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Ana María Cárdenas Bedoya

Fundamentos de Antropología.
Un ideal de la excelencia humana.
(Resumen Capítulos 13 y 14)

Abstract
El libro de Javier Aranguren y Ricardo Yepes presentan en dos de sus capítulos (13 y 14) las
concepciones necesarias para entender las relaciones económicas y políticas en la ciudad y
la forma en la que el hombre ha llegado a organizarse partiendo de su entendimiento y las
distintas formas de colaborar con otros individuos para el beneficio individual y colectivo.

Introducción.
El autor plantea distintas descripciones de lo que se entiende como economía desde nuestra
condición como seres humanos analizando desde su origen hasta sus funciones en la sociedad
a través de la historia. También, relaciona la necesidad con el bienestar y la ausencia de
recursos necesarios del ser humano para satisfacer todas sus necesidades.
Resumen
La economía es la parte del saber que analiza la satisfacción de necesidades para el desarrollo
del resto de las actividades humanas que como lo reitera el autor, no es posible resolver las
actividades de lo que es propio de la humanidad si el resto de las necesidades básicas no están
cubiertas iniciando por lo que concierne a lo corporal porque uno de los mayores problemas
del hombre es su propio subsistir. La economía surge de la manera en la que el hombre busca
satisfacer todas aquellas necesidades.
Por otra parte, el hombre precisa modificar el ambiente, tenerlo y hacerse con él, puesto que
el diseño natural del hombre no está especializado, el hombre de forma intuitiva buscará
elaborar su propio mundo y convertirá está en su labor fundamental.
Otro aspecto que el autor expone es la diferencia de la cantidad de necesidades versus la
cantidad de recursos para satisfacerlas siendo esta última mucho menor en gran medida
partiendo de una indigencia biológica, un ser totalmente inhabilitado para asumir el mundo
que le corresponde que con la necesidad desarrolla y pone a prueba una serie de facultades
intelectuales que le permitirán habitar el mundo que construye mientras hace uso de su
libertad que como el autor la define en esta ocasión, se refiere a la posibilidad de que todo se
convierta en necesidad. En este punto llegamos a la exposición del lujo y de las ambiciones
que ello encierra.
“El hombre está hecho para el lujo” señala el autor reiterando el proceso en el que el hombre
debe resolver sus necesidades básicas y después de salir de ellas aparecen necesidades no tan
urgentes, pero también reales.
En este punto, el autor nos muestra otra posible conceptualización de la palabra “Economía
“dándola a entender como la técnica de la utilidad que se ordena a satisfacer nuestras
necesidades básicas como el alimento, el vestido y la vivienda que se satisfacen de acuerdo
a distintos factores pertenecientes al contexto al que el hombre pertenece incluyendo la razón,
las fantasías, los sentimientos, la voluntad, las costumbres y por último la tradición poniendo
la economía como un rasgo individual del ser humano con el que es capaz de resolver sus
necesidades siendo a única forma el trabajo.

El trabajo se convierte en un factor de relevante importancia en el desarrollo del ser humano


pues es de esta forma en la que puede obtener recursos para su propia supervivencia y
desarrollo. A la especialización de la labor le llama “Profesión” que define la situación
material del individuo.

Hay una relación presente que el autor identifica como parte de la búsqueda del bienestar y
está entre la proliferación de necesidades y la escasez de recursos, trayendo a la economía
como un concepto mucho más complejo y desarrollado de la mano de las técnicas
administrativas y de producción de bienes.

El ser humano manifiesta constantemente una necesidad de buscar más allá de lo netamente
necesario llamando a este fenómeno “Bienestar”

La sensación de bienestar proviene de estar materialmente bien o mal humanizando las


condiciones materiales del propio vivir siendo la única forma de “Estar bien” conseguir
solvencia de las necesidades básicas y así tener disposición para las actividades propiamente
humanas.

Un problema que logro identificar como lector en el texto es que no es clara la cantidad y
cualidad de cosas materiales para alcanzar la plenitud, pues es totalmente subjetivo y depende
de lo que anteriormente mencionaba el autor como contexto así pues la economía aparece
como la capacidad del hombre de administrar sus bienes y trabajar para hallar en la solución
de sus necesidades su propio bienestar más allá de la simple supervivencia.

“El ser Humano es radical y naturalmente pobre” señala el autor con una cita de autoridad
sustentando la idea de la falta de recursos para sostener un número mayor de necesidades en
proporción con sus materias primas.

Uno de los problemas de las sociedades está en solucionar el conflicto entre necesidades y
deseos ilimitados del hombre contra la escasez de recursos (tierra, trabajo y máquinas). Una
de las estrategias para llegar a soluciones es el principio económico de la máxima utilidad
con el mínimo gasto siendo la economía la vía para dar prioridad a necesidades y administrar
los recursos que como la ha mencionado en autor en repetidas oportunidades son bastante
escasos. El trabajo es en este caso, la fuerza creativa para producir más recursos en busca del
bienestar, crea riqueza y mueve la economía.

El autor define el dinero como el mediador de todas las relaciones económicas que da
posibilidades de distinta índole y su uso está orientado al bienestar humano siendo el medio
para la actividad que posibilita su uso. La cremastitica supone un beneficio monetario como
fin fundamental citando a Aristóteles quien veía que quienes entendían la economía como
cremaistitica tenían un concepto de riqueza propio y específico “Riqueza como abundancia
de dinero” Ser rico significa tener muchos bienes y disfrutar del bienestar necesario para
llevar una vida buena.

Existe una situación en la que ese bienestar se convierte en una barra que mide el valor y las
posibilidades de las personas, el autor lo llama “Homo Cremastisticus” en la que el alma del
hombre se encuentra en el tamaño de su cuenta bancaria mostrando desprecio por todo
aquello que no se muestra en resultados.

Más adelante, el autor establece parámetros en los que la economía a través de su desarrollo
creó para ponerse orden a sí misma. Uno de ellos es el mercado como institución en la que
se llevan a cabo actividades propias de la economía con el libre juego de la oferta y la
demanda. Aquí el autor nos muestra el papel de una correcta antropología económica en la
que producir supone y causa otros bienes.

El papel del trabajo pone al hombre en un papel en el que el beneficio no solo es individual,
sino que también causa un beneficio colectivo convirtiendo la actividad económica en
utilidad que se puede relacionar con el papel político y aquí aprovecho para hacer relación
con el capítulo 14 “La ciudad y la política” en la que la apertura del individuo a la comunidad
se convierte vida social, integrado a la familia, la ley, la cultura y por último al tema que nos
concierne relacionar, la economía.
No es posible pensarse en un ser económico, buen administrador de necesidades y priorizador
de necesidades sin el intercambio con otros seres humanos pues son actividades propias de
la especie humana. Esta relación se convierte en un objetivo político en la que se busca la
sensación de bienestar económico en comunidad, pues la oferta y la demanda no es más que
estar bien a ambos lados de esta dualidad y sólo es posible beneficiándose a sí mismo y al
otro con el intercambio de bienes y/o servicios en una comunidad.

La ciudad es un paraje donde se da la vida social y refleja la concepción del ser humano
frente a los distintos conceptos que su contemporaneidad exige como la disponibilidad del
espacio, la planificación constructiva que sigue los parámetros de una concepción del espacio
abstracta e indeterminada.

El hombre se entrega a la ciudad como espacio de socialización en la que encuentra todo lo


que sus necesidades solicitan creando multiciplidad de trabajos permitiéndole al hombre
sumar recursos para ir en búsqueda del lujo. Sin embargo, el hombre también genera un
vínculo de necesidad con la ciudad pues es allí donde puede encontrar lo que lo enaltece o lo
degrada. “No hay hombre sin polis” señala el autor para defender la idea de que la
antropología es necesariamente política.

El autor problematiza ciertos factores de las ciudades que influyen en la formación de las
ciudades actualmente conformadas como la medida y las condiciones poco humanas que en
ellas se presentan, la escasez de espacio que dificultan ciertas movilidades, la velocidad de
la vida, la contaminación producida por los medios artificiales, la masificación y el problema
de que las personas no puedan reconocerse por sus nombres poniendo a prueba la condición
social para la cual el hombre está dada a expresar.

En este capítulo el autor hace una crítica constante en el que la productividad ha dejado a un
lado las capacidades comunicativas únicas del hombre cuestionando las condiciones
desfavorables que la ciudad encierra para la verdadera realización económica y social
antepuesto contra las posibilidades que le brinda tener trabajo que se supone brinda bienestar
pues entrega soluciones a las necesidades básicas, pero pone en juego otros factores más
complejos de solucionar por el dilema que se expone.

Una de las estrategias que se presenta es el espacio de lo cultural, que representa lo bello
dando valor a los espacios estéticos propios de la tradición poniendo en tela de juicio la
diferencia entre los pueblos y la ciudad, mostrando lo fundamental que es la tierra para las
personas que habitan los lugares geográficos.

La comunicación entra como un factor clave dentro de la antropología pues supone una
necesidad dentro de la sociedad y la posibilidad de aprender con el saber de otros que con el
tiempo ha pasado al plano de la tecnología y los medios digitales automatizando y
sosteniendo la ciudad por medio de pantallas que procesan realidades lejanas y de forma
contradictoria, es imposible dialogar con una pantalla.
El autor entiende este tipo de comunicación como beneficio mientras el hombre sea consiente
de los factores que influyen en la información que recibe pero también hace una crítica directa
a quienes no problematizan tener a un intermediario entre la televisón y la realidad directa
tendiendo a ser manipulable y en ocasiones poco comprobable dándole a las pantallas el
poder de modificar y enriquecer la perspectiva de la realidad. En este punto pretende mostrar
la diferencia entre la información y la comunicación.

Informar es emitir mensajes que analizan y dan una perspectiva parcial de realidades
humanas, naturales y artificiales siendo su mayor problema la parcialización al estar hecha
con unos criterios previamente seleccionados por el informador que excluye e incluye lo que
considera real y verdadero.

Comunicar implica una conversación con el emisor, crear conocimiento a partir de un dialogo
entre la emisión de la información y recibir respuesta del individuo que la recibe.
Estos factores incluyen distintos tipos de beneficios y cuestionamientos críticos como la
manipulación, el papel de la sintaxis y los símbolos, la retórica y lo que configura una
dictadura del lenguaje que influencia la conducta humana poniendo al hombre en una
dificultad para afrontar su propia realidad y la de los demás dejando a un lado la posibilidad
de reconocerse como parte de un sistema social invisibilizando un dialogo autentico sobre
las necesidades colectivas que hacen más difícil la creación de un pacto político.

El estado es entendido en el texto como la conquista y la administración del poder para la


solución colectiva de necesidades ciudadanas que deciden sobre su colectividad. Este ideal
tiende a ser un poco ingenuo y la política se ha desprestigiado por la dificultad que tiene
llevar a cabo todo lo que debería ser pero que no es. El autor defiende esta tesis citando lo
que considera que históricamente nos salió mal para que la política hoy en día no tenga un
reconocimiento colectivo desde el renacimiento, con el proceso de secularización y
protestantismo en el siglo XVI, hasta la burocratización de la política en la actualidad con la
creación de estados y la concepción de la “Res publica” (La cosa política) de estado soberano
que abrió un espacio para la diferenciación de lo público y lo privado distorsionando el ideal
de la democracia que dependió de una maquinaria capaz de asumir la fuerza del estado
degenerandose hasta llegar al punto en el que las decisiones son tomadas por unos pocos que
defienden sus intereses particulares.

Mientras el estado surgió de forma arbitraria desde la perspectiva de algunos, nacía entre
ellos una idea que defendía la sociedad civil que buscaba el surgimiento de espacios comunes
articulando una opinión pública.
Para cerrar el capítulo, el autor entrega su perspectiva respecto la democracia ideal en la
ciudad que tiende a no cumplirse del todo y considera que no está del todo mal sin ser perfecta
pues de ser así podría caer en el totalitarismo o autoritarismo. En esta parte del texto, el autor
da una noción de democracia que considera reducida de forma masiva en la que los
individuos se limitan a ejercerla a través del voto y pone a juicio otros criterios que acercarían
más a las ciudades al ideal democrático.

Estos criterios son: la búsqueda de la igualdad de condiciones teniendo en cuenta los derechos
inalienables que poseemos por ser personas; la libertad inseparable de la igualdad, la
tolerancia y el respeto a la diversidad; el derecho a la educación que posibilita y aumenta las
condiciones de iniciativa y enriquecimiento de las comunidades; la necesidad de perseguir el
ideal democrático desde el colectivo pues solo es posible con el esfuerzo de todos; la
posibilidad de que las instituciones puedan destruir a los políticos que cometen errores sin
necesidad de violencia o una revolución ejerciendo poder político sobre las personas elegidas
por voto popular.

Dados estos criterios necesarios para el ideal democrático al que las ciudades aspiran,
concluye con la reflexión de la ética en los sistemas políticos que le permita a los hombres
hacer uso de su libertad bajo las márgenes del bien común y del ser humano como sujeto de
derecho y de deberes consigo mismo para transformar las conductas exteriores.
Conclusión como autora del resumen
En el texto encontramos una serie de elementos con los que el autor busca ponernos en
contexto de una manera casi evolutiva, construyendo el significado de los cuestionamientos
más grandes a cuenta gotas con cada nuevo concepto introducido.

Es interesante que no se limitara a definir pues fue evidente su postura frente a las diversas
problemáticas que se iban presentando con cada subtitulo y me queda por pensar bastante
frente a nuestro papel como seres transformadores, personas pertenecientes a una red social
real en la que satisfacemos nuestras necesidades básicas para trascender a nuestras
necesidades humanas; la búsqueda constante del bienestar que es relativo de un individuo a
otro; el entendimiento de la economía como una técnica administrativa de priorización en
las necesidades y la escasez de recursos; la forma en la que la ciudad nos acoge y encuentra
dilemas en cuanto a la comunicación y la reproducción mediada de la información; la
democracia como ideal y de qué forma podemos aportar más allá de depositar el voto en una
urna y por último la necesidad de la ética y el respeto en tiempos de guerras políticas y
corrupción pues este el mal que está carcomiendo nuestras democracias.

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