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De acuerdo con lo anterior se tiene que las cuentas de orden contingentes deben
presentarse a continuación del Balance General cuando se realicen transacciones
con terceros; no pueden afectar la situación financiera a la fecha del Balance
General del ente económico, aunque en el futuro puedan hacerlo, ya que
registran hechos que aún no han modificado el monto de los activos, pasivos o
patrimonio, pero que en el futuro pueden hacerlo. De otra parte, las mercancías
dadas en consignación, constituyen bienes que han sido entregados a un tercero
con el fin de que sean enajenados por éste, bajo las condiciones y por el precio
convenidos con el consignante, debiendo el consignatario comunicar al
propietario de la mercancía el momento y monto de la venta, para que éste
proceda a facturar la transacción y a descargar de sus inventarios el costo de la
mercancía enajenada de esta manera. Por tanto, mientras tales mercancías no
hayan sido facturadas por el consignante como venta a favor del consignatario, el
valor de costo de producción o adquisición continúa haciendo parte del total de
los activos o bienes del contribuyente y como tal debe presentarse en el Balance
General y en la declaración de renta por el respectivo período gravable. Pues
bien, estas mercancías dadas en consignación deben ser contabilizadas en
cuentas de orden contingentes hasta el momento que se formalice su venta por
parte del consignatario, tal como lo señala la descripción y la dinámica de la
cuenta de orden 8115 (Bienes y valores en poder de terceros) ubicada dentro del
Grupo 81 (Derechos Contingentes) Clase (Cuentas de Orden Deudoras) del PUC
para comerciantes que expresa: Cuenta 8115 – Bienes y Valores en poder de
terceros. DESCRIPCIÓN. Registra el valor de los bienes de propiedad del ente
económico entregados a terceros en calidad de arrendamiento, préstamo,
comodato, depósito o consignación. Estas situaciones no implican que dichos
bienes dejen de ser considerados como activos del ente económico. (...). La
Administración de Impuestos de Personas Naturales de la DIAN adicionó como
ingresos del actor la suma de $4.185.814.000 por considerar que no estaba
demostrado que se trataba de las ventas efectuadas por la sociedad
Panamericana Librería y Papelería S.A. y que no había sido objeto de registro
contable las mercancías dadas en consignación, argumento en que también se
basó el a quo para no acceder a la pretensiones del demandante. Para resolver,
considera la Sala que si bien, la falta de registro contable en cuentas de orden de
las mercancías dadas en consignación, denota una deficiencia en la contabilidad
del contribuyente, tal circunstancia no es suficiente para desvirtuar la eficacia
probatoria de la contabilidad y menos aún para desconocer los documentos,
certificados y estados financieros que pretenda hacer valer el contribuyente. La
ausencia del registro contable de las mercancías dadas en consignación no
permite que en el cuerpo del Balance General se informe qué mercancía dada en
consignación está en poder de terceros, pero no le quita toda eficacia probatoria
a la contabilidad del ente económico.
CONSEJO DE ESTADO
SECCION CUARTA
Como en este caso la Administración no hizo la comparación sobre los patrimonios líquidos
declarados sino sobre uno declarado y el otro modificado oficialmente, violó el artículo
91 del Decreto 187 de 1975, que expresamente se refiere a los patrimonios declarados.
En este sentido reitera la Sala el criterio expuesto en sentencias de fechas 26 de enero de 1996,
dictada dentro del expediente No. 7317, con Ponencia del Doctor Delio Gómez Leyva y
5 de septiembre de 2002, dictada dentro del expediente No. 12916, con Ponencia de la
Doctora Ligia López Díaz.
De otra parte la Sala anulará también la determinación de la renta por el sistema ordinario, efectuada
de manera subsidiaria en la Liquidación de Revisión, por cuanto tal proceder viola el
debido proceso y el derecho de defensa del contribuyente.
Así las cosas, rectifica la Sala el criterio expresado en anteriores oportunidades y precisa que si bien
la Administración Tributaria goza de amplias facultades de fiscalización, con lo cual en el
Requerimiento Especial puede proponer como sistema principal de determinación de la renta el de
comparación patrimonial y en subsidio el ordinario. Igual facultad existe para la ampliación de
Requerimiento Especial, independientemente de que se haya formulado cualquiera de los sistemas en
el inicial, es decir, puede plantear una opción o ambas, si a ello hubiere lugar. En todo caso, cuando
se practique la Liquidación de Revisión sólo debe contener una determinación del impuesto, como lo
prevé el artículo 702 ibidem, por lo tanto no se puede aceptar que una vez acogido un sistema de
depuración, la Administración plantee otro de manera subsidiaria en la misma liquidación de revisión.
Así las cosas, se impone revocar la sentencia apelada y en su lugar declarar la nulidad de los actos
acusados y a título de restablecimiento del derecho declarar la firmeza de las declaraciones
presentadas por el actor por el impuesto a las ventas por el sexto bimestre de 1997 y la de renta por
el mismo año gravable. En consecuencia, se releva del estudio del recurso de apelación de la parte
demandada.
ANTECEDENTES
LAS DEMANDAS
Con motivo del secuestro del actor a finales del año 1997, fue necesario constituir
la sociedad PANAMERICANA LIBRERÍA Y PAPELERÍA S.A. mediante Escritura
Pública de fecha 14 de octubre de 1997 e inscrita el 12 de noviembre del mismo
año. El 1 de diciembre de 1997 el actor entregó a la nueva sociedad mercancía
en consignación. Igualmente el 2 de diciembre de 1997, mediante Acta de Junta
Directiva No. 1 de la citada sociedad recién creada, se autorizó para consignar
temporalmente en las cuentas corrientes y de ahorro de Carlos Federico Ruiz el
valor recaudado por las ventas efectuadas durante el mes de diciembre de 1997
de la citada sociedad.
La anterior circunstancia dio lugar a que se expidieran los actos acusados en los
cuales se determinan el impuesto de renta del año 1997 y el impuesto a las
ventas por el 6º bimestre de 1997, cuyas demandas son sustentadas de la
siguiente manera:
Con fecha del 15 de febrero de 2001 notificado por correo el 19 de febrero del
mismo año, la DIAN envió ampliación al requerimiento especial y en esta
oportunidad propone como sistema principal la determinación de la renta por el
especial de comparación de patrimonios, para lo cual la administración tributaria
efectuó las siguientes modificaciones a la liquidación privada; incrementó el
renglón 1 (Efectivo y Bancos) en $86.983.089 correspondiente a cheques girados
y entregados (causados) y no cobrados al 31 de diciembre de 1997 por sus
beneficiarios al tomar el saldo del extracto bancario mas no el saldo contable;
adicionó en el renglón 5 (cuentas por cobrar clientes) el valor de las cuentas por
cobrar en un monto de $4.001.245.682 que corresponde al saldo de los créditos a
favor con compañías vinculadas que, el contribuyente para efectos de la
declaración presentó netas, al restar del valor registrado en la contabilidad como
cuentas por cobrar de $4.016.982.655 las cuentas por pagar con las mismas
compañías por valor de $6.546.464.696 y presentó en el renglón 20 de la
declaración de renta como pasivo, la diferencia, es decir, $2.527.998.778; en
cuanto a las cuentas por pagar con los proveedores la DIAN solamente aceptó
como pasivo la suma de $398.864.391 de los $4.131.689.000 que había
declarado el contribuyente debido a las diferencias encontradas en las etapas de
fiscalización entre las respuestas al requerimiento ordinario y los anexos a la
declaración, de manera que la cifra aceptada resultó de los valores certificados
por algunos de esos proveedores.
2. Artículos 703 y 705 del Estatuto Tributario, por cuanto se planteó el sistema
especial de comparación de patrimonios y la depuración del mismo, por fuera de
los dos años, toda vez que la facultad para practicar el sistema especial de
comparación patrimonial no podía extenderse a la ampliación al requerimiento
especial, por cuanto este sistema no puede plantearse como subsidiario, sino al
contrario, lo cual significa que la Administración siguió un trámite diferente al
establecido en la ley pues la ampliación está dada para referirse a hechos nuevos
dentro del ordinario o al de comparación patrimonial solo en el caso en que
hubiera planteado la comparación patrimonial en el requerimiento especial inicial.
3. Artículos 236, 237 y 775 del Estatuto Tributario, 18 del decreto 353 de 1984
y 91 del Decreto 187 de 1975, por haber establecido la diferencia patrimonial en
forma contraria a lo dispuesto en la ley, toda vez que en lugar de establecer la
diferencia entre los patrimonios líquidos declarados en los años gravables 1997 y
1996, depura por el sistema ordinario el patrimonio del año 1997, incrementando
las cuentas por cobrar y disminuyendo los pasivos con fundamento en
interpretaciones erróneas de las normas contables y fiscales, trayendo como
consecuencia la nulidad total del acto administrativo demandado, ya que para
establecer la diferencia patrimonial, el funcionario liquidador desconoce tales
disposiciones al determinar por el año 1997, un patrimonio líquido diferente al
declarado en su denuncio rentístico para dicho año, en lugar de haber tomado los
patrimonios líquidos declarados.
4. Artículos 707, 772, 773, 777 y 778 del Estatuto Tributario y artículos 34 y
121 del D.R. 2649 de 1993, por no haberse decretado la prueba contable
solicitada y justificada para cada una de las adiciones de activos y rechazos de
pasivos en la respuesta a la ampliación al requerimiento especial (Comparación
patrimonial) y haberse desconocido la eficacia de la contabilidad, en el
requerimiento especial inicial (sistema ordinario). Reclama que en la respuesta a
la ampliación al requerimiento especial (comparación patrimonial), para cada una
de las glosas propuestas, solicitó como prueba de conformidad con el artículo 707
del Estatuto Tributario, inspección tributaria sobre los libros de contabilidad,
prueba ésta que no fue atendida ni tampoco sustentado su desconocimiento, por
parte de la Administración. En este punto concluye que la DIAN desconoció tanto
la contabilidad como los certificados de contador público allegados con ocasión a
la ampliación al requerimiento, argumenta que la eficacia de la contabilidad no se
pierde por no haber registrado en las cuentas de orden, las mercancías
entregadas en consignación por parte de Carlos Federico Ruiz en el mes de
diciembre de 1997, sobre lo cual dice se acompañaron los estados financieros en
donde se hace mención de las mercancías dadas en consignación en las Notas
al Balance General.
I. Comparación Patrimonial
1. Adición de activos:
a) Bancos: Violación de los artículos 268, 261 y 742 del Estatuto Tributario y
artículos 12, 47 y 48 del Decreto 2649 de 1993, por errónea interpretación de los
mismos, al considerar que el valor de los depósitos bancarios es el saldo
registrado en la contabilidad a 31 de diciembre de 1997 debidamente soportada y
llevada conforme a la técnica contable (principios de causación y realización) y no
el que aparece en el extracto bancario, en el cual no se reflejan los cheques que
fueron girados con anterioridad al 31 de diciembre de 1997 y cobrados en el año
siguiente, pero que contablemente deben ser causados en la fecha de su giro.
b) Cuentas por cobrar: Desconoce la DIAN que las cuentas por cobrar por
valor de $4.001.245.682, se encontraban debidamente contabilizadas como
también lo estaban las cuentas por pagar por valor de $6.546.463.000 y que para
la presentación de la declaración lo que se hizo fue netearlas y como los pasivos
eran superiores se llevó al formulario la diferencia de $2.746.368 que también fue
desconocida. Cuestiona el actuar administrativo por desconocer la contabilidad
como prueba dándole prelación a los anexos a la declaración, porque al señalar
que las cuentas y documentos por pagar se deben registrar por separado,
concluye en una afirmación falsa, toda vez que dichas cuentas si fueron
registradas en la contabilidad en forma separada, y solo se netearon (cuentas por
cobrar menos cuentas por pagar) para la presentación del formulario, prueba esta
que además se respaldó con el certificado del contador público y de los revisores
fiscales de las sociedades deudoras y acreedoras. Afirma que el hecho que en el
renglón de cuentas por cobrar no se incluyó el saldo con compañías vinculadas,
pero en cambio en el de “otros pasivos” se incluyeron como menor valor de éste,
no altera el patrimonio líquido base de la comparación patrimonial; en ningún
momento se está reconociendo que las cuentas por cobrar no se declararon, sino
que ellas fueron disminuidas con los pasivos, apareciendo la cuenta depurada
con las compañías vinculadas.
2. Desconocimiento de pasivos:
a) $217.370.405 conformado por obligaciones laborales ($1.331.288), acreedores
varios ($205.713.029) y anticipos recibidos de clientes ($10.326.089). La parte
demandante aduce que dicho monto nunca fue cuestionado por la administración
ni en el requerimiento especial ni en su ampliación, violándose el principio de la
correspondencia que debe existir entre éste y la liquidación de revisión, por lo
cual a su juicio se establece una clara violación del artículo 711 del Estatuto
Tributario. Sobre esto, manifiesta que la DIAN incurre en el error de no buscar la
realidad de las cifras en los libros de contabilidad sino en la simple confrontación
de los anexos de la declaración y las certificaciones recibidas con ocasión de los
cruces algunos terceros.
Concluye que la decisión de abrir veinte cuentas bancarias para la sociedad, una
por cada establecimiento de comercio obedecía a razones de operatividad y
seguridad y que el hecho que la sociedad a 31 de diciembre de 1997 ya tuviera
abiertas cuentas en algunos bancos, no demuestra que ellas se abrieron desde el
momento de constitución de la sociedad, sino que se poseían al 31 de diciembre.
1. Artículos 772, 773, 774 y 777 del Estatuto Tributario y los artículos 34 y
121 del Decreto 2649 de 1993, por cuanto la actuación de la DIAN desconoce la
contabilidad al adicionar ingresos por la suma de $4.185.814.000, valor que
corresponde al pasivo contabilizado por Carlos Federico Ruiz por los recaudos de
las ventas de la sociedad creada por él y cuyos valores fueron consignados en las
cuentas de aquél. El pasivo desconocido fue adicionado como ingreso por parte
de la DIAN, argumentando que estos valores correspondían a la mercancía dada
en consignación por Carlos Federico Ruiz a la sociedad por el solo hecho de la
falta del registro en cuentas de orden.
2. Artículo 647 del Estatuto Tributario por cuanto se impuso una sanción por
inexactitud, a todas luces improcedente, ya que el omitir el registro en cuentas de
orden de la mercancía dada en consignación, no significa que la contabilidad deje
de reflejar la verdadera realidad económica y la adición de ingresos se debió a
errores de interpretación de las normas contables relacionadas con cuentas de
orden.
CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA
Con base en los artículos 73 y 74 del Código Civil, que Carlos Federico Ruiz y
Panamericana Librería y Papelería S.A. son personas distintas con obligaciones y
responsabilidades independientes, en consecuencia deben realizar y cumplir con
todas y cada una de las normas legales atinentes a la parte mercantil
individualmente como ente económico, dando estricto cumplimiento a la norma
general que para el caso es el Código de Comercio y a las normas especiales
como son los Decretos 2649 y 2650 de 1993.
Anota que todas y cada una de las transacciones realizadas por Carlos Federico
Ruiz y Panamericana Librería y Papelería S.A. han debido ser registradas en
forma independiente en sus libros de contabilidad con los soportes respectivos,
para que muestren fielmente la realidad económica del contribuyente. Que si bien
es cierto el actor dio en consignación la mercancía que poseía a 30 de noviembre
de 1997 a la citada sociedad, donde él es el principal accionista, también lo es
que debe relacionar en su contabilidad específicamente en las cuentas de orden
esta situación, precisamente por el hecho de que dichas mercancías seguían
siendo de su propiedad y de alguna manera le afectaban sus estados financieros.
Analiza las respuestas dadas por el contador del actor ante las preguntas sobre la
no contabilización de las mercancías en consignación para concluir que la
contabilidad presenta irregularidades respecto a los saldos mostrados en los
libros auxiliares y lo reflejado en los anexos de la declaración de renta de 1997.
Luego de conformidad con los artículos 772 a 774 del Estatuto Tributario su
contabilidad no surte la pretendida eficacia probatoria por cuanto no está llevada
en debida forma por no cumplir a cabalidad con las normas citadas y en
consecuencia la certificación firmada por el Contador del actor, no puede ser
tenida en cuenta toda vez que su contabilidad ha sido cuestionada por la
administración.
LA SENTENCIA APELADA
Previa la acumulación de los dos procesos, la Sección Cuarta Subsección “A” del
Tribunal Administrativo de Cundinamarca mediante sentencia de fecha 8 de
septiembre de 2004, negó las pretensiones de la demanda correspondiente al
impuesto sobre las ventas por el sexto bimestre de 1997 (Proceso No. 01-2203) y
respecto de la demanda por el impuesto de renta por el año gravable de 1997,
accedió parcialmente a las pretensiones, bajo las siguientes consideraciones:
Después de hacer una breve reseña del contenido de los registros contables y los
certificados de los revisores fiscales del actor y de la sociedad tantas veces
mencionada, concluye que es cierto que el valor de $4.658.808.159 corresponde
al valor de la mercancía que la sociedad vendió a cuenta de la mercancía dada en
consignación y a los anticipos que recibió para compra de inventarios del mismo
actor, y por lo tanto no es equivocada la suma de $6.726.007.829 que estableció
la DIAN, por cuanto estas son las cifras que se encuentran debidamente
probadas. El hecho de haberse consignado en las cuentas bancarias la suma de
$4.185.814.000, no demuestra que el mencionado rubro no corresponda a las
ventas efectuadas por la sociedad de mercancías dadas en consignación y
tampoco existe prueba que del valor total de las ventas de la sociedad fueron
facturadas directamente por la sociedad y declaradas en el sexto bimestre de
1997 como ventas del período como lo afirma la parte actora.
1. Adición de activos:
a) Bancos: en cuanto al valor patrimonial de los depósitos en cuentas corrientes
y de ahorros al 31 de diciembre, señala que debe ser el registrado en los
extractos que expiden las entidades donde el contribuyente posea cuentas a su
nombre, y por ello las oficinas de impuestos los deben establecer de dichos
extractos y no de los saldos de los libros de contabilidad del declarante, siendo
para efectos fiscales la prueba idónea el saldo en extractos bancarios.
b) Cuentas por cobrar: el Tribunal considera que la declaración de renta del
actor no incluyó las cuentas por cobrar con compañías vinculadas y que tal
omisión da lugar para el valor adicionado al patrimonio bruto, no siendo
procedente tildar de irregular la actuación administrativa por cuanto son las
pruebas que la Administración tuvo en cuenta para la modificación a la
declaración y con base en ellas expidió la Liquidación Oficial de Revisión.
Basado en los artículos 789 y 746 del estatuto tributario, al quo afirma que
levantada la presunción de veracidad de la declaración tributaria, le corresponde
al contribuyente probar los hechos de sus afirmaciones de conformidad con el
artículo 177 del Código de Procedimiento Civil, de manera que es el contribuyente
quien debía probar los pasivos que la administración cuestionaba, por cualquier
medio probatorio. Enfatiza que al existir incongruencias en las cuantías
informadas en el anexo de la declaración, con las relaciones enviadas y con las
certificaciones obtenidas de proveedores y en tal condición la contabilidad no es
desvirtuada pero sí cuestionada.
La parte demandante:
- Impuesto sobre las ventas por el sexto bimestre de 1997: reitera lo expuesto
en la demanda en cuanto a que la suma de $4.185.814.000 que fue adicionada
por la DIAN como ingresos del actor, corresponden realmente a ventas efectuadas
por la sociedad Panamericana Librería y Papelería S.A. de parte de las
mercancías recibidas en consignación y parte de las mercancías propias de la
sociedad que fueron facturadas directamente por la sociedad y declaradas en el
sexto bimestre de 1997.
Explica que los recaudos recibidos por el actor de la sociedad por un valor de
$6.266.007.829 fue contabilizado como pasivo para aquel y para la sociedad una
cuenta por cobrar y se detalla así: $4.185.814.099 por ventas de la sociedad,
$472.994.660 por IVA y $2.067.199.670 por giros que la sociedad le hizo a Carlos
Federico Ruiz a título de anticipo para la compra de inventario.
2. Reitera el cargo de violación de los artículos 702 a 705 del Estatuto Tributario y
18 del Decreto 353 de 1984 fundamentado en el hecho de que la Liquidación de
Revisión determina el impuesto de renta por los dos sistemas, primero el sistema
de comparación patrimonial y luego por el sistema ordinario, aclarando que la
segunda liquidación sólo será aplicable en caso de que el contribuyente logre
desvirtuar la diferencia patrimonial establecida, lo que conlleva la violación
aducida por cuanto el acto liquidatorio sólo puede plantear un solo sistema de
determinación de la renta.
La parte demandada:
La Nación DIAN mediante apoderada, solicita que se revoque la decisión tomada
respecto de los actos que determinaron oficialmente el impuesto de renta por el
año gravable de 1997 y en su lugar se nieguen las pretensiones de la demanda.
En relación con los préstamos con el sector financiero, aclara que desde la
respuesta al requerimiento ordinario, la administración aceptó las deudas
relacionadas teniendo en cuenta que para cada una figuran varios deudores
solidarios, pero en cambio algunas deudas presentadas por el actor al 31 de
diciembre de 1997, ya no tenían saldo a cargo del actor, lo mismo que con las
obligaciones financieras con el Banco Colpatria y Banco de Colombia, es decir,
allegó pruebas inexistentes, violándose de esta forma el artículo 770 sobre la
aceptación de pasivos para los obligados a llevar a contabilidad.
ALEGATOS DE CONCLUSIÓN
MINISTERIO PÚBLICO
Igualmente, señala que no es posible probar con certificación del revisor fiscal lo
que no pudo constatar la administración en su visita debido a las irregularidades
presentadas en la contabilidad.
CONSIDERACIONES DE LA SALA
Teniendo en cuenta que ambas partes apelaron la decisión, la Sala decidirá sin
limitación alguna como lo prevé el inciso 1º del artículo 357 del Código de
Procedimiento Civil, en el mismo orden en que lo fue en primera instancia, es
decir, primero el proceso relativo al IVA y posteriormente el concerniente al
impuesto sobre la renta.
Las cuentas de orden hacen parte de los estados financieros de cualquier ente
económico tal como lo señala el artículo 34 del Decreto Reglamentario 2649 de
1993 al decir: “Son elementos de los estados financieros, los activos, los pasivos,
el patrimonio, los ingresos, los costos, los gastos, la corrección monetaria y las
cuentas de orden...”. Lo que quiere decir que las cuentas de orden deben ser
utilizadas por todo ente económico o contribuyente que durante el período
gravable haya realizado alguna de las situaciones para las cuales se tienen
previstas.
De acuerdo con lo anterior se tiene que las cuentas de orden contingentes deben
presentarse a continuación del Balance General cuando se realicen transacciones
con terceros; no pueden afectar la situación financiera a la fecha del Balance
General del ente económico, aunque en el futuro puedan hacerlo, ya que
registran hechos que aún no han modificado el monto de los activos, pasivos o
patrimonio, pero que en el futuro pueden hacerlo.
De otra parte, las mercancías dadas en consignación, constituyen bienes que han
sido entregados a un tercero con el fin de que sean enajenados por éste, bajo las
condiciones y por el precio convenidos con el consignante, debiendo el
consignatario comunicar al propietario de la mercancía el momento y monto de la
venta, para que éste proceda a facturar la transacción y a descargar de sus
inventarios el costo de la mercancía enajenada de esta manera. Por tanto,
mientras tales mercancías no hayan sido facturadas por el consignante como
venta a favor del consignatario, el valor de costo de producción o adquisición
continúa haciendo parte del total de los activos o bienes del contribuyente y como
tal debe presentarse en el Balance General y en la declaración de renta por el
respectivo período gravable.
Así, mediante certificados de contador público del actor y del Revisor Fiscal de la
sociedad Panamericana Librería y Papelería S.A. se demuestran los siguientes
hechos:
a) Que las ventas sin incluir el IVA de la sociedad durante el mes de diciembre
de 1997 fueron de $4.345.013.944, de los cuales $4.185.814.099 fueron
consignadas en las cuentas de Carlos Federico Ruiz de acuerdo con el Acta No.
01 de la Junta Directiva del 2 de diciembre de 1997 de la citada sociedad (fl. 146
cdno IVA).
Del acervo probatorio anteriormente reseñado, dentro del cual se encuentran los
certificados del Revisor Fiscal de la sociedad y del contador público del
contribuyente, concluye la Sala que no era procedente la suma adicionada por la
Administración tributaria por valor de $4.185.814.099, ya que, tal como lo señala
el artículo 777 del Estatuto Tributario invocada por el actor en su demanda, tales
certificaciones serán suficientes cuando se trata de presentar escritos ante las
oficinas de impuestos, sin perjuicio de la facultad de la administración de hacer
las comprobaciones pertinentes.
“NOTA 4: INVENTARIOS
La empresa utiliza el sistema de inventario permanente y su valuación
corresponde a costo promedio ponderado. El costo no excede el valor
de mercado ni el costo de reposición y está detallado de la siguiente
manera:
Conforme al artículo 114 del decreto Reglamentario 2649 de 1993 dichas Notas a
los Estados Financieros “son parte integral de todos y cada uno de los estados
financieros” supliendo de manera subsidiaria la contabilización no efectuada por
el actor en cuentas de orden.
Otra de las razones, según la DIAN, para considerar que el valor contabilizado
como pasivos por el actor eran realmente ingresos, es que no era posible que con
una Mercancía disponible para la venta de $901.181.939 el actor hubiera vendido
$4.479.748.414, planteamiento que fue desvirtuado por el mismo actor desde la
respuesta al requerimiento especial y reiterado ante la jurisdicción, como quiera
que la DIAN no tuvo en cuenta que la mercancía dada en consignación
contabilizada en la cuenta 1435 (Mercancías no fabricadas por la empresa)
seguía formando parte de los activos de la empresa, luego no era correcto restar
su valor de la mercancía disponible para la venta como lo señala la dinámica de
la cuenta 8115 del PUC.
La renta por comparación patrimonial está prevista en el artículo 236 del Estatuto
Tributario en los siguientes términos:
FALLA
SECCION CUARTA
Referencia: 25000-23-27-000-2001-02199-02
Lo primero que debe advertirse es que el Consejo de Estado hasta la fecha venía
aceptando que una vez respondido el Requerimiento Especial o su pertinente
ampliación y no habiéndose desvirtuado por el contribuyente la propuesta de
determinación del tributo por el sistema especial de comparación patrimonial, en
la Liquidación Oficial de Revisión se le confirmara la determinación del tributo
mediante este sistema y se repitiera que en caso de desvirtuarse con motivo del
recurso de reconsideración, se le determinaría por el sistema ordinario. Más aún
aceptó este Consejo que incluso al decidir el recurso “habiéndose determinado ya
oficialmente el impuesto por comparación para establecer la renta gravable” se
ajustaba a derecho “reliquidarlo por el sistema ordinario según lo proyectado en el
requerimiento especial”, por lo cual se avaló como un “método legalmente
admisible diferente del primitivamente empleado” por cuanto se entendió
observada la regla de la liquidación única, amén de que se ejercitó un poder
decisorio frente al recurso 2.
2
Sentencia de 19 de junio de 1992, Expediente No. 3775, Actor: Bayer de Colombia S.A., C.P. Dr.
Jaime Abella Zárate.
En otras oportunidades se advirtió que si el contribuyente no justificaba, por
ejemplo con la respuesta al requerimiento especial el incremento patrimonial ni
los costos ni deducciones observados, podía “la Administración válidamente
determinar la renta por el sistema especial de comparación de patrimonios y
subsidiariamente considerar la determinación de la renta por el sistema ordinario
con base en las glosas obviamente anunciadas en el requerimiento especial, sin
que por ello deba considerarse que se trata de una segunda liquidación de
revisión, (…)” para concluir que “si posteriormente el contribuyente con ocasión
del recurso logra desvirtuar la diferencia patrimonial queda el funcionario con la
posibilidad de determinar la renta por el sistema ordinario” 3.
3
Sentencia de 23 abril de 1993, Expediente No. 3541, Actor: Química Nalco de Colombia S.A.,
C.P. Dr. Delio Gómez Leyva
del recurso de reconsideración y en la resolución que lo decide se avala que la
Administración dé aplicación al sistema ordinario de determinación de la renta, el
contribuyente habrá perdido la oportunidad de defenderse de la aplicación de
este método en sede administrativa.
CONSEJO DE ESTADO
SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
SECCIÓN CUARTA
ACLARACIÓN DE VOTO
Consejero : HÉCTOR J. ROMERO DÍAZ
Radicación: 2500002327000200102199-02-
Número Interno 15155
CARLOS FEDERICO RUIZ contra LA DIAN