VIDA ABUNDANTE NORTE

CARIARI

MINISTERIO DE MATRIMONIOS Y
PAREJAS

VIDA Y FAMILIA

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 MISIÓN:
Somos un grupo de hombres y mujeres que, sostenidos en Cristo,
hemos decidido luchar cada día para conseguir y preservar un
matrimonio y una familia conforme al corazón de Dios.

VISIÓN:
Ser un movimiento no denominacional, Cristocéntrico, no limitado
por fronteras, que influencia a hombres y mujeres para que
retomen los valores que necesita esta sociedad y así cambien sus
vidas y, sostenidos en Cristo, consigan tener familias unidas, fieles,
comunicativas y felices que transformen la sociedad.

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 OBJETIVOS:

 Vivir la vida a plenitud siendo influencia positiva a muchas

personas, sobre todo a nuestras generaciones.

 Tener la sabiduría para aprender de otros matrimonios y

familias que han logrado ser instituciones de éxito en Cristo.

 Vivir un matrimonio que sea ejemplo y testimonio de amor,

compañerismo, lealtad y felicidad, primero a nuestros hijos,
pero también a todos aquellos que están a nuestro alrededor.

 Reflejar el modelaje de Dios como padres para mostrarlo a

nuestros hijos y crean con absoluta facilidad que Dios es un
Dios de amor.

 Ser padres y madres conforme al corazón de Dios para que

nuestros hijos deseen imitarnos.

 Desarrollar en nuestra familia el valor necesario para no

convertirnos en una estadística más de infidelidad, separación,
divorcio, desunión familiar y de corazones de padres apartados
de los hijos y corazones de hijos apartados de los padres.

 Ser instrumentos multiplicadores del modelo de familia que

nació en el corazón de Dios y ayudar a otros matrimonios y
familias para que lo hagan una realidad en sus vidas.

ESTRATEGIAS

 Se orará por cada uno de los integrantes para que le permitan al

Espíritu Santo actuar en sus vidas.

 Se realizarán reuniones quincenales donde se aprenderá sobre un tema

práctico para la vida de cada participante.

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 ESTUDIO 7
(individuo-familia):

PRINCIPIOS Y CARÁCTER
(parte 1)

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 PRINCIPIOS Y CARÁCTER.
2 Corintios 5:17

I. Bajando los escudos:

Vamos a jugar un juego clásico de Trivia. Haga 2 grupos, puede ser de parejas o de hombres y
mujeres. Las reglas del juego son las siguientes:

1) Cada equipo debe elegir a una persona que se encargue de cada una de las materias.
2) Cuando corresponda la materia sólo esa persona es la que podrá escribir en la hoja.
3) Se debe escribir con letra legible.
4) Los participantes tienen 30 segundos para responder
5) Si no saben la respuesta pueden pedir ayuda, pero la respuesta –en caso de ser válida- sólo
valdrá un punto.
6) Se adjudicará los 2 puntos al que responda primero y levante la mano después de haber
escrito.

II. Cartas sobre la mesa:

A los Facilitadores: Esta reunión número 7 es de mucha importancia porque busca hacer un alto en
el camino y una recapitulación para conocer lo que ha quedado en las mentes y corazones de los
participantes en el desarrollo de los estudios (en el caso de los que han estado en todas las
reuniones) y también permite transmitirle el conocimiento a aquellos que se han incorporado en el
camino.

Por lo tanto, la idea es repasar lo que se ha visto hasta ahora, pero tratando que sean los
participantes los que aporten lo que entendieron, cómo lo entendieron y qué importancia ha tenido
en sus vidas. Esto nos permitirá retroalimentarnos para inclusive incorporarlo en las oraciones y/o
en los próximos Estudios. La idea es buscar que, como un aspecto participativo voluntario, la mayor
cantidad de personas-parejas puedan expresarse, al responder más o menos estas preguntas:

“El primer estudio se llamó _____________, ¿se acuerdan de qué trató?” – en caso que no se
acuerden, o inclusive en caso que sea necesario complementar lo dicho, se les indica lo que está
escrito más abajo.

“¿Qué fue lo que más les impactó o recuerdan de esa enseñanza?”

“¿Ha habido algo en su vida, relaciones, que haya mejorado a partir de lo que vimos esa noche en
ese estudio?”

“¿Cómo podemos aplicar eso visto, en lo que se refiere a nuestra propia vida, a la de nuestro
matrimonio y/o a la de nuestra familia?”

III. Desarrollo:

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Hasta ahora lo que hemos visto es lo siguiente:

• Un amor incondicional: El amor de Dios es lo más grande que nos podemos imaginar. Su amor
sobre cada uno de nosotros se evidencia claramente en el siguiente versículo:

“Mas Dios muestra Su amor para con nosotros, en que aún siendo pecadores Dios dio su vida por
nosotros”

Romanos 5:8

Su amor por usted, por mí, por cada uno de nosotros es TAN DIFERENTE a lo que generalmente
manejamos como concepto de amor que, aún estando en pecado, aún estando en rebeldía, aún
estando separados voluntariamente de él, aún sabiendo que muchos no le agradeceríamos, aún
sabiendo que muchos podrán decirle algo como “¿Acaso yo le pedí que muriera por mí?”, aún así
pagó el precio que exigió mi libertad y mi vida…

En la carta de romanos, capítulo 5, versículo 7 dice:

“No es fácil que alguien se deje matar en lugar de otra persona. Ni siquiera en lugar de una
persona justa; aunque quizás alguien estaría dispuesto a morir por la persona que le haya hecho
un gran bien”

Si usted logra pensar en una persona que le ha hecho un gran bien (quizás un hijo, un padre, una
madre, un hermano, etc.) y sabe que su vida está en peligro, quizás acaricie, aunque sea por unos
segundos, la posibilidad de dar su propia vida con tal que esta otra persona se salve…. Si le
proponen esta misma posibilidad pero con una persona que, aunque se supiera es muy buena,
pero usted no conoce, es muy probable que se resista más a la posibilidad de morir en el lugar de
este desconocido… ahora bien, si a cualquiera de nosotros se nos pidiera dar la vida por alguien
conocido y conocidamente malo, injusto, deshonesto y criminal…creo que cualquiera diría
“¡¡¡¿¿¿Está loco???!!!, yo no voy a dar mi vida por esa persona”….Sobra decir que ese “malo,
injusto, deshonesto y criminal” fue y es cada uno de nosotros y que afortunadamente Jesús no
pensó como uno de nosotros. Y alguien podría decir –nunca falta “Alguien que salga con un
Domingo 7”- “Pues bueno, pero yo no soy tan malo”… vale la pena recordar.

“A prueba de Fuego”, Secuencia 19, Duración 6 minutos.

El centro de la vida en Cristo es el AMOR. Pero no alcanzamos a comprender lo que es AMOR

hasta que no permitimos que QUIEN ES AMOR entre en nuestras vidas:

“El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.”

I Juan 14:8

Esto no significa que Dios es amoroso, o que Dios conoce de amor sino que ÉL ES AMOR. Sólo con
y por AMOR alguien puede dar su vida por otro que no lo merezca, por otro que lo rechace, por
otro que no me haga el bien. Si queremos poder dar amor en NUESTRO MATRIMONIO, a

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NUESTROS HIJOS, necesitamos tener AMOR en nuestro CORAZÓN, y como DIOS ES AMOR, por lo
tanto, necesitamos a Dios en nuestro corazón.

Este es el centro de la vida cristiana: Creer que Dios me ama A MÍ con un amor, tan
incomprensible, que se renueva cada día, (Lamentaciones 3:22-23, 2 CORINTIOS 5:17) y que me
vio con tales ojos que no escatimó ningún precio para que yo tuviera la opción de ser su hijo,
acercarme a él y vivir a plenitud. Lo único que me pide es arrepentimiento (que acepte que mi
forma de vida –acciones- anterior ha sido incorrecta y que adquiera el compromiso de hacer el
esfuerzo de vivir de manera diferente), y aceptar que Dios envió a su único hijo a morir por mi y
que sólo JESÚS es el Señor y Salvador para mi vida.

AQUÍ SE INVITA A LOS PARTICIPANTES QUE, POR AMOR A SU MATRIMONIO, POR AMOR A SUS
HIJOS, POR AMOR A SÍ MISMOS, INVITEN A JESÚS A ENTRAR EN SU CORAZÓN, QUE ACEPTEN EL
SACRIFICIO QUE ÉL HIZO EN LA CRUZ, QUE LE RECIBAN COMO SEÑOR Y SALVADOR Y QUE LES
LLENE DE SU INCOMPARABLE E INCOMPRENDIBLE AMOR PARA PODER VIVIR Y DAR AMOR A LOS
QUE ESTÁN ACOMPAÑÁNDONOS EN LA AVENTURA DE LA FAMILIA.

• El Diseño Perfecto de Dios - Parte 1 y 2 - (Principio de DIVERSIDAD E INDIVIDUALIDAD):

Para los facilitadores (para que lo puedan compartir con los participantes): A través de la palabra,
se aprecian que Dios no se mueve por emociones sino a través de principios, y esos principios
también se ven cumplidos en FAMILIA. Uno de ellos es el que denominaremos DIVERSIDAD E
INDIVIDUALIDAD y es importante tenerlo claro para poder explicarlo y compartirlo con los
participantes. Este principio básicamente –de manera simple- indica que Dios hizo a cada
individuo con características únicas e irrepetibles, a la vez que estas mismas características son el
fundamento de una valiosa e indispensable diversidad y diferencia que permite a la creación
proseguir su diseño y desarrollo.

Esto es muy evidente en el matrimonio en donde, hombre y mujer, somos diferentes no

solamente en lo morfológico (el aspecto físico), sino también en:

 Nuestra forma de percibir el mundo con nuestros cerebros (“Los dos cerebros”):
Hombres, unipensamientos; mujeres, multipensamientos.
 En lo referente a necesidades de nuestras almas–desde el punto de vista bíblico-
para sentirnos amados: Mujeres, amor; hombres, respeto.

Entender, aceptar y orar por nuestro cónyuge –y por nosotros mismos- para que, con la ayuda del
Espíritu Santo, podamos conocer la raíz de nuestras diferencias, nos ayudará a convivir juntos no
perdiendo de vista ¿dónde estamos? –MATRIMONIO-, ¿Con quién estamos? –LA PERSONA MAS
IMPORTANTE DE MI VIDA -, ¿Para qué estamos? – PARA SER FELICES Y TENER UNA VIDA EN
ABUNDANCIA.

• Espejito, Espejito - (Principio de SIEMBRA Y COSECHA):

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Para los facilitadores (para que después lo compartan con los participantes): Otro de los principios
que aparece constantemente en la Biblia –y éste es explícito- es el denominado SIEMBRA Y
COSECHA. Es de fácil entendimiento y visible tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo.

“No os engañéis Dios no puede ser burlado, todo lo que el hombre siembra eso cosechará”

Gálatas 6:7

En lo referente a la familia, y específicamente a los hijos, éstos harán lo que nos vean haciendo a
nosotros, por encima y/o a pesar de lo que digamos. Lo que nosotros sembremos en ellos –
especialmente en acciones-eso es lo que cosecharemos. Aquí se siente el peso de la
responsabilidad y compromiso del ser padres, pues veremos - sin justificación y sin poder echarle
la culpa a otros- cómo nuestros hijos hacen lo que nos ven hacer:

 Podemos decirles que no digan malas palabras, pero dirán lo que nos oigan decir cuando
nos majemos un dedo con un martillo o cuando un imprudente automovilista se nos meta
sorpresivamente por delante.
 Podemos decirles que Dios –y todo lo referido a él - es importante, pero aprenderán y
valorarán más cuando nos vean llegar puntuales al partido de futbol o a la tanda de cine,
pero tarde al inicio del culto de la semana en la iglesia.
 Podemos decirles que el honrar a padre y a madre es importante, pero aprenderán de
acuerdo como nosotros mismos nos comportemos con sus propios abuelos.
 Podemos decirles que deben respetar a las autoridades porque “toda autoridad proviene
de Dios”, pero realmente aprenderán de cómo vean que nos referimos a sus profesores, a
los policías o a los choferes de los autobuses.
 Podemos decirles que lo más importante es la familia, pero nuestros actos, decisiones,
prioridades les van a GRITAR la verdad y los marcarán para sus propias familias.

Por lo tanto, debemos ser honestos con nosotros mismos, arrepentirnos delante de Dios por cómo
hemos vivido y hecho, replantearnos cuales han sido hasta ahora nuestras prioridades y
comportamientos y proponernos a cambiar a partir de ahora para que nuestros hijos vean un
verdadero modelo a seguir.

•Bandera Blanca - (Principio de PODER Y FORMA):

Para los facilitadores (para que después lo compartan con los participantes): Otro de los principios,
no tan explicito como el anterior, es el denominado principio de PODER Y FORMA: Dios estableció –
sabiamente- que para cada uno de los aspectos y áreas de la vida, hay una manera de ser, hacer,
proceder, pensar, para poder obtener el resultado conforme a Su orden. En ese sentido, este es uno
de los principios que más nos cuesta acatar como humanos, pues por muchos condicionantes,
esperamos obtener el resultado ideal (que es el que Dios quiere para nuestras vidas), pero no
haciéndolo de la FORMA en como Dios lo establece sino a MI FORMA.

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 “Allí estuvo esperando siete días, según el plazo indicado por Samuel, pero éste no llegaba. Como
los soldados comenzaban a desbandarse, Saúl ordenó: Tráiganme el holocausto y los sacrificios de
comunión; y él mismo ofreció el holocausto.”

1 Samuel 13:8-9.-

El ejemplo de Saúl es evidente: quiso agradar a Dios HACIENDO él mismo un holocausto, cuando
Dios claramente había establecido que la forma de hacerlo era a través de sus profetas.
Consecuencia de buscar el poder sin la forma correcta: Fue destituido como rey.

Este principio es el que sustenta el respeto que se debe guardar a la autoridad, e implica que hay
una forma y orden correcto para desarrollar las cosas y así poder obtener los resultados que
deseamos y esperamos. Por ejemplo:

 En la familia: Si un hijo quiere PODER ir a una fiesta - y estar tranquilo, con libertad, sin
culpa, etc. - lo correcto es hablar y pedir el permiso (FORMA) a sus padres diciendo la
verdad; Ante cualquier eventualidad tendrá el apoyo y respaldo de los padres – pues
éstos saben dónde, con quien y hasta qué hora está -, caso contrario a si decide ir a la
fiesta sin el adecuado permiso o mintiendo o no suministrando la correcta información
para poder ir.

 En el aspecto natural, si queremos ejercer una profesión (PODER) debemos tener un título
que nos acredite y estar incorporados en un colegio profesional (FORMA); hacer lo
contrario (ejercer sin un título, sin un conocimiento formal y sin estar incorporado) sólo
conllevará dificultades, resistencia e impedimentos para poder hacer lo que buscamos.

 En el aspecto espiritual, si queremos que en nosotros fluya PODER de Dios, debemos estar
registrados como Hijos de Dios. Veamos estos dos ejemplos:

 Hechos 19:15, cuando los hijos del sacerdote judío trataron de repetir el PODER
que veían en Pablo al echar fuera a un demonio lo trataron de hacer a su FORMA
y casi pierden la vida. La FORMA correcta para el fluir del PODER lo indica Jesús en
Lucas 10:20
 Levítico 10:1-3, nos habla de dos sacerdotes que trataron de ver el PODER de Dios
ministrando delante de él con una FORMA no establecida –presentando un
“fuego extraño”, con la consecuencia que perecieron en este acto.

Lo que vimos en el Estudio N°5 “Bandera Blanca” es que, muy relacionado con el estudio número
1, si queremos que nuestra vida, matrimonio y familia sean exitosos en las consideraciones que
Dios define como éxito –PODER- debemos rendirnos a él incondicionalmente, haciéndolo el Señor
de nuestras vidas – en lo económico, lo emocional, lo individual, lo marital, lo familiar. Y a esto es
lo que denominaos el SEÑORÍO DE CRISTO:

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 Vida individual, marital, familiar (económica, emocional, espiritual) exitosa – PODER –

SEÑORÍO de Cristo para cada una de estas áreas – FORMA-

•Temperamentos - (Principio de AUTOGOBIERNO):

Para los facilitadores (para que después lo compartan con los participantes): El principio de
AUTOGOBIERNO es el que lidera el desarrollo del CARÁCTER pues el Gobierno de Dios dentro de mí
(sus principios, sus leyes, su amor) que me guía a actuar de una forma que es conforme a su
corazón; este actuar –gobernado por Dios – inevitablemente fluirá hacia el exterior, afectando
positivamente el matrimonio, la familia y demás áreas en las que nos desarrollemos.

El Autogobierno en la vida del creyente es regido por Dios pero es una decisión individual. El
autogobierno hace que se requiera menos control externo, pues el control está dentro de mí
mismo. Un ejemplo: En un colegio en donde había un poco más de 30 alumnos en el aula, cuando
llegaban los exámenes trimestrales –los más importantes- se tenía una práctica que rayaba en
tradición: Para poder generar una mayor separación entre los alumnos del aula, el profesor
escogía a 5 o 6 –de su confianza- y les indicaba que salieran del aula con todo y pupitre. Estos
alumnos hacían el examen en el pasillo con una mínima observación del profesor quien se
concentraba en los 25 que quedaban dentro del aula. ¿Quienes eran los 5 ó 6 que se sacaban al
pasillo? Eran estudiantes que, su actuar –basado en un autogobierno- garantizaba al profesor que
no tendría que estar fiscalizándolos constantemente porque no sólo eran buenos estudiantes, sino
porque era todo un reconocimiento que no valía la pena perderlo por una nimiedad como
“copiar”.

Otro ejemplo muy simple de autogobierno es cuando el médico dice a un adulto enfermo que,
para poder curarse, debe tomar con cierta frecuencia un medicamento de sabor poco agradable.
Una persona con Autogobierno toma la decisión de tomarse el medicamento por conveniencia, sin
que tenga que mediar un tercero que le recuerde u obligue a tomárselo; caso contrario que pasa
con los niños que son las madres o padres los que tienen que andarle recordando, suplicando o
cohersionando para que se tomen la medicina de no agradable sabor.

El Autogobierno es el que nos permite que, el Espíritu de Dios que mora en nosotros, nos haga ver
que estamos haciendo algo no correcto y decidamos hacer la corrección de comportamiento, sin
que medie la necesidad que una persona externa nos lo indique. El autogobierno es el que nos
permite que decidamos poner en práctica una actividad aunque no es del todo placentera.

El autogobierno es el que permite que Dios modifique un aspecto que está ligado e intrínseco a
nuestra persona: El temperamento que heredamos.

Cada uno de nosotros tiene un temperamento que nos identifica –INDIVIDUALIDAD Y DIVERSIDAD-
y cada uno de esos temperamentos tiene cualidades positivas –que deben ser incrementadas,
desarrolladas y mejoradas a favor del Reino de Dios- y también características o rasgos negativos
–o debilidades- que deben ser, primero que nada, conocidas, valoradas, entregadas –a Dios- y

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trabajadas para ser modificadas con el fin que esos rasgos del temperamento no dañen otras
cosas que me han sido entregadas en mayordomía. Cualquiera de nosotros sino decide y logra
dominar los rasgos negativos del temperamento puede ver afectada:

 Su relación con Dios,

 Su relación con el cónyuge,
 La relación con los hijos,
 Su economía familiar o en los negocios
 Cualquier otra administración dada temporalmente y por la que daremos cuentas, de
manera individual a nuestro Dios.

Por lo tanto, si queremos hacer las cosas bien – en lo que se refiere a nuestra forma de reaccionar
ante las situaciones externas - necesitamos desarrollar una cosa, que sólo se hace cuando Dios es
el Señor de nuestra vida: Autogobierno.

“Apartados, para estar Unidos”

Del Autogobierno surge el carácter –específicamente el carácter cristiano- y éste está conformado
por una serie de acciones que reflejan una forma de vida que debe estar basada en un CREER
personal, individual y profundo.

Veámoslo un poco a fondo:

Desde el Antiguo testamento, Dios conoce que los seres humanos que él creó son imperfectos,
pecadores y falibles, pero aun así, cuando libera a Israel, le dice entre otras cosas:

“Porque ustedes son un pueblo apartado especialmente para el Señor su Dios; el Señor los ha
elegido de entre todos los pueblos de la tierra, para que ustedes le sean un pueblo especial.”

Deuteronomio 7:6

“Cuando entres en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, no aprenderás a hacer las cosas
abominables de esas naciones”

Deuteronomio 18:9

“Y vosotros seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa. Estas son las palabras que
dirás a los hijos de Israel”

Éxodo 19:6

Y ya en el Nuevo Testamento Dios le dice a Su pueblo:

“Porque la voluntad de Dios es vuestra santificación (…)”

I Tesalonicenses 4:3

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“Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para
que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.”

I Pedro 2:9

Es fácilmente notable que los anteriores versículos tienen en común dos conceptos: “Pueblo
Santo” y “Pueblo Apartado”. Se ve claramente la petición o deseo de Dios de que su pueblo –
quien lo escucha – cumpla esa característica: Ser santo o apartado; Y aquí es de vital importancia,
antes de continuar, aclarar que cuando Dios se refiere a SANTO no se refiere a un concepto
religioso de alguien que no peca. Hace referencia a un grupo de personas que toma la decisión de
entregar su CONFIANZA y DEBILIDADES a Dios y hacer el esfuerzo de vivir la vida de acuerdo a los
valores que Dios ha establecido, no importando lo difícil que pueda ser.

SANTO o APARTADO PARA DIOS por lo tanto – en el Antiguo Testamento, en el Nuevo Testamento
y en nuestro presente – significa luchar día a día por vivir una vida que agrade a Dios, decidiendo
voluntariamente implementar en nuestro día a día una serie de acciones que reflejen que creemos
lo que Dios nos pide. Ser SANTO no se refiere nunca a una religión, a un grupo denominacional
determinado, a una organización o una incapacidad de sentir y consecuentemente de no pecar.

Es la convicción –creencia- que Dios quiere para mi vida, y la de mi familia, solamente lo mejor.

“Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el SEÑOR—, planes de bienestar
y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.”

Jeremías 29:11

Es la convicción – creencia – que ser SANTO o APARTADO para Dios es una decisión que se me
presenta. Puedo tomarla o rechazarla.

“Mira, yo he puesto hoy delante de ti la vida y la muerte, el bien y el mal”

Deuteronomio 30:15

Es la convicción – creencia – de que Dios me llama a hacer las cosas diferentes –A su manera-
aunque mis ideas, costumbres o “voces” externas me digan que se hace de otra forma.

“No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar
para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es
bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto”.

Romanos 12:2-3

“Como piensa un hombre en su corazón, así es él.”

Proverbios 23:7

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Y es importante enfatizar en la palabra “creencia” porque toda idea, por más buena que parezca o
se escuche, no se convertirá en una realidad en mi vida si no lo creo. Esto es lo que se llama la
escala de acción humana.

Generalmente lo que vemos de y en las personas son sus conductas y resultados, pero detrás de
esto hay algo mucho más grande y significativo. Nuestros resultados, conductas, actitudes van a
depender de las normas con las que queremos que se rijan nuestras vidas; a su vez, las normas de
vida son establecidas por los valores (aquello que es valioso para mí, y que por definición no
necesariamente es valioso para las demás personas); pero los valores están determinados por las
CREENCIAS.

Un ejemplo:

Una persona se encuentra una Smart Phone (de última tecnología y de muy alto costo) y tocando
“botones” ubica el nombre y número de la persona a quien le pertenece. ¿Cuál será la conducta
de esta persona?... ¿Se quedará con el teléfono o intentará devolverlo a su dueño?... Esta
conducta será definida por los valores que tenga la persona. Si sus valores se basan en la creencia
que “El mundo es de los vivos” y “A los tontos ni Dios los quiere”, es muy probable que no lo
devuelva; si sus valores se basan en la creencia “Trata a los demás como quisieras ser tratado” y
“No robarás”, entonces –aunque su teléfono sea un vejestorio y aunque se sueñe con tener un
smart phone de ese tipo- es muy probable que lo devuelva. Este acto de HACER LO CORRECTO –lo
que yo creo que DIOS me manda a hacer – por encima de lo que yo quisiera, de lo que me gustaría

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o de lo “que dirán”, es lo que llamamos AUTOGOBIERNO y es lo que genera el

CARÁCTER DEL CRISTIANO y es la base para ser un PUEBLO APARTADO PARA DIOS.
¿Es fácil tomar este tipo de decisiones, ponerlas en práctica y mantenerlas en el tiempo? NO.
¿Vale la pena el esfuerzo?... eso depende no sólo de lo que usted crea, sino de a quien decide
creerle.

¿Cómo se consigue desarrollar CARÁCTER? Primero que nada confrontándome a mí mismo ante
las respuestas a preguntas como las siguientes:

 ¿Creo que soy parte del Pueblo de Dios?

 ¿Creo que Dios me pide, como parte de su pueblo, ser Santo y Apartado para él?
 Si él me lo está pidiendo, ¿Será posible de hacer?
 ¿Requerirá de un gran esfuerzo constante, pero valdrá la pena?
 ¿Creo que lo que Dios me pide, como parte de su pueblo, es para mi beneficio?
 ¿Creo que el desarrollar CARÁCTER como el de Cristo, tendrá beneficios para mi
matrimonio y familia?

Desarrollar CARACTER es una de las principales modificaciones de nuestras vidas que Dios nos
viene a pedir para seguirle.

“Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la vieja
naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; 23 ser renovados en la actitud de su
mente; 24 y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera
justicia y santidad”

Efesios 4:22-24

Desarrollar CARACTER se opone al alma, a los instintos, al deseo, a lo “natural”, a la comodidad.

Desarrollar CARACTER es un reflejo de madurez –en diversas áreas- y al igual que la madurez es
una incomodidad voluntaria que, sin embargo es de sumo beneficio para nuestras vidas.

Entonces, después de escuchar esto, como hombres y mujeres que queremos servir a Dios, como
hombres y mujeres que queremos tener un buen matrimonio, como hombres y mujeres que
queremos ser buenos padres y madres,

¿QUEREMOS QUE NUESTROS HIJOS E HIJAS SEAN HOMBRES Y MUJERES DE CARÁCTER?,

¿QUEREMOS QUE LOS QUE SIGAN DESPUÉS DE NOSOTROS SEAN DIFERENTES A LO QUE
ESCUCHAMOS TODOS LOS DÍAS EN LAS NOTICIAS SOBRE CORRUPCIÓN, ILEGALIDAD E
INMORALIDAD

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 ¿QUEREMOS QUE NUESTRAS FAMILIAS SEAN DIFERENTES A LA “REALIDAD” NACIONAL Y
MUNDIAL DE DIVORCIOS, SEPARACIONES DEL CORAZON DE PADRES E HIJOS Y PERDICIONES?...

ENTONCES… TENEMOS QUE DECIDIR Y APRENDER A DESARROLLAR CARÁCTER COMO EL DE

CRISTO, QUE SEA UNA REALIDAD EN NUESTRAS VIDAS Y FAMILIAS, QUE LO MODELEMOS PARA
QUE NUESTROS HIJOS LO REPITAN.

EN LOS ESTUDIOS SIGUIENTES DESARROLLAREMOS CON MÁS DETALLES VARIOS DE LOS

COMPONENTES DEL CARÁCTER DEL CRISTIANO, DESDE LA PERSPECTIVA DE SU APLICACIÓN EN
NUESTRA VIDA PERSONAL, EN LA VIDA MARITAL Y EN LA VIDA FAMILIAR.

EL CARÁCTER DIOS NOS AYUDA A DESARROLARLO Y PERFECCIONARLO A TRAVÉS DE LA

RESISTENCIA (A COSTUMBRES Y PENSAMIENTOS ANTERIORES), LA OPOSICIÓN (ADVERSIDAD) Y
LA INCOMODIDAD (TENTACIÓN) –ESCENA DE RETO DE VALIENTES.

IV. Conclusiones:
Lo importante al finalizar la reunión es que cada uno de nosotros entendamos y
acordemos, como matrimonios y parejas, algo relacionado con esto:

• Dios se mueve por PRINCIPIOS que se

aprecian en Su Palabra, algunos de ellos
son: DIVERSIDAD E INDIVIDUALIDAD,
SIEMBRA Y COSECHA, AUTOGOBIERNO Y
SEÑORIO.
• Estos principios se pueden ver en la
relación matrimonial y en la familia.
• Dios quiere para mi, mi matrimonio y mi
familia vida en abundancia (Juan 10:10)
• El camino para ser un PUEBLO
APARTADO para Dios es por medio del
desarrollo de un CARÁCTER como el de
Jesús

• Dios quiere que los que son su Pueblo • Desarrollar CARÁCTER no es fácil, pero sí
decidan ser SANTOS y APARTADOS para él. es posible.

• Ser SANTOS y APARTADOS para Dios no • Desarrollar CARÁCTER traerá beneficios

significa una incapacidad para no pecar, en el ámbito personal, matrimonial y
sino una convicción de hacer un esfuerzo familiar, tanto en el presente como en el
por vivir la vida regida por los principios, las futuro.
leyes y el amor de Dios dentro de mí.

• Finalmente, Dios nos ayuda a desarrollar y perfeccionar AUTOGOBIERNO y CARÁCTER, a través

de la Resistencia (A costumbres y pensamientos aprendidos anteriormente), la Oposición
(Adversidad) y la Incomodidad (Tentación). Justamente con esto es que daremos inicio al
siguiente estudio de Desarrollo de Autogobierno y Carácter.

V. Compromisos y oración:

A los facilitadores: En este momento se puede indicar a las parejas que dado que el Autogobierno
de Dios es un aspecto entre Él y cada uno de nosotros, pueden hacer la oración de manera
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individual o si gustan tomándose de la mano como manera de apoyo pero teniendo claro lo
anteriormente dicho. La oración queda a lo que el Espíritu Santo ponga en el corazón de los
anfitriones, pero ojalá se haga mención a la necesidad de que Dios sea el que gobierne nuestro
interior, el morir a nosotros mismos por amor a Dios y a nuestras familias, que él nos de la fuerza
para querer ser SANTOS y APARTADOS para él, y que como esposos nos apoyemos y reforcemos
(en lugar de criticarnos y auto sabotearnos) cuando lleguen las etapas de tentación, de prueba o
inclusive de recaídas.

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