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 COMPRENDER LA PATERNIDAD Y MATERNIDAD COMO UNA

ACTITUD PERMANENTE DE DAR VIDA A LOS HIJOS.

Nada más maravilloso en la creación que la vida, por eso, nada más grande que la
paternidad y la maternidad. Sólo la vida nos hace padres, sólo la vida nos hace
hijos. No somos padres si no damos vida, por eso ser padres es algo más que
engendrar, que transmitir vida, ser padres es comprometernos con alguien y
ayudarle a crecer.

A lo largo de la vida vamos dejando huellas de nuestro pensamiento, trabajo y


quehacer diario, pero la huella más grande de nuestro paso por la historia serán
siempre los hijos. Ellos justifican nuestros esfuerzos, luchas, preocupaciones,
sudores de cada día. Aunque triunfemos en muchos campos, si fracasamos como
padres nos sentiremos insatisfechos, porque por encima del dinero, de la profesión,
están nuestros hijos que son la gran misión de nuestra vida.

Esto implica que lo esencial para nosotros como pareja sean nuestros hijos y no
los amigos, ni siquiera el trabajo o el ansia de ganar más, ni una afición deportiva,
ni la televisión, ni el alcohol, ni los compromisos sociales. Ellos para valorarse
necesitan sentirse valorados por nosotros por encima de todas las cosas.

La formación de un hijo no la podemos delegar en nadie, ni siquiera el uno en el


otro como esposos, ni ambos en la empleada, ni en el colegio ni en los abuelos.
Nuestra misión es intransferible porque es una VOCACIÓN, es el MÁXIMO DE
TODOS LOS QUEHACERES HUMANOS.

La paternidad, la maternidad son la emocionante aventura de progresar en una


relación. No es propiamente una tarea, un cumplir con una lista de obligaciones,
hacer el papel de padre o madre aisladamente, ni tampoco trabajar para satisfacer
las exigencias de un compromiso temporal. Es una experiencia plena de
satisfacción y de sentido que dura toda la vida.

La tarea de darles vida física ya se cumplió, ahora es preciso ayudarles a crecer


integralmente, a desarrollar sus dimensiones física, mental , socioafectiva y
espiritual, es necesario desarrollar sus talentos porque ser padres tiene que ser
una continua y constante experiencia de dar vida.Recordemos que un hijo es un
mundo de posibilidades pero también un mundo de riesgos, afortunadamente
tenemos a los hijos en el momento en que ellos construyen las bases de su vida,
es el momento de SEMBRAR, después vendrá la cosecha, de nosotros como
padres depende no desaprovechar esta oportunidad de la vida.

EVALUAR LA CALIDAD DEL VÍNCULO QUE SE HA CONSTRUIDO CON


LOS HIJOS CON EL FIN DE DEFINIR ESTRATEGIAS PARA
FORTALECER LA RELACIÓN CON ELLOS.
La relación con los hijos en el ámbito familiar conlleva conflictos de forma habitual, pero es
bueno tomar en cuenta algunos aspectos para que estos conflictos puedan ser resueltos de la
mejor forma.

Cualquiera que sea su situación, sea casado, sea madre o padre soltero, abuelo, o tutor legal del
niño, puede disfrutar de una buena relación con su hijo. Esto lo puede hacer siempre y cuando
esté abierto al diálogo y disponible para sus hijos, mostrándoles que los quiere y forjando una
relación de confianza mutua.

También es importante que actúe cómo un padre de familia. ¿A qué nos referimos con esto?
Muchos padres tratan de ser el amigo de su hijo o hija. Pero eso no es lo que él o ella en verdad
necesita de usted. Lo que necesita es un padre o una madre. A veces puede que usted no les
guste a sus hijos y se enojen con usted, por ejemplo, cuando usted refuerza las reglas. (Pero
tenemos que admitirlo: esto es una parte normal de ser padres). Sin embargo, sus hijos igual lo
amarán y lo respetarán. A continuación ofrecemos algunas sugerencias:

Existe una serie de aspectos importantes a tener en cuenta para tener una buena relación con
sus hijos:
 Mantenga una buena comunicación y cultive la confianza de sus hijos.
 Muéstrele abiertamente el afecto que le tiene.
 Respete el espacio propio de sus hijos. No invada su espacio cuando su hijo no se lo
permita.
 Marque los límites de forma amable y con tonalidades de voz adecuados (no gritar).
 Evite imponerles cosas a su hijo que no sean fundamentales y que en realidad, responden
a sus propios deseos.
 Trate de no cumplir sus propios deseos a través de sus hijos
 Respete el proyecto de vida de su hijo, apóyelo y bríndele oportunidades para que pueda
conocer varias posibilidades de vida.
 Háblele con la verdad
 Muestre respeto hacia sus hijos y espere lo mismo a cambio.
 Ayude a sus hijos a ser saludables desde el punto de vista emocional y físico.

• Permita que su hijo exprese sus sentimientos, incluso los cargados de hostilidad o tristeza.
• Consuele a su hijo y dele ánimos siempre que lo vea alterado.
• Ponga a salvo a su hijo de las disputas y los desacuerdos entre usted y su pareja.

 Establezca reglas y límites racionales para el comportamiento de su hijo, de acuerdo con su


edad y desarrollo.
• A la par de la disciplina, elogie a su hijo tanto como pueda.
• No le ponga sobrenombres a su hijo ni tampoco calificativos desagradables
• Fije metas realistas para su hijo.
• Evite cometer excesos enfrente de su hijo, sobre todo consumo de alcohol.
• Tómese su tiempo para jugar con su hijo o pasar un tiempo de ocio.
DIFERENCIAR LAS ACTITUDES PROPIAS DE UN BUEN PADRE
Y UN PADRE RESPONSABLE .

FUNDAMENTOS

La educación de un ser humano es ciertamente una misión muy delicado y difícil. Se requiere
prudencia y tino más que cualquier otra tarea. Aquí se trabaja con lo más grande e importante de
la creación que son las personas.

Alguien dijo que. en la práctica de La vida diaria, podemos descubrir dos maneras de educar: la
del escultor y la del jardinero.

— La del escultor. El escultor trabaja teniendo delante de sus ojos un trozo de mármol o
madera y en su mente una idea, un sueño. Usando un cincel, va día tras día golpeando sobre la
materia transformándola, haciendo realidad su sueño.

Así también. Lo hacen algunos padres o educadores con sus hijos o educandos. Imponen sus
ideas, criterios o actitudes. Quieren hacerlos exactamente a su imagen y semejanza sin pensar
que son distintos.

— La del jardinero, El jardinero, en cambio, sabe que una semilla o una planta tiene por
dentro la vida, la fuerza, Que a él sólo le corresponde dañe un ambiente adecuado donde pueda
despertar y crecer. Colocarla al sol o a la sombra, según convenga. Regarla. abonarla y esperar,
con gran paciencia. el tiempo de las flores y de los frutos.

Un verdadero educador sabe, por ejemplo, que el niño tiene dentro de si una fuerza que lo impulsa
a vivir, un conjunto de valores, cualidades y defectos...Una manera de ser que lo puede llevar a
realizar algo importante en la vida. La misión del educador será, entonces, ayudar a ese niño a
descubrir cuál es su vocación, para qué sirve, qué quiere Dios de él y cómo puede realizarlo. Para
eso, debe proporcionarle un ambiente propicio y un testimonio noble y generoso. Debe enseñarle
a vivir y a ser sujeto de su propio desarrollo.

Ser padre es ser un compañero de viaje.

DOMESTICAR, INSTRUIR, EDUCAR

Para precisar un poco más, es bueno distinguir la diferencia que existe entre estas tres palabras.

— Domesticar
Posiblemente más de alguno de nosotros ha amaestrado en la vida a algún perito regalón y le ha
‘enseñado” a hacer ciertas gracias. Por medio de un chasquido o de un grito de mando, el animal
hace nuestro deseo cada vez que se lo ordenamos. iEs tan obediente este perrito!, decimos...

La educación no Tiene por finalidad condicionar al ser humano en un conformismo al medio social,
ni a la doctrina del Estado del momento. No pretende hacer adaptarse a consignas, a situarse
tranquilo y considerado en un mundo satisfecho.

— Instruir
La instrucción se imita, generalmente, a enriquecer un aspecto de la persona, es decir, la
inteligencia mediante la acumulación de conocimientos, Es indispensable adquirir conocimientos
nuevos pero eso no basta. Hay personas que saben mucho, pero no saben vivir, no saben aplicar
a su vida diaria los conocimientos.

— Educar
La educación, dice, Puebla, tiene como objeto humanizar y personalizar al hombre orientándolo
hacia su último fin. (P. 1024). Educar es enseñar a vivir, es hacer crecer .01 ser humano para que
sea más en todos los aspectos de la vida.

Educar supone ayudar a descubrir un Ideal que está más allá y ayudar ~ caminar hacia él. cada
día. Es enseñar a no dejarse llevar por el egoismo. n4 por los Impulsos naturales, sino a saber
controlarse. Es enseñar a obrar conscientemente y a preocuparse por servir a los demás.

Educar es convertir al educando en sujeto, no sólo de su propio desarrollo, sino también del
desarrollo de la comunidad (Puebla 1030).
 RECONOCER ALGUNAS FALLAS EN EL EJERCICIO DE LA
AUTORIDAD Y COMPRENDERLA COMO SERVICIO PARA
QUE EL HIJO CREZCA .

AUTORITARISMO
Máxima dirección mínimo afecto.
Muchos padres creen que autoridad es sinónimo de poder, de « yo siempre tengo
la razón», Concebida así la autoridad los métodos son del estilo impositivo de
dominación, represión y sometimiento. Se imponen los gustos, manías,
esquemas y prejuicios de los padres anulando a los hijos.
Estos padres programan al mínimo los detalle las actividades de sus hijos, no
menos del 60% de los comentarios que tienen con los hijos es para darles
órdenes. Cuando lo critican, lo hacen no de las acciones mal realizadas, sino de
la persona de su hijo: “ eres un inútil ”.

Puede producir en los hijos sentimientos distintos:

De culpabilidad: ante la imposibilidad de cumplir todas las normas y deseos de sus


padres, se reconocen culpables de hacerles sufrir y se tornan niños resignados

De máscara: ante sus padres aparenta una cosa, pero luego hacen otra diferente
, su actuación es doble según estén presentes o no los padres.

Agresividad: Se muestran huraños, se minusvaloran. Este tipo de niños es el mejor


caldo de cultivo para ciertas enfermedades psicosomáticas: fobias, úlceras,
terrores nocturnos, fobias etc. Puede también descargar su agresividad sobre los
otros, su hermano pequeño, sus compañeros de colegio, y esto hace que cada vez
mas los de su edad se distancien de él, al sentirse menos querido, aumenta su
agresividad, entrando así en un círculo vicioso.

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