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Tipos de valores morales

Los valores morales son un conjunto de normas espirituales, sociales e incluso personales con
que una comunidad humana (y cada individuo dentro de ella) decide regirse, en base a lo
considerado como “bueno” y como “malo” en su tradición cultural específica.

Los valores morales son el resultado de una serie compleja


de elecciones que los individuos realizan a lo largo de sus
vidas, en base a las enseñanzas recibidas durante su
infancia y juventud, las experiencias vividas y el impacto
emocional que hayan tenido, y los discursos normativos,
religiosos, éticos y sociales del contexto en que habitan. Por
eso los valores morales no son uniformes, ni universales, ni
coercitivos, si bien romperlos puede acarrear el rechazo
social y, en algunos casos, el castigo legal.
La moral, en ese sentido, es un concepto de construcción histórica, determinado por la opinión
pública y el modelo social imperante. Esto significa que cambia con el tiempo, y lo que en una
época o una cultura determinada puede considerarse inmoral o depravado, en otra puede ser
perfectamente aceptable.
Aun así, los valores morales suelen ser tenidos como trascendentes, por lo que su dinámica
de cambio es lenta y complicada. Lo que sí puede variar más rápidamente es la forma de
interpretar un valor moral y en qué se traduce a la hora de lidiar con la sociedad. Por ejemplo,
la bondad es un valor moral absoluto, pero en qué circunstancias se traduce en la vida real y
de qué manera es relativo semejante concepto, varían según la perspectiva.

Tipos de valores
Los valores de una sociedad pueden clasificarse de acuerdo al marco cultural de donde
provienen, de la siguiente manera:
 Personales. Aquellos a los que una persona se adhiere individualmente, ya sea que
estén o no de acuerdo con la sociedad que lo rodea y con su momento histórico.
 Familiares. Aquellos que un individuo hereda o recibe como enseñanza en el seno
familiar, estén o no de acuerdo al resto de la sociedad y a su momento histórico.
 Religiosos o espirituales. Aquellos que una persona y una comunidad profesan y
conservan mediante la congregación y el ejercicio de una religión, mística o fe
específica.
 Tradicionales. Aquellos que una comunidad determinada profesa durante el tiempo y
que tiende a preservar en contra de los designios de su época.
 Éticos o profesionales. Aquellos que una colegiatura o conjunto de profesionales elige
para regir el ejercicio de su profesión, vinculados en particular con la ética.
 Comerciales. Aquellos que atañen al ámbito comercial y al sano intercambio de bienes.
 Democráticos o republicanos. Aquellos valores que preservan el sistema político
democrático o republicano, como la igualdad, la fraternidad y la libertad.

Tipos de valores éticos


Entre los valores éticos más relevantes se pueden mencionar: justicia, libertad, respeto,
responsabilidad, integridad, lealtad, honestidad, equidad, entre otros.

Los valores éticos se adquieren durante el desarrollo individual de cada ser humano con
experiencia en el entorno familiar, social, escolar e, inclusive, a través de los medios de
comunicación.
Los valores éticos demuestran la personalidad del individuo, una imagen positiva o negativa,
como consecuencia de su conducta. Asimismo, se pueden apreciar las convicciones, los
sentimientos y los intereses que la persona posee.

Por ejemplo, el individuo que lucha por la justicia y la


libertad, valores considerados como positivos, son el
reflejo de una persona justa. Pero, de lo contrario, se
observa un ser humano apático ante dichos valores y que
da cierto apoyo a las injusticias.

Por tanto, los valores éticos permiten regular la conducta


del individuo para lograr el bienestar colectivo y, una
convivencia armoniosa y pacífica en la sociedad.

Etimológicamente, la palabra ética es de origen griego


ethos que significa “hábito o costumbre” y el sufijo -ico que expresa “relativo a”.

Valores éticos relativos


Los valores éticos pueden ser relativos en virtud del punto de vista que posea cada individuo.
Por ejemplo, para una persona es sinónimo de responsabilidad llegar puntual a su lugar de
trabajo. No obstante, para otro esa situación no es considerada como algo de relevancia, por
lo que puede llegar con retraso a su puesto de trabajo y no sentirse irresponsable.

Por tanto, se debe mencionar que son muchas las personas que no comparten opiniones ni
respetan los diferentes puntos de vista de otros. Es decir, lo que para algunos es una actitud
ética o positiva, necesariamente, no lo es para otros.

Valores éticos absolutos


Los valores éticos también pueden ser absolutos en virtud de lo que es considerado como un
hábito o costumbre practicado por toda la sociedad. No son subjetivos y su sentido permanece
invariable más allá de las experiencias personales o colectivas.

Es decir, en términos generales y más allá de las diferencias culturales existentes entre las
personas, todos somos capaces de reconocer qué es la solidaridad o el respeto, así como de
identificar aquellos actos considerados como buenos o malos.

Por ejemplo, todos los individuos saben o reconocen qué es la cordialidad más allá de que la
pongan en práctica o no con quienes están a su alrededor.

Tipos de valores profesionales

Los valores son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de
realizarnos como personas. Son creencias fundamentales que nos ayudan a preferir, apreciar
y elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro. También son
fuente de satisfacción y plenitud
Ahora bien, demostrar valores profesionales no se limita a comportarnos de modo responsable,
tolerante, disciplinado y respetuoso. Todos estos se consideran como valores sociales que de
por si deben estar implícitos en la persona en cualquier ámbito de su vida. Los valores
profesionales se refieren a todas aquellas normas y conductas que se consideran altamente
beneficiosas para el proceso de producir
bienes o brindar servicios.

Entre los valores que debería tener


cualquier profesional están:
Aptitud
Toda persona debe ser competente en su
trabajo. Es decir, debe tener los
conocimientos necesarios y las
capacidades para realizar las labores
específicas que se le piden. Los resultados de nuestro trabajo serán mejores si somos buenos
realizando las actividades que este implica.

Liderazgo
El mundo no está hecho para los borregos. Todo trabajador debe ser capaz de trabajar en
equipo y de conducir a un grupo de personas hacia el cumplimiento de un objetivo concreto.
El valor del liderazgo no implica mandar a otros sino más bien utilizar la comunicación y las
habilidades persuasivas para demostrar el mejor modo de realizar algo.

Visión global
Un buen profesional ve el trabajo que se hace en una empresa como un todo. Ninguna
actividad está desligada de otra sino que todas mediante la interconexión se vinculan para un
bien mayor. Este valor se refiere a la capacidad de la persona de ver la empresa como un
universo de conexiones mediante las cuales se pueden logran ciertos objetivos. También se
vincula al interés de desarrollar una red de contactos que permita que la empresa crezca.

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