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Introducción Shaikh

Los conceptos fundamentales de la crítica de la economía política de Marx son los de clase, trabajo
excedente y explotación. Mientras que el concepto de Capital debe entenderse no como una
entidad física o meramente financiera (herramientas y equió, dinero y activos financieros) sino como
una estructura históricamente especifica de relaciones sociales que mantienen bajo ciertos
elementos la reproducción de la sociedad y a su vez, la transforma para su beneficio. Al explicar el
capital no como una entidad sino como una formación histórica concreta, el capitalismo es pues,
una de tantas formas de organización social que han existido y que podrán existir.

El concepto de capital, redirige la atención hacia el tema de la ganancia, pues este es fin y razón de
ser del capital. Sin embargo, esta puede adquirirse por medio de dos fuentes: la primera fuente es
la transferencia libre o forzada de riqueza (ganancia por enajenación), mientras que la segunda
funte es la producción de plusvalía (la ganancia por plusvalía).

El capital individual se invierte a modo de generar una ganancia y expandir el capital. No obstante,
este valor capital ampliado debe ser reinsertado a la pelea de nuevo en mejores condiciones. Este
circuito recursivo de ganancia e inversión da origen a un proceso dinámico de crecimiento o
ampliación bajo patrones subyacentes que Marx denomina “leyes generales de acumulación
capitalista”. En este sentido, ¿Qué es una ley? ¿Por qué denominar ley a un patrón estructural si el
mismo es transitorio en la historia? Una ley es una fuerza que domina sus tendencias contrapuestas,
de tal manera que se genera un patrón general dominante. El sentido que Marx otorga al capitalismo
es que el mismo es una construcción histórica concreta y por tanto sus leyes o patrones generales
dominantes son a su vez especiales y únicas para el proceso histórico que denomina capitalismo. De
esta forma Marx logra identificar tres leyes generales: 1) la concentración y centralización de capital;
2) la tendencia del capital a mantener un ejército industrial e internacional de reserva de trabajo (su
característica principal es la de ser un conjunto creado y mantenido de desempleo y empleo parcial
a nivel internacional); 3) por último, la tendencia de la acumulación ligada a hacer descender la tasa
de ganancia, provocando el socavamiento de la acumulación en sí misma (contradicción inherente
de la acumulación capitalista y por tanto origen de las periódicas crisis económicas).

CLASE, TRABAJO EXCEDENTE Y EXPLOTACIÓN

Partiendo de la noción general de que la sociedad está compuesta por seres humanos que viven
dentro y por medio de un conjunto de complejas relaciones sociales que configuran su existencia,
Marx plantea que las relaciones que estructuran la división social del trabajo son la base de toda
reproducción social, por un lado, por la meta social que es la producción material de los satisfactores
de necesidades (sociales o productivas) y, por otro, la reproducción de los lineamientos sociales
elementales por los cuales se estructura y realiza la producción. De esta manera, la reproducción
social es pues la reproducción de individuos en tanto individuos sociales. [PRIMERA NOCION DEL
SUJETO MATERIAL]

Ahora bien, si entendemos a la sociedad sobre la base del tipo, complejidad y desarrollo de la
división social del trabajo, entonces, se debe entender que la sociedad capitalista está asentada en
una sociedad de clases. Es decir, cada individuo está constituido por el rol que cumple dentro del
tejido social y por tanto está determinado por 1) si está en posesión de los medios de producción
(burguesía) o 2) si está en posesión únicamente de su fuerza de trabajo, es decir, está despojado de
los medios de producción, así como de las condiciones para producir (proletariado). Esta
configuración social, entonces, está estructurada alrededor de la extracción continua de trabajo
excedente, es decir, de tiempo de trabajo mayor que el requerido para la producción de los bienes
satisfactores de necesidades. En una sociedad de clases, aquellas clases subordinadas (despojadas
de los medios y condiciones de producción) son las que hacen el trabajo para la reproducción de la
clase dominante, lo que a su vez, termina por reproducir las condiciones de su propia subordinación.
Es justo en esta relación y lucha constante entre intereses contrapuestos de la burguesía y el
proletariado de donde Marx explica que la extracción de trabajo excedente es en sí misma
explotación del trabajo.

En un sentido más general, la explotación es hacer de un objetivo un fin, lo cual equivale a sacar
ventaja de la condición del subordinado, de modo que en la medida en que una actividad, como la
producción, implica sacar ventaja de otras personas, la explotación significa el aprovechamiento
inescrupuloso e ilegitimo del mismo. De esta manera, si del objetivo que es la extracción de un
excedente de trabajo se vuelve el fin último de la sociedad de clases, entonces esto significa el
mantenimiento, producción y reproducción de la subordinación de una clase sobre la otra, en otras
palabras, es un desmejoramiento endémico e intrínseco de una parte de la sociedad en
aprovechamiento de otra, por tanto, es aquí donde la explotación se convierte en opresión, es decir,
sistemáticamente aprovecharse de la subordinación del proletario. Si bien, la explotación del
trabajo es parte fundamental de una sociedad dividida en clases, el modo de producción determina
las implicaciones límites a las cuales se encauza la extracción del producto excedente, es por esto
que dados los objetivos de esta investigación nos centraremos en el modo de producción
específicamente capitalista. [CONDICIONANTES DE LA INVESTIGACIÓN]

Ahora bien, si la riqueza material de la clase dominante está directamente ligada al tamaño del
producto excedente, la relación de diferencia entre el tiempo de trabajo excedente y el tiempo de
trabajo necesario para la reproducción del trabajador tenderá cada vez a ser más alta, es decir, se
intentará elevar la tasa de explotación: debido a que la magnitud del producto excedente puede y
tiende a elevarse (dada una cierta productividad del trabajo y la duración e intensidad de la jornada
de trabajo) cuanto menor sea la porción del producto consumido por los trabajadores, la clase
dominante luchara por empujar la tasa de explotación hacia sus límites históricos y sociales,
mientras que las clases subordinadas tenderán a resistir y a pelear contra las condiciones sociales
que prevalecen y los subordinan. Es así como el carácter de clase, excedente de trabajo y
explotación convierten a toda existencia y reproducción humana fundada en los modos de
producción basados en sociedades de clases (esclavismo, feudalismo y capitalismo) tendrán como
característica principal el antagonismo, la hostilidad entre dominantes y dominados, así como
periodos de motines, rebeliones, guerras y revoluciones. Es por esto que toda sociedad de clases
dependen a su vez de la ideología para motivar y racionalizar la división social sobre la cual se asienta
la sociedad y además el poder para proveer la disciplina necesaria para condicionar previsiblemente
o bien para forzar cuando todo lo demás falla. [RELACIÓN PRODUCCIÓN, IDEOLOGÍA Y PODER]

CAPITALISMO Y EXPLOTACIÓN

El capitalismo es una sociedad de clases, donde la dominación ejercida por parte de la clase
capitalista tiene como base fundamental la propiedad y control del vasto volumen de medios de
producción de la sociedad. La clase trabajadora, está constituida por todos aquellos remanentes
sociales que han sido “liberados” (despojados y enajenados) de los medios de producción y por lo
tanto, deben ganar su subsistencia trabajando para la clase capitalista. De esta manera, la condición
general para la reproducción de la sociedad es 1) que los trabajadores despojados sean inducidos
(coercitivamente, forzadamente, o contractualmente) a producir trabajo excedente, de manera que
se genere una ganancia, y ésta a su vez mantenga y reproduzca a la clase capitalista y las
condiciones, términos y el futuro de las relaciones necesarias para la producción. La característica
principal del capitalismo radica en que las relaciones de explotación están ocultas detrás del proceso
de intercambio. De esta manera el trabajador y el capitalista se logran observar bajo un tono
perfectamente equitativo, equilibrado y hasta justo, pues el trabajador ofrece su fuerza de trabajo
en el mercado, el capitalista burgués ofrece un salario y el pacto es realizado cuando ambos están
de acuerdo en aceptar dicho contrato. Por tanto, el trabajador se observa como un individuo libre,
racional que vela por sus intereses, además que se presenta en términos de igualdad con el
capitalista, el cual también se advierte como un individuo libre y racional en vela por sus intereses.
No obstante, una vez sobrepasada las relaciones aparentes al situarlas en un proceso histórico
concreto de lucha de clases, se observa que toda libertad, igualdad y fraternidad que pregonan las
relaciones de intercambio capitalista, así como las relaciones de producción y reproducción social,
no son naturales, sino que se asientan dentro del dominio del trabajo excedente (acumulación
originaria y explotación del trabajo), el cual trae consigo un mundo de jerarquías, desigualdad, de
órdenes y obediencia, de controladores y controlados, en el cual la clase trabajadora está destinada
a trabajar para producir cierta cantidad de productos para sus empleadores. De manera que, el éxito
de la producción capitalista, radica en que para que ésta cree su propia ganancia, debe de hacer que
los trabajadores trabajen más allá del tiempo requerido para producir sus propios medios de
consumo. Deben, en otras palabras, trabajar tiempo de trabajo excedente para producir el producto
excedente sobre el que se fundamenta la ganancia.

EL CAPITAL COMO UNA RELACIÓN SOCIAL

Cualquier actividad laboral, es en sí misma parte de la división social del trabajo; su verdadero
sentido solamente puede ser comprendido si se analiza como parte de una totalidad mayor, una
suerte de proyecto social global (Lukacs). Sin embargo, dos procesos de trabajo que son idénticos
técnicamente pueden, tener dinámicas sustancialmente diferentes, precisamente porque existen
dentro de estructuras sociales distintas: por ejemplo, la producción de tela dentro del capitalismo
se caracteriza, porque el proceso de trabajo efectuado en el telar está dirigido a la producción de
ganancia para los propietarios. Todo lo demás se reduce a ser simple medio o vehículo para la
misma, de esta manera el empaque del producto puede desplazar su utilidad real. Esto también es
válido para las herramientas del proceso de trabajo. Tanto en una producción comunitaria como
una capitalista el telar sirve como medio de producción en un proceso de trabajo. Pero solo en el
capitalismo, el telar funciona como capital. Lo cual quiere decir que para sus propietarios capitalistas
el significado del telar reside no en su carácter de medio de producción sino en su papel como medio
o vehículo hacia la ganancia. Asimismo, los trabajadores que utilizan el telar, lo hacen ya no como
su instrumento, sino como una herramienta capitalista adecuada a las necesidades del capital. En
realidad, si se observa a la fábrica capitalista, se puede ver que tanto el telar, como el dinero, la
hilaza y aun la fuerza de trabajo sirven en diferentes proporciones e instancias como encarnaciones
particulares dele capital de los propietarios. Es por esto que al párrafos arriba se mencionaba que
el capital no es una cosa, sino un conjunto histórico y muy específico de relaciones sociales que
toman parte del desarrollo de la humanidad y que confieren a las cosas inmersas en ellas su
contenido específico como objetos sociales. Para entender el capital, es necesario observar y
descifrar su carácter como relación social.

CAPITAL Y CLASES

Entendida las formas como se estructura la sociedad de clases en el capitalismo, entonces es claro
que la reproducción de cualquier sociedad requiere no solo de la reproducción de su gente, sino
también de las cosas necesarias para existir como tales y de las relaciones sociales que envuelven a
las personas como cosas. Las cosas que las personas necesitan para su existencia diaria forma la
base material de la sociedad. Si bien el carácter específico de estas cosas y aun las necesidades que
ellas satisfacen, pueden variar de acuerdo con el tiempo y las circunstancias, ninguna sociedad
puede existir durante mucho tiempo y a su vez en casi todas las sociedades los objetos socialmente
necesarios se producen por medio del trabajo humano (exceptuando las más primitivas que
utilizaban directamente como objetos sociales aquellos que eran extraídos directamente de la
naturaleza sin transformación por el trabajo). Y bajo estos lineamientos es que la producción y la
asignación social del trabajo (división del trabajo) sobre la cual descansa emergen, pues como
aspectos fundamentales de la reproducción social. De modo que al trabajar se ejerce influencia en
la naturaleza, a su vez se hace mediante la interacción con otras personas en y mediante relaciones
sociales específicas. Por lo tanto, el proceso de trabajo determina, no solo la producción de nueva
riqueza, sino también para la reproducción de las relaciones sociales que circunscriben esta
producción, así como también para cualesquiera otras relaciones contingentes con ella. En efecto,
una sociedad de clases está estructurada de tal manera que le permite a un grupo de personas vivir
del trabajo de las otras. Para que esto sea posible, las clases subordinadas deben no solamente ser
capaces de producir más que lo que ellas mismas apropian sino también, de alguna manera, deben
ser inducidas a hacerlo con regularidad, es decir, deben ser forzadas a trabajar por más tiempo del
que requieren para satisfacer sus propias necesidades, de modo que su trabajo excedente y el
correspondiente producto excedente puedan ser usados para el sostenimiento de sus dominadores.
[subcapítulo repetido pero con otro nombre]

El CAPITAL COMO RELACIÓN SOCIAL INDIVIDUAL VS EL CAPITAL COMO RELACIÓN SOCIAL


DOMINANTE.

Ninguna sociedad brota de manera completamente acabada.. En lugar de ello, sus elementos
constitutivos deben excistir ya en otras sociedades, de manera dispersa, o bien deben surgir y ser
nutridos dentro de la estructura de su predecesor directo. Esta distinción entre los elementos y el
todo es importante por cuanto nos permite diferenciar entre el capital como relación social
individual y el capitalismo como formación social en donde el capital es la relación social dominante.

Por un lado, el capital como relación social individual se ocupa ante todo de la producción de
ganancia. Esto significa avanzar de una suma de dinero D con el fin de recuperar una suma mayor
de dinero D’. En este caso, el dinero funciona como un medio para hacer dinero (es decir, como
capital dinero) más que como simple medio para comprar mercancías para el consumo (esto es,
como ingreso monetario). Marx explica tres posibilidades entre capital dinero e ingreso monetario:
1) el capital-dinero D puede ser avanzado como préstamo a cambio de un repago subsecuente de D
más una suma adicional D: circuito D-D’’; 2) El capital dinero- puede ser utilizado para comprar
mercancías y estas ser revendidas después por más dinero D’: circuito D-M-D’; por ultimo, el capital-
dinero puede gastar en comprar mercancías: Fuerza de trabajo y medios de producción (materiales,
planta y equipo), y puestos en movimiento en un proceso de producción P y el producto resultante
M’ en vendido por capital-dinero ampliado D’: circuito D-M…P…M’-D’. Sociedades antiguas han
utilizado los dos circuitos, pero fue solo hasta la Europa feudal que se fusionan con el capital
industrial para construir lo que se denomina modo de producción capitalista, porque es solo en esta
última circunstancia que la habilidad del capitalista para mantener la productividad del trabajo por
encima del salario real aparece como fuente de toda ganancia, es decir, solo entonces sobre la base
del trabajo excedente extraído directamente por y para él, encontramos al capital como relación
social dominante, y a sus formas individuales como simples momentos particulares del mismo
proceso global. (Capital bancario, comercial e industrial)

LAS LEYES GENERALES DEL CAPITAL

El predominio social del capital da origen a ciertos patrones característicos del modo de producción
capitalista. El primero de estos es la relación de clase entre el capital y trabajo, el cual es
fundamentalmente antagónica, que gira alrededor de la lucha por las condiciones y términos de la
extracción del trabajo excedente. El segundo es bajo la forma de organización social que enfrenta a
cada elemento contra algún otro en un clima generalizado de conflicto: capitalista contra trabajador
en el proceso de trabajo, trabajador contra trabajador en la competencia por los puestos de trabajo,
capitalista contra capitalista en la batalla por la posición del mercado y las ventas y por ultimo nación
contra nación en el mercado mundial. El tercer patrón está en el hecho de que las relaciones entre
personas están mediatizadas por relaciones entre cosas, proviene de la misma naturaleza de la
producción capitalista, en la que se emprenden trabajos individuales únicamente con el ánimo de
obtener una ganancia de sus productos. Los productos aparecen, entonces, en primer lugar y los
siguen los productores. De aquí se deriva el famoso fetichismo de las relaciones mercantiles, que
parece ser una propiedad natural de todos los objetos más que una forma histórica especifica de
evaluar el contenido social de los trabajos que los producen. El cuarto punto radica en que solo bajo
las relaciones de producción capitalistas los procesos individuales de trabajo se llevan a cabo con la
esperanza de obtener una ganancia privada sin ninguna consideración previa de la división social
del trabajo. No obstante es necesario que esos trabajos se articulen si y solo si, reproducen
colectivamente las bases materiales y sociales de su existencias: el capitalismo requiere un modelo
particular de trabajo con el fin de reproducir su estructura general, y por ende, necesita de un sujeto
de trabajo específico para su realización. Por lo tanto, bajo la producción capitalista, los distintos
trabajos individuales (relación trabajo-sujeto) terminan siendo forzosamente articulados en una
división social del trabajo, en continuo movimiento, por medio de un proceso de ensayo y error; de
ampliación y contracción, de discrepancia, discontinuidad y aun rupturas ocasionales en el proceso
de reproducción, esta es la forma peculiar de la reproducción capitalista. El quinto radica en que la
producción capitalista es guiada por la ganancia. Cada capitalista es impulsado a buscar y agrandar
la brecha entre el avance inicial de D y el retorno D’; los que sean más exitosos prosperaran y crecen,
quienes queden rezagados pronto enfrentaran el espectro de la extinción. Dentro del proceso de
trabajo, esto se evidencia en la tendencia a prolongar la duración e intensidad de la jornada de
trabajo hasta sus límites sociales, mientras, al mismo tiempo y constantemente se persogue
reformar el proceso de trabajo según patrones que sean aún más “racionales” desde el punto de
vista del capital. La racionalidad capitalista se expresa de manera más perfecta en la rutinización y
especialización de la producción, en la reducción de actividades humanas a operaciones repetitivas
y automáticas, y en el posible reemplazo de las líneas de trabajo-humano maquina por maquinas
reales. Es así como la Revolución industrial es solo una señal y no la causa de las relaciones de
producción capitalistas. Y si bien, antes la herramienta era un instrumento de trabajo, ahora es el
trabajador un instrumento de la máquina. [Inserción del sujeto en la ley y la reproducción]

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