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Óscar Zeta Acosta

LA AUTOBIOGQAFÍA
DEUN
BÚFALO PRIETO
CT
275
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A318 Consejo Nacional
,.,. ta • gr1-t1-alb O
Cultura y las Artes
1994
Pj\SO DEL ~Oj\TE.

,
PASO DEL NORTE publica lo mejor Osear Zeta
de la nueva narrativa fronteriza:
libros representativos de una minoría Acosta
étnica que busca una expresión
propia, capaz de desplazar
identidades impuestas. Paso del None LA
configura un vigoroso espacio
imaginario, un lenguaje inédito, una AUTOBIOGQAFÍA
forma de resistencia cultural a través
de la literatura. DEUN
BúFALO
PQIOO

Pj\SO DEL ~OftTE.

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Indice
¡c¡c1i

Agradecimientos .................................................... 9

Uno 13
LA AUTOBIOGRAFÍA DE UN BÚFALO PRIETO
Dos 23
Título original en inglés: The Autobiography of a Brown Buffalo .1 Tres 47
Cuatro 57
Traducción: Argelia Castillo Cano Cinco 77
Seis 93
© 1972, Osear Zeta Acosta
Siete 113
D. R. © 1994 por EDITORIAL GRIJALBO, S. A. de C. V. Ocho 129
Calz. San Bartolo Naucalpan núm. 282 Nueve 141
Argentina Poniente 11230 Diez 163
Miguel Hidalgo, México, D. F. Once 171
Doce 179
Primera edición en la colección Paso del Norte
Trece 189
Coedición: Dirección General de Publicaciones del Catorce 207
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes / Quince 223
Editorial Grijalbo, S. A. de C. V.
Dieciséis ······················································~·······
239
La presentación y disposición en conjunto
y de cada página de LA AUTOBIOGRAFÍA DE UN BÚFALO PRIETO
son propiedad del editor. Queda estrictamente
prohibida la reproducción parcial o total
de esta obra por cualquier sistema o método
electrónico, incluso el fotocopiado,
sin autorización escrita del editor.

968-29-6581-0 Consejo Nacional para la Cultura y las Artes


970-05-0557-X Editorial Grijalbo, S. A. de C. V.

IMPRESO EN MÉXICO
7

NEW MEXICO STATE UNfVERSITY !. '8RARV ·i


·,.;_\

Agradecimientos

ROBÉ EL TÍTULO A MANGAS, EL JEFE DEL PARTIDO DE LOS


Búfalos Prietos.
j Mis instructores han sido Doc Jennings, Mark Harris
y Douglas Empringham.
Recibí ayuda y consuelo, así como algunas ideas, de
Barbara Burgower.
Mi fotógrafa oficial es Annie Leibovitz.
1 Mi hijo, Marco, y su madre, Betty, de la afamada Pepsi
~ Cola, sobrevivieron a una parte de esta locura.
Los primeros editores que abordaron los temas centra-
les de la presente obra de arte fueron los batos locos de
East L.A., directores de la revista Con Safos.
Mi esposa, Socorro, tuvo la paciencia de esperarme
durante el tiempo que dediqué a informar al mundo
sobre mis amigos y sus innumerables problemas.
Y, por supuesto, esta demencia jamás habría estado en
condiciones de ser impresa sin el trabajo y el buen juicio
de mi editor, Alan Rinzler.
Óscar Zeta Acosta ·
Abogado chicano

Ziquitaro, Michoacán, México


Mayo de 1972

9
fin

Bisonte americano (Bisan


americanuss

Dedico este libro a Neil Herring,


Simon Rosenthal y a mis hermanas,
Annie, Martha y Stella

\ll
""
Uno

ESTOY DE PIE Y EN CUEROS FRENTE AL ESPEJO. CADA MAÑANA


observo desde todos los ángulos posibles esta panza
prieta que, al hacer memoria, ha permanecido invariable
desde mis años mozos, durante los cuales siempre fui
gordo. Sumo el vientre y dilato un pecho enorme,
compuesto de dos buenas porciones de tetillas pardas.
Tal vez haya perdido algunos gramos aquí o allá. Coloco
las manos a ambos lados de la cadera, con los codos
figurando alas, y procedo a examinar mi silueta lateral
reflejada en el espejo de cuerpo entero. Tenso los múscu-
los, aspiro y me acuerdo de que el bravucón de la playa
arrojó arena con los pies a la linda cara de la novia de
Charles Atlas cuando éste era un alfeñique de 45 kilos.
Quizá mi anciana madre haya tenido razón. Debí alejar-
me de esas barras de chocolate Snickers, de aquellos
emparedados de salchicha de hígado rebosantes de ma-
yonesa, y de esos malditos helados acompañados de
crema chantilly, almíbar y nueces. Pero, fíjense bien lo
que sucede si meto la barriga un poquito más, empujan-
do el ombligo hacia la espalda. ¿Sedan cuenta de lo que
sin duda ocurriría en caso de que me librara por lo menos
de esta carne adicional? Sólo consideren la cantidad de
hembras que podría tener, si redujera mi peso a unos
confortables 90 kilos.
Contengo la respiración hasta que la sangre afluye a mi
cabeza y enrojece mis orejas impecablemente estructu-
radas, las cuales constituyen, dicho sea de paso, mi única
13
pcrf'ecclón corporal. Se producen gruñidos y convulsio- gruesas mejillas y hablo ronoamente con un cigarro
nes en la boca del estómago vacío. Entro en el baño y me masticado y adherido al rostro ... mi nombre es Edward
dirijo con dificultad hacia el excusado. Deposito cuidado- G. Robinson y no quiero tener ningún lío con ustedes.
samente mis grandes manos de campesino en el borde ¿Comprenden?
blanco del inodoro y doblo hasta el suelo mis rodillas "¿Estreñimiento? ¿Cómo diablos puedo estar estreñido
aporreadas. Fijo la vista en el recipiente de todo lo cuando tengo tanto que ofrecer?", pregunto secretamen-
inaceptable y espero a que salga la bilis verdosa, mien- te a los tres.
tras mi rostro tostado yace en el lugar en que pronto Analizo mi condición médica. Es cierto que rechacé el
habrá de acomodarse mi enorme y oscuro culo. consejo de los seis doctores. ¡Por Dios! Sólo tenía 21
Trato de vomitar, impulsando hacia arriba el diafragma, años. ¿Cuál es el valor de una vida sin licor y sin comida
y lo hago con un control tan completo del vientre como mexicana? ¿Pueden acaso imaginarme bebiendo medio
aquel que pueda tener cualquier clarinetista ... pero nada litro de leche por el resto de mis días? Ellos dijeron:
ocurre, salvo un gorgoteo en las antípodas. "Nada frío ni caliente, nada condimentado y absoluta-
"[Vomita, hijo de puta!", ordeno. "¿Acaso no eres el mente nada de alcohol". Mierda, no podría ser blando,
campeón mundial de las vomitonas?" aunque mi vida dependiera de ello.
Pienso en basura, retretes sucios, whisky y salsas, Me esfuerzo, lucho e insisto en solucionar el acertijo.
pero nada sucede ... un eructo inexpresivo y un pedo "¿Cuál es la causa?" Exijo una explicación. "¿Pudo haber
silencioso constituyen el único resultado de mis esfuer- sido el pay de piña de 15 centavos? ¿La lata envenenadora
zos en este primero de julio de 1967. de la sopa Campbell' s? ¿El refresco Doctor Pepper con
"¡Por Dios, ya ni siquiera me obedece mi cuerpo!" cacahuates flotando en su superficie?"
Me siento en la taza del excusado y me miro en el Mis tres personajes favoritos del espejo no tienen
espejo situado arriba del lavabo. Descubro un rostro ninguna respuesta para mí. Dudo que me tomen muy
atrozmente enfurecido observándome y sonrío ante el seriamente. Saben que soy capaz de manejar la situación.
espectáculo de un Búfalo Prieto sentado en su trono. "Quizá haya sido el panecillo con salsa de soya que
Pero, ¿quién puede asegurar qué causa las úlceras? A la comí anoche en el puesto de Wing Lee."
edadde21 años, seis (6)médicos me mostraron imágenes Entonces se entromete la voz teriue del doctor Serbin,
de lo que ellos afirmaban que eran hoyos en mi estómago. mi loquero de origen judío: "No me diga que cree en esa
Tal vez se trate en verdad de una cosa física. Lo cierto es tontería de que los chinos aprovechan las sobras".
que ellos sí me dijeron que dejara el alcohol, el picante "No dije eso", le grité. Últimamente, al doctor Serbin
y las salsas muy condimentadas. le ha dado por seguirme a todos lados. Pero, sin duda,
Clavo los ojos en el espejo buscando una respuesta. jamás culparía al enjuto y anciano chino de barba larga
¿Ven a ese hombre de insignificantes ojos huidizos y y puntiaguda de ninguno de mis malestares. ¡Válgame
labios finos y apretados? Ese afable cabrón es el mismísimo Dios! Asistí a la escuela de leyes por la única razón de que
Joe Cool. Sí, el viejo Bogey... Y, ahora, con el labio Wing Lee me servía todas las mañanas rollos calientes de
superior torcido poniendo al descubierto una hilera de cerdo y pollo con una olla de té por 25 centavos en la es-
dientes blancos, ¿pueden adivinar de quién se trata? quina de las calles Hyde y Jackson, donde he vivido estos
¿Advierten la forma en que mueve la cabeza, sacudién- últimos cinco años. No podría dar sino buenas referen-
dola de un lado a otro como si se estremeciera por una ira cias de este viejo caballero inescrutable, quien no ha emi-
incontrolable? ¡Correcto! Es James Cagney, abominables tido una sola palabra desde que lo conozco, salvo en una
sinvergüenzas. Y, si aflojo un poco, inflo ligeramente las ocasión que dijo: "Hoy no rollos cerdo. Pollo".
14 15
"¿Leocurrió algo inusual ayer?", me pregunta el psiquia- medios. No hay opciones de último recurro cuando uno
tra, mientras limpio mi trasero con papel higiénico yace adherido a su diván de piel negra contándole todas
perfumado. esas sucias historias que él habrá de repetir a las matro-
"¡Ay! Mire, por favor, no empiece. Sólo estoy estreñido. nas con colorete de Paciñc Heights en medio de cócteles
¿Acaso no lo ve? Se trata de una maldita cosa física." y canapés de salami ahumado en North Beach,
"Pero, sin duda, existe alguna razón", lanza la estocada No señor, el loquero es el árbitro final. Es él quien de
con una sobriedad fingida. "Debe estar ocultando algo." al último siempre que se le paguen sus boneraríos, un
"Mire, eso es una patraña." pequeño asunto que yo he pasado por alto desde hace seis
u ¿Qué es una patraña?" meses. En efecto, me he negado a pagarle y hablarle.
"Todo es una patraña. Usted y sus acusaciones. Todas Descubrí que mi única salvación radica en el silencio. En
ellas ... no son sino cuentos judíos." estar totalmente callado, colocando el dedo índice sobre
Río y niego con la cabeza. Sin embargo, no obtengo los labios. Sin emitir una sola palabra. Que sea él quien
contestación. El flaco judío con abrigo de paño asargado meta la pata. Yo sólo debo mantener el píeo cerrado. Y no
y respuestas para todo carece de sentido del humor. Que importa cuántas veces amenace con echarme, ni cuán
se joda este bastardo intelectual, quien ni siquiera sabe iracundas sean sus pequeñas anotaciones técnicas -aun~
reír cuando se le suelta una buena agudeza. que las subraye con tinta roja-, ni tampoco la forma
Entonces, sin previo aviso, un regüeldo de líquido en que suspire al cabo de una hora de silencio, puesto que
oscuro se abre paso violentamente entre mis ondulacio- yo sé que la única esperanza reside en ignorarlo.
nes de manteca amarillenta. Sonrío con serenidad. Sin embargo, incluso esa táctica ha dejado de ser
"¿Ya ve? No hay nada que se compare con esto", me eficaz. Desde que le dio por seguirme, me ha resultado
burlo del loquero. "Se trata únicamente de la dieta de un más difícil ignorado. Se ha convertido en una verdadera
muchacho con úlceras, cuestión de la cual le he venido carga opresiva. Cuando me níego a hablar, escudriña mi
hablando desde el principio." cerebro calidoscópico con su juego de química. Me
Coloca en su boquilla ebúrnea un Kool extralargo, ronda, empuja fuera de mi asiento y conduce a la fuerza
abre de golpe su encendedor de oro, se recuesta, cruza las a un callejón sin salida mediante sus pinches píldoras
piernas y expele el blanco humo en dirección a mí. excitantes. Interrumpe: mis charlas como si fuera un
"Así que ha venido aquí para tratarse las úlceras. ¿Es hombre sin educac1ón. Cuando entrevisto clientes, pre~
eso lo que quiere decir?" seme demandas a jueces del tribunal superior, bebo
Me niego a proseguir la conversación con este bastar- whisky escocés' con los amigos en Trader JJ,. aun enton-
do Ivy Leaguer* de cabello negro. Es injusto. Se aprove- ces ese marica delgaducho falto de carácter se entremete
cha de mi situación. No se atrevería a hablarme de ese y estropea todo.
modo en la calle. Si nos halláramos en mis dominios, ¿Saben qué se siente al despertar a horas avanzad'a·s de
pueden estar seguros de que no me acosaría de la manera la noche con el úmco sonido generado por los, tranvías
en que lo hace en este ma-ra-vi-llo-so consultorio, donde moviéndose a em~nes a lo largo de la calle Hyde y p<>'f
permanezco tendido sobre la espalda. Aquí carezco de las sirenas de niebla de Aquatic Par k? Ahí me tienen, con
los ejes febriles. clavad'os en el techo, fa bestia enlama~
*N. de la t. Ivy League es la asociación de ocho universidades del
ansiosa que se a:fam: en la oscuridad en una fantasía
noreste de los Estados Unidos (Brown, Columbia, Cornell, cach&nda que debe aprovecharse antes de que desapa¡.
Dartmounth, Harvard, Princeton, Pennsylvania y Yale). célebres irezra'y,.derepen1:e,escl!tehoslllquecdarespiradónywvtW
por su alto prestigio académico y social. oóservándome desde su sillón y diciéndome algo 1~
16 17
como: "¿Quién cree usted que es ella?" Lo cual implica, "¡Por Dios! ¿Actúan en serio?" No muestro ningún
desde luego, que él sí lo sabe, pero que sólo desea cambio emocional. No me acobardo en absoluto. No
ponerme a prueba. Desprecio a los hombres que hacen obtendrán nada de mí. Continúo con la frente muy alta.
ostentación de sus conocimientos. La erudición debería Todo mi cuerpo, rostro y pensamientos permanecen
ser asequible a todas las personas, sin los obstáculos de estáticos. Hasta el propio Tojo habría admirado esto.
los sabihondos. Y, así, añado un par de retoques, hago
más dramático el sueño, incluyo un poco más de acción
Cualquier tortura inventada por los humanos no tiene 1_
para mí ninguna importancia. Estoy resignado. SoV vv
aquí y allá. Luego, sonrío cuando él interpreta esa estoico ... el hombre existencial.
sodomía. Bogart me felicita: "Muy bien, muchacho. Hiciste un
Disfruto en especial cuando me dice: "En realidad, no buen trabajo. Ahora, ¡acaba con ella!"
fue a Alice a quien usted ahogó en la bañera, sino a Ted, Mezclo rápidamente el agua caliente con la fría y me
el novio de Alice". apuro a complacerme antes de que ella desaparezca. Con
¡Por Dios! Y pensar que obtiene 25 dólares por una el agua tibia y la espuma del Palmolive verde, el pequeño
hora -o, más bien, por 45 minutos- de tales necedades. bribón se agranda, engrosa y expande ante mis propios
En consecuencia, lo que suelo hacer cuando lo atrapo ojos. Y, milagro de milagros, continúa creciendo mien-
dentro del cuarto interrumpiendo mis fantasías es tomar tras atisbo por el ojo de la cerradura.
otra de esas cosas verdes con cloroformo, acostarme y ¡Miren eso! Se está quitando el vestido. Pero no logra
esperar a que giren las manecillas del reloj. alcanzar el cierre de la espalda. No hay nadie en casa,
No obstante, ahora que mis tripas han encontrado excepto yo. Sé que pronto llamará a alguien pidiendo
alivio, me levanto de mi sitio para entrar en mi lugar ayuda ... No hago otra cosa sino pelar los ojos y esperar.
favorito: la ducha. Acostumbro asearme todas las maña- Incluso no tengo ni siquiera que tocarme. ¿Observan
nas. Nunca he excluido el jabón. En cualquier casa cómo cambio el rocío por un solo y recio chorro de agua
donde me encuentre e independientemente del clima, que se estrella contra la prominencia prieta? ¿No se trata
siempre me baño. Hago correr sólo agua caliente y sin duda alguna de un acto inocente? ¿Se me puede
observo el modo en que el vapor produce burbujas sobre culpar? ¿Acaso yo le pedí a ella que dejara libre el
- mis largos brazos morenos. Debido a que soy lampiño, el diminuto ojo de la cerradura? ¿Evoqué intencionalmente
- agua hirviente me quema más que a la gente normal. esa imagen? ¿Qué tengo que ver con el apuro de la mujer?
Pero rechino los dientes y separo los labios como el viejo Si ella tuviera brazos más largos, si los que confecciona-
Bogart, el único hombre que nunca me ha fallado. Cierro ron esos uniformes blancos hubiesen ideado colocar el
los puños y endurezco el cuerpo tan pronto como el vapor cierre al frente, si ella hubiera depositado una toalla
comienza a quemar mi pecho. sobre la perilla de la puerta, nada de esto habría ocurrido.
"Mierda, soy capaz de soportar cualquier cosa", digo Pero, en cambio, la mujer se inclina para despojarse de
en espera de la aprobación de mi héroe. "Nunca me harán esas medias falsas, elaboradas con nylon desde que Tojo
hablar." suspendió la exportación de seda japonesa.
Bogey endereza el ala de su sombrero de gángster y Un niño irrumpe en el cuarto de baño y pregunta: "¿Me
responde: "Claro, muchacho. Sólo aguanta con firmeza". llamaste?"
Y cuando los furtivos japoneses uniformados de caqui "Llamé a tu padre, [malcriado!", responde con enfado
se dan cuenta de que prefiero morir antes que hablar, la madre.
cierran súbitamente el flujo de vapor hirviente y abren de "Pero, él está en Okinawa", argumenta el chiquillo
inmediato la llave del agua fría-congelada. utilizando una lógica inequívoca.
18 19
"Es cierto. Lo había olvidado./1

con alguna mujer y tomo puntualmente las píldoras


"En su carta nos dice que no sabe cuándo terminará la correspondientes a la jornada laboral. Luego, me preci-
guerra y se rumora que Tojo aún está vivo. /1 pito al tráfico a bordo del fiel Plymouth verde que mi
La mujer suspira e inclina la cabeza. Quizá una lágrima padre me regaló hace un año, cuando aprobé el examen
asome en su rostro.
profesional de leyes.
"Bien, Ayúdame con el cierre."
El niño destraba lentamente la cremallera que culmina
en la cintura de la madre.
Y, con gran velocidad, antes de que el agua pierda su
tibieza, recurro a Alice, la mujer de mi amigo, dueña de
una corta cabellera rubia y }abfos plateados. No creo que
le import~ ser infiel sólo en esta única ocasión.
"Pero, Osear, ¿qué diría Ted?", inquiere con voz aguda
y nasal carente de convicción. Sé que se muere de ganas
por bañarse conmigo. Y estoy seguro de ello por el modo.
en que suele preguntarme si tengo hambre, cuando los
visito antes de ir con el loquero. Centenares de veces
(mientras el obeso marinero de Brooklyn con acento
irlandés está entretenido), corrijo, millones de veces, he.
visto las piernas largas y hermosas de esta muñeca sueca
de Minnesota moviéndose por toda la cocina, meneando
esas bellas nalgas frente a mí, con objeto de sacarme de
la depresión. Al menos, eso es lo que ella afirma. Pero yo
sé que, secretamente, enlomás:profundode.su ser, desea
que me apodere de s:u agraciado cuello, doblegue esos
largos y suaves brazos suyos,. y la estruje en la ducha de
forma tal que pueda mordisquear sus apetítosos y deli-
ciosos senos de carne blanca y cálida que ahora succiono
mientras el gigante moreno hace explosión.
El pinche loquero se introduce en la ducha para
decirme: "¿Se ha detenido a consíderar alguna vez qlle.
esto podría ser simplemente UDa forma de egolatrfa?"
Está tan resuelto a intimidarme que. quizá quiera que le~
pague el secado y planchado. de su abrigp de pa.00,
asargado.
"¡Por Dios!, usted elabora mejores excusas que s«. LC'.J
arrojo fuera de mi camino y comienzo, a prepararme para
entrevistar a los clientes. Termino el aseo, me doy tm.os
toques de Old Spice, rocío en la entrepierna. un po'CO~
J!iq¡W.do protector por el caso hipotético de que tropiece
20
21
Dos

ME ALEJO DE MI DEPARTAMENTO LOCALIZADO EN EL DISTRITO DE


Polk y conduzco a través del túnel situado bajo Russian
Hill hacia Broadway, donde las aceras están cubiertas de
hormigas ataviadas con prendas de Brooks Bros.,
computadoras que cargan sencillos portafolios negros y
paraguas vistosos, y que calzan viejos y queridos moca-
sines suaves para recorrer Montgomery, la calle más
opulenta de la Costa Oeste. Echo un par de vistazos a los
anuncios gigantes de chicas con senos voluminosos de
silicón, Carol Dada y Astracán, quien prefirió encade-
narse al Golden Gate Bridge que abandonar a su marido;
imágenes que me llegan desde las fachadas de las tram-
pas para atraer turistas, antros que presentan bailarinas
con tetas al aire y a cuyas puertas se hallan pregoneros
filipinos gordos que arrastran a los clientes empeñados
en coger o, por lo menos, en tener una erección.
Las muchachas llevan pantalón de cuero, botas negras
y cabello largo. ¡PorDios!, ¿qué pasó con la cultura de los
cincuentas? ¿Acasono saben estas pueblerinas bobas que"\/
se encuentran en San Francisco? Las chicas solían usaJ
guantes y encantadores sombreritos de Saks. Uno daba
siempre por descontado que se pondrían lindas gorras de
terciopelo negro con una sarta de perlas adquiridas en
una tienda de calidad no inferior a la de J oseph Magnin.
Pero, ¡mírenlas hoy día! Todas quieren lucir y actuar con
tanta maldita libertad. Van de compras a Sausalito y a la
calle Grant, ahora que los beatniks han sido expulsados

23
por la policía antinarcóticos y los italíanos elegantes con
aseguro que tengo úlceras. ¿Lo entienden? En cualquier
dinero rápido. Nunca me identifiqué con aquellos
caso, yo no me culpo a mí mismo.
borrachines de rostro encarnado, ¡válgame Dios! Mi
Subo el volumen del radio a todo lo que da ... "It' s Sgt.
superioridad se basaba en el mero hecho de que yo podía
beber más Red Mountain que ellos. Pepper' s Lonely Hearts Club Band". Los muchachos han
conseguido finalmente un triunfador. Sin embargo, no
-..y Hablo como historiador, como cronista avinagrado.
puedo distinguir la letra en medio del ruido de las
Las remembranzas no me inspiran ningún cariño. Allen
bocinas, los patinazos, la histeria colectiva y mi barriga
Ginsberg y todas aquellas cafeterías con guitarristas de
repleta de gases. Me pregunto si se trata de un problema
aspecto hambriento nunca significaron nada para mí.
lingüístico o auditivo. Pero, ¿cómo podría comprenderse
Ellos jamás tomaron con seriedad el acto de beber; la
la letra, aunque fuera posible escucharla?
verdad es que agarraban lo que les caía. Su mala suerte
"Es puro disparaten, digo para consolarme. "Inten-
los llevó a salir corriendo y viajar con vagos como Jack
--~•.. Kerouac, para regresar algunos años después con el cionalmente expresan desatinos que suenan como poe-
sía, con objeto de que nadie pueda cuestionarlos."
cabello más largo y la pinche mariguana clavada al culo, 11
¿Sucede lo mismo cuando usted escucha una nueva
gritando "Amor y Paz y Mota". Y, como siempre, en
bancarrota. canción en español?", me pregunta el loquero.
"Maldición, no he escuchado una canción en español
No señor, yo me he concentrado en cosas tales como
desde que era niño. n
el gran reloj con números romanos ubicado en la parte 11
¿Entonces no le gusta la música mexicana?", sonsaca.
superior del Ferry Building, y en los coches y camiones
Sin embargo, ahora no tengo tiempo para discutir esa
con cascajo que zumban al cruzar el Bay Brídge, mientras
mierda racial. A lo largo de diez años de terapia, de lo
avanzo en mi confiable Plymouth, arreglado de forma tal
único que este cabrón ha querido chismear es sobre mi
que parezca un automóvil de agente antinarcóticos.
madre y mi linaje. "Sexo y raza son una y la misma
Cables, congestión y concreto, jeso es lo que importa! No
obsesión." El loquero no parece entender que las úlceras
meBay".
,vengan con esa jotería nimia de "Baghdad-by-the-
no se presentaron hasta que tuve alrededor de 18 años.
Pero, está ofuscado por la historia antigua. En realidad,
Justo en este punto, el estómago me hace recordar a los
clientes sentados en la deslucida sala de espera de la Moisés y Freud lo tienen bien cogido.
Pago el peaje a un guardia rollizo y apático. Repito en
Sociedad de Ayuda Legal, emplazada en la esquina de las
voz alta las preguntas que formularé a mi cliente por la
calles Catorce y Fruitvale, en los barrios bajos de East
tarde, cuando obtenga la anulación para la señora Willey.
Oakland. Sólo falta un cuarto para las nueve. Los clientes ya
Pospuse este caso en la medida de lo posible, pero ha
están aguardando para devorarme, tal como lo han hecho
llegado el momento de enfrentarlo. Esta pelirroja de uñas
todos y cada uno de los días de los últimos doce meses.
rosas perfectamente afiladas se presentó en mi oficina
Conduzco velozmente, pero soy muy cuidadoso. En
hace seis meses. Dijo que quería anular su matrimonio.
las dos décadas que llevo de manejar -tengo 33 años, la
No deseaba esperar un año para obtener el divorcio.
edad en que murió jesucristo->, nunca he sufrido ningún
- ¿Cuál es la prisa? ¿Quiere volverse a casar de
accidente automovilístico. Es verdad que he chocado en
tres ocasiones, pero ésos fueron sucesos de fuerza ma- inmediato?
-No, señor. Es sólo que ... bueno ... aquí Sheíla quiere
yor, como dicen los abogados. Además, estaba ebrio. Sin
que ...
duda, ninguna persona podría responsabilizarme de lo
Miré los largos dedos de Sheila, quien me sonrió.
que una sustancia extraña produce en mi cuerpo. Les
-¿Qué tiene que ver ellacon su matrimonio? -pregunté.
24
25
Las mujeres intercambiaron una mirada. Sin duda,
estaban turbadas. tumacia. Todos los casos son iguales: una serie de diez
preguntas y otra de diez respuestas, cada una de ellas
-Mire, señor Acosta ... -comenzó a hablar Sheila con
debidamente ensayada. El proceso fluye sin tropiezos.
una buena voz de tenor-. Voy a someterme a una
Los jueces no hacen otra cosa sino esperar a que plantee
intervención quirúrgica. Ya he hablado con el médico.
la última pregunta al testigo corroborador:
-Un momento. Esperen ... -dije agitando la ma-
"¿Usted vio en realidad que el señor Jones golpeara a
no-. ¿Qué relación tiene eso con la señora Willey?
la señora Jones? ¿Es eso un hecho?"
¿Acaso no es ella la que quiere divorciarse?
Una vez formulada la mentira ante la corte, el divorcio
-Bueno, ambas lo deseamos ... Yo soy su marido
-respondió Sheila. está garantizado. Así de fácil. He ganado la absoluta
totalidad de los casos por mí gestionados. Luego, la pobre
Resultó que Sheila era transexual. Explicó con gran
anciana con bastón podrá solicitar asistencia guberna-
detalle la diferencia entre un travestí y un transexual.
mental para sus hijos ... que es todo lo que ella desea en
Incluso me dejó algún material de lectura sobre el tópico. principio. No ha visto a su viejo en los últimos cinco años,
Y las cosas ya estaban arregladas para que ella se
pero el trabajador social le dijo que no podía presentar
deshiciera del pene. Hablé. con el médico, quien me
dicha solicitud de asistencia, a menos que antes conclu-
aseguró que todo era cierto. Así que hoy, primero de julio
yera el trámite del divorcio. Ya no lucho contra esta
- ) de 1967, conseguiré la anulación de ese matrimonio con
lógica del trabajador social. Cuando aprobé el examen de
fundamento en la comisión de un fraude: "Es decir, su
abogacía, intenté obedecer la ley. Pero eso ocurrió hace
señoría, que se hizo creer a la señora Harriet Willey que
doce meses. En la actualidad, me limito a plantear
se estaba casando con un hombre. Pero, ahora, este
algunas preguntas y mi secretaria se encarga del resto.
hombre no es en realidad un hombre ... no, señor,
No obstante, siempre me duele el estómago al esta-
tampoco es una mujer. Además, su señoría, la razón por
cionarme en la parte posterior del edificio pardusco que
la cual no estamos solicitando el divorcio radica en que
alberga las numerosas oficinas del Programapara los
la señora Willey es católica. Si se anula el matrimonio,
ella podrá casarse de nuevo". Pobres del Centro de Servicios de Fruitvale.\Estamos
instalados en el corazón de la zona-objetivo del Programa
Afortunadamente, sé que el juez Kassabian va a cele-
para los Pobres de Oakland, donde los llamados organi-
brar sesión a lo largo de este mes en el Departamento de
zadores y viles auxiliares en materia legal como yo
Relaciones Familiares del Tribunal Superior del Conda-
estamos ayudando a los indigentes, los oprimidos y los
do de Alameda. El magistrado tiene una mano inútil,
solitarios. Contamos con oficinas de colocaciones que
producto de la polio; además, me enteré de que su hijo
son incapaces de hallar empleos para los pobres peleles,
es uno de esos estudiantes de Berkeley que ha rehuido el
así como con programas de capacitación para la pobla-
servicio militar. Sin duda, un individuo de esta clase no
ción denominada negra y morena, la cual está bien
tendrá inconveniente en admitir una pequeña mentira.
consciente de que nunca le pagarán más de los dos
¿Qué importa que la señora Willey no sea católica? Esta
dólares por hora que puede obtener durante el adiestra-
cuestión no está sujeta a discusión. Se trata de un juicio
mientQJAyudamos incluso a personas con problemas
con sólo una parte litigante. ¿Qué más da? Nadie va a
examinar lo declarado. inmigratorios. A mexicanos que han permanecido aquí
por más tiempo que el propio LBJ. * Claro que lo hacemos
Estos asuntos irrebatibles han constituido mi especia-
lidad desde hace un año. Tengo más de un centenar de
clientes a quienes tramito el divorcio en situación de con- *N. de la t. El autor alude a Lyndon Baines Johnson, sucesor de JFK,
John Fitzgerald Kennedy.
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siempre y cuando los casos no sean muy complicados -Pero, sí tuviera dinero, no estaría tratando de coase-
porque, después de todo, no estamos especializados. Sólo guir una exoneración de obligaciones por insolvencia
somos un grupo de abogados agobiados de trabajo, -exclama la mujer en cuestión.
hipócritas e insignificantes que no sabríamos qué diablos Y también están aquellas señoras que haciendo osten-
hacer ante un caso verdadero. No me malinterpreten, tación de lágrimas y contusiones me suplican que las
tenemos motivos legítimos. Somos hombres sensatos. ayude a deshacerse de su viejo:
Únicamente sucede que no somos competentes. Carece- -Le pedí a dos abogados que me consiguieran una OIT,
mos de agallas para sacar adelante tales casos. De he-cho, pero quieren que les pague 300 dólares incluso antes de
no somos abogados, sino meros asesores legales de que se presenten ante la corte.
mujeres de edad madura. Escuchamos las historias de - ¿Acaso no le dijeron los abogados que el tribunal
éstas, por mandato del Congreso ... y porque recibimos ordenará a su marido que pague tales honoraríos? -pre-
un salario bastante bueno.
gunto a gritos, mientras mi corazón late con violencia.
Al entrar en el edificio maltrecho, las veo acomodadas -Sí señor, pero una orden de la corte no pagará la
en la fría sala de espera cuyo piso está recubierto de renta. Por favor, consígame una pequeña OIT y él dejará
linóleo. Setrata de cinco mujeres desarregladas con nariz de molestarnos, a mí y a mis hijos.
ensangrentada y ojos morados, resultantes de la borra- Ellas dominan la jerga utilizada en el tribunal de las
chera de fin de semana de su viejo. Están sentadas relaciones familiares del mismo modo en que los ex
rígidamente y fingen leer un ejemplar de Life o de Time. presidiarios conocen a fondo el derecho penal. La prime-
En este momento, sólo son clientes potenciales. Aspiran- ra vez que una vieja gorda me pidió que obtuviera una
tes. Ante todo, deben demostrar a mi entera satisfacción orr, creí que se trataba de un eufemismo de ghetto para
que no pueden pagar los servicios de un abogado priva- expresar toalla sanitaria, Mi secretaria tuvo que explicar-
do, independientemente de cuál sea su problema. Las me que ese término signífic:a orden de interdicción
pautas gubernamentales en la materia especifican con
claridad los requisitos previos a la obtención de cual-
quier asesoría legal gratuita. Si ganan más de 400 dólares
al mes para sostener a una familia de cuatro miembros,
temporal.
En eonsecuencía, cada lunes, por la mañana, como es
el caso que ahora nos. ocupa, tengo que escuchar los
-
gritos de estas señoras, cuyo cabello está todavía enma- r::.x
entonces tienen que acatar la resolución de LBJ, a saber, rañado, cuyas chichis aún cuelgan, y cuyos hijos.
deben contratar a su propio abogado.
mugrientos y felices se resbalan en el piso de linóleo.
Así, cuando nosotros, los abogados prestadores de Esta fauna provoca que sea indulgente con mi estómago
ayuda legal, no queremos manejar un caso, cuando se agrio y con el ácido que rezuma en mi pecho.
trata de un tipo de problema que no estamos acostumbra- "¿Cómo diantres esperan que pueda peasar?", suelo
dos a enfrentar, cuando la causa implica que en verdad preguntarle a mil secretaria,, quien ha pensado por mí a
tengamos que estudiar y litigar por ella, entonces deci- lo largo de estos doce meses ..Cuando el edificio está llen<i'
mos algo así como:
a toda: su capaeidad, cuando la totalidad de nuestros
-Lo siento, señora, pero nosotros no hacemos las esfuerzos están concentradQs en la lucha contra la pobre-
reglas. Yo sólo trabajo aquí. .. Comprendo que se halle en za en esta zona-ebjetíve, recurre a Pa:Wineen busca de:
bancarrota. Sin embargo, si tenemos en cuenta el salario sabiduría. Se trata de una d'tlillcedama de S7 años que.
de su marido, 'usted dispone de demasiado dinero para padece trastornos "femeninos."y se encuentra ba}oper-
ser candidata a la obtención de nuestros servicios ... manente atención médica, y que es lamujeirmás amafuie
¿Quién sigue?.
y comprensiva que haya coneeído, ct©n excepción de mil
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Güelita. Desde el primer día en que atravesé el umbral
nunca me enseñaron ni siquiera cómo interrogar a un
de este edificio, listo para enfrentar al enemigo que
testigo hostil. ¿Y acaso creen que los jueces de cabellera
nuestro presidente describió con tanta claridad en su primer
blanca salen a auxiliarnos? Mierda, ellos también son
discurso ante la Nación, justo desde el principio, ella me ha
miembros de la barra local. Nos desprecian tanto como
cuidado, ayudado, protegido y preservado contra el
todo el mundo. Somos chinches socialistas, seres incom-
verdadero trabajo, a saber, la penosa investigación, labor
petentes que no sabemos lo que es ganar con esfuerzo un
que aún no he tenido la oportunidad de iniciar.
dólar. ¡Por Dios!, damos asesoría legal gratuita.
Fue Pauline quien me consiguió un mapa donde trazó
De vez en cuando, alguno de nosotros discute, pasa al
una línea desde la esquina de las calles Catorce y
ataque. En realidad, presentamos Contestaciones a las
Fruitvale hasta la puerta de la sede del tribunal. Me dijo
Demandas, ¿se imaginan? Y los abogados privados con
dónde estacionarme, cómo llenar mi cuenta de gastos,
traje azul de seda, mocasines bien lustrados, pluma
cómo preparar la demanda de divorcio, quiénes son los
Schaeffer de oro, recaderos y servicios de mensajería a su
jueces afables, a qué oficinistas se puede solicitar favores
disposición, nos gritan, nos hacen esperar en la cola
y, lo más importante, cuáles reglas son susceptibles de
hasta que concluyen algún reclamo de seguro por medio
violación. Por si fuera poco, es ella la que aborda a los
millón y, entonces, advierten cáusticamente al comunis-
clientes potenciales: "Lo siento, querida, pero el señor
ta de la Ayuda Legal: "El andarse con rodeos no le va a
Acosta está muy ocupado para ayudarla a obtener una
servir de nada, Billy Joe".
OIT. ¿Por qué no le pide a uno de sus hermanos que hable
Siempre aluden a mis clientes por su nombre de pila.
con su marido? O bien, dígale a su esposo que me busque
-¿Para qué presentaron una contestación? El va a
la próxima vez que ande cerca de aquí. Le diré cuatro
verdades". pagar esos muebles, porque si no lo hace ...
-¿Si no lo hace qué? -pregunto calmadamente.
Lo que la mayoría de las personas no comprende en
-Lo llevaré ante la corte -responde a gritos.
relación con los abogados es que a todos ellos les aterra
-Ya lo sé. Por tal motivo presentamos una contesta-
la idea de pelear realmente entre sí. Miren, a diferencia
ción.
del divorcio no sujeto a litigio, una OIT requiere la
-Pero, ¿en qué diablos consistirá su defensa?
presencia de la parte opositora. A menos que el borrachín -Lo ignoro. Ya se me ocurrirá algo. Dispondré de un
se encuentre frente al juez, en una audiencia ante los
par de años antes de que tengamos el sumario del
tribunales, carece de sentido ordenar al beodo que se
procedimiento.
mantenga alejado de la casa y que deje de moler a palos
-A eso me refiero. Sólo le están dando largas al
a su vieja. Si lo atrapan, basta con que diga: "No sabía.
asunto.
Nadie me dijo que ya no debía volver a casa".
-Quizá. Pero tengo que hacer algo por él. ¡Por Dios!,
Así, en términos prácticos, esto significa que es muy
es mi cliente. Además, es probable que hacia la fecha en
probable que el marido se presente ante la corte con un
que debamos presentarnos ante la corte él cuente ya con
abogado privado. ¡Ajá!, acompañado de uno de esos
el dinero para liquidar el saldo.
muchachos ricos que disponen de oficinas en el centro de
Su voz cambia. Confía en mí como si fuera su her-
la ciudad, cercanas a la sede del tribunal. A ellos les
mano.
encanta dar golpes bajos a los prestadores de Ayuda
-Por favor, Acosta. Tendremos que prepararnos para el
Legal uniformados con traje azul de Macy' s y corbata
juicio. ¿Por qué quieres pasar por esa ardua experiencia?
negra. ¿Pueden imaginarme discutiendo con uno de esos
-Es mi trabajo, hombre. Me pagan para que cumpla
tipos? En la deficiente escuela nocturna donde estudié,
con él.
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Si llegara a saberse 1a mera verdad, se descubriría que
LBJ fue derrotado a causa de indívíduos como yo. Jodi- a la Chronicle que permanecen inéditas, pequeñas histo-
mos a esas firmas privadas hasta que ya no pudieron con- rias que sólo son debidamente apreciadas por los canti-
tinuar tolerando. Una vez que 1a barra organizada aban- neros, material inspirado en su totalidad por esta vista
donó a Lyndon, se acabó todo para él. Lo detestaban por fantástica. Mi blanca Olympia y yo nos hemos entregado
haberme pagado un salario. a esta labor durante varios años. Aunque no últimamen-
Hoy es lunes por la mañana. Doy un vistazo a las cinco te. Tampoco el fin de semana pasado. Me limité a yacer
mujeres. Se que vienen a solí citar una OIT. Y estoy seguro, en la cama extremadamente deteriorado, en espera de
porque salta a la vista, de que las cinco se hallan por que sonara el teléfono, recibiera una carta, un mensaje,
debajo del nivel de pobreza. Permanecen sentadas en una invitación a una fiesta ... cualquier cosa que pusiese
silencio, con el pensamiento fijo en la golpiza que les fin a la ansiedad.
propinara su marido el sábado y domingo. Tienen el aura No se trató de un fin de semana inusual. Simplemente
de verdaderas clientes. Pauline no podrá deshacerse de fue más de lo mismo. Pero el efecto acumulativo me dejó
todas ellas. ¿Y cómo seré capaz yo de inventar cinco fuera de combate. Desde hace doce meses todo lo que he
excusas seguidas? Todas se darán cuenta de mis menti- hecho es rellenarme de comida, vomitar funestos collages
ras, las cuales quedarán inevitablemente a descubierto en la taza del retrete, tragar en seco un millar de
antes del almuerzo. tranquilizantes, mirar con fijeza la caja idiota, mirarme
Sin embargo, no puedo enfrentarlas. Al menos, hoy y sentir cómo crecen las culebras dentro de mi cabeza
no. Antes de que alguien me vea, me precipito al corredor mientras espero a que giren las manecillas del reloj.
que conduce hacía el baño. Desde hace doce meses, a partir de que comencé el
El dolor estomacal, la angustia reflejada en el cuello y ejercicio del derecho, de que me convertí en abogado, en
la confusión turbulenta dentro de mi pobre cabeza, todo un hombre que habla en nombre de otros, en un asesor
ello estuvo fuera de control durante el fin de semana legal con el poder de dirigirse a los tribunales, eso es, en
recién concluido. El viernes me acosté a las 7 p.m, y un gran hombre, en una persona madura que ayuda a las
permanecí e:ntte las sábanas cálidas con los ojos fijos en que se hallan en apuros, el tiempo no ha sido otra cosa que
el Zenith azul hasta esta mañana, cuando eché fuera de la experiencia interminable que reencuentro por la ma-
la ducha al doctor Serbin. Sólo me levanté para engullir ñana tal cual la dejé la noche anterior. Ya no soy el
hamburguesas quemadas y para tambalearme hasta el matemático inteligente de la época universitaria. Solía
puesto de Wing Lee, a quien le pedí que enviara a mi tener respuestas y, en los casos en que no era así, bastaba
domicilio un chow mein de res con jitomate. el cual con consultar el libro o al profesor Blackburn en la clase
devoré con un cuarto de Pepsí, Sólo de vez en cuai:ido vi de álgebra para avanzados que impartía los miércoles por
a través del miradOr enmarcado por cortinas: die.te:rciiope~ la mañana.
lo rojo; ca:ra-cterístico de los anti:g,iws dq>artame:n11os Desde hace un año, mis únicas preocupaciones cons-
victorianos, del distriúlde .Pollc.Desde mi cama,. se puede cientes han sido el dolor estomacal, los argumentos del
divisar el Go,~ Gaite·Bríd~,. esa mem;ió1ll éllna1Ta11jada doctor Serbin y los horarios de los programas televisi-
co.n hileras diefaros amari&s, y baj.o cnyo viiemt:re rep©Sa; vos. Los sé de memoria. Puedo citar cada pinche pro-
eb agua esm'aaddli del; P'aleiJi'ko -; Esta C(l).ntempliadón ha grama de los canales 2, 4, 5, 7 y, aunque no lo crean,
com~ p-aimipamtedemii tiempo. He escrito toneladas aquéllos de la estación cultural, el canal 9. Soy la
de' frases fun:c~emes., poemas. de amor dedicados. a:mis única T. V. Guide viviente del mundo, eso es en realidad
ex novias que nunca les envié, cartas iracundas diri:gidas lo que soy.
¡Y quieren que yo los asesore!
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G
No, hoy no. En estas condiciones, soy incapaz de
"Mírela, bastardo judío, y luego vuelva a decirme que
enfrentar a esas cinco gordas solicitantes de OIT, "Pauline
todo está dentro de mi cabeza."
tendrá que habérselas con ellas", susurro mientras entro
Escupo sólo para completar la tarea. La sangre flota en-
en el baño. Con sólo verme, aumentarían las expectati-
cima del revoltijo del mismo modo en que lo hace la salsa
vas de esas pobres incautas. Las cosas les resultan ya lo
sobre los huevos escalfados Benedictine. Clavo la
suficientemente desfavorables para que encima deban
venir a implorarme. mirada en ella por largo rato. No quiero olvidarla, puesto
que se trata de la mejor prueba con que haya contado en
El doctor Serbin se apiña conmigo dentro del baño de
varios años. A partir de ahora, ante la pregunta de los
paredes verdes, para decirme: "¡Ah!, por supuesto, no les
amigos, podré responder cuál es la verdadera causa de
puede ofrecer ninguna vana esperanza. Después de todo,
usted es sólo un muchachito moreno mexicano". mis problemas. Estoy harto de contestarles: "Miren, son
sólo dificultades personales". ¡Por Dios!, si pudiera
No le hago caso. Cierro la puerta. Me paro frente a la
familiar taza blanca del excusado. "Dios mío, ¿por qué no tomar en este momento una foto en color, tendría la
hay aquí un teléfono?" Inclino la cabeza por tercera posibilidad de corroborar mi testimonio. Pero, ¡al dia-
ocasión en lo que va de la mañana. "Si le pudiera llamar blo!, deberán fiarse de mi palabra. Fijo para siempre esta
desde aquí, ella las despacharía. Podrían regresar maña- imagen en mi mente y sigo apresuradamente el corredor
na, día en que Burt Danziger está en servicio activo". interior que conduce a mi oficina.
Lucho, empujo el diafragma ante la negativa de mis Nadie advierte mi arribo. Tengo el corazón alborotado
tripas. Pero sólo arrojo un aire caliente y rancio ... y la bilis verdosa a flor de labios. Cierro la puerta tras de
disparos secos. Mi estómago arde con ácido, picante, mí y me sorprendo al ver que la oficina se halla en
hamburguesas de aserrín, condimentos chinos, guerras tinieblas. Pauline siempre enciende la luz, pone a funcio-
y rumores de guerras. nar la calefacción o el aire acondicionado y sirve una taza
Cierro el puño y me doy un golpe en la barriga ... ahora de café caliente poco antes de mi hora habitual de
sí desembucho. El diseño de leche cortada y huevos llegada. Después de echar una ojeada a mi enorme y
revueltos con ketchup está a la vista y parece ser la obra desordenado escritorio, sé que definitivamente algo
de un genio. Examino la composición fluida de mis anda mal. Pauline suele arreglar con antelación los
desechos y valoro su potencial artístico. Estoy seguro de documentos, colocando en el extremo derecho del mue-
que Dalí podría sacarles partido. Quizá debería escribirle. ble las carpetas de papel de Manila que contienen los
Pero esperen un momento. "¡Santo Dios, no comí expedientes por examinar durante la jornada. Y el extra-
ketchup!" vagante tarro que ella me regaló, uno con diseños chinos
Hago el esfuerzo de vomitar de nuevo. Quiero estar en color rojo, ni siquiera ha sido enjuagado, puesto que
seguro. Convencido. Y ahí la tienen otra vez. Pienso en aún conserva un dedo de café frío del viernes pasado.
la conveniencia de tomar una muestra. Tal vez podría "Pauline." La puerta que comunica ambas oficinas está
poner una o dos gotas en el frasco de píldoras que traigo cerrada.
en el bolsillo. Sin embargo, ¿para qué molestarme? Sé "¡Pauline! ", grito desesperadamente mientras alcanzo
que no es ketchup. la perilla. Abro la puerta y mi corazón que late con
"Es sangre, ¡maldita sea! Sangre, ¿me escucha?" pregun- violencia se para de sopetón ante el espectáculo de la
to a gritos al loquero. Pero, sin duda, cuando tengo en mi oficina vacía y a oscuras. No hay nada más que máquinas
poder una prueba positiva, una evidencia directa como de escribir y los grises gabinetes de archivo con toda
ésta, mi psiquiatra está ocupado con algún otro chiflado. nuestra información secreta sobre los maridos de las
mujeres-orr.
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"Pauline, ¿estás ahí?", pregunto a la vacuidad. A lo
largo de doce meses, la dama encanecida que usa medias Pero dijeron que de todos modos esperarían. Todas
elásticas a causa de las venas varicosas nunca me ha quieren conseguir una OIT.
fallado. Acostumbra ir al médico en mi día libre. Siempre -¡Maldición! [Lo sabía!
ha tomado sus vacaciones durante mi propio periodo de -¿Quiere una taza de café?
asueto. Y hoy, cuando más la necesito, está ausente. -¡Por Dios!, necesito algo más que eso -contesto
Me precipito hacia la oficina que colinda con la de ella. antes de tropezar con la puerta.
Un joven de cabello largo, estudiante de leyes de Boalt Estoy dentro de mi oficina púrpura, sentado ante el
Hall, está encargándose de mi penoso trabajo de investi- gran escritorio marrón. Con el mentón entre las manos
gación. ahuecadas, mis ojos insignificantes de cerdo inspeccio-
-¿Sabes dónde está Pauline? -pregunto abruptamente. nan las paredes tapizadas de libros, publicaciones perió-
Me mira con esos ojos suyos, lánguidos y azules. dicas y revistas de leyes, así como los pardos gabinetes
-¿Acaso no se ha enterado? de archivo que albergan las historias de mis innumera-
-¿Enterarme de qué? ¿Qué sucede? -le grito, casi bles clientes, todo ello bajo un torrente de luz blanca
reprochándole. fluorescente. Tengo el estómago revuelto y ardor en el
Cabizbajo, clava los ojos en los libros depositados pecho. Me echo a la boca un puño de Rolaids. Mi enorme
sobre el escritorio. cuerpo es un nervio colosal y tembloroso que se estreme-
- Ella ... llegó a su fin. ce dentro del traje azul marino de Macy's que mi padre
-¿Qué quieres decir? me regaló hace un año, cuando me gradué en la escuela
-Que ella murió. El sábado. De cáncer. de derecho.
-¿Cáncer? No comprendo. Ella tenía ... ella dijo que Suena el teléfono verde. De las quince líneas telefóni-
tenía trastornos femeninos -aseguro, apoyándome en el cas que hay en este lugar, es la mía la que llama. No lo
escritorio. Mi cabeza explota. Las píldoras eléctricas puedo creer. ¡Ring! "Quizá sea la señora Willey", sos-
hacen estallar la dinamita. pecho. ¡Ring, ring! Traumatizado, miro fijamente el
-El funeral va a tener lugar en el transcurso de la aparato. ¡Ring, ring, ring! Detesto ese mecanismo verde.
mañana. Fike le dejó un mensaje. Lo reto a que continúe timbrando. ¡Ring, ring, ring, ring!
. Me entrega una hoja rosa. En ella, el director de la "Muy bien, sigue haciéndolo, hijo de puta." Vuelve a
Sociedad de Ayuda Legal del Condado de Alameda, Tom sonar diez veces más y otras tantas lo desafío. Cuando
Fike, refiere el deceso de Pauline y su funeral, y sugiere por fin se calla, me doy cuenta de mi singular presencia
la cancelación de las citas en la corte programadas para en la habitación con alfombra púrpura y paredes de
hoy. Manoseo cuidadosamente el papel, confirmo la color nogal. Es la primera ocasión en toda mi vida que
autenticidad de la firma y leo el texto tres veces. me he negado a levantar el auricular de un teléfono.
-Hazme un favor -me dirijo en voz baja al estudiante Incluso he contestado llamadas telefónicas estando
de derecho-. Avisa a las mujeres que están afuera ... encima de una mujer. Siempre que tocan a la puerta,
-Ya lo hice. atiendo. Independientemente de la hora. Si me escri-
-¿Cómo? Entonces, ¿por qué siguen ahí? ben una carta o me telefonean, tengan por seguro que
-Dijeron que esperarían con el fin de saber si otro responderé. Siempre me ha preocupado la posibilidad
abogado puede ayudarlas. de que algún día me llame un locutor inteligente de la
-Pero, [los otros no vendrán hasta la tarde! -grito. radio para ofrecerme un millón de dólares y que yo no
-Lo sé. Ya les informé -responde serenamente-. conteste. Así que ésta fue mi primera vez. Yo, que soy
tan puntual, que no falté un solo día a la escuela
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primaria, que presenté todos los exámenes y asistí a
ces? ¿Acaso poseen siempre buenas razones para no
todas las citas, ahora descuelgo el teléfono y disfruto la pagar a Sears o el crédito otorgado por la Beneficencia?
indulgencia para conmigo mismo.
¿Nopueden reconocer aunque sea una sola vez en su vida
El loquero se sienta en la silla afelpada del rincón, bajo que gastan todo en alcohol? ¿Realmente esperan que yo
la cédula profesional enmarcada. Y comenta: "No se crea que una familia de cuatro miembros se sostiene con
preocupe, ya se las arreglarán sin usted". 268 dólares al mes en el mismo año en que los Beatles
"¡Ah, mierda! Usted nunca comprende nada." obtuvieron un millón? ¿Sabe LBJ que Watts se incendió en
Meto la mano en el escritorio cuya superficie está 1965?¿Que hubo disturbios en Detroit en 1966?¿Que las
cubierta con vidrio para sacar mis píldoras de reserva. Panteras Negras comenzaron a portar armas en 1967?
Conservo las capsulitas azules de Stelazine en el baño de ¿Voya evitar todo ello con la copia en papel carbón de la
mi departamento. En la recámara, cerca de la cama y el orden judicial que exige al conserje negro que se encar-
mirador, suelo guardar otro puñado de ellas. Ante la pro- gue de la manutención de sus nueve hijos? ¡Acaso hay
babilidad de que sufra un accidente en el camino, llevo alguien que en verdad crea que soy capaz de batallar con
naturalmente un frasco de Valium en la guantera del el gobernador Reagan y su Departamento de Asistencia
auto. Y, desde luego, siempre tengo ambas clases de Socialcon base en mi sofisticada máquina roja de escribir
pastillas en el bolsillo y dentro de una caja de clips en mi IBM de 567 dólares? ¿Creen que nuestra máquina Xerox
escritorio. Considero que no hay necesidad de correr salvará a Sammy del reclutamiento? ¿O que la nueva
riesgos innecesarios. Los ataques de ansiedad ocurren en colección Witkin de libros de derecho contribuirá efec-
los lugares y los horarios más extraños. tivamente a cambiar el curso de nuestra guerra contra la
Trago dos, una de cada una. Una que me levanta y otra pobreza, la leche en polvo y los sobregiros?
que me aplatana, para emparejar las cosas. El loquero Sí, a lo largo de doce meses, he visto el terror reflejado
observa y señala: "Es el mismo problema de siempre. en sus ojos, esa mirada de desesperación que sólo las
Simplemente, usted no se siente cómodo con su gran personas hambrientas muestran en la oficina de su
tamaño".
abogado. Incluso, algunas mujeres llevan recién nacidos
"¡Váyase a la chingada!" y sacan el pezón para amamantarlos justo en mis narices,
Continúa parloteando, pero ya no lo escucho. Masculla mientras tomo nota de los datos relevantes. Cuando
y refunfuña, pero permanezco sordo. terminan de contarme su triste historia, me enseñan los
Desde hace doce meses, he estado sentado ante este contratos destartalados con manchas de café. En el lapso
liso escritorio. Ha sido un año de divorcios, solicitudes en que están sentadas, suspirando y contemplando la
de OIT, embargos salariales, bancarrotas, recuperación alfombra púrpura, telefoneo a los mezquinos acreedores
de coches y muebles, desahucios y peticiones de asisten- del Crédito para la Vivienda y les informo que represento
cia. ¿Cuántas veces esas caras negras, esas piernas a la señora Sánchez, que pertenezco a la Sociedad de
morenas, esos acentos de trabajador agrícolainmigrante, Ayuda Legal.
se han parado frente a mí y visto mi máquina roja de Captan la insinuación de inmediato. Saben que dis-
escribir IBM de 567 dólares? pongo de todo el tiempo que sea necesario para tratar con
¿Quiénes son esos rostros anémicos con dientes podri- ellos. Instantáneamente, se burlan de mí por sólo haber
dos, cabellos ensortijados y bufandas alrededor de la sugerido el restablecimiento del préstamo de la señora o
barbilla, que se acomodan en mi elegante oficina púrpu- la suspensión del trámite de recuperación del inmueble.
ra equipada con todos los libros del mundo? ¿Ypor qué Al insistir, me maldicen por sólo haber señalado la
tienen docenas de niños ruidosos y aparentemente feli- imposibilidad de que la señora cumpla con los pagos
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atrasados, porque ella tuvo que utilizar ese dinero en roja de escribir IBM de 567 dólares colocada sobre el
arreglar el retrete, cuyo desbordamiento inundó el piso escritorio de caoba ... eso es algo que no puedo manejar.
de madera de las dos recámaras con que cuenta la casa Las píldoras de Valium y Stelazine empiezan a surtir
donde habitan nueve niños y tres adultos ... 11¿Por qué no efecto. El zumbido tenue en la base del cuello entra en
le pidió al arrendador que se encargara de la reparación? acción.
Bueno, porque no había pagado la renta. De todos De una pared pende el mayor trofeo. Un pergamino
modos, él quiere echarla ... ¿entonces por qué no se con una inscripción ornamental, firmada por el propio
muda? ¿Por qué no solicita a la gente de la Asistencia presidente del Tribunal Superior. Se trata del talismán
Social que le otorgue una ayuda complementaria? ... que me autoriza a aconsejar a estos seres cansados y
Bueno, miren ustedes, sucede que el trabajador social solitarios. Es el objeto que me confiere el poder de cobrar
está enojado con ella ... parece que descubrieron que ahí cheques gordos por los servicios prestados, de ser emplea-
vive un individuo y le congelaron el apoyo hasta que do en lugar de criado. He ahí el emblema de mi título:
compense la suma por ellos entregada en los dos meses Abogado y Asesor Legal. Sí, con ese número adherido a
durante los cuales ese sujeto ... no, camarada, ella no es la pared puedo dirigirme a la corte. Seré escuchado, bajo
prostituta. Resulta que el hombre en cuestión es un mandato judicial del presidente del Tribunal Superior.
primo de México, un indocumentado. ¡Correcto! Un ¿Queda claro? Puedo presentar mociones, solicitudes e
espalda mojada que no puede conseguir empleo. 11 incluso demandas, gracias a ese trozo de papel quebra-
"¿Quieren la devolución del automóvil? ... ¿Olvidarán dizo.
las mensualidades atrasadas? ... ¡Ah!, ya veo, ustedes Aun en estos momentos en que están inhumando a
venderán el coche y ella sólo deberá pagar el adeudo ... Pauline, no pienso en su muerte sino en la ofuscación de
Pero, mientras tanto, ¿cómo conseguirá esta mujer un mi mente. No soy hipócrita. Sé que en realidad no la
auto? ¿Cómo llevará a los niños a la escuela? Además, estimaba. En la Navidad de 1966, la del año pasado, ni (;).
tiene que transportar a su primo que está buscando una siquiera le compré un regalo. Nunca le expresé agrade-
colocación. Ya sé que ustedes no son trabajadores socia- cimiento, ni le dije cuánto dependía de ella ni cuánto me
les. Que el suyo no es un negocio con fines caritativos. simpatizaba. Y ya es demasiado tarde para hacerlo. No
¡Maldición! Pero mi cliente no podrá arreglárselas sin seré partícipe del llanto por la difunta, sus deudos ya
coche. ¿Se dan cuenta de que ...? ¿Hola? ¿Hola?" tendrán suficientes problemas para encima preocuparse
Me colgaron. Suelen cortar la comunicación porque por mi dolor estomacal. Y la mera verdad es que la
advierten que soy capaz de seguir suplicando toda la tar- muerte constituye un misterio para mí. Carezco de
de. Esto es lo que debo regurgitar por una hora, antes de opinión en la materia.
que la señora Sánchez salga de la oficina llevando en bra- Sólo sé que no puedo seguir adelante. Lo improbable
zos al adormecido niño de cabello negro. Pero lo malo del se ha convertido ahora en imposible. Sin la dama que
asunto es el horror que se manifiesta en el rostro de la llenaba con café mi taza y se deshacía de las mujeres-orr,
mujer cuando ruego por la vía telefónica que le concedan ya no puedo fingir que soy abogado. En este punto, debo
una prórroga. No obstante, lo que me ha provocado aclararles que soy un mero simulador. Simplemente, han
numerosas noches de insomnio, dolor en las piernas e dejado de importarme sus narices ensangrentadas.
hipersensibilidad en el cuello, lo que se ha convertido en Me levanto del escritorio y aproximo a la pared. Miro
una imagen absolutamente peor es la forma soñolienta por última vez la cédula profesional encristalada. Charlie
aunque inteligente con que ella me mira mientras hago Fisher, un artista regordete con quien trabé amistad en
la llamada, el modo en que presta atención a mi máquina Trader JJ, fabricó el marco de nogalina, después de que
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me gradué de abogado. Debido a que no aprobé el Descuelgo la cédula y le doy un beso de despedida ...
examen la primera vez que lo presenté, en el verano de La arrojo en la papelera y se inicia mi fuga.
1965, todos mis amigos esperaron con gran anticipación Marco el número telefónico del Tribunal Superior del
los resultados del segundo intento, verificado en junio de Condado de Alameda. Contesta el señor Simpson, un
1966. Se mostraron decepcionados cuando aparecí en enano de tamaño grande y cojo que me enseñó todos los
el bar exhibiendo la prueba de mi éxito. Le pedí a Sal (el trucos del Departamento de Relaciones Familiares cuan-
ladino siciliano propietario del fonducho ubicado en la do comencé a trabajar.
esquina de las calles Polk y jackson, donde había prepa- -Señor Acosta, ¿cómo está? Veo que tendrá una
rado los exámenes acompañado de jarras de cerveza de comparecencia esta tarde.
barril) que la colgara detrás de la barra, arriba de la caja -Por ese motivo estoy llamando.
registradora. Se negó a hacerlo y dijo que debería estar -¿Sucede algo malo?
orgulloso de la cédula. - Por favor, dígale al juez Kassabian que retire el caso
-¿Cuántos tipos como tú llegan a ser abogados?-pre- Willey del orden del día.
guntó con uno de esos cortos y oscuros cigarros Toscana -Claro, pero ...
entre los dientes. -No se preocupe, Fred. Es un asunto no sujeto a
-¿Qué quieres decir con eso de "como yo"? litigio. Ya se resolverá.
Cys'-- -¡Ah!, no te hagas el tonto. Sabes a qué me refiero. -Por supuesto, pero ... ¿está usted enfermo?
Mierda, tu padre te habría dado nalgadas, si hubiera visto - Yo estoy bien. Se trata de mi secretaria.
tu actitud, Ose. -¿Pauline?
-Oye, Ose, si quieres ... -intervino Charlie al tiempo -Así es. Murió esta mañana.
que me pasaba una bebida- la enmarco. Será toda una Cuelgo y marco de inmediato el número de la oficina
belleza. principal de la Sociedad de Ayuda Legal del Condado de
Y así lo hizo. El artista rechoncho de Bimidji, que aún Alameda.
se expresa con el estilo moderno característico del inicio -¿Tom? Soy yo, Óscar -anuncio a mi jefe de origen
de los años cincuenta -tanto como puede hacerlo el hijo irlandés y católico, quien creyó que me hacía un favor al
de un banquero republicano-, enmarcó gratuitamente darme mi primer empleo de abogado.
la licencia, acto que celebramos con pollo frito y costillas -Sí, hombre. ¿Recibiste mi mensaje? -pregunta con
asadas de cerdo del puesto de Wing Lee. el tono característico de los 120.rt?féretms.
Pero eso ocurrió hace mucho. Ha llegado el momento -Cancelé mis citas y comparecencias ante el tribunal.
de que revele mis sentimientos auténticos. El hombre -No lograste llegar al funeral, ¿verdad?
debe desenmascararse cabalmente, exhibir todas sus -En este momento me marcho.
.. nzas si uiere tener arte en la terdadera Ior · . -Ya concluyó todo. La sepultamos a las diez.
Lo cierto es que me importa un bledo e Juramento que -No, me marcho de la oficina.
hice al recibir el título. No vale un pito qué diga la ética -¿Qué quieres decir? ¿Deseas descansar el resto del día?
profesional. Voy a abandonar a su suerte a las 150 -No. Me largo. Dígale a Burt que tendrá que hacerse
clientes a quienes tramito el divorcio. Así de fácil. cargo de mis casos.
Simplemente, la señora Willey tendrá que buscar otro -Oye, espera un minuto ... Escucha, ¿por qué no
experto en transexuales. Mi única y máxima preocupa- vienes? ... Vamos a almorzar -su voz semeja la de una
ción será librarme de esas pinches hormigas que tengo en jovencita que ha sido plantada.
el estómago. -¿Almorzar? ¿Está usted bromeando?
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-De acuerdo, hombre -responde después de lanzar mera vez que me presenté en ese hospital, me dijeron que
una risa ahogada-. Te libero del compromiso. no estaba lo suficientemente enfermo para ser atendido
-¡Por Dios! Sólo dígale a Burt que se haga cargo. por ellos y me proporcionaron una lista con los nombres
-¡Mira, Óscar! -dice con voz de barítono, de jefe-. No de varios psiquiatras privados de San Francisco.
te puedes ir así nada más. La barra de abogados desaprueba Fui a ver en tres ocasiones al doctor Rubenstein, quien
que se abandone el trabajo como lo estás haciendo. me cobró 25 dólares por consulta y con quien malgasté
-Bueno, [que se vayan al diablo! Dígales que ya no soy todo el tiempo discutiendo el costo de sus honorarios. En
abogado. Que recojan mi cédula profesional. Está en la el otoño de 1957, regresé al Monte Sión. Esta vez les
papelera. expliqué que sentía un impulso inexplicable de asesinar
Le cuelgo. Otra "primera vez" para mí. Había tolerado a mi madre con las mismas manos gélidas con que ella
todo: que las mujeres me engañaran, que esa escoria solía pegarme cuando tenía siete años. De inmediato me
inmunda de los acreedores jodiese mi cabeza, que los enviaron con uno de sus jóvenes médicos residentes -el
brillantes abogados de Harvard o Hastings me subyuga- doctor Serbin-, al que comenté que me obsesionaba la
ran con su superioridad en materia de conocimientos. idea de pagar así nada más por el consejo de un médico.
Nunca le había colgado el teléfono a nadie hasta hoy. El me respondió que ese asunto no era cosa suya, sino
El doctor Serbin se para cerca de la estantería y apunta: de las muchachas que se encontraban escaleras abajo en
"Quizá se trate de un signo de madurez". la caja. Nunca les pagué un solo centavo.
"O de rudeza", preciso. El doctor Serbin interrumpe: "Eso ocurrió en 1958 y no
Acabo de despejar el camino, no hay moros en la costa. en 1957. Hoy día me dedico a la práctica privada".
Rápidamente, vacío el contenido de la gaveta central en "[Por Dios! Sólo considere la mención honorífica que
mi portafolios negro: lápices y plumas de punto fino, le concederán en los innumerables libros que se escriban
invitaciones de los partidos políticos, solicitudes para sobre mi persona cuando me vuelva famoso."
obtener la membrecía de la Asociación Nacional de En todo caso, él determinó en 1958 que tomara una (1)
Abogados, cartas y mensajes telefónicos de cuya existen- píldora al día. Al año siguiente, pidió al farmacéutico que
cia me entero ahora que he recuperado mi libertad, y adhiriera al frasco la leyenda: "Tómese según se requie-
siete paquetes de Juicy Fruit. (Siempre me ha preocupa- ra". En el presente, casi una década más tarde, observo
do el mal aliento. Me echo a la boca cantidades industria- una dieta regular de lo que el enorme rubio Larry
les de goma de mascar antes de hablar con los clientes y, Otterness, un psiquiatra amigo de Charlie, denomina
en ocasiones, he masticado un paquete completo en los simplemente "pastillas para locos, porque sólo las receto
minutos previos a mi participación en la corte.) a mis pacientes verdaderamente locos". Sin duda, estos
Agarro la caja de clips llena de Stelazine y la conservo doctores saben qué hacer para que uno se sienta bien. En
por un momento entre los dedos. Cuando conocí al efecto, veamos el caso del medicamento Stelazine, el más
doctor William Serbin, él era sólo un médico practicante fuerte de los que me han prescrito: cinco miligramos bas-
en el Hospital Monte Sión cercano a Divisadero, en lo tan para que se las chupe todo el día como si fuera un
que solía ser el distrito de Fillmore, donde habitaban caramelo. Y aun así me duele el estómago.
exclusivamente negros, los cuales fueron expulsados Escribo a Burt, mi calvo compañero, una nota:
para hacer campo a la población blanca, la Iglesia
católica y algunos japoneses acaudalados. Una mucha- Burt. .. Me largo. Todo lo que era mío es ahora tuyo.
cha de Saint Louis me sugirió que acudiera al Monte Sión, Te dejo esta cajita llena de ayudantes. Si permane-
con objeto de indagar si podían curar mis úlceras. La pri- ces aquí mucho tiempo, vas a necesitarlos.

44 45
Tres

SALGO DE PRISA. SIN QUE NADA NI NADIE SE INTERPONGA,


escapo hacia el tráfico. Enciendo el radio y subo el
volumen al máximo. Un órgano violento bombea un
himno religioso fantasmal. .. ¿"A Whiter Shade Of Pale"?
Estoy atrapado en la nebulosidad de las pastillas para
locos. El cantante habla sobre vírgenes santas y ruedas de
carretas que cruzan el piso. ¿Escucho en verdad la letra?
Admito que no la comprendo. Pero, ¿acaso el vocalista
está diciendo realmente tales cosas? [Carambal, quizá me
esforcé demasiado.
"Y, sin duda, habría que tener en cuenta lo de Pauline",
acota el loquero desde el asiento trasero.
"¡Ay, lárguese! Hablo en serio", le digo en el tono más
serio de que dispongo, mientras mi caja torácica perma-
nece sujeta con feroces correas. Hago un gran esfuerzo
para escuchar cada palabra de lo que la estación KYA
presenta como composición de ese profundo misterio
denominado Procol Harum. La canción me conmueve
hondamente. Me recuerda aquello de Luther: "Nuestro
Dios es una poderosa fortaleza". No puedo afirmar que
yo sea una persona religiosa, pero si consideramos los
recientes sucesos relacionados con el medicamento
Stelazine y la sangre en el retrete, supongo que ustedes
opinarán que estoy atravesando por una etapa espiritual.
Reacciono justo en el instante previo a que mi Plymouth
verde pasa zumbando cerca de un enorme poste de
concreto. En virtud de que la niebla y la llovizna de la

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bahía humedecen el ramal de Broadway, hago girar las
ruedas para evitar el patinazo. La parte trasera del auto- con la sencillez de la locura. Ingiero más whisky de alta
móvil realiza un paso de tango formando un ángulo de 90 graduación y agito la cabeza. "No es suficiente. Necesito
grados. Al reubicarme en el carril y corroborar que el algo más fuerte", digo en voz alta.
vehículo avanza normalmente, me doy cuenta de que he El doctor Serbin pregunta: "¿Quiere decir que no va
estado en trance durante cierto tiempo. No recuerdo hacia su casa a ver Tv?Usted sabe bien que Edge Of Night
haber pagado el peaje ni haber conducido a través del Bay inicia a las 2:30".
Bridge. "Mierda, ¿quién necesita la Tv?¿Acaso no advierte que
"¡Válgame Dios! ¿Qué me sucede?" estoy de parranda?"
El loquero interviene: "¿Se refiere a la autohipnosis? Deambulo por el distrito de Polk, donde las mujeres
Bueno, es muy común". · chinas con medias oscuras dan pasitos en dirección al
Desde luego, no hay nada inusual acerca de mi condi- mercado y los maricas que se contonean al andar venden
ción. Todos mis síntomas han sido exp~rimentados flores en las esquinas a las chicas ataviadas con poncho
siempre por la humanidad en su conjunto. El se niega a de lana. Recuerdo que Charlie me contó que su hermana
concederme la satisfacción de la unicidad. Miro el espejo Cynthia le había dicho que Ted Casey, el marinero obeso
retrovisor. Mis ojos emiten un destello de furia. ¡Santa de Brooklyn, se dedicaba ahora a la venta de drogas.
María, madre de Dios! Me hizo guiños. El bastardo "Justo lo que necesito", comunico a nadie, conforme
demente me hizo guiños. ¿Qué clase de mierda es ésta? conduzco a lo largo de la calle Sutter, hacia su departa-
Me detengo en la antigua licorería situada frente a City mento. Hace casi un año que no veo a Ted ni a su mujer,
Lights Bookstore, nidal de intelectuales quejumbrosos y Alice.
prófugos adolescentes devotos de la música popular en Tres años atrás, en el otoño de 1964, padecí mono-
boga. Tan pronto como regreso al coche, tomo un trago nucleosis, una afección de la sangre que tumba al
de Old Fitzgerald. Casi siempre bebo escocés; pero, enfermo durante largo periodo. Se trata de una dolencia
cuando deseo asumir con seriedad la cuestión de la estudiantil que se presenta en la época de aburrimiento,
bebida, me veo precisado a saltar hacia algo más potente, cuando no hay ningún lugar al cual ir. En el transcurso
sin pensar en la cruda inminente. El aguardiente saca a de cinco semanas, me quedé totalmente quieto en mi
relucir la verdadera naturaleza prieta de este búfalo. departamento de la calle Hyde, limitándome a contem-
Piso el pedal y atravieso rápidamente el túnel localiza- plar el Golden Gate Bridge a través del mirador. Nadie,
do bajo la colina. Tras la contemplación de los primeros ni una sola persona me visitó. Desesperado por escuchar
azulejos amarillos del subterráneo, el radio deja de fun- otra voz que no fuera la de mi psiquiatra, llamé por
cionar. Tendrían que transcurrir otros dos años para que teléfono a Charlie Fisher. Después de la cháchara acos-
Herb Caen se ganara la vida realizando el trabajo eléctri- tumbrada, me contó que su hermana Cynthia se había
co que le permitiría escuchar al interior del túnel de tres mudado a San Francisco. Que estaba harta de Minnesota
cuadras de largo la famosa y breve intervención de Russ y que había despilfarrado su fondo fiduciario en Europa.
Hodges. Así que durante el primero de julio de 1967, aún A la mañana siguiente pude levantarme al fin. Hice
tengo que sufrir junto con el resto de los desinformados. acopio de fuerzas y caminé paso a pasito -al igual que las
Al salir por la boca occidental del subterráneo, el radio señoras chinas- hasta la esquina, para comer un tazón
está rugiendo de nuevo "A Whiter Shade Of Pale". de sopa won-ton en el puesto de Wing Lee. Tras retornar
"Estoy atrapado en un maldito túnel del tiempo", a mi departamento localizado en el número 1515 de la
murmuro mientras golpeo el volante con el puño y río calle Hyde, busqué inútilmente alguna correspondencia
en mi buzón. Fue entonces cuando advertí un nuevo
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nombre en el buzón contiguo al mío: C.K. Fisher. Pocos
días antes, me pareció haber escuchado que alguien se -Si en realidad lo quieres averiguar, ¿por qué no
mudaba al edificio de departamentos. Y la inicial inter- pruebas esta pastilla?
media de Charlie era K. Pero, sin duda, se trataba de una Sentado en una silla blanda, miré las lindas tetitas y los
mera coincidencia. Charlie y su esposa, Donna, habita- ojos azules de esta peligrosa muchacha que me ofrecía
ban tres manzanas abajo, frente a Trader JJ. No obstante, una cápsula blanca. Desde luego, quería poseerla ahí
[qué diablos!, tenía una excusa para iniciar una conver- entonces. Pero se trataba de la hermana de Charlie. ¡Qué
sación; cinco semanas sin compañía afectan incluso al caray! _
más fuerte. Así que subí Ios escalones, uno a la vez, y -¿Qué es eso?-le pregunté. En aquel tiempo, todo lo
toqué a la puerta. que sabía sobre drogas podía anotarlo en el pulgar.
Una joven güera de cabello corto y ataviada con -LSD -respondió.
pantalón de mezclilla y camiseta abrió la puerta. -¿Qué efecto produce?
+-Hola. ¿Eres tú la hermana de Charlie? -pregunté -Es algo asombroso. Lo he tomado en dos ocasiones.
inocentemente. -Bueno, ¿pero qué hace?
-¿Cómo lo sabes?-indagó con el tonillo nasal carac- -Mira ... te ayuda a comprender, a ver cosas. ¡Carajo!,
terístico del Oeste Medio. debes-probarlo ... a menos que tengas miedo.
-¿De veras? Yo sólo estaba bromeando. Media hora después de que tragué la cápsula con agua
Debido a que Charlie era republicano, el hijo de un de soda, mi cuello era presa del más agudo dolor que
banquero, el poseedor de un jugoso fondo fiduciario, haya padecido. El diablo se apoderó de mi nuca y yo
un artista sin ambiciones de grandeza al que simplemen· regresé a mi quinto cumpleaños. Pedía otra cucharada de
te le gustaba pintar desnudos voluminosos y conejos helado de fresa a mi madre, quien se hallaba sentada en
rosas de rostro flagelado con la sangre chorreando de la el sitio donde antes lo había estado Cynthia. Caí al piso
mandíbula, supuse que Cynthia era tan conservadora con dos años de edad, época en que mis piernas tiernitas
como él. Cinco minutos después de que entré en su depa- se desplomaban fácilmente. Mi madre dijo que: no me
rtamento -el cual era idéntico a mi residencia de una preocupara. Entonces, me acurruqué en la antigua posi-
sola habitación, aunque carente de la panorámica de la ción fetal y clamé por el pecho materno. Mi madre se
bahía-, percibí un aroma que nunca antes había olido. limitó a argumentar: "Ya superarás esto, Óscar. Sólo no
Tenía un toque de pecado, una selvática fragancia de te resistas".
sensualidad que no podía provenir de algo comestible. Cuando ya no pude ver la luz como resultado de la
Fumé mariguana por primera vez en mi vida con oscuridad de su útero, me desprendí con sacudidas, me
Cynthia. Ella también era artista. Sin embargo, estaba arrastré hasta una nave espacial, me proyecté fuera de las
mucho más loca que Charlie. En una tarde nublada de tinieblas y le pregunté a Cynthia si quería salir a pasear.
San Francisco, mientras flotaba en la niebla de mi -¡Carajo!, Óscar. Me has tenido en tu viaje a lo largo
primera experiencia con la mota, ella me mostró dibujos de dos horas. No seas tan ególatra.
de egipcios con cuerpo de perro que se deslizaban sobre De repente, miré a mi alrededor y todo me pareció
patines de ruedas alrededor de pirámides de helado de muy natural.
chocolate. Me producía dolor de cabeza el intentar -¿Me creerías si te digo que ahora comprendo todo lo
"comprender" su arte. Quise decir algo. Pero todo lo que que hay que saber sobre el cubismo? Picasso acaba de
pude articular fue: explicármelo. Y tus dibujos son excelentes.
-¡Dios mío! ¿Qué es esto? Ella se sentó frente a mí, mientras bebimos cortésmen-
50 te el té irlandés que había preparado con canela y miel.

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Depositando los brazos sobre el sillón verde que obtuvo
del Ejército de Salvación en la calle Geary, Jackie Kennedy más de dos metros de alto que rompió todos y cada uno
me contó que había venido a la ciudad con dos amigas de de los huesos de mi mano, Hewey. Dijeron que él había
Minnesota para unirse a la religión zen en el Barrio sido alguna vez el campeón de peso pesado de Irlanda y
Japonés, pero que no había tenido la oportunidad de que solía practicar conJoe Louis. Un chaparro regordete
hacerlo porque recibió una tarjeta postal de Bob Dylan, y ceñudo con abrigo de pelo de camello adquirido en
un amigo del que fueron compañeras en la escuela. Yo no Hong Kong.
estaba muy impresionado, en virtud del ácido y de que Cynthia me informó que el nombre del tipo de menor
eh ese entonces no conocía a Dylan. Ella me mostró un estatura era Ted Casey. Desde el principio, este indivi-
cartel donde se anunciaba el concierto que el susodicho duo quiso saber quién era yo y por qué diablos consumía
ofrecería ese invierno en el Masonic Auditorium. El drogas si iba a ser abogado. No le presté mucha atención,
compositor había garabateado una nota en el anuncio, así porque estaba concentrado en el trasero de Alice, que
como una invitación para reunirse después de la sesión como hermoso barco se balanceaba al ritmo de "Like A
musical nocturna del domingo. En la posdata le decía: Rolling Stone" de Dylan. En todo caso, Ted y Hewey eran
"Marca el número que pegué arriba con cinta adhesiva. marineros de Brooklyn en espera de un navío. Las chicas
Tranquila, tontita". los habían levantado en algún bar del Embarcadero el día
Cuando me miré en el espejo de cuerpo entero adhe- anterior y, simplemente con esperar la oportunidad,
rido a la puerta de su armario, me sorprendió advertir tendría a las tres para mí solito el fin de semana.
que la droga había provocado que en mis brazos otrora Ellas prometieron llevarme sopa caliente y golosinas
lampiños creciera un vello verde y largo. para paliar la mono. Ni siquiera me despedí de los dos
-Mira, Cynth, soy el hombre lobo -bromeé. rudos, antes de regresar a mi cama a través del mirador.
Giré para ver a Teddy Roosevelt montando a caballo Tras aquella ocasión, sólo volví a fumar mariguana muy
en el Monte San Juan. "¿Es una zanahoria o un porro lo pocas veces en los tres años siguientes y juré que nunca
que llevas en la boca?", me preguntó. Volteé para obser- más volvería a convertirme en el hombre lobo verde.
var mi imagen reflejada en el espejo y me percaté de que Terminé haciendo una buena amistad con Alice y Cynthia,
el pelo verde brotaba suavemente, como una germinación pues me di cuenta de que jamás lograría parar al bastardo
de hierba. Mi cara estaba completamente cubierta de para practicar el coito con esas mujeres que me trataron
vello. No se trataba de una barba, ¡maldita sea! Quiero con tanta amabilidad durante los 30 días adicionales en
decir que todo mi cuerpo semejaba al del hombre lobo que luché contra la mono.
verde, mi viejo y querido Lon Chaney, el hijo verde de A lo largo de los dos años siguientes, me tropecé
puta que solía aterrorizarme en la película de los sábados ocasionalmente con Ted y Alice en la casa de Cynthia, y
por la noche. fue entonces cuando inicié el hábito de detenerme en el
Justo en ese punto, escuchamos que alguien tocaba a departamento de la pareja -ubicado en la calle Sutter-
la puerta. Miedo instantáneo. ¿Policías? ¿Hombres en el trayecto hacia el consultorio del doctor Serbin.
de blanco? ¿Otra guerra de la tong china? ¡Por amor de -¿Para qué diantres quieres ir a verlo?-acostumbra-
Dios!, ¿quién puede venir de visita cuando estoy a punto ba echarme en cara el gordinflón y oscuro irlandés de
de iniciar una conversación sesuda acerca del sexo con Brooklyn, quien atiesaba los músculos, sumía la barriga
Debbie Reynolds? e imitaba a Rocky Marciano-. ¿Ves esto? -preguntaba,
Una muchacha con cabello corto y rojo, Mary. Una mientras se agarraba del pene y ponía tirante la bragadura.
rubia con hermosas piernas largas, Alice. Un gorila de -Oye, Ted ... -solía intervenir Alice-. Vas a arrugar
el pantalón y acabo de recogerlo de la tintorería..
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Siempre hablaban con exasperación. Mientras perma-
tiempo a la cita con el doctor Serbin, no profundizamos
necía sentado y sufría las pinches consecuencias de mi
en el asunto. Al cabo de tres semanas, Charlie me contó
anticipada visita al loquero, ellos discutían sobre asuntos
que Ted le había dicho que me castraría si me atrevía a
importantes, tales como la causa de que él no hubiera
regresar a su casa alguna vez; en consecuencia, no los
sacado la basura o el motivo de que ella tuviese que
volví a ver. Ahora, visito en ocasiones a Alice, cuando
asistir a un curso nocturno en la Estatal de S.F. Y cada vez
que exponía a Ted el argumento por plantear al doctor estoy en la ducha.
Serbin, él lo mejoraba con una pequeña historia referida
a una vieja que se había cogido en Hong Kong, Bangkok
Toco una y otra vez el timbre del departamento de Ted
o Tokio. El hombre de Brooklyn conocía el mundo, ¿y
Casey, pero nadie responde. Quizá el monstruo obeso
qué chingado sentido tenía acudir a la universidad y
sepa que soy yo y, por tal motivo, no quiera abrir la
obtener títulos de idiotas que nunca habían visto a una
puerta. Justo ahora que necesito hablar con alguien,
mujer que se metiera una botella de sake en la concha?
intercambiar ideas, recibir un poco de eso que llaman
Simplemente se rió cuando le manifesté mi simpatía por
retroalimentación, justo ahora que necesito que me
JFK. Y en la ocasión que traté de explicarle que en realidad
aconsejen cuál es la mejor forma de librarme del loquero
no quería ser abogado, que asistía a la escuela de leyes
y este desgraciado no abre la puerta. ¡Aldiablo! De todas
sólo para poder obtener un mejor empleo que el que tenía
maneras, puedo hacerla sin drogas. ¿Quién te necesita,
como mensajero en el S.F. Examiner, se limitó a abando-
Ted Casey? Si en realidad quieres saber la verdad, te diré
nar la habitación. En resumen, a Ted no le interesaba la
que respeto a Alice. Pero, sin duda, un irlandés como tú
vida de nadie. Y mucho menos los apuros de un Búfalo
Prieto que le insinuaba el secreto y ardiente deseo que sentía no lo entendería.
Hacia el momento en que llego al refinado consultorio
por su mujer mientras él navegaba en Bangkok.
rosa del psiquiatra, he dado fin a medio litro de Old
Un año antes de que vomitara sangre en el retrete, le
Fitzgerald. Sé que está ocupado con otro paciente. Se
pregunté a Ted si en verdad le resultaban indiferentes las
aventuras que Alice pudiera tener. trata de un médico exitoso, pero no me importa. Voy a
poner las cosas en su lugar. De todos modos, no tiene
-Claro, hombre. Siempre que no se meta conmigo,
recepcionista. Sólo hay una alfombra roja y flores de
ella es libre de hacer lo que se le antoje -respondió con
plástico en la sala de espera. Me importan un comino
esa forma fanfarrona de hablar característica del irlandés
esas malditas revistas, porque no pienso esperar.
de Brooklyn, escupiendo las palabras como si tuviera
que adecuarse a un marcador de tiempo. Toco a la puerta. Me pregunto qué aspecto tiene su
paciente. En los diez años que llevo de venir a este lugar,
-¿Estás tratando de decirme que no te importaría que
nunca he hablado con nadie, excepción hecha del doctor
yo me acostara con tu mujer? -le solté. Desde luego,
Serbin, ni en la sala de espera ni en el resto del edificio
sabía que él estaba mintiendo. Mierda, si alguien llegara
que alberga a otros cuatro pinches psiquiatras. Lenta-
a joder con la mía [en el caso hipotético de que tuviese
mente, la puerta se entreabre. Sólo quedan a la vista el
una), le cortaría de inmediato la garganta al cabrón.
rostro enjuto y el abrigo de paño asargado. Me estiro para
-¿Tú? Por supuesto, Ose. Si ella así lo quiere. Serías
mi invitado de honor. tratar de mirar más allá de él, de avistar brevemente la
forma en que luce otro chiflado en su maldito diván.
- Ya lo hicimos -dije después de sonreír con mi mejor
aspecto cortés a la Joe Cool. -He venido a despedirme -anuncio.
- En este momento, estoy ocupado con otra persona
Sólo reímos. Como debía apresurarme para llegar a
-contesta con un tono supertranquilo.
54
M
-Lo imaginaba. Sólo quiero decirle adiós.
-¿Puede regresar en unas dos horas?
Este tipo es de verdadera buena clase. Nada le hace Cuatro
perder el control. Cuando experimenté dos colapsos
nerviosos y fui internado en un manicomio del Condado
General de S.F.,localizadoen Potrero, ni siquiera enton-
ces pestañeó.
-¿Dos horas? Ni madres. Sóloquiero que sepa que a
partir de ahora abandono abrupta y completamente toda
forma de dependencia -aclaro, mientras mi cabeza está
a punto de despegar del cuello.
-Mire, señor Acosta, ¿por qué no se sienta a esperar-
me en el vestíbulo? Podré charlar con usted en... media
hora.
Ahí me tienen: exhalando whisky y con los ojos ESTABA MUY BORRACHO E INDISCUTIBLEMENTE ENLOQUECIDO
enrojecidos, pero todo lo que quiere hacer este bastardo cuando llegué a Trader JJ. Limitadoal norte por Russian
alto y delgado es hablar. Hill y al este por Nob Hill, JJ quedó atrapado entre, por
Agito la cabeza y le digo: una parte, la expansión china y, por la otra, la liberación
-Sólo quería... ¡Ala chingada! gay. De continuo, los chinos y los maricas aportaban su
Doy la vuelta y camino alejándome de él. Al cabo de opinión en nuestro refugio; pero, gracias a los esfuerzos
diez años, le doy la espalda a ese judío obsesionado por realizados por los intelectuales irredimibles, artistas
la historia antigua. Me introduzco en el automóvil. No excéntricos, ingenierospocosentimentales, poetas insig-
puedo controlarme. La risa de la locura aprieta en mi nificantes, escritores inéditos, abogados ebrios y bohe-
garganta. Las lágrimas escurren por mis gruesas meji- mios de todo tipo, logramos que nuestro antro se mantu-
llas; su humedad es cálida. Un fantasma se estremece en viera libre de cualquier injerencia ideológica. A lo largo
mi espalda. No obstante, me siento bien. Me lo quito de de la década de los sesenta, y no obstante los ataques
encima y bebo otro trago del endemoniado licor. Yanada provenientes de los misioneros de los Testigosde Jehová
podrá detenerme. He pagadotodas mis deudas y cumpli- y de los organizadores clandestinos del movimiento de
1
¡
1 / do con todos mis deberes. Ahora sólo queda la alegría de
la demencia. Otro indio salvaje que corre destruyendo
los Derechos Civiles,luchamos enérgicamentecontra los
buhoneros de la ansiedad, esos malhechores con caspa
frenéticamente todo lo que encuentra a su paso. que arribaban a la guarida, pedían una jarra de cerveza
,,,) de barril y comenzaban .a recitar sus votos de lealtad
hacia cuestiones que a nosotros nos importaban un
comino.
JJ era el único bar de San Francisco donde el cliente
podía mojarse el pantalón y cargar el consumo a su
cuenta, sin que por ello se le dejara de servir más licor.
La única regla de la casa consistía en no molestar ni al
dueño, Sal, ni al cantinero, Don. Si uno quería formar
parte de la tertulia íntima, entonces era menester com-
partir con ellos los secretos sórdidos y permitirles el
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57
desempeño del papel de segundo de a bordo con cuales-
quiera extraños con los que uno trabara amistad en el -¿Lana? Osca, ¿tú quieres lana? -preguntó a gritos,
mesón verde y deslustroso. Habiendo sido escondrijo de con el timbre de Billie Holiday, la bateadora ambidiestra
contrabandistas de bebidas alcohólicas antes del incen- de origen judío llamada María. Hasta donde podíamos
dio de 1906, el bar más antiguo de la ciudad del pecado recordar, ella había vivido con exactamente 25 dólares
equipado con reservados para los negocios de Shangai, por semana. Se negaba de modo absoluto a hacer otra
aún funcionaba cuando fui a despedirme el primero de cosa que pintar primitivos absurdos fantásticamente
julio de 1967. sencillos y, en ocasiones, prostituirse con cualesquiera
Había ingerido otro medio litro de Old Fitzgerald extraños (hombres o mujeres) con los cuales tropezara
mientras empacaba mis escasas pertenencias. Con gran por casualidad. En consecuencia, resultaba inconcebible
cuidado envolví la colección de Dylan, quien era en esa para esta judía del Bronx que una persona que ganara 850
época el único músico que, en mi opinión, valía la pena dólares al mes tuviese que solicitar crédito.
escuchar; los libros de pasta sobre cálculo, álgebra -¡No me digas! -comentó el viejo y mantecoso
avanzada y relatividad, y los gruesos tratados referidos a Ricks-. ¿Conseguiste una panocha?
temas tales como los bienes patrimoniales, los artículos Se aproximó y me rondó con sus nefastas y habituales
para entrega futura, el derecho penal y los testimonios. muecas de curiosidad, con la calva apenas inclinada para
Debido a que dejé de leer ficción a fines de los cincuen- mostrar preocupación. Él quería ser el socio criminal de
tas, por considerar que dicha actividad constituía una todo el mundo. Gorreaba bebidas profesionalmente, con
pérdida de tiempo, y a que había estado bastante quebra- clase, mientras escuchaba los problemas de la clientela
do para comprar ropa, todas mis posesiones valiosas en aquellos días en que no trabajaba como extra de la
cupieron en una sola cargade carro, la cual llevé a JJ con el Compañía de Opera de S.F.
fin de almacenarla ahí hasta que continuara el viaje. -¿Y quién les está pidiendo su opinión? -pregunté
Don, el joven pelirrojo de corta estatura que solía con un rugido-. Ya saben que no soy de esa clase de
calzar tenis blancos atendía a la clientela. Constantemen- individuos a quienes les gusta que sus problemas perso-
te se rascaba los huevos, acto que atribuía a lo que él nales estén en boca de una chusma de borrachos.
llamaba "achaque nervioso". Lo llamé desde el rincón Todos soltaron la carcajada, puesto que conocían mi
localizado frente a la enorme caja de fierro donde peor defecto: la compulsión a contarle a todo el mundo,
acostumbraba sentarme y le dije al oído: incluyendo a toda clase de extraños, la historia de mi
-Quiero 100 a mi cuenta y que me permitas guardar vida.
estos cachivaches en la bodega. -¿Panocha? -preguntó entusiasmada la Billie Holiday
-Coloca las cosas en el sótano, junto a las demás de cabello negro-. ¿Y qué haría Osca con una panocha,
mierdas. Pero no puedo autorizarte tanta lana. Salllegará en el supuesto de que pudiera obtenerla? -finalizó la
a las ocho -sostuvo con su habitual ronquera. obscenidad con una risa estrepitosa, característica de las
-¡Carajo!, no puedo esperar. pirujas ebrias del Bronx que son demasiado viejas para
-¿Escucharon? -preguntó a los contertulios. llamar la atención de otro modo.
Yaestaba bien entrada la tarde. Para esos desempleados María sabía exactamente cómo privarme de una im-
detestables, la hora del aperitivo había comenzado al portancia exagerada. La noche que la conocí enJJ, yo era
mediodía, cuando Don abrió el establecimiento. Carecía un cliente nuevo del bar. Ella estaba acompañada de una
de sentido seguir la parranda con ellos, porque sólo lesbiana pelirroja con hermoso trasero. Un enorme y
estaban bebiendo cerveza de barril antes de ir a coger. grueso sargento ataviado con el uniforme azul de la
Marina se aproximó para preguntarme si deseaba ayu-
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darlo con las dos hembras que acababa de levantar. -¿Saber? ¿Saber qué?
Desde luego, casi reventé el pantalón al apresurarlas a Tuve que improvisar, mientras mi pequeño miembro
abordar su automóvil. Nos detuvimos frente a una fláccido flotaba entre la espuma del jabón.
licorería y María le pidió dinero para adquirir el alcohol -No me gusta hablar de ello... sufrí un accidente.
que consumiríamos en su departamento. Luego, la peli- -¡Carajo!, Osca, no me vengas con ese viejo truco.
rroja le sacó otra lana para comprar comida china. María -Pero, en mi caso... ¡mira! -le señalé mi pene
le dijo que esperara en el coche, mientras yo la acompa- marchito-. Pongo a Dios por testigo de que esta cosa no
ñaba. Y el pobre lelo se quedó ahí sentado con su se ha parado en los últimos diez años.
uniforme azul como niño explorador. En lugar de dirigir- -Estás mintiendo -dijo sin convicción.
nos hacia la licorería, María me metió a una cabina En consecuencia, nunca fuimos a la cama. Al menos
telefónica y me dijo: "Mira, hombre. Estoy quebrada. no en la forma en que lo hacen los amantes. Me acurru-
Vamos a huir de estas chinches". qué sobre su colcha negra, bajo el óleo rojo de 10 x 15,
Así que terminamos en su estudio subterráneo, loca- tal como lo volví a hacer muchas veces a partir de ese
lizado bajo la lavandería china situada en el mismo entonces. María se convirtió en una de las numerosas
edificio donde habitaba Charlie Fisher. Preparó una amigas que siempre mantuve cerca de mí para que me
excelente sopa minestrone y descorchó un espeso tinto, protegieran contra la niebla de Frisco y la impotencia. ,
mientras yo echaba una ojeada a la original morada pop, Jamás tuve relaciones sexuales con ellas, sólo necesitaba"
antes de que el mundo se enterara de que las latas de sopa que me escucharan.
Campbell's y las tiras cómicas de Dick Tracy eran arte. Un par de años más tarde, cuando experimenté el
Ella pintaba óleos de flores pueriles, hacía collages de primer colapso nervioso de gravedad, ella me llevó al
muñecas de plástico consumidas por el fuego y colocadas Hospital General de S.F., se acomodó en la sala de espera
dentro de jaulas metálicas, tenía en la cocina carteles de y jeringó al personal hasta que fui recibido con los brazos
Peter Lorre y Sidney Greenstreet, y en el baño una serie abiertos por un periodo de observación de tres días. La
de dibujos que ilustraban las doce formas óptimas de primera noche que permanecí internado, me despertó un
hacer el amor. Desde el momento en que entramos en el joven puertorriqueño que arrastraba las pantuflas a las
departamento, comenzó a actuar como una madre judía. 3 a.m. cantando: "Oh, mama, can this really be the end?
Me llamó "querido" e hizo que me quitara el abrigo. To be stuck inside a movile with the Memphis blues
Quería que me sintiera cómodo. again". * Quedé tan impresionado con la estrofa entonada
Cuando terminé de vomitar en el retrete, decidí bañar- por el muchacho que la anoté en un pedazo de Kleenex.
me. Era cerca de las 3 a.m. y llevaba casi 24 horas sin Tiempo después, cuando la escuché en boca de Dylan, * *
bañarme. Llené la tina y, después de haberme enjabona- pensé que éste se la había fusilado de aquel negro demen-
do, me quedé dormido. te de cabello ensortijado. Pues bien, la noche en cuestión,
-¡Hijo de puta! -gritó y yo desperté. Estaba frente a cantó la estrofa una y otra vez hasta que todo el pabellón
mí con una expresión llena de rabia-. [Maldito cabrón! comenzó a perder el control. A la mañana siguiente, le
-¿Qué sucede? -pregunté, mientras me frotaba los
ojos. *N. de la t. "¡Ay!, mamá, ¿puede ser esto realmente el fin? Estar
-¡Infeliz! Tú aquí dormido y yo esperándote en la atrapado dentro de un móvil con el blues de Memphis otra vez."
cama. • *N. de la t. El autor hace un juego de palabras con base en la letra
de una de las canciones del disco Blonde on Blonde, donde Dylan dice
-¿En la cama?... [Dios Santo!, María, lo siento ... creí "to be stuck inside of Mobile", esto es, "estar enterrado en Mobile",
que ya sabías.
aludiendo a una pequeña ciudad de Alabama.
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dije al doctor que yo consideraba que ya estaba listo para
volver a casa. Pero, quizá con el único objetivo de darme -¿Te das cuenta de lo que provocaste, maldito enano?
una lección, él hizo que permaneciera ahí dos días, al - le grité a Don.
cabo de los cuales María me recogió para ir a Sausalito, -¿Quién? ¿Yo?-sonrió con su desagradable aspecto
donde nos emborrachamos en el No Name Bar con esas aniñado, abriendo y cerrando repetidamente los ojos
amigas homosexuales suyas. verdes.
Después de ese incidente, María nunca volvió a moles- -Sí, tú. Sabes bien cómo divulgar secretos entre estos
tarme; le bastó con contar a toda la clientela del JI el borrachines.
chisme de mi pito inerte. -¿Qué sucede, O? -preguntó Ricks, asumiendo su
mejor pose de conspirador-. No me digas que estás
viendo ... ¡ajá!, eres un pícaro mañoso -susurró.
-Mierda, Osca no ha tenido una panocha desde que lo Se trataba de un buen masoquista calvo en búsqueda
abandonó una chica llamada Mac-a-quién sabe -dijo permanente de afecto. Incluso tenía nombres privados
María clavándome los ojos. Mi corazón se desplomó para todos los clientes. Yo había planeado acabar de una
hasta el estómago lleno de gases. Mencionó lo que no vez con esa situación. Sabía que en cuanto mis amigos
debe mencionarse: june MacAdoo. La mujer de Frisco tuvieran conocimientode mi trauma, sedeprimirían el resto
que me había dejado a mi suerte un año antes. del día. Yyo no tenía ánimos para experimentar connuestro
-Bueno, si obtuvo una, es probable que te la haya tipo peculiar de terapia, la escuela JJ de atacar y vencer
vendido a ti, vieja zorra -salió José en mi defensa. Alto cuando el enemigo está arruinado, siendola especialidadde
y con el rostro cubierto de granos, este individuo era un la casa el añadir ofensa al daño siempre que resultara
místico de proporciones clásicas, un marica mexicano posible. Le respondí a Ricks negando con la cabeza.
que nunca se recobró del desengaño sufrido el día que -Es tu culpa, hispano estúpido -se acercó Don-. No
descubrió a su madre con un hombre en el viñedo de eres tan tonto como para ignorar que no debes molestar-
Salinas, donde había sido instruido en la religión católi- me cuando estoy resolviendo un crucigrama.
ca. A pesar de que el distrito de Polk estaba repleto de Me harté. Dejé de preocuparme. Cuando María men-
afeminados, marimachos y jotos, José Ramón Lerma era cionó ese nombre, creí por un momento que estaba
uno de los pocos homosexuales tolerados en ]J. Y esto no perdido. Nadie hablaba sobre June MacAdoo en presen-
sólo se debía a que había aprendido a contener sus cia mía. José me la había presentado la semana anterior
instintos, sino también a que era el único artista, del a la realización de mi primer examen de abogacía, es
montón de heroinómanos, que había sido discípulo de decir, en agosto de 1965. Lostres jugamos billar en la sala
jack Jefferson en el Instituto de Artes de S.F. Además, trasera de JJ. La acompañé a su casa y permanecí ahí a lo
este último había afirmado que se trataba de un artista largo de los tres meses siguientes. Ella era dueña de unas
destinado a la grandeza, aunque con el riesgo de frustrar- piernas esbeltas y unas nalgas firmes aunque informes.
se en el camino. En consecuencia, le otorgamos nuestra Sus senos eran pequeños. Su cabello, ralo-negro-corto,
casta compañía heterosexual. Sin la recomendación de parecía el de un paje. Y tenía nariz respingada. No
Jack, quizá lo habríamos dejado morir de inanición; pero, obstante, esa muchacha rumana de Carolina del Sur fue
en cambio, muchos de nosotros le convidábamos una la jovencita más bonita que yo haya amado y mi única
cerveza y un trozo de embutido polaco, cuando llegaba al aventura seria de los sesentas.
bar con el pantalón de pana y los toscos zapatos mancha- Una mañana de la semana anterior a la notificación del
dos de pintura y, como siempre, en bancarrota. resultado del examen, me dijo que ya no me quería.
Como habíamos vivido en su departamento ubicado en
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la esquina de las calles Polk y Bay, a dos cuadras de The
Buena Vista, desde aquella noche en que jugamos billar, un sobre pequeño de la Junta de Abogados Examinadores.
no le di importancia al comentario precedido por el Nuestros maestros de la Escuela de Leyes de San Francis-
derramamiento de té japonés en la cama. co, la más antigua institución nocturna de enseñanza del
-Ignoro por qué, pero he perdido el amor que sentía derecho a nivel estatal, nos habían asegurado que en el
por ti. caso de aprobar, nos enviarían un sobre grande de papel
-Pues no lo hiciste mal anoche -comenté con una de Manila con la solicitud para ingresar a la barra y que,
amplia sonrisa. en el caso de reprobar, nos harían llegar un sobre
-Ya lo sé, querido. Pero esta mañana dejé de amarte. pequeño de color oscuro con la calificación insuficiente.
Después de desayunar huevos tibios en el piso de Fallé por menos de un solo punto porcentual.
madera de la cocina pintada de amarillo y anaranjado, le Lloré como bebé a lo largo de tres horas y me mudé a
di un beso de despedida y ella salió con rumbo a The City la mañana siguiente, después de que [une me hubo
Of París, donde laboraba como cajera auxiliar. Por mi prestado 100dólares. Jamás la volví a ver. Luego, aparecí
parte, llevaba tres meses emborrachándome diariamen- en el consultorio del doctor Serbin, tras una ausencia de
te en JI, en espera del resultado del examen. Supuse que dos años, me puse a estudiar como endemoniado durante
si ella me había aguantado todo este tiempo, doblando los tres meses siguientes y presenté de nuevo el examen.
sus delgadas y cálidas piernas alrededor de mi cuerpo Al aprobarlo, en junio de 1966, las cosas habían cambia-
desnudo mientras escuchábamos en la KFRc las anécdotas do. El daño ya estaba hecho. No pude superar lo de June.
de la infancia de Gene Shepherd, la verdadera causa por
la cual ella no había querido hacer el amor esa mañana
antes de irse al trabajo residía en que yo no había fijado Salíy comencé a arrastrar hacia el sótano las cajas de car- '-
la fecha de nuestra boda. tón que contenían mis libros y discos. A lo largo de una
Le dije en numerosas ocasiones que definitivam~nte docena de años, durante los cuales asistí al bachillerato
quería casarme con ella. Que la amaba como si fuera mi y la escuela de leyes, no pude deshacerme del material
esposa. Ella nunca respondía. En cambio, me hablaba impreso o escrito que de algún modo me concernía.
sobre su abuela judía, la cual se moriría si se enteraba de Conservé todos mis libros de texto, exámenes, califica-
que estaba viviendo en pecado con un samoano como yo. ciones, horarios de clases, anuncios de eventos, poemas
Ni una sola vez me dijo que me quisiera y jamás abordó áridos anotados en trozos de papel y cualquier otra
el tema de la boda. Sin embargo, creí que lo que en parafernalia que diera cuenta de mí. Quería asegurarme
realidad la estaba molestando en el fondo era mi omisión de que mis biógrafos dispusiesen de todos los datos
en materia de establecimiento preciso de la fecha. necesarios para elaborar un informe completo.
"Mierda, voy a comprarle el anillo el día que me Tanto Ricks como José se ofrecieron a ayudarme a
notifiquen el resultado", dije a gritos tras dar un trago a cargar las cajas. Pero no acepté su auxilio, porque estaba
mi primera bebida del día, suceso que tuvo lugar hacia quebrado y me resultaba imposible devolverles el favor.
las 10 a.m. Estaba totalmente seguro de que aprobaría el Cuando terminé, sudaba copiosamente y mi cara estaba
examen. En toda mi vida, nunca había fallado en ninguna cubierta de polvo. Una vez de vuelta escaleras arriba, la
prueba. Me gustaba estudiar. Y tenía tanta confianza en pandilla se hallaba amontonada en un rincón del bar y
mí mismo que ni siquiera asistí al curso de repaso. expresaba comentarios elogiosos sobre un animal verde
Por supuesto, eso provocó mi ruina. La semana poste- transportado en una jaula por Donna, la esposa de un ex
rior al día en que J une me dijo que ya no me amaba, recibí tripulante delEnola Gay, yRussel Tansey, el amante más
reciente de la mujer.
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-¿Lo van a amamantar? -preguntó María.
-No vamos a hacer caso de ninguna de tus desagrada- Surtió efecto. De inmediato, bebí a tragantadas dos
bles insolencias -respondió el abogado Russel advir- vasos de cerveza. La vi venir. No había error posible en
tiendo con el dedo índice-. ¿Y tú cómo estás? -indagó cuanto al lugar al cual conducía todo ello. Ya había
volteando hacia donde yo estaba parado. atravesado antes por esa locura. En incontables ocasio-
Lo saludé con la cabeza, sonreí y, aprovechando la nes, la había visto desarrollarse, tal como estaba ocu-
oportunidad, pedí una jarra de cerveza de barril. rriendo en aquel momento. A pesar de las pastillas, el
-Me estoy dirigiendo a ti, asesor legal. whisky y la cerveza, podía reconocer los síntomas.
Advertí que no se podía huir del manto de la ley. Madeja Verde constituía sólo una advertencia.
Russelera un egresadode Hastings,lainternacionalmente -Osear, ven acá un minuto -dispuso Russel-. Me
famosa escuela de derecho que contrataba de manera enteré de que te vas, ¿es cierto? -preguntó el colega de
exclusiva a expertos seniles que dictaban cátedra a mayor antigüedad.
aquellos que no contaban con suficientes recursos eco- Así que ya se sabía. Sin duda, el pequeño pelmazo
nómicos para asistir a una universidad de verdadera pelirrojo que trabajaba como cantinero les había conta-
buena clase, como Harvard o Yale. Así pues, los de do. Todo el mundo dejó de beber y esperó mi respuesta.
Hastings sacaban a relucir su complejo de inferioridad Y la borrachera tampoco me favorecía. Mi estómago
con tipos como yo, quienes habíamos estudiado en gruñía y mis extremidadeseran consumidaspor el fuego.
colegios nocturnos insignificantes, como la Escuela de -Mira ... Estoya punto de abandonar esta ciudad... Te
Leyesde S.F.,sita en la esquina de las calles Post y Polk. la dejo para ti solito.
Él ya se había graduado cuando yo era apenas un alumno Entonces reinó el silencio más absoluto. Se podía oír
de segundo año y nunca se acostumbró a la idea de que el zumbido del ventilador colocado sobre la rocola.
yo, también, me convertí en abogado. -¡Qué gran noticia! -exclamó María.
-¿Qué bestia salvaje traes ahí, Tansey? Resurgió el ruido. No importaba cuán atroces fueran
-Se trata, mi querido amigo, de una iguana. tus perspectivas, puesto que siempre podías contar con
-Óscar, te presento a Madeja Verde -dijo Donna esa lesbiana para animarte.
aproximando el monstruo a mi cara. Lalagartijade 20 cm -Sí, ¡qué gran noticia! -repetí antes de tomar de
de largo, que con el tiempo se volvería la mascota de golpe otro vaso de cerveza.
Trader ]], me miró con sus ojos negros y serpentinos. -No pudiste aguantar la presión, ¿verdad?Te dije que
Hice una atenta inclinación de cabeza. debías haber estudiado en Hastings -añadió Russel.
-¿Por qué eres tan mala, Donna? ¿Por qué tienes -¡Qué vil eres, Tansey! -salió en mi defensa José-.
encerrada a esa desdichada? -preguntó José, quien se Tú no eres sino una ramera de clase media -concluyó el
tambaleaba y debía apoyarse en algopara mantenerse en único paisano que conocía en San Francisco, quien no
pie. veía con buenos ojos el nuevo empleo de Russel. Este
La damita de sombrero redondo y sin alas, confeccio- último acababa de ser contratado en la oficina del fiscal
nado conpiel de leopardo, frunció los labios. Susmejillas del distritojudicial, ubicada en Richmond,al otro lado de
empolvadas destacaban el par de ojos verdes y rabiosos. la Bahía.
-No permitiré que pongas tus manos inmundas en Llevé la jarra a mi boca y engullí el líquido restante,
ella -le gritó, tras depositar los puños en las caderas. equivalente a otros dos vasos, sin hacer ninguna pausa.
Ricks palmeó la espalda de José. No hay humano capaz de vencerme en la audacia de
- Y eso va también para ti, cuate -me ordenó Russel. beber de un solo trago. Arrojé un enorme eructo que
detonó en el bar.
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-¡Llénala de nuevo, sinvergüenza! -ordené a Don y
corrí hacia el baño, donde vomité un tonel de espuma. y zapatos cómodos paseaban tomados del brazo y dando
Oscuras manchas de sangre hacían efervescencia con el cabriolas. Jovencitas chinas de cabello largo con medias
caldo de cebada fermentada. Ya no importaba. oscuras acarreaban a la Ernie' s Delicatessen recipientes
Parado frente al mingitorio próximo al lavabo, podía metálicos con pan de soya, pato asado a la parrilla,
mirarme en el espejo: el Hombre de Cro-Magnon visto de requesón y arroz cocido al vapor. Los alumnos del
perfil. El animal descubierto en los yacimientos hulleros Instituto de Artes, los dibujantes del Colegio Heald y los
era mi abuelo. Los bastardos tenían que hacer mención estudiantes de la Escuela de Leyes de S.F. deambulaban
de mi irlandesita querida. Al cabo de seis meses de en despreocupado abandono, sin dificultades, acompa-
trabajo riguroso con el doctor Serbin, ya no lloraba ñados de mujeres hermosas con chinelas rojas. Llevaban
pensando en ella hasta quedarme dormido. Incluso, artículos de cuero, abalorios, libros, pipas y montones de
había llegado al punto en que ya no fantaseaba con la idea cabello sobre sus rostros interesantes. De noche, la calle
de apuñalarla con un cuchillo de carnicero, mientras ella Polk siempre era Nochebuena para los hombres solita-
suplicaba que la perdonara. Pero, ¡caramba!, pensaba en rios como yo.
1 '
el momento en que salían las últimas gotas de mi plátano Por tercera vez en el día oí los acordes de "A Whiter
1
blando, al menos me había quitado de encima a las Shade Of Pale", provenientes de una tienda de discos. Me
1
apresuré hacia la casa de Maryjane, ubicada arriba de
¡
1
mujeres-oIT. Y a Serbin lo había enviado a la chingada.
Regresé al salón rectangular adornado con focos de Mario's Liquor Store. Sabía que Bertha, una joven y
árbol navideño. Sin decir una sola palabra, bebí toda la voluptuosa enfermera armenia, vivía con ella. Estaba
jarra de cerveza en dos tragos, en exactamente 19 seguro de que ambas me ofrecerían una despedida
1
'(
segundos. Y antes de dar la oportunidad de que alguien halagüeña.
'I me detuviera, salí por la puerta giratoria a la noche Maryjane estaba hecha de algodón de azúcar. Usaba
lúgubre. Escuché el comienzo de "Help" al echarme a anillos de esmeralda y rubí. Ella y Bertha me habían visto
,,1 durante la peor fase de mi triste periodo televisivo y
andar por la calle Polk. Todas las veces que había oído
;¡ esa canción, pensé que se trataba de un mensaje divino,
de una advertencia sobre el porvenir, de una descripción
llevado a todos los bares animados del distrito de
Montgomery, sujetándome con firmeza cuando los hom-
1 ¡ perfecta de mi carácter reducido a puré. La frase "But
now I'rn not so self assured"* golpeaba con precisión
bres intentaban jaladas. Nos emborrachamos juntos en
tantas ocasiones que una buena parte de la pandilla del
¡ hasta a los hombres adultos y maduros como yo. La
primera ocasión que escuché esa composición tuvo lugar
dos semanas antes de que }une MacAdoo me echara de
JJ creía que yo me acostaba con ambas.
Le mera verdad es que sí dormíamos juntos. A horas
avanzadas de la noche e intoxicados por el alcohol, nos
~ su casa, y se convirtió para mí en un himno a todo lo largo distribuíamos en cualquier cama que estuviese a la
¡: de ese año, durante el cual me volví adicto a la televisión mano. Esa situación sobrealimentaba mi ego, pero no
en un intento por expulsar a la chica de mis entrañas. provocaba absolutamente nada en mi lirio desamparado.
ri Charlábamos con frecuencia sobre la posibilidad de vivir
"Me pregunto si esas chinches la hicieron sonar a
1
¡, propósito", murmuré conforme observaba el color gris juntos: yo las protegería y ellas serían mis doncellas; sin
11

de las aceras húmedas y las luces intermitentes de la calle embargo, la cruda de la mañana siguiente nos disuadía.
Polk. Maricas jóvenes y rubios con ojos verde-azulados Yo las amaba como hermanas, quizá como primas,
porque ellas odiaban a las personas que me herían.
*N. de la t. "Pero ahora, no estoy tan seguro de mí mismo." Maldecían mejor que un servidor. Y durante el año
pasado, me habían ayudado a mitigar la pena producida
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por la separación de mi muchacha irlandesa. "¡Qué
pendejo eres! ¿Cómo te atreves a pensar en esa ramera -De todos modos, él no sabe cómo hablarle a Micifuz
delgaducha con problemas de lesbianismo?", me echa- -intervino Maryjane, la más sensata de ambas.
ban en cara cuando me descubrían rengueando, cabizba- -De acuerdo, de acuerdo ... lo siento.
jo y con la lengua de fuera. -Farsante de mierda. Te disculpas sin arrepentirte
Así que fui a verlas para decirles adiós. realmente de tu mala acción -dijo Bertha con disgusto.
-¡Oski-wa-wa! -exclamaron una tras otra. Antes de que pudiera contestarle, Ted Casey salió de
-¡Pinches gatos! -dije abriéndome paso entre cente- la cocina. Lucía una barba más crecida y traje azul de se-
nares de tales monstruos. La casa estaba convertida en da italiana, y llevaba una botella de champán con una
refugio para todos los machos callejeros. La misión en es- copa para mí.
ta vida de ambas mujeres era cuidar a locos como yo y a -¿Qué haces tú aquí? -le pregunté.
los felinos bastardos que nadie alimentaba. Cada uno de -Toma, esto te hará sentir bien -aseguró después de
ellos tenía un nombre, una caja y un collar barato. haber llenado la copa hasta el borde.
Debido a que ninguna persona en sus cabales quería Sorprendentemente, Maryjane permanecía en silencio.
hacerse cargo de ese zoológico, Maryjane y Bertha jamás Intercambió una mirada de desconcierto con Bertha, quien
podían pasar el fin de semana fuera de la ciudad. Y se dirigió a poner algún disco en el aparato de alta fidelidad.
cuando tenían citas con marineros borrachos o con -Ted se detuvo a dejar algunas cosas -acotó Maryjane
abogados de la calle Montgomery, su argumento favorito en un tono semejante .al de una niña. Yo me limité a
era: "Ya nos tenemos que ir, muchachos. Debemos inclinar la cabeza y beber el Lejon, el mejor de los
alimentar a nuestros hijos". Y como eran tan buenas en champanes baratos. ·
el arte del engaño, los idiotas las dejaban marcharse sin -Oigan chicas, ¿por qué no se cambian de trapos para
protestar .. ponernos en marcha? -dijo Ted.
Empujé a uno de los gatos fuera de la mecedora del Quedé boquiabierto al ver que las dos mujeres más
rincón, con objeto de poder sentarme. duras que haya conocido se encaminaron hacia la recá-
-¡No seas cabrón, Oskil -comentó Maryjane, expre- mara sin chistar. En los dos años que llevaba de tratarlas,
sando indignación con la mirada. yo era el único hombre cuyas órdenes ellas al menos
-Cierto, no toleraremos ninguna de tus imprudencias toleraban. E incluso conmigo, nunca acataban los man-
con los mininos -afirmó la chica de senos gigantes. datos sin dejar de hacer un ademán obsceno o de
-¿Qué? ¿Acaso quieren que permanezca de pie? pronunciar un "¡jódete!"
-El micho llegó primero -argumentó Maryjane, -Fui a buscarte esta mañana -le comenté.
quien levantó al pardo animal del mismo modo en que lo -¿En serio? ¿Por qué? -preguntó. Sus mejillas esta-
hace una .madre cuyo hijo acaba de caerse-. ¡Ya, ya, ban infladas. Habían perdido la magrura de la época de
Micifuz! El no quiso hacerte daño +-aclaró mientras le marinero. Sus piernas, brazos y dedos parecían muñones
acariciaba la espalda-. Ahora, besa al bebé, Oski -su- adheridos a un enorme vientre repleto a su máxima
girió acercando la cara del gato a la mía. capacidad. Empero, el traje azul italiano de buen corte
Se trataba de besarlo o de que me guardaran rencor el disimulaba tan ostensible gordura.
resto de la noche; en consecuencia, besé rápidamente la -Quería saber cómo estaban -respondí cuidadosa-
nariz del bastardo. mente. La última noticia que había tenido de Ted me la
-Ahora, di que lo sientes, viejo cochino. transmitió Charlie Fisher, a saber, su deseo de castrar-
-¡Por Dios], Bertha -protesté. me. En consecuencia, preferí alejarme hasta conseguir
una valoración real de la situación.
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-¿Estás seguro de que me fuiste a buscar a mí? ¿O a Alice?
copas doradas entre los hermosos dedos de puntas
-Bueno, mira, no he visto a ninguno de los dos desde
plateadas y sin derramar una sola gota de sangre del
hace más de un año ... ¿Cómo estás? ¿Sigues en el asunto
de los barcos? cordero. ".. .I was feeling kind of seasick ... a whiter shade
Volvió a llenar mi copa y yo bebí de un trago el of pale."*
-¿Has probado la mescalina? -inquiere Ted Casey
champán, que me pareció poca cosa después del whisky.
-He podido arreglármelas, tratando de hacer las cosas desde el piélago.
lo mejor posible. No puedo responderle. Soy un inocente hijo del sol con
-Creí que a estas alturas ya serías capitán. ojos castaños. Tan sólo un cosechador de duraznos del
West Side. Un poblador de Riverbank. Mi padre es un
-Lo soy. ¿No te enteraste? -aclaró al tiempo que
sonreía mostrando sus dientes amarillentos. conserje con tres años de escolaridad. Mi madre hace
tortillas a las 5 a.m., antes de ir a trabajar a la fábrica de
-Supe que andabas en el negocio pesado de las
drogas ... ¿es cierto? conservas.
-Eso suena muy atractivo -comenta Ted.
-Ose, sabes bien que todolo que yo hago es pesado.
-Además, no tiene nada de malo -confirma la chica
No soy ninguno de esos apocados asquerosos con los que
tú sueles asociarte. armenia de ojos almendrados de cuyos labios esmeral-
-Entonces, abandonaste la navegación. ¿Es eso lo que dinos mana aceite de oliva.
quieres decir? Una esbelta gitana con botas negras de charol taconea
en el piso de madera. Solía llamarla Midge Magoda, antes
-Hay que ganarse la vida. Ya te lo he dicho: nadie va
a trabajar por otro; uno mismo debe hacerlo. de que muriera a causa de una sobredosis de cocaína.
-Creo que en una ocasión consumió ácido -afirma
Me sirvió más champán, el cual bebí hasta ver el fondo
de la copa. Se dirigió al aparato de alta fidelidad y buscó Maryjane.
un disco apropiado. Siempre deseaba que sus sesiones Miro a Ted Casey, quien está parado frente a mí, y se
fueran perfectas. Cuando no halló lo que quería, dijo: convierte en el ave nocturna que sale a cazar un ratón de
"Mierda. Les falta clase". Luego, sacó un disco de 45 rpm campo, un pollo o un niño perdido en el bosque.
de la bolsa de alguna tienda y lo colocó para ser reprodu- -¿Nadie te ha dicho que pareces un búho? -le
cido. pregunto.
- Yo soy el Búho -asegura al tiempo que unas culebritas
-Más vale que te relajes y concentres en la música.
Me enteré de que hoy renunciaste a tu trabajo y mandaste se retuercen alrededor de su, de otro modo insignifican-
a paseo al loquero -señaló con su característica voz te, barbilla.
chillona. -jVálgame Dios! ¿Qué le hiciste, Ted? -pregunta
-¿Cómo diablos lo sabes? -grité. Maryjane pelando unos enormes, acusadores y aterrori-
Sin embargo, antes de que pudiera contestarme, llega- zados ojos. -
-No le pasa nada. Sólo puse tres cápsulas en la botella
ron a mí por cuarta vez en ese día, el día de mi rebelión,
el primer día del séptimo mes de mis 33 años, siete -responde el Búho.
-Pero él no está acostumbrado a eso en el grado en
obispos altos y delgados y vestidos de negro. Siete
cuervos seguidos subiendo peldaños de terciopelo rojo. que tú lo estás -dice la gitana.
-No te preocupes, Maryjane -interviene Bertha-.
El Lejon había terminado de deteriorar mi pulpa podrida.
Cuatro monaguillos con conjuntivitis aguda ascendían Yo también estoy un poco borracha.
de puntillas la escalera que conducía al altar, llevando
•N. de la t. "...sentía cierto mareo ... una pálida sombra."
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1'11111 hrl >ic'1 rnsi toda la botella -señala Maryjane.
t\I
1>rhr l111ht~r estado sediento -explica el Búho. Doy un salto y advierto que los tres tienen una mirada
1(11 verdad eres un búho, ¿noes cierto?-me dirijo al
de ansiedad.
hombre utuvíado con traje azul marino de Italia-. Esta -¿Qué les pasa, muchachos? -pregunto sonriendo
maftana tenía miedo de las narices ensangrentadas y mi amistosamente.
secretaria estiró la pata. -¡Oh, grandísimo farsante! -exclama Bertha.
-Vamos, Oski, [no hables de esa manera! -ordena -Eres un tipo repulsivo -dice Maryjane después de
Maryjane. haber agitado la cabeza y lanzado un derechazo a mi
-Bueno, ella falleció. abdomen-. ¿Qué ocurrió?
-¿Por tal motivo renunciaste a tu trabajo?-inquiere Me estiro y luchopor recuperarla compostura.Después
el hombre. de todo, Casey no ha olvidado mis hábitos indecentes.
-No, por tal motivo mandé al diablo al psiquiatra -Nada. Simplementepegué el ojomientras ustedes se
-contesto. alistaban. Había consumido mucho alcohol, supongo.
-¿Realmente lo hiciste? -interroga Bertha, la mujer -Pero, puedes manejar la borrachera, ¿verdad?-pre-
de la capa negra-. ¿Logolpeaste? gunta Casey.
-Sólo lo eché fuera de la ducha... no me dejabajoder -Mierda, puedo manejar cualquier cosa. Incluso tus
en paz a la esposa de mi amigo -susurro. pinches drogas -le respondo con la mueca característica
-Sí, ése parece ser uno de tus problemas, muchacho de Bogart.
-acota Ted Casey. -Entonces, vámonos. Tu viaje se prolongó alrededor
-Oski no le hace daño a nadie -sostiene Maryjane. de una hora -sugiere al tiempo que inclina la cabeza
-Sólo a sí mismo -opina Bertha. rizada y muestra los dientes manchados.
.Yo empiezoa desvanecerme en la alfombra anaranja- -¿Verdad que no habías probado la mescalina, Oskí-
da al tiempo que las voces roncas y fuertes piden más. wa-wa? -interroga Maryjane.
-El loquero dice que es una forma de egolatría -les -Pero Maryjane, áscar es abogado -se burla Casey.
informo. - Ya no lo es -aclara Bertha.
-¡Válgame Dios!, Ted o Búho o cualquiera que sea tu -Mira, no creo que haya sido correcto que le dieras a
nombre... Estoypreocupada -sale Maryjane a rescatar- consumir esa cosa sin antes haberle dicho -explica con
me-. ¿Creen que se pondrá bien? alteración Maryjane, quien luce una falda larga de ga-
El oscuro búho se levantay bate las alas en mi cara. Su muza y un abrigo marrón acolchado de un bailarín de
cuerporechonchodesaparece.Dosenormesojosredondos flamenco.
penetran en todo mi ser y devoran el universo. El verde -¿Y por qué no? Él fue a buscarme esta mañana para
intenso cubre el planeta en este último día de expiación. conseguir drogas, ¿no es cierto, Ose?
Enmudece el sonido proveniente del órgano de las -¿Cómo lo sabes? -pregunto.
lamentaciones. Me abofetea severamente. Una rama -Te vi.
rompe la quietud de la bruma verde. -¿Cuando toqué a tu puerta?
-¡Regresa, hombre! -¿Eso qué importa?
Vuelve a cachetearme. Esta vez siento el hueso. -Pero no sabías qué quería.
-¡Párale, cabrón!-grito alirlandésobesode Brooklyn. -Claro que sí... Tal como te contaron, estoy en el
-Ya está bien -comenta el sujeto-. Vamos,hombre. negociode las drogas.Muchagente recurre a mí en busca
Tenemos que ir a varios sitios. Despierta, papacito. de un poco de magia.
-Entonces, ¿por qué no abriste la puerta?
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-¿Qué? ¿Acaso crees que tengo la obligación de abrir
la puerta a todos los hispanos que van a tocarla a la hora
que se les da la gana hacerlo? Cinco
-Bueno, cuates -interviene Bertha-. Ya estamos
listos, ¿verdad?
-Lo estamos, ricura. Lo estamos -responde Casey al
tiempo que la agarra por la cintura y la hace oscilar.
-¿Así que ahora te llaman Búho? -le pregunto.
-Correcto, socio. Me he convertido en el Búho.
-Bueno, señor Búho, por si aún nadie te ha informa-
do, yo soy el Búfalo Prieto -le digo tras hundir el dedo
índice en el bolsillo de su pecho.
-Ya lo sé, hombre. Y sé que eres capaz de soportar
cualquier cosa, ¿no es cierto, señor macho?
A BORDO DE NUESTRO SUBMARINO NEGRO, NOS DESLIZAMOS
Bertha se zafa de la mano que aprisiona su cintura y me
echa encima sus senos apetitosamente voluminosos. suavemente a lo largo de Bay, calle en que las otrora
-Mi Búfalo Prieto puede apoderarse incluso de las sobrias mansiones victorianas con escondrijos y grietas,
criaturitas de Bertha, siempre que él también esté listo. cortinaje austriaco y cocheras, se iluminaban para pare-
Debido a que ella sale en mi defensa y a que me cer burdeles europeos. Rodeamos las dos torres enormes
encanta que pegue sus espléndidas pechugas a mi tórax, de San Pedro y San Pablo ubicadas frente a Washington
la recompenso lamiéndole la oreja. Square, donde los italianos de edad madura fuman
-Vamos al Fior d'Italia -propone Ted-. Luego, Toscanas cortos y lanzan escupitajos pardos al césped,
volvemos a casa y escuchamos otra vez ese nuevo disco. despellejándose los brazos conforme charlan mediante
-¿Cuál disco? -pregunta Maryjane. ademanes; donde los muchachos de pantalón corto jue-
+Uno que provoca alucinaciones en Óscar. gan futbol, mientras sus progenitoras regordetas ingie-
Concluida la charla, los cuatro viajamos a través de la ren helados spumoni llevando quizá a otro bambino en
noche hacia North Beach, a bordo del gigantesco Cadillac las entrañas. La avenida Grant se encuentra a una cuadra
negro del Búho, en busca de la cultura y la cocina de la de distancia. Ahí desaparece la horda de individuos de
mafia. piel morena clara. Desde chow mein hasta pizza en la
misma acera. Desde amarillos con ojos rasgados hasta
aceitunados de ojos negros, todo ello empalmado en el
transcurso de una sola luz roja emitida por el semáforo
de Grant y Broadway.
No esperamos la señal del empleado del estaciona-
miento. Simplemente, el Búho detiene la máquina negra,
deja el motor encendido y saluda con la cabeza al
vigilante que se halla frente al restarán donde el señor
Louis Scaglione, ataviado con traje de rayas finas, ha
comido dos veces al día durante los últimos 54 años.
-¿Qué tal, Hank? -pregunta el Búho al portero de
abrigo rojo, quien lo saluda golpeándose ligeramente el
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gorro y toma de la mano a las dos mujeres. Yo camino Elgorilasonríe y entrega dos puros a Ted Casey,quien
detrás de ellos. Mis ojos son un par de reflectores saca un paquetito de uno de los bolsillosinteriores de su
gigantes, círculos concéntricos de color blanco y rojo. traje azul de seda italiana.
-Esto es de verdadera buena clase, Búho -comenta -Roja de Panamá* -explica al gorila.
Maryjane, la gitana. -¡Ah, sí! Es buena para la digestión -asegura al
-Es sólo un antro más -señala él con indiferencia. tiempo que frota su enorme barriga.
Entro de puntillas en otro mundo, compuesto de una -O para cualquier cosa -aclara el Búho-. ¿Teacuer-
gruesa alfombra roja, manteles violetas, candelabros das del Búfalo Prieto?
suntuosos, cameliasblancas, rosas y rojas y crisantemos Cuando el simio gigante tritura mi mano, me doy
morados. Algunasmacetascon begoniasy olivosjóvenes cuenta de que se trata de Hewey, elposeedor de un título
están colocadas en las orillas. Muros de ladrillo rojizo de boxeo en Irlanda, el marinero que Mary había levan-
separan a los grupos de comensales y, en el centro del tado en el muelle 23 el día que canecí a Ted Casey. La
salón, hay una fuente en forma de ballena, desde cuyo sangre se calienta y enciende el brazo. Me quedo sin
espiráculo sale un chorro de agua amarilla. Veohombres aliento. Sólopuedo esbozar una falsa sonrisa a modo de
enormes que llevantraje negro y lentes oscuros;mujeres saludo. ¡Claro!,éramosviejosamigos.En realidad nunca
de cabello corto y tono azulado;jovencitas con vestidos fantaseé con tu mujer. Incluso, jamás pensé en ella,
muy escotados; cueros de animales muertos: diaman- camarada.
tes extraídosde las cuevasmás profundas de Africa,y ru- -¡Qué gusto volver a verte, Hewey!
bíes arrancados de las cuencas oculares de las deidades -Señor Búfalo, ¿qué dice la ley?
asiáticas. Luz suave, música sencilla de Mantovani, -La justicia está en todas partes.
puros gruesosy oscuros,champán,trufas, crépes suzettes, -¿Cómo están las hamburguesas esta noche, Hewey?
pichón,arrozindio,lechecillas,saltimbocca,champiñones -pregunta Ted.
y scampi alla casalinga... sí, señor, sólo un antro más. -Te sugiero que pruebes el cerdo con judías =res-
Wing Lee está en la gloria, así como Trader JJ. ponde.
Un gorila se aproxima al Búho: un gigante con uñas Las mujeres no dicen nada. Sólotienen ojos para los
manicuradas, un costal de carne con la boca llena de diamantes y las pieles. Hewey nos sienta cerca de la
dientes blancos. Ahora se darán cuenta de que estoy ballena.
aquí. Séque esto no puede durar para siempre. La barata -Oye, ¿porqué no le dices a Enrique que el Búho está
camisa Arrow que adquirí en Bond's -la única tienda aquí acompañadode tres amigosmuy especiales?Toma-
que alguna vez me haya vendido a plazos-, la prenda de remos el menú completo -dice en voz baja. Se ha
vestir de cuello ancho y para la clase de cuello blanco, convertido en un banquero, en un hombre de negocios.
aún tiene vestigiosde vómito. Mis bolsillosestán vacíos. -¿Y de beber?
Nos pagan quincenalmente y nunca he ahorrado un solo -BV, cosecha del 52.
centavo en toda mi vida. Lastarjetas de crédito no están -A tus órdenes, muchacho.
hechas para los pueblerinos de Riverbank. Es una lásti- -Escucha, Hewey: si tienes un rato libre, ven a
ma que haya desechado la cédula de abogado. Quizá la inhalar un poco con nosotros. Traigo una superdroga
hubiese podido utilizar como tarjeta de crédito. Hará que tu cabeza se dispare.
-Señor Búho -dice suavemente el gorila. Iniciamos el banquete en medio de ruidos mitigados
-Muy buenas noches, Hewey -saluda el Búho al
estilo irlandés. *N. de la t. Una variedad de mariguana.

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de regocijo, mientras el mesero calvo utiliza tenedores -Oye tú, bobalicona -gruñe con la boca llena de
gigantes de madera para extraer la alfalfa, actividad que almíbar-. ¿Por qué no te polveas la nariz con un poco
realiza en nuestras narices. Con el meñique manicurado de esta coca?
apuntando al techo, añade una pizca de hormigas y, al -Sí, a mí me apetece esa nieve-respondo, aunque la
poco tiempo, estamos devorando solomillo de res alla propuesta no está dirigida a un servidor. Sacoel cortapl u-
calabrese. Succiono las tiras del filete cortado con acero rnas Ka.abar,mi surtidor personal de cocaína, recojo una
alemán, y dejo que el aceite de oliva, las cebollas y los pizca del diablo blanco, y los ollares absorben el calor albo
condimentos acaricien mi lengua adolorida. y gradual a través de las venas delicadas de mi nariz india.
Bertha me muestra sus llameantes ventanas de la -Escucha, batracio -dice Maryjane a Ted Casey-.
nariz. Maryjane hace oscilar esos ojos negros suyos, y ¡No me hables de ese modo!
juntos salivamos el baccalá con ceci de la Cosa Nostra, -Mira, déjalo que sigajodiendo-grita la armenia-. Se
porque es viernes y cada uno de nosotros cumplió alguna cree muy chingón sólo porque estos patanes de la mafia
vez con el sacramento de la Eucaristía. Ted Casey, el vienen a besarle el culo.
Búho comerciante, charla y calla, grita y murmura, dicta -¿Mafia?-pregunta el Búho-. ¿Patanes de la mafia?
la cátedra musical rutinaria del promotor, del empresario Son mejores que los perdedores con los que ustedes
que lleva a sus amigosa beber vino en compañía de la clase andan.
alta, de los esnobs del mundo cultural y de los mafiosi. Sé -Espera un segundo, Ted Casey -continúa Maryja-
que pronto sacará el contratode su portafolios,explicarálas ne-. Quizá seas una caca grande y caliente por estos
cláusulasy esperará a que firmepara integrarme a la gavilla rumbos ...
de asesinos a sueldo del Fiar d'Italia. -¡Oye! -aúlla el Búho-. ¿Por qué me llevan la
Mientras tanto, disfruto la última cena. Las dos muje- contra? Yo sólo intentaba ayudar al mozalbete que está
res y yo reproducimos la escena de la comida de Tom aquí con nosotros.
[ones. El Búho aspira cocaína de una cuchara de plata, el -Exacto. Absolutamente cierto. En definitiva, necesi-
diminuto instrumento plateado que cuelga de la cadena to ayuda. Dame más mayonesa en polvo.
que circunda su grueso cuello. De vez en cuando, Hewey Otra ronda de esnifada. Siento comezón en la nariz.
y otros gorilas se acercan, rinden homenaje a su amo y Litros de moco verdoso escurren de mi trompa aplastada.
recogen una dosis del polvo blanco. Bizqueo, me reanimo y vuelvo a meter la cosa esa en mi
-¿Así que tiraste la toalla en el cuadrilátero de las torrente sanguíneo.
leyes? -pregunta el Búho. -¿En verdad eres mediterráneo? -interrogo al Búho.
-Sólo necesita unas buenas vacaciones-opina la gitana. -Ose, viejo amigo, ya te lo he dicho: soy el señor de
Mi rostro se halla dentro del plato de cerezas. En mi la aurora.y del lucero de la tarde. ¿Qué más puedo agre-
mano, la cuchara se transforma en pala. gar?
-Mi estado de salud es excelente. Todo lo que quiero - Y yo soy su hada madrina -señala Bertha.
es que mi nariz no sangre más. -Oye, Bertha, ¿por qué no nos haces tu numerito?
-Mierda, ¿por qué no lo dejan en paz? -sugiere la -Sí, conviértete en la Chica Mala -ruega Maryjane
bondadosa armenia. aplaudiendo.
La sensación de calor producida por el brandy encien- -¿Qué vas a hacer? -me pregunta Ted Casey, quien
de los ojos verdes del Búho, quien ataca el postre de seis se muestra tenso y cuyos nerviosos ojos verdes miran
dólares, las suculentas crépes suzettes, y lo almacena en oblicuamente.
el pico. -Un pequeño espectáculo para caballeros.
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-Pero, Búfalo, ya tenemos aquí un espectáculo. No
necesitamos otro. Yo estoy extendido sobre el mantel violeta. El Búho
-¿Qué? ¿Acaso el Búho es una gallina? -suelta sostiene con ambas manos una espada dorada y cincela
Maryjane. un agujero en mi enorme pecho.
-El Búho come gallinas -contesto, mientras mis -¿Qué chingados le estás haciendo? -ruge Bertha.
globos oculares caen dentro del coñac. El Búho la ignora y agarra el platito con mayonesa que
La enfermera armenia se levanta con un movimiento yo había ordenado con el fin de aderezar la ensalada.
de arrebato. Colocasu brazocarnosoalrededor del cuello Caseytitubea cuando le pregunto a Hewey si tienen salsa
del desplumador de gallinas y le dice: picante.
-Ahora voy a mostrarte algo nuevo, señor Caca -Ya sabes, ésa que venden en botellitas de 15 centa-
Grande. vos: salsa picante Luisiana -pido al gorila.
Bertha, la Chica Mala, la de los senos prominentes, El Búho llena el hueco con mayonesa. Luego, esparce
deja al descubierto la carne apenas oculta bajo el cuidadosamente un pocode polvoblanco sobre la herida.
minivestido rojo y agita el trasero según los cánones de Al terminar, se dirige a Bertha:
la rutina "permítemedivertirte". Suslabios de color rubí -Sólo estamos intentando que se sienta bien. Tuvo un
forman pucheros similares a los de la señorita Sally día difícil.
Rand. Arroja esos brazos descomunales suyos a los Maryjane se aproxima y comienza a apiñar nieve de
meseros boquiabiertos y tira coceshacia los hombres de frambuesa en la tira de manteca amarilla situada bajo mi
abrigonegro y lentes oscuros. "Déjameenseñarte cómo", ombligo.
grita de repente la mujer desvergonzada.Maryjane y yo -Así es más rápido -apunta la gitana.
metemos bulla y Ted Caseyse marchita dentro de su traje -¿Por qué no me avisaron? -interroga la enfermera
de seda. Mira de soslayoa Hewey, quien permanece de armenia, quien se apodera de mi desmedida cabezalista
pie cerca de una begoniacustodiandoa losparroquianos. para despegary la colocaen sus brazos,comosi fuera una
Nadie se mueve cuando Bertha emite un ruido sordo. Por madonna. Colocasu boca compuestade un par de labios
último, da una vuelta completa, señala con el dedo su esmeraldinos sobre mi nariz. Y aspira, para salvarme la
hermoso y redondo culo, y se levanta el vestido el tiempo vida. Echo bocanadas de moco verdoso, el cual cubre su
suficiente para que podamos contemplar sus sedosas cara cual globode carnaval. Teniendo sus ojosmuy cerca
pantaletas con el diseño estampado de manzanas rojas de los míos, absorbe y absorbe hasta que finalmente mi
acarameladas. Laclientela, los meseros y nosotros lanza- cabeza se viene abajo, comopelota de caucho alcanzada
mos alaridos y hacemos ruido con los pies. por un dardo. Mi rostro consumido se desploma hasta el
Me desgañito y la sangre afluye rápidamente a mi nivel de mis burdos y anticuados zapatos. Botas negras
vetusta cabeza. Las ventanas de mi nariz están inflama- me patean y la sangre se derrama sobre la alfombra roja.
das; mi cuello, abrasado por las llamas. ¿Por qué diablos Me hallo bajo el techo en el cual danza Procol Harum y
no me he acostadonunca con ella?He vistomuchas veces puedo ver las enaguas de un manzanar cuando alguien
esas pantaletas acarameladas, pero jamás he hecho otra me hace rodar a través del fondo del Mar Rojo. Y justo
cosa que darles palmadas. Y, encima de ello, June en el momento en que pienso que todos se estrellarán
MacAdooestaba celosa de Bertha. Perdí a mi mujer de contra mí, reduciéndome a polvo, cierro los ojosy siento
Prisco por una hembra con la que nunca copulé cuando que me delizosuavemente a bordo de la elegante carroza
tuve la oportunidad de hacerlo. fúnebre constituida por el submarino negro gigante de
Bertha regresa a nuestra mesa y concluye la gritería. Casey.
-Se pondrá bien -afirma Ted.
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Mi rostro yace entre los senos suaves y voluminosos -¡Por Dios, Bertha, debo hacerlo!
de Bertha, la Chica Mala. Estoy en el asiento trasero con -Bueno ... ¿y qué diablos estás esperando?
ella. La primera vez que besé a una mujer tuvo lugar en Tiemblo. Nunca aprendí cómo desvestir a una mujer.
la época de la escuela secundaria y a bordo del asiento Nadie me enseñó la técnica para desasir broches y
trasero del Chevy modelo 49 de Tommy Sawyer. Acabá- botones. Mi pantalón está a punto de rasgarse.
bamos de concluir el ensayo de la orquesta de baile. -¿No te puedes quitar esa maldita capa? -le grito.
Tommy llevaba a Sheila Wright en el asiento delantero -¡Carajo! -responde con enojo.
y yo a Madeline Harten el trasero. Cuando el coche giró -Vamos, ¡ayúdame! -suplico.
en una curva del camino, perdí el sentido. Me desmayé. Se retuerce, da vueltas, gruñe, gime y se desnuda
Alrecobrar el conocimiento, mi boca y mi lengua estaban completamente. Yo me estremezco. No puedo esperar
dentro de los labios de saxofón de Madeline. Nos besu- más. Mis manos no dejan de arañar ante la exquisitez de
queamos por una hera, hasta que Tommy tuvo que la carne humana.
regresar a su casa. Esa noche, me vi precisado a volver -Ahora, Oski... -dice cuando advierte mi ineptitud
a mi hogar andando: recorrí ocho kilómetros de pastizales para bajar mi propio cierre-: voy a enseñarte en realidad
para vacas y durazneros, escuchando una y otra vez la cómo se hacen las cosas.
voz de la ejecutante del segundo sax alto: "Besas como Me despoja de la totalidad de las prendas de vestir.
caballo". Durante todo este tiempo, palpitamos en la oscuridad del
Al día siguiente, sentí mucha vergüenza cuando mima Cadillac, bajo el estruendo y las luces de la bahía de San
me pescó besándome la palma de la mano derecha. Se lo Francisco. Yo atravieso estrepitosamente llanuras pardas,
contó a mi hermano. Después, ante la pregunta expresa conuna manada completadebúfalosfrenéticos pisándome
de este último, respondí que sólo estaba practicando. los talones. Explotoante el contacto.Tras el deslizamiento
-¿Crees que beso como caballo?-interrogo a Bertha, inicial y antes de darle a Bertha cualquier oportunidad, la
uno de cuyos pezones acaba de salir de mi boca. bestia estalla en lo más profundo como cohete.
-Oski-wa-wa, ¿por qué no me lo habías dicho? -dice -No importa -comenta-. Al menos, te divertiste.
desfalleciente y aprieta aún más mi cabeza contra su Para mí, con eso basta por esta ocasión.
pecho carnoso. Mi pantalón es presa del fuego. -La próxima será mejor -aseguro al tiempo que
Estamos solos. Los demás han abandonado el vehícu- cierro los ojos y relajo todo el cuerpo por vez primera en
lo. Nos hallamos estacionados al lado del taller de la más de un año. Poco después, oigo un portazo y me doy
Volkswagen, frente a Trader JJ. El suave terciopelo del cuenta de que estoy a solas. Pero, no importa. El sopor
Cadillac negro se disuelve en mi piel. En virtud de que es agradable y cálido. Finalmente pude coger. Debería
mis ojos negros han quedado sepultados dentro de sus mandar al diablo con mayor frecuencia al psiquiatra. O
muslos carnosos, mis manos de campesino exploran el consumir más drogas del Búho, me parece escucharlo
terreno. Ella jadea como la hija del labriego abrumada sugerir.
por el peso de los cubos de la leche. Eso me estimula.
Estoy excitado, lo cual no me había ocurrido a lo largo de
los últimos doce meses. Desde que mi mujer de Frisco Al abrir los ojos, estoy sentado en el banco cercano a la
me echó de su casa, no había metido la mano en el vestido caja fuerte ubicada en uno de los extremos de la barra.
de ninguna hembra. Solía explicar: "Es por culpa de las Observo pedazos de vidrio y amibas que tiritan en miel
pinches pastillas que me receta el loquero. Simplemente, de maple.
no puedo tener una erección". -¿Qué quieres? -me pregunta Sal a gritos.
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-¿Qué le hicieron? -interroga Charlie, mi obeso das de haber telefoneado a la MacAdoo un domingo por
amigo artista que muerde una pipa, a Ted Casey-. la noche?
Nunca antes había visto así al viejo Ose. -No quiero hablar sobre tu perra delgaducha.
-Comió mucho. Eso es todo -responde Bertha, cuyo -Acuérdate -sugiero al apoderarme otra vez de su
cabello rizado enmarca un par de ojos cavernosos. brazo fofo-. La llamaste a horas avanzadas de la noche
Rinzberg, el taxista calvo que escribe poesía para sí con el fin de concertar una cita con ella. Y, en esa época,
mismo, se muestra efusivo a causa del alcohol. Sus yo vivía en su departamento.
manos pálidas acarician las nalgas de Bertha, quien no le -¡Carajo! Eso ocurrió hace más de un año.
presta ninguna atención. -Lo sé. Sólo quiero que sepas ... que yo estaba acosta-
-Dame algo verde -ordeno a Sal, el oscuro siciliano. do en su cama mientras ella hablaba contigo y escuchaba
-¡No! Antes, alguien debe pagarme la última ronda. tu sensiblería romántica.
- Yo no pedí ninguna pinche ronda. -¿Y qué?
-Pues te la bebiste. -Sólo quiero que sepas ... que mi mano estaba dentro
-Aquí tienes -dice Casey al tiempo que le ofrece un de su vagina cuando ella te rechazó, chofer despreciable.
billete quebradizo de 50 dólares. -¿Y has esperado tanto tiempo para contármelo?
-¿No tienes uno más pequeño, fanfarrón? -pregunta en medio de sonoras carcajadas.
-¿Acaso no puedes arreglártelas con él? -¡Rinzberg! -grita Bertha, quien ha estado mirando
Dejo que el verde Chartreuse se deslice suavemente a las parejas que bailan-. ¿Me quieres o no?
por mi lengua. John, el ingeniero de gran estatura y cabello cano,
=-Escucha, amigo -susurra Sal a Casey en el momen- cuyos ojos chispean y se abultan cuando ronda a una
to en que le entrega el cambio-. Más vale que no lo mujer, está apoyado sobre la sinfonola. Ha bebido diez
pierdas de vista. Me parece que ha pasado por una situa- vasos de ginebra con un chorrito de limón y reconoce el
ción crítica. terreno en busca de un ligue. Desesperadamente, el viejo
-No te preocupes. El Búfalo Prieto podrá superarla verde sube y baja el cierre del pantalón al compás de la
-acota Casey. música.
-Sí, lo sé. Pero me enteré de que mañana va a salir de Todo esto es una locura, reflexiono. Cinco años de
viaje. demencia en este escondrijo. Con razón estoy destroza-
-Mierda, Rinzberg. Vamos a bailar -dice la armenia, do. Sostengo entre las manos el mortífero líquido verde
la reina de la granja lechera, quien levanta repentina- y veo mi reflejo en el espejo ubicado atrás de la barra. Soy
mente los brazos. ,\-,. el hijo de Lorca, me recuerdo a mí mismo. El único poeta
El taxista de abultados carrillos tiene la lengua de de este siglo que vale la pena. ¿Acaso sufrió él por tener
fuera. Me mira y tuerce los labios delgados. los ojos negros? ¿Le hizo algún daño ese cabello lacio y
-Ven a mí, monumento de mujer. Te enseñaré lo que grasiento? ,
se siente al estar con un hombre que sí puede -señala el ¿Quiénes son estos individuos extraños, estos foraste- '
cachetón en consideración mía. ros que no me comprenden? Todos-ellos son mis amigos
-Espera, Rinzberg -digo al tiempo que agarro y, sin embargo, traen a mi memoria imágenes de dolor y
apretadamente su brazo. sufrimiento prolongado. Definitivamente, debo huir. ~
-¡Quítame tu manota asquerosa de encima! -ordena Tengo que esconderme, probar fortuna en el desierto, en ~
mientras intenta zafarse. las montañas. En cualquier lugar, salvo en éste. /
-No, escucha ... -murmuro tras soltarlo-. ¿Te acuer- Incluso, ¿qué valor tuvo el efímero coito con Bertha?
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Ahora, ella le menea el trasero a Rínzberg, un cabrón -¿Y quieres verme? ¿Para qué diablos? -grito.
calvo que te roba a tu vieja en tus propias narices. Me -Bueno ... para saludarnos ...
levanto y camino entre las parejas que bailan. Me dirijo ¿De qué chingados se trata todo esto?
a la cabina telefónica. José me informó que ]une todavía -¿Quieres mi aprobación?
vive en el mismo sitio. Que en la actualidad sale con un -Vamos, querido, no seas malo conmigo.
pinche contador de Macy' s. Marco su número. ¿Qué voy -No lo apruebo. Tendrás que casarte sin mi consen-
a decirle? Sin duda, se acordará de mí, ¿no es cierto? timiento.
-¿Hola? -pregunta con voz nasal mi amada. -De acuerdo. No deseo que tus úlceras empeoren.
-Hola... soy yo =-respondo. Mi corazón late con -¡Por Dios, June! ¿Qué quieres de mí?
violencia; mi cabeza da vueltas. Estoy solo en esta cabina -Escucha cariño ... ¿puedes devolverme el dinero que
telefónica verde próxima al baño. te presté?
-¡Ah! +tijubea, -¿Qué? ¿Por eso quieres verme?
-Soy yo, Osear -digo al tiempo que pienso que quizá - Y para despedirnos.
debería colgar. -¡Carajo! ¡Adiós!
-¿Osear? ... Creí que ya habrías partido. Cuelgo estrepitosamente. Ni siquiera me molesto en
-No, aún estoy aquí -aseguro, mientras viene a mi averiguar si el telef óno ha retornado mi moneda. Regreso
mente la imagen del cabello castaño corto al estilo paje. a la barra haciendo rechinar los dientes. Me siento y llevo
-José me contó que estabas por abandonar la ciudad. un cigarrillo a la boca. Busco un cerillo. Un desconocido,
-Este antro está lleno de chismosos. alto y pelón, está sentado en el banco contiguo. El espejo
Pausa momentánea. muestra que está revisándome con la mirada. Sonríe con
-Esperaba poder verte. dulzura. Sacaun Zippoy me ofrece fuego. Yosimplemen-
-¿De veras? -interrogo, incrédulo. te inclino la cabeza, puesto que ya he advertido la corta
-Bueno, ha pasado más de un año. distancia que media entre sus ojos izquierdo y derecho.
-Cierto ... -señalo, seguro de que ésta es mi noche de Se trata de mi técnica secreta para detectar maricas. Sé
suerte-. ¿Estás ocupada? que pronto hablará. Y la primera idiotez que suelta es:
+Digarnos que sí... Tengo compañía. -¿Por casualidad eres samoano?
Me derrumbo. Mi corazón deja de latir. Experimento A lo largo de toda mi vida, los desconocidos han
el vacío dentro de la atestada cabina verde. mostrado interés en mis antepasados. Hay algo en mi
-Parto por la mañana -digo con una voz apenas porte que remite a la historia. He sido tomado por indio
audible. norteamericano, español, filipino, hawaiano, samoano y
-¿Puedes pasar a mi casa antes de tu partida? árabe. Nunca me ha preguntado nadie si soy hispano o,
¿Qué significa esto? Tal vez no haya nadie jugando con mexicano.
su concha mientras yo galanteo con ella. -¿Acaso no lo somos todos? -expreso con voz
-¿Estás invitándome? quejumbrosa.
-Ha pasado más de un año, Óscar. -No te molesta que haya hecho esa pregunta, ¿ver-
¡Qué estúpido! ¿Por qué soy siempre tan pesimista? dad? -interroga acercándome la mano.
Ella nunca dijo que se tratara de una compañía masculi- -Claro que no -contesto tranquilamente al tiempo
na, ¿verdad? Volveré a intentarlo. que apago el cigarrillo en la palma de su mano.
-¿Qué sugieres? -pregunto. Grita como una mujer afligida. Me enorgullezco de mi
-Bueno, mira ... voy a casarme. ruindad, mientras él se lame la quemadura.
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-Desgraciado. Me achicharraste la mano. cubilete-. Sólono me pidas después que lo cargue a tu
-Lo sé. cuenta.
-¿Por qué lo hiciste? Yo no te hice nada. Ni siquiera -Por cierto... -me dirijo a él en voz más baja-. ¿No
te conozco. te dijo nada Don?
-Supongo que fue a causa de mi sangre samoana. -¿Decirme qué? -pregunta el oscuro siciliano.
-¡Fuera! -sale Sal en mi defensa-. ¡Fuera! -señala Casey tira tres cincos y dos seises.
con el dedo al marica. -Necesito un poco de dinero.
-Pero si yo no hice nada. Tiro cuatro cuatros. Gano.
-¡Fuera! -¿Para qué necesitas el dinero? -interroga Casey.
El marica se levanta y se dirige hacia la puerta. -Para largarme.
- La próxima vez no molestes a las personas que no -Huir no te ayudará -instruye.
conoces -le grita Sal desde la barra y, luego, en tono -¿También tú quieres desempeñar el papel de mi
paternal me dice-: ¿Para qué diantres te mezclas con padre?
tipos como ése? -No, no. Me estás malinterpretando. Presto los servi-
De repente, escuchamos un alarido. Gritos y pasos cios de gurú a tipos de tu calaña.
apurados. Una jarra de cerveza cae al suelo. -¿Tú? ¿Un gurú? -pregunto riendo.
-¡José! -exclama Maryjane. -¿Y por qué no? -contesta Casey con otro
Volteo y veo al místico mexicano con toda su gloria. interrogante-. No lleva mucho tiempo el aprender a
Viene del baño con el pene entre las manos. Sus piernas pronunciar "om".
son largas y lechosas, y lleva calcetines blancos de tejido -Pendejo, Tú sólo eres un mercachifle de narcóticos.
grueso para atletas. Con excepción de la de mi primo Volvemos a tirar.
Manuel, nunca había visto una verga tan larga. -Escucha, gordito-me susurra Casey-. Site atascas
-¡Miren eso! -chilla María. en algún lugar, envíame señales de humo. Tengo en mi
-¿A poco no te gustaría tener una como ésta? -le poder magia más eficaz que cualquier cosa que puedas
pregunta José, tras apuntar con la picha en dirección a la encontrar en otro lado.
mujer. Tiramos los dados una y otra vez. Bebo hasta que mi
Salabandona la barra. Mientras algunos bailan y otros cabezaexplota.Loúltimo que recuerdo es que le pedí 200
gritan, pesca a José por la espalda, arrugando su camisa a Sal.
de ferrocarrilero, y lo arrastra hasta la puerta giratoria. No me acuerdo cuándo ni cómo, pero él debió dárme-
José no dice ni pío. Salle da una patada en el trasero y lo los, porque al día siguiente tenía 200 dólares en el
lanza hacia la oscuridad. Todos aúllan, aplauden y bolsillo. Está grabada en mi mente una imagen final: la
patalean. puerta se abre repentinamente. Escucho el estruendo de
-¡Dios mío! ¿Qué sucede aquí esta noche? -se'inte- una nave espacial que se introduce al bar con el viento
rroga Sal. rugiendoa lasespaldasde J ohnTibeau,el autoproclamado
-Vamos a tirarlos de nuevo -sugiere Casey. poeta del Trader, quien luce una blanca escayola a todo
-Buena idea: apostemos -propongo. lo largo de la pierna izquierda y va montado en una
-¿Con qué? No tienes dinero -me dice Sal. monstruosa y negra Harley Davidson. Salse lanza fuera
-Me arriesgaré por cualquier cosa y en cualquier de la barra y el joven mozo irlandés de Chicago gira
momento -respondo a gritos. alrededor de la pista de baile, a sóloun paso adelante del
-Muy bien, aventurero -concede mientras levanta el siciliano que lo persigue con un mango de hacha de un
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metro de largo, utensilio que guarda detrás de la barra
con el fin de utilizarlo en ocasiones como ésta.
El poeta de cabello negro acelera, rociando el bar con
Seis
humo negro y chispas. Sal espera en el umbral de la
puerta con el astil en alto.
-Hijo de perra. Te mataré, si te atreves a regresar
algún día -amenaza.
Mi cara cae sobre el vaso. El hielo flotante me congela
la nariz. Estoy aturdido, en trance, atontado. Me desma-
yo. Bienvenida sea la muerte tras los sucesos de este
primero de julio de 1967.

CON ESTRÉPITO DE CASCOS Y REMOLINOS DE POLVO A MIS


espaldas, devoro las arenas ardientes y me concentro en
la línea blanca de la carretera, mi única guía. Atravieso
Sacramento, el lago Tahoe y gasolineras Shell. Dejo atrás
a jóvenes melenudos que viajan por autoestop. Voy
sembrando el camino con latas vacías de Budweiser
debido a que existe la posibilidad de que me extravíe,
ahora que ya no cuento con el loquero ni con la magia del
gurú. Desaparecen los edificios altos y las planchas
rectangulares de pavimento, conforme piso el pedal
de mi Plymouth verde modelo 65. Con la cabeza llena de v
drogas estimulantes, el pene marchito y una lata en la
mano, mis nudillos enrojecen a causa de la firmeza con
la cual sostengo el volante mientras conduzco ·a toda
prisa a través de las montañas y el desierto en busca de ¡
mi pasado ... --._J
A pesar de que nací en El Paso, Texas, soy en realidad
un pueblerino. Un hombre del campo, un mexicano del
otro lado de los rieles. Crecí en Riverbank, California:
apartado postal, 303; habitantes, 3 969. Se trata de la
única localidad en todo el estado cuyas principales
estadísticas han permanecido inalteradas. Tras recorrer
la curva del camino proveniente de Modesto, se vislum-
bra un letrero de bienvenida que reza: "La ciudad de la
acción".
Manuel Mercado Acosta es un indio originario de las
montañas de Durango. Antes de ser expulsado por los
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revolucionarios, su padre manejaba una destilería de donde se cocían las suaves, calientes y perfectamente
mezcal. Manuel conoció a mi madre un día en que redondas tortillas.
paseaba en motocicleta por El Paso. "Muy bien, jóvenes: ¡arriba!", rnos gritaba el indio
Juana Fierro Acosta es mi madre. Pudo haber sido nervudo a Bob y a mí. El sueño estaba hecho para los
cantante en una cantina de Ciudad Juárez, pero decidió flojos, para aquéllos a quienes mis padres detestaban, a
convertirse en la esposa de Manuel, debido a que éste saber, los tipos temerosos de la luz del sol. Con objeto de
tenía un buen bigote y una moto veloz, y a que le había probar mi mérito, siempre fui el primero en saltar,
prometido sacarla de las barriadas localizadas al otro permanecer de pie al lado de la cama y colocar respetuo-
lado del Río Grande. Ella sólo planteaba una petición a samente la mano sobre el corazón -como corresponde a
cambio de los dos hijos y las tres hijas que le daría: "No un civil-, para mostrar lealtad a la pasión de mi padre
quiero limosnas, ni caridad. No deseo llegar a ser nunca por un país que le había dado una barcaza y una insignia
objeto de la beneficencia". en Okinawa a cambio de un desempeño honroso. Y que,
Dudo que él haya prometido cualquier cosa en voz alta además, lo había convertido en ciudadano de los Estados
y clara. Mi padre era experto en regatear, aun cuando Unidos de América.
debió deshacerse tanto del bigote como de la moto en el Después del saludo, nos vestíamos de prisa, mientras
día que FDR"' reclutó a los espaldas mojadas en la Marina en la KTRB uno de los hermanos Maddox decía: "Rose,
de los Estados Unidos, suceso que tuvo lugar el 22 de ju- regálanos una amplia sonrisa". Ella emitía risitas tontas
lio de 1943. Mi papá intentó pertenecer a la Infantería de y ellos zapateaban al compás característico de los okies."
Marina; pero cuando se dieron cuenta de que era un mag- El acto de pasar lista al barco Acosta tenía lugar exacta-
nífico nadador y un no-ciudadano, le pusieron un traje de mente a las 6:30 a.m. Mi padre esperaba afuera a la
marinero y lo enviaron a manejar una barcaza en Okinawa. tripulación. Nos poníamos en línea mi hermano, yo y mi
Vivíamos en una choza de dos habitaciones con piso de madre, quien intentaba adelgazar.
adobe. Teníamos que bombear el agua, y usar lámparas Ella solía estar a dieta. Le preocupaban las personas
de petróleo si nos apetecía leer en la noche. Pero nunca obesas. Nos sermoneaba a mí y a mis hermanas -Bob
estuvimos hambrientos. Mi viejo siempre llevaba el siempre fue delgado-, hasta que terminábamos en el
frijol pinto y la harina blanca para las tortillas en sacos consultorio de algún médico; pero yo seguí siendo gordo
de 45 kilos, los cuales utilizaba mi madre para confeccio- y ella siempre fue dueña de un cuerpo esbelto, incluso
nar ropa, sábanas y cortinas. En nuestros dos acres de sexy.
tierra, plantábamos anualmente maíz, jitomates y chiles Al cabo de desayunar huevos revueltos con chorizo y
güeros para elaborar la salsa picante. Antes de que mi chocolate mexicano, marchábamos penosamente a lo
padre nos despertara, mima ya estaba haciendo tortillas largo de los gastados senderos que atravesaban lotes
desde las 5 a.m., mientras él cortaba los leños que había baldíos con trigo silvestre en dirección a la escuela
recogido en el río durante el fin de semana. primaria de Riverbank, donde la señorita Anderson me
Bob, mi hermano mayor, y yo nos levantábamos a las enseñó el abecé. Al mediodía, corríamos por la vía
6 a.m. Cada mañana, la estación de radio KTRB iniciaba su Patterson para ir a almorzar. Tres kilómetros y medio en
programación con el himno nacional de los Estados quince minutos. Mi madre era de la idea de que no se
Unidos. En ocasiones, nos despertaba el agudo silbido
producido por la madera crepitante en la estufa de fierro, *N. de la t. Nombre dado a los trabajadores agrícolas inmigrantes,
provenientes sobre todo de Oklahoma durante la década de los
* N. de la t. Franklin Delano Roosevelt. treinta.
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puede aprender, si no se tiene un alimento caliente en el dilapidación era un gran pecado, que en una ocasión me
estómago. Así que nos concedían exactamente media envió a la cama sin cenar porque yo había llenado hasta
hora para engullir el refrigerio a la sombra del vetusto y el borde un vaso con agua y sólo bebí la mitad del
oscuro roble de ramas retorcidas, cuyas bellotas rojizas preciado líquido.
parecían bolas de corcho y nos servían como flotadores "Sólodebes llenar la mitad del vaso. Luego, si quieres
cuando pescábamos barbo en el río cercano a la iglesia más, sirves otro cuarto", me dijo en un tono de total
católica donde las religiosas nos instruían sobre el peca- seriedad. Hasta la fecha, siento un poco de culpa cuando
do y política social desecho agua, sobras de comestibles o viejas prendas de
Bob y yo teníamos que cortar la leña necesaria para la vestir.
cocción de los alimentos de la comida vespertina. Solíamos ir al basurero localizado bajo la antigua
Debíamos extraer agua del pozo y llenar con ella tinas fábrica de aluminio que, hasta donde pude enterarme,
de hojalata, a fin de poder bañarnos. Sólo después de nunca produjo ese metal. Inmediatamente después de su
habernos bañado y lavado los dientes, se nos permitía construcción, Tojo y FDR acudieron a ese lugar y lo
encender el pequeño radio marrón para escuchar The convirtieron en planta de manufactura de granadas. Este
Whistler, The Shadow o The Saturday Night Hit Parade con acontecimiento, junto con el de la fundación de Riverbank
Andy Russell, el único mexicano al que oí en la radio Canning Company, hizo que el pueblo apareciera por vez
durante mis años mozos. Mientras escuchábamos tales primera en los mapas. Teníamos una de las tres factorías
programas, lustrábamos los zapatos. Mi madre secaba de granadas existentes en el país durante la Segunda
los platos y, durante los cortes comerciales, entonaba Guerra Mundial y la industria de pasta de jitomate más
canciones mexicanas, que en ese entonces me parecían grande del mundo.
cursis. "Cuando sean adultos, les gustará también esta Llevábamos un carretón lleno de chatarra al muladar
música", solía profetizar mima. En la actualidad, en este y ahí pasábamos toda Ja mañana buscando, entre los
verano del 67, y en calidad de búfalo fugitivo, sigo montones de desperdicios, muebles rotos, ropa vieja,
pensando que esa música es cursi. herramientas desgastadas y toda clase de cachivaches,
A menudo, mi viejo esperaba a que nos metiéramos a aquellos objetos que a juicio del regatón aún podían
la cama, para transmitirnos algunas enseñanzas. Sacaba salvarse, de acuerdo con los preceptos del Seabee's
el volumen de pasta azul que le había obsequiado la Manual. Al concluir nuestra labor, el carretón quedaba
Marina y cuyo título era The Seabee's Manual. Se trataba tan colmado como lo había estado al llegar al basurero.
del único libro que yo lo haya visto leer. Acostumbraba Más tarde, la cantante y el indio inspeccionaban su
recomendarnos: "Miren, si llegan a aprender de memo- contenido. Y cuando él le volvía la espalda a ella, sacudía
ria esta obra, serán capaces de hacer todo lo que se la cabeza y comentaba "No me comprenden", nos hacía
propongan". El manual decía cómo atar nudos maravillo- salir a Bob y a mí de la habitación. Pero nunca lo con·
sos, reparar calderas de buques de vapor y sobrevivir sin tradecía frente a nosotros.
alimentos ni agua tras un extravío en alta mar. Debo "Hijos, es mejor que obedezcan a su papá", nos
admitir que ese libro me resultó de utilidad cuando advertía. Incluso cuando ella sabía que se trataba de un
presenté el examen de admisión en la tropa 42 de los disparate, cuando sospechaba que él padecía neurosis de
muchachos exploradores. Sin embargo, no me propor- guerra, nunca manifestaba desacuerdo alguno en rela-
cionó ninguna ayuda para librarme de las úlceras. Su ción con las órdenes que su marido impartía a los
enseñanza fundamental era la filosofía contraria al des- vástagos. Simplemente, ingería otra aspirina y entonaba
perdicio. Y el regateador estaba tan convencido de que la canciones mexicanas, soñando quizá con lo que habría

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sucedido si no se hubiese convertido en la esposa de un conspiraban para convertir a dos inocentes criaturas
capitán. mexicanas en hombres. Para ellos, el único objetivo
Aun en la fecha en que él nos dio la lección fundamen- aparente de la infancia era la consecución del entrena-
tal para "hacernos hombres", ella no dijo ni pío. La miento indispensable para hacer hombres a un par de
familia se hallaba sentada a la mesa. Yo engullía una niños. Y no hombres del futuro, sino hombres en el
mazorca de maíz con enormes vasos de leche. Solía tiempo presente. Debíamos levantarnos temprano, regre-
comer con tanta avidez que hasta cuando tiraba un sar corriendo de la escuela, trabajar durante los fines de
pedazo de carne al piso o derramaba el Koolaid, no me semana, días festivos y vacaciones, todo ello con el fin de
detenía. Él acostumbraba advertirme el efecto negativo ser hombres. Se suponía que teníamos que hablar,
que ese hábito ejercería sobre mi carácter y estómago. caminar, actuar y pensar como hombres. Cuando nos in-
Recuerdo que a todo lo largo de la infancia, los cuates vitaban a jugar escondidillas, no podíamos hacerlo hasta
hacían bromas sobre mi gran rapidez de deglución. terminar de arrancar la mala hierba del jardín. Y mien-
Incluso, me propuse comer con la mano izquierda para tras la pandilla se reunía detrás de la tienda de abarrotes
disminuir la velocidad. Sin embargo, a las tres semanas para fumar colillas, nosotros teníamos la obligación de
era ya ambidiestro y la táctica había dejado de funcionar. lustrar nuestros zapatos y estudiar el Seabee's Manual. De
Me consolaba la idea de que si esa habilidad recién hecho, la única época en que pudimos leer libros diver-
adquirida no contribuía en nada a mi dieta, resultaría de tidos fue cuando mi padre estuvo en la Marina. Nada lo
utilidad en el caso de que los japoneses llegaran a enfurecía más que pescarnos hojeando el Captain Marvel
cercenar mi mano derecha. o el Plastic Man puesto que, según él, los hombres no
-Si comen una cucharada de la salsa picante prepara- perdían el tiempo leyendo libros graciosos. Nos ser-
da por su madre, les daré un centavo -dijo mi viejo esa moneaba: "Los hombres toman la vida con seriedad". En
noche. consecuencia, nada podía aprenderse en los libros chis-
Miré a mi hermano, quien no mostraba ninguna tosos.
intención de aceptar el reto. Él no prestaba tanta atención Llegué a creer que el único loco era mi padre. Dudaba
a mi· papá como yo lo hacía. Por alguna razón, no le que los progenitores de mis amigos del barrio enseñaran
interesaba convertirse en hombre. a sus hijos las mismas cosas. Pero cierto día descubrí que
-¿En este momento? ¿Un centavo por cucharada? estaba equivocado. Un martes por la tarde, al volver a ca-
-preguntó el niño de seis años. sa de la escuela, escupí sobre una figura impresa de la
-¿No confías en mí? bandera estadounidense. Era el Día de la Estampa de
Mi hermano se limitó a reír cuando vio que las la Victoria. Acostumbrábamos guardarlas del mismo
lágrimas escurrían por mis abultados y prietos cachetes modo en que algunas personas coleccionan sellos de
tras la ingestión de la tercera cucharada de chile. Empe- correo.
ro, conseguí mi propósito. Nunca me rajé ante ningún La señorita Anderson nos había instruido sobre el arte
desafío. · de la supervivencia en caso de ser atacados por el ene-
Mi madre sólo sacudió la cabeza, desaprobando la migo. A pesar de que ella se refería estrictamente a los
conducta de su marido. Hasta llegó a pensar que había japoneses, yo consideraba que el verdadero enemigo no
involucrado algún misterio que ella, por ser mujer, no era sólo un kamikaze con el rojo sol naciente en las alas,
podía entender. sino también el anciano equipado con una enorme pluma
La frugalidad y el espíritu de competencia eran los fuente que enviaba cartas a las familias pobres residentes
principios rectores de mis padres. En realidad, ambos en pequeños pueblos. FDR era tan enemigo como los
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nipones. Después de todo, fue él, y no Tojo, quien reclutó
a mi viejo. Fue él quien hizo llorar a lo largo de un mes fecha, nunca he sentido ningún respeto por esa bandera
completo a mi madre y a mi hermano, después de que nos o ese país. Lo cual se puede atribuir a las experiencias
despedimos de papá en la oficina de correos. Fue él quien que tuve durante la infancia. Y la política no guarda
cortó con hojas de afeitar oraciones completas de los ninguna relación con ello. Carezco de ideología. Desde
breves mensajes, parecidos a telegramas, que mi padre entonces, he sido un proscrito, salvo en lo tocante a las
nos remitía desde Okinawa, Iwo Jima y Tarawa. Y necesidades prácticas. Y jamás me he acobardado ante
cuando mi pa nos contó que no le habían dicho cuán una riña.
prolongado iba a ser el periodo durante el cual debía Mi viejo me enseñó a pelear sucio: "Nunca seas tú
permanecer en la barcaza, supimos que se refería a FDR quien inicie el pleito. Pero, si te ves precisado a luchar,
y no a Tojo. no te atontes. Coge un palo, una piedra o cualquier cosa
Así que ahí tienen a ocho mozalbetes mexicanos de que sea dura. Pégales con ella varias veces en la cabeza
piel oscura y de aproximadamente diez años de edad y jamás te volverán a molestar".
marchando en una sola línea a lo largo de la acera de Con motivo de la Navidad, nos regaló guantes de
PT&T. Osear descubre un folleto con la imagen de la boxeo y un saco de arena. Poco tiempo después 1 ninguno
bandera estadounidense. Y, entonces, le lanza un de los muchachos de mi edad que habitaban en el barrio
escupitajo. quiso ir a practicar conmigo. Años -más tarde, cuando
-Miren lo que hizo Óscar -avisa a los demás Johnny cursaba el último año de la escuela de segunda enseñan-
Gómez, quien señala el impreso con un respeto semejan- za, gané el título de la categoría pesada al lanzar a Harry
te al que mostraría ante una serpiente. Los otros lo Greene tantos golpes bajos que ya no pudo levantarse.
rodean y sacuden la cabeza. Cuando su manager se introdujo al cuadrilátero para
-¿Por qué lo hiciste? -pregunta David, el hermano de protestar, también lo derribé. Después de que me dieron
Johnny. la medalla, algunos de sus partidarios me siguieron a los
-¿Y por qué no? Es sólo un papel -explico. vestidores. Ahí agarré un zapato de tacos con refuerzos
-Es la bandera de los Estados Unidos, ¡estúpido! metálicos y los mantuve a raya hasta que mi entrenador
-¿Y qué? de futbol, Joe Sigfried, les ordenó que abandonaran el
-No lo vuelvas a hacer. lugar.
-¿Por qué? ¿Vas a impedírmelo? Vivir en Riverbank equivalía a vivir en un pueblo
David me empuja y lanza al suelo. Mientras desempolvo extraño o ajeno. En ese entonces yo era tan fuereño como
mi pantalón y limpio la sangre de mis codos, los chicos lo soy ahora. Sobre todo durante los tres primeros años,
se burlan de mí. Bob y yo tuvimos que defendernos de los chicos más
-No seas irrespetuoso -dice el indito. rudos y malvados del barrio, puesto que se nos conside-
-¿En serio? raba habitantes de la región oriental del país. Ellos decían
Entonces, se me echa encima e inmoviliza mis brazos que no éramos auténticos mexicanos, porque usábamos
con sus rodillas. Me rindo ... pero sólo para reiniciar la botas negras de charol y pantalón corto, que mi madre
lucha cuando Alfonso dice que soy una gallina. En nos había comprado en Ciudad Juárez minutos antes de
resumen, tuve que pelear con cada uno de ellos esa tarde. abordar el Greyhound en el cual viajamos para reunirnos
Y perdí en todos los combates. con mi padre, quien había partido con un año de antici-
Los siete chiquillos me vapulearon aquel día que pación a buscar la riqueza ofrecida por los durazneros
escupí la imagen de la bandera de mi padre. Hasta la californianos.
En aquel entonces, California era la tierra de los
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pochos. Los mexicanos californianos no eran más altos marcaban el límite del Barrio Okie. En las noches y los
que el resto de los okies con los cuales convivían. Casi fines de semana, peleábamos con nuestros vecinos mexi-
siempre hablaban en inglés, mientras que para nosotros canos; pero durante el día y en la escuela luchábamos
la vida "en el Oeste" constituía simplemente un respiro contra los okies. Respetábamos la regla tácita de no reñir
temporal en los difíciles tiempos de la depresión. Los jamás con alguien de nuestro propio grupo frente a los
cinco dólares por semana que mi padre ganaba como otros. En la lucha por la supervivencia grupal, no se
mecánico en El Paso resultaban insuficientes para satis- puede debilitar el aspecto fundamental de la defensa
facer los sueños de mi madre. Ella deseaba una máquina discutiendo problemas internos en las narices del verda-
de coser, y una vivienda con electricidad y agua corrien- dero enemigo.
te. En realidad, nunca aspiró a poseer una casa, sólo Debíamos pelear contra los okies, porque ¡éramos
quería habitar en alguna que estuviese equipada con mexicanos! A ellos no les importaba que mi hermano y
todas las comodidades modernas publicitadas en el yo fuésemos parias dentro de nuestro propio barrio. Si
catálogo de Sears & Roebuck. Así que cuando abandona- les hubiéramos dicho que éramos "orientales", se ha-
,-7 mos El Segundo Barrio, localizado frente a la frontera brían reído de nosotros. Para ellos, nosotros éramos
internacional, no pensamos que los mexicanos de mexicanos, hispanos y negros. Si uno vivía en el West
California actuarían como gringos. Side, al otro lado de los rieles, y si uno tenía la piel oscura,
Pero lo hacían. Nosotros éramos forasteros por razo- entonces uno era mexicano.
nes geográficas, y parias porque no hablábamos en inglés Riverbank se dividía en tres partes, y en mi pedazo de
y vestíamos pantalón corto. En consecuencia, nos vimos mundo sólo había tres clases de personas: mexicanos,
obligados a pelear todos los días. Hasta que Bob molió a okies y norteamericanos; católicos, fanáticos de sectas
palos a Jimmy Pacheco, el más joven de un grupo de religiosas y protestantes; cosechadores de duraznos,
apaches, quien vivía en uno de los extremos del barrio trabajadores de la fábrica de conservas y empleados.
con diez hermanos y unos siete perros. Ellos eran los Vivíamos en el West Side, a poca distancia olfativa de
únicos que tenían cerco de alambre alrededor de su la fábrica de pasta de jitomate más grande del mundo.
propiedad. Acostumbraban sacrificar cerdos, cabras y Con sus enjambres de moscas y el hedor de la basura en
novillos, emborracharse con tequila y beber sangre descomposición durante los cálidos días veraniegos, el
fresca con cebollas recién cortadas. Sin embargo, cierto West Side estaba enclavado a una distancia segura del
día, BobcogióaJimmypor lamuñeca y lo lanzóen dirección centro de la localidad, donde habitaban los norteameri-
altronco delvetustoy oscuroroble.Tras elincidente,Jimmy canos. Todas las casas tenían jardín y, al menos, uno o
no volvióa meterse con nadie y lució camisade manga larga dos rosales y un par de pollos. Nosotros no cultivábamos
en el transcurso de varias semanas. Todos sabíamos que verduras aguardando la victoria, sino para sobrevivir en
usaba esa prenda para ocultar los vendajes. En general, los meses helados y brumosos del invierno, época en que
los pochos dejaron de fastidiarnos. Esto no significa que ya ha concluido la cosecha de duraznos, nueces, jitomates,
nos hayan aceptado como miembros de su tribu, sino uvas y aceitunas. Y mucho antes de que las norteameri-
que simplemente ya no nos chingaban. No tuve que pelear canas adoptaran la moda de plantar flores y limoneros
de nuevo con un mexicanohasta que me uní a la revolución, usando lindos bonetes y guantes blancos, las mexicanas
unas tres décadas más tarde. regaban sus rosales y plantas de chile todos los do-
No obstante lo anterior, la riña con Pacheco no cons- mingos por la mañana, mientras nosotros asistíamos al
tituyó el final de la guerra. Nuestro mayor frente de catecismo impartido en el templo de Nuestra Señora de
batalla se desplegaba a las 7:30 a.m. en los rieles que Guadalupe.
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Ahora bien, el West Side estaba limitado al este por los los días, no obstante la afirmación del señor McClatchy
rieles de la estación de ferrocarril de Santa Fe, al norte en el sentido de que estábamos infligiendo una severa
por la carretera Modesto-Oakdale, y al sur por el canal de derrota a los japoneses. El paso constante de trenes de
irrigación. En ese territorio, sólo los mexicanos se halla- 1.5 km de largo que transportaban tropas, donde los
ban a salvo de los perros del barrio, los cuales obedecían soldados viajaban apiñados como ganado, constituía un
únicamente las órdenes expresadas en español. Salvo recordatorio cotidiano de mi inutilidad como civil. Nos
Bob Whitt y Ermitt Brown, amigos míos que maldecían aproximábamos a la estación de ferrocarril para despedir
en castellano mejor que yo, jamás vi a una persona a los hombres valientes que se dirigían a San Francisco,
blanca que se aventurara por los sucios senderos de en el trayecto para emprender la lucha contra los nipo-
nuestro barrio. nes. Ellos nos obsequiaban monedas y, en ocasiones, nos
Al trepar al depósito de agua próximo a la estación de pedían que lleváramos a nuestras hermanas para salu-
ferrocarril, se podía ver al este el Barrio Okie. Riverbank darlas. En virtud de que las mías se hallaban casi en
era un poblado plano y destinado a la labranza. Con pañales, me resultaba imposible satisfacer esa petición.
excepción del banco y la logia masónica, no había Incluso llegué a reunir las tiras de celofán rojo conte-
edificios o estructuras de tres pisos en varios kilómetros nidas en las cajetillas de Lucky Strikes, porque Harry
a la redonda. Siempre quise subir a ese tanque plateado March nos había dicho que se podían canjear por perros
que almacenaba 40 mil litros de agua; pero, Harry lazarillos de la raza pastor alemán para los veteranos
March, el dueño de la tienda que vendía mercancías a lisiados. Al cabo de un año, tenía sólo 200 tiras. Poseía
cinco y diez centavos de dólar, me lo impedía. El sepa- los suficientes conocimientos artméticos para saber que
recía a john L. Lewis y nos vendía cigarrillos si a ese ritmo, tendría que continuar recolectando paquetes
garabateábamos una nota y la hacíamos pasar como sucios y vacíos de cigarrillos a lo largo de un lustro.
escrita por nuestros padres. Yo solía pedirle Wings y Asimismo, intentamos hacer acopio de periódicos, pero
falsificar la firma de mi viejo, aunque ambos sabíamos nunca conseguimos una cantidad considerable de ellos.
que él se hallaba lejos colaborando con la Marina. "Silos Yyo estaba seguro de que consumiría el resto de mis días
descubren, los meterán en chirona", nos advertía cuando el reunir 4.5 kilos de papel de estaño con base en las
al volver a casa provenientes de la escuela nos detenía- pequeñas láminas de ese material insertas en los J uicy
mos a comprar un helado en su establecimiento. Fruit y las cajetillas.
Cierto día, ya no pude continuar esperando y quise Asíque llegóel día en que decidí unirme a la resistencia.
participar en el esfuerzo bélico del que nos hablaba Trepé a la copa de la lila plantada en el patio trasero de mi
continuamente la señorita Anderson. Yodeseaba que mi casa.Este arbusto, con floresde colormorado claroy bolitas
padre regresara a casa, porque mamá estaba enloque- negras cuyotamaño y dureza las hacían del todo apropiadas
ciendo. Sólo comía naranjas, ingería aspirinas y café, y para utilizarlascomocanicas,constituíami espaciopersonal
nos pegaba con las manos gélidas, cinturones y mangue- y privado. Bobera el dueño del eucalipto, y todos compar-
ras de goma. A pesar de que yo me había hecho cargo de tíamos los frutos del ciruelo, la higuera y el almendro; pero
la familia a los diez años de edad, de que subía el cierre nadie podía subir la lila sin mi autorización.
del vestido de mi mamá cuando ella se alistaba para ir a Llevaba un fusil calibre 22 sujeto al hombro mientras
trabajar a la fábrica de conservas y de que otorgaba o trepaba cuidadosa y silenciosamente al puesto de
negaba el permiso para que mis hermanas fueran al cine, francotirador localizado a nueve metros de altura. Los
quería que el marinero volviera a casa. aviones del enemigo sobrevolaban esas tierras durante el
Los titulares del Modesto Bee nos hacían llorar todos día y la noche. Sólotenía que esperar. Gary Cooper no se
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quejó jámas cuando tuvo que permanecer sentado en la este. Sabía que es de mala suerte atisbar la muerte y la
copa de un árbol, con los japoneses marchando por destrucción. Aunque nadie lo había mencionado, yo
debajo, y las moscas y los mosquitos enloqueciéndolo en estuve seguro durante todo el fin de semana de que la
aquella selva calurosa y llena de vapor, ¿no es cierto? ... población en su conjunto pronto moriría de sed. Elhecho
Escuché a lo lejos el ruido producido por un avión. Cerré de que en nuestro grifo aún fluyera agua diáfana, no me
los ojos. Por el zumbido del motor, se podía saber a qué condujo a descartar esa idea. Creía que estaban utilizan-
bando pertenecía. Y cuando se hallaba sobre mi cabeza, do el tanque de reserva. En un día más, su contenido
le apunté cautelosamente. Estaba seguro de que parecía también se agotaría.
ser un P-38, pero se trataba de un disfraz... disparé. Sinver hacia arriba, permanecí de pie bajo las palme-
Esperé a que cayera. Sin embargo, de algún modo ras del parque ubicado atrás de la estación de Santa Fe.
siguió volando en dirección a la fábrica de aluminio... Cuando no hubo moros en la costa, miré el depósito de
Limpié el sudor de mi frente y me puse a pensar. ¿Qué agua. Entrecerré los ojos para poder observar el daño.
haría Coopen una situación semejante?Sólome quedaba Busqué indicios de algún escurrimiento. Claro que quizá
una bala. Un disparo. ¿Débíaaguardar la llegada de otro ya lo habían contenido, succionando con una bomba el
avión? Sin duda, habían oído la descarga de mi rifle. agua que aún quedaba dentro del tanque. Los buenos
Pronto llegarían al sitio donde me encontraba. No tenía soldados siempre ocultan su verdadera situación en el
miedo de ser torturado. Siemprehe sido capaz de sopor- frente. Además,¿cómopodía estar segurode lo que había
tar cualquier cosa, ¿recuerdan? Pero un hombre tenía la atisbado? De entrada, no tenía binoculares. En conse-
obligaciónde destruir todo objetivoy todo abastecimien- cuencia, asumiría el resultado de mi acción como "inten-
to de pertrechos, así como causar todo el daño posible a to". De todos modos, no lo había llevado a cabo para
los nipones. Claroque eso no contemplabalos blancos en recibir ninguna maldita condecoración. Simplemente, el
movimiento, ni los humanos... viejo tendría que fiarse de mi palabra. Él sabía que yo
Y ahí estaba: a menos de una cuadra de distancia se jamás le había mentido. Al menos, sabía que nunca le
erguía la infame torre del agua. Todo el pueblo dependía volvería a mentir después de aquel día que me colgó de
de ella. Cortar el suministro del vital líquido significaba un madero en el gallinero.
tenerlos en la palma de la mano en un plazo no mayor a Estábamosarrancando la mala hierba que había creci-
una semana. ¿Acasola Convenciónde Ginebra prohibía do entre las tomateras, cuando mi joven tío Héctor des-
en realidad las acciones de los francotiradores contra la encadenó todo el problema. Arrojóuna pedrada a Bob.Y
población civil?¿Quéiba a decir la señorita Anderson al comomi hermano pensó que yo era el culpable, me lanzó
respecto? ¡Aldiablo!Tenía que contribuir a que mi padre un terrón del tamaño de una calabaza. El Capitán nos
regresara a casa sin importar los medio. Al fin y al cabo, amonestó dos veces. A la tercera, nos ordenó que en-

~,~:
¡estábamos en guerra! Sin duda, Dios me comprendería, l1~'
'.t1( tráramos en la casa. Antesde que encontrara un cinturón
aunque no lo hicieran las religiosas. Tal era el caso de para pegarnos, unos norteamericanos detuvieron su
Humphrey Bogart. Estaba vivo, ¿verdad?Y, sin embar- '•i
auto para comprar mazorcas de maíz. Les ofrecimos la
go, ¿acuántos había despachado?Asíque apreté el gatillo ' docena a medio dólar y la entrega de una adicional por
y cerré los ojos. ¡, ¡\:
si les salía alguna con gusanos. Mientras el regateador
Dos días después, fui de paseo a la estación de L"' desprendía las mazorcas de los tallos, Héctor nos acon-
,;; ·;1
ferrocarril. Sóloiba a saludar a los soldados, le expliqué sejó que pusiéramos periódicos dentro de nuestro panta-
a mi ma. En el transcurso de dos días con sus respectivas '·:·f·.·
.,~,..''
:,· .. lón. "No olviden hacer como que lloran en el momento
noches, no me había atrevido a mirar siquiera hacia el 'l en que nos esté azotando",recomendó mi tío... Fallé. Lo
'~

106 107
olvidé. Para llorar debí restregar cebollas en mis ojos. sofocante y la pelusa picante de los duraznos no incomo-
Cuando el Capitán descubrió la sección deportiva del daban a un indio como mi padre. Pero los holgazanes
Modesto Bee bajo mi pantalón, exclamó: "Muy bien, y afeminados como nosotros debíamos zambullirnos y
tramposos, ¿de quién fue la idea?" lucirnos con las chicas en las aguas del canal a la hora del
Mierda, ni siquiera mi viejo podía conseguir una refrigerio, con objeto de sentirnos bien.
confesión mía, después de haberme resuelto a no hablar. Sino hubiese sido por mi gordura, quizá habría podido
Siempre he sido leal hasta la médula. Aun cuando nos realizar esos extravagantes saltos de carpa y de cisne
envió al gallinero situado bajo el ciruelo, ¿me vieron como el resto de los muchachos. Pero mi.madre me había
llorar? Y cuando nos obligó a los tres a permanecer en esa convencido de que yo era obeso, feo como un cerdo y
covacha minúscula con una soga alrededor del cuello, carente de virtudes rescatables. Entonces, ¿cómo podía
¿escucharon que yo implorara clemencia? andar por ahí vistiendo únicamente un suspensorio? Ya
"Cuando se decidan a hablar, los soltaré", nos dijo. saben que los V-8no ocultan la corpulencia excesiva. Por
Incluso cuando él salió del gallinero, abandonándonos tal motivo, comencé a usar calzoncillos largos. Sin
ahí para que pereciéramos, no pronuncié palabra alguna. embargo, tomé la decisión demasiado tarde. Ya todos
A pesar del hecho de que yo era el más joven de los tres, sabían que tenía el pene más pequeño del mundo.
no blandí la bandera blanca de rendición. Aunque la Mientras las chicas observaban y emitían risitas entre-
sangre se coaguló en mis piernas y calambres eléctricos cortadas, los mozalbetes acostumbraban entonar mi
sacudieron mi espinazo, no dije ni pío. Estaba seguro de canción privada al ritmo de "Little Bo Peep": "Oh,
que mi madre nos encontraría colgando con la lengua ¿dónde? Oh, ¿dónde está mi muchachito? Oh, ¿dónde?
de fuera a la mañana siguiente, en el momento en que Oh, ¿dónde está? Es tan regordete y panzón que no puede
entrase a recoger los huevos. Ycuando aquel gallo enano moverse. Oh, ¿dónde? Oh, ¿dónde está?"
y pendenciero picoteó mis pies y dejamos de oír la voz de Intenté endemoniadamente dejar de comer helados y
mi padre en el exterior, tampoco gemí. tortillas con mayonesa, pero aun así siempre tuve entre
Fue Héctor quien se acobardó y pidió ayuda: Manuel,
11 tres y seis kilos de sobrepeso. Y sin importar lo que
más vale que me saques de aquí o te acusaré con mi amá", 'I'
11
pensara o hiciera, incluso el haber pedido a la Virgen
Quién sabe cuánto tiempo nos habría tenido colgando el María que me hiciera hombre y me concediera al menos
Capitán, si Héctor no hubiese sido el hijo de su hermano. un poco de vello púbico, mi pito continuó siendo entre
Toda la influencia o autoridad que Héctor había ejercido 2.5 y 5 centímetros más pequeño que el de los demás.
sobre mí, por ser mi tío y cinco años más grande, la En realidad, si no hubiese sido por Vernon Knecht,
perdió esa tarde en el gallinero. Y de no haber sido por habría continuado siendo el monstruo deforme que fui
esa falta de entereza, quizá yo no habría iniciado jamás hasta esa fecha. El era un joven alto y pelirrojo de origen
aquellos hábitos desagradables en la ducha. alemán que me enseñó cómo hacer marcas en el tronco
Solíamos cosechar duraznos durante el verano. Mi de los árboles y elaborar con piedras señales de tránsito,
padre nos retaba a los tres a competir contra él. Si Bob, cuando estaba estudiando para obtener las insignias del
Héctoryyo cortábamos más melocotones que el Capitán, mérito en la tropa 42. Cuando tenía doce años, fuimos a
obtendríamos una sandía y permiso para ir al canal. al 1
acampar un fin de semana a la represa de Oakdale con
cabo de la jornada laboral. Sin embargo, siempre perdía- nuestro guía homosexual de los muchachos explorado-
mos, porque nosotros tomábamos una hora para almor- res, quien determinó que yo sería el compañero de
zar, mientras que él no realizaba ninguna pausa. No ,,.l Vernon. En caso de que nos ahogáramos, nos perdiése-
obstante, de todos modos íbamos a nadar. El calor ~ mos o fuéramos atacados por los indios, podíamos contar

108 109
con nuestro compañero. Debido a que Vernon era un nuestro guía homosexual de los muchachos explorado-
explorador de primera línea y yo un mero novato, res, y frente a la señorita Anderson. Sin embargo, al oírlo
confiaba en todo lo que me decía. Así que aquella noche, decir "joooh!" y [aaah!", cuando la cerveza espumosa
dentro de la pequeña tienda de campaña donde la lluvia cayó como escupitajo sobre su pecho mientras permane-
veraniega nos obligaba a permanecer, le pregunté cómo cíamos tendidos dentro de la tienda de campaña, me
podía aumentar el tamaño de mi pito. pregunté si el sexo no era realmente para los afeminados.
-Mierda, ¿quieres decir que no sabes masturbarte? Traté de seguir su ejemplo, pero no salió ningún líquido ..
-¿Jalado? -interrogué a mi compañero. Aunque intentó animarme, exclamando: "Más duro,
-Sí, hombre-respondió y, luego, sacando repentina- hombre. Jala a ese cabrón. Rápido, más rápido", sólo
mente su miembro largo y blanco, añadió-: Empujar y logró que las cosas empeoraran. Mi miembro se puso
jalar ... tal como lo estoy haciendo. fláccido antes de expulsar cualquier sustancia espumosa.
Cuando mi tío Héctor, mi hermano Bob y mi primo Me aconsejó que lo intentara con mayor frecuencia:
Manuel se burlaban de mi obesidad y mi diminuta picha, "No te preocupes, hombre. Te crecerá, si lo ejercitas".
les echaba en cara que, al menos, yo no lo manoseaba. Al día siguiente, regresé a casa y mi madre no me
Entonces, me decían que estaba mintiendo y me veía permitió entrar en la cocina hasta que me aseara. Y como
precisado a mostrarles las palmas de ambas manos para yo estaba hambriento porque sólo había comido carne de
que se cercioraran de que no me masturbaba: ¿Acaso
11
cerdo con frijoles durante todo el fin de semana, fui
tengo verrugas?" corriendo a bañarme.
Así que durante aquel fin de semana en la represa de "Si lo enjabono, tal vez consiga calentarlo", me dije a
Oakdale, le aclaré a Vernon Knecht cuál era mi postura mí mismo.
en la materia. En efecto, la gran mucosidad lanzada por la picha saltó
-No quiero hacer nada repulsivo. Aún no he efectua- hasta mis ojos por primera vez en mi vida. Desde
do el sacramento de la Confirmación. entonces, me produce un goce indescriptible escuchar la
-¿De qué hablas? -indagó el alemán ateo. afirmación aquella de que la limpieza está íntimamente
-¡Por Dios! No puedo confesar esto al sacerdote ... relacionada con la santidad.
¿Piensas que él va a creerme si le digo que lo hago para
que me crezca?
-¡Al diablo! Simplemente, no se lo digas. .
Perdí la mayor parte de mis principios religiosos
aquella noche en que el viejo Vernon me instruyó sobre
el sexo. Cuando vi la cerveza blanca y espumosa que salía
de su verga, creí que se había lastimado por darse tirones
tan fuertes con esas enormes manos suyas de labriego. Y
cuando advertí que sus ojos verdes se metían dentro de
su cabeza, pensé que estaba sufriendo algún ataque
similar a los que bajo la higuera de su padre padecía Toto,
el idiota del pueblo, tras haber cogido un pollo.
Los sonidos que escuché aquella noche no me gusta-
ron. Sabía que Vernon era un tipo rudo. Nada lo atemo-
rizaba ni amargaba. Maldecía frente a John Hazard,
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'
/~

Siete

EL SIGUIENTE MIÉRCOLES POR LA NOCHE VI A VERNON KNECHT


en el sótano de la iglesia metodista localizada frente al
cine Del Río. La tropa 42 se reunía semanalmente para
enseñar a jóvenes decentes como yo el arte de perseguir
y atrapar indios en el monte. Supongo que nadie le había
informado a mi guía homosexual de los muchachos
exploradores que estábamos en guerra con losjaponeses.
Vernon se aproximó y me dijo: "¿Qué tal, negrito, ya
te creció?" Me sonrojé y asentí con la cabeza, mientras él
rodaba por el piso riéndose de mí con sus dientes de
caballo manchados de amarillo a causa de haber fumado
tantas hojas de enredaderas cerca del río, donde se hacía
cargo de mozalbetes inocentes como yo, a quienes ayu-
daba a obtener las insignias del mérito y a resolver
problemas físicos.
Al igual que todos mis amigos okies, Vernon me
llamaba "negrito". En realidad, yo no tenía el aspecto de
un pequeño y oscuro zambo pero, como ya lo he dicho,
en Riverbank sólo había especímenes de tres razas y nos
aproximábamos más a la negra durante el verano, cuan-
do los búfalos prietos corrían casi desnudos en el calor
sofocante del valle de San Joaquín. Ese nombre no
constituía un insulto. Simplemente era una clasificación.
En el valle, todos consideraban que el color de la piel
tenía gran importancia, porque representaba el medio
más seguro y rápido de determinar con precisión quién
era uno.
113
Por ejemplo, mi madre solía llamar "indio" ami padre, dor entrenado especialmente por Tom Mix y Vernon
cuando éste se emborrachaba y la acusaba de ser adicta Knecht, arranqué de modo suave pero con gran rapidez
a la aspirina. En los bautizos, si los vecinos se embriaga- aquellas plumas... o los símbolosde la bestialidad, como
ban y bailaban toda la noche al compás de la música precisó el doctor Serbin cuando le narré ese antiguo
norteña, eso significaba que estaban "actuando como sueño.
indios". En cierta ocasión que metí la lengua en la boca Así que no resultaba en absoluto sorprendente el que
de mi hermana Annie -estaba yo practicando el beso a Vernon me llamara "negrito".Sila gentede color, aquella
la francesa-, mima no me permitió volver a la casa hasta perteneciente a la auténtica raza negra, hubiera habitado
que "dejara de comportarme como indio". Sin duda, en Riverbank, quizáse habría denominado "negros"a sus
cuando Bob se negaba a levantarse y saludar a la bandera miembros. Pero, de acuerdo con el desarrollo histórico
de los Estados Unidos, no era sino uno más de "esos >'t' \,,'~
'}~, de los acontecimientos, yo crecí como un mexicano
indios holgazanes". Y en la época en que mis hermanas gordo y oscuro -un Búfalo Prieto- y mis amigos me
comenzaron a engordar, mi madre las sermoneaba para llamaron "negro"hasta el día en que golpeéaJunior Ellis.
que se abstuvieran de comer tortillas con mantequilla, Había esperado aquel día por largotiempo. Específica-
porque en el caso de que continuaran ganando peso mente, lo había esperado desde la noche de Halloween
terminarían casándose con "algún indio". en aquel año, a saber, de 1946,cuando él y sus hermanos
En el primer sueño del que tengo memoria, me hallaba emboscaron al grupo completo de amigos de Junior
reptando entre los matorrales en dirección a la cima de Pérez.
una colina ... realizaba una misión de reconocimiento del Pérez nació un 31 de octubre, en la víspera de Todos
--':? terreno para los Texas Rangers.* Nuestro fuerte estaba los Santos,y su madre invitaba cada año a los chicos de
sitiado desde hacía varios días. Noteníamos alimentos ni la misma edad de su hijo a una fiesta que constituía el
agua. Durante toda la noche, habíamos escuchado el evento social por excelencia del otoño. No recuerdo
tantán y los gritos salvajes del enemigo. Coyotes y haber sido invitado jamás a ninguna otra fiesta de
serpientes de cascabel se ocultaban en la maleza. Yo me cumpleaños. Asistí en calidad de auténtico negro: me
arrastraba con sumo cuidado y miraba de soslayo, a la había frotado la cara con leños quemados y pintado unos
'"é"\Yl- manera de Tom Mix. Pegué la oreja al suelo, con objeto labios enormes con el colorete de mi madre. Además,
de poder escuchar: por lo menos unos cien autóctonos se había tomado en préstamo los guantes blancos de la
aproximaban montando a caballo con la proa justo al Marina que mi viejo conservabajunto con todo el equipo
oeste desde el otro lado del cerro. Yo culebreaba veloz- de combate, por el caso hipotético de que lo llamaran
mente entre las matas de trigo silvestre. Luego, me para defender su bandera recién adoptada, ahora que ya
encontraba de repente en lo alto de una loma dorada. era todo un ciudadano.
Jamás había fijado con tanta quietud mis ojos castaños y Una vez que terminamos de pescar manzanas con la
diminutos en un punto localizadoa escasos centímetros boca y de clavar la cola al burro, Pérez desenvolvió sus
sobre la hierba... Estaba mirando las plumas aguileñas regalos. Esa fiesta, al igual que todas las celebracionesde
negras y blancas, pero no podía ver las caras ni las un acontecimientoparticular, era aburrida. Elverdadero
cabezasde los aborígenesincivilizados.Conla graciay el motivo por el cual asistíamos era la emoción producida
valor que sólo era capazde reunir un muchacho explora- por la marcha nocturna, cuando todos los miembros de
la pandilla acompañábamosa las chicashasta su casa. No
* N. de la t. Banda organizada originalmente en Texas para luchar había alumbrado público al oeste de la estación de Santa
contra los indios y mantener el orden. Fe. "La ciudad de la acción" sólo podía costear el su-
114 115
ministro de faroles y calles pavimentadas para el sector zapato en mi pecho y me iluminó la cara con su linterna.
norteamericano. No fue sino a fines de la década de los -Mira, Junior, observa lo que tengo aquí -le gritó a
cuarenta que instauró el sistema de alcantarillado, servi- su amigo, quien sostenía con una mano el cuello de
cio que comenzó a proporcionar a regañadientes, ante las Senaida y con la otra manoseaba sus espléndidas tetas.
amenazas estatales de suspensión de ciertos fondos. -¿Qué tienes ahí, Ralph? -preguntó el güero alto y
Con todo, la oscuridad valía la pena. El alcalde flaco.
Hutchison no conocía la emocionante experiencia con- -Observa ... -respondió después de patear mis testí-
sistente en acompañar a nenas mexicanas de cabello culos-. Tengo un pinche negro.
negro a través de las tinieblas de la noche de Halloween, Senaida sufría tal conmoción que había enmudecido.
mientras los perros hambrientos aullaban y la bruja del -¡Okie de mierda! ¿Metienes miedo? -interrogué a
pueblo, La Llorona, gemía buscando a sus hijos extravia-
1,1
Junior Ellis.
'dos, Yo sólo tenía once años, pero sabía cómo sujetar la Empujó a Senaida y se aproximó para pegarme en la
mano cálida de Senaida Sánchez, mientras el grupo espalda, mientras que el pie de Ralph seguía haciéndolo
avanzaba en parejas entre la maleza crecida y bajo una en mis huevos. Senaida continuaba inmóvil.
luna encarnada. No tuve tiempo de charlar con Senaida, -¡Corre, Sena,corre!-le grité,pero estabaparalizada.
quien me eligiría un par de años más tarde como pareja -¿Así que crees que te tengo miedo, eh?
de baile para la fiesta de graduación de la primaria. Yo Me continuaron golpeando. Luego, me bajaron el
aguzaba al oído ante cada uno. de los ladridos de los pantalón y los calzoncillos. Yo trataba de defenderme,
perros callejeros. Y miraba de soslayo cada vez que pero la fuerza de ambos era mayor a la mía. Se estaban
percibía un estremecimiento a mis espaldas. divirtiendo. Entonces, dirigieron la luz de la linterna
Al escuchar un chillido proveniente de la oscuridad; hacia mis bolas.
nos paramos de sopetón. Distinguí varias figuras que -¡Vaya, vaya! Mira eso. Este negro no es ni siquiera
permanecían de pie e iluminaban su rostro con linternas un hombre -señaló Ralph.
apoyadas contra el mentón. Senaidaagarró mi brazo con - Ya lo creo. Este negro no tiene un solopelo en el pito
firmeza. -añadió Junior Ellis.
-No te preocupes. Debe ser Ernie-dije para tranqui- Estando yo tendido en el piso y con los pies de Ralph
lizarla. Creí que esas figuras correspondían a los herma- sobre mis manos extendidas, ambos lanzaron un
nos mayores de Junior Pérez, quienes no habían sido escupitajo a mis huevos pelones y se echaron a correr
invitados a la fiesta. gritando en las tinieblas con el resto de los atacantes.
-¿Estás seguro? -preguntó la chica que tenía los Senaidanunca dijo ni pío sobre mi condición.Yyojamás
senos más prominentes del grupo de alumnos del señor le conté a nadie que ella se meó en el pantalón. Curamos
White. nuestras heridas en su casay tomamos chocolatecaliente
Pero antes de poder responder, nos cayeron encima. con pan dulce horneado en la tortillería Lodi. Cuando
Se trataba de una emboscada que incluía los tradiciona- Lauren, el jefe de la policía, fue a tomar nuestra declara-
les gritos y alaridos en demanda de sangre y ultraje. ción, nosotros les informamos que había estado tan
Senaida se quedó congelada. Intenté jalarla, pero no se oscuro que no pudimos adivinar la identidad de los
podía mover. Luego, se orinó en el pantalón. agresores. No en vano habíamos vividotoda la vida en el
Ralph Watson, un okie de cara enrojeciday cinco años West Side.
mayor que yo, me dio un golpe que me hizo volar por el -¿Quieren decir que pudieron haber sido cualesquie-
aire para estrellarme después contra el suelo. Colocósu ra sujetos? -preguntó el policía de gran estatura.

116 117
Todos asentimos con nuestra negra cabeza. levantó su falda púrpura unos ocho centímetros por
-:'¡¡. -¿Incluso mecsicanus? arriba de sus fantásticas rodillas.
Nos encogimos de hombros y volvimos a inclinar la "Ahora, observa bien mis piernas y trata de copiarlas",
cabeza sin emitir una sola palabra. Eso lo satisfizo y puso me dijo la joven mujer. Desde luego, la señorita Rita
fin al interrogatorio. Al salir de la casa, Senaida rozó Hayworth no sabía que hasta los búfalos prietos de nueve
accidentalmente mi brazo con su pecho de trece años de años se ponen lujuriosos ante semejante exhibición de
edad. carne. De no haber sido por la repentina intrusión del
-No olvides limpiar tu cara de negro -dijo lanzando señor Addison y su hija, quién sabe qué hubiese hecho.
una mirada comprensiva. La señorita Rollins era tan fresca como una lechuga. Se
Volviendo la mirada al pasado, creo que me habría bajó la falda, tomó a Jane de la mano y la introdujo al
casado con ella si no hubiese aparecido en el escenario salón. Respetando el orden alfabético preestablecido,
Jane Addison, la norteamericana de trenzas de la que me hizo que todos los que se sentaban atrás de mí se
enamoré perdidamente. recorrieran un lugar con objeto de hacer campo para
Enloquecí por Jane Addison desde el día en que su Addison. Jane ocupó el pupitre posterior al mío durante
padre la depositó en el salón de clases de cuarto año, lo los tres años siguientes.
cual tuvo lugar en el momento mismo en que yo contem- Ella era rubia y tímida, y tenía acné en toda su hermosa
plaba atónito a la señorita Rollins. Sufamilia provenía de cara. Era la chica más inteligente de la clase y vivía en el
Bend, Oregón, y su padre acababa de hacerse cargo del sector norteamericano, a menos de siete cuadras de
aserradero ubicado a dos cuadras de nuestra casa, donde distancia de mi casa. Aunque nunca la ayudé a cargar sus
mi madre trabajaba con una enorme sierra cortando libros, desde el día en que la conocí seguí una nueva ruta
tablones de pino, mientras mi viejo luchaba contra los a mi hogar. En el transcurso de un mes, no me dirigió una
japoneses. sola palabra. Pero, cierto día, durante el recreo, se acercó
A causa de mi apellido, siempre me asignaban el a la fuente a un lado de la cual estaba yo parado y me dijo:
primer pupitre del lado de la ventana. Todos me compa- "¿Sabías que tu madre trabaja para mi padre?"
decían, porque no podía dormitar ni hojear a hurtadillas Con eso bastó. A pesar de su acné y del hecho de que
las revistas de tiras cómicas. Pero poco sabían de las ven- pertenecía a una clase más alta que la mía, supe en ese
tajas de mi lugar privilegiado: cuando teníamos que momento que algún día nos casaríamos. Yotrabajaría en
depositar la cabeza en el escritorio mientras la señorita ~l aserradero de su padre hasta demostrar mis méritos.
Rollins nos leía Robinson Crusoe, yo podía mirar a mi El me concedería el puesto de capataz y con el tiempo
antojo las piernas largas y cremosas de la más hermosa heredaría quizá el negocio. El único problema iba a ser
profesora que haya tenido. mi madre, porque no podía imaginarla obedeciendo mis
Justo el día en que Jane y su padre irrumpieron en el órdenes.
salón de clases, ella nos había pedido que dibujáramos Esa misma noche, fui al gallinero, saqué el cuchillo
el cuerpo de un hombre. Adiferencia de la mayoría de los con el cual solía deshuesar los duraznos y grabé sus
búfalos prietos, yo no podía trazar nada que valiese la iniciales en el dorso de mi mano izquierda: JA. Jane
pena. El torso no estaba mal, pero ignoraba cómo Addison. Mi primer amor verdadero. La original Miss It.
delinear la cadera y las piernas. Con la señorita Rollins Me hallaba tan aturdido, que olvidé cubrirme con un
curioseando por encima de mi hombro, lo intenté una y guante o con cualquier otra cosa. A la hora de la cena, y
otra vez. Entonces, jaló su silla, la colocó frente a mi justo enfrente de mi madre, Bob preguntó en voz alta:
pupitre y se subió en ella. Inmediatamente después, -¿Qué tienes en la mano?
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Fingí que no lo había escuchado y, de inmediato, tatuaje con atención. Luego, sacudió la cabeza, con las
cambié el tenedor a mi mano derecha y puse la izquierda trenzas oscilando de un lado a otro, y añadió-: Parece
bajo la mesa. que un gato te arañó.
-Oye, mamá, Óscar se cortó -dijo el cabrón. -Son tus iniciales, tontita.
-¿Qué? -indagó ella con un grito, porque no podía Miró de soslayo el tatuaje, me observó con extrañeza,
tolerar la violencia, salvo en el caso de los golpes y se alejó ofuscada sacudiendo una y otra vez la cabeza.
dirigidos a impartirme alguna enseñanza-. Déjame ver. Incluso a esa temprana edad, supe que las mujeres
-No es nada. Sóloun rasguño -afirmé temblando. nunca expresan lo que verdaderamente piensan de uno.
-Déjame ver. Te lo ordeno -repuso mientras jalaba A lo largo de dos años, soñé todas las noches con Jane
mi brazo. Addison. Terminaba de lustrar los zapatos mucho antes
Arqueé la mano, con el objeto de que las arrugas de que mi madre concluyera el secado de los platos.
escondieran el trazo de las iniciales de mi amada. Hastadejéde escucharelprogramaintitulado The Shadow.
-Te lo dije, se trata únicamente de un arañazo. La KTRB lo transmitía a las ocho y, a esa hora, ya estaba
-¿Cómo te lo hiciste? jugando baloncesto o montando la bici. Por último, llegó
-Una Pantera Negra me rasguñó. el día en que decidí ir a la cama antes de que el sol se
Al día siguiente, le pregunté a Jane Addison si sabía el ocultara y dejé de pedir segundas porciones en la cena.
nombre de mi madre. La cabeza llena de píldoras de mi ma no atinaba a
-Jeannie, ¿no es cierto? reconocer los síntomas hasta que una noche me preguntó
-Bueno ... en realidad se llama Juana. si quería probar, en cuanto estuviese lista, la pasta de
-Es un nombre hermoso-señaló mirándome con sus chocolate que iba a preparar. Sóloasentí con la cabeza,
bellísimos ojos azules. pues yo hablaba muy poco en aquellos días. Más tarde,
Arrastré los pies hasta un punto próximo a sus zapatos cuando le dije que iba a acostarme, indagó:
negros y decidí sellar nuestro destino de una vez y para -¿No vas a esperar el dulce de chocolate?
siempre. -No ... tengo sueño.
-¿Sabías que tienes las mismas iniciales que mi -De acuerdo, m'hijo. Pero al rato te llevaré un poco
madre? a la cama.
-Nunca había pensado en ello, ¿JA? -De todos modos, no me apetece.
-¡Ajá! Juana se escribe con J. Después, escuché que le contaba a Bob que yo le
-No, no lo sabía -dijo la alumna más inteligente de preocupaba. Atribuía mi extraña conducta a la guerra.
la clase. Bob le dijo que no se inquietara, que me vería mejor sin
Titubeé por un momento, pero de inmediato me mi enorme barriga. A la semana siguiente, me dio cinco
resolví a formularle otra pregunta. dólares para que comprara el violín de un amigo de Bob,
-¿Qué opinas de los tatuajes? quien se acababa de inscribir en la banda de música de
-¿Esos que se hacen los marineros en los brazos? la primaria de Riverbank y sería trompetista como mi
-¡Ajá! ¿Te gustan? hermano. Conservé el violín a lo largo de una semana,
-Nunca he visto uno, salvo el de Popeye -respondió pero luego le dije que quería ser como Benny Goodman.
sonriendo. Así que me compró un clarinete en Montgomery Ward.
-¿Jamás te habías topado con algo así? -interrogué Le costó treinta dólares. Que yo sepa, fue la primera vez
extendiendo mi mano izquierda. en su vida que adquirió algo a plazos.
-¿Qué es eso? -preguntó después de observar el Sin embargo, ni siquiera el clarinete ofreció ayuda
120 121
alguna. Desde el día en que había mostrado mi mano de cerillos en el nido de una ardilla. Luego,las encendía
ensangrentada a mi amorcito, no volvimos a cruzar y aspiraba aquel humo deliciosoque conviertea los niños
palabra. Yo decidí esperar a que ella me dijera que en hombres y hace la vida apenas tolerable.
apreciaba los tatuajes. Pero nunca lo hizo. Se limitaba a Incluso después de que mi viejo regresó de la guerra
ignorar mi evidente sufrimiento. Los dolores en mis con todos esos galones y millares de anécdotas, yo aún
entrañas, los secretos retortijones estomacales, le impor- luchaba para sobrevivir sin mi amada. Él estaba demasia-
taban un comino. Las cosas empeoraban a tal grado, que do ocupado equipando la casa en forma tal que pareciera
me resolví a fumar, tal como el resto de mis cuates lo un barco y redactando órdenes en hojitas que clavaba en
habían venido haciendo desde tiempo atrás. Enrollaba la pared por encima del lavabo ("¡Atención!No desper-
páginas completas de viejos libros divertidos y aspiraba diciar agua... No depositar basura en este lugar..."), del
el humo de tales porros hasta que los pulmones me retrete (¡Atención!Reglaspara el uso del papel higiéni-
dolían. Corté trozosae-1a hiedra que se abría paso a co... Utilizar sólo cuatro cuadros... No arrojarlo dentro
ambos lados del gallinero y fumaba los cigarrillos de de la taza..."), etc. En consecuencia, estaba convencido
fabricación casera hasta que la cabeza me zumbaba. Al de que él no advertía mi condición agonizante. Cuando
regresar a casa de la escuela, me desviaba un par de mi madre lo amenazó con el divorcio, si no se largaba de
cuadras para pasar por el billar López y buscar las colillas la cocina, trasladó un catre al pórtico y ahí continuó sus
que los veteranos arrojaban a la acera. Ellos llevaban el homilías derivadas del Seabee's Manual.
cabello muy corto, botas gastadas de soldados paracai- Cierta noche, durante el estudio del capítulo que
distas y el mismo uniforme caqui con que habían luchado versaba sobre el judo y el arte de la defensa personal,
contra los japoneses. Pero yo fingía que no me daba capté el mensaje. El hombre sabiodebía resistir la agonía
cuenta de que estaban ahí parados y apoyados en la pared de la espera, mantener el equilibrio y, en el momento
del billar. Caminaba con la cabeza inclinada e iba oportuno, cortar la cabeza del pinche enemigo.
empujando con el pie las colillas de mayor tamaño, como Durante casi dos meses, toleré la humillación infligida
si fuera pateando una lata o una piedra ... no era sino UJ?. por Junior Ellis en la noche de Halloween. Todos los
muchacho descalzoque expresaba sonidos inarticulados alumnos de la escuelaya estaban enterados de que yo no
en un cálido día veraniego a la manera de Huckleberry tenía vello púbico. Incluso, el viejo Watson y los herma-
Finn. ¡Sí,señor! nos mayores de Junior le habían referido esa cuestión a
¿Acaso esos hombres valientes sabían lo que estaba mi tío Héctor, quien me preguntó si yo quería que él se
viviendo? En ocasiones, me parecía que sí. En caso hiciese cargode la situación. Héctor tenía manos rápidas
contrario, ¿por qué me preguntaban si mi padre aún no como rayos y, a la vez, una gran serenidad. Era el mejor
regresaba a casa? Sin duda, ellos estaban conscientes de f', jugador de billar del barrio y el único que nunca había
que la guerra todavía no había terminado. Y de que mi perdido una sola lucha de cuerpo a cuerpo.
viejo no sería liberado de su cautiverio hasta que Tojo se Sin embargo, no deseaba la ayuda de Héctor. Un día
rindiese. Estoy seguro de que esos individuos compren- después de que el Capitánnos habló sobre eljudo, decidí
dían mi difícil situación. En caso contrario, ¿por qué vengarme yo mismo de Junior Ellis. Era una mañana
desechaban colillas de varios centímetros de largo de decembrina. El día anterior al inicio del periodo vaca-
Luckies y Wings?Yo pateaba las colillas sin triturarlas cional. La niebla se había disipado y jugábamos en el
hasta la esquina, volteaba a ver que nadie me estuviera terreno baldío ubicado atrás de la escuela. Como de
mirando, las recogía y corría al parque ubicado atrás de costumbre, nos enfrentábamos los mexicanos contra los
la estación de SantaFe, donde escondía mi alcancía llena okies. YJane Addison estaba sentada con su mejor ami-
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ga, June Hunt, observando el modo en que yo arrebataba -Sí... ¿y qué? -respondí.
la pelota al enemigo. Se trataba de un juego sin reglas ni Lo había dejado sin ninguna otra opción. Nada podía
marcador. Sin touchdowns ni home-runs. El único obje- contestar a la estocada contenida en esas dos palabras:
tivo consistía en mantener la bola lejos del adversario. "¿y qué?" O me golpeaba o callaba para siempre.
Sólo uno mismo sabía si había ganado o perdido. Y los okies eran tan rudos y diestros en la lucha
Junior Ellis recibió el pase enviado por su hermano callejera como los mexicanos.
menor, Wayne. Permaneció inmóvil. Nadie avanzó en su -¡Maldito negro desgraciado! -aulló al tiempo que se
dirección. Entonces, me miró y dijo: me vino encima.
-A ver, negro, ¿te crees lo suficientemente grande Con la mano izquierda, un empujón y, con la derecha,
para quitármela? un gancho de abajo hacia arriba que se estrelle contra la
Todos rieron. Mis cuates del West Side comprendie- punta de la barbilla del contrincante. En seguida, un
ron el desafío. Los ojos de todo el mundo se clavaron en derechazo al rostro. Que las lágrimas asomen en sus ojos.
mi persona. Volteé para fijarme si mi reina me estaba Luego, triturar su nariz. Pegarle en las espinillas, en las
observando. Lucía el atuendo que resultaba de mi predi- ingles, en cualquier lugar. Una vez en el suelo, arañarle
lección: falda roja y blusa blanca. Saqué el pecho. la cara, echarle tierra en los ojos, darle con cualquier
Comenzó a formarse un círculo humano, el cual se fue cosa. La gente grita y te anima a seguir adelante. En ese
cerrando hasta dejarnos un campo minúsculo. Aún yo no momento, no piensas en tu ropa ni en los dolores que
había dicho ni pío. Di unos pasos hacia él. padecerás los siguientes dos días. No importa que man-
-¿Qué dijiste? -pregunté con tranquilidad, mientras ches tu camisa de sangre, ni que te acerques tanto a un
mi corazón latía violentamente. hombre como nunca antes lo habías hecho. La adrenalina
-Dije que eres un pinche negro con culo de vieja. será la encargada de realizar el mayor trabajo. Te hallarás
Continué avanzando al susodicho, quien era por lo en tal estado de demencia, que sólo la muerte, el
menos tres años mayor que yo. Sabía que mientras él desmayo o la rendición del oponente podrán detenerte.
siguiera hablando, no intentaría pegarme. Además, mi. Molí a golpes a Junior Ellis ese día previo al periodo
viejo me había advertido que no debía ser yo quien vacacional navideño. Y ningún okie hijo de puta volvió
lanzara el primer golpe. a decirme negro en mi cara. Sólo Vernon Knecht y
-No te escuché. ¿Por qué no escupes toda la mierda algunos otros amigos me llamaron negrito como epíteto
que tienes dentro de la boca? -sugerí. afectuoso que recordaba mi victoria. Tras ganar el
La multitud se alegró al oír aquello. Hasta su hermano combate, pasé junto a Jane Addison sin siquiera mirarla.
rió. Podía ver a Jane y [une con el rabillo del ojo. Después del recreo, la señorita Anderson nos leyó
-¿Acaso piensas que tú puedes sacármela? historias de aventuras. Ella tenía el cabello corto y las
-¿Sólo a ti? ¿O a toda tu pandilla? chichis del tamaño de almohadas. Siempre había salido
Los ahí reunidos rugieron con deleite. Sabían exacta- en mi defensa, y yo la consideraba una de las pocas
mente el significado de mis palabras. norteamericanas en quienes podía confiar. Les había
-¿Qué? ¿Me estás acusando de cobarde? -preguntó al dicho a los otros que hasta los hijos del presidente
tiempo que su mirada se endurecía. Roosevelt usaban pantalón corto: "Constituye una parte
-Bueno, ¿cómo le llamarías tú a un tipo que molesta de nuestro esfuerzo bélico. Nuestros hombres necesitan
a las chicas en la oscuridad? la tela para vendar a los heridos". Desde luego, una
-¿Estás diciendo que soy una gallina? -gritó. semana más tarde, algunos aduladores se presentaron a
Me puse tieso, listo para recibir el primer puñetazo. la escuela luciendo el patriótico pantalón corto.
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Al regresar a clases el día de la pelea, tenía la cabeza Cerré los ojos con gran firmeza, para que nadie
cubierta de chichones y los brazos de magulladuras, y mi pudiera descubrir mis lágrimas. Me puse la camisa
sudor se mezclaba con restos de tierra. Me sentía comple- desgarrada y llena de sangre. Cuando la señorita Anderson
tamente aporreado cuando la señorita Anderson comen- reanudó la narración de Perry Mason, coloqué mi cabeza
zó a leer una historia donde aparecía Perry Mason. sin vida sobre los brazos y me vi dentro de las garras
-Muchachos, si quieren, pueden quitarse la camisa. férreas de la sierra de su padre ... Estaba vestido con
Hoy hace mucho calor. prendas de lino, tenía las manos dobladas sobre el pecho,
Me despojé de la desgarrada camisa y deposité mi sujetaba un rosario entre los dedos y esperaba a ser
adolorida cabeza en los brazos ensangrentados. Al igual conducido dentro de un ataúd dorado y hermosamente
que todos los buenos peleadores callejeros, reconstruí labrado al lugar destinado a mi eterno descanso. Cerca de
cuidadosamente el combate para descubrir cuáles ha- mí estaban sentados todos ellos: mis cuates, sus amigas,
bían sido mis errores. Cada una de las palabras y los Bob, Héctor, mis primos, mi abuela, Vernon, los Pérez,
gestos que desembocaron en el primer golpe recorrían la señorita Anderson y, por supuesto, Miss lt ... quien de
mi cabeza palpitante. modo súbito dio un salto, corrió al frente de la iglesia,
De repente, sentí que un pie tocaba el tacón de mi apartó el rosario y besó los agujeritos de mis manos.
zapato. ¿De qué se trataba? ¿Quién podía ser sino Miss It? Incluso muerto como estaba, podía sentir la calidez de
¿Acasoera cierto? ¿Había decidido finalmente hablarme? sus amorosas lágrimas.
Al cabo de dos años, ¿contestaba a los latidos de mi tatua- -Mire, señora Acosta, mire sus manos. ¿Seda cuenta?
je o había sido un roce accidental? Ahí están mis iniciales: JA. Joan Anderson. Ésa soy yo.
Y de nuevo. Sentí un golpecito, casi una patada. La Óscar se ha enamorado de mí.
señorita Anderson narraba sin parar una aventura del
célebre penalista que siempre atrapaba al malhechor. "Nunca me contó eso", dice el psiquiatra judío al tiempo
¿En verdad me estaba sucediendo a mí? Le pegué ligera- que brinca al asiento delantero de mi Plymouth verde
mente con mi zapato, a fin de que supiera que había. que se desplaza a 140 kilómetros por hora. ¿Cómo se
captado el mensaje. atreve este cerdo a interrumpir mis recuerdos justo en el
-Sí, Jane, ¿qué sucede? -preguntó la maestra. momento en que estaba llegando a la mejor parte?
Silencio... percibo el aleteo de mariposas en mis "Mierda, sí le hablé de ella", aclaro. Mis ojos están fijos
entrañas. ¡Dios mío! en la carretera. He avanzado mucho hacia el norte. ¿Qué
-Por favor, ¿puede pedirle a áscar que se ponga de decía el último letrero? ¿Idaho?
nuevo la camisa? Es que ... apesta. "Oye, alégrate un poco", me parece escuchar la voz de
Retumbaron las carcajadas en las paredes del salón. Ted Casey. Pero no puedo distinguirlo, debido a la cerve-
Mis orejas enrojecieron. Estaba frito. Mi corazón se des- za y las anfetaminas que he ingerido a lo largo del camino.
plomó y hundió en la grasa de mi barriga. Después de "¿Qué diablos haces aquí?"
todo, yo era el negro. Mi madre tenía razón. No era sino "No, señor Acosta, me refiero a que usted jamás me
un indio con cuerpo sudoroso y tetillas temblorosas bajo relató su fantasía sobre la muerte", señala Serbin.
los despiadados ojos azules de una jovencita. Nunca pude "¿Cuál fantasía? ¿Qué madres está diciendo?"
volver a desvestirme frente a una mujer. Me negué a ju- "Nose trata de ninguna fantasía, hebreo idiota. Debería
gar baloncesto por el miedo que me producía la posibili- conocer un poco más a sus pacientes",recomienda el Búho.
dad de que algún día rasgaran mi jersey ante los millares Con todo, en virtud de que el doctor Serbin es un
de chicas de ojos azules y trenzas de Norteamérica. profesional, no le responde.
126 127
Ocho

ESTÁ SENTADA SOBRE SU EQUIPAJE, CON LAS PIERNAS LIGERA-


mente separadas, cerca de un campo raso en las afueras
de Ajax, al norte de Nevada. Aminoro la velocidad y
detengo el automóvil. La observo a través de la ventanilla
abierta y espero a que haga algún movimiento. Con
pantalón Levis y larga cabellera rubia, me mira fijamen-
te. Se trata del amanecer de un nuevo día a las 3 p.m. En
veinte años de conducir, nunca había tenido tanta suerte.
Enciendo con indiferencia un Camel.
-¿Quieres que te lleve? -pregunta Steve McQueen.
-¿Hasta dónde vas? -responde ella sin mostrar ni una
pizca de miedo a la bestia parda.
-No lo sé... sólo estoy manejando.
Ella se levanta y yo debo hacer un esfuerzo para
contenerme: un par de piernas largas, un trasero perfecto
y una sonrisa que derrite el corazón. Arroja su mochila
al asiento trasero con el ímpetu de una hippie acomodada
sin huellas de mugre. Arranco a gran velocidad, antes de
que se arrepienta.
-¿Tienes más de eso? -pregunta señalando mi cerveza.
-¿Y quién no -contesto, mientras mi corazón late
enloquecidamente.
Enciendo el radio a todo volumen y ¡Dios mío, hijo de
puta, cabrón, infeliz, desgraciado, ahí está de nuevo! Se
apodera de mi cuello. De las orejas me escurren cubetas
de adrenalina y quedo enganchado a esas "ruedas de
carretas que cruzan el piso".
129
Al llegar al Sun Valley, Karin Wilmington ya conocía
la historia de mi vida. No soy un hombre que oculte las regalos y, luego, se dirigieron a la montaña cercana a
cosas. Acostumbro revelar de inmediato mis secretos Ketchum, donde se estrellaron contra la tumba de
más profundos y pensamientos más desagradables a los Hemingway.
extraños. Tengo-una-historia-y-tengo-una-canción-y-si- -Ésa parece ser una de las anécdotas de John -co-
quieres-viajar-conmigo-hasta-la-estación-bueno-pues-ten- menté, mientras nos aproximábamosa un pueblo ubica-
drás-que-prestar-atención. Mi cerebro dominado por las do al pie de unas montañas pobladas de pinos. Comen-
anfetaminas cavilaba sin tregua. Inclua,o creo que le zaba a rayar el alba.
narré el incidente con Jane Addison y el problema -Lo sé. Pero no me la contó él, sino Michael, quien
psicológico de mi padre. Además, es muy probable que atiende un bar localizadoprecisamente en aquella calle
le haya contado algo sobre la iguana de Russel Tansey, -dijo señalando con el dedo-. De hecho, ¿puedes
porque ella comenzóa formular preguntas cuandollegué detenerte un momento?
al pasaje de Trader JJ. Ocurrió. Estaba seguro de que el maldito Tibeau
- Y el tipo que entró en el bar montando una motoci- interferiría. Ya sólo quería deshacerme de ella y seguir
cleta, ¿tenía la escayola en la pierna izquierda? ¿Un yeso mi camino.
que le cubría toda la pierna? -No tienes ningún lugar donde pasar la noche, ¿ver-
-Sí, en efecto -respondí, sin dar importancia a la dad?
interrupción. -No planeo pernoctar en ningún sitio.
-¿Se llama Turco?-indagó la güera, mostrando unos -Pero, querido... llevas en la carretera, ¿cuántosdías?
ojos azules achispados. ¿Dos?
-No, su nombre esJohn -aclaré al tiempo que la sentí -Sí ... dos o tres. No lo sé con certeza.
venir. Y justo en el momento en que nos estábamos - Y te apuesto que no has comido.
inspirando mutua simpatía. ¡Al diablo! El destino no -Bueno, hay gran cantidad de alimento dentro de una
podía ser tan implacable. Así que continué-: El es de Bud.
Chicago... -Ignoro qué te sucede, querido... -comentó después
-¡Exacto! [john Tibeau! -exclamó_la chica con gran· de reír ante la excusa característica del alcohólico-. Sin
deleite-. Nosotros lo llamamos Turco. planes, sin comer, sin dormir. ¿Quéte estás haciendo a ti
-¿Nosotros? ¿Quiénes? mismo? ¿Te estás volviendo hippie?
-Su esposa, sus amigos, todos lo llamamos Turco. -¿Hippie?-grité-. ¡VálgameDios!Te conté que soy
¿No sabes que él vivía en el Sun Valley? abogado.
Segúnentendí, ella era amiga de su esposa, otra joven -Sí, lo recuerdo, querido. Pero, ¿acaso no aclaraste
adinerada de Idaho. John había insistido en montar la que acababas de, cómo se dice, "tirar la toalla"?*
motocicleta el día de su boda. Así que después de la ce- · Ellame había contadoque su padre poseía millones de
remonia, deslizó su maldita máquina en la pista de baile acres de cultivo de papa de Idaho. Cuando le referí que
hasta que su recién adquirido suegrole dijoa la novia que mi familia estaba en el negocio del maíz y las cebollas,
esperaba que algomás que un Angeldel Infierno hereda- decidió que teníamos otra cosa en común, además de un
ra sus millones. El individuo en cuestión era un escritor
que acababa de publicar su libro sobre fugitivos en •N. de la t. En inglés, drop out. Esta expresión, que significa
motocicleta, con quienes había viajado a lo largo de un separación, retiro, renuncia o no terminación de una obligación, se
año. Los novios treparon con la moto a la mesa de los volvió un concepto popular durante la década de los sesenta al
implicar la idea de rechazo a los valores sociales establecidos.
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conocido mutuo: John Tibeau. Ya no era la hippie que La primera vez que me topé con Hayakawa, le dije que
había recogido doce horas antes, sino una mujer rica y mi padre había sido miembro de la tripulación del Enola
hermosa con mayor clase que la que yo exhibía ese 4 de Gay. Entonces, me dio la espalda, se dirigió al piano e in-
julio de 1967. ¿Cómo diantres podía un búfalo prieto terpretó "Tea For Two".
meter su sucio pito en el cuerpo de una dama tan elegante Cuando Dicko descubrió que yo compartía sus senti-
que lo llamaba "querido"? ¿Qué iba a hacer yo con la hija mientos con respecto a los chaparrosjaponeses, nos conver-
de un importante agricultor que sólo me había pedido
viajar gratuitamente de Ketchum a Frisco y, luego, a la
ciudad de México y, por último, a Acapulco, de ida y
timos en excelentes amigos. Me presentó a todos los
intelectuales de la Estatal de S.F.e intentó convencerme de
que me volviera escritor, debido a que disponía de muchas
1
vuelta? Y todo ello, a pesar de que traía algo así como anécdotas por narrar. Pero poco sabía del alto grado en que
un millón de dólares dentro de la chaqueta de piel de me asustaban todos esos sujetos con abrigo de lana y
oveja. hermosas pipas. Acostumbrabainvitar a VanTilburgClark,
Desde luego, tenía razón. Las personas acaudaladas y Mark Harris, Herb Gold y demás tipejos a su casa, donde
bonitas siempre están en lo correcto. Y ello se debe a que los emborrachaba con el viejo y querido Red Mountain.
no tienen tierra en los ojos como un búfalo prieto. Aúnno En ese entonces, no eran tan famosos como en la
había visto perder a un triunfador. ¿No era ése el motivo actualidad. De hecho, la mayoría de ellos estaban aún
principal por el cual había estudiado en la escuela de vivos. Incluso, Tim Leary se hallaba todavía en este
leyes? Y ahora, aquí me tienen, un pinche búfalo prófu- mundo. En aquella época, no había aprendido a caminar
go. Tirando la toalla con Timothy Leary. sobre el agua. Estaba dedicado a las ratas y los monos. Se
,,u
1¡ ¡Qué broma tan jodida!. .. Conocí a ese tipo cuando esforzaba en explicarme la importancia de dar breves
estudiaba semántica con Dick Dettering en la Estatal de pinchazoseléctricosal cerebro de tales animales, con objeto
S.F., a fines de la década de los cincuenta. Dick era amigo de descubrir el funcionamiento de la cabeza humana.
de Betty, antes de que yo tropezara con ella en el Hospital Debido a que yo era unos diez años menor que los
Estatal de Modesto, donde me desempeñaba comoterapis- miembros de esta banda de alcohólicos, me limitaba a
ta recreativo auxiliar con los locos. La chica era oriunda escucharlos y a rellenar sus copas con vino barato.
de St. Louis y enseñaba a los enajenados mentales cómo Después de que ya habían bebido bastante, les hablaba
elaborar artículos de cuero, a fin de que no se masturbaran sobre mis aventuras en Riverbank y en Panamá, donde
todo el tiempo. De hecho, ella poseía un grado académico había trabajado con la Convención Bautista Meridional
en el arte sublime de la terapia ocupacional. y Jesucristo salvando las oscuras almas de negros, hispa-
Pues bien, Betty me tomó de la mano y me condujo a nos e indios. Durante la narración, solía no perder de
Frisco, para mostrarme un poco de cultura y aspectos vista a Harris, quien tenía el hábito desagradable de sacar
elevados de la vida. Terminamos en la casa de Dicko, una libretita y anotar en ella lo que él denominaba "ideas
ubicada en Twin Peaks, y nos emborrachamos con Red por desarrollar".
Mountain. Él era coeditor, junto con S. l. Hayakawa, de Más adelante, tras haber sido transferido a la Estatal
la revista ETC., donde publicaban excentricidades litera- de S.F. y asistido a su curso de redacción, me preguntó
rias. Yyo era una de las pocas personas en el mundo que si quería leer su primer borrador de Wake up, Stupid! Lo
sabía que Hayakawa robaba muchas ideas a Dicko. Esto tuve en mi poder una semana y se lo devolví en la
tuvo lugar, por supuesto, varios años antes de que se siguiente sesión del seminario de cuento. Sólo leí el
volviera amigo de Ronald Reagan, la estrella cinema- primer párrafo. Después de hacerlo, dejé de temer a los
tográfica. intelectuales. Sabía que yo podía escribir una mejor
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historia. Todo lo que le comenté fue: "Muy buen traba- pasa montando a caballo. Estoy solo. Sin decirme una
jo". En adelante, se abstuvo de acudir a la casa de Dick. sola palabra, Karin me abandonó en medio de la peque-
Siete años más tarde, en la primavera del 67, me ña localidad turística donde está sepultado Ernest
encontré con Tim Leary en el Golden Gate Park. Charlie Hemingway. Veo más vaqueros, así como jovencitas con
Fisher tenía un viejo autobús Fagel, a bordo del cual nos pantalón corto y botas Tony Lama. Todo luce verde y
¡desplazábamos para escuchar a J erry García y su Grateful amarillo. Esperaba toparme con millones de papas.
pead, en el marco de los Iove-íns * que los hippies Cuando llegamos a Ketchum, apenas amanecía. Ahora es
celebraban a fines de los años sesenta. El Fagel era un medio día. Y ella se ha ido. Pero, ¿qué es esto? Una nota
vetusto autobús-casa, con costados de madera y baño. adherida al parabrisas:
Diferentes tipos de "jóvenes floridos" se paraban o
sentaban en el techo del vehículo marrón, mientras Querido señor Hawk:
-Country J oe interpretaba "The Masked Marauder". Como Te quedaste dormido. Cuando despiertes, ven a
salido de la nada, el viejo Tim, vestido de blanco, flotó visitarnos. Te ofreceremos un apetitoso jugo de
hacia nosotros a través de un eucalipto. Para entonces, papa. Llámame al número de Carl Wilmington ...
era puros dientes. La multitud se olvidó de The Fish y, de Amor y paz, ·
inmediato, se agrupó alrededor del autobús. Su salvador Karin
estaba inspeccionando a la bestia. A Charlie Fisher no le
impresionaba la gente famosa. En virtud de que tenía ¿Quién diablos es Hawk? ... ¡Ah, sí!, ya recuerdo. Des-
lll
almacenadas toneladas de billetes en el banco republica- pués de que me contó que conocía a Tibeau, le dije que
: !)!
no de Devils Lake, Dakota del Norte, no había nada que me llamaba Henry Hawk. No hay necesidad de correr
Timothy le pudiera ofrecer. Le mostró el enorme vehícu- ningún riesgo. Y cuando comenzó a hablarme sobre su
lo y le dijo: "Mira, si no tienes donde pernoctar, puedes viaje a la ciudad de México ... Odio a las personas que \
dormir aquí gratuitamente. Voy a dejar estacionado el creen que soy una autoridad en materia de mexicanos. El )
autobús justo en este sitio, por si alguien necesita un que sea un búfalo prieto no significa que sea hijo de
lugar en el cual descansar". Moctezuma, ¿verdad? De todos modos, con base en el
Tim no dijo ni pío. Estaba tan pasado, que dudo que nombre de Henry Hawk, le di a entender que era
haya tenido conciencia de su propia existencia. Me samoano. Eso hizo posible que me expusiera su verdade-
aproximé a él y lo saludé: "Hola, Tim, ¿cómo estás?" ra opinión sobre México. Un comentario acerca de los
Con la mirada perdida, me mostró una boca llena de lancheros de Acapulco y de su magnífico tabaco ... En-
dientes blancos. Supe ahí y entonces que la religión y las · ciendo el motor del Plymouth verde y me entrego a la
drogas no combinan. Así que no pude tomar a pecho su búsqueda de un bar. Estoy sucio y falto de Budweiser.
mensaje. Me limité a volver a mi televisor y a alucinar, -¿Es usted de por aquí? -me pregunta el vaquero
tres meses más tarde, con el Procol Harum. regordete y granoso al tiempo que me sirve una cerveza.
-No, soy de Oklahoma -contesto con el acento
característico de Lee Marvin. Por fortuna, me había
Abro los ojos al escuchar un relincho. Estoy apoyado puesto unos Levis y un par de botas de constructor en
sobre la ventanilla. Cerca del automóvil, un vaquero Elko, Nevada. Y había cercenado con el cortaplumas las
mangas de mi Arrow de 7.95 dólares. Debido a mi
*N. de la t. Enormes concentraciones hippies en las que se hacía profesión de abogado, no tengo muchas prendas de
pública manifestación de amor y altruismo.
vaquero. Empero, las anfetaminas y el alcohol me con-
134 135
fieren un aspecto tosco. Y los tres días sin probar -Sí, que es jefe de unos ... ¿pies negros?
alimento han desvanecido un poco la grasa de mi panza. Asiento con la cabeza y les ofrezco una estudiada risa
-¿Cheroque?
ligera.
-No, pies negros -responde Lee Marvin. - Y que se dirige a Wyoming a comprar algunos
-Fue lo que pensé. Hay muchos de ellos por estos búfalos ... ¿Te imaginas?
lugares. -Pues se ha desviado mucho del camino a Wyoming,
-¡Qué agradable localidad! ¿no es cierto? -señala la mujer.
-Sí, lo es. Los turistas aún tardarán en llegar. Me doy cuenta de que la juzgué erróneamente. En
-Me enteré de que este sitio es bueno para cazar. general, puedo identificar a un vaquero o a un okie en
- ¿Es usted cazador? cuanto abren la boca. Pero ella me engañó por el modo
-No en este viaje. en que pidió el whisky. En realidad, no tengo la más
-¿Busca trabajo? remota idea dónde quedan Wyoming u Oklahoma en
-No, precisamente ando en plan de negocios. relación con el lugar en que estamos. Al salir de Frisco,
-¿Qué tipo de negocios? decidí viajar sin mapas. Sinplanes ni nada parecido. Con el
-De búfalos -digo, antes de dar otro trago a mi único objetivode alejarme de las orr y del doctor Serbin.Sin
trigésima tercera cerveza. embargo, en caso necesario, soy capaz de improvisar. Mi
-¿Búfalos? -pregunta moviéndose ligeramente hacia padre me enseñó bien cómo actuar en un apuro.
atrás y entrecerrando los ojos. -Sólo me detuve para visitar a algunos amigos.
-Sí. Criamos búfalos. Voy hacia Wyoming a comprar -¿Tiene amigos aquí en Ketchum? -vuelve a interro-
',, algunos toros. gar la vieja zorra, dando a entender que no la había
: ~~
-¡Ah, ya veo! -comenta con alivio-. ¿Es usted embaucado con el cuento de que era indio.
''ti
caporal? -Bueno, los conocí en Cuba hace algún tiempo ...
"
,o!

-Jefe ... mi tribu posee el título de propiedad. Pero ¿Han oído hablar de Hemingway, el escritor?
supongo que el gobierno es el dueño de todo. De repente, el vaquero deja de limpiar las copas y
-Sí, mierda. Lo mismo me sucede aquí en el bar ... el dirige una mirada significativa a la mujer.
banco es el dueño de todo. -¿Es amigo de Mary?
Se aleja para atender a otra parroquiana. -No exactamente. Solía trabajar para el señor He-
-Dame un trago más de licor, Harry +solicita una mingway. Dudo que ella se acuerde de mí. Acostumbra-
mujer madura, ataviada con Levis y botas vaqueras. ba llevarlo en auto a diversos sitios de La Habana ... Pero
De inmediato, el cantinero regresa conmigo. eso sucedió hace mucho tiempo.
-¿Así que usted es jefe? Quiero decir, ¿un verdadero -Supongo que se enteró de que él sufrió un accidente
jefe?
hace un par de años -comenta el vaquero.
-Bueno, aunque no llevo plumas, soy el cacique, ya -Sí, desde luego. Lo leí en los periódicos ... Hablando
lo creo. con toda franqueza, él me trató muy bien ... Sólo preten-
Entonces, agita la cabeza, y lanza gritos de júbilo y día hacer un alto para presentar mis respetos ... bueno,
maldiciones entre sonoras carcajadas. La mujer me mira visitar la tumba y dejar ahí algunas flores -añado.
y, luego, sonríe. Permanecimos en silencio por un minuto. Estoy total-
=-Dice que está buscando búfalos -chismea el vaque- mente seguro de haber convencido al vaquero, no así a
ro a la mujer. la mujer. Por tal motivo, en voz baja, bizqueando Y
-¿Búfalos? -indaga ella. frunciendo los labios, continúo-: Es algo personal. .. Yo
136 137
pertenecíaa laFuerzaAérea,estacionadaen Guantánamo. bral de la puerta y con aplomo añado-: pero el señor
Tenía dos empleos a la vez, el segundo consistía en Hemingway solía llamarme Búfalo Prieto. Sólo dígale
pasear turistas. Hablo español... En fin, mi esposa se en- que el Búfalo Prieto estuvo aquí para presentarle sus
fermó y él me prestó el dinero para volver a los Estados respetos.
Unidos. No puedo afirmar que en realidad lo haya Conduzco hacia el cementerio, dejando atrás peque-
conocido, pero se portó de modo extraordinario conmigo, ños ranchos con techos de madera. Se trata de un cam-
cuando enfrenté graves problemas... eso es algo que un posanto sencillo y plano, donde están enterrados los
hombre no olvida fácilmente -concluyo, mientras una antiguos moradores de Ketchum. Eljardinero indolente
lágrima corre a lo largode mis arrugadas mejillasde viejo encargado del mantenimiento dispuso una gran alfom-
labrador. bra de césped, carente de flores o arbustos, para el lugar
-Escucha, hijo -me dice la mujer ya convencida-. de eterno descanso del escritor. Una sencilla losa de
il!I
Mary viene aquí con bastante regularidad. Pero no se ha piedra, con su nombre grabado en ella, constituye la
,1~

sentido bien últimamente. única indicación de que él está ahí abajo. Me apodero del
!: - ¿Laseñora Hemingway?-pregunto sólo para dar el ramillete de crisantemos amarillos de una tumba cerca-
toque final de veracidad a la historia. na y lo deposito en su sepultura, la cual tengo el buen
-Ajá. Tiene gripe o algo así. cuidado de no pisar.
-Puede visitar la tumba -interviene el vaquero-. Me siento a un lado del sepulcro y espero a escuchar
Vaya por este camino en dirección al norte, queda a un su mensaje en esta tarde cálida y soleada.
par de kilómetros.
'" -Además, hay un monumento cerca del río -agrega
: ~~
la mujer-. Hacia el este, siga la ruta que conduce a los
elevadores para ir a esquiar. A muchos turistas les gusta
visitarlo.
Me levanto para partir, antes de que pierda el control.
La cerveza ha comenzadoa surtir efecto. Y ha llegado la
hora de ingerir otro puñado de anfetaminas.
-¡Dios mío, estoy de suerte! Creí que tendría que
'",¡u invertir mucho tiempo para encontrar lo que busco.
;:I
1
Todo lo que él me dijo alguna vez fue el nombre de la
localidad. Y más tarde me enteré de que sus restos
reposaban por aquí.
-No podía ser de otro modo -señala el vaquero.
-Muchas gracias, señor -le digo al tiempo que
estrecho su mano.
-De nada, jefe. Fue un placer.
Inclino la cabeza en dirección a la mujer e inicio la
retirada.
-Por cierto, ¿cuáles su nombre? Le informaré a Mary
que usted estuvo aquí.
-Ella no me identificaría... -murmuro desde el um-
138 139
Nueve

A TODO LO LARGO DE LA PRIMARIA, MI PADRE ME REPITIÓ LO


siguiente: "Harás lo que te diga hasta que cumplas los
catorce años. A esa edad yo abandoné el hogar de mis
padres y comencé a hacerme cargo de mí mismo. Así que
obedecerás hasta entonces y luego harás lo que te
plazca". En consecuencia, el día que llegué a mi decimo-
cuarto natalicio, me paseé por la casa fumando una pipa.
Pero mi madre me abofeteó y la pipa fue a parar al piso.
La recogí, la volví a introducir a mi boca y le dije:
-Estoy cumpliendo catorce años, mamá. Hoy es mi
cumpleaños.
-¡Aunque tuvieras cuarenta! -exclamó y, antes de
darme otro pescozón, agregó-: ¡No vas a fumar delante
de mí!
-Pero, ¿acaso no sabes del trato que tengo con papá?
Él dijo que a partir de hoy podía hacer lo que quisiera.
Siempre me dijo eso.
-Entonces fuma enfrente de él, ¡malcriado! Pero a mí
me vas a respetar o te cachetearé hasta que sangres.
-Pero, mamá ... -protesté al tiempo que levantaba la
pipa del suelo por segunda ocasión-. Esto no le hace
daño a nadie.
Pues me volvió a propinar otro golpe en la cara y yo me
limité a sonreír. Las lágrimas que asomaron en sus ojos
dieron por terminada la escena. Corrió a su recámara y
lloró hasta que mi padre regresó a casa. Era el 8 de abril
de 1949 y yo estaba a punto de completar el primer año

",1:,h,
141
de bachillerato. (Comencé a asistir a la primaria con un
año de anticipación. En virtud de que mi madre debía mudado. Luego, hablaron noche tras noche sobre la
salir a trabajar al campo con mi padre y de que no podía conveniencia de abrir un billar, pero ambos estuvieron
pagar los servicios de una niñera que me cuidara, mintió de acuerdo en que el de López acaparaba ese renglón. Por
acerca de mi edad y me inscribió en la escuela. Debido último, se enteraron de que el Ejército estaba vendiendo
a mi estatura, nadie puso en duda los datos por ella todas las barracas del campamento Beal en Marysville,
proporcionados. Pero, un año más tarde, el 8 de abril de así que en el transcurso de nueve meses pasamos los
1942, la señorita Anderson anunció a todos los alumnos fines de semana yendo a la pequeña localidad del norte
del salón que era mi cumpleaños y que estaba cumplien- de California, con objeto de obtener accesorios y madera
do siete años. La corregí y le insistí en que la cifra de lo que había sido un comedor de cuartel durante la
verdadera era seis. Esa fue la única vez que discutí con Segunda Guerra Mundial y poder construir el Elefante
la señorita Anderson. Entonces, me llevó a la dirección Rosa, negocio que quebró cuatro años más tarde porque
~·~ mi padre era un indio de las montañas de Durango y no
¡: y enviaron por mi madre, quien admitió que ella les
ll podía abstenerse de beber.
i' había mentido. Así que siempre fui el más joven de mi ·-
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,, clase, aunque también el más alto.) Solía abrir la cervecería hacia mediodía, hora en que
" yo arribaba proveniente de la escuela para hacerme
Mi padre sostuvo su compromiso. Después de mi
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decimocuarto cumpleaños, se me permitió hacer lo que cargo. El intercambiaba anécdotas interminables con
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me viniera en gana. Sin embargo, tuvo el buen tino de no amigos oriundos de Chihuahua o Durango, quienes
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llevar las cosas demasiado lejos. Además, qué podía nunca se molestaron en pagar lo que habían consumido .
' ~1 saber una mujer sobre hábitos como el de fumar, beber Por mi parte, yo cobraba mi salario en especie. Después
:!i de mi decimocuarto aniversario, tuve acceso a toda la
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y parrandear. Así que podía hacer lo que se me antojara,
siempre y cuando no fuese en las narices de mi madre y cerveza, hojuelas de maíz y salchichas polacas que yo y
mostrándole el debido respeto. Ahora bien, como la mis cuates pudiéramos ingerir. Simplemente, acercába-
mayoría de los estudiantes del primer año de la Oakdale mos el automóvil a la bodega y llenábamos la cajuela con
Joint Union High School no tenían tratos similares con los artículos necesarios para la actividad nocturna.
sus progenitores, empecé a salir con muchachos más Durante todas las noches de esos tres años, Los Cuatro
grandes. Con estos últimos convivía en el equipo de Intrépidos -de acuerdo con nuestra propia autodenomina-
futbol y la banda de música, mis dos ocupaciones ción- recorrimos la calle Diez de Modesto, rondamos
principales durante el bachillerato. Si bien, debo mencio- por el Burgi' s Drive In y pescamos okies en las orillas del
nar que trabajé asimismo en el Elefante Rosa, la cerve- canal, con la cajuela repleta de cerveza Goebel. Buscamos
cería que administraron mi padre y mi tío en la época en mujeres en las tierras altas y en las bajas. Silbamos, tocamos
que cursé los últimos· tres años de la segunda enseñanza. la bocina, galanteamos y piropeamos a cuanta vieja veíamos
A lo largo de seis meses, mi padre y su hermano Tony en las calles. Sin embargo, debo confesar que durante el
discutieron sobre el tipo de negocio que podían estable- trienio dedicado a la cacería de conchas, Los Cuatro Intré-
cer con base en los préstamos otorgados por el Ejército. pidos nunca conseguimos nada. En cambio, nos volvimos
Durante dos meses, hicieron planes para inaugurar una alcohólicos. En esa época, entre 1948yjuniode 1952,jamás
tienda de abarrotes, pero cambiaron de opinión al com- conocí o tuve noticias de ningún usuario de drogas. En la
probar que un español, Bordona, se había adueñado de calle, la única acción consistía en embriagarse o coger. Y
todo el comercio del barrio con su West Side Grocery, a pesar de que yo era un buen jugador de futbol, el primer
localizada enfrente de la casa a la cual nos habíamos solista en la sección de los instrumentos de viento de las
bandas de concierto y de baile, y el presidente de mi
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salón, nunca tuve novia ni logré tener relaciones sexua- mala reputación, puesto que éramos los mayores
les con ninguna mujer de la escuela o de la calle. borrachines de la escuela. O a que todo el mundo sabía
Llamábamos "Ancla Ambulante" a Tim Watkins, por- la verdadera razón por la cual llamábamos Ancla Ambu-
que se había roto una pierna jugando contra los Bulldogs lante a Tim Watkins, que no residía tanto en su escayola
de Manteca, al cabo de un intento infructuoso de detener como en el hecho de que tenía un pene de 25 centímetros
al contrincante con un ilegal golpe de riñón. En ese de largo y, ello, estando fláccido. En todo caso, debido a
mismo encuentro deportivo, yo fui expulsado debido a que Ben Hill tenía licencia de la Marina ese fin de
que me descubrieron restregando polvo en los ojos del semana, abandonamos el baile a temprana hora para
quarterback en una ocasión en la cual nos apilamos. Bob enfilarnos a las colinas con dirección a Jamestown, un
Whitt y yo nos habíamos puesto de acuerdo con antela- antiguo pueblo minero que tenía cinco prostíbulos, los
ción. Primero, yo ejecutaría algún truco sucio, como cuales visitábamos una vez al mes. Mi favorito era el
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pisar accidentalmente los huevos de los oponentes al Rancho Bananero de Ruby.
1: tiempo de incorporarme tras una atajada. Después de ser Yo era un estudiante de quince años y, con excepción
ll
(. amonestado, me portaría bien, pero Whitt encajaría los de una escaramuza de poca monta que había trabado con
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~ dedos en la nariz de los rivales, aprovechando la oportu- una prima a la edad de doce, nunca había tenido relacio-
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nidad de que el juez de campo me estaría vigilando a mí. nes sexuales. Siempre acompañaba a los otros tres, pero
1• Los tres fuimos expulsados durante ese encuentro, don- me abstenía. Las mujeres eran fantásticas y todas inten-
,.r." de estaba en juego el campeonato de la liga del valle de taban desesperadamente llevarme a la cama para poder
"
¡Í Oak... el cual terminó con un empate, debido a que
r incluir en su larga lista a un joven virginal, pero yo
j,i· anularon nuestro tanto al advertir que Ancla Ambulante esperaba a hacerlo por vez primera con mi amada y
•' volaba por el aire con la rodilla orientada directamente estaba totalmente seguro de que ella no sería una vieja
hacia el riñón del zaguero. ramera, sin importar cuánto me doliera, provocara co-
Al concluir el juego, nos dirigimos de inmediato a los mezón y salpicara la cosa esa en la ducha.
vestidores, donde curamos nuestras heridas y dimos Durante el verano de mi duodécimo natalicio, le había
rienda suelta al llanto. ]oe Sigfried, nuestro entrenador y prometido a: Dios que si mi prima no revelaba el secreto,
ex jugador
11
de los Osos de Chicago, nos preguntó en voz conservaría esa vaina desagradable dentro del pantalón
baja: ¿Así que jugaron sucio?" Nos vio fijamente antes hasta que me casara. Aunque ella era un poco menor que
de agregar: "He intentado enseñarles una alta ética yo, ya tenía experiencia en la materia cuando me pregun-
deportiva y, ahora, estamos en problemas porque ellos tó si quería aprender ciertos trucos del trato sexual. Todo
tienen en su poder un filme en donde ustedes tres iba muy bien hasta que alguien tocó a la puerta. Mi
aparecen haciendo trampa". Nos lanzó la mirada más hermano Bob nos gritó que abriéramos. Nosotros no
colérica que un entrenador puede dirigir a sus mucha- hicimos ningún ruido y él vociferó: "Ya sé lo que están
chos y murmuró: "La próxima vez, trío de idiotas, haciendo. ¡Abran!" En cuanto se alejó, ella volvió a lo
péguenles más fuerte, pero no permitan que los cojan en suyo, pero el pito no se agrandó. No se expandió un solo
flagrante". centímetro, a pesar de nuestro gran esfuerzo. Desde
Esa noche, bebimos cajas de cerveza y una botella de luego, me echó la culpa y amenazó: "Nunca debes dejar
ginebra durante el baile celebrado en el gimnasio para a una mujer con esta inquietud ... ahora, lo haces o le
honrar a los héroes. Pero, en aquella ocasión y al igual contaré a mi papá".
que todas las demás noches, ninguno de nosotros con- Así que durante seis meses, me negué a visitar a
quistó a una mujer. Quizá esa situación se debía a nuestra cualquier pariente. Y en el transcurso de ese semestre,
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sufría, sudaba y me asfixiaba a todas las horas del día. Le
rezaba a Dios continuamente. En la cama, la ducha, la es- Sin embargo, ¡Diosmío, me consumía el deseo! Nunca
cuela, las reuniones de los muchachos exploradores, la sabrá nadie cuánto anhelaba pasar aunque fuese unos
huerta y la casa en el árbol, estaba siempre alerta, ante instantes con una de esas desvergonzadas. Ruby era tan
la posibilidad de que el enemigo rompiera el tratado. Ep fantástica, que no me atrevía a soñar con ella. Pero
todos lados y todo el tiempo, le prometía a Dios que si El cuando se sentaba a mi lado, con el vestido arriba de las
lograba que ella mantuviese la boca cerrada, llegaría rodillas y sus tetas portuguesas colgando frente a mí. ..
virgen al matrimonio.
¡válgame Dios! Cuando Johnny Ray interpretaba "If You
Quién sabe cuánto tiempo habría conservado la virgi- Sweetheart Sends A Letter Of Goodbye" y Ruby me
nidad, si no hubiera sido por la confesión de mi hermano. acercaba una bebida a la cara ... ¡mierda! Cuando el disco
Un medio año después de mi primer conato de coito, me llegaba a su fin, todo quedaba en silencio. Entonces podía
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contó que una vez que yo abandoné la casa de mi prima oír el pum-pum-pum proveniente del cuarto donde Ancla
¡: esa noche, él regresó y la encontró aún bajo las sábanas
Ji Ambulante se hallaba con la italiana que antes había
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con aquella gran inquietud, la cual él supo satisfacer. intentado conducirme a mí a ese sitio ... en ocasiones,
"" Con todo, ¡yo era el hijo del Capitán! Un trato es un trato casi me veía precisado a utilizar la fuerza contra mí mis-
y yo había jurado mantenerme virgen. Sino hubiese sido mo para abstenerme de irrumpir en el cuarto y desgarrar
por Ruby, quién sabe qué me habría sucedido. a la chica con las manos desnudas.
Ruby era la madam del Rancho Bananero. Se trataba Después del baile en el gimnasio, celebrado la noche
de una mujer de una belleza deslumbrante. Ninguno de de aquel viernes que empatamos con Manteca, al dirigir-
nosotros la había visto jamás entrar en un cuarto. Se nos hacia el Rancho Bananero, el marinero cabezón
limitaba a dar la bienvenida a los clientes, acompañarlos llamado Ben nos dijo que él invitaba.
al salón de terciopelo rojo y servirles su bebida predilec- - Ya es tiempo de que pongas fin a tu virginidad -co-
ta. Los de mi edad no desempeñaban ningún papel en mentó el okie con nariz de pingüino. Bob Whitt se parecía
este burdel. "Sipueden pagar, entonces pueden actuar", a Jimmy Stewart en sus años mozos y había actuado de
le gustaba decir a todos los jóvenes del bachillerato que manera paternal en el transcurso de todos esos años que
nos acompañaban. Ella usaba ropa de calle y medias de nos entregamos a la búsqueda de mujeres.
colores. Por alguna razón, esto la hacía más apetecible -Sí, negrito, ya es hora. Los chicos del equipo han
que las mujeres entre las cuales se paseaba y que lucían comenzado a mostrar curiosidad al respecto -acotó
prendas sofisticadas o nula vestimenta. Bailábamos, be- Ancla Ambulante.
bíamos e intentábamos desesperadamente retener a las -No he dicho que no -aclaré.
chicas de Ruby hasta que éstas nos abandonaban por los -Pero tampoco has dicho que sí-intervino Ben Hill.
sujetos instalados en los cuartos. -Mira, Óscar ... -comenzó a hablar Whitt al tiempo
Yo había conseguido mantenerme fuera de esos cuar- que abría otra Goebel-. Sabes que tienes que hacerlo
tos privados a lo largo de un año y medio. Ruby me algún día. ¿Por qué no esta noche? Nos ha comenzado a
protegía. Cuando se daba cuenta de que las muchachas reprender el proxeneta que regentea el antro de Buby.
jalaban mi pantalón, lamían mis orejas y me manoseaban -En efecto, no podemos dejarte entrar y que sólo te
el trasero hasta que mis ojos abandonaban sus órbitas, las dediques a mirar -agregó Ben.
despachaba. Me invitaba un trago y comentaba: "No te Me sermonearon durante todo el camino aJamestown.
culpo, Óscar, A mí tampoco me gustaría que mi hijo Al llegar, estaba completamente borracho. Bebíamos
perdiera su virginidad con una puta". más cerveza que cualquier otro cuarteto que haya cono-
146 cido. Dos cajas por noche eran poca cosa para nosotros.
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Entramos y Ancla Ambulante se dirigió de inmediato
al fondo con Ruby. Cuando regresaron, ella lucía un pueden ir al infierno Dios y el Papa", pensé al tiempo que
negligé rojo, boca y mejillas coloradas y perfume incolo- la conducía a su recámara.
ro sobre su tez aceitunada. Era portuguesa y dueña de los Ahí, ella me enseñó todo lo que hay que saber en la
senos más prominentes del montón de rameras. Yo materia. Ya había terminado dos veces cuando escuché
estaba pasmado. Nunca la había visto con una prenda una risita. Como estaba tendido sobre la espalda, con
semejante. A los pocos minutos, mis tres amigos se Ruby arrodillada sobre mí, miré a través de mis piernas
introdujeron a los cuartos. Me sentía angustiado. Estaba y vi que Ancla Ambulante atisbaba desde el otro lado de
girando el disco de "The Wheel Of Fortune", cuando ella la cortina de cuentas multicolores que comunicaba con la
se sentó junto a mí en el sofá y me contó que su hijo cocina. Me alentó: "¡Adelante, Óscar. Dale de nuevo!"
acababa de ser reclutado. De regreso a casa, ellos me dijeron que habían planea-
,. -No te imaginas cuán sola y triste estoy-murmuró do todo. Pero no me importó, porque al fin había podido
¡: mientras apoyaba sobre mi pecho aquellos senos exube- quitarme a Dios de encima, al cabo de dos años de
ll rantes y deliciosos.
(. represión. Seguí yendo al antro cada mes hasta que
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" ' Me meneé rápidamente cuando hizo correr de manera conocí a Alice.
casual sus uñas a lo largo de mi espalda, mientras me Cierta noche y cerca de Riverbank, estábamos los cua-
narraba otra triste historia: su jefe le había dicho que ella tro bebiendo cerveza dentro del automóvil estacionado a
tenía queprostituirse de nuevo,porque habíapermitido que la orilla del canal, cuando Bob Whitt me preguntó si iba
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muchos estudiantes de bachillerato se sentaran y bebieran a regresar a la escuela en septiembre. Corría el verano de
'il "
~ il tragos gratuitos con el pretexto de que estaban tomándose 1951: Ben Hill se hallaba otra vez con licencia en su casa;
,, ;~ su tiempo para elegir a la piruja con la cual se acostarían.
-¿Me mencio~ó? -pregunté.
Ancla Ambulante acababa de librarse del entrenamiento
básico con motivo del fin de semana, y Bob Whitt se
: ;' :'
.~ ;i /' -No importa, Osear. Leinforméquetúeresmicliente había convertido en un verdadero alcohólico. Por mi
JI 1 favorito. Mira, le aclaré que no sólo eres un cliente, sino parte, tenía otro año por cursar en la Oakdale joint
1' ~' •1 también un amigo. Y, además, que producías ganancias Union, y ya había sido presidente de la clase, el músico
para la casa aunque no te... bueno ... tú sabes ... le conté más notable de la escuela y el primer atajador del equipo
iI que estabas estudiando para sacerdote. titular por dos años. Así que la depresión del verano, de
r11!
-Pero si yo no voy a convertirme en un maldito cura. esa estación tediosa, se colaba en nuestras sesiones
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I ¿Por qué le dijiste eso? nocturnas de bebida.
-Lo siento, querido ... Sucede que él te acusó de ser ... -¿Por qué no ingresas a la Marina? -preguntó Ben.
ya sabes ... afeminado. De hecho, el cabrón sostuvo que -Quizá podrías participar en la banda de música -su-
eres homosexual. ¿Teimaginas? girió Ancla Ambulante.
Se acercó a mi oído y lo besó tiernamente. No podía -No, debo terminar el bachillerato ... Además, este
aguantar más. Su loción Jergen era algo que no resultaba año podría ser diferente.
capaz de manejar. Cogí uno de sus senos y me zambullí -Mierda, ahí no pasa nada -señaló vVhitt, el bohe-
en su boca. mio.
-Entonces, ¿ese hijo de la chingada cree que soy joto? -No sé qué pensar al respecto -intervino Ancla
-No le hagas caso. Yo sí te comprendo, cariño. Ambulante-. Mi hermana pasó a segundo año y, caram-
Me incorporé y la jalé. Esos portugueses de largas ba, tiene unas amigas muy alocadas. Partían a una
pestañas llevaban bastante tiempo hostigándome. "Yase excursión organizada por las muchachas exploradoras.
148 Y, les aseguro, si aún estuviese yo por esos rumbos ...
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Y, de nv.eva cuenta, por millonésima ocasión, comen-
zamos a revisar la lista de mujeres que habitaban en todo almendra, de esa gracia similar a la paloma en vuelo, en
el valle de San Joaquín. Y no crean que nos contentába- aquella mañana veraniega de 1951. No dije ni pío a mis
mos con desvestirlas, sino que también medíamos y cuates. Mis oídos eran presa de las llamas cuando los
pesábamos cada gramo de carne, les elegíamos prendas escuché profanar su adorable cuerpo, pero me contuve.
de vestir, enviábamos al salón de belleza, cepillábamos No quise darles motivos que más adelante me impidie-
sus dientes, las peinábamos, bañábamos e incluso ran acercarme a ella.
manicurábamos, antes de despacharlas a la escuela, al Como Corea atrapó a tres de Los Cuatro Intrépidos, me
trabajo o a la cama de alguien. Todo ello con un solo fin: quedé solo. Tuve que regresar a la escuela, jugar futbol,
encontrar a la mujer perfecta, a Miss It, el objeto apropia- tocar el clarinete y pelear con los maestros. Era estudian-
do de nuestro cariño, el sueño concebido colectivamen- te del último año y al fin comenzaba a pensar en otras
te, la flor de nuestro jardín, la fotografía de nuestra pa- cosas aparte de beber cerveza Goebel a la orilla del canal.
• red, en una palabra, la dueña de las virtudes que, en Después de haber sido electo presidente de la clase,
1:
ll nuestra opinión, la convertían en candidata a esposa una olvidé que era un búfalo prieto. Cuando me convertí en
.
~
"
vez llegado el momento de contraer matrimonio. Pues
bien, en aquella cálida noche veraniega, después de
clarinetista solista y ejecuté la parte principal de Captain
From Castille, dejé de frecuentar a Johnny, David, Ben y
haber nadado en las aguas del canal y de haber ingerido Alonso, mis compañeros de la primaria que habitaban en
una caja completa de Goebel, Ancla Ambulante nos el West Side, porque hablaban constantemente sobre los
habló sobre Alice, una amiga de su hermana, la hija de gringos, los okies, los norteamericanos y un montón de
trece años de un granjero de Riverbank, con la cual se cosas que yo no aceptaba como ciertas puesto que, en mi
había topado esa mañana y que ingresaría a la Oakdale opinión, todo se estaba yendo al carajo.
Joint ese otoño. Nunca salí con las pocas mexicanas que asistían a la v
He aquí la descripción ofrecida por Ancla Ambulante: escuela, porque siempre se aislaban y se negaban a
"Les aseguro que ella es maravillosa. Tiene unas chichis participar en las diversas actividades. Además, eran an-
que se levantan hasta su mentón y un trasero del tamaño ticuadas y hogareñas. En cierta ocasión en que mi madre
de una casa de ladrillos. En toda mi vida, nunca había me preguntó por qué no salía con Rita o con Senaida, le
visto una mujer más atractiva". respondí que no eran de "mitipo", ya que solían quedarse
Recorrimos la vía Clause y esperamos la salida del sol. atrás y comer su almuerzo bajo el cobertizo para las
Tim Watkins iba a probarnos que Alice era en verdad bicicletas, en lugar de hacerlo sobre el césped con "el
nuestra Miss It, la mujer que habíamos buscado en el resto de la gente". No juzgo a las chicas mexicanas en
transcurso de tres años. Mientras las vacas avanzaban general, puesto que fui criado como un orgulloso búfalo
lentamente hacia el establo y los cuervos seleccionaban prieto, pero las siete chicanas que acudían a la Oakdale
las sobras entre las matas recién cortadas, los cuatro [oint Union eran, por decirlo así, aburridas como una
rufianes permanecíamos acurrucados dentro de mi viejo ostra. "Ya cambiarás de opinión uno de estos días",
y potente Ford modelo 34 de color negro y gris, esperan- señalaba mi madre. Sin embargo, no lo hice, en todo el
do la aparición de la hija del granjero. Al cabo de dos tiempo que pasé en la escuela, la Fuerza Aérea, San
horas, la chica atravesó el patio en dirección al establo. Francisco y Alpine, no conocí a ninguna mexicana capaz
Aunque sólo la vi unos instantes, supe que era ella. El de despertar a la bestia dormida dentro de mí.
amor a primera vista se produjo tras la mirada fugaz de Comencé a beber más. No intentaba siquiera conse-
esa cara aterciopelada, de esa emanación de capullos de guir novia. Y, al cabo de cierto tiempo, incluso dejé de
150 ver a Ruby.
151
Nunca estudié durante el bachillerato. Como era un
escolar. Fue entonces cuando me confesó lo siguiente:
músico de primera línea, a la único que me dedicaba era
"Sóloquiero que sepas que le pregunté a mi marido sobre
a tocar el clarinete. Siempre logré que alguna muchacha
tu' alimento para pollos' y... ahora sé a qué se refieren los
me hiciera la tarea y redactara mis composiciones
trimestrales. En época de exámenes, trampeaba. Al demás cuando aluden a... muchachos de mente asquero-
respecto, tenía varias opciones: robar la prueba con sa como tú". Sus ojos brillaban coléricos. En virtud de
anticipación, escribir datos y fórmulas en mi brazo o, que estaba embarazada, temí que se desmayara, si no le
simplemente, pedir a Bárbara o a Peggy que hicieran a un ofrecía disculpas.
Como nunca olvidó ese suceso, el día que me descu-
lado la cabeza, a fin de poder copiarles. En cierta ocasión, brió copiando, me echó de la clase y me envió al salón de
la señora Russell me descubrió mirando el examen de estudios. Cuando entré en el amplio recinto ocupado por
Bárbara. Sin embargo, esa clase de trampa es la cosa más centenares de alumnos dedicados de lleno a la obtención
difícil de probar en el mundo. "Estaba pensando", dije del saber, me sentí aliviado. Fungía como supervisor
cuando me acusó. Debido a que Bárbara se sentaba Mayer Corrigan, el maestro de música bajito y regordete
enfrente de mí, resultaba totalmente natural que yo que me había enseñado todo lo que sabía. Era un
reflexionara con la mirada fija hacia adelante.
magnífico trompetista, a pesar de que su labio estaba
No obstante, la señora Russell me tenía ganas, porque parcialmente paralizado como resultado de una bala
había actuado impunemente en el pasado. Ahora, sabía disparada por los japoneses durante la Segunda Guerra
que sí me castigaría. Varias semanas atrás, había encon- Mundial. Podía escribir la partitura de una melodía tras
trado un bote de plástico para guardar medicinas al haberla escuchado una sola vez. Yotocaba en la orquesta
limpiar el bar. Lo llené con alimento en polvo para de baile del bachillerato, una banda de jazz, en una época
pollos. Y una mañana, al entrar en el salón de clases, en que la gente aún creía que Stan Kenton era comunista,
esparcí una pizca sobre la paleta de Madeline Hart. Ella y que cualquiera que gustara de la música progresiva o
gritó, pero yo le expliqué la conveniencia de que conti- que oyera a Gerry Mulligan o a Chet Baker tenía que ser
nuara lamiendo la golosina espolvoreada: "Mira, necesi- adicto a las drogas. Cuando la orquesta hacía presenta-
tas ingerir esa cosa para que te crezcan los senos". En
virtud de que aún no se había desarrollado y debido quizá ciones fuera de la ciudad, él nos permitía fumar en el
autobús y nos dirigía una única súplica: "Por favor, no se
a que me deseaba secretamente, la holandesita fue a emborrachen antes de empezar a tocar".
chismearle a la señora Russell.
-¿Qué le echaste a su paleta? -preguntó. Mayer se rió cuando le conté la anécdota del abadejo.
-Abadejo -respondí cándidamente. Me dijo que tomara asiento o que fuera al salón de música
-¿Abadejo? ¿Qué es eso? -interrogó la profesora a practicar con el clarinete. Decidí leer el artículo de una
encinta de Waterford. revista que incluía fotografías de los soldados que se
-Algo con lo que alimentamos a las gallinas, para que hallaban en Corea. Me interesaba saber si habían herido
pongan más huevos. a los antiguos miembros de Los Cuatro Intrépidos. Co-
-¿Gallinas? ¿Es venenoso? menzaba a recorrer el texto con la vista, cuando escuché
la voz de una muchacha que decía hola. Levanté la mira-
-No, claro que no. Sólo es maíz molido con algo que da y me percaté, de que se hallaba sentada frente a mí.
se obtiene del gallo. No tiene nada de malo. Yo solía
comerlo todo el tiempo. ¿Quiere probarlo? -¿Te llamas Oscar?-preguntó. Ante lo cual me limité
Dejó pasar el incidente. Pero a la mañana siguiente me a asentir con la cabeza, pues estaba en estado de conmo-
dijo que quería hablar conmigo al final de la jornada ción. Ella continuó-: Lo supuse. Yo soy Alice. Conozco
a tu hermana Martha.
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153
Lepedí a Mayer que nos excusara a ambos. La llevé al
salón de música, el cual se encontraba casi vacío. Sólo -¿En verdad fuiste sincera conmigo en el gimnasio?
Lloyd Smith tocaba el trombón en la gran habitación a -Te juro que sí... ¿opor qué crees que me deshice de
prueba de sonidos. Me enamoré escuchando los acordes Carl?
y las escalas de ese trombón dorado. Me disgustaban las -Sólo quería asegurarme de ello, porque te estoy
chicas inteligentes desde que Jane Addison había dicho hablando con toda seriedad.
que yo apestaba. Sin embargo, el mundo cambió cuando - Yo también. Nunca te mentiría.
miré esos enormes e inocentes ojosverdes. Lasabrazade- -Bueno ... tal vez debamos esperar hasta que conozca
ras colocadassobre sus dientes constituían un detalle sin a tus parientes.
importancia en comparación con la boca de caballo de -Creo que sí. Papá es muy estricto. Es diácono de la
Madeline Hart. Hasta la fecha, aún recuerdo enternecido iglesia.
,, ''"tr la pequeña cicatriz sobre su labio superior. Y a pesar de -¿Qué religión tienes?
t que cojeaba, debido a que había padecido polio, aceptó -Soy bautista. ¿Ytú?
ll
bailar conmigo en el evento que tendría lugar en el gim- -Católico ... ya confirmado.
~ ;; -Pero, crees en Jesucristo, ¿verdad?¿Eres cristiano?
:: .:J~ nasio de la escuela después del encuentro de baloncesto.
" El viernes siguiente, la encontré en la gradería al -me preguntó con esa linda cicatriz sobre su boca, que
,, :: concluir el juego en que los Potros Salvajesde Oakdale se movía de arriba abajo cuando hablaba.
ri ~
' '" vencieron a los Bulldogsde Tracy. Me contó que había -Por supuesto. Te dije que soy católico.
;¡' r" -Papá opina que algunos católicosno c:r:.een en Jesús.
' puesto fin a su noviazgocon Carl. Undía antes, habíamos
'
::
' intercambiado las fotografíasadicionales que nos habían -Puedes decirle que yo sí lo hago. Que El es mi santo
::
~ il
tomado con motivo del Oracle, el anuario del bachillera- favorito.
J 1 -¿Santo? Él es el hijo de Dios, no un santo.
r. ¡ to. En la parte posterior de la mía, le escribí: "Las
'i ' Ealabras no pueden expresar lo que siento por ti... -Correcto ... estaba pensando en José. Ya sabes, "Je-
·i i 1 Osear". sús, María y José, les ofrezco mi corazón y mi alma..."
'1
i 11 Mientras hablábamos al compás de "I'm In The Mood - Nosotros no rezamos así.
1 i -Bueno, cuando nos casemos, aprenderás todas esas

.'
For Love",interpretada por Freddy Gardner, me agrade-
cióla foto y me dijo que sentía lo mismopor mí. [Ocurrió] oraciones. No te preocupes, es fácil memorizarlas.
! Supe entonces que ella sería por siempre mi Miss It. Me -Me pregunto qué dirá papá de todo esto.
quedé congelado.Nome podía mover. Estabaparalizado -No tiene otra opción. De acuerdo con el Papa, sólo
li I de los pies a la cabeza. Perdí tanto el control, que puedo casarme con una católica.
debimos ir a sentarnos al coche, donde fui directo al -Ni hablar ... cruzaremos ese puente cuando llegue-
grano. mos a él.
-¿Quieres casarte conmigo? -Tienes razón... supongo que haremos planes muy
-Osear, sólo tengo trece años. pronto.
-Eso no importa. -Le preguntaré a mamá si... ¿Me llevarás tú a la
-A mi mamá sí. función?
-Le pediré a ella tu mano. -¡Válgame Dios, te llevaría incluso a que conocieras
-Quizá deberíamos esperar un poco. Ni siquiera le he a mi abuela! -contesté, mientras mi corazón latía
hablado de ti. Acabode romper con Carl, quien le agrada enloquecidamente.
mucho a mi padrastro. La besé en la boca y mi lengua recorrió sus muelles de
acero inoxidable. Hasta la fecha, nada me ablanda con
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155
mayor rapidez que la presencia de una tullida. Cualquie-
ra que tenga abrazaderas de ortodoncia, una escayola o sucedido. Fue uno de esos misterios de la vida que nadie
vendas me mantendrá hechizado. Siempre que veo a una puede explicar. Supe que la fiesta había llegado a su fin ...
chica con muelles correctores, sin importar cuán fea o que ella se había enterado del incidente con mi prima.
gorda sea, siento un aleteo en las entrañas. Me dijo que Aunque nunca antes había recibido una carta de una
hablaría con su madre el sábado y que me contaría el muchacha, supe cuál era el contenido de la misiva aun
resultado de esa charla al siguiente lunes. antes de abrirla, tal como le sucede al condenado a
No pude comer durante todo el fin de semana. Tampo- muerte que espera una sola palabra del gobernador.
co pude beber cerveza ni ingerir salchichas polacas. Desde luego, me equivoqué. El problema no había
Pensé en mi amada a lo largo de cada minuto de esos dos sido mi bestial vida sexual, sino mi apellido. Cuando ella
días. Mi madre intentó hacerme dormir y mi padre me le comunicó a su madre el nombre de familia de su nuevo
''"'' dirigió una de aquellas extrañas miradas que solía lanzar novio, la vieja fea dijo que no. Que nunca. Que olvidara
jlt" rr••

cuando sospechaba que yo traía algo entre manos. Final- el asunto. Que jamás volvería a hablar conmigo. De
mente, llegó el lunes y fui a la escuela a temprana hora. hecho, la obligó a escribir la carta, para que no tuviera
Pero ella no se presentó a clases ese día ... ¿Un accidente que darme ninguna explicación personalmente.
automovilístico? ¿Un ataque de polio? Quizá había sido Así que "adiós, amor mío, y por favor no me saludes
,, ,,~
en el salón de estudios". Pero ¡qué tonto soy! No hay
ri ; corneada por uno de esos malditos toros que vimos
'"
'. dentro de la granja. Le pregunté a Carl, su ex, si sabía ninguna dificultad para cambiar de apellido. Mierda, si
': w
•• algo. El okie delgaducho fingió no tener ninguna noticia ella va a cambiar de religión, ¿por qué yo no puedo
~: al respecto. Acudí entonces con Geraldine Watkins, la cambiar de nombre de familia? No me di cuenta de las
; ~; lágrimas que corrían por mis mejillas hasta que mamá
d 1
hermana de Ancla Ambulante. E hice que ella investigara
• i con Marylon, la hermana de Vernon Knecht, y con me preguntó si seguía enfermo. Le pregunté qué le
1: !
cualquier otra persona que pudiera estar informada. Sin parecería el qu~ yo cambiara de nombre .
..i 1
-Creo que Osear es un hermoso nombre.
p 1 embargo, la única pista que obtuvimos fue que Alice
había asistido a la reunión de jóvenes efectuada en la -No, no me refiero al de Osear.
t: 1
iglesia la noche del domingo y que no se había quedado -Aunque nunca usas tu segundo nombre.
¡I al posterior oficio religioso. -No, ma, tampoco me refiero al de Thomas.
Entonces, dejó de amasar la pasta para las tortillas y
'1 ! Llegué a casa seguro del infierno que tendría que
me miró fijamente.
i;p padecer esa noche. No quise ir a su casa, porque ignoraba
cuán estricto era el bautista. Para mí, sólo existían los -Si cambias de apellido, te irás al infierno. Además,
católicos, los protestantes y los fanáticos de sectas reli- tu papá te volverá a colgar.
giosas. Y como ella provenía de Oklahoma, supuse que ~¡Caramba! No aguantas una broma, ma. Te estás
un bautista era un fanático de alguna secta religiosa, lo haciendo vieja.
cual equivalía a decir un exaltado que brincaba sobre los Con seguridad, le contó lo ocurrido al Capitán, porque
bancos de la iglesia y que le gritaba a Jesucristo hasta éste me llamó durante tres días Thomas, el nombre que
echar espuma por la boca. En consecuencia, consideré adopté cuando hice mi confirmación en la Iglesia católi-
que era mejor esperar, tal como Bogey lo había hecho en ca. Pero nunca me dijo nada, porque regateaba también
Casa blanca. las palabras.
Cuando mi madre entró en la cocina llevando una La vi al día siguiente en el salón de estudios y fuimos
carta en la mano, supe de inmediato lo que había juntos a uno de los cuartos de prácticas. Alice poseía una
mejor técnica para llorar que cualquier otra mujer que
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haya conocido en toda mi vida. No emitía ningún ruido. permanecería hasta el final del baile para conducirla de
Sus ojos no se enrojecían y no le escurrían mocos. vuelta a su casa. Distribuí unos segundos para contem-
Simplemente, un almíbar cálido y espeso llenaba los plar a mi Cenicienta y otros para ver a su delgaducho y
estanques de color verde avellana y se derramaba suave- pálido padrastro violador, mientras colocaban la diade-
mente sobre la tez aterciopelada. No sollozaba, ni siquie- ma plateada entre sus adorables bucles.
ra se comportaba como si estuviera llorando. Pero, [Dios Fue entonces cuando Beverly Learch se desquitó
mío!, cuán conmovido quedé yo, cuán afectado por su conmigo, porque no la había invitado al banquete de los
existencia, historia y sentimientos. He aquí la situación: futbolistas. En su calidad de editora del Oracle durante ese
su verdadero padre era un alcohólico. Un ferrocarrilero año, debía desempeñarse como maestra de ceremonias.
que vivía en pecado en Eureka. Ella lo amaba. Su madre Después del tradicional discurso salpicado con chispazos
se había vuelto a casar. El diácono era un norteamericano humorísticos, dijofrente al micrófono: "Y,ahora, la orquesta
de Arkansas. Había intentado violarla cuando ella tenía tocará un vals y la Reina será honrada con el primer baile...
doce años. Y odiaba más a los mexicanos que a la vida Por favor, que se ponga de pie su acompañante".
misma. Amenazó a la madre con divorciarse de ella, si La luz de los proyectores se concentró en mí. La
permitía que Alice saliera con un mexicano. Punto. multitud rugió con deleite. No pude moverme. No pude
Desde luego, eso no nos detuvo. ¡VálgameDios!, estába- respirar. De repente, alguien me dio un golpecito en el
mos enamorados. Ella tenía 13años yyo 16. ¿Quémás hay trasero. Me levanté y el sudor me escurría hasta los
que decir? Sólopodía verla en la escuela. No podía llamarle labios agrietados. El leve empujón para dirigirme al
por teléfono. Cuando me topaba con ellos en la calle, tenía encuentro de mi amada había sido propinado por el
que dar la vuelta o seguir el camino contrario. Pero, qué trombón dorado de Lloyd Smith. Hice acopio de toda la
diablos, ella me amaba. Y eso era suficiente. sabiduría que mi padre me había transmitido. Me sumer-
Cuando se inició el concurso de la Reina del Oracle, le gí en The Seabee's Manual en busca de fortaleza. Rechiné
dije a Alice que participara y que yo le ayudaría. Las los dientes y me abrí paso entre el bramido de los asis-
candidatas al título de belleza de nuestro anuario debían tentes, con las piernas tiesas, la mirada al frente y los
vender boletos para reunir fondos. Aquella que vendiera hombros levantados. "¡Aldiablo, ella es mi Reina!", me
más, se volvería la Reina y sería coronada en un baile, el dije a mí mismo. Así que la tomé de la mano y bailé con
principal acontecimiento social del invierno. ella el vals vienés, bajo la mirada de ese sujeto podrido.
Puse todo mi empeño en esa campaña. Las amenazas No hablamos mientras bailamos. Al concluir el vals,
que pesaban sobre mi vida no me desanimaron. Promoví sólo le comenté:
esos boletos entre todos los miembros de mi familia, la -Ha llegado la hora. Tendremos que enfrentarlo.
totalidad de mis amigos y cada persona que podía -No tengo miedo. Sé que podrás manejarlo.
abordar en el Elefante Rosa. Trabajé más duro para la Caminamos de prisa entre la multitud con dirección a
elección de Alice en 1952 que para la de JFK en 1960. mi fiel Ford modelo 34. Casi no charlamos en el trayecto
Triunfó y fue coronada, mientras yo permanecía a Riverbank. Al llegar a su casa, permanecimos dentro
sentado y lleno de orgullo, con la cara en llamas, en la del auto en espera de la llegada de su padrastro. Pero, dos
sección de saxofones de la orquesta de baile de Mayer. horas más tarde, el que arribó fue Lauren, el jefe de la
Interpretamos "MelodyIn RFF", de Stan Kenton, justo en policía, con mis padres sentados en el asiento trasero de
el momento en que depositaron la corona sobre su su coche. El día del Juicio Final había llegado. "Tengan
cabeza. Por supuesto, no había podido escoltarla, porque la completa seguridad de que sus pecados serán desen-
su padrastro la había llevado y le había dicho que mascarados", solían repetirnos las monjas en el catecis-
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rno. Y existían grandes probabilidades de que eso ocu-
rriera aquella noche. Nos hallaron en estado de desam-
paro.vacas
Cogidos de la mano bajo la luz de la luna, mientras Sin decir ni pío, mis progenitores se dirigieron al Ford,
las dormían. donde Alice aún permanecía congelada.
-Te veré después, nena -le dije.
Los padres de Alice salieron de la casa en cuanto se
percataron de la llegada del carro de la policía. El -¿Escuchó eso, jefe? -preguntó el despreciable tipejo
padrastro había estacionado su automóvil en la cochera, nacido en Arkansas.
antes de que nosotros arribáramos. Su madre era muy -Mejor, cállese -gritó mi madre.
parecida a ella, sólo con más años. Mis progenitores -Mira, jeannie ... -comenzó a advertirle el Texas
parecían prisione1 os dentro del vehículo de Lauren. Se Ranger.
veían mucho más viejos y sus cuerpos parecían estar - El nombre de mi esposa es señora Acosta -aclaró el
incapacitados. Con todo, detecté una ligera sonrisa en el Capitán.
rostro del indio humilde de las montañas de Durango. -Vámonos, papá -sugerí, tras lo cual ayudé a Alice
a salir del coche.
Lauren, el okie gigantesco con dotes de Texas Ranger,
caminó lentamente, abrumado por el peso de su cargo. Regresamos al West Side. Lo único que mis padres
-Buenas, señora Brown ... traje a los padres del comentaron en el trayecto fue que ella era una linda
muchacho ... -dijo, pero nadie emitió sonido alguno. muchacha. Comencé a reír antes de llegar a casa. Conti-
Luego, tras intentar inútilmente hacernos salir del Ford, nué riendo conforme caminamos hacia la cervecería,
porque yo estaba firmemente sujeto al volante y la chica que estaba fuera de servicio. Mi viejo destapó una
muerta para fines prácticos, agregó-: No me gusta cerveza para cada uno de los tres, sin decir una sola
husmear en asuntos privados, ¿me entienden? palabra. Yo era presa de una risa incontrolable. Las
-Entonces, ¿por qué metió a mis padres en esto? -le convulsiones en el bajo vientre aparecieron esa noche. El
pregunté. _ desdichado vómito y el gas en la barriga se formaron
- Y o quise venir, hijo -intervino mi viejo-. El estaba cuando el jefe de la policía me preguntó si había com-
inspeccio~ndo el lugar, cuando recibió la llamada. prendido: "¿Correcto?"
-Mira, Osear, te estaba explicando ... en virtud de que
el señor y la señora Brown, aquí presentes, hicieron una
denuncia, este asunto ya no podría calificarse estricta- El doctor Serbin indagó: "¿Aún insiste en culpar de sus
mente como privado ... Ahora bien, yo no tengo nada que problemas al padre de Alice?''
opinar al respecto ... Pero, si vuelvo a verlos a ustedes dos Miré hacia arriba y lo vi sentado sobre la lápida del
juntos ... los llevaré a ambos al tribuna¡ de menores ... señor Hemingway. El sol casi se había ocultado y los
aclarado lo anterior ... aunque te conozco desde que eras álamos lanzaban al aire su nieve veraniega. -
un chiquillo ... para la ley ... en fin, si te pesco, te Entonces, apareció el Búho a mis espaldas y señaló:
conduciré a ese lugar... ¿correcto? -indagó y trató de
sonreír. "Ustedes dos sólo saben mentir ... Osear nunca ha tenido
problemas. Sólo necesita desarrollar al máximo su talen-
Quizá, si no me hubiera dicho "¿correcto?", habría to para alcanzar la meta".
guardado silencio; pero como no lo hizo, le solté: Me alejé de ellos, quienes se quedaron discutiendo a
-Chinga tu madre, cabrón. un lado de la tumba. Ambos habían dejado de importar-
me. Regresé al pueblo para abastecerme de Budweiser.
-le-Lo intenté,
ordenó a miMan-u-el.
padre. Ahora, llévatelo lejos de aquí
Al salir de la tienda rural, corrí en dirección a Karin. Ella
160 llevaba una bolsa gigantesca de papas fritas y una caja de
sobres de Koolaid. Al verme, pronunció en voz alta mi

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nombre falso y me dio las indicaciones necesarios para
llegar a su casa. Yo le prometí que pasaría a tomar
cerveza. Diez
- Habrá guacamole -gritó unos instantes antes de
desaparecer a bordo de su Porsche color bronce.

JUSTO A LA HORA EN QUE LA LUNA INICIA SU ASCENSO, ARRIBO


-aún en calidad de prófugo- al convite organizadopor
la Wilmington cerca de un arroyo y al pie de una enorme
extensión verde. Me presentan a varios jóvenes cuyo
cabellose prolonga unos cinco centímetros por debajo de
los lóbulos de las orejas. Están sentados rígidamente y
enfundados en pantalón de mezclilla.Olvidode inmedia-
to sus nombres. Ataviada con un vestido floreado tan
largo que llega al suelo, Karin charla con los invitados.
Un muchachito con caspahace su aparición en elpórtico,
donde bebemos pequeños sorbos de cerveza alemana.
Escucho sonidos y veo labios que se mueven, pero no
ocurre nada interesante. MiPlymouthverde está estacio-
nado a las puertas de la mansión, listo para partir.
-Hermanita, ¿hay más cerveza? -pregunta el mo-
zalbete.
-Cielos, Phare, creo que no. Pero supongo que hay
vino en la bodega.
-¡Mierda, vaya fiestecita! -exclama y se dirige al
interior de la casa.
Cierto: ¡vaya fiestecita! Y ahí me tienen, obligado a
departir con rubios desconocidos que no hablan mi
idioma. Es probable que el viejo esté ahorrando para la
siguiente temporada de papas. O que no acostumbren
beber. Conozco individuos que no hablan, pero que
adoptaron tal comportamiento sólo después de haber
tenido la oportunidad de hacerlo. De todos modos, ¿qué
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/

diablos les enseñarán en este pedazo de tierra sembrado pinche Koolaid. Y, para completar la escena, su hermano
de papas? Quizá a ello se deba el que esta chica pudiente transporta una pila de vasos de cartón. Esta velada es
se escape a Acapulco. No obstante, viaja por autoestop. toda una celebración. Se trata nada menos que del jodido
Yo mismo sólo pido limosna cuando estoy arruinado. Cuatro de Julio, ¿me comprenden? No es la fecha apro-
Sin duda, tienen dinero. Basta con ver los muebles, la piada para oír música ni para hacer cualquier otra cosa,
elegante construcción y los coches deportivos último socio. Aguacates y Koolaid, ¡y a la chingada! Estamos en
modelo estacionados al lado del empolvado Plymouth Sun Valley, Idaho. John Fitzgerald Kennedy durmió
verde. ¿Avaros? ¿Tacaños? aquí. Jackie fue atacada por un oso en la cima de aquella
-Karin ... -la llamo en voz baja. Ella se aproxima montaña. ¿Me explico? ¿Captan la situación?
rápidamente, como si yo hubiera exigido su presencia. La mujer maquillada se acerca al centro de la mesa. El
Me convierto en la persona más importante del mundo novio la ayudará a partir el pastel.
entero. Continúo-: Oye, ¿quieres que vaya a comprar -Karin: Michael envió esto. No pudo venir, porque se
algunas cervezas? vio precisado a viajar a Alpine. ¿Nos harás los honores?
-¡Claro que no! Tendremos aquí todo lo necesario en -pregunta con voz de rana.
unos cuantos minutos. Michael traerá el guacamole. No La princesa de Acapulco sube al escenario. El hombre
seas impaciente, amigo mío. de la pipa la auxilia: abre la bolsa de Fritos. Ella toma una
Unos lánguidos ojos azules y una juerga perfecta. ¡Qué fritura de maíz, la sumerge en la poción mágica y, por
gran estilo! ¡Cuánta distinción! Sitan sólo volvieran en sí. último, la introduce a su hermosa boca. La traga y cierra
Ella debe necesitarme. ¿Acasono bebió cerveza y escuchó los ojos. Durante siete segundos, esperamos en silencio.
la historia de mi vida a lo largo de diez horas? ¿Noinsistió ¿Acaso se convertirá en un búho, un huevo o una bai-
en que la buscara? ¿No me acaba de sugerir que sea larina de flamenco? Puedo escuchar el chisporroteo de la
paciente? Cuando estas chinches terminen su cerveza y leña que arde en la fogata. Una sonrisa de oreja a oreja
traguen el famoso guacamole, estaremos juntos. Solos aparece en su rostro.
bajo la luz de la luna. Es obvio que no sabe que soy un -Perfecto. Simplemente perfecto -dice complacida.
búfalo prieto. Quizá no le hayan bastado los lancheros de Sin más preámbulos, la multitud se aproxima al
Acapulco.Tal vez le gusten los latinos; en caso contrario, recipiente.
¿por qué se metió en este lío? · -¿No quieres probarlo?-indaga la mujer del negligé.
Irrumpe una mujer de baja estatura y facciones tos- -No tengo hambre -respondo.
cas. Maquillada. Luce un negligé rosa. Senos y culo -No es necesario que comas hasta hartarte.
firmes. Lleva en las manos un recipiente cubierto de - Ya dejé el Koolaid -explicó a la zorra de nariz tosca.
celofán. Todos nos ponemos de pie y la seguimos al patio -En verdad, deberías probarlo ... Por cierto, me llamo
trasero. Brilla la luna llena. Sopla una brisa ligera Gerri.
proveniente de la negra cortina montañosa que se extien- - Yo soy Howdy -digo y, tras estrechar su mano, ella
de al alcance de la mano. Un hombre con bigote y pipa recorre la palma de la mía con sus dos dedos más largos.
camina detrás de la mujer, cargando varios tenedores y ¡Diosmío, en Riverbank, eso significa que quieren tener
una bolsa de 39 centavos de Fritos. Los asistentes miran relaciones sexuales con uno!Debo contenerme. Después
boquiabiertos el recipiente recién depositado en una de todo, ésta es la tierra de las papas.
mesa. Murmuran. Están expectantes. Lo observan de -Estoy segura de que eres aries.
modo peculiar, como si contuviera una maldita serpien- -Pues no, soy samoano.
te. Ahora, aparece Karin llevando unos cuatro litros de Gerri suelta una carcajada y yo me estoy emborra-
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chando. Por ósmosis, supongo. Ella continúa reteniend~
mi mano y yo siento que empiezan a salir llamas de mi
-¿Narcótico? ¿Te das cuenta de lo que estás diciendo?
cara. Quizá sea el aire caliente que se introduce por la
Vaya, realmente eres todo un abogado.
ventanilla. Nevada no se compara con esto. -Sólo tengo un cliente: [ohn Tibeau -aclaro y, tras
-Karin me contó que eres amigo del Turco. observar la luna durante un lapso próximo a los cinco
-Soy su abogado -aclaro. minutos, confirmo-: Sí,[ohn Tibeau es mi único cliente.
-¿En serio? -Ten, ingiere otro poco. Deja que Mamá te ayude
-¿Quieres ver mi tarjeta de presentación? -sugiere y, una vez más, introduce el veneno verde a mi
-Ella dijo que estás de paso. boca y las chispas de la fogata se elevan al cielo. Continúa
recomendando-: Ahora, acompáñalo con este ponche
-También dijo que había tirado la toalla ... Oye ...
¡Uf!. .. ¿Ya terminaste de leer mi mano? para niños.
-Lo siento. Se tiende a olvidar las cosas con el peyote.
-Sin duda, es mejor que la Budweiser -le digo a
-¿Es eso lo que contiene el guacamole? Mamá, mientras ella limpia mis orejas con Koolaid.
-¿Así lo pronuncias? Los demás ya se han puesto sus disfraces del Cuatro de
+-Bueno, sí... en samoano. . Julio. Phare tiene una venda sobre la frente y toca un
Ríe de nuevo. Surisa es parecida a la de María, la chica tambor sujeto al hombro. Karin está sentada en la mesa,
del Trader JI. . cerca del peyote, con las piernas cruzadas en postura de
-Oye, me agradas -comenta y me da un golpecito en yoga. Está cosiendo Fritos a la bandera norteamericana.
el hombro-: ¿Cuál es tu nombre? Una fritura por cada estado. La luna ha caído dentro de
-Me llaman Henry Hawk. la fogata y sueltan cañonazos detrás de los árboles. Los
-Mucho gusto -dice y me extiende la mano. infantes han abandonado la fiesta. Nos hallamos en el
- Ya leíste mi palma, ¿recuerdas? campo de batalla esperando a los británicos, bajo una
-¡Oh! Tienes razón ... ¿No quieres un poco de peyote? lluvia de triquitraques. Gerri intenta desesperadamente
-¿Es similar a la mayonesa? obstruir mi oído con una cerveza.
-¡Henry Hawk! Ven conmigo. Mamá Gerri te va a -Es demasiado pequeño, samoano. No puedo meterla.
enseñar algo nuevo. Entonces, doy un salto y la empujo.
Agarra mi mano y me arrastra hasta la mesa. Recoge -No te atrevas a joder mis orejas, mujer. Me vale
una porción generosa de salsa con la fritura de maíz Y la madres que hoy sea el Cuatro de Julio.
mete en mi boca. Esa cosa sabe a excremento con -Lo siento ... -se disculpa, tras levantarse y sujetar-
arsénico. Pero no olviden que soy un hombre, un macho, me con firmeza-. Me estabas contando que tu madre
que come mucho chile. Un centavo por cucharada, ¿se nunca te amamantó. Y, luego, me pediste que pusiera una
acuerdan? bomba en tu oreja, ¡desgraciado!
-¿Has ido a Acapulco con Karin? -pregunto cortés- Antes de finalizar nuestra discusión, una mujer puri-
mente. tana hace su aparición en el escenario. Alta, recta, ajena
-Alguien se tiene que quedar a cuidar el negocio..· a todo mal. La celebración se detiene. Es su mamá.
¿Qué sucede? ¿No te gusta? -Su atención, por favor -solicita Karin, tras esconder
-No hablas en serio, ¿verdad? Esto sabe a madres. la bandera y bajarse el vestido hasta las rodillas-.
-No tiene por qué resultar sabroso al paladar. ¿Acaso Quiero que todos conozcan a mami. Ella es la esposa de
no sabes qué es el peyote? -, papá.
+-Mierda, supongo que algún tipo de narcótico. -Soy la querida de papá, muchacha perversa -corri-
ge la espigada mujer.
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Todo el mundo disfruta la aclaración. El tamborilero Gerri se da la vuelta y camina hacia la fogata. La señora
corre en dirección a la mujer y le da un beso en los labios. Wilmington valsa a mi lado. Advierto que es unos treinta
-Ella es mi madre, cuates ... Mamita, me gustaría que centímetros más alta que yo.
probaras algo que tu hija nos trajo de Acapulco -dice el -¿No es sencillamente maravilloso ese aguacate?
mozalbete.
-pregunta.
+-No es cierto -interviene Karin-. Me lo dio este -¿Ya le hizo efecto? -indago.
hombre con el cual acabo de viajar. Ahí lo tienes, mami -Aún no. He estado bebiendo coñac.
-me señala y yo me veo obligado a soltar los pulpejos de - Pues, lo hará -le informo dirigiendo la mirada hacia
las orejas de Gerri-. Es de las islas. El Turco Tibeau me arriba, desde donde me observa el rostro griego de la
lo hizo llegar a través de él. diosa.
-Soy su abogado. Represento al señor Tibeau. Encan- -Lo sé. No nací ayer -afirma y me hace un guiño.
tado de conocerla, señora. Cuando Gerri regresa, le cuento que el truco no
Con gran delicadeza, la erguida mujer toma un Frito y funcionó.
lo sumerge en el recipiente. De inmediato, todos se -Sí le afectó, ¿no es cierto?
despojan del disfraz, mientras ella mete el guacamole -Cierto, pero sabía que se trataba de una droga.
entre sus labios de color rojo vivo. Todos ríen tonta, -¿Y eso qué? Todo el mundo sabe que es una droga.
nerviosa y disimuladamente, porque han hecho caer en De repente, los fuegos artificiales reaparecen. Una
la trampa a la incauta. ráfaga de luces rojas, blancas y azules atraviesa el cielo.
+Delicioso, querida. ¿Dices que proviene de las islas? Estallidos y cohetes que se elevan velozmente. Phare
-pregunta al tiempo que recoge una segunda porción saca un fonógrafo del interior de la casa y pone un disco
con otra fritura. Produce un chasquido con los labios, de Cream. Me cuenta que es músico y yo le narro mi
pasa la lengua sobre los dientes y afirma-: Exquisito. experiencia con la orquesta de la Fuerza Aérea.
Sencillamente, ex-qui-si-to -entonces, su hijo le acerca Cuando termino de vomitar por décima ocasión, des-
un vaso con Koolaid. Tras darle un sorbo, pregunta-: cubro que me hallo bajo un árbol y con la cabeza apoyada
¿Qué me dijeron que es esto? ¿Guacamole? en el _regazode Gerri.
-Sí, mami. De Samoa. -Ulceras. Simplemente, úlceras. Creo arte con las
-¡Ah, ya veo! ¿Así que no es de Acapulco? mezclas que se forman dentro de mi barriga. Mi vómito
+Acabaron con el de Acapulco -explico-. Este tipo constituye una nueva modalidad artística -explico.
de aguacate sólo puede conseguirse en las islas San Blas. -Oye, señor samoano ... sé que te has entregado a una
-¡Qué lástima! +-dice sacudiendo su majestuosa cabeza. búsqueda -dice Gerri.
Todos están atentos a la reacción de la mujer. Esperan -¿Búsqueda? ¡Ni madres! Sólo necesito un buen
a que haga contacto con el espíritu. doctor.
+-Nunca sabrá qué le causó el efecto -me murmura -A eso me refiero:.. Mira, cuando abandones este
Gerri al oído.
lugar, dirígete a Alpine. Un amigo de Tibeau vive ahí. Ve
-¿Acaso se supone que esta cosa provoque algo? -in- al bar llamado La Pata Daisy y pregunta al cantinero por
terroga el samoano. Bobby Willer. El te dirá qué ruta debes seguir. Bobby
-¿Por qué crees que está limpiando el recipiente con conoce a muchos médicos especializados en curar úlce-
los dedos?
ras. Sólo dile que vas de parte de Mamá Gerri.
+Debído a que es una mujer muy educada. Sería Un poco más tarde, pues ignoro a ciencia cierta qué
incapaz de lamer directamente el recipiente. hora es, despierto dentro de mi saco verde de dormir,
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depositado a las orillas de un riachuelo. No sé cómo
llegué hasta el sitio en que se levanta la estatua de Ernest
Hemingway. En todo caso, no importa. Estoy solo en la
Once
oscuridad, muy cerca de una corriente de agua y con el
dolor estomacal mitigado por la salsa de aguacate. Miro
las estrellas, y me acuerdo del viejo Ernie y de sus
anécdotas triviales sobre el buen vino y las comilonas
que compartía con sus amigas lesbianas. No puedo
comprender por qué fue hasta París en busca de compa-
ñía, cuando Karin y Gerri están aquí, a la vuelta de la
esquina, en Ketchum, Idaho. Quizá no aguantó, pienso
antes de quedarme dormido.
Cuando el sol se eleva al punto equivalente a las 10
a.m., me despierta el ruido producido por unos niños que DESPUÉS DE QUE LADREN AMENAZÓ CON ENCARCELARNOS, MI
caminan en el bosque. Son turistas que buscan la estatua romance con Alice pasó a la clandestinidad. Durante el
a cuyos pies estoy tendido. Doy un salto, recojo el saco segundo semestre del último año en que asistí a la
de dormir y de inmediato me siento tras el volante de mi Oakdale Joint, sólo pude verla en horas de clases. En
Plymouth verde, para lanzarme a la búsqueda de Bobby ocasiones especiales, tal como alguna fiesta de gradua-
Miller y La Pata Daisy. ción, le pedí a Bob Whitt que fuera a recogerla y fingiera
ser el muchacho con quien ella se había citado. Sin
embargo, poco tiempo después, él se negó a continuar
haciéndome el favor, porque el padre de la chica quiso
saber cuán serias eran sus intenciones de casarse. "Ese
okie hijo de puta me preguntó incluso de que Iglesia soy
feligrés", me dijo mi amigo con nariz de pingüino.
Pues bien, llegó el día en que rompimos. Nos decidi-
mos a hacerlo con el único objetivo de sufrir un poco.
Cuando ella cumpliera 18 años -para lo cual faltaban
cuatro-, nos casaríamos en la Iglesia católica a la que
acudía mi madre. Luego, nos lanzaríamos a conquistar el
mundo.
Pocas semanas después de mi graduación, me uní a la
Fuerza Aérea de los Estados Unidos, porque me prome-
tieron una plaza en la banda de música. Consideré que lo
mejor era alejarme de Riverbank hasta el día de la boda
y que el reclutamiento de cuatro años de duración
constituía el medio más adecuado para lograrlo.
Sin embargo, dicho medio no resultó ser en los hechos
el más apropiado para la consecución del fin anhelado.
En ese mismo mes, la Fuerza Aérea estableció un nuevo
170 171
campo de entrenamiento en Pleasanton, California. Como Así que, en lugar de huir, me resolví a convertirme en
la Base Park de la Fuerza Aérea se localizaba a exacta- un verdadero músico. Todas las noches, bebía en la
mente 88 kilómetros de Riverbank, comencé a ir a casa cafetería de la base y, luego, me sentaba en una banca del
los fines de semana, durante los cuales me veía con Alice parque a llorar por la pérdida de mi amada. A corta
en callejones oscuros o en la casa de algún amigo. distancia, pasaban los aviones cargados de bombas para
Al cabo de varios meses de recibir el entrenamiento luchar contra las hordas comunistas en Corea.
básico y de participar en la orquesta, me enviaron a la Tres meses más tarde, recibí otra carta de Alice. Me
Base Hamilton de la Fuerza Aérea, ubicada en el conda- informaba que se había casado con un viejo amigo de am-
do de Marin, a unos 195 kilómetros de Riverbank. En bos, el atajador izquierdo de los Potros Salvajes de
apariencia, estábamos destinados a seguir viéndonos. Oakdale, quien en upa ocasión me confesó su deseo
Varias veces supliqué que me mandaran a Corea, pero se de acostarse con ella. El era de tez más oscura que la mía,
me dijo que debía obedecer órdenes, y éstas consistían en barbudo, de origen italiano y católico. En consecuencia,
permanecer cerca de San Francisco y tocar el clarinete en me di cuenta de que el padrastro sólo tenía mala voluntad
las ceremonias ofrecidas a los héroes que regresaban. a los mexicanos. Concluía la carta de siete páginas de
Y ahí estaba cuando, cierto día, recibí una carta de largo haciéndome un llamado para volver los ojos hacia
ruptura enviada por Miss It. En ella me decía que no Dios, al cual debía pedir perdón por todo lo que había-
podía continuar mintiéndole a su madre. Que eso era mos hecho.
peligroso. Que Dios la castigaría. Y que su padrastro se A pesar de que nunca tuve relaciones sexuales con
divorciaría de su madre, si descubría que aún nos ella, fui a confesarme por vez primera en cinco años y le
seguíamos viendo. dije al sacerdote que había cometido un pecado mortal.
Debido a que ingresé a la Fuerza Aérea sólo a causa de -¿Qué hiciste, hijo mío?-preguntó la voz provenien-
ella, ya no existía ninguna razón para prolongar la te del otro lado del velo negro.
tragedia. Entonces, le pregunté al comandante si había -Convertí a mi novia en una deidad.
algún modo de obtener una licencia total e inmediata. -¿Cómo?
Después de que me echó de su oficina, decidí ausentarme -No lo comprendo, padre. Pero, cuando rezo, la veo
sin permiso oficial. sentada en el altar. Se trata de uno de esos ídolos falsos
Viajé por autoestop hasta San Francisco y permanecí de los que me hablaban las religiosas.
borracho tres días. Visité un centenar de bares en busca Respondió que eso era completamente normal y que
de una mujer hermosa, pero terminé en un repugnante no debía preocuparme. Me pidió que rezara diez padre-
antro de drogadictos en el distrito de Fillmore. Ahí, nuestros y siete avemarías, al cabo de lo cual obtendría
discutí con un negro calvo que sacó una navaja. Estando el perdón.
entre la espada y la pared, señalé con mi dedo índice la Cumplí con la penitencia, pero no hubo milagros.
matrícula # 76 de la Fuerza Aérea adherida al bolsillo de Continuaba sintiendo que me hallaba en pecado por
mi gabardina azul, lo miré directo a los ojos y le dije: rendir culto a Alice, sobre todo después de que me
"Ahora, baja muy lentamente esa cosa, antes de que te cambió por un maldito bachicha. Más adelante, empecé
reviente los huevos". a leer la Biblia y asistir a la iglesia todas las noches. Uno
Al día siguiente, regresé a la base y le expliqué al de los chicos de la banda, un pelirrojo oriundo de
comandante que había ingerido una bebida alcohólica a Pomona que tocaba el trombón y era aficionado a la
la cual alguien añadió subrepticiamente alguna droga y filosofía, me habló sobre su religión. Era bautista y me
que no había podido despertar hasta el lunes. dio innumerables folletos donde se exponía qué hacer
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.. /

para lograr la salvación. Me insistió en que abandonara Fui tan hábil en la predicación, que logré incluso
de inmediato la Iglesia católica romana, porque ésta era convertir a toda mi familia, con la excepción de mi
la "casa del Anticristo" profe tizada por SanJuan el Divino hermano Bob, quien decidió quedarse con el Papa ..En
en el Libro de las Revelaciones. virtud de que mi viejo no había tenido una religión
Tras un mes de lectura, supe lo suficiente para poder formal, estuvo de acuerdo en todo lo que le dije. Y al
discutir. Intenté demostrarle por qué la Iglesia católica comprobar que Jesús me había limpiado a fondo, mima
no era la Iglesia de las Siete Colinas referida por SanJuan. convino en que era una buena idea mudar de religión.
Se rió de mis argumentos y preguntó: "¿Yqué hay sobre Obtuvieron la salvación durante una licencia de tres días
el purgatorio? ¿Dónde se le menciona en la Biblia?" que pasé con ellos. Un mes más tarde, vendieron el
Como no pude ofrecerle una explicación racional, fui a Elefante Rosa. Nunca volvieron a beber y desde entonces
consultar a un sacerdote que pertenecía al cuerpo docen- vivieron muy felices. Aunque jeringaron a mis hermanas
te de una escuela de segunda enseñanza cercana a la base. con la versión bautista de Jesús, por la mañana, tarde y
El me mostró la única referencia a ese respecto contenida noche.
en el Antiguo Testamento, a saber, el pasaje en el cual el Luego, la Fuerza Aérea me envió a Panamá. Tocaba el
rey David asegura que su hijo muerto no se encuentra ni clarinete en la Banda Militar y de Baile del Destacamento
en el cielo ni en el infierno. "Por tanto, debe existir un 573 de la Fuerza Aérea perteneciente a la Base Hamilton,
lugar intermedio", concluyó. No pude dar crédito a la cual poseía la tasa más elevada de enfermedades
ninguna de sus palabras.
venéreas a nivel mundial en junio de 1954.
Finalmente, renuncié al catolicismo y admití que Durante el primer fin de semana, me dirigí a Balboa,
Duane Dunham conocía mejor a Jesucristo que yo. ubicada en el sector norteamericano de la Zona del
Ambos fuimos al cuarto de calderas, situado bajo las Canal, y me uní a la Primera Iglesia Bautista Meridional.
barracas, y él invocó al Espíritu Santo para lograr mi Con base en mis credenciales de ex presidente del Club
salvación. Tomé como redentor a Jesús y me volví Juvenil y excéntrico linaje, tuve éxito inmediatamente.
bautista ahí mismo.
Un hombre bajito y con bigote parecido al de Hitler
Hablaba de Jesús en la mañana, tarde y noche. Me estrechó mi mano y preguntó: "¿Conoce a Jesús?"
convertí en un fanático. Durante los ensayos de la Respondí al pastor Beebe~ que lo conocía bien y le pedí
orquesta, cuando hacíamos fila en espera del plato con que me hiciera misionero. El me ofreció protección, una
comida, a horas avanzadas de la noche en que los jóvenes camioneta de reparto, un órgano portátil y bibliografía.
solitarios escribían cartas a sus novias desde las barra- Luego, anotó las indicaciones para llegar a la selva,
cas, yo predicaba la salvación instantánea a los músicos donde habitaban los idólatras.
de jazz.
Construí una misión en Chilibre, una pequeña aldea
Al cabo de tres meses, sostenía al mediodía reuniones de jamaiquinos negros y panameños morenos, y otra en
para orar conjuntamente con alrededor de una docena de la colonia de leprosos de Palo Seco. A lo largo de toda su
miembros de la banda. Fui electo presidente del Club vida, estos individuos habían esperado el arribo de al-
Juvenil de la Iglesia Bautista de Petaluma, porque podía guien como yo. Edificamos las iglesias con troncos de
dar testimonio de pecados y corruptelas cuya existencia palmera y ramas de mango. Cantábamos en español e
ni siquiera imaginaban esos criadores de gallinas. Les inglés y, en ocasiones, les tocaba el clarinete y ponía en
referí una serie de transgresiones a la ley divina que yo guardia contra la civilización. Les aconsejé que permane-
jamás había cometido. Pero se tragaron todo el cuento y cieran lejos de la ciudad de Panamá, que dejaran de
me volví su héroe.
ingerir la bebida alcohólica de fabricación casera a base
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de maíz masticado y que se abstuvieran de fumar hojas meses, entre las 3 y las 7 a.m., y alumbrado por la única
del cocotero. A cambio, yo no iría al cine, no tocaría jazz bombilla existente en el ático localizado arriba de las
y no cogería mi pene salvo para orinar en el transcurso barracas, llevé a cabo un análisis comparativo de los
de dos años completos. evangelios sinópticos.
Fui elegido miembro de la Junta de Diáconos de la Cuando terminé, la mitad izquierda del cuaderno
Primera Iglesia Bautista de Balboa, tras mi enorme éxito estaba completamente llena de versículos y motivos por
en la selva. Incluso, enviaron algunas diapositivas de su los cuales no podía seguir creyendo en el cristianismo.
servidor a las iglesias de Norteamérica, informando que En cambio, la mitad derecha sólo contenía un par de
un "Billy Graham mexicano" estaba convirtiendo nativos páginas con anotaciones referidas a homilías sobre el
a diestra y siniestra. Como resultado de ello, los bautis- amor.
tas enviaron al pastor Beebee más recursos para que Así pues, en ese momento me resolví a abandonar a~
reacondicionara la iglesia, la cual ya parecía una vieja Jesús yla Iglesia bautista. Sin embargo, no podía hacerlo
mansión de alguna plantación sureña. de inmediato, puesto que aún debía encararlos compro-
No obstante, nunca fui invitado al hogar de ningún misos anteriormente establecidos para los tres meses
miembro de la Iglesia. Sólo tenía vida social en la selva, siguientes. Era imposible que les dijera a los indios de
donde crecían las orquídeas silvestres y se dispersaban San Blas (a quienes enseñaba también inglés), a los
los cangrejos de tierra ante el sonido producido por mis jamaiquinos negros y a los panameños morenos que todo
pasos a través del follaje en busca de otros nativos ante aquello que les había predicado durante dos años no era
los cuales predicar. otra cosa sino una sarta de mentiras. Por tal motivo, con-
Los muchachos de la banda me tentaron. Querían tinué pronunciando sermones sobre el amor, la paz, la
verme caer de la gracia. Me ofrecían mujeres, cigarrillos buena voluntad para con nuestros semejantes, etcétera.
y cervezas. Me invitaban a fiestas. Incluso me llevaron Me despreciaba a mí mismo por actuar hipócritamente,
chicas de cascos ligeros y con tetas al aire. Sin embargo, pero consideré que eso era lo correcto. Resultaba prefe-
cuanto más se esforzaban en hacerme pecar, tanto más rible mi sufrimiento a crear confusión en la mente de
rezaba. Inicié el hábito de levantarme a las 3 a.m. para aquéllos a quienes había enseñado y amado por dos años.
orar y leer la Biblia. Y, una vez que le dije al director de Durante esos tres meses, nunca mencioné a nadie una
la banda de baile que el jazz iba en contra de mi religión, sola palabra acerca de mi estudio conclusivo de la Biblia.
tuve libres todas las tardes, las primeras horas de la En junio de 1956, me enviaron de regreso a los Estados
noche y los fines de semana de los dos años siguientes Unidos, me otorgaron una loable licencia y me entrega-
para dedicarlos a la tarea de salvar almas. ron 8 000 dólares. Me dirigí entonces a Nueva Orleáns,
Con todo, era desdichado. Sufría. No tenía la paz donde me embriagué, fumé cigarrillos y blasfemé contra
interior prometida por Jesús a quienes desempeñáramos Dios por vez primera en dos años. Yacía borracho en una
este trabajo. Carecía precisamente de aquello que pre- pequeña habitación verde del hotel St. Regis, ubicado a
dicaba. Por último, en enero de 1956, cuando sólo me corta distancia del Barrio Francés, cuando me resolví
quedaban seis meses para continuar con mi misión, finalmente a terminar con el dolor y la pena. Abrí la
me decidí a aclarar las cosas de una vez y para siempre. ventana, miré los automóviles estacionados en la acera
Efectué un estudio final de la Biblia. Anoté todo lo que del hotel, los cuales se hallaban diez pisos abajo de mi
me parecía válido en las páginas del lado derecho de un punto de observación, y decidí saltar. Sabía que llevaba
cuaderno, y aquello que sonaba equivocado, inconsis- ropa interior limpia, que el dinero se hallaba en la caja
tente o inaceptable en las del lado izquierdo. Durante tres fuerte del hotel, y que mis documentos de la Fuerza
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Aérea y mi domicilio se encontraban dentro de un cajón
del armario. Mi ma recibiría los billetes.
Tenía 21 años y estaba lejos de Dios. No existía nadie
Doce
que me amara y nadie a quien yo amara. Y como no había
vida después de la muerte, ya no me importaba nada.
Incliné el cuerpo listo para tambalearme hacia la fata-
lidad, cuando pensé: "[Dios mío, va a ser muy doloroso
el golpe contra esos parachoques!"

De repente, escucho la voz del doctor Serbin: "Pero, por


supuesto, no llevó a término su propósito".
Reacciono y me doy cuenta de que estoy en las
Montañas Rocosas.
UN DÍA MÁS TARDE LLEGUÉ A ALPINE, APALEADO POR LOS
Luego, percibo la voz inconfundible del Búho: "No vientos de mi desventura, atrapado en las faenas de mis
tuvo los huevos para hacerlo". rechazos y desmenuzado por esa enfermedad llamada
"¡Ay, váyanse al diablo, par de zánganos desprecia- autocompasión, tan común entre los indios borrachos
bles! ¿Qué pueden saber ustedes de la muerte?", grito a que corren destruyendo todo lo que encuentran a su
mis dos cazadores de cabezas, mientras destapo otra Bud paso. Sin embargo, no me culpaba a mí mismo. Mis
y recorro estruendosamente el camino hacia la salva- atormentadores eran muchos. ¿Quién podía acusarme?
ción, que me aguarda en La Pata Daisy. ¿Ypor qué debía yo sufrir las consecuencias de los delitos
cometidos por otros? Después de todo, había cumplido
con la confirmación y concluido el bachillerato. Había
escuchado el llamado de Jesucristo y recibido al Espíritu
Santo sin oponer resistencia. ¿No había convertido en
realidad los sueños más descabellados de mi madre? ¿No
era yo un abogado? ¿No había aconsejado a los pobres y
necesitados hasta que mi propia sangre roja comenzó a
escurrir de mi boca? ¿Era responsable de que mi secre-
taria hubiese muerto de cáncer o de que el médico no
hubiera podido curar mis úlceras? No, no era por culpa
mía el que hubiese repudiado las recompensas que esta
sociedad ofrecía a individuos como yo. Aprendí de
memoria el abecedario y The Seabee's Manual. ¿Qué más
podían esperar de mí?
Dormí 24 horas seguidas en el motel Log Cabin.
Desperté y ya había oscurecido. Me hallaba en una /
pequeña localidad del Oeste, en las Montañas Rocosas. V
Con 50 dólares encima, salí a buscar a La Pata Daisy y al
hombre que me mostraría el camino hacia la salvación.
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Pregunté al cantinero barbado con cara de percha si acercarse la gente. Quizá, ello se deba a mi porte. Los
conocía a Bobby Miller. El bar estaba vacío y mi hombre demás afirman que miro ceñudamente, que tengo un
ausente. Pero su novia no tardaba en llegar. Pedí una aspecto amenazador. Al principio, busco llamar la aten-
cerveza y la esperé fuera del establecimiento. A través de ción; pero, luego, mi voz es suave y, salvo que esté
la oscuridad de la noche, pude ver una gigantesca cortina enojado, agradable al oído. Sin embargo, las mujeres
montañosa justo a mis espaldas, lo cual colocaba al bar jamás toman la iniciativa de hablarme. La excepción fue
en una posición perfecta para recibir una avalancha. La esta adorable jovencita que tomó mi mano y se meció
luna aún seguía llena y los árboles montaban guardia conmigo al ritmo de "White Rabbit". Y, ahí estaba yo,
entre las luces diminutas que brillaban en las alturas. Las ¡con mis botas de constructor y la camisa Arrow con
estrellas caían, pero yo no tenía ningún sitio donde
mangas recortadas!
esconderme. El medio centenar de dólares que traía Al volver a la barra, dos individuos platicaban con
conmigo no bastaban para llevarme de regreso al diván Phil. Bobbime presentó al muchacho chaparro y rechon-
de Serbin o a la mesa de billar del Trader JJ. cho de cara bondadosa. Había tal dulzura en los ojos
Entonces, escuché las pisadas producidas por un par verdes de Miller y tanta tranquilidad en su voz, que de
de tacones altos sobre los tablones de la terraza. "¿Buscas inmediato me cautivó. Ledevolvía su novia y nunca más
a Miller?", me preguntó una voz femenina. concebípensamientos obscenossobre ella. El otro sujeto
Ella lucía mallas púrpuras bajo un minivestido rosa. era alto y estaba a punto de quedarse calvo. Llevaba
De corta estatura y cabellera castaña, poseía senos de bermudas, una gorra de marinero -puesta al revés- y
tamaño razonable. Le hablé de Gerri, la Wilmington y un cuchillo enfundado que colgabade su cintura. Volteó
Tibeau. En apariencia, estaba escantada de darme la hacia otra parte, cuando Bobbime presentó con Miller y
bienvenida y me invitó a entrar para tomar un trago. Las le refirió que yo había estado en Ketchum.
cosas empezaban a mejorar. Su trasero se mantenía -El es King -dijo Miller-. Amigo del Turco.
firme, mientras se balanceaba sobre los zapatos blancos ¡VálgameDios!, pensé, otro motociclista de Chicago.
de tacón alto. Cuando me dijo que se llamaba Bobbi, me -¿Así que eres de San Francisco? -inquirió, tras
pregunté si acaso Gerri no se había equivocadoal leer mi dirigirme una breve ojeada.
mano. Con base en el modo en que esta chica charlaba, -No, soy de Riverbank.
con los blancos brazosdepositados sobre la barra y cerca -Creí que el Turco se hallaba en San Francisco -ter-
de mi codo, tuve la certeza de que ella podía salvarme de ció el de menor estatura.
cualquier cosa que me aquejara. Mepresentó al cantinero -Ahí estaba la última vez que lo vi. Montando su
y le contó que era amigo de Tibeau. motocicleta.
-¿De veras? ¿En qué anda ahora ese tipo excéntrico? -¿Montando su motocicleta?Pensé que el desgracia-
-preguntó Phil, el cantinero, con un graznido. do tenía una escayola completa. ¿Acasono se rompió la
-No lo he visto desde hace varios meses. En realidad, pierna? - habló Kingatropelladamente, con la intención
soy amigo de su hermano -mentí. de recibir información instantánea.
-No te culpo -repuso. -Sí, estaba enyesado. Pero se las arreglaba para
Bobbi se dedicó a lo suyo, mientras yo hablaba con conducir la moto.
Phil. Ella era la mesera del bar. No la perdí de vista. Al -¿Sabes? -le dijo el alto a Miller-. Te apuesto que
poco rato, vino hacia mí y me propuso bailar. ese infeliz me mintió. De su carta se desprendía que se
Nunca antes había sido invitado a bailar por una lo había llevado la chingada.
desconocida. No soy la clase de persona a la cual suele -No te preocupes, King.ElTurconovaademandarte.
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Sólo bromeaba, te lo aseguro -señaló Bobbi tratando de
calmar al hombre. -Bueno ... decidí cortar la comunicación.
-Entonces, ¿sólo me estás tomando el pelo?
=-No me preocupa eso. Está demasiado embrutecido
por las drogas para considerar siquiera la idea de conse- -¿Con respecto a qué?
-Quiero saber si vas a entregarme alguna maldita
guir un abogado. Pero continúa escribiéndome esas car-
tas largas y funestas, a fin de hacerme sentir culpable. citación o algo por el estilo.
-¡Por Dios, King, no seas paranoico! -intervino
-Si te refieres a su accidente, sí fue a vera unabogado.
-¿Así que lo hizo, eh? Sepuso en movimiento -afir- Miller.
mó, entrecerrando los ojos y asintiendo con la cabeza -¿Cómo puedo estar seguro? Este cuate llega y me
pelona-. Ahora, va a jugar ese juego. dice que es el abogado del Turco... de Riverbank, ¿ver-
-King conducíala motocicletacuando él se rompió la dad?
pierna -precisó Miller. -No escuchaste bien -señalé tras dar un sorbo a la
cerveza-. No represento a Tibeau. Sólole di un consejo.
-Lo sé. Tibeau me contó todo lo relacionado con el -¿pónde diablos está Riverbank? ¿No está al sur de
accidente -aclaré. En ese momento, recordé al tipo raro
del que me había hablado J ohn Tibeau, quien cometía el Los Angeles?
gran error, desde el punto de vista de los contertulios del -No, está cerca de Oakdale.
JJ, de platicamos acerca de los Grandes-Hombres-Que-He- -¿Y qué hace Tibeau en ese lugar?
Conocido. Continuamente, viajaba de Nueva York a San -Te repito que no estásprestando atención. Yono dije
Francisco y se colaba a todas las fiestas ofrecidas por la que Tibeau haya estado en Riverbank.
-Cierto, King.Nos dijo que él era de Riverbank -ex-
gente famosa, con objeto de enterarse de las novedades
del otro extremo de la mesa. Nos importunaba con toda plicó Miller.
una serie de nombres, títulos y asociaciones.Pero lo hizo -¡Válgame Dios!, alguien debe estar loco aquí. Y tú,
infeliz, trae más whisky -le gritó al cantinero.
bien. Por tal motivo, cuando me mostró un ejemplar Cambié la cervezapor el escocés y permanecimos en
autografiadodel libro de Kingy me pidió que le invitara
una cervezamientras yo lohojeaba, eldemonio estaba en silencio un par de minutos. •
-Tibeau me contó que eres un Angeldel Infierno
realidad preparándome para esta confrontación con el
montañés alto y calvo de Tennessee. -continué la conversación.
-¿Está resuelto a demandarme? - Yo también corté la comunicación.
-Más bien, te echaron a patadas -dijo Miller.
-No he llenadola denuncia. Pero si el segurono cubre -¿Eres un escritor profesional? -le pregunté.
los gastos médicos...
-Te equivocas, Óscar. Kinges granjero. Cría perros
-¿Que tú no has llenado?¿Cuáles tu interés en este dóberman. ¿Noleíste la contraportada de su libro?
asunto?-preguntó presa de una visibleagitacióny le hizo
una señala Philpara que nos sirvieraun tragoa los cuatro. -No, leo poco.
-Es probable que no lo hayas podido conseguir en
-Ninguno, en realidad. Le aconsejéque no te deman- Riverbank, porque está escrito en inglés -comentó el
dara, puesto que él había aceptado el riesgo al dejarte
conducir la moto en estado de ebriedad. montañés.
-Por cierto... ¿esverdad que los Ángelesdel Infierno
-¿Eres abogado, Óscar? -interrogó Miller.
+-Lo fui hasta hace algunos días. usan realmente cadenas y látigos? -inquirí.
-¿Quieres decir que te expulsaron de la barra? -in- -Suelen hacerlo cuando salen a pelear -respondió.
quirió sonriente el montañés. ¿Era eso lo que tú y el Turco estaban haciendo
cuando este último se rompió la pierna?
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-No ... -contestó King, quien esbozó una sonrisa y -No permitimos la entrada a montañeses en motoci-
clavó sus ojos en los míos-. Andábamos buscando cleta -dije.
grasientos.* -Sólo tienen caminos polvorientos para pasear a sus
-Te apuesto que no encontraron a ninguno -comenté burros -señaló King.
seguro. - Y muchos restoranes -añadí.
-Mierda, no habrían sabido qué hacer con ellos, en el -¿Para qué? -inquirió Miller.
caso de que los hubiesen encontrado. Quizá King los -Por si atrapamosgringos... nos gustacomerloscuan-
habría entrevistado, mientras le reventaban los huevos do su sangre está aún caliente -contesté.
-acotó Miller. -¿Siguen practicandoesosritos los aztecas?-pregun-
-Sí... tal vez lo habría hecho, sí hubiera tenido un tó King.
traductor. -¿Eres azteca?-soltó Bobbi.
-Entonces, ¿en realidad eres un escritor profesional? -¡Por Dios, Bobbi,basta con verlo! -sugirió Miller.
-interrogué. -¡Oh! -exclamó la chica,mientras me miraba de pies
-Es sólo un escritor mercenario -repuso Miller. a cabeza-. Están bromeando. El no parece ser azteca.
-¡Oh!, vamos muchachos, creo que Kinges un buen -Claro que sí -protesté-. Tengo todo el aspecto.
escritor -intervino Bobbi,tras lo cual reímos. -Creí que ya habían desaparecido -apuntó ella.
-Sigan burlándose, ¡desgraciados!Supongoque soy -Soy el último. La mía es la última familia azteca.
tan escritor como tú abogado-me dijo y, entonces, los -No te creo -planteó la joven-. Además,dijiste que
tres se rieron de mí. eras mexicano.
-Oye ... -comenzó a hablar Miller-. He sabido de -No, nos dijo que era un. cocinero especializado en
abogadospicapleitos, ¿pero qué hace un abogado mexi- fritangas -explicó King.
cano? -Me parece que están borrachos -concluyó y fue a
-Se deslizasobre su propia grasa en la corte -contes- atender a varios clientes que acababan de llegar.
tó Kingcon la cara rígida. Seguimosbebiendo con la jactancia de hombres que
-¿Grasa? -preguntó Bobbi-. ¿Aqué se refieren? compitenen una carrera,un retopor encararen cadavaso,
-En efecto, grasa. Eso es lo que usan los mexicanos un centavo por cada cucharada de chile. Se acercaba la
para cocinar a los gringos-expuse. hora, mientras escuchábamosun estridente rocanrol.
-¡Caramba!, ustedes sí que son raros -consideró -¿Estás de paso o qué? -preguntó King.
Bobbi. -Tal vez me quede el fin de semana. Estoyesperando
-¿Hay muchos gringosen Riverbank,Óscar?-inda- un telegrama.
gó Miller. -¿Por casualidad conoces a un abogado llamado
-Había. Ahora, no lo sé. No he ido ahí en los últimos Pierce? Es amigo de Tibeau. De Richmond.
quince años. -No estoy seguro. Tibeau nos presentaba a gente
-Supongo que la localidadestá repleta de mexicanos, famosa. Pero no sé.
si nos atenemos a la forma en que se multiplican esos -Él es ex alcalde de Richmond -intervino Miller.
infelices -comentó King. -Debe ser de nuestra edad -precisó King-. Él tam-
-¿Has estado ahí, King?-preguntó Miller. bién tiró la toalla.
-Lo último que supe de él es que se dirigía al Tibet
*N. de la t. En jerga, forma despectiva de nombrar a los mexicanos -dijo Miller.
y a los demás latinoamericanos. -Va a volversemonje -agregó King,quien de repente
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se levantó, dio un trago final a su bebida y expresó-: búhos posados en las ramas de los álamos, mientras
Mierda, estoy harto... Nos veremos después. reflexionaba a qué lugar me conduciría todo ello. Tenía
Caminó hacia la puerta y me dejó a solas con Miller. 33 años, me quedaban 40 dólares e ignoraba completa-
-Es un buen tipo. Sólo está paranoico, porque sus mente dónde me encontraba.
amigos echan a perder todo cuando salen a pasear. Dice
que eso interfiere con la literatura -aclaró Miller.
-Sí, me dio una buena impresión. Quizá sólo sea un
poco acelerado.
-Muy acelerado, diría yo... Por cierto, ¿estás consu-
miendo alguna droga?
-Gerri me invitó a comer peyote hace un par de días.
Básicamente, soy adicto al alcohol.
-Ella es muy alivianada. Oye, ¿tienes un lugar donde
pasar la noche?
+Pagué un día de hospedaje en un motel cercano.
-Bueno, mira, sitevasaquedarelfinde semana, ¿por
qué no aterrizas en mi casa?
-Gracias, pero no me gustaría... tú sabes...
-¡Carajo, hombre! Puedo ver que andas prófugo. Y
nosotros tenemos una habitación adicional. Es un sitio
tranquilo. Justo al lado de un arroyo, cerca del puente.
Sólopregunta a cualquiera cómollegar. Es una localidad
pequeña. ¿Por qué no vienes mañana? O, si prefieres,
desde esta noche.
-Gracias, supongo que no sé disimular muy bien.
-Sí, hombre. Además, le simpatizasa Bobbi.Ella me
sugirió la posibilidad de que te alojaras con nosotros.
-De acuerdo. Llegaré ahí mañana en la tarde, si no
van a salir.
-Ahí estaremos. No tenemos otro plan. Te convidaré
un poco de hachís. Un amigo mío acaba de volver de la
India y me trajo una pequeña porción. De hecho, es
probable que él también esté presente mañana. Te caerá
bien. Es piloto. Ha hecho algunos viajes para la CIA.
-¡Válgame Dios!
-No, hombre. El cuate es buena onda. Desempeñó
ese trabajo con el único fin de ganarse unos dólares y
poder adquirir un poco de cáñamo. Ya lo conocerás.
Me despedí de él y de su chica, y caminé bajola luz de
la luna en direcciónal motel LogCabin. Oí el canto de los
186 187
Trece

DESPUÉS DE QUE ME FUERA CONCEDIDA LA LICENCIA ABSOLUTA


de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en junio de
1956 y tras el conato de suicidio en Nueva Orléans, regre-
sé a Riverbank para vivir con mis padres. Ninguna de las
que habían sido mis compañeras en la institución de
segunda enseñanza se acordó de mí, cuando las llamé por
teléfono. Los viejos amigos con los cuales acostumbraba
emborracharme se hallaban tras los barrotes de alguna
prisión del condado. Por mi parte, me inscribí en la
escuela semisuperior de Modesto, con objeto de estudiar
francés y redacción.
Mi hermano Bob, que me antecedía en todo por uno o
dos años, había sido liberado del Resguardo Marítimo,
cuando yo todavía me hallaba en servicio con la Banda
del Destacamento 573 de la Fuerza Aérea en Panamá.
Habíamos conservado mancomunada nuestra cuenta de
ahorros durante el servicio militar prestado al Tío Sam,
ante la posibilidad de que alguno de los dos muriera en
la lucha contra la horda amarilla en Corea. Sin embargo,
ninguno recorrió los ocho mil kilómetros que nos sepa-
raban del comunismo y, por tanto, me presenté a cobrar
el pequeño tesoro protegido por la cerradura automática
del señor Wilkie en el Banco Agrario de Riverbank.
Amenacé con demandarlo cuando él me explicó que,
según los términos de nuestra cuenta, mi hermano
estaba autorizado para extraer el importe de mis cheques
en el mismo día en que éstos fueran transferidos y que

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~·.··.~--'"'""~

así lo había hecho. Sin embargo, mi hermano fue bastan- banda de la Fuerza Aérea, me limitaba a escuchar mien-
te considerado al dejarme 27 dólares para beber unos tras bebíamos cubetas de cerveza en la pizzería South
buenos tragos y, en consecuencia, no pude enojarme con Seasde Cheto Connetto, sita en McHenry, entre Modesto
él. En todo caso, Bob había partido a San Francisco seis y Riverbank, nidal de los veteranos alistados en la escue-
meses atrás, para estudiar leyes en Hastings, y no había la semisuperior y de las chicas que laboraban en la
nada que yo pudiera hacer al respecto. compañía telefónica.
Traté de vislumbrar un dejo de justicia poética en el Fui presentado a Cheto como "hermano de Bob", el
robo cometido con la única finalidad de financiar los único nombre con el que fui conocido a lo largo del
estudios en la escuela de leyes. Además, como ya había bachillerato y con el que comenzaba a serlo en esa
concluido la guerra, era el momento en que los Acosta pequeña escuela semisuperior que ofrecía un par de años
mostraran su verdadero potencial. Podía resultar útil el de estudios a los okies de clase media y a las hijas de los
contar con un abogado en la familia. Loperdoné comple- granjeros del valle de San Joaquín. Cheto me extendió
tamente cuando me topé con uno de sus amigos en la una mano fláccida y parpadeó. Descubrí de inmediato la
clase de francés, el cual me contó que Bob ambicionaba corta distancia comprendida entre sus ojos verdes iz-
hacer carrera en el medio político. El nombre de este quierdo y derecho, así como las ondulaciones de su
individuo era Norman Eudy, quien tenía el aspecto de un cabello oscuro, tan cuidadosamente arreglado que le
verdadero intelectual: calvo, regordete y colorado. Salpi- daba el aspecto de estar listo para ir a la ópera.
caba su discurso con palabras en español, alemán, -¿Así que eres hermano de Bob? -preguntó con voz
italiano y francés y, para sorpresa mía, se expresaba con afeminada.
fluidez en lengua okie, aunque con acento nasal de -Mi verdadero nombre es Óscar.
Oxford. Había nacido en Norman, Oklahoma, pero leía -¿Cómo está el viejo Bob? ¿Sigue bebiendo?
con pasión a Sartre, Dostoievski y Kierkegaard, y le -Está bien. Estudia leyes en Frisco -respondí perple-
resultaba absolutamente esencial el que yo comprendie- jo. No había visto a mi hermano desde el fin de la semana
ra la relación entre Lefty Frizel y los filósofos existen- anterior a mi reclutamiento en la Fuerza Aérea. En aquel
cialistas. No era fácil entender a Norman Eudy. Al entonces, ni siquiera fumaba. Yo había sido el borrachín
menos, no lo era para mí, motivo por el cual busqué a de la familia durante la primaria y el bachillerato.
otro ex okie que arrojara luz en la materia. Entonces, miré a Norman y le pregunté-: ¿Qué quiso
Charlie Johnston insistía en que se pronunciara la "t" decir el marica?
de su apellido: "No la escribiríamos, si no quisiéramos -Tienes que entender a Cheto -contestó Charlie
que se pronunciara, ¡estúpido!" Charlie se inscribió a la entre risas-. Ya sabes cómo son los italianos.
clase de francés, sólo para demostrarle a Eudy que un ex -No, me vale madres su vida sexual. Me refiero a Bob.
okie de Blueberry Hill, Oklahoma, podía obtener una ¿Continúa embriagándose?
calificación más alta que un intelectual de Norman. Charlie soltó una sonora carcajada que dejó al descu-
Charlie era alto y delgado. Tenía cabello negro, dientes bierto sus dientes pardos. Norman le dio un codazo y yo
podridos y mugrosos los bordes de las uñas. Sus únicas me di cuenta de que ocultaban algo por el modo en que
virtudes residían, desde mi punto de vista, en que tocaba este último movía sus tupidas cejas.
el banjo y captaba las interpretaciones que Norman Eudy -Óscar, permíteme que te lo plantee de esta manera ...
hacía del Libro del Génesis. Como yo apenas estaba supe- -empezó a hablar al tiempo que hojeaba su diccionario
rando el horrible trauma de cuatro años de duración Oxford en busca de la etimología y el significado preciso
experimentado en el transcurso de mi participación en la de lo que iba a decir-. ¿Provoca comezón la tiña?

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-¿Florecen las plantas? -añadió Charlie y rasgueó el
banjo. ¿Usted cree que el mundo, la Tierra, sea redondo? ¿Sío no?
-¿Caínmató a Abel?-inquirió Normandesde el atril. -Bueno ... -comenzó a expresarse entre risitas corta-
-¿Cagan los osos? -interrogó Charlie. das-. Claro que es redondo.
-¡Por Dios, okies desgraciados, ya están ebrios! -ex- Se produjo un absoluto silencio. El caballero delgado,
clamé. de avanzada edad y movimientos lentos continuaba
Finalmente, me contaron la historia de la forma en que mirando a través de la ventana y dándonos la espalda.
mi hermano había comenzado a beber con los guardacos- -¿Alguien está en desacuerdo con la señorita
tas y había seguido haciéndolo en la escuela semisuperior. Terwilliger? -interrogó, pero nadie contestó. Mi cora-
- ¿Recuerdas cuando Doc Jennings lo sacó del salón zón latía con violencia ante la emoción producida por
porque estaba ingiriendo Thunderbird? -preguntó Nor- asistir a la escuela semisuperior. No pude recordar que
man a Charlie. la señorita Anderson nos haya formulado jamás pregun-
-¿A qué te refieres? Nos sacó a los tres, idiota. tas retóricas. El profesor prosiguió-: ¿Así que todos
-Bueno, sí... pero al que pescó con la botella fue a Bob ustedes creen que el mundo es redondo? Bueno, entiendo
-aclaró y, después, ambos rieron. el motivo por el cual piensan de ese modo. No los culpo.
-Lo que lo enojó fue la marca -me explicó Charlie-. Yo he leído los mismos libros que ustedes. También he
Ya lo conocerás. Te inscribiste en su curso de redacción, estudiado historia. Incluso acudí a un par de cursos de
¿verdad? física hace muchos años -dijo y, entonces, volvió su
-Sí y obtendré también mejores calificaciones en su rostro hacia nosotros. Se quitó los anteojos montados en
clase -afirmé. Ya me habían referido la apuesta relacio- armazón de carey y pidió a la hija del granjero que se
nada con las notas más altas en el curso de francés y había acercara. La chica rechoncha se levantó y dirigió a su
aceptado ser otro de los competidores. encuentro. Él la colocó frente a la ventana, a través de la
-No lo lograrás, si te gusta tomar lo mismo que a tu cual podía verse, en el primer plano, el campus y, al
hermano. Mira, Jennings es un aristócrata. Sivas a llevar fondo, las colinas en torno al valle de SanJoaquín. Indagó
contigo un poco de licor al salón, que sea uno de los vinos finalmente-: ¿Eso le parece redondo?
franceses de los cuales nos habló hoy la belle Monique. Todos quedamos boquiabiertos ante su lógica brillan-
Comprenez-vousi te. Nos asombraba su habilidad para obligarnos a pensar,
Doc Jennings fumaba pipa, usaba abrigo de lana y razonar y cuestionar los hallazgos de otros. En contadas
mocasines, y desempeñaba a fondo su papel. Lepreguntó ocasiones habló sobre el acto de escribir desde un punto
a la gorda hija de un granjero, que lucía un flequillo bien de vista técnico y nunca disertó a todo lo largo del año en
peínado y anteojos con aros de alambre, si creía que el que me senté a sus pies. Nos platicó su experiencia en la
mundo fuera redondo. Este interrogante fue formulado industria cinematográfica y en los viajes alrededor del
en septiembre de 1956,durante el primer día de clases en mundo que había realizado en buques de vapor y furgones,
la escuela semisuperior de Modesto y en el marco de la transmitiéndonos siempre los conocimientos por medio
asignatura de redacción. Para mí, se trató de mi primera de la anécdota y la analogía. Enseñó los elementos
asistencia a un plantel educativo, tras los cuatro años fundamentales del cuento forzándonos a leer, hasta
transcurridos en la Fuerza Aérea. Él no la veía a ella ni donde pudiésemos tolerarlo, al viejo marica de Somerset
al resto de los alumnos, sino que miraba a través de la Maugham. Y, después de que le entregué mi primer
ventana y recorría con los dedos su cabello cano. trabajo, me pidió que pasara a su oficina para sostener
-La pregunta es muy sencilla, señorita Terwilliger. una charla prolongada y paternal. Estuvimos solos y
fumamos dentro de ese pequeño cuarto repleto de libros.
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Confiaba en que me felicitaría u otorgaría algún premio. bueno, ya veremos. Usted comprenderá. Y gracias por
-Si yo fuera usted, me olvidaría de escribir -dijo. haber venido.
-¿Le pareció tan malo mi trabajo? -pregunté de No seguí su consejo hasta el verano siguiente. Durante
inmediato. En virtud de que aún no estaba acostumbrado nueve meses estudié francés como si mi vida hubiera
del todo a su dialéctica, el comentario inicial me perturbó dependido de ello y obtuve el mejor promedio del salón, /
profundamente. h,._,Üe. a saber, 9.87. Además, trabajé muy duro para complacer
-Sin duda, todavía tiene mucho que aprender, señor !/~::_;;,a Doc Jennings con mi narrativa, pero nunca volvió a
Acosta ... Pero, ése no es el motivo por el cual le estoy .X • hablarme en privado. Se limitó a demostrar su aproba-
ofreciendo este consejo gratuito. fltf11u•· .._ciónal leer todos mis cuentos a los alumnos de la clase.
-Gracias. Sin embargo, no comprendo. Se trata de mi Con todo, no me permitió ganar la apuesta con Eudy: a
primer cuento -refunfuñé con amargura. este último le concedió una "A"y a mí una "B".Lo último
-¿Siente usted un deseo sincero de escribir? que supe de Norman es que trabajaba en San José como
-Claro. Por tal razón, me inscribí en su clase. agente judicial vigilante de delincuentes en libertad
-Entonces, ¿usted y el señor Eudy no tienen planes de condicional y como formador de intelectuales okies.
iniciar aquí, cómo decirlo, una orgía? Además, se casó con una joven llamada Cappie, a quien
-Por supuesto que no. No soy mi hermano. Yo soy le importaban un comino Nietzche y Lefty Frizel. Charles
una persona seria. Johnston terminó en Eureka, tocando el banjo y cultivan-
=Por favor, no me mal interprete. Su hermano tam- do mariguana entre las secoyas. Ambos fueron grandes
bién es una persona seria. Sólo estaba bromeando. amigos y grandes bebedores, una combinación difícil de
-Sí, lo sé. Pero esa distinción es importante para mí. lograr. De acuerdo con la recomendación de Doc Jennings,
1 Lo que quiero decir es que ... si usted quiere escribir, me enfilé rumbo a Los Ángeles en busca de experiencia,
entonees debería... Mire, cuando yo tenía su edad, en junio de 1957.
deseaba escribir. Sin duda, provenimos de medios dife- Presenté un examen en el Departamento de Policía de
rentes. Mispadres eran desmedidamente ricosyme criaron Los Angeles y me habría convertido en esbirro de no
entre algodones.Pero ésa es otra historia... Detodos modos, mediar la afortunada intervención de Dios y de Al
mi primer profesor me dio el mismo consejoque yo le estoy Mathews, un alcohólico que laboraba en la sección de
dando ahora... porque de su cuento se desprende una envíos de una empresa mayorista dejuguetes, ubicada en
verdadera intención... mi profesor me dijo que si quería la calle Tercera del centro angelino. Al era el clásico
escribir, debía hacerlo. Seguí su consejo y abandoné la beodo. Bebía todos los días. Esa era su profesión, diver-
escuela. Me introduje a un tren de carga y... pero ésa es sión y carrera. Todo lo demás estaba subordinado. Se
también otra historia... Ala larga, me convertí en marinero había entregado completamente y para siempre al alco-
mercante y llevo treinta años escribiendo. hol. Lo único que deseaba en la vida era ingerir Rainier
-Pero yo ya he andado por ahí. Acabo de regresar de Ale y vino tinto, ponerse una toalla húmeda sobre la fren-
Panamá -protesté. te y leer, mientras permanecía tendido sobre la espalda
-Correcto ... -~ijo y se puso de pie. Parecía turbado. en su departamento frío y sucio. El también fue un joven
Continuó-: Bueno, usted es el único que puede decidir. que quiso escribir; pero, una vez asentado, se decidió en
Es una cuestión personal. Perdone que me haya entreme- favor de la lectura y la bebida. Y leía tanto como bebía.
tido -se disculpó y abrió la puerta concluyendo-: Le En apariencia, no existía ningún libro publicado en
resultará de utilidad mi clase, estoy seguro. Sin embargo, lengua inglesa del que por lo menos no tuviese noticia.
una vez que decida dedicarse realmente a escribir ... Citaba diversos pasajes literarios, mientras empacaba
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los pedidos de la bodega. Yo había comenzado a trabajar Oprimí el pedal hasta el piso y el automóvil salió
ahí en espera de los resultados de la Academia de Policía; disparado entre las tinieblas angelinas. Aceleré incluso
consideré que era la mejor opción, puesto que no pude ante las señales de alto y al dar vuelta en las esquinas, con
encontrar un barco que navegara hacia África, como el Ford pisándome los talones. Al cabo de una persecu-
habría preferido Doc Jennings. ción a alta velocidad y de quince minutos de duración, vi
Durante el receso para almorzar en mi quinto día de a lo lejos a un grupo de policías montados en motocicleta
labores con la firma Toys for Tots de Abe, fui con Al a un y estacionados en medio de la calle. Se trataba de una
restorán. Acompañamos los alimentos con cerveza ingle- barricada. Detuve el coche, salté y corrí hacia los tiras
sa y citas bibliográficas, y regresamos muy borrachos con casco. Luego, le conté a uno de los oficiales que unos
una hora más tarde. Introduje a hurtadillas un cuarto de hombres me perseguían ...
cerveza y me precipité hacia el quinto piso de la bodega ¡Pum! Justo en el hocico. Protesté, pero me continua-
hasta un escondite formado por las pilas de cajas de ron golpeando hasta hacerme sangrar. Aunque intenté
cartón que contenían hermosos productos Mattel. Ese defenderme, el alcohol ingerido y el peso de los cuatro
día, despidieron a Al, cuando lo descubrieron subiendo esbirros resultaron muy superiores a mis fuerzas. Al
y bajando por el elevador de carga al tiempo que cantaba durmió a lo largo de todo el episodio. Volví a verlo un
himnos irlandeses. A la jornada siguiente, Abe me citó en mes más tarde, después de que hube librado mi primera
su oficina para preguntarme si había estado con Al el día pelea en la corte. A pesar de que no tenía dinero para
anterior. Me acogí a la Quinta* y solicité aumento sa- contratar a un abogado defensor, rechacé el ofrecimiento
larial. No recibí ninguna indemnización, porque sólo de uno de oficio e insistí en manejar personalmente mi
llevaba laborando una semana es ese lugar. Con todo, caso. Tras el intento de tres diferentes jueces de disuadir-
reuní mis ingresos y fui a buscar a Al. Entré en todos los me, finalmente me hice cargo de la situación y tuve éxito.
bares que veía a mi paso hasta que lo encontré en una Referí al jurado, compuesto en su totalidad por mujeres,
cantina de mexicanos, localizada en la esquina de las que había estado ingiriendo alcohol, pero que no llegué
calles Tercera y Los Ángeles. Lo conduje a rastras a mi a intoxicarme. Expuse las circunstancias en las cuales fui
automóvil, pero se desmayó incluso antes de abrir la a buscar a mi amigo Al, cuya esposa encinta me había
portezuela. pedido que lo llevara de regreso al hogar antes de que se
Estaba parado frente a la luz roja del semáforo encla- gastara toda la quincena, y que yo simplemente había
vado en un barrio sombrío; cuando un Ford modelo 54 bebido un par de cervezas para engatusarlo y conseguir
se detuvo a un lado. Un hombre de saco negro bajó la conducirlo de vuelta a su familia. Por último, expliqué
ventanilla y mostró una placa. que cuando el hombre a bordo de un Ford modelo 54
-¡Policía, oríllese! -me ordenó. carente de distintivo me dijo que me orillara, pensé que
La noche estaba oscura y yo borracho. se trataba de un gángster porque, después de todo, yo era
-¡Váyase a la chingada! -grité. oriundo de Riverbank.
Sacó la mano a través de la ventanilla y apuntó con una Durante el interrogatorio del representante de la fisca-
pistola de cañón corto mi cara abultada. lía del distrito, se me preguntó si había presentado un
-¡Pinche grasiento, le ordené que se orillara! examen de admisión en el Departamento de Policía de
Los Ángeles. Respondí que sí y que, además, había sido
*N. de la t. El autor alude a la Quinta Enmienda a la Constitución de admitido. Con enorme sorpresa vi que este señor sacaba
los Estados Unidos, la cual enumera los derechos de los acusados, la copia de una carta que nunca recibí, donde se me
invalidando la autoincriminación. informaba que era inaceptable para la fuerza policiaca.
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¿El motivo? Bueno, que había sido arrestado antes de -¿Suicida? ¿Usted fue testigo de que haya tratado de
ingresar a la Fuerza Aérea en las montañas de Sonora, quitarse la vida? Quiero decir, ¿puede relatarme exacta-
California, por haber participado en una riña de borra- mente lo que vio?
chos. No me abstuve de incluir ese dato en mi solicitud Antela mera menciónde la muerte, elviejomédicofue
de ingreso porque hubiese olvidado el incidente, sino presa de un estadotal de conmoción,que pensé que quizá
debido a que el juez rural me dijo que si me alistaba en me había excedido.En aquel tiempo, no sabía nada de le-
la Fuerza Aérea sellaría el expediente y nunca menciona- yes. y 1 por tal motivo1 me preocupó la posibilidadde que
ría a nadie esa detención. Sin embargo, no prosperó la el suicidiofuera consideradoun crimen similar al homi-
táctica utilizada por el fiscal del distrito. Argumenté al cidio. Cuando me pidió "hechos", tuve que alterar un
jurado que había servido bien a mi país en Corea y que pocola narración, pues no quería que elpobre Alacabara
el gobierno no estaba cumpliendo su palabra. Me exone- sus días en la cámara de gaspor el único delito de haberse
raron y fui a buscar de nuevo a Al. emborrachado.
Lo hallé en su departamento. Tuve que empujar la -Tiene esta manía relacionada con los huevos.
puerta, porque se negó a abrirla. El casero me informó -¿Huevos? -inquirió sacudiendo la cabeza-. ¿Hue-
que llevaba bebiendo un mes, o sea, el periodo comple- vos?
to de mi reclusión en la cárcel de Lincoln Heights. -Bueno ... no deja de decir que es una gallina.
Después de derribar la puerta, lo encontré sumido en un El doctor de escasa estatura y bata blanca miró el
absoluto estupor. Había nueve botellas vacías alrededor rostro de Al, que estaba morado. Suspárpados colgaban
de la cama y fragmentos de cascarones esparcidos en el como el abazón de un murciélago.
piso. Se había encerrado con una canasta de huevos -¿Una gallina?-interrogó y comenzóa hacer anota-
tibios, algunas docenas de libros y, según el aspecto del ciones-. ¿Una gallina?¿Élcree que es una gallina?... ¿O
individuo, varios litros de alcohol. Lo llevé al hospital del usted quiere decir que él dijo que era gallina?
condado, pero se negaron a admitirlo, debido a su em- -No, señor. Alno le tiene miedo a nada... Él cree que
briaguez. Como no podía caminar ni hablar, lo arrastré es una gallina... un ave de corral.
al edificio contiguo. El psiquiatra tampoco quiso atender- Miré la cara de Al, quien me hizo un guiño. Entonces,
lo, por la misma razón. inclinó la cabeza, pegó los brazos a sus costados, los
-A menos, claro está, que sea un peligro para la dobló y empezó a tocarse rítmicamente las costillas con
sociedad o para sí mismo -aclaró el estúpido ese. los codos.
-¿Un peligro? ¡Válgame Dios! Basta con mirarlo -¡Quiquiriquí! -cantó Al.
-grité. El médico casi perdió el conocimiento. Alzólas cejas
-Lo siento, no es suficiente. Aunque hay muchos y, sin decir ni pío, escribió de prisa unas frases en su
alcohólicos vagando por las calles, eso no significa que libretita.
necesiten ayuda psiquiátrica. -¿Vio? A eso me refiero -expliqué.
-Pero, va a matarse a sí mismo -argüí. -¿Hizo él alguna otra cosa?
-¿Cómo? -preguntó, mostrando interés-. ¿Acaso -Bueno ... los huevos. Acostumbra meterse huevos
vio usted algo? tibios en la boca.
-Sin duda -afirmé, tras haber descubierto su talón de -Ah, sí... loshuevos-repitió y continuóemborronan-
Aquiles-. Tuve que sacarlo a rastras de su departamento. do papel.
-Pero, ¿qué hizo? ¿Intentó asesinar o atacar a alguien? -Cuando lo encontré, había muchos huevos a su
-Por supuesto que no. Es un suicida, hombre. alrededor. Estabadesnudo. Sentadoen el piso, sobre una
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pila de huevos tibios. Ya se imaginará, como una maldita el periodo de observación, él debía permanecer dentro
gallina empolladora ... del cuarto por dos días, sin recibir a ningún visitante. Y
-¡Cielos! nadie se enteró de la presencia de la mujer. En conse-
- Y aleteaba con los codos y repetía: 11 Soyuna gallinita. cuencia, cuando Al le dijo al psiquiatra que su novia
Soy una gallinita". Todo fue muy raro, doctor. había olvidado un guante rosa en la habitación, éste se
-¡Caracoles! Bueno, ésa era la información que nece- limitó a tomar nota. Al insistió en que ella había estado
sitaba -concluyó y dirigió a Al una larga, penetrante y ahí, pero ya era demasiado tarde. Incluso él mismo se
peculiar mirada-. Ahora, si usted firma una declaración sometió a la decisión adoptada en su caso, al percatarse
jurada, tendré al paciente en observación. Pero usted de- de la imposibilidad de presentar alguna prueba. "Quizá
berá firmar. estoy enloqueciendo", le dijo a Betty cuando esta última
-Desde luego. Haré cualquier cosa, antes de que él se fue a verlo. Loencerraron en Camarilloun par de meses.
convierta en un psicópata. No me gustaría que se echara Luego, lo soltaron, no porque creyeran que estuviese
la soga al cuello, aunque sólo sea una gallinita. cuerdo, sino porque había exigidoun juicio en presencia
Jamás volví a ver a Al.Betty,la terapista que conocí en de un jurado, después de que el juez hubo dictado sen-
Modesto, se hallaba de visita esa semana. Debido a mi tencia por un periodo indeterminado.
insistencia, hizo una pesquisa profesional entre sus ex Ambos roces con la justicia me convencieron de que
compañeros de Menninger y descubrió que Alhabía sido Los Angelesno era la ciudad indicada para mí. Betty me
recluido en el Hospital Estatal de Camarillo por demen- sugirió regresar con ella a SanFrancisco y me persuadió
cia, según el derecho penal. Conclusióna la cual se llegó de que mi verdadera vocación era la literatura. Así, me
tras la entrevista que dos psiquiatras sostuvieron con el inscribí en la Estatal de S.F.para estudiar matemáticas y
paciente. redacción. Y me habría convertido en ingeniero, si no
En primer lugar, le dieron un Rorschach y él les dijo hubiese sido por la afortunada intervención de Mark
a todos que parecían mariposas. En segundo, su novia Harris.
Dorothy -una prostituta gorda y pelirroja que lo abaste- Después de que leyó varios de mis cuentos, repitió el~~
cía de licor- fue a visitarlo. Al salir, olvidó uno de sus consejo de Doc Jennings, a saber, que abandonara la~~~
guantes rosas en la habitación. Al intentó alcanzarla escuela. Esto ocurrió antes de la crisis de los misiles. En ~·
antes de que abandonara el edificio,puesto que sabía que los planteles de estudios superiores, los beatniks reco-
ella necesitaba todos sus accesoriospara poder desempe- mendaban a los búfalos prietos como yo que nos olvidá-
ñar la profesión elegida. Sin embargo, mientras él corría ramos de la educación formal. Aquel hombre me dijo:
por el pabellón preguntando a todo el mundo si la habían "Debestomar una decisión acerca de tu futuro. ¿Quieres
visto, Dorothy regresó al cuarto, recogió el guante y se ser matemático? ¿Oprefieres volverte escritor?"
marchó. Cursaba el último año de estudios superiores y aún no
Cuando Alvolvióa la habitación, un segundo psiquia- había resuelto nada. Carecía de un consejero formal,
tra le preguntó a dónde había ido. La legislación estatal porque Dettering me habíajurado con la mano sobre una
requiere el testimonio de dos loqueros, con objeto de botella de Red Mountain que si yo hurtaba las formas de
confinar a un psicópata a un manicomio. Y éste fue el inscripción, él las firmaría. A lo largo de dos años, había
médico que testificó en contra suya en el juicio posterior asistido a las clases que ambos consideramos más ade-
de cinco minutos de duración. cuadas para mi formación. Incluso, ni siquiera había
Dorothy se introdujo a hurtadillas, porque no había hecho la fila para los trámites de registro.
obtenido el permiso necesario para visitar a Al. Durante -Quizá escriba ciencia ficción -informé a Harris.
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Luego, seguí su consejo y me alejé de las aulas paraf1. Al concluir la sesión de diapositivas y el refrigerio, los
trabajar en mi primera novela, La carreta con mi ataúd. pacientes salieron del gimnasio. Pero Bárbara insistió en
Un mes más tarde, le llevé el manuscrito. l..f, quedarse y ayudarme a limpiar. Consulté al supervisor y
-¿Acaso no abandonaste la escuela? ~ él me dijo que yo debía tomar la decisión. En caso
-Sí, tal como sugeriste. Ahora me dedico a escribir. afirmativo, me recomendó que la llevara después al
-Entonces, no puedo leer tu borrador. pabellón y que tuviese cuidado con ella.
-¿Por qué no? Has leído mis cuentos a lo largo de un En ese momento, ignoraba su identidad. A pesar de
año. que había leído la noticia, nunca vi fotografíasde ella. En
-Sí, pero antes eras estudiante. consecuencia, la consideré una paciente más, que me
-Y tú eres ahora un maldito beisbolista. contó su deseo de convertirse en cantante de rocanrol. Su
Ala siguiente semana, me largué de SanFrancisco. En voz era parecida a la de J anis J oplin.
ese entonces estaba leyendo a Hemingway y consideré -¿Qué harías si me quito el vestido? -indagó en
que tal vez París sería el lugar más adecuado para cuanto entramos en el ascensor.
concluir mi novela;pero lo más lejosque puede llegar fue -Nada. ¿por qué? -respondí en calidad de terapista
a East St. Louis, porque se me acabó el dinero. recreativo experimentado.
Conseguíempleo comoterapista recreativo auxiliar en -Olvídalo -dijo.
un hospital mental para ricos, quienes debían pagar 50 Sin embargo, ella no lo olvidó. Me esperaba en el
dólares diarios sólo por dormir ahí. Durante la segunda gimnasio todos los días. Para entonces, ya sabía su
semana en que presté mis servicios en esa institución, identidad y me esforzabapor alejarla de mí. Lasenferme-
conocía Bárbara, la hija del presidente de un importante ras comenzaron a murmurar. Y el supervisor me llamó
estudio de Hollywood. Ya tenía antecedentes de ella a para explicarme las reglas del hospital.
través de lo que había leído en los periódicos. / -Debes tratar igual a todos los pacientes, Óscar. No
Sus padres habían fallecido en un accidente aéreo, y puedes pasar más tiempo con uno de ellos.
ella y su hermano heredaron algoasí como seis millones -Mira, Don, sé lo que estás pensando. Pero, ¿quépue-
de dólares. Sin embargo, poco después su tío la recluyó, do hacer? Ella va al gimnasio. Yono le pido que lo haga.
porque se había escapado y casado con un camionero. Y continuó haciéndolo. Cuando le dije que su conduc-
Los pacientes se hallaban en el gimnasio viendo las ta provocaría mi despido, se limitó a reír, echando hacia
diapositivas de Keniaque una de las damas pertenecien- atrás la cabeza y alzando unos maravillosos senos.
tes al cuerpo de Mujeres Voluntarias había tomado Con todo, cierto día no se apareció en el gimnasio. Yo~
durante un safari. Yo me encontraba en la cocina, no le dije nada a nadie. Pero esa noche fui a su pabellón/'·~
localizadadetrás de la cancha de baloncesto,preparando para enseñar a los pacientes cómo jugar charadas me-
el Koolaidy sirviendo galletas, cuando alguien se colocó diante dibujos, un pasatiempo inventado por un servi-
a mis espaldas y cogió repentina y firmemente mi dor. En lugar de adivinar la frase en cuestión a través de
entrepierna. Volteé de inmediato y me topé con esta la mímica, el acertijo se resuelve por medio de su
hermosajovencita de cabellonegro, que al sonreír dejaba representación gráfica. Tuvo tanto éxito, que debí regis-
al descubierto dos hileras de dientes blancos. trarlo comopropiedad intelectual. No obstante, nunca lo
-¿Puedo ayudarte? -preguntó con voz grave. hice.
-Si te portas bien -repuse. Comohabía trabajado en A los pocos minutos de haber iniciado el juego, una
hospitales psiquiátricos por un total de dos años, tenía enfermera con cara de caballodijo que me llamaban por
experiencia en la materia. teléfono. Fui a contestar a un pequeño cubículo.
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-¿Óscar? -escuché la voz de Bárbara. -¡Hijo de perra! No lo haremos nunca más.
-Sí. Pero lo hicimos. Fue a visitarme cada tercer día a lo
-¿Por qué estás tan callado?... Mira, estoy en el largo de un mes, mientras yo continuaba escribiendo la ~
vestíbulo del Hilton. Mi marido logró sacarme anoche. novela. Le dijo al camionero que tomaba clases de canto~
Llevó a un abogado con una orden judicial... Fue al bar conmigo,es decir, que yo era su profesor de rocanrol. Al
a comprar unos cigarrillos... Te recogeré frente a la entrar en el departamento, calzandozapatosde tacón alto
entrada principal a las once... ¿De acuerdo? y con toneladas de pintura en los labios, solía pedirme
+De acuerdo -contesté conun susurro, al tiempo que que actuara segúnlo acordadoporque, en casocontrario,
las costuras de mi pantalón comenzaban a ceder. prefería marcharse.
No quería correr ningún riesgo en relación con el Yole prometíaque me portaríabien y luegolo hacíamos
reglamento del hospital. Por tanto, presenté al supervi- hasta depositaren ella litros de la sustanciadesagradable.
sor mi renuncia en cuanto terminaron las charadas. De inmediato,Bárbarase levantaba,aseabay comenzabaa
-Pero, ¿por qué tan pronto? quejar de mi esperma: "No debo embarazarme, puesto
-Debo volver a San Francisco. Mi madre está enfer- que un hijo interferiría con mi carrera".
ma. Acaban de avisarme por teléfono. Al cabo de un mes de tales coitos, me informó que
-Ni hablar... supongo que estás enterado de que tenía 25 mil dólares en su cuenta de ahorros.
Bárbara se fue anoche... -Compraremos un bote y navegaremos por el
No respondí. Me precipité al encuentro con mi nena Mississippi.
millonaria. -¿Y quién va a conducir? -pregunté.
Ella conducía un pinche Cadillac.Había cambiado su -Gene.
bata de enferma por un abrigo largo de piel de leopardo. -¿Quién es Gene?
Paseamos alrededor de Forest Park hasta que descubri- -Mi marido. El puede manejar cualquier cosa.
mos un lugar oscuro y tranquilo, situado detrás del Después de hacer el amor, seguimos hablando al
estanque congeladoa donde llevábamos a patinar a los respecto. Yo estaba quebrado. Además, aún no había
pacientes. concluido la novela. Entonces, Bárbara aseguró que los
Se desnudó y me desvistió. tres podíamosvivir con los 25 milagrosdepositadosen el
-No quiero que dejes ningún líquido inmundo dentro banco hasta que ella cumpliera 21 años de edad.
de mí, ¿de acuerdo? -Luego, regresamos y recogemos el resto de los tres
-Sí, sí, de acuerdo. Pero, ¡apresúrate!-repuse, reso- millones.
llando como caballo de carreras. -Pero, ¿qué va a opinar tu esposo acerca de mí?
.ji Aunque sólo tenía 18 años, fornicaba como toda una -Nada. Le diré que quiero que mi maestro nos acom-
campeona. Lo hicimos en el coche. Cuando me llevó a pañe. Además, no olvides que el dinero es mío.
~ casa, decidió pasar a mi pequeño departamento equipa- Tras algunos días de planeación, acepté ir. Debía
do únicamente conagua fría y localizadoen Shenandoah. llamarla un domingopor la mañana, para trasladarnos a
Ahí lo volvimosa hacer, aunque en el piso, porque la ca- Chicago, donde los billetes estaban almacenados en
ma rechinaba. alguna bóveda.
-No quiero que dispares el chorro ese dentro de mí No obstante, al despertar ese día, lo primero que me
-volvió a advertir. vino a la mente fue la necesidad de volver a Frisco,
Pero lo hice. Resultaabsolutamente imposiblesacar la terminar la terapia y concluir la novela. Además, no me
verga de una conchacálidaen el momentode la creación. interesaba en absoluto convertirme en gigoló. ¡Carajo!
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~ Ultimaría el libro, lo enviaría a Luther Nichols de
Doubleday y, ¡chas!, la haría en grande. Catorce
En consecuencia, llamé a una de las agencias especia-
lizadas en transportar pasajeros por automóvil a ciuda-
des distantes y les pregunté si necesitaban a alguien que
condujera un vehículo hasta Frisco. Tres días más tarde,
le consulté a Serbin por teléfono si volvería a recibirme.
Te,mmé la llO'\l'elay la tei:apia casi simult8:rreament.,._.
@l,,veraoode 1:960-~Luther leyó el libro, que recreaba mi
historia de amor con Alice, así como la lucha entre los
okies y los mexicanos. Le pareció muy bueno ... pero,
como acabo de mencionar, corría el año de 1960 y en
aquel entonces nadie había oído mencionar a los chicanos.
EL PRIMER FIN DE SEMANA QUE PASÉ EN ALPINE, CAÍ CON EL
tuve que esperar a que ocurriera la revolución, con
objeto de que algún sujeto emprendedor me pagara por Plymouth verde por un despeñadero. Había ido a la casa
escribir sobre asuntos que empezaban a resultar de de Miller, situada a las orillas de Roaring Fork Creek, un
interés. día después de nuestro encuentro en La Pata Daisy.
Tal es la causa de que me haya resuelto a ser abogado. Miller, su novia -oriunda de Walla Walla-, Scott -el
Lo cual no significaba poner en práctica la ley, sino sim- piloto de la cIA- y yo absorbimos hachís hasta que em-
plemente conseguir un empleo que me permitiera conti- pezó a manar sangre oscura de nuestra garganta. Mezcla-
nuar emborronando cuartillas con la historia de mi vida, do con mariguana, lo consumimos en forma de cigarrillo;
sin tener que tolerar canallas convencidos de que eran pulverizado, lo fumamos con un narguile que Scott trajo
los únicos en saber qué es la literatura. Así, en el de la India; cortado en pedazos, aspiramos el humo
transcurso del siguiente lustro, asistí en las noches a la producido tras asarlo con cuchillos calentados al rojo
Escuela de Leyes de San Francisco y, en las mañanas, vivo, y con un embudo de plástico lo succionamos hasta
laboré como mensajero en el S.F. Examiner. Presenté el introducirlo en los pulmones.
J examen profesional en 1966 y, 1uego, comencé a trabajar Scott era un tipo alto, enjuto, rubio, de nariz larga y
ojos azules. Había huido de Denver, donde vivía con su
......_,;,bajo la jefatura de Tom Fike en la Sociedad de Ayuda
Legal. padre, para conocer el mundo. Sededicó a cazar tigres en
la India hasta el día en que se topó realmente con uno.
Mientras sus guías batían la maleza, él esperaba con una
German Mauser de 8 mm-"como la que usa el Che en
Bolivia"- a que el abrigo de piel se presentara a sí
mismo. Entonces, en un abrir y cerrar de ojos, como en
una escena de ensueño inducida por la autohipnosis, la
bestia se apareció frente a él. "No tuve tiempo para
aterrarme. Había estado estudiando religión con algunos
faquires en el Ganges ... Así que, automáticamente, di la
espalda al monstruo, bajé mi pantalón y me cagué... de
veras". Después de esa experiencia, se fue a trabajar para

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la CIA. Transportaba armamento por vía aérea hacia la ellos cultivadas y nuestra cabeza empezó a ablandarse.
RepúblicaDominicana y pasaba cocaínade contrabando Como decidieron trepar a una montaña, los llevé de
en su chaqueta. En cierto viaje, él y el copiloto se vuelta al pueblo para que alistaran el equipo. Yoentré en
intoxicaron antes de aterrizar en Chicago,donde debían la casa, hice pipí y tragué dos aspirinas; luego, fui al
recoger unas cajas de madera por trasladar al Caribe, motel a recoger mis cosas, porque había aceptado el
hacia las manos de algún dictador bigotudo y de lentes ofrecimiento de hospedarme con ellos.
oscuros. Pero abusaron del hachís y la mariguana en Empero, en algún punto del trayecto, me quedé para-
Nueva York. lizadoentre nubes, colores y una demenciaabsolutamen-
"Teníamos un número. Nada más. Ésa era nuestra te terrorífica que nunca antes había experimentado...
única identificación.Ningúnpinche distintivo de ningu- todos los hippies melenudos que se encontraban en la
na clase. Cero documentos. Sóloun número que debía- calle me observaban,pues conocíande sobra el apuro en
mos memorizar... y cuando la torre de control nos lo el cual estaba. Lasjovencitas enfundadas en Levisy traje
preguntó... simplemente lo olvidamos. Nos limitamos a de baño corrían al verme. Los policías tocaban a la
entonar villancicosy a seguir fumando. Ellosse negaron puerta, inspeccionaban bajo la cama y escudriñaban a
a darnos las instrucciones para aterrizar, a pesar de que través de la ventanilla de mi automóvil. No eran sino
les dijimosque trabajábamospara el malditogobiernode unos pinches fregones con aspecto de Texas Rangers y
los Estados Unidos", me contó el piloto bien parecido. pistolas más grandes que sus brazos. No había ninguno
No obstante, de todos modos aterrizaron porque, en que no llevara puestos extraños lentes oscuros: anteojos
caso contrario, el avión se habría estrellado en la ciudad. de armazón azul con aros pintados; gafas rojas con
Explicarona los oficialesque los arrestaron que trabaja- protectores laterales contra elpolvo y elviento. Ymantos
ban para la CIA, tenían un cargamento por entregar y se amarillos, por la nieve. Ciclistas y perros comenzaron a
habían quedado sin combustible.Alcabo de una semana perseguirme. Por último, algunos niños ataviados con
de confinamiento, fueron liberados misteriosamente. capas me lanzaron escupitajos.
Cuandointentaron comunicarsecon su contactoneoyor- Bebí la Budweiser tibia que tenía guardada en la
quino, descubrieron que el número telefónico en cues- cajuela.Pero continuaron mirándome y esperando a que
tión había sido desconectado. Scott no volvió a laborar me marchara. Acechabandesde la puerta de sus encan-
nunca para la CIA. Se convirtió en contrabandista de tadores y diminutos establecimientosde venta de artícu-
drogas y agente comercial de la cienciología,una nueva los para practicar deportes invernales. Todo el mundo
religión que cobraba ímpetu en aquel verano durante el era dueño de una tienda de chucherías, una joyería o un
cual aprendí con Scott y Miller todo lo relativo a los restarán. Estaba seguro de que no querían que hiciera
narcóticos. acto de presencia en esos lugares, porque me ponían en
Acabamoscon el hachís y empezamosa ocuparnos del las narices letreros con la leyenda: "Prohibidala entrada
vino tinto. Me llevaron a las montañas, con objetode que a beatniks". Y la ley los respaldaría. ¡Qué duda cabía!
conociera las matas recién plantadas. A una altura Al verme en el espejo retrovisor, me percaté de que
aproximada de 1 500metros, y en medio de una enorme brotaba cabello de mis ojos. Supe entonces que estaba
extensión verde salpicada con piedras rojas, álamos y arruinado. Me di un pellizco y volví a mirar el reflejo de
sauces, nos sentamos a charlar sobre cuestiones religio- la bestia. En esta ocasión, su cara era la de un infeliz
sas. Miller habló del zen, Scott de tigres y yo saqué del gorila. Con colmillos y pelaje de grizzly. Todo había
carro el clarinete para invocar a los espíritus de mis acabadopara mí... Cuandoabrí los ojos,estaba parado en
antepasados aztecas. Regamos las plantitas verdes por medio de un camino pavimentado que describía una
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curva. Meaba al borde de un profur do precipicio. Tal era mi nutrido contingente compuesto por ciclistas y niños
verdadera situación, no una fantasía. Sentí la calidez del acompañados de perros. El simio portaba una orden de
pene. Y sólo para estar seguro, para cerciorarme, para no arresto. ¿Acaso debían decirle?
reírme después del incidente, ahuequé la mano y bebí un -¡No digas nada! -gritó el abogado azteca-. Sólo pon
poco de orina. Todas las advertencias de mi madre se en claro que quietes hablar con tu abogado. A eso se
volvieron realidad. No había sido prudente y no había refiere Miranda.
cuidado de mí mismo. No existía error posible al evaluar -Pero ya lo saben, hombre. Él trae una orden de de-
mi condición. De alguna manera, había llegado a la tención en contra tuya. Éste es un pueblo pequeño -dijo
cumbre de la montaña más alta localizada en las el alpinista.
estribaciones del valle de Alpine que, de acuerdo con el -Te repito que no digas nada, ¡cretino!
aviso, se levanta a más de 2 500 metros de altura. -Aunque no lo haga, ya lo saben. Alguien debió
Como culebra, retrocedí en dirección al coche ... Abrí haberte visto anoche.
los ojos justo en el momento en que éste caía por el -Vieron a la morsa que andaba con ustedes -aclaró
despeñadero. "Ni hablar, no hay nada que hacer", dije a el abogado.
modo de epitafio. Mientras me precipitaba hacia las -Vamos, hombre. Se trata de un asunto serio. Quizá
profundidades, escuché tonos metálicos y roqueros. ya vengan en camino.
"Oye, Osear, ¿te encuentras bien?" -¿Dónde la encerraste?
Era Miller. Asomó la cabeza a través de un gran -¿A quién? [Por Dios, Óscar, deja de mortificarme!
agujero de la ventanilla. La luna estaba frente a mí. Había -¿Cómo que a quién? No juegues conmigo, niño. Me
anochecido. Sin duda, yo había caído en un precipicio. refiero a la pinche morsa con la que estuvimos bebiendo.
Sin embargo, estaba vivo. Sólo tenía algunas cortadas Sé que puso una sustancia extraña en mi ponche.
aquí y allá. Nada serio. No había quedado nada del -¿Hablas de King?
Búfalo Prieto. Desapareció en la caída. Su coche aún se +No conozco a ningún miembro de la realeza ... sólo
encontraba en el Desfiladero del Diablo. llévame con ese hijo de perra. Llegaremos al fondo de
Trasladaron su cuerpo a la casa de Miller, donde lo todo esto.
bañaron con aceite y curaron sus heridas con sal. La -¡Maldición! Scott, ven aquí, por favor.
muchacha llamada Bobbi dijo que era una bruja de Peter Fonda se había puesto una chaqueta multicolor
plástico de Walla Walla y que había modelado prendas de pastor de cabras del Tibet. Su cabello era más rubio
de alta costura en Hollywood. Explicó que su compañe- que antes, cuando arrojaba napalm sobre los aldeanos
ro, Bobby Miller, el alpinista, había abandonado la desnudos. Lucía terriblemente bien con sus gafas azules
Marina Mercante, porque ahí no le permitían usar túnica para esquiar.
ni afeitarse la cabeza. Aclaró que, en la actualidad, ella -¿Cómo te sientes? -preguntó.
se dedicaba a cosechar manzanas, cuando el sujeto de -¿Sabes dónde vive la morsa? -inquirió el abogado
baja estatura no suministraba recursos para el gasto azteca.
diario. Ambos expusieron al abogado azteca que el -Por supuesto. Vive con su madre.
alguacil lo estaba buscando. ¿Los cargos? Irresponsabili- -¿Ya ves? Pero tú crees que estoy loco -solté al
dad al conducir y no haber dado aviso del accidente. Una sacerdote.
cuestión trivial. Sin embargo, y por si fuera poco, se -Quiere ir a ver a King, pero Whitmire tiene una
habían enterado de la inminente llegada de un gorila, que orden para arrestarlo.
se desplazaba a toda velocidad en la retaguardia de un -Sí. Juguemos un poco de voleibol -sugirió Peter.
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~~.

-¡Carajo! ¿También tú estás pirado? ¿No te das cuenta El budista zen reapareció. Yo fui procesado en consejo
de que el alguacil vendrá a buscar aquí a este lunático? de guerra. Peter Fonda me miraba con unos ojos de color
-Mucho cuidado con la forma en que hablas de mí, azul subido. Pero el indio de las montañas de Durango
maestro. No olvides que soy abogado y puedo hacer que despreciaba a los mentirosos.
te encierren. -Tenía dolor de cabeza. Yo tomé las aspirinas -con-
-¡Mierda! Bobbi, ven aquí, nena. fesé.
-¿Cómo sigue? -preguntó la cortadora de manzanas -¿Ambas? ¿Cuándo? -interrogó el sacerdote, presa
de Walla Walla, quien se aproximó valseando. de una conmoción.
- ¿Quieres llevar a este par de majaretas a la casa de -Cuando los vine a dejar ... el año pasado, ¿no es
King? cierto?
-¿Se le puede mover? -Sí, acuérdate de que entró en el baño -dijo Scott.
-De todos modos, no debe quedarse en este lugar. El -¡Válgame Dios! Ahora me explico todo ... Oye, ¿ya
alguacil lo busca y creo que sospecha que está aquí. habías probado el ácido?
-¿Por qué? ¿Alguien le dijo algo? -¿Me preguntas a mí?
-Cuando fui a comprar las vendas a Walgreens, -Olvídalo. Sin duda, te tragaste las dos cápsulas y, por
Michael me contó que había platicado con King. tal motivo, te pusiste hasta el gorro.
-¿Michael? ¿Plata se halla en el pueblo? -¿Gorro? Pero si yo no uso nada sobre la cabeza ... soy
-Acaba de llegar. .. y hay otro problema ... ¿Cómo un azteca.
diablos me metí en este lío? ~¡Coño! Llevémoslo con King. Mike me dijo que Gerri
-Amigo, necesitas un abogado -recomendé. le había dado a probar peyote hace apenas un par de días.
-Tú... maldito azteca ¿Qué chingados hiciste en -¿Ya regresó Gerri? -inquirí.
Ketchum? -¡Ajá! Entonces, sí conoces a Gerri, pelmazo putrefacto.
-Nunca antes había oído mencionar ese sitio -res- -Solía conocer a una Gerri que trabajaba en un
pondí. restorán mexicano.
-¡Carajo! Por la descripción que hizo Mike ... Sabes, -No, él se refiere a la Gerri de Michael, la chica de
no deberías acostarte con la mujer de un cuate. Está que Ketchum -aclaró Bobbi.
se mea de coraje. -Mi Gerri no le pertenece a nadie. Es en parte
-Dile que no haga la prueba -comentó el abogado. samoana.
-¿Qué? ¿Decirle qué? =-Ayúdame a sacar a este fulano. Temo que el alguacil
-La orina sabe feo. Sabe tan mal como huele. arribe en cualquier momento. Hay que llevarlo lejos del
-¡No me jodas! ¡Ya basta!. .. Scott, ¿queda ácido? rancho.
-Sí, hombre. Lo puse en el baño, dentro del frasco de -¿Ranch9? ¿Acaso ya está de vuelta Ruby?
aspirinas. -Anda, Osear, levántate. Vamos a la casa de King.
El alpinista clavó el piolet en una saliente. Luego, -¿El Rancho Bananero? ¿La morsa vive con Ruby?
desapareció tras un cúmulo de nieve. -Ignoro de qué madres estás hablando.
-No hay nada aquí. Está vacío -expresó una voz a lo -Al fin veo las cosas con completa claridad... todo
lejos. encaja. Está enojado porque me acosté con Ruby. Sin
-Debe haber dos cápsulas. Yo mismo las guardé ayer. embargo, él es en el fondo un homosexual reprimido. Por
-¿Por qué volteas a verme? -preguntó la bruja de eso quería que llevara a su mujer a la cama. En realidad,
plástico. lo que él deseaba era mi virginidad.
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-Por tu bien, espero que no tet'fefieras a Gerri.
barco de mi pobre padre, quien debió sumergirse en un
(' -Me refiero a Ruby, mi primer amor. Ya te expliqué
mar minado durante varias horas en busca de los restos
que Gerri pertenecía parcialmente a la raza del aguacate,
¡zopenco! Nunca me casaría con una hembra por cuyas de su barcaza.
-¿De veras ocurrió eso, Óscar? -inquirió la chica de
venas corriera guacamole. ¿Qué clase de hombre crees
que soy? Walla Walla.
-Le otorgaron una medalla. Un corazón púrpura a
-Te advierto que si anduviste cogiendo con Gerri, es
cambio de los ojos enrojecidos por el resto de sus días o,
mejor que le pidas una disculpa a Mike ... quien no en
lo que es lo mismo, la condecoración Purple Heart que le
vano fue jugador de los Osos de Chicago -aconsejó el
permitirá emborracharse con whisky barato por el resto
muchacho que soplaba y resoplaba al arrastrar al Búfalo
Prieto desde la cama hasta el automóvil. de su vida ... ¿Crees que puedo bromear con un asunto tan
serio? ¿Por quién me tomas?
-Sí, llévenme al Rancho de la Morsa. Debo hablar con
mi entrenador. -¿Y qué tiene que ver Scott con todo ello?
-¡Caramba! ¡Qué ingenuidad! Fíjense: este fulano es
-Basta con que te mantengas lejos de Michael -reco-
de Denver, ¿no es cierto? Pues resulta que el capitán del
mendó el sacerdote sagaz, mientras metían al azteca en
el jeep. USS Ommstead era de Pocatello. ¿Acaso no ven la rela-
ción?
Peter Fonda se puso un casquete de piloto. Él había - Yo no veo nada. Estoy totalmente ciego -explicó
conducido kamikazes para Tojo. Después de la guerra,
Scott en los instantes previos a que el jeep chocara contra
fue a que le arreglaran los dientes y pagó con el cheque
la balaustrada de un puente.
suministrado por el Ejército. Empero, no engañaba a
nadie, porque sus ojos seguían siendo oblicuos, aunque
los ocultara bajo gafas azules con protectores laterales. ¿Otro accidente? ¿Por qué diablos tengo los dedos dentro
-¿Conociste el USS Ommstead?
de la boca? ¿Por qué me observa de ese modo Edward G.
-Soy un hombre de la Fuerza Aérea -respondió Tojo Robinson? ¿En verdad está descendiendo del techo la
sonriendo. .
pequeña Shirley Temple? ¿Quién clavó agujas en los ojos
-¿Estuviste alguna vez en Okinawa?
de Nixon? Escucho extraños retumbos en las alturas. Un
-No, soy de Denver. .. Y ya no me distraigas, porque gran torrente se estrella contra la dura superficie de la
apenas puedo distinguir el volante. madera. ¿Se trata de una cascada?
-Cierto. Déjalo en paz. No puede ver con esos lentes Me levanto y advierto que estoy en una mazmorra. En
-dijo Miller.
un sótano. Las paredes están tapizadas con carteles de
-¿Por qué no se los quita? -preguntó Bobbi. estrellas cinematográficas y personalidades de la políti-
-Porque quedaría expuesto, tontita -repuse. ca, así como con recortes periodísticos. Chismes y bara-
-¿A qué? ¿De qué diantres hablan? -gritó el sacer- tijas por doquier. Ejemplares antiguos del N. Y. Times y
dote.
del Denver Post. Algún ser desgraciado pasó toda su vida
-Todos sabemos quién es este sujeto. A mí no me en este calabozo. ¡Miren eso! Un esqueleto hecho de
engaña.
papel periódico, donde se aprecian noticias publicadas
-Sí, ya sé. Eres abogado. en diversos idiomas ... Es una habitación sucia, fea y
- Y harías bien en recordar que ... bueno, ¿en qué me oscura. Construida, sin duda alguna, para albergar a una
quedé? ... ¡ah, sí!... mi viejo conducía una barcaza en persona sumamente baja y enajenada. ¿Dónde diantres
Okinawa. Pero un japonés estrelló su avión contra el me encuentro? ¿Qué hora es? ¿De qué día? ... Pero, en este
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momento, alguien está arañando la puerta. Se trata de un orilla de la cama e intento llegar a algún acuerdo. Una
sonido apenas audible ... Me dirijo a ella y la abro con especie de negociación.
cuidado. ¡SantaMaría madre de Dios, un demonio infernal! Pero, ¿cómo puede un hombre convenir con la fantasía?
Un dóberman enorme y pardo con colmillos capaces de Me encuentro completamente solo dentro de un calabo-
desgarrar carne de ballena. Cierro de golpe. Apoyo el cuerpo zo, con un dóbermán gigantesco que impide la escapatoria
sobre la puerta, para asegurarme de que la bestia no pueda y a merced de un marido cuya mujer metió el dedo en mi
abrirla. Ahora, escucho voces. La cascada ha enmudecido. oreja y que, por tal motivo, se está colocando en estos
Oigo pasos al otro lado de la puerta. momentos los guantes de boxeo, ¿a quién es posible
-¿Hay alguien ahí? -grito con desesperación. La recurrir? Permití que ella me leyera la palma de la mano,
puerta es empujada con violencia y yo salgo disparado seguí su consejo y vean a dónde me ha conducido. La
contra la pared contraria. Entra en la habitación un salvación se convirtió en condenación bajo el hechizo
barbón con ojos pequeños y brillantes. Lleva una toalla ejercido por esas perversas drogas que me obligaron a
alrededor de la cintura. Tiene el aspecto de un tipo rudo. consumir.
Chaparro y regordete. Un jugador defensivo, quizá. Debí prever los resultados. Todo ha sido una prolon-
-Hola, ¿qué tal? ¿Cómoteva?-saludade buena gana, gada y repugnante broma. Esas aspirinas no fueron otra
pero nunca se puede saber. cosa sino trocitos de veneno; y los cuchillos calentados
- Bien... -es lo que soy capaz de responder. al rojo vivo, un tostador para asar mis sueños ... y
-¿Pegaste el ojo? acercarme un paso más a la muerte. ¿Adónde diablos he
-Supongo ... no sé ... ido a parar? Ni los sermones del Capitán, ni las instruc-
-No recuerdas nada, ¿verdad? Yo soy Michael. Los ciones de la señorita Anderson, ni la terapia del loquero
recogimos anoche cerca del río. Estaban en mal estado. me resultan de utilidad en esta mazmorra. ¿Qué demo-
-¿Tuvimos algún accidente? -pregunto, porque hay nios pueden saber ellos del descendimiento de Shirley
huellas de sangre y lodo en la camisa Arrow recortada Temple? ¿Qué responderían si les explico que tomé dos
que llevo puesta desde hace una semana. aspirinas y me volví un gorila? No, no parecía un simio,
-¡Oh, no! -contesta después de soltar una carcaja- sino que lo fui. No, no actué como King Kong, sino que
da-. Nada grave ... ¿No te acuerdas de nada? me convertí en un mono peludo. No me pidan explicacio-
-Sólo recuerdo que unos fulanos me dieron unas nes, porque no soy filósofo. Comprendo las matemáticas,
pinches drogas que ... ¿dijiste que cerca del río? pero nunca creí en la física y debo mencionarles que todo
-Me refería al segundo percance. ¿No te acuerdas del lo que sé de química lo aprendí con el doctor Jeckel en
primero, el que tú sufriste? el cine Del Río en Riverbank ... pero, esperen un minuto.
Asiento con la cabeza. Estoy al borde de una crisis de ¡Alto!... Los comunistas chinos ... vestidos pulcramente
pánico. El agua escurre desde sus piernas peludas hasta con uniformes de los muchachos exploradores. Al cara-
el tapete. jo con la tortura del agua. Ése es un viejo truco. Más bien,
-La mera verdad es que ... ¡Dios míol. .. Estaba en me refiero al lavado de cerebro. Drogas e interrogatorios
Prisco ... No, fui a ... Sí, ya recuerdo, estoy en Alpine, ¿no interminables. Todo muy científico. Bajo control psi-
es cierto? quiátrico. Con batas blancas y uñas manicuradas. Electri-
-Muy cerca. En realidad, te hallas en la casa de King. cidad y química. Microondas y microgramos. Y si pudo
¿Por qué no te bañas? Te ayudará a recobrarte -dice y lograrlo ese animal diminuto, ¿por qué yo no? Ahí está el
se va. caso de Montgomery Clift, quien soportó las técnicas
De nuevo, estoy solo en la mazmorra. Me siento en la modernas en materia de tortura aplicadas por los comu-
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nistas chinos: lavado de cerebro y alteración de los abajo, en el sótano? Tomo sorbos de leche directamente
sentidos ... ¡Mierda, les demostraré a esos infelices quién del envase de cartón. ¡Mierda! No dispongo de tiempo
soyl Ya verán mi capacidad de ingerir sus pinches para comer. Debo leer los enigmáticos recados anotados
drogas. Ignoran que puedo comer la salsa más chinga- a un lado del teléfono: "Plata se halla en camino", "El
damente picante del mundo. Y hacerlo sin siquiera alguacil busca a H. Hawk" o "K.O.K. quiere que te
parpadear. Y, por supuesto, sin mayonesa, sin leche, sin comuniques con M.H. Asunto importante".
medio vaso de agua, [miserables] Okies jodidos. Sólo Alguien firmó las órdenes de arresto emitidas en
vengan y atrápenme. Les enseñaré cuán audaz puedo ser. contra mía con un nombre clave: Debby. Sin duda, son
Quién es el rey de los excéntricos en este escondrijo ... mensajes telefónicos enviados por su agente de La Pata
[Guardias! ¡Abran! ¡Quiten al perro de mi camino! Quie- Daisy. Las cosas comienzan a tener sentido. Busco más
ro confesar. Llévenme ante su líder. pistas. El enorme televisor me suplica que no siga
Me baño rápidamente y trago un puñado de anfe- adelante. Pretende infructuosamente engatusarme, pero
taminas. Me apodero de un traje de baño floreado que ya he descubierto las revistas y periódicos colocados en
alguien abandonó cerca del cartel de Nixon. Comple- el piso. Pilas de materiales impresos apoyados contra las
mento el atuendo con mis botas de constructor y las gafas paredes. Los rótulos de identificación de los diarios,
protectoras azules de piloto de la CIA, y salgo de la habi- adheridos sobre la pared por encima de cada pila, me
tación. Una larga escalera comunica el área de reclusión recuerdan una oficina de correos. Por supuesto, se trata
con la cocina. En ésta, descubro más carteles, recortes de un agente federal: New York Times, St. Louis Post
periodísticos, telegramas y mensajes adheridos a las Dispatch, S.F. Chronicle ...
paredes de madera de roble y pino. Como los siguientes: Y, ¿qué es esto?Ramparts, The New Republic, The Realist.
Desde luego, este individuo no corre ningún riesgo.
Más vale que te pongas a trabajar. Recuerda que ¿Por qué? Bueno, a nadie le gustaría estar confinado en
puedes timar a esos tipos una vez, pero sólo una vez. esta prisión con la compañía exclusiva de animales.
Lionel Clay ¿Acaso no es éste el Rancho de la Morsa? No se puede
saber en qué momento se cansará de hablar con las
Ocultarte en el bosque no te va a servir de nada. bestias. Además, deberá disponer de anécdotas que
Paga. De otro modo ... narrarles. ¿Y por qué no un poco de buena bibliografía
Sonny izquierdista? Pero ¿qué significa esa mierda de las torti-
llas? Dios mío, ya no hay respeto. ¿Yqué me dicen del tal
Asimismo, me topo con instrucciones y recordatorios jasé? ¿Aqué se dedica? ¡Éste es mi territorio, cabrón Sfilª. ::x

pegados con cinta adhesiva en la puerta del refrigerador pálida! Eso de que los encurtidos pican, ¿alude a unos
de tres metros de alto: "Tortillas de Bishop", -"José, los chiles en vinagre? ¿O es algún eufemismo para designar
encurtidos pican" o "Caja de Budweiser". a los liberales afeminados? ¿Comen realmente salsa
Miro alrededor. No veo a nadie. "Hola. ¿Hay alguien picante? ... ¿O sólo pretenden ser amables conmigo, su
ahí?" Silencio. Mi única compañía es una nevera. La prisionero? ¿Preparan alguna gran farsa literaria?
abro. Claro que sí. Me gustan las heladeras llenas de Camino hacia la sala. Una pared hace las veces de
comida. Hacen que un hombre se sienta en casa. Me ventana, porque me permite contemplar una pradera
echo a la boca fiambres variados. El alimento es todo lo verde, habitada por caballos y vacas, al pie de una
que necesita el individuo que se esconde de los Texas montaña con brochazos verdes, rojos, amarillos y marro-
Rangers. ¿Por qué abandonaron a un sujeto como yo allá nes. Hay sofás de cuero alrededor de una rueda de
218 219
l
carreta que sirve como mesa de centro. Todo es normal. que el sujeto es mecánico. Un genio de la electricidad.
Nada provoca excitación alguna. Empiezo a examinar los 15 000 discos dispuestos en
No obstante, ¿han visto alguna vez murciélagos dise- montones de cien, junto a las negras bocinas de casi dos
cados clavados con agujas plateadas en la pared? ¿La metros de alto. Dylan, los Beatles y Rosalie Sorrels.
cabeza de un alce con sangre que mana de sus cuencas Envidioa laspersonas con habilidad manual. .. Bueno, en
oculares? ¿Y una lechuza con una rata en el pico e todo caso, YQ_E9.YJ:!!l!J!1.i~ta,_y el hombre que vive en este
insignias de policía a modo de ojos? patíbulo es un mecánico.
¿Qué sentirían ustedes si pudieran escapar de un ¿De qué modo se puede explicar la presencia de estos
calabozo sólo para quedar atrapados después entre las artefactos? Todos ellos de origen foráneo. Así que, para
garras de un dóberman malvado, aunque sólo fuera una colmo, se trata de un traidor. Ni siquiera puedo pronun-
pesadilla ... por efecto de las drogas? ¿Sólopara descubrir ciar las marcas... ¿Paraqué diablos servirá este botón?Lo
después una pared cubierta de pistolas? oprimo. Una cinta gigante comienza a girar. No oigo
Hay armas de todos los tamaños y de todas las clases. nada. Pero esperen un momento, ¿qué es ese ruido que
Rifles nuevecitos. Escopetas y revólveres meticulosa- proviene del piso?Violines. ¿Una tonada religiosa?¿Ha-
mente aceitados. El arsenal está reluciente, listo para bré jodido algo?¿Quésucede?Uso el cerebro y me coloco
entrar en acción y apto para matar. los audífonos. ¡Ajá!ahora, veamos...
¿Cuál sería su reacción si se toparan con porras y ¡Alto!Antes debo sentarme, relajarme, fumar en pipa.
garrotes, látigos de piel de serpiente, cotas de cuero ¿Pero cuál? Hay por lo menos unas treinta entre las
negro y cadenas herrumbradas, todo ello colgando de cuales elegir. ¿La chata con tabaquera de marfil? ¿O la
ganchos improvisados? No hay ningún objeto que esté antigua con receptáculo de mazorca de maíz seca? [Pin-
bien clavado en la pared. Nada es permanente en este che okie!Éstacon tubo vertical, parecida a la de Sherlock
sitio. ¿Yqué tal el armario repleto de balas? Dardos y un .\: Holmes, va más con mi personalidad. Soyun sujeto con
arco de casi dos metros de largo... esta habitación clase, ¿recuerdan? Sí, se ajusta perfectamente a mi
encierra una buena dosis de violencia. Puedo olerla. delicada boca. Y ahí tienen una lata de tabaco: Amphera,
Sobrela otra pared se extiende un enorme tapiz con la 500 g. Sí, señor, este chico está muy bien. Sóloresta llenar
figura, de tamaño natural, de una llama blanca. Pero no el recipiente de la pipa de 50 dólares.
pueden engañarme. Labestia parece ser dócil. Sinembar- Pero, ¿qué diablos? ¿Es yerba? ¿Mariguana?¿No hay
go, conocí en Frisco a un poeta llamado Eppigram, que otra cosa en el mundo de los drogadictos? ¿Carecen de
usaba botones pacifistas y escribía rimas tiernas y ro- otra ocupación los gringos? Ahora me explico la causa ,,,,.
mánticas. Pues bien, le encantaban las llamas. Solía por la cual están atravésados con alfileres esos murcié-
invitarme al zoológico para alimentar a esos malditos lagos. Claro. La-antigua-estaca-de-plata-hundida-en-ple-
rumiantes. Hasta que cierto día lo pescaron copulando nilunio. Este muchacho está en lo correcto. Quizá lo haya
con una llama cerca de la jaula de los elefantes. ~gado injustatnente,sólo porque no lo conocfü:-Yaéoo
Ahora, encuentro una máquina gris conectada con meiiélünar también que este tabaco luce muy apetitoso.
otro aparato que, a su vez, lo está a una grabadora Sony. Pues bien, ha llegadoel momento de sentarme bajo esa
Por supuesto, el cuarto está atestado de alambres. Sigoel llamafarsante,fumaren supipa y colocarmelosaudífonos.
cable, que se enchufa con un Stereomaster 342 Scotty. ¡SantísimoDios,aquí también está la bestia! Ese maldito ..-'"
¿Venesos centenares de botones oscuros?¿Ylas perillas negro me ha perseguido desde el Trader JJ coffsuvTrgen
de colorbronce, los micrófonos,losaudífonosacojinados obscena; rameras que dan volteretas, ruedas de carretas
y la maraña de conductores eléctricos? Estoy seguro de y póquer en el techo, "a whiter shade of pale..."

220 221
-1
Tl ~~'
1j:i
Quince
~
y'
}1

-SUPONGOQUEESTÁSENTERADODEQUEELALGUACIL WHITMIRE
anda tras de ti -dijo.
Estábamos sentados en la terraza de la casa de King
bebiendo Budweiser. El había ido a buscarme y me había
encontrado sumido en otro coma por sobredosis de
drogas, y pensó que el aire fresco me haría bien.
-Escucha, no hay motivo por el cual preocuparse. Soy
abogado -afirmé débilmente. Y es que el consumo de
narcóticos y licor y las escasas horas de sueño a lo largo
de cinco o seis días agotan a cualquiera. Después del
hechizo, se experimenta un hormigueo constante en los
tobillos, el aleteo de mosquitos dentro de los muslos, la
falta de fuerza en las muñecas reducidas a puré y la sen-
sación de que la nuca alberga un panal de avispas. Las
manos tiemblan como medio kilo de hígado depositado
j
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..:f,,·1';.
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en una báscula. Independientemente del clima prevale-
ciente y de la ropa que se use, se alternan en el cuerpo
oleadas de escalofríos y de bochornos .
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Destapé una más. Con un ojo vigilaba al montañés y
con el otro a los tres demonios caninos que corrían
¡!Jll: alrededor de la cancha de voleibol persiguiendo una
1
bandada de negras aves rapaces con aspecto absoluta-
mente perverso que volaban sobre la verja contigua.
"No te muevas. Actúa con naturalidad", sugirió. Por
mi parte, entiesé el pescuezo en cuanto vi la forma en que
brillaban sus ojos verdes ante la contemplación de algo
situado a mis espaldas. Con cuidado, cogió una escopeta
223
1

de dos cañones perfectamente aceitada y le colocó los -Entonces, ¿por qué dijiste que ella era la reina del
proyectiles. Desdela épocadel entrenamiento básico,no Rancho Bananero?
había estado en contacto con ningún tipo de armas. Por -¿Rancho Bananero?Debohaber estadopirado. Ruby
tanto, cuando lanzódos disparos a escasadistancia de mi era la madam.
cara, comencé a preocuparme. Ese individuo podía ser -Basta de patrañas. Sóloquiero aclararte que Michael
peligroso. En caso contrario, ¿cómo explicar que en un es un tipo muy violento. Dijo que esperaría a que estu-
día soleado tuviera encima de una caja de Bud un cu- vieras sobrio. Pero estoy segurode que tarde o temprano
chillo de caza Kaabar de veinte centímetros de largo? va a encarar la situación.
-Fallé. Malditassabandijas.Devorarántodo. ¡Darwin, -Le explicaré no te preocupes.
ve tras ellas!¡Benji,tú también!-gritó a dos de losperros - Y otra cosa .
monstruosos y, luego, se dirigió a mí-: Te advierto que -¡Dios mío! ¿Ahoraqué?
no quiero tener problemas aquí. Sólo permití que te -No jodas los aparatos. Si quieres algo, sólo pídelo.
quedaras anoche, porque no pudimos moverte. -¿Sabes? ¿Nuncate han dicho que eres un excelente
-No te causaré ningún problema... siempre que no anfitrión?
» me apuntes con esas pinches armas.
- ¿Dóndehe oído esor:=-preguntó,haciendo rechinar
-La mayoría de mis amigos son educados.
-Lo imagino... Vilos mensajes adheridos en la puerta
sus dientes torcidos. del refrigerador.
-Pues, yo nolohabíadicho...Soydiferentedelosdemás. Se levantó. Advertí que sus rodillas huesudas se
-Sí, claro... eres un ~~<>,g§l:~~~!~c,a.
Ya conozcoese parecían a las mías, aunque las de Kingeran blancuzcas
cuento. y estaban cubiertas de vello rubio.
-En cuanto Miller regrese, me voy. -Eso me recuerda que necesitamos comida. ¿Quieres
-¡Mierda! No digas eso. Sólote planteé una amable unos huevos rancheros? )?
advertencia. -Los samoanos engullimos cualquier cosa.
-¿Acerca de qué? ¿Qué sucede? -inquirí. -Debes estar fuerte para enfrentar a Whitmire. Y
-Mira, las cosas se están poniendo feas. Whitmire Michael se halla en muy buena forma.
tiene una orden para arrestarte. Recuerdaque no estás en Sonrió con esos labios suyos que apenas se movían
Riverbank. cuando hablaba. Medejó a solas con lajauría dóberman.
-¿Crees que le tengo miedo a un alguacil de pueblo? Vi a través de la ventana que Kingse detuvo frente a la
-No me refiero sóloal alguacil.Whitmire sabe que es- grabadora. "Mr. Tambourine Man"* resultó ser la com-
tás aquí, pero teme enemistarse conmigo... Ahora que si pañía perfecta para la cuarta lata de Budwiser. ¿Me
te atrapa estando tú solo... Bueno, en todo caso, debes atraparían?Traguémis últimas tres anfetaminas. Quince
considerar también el asunto pendiente con Michael. miligramos de psicoestimulantes constituyen la dosis
En ese momento, recordé al tipo rudo con patas de adecuada para vencer cualquier malestar y la persecu-
grizzly. ción de un alguacil. Siempreque, desde luego, esté uno
-¿Qué sucede con él? Ni siquiera lo conozco. acostumbrado a ellos.
-Sí, claro. Sóloconoces a su esposa.
-Su esposa es Gerri, ¿verdad? * N.de la t. Título de una canción de Bob Dylan que puede traducirse
-No te hagas tonto. Sabes muy bien quién es ella. literalmente como el "señor que toca el pandero". En la jerga de las
')(') -¡Carajo! Todos lg~_okiesson iguales... esa mujer no drogas empleada en los Estados Unidos, alude al vendedor de
I hizo otra cosa sino leer mi :E~~r:::}J._e~mano. mariguana.

224 225
Comencé a ingerir anfetaminas desde que ingresé a la -Me pregunto qué pasó con Miller -dije.
escuela de leyes. Trabajaba como mensajero en el S.F. -Quizá hayan ido a un love-ín,
Examiner de las siete de la mañana a las tres de la tarde. -¿Va a organizarse un baile de invertidos?
·Luego, asistía a las clases nocturnas de derecho. Pues -Un grupo de hippies marchará hasta la casa de
bien, otro de los mensajeros que laboraba en el periódico McNamara para entregarle un cartel de Benton.
tenía un cuarto repleto de diversos medicamentos. Re- -¿McNamara?
sulta que este muchacho se mudó a un departamento -En persona. Tiene una casa de campo cerca de aquí,
donde había vivido un médico. Por alguna causa, la en Snow Mass. Confío en que les arroje un poco de
correspondencia del galeno continuó llegando a esa napalm.
dirección y; Charlie, que era un forajido como yo, la -No me digas que eres republicano.
abrió. Se trataba de hojas de pedidos y publicidad de -Al menos, ese tío sabe de futbol.
distintos laboratorios. Charlie consultaba el diccionario -¿Con eso basta?
de especialidades farmacéuticas en una biblioteca, im- - No existe ninguna otra razón para quemar a esos
primía algunos sobres con el nombre del doctor G. Holt monstruos.
y el antiguo domicilio de éste, y ordenaba cada día de -¿Por qué no te simpatizan los hippies?
pago el equivalente a dos o tres dólares de muestras. Seis -Yo hablo de los vietcongs ... De todos modos, ¡vamos
meses más tarde, había logrado reunir una selección a ponemos a tono! No nos queda suficiente cerveza-dijo
muy completa de remedios químicos. Y el infeliz sujeto y dio un salto, presa de una gran excitación. Un hombre
de ojos azules y gran estatura hizo que me enviciara. Por en movimiento con una gorra blanca de marinero puesta
dos dólares podía comprarle un millar de anfetaminas y al revés y en cuyo centro destaca un distintivo policiaco.
por tres todas las tabletas de nitroglicerina que consumi- Sí, señor, una caja de Budweiser conduce directamente
ría un enfermo del corazón a lo largo de su vida. Solía al infierno. Hoy día, es difícil embriagarse como Dios
ingerir los psicoestimulantes con el único fin de mante- manda, porque todos se interesan exclusivamente en
nerme despierto. Para mí, las anfetaminas eran como el portar flores y soltar bocanadas de humo.
café o un baño de agua fría. Nunca les conferí otro valor. -¿Vamos al pueblo? -indagué.
Hacia el momento en que King y yo terminamos de -Tenemos que ir. Sólotendrás que bajar la cabeza, si
comer los huevos rancheros con tortillas, ya habíamos vez un Mustang azul. Debo recoger un paquete en la
reducido la caja de Bud a un cartón de seis. oficina de correos.
-¿Me permitirías usar de nuevo la pipa que tomé - Yo necesito un poco de ropa.
prestada hace unas horas? -pregunté. -¿Para qué?Te ves bien con mi calzón hawaiano. Ade-
-¿La de espuma de mar? ¿Mifavorita? Claro, ¿por qué más, es un buen disfraz. No olvides traer lo que queda de
no?... Si quieres, te consigo también un poco de tabaco cerveza. Supongo que nos alcanzará para el camino.
importado. -¿Cuán lejos queda? Creí que se trataba de unos
-Basta con el Amphora. cuantos kilómetros.
\( -¡Pinches espaldasmojéldas, todos son iguales! -gri- - Eso es algo que no se puede saber en un día como éste.
tó, susprro-y-sl:fc·udióla cabezá en señal de disgusto. -De acuerdo. Llevaré la cerveza al vehículo.
Luego, fuimos a buscar una pipa para cada uno, así como Nos metimos en la camioneta azul; pero, repentina-
la lata llena de hojas exquisitamente cortadas. mente, él la abandonó y corrió hacia la casa. Volvió con
Mientras fumamos, "Mr. Tambourine Man" continuó el arco de casi dos metros de largo que había visto
aullando canciones para nosotros. colgado en la sala.
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-Toma esto -ordenó, mientras introducía el arma a
través de la ventanilla, así como tres flechas con punta de
acero-. También llevaré esto otro, por si se ofrece
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-¿Qué les pasa a esos muchachos? Me parece que
debemos hacerles una visita.
- ¿Para qué crees que traje las armas? Whitmire no
-señaló al tiempo que me mostraba una lata aparente-
mente proveniente de una venta de saldos.
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constituye el único peligro -explicó y volteó a ver el arco de
casi dos metros de largo acomodado entre mis piernas con
-¿Qué diablos contiene? flores hawaianas-. Ahora saca de la guantera las máscaras.
-Gas lacrimógeno. Había dos antifaces negros, semejantes al utilizado por
-¿Una bomba? ¿Para Whitmire? el Llanero Solitario. Me quité las gafas protectoras de la
-Para cualquiera que se atraviese en nuestro camino. CIA y coloqué uno de ellos sobre mis ojos insignificantes.
-En verdad eres una maldita morsa -dije, mientras -Ahora, ya puedes despreocuparte de Whitmire -sos-
pensaba que sí, señor, este muchacho está en lo correcto. tuvo King, cuyos ojos brillaban bajo los agujeros del
Iniciamos el trayecto hacia el pueblo preparados para antifaz.
entrar en acción. Una morsa y un búfalo prieto -O de Michael -añadí. Estaba a punto de cerrar la
armados hasta los dientes. ¡Ningún pinche Texas guantera cuando descubrí una regla de acero de color
Ranger iba a atraparme! Nunca supe exactamente lo azul y forma rectangular. Intrigado, pregunté-: ¿Para
que buscaba este cazador. Por mi parte, sólo tenía qué sirve esto?
cuarenta dólares y era probable que no hubiese llegado -Resulta útil a veces.
a su destino el telegrama que había enviado justo des- -Cierto. Nunca se puede saber cuándo se necesitará
pués de ingerir las dos aspirinas de Miller. Aquel día, medir algo.
antes de ir al motel Log Cabin a recoger mis cosas, me Jamás fuimos a la oficina de correos. Nos detuvimos
detuve en la Western Union con el fin de remitir un en la tienda de ultramarinos Bishop para comprar cerve-
mensaje al Búho. za, pero terminamos adquiriendo una caja llena de bo-
tellitas de cincuenta centavos de Old Fitzgerald, de ésas
que los turistas suelen llevar a su habitación del hotel.
Ted Casey -Espera aquí. El dueño está enojado, porque le debo
Trader JJ dinero -sugirió el Llanero Solitario.
1900 Polk Street -¿Y eso qué tiene que ver conmigo?
San Francisco -No te gustaría que te vieran con esa ropa, ¿verdad?
Contrato servicios punto no om en Rancho Morsa -No tengo nada que esconder. ¿Acaso crees que tú
punto envía submarino tren autobús o avión punto luces mejor?
y dinero punto Woody Creek Colorado -Por lo menos, no cargo con obscenidades sobre mis
Búfalo Prieto espaldas -repuso misteriosamente.
Hacia el momento en que llegamos al parque, las
vibraciones se habían afianzado. El traje de baño hawaiano
Consideré que si realmente quería ser mi gurú, debía pa- de dos piezas y el antifaz del Llanero Solitario encajaban
gar por ello. bien con los millares de hippies melenudos que se
-Los hippies anunciaron que no permitirían el consu- desplazaban a lo largo de la extensión verde y plana,
mo de licor ni de drogas durante el love-in -comentó mientras que un grupo de rock esparcía tonadas del
King, mientras que la camioneta azul se deslizaba por las Airplane desde el pabellón de la casa de máquinas
innumerables curvas del camino. contigua a un bosque de álamos. Cuando comenzó a
228 229
interpretar "The Masked Marauder" en los mismos
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1
.

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-No permitas que los demás sepan cuál es tu postura.


instantes en que yo me mezclaba entre la multitud Por ejemplo, mira a mi abogado. ¿Crees que es un
cargando una caja llena de botellitas, supe que nuestra funcionario de la corte? Míralo bien -aconsejó y, una
presencia era inevitable. Adolescentes rubios enfundados vez que el chico concluyó la inspección minuciosa de mi
en ajustado pantalón acampanado bailaban con jovenci- persona, lo cogiódel codo y lo condujo a mis espaldas-:
tas de cabello largo que lucían minifalda de cuero y botas Ahora ¿ves eso?
Tony Lama. Mozalbetes de ojos azules con bucles y -Oye, no queremos problemas. Todo lo que desea-
músculos de color canela llevaban cintas multicolores mos es realizar nuestro acto.
alrededor de la cabeza. Brazos, piernas y tetas flotaban en -¿De qué diablos hablan? -pregunté.
torno mío al tiempo que buscábamos con la mirada a -No te enojes, asesor. Sólole mostré tu lunar mongol.
Michael, Miller y Scott. Este joven es liberal. Comprensivo. ¿No es cierto?
-Un momento, por favor -me detuvo un hippie alto, Los ojos de Chuck Mason comenzaron a marchitarse.
ataviado con prendas oscuras de cuero. Se jaló los pelos enmarañados.
-¿Si? -¿Cuán largo es tu cabello, amigo? -inquirí.
-Está prohibido pasar bebidas alcohólicas. -Vamos, hombre. Lo único que intentamos es efec-
-Oye, Chuck Mason, ¿qué sucede? ¿Te está causando tuar un love-ín.
problemas este sujeto? -intervino King. -¿No te da vergüenza que te lo mida, ¿verdad? -dije
-No. Sólo investigaba si lleva licor dentro de esa caja. y saqué la regla de acero.
-Tengo más de 21 años -aclaré. -¡Ya basta! -exclamó con desesperación.
-El permiso que obtuvimos prohíbe el consumo de -Puedo ayudarte. Decirte exactamente cuán largo es.
alcohol. Sonrió mostrando gran turbación.
-¿Acaso es tan específico? -preguntó King. -No te preocupes -explicó King-. Es abogado, ya te
-Son policías, ya sabes. · lo dije. Sabrá guardar el secreto.
-Vaya que lo sé, hijo. Pero este hombre es abogado. -¡Carajo! Creí que realmente estabas en contra de
Que no te engañe su disfraz. McNamara. Toma esta botella y déjanos en paz -expuse
Chuck Mason intentó reír. Sudaba copiosamente. Bus- con enfado, depositando en su mano una botella de
caba con la mirada a alguien que lo ayudara, pero la cincuenta centavos de Old Fitzgerald. Luego, me alejé
música era muy estruendosa y todos se hallaban hipno- apresuradamente.
tizados con "The Masked Marauder". Miller y Michael estaban sentados en una banca e
-Sólo pretendemos llevar a cabo nuestro acto. El gran intentaban ocultar el cigarrillo de mariguana por ellos
esbirro se negó a recibirnos. [Tuvimos que entregar el compartido. El grupo de rock hacía retumbar los acor-
cartel de Benton a su maldito hijo! des del "Sgt.Pepper". Los hippies se elevaban y movían
-Eso significa que los vietcongs continuarán constitu- como watusis en el marco de una demencia carnava-
yendo una molestia, ¿verdad? -inquirió el montañés. lesca. Le entregué a ambos una botella de la bebida
-Entonces, ¿quieres decir que no negociaron el pin- prohibida.
che tratado de paz con McNamara? -grité. -¿Qué sucedió con Scott? -pregunté.
-Bueno ... al menos ya conoce nuestra postura -res- -Se largó -contestó Miller.
pendió el muchacho. - ¿Va a regresar?
-Ese es tu problema, camarada -dijo el montañés. -No lo hará pronto. Dejó esto para ti -dijo y me
-¿Cuál? entregó una carta.
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.

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Búfalo Prieto: Los tres soltaron una estruendosa carcajada. '_XY


Aspira el polvo adjunto. Cuando despiertes, sabrás -¡Pinches racistas! -grité.
todo lo que ahora ignoras. Debo llevar algunos Me acerquéados monjas de hábitos blancos que
pertrechos a los rebeldes guatemaltecos. Necesito charlaban con cinco mozalbetes.
un intérprete y un copiloto. Si quieres acompañar- -Buenas, hermanas, ¿quierenbailar?-solté la invita-
me, búscame en el Hotel Razade CiudadJuárez. La ciónal amparo de mi antifazdel LlaneroSolitario.Ambas
mente despejada es la más perdurable. sonrieron y enrojecieron.
Tojo -No, gracias -contestó la de nariz aguileña.
-¿Qué tal un refresco? -interrogué al tiempo que les
-¿Qué es eso? -interrogó King. señalé la caja.
-El agentede la CIA nosdejóalgunasdrogas-respondí. -¿Qué es eso? -inquirió la de ojos castaños.
-Bueno, antes de consumirlas,aclaremosalgo-sugi- -Agua bendita.
rió King. Yo sentía el estómago vacío. ¡Dios mío, ahí Acercóla mano, pero en esepreciso instante reconoció
viene de nuevo! Continuó--: Escuché algunos comenta- el contenido de las botellitas.
rios extraños sobre ti. -No, gracias.
-Todos hemos escuchado esos comentarios raros -Sólo intento compartir lo que tengo.
referidos a tu persona, Óscar -agregó Miller. Entonces, me miraron como si fuera un tipo excéntri-
-¡Válgame Dios! ¿Qué hice? -indagué. co. Los cinco adolescentes contuvieron la respiración y
-He estado haciendo algunas averiguaciones. Y parpadearon.
O'Hara me informó que estás registrado -repuso King. -Gracias, hijo. No tenemos sed-explicó la de la cara
-¿A qué diablos se refieren? de halcón.
-Eso no significanada. El pinche O'Hara está pirado Aún no había terminado de recorrer una docena de
-rugió Michael. metros en dirección a un grupo de muchachas, cuando
-Bueno, ¿por qué no planteamos las cosas tal como alguien -como recién salido de la nada- me dio un
son? -propuso Miller, mi generoso anfitrión-. Lo úni- puñetazoen la espalda. Caíde bruces y aplasté la cajacon
co que queremos saber es... ¿Eres un agente antinar- las botellitas.
cóticos? -¡Bruto! ¡Cerdoinmundo!
Sonreí y me olvidé momentáneamente de ellos es- Traté de detener el diluvio de manos y uñas que se
cuchando el "Sgt.Pepper". abatían sobre mí. Otras personas se acercaron y queda-
-O'Hara llamó esta mañana, para confirmar que ron boquiabiertas. Una ramera güera y de suéter rojo
estabas trabajando en Ayuda Legal -añadió King. empezó a golpearme.
-¿Realmente creen que soyun policíaantinarcóticos? -¡Oye, cálmate, idiota! -grité a la chica de enormes
-Pues, no lo sabemos.Por esote estamospreguntando. senos rojos. Pero continuó pegándome hasta que King
- Y si lo fuera... ¿acasopiensan que les revelaría mi llegó. Mientras la alejaba de mí, ella chillaba, le lanzaba
identidad? patadas y le clavaba los codos.
-¡Mierda! Sóloresponde. Todos tenemos curiosidad -¡Corre! ¡Salde aquí! -me exhortó King.
al respecto -suplicó Miller. Advertíentonces que muchos individuoscomenzaban
-Miren su lunar -dijo King,al tiempo que me hizo a ponerse desagradables. Seolvidaron de mí y centraron
girar-. ¿Esposible que un agente antinarcóticos ostente el ataque en King.Di un salto y corrí hacia el vehículo.
un lunar como ése? -¡Apúrate! Rápido!¡Tevienenpisandolasalmorranas!
232 233
T:
-le decía a King a gritos, mientras blandía en el aire, por verse, pero los personajes encuerados que habitaban en
encima de la cabeza, la regla de acero. los cuadros colgados en la pared me miraban fijamente.
King saltó a la camioneta respirando con dificultad. Se -Limítate a traernos whisky ... y cárgalo a mi cuenta
quitó la máscara y buscó con desesperación la llave para -solicitó King.
encender el motor. Quizá, si Phil nos hubiese servido rápida y diligente-
-¡Infeliz, lo lograste! mente, King no se habría enojado; pero había sido un fin
-¿Qué sucede? de semana salvaje y Phil no era el afeminado que
-¡Quítate el antifaz! delataban sus carnosos labios. Cuando la bomba estalló,
-¿Por qué? sólo había algunos clientes: tipos con aspecto de turistas,
Lo arrebató de mi cara y lo arrojó a la parte posterior motociclistas musculosos, y fulanos con el cabello corta-
de la camioneta. do al estilo militar y que pretendían actuar de manera
-¡Estúpido, vendrán tras de ti! cosmopolita. Todos gritaron como si hubiesen sido heri-
Miré atrás, pero sólo vi melenudos que bailaban con dos y huyeron maldiciendo a los hippies. El gas la-
los brazos en alto. crimógeno se esparció rápida y uniformemente, antes de
-Cálmate. No hice nada. que Phil pudiera alcanzarnos con su taco de billar. King
-¿Para qué diablos fuiste a molestar a las monjas? y yo corrimos hacia la puerta trasera, saltamos la verja y
-Sólo les pregunté si querían un poco de agua bendita. nos metimos en la camioneta. Justo en el momento en
¿Qué tiene eso de malo? que arrancamos, iba llegando el Mustang azul del algua-
-Nada ... pero algunas personas pueden ofenderse por cil con la sirena encendida. ·
lo que traes en la espalda. - Ya no tienes ninguna esperanza -dijo King cuando
-¿El lunar mongol? disminuyó la velocidad de desplazamiento del vehículo,
-Sí... esa mancha que dice: Chingue a su madre el al tomar la carretera que conduce a la localidad de Snow
Papa... en color púrpura. Mass.
-¡Dios mío! ¿A eso se debió el escándalo? Pensé que Las nubes anaranjadas empezaban a invadir el cielo
se trataba de algo grave. completamente azul. Hacía mucho tiempo que había
-Claro que lo es. La gorda a la que pateaste es hija del renunciado a seguir luchando. Sólo me restaba correr
alguacil. con los búfalos tronantes a mis espaldas.
-Pero si no la toqué +protesté. -Nunca ha habido ninguna esperanza para los pobres >
- No tenemos tiempo para discutir ... Abre el sobre que abogados aztecas -mascullé.
te dejó Scott. En estos momentos, necesitamos un poco -No te hundas en los recuerdos. Pela bien los ojos.
de mescalina. -¿Para qué? Es mejor mantenerlos cerrados.
Aspiramos el polvo de Scott hasta que la nariz se nos -No seas idiota. Si te atrapa, el alguacil te colgará de
puso azulada. Luego, nos dirigimos con el armamento los huevos.
hacia La Pata Daisy, donde ordenamos unos tragos a -Pero si yo no he hecho nada.
Phi!. -¡Carajo! Ahí está el problema con los espaldas \o
-Vaya, vaya. ¿Qué tenemos aquí? Nada menos que a mojadas.
Toro y el Llanero Solitario -dijo sarcásticamente. -¿Qué esperabas? No soy ningún pinche joven "flo-
Habíamos decidido volver a utilizar el antifaz hasta rido".
que anocheciera, por si nos topábamos con vVhitmire. -Si te atrapa, desearás no haber nacido. ¿Sabesqué les /\,
-¡No jodas! -advertí. Las luces comenzaban a disol- hacen a los ~ por estos lugares?
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·~·

-Probablemente lo mismo que en todas partes ... ya -¡Mierda! ¡Vete al diablo! Después de todo, no soy tu )o
me las arreglaré. padre. Anda, corre tras ella. Eso es lo único que hacen
Me llevó a la casa de Miller a recoger mis cosas. Luego, bien los ~_spald~ ¡ojadas.
fuimos a Glenwood Springs, donde se localizan los En apariencia, e mOlestaba mi estado. Y no podía
manantiales de aguas minerales más grandes del mundo. culparlo ... me hallaba al borde de un colapso.
Como el Greyhound con destino a Denver saldría una Abrí mi desgastado maletín para sacar el ídolo de
hora más tarde, aprovechamos esos minutos para visitar madera. Estaba envuelto en un paño amarillo. Un indio
una cervecería okie y beber una Budweiser. Flotaban en de San Blas me lo había regalado poco antes de abando-
el ambiente las notas de "Your Cheating Heart", interpre- nar Panamá. Le asigné el nombre de Marea Menguante.
tada por Hank Snow. La deidad estaba hecha de caoba. Se trataba de una
-¿Qué vas a hacer? -preguntó King. estatuilla de unos cuarenta centímetros de alto, carente
;e -No lo sé. Primero, iré a Denver; luego, aJil.Easo. No de ojos, boca y órganos sexuales. Quizá el escultor haya
he vuelto a estar ahí desde que tenía cinco años. padecido la misma dificultad para reproducir el cuerpo
-¿Alguna vez oíste hablar de un tal Corky González? humano que yo tuve en la clase de cuarto año con la
-No. ¿Quién es? señorita Rollins. Marea Menguante era mi posesión más
-Una especie de líder mexicano. Leí que fue golpea- antigua. Una sarta de colmillitos de cerdo salvaje colgaba
do, junto con un mOiifóllde··-Gh1cªnQS.....durante una de su cuello.
manifestación realizada en Denver. -Tengo algo para ti -dije al tiempo que deposité el
-¿Por qué protestaban los mexicanos? -inquirí, aun- ídolo en las manos de Karl King.
que no tenía ningún interés en la materia. La cerveza ya El lo tocó con cuidado. En apariencia, reconocía sus
no estaba en efervescencia. El incremento del rendi- cualidades espirituales, porque le inspeccionaba en si-
miento físico e intelectual provocado por las drogas lencio, como si hubiera estado valorando un objeto
comenzaba a amainar. artístico.
-'-Y~ qué sé. Algo re_!~ci~~~~()-~-<:>~~~~1:1~1~~.. tú eres -¿Dónde lo obtuviste?
e 1 mexicano, no yo. -Me lo dieron unos amigos ... los indios panameños de
- Pues yo sólo protesto por mi actual condición física. San Blas. Lo he tenido en mi poder a lo largo de una
King me miró y sacudió la cabeza. década.
-Pobre tonto, estás empezando a hablar como -¿Quieres que yo lo conserve?
narcómano. -Es una verdadera deidad ... -expliqué tras asentir
-¿Narcómano? No olvides que fueron ustedes los que con la cabeza-. Se llama Marea Menguante.
me dieron a consumir ese veneno. ¿A qué te refieres con -¿Qué se supone que puede hacer?
eso de "narcómano"? -Un viejo cacique desdentado me dijo que alejaba los
Advertí que él tampoco estaba disfrutando la cerveza, malos espíritus.
puesto que la bebía como si se tratara de una pócima -Pues a ti no te ha ayudado mucho que digamos.
contra alguna enfermedad. -Tal vez yo haya violado alguna regla... no debí G- 1,,., fnJ
-A que estás agotado, ¡zoquete! Desde que llegaste, pescar langostas. ~ í3:~dire,,
no has hecho otra cosa que pasártela jodido. Acabarás -¿Langostas? -preguntó intrigado.
como O'Hara. -Olvídalo. Es una vieja historia. Pero ten presente
+Podría recurrir al amor y los cuidados de una que se trata de la única deidad de San Bias en cautiverio.
enfermera gorda en este preciso instante. Tal como te aclaré, es auténtica ... quizá te sirva algún día.
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I .
J)A,.,Q+·-
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Mi obsequio lo puso nervioso. Ordenó otra ronda de


Bud. El cantinero rechoncho sólo dirigió una mirada ~JJ-·~i- Dieciséis
fugaz a Marea Menguante. No quiso involucrarse.
-Bueno, ¡caramba! -exclamó King, antes de tomar
en sus manos el cuchillo de caza Kaabar que acostumbra-
ba traer consigo. Una hoja de veinte centímetros de
largo, elaborada con el acero alemán de mejor calidad. La
punta tenía la forma de un tiburón. Era la clase de
cuchillo que suele poner punto final a las discusiones.
Me entregó tanto la funda como el cuchillo y comentó
escuetamente-: Ignoro a dónde vas... pero, por si te
pierdes en el bosque... ,
Seacercaba la hora de mi partida. El odiaba tanto como
yo las despedidas. De vez en cuando, consultaba el reloj ABANDONÉ EL AUTOBÚS EN VAIL, COLORADO, CON LA CABEZA
y jugaba con la botella colocada entre sus manos nervio- aún llena de mescalina, y me registré en un hotel para
sas y pálidas. esquiadores. Carece de sentido el pretender explicar en
-Escucha ... -dijo cuando el chofer encendió el motor qué consiste un "mal viaje". Simplemente, te vuelves un
del enorme Greyhound-. No sé si soy responsable ... orate. Pierdes los puntos de referencia. El diablo se
¡Carajo!, así me siento. Pinches abogados, salen al campo cuelga de tu cabeza y no deja de torturarte. Te precipitas
nada más para ... bueno, igual sucede en la ciudad. Aquí por un pozo sin fondo. Y, no obstante, el espectáculo
tampoco hay ninguna magia. ¡Al diablo! Oye, si tienes debe continuar.
problemas ... ¡Dios mío, sé que voy a arrepentirme de Cuando se me acabó el dinero, trabajé como lavaplatos
esto ... si se te acaba la cuerda... aquí está mi número -con- en un restorán mexicano. A cambio de enjuagar la vajilla
cluyó y me entregó un sobre de cerillos de La Pata Daisy, con restos de enchilada, me pagaban un dólar por hora
donde estaba anotado su número telefónico. más todo lo que pudiera comer. Al cabo de un mes, el
Me limité a sonreír. Trepé al autobús y recorrí el dueño del establecimiento supo que yo era abogado y que
pasillo hasta el fondo. Lo vi caminando hacia la camio- no me interesaba el negocio de la gastronomía. En virtud
neta Volvo. Aún estaba ataviado con los bermudas de que él era un tahúr en Las Vegas, quizá un mafioso,
blancos, los gruesos calcetines de lana y la gorra de no tenía escrúpulos para robarle. Hasta que, cierto día,
marinero puesta al revés con la insignia policiaca falsa. me despidió porque ya había roto muchos platos.
Cuando el Greyhound comenzó a internarse en las Permanecí borracho por un par de semanas, antes de
montañas, el chofer habló por el micrófono: "Damas y laborar como ayudante de plomero. Instalaba tuberías en
caballeros, nuestra primera escala la haremos en Vail". los condominios que se estaban construyendo en el área de
Cerré los ojos por largo tiempo. recreo destinada a la práctica de deportes invernales.
Nunca pude aprender a usar la llavedetuercas, debido quizá
a mi naturaleza artística. Por tal motivo, cuando empezaba
a dolerme la cabeza, me limitaba a cubrir los agujeros con
lodo e informaba que ya había concluido la faena.
Comenzó a nevar. Bishop, el plomero, me despidió,
porque me encontró dormitando en horas hábiles. Pero
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~ --
no me importó. Estaba harto de las tuberías y de los de las montañas de Durango. Los mexicanos cargaban
compañeros de trabajo. El licor me hacía daño y las paquetes y bolsas repletas de comestibles. Esperaban el
drogas ya no me servían para nada. Así que me dirigí a tranvía con el mandado en la mano.
las montañas, me emborraché con nieve y lloré a causa En la calle San Francisco, que se extendía hasta la
de la inminente muerte blanca y silenciosa. frontera, predominaban las tiendas de ropa de medio
Luego, conseguí un empleo temporal como peón en uso. Estaba sobrio y con la cabeza despejada, cuando vi
una constructora, donde utilizábamos durmientes para el viejo cine del barrio, El Calcetín, transformado en
levantar edificios. La grasa y las sustancias químicas establecimiento destinado a la venta de camisas y panta-
contenidas en los maderos de 90 kilos corroían mis lones rasgados, blusas con botones rotos y sombreros de
manos y quemaban mis ojos, pero tuve que aguantarlo vaquero perforados, a un dólar el kilo. ¿Acasoya no hay
hasta poder reunir los recursos necesarios para alejarme nada sagrado? ¿Tan bajo hemos caído? ¿Cómo pudieron
de esas drogas insensatas, de aquellos hippies inanima- olvidar que Bob y yo solíamos gastar los quince centavos
dos y de esos antros turísticos que no ofrecían ninguna que mi padre nos daba cada domingo en El Calcetín, bajo
solución ni a mis úlceras ni a mi verga fláccida. cuya enorme pantalla olía a orines y a los pies apestosos
Durante el último mes que estuve en Vail, pasé solo de Q!r.rutJ:rY:Jª,,lQs prietos como nosotros? Veíamos un fil-
fftodas las noches. Bebí vino barato, leí a Dylan Thomas me de Tom Mix, y comprábamos una bolsa de palomitas,
f y a Konrad Lorenz, y escuché los gemídos de Bob Dylan. una gaseosa de fresa de un cuarto de litro y un helado, y
Supe que había llegado el momento de empacar y todo ello lo pagábamos con las dos monedas -de diez
largarme a otro sitio, cuando el casero me dijo que me y cinco centavos- acuñadas en 1936.
abstuviera de oír música a todo volumen. Además, justo a la vuelta de la esquina, sobre la calle
Decidí ir a El Paso, el lugar donde nací, para ver si Durango, se encontraba el baño público usado por los
odía encontrar ahí lo que estaba buscando. Aún quería mexicanos que habitaban en la unidad vecinal "con
~ aber quién era realmente yo. amplios jardines", y fue ahí donde tuve mi primera
Una lluvia helada caía sobre mi ciudad natal, cuando experiencia con una mujer. Su padre era dueño de La
me bajé del Greyhound en el centro de El Paso. Llevaba Piñata, la tienda de abarrotes en la que todos los días nos
conmigo una maleta parda llena de ropa de segunda disputábamos las muestras gratuitas de besos de choco-
mano q\ie había comprado en diversas tiendas del Su- late Hershey, caramelos o goma de mascar envuelta en
roeste, ·tlna cámara Argus C-4, el clarinete Conn y 150 estampas de fortalezas aéreas y toda clase de vehículos
dólares. Por 35 centavos, guardé todo en el depósito de militares. Ella pertenecía a mi equipo. En cierta ocasión
equipajes de la estación, y me aventuré en las tinieblas, en que ambos nos escondimos de Bob y de su hermano
ataviado con una Pendleton azul, pantalón verde de pana mayor, Sammy, me preguntó si quería ver qué tenía bajo
y botas Tony Lama bien lustradas. las pantaletas. En honor a la verdad, nunca había mirado
Soplaba un viento frío cuando llegué al barrio en el siquiera aquello que ocultaban los chones de mis nume-
cual transcurrió mi infancia. Se hallaba muy cerca del rosas primas. Entonces, ella se levantó su vestidito rojo
límite fronterizo. Tranvías eléctricos oxidados y rechi- y yo experimenté esa excitación que habría de acosarme
nantes se desplazaban a un lado de las aceras donde se el resto de mis días.
alineaban restoranes de comida mexicana y bares con Amenos de dos cuadras de distancia de El Calcetín, me

¡ música norteña estridente. Las calles estaban repletas


de rostros morenos, cabellos negros y ese aire antiguo de
paciencia que tantas veces vi reflejado en la cara del in~io
detuve frente a la casa donde alguna vez viví. Inspeccio-
né el césped en busca del anillo de mi madre. A los cinco
años de edad, padecí esa enfermedad que ataca tanto a los
240 241
"""l!l'I'!"
--
/búfalos prietos como a los príncipes. En caso contrario, ese idioma por utilizar en las noche de luna llena bajo"
¿cómo explicar el hecho de que me haya apoderado de la tormentas tropicales, en las noches estrelladas del de-
sortija que mi padre acababa de regalarle a mi madre con sierto y para formular declaraciones de guerra en la cima
motivo de su décimo aniversario de bodas y que haya de las montañas coronadas con nieve; ese idioma perfec-
corrido hacia la calle con mi hermano pisándome los to en cada detalle para las personas que asumen la vida
talones? Cuando me percaté de que los pasos de Bob se con seriedad y que sólo se preocupan por la muerte
dirigían a mi encuentro, simplemente arrojé el anillo por cuando ésta alude al último día de residencia en esta/
encima de mi hombro. Y nunca apareció.
Después de que pude finalmente contener el llanto, r:'l'!ada_..l
~iJ~;;..t"uesde que abandoné El Paso, lo cual ocurrió en mi
regresé a la estación, recogí mi equipaje y abordé el • hiñez, no había vuelto a escuchar el español hablado
tranvía con destino a Ciudad Juárez. Lc;v1
1L,1l
públicamente con semejante vigor. En lo que se refiere
/ Todas las caras eran oscuras. La gama iba desde la tez a mi caso particular, dejé de usar el castellano frente a los
morena clara hasta la piel prieta. Preponderancia de lo norteamericanos y a los okies después de que el señor
castaño, lo marrón, lo pardo. Hombres de gruesos cabe- Wilkie, el director de la primaria, amenazó con expulsar-
llos negros, con manos arrugadas y curtidas por la me. En cierta ocasión, los chicos del West Side jugába-
intemperie, pantalón Levis y el sombrero de paja carac- mos contra los muchachos del Barrio Okie; todos apre-
terístico del ranchero mexicano, adornado a veces con sábamos, pateábamos, mordíamos y golpeábamos con
una pluma roja o verde del mejor gallo del corral. El fuerza al contrincante, con objeto de recuperar la pelota.
humo de sus cigarrillos olía a tierra húmeda, a hojas El norteamericano alto con traje marrón, que-se había
quemadas. Algunos calzaban botas vaqueras; otros, convertido en director de la escuela en el mismo año en
huaraches con suela de llanta de caucho. Había niños que imprimí las iniciales de Jane en mi mano izquierda,
descalzos y vestidos con camisa de manga corta y calzón observaba el desarrollo del juego organizado durante el
de algodón de El Calcetín. Estos individuos casi no receso para almorzar.
hablaban. Al comenzar a cruzar el Río Grande, atisbaron -Pásamela cabrón- le grité a Johnny Gómez, expre-
las tinieblas a través de las ventanillas. Un hombre sándome en mi mejor español pocho-. ¿Qué esperas,
grueso enfundado en uniforme caqui trepó al atestado pendejo?
tranvía. Se pavoneaba en el pasillo y miraba las bolsas Cuando lanzó el balón, yo corrí a la línea de meta.
sujetadas firmemente por algunas mujeres. Estas últimas -No se vale -dijo Floyd, cuyo cabello rojo caía por
murmuraban, charlaban, gritaban, pero no le prestaban encima de su rostro pecoso.
.: n~na atención.
1fSetrataba de mujeres morenas con larga cabellera y
ojos al acecho. Muy parecidas a la cantante de Ciudad
-¿Por qué no? -protesté.
-Están haciendo trampa -intervino Wayne Ellis,
hermano del sujeto que escupiría sobre mi pito un año lf .
Juárez, a mis hermanas, primas y tías, y a las siete más tarde-. No pueden usar mensajes secretos. , '!
chicanas que se graduaron conmigo en la primaria de -Tiene razón. ¿No es cierto, señor Wilkie? -preguntó )
Riverbank. Ytodas se expresaban en mi lengua materna: Floyd al director.
ese idioma que dejé de hablar a la edad de siete, cuando -Así es, muchachos. No crean que eso me pasó
el Capitán insistió en que sólo aprenderíamos el inglés, inadvertido -contestó el director.
si nos absteníamos de seguir empleando el español; ese -¿A qué se refiere? -inquirí-. Yo también puedo
idioma de vocales suaves y consonantes flexibles, lleno apoderarme de la pelota. Cualquiera puede hacerlo,
de erres resonantes que sirven para amenazar o engatusar; según las reglas de este juego.
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243
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~J/~
V,v-',,J k.
-Pero no puedes hablar en español, Osear. No está
> De inmediato, un niño ataviado con pantalón corto se
1
,i_y ermitido -repuso. subió por la puerta trasera a través de la cual acababa de
(;! -¿Qué~ ¿No puedo emplear el español aquf? descender el guardia. No pagó, sólo trepó al tranvía. Iba
-No. Esta es una escuela norteamericana ... y los descalzo, con el pantalón deshilachado y con una camisa
alumnos deben aprender inglés. de manga corta que no podía ofrecerle ninguna protec-
-¿Incluso mientras estamos jugando? ..,. vC.. ción contra el viento helado. Entonces, comenzó a ento-
-Así es, siempre y cuando desees permanecer en esta ~¿;Y j.. nar una melodía romántica, que narraba la historia de un
escuela. Tendrás que expresarte exclusivamente en in- IJ, l hombre que seguiría a Adelita hasta el fin del mundo. No }
glés dentro de las aulas y demás instalaciones del plantel. había vuelto a oír ese antiguo corrido revolucionario
Quizá si no hubiera estado perdidamente enamorado desde que mi madre secaba los platos sobre el piso de
1
de Jane Addison, me habría enfrentado al hombre. Pero adobe en Riverbank. El chiquillo cantaba con el senti-
como no deseaba ser expulsado de la escuela, no volví a miento usualmente reservado para los borrachos; pero él
hablar en el idioma de mis padres hasta aquella noche no era sino un pequeño pordiosero de las calles de
<, que pasé en Ciudad Juárez un par de décadas más tarde. Ciudad Juárez.
Cuando el grueso guardia uniformado se aproximó, En cuanto terminó su interpretación, recorrió el pasi-
sentí escalofríos. No tenía pasaporte ni identificación de llo para recoger con la palma mugrienta las monedas que
ningún tipo. Varios meses atrás, había perdido la cartera le daban las personas que yo creí que no le habían
en Taos. Cuando miró mi camisa Pendleton y mis botas prestado ninguna atención. Cuando se acercó a mí,
Tony Lama, estuve seguro de que me interrogaría: ¿De comencé a sudar. Mi memoria estaba en blanco. ¿A'\
\~ dónde viene? ¿Quién es usted? Y, ¿cómo podría yo cuánto equivalía una moneda de cinco centavos de dólar?
{y. r explicarle el incidente con el señor Wilkie, si no podía ¿Pagaba impuestos el joven cantante ambulante? ¿Un
J )t expresarme en español? ¿Dispondría de un intérprete? peso era igual a ocho centavos de dólar o a doce y medio?
- ·'J/ ¡Claro que no. Más bien, me arrestaría ... por el hecho de ¿Me estaba basando en los estándares laborales norte-
americanos o se estaba manifestando la arrogancia carac-
L.-t>fingirser mexicano. ¿Existía acaso ese cargo?
terística del turista? ¿Acasp era yo uno de esos gringos
1 En el transcurso de mi vida, me había topado en efecto
con individuos que formularon semejante acusación en que echan a perder a estos pobres salvajes con la esperan-
za de un mejor mañana?
contra mía. Los chicos del West Side eran hostiles con 1 Le di una moneda de 25 centavos de dólar y me bajé
Bob y su hermano menor, porque éramos del Este, y
porque vestíamos pantalón corto y botas de charol. Los en la esquina siguiente, para deambular sin ton ni son por
okies lanzaron escupitajos sobre mi verga, porque yo era las calles iluminadas como árbol navideño. A lo largo de
un negro que me hacía pasar por mexicano. Y los la avenida juárez, se podía comprar sandalias de Torreón;
norteamericanos querían que olvidase el hecho de que sombreros de Michoacán con alicates de cuero para sujetar
alguna vez había sido un salvaje con códigos secretos. En el cabello tupido y negro de los habitantes más miserables
consecuencia, tenía motivos de sobra para ponerme de todo México, los tarascos; caramelos de coco y de
nervioso, cuando el hombre corpulento y bigotudo, con mantequilla de cacahuate; pan dulce; camotes enmielados;
una pistola calibre 45 enfundada en la cintura, se acerca- joyería de plata; mariscos de Acapulco; artesanías de los
ra a investigar si traía documentos o drogas. Sin embar- indios de las montañas de Sonora, y acuarelas de pájaros
' go, sólo se aclaró la garganta al pasar junto a mí. amarillos, leopardos azules y leones blancos.
El tranvía se detuvo al otro lado del río, para que el Y todo el mundo se hallaba en movimiento. Grupos
guardia se apeara. reducidos de niños vestidos con prendas ligeras pedían

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-.·...........i¡

dinero a los turistas. Jovencitas de cabello negro y piernas que cure mis heridas. Vine a MÉXICO, ¿queda claro?
flacas saltaban de un puesto a otro tomadas del brazo. Desde Riverbank, pasando por Panamá, Prisco, L.A.,
Muchachos de pelo oscuro alisado y pantalón ajustado Alpine y Vail. ¡Yeste sujeto quiere que lo intente co:q,_
una
impulsaban en distintas direcciones sus cortas extremida- hippie norteamericana!
des. Había también mujeres de facciones indígenas con ¡) .; tc .,- En cierta ocasión, visité el bar ambientado con hem-
falda larga hasta el tobillo. Y hombres con sombrero y un ../ ,;.lf'--t bras desnudas de la cintura para arriba que se localizaba
cigarrillo colgandode sus labios fruncidos. Todos camina- "'v---' . en la esquina de Broadway y Grant, de North Beach. No,
ban a lo largo de las calles provistas de luces multicolores, li)·'"·"';. más bien se trataba de La Pata Daisy en Alpine. O, quizá,
en medio de tortas, tacos, tamales, elotes y cualquier clase " del antro ubicado en la avenida Cuatro de Julio de la
de alimento cuyo precio no rebasaba un solo dólar. ciudad de Panamá. En todo caso, luces rojas, amarillas,
/ Sin embargo, me resultaba imposible concentrarme anaranjadas y azules giraban alrededor de estructuras
en tales cosas. Mi cabeza era presa de una enorme rotas, espejos quebrados, imágenes de aceite movedizo
turbación, porque nunca antes había visto mujeres más proyectadas en pantallas y señales intermitentes. Un
hermosas: de piel morena y cabello negro; con nalgas reflector psicodélico iluminaba a las rubias de gran
agraciadas para criar niños robustos; con senos volumi- estatura y senos enormes, a las pelirrojas chaparras
nosos aptos para insuflar vida, y con un par de almendras ataviadas con pantalón excesivamente corto y a las
a modo de ojos, anidados cálidamente por un par de cejas trigueñas que sostenían boquillas entre los dedos de
tupidas. Independientemente de lo que Alice Joyo Jane puntas manicuradas. Con los tamborazos retumbando en
Addison hubiesen significado para mí durante la infan- mi cerebro, pedí un tequila. De inmediato, se acercó una
cia, ya no eran sino recuerdos de una época remota. pelirroja de piel aterciopelada y enfundada en minifalda
Tenía 33 años. A lo largo de mis viajes, nunca había púrpura.
encontrado una mujer a la cual amar. Empero, en esa -¿Me compra una copa? -dijo en español.
primera noche en Ciudad Juárez, contemplé a por lo Reflexioné entonces: ¿qué clase de tomadura de pelo
menos un millar de hembras con las cuales me habría es ésta? No se contentan con traer chicas norteamerica-
"'-casado gustosa e inmediatamente. nas que simulen ser hispanas, sino que además éstas
Seguí caminando, cegado por el amor. Necesitaba hablan el español mejor que yo.
hablar con ellos. Sabía que poseían el remedio contra mi -¿Qué quieres tomar? -respondí con otra pregunta.
dolor. Bastaba con abordarlas en cualquier idioma, para Se rió y sus tetas rozaron mi codo.
1 que me suministraran la pócima que aliviase mi estóma-
-¿Cómo dice? -inquirió de nuevo en castellano.
1 go, mis úlceras, la sangre en el retrete.
-Mira, no me engañas. Sé que eres estadounidense.
Un proxeneta me detuvo frente a un bar dentro del -Oye, ¿qué dice este indio? -consultó en español a
cual sonaba estrepitosamente "White Rabbit" y la voz de una güera cuyas chichis le colgaban hasta la cintura.
Grace Slick. Lucía un bigote incipiente y el mismo traje -Ella no habla inglés -explicó la rubia.
de seda utilizado por todos los pregoneros de San Fran- - Y éste, ¿no me digas que no es mexicano? -añadió
cisco, Panamá y Ciudad Juárez. en castellano la pelirroja.
"Pásele aquí, caballero", invitó el hombre nervudo con En Panamá, me había topado con algunos misioneros
una leve sonrisa. costarricenses de piel clara y, en Riverbank, había
Sin embargo, pensé: ¿"White Rabbit" y Gracie Slick en conocido a un tal áscar Sandoval que tenía pecas y pelo
el centro de Ciudad Juárez? Pero si yo estoy buscando rojo. Sin embargo, siempre había concebido al mexicano ~
-una tableta gigante de Rolaid, un trago de Pepto Bismol como un individuo de piel oscura, como un búfalo prieto.
~ / /# .. . !
246 5 y..e.-/...é_~~tA:f/"':
{i .
·"''
247
-
J~ En consecuencia, cuando ella lanzó esa acusación en mi
~"- ,:cara, cuestionando mi sangre, indagando a qué maldita
,~ , tribu pertenecía, quise contarle el cuento de mi origen
no respondió jamás al telegrama, y SalFeti me aclaró que
tenía que pagarle el adeudo de 200 dólares, si quería que
me hiciera otro préstamo.
::...\. samoano, tal como la había hecho todos esos años de /) / . "-Cuando Teresa y Sylvia me dijeron que saldrían a
.(•~ búsqueda reconciliadora de mis antepasados, Pero no lo /1 t~ l! prostituirse para poder comprar comida, me limité a be-
~~ ~ hice. No pude bromear con ella del mismo modo en que 1 /,n t ber tequila barato y vagabundear en las tinieblas, con la
J .· solía hacerlo con los norteamericanos. La mujer había
· bestia torturando mi mente. Estaba ebrio y enojado
! · formulado un interrogante legítimo. ¡Dios mío! Ella
~' 1' cuando regresé a la habitación ubicada en la zona roja de
' ; sabía que yo era mexicano y, sin embargo, ni siquiera Ciudad Juárez. Dos individuos jugaban ajedrez sobre el
~ "1¡11 podía ofrecerle una copa en nuestro idioma. Si hubiese mostrador en que acostumbraba atender el recepcionis-
·.'· ... ~'·. intentado explicarle el pasaje referido al señor Wilkie, se ta. Yo sólo permanecía en el hotel durante el día, porque
~.,~ habría reído. Por tal motivo, decidí tomar el toro por los pasaba las noches con Sylviay Teresa. Entré en el cuarto
~ ~\ uernos y expresarme lo mejor posible mediante gruñí- y sentí que el frío me calaba los huesos. Salí entonces en
-, \'~dos, gemidos y ademanes.
dirección al empleado y su compañero de juego.
Se llamaba Sylvia y era madre de cuatro. Su marido -Hace mucho frío -me quejé en español.
había muerto en una mina de extracción de plata en -Si, está cabrón -dijo también en castellano el em-
Guanajuato. La güera tenía por nombre Teresa y se había
vuelto prostituta con el fin de ganar el dinero suficiente pleado, quien usaba una gorra improvisada con el ala de
para viajar a Buenos Aires donde, según ella, se podía un sombrero y un mecate.
vivir una semana con los ingresos de una sola noche. Esperé que me prestara atención, pero continuó jugan-
\ Bailaban rocanrol con un abandono similar al de la bruja do. Mi cabeza daba vueltas a causa del tequila y experi-
[de plástico de Walla Walla. Ambas me llevaron a los mentaba una ira incontrolable. Pensé que el hombre no
cuartos que quedaban detrás de la Cantina de la Revolu- comprendía mis necesidades.
ción, en los cuales aprendí cómo ser un mexicano de -¡Señor, tengo frío! -exclamé en la lengua de Lorca.
verdad. Si quieren saber la fecha exacta, les diré que me -Pues, yo también -comentó asimismo en castellano.
convertí en el auténtico hijo del indio de las montañas de -Mire, quizá no me entienda -expliqué en inglés-.
1Durango el 9 de enero de 1968. Con el ardiente tequila, Tengo frío. La habitación está helada. ¿Puede facilitarme
la música de Country Joe and The Fish, las luces multi- un calefactor? <,

colores danzando en mi cabeza, y las mujeres más bellas -Pues parece mexicano, pero ¿quién sabe? -acotó en
y voluptuosas a mi disposición, me sentí como debe español, tras echarme una ojeada, el hombre maduro que
hacerlo un hombre cuando está prófugo, cuando no tiene jugaba con el recepcionista. Resurgió el desafío. Justo
otra ocupación que buscar su pinche identidad. Comi- cuando creía que me había vuelto mexicano en la cama
mos tacos y carnitas hastas que se me salieron por las de unas rameras, ese fulano con cara granujienta y un
orejas, y bailamos, nos emborrachamos e hicimos el alfiler atravesado en su larga nariz,~~iQnQ:rp.i id~nti:,--
amor a lo largo de una semana, justo hasta el momento dad.
en que se acabó el dinero. ·-"=.=Dileque si no le gusta ... -sostuvo el empleado,
Llamé por teléfono a King. Contestó un niño llamado pidiendo' a su amigo que tradujera sus palabras-al in-
José, quien me informó que Kinghabía partido de Alpine glés-, ¡que se vaya a la chingada! (tJ~.;:J '-""~) \
con rumbo a Nueva York. Miller había desconectado su -¡Pues tú también vete al carajo, hijo de perra! -grité )
teléfono y Michael se hallaba en San Francisco. El Búho ·; en mi inglés más depurado. )
~.1.,~ft. En enero de 1968, la cárcel principal de Ciudad Juárez .df"
248 .
•"Y (\ f) f
1-·- ,pe/A_,,(./1·
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no tenía techo. Y el piso era de tierra apisonada. Tampo-


,_,Z:::_.t--1•A>
"Es muy sencillo, su señoría, soy abogado. Ciudadano
µ1..,,,co disponía de baño, agua corriente y electricidad. La luz de los Estados Unidos. Radicado en California. Aunque
~emitida por lámparas de petróleo revelaba la presencia no traigo conmigo la cédula profesional, podrá advertir
de cucarachas del tamaño del pulgar de un pirata que que soy un hombre con educación. Bastará un rápido
corrían a lo largo de las paredes orinadas. El hedor de la telefonazo a la embajada norteamericana, en el caso de
mierda era agradable en comparación con la pestilencia que no confíe en mi palabra. Claro está que usted puede
imperante en ese lugar. Me desnudaron y buscaron si inferir de mi ... bueno, sé que no tengo el aspecto carac-
llevaba drogas escondidas en el ano. En tres ocasiones, terístico de un abogado. .. pero, mire usted, se acostum-
estando yo de pie en una habitación poco iluminada a la bra llevar más largo el cabello en San Francisco ... no, no
cual se introducía el viento helado por la falta de techo, soy en absoluto un hippie. Soy un abogado, su señoría.
~"'~ soldados mexicanos bigotudos me inspeccionaron el
.q ·~ Miembro de la barra, al igual que usted... Todo el
pellejo de pies a cabeza. A punto de iniciarse la tercera incidente se reduce a una equivocación, a un problema
revisión, le dije al encargado que tenía frío y que dos de
·~ sus camaradas ya me habían registrado. A modo de res-
de comunicación, puesto que ese fulano no habla inglés.
No entendió que estoy habituado al calor. Vivo en la
puesta, agarró mis huevos y los apretó, mientras que su soleada California ... ¿me creería si le digo que el sargento
compañero se rió y encajó la punta de un rifle en mis
h riñones. Me empujaron dentro de otro cuarto completa-
pretendió que yo lo sobornara? No deseo provocar un
conflicto internacional, su señoría ...-pero ese hombre me
mente oscuro. Ni siquiera podía distinguir las siluetas de explicó que podíamos arreglar las cósas sin necesidad de

~
i los otros individuos ahí recluidos que tosían y escupían.
-¡Cabrón! -gritó alguien cuando intenté moverme.
-¡Oye, puto! -exclamó otro con voz tequilera.
Más tarde, la puerta se abrió y arrojaron a otro in-
arrestarme. ¿Se imagina? ¿Acaso hay alguien que pueda
concebir la idea de que yo, un abogado, un ciudadano de
los Estados Unidos, esté dispuesto a corromper lajusticia
en el propio país de mi padre?"
dividuo. En esos escasos segundos en que se coló un poco No tuve oportunidad de traducir mi discurso al espa-
de luz, descubrí que la habitación estaba completamente ñol antes de ser conducido a la sala del tribunal, un pe-
~\,1
llena de individuos tendidos sobre el piso. Sólo quedaba queño cubículo escasamente iluminado por un solo foco
un poco de espacio para permanecer parado en torno a que colgaba de un cable sobre el escritorio. De cabello
los cuerpos de los sujetos más feos que haya visto en toda cano, ella lucía un traje sastre oscuro y carente de ador-
~ mi vida. Hombres con patillas enmarañadas. Hombres nos. Un soldado equipado con un rifle montaba guardia
que no se afeitaban la caradesde hacía un siglo, sin manos, a su lado ... Pero, [Dios mío, iba a ser procesado en
sin brazos, con parches sobre uno de los ojos de su rostro consejo de guerra por una mujer y, para colmo, en
depravado. Prisioneros de guerra, ¡maldición! El calabo- español!
zo de Calcuta. La mazmorra. El fondo de alguna cloaca de -El acta asienta que usted insultó al recepcionista de
,~--,': las calles cubiertas de esputos de Ciudad juárez. un hotel, ¿correcto? -preguntó calmadamente, en plan
Al cabo de tres horas de estar de pie, nos llevaron al de negocios.
patio. De desayuno nos dieron una taza con café caliente. -Discúlpeme, señora, pero no hablo bien el español.
Más tarde, nos pusieron en fila y advirtieron que si -¿Qué dice? -interrogó en castellano al soldado
decíamos una sola palabra, tendríamos que esperar una obeso.
semana a que regresara el magistrado. Yo aproveché la -Soy abogado ... -comencé a expresarme en español.
espera ensayando mentalmente el discurso que pronun- Ella continuó hojeando un montón de papeles. Sin
ciaría frente al juez:
duda, el informe no era muy extenso. Se reducía al leve
250
251
~
empujón que propiné al fulano, cuando me ordenó que que era amigade mi tío Héctor. Entonces, ella se disculpó
~ abandonará el hotel por haberlo insultado. y me dijo que no podía pasar.
( -Aquí dice también que usó malas palabras, ¿cierto? Acepté aquella derrota con tanta elegancia como el
-\ \t -inquirió en castellano la magistrada.
,,,,;
¡q,~ consejo de la magistrada.
¿Acaso no había una constitución en ese sitio? ¿Me -Si usted es abogado,compórtese comotal. Córtese el
l acusaban de utilizar groserías? ¿Y el proceso legal esta-
blecido? ¿Dónde diablos estaba la maldita Primera En-
cabello o abandone la ciudad. Ya hay bastantes melenu-
dos por estos rumbos. Gasta todo su dinero en putas y no
mienda? · puede pagar después las multas que se le imponen
~ -Señora, soy abogado ... cuando lo atrapan cometiendo fechorías.
-¿Sí o no?-me paró en seco y en español. Sóloun sí -De veras que lo siento mucho, señora.
o un no. De hecho, a eso se reducía todo. Pero era mi -Será un total de 1 200 pesos; 300 por cada falta.
~.
--,\ "juicio, ¿sí o no?
-Soy abogado y ciudadano de los Estados Unidos, su
-Pero, su señoría, la suma es de 900.
-Aquí se afirma que insultó también a los oficiales

11..
~
~~
··
señoría -repuse en inglés.
-Bueno, abogado, en ese caso, usted es capaz de
responder a mi pregunta, ¿sí o no? -aclaró en un inglés
perfecto.
Dudé. El soldado rechoncho clavó entonces la punta
que lo arrestaron ... El siguiente.
Cuando el soldadose aprestaba a conducirme fuera de
la habitación, ella me miró directamente a los ojos y
lanzó otra sugerencia: que fuera a casa y aprendiese el
idioma de mi padre.
,.' 1"""" de su rifle en mis costillas. ¿A qué se refería? Pagué la multa y el tipo de la
~ .;¡ -¡Conteste a la señora! -gritó el militar en su lengua ventanilla me devolvió diez centavos, equivalentes a
X • materna. unos dos de dólar. Lo miré y me quedé esperando.
~ ~ No había ninguna confusión posible con respecto al -¿Y el resto? -pregunté mansamente.
,J ~ significado de esa orden. -¡Ah, sí, lo olvidé! -respondió y sonrió, dejando al
(" -.,/ -Sí, soy culpable -respondí de inmediato en la descubierto los dientes ennegrecidos bajo un tupido
lengua del fusilero. Era el responsable de todas esas bigote. Le hizo una señal a un uniformado, quien fue a
.¿ cosas desagradables: las palabras soeces, la arrogancia buscar mi maleta y me la entregó. Tras lo cual, ambos
't
I
típica del gringo y la impaciencia norteamericana con mostraron sus dentaduras.
. respecto a los mexicanos huevones. Sí, debían llevarme -Gracias, pero ¿dóndeestá el resto de mi cambio?-in-
\ \ de inmediato a la guillotina. quirí con humildad, puesto que podía ver la luz del día
Aún estaría confinadoen la cárcel de CiudadJuárez, si a través de la ventana, es decir, que me hallaba a un paso
no hubiese sido por mi habilidad para valorar la situa- de distancia de mi libertad-. La magistrada me informó
ción. Debía esbozaruna sonrisa y mostrarme avergonza- que la multa era de 1 200 pesos.
do, tal como hacía después de que mi madre me molía a -Sí, es cierto... pero, hay que sumar a esa cantidad el
palos. En cierta ocasión, los chicos del West Side me impuesto, el hospedaje y los alimentos.
contaron que el señor Roscoeno permitía que los mexi- Susonrisa era tan amplia y sus ojostan profundos bajo
canos nadaran en la alberca del sector norteamericano de las arrugas de la frente, que consideré innecesario el
Riverbank. Pero no me fié de sus palabras. En su lugar, seguir arriesgándome. Así que me eché a andar, pero
tomé en préstamo la mejor toalla de mi madre y una el empleado me detuvo con una pregunta.
moneda de mi viejo. Al llegar a la instalación deportiva, -Oiga, señor, ¿no cree que me sería de gran utilidad
me dirigí a la alta pelirroja que cobraba en la entrada y "I
ese cuchillo que lleva en la maleta?
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-¿Cuchillo? -inquirió con un grito el sargento. mostrar quién soy? Bizqueo. Sólo traigo en los bolsillos
-Me lo regaló un amigo. Es un cuchillo de monte. ocho centavos. Y un clarinete y una cámara dentro del
-Déjeme verlo -dijo, agitando la cabeza con tristeza. maletín.
"Por supuesto, no se podía permitir que un criminal -No. No tengo nada para probar quién soy... sólo mi
rondara las calles de CiudadJuárez con un cuchillo en la palabra.
maleta", pensé. Entonces, inspecciona meticulosamente el contenido
El empleado agradeció el regalo. Por mi parte, respiré del maletín, manoseando tanto la cámara como el clari-
con alivio cuando sentí la luz del sol en la piel. nete.
El resto de la mañana lo dedico a caminar lentamente -Bien. Pero te sugiero que la próxima vez traigas
en la ciudad del I?ecado y de las luces multicolores. Han contigo alguna identificación. No pareces norteamerica-
desapareCio«)las-fuu}eres bien moldeadas con labios no, ¿sabes?
de rubí. Las cantinas están mudas. No veo a ningún Tres cuadras más adelante, empeño la cámara y el
proxeneta. La ciudad ha entristecido. El polvo se adhiere clarinete. Recibo quince dólares. Me registro en el Grand
a las paredes cubiertas con pintura barata. Las aceras Hotel del centro de El Paso. Me siento en el borde de la
están tapizadas con mazorcas de maíz desgranadas, hojas única cama del cuarto verde y quito la ropa infestada de
de tamal, corazones de manzana, latas vacías de cerveza cucarachas que cubre mi pellejo devorado por las chin-
y mierda de perros. En horario matutino, con dos centa- ches.
vos en el bolsillo y la invitación a largarme, Juárez es la Me paro desnudo frente al espejo. Miro la ímagen'x
ciudad más deprimente con la que pueda uno toparse. reflejada entre sollozos. El pecho se estremece y los
Con la cabeza clavada en el pecho, me acerco al hombros se ablandan. Soy un búfalo prieto solitario y
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guardia del lado mexicano del límite internacional y le temeroso en un mundo que yo nunca construí. Penetro
-,\r"º pago los dos centavos de peaje. Atravieso el puente · v
en las entrañas de la noche y desfallezco ante la confu- I ' <f .
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cargando la maleta, la cual es revisada después por la
patrulla fronteriza.
-¿Dónde naciste? -pregunta un rubio alto equipado
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sión prevaleciente en las últiIIléls33 horas-o IJ 1)41 "-'~·'' tu
AñfOTOSófos-yobservo]o'srayos'de luz qüe atraviesan -"""""'=
la ventana. Un nuevo día, Me levanto con un salto y me
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'~,<i' con una Magnum calibre 357. estiro para vigorizar el paso de la sangre cetrina. Aporreo
-En El Paso. mi pecho al tiempo que vocifero el llamado de Tarzán en
-¿Eres norteamericano?-indaga tras escudriñar mis medio de la selva, Como no ingerí suficientes proteínas,
pies y mi cuello de tortuga. la pérdida de peso ha sido en vano. Superé a Charles Atlas
-De San Francisco -respondo al tiempo que mi a los diez años de edad y ningún bravucón de la playa
corazón late con violencia. volverá a arrojarme arena con los pies a la cara, [maldi-
-¿No que de El Paso? ción!
-Soy abogado. Nací en El Paso y trabajo en Prisco. Me precipito escaleras abajo, para llamar por teléfono
Sonríe y voltea a ver a su compañero, quien le está a mi hermano desde el vestíbulo. Me recomienda la
arrancando a una anciana mexicana una bolsade aguacates. sobriedad y el regreso a casa. Le explico que no estoy
-¿Dónde están tus documentos? borracho. Que salí a corroborar todo lo verificable,
-Perdí la cartera ... Soy ciudadano. pero que no encontré respuestas. Que un hijo de puta
-De acuerdo; pero, ¿puedes probarlo? ¿Mostrarme afirmó que yo no era mexicano, mientras que otro dijo
algo? que tampoco era norteamericano. Le aclaro, por tan-
¡Válgame Dios!, pienso. ¿De qué dispongo para de- to, que no tengo raíces en ninguna parte.
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.,
__,

-¡Dios mío! Óscar, me parece que estás llevando las Salgoapresuradamente a la calle para ir a comprar una
cosas demasiado lejos -comenta Bob. docena de barras de chocolate Snickers con mi último
¿Acaso no entiende que vine a este sitio para indagar dólar. Pronto llegará el giro postal de Bob. De regreso a
quién soy? No quería ser abogado. Apenas podía arre- mi habitación, tomo un par de revistas del vestíbulo. Me
glármelas con mis propios problemas. En consecuencia, tiendo en la cama y leo todos los artículos. Tengo que
debía buscar mi identidad para dedicarme después a estar en forma para la actividad por emprender.
aquello que se supone que debo hacer. El número de enero de la revista Look contiene la anéc-
-¿Quieres saber algo? Has comenzado a hablar como dota escrita por un abogado que trabajaba con el senador
papá. Dodd. El articulista se había apoderado del archivo
Me cuenta que está en bancarrota. Quebrado como yo. personal de éste y, con base en ello, lo acusó de corrupto.
Que no puede financiar mi viaje con Scott a Guatema- Setrataba, sin duda, de un espía, de un agente secreto que
la. Que ignoraba que hubiese una revolución en ese país. laboraba para los chicos buenos. La pantalla perfecta.
-Además, aun en el caso de que no te revienten el culo ¡Diablos! A mí no podrían jamás desenmascararme. Soy
de un plomazo, ¿a quién le venderás la historia? ¿Quién muy mañoso. Soy capaz de imitar cualquier gesto. No en
la publicará? vano he sido jugador de futbol, borracho, predicador,
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-Eso no me preocupa. Sólo quiero escribir. De todos matemático, músico, abogado y... un búfalo prieto.
modos, conozco a un escritor de Alpine, quien me pondrá Vuelvo al vestíbulo y le pido a la mujer de facciones
en contacto con un editor, una vez que esté terminada la toscas, sentada en una rígida silla, que me facilite una
obra. pluma. y hojas de papel. En la soledad del cuarto verde,
: -¡Mierda! ¡Cálmate!... Mira, si quieres escribir sobre escribo cartas a aquellos individuos que podrían aprove-
,cuestiones revolucionarias ... ¿Has oído mencionar algu- char a un hombre con mi experiencia y vastos conoci-
/ na vez al Brown Power? mientos mundanos.
-¿Te refieres a los negros? Le explico al presidente Johnson la conveniencia de
-No. Te estoy hablando del Poder Mestizo. De los que incluya a un mexicano en su próxima campaña,
chicanos que viven en East L.A. y publican La Raza. puesto que puedo conseguir el voto chicano de East L.A.,
-No sé nada de ellos. ¿Por qué? lugar de residencia de un millón de búfalos prietos.
-Leí que van a comenzar a alborotar. Un grupo Asimismo, le insinúo algo sobre Nixon y su esposa Pat.
llamado Los Boinas Pardas, o algo por el estilo, está Redacto una nota para Robert F. Kennedy y le recuer-
organizando una huelga escolar ... no conozco los deta- do el sueño de su hermano. Critico su declaración de que
lles... Pero, mira, eso suena ... más práctico. Puedes ir a no está dispuesto a competir por la presidencia en 1968.
Los Ángeles, escribir sobre esa revolución, vender la Le pregunto si recuerda el día en que estrechó mi mano
historia y, luego, viajar a Guatemala. durante la inauguración del Viva Kennedy Club, celebra-
La bomba explota en mi cabeza. Luces intermitentes. da en el distrito de Mission, en el verano de 1960.
Estrellas. Veo todo con claridad. A esa labor me han En California, el único funcionario electo que tiene
destinado los dioses. ¿Por qué no se me ocurrió antes? Le antepasados de búfalo es Edward Roybal, un congresista
doy las gracias, lo alabo y le pido que me envíe inmedia- de Los Angeles. Aél le presento un esbozo autobiográfico
tamente 50, dólares. Cuelgo. Abordaré un Greyhound y le informo que me dirijo a L.A., con objeto de ayudarlo
hacia Los Angeles, llamaré a mi primo Manuel y me a enderezar la situación problemática de los habitantes
alojaré en su casa hasta concluir la historia de Los Boinas de origen mexicano.
Pardas. ¡Maldición! ¿Por qué no se me ocurrió antes? Pido a cada uno de ellos la entrega inmediata de

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efectivo. El dinero necesario para iniciar un proyecto. Siles pongo que nos llamemos a nosotros mismos el pueblo de
interesa, pagarán. En caso contrario, que Dios se apiade los Búfalos Prietos ... No, no es un nombre indígena,
de ellos. ¡válgame Dios! ¿No lo entienden? ¿Saben qué es un 1
Termino las cartas y me doy cuenta de que ha oscure- búfalo? Claro, es el animal que todo el mundo ha \
cido. Las luces provenientes de los bares, de las casas de masacrado. Tanto los vaqueros como los indios aún lo
empeño y de los cines forman imágenes extrañas en las persiguen ... y, debido a que tenemos raíces en nuestro ·
aceras pobladas de mexicanos de Ciudad Juárez que pasado mexicano, sangre de nuestros antepasados azte-
andan de compras. Abundan los soldados y marineros en cas, de ahí se desprende la naturaleza prieta.
busca de hembras. Me acerco a un marinero borracho, Caminé bajo la lluvia nocturna hasta que amaneció.
cuya camisa arremangada deja al descubierto un par de Elaboré el plan, fundamenté sus aspectos filosóficos y
dragones impresos en la piel, para pedirle algunas mone- establecí las pautas de la organización. Cuando contara
das. Envío las cartas y compro una taza de café con su con el apoyo de un millón de Búfalos Prietos, presentaría
dinero. la demanda de creación de una nueva nación tanto al
Una lluvia ligera comienza a caer cuando atravieso el gobierno de los Estados Unidos como a las Naciones
centro cívico. Las personas corren en busca de un techo. Unidas ... luego, desaparecería para dedicarme a escri-
Los borrachos y los maricas son los últimos en abando- bir. No deseo ser un político. Ni quiero guiar a nadie.
nar las bancas instaladas a un lado de las fuentes. Carezco de un ego práctico y no soy ambicioso. Me basta
El plan es muy sencillo. Si ustedes creen que soy • con hacer lo correcto. Una sola vez en muchos siglos,
ingenuo, tonto y chambón, se llevarán una sorpresa. Por surge un hombre que habla por su pueblo. Ahí tienen a
una parte, haré que mi primo reúna a todos sus amigos; Moisés, Mao y Martin Luther. ¿Quién puede afirmar que
por la otra, hablaré con Los Boinas Pardas y los conven- yo no sea tal hombre? ¿No es ésa la causa por la cual los
ceré de que asistan a la reunión, con objeto de reclutar dioses me enviaron a Riverbank, Panamá, SanFrancisco,
revolucionarios. Después de la debida presentación, les Alpine y Ciudad Juárez? ¿El motivo por el cual haya
explicaré todo: aprendido tantos oficios? ¿Quién se atrevería a negar que
/ Damas y caballeros ... me llamo Óscar Acosta. Mi soy único? -,
padre es un indio de las montañas de Durango. A pesar A lo largo de meses, de años o, mejor dicho, durante >
de que no puedo expresarme en su lengua ... No olviden toda la vida, he tratado de averiguar quién soy. ¿Por qué
que el español es el idioma de nuestros conquistadores. creen que me volví bautista? ¿Por qué me aferré a nadar
Y que el inglés es la lengua de nuestros otros conquista- en la alberca de Riverbank? ¿Me convertí en abogado con
dores ... Nadie nos preguntó jamás a mi hermano o a mí el único fin de demostrar a los editores que podía hacer
si queríamos ser ciudadanos de los Estados Unidos. algo que valiera la pena? ~
Todos nosotros lo somos por omisión. Robaron nuestra Cualquier idiota que se quede en el plano de las \
tierra y nos esclavizaron casi por completo. Destruyeron apariencias no comprenderá nada. ¡Por Dios! Nunca me
a nuestros dioses y nos doblegaron ante la imagen de un he visto o sentido inferior a ningún hombre o bestia. Mi I
hombre muerto que ha permanecido colgado durante único error ha sido buscar la identidad en una persona, i
dos milenios. Ahora, lo que necesitamos es, ante todo, nación o periodo histórico ... En el momento presente, en
asignarnos un nuevo nombre. Requerimos una nueva este día lluvioso de enero de 1968, me doy cuenta de que
identidad. Un nombre y un idioma propios ... Por tanto, no soy mexicano ni norteamericano. Ni católico ni
propongo que nos llamemos ... ¿Qué es esto? ¿Noquerrán protestante. Soy chicano por estirpe y Búfalo Prieto por
que ataque nuestra religión? Bueno, de acuerdo ... pro- elección. ¿Les cuesta tanto trabajo entenderlo? ¿O acaso
\258 259
/
prefieren hacerse los tontos por miedo a que me desquite
con ustedes? ¿Le temen a las manadas que fueron
sacrificadas sanguinariamente con objeto de hacerles la
vida un poco más placentera a ustedes? A pesar de que
todos ustedes habrían sobrevivido sin comer nuestra ~
carne, sin utilizar nuestra piel para abrigarse y sin colgar
en la sala de su casa nuestra cabeza como trofeo, no les
deseamos ningún mal. No somos un pueblo vengativo.
(Comosolía decir mi viejo, el indio perdona ... pero nunca
[olvída.¿ Esto es, damas y caballeros, lo que quería
plantearles. A menos que permanezcamos unidos, los
búfalosprietos nos extinguiremos.Yno deseo vivir en un
\ mundo donde no haya búfalos prietos.
El giro postal de Bob llegó al día siguiente. Me aco-
modé en un asiento de la parte posterior del Greyhound,
cuando las llantas del autobús se enfilaron hacia la vía 66.
La luna llena brillaba sobre los montes, mientras yo
continuaba pensando en los detalles de mi próximo viaje.
El sol rojo del alba apareció entre las colinas de San

Bernardino, cuando el Greyhound comenzó a recorrer
las enormes planchas de concreto de L.A., donde los
automóviles transitaban a gran rapidezjunto a hileras de
palmeras.
/ Habíamos arribado a Los Ángeles, la ciudad más
detestable del mundo. Pronto visitaría a mi primo en East
L.A., hogar de la manada más numerosa de búfalos
prietos de todo el planeta. Comería tortillas y frijoles
refritos, y charlaría sobre los viejos tiempos en
Riverbank... poco después, me convertiría en Zeta, el
abogado chicano más famoso del mundo que había
contribuido a dar inicio a la última revolución... Pero,
'-...comodiría el viejo DocJennings, ésa es ya otra historia.

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260
¿Qué es un búfalo prieto?
Una elección que hace el autor, quien
asume también su ser chicano,
identidad heredada por sus
antepasados. ¿Qué se puede ser
antes de búfalo prieto? "Samoano',
"azteca", "príncipe de Mongolia"
-según se autodenominaba Óscar
Zeta Acosta-, abogado de la
Asistencia Social, misionero
bautista, sujeto peligroso armado
con cuchillo ...
Pero ¿qué significa ser búfalo prieto?
Es la vida misma del autor, su
autobiografía aquí narrada. Las
circunvalaciones de Jos barrios
chicanos al mundo psicodélico de
los últimos años sesenta. Las úlceras
y la sordidez de los servicios legales
en Oakland. Ir de San Francisco a
Aspen con más "chochos" que dinero
en los bolsillos. El duermevela en el
"sueño americano", para despertar
repudiando la pesadilla que siempre
ha estado ahí. El examen del pasado
para acometer el futuro, obsequiando
al lector las historias que el autor
nunca se atrevió a contarle a su
psicoanalista.
Sólo leyendo, prácticamente
escuchando, a esta voz excepcional
de la cultura y la literatura de
ISBN 970-05-0557-X
Estados Unidos, se podrá conocer-
experimentar lo que es un búfalo
prieto.

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