). apenas morirá alguno
En adición a la aguda advertencia, la acción de Jesús pone a Pedro por un justo; con todo,
en vergüenza. Jesús es bondadoso con los que lo odian. Enmienda pudiera ser que alguien
la acción destructiva de Pedro al sanar la herida y restaurar la oreja tuviera el valor de morir
de Malco. El último milagro de Jesús en su estado de humillación fue por el bueno. Pero Dios
realizado a un enemigo. ¡Recordemos esto! muestra su amor para con
nosotros, en que siendo
Cuando nuestras pasiones se enciendan, y estemos más listos para aún pecadores, Cristo
luchar que para llevar la cruz de Jesús, debemos recordar que todos murió por nosotros.
los que tomen espada a espada perecerán (Mateo 26:52). Esta ac- Romanos 5:6-8
ción de Cristo también mantiene la espiritualidad de su reino que no
puede promover la violencia.

III. JESÚS Y EL PADRE


A. El sufrimiento de Jesús es en cumplimiento de la Escritura
El sufrimiento de Jesús es indescriptiblemente severo. Judas mezcló
algunas gotas de amargura en la copa de sufrimiento de Jesús. To-
dos los discípulos lo abandonaron y Jesús permaneció solo, rodea-
do por sus enemigos. Ahora ponen sus manos duras sobre él para
sacudirlo (Juan 18:12), como si fuera un criminal vicioso y peligroso.
Jubilosos lo conducen a la ciudad. Lo vemos ir indefenso, como una Todos los que me ven se
presa en manos de sus cazadores. burlan de mí; tuercen la
Todo esto tenía que suceder para que las Escrituras se cumplieran.
boca y menean la cabeza,
diciendo: “Se encomendó
(Mateo 26:54; Salmos 22:7-8; 69:10; Isaías 53:7). La referencia repeti-
a Jehová, líbrelo él;
da en las Escrituras, cuando Jesús se dirigió a Pedro y a los líderes,
sálvelo, puesto que en él se
es remarcable. La hora de sus enemigos, determinada por el consejo
complacía”.
eterno de Dios, había llegado. Las operaciones de los poderes de la
Salmos 22:7-8
oscuridad bajo el liderazgo de su príncipe, de acuerdo con el consejo
del Señor, pueden empezar.
Lloré, afligiendo con
ayuno mi alma, y esto
B. Jesús sufre voluntariamente
me ha sido por afrenta.
La necesidad del sufrimiento de Jesús no fue colocada sobre él contra Salmos 69:10
su voluntad. Tenía que sufrir, pero no fue forzado. No tendría que ser
tomado preso por conspiración ni por poder humano. No fue tomado
en custodia, sino que él mismo se entregó para ser custodiado. Angustiado él, y afligido,
no abrió su boca; como
Jesús dejó libres a los discípulos, pero no a sí mismo. Se rindió volun-
un cordero fue llevado
tariamente, porque en su corazón retumbaba: la copa que el Padre me
al matadero; como una
ha dado, ¿no la he de beber? (Juan 18:11). Aunque el contenido de la oveja delante de sus
copa era el rechazo, la condenación, el encarcelamiento, la tortura, la trasquiladores, enmudeció,
ira y la maldición, él la bebería hasta la última gota. Se puede ver aquí no abrió su boca.
el cumplimiento del Salmo, que en el sentido más profundo se aplica Isaías 53:7
a él: El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado (Salmos 40:8).

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas De esta forma Cristo trae justicia eterna. Un intercambio maravilloso
toma lugar. El mediador sustituto permite que lo tomen preso para
que su pueblo sea libre. Cristo permite que lo aten para que los es-
clavos culpables de pecado sean librados de las manos de Satanás.
Las cadenas de Jesús pusieron en libertad a los presos.
Si el Hijo de Dios le ha libertado a usted, ¡usted está de verdad libre!
Él está todavía deseoso de perdonar pecados como cuando fue to-
mado cautivo. Solamente los que creen en él reciben una herencia
en la vida eterna.

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Nuevo Testamento

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Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS ANTE EL SANEDRÍN


Textos de referencia:
Mateo 26:57-68; Marcos 14:53-65; Lucas 22:54, 63-65;
Juan 18:13, 14, 19-24

Versículo para memorizar:


Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al
matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y
no abrió su boca. Isaías 53:7

INTRODUCCIÓN
La comparecencia de Jesús delante de una corte humana fue tam-
bién parte de su sufrimiento. Durante la última noche de su humilla-
ción sobre la tierra, el Hijo de Dios fue traído delante de los líderes
del pueblo como un criminal. Fue tratado peor que un criminal y
finalmente fue escarnecido por los criminales. ¡Quién puede son-
dear cuán profundamente el hombre es capaz de caer en el abismo
infernal del mal! Esa es la primera impresión que nos conmociona
mientras consideramos el juicio vergonzoso del Santo de Israel.
Pero, no olvidemos que detrás de la narración del sufrimiento del Asimismo, Cristo padeció
Salvador debemos ver el consejo divino de la redención. Cristo sufrió una sola vez por los
por el pecado en manos de los impíos. Él, el justo, sufrió por los in- pecados, el justo por los
justos para que pudiera traerlos a Dios (1 Pedro 3:18). injustos, para llevarnos a
En estos momentos el silencio del Salvador es aleccionador. Él no Dios, siendo a la verdad
busca ser absuelto. Su testimonio, en estas circunstancias, enfatiza muerto en la carne, pero
que Cristo hizo una buena confesión delante de sus enemigos. Su in- vivificado en espíritu.
tenso sufrimiento debía ser sin medida, porque soportó y sufrió con 1 Pedro 3:18
el propósito de que la ira de Dios sobre el pecado sea sosegada y así,
solo así, ganar la justicia para los pecadores. Al tener en mente estos
tres aspectos de la obra redentora de Cristo, veremos que:
I. Jesús es ataviado delante de los líderes de Israel
II. Jesús declara que Él es el Cristo
III. Jesús es condenado y sufre abuso vergonzoso

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas I. JESÚS ES ATAVIADO DELANTE DE LOS LÍDERES DE ISRAEL


A. Anás interroga a Jesús
A la entrada de Getsemaní, Cristo se dejó llevar cautivo. Guiados por
los líderes de Israel, la multitud y la guardia del templo arrestaron a
Jesús y lo condujeron a la casa del Sumo Sacerdote (Lucas 22:54).
La conmoción de la multitud penetra a la casa e inmediatamente se
abren las puertas. Jesús pronto estará de pie delante de sus jueces,
pero primero es llevado ante Anás (Juan 18:13).
Según Flavio Josefo, este hombre había sido el Sumo Sacerdote,
pero había sido sacado de su oficio por el predecesor de Pilato. En
este tiempo, a este oficio de Sumo Sacerdote se accedía por medio
de una transacción de negocios. Los romanos lo ofrecieron al mejor
postor. Anás, un hombre astuto, sagaz y codicioso, tenía una influen-
cia considerable sobre sus sucesores. Cinco de sus hijos, un nieto y
un yerno, Caifás, llegaron a cumplir este oficio.
El astuto Anás interroga primero al Salvador. Le cuestiona acerca de
sus discípulos y de su doctrina (Juan 18:19). La intensión es clara.
Por medio de preguntas de carácter general, Anás quiere pescar a
Jesús de tal forma que pueda poner cargos en su contra y al mismo
tiempo implicar a sus discípulos.
¿Trató Jesús de hacer seguidores secretos para organizar una secta?
¡Eso le daría la oportunidad para acusar a Jesús de revolucionario!
¿Enseñó Jesús algo contrario a la ley de Moisés? ¡Entonces puede
acusarle de descarriar al pueblo!
Lo que os digo en Cristo no le da a este pecador endurecido ninguna razón para que
tinieblas, decidlo a plena le ponga cargos. Limita sus respuestas a señalar claramente el ca-
luz; y lo que oís al oído, rácter público de su obra. No se refiere a sus discípulos separada-
proclamadlo desde las mente porque tenía muchos seguidores. Si nadie hubiera creído en
azoteas. Mateo 10:27 él, sus oponentes lo habrían dejado solo. Con respecto a su doctrina,
no había proclamado ninguna que no sea conocida. Siempre habló
públicamente al pueblo en las sinagogas y en el templo. Miles lo es-
cucharon. Las doctrinas que Jesús enseñaba al grupo de discípulos
tenían el propósito de ser puestas en circulación (Mateo 10:27).
No trajo enseñanzas secretas y nunca tramó una conspiración. Anás
podía informarse completamente por sí mismo. Si desea saber más,
debería preguntarles a los oyentes de Jesús. ¡Debería dirigir sus pre-
guntas al pueblo!
Porque si algún agravio,
o cosa alguna digna de Jesús responde a las preguntas con firmeza. Él no puede ser acusa-
muerte he hecho, no do de nada. Esta es la ocasión para que uno de los alguaciles, que
rehúso morir; pero si nada estaba allí, golpee a Jesús con la palma de su mano (Juan 18:22);
hay de las cosas de que uno de los muchos golpes que recibiría. ¡Qué golpe bajo! El siervo
estos me acusan, nadie está del lado del Sumo Sacerdote.
puede entregarme a ellos. Jesús soporta este trato vergonzoso y no toma venganza. Dueño de
A César apelo. sí mismo, pregunta con calma y dignidad: si he hablado mal, testifica
Hechos 25:11
en qué está mal; y si bien, ¿por qué me golpeas? (Juan 18:23). El Señor
le pide a Anás que le dé una explicación, y que le pruebe qué es lo
que había hecho mal. Más tarde, Pablo hizo una afirmación similar
(Hechos 25:11).

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Nuevo Testamento

¿No está el Salvador en conflicto con su propia prescripción en el Referencias / Notas


Sermón del monte? (Mateo 5:39, 44). No, en lo mínimo. Jesús es el
mejor intérprete de sus propias palabras. Si se quedaba callado, ha- Pero yo os digo: No
bría creado la impresión de que era culpable. resistáis al que es malo;
Ahora, sin herir al siervo de Anás, le muestra la injusticia de su he- antes, a cualquiera que
cho. Es mucho más fácil usar la fuerza física que refutar a alguien. te hiera en la mejilla
Jesús no condena su acción, sino que mantiene sus derechos en la derecha, vuélvele también
presencia de Anás, que ciertamente estaba contento con el golpe la otra. (…) Pero yo os
que su siervo le dio a Jesús. digo: Amad a vuestros
enemigos, bendecid a los
que os maldicen, haced
B. Jesús ante el Sanedrín bien a los que os odian
y orad por los que os
Anás no encuentra bases para proferir ni una sola acusación contra ultrajan y os persiguen.
Jesús. Su boca está eficazmente cerrada. Sin embargo, no cabe en Mateo 5:39, 44
su mente, declarar a Jesús inocente. Al contrario, refiere el caso a
su yerno, Caifás, que vive en la otra ala del palacio. Atado, Jesús es
enviado allá.
Caifás ya se estaba preparado para la recepción, pues había ya con-
vocado anticipadamente a los miembros del Sanedrín para una re-
unión ¡a medianoche! Por ello es que esta no se pudo realizar en el
lugar usual de reunión en el templo, porque este no estaba dispo-
nible por la noche. Entonces tienen que reunirse en la residencia
oficial. Los gobernantes de Israel están deseosos de sacrificar algo
de para juzgar al odiado Nazareno.
Los líderes judíos, dándose prisa, caminan por las calles silenciosas
en la mitad de la noche. Con alegría demoníaca, se complacen con
el espectáculo que está tomando lugar en la cámara del juicio. Hace
mucho ellos ya habían acordado matar a este hombre. Frecuente-
mente habían intentado atraparlo. Y finalmente, ha caído en sus ma-
nos y ¡por medio de la traición de uno de sus propios discípulos!
El Cordero de Dios se para entre lobos que aúllan. El redentor de los
Había un varón llamado
pecadores es mantenido cautivo con ataduras. ¡El Juez del mundo
José, de Arimatea, ciudad
está parado en el lugar del acusado!
de Judea, el cual era
Por supuesto, el veredicto ya ha sido determinado. En cualquier caso, miembro del Concilio,
él tiene que ser declarado culpable. ¡Ellos solo desean condenarlo a hombre bueno y justo.
muerte! Es inútil esperar que estos hombres ciegos y prejuiciosos Este, que también
consideren seriamente hacer un examen y una investigación impar- esperaba el reino de Dios
cial. Ellos no tienen el mínimo deseo de hacer eso. En sus corazones y no había consentido en
ellos ya han juzgado a Jesús y lo odian. el acuerdo ni en los hechos
de ellos. Lucas 23:50-51
¡Pero todavía tienen que guardar la apariencia de justicia! Quieren
sostener su dignidad ante el pueblo. Actuarán de acuerdo a la for-
ma externa de la ley, aunque repudien completamente el espíritu y Les dijo Nicodemo, el
las demandas de esta. Tendrán un juicio, para que por lo menos en que vino a él de noche,
apariencia haya un proceso judicial: una investigación, un examen y el cual era uno de ellos:
una sentencia. --¿Juzga acaso nuestra Ley
Solo una minoría insignificante estuvo en desacuerdo con los pro- a un hombre si primero
cedimientos: José de Arimatea y Nicodemo fueron las excepciones no lo oye y sabe lo que ha
(Lucas 23:50-51; Juan 7:50-51). hecho? Juan 7:50-51

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas C. Jesús es acusado


Jesús nunca cometió ningún pecado y, por tanto, no hay quejas con-
Por testimonio de dos o de tra él. Y sin quejas no puede haber una sentencia. Pero eso ¡no im-
tres testigos morirá el que porta! Estos violadores de la ley saben qué hacer para que el proceso
haya de morir; no morirá continúe. Los jueces actúan como acusadores. Ellos buscaban un
por el testimonio de un falso testimonio contra Jesús, para entregarlo a la muerte, y no lo
solo testigo. hallaban (Mateo 26:59, 60). No importaba cuánto lo intentaban, no
Deuteronomio 17:6 tenían éxito. La ley no permite la sentencia, excepto si hay cargos
idénticos por al menos dos testigos (Deuteronomio 17:6; 19:15). Pero
sus testimonios no concordaban (Mateo 26:59-60). Ellos reunieron
No se tomará en cuenta todas las acusaciones que podían inventar. Muchos testigos falsos
a un solo testigo contra hicieron acusaciones, pero no tuvieron ningún progreso. ¡Este es
alguien en cualquier delito un caso difícil! Finalmente, dos testigos falsos traen una solución al
ni en cualquier pecado, hacer una distorsión despreciable de las palabras dichas por Jesús
en relación con cualquier sobre la muerte y la resurrección de su cuerpo. Aunque los testimo-
ofensa cometida. Sólo por nios de estos testigos no concordaban (Marcos 14:56), se acusó a
el testimonio de dos o tres Jesús de hablar en forma irreverente y despreciable sobre el templo
testigos se mantendrá la de Jerusalén (Juan 2:19-22).
acusación.
Deuteronomio 19:15 El Sumo Sacerdote está contento por cómo el proceso avanza y pasa
por alto el “pequeño” obstáculo. Ahora que Jesús es acusado de sa-
crilegio, Caifás aprovecha la ocasión y demanda con enojo a Jesús
Respondió Jesús y les dijo: que le explique lo que dijo. ¿No respondes nada? ¿Qué testifican estos
--Destruid este templo y contra ti? (Marcos 14:60).
en tres días lo levantaré.
Mas él callaba, y nada respondía. ¡Su silencio evidencia su paciencia!
Entonces los judíos
Está callado y sufre. Es doloroso ser mal entendido y sufrir equivoca-
dijeron: --En cuarenta y
seis años fue edificado damente. ¡Él, que había limpiado el templo dos veces, es acusado de
este templo, ¿y tú en tres profanar el templo! Sufre y calla.
días lo levantarás? Pero Usualmente, cuando somos acusados de forma injusta, inmediata-
él hablaba del templo mente proclamamos en voz alta nuestra inocencia. ¿Por qué se man-
de su cuerpo. Por tanto, tiene Jesús en silencio? Podía fácilmente refutar los testimonios.
cuando resucitó de entre Pero, no dijo nada, porque quiso sufrir como el sustituto de los pe-
los muertos, sus discípulos cadores. Jesús se calló para que nosotros no tengamos que estar en
recordaron que había silencio para siempre. Notemos la sabiduría de su silencio. Esto evita
dicho esto, y creyeron en la que los acusadores evadan el problema principal. Los enemigos de
Escritura y en la palabra Jesús debían convencerse de la insignificancia de su acusación y
que Jesús había dicho. avergonzarse. El silencio de Jesús dice mucho y es su testimonio. Es
Juan 2:19-22 como si Jesús dijera: Yo no quiero formar parte de la perversión que
ustedes hacen de la ley, porque esto no tiene nada que ver con el
problema real. La acusación no es digna de ser respondida. ¡Yo veo a
través de sus intenciones! Por su silencio, el Salvador reina como rey
sobre sus enemigos en la sala de justicia.

II. JESÚS DECLARA QUE ÉL ES EL CRISTO


A. Caifás reta a Jesús
El silencio de Jesús ofende y atormenta a Caifás porque hace que él
y los que están a su lado se vean ridículos. La atmósfera es tensa.
Hay vergüenza y turbación. A cualquier costo, había que poner fin a
este silencio opresivo. Finalmente se encuentra una salida. El Sumo

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Nuevo Testamento

Sacerdote rompe el doloroso silencio y va al corazón del asunto: Te Referencias / Notas


conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo
de Dios (Mateo 26:63).
Esta pregunta, y la respuesta de Jesús, tienen el propósito de hacer
que Jesús se acuse a sí mismo. Al Sanedrín no le preocupa si Je-
sús es un profeta. Lo que quiere es que Jesús, con su propia boca,
diga que sí, que él es el Hijo de Dios, para sentenciarlo a muerte por
blasfemia. Están convencidos de que no es el Hijo de Dios, sino un
fanático y, por tanto, un mentiroso. La sentencia por blasfemia recibe
el castigo capital. ¡Qué astucia!
Ahora bien, Caifás, como un juez de la ley, tenía derecho de hacer
esta pregunta. Este hombre ocupaba el oficio de presidente del Sa-
nedrín. El gran Concilio de Israel estaba formado por 71 miembros:
24 cabezas de las clases sacerdotales, los ancianos de las sinagogas
principales y un número de respetables escribas. Esta antigua insti-
tución apareció después del exilio y su origen es oscuro.
La función del Sanedrín, aún bajo el gobierno romano, era altamente
respetada. Su deber era mantener las ordenanzas de Dios, adminis-
trar la justicia de acuerdo a la ley del Señor y cuidar de que la pureza
de la doctrina se mantenga. El Sanedrín estaba revestido de autori-
dad para pedir cuentas a los que se llamaban a sí mismos profetas
o Mesías. Era parte de su trabajo oficial investigar si la aparición de
Jesús en Israel, su enseñanza y acciones, eran legítimas. Entonces,
¿era él el Cristo?
Esa gran pregunta demandaba una solución, y por eso Caifás la
plantea. Lo que sucede aquí no es una coincidencia, porque Dios
gobierna todas las cosas. Jesús reconoce el derecho del juez para
hacer esta pregunta.
Notemos la importancia enorme de esta pregunta. Caifás desafía a
Jesús delante del trono del Dios Todopoderoso. Coloca a Jesús bajo
juramento y usa la forma usual judía de un juramento obligatorio:
Te conjuro por el Dios viviente. Esa era la forma usual de administrar
el juramento. Los que tomaban el juramento no repetían la fórmu-
la, simplemente respondían afirmativamente. Caifás le increpa, no
guardes silencio por más tiempo, habla la verdad, ¿te atreves a testi-
ficar, en el nombre altísimo de Dios, que eres tú el Cristo, el Hijo del
Bendito?

B. Jesús confiesa que Él es el Mesías


Miremos a Jesús en la trampa del cazador. La atención de todos está
centrada sobre él. ¿Cuál será su respuesta? Externamente solo hay
aflicción. La grandeza y la autoridad están del lado de Caifás. Allí
está Jesús de pie: su cabeza inclinada, su rostro pálido, sus manos
atadas. Está rodeado por los soldados armados como si fuera un
criminal. Está rodeado por sus enemigos, abandonado por sus dis-
cípulos, traicionado por Judas, negado por Pedro y escarnecido por
los burlones. La pregunta, ¿eres tú el Cristo?, es hecha por un líder
del pueblo.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Ahora Jesús levanta su cabeza. Él debe hablar y lo hará. En el gran
salón de justicia las palabras de Jesús suenan firmes, majestuosas
y poderosas: Tú lo has dicho (Mateo 26:64; Marcos 14:62). ¿Deseas
conocer más? Aunque yo hable bajo juramento, ¡tú también tendrás
la evidencia! Y desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la dies-
tra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo (Mateo 26:64).
Estas son las últimas palabras que Jesús dirige al Sanedrín.
Notemos cómo el Señor Jesucristo hizo su gran confesión. Nunca,
ningún acusado ha pronunciado palabras tan asombrosas. ¡Yo soy,
yo vengo! El Señor tenía una confianza sin límites en su Padre y una
clara conciencia de sí mismo. Cuando el pueblo quiso honrarlo, Je-
sús no permitió a los discípulos que revelaran en forma pública su
identidad. Pero ahora, cuando él sabe que su confesión resultará en
la sentencia de muerte, no guarda silencio. Las apariencias pueden
testificar contra él, porque está delante de ellos en un estado de hu-
millación profunda, pero su pasado testifica la verdad de su palabra
y el futuro lo probará.
La incredulidad es el peor pecado. Los que rechazan el señorío de
Cristo muestran que están de acuerdo con el Sanedrín, y también
profesan que Jesús es un idealista y mentiroso. Tal incredulidad debe
ser confrontada, también en nuestros días. ¡Honrémosle, creyendo
en él incondicionalmente!
Jesús está seguro de su victoria. Mientras experimenta las profun-
didades de su humillación, él mira su gloria futura. Usa intencional-
mente su nombre mesiánico: Hijo del Hombre. El Padre lo honrará al
hacerlo sentar a su derecha. Jesús recibirá todo el poder en el cielo y
Entonces Moisés dijo en la tierra; y vendrá otra vez sobre las nubes del cielo como Juez. El
a Aarón y a sus hijos Señor les dice que de aquí en adelante verán lo que escuchan ahora:
Eleazar e Itamar: “No cuando él sea levantado de la muerte y ascendido al cielo; cuando
descubráis vuestras derrame su Espíritu Santo; reúna a la Iglesia Cristiana de todas las
cabezas ni rasguéis naciones; cuando traiga el juicio sobre Jerusalén; y haga todo en la
vuestros vestidos en señal historia para preparar su venida en gloria. ¡Todo ojo le verá, y los que
de duelo, para que no le traspasaron! (Apocalipsis 1:7). Así es como el varón de dolores con-
muráis, ni se levante la ira fiesa que es el Señor de la gloria.
sobre toda la congregación;
pero vuestros hermanos,
toda la casa de Israel, sí III. JESÚS ES CONDENADO Y SUFRE ABUSO VERGONZOSO
se lamentarán por el fuego A. Jesús es declarado culpable
que ha encendido Jehová.
Levítico 10:6 El Sanedrín ha escuchado suficiente. Caifás está feliz, aunque apa-
renta tristeza. Rasgó sus vestiduras para indicar cuán afectado es-
taba (Mateo 26:65). Este gesto de contrición era algo que a un sumo
El Sumo sacerdote entre sacerdote no le estaba permitido hacer (Levítico 10:6; 21:10). Él pre-
sus hermanos, sobre cuya tende mostrar su indignación no sincera con esta acción hipócrita.
cabeza fue derramado Con un sentimiento de alivio, se vuelve al concilio: ¿Qué más necesi-
el aceite de la unción, y dad tenemos de testigos? Habéis oído la blasfemia; ¿qué os parece?
que fue consagrado para (Marcos 14:63, 64). ¿Hay alguna necesidad de preguntar algo más?
llevar las vestiduras, no El asunto está resuelto, ¿no lo piensan así?
descubrirá su cabeza
ni rasgará sus vestidos. Ante esta afirmación, el concilio ni se molesta con las formalidades
Levítico 21:10 externas. Sin una investigación detallada, la sentencia se pronuncia.

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Nuevo Testamento

El gentío se une al Sanedrín. Ellos están contentos de poder juzgarle Referencias / Notas
por las palabras de su propia boca. A Jesús ni siquiera le es dada la
oportunidad de defenderse a sí mismo y rápidamente el veredicto es
pronunciado: él es digno de muerte. El concilio puede ser disuelto
porque su meta ha sido alcanzada.
¡Cuán amargo es el sufrimiento de Jesús! Sus palabras y su juramen- Ahora, pues, ninguna
to no son creídos. Se acusa a Jesús de cometer perjurio. El propio condenación hay para los
Hijo de Dios es sentenciado como un blasfemo. El mediador sustitu- que están en Cristo Jesús,
to toma esta culpa sobre él. Esa es la razón por la que no protesta y los que no andan conforme
permite que lo condenen. No es por un asunto superficial, sino por la a la carne, sino conforme
gran verdad de que ahora ya no hay condenación para los que están al Espíritu. Romanos 8:1
en Cristo Jesús (Romanos 8:1). Así es como Jesús ganó la paz eterna
para todos los que van a él por salvación.

B. Jesús es torturado
El comportamiento de los jueces va de mal en peor. La confesión de
Jesús los ha enojado. Es deber de un juez proteger a un criminal con-
denado contra el maltrato. Incluso un prisionero debe ser protegido
bajo la ley. Pero estos jueces se muestran abusivos. La tensión ha pa-
sado y ahora estos violan todas las reglas de la decencia. No tienen
escrúpulos en tomarse libertades con Jesús. Olvidando quienes son,
se levantan de sus asientos y maltratan a aquel que ha sido senten-
ciado. Vuelcan su odio sobre Jesús en la forma más vil al descargar
toda clase de blasfemias sobre él (Lucas 22:65).
Las palabras aparentemente no eran suficientes y con el fin de ofen-
derlo más profundamente, le escupen en el rostro y le dan de puñeta-
zos. Algunos cubren su rostro con una tela y, mientras lo golpeaban
con las palmas de las manos, se burlaban de él: Profetízanos, Cristo,
quién es el que te golpeó (Mateo 26:67, 68; Marcos 14:65). ¡Esto hacen
los líderes que deberían ser ejemplo!
Luego, lo entregan a los siervos para que lo cuiden hasta la mañana
siguiente. Pero estos, como sus amos, también se burlan de él y le
golpean (Lucas 22:63). La dignidad profética del Señor Jesús es ridi-
culizada en el salón de justicia y ahora los soldados romanos ridicu-
lizan su señorío. Pero el Salvador, silenciosamente, permite que sus
enemigos abusen vergonzosamente de él.
No usa su poder infinito para destruirlos. Como cordero fue llevado Tomando Jesús a los
al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció doce, les dijo: --Cuando
y no abrió su boca (Isaías 53:7). Esta profecía se cumplió: Di mi cuer- lleguemos a Jerusalén
po a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no se cumplirán todas las
escondí mi rostro de injurias y de esputos (Isaías 50:6). Aquí recorde- cosas escritas por los
mos también la propia profecía de Jesús (Lucas 18:31-32). profetas acerca del Hijo
del hombre, pues será
¡Nuestros pecados causaron que esto recaiga sobre Jesús! ¿Quién entregado a los gentiles,
puede comprender el amor infinito del Señor? Él deseaba ser aver- se burlarán de él, lo
gonzado, ¡para que nosotros nunca seamos avergonzados! insultarán y le escupirán.
Lucas 18:31-32

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La Historia de la Salvación

56
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

PEDRO NIEGA A JESÚS


Textos de referencia:
Mateo 26:58, 69-75; Marcos 14:54, 66-72; Lucas 22:54-62;
Juan 18:15-18, 25-27

Versículo para memorizar:


Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para
salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo
produce muerte. 2 Corintios 7:10

INTRODUCCIÓN
La historia de la negación de Pedro está incluida en la narración de la
pasión de Cristo. La negación de Pedro necesita ser discutida porque
su caída es una señal escrita para nuestra advertencia. Sin embargo,
Pedro no es el personaje central. Su persona es de menor importan-
cia en el drama del sufrimiento del Salvador. El tema principal sigue
siendo el sufrimiento de Jesús y su amor por los pecadores.
Este evento nos muestra el amor glorioso de Jesús, mientras nos
centramos en:
I. La caída de Pedro y el sufrimiento de Jesús
II. El amor de Jesús y el arrepentimiento de Pedro

I. LA CAÍDA DE PEDRO Y EL SUFRIMIENTO DE JESÚS


A. Pedro niega al Señor Jesús
Cuando Jesús fue interrogado y sentenciado por el gran concilio de
Jerusalén, dos de sus discípulos estuvieron dentro del palacio del
Sumo Sacerdote. Todos los discípulos huyeron cuando Jesús fue to-
mado preso en el Jardín, pero estos dos regresaron y siguieron a
Jesús. Uno de ellos fue Simón Pedro y el otro discípulo no es nom-
brado. ¿Fue tal vez Juan? Juan menciona algunos detalles acerca
del otro discípulo, pero nunca menciona su propio nombre en su
evangelio. No se sabe con certeza pero, cualquiera que haya sido,
no le fue difícil entrar pues parece que era conocido por el Sumo

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Nuevo Testamento

Sacerdote. Al principio Pedro tuvo que esperar afuera, pero por la Referencias / Notas
mediación del otro discípulo, también pudo entrar (Juan 18:15-16). Él
quiere ver el fin (Mateo 26:58).
Pronto sería evidente quien estuvo en lo correcto: Pedro, que ostentó
que permanecería fiel, que nunca sería ofendido a causa de Jesús,
y que tenía la confianza en dar su vida por el Señor, o, Cristo, que
predijo que Pedro lo negaría tres veces.
Imaginémonos mirando el gran edificio que era el hogar del Sumo
Sacerdote. Se podía entrar desde la calle, a través de una puerta que
conducía a un gran vestíbulo externo llamado “la entrada” (Marcos
14:68). Al caminar a través de esta área se llegaba al patio interno.
Algunos cuartos grandes y pequeños conforman este patio. Aquí es
donde Pedro se encuentra. A la distancia, puede ver al Señor parado
delante del Sanedrín y ver lo que está sucediendo.
El patio está lleno de gente. Un gran número de asistentes, siervos
y alguaciles, empleados del concilio judío, sus asistentes y siervos
del sumo sacerdote esperan aquí. La noche de primavera era fría y
habían encendido un fuego para calentarse. Pedro, que no quiere
ser visto, se mezcla con los empleados como si fuera uno de ellos, se
sentó y se calienta cerca del fuego (Lucas 22:55; Juan 18:18).
De pronto, los ojos de una criada, la portera, una mujer joven, se
fijan en Pedro y lo reconoce a la luz del fuego. Lo mira atentamente
y le pregunta: ¿No eres tú también de los discípulos de este hombre?
(Juan 18:17). Pero otra criada al verle exclama, ¡Tú también estabas
con Jesús el galileo! (Mateo 26:69; Lucas 22:56).
Esta pregunta inesperada sorprende a Pedro. Está anonadado y no
sabe qué decir. En lugar de reconocer honesta y abiertamente que
la joven tiene razón, trata de salir de la difícil situación con una ne-
gación categórica: No sé lo que dices... Mujer, no lo conozco. ¡Yo no
entiendo por qué haces esa pregunta! (Mateo 26:70; Marcos 14:68;
Lucas 22:57; Juan 18:17).
Mientras tanto, Marcos afirma, el gallo cantó una vez. Esta señal no
levanta ningún arrepentimiento de parte del mentiroso, quien actúa
como si no supiera nada. Sin embargo, ya no se siente cómodo en
este lugar y con esta compañía por más tiempo. Quiere irse y aban-
dona el patio interno. Pedro va a la puerta y desde allí intenta salir.
En la entrada, otra criada le ve y le pregunta lo mismo que la criada
anterior (Mateo 26:71). La primera joven, al mirarlo otra vez insiste
a los que estaban allí: Este es de ellos (Marcos 14:69). Y otra vez se
repite la escena, ahora es un hombre el que reconoce a Pedro (Lucas
22:58). La criada y los siervos de la entrada se centran en Pedro y le
preguntan, ¿No eres tú de sus discípulos? (Juan 18:25).
Pedro está muy perturbado con esta pregunta directa. ¿Qué hará?
¡Se mantiene mintiendo! Incluso va más allá de la mentira y añade un
juramento, negando que tiene algo que ver con Jesús: No conozco al
hombre (Mateo 26:72). Pedro invoca al Dios santo para testificar, y al
hacerlo invoca su propio juicio sobre sí, para asegurarse de que ellos
le crean. Desafía a Dios al abusar del juramento para salvar su propio
pellejo (Catecismo de Heidelberg, El Día del Señor, 37). ¡Qué terrible!

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Por un momento parece que la negación de Pedro tiene éxito en
alejar la atención de sí mismo, y por una hora (Lucas 22:59) es de-
jado solo. Durante este tiempo, Pedro permanece allí, no abandona
el palacio.
Pero de nuevo el problema comienza. Esta vez es peor que antes.
Las personas entre quienes está parado, y con quienes ha empeza-
do una conversación, renuevan su ataque sobre él. Ellos tienen una
buena razón en insistir pues notan que él habla con acento galileo.
Toman esto como prueba y le dicen verdaderamente también tú eres
de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre (Mateo 26:73;
Lucas 22:59). Y para hacer las cosas peores, un pariente de Malco
reconoce a Pedro. ¿No te vi yo en el huerto con él? (Juan 18:26).
Esto puso a Pedro en una situación muy peligrosa. ¡Este hombre po-
dría muy bien querer tomar venganza, por lo de la oreja de su parien-
te! Pedro está en una situación muy difícil. Puede hablar la verdad,
¡pero no lo hace! Él mismo se ha atado a la mentira y no quiere ni
puede ya retroceder. Ya no puede estar parado sobre la cuerda floja.
Además comete otro pecado terrible. Comenzó a maldecir y a jurar
negando al Salvador por tercera vez, al declarar con vehemencia: No
conozco a este hombre de quien habláis (Marcos 14:71). E inmediata-
mente el gallo cantó por segunda vez (Marcos 14:72).

B. ¿Por qué negó Pedro al Señor?


1. ¿Quién negó al Salvador? Fue Pedro, ¡la roca! Él pensaba que era
tan fuerte. ¡Había soñado con victorias y ahora es vencido por una
joven criada!
2. ¿A quién negó Pedro? ¡Nada menos que al Señor Jesucristo, quien
es digno de ser confesado delante de todo el pueblo! Él había sido
tan paciente y bondadoso con Pedro y le había concedido nume-
rosas señales de gracia. Con expresiones muy tiernas, Jesús había
confirmado su amor a Pedro y lo había tratado como a un amigo
sincero. Por tres años, Pedro había disfrutado de una relación muy
íntima con él. Jesús sanó a su suegra de una fiebre; preparó una
pesca milagrosa para él; lo salvó de hundirse en el agua del lago de
Galilea; Pedro había compartido en la transfiguración sobre el mon-
te, como un observador de la gloria de Jesús. En una ocasión Pedro
había confesado: eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente (Mateo 16:16),
pero ahora, sin contemplaciones, llama a Jesús, ¡este hombre! (Mar-
cos 14:71).
3. ¿Cuándo negó Pedro a Jesús? La tentación no fue nada extraor-
dinaria. Ninguna espada ondeó sobre su cabeza y ninguna multitud
enojada lo atacó. ¡Él cedió cuando fue burlado gentilmente por una
criada! Pedro estaba más interesado en su propia seguridad que en
su fidelidad a su Señor.
Pedro también fue muy negligente. Muchas veces había experimen-
tado su debilidad con vergüenza, pero parece que no aprendió nada.
El Señor Jesús le había advertido explícitamente antes, pero no tomó
en serio la advertencia y, para su vergüenza, la olvidó.

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Nuevo Testamento

Pedro también fue presuntuoso. No evitó la tentación, aunque in- Referencias / Notas
tencionalmente no intentó negar al Salvador. Tal vez pensó que al
seguirlo podría demostrar su afecto. No huyó de la casa ni de la com-
pañía cuando su situación se puso muy peligrosa. Fue negligente
para velar y orar.
Pedro también temía al hombre y esto precipitó su caída. Su con-
fianza no era nada más que vanidad. La falsa culpa es una poderosa
compañera para el pecado. Esta nos mantiene alejados de la verdad
y nos conduce de un pecado a otro.
4. ¿Cómo negó Pedro a Jesús? Se detecta una progresión gradual,
que comienza al decir una mentira. Frecuentemente se expresa una
“mentira blanca”, ¡pero notemos las consecuencias terribles! Una
mentira tiene que ser cubierta con una sucesión de otras mentiras.
La segunda mentira de Pedro fue acompañada de un juramento,
pero la tercera vez no sólo repitió el juramento sino que cometió el
terrible pecado de perjurio, condenándose a sí mismo a la perdición.
No sólo negó que conocía a Jesús, sino que lo hizo delante de todos
(Mateo 26:70). Pedro no sólo dijo una mentira casual, durante un
momento de descuido, sino que tuvo ¡una hora entre la segunda ne-
gación y la tercera! Tuvo tiempo suficiente para reflexionar y librarse
de la situación, pero se hundió más y más en las aguas profundas
del pecado.

C. Nuestra actitud hacia la negación de Pedro


1. La negación de Pedro puede ser explicada. Esta muestra cómo es
nuestra naturaleza humana. Cuando el Espíritu de Dios toma control
de nosotros, somos capaces de pararnos contra el poder del mal.
Solo pensemos en Pedro en el día de Pentecostés y cuando más tar-
de se paró delante del concilio de Jerusalén (Hechos 2 y 4). Cuando
actuamos por nosotros mismos, llega a ser evidente que no tenemos
poder y nos rendimos inmediatamente.
2. La negación de Pedro no es justificable. El pecado debe ser llamado
pecado, aún cuando sea cometido por los hijos de Dios. Las Escrituras
no idealizan a los creyentes. Todos los registros de los cuatro evange-
lios relatan la negación despreciable de Pedro. Esta es una combina-
ción espantosa de ingratitud, cobardía, mentira, negación, quebranta-
miento de un juramento y auto condenación. Al principio, la actitud de
Pedro fue débil y después llegó a ser despreciable. ¡Nosotros nunca
podemos usar su pecado para justificar nuestro propio pecado!
3. No debemos menospreciar a Pedro. Él negó al Salvador humillado,
pero nosotros negamos a Cristo exaltado cuando vergonzosamente
guardamos silencio en compañía de los burladores y no hablamos;
cuando desestimamos la tentación y no evitamos a los malos ami-
gos; cuando valoramos las riquezas mundanas y las honramos más
que a la fidelidad a Dios y a la obediencia de Su Palabra; y, cuando
persistimos en decir falsedades para quedar bien. ¡No seamos orgu-
llosos, sino seamos temerosos! Los que piensan que están firmes,
caerán. Recuerde lo que Pedro escribió más tarde: ¡Sed sobrios, y
velad! (1 Pedro 5:8).

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas D. La negación de Pedro aumentó el sufrimiento de Jesús


No hay duda que la negación de Pedro aumentó el sufrimiento de
Jesús. Mientras está siendo sentenciado por el Sanedrín, en un cuar-
to cercano Pedro lo niega. Jesús escucha y ve todo. Es doloroso ser
malentendido, pero es mucho peor ser negado o rechazado por los
amigos más queridos. Negar a alguien es simplemente declarar que
no se tiene nada que ver con esa persona y cortar toda amistad con
ella. Pero, la cosa más terrible es cuando esta negación toma lugar
en la presencia y en beneficio de los enemigos.
Cristo confesó su señorío, aunque él sabía que sería sentenciado a
muerte, pero su discípulo lo negó. Todos los discípulos abandonaron
a Jesús. ¡Uno le traicionó y el otro negó firmemente que le conociera!
¡Cuántas razones dan al enemigo para burlarse de Jesús!
¡Cuán herido debe haberse sentido el corazón tierno y amoroso de
Jesús! Él sabía de antemano lo que sucedería, ¡pero ahora su natu-
raleza humana lo experimentaba!
Hay más. Su sufrimiento no es solo causado por el hombre. Cristo
también reconoció los ardides de Satanás. Él ataca a cada uno, pero
particularmente dirige sus dardos sobre los que tienen un lugar y
trabajo especial en el reino de Dios. Este quiere torcer las intencio-
nes de Dios, abolir la fe y ridiculizar la obra del mediador. No es de
sorprenderse que Satanás deseara grandemente zarandear como a
trigo a los doce discípulos.
En este momento, Satanás tiene a Pedro en la mira. ¿No es de asom-
brarse que el diablo tenga agarrado a uno de los discípulos más pro-
minentes y que pueda tan fácilmente incitarlo a negar a su Señor
y Salvador? ¡La batalla de Cristo es también contra el aborrecible
príncipe de la oscuridad!
Sobre todo, el sufrimiento de Cristo aumenta por el conocimiento del
consejo de Dios en todas estas cosas. Lo que está sucediendo no es
un asunto de coincidencia o de algo que podría no haber sucedido.
Cristo experimenta el carácter terrible del pecado por el costo de la
reconciliación. El único Santo debe pagar por los pecados de sus
discípulos, de presunción y confianza carnal. Estos le duelen profun-
damente.
Él Señor debe cumplir como mediador y sólo él debe pagar el precio
para obtener la expiación. Todo le es quitado. Sus propios discípulos
no lo ayudan en lo mínimo. Extraño he sido para mis hermanos, y
desconocido para los hijos de mi madre (Salmos 69:8). La espada de
la ira de Dios contra el pecado se ha vuelto contra el pastor y lo hiere.
¡Estos golpes son duros y cortantes!

II. EL AMOR DE JESÚS Y EL ARREPENTIMIENTO DE PEDRO


Qué alivio que este no es el final de la historia. ¡El sufrimiento y el
amor de Jesús no pueden ser separados, inclusive aquí! Su amor
inefable y grande por los pecadores lo hace deseoso de sufrir y lo
motiva a continuar hasta el fin. ¡Su fidelidad es duradera!

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Nuevo Testamento

A. Jesús mira a Pedro Referencias / Notas


Pero Jesús no niega a Pedro y tampoco lo condena. No le dice: yo
tampoco te conozco. Antes bien ora por él, ¡que tu fe no falte! (Lucas
22:32). ¡Esa es la razón por la que Pedro es sostenido! En el momento
exacto en que Satanás gana, él debe perder. Una mirada del Señor
es suficiente.
Mientras Pedro está maldiciendo y jurando, el gallo canta otra vez.
En este momento Jesús se volvió y miró a Pedro. No hay desprecio
en su mirada. Es un milagro que todavía considere a Pedro digno de
su atención. Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro (Lucas 22:61). No
dice una palabra. No quiere que las personas que están presentes
sepan algo que pondría a Pedro en una posición peligrosa.
¡Solo una mirada es suficiente! Ningún lenguaje puede expresar
más que el lenguaje de una mirada. El entendimiento más profundo
puede ser comunicado con una mirada. La mirada de Jesús incluye
todo: un recordatorio, un reproche y el perdón.
En este momento, es como si escamas cayeran de los ojos de Pe-
dro. Profundamente avergonzado, se acuerda de la advertencia que
recibió: De cierto te digo que tú, hoy, en esta noche, antes que el gallo
haya cantado dos veces, me negarás tres veces (Marcos 14:30). En
esta mirada Pedro lee el amor escudriñador y la gracia perdonadora
de Jesús. ¡Cristo no lo rechaza! Al contrario, lo busca con sus ojos.
Esa mirada rompe el corazón de Pedro, pero no lo aniquila. Calvino
afirma que la mirada de Cristo estaba acompañada del poder del Es-
píritu Santo y de este modo la luz de la gracia penetró en el corazón
de Pedro.
Jesús todavía busca a los pecadores caídos de esta manera. Cuando
llega a su vida el momento en el que usted siente la mirada del Se-
ñor, ya no puede continuar en el pecado por más tiempo, ya no puede
continuar ofendiendo al Señor y despreciando su amor. Es como si
los ojos de Jesús lo conmovieran. ¡No se aleje de él!

B. Pedro está profundamente arrepentido


Jesús permite que Pedro sienta el dolor del mal que ha cometido.
Pedro necesita sentirlo, y ya no puede soportar estar en el palacio del
Sumo Sacerdote por más tiempo. Sale corriendo y empieza a llorar
larga y amargamente (Marcos 14:72; Lucas 22:62). Lágrimas de dolor
y arrepentimiento corren por su rostro y el discípulo infiel confiesa su
pecado. El pecado produce dolor y debe ser lamentado. Si usted ha
pecado como Pedro, también necesita el arrepentimiento de Pedro.
No hay necesidad de desesperarse. ¡Bienaventurados los que lloran,
porque ellos recibirán consolación! (Mateo 5:4).
Hay una gran diferencia entre Pedro y Judas. Judas apostató porque
nunca había pertenecido verdaderamente a Jesús. Pedro cayó pro-
fundamente, pero fue totalmente perdonado de su traición. Él negó
a Jesús, pero no lo odiaba. Se maldijo a sí mismo, pero no maldijo a
Jesús. Judas está convencido de su pecado, pero Pedro se arrepien-
te. ¡Su arrepentimiento no es vano! Su arrepentimiento piadoso obró

| 437 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas para salvación. No cayó en desesperación total. Judas se volvió a


los sacerdotes principales cuando el dinero quemaba en sus manos.
Pero, a su debido tiempo, Pedro se reunió con los discípulos otra vez.
Y él estará presente en la mañana de la resurrección de Jesús.
La renovación de Pedro es la prueba más contundente del amor y
fidelidad incondicional del Señor. El arrepentimiento de Pedro es un
fruto del sufrimiento y muerte expiatoria de Jesús. Deberíamos todos
entender qué significa “perseverancia de los santos”. Esta confesión
no significa que nos volvamos descuidados y que ya no oremos, sino
lo contrario. Esto es un incentivo poderoso para ser fieles y perseve-
rar en agradecimiento, hasta el final.

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Nuevo Testamento

57
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS ANTE PILATO Y HERODES


Textos de referencia:
Mateo 27:1, 2, 11-14; Marcos 15:1-5; Lucas 23:1-12; Juan 18:28-38

Versículo para memorizar


Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.
Juan 14:6

INTRODUCCIÓN
Si nosotros solamente vemos el lado oscuro de la maldad humana ¿No era necesario que el
en la narración del sufrimiento del Señor, veremos inevitablemente Cristo padeciera estas
a Jesús como un mártir piadoso. Pero verlo así es un error. En cada cosas y que entrara en su
paso del camino de su muerte, debemos recordar que Cristo debe gloria? Lucas 24:26
sufrir estas cosas para entrar en su gloria (Lucas 24:26).
Las Escrituras afirman enfáticamente que el plan diabólico de sus
enemigos no fue casual, sino que fue determinado por el anticipado “A este, entregado por el
consejo y conocimiento de Dios (Hechos 2:23).
determinado consejo y
anticipado conocimiento
Dios usó a las personas como instrumentos para llevar a cabo el de Dios, prendisteis y
consejo de su santa voluntad. Sin embargo, esto no los excusa de su matasteis por manos de
pecado, ellos son completamente responsables por sus malas accio- inicuos, crucificándolo.
nes. Por tanto, Pilato y Herodes hicieron todo según el consejo y plan Hechos 2:23
de Dios, determinado de antemano (Hechos 4:27-28).
Fue la voluntad de Dios que el sustituto de los pecadores fuera sen-
Y verdaderamente se
tenciado por una corte terrenal. Fue también su voluntad que el vere-
unieron en esta ciudad
dicto judicial atestiguara que él era completamente inocente.
Herodes y Poncio Pilato,
Cuando tratemos con las acciones judiciales que tomaron lugar el con los gentiles y el pueblo
día de la muerte de Jesús, presentaremos ambos aspectos. de Israel, contra tu santo
Hijo Jesús, a quien
Por tanto, miremos a:
ungiste, para hacer cuanto
I. Jesús ante Pilato tu mano y tu consejo
II. Jesús ante Herodes habían antes determinado
que sucediera.
Hechos 4:27-28

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas I. JESÚS ANTE PILATO


A. El juez
La noche ha pasado y la mañana ha llegado. Hay un cambio de esce-
nario. El Señor Jesús ya no está en el salón de justicia en el palacio
del sumo sacerdote. Esa noche, en una breve reunión del Sanedrín,
el veredicto había sido oficialmente establecido y pronunciado (Ma-
teo 27:1). Jesús es otra vez atado. Temprano en la mañana, levan-
tándose entonces toda la muchedumbre de ellos, llevaron a Jesús a
Pilato (Lucas 22:66; 23:1; Mateo 27:2) para pedirle que pronuncie la
sentencia de muerte.

En este mismo tiempo ¿Quién era Pilato? Era el gobernador de Judea bajo la autoridad del
estaban allí algunos que emperador romano. Este Pilato era un hombre orgulloso e irreflexivo.
le contaban acerca de los Había ofendido frecuentemente a los judíos. Era cruel e inescrupu-
galileos cuya sangre Pilato loso (Lucas 13:1). Era una persona más bien indecisa, con un cier-
había mezclado con los to sentido de justicia. Sin embargo, no tenía escrúpulos en violar la
sacrificios de ellos. justicia si sus propios intereses estaban en juego. Pilato llevó a cabo
Lucas 13:1 sus obligaciones desde el año 26 al 36 d.C. hasta que fue despedido
de su cargo y enviado al exilio debido a que abusó de su oficio. Se
suicidó en Galilea.
Este hombre es el único nombrado en el Credo Apostólico de la Igle-
sia Cristiana. Es de suma importancia declarar que Cristo sufrió bajo
Poncio Pilato. Aunque sus cualidades personales son irrelevantes,
ocupó el oficio de la autoridad gubernamental más alta y fue el re-
presentante de la justicia sobre los judíos de ese tiempo. Tenía la
autoridad de gobernar y administrar justicia en nombre del poder
terrenal más alto, como representante del emperador romano que
regía el mundo conocido de entonces.
Cristo es personalmente inocente pero, como sustituto de los peca-
dores, toda la culpa de su pueblo recae sobre él. El juez terrenal lo
declaró inocente y lo sentenció. Esto significaba que el juicio divino
era administrado mediante el juez terrenal. Dios declaró culpable al
Mediador. Esto tenía que ser así para que los que son culpables de
muerte puedan ser declarados inocentes delante de la silla del juicio
severo de Dios (Catecismo de Heidelberg, Respuesta 38). ¡Qué inter-
cambio maravilloso!

B. El interrogatorio
Entonces Pilato, oyendo La residencia de Pilato estaba en Cesarea pero, por la gran fiesta,
esto, llevó fuera a Jesús, cuando numerosos judíos de todas partes del mundo venían a Je-
y se sentó en el tribunal, rusalén y los disturbios podían fácilmente producirse, se alojó en la
en el lugar llamado El ciudad capital. Había hecho su residencia en la ciudadela que aloja-
Enlosado, en hebreo, ba a muchas guarniciones romanas. Frente al salón de justicia ha-
Gábata. Juan 19:13 bía una plaza llamada Enlosado, y en hebreo “Gábata” (Juan 19:13).
Allí es donde los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo
permanecían parados. No querían entrar al salón del juicio para no
contaminarse (Juan 18:28). Debido a que era un edificio pagano, si
entraban al salón, ellos serían impuros según la ley levítica y no po-
drían comer la comida pascual.

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Nuevo Testamento

Estos judíos guardaban la ley estrictamente, pero al mismo tiempo Referencias / Notas
¡estaban llenos de pensamientos asesinos! No habían dudado en
pronunciar un veredicto injusto sobre un hombre inocente y traer
culpa de sangre sobre sus conciencias.
Pilato es amable y los recibe afuera. Aquí, ve la muchedumbre de sa-
cerdotes furiosos y a Jesús atado, en la mitad. Pilato pregunta: ¿Qué
acusación traéis contra este hombre? (Juan 18:29). Esto no es lo que
los judíos intentaban. Hacía poco el Sanedrín había sido prohibido
de administrar justicia y, por tanto, el concilio judío no podía dictar
la sentencia de muerte. Lo que ellos querían es que el gobernador
reconozca el veredicto.
¡Solamente él podía llevar a cabo la sentencia de muerte! Hacen un
gesto hacia Jesús y responden: Si éste no fuera un malhechor, no te
lo habríamos entregado.
Pilato, sin embargo, rehúsa cumplir la función de un ejecutor. Re-
nuente a tratar el caso, prefiere que el consejo judío lo resuelva siem-
pre y cuando permanezcan dentro del área de competencia que les
corresponde. Ante el pedido de ellos les responde: Tomadle vosotros,
y juzgadle según vuestra ley. Los judíos, sin embargo, conocen muy
bien que esto no los llevará a ninguna parte, pues tendrían que re-
gresar otra vez ante Pilato. Aun cuando ellos se ofenden por el he-
cho, piensan: a nosotros no nos está permitido dar muerte a nadie.
Necesitan el permiso del gobernador para alcanzar su meta. Y lo que
desean es que Pilato interrogue otra vez a Jesús.
Pilato se ve a sí mismo como juez, los judíos son los acusadores y
Jesús es el acusado. De esta manera, se cumplen las palabras de
Jesús: que debe morir en la cruz por manos paganas. ¡El Señor go-
bierna todo!
Los judíos conocen muy bien que la acusación de blasfemia y sacri-
legio, con la cual el Sanedrín encontró a Jesús culpable, no es sufi-
ciente para la corte de este gobernador pagano. Por tanto, intentan
otra táctica. Traen al juicio acusaciones de naturaleza política y di-
cen: A éste hemos hallado que pervierte a la nación, y que prohíbe dar
tributo a César, diciendo que él mismo es el Cristo, un rey (Lucas 23:2;
Lucas 20:20-26). La acusación la hacen parecer como si tuvieran la
evidencia y fueran los testigos que pueden probarlo ya que ellos mis-
mos lo han escuchado todo.
¡Qué hipocresía! Los judíos, que fueron conocidos por su actitud de
rebelión hacia sus conquistadores romanos, ahora actúan misera-
blemente, ¡al acusar a uno de su propio pueblo como un revolucio-
nario! Pilato escucha la acusación y sabe que no puede permitir que
esto continúe. Se ve obligado a investigar esta acusación. Va adentro
y llama a Jesús para interrogarlo.
Allí está parado el Rey de los judíos delante del representante del
emperador. Con incredulidad Pilato lo mira y pregunta: ¿Eres tú el
Rey de los judíos? (Juan 18:33). Para este juez terrenal, el reinado
de Cristo era de suma importancia y un asunto muy serio. Y para el
Sanedrín, en cambio, el aspecto espiritual --su Señorío divino-- era su
preocupación principal.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Pilato tiene el derecho de preguntar a Jesús para encontrar la verdad.
Jesús reconoce la autoridad de Pilato e inmediatamente responde;
¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí? Dicho de
otra forma, ¿sospechas de mí y deseas saber esto por ti mismo, o
preguntas esto porque yo he sido acusado por otros? La respuesta de
Pilato es cortante y mordaz: ¿Soy yo acaso judío? ¿Piensas que este
sueño judío de un Mesías es importante para mí? Tu nación, y los
principales sacerdotes, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?

C. La confesión de Jesús
El momento decisivo para que Jesús haga una buena confesión de-
Te mando delante de
Dios, que da vida a todas lante de Pilato ha llegado (1 Timoteo 6:13). Mi reino no es de este
las cosas, y de Jesucristo, mundo; si mi Reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían
que dio testimonio de la para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi Reino no es de
buena profesión delante de aquí. Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú
Poncio Pilato. dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al
1 Timoteo 6:13 mundo, para dar testimonio de la verdad. Todo aquel que es de la ver-
dad, oye mi voz. (Juan 18:36-37).
Completamente consciente de lo que está confesando, el Salvador
hace esta declaración. No tiene temor cuando confiesa su sobera-
nía. En forma real exclama: ¡Yo soy lo que tú dices! Jesús es Rey del
reino de la verdad por su naturaleza y oficio. ¡Para este propósito fue
ungido por el Espíritu, enviado al mundo y nacido de una mujer!
Pero ¿él es un Rey? ¡Con suma certeza! Era Rey cuando limpió el
templo, calmó la tormenta y resucitó de la muerte. ¿Pero qué pasa
ahora? Los reyes se sientan en tronos, pero él está atado. Aparece
en la forma de un siervo para llevar a cabo la obra todopoderosa de
redimir a los esclavos del pecado. Los reyes tienen derecho de hacer
proclamaciones y castigar a los calumniadores, pero él está senten-
ciado y escarnecido para que, por el poder de su amor, los calumnia-
dores del Dios todopoderoso no sean condenados eternamente.
Él es un Rey ahora, aunque no en el sentido que Pilato piensa. Jesús
le habla de su reino tres veces. Este reino no es una invención de
la imaginación o un sueño, ¡sino una realidad gloriosa! Su reino no
es terrenal; no es de este mundo, aunque está en y para el mundo.
Este no es mantenido por un poder terrenal; pues de lo contrario sus
servidores pelearían para evitar que su Rey caiga en manos de sus
enemigos.
Jesús le dijo: --Yo soy el El señorío de Cristo es verdaderamente grande. El bien mayor no se
camino, la verdad y la consigue por la fuerza del poder. El gobierno de Cristo es completa-
vida; nadie viene al Padre mente diferente al de los gobernantes terrenales. Las armas que usa
sino por mí. Juan 14:6 no son terrenales, sino espirituales. Gobierna con el cetro gentil de la
verdad. No fuerza a sus súbditos con medios externos, sino que los
gobierna conquistando sus corazones.
Los conquista los doblega, los persuade y los renueva con persua-
sión gentil. Jesús vino a dar testimonio a la verdad. Su reino no es
establecido por usurpar la autoridad, sino que tiene autoridad abso-
luta. ¡Él es la verdad! (Juan 14:6).

| 442 |
Nuevo Testamento

Completamente consciente y asegurado de su posición, Jesús decla- Referencias / Notas


ra sin ninguna vacilación a Pilato: Todo aquel que es de la verdad, oye
mi voz. No aquellos que superficialmente están de acuerdo conmigo
y me alaban, sino todo aquel que me recibe en fe, con un corazón
verdadero, como el camino, la verdad y la vida, oye mi voz. Estos me
conocen y me siguen, porque las ovejas siguen a su propio pastor.
¡Estos son mis súbditos, sean grandes o pequeños, ricos o pobres,
educados o iletrados, fuertes o débiles! (Juan 18:37).

D. El juicio
Cristo habló con confianza y solemnidad. Dirigió su confesión al co-
razón y conciencia del pagano Pilato. Sin embargo, este no tenía en-
tendimiento espiritual y era un hombre duro. Pilato era un agnóstico.
Él no creía en nada y burlonamente le pregunta: ¿Qué es la verdad?
No hay tal cosa como la verdad, y si esta existe, ¡es imposible real-
mente conocerla! Pilato era un hombre superficial, mundano y en-
cuentra ridículo que un judío despreciado afirme tener la verdad.
Pilato no espera una respuesta y tampoco tiene deseo de seguir con
el tema. Entiende que el emperador no tiene nada que temer de este
preso --un rey en el reino de la verdad. Este rey encadenado, recha-
zado por su propio pueblo y acusado por sus líderes simplemente es
un fanático, ¡pero no representa un peligro político! Por tanto, Pilato
declara que Jesús no es culpable, aun cuando el Señor respondió
afirmativamente a la pregunta de si era un rey. Pilato sale e informa
a los judíos, como consecuencia de su interrogación, Yo no hallo en
él ningún delito.

E. Pilato duda
Hasta aquí Pilato desempeña la parte del gobernador orgulloso que
impone su autoridad sobre los judíos y desprecia a Jesús. ¡Pero su-
cede un cambio! Los judíos no están satisfechos con el veredicto. Al
contrario, están asustados de que su presa pueda escapar y acusan
a Jesús con más ahínco (mucho dice Marcos 15:3). Ellos emiten toda
clase de acusaciones y a gritos exponen los cargos. La acusación
principal es que Jesús es un revolucionario. Empezó su enseñanza
revolucionaria en Galilea y la continuó sistemáticamente por todo el
país hasta Jerusalén (Lucas 23:5).
Pilato considera esto un caso difícil y se molesta. Debe liberar al
preso e inclusive debe usar la fuerza para honrar al absuelto. Un juez
no puede cambiar de opinión debido al clamor del pueblo. Aparen-
temente la actitud amenazadora de los judíos lo impresiona y le pre-
gunta de nuevo, ¿Nada respondes? Mira de cuántas cosas te acusan
(Marcos 15:4).
Pero Jesús no le respondió ni una palabra (Mateo 27:14). Cristo no
responde ni una sola palabra ante las falsas acusaciones de los ju-
díos. No tiene que defenderse a sí mismo, porque las acusaciones
están en conflicto unas con otras. Además, cualquier defensa sería
inútil. Jesús se asegura que el proceso de la ley no sea puesto a un

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas lado. Y lo más importante: no trata de justificarse a sí mismo. Todo


lo soporta como el sustituto y salvador, para que como fruto de su
sufrimiento él sea nuestro abogado ante el Padre (1 Juan 2:1-2).
Hijitos míos, estas cosas
os escribo para que no El gobernador se maravillaba mucho. Siente que el silencio de Jesús
pequéis. Pero si alguno ha significa que está en desacuerdo con sus acusaciones, pero no en-
pecado, abogado tenemos tiende lo que está pasando. Este hombre acusado es diferente de
para con el Padre, a algunos otros que él había juzgado. Ve que el odio de los líderes es
Jesucristo, el justo. Él es la salvaje, pero nunca había tenido un acusado en su silla del juicio que
propiciación por nuestros estuviera tan calmado y hablara con tal autoridad. Pilato no sabe qué
pecados, y no solamente hacer. Desea salir de este aprieto sin el enojo de los judíos.
por los nuestros, sino
¡De pronto piensa en una solución! Astutamente, busca confiar el
también por los de todo el
difícil caso a alguien más, basándose en las palabras de los acusa-
mundo. 1 Juan 2:1-2
dores: Entonces Pilato, oyendo decir, Galilea, preguntó si el hombre era
Galileo (Lucas 23:6). Al obtener una respuesta afirmativa, inmediata-
En este mismo tiempo mente sabe qué hacer.
estaban allí algunos que Pilato enviará a Jesús a Herodes que, en este momento, también
le contaban acerca de está en Jerusalén. Reconoce el derecho del rey de Galilea para tratar
los galileos cuya sangre los casos de justicia de las personas que pertenecen a su distrito.
Pilato había mezclado Esto es significativo, porque en el pasado Pilato había violado los
con los sacrificios de derechos de los galileos (Lucas 13:1-3). Además, esto daba a Pilato
ellos. Respondiendo Jesús, una vía de escape del problema.
les dijo: --¿Pensáis que
estos galileos, porque Si Jesús también es declarado inocente por Herodes, entonces Pi-
padecieron tales cosas, lato tendría un caso más fuerte contra estos judíos agresivos. Si
eran más pecadores que Herodes lo declara culpable, el asunto dejará de ser su responsa-
los demás galileos? Os bilidad. ¿No es esta una vía de escape inteligente? Pilato no duda
digo: no, antes si no os ni un momento y lleva a cabo su plan inmediatamente y lo remitió
arrepentís, todos pereceréis a Herodes (Lucas 23:7).
igualmente. Lucas 13:1-3
II. JESÚS ANTE HERODES
A. Vana curiosidad
Este es el tercer viaje agonizante para el Salvador. Es llevado por los
siervos de la corte y está rodeado por los enemigos amargados --los
sacerdotes principales y los escribas. Pronto el destino de su triste
viaje es alcanzado, porque está a una distancia corta. La puerta del
palacio se abre y el Mesías humillado es traído delante del hombre
que es el rey.
Herodes es el único de quien leemos, en la historia del sufrimiento
de Jesús, que se alegró mucho, porque hacía tiempo que deseaba ver-
le (Lucas 23:8). Si no conociéramos nada más sobre él sino solo esto,
podríamos asumir generosamente que esto indicaba algo bueno so-
bre Herodes. Sin embargo, fue uno de los que aumentó la intensidad
del sufrimiento de Jesús.
Herodes fue criado en la incredulidad y opulencia. Era llamado rey,
pero realmente era un esclavo de Herodías. Herodes sirve a un ídolo
de tres cabezas: el orgullo de los ojos, el amor a la vida y la lujuria
de la carne. La diversión y las orgías con borracheras eran las metas
principales de su vida en el gran salón de su palacio. Su lema era:
¡comamos y bebamos y gocemos! Herodes se revuelca en la sensua-

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Nuevo Testamento

lidad, pero inclusive la más lujosa vida necesita estímulos nuevos Referencias / Notas
para no caer en el aburrimiento. ¡Aquí hay algo extraordinario! He-
rodes está feliz porque tendrá una mañana de entretenimiento sin
haber tenido que buscarlo.
Herodes había escuchado sobre Jesús y por mucho tiempo deseaba
verle. Previamente, lo había temido, pero no por más tiempo. El hom-
bre, de quien pensó que era Juan el Bautista resucitado, está parado
delante de él como un preso y ¡tiene su destino en sus manos! ¡No es
esto maravilloso! Sus soldados deben ver esto también, porque esta
oportunidad es demasiado hermosa para dejarla pasar sin sacar ven-
taja de ella. Estos esperaban verle hacer alguna señal. Haz un mila-
gro, muéstranos algo extraordinario, danos algo de entretenimiento,
los cortesanos le piden mientras lisonjean y presionan a Jesús.
Dos reyes están parados, opuestos el uno del otro: el Príncipe de la Él les dijo: --Id y decid
vida está parado cara a cara con el asesino de la vida. El Hijo de Da- a aquella zorra: “Echo
vid se confronta con el edomita. El Cordero está parado delante de la fuera demonios y hago
zorra (Lucas 13:32). El Hijo de Dios que hace las obras del Padre se curaciones hoy y mañana,
para frente al fanfarrón hedonista que en muchas palabras le pedía y al tercer día termino mi
que hiciera milagros. obra”. Lucas 13:32
¡Qué sufrimiento era esto para Jesús! ¿Es esta su recompensa por
los milagros que había realizado? El Señor los realizó para el bene-
ficio de otros y ahora le piden que los realice, no para beneficio de
alguien, ¡sino para el entretenimiento de esta gente lujuriosa! Pronto
Jesús será contado entre los asesinados, pero ahora es contado en-
tre los payasos y tratado como un bufón.
Herodes está contento, pero no porque desea la salvación. Por tanto,
Jesús permanece en silencio. No da ni una respuesta a las muchas
preguntas. No es su propósito ser admirado por su poder. Los mila-
gros los hizo para la mayoría de los galileos pobres que clamaban
por ayuda, pero rehúsa levantar su mano para dar una señal al rey
de Galilea. Jesús no hace nada para ganárselo con el propósito de
salvar su vida. Aunque sufre severamente, permanece en silencio,
porque ha entregado su corazón para salvar a los pecadores. No bus-
ca su propia seguridad, sino la de su pueblo.

B. El odio amargo
En el palacio otro grupo de personas también está presente. Los sa-
cerdotes principales y los escribas han entrado. En su odio, seguían a
Jesús adonde era llevado. Su intensión es diferente de la de Herodes.
¿Quiere él ver una señal? Entonces ellos le dirán a Herodes que ¡Él
hace los milagros por el poder de Beelzebú! ¿Es él un Rey? No, ¡es
un revolucionario! Ellos no pueden soportar el interés que Herodes
pone en Jesús. Solamente demandan que sea sentenciado a muerte.
Por tanto, están acusándole con gran vehemencia (Lucas 23:10).
¡Cómo se intensifica el sufrimiento del Salvador! Su propio pueblo
no puede soportar cuando alguien tiene interés por él. Pero Jesús
no hace nada. Permanece en silencio, como si fuera inferior. Pa-
rece muy débil. Enmudecí, no abrí mi boca (Salmo 39:9). Este si-

| 445 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas lencio constante y mantener su boca cerrada es muy significativo


(Isaías 53:7).
Angustiado él, y afligido,
no abrió su boca; como
C. La amarga burla
un cordero fue llevado
al matadero; como una Todos se unen para ensañarse contra Cristo. La curiosidad insatisfe-
oveja delante de sus cha y la enemistad satánica se combinan con la burla. Herodes no
trasquiladores, enmudeció, lo juzga, sólo quiere retar a Jesús. Pero está decepcionado y toma
no abrió su boca. venganza. ¿No realizará Jesús una señal para él? Entonces ¡es un
Isaías 53:7 profeta mentiroso e incompetente! ¿Es un Rey? ¡Qué rey! Es un necio
fanático que merece ser ridiculizado antes que castigado.
Herodes declara que Jesús no es culpable. No lo sentencia, sino que
lo ridiculiza. Una capa blanca, usada para los candidatos que aspi-
raban un oficio alto, es colocada sobre sus hombros. Los cortesanos
hacen burla de Jesús. Estos no lo estiman ni perdonan su dignidad.
Lo vistieron de una ropa espléndida (Lucas 23:11) y así, vestido burlo-
namente como un rey, lo enviaron de regreso a Pilato.
Pilato aprecia esta respuesta. La disputa que existía entre ellos ha
terminado y se hicieron amigos Pilato y Herodes aquel día; porque an-
tes estaban enemistados entre sí (Lucas 23:12).
Aunque Pilato lo absolvió, será juzgado por su señorío, y Herodes se
burla por eso. El temor de Herodes fue cambiado a una pasión por
intensificar el sufrimiento de Jesús. Humilla profundamente a Jesús
con su trato descomedido, degradando así al Salvador que es con-
vertido en un juguete.
Jesús es abusado horriblemente. Aquí podemos ver que el pecado
no es un asunto sin consecuencias. Solamente el sufrimiento reden-
tor de Cristo puede expiar el pecado. Vayamos a él con un corazón
verdaderamente deseoso.
Herodes es un ejemplo terrible de los que se ciegan a sí mismos para
el juicio terrible. Jesús no le responde porque no tiene nada más que
decirle. No arroja perlas a los cerdos.
En Herodes vemos la progresión del fruto del pecado hasta que
madura. Inicialmente, hubo algo de convicción bajo la predicación
escudriñadora de Juan el Bautista. Pero Herodes no rompió con el
pecado y no se volvió a la justicia. Herodes experimentó la intran-
quilidad de una conciencia acusadora. Sin embargo, persistió en el
camino del pecado. Finalmente llegó a ser un siervo indiferente y
endurecido por la lujuria. Su conciencia fue cauterizada, su corazón
fue cerrado para Jesús y ahora es vencido por sí mismo. Prenderán
al impío sus propias iniquidades, y retenido será con las cuerdas de su
pecado. Él morirá por falta de corrección, y errará por lo inmenso de su
locura (Proverbios 5:22-23).

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Nuevo Testamento

58
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS ES RECHAZADO POR LOS


JUDÍOS QUE DESEAN CRUCIFICARLO
Textos de referencia:
Mateo 27:15-30; Marcos 15:6-19; Lucas 23:13-25; Juan 18:39-19:16

Versículo para memorizar:


Mas él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros
pecados. Por darnos la paz, cayó sobre él el castigo, y por sus llagas
fuimos nosotros curados. Isaías 53:5

INTRODUCCIÓN
Hay una relación y una progresión esencial entre la culpa, la miseria,
el pecado y la agonía. Y también la hay entre la expiación, el perdón,
el sufrimiento y la gloria. Para que Cristo fuera la fuente de salvación
eterna, tenía que quitar la fuente de la miseria eterna. Si muchos
debían ser guiados a la gloria, entonces el Capitán de nuestra sal-
vación debía ser purificado por el sufrimiento. Con su sufrimiento,
quitó la culpa y el castigo del pecado, y ¡los quitó completamente!
Por tanto, no podía quedar exento de ninguna parte de su intenso y
largo sufrimiento.
Esta fase siguiente del sufrimiento de Cristo es muy conmovedora.
Ocurrió frente al salón de justicia de Pilato. En este nuevo episodio,
señalaremos los siguientes aspectos:
I. El rechazo de Cristo
II. El maltrato de Cristo
III. La sumisión de Cristo

I. EL RECHAZO DE CRISTO
A. Pilato da una elección al pueblo
Temprano en la mañana del día viernes, el Señor Jesús fue atado
y llevado ante Pilato, quien le interrogó y halló inocente. En lugar
de soltar a Jesús, Pilato intentó zafarse del difícil caso enviándolo a

| 447 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Herodes. Sin embargo, Herodes envió a Jesús de regreso a Pilato.
Como resultado de estas transacciones, la amistad entre Herodes y
Pilato se restableció. Pero el gobernador volvió a encontrarse en la
misma posición que al principio y tuvo que hacerse cargo de Jesús
otra vez.
Pilato ha encontrado un camino de salida. Era costumbre que en la
fiesta de la Pascua judía el pueblo escogía a un preso para soltarlo.
¡Pilato usará esta costumbre ahora! Cuando el pueblo, los sacerdo-
tes principales y los líderes estaban reunidos sobre el enlosado, de-
lante del salón del juicio llamado Gabata, en voz alta demandaron
que Pilato aplique esta costumbre para que ellos pudieran ejercer
su preferencia.
Esto agradó a Pilato e inmediatamente aprovechó la oportunidad.
Allí estaban presentes por lo menos tres asesinos presos, y dos se-
rían crucificados. Uno era Barrabás, un preso famoso, un criminal
que había cometido homicidio durante una sedición reciente en la
ciudad. Junto a otros, que habían cometido homicidio en una revuelta,
este había sido puesto en prisión (Mateo 27:16; Marcos 15:7; Lucas
23:19). Barrabás era un quebrantador de la ley, un homicida o, como
Juan afirma, un ladrón (Juan 18:40).
Pilato dará al pueblo la oportunidad de escoger. Aparece delante de
ellos y les pregunta, ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a
Jesús, llamado el Cristo? (Mateo 27:17). Pilato espera que la multitud
favorezca a Jesús y que lo liberen. Ingenuamente cuenta con que
la mayoría de las personas no estén tan prejuiciadas contra Jesús
como lo estaban sus líderes, de quienes conoce, que por envidia le
habían entregado. Quiere demostrar públicamente que está enterado
de esto. Por eso declara que después de la investigación, delante de
vosotros, ninguna acusación traída contra Jesús permanece en pie y
no pueden ser un fundamento para culparlo. Herodes también había
declarado que Jesús no ha cometido ninguna falta para castigarlo
(Lucas 23:14-15).
Al tratar de ganar la cooperación del pueblo, Pilato intenta desbara-
tar los planes de los líderes. Pone, por decirlo así, las palabras en sus
bocas: ¿Queréis que os suelte al Rey de los judíos? (Marcos 15:9). No-
temos cuán frecuentemente Pilato habla sobre la liberación durante
el proceso del juicio.

B. El pueblo escoge
Hay una pausa. Pilato está sentado sobre la silla del juicio, esperan-
do la respuesta del pueblo. En este momento, recibe un mensaje de
su esposa. Ella le ruega que no se haga culpable de juzgar a este ino-
cente. No tengas nada que ver con ese justo; porque hoy he padecido
mucho en sueños por causa de él (Mateo 27:19). Esta breve interrup-
ción viene en un momento decisivo. Los principales sacerdotes y los
ancianos aprovechan esta interrupción para mezclarse entre la gente
y aconsejarla para que escojan a Barrabás. Abriéndose paso a través
de la densa multitud, persuaden a la multitud que pidiese a Barrabás,
y que Jesús fuese muerto (Mateo 27:20; Marcos 15:11).

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Nuevo Testamento

Cuando el gobernador regresa, mira con atención a la multitud y Referencias / Notas


les pide su respuesta. El pueblo grita al unísono: ¡Fuera con éste, y
suéltanos a Barrabás! (Lucas 23:18). Pilato está amargamente decep-
cionado, pero no se rinde todavía. Habla favorablemente de Jesús,
preguntando: Pues, ¿qué mal ha hecho? (Mateo 27:23).
Escuchemos lo que Pilato dice. ¡El juez llega a ser el abogado de
Jesús! Pero todo es en vano. Mientras más ruega por Jesús, más alto
grita la gente. Gritar es una respuesta más fácil que el razonamiento
de las cosas. Cuando Pilato, al haber agotado todo su ingenio, pre-
gunta: ¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo? Todos le dijeron:
¡Sea crucificado! (Mateo 27:22). Cuando de nuevo les dice le soltaré, el
pueblo grita: ¡Crucifícale! (Marcos 15:12, 13).
Ellos repiten su demanda obstinadamente. Nada ni nadie puede per-
suadirlos, ni aún Pilato cuando pregunta por tercera vez: ¿Pues qué
mal ha hecho éste? ¡Ningún delito digno de muerte he hallado en él! El
único resultado es que las voces de ellos y de los principales sacerdo-
tes prevalecieron (Lucas 23:22-23).

C. Pilato es incapaz de cambiar la decisión del pueblo


Pilato nota que no está consiguiendo nada. Al contrario, el tono de
los gritos de la muchedumbre llega a ser amenazador. El peligro de
un alboroto amenazaba (Mateo 27:24). Pero, Pilato no quiere rendirse
fácilmente ante ellos, así que intenta otra táctica. Él no puede aca-
llar a la multitud que grita, pero sí puede mostrarles algo que podría
hacerles entrar en sus cabales.
Las ayudas visuales frecuentemente impresionan más que las pa-
labras. Ordena que una palangana llena de agua sea traída. Lenta
y solemnemente procede a lavarse sus manos, afirmando: Inocente
soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros (Mateo 27:24). Luego todos los ancianos
de la ciudad más cercana
Comparemos lo que está sucediendo aquí con el lavamiento de las al lugar donde se halló
manos, como un testimonio de inocencia en el caso de un homicidio el muerto lavarán sus
serio en Deuteronomio (21:6-9). Pilato trata de quitarse toda respon- manos sobre la becerra
sabilidad, pero no puede lavar la sangre culpable de su conciencia. cuya cerviz fue quebrada
El intento de Pilato fracasa y tiene exactamente el resultado opuesto. en el valle, y harán esta
El pueblo tiene menos escrúpulos que Pilato. Ellos no tienen dudas declaración: “Nuestras
y tampoco se asustan al llamar a la venganza divina para que caiga manos no han derramado
sobre sí mismos, en caso de estar equivocados. Están firmemente esta sangre, ni nuestros
convencidos de que Dios no los castigará por su acción. ojos lo han visto. Perdona,
Jehová, a tu pueblo Israel,
Ni siquiera dudan en involucrar a sus descendientes en su culpa al cual redimiste, y no
y dicen insensiblemente: no te preocupes Pilato, nosotros seremos culpes de sangre inocente
responsables de las consecuencias. Su sangre sea sobre nosotros, y a tu pueblo Israel”. Así les
sobre nuestros hijos (Mateo 27:25). será perdonada esa sangre,
Sin embargo, esto no releva a Pilato de su responsabilidad y aumen- y tú apartarás la culpa de
ta la culpa del pueblo. El juicio de Dios que ellos clamaron sobre sí la sangre inocente de en
mismos, vino. La historia de los judíos es una evidencia clara de los medio de ti, cuando hagas
juicios indescriptibles que vinieron sobre Israel. El anti-semitismo ha lo que es recto ante los ojos
sido una maldición de su pecado por todas las edades.
de Jehová.
Deuteronomio 21:6-9.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas D. El pueblo escoge a Barrabás antes que a Jesús


Todas estas acciones causan a Jesús un sufrimiento indescriptible,
causado por Pilato pues evadió la justicia y colocó a Cristo fuera de la
ley. Pilato hace cualquier cosa para quitar su culpa. Sin embargo, la
culpa de los principales sacerdotes es aún mayor. Estos incitadores
de la multitud fueron motivados por su gran maldad.
Hasta hace poco, el Sanedrín estaba asustado de poner sus manos
sobre el Señor Jesús debido al temor de que el pueblo cause un
tumulto. Ahora, estas mismas personas rechazan a Jesús. Las Escri-
turas dicen: Todo el pueblo (Mateo 27:25). Este pueblo arroja a Cristo
de su sociedad, considerándolo una persona maldita, digna de ser
colgada en una cruz. No es extraño aquel a quien rechazan. Es uno
de ellos. Es un judío que los amó grandemente. Lo había probado al
buscarlos y tratarlos siempre amorosamente. ¡Ellos saben que no
es un ladrón o un homicida! Sin embargo, no quieren nada con él.
¡Ellos prefieren a Barrabás!

El Dios de Abraham, ¡Reflexionemos por un momento en el contraste entre estos dos! Je-
de Isaac y de Jacob, el sús o Barrabás, significa una elección entre al amor o el odio; el Prín-
Dios de nuestros padres, cipe de paz o un revolucionario; la pureza impecable o un esclavo
ha glorificado a su Hijo del pecado; el Hijo de Dios o un hijo del diablo. ¡Jesús está colocado
Jesús, a quien vosotros al mismo nivel que un criminal y ellos prefieren al criminal! Pocos
entregasteis y negasteis meses más tarde Pedro afirmaría que en la presencia de Pilato este
delante de Pilato, cuando pueblo había negado al Santo y Justo y que habían preferido a un
este había resuelto ponerlo homicida sobre el Príncipe de la vida (Hechos 3:13-14).
en libertad. Pero vosotros Este es un punto crucial en la historia de Israel. Esta elección terrible
negasteis al Santo y al marca el clímax de siglos de apostasía y pecado. Esta acción del pue-
Justo, y pedisteis que se os blo judío no es solamente un estallido súbito, atolondrado de pasión.
diera un homicida. Es la evidencia de cómo ellos habían sido cegados gradualmente.
Hechos 3:13-14 Dada una elección entre Barrabás y Jesús, ¡ellos prefirieron tener a
Barrabás!
Por supuesto, el pueblo tiene sus objeciones contra Barrabás el la-
drón, pero las pasan por alto. Estuvo involucrado en una rebelión
contra los odiados romanos. Quizás esto era algo que podía decirse
a su favor. Es verdad que la causa nacional había sido herida, más
que ayudada, por su comportamiento inoportuno y atolondrado, pero
Barrabás es preferido antes que Jesús. Al menos este revolucionario
representa el ideal de libertad política, tan acariciada por todos. Ellos
podrían respetarlo como un héroe del pueblo. Pues, Barrabás tomó
acción contra sus opresores, en cambio Jesús no hizo nada contra
los romanos. Y a pesar de ello, este Jesús ¡dice que es el Mesías!
¿Tienen ellos que dejar libre a este Mesías? ¡Él, mas bien debería
librarlos de los opresores romanos! Este Mesías no mató al enemigo
y tampoco juzgó al mundo. Jesús no satisface los deseos de las per-
sonas de mente carnal y, por tanto, ellos no lo quieren. Él no predicó
sobre un reino de bienes mundanos, sino de un reino espiritual. Él
enseña a negarse a uno mismo y lo solicita de sus seguidores. Por
eso ¡ellos piensan que es un engañador, un Cristo falso!
Estas personas están totalmente centradas en sí mismas y no se dan
cuenta que son pecadores culpables. En su incredulidad, ignoran

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Nuevo Testamento

que las Escrituras y el Espíritu Santo habían revelado de que el Re- Referencias / Notas
dentor sufriría (Salmo 22, su agonía; Salmo 69, su indignidad; Isaías
53, su sufrimiento redentor). Por tanto, rechazan al Señor Jesús
como el único Salvador. Ellos prefieren la oscuridad a la luz y esco-
gen la muerte antes que la vida. Los que rechazan a Cristo, rechazan
la vida. Jesús debe ser recibido mientras se ofrece a sí mismo.
Este evento indica la profundidad del carácter representativo del su-
frimiento de Cristo. La obra sustitutiva de Cristo nos es mostrada
como en un espejo. Los culpables son libertados porque el inocente
es sentenciado a morir como se merecen los culpables.

II. EL MALTRATO DE CRISTO


A. Jesús es maltratado y torturado
Pilato, el juez, es forzado a continuar la administración de la justicia.
Él se rendirá ante los deseos del pueblo con respecto a Barrabás,
pero no quiere rendirse a las demandas con respecto a Jesús. Estará
en parte de acuerdo a los deseos del pueblo porque quiere evitar
una confrontación con este que ha sido llevado al frenesí. Por tanto,
repite lo que dijo anteriormente: Le castigaré, pues, y le soltaré (Lucas
23:22).
El castigo, un flagelamiento doloroso, era usualmente el primer paso
para administrar la pena de crucifixión. Pero Pilato intenta restrin-
girlo solamente a esta acción, con la esperanza secreta de que esto
aplaque a los judíos. Pilato, el cobarde, entrega al Señor Jesús para
que sea azotado.
La terrible acción sangrienta comienza. Las manos crueles lo aga-
rran y lo desvisten. A esto sigue el flagelamiento, administrado de
acuerdo a la costumbre romana, es decir, sin piedad. Los golpes
penetrantes hacen surcos profundos sobre la espalda desnuda de
Jesús hasta que la sangre fluye de las heridas. ¡Horrible! Si esto no
muestra la abominación del pecado, ¿qué más puede hacerlo?
Esto no fue lo único que el Salvador tuvo que soportar. La tortura
es acompañada por la degradación. Había unos pocos espectado-
res cuando los soldados lo flagelaron, pero cuando estos dan rienda
suelta a sus pasiones, ¡quieren que todos se unan!
Jesús es llevado adentro y reunieron alrededor de él a toda la compa-
ñía (Mateo 27:27). Y se gozan en su agonía. Han escuchado que es
el Rey de los judíos. ¡Esto tienen que verlo! ¡Él verdaderamente no
parece un rey, así que harán algo al respecto! Ellos le desnudaron,
le echaron encima un manto de escarlata, y pusieron sobre su cabeza
una corona tejida de espinas. Otro soldado puso una caña en su mano
derecha como un cetro (Mateo 27:27-29). ¿Es este un Rey?
Después de haber vestido a Jesús, empezaron a brindarle un home-
naje burlón. Caen sobre sus rodillas delante de él y burlonamente lo
saludan: ¡Salve, Rey de los judíos! Entonces muestran su total desver-
güenza al escupirle y golpearle con sus manos. Luego le golpeaban
en la cabeza sobre la cual le habían colocado la corona de espinas.
Y para completar su actuación vergonzosa, se inclinaron delante de

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas él (Mateo 27:29-30; Juan 19:3). ¡Ellos no saben que después tendrán
que arrodillarse ante él por última vez! (Filipenses 2:10).
Para que en el nombre de ¡Qué horrible y abominable es el tormento que sucede aquí! Pare-
Jesús se doble toda rodilla ce imposible imaginar una escena más horrible y repugnante. ¿Es
de los que están en los este el espíritu animal dentro del hombre? No, vemos el horror in-
cielos, en la tierra y debajo descriptible del pecado que sale del hombre. La naturaleza corrupta
de la tierra. del corazón del hombre es desencadenada. La naturaleza mala de
Filipenses 2:10 la humanidad es expresada por estos soldados. Ellos despliegan la
maldad que por naturaleza vive en el hombre.

B. Jesús sufre para expiar el pecado del hombre


El sufrimiento de nuestro Señor era tanto físico como espiritual. So-
portó la injusticia y la crueldad extremas. Su amargo sufrimiento no
es respetado, y su dolor es escarnecido. La sensibilidad humana es
violada. La fuerza bruta está en control y viola a su persona. Hay
solamente desprecio por Jesús. Sus clamores no son tomados en
cuenta. Jesús es considerado como ridículo y absurdo, y ellos lo des-
precian.
¿Puede alguien discernir la gloria del Unigénito del Padre en una
cara cubierta con saliva? ¡Aquí vemos el precio enorme que el Sal-
vador pagó para redimir a los pecadores! Llevó los golpes sobre sí y
aceptó el sufrimiento que nosotros nos merecíamos debido a nues-
tros pecados. ¡Sufrió en lugar de los que merecían recibir aquellos
golpes! Cuando pensamos en su cabeza herida y ensangrentada,
debemos estar profundamente humillados al considerar que así fue
como él llevó la culpa por nuestro pecado. ¡El hombre escarneció y
caricaturizó al Rey verdadero!
Lo que tú, mi Señor, has sufrido
Fue todo por la ganancia de los pecadores:
Mía, mía fue la transgresión,
Pero tuyo el dolor mortal.
¡Heme aquí me postro, mi Salvador!
Porque yo merezco tu lugar;
Mírame con tu favor,
Concédeme tu gracia.
Benditos somos cuando no lo rechazamos, sino que lo amamos y
honramos en su estado lamentable de Siervo sufriente. Y por su llaga
fuimos nosotros curados (Isaías 53:5).

III. LA SUMISIÓN DE CRISTO


A. Pilato sentencia a Jesús para ser crucificado
Pilato ha tenido suficiente. Tratará una vez más de conseguir la apro-
bación del pueblo para poner en libertad a Jesús. Y ahora apelará al
sentido de piedad del pueblo. Ordena que Jesús sea traído afuera y
nuevamente proclama en voz alta la inocencia de Jesús. Señalando
al cómico vestuario real de Jesús, Pilato dice con piedad en su voz:
¡He aquí el hombre! (Juan 19:4-5).

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Nuevo Testamento

Por un momento hay silencio. ¿La apariencia de Jesús trajo la ver- Referencias / Notas
güenza del pueblo? ¿Retrocedieron al ver lo que habían pasado? Di-
jeron ellos: ¿es esto suficiente? Los principales sacerdotes quieren
prevenir esto a cualquier costo y fuera de sí, con ira, gritan salvaje-
mente, chillan y dan voces, junto con los alguaciles: ¡Crucifícale! ¡Cru-
cifícale! (Juan 19:6). Ellos son inflexibles y tienen éxito porque nadie
pide la libertad de Jesús. Al contrario, la visión de la sangre parece
incitar la sed de sangre del pueblo.
El gobernador está sorprendido. Este intento tampoco tiene éxito.
¡Está equivocado otra vez! Sin embargo, Pilato no está deseoso de
pronunciar la sentencia. Ahora, está visiblemente contrariado y trata
que la responsabilidad caiga sobre los judíos: Tomadle vosotros, y
crucificadle; porque yo no hallo delito en él (Juan 19:6). Y esto tampoco
tiene éxito, porque, ¿cuál es la respuesta de los judíos? No se rinden,
sino que más bien pasan sobre Pilato. Si Pilato no quiere sentenciar
a Jesús, ellos lo sentenciarán según su propia ley. Ahora exponen la
verdadera razón por la cual quieren que Jesús sea castigado con la
muerte. Inicialmente, no habían manifestado esta razón, sabiendo
que esto no les llevaría a ninguna parte con los paganos, pero en
este momento del proceso ya no callan. Nosotros tenemos una ley, y
según nuestra ley debe morir, porque se hizo a sí mismo Hijo de Dios
(Juan 19:7).
Esta afirmación obtiene una contestación, aunque diferente a la que
deseaban. El indeciso Pilato es vencido por un espíritu supersticio-
so. Más y más la presencia de Cristo lo inquieta. Nuevamente entra
al salón del juicio para interrogar a Jesús y le pregunta sobre su
origen. Mas Jesús no le dio respuesta (Juan 9:9). Pilato, que estaba
acostumbrado a ver a los presos arrastrarse delante de él, se ofende
y se dirige a Jesús con desdén: ¿A mí no me hablas? ¿No sabes que
tengo autoridad para crucificarte, y que tengo autoridad para soltarte?
¡Tu destino está en mis manos!
Pero el Señor Jesús contesta: Ninguna autoridad tendrías contra mí,
si no te fuese dada de arriba; por tanto, el que a ti me ha entregado,
mayor pecado tiene. Tanto los que lo entregaron como Pilato, el juez,
son culpables delante de Dios aunque no en el mismo grado. ¿Quién
es superior aquí? ¿El juez orgulloso o el preso?
Esta respuesta digna y penetrante de Cristo impresiona profunda-
mente a Pilato. Las Escrituras afirman: Desde entonces procuraba
Pilato soltarle. Este mantiene esta resolución por un momento, ha-
ciendo toda clase de esfuerzos, pero nada tiene éxito. No importa
cuánto tuerza y cambie, finalmente ya no sabe qué más hacer. Pilato
es como un barco sin timón, un juguete del viento y de las olas. Ese
es el resultado cuando se sigue el camino equivocado y no se toma
ninguna decisión para cambiar. Pilato continúa dudando.
Ahora los judíos sanguinarios usan su arma final: Si a éste sueltas,
no eres amigo de César. Este es el argumento decisivo, porque con-
tiene una amenaza seria. ¡Qué pasaría si ellos se quejaran de Pilato
en Roma por proteger a este revolucionario! ¡El favor de César era
extremadamente importante para él! ¡Pilato se rinde! Se burla de los
judíos dos veces más, pero sucumbe a la presión hostil de la muche-

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas dumbre y las palabras finales de los sumos sacerdotes sanguinarios
quiebran su última resistencia cuando afirman, No tenemos más rey
que César.
Pilato toma su lugar en la silla del juicio y emite su decisión. Admi-
nistra la justicia para que se hiciese lo que ellos pedían (Lucas 23:24),
pronuncia la sentencia y entregó a Jesús a ellos para que fuese cruci-
ficado (Juan 19:16).

B. Jesús fue legalmente sentenciado


Porque es necesario A simple vista, parecía como si Pilato se esforzara por salvar a Jesús.
que todos nosotros Pero traicionó a su deber. Mientras vacilaba en administrar la justi-
comparezcamos ante el cia, una cosa condujo a la otra. Inicialmente parecía orgulloso, pero
tribunal de Cristo, para termina como un cobarde. Él debió haber sido firme, pero se acobar-
que cada uno reciba dó. Sabía lo que tenía que hacer, pero no se atrevió. Debía mantener
según lo que haya hecho la justicia, pero actuó arbitrariamente. Colocó al inocente del lado de
mientras estaba en el los asesinos y permitió que la opinión del pueblo prevalezca contra
cuerpo, sea bueno o sea Jesús. Trató de eludir la responsabilidad y no protegió al acusado
malo. 2 Corintios 5:10 contra las intensiones de los malvados. Permitió que el Señor sea
maltratado, sin interferir. Pilato concluyó el proceso ordenando un
homicidio legal por el bien de sus propios intereses egoístas. ¡Cómo
debió haberle dolido esto a Jesús! ¡Quien amaba tanto la justicia de
Dios, sacrificó su propia vida para satisfacerla! El gobernador es un
siervo vendido bajo el pecado. ¡Un día, Pilato se parará como el acu-
sado delante de la silla del juicio de Cristo! (2 Corintios 5:10).
El sufrimiento de Jesús también aumentó por el extravío del juicio
por los judíos. Fría y calmadamente, ellos se mantuvieron inflexibles:
Jesús es un blasfemo y la ley de Dios demanda su muerte. Jesús no
sucumbió ante la multitud, sino que legalmente fue condenado a
la muerte. El pueblo pensaba que realizaba un servicio a Dios. Es-
tuvieron completamente controlados por una actitud farisaica. Su
apostasía fue creer en la mentira. ¡Qué terrible!
Con este sufrimiento, el Salvador satisfizo el juicio de Dios sobre el
pecado. Jesús tenía que ser sentenciado a muerte. Él se hizo a sí
mismo el sustituto de los pecadores. La injusticia del pueblo de Dios
es colocada sobre Cristo. ¡Él tomó su causa delante de la silla del jui-
cio de Dios y trajo expiación completa por su sufrimiento expiatorio!
¿Qué podemos esperar cuando nos paremos solos delante de Dios?
Un día todos compareceremos delante de la silla del juicio de Dios.
Ninguna acusación tiene que ser buscada contra nosotros, porque
somos dignos de condenación. La condenación de Cristo ante Pilato
muestra la profundidad de la caída, la corrupción y el mal humano.
Las semillas de estos viven en cada corazón.
El único camino para ser salvos es creer en Jesús. Él permitió que
lo sentenciaran siendo inocente, así pudo obtener el perdón para los
pecadores, porque el Señor no deseaba su destrucción.

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Nuevo Testamento

59
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS ES CRUCIFICADO
Textos de referencia:
Mateo 27:31-46; Marcos 15:20-34; Lucas 23:26-44; Juan 19:16-28

Versículo para memorizar:


Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Lucas 23:34

INTRODUCCIÓN
Muchas y diferentes actividades tomaron lugar mientras la senten-
cia contra el Hijo de Dios estaba siendo ejecutada. El sufrimiento de
Jesús fue muy grande, pero lo más importante sucedió invisiblemen-
te. Por tanto, no es fácil relatar la historia de la crucifixión desde una
perspectiva apropiada.
Los muchos personajes secundarios, tales como Simón de Cirene, las
mujeres que lloraban, Pilato, los soldados, los verdugos, los enemi-
gos que se burlaban y los amigos silenciosos, debemos mencionarlos.
Pero ellos solamente tienen funciones subordinadas, pues la humilla-
ción del Señor Jesús y su gloria divina son centrales al relato.
El calvario nos muestra el juicio de Dios sobre el pecado y la maldad
del hombre. Demuestra la justicia de Dios y despliega el sufrimiento
extraordinario, la obediencia perfecta y el gran amor del Salvador al
asegurar la salvación para los pecadores indignos. Mientras obser-
vamos el misterio del sacrificio perfecto del Hijo de Dios hecho en la
cruz, nuestros corazones deberían llenarse de profunda humildad,
verdadero arrepentimiento por el pecado, fe apasionada y amor agra-
decido. En este relato del sufrimiento de Cristo lo observaremos:
I. En el camino a la cruz
II. En la cruz

I. EN EL CAMINO A LA CRUZ
A. Simón de Cirene es forzado a llevar la cruz
Pilato, el juez injusto, finalmente se rindió ante los judíos y sentenció
al inocente a la muerte por crucifixión. Allí, ya no hubo una apelación

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas más y la sentencia no tardó. Por tanto, se hacen inmediatamente las
preparaciones para proceder con la crucifixión.
Cuando el Señor Jesús fue vestido con sus propios vestidos nueva-
mente, le colocaron la pesada cruz sobre sus hombros. Este era un
madero vertical con otro cruzado horizontalmente en una ranura. So-
bre la parte superior de la cruz, se colocaba la señal que identificaba
a la persona ejecutada. El madero vertical no era muy largo, porque
era posible alcanzar la boca de la víctima con una caña.
Los soldados condujeron a Jesús por el camino al Calvario (Lucas
23:33), lugar que significa “calavera”, probablemente denotando la
forma del monte sobre el que se realizaban las crucifixiones. Un sol-
dado está enfrente de él, otro detrás y uno a cada lado, con un cen-
turión que guía el camino.
Después sacarán fuera del El monte de la Calavera era el lugar donde los criminales eran eje-
campamento el becerro y cutados. Estaba cerca de la ciudad (Juan 19:20). Cinco días antes,
el macho cabrío inmolados Jesús había entrado a Jerusalén como Rey. Ahora es considerado in-
por el pecado, cuya sangre mundo y guiado fuera del campamento, para ser ejecutado más allá
fue llevada al santuario de las paredes de la ciudad santa (Levítico 16:27; Hebreos 13:11-12).
para hacer la expiación, La leyenda dice que Jesús cayó en la vía dolorosa --el camino del
y quemarán en el fuego dolor. La verdad de esto no puede ser verificada. La Escritura parece
su piel, su carne y su indicar que el Salvador sufriente encontró su cruz insoportablemen-
estiércol. Levítico 16:27 te pesada. Ningún romano se ofreció para ayudarle y ningún judío
vino a auxiliar a Jesús a llevar su pesada cruz.
Porque los cuerpos de Aparentemente la procesión iba demasiado lenta para los soldados,
aquellos animales cuya y para ejecutar rápidas la sentencia tomaron a cierto Simón de Cirene
sangre a causa del pecado que venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que la llevase
es introducida en el tras Jesús (Lucas 23:26). Es posible que Simón haya ayudado a lle-
santuario por el Sumo var una parte del madero de los hombros de Jesús, aunque también
sacerdote, son quemados puede ser que llevara toda la cruz.
fuera del campamento.
Cualquiera que haya sido el caso, fue otra experiencia dolorosa para
Por lo cual también
el Salvador comprender que Simón tuvo que ser obligado para servir.
Jesús, para santificar al
A éste [Simón] obligaron a que llevase la cruz (Mateo 27:32).
pueblo mediante su propia
sangre, padeció fuera de la
puerta. Hebreos 13:11-12 B. Una gran multitud siguió a Jesús
Y le seguía gran multitud del pueblo, y de mujeres que lloraban y ha-
cían lamentación por él (Lucas 23:27). Estas Hijas de Jerusalén (Lucas
23:28) salieron de la ciudad para testificar cómo Jesús era llevado
fuera de la ciudad para ser crucificado. Estaban tan afectadas por
la escena que empezaron a llorar. Sus lágrimas fueron señales de
compasión y piedad.
Esta sensibilidad era mucho mejor que la dureza y la crueldad. Sin
embargo, estas mujeres mostraron que no entendían el sufrimiento
de Jesús. Su piedad realmente aumentó su tormento, porque lo mi-
raban solamente como una víctima desafortunada del odio malicioso
de sus enemigos. Ellas estaban muy tristes de ver que Jesús había
caído en las manos de sus enemigos y que iba morir. Pensaban que
Jesús iba a la cruz en contra de su voluntad.

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Nuevo Testamento

Jesús se volvió a estas mujeres, no para agradecerles por su com- Referencias / Notas
pasión, ni para hablarles palabras duras de reproche. Las corrigió
solemne y amorosamente. Había estado en silencio por mucho tiem-
po. Ahora abre su boca para decir sus últimas palabras a la multitud,
representada por estas mujeres que lo seguían.
Jesús no les había dado un motivo para que lo compadezcan. Ningún
grito de angustia había salido de sus labios. Pero ahora Jesús habla.
Refiriéndose a la multitud que llora por su sangre (Mateo 27:25), pre-
vé el futuro de Jerusalén y predice el juicio que vendrá sobre la ciu-
dad en cuarenta años.
La muerte de Jesús traerá consecuencias para ellos. Porque si en
el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué no se hará? (Lucas
23:31). Las ramas secas serán quemadas en el fuego. Cuando esto
suceda será tan terrible que las estériles serán consideradas una
bendición y ser cubiertos por la montaña será preferible a la vida.
Jesús está completamente consciente de su inocencia. Él es el árbol
verde. La multitud es culpable de asesinar a los profetas y de recha-
zar a su Mesías. Esta gente es el árbol seco. No deben lamentarse por
la condición de Jesús, sino llorar por su propia condición.
Nosotros tampoco deberíamos lamentarnos por el sufrimiento del
Salvador, sino que deberíamos llorar por los judíos, los soldados in-
sensibles y, más que todo, por nosotros mismos. Nuestros pecados
también ponen a Jesús sobre la cruz.

II. EN LA CRUZ
Entre las nueve y las doce de la mañana, la multitud llegó al Calvario.
¡Allí, el Dios Santo es unido a una cruz de madera! Los evangelistas
son sobrios en su descripción y usan pocas palabras cuando expli-
can cómo los clavos agudos traspasan las manos y los pies de Jesús.
Ellos no dramatizan el sufrimiento.
Los escritores del Evangelio expresan que todo lo que se hizo fue
cumplido y concordó exactamente con las profecías del Antiguo Tes-
tamento. Nada sucedió por casualidad. Nada de lo que pasó iba a
acontecer de una manera diferente.

A. El cuerpo de Jesús es atormentado


La crucifixión es de origen pagano y es extremadamente dolorosa.
Se coloca y se asegura firmemente el madero vertical de la cruz en
la tierra.
Después de ser desvestido, el que va a ser crucificado es colocado
sobre la cruz. Las manos y los pies son sostenidos con clavos so-
bre el madero. Las astillas ásperas del madero lastiman las heridas
sangrantes que la persona crucificada ha recibido de los latigazos.
Pronto las heridas se infectan. La tensión sobrenatural y la presión
fuerzan grandemente las extremidades del cuerpo de modo que los
miembros se endurecen. La sangre fluye en la cavidad del pecho y
en la cabeza. La fiebre aparece y hace estragos como un fuego a tra-
vés de todos los miembros del cuerpo y una sed ardiente se desata.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Bajo los rayos ardientes del sol, la persona crucificada sufre dolores
indescriptibles.
Es imposible para alguien sentir o describir cómo Cristo soportó
la agonía en su cuerpo. Las Escrituras enfatizan que sufrió y sintió
estos tormentos horribles estando completamente consciente. Era
la costumbre dar a los crucificados una bebida intoxicante, vinagre
mezclado con hiel (Mateo 27:34; Marcos 15:23).
Jesús probó esta bebida, pero no quiso beberlo. Él no quería sufrir en
un estado de inconsciencia. Durante las seis horas que sufrió sobre
la cruz, estaba completamente consciente.
Por tanto, yo le daré parte
Al final, mientras sufría esta agonía, gritó: ¡Tengo sed! (Juan 19:28).
con los grandes, y con Desde que bebió la copa de la comida Pascual, Jesús no había bebi-
los poderosos repartirá do una gota de agua. La agonía del alma que experimentó en Getse-
el botín; por cuanto maní había hecho brotar de los poros de su cuerpo gotas de sangre
derramó su vida hasta la en lugar de sudor. Él había sido hecho para sufrir los tormentos más
muerte, y fue contado con crueles por Caifás y Pilato. Su sangre quemaba en su cuerpo y su
los pecadores, habiendo lengua estaba seca, abrasada por la sed.
él llevado el pecado de Jesús está deshidratado. La sed, la primera necesidad de un niño
muchos y orado por los recién nacido y la última necesidad del moribundo, es el símbolo de
transgresores. Isaías 53:12 todas las necesidades de su cuerpo. Esta sed lo ha traído al clímax
de su sufrimiento. Al haber rehusado la bebida de vinagre y hiel, y al
haber soportado el sufrimiento terrible de la sed insoportable, Jesús
Perdona ahora la clamó por el alivio de este dolor con la voz ronca de una garganta
maldad de este pueblo reseca.
según la grandeza de tu
misericordia, como has
perdonado a este pueblo B. La actitud de Jesús durante su sufrimiento
desde Egipto hasta aquí. La última palabra de Jesús sobre la cruz nos dice algo del sufrimien-
Entonces Jehová dijo: --Yo to de su alma. Las palabras son pocas, sin embargo, están llenas de
lo he perdonado, conforme profundo significado.
a tu dicho.
Números 14:19-20
1. Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen (Lucas 23:34).
Muchos hubieran pedido por venganza, pero Jesús no ofreció resis-
Pero ahora, hermanos, tencia. Él es como un cordero llevado al matadero. ¡Oró por los trans-
sé que por ignorancia gresores (Isaías 53:12) mientras estaba siendo crucificado! ¡Mientras
lo habéis hecho, como el templo de su cuerpo estaba siendo profanado, él abrió el santuario
también vuestros de su alma para mostrar que estaba lleno de amor! Mostró más que
gobernantes. Hechos 3:17 tranquilidad y paciencia. ¡Aquí está el amor perdonador!
¡Jesús ora por sus enemigos que le causaron el dolor más insopor-
Pero hablamos sabiduría table! Pide que ellos puedan ser perdonados. Está pidiéndole literal-
de Dios en misterio, la mente a Dios que les deje ir, para enviarlos lejos y no ser destruidos
sabiduría oculta que Dios directamente por la furia completa de su ira. Un tipo del amor inter-
predestinó antes de los cesor de Jesús por los pecadores es encontrado en la oración de
siglos para nuestra gloria, Moisés por Israel en el Antiguo Testamento (Números 14:19-20).
la cual ninguno de los
La oración del Salvador incluye a todos los que no saben lo que están
poderosos de este mundo
haciendo (Hechos 3:17; 1 Corintios 2:7-8). ¿No ablandaría los corazo-
conoció, porque si la
nes más duros esta oración de Jesús sobre la cruz? ¿No debería tam-
hubieran conocido, nunca
habrían crucificado al bién guiarnos a la reconciliación con los que abusan de nosotros? Si
Señor de la gloria. no podemos reconciliarnos con nuestro prójimo, ¿cómo esperamos
1 Corintios 2:7-8 reconciliarnos con Dios?

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Nuevo Testamento

2. De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso (Lucas 23:43). Referencias / Notas
Esta segunda palabra de la cruz es un testimonio del amor salvífico,
sorprendente del Salvador. Mientras sufre el dolor más insoportable,
no pide la ayuda de doce o más legiones de ángeles que están a su
disposición, ¡sino que muestra misericordia! ¿Para quiénes? ¡Para
un asesino que es crucificado con él, un ladrón, un estafador, que
cometió un asesinato por robar!
Uno de estos criminales, en el camino a la condenación, se atreve
a blasfemar a Jesús mientras también está sufriendo el dolor más
terrible. Este criminal, que ha escuchado a Cristo decir que es el Me-
sías, reta a Jesús para que demuestre su poder y se libre a sí mismo.
¡Este desdichado miserable que merece el castigo no se humilla,
sino que se endurece para burlarse y maldecir a Jesús!
El otro asesino reprocha a su compañero de castigo. Mientras que
nadie habló una palabra buena en beneficio de Jesús, este asesino
se pone del lado de Jesús. Reprende a su compañero que está cruci-
ficado con él: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condena-
ción? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos
lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo (Lucas
23:41). Es como si estuviera diciendo: reconoce tu pecado y tu culpa;
cree en Cristo; ve en este crucificado a un Rey que está en su camino
para reclamar su trono. Humíllate y ora para que él te recuerde en
misericordia.
¡Un milagro de gracia ha tomado lugar sobre la cruz! Jesús no res-
pondió la blasfemia, sino que responde al asesino que le ruega su
perdón y misericordia. Mientras el Señor sufre está completamente
consciente de su poder divino. El Salvador moribundo tiene poder
para concederle lo que este delincuente arrepentido desea: la bendi-
ción del paraíso, la paz, la gloria y la salvación.
Hoy, no mañana o en el futuro distante, tú estarás conmigo, le dice.
Mientras estamos juntos en la cruz, ¡tú estarás conmigo después de
la muerte! De cierto te digo, son las palabras que expresan que Jesús
mismo es quien le da su garantía y seguridad.
Aquí vemos cómo un asesino llegó a ser un hijo del Rey. Su arre-
pentimiento no llegó tarde. Sin embargo, nadie debería demorar la
conversión, porque este es uno de los pocos incidentes registrados
en la Biblia donde el verdadero arrepentimiento vino a la hora de la
muerte.

3. Mujer, he ahí tu hijo (Juan 19:26).


Además de los enemigos de Jesús, las mujeres amorosas y Juan,
uno de sus discípulos, estaban parados al pie de la cruz. María, la
madre de Jesús estaba también allí. Ella no podía permanecer lejos.
Ella no llora a gritos, ni tampoco se para ahí retorciéndose las ma-
nos. Ella quiere ver y escuchar todo. María es fiel hasta la muerte.
¿Puede el Salvador todavía estar preocupado de sus necesidades?
¿No está completamente absorbido en su batalla terrible contra sus
enemigos, el diablo, la muerte y el dolor? ¡Escuche la tercera palabra
sobre la cruz! En una forma muy afectuosa, Jesús proclama su amor
tierno y cuidadoso.
Jesús no olvida a su madre. Incluso en la cruz, ejerció su gran sabi-
duría al ponerla bajo el cuidado del discípulo amado. Jesús le da a

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Juan, el discípulo con quien tuvo más intimidad, la labor de cuidar
a su madre. ¡Qué panorama recibimos del amor insondable y de la
compasión del Salvador!
Jesús nunca actuó de otra manera. Él había estado siempre listo
para ayudar al necesitado cuando sufría de enfermedad, miseria y
dolor. Pero él no se librará a sí mismo de su sufrimiento. Rehusó ha-
cer lo que era capaz de hacer. El sufriente agonizante, cuyo cuerpo
es torturado, está pagando por los pecados de los que son suyos,
los pecadores que están esclavizados a sus placeres pecaminosos.
Motivado por un amor insondable, sufrió los tormentos más grandes
para que los pecadores sean sanados de su gran enfermedad del
pecado y sean librados de los tormentos agonizantes del infierno.
Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores;
(...) él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados
(Isaías 53:4, 5).

C. El alma de Jesús es atormentada


El sufrimiento de su alma fue más grande que el sufrimiento de su
cuerpo sobre la cruz. El Señor fue hecho pecado. La cruz es el símbo-
lo del pecado. Los romanos no conocían una vergüenza más grande
que la muerte por crucifixión. Esta sentencia no se administraba a
los ciudadanos romanos. Cuando Verres fue culpable de crucificar
a los romanos, Cicerón, el más grande orador de Roma, dijo: Es un
delito atar a un ciudadano romano, es una mala acción azotarle, es un
fratricidio matarle, pero ponerle en una cruz, ¡para eso la palabra correc-
ta aún no ha sido encontrada todavía!
Solamente los esclavos rebeldes, los salteadores, los extorsionado-
res y los asesinos eran sentenciados a la crucifixión. Jesús fue trai-
cionado por el precio de un esclavo común y fue sentenciado a morir
como un esclavo común y corriente que fue atrapado en un acto
deshonroso. Todo obró junto para aumentar la vergüenza y la ofensa
de la muerte de Jesús.

1. Jesús es crucificado entre dos ladrones, uno a su derecha, y el otro


a su izquierda (Marcos 15:27).
Por tanto, yo le daré parte El lugar que se le asigna públicamente proclama que pertenece a
con los grandes, y con la clase de los criminales. ¡Es ubicado en la mitad como si se trata-
los poderosos repartirá ra del más innoble de ellos… su líder! De esta forma las Escrituras
el botín; por cuanto son cumplidas: y fue contado con los pecadores (Isaías 53:12; Marcos
derramó su vida hasta la 15:28).
muerte, y fue contado con 2. Los soldados repartieron entre sí sus vestidos (Mateo 27:35; Juan
los pecadores, habiendo 19:23-24).
él llevado el pecado de
muchos y orado por los Antes de crucificarlo, las manos ásperas de los soldados desgarra-
transgresores. Isaías 53:12 ron los vestidos de Jesús. Era común que los verdugos hacían uso de
los objetos de valor de sus víctimas para recompensarse a sí mismos
por su servicio vil. Los sentenciados a la crucifixión no podían recla-
mar ningún derecho. ¡Jesús fue expuesto a esta indignidad final!
Los soldados dividieron los vestidos de Jesús en cuatro partes: la
cubierta de la cabeza, el cinto, los zapatos y la capa. Sería muy ver-
gonzoso para Jesús que cortaran su túnica, la cual era sin costura,
de un solo tejido de arriba abajo (Juan 19:23). Todos ellos querían esta

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túnica, pero solamente uno podía llevársela. Por tanto, insensibles Referencias / Notas
como eran, echaron suertes por la túnica que estaba cubierta con la
sangre de Jesús. Ellos prestaron más valor a la capa que al cuerpo
del Redentor divino que había usado la capa. Ni siquiera esperaron a
que él muriera. Mostraron simplemente que no le tenían respeto.
Jesús observa este acto cruel. La ropa le provee al hombre de digni- Después de esto miré, y
dad. Jesús fue despojado de toda su dignidad mientras colgaba des- vi una gran multitud, la
nudo sobre la cruz. Tuvo que ganar el derecho para que los creyentes cual nadie podía contar,
sean vestidos honorablemente y así sean capaces de pararse con de todas las naciones,
agradecimiento delante del trono de Dios, vestidos con las ropas de
tribus, pueblos y lenguas.
la justicia de Jesús (Apocalipsis 7:9, 14).
Estaban delante del
trono y en la presencia
3. Sobre su cabeza es colocado un título, acusando a Jesús de su del Cordero, vestidos
crimen. de ropas blancas y con
palmas en sus manos. (…)
El título fue escrito en tres idiomas: JESÚS NAZARENO, REY DE LOS
JUDÍOS (Juan 19:19). Esta señal fue designada para ridiculizarlo. Pi- Yo le dije: “Señor, tú lo
lato quería mostrar su desprecio por los judíos y burlarse de Jesús. sabes”. Él me dijo: “Estos
Un rey sobre una cruz, ¡qué rey! ¡El proscrito más bajo que estaba son los que han salido de
presente en el Calvario era mejor que Jesús! la gran tribulación; han
lavado sus ropas y las han
Los sacerdotes no tomaron bondadosamente esta afrenta. Ellos se
ofendieron y quisieron cambiar el título (Juan 19:21), pero Pilato re-
blanqueado en la sangre
husó. Había recobrado algo de su valor para actuar fuertemente con- del Cordero.
tra los judíos. Apocalipsis 7:9, 14
Desconocido para Pilato, sin embargo, ¡esta afrenta era un título de
honor! El rechazo de su pueblo no anulaba de ninguna manera el
derecho de Jesús para el título de Hijo de David, aunque esto signi-
ficaba su destrucción.
Mientras sufría la agonía de la cruz, Jesús fue severamente ridiculiza-
do y sufrió la humillación más profunda. Mientras oraba, fue malde-
cido. La multitud que al principio observaba a Jesús silenciosamente
cambió su comportamiento en burla. Su observación cambió en ac-
tuación, y su silencio, en palabras. Ellos hablaron para ridiculizarlo.
Casi todos los espectadores tomaron parte en este deporte diabólico:
los caminantes casuales, los sacerdotes y los escribas, los ancianos
y los fariseos, los soldados e incluso los ladrones. Al principio los dos
ladrones tomaron parte en la burla de Jesús (Mateo 27:44; Marcos
15:32), pero más tarde uno vino al arrepentimiento (Lucas 23:39). To-
dos se mofaron de Jesús.
La más vil de las acusaciones era que acusaban a Jesús de confiar
en Dios en vano: Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha
dicho: Soy Hijo de Dios. (Mateo 27:42-43). Sus palabras fueron una
tentación de Satanás. Si Jesús se hubiera rendido a estas provoca-
ciones, las consecuencias hubieran sido desastrosas.
Pero, nosotros debemos recordar quién está siendo maltratado tan
grandemente. ¡Él es el Hijo Unigénito de Dios, quien es adorado por
todos los ángeles del cielo! ¡Sólo él es digno de todo honor en el cielo
y en la tierra! Antes que el mundo era, el Padre le había vestido de
gloria.
¿Cómo acepta Jesús esta burla? La mayoría de las personas explotan
en ira cuando su buen nombre es abusado y amenazan con matar
cuando son maltratados. Pero el Señor Jesús no se venga. Él no ex-
presa ningún reproche, tampoco palabra de maldición sale de sus

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas labios. No amenaza ni reprende. No abre su boca, sino que está en
silencio, como una oveja ante sus trasquiladores (Isaías 53:7).
Angustiado él, y afligido, ¿Por qué permite Jesús que lo atormenten? ¡Debido a lo grande de
no abrió su boca; como nuestros pecados! Somos dignos de ser atormentados. ¡El sustituto
un cordero fue llevado de los pecadores escogió intercambiar su posición de honor por esta
al matadero; como una humillación profunda para obtener la salvación para los pecadores!
oveja delante de sus Escogió sufrir voluntariamente, y temporalmente se mantuvo en si-
trasquiladores, enmudeció, lencio. De lo contrario, hubiéramos tenido que sufrir eternamente.
no abrió su boca.
Isaías 53:7
4. Jesús llegó a ser maldito por Dios.
La amargura profunda del sufrimiento del Salvador no fue por la
Si alguien ha cometido mano del hombre, sino por la mano de Dios. Él sufrió su humillación
algún crimen digno de más profunda en la muerte maldita de la cruz.
muerte, y lo hacéis morir Para los judíos la crucifixión era mucho más humillante que para los
colgado en un madero, gentiles. Los romanos consideraban la muerte por crucifixión como
no dejaréis que su cuerpo una muerte humillante y extremadamente agonizante, pero para los
pase la noche sobre el judíos significaba además el ser declarado maldito por Dios. Para
madero; sin falta lo ellos esta significaba experimentar la medida completa de la ira de
enterrarás el mismo día, Dios sobre el pecado y ser rechazado por Dios mismo.
porque maldito por Dios Por tanto, la muerte de Cristo sobre la cruz significó que la sentencia
es el colgado. Así no completa de la justicia de Dios descansó sobre él (Deuteronomio
contaminarás la tierra 21:22-23; Gálatas 3:13). Sobre la cruz Jesús estuvo colgado entre el
que Jehová, tu Dios, cielo y la tierra, simbolizando que no era digno de ninguno. Fue re-
te da como heredad. chazado y escarnecido tanto por el cielo como por la tierra. Estuvo
Deuteronomio 21:22-23 colgado como el sustituto de los pecadores malditos.
Por tanto, los pecadores son invitados a mirar al que llevó nuestro
Cristo nos redimió de pecado en su propio cuerpo (1 Pedro 2:24). Por nosotros se hizo pe-
la maldición de la Ley, cado, al que no conoció pecado (2 Corintios 5:21). ¡El odio de Dios
haciéndose maldición por por el pecado es tan perfecto que ni siquiera perdona a su propio
nosotros (pues está escrito: Hijo! El Padre lo desechó, escondiendo su favor de Él. Esto se mues-
tra cuando vino la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta
“Maldito todo el que es la hora novena (Marcos 15:33).
colgado en un madero”).
Gálatas 3:13 Al mediodía (para los judíos el día empezaba a las seis en punto de la
mañana) los rayos del sol desaparecieron súbitamente. El horror de
esta oscuridad es expresada en la cuarta palabra de Jesús sobre la
Él mismo llevó nuestros cruz: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? que traducido es: Dios mío, Dios mío,
pecados en su cuerpo ¿por qué me has desamparado? (Marcos 15:34).
sobre el madero, para que Cuando Jesús nació, la gloria del Señor fue visible sobre la tierra y
nosotros, estando muertos los cantos de los ángeles llenaron el aire. Pero ahora por tres horas
a los pecados, vivamos a la oscuridad cubrió la tierra y el Padre permaneció en silencio.
la justicia. ¡Por su herida El sufrimiento de Cristo había tomado proporciones inmensurables.
habéis sido sanados! El infierno estaba listo para devorarle. ¡Él fue abandonado por Dios!
1 Pedro 2:24
No podemos comprender este sufrimiento. El Catecismo de Heidel-
berg (Respuesta 44) afirma que Jesús descendió al infierno, tratando
de mostrar el sufrimiento infernal que el Salvador experimentó sobre
Al que no conoció pecado, la cruz. Así es como las palabras, ¡No se haga mi voluntad sino la
por nosotros lo hizo tuya, se cumplieron!
pecado, para que nosotros
seamos justicia de Dios en Esta es la voluntad del Padre. ¡Abraham una vez dio a su hijo a Dios,
pero Dios dio a su Hijo a los impíos! Esto no fue en vano. El media-
él. 2 Corintios 5:21
dor, que tomó el lugar de los pecadores, es abandonado por Dios

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para que nosotros podamos ser aceptados por Dios y nunca seamos Referencias / Notas
abandonados nuevamente por él.
Las nuevas de gozo deben ser proclamadas: ¡hay paz mediante la
sangre de Jesús derramada sobre la cruz! Debido a esta gracia, los
pecadores que son lavados por la sangre de Jesús reciben el perdón
de los pecados y son restaurados en la comunión con Dios.
¡Cuán necesario es creer en él (Juan 3:16) y odiar el pecado con un De tal manera amó Dios
odio perfecto! Muchos que observaron el misterio del sufrimiento al mundo, que ha dado a
incomprensible de Jesús y su amor insondable por los pecadores, no su Hijo unigénito, para
recibieron el beneficio de eso. que todo aquel que en él
cree no se pierda, sino que
tenga vida eterna.
Juan 3:16

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Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS MUERE Y ES ENTERRADO


Textos de referencia:
Mateo 27:48-66; Marcos 15:36-47; Lucas 23:45-56; Juan 19:28-42

Versículo para memorizar


Y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos
de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
Apocalipsis 1:18

INTRODUCCIÓN
Al final de las siete semanas, período comúnmente llamado Cua-
resma, está el Viernes Santo. En este día la Iglesia conmemora que
Cristo dio su vida en la muerte expiatoria. En esta lección trataremos
el sufrimiento final, muerte y sepultura del Salvador. Nos enfocare-
mos, por tanto, en:
I. La muerte de Jesús
II. El entierro de Jesús

I. LA MUERTE DE JESÚS
A. El sufrimiento final de Jesús
El gran evento de la muerte de Jesús tomó lugar en la noche del
viernes antes de la Pascua, antes que el día terminara. El Calvario se
había vuelto el lugar más importante sobre la tierra. La tarde había
sido terrible. Por tres horas hubo oscuridad, no debido a un eclipse
de sol sino por la intervención especial de Dios.
El silencio sobre el monte de la vergüenza fue solamente interrumpi-
do por el gemido de los dos que fueron crucificados con Jesús. Uno
de ellos, luchaba con los aguijones de la muerte y el otro suspiraba
por el paraíso prometido. En este punto el varón de dolores se quejó
con las terribles palabras: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has des-
amparado?
Después de la angustia terrible del alma, es vencido por la agonía te-
rrible del sufrimiento físico. Esto fue escrito con antelación en la Es-

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critura y según el consejo de Dios. Cristo sobrellevó este sufrimien- Referencias / Notas
to propiciatorio y expiatorio para ser el sustituto de los pecadores.
Además de este sufrimiento ocurrió algo más: en mi sed me dieron a
beber vinagre (Salmo 69:21).
El Señor Jesús conoce que la meta final está cerca. En cumplimiento
de la Escritura, él hace una petición y habla la quinta palabra sobre
la cruz: Tengo sed (Juan 19:28). Su petición es en algo satisfecha,
aunque debe soportar otra vez la burla (Marcos 15:36). Sin embargo,
no se le niega la bebida. Una esponja es empapada en vinagre (una
mezcla de vinagre y agua, un común calmante de la sed para los
soldados), colocada en un hisopo (un palo) y traída a los labios de
Jesús. Él toma un poco del líquido ácido y ahora tiene la fortaleza
para dar el grito de victoria: ¡Clamando a gran voz: Consumado es!
Las últimas palabras habladas por Cristo sobre la cruz siguen in-
mediatamente: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu (Juan
19:30; Lucas 23:46). En el momento exacto en que el sacrificio de la
tarde era realizado en el templo, Jesús inclinó su cabeza y entregó
su espíritu.

B. Jesús murió realmente


En este punto, debemos estar seguros de afirmar que Jesús real-
mente murió. Todo el Evangelio depende de la realidad de su muerte.
Si él no hubiera muerto realmente, no podría haber resucitado. Las
Santas Escrituras testifican enfáticamente que la muerte de Jesús no
fue fingida. El Salvador no sólo colgó sobre la cruz, sino que también
murió sobre ella. Después de la hora novena, su cuerpo ya no fue la
morada de su espíritu. Su cuerpo colgó de la cruz sin sentimientos,
sin movimiento y vacío de vida. Las manos y los pies clavados ya no
palpitaban ni dolían.
Algunas veces tomaba mucho tiempo para que una persona cru- “… No dejaréis que su
cificada muriera. La muerte sobre la cruz era lenta y dolorosa. Se cuerpo pase la noche sobre
ha conocido de personas que estuvieron crucificadas por algunos el madero; sin falta lo
días antes de que la muerte les sobreviniera. Con el propósito de que enterrarás el mismo día,
los crucificados no permanecieran en la cruz el Sábado, los judíos porque maldito por Dios
quisieron apresurar la muerte (Juan 19:31; Deuteronomio 21:23) que- es el colgado”. Así no
brando sus piernas. Con una barra o martillo se quebraba la rodilla contaminarás la tierra
y la tibia, lo que causaba un sangrado masivo que traía la muerte que Jehová, tu Dios,
inmediata. te da como heredad.
Pilato accedió a esta petición y sus soldados llevaron a cabo este tra- Deuteronomio 21:23
bajo repulsivo sobre los dos ladrones crucificados. Para Jesús esto
no fue necesario. Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya
muerto, no le quebraron las piernas (Juan 19:33). Además, las condi-
ciones para el cordero Pascual fueron reunidas en cada detalle: no
quebraréis hueso suyo (Éxodo 12:46).
Para asegurarse de que Jesús estaba muerto, uno de los soldados le
abrió el costado con una lanza. Esta mutilación vergonzosa no cau-
só la muerte de Jesús, sino que provocó que su corazón se rompa,
porque al instante salió sangre y agua. Juan afirma que él mismo vio
esto con sus propios ojos (Juan 19:34-35). Este incidente señala a

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas una profecía antigua (Zacarías 12:10). Estaban sorprendidos de que
Jesús haya muerto tan pronto.
Pero sobre la casa de Pilato no permitió la sepultura hasta que estuvo seguro de la muer-
David y los habitantes te de Jesús y fue oficialmente informado por el centurión (Marcos
de Jerusalén derramaré 15:44-45). Además, todas las acciones que circundan la muerte de
un espíritu de gracia y de Jesús probaron que él murió verdaderamente (Apocalipsis 1:18).
oración. Mirarán hacia
mí, a quien traspasaron,
y llorarán como se llora C. La muerte de Jesús fue totalmente única
por el hijo unigénito, y El Señor Jesús murió antes que los otros dos crucificados. ¿Por qué
se afligirán por él como más rápido? Ciertamente no porque haya sido vencido pasivamente
quien se aflige por el por el poder de la muerte. Él había dado su espalda para el flagela-
primogénito. miento, su cabeza para llevar una corona de espinas, sus manos y
Zacarías 12:10 pies para ser penetrados por los clavos, la sangre fluía de sus heri-
das, y estaba acosado por la fiebre. Finalmente ya no pudo soportar
más. Pero no, Jesús no colgó sobre la cruz débil e impotente, sin
Estuve muerto, pero vivo
sentido e inconsciente. Él sufrió consciente y amargamente. Sus úl-
por los siglos de los siglos,
amén. Y tengo las llaves timas palabras fueron expresadas en voz alta y con poder. Él murió
de la muerte y del Hades. completamente consciente, con palabras de la Escritura en sus la-
Apocalipsis 1:18 bios, refiriéndose al Salmo 31:5. Su cabeza no se inclinó convulsiva-
mente, sino que la reclinó sobre su pecho. Su espíritu no abandonó
su cuerpo cansado y esforzado contra su voluntad, sino que lo en-
En tu mano encomiendo tregó en las manos de su Padre. La muerte no lo venció como una
mi espíritu; tú me has consecuencia no deseada o como una sorpresa, sino que él volun-
redimido, Jehová, Dios de tariamente puso su vida y permitió que la muerte lo tomara. Jesús
verdad. Salmos 31:5 murió porque así lo quiso. Buscó conscientemente la muerte para
luchar y derrotar a este monstruo y triunfar sobre este.
El Señor llegó a ser como nosotros en todas las cosas sin excepción,
Sabemos que toda la incluyendo en la muerte. Pero Cristo fue también diferente de noso-
creación gime a una, y
tros. Las señales que acompañaron su muerte única, lo testifican. La
a una está con dolores
tierra se movió. El temblor de tierra era como si la creación estuviera
de parto hasta ahora.
gimiendo (Romanos 8:22). Como resultado las rocas se partieron.
Romanos 8:22
También pensemos en la respuesta del centurión y de los que esta-
ban con él (Mateo 27:54; Lucas 23:47). La dureza se transformó en
desmayo. Ellos habían visto muchas cosas cuando tenían que llevar
a cabo la justicia impuesta por las autoridades romanas, pero nunca
habían visto una cosa como esta. Fueron profundamente tocados
por el poder extraño de esta muerte, pues temieron en gran mane-
ra dice la Escritura. El centurión hizo la declaración de glorificación
a Dios: Verdaderamente este hombre era justo; Verdaderamente este
era Hijo de Dios (Mateo 27:54; Lucas 23:47). Todos los observadores
estaban conmovidos (Lucas 23:48). Su burla se detuvo y volvían gol-
peándose el pecho (Lucas 23:48) en señal de lamento, autoacusación
y conmoción. Profundamente impresionados por la evidencia del po-
der sobrenatural, ellos dejaron el monte del juicio.

D. La muerte del Salvador fue indispensable


Jesús quiso morir porque sabía que debía hacerlo. Frecuentemen-
te la sexta palabra en la cruz: ¡consumado es!, se la entiende erró-
neamente. Este es el grito triunfal del Príncipe Emmanuel que de

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ninguna manera intentó mostrar que al final de las tres horas de os- Referencias / Notas
curidad su sufrimiento había terminado y que el fin inevitable había
llegado. Si hubiera sido así, la muerte y la sepultura habrían sido una
extensión más o menos innecesaria de su sufrimiento. Más bien lo
opuesto es verdadero. La muerte de Jesús no fue sin significado. Su
muerte aumentó su humillación y sufrimiento.
Consideremos lo siguiente: la muerte tiene el poder terrible de traer Él, siendo en forma de
separación, destrucción y devastación, porque toma la posesión más Dios, no estimó el ser igual
preciosa del hombre: la vida. Todo el que nace tiene la semilla de la a Dios como cosa a que
muerte en su cuerpo y tiene un temor de morir. Jesús es el Hijo de aferrarse Filipenses 2:6
Dios. Siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios (Fili-
penses 2:6). Sin embargo, debía morir en la semejanza de un siervo.
Esto fue necesario debido al pecado, porque la paga del pecado es la
muerte (Romanos 6:23). El hombre había tratado de ser igual a Dios
y aspiraba una corona y un trono. Eso le costó la vida a Cristo, porque
actuó como el sustituto de su pueblo culpable, llevó el castigo del
pecado. Él no podía ser un Salvador completo a menos que llevase el
castigo completo por el pecado. Esa es la razón por la cual el rescate
que debía ser pagado era su vida.
La justicia y la verdad de Dios demandan esto (Catecismo de Heidel- Pero del árbol del
berg, Respuesta 40). La verdad de Dios debe ser mantenida cuan- conocimiento del bien y del
do su autoridad es amenazada (Génesis 2:17) y las ordenanzas del mal no comerás, porque
Antiguo Testamento, especialmente los sacrificios que señalaron a el día que de él comas,
Cristo, deben ser cumplidos. El cordero sacrificial no podía traer ex- ciertamente morirás”.
piación solamente al rendir su vida; este también debía morir. Sin el Génesis 2:17
derramamiento de sangre, no hay propiciación por el pecado.
La justicia de Dios demanda apaciguamiento. El pecado nos hace
culpables delante de Dios y la culpa demanda castigo. Esta culpa no
puede ser pagada de ninguna manera sino solamente por la muerte
del Hijo de Dios. La justicia de Dios es vindicada por la muerte del
Mediador. Esta acción es demandada por el Juez Altísimo: Me has
puesto en el polvo de la muerte (Salmo 22:15). La salvación no es
posible sin hacer la paz con Dios. No hay paz sin reconciliación, ni
reconciliación sin expiación; ni expiación sin propiciación; y no hay
propiciación sin un sacrificio perfecto.
El significado de la sexta palabra en la cruz es que todo lo predicho
Pondré enemistad entre
por profecía y simbolizado por las ordenanzas ceremoniales se cum-
ti y la mujer, y entre tu
ple por la condenación justa y el sufrimiento sobre la cruz. La muerte
simiente y la simiente
sacrificial de Cristo tiene poder expiatorio verdadero. La muerte de
suya; esta te herirá en la
Jesús no fue un sueño pacífico, sino la ira de Dios y la demanda de
cabeza, y tú la herirás en
la satisfacción de la justicia de Dios.
el talón. Génesis 3:15
La muerte de Cristo no fue una entrada al descanso para él mismo,
sino la última batalla con los poderes de destrucción, con Satanás,
que tiene el poder de la muerte y hiere el calcañar de la simiente de Más aún, hallándose en
la mujer (Génesis 3:15). la condición de hombre,
se humilló a sí mismo,
El deseo absoluto de Jesús para entrar a la muerte es el arma con la haciéndose obediente
que obtuvo expiación completa por el pecado y la culpa, y da a su sa- hasta la muerte, y muerte
crificio valor infinito. Él se humilló a sí mismo, haciéndose obediente de cruz. Filipenses 2:8
hasta la muerte de cruz (Filipenses 2:8).

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas E. La muerte de Jesús trajo redención


¡La muerte de Jesús trajo redención y esto debe ser predicado! Su
sacrificio no fue en vano. El Salvador no tuvo que morir por sus pro-
pios pecados, porque él es santo. Por tanto, esto puede ser aplicado
a todos los que creen en él. Su muerte trae vida. “Mi Salvador dio su
vida por mi”. Su sangre liberta a los pecadores dignos del infierno
y los hace perfectamente limpios. ¡Tenemos un Salvador todopode-
roso! En el Calvario escuchamos las buenas nuevas del Evangelio
glorioso: ¡paz mediante la sangre de la cruz!
Es importante para nosotros observar las señales registradas en la
Escritura que acompañan a la muerte de Cristo (Mateo 27:51-53). Es-
tas son muy significativas: El velo del templo se rasgó en dos, de arri-
ba abajo. El velo cerraba el acceso al santuario. Dios habitaba entre
Israel, pero el acceso directo no era permitido. Solamente el sumo
sacerdote podía entrar con la sangre de la expiación en el gran Día
de la Expiación.

Por el camino nuevo y vivo Estas sombras han pasado ahora. El Señor mismo actúa, de tal
que él nos abrió a través forma que ahora hay entrada por el camino nuevo y vivo (Hebreos
del velo, esto es, de su 10:20), un camino que Jesús ha abierto con su sangre. ¡Vengamos
carne. Hebreos 10:20 confiadamente al trono de la gracia! (Hebreos 4:16).
Muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron. Es cla-
ro que la muerte de Jesús llegó a ser la entrada a una nueva vida.
Acerquémonos, pues, El poder liberado en su muerte es la evidencia. Las tumbas fueron
confiadamente al trono de abiertas, ¡esto simbolizó su propia salida de la tumba! La muerte de
la gracia, para alcanzar un grano de trigo lleva fruto (Juan 12:24).
misericordia y hallar
gracia para el oportuno La muerte de Cristo cambia la muerte de los creyentes. En su muer-
socorro. Hebreos 4:16 te, ellos pueden tener comunión con Cristo. Con él y mediante su po-
der debemos morir al pecado (Catecismo de Heidelberg, Respuestas
42 y 43). La muerte fue derrotada y ha perdido su aguijón (1 Corintios
De cierto, de cierto os 15:56).
digo que si el grano de ¿Puede usted satisfacer la justicia de Dios? ¡Por supuesto que no!
trigo que cae en la tierra Mire al Calvario y vea el juicio sobre el pecado. Cuando pecar llegue
no muere, queda solo, a ser fácil y atractivo, recuerde la cruz. No rechace el amor de Cristo;
pero si muere, lleva mucho nada puede reemplazarlo. Él clamó: ¡Consumado es! Nada puede ser
fruto. Juan 12:24
añadido, y nada necesita ser añadido. La cosa más importante es
que los pecadores, sean jóvenes o viejos, vengan a la fe en el Salva-
Porque el aguijón de la dor y puedan decir: ¡Consumado es también para mí!
muerte es el pecado, y el
poder del pecado es la Ley.
II. EL ENTIERRO DE JESÚS
1 Corintios 15:56
A. Los amigos de Jesús le dan un entierro amoroso
Cuando el Señor Jesús murió, llegó el momento para que sus dis-
cípulos reaparezcan y realicen sus labores de amor. Hay algo muy
hermoso en la manera en que Jesús fue sepultado. Era muy inusual
que una persona crucificada reciba una sepultura honorable.
Usualmente los restos de los cuerpos muertos eran enterrados en
el lugar del juicio. Se contaba que con los impíos sea su sepultura y
que él, con los ladrones, sería enterrado en el lugar de los muertos,

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Nuevo Testamento

pero en lugar de eso, con los ricos fue en su muerte (Isaías 53:9). Referencias / Notas
El entierro de Jesús fue realizado con dignidad, respeto y con gran
cuidado. Se dispuso con los impíos
Los amigos secretos salieron a la luz. Los temerosos se hacen valien- su sepultura, mas con los
tes. Primero, José de Arimatea, miembro noble del concilio, que tam- ricos fue en su muerte.
bién esperaba el reino de Dios, vino, pero secretamente por miedo de Aunque nunca hizo
los judíos (Marcos 15:43; Lucas 23:50; Juan 19:38). Él era un miem- maldad ni hubo engaño
bro del Sanedrín y era rico. Este consejero no había consentido en el en su boca. Isaías 53:9
acuerdo ni en los hechos de ellos (Lucas 23:51) para planear la muer-
te de Jesús. Ahora su amor quita todo temor. Él entró osadamente a
Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús (Marcos 15:43). Pilato consintió a sus
deseos. El cuerpo muerto fue bajado de la cruz con mucho cuidado y
respeto. José poseía un lugar para sepultarlo cerca del Calvario en el
cual aún no se había puesto a nadie. Este no era solamente una cue-
va, sino un sepulcro abierto en una peña (Lucas 23:53). Después que
se envuelve el cuerpo en una sábana (Marcos 15:46), de un material
muy costoso, es puesto cuidadosamente sobre una cama de piedra.
Nicodemo está también presente. Él había venido a Jesús por la Les dijo Nicodemo, el
noche y más tarde lo había defendido tímidamente (Juan 7:50-52). que vino a él de noche,
Ahora aparece valientemente. No puede resistir el amor tierno que el cual era uno de ellos:
constriñe su corazón. Trae sus bienes para honrar a Jesús en la --¿Juzga acaso nuestra Ley
muerte. Mírenlo trayendo especias para preparar el cuerpo de Jesús, a un hombre si primero
un compuesto de mirra y de áloes, ¡como cien libras! (Juan 19:39). La no lo oye y sabe lo que ha
mirra es un aceite de olor penetrante, un ingrediente usado en el hecho? Respondieron y le
aceite sagrado (Éxodo 30:23). El áloe es una madera de olor dulce. Se dijeron: --¿Eres tú también
mezclaba ambas especies en forma de polvo para esparcirlas sobre galileo? Escudriña y ve
las vendas. que de Galilea nunca se
ha levantado un profeta.
Muchas mujeres había estado presentes en el Calvario y a la dis-
Juan 7:50-52
tancia miraban calladamente lo que estaba sucediendo. Ellas ha-
bían seguido a Jesús desde Galilea para servirlo, pero en el monte
de la crucifixión estuvieron impotentes mientras observaban (Mateo Tomarás especias finas:
27:55; Lucas 23:49). Algunas se unieron a la pequeña procesión y de mirra excelente,
unas pocas de estas discípulas vieron el sepulcro, y cómo fue puesto quinientos siclos, y de
su cuerpo (Lucas 23:55). Ellas permanecieron fieles hasta la muerte canela aromática, la
e hicieron planes para regresar después del día de reposo para com- mitad, esto es, doscientos
pletar la preparación temporal del cuerpo envuelto con vendas de su cincuenta; de cálamo
amado Jesús. Finalmente, se coloca una gran piedra a la entrada del aromático, doscientos
sepulcro (Mateo 27:60). cincuenta. Éxodo 30:23

B. El cuerpo de Jesús yace en la tumba


Aunque la sepultura de Jesús es conmovedora, no quita el hecho de
que esta es parte de su humillación. Los enemigos de Jesús no de-
jan de burlarse de él, aún cuando está en la tumba. Su odio y temor
emergen nuevamente al día siguiente de la muerte de Jesús. Sin
embargo, esto no es de gran importancia. Incluso las preparaciones
del entierro no pueden cancelar el juicio que es representado en la
tumba. La tumba es parte de la paga del pecado. La muerte no sola-
mente corta la respiración del hombre, sino también lo condena a la
tierra, a volverse polvo, después que él muere. Debido al pecado, el

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas cuerpo debe primero ser escondido en la oscuridad de la tierra: Polvo
eres, y al polvo volverás (Génesis 3:19).
Porque no dejarás mi alma Aunque el Unigénito de Dios no vio corrupción (Salmo 16:10), sin
en el seol, ni permitirás embargo el hedor de la condenación persiste en su tumba. El Se-
que tu santo vea ñor, sustituto perfecto, no fue librado de esta humillación, pero de
corrupción. Salmo 16:10 aquí viene una bendición gloriosa a todos los que lo aman. Jesús
santificó las tumbas de su pueblo y les prepara camas donde los jus-
tos puedan descansar (Isaías 57:2) y los cambia en campos fértiles
Descansarán en sus lechos para sembrar la semilla incorruptible para el día de la resurrección
todos los que andan (1 Corintios 15:42). Él mira sobre su polvo y un día los levantará in-
delante de Dios. corruptibles. Por tanto, en la tumba abierta, los creyentes pueden
Isaías 57:2 elevar un canto de esperanza.
El paso final de la historia del sacrificio del Cordero de Dios contiene
Así también sucede con un Evangelio rico y completo, porque aquí Dios confirmó tanto su
la resurrección de los amor como su justicia. Nuestra oración e instrucción debe ser: estar
muertos. Se siembra en reconciliado con Dios, porque al que no conoció pecado, por nosotros
corrupción, resucitará en lo hizo pecado, para que nosotros seamos justicia de Dios en él (2
incorrupción. Corintios 5:21).
1 Corintios 15:42

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Nuevo Testamento

61
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

LA RESURRECCIÓN DE JESÚS
Textos de referencia:
Mateo 28:1-15; Marcos 16:1-8; Lucas 24:1-11

Versículo para memorizar


Primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo
murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue
sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras.
1 Corintios 15:3-4

INTRODUCCIÓN
Después de la sombría semana de la pasión, vino la fiesta gozosa de
la Pascua. ¡Cristo ha resucitado! ¡Qué bendición que podamos traer
estas buenas nuevas de gozo! El Cordero de Dios que fue sacrificado
es también el León de Judá que triunfó. Después de la noche oscura
del sufrimiento de Jesús, vino la luz del día cuando resucitó de la
muerte.
La Pascua es una fiesta de gozo para la Iglesia de Cristo, en un mun-
do en el cual la muerte parece prevalecer. Consideraremos la resu-
rrección de Cristo mirando:
I. Los eventos de la Pascua
II. La gloria de la Pascua
III. La bendición de la Pascua

I. LOS EVENTOS DE LA PASCUA


Cada uno de los evangelistas relata las circunstancias a su manera.
Lo que uno menciona, otro lo pasa por alto. Por tanto, sus relatos de-
ben ser comparados cuidadosamente para obtener un entendimien-
to completo de lo que realmente sucedió. Lo que es muy significativo
es que ninguno de ellos da una descripción del evento mismo de la
resurrección. El amanecer del día de la resurrección es ocultado. Es
interesante notar que hay una conexión, una armonía significativa,
entre el nacimiento y la resurrección de Cristo. En los dos eventos se

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas manifiesta un gran poder: los ángeles son los primeros heraldos, el
gozo es experimentado por los que tienen fe y el enemigo se asusta.
Las circunstancias que rodean los dos eventos son descritas am-
pliamente, pero del evento mismo no hay descripción. Uno podría
preguntarse si la resurrección es posible. ¿Puede lo incomprensi-
ble ser comprendido? Por tanto, no debemos fantasear en estos te-
mas. Esto es lo que sabemos y aunque no podemos explicar cómo
ocurrió, la resurrección es un evento verdadero. Este es el punto
principal y los eventos circundantes enfatizan la realidad de la re-
surrección.

A. La aparición del ángel


Al día siguiente, que es Los enemigos de Jesús no estuvieron satisfechos hasta que pusie-
después de la preparación, ron guardias en el sepulcro y se colocó un sello sobre la piedra que
se reunieron los principales protegía la entrada a la tumba (Mateo 27:62-66). Sus palabras y ac-
sacerdotes y los fariseos ciones indicaban una inquietud secreta, una enemistad amarga y
ante Pilato y le dijeron: una necedad patética.
--Señor, nos acordamos que
¿Quién se atrevería a retar a los guardias? Ellos no van a ser ataca-
aquel mentiroso, estando
dos por los discípulos. Pero ¡allí viene un ángel! Cuando es todavía
en vida, dijo: “Después
oscuro, antes del amanecer, de pronto un ángel del Señor aparece
de tres días resucitaré”.
en el jardín de José. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido
Manda, pues, que se
blanco como la nieve. Su llegada causó que la tierra se sacuda en sus
asegure el sepulcro hasta
fundamentos, porque hubo un gran terremoto (Mateo 28:2, 3).
el tercer día, no sea que
vayan sus discípulos de El ángel no se perturba por los guardias y el sello. Con su mano
noche, lo hurten y digan poderosa, el ángel hace rodar la piedra lejos de la entrada y como
al pueblo: “Resucitó de señal de victoria se sienta sobre ella. ¿Por qué hace eso? Para honrar
entre los muertos”. Y será a Jesús.
el último engaño peor que
Mientras tanto, Cristo ha resucitado de la tumba como el Príncipe de
el primero. Pilato les dijo:
la vida, que no puede ser retenido por el poder de la muerte. Como el
--Ahí tenéis una guardia;
siervo da tributo al rey al abrir la puerta, así este guardia de honor da
id, aseguradlo como sabéis.
homenaje a su gobernador.
Entonces ellos fueron y
aseguraron el sepulcro,
sellando la piedra y B. La actitud de los guardias
poniendo la guardia.
Mateo 27:62-66 Los eventos circundantes a la resurrección siguieron uno tras otro
con la velocidad del rayo. ¿Obstruirían los guardias al ángel? Ellos ni
siquiera tienen tiempo de pensarlo porque están paralizados de mie-
do. Estaban en un estado de conmoción y se quedaron como muertos
(Mateo 28:4). ¡No es de extrañar! Tan pronto como pudieron, dejaron
el escenario. Unos fueron a los sacerdotes principales que los ha-
bían comisionado para decirles todo lo que había sucedido. ¡Qué im-
presión! ¿Este hombre, a quien ellos juzgaron de ser un “engañador”,
habló la verdad después de todo?
El cielo mismo confirmó las palabras de Jesús. El enemigo más
amargado tuvo que reconocerlo. ¡Si solamente ellos no se hubieran
resistido! Pero no, ellos no quisieron hacer eso. Su odio ciego los
condujo a tomar medidas extremas. Ellos conocían la verdad, pero
preferían conservar la mentira.

| 472 |
Nuevo Testamento

Jesús, otra vez, es la razón para convocar a una nueva reunión, pero Referencias / Notas
esta es muy diferente a la realizada la noche del jueves. Ahora ellos
están dispuestos a pagar mucho dinero para cubrir la verdad y cerrar
la boca de los guardias. Además, la deserción de los guardias llega-
ría a los oídos del gobernador, por lo cual ellos prometieron a los sol-
dados, nosotros le persuadiremos de que ustedes no son culpables.
Los guardias inconscientes permiten el soborno para divulgar una
mentira repugnante y necia. La codicia ahoga la verdad, la enemis-
tad conquista el miedo y la indiferencia conduce a la vergüenza. Un
pecado sigue al otro. Los judíos creyeron la mentira porque prefirie-
ron la oscuridad antes que la luz (Mateo 28:12-15).
Oponerse a la verdad es un pecado terrible. Primero, ellos trataron
por todos los medios de mantener a Jesús en la tumba y cuando eso
probó ser imposible, hicieron de todo para esconder la realidad de la
resurrección. Pero fue imposible, porque el Señor se aseguró de que
la resurrección llegue a ser conocida y proclamada.

C. Las mujeres que siguieron a Jesús


El pequeño grupo de mujeres que siguieron a Jesús durante su su-
frimiento todavía no sabían nada de lo sucedido en el jardín. Allí es-
taban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, Juana,
mujer de Chuza intendente de Herodes, Salomé, la madre de Juan y
Santiago, y las demás, cuyos nombres no están registrados (Mateo
27:56; Marcos 16:1; Lucas 8:3; 24:10). Ellas eran de trasfondos muy
diferentes, cada una tenía su propia historia. Algunas tenían posicio-
nes prominentes y otras se mantenían en el anonimato, una cosa las
unía: sin excepción, ellas se conocían a sí mismas por estar unidas
estrechamente al Salvador y, por tanto, estaban unidas entre sí. To-
das compartían la misma gracia y formaban un grupo íntimo. Estas
mujeres eran discípulas verdaderas de Jesús.
La muerte de su maestro sobre la cruz había sacudido profundamen-
te su fe, pero su amor no podía ser apagado. El día que Jesús murió,
fueron a ver su tumba en el sepulcro y miraron de cerca las activida-
des de José y Nicodemo. El día de reposo descansaron, conforme al
mandamiento (Lucas 23:56). Pero cuando pasó el día de reposo (Mar-
cos 16:1), compraron rápidamente algunas especias y las alistaron,
como era la costumbre, para preparar el cuerpo de su amado falle-
cido. Ellas no podían detener a la muerte, pero al ungir el cuerpo de
Jesús quisieron prevenir su rápida deterioración.
Cuando llegó la mañana siguiente (nuestro domingo), ellas salieron
muy temprano al jardín de José a ver el sepulcro (Mateo 28:1). Marcos
añade: para ir a ungirle (Marcos 16:1). Siendo aún oscuro (Juan 20:1),
al amanecer, era todavía muy temprano (Mateo 28:1; Lucas 24:1),
pero ellas no podían esperar. Llevaban las especias a la tumba con
sus corazones llenos de recuerdos de Jesús. Aquellas especias eran
los símbolos de un amor tierno y fiel, pero también eran evidencia de
su falta de conocimiento. Aparentemente, ellas no tenían ni la míni-
ma idea de que Jesús resucitaría.

| 473 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Hay algo más que ellas piensan cuando se acercan a la tumba. A la
entrada del sepulcro hay una ¡piedra pesada! Aparentemente ellas
Entonces corrió y fue a no habían pensado en eso antes, pero ahora esta era un gran obs-
Simón Pedro y al otro táculo y, al parecer, era demasiado pesada para que las mujeres la
discípulo, aquel a quien hagan rodar (Marcos 16:3).
amaba Jesús, y les dijo: Mientras se acercan al sepulcro, se dan cuenta que el obstáculo ha
--Se han llevado del sido removido. María Magdalena pensó que alguien había robado el
sepulcro al Señor y no cuerpo de Jesús (Juan 20:2). Las otras; sin embargo, entraron al se-
sabemos dónde lo han pulcro por la entrada baja. Y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor
puesto. Jesús (Lucas 24:3).
Juan 20:2
La tumba estaba abierta, pero vacía. Ellas no saben qué pensar. Se
quedaron perplejas y se miraban entre sí preguntándose (Lucas 24:4).
Su perplejidad aumentó a asombro cuando en el sepulcro, aparente-
mente espacioso, ellas vieron a dos varones con vestiduras resplan-
decientes (Lucas 24:4). Uno de ellos tiene la apariencia de un joven
sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca (Marcos
16:5). Su asombro se transformó en temor y bajaron el rostro a tierra
(Lucas 24:5).
Las mujeres están asustadas. Pero en contraste con los guardias, no
tiemblan. El ángel las consuela y les habla bondadosamente dicien-
do: ¡No temáis vosotras!

¿No son todos espíritus ¿Por qué no deben temer? Los ángeles no son sus enemigos; son
ministradores, enviados amigos, enviados para ministrarles (Hebreos 1:14). En el cielo se co-
para servicio a favor de los noce lo que las mujeres están buscando, por eso les dice: porque yo
que serán herederos de la sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado (Mateo 28:5).
salvación? Hebreos 1:14 Pero, también las mujeres recibieron una reprensión. ¿Por qué bus-
cáis entre los muertos al que vive? (Lucas 24:5). Ellas están buscando
en el lugar equivocado. El amor que las llevó a la tumba a buscar al
Jesús muerto, no las disculpa de su falta de fe y visión. Ya no necesi-
tan esperar por las buenas nuevas de gran gozo: ¡No está aquí, sino
que ha resucitado! Mujeres, ¿es esto demasiado grande para creerlo?
Bien, entonces ustedes están invitadas a ver con sus propios ojos:
Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor (Mateo 28:6). ¡Ellas de-
ben mirar y tienen que creer!
Las mujeres están asombradas. No saben lo que está pasando. ¡Ellas
no habían esperado esto en absoluto! Sin embargo, podían haberlo
sabido. Por eso el ángel les recuerda: Acordaos de lo que os habló,
cuando aún estaba en Galilea, diciendo: Es necesario que el Hijo del
Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea
crucificado, y resucite al tercer día (Lucas 24:6, 7). ¿No les dijo clara-
mente que su cruz prepararía el camino para su exaltación?
¡Es verdad! Ahora ellas se acordaron de sus palabras (Lucas 24:8).
Habían escuchado estas palabras de la boca del Salvador mismo,
pero no les habían prestado suficiente atención ni habían reflexiona-
do sobre estas.
El mensajero celestial completa su comisión, dándoles la tarea de
proclamar las nuevas de la resurrección de Jesús. Id pronto y decid a
sus discípulos que ha resucitado de los muertos. Digan estas buenas

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Nuevo Testamento

nuevas del Evangelio a sus discípulos y en especial a Pedro. Los án- Referencias / Notas
geles les dieron una palabra final de convicción: y he aquí va delante
de vosotros a Galilea; allí le veréis (Mateo 28:7; Marcos 16:7).
Las mujeres están conmovidas profundamente y experimentan sen-
timientos y emociones mezclados. Están llenas de gozo, pero tam-
bién están sobrecogidas por el temor, temblor y espanto (Mateo 28:8:
Marcos 16:8).
¿Pueden estos sentimientos tan contrastantes ir juntos? ¡Sí, van
juntos! Ellas tendrían problemas para explicar cómo había ocurrido
esto. Estaban abrumadas por este evento inesperado y por tantas
cosas que vieron, sintieron y oyeron, que no podían sacarlas de su
corazón. Eran incapaces de examinar serenamente sus emociones y
sentimientos que este giro súbito de eventos les había producido.
Ahora mismo, ellas no podían experimentar su alegría totalmente.
No se han recuperado todavía de su miedo. El miedo y la alegría
están batallando juntos para venir a la superficie, cuando ellas de-
jan el jardín apresuradamente para llevar a cabo su comisión. Están
demasiado temerosas para hablar a cualquiera sobre lo que pasó.
Están mudas y sin respiración cuando salen huyendo de la tumba.
Tan rápido como pueden, corren hacia la ciudad.
¡Pero las cosas cambiarán! El miedo y el temor que todavía sienten, se
irán. ¿Quién hará esto? No un ángel, ¡sino el mismo Señor resucitado!
Él dio la sorpresa maravillosa a estas mujeres fieles, amorosas. Mien-
tras corren hacia Jerusalén, son detenidas súbitamente. Cortésmente
el Señor Jesús las saluda en el camino con el saludo común: ¡Salve!
Él las saluda como quien se alegra de verlas de nuevo después de un
período corto de ausencia. ¡Cuán amoroso y tierno es!
Ahora ellas no retroceden con temor y miedo. Confiadamente se
acercaron y espontáneamente abrazaron sus pies. Con enorme gozo
caen de rodillas ante él, llenas de asombro, agradecimiento, reveren-
cia y amor. El compañerismo íntimo que ellas tenían con el Señor
no cambia su respeto y reverencia por él. ¿Por qué hicieron ellas
esto? Ellas le adoraron (Mateo 28:9). El fruto de su fe es evidente en
su amor al Señor. ¡Qué escena tan conmovedora! Jesús reafirmó la
comisión que ellas habían recibido del ángel (Mateo 28:10).
Después de las palabras confortantes de Jesús, ya no mostraron nin-
gún rastro de miedo. La alegría da alas a sus pies mientras van a
decir todas estas cosas a los once, y a todos los demás (Marcos 16:9).
Están ávidas de compartir su alegría con otros, pero esto parece ser
una tarea difícil. Los discípulos no habían parado de lamentar y llorar
(Marcos 16:10). Ellos estaban todavía demasiado desalentados por la
muerte de Jesús para aceptar las maravillosas noticias de su resu-
rrección. Escucharon el mensaje de las mujeres, pero pensaron que
era una locura de ellas (Lucas 24:11). Pero la actitud resistente de los
discípulos no puede apagar el gozo y la confianza de las mujeres.

II. LA GLORIA DE LA PASCUA


A. Cristo manifiesta su poder

| 475 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas La resurrección en el tercer día es un milagro incomparable. Fue


realizada por Cristo mismo. Él no fue pasivo en su resurrección como
Por eso me ama el Padre, Lázaro. Jesús se levantó de la tumba por su propio poder. Esto nos
porque yo pongo mi vida muestra quién es realmente. Parecía que su muerte era el final y que
para volverla a tomar. sus enemigos tenían la última palabra. Jesús mostró que él tenía el
Nadie me la quita, sino poder para poner su vida y también el poder para tomarla de nuevo
que yo de mí mismo la (Juan 10:17-18).
pongo. Tengo poder para Así como su sufrimiento y muerte habían sido predichos muchas
ponerla y tengo poder para veces y también proclamados por Cristo mismo, su resurrección ha-
volverla a tomar. Este bía sido frecuentemente predicha (Salmo 118:22; Isaías 53:10; Mateo
mandamiento recibí de mi 16:21; 17:22-23; 20:18-19). Por tanto, los ángeles pudieron recordarles
Padre. Juan 10:17-18 a las mujeres: como os dijo (Marcos 16:7). La resurrección de Cristo
Jehová quiso quebrantarlo, de la tumba -el corazón de la tierra- había sido prefigurada en los
sujetándolo a tres días que Jonás estuvo dentro del pez. Cristo es de verdad el Me-
padecimiento. Cuando sías de las Escrituras. Todas las predicciones acerca de él ocurrieron
haya puesto su vida en exactamente como fueron predichas.
expiación por el pecado, Jesús es resucitado en gloria. Antes, cuando lo mirábamos, no había
verá descendencia, vivirá ninguna forma o atractivo para que lo deseemos (Isaías 53:2). ¡Pero
por largos días y la ahora la gloria celestial se refleja en su rostro! El mismo cuerpo que
voluntad de Jehová será en murió está realmente resucitado de la muerte. El Señor Jesús res-
su mano prosperada. tauró la unión entre el cuerpo y el alma que habían sido separados.
Isaías 53:10 Él dio la vida al cuerpo que estaba muerto. ¡Su corazón late, sus ojos
“Ahora subimos a pueden ver, sus pies se mueven y su boca habla de nuevo! Debemos
Jerusalén, y el Hijo del creer en la resurrección del cuerpo porque la resurrección de Cristo
hombre será entregado a restauró la vida en el sentido más completo de la palabra.
los principales sacerdotes
La resurrección de Jesús es también la evidencia de su victoria com-
y a los escribas. Lo
pleta sobre la muerte. Cuando la Escritura registra otros ejemplos de
condenarán a muerte y lo
resurrección de los muertos, la muerte fue aplazada temporalmente,
entregarán a los gentiles
pero no destruida. La muerte no perdió su poder aunque en ese mo-
para que se burlen de él,
mento fue derrotada. El cuerpo que fue resucitado regresó a la vida
lo azoten y lo crucifiquen;
con todas las debilidades de la naturaleza humana.
pero al tercer día
resucitará”. Jesús, sin embargo, resucitó para nunca morir de nuevo. Él no re-
Mateo 20:18-19 cibió otro cuerpo, era el mismo cuerpo, pero diferente. Solamente
Le dijeron, pues, los otros las marcas de sus heridas permanecían (Juan 20:25, 27). Él podía
discípulos: --¡Hemos visto comer, pero no tenía que comer. Su cuerpo ya no está sujeto a las
al Señor! Él les dijo: --Si debilidades de la naturaleza humana y ya no es susceptible al su-
no veo en sus manos la frimiento, al dolor y a la muerte. La muerte ya no tiene poder sobre
señal de los clavos y meto él nunca más. Él ha destruido al enemigo y ha obtenido la victoria
mi dedo en el lugar de los sobre la muerte.
clavos, y meto mi mano en Esto es muy significativo porque el enemigo es muy fuerte. Nosotros,
su costado, no creeré. (…) personas pecadoras y débiles, no tenemos ninguna defensa contra
Luego dijo a Tomás: --Pon la batalla con la muerte. Pero el Señor se ha exaltado a sí mismo en
aquí tu dedo y mira mis poder. Su cuerpo está glorificado y el sufrimiento infernal y la an-
manos; acerca tu mano gustia del alma, que experimentó cuando Dios lo abandonó en la
y métela en mi costado; cruz, se han ido para siempre. ¡Ahora prueba el gozo más alto y más
y no seas incrédulo, sino bendito de la vida!
creyente. Juan 20:25, 27
Él no llegó a ser el Hijo de Dios por su resurrección. Él era el Hijo
de Dios, incluso durante su humillación más profunda. Pero fue de-
clarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la

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Nuevo Testamento

resurrección de entre los muertos (Romanos 1:4). Esto era necesario Referencias / Notas
tanto como su sufrimiento y muerte. Debía mostrar que Satanás no
era más fuerte. Jesús debía aplastar a la serpiente bajo sus pies.
Para ser el Salvador, tenía que sufrir la muerte y conquistarla. Por su
resurrección, ha roto las cadenas de la muerte y el enemigo ha sido
hecho astillas. Jesús ha traído vida e inmortalidad y habla como el
Rey de la vida cuando dice: Yo soy el que vivo, y estuve muerto; mas
he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves
de la muerte y del Hades (Apocalipsis 1:18).
Y Dios lo levantó, sueltos
los dolores de la muerte,
B. El Padre honra a Jesús
por cuanto era imposible
En la resurrección de Cristo nosotros también podemos discernir que fuera retenido por ella.
una acción de Dios el Padre: quién lo levantó, sueltos los dolores Hechos 2:24
de muerte (Hechos 2:24). La justicia de Dios requería que el Media-
dor soportara el castigo por el pecado. La justicia de Dios declaraba
ahora que la obligación había sido cumplida, porque el sacrificio fue La piedra que desecharon
suficiente. La muerte sacrificial del Cordero de Dios trajo una satis- los edificadores ha venido
facción completa y, por tanto, Dios el Padre pronunció su “amén” a ser la cabeza del ángulo.
sobre la bendición que Cristo trajo. ¡Consumado es! Salmos 118:22
El camino de Dios en el sufrimiento de su Hijo era un camino de
oscuridad. Pero ahora su amor y fidelidad firmes irradian luz. Los Por eso, Jehová, el Señor,
edificadores rechazaron la piedra, pero Dios lo exaltó para llegar a dice así: “He aquí que
ser la piedra principal del ángulo. Y en Sión puso una piedra pre- yo he puesto en Sión por
ciosa angular (Salmo 118:22; Isaías 28:16). El Padre le dio al Hijo su fundamento una piedra,
recompensa por su obediencia perfecta. Dios también le exaltó hasta piedra probada, angular,
lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre (Filipenses 2:6- preciosa, de cimiento
11). Él envió a sus ángeles y le dio a Jesús la gloria después de sufrir, estable. El que crea, no se
el honor después del desprecio, y la corona después de la cruz. ¡Que apresure. Isaías 28:16
cada rodilla se doble delante de Cristo!

III. LA BENDICIÓN DE LA PASCUA


A. Los frutos gloriosos
Todo lo que el Redentor ganó es concedido a su pueblo. También en
el estado de exaltación, Cristo debe ser visto como el Mediador y el
Salvador. Él no puede ser separado de los que son suyos y creen en
él. Él es uno con su pueblo. Él es su cabeza y ellos son su cuerpo.
Ahora que es exaltado, puede obrar en ellos y aplicar el trabajo que
ha ganado para ellos a través de su Espíritu Santo. ¡Y también está
deseoso de hacer eso! En su estado de exaltación está trabajando
activamente para salvarnos completamente. Mientras estaba muer-
to, llevó la ira del pecado, pero ahora puede decir: ¡Mírenme; sus
pecados se han ido!

B. El fruto de la vida eterna


Jesús resucitado, ahora resucita a otros. Él es el primogénito de los
muertos, pero no el único nacido de los muertos. ¡La resurrección de
Lázaro no produjo la resurrección de otros, pero la resurrección del

| 477 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Señor Jesucristo trae vida a otros! Su resurrección es la evidencia


de nuestra justicia, la fuente de nuestra santificación y la señal de
Si, pues, habéis resucitado nuestra glorificación (Catecismo de Heidelberg, Respuesta 45).
con Cristo, buscad las El Señor de la vida es la fuente de la vida, el poder de la vida y la
cosas de arriba, donde está esperanza de la vida. Él obtuvo el derecho de la vida eterna para los
Cristo sentado a la diestra pecadores. ¡Él también lo hace eficaz! Nosotros debemos distinguir
de Dios. Colosenses 3:1 entre la seguridad de la salvación y la aplicación de la salvación,
aunque no deberíamos separar las dos. La salvación empieza con el
gran trabajo de implantar la vida en el pecador, en la fuente dónde
la muerte empezó, en el alma. El poder irresistible del Espíritu Santo
crea vida nueva, nos impulsa a buscar y pensar en las cosas que son
de arriba (Colosenses 3:1). La vida espiritual no se caracteriza por
ideas vagas, sino que consiste en el Cristo exaltado que vive real y
verdaderamente en sus miembros.
La obra de Cristo, de librarnos del poder de la muerte, se completará
en el cuerpo de los creyentes, cuando en el último día él despierte
para glorificar a todos los que hayan muerto siendo creyentes. Noso-
tros esperamos la resurrección bendita de todos quienes lo hemos
amado en esta vida. El primogénito de los muertos no seguirá siendo
el único.
Y si Cristo no resucitó,
vana es entonces nuestra
predicación y vana es C. Todo depende de la resurrección de Jesús
también vuestra fe. Y
somos hallados falsos Los frutos de la resurrección son dados para ser disfrutados. Un Je-
testigos de Dios, porque sús muerto no nos beneficia. Necesitamos un Salvador que estuvo
hemos testificado que Dios muerto y ahora vive. Cuán miserables son los que no reconocen la
resucitó a Cristo, al cual resurrección sino que la rechazan. Su fe es vana y no hay esperanza
no resucitó si en verdad los real de la salvación (1 Corintios 15:14-19). Una religión sin Cristo no
muertos no resucitan. Si tiene ningún conocimiento de la mañana de la Pascua. La increduli-
los muertos no resucitan, dad es marcada por la duda. No es de sorprenderse que la resurrec-
tampoco Cristo resucitó; ción de Cristo sea el fundamento de la enseñanza de los apóstoles
y si Cristo no resucitó, y que la Iglesia cristiana honre el día de la resurrección en lugar del
vuestra fe es vana: aún día de reposo judío. Sólo el Señor resucitado tiene la respuesta para
estáis en vuestros pecados. la pregunta: ¿cómo consigo y tengo la seguridad de la vida verdadera
Entonces también los y eterna?
que murieron en Cristo Es completamente necesario llegar a ser personalmente partícipe de
perecieron. Si solamente la bendición rica de la salvación, conociendo a Cristo y el poder de
para esta vida esperamos su resurrección (Filipenses 3:10). Quienquiera que lo busque since-
en Cristo, somos los más ramente lo encontrará con gran gozo. Nuestro corazón debe llenarse
dignos de lástima de todos de amor cuando hablemos sobre la salvación. Esto será bueno para
los hombres. los que escuchan el Evangelio y se encuentran con Cristo, pero no lo
1 Corintios 15:14-19 será si su vida está centrada en las cosas del mundo que son breves
y pasajeras, que no dejan satisfacción y están corrompidas por el
Quiero conocerlo a él y el pecado. ¡Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te
poder de su resurrección, alumbrará Cristo! (Efesios 5:14).
y participar de sus
padecimientos hasta llegar
a ser semejante a él en su
muerte. Filipenses 3:10

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Nuevo Testamento

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Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS SE APARECE A
MARÍA MAGDALENA
Textos de referencia:
Marcos 16:9-11; Juan 20:1-18

Versículo para memorizar:


En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo
hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Juan 14:2

INTRODUCCIÓN
Jesús no se apareció a sus enemigos después de su resurrección. Así que, exaltado por la
En el día de Pentecostés y después, él dio a sus seguidores pruebas diestra de Dios y habiendo
abundantes de que estaba vivo. Además, el derramamiento del Es- recibido del Padre la
píritu Santo es un don del Cristo resucitado (Hechos 2:33). El Señor promesa del Espíritu
está esperando hasta el día final para revelarse visiblemente a sus Santo, ha derramado esto
enemigos. Entonces, todo ojo lo verá, incluso los que lo traspasaron que vosotros veis y oís.
(Apocalipsis 1:7). Los que ahora se niegan a creer, un día lo verán en Hechos 2:33
el juicio.
Durante los cuarenta días entre su resurrección y ascensión, Jesús He aquí que viene con las
mostró en varias ocasiones a sus discípulos que estaba vivo, tanto a nubes: Todo ojo lo verá,
hombres como a mujeres, mediante muchas pruebas infalibles (He- y los que lo traspasaron;
chos 1:3). Un total de diez apariciones están registradas, de las cua- y todos los linajes de la
les las primeras cinco ocurrieron el día de su resurrección, y son: tierra se lamentarán por
1) a María Magdalena (Marcos 16:9-11; Juan 20:1-18) causa de él. Sí, amén.
Apocalipsis 1:7
2) a las otras mujeres (Mateo 28:8-10)
3) a Simón Pedro (Lucas 24:34; 1 Corintios 15:5)
A ellos también, después
4) a los hombres de Emaús (Lucas 24:13 y siguientes) de haber padecido, se
5) a los discípulos excepto a Tomás (Lucas 24:36; Juan 20:19-23) presentó vivo con muchas
pruebas indubitables,
6) una semana después a todos los discípulos incluido Tomás apareciéndoseles
(Juan 20:24-29) durante cuarenta días y
7) a siete discípulos en el mar de Tiberias (Juan 21) hablándoles acerca del
reino de Dios. Hechos 1:3

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas 8) a más de 500 creyentes reunidos, en una montaña en Galilea (1


Corintios 15:6)
9) a Santiago (1 Corintios 15:7)
10) a los once en el día de la ascensión (Hechos 1)
Y con gran poder Cada aparición de Cristo fue con un propósito específico. Él tenía en
los apóstoles daban mente una razón específica cuando se apareció a Pedro y a Santiago.
testimonio de la En primer lugar, las apariciones fueron principalmente para conven-
resurrección del Señor cer a sus seguidores de la certeza, la realidad física y la majestad de
Jesús, y abundante gracia su resurrección. Ellos encontraban difícil creer y por consiguiente,
era sobre todos ellos. al mostrarse muchas veces, Jesús despejó cualquier duda que ellos
Hechos 4:33 pudieran tener y los hizo capaces de testificar con poder la realidad
de su resurrección (Hechos 4:33).
En segundo lugar, las apariciones tenían el propósito de que los
seguidores de Jesús se acostumbraran a la idea de una nueva dis-
pensación. Hasta ahora ellos habían estado con él alrededor de tres
años sin interrupción. De hoy en adelante sería diferente. El estado
de Jesús había cambiado de la humillación a la exaltación: estaba de
camino al cielo, pero no retiró inmediatamente su presencia corporal
de ellos, sino que de vez en cuando se les aparecía en forma súbita
y breve, y luego desaparecía rápidamente. Fue un tiempo de transi-
ción. Los discípulos debían acostumbrarse a la ausencia de Jesús.
A ellos también, después Finalmente, las apariciones de Jesús sirvieron para prepararlos me-
de haber padecido, se
jor y completamente para su tarea como apóstoles. Había muchas
presentó vivo con muchas
cosas que él debía decirles, las cuales hasta ahora ellos no hubieran
pruebas indubitables,
soportado escuchar. Les habló sobre las cosas acerca del reino de
apareciéndoseles
Dios (Hechos 1:3). Sus apariciones tuvieron el propósito de que ellos
durante cuarenta días y
se relacionaran con el Salvador resucitado en su estado de exalta-
hablándoles acerca del
ción. ¡Aunque su estado había cambiado, su amor por ellos perma-
reino de Dios. Hechos 1:3
necía intacto!
Esta historia sencilla y simple tiene una atracción maravillosa. Sobre
todo porque la aparición de Cristo a María Magdalena es la prime-
ra revelación de su amor compasivo después de la resurrección. En
esta primera aparición llegamos a tener trato con su sabiduría divina
y primera comisión, mostrando el cuidado fiel por sus seguidores.
En esta historia encontramos a:
I. Una discípula afligida
II. Un Salvador compasivo

I. UNA DISCÍPULA AFLIGIDA


A. María Magdalena cree que el cuerpo de Jesús fue robado
En contraste con las otras Marías, a esta se la identifica como Ma-
ría Magdalena. Ella vino del área de Magdala, localizada cerca de la
ciudad de Tiberías. Algunas veces se la acusó de cargos no com-
probados y se la identifica como la mujer pecadora de Lucas 7, pero
no hay ninguna evidencia de esto. Las Escrituras nos enseñan que
era una mujer perturbada, había sufrido de ataques satánicos. Un

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Nuevo Testamento

hato completo de espíritus malos había tomado posesión de ella. Sin Referencias / Notas
embargo, llegó a ser un testigo viviente del poder todopoderoso de
Cristo. Estaba muy agradecida al Señor porque había echado siete
demonios de ella (Marcos 16:9).
Desde ese momento, fue librada de esta miseria terrible y su agra- Y algunas mujeres que
decimiento no conocía ningún límite. El amor que ella sentía por el habían sido sanadas
Salvador era tan grande como la sanidad que recibió. Con las otras de espíritus malos y de
mujeres, había acompañado regularmente a Jesús y viajó con él enfermedades: María, que
cuando estaba en Galilea, yendo de ciudad en ciudad y de pueblo se llamaba Magdalena, de
en pueblo para proclamar el Evangelio del reino de Dios. Ella ama- la que habían salido siete
ba hacer esto, no solamente porque bebía de las palabras de vida demonios, Juana, mujer
que fluían de los labios llenos de gracia de Jesús, sino también para de Cuza, intendente de
encontrar el cumplimiento de su deseo intenso de servir con amor. Herodes, Susana y otras
Jesús y sus discípulos tenían necesidades materiales y físicas. Eran muchas que ayudaban con
trece hombres, que no solamente tenían necesidades diarias de sus bienes. Lucas 8:2-3
comida y abrigo, sino que también requerían un cuidado continuo.
Cristo no se sustentaba a sí mismo realizando milagros para suplir
sus necesidades, sino que permitía que los que eran los objetos de
sus beneficios lo sirvieran con sus bienes terrenales y servicios amo-
rosos (Lucas 8:2-3). Esta labor fue realizada por un grupo de mujeres
adineradas entre las cuales estaba esta María.
María Magdalena no podía estar sin el Salvador y lo seguía adonde- Estaban allí María
quiera que iba. Cuando dejó Galilea, fue con él a celebrar la última Magdalena y la otra
fiesta de la Pascua en Jerusalén. Se quedó en el Calvario hasta el María, sentadas delante
final y fue una espectadora de las acciones de José y Nicodemo en del sepulcro. Mateo 27:61
el jardín. Se sentó cerca de la tumba cuando Jesús fue sepultado
(Mateo 27:61) y ahora es una de las primeras en venir temprano por
la mañana, en el primer día de la semana, para ungir el cuerpo de
Jesús.
¿Quién puede comprender su angustia cuando ve la piedra quitada
del sepulcro y la tumba vacía? Inmediatamente, piensa que el cuerpo
de su querido Salvador ha sido robado en secreto. Esa es la única con-
clusión a la cual puede llegar y está tan segura que ni siquiera investi-
ga. Deja la compañía de las mujeres que entran en la tumba y escucha
del ángel las gozosas buenas nuevas de la resurrección. Ella regresa
corriendo a la ciudad y está jadeante cuando encuentra a Simón Pedro
y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, llamado Juan. Ella vierte
su desilusión y dolor y llora amargamente: Se han llevado del sepulcro
al Señor, y no sabemos dónde le han puesto (Juan 20:2).

B. Pedro y Juan ven la tumba vacía


Inmediatamente los dos discípulos van al sepulcro. Juan corre más
rápido que Pedro y llega primero a la tumba. Se inclina y ve adentro,
pero no entra al sepulcro. Pedro viene detrás de Juan. Entra y cuida-
dosamente nota las circunstancias. Él no solamente ve que la tumba
está vacía, sino que también nota que los lienzos mortuorios están
doblados pulcramente y el sudario, que cubría la cabeza de Jesús,
está envuelto separadamente. Esto demuestra que el cuerpo no ha
sido robado, porque los lienzos mortuorios no hubieran sido dejados

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas de esta manera. Pedro se maravilla por esto (Lucas 24:12), pero Juan,
que también entró en el sepulcro, vio, y creyó (Juan 20:8). Su fe no
Pedro, sin embargo, estaba basada solamente en la enseñanza de la Escritura con res-
levantándose, corrió pecto a la resurrección, sino que vio y creyó. Sólo después entendió.
al sepulcro; y cuando Cuando el reflexivo Juan entró en el sepulcro después de Pedro, llegó
miró dentro vio solo los a la conclusión: la tumba está vacía, el cuerpo al parecer no ha sido
lienzos, y se fue a casa robado, y ¿qué le pasó a Jesús? ¡El Señor vive! Después de esto los
maravillándose de lo que dos discípulos volvieron a los suyos.
había sucedido.
Lucas 24:12
C. María Magdalena llora en la tumba vacía
María Magdalena había seguido a los dos discípulos de regreso a
Entonces entró también el la tumba y permanecía fuera de la cueva, llorando. Sus lágrimas flu-
otro discípulo que había yen profusamente. Ella está buscando al que vive, entre los muer-
venido primero al sepulcro; tos. No entendía lo que las Escrituras hablaban tan claramente de
y vio, y creyó. Juan 20:8 la resurrección de Jesús. Juan puede haberle dicho lo que él creía,
pero eso no significaba nada para ella. Su corazón no puede aceptar
la convicción que Juan tenía en ese momento. Por tanto, no puede
abandonar la tumba. Hay mucho que la confunde. Su esperanza está
vacilando, pero su amor es irrefutable. Ella está consagrada a Jesús
con todo su ser.
Sus lágrimas son una señal de su amor consagrado. María Magda-
lena había querido honrar a su maestro aún en la muerte y ahora no
puede hacerlo. Se siente como si hubiera perdido todo. Ella explica
por qué actúa así cuando encuentra a los ángeles. Mientras lloraba,
se inclinó para mirar dentro del sepulcro. Ella ha perdido su más que-
rida posesión y busca repetida e instintivamente el lugar donde él
había estado. ¡Podría ser que pasó por alto algo en la cueva oscura!
Allí ella ve a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban senta-
dos el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús
había sido puesto.
Las otras mujeres se asustaron cuando vieron al ángel, pero María
no. Todo lo que sabe es que Jesús murió y ahora su cuerpo se ha ido
también. Los ángeles le hablan amablemente y le preguntan: Mujer,
¿por qué lloras? Ellos saben el porqué pero quieren que María empie-
ce a pensar. Instantáneamente ella tiene su respuesta lista: Porque
se han llevado a mi Señor, y no sé donde le han puesto. María está
firmemente convencida de que el cuerpo ha sido robado. Esa es la
razón por la que está llorando. Solo piensa en Jesús, a quien cree
muerto.

II. UN SALVADOR COMPASIVO


A. Jesús encuentra a María Magdalena
Es necesario que el Salvador mismo encuentre a esta mujer pro-
fundamente afligida. Nadie más puede ayudar a María Magdalena
y por consiguiente, ¡él la ayudará! Mientras Jesús estaba en el esta-
do de humillación, buscó la salvación para los suyos. Ahora que ha
sido grandemente exaltado, él no ha cambiado. Continúa amando
a los suyos. Continuará confortándolos y los alegrará. Los que son

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Nuevo Testamento

desechados serán levantados por él. El primer acto después de su Referencias / Notas
resurrección milagrosa no es para proclamar en voz alta al mundo
que él vive, sino para aparecerse a una mujer sumamente afligida.
Esta acción no disminuye su gloria, sino que es una demostración
poderosa de que el milagro de su resurrección es para el bienestar
de su pueblo.
Un alma que de verdad está preocupada en encontrarlo, nunca bus-
cará en vano. El corazón de Jesús vierte su amor en esta discípula
fiel, afligida, que experimenta la oscuridad en su alma. El Señor hará
grandes cosas para ella. La sorprenderá, la alegrará y le dará una
comisión importante.
Si no hubiera notado que era el Señor Jesús que estaba de pie de-
trás de ella, los ángeles la habrían consolado. Ahora estos se retiran
reverentemente al fondo y callan. María se da vuelta sin esperar una
explicación. Ve a Jesús que está de pie, pero no sabe quién es y él
tampoco le dice. Compasivamente, le pregunta: Mujer, ¿por qué llo-
ras? ¿A quién buscas?, completando así la pregunta de los ángeles.
El Salvador usa las preguntas para captar su atención y sacarla de
su estupor.
María no reconoce a Jesús, no porque sus ojos estén llenos de lágri- Pero los ojos de ellos
mas. Tampoco es porque Jesús estaba vestido como un hortelano o estaban velados, para que
porque había cambiado y ya no podía ser reconocido. María no re- no lo reconocieran.
conoció a Jesús porque sus ojos estaban velados, así como los hom- Lucas 24:16
bres de Emaús fueron impedidos de reconocer al Salvador (Lucas
24:16). María pensó equivocadamente que era el hortelano, y contes-
tó: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré
(Juan 20:15). Ella no sabe lo que está diciendo. Como no recibe una
respuesta inmediata, va hacia la tumba, dando la espalda a Jesús.
María está ciega e ignorante. Ni siquiera piensa en la posibilidad de
una resurrección. ¡No obstante, sus palabras contienen la prueba
más hermosa de su amor!

B. Jesús mismo se revela a María Magdalena


Con el propósito de revelarse a ella, el Salvador la llama por su nom-
bre, como solamente él puede: ¡María! Eso es todo, y es suficiente.
Ella reconoce su voz inmediatamente y las vendas son quitadas de
sus ojos. En un abrir y cerrar de ojos, ella ve, escucha y siente, tan
cierto como que está parada allí, que este es Jesús, mi Jesús, ¡el Je-
sús vivo! Ella grita: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro) (Juan 20:16).
En la literatura judía la palabra “maestro” tiene un significado más
amplio y se usa a menudo para dirigirse a Dios. Al dirigirse a Jesús
con este título expresa su respeto y adoración por el gran conquis-
tador sobre la muerte. Ella había buscado a un Jesús muerto pero
encontró a un Salvador vivo. Todas las pasiones de sus sentimientos
están comprimidas en esta palabra única: ¡Raboni!
¡Qué momento tan conmovedor! Notemos el asombro de María. Je-
sús la buscó mientras ella lo buscaba y le concedió más de lo que
esperaba. El buen Pastor conoce a sus ovejas. No todas son guiadas
de la misma manera. Tomás creyó porque él vio, pero María tiene

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas que escuchar. Jesús sabe lo que es mejor para todos. ¡Cuán sabio
es al escoger los medios para cumplir sus propósitos para María!
Frecuentemente no hay mejor forma de traer a alguien a sus senti-
dos que llamar a dicha persona por el nombre. Esto despierta a los
durmientes y también volvió a María a sus sentidos.
Podemos entregarnos confiadamente al amor y sabiduría de este
Salvador, cualquiera que sean nuestras circunstancias. Nosotros es-
tamos seguros con él. Cuando buscamos a Jesús de verdad, experi-
mentaremos que está muy cerca. Él cumplirá los deseos de los que
están cansados y abatidos cuando lo busquen de verdad. Él propor-
ciona personalmente la respuesta a las preguntas del corazón.

C. María Magdalena es inundada de alegría


Jesús les salió al No es posible describir el gozo que María Magdalena experimenta.
encuentro, diciendo: Su alma extasiada se estremece por la aparición de Jesús. Es ne-
--¡Salve! Y ellas, cesario que Jesús refrene su júbilo. Por consiguiente, dice: No me
acercándose, abrazaron toques, porque aún no he subido a mi Padre. Él no le permite que ella
sus pies y lo adoraron. lo toque, como las otras mujeres lo hicieron (Mateo 28:9). ¿Por qué
Mateo 28:9 no? ¿Sería doloroso tocar las cicatrices de sus heridas? No, el carác-
ter de María es la razón. Ella probablemente extrañaba la presencia
de Jesús más que cualquiera de las otras. No podía soportar estar
sin él. Por tanto, ella quiso asirse de él, de tal forma que la relación
que había sido rota tan abruptamente por su muerte continuara sin
interrupción. Todo lo que quería era restaurar esta asociación diaria
que tenía con él.
Las palabras de Cristo pueden parecer duras, pero son apropiadas
para María. Él no la rechaza duramente al mantenerla a cierta dis-
tancia. Ella debe aprender que debido a su naturaleza, él no puede
quedarse en la tierra. ¡Ella debe comprender que un gran cambio ha
sucedido por su resurrección! Él irá de gloria en gloria.
Ya no es el Cristo humillado, sino el Cristo exaltado que está listo a
ascender a la gloria que tenía con el Padre. El intento de María de
mantenerlo a su lado en la tierra entorpece su exaltación gloriosa.
Desde ahora en adelante, mientras María Magdalena viva sobre la
tierra, ella debe vivir por fe y no por vista.
En la casa de mi Padre El uso de la palabra porque parece bastante extraña en esta conexión.
muchas moradas hay; Sin embargo, el significado se aclara cuando pensamos en las ver-
si así no fuera, yo os lo dades que Jesús declaró antes (Juan 14:2-3). Cristo no dice: Tú no
hubiera dicho; voy, pues, tienes que aferrarte a mí porque no estoy realmente dejándote, tam-
a preparar lugar para poco la rechaza diciendo, no te aferres a mí porque yo estoy yendo
vosotros. Y si me voy y a mi Padre. El Señor le dice que no quiere que ella lo toque porque
os preparo lugar, vendré no ha ascendido todavía a su Padre. Un día todos los que somos su
otra vez y os tomaré a mí pueblo estaremos siempre con el Señor (1 Tesalonicenses 4:17).
mismo, para que donde Después de haber experimentado el terror del abandono de Dios,
yo esté, vosotros también ahora Jesús compartirá de nuevo y totalmente la comunión con el
estéis. Juan 14:2-3 Padre, y tomará su lugar de honor y poder en su hogar celestial. ¡Allí,
preparará un lugar para todos los creyentes y regresará por ellos
para llevarlos a la casa del Padre, para nunca estar separados!

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Nuevo Testamento

Cristo no intenta privar a María del gozo continuo de su presencia Referencias / Notas
física, tan anhelado. Tiene algo mucho mejor reservado para ella. Le
da la comisión honorable de ser su testigo. Ella lo había llamado Ra- Porque el que santifica y
boni (Maestro) - ¡puede ser su sierva! Su asignación es testificar de los que son santificados,
su fe: Ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre, y a vuestro Padre; de uno son todos; por lo
a mi Dios, y a vuestro Dios. Notemos el título que el Cristo exaltado cual no se avergüenza
usa al referirse a sus discípulos. ¡Los llama mis hermanos! ¡Qué tí- de llamarlos hermanos.
tulo más íntimo y afectuoso, sobre todo cuando recordamos cómo Hebreos 2:11
ellos se habían comportado! No está avergonzado de llamarlos mis
hermanos (Hebreos 2:11).
Los discípulos escucharán de María que él está yendo arriba, al ho-
gar del cual un día regresará para completar su salvación, tanto en
cuerpo y alma. Pronto retirará su presencia corporal de ellos porque
la gloria de su exaltación, la cual ya ha empezado, aumentará. Su
resurrección será seguida por su ascensión.
La unión entre Cristo y los suyos no será cortada, pero se volverá más Los que teméis a Jehová,
íntima y más fuerte que antes. ¿No son ellos sus hermanos? (Salmos ¡alabadlo! ¡Glorificadlo,
22:23). Sin embargo, no importa cuán íntimo sea el compañerismo, descendencia toda de
una distinción esencial permanece. Esto es expresado por las pala- Jacob! ¡Temedlo vosotros,
bras de Jesús: mi Padre, y a vuestro Padre; a mi Dios, y a vuestro Dios. descendencia toda de
Cristo es el Hijo natural de Dios; los creyentes son hijos de Dios por Israel! Salmos 22:23
adopción.
Obedientemente María llevó a cabo la comisión del Señor. Este es
un ejemplo hermoso para nosotros. La labor de María es también la
nuestra. ¡Qué privilegio ser un testigo de Cristo! Cuando comparti-
mos nuestro amor y damos testimonio de su Nombre, él es glorifica-
do. ¿No es el Príncipe de la tierra digno de nuestro honor?

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La Historia de la Salvación

63
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS SE APARECE A LOS HOMBRES


DE EMAÚS
Textos de referencia:
Marcos 16:12, 13; Lucas 24:13-35

Versículo para memorizar:


Y comenzando desde Moisés y siguiendo por todos los profetas, les
declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían. Lucas 24:27

INTRODUCCIÓN
De todas las apariciones, la Escritura registra esta con más deta-
lle. El relato del viaje es atractivo para todos. Un sermón de Pascua
como este, predicado por Jesús, fue solamente predicado una vez en
la tierra. Un ángel predicó el primer sermón Pascual, pero la propia
predicación de Jesús fue la mejor y la más grande. Mientras reflexio-
namos en el sermón de Jesús a los hombres de Emaús, prestaremos
atención a:
I. Los oyentes
II. El predicador
III. El sermón
IV. La bendición

I. LOS OYENTES
A. Los hombres de Emaús tienen un problema
Lucas atrae nuestra atención a dos hombres que pertenecían al cír-
culo más grande de discípulos de Jesús. Ellos no eran parte de los
once. El nombre del uno era Cleofas (Lucas 24:18). Según algunas
especulaciones antiguas, pero no probables, Lucas era el otro hom-
bre. Al caer la tarde de este primer día de la semana, ellos se encuen-
tran en el camino que conduce de Jerusalén al pueblo de Emaús. La
distancia es de sesenta estadios, aproximadamente 11 kilómetros;
equivalente a una caminata de dos horas. La ruta que han escogido

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Nuevo Testamento

es un camino rural apartado (Marcos 16:12). La gloria de la naturale- Referencias / Notas


za se extiende delante de ellos, pero no están aquí para disfrutar de
la frescura, los campos fértiles, las viñas, y los jardines de olivos. Han
escogido esta pacífica ruta, para poder hablar sin ser perturbados,
mientras el sol cae en el horizonte. Tienen una gran necesidad de
hablar y hay mucho que discutir.
¿Cuál es el tema de la conversación? Aunque sus nombres no nos
dice mucho sobre ellos, podemos deducir cómo eran por lo que dis-
cutían. Ellos no saben qué creer acerca de la resurrección del Señor
Jesús pues han oído algunas cosas asombrosas y tienen muchas
preguntas e intentan evaluar lo que han oído. Su discusión es muy
vivaz y razonan entre sí, considerando las cosas que han escuchado.
Evalúan la confiabilidad de las mujeres con respecto a la posibilidad
del evento asombroso de la resurrección.
Ellos han experimentado una gran pérdida porque hacía tres días
que habían perdido a su más estimado amigo. Su dolor está mez-
clado con confusión y sobresalto. Mientras hablan estas cosas, su
razonamiento no los lleva a ninguna parte.

B. Jesús se une a los hombres de Emaús


De pronto el Señor Jesús se une a estos hombres en el camino, pero
ellos no lo reconocen. La apariencia del Salvador no estaba alterada,
mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen. Ellos
fueron impedidos de reconocer a Jesús, así como sucedió con María
Magdalena. Se les apareció en otra forma (Marcos 16:12). Sin embar-
go, el no reconocerlo ¡fue una ventaja!
Jesús se dirige a ellos amablemente y pregunta acerca de lo que les
preocupa y sobre lo que están discutiendo. ¿Qué pláticas son estas
que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes?
Según otro manuscrito, allí se añade: “ellos se detuvieron con una
expresión triste en su rostro”. Dicha pregunta bien pudo hacerlos
detener. Ellos muestran que están algo irritados. Esto se deduce de
la respuesta cortante que Cleofas da al interrogador: ¿Eres tú el único
forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han
acontecido en estos días? Cleofas está atónito de encontrar a alguien
que no sabe sobre lo que ellos están hablando. ¡Este es el tema del
día en Jerusalén!
Cristo no contesta a su respuesta incrédula. No amonesta a Cleofas
por su actitud hostil, ni tampoco le dice que ignora sobre el asunto.
La pregunta de Jesús, ¿Qué cosas? tiene el propósito de obtener una
historia más detallada de parte de los hombres.

C. Los hombres de Emaús revelan su problema


La respuesta es un torrente de palabras. Los dos dicen lo que les
preocupa. No vacilan en hablar con este extraño, a quien le revelan
todos sus pensamientos acerca de Jesús y de los sacerdotes. De-
muestran por sus convicciones que honran a Jesús, porque según
su punto de vista, Jesús nazareno, era un varón profeta, poderoso en

| 487 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo. ¡Sus líderes se
atrevieron a entregar a este profeta para ser condenado a muerte y
ser crucificado! No omiten decir que habían visto en Jesús más que
a un profeta, pues tenían la esperanza de que él fuera el que había
de redimir a Israel. Pero ya no están seguros de esto --notemos que
están usando el tiempo pasado. Sus expectativas aparentemente se
frustraron en el Calvario. Ellos todavía reconocen en él a un profeta,
porque un profeta podía ser crucificado. Pero, un Mesías sobre una
cruz, ¡no, eso es imposible! La profecía señalaba que el Cristo es el
bendito de Dios, y los que son crucificados están bajo la maldición
de Dios. Estos hombres en la ruta a Emaús no tienen una clara visión
del camino de la redención. Están atados al punto de vista terrenal y
creen que estos dos caminos no pueden ir juntos.
Y después que lo hayan Sin embargo, en lo profundo de su corazón, hay una voz que testifica
azotado, lo matarán; pero de la divinidad de Jesús. Por tanto, ellos mencionan que hoy es ya
al tercer día resucitará. el tercer día que esto ha acontecido (Lucas 18:33). También mencio-
Lucas 18:33 nan cuán sorprendidos estaban cuando las mujeres les contaron de
su encuentro con los ángeles y del mensaje que recibieron. Incluso,
algunos de los discípulos habían verificado la historia, pues habían
encontrado la tumba vacía. Los ángeles dijeron que él vive, la tumba
se encontró vacía, pero a él no le vieron. Ellos no saben qué pensar.
No pueden llegar a ninguna conclusión. No están convencidos y no
pueden regocijarse, pero están muy asombrados. El tercer día casi
había terminado y están todavía confundidos por las conjeturas, las
suposiciones, los rumores y los prejuicios. ¿Es de sorprenderse que
ellos estén tan perturbados?

II. EL PREDICADOR
A. La reprimenda de Jesús
Los hombres de Emaús han puesto al descubierto todo su cora-
zón. Jesús había cautivado las esperanzas de sus corazones. Ellos
piensan en él, hablan sobre él y lo anhelan, pero no tienen ninguna
sospecha de que él está caminando al lado de ellos ahora mismo.
¡Cómo debe haber sido probada la paciencia del Salvador, mientras,
como un amigo tierno y compasivo, escuchaba pacientemente a es-
tos seguidores suyos!
Finalmente ellos han terminado. Nosotros pensaríamos que ahora es
el momento correcto para aclarar la niebla de su duda y su pensar
brumoso y prepararlos para la declaración sorprendente: ¡Soy yo!
El Señor Jesús quiere iluminar sus corazones y mentes con la luz
de su verdad. Está listo para ayudar a estos que tienen preguntas y
están desanimados. Escuchará las quejas y las quitará. Jesús está
deseoso de tener comunión con los que aman y reverencian su nom-
bre. No rechaza a estos dos hombres por su corta visión. El Señor
hará del día de su resurrección un día de alegría para ellos, ¡porque
los ama! Pero el amor de Jesús se guía por la sabiduría y ve la fuente
de su tristeza. Como un médico verdadero, Jesús quiere quitar la
causa. Por tanto, cuando empieza a hablar, no los conforta ensegui-
da sino que primero los amonesta. No se dirige a ellos como víctimas

| 488 |
Nuevo Testamento

que merecen piedad, sino como insensatos que solamente se tienen Referencias / Notas
a sí mismos para culparse por su confusión.
Jesús sabía lo que necesitaban desesperadamente y eso les dio. Por
consiguiente, no se les reveló en este momento porque, si lo hubie-
se hecho, habrían seguido pensando que las profecías no eran lo
bastante claras y que tenían buenas razones para dudar. ¡Y eso no
podía pasar! ¡Ellos eran seguidores de Jesús! Le habían oído hablar,
sin embargo, han sido tardos de corazón para creer todo lo que los
profetas han dicho. Su ignorancia era la causa de su vacilación. Ellos
debieron haber prestado más atención. Podríamos decir que no leye-
ron muy bien su Biblia.
Su ignorancia espiritual les hizo aferrarse a sus prejuicios. Ellos no
solamente estaban confundidos en su mente, sino que había un pro-
blema en su corazón. La causa real era su corazón lento. No habían
escudriñado las Santas Escrituras lo suficiente. Su interpretación
había estado equivocada. Ellos quisieron saber lo que los profetas
enseñaron sobre la gloria, porque querían estar tranquilos. Para su
vergüenza, tuvieron que reconocer que no habían prestado suficien-
te atención a lo que los profetas habían hablado sobre el camino pro-
fundo de la humillación, que el Redentor, quien llevaba la maldición,
tenía que experimentar para entrar en la gloria.

B. La aplicación
También nosotros sacamos frecuentemente de la Biblia lo que nos Toda la Escritura es
interesa e ignoramos el resto. Debemos en forma seria y piadosa inspirada por Dios y
buscar el todo de la Palabra de Dios. Debemos ser presurosos y se- útil para enseñar, para
rios en esta tarea para conocer cuál es la voluntad de Dios. (2 Timo- redargüir, para corregir,
teo 3:16-17; Juan 5:39). Algunas cosas de la Escritura no nos son para instruir en justicia,
agradables, pero sí son beneficiosas. El Señor Jesús es nuestro me- a fin de que el hombre
jor Maestro. de Dios sea perfecto,
enteramente preparado

para toda buena obra.
III. EL SERMÓN 2 Timoteo 3:16-17
A. El contenido
Revisemos en forma breve el contenido del sermón. ¿No era nece- Escudriñad las Escrituras,
sario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? porque a vosotros os
La pregunta realmente era una afirmación: sí, ¡él debía padecer! Y parece que en ellas tenéis
comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les de- la vida eterna, y ellas son
claraba en todas las Escrituras lo que de él decían. las que dan testimonio de
mí. Juan 5:39
Después de haber amonestado a los dos hombres en el camino, les
da una lección bíblica. El contenido y la explicación pueden ser resu-
midos de esta manera. Los eventos que han ocurrido recientemente
y que los hace dudar, demuestran que Jesús es el verdadero Mesías.
¡Su sufrimiento, crucifixión y muerte no pueden estar separados de
su oficio de Mesías! ¡Al contrario, estas son las marcas indiscutibles
de que él es el Mesías! El Mesías vino a librarnos del pecado y debía
expiar la justicia de Dios contra el pecado, soportando el castigo: la
muerte en la cruz.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas La crucifixión y muerte de Cristo no deben ser tema de pregunta para
nosotros. El sufrimiento de Cristo era el único camino a la gloria. Por-
que él es Mesías, este es el camino a la gloria. Primero la cruz, luego
la corona; la corona solamente después de la cruz. El sufrimiento del
sustituto es la señal preliminar de su glorificación. Su muerte trajo
la satisfacción completa por el pecado. Era imposible para él quedar
exento de la muerte. Por tanto, según la justicia de Dios, él quiere y
puede entrar majestuosamente a la gloria que ganó para sí mismo y
para su pueblo.

B. La aplicación

Muéstrame, Jehová, tus La evidencia para todo lo que Jesús hizo y sufrió puede encontrarse
caminos; enséñame tus en el Antiguo Testamento. Jesús sostiene el punto de vista escritural
sendas. Salmos 25:4 del Mesías ante los hombres de Emaús. ¡Qué notable!: el Señor Jesús
es el contenido principal de las profecías y es también su intérprete.
En su predicación Jesús se centró y limitó a las Santas Escrituras.
¡Qué ejemplo! Él reconoció la autoridad divina del Antiguo Testa-
mento y colocó a las profecías antiguas en la luz correcta. Jesús
recorre todas las Escrituras con los hombres de Emaús y les explica
lo escrito en ellas, lo que representan las señales, los sacrificios y
otras ceremonias de la ley, las sombras y tipos. Así es como el gran
intérprete de las Escrituras trae a los extraviados hacia el camino
correcto (Salmos 25:4).

IV. LA BENDICIÓN
A. Los corazones ardientes
El camino a Emaús no parece ser largo. Los viajeros no están aburri-
dos, porque su compañero de viaje predica como ellos nunca habían
escuchado a los escribas predicar. Antes de que ellos se den cuenta,
¡han llegado a Emaús! Sus corazones arden (Lucas 24:32) con un fue-
go que no se apaga. Esta vívida expresión describe el amor, el anhelo
y la esperanza que los iluminaba. Sus emociones están por arriba
de lo normal. Experimentan lo que escuchan; beben de las palabras
de su Maestro como la tierra seca absorbe el agua. A veces, apenas
pueden contenerse, sin embargo, continúan escuchando con gran
intensidad y un corazón que discierne. El mundo y sus lujurias sa-
tisfacen también los deseos ardientes, pero no dan la salvación. La
salvación de Jesús hace que el corazón arda de amor.
¡Qué contraste con los corazones lentos de hace un momento! El
asunto en discusión había sido una preocupación de mucho tiem-
po. Todas las semanas ellos escuchaban el Antiguo Testamento en
la sinagoga. Quizás, ya lo habían entendido en cierto modo, pero
nunca lo habían entendido como ahora. ¡Es necesario más que un
conocimiento intelectual! El corazón debe ser abierto para prestar
verdadera atención a lo que Dios dice sobre Jesucristo.
Cleofas y su amigo estaban interesados verdaderamente en Jesús.
Ellos no rechazaron el mensaje de mala gana cuando Jesús los amo-
nestó, y por eso recibieron una bendición. Esa es la llave. Los sen-

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Nuevo Testamento

timientos más intensos no pueden producir las bendiciones que el Referencias / Notas
Espíritu de Dios da a través de la instrucción de la Biblia.
¿Qué estamos nosotros buscando? ¿Qué pensamos? ¿En qué esta-
mos interesados cuando se nos proclama la Palabra de Dios?

B. Las Escrituras son abiertas


La predicación no solamente produjo un cambio maravilloso en los
sentimientos de los dos hombres, sino también dejó una impresión
profunda en sus mentes. La luz divina los ilumina ahora. La niebla
desaparece y empiezan a entender las Escrituras. La experiencia es
similar a abrir una puerta con una llave. El Señor Jesús abrió las
Escrituras para ellos. Ven todo el Antiguo Testamento con una nueva
luz. La ofensa de la cruz ha cesado. Ahora ellos ven claramente el
valor infinito del camino de la redención. Debido a su sacrificio vo-
luntario, el Redentor llega a ser para ellos aún más precioso que an-
tes. Ahora entienden que la resurrección solamente podía suceder
después y debido al sufrimiento y muerte de Jesús. Nunca más van
a estar tristes, aunque sí avergonzados porque se dan cuenta de que
nunca habían leído el Antiguo Testamento de la manera correcta. Sin
haber visto al Señor resucitado (por lo menos sin su conocimiento
consciente) ellos creen en la resurrección. Se sintieron en deuda con
su compañero de viaje, quien nos abría las Escrituras.
Notemos el maravilloso favor que el Señor confiere a los que anhe- Escudriñad las Escrituras,
lan la salvación. Este favor es dado a los ingenuos e ignorantes. La porque a vosotros os
manera más segura de afirmar la fe es buscar correctamente las parece que en ellas tenéis
Escrituras (Juan 5:39). Todos, viejos y jóvenes, debemos estar agra- la vida eterna, y ellas son
decidos cuando somos los recipientes piadosos de los que explican las que dan testimonio de
la Palabra de Dios (Salmos 119:18). mí. Juan 5:39

C. Sus ojos son abiertos Abre mis ojos y miraré


El Salvador tiene otra hermosa sorpresa para los hombres de Emaús. las maravillas de tu Ley.
Ellos pueden ver a aquel que llenaba sus corazones y sobre quien Salmos 119:18
han estado hablando. ¡Sus corazones arden y pueden identificar a
Jesús como aquel que les habla!
Primero, el Salvador los prueba. Él hizo como que iba más lejos (Lu-
cas 24:28). No era un engaño. Él se habría ido si ellos no hubieran
deseado que se quedara. El Señor no fuerza a nadie. Sin embargo,
los dos hombres no quisieron oír nada de que él se iba. El intérprete
ha hablado tantas cosas maravillosas sobre Jesús que ellos desean
tenerlo cerca. Su deseo fue motivado por el amor a Jesús. Ellos le
obligaron. Su insistencia era más que una simple cortesía. Quéda-
te con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. ¡Qué
contraste con la experiencia de hace un momento, cuando Cleofas
respondió tan duramente a la pregunta del extranjero!
Ellos sienten alivio cuando el viajero desconocido acepta la invita-
ción. Pronto la mesa está puesta. Ellos dan el lugar de honor a su
invitado. Él toma el pan, lo parte y lo distribuye después de haberlo
bendecido. ¿Pero qué pasa? ¡Les fueron abiertos los ojos! Ahora ellos

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas ven con quien habían estado hablando. ¡Es el Señor! Ellos creyeron
antes de ver y ahora su fe es coronada con el privilegio de verlo.
A estas alturas el Señor Jesús se retira inmediatamente de una ma-
nera sorprendente. La meta había sido lograda y entonces Jesús se
marcha. ¿Habían tenido una visión? No, el pan partido que les dio
era una señal visible de que estuvo físicamente presente. ¿Se sien-
ten defraudados? ¡No, en lo más mínimo! Ellos sienten que han sido
ricamente bendecidos. Estaban tan anonadados que se levantaron
en la misma hora para compartir su alegría con los otros discípulos.
Su amor les motiva a regresar a Jerusalén y su alegría les da alas. La
oscuridad de la noche no los detiene, ni tampoco la larga caminata
de dos horas. ¡Ellos anhelan grandemente decir a los otros discípu-
los sobre las grandes obras de Dios!
Cuando llegaron hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con
ellos, les dijeron las cosas que les habían acontecido en el camino, y
cómo le habían reconocido al partir el pan. Nosotros sabemos lo que
ellos les contaron. El mensaje nos enseña qué Salvador es el Señor
Jesús. Él no se aleja de los que sinceramente lo desean. Los que
lo aman experimentarán su cercanía. Los hombres de Emaús esta-
ban sorprendidos y gozosos porque creyeron. Un día nuestros ojos
lo verán. ¿Esperamos nosotros el día de su aparición con deleite y
expectativa?

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Nuevo Testamento

64
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS SE APARECE A LOS DISCÍPULOS


POR LA NOCHE
Textos de referencia:
Marcos 16:14; Lucas 24:36-47; Juan 20:19-23

Versículo para memorizar:


Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y
si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es
también vuestra fe. 1 Corintios 15:14

INTRODUCCIÓN
El apóstol Pablo recordó a Timoteo que Jesucristo fue levantado de Acuérdate de Jesucristo,
los muertos (2 Timoteo 2:8). Debemos enfatizar que la resurrección descendiente de David,
es un hecho histórico más allá de la disputa, sobre todo porque está resucitado de los muertos
siendo atacado constantemente por los incrédulos. El hecho irrefu- conforme a mi evangelio.
table de la resurrección debe ser afirmado constantemente. El día 2 Timoteo 2:8
de la resurrección es para ser celebrado como una fiesta jubilosa
porque Cristo se levantó de la tumba. El día de la Pascua debería ser
de gran alegría.
La resurrección de Cristo nos asegura la futura resurrección de to-
dos, especialmente de los que son sus hijos. ¡Jesús da paz y alegría!
La aparición de Cristo a los hombres de Emaús nos enseña que el
Cristo exaltado es el mejor predicador del mensaje pascual.
La aparición del Príncipe de la vida en la noche de la resurrección y
su bendición a los discípulos con su paz, es una historia muy con-
movedora. Esta aparición es también la evidencia más fuerte de la
resurrección de Cristo. Él era esencialmente el mismo, aunque hubo
mucho sobre su persona que cambió.
Estos dos principios necesitan ser examinados cuando se presenta
esta historia. (Juan 20:21-23). Nosotros veremos cómo:
I. Cristo da seguridad a sus discípulos
II. Cristo comisiona a sus discípulos

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas I. CRISTO DA SEGURIDAD A SUS DISCÍPULOS


Es la noche del gran día de la resurrección de Cristo. Este día empezó
con un milagro excepcional y terminará con un portento maravilloso
de gracia. El día no terminará hasta que el Señor haya aparecido a
los once reunidos, y a los que estaban con ellos (Lucas 24:33). Ellos
no tienen que esperar verlo en Galilea, como les había dicho anterior-
mente. Cristo tiene una sorpresa reservada para ellos.

A. Los discípulos están confundidos

“… Y que apareció a Los discípulos y algunos otros se reunieron en Jerusalén. Tomás no


Cefas, y después a los estaba presente, así que había realmente diez discípulos; no obs-
doce.” 1 Corintios 15:5 tante, Lucas habla sobre los once y Pablo usa el término doce (1
Corintios 15:5), aunque Judas ya había ido a su propio lugar. Esta
terminología se usa para señalar a los discípulos como un grupo.
¿Cómo se sienten ellos? Las puertas están cerradas por miedo de
los judíos (Juan 20:19). Los judíos alimentan un odio intenso contra
Jesús. El pastor ha sido asesinado, ¿qué debe pasar con las ovejas?
Ellas están preparadas para un posible ataque. No tienen paz interior
y están muy confundidas.
El día anterior los discípulos todavía estaban desesperados y des-
alentados. Este día hay gran agitación entre ellos. Ha sido un día
muy extraño. Por la mañana las mujeres habían venido con el men-
saje del ángel. Ellas también relataron que Jesús se les había apare-
cido en el camino.
Luego María Magdalena había descrito con gozo la reunión que ella
experimentó en el jardín. Juan compartió lo que él había visto en la
tumba vacía y cuál era su convicción. Más tarde, Pedro, que había
caído profundamente pero estaba arrepentido, se había regocijado
en una aparición separada. Ahora, allí estaban estos dos amigos que
vinieron desde Emaús.
Ellos no habían podido guardar esta maravillosa noticia para sí mis-
mos y quisieron que otros compartan su gozo. Ellos pensaron que
serían los primeros en traer este mensaje, pero tan pronto como en-
traron en el cuarto, reciben las nuevas de gozo: ¡Ha resucitado el Se-
ñor verdaderamente, y ha aparecido a Simón! (Lucas 24:34).
Al parecer no todos los discípulos estaban convencidos. Cuando los
hombres de Emaús empezaron a hablar, no hubo una aceptación
unánime (Marcos 16:13). Algunos creyeron, pero otros sacudieron
sus cabezas. Algunos se llenaron de gozo, otros enmudecieron de
asombro. Ellos no estaban seguros. Hubo una diferencia de opinión
y no podían llegar a un acuerdo general. Sus sentimientos pasaban
de la alegría al miedo, de la esperanza a la duda.
Aunque la desesperación y la incredulidad habían desaparecido, no
todos experimentaron el gozo completo, hubo una divergencia exten-
sa de sentimientos. Todos tenían miedo de los judíos, pero no todos
estaban seguros de la resurrección de su Maestro, aunque todos
estaban hablando sobre las mismas cosas (Lucas 24:36).

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Nuevo Testamento

B. Jesús se aparece a sus discípulos Referencias / Notas


Solamente la aparición de Jesús puede dispersar la atmósfera opre-
siva de la incertidumbre. Sólo él puede completar su alegría, y Jesús
les concede paz desterrando cada duda. Los judíos, a quienes es-
peraban con temor, no vinieron; ¡pero el Salvador a Quien ellos no
estaban esperando, vino!
Jesús no anuncia su aparición sino que mientras ellos están razo-
nando acaloradamente entre sí, Jesús se puso en medio de ellos (Lu-
cas 24:36). Él entró de una manera totalmente inexplicable. ¿Abrió
la puerta o la traspasó? ¡Muchos han discutido sobre su manera de
entrar, pero esta es una pregunta inútil! Las Escrituras no dan nin-
guna explicación y nosotros no podemos tratar de satisfacer nuestra
curiosidad con especulaciones vanas. ¿Puede alguien explicar un
milagro? Los discípulos no podían explicar cómo Jesús se paró súbi-
tamente en medio de ellos y nosotros tampoco. Más bien señalemos
que el asunto más importante es que el Señor mismo estaba parado
en medio de ellos.
¿Qué hará Jesús? Esta es la primera vez, después de su separación
en el jardín de Getsemaní, que el pastor se aparece a sus ovejas dis-
persas. ¿Los reprenderá por su huída? ¡No, él trae paz! Abre su boca y
la primera cosa que dice es: Paz a vosotros (Lucas 24:36). Este era un
saludo común entre los judíos, pero en la boca del Salvador tiene un
significado más profundo. Su saludo es más que un simple deseo.
Él es el Príncipe de paz y les imparte su paz. Esta paz no es igual a la
paz que existe después que las personas han estado en guerra. Esta
paz no es precisamente una relación armoniosa entre amigos o ve-
cinos. Aunque dicha paz puede ser muy deseable, la paz del hombre
no es una paz total y verdadera. La paz de Cristo involucra, en primer
lugar, nuestra relación con Dios y después con otros. Cristo realizó
la expiación y destruyó toda enemistad tomando sobre él la ira de
Dios contra el pecado. Sólo él puede conceder la verdadera paz de
Dios como fruto de su sacrificio expiatorio. El resultado glorioso es
que Cristo calma las olas del dolor y el desorden que a menudo nos
agobian. Sólo él puede darnos paz para nuestros corazones. ¡Cristo
es el Príncipe de paz!
Como el Señor resucitado, Jesús hace eso también ahora. Aunque
ahora está en el estado de exaltación, su corazón está lleno de amor,
así como antes. Él quiere dar su paz a los corazones con problemas.
Si nosotros queremos disfrutar la alegría espiritual, duradera de la
Pascua, nuestros corazones deben abrirse para recibir su palabra
de paz.

C. Los discípulos están espantados


La aparición de Jesús a sus discípulos tiene un efecto extraño. Ellos
se espantan. Están espantados y atemorizados (Lucas 24:37). ¡Qué
contraste! Allí está parado Jesús: el amor irradia de su rostro, su
mirada es compasiva y la paz está en sus labios. ¡Pero miremos a
los discípulos asustados! Ellos están tan sobresaltados por la apari-
ción súbita e inesperada de Jesús, que están paralizados de miedo.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Estaban completamente desprevenidos para esto y están totalmente


confundidos y asustados. Ven al Señor Jesús que está de pie delante
de ellos, pero piensan que están viendo un espíritu.
¡Qué triste! Ellos habían hablado sobre Jesús durante todo el día.
Habían razonado y discutido, y ahora que el momento ha llegado
para que él se pare en medio de ellos, son incapaces de apreciar
debidamente su aparición y sienten miedo.
Así es el hombre. Cuando el Señor nos sorprende, con frecuencia no
apreciamos sus beneficios como deberíamos. No debemos menos-
preciar a estos discípulos temblorosos. A menudo somos como ellos y
tampoco usamos correctamente los dones que Dios nos da. Frecuen-
temente nosotros también dudamos de que él nos de algo. Es pecami-
noso no experimentar el gozo que él ha preparado para nosotros.

D. Jesús calma el miedo de los discípulos


Los discípulos no pueden quedarse de esta manera. Ellos deben
cambiar con el impacto de las palabras del Salvador. Cuando les
asegura que él es realmente el Señor, ellos se calman. Jesús no se
aparece como un espíritu en un cuerpo visible, similar a la aparición
de los ángeles, que a veces asumían una apariencia humana duran-
te un tiempo. Es incorrecto describir la apariencia de Jesús como
un “espíritu”, porque el Cristo exaltado hace todo para demostrar
que tiene una naturaleza verdaderamente humana, ¡también en su
estado de exaltación!
¿Qué hace luego Jesús? Él no está confundido o perturbado por el
miedo supersticioso de los discípulos, más bien reprende su incre-
dulidad y dureza de corazón por no aceptar confiadamente la certeza
de los que lo habían visto (Marcos 16:14). Y, de una manera muy lla-
Cuando Jehová hizo
mativa, muestra su paciencia y su gracia condescendiente. En pri-
volver de la cautividad a
mer lugar, les habla directamente y de una manera sencilla para que
Sión, fuimos como los que
entren en razón: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón
sueñan. Salmos 126:1
estos pensamientos? Él Señor también les da una prueba visible para
borrar cualquier pensamiento erróneo que ellos pudieran tener: ¡Mi-
Y dijo José a sus rad mis manos y mis pies, que yo mismo soy! Finalmente, les invita a
hermanos: --Yo soy José. usar sus manos para convencerse de que ellos no están mirando a
¿Vive aún mi padre? Sus un espíritu invisible y sin cuerpo: Palpad, y ved; porque un espíritu no
hermanos no pudieron tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo (Lucas 24:38-39).
responderle, porque Jesús fue aún más lejos y les mostró las manos y los pies (Juan
estaban turbados delante 20:20). Las señales de las heridas de los clavos y de la lanza todavía
de él. Génesis 45:3 estaban visibles. Jesús no está avergonzado de sus cicatrices. ¡Él no
necesita estar avergonzado, porque ellas no solamente son señales
de identificación verdadera y persuasiva, sino que también son seña-
Y le dieron las nuevas, les de distinción y amor!
diciendo: “¡José aún
vive!, y es señor en toda Ahora el miedo se ha ido. Los discípulos están llenos de gran alegría.
la tierra de Egipto”. Es como si estuvieran soñando. Es demasiado: ¡su Salvador está de
Pero el corazón de Jacob verdad con ellos! Apenas pueden creer lo que ven sus ojos: todavía
desfalleció porque no les ellos, de gozo, no lo creían. Psicológicamente sus emociones pueden
creía. Génesis 45:26 ser explicadas (Salmos 126:1; Génesis 45:3, 26).

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Nuevo Testamento

El amor condescendiente del Señor Jesús va aun más profundo. Referencias / Notas
Hace una petición para asegurarles aún más: ¿Tenéis aquí algo de
comer? Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel.
Y él lo tomó, y comió delante de ellos. (Lucas 24:41-43). Cuando ellos
habían estado en su presencia diaria, habían visto que él comía. Sus
hábitos serían familiares para ellos. Aunque su cuerpo resucitado
exaltado no necesita comida, él puede comer. Come para que sus
seguidores puedan estar completamente convencidos. Vio que ellos
estaban perturbados y entonces los cubre con una medida desbor-
dante de su cuidado.
Ahora toda duda se ha ido. Y los discípulos se regocijaron viendo al Se-
ñor (Juan 20:20). A pesar de su miedo e incredulidad, sus corazones
están estrechamente unidos al Señor Jesús. Se alegran pues ya no
tienen que dudar más. Han visto a Jesús personalmente.

II. CRISTO COMISIONA A SUS DISCÍPULOS


A. Jesús ilumina el entendimiento de sus discípulos
Hay una buena razón para que Jesús repita el saludo significativo:
Paz a vosotros (Juan 20:21). La paz divina desciende al corazón de
sus seguidores, quienes hace solo un momento habían estado pro-
fundamente asustados y en gran duda.
Jesús va a hacer más por sus discípulos. Va a prepararlos para su mi-
sión como apóstoles. Les recuerda primero la enseñanza que habían
recibido de él. Señala que ahora esto ha sido completado y les refiere
el Antiguo Testamento para que su fe, así como la de los hombres
de Emaús, se arraigue y fundamente en las Santas Escrituras. Él
no sólo explica las Escrituras, sino que también ilumina el entendi-
miento (Lucas 24:44-45). ¡Ahora su entendimiento del Antiguo Tes-
tamento es transformado! Ellos ven las verdades antiguas con una
nueva luz. No solo tienen el conocimiento, sino que también reciben
entendimiento. Los textos familiares son vistos ahora con una nueva
luz. Ellos entienden que todo tenía que pasar de esta manera. Cristo
tenía que morir y ser levantado para salvar completamente.
Si el Evangelio es el verdadero poder de Dios para nuestra salva-
ción, nosotros también necesitamos la iluminación indispensable de
nuestro entendimiento: Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley
(Salmos 119:18).

B. La comisión de Jesús
Tanto la humillación de Jesús como su exaltación deben ser procla-
madas. Que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón
de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén (Lu-
cas 24:47). Los discípulos se harán maestros. Jesús les habla con au-
toridad: Como me envió el Padre, así también yo os envío (Juan 20:21).
El llamado apostólico es renovado en esta importante ocasión. En
esta primera aparición de Jesús, este grupo de seguidores recibe
formalmente su comisión.

| 497 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Jesús agrega un hecho a esta. Él les sopló y les dijo: ¡Recibid el Espíri-
tu Santo! Él les imparte su Espíritu para equiparlos como portadores
oficiales de su labor oficial.
El viento sopla de donde El soplo de Jesús sobre los discípulos tiene un significado simbólico.
quiere, y oyes su sonido, Para aclarar esto, se necesita tener presente lo siguiente: para que
pero no sabes de dónde los discípulos sean maestros de todas las personas, ellos necesita-
viene ni a dónde va. Así ban a un Maestro constante. Este Maestro es el Espíritu Santo que
es todo aquel que nace del los equipa con los dones del oficio y les proporciona el poder para
Espíritu. Juan 3:8 llevar a cabo fielmente su llamado. El soplo de Jesús sobre los discí-
De repente vino del cielo pulos simboliza que así como la respiración sale de la boca del que
un estruendo como de un respira, el Espíritu Santo procede de Cristo. Además, es una señal
viento recio que soplaba, externa del funcionamiento del Espíritu Santo, al denotar su poder
el cual llenó toda la casa soberano y todopoderoso que da vida (Juan 3:8; Hechos 2:2).
donde estaban. Una vez que los apóstoles reciben el poder y la guía del Espíritu Santo,
Hechos 2:2 reciben la autoridad para perdonar los pecados de los que creen en
Y con gran poder Cristo y declarar en este mismo nombre los que son incrédulos son
los apóstoles daban condenados, es decir, que sus pecados no serán perdonados. Este
testimonio de la es el significado cuando Cristo comisiona a sus discípulos en esta
resurrección del Señor hora inolvidable. A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos;
Jesús, y abundante gracia y a quienes se los retuviereis, les son retenidos (Juan 20:22-23).
era sobre todos ellos.
Hechos 4:33
C. Confirmación adicional de la resurrección de Cristo
Pero no ruego solamente
por estos, sino también Juan no describe la resurrección de Cristo, pero nos relata en detalle
por los que han de creer en la manera en que él y los otros vinieron a creer en la resurrección.
mí por la palabra de ellos. Hay una buena razón para esto. Los discípulos no eran muy incautos
Juan 17:20 y no se convencieron fácilmente. ¡Se necesitaba mucho para hacer-
les creer! Una vez que ellos creyeron en la resurrección, fueron con-
vencidos firmemente y deseaban dar sus vidas por su fe. Ellos han
A este levantó Dios al visto al Cristo resucitado, han aprendido a entender las Escrituras,
tercer día e hizo que recibieron el Espíritu Santo y ahora estos hombres, temerosos y débi-
apareciera, no a todo el les, pueden proclamar el Evangelio del Cristo sufriente y resucitado,
pueblo, sino a los testigos con autoridad y gran poder (Hechos 4:33), para que nosotros poda-
que Dios había ordenado mos creer en Cristo a través de su palabra (Juan 17:20).
de antemano, a nosotros Esto es exactamente lo que más tarde declararon Pedro (Hechos
que comimos y bebimos 10:40-43) y Juan (1 Juan 1:1-3). ¡Cristo es el contenido del Evangelio!
con él después que resucitó
de los muertos. Y nos La resurrección de Jesús fue confirmada de varias maneras. Fue
mandó que predicáramos proclamada por un ángel, confirmada como verdadera por los sol-
al pueblo y testificáramos dados, fue testificada poderosamente por las Escrituras apostólicas
que él es el que Dios y apoyada por la existencia y el progreso de la Iglesia de Cristo en la
ha puesto por Juez de historia. Además, Jesús fue visto personalmente por las personas a
vivos y muertos. De este quienes el resucitado se apareció.
dan testimonio todos los El Evangelio pascual no es una ilusión imaginaria para dar alivio mo-
profetas, que todos los mentáneo en un mundo de pecado y muerte, sino que este proclama
que en él crean recibirán la redención única y verdadera. El Príncipe de Paz no descansará
perdón de pecados por su hasta que haya llenado los corazones de los suyos con paz y alegría.
nombre. Hechos 10:40-43
La fe guía al gozo. Cristo pone un final a las preguntas perplejas y
fútiles de sus seguidores. Él es nuestra paz y los creyentes están
gozosos cuando lo ven como su Señor.

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Nuevo Testamento

Un día habrá un “juicio” que traerá miseria y gozo eternos. En ese Referencias / Notas
gran día de venganza, el Juez, en el trono, arderá en ira contra todos
los que no amaron su aparición y para ellos será la miseria. Los que Quiero conocerlo a él y el
lo conocen y dan testimonio de su poder y resurrección (Filipenses poder de su resurrección,
3:10) disfrutarán de una paz inefable y maravillosa en la tierra. Para y participar de sus
ellos será el gozo eterno. Estos no pueden verlo con los ojos físicos, padecimientos hasta llegar
pero creen en él. Él es precioso para ellos en su estado de humilla- a ser semejante a él en su
ción y lo adoran en su estado de exaltación. Un día, estos obtendrán muerte. Filipenses 3:10
el cumplimiento de su fe, la salvación completa de sus almas (1 Pe-
dro 1:8-9).
Vosotros, que lo amáis sin
haberlo visto, creyendo
en él aunque ahora no
lo veáis, os alegráis con
gozo inefable y glorioso,
obteniendo el fin de
vuestra fe, que es la
salvación de vuestras
almas. 1 Pedro 1:8-9

| 499 |
La Historia de la Salvación

65
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

JESÚS SE APARECE A LOS DISCÍPULOS


EN EL MAR DE TIBERIAS
Texto de referencia:
Juan 21:1-22

Versículo para memorizar:


Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy
vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
Juan 10:27, 28

INTRODUCCIÓN
El capítulo 21 es como un apéndice al Evangelio de Juan. Debemos
estar agradecidos a Dios de que haya sido añadido, porque relata
una aparición muy significativa del Salvador resucitado que no está
registrada en ninguna otra parte de las Escrituras. En orden crono-
lógico, esta es la séptima aparición de Jesús. Cuando dice que esta
era ya la tercera vez que Jesús se manifestaba a sus discípulos, debe
recordarse que esta tercera vez se refiere a los discípulos en conjunto
o en partes, no incluye las apariciones a las mujeres y a las personas
individualmente. Esta vez Jesús se manifestó, o se reveló a sí mismo
a sus discípulos.
El relato de esta aparición se ubica entre 3 eventos: la pesca milagro-
sa después de una noche de trabajo inútil, la reintegración de Pedro
y la predicción de su futuro. Esta historia es importante porque esta
aparición nos da una visión del carácter del Cristo exaltado.
Aunque en esta historia Pedro está en el primer plano, el enfoque
no debería ponerse en Pedro sino en Jesús. Es importante que sus
hechos y palabras sean presentados claramente. Cuando considere-
mos este evento, el enfoque estará en Jesús como:
I. Un visitante sorprendente
II. El Salvador fiel
III. El líder sabio

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Nuevo Testamento

I. UN VISITANTE SORPRENDENTE Referencias / Notas


A. El trabajo inútil
En la mañana de la resurrección, el ángel les dijo a los discípulos
que Jesús iba delante de ellos a Galilea y que lo verían allí. En res-
puesta al mensaje que recibieron, los discípulos fueron allá y ahora
están esperando para ver lo que pasa.
Mientras esperan el cumplimiento de la promesa, no pierden el tiem-
po y retoman sus ocupaciones anteriores. Una noche siete de ellos
están juntos. Simón Pedro, enérgico y firme, toma la iniciativa y dice:
voy a pescar. Los otros siguen su ejemplo. No hay ninguna razón
para censurar a los discípulos por su acción o para pensar que están
actuando desalentadamente o que tienen una mente mundana. El
trabajo es mejor que la ociosidad. El deseo de trabajar no es una
tarea.
Ellos han pasado su juventud en esta tierra cercada por el mar. Mu-
chas veces han pescado aquí. Durante estos últimos años pasaron
en la costa con Jesús. Allí caminaba y les enseñaba. Él había entrado
en un barco con ellos para cruzar el mar. Una vez, preparó una pesca
abundante para ellos (Lucas 5:4-11) y en otro momento, calmó una
terrible tormenta (Marcos 4:35-41). Muchos recuerdos están conec-
tados a las aguas del mar de Tiberias en Galilea.
Los discípulos son pescadores experimentados. Ellos no realizan su
trabajo en un momento inadecuado, porque el mejor tiempo para
pescar es por la noche. Como se verá más tarde, hay abundantes
peces en el mar. A pesar de todas estas cosas, los pescadores ven
totalmente frustradas sus expectativas. Y aquella noche no pescaron
nada.

B. Una pesca abundante


La mañana finalmente empieza a aparecer al final de esta noche tris-
te y traerá una recompensará inesperada y maravillosa. ¡El Señor
Jesús está parado a la orilla! Los discípulos no saben que es Jesús,
aunque están cerca. Hay doscientos codos, o sea aproximadamente
100 metros, desde la tierra y pueden hablar fácilmente con el hom-
bre de la orilla. La voz del desconocido es amistosa: Hijitos, ¿tenéis
algo de comer? Él quiere decir, ¿tienen algo de pescado para comer
con el pan? Con desánimo, ellos contestan brevemente: No. Ante
esta respuesta el “extraño” les ordena: Echad la red a la derecha de la
barca, y hallaréis.
Ellos todavía no reconocen al Señor. Aunque se sorprenden del con-
sejo que reciben, obedecen de buena gana. El resultado excede a
sus más grandes expectativas: ¡y ya no la podían sacar, por la gran
cantidad de peces!
La gran pesca incita a responder con convicción al sensible y discer-
nidor Juan: ¡es el Señor! Tan pronto como el apasionado e impulsivo
Pedro escucha esto, está de acuerdo y actúa rápidamente. Es impo-
sible para él quedarse en el barco un momento más. Rápidamente
se pone su túnica exterior y se la ciñe, ya que se había despojado de

| 501 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas ella. Esto significa que para llevar a cabo su trabajo, Pedro sólo usa-
ba un mínimo de ropa para cubrirse. Ahora está listo para saltar al
agua y dirigirse a la orilla. Juan y Pedro fueron motivados por el amor
a Jesús, aunque lo expresaron de diferente forma.
Mientras tanto, los otros discípulos en la barca están arrastrando la
red de peces a la orilla. Un poco después, cuando Pedro arrastra la
red a tierra, se da cuenta que no hay menos de 153 peces grandes en
ella. ¡Qué maravilloso!, y aun siendo tantos, la red no se rompió.

C. Una comida agradable


La única manera de describir a los discípulos es que ellos estaban
muy asombrados. Después de una noche de trabajo intenso e in-
útil, Jesús había venido inesperadamente y los había bendecido con
una pesca abundante. Aún cosas mayores les esperaban. Cuando
llegaron a la orilla había otra sorpresa maravillosa. Encontraron todo
preparado: brasas puestas, y un pez encima de ellas, y pan. ¡El pez ya
estaba allí porque Jesús mismo había preparado la comida! Y ellos
podían poner algo de su propia pesca también. El Señor Jesús les
animó: Vino, pues, Jesús, y tomó el pan y les dio, y asimismo del pes-
cado.
¿Qué debían pensar los discípulos? Se sientan a comer en silencio,
llenos de temor y reverencia. Nadie hace preguntas, porque saben
quién es él. Llenos de alegría, están siendo bendecidos con el favor y
el poder milagroso de Jesús.
Verdaderamente Jesús deleita a sus seguidores con las sorpresas
más maravillosas. ¿Para qué hace esto? Para que en su presencia se
olviden de los problemas y de las desilusiones anteriores y se sientan
animados para cuando él los deje; así ellos tendrían un compañeris-
mo espiritual más íntimo con él.
Jesús está preocupado por el bienestar de sus discípulos. Él también
quiere enseñarles algo. Este evento es simbólico y un modelo de ins-
trucción que habla por sí mismo. Cristo no lo indica específicamen-
te, pero está claro que este evento está lleno de una instrucción ma-
ravillosa para los discípulos y para todos los que trabajan en el reino
de Dios. No debemos espiritualizar todo, por ejemplo, no debemos
intentar averiguar absurdamente por qué se pescaron 153 peces.
Lo que vemos aquí es que las experiencias de los que trabajan por
las almas están representadas por este evento. Los pescadores en la
costa serán pronto pescadores de hombres, cuando los apóstoles de
Cristo vayan al mundo. ¿Qué les espera? ¡Desilusiones, pero también
bendiciones! Incluso, cuando ellos trabajen fielmente, serán defrau-
dados frecuentemente. Esta noche ellos estaban pescando pero no
cogieron nada. Sin Jesús, sus trabajos serán en vano. Tal vez si ellos
trabajan en vano en un lugar serán ricamente bendecidos en otra
parte, si siguen obedientemente el mandato de Jesús. Ellos pueden
disfrutar de los frutos de sus labores, aunque estos frutos no sean
obtenidos por su propia ambición, sabiduría o poder, sino sólo por
Jesús. ¡La gloria sea dada sólo a Él!

| 502 |
Nuevo Testamento

II. EL SALVADOR FIEL Referencias / Notas


A. Pedro es dirigido
Los discípulos están profundamente conmovidos. Los siete reciben
mucha instrucción del Señor Jesús, pero para uno de ellos este día
tendrá un significado aún más profundo. Después de la comida, el
Salvador se vuelve a Pedro. Con palabras conmovedoras, el Señor
trata el oficio del apóstol, el llamamiento y los privilegios de los dis-
cípulos, su trabajo y autoridad. Debido a su profunda caída, Pedro,
más que los otros, se ha hecho indigno de esta alta posición en la
iglesia de Cristo. Esta aparición de Cristo afirma al círculo de los
discípulos compañeros de Pedro que, a él y a los otros, les fue dado
el oficio de apóstol en el día de la resurrección de Cristo. La gracia
desbordante de su reintegración es afirmada ahora públicamente
por Jesús.
Para entender esta parte de la lección debemos recordar el pecado Levantándose en esa
de Pedro cuando negó al Señor. También debe referirnos al hecho misma hora, volvieron a
de que el día de su resurrección, el Señor Jesús honró a Pedro con Jerusalén; y hallaron a
una aparición separada (Lucas 24:34). No sabemos lo que pasó, pero los once reunidos y a los
podemos concluir que Cristo aseguró al pecador arrepentido que él que estaban con ellos, que
es recibido en gracia. Él había orado por Pedro. decían: --Ha resucitado
Pedro no había abandonado el compañerismo con los discípulos. el Señor verdaderamente,
En la mañana del día de la resurrección, fue con Juan a la tumba. El y ha aparecido a Simón.
ángel dirigió su mensaje a los discípulos y a Pedro (Marcos 16:7). Los Lucas 24:34
discípulos no abandonaron a Pedro y el pastor encontró a su oveja
perdida.
Jesús había asegurado a Pedro en forma personal y privada que su
culpa fue cubierta, pero también quiere reintegrarlo públicamente
a la posición que había perdido. ¡Todos deben saberlo! En el futuro
nadie debía dudar si Pedro tenía derecho a esta posición importante
y el permiso para llevarla a cabo.
¡Qué Salvador tan fiel! Así es la excelencia del amor de Jesús: El
que te corona de favores y misericordias (Salmo 103:4). El Señor es el
único consuelo del creyente. Por tanto, nosotros podemos ponernos
confiadamente bajo su cuidado y descansar sólo en él.

B. Pedro es humillado
Jesús quita las consecuencias del pecado compasivamente, aunque Y yo también te digo que
no toma ligeramente el acto de pecar. Su amor es ilimitado pero nun- tú eres Pedro, y sobre esta
ca indiscreto. Su amor es también un amor santo y por tanto, Jesús roca edificaré mi iglesia, y
toma esta acción. Pero antes que Pedro, el pecador caído, sea rein- las puertas del Hades no
tegrado, está públicamente arrepentido y humillado en la presencia la dominarán.
de sus compañeros. Notemos cómo el Salvador es tierno pero firme, Mateo 16:18
manso pero también serio al tratar con Pedro.
Pedro ha abandonado su oficio y, por tanto, Jesús no se dirige a él por Respondiendo Pedro, le
su nuevo nombre (Pedro) el cual había recibido después de su con- dijo: --Aunque todos se
fesión temprana (Mateo 16:18), sino por su nombre antiguo, Simón, escandalicen de ti, yo
hijo de Jonás. Pedro se había elevado sobre los otros y pensaba que nunca me escandalizaré.
su amor y devoción eran mayores (Mateo 26:33). Había declarado Mateo 26:33

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas que permanecería con Jesús aunque los otros lo abandonaran. ¡Era
necio y no se conocía a sí mismo! ¿Todavía pensaba tan altamente
de sí mismo? Él había menospreciado a los otros; sin embargo, había
caído más profundo que cualquiera de ellos.
Pedro se acuerda de su rechazo y de su maldición cuando Jesús le
pide que conteste a la pregunta: ¿me amas más que estos? (Juan
21:15). Después de todo lo que pasó, ¿piensas todavía que eres ma-
yor y dices que me amas más que los otros? Esta pregunta que pe-
netra en el alma de Pedro, Jesús la hace tres veces. No hace esto
porque desconfía de su discípulo. Si así fuera, no le habría asegura-
do de su confianza, cuando Pedro respondió afirmativamente a las
preguntas de Jesús. Puede parecerle a Pedro que Jesús no le cree,
pero es la intención del Salvador que recuerde conscientemente su
triple negación. El pecado de Pedro no se menciona específicamen-
te, pero todo sirve para poner el rechazo delante de Pedro. ¿No había
sido separado para ser un pescador de hombres y después negó al
Señor? Pedro, a quien usualmente no le faltan palabras, es obligado
a reflexionar en su respuesta y los espectadores deben estar conven-
cidos de que él está seguro de lo que dice.
Jesús humilla a Pedro públicamente para probar su sinceridad y
compromiso. Le obliga a reflexionar en su respuesta. Cuando Pedro
responde que él no se compara a sí mismo con otros, contesta: Sí,
Señor; tú sabes que te amo (Juan 21:15).
De nuevo, Jesús lo confronta con una pregunta directa y bien com-
prensiva: ¿me amas de verdad? La segunda respuesta afirmativa de
Pedro, que es dada sin vacilación es: Sí, Señor; tú sabes que te amo.
Cristo repite la pregunta. Él escoge intencionalmente la misma pala-
bra que Pedro usó dos veces para expresar su amor, una palabra que
es ligeramente menos poderosa que la palabra que Jesús usó dos
veces. Las traducciones de las diferencias entre las palabras grie-
gas usadas para “amor” son incapaces de traducir exactamente la
variación en los significados. Una manera de distinguir entre los dos
significados sería explicar que la palabra amor usada por Jesús des-
cribe una acción que coloca el valor de Jesús sobre todos los otros,
mientras Pedro usa una palabra para amor que expresa su afecto
sincero y de corazón para el Salvador a quien él ama tiernamente
pero no más que los otros.
Cristo sabe lo que necesitamos y no duda en causarnos dolor si eso
es para nuestro bienestar. Pedro debe experimentar esto ahora y
siente dolor profundo. Se deja humillar, pero se siente herido pro-
fundamente cuando el Señor Jesús usa la palabra más débil para
amor, al repetir la pregunta de nuevo. Pedro fue cortado hasta su
hueso y médula y se entristeció cuando Jesús repitió la pregunta.
¿Duda Jesús de su sinceridad? Es verdad, Pedro no había mostrado
su amor en todo lo que había pasado. No obstante, estaba seguro de
que amaba a Jesús, no hay ninguna duda sobre eso, aunque mostró
su debilidad en el camino a Getsemaní, después de que previamente
había alardeado sobre su constancia. Él sabe ahora con seguridad
lo que dice. El discípulo consagrado no es un hipócrita cuando hace
esta confesión.

| 504 |
Nuevo Testamento

En su respuesta final, Pedro confiesa la profundidad de sus senti- Referencias / Notas


mientos y su fe cuando dice: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te
amo. En esta confesión maravillosa, Pedro exalta la Omnisciencia de
Cristo, quien conoce que es sincero y que declara su amor ferviente
por él.
¡Es un gran privilegio cuando nosotros también podemos dar una
respuesta humilde, pero sincera y segura a esta gran pregunta que
escudriña el alma! ¿Me amas? Esta es la pregunta más importante.
La Biblia dice que si alguno no ama al Señor Jesucristo, será maldi-
to, Maranatha. Todos debemos dar una respuesta como la de Pedro
delante del Señor Omnisciente. Solamente el amor obediente de la
fe es la motivación verdadera para trabajar en el reino de Dios. Nues-
tra oración constante debería ser:
Señor, escucha lo verdadero,
Considera mi lamento,
Mi oración de labios sinceros;
Envía tu aprobación desde lo alto,
Limpia mi justicia

C. Pedro es reintegrado
La intención de la prueba amorosa de Cristo para Pedro ha logrado Por tanto, mirad por
su meta. Esto era bueno para Pedro, aunque era duro. Ahora esto es vosotros y por todo el
suficiente. ¡El humilde Pedro es reintegrado públicamente! Después rebaño en que el Espíritu
de cada respuesta que Pedro dio, recibió una comisión maravillosa, Santo os ha puesto por
significativa del Señor. Le habló al apóstol Pedro como a un pastor obispos para apacentar la
que debe cuidar el rebaño de Cristo. ¿No compró Jesús a sus segui- iglesia del Señor, la cual él
dores con su propia sangre? (Hechos.20:28). La iglesia es preciosa ganó por su propia sangre.
para él y confía su cuidado a Pedro. ¡Qué honor! Hechos 20:28
Por deducción, el rebaño de Cristo es descrito por Jesús como un
rebaño necesitado. Pedro, no rechaces duramente a las ovejas. Trata
delicadamente a los corderos. ¡Apacienta mis corderos! Tú no pue-
des cuidar realmente a mis corderos ¡sino me amas de verdad!
La segunda respuesta de Jesús a la respuesta de Pedro describe al re-
baño como rodeado por peligros y atacado por lobos. Pedro, te encargo
que lo cuides y lo protejas como un pastor cuida de las ovejas desvali-
das. ¡Apacienta mis ovejas! No huyas cuando el peligro amenaza.
La tercera respuesta de Jesús es también muy significativa: el re-
baño debe ser alimentado diariamente. Pedro, como un pastor, es
responsable por el bienestar de las ovejas. ¡Apacienta mis ovejas! De
esta manera el Señor pone de nuevo la vara del pastor en las manos
de su discípulo arrepentido.

III. EL LÍDER SABIO


A. Jesús predice el futuro de Pedro
El Señor Jesús tiene algunas otras cosas muy importantes que decir
a Pedro y, por tanto, son introducidas por las solemnes palabras:

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas ¡De cierto, de cierto te digo! El apóstol está al servicio del Señor como
pescador de hombres y pastor de sus ovejas. Él y nadie más determi-
na el futuro. Pedro debe estar totalmente consciente de esto. Pedro
siempre demostró que tenía un carácter fuerte y voluntarioso y que-
ría estar siempre en control.
Cuando Jesús predijo su sufrimiento, Pedro exclamó: ¡nunca! Su
propio ego había jugado un papel predominante. Un rasgo del ca-
rácter dominante de Pedro era: “yo quiero...”. Esto se expresa en el
lenguaje figurativo que Jesús usa para dirigirse a Pedro: Cuando eras
más joven, te ceñías, e ibas a donde querías.
De hoy en adelante esto iba a cambiar. En su sabiduría, Cristo determi-
na que este hábito sea roto y pone una nueva cruz sobre él. Los años
adultos precoces de Pedro pertenecen al pasado y finalmente experi-
mentará las debilidades de la vejez. El Señor Jesús le dice: Cuando ya
seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde
no quieras. Cuando seas un hombre viejo, desvalido, extenderás tus
manos para apoyarte y tendrás que rendirte a otros. Serás atado con
una soga o cuerda y serás llevado a un lugar de juicio.
Esta declaración es más que una descripción de la debilidad de la
vejez que viene. Cristo le dice a Pedro que no tendrá una vida agra-
dable y fácil como un portador del oficio. El Señor predice que su
posición será la de llevar la cruz. En el futuro Pedro no podrá escoger
según sus propias visiones y deseos, sino que otros escogerán y de-
cidirán por él. Tendrá que aprender y experimentar lecciones difíciles
de abnegación. Esto sucederá más profundamente en la forma de
su muerte.
Desde hoy en adelante, la vida de Pedro estará marcada por la ab-
negación y Jesús lo prepara para este futuro. Pedro morirá como un
mártir. Los Padres de la Iglesia registran que fue crucificado con su
cabeza hacia abajo.
Un hombre como Pedro nunca habría escogido esta forma de su-
frimiento. Cuando joven, nunca imaginó que no podría controlar su
propio destino. Cristo soberanamente ha determinado la muerte de
Pedro, para que pueda glorificar a Dios. ¡Esto pone la muerte de Pe-
dro en una perspectiva maravillosa!

B. Jesús dice: ¡Sígueme!


Pedro ha escuchado lo que le espera. Se le da la oportunidad de mos-
trar que entiende a su Maestro. Jesús escoge; Pedro debe obedecer.
El Salvador agrega la acción a la palabra y ordena, Pedro: Sígueme.
Pedro ha decidido seguirle, pero su naturaleza vieja impulsiva sale
de nuevo a la superficie. Se da la vuelta y ve a Juan, el discípulo que
tiene una relación más íntima y privada con Jesús. Todavía está claro
que Pedro quiere dominar. Cuando pregunta lo que le pasará a Juan,
no está motivado por los celos, sino por la simpatía y el interés since-
ro. Sin embargo, la acción es inadecuada e impertinente. La respues-
ta corta de Jesús es una reprimenda severa y repite su encargo de
una manera fuerte. ¿No has aprendido que no debes inmiscuirte en

| 506 |
Nuevo Testamento

las cosas que no te incumben? Involúcrate en lo que te he ordenado Referencias / Notas


y cúmplelo. ¡Sígueme tú! El énfasis está en estas palabras.
Esta última orden es muy instructiva. Estas pocas palabras resumen
toda la vida cristiana. El camino al cielo es seguir al Salvador. Un
viajero sigue a su guía, un estudiante a su maestro, un soldado a su
capitán, y un cristiano sigue al gran líder y consumador de la fe.
El Señor también requiere que nosotros lo sigamos. Él tiene derecho
para ordenar esto y es un privilegio y una bendición obedecer esta
orden. ¡Nosotros seguimos al mejor líder que hay!
Nosotros podemos seguir a los guías infieles por el camino ancho
hacia la destrucción. Pero sólo Jesús puede guiarnos por el camino
estrecho que lleva al cielo. Si nosotros seguimos por donde él nos
lleva, es imposible perderse o perecer.

| 507 |
La Historia de la Salvación

66
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

LA ASCENSIÓN DE JESÚS
Textos de referencia:
Marcos 16:19; Lucas 24:50-52; Hechos 1:6-12

Versículos para memorizar:


Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos
en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles
que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy
con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Mateo 28:19, 20

INTRODUCCIÓN
El relato bíblico sobre la ascensión de Jesús es notablemente corto.
Mateo y Juan no la mencionan en absoluto y Marcos y Lucas solo
se refieren brevemente a ella. La ascensión de Cristo es una conse-
cuencia natural de su resurrección. Es la culminación gloriosa de los
eventos de la salvación. La brevedad de la historia no disminuye la
importancia y el gran significado de este evento histórico.
En este contexto debemos recordar que esta es la última reunión
que el Salvador tuvo con sus discípulos. La ascensión la veremos a
la luz de:
I. Los últimos días
II. La bendición de Jesús

I. LOS ÚLTIMOS DÍAS


A. La última reunión
¿Pues qué, si vierais al El final de los cuarenta días después de la resurrección ha llegado.
Hijo del hombre subir a El Señor Jesús está a punto de regresar al cielo de donde vino (Juan
donde estaba primero? 6:62). Él no quiere desaparecer silenciosamente, sino que quiere
Juan 6:22 mostrar su gloria a sus discípulos.
Ellos vieron cómo las personas lo rechazaron y ahora podrán ver
cómo su Padre lo recibe. Jesús ha reunido a sus discípulos a su alre-
dedor por última vez. Hay once de ellos. Los lleva fuera de la ciudad,

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Nuevo Testamento

por el camino que va desde Jerusalén hasta Betania, pasando sobre Referencias / Notas
el monte de los Olivos. El monte de los Olivos está camino de un día
de reposo, esta expresión significa, una caminata de alrededor de Entonces volvieron a
quince minutos desde la ciudad (Hechos 1:12). Jerusalén desde el monte
Jesús quiere ascender desde este punto. Este lugar no es escogido que se llama del Olivar,
arbitrariamente o seleccionado por casualidad. Al pie del monte de el cual está cerca de
los Olivos está el jardín de Getsemaní donde el sudor sangriento de Jerusalén, camino de un
Jesús cayó sobre la tierra. Detrás de ellos está la ciudad de Jerusalén sábado. Hechos 1:12
la cual mató a sus profetas y expulsó a su Mesías prometido. Frente
al monte de los Olivos está otra colina, el Calvario, donde fue pagado
el precio del rescate. Delante de ellos queda Betania, pueblo bien co-
nocido donde el Salvador disfrutó mucho amor y hospitalidad. Este
lugar avivaba muchos recuerdos.
Cristo ha aparecido a sus discípulos diez veces durante las últimas A este levantó Dios al
semanas, demostrando con muchas señales convincentes que esta- tercer día e hizo que
ba vivo. El compañerismo era tan íntimo que comía y bebía con ellos apareciera, no a todo el
(Hechos 10:40-41). En estas reuniones les hablaba sobre las cosas pueblo, sino a los testigos
del reino de Dios. que Dios había ordenado
Jesús les ordena que no dejen Jerusalén. Dejados a sus propios re- de antemano, a nosotros
cursos, ellos estarían dispuestos a dejar esta ciudad porque espe-
que comimos y bebimos
raban ser el blanco del mismo odio que había sido liberado sobre
con él después que resucitó
su maestro amado. De momento ellos debían permanecer allí para
de los muertos.
Hechos 10:40-41
que la promesa del Padre se cumpliera. Serían bendecidos por el
evento prometido. El Señor Jesús había dado esta promesa anterior-
mente y el cumplimiento vendría cuando ellos fueran bautizados con
el Espíritu Santo (Hechos 1:3-5). Esto ocurriría muy pronto. No les
fue revelado el número real de días. Esto servía para mantener a los
discípulos en espera. Tenían que esperar piadosamente el derrama-
miento del Espíritu Santo.
Los discípulos se sienten muy conmovidos al estar reunidos con Je-
sús por última vez. El tiempo de su partida ha llegado. Sus corazones
están llenos de grandes expectativas sobre el futuro. Por tanto, ellos
le preguntan: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Ellos
dan énfasis a la frase, en este tiempo. Señor, ¿se cumplirá ahora este
deseo intenso?
La respuesta del Señor Jesús es calculada para hacerles sentir que
esto es algo que el Padre no les revelará. Jesús les enseña que no
pueden especular ni pueden sondear las cosas que el Señor mantie-
ne ocultas. No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que
el Padre puso en su sola potestad. Los discípulos deben estar satisfe-
chos de saber que es la prerrogativa de Dios determinar cuándo es
el tiempo conveniente.
Esto no es todo lo que el Salvador les dice. Les repite amorosamente
que el Espíritu Santo vendrá sobre ellos. ¡De él recibirán poder para
cumplir su comisión de ser testigos; no de ellos, sino de Cristo! Je-
sús dirige sus pensamientos en una dirección diferente.
¡Testificar de Cristo es una tarea enorme! Ellos deben dar testimonio
por todas partes: hasta lo último de la tierra (Mateo 28:19), pero deben
empezar en Jerusalén, la ciudad del derramamiento de sangre y vio-

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas lencia. ¡Así es como el amor recompensa al odio! Es la voluntad del
Señor que el evangelio sea predicado primero en esta ciudad.
Los discípulos tienen tanto que testificar sobre Jesús: su humilla-
ción y exaltación, su divinidad y humanidad, su poder y gracia, su
fidelidad y santidad, su necesidad y suficiencia. También, para los
creyentes no es una vergüenza sino un honor testificar de Jesús.
Siempre habrá algo que testificar. ¡La obra y persona de Jesús es
infinitamente grande!
La última pregunta ha sido contestada y la última comisión ha sido
dada. Los discípulos están callados. El Salvador levanta sus manos
para bendecirlos y entonces se separa de ellos (Lucas 24:50).
¡Qué maravillosa es esta partida! Él vino para bendecir la tierra y
ahora parte bendiciendo la tierra. Esta bendición es más poderosa
que un último apretón de manos, más íntima que un cálido saludo y
más tierna que un beso de separación. Jesús da la bendición del ver-
dadero Sumo Sacerdote. Concede la verdadera convicción e imparte
la gracia maravillosa.
Pero a cada uno de Jesús es capaz de bendecir de esta manera porque obtuvo la pleni-
nosotros fue dada la gracia tud de la salvación. Él quiere bendecir de esta manera porque sus
conforme a la medida del ojos están dirigidos amorosamente hacia los perdidos, inclusive
don de Cristo. Efesios 4:7 ahora (Efesios 4:7). Él quiere bendecir de esta manera porque toda
potestad le ha sido dada.

“… Porque, si siendo Cuando somos reconciliados por su sangre, somos mucho más sal-
enemigos, fuimos vos por su vida (Romanos 5:10). ¡Qué bendición es estar bajo las
reconciliados con Dios manos benditas de Cristo! Nosotros necesitamos esta bendición,
por la muerte de su Hijo, porque esta es suficiente desde ahora y por la eternidad.
mucho más, estando
reconciliados, seremos
salvos por su vida”. B. La partida de Jesús
Romanos 5:10 Y aconteció que bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue llevado arriba
al cielo (Lucas 24:51). Él se levantó. Sus pies están dejando la tierra.
En silencio y majestuosamente asciende más alto y más alto. Sube
por su propio poder. Los poderes de la naturaleza no lo obstruyen. El
Hijo de Dios no está sujeto a las leyes de la naturaleza que él mismo
ha ordenado. El que es mayor que Enoc y Elías está aquí. Un tremendo
milagro está teniendo lugar cuando Jesús asciende a lo alto.
La ascensión es un milagro. Nosotros no podemos y no necesitamos
hacer la ascensión comprensible. Simplemente diga los hechos. La
fe no solamente la acepta como posible, sino como un evento histó-
rico como todos los otros eventos de la salvación.
Nos impresiona que Lucas relate la ascensión como un hecho verda-
dero y simple. La Palabra de Dios habla sobre el cielo de tres mane-
ras: la atmósfera del viento y nubes, el cielo de las estrellas y de los
planetas, y el cielo de los cielos, el cual es más permanente y más
alto que los otros dos.
Ningún hombre sabe dónde está situado el cielo de los cielos. Este
no puede ser trazado en ningún mapa astronómico, pero aceptamos
lo que la Palabra de Dios nos enseña sobre él. Por tanto, nosotros

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Nuevo Testamento

creemos que en alguna parte del espacio inmensurable del cosmos Referencias / Notas
hay un lugar donde la gloria de Dios brilla de una manera absoluta-
mente incomparable. Allí, los ángeles y los bienaventurados también
residen.
El cielo, el lugar donde Dios mora, no puede ser descrito de una ma-
nera terrenal, visible. Nosotros tampoco podemos ignorar que este
es un lugar distinto e intentar resolver el misterio al describirlo como
un reino ilusorio. Este es un lugar real en alguna parte de la creación
de Dios. Su belleza es más grande que lo que cualquier ojo haya visto
alguna vez, o algún oído haya escuchado, o cualquier cosa que haya
sido concebida en el corazón del hombre.
Esta es la ciudad de Dios. El Señor ha establecido su trono allí. Es
un reino de pura luz. Es la herencia indestructible de los santos. Es
el mundo luminoso de santidad y felicidad que nunca terminará, in-
cluso cuando todo lo demás sea consumido por el fuego. En el cielo
no hay ninguna mancha o punto de pecado, no hay condenación ni
muerte.
En varios momentos, durante su estado de humillación en la tierra, ¿Pues qué, si vierais al
Cristo predijo su ascensión, totalmente consciente de su victoria y Hijo del hombre subir a
gloria futura, y sabiendo todo el tiempo que todavía debía descender donde estaba primero?
a la profundidad más grande de su sufrimiento (Juan 6:62; 14:2-3; Juan 6:62
16:7). En las profecías del Antiguo Testamento, la ascensión fue pro-
clamada y descrita, por ejemplo en el arca (Salmos 24; 47; 68).
En la casa de mi Padre
Puede surgir la pregunta de si estas profecías de Salmos han sido muchas moradas hay;
comprendidas totalmente. Nosotros no leemos de ningún sonido de si así no fuera, yo os lo
trompeta que proclame la gloria de Dios en la mañana de la ascen- hubiera dicho; voy, pues,
sión de Cristo. Ninguna calamidad traumática de la naturaleza ocu- a preparar lugar para
rre cuando Él asciende. La tierra no se sacude ni el mar ruge. Los vosotros. Y si me voy y
enemigos tampoco tiemblan. La gente común no nota nada. En los os preparo lugar, vendré
alrededores de Jerusalén nadie nota nada. otra vez y os tomaré a mí
Recordemos que la coronación del Rey Jesús no empezó en la tierra, mismo, para que donde
sino en el cielo. Ese es el orden correcto. El cielo es la ciudad del rei- yo esté, vosotros también
no de Dios y la tierra es solo el estrado de sus pies. Por consiguiente, estéis. Juan 14:2-3
cuando Jesús asciende, el cielo empieza a agitarse. Todos los ánge-
les de Dios le adoran y la multitud de los salvos le cantan alabanzas.
Podemos leer la descripción gloriosa del honor real otorgado al Re- Pero yo os digo la verdad:
dentor en Apocalipsis (5:9 en adelante). Os conviene que yo me
vaya, porque si no me voy,
Este es el mismo Jesús que hoy en la tierra es todavía despreciado. el Consolador no vendrá a
No hay un nombre más dulce que el suyo; sin embargo, es despre- vosotros; pero si me voy, os
ciado. No hay un trabajo más bendito que el suyo; no obstante, reci- lo enviaré. Juan 16:7
be oposición. No hay más grande honor que el suyo; sin embargo, es
rechazado con desprecio.
¿Hirió el rechazo de sus enemigos al Señor Jesús? ¡No, en lo abso-
luto! Esto no bajó su estado. Los enemigos solamente se hieren a sí
mismos y aumentan su condenación cuando se oponen a él obsti-
nadamente.
Aunque la tierra está callada en el día de la ascensión de Cristo, el
milagro no permanece completamente escondido. Once testigos lo

| 511 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas ven. ¡Los enemigos no saben nada todavía y tampoco quieren saber
nada, pero un día toda rodilla se doblará ante este Rey, sea por la
fuerza o voluntariamente!
Mientras tanto, ¿qué le está pasando al grupo pequeño de discípulos
entre quienes Jesús estaba parado hace un momento? Demos una
mirada a los discípulos que permanecen detrás. Ellos permanecen
atados a la tierra y están inmóviles y mudos. Miraban y miraban fija-
mente a su Señor hasta que le recibió una nube que le ocultó de sus
ojos (Hechos 1:9). Es como si la nube se envolviera alrededor de él
y así quitara a Jesús de su vista. Los discípulos continúan mirando
fijamente al cielo. ¿Están ellos esperando que la cubierta de nube se
rompa? Eso no sucederá, pero el Señor que los dejó con la bendición
de sus manos, muestra que está pensando en ellos. Él envía a dos
espíritus ministradores, dos ángeles con la apariencia de hombres,
con vestiduras blancas, como una señal de su pureza brillante. Estos
ángeles amonestan suavemente a los discípulos con su pregunta:
Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? De verdad no hay
ninguna razón para que ustedes malgasten su tiempo meditando y
mirando fijamente.
Los ángeles proclaman lo que los discípulos no habían visto y no po-
dían ver: Este mismo Jesús, que estaba con ustedes, ha sido tomado
de vosotros. Ellos continúan informándoles que él vendrá de nuevo,
del cielo, en la misma forma como le han visto ir al cielo Su venida
será de nuevo visible, en gloria y sobre las nubes.
Al ver esto, Eliseo clamó: Las palabras habladas por las bocas fidedignas de los ángeles son
“¡Padre mío, padre mío! aceptadas en fe por los discípulos. Esto puede derivarse del hecho
¡Carro de Israel y su de que los once no parecen expresar ningún temor ni tristeza de-
caballería!” Y nunca más bido a la pérdida. Tampoco leemos que ellos exclamaran gritos de
lo vio. 2 Reyes 2:12 angustia, como Eliseo lo hizo cuando Elías fue tomado al cielo (2
Reyes 2:12). Al contrario, los discípulos están con gran gozo (Lucas
24:52). La exclamación de Tomás cuando se encontró con Jesús es
ahora experimentada por todos ellos: ¡mi Señor y mi Dios! Caen en
tierra y honran reverentemente a su Rey exaltado. Ellos Lo adoraron
(Lucas 24:52). Nosotros también debemos hacer esto. ¡Las grandes
maravillas de la salvación y la gloria de Cristo deben despertar la
adoración!

II. LA BENDICIÓN DE JESÚS


A. La persona del mediador
Cristo se exaltó por su ascensión. Mientras estuvo en el estado de
humillación, su divinidad había estado oculta y cubierta por su apa-
riencia de siervo humilde. Ahora el velo era alzado. Se revelaba quién
era realmente. Por el poder infinito de su deidad, lleva su naturaleza
humana al cielo. El cielo es su hogar. Jesucristo no regresa al cielo
como un extraño o impostor. Él regresa a su hogar real. Él había di-
cho: ¡Yo soy de arriba!
Nosotros esperamos encontrar a Jesús en el cielo. Es verdad que su
ascensión no trajo una separación total, porque según su deidad, él

| 512 |
Nuevo Testamento

está presente en todas partes y con su gracia, majestad y Espíritu, Referencias / Notas
nunca se aleja de su pueblo. Él prometió: Yo estoy con vosotros todos
los días, hasta el fin del mundo (Mateo 28:20). Por tanto, teniendo un
Sin embargo, físicamente, ya no está con nosotros. Su ascensión no gran Sumo sacerdote que
fue solamente una entrada a un estado glorioso o una simple sepa- traspasó los cielos, Jesús el
ración del grupo de discípulos al hacerse invisible. Tampoco fue la Hijo de Dios, retengamos
realización de un proceso lento de espiritualización y divinización. Su nuestra profesión.
ascensión cambió la morada de su naturaleza humana. Hebreos 4:14
El Señor Jesús ascendió de la tierra, atravesó los cielos (Hebreos
4:14), ascendió sobre todos los cielos (Hebreos 4:10) y entró al cielo “… Porque el que ha
de los cielos como el Rey de gloria. El hecho de la ascensión de Je- entrado en su reposo,
sús debe ser tomada literal y geográficamente. Esto es característico también ha reposado de
de un verdadero cuerpo –y eso es lo que Jesús tenía– para poder es- sus obras, como Dios de
tar presente en un solo lugar (Catecismo de Heidelberg, Respuestas las suyas. Hebreos 4:10
47 y 48).
En su ascensión, el Padre honró al Hijo. Esto es claro por la expre-
sión llevado arriba. Jesús ascendió por su propio poder, pero también
fue tomado por su Padre. Al ser subido al cielo, el Padre dio una
indicación renovada de su complacencia hacia el Hijo. ¡Jesús puede
entrar en el cielo! Él no está actuando presuntuosamente cuando
asciende. Él no fue negado o desechado cuando entró al cielo, sino
que fue llevado con afán y recibido con gozo. ¡Las puertas de justicia
se le abrieron con gran gozo!
Jesús no entra a una esquina oscura escondida del cielo, ni tampoco Me mostrarás la senda de
toma la posición más baja. No, ¡es colocado a la derecha de Dios! la vida; en tu presencia
La mano derecha de Dios es una prueba de su favor, honor y poder hay plenitud de gozo,
(Salmos 16:11; 1 Reyes 2:19; Salmos 118:16). delicias a tu diestra para
Este gesto es como si el Padre le diera su “amén”, renovado en res- siempre. Salmos 16:11
puesta a las palabras del Hijo: “¡Consumado es!” El sacrificio de Cris-
to fue todo suficiente y su obediencia fue absoluta. El honor inte-
Betsabé fue a ver al rey
rrumpido es conferido ahora sobre él. Su resurrección es seguida Salomón para hablarle por
por una recepción gloriosa en el cielo. Adonías. El rey se levantó
¡Solo piense en el tremendo cambio que ha ocurrido! La humillación a recibirla y se inclinó
más profunda es cambiada por la exaltación más alta. El portador ante ella; volvió a sentarse
de la maldición ahora lleva la corona de honor. Él fue arrojado en la en su trono e hizo traer
tumba, pero ahora ha ascendido al cielo más alto. ¡Hizo todo esto una silla para su madre,
para cumplir todas las cosas necesarias para la salvación! que se sentó a su diestra.
1 Reyes 2:19
La ascensión es causa de gran gozo para el creyente que se apena
profundamente cuando el nombre de Jesús es despreciado. Es na-
tural que un creyente del Rey Jesús esté contento al ver a su Rey co- La diestra de Jehová es
ronado con honor y restablecido en la gloria que tenía con su Padre sublime; la diestra de
antes del principio del mundo. Jehová hace valentías.
Salmos 118:16
B. Las palabras del Mediador
Debemos indicar el porqué el Salvador dijo en el aposento alto donde
se realizó la Pascua: Os conviene que yo me vaya (Juan 16:7). El Sal-
vador no es inactivo en el cielo, sino que continúa su obra Mediadora
desde allí.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas El trabajo de Cristo en la tierra ha terminado y las relaciones terre-


nales también, como lo dejó muy claro cuando se dirigió a María
Magdalena. Sin embargo, él continúa llevando las necesidades de
los suyos en su corazón.
Su estancia en el cielo es para nuestro bienestar (Catecismo de Hei-
delberg, Respuesta 46). Desde el cielo, continúa descargando su ofi-
cio profético dando la instrucción a través de su Palabra y Espíritu,
por medio de los portadores oficiales debidamente ordenados en su
iglesia en la tierra (Efesios 4:11).
El servicio Sumo sacerdotal de Jesús en el cielo es muy importante.
No son necesarios más los sacrificios porque él ya hizo su único
sacrificio por todas sus ovejas. Ahora intercede continuamente en el
trono de su Padre. Bajo la dispensación del Pacto Antiguo esto era
simbolizado por la entrada del sumo sacerdote al lugar santísimo
con la sangre del cordero en el Día de la expiación. Jesús entró en el
santuario con su propia sangre (Hebreos 9:12, 24).
Qué pensamiento confortante: desde el cielo Jesús nos recuerda,
nos cuida, ora por nosotros, nos ayuda en nuestras debilidades y
nos ayuda en nuestras tentaciones y luchas. ¡En el cielo, es el Sumo
Sacerdote compasivo que nos comprende! (Hebreos 2:18; 4:14-15).
Y el postrer enemigo También piense en el gobierno real de Jesús en el cielo. La fiesta de
que será destruido es la la ascensión es la fiesta de la coronación de aquel que una vez llevó
muerte. 1 Corintios 15:26 una corona de espinas. Ahora lleva la corona eterna de gloria. Él rei-
na para bendecir a su iglesia. Ningún enemigo puede hacer nada sin
el permiso de Jesús. Pronto todos sus enemigos serán puestos bajo
sus pies e incluso el último enemigo, la muerte, será destruido (1
Corintios 15:26). El universo entero le ha sido dado. Su reino vendrá
a pesar de toda clase de oposición.

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Nuevo Testamento

67
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

EL PENTECOSTÉS
Textos de referencia:
Hechos 1:13-2:47

Versículo para memorizar:


Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de
Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu
Santo. Hechos 2:38

INTRODUCCIÓN
¡La noticia gozosa de Pentecostés es que fueron todos llenos del Es-
píritu Santo (Hechos 2:4)! El último de los días festivos cristianos no
es ciertamente el menor. La venida del Espíritu Santo es la corona
gloriosa de las maravillas de la salvación. Pentecostés es la fiesta
de la re-creación. Aunque los eventos no son siempre estimados,
son nada menos que los frutos maduros gloriosos de la redención
completa de Cristo. ¡Él reconcilió y reintegró a los pecadores en su
relación con Dios!
Debido a que muchos no entendemos esto y solamente nos queda-
mos con las ceremonias exteriores de esta fiesta, debemos identifi-
car las grandes obras de Dios en Pentecostés para mostrar su valor
inestimable. Lucas describe la venida y el poder del Espíritu Santo
con dignidad y simplicidad. El foco principal de esta lección esta en
los eventos históricos de Pentecostés. La historia puede ser resumi-
da de la siguiente manera:
I. La venida maravillosa del Espíritu Santo
II. Las bendiciones traídas por el Espíritu Santo

I. LA VENIDA MARAVILLOSA DEL ESPÍRITU SANTO


A. Los discípulos de Jesús esperan la bendición prometida
Después de la ascensión de Cristo, sus discípulos regresaron a Jeru-
salén y estaban juntos en compañerismo. El lugar vacío de Judas fue
llenado por Matías. El grupo de creyentes consistía de aproximada-

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas mente 120 personas y los apóstoles eran los líderes. Sus reuniones
se caracterizaban por el amor y la unidad. Había algunos cambios
“… Sino que lo necio del notables en el grupo. Donde solía haber argumentos, ahora había
mundo escogió Dios para unión. ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos
avergonzar a los sabios; y juntos en armonía! (Salmo133:1).
lo débil del mundo escogió Ellos estaban unidos por el lazo de la gracia de Dios y perseveraban
Dios para avergonzar a lo unánimes en oración y ruego, esperando la venida de la bendición pro-
fuerte; y lo vil del mundo metida. Su compañerismo no estaba marcado por la emoción bulli-
y lo menospreciado escogió ciosa, sino que en silencio y piadosamente estaban esperando por el
Dios, y lo que no es, para cumplimiento de la promesa de Jesús. En su bondad, el Señor se vuel-
deshacer lo que es, a fin ve a estas personas humildes y pasa por alto a los que son orgullosos
de que nadie se jacte en su e importantes según su propia opinión. Él confunde a los poderosos,
presencia. escogiendo a los que son despreciados (1 Corintios 1:27-29).
1 Corintios 1:27-29

B. Pentecostés es la fiesta de los primeros frutos


El Señor había ordenado a sus discípulos que no se fueran de Jeru-
salén, sino que esperasen la promesa del Padre (Hechos 1:4). Habían
pasado solamente siete semanas desde que las personas habían
profanado la fiesta de la Pascua, al derramar la sangre de su Mesías.
Una vez más, esta ciudad sería el escenario de la realización de una
gran maravilla de la gracia.
“… Y estaban siempre El tiempo pasaba rápidamente y los seguidores de Jesús esperaban
en el templo, alabando piadosamente, alabando y bendiciendo a Dios por lo que él había
y bendiciendo a Dios. hecho (Lucas 24:53). Pronto, llegó el día de Pentecostés (Hechos 2:1),
Amén. Lucas 24:53 el día preparado por Dios para derramar su Espíritu. Este día fue
En el primer mes, el bien escogido. Para los judíos, el día de Pentecostés era una fiesta
día catorce del mes, al jubilosa. Este día sería de mucha alegría, tanto en el cielo como en la
atardecer, es la Pascua de tierra, por los muchos pecadores que se convertirían.
Jehová. Levítico 23:15 Para los judíos, Pentecostés era el día cuando traían al templo las pri-
Además, el día de micias de la cosecha, el pan de los primeros frutos, para una ofrenda
las primicias, cuando al Señor (Levítico 23:15; Números 28:26; Deuteronomio 16:9). Pero
presentéis la ofrenda ahora se recogerán las primicias de una cosecha espiritual rica en
de los nuevos frutos a el granero celestial.
Jehová en la fiesta de las Israel celebraba esta fiesta siete semanas después de la Pascua.
Semanas, tendréis santa Pentecostés significa “quincuagésimo día”, un modismo para el nú-
convocación: ninguna obra mero griego cincuenta. Este día era importante para el pueblo judío
de siervos haréis. porque significaba que otra vez había una cosecha. Se requería que
Números 28:26 ellos vayan a la Casa del Señor, llevando su ofrenda de agradecimien-
Siete semanas contarás; to. Parte de la cosecha de los campos era para ser dedicada al Señor
desde que comience a en la forma de dos hogazas de pan, preparadas de lo primero y de
meterse la hoz en las lo mejor del grano. Estas primicias representaban la nueva cosecha.
mieses comenzarás a Eran mecidas delante de la presencia de Dios y presentadas ante él
contar las siete semanas. como alimento u ofrenda de comida. ¡Porque el pueblo había recibi-
Deuteronomio 16:9 do todo de él, el Señor tenía derecho de recibir las primicias!
Después, los judíos también agregaron a la fiesta de la cosecha la
conmemoración de la entrega de la ley en el Sinaí, la cual ocurrió
siete semanas después del éxodo de Egipto. Fue en el día de Pente-
costés que el Espíritu Santo, que escribe la ley de Dios en los cora-

| 516 |
Nuevo Testamento

zones de los hombres, bajó para preparar el lugar para los regalos Referencias / Notas
del Nuevo Pacto, para que tomen el lugar de las ceremonias y de los
rituales de las leyes del Pacto Antiguo.
No era sorprendente que muchas personas estuvieran presentes en
Jerusalén para la celebración de esta fiesta importante. Los judíos
de la dispersión que habían regresado para hacer su hogar en Je-
rusalén, junto con los visitantes judíos de muchas naciones, habían
venido a la capital de la tierra antigua de los padres para celebrar la
fiesta de Pentecostés.
Muchos hombres piadosos estaban presentes de cada nación bajo el
cielo, es decir, personas que guardaban estrictamente los rituales y
las ceremonias de la ley. Estos incluían a los judíos de nacimiento,
así como a los prosélitos, no descendientes de los patriarcas, sino
paganos que habían aceptado la religión judía.
¡La maravilla del derramamiento del Espíritu Santo no pasó en una
esquina oscura! Los que habían venido de todo el mundo, comparti-
rían las noticias y las extenderían en el extranjero cuando ellos regre-
saran a sus propios países.

C. El día de Pentecostés llegó
El gran día llegó. Muchas personas habían venido al templo con sus
ofrendas para conmemorar los antiguos hechos poderosos. El grupo
de discípulos de Jesús, varones y mujeres, estaba reunido en uno de
los cuartos del templo. De pronto vino del cielo un estruendo como de
un viento recio que soplaba. Este no fue un rayo o relámpago, como
en el Sinaí en el desierto, sino un sonido fuerte que bajó del cielo, de
parte de Dios. Este sonido fue tan impresionante como un tornado
que aúlla y tan poderoso que llenó toda la casa. Por un momento, no
se escuchó nada más.
Al mismo tiempo las personas vieron llamas resplandecientes como
de fuego en forma de lenguas las cuales descansaron sobre las cabe-
zas de cada uno de los creyentes en el cuarto.
Estas eran las señales de la gran maravilla de Pentecostés. El Es-
píritu Santo descendió en los corazones del grupo de creyentes y
fueron todos llenos del Espíritu Santo. Estas señales no eran el de-
rramamiento del Espíritu Santo. Ellas solo lo acompañaron e indu-
dablemente fueron destinadas para atraer la atención al hecho de
que algo extraordinario estaba pasando. El sonido penetrante de un
viento pudo no haber sido notado en toda la ciudad, pero llenó el
cuarto de reunión y fue escuchado afuera.
Esto no era todo lo que estaba pasando. Las señales del viento y del
fuego indicaban la presencia del Espíritu Santo. Como el sonido im-
petuoso de una cascada indica la presencia de agua, así el viento y
el fuego señalaron la presencia del Espíritu Santo.
La aparición de las señales indicaba la presencia de la obra poderosa
y los dones del Espíritu Santo de Dios. Nada aquí sucedió arbitraria-
mente o por casualidad. Tampoco podía haber sido usada cualquier
clase de señal. Hay razones buenas por las que estas señales parti-

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas culares fueron escogidas por Dios. El Espíritu Santo estaba dándose
a conocer.
Primero, la señal audible fue importante. No era un golpe súbito o
una explosión, sino que el sonido era como de un viento recio, que
soplaba fuerte. Este viento no era como el de una tormenta que des-
truye todo a su paso, sino como de un viento poderoso e impetuoso
que no era peligroso, aunque era recio.

El viento sopla de donde En la naturaleza, el viento es una fuerza poderosa que se mueve,
quiere, y oyes su sonido, limpia la atmósfera y penetra todo con su poder. El viento no puede
pero no sabes de dónde ser visto. Su dirección o ruta no puede ser seguida. Nadie puede con-
viene ni a dónde va. Así trolarlo. Pero lo podemos sentir y oír que el viento está presente. ¿Hay
es todo aquel que nace del una mejor descripción del poder soberano, inescrutable e irresistible
Espíritu. Juan 3:8 del Espíritu Santo? Simplemente piense en las palabras de Jesús a
Nicodemo (Juan 3:8) o cuando Él sopló sobre sus discípulos (Juan
20:22).
Y al decir esto, sopló y les La segunda señal era visible, pero no menos significativa. Lenguas
dijo: --Recibid el Espíritu como de fuego fueron vistas, no de fuego real que consume y des-
Santo. Juan 20:22 truye. Estas lenguas encendidas no eran dañinas aunque eran tan
luminosas como el fuego. Ellas eran los símbolos notables de la obra
del Espíritu Santo que purifica, santifica, ilumina, inspira y pone los
corazones en el fuego para que se rindan al servicio de Dios.
Esta señal maravillosa apareció en forma de lenguas repartidas. ¿No
es esto representativo de la obra del Espíritu Santo, quien hace a
los creyentes testigos celosos para testificar de la obra del Señor en
ellos? Las llamas de fuego tocaron a todos y durante algún tiempo
descansaron sobre cada creyente separadamente. ¿No describe esto
la morada permanente del Espíritu y la unidad de los creyentes?

D. El Espíritu de Dios vino


El punto principal es que el Espíritu de Dios estaba presente. La ma-
nifestación exterior de su venida es misteriosa y más allá del reino de
las experiencias ordinarias. Es difícil explicar el significado del derra-
mamiento del Espíritu Santo a los niños. Sin embargo, el maestro no
debe descuidar totalmente esto. En condiciones simples el maestro
debe mencionar algunos de los aspectos siguientes.
l. Nosotros creemos en el Espíritu Santo. Él es más que un espíritu no-
ble que vive en los cristianos o un poder divino, una cualidad o carac-
terística. El Espíritu Santo es Dios, no menor que el Padre y el Hijo.
El Espíritu Santo tiene una existencia personal independiente. Él es
la tercera persona de la Trinidad. Él es el Dios Todopoderoso quien
completa y perfecciona tanto la creación como la re-creación.
2. En Pentecostés, el Espíritu Santo vino personalmente a la tierra y
actúa ahora como el Espíritu de Cristo. En Navidad conmemoramos
que Dios el Padre envió a su Hijo. En la Pascua la obra de reconcilia-
ción que realizó el Hijo viene a primer plano. Pero en Pentecostés, la
plenitud del tiempo del Espíritu fue introducida.
Pentecostés es más que la renovación espiritual de los creyentes
para levantar sus espíritus y ensanchar sus perspectivas. Aquí ve-

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Nuevo Testamento

mos que el poder vino del cielo. Pentecostés es el hecho poderoso de Referencias / Notas
la gracia de Dios que toma su morada en el hombre.
Pentecostés no significa que el Espíritu Santo distribuyó sus dones al
hombre por primera vez. El Espíritu también distribuyó sus dones du-
rante la dispensación del Antiguo Testamento. Tampoco consiste de
la primera manifestación poderosa del Espíritu Santo. Él mostró su
poder Omnipotente antes y continuó haciéndolo así, repetidamente.
Tampoco deberíamos mirar a la venida del Espíritu Santo sobre los
discípulos como su regeneración o conversión. Mucho antes de este
evento, ellos habían sido traídos a Cristo.
El evento único, una vez para todos, de Pentecostés consistió en
esto: el Espíritu Santo, a través de Cristo, su cabeza gloriosa, hace
su morada en su Iglesia en la tierra. El pecado hizo una separación
entre Dios y el hombre. Pero la realización del trabajo de redención
es que Dios y el hombre han sido reunidos y el tabernáculo de Dios
ha bajado al hombre y él vive en ellos por su Espíritu.
Esto era necesario. No es suficiente que nuestro pecado haya sido
perdonado y expiado. Nosotros también debemos estar reunidos en el
favor y compañerismo con Dios. Ningún hombre puede provocar esto.
Nuestros pecados solamente hacen mayor la separación. Si debía ha-
ber verdadero compañerismo y unión, ¡Dios tenía que hacerlo!
Durante siglos el Señor trabajó para lograr esto. Después de la caí-
da en el paraíso, Dios vino al hombre por la gracia. ¡En Belén, otro
paso grande se realizó y Emanuel, Dios con nosotros, apareció! En el
Calvario, Dios dio a su Hijo por nosotros. En Pentecostés, la plenitud
de la redención se cumple por el derramamiento del Espíritu Santo.
¡Él toma su morada para siempre en la iglesia de Cristo, su templo
espiritual!
3. La venida del Espíritu Santo fue prometida. Los profetas del Antiguo Y yo rogaré al Padre y os
Testamento predijeron su venida (Isaías 44; Joel 2). El Señor Jesús se dará otro Consolador,
refirió a la venida del Espíritu en su discurso final (Juan 14:16; 16:7- para que esté con vosotros
14) y en su ascensión (Hechos 1:5). para siempre. Juan 14:16
4. Este evento de la salvación trae una rica bendición. El morar del Es-
píritu Santo une el cuerpo a su cabeza. Prepara el corazón y presenta
a la Iglesia como una novia pura al Padre. El Espíritu Santo lleva a orque Juan ciertamente
los pecadores a Cristo y por la fe ellos son unidos a él. Por el Espíritu bautizó con agua, pero
Santo, los creyentes participan del bautismo de fuego del Salvador, vosotros seréis bautizados
por el cual son probados, y reciben la fe para soportar hasta el fin. con el Espíritu Santo
dentro de no muchos días.
El Espíritu Santo da la luz de su Palabra a los creyentes y los lleva a Hechos 1:5
toda verdad. Los une en compañerismo entre sí, como miembros de
un cuerpo con una cabeza. El Espíritu Santo obra el amor fraternal
verdadero y la comunión de los santos. Aunque los creyentes pue- En quien vosotros también
den parecer débiles, la congregación del Señor en la tierra es el lugar sois juntamente edificados
verdadero de la morada y el lugar de trabajo de Dios Espíritu Santo para morada de Dios en el
(Efesios 2:22). ¡Por consiguiente, la Iglesia de Cristo en la tierra es de Espíritu. Efesios 2:22
gran valor!
5. Los dones de gracia bajo el Pacto Nuevo son mucho más grandes
que bajo el Pacto Antiguo. Las cosas viejas pasaron; he aquí todas son

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas hechas nuevas (2 Corintios 5:17). Pentecostés es un evento mundial


en el sentido más completo de la palabra. La Iglesia de Cristo ya no
está confinada a la existencia nacional de Israel, sino que es liberada
de los lazos de los judíos por el Espíritu Santo. Ya no es más un niño
(Gálatas 4:1-7). Es independiente y es la congregación del Señor,
conformada de cada tribu, lengua y nación.
El Espíritu abre la puerta para el trabajo misionero y envía el evan-
gelio en muchos idiomas, con un mensaje común para el mundo
entero. La fiesta de Pentecostés nos recuerda nuestro llamado para
extender el evangelio a todas las naciones (Salmo 87).
6. Pentecostés no es repetible. Así como la redención de Cristo es
inmutable, así el morar del Espíritu Santo es inmutable. Este Conso-
lador nunca nos dejará. Él no vino como los ángeles en Belén y en el
jardín de José de Arimatea, para aparecer y luego para desaparecer.

II. LAS BENDICIONES TRAÍDAS POR EL ESPÍRITU SANTO


A. ¿Tenemos el Espíritu de Cristo?

Pero vosotros no vivís La pregunta para cada uno de nosotros es si compartimos personal-
según la carne, sino según mente la bendición del Espíritu Santo. Esta bendición ha sido dada.
el Espíritu, si es que el El Espíritu puede ser resistido y apagado por nuestra indiferencia y
Espíritu de Dios está en oposición, por la mundanalidad y el pecado. Los que no tienen el Es-
vosotros. Y si alguno no píritu de Cristo, no son suyos (Romanos 8:9). Porque todo aquel que
tiene el Espíritu de Cristo, invocare el nombre del Señor, será salvo (Romanos 10:13).
no es de él. Romanos 8:9 Las personas salvas son personas de oración. Por tanto, deberíamos
orar con fervor por los que demuestran la bendición de la obra salví-
fica de Cristo. Dios dará su gracia y Espíritu Santo a los que con un
deseo sincero pidan continuamente de él y estén agradecidos de ello
(Catecismo de Heidelberg, Respuesta 116).

B. Las señales de Pentecostés


Lo que pasó en esta mañana memorable no permaneció oculto. La
venida del Espíritu Santo puede ser un misterio inescrutable, pero
su obra fue revelada públicamente. El derramamiento del Espíritu
Santo fue seguido inmediatamente por las señales.
Los creyentes no se paralizaron de miedo. Tampoco se quedaron mu-
dos cuando el sonido sobrenatural llenó toda la casa y las lenguas
encendidas se posaron sobre sus cabezas. ¡Ocurrió lo contrario!
Algo maravilloso les pasó. Sus sentidos fueron tocados de forma in-
descriptible. Estaban llenos con un deleite que nunca antes habían
experimentado. ¡La luz del nuevo entendimiento entró en sus mentes
y sus lenguas se soltaron para que las palabras fluyeran de sus la-
bios, palabras que ellos no conocían! ¡Anonadados por su experien-
cia, ellos profetizaron con gozo las maravillas de Dios!
Ellos comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba
que hablasen. El Espíritu Santo les hizo hablar palabras de una ma-
nera maravillosa. No era una articulación confusa de sonidos inco-
herentes. Tampoco era una charla sin edificación. Su discurso era

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Nuevo Testamento

ordenado, claro, dignificante y solemne. Es difícil para nosotros tener Referencias / Notas
la concepción correcta de lo que ocurrió. La interpretación más acep-
table parece ser que los que recibieron el Espíritu Santo, de repente y
simultáneamente hablaron los idiomas de los países nombrados en
la Escritura, idiomas que ellos nunca habían aprendido. Sus labios
no produjeron los sonidos usuales, sino que produjeron un discurso
maravilloso, sumamente conveniente para glorificar la obra del Espí-
ritu y una señal de su presencia.
El Espíritu Santo les hizo hablar en los idiomas que las personas de
las diferentes naciones presentes entendieron; así, podían escuchar-
los hablar en su propia lengua. Los incrédulos burlones, sin embargo,
interpretaron esto como la charla incoherente de borrachos.
El fenómeno del lenguaje de Pentecostés es la parte que correspon-
de a la confusión de idiomas en la torre de Babel. La obra del Espíritu
rompe esta barrera y por un momento lo transciende. ¡Cuán grande
es el poder del Espíritu!
El Espíritu Santo, empezando en Jerusalén, procedió a sojuzgar al
mundo y ahora está también presente con nosotros. Su obra con-
tinúa a través de la predicación del evangelio, la traducción de la
Biblia a miles de idiomas y su distribución por todo el mundo.

C. La respuesta al milagro de las lenguas


El milagro de las lenguas causó gran asombro entre las personas
que estaban reunidas en Jerusalén. Al sonido del milagro de las len-
guas, las personas se apresuraron a averiguar de dónde venía. Pero
cuando ellos notaron que las voces milagrosas venían de los galileos,
se confundieron. Lo que ellos oyeron en su propio idioma era alaban-
zas a Dios. ¿Pero cómo podían hablar de esta manera los simples
galileos? ¿Qué estaba pasando? Ellos no sabían qué pensar. Estaban
asombrados, confundidos y desconcertados. Con gran perplejidad
preguntaron: ¿Qué significa esto?
Hay personas que siempre tienen una respuesta para todo. Este es el
lenguaje de los borrachos, dijeron ellos: Están llenos de mosto. Esa
debe ser la explicación. ¡Pero esa fue una burla odiosa! Era como
si nosotros pudiéramos oír el discurso penetrante y discordante del
diablo que rompe la armonía sagrada de la ocasión. Él sabe que su
reino está siendo atacado y se pone a la defensiva. Pero el trabajo de
Dios no puede ser repudiado o detenido.
Por consiguiente, el diablo usa el arma forjada del ridículo. El mundo
no entiende el trabajo de Dios, sin embargo, quiere dar una opinión
de él. Esto se hizo ridiculizándolo como fanatismo, imaginación, o
como las personas lo llamaron: intoxicación.
Muchos que están comprometidos en el trabajo misionero han expe-
rimentado algo similar. Quizás haya estudiantes que han experimen-
tado el ridículo debido a su fe. ¡Entonces deben seguir el ejemplo
del apóstol Pedro! También se nos enseña aquí a nunca ridiculizar lo
que no entendemos, tampoco deberíamos vengarnos cuando somos
ridiculizados.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas D. La defensa de Pedro


El ridículo de los burladores es refutado y rebatido eficazmente por
Pedro. El Espíritu Santo está celoso de su honor. Usó al apóstol Pe-
dro como un instrumento defensor de la fe. ¡La conducta de Pedro es
una indicación clara de que él no recibió el Espíritu Santo en vano!
Pedro proclama un sermón poderoso en el que primero nos mues-
tra lo injusto de la acusación contra ellos. ¿No es bastante absurdo
acusar de ebrios a hombres de buena reputación cuando todavía es
tan temprano? Puesto que es la hora tercera del día, son las nueve de
la mañana de nuestra hora. Pedro refuta serenamente la acusación
de los burladores. No habla como alguien que está ebrio. ¿Quieren
ellos saber lo que está pasando? Sin dar una explicación del milagro,
lo cual es imposible de explicar de todas maneras, Pedro señala que
este es el cumplimiento glorioso de la profecía antigua de Joel (He-
chos 1:17-21).
¿De quién es este trabajo? Este es el trabajo de Jesús, que realizó tan-
tos milagros cuando estaba entre ellos. Ustedes lo han maltratado,
Pedro continúa. Pero Dios lo levantó de nuevo de los muertos. Reco-
nozcan que él es el Mesías, de quien David profetizó hace tiempo. Él
está ahora exaltado a la derecha del Padre. Ha ganado y obtenido el
trabajo del Espíritu Santo para entregarlo a su pueblo. ¡Él no es avaro
al dispensar su gracia, sino que la da libre y abundantemente!
El Espíritu es derramado, no como el agua corre y penetra en la tie-
rra, sino como la sangre corre por las venas y alcanza cada parte del
cuerpo. Según la palabra de Joel, todos recibiremos una porción: ¡los
apóstoles y otros creyentes, hombres y mujeres, jóvenes y viejos!
Pedro predicó a Cristo y concluyó su sermón con la advertencia:
Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a
quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. Nótese
que Pedro, lleno del Espíritu Santo, no da su testimonio personal o
sus experiencias, sino que predica a Cristo como revelado en las Es-
crituras. La mayor parte de su sermón es una exposición del Antiguo
Testamento y él prueba que Jesús es el Cristo.
Sin ninguna disculpa, Pedro acusa intrépidamente a Israel del terrible
pecado que ha cometido al rechazar a su Mesías. Él no tiene miedo
de las personas. ¡Este es el mismo Pedro que hace aproximadamente
siete semanas negó a su Salvador cuando fue confrontado por una
muchacha! De verdad, el Espíritu Santo provoca grandes cambios.

E. El Espíritu Santo aplica el sermón de Pedro


El mismo Espíritu que le dio a Pedro la intrepidez y la habilidad para
presentar un sermón que punzaba la conciencia, también obró en
los corazones de sus oyentes. Los hizo receptivos para el sermón
de Pedro, que dejó una tremenda impresión. Las personas fueron
tocadas profundamente y preguntaron lo que debían hacer. Ahora,
el momento para predicar el evangelio de arrepentimiento y fe había
llegado. Pedro puede indicar las grandes promesas de Dios. Con mu-
chas palabras y gran entusiasmo, les amonestó a ser salvos.

| 522 |
Nuevo Testamento

¡Los frutos son maravillosos! Se añadieron aquel día como tres mil Referencias / Notas
personas. Ellos recibieron su palabra sencilla con alegría. Ese es el
trabajo del Espíritu. Trae a los pecadores al verdadero conocimiento
del pecado y los convence. Pero también los lleva al único Salvador.
Por el trabajo del Espíritu, las promesas del evangelio son como el
agua para un alma sedienta. El evangelio es más conveniente para
los que están angustiados.
Las tres mil personas que confesaron su fe fueron bautizadas y conti-
nuaron firmes en la fe. Los frutos fueron duraderos. No hubo fuegos
pirotécnicos que llamaran ruidosamente la atención para luego des-
aparecer rápidamente dejando un espacio vacío. El testimonio que
la Escritura da de la primera congregación es maravilloso. A través
del Espíritu Santo, ellos eran uno en Cristo y lo demostraron en sus
obras.
Nosotros vemos aquí el poder del Espíritu de Pentecostés. A través
de él, todos los que fueron tocados en Pentecostés, alcanzaron su
ideal celestial. Aunque el principio fue incomprensiblemente grande
y glorioso, también es verdad que la primera revelación de la obra del
Espíritu parece ser bastante pequeña. Las grandes expectativas del
Antiguo Testamento se cumplieron. Sin embargo, este cumplimiento
parece tocar comparablemente a pocos. Miles se han reunido en Je-
rusalén para la fiesta desde cada confín de la tierra. Pero solamente
pocos están llenos con el Espíritu Santo. ¿No había profetizado Joel
que la venida del Espíritu Santo sería sobre toda carne? Este derra-
mamiento fue ridiculizado inmediatamente y pronto esta enemistad
se convirtió en una persecución severa. ¿Era este el grande y glorioso
día del Señor?
Es verdad que todos los creyentes estamos llenos del Espíritu Santo;
sin embargo, los cristianos no somos perfectos. El Espíritu de Dios
hace su morada en la congregación de Jesucristo, pero pronto nos
damos cuenta que hay cizaña entre el trigo. ¡Después de unos pocos
años los apóstoles tienen que escribir cartas a las iglesias para re-
probarlas!
Esto no quita el hecho de que este principio pequeño iba a funcionar
en todas partes y en todas las esferas de la vida. Pentecostés es la
fiesta de las primicias. Ellas fueron las mejores pero no las únicas.
Ellas formaron el principio y fueron la evidencia y la garantía de que
el tiempo había llegado, cuando no solamente los sacerdotes, sino
también muchos otros, disfrutarían los nuevos frutos de la tierra.
¡El trabajo del Espíritu Santo es un trabajo continuo! Él se opone
al espíritu del mundo y no puede ser refrenado. Es el poderoso que
trabaja, atrae, forma y renueva los corazones. ¡Nosotros debemos
esperar piadosamente todo de él, y en fe mantenernos firmes en las
promesas seguras y ricas de la Palabra! Pentecostés fue un día de
maravillas para los seguidores de Jesús, tal como se les había pro-
metido. Los apóstoles se deben haber acordado de las palabras del
Salvador: os haré pescadores de hombres (Mateo 4:19). ¡Esto también
debe animarnos en la batalla contra el pecado y debe darnos fuerza
para trabajar y tener esperanza para el futuro!

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La Historia de la Salvación

68
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

UN HOMBRE COJO ES SANADO Y LOS


APÓSTOLES SON PERSEGUIDOS
Texto de referencia:
Hechos 3 y 4

Versículo para memorizar:


Porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que
podamos ser salvos. Hechos 4:12

INTRODUCCIÓN
Después de Pentecostés, los Hechos de los Apóstoles registran el
progreso del evangelio. El evangelio empezó en Jerusalén y el primer
sermón de salvación fue predicado a los judíos. Después de eso, el
evangelio fue a los gentiles.
Lucas termina el libro de los Hechos diciéndonos que Pablo estaba
en Roma, la capital del mundo de ese tiempo. Pero al principio, Pablo
se oponía al evangelio.
Los capítulos 2 y 3 de Hechos demuestran que tanto el progreso como
la oposición, existieron desde el principio. La batalla empieza cuando
el evangelio es predicado. El impacto y los eventos sobrenaturales
que no podían ser refutados, provocaron y despertaron enemistad.
El alcance de esta lección forma un todo cuando tenemos presente
que la sanidad del hombre cojo tuvo tremendas consecuencias. La
muchedumbre oye hablar de Jesús, el Sanedrín se involucra, los sa-
nadores son maltratados, el nombre de Cristo es confesado pública-
mente, y la iglesia aumenta y se arraiga más profundamente.
Examinemos las actividades de los apóstoles mientras ellos están:
I. En el templo
II. Ante el sanedrín
III. Entre los hermanos creyentes

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Nuevo Testamento

I. EN EL TEMPLO Referencias / Notas


A. La curación del hombre cojo
Desde hoy en adelante Pedro y Juan están juntos, así como ellos estu-
vieron antes de Pentecostés. Un cierto día, algún tiempo después de
Pentecostés, están en el templo. Es la hora de la oración, eso es, alrede-
dor de las tres de la tarde. Al parecer, no habían abandonado el templo.
En este lugar, podían fácilmente tener contacto con las personas.
En este momento, cuando muchos estaban yendo de camino al tem-
plo, un hombre cojo de nacimiento, es llevado a la puerta del templo
que se llama la Hermosa. Esta es la entrada principal entre el patio
exterior reservado para los gentiles y el patio más elevado. El cojo es
llevado diariamente para pedir limosnas en esta entrada muy transi-
tada. Su condición era patética. Estaba físicamente muy necesitado.
Hacía cuarenta años que había nacido cojo. Nunca había sido capaz
de caminar y debía ser traído, aunque podía sentarse. También era
muy pobre, ¡era un miserable desvalido! Su discapacidad desperta-
ba la piedad de los visitantes del templo.
Este mendigo cojo se sentaba allí día tras día para pedir limosna.
Así no habrá mendigos
Realmente era una vergüenza que se sentara allí. La ley de Moisés entre los tuyos, pues
prohibía mendigar (Deuteronomio 15:4), pero evidentemente esta ley Jehová te bendecirá con
no fue guardada. Por tanto, tenía que pedir para ganarse la vida, así abundancia en la tierra
como el hombre ciego de nacimiento (Juan 9:8). que Jehová, tu Dios, te
Este hombre ve a los dos apóstoles de Cristo cuando entran en el da por heredad, para que
templo y también les pide limosna. Ellos no pueden darle nada por- la tomes en posesión.
que, como Pedro dice: No tengo plata ni oro. Sin embargo, el hombre Deuteronomio 15:4
cojo no se ha dirigido a ellos en vano. A través de ellos, recibirá un Por eso, los vecinos y los
regalo que nunca pensó posible, aunque lo anhelaba. que antes lo habían visto
Pedro y Juan miran al hombre con interés y Pedro le dice: ¡Míranos! que era ciego, decían: --¿No
Los ojos escudriñadores de Pedro encuentran la mirada llena de ex- es este el que se sentaba y
pectativa del hombre que obedece y sigue mirando a Pedro y a Juan. mendigaba? Juan 9:8
Él no tiene ninguna idea de lo que sucederá. Pedro habla la palabra Entonces, llamando
de fe. Le da lo que él puede al mendigo. Toma al hombre por su mano a sus doce discípulos,
derecha y percibe en sí mismo la habilidad y la comisión dada a él les dio autoridad sobre
por Cristo (Mateo 10:1, 8). los espíritus impuros,
¡El hombre cojo es sanado completamente! Según Lucas, el médico, para que los echaran
en seguida se le afirmaron los pies y tobillos. Ahora puede hacer lo fuera y para sanar
que nunca pudo hacer antes. No se desploma o tambalea, sino que toda enfermedad y toda
salta como un venado (Isaías 35:6). No es sorprendente que empiece dolencia. (…) Sanad
a mover inmediatamente sus pies anteriormente inválidos, él se une enfermos, limpiad leprosos,
a sus benefactores y entra con ellos en el templo y tenía asidos a Pedro resucitad muertos, echad
y a Juan. La más grande maravilla es que él no atribuye su sanidad a fuera demonios; de gracia
un hombre, sino que alaba al Señor por su gran poder y bondad. recibisteis, dad de gracia.
Mateo 10:1, 8
Entonces el cojo saltará
B. El sermón de Pedro como un ciervo y cantará
Una gran conmoción ocurre en el templo cuando ven al hombre sano. la lengua del mudo.
Las personas se llenaron de asombro y espanto. Todos conocían al Isaías 35:6
mendigo cojo que se sentaba en el mismo lugar todos los días. ¡Aho-
ra ellos lo ven caminando y saltando y le oyen alabar Dios! Pronto las

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas personas entienden que el milagro está conectado de algún modo
con Pedro y Juan. Las personas corren a uno de los cuartos del patio
Él dice: “Poco es para mí exterior donde están Pedro y Juan. Este es un pórtico que se llama
que solo seas mi siervo de Salomón. El Señor Jesús había caminado allí también y los judíos
para levantar las tribus intentaron apedrearlo (Juan 10:23, 31, 39). Pero ahora las personas
de Jacob y restaurar el no están enfadadas y tampoco se burlan, como lo habían hecho en
resto de Israel; también el día de Pentecostés. ¡Ellos admiran a Pedro y a Juan como los más
te he dado por luz de las grandes obradores de milagros del mundo! Notemos algunos pun-
naciones, para que seas mi tos de este sermón:
salvación hasta lo último La humildad. Las personas ven a Pedro como la causa de la sani-
de la tierra”. Isaías 49:6 dad. Él rechaza enfáticamente cualquier alabanza y da el honor sólo a
He aquí que mi siervo Cristo. Esto no fue efectuado por nuestro propio poder, ni por nuestra
será prosperado, será santidad, sino por Jesús, el Santo y el Justo (Isaías 49:6; 52:13; 53:11).
engrandecido y exaltado, Él fue glorificado por el Dios de nuestros padres, quien le ha dado a
será puesto muy en alto. éste esta completa sanidad. ¡Qué humildad de Pedro! No acepta la
Isaías 52:13 alabanza que no le pertenece y exalta grandemente a Cristo que fue
entregado y traicionado por estas personas.
Verá el fruto de la
aflicción de su alma y En varios momentos en Hechos 3 y 4, se menciona el nombre de Je-
quedará satisfecho; por su sús (3:6, 16; 4:7, 10, 12, 17, 18, 30). El versículo 16 es especialmente
conocimiento justificará significativo. Pedro no atribuye ningún uso mágico o encantamiento
mi siervo justo a muchos, a la sanidad. El nombre de Jesús no puede ser separado de su perso-
y llevará sobre sí las na. Su nombre es su revelación. El nombre de Cristo es Cristo, como
iniquidades de ellos. él mismo reveló.
Isaías 53:11 La fe es el regalo de Cristo y el medio de salvación del hombre. Aquí
Por la fe en su nombre, a se refiere a la fe de los apóstoles y a la del hombre nacido cojo. Por
este, que vosotros veis y la fe, ellos confiaron en Cristo.
conocéis, lo ha confirmado La contrición. Pedro les dice a las personas que son culpables ante
su nombre; y la fe que Jesús. El Dios de sus padres lo glorificó. Él mostró su gracia y poder
es por él ha dado a este
a este hombre nacido cojo, pero ellos lo habían rechazado en pre-
esta completa sanidad
sencia de los gentiles. Pedro les recuerda a los judíos de su elección
en presencia de todos
de Barrabás. Son culpables de la muerte de Jesús. ¡Mataron al Autor
vosotros. Hechos 3:16
de la vida! ¡Pero Dios lo ha resucitado de los muertos! ¡Qué contraste
La cual ninguno de los vergonzoso y humillante!
poderosos de este mundo
El ánimo. Hasta este punto Pedro había reprendido fuertemente al
conoció, porque si la
pueblo. Ahora, los exhorta a arrepentirse en una forma tierna y amo-
hubieran conocido, nunca
rosa. Se dirige a ellos como hermanos y los conforta con la esperan-
habrían crucificado al
Señor de la gloria. za del perdón. El Señor todavía los recibirá en la gracia. Ellos son
1 Corintios 2:8 culpables, pero no han cometido el pecado imperdonable contra el
Espíritu Santo. Ellos lo hicieron por ignorancia (1 Corintios 2:8).
Pero el que sin conocerla
hizo cosas dignas de Ellos habían sido instigados por sus gobernantes y actuaron de esta
azotes, será azotado manera principalmente porque fueron arrastrados. Un celo ciego los
poco, porque a todo había incitado. Su ignorancia reduce su medida de culpa, pero no
aquel a quien se haya los excusa (Lucas 12:48). Ellos fueron los instrumentos para cumplir
dado mucho, mucho lo que Dios había antes anunciado por boca de todos sus profetas, con
se le demandará, y al respecto a la necesidad del sufrimiento de Cristo.
que mucho se le haya El llamado de Pedro es bien entendido y llega a ellos con todo el
confiado, más se le pedirá. amor de su corazón: Arrepentíos y convertíos. Cambien su manera
Lucas 12:48 de pensar sobre Jesús. ¡Toda su actitud debe cambiar para que sean
borrados vuestros pecados!

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Nuevo Testamento

Nosotros no debemos entender esta exhortación como si pudiéra- Referencias / Notas


mos convertirnos por nuestro propio poder, sino que esta demanda
del Señor debe hacernos orar: Señor, ¡conviérteme! Tampoco nuestra Yo, yo soy quien borro tus
conversión se debe a nuestros propios méritos (Isaías 43:25). Dios rebeliones por amor de mí
nos perdona por su gracia debido al sacrificio de Cristo. Nuestra con- mismo, y no me acordaré
versión se demuestra por un cambio de vida. de tus pecados.
Entonces, continúa Pedro, vendrán los tiempos de refrigerio, es decir, Isaías 43:25
tiempos de renovación y reavivamiento, después del tiempo de se-
quedad. Como un teólogo famoso declaró: “Este es el pensamiento
que Pedro expresa aquí: ustedes judíos, conviértanse para que sus Porque para vosotros es la
pecados sean borrados, para que también para ustedes, que entre- promesa, y para vuestros
garon, traicionaron y mataron a Cristo, el tiempo de refrigerio pueda hijos, y para todos los que
venir. Dios envió a Cristo desde el cielo, destinado para ustedes en
están lejos; para cuantos el
primer lugar y por tanto, vino primero a ustedes, para levantar todas
Señor nuestro Dios llame.
las cosas para su salvación. Los judíos pueden suplicar la fidelidad
Hechos 2:39
inmutable del pacto del Señor porque las promesas son para ellos
(Hechos 2:39)”. En este momento el Señor les está mostrando su
favor misericordioso.
El sermón de Pedro es un ejemplo maravilloso de la predicación bí-
blica. ¡Él presenta a Cristo con solemnidad apropiada, persistencia
poderosa, advertencia apasionada, y una invitación dulce!
El Señor da su bendición de nuevo. El sermón que siguió al milagro
produjo frutos preciosos, porque muchos de los que habían oído la
palabra, creyeron; y el número de los varones era como cinco mil (He-
chos 4:4). ¿Quién puede resistirse a la obra de Dios?

II. ANTE EL SANEDRÍN


A. Pedro y Juan son arrestados
Aquellos que audazmente toman una posición por el nombre y la Acordaos de la palabra
causa del Señor tendrán que soportar la enemistad tarde o tempra- que yo os he dicho: “El
no. En este día importante, Pedro y Juan experimentaron la verdad de siervo no es mayor que su
lo que el Salvador había predicho (Juan 15:20). Ellos son asaltados señor”. Si a mí me han
incluso antes de que el sermón concluya. Hablando ellos al pueblo, perseguido, también a
vinieron sobre ellos los sacerdotes con el jefe de la guardia del templo, vosotros os perseguirán; si
y los saduceos (Hechos 4:1). Ellos tienen ira por las actividades de han guardado mi palabra,
estos hombres que ni siquiera son rabinos y sin embargo, enseñan también guardarán la
y también por el contenido del sermón: Jesús la resurrección de en- vuestra. Juan 15:20
tre los muertos. Los saduceos que rechazan del todo la resurrección
(Lucas 20:27) están especialmente molestos. Los líderes del pueblo
abusan de su poder y ordenan que los dos apóstoles sean arrestados Se acercaron entonces
para que ellos puedan cuestionarlos. Así los predicadores del evan- algunos de los saduceos,
gelio son encarcelados hasta el día siguiente, porque era ya tarde. los cuales niegan que
haya resurrección, y le
preguntaron…
B. Su declaración ante el Sanedrín Lucas 20:27
Al siguiente día, el Sanedrín tiene una reunión oficial. Los enemigos
de Jesús, tales como Anás y Caifás, están entre ellos. Recordemos
que estos líderes actuaron durante el sufrimiento del Señor. Todos
los que son importantes en Jerusalén asisten a esta reunión. Ellos

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas comprenden que todavía tienen que ver con Jesús, aunque le habían
dado muerte por medio de Pilato y los soldados habían sido soborna-
dos después de su resurrección.
Pedro y Juan deben presentarse ante el Sanedrín para dar cuenta de
sus acciones. También el hombre cojo que fue sanado. El concilio ju-
dío empieza su investigación preguntando: ¿Con qué potestad fueron
autorizados y habéis hecho vosotros esto?
Pedro y Juan estaban de pie en medio de estos líderes. ¡Hace sola-
mente unos días atrás, Jesús había estado de pie en medio de ellos
como un prisionero! Entonces Juan había permanecido callado y Pe-
dro había negado a Jesús en su presencia. Ahora, Pedro confiesa a
su Señor audazmente ante todo el concilio. Al dirigir su mirada sobre
las cabezas de los miembros del Sanedrín, se dirige a todo el pueblo
de Israel. Ni siquiera tiembla de miedo, ni mantiene su boca cerrada.
Él no tiene miedo porque está lleno del Espíritu Santo.
Pedro y Juan están siendo investigados por una asamblea legal, no
por un crimen que ellos hayan cometido, sino por hacer a alguien un
gran favor. Pedro confronta a los gobernantes con la verdad y se vuel-
ve acusador, recordándoles lo que ellos hicieron a Jesús. ¡Él testifica
poderosamente que Dios ha exaltado a Jesús y que es sólo por él que
este hombre está sanado!
Pero Pedro también usó esta oportunidad para predicar de Cristo.
No sólo proclama a Jesús como el Sanador de los problemas físicos,
sino sobre todo como el Salvador de almas. Sin Cristo ningún hom-
bre estará eternamente seguro, porque fuera de él no hay salvación.
La historia del mundo está llena de nombres de estadistas famosos,
generales, artistas y filósofos, pero ninguno puede salvar. En ningún
otro hay salvación, esta declaración excluye a todos excepto al único
Salvador, porque no hay otro nombre bajo el cielo. No importa cuán
lejos uno pueda ir, en toda la tierra no hay otro nombre... dado a los
hombres, en que podamos ser salvos.
¡Esto se aplica a todos! ¡Todos nosotros debemos ser salvos (Catecis-
mo de Heidelberg, Respuestas 29 y 30) y es solamente el nombre del
Salvador que puede salvarnos!

C. La absolución de Pedro y Juan


El Sanedrín está maravillado de la intrepidez de los apóstoles a quie-
nes consideran hombres sin letras y del vulgo, es decir, personas
comunes y corrientes sin entrenamiento académico. Pero, delante
del Sanedrín está el hombre sanado, una prueba que no se puede
negar.
El Sanedrín está en una posición difícil. ¿Qué hará? Mientras Pedro
y Juan son enviados fuera del cuarto, ellos conferencian entre sí, pe-
sando las consecuencias. Podrían aceptar que están convencidos,
pero no harán eso. Podrían castigarlos, pero no se atreven porque no
pueden encontrar una causa razonable y el pueblo podría armar un
escándalo si los declaraban culpables erróneamente.

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Nuevo Testamento

Por tanto, para prevenir la propagación de este incidente, toman la Referencias / Notas
decisión tonta y represiva de prohibir a Pedro y a Juan que hablen y
enseñen en el nombre de Jesús bajo amenaza severa. Sin embargo,
ellos son incapaces de negar el poder de Jesús. ¡Qué decisión patéti-
ca! El pueblo glorificó a Dios pero ellos quieren asustarlos.
Los apóstoles rechazan sus amenazas completamente. No manten-
drán sus bocas cerradas, a pesar de las amenazas de los gobernan-
tes terrenales. Si así lo hicieren, ellos desobedecerían su comisión
divina. ¿A quién deben obedecer?
¿No debe Dios ser obedecido antes que los hombres? (Hechos 5:29). Respondiendo Pedro y los
Su pregunta simple pero incisiva pone al Sanedrín en apuros. Los apóstoles, dijeron: --Es
jueces son incapaces de contestar y solamente repiten e intensifican necesario obedecer a Dios
sus amenazas arrogantes. No se atreven a hacer más y permiten antes que a los hombres.
que los discípulos se vayan. Posteriormente, el Sanedrín se dedicó a Hechos 5:29
perseguir severamente a los apóstoles. Pero ahora, el Señor, quien
guía todo, los detiene.

III. ENTRE LOS HERMANOS CREYENTES


A. La oración de la iglesia
Así como Daniel fue librado de la boca de los leones, los apóstoles
fueron librados de las manos de sus enemigos. El Señor no permitió
que los hirieran. Con gozo y agradecimiento, se dan prisa para con-
tarles a los suyos los hechos de Dios y las amenazas del Sanedrín.
¿Cuáles son los resultados? ¡La Iglesia empieza a orar! Durante la
persecución y los conflictos no hay mejor arma que la oración. Un
pueblo que ora es fuerte. Ellos ven en las experiencias de Pedro y
Juan el cumplimiento de la profecía (Salmos 2) que habla de estar a
favor o en contra de Cristo. Todo lo que pasó estuvo ordenado en la
providencia de Dios y su consejo. Los creyentes aceptan esto en fe
y oran por la seguridad y el poder de la mano de Dios para que ellos
puedan ser fieles y valientes y no tener miedo de las personas. Oran
por la gracia de Dios para que el pueblo crea en Jesús.
Esta oración, en armonía con la voluntad de Dios, es escuchada y
respondida, porque el Señor da inmediatamente una señal para de-
mostrar esto: el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fue-
ron llenos del Espíritu Santo, y ellos hablaban con denuedo la palabra
de Dios. ¡Esto es completamente contrario a la orden del Sanedrín
de quedarse callados! Dios usó el milagro para dar testimonio de sí
mismo. El Señor trabaja a menudo de esta manera. ¡Así es como su
salvación fue revelada en Jerusalén!

B. La bendición que la iglesia experimentó


En conclusión, la obra del Espíritu Santo prevaleció en la primera
congregación cristiana. El Señor da su bendición donde hay paz y
unidad. Las amenazas del enemigo unen más estrechamente a los
creyentes. Ellos eran de una mente, de un corazón y un alma. Cuando
nosotros consideramos el tamaño de la congregación, esto es verda-
deramente significativo.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Los creyentes compartieron sus posesiones entre sí, aunque el dere-
cho de propiedad no fue cedido. Ningún pobre estaba en necesidad.
La suma total de las tierras y de las casas que fueron vendidas, eran
puestas a disposición de los apóstoles y se repartía a cada uno según
su necesidad.
La oración comunal une a las personas en sus vidas y en sus ale-
grías. Era imposible que tal comunidad no fuera una inspiración. Con
gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor
Jesús. Este es un tema que se repite en el libro de los Hechos. Esto
ocurre en el sermón de Pedro en el día de Pentecostés, así como en
sus contactos con las personas y con el Sanedrín.
No es de sorprenderse que los creyentes tuvieran gran apoyo de las
personas. Los gobernantes habían empezado a mostrar su enemis-
tad, pero el pueblo los ayudó y honró a los cristianos: Abundante gra-
cia era sobre todos ellos. Porque eran uno en la fe en Cristo, en amor
los unos con los otros y en la oración al Señor, ellos pudieron llevar a
cabo su llamado fielmente y con poder. Las labores de los apóstoles
fueron bendecidas ricamente por Dios de quien y a través de quien
son todas las cosas. ¡Qué ejemplo a seguir!

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Nuevo Testamento

69
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

ANANÍAS Y SAFIRA
Texto de referencia:
Hechos 5:1-16

Versículo para memorizar:


He aquí habréis pecado ante Jehová; y sabed que vuestro pecado os
alcanzará. Números 32:23

INTRODUCCIÓN
Después que el Espíritu Santo fuera derramado, la iglesia en Jerusa-
lén aumentaba en número todos los días. En el día de Pentecostés
tres mil personas vinieron a la fe y el Señor se mantuvo añadiendo a
la iglesia los que serían salvos.
La comunión de los santos floreció como nunca antes. Pero la obra
del Señor es siempre probada. Satanás intenta, en lo posible, des-
truir. Primero, usó burladores que intentaron desacreditar el trabajo
del Espíritu Santo en los que hablaron en otras lenguas. Luego, usó
al Sanedrín para intimidar y amenazar a los apóstoles para que de-
jaran de predicar después de la curación del hombre cojo. Los dos
intentos fallaron. Ahora, el diablo va a intentar trabajar dentro de la
iglesia para destruirla. Sobre esto se trata esta lección.
El asunto de Ananías y Safira nos presenta una descripción lle-
na de temor y miedo. La sombra oscura de esta historia contrasta
grandemente con la luz maravillosa que llenaba la primera iglesia
cristiana.
Ananías y Safira son un ejemplo y un símbolo de advertencia. Son la
evidencia de que incluso cuando la comunión de los santos florece,
hay también en medio de ellos los que son impíos y buscan su propio
honor. Hay siempre cizaña entre el trigo. Dentro de la congregación
de los verdaderos creyentes del Señor están ocultos los testigos fal-
sos. Ellos se pusieron a sí mismos al servicio de Satanás y Dios los
desenmascaró a su debido tiempo.
Cuando relatemos esta historia es importante que dirijamos nuestra
conciencia a estos modelos de creyentes, que existen hasta ahora.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas ¡Cualquiera que piense que está firme debería examinarse a sí mis-
mo! Es de suma importancia ser honestos ante el gran conocedor de
los corazones, por tanto necesitamos orar fervientemente para ser
verdaderos ante Dios y el hombre. Analicemos:
I. El pecado de Ananías y Safira
II. El castigo de Ananías y Safira
III. La aplicación

I. EL PECADO DE ANANÍAS Y SAFIRA


A. La contribución de los bienes era voluntaria
Los hechos malos de estos dos miembros hipócritas de la iglesia
serán discutidos. Sus nombres están grabados en negro porque los
dos fueron culpables de un pecado despreciable. Antes de relatar
este pecado horrible es necesario destacar la belleza de la iglesia de
Jerusalén como se encuentra en Hechos 2 y 4, para que el contraste
sea más notable. El capítulo 4 recalca que la unidad en la fe y en el
amor de los primeros cristianos produjo frutos en su vida diaria.
Así que no había entre Cuando la iglesia fue constituida era como una familia y se ayudaban
ellos ningún necesitado, entre sí en sus necesidades. Muchos que habían sido bendecidos
porque todos los que con posesiones terrenales vendieron sus tierras y sus casas (Hechos
poseían heredades o casas, 4:34), y libremente dieron los beneficios para apoyar los servicios de
las vendían, y traían el los apóstoles y para ser distribuidos según las necesidades de los
producto de lo vendido. pobres. Estos eran actos completamente voluntarios. Nadie estuvo
Hechos 4:34 obligado a entregar su riqueza. Los ricos no fueron obligados a entre-
gar sus bienes. Tampoco los bienes llegaron a ser posesiones comu-
nales para ser compartidas a voluntad. Los que vendían sus bienes
Entonces José, a quien lo hacían voluntariamente, motivados por el amor a la enseñanza de
los apóstoles pusieron por Cristo de ayudar a los menos privilegiados que eran partícipes de la
sobrenombre Bernabé misma fe. Hubo varios creyentes que hicieron esto. Entre ellos se
(que significa “Hijo de nombra a Bernabé que vendió su tierra (Hechos 4:36).
consolación”), levita,
natural de Chipre.
Hechos 4:36 B. El engaño de Ananías y Safira
Cuando dos hacen la misma cosa, no siempre lo hacen con el mis-
mo sentido. El ejemplo hermoso de Bernabé fue copiado de una
mala manera.
Un hombre llamado Ananías y su esposa Safira eran miembros de la
iglesia de Jerusalén. Ananías era un hacendado adinerado y, según
el versículo 3, vendió su tierra. Con el conocimiento de su esposa,
guardó parte del precio de esta tierra para sí mismo y dio el resto a
los apóstoles, aparentando que estaba dando la suma entera.
Es importante indicar que esta pareja estaba cometiendo un pecado
muy grande. Las razones siguientes muestran por qué esto es así.
Los esposos estuvieron unidos en el pecado. Al parecer Ananías
tomó la iniciativa. Fue él quien tomó acción. Safira, sin embargo,
estaba totalmente de acuerdo con su marido. Pudo haberlo detenido
de cometer esta mala acción, pero no lo hizo. Al contrario, ella estuvo

| 532 |
Nuevo Testamento

de acuerdo. Pedro la desenmascaró cuando le preguntó: ¿Por qué Referencias / Notas


convinisteis en tentar al Espíritu del Señor?
Ellos no fueron motivados por los principios correctos cuando estu-
vieron de acuerdo en vender su tierra. El Espíritu Santo había produ-
cido el amor en la iglesia para que sus miembros se ayudaran entre
sí. Esta pareja mala quiso compartir en esta acción generosa, pero
no fueron motivados por el amor. Su motivo era el orgullo propio.
Cuando vieron a otros traer sacrificios, ellos no quisieron quedarse
atrás. Sintieron que deberían hacer también algo. No quisieron ser
considerados como inferiores, sino que querían sobresalir, así como
Bernabé que vendió algunas de sus posesiones para ayudar a los
pobres. Ellos querían recibir el honor y la alabanza del pueblo. Pero
el Señor mira el corazón.
Además del honor, sus corazones codiciaban el dinero. Ellos que-
rían ser conocidos como miembros altruistas de la congregación.
Estaban deseosos de dar un regalo grande para obtener este honor.
Pero, no pudieron darlo todo. Quisieron dar la apariencia de que no
se guardaron nada. Y se embarcaron por un camino en el cual espe-
raban recibir gran honor sin mayor sacrificio.
Ellos intentaron dividir sus corazones entre Dios y mamón. Dieron
algo a Dios para ser alabados por su generosidad y guardaron algo
para mamón que realmente era su dios. Jesús dice que es imposi-
ble servir a Dios y a mamón. ¡El pecado de la codicia es un pecado
peligroso!
Nosotros deberíamos recordar que su acción no fue el resultado de
un impulso súbito, sino que fue planeada cuidadosamente. Ninguna
acción irracional estuvo involucrada, sino que ellos fueron motivados
por un plan malo y pecaron deliberadamente. Ananías y su esposa
planearon esto juntos. Ponerse de acuerdo para hacer lo bueno es
deseable y laudable, pero planear y apoyarse entre sí para hacer lo
malo es satánico.
Es evidente que la codicia por el dinero y el orgullo llevaron a Ana-
nías y Safira a este engaño. Cuando decidieron poner su plan en ac-
ción nada los detuvo. Estos hipócritas estaban muy seguros de que
podían engañar a los apóstoles.
¿Alguien sabía lo que ellos habían acordado hacer juntos? Ananías
se presenta y pone su regalo a los pies de los apóstoles. Exteriormen-
te parece ser muy sincero y generoso pero realmente es un mentiro-
so. Con tal de presentar una buena imagen, parece no molestarle la
falta del fruto indispensable del Espíritu. ¡Qué burla!
Vemos aquí que un pecado vil engendra un pecado más vil. ¡Qué
hipocresía hay aquí! ¡Esta es una pretensión vacía de la piedad sin
ninguna substancia! La actitud de nuestro corazón y nuestras accio-
nes exteriores deben coincidir.
Ananías y Safira quieren ser estimados como miembros principales
de la iglesia mientras sus corazones están carentes del verdadero
temor de Dios. Ellos aparentan ser temerosos de Dios, pero interior-
mente han planeado pecar y siguen el camino de la maldad. Ellos

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas no huyen del mal y no se arrepienten de formar parte de un vil plan.
Sin embargo, no escaparán de la justicia, porque Dios odia la hipo-
cresía.

II. EL CASTIGO DE ANANÍAS Y SAFIRA


A. El descubrimiento del pecado
Entonces entró y se Pero Pedro estaba enterado de todo este plan desde el principio. Él
presentó ante su señor. no sólo tenía una sospecha vaga, una idea o suposición de lo que es-
Eliseo le dijo: --¿De dónde taba pasando, sino que sabía todo. Por tanto, se dirige a ellos sin va-
vienes, Giezi? --Tu siervo cilación y de una manera acusadora. Este conocimiento no es suyo.
no ha ido a ninguna parte Pedro no es omnisciente, así como tampoco Eliseo lo era cuando
--respondió él. Pero Eliseo Giezi intentó engañarlo (2 Reyes 5:25-26).
insistió: --Cuando aquel Fue Dios, a través de su Espíritu, quien le dio esta revelación espe-
hombre descendió de su cial. Las palabras de Pedro son duras: Ananías, ¿por qué llenó Sata-
carro para recibirte, ¿no nás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo? Notemos que él
estaba también allí mi no le pregunta por qué Satanás lo ha instigado, sino por qué él ha
corazón? ¿Acaso es tiempo llenado su corazón.
de tomar plata y tomar
vestidos, olivares, viñas, Pedro quiere decir, ¿por qué no oraste y luchaste contra las tentacio-
ovejas, bueyes, siervos y nes peligrosas de Satanás? ¿Por qué prestaste oído a su tentación
siervas? 2 Reyes 5:25-26 malvada? ¿Por qué le diste un lugar tan ávidamente a él y por qué
está tu corazón tan lleno de intención y acción satánica?
El diablo es el gran engañador, pero el hombre que peca voluntaria-
mente cediendo ante la tentación de Satanás es responsable por su
pecado y personalmente es culpable.
En contraste con la llenura del Espíritu Santo, aparece la llenura de
Satanás. ¡Qué terrible contraste! “Se debe evitar toda clase de menti-
ras y engaños como las obras propias del diablo”, declara el Catecis-
mo de Heidelberg en la Respuesta 112.
El verdadero carácter del pecado de Ananías se revela en las pala-
bras, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu
Santo?, y en la declaración de Pedro no has mentido a los hombres,
sino a Dios. Esa es la peor parte de su pecado. Tres horas más tarde,
Pedro confrontó a Safira con una acusación similar: ¿Por qué convi-
nisteis en tentar al Espíritu del Señor?
La mentira de Ananías no es una falta pequeña e insignificante.
Cuando intenta engañar a los apóstoles parece que solamente está
tratando de mentir al hombre. Debemos recordar que el Espíritu
Santo había sido dado a los apóstoles en gran medida. Ananías sa-
bía eso. Sin embargo, había diseñado este hecho en su corazón. Él y
su esposa eran miembros de la iglesia y habían visto las obras mara-
villosas del Espíritu Santo. Pero persistieron en su pecado.
Lo que hicieron es mucho peor que engañar al hombre. ¡Ellos in-
tentaron engañar a Dios! Intentaron mentir al Espíritu Santo, que es
Dios, como si esto fuera posible. Ellos lo tentaron, es decir, que lo
probaron para ver si sería engañado por ellos. Se atrevieron a probar
si el Espíritu Santo, que vive en la Iglesia de Cristo, es el conocedor
de los corazones y si puede ser engañado sin ninguna consecuen-

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Nuevo Testamento

cia. Ananías y Safira fueron como el pueblo de Israel en el desierto Referencias / Notas
en Masah y Meriba que probaron a Dios para ver cuán lejos podían
ir (Éxodo 17:7; Salmos 95:8). Ananías y Safira sabían que el Señor Y dio a aquel lugar el
prohíbe el engaño. Ellos esperaban que su hecho permaneciera es- nombre de Masah y
condido y no fuera castigado. ¡Qué terrible! Meriba, por la rencilla de
Hay más. Ellos aumentaron su culpa porque esta era una acción los hijos de Israel y porque
totalmente innecesaria. Pedro les dice explícitamente: Reteniéndola, tentaron a Jehová al decir:
¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? Nadie te “¿Está, pues, Jehová entre
pidió, nadie te forzó a vender tu tierra. Tú eras el dueño y podías de- nosotros o no?”
terminar qué hacer con tu propiedad. Éxodo 17:7
El dinero era tuyo para guardarlo o regalarlo, sea en parte o todo. Era
completamente aceptable guardar parte del precio de la venta para No endurezcáis vuestro
ti, pero regalar una parte como si fuera todo no era aceptable. Tú has corazón, como en Meriba,
actuado bajo pretensiones falsas y eso es muy malo. como en el día de Masah
en el desierto.
Salmos 95:8
B. El castigo de Ananías
La hipocresía de Ananías es expuesta en toda su maldad. Él escucha
pero no tiene ninguna defensa. Ni siquiera tiene la oportunidad de Mas yo por la abundancia
decir algo. Inmediatamente, al oír las palabras de Pedro, cayó y expi- de tu misericordia entraré
ró. ¡Qué castigo terrible! ¿Murió del susto o de una muerte repentina? en tu Casa; adoraré con
Eso no importa. reverencia hacia tu santo
templo. Salmos 5:7
La muerte de Ananías no fue un accidente fatal, sino que debe ser
vista como un acto directo de la ira justa de Dios. Pedro no castiga a
Ananías. Dios mismo está juzgándolo. Pedro es usado por el Señor
para revelar el engaño de Ananías y anunciar el juicio de Dios, para
que nadie pueda decir que esto fue un accidente (Salmo 5:7).
Inmediatamente el cuerpo de Ananías es tomado para ser enterrado.
Los jóvenes que estaban presentes, lo sacaron y lo enterraron. Ellos
le quitaron la ropa y le envolvieron con sábanas mortuorias y, tan
rápido como fue posible, su cuerpo fue colocado en la tumba.

C. Safira afirma su parte en el engaño y es juzgada


Aproximadamente tres horas más tarde Safira va a la iglesia. Ella
tal vez había estado preocupada por la ausencia larga de su esposo
o quizás fue porque esperaba recibir su porción de alabanza por el
regalo importante. Las Santas Escrituras no nos dicen la razón por
la que ella fue. En todo caso, ella ignoraba lo que le había pasado a
su esposo.
Se le da la oportunidad de decir la verdad. El dinero está todavía
presente. Pedro lo señala y se dirige a ella con la pregunta: Dime,
¿vendisteis en tanto la heredad? No hay duda que todos la miran.
¿Aprovechará ella la oportunidad que se le ofrece para salir de la
trampa del pecado y confesar su culpa? Pedro demanda de una ma-
nera irresistible que ella hable la verdad y nada más que la verdad.
Pero, ¡ay! Sin cambiar de color ella se aferra a su mentira y afirma:
Sí, en tanto.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Usted puede sentir la indignación en la voz de Pedro cuando le dice:
¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? ¿Cómo puedes
burlarte del Espíritu Santo? Una persona que le permite a Satanás lle-
nar su corazón para tentar al Espíritu del Señor irá de mal en peor.
Aquellos que permiten que sus corazones sean endurecidos por el
pecado para hacer lo malo, serán enredados por las ataduras del
pecado, y ninguna excusa será válida para sus acciones desvergon-
zadas. Será imposible detenerse en este camino del mal, a menos
que el Espíritu de Dios obre irresistiblemente para dar la gracia de la
verdadera conversión. ¡Qué terrible es actuar engañosamente cuan-
do las cosas de Dios están involucradas!
El apóstol, en el nombre del Señor, pronuncia sobre Safira el mismo
juicio que terminó con su marido. Su pecado es tan malo como el de
Ananías. Por tanto, el veredicto es: He aquí a la puerta los pies de los
que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti.
El castigo sigue inmediatamente al veredicto. Safira cae al instante
a los pies del apóstol y, para la consternación de todos, muere al
instante. Los jóvenes que regresan la encuentran muerta. Apenas
regresan de un entierro, ellos tienen que preparar otro.
¡Qué terrible es entrar en la eternidad de esta manera y presentarse
así delante del Dios viviente! Verdaderamente hay un Dios que vive
para llevar a cabo sus juicios sobre la tierra.

III. LA APLICACIÓN
A. La hipocresía es un pecado serio
De esta historia se puede deducir algunas aplicaciones del castigo
realizado. Esta desdichada pareja experimentó que su plan maligno
para intentar engañar al Señor no tuvo éxito. ¿Cuáles fueron las con-
secuencias de su engaño y pretensión? Mientras vivían recibieron
vergüenza y después de su muerte recibieron perdición eterna. Ellos
conocían el buen camino, pero a pesar de eso no caminaron en él y
fueron castigados. También ocurrió igual con Coré y sus compañe-
ros (Números 16) y Giezi (2 Reyes 5).
Sobre todo, debe estar tan claro como la luz del día, que de Dios
nadie se burla. Esta es la lección más importante de esta historia:
el Señor es justo y mantiene la santidad de su iglesia. El Espíritu
Santo tiene una controversia con el espíritu malo y castiga a los que
transgreden.
Es verdad que el castigo no siempre sigue inmediatamente sobre
el pecado. Ananías y Safira no eran los únicos engañadores en la
iglesia de Cristo. Otros engañadores, que vinieron después de ellos,
no fueron cortados por Dios de la misma manera severa. Pero esto
marca el camino de Dios: donde quiera que un nuevo período llegue
o se establezcan nuevas circunstancias y relaciones y, cuando un
pecado específico es cometido por primera vez, el Señor viene inme-
diatamente con su castigo, de tal forma que los transgresores sean
hechos ejemplos de su justicia airada. Esto es para que otros sean
refrenados de caer en el mismo mal.

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Nuevo Testamento

Ha habido muchos asesinos, pero el primero, Caín, fue castigado en Referencias / Notas
una manera extraordinaria. Hay muchos que se han detenido entre
dos deseos y han querido ser salvos, pero no pudieron abandonar
el mundo. La primera persona en cuya vida se expresa esto fue la
esposa de Lot. Ella es un ejemplo de la ira de Dios por este pecado.
Hay muchos que roban lo que le pertenece a Dios, pero el primero
que se hizo culpable de este pecado, cuando Israel entró en Canaán,
fue Acán. Fue apedreado.
De igual manera, cuando la iglesia cristiana fue establecida, el Se-
ñor mostró su ira santa de una manera especial con los primeros
que fueron sorprendidos en este lazo de Satanás. Esto sucedió así
para que nosotros tengamos temor de cometer dicho pecado.
La paciencia del Señor es muy grande y es lento para la ira. Pero el
castigo vendrá ciertamente sobre los que son inconversos. ¡Por tan-
to, debemos encontrar redención y perdón, limpieza y renovación en
Cristo mientras es el tiempo de la gracia!

B. Las lecciones para la fe


El temor del Señor en las historias de Ananías y Safira debería llevar-
nos a la fe. Debemos reconocer lo que declara la Escritura: y vino un
gran temor sobre todos los que lo oyeron. Se menciona dos veces el
hecho del gran temor en esta porción de la Escritura (versículos 5 y
11). Los juicios de Dios deben haber dejado una impresión profunda
en los jóvenes que enterraron a esta pareja. Por eso, desde pequeños
debemos aprender a tener temor del pecado y no tolerar el mal.
Satanás busca tentarnos. ¡Aflicción para los que escuchan al diablo
y desprecian el llamado de Dios! Estamos entre dos polos opuestos:
en un polo está el diablo, mentiroso y asesino desde el principio y, en
el otro está Jesús, el Salvador fiel que nos llama gentilmente: ¡hijo,
hija, dame tu corazón! Él busca sinceridad y desea la verdad en lo ín-
timo. Él nos advierte: ¡velad y orad para que no caigáis en tentación!
Finalmente, la iglesia en Jerusalén no fue dañada por este castigo de
Ananías y Safira, así como es beneficioso y no dañino que un árbol
sea podado. Al contrario, el temor sanador unió más estrechamente
a los justos y los hizo más cuidadosos en su lucha contra los deseos
impíos. Quienquiera que es llamado por el nombre de Cristo debe
dejar toda injusticia y debe decir: La mentira aborrezco y abomino; Tu
ley amo (Salmos 119:163).
Los que no pertenecían a la iglesia se llenaron de gran temor porque,
en medio de tantas maravillas de sanidades y milagros, se produjo
un juicio severo. Nadie se atrevió a unirse a la iglesia, pero los que
vinieron a la fe verdadera se unieron libremente y hubo gran número
así de hombres como de mujeres.
La oración de la iglesia fue contestada de tal forma que el trabajo
de los apóstoles se esparció, incluso en un círculo más amplio. Los
que estaban fuera miraban a los creyentes con respeto y asombro,
reconociendo que el Señor trabajaba poderosamente. Así Dios usó
las ofensas de Satanás, para el bien de su pueblo.

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La Historia de la Salvación

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Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

LA PERSECUCIÓN Y EL MARTIRIO
DE ESTEBAN
Texto de referencia:
Hechos 5:17-7:60

Versículo para memorizar:


Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande
nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos
asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.
Hebreos 12:1

INTRODUCCIÓN
Poco después de Pentecostés, el Sanedrín se opuso a la obra ma-
ravillosa del Espíritu Santo. Pedro y Juan fueron arrestados cuan-
do sanaron al hombre cojo y predicaron a Jesús. Fueron absueltos
después de ser amenazados severamente (Hechos 4). Algún tiempo
después todos los apóstoles fueron encarcelados y después puestos
en libertad de una manera milagrosa. Había todavía más por venir. El
Saulo consentía en su concilio judío, temeroso del pueblo que apoyaba a los apóstoles, no
muerte. En aquel día se atrevía a actuar pero la intensidad de su odio aumentaba.
hubo una gran persecución Después de un tiempo relativamente corto de descanso, una per-
contra la iglesia que secución general y severa se levantó contra la iglesia en Jerusalén
estaba en Jerusalén, y (Hechos 8:1). A estas alturas la ruptura entre el judaísmo y el cris-
todos, salvo los apóstoles, tianismo se volvió un hecho cumplido. El catalizador fue el apedrea-
fueron esparcidos por miento de Esteban. Él fue el primero de una lista larga de mártires.
las tierras de Judea y de La palabra “mártir” significa “testigo”, denotando en particular a una
Samaria. Hechos 8:1 persona que sella con su vida su testimonio por Cristo, literalmente:
un testigo de sangre.
La Palabra de Dios nos relata en forma detallada los eventos que
condujeron al martirio de Esteban. Este es un punto crucial y de gran
importancia para la iglesia. Quién era, qué hizo, cómo fue tratado,
su testimonio y cómo murió, son algunas de las preguntas que debe
estudiar. Aquí hay una amplia oportunidad para señalar lo enorme
del pecado y el poder de la gracia.

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Nuevo Testamento

Mientras la historia se despliega, veremos a Esteban como: Referencias / Notas


I. Un trabajador capaz
II. Un testigo intrépido
III. Un mártir fiel

I. UN TRABAJADOR CAPAZ
A. La institución del oficio de diácono
El trabajo de Esteban en la iglesia fue de corta duración. Era como
un cometa que aparece por un momento y pronto desaparece en-
tre las estrellas numerosas del cielo. Sin embargo, su trabajo fue
notablemente bendecido. Despertó la persecución fanática pero su
muerte de mártir produjo una gran cosecha. Él continúa siendo una
estrella brillante en la historia de la iglesia cristiana.
Esteban era un israelita, porque se refirió a nuestro padre Abraham
(Hechos 7:2). Nació probablemente fuera de Palestina porque tenía
un nombre griego. Esteban significa “corona”. Probablemente uno
de los judíos de la dispersión llamados helenistas. Esto también ex-
plicaría el porqué los judíos helenistas en Jerusalén fueron los pri-
meros en oponérsele.
No sabemos nada sobre su juventud, tampoco relata la Santa Escri-
tura cuándo y cómo vino a la fe en el Señor Jesucristo. Se subraya
varias veces que era excepcionalmente dotado y una persona exce-
lente. Era un varón lleno de fe y del Espíritu Santo, (...) lleno de gracia
y de poder. Algunos manuscritos tienen lleno de gracia, que significa
que su vida estaba caracterizada por la gracia y el poder. Era impo-
sible para sus oponentes resistir a la sabiduría y al Espíritu con que
hablaba. Estaba lleno del Espíritu Santo (6:5, 8, 10; 7:55).
Cuando Esteban fue ordenado como diácono, llegó a ser una perso-
na prominente en la iglesia. El llamado de los apóstoles era llevar a
cabo el servicio de la Palabra y la oración para edificar a la iglesia y
gobernarla. También recibían dinero de los ricos para el cuidado de
los necesitados.
Cuando la iglesia creció en una forma increíble y rápida, los apósto-
les estaban tan ocupados que eran incapaces de cumplir su llama-
do. Las cosas ya no iban bien y el descontento creció en la iglesia.
Los miembros de habla griega se quejaron de los miembros que eran
palestinos de nacimiento, porque sus viudas eran abandonadas en
la distribución diaria del pan. No era correcto que algunos fueran
ayudados regularmente y otros pasados por alto.
Para remediar este abuso los deberes de los apóstoles tenían que
ser reducidos. Así sucedió que hombres de buena reputación, dota-
dos con el Espíritu Santo y dotados de la sabiduría necesaria, fueron
escogidos por la congregación y ordenados por los apóstoles como
“diáconos”, para cuidar y promover apropiadamente el bienestar de
los pobres. El oficio de diácono nació de una necesidad y su estable-
cimiento marcó un nuevo desarrollo en la organización de la joven
iglesia.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas B. Esteban es el medio para el crecimiento de la iglesia


Las buenas relaciones en la iglesia continuaron y el establecimiento
Pero la palabra del Señor del oficio de diácono también contribuyó para la expansión del evan-
crecía y se multiplicaba. gelio en la ciudad que había rechazado a su Mesías. Varias veces
Hechos 12:24 Lucas usa una expresión descriptiva, y crecía la palabra del Señor (He-
chos 6:7; 12:24; 19:20), para denotar el crecimiento de la iglesia. La
iglesia crecía y se extendía rápidamente entre el pueblo y había ben-
Así crecía y prevalecía diciones: el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en
poderosamente la palabra Jerusalén. Incluso muchos de los sacerdotes obedecían a la fe. Esto
del Señor. Hechos 19:20 es notable, ya que ellos habían sentido mucho odio. ¡Ahora muchos
eran persuadidos por el Espíritu Santo para llegar a ser obedientes a
la fe! ¡Dios tiene sus elegidos por todas partes y su poder omnipoten-
te es capaz de traerlos!
Esteban fue el medio en las manos del Señor para este crecimiento
maravilloso de la iglesia. El Espíritu Santo lo equipó con dones ex-
cepcionales. La iglesia juzgó que poseía los dones requeridos por los
apóstoles como una condición para la selección de diáconos. Fue al
parecer su primera elección porque su nombre aparece a la cabeza
de la lista de los siete diáconos. Cuidó muy bien de las necesidades
de sus hermanos y hermanas pobres en Cristo y también se volvió un
excelente colaborador de los apóstoles.
Esteban también llegó a ser un colaborador poderoso en otros as-
pectos. Era competente para predicar la Palabra y tenía el don de
realizar grandes prodigios y señales entre el pueblo. No era un mago
sino que realizaba maravillas a través del Espíritu Santo que obraba
muy poderosamente por medio de él. Además de los apóstoles, Es-
teban fue el primero de quien nosotros leemos que hizo maravillas
y milagros en la iglesia. Realizó grandes maravillas para promover la
predicación del evangelio. No hay duda de que benefició a muchos
con sus dones. Esteban trabajó para llevar a la iglesia a una posición
más alta de desarrollo.

II. UN TESTIGO INTRÉPIDO


A. Esteban defiende el evangelio
No es de sorprenderse que el hombre que fuera estimado tan grande-
mente por los creyentes, pronto atrajera la atención de los enemigos
del evangelio. Los oponentes de Cristo y su iglesia sintieron temor de
la gran influencia de Esteban y empezaron a disputar con él. En Je-
rusalén había sinagogas de judíos griegos (helenistas) que eran de
África del Norte y Asia Menor. Algunos de sus líderes eran grandes
polemistas y empezaron a disputar con Esteban. Ellos le hacían toda
clase de preguntas ingeniosas para intentar enredarlo.
Pero Esteban no tenía miedo y no los evitaba. No era su intención
disputar sobre cosas santas, pero los refutaba en forma seria y con-
vincente. ¡No tuvo miedo de defender su fe y fue capaz de resistirles!
¡Sería muy útil si más creyentes en Cristo fueran como él!
Esteban estaba de pie, solo, contra muchos, pero no eran capaces
de superarlo. Al contrario, no podían resistir a la sabiduría y al Espíri-

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Nuevo Testamento

tu con que hablaba, no pudieron convencerlo. ¿Por qué no? Los que Referencias / Notas
defienden la verdad no pueden ser derrotados. Esto está en cumpli-
miento con la promesa de Cristo (Lucas 21:15), y por consiguiente, Porque yo os daré palabra
estos oponentes fueron incapaces de resistirlo. ¡Esteban era supe- y sabiduría, la cual
rior que ellos, pues el Espíritu obraba a través de él! no podrán resistir ni
contradecir todos los que
se opongan. Lucas 21:15
B. Esteban es acusado falsamente
Cuando los enemigos pierden, normalmente se enfadan. ¡Es com-
prensible pero cobarde! Ellos quieren cerrar la boca de Esteban cues-
te lo que cueste. Si no fueron capaces de derrotarlo en los debates,
ahora buscan alcanzar su meta de otra manera y no vacilan en usar
métodos despreciables. Cualquier arma sirve para derrotarlo.
Ellos empiezan a buscar hombres que quieran voluntariamente ser
usados como instrumentos contra Esteban. Entonces sobornaron a
unos [es decir, que ellos contrataron a hombres] para que dijesen que
le habían oído hablar palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios.
Estos falsos testigos debían mezclarse con el pueblo para incitar a
la opinión pública en contra de Esteban. Hasta ahora el pueblo en
general había estado dispuesto favorablemente hacia la iglesia. Por
eso, estos enemigos quieren intentar influir en la opinión pública en
contra de la iglesia, usando a estos provocadores de multitudes. Su
objetivo es despertar el temperamento del pueblo en contra de Este-
ban para que lo vean como una persona blasfema y profana.
El plan tuvo éxito. El pueblo se levantó y los ancianos y escribas es-
taban ávidos de confirmar las falsas acusaciones. Los que inicial-
mente trabajaron detrás de la escena, estaban deseosos de agarrar
a Esteban y arrestarlo como si fuera un criminal y traerlo ante el Pero vosotros decís:
Sanedrín para acusarlo y condenarlo. “Cualquiera que diga a
Los líderes del pueblo no tuvieron dificultad en conseguir testigos su padre o a su madre:
falsos que acusaran a Esteban. Las acusaciones que se hicieron en Es mi ofrenda a Dios
contra de Esteban inclusive fueron exageraron. Esteban fue acusado todo aquello con que
de hablar palabras blasfemas contra el lugar santo y contra la ley y de pudiera ayudarte, ya
afirmar que ese Jesús de Nazaret destruirá el lugar, y cambiará las cos- no ha de honrar a su
tumbres dadas por Moisés. Note también cómo ellos mencionaban padre o a su madre”.
despectivamente a Jesús. Así habéis invalidado el
mandamiento de Dios
¡Estas acusaciones eran muy serias porque herían a Dios, a su tem- por vuestra tradición.
plo, a su ley y a las tradiciones de los padres! Realmente, las en- (…) pues en vano me
señanzas del Señor Jesús no contradijeron a Moisés. Lo contrario honran, enseñando como
era verdadero: las enseñanzas de los fariseos hicieron ineficaces las doctrinas mandamientos
leyes de Dios (Mateo 15:5-6, 9). Fue Cristo quien predicó el sentido de hombres.
completo y espiritual de la ley. Cristo no vino a anular la ley sino a Mateo 15:5-6, 9
cumplirla (Mateo 5:17).
Era de esperarse que Esteban también predicara que la muerte y
la resurrección de Cristo completaron la dispensación antigua, que No penséis que he venido
las leyes ceremoniales ya no eran obligatorias y que Jerusalén y el a abolir la Ley o los
templo serían destruidos debido al gran pecado de rechazar al Me- Profetas; no he venido
sías. Esteban apoyó estas enseñanzas con evidencia contundente. a abolir, sino a cumplir.
Sus enemigos no pudieron refutar a Esteban, por tanto usaron la Mateo 5:17

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas calumnia para quitarlo del camino. Esto era fácil de hacer, pero muy
equivocado. El trato que el Salvador recibió de las manos del Sane-
drín, Pilato y Herodes, fue similar al que Esteban recibió aquí.

C. El testimonio de Esteban ante el Sanedrín


Aarón y todos los hijos de ¿Cómo actúa Esteban? ¿Tiembla de miedo cuando es llamado a dar
Israel miraron a Moisés, cuentas en el mismo lugar que su Salvador se paró una vez? ¿Se
y al ver que la piel de pone pálido cuando los ojos de todos los miembros del Sanedrín se
su rostro resplandecía, enfocan en él? No, aunque recibe amenazas, Esteban está lleno de
tuvieron miedo de alegría y paz. El peligro no perturba su compostura ni la paz de su
acercarse a él. corazón. Esto puede ser visto en su cara. ¿Está un rayo de sol aso-
Éxodo 34:30 mándose furtivamente a través de la ventana y está brillando en su
cara? ¡Absolutamente no! Su cara es iluminada con la luz celestial y
vieron su rostro como el rostro de un ángel. ¡Qué maravilloso! Los ju-
díos acusaron a Esteban de hablar blasfemias contra Moisés y Dios,
pero Dios hace brillar su cara como la de Moisés (Éxodo 34:30).
¿Qué piensan los enemigos de Esteban cuando ven esto? Está claro
para todos que Esteban experimenta la presencia de Dios. El Señor
está con él y no teme.
Es el deber del sumo sacerdote presidir la reunión y le pide a Esteban
que responda a la acusación. ¿Es esto así? El héroe intrépido de la
fe no tiene miedo y se prepara para rendir cuentas. Se dirige a los
miembros del concilio con el respeto debido a su oficio: Varones her-
manos y padres. Les pide amablemente que lo escuchen. No quiere
responder con un breve sí o no, sino que quiere dar una explicación
detallada para probar que la acusación en su contra no tiene funda-
mento. El discurso de Esteban se encuentra en Hechos 7:2-53.
Y no sean como sus Esteban conoce la historia de su pueblo y la pone ante el Sanedrín
padres, generación terca como un espejo. Él ha hecho más que leer la historia de Israel su-
y rebelde; generación que perficialmente. Entiende los propósitos de Dios y demuestra esto a
no dispuso su corazón, ni sus oyentes. Escoge varios segmentos de la historia judía para de-
cuyo espíritu fue fiel para mostrar que sus padres siempre habían sido unas personas tercas y
con Dios. Salmos 78:8 rebeldes, una generación cuyos corazones no honraron a Dios y un
pueblo que no fue fiel a Él (Salmos 78:8). A través de las edades, el
Señor había sido muy misericordioso con ellos, pero se rebelaban
continuamente y aumentaban su culpa.
¿Por qué da Esteban esta explicación? Para que sus oponentes en-
tiendan que ellos son los transgresores. Ellos eran como sus ante-
pasados que habían hecho la misma cosa de la que lo estaban acu-
sando: resistirse a Moisés y a Dios y despreciar la ley y el templo. Por
ejemplo, Moisés, a quien ellos defienden ahora, fue rechazado por
sus padres. Ellos están orgullosos del templo, ¿pero se olvidaron de
lo que los padres hicieron en el desierto? Algunas traducciones tie-
nen “Jesús” en el versículo 45, que significa Josué, quien trajo a Israel
a Canaán (Hebreos 4:8; “Jesús” es el término griego para “Josué”). Si
Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día.
Hebreos 4:8 Sus padres no sirvieron al Señor, sino que adoraron a
otros dioses. Después, en el tiempo de Salomón, se construyó un
templo. Pero entonces ellos fueron al otro extremo y sobrevaloraron

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Nuevo Testamento

el templo, como si su Dios estuviera ligado al templo. Si bien el Altísi- Referencias / Notas
mo no habita en templos hechos de mano.
El discurso de Esteban es un bosquejo histórico y trata lógicamente
un evento después de otro. Finalmente, termina con la declaración
de que sus acusadores muestran que son descendientes verdaderos
de sus padres que mataron y asesinaron a los profetas. Lleno de
indignación, Esteban acusa a los líderes judíos del pecado de resis-
tirse al Espíritu Santo, de “deicidio” (matar a Dios) y de quebrantar
sus leyes. Ellos son incluso peores que sus padres. Sus padres persi-
guieron a los profetas que predijeron la venida de Cristo, pero estos
son entregadores y matadores del Justo, él, de quien Moisés había
hablado tan claramente.
Los papeles se han invertido. El acusado se ha vuelto acusador. Su Pero vosotros negasteis
discurso ha sido contundente y poderoso, sus acusaciones son in- al Santo y al Justo, y
cluso más convincentes y puntiagudas que las de Pedro (Hechos pedisteis que se os diera
3:14-15; 4:10; 5:30). El Señor le dio a Esteban gran intrepidez. Él no un homicida, y matasteis
está preocupado por el hecho de que su discurso no es agradable al Autor de la vida, a
y despierta enojo. El testimonio de Esteban nos recuerda a los már- quien Dios resucitó de
tires como Policarpo y Lutero en la Dieta de Worms cuando él dijo: los muertos, de lo cual
¡”Aquí estoy de pie, yo no puedo ser otro, Dios me está ayudando”! nosotros somos testigos.
Hechos 3:14-15
III. UN MÁRTIR FIEL
A. El Sanedrín está furioso Sea notorio a todos
vosotros y a todo el
Nunca nadie habló así al gran concilio sobre sus padres y antepasa- pueblo de Israel que en
dos. En silencio ellos han escuchado a Esteban, pero ahora la medi- el nombre de Jesucristo
da estaba llena. Ellos ya no querían escucharlo más. Oyendo estas de Nazaret, a quien
cosas, se enfurecían en sus corazones. Crujían los dientes contra él. vosotros crucificasteis y
¡Qué terrible resultado! Su comportamiento demostraba que Este- a quien Dios resucitó de
ban había dado en el blanco. los muertos, por él este
Este tipo de reacción se encuentra en todos nosotros. Cuando ha- hombre está en vuestra
cemos algo malo y otros nos corrigen, en lugar de ser persuadidos presencia sano.
y decidir mejorar, tendemos a enfadarnos con la persona que nos Hechos 4:10
acusa, incluso cuando esto es realizado con las mejores intenciones.
¡Qué tonto y equivocado! Fieles son las heridas del que ama (Prover-
El Dios de nuestros
bios 27:6).
padres levantó a Jesús, a
Tal amigo debe ser reconocido con agradecimiento. La necedad de quien vosotros matasteis
los pecadores es que ellos no quieren ser persuadidos. El pecado del colgándolo en un madero.
Sanedrín judío es grande, pero nuestra culpa no será menor si noso- Hechos 5:30
tros nos resistimos al llamado de Dios e intentamos silenciar la voz
de nuestra conciencia, al continuar nuestra rebelión contra Dios.

B. Esteban es animado por una revelación divina


Los enemigos están enfurecidos pero Esteban ¡está lleno del Espíritu
Santo! No vio a las personas, sino que tuvo puestos los ojos en el cie-
lo. ¡Él ve los cielos abiertos y recibe ánimo divino! Se le permite ver
la gloria de Dios. El Señor le muestra algo de la gloria celestial y ve a
Jesús que estaba a la diestra de Dios.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Esta revelación no es excesiva, viendo las circunstancias. Esteban


está de pie, solo, ante todo el concilio judío. Es el blanco de los acu-
sadores furiosos que le gritan en su rabia. Él no puede contar con
la ayuda del pueblo. Esteban es probado para ver si permanece fiel
hasta la muerte. Si permanece fiel una corona lo espera. La corona
incorruptible de vida eterna le será dada y, de en medio de la muerte,
Dios lo tomará en su regazo. Por otro lado, si es debilitado y vencido
por el temor, no le tomará mucho esfuerzo convertir a sus enemigos
en amigos. Sólo tendrá que decir tres palabras para salvar su vida:
niego a Jesús.
Pero dicho pensamiento no entra en la mente de Esteban. Él no tiene
miedo de los enemigos. Está lleno del Espíritu Santo y clama: ¡He
aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra
de Dios! Si Dios está con nosotros, ¿a quién temeremos?
El hecho de que Esteban ve a Jesús tiene un significado importante.
La Escritura menciona frecuentemente que después de su ascen-
sión, el Señor Jesús está sentado a la diestra de Dios. Que está sen-
tado en un lugar de honor indica su gloria como conquistador, que
completó su obra mediadora en la tierra. Que Jesús está a la derecha
de Dios indica el lugar de honor que ocupa Cristo y que desde allí
consuela a Esteban.

C. Esteban es apedreado
La incredulidad no ve la gloria de Dios, aunque se dé el testimonio
más poderoso. Los judíos no pueden ver y no verán. Ellos están aho-
ra completamente endurecidos y no quieren oír nada de lo que dice
Esteban. Ellos dieron grandes voces para detenerlo. Esteban ya no
puede hacer que lo escuchen y como si esto no fuera suficiente, los
judíos se taparon los oídos. ¡Ellos están ciegos de rabia! Ya nada los
Saca al blasfemo fuera detiene y arrastran al valeroso confesor de Cristo fuera de la puerta.
del campamento, y Arremetieron a una contra él.
todos los que lo oyeron
pongan sus manos sobre ¡Estos jueces y representantes del pueblo se vuelven asesinos mal-
su cabeza, y apedréelo vados! Están llenos de ira y tan enfurecidos que ni siquiera toman
toda la congregación. (…) tiempo para pronunciar un veredicto. Ni siquiera piden el permiso
El que blasfeme contra del gobernador romano para llevar a cabo la pena de muerte, como
el nombre de Jehová ha lo hicieron con el Señor Jesús. Ellos calman su furia echando a Es-
de ser muerto; toda la teban fuera de la ciudad y allí le apedrearon. Note su hipocresía. Ellos
congregación lo apedreará. realizaron su trabajo diabólico fuera de la ciudad, según la ley del
Tanto el extranjero como Antiguo Testamento (Levítico 24:14, 16). Los testigos falsos (Deutero-
el natural, si blasfema nomio 17:7) sacaron sus ropas para que ellos pudieran llevar a cabo
contra el Nombre, que su cruel trabajo más fácilmente.
muera. Levítico 24:14,
16. La mano de los
testigos caerá primero D. Esteban ora por sus asesinos
sobre él para matarlo, y La ofensa de los judíos no encoleriza a Esteban. Está preparado y
después la mano de todo desea morir por Cristo. Ellos pueden matar su cuerpo, pero no pue-
el pueblo. Así apartarás den tocar su alma. Él ya disfruta de antemano una prueba del gozo
el mal de en medio de ti. divino. ¡Un momento más y estará para siempre con Jesús! Sus últi-
Deuteronomio 17:7 mas palabras son una oración a su Señor. Él entrega confiadamente

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Nuevo Testamento

su espíritu al Salvador y su última oración es por sus verdugos: Se- Referencias / Notas
ñor, no les tomes en cuenta este pecado. ¡Qué conmovedor! No ora
por venganza, sino por misericordia. Su alma estaba llena de gran
celo por Dios, porque clamó a gran voz. La humildad se indica por
el hecho de que no exige sus derechos, sino que se pone de rodillas.
Mientras está muriendo, obedece al mandamiento Amad a vuestros
enemigos (Mateo 5:44). Él sigue el ejemplo de su Salvador y pide:
Perdónalos, porque no saben lo que hacen (Lucas 23:34).
Compare las últimas palabras conmovedoras de Esteban con las de
Jesús. ¿Cómo actuamos nosotros cuando somos tratados injusta-
mente? ¿Devolvemos bien por mal? ¿Habría podido Esteban orar por
sus enemigos cuando las piedras llovían sobre él, si no hubiera esta-
do lleno del Espíritu Santo?
Aunque Esteban es asesinado brutalmente, entra en la eternidad en
una forma serena y apacible. Las Escrituras afirman que durmió. La
muerte de los creyentes, incluso una muerte violenta, no es ningún
castigo por el pecado sino una entrada a la vida eterna.
Hombres piadosos tuvieron el valor de dar un entierro honorable al
cuerpo tristemente destrozado. Ellos hicieron gran llanto sobre él, al
parecer sin ser impedidos por el enemigo.
Los enemigos son capaces de detener el testimonio de los mártires,
pero no pueden detener la Palabra de Dios. La oración de Esteban
no fue en vano. El Señor la contestó. Un hombre estuvo presente en
el apedreamiento de Esteban. Este estuvo complacido con la muerte
de Esteban y cuidó de las ropas de los que le apedreaban. Más tarde
este hombre fue convertido. Agustín dijo que si Esteban no hubiera
orado, la iglesia no habría tenido a Pablo.

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La Historia de la Salvación

71
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

FELIPE Y EL EUNUCO
Texto de referencia:

Vendrán príncipes Hechos 8:4-40


de Egipto; Etiopía se
apresurará a extender sus
Versículo para memorizar:
manos hacia Dios.
Salmos 68:31 Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se
sentarán a la mesa en el reino de Dios. Lucas13:29

“Yo me acordaré de Rahab


y de Babilonia entre los INTRODUCCIÓN
que me conocen, aquí
Se ha señalado varias veces que el enorme crecimiento de la primera
están Filistea y Tiro, con
iglesia cristiana fue mediante los creyentes de descendencia judía.
Etiopía; estos nacieron
El resultado de la persecución sangrienta después del apedreamien-
allá”. Y de Sión se dirá:
to de Esteban fue que el evangelio también fue a los samaritanos.
“Este y aquel han nacido
Pronto la iglesia sería plantada entre los gentiles. En cierto sentido
en ella”. Y el Altísimo
los samaritanos estaban entre los judíos y los gentiles. Sin embargo,
mismo la establecerá.
la venida a la fe de los eunucos se apoya por sí misma y no hay nada
Salmos 87:4-5
que indique que su conversión llegó a ser el medio para la expansión
y la predicación del evangelio entre los gentiles.
Que el extranjero que No obstante, es de gran importancia porque muestra claramente
sigue a Jehová no hable que el antiguo muro de separación estaba siendo derribado. La fi-
diciendo: “Me apartará delidad del Señor a su Palabra se revela aquí. Esto también predijo
totalmente Jehová de su el avivamiento de los etíopes para extender sus manos a Dios. Los
pueblo”, ni diga el eunuco: etíopes serían contados entre los que son nacidos en Sión (Salmos
“He aquí, yo soy un árbol 68:31; 87:4-5). Así se cumple la promesa de Dios con respecto a los
seco”. Porque así dijo eunucos, que tenían que ser separados del pueblo del pacto (Isaías
Jehová: “A los eunucos que 56:3-5).
guarden mis sábados, que
escojan lo que yo quiero Esta historia nos da una oportunidad maravillosa para enfatizar los
y abracen mi pacto, yo caminos maravillosos y las obras de Dios. Él llevó a este extraño a Pa-
les daré lugar en mi casa lestina y le envió un predicador para que lo instruyera. Dios permite
y dentro de mis muros, y que el buscador encuentre, ilumina su corazón y obra la fe en él para
un nombre mejor que el glorificar a Dios. Con esto en mente, nos centraremos en:
de hijos e hijas. Les daré I. Felipe
un nombre permanente,
que nunca será olvidado. II. El eunuco
Isaías 56:3-5 III. Felipe y el eunuco

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Nuevo Testamento

I. Felipe Referencias / Notas


A. ¿Quién es?
Agradó la propuesta
Este Felipe no es el apóstol que lleva este nombre, sino uno de los
a toda la multitud y
primeros siete diáconos en Jerusalén (Hechos 6:5). Él es uno de los
eligieron a Esteban,
que fue grandemente estimado por la iglesia. Después de la disper-
hombre lleno de fe y del
sión, debida a la persecución, el oficio de diácono no requería toda Espíritu Santo, a Felipe,
su atención y Felipe empezó a trabajar como evangelista. Vivió en Prócoro, Nicanor, Timón,
Cesarea con su familia y fue el anfitrión de Pablo cuando este fue a Parmenas y Nicolás,
esa ciudad (Hechos 21:8). prosélito de Antioquía.
Inicialmente el trabajo de Felipe se enfocó en los samaritanos. Varios Hechos 6:5
años atrás, al enviar a los doce, Jesús había dicho que ellos tenían
que estar confinados en Israel y no debían entrar en ninguna ciudad
de samaritanos (Mateo 10:5-6). Justamente antes de su ascensión Al otro día, saliendo
el Señor había ensanchado el área para incluir a Samaria e incluso Pablo y los que con él
hasta los confines de la tierra (Hechos 1:8). Este momento había lle- estábamos, fuimos a
gado ahora. Cesarea; entramos en casa
de Felipe, el evangelista,
El resultado de la persecución en Jerusalén es que llegó el turno a que era uno de los siete,
Samaria. ¡Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les y nos hospedamos con él.
predicaba a Cristo! Su trabajo de predicar y realizar milagros era rica- Hechos 21:8
mente prosperado. Nosotros leemos que la gente, unánime, escucha-
ba atentamente las cosas que decía Felipe. Sus poderosas palabras,
señales y prodigios dejaban una tremenda impresión. A estos doce envió Jesús,
Nosotros podemos asumir que este hombre altamente estimado era y les dio instrucciones
un testigo poderoso de Cristo y un dotado predicador del evangelio.
diciendo: “Por camino de
gentiles no vayáis, y en
ciudad de samaritanos no
B. ¿Qué hace él? entréis, sino id antes a las
ovejas perdidas de la casa
Felipe obedece una orden muy extraña sin argumento. De repente, de Israel. Mateo 10:5-6
un ángel del Señor, enviado desde lo alto, habla a Felipe y le ordena
dejar instantáneamente su labor en el campo e ir hacia el sur, por el
camino que desciende de Jerusalén a Gaza, la ciudad antigua de los Pero recibiréis poder
Filisteos, muy conocida debido a Sansón. De los dos caminos que cuando haya venido sobre
llevaban a Gaza, Felipe debía tomar el que es desierto. vosotros el Espíritu Santo,
Este no es un camino intransitable, pero es solitario y desolado por-
y me seréis testigos en
que es usado muy poco. Las palabras traducidas hacia el sur en este
Jerusalén, en toda Judea,
en Samaria y hasta lo
texto, también pueden ser entendidas como contra el mediodía. En
último de la tierra.
este clima caliente no se acostumbra viajar cuando el sol está en su
Hechos 1:8
cenit. A esta hora el camino es usualmente muy callado. Esta tra-
ducción enfatiza aún más que Felipe debía tomar el camino que era
menos transitado. Después, él entendería por qué debía ir allá.
Aunque no recibe una información más extensa del ángel, Felipe
está inmediatamente listo para llevar a cabo esta misión. ¡Qué ejem-
plo hermoso! Si hubiera estado dispuesto de otra manera, habría ob-
jetado. Podría haber preguntado: ¿por qué debo detener las labores
en Samaria las cuales están siendo bendecidas? Yo realmente no
puedo salir de aquí. También podría haber razonado: esta es una co-
misión extraña, yo no la entiendo y quiero saber más de qué se trata
todo esto antes de obedecer. Nosotros no leemos nada parecido.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Felipe sabe que un ángel del Señor está hablando y, por consiguien-
te, cree firmemente que es una orden de Dios. Esto es suficiente por
ahora. Él confía totalmente en Dios que sabe lo que está haciendo.
Felipe obedece a Dios aunque no entiende. El Señor nunca comete
errores y siempre tiene sus razones sabias para hacer sus deman-
das. Pronto se pondrá en evidencia que el Señor tiene un trabajo
para Felipe.
Por la fe Abraham, siendo De la misma manera, Abraham también obedeció incondicionalmen-
llamado, obedeció para te a Dios (Hebreos 11:8). Moisés tenía muchas objeciones ante la zar-
salir al lugar que había za ardiente (Éxodo 3). ¿Qué ejemplo seguiremos? Nosotros debemos
de recibir como herencia; estar abiertos a la orden de Dios aunque no sepamos el futuro.
y salió sin saber a dónde
iba. Hebreos 11:8
II. EL EUNUCO
A. ¿Quién es él?
Lucas ahora nos introduce al otro personaje principal de la historia.
Él es un etíope, eunuco. La tierra de su origen es Etiopía, llamada
Cush en el Antiguo Testamento. Está localizada en África, al sur de
Egipto. Sus ciudadanos eran descendientes de Ham y eran de con-
textura oscura.
Este etíope es una persona muy importante. Ocupa una posición
muy alta en el gobierno de su país. Sirve a la reina Candace (título
de las reinas en Etiopía, similar al título Faraón en Egipto). Ella lo ha
puesto sobre todos sus tesoros. No hay ninguna duda de que este
hombre tiene la confianza de la corte de la reina y es muy estimado
por las personas. Lucas lo llama un funcionario.

B. ¿Qué está haciendo el eunuco?


Ha venido a Jerusalén para adorar. ¡Eso es extraordinario! Él no es un
israelita, no pertenece al pueblo de los pactos y las promesas. ¡Él
es rico, y es duro para una persona rica entrar al reino de Dios! Los
grandes y poderosos de la tierra tienen muchas tentaciones y atrac-
ciones que los alejan del reino de Dios.

No entrará en la Este hombre vive en un país lejano, a muchos días de viaje de la


congregación de Jehová ciudad donde el Señor es adorado por el pueblo de Dios. Era mucho
el que tenga magullados más difícil que hoy viajar en aquellos días. Aunque estaba en Jeru-
los testículos o amputado salén, el templo era un territorio prohibido para él. Solo podía entrar
su miembro viril. al patio exterior porque era eunuco, es decir, castrado. Según la ley
Deuteronomio 23:1 judía, no se permitía a estas personas entrar en la congregación del
Señor (Deuteronomio 23:1).
¿No son estas cosas grandes obstáculos para que este etíope en-
cuentre la verdadera religión? No, porque está intensamente intere-
sado en la adoración de Jehová. Puede ser uno de los grandes de la
tierra, pero no pone su corazón en las cosas del mundo. Puede ser
un extraño y vivir en un país lejano, pero busca al Dios de Israel. Tal
vez no era un prosélito (judaizante) pero lo más probable es que se
enteró de la religión judía por medio de los judíos que en ese tiempo
estaban esparcidos entre las naciones, lejos de Palestina.

| 548 |
Nuevo Testamento

El eunuco ya no es más un pagano comprometido. Ha observado al Referencias / Notas


pueblo de Israel y se siente cerca de ellos y desea servir al Dios de
Israel. No dejó que ningún obstáculo le impidiera adorar al Señor en
el templo, aunque no podía entrar en el santuario. Sin embargo, no
encuentra satisfacción al cumplir los ritos religiosos externos. Ha
visitado Jerusalén y está de regreso a su país, pero se da cuenta de
que no todo está bien y siente el impulso de aumentar su conoci-
miento de la Palabra de Dios.
Nadie lo perturba mientras está sumergido completamente en las
Santas Escrituras, aunque no entiende todo lo que está leyendo.
Este eunuco pone a muchas personas jóvenes y viejas en vergüenza.
Cuántos hay que viven casi al lado de la puerta de una iglesia y nun-
ca entran. ¡Otros se apartan por las razones más ridículas!
¡Cuántos tienen una Biblia en su casa guardada en un estante! Ellos
dicen que no tienen tiempo o solamente la leen apresuradamente.
¿No es esto porque no hay ningún deseo de buscar la Palabra de
Dios? Hay niños y adultos que demuestran, por su comportamiento,
durante el tiempo de escuela bíblica que no están interesados en el
servicio del Señor.
¡Qué triste! Esto demuestra que su corazón no anhela a Dios. ¡Qué
pecaminoso! Tales personas, jóvenes o viejas, desprecian el más
grande tesoro. Los tesoros eternos, espirituales, son a menudo des-
preciados como si no tuvieran valor. El eunuco no es así. ¡Nosotros
debemos ser como él, porque la Biblia dice: buscad y hallaréis!

III. FELIPE Y EL EUNUCO


A. La reunión
Felipe y el eunuco etíope, se encuentran. Cuando la procesión del
etíope se mueve, no un ángel, sino el Espíritu de Dios mismo ordena
a Felipe: Acércate y júntate a ese carro. Debido a la pompa real del via-
jero, con tantos sirvientes, Felipe probablemente no se habría acer-
cado por su propia iniciativa. Pero ahora obedece de buena gana
sin ninguna vacilación. Resueltamente Felipe se acerca al carro del
viajero. ¡Pronto sabrá por qué está aquí, en este momento! ¡Algo raro
le llama la atención: el oficial poderoso está leyendo en voz alta! El
eunuco posee un libro que contiene la profecía de Isaías y está le-
yendo en voz alta para sí mismo. Felipe sabe lo que es, porque la
conoce bien y esta situación le da la oportunidad de empezar una
conversación significativa.
Felipe propone una pregunta amistosa: ¿Entiendes lo que lees? Esta
es una pregunta buena y también es aplicable a nosotros. La cosa
más importante es si nosotros entendemos. Muchos están avergon-
zados de su ignorancia e intentan aparecer más sabios de lo que
realmente son. No el eunuco. Él no se ofende por la pregunta que
recibe así de repente y contesta francamente: ¿Y cómo podré, si algu-
no no me enseñare? Él cree que el hombre que vino junto a su carro
puede ayudarlo. La Escritura dice que lo invitó a que subiese y se
sentara con él. ¡Naturalmente, Felipe no se hace esperar!

| 549 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas B. El sermón


El eunuco estaba fascinado con Isaías 53:7-8. El pasaje que estaba
Angustiado él, y afligido, leyendo es de la traducción de la Septuaginta. El eunuco no está
no abrió su boca; como satisfecho sólo con la lectura. Quiere saber el significado. Él no es
un cordero fue llevado como muchos, que no se toman la molestia de entender. Ha estado
al matadero; como una reflexionando en el significado, como es evidente de su respuesta
oveja delante de sus para Felipe. Pero ha encontrado una dificultad. Entiende suficiente
trasquiladores, enmudeció, para saber que Isaías está hablando sobre cosas importantes, pero
no abrió su boca. Por no sabe a quién se aplica estas palabras profundas. Y le pide una
medio de violencia y explicación a su nuevo compañero de viaje.
de juicio fue quitado;
y su generación, ¿quién El eunuco no conoce a Cristo como el Siervo Sufriente del Señor. El
la contará? Porque fue eunuco no pudo haber encontrado mejor instructor que Felipe. Este
arrancado de la tierra entiende y está deseoso de compartir su conocimiento, consciente
de los vivientes, y por la de la meta y usa el acercamiento correcto. Comenzando desde esta
rebelión de mi pueblo fue escritura, le anunció el evangelio de Jesús. ¡Qué buen principio! El
herido. Isaías 53:7-8 cordero mudo que se somete a sus trasquiladores, le da a Felipe una
base conveniente para explicar la expiación que Cristo Jesús obtuvo
por su sufrimiento y muerte. ¡Felipe debe haber testificado apasio-
nadamente y con poder mientras hablaba de la humillación y de la
exaltación de Cristo como el Hijo Unigénito de Dios y el Salvador
todo suficiente, indispensable, deseoso de los pecadores! Podemos
imaginar cómo un pensamiento llevaba al próximo mientras Felipe
señalaba el camino de la salvación al eunuco. El que creyere y fuere
bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado (Marcos
16:16).
Y Saulo consentía en su Esto no era una coincidencia. Fue el Señor quien guió todo según el
muerte. En aquel día consejo de su santa voluntad. El eunuco no se había encontrado con
hubo una gran persecución ninguno de los apóstoles (Hechos 8:1), pero en su viaje de regreso
contra la iglesia que por este camino solitario, donde no había esperado en lo más míni-
estaba en Jerusalén, y mo un consejero espiritual, Felipe vino a él como el mensajero del
todos, salvo los apóstoles, Señor. No era casualidad que el eunuco estuviera leyendo este pasa-
fueron esparcidos por je de Isaías. Él comenzó a conocer al Salvador a través de la Palabra
las tierras de Judea y de de Dios. La predicación del evangelio fue el medio en las manos del
Samaria. Hechos 8:1 Señor para traerlo a la fe.
El Espíritu Santo obra la fe en nuestros corazones por la predicación
del evangelio y lo fortalece por el uso de los sacramentos (Catecismo
de Heidelberg, Respuesta 65). Dios reunió a Felipe y al eunuco. ¡Ellos
se pertenecen, aunque tienen diferentes trasfondos y posiciones! El
buscador de la salvación encuentra una guía y el predicador encuen-
tra a un oyente. El Señor dirige todo para traer a las personas a la fe
en Jesús. ¿No hace él eso por nosotros también?

C. El fruto
En la providencia de Dios, el carruaje del eunuco etíope se vuelve un
púlpito que testifica de Cristo y es el lugar donde se experimentan
las maravillas de la gracia. Felipe es un buen predicador. No habla
de sí mismo, sino que proclama al Señor Jesús. El eunuco es un
buen oyente. No admira los talentos del predicador, sino que desea
la oferta de la salvación que viene a él en la predicación de la Palabra

| 550 |
Nuevo Testamento

de vida eterna. Lo que está teniendo lugar aquí podemos leerlo en Referencias / Notas
Romanos 10:14-17. Dios nunca hace un trabajo incompleto.
El Señor, que ha traído al eunuco hasta este punto, lo guiará más ¿Cómo, pues, invocarán
allá. Abre su corazón, como lo hizo después con Lidia, y como to- a aquel en el cual no han
davía lo hace con todos los que creen verdaderamente en Jesús. Es creído? ¿Y cómo creerán
glorificado en su poder omnipotente y amor. Los que sinceramente en aquel de quien no han
buscan al Señor, son encontrados. Es Dios quien obra el deseo y el oído? ¿Y cómo oirán sin
cumplimiento. De esta manera, el evangelio entra en un corazón re- haber quien les predique?
ceptivo, así como la buena semilla entra en la tierra bien preparada, ¿Y cómo predicarán si no
para que puedan crecer las raíces hacia abajo y producir fruto. son enviados? Como está
escrito: “¡Cuán hermosos
El eunuco oye al predicador, no sólo con sus oídos, sino que cree la son los pies de los que
predicación con su corazón. ¡Él siente la necesidad de expresar su anuncian la paz, de los
fe! Él confiesa con la boca para salvación. Cuando ellos llegaron a que anuncian buenas
cierta agua, hay un grito de gozo: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo nuevas!” Pero no todos
sea bautizado? ¡No hay nada que detenga al eunuco! Tiene un deseo obedecieron al evangelio,
ferviente de recibir el bautismo como la señal y sello del lavamiento pues Isaías dice: “Señor,
del pecado y la renovación de la vida, “la señal de la nueva vida en ¿quién ha creído a nuestro
comunión con Cristo” (Calvino). No hay duda de que Felipe le había anuncio?” Así que la fe es
explicado el significado del bautismo y está deseoso de obedecer la por el oír, y el oír, por la
petición del eunuco si acepta la condición, Si crees de todo corazón. palabra de Dios.
El eunuco no es como Simón el mago. Su confesión breve pero sig- Romanos 10:14-17
nificativa es: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Esta confesión in- Respondiendo Simón Pedro,
cluye la verdad básica del evangelio (Mateo 16:16; Juan 11:27). Cristo dijo: --Tú eres el Cristo,
se ha vuelto su Salvador por la fe. La promesa de Dios es también el Hijo del Dios viviente.
para él. Él pertenece a todos los que están lejos; para cuantos el Señor Mateo 16:16 Le dijo: --Sí,
nuestro Dios llamare (Hechos 2:39). Señor; yo he creído que tú
Los dos hombres descienden del carruaje y entran en el agua. El ex- eres el Cristo, el Hijo de
tranjero que fue traído de lejos es bautizado. ¡Qué momento glorioso! Dios, que has venido al
¡Los ángeles de Dios se alegran, porque un pecador es salvo! mundo. Juan 11:27
Felipe también se alegra, porque ve el fruto de su labor. Cosecha Acontecerá que luego
inmediatamente después de que ha sembrado la semilla. ¿Qué hará de que yo me haya ido,
luego? ¿Subirá de nuevo al carruaje para regocijarse con el etíope el espíritu de Jehová te
feliz? No, ellos se separan. Felipe ha completado su labor e inme- llevará adonde yo no sepa.
diatamente el Espíritu del Señor arrebató a Felipe. Literalmente dice Y cuando yo vaya a dar
que fue asido por el Espíritu (1 Reyes 18:12 y 2 Reyes 2:16 usan una la noticia a Acab, él no te
expresión similar). Luego, Felipe aparece en el camino a Azoto, una
hallará y me matará. Pero
ciudad que solía ser la ciudad filistea antigua de Asdod, localizada
tu siervo teme a Jehová
a 25 kilómetros al norte de Gaza. Desde allí, empieza un nuevo mi-
desde su juventud.
1 Reyes 18:12
nisterio en todas las ciudades que están de regreso en su camino a
Cesarea. ¡Hoy diríamos que Felipe era un evangelista itinerante! Y dijeron: --Aquí hay
entre tus siervos cincuenta
El eunuco no le vio más. ¿Está triste? Sin duda le habría gustado
hombres fuertes. Deja
quedarse con Felipe, pero si esta es la voluntad del Señor, también
que vayan y busquen a tu
puede quedarse sin él. Su fe no es dependiente de Felipe. La desapa-
señor ahora; quizá lo ha
rición súbita de Felipe incluso sirve para fortalecer su fe. ¡La cosa
levantado el espíritu de
más importante es que Dios permanece con él! Por tanto, puede se-
Jehová y lo ha arrojado en
guir gozoso su camino. Ha encontrado la perla de gran precio. Una algún monte o en algún
nueva luz ha amanecido para él. Tiene paz con Dios a través de la fe valle. --No enviéis a nadie
y, en Cristo, se regocija con una alegría indescriptible y gloriosa. ¡Hay --les dijo él. 2 Reyes 2:16
alegría en su alma porque Jesús está ahí!

| 551 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas El pecado y el mundo nunca pueden dar esta alegría. Este etíope, a
quien no se le permitía entrar en el templo porque era un eunuco, es
Me buscaréis y me traído a Jesús por la fe (Jeremías 29:13). La fe es un don de Dios. Este
hallaréis, porque me es un don indispensable, porque sin la fe no puede haber una unión
buscaréis de todo vuestro real con Cristo. Este es un don inestimable, porque solamente por la
corazón. Jeremías 29:13 fe somos salvos y tenemos acceso al sacrificio de Cristo.
El don de la fe se concede sólo por gracia. Cuán grande es el amor
de Dios. ¡Él quiere bendecir y enriquecer a los pecadores que han
abandonado todo y que son dignos de su ira, con los tesoros espi-
rituales! Nosotros podemos estar seguros de las promesas de Dios
que nunca fallan. ¡Ora y recibirás! Todo lo que el Señor requiere es
que confiemos en él y en su Palabra.

| 552 |
Nuevo Testamento

72
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

LA CONVERSIÓN DE PABLO
Textos de referencia:
Hechos 8:1-4; 9:1-31; 22:3-16; 26:9-18

Versículo para memorizar:


El hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios,
porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de
discernir espiritualmente. 1 Corintios 2:14

INTRODUCCIÓN
La conversión de Pablo se relata nada menos que tres veces en los
Hechos de los Apóstoles. Hay una buena razón para esto. Su conver-
sión es muy importante, no sólo para él, sino para la iglesia entera.
La historia de su conversión también contiene su llamado para ser
apóstol, particularmente de los gentiles. Pablo también menciona su
conversión varias veces en sus cartas.
No es posible tratar en detalle sobre el trabajo que Pablo desem-
peñó como apóstol en la iglesia de Dios, pero es necesario saber
cómo llegó a ser una de las personas más importantes de las Santas
Escrituras, incluso de la historia del mundo. Cristo mostró su mise-
ricordia al más grande de los pecadores. Lo cambió de un enemigo
amargado a un amigo; del más grande perseguidor de los cristianos
al apóstol principal. En la historia de Pablo, nosotros notamos:
I. Un gran enemigo
II. Una gran intervención

I. UN GRAN ENEMIGO
A. La educación de Pablo
Circuncidado al octavo
Pablo o Saulo (el primero es griego y el segundo es hebreo) nació día, del linaje de Israel,
de padres judíos que pertenecían a la tribu de Benjamín (Filipenses de la tribu de Benjamín,
3:5). Su lugar de nacimiento no fue en la tierra de los judíos porque hebreo de hebreos; en
sus padres vivieron en Tarsis, una ciudad insignificante en el vasto cuanto a la Ley, fariseo.
imperio romano. Localizada en una gran ruta de viaje, era una ciudad Filipenses 3:5

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas prominente en Cilicia, un centro de comercio y tráfico y de la cultura


helenista. Debido a que su padre era un ciudadano romano, Pablo
Pero Pablo le dijo: era un ciudadano romano de nacimiento. Algunas veces él usó los
--Después de azotarnos derechos asociados con su ciudadanía para el adelanto del evange-
públicamente sin lio (Hechos 16:37; 22:25).
sentencia judicial y siendo En su juventud, Pablo recibió una educación judía estricta porque su
ciudadanos romanos, padre pertenecía a la secta de los fariseos. Según las demandas de
nos echaron en la cárcel, la ley, fue circuncidado al octavo día. De corta edad, fue traído a Je-
¿y ahora nos liberan rusalén, donde más tarde vivió también su hermana casada (Hechos
encubiertamente? No, 23:16). Disfrutó la instrucción de Gamaliel, maestro extensamente
por cierto, sino vengan conocido y famoso.
ellos mismos a sacarnos.
Hechos 16:37 Más tarde, su vida indica que Pablo era un hombre notable. Sien-
do joven ya era conocido por algunos logros excelentes. No es de
sorprenderse que este joven prometedor con sus habilidades excep-
Pero cuando lo ataban cionales, su educación cuidadosa y excelente, aventajaba a muchos
con correas, Pablo dijo de sus contemporáneos de su nación, (Gálatas 1:14). Realizaba el co-
al centurión que estaba mercio de tiendas con buenos resultados, de tal forma que se volvió
presente: --¿Os está un miembro útil de la sociedad y era financieramente independiente
permitido azotar a un (Hechos 18:3).
ciudadano romano sin
haber sido condenado?
Hechos 22:25 B. La convicción de Pablo
La vida de Pablo estaba en armonía con su educación. Abrazó el
fariseísmo con alma y corazón. No se comprometió en los excesos
Pero el hijo de la hermana de la juventud descuidada y, como gobernante joven y rico, su vida
de Pablo, oyendo hablar de era irreprochable. Guió su corazón y alma para seguir la justicia que
la celada, fue y entró en es en la ley, irreprensible (Filipenses 3:6). Mucho se esperaba de él
la fortaleza y dio aviso a
con respecto al reavivamiento y crecimiento del judaísmo. Se dedi-
Pablo. Hechos 23:16
có a alcanzar la rectitud personal según la ley. Era fariseo de alma
y corazón y buscó su salvación guardando estrictamente todos los
En el judaísmo mandamientos.
aventajaba a muchos de Por consiguiente, despreció el cristianismo. Según Pablo, Jesús era
mis contemporáneos en mi el más grande enemigo del verdadero Israel, porque proclamaba un
nación, siendo mucho más evangelio que consolaba a los perdidos. Jesús predicaba que había
celoso de las tradiciones de un camino al cielo para los fariseos y publicanos por igual, para los
mis padres. Gálatas 1:14 estrictos y para los pecadores. La salvación no era por obras sino
por la fe en Cristo. Él ofrecía paz a todos los que estaban cansados
y cargados por la carga del pecado y por guardar las regulaciones
Y, como era del mismo humanas.
oficio, se quedó con ellos
y trabajaban juntos, pues La fe cristiana minaba los fundamentos del fariseísmo. El odio de
el oficio de ellos era hacer Pablo era absoluto porque se sentía ofendido por la cruz de Cristo.
tiendas. Hechos 18:3 No debemos ver a Pablo como un hipócrita. Era un celoso de la ley,
pero no un hipócrita. Más bien al contrario, él pensaba sinceramente
que estaba haciendo un servicio a Dios al oponerse a la fe cristiana.
En cuanto a celo, Cuando se opuso a Jesús, actuó de buena fe, porque fue guiado por
perseguidor de la iglesia; una convicción verdadera, apasionada y estaba absolutamente des-
en cuanto a la justicia provisto de tibieza.
que se basa en la Ley,
irreprochable. Pero, esto no lo excusa de estar totalmente equivocado. Después Pa-
Filipenses 3:6 blo confesó esto con pesar profundo. Más tarde, este fariseo estricto,

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Nuevo Testamento

este celoso apasionado por la religión, este hombre con un registro Referencias / Notas
escrupuloso, no dudó en llamarse el más grande de los pecadores.
Pablo persiguió al pueblo de Dios. Los que tocan al pueblo de Dios, Habiendo yo sido antes
tocan a la niña de sus ojos. No obstante, en su ira ciega, este perse- blasfemo, perseguidor
guidor no se sintió culpable de cometer semejante pecado porque e injuriador; pero fui
lo hizo por ignorancia (1 Timoteo 1:13). recibido a misericordia
porque lo hice por
ignorancia, en
C. Las acciones de Pablo incredulidad.
Alguien con un carácter como el de Saulo tenía que expresar sus
1 Timoteo 1:13
convicciones con acciones. En el apedreamiento de Esteban era
obvio que él consentía en su muerte. Cuidó de la ropa de los que Entonces levantándose
estaban arrojando piedras. Después, se volvió uno de los líderes de en el Concilio un fariseo
la persecución. Parece que la meta de su vida era exterminar la fe llamado Gamaliel, doctor
cristiana. Es difícil imaginar que este fanático rabioso y celoso fue de la Ley, venerado de
una vez el estudiante del sereno y firme Gamaliel (Hechos 5:34-39). todo el pueblo, mandó
Nada podía detener a Saulo. Él asolaba la iglesia. que sacaran fuera por un
Él se volvió el inquisidor principal de los cristianos, entraba casa por momento a los apóstoles,
casa para capturar a los creyentes en dondequiera que podía. Ni si- y luego dijo: --Israelitas,
quiera perdonaba a las mujeres desvalidas, sino que las ponía en pri- mirad por vosotros lo que
sión. Él azotaba a los creyentes en todas las sinagogas y los forzaba a vais a hacer respecto a
blasfemar. Estaba totalmente convencido de que era bueno cuando estos hombres, porque
los mataron. ¡Qué terrible! antes de estos días se
levantó Teudas, diciendo
El trabajo indigno de Saulo tuvo resultados. La iglesia fue esparcida y que era alguien. A este
los creyentes huyeron por todas partes. Saulo no perdonó a nadie en se unió un número como
su ira. No sólo quiso matar a los creyentes en Jerusalén y Palestina de cuatrocientos hombres,
sino que también quiso investigar y perseguir a hombres y mujeres pero él murió, y todos los
en las ciudades extranjeras. que lo obedecían fueron
Estaba respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del dispersados y reducidos a
Señor. La descripción, “respirando” indica que Saulo no estaba sa- nada. Después de este se
tisfecho con el deseo de resistirlos y corregirlos, sino que todo su levantó Judas, el galileo,
ser estaba comprometido a amenazarlos y matarlos si podía. Estaba en los días del censo,
como un animal salvaje que jadea cuando ve a su presa y está listo y llevó en pos de sí a
para saltar sobre ella. mucho pueblo. Pereció
también él, y todos los
Para lograr su meta, Saulo pidió cartas del sumo sacerdote, que tenía que lo obedecían fueron
influencia y autoridad sobre los asuntos religiosos más allá de las dispersados. Y ahora os
fronteras de Palestina. Estas cartas fueron dadas de buena gana con digo: Apartaos de estos
la cooperación de los sacerdotes principales y el concilio de ancia- hombres y dejadlos, porque
nos. Saulo recibió alegremente los poderes y la comisión solicitados si este consejo o esta
para perseguir a los que fueran encontrados de este Camino, que obra es de los hombres,
significa los que eran de esta persuasión. se desvanecerá; pero si
Inicialmente, el cristianismo, aunque odiado con una pasión mortal, es de Dios, no la podréis
no estaba completamente separado del judaísmo. Era visto como destruir; no seáis tal vez
una rama particular de los “jewry”, una secta. hallados luchando contra
Dios. Hechos 5:34-39
El concilio judío no podía haber encontrado un mejor colaborador
que Saulo. Tenía sus ojos en Damasco, la ciudad antigua, importante
y hermosa de Siria, llamada un “diamante engastado en esmeral-
das”. Muchos judíos vivían allí y había muchas sinagogas. Durante
el reino del emperador Nerón, 10,000 judíos fueron asesinados en

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas esta ciudad. El gobernador de Damasco que estaba bajo la autoridad
del rey Aretas estaba favorablemente inclinado hacia los judíos (2
En Damasco, el Corintios 11:32).
gobernador de la provincia Había una buena oportunidad para que el cristianismo pudiera ser
del rey Aretas puso exterminado aquí. Saulo encontraría a los cristianos, los encadena-
guardias en la ciudad ría y los traería presos a Jerusalén. ¡Él no debía perder tiempo, para
de los damascenos para que ya no se conviertan más judíos a esta secta! Eso es lo que Saulo
apresarme. pensaba y planeaba mientras reunía a sus colaboradores y partía
2 Corintios 11:32 para Damasco.
Terrible peligro amenazaba a los cristianos en esta ciudad, hasta que
el Señor habló: ¡hasta aquí, no más! Saulo irá a Damasco, pero de
una manera totalmente diferente a la que había planeado. ¡El conse-
jo del Señor está latente y grandes son sus hechos omnipotentes!

II. UNA GRAN INTERVENCIÓN


A. Jesús y Saulo
Saulo, el perseguidor, tiene que viajar una distancia de aproximada-
mente cinco o seis días de viaje. Está tan deseoso que viaja durante
el mediodía, cuando las caravanas normalmente descansan porque
es demasiado caliente para viajar.
No que lo haya alcanzado Saulo tiene prisa y cuando se acerca a la ciudad de Damasco, su
ya ni que ya sea perfecto; corazón está lleno de los planes asesinos. ¡Pero el Buen Pastor cuida
sino que prosigo, por ver si de sus ovejas! Él es más poderoso que Saulo. Él mostrará su poder
logro asir aquello para lo infinito, no aplastando al enemigo, sino convirtiéndolo. Saulo quiere
cual fui también asido por apresar a los cristianos en Damasco, pero será aprisionado por Cris-
Cristo Jesús. to en Damasco (Filipenses 3:12).
Filipenses 3:12
El Señor Jesús le permite a Saulo ir lejos, pero es aprisionado como
un animal salvaje que está a punto de la victoria y tiene su presa a la
El que a vosotros oye, a mí vista. Él está listo para saltar sobre ella, pero en el último momento
me oye; y el que a vosotros es cambiado a la fuerza.
desecha, a mí me desecha; De repente, al medio día, una gran revelación ocurre. Repentinamen-
y el que me desecha a mí, te le rodeó [a Saulo] un resplandor de luz del cielo. No era luz del sol o
desecha al que me envió. relámpago causado por una tormenta, porque allí no había ninguna
Lucas 10:16 tormenta. Era una luz milagrosa que apareció como una señal de la
gloria de Jesús. Esta luz era más intensa que la luz del sol. Sobreco-
gidos de espanto y aturdidos, Saulo y sus compañeros de viaje caen
Respondiendo el Rey,
en tierra.
les dirá: “De cierto os
digo que en cuanto lo Hay también una voz impresionante, no un trueno, sino la voz de
hicisteis a uno de estos mis Cristo desde su gloria celestial. Se dirige al enemigo amargado en
hermanos más pequeños, a el idioma hebreo con las palabras penetrantes: Saulo, Saulo ¿por qué
mí lo hicisteis”. me persigues? ¿Por qué estás haciendo esto? ¿Te di permiso para
Mateo 25:40 hacer esto?
Él es uno con su pueblo. Cuando sus seguidores son oprimidos y
perseguidos, él mismo está siendo perseguido. Los que desprecian
al pueblo de Dios, lo desprecian a él (Lucas 10:16; Mateo 25:40). Los
compañeros de viaje de Saulo escuchan una voz pero no entienden
las palabras. Así es cómo debemos entender los informes de la Es-

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Nuevo Testamento

critura. La voz no era para los colaboradores de Saulo, sino que las Referencias / Notas
palabras eran dirigidas a él. La visión también debe ser entendida
así. Saulo había visto al Señor Jesús, pero los otros no habían visto a
nadie y se pararon atónitos.
Inicialmente todos cayeron en tierra, pero mientras los otros se pu-
sieron de pie, Saulo permanecía en tierra. Estaba persiguiendo a los
cristianos, pero ahora aprende que está persiguiendo a alguien en el
cielo. No sabe quién le está hablando y en quien está descargando
su rabia. Por tanto, pregunta: ¿Quién eres, Señor? ¿Tiembla al pensar
que puede estar tratándose de Jesús? En seguida, recibe la respuesta
devastadora que excluye cualquier otro pensamiento: yo soy Jesús, a
quien tú persigues. El Señor añade, dura cosa te es dar coces contra el
aguijón. Este refrán proverbial le recuerda a Pablo a los bueyes que ti-
ran de un arado. Ellos son instigados y guiados por aguijones que son
ramitas con puntas de acero afiladas. Cuando los bueyes dan coces
contra los aguijones, se hieren a sí mismos y no a los aguijones. Esta
expresión significa: tú estás tratando de retirarte de mi poder en vano.
Detén tu oposición, porque solo producirá tu propia destrucción.
Las palabras del Salvador cortan poderosamente el alma de Saulo.
Su cuerpo entero tiembla, su corazón es cambiado por las influen-
cias omnipotentes del Espíritu Santo y es despojado de su justicia
según la ley. Él es humillado y su oposición es completamente rota.
¡Ha sido vencido y dominado por el Señor Jesús!
La respuesta del Salvador le abstiene al perseguidor de la desespe-
ración total. Jesús le dice lo que debe hacer. Le ordena que se ponga
de pie, no para regresar a Jerusalén, sino para entrar en la ciudad de
Damasco. Allí, se te dirá lo que debes hacer.
Saulo se levanta del suelo. ¡Está ciego!, ahora ve espiritualmente,
pero físicamente se ha quedado ciego. Abrió sus ojos, pero no veía a
causa de la gloria de la luz.
¡Miremos cómo entra en la ciudad! Sus colaboradores lo llevan de
la mano como un hombre desvalido y ciego. ¡Quién habría pensado
alguna vez que esto pudiera pasar!
Saulo estuvo tres días sin ver y vivió en la oscuridad completa. Pasó
su tiempo ayunando: no comió ni bebió. Remordimientos amargos
afligen su alma. ¿Es este el mismo hombre que amenazó de asesi-
nato y muerte? Sí, es el mismo hombre, pero ahora es una persona
completamente cambiada. Un cambio radical ha ocurrido.
La oración de Esteban ha sido contestada. Cuando el mártir oró por Y ciertamente, aun estimo
perdón, Saulo no tenía ninguna sospecha de que esa oración era por todas las cosas como
él. Claramente vemos aquí la insuficiencia de las obras y la justicia pérdida por la excelencia
propia. Saulo pensaba que poseía muchas virtudes, pero aprendió del conocimiento de Cristo
a verlas como inmundicia y basura comparadas a la excelencia del Jesús, mi Señor. Por amor
conocimiento de Cristo (Filipenses 3:8). a él lo he perdido todo y
Nosotros también tenemos que venir a este conocimiento. El Señor lo tengo por basura, para
nos llama muchas veces y muy seriamente. ¡No rechacemos con ganar a Cristo.
desprecio estas llamadas o un día sentiremos cuán duro es dar co- Filipenses 3:8
ces contra el aguijón!

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas La pregunta que Saulo hizo es la evidencia de que se le había conce-
dido la gracia. Desde hoy en adelante este será el tema de su nueva
vida de conversión.
La forma en que Saulo fue llevado al Señor es excepcional y no una
regla para nosotros. Otros, como Samuel y Timoteo fueron llevados
de diferente forma. Sin embargo, la esencia de la verdadera conver-
sión como fue evidente en Saulo es nuestro ejemplo. La conversión
no consiste en alguna mejora exterior, sino que es, en primer lugar,
una renovación interior del corazón. Por eso Saulo llegó a ser otro
hombre.
La conversión consiste en un arrepentimiento sincero del corazón
hacia Dios por el pecado, el gozo en Dios a través de Cristo, un de-
leite para vivir según la voluntad de Dios, la obediencia a sus man-
damientos, hacer buenas obras para bendecir a otros y testificar de
Cristo (Catecismo de Heidelberg, el Día 33 del Señor). Esto es nece-
sario para todos, jóvenes o viejos. Nadie puede ganar la salvación.
¡Solo puede ser obtenida por la oración sincera y firme! Debemos
rogar exclusivamente por el cumplimiento de nuestras necesidades
según las promesas de Dios por la causa de Jesús.
¡Qué inefable es el amor de Jesús! Él podría haber destruido a su
enemigo, pero lo salvó. Ningún pecador es demasiado malo y ningún
niño es demasiado rebelde para que el Salvador lo rechace.
¡El poder eterno de Dios es desplegado maravillosamente en la sal-
vación de Saulo! El Señor acompañó su Palabra con las operaciones
irresistibles de su Espíritu Santo. Eso cambió el corazón de Saulo.
El Espíritu Santo puede cambiar el corazón del pecador más reacio.
Cuando esto pasa, un león se vuelve un cordero, un enemigo se hace
amigo, un perseguidor se vuelve un discípulo, un burlador se vuelve
un adorador y el que se cree justo ruega por misericordia. ¡Oh, Hijo
de Dios, tú eres infinito en poder e ilimitado en gracia!

B. Jesús y Ananías
Saulo, el pecador, ha sido traído de rodillas y el Señor hará el resto.
Por medio de un hombre, completará lo que ha empezado en el ca-
mino de Damasco. El Señor no envía un ángel a Saulo ni a un após-
tol, sino a un discípulo simple en Damasco llamado Ananías, que
tenía una buena reputación. Junto con los otros cristianos de la ciu-
dad, había oído el rumor sobre las actividades de Saulo en Jerusalén.
Sabe que él ha recibido la autoridad de los sacerdotes principales
para matar a todos los que invoquen el nombre de Jesús. Ellos te-
men a este hombre peligroso. ¡Es entre estas personas que un lugar
tiene que ser preparado para Saulo!
Para efectuar esto, el Señor habla a Ananías en visión y le ordena que
visite a Saulo. ¡Qué tarea! Él nunca habría ido por su propia inicia-
tiva. El Señor le informa a Ananías el lugar específico donde Saulo
está, la calle llamada “Derecha” era bien conocida.
El Señor también sabe dónde vivimos y dónde vamos, lo que hace-
mos y lo que necesitamos. El Señor le dice a Ananías lo que Saulo

| 558 |
Nuevo Testamento

está haciendo en la casa de un hombre llamado Judas: ¡he aquí, él Referencias / Notas
ora! Esta señal muestra que un cambio maravilloso ha tenido lugar
en Saulo. Saulo ora. No hay duda de que él había orado mucho y
también antes, pero nunca como ahora. El fariseo ora la oración del
publicano. ¡Escuche cómo este hombre arrepentido ora! Dicha ora-
ción es siempre escuchada. Podemos estar seguros de que la carta
que el sumo sacerdote le había dado a Saulo no mencionaba la ora-
ción. ¡El Señor mismo le enseñó a Saulo a orar! Su corazón le incita
al hombre ciego y en ayuno a orar.
Jesús le da a Ananías más noticias importantes. Saulo lo espera para
que ponga sus manos sobre él para que recobre la vista. Cristo le ha-
bía revelado esto a Saulo en una visión. ¡Dios es muy misericordioso!
No permite que el hombre arrepentido espere mucho por un toque
de gracia, porque podría ser vencido por el dolor.
Ananías está sorprendido. Duda y expresa su asombro. Es entendi-
ble que él piense: ¿tengo que ir a este hombre? En respuesta a sus
temores, Jesús repite su comisión: ¡Ve! Lo tranquiliza y también le Pero cuando agradó a
informa que Saulo ha sido escogido para una grande e importante Dios, que me apartó desde
tarea: porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre el vientre de mi madre y
en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel. El cam- me llamó por su gracia.
po de trabajo de Saulo abarcará el mundo entero de su época. Ha Gálatas 1:15
sido escogido desde la eternidad, ha sido apartado desde el vientre
de su madre y llamado por la gracia de Dios para este oficio notable
(Gálatas 1:15).
La gran comisión llega a ser el programa del resto de la vida de Sau-
lo. Es llamado a ser el apóstol a los gentiles principalmente, aunque
los judíos no fueron excluidos. Los conflictos ocurrirán, sobre todo,
porque también tiene que testificar de Cristo ante los poderosos go-
bernantes del mundo. Esto se expresa en una forma peculiar: Saulo
debe llevar mi nombre, es decir, llevar la revelación de Cristo. Él será
un instrumento. Saulo tendrá que predicar al Señor Jesucristo como
él mismo se reveló. ¡Él debe predicar el contenido completo del evan-
gelio de las riquezas de Cristo!
Pablo no tendrá una vida fácil, sino que llevará a cabo el llamado de
Me ha dicho: “Bástate
Cristo con toda la pasión y amor de su corazón. La palabra griega
mi gracia, porque mi
que significado “llevar” indica una tarea pesada que le costará un
poder se perfecciona
trabajo duro. Esto significa que compartirá el mismo destino que los
en la debilidad”. Por
otros apóstoles y le será mostrado cuánto le es necesario padecer por
tanto, de buena gana
mi [Cristo] nombre. El mensaje de Ananías es que Jesús mismo le me gloriaré más bien en
mostrará esto. mis debilidades, para que
El perseguidor será perseguido. Esto debe ser, porque este es el con- repose sobre mí el poder
sejo y la voluntad de Dios. No hay ninguna otra forma, pero él no será de Cristo. Por lo cual, por
infeliz. Al contrario, aprenderá a gloriarse en la vergüenza de la cruz, amor a Cristo me gozo
porque la gracia de Jesús es suficiente para él y su poder se perfec- en las debilidades, en
cionará en la debilidad de Pablo (2 Corintios 12:9-10). insultos, en necesidades,
en persecuciones, en
¡Qué gran Rey es Cristo! Francamente, sin guardar nada, predice que
angustias; porque cuando
su siervo tendrá una vida de sufrimiento. Pero le asegura a Saulo que soy débil, entonces soy
Él es fiel y que lo guardará fielmente. Así es cómo el hombre que es- fuerte.
taba lleno de odio contra Cristo y sus seguidores, se volverá un gran 2 Corintios 12:9-10

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas líder en el reino de Dios.

C. Ananías y Saulo
Ananías ya no objeta nada. Ahora, obedece inmediatamente y pronto
encuentra al hombre que temía. Le habla al ciego arrepentido como
a un siervo del Señor Jesús. No guarda su distancia, sino que se le
acerca, coloca sus manos sobre él en una forma fraternal, mostran-
do que lo acepta como un creyente compañero. Se dirige a él como:
Hermano Saulo, recibe la vista. Le asegura a Saulo que le enviaron
para que pudiera ser lleno del Espíritu Santo.
La visita de Ananías es un estímulo para Saulo porque este era el
cumplimiento exacto de lo que a Saulo se le había dicho en su visión.
Las palabras del discípulo fiel llenan de consuelo al hombre afligido
que experimenta el poder del amor cristiano. ¡Y recibe aun más! Otro
milagro ocurre: en ese mismo momento puede ver a Ananías. ¡Y al
momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la
vista! Note las palabras al momento y al instante.
Después de los tres días de ayuno y oración todo pasa rápidamente.
La palabra usada para escamas en el original es un término médico
que denota escamas de piel. Al parecer algo había venido sobre los
ojos de Saulo para quitar su vista y esto fue quitado. ¡Qué alegría hay
ahora!
Ananías tiene más cosas que decirle a Saulo. Además de proclamar
los contenidos significativos del consejo de Dios, hay un ánimo ca-
luroso: El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas
su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su boca. Porque serás
testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído. Ahora,
pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados,
invocando su nombre (22:14-16).

Porque somos sepultados ¡No es esto maravilloso! Ananías no habla sobre el sufrimiento que
juntamente con él para le espera a Saulo, porque Cristo mismo revelará esto a Saulo a su
muerte por el bautismo, debido tiempo. Le anuncia los grandes privilegios y el llamamiento
a fin de que como Cristo maravilloso de Saulo debido a la gracia soberana. ¿Hay alguna razón
resucitó de los muertos por la cual el bautismo, la señal y sello del lavamiento del pecado,
por la gloria del Padre, así también del pecado de persecución de Saulo deba posponerse? ¡De-
también nosotros andemos bido a las circunstancias no hay ninguna razón para la demora! La
en vida nueva. pregunta recibió una respuesta afirmativa. Saulo es bautizado. De
Romanos 6:4 esta manera es incorporado a la comunión visible de la iglesia de
Cristo (Romanos 6:4ss).
Después de un período corto de angustia amarga, Saulo experimen-
ta gozo inexpresable. ¡Tiene la paz de Dios en su alma! Y habiendo
tomado alimento, se fortaleció. Durante varios días Saulo permanece
con los discípulos en Damasco y disfruta de la comunión de los san-
tos. Entonces empieza la tarea de su vida: predicar. ¡Él tiene que ha-
cerlo y lo desea! Arde con pasión. No evadió a los judíos, ni tampoco
se fue solo a los lugares oscuros, sino que en Damasco en seguida
predicaba a Cristo en las sinagogas, que éste era el Hijo de Dios. No
trataba de principios secundarios o temas relacionados, sino que se

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Nuevo Testamento

dirigía al corazón del asunto. Referencias / Notas


¡Hace varios días, Saulo ni siquiera podía imaginar que creería en el
evangelio de Cristo alguna vez, y ahora lo proclama con el corazón y
el alma! ¡De verdad, lo que es imposible para los hombres es posible
cuando Dios obra!
Esta historia contiene una sucesión de milagros de gracia. ¿Cuál es
el objetivo principal? Piense en el testimonio de Saulo, muchos años
después: ¡Gracias a Dios por su don inefable! (2 Corintios 9:15) y tam-
bién, Y glorificaban a Dios en mi (Gálatas 1:24). Ese también debe ser
el objetivo principal de todos nosotros, que podamos proclamar las
obras maravillosas de Dios.

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La Historia de la Salvación

73
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

PEDRO Y CORNELIO, EL GENTIL


Texto de referencia:
Hechos 9:32-11:18

Versículo para memorizar:


Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: --En verdad comprendo que
Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se
agrada del que lo teme y hace justicia. Hechos 10:34-35

INTRODUCCIÓN
Es significativo que esta historia, como la anterior, se repite varias
veces en la Escritura. Algunas partes incluso se mencionan en de-
talle varias veces (Hechos 10:11-18 y en la explicación de Pedro al
concilio de Jerusalén, 11:1-18). Por ejemplo, la aparición del ángel a
Cornelio se menciona no menos de cuatro veces. La razón es clara:
este evento marca otro punto crucial en la extensión del evangelio.
La conversión de Cornelio y su casa se describen en gran detalle
porque es un hecho prominente y glorioso de Dios. Este es el cumpli-
miento de una parte del sermón de Pentecostés. La promesa de Dios
durante la dispensación antigua aseguraba que el Señor derramaría
su Espíritu sobre toda carne y que la separación entre el judío y el
gentil, con respecto al evangelio, desaparecería.
¡Esto sucede aquí! Los gentiles no tienen que ir al judaísmo antes de
venir a Cristo. El Señor los introduce a la comunidad de su iglesia sin
requerir circuncisión. Trata con ellos de la misma manera que con su
pueblo del pacto. La historia de Cornelio nos trae a este punto crucial
en la historia de la salvación. El evangelio toma una nueva dirección
y empieza el nuevo período de la predicación.
La evangelización del eunuco fue un preludio de las cosas por venir.
Su historia tiene muchos puntos de similitud con esta. Ninguno de
estos dos hombres pertenecía al pueblo judío, tampoco tenían nin-
gún conocimiento de Jesús. Los dos lo buscaron firmemente y los
predicadores fueron enviados a ellos para testificar de Cristo. Sin
embargo, hay también una diferencia significativa. La conversión del
eunuco fue de una naturaleza individual, pero la conversión de Cor-

| 562 |
Nuevo Testamento

nelio fue el instrumento en la mano de Dios para quitar el prejuicio Referencias / Notas
de los cristianos judíos. Pedro tenía que aprender esta lección. Él
declara: comprendo que Dios no hace acepción de personas. Más tar-
de, los otros también reconocieron esto. La división entre el judío y
el gentil con respecto al evangelio fue quitada por Dios mismo y así
el prejuicio desapareció. Los creyentes judíos ya no se ofendían, ¡al
contrario!: Entonces oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios,
diciendo: ¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepen-
timiento para vida! (Hechos 11:18).
No solo que esta hermosa historia tiene un significado rico para los
cristianos judíos en particular, sino que también tiene una implica-
ción más amplia. Vemos aquí muy claramente que la salvación es la
obra de Dios.
La historia misma, que tiene mucha acción, enseña lecciones impor-
tantes. La sabiduría de Dios y la bondad están en primer plano. Todo
funciona para llevar a los gentiles a Cristo. Nosotros veremos cómo
esto ocurre en:
I. La preparación de Pedro
II. La recepción de Pedro
III. El sermón de Pedro
IV. La bendición que recibió

I. LA PREPARACIÓN DE PEDRO
A. Cornelio, el centurión
La historia empieza en Cesarea, no en Cesarea de Filipo (Mateo Al llegar Jesús a la región
16:13), sino en la ciudad que está localizada en el mar Mediterráneo de Cesarea de Filipo,
y que es la más grande después de Jerusalén en Judea. Esta ciudad preguntó a sus discípulos,
fue reconstruida por Herodes el Grande y recibió su nombre en ho- diciendo: --¿Quién dicen
nor de César Augusto. Era la residencia del gobernador romano. Una los hombres que es el Hijo
guarnición grande de soldados estaba acuartelada aquí. Un hombre del hombre? Mateo 16:13
llamado Cornelio era parte de esta guarnición. Era un centurión, es
decir, capitán sobre cien hombres. Esta era una cuadrilla de élite, no
compuesta de hombres de varias partes del mundo, sino limitada a
hombres de Italia, donde Roma, la capital del imperio mundial de ese
tiempo, estaba localizada.
Este centurión prominente daba un testimonio notable. Al contra-
rio de muchos soldados, que eran ásperos, incluso salvajes, ateos y
crueles, era piadoso y temeroso de Dios. Daba evidencia de su piedad
por sus hechos, porque hacía muchas limosnas al pueblo. No sólo
era una persona religiosa externamente, sino que oraba a Dios siem-
pre, suplicando su favor divino. Era romano y no pertenecía al pueblo
del Pacto Antiguo, pero ciertamente no tenía enemistad contra los
judíos. ¡Al contrario! Aunque no llegó a ser parte de los judíos por el
rito de la circuncisión, como el centurión en el evangelio de Mateo
(Mateo 8), él creía con todo su corazón en el único Dios verdadero y
su ley era su regla para la vida. Por consiguiente, no debemos sor-
prendernos de que este hombre piadoso y amigable tuviera una bue-

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas na reputación en toda la nación de los judíos. Todos lo apreciaban. No


era el único en su casa que era piadoso, sino toda su casa era ejem-
plar al guardar la ley. ¡Qué maravilloso sería si la religión cristiana
tuviera hoy tal influencia por todas partes y en todos!

B. Cornelio recibe una visión


Aunque este hombre temeroso de Dios, piadoso y hacedor del bien
tenía muchas cualidades maravillosas, le faltaba el conocimiento del
camino de la salvación en el Señor Jesucristo. Había oído algunos
rumores e historias sobre el Señor Jesús, pero no sabía qué creer.
El Espíritu Santo estaba obrando en su corazón y estaba haciéndolo
receptivo para las buenas nuevas de gozo del evangelio de gracia. Y
fue encontrado por el Señor, quien enseña al corazón a buscar seria-
mente. La tierra había sido preparada para que la buena semilla sea
recibida y traiga fruto. ¡El buscador encontraría!
En un cierto día, a la hora novena (eso es a las tres de la tarde), un
ángel de Dios visitó a Cornelio. Esto no fue un sueño, porque la Biblia
dice que él vio en una visión a alguien parado, un varón con vesti-
do resplandeciente. Cornelio estaba en ayunas y orando cuando esto
pasó. Él miró al siervo de Dios con miedo y temblando. Pero ense-
guida fue tranquilizado, porque el ángel le dio instrucciones: tenía
que invitar a Pedro a proclamar el camino de salvación. La luz de
la gracia iba a surgir en su alma. Esta era la respuesta del Señor a
sus oraciones y las limosnas habían subido para memoria delante de
Dios. Esto no significa que Cornelio obtuvo la respuesta a su oración
por su piedad. Dios no fomenta la justicia propia, sino que en su gra-
cia, mira hacia abajo a los que firmemente oran por su salvación.

Pero sin fe es imposible Las oraciones y el ayuno de Cornelio no son las marcas de las obras
agradar a Dios, porque de justicia, sino que son la evidencia de su fe, que él expresó en
es necesario que el que se obras de amor. Sus obras son evidencia de su sinceridad e integri-
acerca a Dios crea que él dad. ¡Dios no pasa por alto tales cosas! Él de Galardones a los que
existe y que recompensa a lo buscan de veras (Hebreos 11:6). Los que caminan en la verdad
los que lo buscan. Hebreos vendrán a la luz (Juan 3:21).
11:6 Hay muchos que tienen el camino a Dios señalado, pero es en vano.
No así con Cornelio. Él se regocijó con la buena noticia y la creyó in-
condicionalmente. Por consiguiente, en cuanto el ángel se fue, tomó
acción. Enseguida llamó a dos de sus criados, y a un devoto soldado y
los envió a Jope, un puerto conocido más tarde como Jafa.
Esa es la manera en que nosotros también debemos actuar. No pode-
mos ser tibios e indiferentes hacia el servicio de Dios y no podemos
demorarnos ni perder el tiempo al poner su voluntad en acción.

C. La respuesta de Pedro
Cesarea está como a un día de Jope. Los tres delegados viajaron a
esta ciudad, donde según la instrucción del ángel, encontrarían a Pe-
dro el cual mora en casa de Simón, un curtidor. Pedro viajó a las varias
iglesias cristianas en Palestina y en este momento estaba en Jope.
Allí, el Señor resucitó a Dorcas y permaneció durante varios días.

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Nuevo Testamento

En esta tarde en particular, Pedro se había retirado a orar en un cuar- Referencias / Notas
to superior sobre el tejado de la casa de Simón. Estaba con hambre
y mientras esperaba a que la comida estuviera lista, le sobrevino un
éxtasis, es decir, un éxtasis de intenso deleite. Es como si hubiese
sido sacado de sí mismo y transportado a las esferas más altas.
No era un sueño o una visión como la que recibió Cornelio. Su alma
fue interiormente iluminada para ver una visión maravillosa y con
sus oídos escuchó una invitación amable a comer. Pedro vio algo
que se parecía a un gran lienzo, que descendía del cielo a la tierra,
atado de las cuatro puntas, que contenía todas las clases de cua-
drúpedos terrestres y reptiles y aves del cielo, tanto animales limpios
como inmundos. Pedro escuchó una voz del cielo como evidencia de
que era el Señor quien le daba esta orden extraña: Levántate, Pedro,
mata y come.
Pedro se negó rotundamente aunque tenía mucha hambre. Él siem- “… Para que hagáis
pre había guardado las leyes de la comida dadas por Dios a Moisés y distinción entre lo
quería mantener esta práctica. Una de las señales que mostraba que inmundo y lo limpio, y
Israel era un pueblo separado era la orden de no comer ninguna cosa entre los animales que
común o inmunda. Entre los animales que descendían del cielo en el se pueden comer y los
lienzo estaban también animales que eran considerados inmundos animales que no se pueden
según la ley. Si los animales limpios entraban en contacto con las comer”. Levítico 11:47
cosas inmundas, también eran considerados inmundos. Por tanto,
Pedro no deseaba escoger nada. Él dijo brevemente: Señor, ¡no! De
ninguna manera quería transgredir las leyes de Dios (Levítico 11:47; Pero estos no comeréis
Deuteronomio 14:7), aunque fuera invitado a hacerlo así por una voz
entre los que rumian
del cielo.
o entre los que tienen
la pezuña hendida: el
Pero Pedro estaba equivocado. Él no entendía que esta ley ceremo- camello, la liebre y el
nial había perdido su validez en la muerte y resurrección de Cristo. conejo, porque rumian,
En la dispensación del Nuevo Testamento, las distinciones ceremo- pero no tienen la pezuña
niales ya no son válidas, porque Cristo ha cumplido todas. Es por hendida; os serán
eso, que por segunda vez, la voz de Dios es escuchada y explica: Lo inmundos.
que Dios limpió, no lo llames tú común. Pedro no tenía que conside- Deuteronomio 14:7
rar inmundo lo que Dios consideraba limpio. Tres veces vino la voz y
luego aquel lienzo volvió a ser recogido en el cielo.
Pedro reflexionó sobre lo ocurrido. Estaba avergonzado y no pudo lle-
gar a una conclusión sobre el mensaje que Dios le envió. Pero pronto
lo entendería totalmente porque el Espíritu le informó de antemano
que quite sus objeciones, y le ordenó ir junto con los tres hombres
que estaban viniendo por él.
Los representantes de Cornelio, que habían hecho las averiguacio-
nes sobre la situación de la casa del curtidor, llegaron a la puerta y
preguntaron en voz alta si Pedro moraba allí. Pedro les dio la bienve-
nida amablemente. Cuando les preguntó la razón de su visita, le in-
formaron de su misión. Notemos que los siervos dieron una descrip-
ción favorable de Cornelio sin adularlo. Ellos le dijeron lo suficiente
para persuadir a Pedro a que vaya con ellos.
Ahora Pedro entendía. ¡El Señor mismo quería que él vaya a la casa
del gentil para proclamar las palabras de salvación! Y gozoso estaba
listo para ir enseguida. Sin ninguna vacilación, obedeció y continuó

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas esta nueva misión. Hizo lo que Dios le ordenó que hiciera. Pedro nos
dio un ejemplo hermoso a seguir.

II. LA RECEPCIÓN DE PEDRO


A. Cornelio espera la llegada de Pedro
Pedro recibió a los mensajeros muy cordialmente. Les dio la bien-
venida en su casa como su anfitrión, para que descansaran de su
viaje. Al día siguiente se fue con ellos, llevando a seis hombres de
Jope junto con él.
Después de un día de viaje, llegaron a Cesarea. Este es el cuarto día
después de que el ángel habló a Cornelio. Él no había estado ocioso
durante este tiempo, había dicho a su familia y a sus amigos íntimos
sobre la aparición del ángel y la promesa que le había sido dada.
Ellos podían deducir realmente con facilidad cuándo se esperaba
que los mensajeros regresaran. Cornelio reunió a todos los miem-
bros de su familia y a sus amigos íntimos en su casa, esperando la
llegada de Pedro y de sus mensajeros en cualquier momento.

B. Pedro llega a la casa de Cornelio


Por fin llegaron. Cornelio se encuentra con Pedro en la puerta. Lleno
de alegría, cae a los pies de Pedro. No debemos asumir que él adoró
a Pedro como si fuera Dios; sin embargo, su acción estuvo equivo-
cada. Pedro se negó a aceptar este honor que le pertenece sólo a
Dios. Lo levantó y rompió el hielo empezando inmediatamente una
conversación. De esta manera, Pedro quitó cualquier pensamiento
supersticioso que Cornelio podía tener con respecto a él.

Llevaron a Jesús de casa Pedro no tenía ninguna objeción para compartir con las personas
de Caifás al pretorio. gentiles que se habían reunido. En este momento, a él no le preocu-
Era de mañana, y ellos paba si su entrada en la casa de un hombre que era un forastero y un
no entraron en el pretorio extraño al pacto pudiera mancharlo (Juan 18:28). ¡El Señor mismo le
para no contaminarse y había mostrado lo contrario!
así poder comer la Pascua. En contestación a la pregunta obvia de por qué razón se le había
Juan 18:28 hecho venir, Cornelio recibe la oportunidad de hablar sobre sus ex-
periencias y sus expectativas. ¡Cuántas casas hay donde los siervos
de Dios no son bienvenidos! Pero en ese caso Pedro fue muy bien
recibido en la casa de Cornelio. Los aquí reunidos deseaban recibir
la bendición del evangelio. Cornelio tenía ansias por conocer el evan-
gelio, como puede concluirse de su introducción: Ahora, pues, todos
nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para oír todo lo que
Dios te ha mandado.
Cuando vamos a la iglesia, a la escuela dominical o a una reunión don-
de el tema es la Palabra de Dios y su servicio, no debemos venir para
ser vistos por las personas. Nosotros nos presentamos ante el rostro
de Dios, porque no se proclama un mensaje humano, aunque es traí-
do por seres humanos. ¡En lugar de ser oidores irreverentes, indiferen-
tes o reacios, debemos reconocer la seriedad de estas reuniones con
nuestra propia actitud, conversación y comportamiento!

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Nuevo Testamento

III. EL SERMÓN DE PEDRO Referencias / Notas


A. Dios no hace acepción de personas
Pedro ha oído suficiente. Él conoce su llamado. Está rodeado por
una asamblea atenta, interesada y hambrienta. No está preocupado
por la forma, sino principalmente por el contenido de su mensaje.
¡Aquí, ninguna perla es lanzada a los cerdos! ¡Es un privilegio pro-
clamar las buenas nuevas del evangelio en este lugar! Pedro está
profundamente impresionado por lo que está pasando. Él expresa
sus emociones diciendo: En verdad comprendo que Dios no hace
acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le
teme y hace justicia.
Nosotros debemos entender lo que Pedro está diciendo. No es ver-
dad que no importa lo que se crea, con tal que el comportamiento
sea correcto. ¡Si eso fuera así, la misión de Pedro a Cornelio hubiera
sido inútil y Cristo no tendría que ser predicado a todas las criaturas!
Aquí aprendemos que Cristo es Señor de todos. Dios no favorece a
los judíos sobre los paganos, al rico más que al pobre, al educado
más que al ignorante, a los varones sobre las mujeres, o al anciano
en favor del joven. El factor decisivo no es a cuál raza pertenecemos,
sino nuestro estado interior y cómo nosotros nos conducimos.
La referencia a la justicia aquí no significa la justicia personal, legal de
los judíos o el comportamiento sin culpa y meticuloso de los gentiles.
Eso sería una contradicción del evangelio de la gracia. Esto haría in-
necesario proclamar la paz mediante el Señor Jesucristo, la seguridad
del perdón y la renovación de la vida a través de la fe en él, y todas las
gracias y beneficios que son selladas por el santo bautismo.

B. El evangelio de la gracia
Cuando Pedro demuestra sin una sombra de duda que todas las per-
sonas son lo mismo delante de Dios, predica el mismo evangelio
que fue primero proclamado a los hijos de Israel, el cual ya no es
exclusivamente para ellos. Está claro que ahora el tiempo de Dios
ha llegado para hacer conocida la plenitud y la gloria del evangelio
a los gentiles.
¿Cuál es el contenido del evangelio? ¡La paz por medio de Jesucristo! ¡Gloria a Dios en las
La paz con Dios debido a la expiación de Cristo. De esta fuente fluye alturas y en la tierra paz,
toda la paz verdadera. Aquí tenemos esencialmente el mismo men- buena voluntad para con
saje de los ángeles en la noche de Navidad (Lucas 2:14). los hombres! Lucas 2:14
Note cuánto se dice en este resumen breve sobre el Señor Jesús.
Jesús es enviado por Dios y autorizado por él para ayudar al necesi-
tado. Él ha mostrado que tiene mucho más poder que el diablo. Fue
rechazado y crucificado por el pueblo, pero el Señor lo levantó y lo
exaltó. Honró a sus apóstoles haciéndolos testigos de su resurrec-
ción irrefutable y les ordenó que testificaran con poder, que nadie
más es ordenado por Dios para ser el Juez de los vivos y de los muer-
tos sino Cristo.
¡Todos los profetas lo señalaron como el Salvador de todos los que
creemos! ¡De verdad, estas son las palabras de vida!

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas IV. LA BENDICIÓN RECIBIDA


A. El evangelio es recibido con gozo
¿Cómo, pues, invocarán
Los oyentes de Pedro reciben el evangelio con gozo, disfrutan el ser-
a aquel en el cual no han
món. Lo reciben con fe verdadera (Romanos 10:14-17) y beben de las
creído? ¿Y cómo creerán
palabras de vida como la tierra sedienta absorbe el agua. El corazón
en aquel de quien no han
de Pedro está totalmente involucrado en su trabajo. Habla sobre un
oído? ¿Y cómo oirán sin
asunto que es inagotable. Dondequiera que haya almas que son sen-
haber quien les predique?
sibles a su Palabra, el Señor multiplica sus bendiciones. Mientras
¿Y cómo predicarán si no
el predicador aún hablaba estas palabras, el Espíritu Santo cayó so-
son enviados? Como está
escrito: “¡Cuán hermosos bre todos los que oían el discurso. ¡Cayó el Espíritu Santo sobre ellos
son los pies de los que también! Los oyentes hablan en lenguas y magnificaban a Dios. Dios
anuncian la paz, de los confirma su propio trabajo. Los caminos de Dios son maravillosos.
que anuncian buenas
nuevas!” Pero no todos
B. El centurión es bautizado
obedecieron al evangelio,
pues Isaías dice: “Señor, Los judíos creyentes están sorprendidos. Ven los grandes hechos de
¿quién ha creído a nuestro Dios y están atónitos, pero Pedro no se detiene aquí. Ahora entiende
anuncio?” Así que la fe es que Dios mismo ha quitado la división entre los judíos y los genti-
por el oír, y el oír, por la les con respecto al evangelio. Por consiguiente, los gentiles también
palabra de Dios. tienen que ser tratados igual que los judíos que han venido a la fe
Romanos 10:14-17 en el Señor Jesucristo. Ellos, no menos que los otros, tienen el dere-
cho de ser bautizados. ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que
no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también
Por tanto, id y haced como nosotros?
discípulos a todas las
naciones, bautizándolos Según la orden de Cristo, los que creen deben ser bautizados (Mateo
en el nombre del Padre, del 28:19). La administración del sacramento del bautismo no es inútil,
Hijo y del Espíritu Santo. aunque estos gentiles habían recibido el don invaluable del Espíritu.
Mateo 28:19 Pedro está firmemente convencido de eso y usa su autoridad apos-
tólica para ordenar que ellos sean bautizados en el nombre del Señor
sin tener que aceptar el judaísmo.
Pedro termina su tarea, pero los nuevos creyentes no quieren dejar-
le ir. Deseaban que se quedara por algunos días con ellos. Esto es
entendible. Y Pedro aceptó esta invitación con gozo. Él había visto
las obras de Dios y se regocijó que esa salvación haya venido a los
gentiles.
El amor no tiene envidia y es nuestro llamado trabajar para que otros
puedan compartir los privilegios que nosotros disfrutamos. Dios de-
sea que los que son extraños al evangelio escuchen también la Pa-
labra. Incluso el pagano distante debe venir a conocerlo. Ese es el
trabajo de todos nosotros y ninguna nación puede ser pasada por
alto.

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Nuevo Testamento

74
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

LA PERSECUCIÓN Y PEDRO ES Así que, los que recibieron


su palabra fueron
LIBERTADO DE LA PRISIÓN bautizados, y se añadieron
aquel día como tres mil
personas. Hechos 2:41
Texto de referencia: Pero muchos de los que
Hechos 12:1-24 habían oído la palabra,
creyeron; y el número de
los hombres era como
Versículo para memorizar cinco mil. Hechos 4:4
Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de La palabra del Señor
Dios para con vosotros en Cristo Jesús, 1 Tesalonicenses 5:17, 18 crecía y el número de los
discípulos se multiplicaba
grandemente en Jerusalén;
INTRODUCCIÓN también muchos de los
sacerdotes obedecían a la
El libro de los Hechos nos recuerda constantemente los numero-
fe. Hechos 6:7
sos milagros que ocurrieron durante el tiempo de la iglesia cristiana
primitiva. El Señor hizo muchos milagros de sanidad (Hechos 3:8; Ellos entonces, después de
5:15-16; 8:6-7). amenazarlos, los soltaron,
no hallando ningún modo
No menos llamativo son los milagros de conversión (Hechos 2:41; de castigarlos, por causa
4:4; 5:14; 6:7). Piense también en los primeros frutos de los gentiles, del pueblo, porque todos
el eunuco y Cornelio, y la conversión notable de Pablo, el apóstol a glorificaban a Dios por
los gentiles. lo que se había hecho.
Como el trabajo de Dios progresó, las confrontaciones con el enemi- Hechos 4:21
go aumentaron. Primero hubo amenazas, luego golpes, y finalmente Lo echaron fuera de la
asesinato (Hechos 4:21; 5:40; 7:58; 8:1). ciudad y lo apedrearon.
Pero el Señor preservó a su pueblo y los milagros significativos de Los testigos pusieron sus
liberación fueron registrados. Uno de los más maravillosos es el de ropas a los pies de un
esta lección. Lucas da muchos detalles y vemos desplegado glorio- joven que se llamaba
samente el cuidado tierno de Dios por su iglesia. Saulo. Hechos 7:58
Esta historia es muy atractiva e interesante. Todo se pone evidente Y Saulo consentía en su
mientras las fases siguientes se describen progresivamente: muerte. En aquel día
hubo una gran persecución
I. La persecución contra la iglesia que
II. La liberación estaba en Jerusalén, y
todos, salvo los apóstoles,
III. El asombro
fueron esparcidos por
las tierras de Judea y de
Samaria. Hechos 8:1

| 569 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas I. LA PERSECUCIÓN


A. ¿Quiénes son los perseguidores?
Hasta ahora la hostilidad contra los cristianos había venido desde el
Sanedrín. Ahora, después de aproximadamente diez años, el rey He-
rodes introduce la persecución en Jerusalén. Este Herodes, Agripa I,
es el nieto del Herodes que cometió infanticidio cuando Jesús nació.
Él fue tío y después llegó a ser el cuñado del Herodes de los días de
Juan Bautista, debido a que Herodías, la adúltera, era su hermana.
Los miembros de su familia se distinguían por ser sanguinarios y
adúlteros. Este Herodes tenía los rasgos característicos de su fami-
lia. Vivía una vida de libertinaje y era conocido como un don Juan.
Con su astucia, había sido capaz de obtener el título de rey y su reino
estaba conformado de casi todo el país judío. Gobernó durante el 41-
44 DC. Cuando finalmente llegó a ser rey, empezó a seguir las leyes
judías meticulosamente para ganar el favor del pueblo. Políticamen-
te estuvo inclinado a agradar a los fariseos.

B. ¿Quiénes fueron perseguidos?


Él les dijo: --A la verdad, De un hipócrita como este Herodes podía esperarse cualquier cosa.
de mi vaso beberéis, y Herodes quiso comprar el favor de los judíos con la sangre de los
con el bautismo con cristianos. Empezó tratando mal a algunos de los miembros de la
que yo soy bautizado iglesia. No se preocupó de actuar justa o parcialmente. No dio ningún
seréis bautizados; pero el valor a la vida humana y no dudó en cometer asesinato, sobre todo
sentaros a mi derecha y si obtenía algún beneficio. Él no tenía ningún escrúpulo en poner
a mi izquierda no es mío sus manos sobre los líderes de la iglesia. Había asesinado a Jacobo,
darlo, sino a aquellos para hermano de Juan. Jacobo era uno de los tres discípulos más impor-
quienes está preparado por tantes de los doce y el primer apóstol en morir martirizado. Él bebió
mi Padre. Mateo 20:23 la copa de la que Jesús había hablado (Mateo 20:23). A Herodes sólo
le interesaba congraciarse con el pueblo. Ellos lo habían alabado por
asesinar a Jacobo y ahora quería ganar aun más alabanzas. Así que
ordenó prender también a Pedro, el apóstol que realizó tantas mara-
villas y que era un líder prominente de la iglesia cristiana. Herodes
tuvo éxito en su campaña. Capturó al apóstol inocente y, abusando
de su poder, le puso en la cárcel con la intención de matarlo.
Herodes es un ejemplo extremo de los que usan un lenguaje malo,
maltratan a otros, gritan, roban, mienten o están involucrados en
malas acciones para captar la atención. Estas personas no dudan en
abusar de otros si piensan que esto aumenta su poder. Tales perso-
nas no tienen conciencia.
Herodes llevó a cabo sus acciones fingiendo piedad. Eran entonces
los días de los panes sin levadura, significaba que era la semana de la
Pascua. No hay duda de que Herodes la celebró piadosamente según
la tradición de los fariseos. En estos días ninguna sentencia pública
podía tener lugar, sino después, entonces, él se proponía sacarle al
pueblo. ¡Quería que ellos vieran lo que le iba a hacer a Pedro!
Herodes quería hacer de este proceso un espectáculo público para
entretener a la muchedumbre. Estaba convencido de que un tribunal
público y un juicio aumentarían su favor con los judíos. Mientras

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Nuevo Testamento

estaba arrodillado en el templo, su corazón estaba lleno de orgullo y Referencias / Notas


de pensamientos asesinos. Su estrategia estaba bien planeada y, por
consiguiente, el apóstol debía ser encarcelado con seguridad hasta
después de la fiesta de la Pascua.
Esta es la tercera vez que Pedro había sido encarcelado: primero
con Juan, luego con todos los apóstoles y ahora solo. Este encar-
celamiento es el más serio. Humanamente hablando, escapar era
imposible. El plan maligno de Herodes era bueno y realizable ya que
intentaba ganar alabanza por eso. La seguridad era muy eficaz por-
que cuatro grupos de cuatro soldados tomaban turnos para cuidar a
Pedro. Dos más fueron colocados en varios puntos en la puerta de
la prisión. Pedro fue atado a dos soldados con dos cadenas en sus
manos, para que al menor movimiento que hiciera, los despertara.
Escapar era imposible. Herodes había tomado todas las precaucio-
nes para prevenir la posibilidad de escape, como había ocurrido pre-
viamente.

II. LA LIBERACIÓN
A. La iglesia ora
¡Jerusalén se había vuelto un lugar muy peligroso para la iglesia de
Jesucristo! Ellos habían sufrido mucho, pero ahora su sufrimiento
era todavía mayor. Todo se había puesto en contra de ellos. El Sane-
drín estaba lleno de enemistad; el rey intentaba aniquilarlos; y esta
acción agradó a los judíos. La alta estima que ellos habían disfrutado
previamente, había desaparecido. Los cristianos sufrieron una pérdi-
da severa cuando Jacobo fue asesinado, pero qué pasaría si perdían
también a Pedro. Ellos no podían estar sin él. ¿Qué harían sin él?
¿Escaparían en secreto a un lugar seguro durante la semana de la
Pascua? No, se quedaron en Jerusalén. ¿Avivarían una revolución
como tantos de las sectas fanáticas de aquellos días lo hicieron? No,
eran débiles e impotentes por sí mismos. Eran como un rebaño de
ovejas en medio de lobos rapaces.
La violencia no puede ser combatida con más violencia. Ellos no tie-
nen ningún medio para poner en libertad a Pedro. Ni siquiera pue-
den visitarlo en la prisión. ¡Hay obstáculos por todas partes, pero el
camino al trono de la gracia está abierto! ¡Ellos oran firmemente, con
fe y con gran perseverancia! Saben que el Señor no siempre los salva
de sus perseguidores, porque Jacobo perdió su cabeza por la espa-
da. Ellos ponen sus necesidades en las manos de su Dios soberano.
Oran con libertad al Dios de justicia y compasión. ¡En esta situación
muy peligrosa, ellos saben que la única cosa que pueden hacer es
orar por Pedro, y lo hacen!
El testimonio que se registra es maravilloso. Note los contrastes: He-
rodes estaba lleno de odio; los judíos estaban esperando el desenla-
ce; Pedro estaba encadenado, pero la iglesia hacía sin cesar oración
a Dios por él. En su gran dolor, ellos sabían que Dios era su único
refugio y por tanto tienen una reunión de oración. Con quejidos pro-
fundos, claman ante el trono de la gracia para que el Señor en su

| 571 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas fidelidad libere a su siervo de los enemigos. ¡Ciertamente, una con-
gregación débil que ora es invenciblemente fuerte!
Acordaos de los presos, Con ellos nosotros aprendemos de la necesidad y el poder de la ora-
como si estuvierais presos ción verdadera de los unos por los otros, sobre todo por los que sufren
juntamente con ellos; y de severamente, están vagando en los caminos del pecado y también
los maltratados, como si por los que están en la prisión y son maltratados (Hebreos 13:3).
vosotros estuvierais en su
mismo cuerpo.
Hebreos 13:3 B. El apóstol duerme
El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipo-
tente (Salmos 91:1). ¡Ese es el mejor escondite que hay! Pedro sabe
que es verdad. El Señor lo ve y ha oído la oración de la iglesia, pero
Pedro no sabe eso todavía. Hasta donde conoce, él está pasando
su última noche sobre el suelo. Sin embargo, está en paz. Él había
dicho: Señor, yo estoy preparado para ir a la prisión e incluso para
morir por ti.
La mayoría de las personas en sus mismas circunstancias, en la pri-
sión, encerradas cautelosamente, atadas con cadenas y cerca de
la muerte, no serían capaces de dormir ni un poco y quizás habrían
clamado con gran agonía. Pero Pedro no tiene miedo. Él dice como
David: En paz me acostaré, y asimismo dormiré (Salmos 4:8) y como
Daniel en el foso de los leones. Está durmiendo tan profundamente
que el ángel le tocó a Pedro en el costado para despertarlo (Hechos
12:7). Pedro tiene la paz de una conciencia buena y la confianza de
que todo lo que le pasa al pueblo de Dios, es según la mano paternal
del Señor. Pedro cree confiadamente que todas las cosas ayudan a
bien a los que aman a Dios. El pecado le pone a uno inquieto, y el
malo es llevado como las olas inquietas del mar y no tiene paz. Su
conciencia mala les pone temerosos e intranquilos, pero los corazo-
nes de los que esperan en el Señor descansan en él durante las más
grandes pruebas.

C. El Señor salva
Dios libra de los peligros más temerosos. Él puede salvar de varias
maneras, pero siempre actúa de una manera divina y maravillosa.
¡Benditos son los que confían en el Señor!
La iglesia no ha orado en vano. Jacobo ha sido relevado de su posi-
ción por las manos de los asesinos. Eso también estaba en el conse-
jo de Dios. Herodes no podía impedirle entrar a su descanso eterno.
Pedro, sin embargo, todavía tiene trabajo por hacer para la iglesia en
la tierra. Por consiguiente, el Señor lo liberta por medio de un ángel.
Lucas lo cuenta de tal manera que es como si nosotros pudiéramos
ver y oír lo que está pasando. De repente un ángel aparece en la
prisión. ¡Hay luz, pero no la luz de las estrellas! La luz resplandeció
en la cárcel. El ángel despierta al prisionero durmiente y le ordena:
levántate pronto. Aparentemente no puede levantarse sin despertar
a los guardias. Pero si puede, porque al instante las cadenas caen
de sus manos.

| 572 |
Nuevo Testamento

Pedro es dirigido por el ángel en el camino a la libertad. Él debe Referencias / Notas


prepararse para salir inmediatamente. Cíñete, y átate las sandalias...
Envuélvete en tu manto, y sígueme. No se ve como un prófugo en
absoluto. Pedro se ve como que está dando solamente un paseo. No
deja su ropa ni sus zapatos detrás para el enemigo.
Todo pasó en una forma ordenada. El ángel conocía el camino y or-
denó a Pedro que lo siga. Habiendo pasado la primera y la segunda
guardia, llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual
se les abrió por sí misma. El ángel acompañó a Pedro a pasar una
calle hasta que estuviera completamente seguro. Ahora Pedro podía
cuidarse por sí mismo. La guía divina ya no se necesitaba y por con-
siguiente, el ángel se apartó de él.
Calvino afirma que el Señor podía sacar a Pedro de la prisión en un
momento. En lugar de eso, quita los obstáculos, uno por uno, para
mostrar su gloria. ¡Muchos milagros están pasando aquí! Dios envía
a su ángel, las cadenas de Pedro caen, los guardias no notan nada, y
la puerta pesada se abre. ¡De verdad, el Señor defiende a los oprimi-
dos, ve la aflicción de los presos y concede liberación divina!
Debemos recordar que los ángeles aparecen a menudo en la Biblia. ¿No son todos espíritus
Ellos son espíritus que tienen la habilidad de asumir una forma hu- ministradores, enviados
mana. Son espíritus ministradores (Hebreos 1:14), que sirven a Dios para servicio a favor de los
para proteger a su pueblo (Salmos 34:7). Son poderosos en fortaleza que serán herederos de la
(Salmos 103:20). No son como los querubines pequeños con alas, salvación? Hebreos 1:14
sino seres muy poderosos. Por ejemplo, ellos destruyeron al ejército
de Senaquerib (2 Reyes 19:35). ¡Nosotros vemos aquí que ni las cade-
nas, ni los guardias o una puerta pueden detener a un ángel! El ángel de Jehová
acampa alrededor de
los que lo temen y los
III. EL ASOMBRO defiende. Salmos 34:7
A. Pedro está asombrado
La liberación de Pedro fue una sorpresa grande y maravillosa. Los ¡Bendecid a Jehová,
cautivos que fueron traídos de regreso a Sión de la cautividad eran vosotros sus ángeles,
como los que sueñan (Salmos 126:1). También Pedro, experimentó su poderosos en fortaleza,
escape como si fuera un sueño. Él no sabía que era verdad lo que ha- que ejecutáis su palabra
cía el ángel, sino que pensaba que veía una visión. Había estado más obedeciendo a la voz de su
dormido que despierto cuando obedecía las direcciones del ángel y precepto! Salmos 103:20
lo seguía fuera de la prisión. ¡No es de sorprenderse! La liberación
fue inconcebiblemente grande y maravillosa. Cuando Pedro camina
por la calle, vuelve en sí. Ahora comprende totalmente que esto es la Aconteció que aquella
realidad y expresa su agradecimiento en palabras hermosas: ¡Ahora misma noche salió el
entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel, y me ha ángel de Jehová y mató
librado de la mano de Herodes! en el campamento de los
asirios a ciento ochenta y
¡Pedro debe haber estado inundado de emociones! Nosotros también cinco mil hombres. A la
debemos alabar al Señor cuando nos libra de forma maravillosa. ¡Nun- hora de levantarse por la
ca olvidemos ninguno de sus beneficios! Hay una liberación que es mañana, todo era cuerpos
aún mayor que la de Pedro. Es la liberación del pecado y su poder de muertos. 2 Reyes 19:35
controlador. Ningún ángel puede lograr esta liberación. Sólo el Señor
Jesús puede librarnos del pecado. Él puede romper las ataduras más
fuertes y las cadenas del pecado. ¡Y él quiere librarnos también!

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas B. La iglesia está asombrada


El asombro de la iglesia está más allá de la descripción. Ellos no pue-
den creer lo que ven sus ojos. Pedro se para en la calle por un mo-
mento para reflexionar a dónde irá. Decide pronto. Debe ir a la casa
que es bien conocida por los primeros cristianos: la casa de María la
madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos. Esta casa está
en un punto central, donde muchos estaban reunidos orando. Nadie
durmió esa noche, porque estaban vigilantes en la oración.
Estos hermanos y hermanas debían saber lo que Dios había hecho.
En ocasiones anteriores, cuando Juan y Pedro habían sido puestos
en libertad, ellos también habían ido a los creyentes.
La criada, viéndolo otra Las puertas de la prisión se habían abierto solas, pero Pedro tiene
vez, comenzó a decir a los que golpear a la puerta del patio. La sirvienta va a la puerta y pregunta
que estaban allí: --Este es quién es y ella reconoce la voz de Pedro. Hace algún tiempo una sir-
uno de ellos. Pero él volvió vienta también había reconocido su voz (Marcos 14:69-70). Esta vez
a negarlo. Poco después, Roda (que significa Rosa) regresa corriendo adentro y deja a Pedro
los que estaban allí parado en la puerta. Nosotros podemos entender esto y perdonarla
dijeron otra vez a Pedro: -- por estar desconcertada, porque ella de gozo no abrió la puerta. Sin
Verdaderamente tú eres de embargo, no actuó cuidadosamente.
ellos, porque eres galileo
Su mensaje a los otros no es creído. Lacónicamente responden: Es-
y tu manera de hablar es
tás loca. Roda conoce la verdad. No está equivocada e insiste que lo
semejante a la de ellos.
que dice es verdad. Ahora las personas en la casa piensan que debe
Marcos 14:69-70
haber otra explicación para este acontecimiento extraño y dicen: es
su ángel.
Pues a sus ángeles La Escritura enseña que el Señor envía a sus ángeles para proteger
mandará acerca de ti, que a Su pueblo (Salmos 91:11; Mateo 18:10). Eso no significa que cada
te guarden en todos tus persona tiene un ángel guardián especial que la protege, como mu-
caminos. chos creen.
Salmos 91:11
Notemos lo qué está pasando. La iglesia no duda de los milagros,
porque habían experimentado muchas veces que el Señor puede
Mirad que no intervenir de una manera milagrosa. Habían orado mucho y fervo-
menospreciéis a uno de rosamente rogaron por la liberación; sin embargo, ellos no esperan
estos pequeños, porque os una respuesta afirmativa. Ellos tienen más miedo que esperanza. La
digo que sus ángeles en los bendición de liberación parece demasiado grande y está más allá de
cielos ven siempre el rostro sus esperanzas y oraciones.
de mi Padre que está en Mientras tanto Pedro está parado afuera en la oscuridad de la noche.
los cielos. Mateo 18:10 Quiere entrar y continúa golpeando. Pronto toda la congregación
va a la puerta y finalmente la abren. Están desconcertados cuando
abren: Se quedaron atónitos. ¡Con sus propios ojos ven lo que no pue-
den creer! ¿Quién puede describir sus emociones y alegría? Ahora
la tensión se rompe y sus emociones suprimidas son expresadas al
hablar en voz alta. Pedro es bienvenido con ovaciones y lo agobian
con preguntas. ¡Podemos imaginar lo que pasó!
Pedro apenas puede expresar una palabra. Tuvo que hacerles con
la mano señal de que callasen para hacerse escuchar y contarles lo
que pasó, acerca de cómo el Señor le había sacado de la cárcel. Pide
que este mensaje jubiloso sea llevado a Jacobo, el hermano del Se-
ñor, y a los otros hermanos que no estaban presentes allí. Entonces

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Nuevo Testamento

Pedro sale de la casa de María. Viaja a otro lugar, no para detener su Referencias / Notas
trabajo peligroso, sino para ir a alguna parte más allá del alcance de
Herodes (Mateo 10:23). Cuando os persigan en
una ciudad, huid a otra.
De cierto os digo que no
C. Herodes está asombrado
acabaréis de recorrer todas
El rey está asombrado y muy perturbado. El Señor ha frustrado sus las ciudades de Israel
planes malignos, pero no se arrepiente. Los guardias, al abrirse el antes que venga el Hijo
día, no entendían lo que había pasado. No tenían parte en lo que del hombre. Mateo 10:23
ocurrió, pero debían pagar el castigo.
Claro, la noticia de la desaparición es informada al rey Herodes que
hace de todo para encontrar a Pedro, pero en vano. Los guardias
son llamados a rendir cuentas. Ellos dicen honestamente que no sa-
ben lo que pasó. No obstante, como chivos expiatorios, son tomados
para ser llevados a la muerte. El rey se desahoga y da salida a su des-
ilusión y amargura sobre los inocentes. ¡Qué abuso de poder!
Las expectativas de Herodes y las de los judíos fueron frustradas.
El hombre que buscó su propio honor cometiendo acciones malas
y asesinato es puesto en vergüenza por el Señor. Muy disgustado,
Herodes se retira de Jerusalén a Cesarea.
Pero su deseo de honor no había menguado. ¿Qué pasa? Herodes
se puso muy disgustado con las personas de los dos centros co-
merciales más grandes, Tiro y Sidón. Ellos dependían de sus provi-
siones de comida en el territorio gobernado por Herodes. Él quiere
prohibir la exportación de comida, pero ellos intentan prevenir esto
a cualquier costo. Ellos no quieren un conflicto sino que desean la
paz unánimemente.
Al sobornar e influenciar a Blasto, que era camarero mayor, el con-
fidente de Herodes, que tiene la vigilancia del palacio de Herodes,
ellos ganan el oído del rey. ¡Blasto está deseoso de acercarse al rey,
pero quiere beneficiarse del uso de su influencia!
Una fiesta se celebró en Cesarea y hubo muchos invitados. Herodes
estuvo presente entre esta gran muchedumbre. Estaba vestido de
ropas reales, brocado y plata, así que su apariencia, debido al sol de
la mañana que brillaba sobre él, era deslumbrante. Él arengó a los
representantes de Tiro y Sidón y la muchedumbre lo aclamó ruidosa-
mente, diciendo, voz de Dios, y no de hombre. Herodes recibió esta
adoración con placer.
Ahora la medida de Herodes estaba llena. La paciencia del Señor
había llegado al final y ahora, revela su juicio terrible. Al momento un
ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios. De pronto
Herodes es golpeado con una enfermedad repulsiva. Experimentó lo
que usualmente ocurre después de un entierro: fue comido de gusa-
nos. Sufre calambres terribles y, según el historiador Josefo, se mue-
re después de sufrir durante cinco días. El miedo cae sobre todos
cuando ven que Herodes es destruido en un momento.
¡Herodes tiene una muerte terrible! Qué contraste de su vida con la
de Pedro. Hace un momento, cuando a Pedro se le otorgaba altos ho-
nores, los rechazó resueltamente. Herodes se sintió complacido de

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas ser honrado como un dios. Pedro fue libertado por un ángel, Herodes
es destruido por un ángel. El Señor conoce el camino de los justos,
pero el camino de los malos será destruido.
Este evento no hirió la proclamación de la palabra de Dios. Ocurrió lo
contrario: crecía y se multiplicaba. El Señor libró a su siervo Pedro de
las fauces del león y cambió el mal de Herodes en algo bueno para
que sus propósitos divinos fueran logrados.

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Nuevo Testamento

75
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

EL PRIMER VIAJE MISIONERO DE


PABLO: EL EVANGELIO VA AL ASIA
MENOR
Textos de referencia:
Hechos 11:19-30; 13, 14

Versículos para memorizar:


Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni
mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Gálatas 3:28

INTRODUCCIÓN
El primer viaje misionero de Pablo y Bernabé es otro punto crucial en
la historia de la era apostólica. En este punto los siervos del evange-
lio entran deliberadamente en el mundo gentil con las buenas nue-
vas del evangelio.
La nueva dispensación fue introducida por el derramamiento del Es-
píritu Santo, sobre todas las personas, acompañado por el milagro
de las lenguas. Cornelio y su casa habían sido los primeros frutos
del mundo gentil en ser traídos a la iglesia. Pedro había entendido
claramente que los cambios estaban a punto de ocurrir.
Previamente, el evangelio había sido proclamado esporádicamente a
los gentiles. Ahora, el Espíritu Santo abría la puerta ancha y alcanzar
a todas las naciones se volvió la meta principal.
El primer viaje puede ser tratado en el siguiente orden:
I. La separación y la comisión
II. La oposición y el triunfo
III. El rechazo y la aceptación
IV. La adoración y el maltrato
V. La perseverancia y el viaje de retorno

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas I. LA SEPARACIÓN Y LA COMISIÓN


En Antioquía en Siria (Hechos 13:1-3)

A. Bernabé y Pablo son llamados para ser misioneros


La historia empieza en Antioquía, la capital de Siria, ciudad del im-
perio romano, tercera en importancia. Era una ciudad cosmopolita
hermosa, con una población de alrededor de medio millón. Debido a
la persecución de los cristianos que siguió al asesinato de Esteban,
aquí se había instituido una iglesia.
La iglesia en Antioquía experimentó pronto gran crecimiento. Es en
esta ciudad que los seguidores de Jesús recibieron primero su nom-
bre. Antes eran llamados los seguidores del Camino. El liderazgo de
Bernabé contribuyó en esta congregación. Esta llegó a ser la madre
de los creyentes del mundo gentil. Esta congregación fue dotada de
ricos dones espirituales: profetas y maestros.
Cuando el tiempo de Dios vino para que la iglesia se embarcara en
su llamado misionero, el Espíritu Santo comisionó a esta congrega-
ción para empezar el trabajo. Este llamado vino mientras estaban
ministrando al Señor, es decir, mientras mantenían un servicio de
adoración y ayuno. De una manera no descrita, el Espíritu del Señor
dejó claro que Bernabé y Saulo debían ser separados y quitados de
su servicio ordinario para el trabajo misionero especial.
A estos presentaron ante Una orden directa como esta no había pasado antes, pero sin vaci-
los apóstoles, quienes, lación pusieron atención a este llamado. Notemos lo que la iglesia
orando, les impusieron las hace como resultado de la importancia inusual del evento. Se re-
manos. Hechos 6:6 unieron en ayuno y oración e impusieron las manos sobre Bernabé y
Saulo (Pablo), como una señal de que ellos eran ofrecidos al Señor y
como un testimonio público de la aprobación de la congregación de
que su oficio era dado a ellos por Dios (Hechos 6:6).

B. Se envía el equipo misionero


Después de esta comisión extraordinaria e inolvidable, los dos misio-
neros dejan la congregación para ir al mundo gentil. La población de
Antioquía no sabe nada sobre esto y no tiene ninguna sospecha de
lo que está pasando. Bernabé y Saulo son anónimos entre la muche-
dumbre en el puerto de Seleucia, en Antioquía. ¿Quién los nota? ¡Sin
embargo, su labor y viaje es de importancia universal! Pablo y Berna-
bé ahora se embarcan en su llamado para ser heraldos de Cristo, el
Rey del cielo entre las naciones de la tierra. Juan Marcos los acom-
paña como ayudante en la obra del evangelio.
Los misioneros están llenos de celo por predicar sobre el tesoro más
grande que el mundo todavía está ignorando. No se pusieron a sí
mismos, sino que fueron llamados por Dios y enviados por la congre-
gación. Se entregan con gozo al trabajo.
El trabajo en la obra gloriosa de las misiones es un llamado del Señor
dado a su iglesia. Es un deber, pero también un privilegio. Los que
han recibido deben dar a otros su amor y ayuda piadosa.

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Nuevo Testamento

II. LA OPOSICIÓN Y EL TRIUNFO Referencias / Notas


Chipre (Hechos 13:4-12)

A. El interés y la oposición al evangelio


Los representantes del Señor fueron primero a la hermosa isla de
Chipre. Había una razón para esto. Bernabé estaba familiarizado con
la isla porque nació allí. Tuvieron un buen viaje y, debido al viento
favorable, llegaron en pocas horas. Empezaron sus labores en Sala-
mina. Muchos judíos vivían en la isla de Chipre. Bernabé y Saulo em-
pezaron proclamando la Palabra de Dios en sus sinagogas. Luego,
cruzaron la isla para ir a Pafos, una ciudad importante al otro lado
de la isla.
Aquí ellos confrontaron categóricamente al paganismo. Chipre tenía
la reputación de ser excesivamente inmoral en el mundo antiguo y
Pafos era el centro del hedonismo sensual. El templo de la diosa
Venus estaba localizado cerca de la ciudad y era un lugar de gran
indecencia. ¡Cuán grande es la gracia de Dios, que dicha área pro-
fundamente depravada fue visitada con el evangelio!
Las personas de la isla eran también supersticiosas. Sergio Paulo
era el procónsul romano de esta área. Era un varón prudente, una
persona con visión y habilidades, pensante, interesada en la verdad.
La religión pagana antigua ya no satisfacía a las personas educadas
de ese tiempo y Sergio Paulo estaba insatisfecho con el paganismo.
Se había hecho amigo de un judío llamado Barjesús. Este era un fal-
so profeta que ciertamente no podía ayudar al procónsul a encontrar
el camino correcto. Por medio de la hechicería, este Elimas, que sig-
nifica mago, sabio, conocedor, o hechicero, tenía mucha influencia
sobre el gobernador.
Sergio Paulo oyó hablar de los representantes de la cruz y deseaba co-
nocerlos. Los llamó porque deseaba oír la palabra de Dios. ¡Qué mara-
villoso! Pero Elimas no podía permitir esto porque temía perder el favor
del procónsul. Entonces se opuso a los predicadores y con mentiras
astutas intentó apartar de la fe al procónsul. No dejó ni una piedra sin
mover. Con todo su poder se opuso a la Palabra del Señor.
¡Qué contraste! El procónsul deseaba oír la palabra de Dios, pero el
mago judío trató de apartar de la fe al procónsul para tenerlo lejos
del Rey verdadero de Israel.

B. Elimas es maldito y el procónsul cree


Los misioneros saben que la batalla contra este oponente será deci-
siva para el progreso del evangelio. Por consiguiente, Saulo se opone
al profeta falso. Lo mira a los ojos y con una mirada penetrante se
dirige a él: ¡Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo,
enemigo de toda justicia! Note que tres veces le pregunta, ¿no cesarás
de trastornar, es decir, corromper, distorsionar y prevenir a otros de
seguir los caminos rectos del Señor? Ahora, pues, he aquí la mano del
Señor está contra ti, y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas No debemos considerar la confrontación de Saulo como un ataque


de ira motivado por las pasiones naturales. Al contrario, Saulo es-
taba lleno del Espíritu Santo. Ve la oposición deliberada y peligrosa
del enemigo. Sabe lo que está en juego. Sergio Paulo busca la luz y
Elimas se para delante de ella. ¡Elimas es un siervo de Satanás! El
espíritu del hoyo sin fondo busca destruir y suprimir el evangelio. El
diablo habla a través del judío apóstata.
Por tanto, Saulo lo desenmascara como un engañador que sirve
para destruir a otros. Saulo usa su poder apostólico para ejercer el
juicio sobre Elimas. Saulo le dice que estará temporalmente ciego e
incapaz de ver inclusive el sol. No es Saulo que pone ciego al mago,
sino que es la mano del Señor que ejerce el juicio divino.
El veredicto es seguido inmediatamente por el castigo. Elimas busca
que alguien lo guíe. Su magia no puede ayudarlo ahora. Sergio Paulo
está profundamente aturdido por este evento impactante. Está ma-
ravillado de la doctrina del Señor. Esta es una expresión notable, que
indica que fue conquistado por la Palabra. ¡La señal de la ceguera
desterró cualquier duda y la fe inunda poderosamente el corazón del
procónsul!
La oposición de Satanás fue feroz, pero Cristo triunfó. El fruto es pre-
cioso: el procónsul, el hombre más importante de toda la isla, ha
venido a la fe. Esta es una bendición maravillosa para él y para Saulo
es un gran estímulo. La expansión del evangelio en Chipre es muy
significativa para la diseminación del evangelio en el mundo gentil.
De hoy en adelante el apóstol a los gentiles ya no es más Saulo,
sino que es llamado Pablo. El primer nombre es hebreo; el segun-
do es griego. La razón del cambio de nombre no debe buscarse en
una diferencia de significado, ni en conmemoración del procónsul.
Muchos judíos en la dispersión tenían dos nombres: hebreo y grie-
go o romano. Ahora, en su primer viaje misionero al mundo gentil,
cuando el apóstol cosecha los primeros frutos entre los gentiles del
mundo greco-romano, su nombre griego Pablo se vuelve su nombre
prominente.

III. EL RECHAZO Y LA ACEPTACIÓN


Antioquía de Pisidia e Iconio (Hechos 13:13-14:6)

A. Pablo predica en la sinagoga


Los predicadores no pueden quedarse en Chipre, aunque el procón-
sul los trata muy bien. ¡Ellos deben continuar porque el estandarte
del evangelio debe ser plantado por todas partes!
Desde Chipre los misioneros van por barco a las costas del Asia Me-
nor y desembarcan en Perge. Desde allí, viajan por el lado del país a
Antioquía de Pisidia. No se describe este peligroso viaje a través de
las montañas y valles de Tauro, donde los ladrones rondaban. Ese no
es el propósito de los viajes. La narración no se centra en el viaje, ni
en los viajeros, sino en el progreso del evangelio.

| 580 |
Nuevo Testamento

Como en Chipre, Antioquía y otros lugares, ellos empiezan con los Referencias / Notas
judíos. En el día de reposo, entraron en la sinagoga. Este no es un
gesto irreflexivo, sino que tiene un propósito y es intencional. Es na-
tural que el apóstol Pablo vaya primero a las sinagogas donde están
los judíos. Tiene un punto de contacto con ellos en su predicación
debido a las leyes y a las profecías. Puede señalar la fidelidad del
Señor al cumplir las promesas mesiánicas. Dondequiera que haya
judíos de la dispersión, ellos deben ser confrontados con el evange-
lio y responder al Señor Jesús.
Además, refiriéndose al Antiguo Testamento, Pablo evita introducir
una nueva religión, lo cual es prohibido por los romanos. Al ir prime-
ro a los judíos, es también más fácil encontrar un punto de contacto
con los gentiles, muchos de los cuales eran fieles visitantes de las
sinagogas de ese tiempo.
Pablo y Bernabé están sentados entre las personas en la sinagoga y
esperan discretamente el tiempo apropiado. Después de leer la ley
y los profetas, son invitados a hablar una palabra alentadora a la
congregación. ¡Pablo acepta esta invitación ávidamente! Se dirige a
los varones israelitas que pertenecen al pueblo del pacto y también
a los que temen a Dios. Esta es la expresión usada para los que eran
de origen pagano pero que habían venido a la fe en el Dios de Israel
y lo adoraban.
Pablo se dirige a la congregación de la sinagoga, primero dando una
apreciación global de las relaciones de Dios con los ancestros israe-
litas, luego presentando el cumplimiento de las promesas en Cristo.
Finalmente, hace la oferta de la gracia y les amonesta a la fe y al arre-
pentimiento. Este primer sermón registrado de Pablo tiene muchas
similitudes con el sermón de Esteban. Al parecer, este se volvió el
método usual de hablar a los judíos.
La esencia del evangelio que Pablo predicó es la justificación de los
pecadores por la gracia a través de la fe en Cristo. No era el propósito
de Pablo predicar un sermón largo y entrar en cada detalle al dar un
vistazo de la historia de Israel. Su objetivo era mostrar que todo el
Antiguo Testamento estaba enfocado en Cristo. Él es el gran punto
central. ¡Es el deseo de Pablo llevar a sus oyentes a Jesús! Desde el
mismo principio de su sermón tenía al Señor Jesús en mente.
Los oyentes no tienen ninguna excusa cuando rechazan a Cristo.
Con gran persuasión Pablo predica: la promesa hecha a nuestros
padres. Sabed, pues, esto, hermanos: que por medio de él se os anun-
cia perdón de pecados. Mirad, pues, que no venga sobre vosotros lo
que está dicho en los profetas.
El sermón de Pablo deja una impresión profunda. Cuando Pablo y
Bernabé dejan la reunión, los oyentes están ávidos de oír el mensa-
je de nuevo. Cuando dejan la sinagoga, muchos judíos y prosélitos
siguen a Pablo y Bernabé para hablarles sobre lo que ellos habían
oído.
Los representantes de Cristo aseguran y animan a estas personas y
seriamente los amonestan a que perseverasen en la gracia de Dios.
¡Los misioneros luchan por las almas de sus oyentes!

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas B. Los frutos y la oposición


La predicación de Pablo se comenta por todas partes, de tal forma
que el próximo día de reposo casi toda la ciudad se reúne. ¡Las per-
sonas tienen un deseo intenso de escuchar la Palabra de Dios! Pero
ahora el resentimiento de los judíos se enciende. Va contra su etno-
centrismo el que los gentiles sean bienvenidos al evangelio como
ellos. Se oponen a los apóstoles, denunciándoles y blasfemando pú-
blicamente.
Sin embargo, Pablo y Bernabé no guardan silencio, y dicen abierta-
mente: A vosotros, a la verdad, era necesario que se os hablara primero
la palabra de Dios; pero puesto que la desecháis y no os juzgáis dignos
de la vida eterna. Este es un momento decisivo. Los judíos merecen
este reproche agudo. Los que están perdidos solo pueden culparse
a sí mismos.
Por otro lado, los gentiles están agradecidos y contentos. Muchos
son añadidos al número de creyentes y después de un tiempo influ-
yen en toda la región. Y creyeron todos los que estaban ordenados
para vida eterna. Esto es gracia soberana de Dios. La fe es un fruto
de la gracia electora. Mientras los gentiles aprovecharon ávidamente
la primera oportunidad, la mayoría de los judíos rechazaron la oferta
con repulsión.
Su enemistad llegó a ser tan grande, que las mujeres piadosas y
distinguidas, es decir, las mujeres de estado social importante que
habían aceptado la religión judía, fueron incitadas para persuadir a
los hombres principales de la ciudad. El resultado fue que los repre-
sentantes de la cruz fueron expulsados de sus límites.
Si alguien no os recibe Las personas están haciéndose daño a sí mismas, porque Pablo y
ni oye vuestras palabras, Bernabé sacudieron contra ellos el polvo de sus pies como una se-
salid de aquella casa o ñal de que rompen toda comunicación con ellos (Mateo 10:14). Los
ciudad y sacudid el polvo creyentes jóvenes en la fe son probados, pero no desanimados por
de vuestros pies. la enemistad que era muy amenazadora, porque esta venía de un
Mateo 10:14 grupo compuesto de la clase más alta de la ciudad. ¡La escritura
dice: Y los discípulos estaban llenos de gozo, y del Espíritu Santo! Este
rebaño pequeño no está asustado en medio de los lobos rapaces. El
gran Pastor está con ellos y están seguros con él.

C. Muchos son salvos


Pablo y Bernabé no están descorazonados en lo más mínimo por
la desilusión dolorosa. Al contrario, cuando llegan a Iconio llevan
el mismo modelo de conducta como en la ciudad anterior. Y tienen
las mismas experiencias. En Iconio el ánimo de los ciudadanos es
mezclado. El Señor también trabaja aquí con los apóstoles y muchos
creen.
De nuevo, los judíos incrédulos causan una conmoción. Su odio con-
tra Cristo es aún mayor que su repulsión a los gentiles. Levantan a
los paganos y les incitan contra sus compañeros que creen. A pesar
de la oposición y de la amargura creciente, los misioneros perma-
necieron en Iconio durante mucho tiempo, mientras hablaban con

| 582 |
Nuevo Testamento

denuedo en el Señor quién estableció la Palabra de su gracia con se- Referencias / Notas
ñales y maravillas. Mientras tanto, dos grupos se estaban formando
en la ciudad. Esto ocurre en cumplimiento de la profecía de Cristo de Cuando os persigan en
que su venida traería disputa, ya sea por él o en su contra. Esto ocu- una ciudad, huid a otra.
rrió en Iconio y todavía ocurre dondequiera que se predica a Cristo. De cierto os digo que no
Un alboroto explota. Los líderes de la ciudad se unieron y la situación acabaréis de recorrer todas
se puso amenazadora. El pueblo quiso apedrear a los misioneros. las ciudades de Israel
Después de considerar seriamente todas las circunstancias, se fue- antes que venga el Hijo
ron. Su Maestro les dijo una vez: cuando os persigan en esta ciudad, del hombre. Mateo 10:23
huid a la otra (Mateo 10:23).

IV. LA ADORACIÓN Y EL MALTRATO


Listra (Hechos 14:6-20)

A. La respuesta de los paganos


El primer viaje misionero presenta diferentes escenas. Pablo y Ber-
nabé huyeron a Listra, una distancia de 38 kilómetros de Iconio. Las
personas de allí todavía estaban completamente aferradas a la os-
curidad del paganismo. Aquí también el evangelio trae luz y poder.
Un cojo estaba entre los oyentes cuando Pablo predicaba. Él nunca
había caminado y escuchaba atentamente. Los ojos del apóstol se
fijaron en él y vieron que el hombre tenía fe para ser sanado.
Con voz fuerte Pablo le dijo: ¡Levántate derecho sobre tus pies! Inme-
diatamente el hombre saltó y anduvo de un lado a otro, demostrando
que había sido sanado realmente.
Este milagro fue público y las personas se impresionaron mucho. En
seguida pensaron que Pablo y Bernabé estaban dando testimonio de
una revelación divina de sus dioses paganos. Pensaron que Bernabé
era Júpiter, su deidad principal, y que Pablo era Mercurius, el men-
sajero y portavoz de los dioses. Los apóstoles no entendieron lo que
las personas estaban diciendo en su dialecto, pero pronto se dieron
cuenta de sus intenciones.
¿Qué estaba pasando? El sacerdote pagano del pueblo estaba listo
para sacrificar en honor de Júpiter cuyo templo estaba frente a la
ciudad. El sacerdote ya estaba parado a la puerta con toros. Cuando
los apóstoles notaron esto, rasgaron sus vestidos en señal de dolor
profundo y gran indignación ante esta idolatría y se lanzaron entre la
multitud, mientras protestaban: Varones, ¿por qué hacéis esto?
Ni por un momento los misioneros permitieron que el honor divino
les sea dado a ellos. Amonestaron a estos paganos ciegos para que
detengan su idolatría inútil y proclamen al Dios vivo y verdadero. Na-
turalmente, no se refirieron al Antiguo Testamento pero tomaron su
punto de partida de la revelación general de Dios que los paganos
también recibieron. Dios permitió a los paganos ir por su propio ca-
mino, pero no los había dejado sin un testigo. ¡Los misioneros humil-
demente dieron toda la gloria a Dios! Pero, no pudieron detener las
intenciones del pueblo.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas B. La respuesta de los judíos


Sin embargo, las cosas cambiaron pronto. Unos judíos de Antioquía
y de Iconio, (¡los judíos de nuevo!) no los dejaron solos. Ellos sabían
cómo cambiar las emociones de la muchedumbre a su favor.
Su calumnia encontró una respuesta y el humor del pueblo cambió
completamente. Eran como la arena cambiante. La idolatría es se-
guida frecuentemente por el desdén. ¡Qué necio es construir sobre
el favor del hombre y buscar el honor de las personas!
Ahora que los judíos han persuadido al pueblo de otra opinión, están
en control de la muchedumbre. Dan salida a su enojo, apedrean a
Pablo y lo arrastran fuera de la ciudad como presa para los buitres.
Allí se queda como muerto.
¡Cuando los cristianos se paran a mirarlo, sucede un milagro: Dios
sana a Pablo y se pone de pie! Porque servía al Señor Jesús fielmente
fue apedreado por ellos. Pero el Señor lo salvó.

V. LA PERSEVERANCIA Y EL VIAJE DE RETORNO


Iconio, Pisidia, Panfilia, Atalia, Antioquía (Hechos 14:20-28).

A. El viaje de retorno
A vosotros os es concedido ¡Los siervos de Dios tuvieron que soportar mucho sufrimiento! Pero
a causa de Cristo, no no guardaron sentimientos de venganza. Consideraban un privilegio
solo que creáis en él, sino sufrir por el Señor (Filipenses 1:29). Tampoco fueron vencidos por el
también que padezcáis por miedo y regresaron a la ciudad donde Pablo casi muere apedreado.
él. Filipenses 1:29
Al siguiente día, Pablo y Bernabé van a Derbe. Allí está bastante pa-
cífico. El evangelio es predicado abiertamente y el Señor da ricos
frutos.
¡Entonces ellos regresaron a las mismas ciudades donde habían
sufrido mucho mal! ¡Esto parece como una provocación, pero es la
evidencia del valor intrépido y la gran fe de los misioneros! No quie-
ren evitar el peligro, porque las almas de los creyentes deben ser
fortalecidas y amonestadas para perseverar en la fe.
Los animan diciendo es necesario que a través de muchas tribulacio-
nes entremos en el reino de Dios. Les dicen que no se desanimen por
la persecución. Realmente, las cosas están yendo como se predijo.
Este es el camino para que ustedes entren en el reino de Dios.
Los apóstoles no descuidaron las congregaciones que fueron insti-
tuidas hace poco tiempo. Les proporcionaron los principios del or-
den de la iglesia y establecieron las iglesias independientemente de
las sinagogas. Cuando ordenaban solemnemente ancianos para los
oficios en cada congregación, ellos continuaban su viaje, siempre
abundando en el trabajo del Señor.
Durante una estancia corta en Perge, se hacen útiles trayendo el
evangelio allí. ¡Cuando parten, la Palabra de Dios permanece!

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Nuevo Testamento

B. Informe a la iglesia en Antioquía Referencias / Notas


Por fin Pablo y Bernabé regresan a su iglesia madre de donde ha-
bían partido. La iglesia de Antioquía se reúne y los dos misioneros
informan de su viaje. ¡Tienen mucho que decir! Nosotros no leemos
que ellos informen sobre su sufrimiento y peligro, sino que alabaron
a Dios y refirieron cuán grandes cosas había hecho Dios con ellos, y
cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles. El viaje había sido
fructífero y sus labores no eran en vano en el Señor.
Que nosotros también seamos fieles en Cristo, en nuestro trabajo
de enseñanza y evangelismo, a pesar de la oposición, y que seamos
constreñidos por el amor de Cristo y el bienestar de las almas eter-
nas. Que nosotros también seamos apoyados por la oración de la
congregación. ¡Que seamos fuertes en la fe y que haya en el tiempo
de Dios los frutos de su obra!

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La Historia de la Salvación

76
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

EL PRIMER CONCILIO DE LA IGLESIA


EN JERUSALÉN
Texto de referencia:
Hechos 15:1-32

Versículo para memorizar:


Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para
salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al
griego. Romanos 1:16

INTRODUCCIÓN
No hay mucha historia para relatar sobre este tema. Esta lección tra-
ta de la iglesia de Cristo. Aunque el material puede ser algo difícil de
discernir, se debe aprovechar la oportunidad para señalar las tram-
pas de Satanás para intentar destruir la unidad de la iglesia.
Esta lección nos muestra cómo la mano buena de Dios rescató a la
iglesia de algunos de los peligros espirituales más grandes.
Dos puntos principales pueden ser escogidos al tratar con este tema
importante:
I. La disputa
II. La decisión

I. LA DISPUTA
A. El problema
Este tema guarda relación con la lección anterior y debemos recor-
Al llegar, reunieron a la dar los eventos en Antioquía, la primera iglesia misionera y a los pri-
iglesia y les refirieron cuán meros misioneros y sus experiencias. Recordemos que Pablo y Ber-
grandes cosas había hecho nabé están repitiendo con agradecimiento, al concilio de la iglesia,
Dios con ellos y cómo todo lo que había hecho Dios con ellos, y cómo había abierto la puerta
había abierto la puerta de de la fe a los gentiles (Hechos 14:27). No solo había sido predicada
la fe a los gentiles. la Palabra y se había realizado milagros, sino que el Espíritu Santo
Hechos 14:27 había obrado entre los gentiles y les había dado la fe en Cristo.

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Nuevo Testamento

Estas maravillosas noticias fueron recibidas con mucha alegría. Los Referencias / Notas
apóstoles se quedaron mucho tiempo en esta feliz congregación
donde había libertad en Cristo. Los creyentes, tanto judíos como
gentiles, estaban estrechamente unidos y no se ofendían entre sí.
De repente, una nube oscura apareció en este cielo claro de unidad y
agradecimiento. Apareció un serio argumento en la iglesia que cau-
só mucha confusión.
El problema era si los creyentes gentiles podían ser recibidos como
hermanos en Cristo sin ninguna condición. Entonces algunos que ve-
nían de Judea enseñaban a los hermanos: “Si no os circuncidáis con-
forme al rito de Moisés no podéis ser salvos”. ¿No debían ser primero
iniciados en el judaísmo? ¿Podían ser salvos sin ser circuncidados?
¿No se les debería obligar a que guarden las ceremonias de la ley?
Estos judíos defendieron en forma persuasiva y enfática que esto
era necesario. Como resultado, Jacobo tuvo que decir que estas per-
sonas habían inquietado con palabras, hasta el punto de perturbar
(confundir) las almas.

B. La causa
Antes de continuar relatando el resto de la historia, debe quedar cla-
ro cómo estos cristianos judíos llegaron a este punto. Para nosotros
que vivimos tantos siglos después, estas diferencias antiguas han
perdido su importancia, pero debemos recordar que una vez estas
preguntas causaron gran agitación y sacudieron los fundamentos
de la joven iglesia.
Para tener un cuadro claro de lo que estaba pasando, tenemos que
regresar al Antiguo Testamento. El Señor había separado a Abraham
de las naciones, para que de él pudiera surgir un pueblo dedicado
a servirle. Mientras a los paganos se les permitió ir por su propio
camino, Dios separó a Israel para que sea su propio pueblo especial.
Hizo su pacto sólo con Israel. La ley y las profecías solamente fueron
dadas a Israel. Durante el tiempo del Antiguo Testamento, la revela-
ción divina de la salvación estaba casi limitada completamente al
pueblo judío.
Las profecías del Antiguo Testamento señalaban el tiempo de la veni-
da del Mesías. Entonces la dispensación de la gracia se ensancharía
y la salvación se extendería a todos los pueblos y naciones.
Cristo ha venido. Durante su vida sobre la tierra confinó sus labores Él, respondiendo, dijo:
principalmente a los judíos (Mateo 15:24). Justo antes de su ascen- --No soy enviado sino a las
sión, el Cristo glorificado dio su comisión real: ¡Id por todo el mundo ovejas perdidas de la casa
predicando el evangelio a toda criatura! Cuando el Espíritu Santo fue de Israel. Mateo 15:24
derramado en Pentecostés, la profecía antigua de Joel 2 se cumplió.
La separación entre judíos y gentiles acabó y la iglesia estaba siendo
separada gradualmente de sus raíces judías para volverse una igle- Y todo aquel que invoque
sia universal. La promesa era que todo aquel que invocare el nombre el nombre del Señor, será
del Señor sería salvo (Hechos 2:21). salvo. Hechos 2:21
Muchos judíos creyentes vieron esta dispensación más amplia, como
si los gentiles creyentes estuvieran uniéndose al judaísmo. Durante

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas la dispensación del Antiguo Testamento, los judíos no valoraron su


posición privilegiada, incluso la rechazaron y se mezclaron con las
naciones idólatras. Después, bajo la influencia de los fariseos, se
enorgullecieron de su estado especial y se consideraron superiores
a las otras naciones.
Él es nuestra paz, que Este pensamiento estaba todavía presente en estos cristianos judíos.
de ambos pueblos hizo Se aferraban a su posición privilegiada. Apenas podían imaginar que
uno, derribando la pared todas las distinciones se habían terminado y que ahora en Cristo no
intermedia de separación. había ni judío ni griego, que Cristo era de verdad el Salvador todo
Efesios 2:14 suficiente y que la fuente de la salvación fluía ahora por otro cauce.
Encontraron duro creer que Dios se complacía también con los gen-
tiles que habían estado lejos y fueron extraños al pacto.
Les era difícil aceptar que los gentiles estaban ahora al mismo nivel
que el pueblo del Pacto Antiguo y que Dios mismo había derribado la
“pared intermedia de partición” (Efesios 2:14), mostrando que él no
hace acepción de personas.
El Señor mostró esto más claramente en la forma en que Cornelio
fue aceptado (Hechos 10). Todos somos iguales ante Dios: las perso-
nas ricas y pobres, educadas e incultas, libres y esclavas, hombres
y mujeres, viejos y jóvenes. Todos necesitamos al mismo Salvador
y el camino de salvación es el mismo para todos: ¡Cree en el Señor
Jesucristo, y serás salvo!

C. La intensidad del argumento


El gran tema del Nuevo Testamento no era obvio para todos. Tomó
tiempo para que este principio sea aceptado. Pablo, el apóstol a los
gentiles por excelencia, lo predicó con todo su poder. Otros, que
antes habían pertenecido a la secta de los fariseos, disputaban este
tema.
Había fuerte oposición contra los apóstoles, no solo de los judíos
incrédulos y obstinados, sino también de muchos judíos creyentes.
Cuando, devotamente, sostuvieron que solo podían reconocer a los
gentiles cristianos como hermanos si adoptaban el estilo de vida
judío, los cristianos judíos pensaban defender las demandas de la
Palabra de Dios. Este punto de vista amenazó con traer gran daño a
la causa de Cristo.
La iglesia de Antioquía sintió profundamente este problema. Por con-
siguiente, algunos...venían de Judea, y contendían arrogantemente:
Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos.
Pablo y Bernabé declararon decididamente que no estaban de acuer-
do con esto. Discreparon tan vehementemente como pudieron, no
para discutir o querer salirse con la suya, sino porque estaban cons-
treñidos por el amor a la verdad y a la iglesia del Señor.
A las personas incrédulas e indiferentes no les preocupaba los asun-
tos religiosos y empezaron a quejarse sobre cortes de pelo y divor-
cios, porque no comprendían la gran importancia de los asuntos es-
pirituales ni la necesidad de mantener la verdad intacta cuando se
levantan las herejías.

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Nuevo Testamento

Pablo y Bernabé ven todo lo que está en juego. Este asunto tocaba Referencias / Notas
la verdad del evangelio (Gálatas 2:5) y golpeaba su corazón. La verdad
en riesgo era que la obra redentora de Cristo y la fe sólo en él no son A los tales ni por un
suficientes para la salvación. momento accedimos a
La tolerancia es imposible porque los dos puntos se excluyen entre someternos, para que
sí. Aunque a Pablo y Bernabé les aflige oponerse a sus “hermanos la verdad del evangelio
según la carne”, ellos no pueden hacerlo de otra forma ni tampoco permaneciera con vosotros.
quieren debido a la verdad. A los cuales ni por un momento accedi- Gálatas 2:5
mos a someternos (Gálatas 2:5). Ellos no iban a permitir que esto
pase y se mantuvieron firmes. Están determinados a mantener la
doctrina que Pablo explica después en su carta a los Gálatas: Si os
circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo, y les advierten que no
pongan yugo a los creyentes gentiles.
La oposición no se rinde tan fácilmente. La congregación, que había
experimentado un crecimiento maravilloso durante mucho tiempo,
es perturbada. ¿Será separada por esta disputa o será alejada de las
doctrinas verdaderas? La influencia de los judaizantes no es insigni-
ficante. Esto se evidencia cuando surge un problema con respecto a
la observancia de las leyes de la comida. Pablo discute esto también
en su epístola a los Gálatas. Incluso Pedro es influenciado por los
judaizantes y, por un momento, incluso Bernabé es arrastrado por
la indecisión.
Si los judaizantes tienen razón, la esperanza de la salvación de mu-
chos en Antioquía no tiene ninguna base porque ellos no fueron cir-
cuncidados cuando vinieron a la fe. Las iglesias reunidas en un con-
cilio no aceptan esta opinión sino, al contrario, indican su confianza
inequívoca en Pablo y Bernabé. Sin embargo, el concilio no se vuelve
tampoco en contra de los celosos por la ley. Ellos saben que si este
problema va a ser resuelto, otros también deben dar su contribución.
La iglesia en Antioquía piensa que es sabio poner este asunto crucial
de la iglesia ante los apóstoles y ancianos de la iglesia de Jerusalén.
Así que dispusieron que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algu-
nos otros de ellos.
Subí debido a una
Pablo no tiene ninguna objeción en tener una asamblea más extensa
revelación y, para no
para discutir este problema, para venir a un plan unido de acción.
correr o haber corrido en
Dios le revela que debe ir (Gálatas 2:2). La congregación de Antio-
vano, expuse en privado
quía envía a los hombres con comestibles para el camino como una a los que tenían cierta
prueba de gran estima y de la importancia que ellos les conceden reputación, el evangelio
por el arreglo de la disputa. que predico entre los
gentiles. Gálatas 2:2
II. LA DECISIÓN
A. La reunión del concilio
Los representantes de Antioquía toman la ruta más corta a Jerusalén
debido a la importancia de su misión que no puede ser demorada
inútilmente. Se van por el camino de Fenicia y Samaria. Hay iglesias
cristianas en algunos de los lugares por donde pasan. Allí, les dicen
a los hermanos de las grandes obras de Dios en la conversión de los
gentiles. Estas noticias causan gran gozo a los cristianos de todas

| 589 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas partes. ¡Qué maravilloso! El verdadero amor no es rencoroso. Hay


alegría cuando otros son convertidos y el reino de Dios se extiende.
Los representantes llegan seguros a Jerusalén y son recibidos cor-
dialmente y con respeto. La iglesia y los apóstoles y los ancianos les
dan la bienvenida y los hombres de Antioquía refieren todas las co-
sas que Dios había hecho con ellos, dando la gloria a Dios. Como en
todas partes, aquí también ellos alaban al Señor -un ejemplo a ser
seguido.
En este instante, algunos de los miembros creyentes de la iglesia
que habían pertenecido al grupo de los fariseos se ponen de pie y
declaran que es necesario que los gentiles creyentes sean circun-
cidados. Con gran convicción declaran el mismo punto como les
fue enseñado por los judaizantes en la iglesia de Antioquía. Quieren
mandarles [a los gentiles] que guarden la ley de Moisés.
Una reunión separada del concilio es necesaria para resolver este
problema. Esta tiene un carácter único. Es una reunión oficial de los
portadores del oficio de todas las iglesias. Los apóstoles y los ancia-
nos se reúnen con los hermanos de Antioquía. Los dos representan-
tes de la iglesia de Jerusalén y de la iglesia de Antioquía están aquí.
¡Es una asamblea honorable! ¡Estos hombres han sufrido mucho por
el nombre de Cristo durante muchos años!

B. La deliberación
Los líderes son llamados para conocer de este asunto. Tienen que
hacer un juicio con respecto a la controversia. Deben deliberar antes
de tomar una decisión. Cuando los hermanos de Antioquía explican
sus razones hay una diferencia de opinión al principio. La discusión
toma un giro emocional. Hay mucha discusión. El intercambio acalo-
rado no lleva a un acuerdo.
Por fin Pedro se pone de pie. Sus palabras llevan peso. Empieza decla-
rando que él tiene derecho para hablar de este asunto porque tiene
experiencia de primera mano. Le recuerda al concilio lo que él había
visto y experimentado en sus relaciones con Cornelio. ¡Dios mismo
tuvo que enseñarle! El Señor le mostró muy claramente que Él no
hace diferencia entre los que son circuncidados y los que no lo son.
Los corazones de los incircuncisos son purificados por la fe. Pedro
deliberadamente se refiere a Dios como el que conoce los corazones.
Dios sabe que los gentiles tienen fe verdadera. Por consiguiente, Pa-
blo y Bernabé están absolutamente correctos. Los pecadores son
solo justificados por la fe en Cristo sin las obras de la ley. Creemos
que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que
ellos. En su opinión esto es tentar... a Dios para poner a los gentiles
bajo el yugo de las muchas regulaciones ceremoniales aburridas,
intrincadas.
Recordemos que las leyes ceremoniales del Israel antiguo fueron
cumplidas en Cristo, por tanto, nosotros estamos relegados de guar-
darlas. Llevar tal yugo es una carga pesada y reduce al portador a
una condición de esclavo. La ley ceremonial es ahora completamen-

| 590 |
Nuevo Testamento

te inútil porque esta no provee la salvación y ni nuestros padres ni Referencias / Notas


nosotros hemos podido llevar.
El discurso persuasivo y poderoso de Pedro parece encontrar acep-
tación. Nadie se opone a él. Pablo y Bernabé usan el silencio que
prevalece para afirmar el testimonio de Pedro. Este es el tiempo apro-
piado para informar al concilio que el Señor no trató con los gentiles
de una manera inferior a los creyentes judíos. Grandes señales y ma-
ravillas había hecho Dios por medio de ellos entre los gentiles. Pablo
y Bernabé no debaten, sino que presentan simplemente los hechos.
Ahora todos están convencidos.
Finalmente, Santiago, el hermano del Señor y un hombre de autori-
dad en la iglesia, afirma su acuerdo. Nadie puede decir que él des-
precia las leyes de Moisés, porque las guarda estrictamente. Es una
persona consciente y piadosa a quien le ha sido dada el sobrenom-
bre de “justo”. Por consiguiente, su opinión es muy influyente.
Santiago empieza su discurso declarando que lo que Pedro ha dicho En aquel día yo levantaré
sobre la gracia de Dios hacia los gentiles está de acuerdo con las el tabernáculo caído
Escrituras. Usando sus propias palabras, cita de la traducción de la de David: cerraré sus
Septuaginta de Amós (Amós 9:11-12). ¡Esta profecía está más allá de portillos, levantaré sus
la disputa! ruinas y lo edificaré como
El discurso de Santiago está basado en la Palabra de Dios y razona en el tiempo pasado,
con las Escrituras en la mano. Esto debería concluir toda la discu- para que aquellos sobre
sión. Él dice que en las profecías antiguas el Señor había declarado los cuales es invocado mi
que los gentiles compartirían la gracia de Dios en Cristo. Ahora no- nombre posean el resto
sotros hemos oído que el Espíritu Santo ha sido dado a los que no de Edom y todas las
fueron circuncidados. Por tanto, debe concluirse que el Señor ya no naciones, dice Jehová, que
requiere la circuncisión. Pablo y Bernabé están en lo correcto. No es hace esto. Amós 9:11-12
necesario guardar las leyes mosaicas para la salvación. Por tanto, no
inquietemos a los creyentes gentiles. No lo hagamos difícil para ellos
ni les causemos ansiedad o preocupaciones.
No obstante, Santiago piensa que es conveniente y apropiado que
ellos también consideren las conciencias de los creyentes judíos.
Para promover la comunión de los santos, los creyentes gentiles de-
ben ceder un poco y entender a los judíos. Hay sinagogas judías por
todas partes y desde tiempos antiguos ellos han sido instruidos en
las leyes de Moisés y estas leyes han sido interiorizadas y se han vuel-
to un estilo de vida. Aconseja entonces que los gentiles se abstengan
de cuatro cosas que ofenden a los judíos: de las contaminaciones de
los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre.
Los creyentes gentiles deberán abstenerse de comer aquella comida
que proviene de los sacrificios ofrecidos a los ídolos (la carne de los
sacrificios de las prácticas paganas era vendida y entregada para
ser comida a todo aquel que así lo desee), debían dejar de comer
animales cogidos en trampas cuya sangre no fue drenada, y beber
la sangre caliente de los animales inmolados que era mezclada con
vino en las fiestas sacrificiales.
Israel había sido enseñado que la vida del animal estaba en su san-
gre y no se bebía porque la sangre de los animales inmolados era
derramada delante del Señor.

| 591 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas C. La decisión


Las conclusiones de Santiago son aceptadas. En vista de las circuns-
tancias presentes, sus recomendaciones son muy sabias. Su consejo
es muy práctico. Debido a los escrúpulos de los judíos, ellos no debe-
rían ignorar por completo todas las leyes ceremoniales. El consejo de
Santiago se aplica a los cristianos gentiles. Ellos no podrán participar
en cosas que ofenderían y disgustarían a los judíos. El principio esen-
cial, que los cristianos judíos deben aceptar a los gentiles creyentes
como sus iguales en la iglesia, se mantiene. Por otro lado, los gentiles
creyentes deben ejercer amor cristiano, haciendo concesiones por al-
gunos escrúpulos de los cristianos judíos.
Nosotros tenemos también que hacer o dejar de hacer ciertas cosas
que alguien puede considerar ofensivas. Sin embargo, cuando esto
involucra cosas de importancia primaria, nadie debería negar la ver-
dad por causa de la conveniencia, un sentido falso de paz o temor
del hombre.
El convenio en el espíritu de Santiago es aceptado unánimemente y
toda la iglesia da su aprobación. Ellos deciden escribir cartas a todas
las iglesias de los creyentes gentiles así como enviar representantes
los cuales también de palabra os harán saber lo mismo. Para llevar a
cabo esta misión, Judas y Silas, como ellos también eran profetas, y
eran muy estimados por todos, son añadidos a la delegación com-
puesta de Pablo y Bernabé.
La carta declara en forma concluyente y pública que los judaizantes
han actuado sin la aprobación de los apóstoles y ancianos y que la
congregación de Jerusalén no puede ser culpada del problema cau-
sado. Además, los hermanos enviados actúan como representantes
autorizados y recomendados, mientras Pablo y Bernabé son alabados
como hombres que no están afuera por su propia conveniencia, sino
que han expuesto su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
La decisión es comunicada en un espíritu fraternal. Si las iglesias en
Antioquía, Siria y Cilicia actúan de acuerdo, ellas harán bien.
No hay ninguna indicación de frialdad o dureza. Sin embargo, no hay
que pensar que no importa si esta decisión se guarda o no. La carta
afirma que ha parecido bien al Espíritu Santo, quien habló por boca
de los profetas y en los corazones de los que estuvieron en la reunión
del concilio. No es solo un consejo, sino una decisión que tiene po-
der obligatorio porque se trata de cosas necesarias, es decir, asuntos
importantes. La decisión resuelve la controversia en las iglesias y re-
gula las prácticas morales. Note que la fornicación se nombra al úl-
timo en la decisión. El espíritu de la carta transmite claramente que
la circuncisión, obligatoria bajo el Pacto Antiguo para el pueblo de
Dios, ha sido terminada en el Nuevo Testamento por Dios mismo.
No es sorprendente que esta decisión sea recibida con alegría en
Antioquía y la Escritura registra que ellos se regocijaron por la conso-
lación. El cisma había terminado. El Señor ha mantenido la unidad
de la iglesia.
¡Es obvio que el Señor cuida de su iglesia y que Él mismo señala el
camino cuando ellos están deseosos de ser dirigidos por su Palabra!

| 592 |
Nuevo Testamento

77
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

EL SEGUNDO VIAJE MISIONERO DE


PABLO: EL EVANGELIO VA A EUROPA
Texto de referencia:
Hechos 15:33-18:23

Versículo para memorizar:


Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. Hechos 16:31

INTRODUCCIÓN
Pablo viajó por una gran parte grande del mundo antiguo. En su pri-
mer viaje se dirigió específicamente a Chipre y a Asia Menor. Ahora
lo encontramos en su segundo viaje, de nuestro interés pues pisó
por primera vez tierra europea.
Los eventos en Filipos nos dan una idea clara y total de su trabajo.
Extendió la semilla del evangelio generosamente y por todas partes
recibió una fuerte oposición, pero el Señor lo bendijo ricamente. De
especial interés es cómo en medio de la adversidad se revela la sobe-
ranía de Dios, la gracia salvadora y muestra el triunfo del evangelio
en el mundo.
Los siguientes puntos son destacables:
I. Las bendiciones del evangelio
II. La oposición de Satanás
III. El poder asombroso de Dios

I. LAS BENDICIONES DEL EVANGELIO


A. Se prohíbe a Pablo predicar en Asia Menor
Después del concilio de la iglesia en Jerusalén, Pablo permanece
durante algún tiempo en Antioquía. Después, él y Silas salieron a
visitar las iglesias en Siria y Cilicia para ver cómo estaban ellas y
para darles ánimo. Después llegó a Derbe y a Listra, donde encontró a
Timoteo, su compañero en estas ciudades y en los siguientes viajes.

| 593 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Estando aquí, compartieron las decisiones del concilio de los após-
toles en Jerusalén, y por esta visita las iglesias eran animadas en la fe
y aumentaban en número cada día.
Con sus colaboradores, Silas, Timoteo y Lucas (la palabra “nosotros”
en el versículo 16:10, indica que el autor de Hechos está incluido en el
grupo), Pablo sale de viaje otra vez para llevar el evangelio a gran parte
del Asia Menor. Les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra
en Asia. No puede determinarse exactamente cómo ocurrió este impe-
dimento, pero Pablo entendió que debía ir en otra dirección.
Pablo llega a Troas, una ciudad portuaria importante. Recibe una vi-
sión en la noche y concluye que el Señor está llamándolos para llevar
el evangelio a Europa.
En este momento la oscuridad del paganismo cubría toda Europa. El
consejo de Dios es asombroso y misterioso. Pablo no puede quedar-
se en Asia Menor, sino que debe cruzar el mar. El hombre macedonio
que está orando y que está de pie al otro lado representa en la visión
a Europa. ¡La compasión de Dios es muy grande! Muchos de estos
pueblos sirvieron a los ídolos mudos. ¿Qué habría pasado si el Señor
no hubiera tenido compasión de esta gente?
Pero, hay todavía millones que nunca han oído hablar de Jesús. Los
paganos ciegos, los judíos y los que son ajenos a la cristiandad no se
dan cuenta de su pobreza y de su gran necesidad del evangelio. Esta
necesidad clama hoy a los cristianos: pasa por aquí... y ayúdanos.
Las naciones cristianas han traído a menudo un aporte muy bueno
al mundo pagano, pero este más bien se ha apartado. Nosotros no
podemos enviar mejor regalo que la Palabra de Dios. Animémonos a
orar por los misioneros y por las actividades de apoyo a la misión.

B. Pablo obedece el llamado a Macedonia


Pablo y sus colaboradores siguen el llamado de Dios de buena gana
y en obediencia. La tarea que los espera es enorme. ¡Son pocos
hombres para una tarea tan enorme! Cuando Dios envía, bendice y
cuando Dios llama, también equipa. La confianza en el mandato del
Señor nos fortalece.
El apóstol viaja a Filipos. Esta importante ciudad era una colonia, es
decir, una ciudad fundada por veteranos soldados italianos a quie-
nes se les había concedido toda el área para su uso. Su tarea era
establecer la autoridad romana en este territorio conquistado y goza-
ban de los privilegios de la ciudadanía romana.
Pablo y sus colaboradores se quedaron durante algún tiempo en Fi-
lipos y no permanecieron ociosos, sino que fielmente empezaron su
misión divina en cuanto hubo una oportunidad. Como era su cos-
tumbre, buscaron comunicarse primero con los judíos. Al parecer
había algunos en Filipos, pero no había sinagoga. Solamente había
un lugar de oración donde se realizaban las reuniones religiosas.
Este lugar estaba fuera de la ciudad, lejos de los negocios, junto al
río, donde se realizaban fácilmente los rituales ceremoniales prescri-
tos de limpieza.

| 594 |
Nuevo Testamento

Unas mujeres han venido hasta aquí el día sábado y los predicado- Referencias / Notas
res se sientan para compartir el evangelio. El evangelio nunca había
sido predicado aquí. ¡Qué sábado notable fue este para la historia del
cristianismo en el mundo Occidental!

C. Dios envía la bendición


Pablo y sus ayudantes tienen apertura para predicar la Palabra y uti- Porque Dios es el que
lizan cada oportunidad. ¡Dios da el crecimiento! Se pone pronto en en vosotros produce así
claro que el Señor obra según su buena voluntad en Filipos (Filipen- el querer como el hacer,
ses 2:13). Pongamos atención al pasaje de Hechos 16:14: Entonces por su buena voluntad.
una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, Filipenses 2:13
que adoraba a Dios, estaba oyendo. El Señor le abrió el corazón para
que estuviera atenta a lo que Pablo decía. Pablo predica, Lidia oye,
Dios abre su corazón.
¿Quién es esta primera convertida en Europa?: esta vendedora de
púrpura, una negociante muy exitosa. Ella no es una señora que ven-
de de puerta en puerta, sino alguien que maneja un negocio de ropa
y alfombras costosas que se teñían con una tintura púrpura cara. El
testimonio que nos da la Escritura sobre Lidia es digno de alaban-
za: ella rindió culto a Dios. No era una mujer mundana cuyo único
objetivo era buscar honor y prominencia. No estaba totalmente ab-
sorbida por las tareas diarias y las presiones comerciales, sino que
reconocía la pureza de la religión judía, similar a Cornelio.
Aunque era originalmente pagana, ella seguía la religión judía sin-
ceramente. Era lo que se conocía con el nombre de prosélita. Lidia
quería seriamente conocer al Dios verdadero. Esta mujer, que buscó
cuidadosamente, encontró la salvación. ¡Qué maravillosos son los
caminos de Dios! Lidia no nació en Filipos, sino que era de la ciudad
de Tiatira en el Asia Menor. Estaba en Filipos para ser agregada al
número de salvos. Dios dirige cada uno de nuestros pasos.
No me avergüenzo del
El Señor atrae a su pueblo de muchas maneras diferentes. Es cierto,
evangelio, porque es poder
sin embargo, que la fe viene por el oír y el oír por la Palabra de Dios (Ro-
de Dios para salvación
manos 10:17). Lidia está en el lugar correcto cuando está presente
de todo aquel que cree,
en el culto el día sábado. Ella oye la predicación y el Espíritu Santo
del judío primeramente
aplica poderosamente la Palabra en su corazón. Esto es firme e in-
y también del griego.
dispensable. El llamado interior debe acompañar al llamado exterior.
Romanos 1:16
Debe haber buena tierra para que la buena semilla lleve fruto. El
Espíritu del Señor debe obrar en el corazón para que nosotros pon-
gamos atención a las cosas de Dios. No fue por la devoción de Lidia
que el evangelio se volvió el poder de Dios para su salvación (Roma-
nos 1:16). Sino que todo, desde el principio, fue la obra de Dios, su
Palabra y su Espíritu.
La buena semilla del evangelio no cayó en lugares pedregosos o bajo
espinos, sino que cuando fue sembrada en la tierra preparada del co-
razón de Lidia, produjo rico fruto, también en su casa. Ellos compar-
tieron las bendiciones de la salvación así como ocurrió con Cornelio,
y pronto veremos idéntica reacción en el guardia de la prisión. Todos
vinieron a la fe en Cristo y pudieron ser bautizados sin ninguna vaci-
lación. ¡Qué maravilloso! ¡De verdad, el Señor es bueno y amable!

| 595 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas La fe se pone evidente por el trabajo y funciona por el amor (Gálatas
5:6). Lidia abre su casa y ofrece hospedaje a los cuatro siervos del
Porque en Cristo Jesús ni evangelio. Ella les rogó que entraran en su casa, no por la fuerza, claro,
la circuncisión vale algo sino con una persuasión amorosa, porque deseaba mostrar su agrade-
ni la incircuncisión, sino cimiento al Señor dando la bienvenida a sus siervos. Su corazón había
la fe que obra por el amor. sido conquistado y ella pone su casa a la disposición del servicio del
Gálatas 5:6 Señor. La casa de Lidia fue la primera casa cristiana en Europa.

II. LA OPOSICIÓN DE SATANÁS


A. La decepción
Pero Lidia no fue la única. Pronto otros se agregaron. El evangelio
tiene una puerta abierta. Pronto se verá que hay muchos enemigos.
Donde Cristo trabaja, Satanás también. Este usará cualquier arma
que pueda servir a sus propósitos diabólicos. Primero, usa a una
muchacha poseída por un espíritu de adivinación.
Esta muchacha en esclavitud era una adivina. Había un espíritu den-
tro de ella llamado Pytho, originalmente el nombre del dragón Delphi,
que según una fábula antigua fue muerto por el dios griego Apolo.
Influenciada por este espíritu y en un estado de histeria causado por
el sobre estímulo de sus sentidos, esta muchacha hacía todo tipo de
afirmaciones que supuestamente predecían el futuro. Por esto, era
muy conocida en Filipos.
Muchas eran las ganancias que traía a sus amos porque muchos
venían para buscar su consejo. ¡Pobres personas! No sabían lo que
era bueno. La superstición siempre ha sido una de las armas más
poderosas del príncipe de la oscuridad. Hay muchos que se vuelven
a los psíquicos, a los sortílegos, a los exorcistas, a los médiums, a la
astrología, etc.
Esta joven sigue por las calles a Pablo y a sus ayudantes durante mu-
chos días. Gritaba constantemente lo que ellos eran y lo que estaban ha-
ciendo. Satanás estaba intentando destruir el progreso del evangelio.
Desde un punto de vista superficial, podríamos quizás pensar que
ella está promoviendo el evangelio. ¿No está ella diciendo la verdad?
¿Pablo no debe estar complacido con ella? Así como el Señor Jesús
no quiso la ayuda de los espíritus malos mientras estaba en la tierra,
así Pablo no quería la ayuda de esta adivina. Los espíritus malos pro-
clamaron frecuentemente que Jesús era el Cristo, pero el Salvador
se los prohibió (Lucas 4:41). Jesús no tenía necesidad de ninguna
publicidad de parte de los demonios.
A veces Satanás dice cosas que son verdad, pero lo hace con segun-
da intención, según su conveniencia. Él quiere impedir la fe verdade-
ra y promover la superstición. Intenta dar la impresión de que Pablo
y la adivina no son extraños, sino que tienen una buena relación y
que su enseñanza y trabajo tienen el mismo origen. Por esta razón el
diablo promueve el evangelio astutamente. Nunca es más peligroso
que cuando tiene una apariencia amistosa y parece un ángel de luz.
Finalmente un día, Pablo se cansó de los gritos de la muchacha y
volviéndose hacia ella, le ordenó al espíritu que saliera. Si le hubiera

| 596 |
Nuevo Testamento

permitido continuar, habría dado la apariencia de que apreciaba su Referencias / Notas


alabanza y necesitaba su recomendación. Las personas se habrían
cerrado al evangelio y no se hubiese alcanzado su objetivo. Pablo le Estas señales seguirán
ordenó al espíritu malo salir de ella a través del poder de Cristo. Por a los que creen: En mi
consiguiente, la muchacha fue liberada de la esclavitud y la promesa nombre echarán fuera
del Salvador se cumplió (Marcos 16:17). demonios, hablarán
nuevas lenguas.
Marcos 16:17
B. Gran poder
Los trucos de Satanás fallaron, pero no se queda quieto y usa un
acercamiento diferente:
1. Sus amos. Los amos de la muchacha tuvieron una acción repug-
nante. Como ellos ganaban mucho dinero con la adivinación de la
muchacha, ahora que su fuente de ganancia se había terminado, se
sintieron perjudicados. No reconocieron que la habían tratado mal y
que se habían aprovechado de ella, sino que planearon la venganza.
El espíritu malo se había ido, pero aparece el mal en estas personas.
Ellos son incitados por la codicia, la cual a menudo saca lo peor de
las personas. La codicia causó que Judas traicionara a su Señor, que
los soldados que cuidaban la tumba mintieran y sacó la crueldad de
estos amos hipócritas.
¿A quién sirve usted y por quién está usted ávido? El deseo de vengan-
za está a menudo oculto detrás de la máscara de la religión. Los amos
de la muchacha esclava prendieron a los cuatro misioneros y arrastra-
ron a Pablo y a Silas al foro donde estaban los gobernantes. El foro era
el centro de vida pública en las ciudades romanas y también el lugar
de juicio. La acusación que traen ante los magistrados es que estos
predicadores del evangelio alborotan nuestra ciudad y promueven ritos
religiosos prohibidos que son inaceptables para los ciudadanos roma-
nos. Cuando agregan que estos hombres son judíos, no hay duda de
que sus intenciones son malas. ¡Qué malévolos!
2. La multitud. Los amos malos ganan inmediatamente la aproba-
ción de la gente, porque tenía prejuicios contra los judíos. Los ro-
manos los consideraban personas que despreciaban sus leyes, que
ridiculizaban a sus dioses y propagaban un estilo de vida austero. La
muchedumbre enardecida se incitó fácilmente y mostró su resenti-
miento contra los mensajeros del evangelio.
3. Los magistrados. Ellos eran los gobernantes de la ciudad con auto-
ridad para administrar justicia. Escucharon las acusaciones. Según
la ley romana, se toleraban las religiones de los pueblos conquista-
dos pero era prohibido introducir una nueva práctica religiosa. Los
magistrados no piden cuentas a los acusados, ni les siguen un jui-
cio, sino que abusan de su poder en forma despótica, entregando a
las víctimas inocentes a la tortura cruel.
Pablo y Silas fueron atados a un palo y los magistrados ordenaron a
los alguaciles que lleven a cabo su trabajo cruel, azotando a los dos
hombres en sus espaldas desnudas con látigos de cuero. Pero, la
flagelación no es el fin, también ordenan que se los encierre en la
prisión. ¡Cuán vergonzosa es su acción!

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas 4. El carcelero de la prisión. Este hombre conoce a sus amos y sus
órdenes. La culpa caerá sobre él si la orden no se lleva a cabo estric-
tamente. Los dos misioneros, que sufren un dolor insoportable debi-
do a la flagelación severa, ahora son arrojados en la prisión, a una
mazmorra subterránea oscura y húmeda. Pablo y Silas son tratados
como si fueran los peores delincuentes. Sus pies son asegurados en
el cepo, que era un bloque pesado de madera con agujeros redondos
donde se colocaban los pies y luego se los sujetaba, de tal forma
que los prisioneros no podían moverse ni escaparse. ¡Qué penosa
escena!

¿Son ministros de Cristo? Pablo sufrió mucho por amor al evangelio (2 Corintios 11:23). Miles
(Como si estuviera loco han tenido que sufrir mucho por su fe. Pensemos solamente en los
hablo.) Yo más; en mártires.
trabajos, más abundante;
en azotes, sin número; en
cárceles, más; en peligros III. EL PODER ASOMBROSO DE DIOS
de muerte, muchas veces. A. Dios conforta a sus siervos
2 Corintios 11:23
Parecería como si los siervos de Cristo hubiesen sido inutilizados.
Los demonios en el infierno parecen burlarse, pero no tienen la últi-
ma palabra. Nada puede detener el progreso del evangelio. El Señor
puede cambiar una celda de una prisión en una capilla.
Los misioneros fueron golpeados sin un juicio e inocentemente los
arrojaron en un calabozo, pero no se preocupan ni se desalientan.
No se quejan, sino que oran. No protestaron, más bien cantaron ala-
banzas a Dios. ¡Qué impresión debe haber sido oír este dúo a la me-
dia noche! Incluso comenzaron a predicar, los presos los oían. En
silencio los presos escuchan el canto que resuena en las paredes
de la prisión. Por la noche, los presos estaban acostumbrados a oír
voces profanas en lugar de los salmos.
¿Cómo es posible que Pablo y Silas hagan esto? ¡Pues porque esta-
ban fortalecidos por el Señor, que obra maravillas y fortalece a Israel,
su pueblo!
A vosotros os es concedido Así obra el poder maravilloso de una fe segura. Pablo y Silas conti-
a causa de Cristo, no núan confiando y oran a Dios. Mientras sufren el dolor extremo tie-
solo que creáis en él, sino nen paz, porque esta miseria no vino debido a su propia falta. Ellos
también que padezcáis por estaban haciendo la voluntad de Dios y, por tanto, creen que es un
él. Filipenses 1:29 privilegio sufrir por la causa de Cristo (Filipenses 1:29). Tienen espe-
ranza porque creen que todas las cosas deben obrar para lo bueno.
Aquellos a quienes Dios cuida tienen el mejor cuidado, dondequiera
que estén, inclusive en la prisión. ¿Tiene usted esta fe?

B. El carcelero es salvo
Que hace justicia a los Sin embargo, hay una contestación divina al cantar piadoso. Sata-
agraviados, que da pan a nás, que había sido un instrumento en la tortura de los siervos de
los hambrientos. Jehová Dios, perderá su presa. ¿Hay algo imposible para el Señor? ¡Él libera
liberta a los cautivos. a los presos! (Salmos 146:7)
Salmos 146:7
Pero Dios tiene su mirada en un carcelero que ni siquiera sabe de él.
El Señor va a realizar dos milagros para salvar a este hombre.

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Nuevo Testamento

El carcelero duerme. Se ha preocupado de todos los detalles: las Referencias / Notas


puertas, las cerraduras, las cadenas y los bloques. A él, el sufrimien-
to de sus prisioneros no lo conmueve. Otros escuchan los cánticos,
pero sigue durmiendo. Pero algo pasa. Por la mano de Dios, su cama
se mueve y se agitar, los cimientos de la prisión se mueven, la tie-
rra tiembla, las puertas pesadas de la prisión se abren, las ataduras
pesadas de los presos son removidas, todo es sacudido y resuena.
Entonces sobrevino de repente un gran terremoto.
El carcelero se despierta y se aterra. Está fuera de sí porque todas
las puertas están abiertas. Claro, ¡todos los prisioneros se han esca-
pado! ¿Qué delincuente se quedaría en la prisión cuando tiene una
oportunidad para salir? Él es responsable de ellos y sabe qué terrible
muerte le espera como castigo. Prefiere terminar con su propia vida.
La punta de su espada está a punto de entrar en su pecho, cuando
Pablo lo llama en voz alta: ¡No te hagas ningún mal, pues todos esta-
mos aquí!
El carcelero se tranquiliza cuando sabe que milagrosamente ningu-
no de los prisioneros ha huido. Y ahora su corazón es tocado. Ese
es el verdadero milagro, aunque no es tan visible como el primero.
Claramente podemos ver la mano de Dios obrando para la salvación
de este hombre.
El carcelero sabe ahora que estos judíos no son delincuentes sino
los siervos de Dios. ¡Un rayo de luz entra en su corazón y reflexiona!
Él siente la carga de sus pecados, está sin esperanza, sin consuelo y
sin Dios. No se puede negar que la mano de Dios está en esto. ¿Hay
una manera por la que pueda ser salvo? Él siente la necesidad de sal-
vación y pide la luz, y temblando se postra delante de Pablo y Silas.
Cuando se pone de pie, los lleva afuera y les pregunta: Señores, ¿qué
debo hacer para ser salvo?
Todos nosotros tenemos que hacernos esta pregunta porque esta-
mos perdidos si Dios no tiene misericordia de nosotros. Algunos
solo hacen esta pregunta con sus labios, otros solo por curiosidad.
Necesitamos hacer esta pregunta en serio, con dolor por nuestro
pecado, con el deseo sincero de la salvación y con urgencia. Hace
poco, el carcelero había sujetado los pies de los siervos en los ce-
pos, ahora está postrado orando. ¡Dormía cuando las alabanzas de
los prisioneros resonaban en la prisión, pero ahora les ruega por la
salvación!
Hay algunos que intentan debilitar la importancia espiritual impli-
cada en el llanto del carcelero. Su verdadero significado tiene que
ser visto a la luz de la contestación que sigue inmediatamente a su
pregunta. Es un momento decisivo, el carcelero siente su profunda
miseria. Desea intensamente averiguar qué debe hacer para salir de
esta gran miseria. Pablo y Silas están preparados para dar la única
respuesta correcta y verdadera. Él debe poner su confianza en el Se-
ñor Jesús.
Los misioneros no se desquitan quejándose del trato que habían
recibido, ni exigen primero disculpas. No rechazan al hombre pro-
fundamente humillado, con una actitud juzgadora o con palabras

| 599 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas ásperas. No, sus corazones están llenos de amor. Ellos se alegran de
poder indicarle el camino de la salvación y proclamar el evangelio de
la gracia, que es el único consuelo para todo aquel que está cami-
nando en la senda ancha de la destrucción.
Pero Pablo y Silas no solo se dirigen al carcelero, sino también a toda
su casa. Ellos los incluyen cuando dicen: Cree en el Señor Jesucristo,
y serás salvo, tú y tu casa. Sólo Cristo puede salvarnos y solo la fe es
el camino a él. Este es el mensaje de Pablo y Silas. Y le hablaron a él y
a todos los que estaban en su casa durante esta noche inolvidable.
Para el joven y el viejo no hay ninguna otra forma de ser salvos que ir
a Cristo como pecadores y en fe confiarse totalmente a él. El camino
a la salvación es el mismo para una persona brutal y cruel que quiso
suicidarse, como para una persona decente y auto justificada. Noso-
tros no venimos a Cristo por lo que hacemos, sino por el creer que es
un regalo del Espíritu Santo. Esta es la seguridad de nuestra fe.
El Señor bendijo la predicación que llegó a los corazones del carce-
lero y de los miembros de su casa. Por gracia ellos entienden y lo
ponen en palabras. ¿Hay alguna razón por la cual no deberían recibir
el sello y la señal del bautismo? ¡Todo se mueve muy rápido en esta
noche asombrosa!
El carcelero recibe el mensaje de la redención y lava las heridas san-
grientas de Pablo y Silas. En seguida se bautizó él con todos los su-
yos. ¡Qué momento solemne!
El carcelero lleva a los misioneros a su casa y los trata como invita-
dos respetados, realmente como hermanos queridos. No puede ha-
cer todo lo que quisiera para mostrar su agradecimiento, pero pone
una comida ante ellos. E hizo aún más: se regocijó con toda su casa
de haber creído a Dios. Este tipo de alegría es de lo más glorioso y es
la evidencia de una verdadera conversión (Catecismo de Heidelberg,
Respuesta 90). Dios tiene misericordia y ha hecho grandes cosas
para él y su familia. ¡Él Señor es digno de recibir toda la gloria y ala-
banza! En muy corto tiempo, el carcelero ha experimentado la mise-
ria, la liberación y el agradecimiento.
Los medios y los caminos se juntaron maravillosamente en la historia
del carcelero. Tuvieron que suceder muchas cosas para traer a este
hombre a Jesús: el testimonio de la muchacha esclava, la venganza
de sus amos, el falso juicio de los magistrados, el sufrimiento de los
predicadores, el terremoto, la apertura de las puertas de la prisión,
la experiencia del miedo a la muerte, la gran alarma, la oración por
la gracia y la predicación de los siervos de Dios. ¡Esto nos mues-
tra cuánto vale para el Señor el alma de un hombre! El Señor tiene
muchas y variadas maneras y medios para traer a los pecadores a
Cristo. Cuando él obra, nada ni nadie puede frustrarlo.

C. Los enemigos de Cristo son puestos en vergüenza


La prisión fue el lugar de trabajo de la gracia de Dios. Al día siguien-
te, los magistrados enviaron mensajeros con el mensaje de: Suelta a
aquellos hombres. El carcelero se alegra y le lleva este recado a Pa-

| 600 |
Nuevo Testamento

blo, pero este incidente termina así. Ahora ha llegado el tiempo para Referencias / Notas
que Pablo ejercite sus derechos. Escuche lo que él dice: Después
de azotarnos públicamente sin sentencia judicial, siendo ciudadanos
romanos, nos echaron en la cárcel, ¿y ahora nos echan encubierta-
mente? No, por cierto, sino vengan ellos mismos a sacarnos. ¡Esto es
como una ducha fría para los magistrados arrogantes! Es su propia
culpa.
Cuando el apóstol y su colaborador fueron maltratados guardaron si-
lencio, pero ahora Pablo hace saber a los magistrados que él no pue-
de aceptar su libertad como un favor sino como un derecho. Ellos les
deben una disculpa porque los magistrados cometieron un terrible
error. Un ciudadano romano nunca podía ser azotado sin antes ser
escuchado. La muerte era el castigo para tal ofensa. Pablo exige ser
rehabilitado pública y completamente. No exige esto por ganancia
personal, sino que pide una libertad honorable de la prisión por cau-
sa del evangelio. Los predicadores fueron avergonzados públicamen-
te en el mercado. Eso podría dañar el progreso del evangelio. Un
buen nombre es mejor que el ungüento.
Pablo no se niega a sufrir por la causa de Cristo, sino que quiere
mantener su buen nombre como siervo del evangelio, por tanto, usa
sus privilegios políticos de una manera apropiada y ejemplar por el
honor del evangelio. No desea vengarse, porque no los lleva a la cor-
te por violar la justicia. Más bien les hace un favor a los magistrados
dándoles la oportunidad de enmendar su abuso de justicia.
Y, por supuesto, los magistrados están listos para humillarse y vinien-
do, les rogaron para asegurarse de que no recibirían un caso legal en
su contra. Con gran honor sacaron de la prisión a los misioneros. Pa-
blo y Silas honraron su petición de dejar la ciudad después de visitar
primero la casa de Lidia y de animar a los creyentes.
Esta es la historia del principio de la iglesia en Europa: ¡solo dos
familias! Sin embargo, fueron como una semilla de mostaza, porque
este pequeño grupo se extendió grandemente. ¡Esto demuestra el
poder de Dios y le glorifica supremamente!
Asimismo, desde el principio, Satanás probó todo para impedir el es- Acordaos de las cosas
tablecimiento de la iglesia de Cristo, pero el Señor frustró sus planes pasadas desde los tiempos
(Isaías 46:9-10). Una iglesia floreciente se estableció en Filipos. Pa- antiguos, porque yo soy
blo siempre se sintió atraído estrechamente a ella. Después, escribió Dios; y no hay otro Dios,
una carta afectuosa a la congregación. Desde Filipos el evangelio ni nada hay semejante a
progresó al resto de Europa. La Palabra de Dios aumentó y era como mí, que anuncio lo por
un arroyo que cubría la tierra. También vino a nosotros. ¡Recíbala en venir desde el principio,
fe! y desde la antigüedad lo
que aún no era hecho;
que digo: “Mi plan
permanecerá y haré todo
lo que quiero”.
Isaías 46:10

| 601 |
La Historia de la Salvación

78
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

EL TERCER VIAJE MISIONERO DE


PABLO FORTALECIENDO A LAS
IGLESIAS
Texto de referencia:
Hechos 18:24-20:38

Versículos para memorizar:


Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de
vosotros, pues es don de Dios. Efesios 2:8

INTRODUCCIÓN
La visita de Pablo a la ciudad gentil de Éfeso fue probablemente el
evento más importante en este tercer viaje misionero. Pablo era por
excelencia el apóstol a los gentiles que por la gracia de Dios trabajó
Pero por la gracia de
más productivamente que todos los que estaban con él (1 Corintios
Dios soy lo que soy; y su
15:10). Éfeso era el punto central de este viaje que empezó aproxima-
gracia no ha sido en vano
damente el año 54 DC. Pablo permaneció la mayor parte del tiempo
para conmigo, antes he
en esta ciudad y allí su trabajo alcanzó su clímax.
trabajado más que todos
ellos; aunque no yo, sino Las Escrituras señalan que la palabra de Dios crecía y prevalecía
la gracia de Dios que está poderosamente. ¡Esa es la meta más importante! Nosotros encon-
conmigo. tramos expresiones similares en otras partes, que demuestran cla-
1 Corintios 15:10 ramente cómo el evangelio se extendió y cómo su poder llegó a ser
evidente en la vida cotidiana. Hay crecimiento por expansión pero
también en la profundidad de fe y vida. El material en esta lección
es comprensivo y diverso. Hay una variedad de sucesos. ¡El Señor
bendijo claramente el trabajo del predicador fiel y diligente, y con
él al evangelio del Señor Jesucristo que es el poder de Dios para
salvación a todos los que lo reciben por fe! Al tratar el tercer viaje
misionero de Pablo, veremos:
I. El trabajo evangelístico de Pablo
II. El poder del evangelio
III. La oposición al evangelio

| 602 |
Nuevo Testamento

I. EL TRABAJO EVANGELISTICO DE PABLO Referencias / Notas


A. ¿Dónde?
Encontramos al apóstol en Éfeso, en el Asia Menor. Éfeso era una de
las ciudades más grandes y prominentes de esta área. Era la capital
de la provincia romana de Asia. Su situación era sumamente favo-
rable. Al ser el centro del comercio mundial, los caminos de Asia
Menor conducían a ella. Era una ciudad bonita y podía ser llamada la
reina de las ciudades porque tenía muchos edificios hermosos.
El arte griego había sido empleado para darle a Éfeso una apariencia
magnífica. Ningún edificio era más glorioso y costoso que el templo
situado justamente fuera de la ciudad, en una terraza alta, dedicado
a la diosa Diana de Artemis. El culto a esta diosa de la fertilidad, a
quien los efesios le atribuían su vida y bienestar, estuvo acompañado
de muchas prácticas inmorales comunes en todo el mundo antiguo,
pero que tenían su punto central en Éfeso.
Este espléndido templo de Diana, de 150 x 50 metros, con pilares
jaspeados, puertas construidas de madera de ciprés, vigas de made-
ra de cedro y decoradas con entalladuras exquisitas, fue la séptima
maravilla del mundo antiguo. Fue construido en el año 356 AC.
Toda la provincia de Asia ayudó en su construcción porque quería
hacer de este templo el centro imponente de su cultura. Y así fue. El
tesoro más grande de este templo era una imagen de madera, defor-
mada y poco atractiva. Se creía ampliamente que esta imagen cayó
de Júpiter. Durante siglos esta imagen de la diosa de la fertilidad
asiática había sido preservada y miles de personas de lugares distan-
tes visitaban el templo, sobre todo durante la fiesta de la primavera.
En esta ciudad, Pablo empezó a ministrar. Era su costumbre predicar
el evangelio en ciudades localizadas estratégicamente y que eran
centros de negocios y comercio, para que desde allí se extendiera
el evangelio a las ciudades y pueblos más remotos. Al final de su
segundo viaje misionero, había pasado un tiempo corto en Éfeso y
había prometido a los judíos de allí que volvería. Apolos, el orador
talentoso, había ministrado allí también el evangelio diligente y libre-
mente. Esto preparó un poco la segunda venida de Pablo.

B. ¿A quién?
Después de haber sido el medio para que algunos de los seguidores
de Juan el Bautista experimenten la salvación completa de Cristo,
Pablo va a encontrarse con muchos compatriotas. Era su regla em-
pezar a predicar el evangelio en la sinagoga. Durante tres meses
completos, intentó ganar a sus compatriotas judíos para Cristo.
Al principio, se mostraron bastante hospitalarios con Pablo. Inclu-
so durante su primera estancia en Éfeso le pidieron que se queda-
ra mucho más tiempo, pero gradualmente se fueron oponiendo. Al
igual que en otras sinagogas, algunos judíos eran desobedientes y
se endurecieron al evangelio. Estos judíos incrédulos calumniaron
públicamente el camino, es decir, hablaron mal del evangelio de Cris-
to que revela el camino justo de Dios. La doctrina y el estilo de vida

| 603 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas que Pablo proclamaba fueron calumniados en forma continua y des-
carada en la sinagoga. Ante estas circunstancias Pablo tomó una
decisión de largo alcance: separó a los discípulos de la sinagoga
y los reunió en un lugar aparte. La brecha con los judíos se volvió
una realidad en Éfeso. ¡Los lobos y las ovejas ya no estaban juntas
en un redil! Desde ese momento y durante dos años, Pablo enseñó
diariamente en la escuela de uno llamado Tirano. Daba conferencias
y enseñaba a los interesados.
Según una nota encontrada en un manuscrito antiguo, esta escuela
estaba disponible para Pablo desde las 11:00 a las 16:00h, durante
las horas más calurosas del día. La temperatura podía ponerse muy
caliente en Éfeso. Sin embargo, esto no fue ningún estorbo para el
apóstol en continuar su trabajo. El evangelio se extendía ampliamen-
te mientras Pablo continuaba predicando la Palabra. Todos los que
habitaban en Asia, [la provincia romana por ese nombre] judíos y grie-
gos, oyeron la palabra del Señor Jesús.

C. ¿Cómo?
El evangelio es extendido por palabra y trabajo. Usando toda su ener-
gía, Pablo buscó persuadir a los judíos con respecto al origen, la
esencia, el progreso, la extensión, el futuro y el cumplimiento del
reino de Dios. Trató con denuedo los principios esenciales y básicos,
confrontó a los judíos con gran convicción y no dejó de cumplir nin-
guno de los consejos de Dios, así como había hecho en Damasco,
Antioquía e Iconio. Testificó a los judíos y a los gentiles de varias
maneras acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nues-
tro Señor Jesucristo. En la sensual e idólatra ciudad de Éfeso, Pablo
no usó otro poder que el de la Palabra de Dios, la espada del Espíritu
(Efesios 6:17). El arte griego agradaba a los sentidos y la sabiduría
griega fascinaba la mente. Contra estos, el gran apóstol puso el po-
der sencillo del evangelio, la locura de la cruz (1 Corintios 1:21).
Tanto que sacaban los Dios confirmó el evangelio con muchos milagros realizados por el
enfermos a las calles y apóstol. Lucas afirma que Dios hacía milagros extraordinarios por
los ponían en camas y mano de Pablo. Algunos ejemplos están registrados. Estas seña-
camillas para que, al les no fueron inútiles. Los milagros fueron un antídoto necesario
pasar Pedro, a lo menos contra los muchos actos de brujería encontrados en Éfeso, ciudad
su sombra cayera sobre muy supersticiosa. Pablo estaba muy consciente de que estaba lu-
alguno de ellos. chando contra los espíritus malos, los gobernantes de la oscuridad,
Hechos 5:15 las huestes espirituales de maldad en los lugares celestes (Efesios
6:12). No hubo ningún poder mágico en los pedazos de tela que las
personas le llevaban a Pablo, ni tampoco en la sombra de Pedro
(Hechos 5:15).
Estas cosas eran solamente medios que el Señor usó. Se declara
explícitamente que era Dios quien obraba este poder sobrenatural
a través de los apóstoles. Pablo trabajó durante tres años en Éfeso y
no tuvo un tiempo fácil ahí. Soportó mucha oposición de los judíos
que constantemente lo criticaban. Trabajó en forma incesante y pú-
blica, proclamó y enseñó por las casas todo lo provechoso para la
salvación.

| 604 |
Nuevo Testamento

Pablo no trabajaba por ganancia personal: Ni plata ni oro ni vestido de Referencias / Notas
nadie he codiciado. Al contrario, para proveer para sus necesidades
diarias y la de sus colaboradores Pablo trabajaba con sus manos.
¡No se escatimó a sí mismo! Tenía una conciencia clara, y después
cuando se dirigió a los ancianos de Éfeso en una emotiva despedida,
les dijo: estoy limpio de la sangre de todos.

II. EL PODER DEL EVANGELIO


A. El nombre de Jesús es glorificado por los espíritus malos
El Señor testifica que su Palabra no volverá vacía. Nosotros podemos
creer esto confiadamente. Aunque no siempre se ven enseguida los
frutos, en Éfeso, el Señor mostró claramente que Él mismo trabajó
poderosamente.
Hubo un incidente con los exorcistas judíos del lugar. Estos hechi-
ceros intentaron imitar a Pablo. Aunque no pensaron hacerlo así,
realmente ellos honraron el trabajo del apóstol. ¡Usaron el nombre
de Jesús como una fórmula mágica para echar fuera los espíritus
malos! En un esfuerzo por echar fuera a un espíritu malo, el espíritu
se volvió contra ellos con enojo.
Aunque el espíritu malo no reconoció el poder de Cristo, se sintió
capaz de enfrentarse contra estos imitadores y atacó a los hijos del
sumo sacerdote judío. Así demostró ser más fuerte que todos los
siete jóvenes, de tal forma que ellos tuvieron que huir de la casa,
heridos y sin ropa. Dios los puso en vergüenza. Un gran temor cayó
sobre todos los que escucharon acerca del suceso. En lugar de opo-
nerse el evangelio, era magnificado el nombre del Señor Jesús.

B. Muchos creen
Muchos vienen a la fe. El evangelio se extiende para que la provincia
entera de Asia lo escuche. Las labores largas y tenaces de Pablo son
gloriosamente benditas. Una iglesia grande y floreciente se estable-
ce en Éfeso. Las cartas posteriores de Pablo testifican de su fe fuerte.
Desde Éfeso, Epafras, ayudante de Pablo, estableció otras iglesias
como la de Colosas. La ciudad se volvió el centro de mucha labor
evangelística.
Después, bajo el apóstol Juan, la iglesia de Éfeso llegó a ser el
centro de la rama oriental de la iglesia. Llegó a ser una iglesia impor-
tante, con gran influencia y fuerza. Las labores de Pablo influyeron
de varias maneras. Entre los principales de Asia estaban los que eran
sus amigos. Estos hombres pertenecían a las familias principales en
el gobierno. Tenían posiciones de rango en el gobierno provincial y
fueron obligados a apoyar el culto al emperador.
Demetrio, un platero, ve que su vida es amenazada y teme que el
templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada si la influencia
del evangelio continúa. Lucas escribió correctamente: así crecía y
prevalecía la palabra del Señor. ¡Esto tuvo lugar en medio de una ge-
neración mala y adúltera!

| 605 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas C. El evangelio conquista la superstición


El poder del evangelio fue también revelado en el estilo de vida de
los nuevos cristianos. Muchos, que confesaban sinceramente sus
pecados, vinieron a la fe. Otros rompieron con su vida anterior. Los
magos y los que habían practicado la magia, ahora detestaban estas
abominaciones y quemaron sus libros mágicos. No los vendieron a
otros, sino que los destruyeron, aunque se estima que su valor esta-
ba entre los veinte y veinticinco mil dólares.
¡Tal cantidad habla por sí misma, aun más si recordamos que ese
dinero tenía un valor mucho más alto en esos días! El evangelio con-
quistó a la superstición y a la ganancia mal adquirida. En Éfeso, el
poder de la Palabra de Dios se reveló verdaderamente.

III. LA OPOSICIÓN AL EVANGELIO


A. La razón para el alboroto
El trabajo de Dios en Éfeso no permaneció oculto, sin embargo, debi-
do al poder de Satanás fue atacado. Él usó a un cierto Demetrio para
causar una destrucción total. Como mencionamos antes, el templo
de Diana era el orgullo de los efesios. Hasta hoy, sus edificios impo-
nentes son todavía reproducidos en los cuadros y tarjetas postales.
En los días de Pablo era común hacer representaciones de plata de
este templo y venderlas a los extranjeros, comerciantes y turistas
que continuamente visitaban Éfeso.
Estos pequeños templos eran llevados a las casas, ya sea como una
reliquia o para dedicar la casa a la diosa. También eran usados como
amuletos y protección contra las enfermedades y los accidentes.
Este negocio le daba a Demetrio, como uno de los expertos plateros,
y a todos los que estaban envueltos en este comercio un buen ingre-
so. Entre otras cosas, Pablo predicó diciendo que no son dioses los
que se hacen con las manos.
Aunque Pablo y sus colaboradores no habían atacado el culto a
Diana, ni ridiculizado esta religión ni difamado a la diosa, Demetrio
entendió la predicación de Pablo muy bien y comprendió las impli-
caciones. Mucha gente ya había sido persuadida a dejar la idolatría.
El evangelio dio un golpe donde más duele: en el bolsillo. Si esto
continúa, decía el platero, los que fabricamos estos recuerdos per-
deremos pronto nuestro sustento.
Su ocupación dejaría de existir y la fama de Diana menguaría. ¡De-
metrio decidió hacer algo al respecto! Llamó a todos los que estaban
comprometidos en este comercio, incluso a los aprendices, a una
reunión para planear la acción.
¡Cuán sutil era! Él especulaba en su codicia, pues tenía dos razones:
el dinero y la religión. Y no solamente hay peligro de que este nuestro
negocio venga a desacreditarse, sino también que el templo de la gran
diosa Diana sea estimado en nada. Demetrio sabía cómo incitar a sus
compañeros mercaderes, porque la religión les servía para llenarse
los bolsillos.

| 606 |
Nuevo Testamento

B. El alboroto Referencias / Notas


Demetrio tiene éxito al despertar el enojo de sus colaboradores. ¡Agi-
tadamente ellos dan el grito acostumbrado a Diana: ¡grande es Diana
de los efesios! La adoración a Diana puede no desaparecer ni dismi-
nuir, pero su honor debe aumentar. El sonido de este grito se escu-
cha por toda la ciudad. Pronto la ciudad se alborota. El autoestima
de los ciudadanos está herida. Y a una se lanzaron al teatro, un teatro
grande, al aire libre, con capacidad para 24.500 personas. La muche-
dumbre arrastra a dos de los compañeros macedonios de Pablo.
Pablo quiere ir entre la gente, pero los creyentes piensan que Pablo
no debe aparecer en las circunstancias presentes. Algunos de sus
amigos, entre los gobernantes principales de la provincia, le envían
un mensaje para instarle fuertemente a que no vaya entre la mu-
chedumbre enfadada. Debe guardar su distancia si quiere salvar su
vida. Pero un judío llamado Alejandro es empujado al frente por los
demás judíos incrédulos, probablemente para calumniar a Pablo,
pero no tiene oportunidad porque todos gritaban.
Las personas estaban muy enfadadas, unos gritaban una cosa, y
otros, otra. La mayoría no sabía lo qué estaba pasando, pero durante
dos horas todos pasaron gritando con frenesí: ¡grande es Diana de
los efesios! Demetrio los instigó y empezó este alboroto. ¡Qué pan-
demónium ha creado! Es una cosa terrible despertar las emociones
de las personas y liberar sus pasiones más bajas. La turba excitada
es capaz de todo. ¡Qué triste que toda la ciudad esté alborotada de-
bido a las ideas supersticiosas de un ídolo! ¡Los efesios eran pobres
y ciegos a pesar de sus altos logros en la cultura y en las artes! Los
efesios estaban celosos por un dios que no existía.

C. El fin del alboroto


El tumulto era indescriptible. Es difícil imaginar que esta turba in-
sensata pudo mantener esto por tan largo tiempo. Finalmente, el es-
cribano, un hombre de honor que ocupaba una posición influyente
y normalmente presidía las reuniones oficiales del pueblo, fue capaz
de tranquilizar un poco a la muchedumbre. Se dirigió a ellos. No-
temos qué prudente fue. Él no se refirió al problema. Circunvaló la
causa y aplacó a la gente.
Ellos simplemente no estaban abiertos para razonar a estas alturas.
El escribano afirma que su ciudad tiene el honor de ser el centro de
adoración de Diana, la guardiana del templo. Por tanto, ¡ellos mis-
mos realmente son los cuidadores de esta imagen! Debido a que
este es un hecho indiscutible, ellos no deberían seguir tan molestos.
Apaciguaos y nada hagáis precipitadamente, aconseja al pueblo. Es-
tos hombres no han hecho nada en contra de Diana.
Si Demetrio y los artífices tienen algo en contra de estos hombres,
deben llevar su caso a los magistrados. Si hay otras cosas que los
molestan, deben llevar estas cosas ante una asamblea legal. Todo
puede realizarse de una manera legal. Usen sus cabezas porque pe-
ligro hay de que seamos acusados de sedición por esto de hoy y uste-

| 607 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas des estarán en problemas. Este hombre de alta posición entiende la
mente de las personas de Éfeso y arroja agua sobre las llamas para
restaurar la paz. Tan rápidamente como la tormenta se desata, así se
apaga. El escándalo se detiene y la gente se va. La acción comenza-
da por Demetrio no tiene ningún resultado. La artimaña de Satanás
para detener el progreso del evangelio ha sido frustrada. El Señor
guardó al apóstol y a sus colaboradores del daño. Pablo puede ahora
llevar a cabo sus planes para partir de la ciudad.
Después de una reunión pacífica con los discípulos de Éfeso, Pablo
parte. Después, en Mileto, se despide de los ancianos de la congre-
gación de Éfeso con un corazón rendido.

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Nuevo Testamento

79
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

PABLO ATADO
Texto de referencia:
Hechos 21 - 26

Versículos para memorizar:


Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones.
Hebreos 3:7

INTRODUCCIÓN
Aunque el libro de los Hechos tiene tres capítulos sobre el encar-
celamiento de Pablo en Cesarea, nosotros trataremos este tema en
una lección entera. Esta lección muestra que Pablo era prisionero de
Cristo Jesús por vosotros los gentiles (Efesios 3:1; 4:1).
Durante muchos años llevó a cabo su tarea especial. Fue un predi-
cador del evangelio sin obstáculos. Incansablemente, viajó de país
en país dando testimonio de su Señor por todas partes y plantando
iglesias. Cuando fue privado de su libertad, su comportamiento y ac-
titud no fueron menos impresionantes. Él todavía era fuerte en la fe
y su poder no menguaba.
Las historias de sus viajes misioneros pueden causarnos admiración
porque siempre estaba listo a sufrir y a morir, si era necesario, por el
nombre de Cristo. Aún en las pruebas, permaneció firme. Pablo da
evidencia de un ingenio rápido y de una mente perspicaz y demues-
tra que es capaz de defender la verdadera fe con todas sus fuerzas.
Más importante es que su testimonio muestra la maravilla de la gra-
cia de Dios, que levantó a Pablo y lo hizo permanecer fiel a su Señor.
La Biblia nos dice mucho sobre la vida de Pablo.
Los siguientes son los eventos principales del encarcelamiento de
Pablo:
I. Ante Félix
II. Ante Festo
III. Ante Agripa

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas I. ANTE FÉLIX


A. Los acusadores
“… El Espíritu Santo
por todas las ciudades Para entender correctamente las razones del encarcelamiento de Pa-
me da testimonio de que blo, debemos mencionar algunos de los eventos que le ocurrieron a
me esperan prisiones y Pablo. Pablo había regresado de su tercer viaje misionero y estaba
tribulaciones. de camino a Jerusalén. Por cada ciudad que pasaba, Pablo era infor-
Hechos 20:23 mado sobre las tribulaciones y aflicciones que le esperaban en Je-
rusalén (Hechos 20:23). El profeta Agabo dio a conocer este hecho
a Pablo por una acción simbólica. Pero Pablo no dudó, estaba de-
A vosotros os es concedido seoso de sufrir por Jesús, su Señor. ¡Qué convicción maravillosa! El
a causa de Cristo, no apóstol sabía que estaba en la voluntad de Dios cuando enfrentaba
solo que creáis en él, sino oposición y aflicciones. Y se dedicó totalmente al Señor trabajando
también que padezcáis por día y noche, incluso con grilletes y cadenas. ¿No recibirá Pablo un
él. Filipenses 1:29 premio por servir a su Amo? ¡Claro que sí! Y será un premio de gracia
(Filipenses 1:29). Nosotros podemos entrar en el reino solamente a
través de muchas tribulaciones.
Una bienvenida calurosa le esperaba a Pablo en la iglesia de Jerusa-
lén. Pablo tenía una buena disposición hacia los judíos de Jerusalén
y estaba deseoso de agradarles a cualquier costo. Tenía tanto amor
por ellos que estaba listo a silenciar cualquier desconfianza que tu-
vieran hacia él. Por consiguiente, tomó el consejo de observar un
ritual judío. Al someterse a estos ritos ceremoniales, Pablo mostró a
los judíos que estaba deseoso de ser un judío. ¡Sin embargo, esto fue
la causa para su encarcelamiento!
Cuando Pablo entró en el templo, los judíos de Asia lo reconocie-
ron y alborotaron a toda la multitud y le echaron mano. Su presencia
provocó un arranque de enojo y quisieron lincharlo. Los romanos lo
rescataron y lo encarcelaron, pero los judíos planearon un complot
para librarse de él. Finalmente, después de soportar muchas prue-
bas, Pablo fue llevado a Cesarea, ante Félix, el gobernador. Solo cinco
días después los acusadores también llegaron a la ciudad.
Ananías, el sumo sacerdote, estaba personalmente con ellos para
mostrar su determinación para quitar a Pablo de su camino a cual-
quier precio. Los judíos también habían contratado a un orador de
nombre Tértulo, un abogado con reputación para manejar casos difí-
ciles. Él estaba a cargo del caso. Cuando empezó el proceso, Tértulo
habló adulando al gobernador. Esto era repugnante, porque Félix era
realmente un gobernador malo, aunque había tomado el control de
la rebelión para rescatar a Pablo.
Después de alimentar el ego de Félix, Tértulo presentó tres acusacio-
nes en contra de Pablo: 1) Este hombre es un compañero mortífero,
una persona aborrecible que instiga a otros y trata de corromperlos.
Es un promotor de sediciones entre todos los judíos por todo el mun-
do. Era verdad que la predicación de Pablo en muchas sinagogas era
muy preocupante, pero las molestias eran de naturaleza religiosa y
no política. Tértulo omitió esto porque quiso hacer aparecer a Pablo
como un peligro para el gobierno romano. 2) Tértulo acusó a Pablo
de ser un hereje monstruoso: es cabecilla de la secta de los nazare-
nos. 3) Finalmente, Pablo fue acusado de intento de sacrilegio por

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Nuevo Testamento

profanar el templo; y por eso los judíos lo cogieron. Tértulo omitió Referencias / Notas
astutamente todo lo desfavorable para los acusadores. Los judíos
estaban muy satisfechos con su abogado y no necesitaron agregar
nada a estas acusaciones. Los líderes judíos asintieron, diciendo ser
así todo. ¡Qué manojo de mentiras!

B. El acusado
Ahora viene el turno de Pablo para hablar. Está de pie, solo contra
muchos, pero no necesita un abogado. Los cargos en su contra son
muy serios, pero está tranquilo. Su defensa es intrépida y breve. No
hace acusaciones, sino que actúa dignamente.
No le era difícil a Pablo demostrar su inocencia de los cargos, sobre
todo porque Félix, que había sido gobernador durante varios años,
conocía bien a los judíos. La contestación de Pablo, a la primera acu-
sación, es remarcarla como totalmente infundada. Él no había per-
manecido el suficiente tiempo en Jerusalén como para causar una
rebelión. Y, es más, los acusadores no trajeron ninguna prueba para
este cargo.
Con respecto a la segunda acusación, Pablo reconoce que es cristia-
no, pero niega que esto signifique que es hereje. Él no promueve una
nueva religión, pues esto estaría en contra de la ley romana. Pablo
cree en todo lo que dice el Antiguo Testamento. Afirma como verdad,
que proclama la resurrección de los muertos; pero también destaca
que sus acusadores (los fariseos) también los profesan. Su concien-
cia está clara sobre este cargo: Y por esto procuro tener siempre una
conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres. Su conciencia no
lo acusa de haber desobedecido las leyes de Dios, ni de haber trata-
do a sus compatriotas con dureza o resentimiento. ¡No ha alcanzado
la perfección, pero clama por ella! Se esfuerza seriamente por tener
una conciencia buena y así lo demuestra en relación al cargo de
sacrilegio del templo.
Esta acusación es totalmente infundada pues, luego de una larga
ausencia de Jerusalén, volvió para rendir culto en el templo durante
el Pentecostés. Allí encontró a sus compañeros judíos y trajo limos-
nas y ofrendas a su nación. Él no causó ningún problema, pero al-
gunos judíos de Asia sí. ¿Dónde están ellos ahora? ¡Ellos deberían
estar aquí, pero no vinieron! Pablo no tiene miedo de confrontar a
sus acusadores y los desafía a hablar. Pablo es elocuente porque
su conciencia está clara. ¡En verdad, una buena conciencia es más
digna que cien testigos!

C. El juez
Félix parece estar impresionado. Siente que este hombre acusado
habla con la convicción de la inocencia. Los cargos traídos por Tér-
tulo son acusaciones vacías. Sin embargo, Félix no quiere emitir un
juicio ahora mismo. Quiere posponer el caso hasta terminar de in-
quirir a Claudio Lisias, el capitán principal. Por tanto, difiere el caso,
aunque está familiarizado con este camino, como los mejores ma-

| 611 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas nuscritos afirman. Mientras tanto, Pablo es puesto bajo seguridad.
Al centurión que custodiaba a Pablo, Félix le pide que permita las
visitas de los amigos de Pablo a fin de que lo atiendan. El encarcela-
miento de Pablo en Cesarea dura dos años. Félix habla varias veces
en privado con él, y aunque no lo trata con severidad lo hace injus-
tamente. El gobernador lo mantenía en prisión porque esperaba que
Pablo le diera dinero para que le soltase. ¡Qué gobernador injusto! No
nos sorprende que un historiador informe que todo lo que hizo Félix
fue vergonzoso, que fue culpable de muchos hechos crueles y que
se complacía en la sensualidad excesiva. Pero Pablo no se dejará
sobornar.
Durante una reunión, Pablo se presenta ante Félix y su esposa judía
Drusila, que era hija del Herodes que había asesinado a Santiago.
Drusila era una mujer bonita pero inmoral. Por medio de un mago,
Félix la había seducido a divorciarse de su marido. Cuando Pablo es
traído ante ellos, habla a esta pareja sobre otras cosas pero no les
menciona el dinero. Les habla acerca de la fe en Jesucristo, y no tiene
miedo de poner la demanda de justicia ante el gobernador.
Porque es necesario Como un segundo Juan Bautista, Pablo predica la templanza, mode-
que todos nosotros ración y autodominio a estas personas que son controladas por sus
comparezcamos ante el lujurias. ¡A este juez, le proclama que un juicio está por venir! Pablo
tribunal de Cristo, para lo describe muy vivamente. Vendrá el día cuando el Juez Eterno, de
que cada uno reciba la vida y de la muerte, recompensará a todos según sus obras (2
según lo que haya hecho Corintios 5:10).
mientras estaba en el Es evidente que Pablo no adula al gobernante para comprar su li-
cuerpo, sea bueno o sea bertad. No cubre la verdad pero punza la conciencia culpable de su
malo. 2 Corintios 5:10 oyente. Los que temen a Dios no necesitan temer al hombre. ¡Félix
tiembla! Se espantó. Pero el miedo de una conciencia acusada no es
igual a un corazón roto y arrepentido. ¿Qué hace Félix? Envía lejos a
Pablo para escapar del miedo que se ha apoderado de él. Él no cam-
bia su mala vida, solamente quiso un aplazamiento. Ahora vete; pero
cuando tenga oportunidad te llamaré, le dice.
Acerquémonos, pues, Pero nosotros sabemos que ¡ahora es el momento correcto! Ahora
confiadamente al trono de es el tiempo conveniente para encontrar la gracia (Hebreos 4:16).
la gracia, para alcanzar Recordemos que nunca podemos decir a la muerte y al juicio: Ahora
misericordia y hallar vete; pero cuando tenga oportunidad te llamaré.
gracia para el oportuno
socorro. Hebreos 4:16
II. ANTE FESTO
A. Otro juez
Dos años más tarde Félix es depuesto de su cargo. El emperador
se cansó de las quejas continuas de los judíos sobre las ofensas de
Félix y lo revocó. Había ido demasiado lejos. Pero Pablo permanecía
en la prisión. Queriendo ganar el favor de los judíos, Félix usó a Pablo
como la víctima propiciatoria para cubrir sus hechos desvergonza-
dos. Parece, sin embargo, que hay un giro en favor de Pablo. El nuevo
gobernador, Porcio Festo, que es designado en lugar de Félix, inten-
ta concluir inmediatamente este largo y prolongado caso. Tres días
después de su llegada, Festo va a Jerusalén. Se pone en claro inme-

| 612 |
Nuevo Testamento

diatamente que después de dos años la enemistad hacia Pablo no Referencias / Notas
había disminuido ni un poco. Los principales judíos levantan inme-
diatamente el caso ante el nuevo gobernador. No tienen escrúpulos
en pedirle un favor contra Pablo: le solicitan que lo lleve a Jerusalén.
Ellos están planeando una celada para matarle en el camino. Festo no
acepta su demanda que parece bastante inocente. Pero tampoco la
rechaza porque quiere tener buenas relaciones con estos principa-
les ciudadanos judíos. Él les dice que regresará pronto a Cesarea e
invita a los que tienen autoridad para ir con él y presentar el caso en
contra de Pablo.
Los judíos son dirigidos por un odio ilimitado y acuerdan emprender
el viaje a Cesarea una vez más. Festo no pierde tiempo. Al siguien-
te día después de su retorno a Cesarea, Pablo es traído ante él. Ha
tomado su lugar en el asiento del juicio y está rodeado por sus con-
sejeros. Los judíos de Jerusalén presentaron contra Pablo muchas
y graves acusaciones, pero Pablo pudo refutar todas sus calumnias.
Los judíos son desafiados a traer la evidencia, pero no tienen ningu-
na. ¡Pablo es el ganador en la corte, aunque está atado!

B. La injusticia se repite
Festo debería haber exonerado al prisionero acusado, o por lo menos
haberlo puesto en libertad debido a la evidencia insuficiente. Pero no
lo hizo así. Sabe que debe dictar algún veredicto, pero quiere agradar
a los judíos. Por tanto, le pregunta a Pablo: ¿Quieres subir a Jerusa-
lén, y allá ser juzgado de estas cosas delante de mí? Festo no es tan
corrupto como Félix, sin embargo, este juez romano no está realmen-
te preocupado de administrar la justicia: está intentando ganar el
favor de los hombres.
Pablo prevé las consecuencias si acepta esta oferta. Pero no quiere
involucrarse con esto. Su negativa es valerosa e intrépida. ¡Su con-
testación sincera a Festo es que él no ha hecho nada malo contra
los judíos y Festo sabe también eso! Si fuese culpable de algo que
merezca la pena de muerte no objetaría el ser castigado, pero como
no hay ningún fundamento a cualquiera de las acusaciones hechas
en su contra, Pablo se mantiene en la exigencia de sus derechos. Por
eso, debido a que no puede obtenerlos del gobernador, solicita ir a
una corte más alta.
Nadie puede entregarles a los judíos para que cometan una injusti-
cia. A César apelo, es la contestación de Pablo. Pablo hace uso de sus
privilegios como ciudadano romano. Este derecho lo protegió contra
los juicios arbitrarios de los gobernadores locales y abrió el camino
para recibir una decisión de la corte más alta en Roma. Pablo sigue
siendo un prisionero, pero después de conferenciar con sus conse-
A la noche siguiente se
le presentó el Señor y le
jeros, Festo declara: A César has apelado; a César irás. Note la provi-
dijo: “Ten ánimo, Pablo,
dencia maravillosa de Dios.
pues como has testificado
De esta manera se abre una oportunidad para que Pablo realice su de mí en Jerusalén, así es
intenso deseo de ir a Roma. Dios había asegurado a Pablo personal- necesario que testifiques
mente que él le otorgaría este deseo (Hechos 23:11) para que pudie- también en Roma”.
ra plantar el estandarte de la cruz en la capital del mundo. La forma Hechos 23:11

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas en que esto se cumple se relata en el último capítulo de los Hechos
de los Apóstoles. ¿Quién puede conocer el consejo del Dios?

III. ANTE AGRIPA


A. La ocasión
Pablo no es enviado enseguida a Roma. Dios tiene un trabajo im-
Y aun ante gobernadores portante para él en Cesarea. Tendrá la oportunidad de predicar el
y reyes seréis llevados evangelio ante el rey Agripa, con los tribunos y principales hombres
por causa mía, para de la ciudad. La predicción del Señor de que sus discípulos hablarían
testimonio a ellos y a los ante los reyes y gobernadores se cumple (Mateo 10:18; Hechos 9:15).
gentiles. Mateo 10:18 Herodes Agripa II, hermano de Drusila, visita a Festo en Cesarea. Va
acompañado por su hermana Berenice, una mujer joven, muy bonita,
El Señor le dijo: --Ve, de quien se ha sospechado que vivía en una relación incestuosa con
porque instrumento su hermano. Durante muchos días estos invitados reales permane-
escogido me es este para cen en la residencia del gobernador.
llevar mi nombre en Un día, Festo le dice a Agripa sobre el caso de Pablo. No hay duda
presencia de los gentiles, de que tiene la intención de recibir algún consejo sobre este caso
de reyes y de los hijos de espinoso. Agripa fue criado en la religión judía y era bien conocido
Israel. Hechos 9:15 por sus creencias judías. Festo le informa en detalle sobre el caso de
Pablo.
Naturalmente Festo le da un buen informe de sí mismo. Enfatiza en
su interés porque las reglas de la justicia romana sean administra-
das, y que ha sido sumamente cauto en dirigir el caso estrictamente
por las reglas de la ley. Menciona que no pudo encontrar ningún
cargo condenatorio, como había sospechado desde el principio. Él
entiende que el caso involucra asuntos religiosos. Cuando Festo
menciona a Cristo se refiere con desdén a un tal Jesús, ya muerto, el
que Pablo afirmaba estar vivo.
El interés de Agripa se despierta y quiere encontrarse con Pablo per-
sonalmente. Al siguiente día este encuentro tiene lugar. Se arregla
una presentación en el auditorio. Las personas reales entran con
mucha pompa, acompañadas por el ejército principal y las autorida-
des civiles de la ciudad. Todo lo que se hablaba sobre el prisionero
contribuyó para hacer de esto un entretenimiento espléndido. Pablo
es ingresado. En su condición de prisionero está sujeto con grilletes.
¡Qué escena!

B. El sermón
Festo presenta al prisionero, e informa a los presentes que los judíos
son los enemigos de Pablo y que están convencidos de que no debe
vivir más. Festo no omite dar su opinión de que ninguna cosa digna
de muerte ha hecho y no sabe qué informe enviar realmente al em-
perador. Por eso le pide su opinión a Agripa. Festo quiere que Agripa
evalúe el caso. Este oye el caso y ha llegado el momento crucial para
que Pablo pronuncie su discurso. Pablo les cuenta sobre su juventud
y su conversión, su trabajo para el evangelio y cómo ha sido perse-
guido. Señala que los judíos lo han perseguido hasta el asiento del
juicio romano por algo que ellos también creen: la resurrección de

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Nuevo Testamento

los muertos. En todo su discurso Pablo da el honor a Cristo. Es un Referencias / Notas


discurso apasionado y serio. ¡Pablo es un testigo capaz y fiel de su
Señor! Finalmente, esto llega a ser demasiado para Festo. Interrum-
pe a Pablo porque no puede soportar la persuasión de su discurso.
La charla sobre la resurrección es una tontería para él y hace un
comentario que es similar a la respuesta de algunos griegos en Ate-
nas. Afirma en voz alta que Pablo ha enloquecido. Atribuye esto a su
mucho aprendizaje, que ha sido la causa de su confusión. Pablo no
permite ser puesto a un lado tan fácilmente. Tampoco da ninguna
indicación de estar ofendido por esta ruda interrupción. Su contes-
tación es respetuosa pero perspicaz, cuando desafía al rey para que
reconozca haber oído informes de la crucifixión de Jesús y de su
resurrección. Pablo dice que estas cosas no se han hecho en algún
rincón. Entonces, se dirige a Agripa con la pregunta escrutadora:
¿Crees, oh rey Agripa, a los profetas? No esperando una contestación,
agrega inmediatamente ¡Yo sé que crees!
El apóstol recibe nuestra admiración por su intrepidez y su alegría a
pesar de sus ataduras. ¡Vea aquí el secreto del poder de la fe, incluso
en medio del sufrimiento y de las ataduras! Pablo está en las manos
del Señor y sabe que todas las cosas deben obrar para lo bueno. Por
tanto, puede estar alegre y lleno de pasión por el evangelio.

C. El resultado
Agripa entiende muy bien la implicación de la pregunta de Pablo.
Si profesa creer a los profetas, no puede negar la fe en Jesús. ¡Pero
Agripa no quiere creer! ¡No quiere volverse un cristiano! Por tanto, le
interrumpe diciendo: Por poco me persuades a ser un cristiano. Esto
parece como un elogio, pero es una contestación muy arrogante y
sarcástica. Él realmente quiere decir: ¡no pienses que es fácil per-
suadirme! Pablo siente que Agripa está evadiéndolo y le da una pa-
labra final de advertencia. ¡Él expresa que, como representante de
Dios, es su deseo más ferviente que sus oidores lleguen a ser como
él, excepto por sus cadenas! Sólo alguien cuya fe es real hablaría de
esta manera. Es una característica de verdadero amor que quiere
compartir con otros. ¡Pablo no quiere estar atado, pero esto no es
un problema para él si esto significa que puede ganar a otros para
el evangelio!
La reunión termina. Todos están convencidos de que Pablo es ino-
cente. Agripa juzga que podía este hombre ser puesto en libertad, si
no hubiera apelado a César. Qué triste que el sermón lo haya conven-
cido solamente de la inocencia de Pablo, pero no de su propia culpa,
pecado y necesidad de la fe verdadera y salvadora en la redención
por Cristo. No es suficiente tener la fe histórica y estar de acuerdo
con la autoridad del evangelio. Debe haber aplicación personal y la
conversión total de corazón y vida. El espíritu Santo debe obrar la fe
en nosotros y él quiere hacerlo por el evangelio. Agripa casi recibió al
Señor Jesús, pero solamente se quedó en las buenas intenciones.

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La Historia de la Salvación

80
Referencias / Notas

LECCIÓN
Título:

PABLO VA A ROMA
Textos de referencia:
Hechos 27 y 28

Versículo para memorizar:


Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales
yo soy el primero. I Timoteo 1:15

INTRODUCCIÓN
Lucas termina los Hechos de los Apóstoles con una descripción de
varios eventos de los últimos años de la vida de Pablo. Nos relata
que Pablo finalmente fue a Roma a predicar el evangelio durante dos
años, aunque estaba encadenado. Entonces la escritura se detiene
abruptamente. El fin es extraño porque las labores de Pablo no ha-
bían concluido.
De las cartas de Pablo podemos deducir que las labores de Pablo en
Roma fueron prósperas. Por ejemplo, Onésimo, a quien conocemos
de la carta a Filemón, fue convertido. Él escribió a varias otras con-
gregaciones. También sabemos que después de algún tiempo fue
puesto en libertad y fue a otro viaje misionero. Una vez más fue en-
carcelado y, según la segunda carta a Timoteo, él se presentó ante
los jueces. Pablo concluyó que el fin de su vida estaba cercano. Lu-
cas no menciona ninguna de estas cosas en el libro de los Hechos.
Muchos son de la opinión que este libro no está realmente comple-
to. Esto no es así. El propósito del libro de los Hechos no es dar una
historia completa de la vida de Pablo, sino mostrar la mano del Señor
en el progreso del evangelio. Los Hechos es principalmente un libro
de misiones. Desde el capítulo 13 hasta el final se describe principal-
mente el trabajo misionero entre los gentiles. El libro muestra que la
Palabra de Dios va desde Jerusalén, que rechazó la verdad del evan-
gelio, hasta Roma, la ciudad poderosa imperial, capital del mundo,
asiento del gobierno mundial y el centro del pecado e idolatría.
Predicar el evangelio a los gentiles era la misión de la vida de Pablo.
Lucas relata que Pablo, después de experimentar muchos peligros,
llegó a Roma para predicar el evangelio y, aunque estaba prisionero,

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Nuevo Testamento

alcanzó su gran meta. Lucas muestra que los propósitos de Dios se Referencias / Notas
cumplieron y que la misión del apóstol a los gentiles fue coronada.
Por tanto, no es necesario relatar nada más sobre Pablo, porque era
solamente un instrumento en la mano del Señor.
El propósito del Señor ha sido cumplido. Pablo debe ir a Roma para Por el cual soy embajador
llevar el testimonio de Cristo ante el César. Nada puede detenerlo, ni en cadenas, y con denuedo
el poder de Satanás, ni un naufragio o una serpiente venenosa. Él hable de él como debo
era un embajador en cadenas (Efesios 6:20) que predicó sin ser im- hablar. Efesios 6:20
pedido. Mientras nos enfocamos en estas características de Pablo,
lo vemos:
I. A bordo de una nave
II. En la isla de Malta
III. Encadenado en Roma

I. A BORDO DE UNA NAVE


A. A Roma
Pablo afirma que muchas veces ha estado en peligros en el mar y
tres veces ha sufrido el naufragio. El viaje empieza en un barco que
viaja a lo largo de la orilla de Asia Menor. Pablo, junto con algunos
otros prisioneros que debía llevarlos a Roma, ha sido puesto a bordo
bajo la custodia de un centurión llamado Julio, que pertenecía a la
compañía Augusta. El Señor ablandó el corazón de este centurión
para que tratara a Pablo muy amablemente, e incluso le permitió ir a
tierra en Sidón para disfrutar de la comunión de los santos que lo mi-
nistraron. A bordo de la nave, Pablo no está solo entre extraños. Un
ayudador, Aristarco, viaja con él, y también Lucas que registró todo
lo que pasó y a veces habla de nosotros en el libro de Hechos. No hay
duda de que estos amigos fueron un gran apoyo para Pablo.
La nave se detuvo en un puerto y los prisioneros fueron transferi-
dos a una nave más grande que viajaba a Italia. La tripulación y los
pasajeros eran en total 276 almas, una cifra muy grande para ese
tiempo. La nave servía para cargar grano y regularmente navegaba
desde Egipto, el granero de maíz del mundo antiguo, hasta Roma
para satisfacer las necesidades de esta ciudad de dos millones de
habitantes. ¡Los romanos estaban satisfechos si el emperador satis-
facía generosamente su demanda de “pan y circo”!
La embarcación debía cruzar el mar, pero el viaje sería difícil debido
a la época del año. Este no era un tiempo favorable por haber pasa-
do ya el ayuno. Esto significaba que el día de la expiación ya había
pasado y ahora era la última parte de octubre, tiempo de tormentas
peligrosas en el mar. Con dificultad el barco llegó a Buenos Puertos,
bajo la isla de Creta. Pablo entonces les advierte seriamente que de-
ben quedarse allí durante el invierno porque prevé un gran peligro si
continúan el viaje.
Sin embargo, la mayoría pensaba diferente y el centurión que tenía
la última palabra, daba más crédito al piloto y al patrón de la nave, que
a lo que Pablo decía. Se decide continuar el viaje y se hace lo posible

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas por encontrar un puerto más conveniente para quedarse durante el
invierno. Inicialmente todo parece ir bien: una brisa del sur sopló
suavemente y pensaron que ya tenían lo que deseaban. Sin embargo,
esto no duró mucho, porque un viento huracanado llamado Euro-
clydon, una tormenta terrible que baja de las altas montañas de la
isla de Creta hacia el mar, causó tempestuosas olas.
La nave fue llevada por el viento. Tuvieron problemas en subir el pe-
queño bote que estaba atado detrás de la nave. Para ceñir la nave
usaron cables, cuerdas y cadenas; las pasaron por debajo de la nave
y aseguraron la cubierta para impedir que la nave se parta por la
fuerza de las olas. Bajaron las velas por temor a que pudieran enca-
llar en la peligrosa arena movediza de la costa norte de África. Al día
siguiente, vieron que era necesario aligerar la nave y arrojaron parte
de la carga al mar. Al tercer día, arrojaron también los aparejos de
la nave.

B. Una tormenta violenta


¡Qué terrible tiempo para todos a bordo! La tormenta duró catorce
largos días y todos tuvieron miedo de morir. No es de sorprenderse
que fueran acosados por una tempestad no pequeña. La nave se ha-
bía vuelto un juguete de las enfadadas olas y, pasajeros y tripulantes,
habían perdido toda esperanza de salvarse.
No podían mantener la nave en el curso y fueron llevados a través
de Adria (el mar Adriático), nombre de las aguas entre Creta y Sicilia
en aquellos días. Nadie sabía exactamente dónde estaban porque
los compases eran desconocidos. Y no aparecía ni sol ni estrellas por
muchos días. Durante este tiempo nadie quería comer y hubo un
largo ayuno.
Pero “Dios obra de manera misteriosa... Él cabalga sobre la tormenta”
(Salmos 107:13-14). Sólo Pablo estaba totalmente compuesto. ¿Cómo
es posible estar tranquilo en medio de esta tormenta rugiente? Por-
que esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a
quien sirvo, diciendo: Pablo, no temas; es necesario que comparezcas
ante César; y he aquí, Dios te ha concedido todos los que navegan
contigo. No era una fantasía. Porque yo confío en Dios que será así
como se me ha dicho.
La fe en Dios da la paz en los más grandes peligros. Solo los que
creen las promesas de Dios con todo su corazón son fortalecidos de
verdad.
Pablo señala, en primer lugar, cuán insensatos fueron al descuidar el
buen consejo. Ahora deben experimentar las peligrosas y perjudicia-
les consecuencias. Pablo no les dice esto para hacerles sentir culpa-
bles sino para amonestarlos y que tengan buen ánimo. Les dice, sin
vergüenza, que pertenece al Señor Jesús y que le sirve y cree en él.
Comparte con ellos lo que Dios le ha revelado por medio de su ángel:
pues no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros, sino solamente
de la nave. A veces otros son bendecidos debido a la presencia del
pueblo de Dios.

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Nuevo Testamento

C. El naufragio Referencias / Notas


Pronto la tripulación nota que Pablo habló la verdad cuando dijo,
es necesario que demos en alguna isla. Aunque no pueden ver en la
oscuridad de la noche, sienten que se están aproximando a tierra.
Al principio sondearon y encontraron veinte brazas (36 metros), y
después solo quince brazas. Con miedo de chocar, echaron cuatro
anclas por la popa (la parte trasera de la nave). ¡Cómo deseaban que
fuera de día!
Con el pretexto de que echar las anclas de proa, la tripulación baja el
pequeño bote para escapar. Pablo nota este plan malvado y los sol-
dados del centurión bloquean la huída de esta gente. ¡La influencia
de Pablo es asombrosa! Su intrepidez anima a los otros. Ahora le es-
cuchan más a él que a la tormenta. Confiar en Dios no excluye la pla-
nificación y el uso exacto de los medios dados por Dios. Los medios
están incluidos en la voluntad de Dios, porque somos ordenados a
orar y a trabajar. Pablo sabe que todos sobrevivirán y con seguridad
llegarán a la orilla. Por tanto, les aconseja que coman algo. Ustedes
necesitarán esto para su salud, para tener fuerza física. Él come pri-
mero para dar ejemplo. Mientras la tormenta está aullando, el mar
está agitado, la nave cruje y los ocupantes tiemblan. Serenamente
Pablo toma un poco de pan, da gracias a Dios en presencia de todos,
parte el pan y come tranquilamente. Ellos siguieron su ejemplo y
comieron también. ¡Qué espectáculo debe haber sido!
Mientras tanto la luz del día está llegando y el resto del trigo es lanza-
do al mar. La tripulación piensa que puede guiar la nave hacia la ori-
lla de una estrecha bahía, pero encallan en una península. La nave
se parte en dos. Ahora todos luchan por su seguridad. Los soldados
que son responsables de los prisioneros quieren matarlos para que
no puedan escapar, pero Julio los detiene. Él quiere salvar a Pablo.
Nadie es asesinado y todo el que pueda nadar tiene que tirarse al
agua. El resto puede salvarse aferrándose a las tablas y tablones de
la nave partida. Nadando o flotando, las 276 almas alcanzan la tierra
a salvo. La nave y su carga se pierden, pero las personas se salvan. Y
así aconteció que todos se salvaron saliendo a tierra.

II. EN LA ISLA DE MALTA


A. Pablo sobrevive de una mordedura de una serpiente venenosa
La isla a la cual llegaron se llamaba Mileto o Malta, habitada por
naturales. Estos no eran salvajes, sino personas cuyo origen no era
griego ni romano, y tampoco hablaban el idioma griego. Al verlos
mojados y entumecidos del frío sintieron lástima. Encendieron una
gran fogata para calentarlos y cuidaron bien de los náufragos que lo
habían perdido todo.
De nuevo el Señor muestra claramente que ama a su siervo fiel. De-
bido al calor del fuego, una víbora sale de una rama y se agarra a la
mano de Pablo, mordiéndole. Los ciudadanos de la isla se asustan
porque suponen que Pablo es un asesino a quien la justicia no deja
vivir. Según su religión, la diosa de la venganza sigue a sus víctimas

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas hasta que les da alcance. Los isleños esperaban que Pablo, como
resultado del veneno, caiga muerto de inmediato. Pablo sacude al
En este mismo tiempo reptil, lo arroja al fuego y permanece ileso. Ellos esperan, pero no
estaban allí algunos que pasa nada. Entonces los habitantes de la isla van al otro extremo y
le contaban acerca de toman a Pablo por un dios.
los galileos cuya sangre Pero están equivocados en las dos afirmaciones. Su impresión fue
Pilato había mezclado motivada por su creencia natural de que el mal merece ser castiga-
con los sacrificios de ellos. do. No es correcto concluir que un juicio particular es siempre un
Respondiendo Jesús, les castigo por un pecado particular. (Lucas 13:1-5).
dijo: --¿Pensáis que estos
galileos, porque padecieron
tales cosas, eran más B. La hospitalidad de los isleños
pecadores que los demás
Todas las personas de la isla querían mostrar su hospitalidad a los
galileos? Os digo: no, antes
náufragos. Publio, el gobernador, se mostró particularmente amiga-
si no os arrepentís, todos
ble con Pablo y le invitó a su casa durante tres días. Publio y su casa
pereceréis igualmente. O
fueron bendecidos por esta invitación, porque después de la oración
aquellos dieciocho sobre
e imposición de las manos, Pablo sanó al padre de Publio que estaba
los cuales cayó la torre en
Siloé y los mató, ¿pensáis muy enfermo con fiebre y disentería.
que eran más culpables Este hecho pronto se divulgó de tal forma que los isleños traían a
que todos los hombres que sus enfermos a Pablo para que los sanara. El Señor honró a Pablo
habitan en Jerusalén? Os con la habilidad de realizar cosas asombrosas. ¡Todos los que le eran
digo: no, antes si no os traídos sanaban!
arrepentís, todos pereceréis
El Señor también muestra su poder y bondad, preservando a su sier-
igualmente. Lucas 13:1-5
vo y contestando la oración de Pablo. Él recibe una oportunidad ma-
ravillosa de testificar del único Dios verdadero en esta isla. No debe-
mos sorprendernos de que Lucas escribe que los isleños agradeci-
dos les honraron con muchas atenciones durante los tres meses que
los náufragos pasaron el invierno en Malta. Cuando partieron, los
isleños mostraron su agradecimiento proporcionándoles las cosas
que necesitaban. ¡Nunca antes habían tenido personas náufragas
como estas en sus orillas!

III. ENCADENADO EN ROMA


A. Pablo es bienvenido en Roma
Es a través de muchos peligros que Pablo alcanza su meta de predi-
car el evangelio en Roma. El Señor lo guardó seguro todo el camino.
Naufragó, pero Dios lo salvó. Cuando llegó a la playa fue mordido por
una serpiente venenosa, pero no experimentó los efectos del veneno.
Fue encarcelado y tratado bien.
El favor de Dios se pone aún más claro cuando Pablo termina su via-
je. En Puteoli, Pablo y sus compañeros encuentran hermanos en la
fe con quienes pueden pasar una semana. Desde allí, los viajeros ca-
minan por la famosa Vía Apia, el “camino real” a Roma. ¡Pablo debió
estar profundamente conmovido al acercarse a la ciudad imperial!
Cuando llega al foro de Apia (una ciudad pequeña, aproximadamente
a 60 kilómetros de Roma) y a las Tres Tabernas (otra ciudad pequeña
a 49 kilómetros) recibe otro estímulo. ¡Mientras su corazón está lle-
no de recelo, personas de Roma lo estuvieron esperando! Hay una

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Nuevo Testamento

congregación cristiana en Roma. Hace algún tiempo Pablo les había Referencias / Notas
escrito una carta importante. Los creyentes habían oído informes de
su venida y vinieron a recibirlo.
Dicha bienvenida era la prueba de su gran interés en él y su mensa-
je. Las demostraciones de amor fraternal fueron muy reconfortantes
para el apóstol: Pablo dio gracias a Dios y cobró aliento.
Finalmente, entró en Roma, la “ciudad eterna”, la ciudad de las siete
colinas, la capital del imperio. Sin duda debido a los informes favo-
rables venidos de Cesarea y de Julio, el centurión, sobre las expe-
riencias durante el viaje, se le permitió mucha libertad. Pablo no
fue encarcelado pero le permitieron vivir solo en una casa alquilada,
custodiado por un soldado que vivía con él. Durante dos años Pablo
vivió así y pudo recibir a todos los que lo visitaron.

B. Pablo predica el evangelio en Roma


Sus labores evangelísticas continuaron y continuó predicando el rei-
no de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y
sin impedimento. No se permitió ningún descanso. No limitó su pre-
dicación a los que ya habían venido a Cristo, sino que después de
tres días empezó sus actividades misioneras de nuevo. Como había
hecho en todas partes, primero fue a los judíos.
Bajo el emperador Claudio, los judíos fueron excluidos de Roma y
después les permitieron vivir separadamente en la parte inferior de la
ciudad. Pablo invitó a los judíos principales a su casa para presentar-
se y darles a conocer su trabajo. A ellos les parecería que quebranta-
ba sus leyes religiosas, pero realmente no era así.
Tampoco planeaba tomar venganza de su pueblo, quejándose ante
el emperador. Según sus propias palabras: por la esperanza de Israel
estoy sujeto con esta cadena. Les repitió las verdades que había pro-
clamado previamente. No se quedó callado sobre la resurrección,
pues la base de esta esperanza segura es Cristo, el gran conquista-
dor sobre la muerte.
Lucas afirma que con gran poder dio a los apóstoles testimonio de la
resurrección del Señor Jesús. Pablo nunca dejó de mencionar la resu-
rrección. Los líderes judíos en Roma declararon que ellos no habían
recibido ningún informe negativo, ni por carta o verbalmente, sobre
Pablo y que les gustaría saber más acerca de esta secta. Este término
indica que ellos no pensaban muy favorablemente del cristianismo.
En un día señalado Pablo tuvo la oportunidad de hablarles. No hay
duda de que les predicó muy apasionadamente a los judíos que ha-
bían venido a oírlo: a los cuales les declaraba y les testificaba el reino
de Dios desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles acerca de Je-
sús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas. Como en Éfeso,
se enfocó en el problema central del evangelio.
Y como siempre, las opiniones se dividieron teniendo gran discusión.
Algunos creyeron pero otros permanecieron endurecidos en su in-
credulidad. Por eso Pablo les recordó la antigua profecía de Isaías
con respecto a los judíos.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas Fue fiel a la Palabra de Dios. Aunque no se alejó de los judíos, llegó
a la conclusión de que, según el plan divino de Dios, debía volverse
a los gentiles. ¡A los gentiles es enviada esta salvación de Dios; y ellos
oirán! ¡Pablo fue persuadido firmemente de que esto era así!

Por lo demás, me está La gran comisión de Pablo fue completada cuando, según los Padres
reservada la corona de de la Iglesia, fue condenado a una muerte violenta por el emperador
justicia la cual me dará el Nerón y fue decapitado por la espada. Entonces recibió la corona
Señor, juez justo, en aquel que el Señor tenía para él (2 Timoteo 4:8). Pablo permaneció fiel has-
día; y no solo a mí, sino ta el fin, proclamando del Señor Jesucristo crucificado.
también a todos los que El apóstol Pablo se fue y recibió su recompensa, pero el evangelio si-
aman su venida. gue extendiéndose cada vez más por todo el mundo. La Palabra de
2 Timoteo 4:8 Dios estará para siempre. El evangelio ha venido a nosotros, en to-
dos los tiempos. Todos debemos recibir la palabra fiel y digna de toda
aceptación: ¡Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores!

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Nuevo Testamento

Referencias / Notas

APÉNDICES

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas

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Nuevo Testamento

Apéndice 1 Referencias / Notas

Un ejemplo de un “Plan de lección”

Lección: 63
Fecha: 3 de enero del 2006
Tema: El pecado de David y el perdón de Dios
Pasaje bíblico: 2 Samuel 11, 12

Materiales y equipo:
Franelógrafo, lápices de color, 12 páginas de la actividad, lápices y borradores.

Preparación de la clase:
Prepare los franelógrafo y la actividad.

Devocional de entrada:
Cantaremos Tu Fidelidad es Grande, y comenzar la clase con una oración.

Registro:
Llene sus datos en un registro de asistencia.

Repaso:
Repasar como David trajo el arca a Jerusalén y como Dios le bendijo y le prosperó a David. Repase
también como David recordó el hijo de Jonatán, Mefiboset (Lección 62).

Trabajo de memorización:
¡Crea en mí, Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí! Salmos 51:4

Metas de la lección:
La verdad bíblica central de esta lección es que el pueblo de Dios puede caer en gran pecado, pero
Dios lo lleva al arrepentimiento y lo perdonará”.

Objetivos:
Como resultado de enseñar esta lección los niños podrán:
1. Saber que no merecemos la gracia de Dios, pero El es muy misericordioso al perdonar cual-
quier pecado por más grande que sea.

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La Historia de la Salvación

2. Sentirse,/ no
Referencias solo arrepentidos por el pecado, sino arrepentidos de que hemos pecado contra Dios
Notas
quien es bueno y bondadoso.
3. Comprender que aunque Dios nos perdona los pecados porque Jesús fue castigado, el Señor
usualmente nos deja sentir las consecuencias de dolor cuando pecamos porque El tiene que
enseñarnos una lección.
4. Las personas cerca de nosotros van a sufrir por nuestros errores.
5. Orar a Dios para que nos perdone cuando hemos pecado y pedirle Su ayuda para obedecer-
le.

Narración de la historia bíblica:


Referirse a su bosquejo hecho sobre su lección. A continuación presentamos un ejemplo de un
bosquejo. Usted puede elaborar los suyos en un cuaderno de apuntes o en hojas aparte.

Introducción:
En su vida, el rey David mostró que él era un hombre conforme al corazón de Dios. David había
sido bendecido ricamente por Dios. Su trono fue establecido firmemente y su poder estaba au-
mentando. Él logró muchas y grandes conquistas sobre sus enemigos. Fortalecido por Dios él
derrotó a los enemigos antiguos del pueblo, para que Israel se volviera el reino más poderoso en
Asia occidental.
Cuando David alcanzó la altura de su poder algo muy triste ocurrió.

Puntos principales: o el cuerpo de la historia
I. El pecado de David
A. No ir a la batalla con su ejército.
1. David está relajado y tranquilo en su palacio mientras su rol como rey requería que estés con
sus soldados: Disobediencia.
2. Al caminar en la terraza de su palacio, David ve a Betsabé bañándose: Codicia.
3. En esta historia vemos un parte de su vida muy triste, cuando el se cayó en un tentación
grande. Este gran pecado lanzaría una sombra sobre la grandeza de David.
4. David toma a Betsabé como esposa: Adulterio.
5. David cumplió su plan de deshacerse de Urías, esposo de Betsabé: mentira, asesinato, enga-
ño.
II. El mensaje de Natán a David.
A. El parábola que contó Natan
B. El significado.
III. El arrepentimiento de David y su restauración por Dios.
A. La confesión y arrepentimiento de David.
B. El perdón de Dios.
C. Las consecuencias de sus pecados.

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Nuevo Testamento

Verdades para aplicar: Referencias / Notas


1. No cumplir con nuestras obligaciones puede llevarnos a la tentación.
2. Un pecado nos lleva a otro. Caer en la tentación llevó a David al adulterio, lo cual lo llevó al
asesinato.
3. El pecado no confesado provoca una conciencia intranquila y la pérdida de la comunión con
Dios.
4. Es necesario que se nos predique el arrepentimiento para reconocer nuestro pecado.
5. La convicción del pecado nos lleva a la confesión y al arrepentimiento.
6. El arrepentimiento real es reconocer que hemos pecado contra de Dios.
7. Dios perdona al pecador arrepentido.
8. Cuando la gente de Dios peca, recibe las consecuencias de su pecado en esta vida.
9. La confesión real restaura la relación con Dios y da gozo y paz.

Conclusión:
No podemos esconder nuestros pecados. A pesar de que Dios es fiel para perdonar a nuestros
pecados cuando confesamos y arrepentimos de ellos, las consecuencias de nuestros errores nos
seguirán. “¿Has confesado tus pecados como lo hizo David?”
Actividades:
Un crucigrama sobre la historia y un dibujo.
Clausura:
Arreglar las clases, guardar los deberes, repetir una vez más el versículo y orar con los niños.
Evaluación:
Hubo tres niños que faltaban entonces nos toca repasar bien el siguiente clase. Unos niños no
terminaron sus actividades porque la actividad fue un poquito largo.

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La Historia de la Salvación

Apéndice
R /N
2
eferencias otas

Borrador de un Plan de lección

Lección: ______________________________ Fecha: ________________________________


Tema: _______________________________________________________________________________
Pasaje bíblico: _______________________________________________________________________

Materiales y equipo: __________________________________________________________________


____________________________________________________________________________________

Preparación de la clase: _______________________________________________________________


____________________________________________________________________________________

Devocional de entrada: ________________________________________________________________


_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________

Registro: ____________________________________________________________________________

Repaso: _____________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________

Trabajo de memorización: ______________________________________________________________


_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________

Metas de la lección: ___________________________________________________________________


_____________________________________________________________________________________
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Objetivos: ____________________________________________________________________________
Referencias / Notas
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Bosquejo de la lección
_____________________________________________________________________________________
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Actividades: __________________________________________________________________________
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Clausura: ____________________________________________________________________________
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Evaluación: __________________________________________________________________________
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La Historia de la Salvación

Apéndice
R /N
3
eferencias otas

Para entender a los niños de varias edades

Las siguientes páginas proveen un resumen pedagógico sobre el desarrollo de los niños de varias
edades y las implicaciones para los maestros, en la preparación de la lección.

Párvulos (4-5 años)

Características físicas
• Los músculos grandes y pequeños están todavía desarrollándose.
• Los músculos bucales están todavía en desarrollo.
• Sus oídos son inmaduros.
• Tienen mucha energía.
• Aprenden a través de todos sus sentidos.

Características mentales
• No pueden diferenciar entre un hecho (real) y un cuento (ficción).
• Tienen poco sentido del tiempo y la distancia
• Tienen un vocabulario limitado y limitadas experiencias de la vida.
• Les gusta la repetición y disfrutan con el sonido de las palabras.
• Memorizan fácilmente.
• Experimentan su mundo a través de sus sentidos.
• Aprenden al imitar y copiar al profesor.
• Sus percepciones no necesariamente están de acuerdo con los hechos.

Características sociales
• No funcionan bien en grupo y son muy centrados en sí mismos.
• Pueden ser tímidos y dependientes.
• Necesitan sentirse seguros. Los cambios en las rutinas y de profesores no son agradables para
ellos.
• Ellos hablarán de todo lo que ocurre en su casa y en el aula.

Características emocionales
• No tienen mucha paciencia
• Les resulta difícil esperar su turno.

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Nuevo Testamento

• Se sienten frustrados fácilmente. Sus limitaciones físicas no les permitenRhacer las cosas que
eferencias / Notas
sus mentes quieren.
• Quieren explorar su ambiente.
• Se sienten muy inseguros cuando hay cambios en su vida.

Características espirituales
• Ellos captan y reciben la religión por el ambiente y la actitud, bondad, amor y respeto de los
adultos en su vida.
• Pueden entender verdades simples acerca de Dios, el pecado, Jesús, la oración, la Biblia, la
obediencia y desobediencia y el agradar a Dios.

Implicaciones
• Provea un ambiente tranquilo y amigable.
• La actitud del profesor y el ambiente de clase son lo más importante.
• Asegúrese de que tengan los mismos profesores durante todo el año.
• Sea un buen modelo para ellos, en su vida y en su actitud.
• Se necesita un grupo pequeño que permita darles la atención individual que requieren.
• No cambie las rutinas.
• Las historias, canciones y enseñanzas necesitan ser muy concretas y reales. No usen simbolis-
mos. Darles una parte concreta de la historia es lo mejor, porque no pueden recordar muchos
detalles. Las ayudas visuales son de mucha utilidad.
• No use expresiones relacionadas al tiempo o a las distancias.
• Use palabras sencillas y el lenguaje que ellos usan.
• Repítales las palabras o frases más importantes, pues les gusta la repetición.
• Hágales memorizar muchas cosas. Las canciones cortas que se repiten y los versículos bíblicos
cortos son muy buenos para ellos. Cante en escala media para cuidar su voz.
• Las actividades cortas y variadas funcionan mejor ya que su atención es muy corta.
• Para ellos, el proceso es más importante que el resultado final.
• Al no saber leer ni escribir, necesitan mucha ayuda y mucho tiempo para hacer las cosas.
• Ellos aprenden a través de sus sentidos y responderán afectivamente, al abrazar al profesor, a
veces tocando la ropa del profesor, etc. La actitud del profesor se traduce en su actitud hacia
las cosas de Dios.
• Por ser muy abiertos, afectivos y confiados, tenga cuidado al enseñarles la verdad y no violar su
confianza.

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La Historia de la Salvación

Principiantes (6-8
Referencias / N otas
años)

Características físicas
• Los músculos grandes y pequeños están creciendo y desarrollándose rápidamente.
• Aunque tienen mucha energía, ellos se cansan fácilmente y se ponen de mal genio.

Características mentales
• Están ansiosos de aprender y están adquiriendo habilidades básicas.
• Pueden concentrarse por periodos más largos.
• Memorizan bien y rápido.
• Sus habilidades de razonamiento se están desarrollando y necesitan ser desafiados a pensar.
• Tienden a pensar literalmente y el pensamiento abstracto aún es difícil.
• Necesitarán ayuda para entender símbolos y significados abstractos y pueden fácilmente llegar
a malas conclusiones.
• Aprenden mejor cuando las cosas se relacionan con sus experiencias

Características sociales
• Todavía están centrados en sí mismos, pero interactúan mucho mejor en grupos.
• Están aprendiendo a formar su propia identidad.
• Están reconociendo sus fuerzas y debilidades.
• Necesitan ser animados para desarrollar confianza.

Características emocionales
• Se emocionan fácilmente.
• Algunos pueden estar alejados, ser tímidos y no querer participar.
• Pueden ser impacientes con ellos mismos y con otros.
• Son impacientes con los errores que ponen a prueba sus habilidades.
• Tienen muchos temores, aunque no los admitan.

Características espirituales
• Son muy impresionables y tienen ansias por aprender.
• Por naturaleza todavía son muy confiados.
• Sus temores producen un interés sincero en Dios.

Implicaciones
• Provea un ambiente calmado y ordenado.
• Los cambios de actividades son de mucha ayuda.

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Nuevo Testamento

• Use actividades menos complejas y exigentes. Referencias / Notas


• Todavía les toma mucho tiempo las actividades escritas, entonces se debe darles suficiente
tiempo.
• Aprenden a través de todos sus sentidos, entonces las ayudas visuales como modelos y dibujos
les ayudará.
• Los cambios les afectan, entonces mantenga las rutinas.
• Provéales ayuda pues ellos todavía la necesitan en compartir, tomar turnos, etc.
• Anímeles mucho para que desarrollen su confianza. Tenga cuidado con las competencias y
concursos porque dañan su confianza y su sentido de valorarse.
• Debe proveer reglas claras para que sepan cuáles son sus límites. Las reglas se las debe refor-
zar consistentemente para no causar confusión. Asimismo, si les hace promesas debe cumplir-
las.
• Los niños tímidos necesitan ánimo, elogios y probablemente ayuda extra.
• Mantenerse calmado y paciente ayuda a tratar con sus frustraciones relacionadas a la falta de
habilidades.
• Se necesita un ambiente de bondad, aceptación y control firme pero delicado.
• Al ser muy impresionables y ansiosos, entonces es importante que utilice estas características
para presentarles el camino de la salvación en palabras fáciles y entendibles. Cuide de no poner
presión sobre ellos ni de llevarlos a hacer decisiones que no entienden.
• Ejercite la sabiduría y gentileza en la aplicación de las verdades de Dios en sus corazones y
vidas.

Primarios (9-11 años)

Características físicas
• El crecimiento es lento, constante y no espectacular.
• Las niñas crecen más rápido que los niños.
• Usualmente gozan de buena salud y son muy activos.

Características mentales
• Pueden pensar abstractamente.
• Realizan deducciones y dominan los conceptos lógicos de causa y efecto.
• Están desarrollando la habilidad de razonar.
• Son muy creativos e imaginativos.
• Están aprendiendo a aceptar la realidad de que no pueden tener todo lo que quieren.
• Su vocabulario está en aumento, así que pueden usar palabras y frases sin mal entenderlas.
• Están aprendiendo a usar conceptos de tiempo, espacio y magnitud.
• Se los debe estimular para captar y mantener su interés.

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La Historia de la Salvación

Características
Referencias / sociales
Notas
• Son muy conscientes de ser diferentes o de ser dejados a un lado por el grupo.
• Empiezan a ser influenciados por la presión del grupo en sus actitudes y comportamiento.
• La presión del grupo puede ser positiva o negativa y esta depende en los valores del grupo en
que ellos se encuentran.

Características emocionales
• Son sensibles hacia las críticas de los adultos y se desaniman fácilmente.
• Florecen con los elogios y cuando se les da responsabilidades.
• Los problemas familiares y el temor a ser rechazados tienen un efecto devastador en ellos y
puede causarles gran ansiedad.
• Los hombres pueden aparentar ser intrépidos y se enorgullecen de que se piense de ellos como
fuertes y valientes.
• Anhelan estar en la acción. Están llenos de energía y pueden hablar y escuchar a la vez.

Características espirituales
• Estos años son vitales para darles mucho conocimiento de las verdades bíblicas.
• Tienen una gran capacidad para entender quién es Dios y cómo Él actúa.
• Pueden aprender a buscar en la Biblia, con un deseo real de arrepentimiento de sus pecados, y
aprender sobre quién es Cristo y qué es lo que Él ha hecho.
• Son críticos de sí mismos y de los demás. Tienen un fuerte sentido de justicia y juego justo.
• Ellos responden a la verdad de Dios, especialmente cuando ven cómo se aplica al vivir diario, y
de sus vidas en particular.

Implicaciones
• Los profesores deben conocer bien la Biblia y la doctrina, para estar en capacidad de proveerles
una buena instrucción acorde a sus inquietudes.
• Enséñeles a encontrar respuestas a sus inquietudes en la Biblia.
• Enséñeles con convicción y honestidad porque ellos notan su sinceridad.
• Ellos respetarán al profesor que les dice que no sabe, pero que va a encontrar una respuesta a
sus preguntas.
• Cuando hay problemas de disciplina, es mejor tratar con ellos lo más pronto posible y no dejar
que se acumulen.
• Es importante que mantenga el control, el propósito de la clase y sea agradable en el trato. La disci-
plina debe ser realizada en privado.
• Para esta edad se necesita profesores que estén dispuestos a caminar con ellos una milla más.
Profesores que tengan interés en toda su vida no solo en el tiempo de la Escuela Dominical.
• Un paseo preparado por el profesor hace milagros para conseguir que este grupo sea recepti-
vo.
• Ellos tienen el potencial y la habilidad de sentir cuán terrible es el pecado y por qué la santidad

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Nuevo Testamento

de Dios demanda castigar el pecado, al punto de llegar al sufrimiento de Cristo en la /cruz.


Referencias NotasEsto
significa que pueden ser instruidos para reconocer el pecado en sus actitudes, palabras y ac-
ciones.
• Dirija sus energías de forma constructiva.
• Por ser influenciables por la presión del grupo en sus actitudes y comportamientos, es impor-
tante que el profesor no permita ni comportamiento ni actitudes malas.
• Involúcrelos en actividades variadas, que les estimule y les desafíe a trabajan cada vez mejor.

Intermedios (12-14 años)

Características físicas
• Cambios dramáticos ocurren en su apariencia física, pero también internamente en su cuer-
po.
• Las niñas maduran antes que los niños.
• Muchas veces son físicamente torpes, lo cual resulta en ruido excesivo, tropiezos, caídas, etc.
• Su inquietud es típica. Están constantemente en movimiento, inclinándose en la silla hacia
atrás, arrastrando los pies y a veces distrayendo a los demás de la clase.
• El crecimiento no está distribuido uniformemente, así que el adolescente tiene momentos de
energía, alternándose con fatiga.

Características mentales
• Ya pueden pensar abstractamente y pueden aplicar ideas a varias situaciones y problemas.
• Pueden manejar ideas simbólicas junto con hechos concretos.
• Pueden memorizar bien, pero necesitan tener un porqué para hacerlo.
• A menudo son vagos mentalmente y por ello no trabajarán duro, a menos de que se los desa-
fíe.
• Son impacientes y quieren respuestas rápidas hacia sus necesidades y deseos percibidos.
• A veces tienen una actitud crítica. No aceptan todo lo que se les dice, sino que razonan, anali-
zan y cuestionan la enseñanza.

Características sociales
• La presión de grupo es muy fuerte y el ser diferente a los demás puede ser devastador.
• Durante esta etapa hacen amistades que perduran de por vida, sean amistades para bien o para
mal.
• Es muy importante canalizar sus actividades involucrándoles en el servicio.
• A esta edad, encuentran muy difícil el relacionarse a un nivel personal y funcionan mejor si
hacen las cosas juntos, como grupo, dirigidos por el maestro.

| 635 |
La Historia de la Salvación

Características
Referencias / emocionales
Notas
• Muchas veces tienen muy poca restricción al momento de hablar o actuar. Son impulsivos y
hacen juicios atolondrados referentes a otros.
• Aunque su estado de confusión es obvio para quien los observa, esto no lo es para él mismo.
• Piensan que ya son adultos y no se dan cuenta de cómo se presentan hacia los demás.
• Quieren actuar independientemente y experimentar una interacción a un nivel adulto.
• Les falta control emocional y tienen cambios indefinidos de expresiones emocionales, cambian-
do del gozo al mal humor sin mucha razón.
• A menudo, reaccionan y responden exageradamente y son muy sensibles, todo al mismo tiem-
po, mientras que otras veces parecen ser indiferentes a todo.

Características espirituales
• Los años iniciales de adolescencia son cruciales para su desarrollo espiritual. Este es el tiempo
donde lo que han aprendido tempranamente es evaluado críticamente por ellos.
• Este es el momento en el que cuestionan seriamente el valor de la fe y cómo opera en la vida de
aquellos que profesan ser cristianos.
• Ellos pueden pensar acerca de las implicaciones de la fe para su vida y están buscando ver
cómo la religión puede funcionar para ellos, cómo puede hacer una diferencia en sus vidas y
cómo puede satisfacer sus aspiraciones.
• Aunque aparentemente son indiferentes, este es el tiempo en el cual el Espíritu Santo muchas
veces trabaja más a fondo con ellos.
• Ellos quieren ver y por lo mismo tienen que ver a la fe cristiana en acción y ver cómo se relaciona
con la vida.

Implicaciones
• Los profesores deben estar bien preparados. No solo con el material sino especialmente en el
método. Si está bien preparado y avanza fácilmente en su lección, los estudiantes van a seguir
y aprender; y se presentarán menos problemas disciplinarios.
• Es necesario tener paciencia con su torpeza física y su natural impulsividad. Sin embargo, se
deben poner límites y mantenerlos.
• Ellos quieren ser tratados como personas maduras, y respetan y gustan del profesor que respe-
ta esta necesidad de ellos. Tomar tiempo para hablar con ellos en una manera informal que les
estimula para compartir lo que piensan y sienten.
• El profesor debe ser su amigo, debe ser abierto, honesto y debe dar tiempo para escucharles.
• El profesor debe intentar entrar en sus frustraciones y alegrías. Cuando se hable con ellos se lo
debe hacer a su nivel de experiencia. Pero mantenga una distancia apropiada, sin demostrar ser
autosuficiente.
• Ellos necesitan ser desafiados mentalmente. Anímelos para que analicen los problemas. Ellos
aprenden al construir sobre lo que ya saben y al ser inspirados a aplicar el conocimiento a la
nueva lección. La técnica de preguntas con algunas variaciones es probablemente el método
más apropiado para enseñar a los adolescentes.
• Les ayuda mucho a ellos la aplicación de las enseñanzas a su propia vida.

| 636 |
Nuevo Testamento

• Sea un ejemplo para ellos y ore mucho para que el Espíritu Santo le dé sabiduría y de/Su
Referencias poder
Notas
en la enseñanza. Recuerde siempre que esta época de la vida es una etapa crucial en la vida
espiritual.
• Esté interesado en la vida diaria de los estudiantes y planee actividades sociales con ellos a fin
de construir las relaciones.

| 637 |
La Historia de la Salvación

Apéndice
R /N
4
eferencias otas

Catecismo de Heidelberg

Introducción
La raíz de la palabra catecismo es kata eco, que se traduce algo así como “re-sonido” o “eco”, pues
la palabra eco, en griego, es la raíz de nuestra palabra “eco”, en castellano. Desde el tiempo de los
griegos se empleaba este término para hacer referencia al método de enseñanza que empleaba
preguntas y respuestas, en el cual las respuestas contenían la enseñanza a las cuales el alumno
tenía que hacer eco. El método fue consagrado para la enseñanza de la doctrina de la Iglesia desde
fines del primer siglo de nuestra era.
El Catecismo de Heildelberg es el primero, el más completo, el más ecuménico, el más pedagógico
y el más empleado de los grandes credos de la Reforma. Fue escrito en 1563 por dos jóvenes teó-
logos: Zacarías Ursino (discípulo de Calvino) y Gaspar Oleviano (discípulo de Felipe Melanchton).
Este catecismo tiene la ventaja de estar dividido en lecciones para el uso en la escuela dominical o
en clases de catecismo. Está dividido en 52 lecciones porque se pensaba que podía usarse en cur-
so de un año de duración. Como las clases las dieron los domingos. El Catecismo de Heildelberg
está dividido en “Domingos” (Dr. Gerald Nyenhuis, Comentario del Catecismo de Heildelberg).

Domingo 1
1. ¿Cuál es tu único consuelo tanto en la vida como en la muerte?
Que yo, con cuerpo y alma, tanto en la vida como en la muertea, no me pertenezco a mí mismo,
sino a mi fiel Salvador Jesucristo, que me libró del poder del diablod, satisfaciendo enteramente
con su preciosa sangre por todos mis pecadose, y me guarda de tal maneraf que sin la voluntad
de mi Padre celestial ni un solo cabello de mi cabeza puede caer antes es necesario que todas las
cosas sirvan para mi salvaciónh.
Por eso también me asegura, por su Espíritu Santo, la vida eternai y me hace pronto y aparejado
para vivir en adelante según su santa voluntad.
a. Rom. 14:8. – b. 1 Cor. 6:19. – c. 1 Cor. 3:23; Tito 2:14. – d. Hebr. 2:14; 1 Juan 3:8; Juan 8:34, 35,
36. – e. 1 Pedro 1:18, 19; 1 Juan 1:7; 1 Juan 2:2, 12. – f. Juan 6:39; Juan 10:28; 2 Tes. 3:3; 1 Pedro
1:5. – g. Mateo 10:30; Luc. 21:18. – h. Rom. 8:28. – i. 2 Cor. 1:22; 2 Cor. 5:5; Efes. 1:14; Rom. 8:16.
– j. Rom. 8:14; 1 Juan 3:3.

2. ¿Cuántas cosas debes saber para que, gozando de esta consolación, puedas vivir y morir dicho-
samente?
Tres:a La primera, cuán grandes son mis pecados y miseriasb. La segunda, de qué manera puedo
ser librado de ellosc. Y la tercera, la gratitud que debo a Dios por su redenciónd.
a. Mateo 11:28-30; Efes. 5:8. – b. Juan 9:41; Mateo 9:12; Rom. 3:10; 1 Juan 1:9, 10. – c. Juan 17:3;
Hechos 4:12; Hechos 10:43. – d. Efes. 5:10; Salmo 50:14; Mateo 5:16; 1 Pedro 2:12; Rom. 6:13; 2
Tim. 2:15.

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Nuevo Testamento

Primera Parte: De la Miseria del Hombre Referencias / Notas

Domingo 2
3. ¿Cómo conoces tu miseria?
Por la Ley de Dios.
a. Rom. 3:20.

4. ¿Qué pide la Ley de Dios de nosotros?
Cristo nos lo enseña sumariamente en Mateo, capítulo 22:37-40: Amarás al Señor tu Dios con todo
tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el primero y
grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos
dos mandamientos depende toda la Ley y los Profetasa.
a. Deut. 6:5; Lev. 19:18; Marc. 12:30; Luc. 10:27.

5. ¿Puedes cumplir todo esto perfectamente?
Noa; porque por naturaleza estoy inclinado a aborrecer a Dios y mi prójimob.
a. Rom. 3:10, 20, 23; 1 Juan 1:8, 10. – b. Rom. 8:7; Efes. 2:3; Tito 3:3; Gén. 6:5; Gén. 8:21; Jer. 17:9;
Rom. 7:23.

Domingo 3
6. ¿Creó, pues, Dios al hombre tan malo y perverso?
No; al contrario. Dios creó al hombre buenoa haciéndolo a su imagen y semejanzab, es decir, en
verdadera justicia y santidad, para que rectamente conociera a Dios su Creador, le amase de todo
corazón, y bienaventurado viviese con El eternamente, para alabarle y glorificarlec.
a. Gén. 1:31. – b. Gén. 1:26, 27. – c. Efes. 4:24; Col. 3:10; 2 Cor. 3:18.

7. ¿De dónde procede esta corrupción de la naturaleza humana?
De la caída y desobediencia de nuestros primeros padres Adán y Eva en el paraísoa, por ello, nues-
tra naturaleza ha quedado de tal manera corrompida, que todos somos concebidos y nacidos en
pecadob.
a. Gén. 3; Rom. 5:12, 18, 19. – b. Salmo 51:5; Gén. 5:3.

8. ¿Estamos tan corrompidos que somos totalmente incapaces de hacer el bien e inclinados a todo
mal?
Ciertamentea; si no hemos sido regenerados por el Espíritu de Diosb.
a. Gén. 8:21; Gén. 6:5; Job 14:4; Job 15:14; Job 16:35; Juan 3:6; Isaías 53:6. – b. Juan 3:3, 5; 1 Cor.
12:3; 2 Cor. 3:5.

| 639 |
La Historia de la Salvación

Domingo 4 / Notas
Referencias
9. ¿No es Dios injusto con el hombre, al pedirle en su Ley que haga lo que no puede cumplir?
Noa, Dios creó al hombre en condiciones de poderla cumplirb; pero el hombre por instigación del
diabloc y su propia rebeldía, se privó a sí y a toda su descendencia de estos dones divinos.
a. Efes. 4.24. – b. Gén. 3:13; 1 Tim. 2:13, 14. – c. Gén. 3:6; Rom. 5:12.

10. ¿Dejará Dios sin castigo tal desobediencia y apostasía?
De ninguna manera; antes su ira se engrandece horriblementea, tanto por el pecado original como
por aquellos que cometemos ahora, y quiere castigarlos, por su perfecta justicia, temporal o eter-
namenteb. Según ha dicho El mismo: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas
escritas en el libro de la Ley, para hacerlasc.
a. Gén. 2:17; Rom. 5:12. – b. Salmo 50:21; Salmo 5:5; Nah. 1:2; Ëx. 20:5; Éx. 34:7; Rom. 1:18; Efes.
5:6. – c. Deut. 27:26; Gál. 3:10.
11. ¿No es Dios también misericordioso?
Dios es misericordiosoa; pero también es justob. Por tanto su justicia exige que el pecado que se ha
cometido contra su suprema majestad, sea también castigado con el mayor castigo, que es pena
eterna, así en el cuerpo como en el alma.
a. Éx. 34:6, 7; Éx. 20:6. – b. Salmo 7:9; Éx. 20:5; Éx. 23:7; Éx. 34:7; Salmo 5:4, 5; Nah. 1:2, 3.

Segunda Parte: De la Redención del Hombre

Domingo 5
12. Si por el justo juicio de Dios merecemos penas temporales y eternas, ¿no hay ninguna posibili-
dad de librarnos de estas penas y reconciliarnos con Dios?
Dios quiere que se dé satisfacción a su justiciaa: por eso es necesario que la satisfagamos entera-
mente por nosotros mismos o por algún otrob.
a. Gén. 2:17; Éx. 23:7; Ezeq. 18:4; Mateo 5:26; 2 Tes. 1:6; Luc. 16:2. – b. Rom. 8:4.

13. ¿Pero podemos satisfacerla por nosotros mismos?
De ninguna manera: antes acrecentamos cada día nuestra deudaa.
a. Job 9:2; Job 15:15, 16; Job 4:18, 19; Salmo 130:3; Mateo 6:12; Mateo 18:25; Mateo 16:26.

14. ¿Podría hallarse alguien que siendo simple criatura pagase por nosotros?
No, primero porque Dios no quiere castigar, en otra criatura, la culpa de la cual el hombre es
responsablea. Segundo, porque una simple criatura es incapaz de soportar la ira eterna de Dios
contra el pecado y librar a otros de ellab.
a. Ezeq. 18:4; Gén. 3:17. – b. Nah. 1:6; Salmo 130:3.

15. Entonces, ¿qué Mediador y Redentor debemos buscar?

| 640 |
Nuevo Testamento

Uno que sea verdadero hombrea y perfectamente justob, y que además sea más poderoso
Referencias / Nque
otas
to-
das las criaturas, es decir, que sea al mismo tiempo verdadero Diosc.
a. 1 Cor. 15:21. – b. Hebr. 7:26. – c. Isaías 9:5; Jer. 23:6; Luc. 11:22.

Domingo 6
16. ¿Por qué debe ser verdadero hombre y perfectamente justo?
Porque la justicia de Dios exige que la misma naturaleza humana que pecó, pague por el pecadoa;
y el hombre que es pecador, no puede pagar por otrosb.
a. Ezeq. 18:4; Rom. 5:18; 1 Cor. 15:21; Hebr. 2:14, 15, 16. – b. Hebr. 7:26, 27; Salmo 49:7; 1 Pedro
3:18.

17. ¿Por qué debe ser también verdadero Dios?
Para que, por la potencia de su Divinidada, pueda llevar en su humanidadb la carga de la ira de
Diosc, y reparar y restituir en nosotros la justicia y la vidad.
a. Isaías 9:5; Isaías 63:3. – b. Isaías 53:4, 11. – c. Deut. 4:24; Nah. 1:6; Salmo 130:3. – d. Isaías
53:5, 11.

18. Mas ¿quién es este Mediador, que al mismo tiempo es verdadero Diosa y verdaderob hombre
perfectamente justoc?
Nuestro Señor Jesucristod, el cual nos ha sido hecho por Dios Sabiduría, Justicia, Santificación y
perfecta Redencióne.
a. 1 Juan 5:20; Rom. 9:5; Rom. 8:3; Gál. 4:4; Isaías 9:6; Jer. 23:6; Mal. 3:1. – b. Luc. 1:42; Luc. 2:6, 7;
Rom. 1:3; Rom. 9:5; Filip. 2:7; Hebr. 2:14, 16, 17; Hebr. 4:15. – c. Iasías 53:9, 11; Jer. 23:5; Luc. 1:35;
Juan 8:46; Hebr. 4:15; Hebr. 7:26; 1 Pedro 1:19; 1 Pedro 2:22; 1 Pedro 3:18. – d. 1 Tim. 2:5; Mateo 1:23;
1 Tim. 3:16; Luc. 2:11; Hebr. 2:9. – e. 1 Cor. 1:30.

19. ¿De dónde sabes esto?
Del Santo Evangelio, el cual Dios reveló primeramente en el paraísoa, y después lo anunció por los
santos patriarcasb y profetasc, y lo hizo representar por los sacrificios y las demás ceremonias de la
Leyd: y al fin lo cumplió por su Hijo unigénitoe.
a. Gén. 3:15. – b. Gén. 22:18; Gén. 12:3; Gén. 49:10. – c. Isaías 53; Isaías 42:1-4; Isaías 43:25; Isaías
49:5, 6, 23, 23; Jer. 23:5, 6, 31-33; Jer. 32:39-41; Miq. 7:18-20; Hechos 10:43; Hechos 3:22-24; Rom.
1:2; Hebr. 1:1. – d. Hebr. 10:1, 8; Col. 2:7; Juan 5:46. – e. Rom. 10:14; Gál. 4:4; Gál. 3:24; Col. 2:17.

Domingo 7
20. ¿Son salvados por Cristo todos los hombres que perecieron en Adán?
No todosa, sino sólo aquellos que por la verdadera fe son incorporados en El y aceptan sus bene-
ficiosb.
a. Mateo 7:14; Mateo 22:14. – b. Marc. 16:16; Juan 1:12; Juan 3:16, 18, 36; Isaías 53:11; Salmo 2:11;
Rom. 11:20; Rom. 3:22; Hebr. 4:3; Hebr. 5:9; Hebr. 10:39; Hebr. 11:6.

| 641 |
La Historia de la Salvación

21.R¿Qué es verdadera fe?


eferencias / Notas

No es solo un seguro conocimiento por el cual considero cierto todo lo que el Señor nos ha reve-
lado en su palabraa, sino también una verdadera confianzab que el Espíritu Santoc infunde en mi
corazón, por el Evangelio, dándome la seguridad, de que no solo a otros sino también a mí mismo
Dios otorga la remisión de pecados, la justicia y la vida eternae, y eso de pura gracia y solamente
por los méritos de Jesucristo.
a. Santg. 2:19. – b. Hebr. 11:1, 7; Rom. 4:18, 21; Rom. 10:10; Efes. 3:12; Hebr. 4:16; Santg. 1:6. – c.
Gál. 5:22; Mateo 16:17; 2 Cor. 4:13; Juan 6:29; Efes. 2:8; Filip. 1:19; Hechos 16:14. – d. Rom. 1:16;
Rom. 10:17; 1 Cor. 1:21; Hechos 10:44; Hechos 16:14. – e. Rom. 1:7; Gál. 3:11; Hebr. 10:10, 38; Gál.
2:16. – f. Efes. 2:8; Rom. 3:24; Rom. 5:19; Luc. 1:77, 78.

22. ¿Qué es lo que debe creer el cristiano?
Todo lo que se nos ha prometido en el Santo Evangelioa, sumariamente contenido en el Símbolo
Apostólico, en cuyos artículos se expresa la fe universal e infalible de todos los cristianos.
a. Juan 20:31; Mateo 28:19; Marc. 1:15.

23. ¿Qué dicen estos artículos?
Creó en Dios Padre, todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creó en Jesucristo, su único
Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por el Espíritu Santo, nació de María virgen; padeció bajo
el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, y al tercer
día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos; está sentado a la Diestra de Dios, Padre todo-
poderoso, de donde vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. Creó en el Espíritu Santo; una santa
Iglesia cristiana universal, la comunión de los santos; la remisión de los pecados, la resurrección
del cuerpo y la vida eterna. Amén.

Domingo 8
24. ¿En cuántas partes se dividen estos artículos?
En tres: La primera: De Dios Padre y de nuestra creación. La segunda: De Dios Hijo y de nuestra
redención. La tercera: De Deis Espíritu Santo y nuestra santificación.

25. Si no hay más que una Esencia Divinaa, ¿Por qué nombras tres: Padre, Hijo y Espíritu Santo?
Porque Dios se manifestó así en su palabrab, de manera que estas tres personas son el único,
verdadero y eterno Dios.
a. Deut. 6:4; Efes. 4:6; Isaías 44:6; Isaías 45:5; 1 Cor. 8:4, 6. – b. Isaías 61:1; Luc. 4:18; Gén. 1:2, 3;
Salmo 33:6; Isaías 48:16; Mateo 3:16, 17; Mateo 28:19; 1 Juan 5:7; Isaías 6:1, 3; Juan 14:26; Juan
15:26; 2 Cor. 13:13; Gál. 4:6; Efes. 2:18; Tito 3:5, 6.

De Dios Padre y de Nuestra Creación

Domingo 9
26. ¿Qué crees cuando dices: Creo en Dios Padre, todopoderoso, Creador del cielo y la tierra?
Creo en el Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien de la nada creó el cielo y la tierra con todo lo

| 642 |
Nuevo Testamento

que en ellos haya, sustentándolo y gobernándolo todo por su eterno consejo yReferencias
providencia b
, es mi
/ Notas
Dios y mi Padre por amor de su Hijo Jesucristo . En El confío de tal manera que no dudo de que me
c

proveerá de todo lo necesario para mi alma y mi cuerpod. Y aún más, creo que todos los males que
puedo sufrir, por su voluntad, en este valle de lágrimas, los convertirá en bien para me salvacióne.
El puede hacerlo como Dios todopoderosof, y quiere hacerlo como Padre benigno y fielg.
a. Gén. 1 y 2; Éx. 20:11; Job 33:4; Job 38 y 39; Hechos 4:24; Hechos 14:15; Salmo 33:6; Isaías 45:7.
– b. Hebr. 1:3; Salmo 104:27-30; Salmo 115:3; Mateo 10:29; Efes. 1:11. – c. Juan 1:12; Rom. 8:15;
Gál. 4:5-7; Efes. 1:5. – d. Salmo 55:22; Mateo 6:25, 26; Luc. 12:22. – e. Rom. 8:28. – f. Isaías 46:4;
Rom. 10:22. – g. Mateo 6:32, 33; Mateo 7:9-11.

Domingo 10
27. ¿Qué es la providencia de Dios?
Es el poder de Dios, omnipotente y presente en todo lugara, por el cual sustenta y gobierna el cielo,
la tierra y todas las criaturas de tal manerab, que todo lo que la tierra produce, la lluvia y la sequíac,
la fertilidad y la esterilidad, la comida y la bebida, la salud y la enfermedadd, las riquezas y la pobre-
zae y finalmente todas las cosas no acontecen sin razón alguna como por azar, sino por su consejo
y voluntad paternalf.
a. Hechos 17:25, 27, 28; Jer. 23:23, 24; Isaías 29:15; Ezeq. 8:12. – b. Hebr. 1:3. – c. Jer. 5:24; Hechos
14:17. – d. Juan 9:3. – e. Prov. 22:2. – f. Mateo 10:29; Prov. 16:33.

28. ¿Qué utilidad tiene para nosotros este conocimiento de la creación y providencia divina?
Que en toda adversidad tengamos pacienciaa, y en la prosperidad seamos agradecidosb y tenga-
mos puesta en el futuro toda nuestra esperanza en Dios nuestro Padre fidelisimoc, sabiendo con
certeza que no hay cosa que nos pueda apartar de su amord, pues todas las criaturas están sujetas
a su poder de tal manera que no pueden hacer nada sin su voluntade.
a. Rom. 5:3; Santg. 1:3; Salmo 39:9; Job 1:21, 22. – b. 1 Tes. 5:18; Deut. 8:10. – c. Salmo 55:22;
Rom. 5:4. – d. Rom. 8:38, 39. – e. Job 1:12; Job 2:6; Prov. 21:1; Hechos 17:25.

De Dios Hijo y de Nuestra Redención

Domingo 11
29. ¿Por qué el Hijo de Dios es llamado Jesús, que significa Salvador?
Porque nos salva y libra de todos nuestros pecadosa, y porque en ningún otro se debe buscar ni se
puede hallar salvaciónb.
a. Mateo 1:21; Hebr. 7:25. – b. Hechos 4:12; Juan 15:4, 5; 1 Tim. 2:5; Isaías 43:11; 1 Juan 5:11.

30. ¿Creen pues también en el único Salvador Jesús aquellos que buscan su salvación en los santos,
o en sí mismos o en cualquiera otra parte?
No; porque aunque de boca se gloríen de tenerle por Salvador, de hecho niegan al único Salvador
Jesúsa: pues necesariamente resulta, o que Jesús no es perfecto Salvador o que aquellos que con
verdadera fe le reciben por Salvador tienen que poseer en El todo lo necesario para su salvaciónb.
a. 1 Cor. 1:13, 30, 31; Gál. 5:4. – b. Hebr. 12:2; Isaías 9:6; Col. 1:19, 20; Col. 2:10; 1 Juan 1:7.

| 643 |
La Historia de la Salvación

Domingo 12 / Notas
Referencias
31. ¿Por qué se le llama Cristo, es decir: Ungido?
Porque fue ordenado del Padre y ungido del Espíritu Santoa para ser nuestro supremo Profeta y
Maestrob, que nos ha revelado plenamente el secreto consejo y voluntad de Dios acerca de nuestra
redenciónc, para der nuestro único y supremo Pontíficed quien por el sólo sacrificio de su cuerpo
nos ha redimidoe e intercede continuamente delante del Padre por nosotrosf y para ser nuestro
eterno Rey que nos gobierna por su Palabra y su Espíritu, y nos guarda y conserva la redención
que nos ha adquiridog.
a. Salmo 45:7; Hebr. 1:9; Isaías 61:1; Luc. 4:18. – b. Deut. 19:15; Hechos 3:22; Hechos 7:37; Isaías
55:4. – c. Juan 1:18; Juan 15:15. – d. Salmo 110:4. – e. Hebr. 10:12, 14; Hebr. 9:12, 14, 28. – f. Rom.
8:34; Hebr. 9:24; 1 Juan 2:1; Rom. 5:9, 10. – g. Salmo 2:6; Zac. 9:9; Mateo 21:5; Luc. 1:33; Mateo
28:18; Juan 10:28; Apoc. 12:10, 11.

32. Pues, ¿por qué te llaman cristiano?a
Porque por la fe soy miembrob de Jesucristo y participante de su unciónc, para que confiese su
nombred y me ofrezca a El en sacrificio vivo y agradablee, y que en esta vida luche contra el pecado
y Satanás con una conciencia libre y buenaf y que, después de esta vida, reine con Cristo eterna-
mente sobre todas las criaturasg.
a. Hechos 11:26. – b. 1 Cor. 6:15. – c. 1 Juan 2:27; Hechos 2:17. – d. Mateo 10:32; Rom. 10:10.
– e. Rom. 12:1; 1 Pedro 2:6, 9; Apoc. 1:6; Apoc. 5:8, 10. – f. 1 Pedro 2:11; Rom. 6:12, 13; Gál. 5:16,
17; Efes. 6:11; 1 Tim. 1:18, 19. – g. 2 Tim. 2:12; Mateo 25:34.

Domingo 13
33. ¿Por qué se llama a Cristo el Unigénico Hijo de Dios, si nosotros también somos hijos de Dios?
Porque Cristo es Hijo Eterno y natural de Diosa; pero nosotros hemos sido adoptados por gracia
como hijos de Dios por amor de Elb.
a. Juan 1:14; Hebr. 1:1, 2; Juan 3:16; 1 Juan 4:9; Rom. 8:32. – b. Rom 8:16; Juan 1:12; Gál. 4:6; Efes.
1:5, 6.

34. ¿Por qué le llamamos nuestro Señor?
Porque rescatando nuestros cuerpos y almas de los pecados, no con oro o plata sino con su pre-
ciosa sangre, y librándonos del poder del diablo, nos ha hecho suyosa.
a. 1 Pedro 1:18, 19; 1 Pedro 2:9; 1 Cor. 6:20; 1 Tim. 2:6; Juan 20:28.

Domingo 14
35. ¿Qué crees cuando dices: que fue concebido por el Espíritu Santo y nació de María virgen?
Que el eterno Hijo de Dios, el cual esa y permaneceb verdadero y eterno Dios, tomó la naturaleza
verdaderamente humana de la carne y sangre de la virgen Maríac, por obra del Espíritu Santod, para
que juntamente fuese la verdadera simiente de Davide, semejante a sus hermanosf excepto en el
pecadog.
a. 1 Juan 5:20; Juan 1:1; Juan 17:3; Rom. 1:3; Col. 1:15. – b. Rom. 9:5. – c. Gál. 4:4; Luc. 1:31, 42,
43. – d. Mateo 1:20; Luc. 1:35. – e. Rom. 1:3; Salmo 132:11; 2 Sam. 7:12; Luc. 1:32; Hechos 2:30.
– f. Filip. 2:7; Hebr. 2:14, 17. – g. Hebr. 4:15.

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Nuevo Testamento

36. ¿Qué fruto sacas de la santa concepción y nacimiento de Cristo? Referencias / Notas
Que es nuestro Mediador , y con su inocencia y perfecta santidad cubre mis pecados en los cuales
a

he sido concebido y nacido, para que no aparezcan en la presencia de Diosb.


a. Hebr. 7:26, 27. – b. 1 Pedro 1:18, 19; 1 Pedro 3:18; 1 Cor. 1:30, 31; Rom. 8:3, 4; Isaías 53:11; Salmo
32:1.

Domingo 15
37. ¿Qué es lo que crees cuando dices: padeció?
Que todo el tiempo que en este mundo vivió y especialmente al fin de su vida, sostenía en el cuerpo y
en el alma la ira de Dios contra el pecado de todo el género humanoa, para que con su pasión, como
único sacrificio propiciatoriob, librara nuestro cuerpo y alma de la eterna condenaciónc, y nos alcanzase
la gracia de Dios, la justicia y la vida eternad.
a. Isaías 53:4; 1 Pedro 2:24; 1 Pedro 3:18; 1 Tim. 2:6. – b. Isaías 53:10; Efes. 5:2; 1 Cor. 5:7; 1 Juan
2:2; Rom. 3:25; Hebr. 9:28; Hebr. 10:14. – c. Gál. 3:13; Col. 1:13; Hebr. 9:12; 1 Pedro 1:18, 19. – d.
Rom. 3:25; 2 Cor. 5:21; Juan 2:16; Juan 6:51; Hebr. 9:15; Hebr. 10:19.

38. ¿Por qué padeció bajo el poder de Poncio Pilato juez?
Para que, inocente, condenado por el juez politicoa, nos librase del severo juicio de Dios, que había
de venir sobre nosotrosb.
a. Juan 18:38; Mateo 27:24; Luc. 23:14, 15; Juan 19:4. – b. Salmo 69:4; Isaías 53:4, 5; 2 Cor. 5:21;
Gál. 3:13.

39. ¿Es más importante el haber sido crucificado, que morir de otro modo?
Sí, porque este género de muerte me garantiza que él cargó sobre sí mismo la maldición senten-
ciada contra mía, por cuanto la muerte de cruz era maldita de Diosb.
a. Gál. 3:13. – b. Deut. 21:23.

Domingo 16
40. ¿Por qué fue necesario que Cristo se humillase hasta la muerte?
Porque la justicia de Diosa no se podía satisfacer por nuestros pecados, sino con la misma muerte
del Hijo de Diosb.
a. Gén. 2:17. – b. Rom. 8:3, 4; Hebr. 2:14, 15.

41. ¿Por qué fue también sepultado?
Para testificar que estaba verdaderamente muertoa.
a. Hechos 13:29; Mateo 27:59, 60; Luc. 13:53; Juan 19:38.

42. Ya que Cristo murió por nosotros ¿Por qué hemos de morir también nosotros?
Nuestra muerte no es una satisfacción por nuestros pecadosa, sino una liberación del pecado y un
paso hacia la vida eternab.

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La Historia de la Salvación

a. Marc. 8:37;/Salmo
Referencias Notas 49:7. – b. Filip. 1:23; Juan 5:24; Rom. 7:24.

43. ¿Qué provecho recibimos además, del sacrificio y muerte de Cristo en la cruz?
Por su poder nuestro viejo hombre está crucificado, muerto y sepultado juntamente con Ela, para
que, en adelante, no reinen más en nosotros las perversas concupiscencias y deseos de la carneb,
sino que nos ofrezcamos a El en sacrificio agradablec.
a. Rom. 6:6. – b. Rom. 6:6, 12. – c. Rom. 12:1.

44. ¿Por qué se añade: descendió a los infiernos?
Para que en mis extremados dolores y grandísimas tentaciones me asegure y me sostenga con
este consuelo, de que mi Señor Jesucristo, por medio de las inexplicables angustias, tormentos,
espantos y turbaciones infernales de su alma, en los cuales fue sumido en toda su pasióna, pero
especialmente clavado en la cruz, me ha librado de las ansias y tormentos del infiernob.
a. Salmo 18:4, 5; Salmo 116:3; Mateo 26:38; Mateo 27:46; Hebr. 5:7. – b. Isaías 53:5.

Domingo 17
45. ¿Qué nos aprovecha la resurrección de Cristo?
Primero: Por su resurrección ha vencido a la muerte, para hacernos participantes de aquella jus-
ticia que conquistó por su muertea. Segundo: También nosotros somos resucitados ahora por su
poder a una nueva vidab. Tercero: La resurrección de Cristo, cabeza nuestra, es una cierta prenda
de nuestra gloriosa resurrecciónc.
a. Rom. 4:25; 1 Pedro 1:3; 1 Cor. 15:16. – b. Rom. 6:4; Col. 3:1; Efes. 2:5, 6. – c. 1 Cor. 15:20, 21.

Domingo 18
46. ¿Qué entiendes por: subió a los cielos?
Que Cristo, a la vista de sus discípulos, fue elevado de la tierra al cieloa, y que está allí para nuestro
bienb, hasta que vuelva a juzgar a los vivos y a los muertosc.
Hechos 1:9; Marc. 16:19; Luc. 24:51. – b. Hebr. 9:24; Hebr. 4:14; Rom. 8:34; Col. 3:1. – c. Hechos
1:11; Mateo 24:30.

47. Luego ¿no está Cristo con nosotros hasta el fin del mundo como lo ha prometido?a
Cristo es verdadero Dios y verdadero hombre: en cuanto a la naturaleza humana ahora ya no está
en la tierrab; pero en cuanto a su deidad, majestad, gracia y espíritu en ningún momento está au-
sente de nosotrosc.
a. Mateo 28:20. – b. Hebr. 8:4; Mateo 26:11; Juan 16:28; Juan 17:11; Hechos 3:21. – c. Juan 4:18;
Mateo 28:20

48. Pero si la naturaleza humana no está en todas partes donde está la divina ¿no se separan con
esto las dos naturalezas en Cristo?
De ninguna manera: porque dado que la divinidad es incomprensible y está presente en todo luga-
ra, resulta necesariamente que en efecto está fuera de la naturaleza humana que ha tomadob, pero

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Nuevo Testamento

con todo y con eso está en ella y queda unida a ella personalmente. Referencias / Notas
a. Jer. 23:24; Hechos 7:49. – b. Col. 2:9; Juan 3:13; Juan 11:15; Mateo 28:6.

49. ¿Qué beneficios nos da la ascensión de Cristo al cielo?
Primero: El es nuestro intercesor en el cielo delante del Padrea. Segundo: Que tenemos nuestra
carne en el cielo para que por ello, como una garantía, estemos seguros, de que él siendo nuestra
cabeza, nos atraerá a sí como miembros suyosb. Tercero: Que desde allí nos envía su Espíritu como
prenda recíprocac, por cuya virtud buscamos, no las cosas de la tierra sino las de arriba, donde está
Cristo sentado a la diestra de Diosd.
a. 1 Juan 2:1; Rom. 8:34. – b. Juan 14:2; Juan 17:24; Juan 20:17; Efes. 2:6. – c. Juan 14:16; Juan
16:7; Hechos 2:33; 2 Cor. 1:22; 2 Cor. 5:5. – d. Col. 3:1.

Domingo 19
50. ¿Por qué se añade: está sentado a la Diestra de Dios, Padre todopoderoso?
Porque Cristo subió al cielo para mostrarse allí como cabeza de su Iglesiaa, por quién el Padre
gobierna todas las cosasb.
a. Efes. 1:20; Col. 1:18. – b. Mateo 28:18; Juan 5:22.
51. ¿De qué nos sirve esta gloria de Cristo, nuestra cabeza?
Primero: Para que el Espíritu Santo derrame en nosotros, sus miembros, los dones celestialesa. Y
segundo: Para protegernos y ampararnos de todos nuestros enemigosb.
a. Hechos 2:33; Efes. 4:8. – b. Salmo 2:9; Salmo 110:1, 2; Juan 10:28; Efes. 4:8.

52. ¿Qué consuelo te ofrece la vuelta de Cristo para juzgar a los vivos y a los muertos?
Que en todas las miserias y persecuciones, con plena confianza, espero del cielo, como Juez, a
Aquel mismo que primeramente se puso delante del juicio de Dios por mí y alejó de mí toda mal-
dicióna; el cual echará a todos los enemigos suyos y míos en las penas eternasb; y a mí, con todos
los elegidos, me conducirá al gozo del cielo y a la gloria eternac.
a. Filip. 3:20; Luc. 21:28; Rom. 8:23; Tito 2:13; 1 Tes. 4:16. – b. Mateo 25:41; 2 Tes. 1:6. – c. Mateo
25:34; 2 Tes. 1:7.

De Dios Espíritu Santo y de Nuestra Santificación

Domingo 20
53. ¿Qué crees del Espíritu Santo?
Que con el Eterno Padre e Hijo es verdadero y eterno Diosa. Y que viene a morar en míb para que,
por la verdadera fe, me haga participante de Cristo y de todos sus beneficios, me consueled y quede
conmigo eternamente.
a. 1 Juan 5:7; Gén. 1:2; Isaías 48:16; 1 Cor. 3:16; 1 Cor. 6:19; Hechos 5:3, 4. – b. Gál. 4:6; Mateo
28:19, 20; 2 Cor. 1:22; Efes. 1:13. – c. Gál. 3:14; 1 Pedro 1:2; 1 Cor. 6:17. – d. Juan 15:26; Hechos
9:31. – e. Juan 14:16; 1 Pedro 4:14.

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La Historia de la Salvación

Domingo 21 / Notas
Referencias
54. ¿Qué crees de la santa Iglesia cristiana católica?
Que el Hijo de Diosa, desde el principio hasta el fin del mundob, de todo el género humanoc, congrega,
guarda y protege para síd, por su Espíritu y su Palabrae en la unidad de la verdadera fef, una comuni-
dad, elegida para la vida eternag; de la cual yo soy un miembro vivoh y permaneceré para siemprei.
a. Efes. 5:26; Juan 10:11; Hechos 20:28; Efes. 4:11-13. – b. Salmo 71:17, 18; Isaías 59:21; 1 Cor.
11:26. – c. Gén. 26:4; Apoc. 5:9. – d. Mateo 16:18; Juan 10:28-30; Salmo 129:1-5. – e. Isaías 59:21;
Rom. 1:16; Rom. 10:14-17; Efes. 5:26. – f. Hechos 2:42; Efes. 4:3-5. – g. Rom. 8:29; Efes. 1:10-13.
– h. 1 Juan 3:14, 19, 20, 21; 2 Cor. 13:5; Rom. 8:10. – i. Salmo 23:6; 1 Cor. 1:8, 9; Juan 10:28; 1 Juan
2:19; 1 Pedro 1:5.

55. ¿Qué entiendes por la comunión de los santos?
Primero, que todos los fieles en general y cada uno en particular, como miembros del Señor Je-
sucristo, tienen la comunión de El y de todos sus bienes y donesa. Segundo, que cada uno debe
sentirse obligado a emplear con amor y gozo los dones que ha recibido, utilizándolos en beneficio
de los demás.
a. 1 Juan 1:3; Rom. 8:32; 1 Cor. 12:12, 13; 1 Cor. 6:17. – b. 1 Cor. 12:21; 1 Cor. 13:1, 5; Filip. 2:4-8.

56. ¿Qué crees de la remisión de los pecados?
Creo que Dios, por la satisfacción de Cristo, no quiere acordarse jamás de mis pecados, ni de mi
naturaleza corrompida, con la cual debo luchar toda la vidaa, sino que gratuitamente me otorga la
justicia de Cristob para que yo nunca venga a condenación.
a. 1 Juan 2:2; 1 Juan 1:7; 2 Cor. 5:19. – b. Rom. 7:23-25; Jer. 31:34; Miq. 7:19; Salmo 130:3, 10, 12.
– c. Juan 3:18; Juan 5:24.

Domingo 22
57. ¿Qué consuelo te da la resurrección de la carne?
Que no sólo mi alma después de esta vida será llevadaa en el mismo instante a Cristo, su cabeza,
sino que también esta mi carne, siendo resucitada por la potencia de Cristo, será de nuevo unida
a mi alma y hecha conforme al glorioso cuerpo de Cristo.
a. Luc. 16:22; Luc. 23:43; Filip. 1:21, 23. – b. Job 19:25, 26; 1 Juan 3:2; Filip. 3:21.

58. ¿Qué consolación te ofrece el artículo de la vida eterna?
Que si ahora siento en mi corazón un principio de la vida eternaa, después de esta vida gozaré de
una cumplida y perfecta bienaventuranza que ningún ojo vió ni oído oyó, ni entendimiento humano
comprendió, y esto para que por ella alabe a Dios para siempre.
a. 2 Cor. 5:2, 3. – b. 1 Cor. 2:9.

De La Justificación

Domingo 23

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Nuevo Testamento

59. ¿Qué te aprovecha el creer todas estas cosas? Referencias / Notas


Que delante de Dios soy justo en Jesucristo, y heredero de la vida eterna.
a. Hab. 2:4; Rom. 1:17; Juan 3:36.

60. ¿Comó eres justo ante Dios?


Por la sola verdadera fe en Jesucristoa, de tal suerte que, aunque mi conciencia me acuse de
haber pecado gravemente contra todos los mandamientos de Dios, no habiendo guardado jamás
ninguno de ellosb, y estando siempre inclinado a todo malc, sin merecimiento alguno míod, sólo
por su graciae, Dios me imputa y daf la perfecta satisfaccióng, justicia y santidad de Cristoh como
si no hubiera yo tenido, ni cometido algún pecado, antes bien como si yo mismo hubiera cumplido
aquella obediencia que Cristo cumplió por míi, con tal que yo abrace estas gracias y beneficios con
verdadera fej.
a. Rom.3:21, 22, 24; Rom. 5:1, 2; Gál. 2:16; Efes. 2:8, 9; Filip. 3:9. – b. Rom. 3:19. – c. Rom. 7:23.
– d. Tito 3:5; Deut. 9:6; Ezeq. 36:22. – e. Rom. 3:24; Efes. 2:8. – f. Rom. 4:4; 2 Cor. 5:19. – g. 1 Juan
2:2. – h. 1 Juan 2:1. – i. 2 Cor. 5:21. – j. Rom. 3:22; Juan 3:18.

61. ¿Por qué afirmas ser justo sólo por la fe?
No porque agrade a Dios por la dignidad de mi fe, sino porque sólo la satisfacción, justicia y santi-
dad de Cristo son mi propia justicia delante de Diosa, y que yo no puedo cumplir de otro modo que
por la feb.
a. 1 Cor. 1:30; 1 Cor. 2:2. – b. 1 Juan 5:10.

Domingo 24
62. Por qué no pueden justificarnos ante Dios las buenas obras, aunque sólo sea en parte?
Porque es necesario que aquella justicia, que ha de aparecer delante del juicio de Dios, sea per-
fectamente cumplida y de todo punto conforme a la Ley Divinaa; y nuestras buenas obras, aun las
mejores en esta vida, son imperfectas y contaminadas de pecadob.
a. Gál. 3:10; Deut. 27:26. – b. Isaías 64:6.

63. Luego, ¿cómo es posible que nuestras obras no merezcan nada, si Dios promete remunerarlas
en la vida presente y en la venidera?
Esta remuneración no se da por merecimiento, sino por graciaa.
a. Lucas 17:10.
64. Pero esta doctrina ¿no hace a los hombres negligentes e impíos?
No, porque es imposible que no produzcan frutos de gratitud los que por la fe verdadera han sido
injertados en Cristo.
a. Mateo 7:18; Juan 15:5.

De Los Sacramentos

Domingo 25

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La Historia de la Salvación

65.RSi sólo la fe nos hace participantes de Cristo y de todos sus beneficios, dime, ¿de dónde procede
eferencias / Notas
esta fe?
Del Espíritu Santoa que la hace obrar por la predicación del Santo Evangelio, encendiendo nuestros
corazones, y confirmándola por el uso de los sacramentosb.
a. Efes. 2:8; Efes. 6:23; Juan 3:5; Filip. 1:29. – b. Mateo 28:19; 1 Pedro 1:22, 23.

66. ¿Qué son los sacramentos?
Son señales sagradas y visibles, y sellos instituidos por Dios, para sernos declarada mejor y sellada
por ellos la promesa del Evangelio; a saber, que la remisión de los pecados y la vida eterna, por
aquel único sacrificio de Cristo cumplido en la cruz, se nos da de gracia no solamente a todos los
creyentes en general, sino también a cada uno en particulara.
a. Gén. 17:11; Rom. 4:11; Deut. 30:6; Lev. 6:25; Hebr. 9:7, 8, 9, 24; Ezeq. 20:12; Isaías 6:6, 7; Isaías
54:9.

67. Entonces la palabra y los sacramentos ¿tienen como fin llevar nuestra fe al sacrificio de Cristo
cumplido en la cruz, como el único fundamento de nuestra salvación?
Así es, porque el Espíritu Santo nos enseña por el Evangelio y confirma por los Sacramentos, que
toda nuestra salud está puesta en el único sacrificio de Cristo ofrecido por nosotros en la cruz.
a. Rom. 6:3; Gál. 3:27.

68. ¿Cuántos sacramentos ha instituido Cristo en el Nuevo Testamento?
Dos: El Santo Bautismo y la Santa Cena.

Del Santo Bautismo

Domingo 26
69. ¿Por qué el Santo Bautismo te asegura y recuerda que eres participante de aquel único sacri-
ficio de Cristo, hecho en la Cruz?
Porque Cristo ha instituidoa el lavamiento exterior del agua, añadiendo esta promesab, que tan cier-
tamente soy lavado con su sangre y Espíritu de las inmundicias de mi alma, es a saber, de todos
mis pecadosc, como soy rociado y lavado exteriormente con el agua, con la cual se suelen limpiar
las suciedades del cuerpo.
a. Mateo 28:19. – b. Mateo 28:19; Marc. 16:16; Hechos 2:38; Juan 1:33; Mateo 3:11; Rom. 6:3, 4. – c.
1 Pedro 3:21; Marc. 1:4; Luc. 3:3.

70. ¿Qué es ser lavado con la sangre y Espíritu de Cristo?
Es recibir de la gracia de Dios la remisión de los pecados, por la sangre de Cristo, que derramó por
nosotros en su sacrificio en la Cruza. Y también ser renovados y santificados por el Espíritu Santo
para ser miembros de Cristo, a fin de que muramos al pecado y vivamos santa e irreprensiblemen-
teb.
a. Hebr. 12:24; 1 Pedro 1:2; Apoc. 1:5; Apoc. 7:14; Zac. 13:1; Exeq. 36:25. – b. Juan 1:33; Juan 3:5; 1
Cor. 6:11; 1 Cor. 12:13; Rom. 6:4; Col. 2:12.

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Nuevo Testamento

71. ¿Dónde prometió Cristo que El nos quiere limpiar tan ciertamente por su sangre y Espíritu
Referencias como
/ Notas
somos lavados por el agua del bautismo?
En la institución del Bautismo, cuyas palabras son éstas: Id, enseñad a todas las gentes, bautizán-
dolas en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, Mateo 28:19.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado, Marcos 16:16.
Esta misma promesa se repite cuando las Sagradas Escrituras llaman al bautismo lavamiento de
la regeneración y ablución de pecados, Tito 3:5; Hechos 22:16.

Domingo 27
72. ¿Es el lavamiento la purificación misma de los pecados?
Noa: porque sólo la sangre de Jesucristo y el Espíritu nos limpia y purifica de todo pecadob.
a. Mateo 3:11; 1 Pedro 3:21; Efes. 5:26. – b. 1 Juan 1:7; 1 Cor. 6:11.

73. Entonces ¿por qué llama el Espíritu Santo al bautismo el lavado de la regeneración y la purifi-
cación de los pecados?
Dios no habla así sin una razón justificada, pues El, no sólo quiere enseñarnos que nuestros peca-
dos se purifican por la sangre y Espíritu de Cristo, como las suciedades del cuerpo por el aguaa,
sino más aún: certificarnos por este divino símbolo y prenda que verdaderamente somos limpiados
por el lavamiento interior y espiritual de nuestros pecados, de la misma manera que somos lavados
exteriormente por el agua visibleb.
a. Apoc. 1:5; Apoc. 7:14; 1 Cor. 6:11. – b. Marc. 16:16; Gál. 3.27.

74. ¿Se ha de bautizar también a los niños?
Naturalmente, porque están comprendidos, como los adultos, en el pacto, y pertenecen a la Iglesia
de Diosa. Tanto a éstos como a los adultos se les promete por la sangre de Cristo, la remisión de
los pecadosb y el Espíritu Santo, obrador de la fec; por esto, y como señal de este pacto, deben ser
incorporados a la Iglesia de Dios y diferenciados de los hijos de los infielesd, así como se hacía en
el pacto del Antiguo Testamento por la circuncisióne, cuyo sustituto es el Bautismo en el Nuevo
Pactof.
a. Gén. 17:7. – b. Mateo 19:14. – c. Luc. 1:15; Salmo 22:10; Isaías 44:1-3; Hechos 2:39. – d. Hechos
10:47. – e. Gén. 17:14. – f. Col. 2:11-13.

De La Santa Cena de Nuestro Señor

Domingo 28
75. ¿Cómo te asegura y confirma la Santa Cena que eres hecho participante de aquel único sacrificio
de Cristo, ofrecido en la cruz, y de todos sus bienes?
Porque Cristo me ha mandado, y también a todos los fieles, comer de este pan partido y beber de
esta copa en memoria suya, añadiendo esta promesaa: Primero, que su cuerpo ha sido ofrecido
y sacrificado por mí en la cruz, y su sangre derramada por mis pecados, tan cierto como que veo
con mis ojos que el pan del Señor es partido para mí y que me es ofrecida la copa. Y segundo,
que El tan cierto alimenta mi alma para la vida eterna con su cuerpo crucificado y con su sangre
derramada, como yo recibo con la boca corporal de la mano del ministro el pan y el vino, símbolos

| 651 |
La Historia de la Salvación

del Rcuerpo y de la sangre del Señor.


eferencias / Notas

a. Mateo 26:26-28; Marc. 14:22-24; Luc. 22:19, 20; 1 Cor. 10:16, 17; 1 Cor. 11:23-25; 1 Cor. 12:13.

76. ¿Qué significa comer el cuerpo sacrificado de Cristo y beber su sangre derramada?
Significa, no sólo abrazar con firme confianza del alma toda la pasión y muerte de Cristo, y por
este medio alcanzar la remisión de pecados y la vida eternaa, sino unirse más y más a su santísimo
cuerpo por el Espíritu Santob, el cual habita juntamente en Cristo y en nosotros de tal manera, que,
aunque El esté en el cieloc y nosotros en la tierra, todavía somos carne de su carne y hueso de sus
huesod, y que, de un mismo espíritu, (como todos los miembros del cuerpo por una sola alma)
somos vivificados y gobernados para siempree.
a. Juan 6:35, 40, 47; Juan 6:48, 50, 51, Juan 6:53, 54. – b. Juan 6:55, 56. – c. Col. 3:1; Hechos 3:21;
1 Cor. 11:26. – d. Efes. 5:29, 30; Efes. 3:16; 1 Cor. 6:15; 1 Juan 3:24; 1 Juan 4:13. – e. Juan 6:57; Juan
15:1-6; Efes. 4:15, 16.

77. ¿Dónde prometió Cristo, que tan ciertamente dará a los creyentes en comida y en bebida su
cuerpo y sangre, como comen de este pan roto y beben de este vaso?
En la institución de la cena, cuyas palabras fuerona: Nuestro Señor Jesucristo, la noche que fue
entregado, tomó el pan, y habiendo dado gracias, lo partió y dijo: Tomad, comed, esto es mi cuer-
po que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa,
después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas
las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan y
bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga (1 Cor. 11:23-26).
Pablo repite esta promesa cuando dice: La copa de bendición, que bendecimos, ¿no es la comu-
nión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? Siendo
uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo: pues todos participamos de aquel
mismo pan (1 Cor. 10:16, 17).
a. Mateo 26:26-28; Marc. 14:22-24; Luc. 22:9, 20.

Domingo 29
78. ¿El pan y el vino se convierten sustancialmente en el mismo cuerpo y sangre de Cristo?
De ninguna maneraa, pues como el agua del Bautismo no se convierte en la sangre de Cristo, ni
es la misma ablución de los pecados, sino solamente una señal y sello de aquellas cosas que nos
son selladas en el Bautismob, así el pan de la Cena del Señor no es el mismo cuerpoc, aunque por
la naturaleza y uso de los sacramentosd es llamado el cuerpo de Cristo.
a. Mateo 26:29. – b. Efes. 5:26; Tito 3:5. – c. 1 Cor. 10:16; 1 Cor. 11:26. – d. Gén. 17:10, 11; Éx. 12:11, 13;
Éx. 13:9; 1 Pedro 3:21; 1 Cor. 10:3, 4.

79. ¿Por qué llama Cristo al pan su cuerpo y a la copa su sangre, o el Nuevo Testamento en su san-
gre, y Pablo al pan y al vino la comunión del cuerpo y sangre de Cristo?
Cristo no habla así sin una razón poderosa, y no solamente para enseñarnos que, así como el pan
y el vino sustentan la vida corporal, su cuerpo crucificado y su sangre derramada son la verdadera
comida y bebida, que alimentan nuestras almas para la vida eternaa, más aún, para asegurarnos
por estas señales y sellos visibles, que por obra del Espíritu Santo somos participantes de su cuer-
po y sangre tan cierto como que tomamos estos sagrados símbolos en su memoria y por la boca

| 652 |
Nuevo Testamento

del cuerpob; y también que su pasión y obediencia son tan ciertamente nuestras, como si/ nosotros
Referencias Notas
mismos en nuestras personas hubiéramos sufrido la pena y satisfecho a Dios por nuestros peca-
dos.
a. Juan 6:55. – b. 1 Cor. 10:16.

Domingo 30
80. ¿Qué diferencia hay entre la Cena del Señor y la misa papal?
La Cena del Señor nos testifica que tenemos remisión perfecta de todos nuestros pecados por
el único sacrificio de Cristo, que El mismo cumplió en la Cruz una sola veza; y también que por
el Espíritu Santo estamos incorporados en Cristob, el cual no está ahora en la tierra según su na-
turaleza humana, sino en los cielos a la diestra de Dios, su padrec, donde quiere ser adorado por
nosotrosd.
La misa enseña que los vivos y los muertos no tienen la remisión de los pecados por la sola pasión
de Cristo, a no ser que cada día Cristo sea ofrecido por ellos por mano de los sacerdotes; enseña
también que Cristo está corporalmente en las especies de pan y de vino, y por tanto ha de ser ado-
rado en ellas. Por lo tanto, el fundamento propio de la misa no es otra cosa que una negación del
único sacrificio y pasión de Jesucristo y una idolatría malditae.
a. Hebr. 10:10, 12; Hebr. 7:26, 27; Hebr. 9:12, 25; Juan 19:30; Mateo 26:28; Luc. 22:19. – b. 1 Cor.
10:16, 17; 1 Cor. 6:17. – c. Juan 20:17; Col. 3:1; Hebr. 1:3; Hebr. 8:1. – d. Mateo 6:20, 21; Juan 4:21;
Luc. 24:52; Hechos 7:55; Col. 3:1; Filip. 3:20; 1 Tes. 1:10. – e. Hebr. 9:26; Hebr. 10:12, 14.

81. ¿Quiénes son los que deben participar de la mesa del Señor?
Tan sólo aquellos que se duelan verdaderamente de haber ofendido a Dios con sus pecados, con-
fiando en ser perdonados por el amor de Cristo y que las demás flaquezas quedarán cubiertas con
su pasión y muerte. Y que también deseen fortalecer más y más su fe y mejorar su vida. Pero los
hipócritas y los que no se arrepienten de verdad, comen y beben su condenacióna.
a. 1 Cor. 11:28; 1 Cor. 10:19-22.

82. ¿Deben admitirse también a esta Cena los que por su confesión y vida se declaran infieles e
impíos?
De ninguna manera, porque así se profana el pacto de Dios, y se provoca su ira sobre toda la con-
gregacióna. Por lo cual, la Iglesia debe, según la orden de Cristo y de sus apóstoles (usando de las
llaves del reino de los cielos), excomulgar y privar a los tales de la Cena, hasta que se arrepientan
y rectifiquen su vida.
a. 1 Cor. 11:20, 34; Isaías 1:11; Isaías 66:3; Jer. 7:21; Salmo 50:16.

Domingo 31
83. ¿Qué son las llaves del reino de los cielos?
La predicación del Santo Evangelio y la disciplina eclesiástica: con las cuales se abre el cielo a los
fieles, y se cierra a los infieles.

84. ¿De qué manera se abre y se cierra el reino de los cielos por la predicación del Evangelio?

| 653 |
La Historia de la Salvación

Cuando (según
Referencias / Nelotas
mandamiento de Cristo) públicamente es anunciado y testificado a todos los fie-
les en general y a cada uno en particular, que todos los pecados les son perdonados por Dios, por
los méritos de Cristo, todas las veces que abrazaren con verdadera fe la promesa del Evangelio. Al
contrario, a todos los infieles e hipócritas se les anuncia que la ira de Dios y la condenación eterna
caerán sobre ellos mientras perseveraren en su maldada; según testimonio del Evangelio, Dios
juzgará así en esta vida como en la otra.
a. Juan 20:21-23; Mateo 16:19.

85. ¿De qué manera se cierra y se abre el reino de los cielos por la disciplina eclesiástica?
Cuando (según el mandamiento de Cristo) aquellos que bajo el nombre de cristianos se muestran,
en la doctrina o en la vida, ajenos a Cristo, y después de haber sido fraternalmente amonestados en
diversas ocasiones, no quieren apartarse de sus errores o maldades, son denunciados a la Iglesia
o a los que han sido ordenados por ella. Y si aun no obedecen a la amonestación de éstos, por la
prohibición de los sacramentos son expulsados de la congregación cristiana, y por el mismo Dios,
del reino de Cristo; y otra vez recibidos, como miembros de Cristo y de su Iglesia cuando prometen
enmienda y lo demuestran por sus obrasa.
a. Mateo 18:15-17; 1 Cor. 5:4, 5, 11; 2 Cor. 2:6-8.

Tercera Parte:

De La Gratitud Que Debemos A Dios Por La Salvación

Domingo 32
86. Si somos librados por Cristo de todos nuestros pecados y miserias sin merecimiento alguno de
nuestra parte, sino sólo por la misericordia de Dios ¿Por qué hemos de hacer buenas obras?
Porque después de que Cristo nos ha redimido con su sangre, nos renueva también con su Espíritu
Santo a su imagen; a fin de que en toda nuestra vida nos mostremos agradecidos a Dios por tantos
beneficiosa y que El sea glorificado por nosotrosb. Además de esto para que cada uno de nosotros
sea asegurado de su fe por los frutosc. Y finalmente para que, también por la piedad e integridad
de nuestra vida, ganemos a nuestro prójimo para Cristod.
a. Rom. 6:13; Rom. 12:1, 2; 1 Pedro 2:5, 9; 1 Cor. 6:20. – b. Mateo 5:16; 1 Pedro 2:12. – c. 2 Pedro 1:10;
Mateo 7:17; Gál. 5:6, 22. – d. 1 Pedro 3:1, 2; Rom. 14:19.

87. Luego, ¿no pueden salvarse aquellos que siendo desagradecidos y perseverando en sus pecados
no se conviertan a Dios de su maldad?
De ninguna manera, porque, como lo testifican las Sagradas Escrituras, no heredarán el reino de
Dios los fornicarios, los idólatras, los adúlteros, los ladrones, los avaros, los borrachos, los maldi-
cientesa.
a. 1 Cor. 6:9, 10; Efes. 5:5, 6; 1 Juan 3:14.

Domingo 33
88. ¿De cuántas partes se compone el verdadero arrepentimiento y conversión al Señor?

| 654 |
Nuevo Testamento

De dos: la muerte del viejo hombre, y la vivificación del nuevoa. Referencias / Notas
a. Rom. 6:1, 4-6; Efes. 4:22-24; Col. 3:5, 6, 8-10; 1 Cor. 5:7; 2 Cor. 7:10.

89. ¿En qué consiste la muerte del hombre viejo?
En que sintamos pesar, de todo corazón, de haber ofendido a Dios con nuestros pecados, aborre-
ciéndolos y evitándolosa.
a. Rom. 8:13; Joel 2:13; Oseas 6:1.

90. ¿Qué es la vivificación del nuevo hombre?
Es alegrarse de todo corazón en Dios por Cristoa, y desear vivir conforme a la voluntad de Dios, así
como ejercitarse en toda buena obrab.
a. Rom. 5:1; Rom. 14:17; Isaías 57:15. – b. Rom. 6:10; Gál. 2:20.

91. ¿Qué son buenas obras?
Únicamente aquellas que se realizan con fe verdaderaa conforme a la Ley de Diosb, y se aplican
solamente a su gloriac; y no aquellas que están fundadas en nuestras buenas intenciones o sobre
instituciones humanasd.
a. Rom. 14:23. – b. Lev. 18:4; 1 Sam. 15:22; Efes. 2:10. – c. 1 Cor. 10:31. – d. Ezeq. 20:18, 19; Isaías
29:13; Mateo 15:7-9.

De La Ley

Domingo 34
92. ¿Cuál es la Ley de Dios?
Y habló Dios todas estas palabras: (Éxodo 20:1-17; Deut. 5:6-21).
Yo soy Jehová (El Señor), tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
Primer mandamiento
No tendrás dioses ajenos delante de mí.
Segundo mandamiento
No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra,
ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová
tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, hasta la tercera y cuarta
generación, de los que me aborrecen; y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan
mis mandamientos.
Tercer mandamiento
No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que
tomare su nombre en vano.
Cuarto mandamiento
Acuérdate del día de reposo para santificarlo; seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el
séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú ni tu hijo, ni tu hija, ni tu

| 655 |
La Historia de la Salvación

siervo, ni tu criada,
Referencias ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días
/ Notas
hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo
día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.
Quinto mandamiento
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.
Sexto mandamiento
No matarás.
Séptimo mandamiento
No cometerás adulterio.
Octavo mandamiento
No hurtarás
Noveno mandamiento
No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
Décimo mandamiento
No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada,
ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.

93. ¿Cómo se dividen estos diez mandamientos?
En dos tablasa: De las cuales la primera enseña lo que debemos hacer para con Dios; la segunda,
lo que debemos hacer para con nuestro prójimob.
a. Deut. 4:13; Éx. 34:28; Deut. 10:3, 4. – b. Mateo 22:37-40.

94. ¿Qué manda Dios en el primer mandamiento?
Que yo, que deseo la salvación de mi alma, evite y huya de toda idolatríaa, hechicería, encantamien-
to, supersticiónb, invocación de santos o de otras criaturasc; y que conozca rectamente al único
verdadero Diosd, en El sólo confíee con toda humildadf y paciencia, a El sólo me sometag, y de El
sólo espere todos los bienesh. Finalmente que de todo corazón le amei, temaj y reverenciek; de tal
manera que esté dispuesto a renunciar a todas las criaturas antes que cometer la menor cosa
contra su voluntadl.
a. 1 Juan 5:21; 1 Cor. 6:10; 1 Cor. 10:7, 14. – b. Lev. 10:31; Deut. 18: 9, 10. – c. Mateo 4:10; Apoc. 19:10;
Apoc. 22:8, 9. – d. Juan 17:3. – e. Jer. 17:5, 7. – f. 1 Pedro 5:5. – g. Hebr. 10:36; Col. 1:11; Rom. 5:3, 4; 1
Cor. 10:10; Filip. 2:14. – h. Salmo 104:27; Isaías 45:7; Santg. 1:17. – i. Deut. 6:5; Mateo 22:37. – j. Deut.
6:2; Salmo 111:10; Prov. 1:7; Prov. 9:10; Mateo 10:28. – k. Mateo 4:10; Deut. 10:20. – l. Mateo 5:29; Mateo
10:37; Hechos 5:29.

95. ¿Qué es idolatría?
Es poner en el lugar que sólo corresponde al Dios verdadero que se ha revelado por su Palabra, o
junto a El, cualquier otra cosa en la cual se ponga confianzaa.
a. Efes. 5:5; 1 Crón. 16:26; Filip. 3:19; Gál. 4:8; Efes. 2:12; 1 Juan 2:23; 2 Juan 9; Juan 5:23.

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Nuevo Testamento

Domingo 35 Referencias / Notas


96. ¿Qué pide Dios en el segundo mandamiento?
Que no representemos a Dios por medio de alguna imagen o figuraa, y sólo le rindamos culto como
El ha mandado en su Palabrab.
a. Isaías 40:18, 19, 25; Deut. 4:15, 16; Rom. 1:23; Hechos 17:20. – b. 1 Sam. 15:23; Deut. 12:30; Mateo
15:9.

97. ¿No es lícito hacer ninguna imagen?
Ni podemos, ni debemos representar a Dios de ninguna maneraa, y aun en el caso de que fuese
lícito representar a las criaturas, Dios prohíbe hacer o poseer ninguna imagen destinada a ser
adorada o empleada en su serviciob.
a. Isaías 40:25. – b. Éx. 34:17; Éx. 23:24; Éx. 34:13; Num. 33:52.

98. ¿No se podrían tolerar las imágenes en las iglesias, como si fuesen libros para enseñar a los
ignorantes?
No, porque nosotros no debemos ser más sabios que Dios, que no quiere instruir a su pueblo por
imágenes mudasa, sino por la predicación viva de su Palabrab.
a. Jer. 10:8; Hab. 2:18, 19. – b. Rom. 10:14, 15, 17; 2 Pedro 1:19; 2 Tim. 3:16,17.

Domingo 36
99. ¿Qué nos enseña el tercer mandamiento?
Que dejemos de blasfemara o profanar el nombre de Dios por medio de falsos juramentosb y mal-
dicionesc, y aún inútiles juramentos; que no nos hagamos partícipes de tan horrendos pecados al
callar cuando los oigamosd. En una palabra: que no empleemos el santo nombre de Dios, mas
que con temor y veneracióne, a fin de que El sea rectamente confesadof, invocadog y glorificado por
nuestras palabras y hechosh.
a. Lev. 24:15, 16. – b. Lev. 19:12. – c. Mateo 5:37; Santg. 5:12. – d. Lev. 5:1; Prov. 29:34. – e. Jer. 4:2;
Isaías 45:23. – f. Mateo 10:32; Rom. 10:9, 10. – g. Salmo 50:15; 1 Tim. 2:8. – h. Col. 3:17; Rom. 2:24;
1 Tim. 6:1.

100. ¿Es tan grave pecado el profanar el nombre de Dios por medio de juramentos y blasfemias,
que Dios también se enoja contra aquellos que no se opusieron y no lo prohibieron con todas sus
fuerzas?
Sía, porque no hay mayor pecado ni cosa que a Dios más ofenda que el profanar su nombre, por lo
cual mandó que esta maldad fuese castigada con la muerteb.
a. Prov. 29:24; Lev. 5:1. – b. Lev. 24:16.

Domingo 37
101. ¿Se puede jurar santamente en el nombre de Dios?
Sí, cuando el magistrado o la necesidad así lo exijan para sostener y confirmar la fe y la verdad,
para la gloria de Dios y el bien de nuestro prójimo. Pues tal manera de prestar juramento está fun-
dada el la Palabra de Diosa y, en consecuencia, ha sido rectamente empleada por los santos, tanto

| 657 |
La Historia de la Salvación

en el Antiguo /como
Referencias Notasen el Nuevo Testamento .
b

a. Deut. 6:13; Deut. 10:20; Isaías 48:1; Hebr. 6:16. – b. Gén. 21:24; Gén. 31:53; Josué 9:15; 1 Sam.
24:23; 2 Sam. 3:35; 1 Reyes 1:29; Rom. 1:9; Rom. 9:1; 2 Cor. 1:23.

102. ¿Es lícito jurar por los santos u otras criaturas?
No. Porque el legítimo juramento es una invocación de Dios, por la cual se le pide, que El, como el
que sólo ve los corazones, sea testigo de la verdad, y castigue si el juramento es falsoa; este honor
le corresponde a Elb.
a. 2 Cor. 1:23; Rom. 9:1. – b. Mateo 5:34-36; Santg. 5:12.

Domingo 38
103. ¿Qué ordena Dios en el cuarto mandamiento?
Primero, que el ministerio de la Palabra y la enseñanza sean mantenidosa, y que yo frecuente asi-
duamente la iglesia, la congregación de Dios, sobre todo el día de reposob, para oír la Palabra de
Diosc, y participar de los santos sacramentosd, para invocar públicamente al Señore, y para contri-
buir cristianamente a ayudar a los necesitadosf.
Además, que todos los días de mi vida cese de mal obrar, para que sea Dios mismo quien obre en
mi corazón por su Espíritu y, de este modo, pueda empezar en esta vida el Sábado eternog.
a. Tito 1:5; 2 Tim. 3:14; 1 Cor. 9:13, 14; 2 Tim. 2:2; 2 Tim. 3:15. – b. Salmo 40:9, 10; Salmo 68:26; He-
chos 2:42. – c. 1 Tim. 4:13; 1 Cor. 14:29. – d. 1 Cor. 11:33. – e. 1 Tim. 2:1; 1 Cor. 14:16. – f. 1 Cor. 16:2.
– g. Isaías 66:23.

Domingo 39
104. ¿Qué manda Dios en el quinto mandamiento?
Que muestre a mi padre y a mi madre y a todos mis superiores, honor, amor y fidelidad, que me
someta obedientemente a sus buenas enseñanzas y castigosa, soportando también pacientemente
sus flaquezasb, pues Dios quiere regirnos por medio de ellosc.
a. Efes. 6:1, 2, 5; Col. 3:18, 20, 22; Efes. 5:22; Prov. 1:8; Prov. 4:1; Prov. 15:20; Prov. 20:20; Éx. 21:17;
Rom. 13:1. – b. Prov. 23:22; Gén. 9:24; 1 Pedro 2:18. – c. Efes. 6:4, 9; Col. 3:20; Rom. 13:2, 3; Mateo
22:21.

Domingo 40
105. ¿Qué exige Dios en el sexto mandamiento?
Que ni por mis pensamientos, palabras, actitud y aún menos por mis actos, por mi mismo o por
medio de otro, llegue a injuriar, odiar, ofender o matar a mi prójimoa, por el contrario que, renuncie
a todo deseo de venganzab; que no me haga mal a mi mismo o me exponga temerariamente al
peligroc. Para impedir esto, el magistrado posee la espadad.
a. Mateo. 5:21, 22; Mateo 26:52; Gén. 9:6. – b. Efes 4:26; Rom. 12:19; Mateo 18:35; Mateo 5:25. – c.
Rom. 13:14; Col. 2:23; Mateo 4:7. – d. Gén. 9:6; Éx. 21:14; Mateo 26:52; Rom. 13:14.
106. ¿Este mandamiento sólo prohibe matar?
Al prohibir la muerte Dios nos enseña que El detesta todo lo que de ello se origina, como la envi-
diaa, el odiob, la irac y el deseo de venganza, considerando todo esto como verdadero homicidiod.

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Nuevo Testamento

a. Prov. 14:30; Rom. 1:29. – b. 1 Juan 2:11. – c. Santg. 1:20; Gál. 5:19-21. – d. 1 Juan 3:15. / Notas
Referencias

107. ¿Es suficiente, como hemos dicho, el no matar a nuestro prójimo?
No; pues Dios, condenando la envidia, el odio y la ira, quiere que amemos a nuestro prójimo como
a nosotros mismosa, usando para con él toda benignidad, mansedumbre, paciencia y misericor-
diab, impidiendo, hasta donde nos sea posible, el mal que le podría sobrevenirc, haciendo bien
incluso a nuestros enemigosd.
a. Mateo 22:39; Mateo 7:12; Rom. 12:10. – b. Efes. 4:2; Gál. 6:1, 2; Mateo 5:5; Rom. 12:18; Luc. 6:36;
Mateo 5:7; 1 Pedro 3:8; Col. 3:12. – c. Éx. 23:5. – d. Mateo 5:44, 45; Rom. 12:20.

Domingo 41
108. ¿Qué enseña el séptimo mandamiento?
Que Dios maldice toda deshonestidada, y en consecuencia nosotros debemos también aborrecer-
la de todo corazónb y vivir casta y sobriamentec, sea en el santo estado de matrimonio, o en otro
estadod.
a. Lev. 18:28. – b. Judas 23. – c. 1 Tes. 4:3-5. – d. Hebr. 13:4; 1 Cor. 7:7.

109. ¿En este mandamiento, prohibe sólo Dios el adulterio y pecados semejantes?
Como nuestro cuerpo y alma son templo del Espíritu Santo, Dios quiere que conservemos ambos
puros y santos. Para ello prohibe toda impureza en nuestras acciones, nuestros gestos, nuestras
palabrasa, nuestros pensamientos y deseosb, y todo lo que incita al hombre a elloc.
a. Efes. 5:3, 4; 1 Cor. 6:18, 19. – b. Mateo 5:27, 28. – c. Efes. 5:18; 1 Cor. 15:33.

Domingo 42
110. ¿Qué prohibe Dios en el octavo mandamiento?
Dios prohibe no solamente el roboa y la rapiñab que castiga la autoridad, sino que llama también
robo a todos los medios malos y engaños con los cuales tratamos de apoderarnos del bien de
nuestro prójimoc, ya sea por la fuerza por una apariencia de derecho, como son: el peso falso, la
mala mercaderíad, la moneda falsa, la usurae, o por cualquier otro medio prohibido por Dios. Tam-
bién prohibe toda avariciaf y todo uso inutil de sus donesg.
a. 1 Cor. 6:10. – b. 1 Cor. 5:10; Isaías 33:1. – c. Luc. 3:14; 1 Tes 4:6. – d. Prov. 11:1; Prov. 16:11; Ezeq.
45:9, 10; Deut. 25:13. – e. Salmo 15:5; Luc. 6:35. – f. 1 Cor. 6:10. – g. Prov. 23:20, 21; Prov. 21:20.

111. ¿Qué te ordena Dios en este mandamiento?
Buscar en la medida de mis fuerzas, aquello que sea útil a mi prójimo, de hacer con él lo que yo
quisiera que él hiciese conmigoa, y trabajar fielmente a fin de poder asistir a los necesitados en su
pobrezab.
a. Mateo 7:12. – b. Efes. 4:28.

Domingo 43
112. ¿Qué se pide en el noveno mandamiento?

| 659 |
La Historia de la Salvación

QueReferencias
no levante falsos
/N otas
testimonios contra nadiea, que no interprete mal las palabras de los demásb,
que no sea ni detractor ni calumniadorc. Que no ayude a condenar a nadie temerariamente y sin
haberle escuchadod; que huya de toda clase de mentira y engaño como obras propias del diabloe,
si no quiero provocar contra mi la gravísima ira de Diosf. Que en los juicios como en cualquier otra
ocasión, ame la verdad, la anuncie y la confiese sinceramenteg. Y por último que procure con todas
mis fuerzas defender la honra y reputación de mi prójimoh.
a. Prov. 19:5, 9; Prov. 21:28. – b. Salmo 15:3; Salmo 50:19, 20. – c. Rom. 1:30. – d. Mateo 7:1; Luc.
6:37. – e. Juan 8:44. – f. Prov. 12:22; Prov. 13:5. – g. 1 Cor. 13:6; Efes. 4:25. – h. 1 Pedro 4:8.

Domingo 44
113. ¿Qué ordena el décimo mandamiento?
Que ni por deseo o pensamiento nuestros corazones se rebelen jamás contra alguno de los man-
damientos de Dios, sino que en todo tiempo aborrezcamos el pecado de todo corazón y nos delei-
temos en toda justiciaa.
a. Rom. 7:7.

114. ¿Pueden guardar perfectamente estos mandamientos lo que son convertidos a Dios?
No, porque incluso los más santos, en tanto estén en esta vida, no cumplen más que un pequeño
principio de esta obedenciaa. Sin embargo, empiezan a vivir firmemente no sólo según algunos,
sino todos los mandamientos de Diosb.
a. Juan 1:8; Rom. 7:4, 15; Eccles. 7:20; 1 Cor. 13:9. – b. Rom. 7:22; Salmo 1:2.

115. Entonces ¿Por qué quiere Dios que se nos predique tan rigurosamente los diez mandamientos,
si no hay nadie que pueda observarlos perfectamente en esta vida?
Primeramente, para que durante toda nuestra vida conozcamos más y más, cuán grande es la in-
clinación de nuestra naturaleza a pecara, y así busquemos con más fervor la remisión de nuestros
pecados y la justicia de Cristob. Después, que nos apliquemos sin descanso a suplicar a Dios la
gracia de su Espíritu Santo, para que cada día seamos más renovados a su imagen, hasta que,
después de esta vida, alcancemos la perfección que nos es propuestac.
a. Rom. 3:20; 1 Juan 1:9; Salmo 32:5. – b. Mateo 5:6; Rom. 7:24, 25. – c. 1 Cor. 9:24; Filip. 3:12-14.

De La Oración

Domingo 45
116. ¿Por qué es necesaria la oración a los cristianos?
Porque es el punto principal de nuestro agradecimiento que Dios pide de nosotrosa, y porque El
quiere dar su gracia y su Espíritu Santo sólo a aquellos que se lo piden con oraciones ardientes y
continuas, dándole graciasb.
a. Salmo 50:14. – b. Mateo 7:7; Luc. 11:9, 13; 1 Tes. 5:17.
117. ¿Qué es necesario en la oración para que ésta agrade a Dios y sea oida por El?
Primero, que pidamos de todo corazóna, al sólo y verdadero Dios, el cual se ha manifestado en su Pa-
labrab, todas las cosas que El desea que le pidamosc. Segundo, que reconociendo sinceramente toda

| 660 |
Nuevo Testamento

nuestra pobreza y miseriad, nos humillemos delante de su majestade. Y por último que apoyándonos
Referencias / Notas
sobre este firme fundamentof, sepamos que, pese a nuestra indignidad, El escuchará nuestra oración
por amor del Señor Jesucristog, como nos lo ha prometido en su Palabrah.
a. Juan 4:24; Salmo 145:18. – b. Apoc. 19:10; Juan 4:22-24. – c. Rom. 8:26; 1 Juan 5:14; Santg 1:5.
– d. 2 Crón. 20:12. – e. Salmo 2:11; Salmo 34:18; Isaías 66:2. – f. Rom. 10:14; Santg 1:6. – g. Juan
14:13; Juan 16:23; Dan. 9:18. – h. Mateo 7:8; Salmo 27:8.

118. ¿Qué nos ha mandado Dios que le pidamos?
Todo lo que es necesario para el alma y para el cuerpoa, lo cual, nuestro Señor Jesucristo, ha incluí-
do en la oración que él mismo nos ha enseñado.
a. Santg. 1:17; Mateo 6:33.

119. ¿Qué dice esta oración?
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Sea hecha tu
voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
Danos hoy nuestro pan cotidiano, y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdo-
namos a nuestros deudores.
Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria,
por todos los siglos. Amén.
a. Mateo 6:9-13; Luc. 11:2, 3, 4.

Domingo 46
120. ¿Por qué nos pide nuestro Señor Jesucristo que nos dirijamos a Dios diciendo: Padre nuestro?
Para despertar en nosotros, desde el principio de nuestra oración, el respeto filial y la confianza en Dios
que deben ser el fundamento de nuestra oración. Es a saber, que Dios ha venido a ser nuestro Padre
por Jesucristo, y nos concede con mayor seguridad las cosas que le pedimos con fe, que nuestros pa-
dres nos otorgan las cosas de este mundoa.
a. Mateo 7:9-11; Luc. 11:11-13.

121. ¿Por qué se añade: Que estás en los cielos?
A fin de que no tengamos ninguna idea terrestre de la majestad celestial de Diosa, y esperemos de
su omnipotencia lo que necesitamos para nuestro cuerpo y nuestra almab.
a. Jer. 23:23, 24; Hechos 17:24, 25, 27. – b. Rom. 10:12.

Domingo 47
122. ¿Cuál es la primera súplica?
Santificado sea tu nombre, es decir; concédenos ante todo que te conozcamos rectamentea, y que
santifiquemos y celebremos tu omnipotencia, sabiduría, bondad, justicia, misericordia y verdad,
que se manifiesta en todas tus obrasb. Concédenos también, que toda nuestra vida, en pensamien-
to, palabra y obra, sea siempre dirigida a este fin: que tu santísimo nombre no sea por nosotros
blasfemado ni menospreciado, sino honrado y glorificadoc.

| 661 |
La Historia de la Salvación

a. Juan 17:3; Jer.


Referencias 9:24; Jer. 31:33, 34; Mateo 16:17; Santg. 1:5; Salmo 119:105. – b. Salmo 119:137;
/ Notas
Luc. 1:46, 47, 68, 69; Rom. 11:33. – c. Salmo 71:8; Salmo 115:1.

Domingo 48
123. ¿Cuál es la segunda súplica?
Venga tu reino, es decir; reina de tal modo sobre nosotros por tu Palabra y Espíritu, que nos some-
tamos cada vez más y más a Tia. Conserva y aumenta tu iglesiab. Destruye las obras del diablo y
todo poder que se levante contra Ti, lo mismo que todos los consejos que se toman contra tu Pala-
brac, hasta que la plenitud de tu reino vengad, cuando Tú serás todo en todose.
a. Salmo 143:10; Salmo 119:5; Mateo 6:33. – b. Salmo 51:18; Salmo 122:6. – c. 1 Juan 3:8; Rom.
16:20. – d. Apoc. 22:20; Rom. 8:22, 23. – e. 1 Cor. 15:28.

Domingo 49
124. ¿Cuál es la tercera súplica?
Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Es decir, haz que nosotros y to-
dos los hombres, renunciemos a nuestra propia voluntada, y con toda humildad obedezcamos la
tuya que es la única buenab, para que cada uno de nosotros cumpla su deber y vocación, tan fiel y
gozosamentec como lo hacen los ángeles en el cielod.
a. Mateo 16:24; Tito 2:11, 12. – b. Luc. 22:42; Efes. 5:10; Rom. 12:2. – c. 1 Cor. 7:24. – d. Salmo 103:20,
21.

Domingo 50
125. ¿Cuál es la cuarta súplica?
Danos hoy nuestro pan cotidiano, es decir, dígnate proveernos de todo lo que es necesario para el
cuerpoa, a fin de que, por ello reconozcamos que Tú eres la única fuente de todo bienb, y que, ni
nuestras necesidades, ni trabajo, ni incluso los bienes que Tú nos concedes, no nos aprovechan
antes nos dañan sin tu bendiciónc. Por tanto, concédenos que apartemos nuestra confianza de
todas las criaturas para ponerla sólo en Tid.
a. Salmo 145:15; Salmo 104:27; Mateo 6:26. – b. Santg. 1:17; Hechos 14:17; Hechos 17:27. – c. 1
Cor. 15:58; Deut. 8:13; Salmo 37:16; Salmo 127:1, 2. – d. Salmo 55:22; Salmo 62:10; Salmo 146:3;
Jer. 17:5, 7.

Domingo 51
126. ¿Cuál es la quinta súplica?
Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores; es decir:
por la preciosa sangre de Jesucristo, dígnate no imputarnos, a nosotros pobres pecadores, nues-
tros pecados ni la maldad que está arraigada en nosotrosa, así como nosotros sentimos, por este
testimonio de tu gracia, el firme propósito de perdonar de todo corazón a nuestro prójimob.
a. Salmo 51:1; Salmo 143:2; 1 Juan 2:1; Rom. 8:1 – b. Mateo 6:14.

Domingo 52
127. ¿Cuál es la sexta súplica?

| 662 |
Nuevo Testamento

No nos metas en tentación, mas líbranos del mal; es decir, dado que nosotros somos tan
Referencias / Ndébiles
otas
que por nosotros mismos no podríamos subsistir un solo instantea, y dado que, nuestros enemigos
mortales como son: Satanásb, el mundoc y nuestra propia carned, nos hacen continua guerra; díg-
nate sostenernos y fortificarnos por la potencia de tu Espíritu Santo, para que podamos resistirles
valerosamente, y no sucumbamos en este combate espirituale, hasta que logremos finalmente la
victoriaf.
a. Juan 15:5; Salmo 103:14. – b. 1 Pedro 5:8; Efes. 6:12. – c. Juan 15:19. – d. Rom. 7:23; Gál. 5:17. – e.
Mateo 26:41; Marc. 13:33. – f. 1 Tes. 3:13; 1 Tes. 5:23.

128. ¿Cómo concluyes esta oración?


Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Esto es: Te pedimos todo esto,
porque siendo nuestro Rey Toderpoderoso, Tú puedes y quieres concedernos toda clase de biena, y
esto para que, no a nosotros, sino a tu santo nombre sea todo gloriab por todos los siglos.
a. Rom. 10:12; 2 Pedro 2:9. – b. Juan 14:13; Jer. 33:8, 9; Salmo 115:1.

129. ¿Qué significa la palabra: Amén?
Amén quiere decir: esto es verdadero y cierto. Porque mi oración es más ciertamente escuchado
por Dios, que lo que yo siento en mi corazón, que he deseado de Ela.
a. 2 Cor. 1:20; 2 Tim. 2:13.

| 663 |
La Historia de la Salvación

Apéndice
R /N
5
eferencias otas

Catecismo PARA NIÑOS

Catequizar significa adoctrinar o entrenar en la doctrina usando un método basándose en preguntas


y respuestas. La presencia de muchas falsas enseñanzas y el hecho de que muchos de los crey-
entes hoy en día no pueden responder con exactitud a las preguntas esenciales de la fe Cristiana,
hacen que se vuelva de mucha utilidad volver a este sencillo método de enseñanza. Este mismo
catecismo puede ayudar a los niños permanecer firme en la fe. Oremos que el Espíritu Santo obra
en el corazón de cada niño para que conozca no solo las enseñanzas de la Biblia, pero conozca
verdaderamente a Cristo como su Salvador.

Pregunta 1. ¿Quién creó al hombre?


Respuesta: Dios

Pregunta 2. ¿Qué más ha creado Dios?


Respuesta: Todo lo que existe.

Pregunta 3. ¿Para qué creó Dios al hombre y todo cuanto existe?


Respuesta: Para su gloria.

Pregunta 4. ¿Como puedes glorificar a Dios?


Respuesta: Amándole y haciendo todo lo que él me manda.

Pregunta 5. ¿Por qué debes glorificar a Dios?


Respuesta: Por que él me creó, y cuida de mí.

Pregunta 6. ¿Hay más de un Dios?


Respuesta: No, hay un solo Dios.

Pregunta 7. ¿Cuantas personas hay en el único Dios?


Respuesta: Tres personas.

Pregunta 8. ¿Cuáles son?


Respuesta: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Pregunta 9. ¿Qué es Dios?


Respuesta: Dios es Espíritu, y no tiene cuerpo.

Pregunta 10. ¿En dónde está Dios?


Respuesta: Dios está en todas partes.

Pregunta 11. ¿Puedes ver a Dios?


Respuesta: Yo no puedo ver a Dios, pero Él me ve siempre.

| 664 |
Nuevo Testamento

Pregunta 12. ¿Sabe Dios todas las cosas? Referencias / Notas


Respuesta: Sí. Nada puede ocultarse a la vista de Dios.

Pregunta 13. ¿Puede Dios hacer todo?


Respuesta: Sí. Dios puede hacer todo lo que El quiere.

Pregunta 14. ¿Dónde aprendes cómo obedecer y amar a Dios?


Respuesta: Solamente en la Biblia.

Pregunta 15. ¿Quién escribió la Biblia?


Respuesta: Hombres que fueron inspirados por el Espíritu Santo.

Pregunta 16. ¿Quiénes fueron nuestros primeros padres?


Respuesta: Adán y Eva.

Pregunta 17. ¿De qué fueron formados nuestros primeros padres?


Respuesta: Dios formó el cuerpo de Adán del polvo de la tierra, y a Eva la formó del cuerpo de Adán.

Pregunta 18. ¿Qué más dio Dios a Adán y Eva además de cuerpos?
Respuesta: Les dio almas inmortales.

Pregunta 19. ¿Tienes alma y cuerpo?


Respuesta: Sí. El cuerpo morirá, pero el alma que jamás morirá.

Pregunta 20. ¿Cómo sabes que tienes alma?


Respuesta: Porque Dios así me lo enseña en la Biblia.

Pregunta 21. ¿Cómo eran Adán y Eva cuando fueron creados por Dios?
Respuesta: Ellos eran santos y felices con Dios.

Pregunta 22. ¿Qué es un pacto?


Respuesta: Es un lazo de unión entre dos o más personas.

Pregunta 23. ¿Qué Pacto hizo Dios con Adán?


Respuesta: El Pacto de obras.

Pregunta 24. ¿Qué tenía que hacer Adán en el Pacto de obras?


Respuesta: Obedecer a Dios perfectamente.

Pregunta 25. ¿Qué le prometió Dios a Adán en el Pacto de obras?


Respuesta: Darle vida si es que obedecía a Dios.

Pregunta 26. ¿Qué pasaría si Adán desobedecía a Dios?


Repuesta: Moriría.

Pregunta 27. ¿Guardó Adán el Pacto de Obras?


Respuesta: No lo guardó, sino que pecó contra Dios.

Pregunta 28. ¿Qué es el pecado?


Respuesta: El pecado es toda desobediencia o transgresión de la Ley de Dios.

| 665 |
La Historia de la Salvación

Pregunta 29. ¿Qué


Referencias es la desobediencia a la Ley de Dios?
/ Notas
Respuesta: El hacer lo que Dios prohíbe hacer.

Pregunta 30. ¿En qué consiste la transgresión de la Ley de Dios?


Respuesta: En no vivir, o no obrar conforme a lo que Dios manda en la Biblia.

Pregunta 31. ¿Cómo pecaron nuestros primeros padres?


Respuesta: Comiendo el fruto prohibido por Dios.

Pregunta 32. ¿Quién los tentó a pecar?


Respuesta: El diablo tentó a Eva, y ella dio a Adán del fruto prohibido.

Pregunta 33. ¿Qué sucedió a Adán y Eva cuando pecaron?


Respuesta: Se convirtieron en pecadores y separados de Dios.

Pregunta 34. ¿Actuó Adán sólo por sí mismo en el Pacto de obras?


Respuesta: No, él actuó también por todos sus descendientes.

Pregunta 35. ¿Cómo ha afectado el pecado de Adán a sus descendientes?


Respuesta: En que cada ser humano nace con naturaleza pecaminosa.

Pregunta 36. ¿Cómo se llama aquella naturaleza pecaminosa que heredamos de Adán?
Respuesta: Pecado original.

Pregunta 37. ¿Qué merece todo pecado?


Repuesta: La ira y el castigo de Dios.

Pregunta 38. ¿Puede alguno ir al cielo con esta naturaleza pecaminosa?


Respuesta: No. Nuestros corazones tienen que ser cambiados para poder ir al cielo.

Pregunta 39. ¿Cómo se llama este cambio de corazón?


Respuesta: Regeneración, o nuevo nacimiento.

Pregunta 40. ¿Quien puede cambiar el corazón del pecador?


Respuesta: Sólo el Espíritu Santo.

Pregunta 41. ¿Puede alguien ser salvo por medio del Pacto de obras?
Respuesta: Nadie puede salvarse por medio de las obras.

Pregunta 42. ¿Por qué nadie puede salvarse por medio del Pacto de Obras?
Respuesta: Porque todos lo hemos quebrantado y por eso estamos condenados.

Pregunta 43. ¿Con quién hizo Dios Padre el Pacto de Gracia?


Respuesta: Con Cristo, su Hijo eterno.

Pregunta 44. ¿Actuó Cristo sólo por sí mismo en el Pacto de Gracia?


Respuesta: No. Cristo actuó también por todo su pueblo escogido.

Pregunta 45. ¿Qué tenía que cumplir Cristo en el Pacto de Gracia?


Respuesta: Tenía que cumplir toda la Ley por su pueblo escogido, y sufrir el castigo por los peca-
dos de ellos.

| 666 |
Nuevo Testamento

Pregunta 46. ¿Cometió Jesús algún pecado? Referencias / Notas


Respuesta: No. Cristo obedeció perfectamente a Dios todo el tiempo.

Pregunta 47. ¿Cómo sufrió el Hijo de Dios?


Respuesta: Llegando a hacerse hombre y haciendo expiación por nuestros pecados.

Pregunta 48. ¿En qué consiste la expiación que Cristo hizo por nuestros pecados?
Respuesta: En que llevó el castigo que nosotros merecemos al sufrir y morir por su pueblo escogido.

Pregunta 49. ¿Que prometió hacer Dios en el Pacto de Gracia?


Respuesta: Justificar y santificar a aquellos por quienes Cristo murió.

Pregunta 50. ¿Qué sucede en la “justificación”?


Respuesta: Dios perdona a los pecadores y los acepta como si nunca hubiesen pecado.

Pregunta 51. ¿Qué sucede en la “santificación”?


Respuesta: Dios hace santos los corazones y las obras de los creyentes.

Pregunta 52. ¿Por quiénes obedeció y padeció Cristo?


Respuesta: Por todos los elegidos.

Pregunta 53. ¿Cómo vivió Cristo en este mundo?


Respuesta: En pobreza y sufrimiento.

Pregunta 54. ¿Cómo murió Cristo?


Respuesta: Con la penosa y vergonzosa muerte de la cruz.

Pregunta 55. ¿Quiénes serán salvos?


Respuesta: Solamente aquellos que verdaderamente se arrepienten de sus pecados y creen en
Cristo.

Pregunta 56. ¿Qué es el arrepentimiento?


Respuesta: Sentir dolor por nuestros pecados, aborrecerlos y abandonarlos, porque son detesta-
bles delante de Dios.

Pregunta 57. ¿Qué es “creer y tener fe en Jesucristo”?


Respuesta: Confiar solamente en Cristo para recibir la salvación.

Pregunta 58. ¿Puedes arrepentirte y creer en Cristo por tu propio esfuerzo?


Respuesta: No, sino que debo obtener la ayuda del Espíritu Santo.

Pregunta 59. ¿Cómo puedes obtener la ayuda del Espíritu Santo?


Respuesta: Pidiendo a Dios que nos de el Espíritu Santo.

Pregunta 60. ¿Cuánto tiempo hace que Cristo murió?


Respuesta: Más de dos mil años.

Pregunta 61. ¿Cómo fueron salvos los que vivieron antes de Cristo?
Respuesta: Por la fe en el Salvador que Dios había prometido enviar.

Pregunta 62. ¿De qué manera mostraron la fe en el Salvador que había de venir?
Respuesta: Obedeciendo a Dios, y ofreciéndole sacrificios según El lo estableció.

| 667 |
La Historia de la Salvación

Pregunta 63. ¿Por


Referencias qué estableció Dios los sacrificios?
/ Notas
Respuesta: Para enseñarles acerca de Cristo, el Cordero de Dios, que es el perfecto sacrificio por
el pecado.

Pregunta 64. ¿Cuántos son los oficios principales de Cristo?


Respuesta: Cristo tiene tres oficios principales.

Pregunta 65. ¿Cuáles son?


Respuesta: El oficio de Profeta, de Sacerdote, y de Rey.

Pregunta 66. ¿Cómo cumple Cristo el oficio de profeta?


Respuesta: Enseñándonos la voluntad de Dios.

Pregunta 67. ¿Cómo cumple Cristo el oficio de Sacerdote?


Respuesta: Al morir por los elegidos, y al interceder ante Dios por ellos.

Pregunta 68. ¿Cómo cumple Cristo el oficio de Rey?


Respuesta: Gobernando sobre el mundo y defendiendo a su pueblo.

Pregunta 69. ¿Por qué necesitas a Cristo como profeta?


Respuesta: Porque necesito saber la voluntad de Dios.

Pregunta 70. ¿Por qué necesitas a Cristo como Sacerdote?


Respuesta: Porque soy culpable del pecado.

Pregunta 71. ¿Por qué necesitas a Cristo como Rey?


Respuesta: Porque soy débil e indefenso.

Pregunta 72. ¿Cuántos mandamientos dio Dios en el Monte Sinaí? Éxodo 20


Respuesta: Diez mandamientos.

Pregunta 73. ¿Con qué otro nombre se conoce a los diez mandamientos?
Respuesta: El Decálogo.

Pregunta 74. ¿Qué nos enseñan los primeros cuatro mandamientos?


Respuesta: Cómo amar a Dios.

Pregunta 75. ¿Qué nos enseñan los últimos seis mandamientos?


Respuesta: Cómo amarnos a nosotros mismos y a nuestro prójimo.

Pregunta 76. ¿Cuál es el resumen de los diez mandamientos?


Respuesta: Amar a Dios de todo corazón, y al prójimo como a uno mismo.

Pregunta 77. ¿Quién es tu prójimo?


Respuesta: Todo ser humano.

Pregunta 78. ¿Se agrada Dios con quienes le aman y obedecen?


Respuesta: Sí. El ha dicho: “Yo amo a los que me aman”.

Pregunta 79. ¿Se agrada Dios con quienes no le aman, ni le obedecen?


Respuesta: No. Dios se enoja diariamente contra los impíos.

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Nuevo Testamento

Pregunta 80. ¿Cuál es el primer mandamiento? Referencias / Notas


Respuesta: El primer mandamiento es: “No tendrás dioses ajenos delante de mí”.

Pregunta 81. ¿Qué nos enseña el primer mandamiento?


Respuesta: A adorar solamente a Dios.

Pregunta 82. ¿Cuál es el segundo mandamiento?


Respuesta: El segundo mandamiento es: “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que
esté arriba en el cielo, ni abajo la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas
ni las honrarás; porque yo soy Jehová, tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres
sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia
por millares a los que me aman y guardan mis mandamientos.”

Pregunta 83. ¿Qué nos enseña el segundo mandamiento?


Respuesta: A adorar a Dios según la manera que él ha establecido, y no por medio imágenes o
ídolos.

Pregunta 84. ¿Cuál es el tercer mandamiento?


Respuesta: El tercer mandamiento es: “No tomarás el nombre de Jehová, tu Dios, en vano, por-
que no dará por inocente Jehová al que tome su nombre en vano.”

Pregunta 85. ¿Qué nos enseña el tercer mandamiento?


Respuesta: A honrar el nombre de Dios, su Palabra y sus obras.

Pregunta 86. ¿Cual es el cuarto mandamiento?


Respuesta: El cuarto mandamiento es: “Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días
trabajarás y harás toda tu obra, pero el séptimo día es de reposo para Jehová, tu Dios; no hagas
en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni el extranjero
que está dentro de tus puertas; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar y
todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el sábado y
lo santificó”.

Pregunta 87. ¿Qué nos enseña el cuarto mandamiento?


Respuesta: A guardar el día de reposo como día santo.

Pregunta 88 ¿Cómo debemos santificar el día de reposo?


Respuesta: Adorando a Dios junto con su pueblo, alabándole y agradeciéndole; cantando y oran-
do; leyendo y escuchando la Biblia, y haciendo el bien a otros.

Pregunta 89. ¿Qué día de la semana es el reposo cristiano?


Respuesta: El domingo, que es el primer día de la semana, el cual se llama “Día del Señor”.

Pregunta 90. ¿Por qué el día domingo se le llama “Día del Señor”?
Respuesta: Porque en este día Cristo resucitó de entre los muertos.

Pregunta 91. ¿Cuál es el quinto mandamiento?


Respuesta: El quinto mandamiento es: “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alar-
guen en la tierra que Jehová, tu Dios, te da.”

Pregunta 92. ¿Qué nos enseña el quinto mandamiento?


Respuesta: Que debemos amar y obedecer a nuestros padres, y también a todo el que tiene auto-
ridad sobre nosotros.

| 669 |
La Historia de la Salvación

Pregunta 93. ¿Cuál


Referencias / Notases el sexto mandamiento?
Respuesta: El sexto mandamiento es: “No matarás.”

Pregunta 94. ¿Qué nos enseña el sexto mandamiento?


Respuesta: No tener ira, ni odiar, ni herir a nadie.

Pregunta 95. ¿Cual es el séptimo mandamiento?


Respuesta: El séptimo mandamiento es: “No cometerás adulterio”.

Pregunta 96. ¿Qué nos enseña el séptimo mandamiento?


Respuesta: A mantenernos sexualmente puros en pensamientos, palabras y acciones. Nos ense-
ña también a ayudar a otros a hacer lo mismo.

Pregunta 97. ¿Cuál es el octavo mandamiento?


Respuesta: El octavo mandamiento es: “No hurtarás.”

Pregunta 98. ¿Qué nos enseña el octavo mandamiento?


Respuesta: A ser honestos y trabajadores; y a respetar lo que pertenece a los demás.

Pregunta 99. ¿Cuál es el noveno mandamiento?


Respuesta: El noveno mandamiento es: “No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.”

Pregunta 100. ¿Qué nos enseña el noveno mandamiento?


Respuesta: A decir siempre la verdad.

Pregunta 101. ¿Cuál es el décimo mandamiento?


Respuesta: El décimo mandamiento es: “No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer
de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.”

Pregunta 102. ¿Qué nos enseña el décimo mandamiento?


Respuesta: A contentarnos con lo que somos, y con lo que tenemos.

Pregunta 103. ¿Puede algún ser humano guardar perfectamente estos mandamientos?
Respuesta: Desde la caída de Adán nadie ha podido ni podrá obedecer perfectamente los diez
mandamientos. Sólo Cristo lo hizo.

Pregunta 104. ¿Para qué sirven los diez mandamientos?


Respuesta: Nos enseña cómo debemos vivir, y nos muestran la necesidad de un Salvador.

Pregunta 105. ¿Qué es la oración?


Respuesta: La oración es pedir a Dios lo que Él ha prometido darnos.

Pregunta 106. ¿En nombre de quién debemos orar?


Respuesta: Solamente en el nombre de Cristo.

Pregunta 107. ¿Qué nos ha dejado Cristo para enseñarnos a orar?


Respuesta: “El Padrenuestro”, que se llama también la “Oración del Señor.”

Pregunta 108. Repite la oración del Señor.


Respuesta: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu Reino;
hágase tu voluntad como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo
hoy; perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores. No nos

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Nuevo Testamento

dejes caer en la tentación, más líbranos del mal. Porque tuyo es el Reino, el poder y la gloria,
Referencias por
/ Notas
todos los siglos. Amén. (Mateo 6:9-13)

Pregunta 109. ¿Cuántas peticiones hay en la oración del Señor?


Respuesta: Seis peticiones.

Pregunta 110. ¿Cuál es la primera petición?


Respuesta: “Santificado sea tu nombre”

Pregunta 111. ¿Qué rogamos es esta primera petición?


Respuesta: Que nosotros y todos los demás glorifiquen el nombre de Dios.

Pregunta 112. ¿Cuál es la segunda petición?


Respuesta: “Venga tu Reino”.

Pregunta 113. ¿Qué rogamos en la segunda petición?


Respuesta: Que el poder de Satanás sea destruido, y que Cristo sea honrado por todos como Rey
sobre nosotros.

Pregunta 114. ¿Cuál es la tercera petición?


Respuesta: “Hágase tu voluntad como en el cielo, así también en la tierra”.

Pregunta 115. ¿Qué rogamos en la tercera petición?


Respuesta: Que nosotros sirvamos a Dios en la tierra como los ángeles le sirven en el cielo.

Pregunta 116. ¿Cuál es la cuarta petición?


Respuesta: “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.”

Pregunta 117. ¿Qué rogamos en la cuarta petición?


Respuesta: Que Dios nos dé todo lo que necesitamos para vivir.

Pregunta 118. ¿Cuál es la quinta petición?


Respuesta: “Y perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”.

Pregunta 119. ¿Qué rogamos en la cuarta petición?


Respuesta: Qué por amor a Cristo Dios nos perdone nuestros pecados y nos dé la disposición de
perdonar quienes nos han ofendido.

Pregunta 120. ¿Cuál es la sexta petición?


Respuesta: “Y no nos metas en tentación, más líbranos del mal”.

Pregunta 121. ¿Qué rogamos en la sexta petición?


Respuesta: Que Dios nos preserve de pecado.

Pregunta 122. ¿Cuántos sacramentos ha establecido Cristo?


Respuesta: Solamente dos sacramentos.

Pregunta 123. ¿Cuáles son?


Respuesta: El Bautismo y la Cena del Señor.

Pregunta 124. ¿Quién estableció estos sacramentos?


Respuesta: El Señor Jesucristo.

| 671 |
La Historia de la Salvación

Pregunta 125./¿Para
Referencias Notas qué estableció Cristo estos sacramentos?
Respuesta: Para identificar, consolar, y fortalecer su pueblo escogido.

Pregunta 126. ¿Qué signo se usa en el bautismo?


Respuesta: El lavamiento con agua.

Pregunta 127. ¿Qué significa este lavamiento con agua?


Respuesta: Que pertenecemos a Dios. Y que por la fe somos purificados del pecado por la sangre
de Cristo.

Pregunta 128. ¿En el nombre de quién somos bautizados?


Respuesta: En nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Pregunta 129. ¿Quienes deben ser bautizados?


Respuesta: Los creyentes y sus hijos.

Pregunta 130. ¿Por qué los hijos de los creyentes deben de ser bautizados?
Respuesta: Porque ellos también pertenecen a Dios. Y porque Dios promete perdonarles sus pecados
cuando ellos se arrepientan y crean.

Pregunta 131. ¿Cuida Cristo también de los niños?


Respuesta: Sí. Porque él ha dicho: Dejad a los niños venid a mí, y se lo impidáis; porque de ellos
es el reino de los cielos.

Pregunta 132. ¿A qué estás obligado por el bautismo?


Respuesta: A ser fiel seguidor de Cristo.

Pregunta 133. ¿Qué es la Cena del Señor?


Respuesta: El comer pan y beber vino, para recordar el sufrimiento y muerte de Cristo.

Pregunta 134. ¿Qué se representa con el pan?


Respuesta: El cuerpo de Cristo, entregado por nuestros pecados.

Pregunta 135. ¿Qué se representa con el vino?


Respuesta: La sangre de Cristo derramada para el perdón de nuestros pecados.

Pregunta 136. ¿Quiénes deben participar de la Cena del Señor?


Respuesta: Solamente aquellos que se arrepienten de sus pecados, y confían en Cristo para su
salvación.

Pregunta 137. ¿Permaneció Cristo en la tumba después de la muerte?


Respuesta: No. Sino que resucitó de entre los muertos al tercer día.

Pregunta 138. ¿Dónde está Cristo ahora?


Respuesta: Está en el cielo, intercediendo por nosotros.

Pregunta 139. ¿Vendrá Cristo por segunda vez?


Respuesta: Sí. Cristo vendrá por segunda vez, en la consumación del tiempo, para juzgar al mundo.

Pregunta 140. ¿Qué sucede a todo ser humano luego de morir?


Respuesta: El cuerpo se descompone y vuelve la tierra. El alma de los justos continúa viviendo en el
cielo, y la de los malvados va al infierno.

| 672 |
Nuevo Testamento

Pregunta 141. ¿Resucitará el cuerpo de todos los que mueren? Referencias / Notas
Respuesta: Sí. Cuando Cristo venga por segunda vez, los cuerpos de los muertos resucitarán y se
unirán con el alma para siempre.

Pregunta 142. ¿Qué sucederá a los impíos en el día del juicio final?
Respuesta: Serán echados al infierno en cuerpo y alma.

Pregunta 143. ¿Qué es el infierno?


Respuesta: Es un lugar de castigo terrible y eterno.

Pregunta 144. ¿Qué sucederá a los justos en el día del juicio final?
Respuesta: Irán al cielo en cuerpo y alma, para estar con Cristo para siempre.

Pregunta 145. ¿Qué es el cielo?


Respuesta: Es un lugar lleno de gloria y de felicidad, en donde los justos estarán en la presencia
de Dios para siempre.

Por: Dr. Philip Rollinson y Dr. Mark E. Ross


Traducido y adaptado por Rev. Alonzo Ramírez Alvarado.

| 673 |
La Historia de la Salvación

ANEXO
R 6/ N
eferencias otas

Breve Historia de la educación en los tiempos bíblicos


I. La Biblia posee los principios de la educación cristiana

La Biblia no es un libro que exponga la historia de la educación religiosa, pero posee los principios
necesarios para cumplir con esta labor que Dios nos manda. Desde las primeras líneas del
Génesis descubrimos tres elementos que nos enseñan el énfasis educativo:

A. “En el principio, creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1). Esta frase revela que el mundo
es teocéntrico. Todo lo que existe tiene su origen en Dios.

B. “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y hembra los creó”
(Génesis 1:26, 27). Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza y les asignó la
tarea de sojuzgar y disfrutar de la creación con el fin de darle la gloria a Él. Esta imagen de Dios
en el hombre constituye su naturaleza espiritual, que se manifiesta en su capacidad intelectual,
moral, y volitiva. En el ejercicio de sus facultades, en su carácter, conducta y capacidades, el
hombre debe reflejar el carácter de su Creador.

C. “Los bendijo Dios y les dijo: Fructificad y multiplicaos, llenad la tierra y sometedla, ejerced
potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y todas las bestias que se mueven sobre la
tierra”. Dios también dio al hombre dirección espiritual en Génesis 2:16, 17. Y mandó Jehová Dios
al hombre y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo cuidara. Y mandó Jehová Dios
al hombre, diciendo: “De todo árbol del huerto podrás comer, pero del árbol del conocimiento del
bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás”. Entonces Dios
se revela como el primer maestro, y Adán y Eva son los primeros “estudiantes”. El huerto de Edén
se constituyó en la primera “escuela”. El propósito de la educación fue mantener una relación
perfecta con Dios. El conocimiento fue impartido por Dios, el único maestro. La responsabilidad
de los estudiantes fue creer, confiar y obedecer lo que el maestro enseñó.

Si analizamos brevemente la “educación religiosa original” vemos que el propósito de Dios al


enseñarles fue mantener una relación de armonía perfecta entre Él, Adán y Eva. Su método fue
positivo y con autoridad. No había nada oscuro, misterioso o incierto en la intención de Dios.
Dios mandó y el hombre obedeció. Mientras obedecieron, el propósito de Dios se lograba. Pero
cuando en la escena aparece otro “maestro” y el hombre y la mujer escuchan su instrucción, la
relación de armonía se disolvió.

Cuando accedieron al consejo de Satanás, recibieron y siguieron sus instrucciones, la relación


con Dios se alteró completamente. Además de caer bajo una condenación eterna, la imagen de
Dios en ellos fue completamente distorsionada.

Pero, en su gracia, Dios vino a buscarles. Le hizo tres preguntas a Adán: ¿dónde estás?, ¿quién
te enseñó? y ¿qué es lo que has hecho? (Génesis 3:9-13). Desde este momento en adelante el
enfoque de las enseñanzas del “Maestro” es para restaurar la relación con los seres humanos
(Éxodo 4:12; Salmos 32:8; Isaías 48:17).

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Nuevo Testamento

La entrada del pecado (Génesis 3) corrompió la naturaleza original del hombre (Efesios
Referencias 2:14,
/ Notas
Romanos 2, 3, 7:15). El maestro divino no ha cambiado, pero ahora la humanidad tiene un
corazón siempre inclinado al mal y a la rebelión (Jeremías. 17:9). Esta condición le impide tener
una correcta comunión con Dios y con su prójimo, y usar correctamente sus facultades. El hombre,
gracias al don de la gracia común, ha podido desarrollar la ciencia sin atribuirle a Dios el lugar
que le corresponde, no le ha dado la gloria a Dios, se ha envanecido en sus razonamientos, de
modo que profesando ser sabio se ha hecho necio (Romanos 1:22). Por esta condición, Dios ha
provisto la redención por medio de Cristo Jesús, por la obra de regeneración del Espíritu Santo,
que lo capacita para entrar en comunión con Él y restaurar las relaciones con su prójimo. En esta
regeneración Dios transforma la perspectiva del hombre con respecto a su relación con Dios y la
obediencia a su Palabra.

II. Educación

Pero ¿qué significa educar? Educar es el proceso de instruir, formar, nutrir, entrenar, enseñar,
desarrollar intelectualmente y moralmente, persuadir o condicionar a uno creer, sentir y actuar en
una manera deseada.

A. El propósito bíblico de la educación es:

1. Llevar a las personas a comprender quién es Dios, qué ha hecho, cómo podemos entrar
en una relación con Él y cómo debemos vivir para Él (Deuteronomio 6:5; Génesis 12:18;
22:1-10).

2. La educación debe estar centrada en Dios y en lo que Dios requiere de su creación.


Logramos esta meta cuando hemos inculcado en la persona un deseo firme de vivir
un estilo de vida bíblico: una vida de justicia, santidad y servicio a Dios (Génesis 18:19;
Miqueas 6:8). Dios quiere que identifiquemos nuestros talentos y dones, y que los
desarrollemos en su máximo potencial. El niño debe ser entrenado para desarrollar su
intelecto, sus emociones, sus energías físicas y su voluntad para descubrir las leyes de
Dios escondidas en cada una de las ramas del saber, con el propósito de cumplir el
mandamiento bíblico de servir a Dios sirviendo a su prójimo y a la sociedad. La educación
bíblica procura el desarrollo integral del ser humano. Logramos este fin cuando nuestros
estudiantes ponen en práctica los principios bíblicos en amor a Dios.

En la mente de Dios, educación y religión son inseparables.

III. Enseñanzas bíblicas sobre los niños

A. Los niños son los recursos más preciosos que tenemos (Salmos 128, 127:3). Son herencia-
posesión del Señor.

B. Los niños de los creyentes son propiedad especial del Señor.

C. Los niños son hechos por Dios, Salmo 139:13-1.

E. Desde el principio, Dios tenía planes para la reproducción de la humanidad (Génesis


1:28).

F. Los hijos son una bendición del Señor. “Dios hace habitar en familia a la estéril que se goza
en ser madre de hijos” (Salmo 113: 9b).

| 675 |
La Historia de la Salvación

RG. En el Salmo 144:12 leemos “Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud,
eferencias / Notas
nuestras hijas como esquinas labradas cual las de un palacio”. Esto implica que los niños son
grandes bendiciones.

H. En Zacarías 8:5 leemos “que las calles de la ciudad estarán llenas de muchachos y
muchachas que jugarán en ellas”. Los niños que juegan en las calles son un símbolo de que
la bendición de Dios estuvo sobre el pueblo.

I. Porque el valor de los niños eran tan alto, las mujeres estériles se sentían muy tristes y
maldecidas: Sara (Génesis 18:9), Raquel (Génesis 30:1, 2), Ana (1 Samuel 1), la madre de
Sansón (Jueces 13), y Elizabet (Lucas 1).

Porque los niños son los recursos más preciosos que Dios nos ha dado, Dios tiene mucho
interés en cómo les educamos. Dios ha dado a los padres la responsabilidad de cumplir con
esta tarea. Este es el deber más importante que tienen. La intención de Dios es que cada
generación enseñe a la siguiente las maravillosas obras de Dios en su creación y redención,
para que Dios sea glorificado como es digno (Salmos 78:4; Salmos 145:4; Deuteronomio.
4:9,10; 6:2,7).

IV. La historia de educación en los tiempos bíblicos

A. De Adán hasta el exilio (cautividad de los israelitas por los babilonios) en el año 586
antes de Cristo.

En Génesis 3:8 y 4:9, leemos que Dios habló directamente con las personas. Empezando con
Noé y continuando durante el periodo de los patriarcas Abram, Isaac y Jacob, Dios habló con
la cabeza de la familia y ellos enseñaron a sus familiares y siervos. El hogar fue el ambiente
donde el aprendizaje fue recibido. Cuando la nación de los israelitas creció, Dios escogió
líderes como Moisés y los profetas. El habló directamente por medio de ellos. Es importante
notar que el pueblo de Israel no fue liberado de Egipto por un jefe militar sino por un educador,
quien trabajó como pastor (Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios, y era
poderoso en palabras y obras. Hechos 7:22). Por medio de Moisés, Dios puso por escrito su
santa voluntad. La ley, los Diez Mandamientos, fue escrita en piedra según la costumbre cultural
de marcar en piedra las cosas importantes. En esta época, Dios también instituyó la Pascua,
las leyes ceremoniales y los sacrificios, como símbolos visibles de su pacto de redención. Las
ceremonias tenían el propósito de ayudar a los padres educar a sus niños. Dios nunca quiso
que estas reemplacen la educación en el hogar. Los profetas, reyes y sacerdotes tenían un
rol grande en la educación del pueblo, pero los padres eran directamente responsables por
la educación de sus hijos.

Durante el tiempo de los reyes, el lugar de la educación cambió cuando los reyes enviaron a
los profetas por los pueblos para impartir las enseñanzas. Pero el énfasis siempre fue el de
una dimensión personal entre padres e hijos (como podemos ver en el libro de Proverbios).
Los padres tenían la obligación de enseñar a sus hijos lo que aprendían. Durante el tiempo de
los profetas Samuel, Elías y Eliseo, existían escuelas de profetas como centros de preparación
de los ministros que enseñaban al pueblo. Cuando los israelitas continuaron en su rechazo a
Dios y sus enseñanzas, Dios permitió que fueran llevados cautivados por Babilonia.

La educación siempre tuvo su énfasis en la relación vertical entre el hombre y Dios. La relación
horizontal entre el hombre y su prójimo fue secundaria. Deuteronomio 6:4,5 indica como Dios
era el centro de la educación. “Oye, Israel: Jehová, nuestro Dios, Jehová uno es. Amarás a
Jehová, tu Dios, de todo tu corazón, de toda tu alma y con todas tus fuerzas.”

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Nuevo Testamento

1. Dios mandó a los padres y madres a educar a sus niños. La educación fue/ centrada
Referencias Notas
en el hogar (Génesis 18:19; Deuteronomio 4:44, 5:1, 6:6-9; 11:9, 20, Salmos 19:8, 78:5-7;
Proverbios.1:8; 3:1, 4:2, 6:20,23; 31).

2. Los padres tenían que educar a sus niños sobre Dios y todas las otras ramas de
saber. Proverbios 4:1-4 nos muestra que los padres enseñaron todas las ramas del saber: la
vida diaria, el trabajo, las relaciones humanas, el sexo, responsabilidades, verdad, negocios,
respeto, disciplina, religión. La educación incluyó el entrenamiento para trabajar (2 Reyes
4:18) y cuidar las ovejas (1 Samuel 16:11). Los hijos usualmente aprendieron los trabajos de
sus padres (como Jesús mismo lo hizo).

3. Las enseñanzas en las artes y la música eran comunes. David aprendió a tocar el
arpa (1 Samuel 16:15-16, 1 Samuel 16:18; Salmos 137; Jeremías. 31:13; Lamentaciones
5:14). Las madres enseñaron a las niñas a cocinar, coser y otras artes importantes para
la vida (2 Samuel.13: 8; Éxodo 35:25-26). Hubo otras personas capacitadas en todas las
artes, para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, para labrar piedras y
engastarlas, tallar madera y trabajar en toda clase de labores (Éxodo 31:1-11).

4. La gente usó muchos métodos en la educación, incluyendo monumentos visuales y


discursos con preguntas y respuestas, despertando creatividad y curiosidad para aprender.
(Josué.4: 21-22, Éxodo 12:26, 27, “y cuando os pregunten vuestros hijos. ¿Qué significa este
rito?, vosotros responderéis…).

5. Parece que muchos leían, escribían y sabían principios básicos de matemática.


Tres hombres de cada tribu escribieron un libro con descripciones bien detalladas de cada
pueblo y ciudad en la tierra de Canaán (Josué 18:4, 8, 9). Un joven escribió los nombres de
los oficiales y ancianos para Gedeón (Jueces 8:14). En Isaías 10:19 se dice que “Tan pocos
árboles quedarán en su bosque que un niño los podrá contar”. Amós y Miqueas (ambos de
clase baja) pudieron escribir con eficiencia.

B. Post-exilio desde 536 a.C. al 33 d.C.

Durante el exilio, Dios curó a los israelitas de sus idolatrías a las imágenes de los paganos;
nunca más volvieron a servir a los ídolos de las naciones paganas que vivían alrededor de
ellos. Pero el templo fue destruido y en la Diáspora, los israelitas tuvieron que desarrollar
una alternativa a su sistema religioso anteriormente centrado en el templo. Construyeron
sinagogas, en cada ciudad, que sirvieron para la adoración y la educación. La educación en
este periodo fue más estructurada e institucionalizada. La “sinagoga” impulsó la expansión
de la educación hebrea. Las enseñanzas fueron en arameo, aunque el hebreo también fue
enseñado. Nehemías y muchos otros maestros dieron regularmente instrucción. Aunque la
palabra escuela se encuentra una sola vez en el Nuevo Testamento (Hechos 19:9), estas era
muy comunes. En el Talmud (libro de interpretaciones de las leyes) se menciona que hubo
alrededor de 480 sinagogas en Jerusalén durante de la vida de Cristo y cada sinagoga tenía
una escuela para niños. También leemos en el Nuevo Testamento cómo las instrucciones
(enseñanza) fueron dadas en el templo (Mateo 31:23; 26:25; Marcos 14:49; Lucas 2:46; 20:1;
21:37; Juan 18:20).

El escritor judío Natan Drazin habla sobre tres metas de la educación entre los judíos en
esta época: nacionalismo, religión y universalización. La primera meta fue la de establecerla
como el vínculo para mantener la unidad del pueblo de Israel y de este modo preservar su
nacionalidad. La segunda fue mantener la relación del pueblo con su Dios. Y la tercera, la
educación fue importante para que cada judío pudiera interiorizar su fe y comunicarla a otros.

| 677 |
La Historia de la Salvación

El pueblo
Referencias / Njudío
otas
es un buen ejemplo de cómo la educación cohesiona, preserva y mantiene
la unidad de una nación. Su sobrevivencia y existencia como un pueblo es el resultado de
su alto aprecio por la educación y el valor que ellos ponen en transmitir sus creencias a las
siguientes generaciones.

1. La educación de un judío comenzaba en su hogar y seguía con aquella dada


por los líderes religiosos en las sinagogas, casas de maestros o en el templo. Los
alumnos se sentaban a los pies de sus maestros y aprendían la teoría y práctica por medio
de instrucción oral.

2. Durante los 400 años entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, los judíos empezaron
instituciones secundarias para los jóvenes varones (casas de los estudios beth-ha-
midrash). Los buenos estudiantes podían asistir y aprender cómo interpretar las leyes y
aplicarlas a la vida diaria.

3. En el siglo tercero antes de Cristo, fueron instituidas las escuelas primarias


(beth- ha-sepher o “casa del libro”) para los varones. En el año 75 antes de Cristo, hubo un
movimiento para establecer una ley que ordenaba que la educación debiera ser obligatoria
para todos los niños de seis años en adelante.

4. Los judíos tenían una pasión por la educación y la Biblia está llena de conceptos
pedagógicos. El currículo usado fue las “Escrituras”. Los niños aprendieron a leer, recitar,
discutir y escribir en base de estos libros. Todo los niños tenían que memorizar palabra por
palabra los cinco primeros libros de la Biblia (los libros de Moisés), antes de cumplir los 12
años.

V. ¿Quiénes eran los maestros en los tiempos del Antiguo Testamento?



a. Dios: Job 36: 22; Salmos 119:26-27.

b. Los padres: Cada niño Israelita era instruido en la palabra de Dios por sus padres
(Deuteronomio 6:6-9; Salmos 78.)

c. Moisés: Nehemías 9:14.

d. Los profetas: no añadieron nada a la ley de Dios, se limitaron a enseñar lo que Dios
había revelado, animando a la gente creer, obedecer y ser fiel a Dios.

e. Los sacerdotes: ellos tenían que enseñar la ley de Moisés (Levítico 10:11; Deuteronomio
31:9-13). Tenían la responsabilidad de enseñar las leyes morales y los leyes ceremoniales,
los relatos de los sacrificios, los rituales y las responsabilidades del pueblo (Ezequiel
44:23; Levítico 8).

f. Los reyes: los líderes políticos eran responsables de que el pueblo conociera y
obedeciera a Dios (2 Reyes 23:2, 3-el rey Tosías; 2 Crónicas 17:7-9 -el rey Josafat.)

g. Maestros e instructores (Proverbios 1:4, 5; 5:13). Parece ser que hubo una clase de
hombres que se especializaron en la aplicación de la ley en la vida diaria. Jeremías los
menciona en Jeremías 18:18. La instrucción no le debía faltar al sacerdote, ni el consejo
al sabio, ni la palabra al profeta.

. Nathan Drazin, History of Jewish Education From 515 B.C.E. to 220 C. E. (Baltimore: Johns Hopkins, 1940), pp. 15-23.

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Nuevo Testamento

h. Los escribas: son mencionados después del exilio (Esdras 7:6,10). Era un/grupo
Referencias Notas de
maestros y líderes responsables de copiar y enseñar las escrituras.

i. Los fariseos y los rabíes: líderes de las sinagogas. Eran maestros oficialmente
reconocidos que escribieron el “Talmud”, libro que contenía las interpretaciones de las
leyes y sus aplicaciones a la vida diaria. Jesús condenó sus interpretaciones porque
rechazaron las enseñanzas de Dios y pusieron sus propias tradiciones encima de la ley
(Marcos 7:6-9).

VI. ¿Cómo era la educación en los tiempos del post-exilio?

a. La educación empezaba temprano en la vida de los niños, casi al terminar el destete


(cuando un niño tenía entre 2 y 3 años -Isaías 28:9). A los tres años eran llevados a la
sinagoga y se les permitía estar en las fiestas religiosas. A los cinco años ya estudiaban
las escrituras. En los tiempos bíblicos, la educación académica y espiritual, el jugar y
trabajar estaban centrados en el hogar con los padres. A los trece años, eran iniciados
en el pueblo como adultos: responsables por su propio comportamiento, maduros
en creencias espirituales y responsables legalmente para hacer sus propios votos.
Los varones se casaban cuando tenían más o menos 18 años y las mujeres más
temprano.

b. Horario de los estudios: las clases comenzaban a las seis de la mañana y terminaban
las diez. Entre las diez y las tres de la tarde las clases se suspendían por el calor.
Después, las clases se reanudaban por algunas horas más. Durante los meses más
calurosos, se tenía solo cuatro horas de clases.

c. El número de estudiantes por cada maestro estaba limitado a 25. Si había más alumnos
se incorporaba un asistente que le ayudaba.

d. Métodos de enseñanza: se enfocaron en el desarrollo de los cinco sentidos.

e. Instrucción oral y recitación: “mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato,


renglón tras renglón, línea tras línea, un poquito aquí, un poquito allá” (Isaías. 28:10,
13).

f. Memorización: Hubo mucho énfasis en la memorización de las escrituras. La vida de


Jesús muestra esta realidad.

g. Instrucción por escrito: Deuteronomio. 31:19; Salmos 119:18; Proverbios 22:30.


Símbolos y enseñanzas visuales (Deuteronomio 6:8, 9). La mezuzá, una caja cilíndrica
que contenía las palabras de Deuteronomio 6:4-9 y 11:13-21, es un ejemplo de los
objetos visuales que la gente usaba para la educación en la casa. Hubo muchos
símbolos conectado con las leyes ceremoniales que también sirvieron para recordar
a los israelitas las obras del Señor y su plan de redención. Cada artículo del templo,
la vestidura de los sacerdotes, los sacrificios, los rituales de lavamiento, etc., todos
sirvieron para despertar la curiosidad de los niños y dar a los padres la oportunidad de
enseñarles doctrinas sobre Dios y la salvación.

h. Las seis fiestas religiosas e históricas celebradas cada año sirvieron para establecer
vínculos de educación. Participaban todos los adultos y niños que podían. Las fiestas
eran interesantes y llenas de enseñanzas sobre Dios.

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La Historia de la Salvación

i. Participación
Referencias / Notas integral: cada semana en el día del Señor, el sábado, los israelitas
descansaron de sus trabajos y se dedicaron a adorar, estudiar y ser instruidos en la
palabra de Dios.

j. Instrucciones por medio de los catecismos (método de instrucción usando preguntas


y respuestas). Fue un método muy común durante los tiempos bíblicos Miqueas 6:6,8,
Jeremías 15:11; Deuteronomio 6:20; Romanos 1:1-3. Los amigos de Job también usaron
muchas preguntas en sus discusiones.

k. La disciplina fue un ingrediente primordial en la educación. Proverbios 23 enfatiza


que la disciplina es importante para que la instrucción sea eficaz. Recuérdese que la
disciplina proviene del amor y preocupación y no de la impaciencia e ira; sirve para
corregir y enseñar al niño el auto-control y la disciplina. El Señor es nuestro ejemplo en
este sentido, cómo lo podemos leer en Hebreos 12.

C. Los tiempos del Cristo



Es por Jesucristo que la educación que los cristianos impartían que empezó a caracterizarse
como cristiana. Como dice el autor H. Armstrong “Jesús de Nazaret es la base bíblica e histórica,
personificada de la educación cristiana”. Jesús fue conocido como un hombre que había
venido de Dios como maestro (Juan 3:2). Sesenta veces la gente dio el nombre de “maestro”
a Jesús. Sus enseñanzas fueron un parte integral de su ministerio. El propósito primordial de
Jesús en la enseñanza fue restaurar la relación entre el hombre y Dios. Jesús también afirmó
las enseñanzas del Antiguo Testamento y rechazó las malas interpretaciones de los líderes
religiosos de su época. Jesús quería que sus alumnos cultivaran ideales correctos (Mateo
5:48) y que sus vidas diarias reflejaran la vida de su mentor. Los estudiantes de Jesús eran
más que alumnos… eran sus discípulos.

Los métodos de Jesús fueron variados y sencillos. Usando su propia vida como un modelo,
construyó un ambiente de compañerismo y trabajó en un nivel muy personal con sus oyentes.
Enseñó conceptos abstractos en términos concretos, usando parábolas y simbolismos.
Enseñó lo desconocido partiendo de lo conocido. Empezó sus enseñanzas en los puntos
en que se encontraban sus oyentes y desde allí pacientemente les guiaba hasta donde él
quería que llegaran en su entendimiento de Dios y la salvación. Usó las técnicas de hacer
preguntas (hay más de 100 preguntas en los evangelios), parábolas, la naturaleza (flores y
plantas), cosas visuales (como monedas y joyas), discursos (El Sermón del Monte), milagros,
y eventos del día para mostrarles “el reino de Dios”.

Jesús enseñaba en las casas particulares (Marcos 2:1), en las sinagogas (Marcos 6:2), en el
templo (Marcos 12:35), en los pueblos (Marcos 6:6), a las multitudes (Marcos 6:34; Juan 6),
a los gentiles ( Juan 7:1; Marcos 7:24), a grupos pequeños y a personas individuales (Juan
3:1), a mujeres (Juan 4:7) y a hombres( Marcos 3:13). Siempre el enfoque de su enseñanza
fue el reino de Dios.

La gran y última comisión de Jesús a sus discípulos y a toda la iglesia fue: “Id y haced
discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado” Mateo 28:19, 20;
Marcos 16:15).

El ministerio de Jesús fue marcado por la predicación y enseñanza.

. Armstrong, Hayward. Bases para la educación cristiana. (El Paso, TX; Casa Bautista de Publicaciones, 2003), p. 29.

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Nuevo Testamento

En resumen: Referencias / Notas

1. Jesús, el gran maestro, personificó todo lo que implica educar: el modeló cómo debe
ser un maestro, demostró los métodos efectivos de la enseñanza y el contenido de sus
mensajes; enfatizo la meta principal de toda la educación: hacer discípulos del Señor.

2. La educación continuó con el énfasis en la relación entre Dios y el hombre.

3. Jesús usó métodos eficaces en su enseñanza.

4. Cristo afirmó todo lo que Dios enseñó en el Antiguo Testamento, en cuanto a la importancia
de los niños y su educación, en varias ocasiones.

5. Cristo enseñó por medio de su ejemplo y enseñanzas, y enfatizó la importancia de discipular


a sus seguidores.

6. En cuanto a la educación de los niños, no hay nueva información en los tiempos de la vida
de Cristo. La educación siguió como durante el post-exilio y los siglos ínter-testamentarios.
La responsabilidad e involucramiento de los padres era primordial, pero también existieron
instituciones formales para complementar la educación.

D. Educación durante el tiempo de los apóstoles

Los apóstoles, líderes, ancianos, y maestros (Efesios 4:11; 1 Timoteo 3:2) en el Nuevo Testamento
reemplazaron a los profetas, sacerdotes y reyes del Antiguo Testamento. Pero el rol principal de
ellos fue enseñar. Anteriormente la educación estuvo centrada en las ceremonias y fiestas que
celebraban la promesa de un Mesías que vendría para dar su vida como sacrificio. Con el sacrificio
de Cristo, Dios abrogó las ceremonias y fiestas. El énfasis cambió para enfocarse en el Mesías
que había muerto, resucitado, ascendido y que ahora estaba a la diestra del Padre desde donde
vendrá otra vez para juzgar el mundo. Dios usó a los apóstoles para redactar las escrituras y ellos
enfatizaron las enseñanzas de la Biblia entera como Palabra de Dios. Los apóstoles continuaron
enseñando todo lo que habían aprendido de Cristo (Hechos 2:14-41; 5:20, 21; 7:2-53).

Cuando se lee las cartas de Pablo y el libro de Hechos, se puede ver que el enseñar era muy
importante en la vida de los creyentes en el Nuevo Testamento. El mandato recordar aparece
muchas veces. Se enfatiza que la educación tenía que ser enfocado en lo que Dios ha enseñado
desde el principio del mundo, con la meta de llevar al oyente a tener una relación con Él y vivir para
Él con madurez espiritual. Pablo reconoció que una persona no llegará a la madurez espiritual si un
maestro no dedica tiempo enseñándola. Por eso él y Bernabé pasaron un año entero enseñando
en la iglesia de Antioquia (Hechos 11:26). En Corinto Pablo pasó un año y medio (Hechos 18:11)
y, en Efeso, estuvo tres años enseñando (Hechos 20: 20, 31). En cada lugar levantó líderes
espirituales que continuaron este importante ministerio de discipular y enseñar. Pablo continuó
predicando el evangelio y enseñando sobre Jesús hasta que murió (Hechos 28:31).

En cuanto a la educación de los niños, en el contexto del Nuevo Testamento, el rol de los padres
continuó (1 Timoteo 5:17; Efesios 5:17; Efesios 6:1-4; 2 Timoteo 3:15). Es importante reconocer
que los creyentes no tenían instituciones cristianas formales, donde pudieran enviar a sus niños
para recibir una educación a nivel académico superior. El único lugar donde un hijo de creyentes
recibía este nivel de instrucción fue en las instituciones romanas que tenían una fuerte influencia
helenista (griega). Los creyentes no tenían escuelas para sus niños porque la mayoría era pobre y
el Imperio Romano no reconoció el cristianismo como una religión oficial. Además, los creyentes
tenían una fuerte convicción que la segunda venida de Cristo era inminente.

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La Historia de la Salvación

Referencias / Notas

| 682 |
Nuevo Testamento

Referencias / Notas

| 683 |
La Historia de la Salvación

Referencias / Notas

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