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INSTITUTO NACIONAL DE ASTROFÍSICA, ÓPTICA Y

ELECTRÓNICA

Maestría en Electrónica

Sensores y Actuadores

Presenta:
Pérez Aguilar Erika

Profesor:
Dr. Rubén Alejos Palomares

Marzo 2010
Efecto Fotovoltaico

El efecto fotovoltaico es la generación de un potencial eléctrico que se manifiesta


cuando la radiación ioniza una región donde hay una barrera de potencial. Dicho
potencial es inducido por los fotones absorbidos en una unión de dos materiales
distintos (hetero-unión). El voltaje inducido en la hetero-unión causa que los portadores
cargados se muevan, generando un flujo de corriente.

Este efecto fue descubierto por E. Becquerel en 1839, quien observó que fotocorrientes
eran producidas sobre electrodos de platino recubiertos con cloruro de plata o bromuro
de plata e inmersos en una solución acuosa. La observación por Smith en 1873 de la
fotoconductividad en selenio sólido dio lugar al descubrimiento del efecto fotovoltaico
en un dispositivo de estado sólido puro por Adams y Day en 1877, quienes observaron
fotovoltajes en una varilla de selenio cuyos contactos de selenio fueron sellados, lo cual
incorrectamente atribuyeron a la recristalización fotoinducida del selenio. El primer
dispositivo fotovoltaico práctico, un medidor de luz, que consistía en una delgada capa
de selenio emparedado entre una placa de hierro y una capa semitransparente de oro fue
hecho por Fritts en 1883 y fue promovido por el industrialista alemán Werner von
Siemens demostrando “por vez primera, la conversión directa de la energía de la luz en
energía eléctrica” en 1885. Los fotómetros basados en fotoceldas de selenio fueron
comercializados en Alemania en los años 1930s y aún están en uso. D. M. Chapin, C. S.
Fuller y G. L. Pearson inventaron las células fotovoltaicas en 1954.

La luz provoca el proceso fotovoltaico y provee la energía que se traduce en energía


eléctrica.
La luz está compuesta de pequeños paquetes de energía que actúan como paquetes
individuales. Estos paquetes tienen masa (peso), y viajan a una velocidad
extremadamente alta pero finita. Cada paquete es llamado fotón, y la energía que posee
un fotón es el producto de su masa y velocidad, de la misma forma que la bala de una
pistola.

Por muchos años nadie supo por qué se producía la corriente observada por Becquerel.
Años después el misterio comenzó a esclarecerse cuando fue descubierto que un átomo
consiste en un diminuto núcleo rodeado por electrones. Cuando un fotón golpea un
átomo, puede interactuar con los electrones y ser absorbido. La energía añadida puede
arrancar uno de los electrones externos del átomo. Un electrón liberado de esta manera
es conocido como electrón de conducción porque es libre de moverse y forma una
corriente eléctrica.

Un fotón incidente en la unión p-n de un semiconductor es absorbido si su energía es


mayor o igual que la energía de la banda prohibida del semiconductor. Esto puede
causar que un electrón de la banda de valencia sea excitado hacia la banda de
conducción, dejando atrás un hueco y creando de esta manera un par electrón hueco
móvil. Si el par electrón hueco se encuentra en la región de agotamiento de la unión p-n,
entonces el campo eléctrico existente puede llevar al electrón al lado tipo n o al hueco al
lado tipo p. Estos electrones se recombinan con portadores de carga del signo opuesto.
Como resultado, en ambos lados de la superficie de contacto hay muy pocos portadores
libres. También los iones positivos en la región n y los iones negativos en la región p,
fijos en sus posiciones en la estructura del cristal, producen un intenso campo eléctrico
que se opone a la difusión de portadores de carga adicionales a través de esta barrera de
potencial. De esta forma se alcanza un equilibrio entre la corriente de difusión y la
corriente inducida por este campo eléctrico. Lo que da origen a la aparición de un
voltaje entre los extremos del cristal. De esta manera, la iluminación hace que el cristal
se convierta en un “generador” eléctrico. Como resultado, se crea una corriente definida
por la siguiente ecuación:

[
I = I s e qV kT
]
−1

Donde q es la carga del electrón (1.602 × 10–19 C), k es la constante de Boltzmann (1.38
× 10−23 J/K), y T es la temperatura de la unión p-n en grados Kelvin.

Esta interacción entre la luz y los electrones es el corazón de todos los dispositivos
fotovoltaicos.

Los dispositivos fotovoltaicos pueden emplearse en un amplio rango de aplicaciones de


sensado, tanto en aplicaciones donde se mide la intensidad de la luz como en
aplicaciones donde la luz es usada para sensar otra cantidad. Estas aplicaciones incluyen
usos en instrumentos analíticos como espectrofotómetros y colorímetros, monitores de
radiación, pirómetros infrarrojos, detectores de humo, medidores de exposición en
fotografía, sistemas de ajuste automático de luces en edificios, como sensores de luz en
sistemas de comunicaciones ópticas, etc. Los dispositivos fotovoltaicos son también la
base de las células fotovoltaicas para la generación de energía a partir de la energía
solar.

La luz solar está compuesta por fotones. Estos fotones son de diferentes energías,
correspondientes a las diferentes longitudes de onda del espectro solar. Cuando los
fotones inciden sobre una célula fotovoltaica, pueden ser reflejados o absorbidos, o
pueden pasar a su través. Únicamente los fotones absorbidos generan electricidad.
Cuando un fotón es absorbido, la energía del fotón se transfiere a un electrón de un
átomo de la célula. Con esta nueva energía, el electrón es capaz de escapar de su
posición normal asociada con un átomo para formar parte de una corriente en un
circuito eléctrico. Las células fotovoltaicas convierten pues, la energía de la luz en
energía eléctrica.

El fenómeno fotovoltaico es ciertamente menos complicado que un reactor atómico, o


incluso que una planta termoeléctrica convencional.
El fenómeno fotovoltaico es a la vez, seguro, limpio, durable, fiable, eficiente en
energía y cada vez más atractivo social y económicamente.
En definitiva y como podemos ver, nos encontramos ante una fuente de energía, que
además de renovable se nos presenta como una clara opción de cara al planteamiento
energético de los próximos años.

Referencias:
• Enciclopedia de la Ciencia y la Técnica, tomo 2. Ediciones Nauta, 1979.
España.
• Pallás-Areny, Ramón. Webster, John G. Sensors and Signal Conditioning.
Segunda Edición. John Wiley and Sons, Inc. 2001. United States of America.
• Kalantar-zadeh, Kourosh. Fry, Benjamin. Nanotechnology-Enabled Sensors.
Springer Science+Bussines Media. 2008. New York, USA.
• Archer, Hill. Clean Electricity from Photovoltaics. Imperial College Press.
2001. Londres, Inglaterra.
• Maycock, Stirewalt. Photovoltaics. Sunlinght to Electricity in One Step.
Brick House Publishing Co. Andover Massachussetts. 1981.
• 12a Lección: Efecto Fotovoltaico I. [Citado 18 marzo 2010] Disponible en
Internet: http://www.ies-def.upm.es/EnergiaSolar/OLD_TR_LECCI%C3%93N-
12.PDF

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