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El Leon y la Zorra

Un anciano león, incapaz ya de obtener por su propia fuerza la comida, decidió hacerlo
usando la astucia. Para ello se dirigió a una cueva y se tendió en el suelo, gimiendo y
fingiendo que estaba enfermo. De este modo, cuando los otros animales pasaban para
visitarle, los atrapaba inmediatamente para su comida. Habían llegado y perecido ya
bastantes animales, cuando la zorra, adivinando cuál era su ardid, se presentó también, y
deteniéndose a prudente distancia de la caverna, preguntó al león cómo le iba con su
salud. -- Mal -- contestó el león, invitándole amablemente a entrar. -- Claro que hubiera
entrado -- le dijo la zorra -- si no viera que todas las huellas entran, pero no hay ninguna
que llegara a salir. Siempre advierte a tiempo los indicios del peligro, y así evitarás que te
dañe.
El perro y el Gato
Cierta vez un perro y un gallo se unieron en sociedad para recorrer el mundo. Llegada una
noche, el gallo subió a un árbol y el perro se arrecostó al pie del tronco. Y como era su
costumbre, cantó el gallo antes del amanecer. Oyó su canto una zorra y corrió hacia el
sitio, parándose al pie del árbol. Le rogó que descendiera, pues deseaba besar a un animal
que tenía tan exquisita voz. Le replicó entonces el gallo que por favor, primero despertara
al portero que estaba durmiendo al pie del árbol. Y entonces el perro, cuando la zorra
buscaba como establecer conversación con el portero, le saltó encima descuartizándola .

La gallina, el avestruz y el pingüino


Hace tiempo una gallina quería volar, a un avestruz le pasó lo mismo y un pingüino
también quiso volar, pero no pudieron, porque la gallina y el avestruz pesaban demasiado
para sus alas, y el pingüino estaba mojado y sus alas eran pequeñas. Un día se
encontraron y se conocieron, la gallina se llamaba Klota, el pingüino Pin y el avestruz
Negri. Tras muchos intentos, se dieron cuenta de que no eran capaces de volar pero si
sabían hacer otras muchas cosas: así la gallina demostró que ella podía poner huevos, el
pingüino podía nadar y chapotear en el agua como un pez y el avestruz dejó boquiabiertos
a todos cuando comenzó a correr a una gran velocidad. Ninguno de los tres había
conseguido volar pero se mostraron muy satisfechos y contentos de saber hacer otras
cosas.
Ceferino va al colegio
Erase un osito que vivía en el pueblo con sus papás. Hasta hace poco había vivido en el bosque
pero le gustaba mucho más el pueblo ya que allí tenía muchos amigos con los que jugar y lo
pasaba muy divertido. Un día los niños le dijeron que al día siguiente empezaba el colegio y que ya
se verían allí en vez de en la calle como hasta ese momento. Al día siguiente el osito cogió una
mochila de su casa, se hizo un bocadillo y se fue para el colegio, como no había ido nunca no sabía
que tenía que llevar, decidió ir echando todo lo que encontrara, cogió una flor, después convenció
a una mariposa blanca para que se fuera con él, intento llevarse a un árbol que no pudo ir pero se
llevó una rama que se le había caído, más tarde hecho un lagarto enorme que se encontró, una
piedra muy bonita, etc. etc. (irán diciendo lo que se les ocurra) Cuando llegó a la puerta de la
escuela la maestra salió a recibirle y entre todos decidieron lo que podía quedarse dentro de la
clase y lo que era mejor que se quedara fuera.

El cisne tomado por ganso

Un hombre muy rico alimentaba a un ganso y a un cisne, juntos, aunque con diferente fin a cada
uno: uno era para el canto y el otro para la mesa. Cuando llegó la hora para la cual era alimentado
el ganso, era de noche, y la oscuridad no permitía distinguir entre las dos aves. Capturado el cisne
en lugar del ganso, entonó su bello canto preludio de muerte. Al oír su voz, el amo lo reconoció y
su canto lo salvó de la muerte.

Antes de tomar una acción sobre alguien o algo, ya sea que le beneficie o perjudique, primero
debemos asegurarnos de su verdadera identidad.

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