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Heidegger
El filósofo
[...]
El lenguaje de las fórm ulas litú rg ica s era cristia no : e l sobrino sacerdote,
H elnrich H eidegger, las m anejaba con cuidado, conform e a lo s deseos de
su tío, fam iliarizado con su proxim idad y lejanía respecto a la Igle sia c a tó lic a
Las tres plegarias pronunciadas en la ca p illa del cem enterio seguían textos
y rito s de la litu rg ia fúnebre c a tó lic a ¿Era la vue lta a casa del h ijo pródigo, el
retorno al seno de la Iglesia? El e scrito r A lb e rt K rautheim er, que fu e durante
más de una década cura de B ietingen, cerca de M esskirch, solía de cir: «Los
m iem bros de la Iglesia celebrarían que M artin atravesara el um bral principal
de la ig lesia de San M artin de M esskrich con hábito de penitente; pero hace
m ucho tiem po que ya en tró en e lla por la puerta de la sacristía, com o antes,
cuando era el hijo del sacristán». Y K rautheim er sabía lo que decía, puesto
que era él quien había escondido los m anuscritos de H eidegger en la im
ponente y em pinada to rre de la ig le sia de B ie ting en durante la época de la
confusión e incertidum bre de la guerra y la posgu erra
otra parte llena de una lucidez inusitada para iluminar su propio tiem
po -incluso las ruinas- al formular adrede, como marca de su filosofía,
un discurso extemporáneo, porque por descontado «la pregunta por el
sentido del ser», planteada como inicio y núcleo de su pensamiento, no
sonaba contemporánea, sino antigua y trasnochada. ¿Pero lo era?
Con este fracaso teñido de tintes trágicos tiene que ver sin duda el
carácter mismo de las publicaciones posteriores a Ser y tiempo, casi
siempre en forma de opúsculos de extensión variada, m ás o menos
ocasionales y reunidos de forma no siempre justificada (Caminos de
bosque, Hitos, Conferencias y artículos); obras, pero de carácter frag
m entario (Aportes a la filosofía. "Del acontecimiento) y no publicadas
en vida; o incluso cuadernos, tam bién inéditos, que mezclan pensa
mientos y meras opiniones, cuando no auténticas visiones mesiá-
nicas y apocalípticas (Cuadernos negros). En todo caso, Heidegger
no volvió a publicar en vida una obra com pleta de la envergadura
y el alcance de Ser y tiempo: su trayectoria posterior tal vez solo se
deje caracterizar, en térm inos que afectan tan to al tem a como a la
expresión, como una deriva, siem pre pendiente de aquel proyecto
inconcluso de 1927. La crítica ha preferido traducir esa vicisitud ge
neral a p artir de 1930 bajo el significado de «giro» o «vuelta»; no se
sabe muy bien si como inversión de aquella propuesta (en ese caso,
yo hablaría más bien de consum ación extrem a de la misma) o como
cambio absoluto de dirección. Ocurre, sin embargo, que «giro» no
20 'Ueidttgger
El estilo y la expresión