Sociedad de consumo, religión y espiritualidad piensen críticamente, sino que compren
impulsivamente; no nos permite espacios para la
interioridad. Para lidiar con los grandes enigmas de la vida, el ser humano creó las religiones. En ellas pretende encontrar la luz que necesita para develar el misterio que envuelve su origen y su destino, para interpretar el sentido y el propósito de la existencia, para descubrir las causas del dolor que lo aqueja; y, en fin, para encontrar un poco de alivio a sus incontables males. Sin embargo, estas religiones que la humanidad se ha dado, acabaron por institucionalizarse. Y al hacerlo, se convirtieron en organismos trasnacionales que, por La sociedad de consumo es un engendro de la momentos, aparecen ante nuestros ojos como grandes técnica y el capitalismo. Los medios de comunicación estructuras de poder y, los objetivos originales que masivos juegan un rol importante en esta situación, ya propiciaron su aparición y que estaban revestidos de que son utilizados para condicionar a los consumidores profunda espiritualidad, han quedado sepultados por a un estilo de vida en que se trabaja para ganar, se gana esa avalancha de intereses que ahora ahoga a los para comprar y se compra para valer. Como vuelve a cultos religiosos. Precisamente, esa ausencia de decir Jacques Ellul, “el estilo de vida es formado por la espiritualidad que se manifiesta en las grandes publicidad”. religiones del mundo, es la que nos mueve a pensar que La publicidad está controlada por gente cuyos religión y espiritualidad no son lo mismo. intereses económicos están ligados a aumento de la La espiritualidad, finalmente, se relaciona con la producción y este a su vez depende de un consumo que formación de los principios, los valores, los ideales y la solo es posible en una sociedad en la cual vivir es consagración de la persona, en su íntima comunión con poseer. La técnica se pone así al servicio del capital Dios. Con el Dios verdadero, que no tiene nombre ni para imponer la ideología del consumo. Está al servicio religión, al que cada uno encuentra dentro de sí y en la del capital, no al servicio de los hombres y las mujeres. infinitud del universo. Esto le permite encontrar un En consecuencia, los hombres y mujeres se sentido a la vida; tener plena satisfacción interior, y que convierten en seres unidimensionales- un tornillo de una se muestra al exterior, no materializa su vida, que su gran maquinaria que funciona según las leyes de la profunda formación personal y moral, su buena oferta y la demanda-, es la causa principal de la conducta, su fe y convicción, son consecuencia de una contaminación ambiental y crea una inmensa brecha relación constante con ese Dios. entre los que tienen y los que no tienen a nivel nacional Todas estas cosas están referidas a la parte más y entre los países ricos y los países pobres a nivel profunda del ser humano, al porqué de su existencia, internacional. Esta brecha continúa creciendo. Pese a nuestras opciones personales, nuestras conductas, los avances tecnológicos y una expansión industrial que nuestras relaciones, el cual se suman con las creencia no tiene precedentes en la historia humana. Hoy el filosóficas, filantrópicas y religiosas que nos abren la mundo subdesarrollado está más lejos que nunca de la puerta a lo transcendental. solución a sus problemas. La religiosidad en cambio, ya que las religiones La sociedad de consumo ha impuesto un estilo de están creadas por los hombres, es la forma de vida que hace de la propiedad privada un derecho expresión por medio de los ritos, oraciones, signos y absoluto y coloca el dinero por encima de los hombres celebraciones, que son parte del resultado de una y las mujeres y la producción por encima de la relación particular con Dios, según una particular naturaleza. Esta es la forma que hoy toma donde el interpretación (judaica, cristiana, mahometana) las sistema en el cual la vida humana ha sido organizada cuales se supone contribuyen a impulsar el aspecto por los poderes de destrucción. El peligro de la espiritual de las personas, quienes practican de manera mundanalidad es este: el peligro de un acomodamiento perenne estos hábitos. a las formas de este mundo malo con todo su Lo espiritual es más profundo y más amplio que lo materialismo, su obsesión por el éxito individual, su religioso, es más lo religioso puede ser una expresión egoísmo enceguecedor. de nuestra experiencia espiritual, aunque no toda La sociedad de consumo vive fascinada con las experiencia espiritual se expresa religiosamente. apariencias, con la belleza del cuerpo humano y su Lo espiritual está relacionado con la plenitud, exhibición; vive obsesionada con el estatus, el tener, el transcendencia, conexión, alegría y paz que no tienen dominar y el poseer. por qué derivarse necesariamente en una religión La sociedad de consumo no nos da espacios para organizada, sin embargo lo religioso (que se basa en reflexionar, pues quiere que primero actuemos y luego ritos, oración, conocimiento de la fe, entre otros), puede pensemos: primero comprar y luego saber para qué ser en algunos casos el medio que contribuye a comprar. La sociedad de consumo busca perturbarnos, fortalecer y desarrollar la espiritualidad de las personas. ocuparnos, invadir nuestro interior, invadirlo todo; es Como puede deducirse de inmediato, la una forma nueva de hacernos esclavos. Por eso, el espiritualidad está divorciada totalmente del sistema económico de hoy no quiere individuos que consumismo, pues este último lo que trata de hacer es sustituir lo más valioso del ser humano por la sed de poseer, y de valer en la medida de lo que se posee. El consumismo es uno de los pilares del capitalismo. Consumir como filosofía de vida, nos convierte en seres alienados, nos lleva a construir una sociedad depredadora de sí misma, donde no hay espacio para un desarrollo integral de las capacidades humanas. Conviene reflexionar ante cada acto de consumo, cuestionar el sistema, priorizar los valores, para ejercer con toda responsabilidad la capacidad de elección que desde la dimensión individual, transfiere a la dimensión social. Esta dimensión es inherente a nuestra condición de humanos y en definitiva a nuestra capacidad de raciocinio. Lamentablemente, en el mundo que nos rodea, los clásicos 7 errores bíblicos han quedado obsoletos. Hoy son más sutiles, más crueles, más paralizantes. La propuesta es saber cuáles son para luchar contra ellos Se denomina “pecado capitales” a las faltas y transgresiones que dan origen a otras, es decir, que actúan como matrices de mal. La particularidad de estos males es que se imponen, imperan en las sociedades y son prácticamente tolerados. Los nuevos pecados capitales son el mal de nuestra época. Hijos de la globalización, muestran sus efectos en el clima de intolerancia religiosa y política, en la indiferencia hacia la pobreza extrema en la que viven numerosos pueblos, en la ambición descontrolada que conduce a la violencia y al exterminio de la naturaleza. Quizás, en este último tiempo, nuestros pecados capitales por fin se estén desenmascarando. Si las desigualdades, la inestabilidad política mundial y todos los flagelos que afectan al planeta tienen un lado bueno, es que nos obligan a reconocer los errores cometidos y los delitos tolerados. No hay que olvidar que a cada pecado capital le corresponde una virtud cardinal que lo combate. Tal vez, ha llegado el momento de responder a la indiferencia con solidaridad, al consumismo con austeridad, al deseo de poder con la humildad, a la traición con la lealtad, a la deshonestidad con honestidad, al culto a las apariencias con la autenticidad y a la perversidad con la compasión. Toda crisis tiene como contraparte un examen de conciencia colectivo, lo cual puede llevarnos a la solución. Pero para ello es indispensable abandonar el materialismo consumista o refugiarse en los ritos y ceremonias de las religiones, y ver hacia dentro: renacer en la espiritualidad, que al fin y al cabo es lo único que lograra trascender nuestra existencia material.