¿Cómo se tomaron en Medellín las nuevas tendencias propuestas, de lo figurativo
a lo abstracto a finales de la década de los 50, en los 60 y 70’s?
En el salón de 1957, aparecen en este evento el arte abstracto y de tendencias
geométricas, entra en el panorama general del arte colombiano. Se ven en éste las figuras representativas del arte colombiano, artistas con amplia trayectoria en el trabajo artístico que posibilitó darle al salón el carácter que no tenía hasta el momento. Los 50’s se cierran con una fuerte presencia del arte abstracto. Hubo confrontaciones por parte de Pedro Nel Gómez, y Carlos Correa artistas de la figuración quienes se oponían a la presencia de nuevas técnicas en el arte colombiano, la pintura contemporánea. En el salón del 59 muestra la nueva vocación de la plástica nacional en la búsqueda de una opción hacia la expresión abstracta. En los salones 57, 58 y 59, se reduce la representación de los artistas antioqueños, sólo como participantes: Justo Arosemena (pintura) y Aníbal Gil (Grabado). Hubo acontecimientos que ayudaron a crear un ambiente propio, entre estos, evento arreglado por Leonel Estrada Secretario de Educación en pro del arte moderno, trayendo una exposición de Alejandro Obregón, invitando artistas nacionales y extranjeros y la exposición de Picasso en el 52 ó 53 presentado en la ciudad de Medellín de artistas españoles. Hubo un primer choque de la gente con el arte contemporáneo por parte de Marta Traba quién presentaba semanalmente programas tratando este tema, el cual cautivó a una amplia audiencia. En el salón XVI se convierten en valores de primera fila del arte nacional, Obregón, Ramírez Villamizar, Juan Antonio Roda, Negret y Botero. En ese mismo salón y en el anterior la escultura abstracta se hace espacio propio mayor que el de la figurativa. También los artistas jóvenes se muestran interesados por expresarse dentro del arte contemporáneo, obteniendo comentarios por parte de Walter Engel de que la nueva generación les faltaba la posesión de un estilo, se incluyeron nuevas técnicas como la cerámica. Hasta el 65 Medellín se distinguió por la ausencia de eventos culturales relacionado con las artes visuales. También se inicia el movimiento Nadaísta por el fundador Gonzalo Arango defendiendo lo nuevo, mientras que Carlos correa defendía lo viejo. Salieron nuevas propuestas como la renovación de la técnica tradicional, la creación de efectos ópticos en la pintura, la técnica mixta, y en la escultura, la chatarra. Un acontecimiento que hizo un cambio de actitud fue el evento ‘Arte nuevo para Medellín’ patrocinado por Coltejer, el cual en su cambio de mentalidad incluyó factores como, la formación de artistas y el contacto con estos y sus obras dentro y fuera del país, la crítica, el trabajo de galerías de arte y museos, los debates, mesas redondas en torno al tema del arte, y la actitud crítica de los mismos artistas con su propia obra. Se da inicio el 4 de mayo 1968 a la primer Bienal Iberoamericana, organizada por la empresa Coltejer, en el pabellón de física de la ciudad universitaria, en el cual hubo mucha controversia por parte de artistas y críticos sobre la NO selección de artistas antioqueños, el único que estuvo presente fue Jorge Cárdenas Hernández, escogido por Francisco Gil Tovar. Además del rechazo de tantos artistas, se conformó por 160 obras de 11 países, en mayoría extranjeros. El museo Zea decide hacer una exposición días después de la bienal a los artistas rechazados por esta, también el 17 mayo se inauguró la exposición retrospectiva de 52 obras del maestro Eladio Vélez, y se dio una conferencia y exposición por parte de Luis Alberto Acuña en la UPB, llamada ‘Ciertos fenómenos del arte contemporáneo’. En 1970 se da la segunda Bienal, fue pensada como evento cultural por lo que columnistas y periódicos como ‘el colombiano’ y ‘El correo’ trataban de familiarizar a los lectores con los conceptos generales del arte, también con conferencias, acercamientos con los artistas y sus obras. Esta se dio en el edificio del museo de la UDEA, en medio de la aguda crisis política, bajo el toque de queda y la ley seca; hubo descalificación de la muestra en general, llamándole ‘’show’’, además de tampoco estar representado con sus artistas antioqueños, por la selección de 40 artistas entre 200 que enviaron 500 obras de 26 países participantes, además de premiarse artistas con tendencias de estilo europeo, y no latinoamericano. La tercer Bienal se da el 1 de mayo día del trabajo de 1972, en el nuevo edificio Coltejer, en este evento aumentó la participación de 29 países, de 164 a 220 artistas, y de 400 a 600 obras, también la participación de artistas colombianos de 42 a 57, en Antioquia aumentó de un artista a diez, Ellos fueron: Rodrigo Callejas, John Castles, Aníbal Gil, Hildebrando Mejía, Dora Ramírez, Saturnino Ramírez, Alberto Sierra, Aníbal Vallejo, Marta Elena Vélez y Juan Camilo Uribe. Algunos críticos como Romero Brest hablaron de que la producción del arte latinoamericano, ‘se volvió un arte muerto, destinado a los museos y coleccionistas’, no estuvieron los representantes del arte nacional, como: Obregón, Botero, Luis Caballero, Negret, Ramírez Villamizar, Antonio Roda, Ana Mercedes Hoyos, etc. Algunos artistas nacionales señalaron de forma discriminatoria el evento debido al mal manejo de sus obras y se denunció como un acontecimiento capitalista que pretendían usar el arte y a los artistas con fines propagandísticos; y el último salón en 1974, pasó a llamarse Salón Nacional de Artes Visuales, para dar cabida al video, fotografía, instalaciones, los textiles y los objetos de arte, el cual tiene gran inmersión en el movimiento del arte nacional e internacional.