La contaminación atmosférica y sus contaminantes:

El aire se contamina con gases y partículas que afectan la salud humana

Ciudad de México.— Aparte de las sustancias químicas que forman el aire puro: 78 por ciento de
nitrógeno, 20.9 por ciento de oxígeno, vapor de agua y minúsculas cantidades de bióxido de carbono y
de gases raros, especialmente en las urbes, el aire se contamina con gases y partículas que afectan la
salud humana y de los ecosistemas, principalmente por los siguientes contaminantes:

Monóxido de carbono: Resultante de la combustión incompleta de combustibles fósiles (petróleo, gas y

carbón), especialmente en vehículos de motor. Aun a niveles relativamente bajos afecta a personas con
problemas cardiovasculares.

Bióxido de azufre: Resultante de la combustión de derivados del petróleo con altos contenidos de azufre,
especialmente de las plantas termoeléctricas. Afecta en mayor grado a enfermos con bronquitis,
enfisema y asma.

Óxido de nitrógeno: Resultante de la quema de combustibles fósiles a altas temperaturas como en

vehículos de motor, hornos y turbinas. Causa bronquitis y pulmonía y agrava enfermedades
cardiovasculares.

Partículas en suspensión: Son partículas de polvo, hollín, actividad vehicular y de procesos industriales,
con diámetro de 1 a 100 micras. Afectan al sistema respiratorio, especialmente las más pequeñas:
Partículas Menores a 10 Micras (PM10) y Partículas Menores a 2.5 Micras (PM2.5), así como las de
plomo (Pb). Propicia el agravamiento de enfermedades respiratorias y cardiovasculares.

Ozono. Originado por la reacción fotoquímica de algunos hidrocarburos con óxidos de nitrógeno en
presencia de rayos ultravioleta. Disminuye la capacidad respiratoria y aumenta la frecuencia y gravedad
de enfermedades respiratorias, especialmente en niños.

Hidrocarburos: Provenientes de la combustión incompleta de combustibles fósiles y de materiales

orgánicos como grasa, carnes, hule y humo de cigarrillos. En particular los compuestos orgánicos
volátiles (COV) se producen en actividades industriales y en los talleres de hojalatería y pintura.

Interfieren en la captación normal del oxígeno y algunos son cancerígenos (como el benceno); además
son precursores del ozono troposférico al reaccionar con óxidos de nitrógeno y la luz solar.

Plomo: Proveniente de siderúrgicas y del uso de tetraetilo de plomo como antidetonante en gasolinas.
Causa anemia, lesiones en riñones y en el sistema nervioso central; además provoca abortos y retraso
mental en los escolares.

Lluvia ácida: Se forma cuando las emisiones de bióxido de azufre (SO2) y óxidos de nitrógeno (NOx) se
combinan con la humedad atmosférica y forman ácido sulfúrico (H2SO4) y ácido nítrico (HNO3) que
acidifican el agua de lluvia y afectan los cuerpos de agua, las plantas, y las construcciones de piedra y
mármol, principalmente.

Cantidades límite

La Norma Oficial Mexicana (NOM) es el instrumento que indica los niveles máximos permisibles para
proteger la salud de las personas ante los contaminantes de la atmósfera, se miden en partes por millón
(PPM) o en microgramos por metro cubico de aire (μg/m3), pero para facilitar su manejo y compresión
se multiplican por algoritmos que los expresan en el Índice Metropolitano de Contaminación del Aire
(Imeca), con cifras de 0 a 250, siendo 100 Imeca el límite para no hacer daño a la salud humana, aunque
entre 51 y 100 Imeca pueden presentarse molestias en niños, solución común para la megalópolis. Se
deben planear políticas públicas a la medida para dar soluciones regionales a la problemática.