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1 Seguimiento de procesos
De las raíces filosóficas a las mejores
prácticas
Introducción
¿Por qué terminó la Guerra Fría pacíficamente, sin que se disparara un solo
tiro? ¿Por qué algunas democracias europeas sobrevivieron al período de
entreguerras mientras que otras fueron reemplazadas por dictaduras
fascistas? En el mundo posterior a la Guerra Fría, los conflictos civiles han
reemplazado a la guerra interestatal como la forma dominante de violencia
política organizada, con los grupos rebeldes - en lugar de los misiles balísticos
intercontinentales (ICBMs) - como un foco clave tanto de las políticas como de
la erudición. Sin embargo, ¿qué es lo que hace que estos grupos se muevan?
¿Por qué algunos se involucran en asesinatos sin sentido y violencia sexual
mientras que otros no? La Unión Europea es un experimento único en materia
de gobernanza "más allá del Estado-nación", pero ¿cómo se están creando
sus estructuras de gobernanza supranacionales y con qué medios de los
ciudadanos de a pie de Europa?
La ciencia política contemporánea ha convergido en la opinión de que estos
rompecabezas, y muchos más en las agendas académica y política, exigen
respuestas que combinen la estructura y el contexto social e institucional con la
agencia individual y la toma de decisiones. Este punto de vista, junto con los
recientes desarrollos en la filosofía de la ciencia, ha llevado a un creciente énfasis
en la explicación causal a través de la referencia a mecanismos causales
hipotéticos. Sin embargo, esta evolución plantea la cuestión de cómo definir dichos
mecanismos, cómo medirlos en acción y cómo poner a prueba las explicaciones
que compiten entre sí y que invocan los mecanismos de different
Este libro argumenta que las técnicas que caen bajo la etiqueta de rastreo
de procesos son particularmente adecuadas para medir y probar hipótesis
causales.
Las versiones anteriores de este capítulo se presentaron en un taller sobre "Process Tracing
in the Social Sciences", Universidad de Georgetown, marzo de 2012; un panel sobre "Process
Tracing", Convención Anual de la Asociación Americana de Ciencia Política, Seattle,
Washington, septiembre de 2011; y al Grupo de Investigación sobre Análisis Cualitativo y
Multi-método, Universidad de Syracuse, junio de 2010. Agradecemos a los participantes en
esas reuniones, así como a Derek Beach, Jim Caporaso, Colin Elman, Matt Evangelista, John
Gerring, Peter Hall, Jim Mahoney, Jack Snyder y tres críticos anónimos de Cambridge
University Press por sus útiles comentarios.
4 Andrew Bennett y Jeffrey T. Checkel
1
El primer uso del término sigue siendo poco claro; la primera cita relevante sobre
Google Scholar es Hobarth 1972, una tesis de doctorado en la Universidad de Chicago.
6 Andrew Bennett y Jeffrey T. Checkel
3
Sin embargo, no es el único. Ver Checkel y Bennett, este volumen, capítulo 10.
4
Como señala Rohlfing (2012: 194-196), ha habido cierta ambigüedad sobre lo que constituye un caso
"menos probable" o "más probable". Como él señala, si este término se aplica sólo a la probabilidad
previa asociada a la probabilidad de que una teoría sea cierta, entonces esta probabilidad previa no
necesariamente se actualizará bruscamente incluso cuando una teoría encaje en un caso menos
probable o falle en uno más probable. Como se ha argumentado en otras partes de este volumen, las
pruebas de rastreo de procesos resultan en la actualización más aguda de los antecedentes cuando la
proporción de probabilidad constituye una prueba de aro fuerte y fallida, una prueba de arma de humo
aprobada o una prueba doblemente decisiva (Bennett, este volumen, Apéndice).
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Utilizaremos estos términos indistintamente en lo que sigue.
15 Rastreo de procesos: de las raíces filosóficas a las mejores prácticas
1997: 31-32; véase también Bennett 2010; Collier 2011). De las cuatro
combinaciones posibles de (no) singularidad y (no) certeza, Van Evera
obtiene cuatro pruebas. Las pruebas de aro involucran evidencia que es
cierta, pero no única; fallar una prueba de aro descalifica una explicación,
pero aprobarla no aumenta en gran medida la confianza en esa
explicación. Por lo tanto, las pruebas de aro son más útiles para excluir
hipótesis alternativas. El ejemplo de Van Evera de una prueba de aro es:
"¿Estaba el acusado en el estado el día del asesinato? "Fallar esta prueba
de aro falsifica la hipótesis de que el acusado era el asesino. Si pasar una
prueba de aro constituye una evidencia fuerte a favor de una hipótesis
depende de la frecuencia con la que la condición de pase ocurre
naturalmente (Mahoney 2012: 575-576). Cuanto mayor sea el número de
sospechosos que se encontraban en el estado en el momento del
asesinato, menor será la probabilidad de que esta prueba de aro aumente
la probabilidad de que alguno de ellos sea el asesino.
Las pruebas con armas de fuego son únicas, pero no seguras. Pasar
una prueba de armas de fuego con fuerza affirms una explicación, pero
pasar tal prueba no es necesario para construir confianza en una
explicación. En el ejemplo de Van Evera, un arma humeante en las manos
de un sospechoso justo después de un asesinato implica fuertemente al
sospechoso, pero la ausencia de tal arma humeante no exonera a este
sospechoso porque los asesinos tienen incentivos para ocultar pruebas de
armas humeantes. Una vez más, la fuerza de una prueba con arma de
fuego depende de la frecuencia con la que la condición en cuestión ocurre
por sí sola (Mahoney 2012: 578).
Las pruebas doblemente decisivas utilizan pruebas que son a la vez
únicas y ciertas, o que son necesarias y necesarias para proporcionar una
gran confianza en una explicación. Van Evera utiliza el ejemplo de una
cámara de banco que capta las caras de los ladrones de bancos,
implicando fuertemente a los culpables y exonerando a los inocentes. A la
inversa, las pruebas de paja en el viento proporcionan pruebas débiles o
circunstanciales que no son ni únicas ni seguras. Cualquiera de estas
pruebas no es muy decisiva, pero una serie de ellas puede aumentar la
confianza en una explicación y disminuirla en otras si todos o incluso la
mayoría de los resultados de las pruebas apuntan en la misma dirección
(Mahoney 2012: 584). 6
6
Tales pruebas - y la lógica bayesiana que las sustenta - pueden ser desarrolladas de manera
importante. Véase Bennett, este volumen, Apéndice; y Waldner, este volumen, Capítulo 5.
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El análisis anidado es sólo uno de varios diseños de métodos mixtos en los que el
rastreo de procesos puede desempeñar un papel central. Vea Reclamaciones, este
volumen, Capítulo 8.
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Abogamos por un estándar de tres partes para lo que cuenta como una
buena aplicación del rastreo de procesos (ver también Bennett y Elman 2007;
Bennett 2010; Checkel 2008; Rohlfing 2012: 188; Beach y Pederson 2013a:
163-170; y Checkel 2013b: capítulo 1). Meta-teóricamente, se basará en una
base filosófica que es ontológicamente consistente con la comprensión de la
realidad social basada en mecanismos y metodológicamente plural. Si bien
hemos favorecido el realismo científico arriba, hay una incertidumbre (e
inevitable) en este nivel filosófico para dejar la puerta abierta a enfoques
relacionados como el eclecticismo analítico (Katzenstein y Sil 2010), el
pragmatismo (Johnson 2006; Friedrichs y Kratochwil 2009: 719), así como el
interpretativismo (Pouliot, este volumen, Capítulo 9). Contextualmente, utilizará
este pluralismo tanto para reconstruir cuidadosamente los procesos causales
hipotéticos como para mantener la vista en contextos estructurales-discursivos
más amplios. Metodológicamente, se tomará en serio la igualdad y se
considerarán las vías causales alternativas a través de las cuales podría
haberse producido el resultado de interés.
Sobre la base de estas tres grandes señales, promovemos diez mejores
prácticas para lo que constituye una aplicación sistemática, operativa y
transparente del rastreo de procesos, que se resume en el cuadro 1.1 que
figura a continuación. Comenzamos con cuatro criterios generales que se
derivan en parte de los requerimientos y comprobaciones estándar que
son aplicables a una serie de métodos cualitativos. Éstos incluyen la
atención a
9
Agradecemos a un crítico anónimo de Cambridge University Press por el debate sobre este punto.
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Schimmelfennig, este volumen, en el capítulo 4, señala la relación entre la exhaustividad y
efficiency, y -en comparación con la presente discusión- pone más énfasis en esta última.
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Vea el Apéndice para más detalles y más ejemplos.
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Sin embargo, al elegir una coyuntura crítica como punto de partida para
el rastreo de procesos, los investigadores deben considerar si las
coyunturas críticas anteriores y posteriores también podrían ser relevantes
(de ahí la crítica de Tarrow a Putnam), y también deben considerar si es
necesario hacer el rastreo de procesos en otras coyunturas críticas
potenciales pero no realizadas antes o después del punto de partida
elegido (ver también Capoccia y Kelemen 2007). Estos son los momentos
en los que las instituciones podrían haber cambiado, quizás debido a algún
choque exógeno, pero no lo hicieron. Estas coyunturas potenciales están
sujetas a un debate más conceptual e interpretativo que las coyunturas
que de hecho condujeron al cambio institucional. En general, en la medida
en que un investigador localiza el punto de partida para el rastreo de
procesos en un pasado lejano, es importante mostrar cómo las
instituciones o prácticas podrían haberse reproducido durante largos
períodos de tiempo, incluso si los recursos y los límites de palabras no
permiten el rastreo continuo de procesos en el largo período entre el punto
de partida y el resultado.
Otro tipo de punto de partida es el momento en el que un actor o
agente clave entra en escena o adquiere alguna capacidad material,
ideológica o informativa. Puede ser effective cuando las explicaciones
alternativas se basan o trabajan a través de las motivaciones,
conocimientos y capacidades de los agentes individuales, y cuando los
agentes particulares se comportan como differently, o con different
effects, como sus predecesores. 12
12
Evangelista, este volumen, Capítulo 6, offers es una excelente aplicación
históricamente fundamentada de nuestros argumentos sobre los puntos de partida.
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13
Al utilizar el lenguaje de different, los etnógrafos promueven una regla de decisión sorprendentemente
similar: Gusterson
2008.
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Sobre todos estos puntos, véase Jacobs, este volumen, capítulo 2.
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Vista previa
El volumen consta de tres partes. La Parte I comprende este ensayo
introductorio. Históricamente, el término "rastreo de procesos" se basa
filosóficamente y promueve las mejores prácticas específicas para distinguir el
rastreo de procesos buenos de los malos.
Los seis capítulos de la Parte II son el núcleo del manuscrito, que evalúa las
con-tribuciones del trazado de procesos en determinados programas de
investigación o cuerpos teóricos, incluyendo la teoría ideacional (Capítulo 2 -
Jacobs), el trabajo sobre instituciones internacionales (Capítulo 3 - Checkel), la
Unión Europea (Capítulo 4 - Schimmelfennig), el subcampo de política
comparativa (Capítulo 5 - Waldner), el fin de la Guerra Fría (Capítulo 6 -
Evangelista) y la literatura sobre procesos de conflicto (Capítulo 7 - Lyall).
Estos capítulos se aplican resueltamente -conectando el método con la
práctica- con expertos reconocidos que evalúan el
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los puntos fuertes y débiles del rastreo de procesos, tal como se utiliza en
ámbitos sustantivos concretos. Incluyen el rastreo de procesos con fines
deductivos/teóricos (Capítulo 4 - Schimmelfennig), el rastreo de procesos a
nivel micro sobre teorías cognitivas (Capítulo 2 - Jacobs), el rastreo de
procesos y la inferencia basada en el diseño (Capítulo 7 - Lyall), el rastreo
de procesos a nivel macro sobre teorías estructurales (Capítulo 5 -
Waldner), el rastreo de procesos sobre la interacción de individuos e
instituciones (Capítulo 3 - Checkel), y el rastreo de procesos que se centra
en la explicación de casos históricos clave (Capítulo 6 - Evangelista).
Cualquiera que sea la aplicación y el tipo de rastreo de procesos, todos
los capítulos abordan las mejores prácticas articuladas en el presente
capítulo y trabajan a partir de un modelo común de preguntas. Pedimos a
los colaboradores que analizaran ejemplos de vanguardia de rastreo de
procesos en sus subcampos; que evaluaran los aspectos probatorios e
interpretativos pertinentes a los temas que investigan; que identificaran los
aspectos de rastreo de procesos específicos a los tipos de teorías en las
que se han centrado; y que evaluaran críticamente lo bueno y lo malo en
las aplicaciones de rastreo de procesos. Colectivamente, los análisis
ponen de relieve cuestiones como la calidad de los datos, el papel de los
mecanismos causales de tamaño hipotético, las limitaciones de tiempo y
recursos, la ética de la investigación, las estrategias multi-método en las
que el rastreo de procesos es una técnica en juego, y el desarrollo de la
teoría.
En la Parte III, damos un paso atrás y -en tres capítulos separados-
exploramos la frontera de la investigación. En el capítulo 8, Thad Dunning
explicita un tema abordado en varias contribuciones anteriores -la relación
entre el rastreo de procesos y los métodos cuantitativos- y lo hace
destacando el papel clave que puede y debe desempeñar en la
investigación multimétodo. En particular, Dunning muestra cómo el
seguimiento de procesos puede ayudar a interrogar las suposiciones
detrás de las inferencias cuantitativas. Por ejemplo, se puede utilizar para
evaluar si la asignación al tratamiento fue de hecho "como si fuera al azar"
en un entorno que un investigador ha identificado como un posible
experimento natural. Basándose en un tema de este capítulo inicial,
Dunning también argumenta que la transparencia con respecto a las
afirmaciones e inferencias probatorias es crítica para el rastreo de
procesos, ya que fomenta la confrontación abierta entre académicos con
experiencia empírica y teórica sobre el caso o los casos en cuestión; a su
vez, esto produce juicios más considerados y compartidos sobre las
pruebas.
Si el análisis de Dunning tiende un puente entre las tradiciones
metodológicas, entonces el Capítulo 9, de Vincent Pouliot, va un paso más
allá, examinando el papel del rastreo de procesos en las ciencias sociales
interpretativas. Pouliot explora la brecha que separa las interpretaciones
positivistas y pospositivistas de la técnica, y argumenta que un compromiso en
torno al concepto de práctica puede minimizar los retos metateóricos que
implica salvar dicha brecha. De una manera sutil,
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