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PROBLEMAS ACTUALES
Escoja dos temas y desarróllelos. Ocupe dos páginas como mínimo por respuesta a
espacio y medio. Letra Times New Roman, tamaño: 12. Se considerará en la
evaluación: capacidad crítica, coherencia, claridad en la exposición de las ideas y buen
manejo de la bibliografía requerida.
Césaire sostiene que Europa no tiene moral para criticar a Hitler cuando ellos mismos han
construido su propia historia a través de la violencia, la colonización y el racismo. En el
fondo, en lo oculto, el llamado “viejo continente” no es muy diferente de Hitler. Europa es
indefendible porque reacciona moralmente, según Césaire, solo cuando se cometen
atrocidades contra la raza blanca, y se olvida rápidamente de décadas de colonización en
África, en América, en India. En ese sentido, en el soporte de la Historia, Europa llevaría
entera a un Hitler dentro, y hay que “enterar al muy distinguido burgués del siglo XX de
que lleva dentro de sí a un Hitler ignorado, que Hitler lo habita, que Hitler es su
demonio…” (7-8) Para ello da ejemplos de pensadores legitimados en el canon intelectual
europeo como Renán, Muller o Sarraut, los que en su discurso dejan ver evidentemente su
racismo y su alma colonialista. Para Césaire, Hitler solo habló por todos ellos. Justamente
en esa línea, en ese karma, las atrocidades del holocausto son una suerte de condena para
un continente que ha vivido de la fuerza y la violencia. Europa llamó a su Hitler.
Y es que para Césaire, el colonialismo solo actúa deshumanizando a quien lo ejecuta: “la
colonización, repito, deshumaniza aun al más civilizado de los hombres; (…) el colonizador
que (…) se habitúa a ver en el otro a la bestia y a tratarlo como bestia, tiende objetivamente
a transformarse el mismo en bestia.” (11) En el colonialismo hay un proceso sistemático de
embrutecimiento, y de cosificación que va para ambos lados: el colonizador cosifica al
colonizado, y en ese movimiento el colonizador se deshumaniza. Así, la relación que se
establece entre el colonizador y el colonizado en ningún caso es liberadora, ni ayuda a
desarrollar culturalmente (a “ayudar”) a las culturas que se subyugan. Todo lo contrario, en
esa deshumanización, la colonización promueve una jerarquía violenta, con ello la
servidumbre, la instalación de una policía foránea y el desprecio hacia el otro. El
colonialismo destruiría a la civilización a la cual llegaría, vuelve a los habitantes en sujetos
temerosos, desesperados. Tampoco se puede hablar de que la cultura colonizada sea una
cultura muerta, y que no desee su desarrollo, o sean incapaces de ellos, sino que es el
colonizador el que impide cualquier tipo avance: “En la actualidad, son los nativos de
África y Asia los que reclaman escuelas y que es la Europa colonizadora la que las niega;
que es el hombre africano el pide puertos y carreteras, que es Europa colonizadora la que,
en ese sentido, regatea.” (15) Este argumento iría en contra de todos aquellos que ven en la
colonización un sistema que vendría a “ayudar” a las culturas a desarrollarse, porque ellas
por si mismas no tendrían el mismo ímpetu de modernización. La idea del negro bárbaro es
una invención Europea.
Ahora, hay una cosa que me genera un poco de ruido en los planteamientos de Césaire.
Trataré de explicarme. Y es que creo que hay una paradoja en exponer al colonialismo
como la deshumanización generalizada tanto para quien lo ejecuta, como para quien lo
recibe. Porque la colonización es un tipo de dominación, y la dominación es un proceso que
se ha repetido durante toda la Historia de las culturas. Creo así que la Cultura se ha
construido en base a la dominación y control de las partes integrales de la vida de una
comunidad (en base a la “represión” de los instintos, diría Freud). El Colonialismo, en ese
sentido, seguiría la misma lógica de dominación, pero contextualizada en las revoluciones
industriales.
Pero por otro lado, Césaire habla de cómo eran las sociedades antes de la colonización:
anticapitalistas, comunitarias, democráticas, cooperativas (12). Y veo en ello, primero, un
dejo de ese “Orientalismo” del cual habla Edward Said. Y segundo, un olvido de que hay
sociedades colonizadas que también practicaron la dominación y que incluso se
constituyeron como imperios. Los Mexica son ejemplo de ello, Los Incas, el Imperio
egipcio, los imperios orientales. Lo que quiero decir es que la práctica del colonialismo
deshumaniza, sí, pero la dominación de una cultura sobre otra es un acto generalizado de la
especie humana, es humano e inhumano al mismo tiempo. Nadie se ha salvado de buscar la
dominación, la “hegemonía” de Gramsci lo explicaría un poco.
1
Bakunin, Mijail: “Escritos de filosofía política” Ed. Altaya. España. 1998.
2. Roberto Fernández Retamar y Frantz Fanon analizan el rol del
intelectual/autor/creador en una sociedad colonial. Compare ambos análisis.
En otro lado, Frantz Fanon en Los condenados de la tierra presenta la figura del intelectual
colonizado negro (no mestizo como en Retamar), una figura que también está entremedio
de dos mundos: el mundo colono y el mundo colonizado, entre la metrópoli y las colonias.
Es un sujeto que para Fanon, está en constante peligro de sumergirse dentro del mar de la
cultura colonial, pero que, sin embargo, será más difícil que corte sus vínculos con la
metrópoli. Fanon lo que hará, será trazar la trayectoria que tendría que seguir el intelectual
colonizado para problematizar el orden metropolitano que ya lleva dentro suyo, para que
sea parte de una revolución de los colonizados. Y es que el mayor miedo del intelectual
colonizado surge cuando se enfrenta a la diferencia que hay entre él mismo y su raza:
Creo que para Fanon es difícil pensar en una completa síntesis del intelectual colonizado
con un pueblo negro. De no ser por la articulación en la lucha, las luchas anticolonialistas
de EEUU con las de África o India tendrían poco en común. Esa es la diferencia entre el
pensamiento de la Cultura mestiza en Retamar y una Cultura-nacional negra. Una
reivindicaría la mezcla cultural como un nuevo origen (Retamar); la otra vería esa mezcla
con la cultura de colonizador como una dificultad (Fanon). Pero su gran punto de
encuentro: “La cultura solo puede ser hija de la revolución” (Retamal, 67). Y “la lucha
organizada y consciente emprendida por un pueblo colonizado para restablecer la soberanía
de la nación constituye la manifestación más plenamente cultural que existe” (Fanon, 105).
No puede haber cultura si no hay una subversión que piensa la propia identidad y lo que se
contrapone a ella: el colono.