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Informe de lectura

Trabajo social: perspectivas contemporáneas

Docente: Margarita Maria Henao Mejía

Estudiantes: Daniela mazo

Gina Paola Vargas

Milena Bohórquez

Paulette Pimienta

Sandra Jimenez

Fundación Universitaria Católica del Norte

Teorías del trabajo Social

07 de Febrero 2019
KAREN HEALY

La investigación de la profesora Karen Healy se centra en promover un comienzo saludable

para la vida de los niños, jóvenes y familias vulnerables. En 2016, fue nombrada miembro de la

Orden de Australia (AM) por su contribución al trabajo social, especialmente en protección

infantil, educación superior e investigación. En septiembre de 2018, se le otorgó el cargo de

miembro principal de la Academia de Educación Superior.

Introducción.

Mediante el siguiente texto deseamos brindar una información clara y asertiva acerca de

diferentes temáticas sociales que causan constante impacto. Especificar los métodos en los cuales

deben hacer énfasis para tener una adecuada criticidad los trabajadores sociales frente a las

problemáticas en nuestro entorno y la manera como pueden realizar intervenciones.

También resaltaremos como los socialistas deben reaccionar siempre ajustándose a las leyes y

artículos políticos, debido a que estas son normas inquebrantables, pero siempre teniendo como

objetivo principal el bien estar de la sociedad. De esta misma manera resaltaremos las ideologías

modernistas y esto se debe a que con el paso del tiempo a medida que las necesidades van

variando y se van transformando los medios de solución a las problemáticas también deben

ejercer grandes cambios pues no podemos pretender que utilizando métodos antiguos podremos

solucionar conflictos modernos.

Ahora bien por otra parte examinamos un poco sobre el desorden activista entre países

industrializados que se presentan en el siglo xx y podremos observar la manera como estos son

reorganizados pero con una mentalidad y propósito diferente, con un enfoque ajustado a las

nuevas ideologías.
Son muchas los compromisos y consecuencias que adquiere un trabajador social activo pues

con sus grandes conocimientos pueden lograr solucionar o por lo menos minimizar diversas

cuestiones negativas en la sociedad sin importar su cultura, raza, género, posición económica, así

mismo hablaremos del mismo modo sobre la ideología de Pritchard y Taylor sobre el impacto

que podemos causar siendo activistas sobre una misma causa.


CAPÍTULO 1

Trabajo Social: los retos de nuestros tiempos.

El lenguaje del gerencialismo que se introdujo por primera vez en el discurso sobre el

bienestar en la década de los setenta, ha logrado ejercer su influencia (L.DAVIES, 1990).

Los activistas desde hace mucho tiempo atrás vienen criticando y cuestionando el estado de

bienestar; es de total magnitud los cambios que se han generado en la humanidad a lo largo de la

historia, muchos de ellos sociales, económicos y religiosos referenciando un impacto de

transformaciones con el sentido del bienestar el cual se puede reducir a su mínima expresión

vislumbrando la falta de protección social generando un impacto en las condiciones de vida de

las personas y también un efecto macroeconómico inexplicable e inentendible.

“La función del trabajo social se ha reducido en cuando se minimice el “caos” de los usuarios,

los trabajadores sociales convertidos en gestores que actúen como coordinadores de paquetes

asistenciales a las personas interesadas (Parton, 1994)”, en sí, la labor o el desempeño del

trabajador social se muestra muy desdibujado del contexto social pues su que hacer es mínimo y

no se profundiza de manera exhaustiva en los problemas de la comunidad y de cada persona,

solo permea de manera leve y no puede escudriñar para buscar soluciones a distintas necesidades

que se visionan, ejemplo de esto, se puede decir que la labor del trabajador social se reduce a

minucias y poner parches sin esperanza de un mañana mejor.

El trabajo Social Crítico

El trabajo Social crítico se basa o sienta sus características propias en tradiciones intelectuales

críticas y en movimientos sociales radicales que se definen fuertemente en el accionar de la

sociedad surgiendo con ésta varios modelos críticos de mucha relevancia en la actualidad, casi
todos esos modelos de práctica se basan en las tradiciones intelectuales críticas y en los

movimientos sociales radicales aportando su contribución a fuertes críticas del trabajo social y al

desarrollo de distintas modales del trabajo social.

Según Karen Healy: “ los activistas aseguran que el trabajo social asume la culpabilidad

individual en las circunstancias personales y sociales difíciles de lo que enfrentan las personas,

en cambio los trabajadores sociales críticos sostiene que hay que redirigir la práctica hacia la

eliminación de las causas estructurales originales de los problemas”(pag. 13), según esto se

puede decir que poseen una adecuada orientación generadora de cambios sociales estructurales,

compromisos con todas aquellas culturas o sociedades oprimidas por problemas marginales en

donde las relaciones sociales son la base fundamental para llegar a crear estrategias de mejora en

base a las diferentes problemáticas observadas promoviendo un cambio para el bienestar

individual y a su vez social en la humanidad.

La marginación de la disidencia en el trabajo social crítico.

“Es sorprendente que, mientras que los trabajadores sociales activistas fustigan el

Trabajo social ortodoxo y se muestran profundamente autocríticos sobre sus propias

Relaciones con los consumidores de servicios sociales, sigue en pie una "confianza

Asombrosa" en el potencial emancipador de los modelos críticos de práctica” (ROJEK y

cols., 1988, Pág. 55). Por consiguiente al reflexionar un poco sobre el trabajo social crítico se

inicia el pensar marginar el trabajo social activista, pero sin embargo, los modelos en los que se

fundamenten los activista son ayuda y dan pasos de asistencia y a seguir del que hacer de los

trabajadores sociales, permitiéndoles nuevas formas y maneras de observar, explicar y accionar o

intervenir todos los datos obtenidos y analizados dando como resultado una transformación,
permitiendo ver más allá mediante distintas teorías y pensamientos que han contribuido a que la

intervención gane un mejor posicionamiento.

La orientación post estructural

Se da inicio al post modernismo y al post estructuralismo y aunque varios investigadores

como dicen el autor la asemejan, ellas tienen unas diferencias particulares y propias, es de vital

importancia rescatar la idea que ambas escuelas discuten temas relacionados con la modernidad

sin embargo sus críticas y posturas son diferentes como por ejemplo los postmodernistas se

mantiene al tanto y a la raya por así decirlo de la actualidad y de la modernidad mencionando la

importancia de consolidar nuevas formas culturales para sobrellevar lo que se viene, haciendo

ver que los cambios acelerados de la humanidad atraerán distintas problemáticas que si no se re

plantean y se crean nuevas estructuras sociales colapsarán.

En otro lado se habla del post estructuralismo según la idea que el autor desea expresar

muestra una postura crítica con mirada muy observadora frente a los aspectos humanistas

hablando de la coherencia individual determinando con el ser humano el curso de la historia.

Ambas dan mucho enfoque y prioridad a la acción individual como promotor del cambio y

prestan poca atención a los distintos debates y discursos de las realidades sociales que se

experimentan.

Los intentos de los trabaja-dores sociales ortodoxos y radicales por localizar la esencia del

trabajo social dejan de lado la posibilidad que no haya un trabajo social coherente, bien llevado y

aplicado, por lo que se habla que el post estructuralismo pueda cuestionar las integridades que

hacen parte de una trabajo como convencional, logrando con el post estructuralismo tenga un

gran lugar para una cambio democrático y abiertas a los trabajos teóricos prácticos de las

ciencias sociales.
Al minimizarse la función continuada del estado y reducirse toda

ideología y subjetividad al discurso, las realidades vividas por los grupos

oprimidos, con frecuencia terribles, pueden quedar reducidas a la

“diferencia”, ocultándose, en ese proceso, ciertos imperativos sociales

urgentes. (Pág. 294.)

Lo anterior alude a la preocupación que tiene los trabajadores sociales activos frente al pre

estructuralismo asegurando que con esta ideología se puede llegar a tapar muchas situaciones

importantes de la sociedad cayendo en una mediocridad de casos y seguimientos minimizando

las funciones reales del trabajador social, sin embargo según el libro leído se propone l adopción

de estas características de manera que puedan surgir nuevos grupos de prácticas progresistas

La práctica del trabajo social como base para construir una teoría de la práctica crítica

Existe y es evidente una excesiva confianza y plenitud sobre algunas teorías modernas desde

la psicoanalítica hasta la sociológica en donde el saber queda marginado o minimizado. ROJEK

y cols. (1998) dicen:

En los últimos años, se ha invitado a los trabajadores sociales a que sitúen sus actividades en el

contexto de: a) una sociedad capitalista, b) una sociedad patriarcal y c) la comunidad. Con

frecuencia, esas magnas proposiciones, hechas en nombre de cada uno de esos conceptos, han

corrido a cargo de autores que no son trabajadores sociales con dedicación plena y, en

ocasiones, de autores que nunca han puesto los pies en una oficina de atención directa. (Pág.

161.)

Son muchas las consecuencias que se derivan de un trabajo social basado en la práctica y

poca teoría ya que se puede llegar a un estado de mediocridad en el hacer, por ende este libro

expresa distintas limitaciones de las teorías emancipadoras sobre la práctica del trabajo social
procurando abrir el canon crítico a las complejidades y contingencias de las prácticas activistas

de trabajo social para que surja un renacimiento de nuevas ideas y aportes sustentado tanto en

teoría como la práctica, si bien todos estos sucesos que han ocurrido a lo largo de la historia de

errores, contradicciones y equivocaciones en sus hipótesis, generan críticas de diferentes

posturas sociales que al final lo que forman son más bases sólidas para lograr segmentar un

trabajo social adecuado y aplicativo a todas las necesidades actuales.

CAPÍTULO XVIII

La desorganización del activismo

Los sistemas que en el siglo XX se consideraban las características propias de los países más

industrializados, se fueron desmantelando de manera tal que se fueron reorganizando ideologías

empresariales, esto, con el fin de explicar la realidad social y la acción social moderna, lo cual

llevó al final de algunos proyectos de la modernidad.

Sin embargo, esto no indica la muerte del trabajo social crítico, el cual, busca enfoques de

entendimiento y práctica para desarrollar trabajando con sus usuarios, logrando un cambio

progresivo, adicional, recordemos, no se encuentra de acuerdo con los conceptos de la ciencia

crítica “artículos de fé” las cuales, son verdades no proclamadas y no lograron descubrir efectos

restrictivos, lo cual acredita a un fallo.

La teoría “Post” cuestiona, el trabajo social Activista, animando a buscar otras fuentes de

comprensión y acción, por lo cual, puede llegar a efectuar intervenciones fundamentales en las

convenciones del trabajo social crítico.

“Mediante la desestabilización de las certezas críticas, estas intervenciones pueden reabrir

el canon activista a preguntas como: ¿Cuál es la naturaleza del poder y de la identidad en las
prácticas del trabajo social? ¿Cuándo son activistas las prácticas del trabajo social y cuándo

conservadoras u ortodoxas? ¿Cuándo son determinadas acciones "actos de resistencia y cuándo

son simplemente actos de acomodación"? (COBB, citado en KINGSFISHER, 1996, pág. 531).

La teoría “Post” acentúa la importancia del contexto, para definir procesos como poder, cambio e

identidad.

La reconstrucción de los enfoques críticos

La teoría “Post”, no solo cuestiona los aspectos desestabilizadores, también se fija en los

aspectos constructivos, como las prácticas del trabajo social.

Los planes grandiosos o soñados, son reemplazados por pragmáticos; Pragmatismo, “tiene el

propósito o la función de guiar el pensamiento.” (Qué es el pragmatismo y por qué es

importante?, Nathan Houser), con ello, las propuestas locales, son el centro del cambio.

De tal forma, los activistas, adoptan el pragmatismo, bajo la misma orientación (resistencia

práctica opresiva, enfoques más justos y humano en servicio asistencial.

“Hace falta mucha más investigación práctica crítica en los contextos de las prácticas del

Trabajo social. El valor de tal investigación empírica radica en su contribución potencial

a unas teorías de la práctica lo bastante flexibles para acoger la diversidad de las

prácticas del trabajo social crítico y que aborden de manera crítica y productiva los

problemas a los que se enfrentan las prácticas contemporáneas de los servicios

Asistenciales de bienestar.” (P. 204).

Solo una pequeña parte de la teoría del trabajo social crítico, proviene de investigación que

fue fundada en la práctica, esto, pese al vínculo “Teoría-práctica” ya existente. Aumentar la

investigación práctica, puede incrementar la relevancia de las teorías de la práctica crítica lo cual
puede ayudar a vigilar las prácticas del trabajo social crítico, por lo cual, la falta de

investigación, cumpla una función protectora.

“Los riesgos asociados con la investigación de la práctica destacan la necesidad de que los

mismos trabajadores sociales participen en esta investigación, en vez de que se lleve a cabo de

forma externa, a cargo de quienes no viven directamente la práctica del trabajo social, en su

carne y en sus emociones. La participación de los trabajadores sociales puede ayudarles

también a comprender y contrarrestar (en lo posible) la posibilidad de que la investigación

Sobre la práctica sirva para aumentar la vigilancia. (205)

Prolongaciones de los retos

El estado actual de transformación de teorías, debe olvidar la insuficiencia, entender que

aunque, para orientar el activismo, existan límites en las ideas modernas, se debe sentir orgullo a

la tradición de las prácticas del trabajo social, dejando a un lado, la desesperación hacia el futuro.

Hasta este punto, el trabajo social crítico, se sigue rigiendo por compromisos políticos y éticos,

además de la importancia de los temas políticos, es importante, sumar la teoría del “Post”; ambas

líneas juntas, nos permitirían reconocer dimensiones materiales y simbólicas.

Recordemos así, que las ideas claves, de la teoría “Post” críticas, son promesas de mayor

flexibilidad y apertura en cuanto las diferencias en las prácticas del trabajo social.

Sin embargo, no se debe, aceptar las críticas de la teoría “Post” crítica, porque, pese a sus puntos

positivos, también tiene errores imposibles de omitir.

Conclusiones

Las teorías “Post”, nos muestran los intentos para unificar las prácticas del trabajo social,

lastimosamente, estas prácticas no han servido para construirse ya que se han fundamentado en

prácticas críticas.
“Mi postura es que no está en nuestras manos el proponer. Lo que alguien "propone", propone

un vocabulario, una ideología, sólo puede tener efectos de dominación. Lo que tenemos que

presentar son instrumentos y herramientas que resulten útiles a la gente. Al formar grupos para

hacer en concreto estos análisis, emprendemos esta lucha, con estos instrumentos u otros: así es

como, al fin, se abren las posibilidades. (Pág. 197, FOUCAULT)“

La ideología del profesionalismo y la dominación

El presente informe, tiene como objetivo abordar una de las críticas activistas del trabajo

social, “La ideología del profesionalismo y la dominación”. Para así, poder obtener una mejor

comprensión y análisis de la temática a tratar. Siguiendo a Fook, (1993) éste afirma que la

ideología se basa en que “las personas que se desenvuelven como profesionales, poseen mayores

conocimientos que sus clientes, por lo tanto también, saben más acerca de los medios para

enfrentar la situación problema”. (pág. 60) por otro lado, están los activistas que sostienen que la

ideología del profesionalismo, es omnipresente, tanto en instituciones públicas como en la

comunidad, haciendo énfasis en la jerarquía trabajador-cliente (Cloward y Fox Piven, 1975).

Dentro de esta ideología, un tema muy importante es que, sobrepone el saber técnico a otras

formas del saber, especialmente el que respecta a la experiencia (Dominelli y McLeod, 1989,

pág. 32) También es muy común que, los activistas, en medio de sus críticas hagan un símil entre

el poder ejercido por los trabajadores sociales, y otras formas de poder profesional (médicos,

juristas, etc.). En ese sentido, Middleman y Goldberg (1974), realizan una crítica al tema del

“control del trabajador social sobre los clientes en los sistemas de servicios sociales”

correspondiendo “al control de los médicos sobre los sistemas de salud y al control docente sobre

los padres en el sistema educativo” (pág. 4)


En cuanto al “Plan transformador del trabajo social activista” tiene una orientación radical,

tanto en los objetivos como, en la práctica del trabajo social y si bien, los activistas intentan que

se den relaciones más equitativas entre ellos y sus clientes, sus preocupaciones con respecto a la

equidad, no se limitan a eso. Pritchard y Taylor (1978) su visión del tema es:

El trabajo social, para alcanzar el éxito, debe estar motivado por el deseo del cambio

socialista y ambiental y la compresión de las fuerzas que llevan a la sociedad a la actual situación

(pág. 111).

Sin embargo, el cambio y el papel del trabajador social, varían considerablemente. En cuanto

a los trabajadores sociales activistas existe un debate entre los enfoques de la práctica, el

reformista y revolucionario, algunos pretenden la reforma radical de la sociedad, alineándose a

veces con una postura socialista (Pritchard y Taylor, 1978, pág. 112). Los trabajadores sociales

reformistas, admiten la necesidad de un cambio estructural fundamental, también mantienen que,

el cambio en beneficio de las poblaciones oprimidas debe lograrse dentro del orden social

vigente (Pritchard y Taylor, 1978, pág. 112).

A diferencia de la tradición reformista otro grupo de trabajadores sociales activistas, afirma que

la práctica activista debe dirigirse fundamentalmente a la transformación social revolucionaria

(Dominelli, 1995, pág. 143). Rechazan la tradición reformista basándose en que la justicia para

los oprimidos, no se logra sin la completa transformación social (Pritchard y Taylor, 1978, pág.

113).

Además, dicen que la actividad reformista de los trabajadores sociales no sólo se limita por la

práctica del cambio social, sino que también puede contribuir, a la perpetuación de las relaciones

de opresión.
A pesar de las tensiones entre las diferentes orientaciones, reformista y revolucionaria, las dos

tienen en común puntos clave acerca de la orientación del análisis y acción qué deben adoptar los

trabajadores sociales críticos:

 Prioridad a la estructura social en el análisis de problemas;

 Paso del enfoque de la patología individual, a la concentración de la opresión;

 Desarrollo de procesos de práctica igualitaria;

 Adopción de estrategias de prácticas que reconozcan las estructuras de opresión;

 Función del trabajador social, en la práctica activista.

Para finalizar, entre los activistas del trabajo social y sus críticas, hay dos orientaciones que se

contraponen y son la revolucionaria y reformista, cada una con una visión propia de lo que

debería ser el trabajador social como profesional, en la práctica y a pesar de que no han podido

llegar a un acuerdo que las una y las ubique en una misma dirección, se enlazan en cuanto a lo

que respecta el deber que tienen que adoptar los trabajadores sociales y su accionar.
Conclusión

El fin de este trabajo es demostrar las oportunidades que proporciona el desarrollo de teorías

recientes en relación con las diferentes formas de pensar y de realizar el trabajo social.

Las funciones de los trabajadores sociales se han simplificado a medida que su papel se ha

ido reduciendo al mínimo, Sin esperanzas de un mañana mejor. No se puede ignorar las

necesidades de cambio estructurales importantes, que busquen la verdad acerca de la práctica del

trabajo social, la cual parece darse en cualquier otro lugar.

Son grandes los daños que se les ha causado a los trabajadores sociales y esto se debe a la falta

de teorías basadas en la práctica, este análisis fue desarrollado dentro del contexto de la práctica

para así realizar interrogantes a la teoría y así mismo a la práctica. Sin embargo en el proceso

histórico de la profesión y en especial de la práctica la teoría impositiva que no ha contribuido a

concretar una praxis adecuada. De acuerdo a lo aportes de HEALY se enfatiza en la búsqueda de

nuevos planteamientos para hacer efectiva la práctica.

El distanciamiento evidente entre teoría crítica y práctica ha sido explicado por los activistas

como producto de las condiciones subjetivas tanto de los profesionales como de los usuarios, que

inhibe su compromiso con el cambio; además se afirma que las condiciones sociales

estructurales limitan y coartan el papel del trabajo social, haciéndolo funcional al control social.

La relación entre teoría y práctica debe ajustarse al contexto donde se trabaja y permitirle al

profesional definir los límites de la teoría crítica en su práctica. La concepción de verdad

absoluta en esta teoría, no permite a la práctica retroalimentar a la teoría, y aunque no se trata de

validar cualquier tipo de activismo, sí se deben evaluar las teorías críticas y apostarle a construir

nuevas, de tal forma que no se plantee una forma única de trabajo social ni de activismo, sino

que, sin abandonar las perspectivas críticas, la práctica y la teoría se liguen en el contexto.
Cuando se establece actividades del trabajo social crítico moderno se hace posibles nuevos

lugares de influencia y nuevas ideas sobre la práctica crítica. Las idea claves de la teoría post

crítica ofrece la promesa de una mayor reflexividad y apertura en las prácticas del trabajo social,

no obstante para que se realice este potencial tenemos que superar muchos aspectos de las teorías

post al uso. Podemos deducir que en los contextos contemporáneos de la práctica del trabajo

social pueden fortalecer y diversificar nuestra capacidad de llevar la justicia social a todos.
Bibliografía

Díaz, H. (2018). La antropología social en perspectiva. (pp.10-22). México: Editorial aprender.

Hernández,C. (2017). ¿Cómo interviene el Trabajador social desde el paradigma crítico-social?

Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=bpJJjPK6_dY

Nathan Houser, (2006) ¿Qué es el pragmatismo y por qué es importante?

AK. Healy

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