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Licenciatura en Letras
Esta actitud estructuralista no ha permitido examinar a fondo los mecanismos con que
se producen los actos de habla. Por este motivo, es necesario cambiar el paradigma de
nuestra enseñanza de la lengua, con el fin de mejorar la capacidad comunicativa de los
estudiantes.
Sujeto Predicado
2.
1
Diccionario ELE - RAE
función sintáctica”2 . Así pues, en una oración se pueden encontrar diferentes tipos de
sintagmas, por ejemplo:
• Sintagma nominal: su núcleo es un sustantivo.
• Sintagma adjetivo: su núcleo es un adjetivo.
• Sintagma adverbial: su núcleo es un adverbio.
• Sintagma preposicional, formado por una preposición más un sintagma nominal,
• Sintagma verbal, el cual cuenta con un verbo como núcleo.
A continuación, se presentan algunos ejemplos sobre la identificación de sintagmas:
1.
2.
El fin de semana los poetas publicaban en el diario Latino
Las oraciones simples tienen una sola acción. Están compuestas por un sujeto y un
predicado. Estas oraciones suelen ser más fáciles por estar formadas por un sujeto,
verbo y complemento.
Ejemplos:
Daniel baila salsa.
La profesora explicó el tema.
2
Ídem
Pablo estudia inglés.
Los árboles son verdes.
Las oraciones compuestas son aquellas que tienen más de una estructura oracional. Y
se pueden encontrar en diferente clasificación. Ejemplos:
Por eso, en importante prestar a tención a la actitud del hablante porque conforme esto,
las oraciones se pueden clasificar en:
Las modalidades oracionales son de importancia, porque por medio de ellas se llega a
la intención del hablante.
SN SV SN Sprep SN
S P
Ahora que ya tenemos una noción de que es un enunciado es necesario sacar las ideas
secundarias del siguiente enunciado:
En este caso estamos ante dos oraciones en cada enunciado. La principal está resaltada
en cursiva y una proposición subordinada. “que han estudiado” en S y “han estudiado”
en T son las| ideas secundarias desde el punto de vista formal o del código. Y desde el
punto de vista ostensivo-inferencial se pueden extraer las siguientes ideas secundarias:
“el grupo ha estudiado”, “los jóvenes son aplicados”, “les gusta estudiar”, “les gusta lo
que estudian” etc.
Por otra parte, estos dos enunciados, aunque gráfica o fonéticamente son distintos,
expresan la misma proposición y tienen la misma forma lógica. Dicha forma lógica
puede representarse unívocamente mediante un lenguaje formal, a diferencia de lo que
ocurre con un lenguaje natural. Se debe tomar en cuenta que, dependiendo de la
experiencia que cada persona tenga, el conocimiento será diferente y por tanto, la forma
en que se interpreten los enunciados será diferente. Es decir, que no se puede unificar
la idea principal de un enunciado desde un punto de vista pragmático.
Por lo tanto, la idea principal del enunciado es que “Los estudiantes aprobarán”. Porque
podemos observar una afirmación, esa es la intencionalidad del sujeto. Además, está
diciendo algo desde el punto semántico del concepto “estudiantes” y nos dice que
“aprobarán”.
En resumen, a partir del ordenamiento de las ideas del enunciado podemos construir
la proposición lógica. Este término tiene sus inicios en la lógica matemática, pero ha
sido tomado por el modelo en estudio para definir la unidad mínima de significación,
que surge a través del uso de nuestro juicio que nos otorga, según la lógica formal, la
capacidad de verificar lo verdadero y lo falso.
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Los efectos contextuales se producen cuando una información nueva contradice o solidifica una información
ya conocida por el oyente
entre la intención del hablante, la situación en la que se produce el enunciado y las
razones posibles por las que se eligió un término en particular.
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La entrada se puede consultar en el siguiente link: http://dle.rae.es/?id=5Sw4rL3
Por lo tanto, la desambiguación es más fácil cuando se trata de una conversación. En
literatura puede ganar complejidad. Por esta razón, lo adecuado es acudir a la
evaluación realizada del cotexto para mejorar nuestra explicación.
La información situacional también es requerida para saber a qué ente concreto señala
una expresión lingüística. La referencia5 no remite necesariamente a las personas que
se nombran en los enunciados, sino también a los objetos o cualquier fenómeno de la
realidad que forme parte del acto de habla. Por ejemplo, si somos empleados de un
supermercado y le decimos el enunciado B a un cliente, lo más probable es que se sienta
desubicado y requiera mayor puntualidad en la información, puesto que en dichos
establecimientos hay varias cajas de cobro disponibles. En ese sentido, asignar
referente consistiría en puntualizar el número de caja en el que se encuentra el paquete.
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Se define como la relación que se establece entre una expresión lingüística y aquello a lo que alude (DEL –
RAE)
Este proceso consiste en completar la información de las expresiones vagas. Parecido a
la asignación de referentes, se trata de añadir detalles al enunciado para hacer más
explícita la comunicación. Revisemos el siguiente ejemplo:
En este caso, la forma lingüística no precisa con claridad cuál es la relación de Luciana
con su automóvil. ¿Es el auto que posee? ¿El auto que está vendiendo? ¿Es de juguete o
uno real? En el mismo sentido, al decir que es demasiado grande se genera otra gran
cantidad de dudas: ¿Respecto a qué es demasiado grande? ¿Luciana no necesita un
vehículo grande? ¿Quién piensa que el auto es así? De este modo se puede continuar
casi hasta el infinito a menos que el oyente supla toda esta información con sus
conocimientos previos.
Como paso final de este apartado se recomienda aplicar las herramientas antes
descritas y escribir la explicatura, que Pons define como “la información comunicada
explícitamente” (Pons, 2004, p. 85). La obtención de la explicatura requiere la
descodificación (explicada en las secciones A y B) y la producción de inferencias,
explicada en la sección C.
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Conclusiones o deducciones originadas a partir de la interacción de información conocida con información
nueva (ELE – RAE)
Se sugiere no estudiar enunciados de modo aislado, sino elegir párrafos o relatos cortos
que permitan a los estudiantes completar la información partiendo del análisis
contextual del enunciado en estudio.
En definitiva, se pueden obtener muchos supuestos, pero los más relevantes son los que
se relacionan con más enunciados. Una buena técnica para orientar a los estudiantes es
obtener los supuestos a partir de la “lectura entre líneas” y pedirles que escriban un
texto breve en el que demuestren la relación supuesto-enunciados. El supuesto que se
repite en más enunciados ería el más relevante.
En la Conferencia XII de Cómo hacer cosas con palabras, John Austin realizó una
clasificación de los verbos que originan los distintos tipos de actos de habla (Austin,
1982). Esta categorización responde al concepto de fuerza ilocutiva que se define como
la carga expresiva que contiene un enunciado. Según el autor británico, el hablante
indica al oyente cuál es la intención de su acto de habla por medio de rasgos
gramaticales que cumplen ciertas características. A continuación, se propone la
categorización mencionada para que el interesado distinga el tipo de acto de habla
como primer paso de la sección 5.
Actos de habla judicativos. Son los que se utilizan para emitir un juicio o un veredicto
sobre algo. En este caso, el rol social del hablante debe facultarlo para dictaminar o
arbitrar a través de un juicio. A este tipo de actos de habla corresponden verbos o
construcciones que realicen acciones como juzgar, condenar, considerar o condenar.
Ejemplos:
¿Dónde queda la calle 5 de noviembre? (En este enunciado la exigencia de una respuesta
tiene valor ejercitativo)
A partir de este momento, le levanto la condena (un juez ejerce su autoridad)
Según Paul Grice (1975), existe una diferencia entre lo que se dice y lo que se comunica,
es decir, entre el significado convencional de las palabras que conforman un
determinado enunciado y el significado que éstas implican, es decir, la implicatura. Por
su parte, el Instituto Cervantes, en su Diccionario de términos clave de ELE, define
implicatura como la “información que el emisor de un mensaje trata de hacer manifiesta
a su interlocutor sin expresarla explícitamente”7. Éstas se pueden clasificar según varias
de sus características. En este apartado, nos ocuparemos de la distinción entre débiles
y fuertes como segundo paso de la sección E.
La Teoría de la Relevancia reconoce como una implicatura débil aquella que puede ser
derivada de un enunciado, pero que no es esencial para su interpretación (Horrillo,
2015). Por ejemplo, en el enunciado “River Plate volvió a ganar la Copa Libertadores de
América” hay información valiosa que se debe conocer de modo imperativo para
dilucidar correctamente el mensaje, pero hay otros datos que no son relevantes. Para
comprender mejor la propuesta, rescataremos algunos de ellos:
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Diccionario de términos clave de ELE del Instituto Cervantes
La entrada acerca de la implicatura puede consultarse en el siguiente enlace:
http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/implicatura.htm
[consulta 01/07/17]
Como se puede observar, las implicaturas obtenidas proveen información secundaria,
por lo que un buen método para identificarlas es pensar premisas8 que se “alejen” del
enunciado sin perder contacto con él, es decir, sin que sean necesarias para entenderlo,
pero que amplíen la información de quien lo estudia.
Por su parte, las implicaturas fuertes son esenciales para la interpretación correcta de
un enunciado. Éstas se subdividen en premisas implicadas y conclusiones. Estudiemos
el siguiente ejemplo:
1. Máxima de cantidad:
1.1. Haga que su contribución sea todo lo informativa que requiera el
propósito de la conversación.
1.2. Haga que su contribución no sea más informativa de lo requerido.
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Las premisas se deben comprender como datos que se aportan a favor de lo que comunica el enunciado
2. Máxima de cualidad: haga que su contribución sea verdadera.
2.1. No diga nada que crea falso.
2.2. No diga nada de cuya verdad no tenga pruebas.