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La adquisición del léxico y las relaciones etimológicas en las clases de Latín – Autor: Silvio Cornú

La adquisición del léxico y las relaciones etimológicas en las clases de Latín

Silvio Cornú (UNL, Santa Fe, 2015)

I. Introducción

Vivimos sincronizados con el funcionamiento del estado actual de nuestra lengua


materna y para aprender el latín como conocimientos previos nos valemos de su
presencia muchas veces inadvertida en nuestra lengua española y en las otras lenguas
que integran nuestro mundo actual de comunicación y de representaciones socio-
culturales. Otro ingrediente fundamental en estos conocimientos y que nos remite junto
con el latín al antepasado indoeuropeo común, es el griego, ya que el mismo está
presente con características y en grado diverso en el propio latín y en las lenguas
modernas. Estas últimas conllevan un importante ingrediente grecolatino, incorporado
particularmente a partir del desarrollo de la ciencia moderna, la que tomó a ambas
lenguas clásicas como instrumento nomenclador de las figuras y descubrimientos que
iba realizando. Reparar en el trasfondo indoeuropeo y en el componente greco-latino-
romance, compartidos por nuestra lengua materna y otras lenguas del mundo, y
aprovechar las relaciones etimológicas que esto posibilita constituye una estrategia
didáctica clave para la adquisición y el tratamiento del léxico en las clases de Latín de la
Facultad de Humanidades y Ciencias y del Centro de Idiomas de la UNL.
Por otra parte, en nuestra universidad son numerosas las situaciones de contacto entre
diferentes lenguas (congresos, adscripciones, intercambios de alumnos y profesores,
acceso a fuentes bibliográficas originales en diferentes lenguas) y es creciente la
necesidad de interrelacionar dinámicamente las competencias dispersas o fragmentarias
que poseemos en nuestra lengua materna y en otras lenguas. En las fuentes que se
consultan o que se trabajan en las clases de Latín, tanto en cuanto a material crítico y de
estudio como a traducciones de los textos originales latinos, el diálogo entre diversas
lenguas es ineludible. Además, las clases de Latín suelen convertirse en ámbito
multidisciplinario y plurilingüe, debido a que alumnos de otras Carreras y/o Facultades
la eligen como materia electiva o bien alumnos extranjeros intercambistas no
hispanófonos la seleccionan para cursarla durante su estadía en nuestro medio.

II. Marco áulico y población

El espacio curricular de aplicación de la mencionada estrategia es principalmente la


asignatura Latín I del Profesorado y la Licenciatura en Letras. Latín I es punto de
contacto entre Gramática del Español e Historia de la Lengua Española, que se cursan
en el cuatrimestre anterior y el siguiente respectivamente. Estas tres asignaturas
obligatorias constituyen la instancia previa para poder cursar el Seminario de
Lingüística Románica, de carácter optativo, aunque con la posibilidad de ser elegido
como Seminario final en ambas carreras. En la línea específica de las lenguas clásicas,
Latín I es la única instancia obligatoria y es el primer paso para las optativas de cursado

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cuatrimestral Latín II y Latín III como así también un importante conocimiento vincular
con Griego I y Griego II, no obligatorios.
La pertinencia de aplicar esta estrategia se extiende a otros dos ámbitos de enseñanza
de Latín en la UNL. En primer lugar, a las clases de Latín I del Profesorado y la
Licenciatura en Filosofía que, si bien tiene un cursado anual, pertenece a carreras en las
que no existe un porcentaje equivalente de materias que refieran específicamente a la
gramática, el discurso, la lingüística y la literatura, como es el caso de las carreras de
Letras. En segundo lugar, a los cursos de Latín del Centro de Idiomas de la UNL, que
son abiertos al público general y, por lo tanto, reúnen a personas que no necesariamente
se manejan a un nivel académico terciario o universitario y requieren de una importante
introducción y adiestramiento en la lectura “gramatical, discursiva y cultural” de los
textos en nuestra propia lengua y del desarrollo de un metalenguaje que les permita
fundamentar las decisiones que toman durante el aprendizaje.
Para las explicaciones en nuestro análisis, pensaremos en el perfil de un alumno que
tiene ya conocimientos introductorios de latín y aspira a tomarlos como punto de
relación para acceder a un conocimiento introductorio del griego. Por lo tanto,
orientaremos nuestra lectura comparativa desde el texto latino hacia el texto griego. El
primer grado de familiaridad que brinda la coincidencia de tipo de alfabeto entre el latín
y el español facilitará la comprensión inicial y el posible establecimiento de relaciones.

III. Objetivos

El objetivo específico de este trabajo es compartir algunas experiencias áulicas


referidas a la aplicación de la estrategia didáctica centrada en las relaciones
etimológicas como procedimiento facilitador de la adquisición del léxico en las clases
de Latín de la UNL, en un marco de adecuación situacional y cultural de los textos
estudiados.
Como objetivo general, intentamos contribuir al afianzamiento de las competencias
plurilingües parciales y/o dispersas de los alumnos y consolidar el espacio de
investigación en torno a las relaciones etimológicas ya iniciado en el cruce de las
asignaturas Latín e Historia de la Lengua Española y el Seminario de Lingüística
Románica de la UNL.

IV. Corpus seleccionado y características principales

Para la presentación de la estrategia propuesta, pondremos en relación contrastiva un


texto latino (1) con un texto griego (2), con el cual aquel presenta evidentes relaciones
de hipertextualidad (Genette). Se trata de la Fábula IV, L. X, de las Fabulae de Fedro
(siglo I d. C.) y la Fábula de Esopo (siglo VI a. C.) que lleva el número 266 en la
compilación de Perry. Estas fábulas nos han llegado con los títulos De vitiis hominum y
Πῆραι δύο respectivamente. Además, confrontaremos el texto latino con una traducción
propia al español: Sobre los vicios de los hombres (3) (V. Apéndice). En estas fábulas
los personajes no son animales, el personaje por excelencia es el animal mayor, el
hombre, el ser humano. Son fábulas casi programáticas de toda la obra de ambos
autores, por lo que, en cierto sentido, se relacionan metonímicamente con las restantes

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fábulas de cada colección. Los defectos y virtudes que se atribuirán a los animales en
todas las otras fábulas serán remitidos por el lector al animal por excelencia.
La relativa facilidad de comprensión de estos textos y el conocimiento de su
adscripción genérica por parte de los alumnos, se une a la importancia didáctica y
cultural que las fábulas y textos con características similares han tenido a lo largo de los
tiempos. Según Platón, Sócrates conocía de memoria los apólogos de Esopo. Además,
es sabido que las fábulas de Esopo se utilizaban como libros de texto en las escuelas y
como primera etapa de aprendizaje de la retórica.

V. Marco teórico-metodológico

Estudiamos el vocabulario que aparece en los textos latinos con mirada crítica y
tratamos de acceder a un metalenguaje que nos permita explicar los resultados que van
surgiendo del análisis practicado. Tomamos como marco teórico-metodológico, entre
otros referentes, a aspectos sustentados por la Lingüística-Sistémico Funcional (LSF) y
a conceptualizaciones presentes en el Marco Común Europeo para el Aprendizaje y
Enseñanza de Lenguas relacionadas con las competencias de los sujetos.
Según la LSF, concebimos al texto –original y traducciones o transtextualizaciones–
como la realización estructural de las selecciones operadas por los sujetos, en un
contexto situacional y cultural, a partir de las opciones sistemáticas que brinda cada
lengua como potencial funcional. El lenguaje, conceptualizado como sistema y como
texto, se visualiza como una producción semiótica que construye al mundo y las
relaciones sociales. (Halliday & Matthiessen). La léxico-gramática constituye el recurso
para expresar los significados como expresiones verbales y las selecciones operadas con
las unidades formales son, en realidad, elecciones realizadas en el plano semántico. Las
unidades lingüísticas que intervienen en la realización del texto “son portadoras de
estructura (es decir, son configuraciones orgánicas de las funciones) y el punto de
origen de las redes de sistemas” (Ghio-Fernández:162). Por lo tanto, cuando aquí
referimos a “adquisición del léxico”, implicamos la conexión inseparable entre los
estratos léxico-gramatical, fonémico-gráfico y semántico. La denominación
“semántico” se entiende en un sentido amplio e incluye las dimensiones pragmático-
discursiva y transdiscursiva-intertextual, y la relación texto-contexto.
En nuestro estudio leemos los textos a través del reconocimiento y análisis de la
gramática hecha texto (Halliday & Matthiessen) y reparamos en el sintagma como
unidad intermedia entre la palabra y el enunciado (oraciones y texto). Por otra parte, la
competencia transversal o compleja nos permite relacionar plurilingüísticamente los
conocimientos previos dispersos o endebles en diversas lenguas (Marco).
A continuación mencionaremos los pasos o actividades que, por lo general, seguimos
en clase según el perfil y los intereses del grupo y el tipo de texto estudiado.
1) Confrontación crítica de textos: a) Textos latinos de distintas épocas. b) Originales
y traducciones. c) Originales y transtextualizaciones.
2) Selección del vocabulario que nos resulte significativo debido al tipo de texto y a
los propósitos investigativos del grupo.
3) Estudio y análisis del vocabulario seleccionado, mediante el establecimiento y la
práctica de:
a) Adscripción etimológica de los vocablos y expresiones al fondo común
indoeuropeo, reparando principalmente en las relaciones con la lengua griega y con las
lenguas neolatinas.

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b) Establecimiento de familias léxicas, familias de palabras y/o familias etimológicas


(Segura Munguía).
c) Consideración de los procedimientos para la formación de palabras: derivación,
composición, parasíntesis.
d) Evolución fonético-fonológica y gráfica del latín al español.
e) Puesta en relación de la doble vertiente, erudita y no erudita, del vocabulario
hispano y de las lenguas romances a partir del latín: voces tradicionales o populares,
cultismos y semicultismos (Menéndez Pidal; Lathrop; Penny; Cano).
f) Identificación de falsos y verdaderos cognados o amigos (James & Garrett).
g) Consulta a tipos diversos de diccionarios: monolingües, bilingües, plurilingües y,
específicamente, de acuerdo con la estrategia aquí planteada, diccionarios etimológicos
del español, del latín y de las lenguas maternas de los alumnos.
h) La interrelación texto-contexto, lengua-cultura.
4) Reflexiones acerca de lo estudiado y registro de problemáticas que podrán
retomarse en otra etapa de investigación con los mismos textos o con otros que se
seleccionen en el futuro.
Aquí sólo presentaremos una aproximación al estudio propuesto. El trabajo acotado
que haremos con los textos seleccionados sólo podrá darnos un atisbo del estudio más
completo e integral que suele realizarse en clase en torno a las relaciones etimológicas
en el proceso de adquisición del léxico latino. Los textos se retoman, con este criterio,
en etapas sucesivas durante el desarrollo de Latín I y de otros espacios simultáneos o
posteriores –como Latín III o, incluso, Historia de la Lengua Española y Lingüística
Románica– para profundizar paulatinamente su comprensión y análisis. En estas
instancias de retroalimentación con los textos los alumnos tienen la oportunidad de
encaminar el estudio según la modalidad que hayan elegido.

VI. Análisis del corpus

En clase generalmente se selecciona un núcleo de términos y expresiones que trabajan


todos los alumnos. Además, cada grupo reúne otro conjunto de piezas léxicas a estudiar
según sus intereses y propósitos.
Algunos autores o críticos sostienen que las fábulas de Esopo se recopilaron en prosa
y luego en verso. Más allá de que las fábulas de Fedro, al no respetarse ya la cantidad
silábica, terminaron circulando en prosa durante el medioevo, estaban escritas en
senario yámbico, metro elegido por el autor para verter la materia antes tratada por
Esopo, como bien lo aclara en el Prólogo al Libro Primero, de los cinco Libros en que
se dividió su obra. No trataremos aquí la cuestión métrica ni la organización sintáctica
de las fábulas.
En el texto latino la disposición de los elementos de la frase parece dibujar, con
impronta pitagórica, el frontispicio de un templo. El primer verso consta de cinco
palabras, la central es “Iuppiter” y constituiría el vértice superior del triángulo frontal; la
distribución en hipérbaton del único sintagma nominal sustantivo del verso, que ubica
sus dos elementos en los extremos del mismo, “Peras . . . duas”, constituirían los
vértices inferiores, izquierdo y derecho respectivamente. Los vocablos segundo y cuarto
–“imposuit” y “nobis”– quedarían ubicados en los lados verticales del triángulo. El
diseño resultante sería:

Peras  imposuit  Iuppiter  nobis  duas

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Esta distribución de los elementos instaura una jerarquía de relaciones en el sentido


del poema. Desde arriba, Iuppiter impuso a nosotros –“nobis”, los seres humanos– dos
alforjas. Trataremos algunos sustantivos, adjetivos y pronombres indefinidos
relacionados con la imposición divina, los vicios, los dioses y los hombres. No
incluiremos aquí los verbos y otras clases de palabras o expresiones, los que serán
abordados en un trabajo de investigación aparte.

1. La imposición divina: Duas peras / Πῆραι δύο - δύο πήρας / Las dos alforjas

El título del texto griego conforma un sintagma nominal sustantivo de núcleo sustantivo
y modificador directo adjetivo numeral, en nom.: Πῆραι δύο. El sintagma se repite al
comienzo tanto en el texto griego –δύο πήρας– como en el latino –peras duas–, en ac.,
ya que desempeña la función de objeto directo.
La coincidencia en las desinencias del ac. pl. de la primera declinación –lat. -as y gr. -
ας– nos lleva a establecer otras similitudes, que acaso nos remitan al antepasado común
indoeuropeo. Así, nom. y voc. sing. (-a, -α) y pl. (-ae,-αι); ac. sing. y pl. en nasal (-am, -
αν); gen. pl. también en nasal (-um, -ον). El gen. sing. gr. en -ας, puede llevar a la
relación con una expresión como “pater familias”. La investigación nos dirá que en una
etapa anterior el latín también hacía su gen. sing. en -as, forma que quedó fosilizada en
la mencionada expresión.
El vocablo peras, para quien no lo conoce, de primera instancia puede actuar como un
falso amigo o cognado. En cuanto a su etimología, pera -ae es un préstamo tomado del
griego: “Emprunt au gr. πήρα (d’origine inconnue) attesté à partir de Phèdre, mais le
composé sacciperium . . . est dans Plaute . . .”. (Ernout:497).
El griego posee sólo el artículo determinado declinable ό, ή, το, el, la, lo; “. . . el
artículo, que fue en sus orígenes un pronombre demostrativo, conserva este antiguo
valor cuando va seguido de la partícula δε” (Berenguer Amenós:31-33). El artículo
con valor de pronombre demostrativo “se encuentra frecuentemente en Homero, tanto
con valor de sustantivo como con el de adjetivo” y “también en otros poetas”
(Curtius:220). La historia de la lengua española nos indica que cualquiera de los
demostrativos latinos podría haber servido de base para la creación del artículo. Así,
leemos en Mio Cid: “Mio Cid aguijó con estos (=los) caballeros”; “vayamos en aquel
día de cras” (=en el día de mañana). Sin embargo en el español, como en la mayoría de
las lenguas romances, el artículo determinado el, la, lo se crea a partir del pronombre
demostrativo latino ille, illă, illud (> el, la, lo respectivamente).
Con respecto a los números, en el español apreciamos la doble vertiente griega y
latina: pentágono (gr. πεντε, lat. cinque, esp. cinco), hexámetro (gr. εξ, lat. sex, esp.
seis), decálogo (gr. δεκα, lat. decem, esp. diez). En griego, los números se
representaban por las letras del alfabeto enunciadas alfabéticamente y seguidas de un
apóstrofo. Algunos números eran declinables y otros no. Ej., del 1 al 10 (α’ a κ’) sólo
son declinables el uno (είς, μια, έν), el tres (τρεις, τρια) y el cuatro (τεσσαρες, τεσσαρα
ó τετταρες, τετταρα). Aunque el dos puede presentar la forma δυοιν (o δυειν) para gen.
y dat. y, en los escritores posteriores, también δυσι(ν) para el dat. (Curtius:85-87), por lo
general se usa como indeclinable. Lo advertimos en la fábula de Esopo donde la forma
δυο es común para nom. y ac. En latín, de los números del I al X sólo son declinables
los tres primeros: unus, una, unum; duo, duae, duo y tres (m. f.), tria (n.). De este modo,
en la fábula de Fedro, el número dos aparece declinado, duas (ac. fem. pl.).

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2. Los vicios: Vitium -ii – Malum -i / κακóν, οῦ

Con el significado de ‘vicios, defectos’ aparecen los sustantivos neutros lat. a) vitium -ii
(vitiis tít. y v.2) y b) malum -i (mala v.4) y gr. c) κακóν οῦ (κακῶν l.2, κακὰ l.3). En
Dicc. PP. Escolapios leemos: κακóν, οῦ, τό, detrimentum, malum; detrimento, mal
(349). Derivados y compuestos, respectivamente: a) vitiosus, vitiositas, vitiare, vitiatio,
vitiator, vitiabilis, praevitio (Ernout 741). b) malitia, malitiosus, malitiositas, malatus,
malignus (= “diabolus”, sustantivado en la lengua de la Iglesia), malignitas, malignare,
malignor, maledicus (= κακήγορος), maledicĕre, malefacio, maleficus (= κακοῦργος, -
γία), maleuolus, maleuolens, malicordis, male sanus (= “insanus”), male fidus (=
“infidus, perfidus”) (Ernout:380). c) κακῶς (adv.), κακώτερος (comparativo en la
epopeya), κακοεργóς “maléfico”, κακομήχαγος “mal diseñado”, κακοήθης (noción de
maldad), κακοπαθής (noción de infortunio), ἁρχέκακος, ἁλεξίκακος; esp. cacofonía,
cacofónico.

3. Los dioses: Iuppiter Iovis / Προμηθευς ως

Presentaremos una breve relación entre la palabra Iuppiter y los términos dies y deus.
Los autores aclaran que algunas de estas vinculaciones son hipotéticas, por lo que
queda abierto el camino a futuras consultas. Aclaramos que, si bien preferimos usar la
grafía “v” en palabras como Iovis, al momento de citar respetaremos la grafía “u”
adoptada por algunos editores.

3.1. Iuppiter

3.1.1. Iuppiter Iovis: Según Ernout, Júpiter es el dios del día luminoso. “Iuppiter est
une forme de vocatif avec gémination expressive de l’initiale du second terme du
composé” que “a pris le rôle du nominatif Diēspiter” y que aparece en varios autores,
como Plauto y Varrón. En Ennio se encuentra un nominativo Iouis construido según el
modelo de ciuis, ciuem, etc. El gen. Iouis figura en la expresión Iouis dies, fr. “jeudi”,
esp, “jueves”. Se usan, además, los derivados: Iouinus, Iouianus, Iulius (< *Iou- il-)
(329). En Pinkster leemos: “god v.d. hemel, koning v.d. goden, vader v. goden en
mensen, god v.h. hemellicht (sterren en bliksem), oudste en hoogste god v.d. Romeinen,
gelijkgesteld met de Gr. god Zeus” (2009:569). En Júpiter, “el radical permanente se
reconstruye como *dye/ow- . . . un dios del cielo diurno y del rayo” (Martinet:312-313).
3.1.2. dies -ei: m. y f. “jour; espace d’une journée”. “Dies désigne le jour lumineux
(divinisé dans Diespiter . . .), par opposition à la nuit”. Y es de este sentido que deriva
seguramente el sentido de “ciel”. Dies pater > Diespiter “Jefe de familia, de los dioses”.
Dies ha quedado fijado en las expresiones postridie, meridie, die quinti, cottidie, etc. En
algunas lenguas romances se ha conservado el género fem. (LV dies dominica): it.
domenica, fr. dimanche, y en otras, el masc.: esp. domingo y el día lunes, martes, etc.
También se infiere un nom. fonético *dius, del cual derivaría diurnus > fr. jour, it.
giorno (Ernout:174, 329).
El IE tenía dos palabras para indicar el día: a) una para referir al día, en tanto que
luminoso, y b) otra para referir al día, como el espacio de una jornada. Como acabamos
de ver, para dar cuenta de ambos significados, el latín generalizó la primera palabra del
IE, de ahí lat. dies, mientras que el griego generalizó la segunda, de ahí gr. ἡμέρα, scr.
áhar, arm. awr.

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3.1.3. deus -i: m. La raíz IE que sirvió de base al latín tenía la acepción de “brillar” y
presentaba dos variantes, de la primera, *dyew, derivó el lat. dies -ei y el gr. Ζεύs; de la
segunda, *deyw, derivó el lat. deus -i. A partir de la raíz IE. *dyew-, en el gr. Ζεύs la
yod asibiló a la dental y en el lat. Iuppiter la consonante se asimiló a la yod
(Ernout:170). Al esp. dios / Dios se llega diacrónicamente a partir del nom. latino –no
del ac., como generalmente ocurre–: deus > dieos > dios; divus “ser de luz” > di’us >
dios. En otras lenguas romances tenemos: fr. Dieu, it Dio, cat. Déu, port. Deus.

3.2. Προμηθευς ως: προ (“antes”) y μῆτις (“prudencia, astucia, ingenio”).

Al segundo elemento se lo relaciona también con la familia de μανθάνω, μαθεῖν


‘aprender, llegar a saber’. Prometeo: “celui qui pensé d’avance, qui réfléchit”.
Epimeteo: “celui qui pensé après” Chantraine (1968-1980: 940). A Prometeo –
“Forethought”– se lo presenta como opuesto a Epimeteo –“Afterthought”–, según la
Teogonía de Hesíodo (Liddle & Scott:1996). El OLD (1484) cita “Fertur Prometheus
addere principi limo coactus particulam undique desecta”. Hor. Carm.I.16.13. y remite
también, entre otros, a Verg. Ecl. 6.42 y a Juv. 4.133.
En la Mitología Clásica Prometeo es hijo del Titán Jápeto, padre de Deucalión y
hermano de Atlas y de Epimeteo. En las distintas versiones relacionadas con Prometeo
mitología y filosofía se solapan: Hesíodo (Teogonía, Los trabajos y los días), Esquilo
(Prometeo encadenado), Platón (Protágoras), Ovidio (Metamorfosis, L. I.). Hay ecos
de las fábulas pero también de la concepción antropocéntrica de la filosofía estoica, al
relacionarse a Prometeo con el origen del hombre –cuya figura se dice modeló en arcilla
a orillas de un río– y de la humanitas pero también con la renombrada caja de Pandora.
Brumble menciona que “la idea de que Prometeo podría identificarse con ‘la previsión
divina’ –o la providencia para los cristianos medievales y renacentistas– se remonta al
menos a Plutarco y Plotino” (279).

4. Los hombres: homo hominis / ἄνθρωπος ου – vir viri / ἀνήρ ανδρóς

El pronombre personal nobis (v.1) actúa como referencia de hominum en el título,


dado por el sintagma preposicional De vitiis hominum. Al hablar de las relaciones entre
el mundo divino y el mundo humano, imposible no relacionar intertextualmente con los
comienzos de la Odisea y de la Eneida. A continuación citamos algunos versos iniciales
de ambos poemas y a la derecha una traducción al it. y dos al esp.:

ἄνδρα μοι ἔννεπε, μοῦσα, πολύτροπον, ὃς μάλα πολλὰ (v.1)


πολλῶν δ᾽ ἀνθρώπων ἴδεν ἄστεα καὶ νόον ἔγνω, (v.3)

Odisea: a) It. b) Esp. c) Esp.


ἄνδρα (1) uomo varón varón
ἀνθρώπων (3) uomini gentes hombres

a) Trad. it.: Rosa Calzecchi Onesti (1989). Torino: Einaudi (2-3).


b) Trad. esp.: J.M. Pabón (2006). Madrid: Gredos (3).
c) Trad. esp.: Luis Segalá Estalella (1977). Barcelona: Bruguera (39).

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Arma virumque cano, Troiae qui primus ab oris . . . (v.1)


Insignem pietate virum, tot aidre labores . . . (v.10)
Aeole, namque tibi divum pater atque hominum rex . . . (v.65)

Eneida: a) It. b) Esp. c) Esp.


Virum (1) uomo héroe varón
Virum (10) uomo hombre varón
Hominum (65) uomini humanos hombres

a) Trad. it.: Rosa Calzecchi Onesti (1967) Torino: Einaudi (2-5).


b) Trad. esp.: Javier de Echave-Sustaeta (2000) Madrid: Gredos (9-11).
c) Trad. esp.: Eugenio de Ochoa (1986) Bs. As.: Hyspamérica (11-13).

Ante las traducciones al español los alumnos infieren que hay diferencia de
acepciones entre los dos términos griegos (ἀνήρ, ἄνθρωπος) y los dos latinos (vir,
homo). La necesidad de una “lectura crítico-comparativa” entre original y traducciones
se refuerza al comprobar que la traductora italiana no da cuenta de estas diferencias y en
todos los casos aporta un único lexema (uomo, uomini). Desconoce lo que bien
podemos leer en Ernout: “Homo se distingue de uir como ἄνθρωπος al que traduce, se
distingue de ἀνήρ” (297).

4.1. homo – vir

4.1.1. homo -inis m. Raramente homo, -ōnis (Ennio) –osc. humuns “homines”, umbr.
homonus “hominibus”– o hemo (cf. némo < *ne hemo)–. No todos los estudiosos
concuerdan en relacionarlo con humus “tierra”. Homo significa “hombre” en el sentido
general de “être humain”, propiamente “né de la terre” o “terrestre” por oposición a los
dioses, que son “célestes”. Como “créature humaine”, designa tanto a la mujer como al
hombre (cf. gr. ό, ή ἄνθρωποςDiminutivos: homullus, homuncio, homunculus.
Compuestos: homicida, homicidium. No hay adjetivo que derive de homo; por el sentido
le corresponde humanus, -ă, -um y su derivado humanitas (Ernout:297-298).
4.1.2. vir viri m. varón, héroe, hombre, por oposición a mulier, femina. Este
sustantivo no ha permanecido como tal en las lenguas romances, aunque sí se registran
derivados: esp. adj. viril y univira; sust. virilidad, triunvirato, virtud (virtūs, -ūtis f.).
“Virtus est avec uir dans le même rapport de dérivation que iuuentus, senectus avec
iuuenis, senex” (Ernout:737-739).

4.2. ἄνθρωπος – ἀνήρ

4.2.1. ἄνθρωπος ουό, ήm. y a veces f. “hombre, ser humano”, con el sentido del latín
homo (desde Homero durante toda la historia del griego hasta nuestros días). En fem.
designa a la mujer. Numerosos compuestos, a veces en vocabulario más o menos tardío:
esp. antropólogo, antropófago, misántropo, filántropo (Chantraine 90).
4.2.2. ἀνήρ, ανδρóς m. “Homme au sens de ‘viril, courageux’” (Chantraine:87).
Compuestos o derivados: adj. ἀνδρεῖος “viril, valeroso”, androide, Andrés, Alejandro

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“el que evita o protege a los hombres”, andrógino (V. Banquete Pl., Aristófanes expone
el mito del andrógino).

5. Lo propio y lo ajeno: Propriis – Alienis / ἰδίων - ἀλλοτρίων

5.1. Propriis / ἰδίων

En relación con el sentido de “vicios propios” aparecen el adjetivo lat. proprius -ă -um
y el gr. ἴδιος α ον.

5.1.1. Proprius -ă -um: propio, particular, junto a peculiaris opuesto a communis,


correspondiente al gr. ἴδιος. Derivados y compuestos: adv. proprie, proprietas,
proprietarius (lengua del derecho, Dig., Paul.), proprietalis, propriare y appropriare,
appropriatio. El nom. proprius se ha tomado sin duda de la locución pro priuo “a título
particular” (> proprīuos > proprius). Proprietas aparece sólo después de Cicerón, como
calco del gr. ἱδιοτης; el sentido de “derecho de posesión” pertenece a la latinidad
imperial (Suet., Just., Juristes) (Ernout:539-540).
5.1.2. ἴδιος α ον: “proper á, particulier, privé”, en gr. tardío equivale tal vez a un
posesivo; adv. ἰδίως con los comparativos ἰδιὡτερον y ἰδιαίτερον. Compuestos y
derivados: ἰδιοβουλέω, ἰδιογενής “de categoría particular”; ἰδιὡτης “un particular” por
oposición a un magistrado, a un hombre público; ἱδιότης “carácter específico,
particularidad, individualidad” (Chantraine:455).

5.2. Alius – aliēnus – alter – ceterus / ἄλλος – ἀλλότριος – ἕτερος – ἔθνος, ὀθνεῖος

Con el sentido de “vicios ajenos” y “los otros” en lat. aparecen los términos alius -ă -ud
(alii v.5) y aliēnus -ă -um (alienis v.3). Las fuentes consultadas los relacionan con alter
-eră -erum y ceterus -ă -um. Los términos equivalentes en griego serían: ἄλλος η ον;
ἀλλότριος α ον; ἕτερος α ον; ἔθνος / ὀθνεῖος α ον. A continuación nos basaremos en
Ernout (21-22), OLD y Segura Munguía.

5.2.1. Alius – aliēnus – alter – ceterus


5.2.1.1. alius -ă -ud: “otro, diferente –en referencia a más de dos–”. Se corresponde
con: gr. ἄλλος, umbr. arsir, osco allo, irl. aile, got. aljis. Tiende a reemplazar el gen.
alius por alii, por alterius o por el adjetivo alienus y el dat. alii por alio, -ae. Junto a
aliud suele darse un n. alium a partir de alterum. Interviene en compuestos de
formaciones pronominales y adverbiales: aliquis, -qua, -quid “cualquier otro menos
yo”, aliquando, aliquamdiu, aliquot, aliquoties; aliquantum; aliquantisper; alicubi,
alicunde, aliunde, alioqui, aliorsum, aliubi, alius aliud dicit “uno dice una cosa, el otro
dice otra” en correspondencia con el griego ἄλλος ἄλλολέγει.
5.2.1.2. aliēnus -ă -um: deriv. de alius, ‘de otro, extranjero’, corresp. al gr. ἀλλότριος
y op. a suus y a proprius, etc. Derivados y compuestos: alienare (= ἀλλοτριῶ),
alienatus, alienígena, alieniloquium –latinización erudita de ἀλληγορια–.
5.2.1.3. alter -eră, -erum: (raíz *al- + sufijo de comparativo *–tero–, cf. gr. ἕ-τερος),
gen. alteri y dat. altero, alterae. Significa: “uno de dos; el otro, el siguiente (cuando se
habla de dos)”. Se usa en correlación: unus… alter… “el segundo”; alter… alter…. “el
uno… el otro…, el primero… el segundo…”. Compuestos y derivados: alterare,
adulterare, adulterium, adulteratio, alternus, alternitas –en gramática transcribe el gr.
ἐπαλλότης–, alternamentum, altercor –lenguaje jurídico, “querellar, disputar”–,

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La adquisición del léxico y las relaciones etimológicas en las clases de Latín – Autor: Silvio Cornú

altercatio, altercabilis, altercatorius, alteritas –sobre el modelo de έτερóτης–, alter uter


“uno de dos, el uno o el otro”.
5.2.1.4. ceterus, -ă, -um: refiere a un conjunto y no sólo a dos (cf. la expresión et
cetera –etc.–, de uso similar al ingl. “and so on” y al al. “und so weiter”).

La distinción entre alius, alter y ceterus no siempre se mantiene rigurosamente. Alius


es poco representado en las lenguas romances, donde alter ha ocupado mayormente su
lugar. Subsisten, sin embargo, ac. aliquem > esp. alguien, *alicunus –compuesto de
aliquis- > esp. alguno. También se encuentra alius en correlación con alter, como en
griego ἕτερος μὲν… ἄλλος δέ… (Ernout:22-23).
En OLD se aclara que, mediante síncopa, las formas trisilábicas de alterus a veces se
tratan como disilábicas. Esto nos recuerda la evolución diacrónica a partir del ac. latino
alterum, que practicamos en las clases de Historia de la Lengua Española y de
Lingüística Románica: alterum (1) > alteru (2) > altero (3) > alt’ro (4) > autro (5) >
outro (6) > otro (7).

Evolución fonológico-gráfica: lat. alterum > esp. otro


alterum (1) > alteru (2) > altero (3) > alt’ro (4) > autro (5) > outro (6) > otro (7)

1. alterum término latino ‘alterum’.


2. alteru -m cae por regla general (RG) de las consonantes finales latinas.
3. altero -u abre en -o por RG de las vocales finales latinas.
4. alt’ro -e- cae por RG de las vocales postónicas (interiores) latinas. Estadio
conservado en el italiano ‘altro’ y en el catalán ‘altre’.
5. autro -grupo alt- (> aut-) vocaliza en u la cons. lateral l por RG. Se origina
un caso de ‘wau’. Estadio corresp. al francés ‘autre’.
6. outro -en el grupo au (> ou), la vocal a cierra un grado por influencia del
wau (-u-) vecino. Estadio corresp. al portugués ‘outro’.
7. otro -el diptongo ou monoptonga en o, por asimilación de u a o,
cumpliéndose la evolución frecuente en esp.: au > ou > o. Estado
correspondiente al español ‘otro’.

5.2.2. ἄλλος - ἀλλότριος - ἕτερος - ἔθνος, ὀθνεῖος


5.2.2.1. ἄλλος η ον: atestiguado desde Homero hasta el griego moderno. El neutro
ἄλλα ha suministrado la conjunción adversativa ἀλλά. Adverbio: ἄλλως “de otro
modo”. Compuestos:
ἀλλογλωσσος (Hdt., etc.), ἀλλογνωτος (Od.) “desconocido, extranjero”. Derivados: un
solo sustantivo: ἀλλότης “alteridad”, entre los adjetivos: ἀλλοῖος “diferente” (Hom.)
(Chantraine:63). Todo el sistema está constituido alrededor de ἄλλος que parece ya
afectado por un sufijo -yo-, que remonta al IE: cf. lat. alius, got. aljis, irl. aile, etc.
(Chantraine:64).
5.2.2.2. ἕτερος α ον: (dor. eól. ἅτερος). Numerosos compuestos –ἑτερόδοξος– y
derivados: ἑτερότης “diferencia”. En gr. y en germánico, el adjetivo que significa
“otro”, provisto de sufijo *-tero-, tiene por radical n- y no l-, con correspondencia en IE
oriental, lit. añtras. Pero la forma alter sólo tiene correspondientes en itálico: osc.
alttram “alteram”.
5.2.2.3. ἔθνος / ὀθνεῖος α ον:“extranjero, extraño”,“grupo” más o menos permanente
de individuos, soldados, animales de donde “nación, clase, casta”, “pueblo extranjero,

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La adquisición del léxico y las relaciones etimológicas en las clases de Latín – Autor: Silvio Cornú

bárbaro”. Compuestos: ὁμοεθνής “del mismo pueblo” (Hdt., etc.) y derivados: ἐθνικός
“del pueblo, nacional, extranjero”.

5.2.3. Other – Else – Alter


El OLD relaciona los térm. ingl. other, else y el verbo alter, entre sí y con los latinos
alius, alienus y alter.
5.2.3.1. Other: proviene del IE y está presente en las lenguas derivadas del proto-
germánico, como en ingl. ant. y ant. alt. al. (cf. hol. y al. ander). El IE *ánteros presenta
una formación compar. con *-teros (cf. gr. ἕ-s) de donde surge el sentido original
de ‘alternancia’ y es paralelo al sánsc. ántaras, ‘diferente’.
5.2.3.2. Else: presenta formas similares en las lenguas germánicas, p. ej. en gót. aljis,
de un térm. del proto-germ., cognado con el latín alius. gr. állos. En ingl. figura el
término alien [‘eiljən], ‘ajeno, no propio’, del lat. aliēnus. Otros términos relacionados:
alias [‘eiljæs] ‘mote, otro nombre’; alibi [‘ælibai], del lat. alibi = alius + ibi/ubi.
5.2.3.3. Alter: ‘hacer diferente, cambiar’, del lat. alterare y a través del fr. proviene de
*al- + sufijo compar. *-tero-.

VII. Conclusiones

El acceso a la comprensión integral de los textos latinos no se logra sólo al inferir el


vocabulario desconocido o buscar su significado en un diccionario. Es necesario recurrir
a metodologías que permitan dar cuenta del uso de la lengua en cada texto y de la
peculiar imbricación de texto y contexto, de lengua y cultura, que lo caracteriza.
Consideramos que la estrategia didáctica planteada centrada en el establecimiento
crítico-comparativo de relaciones etimológicas entre el texto latino, el texto griego
fuente y una traducción al español –y, ocasionalmente, otras lenguas– reclama la
necesaria intervención del aprendiz de latín en la construcción y reconstrucción del
sentido de los textos. Implica, por lo tanto, el involucramiento activo del mismo en el
aprendizaje de la lengua latina y, en este caso, facilita el tratamiento y la adquisición del
léxico en las clases de Latín.
Al mismo tiempo, dicha estrategia metodológica contribuye al aprendizaje
correlacionado del griego y del latín, como logro de una aspiración conjunta de los
docentes de Clásicas, y a la consolidación del espacio de investigación en torno a las
relaciones etimológicas ya iniciado en el cruce de las asignaturas Latín e Historia de la
Lengua Española y del Seminario de Lingüística Románica de la UNL.

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La adquisición del léxico y las relaciones etimológicas en las clases de Latín – Autor: Silvio Cornú

VIII. Bibliografía

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La adquisición del léxico y las relaciones etimológicas en las clases de Latín – Autor: Silvio Cornú

APÉNDICE

De vitiis hominum (Phaedrus) - Πῆραι δύο (Αἴσωπος)

Fabulae IV, X (Phaedrus)


De vitiis hominum

1. Peras imposuit Iuppiter nobis duas:


2. propriis repletam uitiis post tergum dedit,
3. alienis ante pectus suspendit grauem.
4. Hac re uidere nostra mala non possumus;
5. alii simul delinquunt, censores sumus.

Sobre los vicios de los hombres

Júpiter nos impuso dos alforjas:


nos colocó detrás de la espalda la repleta de los vicios propios
y nos colgó delante del pecho la cargada con los ajenos.
Por eso, no podemos ver nuestros defectos;
pero censuramos a los otros, ni bien se equivocan.

Πῆραι δύο (Αἴσωπος)


Chambry 303=Perry 266 (p.136) Fábulas de Esopo. Edición de Chambry
http://www.scribd.com/doc/3037043/Textos-griegos-de-las-fabulas-de-Esopo

1. Προμηθεὺς πλάσας ποτὲ ἀνθρώπους δύο πήρας ἐξ αὐτῶν ἀπεκρέμασε,


2. τὴν μὲν ἀλλοτρίων κακῶν, τὴν δὲ ἰδίων, καὶ τὴν μὲν τῶν ὀθνείων ἔμπροσθεν
3. ἔταξε, τὴν δὲ ἑτέραν ὄπισθεν ἀπήρτησεν. Ἐξ οὗ δὴ συνέβη τοὺς ἀνθρώπους
4. τὰ μὲν ἀλλότρια κακὰ ἐξ ἀπόπτου κατοπτάζεσθαι, τὰ δὲ ἴδια μὴ προορᾶσθαι.
5. Τούτῳ τῷ λόγῳ χρήσαιτο ἄν τις πρὸς ἄνδρα πολυπράγμονα, ὃς ἐν τοῖς
6. ἑαυτοῦ πράγμασι τυφλώττων τῶν μηδὲν προσηκόντων κήδεται.

266. Las dos alforjas (Hausratt 229, Ch.303) Tr. P.Bádenas de la Peña (2000) Esopo.
Fábulas. Md., Gredos

Prometeo cuando modeló antaño a los hombres les colgó dos alforjas, una con los
defectos ajenos y otra con los propios; la de los ajenos la puso delante y la otra la colgó
detrás. Desde entonces ocurrió que los hombres ven de entrada los defectos de los
demás mientras que no distinguen los suyos propios. Podría aplicarse esta fábula al
hombre impertinente que, ciego en sus propios asuntos, se cuida de los que en nada le
conciernen.

--Artículo incluido en el libro: Chialva, I. y Palachi, C. (comp.) Glôssai-Linguae en el


Mundo Antiguo. Homenaje a Silvia Calosso. Santa Fe, Ediciones UNL, 2015, pp. 263-
282.

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