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Si hay algo que no se ha hecho desde el 22 de enero de 2007 es un trabajo en los valores
esenciales de la sociedad boliviana. Valores que uno supondría debieran estar referidos a la idea
del comunitarismo, de la complementariedad y de la armonía ser humano-naturaleza, del vivir
bien, en suma.
Las condiciones externas e internas citadas han dado como resultado un nivel de ingresos que
supera cualquier sueño que el más optimista de los economistas hubiese tenido al comenzar el
siglo XXI. Pero ese nivel de ingresos ha generado algunas consecuencias importantes de subrayar.
En la acción del Estado se da una combinación paradójica. El Ejecutivo comenzó a desarrollar obras
importantes y muy necesarias en el ámbito de la industria, la infraestructura de carreteras, las
telecomunicaciones y los proyectos sociales de electrificación, riego y saneamiento. Pero por otro
lado, multiplicó casi por cinco el gasto en burocracia estatal y en obras complementarias no
directamente productivas (coliseos, multifuncionales, canchas de fútbol, etc.). A la par, la
administración de empresas nacionalizadas no se hizo de manera racional. La carga innecesaria de
empleados en YPFB, ENTEL, COMIBOL, etc, es una bomba de tiempo que atenta contra su
rendimiento y productividad, y puede producir serios problemas sociales en tiempo de vacas
flacas.
Pero lo que genera las peores consecuencias es la evidencia de que no se produjo ninguna
revolución moral y, por supuesto, ninguna aplicación de los principios éticos que sustentan la
filosofía del ‘suma qamaña’. Hay discrecionalidad y falta de transparencia en el gasto con la lógica
de los decretos de excepción y las compras directas. La renovación del Poder Judicial ha sido un
desastre con ribetes de vergüenza, cuya ineficiencia, corrupción y falta de idoneidad profesional es
de pavor. El prebendalismo y la descarnada negociación de espacios de poder en el seno del
partido de gobierno es flagrante, y es público el hecho de que la militancia partidaria es un
requisito casi imprescindible para ocupara un cargo estatal.
En las calles el escenario no es mejor. Igual que exportamos 12.000 millones de dólares,
importamos 10.000 millones. El crecimiento del consumismo en la sociedad da vértigo. Buena
parte de esas importaciones tienen que ver con el incremento del consumo suntuario. El
contrabando campea; la ilegalidad, desde los autos chutos, hasta la venta de equipos electrónicos
y ropa usada, es norma. El éxito se mide en bienes materiales, no en la búsqueda de excelencia. El
comercio, el rasgo mayor de la economía mercantilista, es la actividad en la que los bolivianos nos
destacamos más, en tanto la productividad, la innovación, la economía sostenible y el respeto al
medio ambiente brillan por su ausencia. El sistema financiero, bandera capitalista, ha prosperado
más que en todo nuestro pasado republicano. Nunca antes habíamos contado con centros
comerciales de magnitud, ni nos jactábamos tanto de la llegada de franquicias como KFC,
Starbucks o Hard Rock. Era impensable que la cadena CNN escogiera al ministro Arce como el
modelo a seguir en el manejo exitoso de la economía, no por las características socializantes de su
gestión, sino por su rigurosos apego a la racionalidad macroeconómica, una de las lecciones de oro
que dejó el ‘Consenso de Washington’.
Nunca antes la gente compró tanto, nunca los precios de los bienes raíces estuvieron tan
desmesuradamente altos, nunca se especuló tanto con el dinero, nunca los valores de nuestros
jóvenes fueron tan materialistas. Bolivia vive una peligrosa borrachera de éxito económico, una
pérdida dramática de valores éticos, una ceguera peligrosa ante las posibilidades de una
desaceleración o recesión que por ahora no se vislumbra en el horizonte, pero contra la que no
hay vacuna segura. Pero por sobre todo, el país vive una curiosa bipolaridad. Mientras el discurso
oficial es pachamamista, socialista, comunitario y revolucionario, la sociedad desarrolla los peores
rasgos del consumismo capitalista. El gobierno lo sabe y parece que el doble estándar le gusta
mucho.
El hombre por efecto de su condición gregaria e interacción con la naturaleza, objetos, sociedad,
etc., ha desarrollado el conocimiento a tal grado que la ciencia a través de la teoría de la relatividad
y la mecánica quántica ha resuelto el problema relativo al origen de la materia estudiado por los
griegos por medio de la filosofía materialista e idealista cuyas soluciones constituyen los
antecedentes históricos de las ideologías.
Desde entonces se instauró en la minería el modelo neoliberal, cuya vigencia por más de veinte
años nos condenó a seguir siendo un país primario exportador. El neoliberalismo operó a
través de dos mecanismos:
1) La desnacionalización de los principales yacimientos mineros, que de Comibol pasaron al
control de empresas transnacionales norteamericanas, europeas y asiáticas a través de
licitaciones y bajo el formato de contratos de riesgo compartido (joint venture). Así fue cómo
empresas extranjeras lograron la posesión de enormes reservorios mineros: en el occidente
andino, la canadiense Coer D’alene Mins Corporation, que explota reservorios secundarios
ricos de plata en el proyecto San Bartolomé; la japonesa Sumitomo que controla los enormes
yacimientos de plata, plomo y estaño en San Cristóbal; la suiza Glencore asentada en las minas
Bolívar y Porco; en la zona del precámbrico oriental la canadiense Orvana, la brasileña
Votorantim y Glosobyk, que cuenta con capital inglés. El predominio de las transnacionales se
mantiene, aunque en los últimos años hubo innegables avances nacionalizadores: la
estatización de Huanuni, las nacionalizaciones de la metalúrgica Vinto, de la mina Colquiri y de
las gigantescas reservas de Mallku Khota y el Mutún.
2) La otorgación de derechos de explotación a las cooperativas sobre áreas marginales que eran
de la Comibol. El cooperativismo minero nació en 1939 con la fundación del “Sindicato de
Palliris y Ckacchas libres” en la ciudad de Potosí, como una primera experiencia de asociación
entre trabajadores que no disponían de capital para la explotación independiente de
yacimientos minerales. Esta benigna forma cooperativa, décadas más tarde terminaría siendo
utilizada y desvirtuada por el modelo neoliberal, que comprendió que para abaratar costos
laborales, disminuir pagos tributarios y eludir pasivos ambientales bien podía acoplar las
empresas privadas con las cooperativas. De ahí vienen los contratos de “subarrendamiento”,
cuya legalidad hoy está siendo investigada.
Al interior del sistema cooperativo se están decantando las cooperativas que, por efectos de
acumulación de capital, han perdido su naturaleza inicial de “instituciones sin fines de lucro”,
asumiendo formas empresariales propias del capitalismo salvaje. En ellas se están acelerando
los procesos de segmentación clasista entre los socios antiguos y los “trabajadores voluntarios”,
a los que también se les suele denominar peones o makunkus. Los primeros son ya una nueva
fracción de la burguesía minera, los segundos conforman una masa laboral que se desenvuelve
en condiciones de precariedad: sin acceso a seguros de corto o largo plazo, sin estabilidad ni
contrato, sin seguridad industrial, muchos de ellos menores de edad y sin derecho a asociarse
en sindicatos. Para mencionar un dato: hay registrados 112.000 cooperativistas, pero de ellos
solo el 16% aporta para el seguro obligatorio.
Son alarmantes los impactos ambientales de estas operaciones mineras que realizan escasas
inversiones en tecnología. Se ven favorecidas por la negligencia de las autoridades que no
hacen cumplir la Ley del Medio Ambiente. Las “cooperativas” auríferas son la prueba más
palpable de esta afirmación.
Es urgente cambiar el Código Minero de 1997. Pero la nueva ley minera debe tener una
orientación nacionalizadora, asegurando las áreas de reserva fiscal para que sean desarrolladas
por el Estado a través de Comibol y su expansión hacia nuevas áreas mineras que pudieran ser
objeto de reversión y estatización por razones de soberanía económica nacional, porque en
dichas áreas no se cumple una función económica social, porque en sus operaciones no
respetan los derechos laborales o por vulnerar los derechos de la Madre Tierra. Y junto con
todo esto la necesidad de industrializar nuestros minerales en territorio boliviano,
incrementando las inversiones estatales destinadas a tal fin.
El debate de la ley está girando apenas sobre unos cuantos artículos que posibilitaban a las
cooperativas firmar contratos con empresas privadas nacionales y extranjeras, manteniéndose
como cooperativas. Esto es claramente inconstitucional y lesivo a los intereses del país y el
Gobierno ha derrotado el bloqueo de caminos de los cooperativistas con sólidos argumentos
nacionalizadores. Pero hasta aquí se ha tocado sólo una arista del problema; hay más aristas,
como por ejemplo la necesidad de que el Estado, respetando al verdadero cooperativismo y la
función social que desempeña generando empleo, sea capaz de controlar la calidad de ese
empleo haciendo respetar los derechos de los trabajadores.
Si bien el tema impositivo ha sido postergado para otra ley, debe pensarse en incrementar la
presión regalitaria. El año 2013, Bolivia exportó minerales por más de 3.000 millones de
dólares, pero por regalías sólo quedaron para el país 131 millones, ¡poco más del 4%! Esto es
inaceptable.
La nueva ley minera tendrá una duración de 20 años y en ella está en juego el proyecto de
recuperación de los recursos naturales con que los movimientos sociales accedieron al poder.
El dilema es: conservar o transformar este sector estratégico.
LA "NUEVA POLITICA
ECONÓMICA": INTRODUCCIÓN
DEL NEOLIBERALISMO EN
BOLIVIA
Carlos Rodrigo Zapata C.
3. LA POLÍTICA DE ESTABILIZACIÓN
MACROECONÓMICA
La característica fundamental de la política
de estabilización aplicada en Bolivia en
agosto de 1985 se encuentra en la
combinación de medidas orientadas a
enfrentar la crisis hiperinflacionaria con la
introducción de los fundamentos de una
economía competitiva de mercado,
situación que conduce a modificar
significativamente el patrón histórico de
manejo de la economía por parte del
Estado y sus organismos, dejando la
fijación de precios en manos de las fuerzas
del mercado.
De esta manera, el DS 21060 decreta el
comienzo del fin del Estado del 52, esto es,
el Estado centralista, intervencionista,
empleador y empresario erigido como
consecuencia de la Revolución de 1952
(nacionalización de minas, reforma
agraria, voto universal, etc.), y traslada la
responsabilidad en la formación de los
precios al conjunto de la sociedad, a todos
los agentes económicos en los distintos
sectores de la economía. También libera a
la sociedad de la arbitrariedad estatal en la
fijación de los precios e incluso a las
mismas instancias políticas de tener que
tomar decisiones impopulares, por lo que
no pocas veces dichas decisiones eran
postergadas de tal modo que su corrección
posterior ocasionaba traumáticas
elevaciones de precios6.
Una revisión rápida de los fundamentos de
una economía competitiva de
mercado7 muestra que con el DS 21060 se
introduce la mayoría de dichos
fundamentos, no así los aspectos
relacionados con la "responsabilidad
contractual" y con lo que podemos llamar
las "reglas de control externo de la
competencia" (H. E. Lambert) que se
refieren justamente a las tareas que le
corresponde asumir al Estado en un
ambiente de mercado, como ser elevar la
capacidad de funcionamiento de la
administración estatal, las entidades
públicas y la justicia, y asegurar la
aplicación estricta de la ley y el respeto a
las disposiciones para la protección de la
propiedad y los derechos del ciudadano.
Estas medidas fueron parcialmente
aplicadas por los posteriores gobiernos y
forman parte de las reformas de primera y
segunda generación aplicadas en Bolivia en
el marco del llamado "Consenso de
Washington" durante la década de los años
90s.
Más allá de estas precisiones, el límite al
programa de ajustes y cambios iniciado
con el DS 21060 se manifestó muy pronto,
en julio de 1987, cuando el DS 21660 de
"reactivación económica" no pudo dar los
frutos esperados, en parte por la limitada
capacidad económica del país que impedía
atender simultáneamente las exigencias
del programa de estabilización y proveer
recursos para reactivar la economía8.
CARACTERÍSTICAS DE LA CRISIS DE
HIPERINFLACIÓN EN BOLIVIA
INDICADORES SELECCIONADOS
(1970 – 1986)
Indicador 1970 1986
PIB per cápita (1) 21 (1980) 15
Minería (2) 16,7 4,3
Petróleo (2) 14,1 6,1
Adm. pública (2) 9,4 13,2
Déficit Fiscal (2) 6,7 (1981) 17,6 (1984)
Exportaciones (3) 949’ (1980) 546’
Deuda externa (3) 300 4700
Depósitos bancarios 1/10 en 1985 de los
depósitos en 1981
1. En miles de $b de 1980; 2. En % del PIB 3. La
cifra es en millones de dólares Fuente: J. Cariaga,
op cit.; O. Antezana , op cit. Elaboración
LA "NUEVA POLITICA
propia
ECONÓMICA":
INTRODUCCIÓN DEL
NEOLIBERALISMO EN
BOLIVIA
Carlos Rodrigo Zapata C.
1. ANTECEDENTES
Durante la primera mitad de los años
ochenta, Bolivia se vio enfrentada a una de
las crisis más severas de su historia: la
hiperinflación y un pronunciado receso
económico generalizado.
3. LA POLÍTICA DE ESTABILIZACIÓN
MACROECONÓMICA
CARACTERÍSTICAS DE LA CRISIS DE
HIPERINFLACIÓN EN BOLIVIA
INDICADORES SELECCIONADOS
(1970 – 1986)
Indicador 1970 1986
PIB per cápita (1) 21 (1980) 15
Minería (2) 16,7 4,3
Petróleo (2) 14,1 6,1
Adm. pública (2) 9,4 13,2
Déficit Fiscal (2) 6,7 (1981) 17,6 (1984)
Exportaciones (3) 949’ (1980) 546’
Deuda externa (3) 300 4700
Depósitos bancarios 1/10 en 1985 de los
depósitos en 1981
1. En miles de $b de 1980; 2. En % del PIB 3.
La cifra es en millones de dólares Fuente: J.
Cariaga, op cit.; O. Antezana , op cit. Elaboración
propia
f) La implementación de la política: En la
literatura se ha destacado reiteradamente el
hecho que las condiciones de credibilidad son
muy distintas en economías altamente
inflacionarias en comparación con lo que
acontece en un proceso hiperinflacionario.
Mientras que en el primer caso ya existe una
práctica institucionalizada para convivir con
la inflación alta, mediante una diversidad de
ajustes e indexaciones automáticas, en una
situación de hiperinflación ello ya no es
posible, por lo que habría una mayor
disposición a asumir los riesgos de los
ajustes que sean necesarios.
Otro aspecto destacado en la literatura se
refiere a la relación entre la magnitud del
cambio y el grado de consenso que es
posible alcanzar, deduciéndose a partir de
ello una "tipología" de políticas públicas (ver
el Gráfico adjunto). En el caso boliviano
puede señalarse sin temor a equívocos que
la característica de la NPE ha sido la de una
política con un nivel significativamente
elevado de cambios, pero al mismo tiempo
con un alto grado de consenso, situación
considerada poco usual en la literatura.
CUADRO 2
FIN DE LA CRISIS DE HIPERINFLACIÓN
EN BOLIVIA
INDICADORES SELECCIONADOS
(variaciones porcentuales anuales)
Indicadores 1985 1987
Déficit fiscal (1) - 12.7 - 7.5
Crecimiento PIB real - 2.9 2.4
Precios al 8170 10.6
consumidor
Producción minera e - 12.6 - 1.9
hidrocarburos
Producción agrícola 9.1 - 0.2
Desempleo (2) 18.0 20.5
Salario mínimo (3) 45 35
Spread bancario (4) 121 20.2
1. Como % en relación al PIB 2. Respecto a
la PEA 3. Índice del salario real mínimo,
donde 1982 = 100 4. Diferencia promedio
entre tasas activas y pasivas en el sistema
bancario, a fin de los años indicados
en%. FUENTE: IMF, Bolivia – Recent
Economic Development, 1988. Elaboración
propia.
4. CONCLUSIONES
NOTAS
BIBLIOGRAFÍA
§ Antezana, O., Análisis de la Nueva Política Económica. La Paz:
Los Amigos del Libro, 1988
§ Cariaga, J.L., Estabilización y Desarrollo. La Paz: FCE/Los
Amigos del Libro, 1996
§ CIPCA, Por una Bolivia diferente. Cuadernos de investigación 34.
La Paz: CIPCA, 1991
§ Doria Medina, S., 1987 – La quimera de la reactivación. La Paz:
Edobol, 1987
§ Eucken, W., Grundsätze der Wirtschaftspolitik. München:
Rowohlts deutsche Enzyklopädie, 1965
§ Frediani, R., Desregulación y Privatización de Empresas Públicas
en Bolivia. Buenos Aires: CIEDLA/Fundación K. Adenauer, 1990
§ Gaceta Oficial de Bolivia. D.S. 21060 de 29 de agosto de 1985. La
Paz, 1985
§ GTZ, Zielorientierte Projektplannung. Frankfurt, 1992
§ H. Cámara de Diputados, Estadísticas Económicas 1990. La Paz:
Müller & Asociados, 1990
§ H. Senado Nacional, Reformas a la Constitución Política del
Estado. Seminario Nacional. La Paz, 1993
§ Huertas, F., El Método PES - Planificación Estratégica
Situacional. La Paz: CEREB/Altadir, 1996
§ ILDIS, Descentralización y privatización. La Paz: ILDIS, 1991
§ ILDIS/FLACSO, Crisis del sindicalismo en Bolivia. La Paz, 1987
§ ILDIS et. al., Bolivia en el año 2010. La Paz, 1986
§ IMF, Bolivia. Recent Economic Developments. Julio 1988.
§ Kiguel, M.A. y Nissan Leviatan, "Inflationary Regidities and
orthodox Stabilization Policies: Lessons from Latin America",
en The World Bank Economic Review. Vol 2, Number 3.
Washington, 1988
§ Kremplin, M., Krise als Chance?. Neoliberale Wirtschaftspolitik
und Gewerksschafts-bewegung in Bolivien. Institut für
Iberoamerika-Kunde. Hamburg, 1990
§ Lowi, Th. J. "Políticas públicas, estudios de caso y teoría
política", en Luis F. Aguilar, La Hechura de las Políticas.
México, 1997
§ Loza, G., Crisis, estabilización y Proyecto Nacional. La Paz: Los
Amigos del Libro, 1988
§ Machicado, C. Apuntes sobre la economía boliviana. (s.l.):Banco
de Crédito de Oruro, (s.f.)
§ Schuldt, J., "La paradoja de la abundancia de recursos naturales
y el subdesarrollo: El mito contemporáneo del Rey Midas".
Ponencia presentada al Seminario: Algunos Problemas
Contemporáneos del Desarrollo, patrocinado por el Instituto de
Estudios Peruanos y el Goethe Institute, Lima, 28-29 de enero
de 1998
§ Toranzo, C. (coord.), Bolivia hacia el 2000. Desafíos y opciones.
Caracas: ILDIS/Nueva Sociedad, 1989
§ World Bank, Bolivia. Updating Economic Memorandum. Junio
1988
§ Zapata, Carlos-Rodrigo, Entwicklungsländer im Weltmarkt: Markt
als Sprengsatz?. Conferencia. Soziales Seminar - Katholische
Akademie Trier, Tréveris, Alemania, marzo, 1991.
b) El análisis de prospectiva: En la
literatura es posible encontrar referencias
a distintas proyecciones que se tomaron en
cuenta a la hora de precisar la magnitud de
la crisis. Por ejemplo se estimó que hasta
fin de 1985 se podría sobrepasar la
inflación alemana de los años 20 que llegó
a la tasa anual de 100.000 % (cien mil
%)14.
También se formularon apreciaciones
sobre la profundización de la caída de la
producción, las exportaciones, el aumento
del déficit fiscal y otros indicadores. En
general el cuadro del comportamiento en el
futuro inmediato de las distintas variables
consideradas se presentaba como más
preocupante, aunque no se conoce
estimaciones acerca de la evolución de
dichas variables en un escenario de
hiperinflación.
f) La implementación de la política: En la
literatura se ha destacado reiteradamente
el hecho que las condiciones de
credibilidad son muy distintas en
economías altamente inflacionarias en
comparación con lo que acontece en un
proceso hiperinflacionario. Mientras que en
el primer caso ya existe una práctica
institucionalizada para convivir con la
inflación alta, mediante una diversidad de
ajustes e indexaciones automáticas, en una
situación de hiperinflación ello ya no es
posible, por lo que habría una mayor
disposición a asumir los riesgos de los
ajustes que sean necesarios.
Otro aspecto destacado en la literatura se
refiere a la relación entre la magnitud del
cambio y el grado de consenso que es
posible alcanzar, deduciéndose a partir de
ello una "tipología" de políticas públicas
(ver el Gráfico adjunto). En el caso
boliviano puede señalarse sin temor a
equívocos que la característica de la NPE
ha sido la de una política con un nivel
significativamente elevado de cambios,
pero al mismo tiempo con un alto grado de
consenso, situación considerada poco
usual en la literatura.
Otro aspecto que sin duda también ha
jugado un rol significativo en el proceso de
diseño e implementación de las medidas a
aplicarse, fue la reserva y sigilo con que el
grupo operador procedió a realizar su
trabajo. En la literatura no sólo se ha
destacado la composición, el papel e
incluso la personalidad de cada uno de sus
integrantes, sino además la cautela y el
secreto con que el presidente de la
República les habría pedido que ejecuten
su trabajo, al punto que no podían producir
más que un borrador para evitar cualquier
filtración hacia el exterior, todo ello en un
marco de limitación de recursos y de
tiempo17.
Esta cautela se entiende claramente desde
el momento en que las medidas a tomarse
debían modificar profundamente toda la
estructura de los precios relativos
imperantes en la economía, situación que
se prestaba a toda una diversidad de
interferencias y manipulaciones, razón por
la que la credibilidad hacia todos los lados
de la sociedad dependía no sólo de las
características personales de cada
miembro responsable del diseño de la
política, sino además del cuidado y
seriedad con que asuma su
responsabilidad. Sin duda, este aspecto
jugó un rol importante a la hora de
asegurar la credibilidad de la población en
la política emprendida por el gobierno del
presidente Paz Estenssoro.
Juan Cariaga se ha referido
específicamente al cómo hacerlo y ha
señalado algunos otros elementos que
acompañaron la aplicación del programa de
estabilización. Entre ellos destacan algunas
premisas e ideas fuerza que guiaron de
modo consecuente todo el proceso del
diseño e implementación de la política. Por
ejemplo, no gastar más de lo que se tenía,
lo cual indujo no sólo a medidas extremas
por el lado de recortar los gastos -
congelamiento salarial, eliminación de
subvenciones-, sino también a medidas
fuertes por el lado de los ingreso –el
incremento de los precios de la gasolina.
La aplicación de estas medidas también se
guió por este mismo precepto de modo
estricto. También señala Cariaga la
credibilidad nacida de las acciones del
gobierno, en particular de su voluntad y
capacidad política de aplicar el programa.
Un papel significativo también jugaron las
alianzas políticas (Pacto por la
Democracia), el apoyo parlamentario y, en
general, el consenso nacional. Además la
opción por políticas de shock antes que
graduales y la decisión de combinar lo
coyuntural con lo "estructural", es decir,
con la introducción de los fundamentos de
la economía de mercado, constituyeron
otras predefiniciones destacables.Last but
not least también habría jugado un papel
destacable el mismo Maquiavelo, a quien el
presidente Paz habría recordado con la
sentencia que las buenas noticias hay que
darlas "de a poco", las malas "de una sola
vez".
CUADRO 2
FIN DE LA CRISIS DE HIPERINFLACIÓN
EN BOLIVIA
INDICADORES SELECCIONADOS
(variaciones porcentuales anuales)
Indicadores 1985 1987
Déficit fiscal (1) - 12.7 - 7.5
Crecimiento PIB real - 2.9 2.4
Precios al 8170 10.6
consumidor
Producción minera e - 12.6 - 1.9
hidrocarburos
Producción agrícola 9.1 - 0.2
Desempleo (2) 18.0 20.5
Salario mínimo (3) 45 35
Spread bancario (4) 121 20.2
1. Como % en relación al PIB 2. Respecto a
la PEA 3. Índice del salario real mínimo,
donde 1982 = 100 4. Diferencia promedio
entre tasas activas y pasivas en el sistema
bancario, a fin de los años indicados
en%. FUENTE: IMF, Bolivia – Recent
Economic Development, 1988. Elaboración
propia.
Pese al enorme costo social que trajo
consigo la NPE, como puede apreciarse en
algunos indicadores seleccionados
incluidos en el Cuadro 2, su
implementación puede juzgarse como
exitosa en lo relativo a los aspectos de
corto plazo o coyunturales, mientras que
las causas básicas o fundamentales del
atraso y subdesarrollo boliviano no han
sido más que tangencialmente removidas.
En general puede apreciarse que la
excesiva confianza que pusieron de
manifiesto los gestores de la NPE en las
virtudes de las fuerzas del mercado como
asignador de recursos y desencadenador
del desarrollo, no sólo era inapropiada para
la experiencia misma del país con la
economía de mercado, sino que además
revelaba un gran desconocimiento de las
trabas estructurales que caracterizan al
país, en especial, la incapacidad congénita
de la economía nacional de producir un
excedente económico capaz de ser
reinvertido, reinyectado y endogeneizado,
generando de este modo nuevas y
crecientes oportunidades de empleo,
producción e ingresos, y abriendo nuevas
posibilidades de diversificar las
exportaciones y elevar constantemente el
ingreso real per cápita de la población.
Si bien la implantación de las libres fuerzas
del mercado contribuyó a generar una
estructura relativamente transparente de
precios, que reflejan en alguna medida las
relaciones de escasez y abundancia que
existen en la economía, ello no ha
conducido automáticamente, ni al cabo de
tres lustros, a producir incentivos
significativos ni a dinamizar el aparato
productivo y alcanzar niveles más altos y
estables de crecimiento económico. Por
otro lado, aunque es cierto que con la
puesta en vigencia de las libres fuerzas del
mercado se logra eliminar la arbitrariedad
estatal en la definición de los precios, ello
no consigue poner punto final al abuso en
la fijación de precios. La realidad nos
muestra que los precios son fijados por
nuevos monopolios en los sectores de
hidrocarburos, minería, energía,
transportes y telecomunicaciones,
herederos a su vez de los monopolios que
antaño se reservaba el Estado para
asegurar su propia subsistencia, y que las
inversiones son intensivas en capital y
predominantemente de origen externo, es
decir, escasamente creadoras de empleo y
altamente remisoras de utilidades al
exterior. A ello se agrega que la
implantación de la economía libre de
mercado no ha permitido mejorar
significativamente el ritmo de
incorporación de innovaciones
tecnológicas, tampoco aumentar la capa de
empresarios innovadores y arriesgados, ni
mejorar la capacidad de los ciudadanos de
adaptarse a condiciones cambiantes, ni
preparar mejor al país para hacer frente a
los embates de la globalización.
Dado el carácter estructuralmente
deficitario de la economía boliviana, da la
impresión que sus operadores se han
especializado en cubrir sus múltiples
déficits acudiendo a una diversidad de
medidas que comprenden ayudas, créditos,
recompras de la deuda, devaluaciones,
condonaciones y otros que permiten
mantener a flote la estabilidad de la
economía, pero también tienden a
consolidar la pobreza. Ello es producto a su
vez de viejas e inveteradas prácticas, como
ser la renuencia a afrontar los problemas
estructurales de la economía y la
orientación a una economía de
supervivencia, en vez de orientarse a una
de producción, de acumulación (ampliada,
que no comienza una y otra vez desde el
principio!), de creación de oportunidades y
de distribución18.
En síntesis, el modelo de economía de
mercado ha tendido a exacerbar nuestras
debilidades estructurales, al punto que una
década y media después de iniciado el
proceso de transición a la economía de
mercado, no es posible percibir claras
mejoras en nuestros indicadores de
inversiones, ingresos, exportaciones y
otros respecto de los registrados a
principios de los años ochenta, esto es,
antes del período de hiperinflación y
estancamiento pleno.
4. CONCLUSIONES
La NPE fue la resultante de la interacción
dinámica de una multiplicidad de fuerzas y
actores sociales, donde el consenso social
ampliamente generalizado y un manejo
cuidadoso de aspectos centrales de la
coyuntura, fueron probablemente los
aspectos cruciales para un desemboque
relativamente exitoso de la política.
También la conciencia de preservar
determinados logros- la democracia- y el
convencimiento que la situación aún podía
agravarse mucho más, fueron otros
elementos que le dieron su sello y su
característica al proceso.
Más allá de ello, puede apreciarse que la
NPE significó la implantación de un sistema
exitoso para hacer frente a los distintos
desbalances, déficits y desajustes
macroeconómicos, en especial a aquellos
derivados de la administración de los
recursos estatales, pero que un sistema
similar no ha podido ser implantar para
promover el desarrollo económico, cambiar
el patrón de crecimiento y acumulación,
modificar sustancialmente las condiciones
de la inserción de la economía boliviana en
la economía mundial, promover las
exportaciones, desarrollar políticas propias
en los ámbitos referidos a investigación y
desarrollo tecnológico, capacitación de la
fuerza de trabajo, etc.
Pese a que los gestores de la política de
estabilización se han referido
reiteradamente al "cambio estructural"
cuando se refieren a la introducción de los
fundamentos de la economía de mercado,
no se aprecia que dichos cambios hubieran
conseguido modificar aspectos
estructurales fundamentales, tales como la
matriz de producción o el perfil exportador,
o logrado elevar significativamente los
niveles de ahorro o de exportación, por lo
que la economía boliviana continua al
presente transitando por la senda de su
carácter eminentemente deficitario, según
caracterización del economista Armando
Méndez.
Si bien el DS 21060 pone de manifiesto la
intención de atacar los problemas
económicos en sus mismas raíces, queda la
impresión al cabo de 15 años de aplicación
y vigencia de la NPE que las intenciones
eran desproporcionadas en relación a los
medios utilizados o que el convencimiento
de los propiciadores y ejecutores de la NPE
acerca de las bondades de las fuerzas del
mercado para hacer frente a la
problemática económica del país eran
desmedidas y que dichas fuerzas hasta el
presente no han conseguido inducir el
desarrollo de las fuerzas productivas
nacionales.
NOTAS
5 Ver Th. J. Lowi, “Políticas públicas, estudios de caso y teoría política”, en: Luis
F. Aguilar, La Hechura de las Políticas. México, 1997, pp. 89 – 117.
6 Ver Carlos-Rodrigo Zapata, Entwicklungsländer im Weltmarkt: Markt als
Sprengsatz?. Conferencia. Soziales Seminar - Katholische Akademie Trier,
Tréveris, Alemania, 1991, p. 14.
12 Ver J. Cariaga, op. cit,; también en O. Antezana, op. cit., se aprecia ese
enfoque.
17 J. Cariaga, op. cit., uno de los integrantes del grupo que elaboró el DS 21060,
ha relatado los trasfondos de este proceso
18 Ver, Jürgen Schuldt, “La paradoja de la abundancia de recursos naturales y el
subdesarrollo: El mito contemporáneo del Rey Midas”. Ponencia presentada al
Seminario Algunos Problemas Contemporáneos del Desarrollo, patrocinado por el
Instituto de Estudios Peruanos y el Goethe Institute, Lima, 28-29 de enero de
1998, quién recuerda que las rentas diferenciales que generan las materias primas
“subsisten aun cuando no se reinviertan permanentemente las ganancias
generadas”, situación que tiende a generar un significativo rezago económico.
BIBLIOGRAFÍA
§ Antezana, O., Análisis de la Nueva Política Económica. La Paz: Los Amigos del
Libro, 1988
§ Cariaga, J.L., Estabilización y Desarrollo. La Paz: FCE/Los Amigos del Libro, 1996
§ CIPCA, Por una Bolivia diferente. Cuadernos de investigación 34. La Paz: CIPCA,
1991
§ Doria Medina, S., 1987 – La quimera de la reactivación. La Paz: Edobol, 1987
§ Eucken, W., Grundsätze der Wirtschaftspolitik. München: Rowohlts deutsche
Enzyklopädie, 1965
§ Frediani, R., Desregulación y Privatización de Empresas Públicas en Bolivia.
Buenos Aires: CIEDLA/Fundación K. Adenauer, 1990
§ Gaceta Oficial de Bolivia. D.S. 21060 de 29 de agosto de 1985. La Paz, 1985
§ GTZ, Zielorientierte Projektplannung. Frankfurt, 1992
§ H. Cámara de Diputados, Estadísticas Económicas 1990. La Paz: Müller &
Asociados, 1990
§ H. Senado Nacional, Reformas a la Constitución Política del Estado. Seminario
Nacional. La Paz, 1993
§ Huertas, F., El Método PES - Planificación Estratégica Situacional. La Paz:
CEREB/Altadir, 1996
§ ILDIS, Descentralización y privatización. La Paz: ILDIS, 1991
§ ILDIS/FLACSO, Crisis del sindicalismo en Bolivia. La Paz, 1987
§ ILDIS et. al., Bolivia en el año 2010. La Paz, 1986
§ IMF, Bolivia. Recent Economic Developments. Julio 1988.
§ Kiguel, M.A. y Nissan Leviatan, "Inflationary Regidities and orthodox Stabilization
Policies: Lessons from Latin America", en The World Bank Economic Review. Vol
2, Number 3. Washington, 1988
§ Kremplin, M., Krise als Chance?. Neoliberale Wirtschaftspolitik und Gewerksschafts-
bewegung in Bolivien. Institut für Iberoamerika-Kunde. Hamburg, 1990
§ Lowi, Th. J. "Políticas públicas, estudios de caso y teoría política", en Luis F.
Aguilar, La Hechura de las Políticas. México, 1997
§ Loza, G., Crisis, estabilización y Proyecto Nacional. La Paz: Los Amigos del Libro,
1988
§ Machicado, C. Apuntes sobre la economía boliviana. (s.l.):Banco de Crédito de
Oruro, (s.f.)
§ Schuldt, J., "La paradoja de la abundancia de recursos naturales y el subdesarrollo:
El mito contemporáneo del Rey Midas". Ponencia presentada al
Seminario: Algunos Problemas Contemporáneos del Desarrollo, patrocinado por el
Instituto de Estudios Peruanos y el Goethe Institute, Lima, 28-29 de enero de
1998
§ Toranzo, C. (coord.), Bolivia hacia el 2000. Desafíos y opciones. Caracas:
ILDIS/Nueva Sociedad, 1989
§ World Bank, Bolivia. Updating Economic Memorandum. Junio 1988
§ Zapata, Carlos-Rodrigo, Entwicklungsländer im Weltmarkt: Markt als Sprengsatz?.
Conferencia. Soziales Seminar - Katholische Akademie Trier, Tréveris, Alemania,
marzo, 1991.
CARACTERÍSTICAS DE LA CRISIS DE
HIPERINFLACIÓN EN BOLIVIA
INDICADORES SELECCIONADOS
(1970 – 1986)
Indicador 1970 1986
PIB per cápita (1) 21 (1980) 15
Minería (2) 16,7 4,3
Petróleo (2) 14,16,1
Adm. pública (2) 9,4 13,2
Déficit Fiscal (2) 6,7 (1981) 17,6 (1984)
Exportaciones (3) 949’ (1980) 546’
Deuda externa (3) 300 4700
Depósitos bancarios 1/10 en 1985 de los
depósitos en 1981
1. En miles de $b de 1980; 2. En % del PIB 3. La
cifra es en millones de dólares Fuente: J. Cariaga,
op cit.; O. Antezana , op cit. Elaboración propia
CUADRO 2
FIN DE LA CRISIS DE HIPERINFLACIÓN EN
BOLIVIA
INDICADORES SELECCIONADOS
(variaciones porcentuales anuales)
Indicadores 1985 1987
Déficit fiscal (1) - 12.7 - 7.5
Crecimiento PIB real - 2.9 2.4
Precios al consumidor 8170 10.6
Producción minera e hidrocarburos - 12.6 - 1.9
Producción agrícola 9.1 - 0.2
Desempleo (2) 18.020.5
Salario mínimo (3) 45 35
Spread bancario (4) 121 20.2
1. Como % en relación al PIB 2. Respecto a la PEA
3. Índice del salario real mínimo, donde 1982 = 100
4. Diferencia promedio entre tasas activas y
pasivas en el sistema bancario, a fin de los años
indicados en%. FUENTE: IMF, Bolivia – Recent
Economic Development, 1988. Elaboración propia.
Pese al enorme costo social que trajo consigo la
NPE, como puede apreciarse en algunos
indicadores seleccionados incluidos en el Cuadro
2, su implementación puede juzgarse como exitosa
en lo relativo a los aspectos de corto plazo o
coyunturales, mientras que las causas básicas o
fundamentales del atraso y subdesarrollo boliviano
no han sido más que tangencialmente removidas.
4. CONCLUSIONES
NOTAS
BIBLIOGRAFÍA
POLITICA ECONÓMICA":
INTRODUCCIÓN DEL
NEOLIBERALISMO EN BOLIVIA
Carlos Rodrigo Zapata C.
1. ANTECEDENTES
Durante la primera mitad de los años ochenta,
Bolivia se vio enfrentada a una de las crisis más
severas de su historia: la hiperinflación y un
pronunciado receso económico generalizado.
Las causas inmediatas de dicho descalabro
económico se encontraban principalmente en
graves desequilibrios internos, ocasionados por
un pronunciado déficit fiscal y un manejo
macroeconómico inadecuado, como también en
acentuados desequilibrios externos, ocasionados
por una crisis de endeudamiento estatal
externo, así como también por una pronunciada
caída de los ingresos por exportaciones. Entre
estas causas también deben mencionarse la
multiplicación abrupta de las demandas de la
sociedad civil, que afloraban con fuerza después
del largo interregno de los gobiernos de facto,
así como la debilidad y vulnerabilidad del nuevo
gobierno democrático de H. Siles Zuazo, que
encabezaba una coalición de numerosos
partidos, pero no contaba con mayoría
parlamentaria.
3. LA POLÍTICA DE ESTABILIZACIÓN
MACROECONÓMICA
CARACTERÍSTICAS DE LA CRISIS DE
HIPERINFLACIÓN EN BOLIVIA
INDICADORES SELECCIONADOS
(1970 – 1986)
Indicador 1970 1986
PIB per cápita (1) 21 (1980) 15
Minería (2) 16,7 4,3
Petróleo (2) 14,1 6,1
Adm. pública (2) 9,4 13,2
Déficit Fiscal (2) 6,7 (1981) 17,6 (1984)
Exportaciones (3) 949’ (1980) 546’
Deuda externa (3) 300 4700
Depósitos bancarios 1/10 en 1985 de los
depósitos en 1981
1. En miles de $b de 1980; 2. En % del PIB 3.
La cifra es en millones de dólares Fuente: J.
Cariaga, op cit.; O. Antezana , op cit. Elaboración
propia
f) La implementación de la política: En la
literatura se ha destacado reiteradamente el
hecho que las condiciones de credibilidad son
muy distintas en economías altamente
inflacionarias en comparación con lo que
acontece en un proceso hiperinflacionario.
Mientras que en el primer caso ya existe una
práctica institucionalizada para convivir con la
inflación alta, mediante una diversidad de
ajustes e indexaciones automáticas, en una
situación de hiperinflación ello ya no es posible,
por lo que habría una mayor disposición a
asumir los riesgos de los ajustes que sean
necesarios.
CUADRO 2
FIN DE LA CRISIS DE HIPERINFLACIÓN
EN BOLIVIA
INDICADORES SELECCIONADOS
(variaciones porcentuales anuales)
Indicadores 1985 1987
Déficit fiscal (1) - 12.7 - 7.5
Crecimiento PIB real - 2.9 2.4
Precios al 8170 10.6
consumidor
Producción minera e - 12.6 - 1.9
hidrocarburos
Producción agrícola 9.1 - 0.2
Desempleo (2) 18.0 20.5
Salario mínimo (3) 45 35
Spread bancario (4) 121 20.2
1. Como % en relación al PIB 2. Respecto a
la PEA 3. Índice del salario real mínimo,
donde 1982 = 100 4. Diferencia promedio
entre tasas activas y pasivas en el sistema
bancario, a fin de los años indicados
en%. FUENTE: IMF, Bolivia – Recent
Economic Development, 1988. Elaboración
propia.
4. CONCLUSIONES
NOTAS
17 J. Cariaga, op. cit., uno de los integrantes del grupo que elaboró
el DS 21060, ha relatado los trasfondos de este proceso
BIBLIOGRAFÍA
§ Antezana, O., Análisis de la Nueva Política Económica. La Paz: Los
Amigos del Libro, 1988
§ Cariaga, J.L., Estabilización y Desarrollo. La Paz: FCE/Los Amigos
del Libro, 1996
§ CIPCA, Por una Bolivia diferente. Cuadernos de investigación 34. La
Paz: CIPCA, 1991
§ Doria Medina, S., 1987 – La quimera de la reactivación. La Paz:
Edobol, 1987
§ Eucken, W., Grundsätze der Wirtschaftspolitik. München: Rowohlts
deutsche Enzyklopädie, 1965
§ Frediani, R., Desregulación y Privatización de Empresas Públicas en
Bolivia. Buenos Aires: CIEDLA/Fundación K. Adenauer, 1990
§ Gaceta Oficial de Bolivia. D.S. 21060 de 29 de agosto de 1985. La Paz,
1985
§ GTZ, Zielorientierte Projektplannung. Frankfurt, 1992
§ H. Cámara de Diputados, Estadísticas Económicas 1990. La Paz:
Müller & Asociados, 1990
§ H. Senado Nacional, Reformas a la Constitución Política del Estado.
Seminario Nacional. La Paz, 1993
§ Huertas, F., El Método PES - Planificación Estratégica Situacional. La
Paz: CEREB/Altadir, 1996
§ ILDIS, Descentralización y privatización. La Paz: ILDIS, 1991
§ ILDIS/FLACSO, Crisis del sindicalismo en Bolivia. La Paz, 1987
§ ILDIS et. al., Bolivia en el año 2010. La Paz, 1986
§ IMF, Bolivia. Recent Economic Developments. Julio 1988.
§ Kiguel, M.A. y Nissan Leviatan, "Inflationary Regidities and orthodox
Stabilization Policies: Lessons from Latin America", en The World
Bank Economic Review. Vol 2, Number 3. Washington, 1988
§ Kremplin, M., Krise als Chance?. Neoliberale Wirtschaftspolitik und
Gewerksschafts-bewegung in Bolivien. Institut für Iberoamerika-
Kunde. Hamburg, 1990
§ Lowi, Th. J. "Políticas públicas, estudios de caso y teoría política", en
Luis F. Aguilar, La Hechura de las Políticas. México, 1997
§ Loza, G., Crisis, estabilización y Proyecto Nacional. La Paz: Los
Amigos del Libro, 1988
§ Machicado, C. Apuntes sobre la economía boliviana. (s.l.):Banco de
Crédito de Oruro, (s.f.)
§ Schuldt, J., "La paradoja de la abundancia de recursos naturales y el
subdesarrollo: El mito contemporáneo del Rey Midas". Ponencia
presentada al Seminario: Algunos Problemas Contemporáneos del
Desarrollo, patrocinado por el Instituto de Estudios Peruanos y el
Goethe Institute, Lima, 28-29 de enero de 1998
§ Toranzo, C. (coord.), Bolivia hacia el 2000. Desafíos y opciones.
Caracas: ILDIS/Nueva Sociedad, 1989
§ World Bank, Bolivia. Updating Economic Memorandum. Junio 1988
§ Zapata, Carlos-Rodrigo, Entwicklungsländer im Weltmarkt: Markt als
Sprengsatz?. Conferencia. Soziales Seminar - Katholische Akademie
Trier, Tréveris, Alemania, marzo, 1991.
1. ANTECEDENTES
Durante la primera mitad de los años ochenta, Bolivia
se vio enfrentada a una de las crisis más severas de
su historia: la hiperinflación y un pronunciado receso
económico generalizado.
3. LA POLÍTICA DE ESTABILIZACIÓN
MACROECONÓMICA
CARACTERÍSTICAS DE LA CRISIS DE
HIPERINFLACIÓN EN BOLIVIA
INDICADORES SELECCIONADOS
(1970 – 1986)
Indicador 1970 1986
PIB per cápita (1) 21 (1980) 15
Minería (2) 16,7 4,3
Petróleo (2) 14,16,1
Adm. pública (2) 9,4 13,2
Déficit Fiscal (2) 6,7 (1981) 17,6 (1984)
Exportaciones (3) 949’ (1980) 546’
Deuda externa (3) 300 4700
Depósitos bancarios 1/10 en 1985 de los depósitos
en 1981
1. En miles de $b de 1980; 2. En % del PIB 3. La
cifra es en millones de dólares Fuente: J. Cariaga, op
cit.; O. Antezana , op cit. Elaboración propia
CUADRO 2
FIN DE LA CRISIS DE HIPERINFLACIÓN EN
BOLIVIA
INDICADORES SELECCIONADOS
(variaciones porcentuales anuales)
Indicadores 1985 1987
Déficit fiscal (1) - 12.7 - 7.5
Crecimiento PIB real - 2.9 2.4
Precios al consumidor 8170 10.6
Producción minera e hidrocarburos - 12.6 - 1.9
Producción agrícola 9.1 - 0.2
Desempleo (2) 18.020.5
Salario mínimo (3) 45 35
Spread bancario (4) 121 20.2
1. Como % en relación al PIB 2. Respecto a la PEA 3.
Índice del salario real mínimo, donde 1982 = 100 4.
Diferencia promedio entre tasas activas y pasivas en el
sistema bancario, a fin de los años indicados en%.
FUENTE: IMF, Bolivia – Recent Economic
Development, 1988. Elaboración propia.
4. CONCLUSIONES
NOTAS
BIBLIOGRAFÍA
Neoliberalismo en Bolivia
1985 – 2004
El “Neoliberalismo” es una doctrina político económica así como también es ideológica
que surge en la década de los 80 a partir de la crisis del populismo nacional y la derrota
del socialismo, esto a nivel nacional,
Así como también podemos decir que los principales impulsores de dicha ideología en
la actualidad fueron Ronal Reagan ex presidente de los Estados Unidos y Margaret
Thacher quienes a través de sus políticas exteriores impulsaron esta política en el plano
económico.