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Algunas culturas preincaicas fueron parte del proceso cultural del cual nació el estado
incaico, en el seno de la cotradición peruana; otras, en cambio, tuvieron sólo contactos
esporádicos o breve influencia de o sobre las culturas del Antiguo Perú.
Contenido
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• 1 Introducción
• 2 Tabla de culturas preincas por fecha
• 3 Culturas preincaicas por época cronológica
o 3.1 Periodo Lítico
3.1.1 La cultura Chinchorro
o 3.2 El Periodo Arcaico temprano
3.2.1 La cultura Valdivia
o 3.3 Periodo Formativo
3.3.1 Período arcaico tardío
3.3.1.1 Caral: la civilización más antigua de América[1]
3.3.2 Formativo cerámico
3.3.2.1 Chavín de Huántar: El Horizonte Temprano
3.3.2.2 Cultura Cotocollao
3.3.2.3 La cultura Paracas (Paracas Cavernas)
3.3.2.4 Cultura Chiripa
3.3.2.5 Cultura Wankarani
3.3.2.6 La Cultura Pucará
3.3.2.7 Cultura Vicús
3.3.2.8 Cultura Salinar
3.3.2.9 Cultura Virú–Gallinazo
3.3.2.10 Cultura Lima
o 3.4 Intermedio temprano: Florecimiento regional
3.4.1 La cultura Topará (Paracas Necrópolis)
3.4.2 El Reino Nazca
3.4.3 Los reinos Moche
3.4.4 El Reino Recuay
o 3.5 Segundo horizonte cultural andino: Tiahuanaco y Wari
3.5.1 Cultura Tiahuanaco o Tiahuanacota
3.5.2 Wari
3.5.3 Tiahuanaco–Wari
o 3.6 Intermedio Tardío: Naciones y confederaciones regionales
3.6.1 Imperio Chimú
3.6.2 Cultura Chancay
3.6.3 Cultura Chincha
3.6.3.1 Rutas Comerciales
3.6.4 Cultura Chachapoyas
3.6.5 Cultura Diaguita
3.6.6 Picunches
• 4 Véase también
• 5 Bibliografía
• 6 Enlaces externos
• 7 Referencias
[editar] Introducción
Las investigaciones arqueológicas precolombinas sobre América designan a Mesoamérica y
los Andes centrales, como los núcleos que generaron los procesos culturales más
complejos. Aquí la ciudad y el estado son las expresiones culturales y políticas más
logradas de su evolución.
En ambas áreas, en los primeros cinco siglos de nuestra era, la ciudad y el estado se
manifestaron prístinamente, como producto de largos procesos autónomos de
experimentación y descubrimiento.
Al momento de la expansión de los incas, los pueblos de América del Sur presentaban
niveles de complejidad social distintos y su desarrollo histórico no fue parejo ni
homogéneo. Las civilizaciones más antiguos de Sudamérica surgieron en la costa central
del Perú hacia el IV ó III milenio a. C. y fue extendiéndose a lo largo de más de cuatro
milenios de historia; tras suscitarse nuevas tradiciones culturales hacia el siglo II a. C., éstas
se extendieron primero al Altiplano y luego fueron extendiéndose hasta latitudes como el
noroeste argentino, donde las primeras sociedades complejas aparecen en el siglo XIII.
Otros pueblos conquistados por el ejército incaico fuera de la co-tradición andina se
organizaban en señoríos étnicos o jefaturas independientes sin ningún aparato estatal de por
medio. En la costa de Ecuador surgen las primeras jefaturas hacia el IV milenio a. C.,
entretanto los pueblos del Chile central entrarán a la revolución agrícola recién el el II
milenio de nuestra era. En las restantes regiones del subcontinente, como es el caso de la
Amazonia, el Chaco y las Pampas, las sociedades no habrían alcanzado complejidad mayor
a la tribal.
Perú,
Chinchorro 10950 5950
Chile
Paracas (Paracas
2650 2150 Perú
Cavernas)
Los Chinchorro fueron una cultura precolombina que habitaron una amplia región desértica
de la costa central de América del Sur entre el 9000 a.C. y el 4000 a.C.. Abarcando el norte
del actual Chile (regiónes de Tarapacá y Arica y Parinacota) y el extremo sur del actual
Perú (Región Tacna).
Hacia el 3500 a. C., apareció la cultura Valdivia en una de las partes más áridas de la costa
ecuatoriana, específicamente en la provincia de Manabí, desde el sector de Puerto Cayo
hasta el norte de la provincia de Santa Elena. Fue la primera sociedad americana en emplear
la cerámica de forma masiva.
Valdivia dio paso a la cultura Machalilla, transmitiendo a esta muchos elementos culturales,
especialmente aquellos relacionados con la innovación en la cerámica.
Los restos arqueológicos dejados por las ciudades primitivos evidencian que desde el
principio los hombres tuvieron que organizarse para su defensa. Sus moradas fueron
refugios, al mismo tiempo que posadas, vivieron en cavernas ubicadas en lugares
escarpados y de difícil acceso, o bien sobre pilotes ubicados en lagos y pantanos. Cuando
las preferencias e intereses de los individuos entraron en conflicto, sus instrumentos de
recolección y caza se convirtieron en armas para defenderse, individual o colectivamente de
las agresiones y de la belicosidad de sus semejantes.
Surge así la necesidad de defensa, que obligó a los humanos a asociarse y organizarse para
alcanzar su anhelada protección y resguardo. Conforme mejoraban sus condiciones de vida
material y social, los mecanismos de defensa dejaron de ser individuales y pasaron a ser
colectivos y más desarrollados. Como consecuencia de la vida sedentaria y la aparición de
las primeras aldeas, construyeron fortalezas que sirvieron para proteger a la población y su
producción. A partir de ello, los hombres y mujeres, buscaron preservar su seguridad,
desarrollo y objetivos comunes.
"Los restos de la Ciudad Sagrada de Caral, datan de hace 3.500 años a.C., perteneciendo al periodo
arcaico tardío. Por tanto es dos milenios (2.000 años) anterior a Chavín de Huántar, siendo por tanto
la más antigua y también el Estado más antiguo del Perú. Esta antigüedad, sitúa a la Ciudad Sagrada
de Caral, al tiempo de “las ciudades sumerias de Mesopotamia o cuando se construían las pirámides
de Keops en Egipto. Y en América sería lo más antiguo, porque recién hacia el 1.500 a. C., es que
empiezan en Mesoamérica los asentamientos permanentes. En cambio en el Perú, estamos hablando
de 2.500 a. C., casi un milenio antes”
Dra. Ruth Shady, Directora del Museo de Arqueología y Antropología de la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos.2
“...también se han encontrado restos humanos a manera de ofrendas, previas a una construcción:
restos de un niño menor de un año que estaba debajo de un muro y en otro lugar de la ciudad un
hombre adulto. En ambos casos llama la atención la ausencia de ceramios, aunque si estaba todo el
ajuar correspondiente al periodo arcaico tardío…”
"El Comercio", Lima, 23 de agosto de 1998
Con características similares, están Huaca Prieta, en las orillas del río Chicama, en la región
La Libertad, y que data del 2500 a. C., eran agricultores y pescadores avanzados; pescaban
con redes de algodón o de fibras vegetales. Kotosh, que data del 2200 a. C., en la margen
derecha del río Higueras, tributario del río Huallaga, en la región Huánuco. La Galgada, en
la provincia de Pallasca, en el distrito de Tauca, a orillas del río Chuquicara, afluente del río
Santa, en la región yunga, con una antigüedad que la ubica en el neolítico o formativo
temprano.
Fue una sociedad teocrática, cerrada, que dominaba por medio del miedo; adoraron al dios
Wiracocha o dios de las varas con rasgos félidos (jaguar) y serpentinos (boas, serpientes) y
sus ceramios y esculturas, tienen rasgos del mismo tipo, posiblemente relacionados con los
mitos orales de los amarus o serpientes colosales de naturaleza elemental.
El principal motivo del progeso de Chavín de Huántar, fue que se convirtió en la agricultura
más moderna y productiva e innovadora de su época y dentro de esa agricultura, el maíz
que ocupó el sitio principal conjuntamente con sus derivados, entre ellos la chicha de jora,
que se convirtió en su fuente de riqueza y dominio. Parece ser que la economía de
retribución, una versión mejorada del trueque fue la modalidad de pago en especies
sagradas como el maíz. Esta economía de retribución, que incluso refiere intercambio de
fuerza laboral, se generalizó y fue la modalidad imperante en sus transacciones, desde
Chavín de Huántar hasta los Incas.
Como se dijo, la sociedad Chavín fue teocrática y el tirano rey sacerdote era el
representante de la casta gobernante, posiblemente elegido entre los campeones de las casas
gobernantes o panacas, tal como lo hicieran luego los incas. Esta casta gobernante formó el
primer Estado del Ande. Esta casta sacerdotal, eran especialistas y grandes técnicos
agrícolas hidráulicos, los cuales dominaban por el miedo a sus semejantes.
Entre sus logros, hay manufactura de gran calidad en la arquitectura, agricultura, hidráulica,
cerámica y orfebrería, entre otros.
Correspondiente a este Primer Horizonte Cultural Chavín, están las culturas de Sechín, en
la provincia de Casma de la región Ancash, en el piso ecológico chala (costa). Cupisnique,
al norte del valle de Chicama, en la quebrada de Cupisnique, en la región La Libertad; la
zona de influencia de esta cultura, fue por el norte hasta la ciudad de Chiclayo y por el sur
hasta Ica. Parece ser que en todo sentido, compitió con Chavín. Kuntur Huasi (casa del
cóndor), ubicada en el cerro La Copa, a 2.300 msnm, en la provincia de San Pablo, en la
región Cajamarca. Su vigencia histórica se desarrolla entre el 1100 a. C. hasta los 50 a. C.
Otras culturas del “chavinoide”, son Cerro Blanco, en el valle de Nepeña; Moxeke o
Mojeque, en la margen derecha del río Casma. Pacopampa, en el distrito de Querocoto, en
la provincia de Chota, región Cajamarca.
Es cierto que estas sociedades, ya sea para mantener la hegemonía de la que gozaban o para
proteger su “modus vivendi”, debieron mantener un ejército tal, capaz de garantizar las
condiciones de desarrollo indispensables para su expansión y dominio y para mantener el
“statu quo” de la época. Esto también se lograba mediante el terror infundido por sus
esculturas (cabezas clavas), hidráulica (los templos rugían al paso del agua por canales de
construcción no igualada hasta hoy) y arte.
La decadencia de Chavín de Huántar, parece ser que se debió más a estancamiento del
desarrollo que a intervención militar de otras culturas; es decir, se “agotó como cultura”,
siendo superada por otras culturas “más frescas” y posiblemente no basadas en una
dominación por el terror.
Cotocollao es una cultura arqueológica relacionada con un pueblo que habitó la hoya de
Quito (Ecuador) entre los años 1500 a. C. y 500 a. C., conocidos también como catacollaos.
La diferencia entre los Cotocollaos de otros en ese tiempo es el talento que tenían para
hacer figuras y otras obras de cerámica. Podría llamarse un grupo de artesanos. Hacían
objetos que eran útiles más que los usaban para decoración. Para hacer la cerámica, los
Cotocollaos usaban una pasta de granizos de pómez. La superficie de la cerámica es
conocida por su tinta roja o ploma
El estudio sobre los Cotocollaos empezó en 1976 cuando unos escolares encontraron varios
huesos humanos cerca de su escuela. Se cree que para los funerales más antiguos usaban la
cáscara de maíz para envolver a sus muertos, pero al fin de su existencia era más común
ponerlos en una tumba comunal.
La cultura Paracas, se desarrolló principalmente entre los ríos Ica y Pisco y en la península
de Paracas, en la Región Ica. En su época de mayor expansión, esta cultura se extendió por
el norte hasta la ciudad de Chincha y por el sur hasta Yauca en la Región Arequipa. Esta
cultura se desarrolló en dos etapas: Paracas Cavernas y Paracas Necropolis.
Artísticamente, esta cultura desarrolló tejidos con formas geométricas de estílo rígido y
cerámica globular policromada con asa puente. El estilo cerámico Paracas servirá de
influencia para las culturas que posteriormente poblaron la misma zona geográfica (Topará
y Nazca).
La Cultura Chiripa, o simplemente llamada Chiripa, es una de las culturas más antiguas del
Collao, cuyos restos aparecen en la península de Taraco, en las riveras del Lago Titicaca.
Según los últimos estudios que se han realizado en la península de Taraco se le ha asignado
a la cultura Chiripa tres fases:
Su arquitectura se caracteriza por sus viviendas de base circular con cimientos de piedra y
muros de barro. También conocieron la fundiciòn del cobre y usaban obsidiana de las
canteras de Querimita para fabricar puntas de flechas.
Los pucará fueron una cultura precolombina que habitaron el extremo noroccidental de la
meseta del Collao, en el actual departamento peruano de Puno a 3800 msnm. Su
establecimiento se dio a partir del siglo II a.C. y su disolución se da aproximadamente en el
siglo VI d.C.
Su esfera de influencia, llegó por el norte hasta el valle del Cuzco y por el sur hasta
Tiahuanaco. En la costa del Pacifico se han encontrado evidencias Pucara en los valles de
Moquegua y Azapa, aunque hay evidencias de su presencia en la region de Iquique y hasta
en la desembocadura del rio Loa.
Pucará, edifica sus construcciones en piedra, superando en el corte lítico (forma, pulimento
y unión de las rocas; vigas, cornisas y columnas), a los maestros de Chavín de Huántar.
Paralelo a Chavín de Huántar, fueron desarrollándose otras culturas, logrando tal desarrollo
que superaron en algunas cosas a los chavines; definitivamente hacia el 500 a. C., Chavín
de Huántar perdió su hegemonía. Por esa época, los de Pucará en cerámica y los Paracas en
textiles, exportaron productos de mejor calidad que los Chavín. El haber conseguido esto,
hizo a estos pueblos más seguros de sí mismos y fueron capaces de independizarse.
Los vicús fueron una cultura precolombina que floreció entre los años 100 a.C. y 400 d.C.,
su área cultural abarca el curso del río Piura en el norte de Perú, y recibió su nombre debido
a que el mayor cementerio de esta cultura se ubicó en el Cerro Vicús a 50 kms de la ciudad
de Piura.
• a) Etapa chavín
• b) Etapa de desarrollo regional
• c) Etapa de influencia mochica.
La cerámica Salinar forma parte del ya mencionado estilo Blanco sobre Rojo, incorporando
nuevas formas, como el gollete con figura y asa puente, junto a otras que provienen de
Cupisnique. La pintura crema sobre rojo no deja de lado la presencia de decoración incisa
ni de figuras modeladas que se inician con Cupisnique y que alcanzarían su máximo
esplendor con Moche.
Ocupó sucesivamente los valles de Chicama y Virú, en la región La Libertad. Su sede fue el
Castillo de Tomabal, en la margen izquierda del río Virú, toma el nombre de Gallinazo por
las primeras excavaciones hechas por W. W. Bennet en 1936, por ello uniendo los nombres
se les denomina Virú–Gallinazo.
Esta cultura fue posterior a Salinar e incluso se apropió de sus territorios. Tuvo vigencia
hasta el siglo III d.C. Esta cultura terminó siendo desalojada por los Mochicas de la Cuenca
del Chicama hacia el siglo I d.C. y 200 años después fueron desalojados de las riberas del
Virú.
Como en todas las culturas de esos tiempos, la agricultura es la base de la economía. En los
valles de Chicama, Moche y Virú, se ejecutaron obras de irrigación para ampliar la frontera
agrícola. Los principales cultivos, fueron: maíz, frijoles, lagenarias, yuca, algodón, ají,
lúcumo y otros frutales. Complementaban lo anterior con una industria pesquera, cuyos
productos secados los intercambiaban con otros pueblos andinos.
Las culturas de transición del formativo tardío se desarrollaron entre los 500 a. C. y los
300 d. C., aproximadamente. Se desarrollaron por cerca de 800 años.
El desarrollo de las culturas de costa de esta etapa, Paracas, Virú, Salinar y Gallinazo, fue
facilitada por la variedad de cultivos que se sembraron en los ricos valles que ocuparon. Sin
duda que la pesquería tuvo una positiva influencia en este desarrollo. El comercio con otras
culturas, seguramente fue sobre la base de orfebrería, cerámica, textilería, etc.
Fue una cultura que se desarrolló entre los años 100 y 650 de nuestra era, abarcando los
valles de los ríos Chillón, Rímac y Lurín. Por el norte llegó hasta el valle del río Chancay y
por el sur hasta el valle del Mala, por el oeste hacia las costas del Océano Pacífico y por el
este hasta las primeras estibaciones de la cordillera de los Andes.
1) Común, en donde el muerto era cubierto con dos mantos, con pocos utensilios de
cerámica y colocado el cadáver en posición horizontal y enterrado a 1 metro o 1,50
metro de profundidad.
2) Especial, el cadáver sobre una “parihuela” (especie de cama hecha con palos y
cañas), envuelto con varios mantos decorados, “cara arriba” (cúbito dorsal), con
diversos utensilios domésticos y de guerra y acompañado de otro cadáver, quizá
sacrificado en su honor.
Como todas las culturas, la base de su economía fue la agricultura. Se cultivó: maíz, pallar,
frijol, zapallo, calabaza, camote, maní, lúcuma, chirimoya, pacae, etc.
Construyeron dos obras de ingeniería que hasta el día de hoy sirven. El “Río Surco”, que no
existe como tal y que es un canal de riego que lleva las aguas del río Rímac de Ate a
Chorrillos, pasando por Surco, Miraflores y Barranco. La otra obra hidráulica, es el “Canal
de Huatica”, que lleva las aguas desde La Victoria hasta Maranga.
Está demostrado que la pesca fue otra de las actividades importantes de la cultura Lima.
Eran grandes buceadores, de eso no hay duda. Sacaban conchas de mar de hasta 8 metros
de profundidad, las que servían como objeto decorativo. En todos los palacios se las ha
encontrado en gran cantidad.
De los 300 años a.C. hasta los 600 años d.C., aproximadamente, fue la época del
florecimiento regional, caraterizada según Julio R. Villanueva Sotomayor:
“…porque las culturas rompieron drásticamente con los rezagos de la influencia religiosa y
estilística chavinoide y crearon su propia personalidad histórica”. “Convivieron con las culturas de
transición del formativo final, traspusieron la valla temporal de los comienzos de la era cristinana y
florecieron, perviviendo 6 siglos durante ésta. Tuvieron, en total, una presencia histórica de 9 siglos
o novecientos años”.
Julio R. Villanueva, lib. cit.
Una de las características de esta etapa de florecimiento regional, fue que las culturas
“cerraron sus fronteras” fomentando una tendencia de marcado aislamiento cultural. No así
para sus vinculaciones comerciales entre sí y con Mesoamérica. No querían influencias
culturales para no perder su identidad.
Artísticamente destacan los diseños de sus tejidos de mayor complejidad que en la etapa
"cavernas", tanto en estilo, policromía y diseños. Además de representar una mayor
complejidad mítológica. Destacan temas naturalistas como peces, felinos, aves. serpientes,
frutos y flores; además de plazmar personajes sosteniendo cabezas trofeos, tumis y
narigueras. Por el contrario, la cerámica en esta etapa pierde la policromía de la etapa
"cavernas".
Los paracas además de grandes guerreros, desarrollaron con gran maestría la medicina, el
sistema de trepanación craneal y la deformación de los cráneos en forma alargada y cónica
para la casta guerrera sacerdotal gobernante.
Su área de influencia por el norte fue hasta Pisco, por el sur hasta Arequipa y por el este
hasta Ayacucho. Desde el siglo VI d. C., aumentaron sus contactos con la zona andina,
llegando inclusive hasta las zonas altas de Ayacucho. Este contacto tuvo especial
importancia en la formación del Estado Wari.
El trabajo en metales era inferior a los hechos en Chavín de Huántar, pero tenían estilo
propio. El arte textil floreció tanto como en la época de los Paracas.
Mención especial, son los trazos efectuados por los Nasca en las Pampas de Nasca y en
otros sitios de la costa sur del Perú. Los trazos conocidos como “Líneas de Nasca”, se
ubican en una zona geográfica con pocas precipitaciones, lo que demuestra conocimientos
de geografía, y meteorología. Como dato sumamente interesante y que refuerza la teoría del
conocimiento meteorológico de los Nascas, Julio R. Villanueva Sotomayor, nos dice: “En
ese sito, las temperaturas llegan a 45 °C; pero de día las piedras absorben el calor y de
noche lo devuelven al medio ambiente, evitando la presencia de contrastes en la presión
atmosférica y, por ende, los fuertes vientos”.
Estos trazados, según lo han comprobado estudios como los de Maria Reiche y otros
investigadores no tienen relación alguna con la astronomía sino más bien son ceques o
marcas territoriales para la distribución de las tierras de cultivo y el agua (según las últimas
teorías hay canales subterráneos debajo con esas forma, lo cual no se ha podido comprobar
por lo titánico de la tarea), los cuales se pueden observar desde lo alto de los cerros
cercanos al valle.
La economía nasquense estaba basada en la agricultura y ésta fue intensiva y un ejemplo a
la posteridad de cómo resolver el problema de tierras eriazas en la costa. El sabio Antonio
Raimondi sobre esto, dijo: “En el subsuelo de Nasca existe agua subterránea, pero,
hallándose ésta a la profundidad de 4 o 5 metros, no puede servir para el riego de los
terrenos. El río, comúnmente sólo tiene agua corriente durante 40 días en el año; de
manera que, por más de 10 meses, Nasca carecería de agua si no fuera por los trabajos
emprendidos por los antiguos indios”.
Los antiguos nasquenses, construyeron acueductos para poder tener agua todo el año; obras
que por otro lado debieron significar un gran esfuerzo físico, organizado y dirección técnica
de ingenieros hidráulicos. Sus tomas se encuentran en las alturas de Nasca y toman por
infiltración las aguas subterráneas para llevarlas a la ciudad. Los acueductos más
importantes, son: Ocaña, Matara, Uchulla, Tejeje, Bisambra, Aja, Curve, Llícuas,
Soisnaguito, Copara y la Achirana. Villanueva nos dice que “actualmente se han contado
hasta 42. Tienen más de 5,800 metros de extensión. Con ellas se podría atender las
necesidades de 2,000 hectáreas de tierras de cultivo en limpio”.
Los principales cultivos de Nazca, fueron: maíz, frijol, calabaza, zapallo, yuca, maní, ají,
guayaba, lúcuma, pacae y algodón.
Para denominar esta gran cultura, existen muchos nombres, Max Uhle la denominó
“Cultura Proto Chimú”, Julio C. Tello la denomina “Cultura Muchik”, Rafael Larcoy
prefiere Cultura Mochica.,3 los arqueólogos modernos prefieren denominarla “Cultura
Moche” o “Cultura Mochica”.
La zona de influencia, comprende los valles de los ríos La Leche, Reque, Saña
(Lambayeque), Chicama, Moche, Virú (La Libertad), Santa, Nepeña, Casma y Huarmey
(Ancash). Tuvo “penetraciones en la sierra de Cajamarca (Pacopampa) y Áncash” (R.
Matos). El área directa de influencia es de aproximadamente 7.000 kilómetros cuadrados.
Segúm Julio R. Villanueva Sotomayor, la minoría urbana (10 mil habitantes) dominaba a la
mayoría campesina (300 mil habitantes) y les exigía tributos en especies y trabajo. (“El
Perú en los tiempos antiguos”, Empresa Editoria Nacional S.A.C., Lima, Perú, pág 104).
El rasgo más importante de la cultura Moche lo constituye su inigualable cerámica. Dice
Federico Kauffman Doig: “Esto se debe a su abundante cerámica figurativa, tanto la de
tipo histórico como la de tipo pictórico”. Con mucha razón, Hork Heimer ha dicho que
representa todo un “diccionario ilustrado”.
El carácter realista de la cerámica Moche ha hecho que ella sea fuente invalorable para el
conocimiento de la vida de este pueblo. La cerámica mochica usó la pasta fina y dominó el
control de oxidación en la quema.
Para la siembra de los productos anteriores, los mochicas manejaron obras hidráulicas de
gran magnitud y fue una de las mejores de la antigüedad. Los agricultores de esta cultura,
abonaron sus terrenos de siembra con guano de las islas, que sacaban de las islas litorales
del Mar de Grau.
La pesca fue otra actividad mochica importante, que practicaban a bordo de sus caballitos
de totora, con ellos los mochicas se internaban mar adentro varios kilómetros;4 pero antes,
ya los pobladores tuvieron vocación náutica, y explotaron los recursos marinos, incluso los
obtenibles únicamente por buceo a profundidad. Del mar extrajeron pejerrey, liza, bonito,
corvina, cojinova y otras especies marinas. Le dieron valor agregado al pescado secándolo
salado, que era comercializado con otras culturas.
Sus tejidos eran de algodón y de junco; e intercambiaban para obtener lana de auquénidos.
Le dieron mucha importancia a las relaciones comerciales con otras regiones, por ello
construyeron una red intrincada de caminos por donde se movía la carga a lomo de llama de
una “especie costeña más fuerte que la serrana”. Intercambiaban sus productos por otros
que necesitaban.
“La sujeción económica, política y militar se había hecho más sistemática, más organizada
y más fuerte” (Julio R. Villanueva Sotomayor, “El Perú en los tiempos antiguos”, Empresa
Editora Nacional S.A.C., Lima, Perú, pág. 106).
Teresina Muñoz – Nájar escribía en la revista “Caretas” de julio del año 1999, lo siguiente:
“Los huacos moche relatan aspectos cotidianos de su vida. Cómo sembraban, qué cazaban y qué
comían. La cerámica utilitaria hallada en las diversas tumbas indica el modo en que cocinaban.
Cocían los alimentos al vapor, los hervían, los asaban en pachamanca o los maceraban. A esta
época legendaria se refiere la creación del cebiche, plato típico peruano consistente en pescado
crudo cocido con frutos ácidos y aji.
Jamás emplearon el aceite (no lo conocieron pese a que pudieron haberlo hecho de maní o maíz) y
no hay rastros de que frieran con grasa de animales.
Un vistazo pues a lo referenciado y descrito en la iconografía de los huacos moche y algunos safaris
gastronómicos al norte del país sirvieron para reconstruír la mesa dominguera del Señor de Sipán.
Cebiche de lenguado con ají limo cocido en jugo de tumbo, cuy en ajo y chicha de jora, cocido
lentamente en olla de barro, untado con maní, caracoles (de tierra), guisados en tomate y culantro,
frejoles en punto de miel de algarrobo saborizados por el caldo y la carne del sajino fresco,
langostas, cangrejos y langostinos aderezados con hierbas del campo, son, entre otros, los platos que
conforman la carta de este festín moche”.
Teresina Múñoz Nájar, Revista "Caretas", julio de 1999#GGC11C
Otro acompañante de la sociedad mochica, era el perro; parece que existieron dos tipos de
ellos; el perro de caza, que era carnívoro y por tanto tenía sus molares perfectamente
desarrollados y el casero, que era menos carnívoro y por tanto no tenía desarrollados sus
molares. Una de las aficiones de los señores mochica, fue la cacería; a ella asistían con sus
perros que acorralaban a la presa. El perro parece ser que migró con los primeros hombres
por el Estrecho de Beringia y convivieron con el hombre en su larga marcha hacia el
desarrollo. Un perro moteado, referido en los mitos orales como Fanun, aparece
acompañando al dios gobernante Quismique en la batalla del mar en la iconografía de los
huacos moche.
Los mochica han legado dos historias iconográficas en la cerámica de sus huacos que se
repiten en las tradiciones orales de la zona, "la batalla de los objetos", cuando los utensilos
domésticos (es decir los artesanos y la casta servil) se rebelan contra los nobles, y "la
batalla del mítico gobernante dios" contra los dioses-gobernantes del mar y del subsuelo
para finalmente lograr un equilibrio binomico entre ambos reinos con una relación que
recuerda al hanan y al hurin usados luego por los incas.
Hay evidencia de que la dominación de los valles en el desarrollo de estas culturas fue
militar, la economía Recuay, estuvo basada en la ganadería de auquénidos a tal extremo que
las edificaciones chavinoides de los callejones de Huaylas y Conchucos fueron utilizadas
como corrales.
Para elaborar su cerámica utilizaban la arcilla llamada caolín, que es de las más finas y
complejas de trabajar. Hacían textiles, cuyos complejos motivos están fuertemente
vinculados con los que aparecen en las vasijas de cerámica.
El periodo del Segundo Horizonte Cultural Andino, en el Perú, abarca desde 800 d.C. hasta
los 1200 años d.C., es decir, cuatro siglos, en que se desarrolla el presente horizonte
cultural, en dos fases: el primero de desarrollo regional y la segunda de integración
interregional panandino.
El camino hacia el Gran Imperio de los Incas, está en marcha con el Primer Gran Horizonte
Cultural con Chavín de Huántar y con este Segundo Gran Horizonte Cultural con
Tiawanako–Wari.
La cultura Tiahuanacota es una cultura preincaica, que surgió en el valle del río Tiwanaku
(Bolivia), y que alcanzó altos grados de tecnología lítica y agrícola. La cultura
Tiahuanacota se divide en 3 periodos o 5 épocas, que son:
Todas sus artes van evolucionando e incrementándose desde la época aldeana en adelante.
La abundancia de pastos naturales, hizo que sus habitantes desarrollaran en gran medida la
ganadería de auquénidos. Los restos arqueológicos de Lucurmata y Pajchiri nos dan cuenta
del uso de waru-warus o camellones, para intensificar la agricultura hacia el 200 d.C.
Asimismo, hubo un gran desarrollo de la agricultura en andenes o terrazas. Estas técnicas
agrícolas luego se intensificaron en el periodo Expansivo.
Dada las condiciones climáticas y los fenómenos que se producían, en la Meseta del Collao,
los jerarcas Tiwanaku, se proyectaron a la conquista de nuevos territorios con la finalidad
de asegurar su supervivencia. Esta conquista se realizaba pacíficamente por tratados o por
la fuerza, de manera semejante a como lo harían luego los incas.
[editar] Wari
La principal actividad económica del Reino Wari y a ello debió su poderío, fue el comercio
y con ello dominó gran parte del territorio centro y sur del Perú actual. Las dimensiones de
su ciudad capital fueron impresionantes y ello se debió a que albergaba al gran mercado del
mundo andino de la época, y era el tránsito obligado de los comerciantes de los reinos y
culturas de los alrededores. Los Wari fueron un Estado “comerciante, religioso y militar”.
Lo que es lógico, para mantener una actividad lucrativa, debieron organizar un poderoso
ejército militar que garantizace la estabilidad y seguridad necesarias para el ejercicio de tal
actividad. Eran muy religiosos desde su cosmovisión y los delincuentes eran castigados
severamente.
Los mitos orales refieren que los Wari adoraban al dios de la guerra y la fuerza Wari, y
entre sus guerreros (posiblemente debido a una alimentación privilegiada) se contaban
gigantes, posiblemente hombres de gran altura.
El origen del Reino Wari, parece ser producto de la fusión de las culturas Nasca de la costa
y Huarpa en la sierra centro y sur. De ser así, estamos ante el primer experimento exitoso
de integración de culturas de costa y sierra. Además, ambas establecieron excelentes
relaciones con los Tiawanako, lo que a la postre los llevaría a conformar una poderosa
cultura, que marcó el segundo horizonta cultural.
Poco a poco, esta integración fue dándose; en el aspecto religioso los Wari adoptan al dios
Wiracocha, con una visión más local. Desde el punto de vista de su actividad comercial, los
Wari debieron tener algún tipo de instrumento para registrar la utilidad de su actividad
comercial y ellos fueron los quipu, cosa que por otro lado, es la primera vez que la
encontramos en las culturas andinas.
Teorías postulan que el quipu, no sólo es un medio de contabilidad, ya que como medio de
conteo utilizaban la yupana, sino una compleja escritura iconográfica, semejante al chino, o
una escritura secreta de tipo alfanumérico consonántico, como la de la escuela yahvista, con
equivalencia entre nudos, dígitos, representaciones geométricas y las consonates del
quechua, planteamiento del Ingeniero William Burns Glynn que se encuentra en
investigación y tiene dificultades para su amplia comprobación, debido a que los quipus
fueron destruidos en sucesivas extirpaciones de idolatrías, comunes en esa época, que se
extendieron en la conquista por parte de los españoles.
Es necesario resaltar, que el Estado Wari, fue integracionista como luego lo serían los
incas; ello se debió probablemente, a la economía de retribución propia del territorio de las
culturas prehispanicas peruanas como a una reacción, ante la amenaza natural de
fenómenos climáticos cíclicos, que debieron mellar en forma catastrófica su producción y
subsistencia. Como una reacción ante tales catástrofes, pudiera ser que diseñaron la
integración como una de las herramientas para contrarestar los efectos que debieron ser
catastróficos de fenómenos como “El Niño”, en su época.
[editar] Tiahuanaco–Wari
Por un lado la vocación integracionista de los reinos Wari y Tiawanako; por otro lado, la
pasada experiencia Wari, exitosa de integración de las culturas Nasca y Huarpa (como
forma de enfrentar la decadencia y la debilitación de su presencia como Estado en sus
respectivas áreas de influencia), llevaron a estos dos reinos a integrarse y formar el Imperio
Tiawanako–Wari, como una forma de enfrentar, no ya, la debilitación de su presencia
cultural, sino como una reacción para enfrentar condiciones climáticas cíclicas sumamente
adversas que ponían en peligro su subsistencia. Esta integración, no ponía en peligro su
subsistencia como Nación, ni como Estado, tampoco ponía en peligro su integridad
territorial ni sus zonas de comercio; muy por el contrario enriquecía grandemente su
identidad cultural como nación, amén de ampliar sus áreas de influencia territorial, con
zonas aledañas que estaban en peores condiciones que ellos y que clamaban por ser
anexados para solucionar sus problemas. De esta forma, los Estados Wari y Tiawanako, se
dieron cuenta, que podían extender sus territorios en forma pacífica.
Evidentemente que los gobernantes diseñaron una forma equitativa de fusión, por ejemplo,
con los excedentes y el producto del comercio. Los resultados de tal fusión, fueron
espectaculares en términos territoriales: inmediatamente, el área de influencia del nuevo
Imperio, se extedió por el norte hasta Ecuador, por el sur todo Bolivia y el norte de Chile;
hasta la ceja de selva por el este y hasta el Mar de Grau, por el oeste. Así, se puede detectar
los siguientes centros de difusión cultural y comercial: Wiracochapampa (La Libertad),
Wilcawaín (Áncash), Cajamarquilla y Pachacámac (Lima), Wariwillca (Junín), Piquillacta
(Cusco), y Pucará (Puno). Seguramente que en algunas ocasiones, las anexiones
territoriales no fueron tan pacíficas, pudieron en alguna ocasión utilizar el poder de su
ejército imperial, pero parece ser que fueron las menos veces.
Las instrucciones a los gobiernos regionales y locales, seguramente iban por el derrotero de
la seguridad, las buenas costumbres, la justicia y el bienestar de la Nación. Fueron los Wari
y Tiawanako, los que consolidaron los principios de la reciprocidad, principio que fue la
norma en posteriores reinos.
Con tan poderosa fusión, el comercio se multiplicó, y se centralizó en Wari, por su posición
estratégica. Los productos comercializados parece ser que fueron los textiles de lana de
auquénidos de los Tiawanako, enriquecidos con colores provenientes del carmín de la
cochinilla, común en la zona de Ayacucho. La iconografía de los textiles, representaban a
dioses, cabezas humanas, cóndores, pumas, etc. El producto del intercambio, pudo sostener
a los habitantes de la ciudad Wari; los excedentes eran trasladados a Tiawanako. La
ganadería y la agricultura, siguieron desarrollándose, como actividades económicas
primordiales. Otra actividad de comercio no menos importante, fue la cerámica y las
piedras preciosas.
La peor parte de esta pérdida de influencia y de las guerras con poderosos vecinos, fue
Wari. Fue destruida totalmente. Parece ser que las acciones militares, las enfrentaron
individualmente cada reino, sin coordinación ni comunicación entre estos reinos y de ello,
Wari sacó la peor parte, mientras que Tiawanako, se redujo a un pequeño reino, en su
primigenio territorio, a orillas del Lago Titicaca, en donde subsistió modestamente. Todo el
poder e influencia que tenían, su volatilizó y nuevamente las culturas, siguen su desarrollo,
esta vez, sin influencia, alguna, o por lo menos con independencia para diseñar sus propios
rasgos.
El comercio e intercambio entre las culturas posteriores a este Imperio, se sigue dando;
pero ya los gobernantes comienzan a manejar el término “integración”, tal y como lo
manejaron los Huarpas con los Nascas o los Wari con los Tiawanako. Este término, se
convierte en preocupación de los nuevos reinos regionales que se comienzan a formar.
John Rowe lo denomina Reino Chimor y es quizá el más representativo de esta etapa del
desarrollo. El Imperio Chimú, tuvo casi 1.000 kilómetros de largo y su ancho promedio fue
de 50 kilómetros. Su área fue de 50.000 km², es decir, 4,17% del área del Perú actual. Fue
un imperio que se desarrolló totalmente en la costa, en los valles de Lambayeque, Reque,
Jequetepeque, Chicama, Moche, Virú, Chao, Santa, Huarmey, Casma, Fortaleza, Pativilca,
Supe, Huaura y Chancay. La población total de este imperio fue de 500.000 habitantes y su
capital fue la ciudad de Chan Chan, que albergaba a 50.000 habitantes.
La base de su economía, fue la agricultura de la que sacaron provecho en todos los valles
mencionados; no tuvieron pretensiones territoriales en los Andes, salvo en aquellos, donde
podían controlar el recurso hídrico, bastante escaso en la costa: “con infraestructura de
riego montada, el reino del Chimor logró cultivar el doble de tierras que en la actualidad”.
Su idioma oficial fue el muchik, pero se hablaba también el quignan (entre los pescadores
principalmente). Su artesanía era utilitaria y su principal materia prima fue la totora;
crearon chacras artifiales o “wachaques” de totorales, para la construcción de sus viviendas,
balsas, etc., con un ingenioso sistema de protección contra el arenamiento y consecuente
secado.
El Imperio Chimú, fue diseñado basándose en polos de desarrollo y ellos fueron, Túcume,
Batán Grande en la zona norte y Paramonga en el sur. Otras ciudades importantes fueron
Pacatmanú (en el valle de Pacasmayo), El Purgatorio (en el valle de La Leche) y Apurtec
(en el norte de Motupe). Todas las ciudades tuvieron doble función administrativa y
religiosa.
La ciudad de Chan Chan, capital del imperio, fue fundada por el “ciquic” (rey en el idioma
muchik) Tacaynamo, quien además inicia las conquistas del Imperio Chimú, que son
seguidas por sus descendientes, en especial por su hijo Guacricur, quien somete a las tribus
aledañas al imperio, para más tarde Naucempinco llevarlas hasta Pacasmayo, por el norte y
Santa, por el sur. Años después, el ciquic Minchancaman sometió a los tallanes en el norte
y a los habitantes del valle de Carabayllo por el sur. Este ciquic, años después se enfrentó al
Ejército Imperial Inca, comandado por el Sapa Inca, Túpac Inca Yupanqui, quien al
derrotarlo, lo envió al Cusco, donde lo trataron de acuerdo a su jerarquía de ciquic con
mucha cortesía, pero impusieron a Huamanchumu, quien se sometió totalmente a los Incas
y terminó con el Imperio Chimú.
Los ciquic usaron los palacios como santuarios también. Después de muerto el ciquic, los
parientes y servidores, tenían la obligación de adorar a su mallqui o momia. Un cronista
dice: “lo trataban como si estuviera vivo”. El resto del pueblo, vivía en barrios marginales
y en casas seguramente de quincha (barro y caña). Los chimús, estratificaron su sociedad de
la siguiente manera de acuerdo a su jerarquía de mayor a menor: “ciquic”, a los reyes;
“alaec” a los curacas; “fixl” a los hacendados; “parang” a los vasallos; “gana” a los
sirvientes. No se tiene conocimiento cómo denominaron en su idioma chimor, a los
curanderos y mercaderes, que eran parte de la estratificación social.
Los artesanos metalúrgicos más famosos del antiguo ande, salieron del Imperio Chimú.
Manejaron el cobre, la plata y el oro con trabajos y cantidades extraordinarias. Cuando se
produjo la conquista Inca, grandes cantidades de oro con sus artesanos, fueron trasladados
al Cusco. Producida la conquista española al Imperio Inca, gran parte del tesoro de
Atahualpa, salió de Chimú y grandes cantidades de oro en barras o trabajada, fue enviada a
la corona española desde 1533.
"Desde Chan Chan, gobernaba su imperio un grupo despótico, fuerte y opresivo, propietario de todo
lo existente, incluso los hombres; por lo que, así como cubrió de privilegio a la agricultura, se
aseguró para sí el control de la distribución de la producción monopolizándola.
Esa forma de Estado, cualquiera sea la actividad primordial, era la que imperaba y la que imperó en
el mundo andino autónomo.
Los métodos de sujeción se hacían a través de una férrea administración centralista, de una
acicalada imposición ideológico – religiosa y de una bien preparada y despiadada organización
militar.
Tacaynamo fue el fundador de Chan Chan y del imperio Chimú. Según la mitología, llegó de
“allende los mares”. Guacricur y Naucempinco, hijo y nieto del fundador, fueron los inciadores de
la expansión de Chimú.
Chimú Minchancaman fue el último rey, de una lista que, tuvo 10 gobernantes”.
Julio R. Villanueva Sotomayor, “El Perú en los tiempos antiguos”, Empresa Editora Nacional
S.A.C., Lima, Perú, pág. 134#GGC11C
A pesar que los Chimús, llegaron a Paramonga, la fortaleza que ahí existe, fue construida
por los incas del Ejército Imperial del Sapa Inca Túpac Inca Yupanqui. Según el Inca
Garcilaso de la Vega, la fortaleza de Paramonga fue construida por el ejército vencedor.
Después de la victoria, Túpac Inca Yupanqui se dedicó a realizar varias obras en el reino
Chimú. Dice Garcilaso de la Vega:
La civilización chancay se desarrolló entre los valles de Chancay, Chillón, Rímac y Lurín,5
en la costa central del Perú. entre los años 1200 y 1470 d. C. Su centro se ubicó a 80
kilómetros al norte de Lima. Se trata de una ubicación territorial básicamente desértica,
pero con valles fértiles bañados por ríos y ricos en recursos, que permitieron, entre otros, un
alto desarrollo de la agricultura. Esta cultura surge cuando se disuelve la cultura wari. El
comercio que desarrolla la civilización chancay con otras regiones fue intenso y permitió
contactar con otras culturas y poblados en un área extendida.
Sus textiles con encajes bordados con agujas y los tapices fueron de singular notoriedad;
fueron elaborados con algodón, lana, gasa y plumas. Los efectos técnicos para ese entonces
se consideran inigualados. Sobresalió notoriamente el brocado, la tecnología de la gasa
decorada y el textil pintado habiendo sido decorados con peces, aves y también con dibujos
de forma geométrica. Respecto a las gasas, fueron tejidas en algodón con los que se
confeccionaban artículos ligeros de forma cuadrangular de diferentes tamaños teniendo en
algunas prendas dibujos de peces, felinos y aves. La iconografía de sus mantos representaba
mayoritariamente peces, felinos, pájaros, monos y perros, especialmente aquella raza
oriuda, el perro sin pelo del Perú.
Habían dos tipos de entierro en la cultura chancay, uno especial para la clase alta o para los
grandes señores, con cámaras de forma rectangular o cuadrangular, hechos de material de
adobe cubiertos con techos y paredes de caña a pocos metros bajo tierra, en fardos
funerarios conteniendo ceramios, tejidos y artículos en oro y plata. Se accedía por escaleras.
Se desarrolló en el antiguo territorio de la cultura Nazca entre los años 900 d.C. y 1435
d.C., año en que fueran conquistados por Pachacutec cuando Guavia Rucana reinaba en
Chincha. Abarcaban los actuales valles de Cañete, Chincha, Pisco y Nazca, aunque su
centro político estuvo en el valle de Chincha. Sus restos arqueológicos más importantes son
"La Centinela de San Pedro" y "La Centinela de Tambo de Mora", ambos en el valle de
Chincha.
Se cuenta que cuando Atahualpa Inca llegó a Cajamarca, en litera de oro, había otro señor
que también llego de la misma manera. Luego de la captura del Sapa Inca, al interrogarle
Pizarro preguntó por el señor de la otra litera de oro y el Inca, respondió: “…es el Señor de
Chincha, importante porque tiene más de 200 embarcaciones para el comercio y es el más
rico de todos mis súbditos”.
Ya durante la conquista, Chincha fue motivo de peleas entre Francisco Pizarro y Diego de
Almagro.
Según un documento de la doctora María Rostworowski, en la población chincha había:
“doce mil labradores o campesinos, diez mil pescadores y seis mil mercaderes, además de
un número de plateros cuya mayoría estaba ausente…”.
Los chachapoyas fueron también eximios tejedores, como lo demuestran los hallazgos
realizados en la margen derecha del Pisuncho, en Carajía, en la Laguna de las Momias y en
otros lugares. También docoraban mates con figuras pirograbadas, tallaban la piedra y la
madera; además, dejaron muestras excepcionales de pintura mural, como la de San Antonio
(Luya).
Tupac Inca Yupanqui fue el responsable de la conquista de los Chachapoyas, y para evitar
un posterior levantamiento, los incas instalaron poderosas guarniciones en la comarca y
ordenaron el traslado de grupos de lugareños al Cusco bajo el sistema de mitmac, o sea de
cambio de terruño de grupos humanos, donde les dio tierras para labrar y lugares para casas
no muy lejos de un collado que está pegado a la ciudad [del Cusco] llamado Carmenqa.
Los diaguitas fueron una cultura precolombina que tuvo su mayor desarrollo entre los
siglos X d.C. y XVI d.C.. Tuvieron una amplia extención territorial: en Chile abarcaron los
valles de los ríos Copiapó, Huasco, Elqui, Limarí y Choapa; en la Argentina abarcaron los
Valles Calchaquíes de Salta y Tucumán, toda Catamarca, gran parte de La Rioja, parte
oeste de Santiago del Estero (la sierra y el río Dulce) y norte de San Juan (río Bermejo,
Valle de Jáchal y Valle Fértil) y, en menor medida, en el extremo noroeste de Córdoba.
Aunque sus orígenes difieren de los pueblos andinos (los diaguitas tenían linajes huárpidos,
pámpidos y andinos); al menos a partir de Tiawanaku recibieron importante influjo cultural
(religioso, agrícola, estilos de cerámica, etc) desde los Andes Centrales
La vida diaguita se mantuvo estable hasta la llegada de las tropas del Inca Túpac Yupanqui
en el año 1470, quien tenía a disposición 10.000 según lo comentado por el Inca Garcilaso.
La conquista probablemente no se realizó de norte a sur como fuese lo esperable, las
cerámicas incas encontradas en los valles del Elqui y Limarí, anteriores a las encontradas
en Copiapó, hacen suponer que el Inca cruzó desde Tucumán hacia estos valles y desde ahí
expandió sus conquistas hacia los valles aledaños.
El nombre de "Diaguita" es quechua con etimología aymara, y quiere decir "serrano".6 Esto
fue impuesto por los incas y divulgado luego por los españoles.
[editar] Picunches
Vestigios de edificación Inca: Pucará de La Compañía (VI Región del Libertador General
Bernardo O'Higgins - Chile).
Los picunches, promaucaes o mapuches del Pikun Mapu, furon un subgrupo mapuche que
habitó entre los ríos Aconcagua e Itata en la zona central del actual Chile, y fueron
conquistados por los Incas a fines del siglo XV.
Políticamente, los picunches se agrupaban en lofes o linajes familiares, dirigidos cada cual
por un lonco o cacique. En ocasiones excepcionales, los lofes se agrupaban en aillarehues.
Los picunches fabricaron su propia cerámica: vasijas, jarros y fuentes, todo ello en greda, y
también sus herramientas para trabajar la tierra, además de otros instrumentos de uso diario,
como pipas y piedras para moler el maíz.
Sus casas eran de barro y techo de totora. Su idioma fue originalmente el mapudungún,
pero dado el gran número de quechuismos en el español chileno, es de suponer que después
de las campañas de expansión del imperio inca se extendió el uso del quechua entre ellos.
[editar] Bibliografía
• El Perú en los tiempos modernos, Julio R. Villanueva Sotomayor, Empresa
Periodística Nacional S.A.C., Lima, Perú, 2000.
• Historia del Perú: Los Estados Panandinos Wari y Tiahuanaco, Julián I. Santillana,
Editorial Lexus, Lima, Perú, 1999
EL PERIODO INCAICO
• Este sistema de organización socio-político sufre grandes cambios con la llegada
de los Incas, que con su ocupación efectiva del NOA, constituyen el último
período independiente indígena americano.
• El Imperio irrumpe en nuestro territorio en el siglo XV, no sabemos con
exactitud la fecha, pero posiblemente mucho antes de lo que creíamos hasta
ahora, puesto que los fechados están dando, tanto en nuestro país como en Chile,
casi un siglo más que lo estipulado hasta ahora por el análisis de documentos
escritos en la primera época de ocupación española.
• El Estado Incaico ocupó el territorio del Oeste catamarqueño y riojano,
estableciendo en Catamarca el fabuloso Pucará de aconquija, y en la Rioja la
"Tambería de chilecito", las dos fortalezas más grandes de la frontera Sur del
Imperio, además de numerosos establecimientos de menor tamaño.
• No hay evidencias de la ocupación incaica del Valle Central de Catamarca, ni de
la zona Este, suponemos que en estas áreas los grupos que se habían adaptado
desde el Período de Integración Regional se mantuvieron vigentes y no
alcanzaron a ser conquistados por el imperio, que por lo demás nunca se interesó
demasiado por áreas carentes de minerales de oro, plata y cobre.
• La irrupción incaica en la zona, como en el resto del territorio argentino se
produjo en forma violenta y rápida, los incas ocuparon todo el Oeste de
Catamarca y La Rioja, y en el corto lapso que estuvieron cosntruyeron o
modificaron gran cantidad de vías de comunicación, tanto las principales de
sentido Norte-Sur como las secundarias de relación.
• En los valles más estudiados se conocen mayor cantidad de restos incaicos, en
los demás los sitios irán apareciendo en la medida que se investigue.
EL COLLASUYU
FORTALEZAS
Imperio incaico
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Para otros usos de este término, véase Inca (desambiguación).
Tawantin Suyu
Imperio incaico
Imperio precolombino
→
← 1439–1533 →
→
Máxima extensión del Imperio inca
Capital Cuzco
13°31′S 71°59′O-13.517, -71.983
Luego de este periodo de apogeo el imperio entraría en declive por diversos problemas,
siendo el principal la confrontación por el trono entre los hijos de Huayna Cápac: los
hermanos Huáscar y Atahualpa, que derivó incluso en una guerra civil. Finalmente
Atahualpa vencería en 1532, sin embargo su ascenso al poder coincidiría con el arribo de
las tropas españolas al mando de Francisco Pizarro; estas capturarían al Inca y luego lo
ejecutarían. Con la muerte de Atahualpa en 1533 culmina el Imperio inca, sin embargo,
varios incas rebeldes, conocidos como los "Incas de Vilcabamba", continuarían la lucha
contra los españoles hasta 1572 cuando fue capturado y decapitado el último de ellos:
Túpac Amaru I.
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Tiempo Sagrado
También llamado Tiempo Sagrado, sus inicios se pierden en la leyenda de Manco Cápac,
héroe fundador y modelo de la dinastía Cuzco. Dos leyendas locales atribuyen su fundación
a su primer gobernante, un personaje legendario llamado Manco Cápac, junto a su consorte
Mama Ocllo. En ambas se afirma que el lugar fue revelado por el dios Sol (Inti) a los
fundadores después de una peregrinación iniciada al sur del Valle Sagrado de los Incas.
El sol, viendo el estado penoso de los hombres, creó una pareja: Manco Cápac el varón y
Mama Ocllo, su esposa y hermana; les entregó un bastón de oro y les ordenó ir por el
mundo para civilizar a los pobladores. Les encargó fundar una tribu, e implantar en él el
culto al sol.
Manco Cápac y Mama Ocllo salieron de las espumas del Lago Titicaca, y avanzaron hacia
el norte. El bastón de oro les serviría para encontrar el lugar ideal para la fundación del
Imperio, pues en él se hundiría el bastón hasta desaparecer.
Decidieron separarse, marchando Manco Cápac al norte y Mama Ocllo al sur del valle, para
convocar a la gente y someterla. Los habitantes de todo el valle no tardaron en reconocerlos
como seres sobrenaturales. Después de un largo recorrido, el cetro se hundió en el cerro
Huanacauri. Manco Cápac y Mama Ocllo se establecieron allí.
Manco Cápac mandó a los que estaban con él instalarse en la parte alta del valle, que se
llamó Hanan Cuzco; y Mama Ocllo colocó a los suyos en la parte baja o Hurin Cuzco.
Ambos ayudaron a mejorar el lugar; enseñaron a los hombres que allí vivían a trabajar la
tierra y a construir canales. A las mujeres Mama Ocllo les enseñó a coser, cocinar y hacer
telares.
La leyenda de los hermanos Ayar es, probablemente, la que mejor explica la llegada de los
grupos humanos al Cuzco. Recogida en el siglo XVI por el cronista Juan de Betanzos
(seguramente a partir de los datos proporcionados por los parientes indígenas de su mujer),
se cree que ofrece informaciones excepcionales por venir directamente del seno de la élite
inca.
La leyenda de los hermanos Ayar cuenta cómo, después de que Viracocha ordenara la
creación del mundo, cuatro parejas (conformadas por cuatro hermanos y sus respectivas
esposas), salieron de la cueva de Pacaritambo (Casa del Amanecer o Casa de la
Producción). Estas parejas fueron: Ayar Cachi y Mama Huaco; Ayar Uchu y Mama
Ipacura; Ayar Auca y Mama Rahua; y, finalmente, la más importante de ellas, Ayar Manco
y Mama Ocllo.
Los hermanos, de acuerdo con este relato, salieron lujosamente vestidos y se dirigieron al
cerro Huanacaure, en cuyas faldas sembraron papas. Una vez que estuvieron allí, Ayar
Cachi, lanzó unas piedras con su honda, quebrando cuatro cerros. Temerosos ante la fuerza
de Ayar Cachi, lo encerraron en Pacaritambo y regresaron a Huanacaure. Tras vivir durante
un año en este lugar, estos personajes singulares se dirigieron al Cuzco, hasta que al final
abandonaron a Ayar Uchu en Huanacaure.
Este se dirigió finalmente hacia el Sol (Inti), quien le ordenó, a su vez, que Ayar Manco
cambiara su nombre por el de Manco Cápac. Una vez transmitida la orden, el abandonado
Ayar Uchu quedó convertido en un ídolo de piedra.
Por eso, al Cusco llegaron únicamente Manco Cápac, Ayar Auca y las cuatro mujeres.
Todos ellos se establecieron en el lugar, después de que Alcaviza, jefe de los pobladores
cusqueños, los reconociera e identificara como hijos del Sol. Una vez en el Cusco,
construyeron una casa en el lugar donde se encuentra el Coricancha y se dedicaron a
sembrar maíz.
Fundó el Imperio incaico, aproximadamente el año 1200 d.C. y fue su primer gobernante.
Se caracterizó por el dominio de las tribus preincaicas que vivían dispersas en el Cuzco y
sus alrededores. Manco Cápac unificó a los huallas, poques y lares, y con ellos se
estableció en la parte baja de la ciudad. De este modo se inició la dinastía de los Urin
Cuzco. Poco tiempo después ordenó la construcción de la primera residencia de los incas, el
Inticancha o Templo del Sol. Su hermana y esposa fue Mama Ocllo.
De escasa movilidad; se tienen pocas noticias de sus sucesivos reinados: Sinchi Roca, quien
habría gobernado desde 1230 a 1260 sin conseguir una expansión significativa en el
entonces reino cuzqueño; Lloque Yupanqui, que culminaría su gobierno en 1290 con el
mérito de llegar a concretar diversas alianza con distintos pueblos circundantes a los incas;
Mayta Cápac reconocido por su victoria ante los acllahuiza y que culminaría su reinado
alrededor de 1320; y Cápac Yupanqui, el primer conquistador, a quien se debe la victoria
ante los condesuyo. Este período habría durado aproximadamente 80 años, iniciándose
aproximadamente en 1230 d.C. (año en que comienza el reinado de Sinchi Roca), hasta
1350 d.C. (año en que culmina con el gobierno de Cápac Yupanqui).
Una visión etnohistórica más general de este período describe que los incas llegaron al
Cuzco alrededor del siglo XIII d.C. y, en el siglo siguiente, lograron imponerse a las
poblaciones más cercanas al valle cusqueño. Desde su llegada al Cuzco, los incas se
habrían mezclado con algunos de los pueblos que habitaban el lugar y expulsado a otros.
Habrían organizado su predominio al hacer alianzas con distintos curacas estableciendo
relaciones de parentesco y al enfrentarse en guerras. A estas prácticas, que continuaron, se
sumaron otras como el acopio de excedentes y mano de obra y la práctica de la
redistribución. Para entender esta situación habría que considerar, además, que el prestigio
religioso que acompañó a los incas fue la piedra angular de la eficacia de todos los
mecanismos de expansión que emplearon en esta época.
Se denomina preestatal a esta etapa, porque en ningún momento surgió en sí una sólida idea
de estado o nación inca; sino aún existía la idea andina de considerarse una macroetnia, si
bien esto cambiaría al extenderse significativamente el territorio de la etnia luego del
reinado de Cápac Yupanqui y sus diversas conquistas. El fin de este periodo coincide con el
fin de la dinastía de los gobernantes Urin Cuzco (Rurin Qusqu), quienes vieron en Cápac
Yupanqui a su último representante.
Con Pachacútec se inicia el modelo imperial, Amaru Inca Yupanqui, Túpac Inca Yupanqui,
Huayna Cápac.
Fue un destacado militar que logró importantes victorias durante el gobierno de su padre
Pachacútec. En 1471 asumió el trono y amplió las fronteras del imperio hacia el sur,
llegado hasta llegar al río Maule en Chile. También sometió a algunos pueblos del altiplano
y del norte argentino. Sofocó la resistencia de los chachapoyas y avanzó por el norte hasta
Quito, luchando con el feroz pueblo chimu. Quiso incursionar en la selva, pero una rebelión
de los collas lo obligó a desviarse hacia el Collao. Mejoró la recaudación de los tributos y
nombró nuevos gobernantes visitadores (tucuy ricuy). Murió en 1493.
La costumbre, tradición y las leyes incaicas establecían que el trono del Inca sucesor debía
ser ocupado por su descendiente directo, hijo del actual Emperador en una Coya (hermana
del Soberano). A falta del heredero legitimo debía ocupar el trono el hijo del Inca en una
Palla (princesa real del Cuzco). A falta de los herederos legítimos, podían reclamar el trono
los hijos de los Incas procreados en Ñustas.
Huayna Cápac había nombrado como heredero desde antes a Ninán Cuyuchi (hijo de la
Coya Mama-Cussi-Rimay) mas éste resultó enfermo de viruela y murió muy joven en la
ciudad de Quito. Entonces, a falta de heredero legitimo debía ocupar el trono el hijo del
Inca en una Palla (princesa real del Cuzco) y dos fueron nada menos que los pretendientes:
Manco-Inca-Yupanqui (hijo en la Palla Civi-Chimpo-Rontosca), que murió
sorpresivamente asesinado, quedando su otro hijo, Huáscar, cuya madre la Palla Rahuac-
Ocllo había gobernado el Cuzco durante la ausencia de Huayna-Cápac. A falta de los
herederos legítimos podían reclamar el trono los hijos de los Incas procreados en Ñustas y
de esta manera, apareció Atahualpa.
Antes que muera de viruela el Inca Huayna Cápac, los asesores, caciques y generales de la
región de Quito que le rodeaban durante la enfermedad consiguieron que formulara un
testamento verbal. Huayna Cápac mandó a reunir a sus principales colaboradores y les
expresó su última voluntad, que prescribía:
• Que su hijo Atahualpa fuese reconocido como Señor de Quito y que su hijo Huáscar
se le reconociese como Inca de los territorios situados al sur de la región de
Tumbes, hasta el río Maule en Chile.
• Que su cuerpo fuera trasladado al Cuzco y su corazón depositado en un vaso de oro;
este debía quedar en Quito como ofrenda a esta ciudad, ya que le tuvo mucho cariño
y simpatía.
Los hermanos Huáscar y Atahualpa se disputan el trono poco antes de la llegada de los
españoles.
Huáscar no estuvo de acuerdo con el testamento de Huayna Cápac,ya que se creía con
derecho de heredar todo el Imperio inca según las leyes, costumbres y tradiciones incarios.
Huáscar se enfrentó en 1531 después de muchos años de paz a su medio hermano
Atahualpa, quien también se consideraba legítimo heredero del trono en la región de Quito.
Muy pronto importantes regiones del imperio fueron sacudidas por sangrientas batallas
entre tropas cusqueñas y quiteñas, que terminaron con la victoria final de los últimos.
Huáscar fue tomado prisionero y muerto posteriormente por orden de Atahualpa.
Hijo de Huayna Cápac con la noble noble incaica Tocto Ocllo Coca. Tras la muerte de su
padre, se apoderó de la región norte de Tumbes llamada Quito y aunque reconoció la
sucesión de 'Huáscar, apoyado por la nobleza quiteña se coronó Rey de Quito (1525-1532).
Sus tropas, dirigidas por Chalcuchímac y Quizquiz, derrotaron al ejército cusqueño en la
batalla de Cotabamba (Apurímac) y entraron triunfantes al Cuzco. Enterado de la victoria,
Atahualpa marchó a Cajamarca para ser coronado inca. En el trayecto fue aclamado por los
pueblos del norte. Sin embargo, al llegar a Cajamarca, fue tomado prisionero por los
españoles en la batalla de Cajamarca. Era el año 1532. Este hecho marcó el fin del Imperio
incaico.
En contra de lo pensado, Atahualpa (que gobernó de facto entre 1532 - 1533), no forma
parte de la capaccuna al nunca ceñir la mascaipacha. Por lo tanto es impropio llamarle
Sapa Inca, como algunas veces se le titula. Quito fue incendiada por completo por el
general Rumiñahui en 1534, antes de la llegada de los españoles a la ciudad en busca de los
tesoros del imperio, y fundada nuevamente por el español Sebastián de Benalcázar sobre las
cenizas del pueblo inca el 6 de diciembre de 1534.
Túpac Hualpa Inca (1533)- 2 meses, Septiembre y Octubre. Inca Coronado por los
Españoles, muere antes de llegar a la Ciudad Imperial en el Valle del Mantaro.
Manco Inca (1533-1545) - Inca Coronado por los Españoles (1533) rebelado contra ellos
(1536) abandona el Cuzco, trasladando su capital primero a Ollantaytambo y luego a
Vilcabamba.
Paullu Inca (1537-1549) Inca Coronado por los Españoles durante el gobierno de Manco
Cápac II (1537), que además reinó cuatro años después de la muerte de este, durante el
gobierno de Sayri Túpac Inca.
Estos no fueron incas "reales" en su totalidad, sino que fueron gobernantes de pueblos
descendientes de los incas Estos pueblos llegaron a considerarlos "Incas". Sin embargo, no
gobernaron el Cuzco, y su poder fue puramente local.
Límites del Imperio inca: por el norte llegaba hasta Pasto (Colombia) y por el sur hasta
Talca (Chile), en el río Maule.
Fue la región andina, debido a la presencia de la cordillera de los Andes, se caracteriza por
la diversidad de su ecología: costas desérticas, parajes tropicales, altiplanos secos y fríos
que a simple vista parecen uno de los ambientes menos propicios para la vida del hombre.
Sin embargo, los hombres que la habitaron han demostrado a lo largo de muchos siglos, ser
capaces no sólo de sobrevivir en tales circunstancias, sino también de dominar el medio
geográfico y de crear una serie de civilizaciones florecientes. La más famosa de ellas fue el
Imperio inca, que ocupó un vasto territorio de América del Sur, que comprende los actuales
o partes de los territorios de las Repúblicas de Perú, Ecuador, occidente de Bolivia, norte de
Argentina, norte de Chile y el sur de Colombia. También dominaron el mar; posiblemente
llegando hasta la Polinesia.
Es sobre este territorio y sobre las características señaladas, que se desarrolló política,
social, cultural y militarmente, el Imperio del Tahuantinsuyo, dominando y domesticando
todos los pisos ecológicos descritos y actuando como verdaderos ecologistas, aún antes de
que estos conceptos fueran parte de los temas de discusión. Aparte de los conceptos
anteriores, los Incas como gobernantes, fueron los primeros estadistas de la América, ya
que el gobierno de todos ellos, fue para beneficio de los súbditos del imperio: nunca el
imperio pasó hambre, abusos ni injusticias; a pesar que la sociedad incaica era piramidal,
siempre la cabeza actuó en beneficio del pueblo, que era la razón de ser del Estado Inca,
por mandato del dios Inti.
Aunque todavía no se esclarece del todo se ha deslizado la hipótesis de que los incas
habrían llegado a Oceanía, concretamente a islas de la Polinesia, como la Isla de Pascua en
la que dejaron topónimos, costumbres y vestigios arquitectónicos, hay inclusive una
leyenda del arribo de un inca hasta con el nombre casi exacto en otra isla de la polinesia.
En el territorio de Argentina, según las fuentes históricas, entre 1479 a 1535, el Imperio
inca conquistó las partes occidentales de la actuales provincias de Catamarca, Tucumán,
Salta, Jujuy, La Rioja, San Juan, y el extremo noroeste de Mendoza incorporándolas al
Collasuyo. Algunas investigaciones sugieren la influencia inca en parte de la Provincia de
Santiago del Estero (zona interfluvial en donde está la ciudad de Santiago del Estero), pero
la incorporación de esa zona al imperio no ha sido probada. Tradicionalmente se atribuye la
conquista al inca Túpac Yupanqui, sin embargo, diversos estudios con datos
radiocarbónicos. Los pueblos que entonces habitaban esa región, los omaguacas, los
atacamas, los huarpes, los diaguitas y otros, intentaron resistir pero los incas lograron
dominarlos, trasladando a sus territorios a los mitimaes o colonos deportados de las tribus
de los chichas, que habitaban en lo que es el suroeste del actual territorio boliviano.
Los incas construyeron caminos (el Camino del Inca), centros agrícolas y de producción de
tejidos, asentamientos (collcas y tambos), fortalezas (pucarás) y numerosos santuarios en lo
alto de las montañas, utilizando también construcciones preexistentes.
Según una leyenda, los fundadores del Imperio inca, Manco Cápac y Mama Ocllo nacieron
de la espuma del lago Titicaca en la Isla del Sol), hoy Bolivia.
En el territorio de Ecuador, en el siglo XV, los Incas Túpac Yupanqui y Huayna Cápac
conquistaron el territorio y lo incorporaron a su imperio.
A mediados del siglo XV, en el territorio del Reino de Quito, la zona fue invadida por las
fuerzas del Inca Tupac Yupanqui, quien al mando de un gran ejército se encaminó desde el
sur para ampliar sus dominios. Al principio la campaña le resultó relativamente fácil pero
luego debió enfrentar a los Bracamoros, siendo éste el único pueblo que pudo obligar al
Inca a abandonar sus tierras sin poder incorporarlo al Imperio.
Cuando el Inca empezó a avanzar sobre los Cañaris, fue aún más difícil para ejércitos
incaicos, pues estos los rechazaron luchando con bravura, obligándolos a replegarse hacia
tierras de lo que hoy es Saraguro, donde debieron esperar la llegada de refuerzos para poder
iniciar la campaña. Esta vez considerando la inmensa superioridad de los incas, los Cañaris
prefirieron pactar y someterse a las condiciones impuestas por estos. Después de esto Tupac
Yupanqui fundó la ciudad de Tomebamba, actual ciudad de Cuenca, es en esta ciudad
donde nacería Huayna Cápac.
En el territorio de las costas del Brasil en el estado de Sao Paulo existe un camino que
conecta con el Cuzco llamado "Camino de Peabirú, de posible construcción Inca. De
confirmarse indicaría una presencia al menos esporádica de los Incas en este territorio
brasileño.
Otro estudio postula también la presencia Inca en el Noreste del Brasil, a través de un
camino que partiría del actual Ecuador hasta el estado de Roraima.
En el territorio de Perú los incas ocuparon la costa, sierra y selva alta (aproximadamente la
mitad de la superficie total del país).
A comienzos del siglo XIII inicia la historia inca desde Cusco como capital con Manco
Cápac como fundador. Los incas tuvieron desde entonces tres expansiones siendo la tercera
la mayor pues se desarrolló primero hacia el norte empezando con el centro-oeste de Perú
hasta el sur de Colombia, y después hacia el sur empezando con el sur de Perú hasta el
centro de Chile. En el siglo XV el Sapa inca Pachacútec dividió Tawantinsuyo tomando la
capital como punto de referencia en cuatro suyos: Chinchaysuyo, Contisuyo, Antisuyo y
Collasuyo.
En 1525 se inicia una guerra civil entre Huáscar y Atahualpa por la sucesión al trono,
ganando esta disputa Atahualpa, pero quedando el imperio enfrentado e inestable. En estas
circunstancias llegan los españoles quienes en Cajamarca capturan sorpresivamente a
Atahualpa en una entrevista en 1532.
Existe un estudio de Antonio del Busto sobre el arribo de una flota Inca a Polinesia
comandada por el entonces gobernante Inca Túpac Yupanqui que generó una leyenda en
estos pueblos oceánicos.
Los cuatro suyos en su conjunto se extendían a lo largo de más de 2.000.000 km² y llegaron
a abarcar, en su período de apogeo (hacia 1532), parte de las actuales repúblicas de
Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina. Poseían aproximadamente 9.000 km
de costa en el Océano Pacífico. La expansión se inició con el conquistador Inca Pachacútec
y llegó a su apogeo con el Inca Huayna Cápac. Se atribuye la máxima expansión al Inca
Túpac Yupanqui.
Hacia el norte, el Imperio incaico se extendía hasta el río Ancasmayo, al norte de la actual
ciudad de Pasto (Colombia). En Ecuador llegaron a abarcar una zona que incluiría las
actuales ciudades de Quito, Guayaquil, Manta, Esmeraldas, Ambato.
Hacia el noreste, se extendía hasta la selva amazónica de las actuales repúblicas de Perú y
Bolivia. Son muy poco nítidos sus límites con ésta debido a las esporádicas expediciones de
exploración de la selva por parte de los habitantes del imperio debido a la gran cantidad de
enfermedades y el miedo que los nativos poseían a esas zonas, pero se sabe que dominaban
las actuales ciudades de Potosí, Oruro, La Paz y Cochabamba en Bolivia y prácticamente
toda la sierra peruana.
Hacia el sureste, el Imperio incaico llegó a cruzar la cordillera de los Andes (lo que en
geopolítica moderna se conoce como encabalgarse), llegando un tanto más allá de lo que
ahora se conoce como las ciudades de Salta y Tucumán en Argentina. El territorio inca de
la actual Argentina, conformó una zona especial que se denominó Tucma o Tucumán, que
abarcaba las actuales provincias de La Rioja, Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy.
Hacia el sur, existen pruebas de que el Imperio incaico llegó a abarcar hasta el Desierto de
Atacama (región III) en dominio efectivo pero con avanzadas hasta el río Maule (actual
región VII de Chile), donde debido a la resistencia de los Purumaucas (subgrupo del pueblo
Picunche, pertenecientes a la etnia Mapuche) no pudo seguir avanzando.
Hacia el oeste, si bien el Imperio incaico limitaba con el Océano Pacífico, hay quienes
además postulan que los Incas habrían incluso llegado a mantener, a pesar de las
limitaciones navales de la época, una cierta relación comercial con algún pueblo
desconocido de la lejana Polinesia (Oceanía). El tema ha sido estudiado por José Antonio
del Busto en una reciente publicación. Una de las personas que defendió esta teoría fue el
difunto explorador difusionista noruego Thor Heyerdahl.
Mapa del Tahuantinsuyo: Chinchaysuyo (en rojo), Collasuyo (en azul), Antisuyo (en verde)
y Contisuyo (en amarillo).
Los cronistas afirmaron que el Tahuantinsuyo estuvo dividido en cuatro distritos conocidos
como suyos (del quechua suyu): Chinchaysuyo, Antisuyo, Collasuyo y Contisuyo. El centro
de esta división era el propio Cuzco. Se ha atribuido al inca Pachacútec la creación de este
sistema de organización del territorio; sin embargo sabemos que se trataba de una práctica
que antecedió al gobierno de este gran reformador. Antes de consolidarse el dominio del
inca en el Cuzco, el espacio en torno de esta ciudad estuvo también dividido en cuatro
partes. Las divisiones entonces correspondían a los territorios de los señoríos del área.
Cuando Manco Cápac y sus clanes se establecieron en la zona, crearon los cuatro suyus
incas a partir de esta división.
Un tema que aún es motivo de discusión entre los investigadores es aquel de la extensión y
los límites de cada suyu. Como hemos visto, la expansión inca se inició con Pachacútec,
quién conquistó los curacazgos del área cercana al Cuzco: los soras, lucanas y tambos.
Otros líderes militares como su hermano Cápac Yupanqui, y posteriormente Túpac
Yupanqui y Amaru Túpac, continuaron las conquistas, mientras Pachacútec permanecía en
el Cuzco. Por ejemplo, Cápac Yupanqui habría reconocido y visitado en la costa los valles
de Chincha y Pisco, mientras que en la sierra central llegaría hasta Jauja. Túpac Inca
continuó la conquista del Chinchaysuyu hasta la región de los cañaris (Tumibamba);
mientras que Amaru Túpac y otros líderes militares conquistaron el Collasuyu hasta
Chincha y el Contisuyu hasta Arequipa. Sin embargo, aún no sabemos si la franja costera
entre Ica y Tarapacá fue conquistada en esta época o después, luego de que Túpac
Yupanqui asumiera el mando supremo del Estado inca. Por otro lado durante los tiempos de
Túpac Yupanqui la frontera norte se estableció cerca de Quito; mientras que la frontera sur
se fijó en el río Maule, al sur de Santiago de Chile. Durante el gobierno de Huayna Cápac
se conquistaron nuevas regiones en el Ecuador y el sur de Colombia (Pasto). Estos son en
general los límites conocidos del Tahuantinsuyu. El punto menos preciso es el relativo a la
región amazónica, donde es difícil precisar los alcances que tuvieron las incursiones incas.
[editar] El Inca
A estos gobernantes, a los que se atribuía un origen divino, se les suele asociar los títulos de
apu inca y sapa inca: "divino inca" y "único inca", respectivamente.
La "Capac cuna" era la lista oficial de gobernantes de la civilización inca. Se especula que
existieron más gobernantes de los que ésta acepta y que varios fueron borrados de la
historia oficial del imperio por distintos motivos. En total, fueron doce los emperadores
incas. Iniciándose en 1197, año de la fundación del imperio.
Aunque algunos historiadores consideran que Atahualpa no debe ser incluido en la capac
cuna, argumentando que Atahualpa se habría declarado súbdito de Carlos I de España,
además del hecho de que nunca llegó a serle ceñida la mascapaicha, el símbolo del poder
imperial. Pero la mayor parte de los cronistas da como cierta la relación de 13 Incas,
asignando el escaño 13ro. a Atahualpa.
Otros historiadores han seguido el linaje y consideran que deben tomarse en cuenta también
a Tarco Huaman y a Inca Urco. El primero sucedió a Mayta Cápac y, después de un corto
período, fue depuesto por Cápac Yupanqui. Taco Huamán se ciñó la mascaipacha por
decisión de su padre, Viracocha Inca, pero, ante su evidente desgobierno y la invasión de
los chancas, huyó con él. Luego del triunfo de Cusi Yupanqui -el futuro Pachacútec Inca
Yupanqui, también hijo de Viracocha Inca- sobre el pueblo enemigo, Inca Urco fue muerto
en una emboscada que él mismo le tendió a su hermano. Asimismo, Garcilaso y algunos
otros cronistas insertan entre Pachacútec y Túpac Yupanqui a Inca Yupanqui, soberano de
dudosa existencia.
Al carecer de lenguaje escrito no existen registros exactos y todas las fechas, personajes y
hechos de la fase local de los incas, se basan en leyendas difíciles de comprobar, e incluso
en los incas históricos (fase de expansión), en los siguientes listados se mostrarán cálculos
cronológicos de distintos historiadores sobre las fechas de reinado de los incas. Producto
que la transmisión de la historia inca era oral y que solo pasó a fuentes escritas por
cronistas que vivieron décadas o incluso siglos después de los hechos hay muchos vacíos
sobre todo en lo que cuenta a las fechas e incluso al nombre o existencia de varios
gobernantes.
En el siguiente cuadro se muestra el número de Sapa Incas que hubieron según cuentan los
distintos cronistas.6
Número
de
Autor
gobernant
es
Acosta 17
Anello Oliva 13
Anónimo de 1552 5
Betanzos 13
Valera 7
Cabello Balboa 13
Cieza de León 14
Cobo 13
Córdoba y Salinas 8
Dávila Briceño 12
Estete 4
Garcilaso 14
Herrera 14
Las Casas 13
Molina, el Cuzqueño 6
Montesinos c. 105
Morua 12
Ondegardo 12
Quipucamayos 12
Santa Clara 13
Santa Cruz 13
Santillán 11
Sarmiento 12
Vásquez de Espinoza 14
Fecha de Duración de su
Págin
Inca nacimien Reinado reinado
as
to (años)
>1088-
Yahuar Huácac <1069 96 81
1184
c.1184-
Viracocha <1166 101 86
1285
153-
Túpac Yupanqui 1173 1191-1258 67
154
En la actualidad las cifras de Sarmiento son totalmente rechazadas, por tres razones
principales:
• En su cronología se salta un período de 190 años entre Pachacútec y Túpac
Yupanqui a pesar que todos los cronistas los consideran padre e hijo.
• En su cronología muchos de los reinados duran más de un siglo, una cifra imposible
de vivir en las condiciones de vida de aquella época (Manco Cápac vivió 135 años,
pero en la actualidad con todos los avances en la medicina a los que podría acceder
una persona lo máximo que se ha llegado a vivir son 123 años), pero para un
sacerdote que entendía la Biblia como algo literal (como que Adán vivió varios
siglos) vivir esos años era posible.
• Las fechas no coinciden con las evidencias arqueológicas de los distintos períodos
culturales.
Duraci
Fecha de Págin
Sapa Inca ón
reinado as
(años)
264,
Manco Cápac c.945-1006 61
270
275,
Sinchi Roca 1006-1083 77
280
Huáscar 1525-1532 7 -
Atahualpa 1532-1533 1 -
Huiracocha 1370-143015
Pachacútec 1430-1478
Amaru Inca
147816
Yupanqui
1478-1485 o
Túpac Yupanqui
148817
Huáscar 1525-153219
Atahualpa 1532-153320
1 año y 4 meses
Atahualpa 1532-1533 6 años rey de 1533 2
Quito
Estas cifras son muy cuestionadas en la actualidad, ya que no coinciden con las fechas de
actos importantes y decisivos (como algunas conquistas, las fechas no son coincidentes,
hasta las fechas del reinado de un Sapa Inca y una conquista que se sabe que ha realizado
varían incluso siglos). Además estas cifras no coinciden con el período de los incas
históricos.
El máximo organismo dedicado a la asesoría del emperador Inca. Integrado por ocho
personas:
[editar] Bandera
el guión o estandarte real era una banderilla cuadrada y pequeña, de diez o doce palmos de ruedo,
hecha de lienzo de algodón o de lana, iba puesta en el remate de una asta larga, tendida y tiesa, sin
que ondease al aire, y en ella pintaba cada rey sus armas y divisas, porque cada uno las escogía
diferentes, aunque las generales de los Incas eran el arco celeste y dos culebras tendidas a lo largo
paralelas con la borda que le servía de corona, a las cuales solía añadir por divisa y blasón cada rey
las que le parecía, como un león, un águila y otras figuras. Tenía por borla el dicho estandarte
ciertas plumas coloradas y largas puestas a trechos
Bernabé Cobo, Historia del Nuevo Mundo (1609)
[editar] Organización social
[editar] Clases sociales en el Tawantinsuyu
La sociedad Inca, fue jerárquica y rígida. Existieron grandes diferencias entre las clases
sociales, siendo estas diferencias respetadas por todos los habitantes del Imperio. Las clases
jerarquizadas formaban una pirámide donde el Inca, con todo el poder, se encontraba en la
cúspide (plana), mientras que el pueblo, que era la gran mayoría, constituía su base social.
• Inca
• La Coya: Esposa del Inca
Realeza
• El Auqui: Hijo del Inca y heredero
En el imperio existían dos linajes principales, Hanan Cuzco y Hurin Cuzco, de los cuales
provenía el Sapa Inca o monarca. Cada vez que un inca moría había inestabilidad política
entre estos dos linajes y la descendencia del último monarca por el poder. Cuando se
instituía al nuevo inca, éste conformaba un nuevo linaje propio o panaca. Hubo al menos
una docena de panacas en el imperio, cuyos miembros tenían varios privilegios.
Si bien el Sapa Inca, la Coya (su esposa), el Auqui (heredero del Inca) y sus hijos (primeras
generaciones de cada panaca) conformaban la familia real o realeza del imperio, existía un
número importante de personas que se les consideraba nobles, sean de sangre o de
privilegios. Entre los nobles de sangre estaban los restantes miembros y descendientes de
las panacas y dentro de los nobles de privilegio estaban aquellas personas que destacaron
por sus servicios. Una de sus características que diferenciaba a la nobleza inca del pueblo
era el enorme tamaño de sus orejas, causado por el uso de aros expansores.
Con la caída del Imperio, se perdieron todas las prerrogativas nobiliarias incas existentes
sin embargo, algunos nobles hicieron esfuerzos para que éstas fueran reconocidas por la
corona española, como Cristóbal Pariacallán Tuquiguaraca, a quien se le concedió escudo
de armas y privilegios, también Felipe Guamán Poma de Ayala o Inca Garcilaso de la Vega
hicieron gestiones en el sentido de que se reconocieran sus distinciones de clase.
El incanato extendió su dominio bajo distintas etnias. El mestizaje era casi nulo. Se calcula
que la población total del imperio fue de entre 16 a 18 millones, dependiendo las fuentes.
Puriq 1 familia
Pichqa waranqa
5.000 familias
kamayuq
• Conchucos
• Huaylas
• Tallanes
• Bracamoros
• Lambayeques
• Chinchas
• Chimúes
• Quitus
• Chachapoyas
• Caxamarca
o Cajamarcas, Huamanchucos, Huambos, Chotas, Cutervos,...
Hasta el siglo XIX, y en menor medida hoy en día, el norte de Perú siguió siendo una
región muy diversa en términos lingüísticos. Incluyendo un gran número de familias y
lenguas aisladas mal documentadas.
[editar] Sociedad
[editar] El ayllu
El ayllu fue la base y el núcleo de la organización social del Imperio incaico. La palabra
"ayllu" de origen quechua y aymará significa entre otras cosas: comunidad, linaje,
genealogía, casta, género, parentesco. Puede definirse como el conjunto de descendientes
de un antepasado común, real o supuesto que trabajan la tierra en forma colectiva y con un
espíritu solidario.
El ayllu, así, viene a ser una asociación cuyos miembros están unidos por un vínculo
consanguíneo (real o ficticio), religioso, territorial y económico.
Hurin Cuzco
Panaca Inca
Lloque
Awayni panaca
Yupanqui
Yáhuar
Awkaylli panaca
Huácac
Túpac
Cápac ayllu
Yupanqui
Tumipampa
Huayna Cápac
panaca
Los incas no sólo cultivaron los terrenos planos o semi inclinados, usaron un sistema
ingenioso para cultivar las laderas de los cerros, esta técnica consistía en formar terrazas,
denominadas “andenes”, que rellenaban con tierra vegetal que era contenida con muros de
piedra. Además de la lana que les proporcionaban los auquénidos, sembraron, cosecharon y
usaron el algodón para la confección de su vestimenta. En las tierras correspondientes a la
selva alta, sembraron y cosechaban la “hoja sagrada”: la coca.
Pescaban diversas especies de peces y cazaban aves silvestres. Para mantener tal cantidad
de tierras sembradas, los incas fueron grandes ingenieros hidráulicos: mucho de los canales
de regadía de la sierra aún hoy, funcionan perfectamente e irrigan las nuevas tierras de
cultivo.
[editar] Comercio
[editar] Agricultura
Al ser los Andes una sociedad predominantemente agrícola, los incas supieron aprovechar
al máximo el suelo, venciendo las adversidades que les ofrecía el accidentado terreno
andino y las inclemencias del clima. La adaptación de técnicas agrícolas que ya se
empleaban con anterioridad en distintas partes, permitió a los incas organizar la producción
de diversos productos, tanto de la costa, sierra y selva, para poder redistribuirlos a pueblos
que no tenían acceso a otras regiones. Los logros tecnológicos, alcanzados a nivel agrícola,
no hubieran sido posibles sin la fuerza de trabajo que se encontraba a disposición del Inca,
así como la red vial que permitía almacenar adecuadamente los recursos ya cosechados y
repartirlos por todo su territorio.
Herramientas agrícolas
Los antiguos peruanos del Cuzco para realizar sus labores agrícolas utilizaron, como no
tenían yunta por la falta de animales, el arado de tracción humana que denominaban la
tajlla o chaquitajlla, que es un palo puntiagudo, con una punta un tanto encorvada, que a
veces era de piedra o de metal. Antes de su terminal tenía esta herramienta otro palo
transversal, el agricultor apoyaba su pie para hundirlo en la tierra y luego hacer el surco.
Las herramientas manuales incas empleadas en la agricultura no han podido ser superadas,
sobre todo cuando se trata de trabajar en las laderas andinas o en ámbitos limitados como
los andenes.
Fertilizantes
Los Andenes
Andenes en el Valle Sagrado de los Incas.
Los incas tuvieron una especial preocupación por encontrar formas para mejorar las
condiciones del suelo para la agricultura. La variedad del clima y del territorio difícil, los
llevaron a buscar soluciones diversas, y fueron muchas las formas que encontraron para
hacer frente al problema. Entre las medidas más conocidas se encuentran la construcción de
andenes, que durante el gobierno incaico se le dio una gran importancia. Aunque
demandaban movilizar grandes cantidades de mano de obra, que el estado inca podía
realizar con relativa facilidad. Los andenes son terrazas agrícolas artificiales que sirven
para obtener tierra útil para la siembra en las escarpadas laderas andinas. Permitían
aprovechar mejor el agua, tanto en lluvia como en regadío, haciéndola circular a través de
los canales que comunicaban sus diversos niveles, con esta medida evitaban al mismo
tiempo la erosión hidráulica del suelo. Los andenes no sólo servían para el cultivo del maíz,
sino para el cultivo de diferentes productos agrícolas, y aún para diferentes usos: para
sembríos, para evitar la erosión, para el lavado de la sal mineral, etc.
Los Camellones
Eran terrenos artificiales construidos en las riberas del lago Titicaca. Se trataban de
montículos de tierra que permitían almacenar y aprovechar mejor el agua en lugares de
frecuentes inundaciones a causa de las lluvias. Usaron una serie de técnicas agrícolas en los
camellones, entre ellas, el trazado de surcos artificiales para dar protección a las plantas,
facilitar el drenaje durante las lluvias, inundaciones, riego, como fuentes de abono y,
especialmente, para disminuir el crudo frío nocturno en las alturas, evitando de este modo
las heladas.
Sistemas de riego
Productos agrícolas
[editar] Ganadería
[editar] Trabajo
El trabajo representó la principal actividad del Imperio incaico y presentó las siguientes
formas: mita, chunga,minca y ayni.
• La Chunga era el trabajo realizado en beneficio del pueblo inca por las mujeres en
caso de desastres naturales. Este es similar a la denominada Defensa Civil actual y
consistía en curar, ayudar, mantener a los heridos de los desastres naturales tanto
como intentar salvar a los que se ven en peligro durante el mismo desastre.
• La Minca, minka, o minga, es el trabajo que se realizaba en obras a favor del ayllu y
del Sol (Inti), una especie de trabajo comunal en forma gratuita y por turno, era una
forma de beneficio para el Estado, donde concurrían muchas familias portando sus
propias herramientas, comidas y bebidas. Las familias participaban en la
construcción de locales, canales de riego, así como la ayuda en la chacra de las
personas incapacitadas huérfanos y ancianos. Cuando el ayllu convocaba al trabajo
de la minca, nadie se negaba, pero las personas que no asistían al trabajo eran
expulsados del ayllu y perdían su derecho a la tierra.
• El Ayni era un sistema de trabajo de reciprocidad familiar entre los miembros del
ayllu, destinado a trabajos agrícolas y a las construcciones de casas. El ayni
consistía en la ayuda de trabajos que hacía un grupo de personas a miembros de una
familia, con la condición que esta correspondiera de igual forma cuando ellos la
necesitaran, como dicen: "hoy por ti, mañana por mi" y en retribución se servían
comidas y bebidas durante los días que se realicen el trabajo. Esta tradición continúa
en muchas comunidades campesinas del Perú, ayudándose en las labores de cocina,
pastoreo y construcción de viviendas.
Reciprocidad.- este sistema era lo que se denomina trueque o intercambio de favores. Por
ejemplo: -Tú dabas papas y a cambio te daban camote o te quedaban debiendo algo que
después te darían. -Tú ayudabas a un vecino a ampliar su casa y él te ayudaba en tu sembrío
de alimento o en tu turno en la mita.
Sistemas de abastecimiento
[editar] Ejército
El ejército fue una institución muy importante cuya principal tarea fue la conquista de
nuevos territorios para anexarlos al Imperio, aunque también tuvo un papel destacado en
mantener bajo el dominio del Cuzco a los grupos étnicos recientemente conquistados, tales
como los Guallas, Sahuasiray, Antasayas, etc.
Al parecer el mando era dual, pues a la cabeza estaban jefes representantes de las mitades
hanan y urin. Existían cuadros permanentes en manos de los miembros de los linajes incas,
incluyendo al inca y sus parientes más cercanos La formación de los miembros de la elite
tenía un fuerte componente militar, sus ceremonias de iniciación concedían mucha atención
a las aptitudes militares y resistencia física.
[editar] Religión
Artículo principal: Mitología inca
[editar] Cosmovisión
-Hurin o Kay Pacha: mundo de aquí, se encontraban todos los seres vivos.
-Uku Pacha o mundo de abajo: ahí se encontraban las almas de las personas.
[editar] Templos
Templo de la Luna.
Templo de Zuma. (Siendo ésta una de las inspiraciones para crear un juego con su mismo
nombre)
[editar] Festividades
Inti
Era el dios sol y dios supremo, el cual ejercía la soberanía de la actualidad en el plano
divino (HananPacha). Igualmente era hijo del dios sol del mundo antiguo (Ñaupapacha) y
reinaba sobre el ser humano en el mundo actual (Kaypacha). Inti era la divinidad popular
más importante del Imperio incaico siendo adorado en varios santuarios. Se le entregaban
ofrendas de oro, plata y ganado, así como las llamadas Vírgenes del Sol. También se le
hacían ofrendas humanas en el mes de los Capac hucha, la cual muchas veces consistía en
reos de muerte, como dios más importante.
Wiracocha
Su nombre completo a fin de recalcar su calidad de ser supremo, es: Apu Qun Tiqsi
Wiraqucha (Apu Kon Titi Wiracocha). Era considerado como el esplendor originario o El
Señor, Maestro del Mundo. En realidad fue la primera divinidad de los antiguos peruanos,
tanto los habitantes de Caral, Chavin, Wari y especialmente los Tiahuanacos, que provenían
del Lago Titicaca. Surgió de las aguas, creó el cielo y la tierra. El culto al dios supuso un
concepto de lo abstracto y de lo intelectual, y estaba destinado solo a la nobleza.
Huiracocha, al igual que otros dioses, fue un dios nómada y tenía un compañero alado, el
Pájaro Inti, una especie de pájaro mago, sabedor de la actualidad y del futuro. Este pájaro
mago, no es otro que el Corikente de las tradiciones orales, el picaflor de oro, mensajero de
los dioses, cuyas plumas servían para la mascaipacha o corona imperial del Inca.
Huiracocha es representado con dos varas, que al parecer eran realmente estólicas
(propulsalanzas) o warakas (hondas gigantes andinas)
Mama Quilla
Era la madre luna y esposa de Inti. Madre del firmamento, de ella se tenía una estatua en el
Templo del Sol, en el que una Orden de Sacerdotisas le rendía culto. Los antiguos moche a
diferencia de los incas, consideraban a la Luna la deidad principal.
Pacha Mama
Llamada también Madre Tierra ya que era la encargada de propiciar la fertilidad en los
campos. Se le tributaban ofrendas o pagos.
Pachacámac
Era una reedición de Viracocha, el cual era venerado en la Costa Central del Imperio inca.
Era conocido como el dios de los temblores, y su culto hizo un aparente sincretismo con el
actual Señor de los Milagros, el cual tiene rasgos de este antiguo dios pagano según la
historiadora María Rowstoroski.
Mama Sara
Era la Madre Maíz o del alimento, la más importante de las conopas (representaciones
religiosas) de los alimentos junto con la coca y papa.
Mama Cocha
Madre del Mar, a quien se le rendía culto para calmar las aguas bravas y para la buena
pesca. Era la madre que representaba todo lo que era femenino.
Dioses menores
Aparte del gran Huiracocha y su corte terrenal de Amauta, o sabios y primeros sacerdotes y
administradores, el segundo cordón de clérigos, la nobleza militar y los Ayllus o gremios,
regidos hasta en su más mínimo movimiento por la ley del Inca, el pueblo llano tenía su
panteón con otros dioses menores, a los que -tal vez- le resultaba más sencillo y cercano
dirigirse en busca de favores y soluciones.
La estrella rizada o de la mañana acompañaba al Sol, al igual que Illapa, dios del trueno y
la batalla, como la imagen de la estrella de oro, la de la tarde, Venus o Chasca, hacía su
guardia junto a la Luna, y Chuychú, el bello arco iris estaba por debajo de ambos grandes
dioses. El arco iris fue luego elevado a dios de los nobles debido a que representaba la
belleza que estaba reservada para los nobles
Las constelaciones de la copa de la coca (Kukaa Manka) era una constelación que cuidaba
de las hierbas mágicas, como la constelación de la copa de maíz (Sara Manca) lo hacía con
los alimentos vegetales, y la del jaguar (Chinchay) se encargaba de los felinos. El
Wasikamayuq era el dios tutelar del hogar, mientras que el Qhaxra-kamayuq se esforzaba
por evitar que los ladrones entraran en esa misma casa, y los Auquis asumían la vigilancia
de cada poblado. Había también un dios de las tormentas y otro dios del granizo; tras Pacha
Mama, la diosa de la Tierra, estaban Apu katikil y Pikiru, como dioses tutelares de los
gemelos; la serpiente Hurkaway era la divinidad de lo que estaba bajo tierra, mientras que
el ávidoSupay reinaba en el mundo de los muertos y no cesaba de reclamar más y más
víctimas para su causa, lo que hizo que los españoles le dieran el nombre de diablo, aunque
tenía cualidades benignas y malignas.
También estaba el dios Wakon o Kon, un hermano de Pachacamac expulsado por éste y que
se llevó con él, al ser forzado a irse, la lluvia y dejó a la franja costera del Perú seca para
siempre, un dios maligno y devorador de niños, de risa cruel y habilidad para rodar por las
montañas; otros hermanos, Temenduare y Arikuté, dieron origen al diluvio con sus
querellas conjurando a un temible monstruo de cientos de patas de agua.
En total y según algunas tradiciones orales El primer sol del mundo o tierra antigua (Ñaupa
pacha) fue Viracocha, que creó su corte y tuvo 4 hijos: Kon o Wakon dios de las sequías,
Mallko (Temenduare?) dios de la ley, Vichama (Arikute?) dios de la guerra y la venganza y
Pachacamac, quienes regentaron sucesivamente el mundo actual destruyéndolo
sucesivamente. Estos guardan relación con los 4 hermanos del mito de los hermanos Ayar,
uno de los mitos de la creación del Imperio inca. Pachakamac a su vez tuvo de hijos al sol y
la luna del mundo actual o Kay Pacha. Pachakamac se autoexilió al mar desde donde
domina los terremotos, dejando el mundo en mando a su hijo Inti o sol del mundo actual.
Existen otras "huacas" o dioses, como Catequil, poderoso dios oráculo. Huallallo
Carhuincho, dios de fuego con rasgos malignos; Wari, dios gigante de la guerra referido a
la cultura del mismo nombre; Amaru, la serpiente mitológica divina, entre muchos otros
nombrados en sin número de tradiciones orales recopiladas recientemente por aficionados
como Toro Montalvo y los miembros de la asociación Dragones de sur.
Acllahuasi en Pachacámac.
• Canchas
• Kallankas
• Ushnu
• Tambos
• El Acllahuasi
• Tambo Colorado
• Huánuco Pampa
• Tomebamba
• Cajamarca
• Vilcashuamán
• Coricancha
[editar] Construcciones militares y conmemorativas
• Inca Huasi
• Sacsayhuamán
• Ollantaytambo
• Píssac
• Machu Picchu
[editar] Cerámica
[editar] Textilería
Uncu o poncho Inca. Representación con más de 150 diseños geométricos o tocapus.
El arte textil incaico se caracteriza por sus tejidos con diseños geométricos o tocapus y por
la fineza de su técnica. Los incas destacaron por sus tapices y sus estupendos mantos de
plumas, también de diseños geométricos. Tuvieron un extraordinario sentido de la simetría,
reflejado mediante la repetición de figuras estilizadas dispuestas de una manera sumamente
ordenada. Para los incas la importancia de los textiles fue religiosa, social y política. Ellos
expresaban su cosmovisión, su sentido del espacio y de sus divisiones. Eran símbolos de
nivel social. Los famosos ponchos dameros, blancos con negro y rojos al centro se
destinaban sólo a los orejones o generales allegados al Inca. Se dice que los diseños
geométricos, que aparecen en algunos tejidos, servían también para identificar a los incas y
sus familias. Desde la visión política los textiles representaban tesoros intercambiables así
como productos tributables que cohesionaban al imperio.
[editar] Escultura
Los trabajos realizados en piedra constituyen el otro gran conjunto de realizaciones incaicas
que merece la pena destacar. Suele limitarse a representaciones zoomorfas de auquénidos,
llamas, vicuñas y alpacas, y fitomorfas, mazorcas de maíz, que son conocidas como
conopas y a numerosos cuencos y recipientes llamados popularmente morteros.
Entroncados en las tradiciones artísticas andinas, los incas supieron imprimir un carácter
propio y original a sus obras que se basó en una simplificación de las formas por medio de
volúmenes geométricos sencillos y una esquematización de los motivos decorativos muy
próxima a una concepción estética geometrizante y cubista. El arte inca se caracterizó por
la sobriedad, la geometría y la síntesis, tendiendo más a lo práctico y funcional que a lo
formal.
[editar] Pintura
Los murales pintados se aplicaban sobre paredes enlucidas con barro empleando pintura al
templo, técnica diferente a utilizada para las pinturas rupestres. Hacia el Horizonte
Temprano, la pintura era aplicada directamente sobre la pared enlucida, mientras que
durante el Período Intermedio Temprano' se cubría el muro enlucido con pintura blanca
para luego aplicarle el dibujo deseado. Otro medio usado en la misma época consistía en
trazar motivos incisos sobre el barro húmedo para luego rellenarlo con pintura.
En la época moche se usó pinturas murales y de alto relieve de barro como los descubiertos
en la Huaca de la Luna y en la Huaca del Brujo, en Chicama.
La técnica y el uso de mantos pintados sobre telas de algodón llano era costumbre de toda
la costa, con mayor énfasis en el norte. Todavía por los años de 1570 a 1577 existían
artistas especializados en el arte de pintar mantos que ejercían su oficio trasladándose de un
lugar u otro. En aquel tiempo estos artesanos pedían licencia ante el oidor para usar de su
arte e ir libremente por los valles sin ser estorbados.
En los museos y colecciones privadas se pueden apreciar estos mantos, empleados quizá
para cubrir paredes desnudas o servir de vestimenta a los señores importantes.
Otro renglón dentro del arte pictórico fue la realización de una suerte de mapas pintados
que representaban un lugar o una región. El cronista Betanzos cuenta que después de la
derrota de los chancas infligida por el príncipe Cusi Yupanqui, los dignatarios cusqueños se
presentaron ante él para ofrecerle la borla y lo encontraron pintando los cambios que
pensaba introducir en el Cuzco.
Esta noticia no sería suficiente para confirmar tal práctica si no fuese apoyada por otra
referencia la afirmación en el juicio sostenido por las etnias de Canta y de Chaclla en 1558
- 1570. Uno de los litigantes presentó allí ante la Real Audiencia de los Reyes los dibujos
de su valle indicando sus reclamos territoriales, mientras los segundos exhibieron una
maqueta de barro de todo el valle. Sarmiento de Gamboa decía que al conquistar un valle se
hacía una maqueta y se le presentaba al Inca, quién delante de los encargados de ejecutar
los cambios se informaba de sus deseos.
Las prendas de plumería manifiestan un gusto estético por el color y se usaron en mantas
camisas, abanicos y sombrillas para preservar del sol a los personajes conducidos en andas.
Los brillantes tonos de las plumas empleadas señalan un origen selvático con lo cual
concluimos que debió existir un trueque a lo largo y ancho del país entre la selva, la sierra y
la costa.
El cronista Santa Cruz Pachacuti cuenta que para los grandes acontecimientos, como el
matrimonio de Huayna Cápac con su hermana el día que recibió la borla o mascaipacha
insignia del poder, se recubrieron los techos de paja de los palacios y los templos del Cuzco
con las más vistosas mantas confeccionadas con plumas multicolores. El espectáculo debió
ser magnífico y sobrecogedor pues los brillantes colores de las techumbres contrarrestaban
con la sobriedad de las piedras y las cenefas de oro de los muros palaciegos.
Existieron dos centros metalúrgicos uno en la zona del altiplano peruano - boliviano y otro
en la costa norte en la región Mochica - Lambayeque. De estos dos lugares se difundieron
los conocimientos al sur, hacia Chile y Argentina, y al norte, a Colombia y Panamá para
llegar posteriormente a las costas occidentales de México.
La metalurgia en los Andes tiene una gran antigüedad y sus artífices lograron las más
variadas técnicas y aleaciones.
En toda la costa existieron expertos plateros y durante al apogeo inca sus gobernantes
establecieron mitimaes en el Cuzco para la producción de objetos suntuarios. Diversos
documentos nombran a estos grupos provenientes del Chimú, Pachacámac, Ica y Chincha.
Es probable que sus obras siguiesen los gustos estéticos inca. Sabemos del establecimiento
en Zurite, cerca del Cuzco de unos yanas plateros de Huayna Cápac, provenientes de
Huancavilca (actual Ecuador) que residían en tierras del soberano y cuya obligación era
fabricar objetos para el Inca.
[editar] Música
Los incas contaron con varios instrumentos musicales de viento y percusión entre los que
se encuentran: la quena, la tinya, el calabacín, la zampoña, el wankar y la baqueta. La
música desempeñaba un papel importante en distintas ocasiones. Se sabe que había música
amorosa, guerrera, fúnebre y agrícola. La música inca se componía de cinco notas
musicales.
Una característica inca fue la ejecución de música durante las labores agrícolas en tierras
del Estado, con lo cual convertían las duras faenas del campo en amenas reuniones.
Las flautas eran uno de los instrumentos más populares. Las quenas por lo general, eran
confeccionadas con huesos humanos mientras que otras flautas eran de arcilla, plata o, las
más comunes, de carrizos.
Entre ellas destacan los sikus de caña y de cada instrumento está dividido en dos mitades
con tonos complementarios y tocados por un par de instrumentos. Para formar una melodía
es necesario que ambos instrumentos toquen alternadamente cuando les corresponde y
además en forma simultánea con los demás registros.
Las antaras o flautas de Pan eran hechas de cerámica de nueve tubos acodados, las de
carrizos se mantenían unidas por finas soguillas.
En cuanto a las trompetas halladas en las tumbas de la costa, pertenecían a uno de los
tributos de los señores yungas. Con frecuencia se encuentran quebradas ya que su
destrucción forma parte del ritual funerario.
El caracol marino o Strombus se representó desde la época de Chavín de Huantar y en
quechua se le dice huayllaquepa. La voz pututu con el cual se le llama actualmente
proviene del Caribe y fue traída por los españoles a la par que las palabras maíz, chicha y
ají, entre otras. Es una adaptación de fututo por no existir en el quechua la letra "f".
Un instrumento musical básico fue el tambor. Éste podía ser de diversos tamaños y sonidos,
y se utilizaba para marcar el ritmo en las danzas y bailes colectivos. Los había pequeños,
ilustrados por Guaman Poma, que eran tocados por mujeres; grandes, que eran
confeccionados con piel de puma u otorongo y llamados poma tinya y finalmente, los runa
tinya, confeccionados con piel humana.
El compás se marcaba también con cascabeles de plata o racimos de semillas que se ataban
a las piernas de los danzantes. En la cultura moche, los grandes señores o los dioses usaban
atados a sus cinturas grandes sonajas de oro, como las del Señor de Sipán.
[editar] Literatura
Los incas eran hábiles forjadores de metal, construyeron armas de bronce y objetos
domésticos. Construyeron hachas y mazas entre otros objetos militares: las mazas tenían
forma estrellada con un orificio al centro a fin de colocarla en un palo, recibían el nombre
de macanas. Sabían también forjar el hierro,[cita requerida] pero lo usaban para objetos muy
decorativos, aunque también usaban para este fin el oro y la plata.
[editar] Astronomía
En la astronomía Inca destacó el Sol, y su culto, parece ser una constante en las culturas de
la antigüedad, sin duda por el rol que el astro rey cumple en el "calendario agrícola". Los
incas adoraban al Sol fundamentalmente para que les proporcionara abundantes cosechas.
Era una fuerza dominante y un símbolo de prestigio y poder.
En el Perú el culto al Sol se oficializó debido a las invasiones incas. Estos, que adoraban al
Sol al extremo de afirmar que los gobernantes eran sus hijos, llevaban su religión a todos
los pueblos que iban sometiendo por medio de la guerra.
El Sol ("inti", en quechua), al que acostumbran representar por un gran disco de oro
circundado de rayos, era adorado en templos cubiertos totalmente de oro, como lo era el
Koricancha o "patio de oro" en la ciudad del Cuzco. También se afirmaba que el maíz eran
las lágrimas del Sol debido al color dorado que tiene el maíz seco. Por lo tanto se ofrendaba
al Sol la bebida que se elaboraba con el maíz: la chicha.
El culto al Sol tenía su apoteosis en la Fiesta del Sol ("Inti Raymi" en quechua) que hasta
ahora se reproduce, todos los 24 de junio, en la ciudad del Cuzco.
[editar] Medicina
Los médicos kallawayas, tradicionales en la región andina, han conservado una detallada
clasificación antigua de las plantas y animales,32 que se considera proceden de la época.
Estos kallawayas conocían la quina, una planta altamente efectiva contra la malaria.
[editar] Agrotecnia
Waru waru.
Se estima que los incas cultivaron cerca de setenta especies vegetales, entre ellas, papas,
camotes, maíz, ajíes, algodón, tomate, maní, oca y quinua.
La ganadería, en cambio, fue menos favorecida. Esto se debió a la escasa fauna andina.
Utilizaron llamas como bestias de carga y alpacas como fuente de alimentos y vestimenta.
La vicuña fue también muy apreciada. Se crió también el cuy, hasta hoy uno de los
principales potajes de la gastronomía andina.