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DEPARTAMENTO PSICOLÓGICO
Ciclo escolar 2018-2019
Acreditados en calidad educativa
Técnicas de relajación
Preescolar
la participación del niño será más activa en su primera infancia. En esta etapa
podemos poner en práctica dos técnicas infalibles:
Técnica del globo: pedimos al niño que imagine que es un globo. Ha de inspirar
muy profundo hasta que llene completamente los pulmones y no entre una gota de
aire más. A continuación, ha de exhalar el aire muy despacio. Ha de repetir este
ejercicio varias veces. Una tecnica ideal para niños con TDAH.
- Hormiga: el niño tiene que hacerse muy muy pequeño y mover piernas y brazos
como si fuera una hormiga. Cuando lo esté haciendo, le pedimos que relaje los
músculos y poco a poco se vaya convirtiendo en otro anima.
Primaria
Pedimos al niño que se siente y extienda las manos sobre la rodillas. Debe
comenzar a realizar secuencias de relajación con diferentes partes del cuerpo.
1- Ha de cerrar las manos fuertemente hasta sentir tensión y mantenerla durante
10 segundos, después se destensa suavemente.
SECUNDARIA
Sólo cinco o diez minutos antes de una situación que te produzca tensión o nervios,
prueba a utilizar y a auto aplicarte una técnica de autor relajación y pronto verás
cómo los efectos de esos nervios y tensiones se eliminan en su gran mayoría y,
como consecuencia, tus resultados en la tarea que estés haciendo mejorarán de
manera evidente.
– Ponte en una postura cómoda y cierra los ojos. Respira con tranquilidad
tomando el aire por la nariz y expulsándolo por la boca, lentamente.
– Ahora cierra las dos manos haciendo un puño con ellas. Aprieta los dedos
con fuerza. Nota la tensión. Ahora afloja las manos, relájate. Nota la sensación de
relajación. La sensación ahora es agradable.
– Ahora aprieta los ojos cerrados con fuerza. Siente la tensión en la zona de
los ojos. Aflójalos y relájate. Mantén los ojos cerrados con suavidad y sin fuerza y
nota la sensación de relajación.
– Aprieta las muelas unas contra otras. Nota la tensión en las mandíbulas.
Aflójalas y relájate. Deja los labios y la musculatura de la cara completamente
relajados.
– Aprieta la cabeza hacia atrás todo lo que puedas, de manera que sientas
tensión en la nuca. Relájate. Pon la cabeza en una posición agradable y deja caer
la cabeza hacia delante apretando la barbilla contra el pecho. Nota la tensión del
cuello y de la nuca. Ahora levanta la cabeza y nota cómo va llegando lentamente la
relajación. Balancea la cabeza de atrás hacia delante y de izquierda a derecha de
modo que la tensión en el cuello y en la nuca desaparezca.
– Levanta los hombros hasta casi la altura de tus orejas. Date cuenta de la
tensión que notas. Deja caer los hombros. Siente una agradable sensación de
relajación. Nota cómo tus músculos están cada vez más relajados. Intenta relajarlos
todavía más. Nota cómo la relajación llega a los músculos de la espalda. Relaja
totalmente la nuca, el cuello, las mandíbulas, toda la cara. Deja que la relajación
llegue a los brazos y a las manos hasta la misma punta de los dedos.
– Pon ahora atención en el estómago. Mételo para adentro del todo. Nota la
tensión. Ahora relájalo. Respira libre y tranquilamente. Nota la sensación de
relajación que se extiende por toda la musculatura del vientre.
Concéntrate en la respiración. Respira tranquila y lentamente. Piensa: el aire entra
y sale con facilidad de mi pecho y me encuentro bien. Estoy tranquilo y relajado.
– Ahora presiona fuertemente los talones contra el suelo. Las puntas de los
dedos las vuelves hacia arriba. Tensa las pantorrillas, los muslos y la musculatura
de las nalgas. Mantén un momento la tensión. Ahora relájate. Deja los músculos
cada vez más flojos y relajados. Las piernas cada vez están más relajadas y
pesadas. Deja que la relajación suba entera desde los pies, a través de las piernas
a las espaldas, al pecho, al estómago, nuevamente a las espaldas, a los brazos, a
las manos, a la punta de los dedos, al cuello y a la cara.
– Deja todo tu cuerpo flojo y relajado del todo. La frente lisa, los párpados
pesados, las mandíbulas relajadas. Nota cómo descansas con todo tu peso sobre
la silla. Respira profundamente.
No pienses en nada, sólo en la agradable sensación de estar relajado. Te sientes
tranquilo, agradable, relajado, muy tranquilo, agradable, relajado.
– Ahora cuenta hacia atrás: Cinco, cuatro, tres, dos, uno. Te dices a ti mismo:
me siento perfectamente, como nuevo y muy tranquilo.
Ahora abre poco a poco los ojos y ponte cómodo…