You are on page 1of 13

TEORICO Nº 15 28/11/2008

Veíamos la clase pasada con cierta nostalgia también, la conceptualización de aquello que estaba en juego, de los llamados
cuadros de Bordes, también llamadas neurosis que no son de transferencia, de detenimiento en un borde de la neurosis,
fracaso del fantasma, es decir esa serie de casos que mencionábamos, bulimias, anorexias, impulsiones, adicciones,
fenómenos psicosomáticos, ataques de pánicos, depresiones, es decir, esos nuevos, viejos síntomas o como decíamos en
algún momento también síntomas de lo nuevo.

Haydee Heinrich la autora que mencionamos la clase pasada, nos decía que lo que estos cuadros tienen en común es
aquello localizable a nivel, decíamos de una modalidad, de un estilo de acting out, de un trauma infantil no reprimido y de
las dificultades hallables en el establecimiento de la transferencia. Otros analistas lacanianos, dentro del grupo de analistas
lacanianos que con mayor rigurosidad han intentado producir una formalización de estos cuadros, encontramos también a
Silvia Amigo, que es la autora de dos de los trabajos que ustedes tienen que leer para esta unidad, aquel que habla que
significa psicoanaliticamente comer y el que habla del análisis de los bordes. Silvia Amigo partiendo del modo que lacan
define a las estructuras clínicas intenta poder anotar la escritura estructural del caso fracaso del fantasma, que esa, el
fracaso del fantasma es la vertiente que ella acentúa en la lectura de estos cuadros, en esta serie de cuadros de los que
venimos hablando.

Es decir si nosotros trabajamos hoy estos intentos de escritura, de formalización de los cuadros de fracaso del fantasma,
estamos a nivel de los mecanismos constitutivos, no es cierto? es decir estamos en el nivel de las explicaciones
psicopatológicas de la clínica en la que estamos trabajando.

¿Cómo se definen las estructuras clínicas? lacan va a describir de un modo grafico, ordenamiento que el lleva a cabo de
extraordinaria obra de freud, él decía yo hice jardín a la francesa con las vías abiertas por Freud, ¿Qué es este jardín a la
francesa? a lo mejor alguna vez ustedes vieron los jardines de Versalle, por ejemplo, y habrán visto que so de un orden y de
una simetría y de una prolijidad extrema. Entonces jardín a la francesa es lo que hizo lacan con la obra de Freud, es decir,
tendió las líneas lógicas de la obra de Freud rescribiéndolas en su lectura al maestro vienes.

Entonces haciendo jardín a la francesa lacan va a decir, que las estructuras se distribuyen por la tramitación que en cada
una de ellas se haga de el Nombre de Padre (de ahora en adelante NDP), y que es el NDP? bueno, digamos que en principio
es una cuestión que nos remite a una función del lenguaje, es decir nosotros sabemos que un niño viene al mundo, que por
n tiempo ese niño no habla, le hablan y sabemos que la incorporación del lenguaje es una compleja trama, incorporación
que de ningún modo esta asegurada, por ej. Pensemos en el autismo, ¿no es cierto? ¿Que significa como operación la
incorporación del lenguaje? como operación, la incorporación del lenguaje hace entrar el lenguaje en un sujeto y sabemos,
por que lo hemos estudiado en psicoanalítica III, que la incorporación del lenguaje expulsa en ese acto el goce de la cosa,
dice lacan. fíjense que nosotros podríamos decir, que hay un gran poeta nuestro, Borges que ha sabido decir de un modo
admirable esta cuestión del aforismo lacaniano, la palabra mata la cosa o la palabra es el asesinato de la cosa. Hay un
bellísimo poema de Borges que se llama “el otro tigre”, en el que Borges describe minuciosamente el tigre y advierte,
mientras va describiendo al tigre, que el tigre que el describe una vez descripto ya no es el mismo tigre vertebrado que
paseaba por la selva, digamos. Dice algo así como que el hecho de nombrarlo y conjeturar sus circunstancias lo hace ficción
del arte y no criatura viviente de las que andan por la tierra; es decir mientras el describe la aventura insensata y antigua
que hace que uno siga buscando el tigre vertebrado, el tigre que anda como puro animal en la selva, se ha perdido este
tigre, se ha perdido justamente al ponerlo en el verso, se ha perdido el tigre como cosa, el goce de cosa. Pero justamente
porque uno lo ha perdido es porque sigue hablando ¿no es cierto? y escribiendo sigue volviéndolo a perderlo una y otra
vez.
Es por esta posibilidad de escritura, por esa posibilidad de trazo poético que en ultima instancia tenemos todos, todos
estamos todo el tiempo perdiendo la cosa mientras vamos hablando, es por esta posibilidad de escritura que podríamos
decir, se produce una especie de rotación económica libidinal, en donde es expulsado el goce de la cosa, adviene la
posibilidad del goce de la palabra, es decir de un goce fuera del cuerpo.

Ahora si por el mero hecho de hablar un sujeto expulsa el goce de la cosa ¿para que necesita el NDP? fíjense lacan en su
seminario RSI (real, simbólico e imaginario), lo dice muy bien, dice que el sujeto necesita tener no solo la perdida sino
también una marca, una idea sensible de la perdida, necesita una marca que oriente esa perdida; esa marca, ese trazo, esa
muesca, dice lacan que orienta la perdida es el NDP. Este pone al sujeto en posesión de esa marca, de una marca que lo
oriente en la imposibilidad del goce de la cosa, entonces la imposibilidad esta además sancionada como prohibición.

En la psicosis no hay en este sentido realización del incesto pero si hay forclusión de esa marca. Esta forclusión no se pone
de manifiesto solamente en el plano único de la carencia de ese trazo, en el escrito lacaniano “de una cuestión preliminar”
lacan para describir la estructura psicotica plantea que el NDP esta la estructura psicotica subcero forcluido, como
podríamos describir nosotros siguiendo a Silvia Amigo la estructura psicotica: Po + Phio.

La estructura psicotica nos indica el NDP, subcero forcluido y el significante falico. En ese escrito de los primeros tiempos
lacanianos, ya lacan nos da a entender claramente, que se necesita un desdoblamiento de los tiempos de la estructura.

¿Qué quiere decir forclusión del NDP? quiere decir que al estar forcluido el NDP esto hace inadvertirle al sujeto la castración
falica, es otra forma de decir que se a producido la forclusión del NDP. Entonces va a decir lacan que la forclusión del NDP,
hace inadvertirle la castración falica, haciendo inviable para el sujeto argumentar(ahora voy a explicar que voy a decir)
argumentar a la función del falo simbólico, haciendo inviable la función del falo simbólico.

Primera cuestión, que quede claro que no se trata a la estructura de un solo tiempo, sino de una operación de
estructuración sino de al menos dos. El sujeto psicotico es un sujeto del lenguaje, pero no tiene a su cuenta la marca de la
pérdida de goce, ¿por qué? porque esta forcluido el NDP: y por ende se le torna inalcanzable va a decir lacan la posibilidad
de argumentar el ste falico. Por eso en la psicosis, vamos a constatar el fenómeno visible Schreber, que ya describían los
psiquiatras franceses mucho tiempo antes que lacan, la transexuación, es decir esa incoercible necesidad a ese varón de
transformarse en la mujer de dios. no se trata de perversión, se trata de un empuje estructural a la psicosis, por el hecho de
no poder argumentar el ste falico que es el que otorga valor de varón o de mujer, y por eso ya desde la psiquiatría francesa
se denominaba esa imposibilidad estructural, se denominaba empuje a la mujer.

Decíamos no se trata de perversión ¿Por qué? porque lo que opera como mecanismo fundante de la estructura del sujeto
perverso, sabemos que es la VERLEUGNUNG (desmentida)o renegación de la marca del NDP. El sujeto cuenta con la marca,
pero en la estructura esta la chance de renegarla. Ustedes ya lo saben a esto por qué? porque ya lo estudiamos incluso en
freud ¿Cuándo? cuando estudiamos el fetiche. Esa situación particular en donde freud nos mostraba con el ejemplo del
fetichista, que frente a la percepción intolerable de la castración, coloca el fetiche que la reniega, y entonces nos
encontramos con aquella afirmación de freud: que el fetiche es a la vez aquello que reniega la castración, pero tb es el
monumento conmemorativo de la castración. Esa sensación que da el perverso de soberbia de astucia suprema, podemos
vincularla a esta chance de su estructura de contar, pero también en algunos momentos, digamos, como que esta sometido
a la marca, y en algunos momentos puede con esa marca renegarla.

De todas maneras nosotros sabemos cuando hablamos del fantasma de la perversión no hay unión del objeto con el sujeto
y tampoco el perverso es AMO, ya que no está en control de hacer aparecer un costado u otro de su estructura.
Ahora la castración fálica es crucial en su consecuencia estructural, implica que el NDP tiene que ser traducido en términos
del ste fálico, y que además eso afecta al cuerpo, por ejemplo Schreber.

El ste fálico en ese sentido no puede prescindir de una articulación con el cuerpo, y es esto a lo que lacan llama hacer
argumento a la función fálica. Argumentar es un término de la matemática, ¿Qué quiere decir argumentar en lógica
matemática? quiere decir, implica someterse a una función…..

Entonces, Lacan nos da una precisión, digamos, una puntualización muy precisa. Y dice: “el órgano se eleva al significante
fálico”. Nosotros podríamos decir: pene y falo, justamente, por ser elementos diferentes y discontinuos, es que pueden y
deben encontrar una articulación. Las operaciones psicóticas o perversas de tramitación del significante fálico, nos
muestran sus consecuencias en el cuerpo. Nosotros podríamos decir que Schreber imagina, en ese fenómeno de empuje
psicótico a la mujer, su eviración, su emasculación. Es decir, va a erradicar un órgano que no lo puede elevar a la dignidad de
significante fálico. Y qué pasa con la escritura de las neurosis? Nosotros sabemos que en las neurosis el mecanismo
fundacional es la represión del NOMBRE DEL PADRE. Represión que va a fundar su eficacia. Y qué significa reprimir una
marca, la marca de la represión?

Fíjense, Lacan utiliza para hablar de eso lo que él llama “el apólogo de la célebre historia de Robinson Crusoe” (el de la isla).
Y él dice lo siguiente: Cuando Viernes, el otro habitante de la isla, posa un pie en la arena de la isla de Robinson Crusoe, va a
dejar una huella a su paso. Y dice Lacan, cuando Robinson borra con un gesto, va a pasar esa huella a la categoría de
significante. Digamos, esa huella, es huella significante en el momento en que se produce ese borramiento. El borramiento,
digamos, es la acción del sujeto que al borrar la huella pasa al significante, es decir, la pasa al inconsciente.

En la neurosis hay pasaje al ICC del NOMBRE DEL PADRE, vía la represión fundante. Desde el nódulo del ICC, el NOMBRE DEL
PADRE va a operar, dice Lacan, como punto de capitón que va a permitir que el discurso se dirija hacia algún lugar. Es decir,
constituyendo un punto de atracción de las asociaciones.

Pero que haya anotación de P (podríamos decir), imposible de renegar para un neurótico, indica además que para ese va a
haber advertibilidad subjetiva de la castración fálica. Porque está esa marca es que puede además ingresar la eficacia del
significante fálico. Ese significante al que el sujeto le va a hacer argumento de distintas maneras. El sujeto que devendrá
varón va a hacer argumento como todo al significante fálico, varón, todo fálico. Y una mujer va a argumentar como no todo
fálico. Es decir, volvemos a ver que esto implica poner en juego un asunto de cuerpo.

Nosotros podríamos decir ¿bastaría entonces para escribir la estructura de la neurosis, para formalizar la estructura de la
neurosis sumar P + Phi mayúscula? O sea, sumar NOMBRE DEL PADRE más significante fálico?

Fíjense, al finalizar la obra de lacan, ustedes saben que lacan va a introducir lo que él llama “la equivalencia de los tres
registros”. Ustedes saben que primero en la obra de Lacan aparece lo imaginario. Es todo aquello del estadío del espejo, de
los dispositivos... Más adelante, ya freudiano, digamos, Lacan va a trabajar la primacía de lo simbólico. Y sobre el final de su
obra, justamente allí en el seminario paradigmático donde aparece la equivalencia de los tres registros: R S I (REAL,
SIMBÓLICO, IMAGINARIO). En R S I, Lacan va a volver a su primer amor, el registro de lo imaginario. Lo va a retomar pero no
ya solamente como lo imaginario: lo especular. El imaginario del que se va a ocupar Lacan en sus últimos años es un
imaginario que va a incluir, además, aquello que puede ser independiente del plano especular. Es decir, aquello que falta a
la imagen, aquello que no podría ser nunca capturado por la imagen. Es decir, aquello que el sujeto puede incorporar como
imagen propia de sí, independizándose, todo lo que un sujeto humano pueda, de la captura especular. Ustedes ya lo saben
a esto, esto se llama castración imaginaria, es decir, aquel – (menos) phi que tanto nos hizo transpirar en psicoanalítica 3.

Ese agujero en lo imaginario deberá articularse de un modo específico con la castración fálica. (Ante las caras de
desesperación que ve dice: les aseguro que van a entender bien todo esto. Todo lo que acabo de decir lo pueden pensar
con el caso clínico de la semana pasada).

Entonces, si la neurosis se funda en la represión de la marca del Nombre Del Padre y por esa vía hace advertible la
castración fálica, entonces debemos interrogar a fondo qué cosa es la castración. Nosotros sabemos que Freud la planteaba
desde los inicios como herida narcisística. Razón por la cual, evidentemente, está vinculada con el registro imaginario.
Recuerdan que ya en la clase pasada usábamos aquella frase que tanto trabajábamos en la subversión del sujeto: la
castración quiere decir que un goce debe ser rechazado para que pueda ser realcanzado en la escala invertida de la ley del
deseo. Es decir que la castración, segundo movimiento de la constitución de una neurosis, tiene a su vez un desdoblamiento
(represión – castración). Tiene un desdoblamiento: un goce debe ser rechazado para luego ser alcanzado.

Es decir, no estará concluida la eficacia de la castración hasta que el sujeto no encuentre un modo de recuperar el goce.
Pero no cualquiera, sino en la escala legal de la ley del deseo.

Entonces, el sujeto neurótico va a jugar su suerte en la estructura según lo que pueda hacer con el goce pulsional. Es decir,
con lo que la pulsión reclama de goce perdido. A esta demanda de goce el sujeto va a tener que ponerle la marca de la
prohibición que da el Nombre Del Padre. Es decir, que además de ser imposible, debe estar prohibido satisfacer a pleno esa
demanda de goce. Y eso lo indica la marca que añade a lo imposible, la prohibición.

Nosotros dijimos...risas de desconcierto... bueno, esto, lo que vengo diciendo ya desde la clase pasada que, para que la
castración realmente confirme su eficacia, se tienen que producir estos dos tiempos, no es cierto? El goce debe ser
rechazado pero también tiene que haber posibilidad de recupero. Y del modo en que se juegue ese asunto, digamos, de la
pérdida de goce pero también del recupero de goce, va a ser la suerte de la estructura neurótica. Tiene que haber
imposibilidad, ya hay, en lenguaje mata la cosa, pero también una marca que oriente la prohibición.

Para cumplir este segundo requisito, es decir, para que además de ser realcanzado goce, lo sea en la escala invertida de la
ley del deseo, el sujeto va a tener que llevar a cabo algunas operaciones.

Cómo llega el sujeto a la ley del deseo? Cómo es que éste accede a esa capacidad? Tiene que haber un pasaje de lo
pulsional a lo deseante. Segundo piso del grafo del deseo, estoy todo el tiempo hablando del segundo piso del grafo.

Al deseo quién lo sostiene? EL FANTASMA. Alguna operación sobre el campo pulsional ha de permitir a la pulsión darse un
objeto, que en el fantasma oriente el impulso en el sentido legal del deseo. A ver... la pulsión carece de objeto, ejemplo
paradigmático de Freud: labios que se besan a sí mismos. Pero, en el fantasma sí hay un objeto, objeto que va a sostener la
división deseante del sujeto. Fórmula del fantasma sujeto barrado losange a, o sea, hay un objeto que sostiene la división
deseante del sujeto.

El objeto sigue siendo imposible, obviamente, pero el sujeto necesita tener en su haber una escritura que le permita contar
con ese objeto que causa su deseo. De no tenerlo, Lacan va a decir de una manera muy poética, que se produce la tragedia
del deseo. Es decir, no contar con la disposición de la escritura que le permita alguna advertencia sobre lo que desea. Es
decir, la tragedia del deseo es la abolición de la mera posibilidad de plantearse un deseo.

Y cómo es que el sujeto logra darse un objeto de deseo para que se puedan cumplir todos esos pasos que permiten que se
produzca la estructura eficaz, digamos, neurótica? Es decir, que se produzca el rechazo del goce pero también el recupero
del goce.

ADEMÁS DE HABER PODIDO INCORPORAR Y PASAR AL ICC EL NOMBRE DEL PADRE, ADEMÁS DE HABER ESCRITO EL
SIGNIFICANTE FÁLICO, DEBE HABER EL SUJETO ARRIBADO A LA CONSTITUCIÓN DE UN FANTASAMA DONDE FICCIONE
NECESARIAMENTE DAR A LA PULSIÓN ALGÚN OBJETO. Ficcione!!!

En su fantasma el sujeto puede representar como ficción aquello que cree que el otro le demanda, dado que le falta. Solo
luego de constituir esa escena ficcional del fantasma, un sujeto puede sostener su división deseante. Porque es, en principio
lo voy a decir así sencillamente, es a través del canal fantasmático que el sujeto va a poder recuperar goce.

Recuerdan que decíamos nosotros, el fantasma sostén de deseo, fijación de goce, así decíamos en el final de psicoanalítica
lll. El término ficción que usa Lacan evoca que este fantasma debe estar apoyado en una solida trama simbólica y que debe
además poder imaginarizarse; recuerdan que nosotros decíamos el fantasma: la cara real del fantasma la cara imaginaria
del fantasma la cara simbólica del fantasma. En el final de un análisis, supuestamente un sujeto puede ir más allá del
fantasma o atravesar el fantasma, pero antes debe haberlo construido, es decir debe estar construido en el aparato
psíquico. Ahora si la neurosis se funda en la represión de la marca del nombre del padre y la represión es el tercer destino
de la pulsión podría uno preguntarse sobre el modo de incidencia en los destinos lógicamente anteriores digamos; a ver lo
voy a decir de otra manera: si la neurosis se funda en la represión de la marca del nombre del padre, si la represión es
justamente el tercer destino de la pulsión uno debería preguntarse cuál es la incidencia, digamos en los destinos de la
ulterior represión de los dos destinos anteriores, es decir que pasa con los dos primeros mecanismos de defensas en
relación a la pulsión, es decir con la transformación en lo contrario y la vuelta sobre sí mismo. Fijen se en la transformación
en lo contrario Freud habla de la reversión amor odio y en la vuelta contra sí mismo, Freud dice que la carga pasional
apunta al yo. Amor, odio y yo nos llevan al campo del narcicismo, es decir no por nada Freud escribió entre pulsión y sus
vicisitudes y lo inconsciente y la represión un artículo que necesariamente tenía que estar en el medio de todo esto que si
no hubiera estado no hubiera podido pasar de la pulsión y sus vicisitudes al inconsciente, el articulo del narcicismo. La
lectura de introducción al narcicismo, nos va a evidenciar que el primer nódulo de objeto que se ofrece a la pulsión es el yo.
Fíjense aquí se comienza a vislumbrar que quizás todo esto de lo que vengo hablando ayuda a entender toda esta cuestión
del cuerpo loco, de los pacientes de borde o de los cuadros de fracaso de la constitución fantasmatico (contesta a alguien, si
también de una constitución parcial de la neurosis), es decir cuerpo loco que tiene que ver con todo esto. Cuál es la primera
aprensión del cuerpo desde que alguien es un bebe, la primera aprensión del cuerpo es ese cuerpo mórfele (no sé cómo se
escribe) como decía Lacan, cuerpo fragmentado, feteado, feteado, esa acumulación de fetas de tajadas, erotizadas por la
madre, no es cierto, erotizadas por el pasaje de la pulsión, no es cierto. El goce pulsional transita feteado en ese cuerpo
inicial, en ese cuerpo fragmentado. Cambiando súbitamente el decurso de ese fluir va a quedar el tiempo de lo que Freud
llama el nuevo acto psíquico, es decir, el narcicismo, antes de ese nuevo acto psíquico sabemos que el cuerpo no tiene
ninguna idea de su unidad, ninguna idea de ser uno y un cuerpo que no es vivido como uno no se puede contar como
separado del campo del otro, esa es la importancia del narcisismo, no es cierto, en el acto psíquico del narcisismo un sujeto
encuentra por primera vez un uno de su i mago, es decir, un uno de su cuerpo, y de ahí en más la segunda aprensión lógica
que tiene de su cuerpo, adviene de la imago allanada a los mensajes que el otro dio sobre su cuerpo, es decir en el
narcicismo aparece por primera vez un yo ideal, y va a resultar crucial, el modo en que ese sujeto haya configurado ese acto
psíquico del narcicismo y también el modo y las circunstanciasen que haya sido nombrado su narcicismo. Lo que Freud va a
afirmar anudando el yo a los destinos de la pulsión es que el yo ideal es cargado por la pulsión como un objeto, primer
objeto que se propone a la pulsión, ahora primero quiere decir que después deberían venir mas, es decir que se debería
poder hacer una seriación de objetos, no es cierto. Hay gravísimos problemas cuando el yo es el primer y único objeto que
se da como señuelo a la pulsión. Fíjense que acá estamos en el centro de la constitución de un sujeto, no es cierto.
Decíamos la clase pasada que el Otro primordial de un sujeto nunca da una imagen objetiva del niño no es cierto, sino
aquella que constituye para él, para el Otro primordial, un objeto satisfactorio, es decir devuelve una imagen alienada en su
propio goce, no es cierto, decíamos no es lo mismo su majestad el bebe, que salame de mama, que cosita linda, que
soretito mío, digamos, no es lo mismo no es cierto, entonces, si en ese Otro funcionan normativamente las cosas, va a dar a
su niño un yo ideal que este lo suficientemente velado en su condición de objeto, porque objeto vino al mundo, no es
cierto, vino como objeto que venga a restaurar la falta fálica de la madre. Ahora en esa atribución que funda el narcicismo,
si las cosas son normativas en ese Otro primordial el narcicismo se va a fundar, dice Lacan, habiendo respeto por los
mandamientos de la palabra, es decir los mandamientos del bien decir, la formula celebre, su majestad el bebe, no es
cierto: velo, engañoso, normativo que se coloca por sobre la voluntad de goce con que se puede hacer venir a un niño a
este mundo, no es cierto, velar con un engaño amoroso el destino de objeto resulta esencial para un sujeto. Lacan llama a
esa operación de poder nombrar a un niño según los mandamientos de la palabra llama a esa operación, inhibición.
Inhibición de qué? Inhibición de goce, inhibición de rebajarlo a instrumento, indivisión a puro objeto de goce. Pregunta que
no se escucha, contesta: si Lacan llama a esa operación inhibición del rebajamiento instrumental, inhibición del
rebajamiento objetal de la imago, o sea del imaginario del sujeto. Esa inhibición, no cualquier inhibición, la inhibición de
instrumentarlo, la inhibición de rebajarlo a objeto, esa inhibición es una inhibición fundante, inhibición normativa, que
hace que el gran Otro, el Otro primordial de un niño, no diga a ese niño frases injuriantes para nombrar su narcisismo. Y
nosotros podríamos decir el campo del amor se funda en una inhibición normativa del objeto de goce, en una inhibición
normativa del uso de goce del amado, en esa inhibición se funda el campo del amor. Ahora así como salame de mama, que
es dijimos como un derrape más o menos, encontramos gravísimos derrapes en esta atribución primera; recuerden a Kafka,
recuerden la metamorfosis de Kafka, ahí donde el protagonista se siente una cucaracha, es decir un objeto que solo puede
producir el deseo de aplastarlo, el deseo de rechazarlo, entonces en el recorrido de la pulsión que precede lógicamente al
momento represivo tiempo fundante de la neurosis, tanto el amor, odio, como la transformación en lo contrario, evocan el
campo narcisista y la constitución de un sí mismo adonde pueda apuntar la carga pulsional en el tiempo en que la pulsión
se acomoda al nuevo acto psíquico, dándose este primer objeto, el yo, que es narcisista, va a ser completamente diferente
que haya habido atribución primera injuriante o atribución primera normativa, porque la atribución primera normativa es
decir, la que cuenta con el velo del amor, ya lleva en sí misma esa muesca, es decir el trazo de aquello de lo que el gran
Otro, el Otro primordial de un sujeto se inhibí de apropiarse en termino de goce. Si alguien nombra el narcicismo de un
sujeto como una injuria, de ninguna manera esa constitución narcisista va a aportar la marca de lo que el gran Otro se
inhiba de capturar como objeto de goce si hay una atribución normativa ya en esa atribución normativa, se está pasando
digamos se está produciendo, la marca el trazo de lo que el gran Otro se inhibe de apropiarse de ese sujeto como
instrumento, como objeto de goce por ello es que esta muesca, que de esta marca, depende tener esta muesca , tener esa
marca, tener esa parte a cuenta del sujeto, que está por fuera de la captura especular del Otro, esa marca que da cuenta de
que el Gran Otro de ese sujeto se inhibe de tomarlo como objeto de goce, depende del signo de amor del otro, depende de
que el Otro pueda nombrar al sujeto, siguiendo los mandamientos de la palabra, siguiendo los mandamientos del bien
decir, siguiendo esta posibilidad, de velar, de engañar, amorosamente al sujeto, es decir que ese rasgo, que esa marca,
efectos de la inhibición amorosa del Otro primordial opera en la imago, en la imagen del sujeto la Aparición de una señal de
la ley, sobre esa imagen que es lo que se llama castración imaginaria, es lo que Lacan anota como menos Fi Ante
alguna pregunta que no se oye, ella contesta: neurosis estamos hablando de la e estructura de la neurosis. Es decir, la
propuesta de escritura para la neurosis es : P + Fi mayúscula + - Fi este menos Fi es el de la
inhibición normativa, castración imaginaria es decir, si se añade este tercer tiempo, si hay en la imagen ese agujero , eso
que no fue tomado que no fue capturado especularmente por el otro, es decir si el otro no incauta todo el espacio
imaginario como objeto de goce entonces la carga libidinal de la imago puede pasar del yo ideal, ubicada en el campo del
otro del espejo al yo autentico, al yo del sujeto, al llamado yo autentico por Freud, es decir pasar la libido de la imagen del
espejo hacia la imagen real de su yo y escapar así a la obligada captura especular adquiriendo además un imaginario no
especular, no es que nunca más se vuelva al espejo no, no es que no va a importar para nada que alguien nos vea o no nos
vea buenos lindos amorosos y bellos, pero es posible para el sujeto también adquirir una identidad imaginaria mas allá de la
captura en el campo del espejo. Lo que hablábamos la clase pasada, respecto de aquello que yo les decía que cuando hay
un momento en el tratamiento con los sujetos que padecen esta constitución. Hay un momento que cuando trabajando en
el análisis, está a punto, como de perderse esa identidad, esa identidad que esta siempre, capturada digamos en lo
especular, capturada en esa atribución injuriante primaria, digamos, se produce aquello que el tango diría la vergüenza de
haber sido y el dolor de ya no ser, momento difícil porque se está a punto de perder algo, que aunque es una mm, aunque
ustedes ya saben lo que es, algo que es terrible pero es lo que se tiene, no es cierto, entonces, solo si tenemos escritas esos
tres tiempos, podríamos decir, que , lo voy a decir en términos del fantasma, no es cierto, recién entonces, el objeto a
( suena teléfono, atiende teléfono, chau) y pregunta sobre los tiempos, contesta: estos tres tiempos de la escritura, no es
cierto, nombre del padre P el significante fálico y – Fi, castración imaginaria Entonces recién
cuando están estos tres tiempos de la escritura, el objeto a se va a colocar podríamos decir, para el sujeto fantasma
ticamente, lo cual le permitirá darse a ese sujeto un objeto elegido en la contingencia de la crianza digamos de los objetos
ofertados por el otro; objeto anal, objeto exactamente mm, pregunta objetos ofertados por el otro, respuesta: objetos
ofertados por el otro, siempre los objetos son ofertados por el otro. Pregunta, pero no le demanda el objeto anal el otro.
(sigue algo más que no se escucha)l? Respuesta: pero acuérdense que la cosa venia de los dos lados, acuérdense que el
otro tiene que esta r en posición de deseante, si el otro no está en posición de deseante el sujeto no puede iniciar la
pregunta por su propio deseo, que como emite la pregunta por su propio deseo, siempre por el deseo del otro, porque el
deseo es siempre deseo del otro, si el Otro no está en posisicion de deseante el sujeto nunca puede llegar a preguntarse por
su propio deseo, porque primero tiene que preguntarse, tiene que pasar por el deseo del otro, entonces el otro,
efectivamente, oferta y demanda, oferta se mi tal cosa, se mi majestad el bebe, dame tu caca, toma mi teta, digamos
oferta y demanda, pregunta, es todo lo que se ofrece, digamos, respuesta, claro y si oferta y demanda, no es cierto. Luego
de estos largos rodeos, de estos trabajosos tiempos de la escritura, el sujeto puede recuperar goce, según la ley, o sea según
la ley del deseo en el fantasma, ahora en los casos en que la atribución primaria ha sido injuriante, es decir en donde el gran
Otro o el Otro primordial a creído que puede no inhibir la posición gozarte de la devolución de imago que le hace al sujeto
menos Fi no va a aparecer en la imagen del espejo, y entonces se produce dice Silvia amigo una situación arto compleja,
que situación? El sujeto no puede discriminar de su yo ideal la porción de objeto que lo habita viviendo como un entero
gozado por el otro y el yo no es el primer objeto que se le ofrece fantasma ticamente a la pulsión, sino el único y el
fantasma se estanca en el congelamiento del tiempo en el que se da un objeto narcisista. Pregunta este sería el caso de la
anorexia, por ejemplo. Respuesta efectivamente. Ahora vamos a ver. Entonces cuando llegue el tiempo de la represión, se
van a producir dificultades muy particulares, porque entonces esa configuración mal dicha en el narcisismo va a obligar a
una disyunción entre el campo del discurso por un lado y el campo imaginario que se constante habitualmente en estos
pacientes graves, difíciles, que no son psicóticos, porque no son psicóticos? Porque tienen a cuenta el nombre del padre,
tampoco son perversos no tienen la astucia la sagacidad, la cosa gozosa del perverso sino una presentación terriblemente
dramática y angustiosa muchas veces, pero tampoco terminan de constituirse como neuróticos, en el sentido clásico de la
neurosis, cuya escritura contemplaría estos tres tiempos, pregunta, a esto sería a donde tendríamos que llegar, con los
pacientes, respuesta, esta es la escritura, ahora vamos hacia eso. Este es el intento de Silvia amigo de formalizar la escritura
de los casos del fracaso del fantasma. Que es lo que se constata, que la eficacia de la represión. Se constata por un lado la
eficacia de la represión de pasar al inconsciente la marca discursiva de que no todo es posible de que no toda demanda
pulsional es satisfacible, no es cierto, pero el problema clínico, severo que tenemos, es que no hay retraduccion imaginaria,
así lo llama ella de la eficacia de las escrituras logradas en digamos, de los registro de lo real y lo simbólico, no es cierto.
Tenemos la eficacia de la escritura en lo real y en lo simbólico pero no hay retraduccion imaginaria, de esa marca, no es
cierto, es decir lo imaginario no termina de recibir los efectos normativisantes de la castración esa particular constelación es
la que hace al sujeto capaz de rechazo de goce, pero al encontrarse detenida la avanzada decontitucion del fantasma
porque falla no concurre digamos la cara imaginaria de la constitución fantasmatico, entonces el sujeto padece lo que Silvia
Amigo llama fracaso del fantasma, este fracaso pone al sujeto en la situación desesperante de no tener como recuperar
goce en la escala legal. Entonces cuando el goce perdido vuelve a reclamar satisfacción retornando como demanda al sujeto
que padece fracaso de fantasma, a ese sujeto no le quedan muchas chances con lo cual acontece lo que decíamos en la
clase pasada o bien vive en la abstinencia lo que al ser de continuo implica una vida sin alegría podríamos decir, o bien
derrapa en lo que se llama la impulsión, momento en los que el sujeto podríamos decir no encuentra canal, el canal
normativo, de letra diría Lacan por donde gozar y goza a lo loco es decir, sin reglas ni ley. El fantasma hace que no sea
cualquier cosa lo que se consume en el goce, sino algo que no puede ser sin marca sin borde, sin escena sin límites
podríamos decir, cuando fracasa la operación literal imaginaria, así se llama, o sea la operación que escribe esa ficción, esa
retraduccion imaginaria la recuperación de goce no puede ser hecha a escala legal y se lleva a cabo mediante lo que
llamamos ruina impulsiva, como terrible alternativa, algunos veces pasa que cuando el sujeto quiere avanzar en el camino
de la dignidad de su yo y sacarse de encima este objeto que lo martiriza, lleva el objeto como adosado así mismo, en su yo,
no ha podido sacar de su yo la parte de objeto, porque no está velado, no hay engaño amoroso, entonces cuando el sujeto
quiere avanzar hacia la dignidad de su yo y sacarse de encima el objeto que lo martiriza al carecer de esa línea de corte, de
esa marca, de esa traza, para desprenderlo del cuerpo en la alternativa más terrible mata al cuerpo es decir, comete
suicidio, es decir, intenta a muerte dignificar (significar) el cuerpo, no estoy diciendo que todos los suicidios sean así,
estamos hablando de un tipo de suicidio es decir, en un acto desesperado de negativización de su cuerpo como objeto de
goce, es decir, la falta de frontera, la falta de borde, cuadro de borde, detenimiento de un borde, la falta de retraduccion
imaginaria, la falta de cara imaginaria del objeto, le impide desprenderse de un pedazo produciéndose el desprendimiento
del cuerpo entero.

Las adicciones que incluyen por ejemplo la comida, constituye otro modo electivo de la cadena discursiva, porque los
objetos de adicción son objetos listos para consumir, es decir, cuando uno no sabe no tiene posibilidades de escriturar, de
saber que objeto desea, estos objetos son podríamos decir, listos para usar, objetos a manos, objetos que no incitan a pasar
por los avatares de la castración, lacan dice algo así como la droga es aquello que permite al sujeto romper con el
tratamiento, con el pequeño pipi, o sea la droga es objeto que le permite al sujeto no atravesar los avatares de la castración,
porque es un objeto que está ahí, listo para usar, se compra, esos objetos son como un objeto protésico, para suplir la falta
fantasmatico y además es algo que algunas veces escucha en el discurso de la toxicomanía, muchas veces mediante el flash
del momento de consumo que produce el químico, hay la posibilidad de un momento del cuerpo como un real propio no de
vivencia incautado en el fondo de este. Es decir hay veces que el sujeto intenta constituir lo inconstituido, perpetrando la
repetición escenas al modo del Acting out, en un intento de forzar al otro a ponerse en posición de terminar la operación,
que no ha sido terminada, es decir esta escena del Acting intenta señalar en la escena sobre lo real el objeto que no
termino de inscribirse en el fantasma, o sea, el fracaso del fantasma podemos encontrarlo en la base de una serie de
presentaciones clínicas. El fracaso del fantasma lo podemos encontrar en la base estructural de una serie de articulaciones
clínicas, este fracaso del fantasma lo podemos encontrar en la base estructural de una serie de presentaciones clínicas.
Fíjense en los primeros tiempos en los que Silvia Amigo trabajaba esta cuestión del fracaso del fantasma, Silvia Amigo y
otros analistas inicialmente para trabajar este tipo de cuadros, inicialmente en su intento de conceptualizar, se preguntaba
si había que hablar entonces de una cuarta estructura, digamos: neurosis, psicosis, perversión y esto sería algo así, como
unas neurosis especiales, neurosis distintas, cuadro de fracaso del fantasma. O bien hablar de un estado de inconstitucion
parcial de la neurosis, distintos autores tienen distintas posiciones y Silvia Amigo desde el primer momento señalo esto de
que era simplemente una hipótesis de trabajo, que de alguna manera perfilaba con aquella frase con la que les hablaba la
clase pasada, no es cierto, es necesario, poder ir más allá del p adre a condición de haberse podido servir de él, es
necesario poder ir más allá de lo que los padres del análisis ( F y L) nos legaron a condición de servirnos de nuestras
teorizaciones. Con el correr de los trabajos en relación a los cuadros de bordes, porque todas estas teorizaciones,
obviamente son teorizaciones de los últimos tiempos, y porque son teorizaciones de los últimos tiempos, en el campo del
psicoanálisis, porque lo que uno puede ver en la clínica es un recrudecimiento una frecuencia muchísimo mayor de estos
cuadros, que no son cuadros nuevos en el sentido de que no los hubiera en otras épocas, sino que en todo caso lo que sí es
llamativo es la frecuencia con laque se presentan estos cuadros que tienen todos ellos a pesar de sus diferencias, en la
presentación clínicas, estos rasgos y características estructurales, que los distintos autores que trabajan en la clínica de
estos cuadros intentan conceptualizar haciendo hincapié cada uno de ellos en distintos aspectos de esa estructuración,
digamos con el correr del tiempo y del trabajo en relación a la clínica del fracaso del fantasma o de la neurosis, cuadro de
borde que son las formas con que estos cuadros suelen ser llamados tanto Silvia Amigo como Haydee Henri, como una serie
de analista que trabajan en este campo han ido acentuando esta idea de detenimiento, idea de inconstitucion parcial, idea
de tiempos cumplidos y tiempos no cumplidos en la constitución de la neurosis. Una lectura liviana a mi gusto a mi modo
de ver de estas postulaciones, señalan un descreimiento en la teoría Lacaniana o falta de rigurosidad o abandono del jardín
a la francesa Lacaniano. Mi posición personal es que se trata de exactamente lo contrario. Digamos hay que ser de una muy
extrema rigurosidad en el diagnostico, en las condiciones diferenciales del diagnostico, para poder ubicar estas anotaciones
y poder tener claridad respecto del lugar en que está producida esta detención, de la que hablamos dado que a diferencia
de la idea Kleiniana de Bordelinde, es decir este hibrido con núcleos psicóticos, con conductas neuróticas y
comportamientos perverso y la clínica en los bordes refiere, tener un conocimiento en la rigurosidad, todo el tiempo
presente respecto de cómo es la constitución subjetiva en cada uno de los cuadros justamente porque no solo habrá que
tener claro el punto de detenimiento, sino que al tener esa claridad entonces podrá ser posible intentar inscribir en el
campo del análisis aquello que ha quedado inconcluso en la estructura, es decir, tomando una pala labras de Lacan,
producir la puesta pascaliana, ustedes saben que pascal es aquel que dijo, yo no sé si dios existe, pero conviene apostar que
existe, entonces, la puesta pascaliana, en este campo es apostar que esta definición, estos tiempos en la escritura que no
pudieron escribirse normativamente, podrán terminar de inscribirse en el marco de la experiencia analítica, sino mejor
dejar a estos sujetos, abandonarlos al campo de la psiquiatrizacion, de su cuadro y producir por segunda vez ese rechazo
del que ya su constitución subjetiva da cuenta. Que consistencia tendrá este fantasma que se inscriba en el campo de la
experiencia analítica, también mucho son casos de los que recién los analistas estamos pudiendo ver los efectos.
Justamente porque digamos si hay algo que sucede con estos sujetos es que tenemos el problema de que allí donde este
tipo de sujetos se encontró el fracaso del fantasma, su inconstitucion parcial, han puestos algunos de estos remedios que la
época le ofrece de manera muy profusa, es decir, objetos que si bien están de alguna manera apoyándolos para seguir vivos
o dándoles la esperanza de una respuesta por otro lado. También les dificulta relanzar la escritura en el sentido normativo.
Aquí es donde se juntan la época y la estructura.

Segunda parte Desg: Sabrina, Liliana, Natali, lau

Respecto de la Clínica de la depresión, nos encontramos con las antípodas del jardín a la francesa. Es decir, la clínica de la
depresión lo dice en el artículo que ustedes tienen para leer, formando parte de la bibliogarafía de la última unidad.
Vascheto el artículo que ustedes tienen para leer, la cínica de la depresión que no es la depresión clínica se genera sobre un
fondo indiferenciado, como una especie, dice Vascheto de gabinete de recolecciones vacías. Fue mi intención dentro de las
series de casos, de lo que hablábamos en síntoma de lo nuevo. Lo que a mí me hubiera gustado es trabajar todos los casos,
pero debido al poco tiempo, me pareció necesario elegir los más paradigmáticos de la clínica de los síntomas de lo nuevo:
anorexia, bulimia, en la medida que la cuestión del consumo, está absolutamente marcada en ambas. El consumo
imparable en una, y consumo de nada en la otra. Claramente esos cuadros tienen que ver con la promoción de objetos de
consumo propia de la subjetividad de nuestra época. Y también me pareció que tenían que trabajar algo en relación a
depresión, porque si hay algo que nos encontramos hoy en la cultura en la subjetividad de la época que parece, una
proliferación de depresiones, el diagnóstico depresión parece haberse universalizado de tal manera que ya no sabemos de
que estamos hablando, cuando hablamos de depresión. La rigurosidad cuando vamos a la depresión, al término de
depresión nos encontramos exactamente lo contrario. Nos encontramos un conjunto absolutamente indiferenciado, para
decirlo nada académicamente depresión hoy es una bolsa de gatos, vamos a tratar de ver que vemos en ese diagnóstico
que parece haber proliferado absolutamente. Fíjense el fenómeno depresivo, en la medida ya casi es una vergüenza no
haberse nombrado alguna vez como depresivo, es decir el fenómeno depresivo en esa apariencia de universalidad, ha
captado el interés de otras disciplinas, no solamente de la psicología, la psiquiatría, el psicoanálisis. Un ejemplo ha captado
el interés de etnólogos y antropólogos de tal manera que ustedes verán en el trabajo que tienen para leer, que ha habido
algunos de ellos, por ejemplo Catherine (nos parece que es Plus, no sabemos como se escribe el apellido) una etno-
psicóloga se ocupó de investigar en una isla de (…) la presencia de la depresión y se encontró con que esa cultura no existe
la depresión como padecimiento. Es decir se encontró que muy por el contrario lo que en nuestra cultura se llamaría la
felicidad. En esa isla por ej. se consideraba como algo amoral o inmoral. Con lo cual queda claro, por contraste que la
exigencia de felicidad, el deber de ser feliz, pertenece a la cultura occidental, que ha instalado un par significante:
depresión- felicidad o si no ponemos en los términos de la subjetividad propia de los tiempos del discurso capitalista.
Podríamos pensar en el par: fatiga- rendimiento. Es decir, la depresión que parece universal y no lo es, en la medida en que
esta autora dice: “las emociones tal como ellas han sido construídas denominadas por la cultura, permiten a las personas,
dar sentido a lo que les llega, y a lo que los une y definir lo que serán roles del comportamiento correspondiente, el hecho
de que ese sentido sea interpretado como esencialmente moral o psico- biológico, o los dos es específico de una cultura
dada, es decir la cuestión del sentido tiene que ver con lo que una cultura va ir acuñando”.

Fíjense, la depresión no es un significante del psicoanálisis, si bien algunas ideas, en relación a la depresión, algunos
conceptos como depresión neurótica o neurosis depresiva, o incluso la cuestión de lo reactivo o lo endógeno, pueden haber
tenido algún lugar dentro de la elaboración psicoanalítica. La depresión, más bien en el sentido freudiano nombra una
forma de malestar en la cultura. Si nosotros, lo pensáramos en términos lacanianos, podríamos pensar a ese significante
depresión: ligado al que Lacan llamaba cobardía moral, aquel sujeto que ha cedido en su deseo o la encontramos a la
depresión en otra vertiente que manifiesta la ferocidad, la obscenidad del superyo aquello que llamábamos el caldo de
cultivo de la pulsión de muerte. Fíjense, la depresión en realidad adquiere un cierto uso extendido, a partir de podríamos
decir en el Tercer Milenio, empieza a extenderse lo que acontecía a mediados del siglo XX era que el término central era
melancolía. Lo que uno asiste a un descentramiento de la melancolía en la medida en que a partir de la elaboración de
Krepelin, cuando inventa esa entidad que une la manía con la depresión, y se convierte en manía depresiva, elaboración
desde Jaspers y su discípulo Sneider, y va tener una gran importancia en la construcción de los DSM. Antes de todo eso, lo
central, estaba ocupado por la melancolía, y por la larga cocción, para usar el término de Lacán, de ese significante casi tan
milenario como la histeria. En el mismo momento que vamos asistiendo al descentramiento de la melancolía como
patología, como cuadro, respecto del cual todos los demás se comparaban, los otros tipos de depresiones se comparaban,
vamos asistiendo a un empalidecimiento de la fineza diagnóstica, que sepamos ese recorrido que nos lleva desde la
sincronía a la diacronía, desde la mirada a la escucha. Toda esa fineza, a partir del descentramiento de la melancolía, de la
pérdida de interés en la melancolía, en la promoción del resto de los cuadros depresivos como objeto de estudio en sí
mismo, lo que encontramos la fineza diagnóstica va cayendo en la medida en que se va descentrando la melancolía, hace su
aparición los fármacos, los antidepresivos, que comienzan a ser indicados sin discriminación. También asistimos a una
ilusión de los conceptos. Esta rigurosidad de las que hablábamos comienza a decaer, nos encontramos con que depresión
comienza a ser un término que se va haciendo cada vez más indefinido, y más inespecífico. Podríamos decir que no se
trata de mantener una nostalgia por una clínica pasada, ni mantener vigente a modo de un homenaje un muerto, como una
forma de pensar la clínica. Justamente se trata, de ver de que manera esos nuevos síntomas y de cierto modo, las
proliferaciones de la depresión, tiene ese estatuto como estos nuevos síntomas que son sintomáticos para el psicoanálisis.
Cómo interrogan a la teoría y a la praxis analítica

Como interrogan a la teoría y a la praxis analítica, fíjense con la proliferación de los fármacos y sobre todo con el
establecimiento de lo sucesivos DSM IV que uds. Saben implican un modo descriptivo de enfrentarse a lo que aparece en la
clínica lo que nosotros encontramos es que individuos necesitados de dar sentido a su padecimiento encuentran tal como
dice el texto que tienen que leer encuentran un sentido dado por las ofertas del mercado que le imponen un otro difuso
digamos que podríamos decir en su imperativo de goce induce a una particular dinámica seudolibidinal ¿por qué dinámica
seudolibidinal? Fíjense, Balint un viejo siquiatra decía que ya no se trata de que el médico al recetar un fármaco se prescribe
a sí mismo sino que ahora el siquiatra, en el mejor de los casos, porque a lo que asistimos es a que el médico, no el
siquiatra, el médico al que se va por cualquier enfermedad, el médico no especializado, el médico prescribe cada vez con
mayor frecuencia todo tipo de fármacos es decir se ha tornado en los últimos tiempos en un expendedor de moléculas que
ingresan en el discurso del paciente sin pasar por la presencia del otro, ¿ por qué dinámica seudolibidinal? Y fíjense que
discurso escuchamos en la clínica “súbame el medicamento por que no puedo dormir” “bájemelo porque estoy demasiado
acelerado” “bájame una y súbame la otra” “ajústeme el antidepresivo, es decir una especie de economía seudolibidinal sin
pasar por la mediación del otro. Es decir prácticamente prescindiendo del prescriptor digamos por que? Y porque en esa
particular narrativa libidinal hay poco de lazo social, una de las condiciones que verificamos, como efecto de lo que
llamamos el discurso capitalista.

Ese otorgamiento de sentido que va a producir el fármaco, una manera podríamos decir, cierto delirio de identidad en
relación a estas presentaciones a las que asistimos en donde los sujetos vienen y dicen: “soy depresivo, “súbame” “bájeme”
es decir una especie de sicoterapia sin Otro una especie de sicoterapia por la vía del fármaco, nosotros podríamos decir una
dependencia confortable que torna al modo de tratamiento algo que prácticamente ya no se distingue del drogarse, es
como si tratarse se igualara a drogarse. Justamente lo que uds. leen acá ,el articulo que tienen para trabajar (basta con
acercarse a la sala de espera de hospitales, clínicas y consultorios y comprender lo que esto significa hay una enorme
cantidad de sujetos que concurren a retirar su receta )

Eso nada tiene que ver con el lazo, con esa invención de un nuevo lazo que uds. saben significó la introducción del
psicoanálisis. En ese sentido nosotros podemos decir que esa queja del sujeto “estoy deprimido”, “soy depresivo”, de alguna
manera espera de las moléculas sicotrópicas una satisfacción que elude el responsabilizarse y también en ese eludir la
puesta en forma y el responsabilizarse propugna lo que hoy vemos como una proliferación de la posición de víctima en la
cultura.

Esa queja del sujeto, estoy deprimido, soy depresivo, de alguna manera espera de las moléculas psicotrópicas una
satisfacción que elude la puesta en forma de esa queja, es decir, elude el responsabilizarse y también en ese eludir la puesta
en forma y el responsabilizarse, propugna lo que hoy vemos como una proliferación de la posición de víctima en la cultura,
no es cierto, la victimización parece haberse extendido. Ahora bien, fíjense ya que hablábamos de los trabajos de Malestar
en la Cultura hoy, yo recordaba en el trabajo que había presentado una frase de Bodeiar respecto del síntoma y el mercado
no es cierto, y Bodeiar decía que si había síntomas, si había mercado y había síntoma, entonces el crimen no era perfecto,
porque un crimen perfecto es aquel que no deja huellas y sin embargo encontrábamos huellas en todas parte digamos
mmm, huellas en todas partes que no son ni más ni menos que la dimensión humana del ser hablante que no puede evitar
la emergencia de eso que falla una y otra vez y que por supuesto, por eso yo decía esta cosa graciosa del crimen ferpecto,
no es cierto, no era un crimen perfecto el que había producido el mercado. ¿Por qué? y porque obviamente hay una
inadecuación absoluta entre la farmacopea, digamos, que ya ni siquiera es la psicofarmacología, porque tenemos esta,
digamos esta modalidad tan particular del “vengo por mi receta”, esa farmacopea, es decir, la molécula del psicotrópico, y el
sujeto, no es cierto. Yo leía este artículo que había buscado para ustedes y en un momento el autor dice esto de que eh, de
la lista interminable de pacientes dependientes de psicofármacos que presentan nula o poca respuesta y menciona esto tan
gracioso de que un antidepresivo tal ha demostrado ser muy efectivo para la eyaculación precoz o sea esta cuestión tan
particular del antidepresivo que tiene una nula respuesta pero en el trayecto descubrimos que servía para otra cosa. Y leía
eso y recordaba justamente una cuestión en la clínica, recibo en un momento a una mujer que me cuenta que había
resuelto llamarme porque hacia unos días había tenido lo que llama una crisis muy grande mmm, refería algo al estilo del
ataque de pánico, así lo nombraba ella, ansiedad, de sentimientos depresivos; y me cuenta ella que eso se debía al hecho
de que había resuelto por su propia cuenta dejar de tomar loa antidepresivos que le había recetado su médico.
antidepresivos que desde el primer momento que empezó a tomar encontró que no le venían bien, que no se sentía bien
con ellos, ella refería algo así como que se sentía extraña, que no se sentía ella, que se sentía neutra, que se sentía como
que, nada digamos. Va a una primer consulta luego de comenzar la toma refiere esto y le pide a su médico que le de los
antidepresivos anteriores que eran más buenos digamos, y el médico le dice que no porque como ella se queja de dolores y
está ingresando a la menopausia, entonces este que él le da es mejor porque también sirve para los dolores digamos.
Bueno, se lo da, vuelta la primera vez a decirle que no, que estos no le vienen bien se siente mal, entonces él se los baja a
mitad, para que le haga la mitad de mal digamos, se los baja a la mitad, y los toma, le siguen haciendo mal, según su
referencia y ella entonces decide sin contarle al médico y tampoco a su marido, que también es médico, sin contarle que
había resuelto dejar de tomarlos. Por supuesto va teniendo efectos de esa suspensión producida de esa manera, efectos
que refiere como peor enfermedad digamos y por supuesto termina volviendo a tomarlos no es cierto, después de una
charla con el marido en la que el marido le dice “no quiero ni saber que habrás hecho con los medicamentos”, no quiero ni
saber, ya sabía digamos, y la paciente los vuelve a tomar, pero también resuelve llamar para comenzar lo que tal vez sea un
tratamiento analítico. con lo cual estaba muy, digamos, la primera cuestión a trabajar con esta persona era preguntarnos
por qué esa vía de dejar de tomar a escondidas la medicación; por supuesto que esto tendrá que ver con la configuración
personal de esta paciente, tendrá que ver con su pareja digamos, pero de algún modo señala algo que de algún modo nos
encontramos bastante seguido en la clínica, es decir esta cuestión de esta especie de, esta dinámica pseudolibidinal en
donde le termina siendo al sujeto muy difícil hacer entrar su subjetividad, este caso parece paradigmático, tanto no entraba
su subjetividad en el juego que la prueba era a escondidas, prueba que termina mal no es cierto, el paciente termina no
solo volviendo a la medicación sino volviendo con muchas descalificaciones con respecto de si misma, no es cierto, con una
situación riesgosa y digamos en donde ehh corríamos el riesgo de que volviera a cerrarse en eso. Era a quedar definida por
el fármaco la cosa recién empezaba allí pero, la paciente retorna a su médico y se hace escuchar, cosa que no siempre pasa.
¿Por qué? y… digamos lo que vemos es un tipo de de esta economía de esta dinámica pseudolibidinal, lo que vemos es todo
una serie de situaciones en donde van y vienen los psicofármacos y la pregunta acerca del sujeto va quedando cada vez mas
obliterada, cada vez mas aplastada. en ese sentid, me parece interesante lo que dice el autor que dice esto que, el
cognitivismo en el sentido del comportamentalismo, no las ciencias cognitivas, sino el cognitivismo como
comportamentalismo, resulta, la pregunta por si el cognitivismo resulta una amenaza para el psicoanálisis. Y claro, no es
que la ciencia cognitiva sea una amenaza para el psicoanálisis, pero si lo es cierta estrategia digamos, del
comportamentalismo, en relación a funcionar como dentro de una pragmática psicofarmacologica mmm. Donde el
cognitivismo se hace cargo de aquello que va produciendo, el uso de la droga, que usa la droga indicada para cual o tal
trastorno, y entonces como dice Bascheto en el artículo cuando hay alguna respuesta fallida ahí entra el
comportamentalismo. Pero siempre en relación a esa digamos, respuesta fallida del sujeto que desde el psicoanálisis la
respuesta fallida del sujeto es el sujeto digamos. Es tan interesante esta referencia a un paciente que le dice a Bascheto:
“doctor usted no vaya a creer que lapenax (nombre de un psicofármaco no se entiende muy bien) me saco las voces, es
cierto que no las escucho pero sin embargo se que están ahí”; es decir, ese aplastamiento, esa no puesta en forma de la
queja, es decir, esa no transformación de la queja en síntoma no impide que la dimensión humana del ser hablante
digamos, no se exprese. Fíjense que una de las cosas que a las que asistimos es cuanto más el mercado se esmera en
responder por la vía del tener más el sujeto se expresa por la vía del ser, en ese sentido, podríamos decir que la depresión
como nuevo síntoma no es, ni más ni menos que aquello que podríamos decir constituía el pronóstico Freudiano. Freud en
Malestar en la Cultura decía que el desfallecimiento de la función paterna iba a producir en la sociedad un aumento de las
exigencias mmm, digamos recuerden como en Malestar en la Cultura él dice aquello de al desfallecimiento de la represión
eso no conlleva menor exigencia, conlleva mayor exigencia. Fíjense me parece muy interesante, esta puntualización que
hace el autor, ustedes son todos muy jóvenes pero tal vez, alguno por allí recuerden una película Argentina llama La Fiaca
mmm. La Fiaca de Norman Briski buenísima película.

Profesora (Maria José): “hay un quiosco en el centro de Cipolletti donde la pueden comprar, al lado del Hotel Cipolletti”.

Silvia: “mira vos…”. Mientras La Fiaca mostraba el cuestionamiento digamos al quehacer burgués, digamos, la fatiga actual
está incluida dentro de las primeras causas de deserción en lo laboral. Esta ubicada en el nivel del trastorno por lo tanto
esta medicada. Claro en ese momento era protesta, claro, hay que ver si ahora no es protesta también. Justamente a lo
mejor ese es el trabajo del psicoanálisis, ver si a la depresión puede tornarse síntoma es decir, respuesta, justamente Lacan
cuando habla de fatiga dice que, la fatiga refiere a un momento en el que el sujeto intenta identificarse, reunirse con la
demanda dirigida al Otro se detiene, queda como en suspenso. Es decir, no puede autentificarse como sujeto de la palabra
y en ese sentido, podríamos decir que, allí donde podría ver corte significante, chiste, agudeza, lo que encontramos es
suspensión. Ahora pensemos como aparece la depresión en este momento del campo del psicoanálisis, ustedes tienen acá
la referencia de Máximo Recalcati, es un analista italiano que trabaja con gran agudeza las cuestiones de la clínica actual y el
habla de la clínica de la falta y de la clínica del vacío. La clínica de la falta la va a vincular más a las depresiones neuróticas. Y
la clínica del vacío la va a pensar más en relación a las depresiones psicóticas, es decir, cuando hoy hablamos de depresión
sabemos que en el campo del psicoanálisis podríamos estar hablando de la cobardía moral del neurótico, podríamos estar
hablando del rechazo del inconciente del psicótico, de una respuesta imaginaria a un agujero en lo simbólico, de la
desplación narcisística en una histérica, podríamos estar hablando de la represión en los impulsos del neurótico obsesivo
ustedes saben que cuando hablamos de neurosis obsesiva hablamos del momento melancólico del neurótico obsesivo, allí
en donde justamente a partir de la represión de los impulsos encontramos esa desazón propia del obsesivo. Podríamos
estar hablando de las crisis depresivas de las que hablaba Lacan como la relación entre las instancias, cierta relación
conflictiva o vacilante del yo y del ideal del yo. Ahora nuestra gran cuestión hoy en el campo del psicoanálisis es, cómo creer
en el síntoma mmm, como hacer de todas estas presentaciones síntomas. La pregunta que se hace el autor aquí es, cómo
creer en el síntoma cuando este se hace presente como mero epifenómeno en lo real y entonces, él va a decir, que
justamente, la problemática para hacer de la depresión síntoma, va a tener que ver con esa declinación donde la idea de
conflicto a la que asistimos en el discurso actual…no es cierto. Es decir, como la falta en el discurso actual, o bien esta
omitida, o bien esta reemplazada por la disfunción y por lo tanto hoy en día, las Doras con tos, los Norman Briski de La Fiaca
mmm, probablemente se tendrían una buena caja de antidepresivos ganada, con lo cual quedaría justamente tapada y
quedaría perdida la posibilidad de hacer ingresar esa queja en el ámbito del síntoma, es decir, en el ámbito de aquello que
con lo que comenzamos nuestra materia, el sentido de los síntomas. por lo tanto, si nosotros tuviéramos que pensar hoy
como conclusión en relación a este especie de proliferación espectacular de la depresión u otra variante la bipolaridad,
tenemos diagnósticos de bipolaridad… basta que alguien tenga un mínimo cambio de estado de ánimo para que eso ya se
gane el nombre de bipolaridad. Podríamos decir, que formando parte de la subjetividad de la época, parece haber
aparecido cierta modalidad bipolar. Interesante lo que concluye Bascheto, en su análisis, porque él dice, desde el campo del
psicoanálisis, tenemos que pensar la cosa en 3 niveles. un nivel que es el de la clínica, en el cual asistimos a una intolerancia
de la tristeza digamos, esa intolerancia de la tristeza, todos debemos ser exitosos, todos debemos trabajar mucho, todos
debemos estar bellos y en forma, esa intolerancia de la tristeza que esta apoyada por la industria farmacológica y que
además, incluye cierta participación también de la psiquiatría actual, por lo menos de algún tipo de psiquiatría actual, en
donde ha encontrado una fantástica veta para hacerse un lugar en la cultura bastante cómodo y ni que hablar de los paseos,
hoteles, maravillas , que los laboratorios proveen a quienes son vendedores nro 1 de tal o cual antidepresivo. Y hay un nivel
político de esta cuestión, político en el sentido de lo que es posible hacer, que piensa este autor en relación a poner a
trabajar los conceptos, poner a trabajar un poco lo que decía antes, servirse del padre, es decir ver en esto nuevo que
aparece, que tienen aun de familiar. Y hay por supuesto un nivel ético, ¿cuál es nuestro nivel ético? el de la ética del
psicoanálisis. Aquella que implica que no hay otra orientación que lo real, es decir lo real que insiste, lo real que se muestra,
ese girón de tela subjetiva podríamos decir, que hace resaltar, el fondo de un agujero, dice Bascheto. ese fragmento
invariante del que creemos y acompañamos con la epopeya de un análisis, y entonces dice Bascheto, nos cansamos de la
indiferencia de las formas, nos aburrimos de la repetición de los signo, nos entristecemos con la decadencia de la praxis,
pero finalmente no nos dejamos de sorprender y dice él esto (escribe en el pizarrón) HAY!, lo real del síntoma; y nosotros
podríamos decir (escribe en el pizarrón) AY! lo real del síntoma y mientras ese Hay! y Ay! nos llame a responder allí seguirá
estando el psicoanálisis como un síntoma más de la época. Bueno acá terminamos… (Muy rico todo…).

Desg: Sabrina, Liliana, Natali, lau, los pelas, y yop.

You might also like