CUADRO.

EL ROL DEL MAESTRO.

Habilidades. Actitudes. Retos docentes.

 Planificar y preparar los cursos y las
clases. Identificando objetivos,
actividades acordes a los niños,
evaluación, recursos, experiencias,
desarrollo propio y de los alumnos, etc.
 Educar según las necesidades de los
niños.
 Evaluar, registrar e informar el desarrollo
del alumno.
 Observar a los niños para adaptar y
organizar el programa de enseñanza y
aprendizaje a las necesidades individuales
y grupales.
 Seleccionar y presentar el material de
aprendizaje de acuerdo a los intereses y
experiencias de los niños.
 Valorar el plan de clase como un recurso
necesario para realizar una clase.
 Considerar las necesidades de los niños y
no sólo las propias.
 Ser objetivo al momento de evaluar a los
niños y preocupación por el avance de
nuestros alumnos.
 Saber que es importante estimular e
interesar a los niños en lo que se ha de
aprender.
 Autoevaluar nuestro trabajo, siendo
honestos con lo que estamos realizando.
 Mejorar en la elaboración de planes,
proponiendo propósitos más claros y
congruentes, actividades relevantes, aprovechar
los recursos disponibles, analizar a fondo lo que
haremos con nuestros alumnos. Considerar a la
planeación como un elemento que nos ayuda a
realizar una práctica eficaz.
 No dejarnos vencer por la flojera o mediocridad
de tratar de hacer siempre lo mismo con todos
sin importar sus características, planear y educar
según los niños. Adaptarnos a sus características
sin perder de vista lo que pretendemos lograr.
 Documentarnos más en el aspecto de la
evaluación, ya que todavía existen dudas y es un
proceso de mejora permanente. Proponer y
llevar a cabo diferentes formas de evaluar,
diversificándola, y combinando lo cuantitativo
con lo cualitativo, evaluar procesos y no sólo
conocimientos.
 Emplear a la evaluación como una forma de
mejorar los procesos de enseñanza y de
aprendizaje.
 Fomentar las coevaluaciones y autoevaluaciones.
 Mejorar nuestra capacidad de observación,
enfocarnos a lo que realmente es importante y
no sólo hacerlo por hacer, tener propósitos bien
definidos y aprovechar los datos que nos arroje
ésta.
 Estimular a los niños para que aprendan, ya que
es parte de nuestra labor atraparlos (intereses y
atención) para que desarrollen el gusto por
aprender.
 Emplear y elaborar material de acuerdo a las
características de los niños, aprovechar los
recursos que tenemos a nuestro alcance sin que

 Estructurar el aprendizaje de los niños.
Proponiendo actividades que constituyan
un reto dentro de sus capacidades.
 Formar una conducta de aprendizaje
donde los niños puedan aprender
independientemente.
 Organizar el entorno de aprendizaje de tal
manera que el mobiliario esté disponible
al igual que el material.
 Plantear y tener metas y objetivos
explícitos que puedan emplearse en el
trabajo y la toma de decisiones en el aula.
 No perder de vista el desarrollo infantil de
los alumnos y actualizarnos
constantemente en el tema.
 Ayudarse entre los maestros a evaluarse,
que exista una cooperación entre colegas.
 Tomar en cuenta al niño en nuestra
evaluación.
 Ser consciente de mis propias fortalezas y
debilidades.
 Relacionarse armónicamente con todos
los actores de la escuela, y valorar el
papel tan importante que cada uno de
ellos juega.
 Tener confianza y seguridad en el trabajo
que cada maestro realiza.
esto implique un gasto grande para nosotros.
 Ser conscientes de lo que estamos haciendo,
videograbarnos o buscar una forma de hacer una
autoevaluación que nos permita mejorar, ya que
no sólo se evalúan los alumnos.
 Plantear actividades que motiven a los niños,
acordes a sus características, que representen
una dificultad que puedan vencer, ya que en
muchas ocasiones tratamos de darles todo
hecho.
 No perder de vista que nuestros compañeros nos
pueden ayudar a mejorar, es un trabajo en
equipo y no perdemos nada con hacerlo, ya que
en ocasiones no nos damos cuenta de los errores
que cometemos hasta que otros nos los hacen
ver.
 Fomentar el aprendizaje autónomo, y no hacer
niños dependientes del maestro.
 De vez en cuando realizar encuestas que nos
permitan saber qué opina el niño de nuestro
trabajo, para rescatar aquellos elementos que
nos hagan mejorar.
 Crear un ambiente de aprendizaje agradable,
empezar desde nuestras cosas, teniéndolas
ordenadas, tener a la mano el material para
evitar perder tiempo buscándolo o
acomodándolo.
 No perder de vista mis fortalezas, seguirlas
manteniendo y a partir de ellas tratar de superar
las debilidades.
 No ser tan ambiciosos en los propósitos que
pretendamos lograr, ya que por querer abarcar
mucho no logramos nada.
 Tratar de lograr un trato más cercano con padres,
alumnos, maestros y directivos; olvidarse de
hacer prejuicios y reconocer la importancia del
trabajo conjunto.
 Aprovechar las oportunidades que se nos
presentan para conocer mejor a nuestros niños, y
si tenemos dudas de algo, buscar la forma de

 Motivar al niño para que se interese en su
proceso de aprendizaje.
 Mantener un equilibrio entre el individuo
y el grupo, emplearlo para conseguir
nuestras metas; fomentar una buena
conducta grupal.
 Conocer y manejar el currículum de la
educación primaria (en nuestro caso).
 Tener un buen dominio de contenidos.
 Saber que nosotros podemos lograr un
cambio y no esperar a que todos hagan lo
mismo.
 Saber transmitir confianza y seguridad en
los alumnos.
 Tener altas expectativas en nuestros
alumnos.
 Ser sensibles a la subjetividad de los
niños, tratarlos como nos gustaría como
nos trataran, ya que son personas y no
objetos.
documentarnos para tratar de ayudarnos.
 Irradiar confianza y seguridad en lo que hacemos,
ya que de lo contrario transmitidos efectos
negativos en los niños. Para tener confianza es
necesario estar bien preparados en lo que vamos
a hacer.
 Realizar actividades que motiven al niño, no caer
en la mediocridad y la rutina de hacer siempre lo
mismo, echar mano de nuestras habilidades para
involucrar al niño en su aprendizaje.
 Dejar de lado la concepción de que si los demás
no lo hacen yo tampoco, un solo maestro puede
empezar a ser la diferencia, no perder tu esencia
y compromiso.
 Buscar estrategias que nos permitan mantener la
disciplina en el aula, pero no entendida como el
mantener a todos los niños quietos, sino como un
ambiente favorable para el aprendizaje.
 Buscar la forma de que los niños comprendan de
que es necesario la disciplina para mantener un
buen clima de trabajo con los demás.
 Documentarnos, indagar, leer
comprensivamente, analizar, los planes y
programas que tenemos, los libros, y otros
materiales para tener un buen dominio de lo que
pretendemos lograr y así no desviarnos de
nuestros propósitos, además de que podremos
realizar las adecuaciones pertinentes.
 No esperar a que nos den todo, y nosotros tener
la iniciativa de buscar información, por ejemplo,
del plan 2009.
 Tratar de creer siempre en nuestros alumnos,
esperar lo mejor de ellos.
 Prepararnos, leer más, comentar con los demás,
pedir ayuda si es necesario para dominar un poco
más los temas que se manejan en la primaria, no
se trata de saberlo todo, pero sí es necesario
tener un amplio conocimiento sobre el tema.
 Tratar a los niños con tacto, no olvidar que son
personas con las que tratamos y nos muñecos

 Observar e interpretar la conducta del
niños, usando test y pruebas, y tomando
en cuenta la personalidad y estilos de
aprendizaje, experiencias, capacidades,
etc.
 Habilidad de organización y control,
donde seleccionemos formas de hacer las
cosas que se adecuen a situaciones que se
viven en el aula y ser capaz de prever los
problemas y evitarlos mediante la
planificación cuidadosa.
 Ser capaces de controlar a los niños en
grupos o individualmente, con todo lo que
implica, desde el saber dar instrucciones
hasta fijar reglas de conducta desde el
principio.
 Usar eficazmente el tiempo.
 Relacionarse con los padres de familia e
involucrarlos en el proceso de aprendizaje
de sus hijos.
 Localizar problemas en la escuela o aula y
proponer medidas para solucionarlos
mediante gestiones que se realicen.
 Interesarnos por nuestros alumnos, más
allá de lo que sucede en la escuela sin
involucrarnos demasiado.
 Reforzar lo que nuestros alumnos hacen
bien, y no sólo hacerles notar lo que está
mal hecho.
 Ser congruente con lo que pedimos y con
lo que hacemos, educar con el ejemplo.
 Tener expectativas positivas en nuestros
alumnos.
 Confiar en lo que nuestros alumnos
pueden hacer y lograr, no menospreciar
sus capacidades.
 Respetar a los alumnos en todos los
sentidos, desde sus puntos de vista hasta
sus características e intereses, no tratar
que podemos manejar a nuestro antojo.
 Realizar instrumentos de observación que nos
permitan mejorar las estrategias que usamos
para ayudar a aprender a los niños, además de
que así los conoceremos mejor y todo estará en
función de sus necesidades e intereses. Claro está
que hay que darles un buen uso a éstos.
 Reconocer que nuestros niños tienen otra vida
fuera de la escuela y que a veces resulta
imposible dejar todo lo que traen de casa fuera
de la institución, así que no juzgarlos
anticipadamente por situaciones de las cuales
desconozcamos su origen. Tratar de acercarnos a
ellos y preocuparnos por lo que les pasa.
 Mejorar el control y la organización que tenemos
de nuestro grupo ya que en muchas ocasiones es
lo que nos imposibilita conseguir nuestros
objetivos.
 Evitar remarcar sólo lo que los niños hacen mal,
estimularnos recordando lo que hacen bien.
 Perder el miedo al empleo del trabajo en equipo,
mejor enseñar a nuestros alumnos a trabajar de
esta manera.
 Poner el ejemplo de lo que propongamos, ser lo
más coherente entre lo que pedimos y lo que
hacemos.
 Emplear eficazmente el tiempo tratando de
evitar situaciones en donde por flojera o facilidad
nos perdemos en cosas que no son tan
importantes.
 Jerarquizar el uso de la jornada escolar.
 Siempre creer que nuestros niños pueden lograr
lo mejor.
 Realizar de forma más frecuente actividades
donde podamos involucrar a los padres de
familia, invitarlos a participar y tener una mejor
comunicación con ellos.
 Emplear a la gestión escolar como un recurso
importante y necesario para mejorar la
educación de nuestras escuelas, no esperando a

 Tener y usar una buena comunicación con
nuestros alumnos, colegas, autoridades y
padres de familia.
 En la habilidad de comunicación incluir la
de presentación, interrogación y presenten en el aula con justicia.
conducción de discusiones y ayuda
individual.
 Habilidad para resolver problemas.
 Improvisar cuando sea necesario,
usándolo como recurso sin abusar de ella.
 Transmitir sentimientos y sensaciones por
medio de nuestra expresión corporal y
verbal.
de imponerles algo sin razón que lo
justifique.
 Estar comprometidos con nuestro trabajo
y todo lo que implica.
 Tratar a los niños y a la situaciones que se
 Ser honestos con nuestros alumnos,
decirles siempre la verdad.
 Admitir nuestros errores y no asumir que
siempre tendremos la razón.
 Ser responsables con nuestra labor y
preocuparnos por nuestra actualización
docente y mejor desempeño.
que los demás hagan algo para yo hacerlo. Tener
iniciativa.
 Mejorar la comunicación que tenemos con los
actores de la escuela, dejar de lado el aula
cerrada, involucrarlos a todos.
 Comprometernos realmente con nuestra labor y
no sólo hacerlo porque me lo piden o por rutina,
buscarle el sentido.
 Mejorar las preguntas que hacemos, tratando de
que sean productivas y no sólo repetitivas.
 Fomentar la justicia en el salón, siendo objetivos
con las situaciones y personas.
 Buscar formas asertivas de solucionar los
problemas que vayan surgiendo no perdiendo la
calma ni el control.
 Evitar mentir a los alumnos sólo por querer
quedar bien con ellos, a la larga se darán cuenta y
no nos creerán nada.
 Improvisar cuando sea necesario, dejando de
lado la concepción del plan rígido; pero que esta
improvisación sea eficaz y útil.
 Platicar con los niños y decirles que somos
humanos, no lo podemos saber todo, pero sí
podemos investigar aquello que desconozcamos
y ellos tengan duda.
 Emplear mejor nuestro cuerpo, postura, modular
la voz para transmitir a los niños situaciones,
emociones y así involucrarlos más en las clases.
 Tratar de actualizarnos constantemente y evitar
caer en la mediocridad de sólo quedarnos con lo
que ya sabemos, buscar ser siempre mejor.