El documento describe el contrato de promesa regulado en el Código Civil. Este contrato implica que una o ambas partes se comprometen a celebrar un determinado contrato en el futuro dentro de cierto tiempo. El objetivo principal del contrato de promesa es asegurar la celebración de un contrato definitivo en el futuro cuando no se desea celebrarlo en el momento, pero existe interés en hacerlo posteriormente.
El documento describe el contrato de promesa regulado en el Código Civil. Este contrato implica que una o ambas partes se comprometen a celebrar un determinado contrato en el futuro dentro de cierto tiempo. El objetivo principal del contrato de promesa es asegurar la celebración de un contrato definitivo en el futuro cuando no se desea celebrarlo en el momento, pero existe interés en hacerlo posteriormente.
El documento describe el contrato de promesa regulado en el Código Civil. Este contrato implica que una o ambas partes se comprometen a celebrar un determinado contrato en el futuro dentro de cierto tiempo. El objetivo principal del contrato de promesa es asegurar la celebración de un contrato definitivo en el futuro cuando no se desea celebrarlo en el momento, pero existe interés en hacerlo posteriormente.
El contrato de promesa es el primer contrato regulado en el Código Civil.
Este contrato no se encontraba regulado por el derecho romano aunque había algunos pactos que pueden ser considerados como antecedentes de éste contrato mediante los cuales se prometía una estipulación de un contrato de mutuo: eran actos jurídicos que preparaban la celebración de nuevos actos jurídicos, característica principal del contrato de promesa. La promesa de contrato es un acto especialísimo, el único cuyo objeto es celebrar un contrato definitivo en el futuro. Si bien en los contratos en general nacen obligaciones de dar, hacer y no hacer, en cuanto a este contrato sólo se origina la obligación de hacer, la cual es el celebrar un contrato en un futuro. Las obligaciones de hacer se pueden referir a actos jurídicos o hechos materiales. A las partes que intervienen se les llaman respectivamente promitente y beneficiario. Este acto jurídico puede ser unilateral o bilateral. Es unilateral cuando una sola parte se obliga, y bilateral cuando quedan obligadas recíprocamente ambas partes. Además de esto, éste es un contrato formal, esto quiere decir que debe constar por escrito, ya que si no se hiciere de tal manera se produciría una nulidad relativa. Esta nulidad la puede pedir cualquiera de los interesados, dado que la falta de forma es un requisito que afecta a cualquiera de las partes contratantes. Por último, es un contrato de garantía porque asegura la celebración del contrato futuro determinado. Entendemos que los elementos esenciales son imprescindibles para la existencia de un contrato y el contrato de promesa no es la excepción. Para la existencia de este acto jurídico se necesita del consentimiento y el objeto. Por consentimiento entendemos que es el acuerdo de voluntades sobre un punto de interés jurídico; en el caso de la promesa, siendo bilateral, obliga a ambas partes, o sólo a una en caso de que sea unilateral. Y el objeto viene siendo la obligación que una de las partes debe hacer. Por otro lado están también los elementos de validez, entendiendo que la falta de alguno de ellos puede producir nulidad relativa o absoluta. Los elementos de validez de éste contrato específicamente son la capacidad y la forma. Se necesita la capacidad genera: ser mayor de edad y estar en pleno uso de las facultades mentales, sin embargo, no se necesita tener la capacidad que se requiere para celebrar el contrato definitivo, porque en muchos casos mientras se obtiene esa capacidad se celebra el contrato de promesa. Y en cuanto a la forma, como ya se mencionó antes, se refiere a que, la promesa, para ser válida debe otorgarse por escrito, como lo señala el artículo 2246 del CC. Para identificar un contrato de promesa son necesarios dos requisitos propios de este acto jurídico tales como contener los elementos característicos del contrato definitivo, ya que de lo contrario el contrato definitivo no se podría celebrar. Y limitarse a cierto tiempo, ya que si no se limitase a cierto tiempo la celebración del contrato definitivo, el promitente quedaría obligado de una manera indefinida a sostener su oferta, lo que podría llegar a ser antieconómico, sobre todo cuando el contrato definitivo es traslativo de dominio. El objetivo principal del presente acto jurídico es asegurar la celebración de un contrato futuro determinado cuando no se quiere celebrar por el momento un contrato definitivo pero hay interés en que se celebre posteriormente. Existen diversos tipos de promesa, tales como la promesa de venta, que consiste en que una persona se obliga a vender una cosa, y la otra está conforme con esa obligación, pero sin obligarse a comprar. También existe la promesa de compra, que es el contrato por el cual una persona se obliga a comprar una cosa por un precio determinado, sin que la otra se obligue a venderla. Y la promesa de compraventa, que es un contrato por el cual se obligan una a comprar y la otra a vender una cosa, a cierto precio, en determinado plazo; o en términos más sencillos, es aquel en que las partes se obligan a celebrar un contrato de compraventa dentro de cierto tiempo. Las promesas de venta y compra son unilaterales, mientras que la promesa de compraventa es bilateral. En cuanto al incumplimiento de la promesa, el beneficiario puede exigir al promitente el cumplimiento del contrato de promesa, que es la celebración del contrato definitivo; si éste se rehúsa a firmar los documentos necesarios para dar forma legal al contrato, los firmará el juez a solicitud de aquél. Si no se comprueba la celebración del contrato de promesa de venta, no puede prosperar la acción para otorgamiento del contrato definitivo de compraventa, en escritura pública, que se origina en consecuencia del cumplimiento de la obligación de hacer que se constituye con la celebración del contrato preliminar. INTRODUCCIÓN Para la mejor comprensión de esta evidencia es necesario partir de un punto clave: “el contrato”. Un contrato es un acuerdo de voluntades que crea o transmite derechos y obligaciones a las partes que lo suscriben. El contrato es un tipo de acto jurídico en el que intervienen dos o más personas y está destinado a crear derechos y generar obligaciones. Se rige por el principio de autonomía de voluntad, según el cual, puede contratarse sobre cualquier materia no prohibida. Los contratos se perfeccionan por el mero consentimiento y las obligaciones que nacen del contrato tienen fuerza de ley entre las partes contratantes. En lo que a ésta evidencia refiere, se hace especial mención a aquellos contratos denominados contrato de promesa. Se aborda sus generalidades, su concepto, sus requisitos y elementos para una mejor comprensión del tema. CONCLUSIÓN Ha quedado claro que en el contrato de promesa una o ambas partes se comprometen a celebrar, dentro de cierto tiempo, un determinado contrato que no pueden o no desean celebrar por el momento. A la promesa del contrato se le conoce también como precontrato, antecontrato, contrato preliminar, contrato preparatorio, promesa de contrato, contrato opción, contrato prometido y pacto de contrahendo. Y su razón de ser es el ser celebrado con la intención de posteriormente celebrar un contrato definitivo.
BIBLIOGRAFÍA Treviño García, Ricardo. (2016). “Los contratos civiles y sus generalidades”. México: McGraw-Hill.
Ley de Amparo, reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos 2016: Comentada y con jurísprudencia