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El sistema tuvo origen en una idea de John Maynard Keynes, que en política
económica consistía en tratar de conducir el crecimiento económico desde el
plano global. Su propuesta para la puesta en práctica de este objetivo se
basaba sobre cuatro pilares institucionales:
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Tomado de la dirección electrónica: http://www.joaquinpi.com/tema7.htm
estadounidense como patrón. Los componentes más importantes de este
sistema fueron:
El sistema Bretton Woods quebró cuando, alrededor de los años 60s, el Dólar
estadounidense no podía seguir cumpliendo con su función de dinero patrón,
por la guerra de Vietnam y sus altas exigencias financieras. Los Estados Unidos
siguieron una política inflacionaria, la que no podía ni quería ser sostenida por
los otros bancos emisores, en razón de que sus propias monedas sufrían una
restricción de su soberanía.
Al mismo tiempo y en forma creciente Estados Unidos cuestionó la total
convertibilidad del Dólar estadounidense en oro; había perdido su rol de
hegemonía indiscutible en la economía mundial por el rápido proceso de
recuperación económica de los países de Europa y Japón. Además, por las
regulaciones imprecisas, cuando los países participantes pudieron llegar a
adaptar por separado las paridades, el tipo de cambio fluctuó en bandas
importantes. En 1971 el presidente de los Estados Unidos puso fin definitivo a
la total convertibilidad-oro del dólar. En los años siguientes la mayoría de los
países se decidieron por una liberalización total de sus tipos de cambio,
algunos de ellos establecieron nuevas relaciones (por ejemplo, la relación del
Schilling con el Marco alemán). En los años 1970 volvió la esperanza de un
régimen internacional estable de tipo de cambio hasta la siguiente despedida.
Hoy apenas se encuentran reliquias del Bretton Woods en los acuerdos para el
nuevo orden de la economía mundial en ambas instituciones del Breton Woods,
el Banco Mundial y el FMI, así como la OMC surgida del GATT, que son
duramente criticadas por las sucesivas desviaciones de las ideas solidarias y
estabilizadoras keynesianas. Tanto el Banco Mundial como el FMI vinculan sus
adjudicaciones de créditos a condiciones duras para países en vías de
desarrollo, las que en opinión de muchos minan la estabilidad del sistema
económico internacional, con lo que se expresan contra las intervenciones
estatales en la economía y representan el espíritu de la época, basado en
primer lugar en posiciones económicas liberales.
Las condiciones que se solicitan a los tomadores de créditos para recorrer el
“buen camino” fueron agrupadas en el Consenso de Washington. La
Organización Mundial del Comercio representa, más allá de la liberalización del
comercio mundial, a los intereses de los países industrializados. Se reclama la
liberalización de los mercados donde los países industrializados esperan ventas
potenciales de sus productos, o visualizan posibilidades de inversión para sus
excedentes de capital financiero. Por el contrario, los mercados de productos
agrícolas están sujetos al proteccionismo
“Una de las reglas principales del patrón oro es que no se emita más
moneda que la que esté respaldada por reservas de oro en el banco
central. Esto es muy molesto para los gobiernos en tiempos de guerra,
porque sus gastos se disparan sin que puedan echar mano de la fábrica de
billetes. Por ello no es raro que cedan muy fácilmente a la tentación de
suspender "provisionalmente" este incómodo requisito”
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El patrón oro de cambio fue un sistema histórico de tipo de cambio sólido en el período de la
revolución industrial. En ese sistema cada país establecía una relación de cambio firme entre la propia
moneda y el oro y garantizaba la total convertibilidad de su moneda (así la posibilidad de cambiar dinero
por oro). A través de la relación entre las monedas nacionales y el oro fue fijado el tipo de cambio entre
las monedas. El patrón oro se discutió y propició, en la Conferencia de Ginebra celebrada en 1922 para
resolver algunos problemas monetarios, que a la sazón podían desequilibrar las finanzas y trabar el
comercio mundial. Al finalizar la segunda guerra mundial se puso el esfuerzo, con el System Bretton
Woods, en la instauración de un régimen estable del tipo de cambio, con el dólar estadounidense como
patrón.
gradualmente, la política monetaria fue añadida de nuevo a la política fiscal como
parte del cajón de herramientas que había de servir para guiar la economía".
Los diseñadores de Bretton Woods querían volver a las ventajas del patrón oro -de
hecho, los dólares podían ser cambiados efectivamente por lingotes-, pero
introduciendo un corrector de los problemas típicamente asociados a este sistema,
es decir, su excesiva rigidez (no permitía adaptar los tipos de cambios a las
modificaciones substanciales de las economías) y la fuga de oro de los países que
se ven obligados a importar más que exportar.
Por ello, el acuerdo más importante alcanzado por los 730 participantes de esta
cumbre histórica fue la creación del Fondo Monetario Internacional, cuya finalidad
era poner a disposición de los países miembros un fondo que les permitiese
amortiguar estos efectos negativos del patrón oro cuando las importaciones fueran
más fuertes que las exportaciones. Hasta el momento, la única protección que
tenían los estados contra esta fuga de oro era encarecer la compra de productos
extranjeros (importaciones) y hacer más atractivos los productos nacionales en el
exterior (exportaciones), para estabilizar así la balanza comercial. El nuevo fondo
suavizaba temporalmente la dureza de estas medidas:
A pesar del misterio que rodeaba las discusiones de Bretton Woods, tanto el
objeto como el proyecto básico del Fondo Monetario Internacional, FMI. En 1944,
las existencias mundiales de oro estaban aún peor repartidas que antes. Y el
patrón oro tenía mala fama. Los acuerdos de Bretton Woods trataban de recobrar
las ventajas del patrón oro: monedas cambiables en oro a unos tipos estables y
previsibles y, por lo tanto, convertibles entre sí, también según índices previsibles
y estables.
En los primeros años apenas fue utilizado, ya que los desequilibrios comerciales
de la posguerra eran muy fuertes -el fondo estaba pensado para salvar pequeñas
diferencias- y los países beligerantes sólo podían importar a toda costa. El
remedio financiero para superar esta crisis no fue el FMI, sino el Plan Marshall,
aprobado el 3 de abril de 1948 por el presidente Truman bajo el nombre de
"Foreign Assistance Act", (Ley de ayuda extranjera). Este llegó a otorgar créditos
por un total de 12.500 millones de dólares. Sólo a mediados de los años 50,
cuando las economías europeas ya se habían recuperado y las importaciones
guardaban una relación razonable con las exportaciones, el FMI empezó a cobrar
importancia.
En segundo lugar, el plan británico proponía que los costes de los ajustes
necesarios para corregir los desequilibrios de balanza de pagos deberían
compartirse entre los países con superávit y los países con déficit. Por el contrario,
EE.UU defendía que el ajuste debería correr exclusivamente a cargo de los países
con déficit. Sobre este segundo punto de discrepancia, EE.UU aceptó que en el
acuerdo final se incorporara un principio que parecía cubrir los deseos del Reino
Unido y, en general, de todos los países europeos, de crear algún mecanismo que
obligara a realizar ajustes a los países con superávit de balanza de pagos. Este
principio se plasmó en la "cláusula de moneda escasa", según la cual los países
miembros del nuevo sistema monetario podían establecer controles de cambio
discriminatorios contra un miembro cuya moneda fuera declarada escasa por el
FMI. Sin embargo, esta cláusula no fue nunca utilizada, y la carga del ajuste frente
a desequilibrios de balanza de pagos fue soportada fundamentalmente por los
países con déficit exterior.
Primero, se establecía un precio fijo del oro en 35 dólares la onza. A este precio
EE.UU se comprometía a realizar las compras y ventas de oro demandadas por
las autoridades económicas extranjeras.
El SBW era un sistema de tipos de cambio fijos, aunque ajustables, en el que las
reservas internacionales consistían en oro y dólares convertibles en oro. Sin
embargo, desde la creación del SBW, la tasa de crecimiento de las existencias de
oro utilizables como reserva, y más en concreto, la tasa de crecimiento de las
reservas de oro en poder de EE.UU, fue muy inferior a la tasa de crecimiento de la
demanda mundial de reservas internacionales. Esta demanda fue satisfecha a
través de los sucesivos déficits experimentados por la balanza de pagos EE.UU,
que suministraban como medio de reserva dólares teóricamente convertibles en
oro.
El SBW, por tanto, era intrínsecamente inestable, ya que a largo plazo conducía
irremediablemente a la pérdida de confianza de la convertibilidad del dólar en oro,
erosionando la base del sistema que era precisamente esa convertibilidad del
dólar en oro. En efecto, un análisis de las reservas de oro de EE.UU y de los
pasivos externos oficiales en manos de los bancos centrales de los restantes
países, muestra como el cociente oro/pasivos fue descendiendo paulatinamente,
hasta que en 1963 se alcanzó un valor igual a la unidad. A partir de ese año, el
anterior cociente se va deteriorando y, por tanto, también se va deteriorando la
confianza en la convertibilidad del dólar. En 1971, año en que se produce la
primera crisis grave del SBW, la relación oro/pasivos de EE.UU era casi de uno a
cinco.
Además de la razón que acaba de apuntarse, existían una serie de deficiencias
adicionales en el SBW que contribuyeron, sin duda, a facilitar su colapso. Entre
estas deficiencias se han destacado en la literatura económica, la inexistencia de
un mecanismo de ajuste adecuado para las paridades, la existencia de asimetrías
en el sistema, y la falta de un método sistemático para aportar reservas
internacionales a largo plazo a un ritmo adecuado.
En los primeros años de existencia del SBW, los ajustes de las paridades no
tuvieron que desempeñar un papel importante en la consecución de equilibrio de
las balanzas de pagos, fundamentalmente como consecuencia de las bajas tasas
de inflación a que se vio sometida la economía mundial. A finales de los años
1960 y principios de los años 1970, los países industrializados vieron como se
producían fuertes divergencias entre sus tasas de inflación, que además
mostraban una tendencia creciente. No obstante, los necesarios ajustes de
paridades fueron evitados. Los países con déficit temían las consecuencias
inflacionistas de la devaluación, además del desprestigio político. Los países con
superávit temían la pérdida de competitividad asociada con la revaluación. La
inexistencia de un mecanismo de ajuste de las paridades generaba tensiones al
producirse desajustes crecientes de las paridades, que se veían además
agravadas por la diferente presión a la que se veían sometidos los países con
déficit y superávit en la balanza de pagos, ya que los primeros se enfrentaban a la
restricción impuesta por sus existencias de reservas internacionales.
Por otra parte, esta asimetría generaba el problema de que impedía la existencia
de un mecanismo de ajuste claro en el caso de que, por ejemplo, ante dificultades
en la balanza de pagos de EE.UU fuera recomendable que se llevara a cabo una
devaluación del dólar. En la práctica, se demostró que USA se resistía a
variaciones en el precio del dólar con respecto al oro, para mantener la confianza
en el principio básico del SBW, que era precisamente, la convertibilidad del dólar
en oro. Por otra parte, los restantes países podían anular los efectos de una
variación del precio dólar-oro, redefiniendo sus paridades. Además, estos países
no se veían presionados a la intervención, ya que disfrutaban de una situación de
superávit de balanza de pagos. La primera vez que se presentó un problema con
estas características, en 1971, planteándose la necesidad de corregir un déficit
exterior de USA, el sistema quedó en entredicho y a las puertas de su
desaparición.
Al mismo tiempo que se suspendían las intervenciones del Pool del Oro se decidió
mantener invariable el precio oficial del oro a 35 dólares la onza, acordándose que
las autoridades monetarias se abstendrían de comprar o vender oro en el mercado
privado. Estos acuerdos suponían de hecho la creación de un doble mercado del
oro. Por una parte, un mercado oficial reservado a transacciones oficiales entre los
bancos centrales, manteniéndose para estas transacciones el precio oficial de 35
dólares la onza. Por otra parte, un mercado privado en el que las autoridades
monetarias no intervendrían y en el que el precio quedaría libremente determinado
por la oferta y la demanda.
La creación del doble mercado del oro supuso un grave debilitamiento del SBW,
ya que implicaba la desaparición, en la práctica, del ancla nominal del sistema. En
efecto, el SBW trataba de prevenir la inflación ligando el precio del dólar al oro, e
imponiendo de esta forma una limitación a la oferta de dólares. Aunque la oferta
de dólares continuaba restringida por la posibilidad de que los bancos centrales
cambiaran dólares por oro en el banco central de EE.UU al precio oficial, lo cierto
es que con el doble mercado del oro había desaparecido el control automático
impuesto por el mercado. Además, los bancos centrales no EE.UU trataban de
evitar la conversión de dólares en oro para no poner el sistema bajo más presión.
4.3. Crisis entre el dólar y el marco alemán de 1970-71.
Con el Marco alemán flotando desde mayo de 1971, y con un fuerte déficit en las
balanzas comercial y básica de USA, el dólar se vio sometido a un ataque
especulativo a mediados de 1971. En estas circunstancias, USA se vio obligada a
adoptar una política activa para el tipo de cambio, que tenía por finalidad
conseguir una devaluación del dólar en términos de las restantes monedas. Sin
embargo, como se ha señalado anteriormente, los acuerdos de Bretton Woods
dejaban en manos de los gobiernos no USA el mantenimiento del tipo de cambio
del dólar. Por otra parte, una decisión unilateral de USA.
En resumen.
2. El SBW, también llamado patrón cambios oro, era una versión del patrón oro en
la que los bancos centrales utilizaban como reservas internacionales el oro y el
dólar. El sistema se basaba en un conjunto de reglas que se resumen a
continuación
a) Crisis de la libra esterlina, en 1964-67; b) crisis del oro, en 1968; c) crisis entre
marco alemán y el dólar, en 1970-71; d) inconvertibilidad del dólar, en agosto de
1971; e) acuerdo Smithsoniano, en diciembre de 1971; f) segunda devaluación del
dólar, en febrero de 1973; g) II serpiente monetaria europea, y abandono del SBW.
1. El deterioro del sector exterior del Reino Unido en los años sesenta, hizo
anticipar al mercado una devaluación de la libra. A pesar de los esfuerzos de USA
y el Reino Unido, en noviembre de 1967, la libra esterlina tuvo que ser devaluada
un 14 por ciento, pasando su paridad desde 2.8 a 2.4 dólares
Finalmente se suspendieron las intervenciones del Pool del Oro y se creó un doble
mercado del oro: uno privado (precio libre), y uno oficial (35$ la onza) reservado a
las transacciones entre bancos centrales.
Crisis entre el dólar y el Marco alemán de 1970-71.
Con el marco flotando desde mayo de 1971, y con un fuerte déficit en las balanzas
comercial y básica de USA, el dólar se vio sometido a un ataque especulativo a
mediados de 1971. En estas circunstancias, el 15 de agosto de 1971, el
presidente Nixon anunció la suspensión formal de la convertibilidad del dólar en
oro, por lo que el SBW se convertía en un "patrón dólar", es decir, un sistema
monetario en el que el dólar sería el bien utilizado como reserva.
Al final el dólar se devaluó un 7,89 por ciento con respecto al oro, aumentando el
precio oficial del oro desde 35 hasta 38 dólares la onza, aunque de hecho el dólar
continuó siendo inconvertible en oro. Asimismo, se ampliaron los márgenes de
fluctuación de los tipos de cambio desde un ± 1% a un ± 2,25% con el fin de los
tipos de cambio desempeñaran un mayor peso en el proceso de ajuste de las
balanzas de pagos.