Professional Documents
Culture Documents
♦Columnas empacadas:
Las columnas empacadas se construyen con tubo de acero inoxidable, níquel o vidrio.
Los diámetros interiores van de 1.6 a 9.5 mm. Con frecuencia la longitud es de 3 m. Estas
columnas se empacan con un soporte inerte usualmente una tierra diatomácea con diámetros
de poros internos que van de los 2 µm en el material derivado del ladrillo refractario, hasta
los 9 µm en los materiales derivados de los ayudafiltros. El diámetro interno de la columna
debe ser al menos ocho veces más el diámetro de las partículas del soporte. Por ejemplo,
para columnas de 2 mm de calibre el mejor tamaño de partícula es de malla 100/120 (149-
125 µm).
♦Columnas capilares:
Las columnas se pueden lavar con disolventes puros para quitar contaminantes,
compuestos no volátiles y productos de pirólisis.
Hornos (o estufas)
Las temperaturas iniciales subambientales son útiles cuando se trabaja con columnas
capilares.
Comparación de los cromatogramas obtenidos con una columna de calibre amplio y una
columna empacada:
Las fases estacionarias se clasifican por su habilidad para retardar grupos funcionales
específicos puesto que al cromatografista le interesa la selectividad de la columna para la
diversidad de grupos funcionales. Las fases estacionarias se pueden clasificar con el método
desarrollado por Rohrschneider y ampliado por McReynold. Involucra la medición de los
IR de compuestos “índice” seleccionados, en una columna empacada con una fase
estacionaria en particular. Estos valores de IR se comparan con los obtenidos para los
mismos compuestos índice con una columna de escualano. La diferencia determina el
grado en el que cada compuesto índice es retardado por la fase estacionaria. Es una medida
de la interacción soluto-solvente.
Otra regla que se sigue en la selección de fases líquidas es la de “lo semejante disuelve
lo semejante”. Para la separación de alcoholes se utiliza un poliglicol como fase líquida,
para la separación de hidrocarburos se utiliza un hidrocarburo como fase líquida , etcétera.
Las polaridades del soluto y la fase estacionaria deben ser de alguna manera parecidas. Para
compuestos con nitrógeno y halógenos pueden necesitarse fases especiales.
Después que se ha hecho una selección razonable de la fase líquida, la diferencia entre
obtener un buen cromatograma y un mal cromatograma se convierte en un asunto sencillo,
el ajustar los parámetros primarios de operación que el cromatografista puede controlar .
Estos son el tipo y la longitud de la columna, el tipo de detector, tipo de gas transportador,
velocidad del flujo, temperatura y tamaño de la muestra.
DETECTORES PARA CROMATOGRAFÍA DE GASES:
Tipos de detectores:
Este detector utiliza un filamento caliente colocado en el flujo de gas emergente. Dentro
de una cavidad en el bloque metálico se extiende un filamento, enrollado estrechamente. El
filamento se calienta hasta una temperatura constante, con una fuente regulada de corriente
directa. La pérdida de calor del filamento hacia el bloque metálico es constante cuando a
través del detector solamente fluye gas portador.
Las conductividades térmicas del hidrógeno y del helio son unas seis veces mayores que
las de la mayoría de los compuestos orgánicos. La presencia de cantidades pequeñas de
materiales orgánicos produce una disminución relativamente grande en la conductividad
térmica del eluyente de la columna. El filamento retiene más calor, su temperatura aumenta
y su resistencia eléctrica sube.
El detector de ionización de llama, con doble modo de operación, puede dar una lectura
continua directa de la concentración total de vapores orgánicos para fines de reconocimiento o
inspección, o para realizar un análisis cualitativo y cuantitativo. Una porción de la muestra de
aire es conducida a través de un filtro integral de carbón para proporcional al detector una fuente
de aire puro. Un paquete isotérmico ofrece control de temperatura de la columna de separación;
el paquete incluye una mezcla sobreenfriada que, cuando es rociada , proporciona una
temperatura constante durante el proceso de solidificación.
Utiliza un plasma de hidrógeno pobre en combustible, una llama de baja temperatura que
suprime la respuesta normal de ionización en la llama con compuestos que no contienen
nitrógeno o fósforo. Una bola o esfera de silicato de rubidio no volátil se centra a 1.25 cm sobre
la punta de llama. En todos los demás aspectos el arreglo físico se asemeja al detector de
ionización de llama. La esfera se calienta eléctricamente y puede ajustarse entre 600 y 800o C.
Esta opción permite el ajuste de la temperatura de la esfera en forma independiente de la llama
como fuente de energía térmica.
Con un gasto o flujo de hidrógeno muy pequeño, el detector responde a compuestos de
nitrógeno o fósforo. Aumentar el tamaño del plasma y cambiar la polaridad entre la punta del
plasma y el electrodo colector provoca que el detector de emisión termoiónica responda
solamente a compuestos de fósforo.
En este detector (ECD) el eluyente de la columna pasa entre dos electrodos. Uno de los
electrodos tiene en su superficie un radioisótopo que emite electrones de alta energía conforme
decae. Estos electrones bombardean el gas portador (nitrógeno), lo que da como resultado la
formación de un plasma de iones positivos, radicales y electrones térmicos por medio de una
serie de colisiones elásticas e inelásticas. Al aplicar una diferencia de potencial a la celda de
captura de electrones se logra la recolección de electrones térmicos que conforman la corriente
permanente, o señal de la línea base, mientras pasa solo gas portador. Los compuestos que
absorben electrones en la corriente del gas portador reaccionan con los electrones térmicos para
producir iones negativos de mayor masa. La velocidad de recombinación entre iones negativos y
positivos es muchas veces más rápida que entre los electrones térmicos y los iones positivos. La
disminución en la corriente del detector, debida la remoción de los electrones térmicos por la
recombinación en presencia de compuestos captadores de electrones, constituye la base
cuantitativa de la operación del detector.
Con nitrógeno como gas portador se logra la recolección eficiente de electrones con una
celda de configuración cilíndrica coaxial desplazada. Un volumen de 0.2 mL se forma entre dos
cilindros poco espaciados en el que el flujo de gas transportador es opuesto al flujo de electrones.
Para impedir la formación de potenciales de contacto y efectos espaciales de carga, el voltaje
de DCE se aplica como una secuencia de pulsos estrechos con duración y amplitud suficiente
para colectar los muy móviles electrones, pero no los más pesados y lentos iones negativos.