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Ficha Doble Entrada – Escenarios Interdisciplinarios de la Familia

Seminario de Familias
UCR – Prof. Hilda Castillo
B50416 – Neil Amador Nájera – I Ciclo 2018

Quintero Velásquez, Ángela María. (2001). Escenarios Contemporáneos de la Familia.


XVII Seminario Latinoamericano de Escuelas de Trabajo Social: Familia,
Ciudadanía y Transformación Social desde la dimensión humana. ALAETS,
CELATS, Lima.
No es posible hacer una demanda al Estado
en aras de que este sea quien asuma la
responsabilidad por la “gestión” de las
familias. Esta ha sido una crítica que se le
ha hecho a los sectores de izquierda quienes
procuran un establecimiento de
organización donde el Estado esté
involucrado activamente en la
administración de las familias. Considero
“demandarle al Estado que asuma el papel que la función del Estado, más que trabajar
que le corresponde en el cuidado preventivo en el cuidado de las familias, debería velar
y terapéutico de la Familia, especialmente en primera instancia porque las clases
con sus miembros más vulnerables y obreras tengan posibilidades y
desprotegidos: niños, ancianos y oportunidades iguales para poder optar por
discapacitados” (Quintero, 2001:3) un desarrollo más adecuado según sus
intereses. Esto además, omite a su paso que
los y las niñas, ancianos y ancianas, y todas
las personas con algún tipo de discapacidad
no son vulnerados per sé, sino que persiste
en su fondo, toda una omisión estructural a
sus condiciones particulares, y por lo tanto,
la labor del Estado no debería ser prevenir
su vulnerabilización, sino promover
espacios y construir infraestructura que

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descoloque estas condicionantes del
entorno, provocando de forma inmediata
que estas poblaciones no se encuentren más,
violentadas sistemáticamente.
No debería ser responsabilidad del Estado
prevenir la violencia (claro que lo es, pero
no en este sentido se dice), sino que, su labor
fundamental es procurar que existan los
mecanismos para minimizar o eliminar el
que esta violencia se ejerza sobre estas
poblaciones.
Si bien es cierto se entiende la familia como
una institución social, que sí, tiene una
enorme importancia dentro de la
configuración histórica de la sociedad en
general, dentro de este esquema la
concepción de familia no está en relación
“La Familia es entendida como una únicamente al entorno social al cual se
institución social, como un grupo y como el vincula, sino que es un producto histórico
más representativo de los sistemas que se ha configurado de forma
humanos, pero en términos contemporáneos predeterminadas para procurar el
se aprecia más su carácter socio-ecológico, mantenimiento de cierto ordenamiento
que da cuenta de la relaciones con el social; esto además limita la comprensión
entorno, con el contexto cultural al que que se tiene de la familia como promotora
pertenece.” (Quintero, 2001:7) de la producción y reproducción de
relaciones sociales tanto en el ámbito
privado, como en el público, pero que
converge con la reproducción ampliada del
Capital, como relación social, y del
capitalismo como sistema económico de
producción, es por tanto la familia –

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independiente de su configuración en
términos de parentesco o no– la principal
fuente de reproducción ideológica, cultural,
social y económica del orden social
concebido, es decir, si una nueva
configuración familiar, va a ser poco
probable un cambio macro estructural de
orden radical, donde por ejemplo, el
patriarcado sea superado.
Si bien es cierto anteriormente se puede
argumentar una menor proyección social de
la familia, y una falta de intervención estatal
mediante políticas públicas dirigidas
Sobre las familias en décadas anteriores la
exclusivamente a estas, sea para su
autora señala que “Pertenecía al ámbito
protección o no, existe también un elemento
privado, doméstico, lo íntimo, lo que
que se omite, se trata de –insisto, cuales era
implicaba mayor intensidad de las
aquellos elementos que le eran más
interacciones intrafamiliares y menor
“rentables” al capital para poder generar
proyección a lo social. Esto explica también
réditos mediante la absorción de las familias
la ausencia de políticas estatales de atención
como actor social que no está protegido bajo
y protección a la familia. La influencia
legislatura del Estado. En este sentido el
judeo-cristiana se materializaba en el
Estado juega un papel importantísimo como
predominio de las ceremonias religiosas
procurador de condiciones de vida mínimas
(mayoritariamente católicas), para el
para que las familias puedan reproducir
matrimonio, bajos índices de separaciones
activamente la fuerza de trabajo necesaria.
conyugales y no pluralidad en las creencias.
Tan es así, que, la inserción laboral de las
Las uniones maritales eran más por
mujeres sucede cuando mal llamado Estado
conveniencia.” (Quintero, 2001:7-8)
de “bienestar” entra en crisis, y la mujer se
ve en la obligación de salir de la casa a
buscar trabajo porque con un solo salario no
es posible el mantenimiento del hogar.

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De igual forma, la tradición judeo-cristiana
juega un rol de gran relevancia en la
construcción de estas familias, que se
extiende hasta la actualidad con algunos
cambios, si bien importantes, siempre de
base conservadora. Esto se ve reflejado en
los roles de género que antes estaban
naturalizados y que hoy en día se siguen
asumiendo como normales, con mucho más
frecuencia por ejemplo en familias en
alguna situación de vulnerabilidad social.
Quisiera hacer énfasis en el señalamiento
que hace la autora sobre dos cosas: (1) la
recarga funcional en la mujer en torno a las
“Democratización en las relaciones de
relaciones de género que se sustentan en las
género, pero con recarga funcional en la
familias. (2) En que si bien, el poder y la
mujer, quien además del cumplimiento de
autoridad al interior de la familia tiende
sus roles tradicionales de ama de casa,
cada vez más a ser asumido y compartido
madre y administradora del hogar, debe
por ambas partes: hombre y mujer, persiste
atender los compromisos generados por su
una base de orden profundamente
vinculación al sector productivo y otros
conservador donde hay una recarga
espacios socio-culturales. Sobresale el
funcional sobre la mujer. Por tanto se deriva
acceso femenino a la capacitación en todos
de ello la crítica a la autora, que parece
sus rubros: tecnología, informal, secundaria,
contradecirse, porque si bien existe una
postsecundaria. El poder y la autoridad al
tendencia a compartir las responsabilidades
interior de la familia tiende a ser compartido
del hogar –todas y por igual– existe un
entre ambos padres o lo sustitutos; con
resabio importante de patriarcado
relevancia de la mujer cuando asume la
jerárquico, vertical y de orden socio-
jefatura.” (Quintero, 2001:9)
estructural en esta conformación, dado el
recargo funcional que se continua
reproduciendo al interior de las familias

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sobre la mujer: esto en relación sobre todo,
con el cuido de las y los hijos, entre otras
tareas del hogar.
Parece ser que a la mujer no le ha bastado
con liberarse de sus roles tradicionales y
vincularse activamente al mundo laboral,
sino que se continua incluso en mujeres de
clases sociales mucho más favorecidas, su
(eterno) papel de madres y reproductoras de
la especie, que al mismo tiempo permite la
perpetuación del sistema patriarcal, el cual
claramente se encuentra anclado a la
continuidad del sistema capitalista.
Parece preocupante que el papel del Trabajo
Social deba asumirse desde el trabajo con
las familias en aras de que estas puedan
insertarse activamente en la dinámica de un
“nuevo orden mundial”. Cabría preguntarse
con ello ¿cuál es ese orden mundial?
¿Cuáles son los valores que intenta
“En esencia esto es asumir un compromiso reproducir? ¿Debería ser el rol de la
ético y político en el nuevo orden profesión adherirse sin mayores críticas a
mundial...” (Quintero, 2001:14) este orden social?
Parece que la tarea en este sentido es por
demás amplia, ya que no está claro si se
pretende un reformismo sin mayor
incidencia en el aparato estructural del
Estado y el Capital, o bien se pretende
reformular para una sociedad
revolucionaria.

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