LA CORTE INTERAMERICANA DE LOS DERECHOS HUMANOS Y LA PENA DE
MUERTE
La jurisprudencia interamericana ha destacado el reconocimiento del derecho a la
vida, en sí misma, pero últimamente se ha referido además a las condiciones de vida del individuo. En esta virtud, el artículo 4 de la CADH no sólo comprende:
“El derecho de todo ser humano a no ser privado de la vida arbitrariamente,
sino también el derecho a que no se le impida el acceso a las condiciones que le garanticen una existencia digna. Los Estados tienen la obligación de garantizar la creación de las condiciones que se requieran para que no se produzcan violaciones de ese derecho básico y, en particular, el deber de impedir que sus agentes atenten contra él” (CIDH,1999)
Es por ello que el 8 de junio de 1990, se suscribió y ratifico el protocolo relativo a
la Abolición de la Pena de Muerte, mediante el cual se dispone que los países suscritos no aplicarán en su territorio, sin embargo, es posible aplicarla por delitos sumamente graves de carácter militar “en cumplimiento de sentencia ejecutoriada de tribunal competente y de conformidad con una ley que establezca tal pena, dictada con anterioridad a la comisión del delito.” Es así que este pacto declara que:
No se restablecerá la pena de muerte en los Estados que la han abolido
En ningún caso se puede aplicar la pena de muerte por delitos políticos ni
comunes conexos con los políticos
No se impondrá la pena de muerte a personas que, en el momento de la
comisión del delito, tuvieren menos de dieciocho años de edad o más de setenta, ni se les aplicará a las mujeres en estado de gravidez
Toda persona condenada a muerte tiene derecho a solicitar la
amnistía, el indulto o la conmutación de la pena, los cuales podrán ser concedidos en todos los casos. No se puede aplicar la pena de muerte mientras la solicitud esté pendiente de decisión ante autoridad competente CONCLUSIONES Este pacto fue celebrado para proteger de una manera más efectiva el derecho a la vida de las personas independientemente de los errores o delitos que pudo cometer, es así que mediante acuerdo los países suscritos a la corte interamericana de derechos humanos, mostraron su aprobación y apoyo a abolir la pena de muerte en sus legislaciones, tal es el caso de Perú, excepto por cierta reserva (poder usar esta pena en tiempos de guerra o terrorismo) que se manifestó al momento de firmar dicho pacto. BIBLIOGRAFIA CIDH, caso Villagrán Morates y otros (caso de los "Niños de la calle"), Sentencia del 19 de noviembre de 1999, serie C, núm. 63, párr. 144. Sergio García Ramírez. (2005). La pena de muerte en la Convención Americana sobre Derechos Humanos y en la jurisprudencia de la Corte Interamericana. 2005, de Boletín mexicano de derecho comparado Sitio web: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0041- 86332005000300003#nota http://www.oas.org/es/cidh/mandato/Basicos/penademuerte.asp