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Cita: RC D 1607/2017
Sumario:
[2] CANDAL, Pablo, Medios técnicos, en Tratado de Derecho del Trabajo, 2ª ed., dir. por Mario E. Ackerman y coord. por
Diego M. Tosca y Alejandro Sudera, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2014, t. I, p. 850.
[5] Una muestra de la distinción de criterio según el tipo de entidad de que se trate -comercial o civil- puede observarse en
el modo en que una de las autoras que en nuestro país más se ha ocupado del fenómeno, Diana Regina Cañal, ha titulado
su primera obra bibliográfica en la materia: Responsabilidad ilimitada y solidaria de directores y socios de sociedades
comerciales, Quorum, Buenos Aires, 2001.
[6] Se resolvió en dicha causa que "Corresponde responsabilizar por las obligaciones laborales a la sociedad que explotaba
el negocio donde se desempañaron los actores y también, solidariamente, a los socios individualmente demandados,
aquélla funcionó irregularmente sin hacer aportes jubilatorios referidos a sus dependientes, a los que burló dejándolos
sin trabajo, desapareciendo con la venta de sus instalaciones, que constituían sus únicos bienes. La teoría de la
penetración o de la desestimación de la personalidad societaria ha sido elaborada a propósito del uso desviado de ésta
como cuando, prevaleciéndose de dicha personalidad se afectan intereses de terceros, de los mismos socios y aun de
carácter público. Su aplicación, en casos excepcionales, corresponde en materia laboral, cuando se trata de remediar una
situación de fraude a los derechos de los trabajadores".
[7] Producto de esta nueva composición del tribunal es la rica jurisprudencia que abarcó los más diversos institutos del
derecho individual y colectivo del trabajo, cuyo estudio puede apreciarse en extensión en el libro de FERA, Mario, El
Derecho del Trabajo en los fallos actuales de la Corte Suprema, L.L., Buenos Aires, 2013.
[8] Tendencia que la Corte explicitó en el relevante caso "Benítez, Horacio Osvaldo c/Plataforma Cero SA", en sentencia
del 22-12-2009, cuando remarcó, en referencia al art. 30 de la LCT -pero con argumentación válida respecto de cualquier
otra norma de la misma naturaleza- que "es impropio de su cometido jurisdiccional, en el marco de un recurso
extraordinario, formular una determinada interpretación de la norma citada, dado el carácter común que ésta posee".
[9] Se ha destacado el procedimiento adoptado por la Corte en su actual integración, consistente en descalificar de hecho
su propia doctrina anterior cuando había tenido por objeto avanzar en cuestiones que implicaban interpretación de
normas de derecho común, utilizando la sutil política de denegar recursos que se fundamentaban justamente en
interpretaciones anteriores del tribunal, que en anterior composición había considerado adecuado expresar. Se ha dado
cuenta de ello, en lo que respecta al art. 30 de la LCT, en TOSCA, Diego M., La obligación de garantía prevista en el
artículo 30 de la LCT en la doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Un retorno a la juridicidad, en Revista
de Derecho Laboral, Nº 2009-2, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, ps. 163 y s.
[10] En el momento de redactar estas líneas, enero de 2016, el máximo tribunal se encuentra conformado sólo por tres
ministros -Ricardo L. Lorenzetti, Elena I. Highton de Nolasco y Juan C. Maqueda- y, como se ha visto, la única opinión
que propicia la apertura de la instancia federal para la temática en análisis, y con un criterio restrictivo, es la del ministro
Lorenzetti.
[11] Así, entre muchos otros casos: CNAT, sala I, 25-10-2011, "Hodara c/Pasword International Reality SA"; sala II, 14-3-
2012, "Lozano c/Boeing"; sala III, 31-3-2011, "De Bilbao, F. S. c/Grupo Gral. Store SA y otros"; sala IV, 6-5-2011,
"Criado c/Time SA"; sala V, 23-4-2012, "Muñoz c/Desara SA"; sala VI, 13-12-2011, "Comes c/Kintaro"; sala VII, 9-
2-2011, "Guerrero c/Automotores Roca SA y otros"; sala VIII, 15-7-2011, "Luque c/Almatec SA"; sala IX, 29-12-2011,
"Franco Vega c/Muzza Pizza SA y otros", y sala X, 30-9-2011, "Papaseit c/Worldsales y otros".
[13] Así, por ejemplo, en la causa "Figueroa, Víctor Adrián c/Dulces del Plata SA y otro s/Indemnización, artículo 212,
LCT", del Tribunal Nº 5 de San Martín, sent. del 20-8-2009, se responsabilizó al director de la sociedad empleadora en
un caso comprobado de fraude laboral, por irregular registración de contrato, con fundamento en los arts. 54 y 274 de
la ley 19.550 y en el art. 14 de la LCT.
[14] CNAT, sala VII, 27-8-2003, "Valdez, Fátima c/Sociedad Española de Beneficencia Hospital Español y otros".
[15] CNAT, sala II, 6-4-2005, "Ambrosini, Susana Micaela c/Asociación Mutual de Obreros y Empleados Municipales
Amoyen y otros".
[16] CNAT, sala IV, 30-10-2007, "Ipes, Hugo Alfredo c/Asociación Civil Nuevas Olimpiadas Especiales Argentinas".
[17] CNAT, sala V, 9-5-2007, "Ugarte, Carolina y otro c/Fundación Ecológica Universal y otro s/Despido".
[18] No existe norma alguna que contemple la responsabilidad solidaria de los integrantes del órgano directivo de las
asociaciones civiles frente a terceros y tampoco corresponde aplicar en forma analógica las disposiciones que la ley
19.550 establece al respecto. Ello es así pues las sociedades comerciales tienen por objeto obtener alguna utilidad
apreciable en dinero, mientras que las asociaciones civiles se caracterizan por ser personas jurídicas que se constituyen
con un objeto de bien común (conf. art. 33, Cód. Civ.) y sin propósito de lucro. De tal modo, aunque se haya demostrado
que la asociación demandada mantuvo el vínculo con la actora en la clandestinidad, de ello no podría inferirse un
enriquecimiento ilícito por parte de los directivos de la entidad, razón por la cual no se configura uno de los presupuestos
que habilitan la responsabilidad personal. CNAT, sala IV, 8-12-2009, "Lorenzo, María Cristina Delia c/Asociación
Argentina de Ozono y otro s/Despido", expte. 31.797/07, sent. def. 94.474. En igual sentido, sala X, 20-4-2012,
"Fundación Universidad de Belgrano Dr. Avelino Porto c/Núñez, Néstor Fabián s/Consignación", expte. 6827/2010,
sent. def. 19.677.
[19] En sentido contrario Lorenzo Gnecco, quien sostiene que en el contexto normativo anterior al Código Civil y Comercial
resultaba acertado denegar la aplicación del remedio de la "inoponibilidad de la personalidad" regulado en la ley
mercantil a los administradores de fundaciones y asociaciones civiles (autor citado en Código Civil y Comercial y su
proyección en el Derecho del Trabajo, dir. por Jorge Rodríguez Mancini, L.L., Buenos Aires, 2015, p. 222).
[20] POLO, Antonio, Prólogo al libro de Rolf Serick, citado por MASNATTA, Héctor, La penetración en la personalidad
colectiva; nuevos perfiles teórico-prácticos, en J. A. 1967-II-17 y ss.
[21] En sentido similar, CROVI, Daniel, en Código Civil y Comercial de la Nación comentado, dir. por Ricardo Luis
Lorenzetti, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2014, t. I, p. 580.
[22] En la introducción del proyecto, punto IX, bajo el título de El paradigma protectorio se afirma "El paradigma protectorio
tutela a los débiles y su fundamento constitucional es la igualdad. Los códigos del siglo XIX regularon los derechos de
los ciudadanos sobre la base de una igualdad abstracta, asumiendo la neutralidad respecto de las asignaciones previas
del mercado y la sociedad. Superando esta visión [...] el Código Civil y Comercial busca la igualdad real, y desarrolla
una serie de normas orientadas a plasmar una verdadera ética de los vulnerables".
[23] Conf. CROVI, en Código Civil y Comercial de la Nación comentado cit., t. I, p. 584