VI. EL PROBLEMA DEL ABORTO:
TRES ENFOQUES
‘Maraarira VALDES
La palabra “aborto” proviene del latinabortus, participio pasado
“del verbo aboriri, formado porel prefijo privativo ab y el verbo oriri
que significa surgir 0 nacer; de modo que, etimolégicamente,
“aborto” significa no surgido 0 no nacido. Aqui entenderemos
poraborto el suceso consistente en la interrupcién de un emba-
tazo humano no llegado a término, con la consiguiente muerte
del embrién o feto, El aborto, en este sentido, puede ser algo que
‘gucede de manera espontnea o bien de forma inducida; es decir,
‘puede acontecer de manera no intencional o ser provocado me-
diante un acto intencional y deliberado. Es este tiltimo tipo de
sborto, el que supone dar muerte deliberadamente aun feto en
{itero materno o provocar su expulsién, a consecuencia de la
jal también muere, el que como toda otra cuestién de vida o
juerte, plantea dificiles problemas morales. La practica del abor-
‘da lugar, ademas, a complejos problemas sociales, politicos y
salud piiblica que no tocaremos en el presente artfculo—pues
luestro propésito es concentrarnos exclusivamente en el exa-
yen de la moralidad del acto de abortar—, pero que no pueden
itirse en un tratamiento serio de este asunto que pretenda
ficjar toda su complejidad.!
El tema de la moralidad del aborto nos coloca en un terreno
el que las opiniones se dividen y en donde las discusiones
ironables se hacen dificiles, pues los contendientes en la dispu-
} Para un tratamiento del problema social delaborto,asf como de las dificul>
para su legalizaciGnen México, vase Luis dela Barreda Solérzano, Eldelito
hort, Miguel Angel Ponsa, México, 1991 wase también Margarita Vales,
incepcidn en Mexico: La actitules y los argumentos de la Iles
icon Mark Platts (comp), Dilesna cos, México, Naw-Fondo de Cultura
noma, 1997
129130 PROBLEMAS ACTUALES
tasuelen partir de concepciones diferentes sobre asuntos filo
ficos de indole muy general que inciden directamente sobr
asunto a determinar. Mas atin, en virtud de que la reproduct
humana es sexual, el debate sobre la moralidad del aborto
suele complicar debido a que quienes creen que la sexualida
tun objeto adecuado para moralizar desvian la discusién sob
moralidad del aborto hacia otra acerca de la supucsta “mo
dad sexual” de quienes abortan o practican un aborto o de q
nes estan de uno u otro lado en esta discusién. Aqui, desdel
desdefiaremos este ultimo tipo de enfoque por considerar
pierde enteramente de vista la cuestién central y por consider
también que proviene de serias confusiones sobre la relaci
entre la moralidad y la sexualidad.
En filosofia moral la pregunta central en el debate sob
aborto tiene que ser: ges moralmente aceptable el aborto int
cional? La respuesta a esta pregunta suele depender de la
puesta que se dé a otras interrogantes filosoficas mas gener
i) gesel feto una persona?; i) ¢tiene el feto un valor moral inte
seco que nos imponga la exigencia de proteger su vida?; i) et
derechos el feto que estén por encima del derecho de la mujel
decidir sobre su cuerpoy sobre su vida personal? La gran may
ria de las discusiones filos6ficas sobre el cardcter moral del:
to son intentos de responder de una u otra manera a alg
las tres interrogantes anteriores. En lo que sigue abordaren
por separado cada una de estas maneras de aproximarse al p
blema moral del aborto. Concluiré examinando algunas con
cuencias que pudiera tener esta discusién filosdfica para a
legislacién justa sobre el aborto.
ELCONCEPTO DE PERSONA Y EL CARACTER 4
MORALDELABORTO
Sise admite que es moralmente reprobable quitar la vida.a
persona inocente, entonces, siel feto es una persona inocent
aborto, que supone privarde la vidaal feto, es un acto moral
te reprobable. Sin embargo, ser una persona inocente supon
tuna persona; preguntémonos, pues, es el feto una persona?
‘Algunos fildsofos piensan que el problema de la moralidad
aborto resulta irresoluble si se comienza por examinar la noe
ELPROBLEMA DEL ABORTO:TRESENFOQUES 131
de persona? Creen que tal nocién ¢s resbaladiza en el mejor de
Jos casos y,en el peor, subjetiva orelativaa la “escala de valores”
que cada uno acepte; suponen, pues, que no es posible legar a
un acuerdo razonable sobre qué hemos de considerar una per-
sona. Segiin estos fildsofos, el concepto de persona no es un
concepto objetivo “empfricamente determinable”; el hecho de
contener notas valorativas —sostienen—, hace imposible llegar
a un acuerdo sobre su extensién. Sin embargo, al abordar el
problema de la moralidad del aborto, parece inevitable tocar la
cuestién de si el feto es una persona, al menos por dos razones:
primero, porque aun cuando el concepto de persona sea un con-
‘cepto valorativo, no es para nada obvio que no pueda tener cri
terios objetivos, piiblicos, de aplicacién correcta y ser. por tanto,
tun concepto compartido; segundo, porque la idea de que el feto
es una persona es recurrente en los arggumentos de quienes con-
sideran que el aborto es una especie de homicidio y alguna res-
puesta tiene que darseles.
Lanocién de persona es una de las mas complicadas nociones
dela metafisica; es, como se sugirié antes, una nocién con indu-
dables tintes valoratives: las personas son un tipo especial de
entidades valiosas que tienen derechos inalienables y que nos
imponen exigencias morales especificas. Sin embargo, en las
discusiones sobre la moralidad del aborto con frecuencia se mez-
clan distintas nociones de “persona” o “ser humano” lo cual com-
plica y oscurece el debate. Conviene, pues, distinguir por lo me-
hos cuatro nociones diferentes de persona y preguntarnos res
pecto a cada una de ellas siel feto es una persona.
En primer lugar, frecuentemente se usa en las discusiones
sobre el aborto una nocién biolégica de persona o de ser humano;
sesuele alegar que el hecho de estar vivo y tener el ADN propio
dela especie homo sapiens es suficiente para ser una persona, de
modo que un évulohhumano fecundado seria, en este sentido, una
persona, Esta peculiar nocién de persona, sin embargo, se topa
de inmediato con una dificultad: todas nuestras células vivas
tienen el ADN humano; no aceptariamos, sin embargo, que cada
tuna de ellas sca una persona. Quienes objetan al aborto tienen
‘que afiadir a su nocién biolégica de persona al menos una nota
2 ease J. Glover, Causing Death and Saving Lives, Londres, Penguin Books,
1977, enespecial el cap.9.132 PROBLEMAS ACTUALES
ms; esto es, tienen que exigir que ademas de ser un org
vivo con el ADN humano, haya iniciado un proceso de rep
cién biol6gica determinado por su material genético tinic
modo que no cualquier célula viva seria una persona, pero
‘6uulo fecundado silo seria. Esta propuesta, sin embargo, p
nuevamente dificultades para el tema que aqui nos ocupa;
meramente, ¢s eviente que tenemos intuiciones morales
mente diferentes frente a un 6vulo fecundado de las que tene
frente a una persona humana hecha y derecha: al primero’
‘vemos como algo que podamos lastimar (ya que carece de
sensibilidad), ni como algo cuyos deseos, intereses persons
planes de vida podamos contrariar (pues simplemente no
ninguno), ni como algo con lo que nos podamos relacionaral
tivamente a la manera como lo hacemos con un semejante. E
¢, los évulos fecundados son diferentes de las personas nach
precisamente en aspectos que importan para la moralidad.
segundo lugar, la nocién de persona pertinente para una dis
sin moral no parece tener nada que ver con la genética
biologia: podemos concebir personas que no tengan el e¢
genético humanoy, tal vez, dado que existe la creencia enunD
personal, personas que carezcan de toda propiedad genétie
biolégica. Las personas efectivamente nos plantean exigenci
morales, pero las caracteristicas personales que dan lugar at
exigencias son de una indole enteramente diferente de las n
mente bioldgicas. De modo que si se dice que el cigoto es
persona por el hecho de tener un cédigo genético humano
haber iniciado un proceso biolégico reproductivo, y que por ta
nos impone la obligacién moral de respetar su vida, o bien see’
dando un salto argumentativo injustificado o bien se esta p
sando, no en las propiedades biol6gicas del cigoto, sino en.
“propiedades potenciales” en lo que el cigoto podria llegara:
Con esto llegamos a la segunda nocién de persona que figt
en estas discusiones, la de “persona potencial”: si bien el 6
fecundado, se nos dice, no es una persona real, s/ es una perso
potencial y en tanto que tal nos impone la obligacién moral
respetar su vida. Una persona potencial es algo que ha iniei
un proceso biolégico de desarrollo que culminaré con la produ
cién de una persona real. Un 6vulo humano fecundado
ice— tiene el material genético necesario para convertirse,
FLPROBLEMADEL ABORTO:TRESENFOQUES 133
adic interfiere en su desarrollo, en una persona humana tinica
‘en su especie. En este contexto, sin embargo, cabe sefialar que es
lun hecho que hay évulos fecundados que, sin que nadie “inter-
ficracn su desarrollo”, se abortan esponténeamente y nose con-
Vierten en nada. De modo que la potencialidad del évulo fecun-
aco hay que entenderla en sus dos aspectos: el positiva y el
hnegativo. Como sehala Aristételes en su Metafisica (9.8.1050b):
"Toda potencia es a la vez una potencia para lo opuesto; pues [.
todo lo que tiene la potencia de ser puede no ser actualizado.
Aquello, entonces, que es capaz de ser puede ser ono ser. [..] ¥
faquello que es capaz de no ser es posible que no sea”, Un évulo
fecundado puede tanto convertirse en una persona real como no
convertirse en nada ulterior. Ahora bien, como dije antes, el
6vulo fecundado 0 el feto inmaduro (esto es, la “persona poten
cial”) considerado como lo que es ynocomo lo que pudiera llegar
fser, carece de propiedades intrinsecas reales que noscompelan
‘ tomarlo como persona y que por si mismas nos planteen exi-
gencias morales; sus llamadas “propiedades potenciales” (que
ho son mas que ciertas propiedades biolégicas reales) pueden
adquirir en efecto un valor moral derivado cuando, en una etapa
posterior, logran conectarse causalmente con otras propiedades,
‘ya no meramente biolgicas, deuna persona real, es decir, cuan-
do efectivamente dan lugar a propiedades moralmente significa-
tivas. Pero en caso de no darse esa etapa posterior, no hay nada
de donde la supuesta persona potencial pudiera derivar su valor
moral.
Silo anterior es correcto, resulta que aun cuando concedamos
que un 6vulo fecundado o un embrién puede ser conceptualiza-
do, en algin sentido, como una “persona potencial’”, esto es,
como el posible antecedente causal de una posible persona, esto
no basta para justificar la creencia moral de que siempre y en
todos los casos sea moralmente reprobable interrumpir su pro-
eso vital; pues, como dije antes, carece en si mismo de propie~
dades moralmente significativas. Tiene que apelarse a una no-
cién mas espesa de persona si ha de argumentarse que, por ser
el eto una persona, el aborto intencional es un acto intrinseca-
mente malo,
Con esto llegamos a la nocién de persona verdaderamente
relevante para el debate acerca de la moralidad del aborto; esto
Jack Stetter - Charles Ramond - Spinoza in Twenty-First-Century American and French Philosophy - Metaphysics, Philosophy of Mind, Moral and Political Philosophy-Bloomsbury Academic (2019) PDF
(Proyecto Didáctico Quirón. Filosofía para Niños - 28) Félix García Moriyón - Pregunto, Dialogo, Aprendo - Cómo Hacer Filosofía en El Aula (2014, Ediciones de La Torre) PDF