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X’X’Alan Woods

En la época del I Congreso, el Bund disfrutaba de unos recursos mucho mayores y una
militancia más grande que los grupos socialdemócratas del resto de Rusia, con catorce
organizaciones locales (o “comités”, como en aquel entonces se las conocía) em Varsovia,
Lodz, Belostok, Minsk, Gomel, Grodno, Vilnius, Dvinsk, Kovno, Vitebsk, Mogilev, Berdichev,
Zhitomir y Riga. También había comités más pequeños en muchas otras áreas, incluyendo Kiev,
Odessa y Brest-Litovsk.

No obstante, la organización del Bund se parecía siempre más a um movimiento sindical que a
un partido revolucionário

Pág. 127

El I Congreso había logrado todo lo que podía lograr. El Partido existía por lo menos como um
potencial, una bandera y un Manifiesto. Pero las condiciones en Rusia hicieron imposible
efectuar la unificación del partido sobre unas bases de principios. Todo lo que el Congreso
pudo hacer fue señalar el camino. Desde 1898 hasta 1917 ningún otro Congreso del Partido
pudo celebrarse em suelo ruso. (pág. 129)

Así, desde el mismísimo principio del movimiento en Rusia, se trazó claramente una línea
divisoria entre dos tendencias. (pág. 134)

La necesidad de escapar a la detención y el arresto —que era un requerimento elemental de


existencia bajo el régimen policial, y no ninguna teoría preconcebida de organización—, fue la
razón por la que la tendência dominante en la socialdemocracia en este período se basó en
uma concepción altamente centralizada de organización.

Lenin desde el principio insistió en la necesidad de entrenar cuadros obreros y ponerles en los
organismos dirigentes.

(pág. 135)

La Declaración del Comité de Redacción de Iskra111 fue publicada en Septiembre. Su lectura


suena como una declaración de guerra a las demás tendencias del movimiento obrero ruso. A
diferencia del borrador original redactado por la troika, denuncia con nombres no sólo a
Bernstein y a Rabóchaya Mysl’, sino también a Rabócheie Dielo y a Struve (Plejánov insistió
particularmente en esto). El borrador inicial de Lenin fue escrito en general con una vena más
conciliatoria. La versión corregida tiene um tono más implacable:

“Antes de unificarse y para unificarse es necesario empezar por deslindar los campos de un
modo resuelto y definido. De otro modo, nuestra unificación no sería más que una ficción que
encubriría la dispersión existente e impediría acabar con ella de manera radical. Es
comprensible, por tanto, que no nos propongamos hacer de nuestro órgano de prensa un
simple depósito de concepciones diversas. Por el contrario, lo publicaremos en el espíritu de
una orientación estrictamente definida. Esta orientación puede expresarse con una sola
palabra: marxismo. Y no creemos que sea imprescindible agregar que propugnamos el
desarrollo consecuente de las ideas de Marx y Engels y rechazamos con energía las enmiendas
ambiguas, vagas y oportunistas hoy tan de moda gracias a E. Bernstein, P. Struve y otros
muchos”112.

El lanzamiento de Iskra, con su postura intransigente hacia el economicismo y el revisionismo y


su defensa implacable de la independencia de clase y de crítica de los liberales, transformó por
completo la situación. Ahora, Struve y sus aliados se encontraron a la defensiva.

(140-141)

Como hemos visto, Plejánov criticó severamente a Lenin por considerar que había hecho
demasiadas concesiones a Struve. Esto era parte del carácter de Lenin. Aunque implacable en
todo momento en las cuestiones de principios políticos, con las cuestiones organizativas y em
su trato con la gente siempre mostró la máxima flexibilidad. (pág. 142)

Cuando se lanzó Iskra, el partido apenas existía en Rusia como una fuerza organizada. En el
medio de una confusión ideológica, las divisiones fraccionales dieron paso a una serie de
escisiones y al establecimiento de pequeños grupos. Tan solo en Petersburgo, a principios de
siglo, estaba el “Grupo por la Emancipación de la Clase Obrera”, el “Grupo de Obreros por la
Lucha contra el Capital”, “La Bandera de los Trabajadores”, “El Socialista”,
“Socialdemócrata”, “Biblioteca Obrera”, “La Organización Obrera” y otros, todos afirmando
que hablaban en nombre del POSDR.

Muchos de estos grupos estaban influenciados por las ideas de los economicistas. Un rasgo
común era el deseo de una imagen “proletaria pura”. El primer grupo mencionado planteaba
la idea de que los intereses de los intelectuales discrepaban de los de los trabajadores. Esto
explica por qué la propia Liga de Lucha de Petersburgo, habiendo sido tomada por la fracción
de Rabochaya Mysl’ del economicismo extremo, se escindió em dos grupos: ¡uno para
trabajadores y el otro para intelectuales! Por supuesto, todos estos posicionamientos
revelaron, no una tendencia proletaria, sino precisamente lo contrario: el esnobismo de los
intelectuales que se imaginan que la forma de ganar a los trabajadores era reafirmando los
prejuicios de las capas más atrasadas de la clase trabajadora. De la misma forma que los viejos
narodnikis intentaron, con resultados calamitosos, “ir al pueblo”, los aspirantes a
revolucionarios de la clase media tratan de atraer el favor de los trabajadores “humillándose”
ante ellos, demostrando así en realidad una falta de comprensión y un desprecio profundo
hacia la clase trabajadora.

La tendencia del Iskra fue establecida gradualmente con un trabajo paciente alrededor del
propio periódico. El Iskra, empezando como un mensual, más tarde apareció quincenalmente.
Despacio pero seguro, construyó una red de corresponsales obreros en las fábricas y en los
distritos obreros para la distribución del periódico, la recogida sistemática de fondos, la
vinculación con diferentes organizaciones y el establecimiento de una periferia de
simpatizantes. Un papel clave en este trabajo fue jugado por el creciente número de
representantes de Iskra, hombres y mujeres que se dedicaron por completo al trabajo
revolucionario. En condiciones difíciles y peligrosas de clandestinidad, acometieron la tarea de
construir la tendencia dentro de Rusia, manteniendo un contacto estable con el centro en el
extranjero, organizando el transporte ilegal de material político, estableciendo imprentas
clandestinas, etc. Trotsky, comentando sobre este período en el que él jugo un papel activo
dentro del Iskra, nos da um cuadro vivo del trabajo y estilo de vida de estos agentes. (Pág. 157)

Los primeros tres centros para la distribución del Iskra estuvieron em el sur (Poltava), en el
norte (Pskov) y en el este (Samara). Más tarde se unió Moscú en el centro. La tendencia fue
construida alrededor del periódico, según la teoría de Lenin del “periódico como organizador”,
estableciendo una red de corresponsales obreros en las fábricas, para la distribución, la
producción de artículos, la recogida de fondos, la vinculación con otras organizaciones y el
cultivo de una periferia local de contactos. El periódico era el centro de todo el trabajo de la
tendencia. (pág. 158)

“Se preparaba el programa del Partido para el Congreso. Para discutirlo vinieron a Munich
Plejánov y Axelrod. Plejánov atacó algunos de los pasajes del programa esbozados por Lenin.
Vera Ivánovna no se hallaba de acuerdo sobre todos los puntos con Ilich, pero tampoco estaba
completamente conforme con Plejánov. Axelrod estaba también de acuerdo con Lenin en
ciertos puntos. La reunión fue muy laboriosa. Vera Ivánovna quería hacer objeciones a
Plejánov, pero éste adoptó uma actitud inaccesible, y, cruzando las manos sobre el pecho, le
miró de tal modo a Vera Ivánovna, que ésta perdió completamente los estribos. Em el
momento de la votación, Axelrod, que se había mostrado de acuerdo con Lenin en esta
cuestión, declaró que tenía dolor de cabeza y que queria ir a dar una vuelta. Vladímir Ilich
estaba muy agitado. ‘Así no se puede trabajar. ¿Es que una discusión semejante se puede
calificar de discusión práctica?”1341. (pág. 162)

La experiencia de los últimos tres años demostró la necesidad de poner el Partido sobre
nuevas bases. Era necesario efectuar una ruptura decisiva con el pasado, terminar con la
mentalidad de pequeño círculo, con los métodos amateur, con la debilidad organizativa y
poner las bases para un partido obrero de masas fuerte y unificado. A la vista del daño hecho
por el localismo y la necesidad de adaptarse a condiciones clandestinas difíciles, Lenin puso
mucho énfasis en la necesidad del centralismo. (pág. 166)

1
134. Krúpskaya, Recuerdo de Lenin, pág. 72.
Lo II Congreso

El invierno de 1902-03 vio “una lucha desesperada de tendencias”1442, pero gradualmente la


superioridad política y organizativa de Iskra prevaleció.

El Congreso tuvo lugar finalmente el 17 de julio de 1903 en Bruselas, donde se celebraron las
primeras trece sesiones.

La condición de aceptación como delegación era la de haber existido como una organización
activa un mínimo de doce meses. Varios comités locales (Voronezh, Samara, Poltava, Kishinev)
no fueron invitados por no cumplir con este requisito. Había 43 delegados con 51 votos de
pleno derecho. En muchas áreas había más de un comité local y, en parte por esta razón, a
estas delegaciones se le concedió dos votos de pleno derecho. Al Comité Central del Bund se le
concedió tres votos (uno por la organización Bund en el extranjero), y a las dos organizaciones
de Petersburgo, um voto a cada una. Además, había catorce personas presentes con un voto
consultivo, incluyendo dos representantes de la socialdemocracia polaca y lituana que llegaron
en el curso de la décima sesión.

El grupo de Iskra, en teoría, tenía una clara mayoría de 33 votos. Los oponentes abiertos de
Iskra tenían ocho votos —tres economicistas y cinco bundistas—. El resto de los votos
pertenecían a elementos indecisos y vacilantes, a los que Lenin posteriormente calificó como
el “centro” o el “pantano”. Al principio, todo parecía marchar suavemente para los iskristas.

Había total unanimidad en el lado del Iskra sobre todas las cuestiones políticas. Pero, de
repente, todo empezó a cambiar. Durante la 22º sesión, cuando el Congreso se había estado
desarrollando durante do semanas, empezaron a surgir diferencias entre Lenin y Mártov. La
cristalización de dos tendencias dentro del Iskra fue bastante imprevista.

Había habido tensiones, desde luego, pero nada que pudiera justificar una escisión. En una
serie de temas secundarios (el papel del Comité de Organización, el grupo Bor’ba, Yuzhny
Rabochii)147, se volvió claro que algunos de los seguidores de Iskra habían votado con el ala
derecha y el “pantano”. Pero estas cosas parecían ser meras anécdotas. En todas las
cuestiones importantes, el Iskra siguió unido. Pero repentinamente, la unidad se rompió con
un choque abierto entre Lenin y Mártov sobre um tema organizativo.

Desde un punto de vista marxista, las cuestiones organizativas nunca pueden ser decisivas. No
hay leyes eternas y fijas que gobiernen la forma de organización de un partido revolucionario.
Las reglas y las estructuras organizativas deben de cambiar con las circunstancias cambiantes y
de acuerdo con el desarrollo del partido. El mismo Lenin que abogaba fervientemente por la
restricción de militancia en el partido en 1903, bajo circunstancias históricas diferentes, en
1912, cuando el partido estaba transformándose en una fuerza de masas representando a la
mayoría decisiva de la clase obrera activa en Rusia, abogó en la práctica porque el partido se

2
143. Trotsky, Mi vida, pág. 125.
abriera a cualquier obrero que se considerase bolchevique —una fórmula que aparentemente
se hacía eco de la célebre frase de Mártov de que “todo huelguista debería de ser capaz de
proclamarse un membro del partido”—. ¿Quiere esto decir que Lenin estaba equivocado y
Mártov tenía razón en 1903? Tal conclusión significaría no entender en absoluto la relación
dialéctica que existe entre la forma de operar del partido revolucionário y la etapa concreta
por la que atraviesan tanto el partido como el movimiento de la clase obrera. Una casa tiene
que construirse sobre cimientos sólidos. En 1903, el Partido estaba dando sus primeros passos
vacilantes hacia la conquista de influencia entre las masas. Era necessário poner mucho énfasis
en los principios políticos y organizativos básicos, y sobre todo en la necesidad de cuadros
obreros con un entendimento claro de las ideas y los métodos del marxismo. Esto era mucho
más necesario en vista del período caótico anterior. Si se hubieran aberto las puertas de par en
par en esta etapa concreta hubiera sido totalmente desastroso, aunque en un momento
diferente se volvió justamente necessário hacer esto. (pág. 174)

Por muy significativas que fuesen las consecuencias de la escisión de 1903 en el futuro, las
diferencias que surgieron en el Congreso todavia tenían un carácter poco desarrollado. La
aserción de que en el II Congreso, el bolchevismo y el menchevismo ya existían como
tendencias políticas no tiene ninguna base. En todas las cuestiones políticas hubo unanimidad
prácticamente total dentro de la tendencia de Iskra. Y, no obstante, siempre ha habido unos
intereses creados poderosos tratando de leer en estas divisiones mucho más que su auténtico
contenido. Esto no es una casualidad. Los historiadores burgueses tienen un interés personal
en identificar el leninismo con el estalinismo, y los estalinistas necesitaban demostrar que
Trotsky era un menchevique desde 1903 em adelante.

La tendencia política representada por el menchevismo sólo tomó forma en el período que
siguió al Congreso. Las líneas de demarcación todavia eran confusas. (pág. 174)

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