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Problema social el país

El desempleo en Guatemala se ha duplicado en quince años

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentó su más reciente informe Soluciones
eficaces: políticas activas del mercado de trabajo, en el cual se evidencia que Guatemala se
encuentra entre los 11 países donde el desempleo ha aumentado en el período 2000 a 2015,
y destaca que en este lapso, se ha duplicado la tasa de paro.

El documento indicó que la tasa promedio de desempleo de 2015 fue de 2.7%, siendo
superior en las mujeres con 3.2%, mientras que en los hombres fue de 2.5%.
Respecto a la población que sí tiene empleo formal, los asalariados fueron el 44.9%, en tanto
que los empleados por cuenta propia representaron el 30.7% y los trabajadores familiares
auxiliares llegaron a 21.4%. En cuanto a los empleadores, estos representaron el 2.9%.
El director Regional de la OIT para América Latina y el Caribe, José Manuel Salazar, alertó
que además de la baja productividad en la región, el empleo informal se mantiene muy alto y
se espera que se intensifique en los próximos años, debido a la desaceleración de la
economía global.

Salazar recomendó que América Latina y el Caribe le apueste a una economía más formal y
basada en el conocimiento, porque hay un alto riesgo de que los avances logrados en años
recientes, en cuanto a la calidad del empleo, sean rápidamente revertidos.
Los países que integran la lista donde el desempleo se incrementó son: Guadalupe, Santa
Lucía, República Dominicana, Belice, Puerto Rico, Barbados, Islas Vírgenes, Bahamas, Costa
Rica, México y Guatemala.
En contraste hay 23 países donde el desempleo disminuyó en 2015, entre ellos, Honduras, El
Salvador, Nicaragua y Panamá, de Centroamérica.

El subempleo
El analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), Luis Linares,
comentó que “el desempleo no es una variable fuerte en el mercado de trabajo. Claro que hay
y debe reducirse. Pero la más importante ahora es la informalidad y la falta de protección
social, porque se sigue manteniendo”.
Entre las políticas activas del mercado de trabajo que propone, se encuentran las
capacitaciones, debido a la falta de conocimiento en ciertas actividades. “Otro aspecto
importante es la vigilancia de la ley laboral, porque hay incumplimiento en el tema de salarios
y también en la seguridad social”, explicó el analista.
Por aparte, Verónica Spross, del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN),
argumentó que “hay mucho subempleo en el país; es decir, personas que quieren trabajar
más, porque tienen un trabajo de tiempo parcial o bien hay personas que trabajan por debajo
del salario mínimo”.
Spross agregó que “debemos apostarle a una política de generación de empleo en el área
rural y también el sistema educativo debe tener su parte, porque se deben crear carreras que
generen competencias para los empleos disponibles en el país”.
La informalidad
Sin cobertura social
La Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos 1-2015, del Instituto Nacional de Estadística
(INE), reflejó una disminución en la tasa de desempleo abierto: La encuesta de 2013 reveló el
mayor porcentaje, de 3.2%, mientras que para 2014 bajó a 2.9% y en 2015 disminuyó a 2.4%.
En contraste, el año pasado el 75.6% de los hombres ocupados no estaban asegurados en el
Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, mientras que las mujeres representaban el
73.7%.
Esto se debe a que el sector informal es grande. Según la encuesta del INE de 2014, a nivel
nacional, el porcentaje de quienes trabajan en la informalidad llegó al 69.3%.
Funcionamiento de intercambio de producto de
valor
Muchos expertos recomiendan utilizar el “valor” de un producto, en lugar de su coste, para
determinar de forma correcta el precio de un producto.

De hecho, en un artículo anterior explicamos por qué esa postura es la correcta.

Básicamente se trata de invertir el proceso y en lugar de diseñar primero un producto y luego


determinar el precio que asegure una rentabilidad por encima de los costes, se trata de
identificar qué determina el valor para los consumidores y luego diseñar un producto que
pueda ser vendido a un precio igual o menor a ese valor.

El siguiente esquema muestra la diferencia entre el precio determinado por el coste y el


precio determinado por el valor.

El precio basado en el coste comienza con el producto. Los departamentos de Ingeniería y


Producción diseñan un “buen” producto, luego Finanzas calcula los costes totales y al final el
departamento de Marketing tiene la tarea de comunicar con publicidad que hay suficiente
valor en el producto para justificar el precio.

En el precio basado en el valor el proceso comienza con el consumidor. Las compañías


más rentables siguen ese proceso: primero determinan qué segmento del mercado van a
atacar, determinan qué beneficios buscan los consumidores en ese potencial segmento y
establecen el precio que esos consumidores pueden llegar a pagar por esos beneficios
determinados. Entonces les piden al departamento de desarrollo que diseñe un producto que
pueda ser producido y distribuido a un coste tal que sea rentable con el precio pre-
determinado.

Sin embargo, muchas compañías no tienen en claro qué es ese “valor” de los consumidores,
con el cual deben determinar el precio.

Saben que está relacionado con las necesidades y los beneficios que buscan los
consumidores pero no tienen una clara comprensión de la relación entre valor y precio.

Por esa razón aquí intentaremos clarificar ese concepto.

Los economistas se refieren al “valor de uso” o “utilidad” para explicar cuán dispuesto está un
consumidor a adquirir un producto basándose en sus necesidades inmediatas. Por ejemplo,
un vaso de agua en un día caluroso tiene una “utilidad” muy alta, pero una vez que hemos
bebido uno, el siguiente vaso tiene una menor “utilidad” y así sucesivamente hasta que hemos
saciado nuestra sed y el siguiente vaso de agua tiene una “utilidad” nula.

Pero esa forma de determinar el valor nos dice poco en el momento de determinar un precio,
ya que en la mayoría de los casos, no es posible fijar un precio dinámico que varíe con la
necesidad cambiante de cada consumidor, además no tiene en cuenta la presencia
de productos comparables que satisfacen la misma necesidad y, por ende, afectan la
decisión de compra.

Por esa razón es mejor utilizar el “valor de intercambio” o “valor económico para el
consumidor”.

Ese “valor de intercambio” resulta de sumar el “valor de referencia” y el “valor de


diferenciación”.

El “valor de referencia” es el precio de la mejor alternativa que tienen los consumidores, es


decir, el precio del producto o servicio contra el cual los consumidores compararán nuestro
producto o servicio, ajustado por la cantidad usada. Por eso se llama valor de “referencia”.

Por ejemplo, al fijar el precio del iPhone, el “valor de referencia” puede ser el precio de una de
las alternativas que un consumidor dentro del segmento elegido considera al analizar la
compra de un iPhone: el Nokia 5800 (asumiendo que previamente se ha definido el segmento
de consumidores que atacará el iPhone y en ese segmento el móvil de referencia es el Nokia
5800).

El “valor de diferenciación” resulta de sumar todos los elementos que diferencian nuestro
producto vis-a-vis al de la competencia, sumando aquellos que tienen un valor positivo para
los consumidores y restando aquellos que tienen un valor negativo.

Entre los elementos negativos está el riesgo de cambiar un producto por uno nuevo, si se
trata de un producto nuevo que busca ganar cuota de mercado.

En el ejemplo del iPhone, dentro de los elementos positivos que lo diferencian Nokia 5800
están su pantalla táctil que permite utilizar dos dedos simultáneamente (el Nokia solo permite
tocar con un dedo), mayor facilidad para acceder a Internet y un diseño muy atractivo. Los
elementos negativos (es decir, elementos que en el iPhone resultan inferiores) podrían ser la
menor duración de la batería y la cámara de fotos (el iPhone tiene menos definición).

En resumen, el “valor de intercambio” del IPhone sería como sigue:

Ese “valor de intercambio” es el máximo precio que los consumidores estarían dispuestos a
pagar, y en el caso del iPhone nos muestra que el valor que los consumidores perciben es
superior al de la competencia, con lo cual Apple puede establecer un precio superior.

Si el precio se fijara por debajo de ese valor, Apple estaría dejando dinero en la mesa (lo que
los economistas llaman “consumer surplus”), mientras que si lo fijara muy por encima, el
precio excedería el valor atribuido por los consumidores, y estos no lo comprarían.

No hay que confundir los elementos que restan en el valor de diferenciación con el precio. Es
decir, si analizamos el iPhone no debemos incluir como algo negativo su precio, ya que el
“valor de intercambio” es el que define al precio y no al revés.

En caso de que un producto tenga un valor de diferenciación total negativo –como el caso
de los productos con mínimos atributos- su “valor de intercambio” será menor que el “valor de
referencia”, es decir, los consumidores percibirán a ese producto como de menor valor que el
de la competencia, y por lo tanto, su precio debe también ser menor para justificar su
compra.
Este es el caso de muchos productos llamados “value” como las marcas blancas, donde los
consumidores las perciben como de menor valor y por ende están dispuestos a pagar menos,
pero mientras el precio sea igual o menor que el valor percibido, seguirá siendo una buena
proposición para los consumidores, y como resultado tendrá una cuota de mercado
respetable.

Esto nos lleva a otra conclusión importante. Un producto no es mejor o peor por tener un
“valor de intercambio” alto o bajo. Ese valor solo indica cómo es percibido por los
consumidores y determina qué nivel de precio debe tener.

Un producto cuyo precio sea igual o menor a su “valor de intercambio” será


generalmente un éxito, independientemente de que ese valor sea alto o bajo, mientras que
un producto con una gran “valor de intercambio” puede ser un fracaso si su precio supera
excesivamente a ese valor.

Otra distinción importante es que cada segmento de consumidores establecerán distintos


valores de diferenciación, con lo cual, como muchas cosas en el marketing, se debe
comenzar con una segmentación del mercado y la elección de uno de esos segmentos, para
realizar todas las mediciones en base a ese segmento-objetivo.

Para cuantificar los valores de referencia y de diferenciación se pueden utilizar técnicas de


investigación de mercado como el análisis conjoint u otros similares.

Por último, el valor de intercambio asume que todos los consumidores conocen los
atributos que diferencian un producto y por ende pueden estimar el valor derivado de esos
atributos. Si ese no fuera el caso, un paso previo es necesario: educar a los consumidores
para que conozcan los atributos que tiene nuestro producto a través de publicidad,
promociones o RR.PP.
Nombre:
Gehavany Calel

Grado:
5.to. admon.

Catedratica:
Patrica Ventura
Las variables del marketing

El marketing estratégico nada tiene que ver con el arte adivinatorio y de improvisación, sino
que, por el contrario, es fruto de la lógica, el método y el esfuerzo. No pretende determinar el
futuro, sino proporcionar herramientas de trabajo para gestionarlo. No elimina las
incertidumbres, pero ayuda a reducirlas y a convivir con ellas, posicionando a la empresa en
una situación altamente competitiva. Por tanto, y partiendo de una definición genérica del
marketing, observamos que convergen al menos una serie de variables que se dan en toda
economía de mercado:

 Producto. Es todo aquel bien material o inmaterial que puesto en el mercado viene a
satisfacer la necesidad de un determinado cliente. Al bien material se le denomina
producto y al inmaterial servicio, de ahí que la principal característica diferenciadora sea
la tangibilidad del bien en cuestión.

 Mercado. Aunque se aborda mucho más ampliamente en un capítulo posterior, en


principio definimos el mercado como el lugar físico o virtual donde concurren
compradores y vendedores para realizar una transacción. La complejidad de
los targets potenciales, así como internet, han segmentado de tal forma el mercado hasta
llegar al extremo del one to one.

 Necesidad. La tan cacareada pregunta de que si el marketing crea o no las necesidades


no es óbice para que esta sea una importante variable básica del marketing, pudiéndola
definir como la sensación de carencia física, fisiológica o psicológica común a todas las
personas que conforman el mercado.

 Percepción. Considerado como un acto voluntario posterior a la necesidad, lo podemos


definir como la forma en que la persona manifiesta la voluntad de satisfacer la
mencionada necesidad, lógicamente los factores sociales, culturales y ambientales serán
los que marquen los estímulos del marketing para su consecución.

 Demanda. Número de personas interesadas por un determinado producto, servicio o


marca. La actividad desarrollada por el departamento de marketing deberá ir encaminada
a adecuar lo mejor posible la necesidad ilimitada que existe en el mercado frente los
recursos limitados de los que dispone el consumidor.
 Oferta. Es el conjunto de bienes o servicios que se orientan a satisfacer la demanda
detectada en el mercado, generalmente queda suficientemente cubierta por las
empresas.

 Nuevas tecnologías. Adentrados ya en la segunda década del siglo XXI, internet y las
comunicaciones móviles principalmente están realizando importantes cambios en el
mercado. La información que nos aportan las nuevas tecnologías está produciendo una
profunda transformación de los hábitos del consumo y ciclos económicos.
PRINCIPIOS DE LA ADMINISTRACION CIENTIFICA DE
FEDERECK TAYLOR

Principios del taylorismo

Frederick Winslow Taylor es considerado uno de los primeros pensadores de la


administración gerencial. Con su obra “Principios de la administración científica”, da los
primeros pasos del pensamiento administrativo y hoy su legado es considerado como
fundamental y una referencia obligatoria para cualquier gerente ya que a pesar del tiempo,
sus apreciaciones resultan de gran actualidad.

El gran aporte de Taylor fue el haber propuesto desarrollar una ciencia del trabajo y una
Administración Científica a partir de los siguientes principios:

1. Organización del Trabajo


2. Selección y entrenamiento del trabajador
3. Cooperación y remuneración por rendimiento individual
4. Responsabilidad y especialización de los directivos en la planeación del trabajo.

1. Organización Científica del Trabajo

Este criterio se refiere a las actividades que deben utilizar los administradores para remplazar
los métodos de trabajo ineficientes y evitar la simulación del trabajo, teniendo en cuenta.
(tiempos, demoras, movimientos, operaciones responsables y herramientas.

2. Selección y entrenamiento del trabajador

La idea es ubicar al personal adecuado a su trabajo correspondiente según sus capacidades,


propiciando una mejora del bienestar del trabajador.

Cuando el trabajo se analiza metódicamente, la administración debe precisar los requisitos


mínimos de trabajo para un desempeño eficiente del cargo, escogiendo siempre al personal
más capacitado.

3. Cooperación entre directivos y operarios

La idea es que los intereses del obrero sean los mismos del empleador, para lograr esto se
propone una remuneración por eficiencia o por unidad de producto, de tal manera que el
trabajador que produzca más, gane más y evite la simulación del trabajo.

Taylor propone varios mecanismos para lograr dicha cooperación:


 Remuneración por unidad de trabajo.
 Una estructura de jefes o (capataces) que debido a su mayor conocimiento puedan
coordinar la labor de la empresa y puedan colaborar e instruir a sus subordinados. Para
Taylor debían existir varias tareas para los diferentes jefes funcionales: Jefe de
programación, de tiempos y costos, de mantenimiento de asignación de material, de
instrucciones de producción de control de calidad, de desarrollo de trabajo y de
relaciones de personal.
 División del trabajo entre directivos y operarios:

4. Responsabilidad y especialización de los directivos en la planeación del trabajo

Los gerentes se responsabilizan de la planeación, del trabajo mental, y los operarios del
trabajo manual, generando una división del trabajo más acentuada y mayor eficiencia.
Fuentes de desarrollo
5 UIMAGENES DE CADA FENTE DE DESARRROLLO

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