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PERIODISMO.

En una sociedad diversa, compleja, abigarrada, las relaciones sociales son, implícitamente
hablando, una consecución importante para su condicionamiento de existencia. La tierra,
con aproximadamente 7,600 millones de habitantes, de acuerdo a datos de la Organización
de la Naciones Unidas (ONU), esos 7.600 millones de habitantes realizan hechos,
proponen acontecimientos, ejecutan acciones; esos habitantes, como su manera de
relacionarse, necesitan tener conocimientos básicos de lo que ocurre en su entorno, de los
contextos distintos, en sí, necesitan conocimientos de lo que ocurre en el mundo.

En suma muchas de las actividades que realizan esa cantidad aproximada de seres
humanos, son plausibles de que puedan convertirse en hechos relevantes que la sociedad
quiera o necesite saber. Bajo estos acontecimientos creados por los hombres, existe una
negativa que trata de no percepción de todas las acciones o hechos realizados por los seres
humanos; es decir, que no se puede saber, conocer, interpretar, a cabalidad, los hechos.

Según el docente de la Carrera de Comunicación Social, Sidney Torres, sería una tarea
imposible tratar de saber lo que ocurre, a cabalidad, en el mundo.

“Los procesos de representación del mundo y su necesaria comprensión e


interpretación serían humanamente imposibles si nos hallaríamos ante el desafío
de saber qué es lo que hacen alrededor del mundo todos y cada uno de los más de
7.000 millones de pares que habitan, al igual que nosotros, el planeta” (TORRES.
Pág. 6. 2017).

Bajo estas perspectivas, el profesor de la Universidad de Rio de Janeiro, Felipe Peña,


señala que la ubicuidad –traducida como omnipresencia– es el don que todo hombre
busca, es decir: el tratar de conocer todo –la mayoría de los hechos– mediante la
omnisciencia.

“¿A usted no le gustaría poseer el don de la ubicuidad? Imagine poder estar


presente en varios lugares al mismo tiempo y saber de todo lo que pasa en los
contextos más diversos. (PEÑA. Pág. 11. 2009).
En este sentido, se puede traducir que el hombre tiene el afán de conocer “todos” los
hechos que le secundan por más lejanos que se encuentren. Pues, este hábito, es
consecuencia de su miedo a lo desconocido, justamente a los hechos que le secunda.

Sin embargo, algunas organizaciones, han tratado de clasificar esos hechos secundarios
que el hombre quiere conocer. Cuentan con una esquematización de temas que son
importantes para el hombre. Según la lista al cual la ONU presta atención, cuenta con
temas diversos, entre ellas: El crecimiento de la población, las migraciones, la salud, las
epidemias, alimentación, la democracia, los derechos humanos, entre otros. Pero, a pesar
de la clasificación, el hombre está impedido, por cuestiones de contexto, cultura, de
conocer eso temas. Así lo afirma Torres:

“Con esta agenda, sería difícil que un ciudadano común pudiera conocer, aún con
el empeño, qué es lo que pasa en el mundo y cómo le afectan determinadas
temáticas”.

Ahora bien, teniendo dos elementos importantes: la curiosidad o ubicuidad del hombre y
los diversos temas que se hallan dispersos por la tierra, no hay una solución exacta para
que, el ser humano, pueda acercarse a esa realidad diversa y dispersa. Sin embargo,
teniendo en cuenta la tematización hecha por la ONU, el ser humano puede acercarse, de
manera no tan precisa, a esos hechos. Pero, para eso necesitará, además de la tematización,
una organización, o clasificación de temas o hechos relevantes para la sociedad.

Ahora bien, estos temas pueden entenderse como noticias, esto, entendido como
información nueva. En este sentido, se puede inferir, de esta idea, que la noticia es igual a
información y que no existe una diferencia entre ambos conceptos, así lo entiende el
catedrático y periodista Gonzalo Martín Vivaldi:

“Conviene advertir, desde un principio, que no hay diferencias esenciales entre


parte, noticia e información. En realidad, dar parte de algo equivale a hacer un informe;
dar noticia de algo equivale a informa. […] Así, cuando se pide la noticia de algún suceso,
se entiende que no se quieren detalles complementarios, sino lo sustancial y suficiente
para que el lector sepa, en pocas líneas, lo que debe saber del hecho, tema o problema
planteado. La información es la misma noticia, un poco más amplia, con detalles
aclaratorios o circunstancias accesorias”. (VIVALDI. Pág. 404.).

Tomando una cita textual del ya mencionado docente de la Carrera de Comunicación


Social, Sidney Torres, “El estudio de la noticia y la noticiabilidad demanda no
concentrarse únicamente en la noticia, sino partir de un marco mayor: la actividad que la
genera; es decir el periodismo. Entonces, es preciso tener una aproximación conceptual
de lo que es periodismo.

Para el profesor Enrique Aguinaga, el periodismo es una clasificación de la realidad. Esto


ligado a conceptos de “periodizar” o “periodificar”.

“Habrá que repetir por enésima vez que la función esencial del Periodismo
concebido como periodificación es la clasificación de la realidad y por ende la
determinación de contenidos del continente periodístico, para añadir que la
finalidad del Periodismo, así concebido, no es la información –el escándalo
alcanza su cumbre– sino la trasformación de la información en conocimiento”.
(AGUINABA. Pág. ).
BIBLIOGRAFÍA.
TORRES, Sidney. Acontecimientos, noticiabilidad y noticia. Ed. Presencia. La Paz,
Bolivia. 2017.
DE AGUINAGA, Enrique. Hacia una teoría del periodismo.
PEÑA, Felipe. Teoría del periodismo. Ed. Alfaomega. México. 2009.

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