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Antecedentes
Alemania Occidental realizó transferencias a Alemania Oriental, siendo gran parte de estas
financiadas a través del sistema de seguro social. Los alemanes desempleados y retirados
del Este recibieron beneficios sin haber pagado en el sistema y sin una base sólida de
contribuciones por su parte. Por lo tanto, las tasas de contribución tuvieron que aumentar
significativamente de 17.7% a 20.3% para el seguro de vejez y de 4.3% a 6.8% para el
seguro de desempleo. Cuando el desempleo en Alemania aumentó durante de la década de
los 90, muchos economistas lo atribuyeron a los altos costos laborales no salariales que
llevaron a un alza en el costo de la mano de obra.
Otra fuente de vital importancia para financiar la unificación fue la deuda pública, esta
aumentó de aproximadamente el 40% en 1991 al 60% del PIB para 1999. La tasa de
descuento aumentó de menos del 3% en 1988 al 8.2% en 1992, destruyendo así el Sistema
Monetario Europeo. Alemania aceptó el fin de su hegemonía macroeconómica en Europa
como el precio político de la unificación.
nacionales por la moneda común (el euro) y también fijaba una serie de condiciones
económicas de convergencia, estas últimas relativas a la estabilidad de precios dentro de
unos parámetros establecidos, al déficit público, a la deuda pública y a los tipos de cambio,
que eran de obligado cumplimiento para los países que quisieran integrarse a la Unión
Monetaria Europea. Esto significó para Alemania un periodo de tasas de interés reales
relativamente altas, baja inflación y lento crecimiento.
Por lo tanto, el problema central en la década de 1990 fue el alto desempleo y, en parte
como resultado, las débiles finanzas públicas. Ambas cuestiones dominaron el debate
público y finalmente condujeron a las reformas de la llamada Agenda 2010 propuesta en
2003 por el gobierno, liderado por el entonces canciller, Gerhard Schröder, de las cuales se
desarrollarán más adelante.
Desarrollo
Matilde
En 1997, el canciller Kohl propuso una importante reforma de las pensiones y consiguió
que el parlamento aprobara la ley explicando que el sistema alemán se había vuelto
insostenible. Un año más tarde, en 1998, Kohl perdió las elecciones y fue sustituido por
Gerard Schroeder. Una de las primeras decisiones del nuevo canciller fue revocar la
reforma de las pensiones de 1997. Esa medida provocó un aumento de la incertidumbre
sobre la futura renta. Como consecuencia, los hogares alemanes comenzaron a ahorrar más.
La tasa de ahorro aumentó de un 9.8% de la renta disponible en 1997 a un 15.8% en 2000.
Debido al escaso crecimiento presentado por Alemania en el año 2002, con tan solo un
0.2% y al incremento del consumo del sector público en un 0.7%, la Oficina Federal de
Estadísticas informó que por segundo año consecutivo el país germano superaba los límites
permitidos por el pacto de Estabilidad y Crecimiento de la zona Euro, con un déficit
público que en 2003 alcanzó los 86,000 millones de euros, un 4% del PIB, el cual venía
precedido en 2002 con un déficit de 3.5%.
Conclusión
Como respuesta del gobierno para contrarrestar la elevada tasa de desempleo y promover el
crecimiento económico, el canciller Schroeder implementó entre los años 2002 y 2005 una
ambiciosa agenda de reformas conocida como Agenda 2010. El grueso de las reformas se
centró en el mercado laboral y el sistema de seguridad social, cuyos objetivos eran
incrementar la eficiencia de las políticas activas de empleo e incrementar la edad efectiva
de jubilación, respectivamente.