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Hegemonía hídrica.
Este inmenso proyecto, que esperaba mejorar la calidad de vida de millones de turcos
habitantes de este sector, es el origen de continuas disputas diplomáticas entre los tres
países mencionados. Los turcos, aducen que las aguas que tengan nacimiento en su
territorio les competen dentro de su soberanía y a pesar de firmar acuerdos como el de
1987, en el que aseguran que suministraran el recurso hídrico suficiente y de calidad a sus
vecinos fronterizos, la realidad demuestra que el complejo se ha convertido en un grifo que
controla la soberanía ácuea de sus países vecinos, que trae graves consecuencias para la
región en cada sequía y que sirve como arma para desgastar a las regiones kurdas tanto
dentro del país como en las zonas fronterizas.
Represa de Ataturk
Nombrada en homenaje al padre fundador de la República de Turquía, Mustafa Kemal
Atatürk, finalizó su construcción en 1990. En su etapa de llenado, fue la responsable de una
de las principales sequías del río Éufrates en la historia, desencadenado infructíferas
protestas en Siria e Iraq. Desde entonces, según algunos registros, la calidad del agua ha
presentado altos picos de contaminación, llegando con residuos de pesticidas y grandes
dosis de sales, situación que ha reducido el suministro del recurso en varias ciudades
importantes de Siria.
Represa de Ilisu
Esta polémica presa de agua es uno de los pilares fundamentales del proyecto hidroeléctrico
del sudeste de Anatolia, sin embargo, tal y como lo señaló el ex embajador del Líbano en
México, Nouhad Mahmoud, desde el comienzo el proyecto de la represa ha estado plagado
de incertidumbres. Según el ex embajador en 2008 la represa perdió fondos internacionales
debido a su efecto de despoblación en el área, así como por su intención de inundar
patrimonios arqueológicos con la mismo. Mahmoud también resalta que el proyecto se
ubica estratégicamente en un sector predominantemente habitado por la etnia kurda, la cual
históricamente ha estado en conflicto con el gobierno turco.
Al igual que en la represa de Hidroituango en nuestro país, los terrenos a sumergir por el
embalse de Ilisu, planteaban una gran cantidad de dilemas éticos. En el caso colombiano,
como es bien sabido, quedaron bajo las aguas varios campos donde se cree que hay fosas
comunes con restos humanos, estos como producto de la barbarie del paramilitarismo en
Antioquia.
A pesar de que las autoridades turcas aseguran que están realizando todo lo posible para
proteger su patrimonio, poniendo como prueba de ello el traslado del Haman de Hasankeyf,
una estructura de más de 1.600 toneladas y que fue construida 650 años atrás, la realidad en
el terreno sugiere que se aceptado tácitamente que algunos elementos de esta herencia
cultural se inundaran con el complejo hidroeléctrico.