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CIENCIA POLÍTICA Y POLÍTICAS PÚBLICAS

EN JALISCO
TEORÍA Y METODOLOGÍA

Temas de estudio

1
Asociados numerarios de El Colegio de Jalisco

Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología


Gobierno del Estado de Jalisco
Universidad de Guadalajara
Instituto Nacional de Antropología e Historia
Ayuntamiento de Zapopan
Ayuntamiento de Guadalajara
El Colegio de México, A.C.
El Colegio de Michoacán, A.C.
Subsecretaría de Educación Superior-sep

José Luis Leal Sanabria


Presidente

María Alicia Peredo Merlo


Secretaria general

2
CIENCIA POLÍTICA Y POLÍTICAS PÚBLICAS
EN JALISCO
TEORÍA Y METODOLOGÍA

Alberto Arellano Ríos


Nancy García Vázquez
Coordinadores

3
320.0117235
C569

Ciencia política y políticas públicas en Jalisco : teoría y metodología / coords. Alberto Arellano Ríos
y Nancy García Vázquez -- 1ª. ed. -- Zapopan, Jal. : El Colegio de Jalisco, 2013.

158 p. : tablas, gráfs. ; 21.5x16.5 -- (Colección Temas de Estudio)

Contenido: Agradecimientos -- Primera parte. El estudio de la política -- Estudio introductorio /


Alberto Arellano Ríos -- El estudio de la política. Rutas, temas, enfoques y perspectivas / Alberto
Arellano Ríos -- Métodos y técnicas utilizadas para el estudio de la política / David Mora Cortés e
Ismael Orozco Loreto -- Segunda parte -- Estudio introductorio / Nancy García Vázquez -- Pers-
pectivas teóricas en el estudio de las políticas públicas / Estuardo Gómez Morán -- Tendencias de
los estudios cualitativos sobre política pública / Anahí Copitzy Gómez Fuentes -- Tendencias de los
estudios cuantitativos en política pública / Nancy García Vázquez -- Anexos.
Incluye anexos: pp. [135]-158

ISBN 978-607-8350-02-5

1. Ciencia política - Investigación. 2. Ciencia política - Metodología. 3. Ciencia política - Jalisco


(México) - Estudio. 4. Democracia - Jalisco (México) - Estudio. 5. Políticas públicas - Investigación.
6. Política local - Historia - Jalisco (México) - Estudio. 7. Jalisco (México) - Política y gobierno -
Estudio.
I. Arellano Ríos, Alberto, coord. II. García Vázquez, Nancy, coord.

© D.R. 2013, El Colegio de Jalisco, A.C.


5 de Mayo 321
45100, Zapopan, Jalisco

Primera edición, 2013

ISBN 978-607-8350-02-5

Impreso y hecho en México


Printed and made in Mexico

4
ÍNDICE

Agradecimientos 7

Primera parte. El estudio de la política

Estudio introductorio 11
Alberto Arellano Ríos

El estudio de la política. Rutas, temas, enfoques y perspectivas 19


Alberto Arellano Ríos

Métodos y técnicas utilizados para el estudio de la política 55


David Mora Cortés e Ismael Orozco Loreto

Segunda parte. El estudio de las políticas públicas

Estudio introductorio 67
Nancy García Vázquez

Perspectivas teóricas en el estudio de las políticas públicas 73


Estuardo Gómez Morán

[5]
Tendencias de los estudios cualitativos acerca de política pública 101
Anahí Copitzy Gómez Fuentes

Tendencias de los estudios cuantitativos en política pública 115


Nancy García Vázquez

Anexos 135

6
AGRADECIMIENTOS

Queremos agradecer a las alumnas Yennifer del Rocío Madrigal López, Iris
Danny Cruz Córdova, Guadalupe del Rosario Castro Pérez, Jessica Paola De
la Cruz Herrera, Gabriela Dionicio Jiménez y Luisa Carolina García Rivera de
la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, así como a Karol Lidia Araujo
Aguirre de la Universidad Autónoma de Sinaloa por sus labores de asistencia
en la investigación. Su estadía en El Colegio de Jalisco, en el marco del Verano
de Investigación Científica 2011, fue invaluable al facilitarnos la búsqueda de
material bibliográfico y realizar la captura y sistematización de la información.
También agradecemos las colaboraciones cercanas, puntuales y profesio-
nales de Ziayra Rivera Godina y de Laura Alejandra Cruz Hernández, quienes
laboran como auxiliares de investigación en esta institución. Finalmente cabe
decir que los logros y aciertos de la presente obra son de quienes participa-
mos en ella y la suscribimos, en tanto que los errores y deficiencias son res-
ponsabilidad de los autores.

[7]
8
PRIMERA PARTE
EL ESTUDIO DE LA POLÍTICA

9
10
ESTUDIO INTRODUCTORIO

Alberto Arellano Ríos


El Colegio de Jalisco

En el marco del trigésimo aniversario de El Colegio de Jalisco, la institución


se planteó desarrollar el proyecto colectivo de investigación “Las ciencias
sociales en un siglo”. Así, la comunidad académica que lo constituye elaboró
estados del arte que darían cuenta de los enfoques teórico-metodológicos
con los que trabajan algunas disciplinas, o bien realizaron análisis de prospec-
tiva transdisciplinarios o estudios sobre los cambios culturales en la entidad.
De esta manera, los capítulos que integran esta obra hacen una revisión del
avance de los estudios realizados acerca de la política y las políticas públicas
en Jalisco; no obstante, el presente estudio no abarca un siglo debido a que la
indagación académica al respecto tiene apenas dos décadas: 1990-2011.
La obra constituye un ejercicio de reflexión, un alto en el camino, y deve-
la lo que podría depararle a la comunidad académica de Jalisco en el estudio
de la política local. De ahí que el objetivo principal en la primera parte de esta
obra sea ofrecer, además de una publicación analítica, un texto de consulta
acerca de cómo se ha desarrollado el estudio de la ciencia política y lo político
en Jalisco, e indirectamente una parte del quehacer académico.
En esta sección es nodal citar lo que dice Giovanni Sartori con respecto
de la autonomía de la política. Recordarlo es importante porque con ello se
valora su dimensión y la necesidad de estudiarla al margen de visiones tota-
lizadoras o que califican a la política como un asunto de superestructura. El
politólogo italiano sostiene cuatro tesis acerca de la autonomía de la políti-
ca al señalar “primero que la política es diferente; segundo que la política es

[11]
Alberto Arellano Ríos

independiente, es decir que sigue leyes propias, instaurándose como ley de sí


misma; tercero, que la política es autosuficiente, autárquica en el sentido de que
basta para explicarse a sí misma; cuarto, que la política es causa primera, una
causa generadora no sólo de sí misma sino también de todo el resto dada su
supremacía”.1
Aunque en la inquietud por discutir la situación, evolución, desarrollo
e institucionalización de problemas, temas y agendas en el estudio de la po-
lítica en México, ya se ha escrito bastante, sin agotar el tema –incluso hacer
un estado del arte sobre estos trabajos resultaría interesante–, esbozar dichas
obras realzaría la importancia de este libro y de esta primera parte en particu-
lar, principalmente porque el esfuerzo y ejercicio está aplicado a Jalisco con
sus respectivos matices y grados o alcances y limitaciones; además, adquiere
mayor importancia al dar cuenta de una situación sociohistórica específica,
y porque la obra responde a cuestiones que ocupan y preocupan a quienes
habitamos en esta entidad.
Por lo tanto, esta primera parte, en particular, sigue el espíritu que ha
inspirado a El Colegio de Jalisco desde su creación: ver el mundo y nuestra
inserción en él desde nuestra propia realidad. Esto, lejos de ser un provin-
cianismo vetusto, implica que la investigación tiene como base responder
a cuestionamientos social e históricamente importantes a partir de nuestras
propias preocupaciones, sin perder de vista nuestra línea histórica. Entonces,
el asunto es saber si la presente obra está articulada por un interés relevante
para la región; los autores que la suscriben así lo sostienen.
En lo que respecta al ámbito nacional, se han hecho reflexiones previas
relativas al estado que guarda el estudio de la política y, en específico, de la
ciencia política. En ellas se evalúa básicamente el desarrollo o la institucio-
nalización de la disciplina, por lo que es pertinente aclarar que su consulta y
lectura fueron de gran ayuda al permitir la ubicación de las directrices en las
cuales descansa esta obra en general. Como muchas veces sucede, lo nacional
se reduce al centro, con mayor exactitud, a la capital del país; a pesar de ello,
las acciones para evaluarla y la intensificación de los debates cuando el mismo

1
Giovanni Sartori. La política. Lógica y método en las ciencias sociales. México: fce, 1996, p. 208.

12
Estudio introductorio

Giovanni Sartori cuestionó la situación de la ciencia política norteamericana,2


algunos escritos anteriores, y otros al calor del debate provocado, acentúan
diversas posturas.
Por ejemplo, Soledad Loaeza ha señalado que la ciencia política mexicana
le ha tomado el pulso al cambio político. Nos expone cómo, desde la década
de 1970, el estudio formal de la ciencia política en México experimentó un
auge al que ella califica como sin precedentes. Al exponer la evolución de la
disciplina y su desarrollo institucional, el cual estuvo marcado por la progre-
siva autonomía de los centros de investigación, da cuenta de las perspectivas
epistemológicas con las que han trabajado.3
Loaeza detalla la disminución del paradigma marxista en el estudio de los
fenómenos políticos frente a lo que llama la ciencia política liberal. Esto aconte-
ció a partir de la década de 1980. Pese haberse introducido con anterioridad,
la ciencia política liberal se posicionó poco a poco en un lugar protagónico.
Asimismo, pormenoriza el proceso de fortalecimiento de la comunidad cien-
tífica, sus disputas y los centros de investigación constituidos.4
En otro texto centrado en las relaciones establecidas entre hechos e ideas
y enfoques de trabajo, Adrián Acosta traza las diversas trayectorias académi-
cas e intelectuales de la ciencia política mexicana en los últimos treinta años.
En su artículo da cuenta de las diversas comunidades epistémicas que configuran
el campo disciplinario contemporáneo de la ciencia política en México. Para
ello se vale de una revisión bibliográfica del periodo 1980-2008, y elabora un
mapa preliminar y general de las orientaciones, agendas, problemas y méto-
dos de investigación que caracterizan el análisis politológico mexicano.5
Acosta encontró, entre otras cosas, que durante la década de los ochenta
los temas abordaban los límites del autoritarismo y la crisis del régimen polí-
tico, cuyos problemas fueron el presidencialismo, la caracterización del régi-
men político, el sistema de partidos y la reforma electoral.6
2
Véase Giovanni Sartori. “¿Hacia dónde va la política?”. Política y Gobierno. México, cide, vol. xi, núm.
2, segundo semestre de 2004, pp. 349-354.
3
Soledad Loaeza. “La ciencia política: el pulso del cambio mexicano”. Revista de ciencia política. Santiago
de Chile, Pontificia Universidad Católica de Chile, vol. 25, núm. 1, 2005, pp. 192-203.
4
Idem.
5
Adrián Acosta Silva. “La política en México: ideas, anteojos y cristales”. Andamios. México, Universi-
dad Autónoma de la Ciudad de México, vol. 6, núm. 11, agosto de 2009, pp. 101-128.
6
Ibid., p. 109.

13
Alberto Arellano Ríos

Durante los años noventa, los temas de agenda consistieron en la tran-


sición política y la democratización; y sus problemas fueron las elecciones,
los partidos e instituciones políticas, la gobernabilidad y el cambio político,
la cultura política, los gobiernos locales, la alternancia política, el gobierno y
políticas públicas, así como los gobiernos divididos.7
Finalmente, en los años que van de 2000 a 2008 el tópico de agenda fue la
consolidación democrática; y los problemas fueron la evaluación de la transi-
ción política, los gobiernos locales, los gobiernos divididos y la relación entre
poderes, las políticas públicas, la gobernanza, además de la participación, la
democracia y el desarrollo.8
En otro texto, Antonio Aguilar Rivera medita acerca de las condiciones
en que se practica la ciencia política en el país, así como su calidad y las di-
ferencias que hay en su interior. Planteó que en México hay archipiélagos y
enclaves politológicos que hacen ciencia política siguiendo los modelos de
investigación de Estados Unidos, y que consideraban la producciones aca-
démicas en el país como de segunda o tercera categoría. Observó al mismo
tiempo que el rasgo central de la ciencia política mexicana en general es su
fragmentación; notó que era plural desde la perspectiva teórica y metodoló-
gica, pero que la producción y consumo de su conocimiento era endogámico
y autorreferencial. No obstante, ante los graves problemas que aquejan al
país, Aguilar Rivera cuestionó que la ciencia política no estaba produciendo
conocimiento significativo a partir de preguntas realmente importantes rela-
cionadas con dicha realidad.9
Poco tiempo después, Mauricio Rivera y Elena Rodrigo Salazar se propu-
sieron a desmentir la idea de que la ciencia política mexicana estaba siguien-
do el modelo estadounidense y con ello arrastraba sus vicios, o bien que la
disciplina en México estaba aún lejos del estándar estadounidense; una meta
en sí para ellos. Estos autores trataron, a su decir, “dejar el terreno de las im-
presiones” por lo que evaluaron 231 trabajos de ciencia política publicados
en tres revistas académicas consolidadas durante el periodo de 1990-2007.
Enfáticos, mostraron que la ciencia política mexicana es dominantemente
7
Idem.
8
Idem.
9
Véase José Antonio Aguilar Rivera. “El enclave y el incendio”. Nexos. México, núm. 373, enero de
2009 (http://www.nexos.com.mx/?P=leerarticulo&Article=12), enero de 2010.

14
Estudio introductorio

descriptiva, monográfica y cualitativa. Sin embargo, concluyeron que debatir


la preeminencia de algún método en particular en la disciplina contribuiría
más en la medida que se discutieran aspectos sustantivos de los métodos y sus
procesos de investigación.10
Ejercicios análogos o divergentes son los que se muestran en los dos
primeros capítulos que componen este volumen. La lectura de los artícu-
los y textos previos, como se dijo, fue esencial para discernir qué se podía
hacer. Antes, convendría señalar que detrás hubo un trabajo intenso que
implicó varias reuniones durante el primer semestre del año 2011. En este
tiempo se discutieron los ejes y bases que debían guiar la indagación.11
Se consideró necesario hacer un análisis sistemático e independiente de
los temas políticos o de política con la intención de revisar la gran varie-
dad de enfoques y aplicaciones. Luego se plantearon dos grandes inquietudes
aplicadas para cada temática: por un lado, qué teorías o enfoques permea-
ron la investigación para estudiar los procesos políticos e instituciones gu-
bernamentales de Jalisco; por el otro, cuáles fueron los métodos y técnicas
de investigación aplicados con mayor regularidad en los trabajos y artículos
publicados. Se trata pues de escribir una historia de los estudios políticos en
Jalisco, sus aplicaciones, contribuciones, límites y retos.
La bibliografía se organizó con base en un criterio politológico que no
necesariamente podría corresponder a cómo la comunidad de Jalisco trabaja
de manera colectiva y consciente, por lo cual la búsqueda del material biblio-
gráfico lo guiaron las siguientes coordenadas temáticas: a) régimen y poderes
públicos, b) partidos y elecciones, c) acción colectiva (los movimientos socia-
les y las ong), y d) otros.

10
Mauricio Rivera y Elena Rodrigo Salazar. “El estado de la ciencia política en México. Un retrato
empírico”. Política y gobierno. México, cide, vol. xviii, núm. 1, primer semestre de 2011, pp. 73-108. Las
revistas evaluadas fueron Política y gobierno del cide, Foro Internacional de El Colegio de México y la Revis-
ta Mexicana de Sociología de la Universidad Nacional Autónoma de México. En particular evidenciaron
que la ciencia política mexicana se caracterizaba por: a) generar proposiciones descriptivas, b) emplear
métodos cualitativos, c) orientarse al estudio de caso y d) generar hipótesis por la vía inductiva. Sin
embargo, los resultados arrojaron una alta similitud en términos de agenda de investigación entre las
publicaciones políticas mexicanas y las norteamericanas, passim.
11
Inicialmente en ellas participó el politólogo Moisés Pérez Vega pero por compromisos profesionales
no pudo seguir en el proyecto. No obstante, en la base y los pilares que fundamentan el presente
volumen se encuentra su participación y sus valiosos comentarios e ideas.

15
Alberto Arellano Ríos

Identificados los criterios de organización, la indagación tomó en cuenta


dos elementos que garantizarían el rigor y la calidad académica en el análisis
bibliográfico. Los libros y artículos publicados debían a) tener como objeto
de estudio y análisis al estado de Jalisco y b) debían ser respaldados por las ca-
sas editoriales Universidad de Guadalajara, Instituto Tecnológico y de Estu-
dios Superiores de Occidente (iteso), el Centro de Investigaciones y Estudios
Superiores en Antropología Social (ciesas) y El Colegio de Jalisco.12 Además,
era necesario que los artículos hubieran sido publicados en las siguientes re-
vistas: Espiral, Comunicación y Sociedad, Estudios Sociales, Acta Republicana de la
Universidad de Guadalajara; Renglones del iteso;13 Estudios Jaliscienses de El Co-
legio de Jalisco; y Desacatos del ciesas.14
Después de que se establecieron las bases generales se procedió a exami-
nar meticulosamente. Al inicio del proyecto se realizó una búsqueda biblio-
gráfica de los artículos y los libros publicados. La numeralia básica reportó
en su parte inicial la existencia de 70 artículos y 115 libros según los criterios
generales planteados. En el rubro de las revistas, 23 se publicaron en Espiral,
11 en Acta Republicana, 15 en Renglones, 10 en Estudios Jaliscienses, 5 en Desacatos,
3 en Comunicación y Sociedad, y 3 en Estudios Sociales. En el rubro de los libros
78 fueron de autoría individual y 37 fueron obras coordinadas.
En una segunda revisión más detallada, y a partir de consideraciones más
cualitativas, el universo se redujo de manera que quedaron para ser tomados
en cuenta 41 artículos y 59 libros. De las revistas, 13 artículos correspon-

12
El fin es heurístico, y esto puso de lado algunos trabajos de Javier Hurtado, Jorge Alonso, Jaime
Preciado, entre otros. Por ejemplo, del primero quedaron fuera sus trabajos sobre el presidencialismo
mexicano y los sistemas de gobierno.
13
La revista pasó al menos por tres procesos de cambio editorial y por lo tanto institucional. En un
primer momento la revista era una publicación cuyo formato se acercaba a revistas tipo Nexos o Letras
Libres. Después había un número monográfico y temático; finalmente se constituyó como una revista
dictaminada y arbitrada. Algunos textos fueron considerados partir de la segunda fase, que a juicio
de los autores, lo merecían. De la tercera fase no fue trazado ningún artículo simplemente porque no
se había publicado ningún texto en la línea de los estudios políticos, además de que la revista había
publicado apenas dos números con las nuevas políticas editoriales.
14
Cabe mencionar que inicialmente se había añadido una tercera coordenada; era una lista de acadé-
micos para cada campo disciplinar, pero al final el cumplimiento de las dos primeras conllevó a este
inventario de personajes. En los temas de ciencia política estaban autores como Jorge Alonso, Javier
Hurtado, Juan Manuel Ramírez, Luz Lomelí, Laura Romero, Alicia Gómez, María Marván, Jaime
Preciado, Ignacio Medina, Jorge Ceja, Marco Antonio Cortés, entre otros.

16
Estudio introductorio

dieron a Espiral, 8 a Acta Republicana, 8 a Renglones, 6 a Estudios Jaliscienses, 3 a


Desacatos, y 3 a Comunicación y Sociedad; mientras que los libros fueron 41 de
autoría individual y 18 fueron obras coordinadas.
La tercera revisión consistió en la lectura directa de las obras para resta-
blecer algunos parámetros de reagrupación interna. Esto marcó diferencias
mínimas entre las obras finales consultadas y citadas en cada capítulo, por lo
cual fueron desechadas algunas, o se consideró la inclusión de otras debido a
que el análisis y la argumentación así lo requerían (la relación se presenta en
los anexos 1 y 2).
En este sentido, los trabajos que integran esta primera parte y los realiza-
dos para los estudios sobre políticas públicas, con sus respectivos matices y
diferencias, ofrecen pistas y vetas generales de la manera en que la comunidad
académica de Jalisco trabaja. Esto, que pudo ser un elemento de crítica, fue
a su vez una fortaleza debido a la diversidad con la cual se discutió el marco
general del proyecto y la forma en cómo se recopilaron y analizaron las re-
ferencias bibliográficas. La obra en general es muestra y consecuencia de las
diversas posiciones y perspectivas que hubo incluso en el equipo de trabajo.
En lo que respecta a los textos que integran esta parte, el primero tiene
como estrategia de análisis y base de exposición narrativa, la metáfora de tra-
zar rutas para ubicar los enfoques y perspectivas. En el simple trazo no sólo
se precisan y sitúan tales inquietudes, sino que al contextualizarse se da cuenta
de procesos y debates teóricos más amplios que una simple oposición entre
lo cuantitativo y cualitativo oculta o evade.
El otro texto, más breve, no sólo organiza y sistematiza las fuentes bi-
bliográficas a partir de la ubicación de los instrumentos y las técnicas de in-
vestigación con los cuales se obtiene la evidencia empírica y se sustentan sus
resultados, sino que previamente hace un esfuerzo por precisar los ejes para
agrupar y clasificar o decir que cierta obra es o corresponde a algún tipo de
trabajo metodológico. Esto último implicó limitar la discusión metodológica
en un plano estrictamente instrumental, con las fortalezas y debilidades que
ello conlleva.

17
EL ESTUDIO DE LA POLÍTICA
Rutas, temas, enfoques y perspectivas

Alberto Arellano Ríos


El Colegio de Jalisco

Introducción
En los objetos y temas estudio de las ciencias sociales hay historicidad, por
lo tanto no hay generación espontánea ni decisiones estrictamente indivi-
duales en su selección. En la práctica académica si bien inciden los gustos e
intereses particulares, así como las trayectorias personales, éstos se enmar-
can en contextos histórico-políticos o teórico-metodológicos más amplios.
Dicho entorno, al igual que las situaciones de tipo institucional y las polí-
ticas de investigación, interviene en las líneas de trabajo que la comunidad
académica se ha propuesto. Incluso en la elección de los tópicos incurren
las fobias y preferencias, los modos de hacer investigación de los cuerpos
académicos y, desde luego, la opinión pública que presiona para que se pres-
te más atención a ciertos temas, problemas o asuntos; como resultado de
ello, en la agenda académica y los resultados generados no hay neutralidad.
En este sentido, la reflexión y el análisis que se desprenden de ver cómo
se institucionalizan una o varias disciplinas, cómo se crean escuelas, con qué
instrumentos, perspectivas y enfoques se abordan los fenómenos o en cuál
contexto se dan, pueden obtenerse por un exhaustivo estado del arte aplica-
do a un espacio y temporalidad concretos.
Sin embargo, hacerlo y dar cuenta de cada una de las inquietudes anterio-
res sería una gran proeza. De ahí que resulte de gran utilidad la metáfora de la
cartografía que Boaventura de Sousa Santos utiliza en sus trabajos, la cual es
una base importante en toda su obra. Un estado del arte o ejercicio reflexivo

[19]
Alberto Arellano Ríos

en estos términos es el que se pretende hacer en este capítulo. Antes con-


vendría señalar, y como lo precisa Santos, tener en cuenta que la cartografía
–identificada como la ciencia de hacer mapas y como metáfora de exposición
narrativa y analítica–, sirve para trazar rutas, identificar temas y asuntos, o
bien inferir contextos sociales e históricos.1
En el caso particular que ocupa a este capítulo, las perspectivas teóricas
en el estudio de la política en Jalisco, deben tenerse en cuenta los alcances
y limitaciones al hacer un estado del arte, los cuales se encuentran contem-
plados en la misma ciencia-arte que elabora mapas: la cartografía. Santos
menciona que a la hora de elaborar mapas hay problemas en la represen-
tación debido a las escalas y las distorsiones que se generan.2 No obstante,
los mapas tienen como intención dar sentido y que su uso sea fácil para los
viajeros, pues como él mismo lo dice: “De nada valdría diseñar mapas si no
hubiera viajantes para recorrerlos”.3
Se aclara entonces el sentido metafórico aludido: la intención es repre-
sentar y rastrear el origen de una travesía y proyectar el rumbo que ha tenido
la comunidad académica de Jalisco en el estudio de la política. La escala es
reducida al estudiar una entidad federativa debido a que se busca ganar pro-
fundidad. Por lo tanto, el siguiente estado del arte considera diversas inves-
tigaciones que han tenido como objeto de estudio a la política y sus asuntos
en Jalisco. La idea que lo fundamenta, además de las directrices señaladas en
el estudio introductorio, es el espíritu de que han sido hechas en y para Jalisco.
Cabe precisar que el análisis que a continuación se realiza es más detalla-
do y cualitativo. Se dirige a desmenuzar el contenido; por ello, la cantidad de
textos se ha depurado, de manera que puede haber variaciones con lo indica-
do en el estudio introductorio. Lo importante fue trazar las rutas y perspecti-
vas con las que trabaja la comunidad académica para observar sus fortalezas
y debilidades (véase anexo 1).

1
Véase Boaventura de Sousa Santos. “Una cartografía simbólica de las representaciones sociales. Pro-
legómenos a una concepción posmoderna del derecho”. Nueva Sociedad. Buenos Aires, núm. 116,
noviembre-diciembre de 1991, pp. 18-38 (http://www.nuso.org/upload/articulos/2047_1.pdf) octu-
bre de 2010; y Crítica de la razón indolente. Contra el desperdicio de la experiencia. Para un nuevo sentido común: la
ciencia, el derecho y la política en la transición paradigmática. Bilbao: Desclée de Brouwer, 2003, pp. 223-254.
2
Santos, “Una cartografía simbólica…”, passim.
3
Santos, Crítica de la razón…, p. 154.

20
El estudio de la política. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

De este modo, será posible mostrar temas, enfoques y perspectivas con


los cuales trabajan los investigadores en el estudio de la política local. Las ru-
tas o vetas en cuestión son: a) la vertiente electoral; b) los estudios de la tran-
sición democrática y el cambio político; c) las investigaciones sobre el estudio
de las élites, la clase política y los partidos; d) el análisis de las instituciones y
el desempeño gubernamental; e) el estudio de los movimientos sociales y la
acción colectiva; y f) los estudios sobre cultura política.

La vertiente electoral
En la comunidad académica de Jalisco los estudios electorales ocupan un
lugar central. Si bien es cierto que esta temática fue y es medular en los es-
tudios políticos debido a que numerosos estudios o reflexiones corroboran
su importancia, aquí sólo serán esbozadas las investigaciones que se ajusten
a los criterios señalados en el estudio introductorio. En este ramal, el mayor
número de trabajos corresponde a las elecciones acontecidas en la entidad,
aunque la comunidad local ha abordado las elecciones en otras regiones del
país y las elecciones del ámbito federal. Como punto de partida, se puede
decir que las investigaciones publicadas proveen el pulso del cambio político
en Jalisco.
Así, y siguiendo una exposición cronológica de los trabajos académicos,
se tienen que considerar inicialmente dos obras de Jaime Preciado con las
cuales introduce la disciplina de la geografía electoral en el campo local, con-
virtiéndose además en el referente de esta perspectiva. En una de las investi-
gaciones se analiza el proceso electoral federal de julio de 1988, y en la otra
se estudia el proceso electoral de diciembre de 1988.4 La primera obra pone
el acento en la elección de funcionarios federales (presidente, diputados, se-
nadores); la segunda se centra en la elección del gobernador, diputados y
presidentes municipales, de ahí que el segundo trabajo sea el que se tome en
cuenta. En tal investigación, Preciado tiene como intención principal obser-
var los cambios en las preferencias electorales, sobre todo cuando las elec-
ciones jaliscienses y federales no eran simultáneas. Buscaba aclarar, precisar o
Jaime Preciado Coronado. Geografía electoral de Jalisco: diciembre de 1988. Guadalajara: Universidad de
4

Guadalajara, 1990; y Geografía electoral de Jalisco: julio de 1988. Guadalajara: Universidad de Guadalajara,
1990.

21
Alberto Arellano Ríos

encontrar la relación o el impacto de las elecciones federales en las locales. Si


bien la obra se inserta en un estudio coyuntural, se observa una escala local
del voto y esto en sí era ya importante.5
En la tesitura anterior pero ampliando el espacio sociotemporal se en-
cuentra una investigación de Jorge Alonso. Su obra, por este hecho, es un
referente obligado en los estudios electorales puesto que da cuenta del acon-
tecer al respecto en la entidad por un lapso de cinco décadas, así como de la
evidencia empírica que lo sustenta: los resultados en las elecciones distritales
y municipales. Cuestiona y denuncia que las elecciones eran utilizadas en el
régimen priísta para sancionar decisiones políticas y copulares previas, por lo
que eran un simple rito electoral.6
Pese a que los procesos electorales pudieran haber sido un rito, cuando
la comunidad académica las estudiaba, analizaba y daba seguimiento al tenue
avance democrático, por igual mantenía una posición crítica en relación con
el estado de cosas. De ahí que no sólo se analizaban los resultados electorales
que se desprendían de cada proceso en sí, sino que además de contextualizar
la lucha, el estudio y la comprensión del fenómeno eran los vectores centrales
de comprensión del cambio y la transición política. Cabe señalar que dichos
vectores imperaron en los estudios políticos durante las décadas de 1980 y
1990, y estar al tanto era una obligación.
En el trazo de las investigaciones para descubrir rutas teóricas, perspec-
tivas, problemas, agendas o procesos, tocaría el turno de hablar de las elec-
ciones de 1995, y en particular esbozar el trabajo de Jorge Alonso, referente
obligado para entender esta elección en la historia reciente de la entidad. No
obstante, dicha investigación no será trazada en este apartado, porque si bien
Alonso presenta un balance de las elecciones federales de 1994 y las locales
de 1995 que redundaron en la alternancia panista en el Ejecutivo estatal, la
obtención de la mayoría en el Congreso de Jalisco, su triunfo en las alcaldías
de la Zona Metropolitana de Guadalajara (zmg) y en más de la mitad en los
municipios de la entidad, su obra puede ser vista como un profundo estudio
sobre el cambio político o la transición democrática local. Esto es así porque

5
Preciado Coronado, Geografía electoral de Jalisco: diciembre…
6
Jorge Alonso. El rito electoral en Jalisco (1940-1992). Zapopan: El Colegio de Jalisco-ciesas, 1993.

22
El estudio de la política. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

el autor explica y da cuenta de la complejidad en la que un conjunto de acto-


res e instituciones se interrelacionaron y se vieron involucrados.7
De ahí que el trabajo analizado sea el de Luz Lomelí Meillón. Su estudio
acerca de las elecciones de 1995, publicado en el año 2000, es quizá de las
pocas investigaciones que pueden acercarse al corte politológico. Por este
hecho, su investigación no se inscribe en un análisis narrativo y elemental de
los resultados electorales.8
Si bien es cierto que Lomelí Meillón analiza las preferencias electorales
y las identidades partidarias de los electores jaliscienses, así como la distri-
bución geográfica que resultó en la elección de 1995, sigue con claridad la
conceptualización teórica y metodológica que se desprende del estudio de los
sistemas electorales y de los partidos políticos construidos en la ciencia políti-
ca. Aunque recurre a las aportaciones de Norberto Bobbio sobre el desarro-
llo de la democracia liberal y representativa, los planteamientos de Giovanni
Sartori acerca de los sistemas partidos son los que soportan su trabajo en el
análisis de la evidencia.9
De manera empírica, Lomelí muestra la participación del voto volátil y del
voto consistente en las contiendas electorales, la relación entre el voto consis-
tente con las clientelas electorales, un perfil de los electores y de su participa-
ción en los comicios de 1995, entre otros hallazgos y relaciones planteadas.10
Diferentes elementos dieron significado a la elección del 6 de julio de
1997, estudiada nuevamente por Jaime Preciado. En la coyuntura electoral
de ese año, la contienda estuvo a cargo de una instancia que ya no depen-
día o era controlada por el gobierno.11 De hecho, la elección de este año
fue reveladora porque por primera vez el Ejecutivo federal perdió la mayoría
absoluta en la Cámara de Diputados anunciándose el fenómeno de los go-

7
Jorge Alonso. El cambio en Jalisco: las elecciones de 1994-1995. Guadalajara: ceej-ciesas-cucsh, Universi-
dad de Guadalajara, 1995.
8
Luz Lomelí. El sentido del voto. Electores, votos y sistema de partidos en Jalisco. Guadalajara: iteso, 2001. La
distancia temporal de cuando se suscitó el acontecimiento y la fecha de la publicación de la obra,
aunado a los factores teórico-metodológicos, podrían explicar esta situación.
9
Idem.
10
Idem.
11
Jaime Preciado Coronado. “Elecciones en contexto de alternancia: balance y perspectiva”. Estudios
Jaliscienses. Zapopan, El Colegio de Jalisco, núm. 33, agosto de 1998, pp. 5-23.

23
Alberto Arellano Ríos

biernos divididos o, para ser preciso, se suscitó de manera inicial un gobierno


no unificado que traería, conjuntamente con los gobiernos divididos en su
plenitud, el mal consustancial del sistema presidencial: la parálisis legislativa
y gubernamental.
La elección local de noviembre de 1997, cuyos resultados conformaron
un nuevo mapa político, tuvo un factor significativo adicional: la aprobación
de una ambiciosa reforma política en Jalisco. Este acontecimiento le dio al
proceso electoral un elemento contextual y valioso en sí, el cual consistía
en observar los alcances y limitaciones de la reforma aprobada. De ahí que
Preciado Coronado se haya ocupado de analizar esta cuestión, y desde la
geografía electoral, explicar el contexto y el comportamiento del voto en los
distritos de Jalisco y sus municipios.12
En el proceso social y político fue estableciéndose un sistema de elec-
ciones competitivas que trajo entornos de incertidumbre. En él, los partidos
cada vez tenían menos asegurado el voto. En esta nueva realidad, Jorge Alon-
so analiza las elecciones jaliscienses locales de 1997. En su estudio compara
el comportamiento de los votantes en las elecciones para diputados locales
y municipales. Destaca, después de hacer un análisis minucioso, la confor-
mación de un entorno de indeterminación electoral y cómo en este proceso
el ciudadano fue el factor determinante para configurar espacios políticos
novedosos.13
Como se puede observar, los procesos electorales eran esperanzadores
por ser los instrumentos visibles de la lucha política. Enarbolar el respeto al
sufragio e implantarlo tenuemente hizo que se conformara de manera pau-
latina un sistema de partidos más plural; además de que se abrieran espacios
de representación y gobierno en el régimen político local. El poder político
se dispersaba y fragmentaba. Se transitó de un sistema de partido hegemó-
nico que recaía en el Partido Revolucionario Institucional (pri) a un sistema
básicamente bipartidista entre el pri y el Partido Acción Nacional (pan), en el
cual se expresaba marginalmente en una tercera y hasta cuarta fuerza política.

Idem.
12

Jorge Alonso. “La incertidumbre electoral. Las elecciones jaliscienses locales en 1997”. Espiral. Gua-
13

dalajara, Universidad de Guadalajara, vol. iv, núm. 12, mayo-agosto de 1998, pp. 95-110.

24
El estudio de la política. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

En este contexto, Jorge Ceja dirige la mirada a los procesos electorales


en el ámbito municipal. En particular, valora las elecciones municipales de
1997, y la categoría de primera alternancia política o partidista es central para
la comprensión de la transición política. Ceja Martínez muestra que en esa
elección, y en un periodo de poco menos de tres años, se suscitaron 53 pro-
cesos de primera alternancia en los 124 municipios que había en ese entonces
en Jalisco.14
De tal modo, las elecciones de 1997 fueron importantes porque, situa-
das en el contexto anterior, tanto Preciado como Alonso y Ceja precisan
que fueron el punto inicial de la apertura política. Sin embargo, Jorge Alon-
so se encarga de profundizar la elección de 1997. En esta investigación,
además de hacer un seguimiento puntual y meticuloso de los resultados de
las elecciones de 1997, inserta su reflexión en una discusión teórica más
amplia acerca de la democracia.15
Su obra califica y concluye que la democracia hasta entonces construida
era precaria. Su trabajo, además de ser de gran magnitud porque analiza con
detalle las elecciones federales de 1997 y sus repercusiones en el proceso
local de finales de ese año, proporciona información de las encuestas realiza-
das, la relación del voto con la pobreza y examina el costo económico de la
democracia jalisciense, entre otros fenómenos.16
El proceso seguido llevó a la composición de un sistema de partidos en
los que únicamente dos fuerzas eran las que contaban e importaban. En el
sistema bipartidista conformado, y en el proceso en el cual el pan ascendía
como primera fuerza política estatal y el pri era relegado, había un punto de
discusión y debate en la comunidad académica local: establecer o precisar su
sentido lógico. La interpretación podría girar alrededor de dos grandes plan-
teamientos: en uno estaban aquellos que veían el ascenso del panismo por
méritos propios y otros procesos convergentes; en el otro, los que planteaban

14
Jorge Ceja Martínez. “Partidos y ciudadanos: la alternancia política municipal en Jalisco”. Estudios
Jaliscienses. Zapopan, El Colegio de Jalisco, núm. 33, agosto de 1998, pp. 61-75.
15
Jorge Alonso. Democracia precaria. Tlaquepaque: iteso, 2000. Desde el punto de vista metodológico, y
como él lo dice, su obra parte de un estudio de caso en donde analiza los resultados electorales y reali-
za observación participante en el órgano encargado de preparar, realizar y vigilar el proceso comicial:
el entonces Consejo Electoral del Estado de Jalisco.
16
Idem.

25
Alberto Arellano Ríos

que el pri había caído debido a la pérdida de apoyo como resultado del des-
gaste gubernamental.
La segunda posición fue compartida por Alfonso Hernández. Enfático,
a partir de analizar las preferencias electorales y hacer un recuento de las
elecciones de 1988, 1992, 1995 y 1997, sostuvo que la caída del pri en las pre-
ferencias se debió más a factores inherentes a la actividad política del mismo
partido que a la consolidación del pan en el estado.17
En otro asunto, y como figura central en los procesos electorales, estuvo
la institución encargada de organizar las elecciones. El árbitro electoral, como
también se le conoce, ha sido objeto de estudio; en particular los casos del
Consejo local del ife en Jalisco y sus consejos distritales. Acerca de este tópi-
co, David Gómez y Ramiro Garzón analizan el perfil de los consejeros locales
y distritales. Se abocan al grado de estudios, al origen de las propuestas, su
procedencia y trayectoria profesional para señalar que el contexto importa e
incide en el árbitro electoral.18
Nuevamente en la línea de dar seguimientos al acontecer en materia elec-
toral, Jorge Alonso examina los procesos local y federal del año 2003. Cabe
aclarar que, probablemente, la elección de 2000 haya sido analizada por los
académicos de Jalisco pero en otros espacios. El hecho de que no aparezca en
el trazo cronológico de las obras se pudo deber a las coordenadas generales
establecidas en el primer estudio introductorio.
Alonso Sánchez, en una obra coordinada, examina la actuación de cada
partido en ambos procesos electorales de 2003, en el municipio de Guadalaja-
ra. El libro ofrece una visión de conjunto y profundiza en las campañas y los
17
Alfonso Hernández Valdez. “La caída priísta en Jalisco” Renglones. Tlaquepaque, iteso, año 15, núm.
38, agosto-noviembre de 2000, pp. 44-48.
18
David Gómez Álvarez y Ramiro Garzón Contreras. “Los árbitros de las elecciones. Perfil de conseje-
ros electorales en Jalisco”. Renglones. Tlaquepaque, iteso, año 15, núm. 38, agosto-noviembre de 2000,
pp. 62-67. Cabe decir que el Consejo local y los distritales se integran por un consejero presidente, seis
consejeros electorales y un representante de cada partido político que cuente con registro. El primero
también es vocal ejecutivo y pertenece al servicio profesional electoral. Este servidor público con-
juntamente con los consejeros electorales que surgen de la ciudadanía sin un vínculo abierto o claro
que medie con los partidos políticos, son los que se encargan de encabezar el proceso electoral en
sus respectivas demarcaciones. Por lo tanto tiene voz y voto mientras que los partidos políticos sólo
cuentan con voz. En lo que toca a su estructura ejecutiva, ésta se compone por un vocal de organiza-
ción electoral, otro del registro federal de electores y otros más de capacitación electoral y educación
cívica, así como el secretario del consejo local que al igual que los partidos tiene voz pero no voto.

26
El estudio de la política. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

resultados electorales. En dicha obra Paula Díaz analiza el desenvolvimiento


del pan; Sandra Vizcaíno se encarga de la campaña del pri; Laura G. Gómez
estudia la campaña del Partido de la Revolución Democrática (prd); Adrián S.
González la del Partido Verde Ecologista; José Maximino Oropeza la del Par-
tido del Trabajo (pt); María Elena Anguiano de Convergencia, Partido Alian-
za Social y el Partido Sociedad Nacionalista; y Arturo Villa las campañas de
México Posible, Partido Liberal Mexicano, Fuerza Ciudadana y el Barzón.19
Las elecciones anteriores fueron analizadas por Javier Hurtado y An-
drés Valdez Zepeda. Contrastan los cambios y continuidades en la campaña
electoral de julio de 2003 en nuestro país, los escenarios preelectorales del
pri y el pan, los conflictos y retrocesos democráticos, los escenarios político-
electorales y el análisis de las tendencias de los comicios del año 2003, entre
otros temas coyunturales.20
Especial interés ha despertado la capital tapatía en Jorge Alonso. De ahí
que en un artículo analice las tendencias de su electorado a lo largo de varios
comicios. En el texto presenta por separado las elecciones municipales y las
distritales para observar sus diferencias. Su artículo descansa en la idea de se-
ñalar que hay votos fríos y calientes, lo cual se debe, a decir de Alonso, al im-
pacto de los candidatos y las coyunturas suscitadas en cada proceso electoral.
Concluyente, dice que puede apreciarse la configuración de un bipartidismo
cada vez menos diferenciado en el plano ideológico y en las prácticas políti-
cas, bipartidismo en el que esporádicamente los integrantes se contrapuntean
y en el cual irrumpe una tercera opción.21
En otro trabajo muy similar, de nuevo Jorge Alonso realiza una revisión
del comportamiento de los electores de la capital jalisciense en el lapso de
1998 a 2003. Observa la evolución y diversificación del voto canalizado a
los candidatos, así como el voto de castigo. Trata de ubicar el voto duro
que responde a situaciones clientelares, la volatilidad electoral y la incidencia

19
Jorge Alonso (coord.). Democracia, campañas y elecciones. Guadalajara: Universidad de Guadalajara, 2005.
20
Javier Hurtado y Andrés Valdez Zepeda (coords.). Continuidad y cambio en Jalisco: gobierno y elecciones
2000-2003. Guadalajara: cuce-cuci-Universidad de Guadalajara, 2003.
21
Jorge Alonso. “Votar en Guadalajara”. Espiral. Guadalajara, Universidad de Guadalajara, núm. 27,
mayo-agosto de 2003, pp. 123-151.

27
Alberto Arellano Ríos

ciudadana en el avance democrático que se impulsó desde diversas organi-


zaciones cívicas.22
En el texto se puede apreciar que la vertiente electoral es, como se dijo,
medular en los estudios políticos; lo mismo valdría decir del enfoque, las
perspectivas o características de los estudios e investigaciones llevadas a cabo
hasta la fecha. Pocos se acercan al enfoque o prototipos que desde la ciencia
política y para la vertiente electoral se construyen. El trabajo de Luz Lomelí
es una excepción, y junto con un artículo de Marco Antonio Cortés Guarda-
do e Ismael Ortiz, explora la configuración del sistema electoral de Jalisco.23
En el texto de Cortés y Ortiz se analizan las consecuencias instituciona-
les y políticas de las reformas electorales y el reacomodo en las relaciones de
poder. Los autores señalan que mientras más competida y equitativa fue la
competencia electoral, y más equilibrada la representación política, crecieron
por igual los sentimientos de desafección de los jaliscienses en relación con
la política y sus componentes. Sus planteamientos, además de preocupantes
al señalar un problema público, fueron reveladores del trayecto seguido en la
vertiente electoral. Si bien es cierto que en Jalisco la modernización fue acom-
pañada de mayor democracia política, lo curioso fue que en dicha entidad se
suscitó una legitimidad menguante hacia la política. Los índices decrecientes
en la participación electoral fueron la muestra más clara y evidente de esto.
Ante tal situación, Cortés y Ortiz señalan que el sistema electoral debía es-
tablecer, para solucionar dichos problemas: a) una proporcionalidad lo más
exacta posible entre votos y representación política y b) mayorías claras y con-
sistentes que garantizaran las funciones de un buen gobierno.24 Este segundo
punto es la otra cara de la moneda en la transición política y una dimensión
del problema que los actores políticos no han comprendido.
Por lo tanto, el proceso de desencanto y el agotamiento de la ruta elec-
toral como expresión del cambio político para profundizar la democracia se
agotó, y las elecciones federales y locales de 2006 fueron su colofón. En este

22
Jorge Alonso. “Un acercamiento al comportamiento electoral tapatío de 1988-2003”. Espiral. Guada-
lajara, Universidad de Guadalajara, vol. xii, núm. 35, enero-abril de 2006, pp. 33-63.
23
Marco Antonio Cortés Guardado e Ismael Ortiz Barba. “Jalisco: democracia electoral con déficit de
legitimidad política”. Espiral. Guadalajara, Universidad de Guadalajara, vol. xiii, núm. 38, enero-abril
de 2007, pp. 45-80.
24
Idem.

28
El estudio de la política. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

marco, Jorge Alonso planteó que los actores políticos habían traicionado la
democracia; de modo que, al analizar las campañas de 2006, la guerra sucia,
las encuestas, los gastos partidistas y las impugnaciones en dicho proceso
electoral, Alonso planteó que lo sucedido en el recuento parcial de votos de
la elección presidencial y lo acontecido en el proceso local, evidenció la grave
crisis de la democracia electoral mexicana.25
Es posible observar entonces que el proceso electoral comenzó a situar-
se en otra dimensión, y con ello los fenómenos de alternancia. En el ámbito
municipal sus limitaciones fueron más claras. La democratización se había
estancado e incluso hasta había regresiones y expresiones autoritarias bajo el
manto de la democracia electoral.
Jorge Ceja quien ha estado al tanto de los procesos electorales y las alter-
nancias en los municipios de Jalisco, ha dado cuenta de dicho proceso, el cual
se intensificó en la década de 1990, cuando la alternancia opositora al pri era
la expresión misma de la democratización; empero, ésta ya se había agotado.
Ceja Martínez señaló que las alternancias de los partidos políticos, ya como
proceso de ida y vuelta, no podían con las inercias, formas y estilos de gober-
nar considerados como “atributos del pasado”. La evidencia que muestra en
su artículo indicaba que hasta el proceso electoral 2006, 120 de los 124 muni-
cipios que integraban el estado de Jalisco habían conocido el fenómeno de la
alternancia cuando ésta era una expresión inicial de modernización política.
Sin embargo, lo concluyente de su estudio fue que las alternancias habían
envejecido prematuramente.26
25
Jorge Alonso. “Democracia traicionada”. Desacatos. Guadalajara, ciesas, núm. 24, mayo-agosto de
2007, pp. 73-108.
26
Jorge Ceja Martínez. “El envejecimiento prematuro de la alternancia política municipal de Jalisco”.
Estudios Jaliscienses. Zapopan, El Colegio de Jalisco, núm. 70, noviembre de 2007, pp. 32-43. Cabe se-
ñalar que en el proceso electoral local de 2009, ya con 125 municipios en Jalisco, sólo dos municipios
no conocían el fenómeno de la alternancia. Eran los casos San Cristóbal de la Barranca y el recién
creado municipio de San Ignacio Cerro Gordo. El municipio de San Cristóbal de la Barranca tuvo
un proceso electoral extraordinario junto con el municipio de Valentín Gómez Farías. La elección
se realizó el 13 de diciembre de 2009 y en ambos ganó el pri. De este modo, en San Cristóbal de la
Barranca no se suscitó el primer fenómeno de alternancia. En el caso de San Ignacio Cerro Gordo al
ser un municipio de reciente creación, había participado ya en dos procesos electorales (2006 y 2009),
pero en ambos había ganado el pan. Véase Javier Hurtado y Alberto Arellano Ríos. “La democracia
político-electoral: balance y perspectivas”. Víctor Manuel González Romero et al. (eds.). 2 décadas en el
desarrollo de Jalisco, 1990-2010. Guadalajara: Seplan-Gobierno de Estado de Jalisco, 2010, pp. 315-316.

29
Alberto Arellano Ríos

Un trabajo sin precedentes que reúne diversidad de perspectivas teóricas y


divergencias en torno de un mismo acontecimiento es el que Marco Antonio
Cortés Guardado y David Gómez coordinaron para analizar las elecciones de
2009. El documento es plural en muchos aspectos. En él, alrededor de treinta
personas –entre académicos, periodistas, funcionarios electorales, así como
miembros y dirigentes partidistas–, evalúan, analizan y reflexionan el proceso
electoral de ese año. Se abordan las campañas políticas y los medios de comu-
nicación, la participación ciudadana, la cultura política, los partidos políticos
y el cambio político.27
Con tales antecedentes, puede afirmarse que la comunidad académica de
Jalisco ha analizado las elecciones federales y coordinado diversos trabajos
con relación al ámbito nacional, con los cuales se alcanza un liderazgo en la
materia.

Las elecciones federales y en otros estados del país


Un primer acercamiento en este rubro es el de Jorge Alonso, quien junto con
Silvia Gómez Tagle, coordina un trabajo que indaga en el comportamiento
electoral del país. Escrito en un entorno donde todavía las elecciones muni-
cipales manifestaba procesos de lucha, situaciones de conflicto poselectoral y
donde no había competitividad real, además de que las gubernaturas eran un
espacio inalcanzable para la oposición al pri, los capítulos que lo integran ana-
lizan los procesos electorales en los estados de Oaxaca, Hidalgo, Michoacán,
Jalisco, Guanajuato, Chihuahua, el fraude de 1988, entre otros.28
El mismo tópico e intención sigue otro trabajo que coordinan Jorge
Alonso y Jaime Tamayo, en el cual analizan las elecciones locales de 1991 en
los estados de Guanajuato, San Luis Potosí, las elecciones municipales y con-
flictos en Michoacán y Guerrero, así como el proceso electoral del municipio
de Mérida, Yucatán.29

27
Marco Antonio Cortés Guardado y David Gómez Álvarez (coords.). El voto en Jalisco: crisis, elecciones y
alternancia 2009. Guadalajara: iepcej-Universidad de Guadalajara-iteso, 2010.
28
Jorge Alonso y Silvia Gómez Tagle (comps.). Insurgencia democrática. Las elecciones locales. Guadalajara:
Universidad de Guadalajara, 1991.
29
Jorge Alonso y Jaime Tamayo (coords.). Elecciones con alternativas. Algunas experiencias en la República
Mexicana. México: La Jornada-ciih-unam, 1994.

30
El estudio de la política. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

Esta muestra la sigue Marco Antonio Cortés Guardado, quien al lado de


Víctor Alejandro Espinoza Valle, coordina un libro donde se presentan di-
versos artículos relativos a la elección federal acontecida el 2 de julio de 2006.
En ellos se estudian las características y efectos de las elecciones concurrentes
y el significado de los comicios presidenciales. Del mismo modo, se analizan
las elecciones concurrentes en los estados de Colima, Guanajuato, Jalisco,
Morelos, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Sonora.30
De manera individual, la comunidad académica local ha analizado las
elecciones federales en Jalisco; entre ellas las elecciones del año 2000, las cua-
les representaron un cambio profundo en la estructura política y en el ánimo
nacional. De nueva cuenta, Jorge Alonso hace un repaso de los antecedentes
de los procesos electorales de 1988, 1994 y 2000 para observar el comporta-
miento de los jaliscienses desde el nivel de los distritos y de los municipios.
Visualiza cómo desde el ámbito municipal se combinan los votos de castigo y
los votos cruzados, y cómo se consolida la presencia y el voto panista.31
Del mismo modo, se han estudiado los órganos electorales en el ám-
bito federal. En relación con este tópico, Luz Lomelí Meillón observa en
las reformas electorales, de manera retrospectiva, un proceso de cambio que
permitió “ciudadanizar” y otorgar autonomía e independencia a los órganos
electorales. Con la intención de valorar los efectos de las reformas, hace un
seguimiento de ellas y de la manera en que se incorporaron nuevos actores
a las negociaciones y decisiones políticas. La autora ya vislumbraba lo que
podría convertirse en un obstáculo. Tal inconveniente sería la fórmula para
seleccionar a los consejeros electorales que transitó de una “dependencia gu-
bernamental” a una “dependencia de los partidos políticos con presencia en
la Cámara Legislativa”.32 Esto trajo los resultados percibidos por todos en la
elección presidencial del año 2006.33

30
Marco Antonio Cortés Guardado y Víctor Alejandro Espinoza Valle (coords.). Elecciones concurrentes
en México: competencia, participación y voto diferenciado. Guadalajara: Ediciones y Gráficos Eón-Universidad
de Guadalajara, 2007.
31
Jorge Alonso. “Las elecciones federales del 2000. Consolidación del panismo”. Espiral. Guadalajara,
Universidad de Guadalajara, vol. vii, núm. 19, septiembre-diciembre de 2000, pp. 95-128.
32
Luz Lomelí Meillón. “Los órganos electorales, un espacio de participación ciudadana”. Espiral. Gua-
dalajara, Universidad de Guadalajara, vol. xii, núm. 36, mayo-agosto de 2006, pp. 41-60.
33
La situación se agravó en el proceso electoral de 2012. Al no haber consenso para la elección de tres
consejeros electorales entre los partidos en un lapso de un año, el ife, al mes de octubre de 2011,

31
Alberto Arellano Ríos

Como se puede apreciar, la comunidad académica de Jalisco ha estado


presente en los procesos electorales al observarlos de manera recapituladora,
hacer un seguimiento puntual de su acontecer, y contextualizar o precisar
las coyunturas a partir del análisis de los resultados electorales y las refor-
mas electorales en la entidad. Las elecciones locales, federales y de otros
estados han sido su objeto de estudio y análisis. Hay trabajos individuales y
colectivos con diversas perspectivas. No obstante, hay una brecha en la ruta
electoral que es digna de mencionar aparte: la relación entre elecciones y los
medios de comunicación, o el papel de los medios de comunicación en el
proceso electoral.

Elecciones y medios de comunicación


Difícilmente se puede dar cuenta de las investigaciones que se inscriben o
abordan este fenómeno, pero los estudios que a continuación se bosquejan,
con base en las coordenadas generales que se señalaron en el primer estudio
introductorio, enfrentan de manera sólida el papel de los medios de comu-
nicación en los procesos electorales. Para iniciar, debe citarse un trabajo de
Gilberto Fregoso, en el cual utiliza un enfoque teórica y metodológicamente
poco explorado por los analistas políticos y los comunicólogos mexicanos
de esa época. Fregoso se abocó al estudio y análisis de información política
en los periódicos regionales; para ello cuantificó y evaluó la información
vertida en el proceso electoral de 1988 en tres diarios tapatíos: El Informador,
El Occidental y Ocho Columnas.34
En la misma dirección, Francisco Aceves examina el “uso” de la prensa
escrita por los habitantes de Guadalajara durante las elecciones presidenciales
de 1994. Analiza el patrón de consumo informativo, y su inquietud académica
se inserta en el estudio del fenómeno de la socialización política: una perspec-
tiva poco desarrollada y abordada hasta ese entonces en México.35
estaba incompleto. Este mes, además de declarase formalmente iniciado un proceso electoral federal,
era de suma importancia porque estaba en puerta una elección presidencial.
34
Gilberto Fregoso Peralta. “Las elecciones federales en 1988 en la prensa de Guadalajara”. Comunica-
ción y sociedad. Guadalajara, Universidad de Guadalajara, núm. 8, enero-abril de 1990, pp. 43-62.
35
Aceves González señaló que para ese entonces las investigaciones se contaban con los dedos de la
mano. Eran estudios dirigidos a proporcionar información empírica; un ejemplo de ellos eran los de
Enrique Sánchez Ruiz de 1994. Véase Francisco de Jesús Aceves González. “Prensa y elecciones. Pa-

32
El estudio de la política. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

En otro análisis más puntual, nuevamente Francisco Aceves analiza la ten-


dencia histórica de la votación, los sondeos de preferencia electoral y la estra-
tegia publicitaria ejecutada por los candidatos a diputado por el Distrito 10 de
Jalisco durante el proceso electoral federal de 2003. Aceves aporta elementos
de reflexión y suficiente evidencia empírica para debatir el tema de la rentabi-
lidad electoral del marketing político.36
Finalmente, hay otros trabajos que analizan la relación o el desempeño de
los medios de comunicación en los procesos electorales. Publicados como ca-
pítulos en la obra que coordinaron Marco Antonio Cortés Guardado y David
Gómez, en particular en la sección donde se analizan las campañas políticas
y medios de comunicación en la elección de 2009, Diego Petersen aborda la
relación y desenvolvimiento de los medios de comunicación en el proceso
electoral; Francisco Aceves et al. tratan la desigualdad, el desequilibrio y la
ausencia de pluralismo en la cobertura informativa político-electoral; en tanto
que Andrés Valdez y Beatriz Vázquez analizan la mercadotecnia política.37
Como se pudo apreciar, la vertiente electoral es el vector de comprensión
de la transición política en México y Jalisco. Con los procesos de la alternancia
opositora culminaba el fin de la hegemonía del pri en el régimen político y el
poder se fragmentaba. Sin embargo, los estudios políticos de la comunidad
académica intentaban situar o matizar los procesos políticos y sociales que
estaban propiciándose en estos esquemas.
Así como el fortín de los estudios electorales era la evidencia empírica, en
la vertiente del estudio político de la transición, la comunidad académica, ade-
más de darle lógica a las interrelaciones suscitadas entre un conjunto de actores
e instituciones, tenían marcos teóricos y analíticos más elaborados. Este ramal
es el que se delineará a continuación.

trones de exposición y consumo de la información política de la prensa escrita por los habitantes de
Guadalajara durante el proceso electoral de 1994”. Comunicación y sociedad. Guadalajara, Universidad
de Guadalajara, núm. 25-26, septiembre de 1995-abril de 1996, pp. 139-174.
36
Francisco de Jesús Aceves González. “Marketing político y rentabilidad electoral: el caso del Distrito
10 de Jalisco en las elecciones federales del 2003”. Comunicación y Sociedad. Nueva Época. Guadalajara,
Universidad de Guadalajara, núm. 4, julio-diciembre de 2005, pp. 39-66.
37
Véase Cortés Guardado y Gómez Álvarez, op. cit., passim.

33
Alberto Arellano Ríos

La transición democrática y el cambio político


El trabajo que abre esta ruta es el libro de Jorge Alonso. Si bien su obra tiene
como interés analizar el triunfo del pan y la derrota del pri en las elecciones
estatales de 1995, lo cual puede incrustar a este trabajo en la vertiente electo-
ral, el texto se ha vuelto una referencia obligada para entender un aconteci-
miento clave en la historia política reciente de Jalisco: la alternancia de 1995.
Lo anterior se confirma porque no sólo realiza un estudio de las elecciones
de febrero de 1995 en sí, sino que aporta claves para comprender los anhelos
y el proceso de cambio que se suscitó en aquel momento.38
Al ser, a su vez, partícipe e integrante del entonces Consejo Electoral
de Jalisco, este antropólogo político polemiza con una manera de hacer aná-
lisis político. Externa una postura teórica al señalar que “el análisis de las
elecciones [si bien] implica necesariamente entender el poder, pero no en su
interpretación reificada sino en su dinámica relacional que combina fuerza y
consenso”.39 Esta perspectiva le permite cuestionar dos grandes tendencias
de interpretación de los fenómenos políticos: por un lado, la que enfatiza
“que al estudioso sólo le corresponde descubrir y señalar cómo opera el po-
der, sin tener en cuenta para nada cuestiones éticas (con lo que finalmente
enmascara una justificación del ejercicio del poder)”;40 y la otra, “que hace
esas mismas descripciones pero presenta las líneas axiológicas que, por salva-
guardar lo humano, apuntan a los acotamientos del mismo poder”.41 El valor
de esta obra radica en que es una lectura esclarecedora y de gran profundidad
pese a estar escrita en el momento que la coyuntura y lo inmediato pudiera
perjudicar la observación.
Ya suscitada la alternancia en el Ejecutivo estatal en 1995 como un he-
cho histórico, Andrés Valdez se plantea como interrogantes: la posibilidad de
pensar si con sólo el cambio de partido puede hablarse de la existencia de una
democracia en Jalisco, qué modificaciones tienen que hacerse para sustentar

38
Alonso, El cambio en Jalisco…, p. 20.
39
Idem.
40
Idem.
41
Idem.

34
El estudio de la política. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

la vida democrática en el estado y cuáles son los retos a futuro en materia po-
lítica. Tales inquietudes lo conducen a analizar y comprender el fenómeno.42
Para resolver dichas interrogantes aborda este acontecimiento al con-
textualizarlo en un proceso de cambio democrático a nivel mundial; además,
busca precisar el proceso democrático seguido hasta ese momento en Jalisco.
El texto se inscribe en el marco analítico de los estudios de la transición y
puntualiza que Jalisco y el país, hasta ese momento, habían sufrido un pro-
ceso de liberalización política. No obstante, el caso mexicano era un camino
atípico en las transiciones políticas latinoamericanas.43
De tal modo y de manera temprana, Valdez Zepeda argumentó que la
democratización mexicana en materia político-electoral avanzó desde las re-
giones hacia el centro. Sobre esta base, consideró atípica la transición, en con-
traste con las experiencias suscitadas en el mundo y el modelo teórico creado
con ellas. Su artículo tiene valor en sí al ser unos de los primeros análisis de
la transición jalisciense, exponer las causas del cambio político y el por qué la
ausencia de conflictos poselectorales en la entidad. Diagnostica los avances al-
canzados durante la primera administración panista en el gobierno de Jalisco y
perfila, a grandes rasgos, la agenda político-electoral para lograr una verdadera
transformación estructural.44
En la misma línea de la “transitología” y como un estudio más profun-
do, se encuentra la obra de Alicia Gómez.45 La investigación tuvo como

42
Andrés Valdez Zepeda. “La metamorfosis de un régimen petrificado”. Espiral. Guadalajara, Universi-
dad de Guadalajara, vol. ii, núm. 6, mayo-agosto de 1996, pp. 81-110. De igual manera el ascenso de
Ernesto Zedillo a la presidencia de México fue del interés de la comunidad académica jalisciense al
anunciar que promovería una reforma política con características amplias y con carácter de definitiva;
pero ésta se limitó a lo electoral. Como se puede apreciar, en la comprensión del fenómeno la ruta
de la transición es el vector de comprensión o discusión. María Marván Laborde ha tenido como
intención explicar el modo en que el pri perdió la presidencia de la República en el 2 de julio de 2000
y cuáles serían los principales retos que enfrentarían los partidos en el futuro inmediato. Véase María
Marván Laborde. “Un régimen democrático en un Estado autoritario”. Renglones. Tlaquepaque, iteso,
año 13, núm. 38, agosto-noviembre, 1997, pp. 5-10; y “Causas y consecuencias del 2 de julio de 2000”.
Renglones. Tlaquepaque, iteso, año 15, núm. 38, agosto-noviembre de 2000, pp. 18-23.
43
Idem.
44
Idem.
45
Véase Alicia Gómez López. Crisis y transición en Jalisco. Guadalajara: Universidad de Guadalajara, 1997.

35
Alberto Arellano Ríos

principales inquietudes saber cómo estaba cambiando el sistema político de


Jalisco, en qué consistía el cambio y cómo se suscitaba la transición.46
Tales inquietudes condicionaron que Gómez López sustentara el análisis
de la transición democrática jalisciense en dos dimensiones al intentar, por
un lado, dar cuenta de los cambios políticos en un sentido sistémico y, por el
otro, abordar el proceso desde el punto de vista de los actores y el papel que
desempeñaron en la crisis del sistema político y el desenlace de la transición.47
Para ello, Alicia Gómez se valió de la combinación de tres perspectivas
teóricas. La primera está compuesta por las teorías normativas sobre el libe-
ralismo y la democracia con la intención de definir la modernidad política; la
segunda se integra por las teorías sobre los sistemas políticos, bajo el interés
de comprender cómo se sostienen y cuáles eran los factores de su estabilidad,
comprender en qué consisten los cambios y localizar los factores de crisis;
en tercer lugar, se valió del enfoque de las transiciones a la democracia que
proporcionaban un modelo general y posible de cambio político hacia la de-
mocracia liberal.48
El sistema político de Jalisco tuvo en la obra de Javier Hurtado, quizá –
vaya la redundancia– su primer estudio sistémico. Su investigación persiguió
tres objetivos que fueron al mismo tiempo una crítica a la forma mediante
la cual se había analizado el sistema político.49 Su libro se inserta en la pers-
pectiva politológica con la que, y a decir de Hurtado, se propuso trascender
y cuestionar la visión meramente electoralista o anecdótica que imperaba en
el estudio de los partidos políticos, las instituciones gubernamentales y los
procesos de cambio político. Con ella pretende ofrecer una visión de conjun-
to respecto de los componentes esenciales de todo sistema político, y el de
Jalisco en particular: a) de su sistema electoral, b) el sistema de partidos y c)
el sistema de gobierno. En particular da cuenta del sistema de partidos (vo-
latilidad y competitividad electoral, número efectivo de partidos electorales y
parlamentarios), entre otros temas.50

46
Ibid., p. 13.
47
Idem.
48
Idem.
49
Javier Hurtado. Sistema político en Jalisco. Guadalajara: Universidad de Guadalajara, 1998.
50
Idem.

36
El estudio de la política. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

En lo concerniente al cambio político, Laura Romero hace un balance


del desempeño del primer gobierno estatal panista a partir de valorar si se
cumplió la promesa de construir un régimen democrático. Además, analiza la
interrelación de este gobierno con otros actores e instituciones del régimen
local y la sociedad civil.51 En este contexto, Romero discute modelos y pre-
cisa categorías como las de transición, democracia política, gobernabilidad,
régimen y sistema político y alternancia, para precisar un tema de debate en el
que estaban inmersos los campos político y académico mexicanos: saber si la
alternancia en la presidencia de la república era el inicio o final de la transición
democrática. Romero es de la segunda posición, por lo que el papel de las
alternancias regionales consistía empujar en esa dirección.52
Unos años más tarde, en la gestión del segundo gobierno panista de
Jalisco, Laura Romero sostuvo que en Jalisco, aparejada por la alternancia
en la presidencia de la república, la democracia no se consolidaba sino que
era una restauración autoritaria con un rostro no priísta. El pan mostró un
rostro neoautoritario. El semblante, inicialmente democrático, capitalizó el
hartazgo ciudadano de setenta años de autoritarismo, pero su gobierno se
transformó en un rostro neoautoritario que puso a la democracia alcanzada
y lograda en una situación de fragilidad. Se observó que entre los partidos
políticos no había diferencia entre formas y estilos de gobernar.53
El proceso de desencanto iba haciéndose cada vez más claro. En un li-
bro coordinado por Jorge Alonso se analizaron varias coyunturas acaecidas
posteriores a la alternancia en el Ejecutivo federal. En el libro se planteó
como escenario que podría volver el viejo régimen pero ahora reconstituido
y apoyado por los poderes fácticos, y porque los ciudadanos abandonarían
las urnas. Ante esta situación, Alonso sostuvo que no hubo una transición
a lo electoral pactada sino controlada y restringida, con planteamientos in-
sustanciales y antipopulares. Si bien el presidencialismo perdió centralidad,
al mismo tiempo no se propiciaban nuevos espacios democratizadores. Esto
permitió el auge de autoritarismos locales.54
51
Laura Patricia Romero. Jalisco hacia una democracia gobernable. Guadalajara: cucsh, Universidad de Gua-
dalajara, 2001.
52
Idem.
53
Laura Patricia Romero. “Autoritarismo con nuevo rostro o fragilidad democrática en Jalisco”. Espiral.
Guadalajara, Universidad de Guadalajara, vol. x, núm. 30, mayo-agosto de 2004, pp. 6-81.
54
Jorge Alonso (coord.). La acuitada coyuntura mexicana. Guadalajara: Universidad de Guadalajara, 2006.

37
Alberto Arellano Ríos

El libro reflexionó respecto del papel de México en la globalización y la


creciente movilización migratoria, además de la propuesta de reforma fiscal
por parte del Ejecutivo que no prosperó debido a que la mayoría opositora en
el Poder Legislativo consideró que no era conveniente para sus fines electora-
les; la obra evalúa las elecciones de ese año y las actuaciones de los partidos,
así como de los tribunales electorales. De igual modo, se dio cuenta de los
nuevos movimientos sociales, dos de carácter nacional y uno local. También
se analizó la petición de mano dura ante la ola de violencia e inseguridad la
cual condujo a reformas penales cuestionables. Se realizó un balance econó-
mico y político de los diez años de gobiernos panistas, y se abordó la cumbre
oficial y la propuesta altermundista como la agresión a los derechos humanos
por parte de las autoridades panistas de Jalisco.55
El valor de los análisis coyunturales de este libro radicó, a decir del coor-
dinador, en el proceso de negociación teórico-metodológica para superar fo-
bias y filias, partidismos, apartidismos y hasta antipartidismos. Del mismo
modo, informa de la tensión que hubo entre subjetivismos e imperativos me-
todológicos de objetividad.56
El resultado fue que en cada capítulo la base teórico-metodológica sólo
es perceptible con su lectura directa. No obstante, Jorge Alonso precisa que
los trabajos se inspiraron en cinco perspectivas. La primera fue la gramsciana,
para adentrarse en el análisis de las situaciones y las relaciones de fuerza; la
segunda fue la procesalista, en la que se analizan las interrelaciones entre acto-
res sociales que persiguen los mismos bienes escasos, económicos, políticos y
simbólicos; la tercera fue el acercamiento a las propuestas habitus y campo de
Bourdieu; también se tomaron en cuenta algunas recomendaciones metodo-
lógicas propuestas por Edgar Morín; y finalmente, la perspectiva englobante
de Prigogine.57
Con relación al análisis del cambio político, Alberto Arellano lo ha hecho
a partir de la comprensión del entorno de inseguridad pública y las políticas
públicas en la materia. Tal relación es examinada desde dos actores centrales
en el proceso de formulación de las políticas de seguridad: el gobierno del

55
Idem.
56
Ibid., p. 16.
57
Ibid., pp. 9-14.

38
El estudio de la política. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

estado y de los empresarios. En esa relación se describen varios hechos co-


yunturales contextualizados en el proceso del cambio político y la alternancia
de 1995. Inserto en el enfoque de las políticas públicas, Arellano observa
cómo se construye y concibe un problema público, los alcances y limitaciones
de las soluciones y acciones gubernamentales, las agendas y la definición del
problema.58
Muy cercano al anterior texto, de nuevo Arellano analiza el papel de
los empresarios en el proceso del cambio político, al cual considera como
central. Ante tal situación, busca identificar los mecanismos de interacción
que fueron reemplazados y los que se erigieron, pero antes precisa que en el
estudio del cambio político hay dos grandes posturas o formas de explicarlo:
una de ellas ligada con las cuestiones político-electorales, en tanto que la otra
se encuentra vinculada a estudios políticos que intentan observar cómo se re-
lacionan algunos procesos sociales y económicos con la apertura del régimen
político durante las tres últimas décadas del siglo xx.59
Como se puede notar, el tema del cambio político ha sido de gran interés
para Arellano, quien al verlo como un proceso, se convierte en el elemento
diacrónico propicio para el análisis social. Esta perspectiva, poco después es
complementada con los elementos estructurantes de la noción de campo po-
lítico que Bourdieu elabora. Con este cruce, el autor observa cómo se dan las
contiendas y las relaciones entre las fuerzas políticas, las estrategias y prácticas
de resistencia entre un complejo conjunto de actores e instituciones. Con la
combinación, busca clarificar y dar lógica a lo que está en juego en los pro-
cesos de cambio político y reformas institucionales. Esto lo lleva a sostener,
a partir del caso jalisciense, que un proceso de cambio político deviene en un
cambio institucional, el cual es tardío e intermitente, ya que hay, entre otras
cosas, un campo de poder que se opone a su transformación.60

58
Alberto Arellano Ríos. “Gobiernos panistas e inseguridad pública en Jalisco”. Desacatos. Guadalajara,
ciesas, núm. 26, enero-abril de 2008, pp. 119-134. En este artículo el autor plantea que en la primera
mitad de la década de 1990 hubo una relación empírica entre inseguridad pública y cambio político en
la entidad.
59
Alberto Arellano Ríos. “Empresarios y cambio político en Jalisco”. Acta Republicana. Guadalajara,
Universidad de Guadalajara, año 8, núm. 8, 2009, pp. 41-55.
60
Alberto Arellano Ríos. Campo político. Zapopan: El Colegio de Jalisco, 2011.

39
Alberto Arellano Ríos

En suma, se puede notar que los estudios electorales y los de la transición


política son las vertientes que más han ocupado a la comunidad académica
de Jalisco; la primera más que la segunda; no obstante no son las únicas. Si
bien las otras vetas son menores en cantidad o agrupan varias temáticas, la
necesidad de profundizar se vuelve necesaria.61
Se debe precisar que los estudios electorales y los de la transición política
fueron fáciles de ubicar y aglutinar, no así otros estudios que eran dispersos o
escasos. De ahí que la siguiente ruta se componga del estudio de las élites, la
clase política los partidos. En ellos será evidente la ausencia de trabajos sobre
los partidos políticos vistos como sistema, instituciones y organizaciones, o el
seguimiento de su vida interna, por lo que ésta es aún una línea por desarrollar.

El estudio de las élites, la clase política y los partidos


Antes de iniciar debe puntualizarse que en algunos estudios de élites regiona-
les que a continuación se trazarán pueden imperar las perspectivas antropo-
lógica o geopolítica, sin embargo han sido considerados porque las relaciones
de poder entre los diversos actores locales o regionales que se analizan se
dirigen hacia las instituciones políticas y estatales, o bien tienen una marcada
influencia en su desempeño.
Un trabajo que se inscribe en el enfoque de la geopolítica regional es el
de Jaime Preciado. En él se estudian las ciudades de las diversas regiones de
Jalisco y sus élites en el periodo que va de 1983-1988. Aunque en su trabajo
critica la concepción empirista del espacio social, en específico que la geogra-
fía política clásica reduzca la política a un “asunto de Estado” y el poder a la
esfera política, su obra da cuenta que, al final, las élites regionales repercuten
en los espacios formales, como los partidos políticos y los ayuntamientos de
la región. De ahí que las relaciones sociales de poder incidan en los espacios
institucionales y su obra sea una referencia en el tema.62

61
Cabe decir por el momento que la perspectiva de los movimientos sociales y la acción colectiva están
en la misma posición numérica o incluso los superan. Deliberadamente son pocas las obras que esco-
gen para trazar por cuestiones teórico-metodológicas que más adelante serán explicitadas.
62
Jaime Preciado Coronado. Ciudades regionales, élites y poder en Jalisco, 1983-1988. Guadalajara: Universi-
dad de Guadalajara, 1994.

40
El estudio de la política. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

En los estudios de las élites, encaminados más a la constitución de la clase


política, se encuentran tres trabajos de Javier Hurtado. Aunque en ellos recurre
a la antropología social, lo hace sin perder de vista el elemento institucional y el
objeto que le interesa estudiar: el régimen y el sistema político de Jalisco. Gra-
cias a la antropología y sociología, Hurtado rastrea los vínculos de parentesco
y las relaciones políticas que se instituyen y explican su naturaleza.
En la primera de sus obras rastrea las relaciones de fidelidad y lealtad,
entre otras, que se construyeron en el régimen político priísta. El enfoque
de trabajo considera a la disciplina de la antropología social, pero lo comple-
menta con algunas bases del derecho romano para identificar al pater de las
familias políticas.63
En otro artículo de Javier Hurtado, más cercano a las disciplinas de la
ciencia política y la sociología, derivado del trabajo anterior y básicamente
empírico, analiza las posiciones políticas que ha ocupado el conjunto de indi-
viduos que integran la clase política priísta.64
Finalmente, en esta misma línea, Hurtado y Eliseo López Cortés estudian
las relaciones de parentesco, las estructuras de poder y los grupos políticos
en Jalisco durante el periodo 1995-2003. La alternancia panista de 1995 con-
formó una nueva clase política, por lo que se analizan las posiciones que los
nuevos actores y grupos, básicamente panistas, ocuparon en las instituciones
políticas. Este libro, a diferencia del previamente realizado para el régimen
priísta, tiene el problema de no seguir el mismo hilo conductor en el plano
teórico-metodológico, y por ende en el plano narrativo y analítico. Parecen
ser dos obras: en la primera parte se hace una disertación profunda y se es-
boza un estado del arte de corte antropológico, y en la segunda se exponen
empíricamente a los grupos panistas en el poder. No se compensa ni hay
una relación equilibrada entre el marco trazado y la evidencia mostrada y
recabada.65
63
Javier Hurtado. Familias, política y parentesco: Jalisco 1919-1991. México: fce-Universidad de Guadalajara,
1993.
64
Javier Hurtado. “La clase política jalisciense 1947-1992”. Espiral. Guadalajara, Universidad de Guada-
lajara, vol. ii, núm. 5, enero-abril de 1996, pp. 105-134.
65
Javier Hurtado y Eliseo López Cortés. Relaciones de parentesco, estructuras de poder y grupos políticos en Jalisco
1995-2003. Guadalajara: cuci, Universidad de Guadalajara, 2004. En un plano de reflexión teórica,
nuevamente Hurtado, Cortés y Magdiel Gómez, revisan la teoría de las élites políticas, tanto clásica
como contemporánea, con el fin de valorar la utilidad para el análisis de los procesos políticos con-

41
Alberto Arellano Ríos

Es probable que las características de los grupos, la clase y la élite polí-


tica de Jalisco, explicados por sus contextos social e histórico, condicionen
que el desempeño o desenvolvimiento de los partidos políticos no privilegie
en la comunidad académica de Jalisco un análisis institucional, burocrático u
organizacional.66
No obstente, por abordar alguno de los tópicos últimos, destaca un libro
de Carlos Navarrete Ulloa, mismo que se encarga de estudiar el pan-Jalisco,
y aunque toma en cuenta el contexto y los procesos sociohistóricos, lo hace
con la intención de analizar las características de su proceso de institucionali-
zación. Su obra se inscribe en el estudio del reclutamiento de la clase política,
pero la teoría institucional es utilizada como marco teórico para observar las
rutinas, las reglas formales e informales, así como la ideología en el partido.
Su intención es evaluar el proceso de fortalecimiento o debilitamiento de ins-
titucionalización de un partido político.67
Ante la falencia anterior es necesario precisar que la dimensión institucio-
nal no ha sido estudiada, y por ende el desempeño gubernamental en Jalisco
con las perspectivas que la ciencia política ha construido. Es cierto que hay
una actitud crítica de la comunidad académica frente al poder político y la
dominación que éste genera, y por tal razón, quizá hay una posición reacia.
No obstante, se quiera o no, se esté de acuerdo o no, la política tiene una
manifestación institucional y la necesidad de estudiarla y analizarla desde esta
dimensión es necesaria. Sólo hay algunos trabajos que comienzan a hacerlo
tal y como se detallará a continuación.

temporáneos. Véase Javier Hurtado, Magdiel Gómez Muñiz y Eliseo López Cortés. “Élites políticas
y grupos gobernantes”. Acta Republicana. Guadalajara, Universidad de Guadalajara, núm. 4, 2005, pp.
37-52.
66
Los estudios que hay sobre las fuerzas partidistas recurren a la historiografía o a una antropología
que contextualiza social e históricamente los procesos. Véase, por ejemplo, el trabajo de Laura Patricia
Romero. El Partido Nacional Revolucionario en Jalisco. Guadalajara: cucsh, Universidad de Guadalajara,
1995; y Jorge Alonso. El pdm: movimiento regional. Guadalajara: Universidad de Guadalajara, 1989, p.
304.
67
Carlos Alberto Navarrete Ulloa. Identidad panista: entre tradición y modernidad. El proceso de institucionaliza-
ción del Partido Acción Nacional en Jalisco. Zapopan: El Colegio de Jalisco, 2009.

42
El estudio de la política. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

Instituciones y desempeño gubernamental


En la dimensión institucional se expresa el poder político (Ejecutivo, Legisla-
tivo y Judicial) y el gobierno (federal, estatal y municipal). Aunque esta ruta se
relaciona con el estudio de la administración pública, las políticas públicas y
otros campos disciplinares que en los dos últimos capítulos se analizarán con
mayor detalle, aquí se describirán algunas investigaciones donde la acción gu-
bernamental e institucional se relaciona con procesos políticos más amplios.
Un trabajo de este tipo es la obra que coordinó Juan Manuel Ramírez
Sáiz. En ella se analiza el desempeño de los ayuntamientos panistas de la
zmg; se abordan las relaciones intergubernamentales y su vinculación con el
también gobierno panista del estado; y se evalúa a los primeros gobiernos
locales en su función y lógica administrativa y política a partir de la detección
de problemas relevantes en torno de una función específica municipal, la for-
mulación sobre ellos en demandas explícitas y la existencia de intervenciones
relevantes por parte de las autoridades municipales.68
En la obra se estudian no sólo las funciones municipales sino también
los procesos, en particular, en un conjunto de actores sociales y políticos que
estuvieron implicados en la consecución de los resultados obtenidos. Los ca-
sos analizados comprenden cinco competencias legales del municipio, como
el uso de suelo, la autorización de las tarifas de agua potable, la regulación del
comercio ambulante, la gestión municipal de residuos sólidos y la seguridad
pública.69
Otra situación por enfatizar es que los procesos de cambio político y la
interrelación entre un conjunto de actores se dirigen hacia las funciones de
gobierno, sus instituciones u organizaciones; en esta línea se inscriben las
siguientes obras. Antes debe mencionarse que el neoinstitucionalismo cons-
truido en la ciencia política ha sido el marco de comprensión.
Una investigación que sigue la perspectiva anterior es la de Alberto Are-
llano, quien analiza la relación entre el cambio institucional y el proceso de

68
Juan Manuel Ramírez Sáiz (coord.). ¿Cómo gobiernan Guadalajara?: demandas ciudadanas y respuestas de los
ayuntamientos. México: Miguel Ángel Porrúa-unam-Universidad de Guadalajara, 1998.
69
Idem.

43
Alberto Arellano Ríos

cambio político en la reforma del Poder Judicial de Jalisco.70 Otra más es el


estudio que hace Alicia Gómez acerca de las leyes de transparencia en Jalisco
y el cambio institucional suscitado: en particular la creación del Instituto de
Transparencia y los efectos derivados de ello.71
Se puede apreciar que el análisis de instituciones, en particular, es una
veta que tiene mucho que ofrecer en la entidad;72 en esta línea se encuentra
un trabajo de Nancy García Vázquez, quien estudia al Poder Legislativo, y
en específico la participación de las diputadas locales de la lvii Legislatura.73
Asimismo, para el estudio del Poder Judicial, aunque no como institución
total, Alberto Arellano delinea la manera en que se estructuran los Tribunales
de Justicia, Electoral y Administrativo de Jalisco. En dichas instituciones se
observa la carrera judicial y los mecanismos de reclutamiento, las redes políti-
cas y relaciones gremiales y universitarias establecidas, entre otras temáticas.74
En contraste con los estudios de vertiente institucional, hay una veta en
el análisis político más sólida y numerosa que, en sí, igualaría o superaría a los
estudios aquí descritos: el estudio de los movimientos sociales. Se puede seña-
lar entonces que los investigadores partieron de esta línea hacia a los estudios
electorales, de los partidos políticos y la política formal. Esto podría explicar
que las perspectivas teóricas no tuvieran como origen la ciencia política como
comúnmente se entiende, y que su relación con los estudios políticos partió
de la sociología y la antropología.75

70
Alberto Arellano Ríos. Poder Judicial y cambio institucional en Jalisco. Conflicto y acuerdo en la reforma política de
1997. Zapopan: El Colegio de Jalisco, 2008.
71
Alicia Gómez. “Transparencia, democracia y cambio institucional en Jalisco”. Estudios Jaliscienses. Za-
popan, El Colegio de Jalisco, núm. 70, noviembre de 2007, pp. 6-20.
72
Mención especial merece el número 86 de la revista Estudios Jaliscienses bajo el título temático de “Po-
lítica y partidos”. Reúne cuatro artículos y analiza los partidos políticos, su proceso incipiente de insti-
tucionalización, la relación con otros actores y su desenvolvimiento en el marco político-institucional
establecido.
73
Nancy García Vázquez. “Sin masa y sin crítica. La legislación y las políticas públicas de equidad de
género en Jalisco”. Alberto Arellano Ríos et al. Del discurso a la práctica: cuatro estudios acerca de la adminis-
tración publica en Jalisco. Zapopan: El Colegio de Jalisco, 2010, pp. 97-127. Esta autora tiene otro trabajo
en esta línea para la Cámara de Diputados. Nancy García Vázquez. Legislar para todas. Mujeres en la
cámara de diputados (1997-2003). Zapopan: El Colegio de Jalisco, 2009.
74
Alberto Arellano Ríos. La estructura política de la justicia. Zapopan: El Colegio de Jalisco, 2011.
75
José de Jesús Gómez Valle quizá considere la acción colectiva, y por lo tanto se inscriba más en una
perspectiva politológica, desde la óptica de Olson al visualizarlos como grupos de interés y su lobby

44
El estudio de la política. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

Los movimientos sociales y la acción colectiva


Para comenzar, se debe decir que los fenómenos de los movimientos socia-
les (ya sea anteriores o recientes) son un campo que ha interesado mucho
a la comunidad académica de Jalisco. Con el estudio y seguimiento de los
movimientos sociales, los investigadores han manifestado y sustentado una
posición crítica ante el poder político para marcar su autonomía, e incluso
confrontarlo. La comunidad académica de Jalisco tiene, así cimentada, un co-
nocimiento profundo respecto de estos temas, y trazar las investigaciones de
esta ruta implicaría hacer otro estado del arte en sí.
No obstante, conviene tomar en cuenta un trabajo que coordinó Jorge
Durand y que aborda el baluarte teórico y el liderazgo de la comunidad aca-
démica local. La obra puede ser vista como un libro de texto que introduce
estos tópicos y se integra por siete trabajos. En el primero, Jorge Alonso hace
un balance teórico-metodológico en la investigación y análisis de los movi-
mientos sociales. Le sigue Francisco Zapata, quien reflexiona la formación
de la acción colectiva en el nuevo modelo de desarrollo. En el tercero, Sergio
Zermeño cuestiona el modelo de desarrollo científico y los movimientos so-
ciales. En el cuarto, Emilio Duhauque, a partir de hacer diez preguntas teóri-
co-metodológicas, diserta sobre estos tópicos. En el quinto, capítulo Alberto
Olvera hace un balance del concepto de movimientos sociales y su empleo en
México. Sergio Tamayo, en el sexto, aborda la transición del movimiento urba-
no popular al movimiento ciudadano. Finalmente, Adriana López Monjardín,
estudia los movimientos municipales y el neozapatismo.76
De las múltiples investigaciones que hay en el análisis de los movimientos
sociales, una ya es considerada como un clásico. Coordinada por Jorge Alonso
y Juan Manuel Ramírez Sáiz, la obra en cuestión analiza la “democracia de los
de abajo” durante los años que van de 1982 a 1995. La obra busca detectar y
explicar formas de organización, representación y participación de integrantes

ante el Poder Legislativo. No obstante, un artículo publicado en Espiral y su tesis publicada como
libro por el Instituto Electoral de Jalisco aplican esta perspectiva al Poder Legislativo federal y no el
local. Esta es la razón por la que no fueron considerados. La misma razón vale para el estudio de la
disciplina partidista en el Congreso federal que Moisés Pérez Vega hace.
76
Jorge Durand Arp-Nissen (coord.) Movimientos sociales. Desafíos teórico-metodológicos. Guadalajara: Univer-
sidad de Guadalajara, 2002.

45
Alberto Arellano Ríos

de organizaciones populares (sociales y políticas) en el procesamiento de las


decisiones relativas a su vida interna, sus relaciones con otros grupos y el go-
bierno. De este modo, se analizan movimientos populares, campesinos, indí-
genas, urbanos, juveniles, grupos pastorales juveniles, de mujeres y de salud.77
Una obra más es la de Juan Manuel Ramírez Sáiz, la cual brinda un pano-
rama de los procesos organizativos y participativos en el Área Metropolitana
de Guadalajara (amg). El análisis se centra en los actores sociales y políticos
distintos a los partidos, sindicatos, organizaciones profesionales y grupos vin-
culados con el entonces partido oficial. Da cuenta de sus demandas estructu-
rales y coyunturales y sus formas organizativas.78
En esta misma línea y dando un seguimiento a los movimientos sociales,
Jorge Alonso coordina otro texto a la luz de la teoría que trata los movimientos
sociales para ver cuáles podrían ser sus ventajas analíticas en temas de inves-
tigación. En el libro se analizan los espacios urbanos y arquitectónicos como
ámbitos de creación y relación entre actores y grupos sociales, tales como las
redes juveniles; los movimientos religiosos; el movimiento 22 de abril; entre
otros.79
En otra más, coordinada por Juan Manuel Ramírez Sáiz y Reneé de la
Torre, se recuperan los rostros múltiples de la ciudadanía en la defensa de los
derechos políticos en Jalisco. Integrado por nueve trabajos, se documentan
experiencias ciudadanas de participación política. Por ejemplo, las luchas de
organizaciones campesinas en la conquista de la democracia municipal en
Cuquío, Jalisco; un movimiento urbano popular como el del Cerro del Cua-
tro; la movilización ante las explosiones en el sector Reforma del 22 de abril
de 1992 y el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas, en mayo de 1993; por
mencionar algunos.80
En cuanto a las investigaciones cuya acción colectiva se encamina al aná-
lisis de las instituciones políticas, es decir, investigaciones cuya acción se di-

77
Jorge Alonso y Juan Manuel Ramírez Sáiz. La democracia de los de abajo en Jalisco. Guadalajara: Universi-
dad de Guadalajara-ceej-unam, 1996.
78
Juan Manuel Ramírez Sáiz. Los caminos de la acción colectiva. Zapopan: El Colegio de Jalisco-inah, 1994.
79
Jorge Alonso (coord.). Identidades, acción colectiva y movimientos sociales. Zapopan: El Colegio de Jalisco,
2001.
80
Juan Manuel Ramírez Sáiz y Ángela Reneé de la Torre Castellanos (coords.). La ciudadanización de la
política en Jalisco. Tlaquepaque: iteso, 2001.

46
El estudio de la política. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

rige, canaliza e influencia a las instituciones políticas, más allá de manifestar


la toma de la plaza pública, el hecho de movilizarse u organizarse, son las
siguientes.
La primera de ellas pone de manifiesto el peso que tiene la intervención
social en el cambio político-institucional. Así, a pesar de que los movimien-
tos sociales muestran un gran potencial, como Juan Manuel Ramírez Sáiz
y Jorge Regalado lo decían en su calidad de coordinadores, los trabajos al
respecto siguen siendo pocos. Éstos dan cuenta de casos como el del Frente
de Organismos Civiles (fociv) que participó en el Plan Estatal de Desarrollo
1995-2001 de Jalisco; las experiencias de plebiscito en el Distrito Federal; la
intervención de la sociedad de Morelos, especialmente de Cuernavaca, en
la salida del gobierno priísta de Jorge Carrillo Olea; la inclusión de la ciuda-
danía y diversas organizaciones en la reforma política en Jalisco, entre otros.81
De nuevo, Juan Manuel Ramírez Sáiz aborda la primera experiencia en el
país referente al uso de las formas de democracia directa por parte de los ciu-
dadanos, experiencia que se suscitó en Jalisco. El autor vincula los procesos
de democracia participativa y capacidad de iniciativa de los grupos sociales
con un proceso legislativo. El texto se centra en la figura de la iniciativa popu-
lar que promovió una ley que enfrentó el problema de la violencia doméstica;
el colectivo en cuestión se llamó Voces Unidas.82
Finalmente, mención especial merece un trabajo que relaciona los movi-
mientos sociales con la política y programas sociales. Es un artículo de Jeff

81
Juan Manuel Ramírez Sáiz y Jorge Regalado Santillán (coords.). Cambio político y participación ciudadana
en México. Actores y movimientos y organizaciones. México: Centro de Estudios de Política Comparada,
Universidad de Guadalajara, 2000.
82
El primero constituido por una coalición de académicos, comunicadores y empresarios de los medios
impresos de comunicación sin precedentes en el país; en tanto que el segundo por personas preocupa-
das por el derecho a la información. Juan Manuel Ramírez Sáiz. Democracia directa. La primera iniciativa
popular de ley en México. Tlaquepaque: iteso, 2002. Esfuerzo similar hecho al anterior, es el que de
nuevo hace Juan Manuel Ramírez Sáiz para analizar la incidencia de las organizaciones en los procesos
legislativos. Esta vez estudia dos organizaciones cívicas en el proceso de formulación y aprobación
de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental. En él analiza
las organizaciones cívicas Grupo Oaxaca y el colectivo Juan Ciudadano. La parte medular del trabajo
consiste en hacer un balance y análisis de los procesos de socialización del derecho ciudadano a la
información pública gubernamental en la elaboración de la iniciativa. Véase Juan Manuel Ramírez
Sáiz. El acceso a la información pública gubernamental: la gestión de una organización desde las organizaciones cívicas.
Tlaquepaque: iteso, 2008.

47
Alberto Arellano Ríos

D. Peterson quien analiza el Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol) a la


luz de teoría de los nuevos movimientos sociales, así como el discurso que se
dio entre los miembros de las organizaciones de base y las políticas federales.
En particular, estudia los movimientos urbano-populares en Guadalajara, los
actores sociales implicados, además de su acción y reacción generada.83
El trazo de las investigaciones realizadas en Jalisco conduce al estudio de
la cultura política. A diferencia de la línea anterior, ésta sigue los esquemas
que la ciencia política y la sociología funcionalista prescriben. Se podrá apre-
ciar con matices y variantes, que el concepto de cultura política es detentado en
el campo politológico (el cual tiene en Almond y Verba su fundamento), ade-
más de usar a las encuestas como el principal instrumento de observación.84

Los estudios de la cultura política


El primer trabajo a delinear en esta ruta es el de Francisco Aceves, mismo
que valora la percepción de los tapatíos respecto del funcionamiento de las
instituciones políticas y las relaciones que se derivan de él; también visualiza
ciertas actitudes y comportamientos políticos. Aunque su trabajo constituye
un estudio de un proceso electoral, su inclusión en la vertiente de la cultura
política resulta interesante debido a la evidencia empírica con la que sustenta
su análisis –dos sondeos de opinión aplicados al amg en los meses de diciem-
bre de 1993 y abril de 1994–.85
En un trabajo más amplio, Marco Antonio Cortés Guardado y Cecilia
Soraya Shibya realizan un profundo diagnóstico de la cultura cívica de los
jaliscienses. En particular, analizan los valores que les confieren identidad
cultural, moral y política. Su obra llenó un vacío temático y tuvo como base la

83
Jeff D. Peterson. “La lucha por el ciudadano: movimientos sociales, Pronasol, y la teoría de nue-
vos movimientos sociales en Guadalajara”. Espiral. Guadalajara, Universidad de Guadalajara, vol. xv,
núm. 15, mayo-agosto de 1999, pp. 109-131.
84
No obstante que este sea el soporte, también es el punto de crítica que hacen otras perspectivas y dis-
ciplinas al reducir la noción de cultura u observarlas en estos términos y los instrumentos utilizados.
85
Francisco de Jesús Aceves. “Instantánea electoral. Guadalajara a la hora de la democracia”. Renglones.
Tlaquepaque, iteso, año 10, núm. 29, agosto-noviembre de 1994, pp. 28-36.

48
El estudio de la política. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

realización de Encuesta Estatal de Valores aplicada durante agosto-septiem-


bre de 1997.86
En otro estudio, Carlos Silva Moreno analiza y reflexiona acerca de la
cultura política en uno de los componentes del sistema político de Jalisco: los
partidos políticos. En particular, pone atención en las representaciones y va-
lores que los partidos políticos tienen sobre la democracia interna, los cuales
se contrastan con algunas prácticas referentes al liderazgo, dirección y formas
de competencia; en específico la competencia por los cargos de dirección
interna y el carácter de la dirección y liderazgo.87
Carlos Alberto Navarrete incursiona en los estudios de la cultura políti-
ca y analiza los resultados de una encuesta nacional aplicada en el estado de
Jalisco. Contrasta el caso local y nacional para observar el apoyo a la demo-
cracia en Jalisco y sus consiguientes niveles de satisfacción, la confianza en
las instituciones, así como la confianza interpersonal. En términos teóricos
considera a la cultura política como “el conjunto de prácticas y costumbres de
una sociedad, representada por motivaciones, medios y modos de actuar en la
vida política compartido por amplios grupos sociales”.88
Por último, dimensionar que la cultura democrática sirve para discutir su
propia consolidación. En este marco y dentro de los términos que plantean
Almond y Verba, Marco Antonio Cortés Guardado estudia y diagnostica la
conciencia de la ley y la cultura de la legalidad. A partir de una encuesta, Cor-
tés Guardado concluye que las peculiaridades e insuficiencias de la cultura
de la legalidad, si bien reflejan problemas reales de la población para repre-
sentarse y acatar las leyes, obedece, según él, principalmente a los vicios y

86
Marco Antonio Cortés Guardado y Cecilia Soraya Shibya Soto. Los valores de los jaliscienses. Encuesta
Estatal de Valores. Guadalajara: Universidad de Guadalajara, 1999. Enmarcada en la vertiente de los
estudios sobre cultura política, la obra de Cortés y Shibya hace la distinción de que en su obra se es-
tudiaron los valores y no las actitudes. Mientras las segundas se conforman de varias creencias acerca
de un objetivo o situación, los valores son una creencia singular y no un conjunto de ellas. Por lo
tanto, los valores de distinguen de las normas debido a que un valor es un criterio de orientación y no
obliga a una conducta debida: “el valor trasciende situaciones específicas, mientras que la norma es
una prescripción operante en una situación particular”, ibid., pp. 13-14.
87
Carlos Silva Moreno. “Cultura Política y partidos en Jalisco”. Espiral. Guadalajara, Universidad de
Guadalajara, núm. 19, septiembre-diciembre de 2000, pp. 51-69.
88
Carlos Alberto Navarrete Ulloa. “Cultura política a nivel subnacional, el caso de Jalisco, México”.
Acta Republicana. Guadalajara, Universidad de Guadalajara, núm. 7, 2008, p. 33.

49
Alberto Arellano Ríos

deficiencias de las instituciones y la clase política encargadas de velar por su


observancia y cumplimiento.89

En suma
Con base en los hallazgos hechos en los estudios políticos de Jalisco, se loca-
lizan al menos seis vertientes de indagación: 1) la electoral; 2) la que estudia
la transición democrática y el cambio político; 3) la que se aboca al análisis de
las élites, la clase política y los partidos; 4) la que analiza las instituciones y el
desempeño gubernamental; 5) la que estudia los movimientos sociales; y 6) la
que estudia la cultura política. Sin embargo, entre ellas hay matices, alcances y
limitaciones en diversos grados.
Para empezar, en la comunidad académica de Jalisco los esquemas utili-
zados en el estudio de los temas electorales no son los de la ciencia política.
En la vertiente electoral, los análisis se enmarcan en la geografía electoral o
consisten en estudios contextuales o coyunturales. El análisis y el tratamiento
de la evidencia además de ser descriptivo en el sentido comprensivo e inter-
pretativo del término –sin que esta aseveración quiera decir que sea de menor
valía– indica que no se trabaja con la teoría de los sistema electorales o de
partidos que el campo politológico ha construido. Son contados los trabajos
que siguen los marcos del sistema electoral o de partidos de, por ejemplo,
Nolhen o Sartori. La comunidad jalisciense identifica y cita su tipología, pero
son contadas las obras cercanas a esta perspectiva –el libro de Luz Lomelí y el
artículo de Marco Antonio Cortés Guardado e Ismael Ortiz son ejemplo de
ello–. Más aún, es lejano pensar los fenómenos electorales desde relaciones
causales o enfoques cuantitativos.
En otro orden de ideas, la tendencia más fuerte de la comunidad acadé-
mica de la entidad que se dedica a los estudios electorales, le toma el pulso a la
democracia política como el indicio más evidente de la transición a la demo-
cracia política, pero también ha estado atenta al estancamiento democrático.

89
Marco Antonio Cortés Guardado. “Cultura de la legalidad en México: creencia sobre la justicia, la
ley y las instituciones”. Acta Republicana. Guadalajara, Universidad de Guadalajara, núm. 5, 2007, pp.
41-51.

50
El estudio de la política. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

Mención especial merece Jorge Alonso al haberle dado un seguimiento


puntual a la vida político-electoral de la entidad, al acontecer y los procesos
suscitados en esta arena social.
En cuanto a la indagación de la transición política y el cambio político en
Jalisco, valdría decir que los marcos analíticos y teóricos con los que se trabaja
son más elaborados y diversos. Esto es, que las perspectivas y enfoques son,
además de profundos, en los que se ubica y sustenta la evidencia recabada y
condiciona debates y discusiones intensas acerca de la situación y rumbo de la
democracia. En este mar, se presentan, de manera implícita o explícita discu-
siones políticas en el sentido llano del término, hasta de tipo epistemológico,
pasando por una actitud de crítica al proceso suscitado.
En cuanto a las perspectivas adoptadas o adaptadas al estudio de la tran-
sición política, es decir, su proceso, actores e instituciones, los enfoques iden-
tificados con la ciencia política son los de la transición y el sistémico.
Respecto del modelo de la transición, se ha utilizado solo o combinán-
dolo con otras perspectivas o consideraciones teóricas. El objetivo ha sido
precisar las características, o bien lo atípica que ha sido la transición jalisciense
–un ejemplo es el trabajo de Alicia Gómez y el artículo de Andrés Valdés–.
Por lo que toca a estudios sistémicos que tienen como base los esquemas de
David Easton o, en específico, los de Dieter Nohlen, Javier Hurtado tuvo el
interés de precisar las características del sistema electoral, de los partidos po-
líticos y del gobierno en Jalisco.
No obstante, en el estudio del cambio político lo que impera es la hibri-
dación disciplinar.90 La ciencia política dialoga y se combina en el plano con-
ceptual y teórico-metodológico con la historia, la sociología y la antropología.
De tal modo que en el estudio de la transición y el cambio político jalisciense
han estado presentes propuestas como la gramsciana, la procesual y las de
Bourdieu, Morín y Priggonine.
Conforme se avanza en los temas, se observa y corrobora que la interdis-
ciplinariedad es una estrategia de trabajo en la comunidad de Jalisco. No hay

90
Véase Alberto Aziz Nassif. “La ciencia política: empirismo, fortaleza vacía. Hibridación y fragmen-
tos”. Pablo González Casanova (coord.). Ciencias sociales: algunos conceptos básicos. México: Siglo xxi-
ciich-unam, 2002, pp. 67-92.

51
Alberto Arellano Ríos

enclaves politológicos.91 Sin embargo falta mucho por investigar desde una
concepción politológica, y precisar, al mismo tiempo, que no todo está escrito
en los fenómenos analizados. En contraste con los estudios electorales y los
de la transición política, las siguientes rutas se reducen en número, lo cual
indica, como agenda mínima, revertir esta tendencia.
De este modo, tanto en el estudio de las élites y la clase política como
en el de los partidos, sucede lo siguiente: si bien en el estudio de las dos pri-
meras impera, al igual que en el estudio del cambio político y la transición,
la hibridación disciplinar, esto se debe a características “premodernas” del
régimen y sistema político de Jalisco. No obstante, la ciencia política tiene
mucho que ofrecer para su estudio institucional, organizativo y burocrático;
esta preocupación se manifiesta con mayor claridad en el estudio individual
de los partidos en uno o los tres ámbitos antes mencionados, o bien, como
sistema de partidos, su relación con el sistema político o en su relación con
la sociedad.
Se observa entonces que hay una falencia en el estudio institucional de
corte sociológico y politológico, sin mencionar desde la economía política
como la entienden enfoques cuantitativos. La dimensión institucional, y por
ende el estudio del desempeño gubernamental en Jalisco, son escasos. Esto
es resultado, además de lo reciente de los estudios políticos, de que debido a
su naturaleza política y teórico-metodológica, a la comunidad académica de
Jalisco no le parece pertinente adentrase en su análisis. Si la ciencia política
tiene el calificativo de ser una ciencia conservadora y que sirve a la domina-
ción, además de una actitud crítica de la comunidad académica constituida
hacia el poder político, tal situación no ayuda a transitar a la colaboración y
formulación conjunta de las políticas públicas.
Sin embargo, el hecho de que la política tenga un componente institu-
cional, organizativo y burocrático obliga a estudiarla y analizarla. Aunque hay
tenues demostraciones del uso del neoinstitucionalismo en el estudio de la
política y sus componentes, la veta es prometedora. Los estudios institucio-
nales que no se inscriben en estudios de corte jurídico tradicional, están apli-
cándose al Poder Legislativo, al Judicial, a la transparencia y a la rendición de

Véase José Antonio Aguilar Rivera. “El enclave y el incendio”. Nexos. México, núm. 373 (http://
91

www.nexos.com.mx/?P=leerarticulo&Article=12), enero de 2009.

52
El estudio de la política. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

cuentas y a la fiscalización. Los estudios que van por la vertiente institucional


siguen una ruta para llegar a ser sólida y amplia.
En contraste, el estudio de los movimientos sociales es amplio, fuerte y
posee muchos trabajos al respecto. Los referentes teóricos provenientes de la
sociología y la antropología social le han permitido a la comunidad de Jalisco
estudiar diversas organizaciones sociales. El campo académico de Jalisco rara
vez observa a la acción colectiva desde la perspectiva de Olsen por no com-
partirla o estar en contra suya.
Los estudios que abordan los movimientos sociales –que más allá de
manifestarse con la toma de alguna plaza pública, protestas y movilizaciones,
acciones que no han incidido en el cambio político, como por el contrario
las movilizaciones por el 22 de abril y el de “Una sola voz”– dan cuenta de
incidencias o relaciones con el componente institucional de la política. Las
acciones colectivas que han participado en procesos legislativos, políticos o
de políticas pública, se han enmarcado más bien en los términos de la demo-
cracia directa o participativa.
Al ser numerosos los resultados en esta vertiente o ruta de trabajo, se
puede sostener que los investigadores de Jalisco partieron de esta línea hacia
a los estudios electorales, de los partidos políticos y la política formal. Esto
podría explicar que las perspectivas teóricas no tengan como origen la ciencia
política.
Para concluir, una situación curiosa ocurre con los estudios de la cultu-
ra política. Por un lado, son pocos los estudios generados; y, por el otro, se
ajustan y enmarcan en un estudio funcional y sistémico de ella. Con variantes
y matices, la noción de cultura política es la que se ha erigido en el campo
politológico o de sociología funcionalista, y tienen en Almond y Verba sus
fundamentos. Esto, de entrada, genera críticas y un debate con los investiga-
dores formados en sociología y antropología social. No obstante, sus estudios
empíricos, instrumentos utilizados y la evidencia recabada resultan de interés
para la comprensión de diversos fenómenos.

53
Alberto Arellano Ríos

Tabla 1. El estudio de la política en Jalisco

Enfoque, perspectiva o disciplina de Porcentaje


Ruta o veta
trabajo u observación aproximado
- Estadística y geografía electoral
1. Estudios electorales descriptiva 47
- Contextual y coyuntural
- Interdisciplinaria
2. La transición
- Transición a la democracia 21
y el cambio político
- Teoría de sistemas
3. Élites, clase política
- Interdisciplinaria 9
y partidos
- Institucionalismo y
4. Instituciones y
neoinstitucionalismo 7
desempeño institucional
- Políticas públicas
5. Movimientos sociales y
- Sociología y antropología social 7
acción colectiva*
6. Cultura política - Teoría de sistemas y funcionalismo 9
Fuente: Elaboración propia.
* Sólo se consideraron las investigaciones cuya acción colectiva se dirige, ade-
más de influir o presionar, a participar directamente en los procesos en los
que se encuentran inmersas las instituciones políticas.

54
MÉTODOS Y TÉCNICAS UTILIZADOS
PARA EL ESTUDIO DE LA POLÍTICA

David Mora Cortés


Ismael Orozco Loreto
Universidad de Guadalajara

En el presente capítulo se presenta un análisis exploratorio-comparativo de


los métodos y técnicas de investigación aplicados con mayor regularidad en
trabajos y artículos académicos publicados en libros y revistas, relacionados
con el tema de la política en Jalisco.
El desarrollo del análisis está integrado por dos apartados. En primer
lugar, la descripción de las diferentes tipologías de métodos y técnicas de
investigación, con la finalidad de hacer más comprensibles sus diferencias; en
segundo lugar, el resultado de la exploración comparativa de las publicaciones
académicas en materia de ciencia política y administración pública en Jalisco.

Tipologías, métodos y técnicas


Como lo señala Fernando Leal, toda investigación consta de tres partes fun-
damentales: la pregunta de investigación, la hipótesis de trabajo que responde
a la pregunta de investigación y el diseño de la prueba que busca averiguar
hasta dónde es acertada la hipótesis.1
En este contexto, la metodología de la investigación debe ante todo ex-
plicitar los procedimientos para la obtención de datos, con la finalidad de
llegar a conclusiones de ellos con miras a confirmar o refutar las hipótesis

Fernando Leal Carretero. “Sobre la disociación entre marco teórico y datos empíricos”. Espiral. Gua-
1

dalajara, Universidad de Guadalajara, vol. xv, núm. 45, mayo-agosto de 2009, pp. 9-41.

[55]
David Mora Cortés e Ismael Orozco Loreto

planteadas, por lo cual debe decirse algo acerca de qué se va a hacer con los
datos obtenidos con el fin de obtener conclusiones.2
Hay diferentes métodos aplicados a la investigación, los más comunes se
presentan a continuación:3
a) Método científico, conformado por los apartados siguientes: plan-
teamiento del problema, formulación de hipótesis, levantamiento de
información, análisis e interpretación de datos, comprobación de la
hipótesis, y difusión de resultados.
b) Método inductivo-deductivo, que es un procedimiento de inferencia
basado en la lógica para emitir su razonamiento; su principal aplica-
ción se relaciona con la matemática pura.
c) Método inductivo, se caracteriza por utilizar el razonamiento para
obtener conclusiones que parten de hechos particulares, aceptados
como válidos, para llegar a conclusiones cuya aplicación es de ca-
rácter general. El método se inicia con la observación individual de
los hechos, se analiza la conducta y características del fenómeno, se
hacen comparaciones, experimentos, entre otros, y se llega a conclu-
siones universales.
d) Método deductivo, consiste en el razonamiento que parte de un
marco general de referencia hacia algo en particular. Este método
se utiliza para inferir, de lo general a lo específico, de lo universal a
lo individual. Este método se inicia con el análisis de los postulados,
teoremas, leyes, principios, entre otros, de aplicación universal; me-
diante la deducción, el razonamiento y las suposiciones, se comprue-
ba su validez para aplicarlos en forma particular.
e) Método de análisis-síntesis, el cual se fundamenta en la separación de
las partes de un todo para estudiarlas en forma individual (análisis),
y la reunión racional de elementos dispersos para estudiarlos en su
totalidad (síntesis).

2
Lara García Baudelio. El protocolo de investigación. Guía para su elaboración. Guadalajara: Universidad de
Guadalajara, México, 2002.
3
Héctor Robles Peiro. “Seminario de investigación”. Maestría en Gobierno y Administración Pública
Municipal de El Colegio de Jalisco, marzo-julio de 2005 (mecanoescrito).

56
Métodos y técnicas utilizados para el estudio de la política

f) Método analítico, estriba en la separación de un todo en sus partes


constitutivas con el propósito de estudiarlas por separado, así como
las relaciones que las unen.
g) Método sintético que es la reunión de las partes o elementos para
analizar su naturaleza y comportamiento dentro de un todo, con el
propósito de identificar las características del fenómeno observado,
al seguir un método similar al del análisis.
Las técnicas se basan en un conjunto de reglas y operaciones para el ma-
nejo de los instrumentos que auxilian al investigador en la aplicación de los
métodos. El método responde a la pregunta de cómo al acercarse al objeto de
estudio, y las técnicas responden a la pregunta de con qué.
Las principales técnicas de investigación son las documentales, de campo
o de inferencia estadística. La primera de ellas se apoya en la recopilación de
antecedentes mediante documentos gráficos formales e informales, cualquie-
ra que estos sean, con los cuales el investigador fundamenta y complementa
su trabajo con las aportaciones de diferentes autores.
La investigación de campo es la que se realiza directamente en el me-
dio donde se presenta el fenómeno de estudio. Las herramientas de apoyo
para este tipo de investigación son abundantes; entre ellas está la observa-
ción histórica, la observación controlada, la experimentación y el acopio de
antecedentes por medio de cuestionarios, entrevistas y encuestas, entre otras
muchas técnicas.
Las fuentes de información son aquellas entidades, instituciones o perso-
nas que recopilan, procesan y ponen a disposición del investigador elementos
sistemáticos de juicio relacionados con la realidad que le interesa conocer. Se
dividen en fuentes directas o primarias y en fuentes indirectas o secundarias.
Las primeras son aquellas entidades geográficas o sociales en donde se está
desarrollando o aconteciendo el fenómeno en estudio; los datos que se ob-
tienen de ellas son los que ocurren en el lugar de los hechos, lo que permitirá
considerarlos como información de primera mano. Las segundas son los da-
tos indirectos que se consiguen de personas o instituciones que obtuvieron la
información de manera directa.
Hay dos tipos de investigación según el estado de conocimiento de los
hechos y el grado de exactitud que se pueda lograr. En el primero están los de

57
David Mora Cortés e Ismael Orozco Loreto

tipo exploratorio, descriptivo, explicativo y teórico; en el segundo, se pueden


encontrar las investigaciones cualitativas, comparativas y cuantitativas (véanse
tablas 1 y 2).4

Tabla 1. Tipos de investigación

- Exploratorias
Según el estado de conocimiento - Descriptivas
de los hechos - Explicativas
- Teóricas

- Cualitativas
Según el grado de exactitud
- Comparativas
que se puede lograr
- Cuantitativas

Fuente: Elaboración propia con datos de Fernando Leal.

Tabla 2. Tipología de preguntas de investigación


en ciencias sociales

Hipótesis Cualitativa Comparativa Cuantitativa

¿Es el fenómeno F
¿Es real (unitario,
comparable (idéntico,
homogéneo, único, ¿Cuál es la magnitud
Exploratoria semejante, análogo,
específico) el fenó- del fenómeno F?
diferente, opuesto) al
meno F?
fenómeno G?

¿En qué se parecen


¿Cuáles son las pro- ¿Cuál es el grado
y en qué difieren las
Descriptiva piedades del fenó- de asociación de los
propiedades de los
meno F? fenómenos F1 y F2?
fenómenos F y G?

Fernando Leal Carretero. “Seminario de Metodología I”. Doctorado de Ciencias Sociales de la Uni-
4

versidad de Guadalajara, 2009 (mecanoescrito).

58
Métodos y técnicas utilizados para el estudio de la política

Hipótesis Cualitativa Comparativa Cuantitativa


¿En qué se parecen
¿Cuál es la causa del y en qué difieren dos
fenómeno F? ¿Cómo cadenas causales (sea ¿Cuál es la magnitud
Explicativa es que el fenómeno que ambas llevan de del impacto causal
F1 produce o altera F1 a F2 o bien que de F1 sobre F2?
el fenómeno F2? una lleve de F1 a F2 y
la otra de G1 a G2)?
Fuente: Elaboración propia con datos de Fernando Leal.

Al comprender las diversas tipologías de métodos y técnicas desarrolla-


das en este apartado, se revisarán los resultados de la exploración comparativa
de las publicaciones académicas en el estudio de la política en Jalisco.

Métodos y técnicas aplicadas en las investigaciones


Para el análisis, se seleccionaron en total 100 publicaciones académicas en li-
bros y revistas enfocadas en el estudio de las ciencias políticas, de las cuales 41
son artículos publicados en revistas especializadas y 59 son ensayos en libros.
En este apartado no se tratará de realizar una discusión epistemológica
respecto de las cuestiones metodológicas de la investigación (que si bien es un
tema interesante por realizar, no es propósito de este análisis), sino de descu-
brir las prácticas recurrentes o tradiciones metodológicas que se han utilizado
en los proyectos de investigación relacionados con la política en Jalisco.
Cabe mencionar que la mayoría de las publicaciones académicas revisa-
das no especifican o evidencian el método, ni mucho menos dicen explícita-
mente las técnicas aplicadas para el desarrollo de sus trabajos, por lo que si el
lector desea conocer el método y técnicas utilizadas tiene que inferirlas.
De los trabajos de investigación analizados, en aquellos que sí se apli-
có el método científico rigurosamente son los realizados por Marco Anto-

59
David Mora Cortés e Ismael Orozco Loreto

nio Cortés Guardado,5 Laura Patricia Romero,6 Alberto Arellano7 y Nancy


García,8 con un enfoque exploratorio-comparativo-cualitativo-cuantitativo.
Asimismo, Javier Hurtado9 y Jorge Alonso10 bajo el enfoque descriptivo-cua-
litativo-cuantitativo; Luz Lomelí,11 con un método explicativo-cuantitativo;
el de Jaime Preciado,12 Juan Manuel Ramírez;13 y la obra que coordinó Jorge
Durand,14 con un enfoque descriptivo-cualitativo-cuantitativo; así como el
de Carlos Alberto Navarrete,15 con un enfoque exploratorio-comparativo-
cualitativo.
5
Véase Marco Antonio Cortés Guardado. Integración y conflicto social en Jalisco. Guadalajara: Universidad
de Guadalajara, 1997; y Marco Antonio Cortés Guardado y Cecilia Soraya Shibya. Los valores de los
jaliscienses. Encuesta Estatal de Valores. Guadalajara: Universidad de Guadalajara, 1999.
6
Véase Laura Patricia Romero. Jalisco hacia una democracia gobernable. Guadalajara: cucsh, Universidad de
Guadalajara, 2001; y “Autoritarismo con nuevo rostro o fragilidad democrática en Jalisco”. Espiral.
Guadalajara, Universidad de Guadalajara, núm. 30, mayo-agosto de 2004, pp. 6-81.
7
Véase Alberto Arellano Ríos. Campo político. Zapopan: El Colegio de Jalisco, 2011; Poder Judicial y
cambio institucional en Jalisco. Conflicto y acuerdo en la reforma política de 1997. Zapopan: El Colegio de Jalis-
co, 2008; Del discurso a la práctica. Cuatro estudios acerca de la administración pública en Jalisco. Zapopan: El
Colegio de Jalisco, 2010; La estructura política de la justicia. Zapopan: El Colegio de Jalisco, 2011.
8
Véase Nancy García Vázquez. Legislar para todas. Mujeres en la Cámara de Diputados (1997-2003). Zapo-
pan: El Colegio de Jalisco, 2009.
9
Véase Javier Hurtado. Familias, política y parentesco. Jalisco 1919-1971. Guadalajara: fce-Universidad de
Guadalajara, 1993; “La clase política jalisciense: 1947-1992”. Espiral. Guadalajara, Universidad de Gua-
dalajara, vol. ii, núm. 5, enero-abril de 1996, pp. 105-134; y Eliseo López Cortés. Relaciones de paren-
tesco, estructuras de poder y grupos políticos en Jalisco 1995-2003. Guadalajara: Universidad de Guadalajara,
2004; Sistema político en Jalisco. Guadalajara: Universidad de Guadalajara, 1998; y Andrés Valdez Zepeda
(coord.). Continuidad y cambio en Jalisco. Gobierno y elecciones 2000-2003. Guadalajara: cucea-cuci, Universi-
dad de Guadalajara, 2003.
10
Jorge Alonso y Silvia Gómez Tagle. Insurgencia democrática. Las elecciones locales. Guadalajara: Universidad
de Guadalajara, 1991; Jorge Alonso y Juan Manuel Ramírez Sáiz (coords.). La democracia de los de abajo en
Jalisco. Guadalajara: unam-Consejo Electoral del Estado de Jalisco-Universidad de Guadalajara, 1996.
11
Luz Lomelí. El sentido del voto. Electores, votos y sistemas de partidos en Jalisco. Tlaquepaque: iteso, 2001.
12
Jaime A. Preciado Coronado. Ciudades regionales, élites y poder en Jalisco, 1983-1988. Guadalajara: Univer-
sidad de Guadalajara, 1994.
13
Juan Manuel Ramírez Sáiz. Los caminos de la acción colectiva. Guadalajara: inah-El Colegio de Jalisco,
1994; Juan Manuel Ramírez Sáiz (coord.). ¿Cómo gobiernan Guadalajara? Demandas ciudadanas y respuestas
de los ayuntamientos. Guadalajara: Universidad de Guadalajara-Miguel Ángel Porrúa-unam, 1998.
14
Jorge Durand Arp-Nissen (coord.). Movimientos sociales. Desafíos teóricos y metodológicos. Guadalajara: Uni-
versidad de Guadalajara, 2002.
15
Carlos Alberto Navarrete Ulloa. Identidades panistas: Entre tradición y modernidad. El proceso de instituciona-
lización del Partido Acción Nacional en Jalisco. Zapopan: El Colegio de Jalisco, 2009; y “Cultura política a
nivel subnacional. El caso de Jalisco”. Acta Republicana. Guadalajara, Universidad de Guadalajara, año
7, núm. 7, 2008, pp. 33-46.

60
Métodos y técnicas utilizados para el estudio de la política

Los trabajos de investigación de Marco Antonio Cortés Guardado,16 Jai-


me Preciado,17 Francisco de Jesús Aceves,18 Carlos Silva,19 Luz Lomelí,20 Andrés
Valdez,21 Alicia Gómez22 y Alberto Arellano,23 tienen como característica su en-
foque basado en el método inductivo-deductivo, de tipo cualitativo-explicativo.
Respecto del método inductivo, con un enfoque comparativo-explica-
tivo, se encuentran los trabajos realizados por Francisco de Jesús Aceves;24
mientras que los de María Marván Laborde25 y Jorge Alonso26 están bajo el
modelo explicativo-cualitativo.

16
Marco Antonio Cortés Guardado. “Cultura de legalidad en México: Creencias sobre la justicia, la ley, las
instituciones”. Acta Republicana. Guadalajara, Universidad de Guadalajara, año 5, núm. 5, pp. 41-51.
17
Jaime A. Preciado Coronado. Geografía electoral de Jalisco: Julio de 1988. Guadalajara: Universidad de
Guadalajara, 1989; Geografía electoral de Jalisco: diciembre de 1988. Guadalajara: Universidad de Guadalaja-
ra, 1990; “Elecciones en contexto de alternancia: balance y perspectivas”. Estudios Jaliscienses. Guada-
lajara, El Colegio de Jalisco, núm. 33, agosto de 1988.
18
Francisco de Jesús Aceves. “Instantánea electoral. Guadalajara a la hora de la democracia”. Renglones.
Tlaquepaque, iteso, año 10, núm. 29, agosto-noviembre de 1994; Francisco de Jesús Aceves. “Prensa
y elecciones. Patrones de exposición y consumo de la información política de la prensa escrita por los
habitantes de Guadalajara durante el proceso electoral de 1994”. Comunicación y Sociedad. Guadalajara,
Universidad de Guadalajara, núms. 25 y 26, septiembre de 1995-abril de 1996.
19
Carlos Silva Moreno. “Cultura política y partidos en Jalisco”. Espiral. Guadalajara, Universidad de
Guadalajara, núm. 19, septiembre-diciembre de 2000, pp. 51-68.
20
Luz Lomelí Meillón. “Los órganos electorales, un espacio de participación ciudadana”. Espiral. Gua-
dalajara, Universidad de Guadalajara, núm. 36, mayo-agosto de 2006, pp. 41-60.
21
Andrés Valdez Zepeda. “La metamorfosis de un régimen petrificado. Un acercamiento propositivo
al estudio del cambio y la transición democrática en Jalisco”. Espiral. Guadalajara, Universidad de
Guadalajara, núm. 6, mayo-agosto de 1996, pp. 81-110.
22
Alicia Gómez López. Crisis y transición en Jalisco. Guadalajara: Universidad de Guadalajara, México, 1997.
23
Alberto Arellano Ríos. “Gobiernos panistas e inseguridad pública en Jalisco”. Desacatos. Guadalajara,
ciesas, núm. 26, enero-abril de 2008, pp. 119-134; “Empresarios y cambio político en Jalisco”. Acta
Republicana. Guadalajara, Universidad de Guadalajara, año 8, núm. 8, 2009, pp. 41-55.
24
Francisco de Jesús Aceves. “Marketing político y rentabilidad electoral: el caso del Distrito 10 de Jalis-
co en las elecciones federales de 2003”. Comunicación y Sociedad. Nueva época. Guadalajara, Universidad
de Guadalajara, núm. 4, julio-diciembre de 2005, pp. 39-66.
25
María Marván Laborde. “La reforma política electoral 1995-1996. Una perspectiva de largo plazo”.
Renglones. Tlaquepaque, iteso, año 12, núm. 35, agosto-noviembre de 1996, pp. 4-12; “Un régimen
democrático en un Estado autoritario”. Renglones. Tlaquepaque, iteso, año 13, núm. 38, agosto-no-
viembre de 1997, pp. 5-10; y “Causas y consecuencias del 2 de julio de 2000”. Renglones. Tlaquepaque,
iteso, año 15, núm. 46, agosto-noviembre de 2000, pp. 18-23.
26
Jorge Alonso. “Avances en la transición democrática”. Renglones. Tlaquepaque, iteso, año 13, núm. 38,
agosto-noviembre de 1997, pp. 44-54; y Jorge Alonso. El cambio en Jalisco. Las elecciones de 1994 y 1995.
Guadalajara: Consejo Electoral del Estado de Jalisco-Universidad de Guadalajara-ciesas, 1995.

61
David Mora Cortés e Ismael Orozco Loreto

Entre los trabajos académicos con método deductivo se encuentran el


de Servando Ortoll,27 Rubén Aguilar,28 Enrique Rodríguez,29 Jorge Alonso,30
Jorge Ceja,31 Alfonso Hernández,32 Gilberto Fregoso,33 y el de Juan Manuel
Ramírez.34 Todos estos trabajos tienen como común denominador que perte-
necen al tipo de investigación exploratoria-cualitativa.
Un trabajo de investigación que llamó la atención por el tipo de elabora-
ción es el coordinado por Jorge Alonso35 con sus alumnos de la Maestría en
Ciencias Sociales de la Universidad de Guadalajara. Se trata de una compila-
ción de trabajos académicos-escolares que se concretó en un libro editado
por la misma universidad; en ese trabajo colectivo estudiantil se aplicó el mé-
todo analítico bajo un enfoque explicativo-cuantitativo-cualitativo. Asimismo,
bajo este mismo método y enfoque se encuentran los ensayos publicados en
las obras coordinadas por Jorge Alonso y Jaime Tamayo,36 Marco Antonio
Cortés Guardado y David Gómez Álvarez,37 Marco Antonio Cortés y Víctor

27
Servando Ortoll. “Las legiones, la base y el sinarquismo, ¿tres organizaciones distintas y un solo fin
verdadero? (1929-1948)”. Jorge Alonso (coord.). El pdm: Movimiento regional. Guadalajara: Universidad
de Guadalajara, 1989, pp. 17-53.
28
Rubén Aguilar y Guillermo Zermeño Padilla. “De movimiento social a partido político. De la uns al
pdm”. Jorge Alonso. El pdm: Movimiento regional. Guadalajara: Universidad de Guadalajara, 1989, pp.
65-248.
29
Enrique Rodríguez Varela. “El pdm en Jalisco: Elecciones y conflicto”. Jorge Alonso, ibid., pp. 249-295.
30
Jorge Alonso. “Una región entre la permanencia derechista y la irrupción de convergencias popula-
res”. Jorge Alonso y Juan García de Quevedo (coords.). Política y región: Los Altos de Jalisco. Guadalajara:
ciesas, 1990, pp. 259-283; “Democracia traicionada”. Desacatos. Guadalajara, ciesas, núm. 24, mayo-
agosto de 2007, pp. 73-108.
31
Jorge Ceja Martínez. “Partidos y ciudadanos: La alternancia política municipal en Jalisco”. Estudios
Jaliscienses. Zapopan, El Colegio de Jalisco, núm. 33, agosto de 1988, pp. 61-75.
32
Alfonso Hernández Valdez. “La caída priísta en Jalisco”. Renglones. Tlaquepaque, iteso, núm. 38,
agosto-noviembre de 2000, pp. 44-48.
33
Gilberto Fregoso Peralta. “Las elecciones federales de 1988 en la prensa de Guadalajara”. Comunica-
ción y Sociedad. Guadalajara, Universidad de Guadalajara, núm. 8, enero-abril de 1990, pp. 43-62.
34
Juan Manuel Ramírez Sáiz. El acceso a la información pública gubernamental. La gestación de una ley desde las
organizaciones cívicas. Tlaquepaque: iteso, México, 2008.
35
Jorge Alonso. Democracia. Campaña y elecciones. Guadalajara: Universidad de Guadalajara, 2005.
36
Jorge Alonso y Jaime Tamayo (coords.). Elecciones con alternativas. Algunas experiencias en la República
Mexicana. México: La Jornada ediciones-ciich, unam, 1994.
37
Marco Antonio Cortés Guardado y David Gómez Álvarez. El voto en Jalisco: Crisis, elecciones y alternancia.
Guadalajara: iepc-Universidad de Guadalajara-iteso, 2009.

62
Métodos y técnicas utilizados para el estudio de la política

Alejandro Espinoza,38 Jorge Regalado y Juan Manuel Ramírez,39 así como el


de Renée de la Torre y Juan Manuel Ramírez.40
En lo concerniente a investigaciones que aplicaron el método sintéti-
co, puede incluirse en este rubro los trabajos académicos de Marco Antonio
Cortés Guardado,41 Jorge Alonso,42 David Gómez Álvarez43 y Jorge Ceja,44
quienes realizaron investigaciones de tipo explicativo-cuantitativo.

A manera de conclusión
Si bien es cierto que las metodologías y técnicas de investigación tienen ma-
neras muy particulares de analizar los datos obtenidos y el procesamiento de
la información para transmitir o dar a conocer los resultados de la investiga-
ción, éstas no son de aplicación ortodoxa o antagónicas entre sí, como suele
en ocasiones confundirse; más bien son heterodoxas, esto es, la combinación
de los métodos y las técnicas facilitan en gran medida el trabajo científico y
empírico del investigador.
38
Marco Antonio Cortés Guardado y Víctor Alejandro Espinoza Valle (coords.). Elecciones concurrentes
en México. Competencia, participación y voto diferenciado. México: Ediciones y Gráficos Eón-Universidad de
Guadalajara, 2007.
39
Juan Manuel Ramírez Sáiz y Jorge Regalado Santillán (coords.). Cambio político y participación ciudadana
en México. Guadalajara: cepcom-Universidad de Guadalajara, 2000.
40
Juan Manuel Ramírez Sáiz y Renée Ángela de la Torre Castellanos (coords.). La ciudadanización de la
política en Jalisco. Tlaquepaque: iteso, 2001.
41
Marco Antonio Cortés Guardado e Ismael Ortiz Barba. “Jalisco: Democracia electoral con déficit de
legitimidad política”. Espiral. Guadalajara, Universidad de Guadalajara, núm. 38, enero-abril de 2007,
pp. 45-80.
42
Jorge Alonso. El rito electoral en Jalisco (1940-1992). Guadalajara: ciesas-El Colegio de Jalisco, 1993; “La
incertidumbre electoral. Las elecciones jaliscienses locales en 1997”. Espiral. Guadalajara, Universidad
de Guadalajara, núm. 12, mayo-agosto de 1998; Democracia precaria. Tlaquepaque: Centro de Inves-
tigación y Formación Social, iteso, 2000; “Votar en Guadalajara”. Espiral. Guadalajara, Universidad
de Guadalajara, núm. 27, mayo-agosto de 2003, México, 2003; “Un acercamiento al comportamiento
electoral tapatío de 1988 a 2003”. Espiral. Guadalajara, Universidad de Guadalajara, núm. 35, enero-
abril de 2006, pp. 33-63; “Las elecciones federales del 2000, consolidación del panismo”. Espiral.
Guadalajara, Universidad de Guadalajara, núm. 19, septiembre-diciembre de 2000, pp. 95-128; Jorge
Alonso (coord.). Identidades, acciones colectivas y movimientos sociales. Zapopan: El Colegio de Jalisco, 2001.
43
David Gómez Álvarez y Ramiro Garzón Contreras. “Los árbitros de las elecciones. Perfil de los con-
sejeros electorales en Jalisco”. Renglones. Tlaquepaque, iteso, núm. 38, agosto-noviembre de 2000, pp.
62-67.
44
Jorge Ceja Martínez. “El envejecimiento prematuro de la alternancia política municipal de Jalisco”.
Estudios Jaliscienses. Zapopan, El Colegio de Jalisco, núm. 70, noviembre de 2007, pp. 32-43.

63
David Mora Cortés e Ismael Orozco Loreto

Descubrimos en el análisis comparativo de los trabajos académicos ya re-


ferenciados, que todos aplicaron combinaciones de métodos y técnicas, de los
cuales, algunos fueron explícitos en señalar cuáles aplicaron y otros autores
no especificaron en qué herramientas metodológicas se apoyaron.
Las investigaciones de política en Jalisco tienen como denominador co-
mún tres categorías: cualitativas, cuantitativas y la combinación de las dos an-
teriores. A partir de ahí varían en el método y enfoque de acuerdo con estilo y
preferencia de cada autor, de las cuales sobresalen tres tipos: en primer lugar,
el método científico con enfoque de tipo exploratorio-comparativo-cualita-
tivo-cuantitativo; en segundo lugar, el método inductivo-deductivo, con un
enfoque cualitativo-explicativo; y en tercer lugar, el método sintético de tipo
explicativo-cuantitativo.
Con lo anterior, hemos descubierto la tendencia y preferencia de los in-
vestigadores en sus trabajos académicos en este ramo del conocimiento. El
siguiente paso es propiciar una discusión epistemológica de los modelos y
estrategias metodológicas aplicados para comprender la ciencia política y el
dinamismo de la administración pública.

64
SEGUNDA PARTE
EL ESTUDIO DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS

65
66
ESTUDIO INTRODUCTORIO

Nancy García Vázquez


El Colegio de Jalisco

La segunda parte de este libro aborda el quehacer de los investigadores en


política pública. La naturaleza de esta disciplina es particularmente contro-
versial porque no hay diseño, ejecución o control que sea neutral. Se trata de
decisiones que afectan la vida de las personas, sin importar si están a favor o
en contra de éstas.
Del mismo modo, no hay una investigación neutral ni cien por ciento
objetiva. Desde la elección de un tema y el método para analizar la acción
gubernamental, el investigador se enfrenta al dilema de cómo llegar a una
verdad en un área tan controvertida y cambiante.
Por esta razón, en esta segunda parte del libro se busca discutir con el
lector y con la comunidad académica cómo se estudian en Jalisco los temas
de política pública. Se trata de una reflexión basada en el resultado más vi-
sible del trabajo de investigaciones: la divulgación de su conocimiento me-
diante las publicaciones.
Los colaboradores de esta segunda parte desarrollan una investigación
exploratoria que ofrece un estado del arte acerca de cómo ha evolucionado
el estudio de las políticas públicas a partir de la producción académica de los
investigadores locales en los últimos veinte años.
De ahí que el principal objetivo haya sido identificar cuáles han sido las
principales tendencias en la investigación de los estudios políticos y los asun-
tos públicos en la comunidad científica jalisciense. Las preguntas de investi-
gación que orientan el trabajo son las siguientes:

[67]
Nancy García Vázquez

- ¿Cuáles han sido las principales agendas de investigación en políticas


públicas en Jalisco?
- ¿Cuáles son las principales herramientas metodológicas para analizar
los fenómenos políticos, en términos de técnicas cuantitativas y cua-
litativas?
- ¿Cuáles son las características básicas de la comunidad académica que
estudia los fenómenos públicos: quiénes son, dónde se ubican, a qué
instituciones pertenecen?
En este capítulo introductorio se exponen la metodología y los hallazgos.
Se trata de un estudio espejo, similar al que se realizó para el estado del arte
de la ciencia política en la primera parte del libro.

Construcción de la muestra y metodología para su análisis


Se revisó una muestra de 65 artículos y libros de cuatro instituciones de gran
relevancia en la investigación científica local: la Universidad de Guadalajara,
El Colegio de Jalisco, el Instituto de Estudios Superiores de Occidente (iteso)
y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social
(ciesas).
Asimismo, se compilaron los textos de revistas locales indexadas o arbi-
tradas: Espiral (cucsh), Comunicación y Sociedad (cucsh), Renglones (iteso), Estu-
dios Jaliscienses (El Colegio de Jalisco), Desacatos (ciesas), Estudios Sociales (cucsh,
Universidad de Guadalajara), Carta Económica Regional (cucea, Universidad de
Guadalajara), Gestión Municipal (cucea, Universidad de Guadalajara), que se
guían por los cánones editoriales internacionales. También se tomaron en
cuenta los libros publicados por estas mismas universidades y otras, así como
por reconocidas casas editoriales. Cabe mencionar que siempre se procuró
que fueran textos arbitrados.
Debido a que en la entidad el análisis de política pública se realiza de
manera interdisciplinaria, incluyó en la muestra a un grupo de investigadores
de una trayectoria reconocida a nivel local y nacional, provenientes de otras
ciencias sociales: Carlos Moreno, Adrián Acosta, Andrés Valdez, Miguel Bas-
drezch, David Gómez, Aimeé Figueroa, Antonio Sánchez Bernal, Alfonso
Hernández, Roberto Arias y Guillermo Woo.

68
Estudio introductorio

Además, se diseñó una ficha de trabajo que permitió construir una base
de datos con información agregada. La ficha de trabajo se segmentó en tres
apartados:
1. Información bibliográfica básica: título, autor, posición del autor,
editorial, año, lugar, páginas, capítulos, tema general y resumen.
2. Información teórico-empírica: tema de política pública, tipo de análisis
(agenda, diseño, implementación, evaluación), periodo analizado, con-
texto (estatal, municipal, regional), unidad analítica (personas, institucio-
nes, grupos, movimientos, otros), principal problema y conclusiones.
3. Información metodológica: tipo de método (deductivo o inductivo),
objetivo metodológico (describir, explicar, ambas), metodología (cua-
litativa, cuantitativa, ambas), técnicas usadas (entrevista, estudio de
caso, investigación documental, etnografía, historia de vida, encuesta,
series de tiempo, panel, regresiones, análisis multivariado, etc.), varia-
bles analizadas, hipótesis, aportaciones metodológicas (genera datos
nuevos, procesa datos existentes, ambas), fuentes de información (in-
ternacional, nacional o local) y fuentes bibliográficas (internacional,
nacional o local), incluye material gráfico o esquemas (fotografías, ta-
blas, cuadros, gráficos, etcétera).
Esta base de datos permitió analizar la información en función de dos
dimensiones básicas: 1) sus aproximaciones y discusiones teóricas y 2) sus
enfoques metodológicos y técnicas de investigación.

Hallazgos. Agendas y perfiles de la investigación


En esta sección se presentan algunos de los hallazgos más indicativos de la
investigación. Para tal propósito, se calcularon las proporciones en función de
la muestra y su distribución temática.

Agendas de investigación
Con referencia a los 65 textos revisados en la muestra, las temáticas que
más sobresalen son: migración con 31%, seguridad pública con 26% y edu-
cación con 20%. Sin duda, dichas tendencias son reflejo de problemáticas

69
Nancy García Vázquez

que han contextualizado y marcado la evolución histórico-social de Jalisco;


pero también de la situación de crisis y emergencia ante la creciente ola de
inseguridad que se agudiza cada vez más en todo el país. También es inte-
resante resaltar que los temas de mujeres son los que se abordan menos, ya
que sólo representan 3% de la muestra revisada.

Unidad analítica de las publicaciones


El análisis de la agenda es la más representativa, al abordarse en 40% de los
textos revisados; le siguen en orden de importancia, el análisis de la imple-
mentación (entendido como gestión) con 31%, la evaluación con 18% y el
diseño de la política con 11 por ciento.

Contexto que se aborda en las publicaciones


El nivel estatal destaca con prácticamente la mitad de las publicaciones: 49%;
en segundo término los análisis municipales con 20% y los nacionales con
14% (esta última cifra no es sorprendente debido a cómo se construyó la
muestra). Se observa con claridad que el análisis está fuertemente centrado
en el contexto estatal, y mucho menos en lo municipal e internacional. Por
la dinámica económica del estado y su articulación con la economía interna-
cional mediante las exportaciones, flujos migratorios y turísticos, quizás sea
pertinente ampliar la mirada para incluir más en los análisis de política pública
los contextos de la economía mundial.

Fuentes bibliográficas consultadas


De los textos revisados, 31% corresponde a fuentes nacionales, 26% corres-
ponden a fuentes internacionales, locales y nacional-locales y 20% a fuentes
locales. En este punto habría que decir que la información estatal suele ser
escasa y poco sistematizada, y en el ámbito municipal es más deficiente.

Técnicas de investigación utilizadas


Es claro que los análisis de la política pública en Jalisco se basan más en téc-
nicas de investigación de tipo cualitativo, 48%; también puede ser un aspecto
favorable el que 40% utilizaran una combinación de técnicas cualitativas y

70
Estudio introductorio

cuantitativas, lo que expresa que la investigación al respecto de la política


pública en Jalisco considera ambas técnicas como complementarias más que
excluyentes; no obstante, no dejan de tener presencia las técnicas cuantitati-
vas, las cuales fueron usadas en 12% de los textos revisados.

Fuentes de información
De la muestra de textos, 60% procesa datos existentes, 20% combina la gene-
ración de datos nuevos y procesa los ya existentes, y sólo 18% aporta nuevos
datos al análisis. Tal situación es un llamado de atención hacia la necesidad de
crear datos nuevos para un contexto social que cada día se asume más com-
plejo y en constante cambio.

Perfil editorial de las publicaciones


Tipo de publicación
Es notorio que la mayoría de los textos publicados referentes a temas de
política pública en Jalisco aparecen en artículos de revista, 60%; en libros
25% y en informes o dossiers 15%. Lo anterior puede marcar la necesidad de
publicar más este tipo de temas en libros especializados y contextualizados,
con diversas metodologías y enfoques de investigación aplicados a la realidad
jalisciense.

Instituciones donde se publica


La lista está encabezada por la Universidad de Guadalajara con 38%, dato
nada sorprendente por la importancia y el peso que tiene en el ámbito de
educación superior e investigación; instituciones como el iteso, ciesas y otras
universidades, le siguen con 29%; posteriormente, instituciones de gobierno
con 19%, El Colegio de Jalisco con 14% y con 2% la unam.

Participación de los autores en las obras


De la muestra, 60% son textos publicados de manera colectiva, 27% se refie-
re a publicaciones individuales y el restante 13% se constituye por publica-
ciones individuales y colectivas. Podría ser pertinente, en el ámbito estatal, en

71
Nancy García Vázquez

las instituciones de investigación representativas fomentar los mecanismos


para impulsar la investigación y publicación de manera individual.

Perfil de los autores


Puesto que las construcciones de género permean todos los ámbitos de la
sociedad, y siguen pesando y siendo demasiado evidentes, 73% de los autores
que publican en estas temática son hombres y 27% mujeres.

Grado académico de los autores


Lo más destacable entre los hallazgos es, con mucho, lo referente al grado aca-
démico de los autores. De las publicaciones 85% pertenece a autores con gra-
do de doctorado, sólo 11% de ellos tiene grado de maestría y el resto de licen-
ciatura y otros grados. Por ello, podría ser pertinente incentivar la investigación
y publicación de autores con otros grados académicos; por ejemplo, ensayos y
trabajos de licenciatura, maestría y otros más, aparte de los de doctorado.
Hasta aquí los hallazgos sugerentes de esta revisión. La segunda parte
del libro ahonda más en ellos. El capítulo escrito por Estuardo Gómez Mo-
rán, “Perspectivas teóricas en el estudio de las políticas públicas”, revisa las
principales escuelas con las que se lleva a cabo el análisis en esta disciplina.
El autor concluye que la producción académica local se centra, en su mayo-
ría, en las fases de agenda y de implementación, aunque ya hay una incipiente
recurrencia hacia la evaluación.
El capítulo escrito por Anahí Copitzy Gómez Fuentes, “Tendencias de los
estudios cualitativos sobre política pública”, hace una revisión a profundidad
acerca de las técnicas cualitativas utilizadas en una submuestra de artículos y
libros. La autora observa que la principal tendencia es que, si bien hay más da-
tos cualitativos, buena parte de ellos se basan en datos existentes (usualmente
producidos por los gobiernos y por las instituciones del Estado).
Finalmente, el texto de Nancy García Vázquez “Tendencias de los estudios
cuantitativos en política pública”, revisa el uso que se hace de las herramientas
estadísticas, que en general suelen ser complementarias y poco sofisticadas.
De este modo, esta segunda parte invita a dialogar a los investigadores,
a ubicar potenciales áreas de investigación, a innovar metodologías y, sobre
todo, a generar más información acerca del ámbito municipal.

72
PERSPECTIVAS TEÓRICAS EN EL ESTUDIO
DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS

Estuardo Gómez Morán


Conafor

Introducción
Hasta el último cuarto del siglo xx, la democratización de los sistemas políti-
cos era el objeto central de estudios políticos en las universidades mexicanas,
y quizá de América Latina. La razón principal es el interés por la historia de
los regímenes autoritarios en el hemisferio sur. De ahí que el principal objeto
de investigación en las ciencias sociales, y particularmente en la ciencia polí-
tica, fuera la democratización y la liberalización de los sistemas políticos. A la
par de dichas extendidas tendencias académicas, las comunidades científicas
sociales comenzaron a inclinarse por un asunto menos popular: cómo lograr
que los gobiernos decidan acertadamente. Como señala Aguilar Villanueva,
la “raíz de las decisiones equivocadas del gobierno y de su incapacidad para
aprender de sus errores se hallaba en la misma estructura autoritaria del siste-
ma político-administrativo, imponente, incontenible, sin el contrapeso de las
libertades económicas y políticas de los ciudadanos”.1
Ese interés académico por el fenómeno decisorio de los gobiernos y sus
resultados provenía de un campo de estudios que había comenzado a gestarse
en el seno de las ciencias sociales estadounidenses durante la década de 1950:
las políticas públicas.2 El hecho fundamental de haberse generado a partir
1
Luis F. Aguilar Villanueva. “Estudio introductorio”. Luis F. Aguilar Villanueva (ed.). El estudio de las
políticas públicas. México: Miguel Ángel Porrúa, 2003, p. 16.
2
Radha Krishan Sapru. Public Policy: Formulation, Implementation and Evaluation. Nueva Delhi: Sterling
Publishers, 2004.

[73]
Estuardo Gómez Morán

de un enfoque multidisciplinario en ese contexto es un factor que ha deter-


minado el rumbo de esta orientación académica. La perspectiva de políticas
públicas se inscribe en la relación teoría-práctica que ha caracterizado al co-
nocimiento científico con una particular orientación hacia la resolución prác-
tica de los problemas colectivos. Al menos esa ha sido la pretensión desde la
aparición del fundacional trabajo de Harold Dwight Lasswell: “The Policy
Orientation”.3
El estudio de políticas públicas representa uno de los ejes transversales
que mayor multidisciplinariedad ha demandado a las ciencias sociales, sobre
todo por su orientación hacia la resolución de problemas colectivos. Como
en el resto de las disciplinas sociales, su desarrollo no ha estado exento de la
discusión epistemológica respecto de la unidad e integralidad de sus métodos
y de su objeto de estudio. En ese sentido, su proceso de autodefinición dis-
ciplinar ha estado acompañado de una prolífica producción académica, tanto
empírica como teórica. En este capítulo se expone panópticamente el desa-
rrollo teórico del enfoque de políticas públicas con la finalidad de realizar un
acercamiento a la producción académica que se ha generado en este campo
en el estado de Jalisco.

Elementos disciplinares del estudio


de las políticas públicas

A diferencia de los campos de conocimiento de las ciencias naturales, las


ciencias sociales han requerido debates epistemológicos mucho más intensos
para la conformación de sus campos disciplinares.
La validez del estudio de las políticas públicas como un campo disciplinar
integral todavía está en discusión. Algunas personas afirman que el estudio
de las políticas públicas es “más una moda que una ciencia, un conjunto
poco organizado de preceptos y posiciones en lugar de un conjunto integra-
do de conocimientos sistemáticos, más bien un arte y un oficio de una ciencia
genuina”.4 A pesar de esto, prestigiadas universidades de todo el mundo han
3
Harold Dwight Lasswell cit. por Radha Krishan Sapru. Public Policy: Art and Craft of Policy Analysis.
Nueva Delhi: phi Learning, 2010.
4
Michael Moran, Martin Rein y Robert Goodin. “Policy Persuasion”. Michael Moran, Martin Rein y
Robert Goodin. The Oxford Handbook of Public Policy. Nueva York: Oxford University Press, 2006, pp.
3-39.

74
Perspectivas teóricas en el estudio de las políticas públicas

establecido programas de investigación y de formación académica en este


campo. Además, se publican revistas científicas para la difusión de la investi-
gación acerca de políticas públicas y actualmente existen sociedades de profe-
sionales conformadas especialmente para el estudio de éstas.5
En cualquier caso, se trata de una discusión para la que no parece haber
un desenlace en el corto plazo, mucho menos en el entendido de que el estu-
dio de las políticas públicas requiere necesariamente de la colaboración inter-
disciplinaria de las ciencias sociales y de diversos campos del conocimiento
que puedan tener alguna aplicación práctica en la orientación hacia algún
problema público particular.
Entre los aspectos que distinguen a los estudios de política pública de
los que se generan en los campos científicos del conocimiento social, Moran,
Rein y Goodin identifican al menos tres.6 El primero es su finalidad persuasiva,
en el sentido de que los estudios de política pública pretenden lograr adeptos
políticos que avalen la pertinencia de una decisión colectiva. En ese tenor,
como segundo atributo, afirman que los estudios de política pública poseen
una fuerte carga de valores y que por lo tanto son estudios explícitamente
normativos, sustentados en el papel que desempeñan las premisas de valor
en la decisión pública. Finalmente, derivado de los dos primeros aspectos, los
estudios de política pública se orientan hacia la acción, y por ello este tipo de in-
vestigaciones se presentan con la intención de responder a preguntas del tipo
¿qué debemos hacer como comunidad política?7
Desde los aportes fundacionales del enfoque de políticas públicas que-
dó establecida la imperiosa necesidad de contar con una visión multidiscipli-
nar; la razón parece evidente: los problemas públicos se comportan como
fenómenos complejos que reclaman una visión integral de sus interacciones
y, desde luego, de la forma en que habrán de atenderse. De ahí que un cuar-
to atributo de los estudios de política pública sea su carácter multidisciplina-
rio, lo que a su vez puede ser una fortaleza y una debilidad; una fortaleza
debido a que una investigación de políticas públicas puede basarse en los
mejores conocimientos de las ciencias naturales, las ciencias sociales y las
5
Kevin Smith y Christopher Larimer. The Public Policy Theory Prime. Filadelfia: Westview Press Books,
2009.
6
Moran, Rein y Goodin, op. cit.
7
Ibid., pp. 5-6.

75
Estuardo Gómez Morán

humanidades; pero también podría ser una debilidad puesto que los analistas
de política no comparten un lenguaje que comprenda y emplee provechosa-
mente los conocimientos aportados por las diversas disciplinas.8 El enfoque
de políticas públicas merece atención esencialmente porque trata de cómo las
sociedades solucionan problemas públicos.9

Elementos teóricos para el estudio de las políticas públicas


El estudio de las políticas públicas como parte del campo general de las cien-
cias sociales requiere de marcos teóricos que permitan adoptar una posición
analítica de referencia para aproximarse al objeto de estudio, ya sea que éste se
entienda como decisión colectiva o como la asignación autoritativa de valores
para la sociedad. En ese sentido, las principales teorías que han moldeado al
estudio de las políticas públicas provienen de las ciencias sociales,10 princi-
palmente de la ciencia política y de la administración pública. En opinión de
Aguilar Villanueva, el estudio de las decisiones públicas había sido ignorado
por la ciencia política, que se concentraba en la comprensión de lo político en
donde prevalecían como objeto de estudio las estructuras sociales superiores
y externas que determinaban el sentido de lo que al gobierno correspondía
hacer; además había sido olvidado por la administración pública, que se con-
centraba en cómo realizar lo decidido por aquellas estructuras de poder, al
mantener la clásica separación entre política y administración.11 Por lo tanto,
el proceso de transformación de la política en las políticas no formaba parte de
la agenda de investigación de las ciencias sociales.
A pesar de esta ausencia fundamental del proceso decisorio como obje-
to de estudio, es precisamente en el seno de la investigación de las ciencias
sociales-políticas que comenzó a gestarse el interés y el análisis respecto del
proceso de elaboración de las políticas públicas. Una de las características del
conocimiento científico es que para su desarrollo, los investigadores confor-
8
Thomas Birkland. An Introduction to the Policy Process: Theories, Concepts, and Models of Public Policy Making.
Nueva York: me, Sharpe, Inc., 2011.
9
Idem.
10
Peter Knoepfel, Corinne Larrue, Frédéric Varone y Michael Hill. Public Policy Analysis. Bristol: mpg
Books, 2007.
11
Luis F. Aguilar Villanueva. “Estudio introductorio”. Luis F. Aguilar Villanueva. La hechura de las políti-
cas públicas. México: Miguel Ángel Porrúa, 2003, pp. 15-84.

76
Perspectivas teóricas en el estudio de las políticas públicas

man comunidades científicas alrededor de teorías comúnmente aceptadas,


que se convierten en explicaciones paradigmáticas de la realidad. Knoepfel,
Larrue, Varone y Hill,12 identificaron tres escuelas de pensamiento que han
dado forma a los estudios de política pública: la primera es la que se basa en
la teoría del Estado, la segunda es la que pretende explicar la lógica de la ac-
ción pública a partir de la teoría del sistema político-administrativo,13 y la tercera
se enfoca en la valoración de los resultados y efectos de la acción pública
(evaluación). Conviene tener presente que estos tres grupos teóricos no son
excluyentes, ya que los enfoques en los cuales se subdividen pueden presen-
tar algunas afinidades, sobre todo en el caso de las teorías del Estado y del
sistema político.14
Los estudios basados en las teorías del Estado no se concentran en las
decisiones en sí, sino en las estructuras políticas institucionales que están de-
trás de las decisiones; es decir, en la esencia de la política o, dicho de otra
manera, en lo propiamente político. En ese sentido, se identifican tres formas
de entender a la política pública como acción del Estado. En primer lugar,
se concibe a las políticas públicas como respuestas a demandas o proble-
mas sociales que pueden ser atendidos por medio de la intervención pública
(enfoque pluralista). Otra forma de entenderlas es al considerarlas como la
expresión de la clase dominante, por medio del Estado como instrumento de
dominación (enfoque elitista o clasista). Finalmente, también pueden concebir-
se como el mecanismo de distribución del poder entre los grupos de interés

12
Knoepfel, Larrue, Varone y Hill, op. cit.
13
Knoepfel, Larrue, Varone y Hill establecen que para los autores de esta escuela el Estado deja de
ser considerado como un actor homogéneo y comienza a concebirse como un sistema político y admi-
nistrativo cuyo funcionamiento debe ser entendido para permitir las formulaciones de predicciones o
recomendaciones. Idem.
14
Tómese en consideración que ambas teorías representan dos paradigmas diferentes de la ciencia po-
lítica del siglo xx: mientras que la teoría del Estado es de corte legalista, la teoría del sistema político
es de corte conductual.

77
Estuardo Gómez Morán

que se confrontan en el campo político para determinar las políticas (enfoque


corporativista o neoinstitucional 15).16
Aquellos estudios que se apoyan en las teorías del sistema político-adminis-
trativo17 consideran que la función del análisis de políticas consiste en com-
prender los modos y lógicas de operación de la acción pública, no en explicar
el funcionamiento de todo el sistema político. Es en el seno de esta teoría sis-
témica que se han desarrollado los modelos de decisión más representativos
del enfoque de políticas públicas (racionalismo e incrementalismo). Un primer en-
foque se concentra en el análisis del proceso de toma decisiones y en la estra-
tegia de los actores (enfoque socio-organizacional). Otros estudios se concentran
en el análisis de los instrumentos y herramientas de los cuales se dispone para
implementar la política para optimizar la selección de la alternativa de política
(enfoque económico). Hay investigaciones que tienden a estudiar las estructuras,
15
Entre los estudios basados en teorías del Estado, el enfoque institucional (tanto en su dimensión socio-
política como en su dimensión económica o neoinstitucional) es uno de los que más se han desarrollado
en relación con las políticas públicas. El enfoque institucional se concentra en estudiar la relación
que existe entre política pública y estructuras de gobierno, entendiendo así no sólo a las estructuras
del Estado (perspectiva legalista), sino también a las estructuras sociales y económicas (perspectiva
neoinstitucional) que restringen el comportamiento de los individuos. Sapru, Public Policy: Art and
Craft... En ese sentido, el mérito del enfoque institucional descansa principalmente en comprender la
relación entre decisiones de política pública y estructuras de poder; en otras palabras, en indagar sobre
los efectos estructurales de las políticas.
16
Knoepfel, Larrue, Varone y Hill, op. cit., pp. 3-5.
17
A pesar de su característica multidisciplinariedad y de la variedad de teorías sociales que por conse-
cuencia pueden ser empleadas en este estilo de análisis, el enfoque de políticas públicas mantiene
una fuerte relación con la teoría del sistema político, iniciada en el seno de la ciencia política norteame-
ricana y que concibe a lo político como el conjunto de procesos por medio de los que una sociedad
asigna valores autoritativamente. David Easton. “Categorías para el análisis sistémico de la política”.
Enfoques sobre teoría política. Buenos Aires: Amorrortu, 1997, pp. 216-231. McCool considera que esta
perspectiva teórica ha tenido relevancia particular en el desarrollo de los conceptos sobre el funciona-
miento del proceso decisorio de las políticas públicas, sobre todo por la relación que establece entre
las diversas partes el sistema y el entorno. Daniel McCool. Public Policy Theories, Models and Concepts.
Nueva Jersey: Pearson, 1995, p. 163. Easton considera que un sistema político es aquel que cumple
exitosamente con dos funciones: la primera es la de asignar valores para una sociedad, es decir, la de-
finición colectiva de lo que se considera relevante de ser atendido por medios públicos; y la segunda,
es lograr que esa asignación de valores sea respetada por la mayoría. En ese sentido, el sistema político
se convierte en un mecanismo por medio del cual se procesan demandas sociales (inputs) de acuerdo
con un arreglo institucional, para generar productos (outputs) que las satisfagan: esos productos son las
políticas públicas y se convierten asimismo en nuevos insumos para el sistema. Con esta perspectiva
teórica se asocian los modelos de decisión racional.

78
Perspectivas teóricas en el estudio de las políticas públicas

procedimientos y formas institucionales que adopta la administración pública


en la implementación de las políticas (enfoque administrativo). Finalmente, un
enfoque emergente es el que busca entender las políticas de forma cognitiva
y normativa, al enfatizar su atención en el papel que desempeñan las ideas y
los valores en la formación y alteración de las políticas (enfoque cognitivo).18
Por último, la escuela de la evaluación de las políticas trata de explicar la
acción pública a partir de sus efectos en la sociedad; es más bien evaluativa que
explicativa, y se basa en el estudio de las evidencias de la política. A esta escuela
corresponden dos enfoques: el primero se orienta hacia el desarrollo de me-
todologías apropiadas para la valoración de las políticas (enfoque metódico), se
fundamenta en el análisis estadístico, el análisis multicriterio, en técnicas expe-
rimentales y en el análisis de costo-beneficio; un segundo enfoque se concentra
más en el proceso de evaluación y en cómo este ejercicio se convierte en una
estrategia de los actores para mejorar su toma de decisiones (enfoque de proceso
de evaluación).19
Los marcos teóricos que se han descrito representan, en primer lugar, a
la posición en el campo de las ciencias sociales desde la cual los investigado-
res se disponen a observar el objeto de estudio; en segundo lugar determi-
nan una primera finalidad investigativa. Mientras que los estudios de política
basados en las teorías del Estado tienen una finalidad más bien explicativa o
positiva, los estudios que se basan en la teoría del sistema político y en la eva-
luación de las políticas tienen un propósito más bien normativo, aunque de di-
ferente manera. Sin embargo, la integridad y unidad del enfoque de políticas
públicas como una disciplina particular se ha enfatizado más intensamente a
partir de la teoría del sistema político. En ese sentido, conviene destacar que ade-
más de las referencias obligadas a los tres importantes teóricos del enfoque
de políticas públicas (Lasswell, Simon y Lindblom), también se reconoce a
David Easton como uno de los precursores, principalmente por su aplicación
de la teoría de sistemas para explicar el funcionamiento de la política.20

18
Knoepfel, Larrue, Varone y Hill, op. cit., pp. 5-7.
19
Ibid., pp. 9-10.
20
Werner Jann y Kai Wegrich. “Theories of the Policy Cycle”. Fischer, Miller y Sidney, op. cit., pp. 43-63;
Knoepfel, Larrue, Varone y Hill, op. cit., p. 6; Wayne Parsons. Políticas públicas: una introducción a la teoría
y la práctica del análisis de políticas públicas. México: Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Mino
y Dávila editores, 2007, pp. 57-68; Sapru, Public Policy: Art and Craft…, p. 6.

79
Estuardo Gómez Morán

Tipos de análisis de políticas públicas


Existen diferentes formas de clasificar a las políticas públicas, o lo que es
igual, de agrupar al objeto de estudio. Además, hay distintas maneras de catalogar
el tipo de análisis que se hace del mismo objeto de estudio.
Al respecto conviene tener presentes dos condiciones relevantes. En pri-
mer lugar, que los criterios de clasificación de las políticas y de su análisis
(como objeto y como enfoque) dependen más de la finalidad investigativa
que se tiene al aproximarse al objeto de estudio, que de una distinción del
estado en el que se encuentran dichos objetos. En segundo lugar, que esa
finalidad de investigación es una expresión respecto del tipo de relación que
se concibe entre razón y política, o entre el análisis y la decisión pública.21 Por
otro lado, independientemente de la finalidad investigativa, el estudio de las
políticas públicas requiere de una concepción de su modelo de decisión, además
de los marcos conceptuales de referencia que provienen de las teorías del Es-
tado y del sistema político. Son estos dos aspectos los que permiten caracterizar
el tipo de análisis efectuado sobre las políticas públicas: la teoría social y el
modelo de decisión.
Una primera forma de clasificar los análisis sobre políticas públicas a
partir de su finalidad investigativa consistiría, siguiendo a Lasswell,22 en discri-
minarlos de acuerdo con el marco de referencia al que se ajustan: al distinguir
a aquellos que se ocupan del conocimiento de el proceso de la política (análisis
del proceso o policy making), de aquellos que se ocupan del conocimiento en el
proceso de la política (análisis de la política o policy analysis); nótese que la
distinción básica entre estos dos tipos de análisis es su orientación normati-
va hacia la acción. Estas dos visiones representan los dos paradigmas sobre
los que principalmente se ha desarrollado el enfoque de políticas públicas.23
En el desarrollo del enfoque de políticas, estas dos posturas paradigmáticas
se han encontrado en una constante tensión y han dado origen a diferentes

21
Aguilar Villanueva, “Estudio introductorio”. La hechura...
22
Harold Lasswell. “La concepción emergente de las ciencias de políticas”. Aguilar Villanueva, El
estudio…, p. 117.
23
Aguilar Villanueva. “Estudio introductorio”. El estudio..., pp. 51-52. Parsons, op. cit., p. 53.

80
Perspectivas teóricas en el estudio de las políticas públicas

explicaciones respecto de la naturaleza del proceso de decisión colectiva, o


modelos de decisión.24
Resulta notable que cada uno de estos modelos parece tener una co-
rrespondencia lógica con alguna de las teorías sociales que se han apuntado
previamente.25
El modelo racional congenia con la teoría sistémica ofrecida por Easton
debido a que concibe al análisis de las políticas públicas como una estra-
tegia para dotar de eficiencia técnica y económica al proceso decisorio, lo
que supone un conjunto de precondiciones: (1 que se ha caracterizado por
completo un problema y se ha conceptualizado un estado deseado, (2 que se
han identificado y (3 valorado las alternativas posibles a partir de un cálculo
preciso de sus costos y beneficios.26 En ese sentido se pretende explicar la
transformación de demandas en productos mediante el procesamiento del siste-
ma político.27
De las principales objeciones que se han planteado al modelo racional,28
se han desprendido dos modelos de decisión semejantes: la propuesta de la
racionalidad limitada de Simon y la del incrementalismo de Lindblom. A pesar de
que ambas refutan las bases del modelo racional, la proposición administra-
tiva de Simon no deja de ser partidaria de la posibilidad de racionalizar el
proceso de decisión colectiva.29

24
En general, es posible identificar tres modelos para estudiar la política como decisión: 1) el modelo
racional que supone que las políticas son el resultado de una elección optimizadora, basada en infor-
mación suficiente respecto de las alternativas y sus efectos; 2) el modelo del proceso organizacional
que concibe a las políticas como los cursos de acción posibles, dada una estructura de organizaciones
y recursos públicos específicos; y 3) el modelo de la política burocrática, que concibe a las políticas
como el resultado de un enfrentamiento entre los actores políticos. Graham. “Modelos conceptuales
y la crisis de los misiles cubanos”. Aguillar Villanueva, La hechura..., pp. 119-200.
25
Knoepfel, Larrue, Varone y Hill, op. cit., pp. 5-7.
26
Sapru, Public Policy Formulation…
27
McCool, op. cit., p. 163.
28
En primer lugar, la trivialización del comportamiento humano al considerar que los individuos inva-
riablemente tenderán a conductas que optimizan su propio beneficio; en segundo lugar, la imposibi-
lidad de conocer al conjunto completo de alternativas posibles, acompañada de la imposibilidad de
proyectar razonablemente todos los efectos posibles de esas alternativas, en otras la palabras, la falta
de información completa; y tercero, el necesario contexto organizacional en el que se instrumentan
las decisiones públicas. McCool, op. cit.; Sapru, Public Policy Formulation…
29
Idem.

81
Estuardo Gómez Morán

A pesar de las divergencias que existen entre esos modelos de decisión,


los estudios de política pública comparten los elementos característicos de
una disciplina dentro del campo de las ciencias sociales: en primer lugar, em-
plean métodos y técnicas de investigación semejante; y en segundo lugar, utilizan
perspectivas teóricas comunes. Es precisamente la orientación hacia la solución de
problemas lo que dota de mayor complejidad tanto al objeto de estudio (políti-
cas públicas) como a su análisis (enfoque de políticas públicas). En ese sentido,
el análisis de políticas es parcialmente descriptivo y parcialmente normativo, y por
lo tanto, explora diferentes aspectos en las fases del proceso decisorio: por
un lado le interesa conocer los problemas públicos (describir los hechos), y
por otro, le interesa determinar lo que es correcto para los públicos (conocer
los valores); y finalmente le interesa conocer y mejorar las acciones que de los
dos elementos anteriores se desprenden (conocer la acción e incidir en ella).30

El modelo de etapas: una simplificación


del objeto de estudio

Cualquier clasificación del proceso de políticas públicas es, por sí misma, un


esfuerzo de simplificación carente de exhaustividad absoluta, sobre todo por

30
Dunn ofrece una perspectiva panorámica e integrada del análisis de políticas públicas. Desde su
visión, el análisis de políticas pretende responder a cinco preguntas esenciales: 1) ¿cuál es la naturaleza
del problema para el cual se busca una solución?; 2) ¿qué curso de acción debería seleccionarse para
solucionarlo?; 3) ¿qué resultados se esperan del curso de acción elegido?; 4) ¿esos resultados con-
tribuyen a soluciona el problema?; y 5) ¿qué resultados futuros podrían esperarse si otros cursos de
acción se eligieran? Esas preguntas representan cinco diferentes informaciones relevantes sobre la política
pública: 1) el problema, 2) el resultado esperado, 3) la preferencia, 4) el resultado observado, y 5) el
comportamiento (o desempeño) de la política. Los métodos y técnicas para conocer ese tipo de infor-
mación relevante también son cinco: 1) estructuración del problema genera información para identificar
y definir el problema a resolver; 2) pronóstico, genera información acerca de los resultados esperados
de las alternativas e política; 3) recomendación, genera información acerca de las preferencias sobre las
políticas; 4) monitoreo, genera información acerca de los resultados observados de las políticas; y, 5)
evaluación, genera información acerca del valor y a pertinencia de los resultados observados y espera-
dos. Una combinación de esas preguntas, informaciones y métodos, da como resultado tres parejas
de análisis: 1) el análisis puede ser prospectivo (cuando se emplea el pronóstico y la recomendación) o
retrospectivo (cuando se emplea el monitoreo y la evaluación); 2) el análisis puede estar orientado a la
identificación del problema o a la solución del problema; y 3) finalmente, el análisis puede ser normativo o
descriptivo. William Dunn. Public Policy Analysis: an Introduction. Nueva Jersey: Pearson Education, 2004,
pp. 3-16.

82
Perspectivas teóricas en el estudio de las políticas públicas

la asombrosa complejidad de factores que involucran al proceso de decisión


colectiva. Sin embargo, es esa misma complejidad lo que conduce a los estu-
diosos de las políticas públicas a buscar formas simplificadas de comprender
su objeto de estudio. En ese sentido, Sabatier sostiene que las clasificaciones
construidas por los analistas de políticas están casi siempre condicionadas
por un conjunto de preconcepciones que generan dos efectos en el esquema
de comprensión del fenómeno: 1) determinan qué factores son críticos para
explicar el proceso de política pública y cuáles pueden ignorarse; y 2) definen
las categorías en las que los fenómenos pueden agruparse.31
Una de las perspectivas más recurrentes en la investigación que se ha
desarrollado bajo el enfoque de políticas públicas ha consistido en concebir
al proceso de conformación de las decisiones como un ciclo o que está com-
puesto por diferentes etapas.32 A pesar de las diferentes críticas que se han
presentado en las comunidades académicas respecto de la pertinencia teórica
del modelo, esta concepción cíclica ha comenzado a adquirir matices paradig-
máticos en la investigación que se genera en torno de las políticas públicas.
De manera tal que, a pesar de las divergencias que puedan tener, existe entre
las comunidades académicas abocadas al estudio de las políticas una distin-
ción observable entre las fases de establecimiento de la agenda, la de formulación de
las políticas, su implementación y su evaluación, sólo por mencionar las categorías
más comunes.33
El modelo por etapas representa un tipo ideal, más que una descripción ex-
haustiva del objeto de estudio en la realidad. La concepción cíclica encuadra
con la teoría del sistema político apuntada por Easton,34 en la que el esquema
institucional de las prácticas políticas representa un modelo dinámico de
procesamiento de demandas (inputs) para obtener un conjunto de resulta-
dos (outputs) que se convierten entonces en políticas públicas. En ese ciclo
dinámico de insumos y productos sistémicos, la concepción cíclica de las
políticas por etapas representa un esquema metodológico para su estudio y
comprensión que concibe al ciclo de vida de las políticas como un fenómeno
31
Paul Sabatier. “The Need for Better Theories”. Paul Sabatier. Theories of the policy process. Boulder:
Westview Press, 2007, pp. 21-65.
32
Jann y Wegrich, op. cit.
33
Idem.
34
Easton, op. cit., pp. 216-231.

83
Estuardo Gómez Morán

sucesional. Esto es, que por su condición cíclica no sólo se trata de fases que
inician, se desarrollan y concluyen con una decisión, sino que los resultados
de este primer ciclo se convierten en un insumo para un segundo ciclo, cuyas
fases seguirán un curso regular semejante al primero, quizá en condiciones
diferentes, pero con un patrón recurrente (agenda, formulación o diseño,
implementación y evaluación). De este modo, las políticas previas forman
una parte central del ambiente sistémico del proceso decisorio.35
El modelo por etapas se ha convertido en un referente para la produc-
ción académica de investigación sobre políticas públicas, a tal grado que las
etapas se han autodefinido como subcampos del enfoque general, y algunos
han logrado afianzarse alrededor de perspectivas analíticas y metodológi-
cas particulares.36 El modelo de políticas públicas por etapas posee diversas
ventajas metódicas, tanto para los analistas de políticas que se encuentran
inmersos en alguna arena en particular, como para los científicos sociales
que se concentran en el estudio de las políticas como parte de un programa
amplio de investigación científica.
Una primera ventaja consiste en que centra su atención en las institucio-
nes y organizaciones públicas, actores reconocibles, cuya formalidad ofrece
un marco de referencia de relativa certidumbre para el estudio de la decisión
pública. Esto no quiere decir en modo alguno que el análisis de otros actores
no forme parte del enfoque de políticas públicas; por el contrario: el estudio
de los actores resulta fundamental para el estudio de las políticas; no obstante,
para que una política adquiera su carácter de público, es indispensable involu-
crar la acción de las organizaciones del Estado. En segundo lugar, el modelo
por etapas permite estudiar lo que el gobierno realmente hace, no únicamente
lo que el gobierno dice que hará; en ese sentido, el estudio de los resultados
de la acción e inacción del gobierno adquiere relevancia. La tercera ventaja
del modelo por etapas es que la formulación de las políticas usualmente sigue
un patrón semejante al que se plantea en el modelo por etapas,37 de ahí que
sea útil no sólo para los estudiosos interesados en conocer y explicar el fun-
cionamiento de las políticas de manera positiva (policy making), sino también

35
Jann y Wegrich, op. cit.
36
Idem.
37
James Anderson. Public policy making: an introduction. Boston: Cengage Learning, 2011.

84
Perspectivas teóricas en el estudio de las políticas públicas

para los que se interesan en la búsqueda de la mejor decisión de política (policy


analysis).
Por otro lado, la sencillez del modelo por etapas y su condición cíclica
permiten contar con un marco de referencia homogéneo para organizar y
sistematizar la producción académica en el campo de las políticas públicas,38
además de que armoniza con las perspectivas teóricas y con prácticas empí-
ricas del enfoque de políticas. Por un lado, ofrece un marco conceptual que
congenia tanto con la teoría del sistema político como con el enfoque institu-
cional; por otra parte, puesto que las etapas del proceso son construcciones
ideales que poseen una finalidad metódica, su condición cíclica y dinámica
representa un equilibrio entre los modelos racional e incremental.

La agenda de investigación en políticas públicas en Jalisco


La finalidad del presente capítulo es describir los aspectos teóricos y em-
píricos que han caracterizado a los estudios de política pública en Jalisco.
Para lograrlo, se establecieron dos dimensiones principales para el análisis
de la producción académica, de tal forma que se clasificaron las fuentes do-
cumentales según su afinidad con las fases del modelo por etapas y por su
correspondencia con las perspectivas teóricas predominantes en los estudios
de política pública.39 Se consideraron esas dos dimensiones puesto que son
las categorías más generales con las que es posible organizar los estudios de
política pública: el modelo por etapas, principalmente para agrupar las inves-
tigaciones de acuerdo con el objeto que estudian; y las perspectivas teóricas,
principalmente para agruparlas de acuerdo con las posturas analíticas que
adoptan los investigadores. Vale la pena advertir que esta clasificación es úni-
camente metódica para la organización de las fuentes documentales, y su fina-
lidad es simplificar el análisis de la producción académica del ámbito local, de
manera que permita tener un panorama general de las perspectivas teóricas y
empíricas que se han cultivado de forma predominante en este campo. En ese
sentido, en la producción intelectual que se toma como muestra no se estable-
ce explícitamente que se realiza un análisis de algún tipo en particular. Son sus
características las que han determinado que se le clasifique en alguno de los
38
Parsons, op. cit.
39
Consultar el anexo 3 con la literatura revisada para este trabajo.

85
Estuardo Gómez Morán

grupos señalados. Por lo tanto, una comprensión profunda de la naturaleza


de cada tipo de análisis demandará al lector una dedicación mayor a los tex-
tos que se han tomado como objeto de esta caracterización. En las siguientes
secciones se describen los tipos de análisis de política pública a partir de las
dos dimensiones señaladas.
El enfoque de políticas públicas se caracteriza por su orientación hacia
la atención de problemas públicos, lo que por sí mismo es una empresa com-
pleja. Esa complejidad del objeto de estudio (los problemas y la forma en que
se atienden) se ha traducido, a su vez, en una complejidad en los métodos,
enfoques y técnicas que se emplean en su estudio. En ese sentido, en cada una
de las siguientes secciones se presenta una caracterización de los principales
problemas públicos que se han estudiado en Jalisco al emplear como eje prin-
cipal del análisis la clasificación del modelo por etapas.

El estudio de las políticas públicas


de acuerdo con las fases del modelo por etapas

A pesar de la pertinencia del modelo por etapas para organizar el análisis de


las políticas, éste no deja de ser un modelo,40 y como tal es una simplificación
del complejísimo proceso decisorio que siguen las sociedades para determi-
nar qué situaciones merecen la atención pública y cómo van a atenderlas. En
ese sentido, la producción académica a la que se pretende caracterizar en este
apartado no concuerda perfectamente con las fases del modelo por etapas, de
manera que hay estudios que pueden corresponder a más de una fase, puesto
que comparten rasgos de diferentes etapas del proceso decisorio.
Por otro lado, no existe una única manera de fragmentar al proceso
de políticas en etapas;41 las clasificaciones más exhaustivas pueden sugerir
hasta doce, y las más generales sugieren dos. Para el presente se han consi-
derado únicamente cuatro: 1) agenda, 2) diseño o formulación, 3) implementación
y 4) evaluación. Con la finalidad de clasificar homogéneamente los estudios,
de acuerdo a su correspondencia con las fases del modelo por etapas, se

40
Parsons, op. cit.
41
Ibid., p. 53.

86
Perspectivas teóricas en el estudio de las políticas públicas

definieron criterios o atributos que debían presentar los estudios para cata-
logarse en cada una.42
Por un lado, se consideró que las investigaciones que podrían ubicarse
en la fase de agenda debían tener las siguientes características: 1) que analiza
a los actores, sus posiciones respecto de las percepciones problemáticas de
otros actores, y las posibles afinidades y confrontaciones entre los grupos de
actores; 2) que examina la opinión pública, los medios masivos de comuni-
cación y las investigaciones especializadas sobre asuntos que todavía no eran
atendidos públicamente; 3) que aporta elementos para definir los problemas
públicos, principalmente a manera de diagnóstico. En resumen, las investiga-
ciones del tipo agenda responderían principalmente a las siguientes preguntas:
¿cuáles son los problemas públicos?, ¿qué los caracteriza como problemáticos
y relevantes?, y ¿cómo llaman la atención del gobierno?
Para determinar si una investigación debía considerarse como del tipo
diseño o formulación se consideraron los siguientes atributos: 1) que indaga la
congruencia y pertinencia de los programas y acciones gubernamentales para
atender algún problema público; 2) que estudia las lógicas de intervención de
los programas y acciones de gobierno, así como las hipótesis causales que su-
ponen dichas intervenciones; 3) que proporciona piezas clave para definir los
esquemas institucionales y procesos de información que soportan la toma de
decisiones de política pública; 4) que contribuye con elementos que permiten
especificar el tipo de política pública según sus efectos (distributivos, redistri-
butivos, normativos o constitutivos). En resumen, las investigaciones del tipo
diseño responderían a la pregunta: ¿cómo se pretende atender los problemas
públicos?
Por otra parte, se consideró que una investigación correspondía con la
fase de implementación si se relacionaba con los siguientes aspectos: 1) que ana-
42
A pesar de que el modelo por etapas se emplea de forma general para describir el proceso de formu-
lación de las políticas, en la práctica los estudios empíricos de política pública se han concentrado más
bien en algunas etapas del proceso. De tal manera que las comunidades académicas comparten inquie-
tudes comunes de investigación, perspectivas teóricas y métodos analíticos semejantes, en función de
su afinidad por la investigación de las etapas. En ese sentido, Jann y Wegrich consideran que “el marco
del ciclo de la política ha guiado el análisis de políticas a los temas genéricos de la formulación de
políticas y ha ofrecido un dispositivo para estructurar el material empírico; sin embargo, el esquema
general, no se convirtió en un programa teórico o analítico relevante por sí mismo”. Jann y Wegrich,
op. cit., p. 45.

87
Estuardo Gómez Morán

liza la operación y funcionamiento de los programas y acciones de gobierno


en la práctica; 2) que colabora con aspectos importantes para diagnosticar
las brechas de gestión de los programas y acciones de gobierno, es decir, que
identifica si la ejecución de las políticas se ajusta con su diseño; 3) que añade
elementos relativos al comportamiento organizacional del sector público en
la operación de sus programas. En suma, una investigación del tipo implemen-
tación respondería a la pregunta: ¿cómo se aplica la política pública?
A su vez, las investigaciones centradas en la etapa evaluación de las polí-
ticas se caracterizan por: 1) analizar el impacto que tienen los programas y ac-
ciones de gobierno en la atención de los problemas públicos; y, 2) cuantificar
los resultados de las intervenciones públicas, más allá de generar indicadores
de bienes y servicios suministrados. Este tipo de investigaciones responden
principalmente a la cuestión de ¿los resultados que tienen los programas y
acciones de gobierno están “solucionando” el problema público?
De acuerdo con el esquema propuesto, se encontró que en su correspon-
dencia con las etapas del ciclo de políticas, en la producción académica local
predominan las investigaciones enfocadas en el estudio de las fases de agenda
y de implementación. Por lo menos dos terceras partes de la producción aca-
démica buscan caracterizar los problemas públicos (agenda), o bien les interesa
conocer cómo se aplican las acciones para atenderlos (implementación). Una
proporción menor, un poco más de la quinta parte, aborda los resultados de
las políticas (evaluación). La fase de diseño resultó ser la que menor relevancia
ha cobrado entre los estudiosos de los asuntos públicos en Jalisco (apenas
una décima parte).
No obstante, casi una tercera parte de los estudios pueden relacionar-
se con más de una etapa del proceso; esto es, que aportan elementos para
corresponder con más de una de las cuatro cuestiones apuntadas para así
poder discriminarlos. Entre los estudios mixtos que combinan análisis de di-
ferentes fases del proceso de políticas, predominan los que corresponden a
la combinación implementación-agenda (cuatro de cada diez estudios mixtos),
seguidos de los que combinan las fases agenda-diseño (uno de cada cuatro
estudios mixtos).

88
Perspectivas teóricas en el estudio de las políticas públicas

Estudios sobre la agenda


El elemento central de los estudios que corresponden con la fase de agenda
corresponde a la definición de los problemas públicos. Estos estudios se con-
centran en explicar cómo los problemas percibidos por la sociedad (agenda
sistémica) se transforman en prioridades del gobierno (agenda institucional).43
En ese sentido, el proceso de definición de la agenda es en sí mismo un pro-
ceso político44 en el que los actores interesados emplean sus recursos dis-
ponibles para lograr la atención pública sobre un asunto en alguna arena45
concreta. Ese proceso de estructuración del problema público46 representa
la primera fase decisoria del modelo general: decidir lo que es relevante o
asignar valores por medio de la autoridad.47 En la producción académica local
destacan estudios que ponen atención en los problemas relacionados con las
diferentes dimensiones del desarrollo (humano, regional, sustentable, urba-
no), la educación, la democracia y la igualdad, particularmente respecto de
cómo las instituciones definen esos problemas y cómo se desenvuelven los
modelos de gestión pública para su atención.48
Entre los estudios locales que corresponden con la fase de agenda pre-
valecen los que se relacionan, principalmente, con una teoría del Estado y
un enfoque pluralista, y en menor medida se presentan también estudios que
adoptan una perspectiva teórica combinada entre las teorías del Estado y la
sistémica. En ese sentido, los asuntos públicos sobre los que se investiga no

43
Charles Elder y Roger Cobb. “Formación de la agenda: el caso de la política de los ancianos”. Luis F.
Aguilar Villanueva. Problemas públicos y agenda de gobierno. México: Miguel Ángel Porrúa, 2003.
44
Jann y Wegrich, op. cit.
45
En este caso se emplea el término arena en el sentido que propone Lowi: debido a que no existen
estructuras únicas de poder, ni existe una política general para atender todos los asuntos, apunta que
el estudio de los problemas públicos se presenta de una forma específica de acuerdo con arenas de
conflictos separadas. Theodore Lowi. “Políticas públicas, estudios de caso y teoría política”. Aguilar
Villanueva, La hechura..., pp. 89-117. Esta acotación es relevante, puesto que cada arena de política
posee una dinámica de actores y recursos específica, que finalmente determina la conformación de
las agendas, tanto sistémica como institucional. Thomas Birkland. “Agenda setting in Public Policy”.
Cit. por Fischer, Miller y Sidney, op. cit., pp. 63-79.
46
Dunn, op. cit.
47
Easton, op. cit.
48
Este es el caso de la producción intelectual de autores como Antonio Sánchez Bernal, Adrián Acosta,
Juan Manuel Ramírez Sáiz, Alberto Arellano Ríos, entre otros.

89
Estuardo Gómez Morán

son propiamente asuntos que no hayan llamado la atención del gobierno, se


trata de, más bien, demandas generales relacionadas con las bases políticas
de los arreglos institucionales, de ahí que la perspectiva teórica predominante
esté representada por la fuerte presencia de los enfoques pluralistas e institu-
cionales.
En este grupo de estudios, más que explicar cómo los problemas co-
bran atención pública, se explica la manera en que se caracterizan los asuntos
públicos merecedores de una atención pública. Se estudian asuntos relacio-
nados con los procesos electorales, la participación ciudadana en la toma de
decisiones gubernamentales, el marco institucional para las relaciones entre
los poderes y frente a los ciudadanos, y el reconocimiento práctico de los de-
rechos sociales de diversos grupos. En ese sentido, la producción académica
ha adoptado principalmente un alcance analítico de escala local.

Estudios de formulación (diseño) y de implementación


Las delgadas líneas que separan las fases del modelo por etapas prácticamen-
te se diluyen cuando se observan las fases de diseño y de implementación
de las políticas. La razón se encuentra, quizá, en el propio desarrollo del
enfoque de políticas públicas, pues antes de poner atención a las cuestiones
de la confección de la decisión (diseño) cobró relevancia en los estudios de
políticas el fenómeno del fracaso de las políticas,49 ante el cual las primeras
respuestas argumentaban que las fallas se encontraban en la ejecución de las
decisiones y se daba por sentado que la decisión tomada era en sí misma co-
rrecta. Los estudios relativos al diseño de las políticas comenzaron a adquirir
importancia una vez que la discusión sobre la implementación había madu-
rado.50 En ese sentido, los estudios sobre el diseño de las políticas fueron una
respuesta a los primeros estudios relativos a la implementación.
La fase de diseño consiste en la selección del curso de acción que se
adoptará para atender un problema, donde se asume que dicho asunto se ha
colocado ya como parte de la agenda institucional,51 y en ese sentido se ha asig-

49
Luis F. Aguilar Villanueva. “Estudio introductorio”. Luis F. Aguilar Villanueva. La implementación de las
políticas públicas. México: Miguel Ángel Porrúa, 2003, pp. 15-92.
50
Mara Sidney. “Policy Formulation: Design and Tools”. Fischer, Miller y Sidney, op. cit., pp. 79-89.
51
Elder y Cobb, op. cit.

90
Perspectivas teóricas en el estudio de las políticas públicas

nado nuevamente un valor de forma colectiva:52 la decisión de que una acción


entre un conjunto de alternativas es pertinente para atender algún problema.
Este proceso se caracteriza por concentrar menos actores participando de
forma directa en la confección de los instrumentos de política, e implica una
valoración de las alternativas a partir de sus efectos esperados y una defini-
ción de la teoría causal (hipótesis de la intervención).53 Esa confección de los
instrumentos de política se da en el marco de un conjunto de limitaciones de
inteligencia (racionalidad limitada) que se amplía dado que el diseño mismo
no sólo incide en la implementación de las políticas, sino que también genera
un efecto político en la movilización de los actores; en otras palabras, tiene
también un efecto retroalimentador en el ciclo de las políticas y en el sistema
en general.54
Por otro lado, la implementación consiste en el cumplimiento de una de-
cisión política en tanto que corresponde con la acción prediseñada y se com-
prueba la hipótesis que supone su intervención; es decir, implementar una
política pública consiste en llevarla a cabo y lograr los resultados propuestos.
El análisis de implementación, a su vez, consiste en identificar los factores
que favorecen o impiden la consecución de los objetivos.55
De acuerdo con Pülzl y Treib,56 existen tres generaciones de estudios
sobre implementación. La primera estuvo dominada por un trasfondo pesi-
mista, donde la investigación se concentró en encontrar las fallas del proceso
de ejecución. En ese sentido, los principales problemas que se detectaron
fueron los siguientes: 1) la incapacidad para coordinar acciones interguber-
namentales y, 2) la complejidad que representaba la ejecución de las acciones
por la multiplicidad de actores y de nodos de decisión, los cuales producían
un conjunto de efectos negativos de diferente índole.57 La segunda genera-
ción se gestó a partir del debate respecto del sentido que tenía el origen de
las fallas, lo que dio paso a lo que se conoce como enfoques top-down y bottom-

52
Easton, op. cit.
53
Dunn, op. cit.
54
Sidney, op. cit.
55
Paul Sabatier y Daniel Mazmanian. “La implementación de la política pública: un marco de análisis”.
Aguilar Villanueva, La implementación de las…, pp. 323-372.
56
Helga Pülzl y Oliver Treib. “Implementing Public Policy”. Fischer, Miller y Sidney, op. cit., pp. 89-109.
57
Aguilar Villanueva, La implementación de las políticas públicas...

91
Estuardo Gómez Morán

up: el primero concibe a la implementación como la aplicación jerárquica de


las intenciones de política definidas de forma centralizada; mientras que el
segundo considera que la implementación consiste en las estrategias cotidia-
nas que los burócratas emplean para llevar a cabo las decisiones. La tercera
generación de estudios pone un mayor énfasis en la recolección de evidencia
que permita probar las hipótesis y las lógicas de intervención que se definen
en el diseño de las políticas.58
En la producción académica jalisciense estudiada en el presente trabajo,
se encontró que predominan los estudios de implementación sobre los de
diseño; es decir, prevalecen estudios que pretenden encontrar las fallas en la
ejecución de las acciones públicas, sobre todo desde el estudio del comporta-
miento organizacional y de los contextos institucionales en los que se llevan
a cabo las decisiones públicas.
En ese sentido, entre los estudios de implementación se aprecia el tras-
fondo pesimista que caracteriza a los estudios de la primera generación
apuntada por Pülzl y Treib.59 Los estudios locales que se relacionan con la
implementación abordan de una manera general el desempeño de las ins-
tituciones del Estado para atender problemáticas igualmente generales; se
concentran en la eficiencia y la economía de las decisiones colectivas. Son
caracterizados por emplear perspectivas teóricas mixtas que combinan al-
gún enfoque de teoría del Estado (principalmente el enfoque institucional)
con alguno de la teoría del sistema político (principalmente el enfoque socio-
organizacional). Entre los asuntos que han cobrado mayor relevancia en los
estudios de implementación destaca el interés por estudiar el desempeño
agregado de los gobiernos, la gestión del espacio urbano y la movilidad en
el contexto metropolitano, la educación superior y las políticas de regiona-
lización desde el punto de vista del desarrollo.60
En cuanto a la escasa producción académica de estudios relacionados
con el diseño de las políticas, prácticamente los intereses de investigación son
semejantes a los que se tienen entre los estudios de implementación: predo-

58
Pülzl y Treib, op. cit.
59
Idem.
60
Este es el caso principalmente de autores como Carlos Moreno Jaimes, Adrián Acosta, Alfonso Her-
nández Valdez Andrés Valdez Zepeda, entre otros.

92
Perspectivas teóricas en el estudio de las políticas públicas

minan investigaciones de perspectiva teórica mixta, en su mayoría basadas en


enfoques pluralistas cuyos asuntos de interés se relacionan con las políticas de
regionalización que se han presentado durante las dos últimas décadas en Ja-
lisco y con el diseño institucional en áreas de gestión como las finanzas públi-
cas o la transparencia.61 A pesar de ello, la afirmación de que en la producción
académica jalisciense se presta menor importancia al diseño de las políticas,
no necesariamente es tajante. Como se ha mencionado previamente, existe
una delgada línea entre las fases del modelo por etapas, que casi desaparece al
observar las fases de diseño e implementación.
En cierta medida, el desarrollo que han tenido los estudios de política pú-
blica en Jalisco parece seguir la ruta ya trazada por los estudios en las ciencias
sociales norteamericanos. En ese sentido, uno de los retos más importantes
a los que se enfrentan los estudios sobre diseño consiste en modelar el pro-
ceso de confección de los instrumentos de política en función del modelo de
intervención.62

Estudios de evaluación
De acuerdo con la teoría sistémica de Easton, la política es el mecanismo por
medio del cual se asignan valores de manera autoritativa en una sociedad.63
En la fase de diseño se seleccionan aquellos cursos que han sido valorados
por su pertinencia para alcanzar los objetivos, además porque el cálculo del
costo-beneficio se valoró como aceptable. Prácticamente el ciclo de políticas
públicas está plagado de momentos valorativos.
En ese contexto, ¿qué diferencia presenta la fase de evaluación en el
modelo por etapas? Con relación a las cuestiones gubernamentales, la eva-
luación tiene dos dimensiones como procedimiento. Se entiende por ésta a
la investigación que involucra a un programa respecto de su desempeño;64

61
Entre los autores que han desarrollado algo de su producción académica en estos casos se encuentran
como Antonio Sánchez Bernal, Guillermo Woo, Juan Manuel Durán, Nancy García Vázquez, Alfon-
so Hernández Valdez, Carlos Moreno Jaimes, entre otros.
62
Sidney, op. cit.
63
Easton, op. cit.
64
Hellmut Wollmann. “Policy evaluation and evaluation research”. Fischer, Miller y Sidney, op. cit., pp.
393-402.

93
Estuardo Gómez Morán

a esta dimensión también se le conoce como análisis retrospectivo y toma


como unidad de estudio a los programas de gobierno.65 Asimismo, se entien-
de como evaluación al proceso investigativo que permite recolectar infor-
mación para retroalimentar al ciclo de las políticas.66
Debido a esas múltiples formas de ver la evaluación, así como a su cons-
tante presencia en las diferentes etapas del proceso, resultan controversiales
todas las definiciones y tipologías posibles relacionadas con ello.67 De manera
independiente a la perspectiva, la intención de la evaluación en cualquier fase
o dimensión del proceso de políticas públicas es dotar de mayor racionalidad
a la toma de decisiones. En el caso de los estudios del tipo evaluación, el
principal reto al que se enfrentan es de carácter metodológico, sobre todo
porque la finalidad de la evaluación de una política pública será la de probar la
hipótesis de su intervención; es decir, determinar que existe causalidad entre
la implementación de la política y los resultados positivos obtenidos.68
En el caso de la producción académica que aquí se analiza, se consideró
que para encuadrarse en esta fase del modelo por etapas, una investigación
respondería a si realmente los resultados que tienen los programas y accio-
nes de gobierno están “solucionando” el problema público. En ese sentido,
se encontró que una quinta parte de los estudios realizados puede clasificarse
en esta fase, y que junto con los estudios de la agenda son los más locali-
zados en el entorno estatal. Llama la atención que dentro de este grupo de
estudios se encuentran investigaciones relativas a asuntos de políticas regu-
latorias, donde la evaluación que se realiza pretende determinar la calidad
del diseño institucional, expresado en términos de equilibrio político o bien
en términos de la calidad de una legislación.69 Por lo tanto, estos estudios
presentan afinidades relevantes con los estudios del diseño de las políticas,
sólo que aplicados de forma retrospectiva. En este caso particular, se trata de
trabajos que se inscriben en el enfoque institucional dentro de los estudios

65
Ray Rist. Program Evaluation and the Management of Government: Patterns and Prospects Across Eight Nations.
New Brunswick: Transaction Publishers, 1990.
66
Wollmann, op. cit.
67
Evert Vedung. Public Policy and Program Evaluation. New Brunswick: Transaction Publishers, 2009.
68
Wollmann, op. cit.
69
Este es el caso de la producción académica de Aimée Figueroa Neri, Nancy García Vázquez, Alejan-
dra Ríos Cázares, entre otros.

94
Perspectivas teóricas en el estudio de las políticas públicas

que se basan en una teoría del Estado; además, comparten algunos atributos
de los enfoques cognitivo y administrativo, dentro de los estudios que se basan
en una teoría del sistema político.
Una menor cantidad de investigaciones dentro de este mismo grupo se
enfocan en analizar los resultados que han tenido las políticas sociales, pero
sin tomar un programa gubernamental como objeto concreto de estudio.
Más bien, conciben de manera agregada a los diferentes instrumentos de
la política social, sin establecer una vinculación puntual con alguna acción
concreta del gobierno, de tal forma que no se valoran los resultados que
efectivamente tienen las políticas. Este aspecto es relevante, ya que a pesar
de tratarse de estudios que pretenden mostrar los resultados de las políticas,
se sitúan en un estilo analítico semejante al de los estudios de la agenda en el
sentido de que la pretensión de mostrar resultados está encaminada más a
reforzar la atención que el gobierno debería tener en esos asuntos, que en
efectivamente analizar lo que está generando la acción pública.
Por esa razón, estos estudios cumplen una finalidad sistémica de retroa-
limentación dentro del ciclo de las políticas públicas. Por otro lado, a pesar
de que entre las perspectivas teóricas señaladas por Knoepfel, Larrue, Va-
rone y Hill,70 se encuentra una cuyo interés central es estudiar los efectos de
las políticas, los trabajos que se han estudiado no encuadran con ninguno
de los enfoques de esa teoría, que más bien se concentran en el estudio de
métodos y procesos de evaluación.

El estudio de las políticas públicas


de acuerdo con las perspectivas teóricas

Uno de los aspectos principales que determinan el tipo de análisis que se


efectúa es la perspectiva teórica del investigador; para usar la metáfora más
popular: la perspectiva teórica representa el lente que el investigador em-
plea para observar su objeto. La teoría se convierte entonces en el inter-
mediario por medio del cual el investigador establece su primer contacto
con el objeto. Los enfoques teóricos son tan válidos en el desarrollo de una
comunidad científica, como necesarios. En primer lugar porque ofrecen a

70
Knoepfel, Larrue, Varone y Hill, op. cit.

95
Estuardo Gómez Morán

los investigadores un marco de referencia para organizar el conocimiento de


un objeto dado al emplear un lenguaje común.
Por otro lado, permite a los investigadores observar su objeto de estudio
al tomar como punto de partida los conocimientos y paradigmas explicativos
previamente desarrollados por una comunidad científica. Por el escaso mar-
gen que existe para observar el objeto sin recurrir a las perspectivas teóricas,
Sabatier considera que hay dos estrategias posibles para los investigadores:71
el sentido común y el conocimiento científico. Desde el punto de vista del sentido
común, un investigador se aproximaría a su objeto de estudio valiéndose
únicamente del juicio que le da la experiencia para discriminar los elemen-
tos útiles en el conjunto de perspectivas teóricas predominantes. Mientras
que, desde el punto de vista de la alternativa científica, los investigadores se
valdrían de criterios epistemológicos para determinar la validez de las pers-
pectivas teóricas, por ejemplo: la repetibilidad de los métodos para la colecta
de evidencias, la verificabilidad empírica de las hipótesis, la generalidad de las
proposiciones y la refutabilidad de los métodos y conceptos.72 En cualquier
caso, el posicionamiento teórico de los estudios de política pública no sólo es
un aspecto inevitable sino, además, deseable.
Conviene advertir que las aproximaciones teóricas identificadas han sido
resultado de un ejercicio de asociación, es decir, que la producción académica
que se estudió fue catalogada a partir de la unidad analítica principal identifica-
da en cada estudio. En este caso se emplea la clasificación de perspectivas teó-
ricas apuntada previamente,73 sobre todo las relacionadas con las teorías del
Estado y las teorías del sistema político. El grupo de estudios predominante
emplea una combinación de ambas teorías, seguido por el grupo que sólo
corresponde con teorías del Estado y, por último, un grupo más pequeño de
estudios congenia únicamente con las teorías sistémicas.

Estudios de política pública


basados en las teorías del Estado
A diferencia del contexto que prevalecía en las ciencias sociales y en el gobier-
no norteamericano cuando comenzó a gestarse el enfoque de políticas públi-
71
Sabatier, op. cit.
72
Idem.
73
Knoepfel, Larrue, Varone y Hill, op. cit., pp. 5-7.

96
Perspectivas teóricas en el estudio de las políticas públicas

cas, en México el problema decisorio del gobierno comenzó a llamar la aten-


ción en un contexto de crisis multisectorial:74 las presiones sobre cuestiones
económicas internas y externas condujeron al Estado a medidas ineficientes;
por su parte, se acumularon presiones sociales y demandas de democratiza-
ción que colocaban al gobierno frente a una sociedad altamente insatisfecha.
De ahí que una buena parte de la producción académica en México se concen-
trara en explorar el papel que debía desempeñar el Estado frente al desarrollo
económico, el bienestar social y la atención a las diversas demandas populares.
En ese contexto, se observa que, hacia la segunda mitad de la década de
1990, la incipiente producción académica jalisciense relativa a políticas públi-
cas adoptaba los lentes de las teorías del Estado, principalmente de los en-
foques pluralistas e institucionales, y se concentraba en las fases de agenda e
implementación. A partir del año 2000, la producción académica en el campo
de las políticas en Jalisco se intensificó. Sin embargo, el foco de atención se
mantuvo en los asuntos relacionados con las fases de agenda e implementa-
ción. Durante el periodo que va de 2007 a 2011, además de los estudios de
agenda e implementación, comenzó a cobrar importancia el estudio de la fase
de evaluación de las políticas. Las perspectivas basadas en teorías del Estado
se acompañaban cada vez más de enfoques sistémicos, en especial del tipo so-
cio-organizacional y económico. Los investigadores afines con las teorías del Estado
se han enfocado mucho más en el estudio de asuntos de carácter estructural
e institucional que adoptan la forma de políticas constitutivas o regulatorias;
por ejemplo, el estudio de los esquemas de rendición de cuentas y fiscalización
superior, o el estudio del cambio general en la configuración de las estructuras
económicas, productivas y demográficas en las ciudades.

Estudios de política pública basados en las teorías


del sistema político-administrativo
El estudio de decisiones públicas a la luz de perspectivas sistémicas pone de
manifiesto el cambio gradual que representa el enfoque de políticas públicas
para la comprensión de los asuntos comunes. Es, desde esta perspectiva, que
comienza a ser relevante el proceso decisorio en sí y no sólo las estructuras

74
Aguilar Villanueva, “Estudio introductorio”. El estudio...

97
Estuardo Gómez Morán

de poder y los arreglos institucionales generales que de ellas se desprenden;


es también en esta perspectiva teórica donde predominan los estudios que
adoptan enfoques socio-organizacionales y económicos. Por lo tanto, no resulta ca-
sual que se relacionen principalmente con el estudio de las fases de imple-
mentación y de evaluación de las políticas. Los estudios que se relacionan
con perspectivas sistémicas, no lo hacen con un conjunto de temas puntual.
Aquellos estudios que adoptan enfoques socio-organizacionales están más
interesados en conocer el proceso que las organizaciones públicas adoptan
para tomar decisiones, mientras que los trabajos donde se emplean enfoques
económicos están más interesados en conocer las relaciones costo-beneficio
y costo-eficiencia que implican las decisiones de política pública.
Una de las características de los estudios basados en enfoques sistémicos
es que no suelen estar desvinculados de las teorías del Estado. Por el con-
trario, se observa que en este tipo de estudios predomina una vinculación
con los enfoques pluralistas o institucionales y que representan a una teoría
mayor en la que se inscriben las perspectivas sistémicas, cuyo valor consiste
en ofrecer el grado de especificidad necesario para considerar que el estudio
de política se oriente efectivamente hacia la resolución de algún problema
específico. En ese contexto, se observó que la adopción de perspectivas sisté-
micas comenzó a cobrar relevancia en los estudios locales de política pública
hacia principios de la primera década del siglo xxi, y se intensificó sobre todo
durante los últimos cinco años; además, enfatizó cada vez más su vinculación
con el estudio de la implementación de las políticas.

Comentario final
El enfoque de políticas públicas representa uno de los esfuerzos de inter-
disciplinariedad más ambicioso dentro del campo de las ciencias sociales. Su
orientación hacia la resolución de problemas públicos y su estrecha vincula-
ción con los sistemas democráticos de gobierno, han impulsado el desarrollo
no sólo de estudios relacionados con dicho campo, sino la introducción de
programas universitarios de posgrado en diversas universidades del mundo.
No obstante, el proceso de autoafirmación disciplinar de su objeto y sus mé-
todos parece ser más costoso para las comunidades académicas que lo impul-
san que para las comunidades de otras disciplinas sociales.

98
Perspectivas teóricas en el estudio de las políticas públicas

A pesar de esto, en el contexto mexicano, particularmente en el jaliscien-


se, son cada vez más los estudios que ponen atención en el proceso decisorio
de las sociedades y en las acciones públicas que de tal proceso se desprenden.
Conviene tener presente que a pesar de la plasticidad analítica del enfoque y
de su potencial explicativo, su origen se dio en el contexto de una sociedad
norteamericana que había cubierto dos requisitos preliminares: 1) la madura-
ción de sus ciencias sociales, que habían resuelto su problema epistemológico
y metodológico; y 2) un gobierno nacional que tomó la iniciativa de hacerse
acompañar de científicos de diferentes campos en un contexto de guerra.75
En contraste, en la mayoría de las sociedades latinoamericanas el enfoque
de políticas públicas comenzó a cobrar importancia académica en contextos de
crisis social y económica, y en medio de un fuerte déficit en la legitimidad
del aparato estatal. Estos elementos son relevantes ya que condicionan el de-
sarrollo del enfoque, tanto en su dimensión normativa como en la positiva.
En este capítulo se pretendió caracterizar a la producción académica de
Jalisco en el campo de las políticas públicas a partir de dos dimensiones ana-
líticas que no son ni mutuamente excluyentes, ni únicas en la interpretación
del proceso de construcción de políticas públicas. Por un lado, se empleó
una versión del modelo por etapas, que es una simplificación del proceso de
políticas y que consideró cuatro fases: 1) la fase de la agenda, en la cual se
definen los problemas que merecen la atención pública; 2) la fase de diseño
o formulación, en la que se seleccionan los cursos de acción y se diseña la
intervención; 3) la fase de implementación, que consiste en la ejecución de las
acciones y en el logro de sus resultados esperados; y, 4) la fase de evaluación,
caracterizada por iniciar la retroalimentación del ciclo de la política a partir de
una investigación que permita probar la hipótesis de la intervención pública.
Esta versión del modelo por etapas permitió clasificar los estudios según su
objeto de estudio.
Por otro lado, se empleó una clasificación de las perspectivas teóricas que
predominan en los estudios de política pública, la cual consta de tres vertien-
tes: 1) aquellos que se basan en una teoría del Estado, 2) los que se apoyan en
una teoría del sistema político-administrativo y 3) los que se preocupan por

75
Idem.

99
Estuardo Gómez Morán

determinar los efectos de las políticas.76 Al igual que el modelo por etapas,
esta clasificación también es una simplificación cuya finalidad es únicamente
organizar los estudios y facilitar su comprensión.
A partir de ese esquema se encontró que la producción académica local
en el campo de las políticas públicas se encuentra en una fase de expansión.
De acuerdo con su correspondencia con las etapas del ciclo de políticas, pre-
dominan las investigaciones que se enfocan en el estudio de las fases de agen-
da y de implementación. Por lo menos dos terceras partes de la producción
académica caracterizan los problemas públicos (de agenda), o bien les intere-
sa conocer cómo se aplican las acciones para atenderlos (de implementación).
Una proporción menor de estudios abordan el estudio de los resultados de las
políticas (de evaluación).
Cronológicamente, se observa que en años recientes los estudios de im-
plementación y de evaluación comienzan a tomar un mayor impulso. Tal si-
tuación representa una oportunidad para adoptar de métodos y técnicas de
investigación que fortalezcan tanto la integralidad del proceso de políticas,
como la maduración de la comunidad académica con la que ahora cuentan
las instituciones de educación superior en Jalisco. Cierto es que una de las
principales fortalezas que presenta este campo de estudio en Jalisco es que en
la actualidad, al menos en tres instituciones de educación superior, se cuenta
con programas de posgrado dedicados a la formación académica en el análisis
de las políticas públicas.

76
Knoepfel, Larrue, Varone y Hill, op. cit., pp. 5-7.

100
TENDENCIAS DE LOS ESTUDIOS CUALITATIVOS
ACERCA DE POLÍTICA PÚBLICA

Anahí Copitzy Gómez Fuentes


El Colegio de Jalisco

Introducción
Uno de los objetivos de este capítulo consiste en mostrar cuáles han sido las
tendencias de los estudios de corte cualitativo en materia de política pública
en Jalisco a partir de la década de 1990. Los primeros estudios de tipo cualita-
tivo que se encontraron en las bases de datos consultadas fueron publicados
a principios de la mencionada década, de allí que se tomara la decisión de
construir la muestra a partir de un primer documento publicado en 1994.
Otro objetivo es encontrar cuáles son algunos de los elementos que han
aportado las bases en la construcción de una agenda de políticas públicas en
Jalisco. Para ello es necesario mostrar la incidencia que han tenido las insti-
tuciones de educación superior en el estado con la creación de programas de
posgrado, así como con la producción académica, en relación con los diferen-
tes periodos de gobierno y sus distintos programas y prioridades temáticas en
materia de política pública.
En principio interesa explicar el procedimiento que llevó a la cons-
trucción de la muestra y, por lo tanto, a su caracterización. Al elaborar
una descripción de la muestra, la intención es hacer explícitos los alcances
y limitaciones de la investigación y esclarecer cuáles fueron las diferentes
decisiones que fueron tomándose para la construcción de la muestra con la
que se trabajó finalmente.
Antes de comenzar a abordar los hallazgos encontrados en cuanto a la
metodología cualitativa, es importante dejar claro que al hablar de tendencias

[101]
Anahí Copitzy Gómez Fuentes

básicamente a lo que se está haciendo referencia es al comportamiento de


los estudios cualitativos en política pública en Jalisco durante las dos últimas
décadas. Se decidió hablar de tendencias puesto que el interés está centrado
en hacer un análisis de corte cualitativo cuyo significado está enmarcado en el
contexto local y regional.
Con el propósito de presentar los hallazgos encontrados en un contex-
to determinado, se organizaron los estudios según tres periodos: de 1994 a
1999, de 2000 a 2006 y de 2007 a 2011; de tal manera, se estableció un orden
cronológico de análisis y una organización temporal en las publicaciones con-
sultadas. La decisión de hacerlo así respondió a la necesidad de enmarcar el
análisis en la realidad social y política de Jalisco en el marco de los tres últimos
gobiernos en el estado.

La construcción de la muestra
La idea de presentar la descripción de cómo se construyó la muestra, res-
ponde más a una necesidad de explicar los alcances y limitaciones que a una
descripción metodológica rigurosa.1
Se puede aclarar entonces que la muestra respondió a decisiones que fue-
ron tomadas a la luz de los hallazgos de estudios e investigaciones publicadas
y encontradas en las diferentes bases de datos consultadas en la Universidad
de Guadalajara, en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occi-
dente (iteso) y en El Colegio de Jalisco.
Dos criterios de delimitación de la muestra fueron los autores y las te-
máticas acotadas por la espacialidad de los estudios. Se tomaron en cuenta
a investigadores que fueran de Jalisco, o bien, que radicaran en el estado; en
especial, interesaba que tuvieran trayectoria en temas de política pública. Este
criterio respondió a que en el ámbito del estudio de políticas públicas en Jalis-
co se reconocen ciertos autores que han tenido aportaciones importantes en
la consolidación de la disciplina en Jalisco y era importante retomarlos como
autores clave.
El segundo criterio estuvo centrado en las temáticas y la espacialidad de
las investigaciones. Se tomaron en cuenta aquellas publicaciones que tenían
La descripción más detallada de cómo se construyó la muestra puede consultarse en el segundo estu-
1

dio introductorio.

102
Tendencias de los estudios cualitativos acerca de política pública

como eje de estudio a Jalisco, sus regiones y sus municipios. Esta delimita-
ción eliminó de la muestra a aquellos trabajos de investigadores de Jalisco que
tuvieran publicaciones fuera de este contexto. La delimitación por autor y
por temática de acuerdo con su espacialidad permitió tener una muestra más
acotada y más afinada para su análisis.
Una siguiente forma de delimitación fue el carácter de las publicaciones.
En esta búsqueda tan amplia se encontraron diversos documentos que co-
rrespondían a información directamente emitida por las instituciones de go-
bierno o por organismos del estado, tales como informes estatales y reportes
técnicos. Este tipo de documentos no se tomaron en cuenta debido a que no
correspondían con un carácter académico y no contaban con la rigurosidad
científica que se estaba buscando.
Para cada libro, capítulo y artículo localizado, se realizó una ficha de tra-
bajo, la cual estuvo organizada en tres rubros: características generales de
la obra, dimensión teórico-empírica y dimensión metodológica, esta última
subdividida a su vez en estudios cuantitativos y estudios cualitativos. En esta
clasificación también aparecieron estudios que utilizaban ambas metodolo-
gías; también permitió que al final los resultados obtenidos fueran ordenados
de esa misma manera y se obtuviera una caracterización general de la muestra.
Para conocer el tipo de análisis que los estudios ofrecían en cuanto a la
política pública, se establecieron cuatro criterios clasificatorios: 1) análisis de
la implementación, 2) análisis del diseño, 3) análisis de la agenda y 4) análisis
de la evaluación.2 Los resultados obtenidos en cuanto a la submuestra de los
estudios cualitativos demostraron que la mayoría de los análisis corresponden
a la implementación de las políticas públicas, lo cual no necesariamente im-
plica una evaluación sistemática, sino una descripción y explicación de cómo
está desarrollándose y cómo se aplica la política en términos prácticos.
Los estudios, de acuerdo con los resultados, también tienden a hacer aná-
lisis de la agenda, con una orientación a la caracterización de los problemas,
tanto a los que se consideran preocupaciones de la sociedad como a aquellos
que se convierten en prioridades de los gobiernos. Este tipo de estudios en
su origen intentan responder a la caracterización de los asuntos públicos que

Estuardo Gómez Morán en el capítulo “Perspectivas teóricas en el estudio de las políticas públicas en
2

Jalisco” presenta una descripción más detallada acerca de estos cuatro criterios de clasificación.

103
Anahí Copitzy Gómez Fuentes

merecen atención de los gobiernos y, por lo tanto, la creación y diseño de una


política pública.

Hallazgos metodológicos
Los resultados que se ofrecen en este apartado básicamente forman parte de
la submuestra de los estudios cualitativos sobre política pública en Jalisco. Los
primeros datos ofrecen elementos respecto de la caracterización de la mues-
tra y los siguientes aportan información de las tendencias metodológicas de
los estudios cualitativos de la muestra.
Aunque la gran mayoría de las investigaciones se publicaron a partir del
año 2000, los periodos analizados muchas veces abarcan años anteriores,
pues se utilizan datos de la década de 1990. El contexto de estudio es princi-
palmente estatal; sin embargo, algunos autores tienden a hacer referencia al
contexto local o nacional.
De acuerdo con la unidad analítica, se estudia sobre todo a las institucio-
nes, pero también se hacen estudios acerca de grupos dentro de los que desta-
can mujeres, indígenas, asociaciones vecinales, movimientos sociales, partidos
políticos, entre otros.
El método utilizado se clasificó en dos tipos: deductivo e inductivo. El
método deductivo va de lo general a lo particular y el método inductivo va de
lo particular a lo general, por lo que se obtuvieron las siguientes dos tenden-
cias: a) una predominancia por el método deductivo, ya que muchos de los
autores partieron de una perspectiva más amplia para abordar su tema de es-
tudio; y b) algunos autores optaron por el método inductivo, pues mostraban
datos y evidencias para abordar el eje de su discusión.
En cuanto al objetivo metodológico, la mayoría de los autores describen
y explican el fenómeno estudiado. Son pocos los investigadores que llegan
a hacer un análisis exhaustivo del objeto de estudio; no obstante, al hacer la
descripción y la explicación del fenómeno aportan elementos interesantes.
Las técnicas usadas son básicamente dos predominantes: el estudio de
caso y la investigación documental. Algunos investigadores desarrollan traba-
jo de campo, entrevistas y etnografía. Es importante resaltar que en la mayo-
ría de los casos no se explicita la técnica empleada, y muy pocas veces se habla
del procedimiento metodológico de obtención de datos.

104
Tendencias de los estudios cualitativos acerca de política pública

En el contexto de lo que significa la investigación de corte cualitativo,


en la cual no interesa llevar a cabo propiamente inferencias casuísticas, la
gran mayoría de los documentos no explicitan variables claramente defini-
bles, en el entendido de que lo que se busca es explicar y comprender un
fenómeno, más allá del planteamiento de variables independientes y de-
pendientes, como podría ser más claramente definible en estudios de corte
cuantitativo.
En cuanto a las hipótesis hay dos tendencias: a) no se presenta una hipó-
tesis claramente definida, y b) se expone un supuesto que guía el desarrollo
del argumento, el cual no se explicita como tal, pero está presente y se trabaja
con él a lo largo del documento. Podría decirse entonces que aunque no se
hace evidente hay una hipótesis de trabajo, y con base en ella se genera una
argumentación.
En relación con las aportaciones metodológicas de los trabajos, se encon-
tró que la mayoría procesa datos existentes y retoman informes, documentos
de archivos de las dependencias y datos oficiales estatales y nacionales. Al-
gunos hacen una combinación al procesar datos existentes y generar datos
nuevos. Un hallazgo relevante encontrado en los estudios cualitativos sobre
política pública es que quienes usan las técnicas de entrevista, trabajo de cam-
po y etnografía, son quienes generan datos nuevos.
Las fuentes de información que en general se emplean son estatales y
nacionales. Las fuentes bibliográficas son muy variadas, dentro de ellas hay
estatales, nacionales e internacionales. Los recursos gráficos usados suelen ser
gráficas, tablas, cuadros, mapas y fotos, en la mayoría de los casos se sirven de
ellos a manera de ilustración más que para establecer un análisis riguroso de la
información allí presentada (véase anexo 2).

Organización por periodos


Con fines analíticos y puramente organizativos, los hallazgos encontrados en
la muestra fueron divididos arbitrariamente en tres periodos que coinciden
con los tres últimos periodos de gobierno en Jalisco: el primero de 1994 a
1999, delimitado de acuerdo con el primer documento considerado dentro de
la muestra; el segundo periodo abarca del 2000 al 2006; y el tercero de 2007
a 2011.

105
Anahí Copitzy Gómez Fuentes

Tabla 1. Primer periodo (1994-1999)

Año de publicación Tema de política pública Periodo analizado


1994 - Movimientos sociourbanos 1990-1993
1995 - Mujeres 1970-1994
1996 - Transición democrática 1995
- Migración
1990-1996
1999 - Ciudadanía política
1993-1998
y gobernabilidad
Fuente: Elaboración propia.

En el primer periodo (1994-1999) puede reconocerse una naciente pro-


ducción académica. Está caracterizado por la publicación de investigaciones
más centradas en el análisis político de la realidad social en Jalisco. De acuer-
do con la muestra, los temas que se abordan en este periodo no son propia-
mente los que se pueden reconocer dentro de los temas que actualmente
son más estudiados dentro de la política pública. En este periodo, la política
pública, como disciplina en Jalisco, apenas comenzaba a construir una agenda
y a generar estrategias para abordar los diversos temas que luego fueron esta-
blecidos como los más socorridos en este campo.
Resulta necesario señalar el contexto político que estaba aconteciendo en
Jalisco y su capital durante este periodo. En 1995, el estado experimentaba la
transición política que marcaría los años siguientes. Por primera vez, el Par-
tido de Acción Nacional (pan) tomaba la gubernatura y Guadalajara, como
capital del estado; también iniciaba su primer ayuntamiento panista. El pan
desplazó al Partido Revolucionario Institucional (pri) en las elecciones y asu-
mió posiciones importantes que fueron determinantes en la construcción de
una agenda sobre el estudio de las políticas públicas en Jalisco.
Con la primera gubernatura panista en Jalisco se promueve un reorde-
namiento de la administración estatal y de sus estrategias de funcionamiento.
En 1998, el gobierno del estado emprende la regionalización administrativa
y se establecen las doce regiones y las veintiún microrregiones en Jalisco para

106
Tendencias de los estudios cualitativos acerca de política pública

fomentar la descentralización y la desconcentración hacia las regiones.3 Esta


reestructuración administrativa sentó las bases de lo que posteriormente, y en
gran medida, marcó la agenda de las políticas públicas en Jalisco.
Dentro de esta reorganizada administración, el gobierno de Jalisco insti-
tuyó la Secretaría de Seguridad Pública y la Secretaría de Medio Ambiente y
Desarrollo Sustentable; con ello, como se verá en el siguiente periodo, estos
temas tuvieron cierta relevancia en la agenda estatal, no sólo en los munici-
pios de la Zona Metropolitana de Guadalajara (zmg), sino en toda la entidad.
También, durante dicho periodo había instituciones de educación supe-
rior que estaban impartiendo maestrías en alguna rama de la administración
pública. En 1976, el Centro de Investigación y Docencia Económicas (cide)
ofrecía una Maestría en Administración y Políticas Públicas. El Instituto Tec-
nológico Autónomo de México (itam) contaba en 1987 con una Maestría
en Políticas Públicas. Por su parte, la Facultad Latinoamericana de Ciencias
Sociales (flacso) ofrecía en 1992 dos maestrías, una en Gobierno y Asuntos
Públicos, y otra en Políticas Públicas Comparadas.4
En Jalisco, las instituciones de educación superior tuvieron una lógica
distinta a la que se desarrollaba en la ciudad de México. El primer acercamien-
to a la formación de profesionales en administración pública fue mediante la
creación de una licenciatura. Desde 1978, el Centro Universitario de Ciencias
Económico Administrativas (cucea) de la Universidad de Guadalajara, ofre-
cía una licenciatura en administración pública, misma que cerró en 1992 tal
vez debido a que este centro abrió en 1990 la Licenciatura en Estudios Polí-
ticos y de Gobierno.5 Como se verá más adelante, fue hasta el 2000 cuando
comenzaron a abrirse posgrados en Jalisco, orientados a la administración y
política pública.

3
Gobierno de Jalisco. Plan Estatal de Desarrollo 2030. Guadalajara: Gobierno de Jalisco. 2010. (http://
www.jalisco.gob.mx/wps/wcm/connect/30453700441fbd4f91df959060bd6367/PED2030.
pdf ?MOD=AJPERES), 4 de marzo de 2012.
4
Alberto Arellano Ríos. “La gestión pública. Un nuevo enfoque para los viejos problemas burocráti-
cos”. Alberto Arellano Ríos et al. Del discurso a la práctica. Cuatro estudios acerca de la administración pública
en Jalisco. Zapopan: El Colegio de Jalisco, 2010, p. 51.
5
Ibid., pp. 52.

107
Anahí Copitzy Gómez Fuentes

Tabla 2. Segundo periodo (2000-2006)

Año de publicación Tema de política pública Periodo analizado


- Participación ciudadana 1995-1998
- Responsabilidad gubernamental 1995-1997
2000
- Participación ciudadana 1992-1998
- Educación superior 1989-1994
- Gestión pública municipal 1995-2001
- Gestión pública intergubernamental 1997-2000
2002 - Desarrollo regional 1950-2000
- Gestión pública y educación 1982-1992
superior
2003 - Desarrollo regional 1980-1990
- Desarrollo económico 1988-1998
2004 - Gestión pública y educación 1995-2002
superior
- Desarrollo local No especificado
- Desarrollo sustentable 2000
- Gestión del agua en Jalisco. 2000-2005
2006
- Gestión del agua para la zmg 2000
- Gestión pública y educación supe- 1990-2000
rior
Fuente: Elaboración propia.

Para la década del 2000, la agenda de las políticas públicas en Jalisco


estaba más delineada y orientada hacia la gestión pública y el desarrollo lo-
cal y regional. En este periodo comenzaron a estudiarse temas de desarrollo
sustentable y de gestión del agua en Jalisco y en la zmg. Los temas de susten-
tabilidad y medio ambiente se instalaron en la agenda como una forma de
hacer frente a las políticas nacionales que, en sus programas, comenzaron a
preocuparse por la política ambiental.
El interés del estudio de temas de gestión del agua en Jalisco vino acom-
pañado, en el 2000, con la creación de lo que en su momento se denominó
Comisión Estatal de Agua y Saneamiento, y lo que ahora es la Comisión Es-
tatal del Agua (cea). En ese mismo año también fue creado el Sistema Inter-

108
Tendencias de los estudios cualitativos acerca de política pública

municipal para los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (siapa), como


un organismo intermunicipal en el manejo del agua en la zmg.
En este segundo periodo que coincide con la segunda gubernatura del
pan en Jalisco, las líneas de gestión pública y desarrollo regional están direc-
tamente orientadas a responder a la agenda de gobierno, la cual en ese mo-
mento impulsaba programas para fortalecer la regionalización en el estado al
impulsar el desarrollo económico y empresarial como política pública.
Durante este periodo resaltan los estudios relativos a la gestión pública
y educación superior. Tales investigaciones se deben a que particularmente
Adrián Acosta Silva, investigador del cucea, impulsó la producción académi-
ca y las publicaciones respecto de políticas públicas y educación superior en
Jalisco.
También resalta la vinculación de los estudios de política pública y las ins-
tituciones de educación superior mediante la creación de maestrías. En 1998,
el iteso instituyó la Maestría en Política y Gestión Pública. En el 2002, la Uni-
versidad de Guadalajara creó la Maestría en Gestión Pública. Posteriormente
dicha maestría desapareció y se instauró la Maestría en Políticas Públicas de
Gobiernos Locales.6
El Colegio de Jalisco, en 2003, inició la Maestría en Gobierno y Admi-
nistración Pública, con carácter profesionalizante. En 2009, la maestría se
reestructuró y tomó el nombre de Maestría en Políticas Públicas Locales,
con tres orientaciones profesionales: gestión y administración de políticas
públicas, marco jurídico-institucional y gestión del territorio.7
Este último periodo está caracterizado por la consolidación de los pro-
gramas de posgrados que ofrecen las instituciones de educación superior en
el estado. A pesar de que por lo menos dos de los tres programas de maestría
más importantes sufrieron reestructuraciones, han logrado cierta consolida-
ción y un campo de incidencia claramente definido. La Universidad de Gua-
dalajara, el iteso y El Colegio de Jalisco han formado alumnos que de alguna
manera han estado vinculados con instituciones de gobierno. Sin embargo,
el quehacer académico y científico ha quedado en un grupo más acotado que

6
Ibid., pp. 56 y 57.
7
Ibid., p. 57.

109
Anahí Copitzy Gómez Fuentes

continúa con la labor de hacer investigación, publicar y formar especialistas


en políticas públicas.

Tabla 3. Tercer periodo (2007-2012)

Año de publicación Tema de política pública Periodo analizado


2007 - Migración 1999-2004
2008 - Desarrollo regional 1995-2000
- Movilidad social 2007-2009
- Planeación urbana 1990-2010
- Migración 1990-2005
- Desarrollo local sustentable 2004-2006
2009
- Gestión pública y educación 1990-2000
superior
- Seguridad pública 1990-2010
- Desarrollo regional 1990-2010
- Gestión pública local No especificado
- Calidad de gobierno 2000-2007
2010
- Migración 2000-2006
- Jóvenes No especificado
- Indígenas 1960-2000
2011 - Desarrollo urbano 2001-2008
- Política social 2001-2007
Fuente: Elaboración propia.

De acuerdo con la muestra y los resultados, la década del 2000 es el perio-


do en donde más se han hecho publicaciones acerca de políticas públicas en
Jalisco. En este periodo destacan dos publicaciones colectivas cuyos coordi-
nadores hicieron esfuerzos por reunir grandes temas de la agenda y expertos
en la temática. En el 2009 el gobierno del estado de Jalisco publicó el libro
2 Décadas en el Desarrollo de Jalisco 1990-2010,8 en donde según su prólogo se
intentan valorar los logros y problemáticas en el estado.

Víctor Manuel González Romero et al. 2 Décadas en el desarrollo de Jalisco 1990-2010. Guadalajara: Go-
8

bierno de Jalisco, Secretaría de Planeación, 2009.

110
Tendencias de los estudios cualitativos acerca de política pública

En dicho libro, según el sumario final que presenta los resúmenes curri-
culares de los participantes, se intentó guardar el rigor científico y académico
para elaborar un documento de consulta que aportara descripciones y análisis
sobre los principales temas de la agenda en política pública de acuerdo con
el Plan de Desarrollo Jalisco 2030. Este libro aportó a la muestra siete capítulos,
cuatro de corte cualitativo y tres cuantitativos, todos ellos con énfasis en el
contexto jalisciense.
En este mismo periodo, pero en 2010, destaca otra publicación por su con-
tribución al estudio de las políticas públicas en Jalisco. En el libro coordinado
por David Gómez Álvarez, titulado Capacidades institucionales para el desarrollo hu-
mano. Conceptos, índices y políticas públicas,9 el tema principal se centra en el análisis
de las capacidades de las instituciones de los gobiernos locales y el desarrollo
humano, con un especial énfasis en el estudio de Jalisco y sus municipios.
En general, el libro aborda una discusión conceptual y empírica acerca
de temas de política pública. Está dividido en dos partes: la primera aborda
cuestiones teóricas de interés nacional e histórico; la segunda se aboca a casos
de estudios de Jalisco, con temáticas concretas tales como desarrollo huma-
no, fiscalización, transparencia, gasto público y servicios, entre otros. De este
libro, en la muestra se retomaron seis estudios cuantitativos, dos cualitativos
y dos que presentaban ambos tipos de metodologías.
A partir de dichas publicaciones colectivas se puede afirmar que este tipo
de trabajos marcan tendencias al impulsar la publicación de estudios e inves-
tigaciones que van muy de la mano con la agenda nacional y, en este caso, en
concordancia con la agenda estatal de políticas públicas.
La muestra, en cada uno de los periodos, revela grandes ausencias de
políticas públicas, dentro de las cuales pueden citarse, por decir algunas, la
falta representatividad que significan los estudios respecto de ciertos gru-
pos o instituciones, por ejemplo, los indígenas. A pesar de que Jalisco cuenta
con una gran presencia de indígenas, principalmente huicholes y nahuas,10

9
David Gómez Álvarez (coord.). Capacidades institucionales para el desarrollo humano. Conceptos, índices y
políticas públicas. México: H. Cámara de Diputados. lxi Legislatura-Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo-Universidad de Guadalajara-Miguel Ángel Porrúa, 2010.
10
De acuerdo con el Censo Nacional de Población y Vivienda del 2010, el Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (inegi) reportó 18 409 hablantes de huichol, 11 650 de náhuatl, 3 960 de purépecha y 2 001
hablantes de lenguas mixtecas.

111
Anahí Copitzy Gómez Fuentes

tanto en las regiones propias donde habitan como en la ciudad, el tema no


ha sido de especial interés dentro de la agenda de la política pública. Su
estudio se ha dejado a los antropólogos, quienes han desarrollado líneas de
investigación e incluso han evaluado programas nacionales y estatales, des-
de una visión propia de la disciplina, por lo que han dejado de lado el diseño de
políticas públicas interdisciplinarias.
Otra gran ausencia son las políticas públicas con perspectiva de género,
así como publicaciones que abordan directamente estas temáticas. A pesar
de que durante la segunda gubernatura panista se creó el Instituto Jaliscien-
se de las Mujeres, no ha habido grandes impulsos desde los gobiernos para
promover políticas públicas para las mujeres, desde una perspectiva de gé-
nero. En cuanto a las publicaciones sólo algunas han sido orientadas a este
campo de conocimiento.

Reflexiones finales
Si nos detenemos a reflexionar respecto de la interrelación entre las institu-
ciones de educación superior y las dependencias de gobierno en cuanto a la
formulación de una agenda de políticas públicas en Jalisco, nos podremos dar
cuenta de varias cosas. La primera que salta a la luz es que los estudios sobre
política pública en Jalisco, nacieron dentro del seno de los gobiernos panistas
y dentro de sus programas de reestructuración administrativa.
La segunda reflexión, que va intrínsecamente ligada con la anterior, se
orienta a considerar que los posgrados en administración y políticas públicas
surgieron con el impulso de los gobiernos panistas de profesionalizar a sus
funcionarios. Desde otra perspectiva, puede considerarse que la creación y
consolidación de los posgrados en administración y políticas públicas en Ja-
lisco fueron el motor de creación de una agenda en el gobierno panista.
De manera independiente a cómo haya sido dicha interrelación, lo cier-
to es que la producción académica está de alguna manera vinculada con las
instituciones de gobierno, ya sea por el apoyo a las publicaciones, por la ge-
neración de insumos o por la aportación de datos duros que sirven para la
construcción de investigaciones sobre política pública en Jalisco.
A pesar de que pudiera pensarse que quienes hacen estudios respecto de
política pública en Jalisco son propiamente los egresados de los posgrados en

112
Tendencias de los estudios cualitativos acerca de política pública

esta materia, se cae en cuenta que quienes publican no necesariamente son los
funcionarios de gobierno que en algún momento cursaron una licenciatura o
un posgrado en política pública; más bien, quienes investigan y publican son
académicos e investigadores de las principales casas de estudio y centros de
investigación del estado.
Las agendas académicas y personales, en relación con los temas de es-
tudio propios y las líneas de investigación, han estado determinando las ten-
dencias, las cuáles no necesariamente están directamente relacionadas con
las políticas públicas prioritarias de los gobiernos municipales y estatales. Es
necesario preguntarse si efectivamente los estudios llevados a cabo en el mar-
co de la política pública en Jalisco, más allá de los libros colectivos que se
publican con esta perspectiva, están directamente vinculados con los órganos
de gobierno en el estado.
De acuerdo con los resultados obtenidos, podría decirse que la agenda
académica y los intereses personales determinan en cierta medida las publi-
caciones, si nos atenemos a que el mundo académico y, en su mayoría, el
mundo de los investigadores es muy acotado y restringido a sus quehaceres
propios. El vínculo podría estar dado cuando aquellos investigadores a su vez
están relacionados con las instituciones de gobierno y son capaces de incidir
directamente en la planeación, organización y gestión de las políticas públicas
en estos organismos.
Otras formas de vinculación son las consultorías, las cuales no aparecen
explícitamente consideradas como una forma de promover la investigación
y de obtención de material para publicar. Las consultorías muchas veces se
hacen a pedido sobre el diseño, implementación o evaluación de programas.
En estricto sentido, no necesariamente se da el vínculo con la academia y, por
tanto, los resultados no necesariamente se traducen en publicaciones a con-
siderar dentro de la producción científica que determina el campo disciplinar
de la política pública en Jalisco.

113
114
TENDENCIAS DE LOS ESTUDIOS CUANTITATIVOS
EN POLÍTICA PÚBLICA

Nancy García Vázquez


El Colegio de Jalisco

Introducción
En este capítulo se presenta una panorámica general de cómo se han estudia-
do académicamente las políticas públicas en Jalisco. El enfoque se concentra
en los estudios que han empleado técnicas cuantitativas para analizar la diná-
mica local de las políticas públicas de la región.
La justificación de este ejercicio surge precisamente de la necesidad de
entender si la investigación en política pública contribuye a la comprensión
de sus aportaciones en la discusión y solución de los asuntos públicos jalis-
cienses. En este capítulo sólo se esbozarán los horizontes de tales aportacio-
nes, pero no se ubicará una causalidad explícita entre investigación y la gestión
gubernamental.
Además, este ejercicio también cobra relevancia por la dispersión en la
literatura producida por los académicos e investigadores. Por un lado, hay
una mayor producción analítica relacionada con la política pública o temas
transversales a ésta. Por otro, la mayor parte de esa producción no suele ser
divulgada o archivada de un modo tal que permita un diálogo más ágil.
Por esas razones, el objetivo del presente capítulo es ofrecer un marco
de referencia para los estudiantes e investigadores, que les permita identificar
cuáles son los alcances y limitaciones, pero sobre todo, las oportunidades para
futuros trabajos de análisis de las políticas públicas locales.
El capítulo se desarrolla en tres apartados. En el primero de ellos se ex-
ponen algunas consideraciones generales acerca de cuáles son las principales

[115]
Nancy García Vázquez

características y aportaciones de las técnicas cuantitativas en el estudio de los


asuntos públicos. En el segundo, se presentan los resultados del análisis de la
muestra de trabajos representativos para Jalisco desde el enfoque cuantitati-
vo.1 Finalmente, en el tercer apartado se ofrecen las conclusiones generales,
pero, sobre todo, se sugieren algunas líneas potenciales de investigación.
Como cualquier otra disciplina social, la política pública es una forma de
conocimiento que sólo puede justificarse mediante la investigación. Como ya
se refirió, en este trabajo se asocia la investigación con la actividad académica.

La investigación social cuantitativa y sus fundamentos


Con el fin de entender los límites y alcances de la investigación cuantitativa se
necesita discutir cuáles son sus fundamentos básicos. Por ello, en esta primera
parte se expondrán de manera breve algunas de las tradiciones epistemológi-
cas de las que ha abrevado en su desarrollo histórico.
Como señala C. R. Kothari, la investigación es una actividad académi-
ca en un sentido técnico.2 Ello implica un enorme esfuerzo intelectual por
plantear un problema concreto, formular hipótesis o sugerir soluciones, así
como compilar y procesar información, además de hacer deducciones y asen-
tar conclusiones.
Por esas circunstancias, la investigación también debe seguir ciertas re-
glas y tener la ayuda de procedimientos organizados con el fin de obtener el
resultado deseado. La investigación social trabaja en sus métodos para servir
y producir un conocimiento verdadero.
Babbie y Mouton definen a la investigación social como “la observación
sistemática de la vida social con el propósito de encontrar y comprender
los patrones de lo que se observa”.3 También consideran a la investigación
como una forma de obtener conocimiento científico. El conocimiento cien-
tífico es visto por ellos como un conocimiento colectivo, el producto de la

1
La selección de dichos trabajos se apega a los criterios metodológicos y analíticos expuestos en el
capítulo introductorio de esta segunda parte del libro.
2
C. R. Kothari. Research Methodology. Methods & Techniques. 2a ed. Nueva Delhi: New Age International
Publishers, 2004, p. 1.
3
Earl Babbie y Johann Mouton. The Practice of Social Research. Ciudad del Cabo: Oxford University
Press, 2001, p. xxi.

116
Tendencias de los estudios cuantitativos en política pública

investigación rigurosa, metódica y sistemática.4 Este tipo de conocimiento es


impulsado por la búsqueda de la verdad, la cual implica una búsqueda de la
aproximación más válida o la más próxima a la objetividad.
En la investigación social, la realidad se estudia de un modo objetivo con
el propósito de validar el conocimiento.5 Usualmente, lo que determina cómo
se estructura la investigación social, ya sea de un modo cualitativo o cuantita-
tivo, depende del paradigma teórico o los valores epistemológicos del equipo
de investigación. En este trabajo no se discutirán las diferencias entre métodos
cualitativos y cuantitativos, ya que los primeros ya han sido abordados en el
capítulo precedente. Interesa exponer al lector cuáles han sido los fundamen-
tos epistemológicos de los métodos cuantitativos. Los más importantes han
sido el positivismo y el empirismo.
En el siglo xix, el padre del positivismo, Auguste Comte, estableció va-
rios de los cánones de la moderna teoría de la ciencia.6 Fundamentalmente, se
trataba de reconocer al conocimiento científico como aquel basado en la
afirmación positiva de las teorías por medio del método científico riguroso.
Esta posición pretendía reemplazar a la metafísica en la historia del pen-
samiento y cerrar la brecha metodológica entre las ciencias naturales y las
ciencias sociales.
De acuerdo con Mardones, metodológicamente en el positivismo
comtiano hay dos ideas que impactaron a las ciencias sociales que estaban
por consolidarse. La idea de que “los objetos abordados por la ciencia son
diversos pero hay unidad de método y homogeneidad doctrinal, es decir su
explicación es de una sola manera”; y la idea de que “el método es el de las
ciencias físico-matemáticas, este sería la medida de la cientificidad en cien-
cias del hombre”.7
Esta idea de que las ciencias sociales aplicaran las metodologías de las
ciencias naturales, implicó que el resultado máximo debía ser la formulación
de leyes generales para describir y predecir el comportamiento humano.

4
Ibid., p. 16.
5
Johann Mouton y H. C. Marais. Basic Concepts in the Methodology of the Social Sciences. 5a ed. Pretoria: Hu-
man Sciences Research Council, 1996, p. 7.
6
José María Mardones. Filosofía de las ciencias humanas y sociales: materiales para una fundamentación científica.
2a ed. Barcelona: Anthropos Editorial, 2001, p. 34.
7
Ibid., pp. 38-39.

117
Nancy García Vázquez

Ya en el xx, el positivismo se denominó positivismo lógico para distinguir-


lo de la filosofía antigua.8 Este movimiento también fue denominado como
empirismo lógico. El componente más importante fue el enfoque de la confir-
mación como un proceso cognoscitivo y, al mismo tiempo, metodológico.
La confirmación requería formular una hipótesis verificable, pero también
necesitaba de la experimentación instrumentalista –fundamentalmente mate-
mática– para encontrar significancia, más que significado.
Bryman refiere que el positivismo tiene cinco características principales:9
1. El naturalismo metodológico, o la creencia de que la investigación
social debe emplear los métodos de las ciencias naturales.
2. El empirismo, o la creencia de que el conocimiento sólo se puede
obtener a partir de los fenómenos observables.
3. El inductivismo, o la creencia de que la teoría refleja una acumulación
de hechos verificados expresados en las leyes.
4. Deductivismo, o el proceso de generación de hipótesis de la teoría
que se someten a pruebas empíricas con el fin de confirmar o refutar
esta teoría.
5. La objetividad, o la creencia de que el conocimiento válido se obtiene
cuando los científicos no permiten que sus valores personales para
inmiscuirse en sus investigaciones.
A menudo estas cinco características estructuran todo el proceso de in-
vestigación cuantitativa (véase figura 1) cuyo eje de articulador es la construc-
ción de modelos explicativos, los cuales son sometidos a distintas pruebas
empíricas para que después sean presentados los hallazgos de esos hechos
estilizados.
Sin embargo, muchas veces ocurre que el empirismo se coloca en una po-
sición más relevante. En ese escenario, muchos de los trabajos cuantitativos
se limitan a recopilar información particularmente estadística. La premisa es
que los fenómenos sociales se pueden medir, clasificar y ordenar espacial y

8
Un análisis muy interesante de este proceso puede leerse en Bruce J. Caldwell. Beyond Positivism Eco-
nomic Methodology in the Twentieth Century. Londres: Routledge, 1994.
9
Alan Bryman. Quantity and Quality in Social Research. Londres: Routledge, 1998, pp. 14-15.

118
Tendencias de los estudios cuantitativos en política pública

temporalmente. Bajo esta lógica pueden construirse variables para medir su


intensidad, orientación y propensión al cambio.
La interacción entre variables es lo que permite establecer relaciones cau-
sales, es decir, la probable correlación entre dos o más tipos de fenómenos.
Las variables son una estilización de los hechos sociales, registran algún as-
pecto medible de la realidad y, en algún sentido, son la base de la objetividad
del análisis. Los investigadores cuantitativos, por lo tanto, pueden analizar la
importancia relativa de muchas variables diferentes.
En el positivismo se asume que los análisis multivariables establecen co-
nexiones causales entre dos o más variables. Si estos resultados se comprue-
ban sistemáticamente y en una variedad de contextos, se habrá establecido
una ley de la conducta humana.
Estos principios han tenido muchas consecuencias para la investigación
social y los investigadores. Una de las más trascendentales es que tanto los
métodos como las técnicas aplicadas en la investigación deben ser objetivas.
Ello implica establecer y cumplir con criterios específicos de validez y con-
fiabilidad.
En la práctica, la confiabilidad está dada por el uso de información esta-
dística. La mayoría de las veces no es producida directamente por los investiga-
dores, sino por instituciones públicas. Con ello se pretende minimizar el error
o la subjetividad, con lo que se evita afectar a la veracidad de los datos duros.
Aunque el positivismo ha tenido muchas implicaciones para la investiga-
ción social, también ha sido fuertemente criticado. Una de esas críticas tiene
que ver con su capacidad de control sobre la teoría y el método. Por el lado de
la teoría, muchas veces se cuestiona si con el afán de probar tales supuestos, la
realidad, es decir, los datos, se adecúan a modo. Debido a que la teoría es una
forma de explicar –causalmente– la realidad, los hechos sociales tienen que
ser ajustados por el investigador, de modo que su dinámica pueda ser expli-
cada por las variables a demostrar. En ese proceso no siempre hay un control
justamente en la expresión de las variables.
No obstante, quizá la mayor crítica proviene del lado metodológico. Se
cuestiona si la construcción de sus instrumentos de medición logran ser efec-
tivamente objetivos. Si bien los positivistas evitan hacer inferencias basadas
en su intuición, la definición de las variables y la elección de un método esta-
dístico para su análisis no suele ser neutral en un sentido absoluto.

119
Nancy García Vázquez

Figura 1. La lógica del proceso de la investigación cuantitativa

Fases Intervención

Teoría

Deducción

Hipótesis

Operacionalización

Observación / Recolección

Procesamiento de
información

Análisis de información

Interpretación

Hallazgos

Inducción

Fuente: Alan Bryman. Quantity and Quality in Social Research. Londres:


Routledge, 1998. Traducción propia.

120
Tendencias de los estudios cuantitativos en política pública

El hecho de que un modelo pueda ser replicado (repetido con los mis-
mos resultados, para establecer la fiabilidad) no garantiza la neutralidad de la
información, pero, sobre todo, no evita que el cuantitativista exponga su modo
de analizar e interpretar la realidad.
En todo caso, como señala Babbie, “las regularidades sociales existen y
son dignas de un estudio teórico y empírico”.10 Los científicos deben estudiar
los patrones sociales y no las casuísticas individuales.

Los métodos cuantitativos en el estudio


de las políticas públicas

Como su nombre lo indica, los métodos cuantitativos están asociados con


la sistematización de datos de naturaleza numérica. Incluso, la información
obtenida por técnicas cualitativas puede ser trasladada a mediciones.
Creswell la define como una investigación acerca de un problema social o
humano, a partir del examen un conjunto de supuestos teóricos, de su medi-
ción numérica y del análisis basado en procedimientos estadísticos, con el fin
de determinar si las generalizaciones de predicción de la teoría son válidas.11
Esta definición nos permite resumir las características principales de la inves-
tigación basada en métodos cuantitativos:
• Predominio de la teoría. La investigación cuantitativa se inclina al mé-
todo deductivo. De la teoría se desprenden una o varias hipótesis
teóricas.
• Predominio del enfoque causal, mediante la formulación de enunciados
empíricos que relacionan variables dependientes e independientes.
• Diseño controlado del análisis, que permite a los científicos aislar varia-
bles alternativas al modelo o al experimento.
• Utilización de modelos estadísticos para probar las relaciones de causalidad.
• Replicación como base de su construcción. Para ser replicables, los datos
obtenidos tienen que ser fiables, válidos y verificables.
• Objetividad, que a fin de garantizarla, el investigador tiende a perma-
necer separado de la unidad de análisis.
10
Earl Babbie. The Basics of Social Research. 4a ed. California: Thomson, 2008, p. 35.
11
John Creswell. Research Design: Qualitative and Quantitative Approaches. Londres: Sage, 1994, p. 154.

121
Nancy García Vázquez

Además de estas características, las técnicas de investigación empleadas


pueden tener el propósito de describir o de explicar los cambios entre las
variables o exponer su interrelación.12
Los métodos con propósitos descriptivos se orientan a mostrar las ca-
racterísticas básicas de los datos de un estudio. Por lo general, proporcionan
hallazgos simples acerca de la muestra y la medición. Los análisis de gráficos
simples forman parte de la exposición de tales datos.
Algunas veces también pueden probarse hipótesis de corte longitudinal.
Sin embargo, en este tipo de trabajos el investigador no tiene control sobre
las variables, sino que sólo puede informar lo que ha sucedido o lo que está
sucediendo. En el mejor de los casos, pueden descubrirse las causas pero ne-
cesita un análisis más profundo para establecer qué las origina.
En ese sentido, el trabajo del investigador consiste en compilar datos
con el fin de probar las hipótesis o responder a preguntas. Los datos pueden
ser generados a través de encuestas, entrevistas o de información de segunda
fuente.
Por medio de técnicas descriptivas pueden presentarse grandes volúme-
nes de información de un modo manejable. Las estadísticas que se utilizan
para propósitos descriptivos son la media, la moda, la mediana, los porcenta-
jes, los rangos y la desviación estándar.
La estadística inferencial trata de probar teorías en el sentido más es-
tricto, o bien realizar inferencias a partir de datos muestrales. Ello implica el
desarrollo explicaciones acerca de por qué ocurren los fenómenos.
Se había mencionado anteriormente que los supuestos se basan en ar-
gumentos teóricos, pero éstos requieren identificar variables de una manera
adecuada. Los modelos causales definen una variable a explicar (Y) y una
variable explicativa (X). Desde luego, la cantidad y complejidad de las varia-
bles está definida por las características del modelo o por la disponibilidad de
información.

12
Una distinción funcional de los métodos orientados a la descripción y a la explicación puede encon-
trarse en Elizabeth Ann O’Sullivan, Gary Raymond Rassel y Maureen Berner. Research Methods for
Public Administrators. Estados Unidos: Pearson, 2008, p. 24 y ss.

122
Tendencias de los estudios cuantitativos en política pública

Algunos modelos pueden establecer correlación entre estas variables, es


decir, mostrar que en algún sentido hay probabilidades de que una afecte a
la otra. No obstante, una correlación no necesariamente proyecta causalidad.
Existen otros modelos que sí prueban y miden la magnitud de la rela-
ción y explican cómo ocurre. Estas explicaciones pueden estructurarse de un
modo determinista o probabilístico. En los primeros modelos la variable X es
la causa de Y, sólo si invariablemente la afecta. Esto es, cuando X se presenta
de un modo necesario, inevitable e infalible. En los modelos probabilísticos
se intenta definir bajo qué condiciones es más probable que X afecte a Y. La
mayor parte de la investigación social se queda en este nivel.
Estadísticamente, para tratar de mostrar cierto nivel de probabilidad se
realizan estudios de correlación. El más conocido es el coeficiente de corre-
lación de Pearson (r-cuadrada). En otros análisis se utilizan métodos esta-
dísticos para comparar los grupos (U de Mann-Whitney, Chi-cuadrado, o la
prueba T). Un método alternativo es el análisis de varianza (anova). Pero los
estudios más sólidos para determinar correlación y causalidad están en los
análisis de regresión, que se refieren a la predicción de ciertas variables conti-
nuas.13 Estas técnicas son más utilizadas en análisis longitudinales, con series
de tiempo o datos en panel.
Los métodos cuantitativos son tan antiguos como el propio estudio de
las políticas públicas. De acuerdo con Kaifeng Yang “los métodos cuantita-
tivos ayudan a demostrar si existe una relación entre los diseños de políticas
y resultados de las políticas, probar si la relación se puede generalizar hacia
otros programas similares, evaluar la magnitud de los efectos de las políticas
en cuestiones sociales, económicas y políticas, así como encontrar mejores
alternativas”.14 Yang divide la historia de los métodos cuantitativos en políti-
cas públicas en tres periodos:
• 1950-1960. La Segunda Guerra Mundial impulsó nuevas técnicas
analíticas. Harold Lasswell (1951, 1970, 1971) tenía la concepción de
13
Dado que no es la intención de este texto abordar detalladamente estos métodos, sugerimos revisar
la siguiente literatura Frank Fischer, Gerald J. Miller y Mara S. Sidney. Handbook of Public Policy Analysis
Theory, Politics, and Methods. Florida: Taylor & Francis, 2007; Gerald J. Miller y Kaifeng Yang. Handbook
of Research Methods in Public Administration. Florida: Taylor & Francis, 2007, pp. 13-24.
14
Kaifeng Yang. “Quantitative Methods for Policy Analysis”. Gerald J. Miller y Kaifeng Yang, op. cit., p.
349 y ss.

123
Nancy García Vázquez

una disciplina basada en el conocimiento de las ciencias sociales y su


metodología para analizar los procesos de tomas de decisiones. En
ese contexto, los modelos económicos dominaron el campo, particu-
larmente la programación lineal, el análisis de Markov, la programa-
ción dinámica, la teoría de juegos, los modelos estocásticos, el análisis
Bayesiano, la cuasi-linealización y la teoría general de sistemas.
• 1970-1980. Durante ese periodo, la economía siguió influyendo fuer-
temente. Ante el incremento en la demanda de análisis, se emplearon
nuevas técnicas computacionales y se aprovecharon los avances en la
modelización económica, tales como los modelos de simulación de
microanálisis. Por su parte, Wildavsky enfatizó en el uso de Sistemas
de Planificación, Programación y Presupuestación (sppp), y de los
análisis de costo-beneficio.
Adicionalmente, en las universidades donde se instrumentaron los
primeros programas de políticas públicas se priorizó la enseñanza de
los métodos cuantitativos: 1) la programación matemática y la mode-
lización y estadística descriptiva e inferencial; 2) el entorno político
e institucional de la formulación y aplicación de políticas; 3) la teoría
económica y el análisis con énfasis en las relaciones del sector público
y el privado en la asignación de recursos; 4) la toma de decisiones de
comportamiento y no conductuales, y las estrategias de implementa-
ción y procesos; 5) la gestión de programas, control y evaluación.
• 1990-actualidad. En la década de 1990, el análisis cuantitativo se hizo
mucho más común y se volvió más intensivo con el uso de paquete-
ría estadística como Statistics Package for Social Sciences (spss), Statistical
Analysis System (sas) y stata, que facilitó el manejo de datos enormes.
De manera paralela se acentuó la discusión entre investigación cuan-
titativa y cualitativa, validez interna y externa, y control experimental
y estadístico. La práctica de la investigación incluyó estudios de caso,
análisis de costo-beneficio, evaluación, entrevistas, análisis jurídico,
microeconomía, análisis organizacional, encuestas y análisis de gru-
pos focales, principalmente.

124
Tendencias de los estudios cuantitativos en política pública

En los programas de estudio se enfatizaron algunas técnicas estadísticas


con mayores aplicaciones prácticas en políticas públicas, como las siguien-
tes: la teoría de la probabilidad, las pruebas de hipótesis, las distribuciones
estadísticas, el análisis de varianza y las pruebas de rango, los diseños de
encuesta, el análisis de regresión (tipos Logit, Probit, Tobit), las ecuaciones
simultáneas, el análisis factorial, la cointegración y el muestreo.
Como puede observarse en el desarrollo de la investigación de política
pública, ésta se ha orientado más hacia el análisis empírico pero ha flexibili-
zado la formulación de modelos teóricos. Ello no quiere decir que la investi-
gación cuantitativa ha dejado de ser causal, sino que se ha focalizado hacia la
medición de sus efectos e impactos.
Muchas veces, los trabajos hacen diagnósticos o recomendaciones acerca
de cuáles determinados supuestos y relaciones causales pueden incrementar
la eficacia y la eficiencia. Incluso, este tipo de trabajos permiten la cuantifica-
ción del bienestar potencial o los modelos de decisión para facilitar la imple-
mentación de un programa.
Aquí vale la pena retomar que en este trabajo se discute el estudio de las
políticas públicas, justamente como un esfuerzo académico de investigación.
Sin duda, la evaluación de políticas públicas realizada desde el ámbito de la
gestión también ha tenido importantes contribuciones.
En un sentido amplio, la evaluación tiene como propósito emitir un jui-
cio jurídico, técnico y operativo respecto de la implementación de un pro-
grama. En cambio, la investigación social a la que nos hemos referido no
pretende emitir juicios o conclusiones con fines evaluativos. La investigación
social pretende explicar los qué y los porqués de las políticas públicas a partir
de los datos y hechos observados y consistentemente analizados mediante
supuestos teóricos.
De este modo, en la práctica hay una marcada división entre el análisis
de política pública como una disciplina social, y la evaluación como una pro-
fesión. Ambas han evolucionado notablemente gracias a la combinación de
métodos cualitativos y cuantitativos, sofisticadas herramientas de procesa-
miento de información, complejos modelos de toma decisiones y enfoques
organizacionales más integrales. Sin embargo, todavía se cuestiona la objeti-
vidad de las evaluaciones, y sobre todo, de los evaluadores, por lo que aún

125
Nancy García Vázquez

carece del reconocimiento de una disciplina propia o transversal al análisis de


la política pública.

La investigación social cuantitativa


de las políticas públicas en Jalisco

En Jalisco, la política pública es una disciplina muy joven. Desde el año 2002,
la Universidad de Guadalajara tiene un Departamento de Políticas Públicas
y creó el Instituto de Políticas Públicas y Gobierno, el cual todavía no da sus
mejores frutos. En la entidad, ninguna otra instancia educativa –pública o
privada– tiene un espacio específico para su investigación.
En el ámbito docente ocurre algo similar. Apenas en 2002, esta misma
casa de estudios creó la Maestría en Gestión Pública, transformada en 2009 en
Maestría en Políticas Públicas de Gobiernos Locales. Su programa de Doctora-
do en Ciencias Económico-Administrativas tiene una terminación en políticas
públicas, pero su enfoque es predominantemente en economía. Por su parte,
en el 2009, El Colegio de Jalisco transformó su Posgrado en Gobierno y Ad-
ministración Pública Municipal y Estatal, en la Maestría en Políticas Públicas
Locales. Por su parte, el Instituto de Estudios Superiores de Occidente (iteso)
ha mantenido por casi diez años su Maestría en Política y Gestión Pública.
En disciplinas afines como administración pública, desarrollo regional,
economía, ciencia política y gobierno, se incluyen un par de materias de po-
lítica pública, pero no son cursos especializados. Se requiere de más tiempo
para consolidar cuerpos académicos y docentes, así como líneas de investiga-
ción propias para el estudio de las políticas de la región.
A pesar de que no son muchos los programas ni tampoco muchos los
investigadores, el trabajo no se realiza con el intercambio y el diálogo que
se desearía. A menudo, los investigadores suelen interactuar con otras co-
munidades en el centro y norte del país, o con algunas en el extranjero.
Usualmente, esas interacciones son producto de relaciones personales de los
investigadores, más que de acciones institucionales.
En tales escenarios se producen los trabajos de investigación en materia
de políticas públicas. En este apartado se discuten los resultados del estudio

126
Tendencias de los estudios cuantitativos en política pública

realizado a una muestra de trabajos académicos de corte cuantitativo que han


abordado diversas temáticas de las políticas públicas en Jalisco.15
El propósito es ofrecer al lector un panorama general de las técnicas de
investigación cuantitativas con las que se han abordado las políticas públicas
locales. Se busca articular el quehacer de los académicos en una agenda de téc-
nicas de investigación que suelen ser utilizadas de manera recurrente y mostrar
algunas posibles herramientas analíticas que han sido poco empleadas.
Aunque es una muestra pequeña de 34 textos (entre libros y artículos),
permite ver una parte de cómo es la práctica y cuáles son sus alcances y limi-
taciones en términos de contribución científica, pero también social.
Los textos analizados utilizan técnicas cuantitativas descriptivas o infe-
renciales. Estos trabajos se escribieron en los últimos veinte años, incluso
antes de que aparecieran los primeros programas en políticas públicas en la
región.
La muestra se ha subdivido en dos grupos. En el primero (26 textos), las
herramientas cuantitativas son complementarias a las cualitativas, y apenas
en ocho casos se utilizan como la base instrumental del análisis. Este primer
dato permite inferir que la investigación prefiere el uso de técnicas cualitati-
vas (documental, estudios de caso, entrevistas, etcétera), y que está muy poco
familiarizada con la estadística descriptiva o inferencial.
Tal situación tiene que ver con la formación de los investigadores. La
mayoría tiene estudios de posgrado en el área de ciencias sociales, pero par-
ticularmente en áreas como administración pública, derecho, ciencia política,
sociología, antropología o psicología.16
Debe recordarse que hasta hace muy poco no había programas de doc-
torado en políticas públicas. Quienes tienen una formación específica en esta
disciplina estudiaron en el extranjero, donde el enfoque, como ya se expuso,
suele ser más cuantitativo.17 Hay un grupo de economistas e ingenieros que

15
Los criterios metodológicos se expusieron en el estudio introductorio del segundo capítulo.
16
Algunos casos que pueden ser referidos son los siguientes: por la Universidad de Guadalajara están
Adrián Acosta Silva, Andrés Valdez Zepeda, Aimeé Figueroa Neri, María Luisa García Bátiz y Marcos
Pablo Moloeznik Gruer; por El Colegio de Jalisco se encuentran Nancy García Vázquez y Roberto
Arias de la Mora.
17
Por el iteso pueden citarse los casos de David Gómez Álvarez y Carlos Moreno Jaimes.

127
Nancy García Vázquez

también han estudiado de manera transdisciplinar algún tema específico de


política pública (sobre todo en cuestiones de desarrollo o finanzas).18
La evaluación de estos dos subgrupos comparte unidades analíticas a
comparar: a) tema de investigación, b) tipo de investigación en materia de
política pública, c) contexto del estudio, d) técnicas utilizadas y e) fuentes
de información. A continuación se expondrán por separado para tener un
panorama más preciso del empleo de los métodos cuantitativos y de los
alcances que han tenido. Primero se exponen los trabajos complementa-
rios, porque que la muestra es mayor; luego, aquellos donde es la principal
herramienta para el análisis. Posteriormente se referirán algunas tendencias
comunes.

Los métodos cuantitativos como herramientas complementarias


Los trabajos que han utilizado las técnicas cuantitativas como un elemento
complementario suelen concentrarse en los siguientes temas:
• Desarrollo regional
• Educación
• Migración
• Marginación y pobreza
• Seguridad pública
• Fiscalización superior
En términos generales, suelen ser análisis que estudian, a lo largo del
tiempo, el comportamiento de variables históricas relativas a indicadores so-
ciodemográficos. A excepción de dos trabajos de 1996, el resto de las publi-
caciones ocurrieron del año 2002 al 2011.
Es importante hacer notar que buena parte de los resultados en estos
temas forman parte de la coordinación entre la federación y las entidades.
Gran parte de los trabajos realizan un diagnóstico que describe la proble-
mática y su comportamiento a lo largo del tiempo. Con mayor incidencia se
presenta una panorámica de la entidad y, en menor medida, a nivel municipal.

Este puede ser el caso de los siguientes investigadores: por el iteso, Alfonso Hernández Valdez y
18

Miguel Bazdresch Parada; por la Universidad de Guadalajara, Antonio Sánchez Bernal, Antonio Ruiz
Porras, Guillermo Woo Gómez y Rigoberto Soria Romo.

128
Tendencias de los estudios cuantitativos en política pública

Otros trabajos se concentran en el análisis de la denominada Zona Me-


tropolitana de Guadalajara (zmg) y sus retos para garantizar su desarrollo y
sustentabilidad. Por un lado, hay un importante proceso de urbanización en
la zmg y por otro, una dispersión y empobrecimiento rural. Los temas de
seguridad pública, salud y educación suelen estudiarse más desde el espacio
urbano que desde el rural.
Por su parte, los análisis relativos al tema de la migración suelen estar
correlacionados con el uso de indicadores sobre población, empleo y creci-
miento económico.
En cuanto al tema de fiscalización, éste se discute en un contexto más am-
plio: es el diagnóstico de las instituciones fundamentales (fiscalización, acceso
a la información y combate a la corrupción). Es usual que los trabajos tratan
de proporcionar mediciones descriptivas acerca de la evolución de las insti-
tuciones de rendición de cuentas tanto en su diseño como en su desempeño.
Por lo que se refiere al tipo de investigación en materia de política públi-
ca, la mayoría de los trabajos se basan más en la tradición de comprender la
realidad, que de explicarla de un modo causal. Más de 70% de los trabajos no
formula explícitamente una hipótesis o define un conjunto de variables.19 De
hecho, identificar esta dimensión resultó complicado, porque muchas publi-
caciones están basadas en supuestos o hipótesis de trabajo, mas no en hipó-
tesis causales.
La mayor parte de los trabajos que presentan tendencias a lo largo del
tiempo, lo hace mediante indicadores e índices. La mayoría de estos índices
suelen ser simples o compuestos. De hecho, con mayor frecuencia se consul-
tan y generan nuevos indicadores como son los siguientes:
• Índices de infraestructura de agua potable y drenaje (Alfonso
Hernández)
• Índice de calidad gubernamental estatal (Guillermo Cejudo)

Este escenario no es sorprendente. En un análisis acerca de la práctica en investigación en la ciencia


19

política mexicana se encontró que “mientras que 91.8 por ciento de los artículos de la muestra emplea
métodos cualitativos, 8.2 por ciento cae en la canasta cuantitativa. Por el contrario, en las revistas
estadounidenses 56.1 por ciento de los artículos usan métodos cuantitativos”. Véase Mauricio Rivera
y Rodrigo Salazar-Elena. “El estado de la ciencia política en México. Un retrato empírico”. Revista
Política y Gobierno. México, cide, vol. xviii, núm. 1, 2011, p. 86.

129
Nancy García Vázquez

• Índices de sustentabilidad y riesgo (Arturo Curiel Ballesteros y María


Guadalupe Garibay Chávez)
• Índices de las leyes de fiscalización superior (Aimeé Figueroa Neri)
• Índices de concentración y competencia de las elecciones municipa-
les (Antonio Ruiz Porras y Nancy García Vázquez)
Por lo que se refiere al contexto de estudio, hay una prevalencia por ana-
lizar las políticas públicas a nivel estatal y luego a nivel municipal (véase tabla
1). La orientación hacia los estudios regionales también es importante, pero
puesto que buena parte de las políticas son de carácter descentralizado, ello
no favorece el análisis regional y sí el balance a nivel de entidad federativa.

Tabla 1. Contexto analizado por los trabajos de investigación

Ámbito Porcentaje
Estatal 50
Municipal 17.65
Nacional 14.71
Municipal-regional 11.76
Regional 2.94
Nacional-estatal 2.94
Fuente: Elaboración propia con base en la muestra seleccionada.

En lo correspondiente a las técnicas utilizadas, como ya se señaló, los


trabajos suelen apoyarse en la estadística descriptiva. La mayoría de ellos pre-
sentan tablas en dos dimensiones que registran los cambios en las variables
por medio de tasas de crecimiento, porcentajes o números absolutos.
Una segunda técnica es presentar gráficas en series de tiempo, también
en dos dimensiones. Menos común es observar la técnica de georreferencia-
ción para mostrar la distribución de las variables analizadas.
Algunas técnicas descriptivas poco recurridas son las gráficas de disper-
sión, máximos y mínimos, superficies, burbujas, anillos o líneas radiales.

130
Tendencias de los estudios cuantitativos en política pública

Por lo que se refiere a las fuentes de información, en la siguiente tabla se


observa que hay una mayor prevalencia por consultar fuentes de información
nacionales y estatales. Las principales son el Instituto Nacional de Estadística
y Geografía (inegi), el Consejo Nacional de Población (Conapo), el Consejo
Estatal de Población (Coepo) y algunos informes y planes de gobierno.

Tabla 2. Contexto analizado por los trabajos de investigación

Ámbito Porcentaje
Nacional-Estatal 44.12
Todas 17.65
Nacional 14.71
Internacional-nacional 14.71
Municipal 8.82
Internacional 2.94
Fuente. Elaboración propia con base en la muestra seleccionada.

Hay una importante carencia de datos estadísticos producidos por el go-


bierno estatal y aún más significativa por los municipios. Asimismo, cuando
éstos aparecen en portales electrónicos o archivos, no suelen estar en un for-
mato que pueda permitir su procesamiento estadístico. La poca información
disponible aparece como archivos tipo .doc o .pdf (por ejemplo las finanzas
públicas de la entidad y los municipios). Tampoco se hace explícita la meto-
dología y la confiabilidad de los datos, por lo que no hay un consumo impor-
tante para efectos de los estudios. Sin duda, ello es un foco rojo tanto para
la investigación, pero sobre todo, para la evaluación de las políticas públicas
locales.
Finalmente, es importante hacer notar que de diez artículos o libros que
se publican, apenas uno genera información cuantitativa de primera fuente.
La mayoría de las publicaciones trabaja con información estadística oficial
(de ahí que dominen de los censos y encuestas nacionales). Esta también es
una importante reflexión acerca del fomentar una investigación que genere
nuevos datos sistemáticos y periódicos.

131
Nancy García Vázquez

Los métodos cuantitativos como herramienta principal


En cuanto a la investigación cuya principal herramienta analítica es el uso
de los métodos cuantitativos, hay que señalar que es la menos frecuente y
que todavía hay un amplio margen para hacer estudios en materia de política
pública.
Hay una fuerte asociación entre los estudios que utilizan estas técnicas, el
planteamiento de una hipótesis y variables a probar, así como una descripción
explícita de la metodología. Varios de ellos trabajan con supuestos teóricos,
aunque no necesariamente con una teoría como tal.
En cuanto a la temática, estos trabajos han revisado dos aspectos muy
concretos: la relación entre las finanzas públicas y el desarrollo local. En ese
sentido, los trabajos coinciden en presentar el gasto público en determinadas
áreas (servicios públicos) como una variable proxy del desempeño guberna-
mental.
Más que presentar un estudio de alguna parte del ciclo de políticas públi-
cas, estos textos han tratado de relacionar los resultados de la política pública
con a) variables que miden la lógica de la descentralización federal respecto de
programas sociales; b) variables de tipo político (composición de los congre-
sos, presencia de gobiernos divididos y unificados o alternancias partidistas);
y c) variables con las características socioeconómicas de la población.
Por lo general, el énfasis no está en la capacidad de las entidades para ha-
cer mejores políticas públicas, sino en el impacto que tiene la política federal
sobre el ámbito local. En todo caso, este tipo de análisis identifica y sugiere
qué elementos pueden promover una mayor eficiencia tanto a nivel nacional
como subnacional.
Metodológicamente, lo que más condiciona el análisis es la disponibili-
dad de información. Como ya referimos, a nivel local la información suele ser
escasa. En cuanto al nivel federal, muchas veces los datos no se encuentran
publicados de forma periódica. Asimismo, tampoco hay indicadores conti-
nuos que muestren el desempeño de los programas, por lo que indicadores de
tipo financiero suelen ser empleados como variables aproximadas.

132
Tendencias de los estudios cuantitativos en política pública

En ese sentido, aunque se estudia el contexto subnacional o municipal,


los datos con los que se trabaja son federales y están diseñados para ese
propósito. Sin duda, ello puede generar sesgos. A nivel subnacional, más que
estudios a profundidad sobre la realidad de Jalisco, se llevan a cabo análisis
comparativos. A nivel municipal, se comparan todos los ayuntamientos que
pertenecen a la zona metropolitana, no obstante no hay propiamente un en-
foque regional que agrupe al occidente del país.
También hay que mencionar que en este tipo de trabajos también se em-
plean varios índices que suelen ser complejos. En sí, se presenta al índice como
la parte más importante del estudio, aunque pueda correlacionársele con otros
tipos de variables. Algunos de los índices son los siguientes:
• Índice de desempeño de los gobiernos municipales (Idegob) de
México por entidad federativa 1990-2000-2005 (Antonio Sánchez
Bernal)
• Índices de ponderación jurídica de la fiscalización superior (Nancy
García Vázquez)
En lo relativo a las técnicas estadísticas utilizadas, el hecho de que haya
cierta información segmentada en periodos propicia el estudio tipo panel
con sus distintas variantes, ya sea en modelos Logit o Probit, con efectos
fijos o efectos aleatorios. Los efectos aleatorios incorporan los efectos de
variables independientes no consideradas en una regresión (dentro de los
componentes de error aleatorio). Los efectos fijos capturan las particulari-
dades inherentes a cada unidad de análisis considerada. Esta característica,
si bien deseable, incrementa los grados de libertad y el tamaño de muestra
necesarios para validar el análisis estadístico.
Asimismo, este tipo de trabajos suelen ser más proclives a apoyarse en
la información estadística nacional. Hasta aquí habría que comentar que si
hubiese mejor información local podría incrementarse el estudio orientado a
medir el proceso de gestión y de impacto de los programas. Desafortunada-
mente, no se mira un escenario en esa dirección.

133
Nancy García Vázquez

Comentarios finales
En este capítulo se ha ofrecido un panorama general de cómo se realiza la
investigación cuantitativa. Por el hecho de que se subdividió el análisis los
casos cuando tal tipo de investigación es complementaria, y cuando es predo-
minante, una primera reflexión que debe hacerse es que existe una asociación
más fuerte entre la selección del método y la formación de origen de los
investigadores, que entre el tema de investigación y las unidades de análisis.
Aunque esto pareciera una obviedad, no lo es. De un modo incidental
proyecta la prevalencia de los enfoques descriptivos en la enseñanza de las
disciplinas dirigidas al estudio de la acción gubernamental y sus políticas pú-
blicas. En esa misma dirección parece que la mayor parte de la investigación
está orientada a medir los resultados de mediano plazo, que los de largo. Los
estudios que menos interés parecen tener en la comunidad académica son
los de agenda e implementación, como se señaló, debido a que se trabaja
con indicadores financieros y no con indicadores de gestión.
Debe considerarse como un aspecto positivo el que haya una interdis-
ciplinariedad y que ello se refleje en trabajos cualitativos y cuantitativos. Sin
embargo, se necesita que en las publicaciones sean más explícitos aspectos
como a) los límites y alcances de las investigaciones, b) su descripción meto-
dológica detallada, y c) sus propósitos en términos de aportaciones específicas
al conocimiento.
Asimismo, se requiere de trabajos de investigación que aporten informa-
ción. Si bien resulta muy valioso y útil procesar y sistematizar las estadísticas
nacionales, también sería deseable que se generara información, particular-
mente en el ámbito municipal, que es dónde hay una ausencia apabullante.
Desde luego, hay muchas restricciones para hacer investigación: recursos
financieros, recursos humanos, tiempos limitados y sistemas de evaluación
que ponderan la cantidad sobre la calidad. No es la intención de este trabajo
discutir todos esos elementos. Sin embargo, el contenido de las publicaciones
sugiere que sí hay un aumento en el interés de los cuerpos académicos por
manejar mayores volúmenes de datos. La formación de equipos interdiscipli-
narios puede potenciar los alcances de la investigación, con los cuales sería
posible procesar y proponer nuevos marcos analíticos para comprender y
explicar el ciclo íntegro de las políticas públicas locales.

134
ANEXOS

135
136
ANEXO 1. TEMÁTICAS DE ESTUDIO ABORDADAS
EN LAS PUBLICACIONES RELACIONADAS
CON LA CIENCIA POLÍTICA EN JALISCO•

Vertiente electoral

1988 Jaime Preciado Coronado. Geografía electoral de Jalisco: Diciembre de 1988


1993 Jorge Alonso. El rito electoral en Jalisco (1940-1992)
1995 Jorge Alonso. El cambio en Jalisco: las elecciones de 1994-1995
1998 Jaime Preciado Coronado. Elecciones en contexto de alternancia: balance y
perspectiva
1998 Jorge Alonso. La incertidumbre electoral. Las elecciones jaliscienses locales en
1997
1998 Jorge Ceja Martínez. “Partidos y ciudadanos: la alternancia política mu-
nicipal en Jalisco”*
2000 Alfonso Hernández Valdez. La caída priísta en Jalisco
2000 David Gómez Álvarez y Ramiro Garzón Contreras. “Los árbitros de
las elecciones. Perfil de consejeros electorales en Jalisco”*
2000 Jorge Alonso. Democracia precaria
2001 Luz Lomelí. El sentido del voto. Electores, votos y sistemas de partidos en Jalisco
2003 Javier Hurtado y Andrés Valdez Zepeda (coords.). Continuidad y cambio
en Jalisco y gobierno y elecciones 2000-2003
2005 Jorge Alonso. Democracia, campaña y elecciones
2006 Jorge Alonso. “Votar en Guadalajara”*
2007 Jorge Alonso. Democracia traicionada
2007 Jorge Ceja Martínez. “El envejecimiento prematuro de la alternancia
política municipal en Jalisco”*
2007 Marco Antonio Cortés Guardado e Ismael Ortiz Barba. “Jalisco: de-
mocracia electoral con déficit de legitimidad política”*


Las obras marcadas con un asterisco son artículos publicados en revista.

137
La transición democrática y el cambio político

1995 Jorge Alonso. El cambio en Jalisco


1996 Andrés Valdez Zepeda. “La metamorfosis de un régimen petrificado”*
1997 Alicia Gómez López. Crisis y transición en Jalisco
1998 Javier Hurtado. Sistema político en Jalisco
2001 Laura Patricia Romero. Jalisco hacia una democracia gobernable
2004 Laura Patricia Romero. “Autoritarismo con nuevo rostro de fragilidad
democrática en Jalisco”*
2006 Jorge Alonso (coord.). La acuitada coyuntura mexicana
2008 Alberto Arellano Ríos. “Gobiernos panistas e inseguridad pública en
Jalisco”*
2009 Alberto Arellano Ríos. “Empresarios y cambio político en Jalisco”*
2011 Alberto Arellano Ríos. Campo político

El estudio de las élites, la clase política y los partidos

1993 Javier Hurtado. Familias, política y parentesco


1994 Jaime Preciado Coronado. Ciudades regionales élites y poder en Jalisco 1983-
1988
1996 Javier Hurtado. “La clase política jalisciense 1947-1992”*
2004 Javier Hurtado y Eliseo López Cortez. Relaciones de parentesco, estructuras
de poder y grupos políticos en Jalisco 1995-2003
2009 Carlos Alberto Navarrete Ulloa. Identidad panista: entre tradición y moderni-
dad. El proceso de institucionalización del Partido Acción Nacional en Jalisco

Instituciones y desempeño gubernamental

1998 Juan Manuel Ramírez Sáiz. ¿Cómo gobiernan Guadalajara?: Demandas ciuda-
danas y respuestas de los ayuntamientos
2007 Alicia Gómez. “Transparencia, democracia y cambio institucional en
Jalisco”*

138
2008 Alberto Arellano Ríos. Poder Judicial y cambio institucional en Jalisco. Conflicto
y acuerdo en la reforma política de 1997
2010 Alberto Arellano Ríos. Sin masa y sin crítica. La legislación y las políticas
públicas de equidad de género en Jalisco
2011 Alberto Arellano Ríos. La estructura política de la justicia

Movimientos sociales y acción colectiva

1994 Juan Manuel Ramírez Sáiz. Los caminos de la acción colectiva


1996 Jorge Alonso y Juan Manuel Ramírez Sáiz. La democracia de los de abajo en
Jalisco
2000 Juan Manuel Ramírez Sáiz y Jorge Regalado Santillán (coord.). Cambio
político y participación ciudadana en México
2001 Jorge Durand Arp-Nissen (coord.). Movimientos sociales. Desafíos teórico-
metodológicos
2001 Jorge Alonso (coord.). Identidades, acción colectiva y movimientos sociales
2001 Juan Manuel Ramírez Sáiz y Ángela Renné de la Torre Castellanos
(coord.). La ciudadanización de la política en Jalisco

Estudios de la cultura política

1994 Francisco de Jesús Aceves. “Instantánea electoral. Guadalajara a la hora


de la democracia”*
1999 Jeff D. Peterson. “La lucha por el ciudadano: movimientos sociales,
Pronasol, y la teoría de nuevos movimientos sociales en Guadalajara”*
1999 Marco Antonio Cortés Guardado y Cecilia Soraya Shibya Soto. Los va-
lores de los jaliscienses. Encuesta Estatal de Valores
2000 Carlos Silva Moreno. “Cultura política y partidos en Jalisco”*
2007 Marco Antonio Cortés Guardado. “Cultura de la legalidad en México:
creencia sobre la justicia, la ley y las instituciones”*
2008 Carlos Alberto Navarrete Ulloa. “Cultura política a nivel subnacional,
el caso de Jalisco, México”*

139
ANEXO 2. MÉTODOS UTILIZADOS
EN LAS PUBLICACIONES REFERENTES
A CIENCIA POLÍTICA EN JALISCO•

Científico riguroso con enfoque exploratorio-


comparativo-cualitativo-cuantitativo

1997 Marco Antonio Cortés. Integración y conflicto social en Jalisco


2001 Laura Patricia Romero. Jalisco hacia una democracia gobernable
2009 Nancy García Vázquez. Legislar para todas. Mujeres en la Cámara de Dipu-
tados (1997-2003)
2011 Alberto Arellano Ríos. Campo político

Científico riguroso con enfoque descriptivo-


cualitativo-cuantitativo

1991 Jorge Alonso y Silvia Gómez Tagle. Insurgencia democrática. Las elecciones
locales
1993 Javier Hurtado. Familias, política y parentesco. Jalisco 1919-1991
1996 Javier Hurtado. “La clase política jalisciense: 1947-1992”*
1996 Jorge Alonso y Juan Manuel Ramírez Sáiz (coords.). La democracia de los
de abajo en Jalisco
1998 Javier Hurtado. Sistema político en Jalisco
2004 Javier Hurtado y Eliseo López Cortés. Relaciones de parentesco, estructuras
de poder y grupos políticos en Jalisco, 1995-2003

Científico riguroso con un método explicativo-cuantitativo

2001 Luz Lomelí. El sentido del voto. Electores, votos y sistemas de partidos en Jalisco


Las obras marcadas con un asterisco son artículos publicados en revista, mientras que las marcadas
con dos asteriscos son capítulos de libro.

140
Científico riguroso con enfoque descriptivo-
cualitativo-cuantitativo

1994 Jaime Preciado. Ciudades regionales, élites y poder en Jalisco, 1983-1988


1994 Juan Manuel Ramírez Sáiz. Los caminos de la acción colectiva
1998 Juan Manuel Ramírez Sáiz. ¿Cómo gobiernan Guadalajara? Demandas ciuda-
danas y respuestas de los ayuntamientos
2002 Jorge Durand Arp-Nissen (coord.). Movimientos sociales. Desafíos teóricos y
metodológicos

Científico riguroso exploratorio comparativo-cualitativo

2008 Carlos Alberto Navarrete. Cultura política a nivel subnacional. El caso de


Jalisco
2009 Carlos Alberto Navarrete. Identidades panistas: entre tradición y modernidad.
El proceso de institucionalización del Partido Acción Nacional en Jalisco

Método inductivo-deductivo de tipo cualitativo-explicativo

1988 Jaime Preciado. “Elecciones en contexto de alternancia: balance y pers-


pectivas”*
1989 Jaime Preciado. Geografía electoral de Jalisco: Julio de 1988
1990 Jaime Preciado. Geografía electoral de Jalisco: Diciembre de 1988
1994 Francisco de Jesús Aceves. “Instantánea electoral. Guadalajara a la hora
de la democracia”*
1996 Andrés Valdez Zepeda. “La metamorfosis de un régimen petrificado.
Un acercamiento propositivo al estudio del cambio y la transición de-
mocrática en Jalisco”*
1996 Francisco de Jesús Aceves. “Prensa y elecciones. Patrones de exposi-
ción y consumo de la información política de la prensa escrita por los
habitantes de Guadalajara durante el proceso electoral de 1994”*
1997 Alicia Gómez López. Crisis y transición en Jalisco
2000 Carlos Silva Moreno. “Cultura política y partidos en Jalisco”*

141
2000 Luz Lomelí. “Los órganos electorales, un espacio de participación ciu-
dadana”*
2006 Marco Antonio Cortés Guardado. Cultura de la legalidad en México: creen-
cias de sobre la justicia, la ley, las instituciones
2009 Alberto Arellano Ríos. “Empresarios y cambio político en Jalisco”*
2009 Alberto Arellano Ríos. “Gobiernos panistas e inseguridad pública en
Jalisco”*

Método inductivo con enfoque comparativo-explicativo

1995 Jorge Alonso. El cambio en Jalisco. Las elecciones de 1994 y 1995


1996 María Marván Laborde. “La reforma política electoral 1995-1996. Una
perspectiva de largo plazo”*
1997 María Marván Laborde. Un régimen democrático en un Estado auto-
ritario*
1997 Jorge Alonso. “Avances a la transición democrática”*
2000 María Marván Laborde. “Causas y consecuencias del 2 de julio del
2000”
2005 Francisco de Jesús Aceves. ”Marketing político y rentabilidad electoral:
el caso del Distrito 10 de Jalisco en las elecciones federales de 2003”*

Método deductivo con enfoque exploratorio-cualitativo

1988 Jorge Ceja Martínez. “Partidos y ciudadanos: La alternancia política


municipal en Jalisco”*
1989 Enrique Rodríguez Varela. “El pdm en Jalisco: elecciones y conflicto”.
El pdm: Movimiento regional **
1989 Rubén Aguilar y Guillermo Zermeño Padilla. De movimiento social a par-
tido político
1989 Servando Ortoll. “Las legiones, la base y el sinarquismo, ¿Tres organi-
zaciones distintas y un solo fin verdadero? (1929-1948)”. La política y el
cielo: movimientos religiosos en el México contemporáneo**

142
1990 Gilberto Fregoso Peralta. “Las elecciones federales de 1988 en la
prensa de Guadalajara”*
1990 Jorge Alonso. “Una región entre la permanencia derechista y la irrup-
ción de convergencias populares”. Política y región: los Altos de Jalisco**
2000 Alfonso Hernández Valdez. “La caída priísta en Jalisco”*
2007 Jorge Alonso. “Democracia traicionada”*
2008 Juan Manuel Ramírez Sáiz. El acceso a la información pública gubernamental.
La gestación de una ley desde las organizaciones cívicas.

Método analítico con enfoque explicativo-


cuantitativo-cualitativo

1994 Jorge Alonso y Jaime Tamayo. Elecciones con alternativas. Algunas experien-
cias de la República Mexicana
2000 Juan Manuel Ramírez Sáiz y Jorge Regalado Delgadillo. Cambio político y
participación ciudadana en México
2001 Juan Manuel Ramírez Sáiz y Ángela Reneé de la Torre Castellanos. La
ciudadanización de la política en Jalisco
2005 Jorge Alonso. Democracia. Campaña y elecciones
2007 Marco Antonio Cortés y Víctor Alejandro Espinoza del Valle. Elecciones
concurrentes en México. Competencia, participación y voto diferenciado
2009 Marco Antonio Cortés y David Gómez Álvarez. El voto en Jalisco: crisis,
elecciones y alternancia

Método sintético con enfoque explicativo-cualitativo

1998 Jorge Alonso. El rito electoral en Jalisco (1940-1992)


1998 Jorge Alonso. “La incertidumbre electoral. Las elecciones jaliscienses
locales en 1997”*
2000 Jorge Alonso. Democracia precaria
2000 Jorge Alonso. “Las elecciones federales del 2000, consolidación del
panismo”*

143
2000 David Gómez Álvarez y Ramiro Garzón Contreras. “Los árbitros de las
elecciones. Perfil de los consejeros electorales y movimientos sociales”*
2001 Jorge Alonso. “Identidades, acciones colectivas y movimiento sociales”*
2003 Jorge Alonso. “Votar en Guadalajara”*
2006 Jorge Alonso. “Un acercamiento al comportamiento electoral tapatío
de 1988 a 2003”*
2007 Marco Antonio Cortés e Ismael Ortiz Barba. Jalisco: democracia electoral
con déficit de legitimidad política
2007 Jorge Ceja Martínez. “El envejecimiento prematuro de la alternancia
política municipal de Jalisco”*

144
ANEXO 3. BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA PARA UBICAR
LA DIMENSIÓN TEÓRICA EN LOS TRABAJOS
SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS•

Análisis de la agenda

1994 Juan Manuel Ramírez Sáiz. Los caminos de la acción colectiva, movimientos
urbanos, organizaciones ciudadanas y grupos vecinales de Guadalajara en los
noventa
2000 Juan Manuel Ramírez Sáiz. “Instituido e instituyente: los actores de la
innovación política en México en Cambio político y participación ciu-
dadana en México”. Cambio político y participación ciudadana en México**
2001 Antonio Sánchez Bernal. La ruta del cambio institucional. Ensayos sobre de-
sarrollo local
2002 Adrián Acosta Silva (coord.). Ensayos sobre cambio institucional
2002 Andrés Valdez Zepeda. Municipio y modernidad. Ensayos sobre administra-
ción, política y gobierno
2002 Antonio Sánchez Bernal. Experiencias municipales de cambio institucional
2004 Fernando Pozos Ponce. “Guadalajara: ¿en búsqueda de una nueva fun-
ción urbana?”*
2004 Adrián Acosta Silva. “Poder político, alternancia y desempeño Institu-
cional. La educación superior en Jalisco, 1995-2001”*
2006 Arturo Curiel Ballesteros y María Guadalupe Garibay Chávez. Limitan-
tes al desarrollo sustentable en Jalisco
2006 Alberto Arellano Ríos. La gestión estratégica del desarrollo local en Jalisco
2006 Macedonio León Rodríguez Ávalos. Política pública y agenda municipal. El
caso de Cabo Corrientes
2009 David Gómez-Álvarez. La política de las políticas de protección de los progra-
mas sociales en y fuera de contextos electorales


Las obras marcadas con un asterisco son artículos publicados en revista, mientras que las marcadas
con dos asteriscos son capítulos de libro.

145
2009 Nancy García Vázquez. Legislar para todas. Mujeres en la Cámara de Dipu-
tados (1997-2003)
2010 Andrés Valdez Zepeda. Nueva gobernanza y gestión pública local
2010 Guillermo Zepeda Lecuona. Seguridad, marco institucional y desarrollo humano
en Jalisco
2010 Ady Carrera Hernández. “Federalismo fiscal y relaciones interguberna-
mentales en el ámbito jalisciense”*
2010 Igor González Aguirre. “La palabra institucionalizada”*
2010 Nancy García Vázquez. “Sin masa y sin crítica, la legislación y las polí-
ticas públicas de equidad de género en el estado de Jalisco”**
2010 Rodolfo De la Torre y Cristina Rodríguez. “Nivel, evolución y desigual-
dad del desarrollo humano del estado de Jalisco”. Capacidades institucio-
nales para el desarrollo humano. Conceptos, índices y políticas públicas**
2011 Nancy García Vázquez. Presupuesto y control presupuestal en Jalisco: 1997-
2007
2011 José de Jesús Torres Contreras. “La organización productiva y las polí-
ticas gubernamentales en la zona huichol”*
2011 Juan Manuel Ramírez Sáiz y Patricia Safa Barraza. “Deterioro urbano y
organización vecinal: el caso de la Asociación Vecinal Jardines del Sol”*
2011 Nancy García Vázquez. “Presupuesto y equilibrio fiscal en Jalisco:
1997-2007”*

Análisis de la implementación de las políticas públicas

1996 Antonio Sánchez Bernal y Jesús Arroyo Alejandre. Federalismo fiscal y


condiciones de las finanzas públicas municipales*
1999 Juan Manuel Ramírez Sáiz. Gobernabilidad y ciudadanía política en las áreas
metropolitanas
1999 Basilia Valenzuela Varela. “Fideraza, la política pública de las remesas.
Diseño, instrumentación y perspectivas”*
2000 Adrián Acosta Silva. Estado, políticas y universidades en un periodo de transición

146
2001 Alfonso Hernández-Valdez. Agua y Economía. Una propuesta hidrológica
para Guadalajara
2002 Adrián Acosta Silva. Ensamblajes conflictivos. Políticas públicas y reformas uni-
versitarias en México 1982-1992
2003 L. Guillermo Woo Gómez. “Desarrollo y políticas regionales: un enfo-
que alternativo”*
2004 Adrián Acosta Silva. Una modernización anárquica: la educación superior en
México en los noventa
2006 Adrián Acosta Silva (coord.). Poder, gobernabilidad y cambio institucional en
las universidades públicas en México, 1990-2000
2006 Bogar Escobar. “La cuenca Lerma-Chapala el agua de la discordia”*
2007 Carlos Moreno Jaimes. “Do Competitive Elections Produce Better-
Quality Governments? Evidence from Mexican Municipalities, 1990-
2000”*
2007 Carlos Moreno Jaimes. “Gasto público y elecciones: una explicación
política de la asignación de los presupuestos municipales en México”*
2007 Carlos Moreno Jaimes. “Los límites políticos de la capacidad institucio-
nal: un análisis de los gobiernos municipales en México”*
2007 Rodolfo García Zamora. “Migración internacional y desarrollo en Mé-
xico: tres experiencias estatales”. Las políticas migratorias de los estados de
México**
2008 Roberto Arias de la Mora. Alternancia política y gestión pública en Jalisco:
política de regionalización, 1995-2000
2009 Adrián Acosta Silva. Príncipes, burócratas y gerentes: El gobierno de las univer-
sidades públicas en México
2009 Andrés Valdez Zepeda y Bertha López Arce. “Capital social y movili-
zación ciudadana: El caso de la protesta social en torno al placazo en la
Zona Metropolitana de Guadalajara”*
2009 Mario Córdova España. “La movilidad urbana y el transporte: en bús-
queda de un nuevo paradigma”. Dos décadas en el desarrollo de Jalisco 1990-
2010**

147
2009 Ofelia Woo Morales. “La migración contemporánea hacia Estados
Unidos”. Dos décadas en el desarrollo de Jalisco 1990-2010**
2009 Alfredo Celis de la Rocha. “Evolución de los Indicadores de la salud”.
Dos décadas en el desarrollo de Jalisco 1990-2010**
2009 Arturo Curiel Ballesteros. “Medio ambiente: más allá de los recursos
naturales”. Dos décadas en el desarrollo de Jalisco 1990-2010**
2009 Humberto Gutiérrez Pulido y Mónica Mariscal González. “Evolución
de la marginación y la pobreza”. Dos décadas en el desarrollo de Jalisco 1990-
2010**
2009 María Luisa Chavoya. “Balance de la educación en el estado”. Dos déca-
das en el desarrollo de Jalisco 1990-2010**
2010 Antonio Sánchez Bernal y María Luisa García Batiz. “El desempeño
económico de los gobiernos municipales mexicanos en los procesos de
desarrollo a escala local”*
2010 Alfonso Hernández-Valdez. “El desarrollo humano y los claroscuros
de la transparencia en Jalisco”. Capacidades institucionales para el desarrollo
humano. Conceptos, índices y políticas públicas**
2010 Marcos Pablo Moloeznik y Dante Jaime Haro Reyes. “La seguridad
como política pública en el estado”. Dos décadas en el desarrollo de Jalisco
1990-2010**
2011 Alberto Arellano Ríos, Teresa Marroquín y Roberto Arias de la Mora.
Relaciones intergubernamentales y política social. El programa de núcleos comu-
nitarios

Análisis del diseño de la política pública

2000 Elia Marum Espinosa. “Privatización de los servicios públicos en Ja-


lisco”*
2002 L. Guillermo Woo Gómez. La regionalización: nuevos horizontes para la
gestión pública
2002 Carlos Moreno Jaimes. La descentralización del gasto en salud en México: una
revisión de sus criterios de asignación

148
2006 Juan M. Durán y Alicia Torres R. “Crisis ambiental en el Lago de Cha-
pala y el abastecimiento para Guadalajara”*

Evaluación de la política

2000 Carlos Barba Solano y Fernando Pozos Ponce. “Políticas federales y


estatales y su efecto en el bienestar social en Jalisco”*
2000 Jorge Alonso Sánchez. “De la ciudadanización a la burocratización”.
Cambio político y participación ciudadana en México**
2007 Cynthia Martínez. “Políticas migratorias en el estado de Jalisco”. Las
políticas migratorias de los estados de México**
2009 Aimée Figueroa Neri. Buenas, malas o raras. Las leyes mexicanas de fiscaliza-
ción superior (2000-2009)
2009 Aimée Figueroa Neri. “Reflexiones sobre la autonomía de la Auditoría
Superior de la Federación y las entidades de fiscalización superior loca-
les”. La autonomía constitucional de la Auditoría Superior de la Federación**
2009 Aimée Figueroa Neri. “Aciertos y yerros de la Ley de Fiscalización Su-
perior de la Federación”. Buenas, malas o raras. Las leyes mexicanas de fisca-
lización superior (2000-2009)**
2010 Aimée Figueroa Neri. “Tras los vestigios de los recursos públicos de
Jalisco y sus municipios: fiscalización superior de sus cuentas públicas”.
Capacidades institucionales para el desarrollo humano: conceptos, índices y casos**
2010 Alejandra Ríos Cázares. “Capacidades potenciales y reales de la legis-
latura de Jalisco. Las debilidades de un congreso fuerte”. Capacidades
institucionales para el desarrollo humano. Conceptos, índices y políticas públicas**
2010 Antonio Sánchez Bernal. “Las aportaciones de los gobiernos munici-
pales al desarrollo humano local en Jalisco”. Capacidades institucionales
para el desarrollo humano. Conceptos, índices y políticas públicas**

Evaluación de la política pública

1995 Magdalena Villarreal. “Mujeres y proyectos de desarrollo en el campo”*

149
1998 Sergio González Rodríguez. “Veinte años de políticas de desarrollo ur-
bano regional en Jalisco”*
2000 María Marván Laborde. “Contestación Social Y Responsabilidad Gu-
bernamental En México: El Caso Del Estado De Jalisco”. Cambio Polí-
tico y participación ciudadana en México**
2008 Nancy García Vázquez. Gobiernos subnacionales, partidos políticos y el diseño
institucional de las leyes de fiscalización superior
2008 Nancy García Vázquez. “Gobernadores y legisladores: la tensión entre
lo jurídico y lo político en el diseño de las leyes de fiscalización superior
en México”. Séptimo certamen nacional de ensayo sobre fiscalización superior y
rendición de cuentas**
2009 Nancy García Vázquez. “Finanzas públicas estatales y las leyes de fisca-
lización superior en México”*
2009 Nancy García Vázquez. “Los mecanismos de sanción en el diseño ins-
titucional de los órganos de fiscalización superior”*

Metanálisis

2005 Adrián Acosta Silva. “Democracia, desarrollo y políticas públicas”*

150
ANEXO 4. BIBLIOGRAFÍA ANALIZADA EN LOS ESTUDIOS
CUALITATIVOS SOBRE POLÍTICA PÚBLICA•

Movimientos sociales urbanos

1994 Juan Manuel Ramírez Sáiz. Los caminos de la acción colectiva, movimientos ur-
banos, organizaciones ciudadanas y grupos vecinales de Guadalajara en los noventa

Mujeres

1995 Magdalena Villareal. “Mujeres y proyectos de desarrollo en el campo”*

Transición democrática

1996 Andrés Valdez Zepeda. “La metamorfosis de un régimen petrificado


un acercamiento propositivo al estudio del cambio y la transición de-
mocrática en Jalisco”*

Ciudadanía política y gobernabilidad

1999 Juan Manuel Ramírez Sáiz. “Gobernabilidad y ciudadanía política en las


áreas metropolitanas”*

Participación ciudadana

2000 Juan Manuel Ramírez Sáiz. “Instituido e instituyente: los actores de la


innovación política en México”. Cambio político y participación ciudadana en
México**


Las obras marcadas con un asterisco son artículos publicados en revista, mientras que las marcadas
con dos asteriscos son capítulos de libro.

151
Responsabilidad gubernamental

2000 María Marván Laborde. “Contestación social y responsabilidad guber-


namental en México: el caso del estado de Jalisco”. Cambio político y
participación ciudadana en México**

Participación ciudadana

2000 Jorge Alonso Sánchez. De la ciudadanización a la burocratización.


Cambio político y participación ciudadana en México**

Educación superior

2000 Carlos Moreno. Educar en el federalismo: la política de descentralización educa-


tiva en México

Gestión pública municipal

2002 Andrés Valdez Zepeda. Municipio y modernidad: ensayos sobre administración,


política y gobierno

Gestión pública intergubernamental y desarrollo regional

2002 Guillermo Woo Gómez. La regionalización. Nuevos horizontes para la gestión


pública

Gestión pública y educación superior

2002 Adrián Acosta Silva. Ensayos sobre cambio institucional


2002 Adrián Acosta Silva. Ensamblajes conflictivos: políticas públicas y reformas uni-
versitarias en México, 1982-1992: el caso de la Universidad de Guadalajara
2004 Adrián Acosta Silva. Una modernización anárquica: la educación superior en
México en los noventa
2004 Adrián Acosta Silva. “Poder político, alternancia y desempeño Institu-
cional. La educación superior en Jalisco, 1995-2001”*

152
2006 Adrián Acosta Silva. Poder, gobernabilidad y cambio institucional en las univer-
sidades públicas en México, 1990-2000
2009 Adrián Acosta Silva. Príncipes, burócratas y gerentes: el gobierno de las universi-
dades públicas en México

Desarrollo regional

2003 Guillermo Woo Gómez. Desarrollo y políticas regionales: un enfoque alter-


nativo
2008 Roberto Arias de la Mora. Alternancia política y gestión pública en Jalisco:
política de regionalización, 1995-2000
2009 Macedonio León Rodríguez Ávalos. Política pública y agenda municipal: el
caso de Cabo Corrientes, Jalisco

Desarrollo económico

2004 Fernando Pozos Ponce. Guadalajara ¿En búsqueda de una nueva función
urbana?

Desarrollo local

2006 Alberto Arellano Ríos. La gestión estratégica del desarrollo local en Jalisco (una
mirada a los programas municipales)

Desarrollo sustentable

2006 Arturo Curiel Ballesteros y María Guadalupe Garibay Chávez. Limitan-


tes al desarrollo sustentable en Jalisco

Gestión del agua en Jalisco

2006 Bogar Escobar. “La cuenca Lerma-Chapala el agua de la discordia”*

153
Gestión del agua para la Zona Metropolitana de Guadalajara

2006 Juan Manuel Durán y Alicia Torres. “Crisis ambiental en el lago de


Chapala y el abastecimiento para Guadalajara”*

Migración

1999 M. Basilia Valenzuela Varela. “Fideraza, la política pública de las reme-


sas en Jalisco. Diseño, instrumentación y perspectivas”*
2007 Rodolfo García Zamora. “Migración internacional y desarrollo en Mé-
xico: tres experiencias estatales”. Las políticas migratorias en los estados de
México: una evaluación**
2007 Cynthia Martínez “Políticas migratorias en el estado de Jalisco”. Las
políticas migratorias de los estados de México**
2009 Ofelia Woo Morales. “La migración contemporánea hacia Estados
Unidos”*

Movilidad social

2009 Andrés Valdez Zepeda y Bertha Adelina López Arce. “Capital social y
movilización ciudadana: el caso de la protesta social en torno al placazo
en la Zona Metropolitana de Guadalajara”*

Planeación urbana

2009 Mario Córdova España. “La movilidad urbana y el transporte: en bús-


queda de un nuevo paradigma”*

Desarrollo local sustentable

2009 Arturo Curiel Ballesteros. “Medio ambiente: más allá de los recursos
naturales”. Dos décadas en el desarrollo de Jalisco, 1990-2010**

154
Seguridad pública

2009 Marcos Pablo Moloeznik y Dante Jaime Haro Reyes. “La seguridad
como política pública en el estado”. Dos décadas en el desarrollo de Jalisco,
1990-2010**

Gestión pública local

2010 Andrés Valdez Zepeda. Nueva gobernanza y gestión pública local

Calidad de gobierno

2010 Guillermo M. Cejudo, Gilberto Sánchez y Dionisio Zabaleta. La cali-


dad del gobierno en el ámbito estatal: discusión conceptual y aplicación al caso de
Jalisco

Jóvenes

2010 Rogelio Marcial. Democracia, ciudadanía y juventud en Jalisco

Indígenas

2011 José de Jesús Torres Contreras. “La organización productiva y las polí-
ticas gubernamentales en la zona huichol”*

Desarrollo urbano

2011 Juan Manuel Ramírez Sáiz y Patricia Safa Barraza. “Deterioro urbano y
organización vecinal: el caso de la Asociación Vecinal Jardines del Sol”*

Política social

2011 Alberto Arellano Ríos, Teresa Isabel Marroquín Pineda y Roberto


Arias de la Mora. Relaciones intergubernamentales y política social. El programa
de núcleos comunitarios

155
ANEXO 5. BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA PARA EL ANÁLISIS
METODOLÓGICO SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS•

Explicativo

1996 Antonio Sánchez Bernal y Jesús Arroyo Alejandre. “Federalismo fiscal


y condiciones de las finanzas públicas municipales”*
2001 Alfonso Hernández-Valdez. Agua y economía: una propuesta hidrológica para
Guadalajara
2002 Carlos Moreno. “La descentralización del gasto en salud en México:
una revisión de sus criterios de asignación”*
2007 Carlos Moreno “Do Competitive Elections Produce Better-Quality
Governments? Evidence from Mexican Municipalities, 1990-2000”*
2007 Carlos Moreno. “Gasto público y elecciones: una explicación política
de la asignación de los presupuestos municipales en México”*
2007 Carlos Moreno. “Los límites políticos de la capacidad institucional: un
análisis de los gobiernos municipales en México”*
2008 Nancy García Vázquez. Gobiernos subnacionales, partidos políticos y el diseño
institucional de las leyes de fiscalización superior
2010 Antonio Sánchez Bernal y María Luisa García Bátiz. “El desempeño
económico de los gobiernos municipales mexicanos en los procesos de
desarrollo a escala local”*
2010 Carlos Moreno. “Gasto público y servicios municipales en México y
Jalisco”. Capacidades institucionales para el desarrollo humano**
2010 Humberto Gutiérrez Pulido y Mónica Mariscal González. “Evolución
de la marginación y la pobreza”. Dos décadas en el desarrollo de Jalisco 1990-
2010**
2011 Nancy García y Antonio Ruíz Porras. “La economía política de la fis-
calización superior en México. Un análisis de panel para las entidades
federativas”. Temas de economía pública local **

156

Las obras marcadas con un asterisco son artículos publicados en revista, mientras que las marcadas
con dos asteriscos son capítulos de libro.

Descriptivo

1995 Antonio Sánchez Bernal y María Luisa García Bátiz. “Problemática de


las finanzas públicas municipales en el occidente del país”*
1996 Andrés Valdez Zepeda. “La metamorfosis de un régimen petrificado.
Un acercamiento propositivo al estudio del cambio y la transición de-
mocrática en Jalisco”*
1997 Aimeé Figueroa. “Ocho mitos y una ausencia en los tributos ambien-
tales”*
2000 Andrés Valdez Zepeda. Chapala en crisis: análisis de su problemática en el
marco de la gestión pública y la sustentabilidad
2001 Guillermo Woo. La regionalización: nuevos horizontes para la gestión pública
2004 Aimeé Figueroa. “Gasto público ambiental en México. Fundamento
Constitucional y evolución presupuestaria”*
2005 Aimeé Figueroa. Cuenta Pública en México. Evaluando el laberinto legal de la
fiscalización superior
2006 Alberto Arellano Ríos. La gestión estratégica del desarrollo local en Jalisco (una
mirada a los programas municipales)
2007 Cynthia Martínez. “Políticas migratorias en el estado de Jalisco”. Las
políticas migratorias de los estados de México*
2007 Rodolfo García Zamora. “Migración internacional y desarrollo en Mé-
xico: tres experiencias estatales”. Las políticas migratorias de los estados de
México**
2008 Roberto Arias. Alternancia política y gestión pública en Jalisco: política de regio-
nalización, 1995-2000
2010 Ady P. Carrera Hernández. “Federalismo fiscal y relaciones interguber-
namentales en el ámbito jalisciense”*
2010 Alejandra Ríos Cázares. “Capacidades potenciales y reales de la legisla-
tura de Jalisco. Las debilidades de un Congreso fuerte”*

157
2010 Alfonso Hernández-Valdez. “El desarrollo humano y los claroscuros
de la transparencia en Jalisco”*
2010 Carlos Moreno. “Capacidades institucionales para el desarrollo humano:
conceptos, índices y política pública”*
2010 Marcos Pablo Moloeznik y Dante Jaime Haro Reyes. “La seguridad
como política pública en el estado”. Dos décadas en el desarrollo de Jalisco
1990-2010**
2010 Maria Luisa Chavoya Peña. “Balance de la educación en el estado”. Dos
décadas en el desarrollo de Jalisco 1990-2010**
2010 Mario Córdova España. “La movilidad urbana y el transporte: en bús-
queda de un nuevo paradigma”. Dos décadas en el desarrollo de Jalisco 1990-
2010**
2010 Nancy García Vázquez. “Sin masa y sin crítica. La legislación y las po-
líticas públicas de equidad de género en Jalisco”. Del discurso a la práctica.
Cuatro estudios de la Administración Pública en Jalisco**
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2010 Rodolfo de la Torre y Cristina Rodríguez. Nivel, evolución y desigualdad del
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2011 Alberto Arellano et al. Relaciones intergubernamentales y política social: El
Programa de Núcleos Comunitarios
2011 Nancy García Vázquez. “Presupuesto y equilibrio fiscal en Jalisco:
1997-2007”*

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Ciencia política y políticas públicas en Jalisco.
Teoría y metodología
se terminó de imprimir el 31 de diciembre de 2013
en los talleres de Prometeo Editores
Libertad 1457, Guadalajara, Jal.
Tel: 38262726
www.prometeoeditores.com

Tiraje 500 ejemplares

Cuidado de la edición
Iliana Ávalos González

Corrección
Janette Chávez Plascencia
Marcela Moreno Espinoza

Diagramación
Marcela Moreno

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