You are on page 1of 196

Bolivia y los Días Gloriosos del Capitalismo

Publicado en 10 febrero 2014

289995_374574782595668_912148233_o

El problema de Bolivia no es el camino al socialismo, el problema es, por el contrario, el


desmesurado capitalismo salvaje y el consumismo más desenfrenado que el país haya conocido en
su historia.

Si hay algo que no se ha hecho desde el 22 de enero de 2007 es un trabajo en los valores
esenciales de la sociedad boliviana. Valores que uno supondría debieran estar referidos a la idea
del comunitarismo, de la complementariedad y de la armonía ser humano-naturaleza, del vivir
bien, en suma.

La base sobre la que ancla el gobierno su mirada de futuro es el desarrollismo basado en el


rentismo y el extractivismo que no ha podido encontrar la respuesta que transforme nuestra
matriz productiva. En este punto no hay ningún giro significativo con relación a la historia larga de
nuestra economía. Esa mirada ha coincidido con tres elementos claves. El primero, el Impuesto
Directo a los Hidrocarburos heredado del pasado (El Referendo de 2004 y la Ley de Hidrocarburos
de 2005); el segundo, el periodo de precios altos de las materias primas mas significativo y largo
de nuestra historia; el tercero, el manejo macroeconómico.

Las condiciones externas e internas citadas han dado como resultado un nivel de ingresos que
supera cualquier sueño que el más optimista de los economistas hubiese tenido al comenzar el
siglo XXI. Pero ese nivel de ingresos ha generado algunas consecuencias importantes de subrayar.
En la acción del Estado se da una combinación paradójica. El Ejecutivo comenzó a desarrollar obras
importantes y muy necesarias en el ámbito de la industria, la infraestructura de carreteras, las
telecomunicaciones y los proyectos sociales de electrificación, riego y saneamiento. Pero por otro
lado, multiplicó casi por cinco el gasto en burocracia estatal y en obras complementarias no
directamente productivas (coliseos, multifuncionales, canchas de fútbol, etc.). A la par, la
administración de empresas nacionalizadas no se hizo de manera racional. La carga innecesaria de
empleados en YPFB, ENTEL, COMIBOL, etc, es una bomba de tiempo que atenta contra su
rendimiento y productividad, y puede producir serios problemas sociales en tiempo de vacas
flacas.

Pero lo que genera las peores consecuencias es la evidencia de que no se produjo ninguna
revolución moral y, por supuesto, ninguna aplicación de los principios éticos que sustentan la
filosofía del ‘suma qamaña’. Hay discrecionalidad y falta de transparencia en el gasto con la lógica
de los decretos de excepción y las compras directas. La renovación del Poder Judicial ha sido un
desastre con ribetes de vergüenza, cuya ineficiencia, corrupción y falta de idoneidad profesional es
de pavor. El prebendalismo y la descarnada negociación de espacios de poder en el seno del
partido de gobierno es flagrante, y es público el hecho de que la militancia partidaria es un
requisito casi imprescindible para ocupara un cargo estatal.

En las calles el escenario no es mejor. Igual que exportamos 12.000 millones de dólares,
importamos 10.000 millones. El crecimiento del consumismo en la sociedad da vértigo. Buena
parte de esas importaciones tienen que ver con el incremento del consumo suntuario. El
contrabando campea; la ilegalidad, desde los autos chutos, hasta la venta de equipos electrónicos
y ropa usada, es norma. El éxito se mide en bienes materiales, no en la búsqueda de excelencia. El
comercio, el rasgo mayor de la economía mercantilista, es la actividad en la que los bolivianos nos
destacamos más, en tanto la productividad, la innovación, la economía sostenible y el respeto al
medio ambiente brillan por su ausencia. El sistema financiero, bandera capitalista, ha prosperado
más que en todo nuestro pasado republicano. Nunca antes habíamos contado con centros
comerciales de magnitud, ni nos jactábamos tanto de la llegada de franquicias como KFC,
Starbucks o Hard Rock. Era impensable que la cadena CNN escogiera al ministro Arce como el
modelo a seguir en el manejo exitoso de la economía, no por las características socializantes de su
gestión, sino por su rigurosos apego a la racionalidad macroeconómica, una de las lecciones de oro
que dejó el ‘Consenso de Washington’.

Nunca antes la gente compró tanto, nunca los precios de los bienes raíces estuvieron tan
desmesuradamente altos, nunca se especuló tanto con el dinero, nunca los valores de nuestros
jóvenes fueron tan materialistas. Bolivia vive una peligrosa borrachera de éxito económico, una
pérdida dramática de valores éticos, una ceguera peligrosa ante las posibilidades de una
desaceleración o recesión que por ahora no se vislumbra en el horizonte, pero contra la que no
hay vacuna segura. Pero por sobre todo, el país vive una curiosa bipolaridad. Mientras el discurso
oficial es pachamamista, socialista, comunitario y revolucionario, la sociedad desarrolla los peores
rasgos del consumismo capitalista. El gobierno lo sabe y parece que el doble estándar le gusta
mucho.

ASAMBLEA CONSTITUYENTE Y CAPITALISMO SALVAJE

Ricardo Tito Atahuichi Salvatierra (CV)


ricardotito39@hotmail.com

El hombre por efecto de su condición gregaria e interacción con la naturaleza, objetos, sociedad,
etc., ha desarrollado el conocimiento a tal grado que la ciencia a través de la teoría de la relatividad
y la mecánica quántica ha resuelto el problema relativo al origen de la materia estudiado por los
griegos por medio de la filosofía materialista e idealista cuyas soluciones constituyen los
antecedentes históricos de las ideologías.

El modo de producción, capitalista, ha dado origen a las ideologías destacándose la liberal y la


marxista de las que se desprenden otras. Las ideologías fueron elaboradas y desarrolladas por las
clases sociales en la época moderna. Por Ej. La ideología liberal fue sistematizada por la burguesía,
representada por J. Rousseau, D’alambert, Montesquieu, Diderot, Sieyes, Adam Smith, Boccaccio,
etc., durante todo un proceso histórico que pasa por el Renacimiento (siglos XV y XVI) y la Ilustración
(s. XVII) con el fin de constituirse en una clase social fuerte y capaz de tomar el poder, como lo hizo,
desplazando del poder a la iglesia y al señor feudal con la revolución de 1789. Es el sustento
ideológico de la burguesía, aplicado en 1776 en EE. UU. (proceso de consolidación de las colonias
inglesas en un Estado independiente), en 1789 en Francia y generalizada con la organización del
capitalismo como sistema social en base a los estados liberales (repúblicas).

La ideología es un sistema de ideas que establece una forma particular de concebir


la naturaleza, el cosmos, el conocimiento, la ley, el Estado, el derecho, etc. Tiene
principios fundamentales que son aplicados en la ciencia. Por Ej. la libertad,
igualdad y fraternidad aplicados en la economía y el derecho da lugar a la economía
y al derecho liberal.

El liberalismo dio origen a otras ramas ideológicas contemporáneas por Ej. al

Neoliberalismo cuyos principios aplicados en la economía y el derecho dieron origen


a un modelo económico con características particulares definido por el Fondo
Monetario Internacional y el Banco Mundial (órganos político-económicos),
expresado jurídicamente en Bolivia con el DS 21060 emitido por Víctor Paz
Estensoro en 1985 cuyos principios fundamentales son:

La dolarización de la economía que establece que el dólar es el respaldo de la


economía nacional de manera que toda transacción comercial y financiera debe ser
efectuada en base al valor del dólar. Por Ej. el pago de impuestos y otros tributos
se calculan en base al dólar y ante su incumplimiento se carga con el mantenimiento
de valor, etc.; la libertad de precios que define que los productos (bienes y servicios)
del mercado interno, en su precio, deben estar sujetos a la ley del mercado; la
flotación cambiaria que determina que el precio del dólar debe estar sometido a la
ley de la oferta y la demanda siendo la bolsa de valores o el "bolsín" el que establece
su precio; la liberalización del comercio interno que transforma al mercado nacional
en uno de consumo de productos extranjeros por que no existe la protección del
mercado y la producción nacional; la disciplina fiscal que busca controlar el déficit,
tratando de mantener un equilibrio entre los ingresos y egresos, por medio del
ahorro , el achicamiento del Estado y otras medidas. Por Ej. descargar la seguridad
social y la salud sobre las espaldas de los trabajadores activos y el congelamiento
de los sueldos y salarios como un medio de control de precios. Que se hallan
intactos en su ejecución actual.
En su aplicación, el modelo, dio origen a un orden jurídico anticonstitucional
expresado en leyes, decretos supremos, etc., que se encuentran en plena vigencia,
y a una estructura social (Ej. los cooperativistas mineros, etc.) que lo defiende razón
por la que no es posible modificar el capitalismo salvaje sino se abroga su
fundamento jurídico expresado en el D. S. 21060 que fue la Constitución Política
subrepticiamente aplicada por el neoliberalismo que casi estableció por encima de
la Constitución vigente el Estado neoliberal.

¿Una Asamblea derivada tendrá la potestad para refundar un Estado y cambiar


totalmente la Constitución ? ¿Qué ideología será aplicada en la organización,
funcionamiento y estructura del nuevo Estado si hasta el lenguaje castellano es
colonial? Los Constituyentes tienen la palabra

Estado, transnacionales y cooperativas


Dentro del sistema cooperativo se están decantando las cooperativas que, por efectos de
acumulación de capital, han perdido su naturaleza inicial de ‘instituciones sin fines de lucro’,
asumiendo   formas empresariales propias del capitalismo salvaje.

La Razón (Edición Impresa) / Alfredo Rada


00:03 / 13 de abril de 2014

La minería ha marcado nuestra historia económica colonial y republicana. Desde el


descubrimiento del Cerro Rico de Potosí en 1545, cuyas riquezas llenaron por dos centurias las
arcas del naciente capitalismo europeo; pasando, luego de la fundación de Bolivia y superada la
decadencia de la minería potosina en el siglo XIX, por el dominio de los magnates de la plata:
Aniceto Arce, José Avelino Aramayo y Gregorio Pacheco; continuando en la primera mitad del
siglo XX con el auge de los barones del estaño: Simón Patiño, Mauricio Hochschild y Carlos
Aramayo; hasta llegar a la revolución de 1952 cuya principal medida fue la nacionalización de
las minas, que pasaron a ser administradas por el Estado, en una primera etapa bajo control
obrero.

El 2 de octubre de 1952, con la fundación de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) en el


contexto de un naciente capitalismo de Estado, se inicia la historia contemporánea de la
minería en nuestro país. Desde los años cincuenta hasta 1985, la estatal minera definía las
políticas minero-metalúrgicas porque tenía el control productivo directo de los yacimientos y
de las labores de prospección y exploración. Sin embargo, durante la dictadura banzerista
(1971-1978) resurgió un grupo de empresas privadas denominado “minería mediana”, gracias
al recorte de atribuciones de la Comibol y por la información privilegiada que comenzó a
traficar Geobol (Servicio Geológico de Bolivia), la institución encargada de las prospecciones.
Finalmente, en octubre de 1985, la Bolsa de Metales de Londres dejó de operar con estaño,
hundiéndose así el precio internacional del principal producto minero, lo que llevó al cierre de
las minas estatales y al despido de 23.000 trabajadores.

Desde entonces se instauró en la minería el modelo neoliberal, cuya vigencia por más de veinte
años nos condenó a seguir siendo un país primario exportador. El neoliberalismo operó a
través de dos mecanismos:
1) La desnacionalización de los principales yacimientos mineros, que de Comibol pasaron al
control de empresas transnacionales norteamericanas, europeas y asiáticas a través de
licitaciones y bajo el formato de contratos de riesgo compartido (joint venture). Así fue cómo
empresas extranjeras lograron la posesión de enormes reservorios mineros: en el occidente
andino, la canadiense Coer D’alene Mins Corporation, que explota reservorios secundarios
ricos de plata en el proyecto San Bartolomé; la japonesa Sumitomo que controla los enormes
yacimientos de plata, plomo y estaño en San Cristóbal; la suiza Glencore asentada en las minas
Bolívar y Porco; en la zona del precámbrico oriental la canadiense Orvana, la brasileña
Votorantim y Glosobyk, que cuenta con capital inglés. El predominio de las transnacionales se
mantiene, aunque en los últimos años hubo innegables avances nacionalizadores: la
estatización de Huanuni, las nacionalizaciones de la metalúrgica Vinto, de la mina Colquiri y de
las gigantescas reservas de Mallku Khota y el Mutún.

2) La otorgación de derechos de explotación a las cooperativas sobre áreas marginales que eran
de la Comibol. El cooperativismo minero nació en 1939 con la fundación del “Sindicato de
Palliris y Ckacchas libres” en la ciudad de Potosí, como una primera experiencia de asociación
entre trabajadores que no disponían de capital para la explotación independiente de
yacimientos minerales. Esta benigna forma cooperativa, décadas más tarde terminaría siendo
utilizada y desvirtuada por el modelo neoliberal, que comprendió que para abaratar costos
laborales, disminuir pagos tributarios y eludir pasivos ambientales bien podía acoplar las
empresas privadas con las cooperativas. De ahí vienen los contratos de “subarrendamiento”,
cuya legalidad hoy está siendo investigada.

Al interior del sistema cooperativo se están decantando las cooperativas que, por efectos de
acumulación de capital, han perdido su naturaleza inicial de “instituciones sin fines de lucro”,
asumiendo formas empresariales propias del capitalismo salvaje. En ellas se están acelerando
los procesos de segmentación clasista entre los socios antiguos y los “trabajadores voluntarios”,
a los que también se les suele denominar peones o makunkus. Los primeros son ya una nueva
fracción de la burguesía minera, los segundos conforman una masa laboral que se desenvuelve
en condiciones de precariedad: sin acceso a seguros de corto o largo plazo, sin estabilidad ni
contrato, sin seguridad industrial, muchos de ellos menores de edad y sin derecho a asociarse
en sindicatos. Para mencionar un dato: hay registrados 112.000 cooperativistas, pero de ellos
solo el 16% aporta para el seguro obligatorio.

Son alarmantes los impactos ambientales de estas operaciones mineras que realizan escasas
inversiones en tecnología. Se ven favorecidas por la negligencia de las autoridades que no
hacen cumplir la Ley del Medio Ambiente. Las “cooperativas” auríferas son la prueba más
palpable de esta afirmación.

Es urgente cambiar el Código Minero de 1997. Pero la nueva ley minera debe tener una
orientación nacionalizadora, asegurando las áreas de reserva fiscal para que sean desarrolladas
por el Estado a través de Comibol y su expansión hacia nuevas áreas mineras que pudieran ser
objeto de reversión y estatización por razones de soberanía económica nacional, porque en
dichas áreas no se cumple una función económica social, porque en sus operaciones no
respetan los derechos laborales o por vulnerar los derechos de la Madre Tierra. Y junto con
todo esto la necesidad de industrializar nuestros minerales en territorio boliviano,
incrementando las inversiones estatales destinadas a tal fin.
El debate de la ley está girando apenas sobre unos cuantos artículos que posibilitaban a las
cooperativas firmar contratos con empresas privadas nacionales y extranjeras, manteniéndose
como cooperativas. Esto es claramente inconstitucional y lesivo a los intereses del país y el
Gobierno ha derrotado el bloqueo de caminos de los cooperativistas con sólidos argumentos
nacionalizadores. Pero hasta aquí se ha tocado sólo una arista del problema; hay más aristas,
como por ejemplo la necesidad de que el Estado, respetando al verdadero cooperativismo y la
función social que desempeña generando empleo, sea capaz de controlar la calidad de ese
empleo haciendo respetar los derechos de los trabajadores.

Si bien el tema impositivo ha sido postergado para otra ley, debe pensarse en incrementar la
presión regalitaria. El año 2013, Bolivia exportó minerales por más de 3.000 millones de
dólares, pero por regalías sólo quedaron para el país 131 millones, ¡poco más del 4%! Esto es
inaceptable.

La nueva ley minera tendrá una duración de 20 años y en ella está en juego el proyecto de
recuperación de los recursos naturales con que los movimientos sociales accedieron al poder.
El dilema es: conservar o transformar este sector estratégico.

LA "NUEVA POLITICA
ECONÓMICA": INTRODUCCIÓN
DEL NEOLIBERALISMO EN
BOLIVIA
Carlos Rodrigo Zapata C.

"Por el momento .... todo lo que os puedo


aconsejar es hacer lo posible para reducir los
gastos o aumentar los ingresos. De otra manera
el ministro del Tesoro tendrá que seguir
imprimiendo billetes, que no harán otra cosa
que hacer subir los precios de los bienes ....".
Segismundo 1
1. ANTECEDENTES
Durante la primera mitad de los años
ochenta, Bolivia se vio enfrentada a una de
las crisis más severas de su historia: la
hiperinflación y un pronunciado receso
económico generalizado.

Las causas inmediatas de dicho descalabro


económico se encontraban principalmente
en graves desequilibrios internos,
ocasionados por un pronunciado déficit
fiscal y un manejo macroeconómico
inadecuado, como también en acentuados
desequilibrios externos, ocasionados por
una crisis de endeudamiento estatal
externo, así como también por una
pronunciada caída de los ingresos por
exportaciones. Entre estas causas también
deben mencionarse la multiplicación
abrupta de las demandas de la sociedad
civil, que afloraban con fuerza después del
largo interregno de los gobiernos de facto,
así como la debilidad y vulnerabilidad del
nuevo gobierno democrático de H. Siles
Zuazo, que encabezaba una coalición de
numerosos partidos, pero no contaba con
mayoría parlamentaria.
Las causas mediatas de la hiperinflación se
encuentran más bien en el fomento
unilateral durante décadas de una
economía de enclave minera, ampliamente
desconectada del resto de la economía
nacional, y en el creciente papel del Estado
intervencionista, burocrático, empresario y
empleador, situación que convertía a la
economía nacional en una suerte de
empresa de un sólo actor, reduciendo a los
demás actores sociales al papel de meros
agentes económicos quasi-estatales o de
activos participantes en la lucha política
por el control del poder estatal.

A partir de estos aspectos puede


apreciarse que la hiperinflación en Bolivia
fue la expresión culmine de múltiples
desordenes y desequilibrios en la sociedad
y economía bolivianas acumulados a lo
largo de su historia, producto a su vez de
acentuadas deficiencias estructurales
derivadas de siglos de colonización,
dependencia y expoliación de los recursos
humanos y naturales del país.
En el ambiente de caos y zozobra
generalizada, se hacía perentorio plantear
respuestas inmediatas a la crisis
económica. Entre los aspectos que más
contribuyeron a enfrentarla, se encuentran
la democracia recién recuperada y la
creación de múltiples consensos en
distintos planos de la sociedad boliviana en
torno a la necesidad urgente de solucionar
la crisis, consensos que en buena parte
eran producto de la magnitud misma de la
crisis. En el plano de la sociedad política
surgieron acuerdos y pactos que facilitaron
la toma de decisiones y la aplicación de las
medidas para hacer frente a la
hiperinflación que llegó a sobrepasar la
tasa de 23.000 % entre septiembre de
1984 y septiembre de 19852, con lo que se
constituyó en uno de los procesos
hiperinflacionarios más altos en la historia
económica mundial. En el plano de la
sociedad civil también existía el
convencimiento unánime que la tarea más
importante a asumir de inmediato consistía
en hacer frente a la crisis.
Los antecedentes referidos tienen por
objeto presentar los principales rasgos de
la situación económica y social
prevaleciente en Bolivia a mediados de
1985, sobre la que tuvo que intervenirse
con una política pública, la misma que en
sus lineamientos básicos sigue vigente
hasta el presente.

El objetivo del presente trabajo radica en


efectuar una reconstrucción sucinta y
razonada de la política de estabilización
macroeconómica aplicada en Bolivia en
1985, llamada Nueva Política Económica,
tomando como referencia diversas pautas
y directrices elaboradas en la Teoría de la
Política Pública para el diseño e
implementación de políticas.

2. MARCO TEÓRICO REFERENCIAL DE LAS


POLÍTICAS PÚBLICAS
El estudio de las políticas públicas destaca
la conveniencia de estructurar
adecuadamente los procesos de diseño,
implementación y evaluación de dichas
políticas, a fin de considerar los aspectos
relevantes en cada caso, así como una
multiplicidad de aspectos, variables y
condiciones que deben tomarse en cuenta
en dichos procesos.

La noción de políticas públicas alude tanto


a un campo de actividad, como a un
propósito a realizar o un medio para
alcanzar determinados fines. De modo más
general se entiende por políticas públicas
la aplicación, por parte de instancias
públicas reconocidas, de un conjunto de
acciones con la expresa finalidad de
intervenir sobre la realidad en la
perspectiva de producir en ella
determinados resultados esperados.
En el marco de la reflexión teórica sobre
las políticas públicas y considerando
también otros esquemas de ordenamiento
de intervenciones, tales como el Marco
Lógico y el método PES aplicados a la
formulación de políticas públicas3, se han
destacado algunos aspectos generales a fin
de efectuar la reconstrucción de una
política pública. Entre dichos aspectos
deben señalarse los siguientes:
Identificación del problema: Se refiere
básicamente a la identificación de la
situación que debe corregirse o
modificarse, antes que a elaborarse un
diagnóstico4. Dado que no existen
problemas sin actores específicos, puede
también decirse que los problemas no
existen con independencia de dichos
actores. De ahí que en la definición misma
del problema juega un rol fundamental el
juicio mismo de los actores participantes.
La definición del problema debe estar
enmarcado en el conjunto de la
problemática de la que emerge –
el macroproblema en la jerga del PES-, lo
cual supone identificar las causas y efectos
relacionados ("árbol de problemas").

El análisis de prospectiva: Consiste en


examinar las evoluciones posibles de la
situación existente o de la problemática
identificada. Este análisis es importante
tanto para identificar lo que puede
suceder, como para identificar los posibles
escenarios sobre los que se justificaría una
intervención. Se trata de establecer sobre
qué enfoque de futuro debe trabajarse.
Definición de objetivos y alternativas: La
tarea consiste en convertir los problemas
identificados en objetivos y, a partir de ello
y en consideración del análisis de
prospectiva, seleccionar el o los objetivos a
considerar en las acciones de intervención
("árbol de objetivos"). Esta tarea permite
precisar aspectos tales como las áreas, la
amplitud y la prioridad de la intervención.

La incorporación en la agenda pública: En


base a las tareas anteriores debe tomarse
la decisión de incorporar o no la
problemática identificada en las políticas
públicas o de diseñar una política
específica para dicha finalidad. Esta es una
tarea fundamental, ya que su alcance
puede afectar una fracción significativa de
las acciones de las instancias públicas
comprometidas.
La toma de decisiones: De acuerdo a las
características de la problemática a tratar,
las decisiones pueden ser distributivas,
regulativas, redistributivas o
institucionales5. Deben considerarse las
limitaciones de recursos a disposición y los
actores envueltos, así como factores de
incertidumbre en el proceso de decisiones.

La implementación de la política: Deben


considerarse las estrategias que faciliten la
implementación, la cantidad de
participantes en el proceso como factor de
probabilidad de éxito y verificarse diversos
factores que pueden afectar la
implementación misma, como ser la
existencia de objetivos, los recursos
disponibles y los mecanismos de control
establecidos.
Los resultados y la evaluación: Se trata de
establecer del modo más objetivo posible
los indicadores que permitan medir el
resultado alcanzado en la aplicación de la
política, así como otros efectos o impactos
derivados de la misma. Dichos indicadores
deben a su vez permitir una comparación
entre los resultados alcanzados y los
esperados con la aplicación de la política, a
fin de definir eventuales correcciones de
rumbo o redefiniciones de la misma.

Para los fines del presente trabajo y en


base de los aspectos señalados, se
examinará la política de estabilización
macroeconómica, aplicada mediante el
Decreto Supremo (DS) 21060 del 29 de
agosto de 1985 que inaugura la llamada
Nueva Política Económica (NPE) durante el
gobierno de V. Paz
Estenssoro.

3. LA POLÍTICA DE ESTABILIZACIÓN
MACROECONÓMICA
La característica fundamental de la política
de estabilización aplicada en Bolivia en
agosto de 1985 se encuentra en la
combinación de medidas orientadas a
enfrentar la crisis hiperinflacionaria con la
introducción de los fundamentos de una
economía competitiva de mercado,
situación que conduce a modificar
significativamente el patrón histórico de
manejo de la economía por parte del
Estado y sus organismos, dejando la
fijación de precios en manos de las fuerzas
del mercado.
De esta manera, el DS 21060 decreta el
comienzo del fin del Estado del 52, esto es,
el Estado centralista, intervencionista,
empleador y empresario erigido como
consecuencia de la Revolución de 1952
(nacionalización de minas, reforma
agraria, voto universal, etc.), y traslada la
responsabilidad en la formación de los
precios al conjunto de la sociedad, a todos
los agentes económicos en los distintos
sectores de la economía. También libera a
la sociedad de la arbitrariedad estatal en la
fijación de los precios e incluso a las
mismas instancias políticas de tener que
tomar decisiones impopulares, por lo que
no pocas veces dichas decisiones eran
postergadas de tal modo que su corrección
posterior ocasionaba traumáticas
elevaciones de precios6.
Una revisión rápida de los fundamentos de
una economía competitiva de
mercado7 muestra que con el DS 21060 se
introduce la mayoría de dichos
fundamentos, no así los aspectos
relacionados con la "responsabilidad
contractual" y con lo que podemos llamar
las "reglas de control externo de la
competencia" (H. E. Lambert) que se
refieren justamente a las tareas que le
corresponde asumir al Estado en un
ambiente de mercado, como ser elevar la
capacidad de funcionamiento de la
administración estatal, las entidades
públicas y la justicia, y asegurar la
aplicación estricta de la ley y el respeto a
las disposiciones para la protección de la
propiedad y los derechos del ciudadano.
Estas medidas fueron parcialmente
aplicadas por los posteriores gobiernos y
forman parte de las reformas de primera y
segunda generación aplicadas en Bolivia en
el marco del llamado "Consenso de
Washington" durante la década de los años
90s.
Más allá de estas precisiones, el límite al
programa de ajustes y cambios iniciado
con el DS 21060 se manifestó muy pronto,
en julio de 1987, cuando el DS 21660 de
"reactivación económica" no pudo dar los
frutos esperados, en parte por la limitada
capacidad económica del país que impedía
atender simultáneamente las exigencias
del programa de estabilización y proveer
recursos para reactivar la economía8.

Si bien las medidas de estabilización logran


su propósito inmediato de eliminar el
proceso hiperinflacionario, obligan al
Estado y a la sociedad a manejarse en base
a las reglas del mercado e inician un
proceso significativo de reforma del
Estado, dichas medidas no consiguen
enfrentar "los problemas en las raíces
mismas de la crisis" económica y social de
Bolivia, ni sentar "los fundamentos para
reiniciar, redefinir y encaminar el
desarrollo nacional liberador", tal cual era
la intención manifiesta en el preámbulo del
DS 21060, situación que hasta el presente
continua pendiente9.
A continuación se analizan los principales
aspectos de la política de estabilización
aplicada en 1985, siguiendo el esquema
general presentado en la sección anterior.

a) Identificación del problema: Es


interesante observar que ya años antes de
la aplicación de las medidas de
estabilización existía bastante claridad
acerca de las características del problema
inmediato y sus causas, tal como puede
apreciarse en la literatura de esos años,
situación que contribuyó a delinear con
cierta anticipación las bases de la política a
aplicarse10. En la sección introductoria ya
se adelantaron los principales síntomas y
causas de la crisis (ver Cuadro 1).
CUADRO 1

CARACTERÍSTICAS DE LA CRISIS DE
HIPERINFLACIÓN EN BOLIVIA
INDICADORES SELECCIONADOS
(1970 – 1986)
Indicador 1970 1986
PIB per cápita (1) 21 (1980) 15
Minería (2) 16,7 4,3
Petróleo (2) 14,1 6,1
Adm. pública (2) 9,4 13,2
Déficit Fiscal (2) 6,7 (1981) 17,6 (1984)
Exportaciones (3) 949’ (1980) 546’
Deuda externa (3) 300 4700
Depósitos bancarios 1/10 en 1985 de los
depósitos en 1981
1. En miles de $b de 1980; 2. En % del PIB 3. La
cifra es en millones de dólares Fuente: J. Cariaga,
op cit.; O. Antezana , op cit. Elaboración
LA "NUEVA POLITICA
propia

ECONÓMICA":
INTRODUCCIÓN DEL
NEOLIBERALISMO EN
BOLIVIA
Carlos Rodrigo Zapata C.

"Por el momento .... todo lo que os puedo


aconsejar es hacer lo posible para reducir
los gastos o aumentar los ingresos. De otra
manera el ministro del Tesoro tendrá que
seguir imprimiendo billetes, que no harán
otra cosa que hacer subir los precios de los
bienes ....".
Segismundo 1

1. ANTECEDENTES
Durante la primera mitad de los años
ochenta, Bolivia se vio enfrentada a una de
las crisis más severas de su historia: la
hiperinflación y un pronunciado receso
económico generalizado.

Las causas inmediatas de dicho descalabro


económico se encontraban principalmente en
graves desequilibrios internos, ocasionados
por un pronunciado déficit fiscal y un manejo
macroeconómico inadecuado, como también
en acentuados desequilibrios externos,
ocasionados por una crisis de endeudamiento
estatal externo, así como también por una
pronunciada caída de los ingresos por
exportaciones. Entre estas causas también
deben mencionarse la multiplicación abrupta
de las demandas de la sociedad civil, que
afloraban con fuerza después del largo
interregno de los gobiernos de facto, así
como la debilidad y vulnerabilidad del nuevo
gobierno democrático de H. Siles Zuazo, que
encabezaba una coalición de numerosos
partidos, pero no contaba con mayoría
parlamentaria.

Las causas mediatas de la hiperinflación se


encuentran más bien en el fomento unilateral
durante décadas de una economía de
enclave minera, ampliamente desconectada
del resto de la economía nacional, y en el
creciente papel del Estado intervencionista,
burocrático, empresario y empleador,
situación que convertía a la economía
nacional en una suerte de empresa de un
sólo actor, reduciendo a los demás actores
sociales al papel de meros agentes
económicos quasi-estatales o de activos
participantes en la lucha política por el
control del poder estatal.

A partir de estos aspectos puede apreciarse


que la hiperinflación en Bolivia fue la
expresión culmine de múltiples desordenes y
desequilibrios en la sociedad y economía
bolivianas acumulados a lo largo de su
historia, producto a su vez de acentuadas
deficiencias estructurales derivadas de siglos
de colonización, dependencia y expoliación
de los recursos humanos y naturales del
país.

En el ambiente de caos y zozobra


generalizada, se hacía perentorio plantear
respuestas inmediatas a la crisis económica.
Entre los aspectos que más contribuyeron a
enfrentarla, se encuentran la democracia
recién recuperada y la creación de múltiples
consensos en distintos planos de la sociedad
boliviana en torno a la necesidad urgente de
solucionar la crisis, consensos que en buena
parte eran producto de la magnitud misma
de la crisis. En el plano de la sociedad
política surgieron acuerdos y pactos que
facilitaron la toma de decisiones y la
aplicación de las medidas para hacer frente a
la hiperinflación que llegó a sobrepasar la
tasa de 23.000 % entre septiembre de 1984
y septiembre de 19852, con lo que se
constituyó en uno de los procesos
hiperinflacionarios más altos en la historia
económica mundial. En el plano de la
sociedad civil también existía el
convencimiento unánime que la tarea más
importante a asumir de inmediato consistía
en hacer frente a la crisis.

Los antecedentes referidos tienen por objeto


presentar los principales rasgos de la
situación económica y social prevaleciente en
Bolivia a mediados de 1985, sobre la que
tuvo que intervenirse con una política
pública, la misma que en sus lineamientos
básicos sigue vigente hasta el presente.

El objetivo del presente trabajo radica en


efectuar una reconstrucción sucinta y
razonada de la política de estabilización
macroeconómica aplicada en Bolivia en
1985, llamada Nueva Política Económica,
tomando como referencia diversas pautas y
directrices elaboradas en la Teoría de la
Política Pública para el diseño e
implementación de políticas.

2. MARCO TEÓRICO REFERENCIAL DE


LAS POLÍTICAS PÚBLICAS

El estudio de las políticas públicas destaca la


conveniencia de estructurar adecuadamente
los procesos de diseño, implementación y
evaluación de dichas políticas, a fin de
considerar los aspectos relevantes en cada
caso, así como una multiplicidad de
aspectos, variables y condiciones que deben
tomarse en cuenta en dichos procesos.

La noción de políticas públicas alude tanto a


un campo de actividad, como a un propósito
a realizar o un medio para alcanzar
determinados fines. De modo más general se
entiende por políticas públicas la aplicación,
por parte de instancias públicas reconocidas,
de un conjunto de acciones con la expresa
finalidad de intervenir sobre la realidad en la
perspectiva de producir en ella determinados
resultados esperados.

En el marco de la reflexión teórica sobre las


políticas públicas y considerando también
otros esquemas de ordenamiento de
intervenciones, tales como el Marco Lógico y
el método PES aplicados a la formulación de
políticas públicas3, se han destacado algunos
aspectos generales a fin de efectuar la
reconstrucción de una política pública. Entre
dichos aspectos deben señalarse los
siguientes:

Identificación del problema: Se refiere


básicamente a la identificación de la
situación que debe corregirse o modificarse,
antes que a elaborarse un diagnóstico4. Dado
que no existen problemas sin actores
específicos, puede también decirse que los
problemas no existen con independencia de
dichos actores. De ahí que en la definición
misma del problema juega un rol
fundamental el juicio mismo de los actores
participantes. La definición del problema
debe estar enmarcado en el conjunto de la
problemática de la que emerge –
el macroproblema en la jerga del PES-, lo
cual supone identificar las causas y efectos
relacionados ("árbol de problemas").

El análisis de prospectiva: Consiste en


examinar las evoluciones posibles de la
situación existente o de la problemática
identificada. Este análisis es importante
tanto para identificar lo que puede suceder,
como para identificar los posibles escenarios
sobre los que se justificaría una intervención.
Se trata de establecer sobre qué enfoque de
futuro debe trabajarse.

Definición de objetivos y alternativas: La


tarea consiste en convertir los problemas
identificados en objetivos y, a partir de ello y
en consideración del análisis de prospectiva,
seleccionar el o los objetivos a considerar en
las acciones de intervención ("árbol de
objetivos"). Esta tarea permite precisar
aspectos tales como las áreas, la amplitud y
la prioridad de la intervención.

La incorporación en la agenda pública: En


base a las tareas anteriores debe tomarse la
decisión de incorporar o no la problemática
identificada en las políticas públicas o de
diseñar una política específica para dicha
finalidad. Esta es una tarea fundamental, ya
que su alcance puede afectar una fracción
significativa de las acciones de las instancias
públicas comprometidas.

La toma de decisiones: De acuerdo a las


características de la problemática a tratar,
las decisiones pueden ser distributivas,
regulativas, redistributivas o institucionales5.
Deben considerarse las limitaciones de
recursos a disposición y los actores
envueltos, así como factores de
incertidumbre en el proceso de decisiones.

La implementación de la política: Deben


considerarse las estrategias que faciliten la
implementación, la cantidad de participantes
en el proceso como factor de probabilidad de
éxito y verificarse diversos factores que
pueden afectar la implementación misma,
como ser la existencia de objetivos, los
recursos disponibles y los mecanismos de
control establecidos.

Los resultados y la evaluación: Se trata de


establecer del modo más objetivo posible los
indicadores que permitan medir el resultado
alcanzado en la aplicación de la política, así
como otros efectos o impactos derivados de
la misma. Dichos indicadores deben a su vez
permitir una comparación entre los
resultados alcanzados y los esperados con la
aplicación de la política, a fin de definir
eventuales correcciones de rumbo o
redefiniciones de la misma.
Para los fines del presente trabajo y en base
de los aspectos señalados, se examinará la
política de estabilización macroeconómica,
aplicada mediante el Decreto Supremo (DS)
21060 del 29 de agosto de 1985 que
inaugura la llamada Nueva Política
Económica (NPE) durante el gobierno de V.
Paz
Estenssoro.

3. LA POLÍTICA DE ESTABILIZACIÓN
MACROECONÓMICA

La característica fundamental de la política


de estabilización aplicada en Bolivia en
agosto de 1985 se encuentra en la
combinación de medidas orientadas a
enfrentar la crisis hiperinflacionaria con la
introducción de los fundamentos de una
economía competitiva de mercado, situación
que conduce a modificar significativamente
el patrón histórico de manejo de la economía
por parte del Estado y sus organismos,
dejando la fijación de precios en manos de
las fuerzas del mercado.

De esta manera, el DS 21060 decreta el


comienzo del fin del Estado del 52, esto es,
el Estado centralista, intervencionista,
empleador y empresario erigido como
consecuencia de la Revolución de 1952
(nacionalización de minas, reforma agraria,
voto universal, etc.), y traslada la
responsabilidad en la formación de los
precios al conjunto de la sociedad, a todos
los agentes económicos en los distintos
sectores de la economía. También libera a la
sociedad de la arbitrariedad estatal en la
fijación de los precios e incluso a las mismas
instancias políticas de tener que tomar
decisiones impopulares, por lo que no pocas
veces dichas decisiones eran postergadas de
tal modo que su corrección posterior
ocasionaba traumáticas elevaciones de
precios6.

Una revisión rápida de los fundamentos de


una economía competitiva de
mercado7 muestra que con el DS 21060 se
introduce la mayoría de dichos fundamentos,
no así los aspectos relacionados con la
"responsabilidad contractual" y con lo que
podemos llamar las "reglas de control
externo de la competencia" (H. E. Lambert)
que se refieren justamente a las tareas que
le corresponde asumir al Estado en un
ambiente de mercado, como ser elevar la
capacidad de funcionamiento de la
administración estatal, las entidades públicas
y la justicia, y asegurar la aplicación estricta
de la ley y el respeto a las disposiciones para
la protección de la propiedad y los derechos
del ciudadano. Estas medidas fueron
parcialmente aplicadas por los posteriores
gobiernos y forman parte de las reformas de
primera y segunda generación aplicadas en
Bolivia en el marco del llamado "Consenso de
Washington" durante la década de los años
90s.

Más allá de estas precisiones, el límite al


programa de ajustes y cambios iniciado con
el DS 21060 se manifestó muy pronto, en
julio de 1987, cuando el DS 21660 de
"reactivación económica" no pudo dar los
frutos esperados, en parte por la limitada
capacidad económica del país que impedía
atender simultáneamente las exigencias del
programa de estabilización y proveer
recursos para reactivar la economía8.

Si bien las medidas de estabilización logran


su propósito inmediato de eliminar el proceso
hiperinflacionario, obligan al Estado y a la
sociedad a manejarse en base a las reglas
del mercado e inician un proceso significativo
de reforma del Estado, dichas medidas no
consiguen enfrentar "los problemas en las
raíces mismas de la crisis" económica y
social de Bolivia, ni sentar "los fundamentos
para reiniciar, redefinir y encaminar el
desarrollo nacional liberador", tal cual era la
intención manifiesta en el preámbulo del DS
21060, situación que hasta el presente
continua pendiente9.

A continuación se analizan los principales


aspectos de la política de estabilización
aplicada en 1985, siguiendo el esquema
general presentado en la sección anterior.

a) Identificación del problema: Es


interesante observar que ya años antes de la
aplicación de las medidas de estabilización
existía bastante claridad acerca de las
características del problema inmediato y sus
causas, tal como puede apreciarse en la
literatura de esos años, situación que
contribuyó a delinear con cierta anticipación
las bases de la política a aplicarse10. En la
sección introductoria ya se adelantaron los
principales síntomas y causas de la crisis
(ver Cuadro 1).
CUADRO 1

CARACTERÍSTICAS DE LA CRISIS DE
HIPERINFLACIÓN EN BOLIVIA
INDICADORES SELECCIONADOS
(1970 – 1986)
Indicador 1970 1986
PIB per cápita (1) 21 (1980) 15
Minería (2) 16,7 4,3
Petróleo (2) 14,1 6,1
Adm. pública (2) 9,4 13,2
Déficit Fiscal (2) 6,7 (1981) 17,6 (1984)
Exportaciones (3) 949’ (1980) 546’
Deuda externa (3) 300 4700
Depósitos bancarios 1/10 en 1985 de los
depósitos en 1981
1. En miles de $b de 1980; 2. En % del PIB 3.
La cifra es en millones de dólares Fuente: J.
Cariaga, op cit.; O. Antezana , op cit. Elaboración
propia

Otras causas específicas que contribuyeron a


generar ese desequilibrio extremo son11:
 sequías e inundaciones
 caída en la producción minera y
petrolera;
 huelgas y paros (422 huelgas en
1984);
 déficit fiscal ocasionado tanto por
la administración pública, como por
las empresas del Estado (YPFB,
Comibol);
 desintermediación financiera;
 desdolarización y moratoria de la
deuda externa (con acreedores
privados).

Más allá de dichas causas, en la literatura


relativa al DS 21060 ocasionalmente se hace
referencia a un "cambio estructural" que se
derivaría de la introducción de las reglas del
mercado en ámbitos anteriormente
reservados a una determinación estatal y
dirigista de los precios12. Por "cambio
estructural" habría que entender en todo
caso, una modificación sustancial en el
patrón de acumulación, en particular de las
condiciones técnicas y sociales requeridas
para generar y retener productivamente el
excedente económico. Una dimensión
fundamental del cambio estructural consiste
en modificar la capacidad productiva interna,
situación que exige controlar y manejar
distintos procesos indispensables para
impulsar un proceso de reproducción
ampliada del capital. Dicha situación no
puede alterarse sustancialmente con la
implantación de mecanismos de mercado,
debido a las particularidades específicas de la
economía boliviana, caracterizada
principalmente por la heterogeneidad
estructural, la dependencia tecnológica, la
coexistencia de diversos modos de
producción y, en suma, por las múltiples
dificultades de controlar internamente los
procesos de producción y cambio
tecnológico13.

Por estas consideraciones, puede apreciarse


que el proceso de estabilización en parte
también fue posible gracias a la introducción
simultánea de las bases o fundamentos de la
economía de mercado, aspecto que
representa un avance significativo respecto
del modo tradicional de administración de
precios que regía en Bolivia, pero que ello no
ha conseguido alterar la estructura
económica característica de un país
subdesarrollado, aspecto al que nos
referiremos más adelante con mayor énfasis.

b) El análisis de prospectiva: En la literatura


es posible encontrar referencias a distintas
proyecciones que se tomaron en cuenta a la
hora de precisar la magnitud de la crisis. Por
ejemplo se estimó que hasta fin de 1985 se
podría sobrepasar la inflación alemana de los
años 20 que llegó a la tasa anual de 100.000
% (cien mil %)14.

También se formularon apreciaciones sobre


la profundización de la caída de la
producción, las exportaciones, el aumento
del déficit fiscal y otros indicadores. En
general el cuadro del comportamiento en el
futuro inmediato de las distintas variables
consideradas se presentaba como más
preocupante, aunque no se conoce
estimaciones acerca de la evolución de
dichas variables en un escenario de
hiperinflación.

Posiblemente tanto la magnitud de la crisis,


como el hecho que enfrentar cotidianamente
la hiperinflación demandaba un esfuerzo muy
grande por parte de la población, expliquen
el escaso interés manifestado en la literatura
por elaborar otras proyecciones y
estimaciones para caracterizar la evolución
de la crisis y los escenarios futuros.

c) Definición de objetivos y alternativas. Sin


lugar a dudas, el objetivo principal del DS
21060 fue la estabilidad monetaria,
cambiaria y de precios, aunque con dos
planes, uno de corto y otro de largo plazo.
En el plan de corto plazo la orientación era a
la estabilización de la economía, mientras
que en el de largo plazo el objetivo era
reformar el Estado mediante la
desregulación, la privatización de empresas
públicas y reforma tributaria15.

Entre los objetivos de corto plazo se


encontraban reducir la tasa de inflación,
alcanzar una paridad cambiaria estable,
reducir el déficit fiscal, eliminar la
intervención estatal en la fijación de los
precios de los factores y dejar la formación
de precios en manos del mercado.

En la definición de los objetivos se


consideraron distintos aspectos, desde un
enfoque gradualista a uno de shock, además
de discutirse la aplicación de medidas que se
consideraba imposible incluir en un plan de
estabilización, tales como eliminar
subvenciones, congelar salarios, elevar los
precios de la gasolina y otros, medidas que
finalmente fueron incluidas como parte del
paquete de disposiciones16.

En general se puede apreciar que los


gestores de la NPE se propusieron objetivos
muy exigentes para la sociedad, pero la
voluntad de la población y otros aspectos del
diseño e implementación de la política, los
hicieron viables, como se verá más
adelante.

d) La incorporación en la agenda pública. La


política se incorpora en la agenda pública a
más tardar en el curso de las elecciones
adelantadas de 1985, de modo que el nuevo
gobierno inicia su gestión con el compromiso
de revertir la situación, evitar que "Bolivia se
nos muera". La decisión de incorporarla se
ve reforzada por los múltiples consensos que
surgieron en la sociedad civil y política. Dado
que en un ambiente de hiperinflación todas
las energías están concentradas en lidiar con
ese fenómeno, su eliminación estaba en el
centro mismo de las preocupaciones del país,
situación que exigió acortar la legislatura
presidencial en 1 año.

En el caso de la política de estabilización que


estamos analizando, puede advertirse que
las características de crisis y conmoción con
que se planteaba la problemática misma, así
como el amplio consenso que había ido
cristalizando en torno a los objetivos y
acciones a ejecutar, incorporaron la temática
en la agenda pública de modo automático. El
país todo no podía continuar realizando sus
cotidianos asuntos en un marco de tanta
inestabilidad e incertidumbre.

e) La toma de decisiones: Las medidas


adoptadas se incluyeron en una disposición
gubernamental, un decreto supremo, ya que
el mismo se limitaba a regular asuntos del
mismo "funcionamiento estatal", por lo que
no se consideró necesario usar un
instrumento superior, como es una ley.

Las medidas adoptadas tuvieron claramente


dos componentes: uno práctico, de impacto
inmediato, destinado a hacer frente a la
coyuntura, y otro orientado a regular las
prácticas y comportamientos del Estado en
adelante. Así, junto a la liberación del
mercado cambiario, se impuso un sistema de
flotación "sucia" controlado por el
mecanismo del "bolsín"; junto a la
simplificación de la estructura arancelaria, se
impuso la libertad de comercio y la apertura
de mercados; junto a la desregulación de los
precios, la libre formación de precios en el
mercado; junto a ciertas restricciones en las
tasas de intereses, se impuso también la
libre formación de precios en el mercado
financiero, etc. En general se buscó no sólo
"liberar" al Estado de su tarea de fijación de
precios de todos los factores productivos,
sino que además se impuso el mecanismo de
mercado como el mecanismo de asignación
de recursos, lo cual implicó, entre otros
aspectos, no sólo el fin del Estado
intervencionista, sino también la introducción
de los fundamentos de la economía de
mercado en la economía boliviana.

f) La implementación de la política: En la
literatura se ha destacado reiteradamente el
hecho que las condiciones de credibilidad son
muy distintas en economías altamente
inflacionarias en comparación con lo que
acontece en un proceso hiperinflacionario.
Mientras que en el primer caso ya existe una
práctica institucionalizada para convivir con
la inflación alta, mediante una diversidad de
ajustes e indexaciones automáticas, en una
situación de hiperinflación ello ya no es
posible, por lo que habría una mayor
disposición a asumir los riesgos de los
ajustes que sean necesarios.
Otro aspecto destacado en la literatura se
refiere a la relación entre la magnitud del
cambio y el grado de consenso que es
posible alcanzar, deduciéndose a partir de
ello una "tipología" de políticas públicas (ver
el Gráfico adjunto). En el caso boliviano
puede señalarse sin temor a equívocos que
la característica de la NPE ha sido la de una
política con un nivel significativamente
elevado de cambios, pero al mismo tiempo
con un alto grado de consenso, situación
considerada poco usual en la literatura.

Otro aspecto que sin duda también ha


jugado un rol significativo en el proceso de
diseño e implementación de las medidas a
aplicarse, fue la reserva y sigilo con que el
grupo operador procedió a realizar su
trabajo. En la literatura no sólo se ha
destacado la composición, el papel e incluso
la personalidad de cada uno de sus
integrantes, sino además la cautela y el
secreto con que el presidente de la República
les habría pedido que ejecuten su trabajo, al
punto que no podían producir más que un
borrador para evitar cualquier filtración hacia
el exterior, todo ello en un marco de
limitación de recursos y de tiempo17.

Esta cautela se entiende claramente desde el


momento en que las medidas a tomarse
debían modificar profundamente toda la
estructura de los precios relativos
imperantes en la economía, situación que se
prestaba a toda una diversidad de
interferencias y manipulaciones, razón por la
que la credibilidad hacia todos los lados de la
sociedad dependía no sólo de las
características personales de cada miembro
responsable del diseño de la política, sino
además del cuidado y seriedad con que
asuma su responsabilidad. Sin duda, este
aspecto jugó un rol importante a la hora de
asegurar la credibilidad de la población en la
política emprendida por el gobierno del
presidente Paz Estenssoro.
Juan Cariaga se ha referido específicamente
al cómo hacerlo y ha señalado algunos otros
elementos que acompañaron la aplicación del
programa de estabilización. Entre ellos
destacan algunas premisas e ideas fuerza
que guiaron de modo consecuente todo el
proceso del diseño e implementación de la
política. Por ejemplo, no gastar más de lo
que se tenía, lo cual indujo no sólo a
medidas extremas por el lado de recortar los
gastos - congelamiento salarial, eliminación
de subvenciones-, sino también a medidas
fuertes por el lado de los ingreso –el
incremento de los precios de la gasolina. La
aplicación de estas medidas también se guió
por este mismo precepto de modo estricto.
También señala Cariaga la credibilidad
nacida de las acciones del gobierno, en
particular de su voluntad y capacidad política
de aplicar el programa. Un papel significativo
también jugaron las alianzas políticas (Pacto
por la Democracia), el apoyo parlamentario
y, en general, el consenso nacional. Además
la opción por políticas de shock antes que
graduales y la decisión de combinar lo
coyuntural con lo "estructural", es decir, con
la introducción de los fundamentos de la
economía de mercado, constituyeron otras
predefiniciones destacables.Last but not
least también habría jugado un papel
destacable el mismo Maquiavelo, a quien el
presidente Paz habría recordado con la
sentencia que las buenas noticias hay que
darlas "de a poco", las malas "de una sola
vez".

Dentro del conjunto de las acciones


emprendidas destacan también la disposición
a efectuar continuas negociaciones, tanto
internas como internacionales, con el fin de
facilitar un contexto cada vez más amplio de
apoyo a las medidas adoptadas, lo cual
aseguraría su viabilidad. Un resultado
importante de este enfoque fue la creación
de instrumentos específicos para hacer
viable el ajuste socialmente con la creación
del FSE (Fondo Social de Emergencia) y su
institución sucesora, el FIS (Fondo de
Inversión Social).

Todos estos cuidados y consideraciones


muestran la importancia de una planificación
meticulosa de la política, además de la
necesidad que el equipo encargado del
diseño e implementación de la política se
halle profundamente imbuido de los distintos
aspectos y dimensiones relacionados con las
medidas a tomarse.
g) Los resultados y la evaluación: En general
el impacto de las medidas aplicadas sobre la
inflación, la tasa de devaluación de la
moneda y otros indicadores es abrupta. Se
detiene la inflación muy rápidamente; se
controla el tipo de cambio que ya a partir de
1987 mantiene el ritmo de la inflación; se
logra controlar el déficit fiscal y la emisión
inorgánica de dinero; se inicia la
recuperación del sector de hidrocarburos y
se consigue bajar significativamente las
tasas internas de interés. Paralelamente se
retoman negociaciones con los acreedores
externos y se consigue nuevo apoyo de los
organismos internacionales. Además se
limitan las funciones interventoras del Estado
y se da plena vigencia a las leyes del
mercado en la formación de precios. De este
modo, ya a dos años de aplicadas las
medidas, se logra retornar a la senda del
crecimiento, aunque con cifras más bien
modestas (ver Cuadro 2). Otros aspectos sin
embargo muestran claramente que no todos
los resultados fueron satisfactorios. Así, el
desempleo continuo creciendo, el salario
mínimo real continuo cayendo
abruptamente, a la par que la producción
agrícola sufría un fuerte impacto derivado de
la apertura externa de la economía. Las
exportaciones continuaron en niveles muy
bajos, aunque en circunstancias en que se
producía un proceso de recomposición de su
estructura, pasando de minerales e
hidrocarburos a una canasta de bienes más
amplia, que incluía diversos productos "no
tradicionales" (soya, maderas procesadas,
oro, etc.), pese a lo cual no se consigue
modificar sustancialmente el carácter de
exportador de materias primas que ostenta
el país.

CUADRO 2
FIN DE LA CRISIS DE HIPERINFLACIÓN
EN BOLIVIA
INDICADORES SELECCIONADOS
(variaciones porcentuales anuales)
Indicadores 1985 1987
Déficit fiscal (1) - 12.7 - 7.5
Crecimiento PIB real - 2.9 2.4
Precios al 8170 10.6
consumidor
Producción minera e - 12.6 - 1.9
hidrocarburos
Producción agrícola 9.1 - 0.2
Desempleo (2) 18.0 20.5
Salario mínimo (3) 45 35
Spread bancario (4) 121 20.2
1. Como % en relación al PIB 2. Respecto a
la PEA 3. Índice del salario real mínimo,
donde 1982 = 100 4. Diferencia promedio
entre tasas activas y pasivas en el sistema
bancario, a fin de los años indicados
en%. FUENTE: IMF, Bolivia – Recent
Economic Development, 1988. Elaboración
propia.

Pese al enorme costo social que trajo consigo


la NPE, como puede apreciarse en algunos
indicadores seleccionados incluidos en el
Cuadro 2, su implementación puede juzgarse
como exitosa en lo relativo a los aspectos de
corto plazo o coyunturales, mientras que las
causas básicas o fundamentales del atraso y
subdesarrollo boliviano no han sido más que
tangencialmente removidas.

En general puede apreciarse que la excesiva


confianza que pusieron de manifiesto los
gestores de la NPE en las virtudes de las
fuerzas del mercado como asignador de
recursos y desencadenador del desarrollo, no
sólo era inapropiada para la experiencia
misma del país con la economía de mercado,
sino que además revelaba un gran
desconocimiento de las trabas estructurales
que caracterizan al país, en especial, la
incapacidad congénita de la economía
nacional de producir un excedente
económico capaz de ser reinvertido,
reinyectado y endogeneizado, generando de
este modo nuevas y crecientes
oportunidades de empleo, producción e
ingresos, y abriendo nuevas posibilidades de
diversificar las exportaciones y elevar
constantemente el ingreso real per cápita de
la población.

Si bien la implantación de las libres fuerzas


del mercado contribuyó a generar una
estructura relativamente transparente de
precios, que reflejan en alguna medida las
relaciones de escasez y abundancia que
existen en la economía, ello no ha conducido
automáticamente, ni al cabo de tres lustros,
a producir incentivos significativos ni a
dinamizar el aparato productivo y alcanzar
niveles más altos y estables de crecimiento
económico. Por otro lado, aunque es cierto
que con la puesta en vigencia de las libres
fuerzas del mercado se logra eliminar la
arbitrariedad estatal en la definición de los
precios, ello no consigue poner punto final al
abuso en la fijación de precios. La realidad
nos muestra que los precios son fijados por
nuevos monopolios en los sectores de
hidrocarburos, minería, energía, transportes
y telecomunicaciones, herederos a su vez de
los monopolios que antaño se reservaba el
Estado para asegurar su propia subsistencia,
y que las inversiones son intensivas en
capital y predominantemente de origen
externo, es decir, escasamente creadoras de
empleo y altamente remisoras de utilidades
al exterior. A ello se agrega que la
implantación de la economía libre de
mercado no ha permitido mejorar
significativamente el ritmo de incorporación
de innovaciones tecnológicas, tampoco
aumentar la capa de empresarios
innovadores y arriesgados, ni mejorar la
capacidad de los ciudadanos de adaptarse a
condiciones cambiantes, ni preparar mejor al
país para hacer frente a los embates de la
globalización.

Dado el carácter estructuralmente deficitario


de la economía boliviana, da la impresión
que sus operadores se han especializado en
cubrir sus múltiples déficits acudiendo a una
diversidad de medidas que comprenden
ayudas, créditos, recompras de la deuda,
devaluaciones, condonaciones y otros que
permiten mantener a flote la estabilidad de
la economía, pero también tienden a
consolidar la pobreza. Ello es producto a su
vez de viejas e inveteradas prácticas, como
ser la renuencia a afrontar los problemas
estructurales de la economía y la orientación
a una economía de supervivencia, en vez de
orientarse a una de producción, de
acumulación (ampliada, que no comienza
una y otra vez desde el principio!), de
creación de oportunidades y de
distribución18.

En síntesis, el modelo de economía de


mercado ha tendido a exacerbar nuestras
debilidades estructurales, al punto que una
década y media después de iniciado el
proceso de transición a la economía de
mercado, no es posible percibir claras
mejoras en nuestros indicadores de
inversiones, ingresos, exportaciones y otros
respecto de los registrados a principios de
los años ochenta, esto es, antes del período
de hiperinflación y estancamiento pleno.

4. CONCLUSIONES

La NPE fue la resultante de la interacción


dinámica de una multiplicidad de fuerzas y
actores sociales, donde el consenso social
ampliamente generalizado y un manejo
cuidadoso de aspectos centrales de la
coyuntura, fueron probablemente los
aspectos cruciales para un desemboque
relativamente exitoso de la política. También
la conciencia de preservar determinados
logros- la democracia- y el convencimiento
que la situación aún podía agravarse mucho
más, fueron otros elementos que le dieron su
sello y su característica al proceso.

Más allá de ello, puede apreciarse que la NPE


significó la implantación de un sistema
exitoso para hacer frente a los distintos
desbalances, déficits y desajustes
macroeconómicos, en especial a aquellos
derivados de la administración de los
recursos estatales, pero que un sistema
similar no ha podido ser implantar para
promover el desarrollo económico, cambiar
el patrón de crecimiento y acumulación,
modificar sustancialmente las condiciones de
la inserción de la economía boliviana en la
economía mundial, promover las
exportaciones, desarrollar políticas propias
en los ámbitos referidos a investigación y
desarrollo tecnológico, capacitación de la
fuerza de trabajo, etc.
Pese a que los gestores de la política de
estabilización se han referido reiteradamente
al "cambio estructural" cuando se refieren a
la introducción de los fundamentos de la
economía de mercado, no se aprecia que
dichos cambios hubieran conseguido
modificar aspectos estructurales
fundamentales, tales como la matriz de
producción o el perfil exportador, o logrado
elevar significativamente los niveles de
ahorro o de exportación, por lo que la
economía boliviana continua al presente
transitando por la senda de su carácter
eminentemente deficitario, según
caracterización del economista Armando
Méndez.

Si bien el DS 21060 pone de manifiesto la


intención de atacar los problemas
económicos en sus mismas raíces, queda la
impresión al cabo de 15 años de aplicación y
vigencia de la NPE que las intenciones eran
desproporcionadas en relación a los medios
utilizados o que el convencimiento de los
propiciadores y ejecutores de la NPE acerca
de las bondades de las fuerzas del mercado
para hacer frente a la problemática
económica del país eran desmedidas y que
dichas fuerzas hasta el presente no han
conseguido inducir el desarrollo de las
fuerzas productivas nacionales.

NOTAS

1 Tomado de cuento publicado en agosto de 1983 por uno de


los autores de la NEP. Ver: J. Cariaga, Estabilización y
Desarrollo. La Paz: FCE/Los Amigos del Libro, 1996, apéndice
I.
2 Ver World Bank, Bolivia. Updating Economic Memorandum.
Junio 1988, p. 11.

3 Ver Franco Huertas, El Método PES - Planificación


Estratégica Situacional. La Paz: CEREB/Altadir, 1996; GTZ,
Zielorientierte Projektplannung. Frankfurt, 1992

4 C. Matus señala que el diagnóstico es “la explicación


coherente de nadie” debido a que no toma en cuenta los puntos
de vista de los diversos actores involucrados. Ver, F. Huertas,
op cit., p. 34.

5 Ver Th. J. Lowi, “Políticas públicas, estudios de caso y teoría


política”, en: Luis F. Aguilar, La Hechura de las Políticas.
México, 1997, pp. 89 – 117.

6 Ver Carlos-Rodrigo Zapata, Entwicklungsländer im


Weltmarkt: Markt als Sprengsatz?. Conferencia. Soziales
Seminar - Katholische Akademie Trier, Tréveris, Alemania, 1991,
p. 14.

7 Ver Walter Eucken, Grundsätze der Wirtschaftspolitik.


München: Rowohlts deutsche Enzyklopädie, 1965, pp. 160 –176.
Los principios constitutivos que menciona Eucken son:
formación libre de precios, primacía de la política
monetaria, apertura de los mercados, propiedad privada,
libertad de contratación, responsabilidad contractual,
constancia de la política económica y aplicación conjunta de
los principios citados.
8 Ver World Bank, op. cit., p. 8-11; O. Antezana, op cit., p. 251.

9 Véase Gaceta Oficial de Bolivia. D.S. 21060 de 29 de agosto


de 1985. La Paz, 1985, p. 10

10 Ver los trabajos de O. Antezana, J. Cariaga, S. Doria Medina,


G. Loza, M. Kiguel y M. Kremplin al respecto (incluidos en la
sección bibliográfíca al final del trabajo). También ver nota 1.

11 Ver J. Cariaga, op. cit.

12 Ver J. Cariaga, op. cit,; también en O. Antezana, op. cit., se


aprecia ese enfoque.

13 Sobre las características estructurales de la economía


boliviana, puede consultarse el estudio de C. Machicado,
Apuntes sobre la economía boliviana. (s.l.):Banco de Crédito de
Oruro, (s.f.), en especial, Sexta Parte, El modelo vigente de
acumulación de capital, pp. 175 – 186.;ver también A, Nuñez del
Prado, “Economías de viabilidad difícil: una opción a
examinar”, en C. Toranzo (coord), Bolivia hacia el año 2000.
Caracas: Nueva Sociedad, 1989.

14 Ver J. Cariaga, op cit. p. 25.

15 Ver Frediani, R., Desregulación y Privatización de Empresas


Públicas en Bolivia. Buenos Aires: CIEDLA/Fundación K.
Adenauer, 1990, pp. 31 – 34.
16 Ver J. Cariaga, op. cit., p. 167, las “disposiciones que
todos suponían eran impracticables de ejecutar”.

17 J. Cariaga, op. cit., uno de los integrantes del grupo que


elaboró el DS 21060, ha relatado los trasfondos de este
proceso

18 Ver, Jürgen Schuldt, “La paradoja de la abundancia de


recursos naturales y el subdesarrollo: El mito contemporáneo
del Rey Midas”. Ponencia presentada al Seminario Algunos
Problemas Contemporáneos del Desarrollo, patrocinado por el
Instituto de Estudios Peruanos y el Goethe Institute, Lima, 28-29
de enero de 1998, quién recuerda que las rentas diferenciales
que generan las materias primas “subsisten aun cuando no se
reinviertan permanentemente las ganancias generadas”,
situación que tiende a generar un significativo rezago
económico.

BIBLIOGRAFÍA
§ Antezana, O., Análisis de la Nueva Política Económica. La Paz:
Los Amigos del Libro, 1988
§ Cariaga, J.L., Estabilización y Desarrollo. La Paz: FCE/Los
Amigos del Libro, 1996
§ CIPCA, Por una Bolivia diferente. Cuadernos de investigación 34.
La Paz: CIPCA, 1991
§ Doria Medina, S., 1987 – La quimera de la reactivación. La Paz:
Edobol, 1987
§ Eucken, W., Grundsätze der Wirtschaftspolitik. München:
Rowohlts deutsche Enzyklopädie, 1965
§ Frediani, R., Desregulación y Privatización de Empresas Públicas
en Bolivia. Buenos Aires: CIEDLA/Fundación K. Adenauer, 1990
§ Gaceta Oficial de Bolivia. D.S. 21060 de 29 de agosto de 1985. La
Paz, 1985
§ GTZ, Zielorientierte Projektplannung. Frankfurt, 1992
§ H. Cámara de Diputados, Estadísticas Económicas 1990. La Paz:
Müller & Asociados, 1990
§ H. Senado Nacional, Reformas a la Constitución Política del
Estado. Seminario Nacional. La Paz, 1993
§ Huertas, F., El Método PES - Planificación Estratégica
Situacional. La Paz: CEREB/Altadir, 1996
§ ILDIS, Descentralización y privatización. La Paz: ILDIS, 1991
§ ILDIS/FLACSO, Crisis del sindicalismo en Bolivia. La Paz, 1987
§ ILDIS et. al., Bolivia en el año 2010. La Paz, 1986
§ IMF, Bolivia. Recent Economic Developments. Julio 1988.
§ Kiguel, M.A. y Nissan Leviatan, "Inflationary Regidities and
orthodox Stabilization Policies: Lessons from Latin America",
en The World Bank Economic Review. Vol 2, Number 3.
Washington, 1988
§ Kremplin, M., Krise als Chance?. Neoliberale Wirtschaftspolitik
und Gewerksschafts-bewegung in Bolivien. Institut für
Iberoamerika-Kunde. Hamburg, 1990
§ Lowi, Th. J. "Políticas públicas, estudios de caso y teoría
política", en Luis F. Aguilar, La Hechura de las Políticas.
México, 1997
§ Loza, G., Crisis, estabilización y Proyecto Nacional. La Paz: Los
Amigos del Libro, 1988
§ Machicado, C. Apuntes sobre la economía boliviana. (s.l.):Banco
de Crédito de Oruro, (s.f.)
§ Schuldt, J., "La paradoja de la abundancia de recursos naturales
y el subdesarrollo: El mito contemporáneo del Rey Midas".
Ponencia presentada al Seminario: Algunos Problemas
Contemporáneos del Desarrollo, patrocinado por el Instituto de
Estudios Peruanos y el Goethe Institute, Lima, 28-29 de enero
de 1998
§ Toranzo, C. (coord.), Bolivia hacia el 2000. Desafíos y opciones.
Caracas: ILDIS/Nueva Sociedad, 1989
§ World Bank, Bolivia. Updating Economic Memorandum. Junio
1988
§ Zapata, Carlos-Rodrigo, Entwicklungsländer im Weltmarkt: Markt
als Sprengsatz?. Conferencia. Soziales Seminar - Katholische
Akademie Trier, Tréveris, Alemania, marzo, 1991.

[Trabajo elaborado en 1999 en el marco de la


Maestría de Desarrollo Local y Gestión Pública de
CEBEM/FLACSO y publicado originalmente
en: http://www.cebem.org/centdocum/ensayos/ma-
nuevpolitica.htm]
Otras causas específicas que contribuyeron
a generar ese desequilibrio extremo son11:
 sequías e inundaciones
 caída en la producción minera y
petrolera;
 huelgas y paros (422 huelgas en 1984);
 déficit fiscal ocasionado tanto por la
administración pública, como por las
empresas del Estado (YPFB, Comibol);
 desintermediación financiera;
 desdolarización y moratoria de la deuda
externa (con acreedores privados).
Más allá de dichas causas, en la literatura
relativa al DS 21060 ocasionalmente se
hace referencia a un "cambio estructural"
que se derivaría de la introducción de las
reglas del mercado en ámbitos
anteriormente reservados a una
determinación estatal y dirigista de los
precios12. Por "cambio estructural" habría
que entender en todo caso, una
modificación sustancial en el patrón de
acumulación, en particular de las
condiciones técnicas y sociales requeridas
para generar y retener productivamente el
excedente económico. Una dimensión
fundamental del cambio estructural
consiste en modificar la capacidad
productiva interna, situación que exige
controlar y manejar distintos procesos
indispensables para impulsar un proceso
de reproducción ampliada del capital.
Dicha situación no puede alterarse
sustancialmente con la implantación de
mecanismos de mercado, debido a las
particularidades específicas de la economía
boliviana, caracterizada principalmente por
la heterogeneidad estructural, la
dependencia tecnológica, la coexistencia
de diversos modos de producción y, en
suma, por las múltiples dificultades de
controlar internamente los procesos de
producción y cambio tecnológico13.

Por estas consideraciones, puede


apreciarse que el proceso de estabilización
en parte también fue posible gracias a la
introducción simultánea de las bases o
fundamentos de la economía de mercado,
aspecto que representa un avance
significativo respecto del modo tradicional
de administración de precios que regía en
Bolivia, pero que ello no ha conseguido
alterar la estructura económica
característica de un país subdesarrollado,
aspecto al que nos referiremos más
adelante con mayor énfasis.

b) El análisis de prospectiva: En la
literatura es posible encontrar referencias
a distintas proyecciones que se tomaron en
cuenta a la hora de precisar la magnitud de
la crisis. Por ejemplo se estimó que hasta
fin de 1985 se podría sobrepasar la
inflación alemana de los años 20 que llegó
a la tasa anual de 100.000 % (cien mil
%)14.
También se formularon apreciaciones
sobre la profundización de la caída de la
producción, las exportaciones, el aumento
del déficit fiscal y otros indicadores. En
general el cuadro del comportamiento en el
futuro inmediato de las distintas variables
consideradas se presentaba como más
preocupante, aunque no se conoce
estimaciones acerca de la evolución de
dichas variables en un escenario de
hiperinflación.

Posiblemente tanto la magnitud de la


crisis, como el hecho que enfrentar
cotidianamente la hiperinflación
demandaba un esfuerzo muy grande por
parte de la población, expliquen el escaso
interés manifestado en la literatura por
elaborar otras proyecciones y estimaciones
para caracterizar la evolución de la crisis y
los escenarios futuros.
c) Definición de objetivos y alternativas.
Sin lugar a dudas, el objetivo principal del
DS 21060 fue la estabilidad monetaria,
cambiaria y de precios, aunque con dos
planes, uno de corto y otro de largo plazo.
En el plan de corto plazo la orientación era
a la estabilización de la economía,
mientras que en el de largo plazo el
objetivo era reformar el Estado mediante la
desregulación, la privatización de
empresas públicas y reforma tributaria15.

Entre los objetivos de corto plazo se


encontraban reducir la tasa de inflación,
alcanzar una paridad cambiaria estable,
reducir el déficit fiscal, eliminar la
intervención estatal en la fijación de los
precios de los factores y dejar la formación
de precios en manos del mercado.
En la definición de los objetivos se
consideraron distintos aspectos, desde un
enfoque gradualista a uno de shock,
además de discutirse la aplicación de
medidas que se consideraba imposible
incluir en un plan de estabilización, tales
como eliminar subvenciones, congelar
salarios, elevar los precios de la gasolina y
otros, medidas que finalmente fueron
incluidas como parte del paquete de
disposiciones16.

En general se puede apreciar que los


gestores de la NPE se propusieron
objetivos muy exigentes para la sociedad,
pero la voluntad de la población y otros
aspectos del diseño e implementación de la
política, los hicieron viables, como se verá
más adelante.
d) La incorporación en la agenda
pública. La política se incorpora en la
agenda pública a más tardar en el curso de
las elecciones adelantadas de 1985, de
modo que el nuevo gobierno inicia su
gestión con el compromiso de revertir la
situación, evitar que "Bolivia se nos
muera". La decisión de incorporarla se ve
reforzada por los múltiples consensos que
surgieron en la sociedad civil y política.
Dado que en un ambiente de hiperinflación
todas las energías están concentradas en
lidiar con ese fenómeno, su eliminación
estaba en el centro mismo de las
preocupaciones del país, situación que
exigió acortar la legislatura presidencial en
1 año.
En el caso de la política de estabilización
que estamos analizando, puede advertirse
que las características de crisis y
conmoción con que se planteaba la
problemática misma, así como el amplio
consenso que había ido cristalizando en
torno a los objetivos y acciones a ejecutar,
incorporaron la temática en la agenda
pública de modo automático. El país todo
no podía continuar realizando sus
cotidianos asuntos en un marco de tanta
inestabilidad e incertidumbre.

e) La toma de decisiones: Las medidas


adoptadas se incluyeron en una disposición
gubernamental, un decreto supremo, ya
que el mismo se limitaba a regular asuntos
del mismo "funcionamiento estatal", por lo
que no se consideró necesario usar un
instrumento superior, como es una ley.
Las medidas adoptadas tuvieron
claramente dos componentes: uno
práctico, de impacto inmediato, destinado
a hacer frente a la coyuntura, y otro
orientado a regular las prácticas y
comportamientos del Estado en adelante.
Así, junto a la liberación del mercado
cambiario, se impuso un sistema de
flotación "sucia" controlado por el
mecanismo del "bolsín"; junto a la
simplificación de la estructura arancelaria,
se impuso la libertad de comercio y la
apertura de mercados; junto a la
desregulación de los precios, la libre
formación de precios en el mercado; junto
a ciertas restricciones en las tasas de
intereses, se impuso también la libre
formación de precios en el mercado
financiero, etc. En general se buscó no sólo
"liberar" al Estado de su tarea de fijación
de precios de todos los factores
productivos, sino que además se impuso el
mecanismo de mercado como el
mecanismo de asignación de recursos, lo
cual implicó, entre otros aspectos, no sólo
el fin del Estado intervencionista, sino
también la introducción de los
fundamentos de la economía de mercado
en la economía boliviana.

f) La implementación de la política: En la
literatura se ha destacado reiteradamente
el hecho que las condiciones de
credibilidad son muy distintas en
economías altamente inflacionarias en
comparación con lo que acontece en un
proceso hiperinflacionario. Mientras que en
el primer caso ya existe una práctica
institucionalizada para convivir con la
inflación alta, mediante una diversidad de
ajustes e indexaciones automáticas, en una
situación de hiperinflación ello ya no es
posible, por lo que habría una mayor
disposición a asumir los riesgos de los
ajustes que sean necesarios.
Otro aspecto destacado en la literatura se
refiere a la relación entre la magnitud del
cambio y el grado de consenso que es
posible alcanzar, deduciéndose a partir de
ello una "tipología" de políticas públicas
(ver el Gráfico adjunto). En el caso
boliviano puede señalarse sin temor a
equívocos que la característica de la NPE
ha sido la de una política con un nivel
significativamente elevado de cambios,
pero al mismo tiempo con un alto grado de
consenso, situación considerada poco
usual en la literatura.
Otro aspecto que sin duda también ha
jugado un rol significativo en el proceso de
diseño e implementación de las medidas a
aplicarse, fue la reserva y sigilo con que el
grupo operador procedió a realizar su
trabajo. En la literatura no sólo se ha
destacado la composición, el papel e
incluso la personalidad de cada uno de sus
integrantes, sino además la cautela y el
secreto con que el presidente de la
República les habría pedido que ejecuten
su trabajo, al punto que no podían producir
más que un borrador para evitar cualquier
filtración hacia el exterior, todo ello en un
marco de limitación de recursos y de
tiempo17.
Esta cautela se entiende claramente desde
el momento en que las medidas a tomarse
debían modificar profundamente toda la
estructura de los precios relativos
imperantes en la economía, situación que
se prestaba a toda una diversidad de
interferencias y manipulaciones, razón por
la que la credibilidad hacia todos los lados
de la sociedad dependía no sólo de las
características personales de cada
miembro responsable del diseño de la
política, sino además del cuidado y
seriedad con que asuma su
responsabilidad. Sin duda, este aspecto
jugó un rol importante a la hora de
asegurar la credibilidad de la población en
la política emprendida por el gobierno del
presidente Paz Estenssoro.
Juan Cariaga se ha referido
específicamente al cómo hacerlo y ha
señalado algunos otros elementos que
acompañaron la aplicación del programa de
estabilización. Entre ellos destacan algunas
premisas e ideas fuerza que guiaron de
modo consecuente todo el proceso del
diseño e implementación de la política. Por
ejemplo, no gastar más de lo que se tenía,
lo cual indujo no sólo a medidas extremas
por el lado de recortar los gastos -
congelamiento salarial, eliminación de
subvenciones-, sino también a medidas
fuertes por el lado de los ingreso –el
incremento de los precios de la gasolina.
La aplicación de estas medidas también se
guió por este mismo precepto de modo
estricto. También señala Cariaga la
credibilidad nacida de las acciones del
gobierno, en particular de su voluntad y
capacidad política de aplicar el programa.
Un papel significativo también jugaron las
alianzas políticas (Pacto por la
Democracia), el apoyo parlamentario y, en
general, el consenso nacional. Además la
opción por políticas de shock antes que
graduales y la decisión de combinar lo
coyuntural con lo "estructural", es decir,
con la introducción de los fundamentos de
la economía de mercado, constituyeron
otras predefiniciones destacables.Last but
not least también habría jugado un papel
destacable el mismo Maquiavelo, a quien el
presidente Paz habría recordado con la
sentencia que las buenas noticias hay que
darlas "de a poco", las malas "de una sola
vez".

Dentro del conjunto de las acciones


emprendidas destacan también la
disposición a efectuar continuas
negociaciones, tanto internas como
internacionales, con el fin de facilitar un
contexto cada vez más amplio de apoyo a
las medidas adoptadas, lo cual aseguraría
su viabilidad. Un resultado importante de
este enfoque fue la creación de
instrumentos específicos para hacer viable
el ajuste socialmente con la creación del
FSE (Fondo Social de Emergencia) y su
institución sucesora, el FIS (Fondo de
Inversión Social).
Todos estos cuidados y consideraciones
muestran la importancia de una
planificación meticulosa de la política,
además de la necesidad que el equipo
encargado del diseño e implementación de
la política se halle profundamente imbuido
de los distintos aspectos y dimensiones
relacionados con las medidas a tomarse.
g) Los resultados y la evaluación: En
general el impacto de las medidas
aplicadas sobre la inflación, la tasa de
devaluación de la moneda y otros
indicadores es abrupta. Se detiene la
inflación muy rápidamente; se controla el
tipo de cambio que ya a partir de 1987
mantiene el ritmo de la inflación; se logra
controlar el déficit fiscal y la emisión
inorgánica de dinero; se inicia la
recuperación del sector de hidrocarburos y
se consigue bajar significativamente las
tasas internas de interés. Paralelamente se
retoman negociaciones con los acreedores
externos y se consigue nuevo apoyo de los
organismos internacionales. Además se
limitan las funciones interventoras del
Estado y se da plena vigencia a las leyes
del mercado en la formación de precios. De
este modo, ya a dos años de aplicadas las
medidas, se logra retornar a la senda del
crecimiento, aunque con cifras más bien
modestas (ver Cuadro 2). Otros aspectos
sin embargo muestran claramente que no
todos los resultados fueron satisfactorios.
Así, el desempleo continuo creciendo, el
salario mínimo real continuo cayendo
abruptamente, a la par que la producción
agrícola sufría un fuerte impacto derivado
de la apertura externa de la economía. Las
exportaciones continuaron en niveles muy
bajos, aunque en circunstancias en que se
producía un proceso de recomposición de
su estructura, pasando de minerales e
hidrocarburos a una canasta de bienes más
amplia, que incluía diversos productos "no
tradicionales" (soya, maderas procesadas,
oro, etc.), pese a lo cual no se consigue
modificar sustancialmente el carácter de
exportador de materias primas que ostenta
el país.

CUADRO 2
FIN DE LA CRISIS DE HIPERINFLACIÓN
EN BOLIVIA
INDICADORES SELECCIONADOS
(variaciones porcentuales anuales)
Indicadores 1985 1987
Déficit fiscal (1) - 12.7 - 7.5
Crecimiento PIB real - 2.9 2.4
Precios al 8170 10.6
consumidor
Producción minera e - 12.6 - 1.9
hidrocarburos
Producción agrícola 9.1 - 0.2
Desempleo (2) 18.0 20.5
Salario mínimo (3) 45 35
Spread bancario (4) 121 20.2
1. Como % en relación al PIB 2. Respecto a
la PEA 3. Índice del salario real mínimo,
donde 1982 = 100 4. Diferencia promedio
entre tasas activas y pasivas en el sistema
bancario, a fin de los años indicados
en%. FUENTE: IMF, Bolivia – Recent
Economic Development, 1988. Elaboración
propia.
Pese al enorme costo social que trajo
consigo la NPE, como puede apreciarse en
algunos indicadores seleccionados
incluidos en el Cuadro 2, su
implementación puede juzgarse como
exitosa en lo relativo a los aspectos de
corto plazo o coyunturales, mientras que
las causas básicas o fundamentales del
atraso y subdesarrollo boliviano no han
sido más que tangencialmente removidas.
En general puede apreciarse que la
excesiva confianza que pusieron de
manifiesto los gestores de la NPE en las
virtudes de las fuerzas del mercado como
asignador de recursos y desencadenador
del desarrollo, no sólo era inapropiada para
la experiencia misma del país con la
economía de mercado, sino que además
revelaba un gran desconocimiento de las
trabas estructurales que caracterizan al
país, en especial, la incapacidad congénita
de la economía nacional de producir un
excedente económico capaz de ser
reinvertido, reinyectado y endogeneizado,
generando de este modo nuevas y
crecientes oportunidades de empleo,
producción e ingresos, y abriendo nuevas
posibilidades de diversificar las
exportaciones y elevar constantemente el
ingreso real per cápita de la población.
Si bien la implantación de las libres fuerzas
del mercado contribuyó a generar una
estructura relativamente transparente de
precios, que reflejan en alguna medida las
relaciones de escasez y abundancia que
existen en la economía, ello no ha
conducido automáticamente, ni al cabo de
tres lustros, a producir incentivos
significativos ni a dinamizar el aparato
productivo y alcanzar niveles más altos y
estables de crecimiento económico. Por
otro lado, aunque es cierto que con la
puesta en vigencia de las libres fuerzas del
mercado se logra eliminar la arbitrariedad
estatal en la definición de los precios, ello
no consigue poner punto final al abuso en
la fijación de precios. La realidad nos
muestra que los precios son fijados por
nuevos monopolios en los sectores de
hidrocarburos, minería, energía,
transportes y telecomunicaciones,
herederos a su vez de los monopolios que
antaño se reservaba el Estado para
asegurar su propia subsistencia, y que las
inversiones son intensivas en capital y
predominantemente de origen externo, es
decir, escasamente creadoras de empleo y
altamente remisoras de utilidades al
exterior. A ello se agrega que la
implantación de la economía libre de
mercado no ha permitido mejorar
significativamente el ritmo de
incorporación de innovaciones
tecnológicas, tampoco aumentar la capa de
empresarios innovadores y arriesgados, ni
mejorar la capacidad de los ciudadanos de
adaptarse a condiciones cambiantes, ni
preparar mejor al país para hacer frente a
los embates de la globalización.
Dado el carácter estructuralmente
deficitario de la economía boliviana, da la
impresión que sus operadores se han
especializado en cubrir sus múltiples
déficits acudiendo a una diversidad de
medidas que comprenden ayudas, créditos,
recompras de la deuda, devaluaciones,
condonaciones y otros que permiten
mantener a flote la estabilidad de la
economía, pero también tienden a
consolidar la pobreza. Ello es producto a su
vez de viejas e inveteradas prácticas, como
ser la renuencia a afrontar los problemas
estructurales de la economía y la
orientación a una economía de
supervivencia, en vez de orientarse a una
de producción, de acumulación (ampliada,
que no comienza una y otra vez desde el
principio!), de creación de oportunidades y
de distribución18.
En síntesis, el modelo de economía de
mercado ha tendido a exacerbar nuestras
debilidades estructurales, al punto que una
década y media después de iniciado el
proceso de transición a la economía de
mercado, no es posible percibir claras
mejoras en nuestros indicadores de
inversiones, ingresos, exportaciones y
otros respecto de los registrados a
principios de los años ochenta, esto es,
antes del período de hiperinflación y
estancamiento pleno.

4. CONCLUSIONES
La NPE fue la resultante de la interacción
dinámica de una multiplicidad de fuerzas y
actores sociales, donde el consenso social
ampliamente generalizado y un manejo
cuidadoso de aspectos centrales de la
coyuntura, fueron probablemente los
aspectos cruciales para un desemboque
relativamente exitoso de la política.
También la conciencia de preservar
determinados logros- la democracia- y el
convencimiento que la situación aún podía
agravarse mucho más, fueron otros
elementos que le dieron su sello y su
característica al proceso.
Más allá de ello, puede apreciarse que la
NPE significó la implantación de un sistema
exitoso para hacer frente a los distintos
desbalances, déficits y desajustes
macroeconómicos, en especial a aquellos
derivados de la administración de los
recursos estatales, pero que un sistema
similar no ha podido ser implantar para
promover el desarrollo económico, cambiar
el patrón de crecimiento y acumulación,
modificar sustancialmente las condiciones
de la inserción de la economía boliviana en
la economía mundial, promover las
exportaciones, desarrollar políticas propias
en los ámbitos referidos a investigación y
desarrollo tecnológico, capacitación de la
fuerza de trabajo, etc.
Pese a que los gestores de la política de
estabilización se han referido
reiteradamente al "cambio estructural"
cuando se refieren a la introducción de los
fundamentos de la economía de mercado,
no se aprecia que dichos cambios hubieran
conseguido modificar aspectos
estructurales fundamentales, tales como la
matriz de producción o el perfil exportador,
o logrado elevar significativamente los
niveles de ahorro o de exportación, por lo
que la economía boliviana continua al
presente transitando por la senda de su
carácter eminentemente deficitario, según
caracterización del economista Armando
Méndez.
Si bien el DS 21060 pone de manifiesto la
intención de atacar los problemas
económicos en sus mismas raíces, queda la
impresión al cabo de 15 años de aplicación
y vigencia de la NPE que las intenciones
eran desproporcionadas en relación a los
medios utilizados o que el convencimiento
de los propiciadores y ejecutores de la NPE
acerca de las bondades de las fuerzas del
mercado para hacer frente a la
problemática económica del país eran
desmedidas y que dichas fuerzas hasta el
presente no han conseguido inducir el
desarrollo de las fuerzas productivas
nacionales.

NOTAS

1 Tomado de cuento publicado en agosto de 1983 por uno de los autores de la


NEP. Ver: J. Cariaga, Estabilización y Desarrollo. La Paz: FCE/Los Amigos del
Libro, 1996, apéndice I.
2 Ver World Bank, Bolivia. Updating Economic Memorandum. Junio 1988, p. 11.

3 Ver Franco Huertas, El Método PES - Planificación Estratégica Situacional. La


Paz: CEREB/Altadir, 1996; GTZ, Zielorientierte Projektplannung. Frankfurt, 1992

4 C. Matus señala que el diagnóstico es “la explicación coherente de nadie”


debido a que no toma en cuenta los puntos de vista de los diversos actores
involucrados. Ver, F. Huertas, op cit., p. 34.

5 Ver Th. J. Lowi, “Políticas públicas, estudios de caso y teoría política”, en: Luis
F. Aguilar, La Hechura de las Políticas. México, 1997, pp. 89 – 117.
6 Ver Carlos-Rodrigo Zapata, Entwicklungsländer im Weltmarkt: Markt als
Sprengsatz?. Conferencia. Soziales Seminar - Katholische Akademie Trier,
Tréveris, Alemania, 1991, p. 14.

7 Ver Walter Eucken, Grundsätze der Wirtschaftspolitik. München: Rowohlts


deutsche Enzyklopädie, 1965, pp. 160 –176. Los principios constitutivos que
menciona Eucken son: formación libre de precios, primacía de la política
monetaria, apertura de los mercados, propiedad privada, libertad de contratación,
responsabilidad contractual, constancia de la política económica y aplicación
conjunta de los principios citados.

8 Ver World Bank, op. cit., p. 8-11; O. Antezana, op cit., p. 251.

9 Véase Gaceta Oficial de Bolivia. D.S. 21060 de 29 de agosto de 1985. La Paz,


1985, p. 10

10 Ver los trabajos de O. Antezana, J. Cariaga, S. Doria Medina, G. Loza, M.


Kiguel y M. Kremplin al respecto (incluidos en la sección bibliográfíca al final del
trabajo). También ver nota 1.

11 Ver J. Cariaga, op. cit.

12 Ver J. Cariaga, op. cit,; también en O. Antezana, op. cit., se aprecia ese
enfoque.

13 Sobre las características estructurales de la economía boliviana, puede


consultarse el estudio de C. Machicado, Apuntes sobre la economía boliviana.
(s.l.):Banco de Crédito de Oruro, (s.f.), en especial, Sexta Parte, El modelo vigente
de acumulación de capital, pp. 175 – 186.;ver también A, Nuñez del Prado,
“Economías de viabilidad difícil: una opción a examinar”, en C. Toranzo (coord),
Bolivia hacia el año 2000. Caracas: Nueva Sociedad, 1989.

14 Ver J. Cariaga, op cit. p. 25.

15 Ver Frediani, R., Desregulación y Privatización de Empresas Públicas en


Bolivia. Buenos Aires: CIEDLA/Fundación K. Adenauer, 1990, pp. 31 – 34.
16 Ver J. Cariaga, op. cit., p. 167, las “disposiciones que todos suponían eran
impracticables de ejecutar”.

17 J. Cariaga, op. cit., uno de los integrantes del grupo que elaboró el DS 21060,
ha relatado los trasfondos de este proceso
18 Ver, Jürgen Schuldt, “La paradoja de la abundancia de recursos naturales y el
subdesarrollo: El mito contemporáneo del Rey Midas”. Ponencia presentada al
Seminario Algunos Problemas Contemporáneos del Desarrollo, patrocinado por el
Instituto de Estudios Peruanos y el Goethe Institute, Lima, 28-29 de enero de
1998, quién recuerda que las rentas diferenciales que generan las materias primas
“subsisten aun cuando no se reinviertan permanentemente las ganancias
generadas”, situación que tiende a generar un significativo rezago económico.

BIBLIOGRAFÍA
§ Antezana, O., Análisis de la Nueva Política Económica. La Paz: Los Amigos del
Libro, 1988
§ Cariaga, J.L., Estabilización y Desarrollo. La Paz: FCE/Los Amigos del Libro, 1996
§ CIPCA, Por una Bolivia diferente. Cuadernos de investigación 34. La Paz: CIPCA,
1991
§ Doria Medina, S., 1987 – La quimera de la reactivación. La Paz: Edobol, 1987
§ Eucken, W., Grundsätze der Wirtschaftspolitik. München: Rowohlts deutsche
Enzyklopädie, 1965
§ Frediani, R., Desregulación y Privatización de Empresas Públicas en Bolivia.
Buenos Aires: CIEDLA/Fundación K. Adenauer, 1990
§ Gaceta Oficial de Bolivia. D.S. 21060 de 29 de agosto de 1985. La Paz, 1985
§ GTZ, Zielorientierte Projektplannung. Frankfurt, 1992
§ H. Cámara de Diputados, Estadísticas Económicas 1990. La Paz: Müller &
Asociados, 1990
§ H. Senado Nacional, Reformas a la Constitución Política del Estado. Seminario
Nacional. La Paz, 1993
§ Huertas, F., El Método PES - Planificación Estratégica Situacional. La Paz:
CEREB/Altadir, 1996
§ ILDIS, Descentralización y privatización. La Paz: ILDIS, 1991
§ ILDIS/FLACSO, Crisis del sindicalismo en Bolivia. La Paz, 1987
§ ILDIS et. al., Bolivia en el año 2010. La Paz, 1986
§ IMF, Bolivia. Recent Economic Developments. Julio 1988.
§ Kiguel, M.A. y Nissan Leviatan, "Inflationary Regidities and orthodox Stabilization
Policies: Lessons from Latin America", en The World Bank Economic Review. Vol
2, Number 3. Washington, 1988
§ Kremplin, M., Krise als Chance?. Neoliberale Wirtschaftspolitik und Gewerksschafts-
bewegung in Bolivien. Institut für Iberoamerika-Kunde. Hamburg, 1990
§ Lowi, Th. J. "Políticas públicas, estudios de caso y teoría política", en Luis F.
Aguilar, La Hechura de las Políticas. México, 1997
§ Loza, G., Crisis, estabilización y Proyecto Nacional. La Paz: Los Amigos del Libro,
1988
§ Machicado, C. Apuntes sobre la economía boliviana. (s.l.):Banco de Crédito de
Oruro, (s.f.)
§ Schuldt, J., "La paradoja de la abundancia de recursos naturales y el subdesarrollo:
El mito contemporáneo del Rey Midas". Ponencia presentada al
Seminario: Algunos Problemas Contemporáneos del Desarrollo, patrocinado por el
Instituto de Estudios Peruanos y el Goethe Institute, Lima, 28-29 de enero de
1998
§ Toranzo, C. (coord.), Bolivia hacia el 2000. Desafíos y opciones. Caracas:
ILDIS/Nueva Sociedad, 1989
§ World Bank, Bolivia. Updating Economic Memorandum. Junio 1988
§ Zapata, Carlos-Rodrigo, Entwicklungsländer im Weltmarkt: Markt als Sprengsatz?.
Conferencia. Soziales Seminar - Katholische Akademie Trier, Tréveris, Alemania,
marzo, 1991.

[Trabajo elaborado en 1999 en el marco de la


Maestría de Desarrollo Local y Gestión Pública de
CEBEM/FLACSO y publicado originalmente
en: http://www.cebemLA "NUEVA POLITICA
ECONÓMICA": INTRODUCCIÓN DEL
NEOLIBERALISMO EN BOLIVIA
Carlos Rodrigo Zapata C.

"Por el momento .... todo lo que os puedo


aconsejar es hacer lo posible para reducir los
gastos o aumentar los ingresos. De otra manera el
ministro del Tesoro tendrá que seguir imprimiendo
billetes, que no harán otra cosa que hacer subir los
precios de los bienes ....".
Segismundo 1
1. ANTECEDENTES
Durante la primera mitad de los años ochenta,
Bolivia se vio enfrentada a una de las crisis más
severas de su historia: la hiperinflación y un
pronunciado receso económico generalizado.

Las causas inmediatas de dicho descalabro


económico se encontraban principalmente en
graves desequilibrios internos, ocasionados por
un pronunciado déficit fiscal y un manejo
macroeconómico inadecuado, como también en
acentuados desequilibrios externos, ocasionados
por una crisis de endeudamiento estatal externo,
así como también por una pronunciada caída de
los ingresos por exportaciones. Entre estas causas
también deben mencionarse la multiplicación
abrupta de las demandas de la sociedad civil, que
afloraban con fuerza después del largo interregno
de los gobiernos de facto, así como la debilidad y
vulnerabilidad del nuevo gobierno democrático de
H. Siles Zuazo, que encabezaba una coalición de
numerosos partidos, pero no contaba con mayoría
parlamentaria.
Las causas mediatas de la hiperinflación se
encuentran más bien en el fomento unilateral
durante décadas de una economía de enclave
minera, ampliamente desconectada del resto de la
economía nacional, y en el creciente papel del
Estado intervencionista, burocrático, empresario y
empleador, situación que convertía a la economía
nacional en una suerte de empresa de un sólo
actor, reduciendo a los demás actores sociales al
papel de meros agentes económicos quasi-
estatales o de activos participantes en la lucha
política por el control del poder estatal.

A partir de estos aspectos puede apreciarse que la


hiperinflación en Bolivia fue la expresión culmine
de múltiples desordenes y desequilibrios en la
sociedad y economía bolivianas acumulados a lo
largo de su historia, producto a su vez de
acentuadas deficiencias estructurales derivadas de
siglos de colonización, dependencia y expoliación
de los recursos humanos y naturales del país.
En el ambiente de caos y zozobra generalizada, se
hacía perentorio plantear respuestas inmediatas a
la crisis económica. Entre los aspectos que más
contribuyeron a enfrentarla, se encuentran la
democracia recién recuperada y la creación de
múltiples consensos en distintos planos de la
sociedad boliviana en torno a la necesidad urgente
de solucionar la crisis, consensos que en buena
parte eran producto de la magnitud misma de la
crisis. En el plano de la sociedad política surgieron
acuerdos y pactos que facilitaron la toma de
decisiones y la aplicación de las medidas para
hacer frente a la hiperinflación que llegó a
sobrepasar la tasa de 23.000 % entre septiembre de
1984 y septiembre de 19852, con lo que se
constituyó en uno de los procesos
hiperinflacionarios más altos en la historia
económica mundial. En el plano de la sociedad
civil también existía el convencimiento unánime
que la tarea más importante a asumir de inmediato
consistía en hacer frente a la crisis.

Los antecedentes referidos tienen por objeto


presentar los principales rasgos de la situación
económica y social prevaleciente en Bolivia a
mediados de 1985, sobre la que tuvo que
intervenirse con una política pública, la misma que
en sus lineamientos básicos sigue vigente hasta el
presente.
El objetivo del presente trabajo radica en efectuar
una reconstrucción sucinta y razonada de la
política de estabilización macroeconómica
aplicada en Bolivia en 1985, llamada Nueva Política
Económica, tomando como referencia diversas
pautas y directrices elaboradas en la Teoría de la
Política Pública para el diseño e implementación
de políticas.

2. MARCO TEÓRICO REFERENCIAL DE LAS


POLÍTICAS PÚBLICAS

El estudio de las políticas públicas destaca la


conveniencia de estructurar adecuadamente los
procesos de diseño, implementación y evaluación
de dichas políticas, a fin de considerar los
aspectos relevantes en cada caso, así como una
multiplicidad de aspectos, variables y condiciones
que deben tomarse en cuenta en dichos procesos.
La noción de políticas públicas alude tanto a un
campo de actividad, como a un propósito a realizar
o un medio para alcanzar determinados fines. De
modo más general se entiende por políticas
públicas la aplicación, por parte de instancias
públicas reconocidas, de un conjunto de acciones
con la expresa finalidad de intervenir sobre la
realidad en la perspectiva de producir en ella
determinados resultados esperados.

En el marco de la reflexión teórica sobre las


políticas públicas y considerando también otros
esquemas de ordenamiento de intervenciones,
tales como el Marco Lógico y el método PES
aplicados a la formulación de políticas públicas3,
se han destacado algunos aspectos generales a fin
de efectuar la reconstrucción de una política
pública. Entre dichos aspectos deben señalarse
los siguientes:
Identificación del problema: Se refiere básicamente
a la identificación de la situación que debe
corregirse o modificarse, antes que a elaborarse
un diagnóstico4. Dado que no existen problemas
sin actores específicos, puede también decirse que
los problemas no existen con independencia de
dichos actores. De ahí que en la definición misma
del problema juega un rol fundamental el juicio
mismo de los actores participantes. La definición
del problema debe estar enmarcado en el conjunto
de la problemática de la que emerge –el
macroproblema en la jerga del PES-, lo cual
supone identificar las causas y efectos
relacionados ("árbol de problemas").

El análisis de prospectiva: Consiste en examinar


las evoluciones posibles de la situación existente o
de la problemática identificada. Este análisis es
importante tanto para identificar lo que puede
suceder, como para identificar los posibles
escenarios sobre los que se justificaría una
intervención. Se trata de establecer sobre qué
enfoque de futuro debe trabajarse.
Definición de objetivos y alternativas: La tarea
consiste en convertir los problemas identificados
en objetivos y, a partir de ello y en consideración
del análisis de prospectiva, seleccionar el o los
objetivos a considerar en las acciones de
intervención ("árbol de objetivos"). Esta tarea
permite precisar aspectos tales como las áreas, la
amplitud y la prioridad de la intervención.

La incorporación en la agenda pública: En base a


las tareas anteriores debe tomarse la decisión de
incorporar o no la problemática identificada en las
políticas públicas o de diseñar una política
específica para dicha finalidad. Esta es una tarea
fundamental, ya que su alcance puede afectar una
fracción significativa de las acciones de las
instancias públicas comprometidas.

La toma de decisiones: De acuerdo a las


características de la problemática a tratar, las
decisiones pueden ser distributivas, regulativas,
redistributivas o institucionales5. Deben
considerarse las limitaciones de recursos a
disposición y los actores envueltos, así como
factores de incertidumbre en el proceso de
decisiones.
La implementación de la política: Deben
considerarse las estrategias que faciliten la
implementación, la cantidad de participantes en el
proceso como factor de probabilidad de éxito y
verificarse diversos factores que pueden afectar la
implementación misma, como ser la existencia de
objetivos, los recursos disponibles y los
mecanismos de control establecidos.

Los resultados y la evaluación: Se trata de


establecer del modo más objetivo posible los
indicadores que permitan medir el resultado
alcanzado en la aplicación de la política, así como
otros efectos o impactos derivados de la misma.
Dichos indicadores deben a su vez permitir una
comparación entre los resultados alcanzados y los
esperados con la aplicación de la política, a fin de
definir eventuales correcciones de rumbo o
redefiniciones de la misma.

Para los fines del presente trabajo y en base de los


aspectos señalados, se examinará la política de
estabilización macroeconómica, aplicada mediante
el Decreto Supremo (DS) 21060 del 29 de agosto de
1985 que inaugura la llamada Nueva Política
Económica (NPE) durante el gobierno de V. Paz
Estenssoro.
3. LA POLÍTICA DE ESTABILIZACIÓN
MACROECONÓMICA

La característica fundamental de la política de


estabilización aplicada en Bolivia en agosto de
1985 se encuentra en la combinación de medidas
orientadas a enfrentar la crisis hiperinflacionaria
con la introducción de los fundamentos de una
economía competitiva de mercado, situación que
conduce a modificar significativamente el patrón
histórico de manejo de la economía por parte del
Estado y sus organismos, dejando la fijación de
precios en manos de las fuerzas del mercado.
De esta manera, el DS 21060 decreta el comienzo
del fin del Estado del 52, esto es, el Estado
centralista, intervencionista, empleador y
empresario erigido como consecuencia de la
Revolución de 1952 (nacionalización de minas,
reforma agraria, voto universal, etc.), y traslada la
responsabilidad en la formación de los precios al
conjunto de la sociedad, a todos los agentes
económicos en los distintos sectores de la
economía. También libera a la sociedad de la
arbitrariedad estatal en la fijación de los precios e
incluso a las mismas instancias políticas de tener
que tomar decisiones impopulares, por lo que no
pocas veces dichas decisiones eran postergadas
de tal modo que su corrección posterior
ocasionaba traumáticas elevaciones de precios6.
Una revisión rápida de los fundamentos de una
economía competitiva de mercado7 muestra que
con el DS 21060 se introduce la mayoría de dichos
fundamentos, no así los aspectos relacionados
con la "responsabilidad contractual" y con lo que
podemos llamar las "reglas de control externo de
la competencia" (H. E. Lambert) que se refieren
justamente a las tareas que le corresponde asumir
al Estado en un ambiente de mercado, como ser
elevar la capacidad de funcionamiento de la
administración estatal, las entidades públicas y la
justicia, y asegurar la aplicación estricta de la ley y
el respeto a las disposiciones para la protección de
la propiedad y los derechos del ciudadano. Estas
medidas fueron parcialmente aplicadas por los
posteriores gobiernos y forman parte de las
reformas de primera y segunda generación
aplicadas en Bolivia en el marco del llamado
"Consenso de Washington" durante la década de
los años 90s.
Más allá de estas precisiones, el límite al programa
de ajustes y cambios iniciado con el DS 21060 se
manifestó muy pronto, en julio de 1987, cuando el
DS 21660 de "reactivación económica" no pudo dar
los frutos esperados, en parte por la limitada
capacidad económica del país que impedía atender
simultáneamente las exigencias del programa de
estabilización y proveer recursos para reactivar la
economía8.

Si bien las medidas de estabilización logran su


propósito inmediato de eliminar el proceso
hiperinflacionario, obligan al Estado y a la
sociedad a manejarse en base a las reglas del
mercado e inician un proceso significativo de
reforma del Estado, dichas medidas no consiguen
enfrentar "los problemas en las raíces mismas de
la crisis" económica y social de Bolivia, ni sentar
"los fundamentos para reiniciar, redefinir y
encaminar el desarrollo nacional liberador", tal
cual era la intención manifiesta en el preámbulo del
DS 21060, situación que hasta el presente continua
pendiente9.

A continuación se analizan los principales


aspectos de la política de estabilización aplicada
en 1985, siguiendo el esquema general presentado
en la sección anterior.
a) Identificación del problema: Es interesante
observar que ya años antes de la aplicación de las
medidas de estabilización existía bastante claridad
acerca de las características del problema
inmediato y sus causas, tal como puede apreciarse
en la literatura de esos años, situación que
contribuyó a delinear con cierta anticipación las
bases de la política a aplicarse10. En la sección
introductoria ya se adelantaron los principales
síntomas y causas de la crisis (ver Cuadro 1).
CUADRO 1

CARACTERÍSTICAS DE LA CRISIS DE
HIPERINFLACIÓN EN BOLIVIA
INDICADORES SELECCIONADOS
(1970 – 1986)
Indicador 1970 1986
PIB per cápita (1) 21 (1980) 15
Minería (2) 16,7 4,3
Petróleo (2) 14,16,1
Adm. pública (2) 9,4 13,2
Déficit Fiscal (2) 6,7 (1981) 17,6 (1984)
Exportaciones (3) 949’ (1980) 546’
Deuda externa (3) 300 4700
Depósitos bancarios 1/10 en 1985 de los
depósitos en 1981
1. En miles de $b de 1980; 2. En % del PIB 3. La
cifra es en millones de dólares Fuente: J. Cariaga,
op cit.; O. Antezana , op cit. Elaboración propia

Otras causas específicas que contribuyeron a


generar ese desequilibrio extremo son11:
sequías e inundaciones
caída en la producción minera y petrolera;
huelgas y paros (422 huelgas en 1984);
déficit fiscal ocasionado tanto por la
administración pública, como por las empresas del
Estado (YPFB, Comibol);
desintermediación financiera;
desdolarización y moratoria de la deuda externa
(con acreedores privados).
Más allá de dichas causas, en la literatura relativa
al DS 21060 ocasionalmente se hace referencia a
un "cambio estructural" que se derivaría de la
introducción de las reglas del mercado en ámbitos
anteriormente reservados a una determinación
estatal y dirigista de los precios12. Por "cambio
estructural" habría que entender en todo caso, una
modificación sustancial en el patrón de
acumulación, en particular de las condiciones
técnicas y sociales requeridas para generar y
retener productivamente el excedente económico.
Una dimensión fundamental del cambio estructural
consiste en modificar la capacidad productiva
interna, situación que exige controlar y manejar
distintos procesos indispensables para impulsar
un proceso de reproducción ampliada del capital.
Dicha situación no puede alterarse
sustancialmente con la implantación de
mecanismos de mercado, debido a las
particularidades específicas de la economía
boliviana, caracterizada principalmente por la
heterogeneidad estructural, la dependencia
tecnológica, la coexistencia de diversos modos de
producción y, en suma, por las múltiples
dificultades de controlar internamente los
procesos de producción y cambio tecnológico13.
Por estas consideraciones, puede apreciarse que
el proceso de estabilización en parte también fue
posible gracias a la introducción simultánea de las
bases o fundamentos de la economía de mercado,
aspecto que representa un avance significativo
respecto del modo tradicional de administración de
precios que regía en Bolivia, pero que ello no ha
conseguido alterar la estructura económica
característica de un país subdesarrollado, aspecto
al que nos referiremos más adelante con mayor
énfasis.

b) El análisis de prospectiva: En la literatura es


posible encontrar referencias a distintas
proyecciones que se tomaron en cuenta a la hora
de precisar la magnitud de la crisis. Por ejemplo se
estimó que hasta fin de 1985 se podría sobrepasar
la inflación alemana de los años 20 que llegó a la
tasa anual de 100.000 % (cien mil %)14.
También se formularon apreciaciones sobre la
profundización de la caída de la producción, las
exportaciones, el aumento del déficit fiscal y otros
indicadores. En general el cuadro del
comportamiento en el futuro inmediato de las
distintas variables consideradas se presentaba
como más preocupante, aunque no se conoce
estimaciones acerca de la evolución de dichas
variables en un escenario de hiperinflación.

Posiblemente tanto la magnitud de la crisis, como


el hecho que enfrentar cotidianamente la
hiperinflación demandaba un esfuerzo muy grande
por parte de la población, expliquen el escaso
interés manifestado en la literatura por elaborar
otras proyecciones y estimaciones para
caracterizar la evolución de la crisis y los
escenarios futuros.

c) Definición de objetivos y alternativas. Sin lugar a


dudas, el objetivo principal del DS 21060 fue la
estabilidad monetaria, cambiaria y de precios,
aunque con dos planes, uno de corto y otro de
largo plazo. En el plan de corto plazo la orientación
era a la estabilización de la economía, mientras
que en el de largo plazo el objetivo era reformar el
Estado mediante la desregulación, la privatización
de empresas públicas y reforma tributaria15.
Entre los objetivos de corto plazo se encontraban
reducir la tasa de inflación, alcanzar una paridad
cambiaria estable, reducir el déficit fiscal, eliminar
la intervención estatal en la fijación de los precios
de los factores y dejar la formación de precios en
manos del mercado.

En la definición de los objetivos se consideraron


distintos aspectos, desde un enfoque gradualista a
uno de shock, además de discutirse la aplicación
de medidas que se consideraba imposible incluir
en un plan de estabilización, tales como eliminar
subvenciones, congelar salarios, elevar los precios
de la gasolina y otros, medidas que finalmente
fueron incluidas como parte del paquete de
disposiciones16.

En general se puede apreciar que los gestores de


la NPE se propusieron objetivos muy exigentes
para la sociedad, pero la voluntad de la población y
otros aspectos del diseño e implementación de la
política, los hicieron viables, como se verá más
adelante.
d) La incorporación en la agenda pública. La
política se incorpora en la agenda pública a más
tardar en el curso de las elecciones adelantadas de
1985, de modo que el nuevo gobierno inicia su
gestión con el compromiso de revertir la situación,
evitar que "Bolivia se nos muera". La decisión de
incorporarla se ve reforzada por los múltiples
consensos que surgieron en la sociedad civil y
política. Dado que en un ambiente de hiperinflación
todas las energías están concentradas en lidiar
con ese fenómeno, su eliminación estaba en el
centro mismo de las preocupaciones del país,
situación que exigió acortar la legislatura
presidencial en 1 año.

En el caso de la política de estabilización que


estamos analizando, puede advertirse que las
características de crisis y conmoción con que se
planteaba la problemática misma, así como el
amplio consenso que había ido cristalizando en
torno a los objetivos y acciones a ejecutar,
incorporaron la temática en la agenda pública de
modo automático. El país todo no podía continuar
realizando sus cotidianos asuntos en un marco de
tanta inestabilidad e incertidumbre.
e) La toma de decisiones: Las medidas adoptadas
se incluyeron en una disposición gubernamental,
un decreto supremo, ya que el mismo se limitaba a
regular asuntos del mismo "funcionamiento
estatal", por lo que no se consideró necesario usar
un instrumento superior, como es una ley.
Las medidas adoptadas tuvieron claramente dos
componentes: uno práctico, de impacto inmediato,
destinado a hacer frente a la coyuntura, y otro
orientado a regular las prácticas y
comportamientos del Estado en adelante. Así,
junto a la liberación del mercado cambiario, se
impuso un sistema de flotación "sucia" controlado
por el mecanismo del "bolsín"; junto a la
simplificación de la estructura arancelaria, se
impuso la libertad de comercio y la apertura de
mercados; junto a la desregulación de los precios,
la libre formación de precios en el mercado; junto a
ciertas restricciones en las tasas de intereses, se
impuso también la libre formación de precios en el
mercado financiero, etc. En general se buscó no
sólo "liberar" al Estado de su tarea de fijación de
precios de todos los factores productivos, sino
que además se impuso el mecanismo de mercado
como el mecanismo de asignación de recursos, lo
cual implicó, entre otros aspectos, no sólo el fin
del Estado intervencionista, sino también la
introducción de los fundamentos de la economía
de mercado en la economía boliviana.
f) La implementación de la política: En la literatura
se ha destacado reiteradamente el hecho que las
condiciones de credibilidad son muy distintas en
economías altamente inflacionarias en
comparación con lo que acontece en un proceso
hiperinflacionario. Mientras que en el primer caso
ya existe una práctica institucionalizada para
convivir con la inflación alta, mediante una
diversidad de ajustes e indexaciones automáticas,
en una situación de hiperinflación ello ya no es
posible, por lo que habría una mayor disposición a
asumir los riesgos de los ajustes que sean
necesarios.

Otro aspecto destacado en la literatura se refiere a


la relación entre la magnitud del cambio y el grado
de consenso que es posible alcanzar,
deduciéndose a partir de ello una "tipología" de
políticas públicas (ver el Gráfico adjunto). En el
caso boliviano puede señalarse sin temor a
equívocos que la característica de la NPE ha sido
la de una política con un nivel significativamente
elevado de cambios, pero al mismo tiempo con un
alto grado de consenso, situación considerada
poco usual en la literatura.
Otro aspecto que sin duda también ha jugado un
rol significativo en el proceso de diseño e
implementación de las medidas a aplicarse, fue la
reserva y sigilo con que el grupo operador
procedió a realizar su trabajo. En la literatura no
sólo se ha destacado la composición, el papel e
incluso la personalidad de cada uno de sus
integrantes, sino además la cautela y el secreto
con que el presidente de la República les habría
pedido que ejecuten su trabajo, al punto que no
podían producir más que un borrador para evitar
cualquier filtración hacia el exterior, todo ello en un
marco de limitación de recursos y de tiempo17.

Esta cautela se entiende claramente desde el


momento en que las medidas a tomarse debían
modificar profundamente toda la estructura de los
precios relativos imperantes en la economía,
situación que se prestaba a toda una diversidad de
interferencias y manipulaciones, razón por la que
la credibilidad hacia todos los lados de la sociedad
dependía no sólo de las características personales
de cada miembro responsable del diseño de la
política, sino además del cuidado y seriedad con
que asuma su responsabilidad. Sin duda, este
aspecto jugó un rol importante a la hora de
asegurar la credibilidad de la población en la
política emprendida por el gobierno del presidente
Paz Estenssoro.
Juan Cariaga se ha referido específicamente al
cómo hacerlo y ha señalado algunos otros
elementos que acompañaron la aplicación del
programa de estabilización. Entre ellos destacan
algunas premisas e ideas fuerza que guiaron de
modo consecuente todo el proceso del diseño e
implementación de la política. Por ejemplo, no
gastar más de lo que se tenía, lo cual indujo no
sólo a medidas extremas por el lado de recortar los
gastos - congelamiento salarial, eliminación de
subvenciones-, sino también a medidas fuertes por
el lado de los ingreso –el incremento de los
precios de la gasolina. La aplicación de estas
medidas también se guió por este mismo precepto
de modo estricto. También señala Cariaga la
credibilidad nacida de las acciones del gobierno,
en particular de su voluntad y capacidad política
de aplicar el programa. Un papel significativo
también jugaron las alianzas políticas (Pacto por la
Democracia), el apoyo parlamentario y, en general,
el consenso nacional. Además la opción por
políticas de shock antes que graduales y la
decisión de combinar lo coyuntural con lo
"estructural", es decir, con la introducción de los
fundamentos de la economía de mercado,
constituyeron otras predefiniciones destacables.
Last but not least también habría jugado un papel
destacable el mismo Maquiavelo, a quien el
presidente Paz habría recordado con la sentencia
que las buenas noticias hay que darlas "de a
poco", las malas "de una sola vez".

Dentro del conjunto de las acciones emprendidas


destacan también la disposición a efectuar
continuas negociaciones, tanto internas como
internacionales, con el fin de facilitar un contexto
cada vez más amplio de apoyo a las medidas
adoptadas, lo cual aseguraría su viabilidad. Un
resultado importante de este enfoque fue la
creación de instrumentos específicos para hacer
viable el ajuste socialmente con la creación del
FSE (Fondo Social de Emergencia) y su institución
sucesora, el FIS (Fondo de Inversión Social).

Todos estos cuidados y consideraciones muestran


la importancia de una planificación meticulosa de
la política, además de la necesidad que el equipo
encargado del diseño e implementación de la
política se halle profundamente imbuido de los
distintos aspectos y dimensiones relacionados con
las medidas a tomarse.
g) Los resultados y la evaluación: En general el
impacto de las medidas aplicadas sobre la
inflación, la tasa de devaluación de la moneda y
otros indicadores es abrupta. Se detiene la
inflación muy rápidamente; se controla el tipo de
cambio que ya a partir de 1987 mantiene el ritmo
de la inflación; se logra controlar el déficit fiscal y
la emisión inorgánica de dinero; se inicia la
recuperación del sector de hidrocarburos y se
consigue bajar significativamente las tasas
internas de interés. Paralelamente se retoman
negociaciones con los acreedores externos y se
consigue nuevo apoyo de los organismos
internacionales. Además se limitan las funciones
interventoras del Estado y se da plena vigencia a
las leyes del mercado en la formación de precios.
De este modo, ya a dos años de aplicadas las
medidas, se logra retornar a la senda del
crecimiento, aunque con cifras más bien modestas
(ver Cuadro 2). Otros aspectos sin embargo
muestran claramente que no todos los resultados
fueron satisfactorios. Así, el desempleo continuo
creciendo, el salario mínimo real continuo cayendo
abruptamente, a la par que la producción agrícola
sufría un fuerte impacto derivado de la apertura
externa de la economía. Las exportaciones
continuaron en niveles muy bajos, aunque en
circunstancias en que se producía un proceso de
recomposición de su estructura, pasando de
minerales e hidrocarburos a una canasta de bienes
más amplia, que incluía diversos productos "no
tradicionales" (soya, maderas procesadas, oro,
etc.), pese a lo cual no se consigue modificar
sustancialmente el carácter de exportador de
materias primas que ostenta el país.

CUADRO 2
FIN DE LA CRISIS DE HIPERINFLACIÓN EN
BOLIVIA
INDICADORES SELECCIONADOS
(variaciones porcentuales anuales)
Indicadores 1985 1987
Déficit fiscal (1) - 12.7 - 7.5
Crecimiento PIB real - 2.9 2.4
Precios al consumidor 8170 10.6
Producción minera e hidrocarburos - 12.6 - 1.9
Producción agrícola 9.1 - 0.2
Desempleo (2) 18.020.5
Salario mínimo (3) 45 35
Spread bancario (4) 121 20.2
1. Como % en relación al PIB 2. Respecto a la PEA
3. Índice del salario real mínimo, donde 1982 = 100
4. Diferencia promedio entre tasas activas y
pasivas en el sistema bancario, a fin de los años
indicados en%. FUENTE: IMF, Bolivia – Recent
Economic Development, 1988. Elaboración propia.
Pese al enorme costo social que trajo consigo la
NPE, como puede apreciarse en algunos
indicadores seleccionados incluidos en el Cuadro
2, su implementación puede juzgarse como exitosa
en lo relativo a los aspectos de corto plazo o
coyunturales, mientras que las causas básicas o
fundamentales del atraso y subdesarrollo boliviano
no han sido más que tangencialmente removidas.

En general puede apreciarse que la excesiva


confianza que pusieron de manifiesto los gestores
de la NPE en las virtudes de las fuerzas del
mercado como asignador de recursos y
desencadenador del desarrollo, no sólo era
inapropiada para la experiencia misma del país con
la economía de mercado, sino que además
revelaba un gran desconocimiento de las trabas
estructurales que caracterizan al país, en especial,
la incapacidad congénita de la economía nacional
de producir un excedente económico capaz de ser
reinvertido, reinyectado y endogeneizado,
generando de este modo nuevas y crecientes
oportunidades de empleo, producción e ingresos,
y abriendo nuevas posibilidades de diversificar las
exportaciones y elevar constantemente el ingreso
real per cápita de la población.
Si bien la implantación de las libres fuerzas del
mercado contribuyó a generar una estructura
relativamente transparente de precios, que reflejan
en alguna medida las relaciones de escasez y
abundancia que existen en la economía, ello no ha
conducido automáticamente, ni al cabo de tres
lustros, a producir incentivos significativos ni a
dinamizar el aparato productivo y alcanzar niveles
más altos y estables de crecimiento económico.
Por otro lado, aunque es cierto que con la puesta
en vigencia de las libres fuerzas del mercado se
logra eliminar la arbitrariedad estatal en la
definición de los precios, ello no consigue poner
punto final al abuso en la fijación de precios. La
realidad nos muestra que los precios son fijados
por nuevos monopolios en los sectores de
hidrocarburos, minería, energía, transportes y
telecomunicaciones, herederos a su vez de los
monopolios que antaño se reservaba el Estado
para asegurar su propia subsistencia, y que las
inversiones son intensivas en capital y
predominantemente de origen externo, es decir,
escasamente creadoras de empleo y altamente
remisoras de utilidades al exterior. A ello se agrega
que la implantación de la economía libre de
mercado no ha permitido mejorar
significativamente el ritmo de incorporación de
innovaciones tecnológicas, tampoco aumentar la
capa de empresarios innovadores y arriesgados, ni
mejorar la capacidad de los ciudadanos de
adaptarse a condiciones cambiantes, ni preparar
mejor al país para hacer frente a los embates de la
globalización.

Dado el carácter estructuralmente deficitario de la


economía boliviana, da la impresión que sus
operadores se han especializado en cubrir sus
múltiples déficits acudiendo a una diversidad de
medidas que comprenden ayudas, créditos,
recompras de la deuda, devaluaciones,
condonaciones y otros que permiten mantener a
flote la estabilidad de la economía, pero también
tienden a consolidar la pobreza. Ello es producto a
su vez de viejas e inveteradas prácticas, como ser
la renuencia a afrontar los problemas estructurales
de la economía y la orientación a una economía de
supervivencia, en vez de orientarse a una de
producción, de acumulación (ampliada, que no
comienza una y otra vez desde el principio!), de
creación de oportunidades y de distribución18.
En síntesis, el modelo de economía de mercado ha
tendido a exacerbar nuestras debilidades
estructurales, al punto que una década y media
después de iniciado el proceso de transición a la
economía de mercado, no es posible percibir
claras mejoras en nuestros indicadores de
inversiones, ingresos, exportaciones y otros
respecto de los registrados a principios de los
años ochenta, esto es, antes del período de
hiperinflación y estancamiento pleno.

4. CONCLUSIONES

La NPE fue la resultante de la interacción dinámica


de una multiplicidad de fuerzas y actores sociales,
donde el consenso social ampliamente
generalizado y un manejo cuidadoso de aspectos
centrales de la coyuntura, fueron probablemente
los aspectos cruciales para un desemboque
relativamente exitoso de la política. También la
conciencia de preservar determinados logros- la
democracia- y el convencimiento que la situación
aún podía agravarse mucho más, fueron otros
elementos que le dieron su sello y su característica
al proceso.
Más allá de ello, puede apreciarse que la NPE
significó la implantación de un sistema exitoso
para hacer frente a los distintos desbalances,
déficits y desajustes macroeconómicos, en
especial a aquellos derivados de la administración
de los recursos estatales, pero que un sistema
similar no ha podido ser implantar para promover
el desarrollo económico, cambiar el patrón de
crecimiento y acumulación, modificar
sustancialmente las condiciones de la inserción de
la economía boliviana en la economía mundial,
promover las exportaciones, desarrollar políticas
propias en los ámbitos referidos a investigación y
desarrollo tecnológico, capacitación de la fuerza
de trabajo, etc.

Pese a que los gestores de la política de


estabilización se han referido reiteradamente al
"cambio estructural" cuando se refieren a la
introducción de los fundamentos de la economía
de mercado, no se aprecia que dichos cambios
hubieran conseguido modificar aspectos
estructurales fundamentales, tales como la matriz
de producción o el perfil exportador, o logrado
elevar significativamente los niveles de ahorro o de
exportación, por lo que la economía boliviana
continua al presente transitando por la senda de su
carácter eminentemente deficitario, según
caracterización del economista Armando Méndez.
Si bien el DS 21060 pone de manifiesto la intención
de atacar los problemas económicos en sus
mismas raíces, queda la impresión al cabo de 15
años de aplicación y vigencia de la NPE que las
intenciones eran desproporcionadas en relación a
los medios utilizados o que el convencimiento de
los propiciadores y ejecutores de la NPE acerca de
las bondades de las fuerzas del mercado para
hacer frente a la problemática económica del país
eran desmedidas y que dichas fuerzas hasta el
presente no han conseguido inducir el desarrollo
de las fuerzas productivas nacionales.

NOTAS

1 Tomado de cuento publicado en agosto de 1983


por uno de los autores de la NEP. Ver: J. Cariaga,
Estabilización y Desarrollo. La Paz: FCE/Los
Amigos del Libro, 1996, apéndice I.
2 Ver World Bank, Bolivia. Updating Economic
Memorandum. Junio 1988, p. 11.
3 Ver Franco Huertas, El Método PES -
Planificación Estratégica Situacional. La Paz:
CEREB/Altadir, 1996; GTZ, Zielorientierte
Projektplannung. Frankfurt, 1992

4 C. Matus señala que el diagnóstico es “la


explicación coherente de nadie” debido a que no
toma en cuenta los puntos de vista de los diversos
actores involucrados. Ver, F. Huertas, op cit., p. 34.

5 Ver Th. J. Lowi, “Políticas públicas, estudios de


caso y teoría política”, en: Luis F. Aguilar, La
Hechura de las Políticas. México, 1997, pp. 89 –
117.

6 Ver Carlos-Rodrigo Zapata, Entwicklungsländer


im Weltmarkt: Markt als Sprengsatz?. Conferencia.
Soziales Seminar - Katholische Akademie Trier,
Tréveris, Alemania, 1991, p. 14.
7 Ver Walter Eucken, Grundsätze der
Wirtschaftspolitik. München: Rowohlts deutsche
Enzyklopädie, 1965, pp. 160 –176. Los principios
constitutivos que menciona Eucken son:
formación libre de precios, primacía de la política
monetaria, apertura de los mercados, propiedad
privada, libertad de contratación, responsabilidad
contractual, constancia de la política económica y
aplicación conjunta de los principios citados.

8 Ver World Bank, op. cit., p. 8-11; O. Antezana, op


cit., p. 251.

9 Véase Gaceta Oficial de Bolivia. D.S. 21060 de 29


de agosto de 1985. La Paz, 1985, p. 10

10 Ver los trabajos de O. Antezana, J. Cariaga, S.


Doria Medina, G. Loza, M. Kiguel y M. Kremplin al
respecto (incluidos en la sección bibliográfíca al
final del trabajo). También ver nota 1.

11 Ver J. Cariaga, op. cit.

12 Ver J. Cariaga, op. cit,; también en O. Antezana,


op. cit., se aprecia ese enfoque.
13 Sobre las características estructurales de la
economía boliviana, puede consultarse el estudio
de C. Machicado, Apuntes sobre la economía
boliviana. (s.l.):Banco de Crédito de Oruro, (s.f.), en
especial, Sexta Parte, El modelo vigente de
acumulación de capital, pp. 175 – 186.;ver también
A, Nuñez del Prado, “Economías de viabilidad
difícil: una opción a examinar”, en C. Toranzo
(coord), Bolivia hacia el año 2000. Caracas: Nueva
Sociedad, 1989.

14 Ver J. Cariaga, op cit. p. 25.

15 Ver Frediani, R., Desregulación y Privatización


de Empresas Públicas en Bolivia. Buenos Aires:
CIEDLA/Fundación K. Adenauer, 1990, pp. 31 – 34.
16 Ver J. Cariaga, op. cit., p. 167, las
“disposiciones que todos suponían eran
impracticables de ejecutar”.

17 J. Cariaga, op. cit., uno de los integrantes del


grupo que elaboró el DS 21060, ha relatado los
trasfondos de este proceso
18 Ver, Jürgen Schuldt, “La paradoja de la
abundancia de recursos naturales y el
subdesarrollo: El mito contemporáneo del Rey
Midas”. Ponencia presentada al Seminario Algunos
Problemas Contemporáneos del Desarrollo,
patrocinado por el Instituto de Estudios Peruanos
y el Goethe Institute, Lima, 28-29 de enero de 1998,
quién recuerda que las rentas diferenciales que
generan las materias primas “subsisten aun
cuando no se reinviertan permanentemente las
ganancias generadas”, situación que tiende a
generar un significativo rezago económico.

BIBLIOGRAFÍA

§ Antezana, O., Análisis de la Nueva Política


Económica. La Paz: Los Amigos del Libro, 1988
§ Cariaga, J.L., Estabilización y Desarrollo. La Paz:
FCE/Los Amigos del Libro, 1996
§ CIPCA, Por una Bolivia diferente. Cuadernos de
investigación 34. La Paz: CIPCA, 1991
§ Doria Medina, S., 1987 – La quimera de la
reactivación. La Paz: Edobol, 1987
§ Eucken, W., Grundsätze der Wirtschaftspolitik.
München: Rowohlts deutsche Enzyklopädie, 1965
§ Frediani, R., Desregulación y Privatización de
Empresas Públicas en Bolivia. Buenos Aires:
CIEDLA/Fundación K. Adenauer, 1990
§ Gaceta Oficial de Bolivia. D.S. 21060 de 29 de
agosto de 1985. La Paz, 1985
§ GTZ, Zielorientierte Projektplannung. Frankfurt,
1992
§ H. Cámara de Diputados, Estadísticas
Económicas 1990. La Paz: Müller & Asociados,
1990
§ H. Senado Nacional, Reformas a la Constitución
Política del Estado. Seminario Nacional. La Paz,
1993
§ Huertas, F., El Método PES - Planificación
Estratégica Situacional. La Paz: CEREB/Altadir,
1996
§ ILDIS, Descentralización y privatización. La Paz:
ILDIS, 1991
§ ILDIS/FLACSO, Crisis del sindicalismo en
Bolivia. La Paz, 1987
§ ILDIS et. al., Bolivia en el año 2010. La Paz, 1986
§ IMF, Bolivia. Recent Economic Developments.
Julio 1988.
§ Kiguel, M.A. y Nissan Leviatan, "Inflationary
Regidities and orthodox Stabilization Policies:
Lessons from Latin America", en The World Bank
Economic Review. Vol 2, Number 3. Washington,
1988
§ Kremplin, M., Krise als Chance?. Neoliberale
Wirtschaftspolitik und Gewerksschafts-bewegung
in Bolivien. Institut für Iberoamerika-Kunde.
Hamburg, 1990
§ Lowi, Th. J. "Políticas públicas, estudios de caso
y teoría política", en Luis F. Aguilar, La Hechura de
las Políticas. México, 1997
§ Loza, G., Crisis, estabilización y Proyecto
Nacional. La Paz: Los Amigos del Libro, 1988
§ Machicado, C. Apuntes sobre la economía
boliviana. (s.l.):Banco de Crédito de Oruro, (s.f.)
§ Schuldt, J., "La paradoja de la abundancia de
recursos naturales y el subdesarrollo: El mito
contemporáneo del Rey Midas". Ponencia
presentada al Seminario: Algunos Problemas
Contemporáneos del Desarrollo, patrocinado por el
Instituto de Estudios Peruanos y el Goethe
Institute, Lima, 28-29 de enero de 1998
§ Toranzo, C. (coord.), Bolivia hacia el 2000.
Desafíos y opciones. Caracas: ILDIS/Nueva
Sociedad, 1989
§ World Bank, Bolivia. Updating Economic
Memorandum. Junio 1988
§ Zapata, Carlos-Rodrigo, Entwicklungsländer im
Weltmarkt: Markt als Sprengsatz?. Conferencia.
Soziales Seminar - Katholische Akademie Trier,
Tréveris, Alemania, marzo, 1991.
[Trabajo elaborado en 1999 en el marco de la
Maestría de Desarrollo Local y Gestión Pública de
CEBEM/FLACSO y publicado originalmente en:
LA "NUEVA
http://www.cebem.org

POLITICA ECONÓMICA":
INTRODUCCIÓN DEL
NEOLIBERALISMO EN BOLIVIA
Carlos Rodrigo Zapata C.

"Por el momento .... todo lo que os puedo


aconsejar es hacer lo posible para reducir los
gastos o aumentar los ingresos. De otra manera
el ministro del Tesoro tendrá que seguir
imprimiendo billetes, que no harán otra cosa
que hacer subir los precios de los bienes ....".
Segismundo 1

1. ANTECEDENTES
Durante la primera mitad de los años ochenta,
Bolivia se vio enfrentada a una de las crisis más
severas de su historia: la hiperinflación y un
pronunciado receso económico generalizado.
Las causas inmediatas de dicho descalabro
económico se encontraban principalmente en
graves desequilibrios internos, ocasionados por
un pronunciado déficit fiscal y un manejo
macroeconómico inadecuado, como también en
acentuados desequilibrios externos, ocasionados
por una crisis de endeudamiento estatal
externo, así como también por una pronunciada
caída de los ingresos por exportaciones. Entre
estas causas también deben mencionarse la
multiplicación abrupta de las demandas de la
sociedad civil, que afloraban con fuerza después
del largo interregno de los gobiernos de facto,
así como la debilidad y vulnerabilidad del nuevo
gobierno democrático de H. Siles Zuazo, que
encabezaba una coalición de numerosos
partidos, pero no contaba con mayoría
parlamentaria.

Las causas mediatas de la hiperinflación se


encuentran más bien en el fomento unilateral
durante décadas de una economía de enclave
minera, ampliamente desconectada del resto de
la economía nacional, y en el creciente papel del
Estado intervencionista, burocrático, empresario
y empleador, situación que convertía a la
economía nacional en una suerte de empresa de
un sólo actor, reduciendo a los demás actores
sociales al papel de meros agentes económicos
quasi-estatales o de activos participantes en la
lucha política por el control del poder estatal.

A partir de estos aspectos puede apreciarse que


la hiperinflación en Bolivia fue la expresión
culmine de múltiples desordenes y
desequilibrios en la sociedad y economía
bolivianas acumulados a lo largo de su historia,
producto a su vez de acentuadas deficiencias
estructurales derivadas de siglos de
colonización, dependencia y expoliación de los
recursos humanos y naturales del país.

En el ambiente de caos y zozobra generalizada,


se hacía perentorio plantear respuestas
inmediatas a la crisis económica. Entre los
aspectos que más contribuyeron a enfrentarla,
se encuentran la democracia recién recuperada
y la creación de múltiples consensos en distintos
planos de la sociedad boliviana en torno a la
necesidad urgente de solucionar la crisis,
consensos que en buena parte eran producto de
la magnitud misma de la crisis. En el plano de la
sociedad política surgieron acuerdos y pactos
que facilitaron la toma de decisiones y la
aplicación de las medidas para hacer frente a la
hiperinflación que llegó a sobrepasar la tasa de
23.000 % entre septiembre de 1984 y
septiembre de 19852, con lo que se constituyó
en uno de los procesos hiperinflacionarios más
altos en la historia económica mundial. En el
plano de la sociedad civil también existía el
convencimiento unánime que la tarea más
importante a asumir de inmediato consistía en
hacer frente a la crisis.

Los antecedentes referidos tienen por objeto


presentar los principales rasgos de la situación
económica y social prevaleciente en Bolivia a
mediados de 1985, sobre la que tuvo que
intervenirse con una política pública, la misma
que en sus lineamientos básicos sigue vigente
hasta el presente.

El objetivo del presente trabajo radica en


efectuar una reconstrucción sucinta y razonada
de la política de estabilización macroeconómica
aplicada en Bolivia en 1985, llamada Nueva
Política Económica, tomando como referencia
diversas pautas y directrices elaboradas en la
Teoría de la Política Pública para el diseño e
implementación de políticas.

2. MARCO TEÓRICO REFERENCIAL DE LAS


POLÍTICAS PÚBLICAS

El estudio de las políticas públicas destaca la


conveniencia de estructurar adecuadamente los
procesos de diseño, implementación y
evaluación de dichas políticas, a fin de
considerar los aspectos relevantes en cada caso,
así como una multiplicidad de aspectos,
variables y condiciones que deben tomarse en
cuenta en dichos procesos.

La noción de políticas públicas alude tanto a un


campo de actividad, como a un propósito a
realizar o un medio para alcanzar determinados
fines. De modo más general se entiende por
políticas públicas la aplicación, por parte de
instancias públicas reconocidas, de un conjunto
de acciones con la expresa finalidad de
intervenir sobre la realidad en la perspectiva de
producir en ella determinados resultados
esperados.

En el marco de la reflexión teórica sobre las


políticas públicas y considerando también otros
esquemas de ordenamiento de intervenciones,
tales como el Marco Lógico y el método PES
aplicados a la formulación de políticas públicas3,
se han destacado algunos aspectos generales a
fin de efectuar la reconstrucción de una política
pública. Entre dichos aspectos deben señalarse
los siguientes:

Identificación del problema: Se refiere


básicamente a la identificación de la situación
que debe corregirse o modificarse, antes que a
elaborarse un diagnóstico4. Dado que no existen
problemas sin actores específicos, puede
también decirse que los problemas no existen
con independencia de dichos actores. De ahí
que en la definición misma del problema juega
un rol fundamental el juicio mismo de los
actores participantes. La definición del problema
debe estar enmarcado en el conjunto de la
problemática de la que emerge –
el macroproblema en la jerga del PES-, lo cual
supone identificar las causas y efectos
relacionados ("árbol de problemas").

El análisis de prospectiva: Consiste en examinar


las evoluciones posibles de la situación existente
o de la problemática identificada. Este análisis
es importante tanto para identificar lo que
puede suceder, como para identificar los
posibles escenarios sobre los que se justificaría
una intervención. Se trata de establecer sobre
qué enfoque de futuro debe trabajarse.

Definición de objetivos y alternativas: La tarea


consiste en convertir los problemas identificados
en objetivos y, a partir de ello y en
consideración del análisis de prospectiva,
seleccionar el o los objetivos a considerar en las
acciones de intervención ("árbol de objetivos").
Esta tarea permite precisar aspectos tales como
las áreas, la amplitud y la prioridad de la
intervención.
La incorporación en la agenda pública: En base
a las tareas anteriores debe tomarse la decisión
de incorporar o no la problemática identificada
en las políticas públicas o de diseñar una política
específica para dicha finalidad. Esta es una
tarea fundamental, ya que su alcance puede
afectar una fracción significativa de las acciones
de las instancias públicas comprometidas.

La toma de decisiones: De acuerdo a las


características de la problemática a tratar, las
decisiones pueden ser distributivas, regulativas,
redistributivas o institucionales5. Deben
considerarse las limitaciones de recursos a
disposición y los actores envueltos, así como
factores de incertidumbre en el proceso de
decisiones.

La implementación de la política: Deben


considerarse las estrategias que faciliten la
implementación, la cantidad de participantes en
el proceso como factor de probabilidad de éxito
y verificarse diversos factores que pueden
afectar la implementación misma, como ser la
existencia de objetivos, los recursos disponibles
y los mecanismos de control establecidos.

Los resultados y la evaluación: Se trata de


establecer del modo más objetivo posible los
indicadores que permitan medir el resultado
alcanzado en la aplicación de la política, así
como otros efectos o impactos derivados de la
misma. Dichos indicadores deben a su vez
permitir una comparación entre los resultados
alcanzados y los esperados con la aplicación de
la política, a fin de definir eventuales
correcciones de rumbo o redefiniciones de la
misma.

Para los fines del presente trabajo y en base de


los aspectos señalados, se examinará la política
de estabilización macroeconómica, aplicada
mediante el Decreto Supremo (DS) 21060 del
29 de agosto de 1985 que inaugura la llamada
Nueva Política Económica (NPE) durante el
gobierno de V. Paz
Estenssoro.

3. LA POLÍTICA DE ESTABILIZACIÓN
MACROECONÓMICA

La característica fundamental de la política de


estabilización aplicada en Bolivia en agosto de
1985 se encuentra en la combinación de
medidas orientadas a enfrentar la crisis
hiperinflacionaria con la introducción de los
fundamentos de una economía competitiva de
mercado, situación que conduce a modificar
significativamente el patrón histórico de manejo
de la economía por parte del Estado y sus
organismos, dejando la fijación de precios en
manos de las fuerzas del mercado.

De esta manera, el DS 21060 decreta el


comienzo del fin del Estado del 52, esto es, el
Estado centralista, intervencionista, empleador
y empresario erigido como consecuencia de la
Revolución de 1952 (nacionalización de minas,
reforma agraria, voto universal, etc.), y traslada
la responsabilidad en la formación de los precios
al conjunto de la sociedad, a todos los agentes
económicos en los distintos sectores de la
economía. También libera a la sociedad de la
arbitrariedad estatal en la fijación de los precios
e incluso a las mismas instancias políticas de
tener que tomar decisiones impopulares, por lo
que no pocas veces dichas decisiones eran
postergadas de tal modo que su corrección
posterior ocasionaba traumáticas elevaciones de
precios6.

Una revisión rápida de los fundamentos de una


economía competitiva de mercado7 muestra que
con el DS 21060 se introduce la mayoría de
dichos fundamentos, no así los aspectos
relacionados con la "responsabilidad
contractual" y con lo que podemos llamar las
"reglas de control externo de la competencia"
(H. E. Lambert) que se refieren justamente a las
tareas que le corresponde asumir al Estado en
un ambiente de mercado, como ser elevar la
capacidad de funcionamiento de la
administración estatal, las entidades públicas y
la justicia, y asegurar la aplicación estricta de la
ley y el respeto a las disposiciones para la
protección de la propiedad y los derechos del
ciudadano. Estas medidas fueron parcialmente
aplicadas por los posteriores gobiernos y forman
parte de las reformas de primera y segunda
generación aplicadas en Bolivia en el marco del
llamado "Consenso de Washington" durante la
década de los años 90s.

Más allá de estas precisiones, el límite al


programa de ajustes y cambios iniciado con el
DS 21060 se manifestó muy pronto, en julio de
1987, cuando el DS 21660 de "reactivación
económica" no pudo dar los frutos esperados,
en parte por la limitada capacidad económica
del país que impedía atender simultáneamente
las exigencias del programa de estabilización y
proveer recursos para reactivar la economía8.

Si bien las medidas de estabilización logran su


propósito inmediato de eliminar el proceso
hiperinflacionario, obligan al Estado y a la
sociedad a manejarse en base a las reglas del
mercado e inician un proceso significativo de
reforma del Estado, dichas medidas no
consiguen enfrentar "los problemas en las raíces
mismas de la crisis" económica y social de
Bolivia, ni sentar "los fundamentos para
reiniciar, redefinir y encaminar el desarrollo
nacional liberador", tal cual era la intención
manifiesta en el preámbulo del DS 21060,
situación que hasta el presente continua
pendiente9.

A continuación se analizan los principales


aspectos de la política de estabilización aplicada
en 1985, siguiendo el esquema general
presentado en la sección anterior.

a) Identificación del problema: Es interesante


observar que ya años antes de la aplicación de
las medidas de estabilización existía bastante
claridad acerca de las características del
problema inmediato y sus causas, tal como
puede apreciarse en la literatura de esos años,
situación que contribuyó a delinear con cierta
anticipación las bases de la política a
aplicarse10. En la sección introductoria ya se
adelantaron los principales síntomas y causas
de la crisis (ver Cuadro 1).
CUADRO 1

CARACTERÍSTICAS DE LA CRISIS DE
HIPERINFLACIÓN EN BOLIVIA
INDICADORES SELECCIONADOS
(1970 – 1986)
Indicador 1970 1986
PIB per cápita (1) 21 (1980) 15
Minería (2) 16,7 4,3
Petróleo (2) 14,1 6,1
Adm. pública (2) 9,4 13,2
Déficit Fiscal (2) 6,7 (1981) 17,6 (1984)
Exportaciones (3) 949’ (1980) 546’
Deuda externa (3) 300 4700
Depósitos bancarios 1/10 en 1985 de los
depósitos en 1981
1. En miles de $b de 1980; 2. En % del PIB 3.
La cifra es en millones de dólares Fuente: J.
Cariaga, op cit.; O. Antezana , op cit. Elaboración
propia

Otras causas específicas que contribuyeron a


generar ese desequilibrio extremo son11:
 sequías e inundaciones
 caída en la producción minera y
petrolera;
 huelgas y paros (422 huelgas en
1984);
 déficit fiscal ocasionado tanto por la
administración pública, como por las
empresas del Estado (YPFB, Comibol);
 desintermediación financiera;
 desdolarización y moratoria de la
deuda externa (con acreedores
privados).

Más allá de dichas causas, en la literatura


relativa al DS 21060 ocasionalmente se hace
referencia a un "cambio estructural" que se
derivaría de la introducción de las reglas del
mercado en ámbitos anteriormente reservados
a una determinación estatal y dirigista de los
precios12. Por "cambio estructural" habría que
entender en todo caso, una modificación
sustancial en el patrón de acumulación, en
particular de las condiciones técnicas y sociales
requeridas para generar y retener
productivamente el excedente económico. Una
dimensión fundamental del cambio estructural
consiste en modificar la capacidad productiva
interna, situación que exige controlar y manejar
distintos procesos indispensables para impulsar
un proceso de reproducción ampliada del
capital. Dicha situación no puede alterarse
sustancialmente con la implantación de
mecanismos de mercado, debido a las
particularidades específicas de la economía
boliviana, caracterizada principalmente por la
heterogeneidad estructural, la dependencia
tecnológica, la coexistencia de diversos modos
de producción y, en suma, por las múltiples
dificultades de controlar internamente los
procesos de producción y cambio tecnológico13.

Por estas consideraciones, puede apreciarse que


el proceso de estabilización en parte también
fue posible gracias a la introducción simultánea
de las bases o fundamentos de la economía de
mercado, aspecto que representa un avance
significativo respecto del modo tradicional de
administración de precios que regía en Bolivia,
pero que ello no ha conseguido alterar la
estructura económica característica de un país
subdesarrollado, aspecto al que nos referiremos
más adelante con mayor énfasis.

b) El análisis de prospectiva: En la literatura es


posible encontrar referencias a distintas
proyecciones que se tomaron en cuenta a la
hora de precisar la magnitud de la crisis. Por
ejemplo se estimó que hasta fin de 1985 se
podría sobrepasar la inflación alemana de los
años 20 que llegó a la tasa anual de 100.000 %
(cien mil %)14.

También se formularon apreciaciones sobre la


profundización de la caída de la producción, las
exportaciones, el aumento del déficit fiscal y
otros indicadores. En general el cuadro del
comportamiento en el futuro inmediato de las
distintas variables consideradas se presentaba
como más preocupante, aunque no se conoce
estimaciones acerca de la evolución de dichas
variables en un escenario de hiperinflación.

Posiblemente tanto la magnitud de la crisis,


como el hecho que enfrentar cotidianamente la
hiperinflación demandaba un esfuerzo muy
grande por parte de la población, expliquen el
escaso interés manifestado en la literatura por
elaborar otras proyecciones y estimaciones para
caracterizar la evolución de la crisis y los
escenarios futuros.

c) Definición de objetivos y alternativas. Sin


lugar a dudas, el objetivo principal del DS
21060 fue la estabilidad monetaria, cambiaria y
de precios, aunque con dos planes, uno de corto
y otro de largo plazo. En el plan de corto plazo
la orientación era a la estabilización de la
economía, mientras que en el de largo plazo el
objetivo era reformar el Estado mediante la
desregulación, la privatización de empresas
públicas y reforma tributaria15.

Entre los objetivos de corto plazo se


encontraban reducir la tasa de inflación,
alcanzar una paridad cambiaria estable, reducir
el déficit fiscal, eliminar la intervención estatal
en la fijación de los precios de los factores y
dejar la formación de precios en manos del
mercado.

En la definición de los objetivos se consideraron


distintos aspectos, desde un enfoque
gradualista a uno de shock, además de
discutirse la aplicación de medidas que se
consideraba imposible incluir en un plan de
estabilización, tales como eliminar
subvenciones, congelar salarios, elevar los
precios de la gasolina y otros, medidas que
finalmente fueron incluidas como parte del
paquete de disposiciones16.

En general se puede apreciar que los gestores


de la NPE se propusieron objetivos muy
exigentes para la sociedad, pero la voluntad de
la población y otros aspectos del diseño e
implementación de la política, los hicieron
viables, como se verá más adelante.

d) La incorporación en la agenda pública. La


política se incorpora en la agenda pública a más
tardar en el curso de las elecciones adelantadas
de 1985, de modo que el nuevo gobierno inicia
su gestión con el compromiso de revertir la
situación, evitar que "Bolivia se nos muera". La
decisión de incorporarla se ve reforzada por los
múltiples consensos que surgieron en la
sociedad civil y política. Dado que en un
ambiente de hiperinflación todas las energías
están concentradas en lidiar con ese fenómeno,
su eliminación estaba en el centro mismo de las
preocupaciones del país, situación que exigió
acortar la legislatura presidencial en 1 año.

En el caso de la política de estabilización que


estamos analizando, puede advertirse que las
características de crisis y conmoción con que se
planteaba la problemática misma, así como el
amplio consenso que había ido cristalizando en
torno a los objetivos y acciones a ejecutar,
incorporaron la temática en la agenda pública
de modo automático. El país todo no podía
continuar realizando sus cotidianos asuntos en
un marco de tanta inestabilidad e
incertidumbre.

e) La toma de decisiones: Las medidas


adoptadas se incluyeron en una disposición
gubernamental, un decreto supremo, ya que el
mismo se limitaba a regular asuntos del mismo
"funcionamiento estatal", por lo que no se
consideró necesario usar un instrumento
superior, como es una ley.

Las medidas adoptadas tuvieron claramente dos


componentes: uno práctico, de impacto
inmediato, destinado a hacer frente a la
coyuntura, y otro orientado a regular las
prácticas y comportamientos del Estado en
adelante. Así, junto a la liberación del mercado
cambiario, se impuso un sistema de flotación
"sucia" controlado por el mecanismo del
"bolsín"; junto a la simplificación de la
estructura arancelaria, se impuso la libertad de
comercio y la apertura de mercados; junto a la
desregulación de los precios, la libre formación
de precios en el mercado; junto a ciertas
restricciones en las tasas de intereses, se
impuso también la libre formación de precios en
el mercado financiero, etc. En general se buscó
no sólo "liberar" al Estado de su tarea de
fijación de precios de todos los factores
productivos, sino que además se impuso el
mecanismo de mercado como el mecanismo de
asignación de recursos, lo cual implicó, entre
otros aspectos, no sólo el fin del Estado
intervencionista, sino también la introducción de
los fundamentos de la economía de mercado en
la economía boliviana.

f) La implementación de la política: En la
literatura se ha destacado reiteradamente el
hecho que las condiciones de credibilidad son
muy distintas en economías altamente
inflacionarias en comparación con lo que
acontece en un proceso hiperinflacionario.
Mientras que en el primer caso ya existe una
práctica institucionalizada para convivir con la
inflación alta, mediante una diversidad de
ajustes e indexaciones automáticas, en una
situación de hiperinflación ello ya no es posible,
por lo que habría una mayor disposición a
asumir los riesgos de los ajustes que sean
necesarios.

Otro aspecto destacado en la literatura se


refiere a la relación entre la magnitud del
cambio y el grado de consenso que es posible
alcanzar, deduciéndose a partir de ello una
"tipología" de políticas públicas (ver el Gráfico
adjunto). En el caso boliviano puede señalarse
sin temor a equívocos que la característica de la
NPE ha sido la de una política con un nivel
significativamente elevado de cambios, pero al
mismo tiempo con un alto grado de consenso,
situación considerada poco usual en la
literatura.
Otro aspecto que sin duda también ha jugado
un rol significativo en el proceso de diseño e
implementación de las medidas a aplicarse, fue
la reserva y sigilo con que el grupo operador
procedió a realizar su trabajo. En la literatura no
sólo se ha destacado la composición, el papel e
incluso la personalidad de cada uno de sus
integrantes, sino además la cautela y el secreto
con que el presidente de la República les habría
pedido que ejecuten su trabajo, al punto que no
podían producir más que un borrador para
evitar cualquier filtración hacia el exterior, todo
ello en un marco de limitación de recursos y de
tiempo17.

Esta cautela se entiende claramente desde el


momento en que las medidas a tomarse debían
modificar profundamente toda la estructura de
los precios relativos imperantes en la economía,
situación que se prestaba a toda una diversidad
de interferencias y manipulaciones, razón por la
que la credibilidad hacia todos los lados de la
sociedad dependía no sólo de las características
personales de cada miembro responsable del
diseño de la política, sino además del cuidado y
seriedad con que asuma su responsabilidad. Sin
duda, este aspecto jugó un rol importante a la
hora de asegurar la credibilidad de la población
en la política emprendida por el gobierno del
presidente Paz Estenssoro.

Juan Cariaga se ha referido específicamente


al cómo hacerlo y ha señalado algunos otros
elementos que acompañaron la aplicación del
programa de estabilización. Entre ellos destacan
algunas premisas e ideas fuerza que guiaron de
modo consecuente todo el proceso del diseño e
implementación de la política. Por ejemplo, no
gastar más de lo que se tenía, lo cual indujo no
sólo a medidas extremas por el lado de recortar
los gastos - congelamiento salarial, eliminación
de subvenciones-, sino también a medidas
fuertes por el lado de los ingreso –el incremento
de los precios de la gasolina. La aplicación de
estas medidas también se guió por este mismo
precepto de modo estricto. También señala
Cariaga la credibilidad nacida de las acciones del
gobierno, en particular de su voluntad y
capacidad política de aplicar el programa. Un
papel significativo también jugaron las alianzas
políticas (Pacto por la Democracia), el apoyo
parlamentario y, en general, el consenso
nacional. Además la opción por políticas de
shock antes que graduales y la decisión de
combinar lo coyuntural con lo "estructural", es
decir, con la introducción de los fundamentos de
la economía de mercado, constituyeron otras
predefiniciones destacables.Last but not
least también habría jugado un papel destacable
el mismo Maquiavelo, a quien el presidente Paz
habría recordado con la sentencia que las
buenas noticias hay que darlas "de a poco", las
malas "de una sola vez".

Dentro del conjunto de las acciones


emprendidas destacan también la disposición a
efectuar continuas negociaciones, tanto internas
como internacionales, con el fin de facilitar un
contexto cada vez más amplio de apoyo a las
medidas adoptadas, lo cual aseguraría su
viabilidad. Un resultado importante de este
enfoque fue la creación de instrumentos
específicos para hacer viable el ajuste
socialmente con la creación del FSE (Fondo
Social de Emergencia) y su institución sucesora,
el FIS (Fondo de Inversión Social).

Todos estos cuidados y consideraciones


muestran la importancia de una planificación
meticulosa de la política, además de la
necesidad que el equipo encargado del diseño e
implementación de la política se halle
profundamente imbuido de los distintos
aspectos y dimensiones relacionados con las
medidas a tomarse.

g) Los resultados y la evaluación: En general el


impacto de las medidas aplicadas sobre la
inflación, la tasa de devaluación de la moneda y
otros indicadores es abrupta. Se detiene la
inflación muy rápidamente; se controla el tipo
de cambio que ya a partir de 1987 mantiene el
ritmo de la inflación; se logra controlar el déficit
fiscal y la emisión inorgánica de dinero; se inicia
la recuperación del sector de hidrocarburos y se
consigue bajar significativamente las tasas
internas de interés. Paralelamente se retoman
negociaciones con los acreedores externos y se
consigue nuevo apoyo de los organismos
internacionales. Además se limitan las funciones
interventoras del Estado y se da plena vigencia
a las leyes del mercado en la formación de
precios. De este modo, ya a dos años de
aplicadas las medidas, se logra retornar a la
senda del crecimiento, aunque con cifras más
bien modestas (ver Cuadro 2). Otros aspectos
sin embargo muestran claramente que no todos
los resultados fueron satisfactorios. Así, el
desempleo continuo creciendo, el salario mínimo
real continuo cayendo abruptamente, a la par
que la producción agrícola sufría un fuerte
impacto derivado de la apertura externa de la
economía. Las exportaciones continuaron en
niveles muy bajos, aunque en circunstancias en
que se producía un proceso de recomposición de
su estructura, pasando de minerales e
hidrocarburos a una canasta de bienes más
amplia, que incluía diversos productos "no
tradicionales" (soya, maderas procesadas, oro,
etc.), pese a lo cual no se consigue modificar
sustancialmente el carácter de exportador de
materias primas que ostenta el país.

CUADRO 2
FIN DE LA CRISIS DE HIPERINFLACIÓN
EN BOLIVIA
INDICADORES SELECCIONADOS
(variaciones porcentuales anuales)
Indicadores 1985 1987
Déficit fiscal (1) - 12.7 - 7.5
Crecimiento PIB real - 2.9 2.4
Precios al 8170 10.6
consumidor
Producción minera e - 12.6 - 1.9
hidrocarburos
Producción agrícola 9.1 - 0.2
Desempleo (2) 18.0 20.5
Salario mínimo (3) 45 35
Spread bancario (4) 121 20.2
1. Como % en relación al PIB 2. Respecto a
la PEA 3. Índice del salario real mínimo,
donde 1982 = 100 4. Diferencia promedio
entre tasas activas y pasivas en el sistema
bancario, a fin de los años indicados
en%. FUENTE: IMF, Bolivia – Recent
Economic Development, 1988. Elaboración
propia.

Pese al enorme costo social que trajo consigo la


NPE, como puede apreciarse en algunos
indicadores seleccionados incluidos en el Cuadro
2, su implementación puede juzgarse como
exitosa en lo relativo a los aspectos de corto
plazo o coyunturales, mientras que las causas
básicas o fundamentales del atraso y
subdesarrollo boliviano no han sido más que
tangencialmente removidas.

En general puede apreciarse que la excesiva


confianza que pusieron de manifiesto los
gestores de la NPE en las virtudes de las fuerzas
del mercado como asignador de recursos y
desencadenador del desarrollo, no sólo era
inapropiada para la experiencia misma del país
con la economía de mercado, sino que además
revelaba un gran desconocimiento de las trabas
estructurales que caracterizan al país, en
especial, la incapacidad congénita de la
economía nacional de producir un excedente
económico capaz de ser reinvertido, reinyectado
y endogeneizado, generando de este modo
nuevas y crecientes oportunidades de empleo,
producción e ingresos, y abriendo nuevas
posibilidades de diversificar las exportaciones y
elevar constantemente el ingreso real per cápita
de la población.

Si bien la implantación de las libres fuerzas del


mercado contribuyó a generar una estructura
relativamente transparente de precios, que
reflejan en alguna medida las relaciones de
escasez y abundancia que existen en la
economía, ello no ha conducido
automáticamente, ni al cabo de tres lustros, a
producir incentivos significativos ni a dinamizar
el aparato productivo y alcanzar niveles más
altos y estables de crecimiento económico. Por
otro lado, aunque es cierto que con la puesta en
vigencia de las libres fuerzas del mercado se
logra eliminar la arbitrariedad estatal en la
definición de los precios, ello no consigue poner
punto final al abuso en la fijación de precios. La
realidad nos muestra que los precios son fijados
por nuevos monopolios en los sectores de
hidrocarburos, minería, energía, transportes y
telecomunicaciones, herederos a su vez de los
monopolios que antaño se reservaba el Estado
para asegurar su propia subsistencia, y que las
inversiones son intensivas en capital y
predominantemente de origen externo, es decir,
escasamente creadoras de empleo y altamente
remisoras de utilidades al exterior. A ello se
agrega que la implantación de la economía libre
de mercado no ha permitido mejorar
significativamente el ritmo de incorporación de
innovaciones tecnológicas, tampoco aumentar la
capa de empresarios innovadores y arriesgados,
ni mejorar la capacidad de los ciudadanos de
adaptarse a condiciones cambiantes, ni preparar
mejor al país para hacer frente a los embates
de la globalización.

Dado el carácter estructuralmente deficitario de


la economía boliviana, da la impresión que sus
operadores se han especializado en cubrir sus
múltiples déficits acudiendo a una diversidad de
medidas que comprenden ayudas, créditos,
recompras de la deuda, devaluaciones,
condonaciones y otros que permiten mantener a
flote la estabilidad de la economía, pero
también tienden a consolidar la pobreza. Ello es
producto a su vez de viejas e inveteradas
prácticas, como ser la renuencia a afrontar los
problemas estructurales de la economía y la
orientación a una economía de supervivencia,
en vez de orientarse a una de producción, de
acumulación (ampliada, que no comienza una y
otra vez desde el principio!), de creación de
oportunidades y de distribución18.

En síntesis, el modelo de economía de mercado


ha tendido a exacerbar nuestras debilidades
estructurales, al punto que una década y media
después de iniciado el proceso de transición a la
economía de mercado, no es posible percibir
claras mejoras en nuestros indicadores de
inversiones, ingresos, exportaciones y otros
respecto de los registrados a principios de los
años ochenta, esto es, antes del período de
hiperinflación y estancamiento pleno.

4. CONCLUSIONES

La NPE fue la resultante de la interacción


dinámica de una multiplicidad de fuerzas y
actores sociales, donde el consenso social
ampliamente generalizado y un manejo
cuidadoso de aspectos centrales de la
coyuntura, fueron probablemente los aspectos
cruciales para un desemboque relativamente
exitoso de la política. También la conciencia de
preservar determinados logros- la democracia-
y el convencimiento que la situación aún podía
agravarse mucho más, fueron otros elementos
que le dieron su sello y su característica al
proceso.

Más allá de ello, puede apreciarse que la NPE


significó la implantación de un sistema exitoso
para hacer frente a los distintos desbalances,
déficits y desajustes macroeconómicos, en
especial a aquellos derivados de la
administración de los recursos estatales, pero
que un sistema similar no ha podido ser
implantar para promover el desarrollo
económico, cambiar el patrón de crecimiento y
acumulación, modificar sustancialmente las
condiciones de la inserción de la economía
boliviana en la economía mundial, promover las
exportaciones, desarrollar políticas propias en
los ámbitos referidos a investigación y
desarrollo tecnológico, capacitación de la fuerza
de trabajo, etc.

Pese a que los gestores de la política de


estabilización se han referido reiteradamente al
"cambio estructural" cuando se refieren a la
introducción de los fundamentos de la economía
de mercado, no se aprecia que dichos cambios
hubieran conseguido modificar aspectos
estructurales fundamentales, tales como la
matriz de producción o el perfil exportador, o
logrado elevar significativamente los niveles de
ahorro o de exportación, por lo que la economía
boliviana continua al presente transitando por la
senda de su carácter eminentemente deficitario,
según caracterización del economista Armando
Méndez.

Si bien el DS 21060 pone de manifiesto la


intención de atacar los problemas económicos
en sus mismas raíces, queda la impresión al
cabo de 15 años de aplicación y vigencia de la
NPE que las intenciones eran desproporcionadas
en relación a los medios utilizados o que el
convencimiento de los propiciadores y
ejecutores de la NPE acerca de las bondades de
las fuerzas del mercado para hacer frente a la
problemática económica del país eran
desmedidas y que dichas fuerzas hasta el
presente no han conseguido inducir el desarrollo
de las fuerzas productivas nacionales.

NOTAS

1 Tomado de cuento publicado en agosto de 1983 por uno de los


autores de la NEP. Ver: J. Cariaga, Estabilización y Desarrollo. La
Paz: FCE/Los Amigos del Libro, 1996, apéndice I.
2 Ver World Bank, Bolivia. Updating Economic Memorandum. Junio
1988, p. 11.

3 Ver Franco Huertas, El Método PES - Planificación Estratégica


Situacional. La Paz: CEREB/Altadir, 1996; GTZ, Zielorientierte
Projektplannung. Frankfurt, 1992

4 C. Matus señala que el diagnóstico es “la explicación coherente


de nadie” debido a que no toma en cuenta los puntos de vista de los
diversos actores involucrados. Ver, F. Huertas, op cit., p. 34.

5 Ver Th. J. Lowi, “Políticas públicas, estudios de caso y teoría


política”, en: Luis F. Aguilar, La Hechura de las Políticas. México,
1997, pp. 89 – 117.

6 Ver Carlos-Rodrigo Zapata, Entwicklungsländer im Weltmarkt:


Markt als Sprengsatz?. Conferencia. Soziales Seminar - Katholische
Akademie Trier, Tréveris, Alemania, 1991, p. 14.

7 Ver Walter Eucken, Grundsätze der Wirtschaftspolitik. München:


Rowohlts deutsche Enzyklopädie, 1965, pp. 160 –176. Los principios
constitutivos que menciona Eucken son: formación libre de precios,
primacía de la política monetaria, apertura de los mercados,
propiedad privada, libertad de contratación, responsabilidad
contractual, constancia de la política económica y aplicación
conjunta de los principios citados.

8 Ver World Bank, op. cit., p. 8-11; O. Antezana, op cit., p. 251.

9 Véase Gaceta Oficial de Bolivia. D.S. 21060 de 29 de agosto de


1985. La Paz, 1985, p. 10

10 Ver los trabajos de O. Antezana, J. Cariaga, S. Doria Medina, G.


Loza, M. Kiguel y M. Kremplin al respecto (incluidos en la sección
bibliográfíca al final del trabajo). También ver nota 1.

11 Ver J. Cariaga, op. cit.

12 Ver J. Cariaga, op. cit,; también en O. Antezana, op. cit., se


aprecia ese enfoque.

13 Sobre las características estructurales de la economía


boliviana, puede consultarse el estudio de C. Machicado, Apuntes
sobre la economía boliviana. (s.l.):Banco de Crédito de Oruro, (s.f.),
en especial, Sexta Parte, El modelo vigente de acumulación de
capital, pp. 175 – 186.;ver también A, Nuñez del Prado, “Economías
de viabilidad difícil: una opción a examinar”, en C. Toranzo (coord),
Bolivia hacia el año 2000. Caracas: Nueva Sociedad, 1989.

14 Ver J. Cariaga, op cit. p. 25.

15 Ver Frediani, R., Desregulación y Privatización de Empresas


Públicas en Bolivia. Buenos Aires: CIEDLA/Fundación K. Adenauer,
1990, pp. 31 – 34.
16 Ver J. Cariaga, op. cit., p. 167, las “disposiciones que todos
suponían eran impracticables de ejecutar”.

17 J. Cariaga, op. cit., uno de los integrantes del grupo que elaboró
el DS 21060, ha relatado los trasfondos de este proceso

18 Ver, Jürgen Schuldt, “La paradoja de la abundancia de recursos


naturales y el subdesarrollo: El mito contemporáneo del Rey Midas”.
Ponencia presentada al Seminario Algunos Problemas
Contemporáneos del Desarrollo, patrocinado por el Instituto de
Estudios Peruanos y el Goethe Institute, Lima, 28-29 de enero de
1998, quién recuerda que las rentas diferenciales que generan las
materias primas “subsisten aun cuando no se reinviertan
permanentemente las ganancias generadas”, situación que tiende a
generar un significativo rezago económico.

BIBLIOGRAFÍA
§ Antezana, O., Análisis de la Nueva Política Económica. La Paz: Los
Amigos del Libro, 1988
§ Cariaga, J.L., Estabilización y Desarrollo. La Paz: FCE/Los Amigos
del Libro, 1996
§ CIPCA, Por una Bolivia diferente. Cuadernos de investigación 34. La
Paz: CIPCA, 1991
§ Doria Medina, S., 1987 – La quimera de la reactivación. La Paz:
Edobol, 1987
§ Eucken, W., Grundsätze der Wirtschaftspolitik. München: Rowohlts
deutsche Enzyklopädie, 1965
§ Frediani, R., Desregulación y Privatización de Empresas Públicas en
Bolivia. Buenos Aires: CIEDLA/Fundación K. Adenauer, 1990
§ Gaceta Oficial de Bolivia. D.S. 21060 de 29 de agosto de 1985. La Paz,
1985
§ GTZ, Zielorientierte Projektplannung. Frankfurt, 1992
§ H. Cámara de Diputados, Estadísticas Económicas 1990. La Paz:
Müller & Asociados, 1990
§ H. Senado Nacional, Reformas a la Constitución Política del Estado.
Seminario Nacional. La Paz, 1993
§ Huertas, F., El Método PES - Planificación Estratégica Situacional. La
Paz: CEREB/Altadir, 1996
§ ILDIS, Descentralización y privatización. La Paz: ILDIS, 1991
§ ILDIS/FLACSO, Crisis del sindicalismo en Bolivia. La Paz, 1987
§ ILDIS et. al., Bolivia en el año 2010. La Paz, 1986
§ IMF, Bolivia. Recent Economic Developments. Julio 1988.
§ Kiguel, M.A. y Nissan Leviatan, "Inflationary Regidities and orthodox
Stabilization Policies: Lessons from Latin America", en The World
Bank Economic Review. Vol 2, Number 3. Washington, 1988
§ Kremplin, M., Krise als Chance?. Neoliberale Wirtschaftspolitik und
Gewerksschafts-bewegung in Bolivien. Institut für Iberoamerika-
Kunde. Hamburg, 1990
§ Lowi, Th. J. "Políticas públicas, estudios de caso y teoría política", en
Luis F. Aguilar, La Hechura de las Políticas. México, 1997
§ Loza, G., Crisis, estabilización y Proyecto Nacional. La Paz: Los
Amigos del Libro, 1988
§ Machicado, C. Apuntes sobre la economía boliviana. (s.l.):Banco de
Crédito de Oruro, (s.f.)
§ Schuldt, J., "La paradoja de la abundancia de recursos naturales y el
subdesarrollo: El mito contemporáneo del Rey Midas". Ponencia
presentada al Seminario: Algunos Problemas Contemporáneos del
Desarrollo, patrocinado por el Instituto de Estudios Peruanos y el
Goethe Institute, Lima, 28-29 de enero de 1998
§ Toranzo, C. (coord.), Bolivia hacia el 2000. Desafíos y opciones.
Caracas: ILDIS/Nueva Sociedad, 1989
§ World Bank, Bolivia. Updating Economic Memorandum. Junio 1988
§ Zapata, Carlos-Rodrigo, Entwicklungsländer im Weltmarkt: Markt als
Sprengsatz?. Conferencia. Soziales Seminar - Katholische Akademie
Trier, Tréveris, Alemania, marzo, 1991.

[Trabajo elaborado en 1999 en el marco de la Maestría


de Desarrollo Local y Gestión Pública de
CEBEM/FLACSO y publicado originalmente
en: http://wwLA "NUEVA POLITICA ECONÓMICA":
INTRODUCCIÓN DEL NEOLIBERALISMO EN
BOLIVIA
Carlos Rodrigo Zapata C.
"Por el momento .... todo lo que os puedo aconsejar es
hacer lo posible para reducir los gastos o aumentar los
ingresos. De otra manera el ministro del Tesoro tendrá
que seguir imprimiendo billetes, que no harán otra
cosa que hacer subir los precios de los bienes ....".
Segismundo 1

1. ANTECEDENTES
Durante la primera mitad de los años ochenta, Bolivia
se vio enfrentada a una de las crisis más severas de
su historia: la hiperinflación y un pronunciado receso
económico generalizado.

Las causas inmediatas de dicho descalabro económico


se encontraban principalmente en graves
desequilibrios internos, ocasionados por un
pronunciado déficit fiscal y un manejo
macroeconómico inadecuado, como también en
acentuados desequilibrios externos, ocasionados por
una crisis de endeudamiento estatal externo, así como
también por una pronunciada caída de los ingresos por
exportaciones. Entre estas causas también deben
mencionarse la multiplicación abrupta de las
demandas de la sociedad civil, que afloraban con
fuerza después del largo interregno de los gobiernos
de facto, así como la debilidad y vulnerabilidad del
nuevo gobierno democrático de H. Siles Zuazo, que
encabezaba una coalición de numerosos partidos,
pero no contaba con mayoría parlamentaria.
Las causas mediatas de la hiperinflación se
encuentran más bien en el fomento unilateral durante
décadas de una economía de enclave minera,
ampliamente desconectada del resto de la economía
nacional, y en el creciente papel del Estado
intervencionista, burocrático, empresario y empleador,
situación que convertía a la economía nacional en una
suerte de empresa de un sólo actor, reduciendo a los
demás actores sociales al papel de meros agentes
económicos quasi-estatales o de activos participantes
en la lucha política por el control del poder estatal.

A partir de estos aspectos puede apreciarse que la


hiperinflación en Bolivia fue la expresión culmine de
múltiples desordenes y desequilibrios en la sociedad y
economía bolivianas acumulados a lo largo de su
historia, producto a su vez de acentuadas deficiencias
estructurales derivadas de siglos de colonización,
dependencia y expoliación de los recursos humanos y
naturales del país.

En el ambiente de caos y zozobra generalizada, se


hacía perentorio plantear respuestas inmediatas a la
crisis económica. Entre los aspectos que más
contribuyeron a enfrentarla, se encuentran la
democracia recién recuperada y la creación de
múltiples consensos en distintos planos de la sociedad
boliviana en torno a la necesidad urgente de solucionar
la crisis, consensos que en buena parte eran producto
de la magnitud misma de la crisis. En el plano de la
sociedad política surgieron acuerdos y pactos que
facilitaron la toma de decisiones y la aplicación de las
medidas para hacer frente a la hiperinflación que llegó
a sobrepasar la tasa de 23.000 % entre septiembre de
1984 y septiembre de 19852, con lo que se constituyó
en uno de los procesos hiperinflacionarios más altos
en la historia económica mundial. En el plano de la
sociedad civil también existía el convencimiento
unánime que la tarea más importante a asumir de
inmediato consistía en hacer frente a la crisis.

Los antecedentes referidos tienen por objeto presentar


los principales rasgos de la situación económica y
social prevaleciente en Bolivia a mediados de 1985,
sobre la que tuvo que intervenirse con una política
pública, la misma que en sus lineamientos básicos
sigue vigente hasta el presente.

El objetivo del presente trabajo radica en efectuar una


reconstrucción sucinta y razonada de la política de
estabilización macroeconómica aplicada en Bolivia en
1985, llamada Nueva Política Económica, tomando
como referencia diversas pautas y directrices
elaboradas en la Teoría de la Política Pública para el
diseño e implementación de políticas.

2. MARCO TEÓRICO REFERENCIAL DE LAS


POLÍTICAS PÚBLICAS

El estudio de las políticas públicas destaca la


conveniencia de estructurar adecuadamente los
procesos de diseño, implementación y evaluación de
dichas políticas, a fin de considerar los aspectos
relevantes en cada caso, así como una multiplicidad
de aspectos, variables y condiciones que deben
tomarse en cuenta en dichos procesos.

La noción de políticas públicas alude tanto a un campo


de actividad, como a un propósito a realizar o un
medio para alcanzar determinados fines. De modo
más general se entiende por políticas públicas la
aplicación, por parte de instancias públicas
reconocidas, de un conjunto de acciones con la
expresa finalidad de intervenir sobre la realidad en la
perspectiva de producir en ella determinados
resultados esperados.

En el marco de la reflexión teórica sobre las políticas


públicas y considerando también otros esquemas de
ordenamiento de intervenciones, tales como el Marco
Lógico y el método PES aplicados a la formulación de
políticas públicas3, se han destacado algunos
aspectos generales a fin de efectuar la reconstrucción
de una política pública. Entre dichos aspectos deben
señalarse los siguientes:

Identificación del problema: Se refiere básicamente a


la identificación de la situación que debe corregirse o
modificarse, antes que a elaborarse un diagnóstico4.
Dado que no existen problemas sin actores
específicos, puede también decirse que los problemas
no existen con independencia de dichos actores. De
ahí que en la definición misma del problema juega un
rol fundamental el juicio mismo de los actores
participantes. La definición del problema debe estar
enmarcado en el conjunto de la problemática de la que
emerge –el macroproblema en la jerga del PES-, lo
cual supone identificar las causas y efectos
relacionados ("árbol de problemas").

El análisis de prospectiva: Consiste en examinar las


evoluciones posibles de la situación existente o de la
problemática identificada. Este análisis es importante
tanto para identificar lo que puede suceder, como para
identificar los posibles escenarios sobre los que se
justificaría una intervención. Se trata de establecer
sobre qué enfoque de futuro debe trabajarse.

Definición de objetivos y alternativas: La tarea consiste


en convertir los problemas identificados en objetivos y,
a partir de ello y en consideración del análisis de
prospectiva, seleccionar el o los objetivos a considerar
en las acciones de intervención ("árbol de objetivos").
Esta tarea permite precisar aspectos tales como las
áreas, la amplitud y la prioridad de la intervención.

La incorporación en la agenda pública: En base a las


tareas anteriores debe tomarse la decisión de
incorporar o no la problemática identificada en las
políticas públicas o de diseñar una política específica
para dicha finalidad. Esta es una tarea fundamental, ya
que su alcance puede afectar una fracción significativa
de las acciones de las instancias públicas
comprometidas.
La toma de decisiones: De acuerdo a las
características de la problemática a tratar, las
decisiones pueden ser distributivas, regulativas,
redistributivas o institucionales5. Deben considerarse
las limitaciones de recursos a disposición y los actores
envueltos, así como factores de incertidumbre en el
proceso de decisiones.

La implementación de la política: Deben considerarse


las estrategias que faciliten la implementación, la
cantidad de participantes en el proceso como factor de
probabilidad de éxito y verificarse diversos factores
que pueden afectar la implementación misma, como
ser la existencia de objetivos, los recursos disponibles
y los mecanismos de control establecidos.

Los resultados y la evaluación: Se trata de establecer


del modo más objetivo posible los indicadores que
permitan medir el resultado alcanzado en la aplicación
de la política, así como otros efectos o impactos
derivados de la misma. Dichos indicadores deben a su
vez permitir una comparación entre los resultados
alcanzados y los esperados con la aplicación de la
política, a fin de definir eventuales correcciones de
rumbo o redefiniciones de la misma.

Para los fines del presente trabajo y en base de los


aspectos señalados, se examinará la política de
estabilización macroeconómica, aplicada mediante el
Decreto Supremo (DS) 21060 del 29 de agosto de
1985 que inaugura la llamada Nueva Política
Económica (NPE) durante el gobierno de V. Paz
Estenssoro.

3. LA POLÍTICA DE ESTABILIZACIÓN
MACROECONÓMICA

La característica fundamental de la política de


estabilización aplicada en Bolivia en agosto de 1985 se
encuentra en la combinación de medidas orientadas a
enfrentar la crisis hiperinflacionaria con la introducción
de los fundamentos de una economía competitiva de
mercado, situación que conduce a modificar
significativamente el patrón histórico de manejo de la
economía por parte del Estado y sus organismos,
dejando la fijación de precios en manos de las fuerzas
del mercado.

De esta manera, el DS 21060 decreta el comienzo del


fin del Estado del 52, esto es, el Estado centralista,
intervencionista, empleador y empresario erigido como
consecuencia de la Revolución de 1952
(nacionalización de minas, reforma agraria, voto
universal, etc.), y traslada la responsabilidad en la
formación de los precios al conjunto de la sociedad, a
todos los agentes económicos en los distintos sectores
de la economía. También libera a la sociedad de la
arbitrariedad estatal en la fijación de los precios e
incluso a las mismas instancias políticas de tener que
tomar decisiones impopulares, por lo que no pocas
veces dichas decisiones eran postergadas de tal modo
que su corrección posterior ocasionaba traumáticas
elevaciones de precios6.

Una revisión rápida de los fundamentos de una


economía competitiva de mercado7 muestra que con
el DS 21060 se introduce la mayoría de dichos
fundamentos, no así los aspectos relacionados con la
"responsabilidad contractual" y con lo que podemos
llamar las "reglas de control externo de la
competencia" (H. E. Lambert) que se refieren
justamente a las tareas que le corresponde asumir al
Estado en un ambiente de mercado, como ser elevar
la capacidad de funcionamiento de la administración
estatal, las entidades públicas y la justicia, y asegurar
la aplicación estricta de la ley y el respeto a las
disposiciones para la protección de la propiedad y los
derechos del ciudadano. Estas medidas fueron
parcialmente aplicadas por los posteriores gobiernos y
forman parte de las reformas de primera y segunda
generación aplicadas en Bolivia en el marco del
llamado "Consenso de Washington" durante la década
de los años 90s.

Más allá de estas precisiones, el límite al programa de


ajustes y cambios iniciado con el DS 21060 se
manifestó muy pronto, en julio de 1987, cuando el DS
21660 de "reactivación económica" no pudo dar los
frutos esperados, en parte por la limitada capacidad
económica del país que impedía atender
simultáneamente las exigencias del programa de
estabilización y proveer recursos para reactivar la
economía8.

Si bien las medidas de estabilización logran su


propósito inmediato de eliminar el proceso
hiperinflacionario, obligan al Estado y a la sociedad a
manejarse en base a las reglas del mercado e inician
un proceso significativo de reforma del Estado, dichas
medidas no consiguen enfrentar "los problemas en las
raíces mismas de la crisis" económica y social de
Bolivia, ni sentar "los fundamentos para reiniciar,
redefinir y encaminar el desarrollo nacional liberador",
tal cual era la intención manifiesta en el preámbulo del
DS 21060, situación que hasta el presente continua
pendiente9.

A continuación se analizan los principales aspectos de


la política de estabilización aplicada en 1985,
siguiendo el esquema general presentado en la
sección anterior.

a) Identificación del problema: Es interesante observar


que ya años antes de la aplicación de las medidas de
estabilización existía bastante claridad acerca de las
características del problema inmediato y sus causas,
tal como puede apreciarse en la literatura de esos
años, situación que contribuyó a delinear con cierta
anticipación las bases de la política a aplicarse10. En
la sección introductoria ya se adelantaron los
principales síntomas y causas de la crisis (ver Cuadro
1).
CUADRO 1

CARACTERÍSTICAS DE LA CRISIS DE
HIPERINFLACIÓN EN BOLIVIA
INDICADORES SELECCIONADOS
(1970 – 1986)
Indicador 1970 1986
PIB per cápita (1) 21 (1980) 15
Minería (2) 16,7 4,3
Petróleo (2) 14,16,1
Adm. pública (2) 9,4 13,2
Déficit Fiscal (2) 6,7 (1981) 17,6 (1984)
Exportaciones (3) 949’ (1980) 546’
Deuda externa (3) 300 4700
Depósitos bancarios 1/10 en 1985 de los depósitos
en 1981
1. En miles de $b de 1980; 2. En % del PIB 3. La
cifra es en millones de dólares Fuente: J. Cariaga, op
cit.; O. Antezana , op cit. Elaboración propia

Otras causas específicas que contribuyeron a generar


ese desequilibrio extremo son11:
sequías e inundaciones
caída en la producción minera y petrolera;
huelgas y paros (422 huelgas en 1984);
déficit fiscal ocasionado tanto por la administración
pública, como por las empresas del Estado (YPFB,
Comibol);
desintermediación financiera;
desdolarización y moratoria de la deuda externa (con
acreedores privados).
Más allá de dichas causas, en la literatura relativa al
DS 21060 ocasionalmente se hace referencia a un
"cambio estructural" que se derivaría de la introducción
de las reglas del mercado en ámbitos anteriormente
reservados a una determinación estatal y dirigista de
los precios12. Por "cambio estructural" habría que
entender en todo caso, una modificación sustancial en
el patrón de acumulación, en particular de las
condiciones técnicas y sociales requeridas para
generar y retener productivamente el excedente
económico. Una dimensión fundamental del cambio
estructural consiste en modificar la capacidad
productiva interna, situación que exige controlar y
manejar distintos procesos indispensables para
impulsar un proceso de reproducción ampliada del
capital. Dicha situación no puede alterarse
sustancialmente con la implantación de mecanismos
de mercado, debido a las particularidades específicas
de la economía boliviana, caracterizada principalmente
por la heterogeneidad estructural, la dependencia
tecnológica, la coexistencia de diversos modos de
producción y, en suma, por las múltiples dificultades de
controlar internamente los procesos de producción y
cambio tecnológico13.

Por estas consideraciones, puede apreciarse que el


proceso de estabilización en parte también fue posible
gracias a la introducción simultánea de las bases o
fundamentos de la economía de mercado, aspecto que
representa un avance significativo respecto del modo
tradicional de administración de precios que regía en
Bolivia, pero que ello no ha conseguido alterar la
estructura económica característica de un país
subdesarrollado, aspecto al que nos referiremos más
adelante con mayor énfasis.

b) El análisis de prospectiva: En la literatura es posible


encontrar referencias a distintas proyecciones que se
tomaron en cuenta a la hora de precisar la magnitud
de la crisis. Por ejemplo se estimó que hasta fin de
1985 se podría sobrepasar la inflación alemana de los
años 20 que llegó a la tasa anual de 100.000 % (cien
mil %)14.

También se formularon apreciaciones sobre la


profundización de la caída de la producción, las
exportaciones, el aumento del déficit fiscal y otros
indicadores. En general el cuadro del comportamiento
en el futuro inmediato de las distintas variables
consideradas se presentaba como más preocupante,
aunque no se conoce estimaciones acerca de la
evolución de dichas variables en un escenario de
hiperinflación.

Posiblemente tanto la magnitud de la crisis, como el


hecho que enfrentar cotidianamente la hiperinflación
demandaba un esfuerzo muy grande por parte de la
población, expliquen el escaso interés manifestado en
la literatura por elaborar otras proyecciones y
estimaciones para caracterizar la evolución de la crisis
y los escenarios futuros.
c) Definición de objetivos y alternativas. Sin lugar a
dudas, el objetivo principal del DS 21060 fue la
estabilidad monetaria, cambiaria y de precios, aunque
con dos planes, uno de corto y otro de largo plazo. En
el plan de corto plazo la orientación era a la
estabilización de la economía, mientras que en el de
largo plazo el objetivo era reformar el Estado mediante
la desregulación, la privatización de empresas públicas
y reforma tributaria15.

Entre los objetivos de corto plazo se encontraban


reducir la tasa de inflación, alcanzar una paridad
cambiaria estable, reducir el déficit fiscal, eliminar la
intervención estatal en la fijación de los precios de los
factores y dejar la formación de precios en manos del
mercado.

En la definición de los objetivos se consideraron


distintos aspectos, desde un enfoque gradualista a uno
de shock, además de discutirse la aplicación de
medidas que se consideraba imposible incluir en un
plan de estabilización, tales como eliminar
subvenciones, congelar salarios, elevar los precios de
la gasolina y otros, medidas que finalmente fueron
incluidas como parte del paquete de disposiciones16.

En general se puede apreciar que los gestores de la


NPE se propusieron objetivos muy exigentes para la
sociedad, pero la voluntad de la población y otros
aspectos del diseño e implementación de la política,
los hicieron viables, como se verá más adelante.

d) La incorporación en la agenda pública. La política se


incorpora en la agenda pública a más tardar en el
curso de las elecciones adelantadas de 1985, de modo
que el nuevo gobierno inicia su gestión con el
compromiso de revertir la situación, evitar que "Bolivia
se nos muera". La decisión de incorporarla se ve
reforzada por los múltiples consensos que surgieron
en la sociedad civil y política. Dado que en un
ambiente de hiperinflación todas las energías están
concentradas en lidiar con ese fenómeno, su
eliminación estaba en el centro mismo de las
preocupaciones del país, situación que exigió acortar
la legislatura presidencial en 1 año.

En el caso de la política de estabilización que estamos


analizando, puede advertirse que las características de
crisis y conmoción con que se planteaba la
problemática misma, así como el amplio consenso que
había ido cristalizando en torno a los objetivos y
acciones a ejecutar, incorporaron la temática en la
agenda pública de modo automático. El país todo no
podía continuar realizando sus cotidianos asuntos en
un marco de tanta inestabilidad e incertidumbre.

e) La toma de decisiones: Las medidas adoptadas se


incluyeron en una disposición gubernamental, un
decreto supremo, ya que el mismo se limitaba a
regular asuntos del mismo "funcionamiento estatal",
por lo que no se consideró necesario usar un
instrumento superior, como es una ley.

Las medidas adoptadas tuvieron claramente dos


componentes: uno práctico, de impacto inmediato,
destinado a hacer frente a la coyuntura, y otro
orientado a regular las prácticas y comportamientos
del Estado en adelante. Así, junto a la liberación del
mercado cambiario, se impuso un sistema de flotación
"sucia" controlado por el mecanismo del "bolsín"; junto
a la simplificación de la estructura arancelaria, se
impuso la libertad de comercio y la apertura de
mercados; junto a la desregulación de los precios, la
libre formación de precios en el mercado; junto a
ciertas restricciones en las tasas de intereses, se
impuso también la libre formación de precios en el
mercado financiero, etc. En general se buscó no sólo
"liberar" al Estado de su tarea de fijación de precios de
todos los factores productivos, sino que además se
impuso el mecanismo de mercado como el mecanismo
de asignación de recursos, lo cual implicó, entre otros
aspectos, no sólo el fin del Estado intervencionista,
sino también la introducción de los fundamentos de la
economía de mercado en la economía boliviana.

f) La implementación de la política: En la literatura se


ha destacado reiteradamente el hecho que las
condiciones de credibilidad son muy distintas en
economías altamente inflacionarias en comparación
con lo que acontece en un proceso hiperinflacionario.
Mientras que en el primer caso ya existe una práctica
institucionalizada para convivir con la inflación alta,
mediante una diversidad de ajustes e indexaciones
automáticas, en una situación de hiperinflación ello ya
no es posible, por lo que habría una mayor disposición
a asumir los riesgos de los ajustes que sean
necesarios.

Otro aspecto destacado en la literatura se refiere a la


relación entre la magnitud del cambio y el grado de
consenso que es posible alcanzar, deduciéndose a
partir de ello una "tipología" de políticas públicas (ver
el Gráfico adjunto). En el caso boliviano puede
señalarse sin temor a equívocos que la característica
de la NPE ha sido la de una política con un nivel
significativamente elevado de cambios, pero al mismo
tiempo con un alto grado de consenso, situación
considerada poco usual en la literatura.

Otro aspecto que sin duda también ha jugado un rol


significativo en el proceso de diseño e implementación
de las medidas a aplicarse, fue la reserva y sigilo con
que el grupo operador procedió a realizar su trabajo.
En la literatura no sólo se ha destacado la
composición, el papel e incluso la personalidad de
cada uno de sus integrantes, sino además la cautela y
el secreto con que el presidente de la República les
habría pedido que ejecuten su trabajo, al punto que no
podían producir más que un borrador para evitar
cualquier filtración hacia el exterior, todo ello en un
marco de limitación de recursos y de tiempo17.
Esta cautela se entiende claramente desde el
momento en que las medidas a tomarse debían
modificar profundamente toda la estructura de los
precios relativos imperantes en la economía, situación
que se prestaba a toda una diversidad de
interferencias y manipulaciones, razón por la que la
credibilidad hacia todos los lados de la sociedad
dependía no sólo de las características personales de
cada miembro responsable del diseño de la política,
sino además del cuidado y seriedad con que asuma su
responsabilidad. Sin duda, este aspecto jugó un rol
importante a la hora de asegurar la credibilidad de la
población en la política emprendida por el gobierno del
presidente Paz Estenssoro.

Juan Cariaga se ha referido específicamente al cómo


hacerlo y ha señalado algunos otros elementos que
acompañaron la aplicación del programa de
estabilización. Entre ellos destacan algunas premisas
e ideas fuerza que guiaron de modo consecuente todo
el proceso del diseño e implementación de la política.
Por ejemplo, no gastar más de lo que se tenía, lo cual
indujo no sólo a medidas extremas por el lado de
recortar los gastos - congelamiento salarial,
eliminación de subvenciones-, sino también a medidas
fuertes por el lado de los ingreso –el incremento de los
precios de la gasolina. La aplicación de estas medidas
también se guió por este mismo precepto de modo
estricto. También señala Cariaga la credibilidad nacida
de las acciones del gobierno, en particular de su
voluntad y capacidad política de aplicar el programa.
Un papel significativo también jugaron las alianzas
políticas (Pacto por la Democracia), el apoyo
parlamentario y, en general, el consenso nacional.
Además la opción por políticas de shock antes que
graduales y la decisión de combinar lo coyuntural con
lo "estructural", es decir, con la introducción de los
fundamentos de la economía de mercado,
constituyeron otras predefiniciones destacables. Last
but not least también habría jugado un papel
destacable el mismo Maquiavelo, a quien el presidente
Paz habría recordado con la sentencia que las buenas
noticias hay que darlas "de a poco", las malas "de una
sola vez".

Dentro del conjunto de las acciones emprendidas


destacan también la disposición a efectuar continuas
negociaciones, tanto internas como internacionales,
con el fin de facilitar un contexto cada vez más amplio
de apoyo a las medidas adoptadas, lo cual aseguraría
su viabilidad. Un resultado importante de este enfoque
fue la creación de instrumentos específicos para hacer
viable el ajuste socialmente con la creación del FSE
(Fondo Social de Emergencia) y su institución
sucesora, el FIS (Fondo de Inversión Social).

Todos estos cuidados y consideraciones muestran la


importancia de una planificación meticulosa de la
política, además de la necesidad que el equipo
encargado del diseño e implementación de la política
se halle profundamente imbuido de los distintos
aspectos y dimensiones relacionados con las medidas
a tomarse.

g) Los resultados y la evaluación: En general el


impacto de las medidas aplicadas sobre la inflación, la
tasa de devaluación de la moneda y otros indicadores
es abrupta. Se detiene la inflación muy rápidamente;
se controla el tipo de cambio que ya a partir de 1987
mantiene el ritmo de la inflación; se logra controlar el
déficit fiscal y la emisión inorgánica de dinero; se inicia
la recuperación del sector de hidrocarburos y se
consigue bajar significativamente las tasas internas de
interés. Paralelamente se retoman negociaciones con
los acreedores externos y se consigue nuevo apoyo de
los organismos internacionales. Además se limitan las
funciones interventoras del Estado y se da plena
vigencia a las leyes del mercado en la formación de
precios. De este modo, ya a dos años de aplicadas las
medidas, se logra retornar a la senda del crecimiento,
aunque con cifras más bien modestas (ver Cuadro 2).
Otros aspectos sin embargo muestran claramente que
no todos los resultados fueron satisfactorios. Así, el
desempleo continuo creciendo, el salario mínimo real
continuo cayendo abruptamente, a la par que la
producción agrícola sufría un fuerte impacto derivado
de la apertura externa de la economía. Las
exportaciones continuaron en niveles muy bajos,
aunque en circunstancias en que se producía un
proceso de recomposición de su estructura, pasando
de minerales e hidrocarburos a una canasta de bienes
más amplia, que incluía diversos productos "no
tradicionales" (soya, maderas procesadas, oro, etc.),
pese a lo cual no se consigue modificar
sustancialmente el carácter de exportador de materias
primas que ostenta el país.

CUADRO 2
FIN DE LA CRISIS DE HIPERINFLACIÓN EN
BOLIVIA
INDICADORES SELECCIONADOS
(variaciones porcentuales anuales)
Indicadores 1985 1987
Déficit fiscal (1) - 12.7 - 7.5
Crecimiento PIB real - 2.9 2.4
Precios al consumidor 8170 10.6
Producción minera e hidrocarburos - 12.6 - 1.9
Producción agrícola 9.1 - 0.2
Desempleo (2) 18.020.5
Salario mínimo (3) 45 35
Spread bancario (4) 121 20.2
1. Como % en relación al PIB 2. Respecto a la PEA 3.
Índice del salario real mínimo, donde 1982 = 100 4.
Diferencia promedio entre tasas activas y pasivas en el
sistema bancario, a fin de los años indicados en%.
FUENTE: IMF, Bolivia – Recent Economic
Development, 1988. Elaboración propia.

Pese al enorme costo social que trajo consigo la NPE,


como puede apreciarse en algunos indicadores
seleccionados incluidos en el Cuadro 2, su
implementación puede juzgarse como exitosa en lo
relativo a los aspectos de corto plazo o coyunturales,
mientras que las causas básicas o fundamentales del
atraso y subdesarrollo boliviano no han sido más que
tangencialmente removidas.

En general puede apreciarse que la excesiva


confianza que pusieron de manifiesto los gestores de
la NPE en las virtudes de las fuerzas del mercado
como asignador de recursos y desencadenador del
desarrollo, no sólo era inapropiada para la experiencia
misma del país con la economía de mercado, sino que
además revelaba un gran desconocimiento de las
trabas estructurales que caracterizan al país, en
especial, la incapacidad congénita de la economía
nacional de producir un excedente económico capaz
de ser reinvertido, reinyectado y endogeneizado,
generando de este modo nuevas y crecientes
oportunidades de empleo, producción e ingresos, y
abriendo nuevas posibilidades de diversificar las
exportaciones y elevar constantemente el ingreso real
per cápita de la población.

Si bien la implantación de las libres fuerzas del


mercado contribuyó a generar una estructura
relativamente transparente de precios, que reflejan en
alguna medida las relaciones de escasez y abundancia
que existen en la economía, ello no ha conducido
automáticamente, ni al cabo de tres lustros, a producir
incentivos significativos ni a dinamizar el aparato
productivo y alcanzar niveles más altos y estables de
crecimiento económico. Por otro lado, aunque es cierto
que con la puesta en vigencia de las libres fuerzas del
mercado se logra eliminar la arbitrariedad estatal en la
definición de los precios, ello no consigue poner punto
final al abuso en la fijación de precios. La realidad nos
muestra que los precios son fijados por nuevos
monopolios en los sectores de hidrocarburos, minería,
energía, transportes y telecomunicaciones, herederos
a su vez de los monopolios que antaño se reservaba el
Estado para asegurar su propia subsistencia, y que las
inversiones son intensivas en capital y
predominantemente de origen externo, es decir,
escasamente creadoras de empleo y altamente
remisoras de utilidades al exterior. A ello se agrega
que la implantación de la economía libre de mercado
no ha permitido mejorar significativamente el ritmo de
incorporación de innovaciones tecnológicas, tampoco
aumentar la capa de empresarios innovadores y
arriesgados, ni mejorar la capacidad de los ciudadanos
de adaptarse a condiciones cambiantes, ni preparar
mejor al país para hacer frente a los embates de la
globalización.

Dado el carácter estructuralmente deficitario de la


economía boliviana, da la impresión que sus
operadores se han especializado en cubrir sus
múltiples déficits acudiendo a una diversidad de
medidas que comprenden ayudas, créditos, recompras
de la deuda, devaluaciones, condonaciones y otros
que permiten mantener a flote la estabilidad de la
economía, pero también tienden a consolidar la
pobreza. Ello es producto a su vez de viejas e
inveteradas prácticas, como ser la renuencia a afrontar
los problemas estructurales de la economía y la
orientación a una economía de supervivencia, en vez
de orientarse a una de producción, de acumulación
(ampliada, que no comienza una y otra vez desde el
principio!), de creación de oportunidades y de
distribución18.

En síntesis, el modelo de economía de mercado ha


tendido a exacerbar nuestras debilidades
estructurales, al punto que una década y media
después de iniciado el proceso de transición a la
economía de mercado, no es posible percibir claras
mejoras en nuestros indicadores de inversiones,
ingresos, exportaciones y otros respecto de los
registrados a principios de los años ochenta, esto es,
antes del período de hiperinflación y estancamiento
pleno.

4. CONCLUSIONES

La NPE fue la resultante de la interacción dinámica de


una multiplicidad de fuerzas y actores sociales, donde
el consenso social ampliamente generalizado y un
manejo cuidadoso de aspectos centrales de la
coyuntura, fueron probablemente los aspectos
cruciales para un desemboque relativamente exitoso
de la política. También la conciencia de preservar
determinados logros- la democracia- y el
convencimiento que la situación aún podía agravarse
mucho más, fueron otros elementos que le dieron su
sello y su característica al proceso.
Más allá de ello, puede apreciarse que la NPE significó
la implantación de un sistema exitoso para hacer frente
a los distintos desbalances, déficits y desajustes
macroeconómicos, en especial a aquellos derivados
de la administración de los recursos estatales, pero
que un sistema similar no ha podido ser implantar para
promover el desarrollo económico, cambiar el patrón
de crecimiento y acumulación, modificar
sustancialmente las condiciones de la inserción de la
economía boliviana en la economía mundial, promover
las exportaciones, desarrollar políticas propias en los
ámbitos referidos a investigación y desarrollo
tecnológico, capacitación de la fuerza de trabajo, etc.

Pese a que los gestores de la política de estabilización


se han referido reiteradamente al "cambio estructural"
cuando se refieren a la introducción de los
fundamentos de la economía de mercado, no se
aprecia que dichos cambios hubieran conseguido
modificar aspectos estructurales fundamentales, tales
como la matriz de producción o el perfil exportador, o
logrado elevar significativamente los niveles de ahorro
o de exportación, por lo que la economía boliviana
continua al presente transitando por la senda de su
carácter eminentemente deficitario, según
caracterización del economista Armando Méndez.

Si bien el DS 21060 pone de manifiesto la intención de


atacar los problemas económicos en sus mismas
raíces, queda la impresión al cabo de 15 años de
aplicación y vigencia de la NPE que las intenciones
eran desproporcionadas en relación a los medios
utilizados o que el convencimiento de los propiciadores
y ejecutores de la NPE acerca de las bondades de las
fuerzas del mercado para hacer frente a la
problemática económica del país eran desmedidas y
que dichas fuerzas hasta el presente no han
conseguido inducir el desarrollo de las fuerzas
productivas nacionales.

NOTAS

1 Tomado de cuento publicado en agosto de 1983 por


uno de los autores de la NEP. Ver: J. Cariaga,
Estabilización y Desarrollo. La Paz: FCE/Los Amigos
del Libro, 1996, apéndice I.
2 Ver World Bank, Bolivia. Updating Economic
Memorandum. Junio 1988, p. 11.

3 Ver Franco Huertas, El Método PES - Planificación


Estratégica Situacional. La Paz: CEREB/Altadir, 1996;
GTZ, Zielorientierte Projektplannung. Frankfurt, 1992

4 C. Matus señala que el diagnóstico es “la


explicación coherente de nadie” debido a que no toma
en cuenta los puntos de vista de los diversos actores
involucrados. Ver, F. Huertas, op cit., p. 34.
5 Ver Th. J. Lowi, “Políticas públicas, estudios de
caso y teoría política”, en: Luis F. Aguilar, La Hechura
de las Políticas. México, 1997, pp. 89 – 117.

6 Ver Carlos-Rodrigo Zapata, Entwicklungsländer im


Weltmarkt: Markt als Sprengsatz?. Conferencia.
Soziales Seminar - Katholische Akademie Trier,
Tréveris, Alemania, 1991, p. 14.

7 Ver Walter Eucken, Grundsätze der


Wirtschaftspolitik. München: Rowohlts deutsche
Enzyklopädie, 1965, pp. 160 –176. Los principios
constitutivos que menciona Eucken son: formación
libre de precios, primacía de la política monetaria,
apertura de los mercados, propiedad privada, libertad
de contratación, responsabilidad contractual,
constancia de la política económica y aplicación
conjunta de los principios citados.

8 Ver World Bank, op. cit., p. 8-11; O. Antezana, op


cit., p. 251.

9 Véase Gaceta Oficial de Bolivia. D.S. 21060 de 29


de agosto de 1985. La Paz, 1985, p. 10

10 Ver los trabajos de O. Antezana, J. Cariaga, S.


Doria Medina, G. Loza, M. Kiguel y M. Kremplin al
respecto (incluidos en la sección bibliográfíca al final
del trabajo). También ver nota 1.

11 Ver J. Cariaga, op. cit.


12 Ver J. Cariaga, op. cit,; también en O. Antezana,
op. cit., se aprecia ese enfoque.

13 Sobre las características estructurales de la


economía boliviana, puede consultarse el estudio de
C. Machicado, Apuntes sobre la economía boliviana.
(s.l.):Banco de Crédito de Oruro, (s.f.), en especial,
Sexta Parte, El modelo vigente de acumulación de
capital, pp. 175 – 186.;ver también A, Nuñez del
Prado, “Economías de viabilidad difícil: una opción a
examinar”, en C. Toranzo (coord), Bolivia hacia el año
2000. Caracas: Nueva Sociedad, 1989.

14 Ver J. Cariaga, op cit. p. 25.

15 Ver Frediani, R., Desregulación y Privatización de


Empresas Públicas en Bolivia. Buenos Aires:
CIEDLA/Fundación K. Adenauer, 1990, pp. 31 – 34.
16 Ver J. Cariaga, op. cit., p. 167, las “disposiciones
que todos suponían eran impracticables de ejecutar”.

17 J. Cariaga, op. cit., uno de los integrantes del


grupo que elaboró el DS 21060, ha relatado los
trasfondos de este proceso

18 Ver, Jürgen Schuldt, “La paradoja de la abundancia


de recursos naturales y el subdesarrollo: El mito
contemporáneo del Rey Midas”. Ponencia presentada
al Seminario Algunos Problemas Contemporáneos del
Desarrollo, patrocinado por el Instituto de Estudios
Peruanos y el Goethe Institute, Lima, 28-29 de enero
de 1998, quién recuerda que las rentas diferenciales
que generan las materias primas “subsisten aun
cuando no se reinviertan permanentemente las
ganancias generadas”, situación que tiende a generar
un significativo rezago económico.

BIBLIOGRAFÍA

§ Antezana, O., Análisis de la Nueva Política


Económica. La Paz: Los Amigos del Libro, 1988
§ Cariaga, J.L., Estabilización y Desarrollo. La Paz:
FCE/Los Amigos del Libro, 1996
§ CIPCA, Por una Bolivia diferente. Cuadernos de
investigación 34. La Paz: CIPCA, 1991
§ Doria Medina, S., 1987 – La quimera de la
reactivación. La Paz: Edobol, 1987
§ Eucken, W., Grundsätze der Wirtschaftspolitik.
München: Rowohlts deutsche Enzyklopädie, 1965
§ Frediani, R., Desregulación y Privatización de
Empresas Públicas en Bolivia. Buenos Aires:
CIEDLA/Fundación K. Adenauer, 1990
§ Gaceta Oficial de Bolivia. D.S. 21060 de 29 de
agosto de 1985. La Paz, 1985
§ GTZ, Zielorientierte Projektplannung. Frankfurt,
1992
§ H. Cámara de Diputados, Estadísticas Económicas
1990. La Paz: Müller & Asociados, 1990
§ H. Senado Nacional, Reformas a la Constitución
Política del Estado. Seminario Nacional. La Paz, 1993
§ Huertas, F., El Método PES - Planificación
Estratégica Situacional. La Paz: CEREB/Altadir, 1996
§ ILDIS, Descentralización y privatización. La Paz:
ILDIS, 1991
§ ILDIS/FLACSO, Crisis del sindicalismo en Bolivia.
La Paz, 1987
§ ILDIS et. al., Bolivia en el año 2010. La Paz, 1986
§ IMF, Bolivia. Recent Economic Developments. Julio
1988.
§ Kiguel, M.A. y Nissan Leviatan, "Inflationary
Regidities and orthodox Stabilization Policies: Lessons
from Latin America", en The World Bank Economic
Review. Vol 2, Number 3. Washington, 1988
§ Kremplin, M., Krise als Chance?. Neoliberale
Wirtschaftspolitik und Gewerksschafts-bewegung in
Bolivien. Institut für Iberoamerika-Kunde. Hamburg,
1990
§ Lowi, Th. J. "Políticas públicas, estudios de caso y
teoría política", en Luis F. Aguilar, La Hechura de las
Políticas. México, 1997
§ Loza, G., Crisis, estabilización y Proyecto Nacional.
La Paz: Los Amigos del Libro, 1988
§ Machicado, C. Apuntes sobre la economía boliviana.
(s.l.):Banco de Crédito de Oruro, (s.f.)
§ Schuldt, J., "La paradoja de la abundancia de
recursos naturales y el subdesarrollo: El mito
contemporáneo del Rey Midas". Ponencia presentada
al Seminario: Algunos Problemas Contemporáneos del
Desarrollo, patrocinado por el Instituto de Estudios
Peruanos y el Goethe Institute, Lima, 28-29 de enero
de 1998
§ Toranzo, C. (coord.), Bolivia hacia el 2000. Desafíos
y opciones. Caracas: ILDIS/Nueva Sociedad, 1989
§ World Bank, Bolivia. Updating Economic
Memorandum. Junio 1988
§ Zapata, Carlos-Rodrigo, Entwicklungsländer im
Weltmarkt: Markt als Sprengsatz?. Conferencia.
Soziales Seminar - Katholische Akademie Trier,
Tréveris, Alemania, marzo, 1991.

[Trabajo elaborado en 1999 en el marco de la Maestría


de Desarrollo Local y Gestión Pública de
CEBEM/FLACSO y publicado originalmente en:
http://www.cebem.org/centdocum/ensayos/ma-
nuevpolitica.htm]w.cebem.org/centdocum/ensayos/ma-
nuevpolitica.htm]
/centdocum/ensayos/ma-
nuevpolitica.htm].org/centdocum/ensayos/ma-
nuevpolitica.htm]

Neoliberalismo en Bolivia
1985 – 2004
El “Neoliberalismo” es una doctrina político económica así como también es ideológica
que surge en la década de los 80 a partir de la crisis del populismo nacional y la derrota
del socialismo, esto a nivel nacional,

El neoliberalismo nace después de la Segunda Guerra Mundial, específicamente en


Europa Occidental donde la economía estaba muy desarrollada y no así en América,
pues los grandes inversionistas y las grandes empresas son las principales impulsoras
de esta ideología. Pero también se puede decir que esta ideología es una política
reaccionaria en contra del modelo del intervencionismo estatal, pues al ser una política
liberal donde tiene sus raíces, esta es una nueva política donde no acepta intromisiones
por parte del Estado, mostrando así una figura de independencia y libertad, sobre todo
en el campo económico.

Así como también podemos decir que los principales impulsores de dicha ideología en
la actualidad fueron Ronal Reagan ex presidente de los Estados Unidos y Margaret
Thacher quienes a través de sus políticas exteriores impulsaron esta política en el plano
económico.

Modelo Económico Plural

El nuevo modelo económico en Bolivia contempla la economía plural que consiste en


un modelo económico, social, comunitario y productivo, y está constituida por las formas
de organización económica, comunitaria, estatal, privada y social cooperativa. Existen
distintos modelos de producción (pre-capitalista, capitalista y la propiedad social), los
cuales determinan una economía mixta donde el Estado ejerce la dirección integral del
desarrollo económico y sus procesos de planificación.
El Estado adopta un modelo económico plural que combina el equilibrio
macroeconómico con el cambio social y estructural.
El Estado tiene fuerte presencia directa en la economía, a través de las empresas
públicas y estratégicas para garantizar una economía solida y para la provisión de
alimentos de consumo masivo.
La intervención del Estado en sectores estratégicos, va ligado al Plan Nacional de
Desarrollo y genera mayor espacio para el desarrollo de la actividad privada campesina,
comunitaria y empresarial, lo que se expresa en menores presiones fiscales,
monetarias, y por ende aumenta la oferta interna y las exportacione
NEOLIBERALISMO EN BOLIVIA
1. 1. ¿QUE ES NEOLIBERALISMO? Es un término que se define como aquella teoría
política con la que se pretende lograr la máxima reducción de la intervención del
Estado. Se encuentra asociado al libre mercado y al capitalismo, en términos
económicos.
2. 2. 1. CARACTERISTICAS DEL AMBITO POLITICO La estrategia neoliberalista abarca
varios puntos en el ámbito Político , tales como:  La privatización: intentado eliminar
las deficiencias de las empresas públicas con el objetivo de proponer un mayor interés
de desarrollo productivo. El sector privado llega a ser el dominante.  Restaurar los
precios de mercado en las utilidades: intentando estimular a los productores a
animarse producir mas.  La liberación total del comercio exterior.  La configuración
de un sistema jurídico: que proteja y garantice eficazmente la propiedad y los
beneficios del esfuerzo empresarial, con cargas fiscales escasas.  Reducción del
Estado: buscando disminuir su intervención en los medios de producción, con la única
finalidad de cumplir las “reglas del juego”.
3. 3. 2. CARACTERISTICAS DEL AMBITO ECONOMICO El nuevo modelo económico
en Bolivia contempla la economía plural que consiste en un modelo económico, social,
comunitario y productivo, y está constituida por las formas de organización económica,
comunitaria, estatal, privada y social cooperativa. Existen distintos modelos de
producción (pre-capitalista, capitalista y la propiedad social), los cuales determinan
una economía mixta donde el Estado ejerce la dirección integral del desarrollo
económico y sus procesos de planificación. El Estado tiene fuerte presencia diredcta
en la economía, a través de las empresas públicas y estratégicas para garantizar una
economía solida y para la provisión de alimentos de consumo masivo.
4. 4. La intervención del Estado en sectores estratégicos, va ligado al Plan Nacional de
Desarrollo y genera mayor espacio para el desarrollo de la actividad privada
campesina, comunitaria y empresarial, lo que se expresa en menores presiones
fiscales, monetarias, y por ende aumenta la oferta interna y las exportaciones. La meta
–dicen- fue detener la inflación y llevarnos en forma austera hacia el progreso ya sea
mediante incentivos a la empresa nacional o bien mediante la exportación y venta de
nuestros recursos nacionales. El camino que eligieron es evidente y los resultados los
miramos día a día.
5. 5. 3. CARACTERISTICAS DEL AMBITO SOCIAL En estos años se produjeron mas de
un millar de huelgas: • Lucha organizada por medio de sindicatos.  La guerra del
agua  los bloqueos  la guerra del gas • la libre contratación (despidos) • el control
de la hiperinflación (dolarización) veamos ahora los resultados: Corrupción estatal,
cuoteo político, dietas parlamentarias, déficit estatal permanente, desempleo
alarmante, aumento al 60% del trabajo informal, desmantelamiento de las empresas
capitalizadas, impuestazo.
6. 6. 4. IDEOLOGIA IMPERANTE El “Neoliberalismo” es una doctrina político económica
así como también es ideológica que surge en la década de los 80 a partir de la crisis
del populismo nacional y la derrota del socialismo, esto a nivel nacional, El
neoliberalismo nace después de la Segunda Guerra Mundial, específicamente en
Europa Occidental donde la economía estaba muy desarrollada y no así en América,
pues los grandes inversionistas y las grandes empresas son las principales impulsoras
de esta ideología. Pero también se puede decir que esta ideología es una política
reaccionaria en contra del modelo del intervencionismo estatal, pues al ser una política
liberal donde tiene sus raíces, esta es una nueva política donde no acepta
intromisiones por parte del Estado, mostrando así una figura de independencia y
libertad, sobre todo en el campo económico.

You might also like