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Valeria Andrade es una artista que ha sujeto a cambio en el ámbito de la creación
explorado múltiples lenguajes para ensanchar su parecería hablar de una inevitable disposición a
lugar en la danza y, desde ahí, permitir al especta- la transformación: un estar en continuo movi-
dor tener un encuentro con la coreografía como miento. Y, luego, la definición que hace la artis-
una matriz contenedora de diversos elementos. ta sobre sí misma parece apuntar a comprender
Sus propuestas se basan en respuestas estéticas que que ella se ve a como lugar para ejercer la coreo-
parecen clamar siempre por asaltar de otros sitios grafía. Autocoreógrafa: quien coreografía sobre
herramientas, pistas, formas, etc. Llamada por lo sí misma, sobre sí como un campo de escritura
que le dice la materialidad y/o la pregunta por la en movimiento -podría ensayarse como defi-
que parte, a veces encarna sus acciones en perfor- nición... Pero también podría aludir a alguien
mance o audiovisual, o toma prestados elementos que desarrolla una metodología personal en el
del yoga, la literatura, la antropología, la filosofía, proceso coreográfico que en la misma práctica
entre otras disciplinas y lenguajes, para serle fiel a la autodefine singularmente en el espacio de la
lo que empuja la necesidad creadora y, desde ahí, creación.
darle forma. Así, en el trabajo de Valeria, cada obra Cabe acotar que, más allá de esto, luego
halla un modo de resolución siempre distinto, de etiquetarse como autocoreógrafa en el mismo
incluso, a veces –como se acaba de anotar- que en portal, Valeria continúa diciendo: “performer
su devenir se instala por fuera de los límites de la que entrena con ballet e instructora de kundali-
danza, pero que logran lanzarle a tal campo del ni yoga; ubica sus procesos creativos en una pro-
arte ciertas preguntas que permiten abrir su senti- puesta artística interdisciplinaria, por lo que ha
do hoy. integrado varios medios y lenguajes dentro de
su producción en el arte: danza, literatura, arte

Coreografiar con de acción, video, instalación, intervenciones


urbanas”, lo que invita al espectador a mirar las
diversas posibilidades para tejer el movimiento,

lenguajes diversos para entrar en la complejidad de su danza, del


estar desde la danza en el arte, en general.

Los cuerpos y / con el espacio social


Hay dos pistas clave sobre su trabajo en Hay dos preocupaciones que se repi-
un blog7 (en realidad, plataforma de producción ten en el trabajo de Valeria: el problema de la
de arte y de contenidos) que tuvo activo duran- configuración del sentido de los cuerpos (es-
te algún tiempo Valeria. La primera, el nombre pecíficamente de los cuerpos femeninos y de
de la misma plataforma: Sujeto a cambio. Y la los cuerpos no legítimos socialmente) y tanto
segunda, en la descripción de tal espacio, su de- interdependiente como independientemente
finición como autocoreógrafa. Me detengo en de ello, el problema del espacio público y de las
ello porque ambos datos hablan de su postura organizaciones sociales imperantes.
en la creación danzaria. Quizás en uno de los trabajos que más
El estar sujeto a, implica estar expuesto claramente coexisten estas dos preocupaciones,
a cierta condición, a cierta circunstancia. Estar es una serie de performances registrados en
video que mucho han circulado no solo en el
7 El blog aún está disponible en la siguiente dirección: ámbito del arte, sino en el de los estudios de
http://sujetoacambio.blogspot.com/ ciudad, de género y en espacios pedagógicos

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Página anterior: diversos. Se trata de Prácticas Suicidas8, tra- cas relacionales que se han instaurado en uno de
Transformer, Valeria bajo que cobija nueve videos, donde Valeria los sectores más concurridos en Quito, el barrio de
Andrade. performa las acciones que los contienen y el La Mariscal, un espacio que en las últimas décadas
Foto David Guzmán encargado del registro y edición audiovisual es se caracteriza por su desarrollo turístico. Ahí, con
el artista quiteño Pedro Cagigal. un grupo de otros artistas (que van desprovistos
Página opuesta: Esta serie de ejercicios perfor-audiovi- de su condición de artistas), instalan algunos de
La Torera, Valeria suales, concebidos en el año 2009, se basa en sus muebles e intentan desarrollar una especie de
Andrade. prácticas que irrumpen en el cotidiano y que, convivio público. Primero se instalan en la Plaza
Foto Diego Bravo aunque aparentemente sencillas, se erigen en la Foch –uno de los sitios de mayor movimiento en
desobediencia de los códigos impuestos por el la zona- e invitan a los transeúntes de marcadas
ordenamiento social. Además, desde ahí, a su diferencias étnicas, socio-económicas y sexo-
vez, ponen en riesgo su propio cuerpo, el de la genéricas a tomar asiento con ellos, a conversar, a
performera (he ahí el guiño a lo suicida). beber algo. ¿Cómo se encuentran estos cuerpos en
Así, por ejemplo, en uno de los perfor- una arquitectura familiar (los muebles) instalada
vídeos: ‘Transformer’, Valeria se cambia de ropa en medio de una arquitectura social que los regula
en un autobús y pese a que logra no exhibir su de otros modos y les confina a ocupar lugares, así
cuerpo, el gesto de la transformación tensiona como a establecer sentidos que marcan diferencias,
la frontera que divide lo privado de lo público, separaciones, patrones, etc.? Encarnar esa inquie-
vulnerando así su propio cuerpo. En otro de los tación por la diferencia y las normatividades, pone
trabajos de esta serie, ‘Al vuelo’, Valeria reprodu- en tensión todo el espacio social. No se trata de
ce una práctica por años imperante en el país, proponer algo “otro”, sino de volver visible lo que
que es la de subir y bajar del autobús cuando se ha instaurado. De abrir ante los transeúntes los
aún este está en movimiento. En la acción men- signos que han surgido desde las configuraciones
cionada, la performera pese a su destreza para comerciales que imperan en la zona. Cómo todo
hacerlo, siempre está rozando el límite del golpe ello re-direcciona el sentido del espacio público,
al cuerpo. Hay una tensión que se abre entre el pero también de la ciudadanía, de los cuerpos en
juego y el riesgo. Hay algo de trágico y de risible las arquitecturas, etc.
en esta práctica. Parece que la osadía nubla la Estos dos ejemplos de Valeria tomados
razón y el vértigo se incorpora como estrategia al azar, inevitablemente invitan a preguntarse,
de negociación en las prácticas cotidianas. Vivir ¿qué le da esto a la danza? ¿Por qué seguimos
pendiendo de un hilo como práctica normaliza- pensando en Valeria Andrade como alguien del
da es lo que expone Valeria y es desde donde se territorio de la danza? ¿Por qué consta en este
expone. libro? ¿Por qué no simplemente ubicarla como
Para ejemplificar con otro de sus trabajos alguien que agita de manera importante el cam-
sus preocupaciones mencionadas previamente, se po de la performance? La insistencia de traerla
puede hablar de Sala de viernes: desnaturalizar a esta zona y ubicar estos dos ejemplos que no
la separación social, un proyecto realizado en corresponden a la danza en sí misma, responden
2013, en el cual la artista problematiza las dinámi- a una necesidad de utilizar esto como posibili-
dades para preguntarse sobre el disciplinamien-
8 La Selecta – Cooperativa Cultural tiene un registro de to de los cuerpos, sobre sus estrategias de nego-
tal trabajo en su blog, que consta, a su vez, de enlaces ciación simbólica, desde la práctica misma.
que derivan a cada uno de los video-performances En una entrevista que Valeria Andrade
http://www.laselecta.org/2009/05/practicas-suicidas- diera al equipo de investigación que está detrás
valeria-andrade-pedro-cagigal/ de esta publicación y que forma parte del otro

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tomo que acompaña a este libro, Valeria habla mativa. Ahora, desde estas otras prácticas, más
de un tránsito por la danza que le implicó una cercanas al performance o al video-performance,
formación llena de sometimientos al cuerpo o a la instalación (que es otro de sus campos
desde formas estandarizadas, desde regímenes aquí no mencionados), Valeria explora los cuer-
que no permitían crecer desde su singularidad, pos desde otras perspectivas. Quizás convenga
sino desde el marco de expectativa que el canon preguntarse cómo incorporar esas preguntas a
de la danza obligaba y que años más tarde ella los cuerpos en el ámbito danzario. Cómo esas
misma reconoce haber tenido una total ausencia preguntas provocan afectaciones, cómo le abren
de consciencia corporal en su fase inicial for- otras posibilidades a nuestra danza.

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Esta página:
A Mary Wigman
dance evening,
Fabián Barba.
Foto Dieter Hartwing

Página opuesta:
Cultivo de babosas de
Fabián Barba y
Esteban Donoso.
Foto Silvia Echevarría

Fabián Barba: el cuerpo como lugar de cuela fundada en 1994 por la coreógrafa Anne
tensión y expansión de la memoria Teresa De Keersmaeker y Bernard Foccroulle,
Uno de los artistas importantes de la director de la Ópera Nacional de la Moneda–.
escena de la danza contemporánea nacional es Después de salir de esa escuela se convirtió en
Fabián Barba. Y lo es, pese a que muchos de sus miembro fundador de Busy Rocks. En 2009
colegas bailarines no lo han visto en escena o crea un primer trabajo como solista. Y es este
solo han visto pocos de sus primeros trabajos, o trabajo el que no solo despierta el interés, a lo
de los más recientes. Tampoco lo ha visto sufi- lejos, de la escena ecuatoriana, sino que tiene
cientemente –en general- el público ni la crítica. un impacto, también, en la escena europea. Se
Esto, porque a los 22 años de edad, en el 2004, trata de A Mary Wigman Dance Evening, que se
tal bailarín salió del país tras una fase formativa presentó en varios lugares de Europa y que en
iniciada a los 12 años de edad en La casa de la Estambul recibió el segundo y tercer premios
danza y más tarde en el Frente de Danza Inde- de la red Jardín de Europa. En el contexto de la
pendiente, así como tras haber cursado una bre- fase investigativa de este trabajo, además, Fabián
ve formación en teatro en la escuela del grupo fue invitado por diversas instituciones de Bél-
Malayerba y en la carrera de Comunicación y gica, Alemania y Estados Unidos, para generar
Letras de la Pontificia Universidad Católica del seminarios y lecturas críticas al respecto.
Ecuador. En A Mary Wigman Dance Evening, el
Fabián se afinca en Bruselas (hasta el artista retoma nueve trabajos en solitario de
2014) para estudiar en P.A.R.T.S. –famosa es- Mary Wigman, icono de la danza expresionis-

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ta alemana y que fueron presentados por ella pensar de otro modo la danza. Estos son: La
entre 1930 y 1931 en Estados Unidos. Fabián mujer de los fermentos, de Kléver Viera, uno de
trabajó algunos de ellos en base a la observación sus maestros fundamentales en su fase inicial de
detenida de los videos que la registran bailando. formación; y Talía baila, de Esteban Donoso,
Otros, los reconstruyó a través de sus fotos, la bailarín también fundamental de la escena con-
revisión de los apuntes de la misma creadora, temporánea nacional, de su misma generación,
así como de textos críticos sobre ella, aparecidos con quien luego creó un trabajo que también
en periódicos de la época en que estuvo activa. circuló en varios espacios.
También fue vital el acompañamiento de algu- En la entrevista que Fabián diera para
nas de las estudiantes de Wigman con quienes el desarrollo de esta cartografía –que consta en
Fabián pulió la calidad del movimiento. Esto el otro tomo de esta investigación-, el artista
dio el pie a desarrollar de varias recuperacio- refería que estos dos procesos creativos tienen
nes (o quizás quepa decir, ‘encarnaciones’) de en común su interés en bailar danzas que no
artistas que generan puntos de intensificación son suyas y que a su vez no fueron creadas ni
en el contexto de la danza mundial, como en el originalmente bailadas en el contexto en el que
nacional. ejerce su trabajo, sino que son geográfica y/o
En esa misma línea, más adelante, en el históricamente distantes. Con ello, Fabián Bar-
2012, Fabián crea: A personal yet collective his- ba no se acerca a la danza contemporánea en los
tory (apych). En tal obra Fabián baila dos solos términos conocidos; es decir, desde la indaga-
creados por coreógrafos, que nacieron y crecie- ción formal de la misma, sino que ejerce un jue-
ron en Ecuador, y cuya producción lo invita a go con la Historia de la danza y con las historias

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que atraviesan los cuerpos de quienes bailan, suceder (en el pasado, presente o futuro); expre-
poniendo en el centro de esta investigación un sa deseos, dudas, posibilidades o probabilidades
elemento que inevitablemente ancla en el ahora que se mantienen en el campo de lo virtual.
tal trabajo: su propio cuerpo. ‘Bailar en el subjuntivo’ es una forma de actuali-
Así, entonces, sus trabajos permiten pen- zar aquellas posibilidades”.
sar en el cuerpo como un archivo vivo, pero un Bertha Díaz.
archivo que se vuelve tal, en el momento en que
es puesto en movimiento y ofrecido para el esta-
do de encuentro, en el acontecimiento escénico.
Asimismo, invitan a preguntarse cuestiones
fundamentales, entre otras: cómo se lee desde el
presente la Historia de la danza, con la danza.
Cómo hacerlo, con un cuerpo que no pertenece
a la época referida; cómo, con una edad distinta
y una condición sexo-genérica a veces similar,
a veces diferente, al referente que se encarna.
Cómo provocar el retorno de esa memoria,
teniendo un cuerpo con un mestizaje distinto,
con una información diferente en el ámbito
danzario. Ahí, inevitablemente aunque hay in-
tento de recuperación, late la imposibilidad. Sus
trabajos ponen en tensión lo que se entiende
como original, como pasado, como presente.
La danza moderna deja de serlo (en el caso de la
lectura de los trabajos de Wigman) y se vuelve
contemporánea. En el proceso de traducción de
la información de un cuerpo a otro, mediada
por una serie de diferenciaciones territoriales,
sensibles, de épocas, etc., las traslaciones dejan
cabos sueltos, pero también permiten alumbrar
posibilidades otras a las del sentido inicial.
En este caso, Fabián Barba opera con-
temporáneamente la danza, expande la lógica
de lo que se entiende como contemporáneo con
un ejercicio de retorno, que, al mismo tiempo,
es de lance hacia lo desconocido y pone a vibrar
la Historia.
A esto, Fabián ha llamado ‘bailar en el
subjuntivo’. En la misma entrevista realizada
para esta investigación, Fabián expresa: “grama-
ticalmente el modo indicativo expresa aquello
que sucede, sucedió o sucederá en la realidad, se
refiere a acciones concretas, reales, y objetivas.
El modo subjuntivo implica aquello que podría

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