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•• Walter Pisten
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•• Armonía
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Revisada y ampliada por
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Mark DeVoto
Tufts Universily
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•• SpanPrcss® Universitaria
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Coopcr Ci1y, FL 33330 • EE.UU
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•• Prefacio
de la quinta edición norteamericana
••
•• Esta quinta edición de ARMONfA aparece a los cuarenta y cinco años
de su utilización con éxito. Diez años después de la muerte de Walter
Piston, sus alumnos y los alumnos de éstos todavía pueden enorgullecerse
•• Armonía
revisiones generales en la cuarta edición quizá puedan no estar de acuerdo).
Es evidente que el libro es ahora diferente, pero su enfoque esencial y su
contenido básico son iguales que los de 1941.
1
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•• La mayor diferencia de la cuarta edición en relación con las anteriores
fue la adición de siete nuevos capítulos, cuatro de ellos sobre el complica-
!.l.
Diseño de cubierta por Baby Rivera do tema de la armonía después de la práctica común, que no se había
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tratado en las tres primeras. El núcleo de la obra, sin embargo, continúa
Titúlo original: siendo el tratamiento exhaustivo de la práctica común de la armonía en
Ilar111011y la primera parte, posible base para uno o dos cursos de armonía tonal. En la
© 1987,1978, 1962.1948, 1941 by W. W. Norton & Con1pany, lnc., Nueva York y Londres
presente edición todo el texto de la primera parte se ha examinado cuida-
© de la edición en lengua castellana y de la traducción: dosamente con el propósito especial de clarificar el lenguaje siempre que
lI¡
!.•• SpanPress@ Universitaria - 1998
An imprint of SpanPrcss, lnc.
5722 S. Flamíngo Rd. #2 77
Coopcr Cily, Fl 33330
fuera posible. Se han suprimido algunos temas de importancia relativamen-
te menor, así como cierto número de ejemplos repetitivos. Estas supresio-
nes se consideraron necesarias para dar algo más de espacio a lo que había
sido un texto detallado y conciso; el espacio extra se advertirá también en
el diseño de esta edición, con márgenes más amplios para las anotaciones. !
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ISBN: 1-58045-935-8
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• vas, en su mayor parte con la intención de ayudar al alumno en el desa-
Publicado con autorización especial. Todos los (krccho, reservados. No está permitida rrollo de la habilidad para el análisis musical, que seguramente no es menos
la reproducción total o parcial de este libro, ni su 1rntamiento informáiico, ni la
transmisión de ninguna forma o por cualquier mcdiu, ya sea electrónico, mecánico, por importante que la habilidad para los ejercicios escritos y al piano. El capítu-
fotocopia, por registro u orros m~todos. sin d pcrmis,1 prcl'io y por cscrilo de los _lo, completamente nuevo, sobre la textura musical se redactó con la inten-
titulares del copyright.
ción de aclarar muchos puntos de dificultad con los que se encuentra el
principiante al analizar los ejemplos de la bíbliografia; según mi propia ex-
. periencia, una buena comprensión de los diferentes tipos y detalles de la
•• textura musical es uno de los mejores medios de preparación para las téc-
nicas avanzadas de análisis tonal, en especial la técnica schenkeriana. Otra
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••
VI PREFACIO
••
la segunda mitad del Workbook .
La obra se conoce desde hace tiempo como libro de texto introducto-
rio, pero debido a su carácter global sirve también como obra de consulta El primer paso importan_te en el estudio es clarificar su propósito. Exis-
Y podemos estar orgullosos de ver ejemplares de ARMONIA con much~ te mucha confusión hoy día respecto a por qué estudiamos teoría musical
•• obrar en consecuencia. De ahí que para esta edición, así como para la an-
terior, hayamos solícitado específicamente opiniones y críticas que pudiesen
ayudar a preparar ta revisión. La respuesta a este llamamiento ha sido alen-
teoria musical.
Hay quien considera que los estudios de armonía, contrapunto y fuga
son competencia exclusiva del futuro compositor. Pero si pensamos que la
•• esfuerzo y aportó una habilidad editorial que yo nunca podría esperar igua-
lar; Y Hinda Keller Farber, que también trabajó en la cuarta edición volvió
a quitarme un gran peso de encima. Algunos capítulos fueron re~isados
tros o musicólogos. Claro está que un seguro dominio de los rudimentos
de la teoría es necesidad para el erudito más aún que para et compositor,
puesto que constituye la base para cualquier apreciación de los estilos in-
••
de forma individual por profesores de teoría de diferentes instituciones· dividuales del pasado o del presente. ·
estoy ag!~decido en particular a Christofer Hasty, de Yale, un severo per~ Por otra parte, la persona dotada para la creatividad en la composición
saga~ cnttco, y a Anne Swartz, del Baruch College. John Wicks, de la Uni- musical adquiere un serio riesgo al suponer que su genio es suficientemen-
versidad de New Hampshire, mi colega cotidiano durante trece años me te grande como para desenvolverse sin un conocimiento profundo de la
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•• VIII INTRODUCCIÓN
•••
práctica común de los compositores y no como esfuerzos creativos de l. Materiales de la música: escalas e intervalos ............. .
composición. El autor cree que mediante estos principios se conseguirá 2. Triadas ..............· ............................ . 12
una rápida y lógica comprensión de la materia. 3. Progresiones armónicas en el modo mayor: principios de
conducción de las voces ............................ . 21
Walter PJSTON 4. El modo menor ................................. - - - 40
••
5. Tonalidad y modalidad ............................. . 49
6. La primera inversión. El bajo cifrado .................. . 68
7. Función y estructura de la melodía .................... . 87
••
8. Notas extrañas a la armonía ......................... . 110
9. Armonización de una melodía ........................ . 134
1O. El acorde de cuarta y sexta .......................... . 151
11. Cadencias ........................................ . 165
•• 12.
13.
14.
Ritmo armónico ................................... -
La estructura armónica de la frase .................... .
Modulación ........................ _ ....... _ ..... .
182
197
214
•• 15.
16.
17.
El acorde de séptima de dominant~ . , ................. .
Dominantes secundarias ............................ .
Resoluciones irregulares ............................. .
234
248
264
•• 18.
19.
20.
Textura musical ................................. - - .
Problemas del análisis armónico ...................... .
La secuencia ..................................... .
275
289
304 ·
••
21. El acorde de séptima disminuida ...................... . 317
22. La novena mayor incompleta ........................ . 334
23. Acordes de séptima sin función de dominante ........... . 342
24. Acordes de novena, undécima y decimotercera .......... . 362
•• 25.
26.
Acordes alterados cromáticamente: la supertónica y la
submediante elevadas ......................... .
La sexta napolitana ................................ .
381
392
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X INDICE
•• 27.
28.
Acordes de sexta aumentada ......................... .
Otros acordes cromáticos ............................ .
403
418
•• 11
•• 29.
DESPUÉS DE LA PRÁCTICA COMúN
.
523
532
••
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••
•• l. Materiales de la música:
•• escalas e intervalos
•• La música es característica de prácticamente todas las culturas y todas
•• cluso la música popular del siglo XX, con su enorme y ampliamente exten-
dido atractivo, debe más a la música culta occidental que a cualquier otra.
En el estudio de la teoría musical nos interesa aquello de lo que está
.hecha la música: qué cosas hay en una pieza de música y cómo están uni-
••
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tras otro, la distancia es un intervalo melódico. ¡:
••
••
EJEMPLO 1-1
11 ,a
intervalo armónico intervalo melódico
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•• Los sonidos que forman el intervalo se extraen de las escalas. Las más
familiares son las dos escalas diatónicas de siete notas cada una, llamadas
EJEMPLO 1-4
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11 11 ....
••
escala mayor y escala menor. La música tonal, que incluye la mayor parte '}=
de la música escrita entre 1700 y 1900, se basa en las escalas diatónicas. •F-.¡.- .. •#• •I• •#· • •I• •1• .,._ • #• • - #* • I• 1:
La diferencia entre las escalas mayor y menor consiste en la distribu-
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ción de tonos y semitonos a partir de una nota dada. La escala mayor que
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•• comienza con la nota Do se llama escala en Do mayor. r f w#J, • •I• •I• w 11 . 1 • 11• w •P• 1IM •
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•• EJEMPLO 1-2
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va; contando en semitonos, una octava incluye doce notas diferentes, inclu-
yendo teclas blancas y negras. La escala cromática es, pues, una colección
de todas las notas posibles en orden ascendente o descendente, equivalente
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a una octava tras otra.
Hay tres tipos diferentes de escala menor. La escala menor natural tiene f' ·
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do menor melódica ascendente do menor melódica descendente
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••
•• 6 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMúN
1-6
7
•• la escala cromática de doce sonidos. Todas las escalas mayores, sin embar-
go, tienen la- misma distribución de tonos y semitonos, independientemen-
te de cuál sea la tónica. Aquí están todas las escalas mayores posibles, to- ~ ~_, 11 1@ 11 11 11 :; 11 :: 11 : 11 :: 11 : 11 : 11
•• mando cada una de ellas una nota diferente de la escala cromática como
punto de partida. La disposición que se da aquí, con las armaduras habi-
tuales en número creciente de sostenidos o decreciente de bemoles, se
unísono segunda lercera cuarta quinta · sexta séptima octava novena
••
llama círculo de quintas, siendo la tónica de cada escala la quinta de la puede hallarse refiriéndolo a una escala mayor que comience desde la más
escala que tiene a su izquierda. grave de las dos notas. Si la nota superior coincide con una nota de la
Una melodía típica en Do mayor puede utilizar sólo notas de la escala escala, el intervalo es mayor, excepto en el caso de octavas, quintas, cuar-
tas y unísonos, para los que se utiliza el término justo .
•
de Do mayor. La escala de Do mayor, o, por lo qu-e a esto se refiere,
cualquier otra escala mayor, se puede considerar como un alfabeto en el
•• que es posible utilizar cualquiera de sus notas, tantas veces como se quie-
ra y en cualquier orden, para formar una melodía.
EJEMPLO 1-7
•• Grados de la escala
Mib mayor unísono
l,e,t 1,1
2.• M "J.• M 4_• J 5.• 1 6.• M 7-" M 8.' J
••
Las siete notas de la escala diatónica se llaman grados de la escala. Es
costumbre indicarlos con números romanos del I al VII, y se designan
con los siguientes nombres: Si la nota superior no coincide con una nota de la escala se aplican las
indicaciones siguientes: '
•• minante).
EJEMPLO 1-8
••
V. Dominante (realmente un elemento dominante en la tonalidad) .
VI. Submediante {a medio camino, hacia abajo, entre la tónica y la
subdominante) .
VIII. Sensible (con una tendencia melódica a ir hacia la tónica). Este :~
. f lru
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.
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nombre se utiliza cuando la distancia entre el séptimo grado y ,, - lercera
mayor
tercera
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' menor
la tónica es de medio tono, como en la escala mayor y en la 't
- escala menor melódica ascendente. Cuando la distancia es de j¡
.i
••
b) Si a un intervalo mayor o justo se le añade medio tono resulta un
un tono, como en la escala menor melódica descendente, el sép- ,f :' intervalo aumentado. !I
timo grado deja de considerarse una sensible y se llama simple- t
mente séptimo grado menor, aunque también se emplea el tér-
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tercera
menor
tercera
disminuida
quinta
justa
quinta
disminuida
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3.• (10.•) M l
••
9.' M 3.• m
1
•• aumentada. ·
Si la nota más grave del intervalo está precedida por un sostenido o un
bemol, el intervalo puede analizarse primero sin el sostenido o el bemol y
inversión de intervalos, también llamada inversión armónica, es bastante es-
pecífica. En la inversión de intervalos iguales o más pequeños que una
octava justa, la nota más grave se sube una octava, o la nota más aguda se
EJEMPLO 1-13
•• EJEMPLO 1-11
@,: 1 'º 11
•• 11 i•f·**··•-•· 0
•· 11 : .. ·#-. -.•• · 11 §:
séptima
11 J: --li; :
séptima '1
De la inversión se obtienen los resultados siguientes:
menor disminuida
•
•
l
·;¡
los
las
las
unísonos dan octavas, y viceversa;
segundas dan séptimas, y viceversa;
terceras dan sextas, y viceversa;
-•
La escala de Re# mayor, con nueve sostenidos, es dificil de utilizar las cuartas dan quintas, y viceversa;
como elemento de medída. Quitando el sostenido del Re, tomamos la es-
le cala de Re mayor y vem_os que la nota Do es medio tono más baja que el
séptimo grado. El intervalo entre Re y Do es, pues, una séptima menor.
y
•
¡.•
Volvemos a colocar el sostenido al Re, con lo ·que la séptima menor se
hace medio tono más pequeña y, de acuerdo con c, et'.resultado es una
séptima disminuida. ..
La segunda mayor y la segunda menor son iguales al tono y al medio ··
los intervalos mayores dan intervalos menores, y viceversa;
los intervalos aumentados dan intervalos disminuidos, y viceversa;
los intervalos justos permanecen justos.
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~
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•• Intervalos compuestos 11 11 :; 11 :: 11
,.
tercera sexta cuarta quinta quinta cuarta
Un intervalo más grande que una octava se llama intervalo compuesto. mayor menor aumentada disminuida justa justa
••
puestos, sin embargo, como la novena, son característicos de la práctica tercera menor son intervalos complementarios, o simplemente comple-
armónica y es frecuente nombrarlos con el número más grande. mentos .
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k. l. m. ··; o. P.
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En nuestro sistema de escala, a menudo sucede que dos intervalos que
sobre el papel parecen diferentes son iguales cuando suenan en el piano.
Esto ocurre en particular cuando los intervalos suenan aislados, apartados
de un contexto musical en el que la diferencia de sus significados sería
evidente. Un buen ejemplo es la segunda aumentada, la cual no se puede
1: 1: 1:: 1.:: 1;: 1':: 1 1·: l;J !:
•• distinguir de la tercera menor sin más evidencia que el sonido de las dos
notas. Uno es el eq11i11alente enarmónico del otro.
2. Con Fa# como nota más grave, fórmense los siguientes intervalos:
tercera meno~, s_exta aumentada, quinta disminuida, cuarta justa, segunda
aumentada, sept1ma mayor, novena menor y quinta aumentada .
. 3. C_on _Re.b como nota superior, fórmense los intervalos siguientes:
••
EJEMPLO 1-15
qumta d1smmu1da, novena mayor, séptima disminuida, segunda menor
cuarta aumentada, quinta justa, sexta menor y tercera disminuida. '
4._ Escríbanse equivalentes enarmónicos de los intervalos del ejercicio
•• EJEMPLO 1-16
••
penderá de su significado gramatical; por ejemplo, es obvio que el séptimo
grado de la escala de Sol mayor es Fd y no Sol b. También se encuen-
tran con frecuencía armaduras enarmónicas, como Re b mayor y Do#
7. Constrúyase una escala mayor en la que Do# sea el sexto grado.
•
mayor (ejemplos 1-15) .
8. Constrúyase una escala menor melódica descendente con la nota
•• EJERCICIOS
Re como tónica .
9. Nómbrese el intervalo entre la supertónica y la submediante en la
escala menor armónica .
1O. Escríbanse y nómbrense los intervalos disonantes que se pueden
••
Los ejercicios que se ofrecen en este libro pueden servir como suge-
rencia para otros ejercicios que inventarán o el profesor o el alumno. Por formar entre la tónica y otras notas de la escala de Mi mayor.
sí solos no proporcionarán una práctica o adiestramiento adecuados. No 11. Análisis. Búsquense en partituras dos ejemplos de armaduras
hace falta decir que el material de cada capítulo tiene que asimilarse a fondo inusuales, dos ejemplos de dobles sostenidos y dos de dobles bemoles
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•• TRIADAS
•• Tipos de triadas
•• Las tríadas construidas sobre los diversos grados de una escala dada
difieren no sólo en la altura, sino también en la cualidad de su sonido. La
••
razón es que si bien las tríadas se forman mediante terceras, algunas de
2. Tríadas estas terceras son mayores y- otras son menores. Cuando se combinan, las
terceras producen cuatro tipos de triadas.
Al construir tríadas sobre una fundamental dada, encontrarnos que:
••
superponiendo una tercera sobre otra. 1
Independientemente de su disposición, se dan los nombres de funda- Entre la fundamental y la quinta de una tríada mayor o de.una tríada r
!
mental, tercera y quinta a los tres factores de la tríada. menor hay un intervalo de quinta justa.
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EJEMPLO 2-1 minuida.
•• .
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fundamental
=u:::
= tercera
fundamental
:;. quinta
___o.. quinta
==n:
=e=
fundamental
tercera
_ _ fundamental
==:o: quinta
==# tercera
. Practiquense, tocando y escuchando, los cuatro tipos de tríadas hasta
qu'e se puedan distinguir, de oído, fácil e inmediatamente .
1
•• EJEMPLO 2-3
:¡
·Í;'
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'.!
••
Usando sólo las notas de la escala de Do mayor, la superposición de
terceras de las triadas siguientes: Cuando una tríada tiene su fundamental cmTioiiotamás grave se dice
que está en estado fundamental.
••
Una tríada con su tercera como nota más grave está en primera inver-
EJEMPLO 2-2 sión.
Una tríada con su quinta como nota más grave está en segunda inver-
escala mayor sión.
•• f1 o 1 11
n m N
1 11 1
V VI vn
o li
1
Todas las triadas que tienen la misma fundamental se identifican por
el mismo número romano, independientemente de que el acorde esté en
estado fundamental o invertido.
• ·r
•• t.
'
•• EJEMPLO 2-4
Triadas del modo mayor
•• ~~
En el modo mayor, tres tríadas son mayores (I, IV y V); tres son me-
nores (II, JII y V[), y una es disminuida (VII). Es costumbre en el análisis
armónico indicar todas las triadas mediante su número romano apropiado .
•• :
estado
:
fundamental
11 ; :
0
primera
inversión
segunda
inversión
vención de escribir los números romanos de las triadas mayores y aumen-
tadas en mayúsculas, y los de las tríadas menores y disminuidas en minús-
culas.
•• cuando hay una tercera o una quinta justa por debajo de ella. ejercicios de este libro están pensados para su realización a ·cuatro partes o
voces. El término voces no significa que necesariamente todas las partes
sean cantadas. Indica que cada parte debe tener una cualidad cantable ca-
racterística de toda buena música melódica, esté escrita para voces huma·
••
EJEMPLO 2-5
nas o para instrumentos.
Para determinar las cuatro partes, vamos a seguir la convención de nom-
brarlas según las cuatro voces del canto -soprano, contralto, tenor y bajo-
¡
••
soprano alto. tenor - ~ -- -bajo- -
terés, ya que es el elemento disonan~e e_I q~e prop~rcio~a la ma~or partf
del movimiento progresivo y la energia ntrn1ca. La h1st~na del es~1lo mus_,-
cal se ha ocupado ampliamente de la importante cuest1on de la d1s?nanc1a No hay ningún perjuicio si se exceden estos limites en alguna ocasión, i).
pero las notas extremas deben emplearse con moderación.
••
y de su tratamiento por los cornp?sitores in~ividuales._ No se _Podna hacer
suficiente hincapié en que la cualidad esencial de la disonancia es ~u sen-
tido de movimiento y no, como a veces se cree erróneamente, su mvel de
Duplir.aciones l!
••
desagrado al oído. .
1
Las tríadas mayores y menores son acordes consonantes porque con-
Ya que la tríada contiene sólo tres notas (o factores), es evidente que
tienen sólo intervalos consonantes. Puesto que en las tríada~ au~entadas
se necesita otra para la armonía a cuatro partes. Con triadas en estado fun-
y disminuidas hay intervalos disonantes, estos acordes son disonantes .
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,,,.. rz,z,- tffi T'.S M ;- E 7gznn1,~·
••
•• 16 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
damental la cuarta nota es normalmente una duplicación de la fun~~en- Posición cerrada y abierta
TRIADAS 17
•• tal una o~tava O dos más arriba, o incluso al unísono. Este proced1m1ento
se denomina duplicación. La duplicación de la fund~mental es la más usual,
pero también pueden duplicarse la tercera o la quinta.
Cuando las tres voces superiores están tan juntas como es posible, el
acorde está en posición cerrada. De otra manera, el acorde está en posición
••
abierta. En posición cerrada las tres voces superiores se hallan dentro del
ámbito de una octava. En posición abierta hay una separación de más de
EJEMPLO 2-7 una octava entre soprano y tenor. Partiendo de una nota dada en el sopra-
no, una tríada en estado fundamental se construye colocando en el con-
•• tralto la primera nota disponible del acorde por debajo del soprano. Si se
quiere una posición abierta, el contralto no tomará esta primera nota dis-
ponible, sino la siguiente por debajo. Al tenor le corresponderá la única
•• fundamental duplícada
nota libre. El bajo tomará, por supuesto, la fundamental, en la octava que
convenga.
....•
La triada de sensible
EJEMPLO 2-9
· Aunque se da con frecuencia en la primera o segunda inversió~, la ~~a-
••
da de sensible rara vez se encuentra en estado fundam~ntal. y ser~ om1t1da 1A
••
e
tríada de sensible se sustituye por la triada de dominante o el acorde de
séptima de dominante. . · . .
Cualquiera que sea la disposición de la tríada de sens!ble, deb~ ~v1ta_rse cerrada abíerta
•• Disposición
Nuestro sentido armónico exige una disposición de lo_s acordes que_ pro-
Tanto la posición cerrada como la abierta tienen usos apropiados en
todo tipo de acordes. La elección de una u otro depende casi siempre del
movimiento melódico de las voces. La cuestión de los ámbitos también es
'!
'
••
importante. Si el soprano está escrito agudo, una posición cerrada podría
porcione claridad y equilibrio. Cada factor del acorde tten~ que surtir su colocar el contralto y el tenor demasiado altos, de modo que es más con-
efecto pero cada uno de ellos está subordinado a la sonondad globa~. La veniente una posición abierta. Lo ideal sería que un acorde bien equilibra-
distrib'ución de los factores dentro del acorde contribuye a la presencia de do tuviera todas las voces en su correspondiente registro, todo agudo, todo
en la parte inferior y los intervalos mas pequenos _arnb~ .. Una bu~na reah
grave o todo en registro medio. Esto es posible en raras ocasiones, ya que
las distintas voces se mueven nonnalmente en registros diferentes, y a veces
será necesari_o transigir en el equilibrio de las voces. 1
••
ción a cuatro partes que se encuentra en los libros de himnos y en las ar-
~~ o .... monizaciones de los 371 corales de Bach. Las voces de soprano y contral-
to se escriben siempre en el pentagrama superior; el tenor y el bajo, en el
_Q - _Q
inferior. Las plicas de soprano y tenor, siempre hacia arriba, y las de con-
•• ínírecuenié normal
tralto y bajo, hacia abajo .
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18 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN TRIADAS 19 1
•• EJEMPLO 2-10
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críbanse cada una de las tríadas siguientes de tres formas más, alterándo-
las de manera que resulten los cuatro tipos: mayor, menor aumentado y
disminuido. '
,,
1•I•• EJERCICIOS
•••
l. El profesor tocará una escala mayor seguida de una tríada proce-
dente de dicha escala. El alumno nombrará el tipo de tríada y el grado de 6. Manteniendo el soprano inmóvil en cada caso, reháganse las voces
la escala que es su fundamental. interiores de los siguientes acorde·s, de manera que una tríada en posición
!,.
cerrada pase a posición abierta, y viceversa. Procúrese que sólo se duplique
.
2. Identifiquense las tríadas siguientes como mayor, menor o disrr.i-
nuida e indíquense las posibles tonalidades y grados de la escala a la que la fundamental.
••
••• 7. Con un Sol# como nota del soprano, escríbanse a cuatro partes los
•• prano.
b) Una tríada disonante con su tercera en el soprano .
e) Una tríada en segunda inversión en tonalidad de Mi.
'
••
.fJ Una tríada menor en posición cerrada. ! :
cada:
g) Una tríada aumentada con su tercera duplicada.
a) IV en Si b mayor h) Una tríada consonante en la tonalidad de Si mayor.
,) Una tríada disminuida en modo mayor.
••
b) V en Do# mayor
e) VI en Mi mayor J) Una tríada en primera inversión con la subdominante de sol# menor
d) III en Re mayor
en el bajo.
e) 11 en Fa mayor
••••
8. Anafisis. Examinar el fragmento del himno tradicional expuesto
/J IV en La mayor abajo. Póngase una X sobre todos los acordes que no son tríadas. Pa-
g) I en Mi b mayor
h) VI en Sol b mayor ra todos los que son tríadas, márquense con una F los que están en
í) VII en Sol mayor estado fundamental, y con inv los que están invertidos. Finalmente iden-
tifiquese cada tríada en su número romano apropiado. lCuántas tríadas
J) U en La b mayor
••
n ·-.
•• ,_,-
: -------=
•• res están duplicados en cada tríada? ¿Que tipo de tnadas abundan más
que otras?
•• 3. Progresiones armónicas
en el modo mayor: principios
•• Him serve with mirth, his praise forth lell;Come ye be - fore Him re · - joice. de conducción de las voces
•• La progresión armónica es uno de los principales elementos de cohe-
• ••
rencia en la música tonal. El término implica no sólo que un acorde es
seguido por otro, sino que la sucesión es controlada y ordenada. En la
práctica común se utilízan con más frecuencia unas sucesiones que otras,
y la manera en que los acordes se enlazan sigue ciertos procedimientos.
••
Para cualquier progresión es generalmente válido que la elección de
notas en los acordes individuales es menos importante que la relación
de las dos fundamentales entre sí y respecto a la escala de la que proceden .
La relación del acorde con la escala es también la situación del acorde en
•• !
~·
i
sión de fundamentales, y se representa por los números romanos indica-
tivos de los grados de la escala sobre los que se construyen los acordes.
•• o el III.
el V.
Al IlI le sigue el VI, a veces el IV, y con menos frecuencia el I, el II o
•• • Versión de The Book of Hymns de la Iglesia Metodista Unida, 1964 (núm. 21, segunda mitad).
Al V le sigue el I, a veces el N o el VI, y con menos frecuencia el II o
el III.
•
••
•• 22 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
••
~
cia el l. · 11
AJ VII le sigue el I o el III, a veces el VI, y con menos frecuencia e1 ,
el IV o el V.
Las tríadas cuyas fundamentales están separadas por una tercera tienen
•• a) Movimiento de fundamentales de cuarta o de quinta . dos notas en común; en otras palabras, se diferencian en una sola nota.
b) Movimiento de fundamentales de tercera (o de se~ta~. Como implican un cambio tan pequeño estas progresiones se consideran
e) Movimiento de fundamentales de segunda (o de sept1ma) . débiles. En el modo mayor, una progre;ión de fundamentales de tercera
significa pasar de una tríada mayor a una menor, o viceversa. Si la funda-
•• Las triadas cuyas fundamentales están separadas por una, c~arta o por
una quinta tienen una nota en común. Con mucho, la mas importante
de estas relaciones es la progresión V-1, considerada por lo gen_er~l como. la
mental asciende una tercera, la fundamental del segundo acorde ya se ha
oído como tercera del primero (más débil); si la fundamental desciende
una tercera, la fundamental del segundo acorde aparece como una nota
EJEMPLO 3-4
•• EJEMPLO 3-1
"
f1~ i; i
•• Jl & m
11; : 11 ; ; 11 ;
IVVI tvll m
11
•• V V 1
Cuando la fundamental se mueve una segunda, el segundo acorde cons-
ta de un grupo de notas completamente nuevo, por lo que produce el efec-
to de introducir un color armónico diferente. En cuanto al movimiento de
•• EJEMPLO 3-2
fundamental, rara vez se emplea. (Véase ejemplo 3-5.)
El movimiento de fundamentales de séptimas se considera por lo ge-
neral igual que el movimiento de fundamentales de su intervalo com-
••
plementario, la segunda, pero en dirección opuesta; de igual manera, el
movimiento de fundamentales de sexta es comparable al movimiento de
fundamentales de tercera .
•• VI D D V lll VI N
EJEMPLO 3-5
,~
muestra cómo sus efectos son completamente diferentes. La progres1on IV-1
!I! : : 11 : : 11: ; 11 ; ; 11; : 11
•• es la más importante de éstas y actúa bastante como contrapeso a la rela-
ción V-1.
tvvmtv vtv mn n
•
•••
•• 24 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMúN
•• co .
debe considerarse como algo prescriptivo o como algo exhaustivo. Tampo-
. hay que .tomar las progresiones «débiles» por «indeseables» ya que cons-
t1tuyen un tmportante elemento de contraste. Aunque las progresiones fuer-
EJEMPLO 3-7
•• tes se utilizan más a menudo que las progresiones débiles sus usos son
diferentes y hay que entenderlos en su contexto. '
Para adquirir un buen sentido de cómo suenan todas estas progresio-
nes y en qué se parecen o se diferencian, resultará muy práctico tocarlas
••
usual
más fácil incorporarlas con efectividad a los ejercicios escritos. ·
Segunda regla práctica. Si las dos triadas no tienen notas en común
las tres voces superiores se mueven en dirección opuesta al movimient~
EJEMPLO 3-8
•• en ·e1 que debe tenerse en cuenta la estructura de los acordes como partes
horizontales que suenan a la vez. Los compositores del período de la prác-
tica común prestaron siempre atención a estas consideraciones lineales, in-
••
cluso en la música que emplea principalmente acordes .
Nuestro estudio del enlace de los acordes empezará necesariamente
con el uso de triadas en estado fundamental a cuatro partes, moviendo las
cuatro voces a la vez, o nota contra nota (en latín, punctus contra punc- IVV om mIV
•• voces restantes se mueven a las notas más cercanas del segundo acorde.
EJEMPLO 3-6
EJEMPLO 3-9·
I• • !'/
•• aceptable aceptable evitable ocasional
1
•••
Do: 1 V
Si se siguen estrictamente las reglas prácticas, el enlace entre los acor- I
des será correcto según la práctica de la conducción de las voces en la '
En el ejemplo, la nota Sol es común, por tanto se repite en la misma p~ogresión armónica. Los dos acordes se enlazan con toda la suavidad po-
voz, el contralto. Las otras dos voces se mueven a las posiciones disponi- sible, de manera que el primero parece deslizarse hacia el segundo.
bles más cercanas (el Do baja a Si y el Mi a Re) .
•
wa, Trtttt« murrmrtt »r-KE<to: --=t··re·1ea:· Ti · er zrrt cm· era · 12
••
•• 26
EJEMPLO 3-10
ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN PROGRESIONES ARMÓNICAS EN EL MODO MAYOR 27
••
Un cambio de posición abierta o cerrada, o viceversa, sean diferentes o
no las fundamentales, es con frecuencia un buen método de obtener una
nota nueva para el soprano .
•• EJEMPLO 3-13
•• Fa: I VI w V m VI IV
'
D V VI IV V
•• son sólo una inversión armónica de las mismas voces en el ejemplo 3-10.
EJEMPLO 3-11 El empleo ocasional de una tríada sin quinta, normalmente con tres
fundamentale~ y una t_e~cera, puede ayudar a liberar la línea del soprano.
••
EJEMPLO 3-14
••
Mejora del ejercicio: superación de las reglas prácticas
V V
Las soluciones anteriores, qué aunque correctas resultan musicalmente aceptable evitable
bastante flojas, son una buena demostración tanto de !a utilidad como de
•• las limitaciones de las reglas prácticas. Por tanto, uno debe intentar descu-
brir poco a poco qué interés musical adicional se puede obtener incum-
pliendo las reglas. Al apartarse de ellas, lo primero que hay que considerar
La duplicación de la tercera o de la quinta en lugar de la fundamental
es otra manera de proporcionar más notas posibles para la voz de sopra-
•••
voces superiores, o las tres, con el fin de conseguir variedad. es la qumta del 111. .
,,'
EJEMPLO 3-15 '
EJEMPLO 3-12
¡ " 1 1 1
'
:¡
F~ ~ ~ ~
1
ltJ - .
~
r
í
¡
d ' f '- 3 •
•• d JI .
~3.' r,;sen~.
,.J
.- ,.¡' 1 J
••
N 1 V VI V m VI
1 '
¡_ V__ aceptable aceptable evitable aceptable
•
•• l"~
.. . ..
t'···r· ·•.·,.~-
,
"~-~·~:..:
.
1 •
••
EJEMPLO 3-18
Al dar más libertad al movimiento de las voces, hay que prestar aten-
cíón a la forma en que éstas se mueven por lo que respecta a la propia
línea melódica y la manera en la que las líneas se mueven una en relación
•• EJEMPLO 3-16
En movimiento directo, ambas voces se mueven en la misma dirección:
EJEMPLO 3-19
•• 4 r· rr 11 J v r 11
••
conjunto disjunlo
••• Una buena línea melódica contiene en su mayor parte movimiento con-
junto, y utiliza el movimiento disjunto con prudencia para dar variedad a
la melodía, En esta etapa de nuestro estudio, es mejor evitar los intervalos
aumentados y disminuidos, y todos los intervalos melódicos mayores que
misma distancia, entonces marchan en movimiento paralelo. (Una tercera
mayor seguida de una tercera menor también se considera una sucesión
de terceras paralelas, aunque las terceras sean de diferente extensión.)
•• una sexta. Los saltos de tercera, cuarta o quinta se pueden utilizar libre-
mente en la línea del soprano, aunque demasiados saltos crean cierta an-
gularidad en contra de la deseada fluidez. En estado fundamental, el bajo EJEMPLO 3-20
•• suele tener más saltos que otras voces, mientras que contralto y tenor 'tie-
nen por lo general pocos intervalos melódicos, o ninguno, mayores que
una cuarta.
•• A diferencia de las reglas prácticas, que son más bien indicaciones ge-
nerales, las siguientes reglas.son más rigurosas y no se deben incumplir
Dos voces en movimiento paralelo son muy parecidas en su melodía,
por lo que podemos considerarlas como una sola voz con su duplicación .
Los compositores de los siglos XVIII y XIX han evitado sistemáticamente
••.(
salvo en ciertas circunstancias especiales.
Dos voces se pueden mover de tres maneras, considerando una con
respecto a la otra: en movimiento contrario, oblicuo o directo .
En movimiento contrario, las voces se mueven en direcciones opuestas:
los intervalos paralelos de unísono, octava y quinta justa, siempre que su
intención fuese escribir una textura de voces independientes.
•• EJEMPLO 3-17
f .¡r.Y· 11 : : : 1 :&~ 11 :;::: 1 : : : 11
••
Las quintas y octavas justas paralelas deben evitarse entre cualquier
En movimiento oblicuo, una voz permanece inmóvil mientras la otra se par de voces, pero son especialmente reprobables entre el soprano y el
mue"e: bajo. Por lo general también se evitan movimientos como de una quinta
a una duodécima, o de unísono a octava, y viceversa .
••
••
- ·1ta -a zr --er-- rremr ·e DX
-- 1ZEIS s.: -- cu -mrrnvrw-,nre - : ·zwws Zcitt1... ·swvvrtte1trt:Wtd+'~
•• 30
3-22
ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN PROGRESIONES ARMÓNICAS EN EL MODO MAYOR 31 1
l1
••
EJEMPLO
'
••
J:
s _J_
t'
,,1
•• C: 1 y6 IV VI IV V VI
l1
l·
••
t
Las terceras y las sextas paralelas son frecuentes. Las cuartas paralelas 1
se utilizan si tienen por debajo un soporte de terceras paralelas. Primera excepción. En el cambio de disposición de un mismo acorde
se pueden usar libremente las quintas por salto .
,.
•• EJEMPLO 3-23
EJEMPLO 3-25 1
•• ~ : :; 11 ¡ a 11 :l
t,
••
'I
evitable aceptable l
••
El movimiento de las voces entre sí tiende a independizarlas como par-
·1
tes separadas. El máximo de independencia se consigue con el movimien- Segunda excepción. En la progresión V-1, y en particular si es una ca-
to contrario, pero, obviamente, no es posible mover cuatro partes en cua- dencia final, se puede utilizar la quinta directa si la sensible salta hacia 1·
tro direcciones diferentes. El movimiento oblicuo es útil para crear Ún abajo al quinto grado, pero sólo en el caso de que la sensible esté en una f
•• contraste entre una voz que se mueve y otra que permanece quieta. En el
movimiento directo, hay que cuidar que el movimiento no sea siempre
tan similar como para que una voz se convierta en la acompañante de la
voz interior (contralto o tenor).
••
La octava y la quinta direclas
•
•• . ·~
,.. .
'
••
~
•• mueve por grados conjuntos y el bajo por salto. Si es hacia arriba el mo-
vimiento preferible hacia una octava directa es que el soprano s~ba una
segunda menor, que actúa como una sensible (e en el ejemplo 3-27) aun-
''
. ·!
!-.!! acorde. Si la sensible está en una voz interior, puede ascender a la tónica o
puede descender. (Véase ejemplo 3-28.)
El intervalo formado por la sensible y el cuarto grado por debajo (cuar-
••
ta aumentada) o el cuarto grado por arriba (quinta disminuida) se llama
que en algunos caso~ grados conjuntos de un tono es bastante aceptable
trítono, es decir, tres tonos. Tiene una forma particular de sonar y fue ob-
(d, ./). Por otra parte, la quinta o la octava directa tornada por el salto en ,_,. servado con desagrado en la época del contrapunto estricto, en la que se
soprano y por grados conjuntos en el bajo da excesiva prominencia al in-
le llamaba diabolus in musica (diablo en música). La aspereza de su efecto
••
tervalo perfecto, y este tipo de movimiento directo es generalmente evi-
tado O. k, !). Las quintas u octavas directas con salto en una voz y paso era mitigada o evitada con la consecuente habilidad. Por el momento se
en otra se emplean con libertad entre cualquier otro par de voces. El ejem- evitará escribir la cuarta aumentada o la quinta disminuida como interva-
los armónicos; ambos son componentes regulares de la triada de sensible
plo 3-27 muestra algunas de estas combinaciones.
•• EJEMPLO 3-27
y de la tríada de supertónica en el modo menor, que se verán en próxi-
mos capítulos .
•• EJEMPLO 3-28
(3.• duplícada}
••
sens. sens.
.d. .d.
.1
•• 11
inusual
V II V
preferible
V del V V
usual
IV
posible
II IV II VI
mucho mejor aceptable
ll 1'
•• (v. regla práctica [) (v. ej. 3-7) V V V V VI
V VI V VI V
fi!
usual evitable usual evitable. aceptable aceptable aceptable ,.
i. j. -1. m•
•• J. .d. .d. ~i ·.
«quíntas de trompa» ~ ,:
Superposici6n y cnmuniento de las voces
Cuando dos voces se mueven hacia arriba en movimiento directo la
•• voz inferior no debe subir a una posición más alta que la que acaba' de
~-- ¡.
,.¡.
preferible
••
aceptable pobre pobre pobre La regla correspondiente rige para el movimiento descendente.
,.••
, I
•••
impedido por esta regla. Sin embargo, es común aceptar el caso especial
za en estado ~undamental, por lo que la sensible no aparecerá en el bajo en que la sensible sube a la tónica junto con el bajo de la dominante; la
en las progresiones en es~do fundamental.) En V-1 y V-VI, si la sensible situación es apenas diferente de la progresión comparable en movimiento
está en el soprano, conducirá, como norma, a la nota tónica en el segundo
•••
contrario.
-----lliiix•eS1i11-•rlir. .nar1 1 1:tl il ·lllir11m~s~-11i1Tia.,.s11n----•••-••••••~m•1111·----------------•-•mmmMllilli - • rrttt m,
••
!flc iiial ¡ :.~..
•• EJEMPLO 3-30 4. Evítese el movimiento directo hacia una quinta u octava justa entre
las voces exteriores cuando el bajo se mueve por grados conjuntos
y el soprano salta {ejemplo 3-27) .
••
las cuatro voces en la misma dirección, excepto en las cadencias
V I V
finales (ejemplo 3-26). :!
l
7. En V-1 o en V-VI, en estado fundamental, sí la sensible está en el
soprano puede ascender medio tono a la nota tónica {ejemplo 3-28).
•• El movimiento de una voz desde una posición por debajo de otra voz
hacía una posición por encima de ella, o viceversa, se llama cruzamiento.
Esto ocurre con frecuencia en la música instrumental, pero también suce-
de en ocasiones en la música vocal contrapuntístíca, incluyendo los cora-
Comentario de los ejercicios
••• les de Bach (v. ejemplo 6-35). Puesto que es bastante confuso para el oído,
es mejor evitar el cruzamiento en esta etapa de nuestro estudio, si bien un
Los ejercicios de este libro están preparados para presentar problemas
·musicales específicos y para adquirir familiaridad con ciertos tipos de acor-
••
cruzamiento ocasional entre contralto y tenor no es malo. des; pero la mayor parte de ellos pretenden parecerse, de forma rudimen-
taria, a lo que los compositores hacen al escribir música. En primer lugar,
EJEMPLO 3-31
no se debe pensar que los ejercicios tendrán mucho en común con la mú- t
••
sica que conocemos; más bien consistirán en una lenta manipulación de
algunas reglas diferentes. Conforme se vayan dominando y se encuentren
respuestas musicales con más rapidez, intentar~mos considerar los ejerci-
cios, en realidad, como pequeños fragmentos de música. Las reglas son
•• ..
versiones de los ejercicios que exijan un número considerable de acordes .
La primera versión debe ser una «versión floja», que siga estrechamente
las reglas prácticas anteriores, aunque el resultado pueda ser melódicamen-
••
Movimiento directo de las cuatro voces te pobre, como en los ejemplos 3-10 y 3-11. Esto servirá de ayuda para
' familiarizarnos con los principios del enlace de las tríadas y constituirá la
Como regla general, las cuatro voces no deben moverse en la misma base para una «versión mejorada» que contenga las licencias necesarias para
dirección si las triadas estári en estado fundamental. Esta regla se puede
•
obtener una mejor línea de soprano. {Véase pp. 26-27.)
suavizar en las cadencias finales, cuando se desea una nota particular para Aquí está de nuevo la «versión floja» que vimos en el ejemplo 3-10,
i¡
¡,,
1
EJEMPLO 3-36: Brahms, !ch sche/1 mein Horn ins Jammertal, op. 43, núm. 3.
37
•• EJEMPLO 3-33
a. b. c.
Nicht zu langsam
- ,s¡.. ~
(el tenor sólo duplica la voz superior del piano)
ft e
"" a ~ e
=
•• J
e
w Das schíed von mir, als ich wohl spiir, mein
•• ~
Si b: 1
.Q
V
lt
m
-o e
w
:a: 7.J-
m
...
V
e
IV
••
a) Comenzar con la tercera en el soprano permite que las voces se
sitúen en la mitad de su ámbito, dándoles un poco más de espacio
para moverse .
b) La duplicación de la tercera en III evita la repetición de la nota
•• m m
posición cerrada por abierta. V II VI
••
das. Identifiquense y analícense las diferencias respecto al modelo básico. . Obsérvese que hemos incluido números romanos en estos ejemplos.
Se han proporcionado símbolos analíticos a la mayoría de los ejemplos de
este libro tomados de obras reales, aunque algunos de estos símbolos no
EJEMPLO 3-34 se entenderán en un primer momento. Todas estas indicaciones se aclara-
•• e
••
EJERCICIOS
A continuación tenemos dos buenos ejemplos en estado fundamental.
Estudiarlos con cuidado, prestando atención a la unidad, variedad, suavi- l. Escribir a cuatro partes tres versiones diferentes de cada una de las
siguientes progresiones armónicas en estado fundamental:
•• Andante sostenuto e)
d)
. e)
1-VI en Fa# mayor
VI-V en Do mayor
V-1 en La mayor
:.•• p
/)
g)
h)
i)
JI-V en Mib mayor
VI-IV en Sib mayor
II-V en Sol mayor
111-VI en Do# mayor
J) V-VI en Lab mayor
1. Mfb: 1 IV IVIVI VIIVI VVIV 7 1
•
••
•• 38 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
••
j.
bajos, utilizando triadas en estado fundamental. Háganse dos versiones de
cada uno. La primera, una versión «floja», cumpliendo estrictamente las
regla·s prácticas, y la segunda, con desviaciones de las reglas prácticas para
,=•i J r r 1 F1 J 1
j,
1 r J1J r r1 J 1
F' 1 J. 11
2=,& ~ rf r º r r J E J t f1
1 I I 1 ° J 1 ° f' r J r J [' E f' EJ
1 I I 1 °· 11
••
les mostrado por los números romanos, como en los ejemplos .
o•
2: a E r J f f' E E r
••• I 1" º 1 , 1 11
•• b.
,:,,#i 3 r J I r r I r· 1J r I r wI r I J.J 3 ,. ,. 11 ,=•# UJ IJJ I mJ. 11
•• c.
2=P111, t r w r J Ir r r w I J J w J I w w v
3. Localícese la regla infringida (superposición de voces) que ocurre
en el ejemplo 3-10. lCómo se podría haber evitado? Esta transgresión per-
'.
da cuidadosa, en especial cuando no suenan mal. Esto no significa que sea
d. inútil evitar las desviaciones de las reglas, sino más bien que las reglas no
fíh'· ~ F E E [' J F f, E ¡, e E son tan duras y rigurosas como para que un incumplimiento ocasional
•• e.
I
r r Ir r1
1 t2 1 º 1 1. 1 1 ° 11
~
inadvertido conduzca inevitablemente a un resultado musical pobre .
4. Análisis. En el fragmento de abajo, identifíquense y clasifiquense
todas las triadas. Reescríbase el fragmento de manera que las voces de con-
!
•
•
2:•9 1 J J J ; J- J. I 1
-- 1 J. 11 '.
tralto y soprano estén invertidas; esto significará transportar el contralto
una octava hacia arriba. Ahora reescríbase de nuevo el fragmento colocan-
do el tenor una octava más alta; parte de él estará por encima del contral-
••
to. Finalmente, escríbase una tercera versión de manera que el tenor ori-
ginal, escrito una octava más alto, sea el soprano; el soprano original, el
1;. i 11 contralto, y el contralto original, el tenor. lCuántos cruzamientos hay en
esta versión? Compárese el sonido de las cuatro versiones.
•• g.
•.•
1
1 ., .1 .~
h.
r
,
,=,j JJ J J J r JJJ l º
••
I I 1 11
;: ,~ r n J u
ij .
J t a J iun r n ª
Ali peo-ple thal on earlh do dwell, Sing lo the Lord with ch«r - ful Yoice.
••
i
I I I I 1 11 " . • Versión de The Book of Hymns de la Iglesia Metodista Unida, 1964 (núm. 21, primera mitad).
•
••
1l., - .
•• EL MODO MENOR 41
o l,e 11 e 11 e 11
descendente
o l,e &o e 11 l,e o e 11
••
e
l n m IV V VI Vil 1 vn VI V IV m D
4. El modo menor
•• La escala menor natural corresponde a la armadura, como se indicó en
el capítulo 1, y es equivalente a la forma descendente de l_a escala m~nor
melódica. Tiene las mismas notas que la escala mayor relativa (en el eJem-
•• Diferencias de la escala
plo 4-1, Mi b mayor), pero corresponden,a diferentes grados de la es~ala.
La escala menor armónica incluye el séptimo grado elevado (o sensible) .
La distancia entre los grados sexto y séptimo de esta escala es una segun-
¡ ¡:·
••
En el capítulo anterior hemos visto que el modo mayor está formado da aumentada· este intervalo se evita normalmente en el movimiento me-
por un único conjunto de triadas. En el modo menor se utilizan varios lódico, aunqu~, sin embargo, podemos encontrar muchos ejemplos. ! '
¡
tipos de triadas y escalas en función de determinadas circunstancias y con- 1
º
UI Cr
2.• aum. .,
# H g
La característica distintiva de la música en el modo menor es que la
••
'',,J
••
'<
la dominante emplea con ~ucha frecuencia (pero no siempre; v. ejem- '[ :·,
indican que el tercer grado, el sexto y el séptimo están afectados por los
i
1 j
plo 4·5) los grados de sexta y séptima naturales.
signos de bemol, en contraste con los mismos grados en la escala del modo
Los ejemplos 4-3 y 4-4 muestran el empleo de una escala completa en 1;
paralelo, Do mayor; sin embargo, en toda nuestra experiencia ordinaria de
••
una melodía, un caso frecuente en los siglos XVIII y XIX. Durante todo el
la música en Do menor encontramos a veces la nota Si~, así corno la nota ,j'
La!¡. período de la práctica· común se pueden encontrar ejemplos de grados sexto
••
Las relaciones entre los grados de la escala se resumen en tres formas
tradicionales de escala menor:
y séptimo elevados utilizados en orden descendente.
••
••
f e
escala menor natural
o¡¡º .. e bote
lllWIVVVIVIl
11
11
escala menor armónica
e º'º
n m N
11 e
V
¡...
VI
o
vn
11
11
,,
¡
l
•
11 '
-
- :--:·~
••
1
l.
EJEMPLO 4-4: Bach, El clave bien temperado, 11, Preludio núm.' 6 EJEMPLO 4-6
EL MODO MENOR 43
•• formas ascendentes:
••
que son iguales a las del modo paralelo mayor; la colección completa in-
,, 1 1
-
1
cluye tres triadas disminuidas, II, VI y VII, y una tríada aumentada, III.
El siguiente diagrama separa las diferentes triadas en grupo según la
escala menor armónica y aquellas tríadas que difieren de ella en las for-
•• r
V 1 1 1 1 1 1 r• J ..
1 1 mas de la menor melódica.
.- == forma ascendente
- .
•• - ,,
L
'..
j
EJEMPLO 4-7
re: VI V
•• melódica
ascendente
f
seguido normalmente
por el V
§g
seguido normalmente
por el V
§11 §
raro
1,11
••
••
El caso contrario (sexto y séptimo naturales en orden ascendente hacia
la tónica) es, sin embargo, infrecuente hasta después de la práctica común.
El ascenso semitonal de la sensible a la tónica era una convención de tal armónica
4 . ''B
D
~.
raro
IV
bll 11
VI
1rn ••
~·
fuerza que los compositores estaban poco dispuestos a ir contra ella. Mu-
chos ejemplos de tales progresiones melódicas implican tríadas diferentes D m IV V VI VD
~
de V y I. melódica
11 •I
•• La escala menor melódica descendente corresponde a la escala menor descendente
natural; la escala menor melódica ascendente es igual que la escala mayor,
muy común, normalmente precedido
excepto por el tercer grado. La escala menor armónica es una especie de normalmente precedido por el I o el III, y {= V del 111) ¡,'
híbrido de las dos formas melódicas; se llama armónica porque la mayor
••
por,el VII, seguido por el IV o el VI ·1
parte de la armonía que se utiliza regularmente en el modo menor, aun- a veces por el VI 1
que no toda, se realiza con triadas basadas en esta escala y el resto procede
de las formas melódicas menores.
•• Puesto que los grados sexto y séptimo varían en el modo menor según
tres pautas es una relación más exacta de las triadas, tal como han sido em-
pleadas en realidad por los compositores, pero requiere alguna explicación. 1
,.•
el uso y el contexto, habrá diferentes tipos de triadas que contengan uno u La tríada de mediante en la escala menor armónica es tradicionalmen- I'
otro de estos grados. A continuación se dan todas las posibilidades . te la más problemática, aunque esta tríada aumentada se encuentra rara 1i
f'•'
•• -- -a:nnnTt· r I amr a na z Her- ililt1•D------------.WMl!!llli_________ llllilill!l.l!"!l!l.:§et~~...Jl!!~-1 , _ __111 __ • ______ .•..L !
·••
EJEMPLO 4-10
vez en la práctica común. Podemos prescindir de su discusión aquí sin
ningún peligro; en capítulos posteriores veremos algunos ejemplos (v. ejem- •
plos 6-23, 8-27). Con mucho, la forma más común de la mediante en el
•• modo menor es la tríada mayor III, cuya quinta es el séptimo grado na-
tural de la escala. Esta tríada, procedente de la escala menor melódica des-
cendente, es igual que la tríada de tónica de la escala relativa mayor y
1
.JL
'1
••
tiende a oírse de esta manera; su función se comentará al final del ca-
pítulo 5.
Por regla general, las formas del II y del IV de la escala menor melódi-
ca ascendente (triadas menor y mayor respectivamente) se utílizan sólo en re: r V6 1 vn 6 16 ri V 1 V6 IV 6 V (V del fil VI IV6 V
•• to grado .
•• EJEMPLO
A 1
4-8
1
la tríada de tónica hasta bien entrado el siglo XIX; tal uso no se considera
práctica común (v. «La decadencia de la armonía de dominante», en el
cap. 30).
••
La tríada disminuida sobre la supertónica, aunque es una tríada diso-
¡V J .d. 1 1
e
nante, se utiliza en ocasiones en estado fundamental y mucho más en las
otras posiciones. Se puede duplicar su fundamental o su tercera, pero se
¡ ij
••
evita la duplicación de la quinta (el sexto grado natural) . ¡
La tríada disminuida sobre la sensible es, por supuesto, igual que la 1 1
1
f tríada de sensible de modo mayor. Su uso y función en el modo menor .. 11
do: n V son los mismos que en el modo mayor: no suele emplearse en estado fun-
••
EJEMPLO 4--9: Bach, Coral núm. 105, Herzliebster Jesu da con el III mayor en la gran mayoría de los casos, actuando como su
·1 ;
•• • Progresión armónica
••
La tabla de las progresiones de fundamentales usuales, que dimos en
l J. la página 21, es aplicable también al modo menor, con estas diferencias:
••
el IV .
La forma del VI de la escala menor melódica ascendente, una tríada Al VII (disminuido) le sigue el l.
disminuida, es infrecuente .
••
De igual manera, el V de la escala menor melódica descendente se uti-
liza por lo general en conjunción con una progresión descendente en es-
cala, comenzando con la tónica menor.
-•
- . . rr, u ,rz:r u :n:nrm :u ·zen tFD' · FE sswr gm:swer:rtxr un:nnn·triDtStzmrrwrrz:1112 se
••
•• 46 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN EL MODO MENOR 47
••
Condu"cción de las l'OCes
En ocasiones, la progresión 1-II se encuentra en estado fundamental
en el modo menor, quizá con más frecuencia que el mayor. Si la quinta
Todas las reglas y procedimientos de movimiento y conducción de las_ del acorde de tónica está duplicada, puede moverse entonces en movimien-
voces que tratamos en el capítulo 3 son aplicables con igual validez al modo to paralelo de una quinta justa o disminuida. Este tipo especial de movi-
••
una segunda aumentada o a un trítono de una de las partes, o a paralelis- EJEMPLO 4-13
mos prohibidos. Si la tercera está duplicada, no es posible el movimiento
sin saltarse las reglas .
•• EJEMPLO 4-11
•• 2.• au~.
do: 1 U 16
•• d - EJERCICIOS
•• EJEMPLO 4-12
la armonía debe emplear formas de la escala menor melódica ascendente
o descendente en una de las versiones; donde no hay corchetes, la domi-
nante será lógicamente la forma mayor.
••
menor armónica utilizado melódicamente, con el sexto grado natural se-
J_ guido del séptimo grado elevado, o viceversa.
a.
••
u.
z:r1 =--e e reritftttE r ---Yci#ttsmtt · su 11:tt tT:rwm • na san I#tilT7ZPWnrtn-flt nreu+:rr·arme1rsrtr::+tief:ne1s5rrii , tltrtiiind a:-, -e=* -- -~~,;a
•••
,1111·
••
•• d•
ase.
r--'
•• 2',"1,~ E! J J IJ J IJ jj) J J I J.
1, 1
dese.
21J E I J 2J I e 11 5. Tonalidad y modalidad
••
e.
,=, i J u r I r I rrr I J u J J u J.
I I 11
Escalas modales
·•• f
· w•#•,._j r r r 1.J J Ir 11
La tonalidad es el conjunto organizado de notas alrededor de una tóni-
ca. Esto significa que hay una nota central_ soportada, de una forma u otra,
por todas las demás notas. Cuando decimos que la música está «en el tono
•• ~
•• h.
••
- ase. •dese . con relación a una tónica particular, por lo que se ocupa de los diferentes
tipos de escalas. Las escalas mayores y menores son las modalidades espe-
i.
cíficas más familiares. Además, hay gran número de otras escalas modales
!fi1V B El l r
I E .l_ 1J .J J 1° J 1;J E r I J J el que se pueden construir en cualquier tonalidad. Algunas de estas escalas
••
1 o. 11
as(: •
son fundamentales en la música de los siglos XV y XVI; nosotros las estu-
wn Ir
j.
•• ;:•ui r Ir J Ir w I
ase. dese. ase.
EJEMPLO 5-1
••
dórico frigio lidio
f e O 1, e II e 0 ' 0 0
11 e&o 1, e 11 eb 0 'ª 11
11 0 0 e ji11 e 11 8 11
11
•• 4
mixolidio
e u e
e 11 ~ 0 11
eólico
e o
1, e elroP 0 11 11
escala pentatónica
e o e
o_:g;gj
••
11 lt
•• 4 e o e
#o f, jo 11 11
e o
1, ~ e !111 e u 11
•
•• ':'"'."•
•• reaparición en la música del siglo XIX. Como muestra, podemos ver algu-
nas a partir de la nota Do en el ejemplo 5-1.
El modo eólico es igual a la escala menor natural; el término más anti-
lanceo respecto a la tónica, como dos pesos equidistantes a cada lado de·
un fulcro .
•• EJEMPLO 5-2
tJ= 11
11
V
'' o
N
11 11
•• t a o~º o o o e o 11 o II e II e o eº 11 ~e II e II o a-ebo.ll#«,1Je#J1 e@ofe ... o 11 El ejemplo anterior puede representar el esbozo armónico de muchas
pequeñas piezas de música, siendo la primera destinación la dominante, se·
•• Sol: dórico Mi: frigio Sib: lidio Fal: mixolidio guida por un retorno a la tónica, y después la subdominante para dar un
carácter más satisfactorio y final a la última tónica.
Tónica, dominante y subdominante son los grados tonales de la escala,
¡ j
2: 11~1.1, º .. n
•• La tonalidad no es simplemente una manera de utilizar las notas de una
escala particular. Es más bien un proceso de establecimiento de relaciones
de estas notas con la nota que representa el centro tonal. Cada grado de la
Do:
11
1
8
N
11
V do: 1
11
N V
•• de la tónica es tan fuerte que puede ser proyectada con efectividad por
una tríada incompleta, o incluso por la fundamental de la tónica sola, como
en el final de una pieza cuando la primacía del centro tonal ha sido ya
en mayor y menor .
•
••
•• 52
EJEMPLO 5-7
ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
nalidad, diferentes del que se pretendía. Al insistir sobre los grados moda-
TONALIDAD Y MODALIDAD 53
•• f·
• e EJEMPLO
"'
5-10
1 1 1 1 1 1 J 1 1 1
•• - ~ ,
!
u 1 1 1 ' 1 1 1 1 1 1
J J Ji 4 J JJ
- - j j
--..
••
~
1
nante. do: 1 ITT VI V ffi N
1
II VI m V
(menor natural)
m
••
(Mib: V! 1 !V II VII N !)
EJEMPLO 5-8 ¡,
"'
~
1 ' 1 1 1 J 1 1 1
., !' /
- -
••
~
''
-
~ 1 1 1
e 1 1 1 1 1 ! 1
11 V 1 J J - !t .d- it J J J j j
.(V del V) ~
1 m VI U
ill V I IV
'
m
V
IV
VI
1
U VI
IV I
m
V)
V
••
el acorde de subdo~inante, en especial en ciertas posiciones. (menor natural)
•• 11
(IV) Annonia con función de dominante
••
El elemento armónico de más fuerza en la música tonal es la función
Pór consiguiente, la supertónica puede incluirse en la lista de grados de dominante. La sucesión dominante-tónica determina el tono con mµcha
tonales, ya que tiene rasgos característicos tanto de dominante com~ de más decisión que el acorde de tónica solo. Este hecho quizá n:o esté claro
subdominante, pero debe distinguirse del I, del IV y del V, ya que tiene con tríadas simples pero debe tenerse en cuenta en todo el estudio de la
••
En lo que respecta a las fundamentales armónicas, dar un énfasis exce- donde se llama cadencía auténtíca: en realidad, cualquier obra nos puede
sivo a los grados modales tiende a crear el efecto de un modo, Y una to- mostrar un ejemplo de esta progresión familiar.
••
•• 54 ARMON!A TONAL EN LA PRÁCTICA COMúN
••
EJEMPLO
AUegro moderato
•• p
•• Re: y1
•• pedal de dom .
mi: V VI V del II V7 !9l
•• EJEMPLO 5-14: Bach, Coral núm. 350, Werde munter, mein Gemüte
••
••
•• Sib: l IV' m VI7 D(VIl6 ) l V 1 Vll6 m(1 6 ?} VI IV (Il~ V
••
·I
1'
EJEMPLO 5-12: Chopin, Preludio. op. 28, núm. 16 '1
.
'
~.1.1
Bn
•
1/ ·:
~ .ii&;¡~ .am._--ilietliiall_llii_llR------·•111m•·•rilllTlíiTaliW_ _ _ _ _ _7511a11tlli·iíí·t'Íllllllifi@iifflil-W111Ylllili___illltiiliZllliteilli--llildrfallMllaiiñrtim·-raiíirii'iÍañaillllíiiset.:i- ...... ~ r
·11:·:iftri¼a.ii\iiwaiii,;;·¡¡¡¡¡·- FII · :rier · , ~ ~ , . -
••
•• 56 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
•• A.¡
-- -
1 ,...
- --
1
- -
-
--
' """
...,
tes de tonalidad .
•• ..... .'<.:=:-
1 1 EJEMPLO 5-19
ív (p)
... ... - ~ ~~
••
••
Re: y7
1 V
t
¡ ~ ::
Do; V
So!; 1
11 ;
I Do: 1 IV Do: VI
IV Fa: V I mi: IV
: 11 : :
m Do:
I
11
la:
: ;
VI D Do: IV
I N Sib: V
11 : ;
m
D
11
Allegro
¡
h
•• ". ~
--- ..-" ."
1 r-:::1
A 1 1
tJ ¾
..
1
~·
V ¾' ..... -
1
F; -- La mayor fuerza tonal en estas progresiones armónicas resulta del con-
-
1
.ff-(r traste de la armonía de dominante con la armonía de subdominante, y con
~ h
•• •
-&- ~ 1
~ --- ~ la supertónica considerada como poseedora de algunas cualidades de sub-
1 r y dominante. La presencia del acorde de tónica no es necesaria para estable-
~
1 1 1 1
Do: I V' y7 V cer una tonalidad. La dominante es mucho más importante. Las progresio-
••
I 1 I I
nes IV-V y JI-V no se pueden interpretar más que en una tonalidad, y de
ahí que no necesiten el acorde de tónica para exponer la tonalidad. Cuan-
Obsérvese que la tríada menor sobre la fundamental de dominante no do la tónica viene a continuación de una de estas progresiones, confirma
••
ral, con la escala menor melódica descendente, pero partiendo del acorde
de tónica, no dirigiéndose hacia él.
EJEMPLO 5-20 1
•• dades .
1= ; :
Do: IV V
11 ' ; :
IV V
11 :
U
: . 11 :
V D
:.11 :
V V
:
VI
11 : :
V VI
11
EJEMPLO 5-18
••
(Sol: 1 11? J
,_ 11 11 1 11
Puede que sea necesario oír un tercer acorde para que la progresión
•• Fa: 1 Mí: I
Síb: V Sol: VI 1
Do: IV Do: ID
armónica defina la tonalidad con seguridad. Si se añade otro acorde a las
sucesiones del ejemplo 5-19, éstas se pueden interpretar casi inequívoca-
mente en Do mayor.
••
La: VI Si: IV
••
Esta ambigüedad, que más tarde resultará ventajosa para el proceso de
modulación, disminuye enormemente cuando oímos dos acordes en una
• --·
1 111•11 ......... , ···- ·•-•1,, -· , .. ,_, •11, • ....~111•• . . . . . . ,.,,,., ,,h•••••1 ¡ illalA •-liii-.,.t11.1•-·•-•·--.--t·, .. ~+ +e' rae,,._.
••
•• 58
EJEMPLO 5-21
ARMONIA TONAL EN LA PRACTICA.COMÚN TONALIDAD Y MODALIDAD
Por otra parte, se podría escoger un tercer acorde que confirmaría las
VIUV IVUV EJEMPI.O 5-24
•• EJEMPLO 5-22
sol: 1 IV V fa: IV V I Mi: IV I V La: 1 IV V sib: V m ll
••
Variar las íórmulas mediante pequeños cambios en las duplicaciones, · V7
posición y elección de la nota del soprano es ya un recurso familiar para
nosotros . Véanse también los ejemplos 6-14, 8-4, 8-25, 11-5, 13-13, 13-17, 15-9, 19-5
e incluso 31-22 .
•• EJEMPLO 5-23
EJEMPLO 5-26: Chopin, Nocturno, op. 62, núm. 1
•• r r.
j
!:¡'
••
i
dolce legato
Do: IV V I IV V I IV V IV V 1
.¡,
•• tf, li
~
•
,.,_, __ ., -··- 11 _ _ , , _ , _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ ..__ _...., _ _. . . . . ._ _ _ , ¡ I I ~ íi.llllC::1 ll••iillllllll . . . ~ .. .,..c,tjtn?r:r•• :...... ,~~~,,!._,'F.-:;
•• 1
•• 3
subdominante mayor va a la tónica sin la fuerza mediadora de la domi-
nante entre ellas .
•• -•
1'-------
a
-
••
Lab: V/1
Intercambiabilidad de modos
•• son tan diferentes en la práctica como sus respectivas escalas parecían in-
dicar, y a veces es dificil averiguar la intención del compositor.
En la música de la práctica común oímos con frecuencia la fluctuación
La tercera picarda
En época tan temprana como el siglo XVI, era una convención amplia-
••
nante se enlaza con igual facilidad con la tónica mayor o menor. carda .
••
•• Do men.1 V l(may.) V l(men.)
•• ~
a;_ /.:¡. 1/1 ,,,,-;:-;. Véase también el ejemplo 14-4
•• V V V (VI) V (may.) Las tonalidades de Do mayor y La menor, por tomar el ejemplo más
simple, se llaman relativos mayor y menor porque tienen la misma armadu-
ra y porque en gran parte utilizan el mismo conju!1to de noi,as. En el_ sen-
i·I1
•• tido más básico, la distinción entre las dos tonalidades esta determinada ! 1:.1
''
,,
•
'_,,
••• -
•• 62 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
•• son los principales elementos armónicos que definen la tonalidad. Así pues,
uno podría esperar que fuese posible determinar si una frase dada, o un
grupo de frases, o incluso toda una pieza, está en Do mayor o en la menor
EJEMPLO 5-32: Schubert, Sinfonía núm. 9, II
••
a partir de ciertos elementos: examinando los acordes inicial y final, com-
parando la relativa frecuencia de las tríadas de Do mayor y de las triadas
de la menor, y buscando la presencia del Sol# que sugeriría la sensible en
la menor.
•• EJEMPLO 5-31: Bach, Coral núm. 48, Ach wie flüchtig, ach wie nichtig
•• 1 1
••
•• la: 1 v' 1 1 VII?
(Do: V?
m
I?)
la:
(I?
1
VI?)
(may.)
IV! vt
•• tarse como I-Vll-111 en la menor, pero esto no acaba con el fuerte sent!-
miento de dominante en Do mayor; por otra parte, no parece correcto declf
que después de oír una pieza en la menor durante un compás se oye de Cromatismo y tonalidad
••
repente Do mayor en el siguiente, y justo después de forma abrupta se
oyen los dos siguientes compases de nuevo en la menor. Cromatismo es el nombre que se da al uso de sonidos que no pertene-
Una combinación de estas dos interpretaciones permite analizar toda la cen a las escalas mayores o menores. Las notas cromáticas comenzaron a
frase en la menor. El segundo acorde del segundo compás es, ciertamente,
••
en parte de la inflexión. de los.grados de la escala en los i:noctos mayor y
presente que la menor es la tónica general de toda la frase. Esta mterpre- menor, en parte de los acordes de dominante secundaria, de ~n vocabu-
tación es una aplicación de lo que llamamos el principio de la dominante lario especial de acordes alterados, y de ciertos acordes extranos a la ar-
secundaria. monía.
•
\ _)
••
•• 64 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
••. Todos los ejercicios de los capítulos 3 y 4 los habíamos escrito nota
contra nota, armonizando todas las voces con los m_ismos valores que las
notas del bajo dado. Desde este momento no requeriremos más esta limi-
tación estricta y las voces superiores se podrán mover con valores· más pe-
piano.
queños que los del bajo, utilizando cualquiera de los factores de la tríada
•• EJEMPLO 5-33
escribir los ejercicios sin armadura, utilizando las alteraciones cuando sean
necesarias.
•• t)
"' f
J_.J J.r
1 1
í J
:;_
1
~
1 1. Escribir los grados modales de las siguientes escalas:
a) la b menor
••
1
f b) do# menor
: e) Reb mayor
1 1 1 1 d) sol# menor
•,.• a veces
4 • • • • --
tes progresiones:
l ,
----------- -----
••
•• 64 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
••
fundamentalmente «en Do maypm, aunque podemos encontrar muchas importancia en la formación de la línea del soprano.
otras tonalidades en ella. Nuestro estudio de la armonía revelará mucho
acerca de cómo una tonalidad puede cambiar a otra, y cómo los composi-
tores han considerado el planteamiento tonal tanto en contextos breves
••
EJEMPLO 5-34
como en otros más extensos .
La investigación de estas complejidades pertenece a un nivel más avan-
zado en el estudio de la armonía, pero hay dos puntos que tienen que
••
por la progresión de fundamentales y por las funciones tonales de los acor- Es importante que el arpegiado no se sobreemplee irreflexivamente. Una
des, si bien la música, en detalle, pueda contener todas las notas de la línea de soprano con demasiado movimiento disjunto, no suavizada por el
escala cromática. contraste rítmico y sin amplios contornos, pronto sería tan carente de forma
••
como una línea que apenas se moviera. En todos los ejercicios de este
libro la imaginación musical es tan importante como las limitaciones men-
Arpegiado de los factores del acorde cion~das. Uno debe comprobar continuamente su propia invención Y cri-
terio cantando los ejercicios, una línea cada vez, y practicándolos en el
•• tación estricta y las voces superiores se podnín mover con valores· más pe-
queños que los del bajo, utilizando cualquiera de los factores de la tríada
indicada. El movimiento melódico entre los factores de un acorde se llama
arpegiado. Es recomendable hacer uso de los arpegiados en las partes su-
•• prano contra una en el bajo, hacia el factor más cercano de la tríada. A veces resulta útil, para ver las diferencias en el modo y la tonalidad,
escribir los ejercicios sin armadura, utilizando las alteraciones cuando sean
necesarias.
•• EJEMPLO
,. 1
5-33
1 1
--
l 1 1. Escribir los grados modales de las siguientes escalas:
••
~
r a) la b menor
~
t)
J_.J. .;
l
1
f ;
J_ b) do lt menor
: e) Reb mayor
•• r 1 1 1
a veces
d) sol lt menor
e) mi b menor
,.•
1
1
!'
.~
2. lEn qué tonalidades es Mi b un grado modal? ¿y un grado tonal?
Para mantener la disposición y las duplicaciones apropiadas, normal- Contéstese a estas mismas preguntas con las notas Falt, Si, Sol lt Y Reb. iL
·' 1
mente será necesario arpegiar dos voces a la vez. 3. Dense las tonalidades y los modos (mayor y menor) de las siguien-
.. .... ...---
tes progresiones: ¡i!/:!l_il
:lJI
,_ .•• - - - - - - - - -. .-..---asil--iiilllii-ilFliil"ZilllJiil-··sillz•TlllfflM••z•••-r•lillEMTTlil__________-.ifittail-iií'
66 TONALIDAD Y MODALIDAD
· rx _,w , , il" "
67
••
ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMúN
~
..
11•
: •· •. c. d. •.
•• .
~
1
•• 4.
Escríbanse las siguientes progresiones, cambiando las que están eh
--.,, 1.
- .
••
mayor por menor, y las que están en menor por mayor.
7. Constrúyase una sucesión de acordes original, escribi7ndo en p~i-
11 a. b. c. d •._ e. mer Jugar una serie de números romanos y prestando atenc1?n a la dis-
•• ~
. b.o. - 1
,.
_ 111 Jl
..
Jli,.. ... tl<&-•L ,
"
,bo. !,e ..
tribución apropiada de grados modales y tonales y a la cµahdad de las
progresiones armónicas implicadas. Finalmente, escríbase el fragmento a
cuatro partes con un ritmo y un compás adecuados. . . .
••
8. Análisis. Examínense todas las triadas del fragmento siguiente, ig-
-
" ,- . - norando todos los acordes que no sean triadas. lQué formas de la escala
menor se utilizan? lCuál será el resultado si se utilizan otras formas de la
5. Escríbanse cada una de las siguientes fórmulas armónicas en cua- escala? Inténtese-sustituir sobre el piano los grados sexto Y séptimo_ mayo-
•• a)
b)
e)
do menor: VI-II-V
Mi mayor: II-V-VI
Re~ mayor: V-VI-IV Erha/t uns, Herr, bei cleinem Wort (German, ~543)
1i
•• d)
e)
la menor: IV-V-I
Fa mayor: V-IV-I
:
A~
s ~ -r: ~s
r..
r r r J
1
r r
r.:,.
•r r
'
•• 'S ~ ~
6. Armonizar los siguientes bajos a cuatro partes, sólo en estado fun- tJ
damental: ~I j J 1 1 1 J 1 1 ,j
:
1 1
1 1
•••
1
l 1 1
a.
r r r rrr r r r r r r F 'f
-j 1 ~
'iJ 1 1
••
1 1
11 J 1 1 1 1 ' 1
1
:
c. 1 1 1 1
r r 1 1 1 1 1
r
tl 11u· J r 1• 1J el 1• 1f' r It r Ir r 1ª 1t r IEt' 1J E 1• J
•• d.
'
•• ,=, v, r J r r r J w r
e.
1 1, 1 I I I J. 1 r r rI r w 1 2wJI r· 11
•• tHt r uJ r uJ J J J
I I 1 J1
1 11
• .
•--••1---.-..·-paztrrzzs:m·-,rn1txer:te re · E"tr·tz·o rnt:tfPctddaftFffC ·e-nn--:eret11c·s1,., -zz'"stnr·,- tmw~
l •
•• EJEMPLO 6-2
eslado fundamental primera inversión segunda inversión tercera inversión
•• ~ 1
: 1
1i
vj
••
cifrado completo VJ
vi
6. La primera inversión. abreviado: V1
•• Adoptando el método de abreviatura musical desarrollado por los com- el período de la práctica común, una cuestión de la sonoridad efectiva.
positores del barroco, muchos teóricos designan las inversiones de los acor- Más bien, la elección se fundamenta en la posición en la tonalidad de la
des mediante números arábigos que muestran los intervalos entre el bajo nota duplicada. En otras palabras, se duplican los sonidos que contribuyen
a consolidar la tonalidad.
••
y las voces superiores. Así, una tríada en primera inversión se representa
por las cifras ;, o simplemente 6, sobreentendiendo la tercera. De esta ma- El procedimiento acostumbrado para la duplicación en las tríadas en ·. ~
nera se puede representar simbólicamente cualquier acorde en cualquier primera inversión se puede resumir de la siguiente manera: . .,• I¡,'11
inversión, junto con los números romanos que identifican las fundamen-
•• tales.
a) Si el bajo (no la fundamental) de la tríada en primera inversión es
un grado tonal (I, IV o V, a veces 11), se duplica.
t
•• La disposición y las duplicaciones no están indicadas por el cifrado. Un
acorde de ~ tendrá, por supuesto, la tercera en el bajo, pero la fundamental
y la quinta se pueden situar arriba en cualquier orden u octava .
b) Si el bajo de la tríada no es un grado tonal, entonces no se duplica,
sino que en su lugar se duplica otra nota del acorde que sea un
grado tonal. . '. 1
••
Aunque no trataremos los acordes de séptima hasta un capítulo poste-
rior, en el ejemplo 6-2 se muestra un acorde de séptima de dominante en Independientemente de qué sonido se escoge para duplicar, en cual- ¡¡
todas sus posiciones para ilustrar el cifrado de dichos acordes. La secuen- quier inversión de una tríada, deben estar presentes los tres factores (fun-
cia descendente (7, 6-5, 4-3, 2) del cifrado abreviado constituye un apro- damental, tercera y quinta). Esto se debe a que la omisión de uno de ellos '!
•• piado recurso memorístico. podría ocasionar ambigüedad. Si se elimina la fundamental en una tríada
en primera inversión, éste podría oírse como una tríada en estado funda-
mental sin quinta, entendiendo la tercera superior como la fundamental
•• 4 EJEMPLO 6-1
••
fundamental inversión inversíón
EJEMPLO 6-3
1 ¡¡ ! grado tonal grado no tonal
.. t 1
•• f ¡ lf
modo mayor
Ñ ¡ ñ¡
~
(l, abreviado} (16, abreviado)
•
o a
a modo menor
~ ,; i.ell"ª &ü(Mª re
ll,)
; A
.,> grado
no tonal si
. / grado
.o: tonal
•• 16 n6 m' IV' Y6 VI' VD6 ,, n6 DI' IV6 Y6 VJ' VD' Do: D6 re: J6
•
: .• r ·: trsw,---·r·· mtc:zm
•• 70
EJEMPLO 6-4
ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
EJEMPLO 6-6
LA PRIMERA INVERSIÓN. EL BAJO CIFRADO 71
••
••
•• En ocasiones, ciertas consideraciones melódicas pueden indicar el uso
,.!.
EJEMPLO 6-7: Schubert, Sinfonía niím. 9, 11
triadas invertidas en situaciones armónicamente fuertes no omitan ningu-
na nota.
., i
-
., r r - - ,,.-
U:i í V
••
Una tríada en primera inversión considerada armónicamente como una
sonoridad vertical, es más ligera, menos densa, menos compacta que la
misma tríada en estado fundamenta!. Por lo tanto, es estimable como un
elemento de variedad junto a los acordes en estado fundamental. Com- Fa:
:
fP
.
---.:_
I y6
' VI m6
1
IL..J
IV VIl 6 ID VJ
1 1
J
D6 V
••
(16?}
párese el efecto sonoro de las dos versiones siguientes de una serie de
tríadas .
••
Rítmicamente, una tríada en primera inversión es menos pesada que la
misma tríada en estado fundamenJal. En el ejemplo 6-6 anterior, las pro-
EJEMPLO 6-5 gresiones V6 -1, 16-IV y II 6-V se perciben como ritmos de tipo débil-fuerte,
y 1-16, como fuerte-débil. Hay que recordar, sin embargo, que la presencia
•• ª· b.
¡
,, .. ¡¡ 1 1 1 1 casi inevitable de otros factores que influyen en el ritmo hace poco acon-
1 1 1
' 1 1 1 1
••
1 1 1
,
••
1
1 1
' ' '
m . Vl La: 1 N' ¡6 EJEMPLO 6-8: Brahms, Sinfonía núm. 1, II
La: 1 IV 1 D D V 1
º' m6 VI ¡¡6 V 1
Andante sostenuto
-
••
.
Melódicamente, las triadas en primera inversión permiten el movimien-
to del bajo por grados conjuntos en progresiones en las que las fundamen-
tales se moverían por saltos. Es dificil realizar una línea melódica suave
•• para el bajo si todos los acordes están en estado fundamental. El bajo ad-
quiere también la facultad, hasta ahora sólo posible en las voces superio-
res, de moverse de la fundamental a la tercera, y viceversa, en el mismo
,.
•• acorde. Mi: 1 N' IV V6 1
•• .,
••
•• 72
Conducción de las voces
ARMONIA TONAL EN LA. PRÁCTICA COMÚN LA PRIMERA INVERSIÓN. EL BAJO CIFRADO 73
••
EJEMPLO 6-11
EJEMPLO 6-9 En cualquier caso, la función armónica de los acordes individuales pier-
•• Ali 1 1
de relevancia en favor del carácter paralelo y lineal de la sucesión .
En tiempo rápido, una sucesión de triadas paralelas en primera inver-
sión puede sonar más como una duplicación en forma de triadas o con-
•• { t) 1 1 1 u
densación de una línea melódica que como una sucesión de auténticas pro-
~ J.d.J gresiones armónicas.
•• Sol: D
1 1
16 D'
1
V
EJEMPLO 6-12: Beethoven, Sonata, op. 2, núm; 3, IV
AUegroaaai
•• llamaba Jabordón.)
6-10
estado fundamental podría sonar con demasiada importancia Y, a menudo,
proporciona la variedad necesaria como acorde que sigue a la dominante.
El 16 es también una annonía natural como sopo_rte de una melodía que
••
EJEMPLO salta de la tónica a la dominante.
- - He aquí algunas fónnulas corrientes que contienen el 16:
•• EJEMPLO 6-13
•• 6 6 6 6 6 6
•
±SCiñSZ--!!:J?T ·,,- -~ - .&ii.1-'
••
•• 74 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
•• ~
Allegro con brio
EJEMPLO 6-17
•• ... ; ~ . ·@~
f JJ 1:
•• Do: 1
D6 V O' V 1 il6 V VI 06 • 1
••
•• ¡
•• Lab; IV (1 6 ) IV V2 v; del V V
••
••
••
mi: IV6 06
re: v¡ ¡6
El IIl 6 no actúa por lo general como acorde independiente; es un buen
ejemplo de este tipo de acordes producidos por un desplazamiento tempo-
••
desde el I en estado fundamental. En menor, se prefiere la primera inver- EJEMPLO 6-20
sión a la tríada disminuida en estado fundamental. Esta forma menor no
~~ 'i J
es infrecuente en combinación con la tríada mayor de tónica .
Fórmulas comunes: J 11
••
11
(m6) (m6)
v_ v_
•
-----------------------------llilill-lallllailaill:I......-.. ~,
••
ti ;l!!l!!!! .............. '-:· .
•• La tríada aumentada sobre el III en el ·modo menor armónico, men- EJEMPLO 6-24: Chopin, Polonesa, op. 40, núm. 1
cionada en el capítulo 4 como acorde inusual en cualquier caso, se en-
Allegro con fuoco
cuentra probablemente con más frecuencia en primera inversión que en
estado fundamental. En el ejemplo 6-23 este acorde sustituye realmente a
•• _una dominante .
Como todos los otros acordes de sexta, el III 6 se puede encontrar en
fragmentos de escala de valor rítmico débil.
••
La: m · _D 6 V
EJEMPLO 6-21
••
v __ ¡ v _ _v¡ en estado fundamental, manteniendo la fuerza de la progresión de funda-
m6 VI D6
(m') (m6) mental y, a la vez, comunicando un interés melódico al bajo.
Fórmulas comunes:
•• ¡
A 1 1 1 1
'
~-
tJ 1
- r
LJ J
1
~
•• - Sl
- e J J. e
IV 1\16 IV 6 V 16
•• Re: 1 m6 VI 16
EJEMPLO 6-26: Mendelssohn, Sinfonía núm. 3 («Escocesa»), I
.••
EJEMPLO 6-23: Bach, Magnificat: núm. 7, Fecit potenriam
cor · dis su
,
'•r
y6 IV'
••
la: 1 V . '--
(men.) :'
1'
1'
si: ¡6
Vl7 V 5 del V
'l.;,,,-
••
4 V
j
::------------------------••••••~•••••••••••-----•lililillliiilllllillait eree,ewrtt sstsCtt2-. ~
••
•• 78 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN LA PRIMERA INVERSIÓN. EL BAJO CIFRADO
••
EJEMPLO 6-27: Beethoven, Sinfonía núm. 2, III
Andante
~egro~,
•• l p
le • Re: y6
••
re: I
. La tercera de la dominante es la sensible, y al colocar este grado en el El VI 6 es similar al 111 6 en su inestabilidad para permanecer como un
••
la menor melódica descendente en el bajo, como en el ejemplo 6-37 .
Fórmulas: EJEMPLO 6-31
A 1
'
-
•• EJEMPLO 6-28
l ~
.
(VJ6)
e
~
""
~.J .d.
1
~~
-
(VI')
e e
•• V
1 1
••
••
Si~: I yl ,, V6 1 V6 Vl 1 V} del V ~ V
Véase también el ejemplo 22-2 .
•• --
••
•• 80
EJEMPLO
ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
•• Vivace " .i
Presto
¡¡ 1-~-r::.. Ji!~ -
••
••
mi:
p- - -
V
>
l ,u
/'¡ >I
,u
¡¡
La:
~
1
í1- -#
-
V del
-
1
v: 1
1
------
V
••
una agrupación de notas melódicas sobre la fundamental de tónica. Por piano en diferentes colocaciones y en todas las tonalidades. Se pueden in-
otra parte, si se alarga o se le da importancia de algún modo, puede fun- troducir algunas dificultades adicionales, como tocar las partes con las
cionar entonces como una auténtica dominante con la fundamental V so- manos cruzadas, o no tocar una de las partes interiores cantándola en su
breentendida.
••
lugar. Con esta práctica, las progresiones y su conducción melódica acaba-
En el VH 6 se prefiere a menudo la duplicación del segundo grado a la rán siendo instintivas .
del cuarto, de mayor fuerza tonal; aunque podemos encontrar numerosos Las ventajas que proporciona el dominio de la armonía al piano son
ejemplos en los que se duplica el cuarto grado (ejemplo 6-37). considerables. Las aplicaciones en la improvisación son obvias, pero el prin-
••
EJEMPLO 6-34 piano .
I\
, 1 1 J 1 1 1 1 El bajo cifrado tuvo un uso práctico en el período barroco, cuando el
omnipresente instrumentista del teclado requería sólo una guía del conte-
••
•• l tJ
~ .
1
~ J J
1
1
I Vfi6 ¡6 IV
(I _ _ _ _ IV)
1
e -.d.
1
Vl)6
i-
¡6 .
Á
-
D6
D
V
1
J. .d.
¡6 Vfi6
1
1
b~
nido armónico de la música para completar partes que faltaban o para re-
forzar otras. El basso continuo fue requerido en -las partituras hasta el tiem-
po de Mozart, pero cae en desuso más tarde cuando la orquesta se vuelve
estandarizada en su composición instrumental y con el desarrollo del arte
de la dirección. Hoy en día hay especialistas en interpretación barroca ejer-
citados en la lectura rápida d"el bajo cifrado, en interés de la autenticidad
histórica.
•• - I";\ •
do no comporta ningún problema en la elección de la armonía apropiada.
El único problema consist.e en distribuir los materiales dados, una correcta
conducción de las voces y la construcción de una melodía ligera para el
•• ~
1
soprano. En las primeras etapas del estudio puede resultar útil para los
ejercicios escritos, pero la realización de bajos cifrados al piano es mucho
más ventajosa. Deben tocarse cada vez de forma diferente, comenzando
••
con notas diferentes en el soprano. Es muy importante que se toquen con
Re: 1 VI 1 VU6 J V del V V VI Vll 6 de!VIVJ 6 111 IV VIl6 1 V . un ritmo exacto, aunque sea muy despacio .
•
••
•• 82 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
EJEMPLO 6-39
•·• pero sólo se emplea para indicar la colocación exacta del acorde. El orde~
vertical de las voces no tiene por qué seguir el de los números· el cifrado
será el mismo ya esté en el soprano la fundamental, la tercera ~ la quinta.
••
Las tríadas en estado fundamental son tan comunes que se sobreentien-
den cuando no aparece ninguna cifra bajo la nota dada. A veces se da un
5 o un 3 como indicación para asegurar el uso de una tríada en estado
fundamental. Para la primera inversión, un 6 es suficiente indicación so-
••
EJEMPLO 6-37
aparece en la partitura de la Pasión según san Mateo, junto con una reali-
A 1 1 1 1 j zacíón típica en la que la mayoría de las notas extrañas están en el bajo.
-
•• r r Jlc.
tJ 1 1 1
j :i: ! Jtc. J 1
EJEMPLO 6-40: Bach, Coral núm. 78, Herzliebster Jesu
:
•• 1 1
8
s
J
1 1 1 . 1
6 = 6
3
Partilura coral
I·
J I UF J r If[ Él g. 1r
•• superior del bajo. De esta manera se indica el sostenido o el bemolado
de la sensible en el modo menor. Un trazo que atravies; la cifra signific~
que la nota debe elevarse cromáticamente. Una línea recta horizontal co-
Continuo dado
'. 2=•1 IJ
•• locada después de una cifra significa que la nota representada por la cifra
se mantiene en la armonía hasta el final de la línea, independientemente
del cambio del bajo; este signo lo encontraremos más adelante en relación Realización lípica
EJEMPLO 6-38
11:: :
con el cifrado comple_to . 6- 6 S- 7- S- ~\ 71 971 5 6
••
5 5- 2 3 5
••
••
¡= (6-6)
6--6
3--J
EJERCICIOS
•
f.tt' -------..-~------lailil·=--...,----lilill·•1,1•11••••1
- m znss . - - ........ - - v•·'"'illlltea-·:1·¡1¿. ~ tI x
•••
JE; an:er cae·--.: ..·.
1~ •.
1
_!'. -
'
•• 84
a) do menor: III 6-1-IV
ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
J) Mi b mayor: 16-11 6- V a.
LA PRIMERA INVERSIÓN. EL BAJO CIFRADO 85
••
b) Sol mayor: 1-1 6-IV g) re menor: VI 6-V6-I ritmo del
e) La b mayor: Hr 6-IV-II 6 h) si menor: JI 6-V-I soprano:
1
,i. )i J. ), nT.J J I J. J', I"J"TI J J J 1
d)
e)
la menor: V-I 6-IV
Si b mayor: I-VII 6-I 6
i) Fa# mayor: I-V-IV 6 -,... 2 J J 1w J r>1r r J lrrr,11
••
J) Re mayor: 11 6- V-1
6 6 6 6 6
•• ª·
:±1=,1 r r rJ u I I I el I e 11
·>=g,,1 r r r I r r r 1§r r 6_ 6
IJ J r
6 ~
11
••
6 6 6
c.
b. J J J. Ji J J J. Ji J J J. Ji J J J J J J l'J J J J J
•• c.
- 6
1 :J
~ 6
I r1
6
1 ;. 11 6 6 6
•• ;,:•#U r pE U! E PF ~ 1E Gr a1,- @
66 6 6 6 66 S
damental y, donde convenga, triadas en primera inversión:
a.
•• d.
••
0
· 6 6 , 6 # 6 6 6 6 -6 6 # # b. ~
e. ' ,=i,I> i r •r rr I w I aJ ~ 1 ~ J J. I 11
•• 9',6 5 í
6
1
EI r
66
r I E (' 1 f' J1º
6566
1 t1 é I r r I t1 e 1 ª
6
11
·,=•d r r ru =J r r r r r J J •w w2JI r r rJ º
•• f. -
!1=1,&;c J .J F rI E J IJ J J .J J f2 J IJ ;nJ I J Er r I C J 1 1 11
I I I 1; 1 11 -
•• g.
6~ 6 6 ~- 6 6 ~ 6 6 6 6 q_
2=,,1·1 e •r r r r .J J r
I I I I w .J 1 ~ r I J 2 1 .J J¡J I u. 11
••
i,,.6 #6 66- 66 66#
•-
.H
tÜ
·.-·- ··c:r:cnzw.-...m .
••
•••
86 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
•• ~; 7. Función y estructura
de la melodía
•• 1 1 1lf
6
1
v,
6# •
1 1
6 •
1 1 r , vI
6 '
r 1
•• ... t 1
!
sucesión coherente. Normalmente, sin embargo, cuando uno piensa en la
"
•• .. .
.
melodía lo hace en una melodía particular, una con una individualidad que
debe ser captada.
Que la melodía es fundamental a la naturaleza misma de la música lo
¡
d 11 J 1
••
' 1
nosotros, es la melodía lo que tarareamos o silbamos; nuestro recuerdo de
la melodía nos ayuda a recrear en el oído mental todo lo que podemos
~
de la pieza musical.
.. ,., A lo largo de la historia, las melodías de cualquier tipo se han utilizado
••
-
para dar orden y significado a las composiciones, grandes o pequeñas. La
r6 1 1 1 1 estructura de la melodía y las funciones de la melodía en la música consti-
6 6 6 6 tuye un enorme y complejo tema, al que este capítulo servirá como una
- ...........
ésta se utiliza dentro de una pieza musical. Su función más importante es
como tema, una melodía que se repite en una composición y que forma
parte de la organización general. Con frecuencia, lo primero que se oye en
una composición también es su tema más importante. (Véase ejemplo 7-1.)
••
Andante
.!"':t:.a"'"" ,..-....¡
-----
¡
...'""""1-'°""'I -- ~
""'
••
ll
Ad
j p - j ~ -1! ...
-..,¡ 1
8- EJEMPLO 7-1: Beethoven, Sinfonía núm. 1, II
---
" ~~ 1_5:i_./ - lf '
Andante cantabile con moto
tbH J IJ J J IJ ~ QJ
.
1FJTJ 1
•• ., ., =
,-
••
••
•• 88 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
••
Una contramelodía contrasta deliberadamente con una melodía princi-
son melodías. un'a parte inferior o d~ ;as son_ te~as; Y algu~os temas no
pal desde el punto de vista rítmico y melódico, en especial cuando no hay
s:r. claramente melódíca aun ue no s comp~nam1ento, por eJemplo, pue_de
d1v1dualídad me! o'd'1ca. q e. perciba necesariamente por su m- más actividad melódica, o muy poca. En el ejemplo de abajo, la contrame-
. lodía principal es la parte que se mueve en continuas semicorcheas; la
•• Andante
violines segundos EJEMPLO 7-5: Berlioz, Sinfonía fantástica, III: Escena campestre
••
•• . Esto es aún más evidente en las
escritas de modo que aseguren
la voz superior.
r d Ib .
. t~eas e 3.JO, que a menudo están
un maximo de contraste con la melodía de p
••
cima de una melodía principal se llama discanto .
Una parte colateral es una melodía que se limita a seguir a la melodía
principal, con frecuencia en terceras o sextas, con poca o ninguna diferen-
Una melodía principal d
ciación respecto del contorno o del ritmo de la melodía principal. Una parte
••
el ejemplo 7-1, o junto co~u:ig~ne~fºon~rse compl:tam_ente sola, como en
desde unos simples acordes hasta Jn e acompanam1ento, que puede ir colateral se utiliza para completar una textura o para añadir densidad ar-
dan otras circunstancias una m I d' enrevesado contrapunto. Si no se mónica, y se encuentra con más frecuencia en la música instrumental que
1:
percibirá probablemente' como ~o: e~ ~ p1rt;. aguda _de una textura se en la escritura para voces. En los siguientes ejemplos, la melodía superior
••
mpanam1ento .
••
EJEMPLO 7-4: Beethoven, Cuarteto de cuerda, op. 59, núm. 1, I
Allegro
••
•• »tf e dolce .. Mi: V (7l V 11) V: del II D V del 11
•
•• - -- MC --,
•• mientos melódicos:
l. Cantus firmus. Asociado en general a la música sacra entre los si-
g!os XVI_ y -~vm., e~te término implica un tema de notas largas sin mucha
como en las formas de ritornello del barroco; o se pueden utilizar en todo
tipo de combinación contrapuntística y transposición, con o sin fragmenta-
ción motívica como en la técnica de la fuga. O pueden fragmentarse y los
••
narrativa de acontecimientos, donde lo que son resulta menos importante
que lo que les sucede .
EJEMPLO 7-7: Bach, Orgelbüchlein: núm. 37, Vater unser im Himmelreich 4. Ostinato. Este término (obstinado en italiano) se refiere a una me-
lodía que se repite una y otra vez. Muchos ostinalí son breves y simples,
•• re: V
passacaglia y la chacona, utilizan el basso ostinato en toda 1~ o_bra; dos
ejemplos vocales famosos de este tipo son el aria «When I am le1d m earth»
del Dido y Eneas de Purcell, y el «Crucifixus» de la Misa en si men?r de
••
do una recreación de esta técnica (blues, boogie-woogie, etc.).
5. Melodías de enlace u ornamentales. Estas melodías no son clara-
. 2. Tonadas. Este término se utiliza para describir melodías que con-. mente temas sino que sirven para enlazar frases, o incluso notas impor-
tienen grupos regulares de frases, cadencias fuertes de tónica y dominante
tantes dentro' de una frase, de forma suave y fluida.
••
Y las darizas, ambas de carácter popular. Las tonadas cantadas por lo ge-
neral, coinciden silábicamente con un texto en verso. Las mel~días popu- Allegro molto e con brío
lares normalmente tienen un ámbito relativamente pequeño (no suelen so-
brepasar la décima), son fáciles de cantar y rara vez se utilizan intervalos
•• suele contener una cadencia fuerte sobre la tónica; sin este final conclusi-
vo, una melodía sinfónica se presta, cuando es necesario, a continuación.
Las melodías de este tipo están sujetas, en el curso de una composición a
•• do en las formas de sonata y rondó. Las melodías sinfónicas pueden repe- V'
del IV
IV V IV V
del IV
•
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _liili____........lli¡;• lia6... ,lr;illllil, ii,, . ~ ¡
•• l
•• 92 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
•• 1\
-
nita variedad de estas posibilidades es parte de la riqueza del arte me-
lódico .
•• Contorno melódico
••
La distribución de \as notas en una melodía está definida por los cam-
bios de dirección, por el ámbito, por sus extremos agudo Y grave Y por la
variabilidad con la que todo esto sucede en la frase. Todos estos aspectos
unidos constituyen el contorno de una melodia, un importante elemento
••
Lab:
VJ que determina su carácter. . .d
En general una buena melodía tendrá un ámbito restrmg1 o, con un
unto agudo ~ grave que puede estar en cualquier parte de la _fra_s~ .
••
En el ejemplo anterior de Chopin, et tipo de melodía, con su sucesión
de notas libres, continua, casi borrosa y a alta velocidad, se llama roulade. Los puntos agudos o graves secundarios, que so~ f~ecuentes, n~ cimc1d1-
La roulade es muy caracteristica del piano virtuosistico de los estilos del rán normalmente con el punto agudo o grave pnnc1p~I. Parece ~ er una
siglo XIX, pero también se encuentra con frecuencia en música anterior, preferencia por la curva ascendente-descendente mas que po~ ~ curv~
•• nen un carácter melódico como en otra melodía, pero, sin embargo, una
figuración dada, en especial si contiene mucho arpegiado, proyectará más
la armonía que la melodía. Algunas figuraciones dependen de los usos ca-
EJEMPLO 7-11: Mozart, Concierto para piano, K. 467, 11
Andante
~-
•• racteristicos de los instrumentos; el ejemplo siguiente no podría imaginar-
se fácilmente tocado en otro instrumento distinto del piano .
' p
rr,
rl
p
~
1
•• 4~ ¾ ILQJ
Allegro
J'.31L1 IL4 I ~ ¡ ! l ¡¡
••
•• >
EJEMPLO 7-13: Bach, Pasión según san Mateo, núm. 27
••
do:
D/1
..•
.1
'ji-
.,
•• Si bien todos estos tipos melódicos son importantes y se dan con fre-
cuencia, rara vez se encuentra en la música una melodía que se base sólo
en_ uno de ellos. Algunas sinfonías tienen temas semejantes a canciones;
••
otras tienen temas que se transforman en figuras de acompañamiento; al-
gunas canciones tienen melodías semejantes a danzas, y viceversa. La infi-
•-
••
ttrsnae1- -.1 KiOIHMDMCT
\l
••
EJEMPLO 7-16: Mozart, Sinfonía núm. 38, K. 504 («Praga»), I
menos importancia para definir el contorno que para asegurar la tonalidad .
P~ro, en general, una melodía volverá en la frase a aproximadamente el !t M
ff
mismo punto donde comenzó, en el ámbito de una cuarta o de una quin-
•• tiempo deb1l anterior o solo una parte de él, como en el ejemplo anterior.
El motivo
el interior del compás; si tenemos esto en cuenta, podemos reunir los di-
versos a en dos grupos muy similares de dos compases, que hemos indi-
cado con A 1 y A2, una clasificación de un nivel más elevado que la de los
••
Los motivos pueden ser muy breves, incluso una sola nota; aunque si
fo:maci~nes. Un motivo es temático porque se repite y es reconocible; al son más largos de siete u ocho notas no se pueden utilizar con tanta fre-
mismo ~1e:npo, no es normalmente independiente, ya que aparece de forma cuencia o flexibilidad, ya que ocupan una mayor cantidad de espacio mu-
caractenst1ca como parte de una melodía. sical. Esto es, por otra parte, una cuestión de definición que depende de la
•• cheas seguidas de una corchea, que se repite con regularidad y por tanto
es un motivo rítmico; pero también es un motivo melódico, porque su
modelo melódico, una nota principal con una bordadura descendente es
•
•• -· iíl
¡¡,¡¡;¡_ _llliliíii_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
l¡tll_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ia_ _liili_ _ _
lilióii___- .__ - - -.. , llilo' I 1· •
~-
••
Todo el fragmento tiene un carácter melódico, puesto que tiene conti-
los hemos tratado en relación con las melodías principales, pero cualquier nuidad nota a nota y, excepto por el Sol agudo mantenido, todo es temáti-
parte de una textura puede ser motívica. Para designar un modelo melódi- co ya que está formado por fragmentos melódicos del tema inicial. A pesar
co repetido que forma parte del acompañamiento o es subsidiario de una de' que todo el pasaje tiene importancia melódica, sólo en las partes donde
••
cha y la otra en la izquierda. nosotros sabemos que la música que lo rodea le pertenece, puesto que sus
El estilo contrapuntístico del último barroco a menudo incluye un uso fragmentos motívicos determinan el espacio musical. (La tonalidad deter-
persistente de pequeños motivos en alguna o en todas las partes melódi- mina también el espacio, proporcionando u¡t sistema en el que el tema
cas, como un medio de conseguir continuidad en las líneas melódicas in-
••
puede operar, pero esto es una consideración diferente.)
dividuales (ejemplo 7-7). En el extremo opuesto se halla una de las técni-
cas preferidas de Beethoven, quien empleaba la inexorable repetición de
motivos como medio para ampliar el tiempo y la acción musical. El si-
••
La frase
guiente ejemplo presenta una melodía inicial a partir de dos motivos dife-
rentes, a y b, que poco después se separan; en el proceso de desarrollo, Para definir con claridad uña frase emplearemos una analogía: la frase
estos dos motivos son divididos, transformados, repetidos y recombinados, es en música semejante a un verso en poesía. La frase presenta_ cierta
•• 40 t ot rt t re t fE f rr f¡ff f f fF F
del tiempo musical. En un nivel inmediato, percibimos los sonidos _organi-
1 1 I 1 1 1~ I 1 zados por el ritmo y el compás, es deci.r, una, sucesi~n regul~r. de t1emp~s
fuertes y débiles. Desde un punto de vista mas ampho, perc1b1mos mu-'·ª
sica organizada en movimientos individuales o piezas· de formas diferen-
1
.
1
.ff
1 1 1 1
rª (completo):----,
sempre Jf
1 1
,..__
tes con una estructura secciona) característica de cada tipo (como la forma
so~ata-allegro o el minueto con trío). Existe una jerarquía de las estructu-
ras de la frase para los dive"rsos niveles comprendidos entre estos extre-
mos. Un grupo de compases forma una frase; un par ~.e frases forma_ ~n
período; varias frases o períodos forman una subsecc10n o una secc1on.
•• Las frases de una pieza dada pueden separarse claramente, o pueden estar
tan solapadas y fusionadas que dificulten su definición; no siempre están
de acuerdo todos los autores a la hora de establecer clasificaciones .
i
••
'
Cuando dos frases o subfrases aparecen juntas de forma equilibrada o
emparejadas, es decir, cuando la segunda frase parece ser un complemen- :!
to o una respuesta de la primera, reciben el nombre de ant~cedente Y con-
•
-••
•• 98 · ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
reja de las frases es tan común que parece satisfacer una necesidad instin-
FUNCIÓN Y ESTRUCTURA DE LA MELODÍA 99
••
particular la música instrumental, contiene líneas melódicas que arpegian
tiva profunda, en sentido rítmico y en sentido format,· como la rima en la los factores de los acordes. No hay duda de que una sucesión de notas
poesía. como la de la mano derecha o la de la mano izquierda en el ejemplo si-
A continuación se analiza el famoso tema de Mozart desde el punto guiente es melódica por definición, ya que una nota sigue a otra en el
•• de vista del motivo y de la frase . tiempo. Sin embargo, está claro que nosotros no lo oímos como una suce-
sión melódica nota a nota, pues el movimiento melódico de estas notas es
subsidiario al elemento armónico, si consideramos la sucesión total de cua-
. Andante grazioso
Sonata, K. 331, I
antecedente consecuente
renta y ocho notas.
••
EJEMPLO i20: Chopin, Estudio, op. 25, 'núm. 1 («Arpa eólica»)
•• cadencia
•• cadencia
•• 15 extensión
••
plo siguiente son duplicaciones de la textura, no partes indep_&ndientes. En
ocho compases, más una prolongación final de dos compases. Además, po-
el capitulo 18 nos ocuparemos de nuevo de este asunto.)
demos advertir que los compases 5-8 son muy parecidos a los compases
1-4, que 5-6 son exactamente iguales que 1-2, y 13-16 son muy parecidos a
•• 5-8, y que de nuevo los compases 13-14 son exactamente iguales que 1-2.
Sólo 9-12 muestran variaciones significativas de los modelos de los otros
compases, e incluso el compás 9 presenta un parentesco de ritmo··y forma
EJEMPLO 7-21: Reducción analítica
••
con el compás l. El ejemplo es una demostración elemental de hábil equi-
librio entre la asociación de ideas similares y el contraste de ideas dife-
rentes, lo que es una característica de la práctica formal de los grandes
maestros .
•• las sucesiones melódicas son puramente melódicas, sin ningún sentido ar-
mónico derivado de la propia melodía. Gran parte de la música, pero en
tes mejor que una sola línea con un soporte de acordes. La melodía si-
guiente sugiere una línea compuesta, con dos partes unidas en una (v. ejem-
• --
•
•• FUNCIÓN Y ESTRUCTURA DE LA MELODIA 101
•• lmeas por _separ~do, aunque ninguna de las dos, tomada por sí sola, pre-
s~?tara la mte~ndad de la melodía original sin perder parte de la imagina-
cwn que les dw forma .
•• EJEMPLO 7-22: Chopin, Vals, op. 64, núm. 1 («Vals del minuto»)
•• 1~~d~
~H,~Jc ; w
Molto vivace
i: -u 1; Ir p-r r Ir r Ir r I rRr.1 § 1:
En la reduccion, las conexiones melódicas entre notas que no son
necesariamente sucesivas, como en una linea compuesta, se indican con
plicas o con plicas barradas; los arpegiados se indican mediante ligaduras .
•• A menudo sucede que una melodía queda sola, sin ninguna armonía
de soporte. Si esta melodía no lleva implícita con claridad una base armó-
. nica, entonces el oído tiende a imaginar una, lo que no siempre es fácil de
••
En los ejemplos prece?entes, Jas melodías sacadas de música pianística y las versiones armonizadas de ambas en diversos puntos del movimiento.
de~enden, al menos teóricamente, del soporte armónico de la mano iz- Cada fragmento se sigue de dos compases de continuación, para mostrar
qmerda, aunque ésta se limita a proporcionar un bajo Y, a veces, algunos el contexto armónico. Quizá las armonizaciones de Schubert no coinciden
factores del ac?r?e que pueden estar ya presentes en la parte de la mano
••
con lo que podíamos prever a partir de las melodías solas, lo que las hace
derecha. La mus1ca para mstrument<;>s mo~ódicos sin acompañamiento, por más satisfactorias al ser inesperadas. Es acertado decir que los composito-
otra p~rte, no pued~ ~ace~ referencia a ninguna parte simultánea. Toda la res se enfrentan continuamente con problemas de este tipo, pero piensan
arm?ma_ en. esta mus1ca, t~clu~e~do .el soporte del bajo, o al menos su en ellos no como problemas, sino como oportunidades para la expresión y
••
apanencia, llene que estar 1mphc1ta dentro de la propia melodía . la invención .
•• la: ! vi v1 v; v1
.
.,
. Variación melódica
FUNCIÓN Y ESTRUCTURA DE LA MELODÍA
••
153
·- >.
1
•• v1
tido en la música durante casi cuatro siglos. Como los otros aspectos de
este capítulo, la variación melódica es un tema amplio Yvariado, que aquí
sólo vamos a introducir. ..
••
Do: V1 IV (VI del VI) V del VI V
El término ornamentación se utiliza en música con dos sentidos. En el
sentido estricto se refiere a una técnica de interpretación del último barro-
---- co y principios del clasicismo, donde tas notas ~e. una lín~a melódica e~-
••
crita podían adornarse con cierta variedad de rap1das ~onturas Y combi-
naciones de pequeñas figuras melódicas. Los compositores franc~ses de
. >
.. música para teclado de mitad del siglo xvm desar~llaron un~ c~mpleJa p_rác-
111 tica de ornamentos tanto improvisados como escritos. Para indicar los tipos
•• más que como una sucesión de notas, también la memoria nos permit~
oír las relaciones armónicas entre notas arpegiadas en una melodía, aun
cuando estas relaciones estén ocultas por el movimiento lineal. El oído
finales del siglo xvm, el uso de signos ornamentales dech!ló en favor de la
práctica de escribir todas las notas con sus valores apropiados, aunque al-
gunos signos, como el de la acciaccatura o el del ~rupeto f--) Y el del
•••
textura pianística, con dos partes que parecen multiplicarse, con duplica- ción original de un tema y la vers1on ampliamente ornamentada que le
ciones y algún movimiento lineal, regulado por la forma de la figuración. sigue a continuación .
EJEMPLO 7-25: Bach, El clave bien temperado, l. Preludio núm. 11 EJEMPLO 7-26: Beethoven, Trío para violín, violoncelo y piano, op. 97
•• ¡V
(«Archiduque»), IV
--
"
- ... - .. ... .. Allegro moderato t, _.,,,.........
-. - ~
-
- - -1'-- . p dolce • es ressivo
1
5
¡,Cíjj]j)3jJJ¡; 1 J.J)¡
5 3
••
•• esPressivo ~ •
•• --
•• 105
••
104 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN FUNCIÓN Y ESTRUCTURA DE LA MELODÍA
El siguiente ejempl~ muestra cómo se puede ornamentar una melodía Más sorprendentes que las diferencias entre los inicios de estas varia-
~n un tema con variaciones. Presentamos los primeros cuatro compases ciones son, quizá, las semejanzas. Éstas dan la impresión de que todo está
•• 1
e te'!la y de cada_ una de las seis variaciones a veces con parte de la
armoma correspondiente. '
unido por un tipo básico de forma, que podemos percibir al reducir la me-
lodía del propio tema:
Andante ---- ~
EJEMPLO 7-28
4 uf: n I f?(i;J
•• f4•i! ¡f?Fr) l~®F ~ 1 ~ ¡1f ,
" '00 ;jl Ni,ei 1 Ü 1
•• ~d¡ ~ I ~
Var. 2
p -===J
1ffi~¡f ', 1
====-
-=:= :::==- ::::=:::==- -==-
los tres primeros compases han sido eliminados, dejando sólo las notas
iniciales de cada compás y los arpegiados a la tercera superior. Estos arpe-
giados superiores se presentan como notas sin plica enlazadas con las prin-
••
Var. 3 ~9 Ji (f) rn (f) ¡r .h
1
--===
l 1 y 1
cipales mediante ligaduras. En el cuarto compás se incluye entre parénte-
sis el Do# grave como parte armónica interior; aunque no es parte de la
melodía superior, parece seguir melódicarnente al Re del tercer compás,
tr b ~ - ~
más que el La agudo.
El segundo nivel de reducción presenta los arpegiados superiores uni-
dos armónicamente· con las notas principales. La reducción consta ahora
•• ~ tw0 Pe r; U ¡Qfíii} 8 , 4!
de dos partes separadas, lo que sugiere que la melodía original se puede
analizar como una línea compuesta. El Do#, que en el primer nivel pare-
cía sacado de la manga, ahora se puede ver como un empleo legítimo,
,ii:_ j (Mrggío~. ~ facilitando un elemento de la línea compuesta que no estaba presente en
••
Var. 5 1; 1 1 1 1 1 la voz superior sola .
El análisis es análogo a la interpretación claramente armónica que ha-
bíamos dado para el Estudio de Chopin en el ejemplo 7-20. En el ejemplo
••
res ~~ e{emcio muestra que las v~riaciones so~ en su mayoría muy simila-
ritmo y u ~rma general al propio tema, Y difieren principalmente en el
porcionan gran parte de la individualidad melódica de las diferentes varia-
ciones. Pronto nos ocuparemos de la función de las notas extrañas en el
capítulo 8 y consideraremos estos importantísimos aspectos de la estructu-
••
en ~s ~otas ornat?e~_tales. En el tema, las notas pequeñas son ra melódica en detalle.
gru.~eto~ e~cntos, en la vanac1on 1, las mismas notas adquieren una figu- Las variaciones de Mozart, si bien se adaptaban a la demostración an-
rac10;. n~m1ca Y las pocas notas añadidas no son más que pasos melódicos terior, son verdaderamenté un ejemplo poco típico de la forma tema con .
a pa u_ e notas del ~ema. En la variación 2 se da el mismo ti o de orna- variaciones, ya que en su mayor parte apenas se apartan del tema. Un pro-
••
menta_~1ón, pero el ntmo es diferente. La variación 3 es codio el tema
~er~ sm lo1 grupeto:; pa_rece más simple porque el interés de la variació~
est e en e ~comp~nam1ento, que no está anotado. En la variación 4 ha
cedimiento más habitual, en el tiempo de Mozart y después, es mantener
el tema original, de forma literal, en sólo una o dos variaciones como voz
secundaria, con diversas contramelodías superpuestas~ las otras variaciones
••
..jL
una m~yor diferencia, el s~lt~ de octava en el tercer compás. La variació~ cambiarán la melodía de manera más sustancial, variando la armonía de ! '
5 consigue su ~le~ento prmc1pal de variedad mediante el cambio al modo soporte, el compás, el modo e incluso la tonalidad. Considerando global-
r
mayor, la van~cton 6 mediante el cambio a un compás diferente y el uso
d
mente el periodo de la práctica común, las mejores obras que utilizan la
••
e un ntmo animado. forma tema con variaciones se caracterizan por sus desviaciones extremas
• ---
.------------------------·
•••
•• 106 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
•• Tema f
Andante
Pi,j
p
CJU Ir E 1- 1 r
l. Analícense las siguientes melodías desdt: ~I punto de yista de la
forma, frase, ritmo, estructura motívica y armoma mtema. Res.umanse las
•• Con moto
•• la identificación del primer tiempo fuerte. A partir de ahí, hay que consi-
derar las subunidades motívicas de modelos rítmicos o interválicos, y su
posible correlación con los cambios de armonía. Los puntos culminantes
· melódicos, así como los acentos rítmicos, suelen estar relacionados con
••
!.
ta en un pasaje dado, su estructura interna se puede ver con más claridad
en relación con el conjunto. Es importante, sin embargo, apreciar las ca-
•• FUNCIÓN Y ESTRUCTURA DE LA MELODÍA 109
•• ejemplos o diagramas .
2. Examínese una obra o movimiento con forma de tema con varia-
c. Menuetto
JJ J ¡J DTI¡J J J ¡J JTIJ ¡J Jm¡J JJJJ¡J J n ¡J J J¡
observaciones sobre cada melodía en un pequeño párrafo, acompañado de
u~
Re: I
.
V I V VI II V
J J J JJ JJJJ J J J J JJ J J J J J J n JJJJJJ J , ,
les son las diferencias? ¿cuáles son las semejanzas?
11 I I I = = I 1 1 I 11
Ir r 4--PJ-...i_.¡1r~-;J~1
(Schubert)
1 #11
1
d. Mazurka
Jm~t
IV O
n___J,,Jrn~
V I IV I
n~'\J¡..._¡¡.....,_J-:"ujJ.,_.)>4--¡n'.!..+'J.,·.~J?~1~JJ.....
1 +..-:1
V 1
l .~:";411J11
1
¡ 1tiff&1r 1
a) Cada melodía contendrá exactamente veinte notas.
b) El grado de tónica aparecerá siete veces .
e) El grado de dominante aparecerá seis veces.
•• f·i ·t17@187J1
~:
1t
'
1
c. (Andante)
l§rll
(J. S. Bach)
d) Dos notas tendrán puntillo.
e) El ámbito general de la melodía no sobrepasará la duodécima.
••
'1
¡'
1'
¡1
6. Constrúyase una melodía en Do mayor, compás de ¡, o~ho compa-
ses, en la que aparezcan los fragmentos siguientes, no necesanamente en
el orden dado.
••
l
d.
1J)Ji,
,¡ r rrr: r r1 r m
(SchumaM)
..
a, b.
11
c.
1 - 1
d. e.~
~11-~11
•• 3. Compónganse fragmentos melódicos para completar de forma apro-
•• a. Presto
•• +·J J JJ
\.
1 • IIl
IJ. Al J IJ J JI J J J J 1 J ilt---11
1
IV
)i;_j+;.-JJ
D lll I I\'
~V 1·
••
(.(.<e
(.<• NOTAS EXTRA~AS A LA ARMONIA 111
~·(.,.
intervalos· disonantes ha sido hasta ahora excluido de nuestra considera-
ción. En este capítulo estudiaremos las disonancias que sur~en en el mo-
vimiento melódico. Estas disonancias se llaman notas extranas a la arm?-
nía. Acabamos de ver que el movimiento melódico conjunto, ~I tipo ~as
re elemental del movimiento melódico, puede generar y resolver d1sona~c1as.
Nuestro propósito aquí será descubrir cómo sucede esto y cómo se ~Justa
8. Notas extrañas a la armonía
(.
a la.estructura melódica y armónica. , , _
, . El estilo de la armonía presupone que durante el penado de la practica
común armónica· los compositores tenían una mentalidad tan aferrada a
\.\. Es obvio que gran parte de la música contiene notas melódicas que no
forman parte de los acordes. En sentido literal, no existen notas extrañas a
los acordes que sólo escribían melodías con implicaciones armónicas. Esto
no significa que cada sonido melódico fuera un factor de un acorde; pode~
mos determinar con facilidad qué notas son factores de un acorde Y que
notas no lo son. En este libro recomendamos la comprensión de la melo-
día en términos de armonía, dejando los otros aspectos más l_ineales p_ar_a
ce la armonía, ya que las notas que suenan a la. vez crean siempre_ una armo-
(. nía. Pero el lenguaje de la arn:ionía ha evolucionado como cualquier otro el estudio del contrapunto y del análisis melódico. Este conseJo pedagog1-
co sin embargo, es también una advertencia: ni la armonía ni _el contra-
l(.(..
(1 lenguaje. Ciertas formas armónicas se han establecido mediante su uso, y
nosotros advertimos fa presencia de estas formas como una especie de es- pu'nto son en sí mismos una descripción completa de la práctica de los
queleto, o armazón armónico, sobre el que se apoya la compleja estructu- compositores.
ra melódica de la música.
La nota de paso
La disonancia melódica
- - -~ -- - ...., __ -- ........ -- Un salto melódico puede completarse con notas en todos sus grados
intermedios, diatónicos o cromáticos; estas notas intermedias se llaman
Hemos observado antes que la música polifónica es bidimensional, es
~ decir, vertical y horizontal. La polifonía presupone que el oído puede per-
notas de paso.
<•
(.\.~•
cibir una relación armónica entre dos notas que suenan simultáneamente,
y una relación melódica entre dos riotas que' suenan en sucesión. La com- EJEMPLO 8-1
binación de ambas es la relación contrapuntística, y la percepción del con-
trapunto por parte del oído es, a la vez, armónica y melódica. La música
(.(. más sencilla a base de acordes presentará relaciones melódicas entre sus
notas sucesivas y una relación contrapuntística entre sus voces separadas;
la más elaborada polifonía lineal tendrá relaciones contrapuntísticas entre ·
sus líneas melódicas, y relaciones armónicas entre sus notas simultáneas.
(.\.
cas sucesivas son factores de un acorde. El arpegiado de una tríada com-
porta necesariamente ·movimiento disjunto porque los factores de una tría-
da' no son notas adyacentes en· la escala. El movimiento conjunto, o por EJEMPLO 8-2.
segundas, ·implica una relación disonanté entre las notas adyacentes, pues-
to que las segundas mayores y menores son disonancias. Por otra parte,
un intervalo disonante puede resolverse en un intervalo consonante por un
(.(.~• dicho de otra manera,· las notas disonantes enlazan consonancias. Estas ob-
servaciones son la base de la teoría y práctica def cóntrapunto.
Hasta ahora hemos considerado las tríadas como elementos fijos en la
l.
para cambiar a la siguiente armonía. El movimiento melódico que produce
'
••
.
Cuando la bordadura retorna a la nota principal puede tener lugar un Dos o tres bordaduras al mismo tiempo en movimiento paralelo cons-
tituyen un acorde que podemos llamar acorde bordadura o acorde auxiliar.
•• cambio de armonía.
. la bordádura ?? es siempre una no_ta diatónica, sino que con frecuen-
cia se altera cromat1camente para aproximarse medio tono a la nota princi- EJEMPLO 8-12: Liszt, Les Pré/udes
••
pal. Cuando es por debzjo, tiene el carácter de una sensible momentánea
del grado de la escala al que tiende. · Andante acorde acorde
aux. aux .
Ja JJ
•• pedal de tónica
Mi:
e------- f·
V7
•• La: V
La bordadura incompleta (81) resulta de la omisión de la nota princi-
pal de inicio o de retorno. Es un componente de las fórmulas de escapada
••
y de la nota cercana que se tratarán más tarde, pero también se puede
La combinación ·de las bordaduras superior e inferior forma un grupó considerar independientemente de éstas. En el ejemplo siguiente, las bor-
melódico de cinco notas alrededor de la nota central. daduras incompletas son adornos de los factores arpegiados de la tríada de
•• Adagi~ grazioso
acorde ap. BI BI . •
••
•• Mib: 16 lV ~ del V V
La agrupación de. cinco notas del ejemplo anterior se encuentra a me- v'
•• nudo con la tercera nota omitida. Esta configuración se llama doble borda-
dura. lo que indica que hay una sola nota adornada por dos bordaduras. Muchos ejemplos de notas de adorno son bordaduras incompletas del
tipo «sensible», comparables a las del ejemplo anterior .
••
Valse: Allegro non troppo la quinta de una tríada en estado fundamental, permanece consonante con
,.-:-----:
la tercera, convirtiéndose en la fundamental de una tríada en primera in-
versión; 1a progresión resultante de este movimiento es muy débil, si es
•• IV
¡
•- '
:m E577FSZZ"OM1W Jtlt87-::r ·acc·xs:: rH
•• 117
••
116 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMúN NOTAS EXTRAÑAS A LA ARMONIA
•• Do: I (VI6 ) 1
Largo
1 •nt. ant.
•• La anticipación
•• sonoro de una nota. Desde el punto de vista rítmico es como una anacru-
sa de la nota anticipada, con la que normalmente no está ligada .
si: v 7 IV V
•• Todas las notas extrañas son rítmicamente débiles, con la única excep-
ción de la apoyatura. La derivación del término (del italiano appoggiare) da
una mejor idea de su carácter. Da la impresión de inclinarse sobre la nota
•• suelve sobre un factor consonante del acorde. Además, tenemos que con-
siderar el problema de la preparación. La apoyatura es un componente me-
lódico más suave, menos enfático, cuando está preparada con la aparición
• '
... -.lJ-.,_
===--·--·
••
•• 118
EJEMPLO 8-19
ARMONfA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
EJEMPLO 8-22
NOTAS EXTRA!>IAS A LA ARMONÍA 119
•• ap,
,. •• La ap·oratura es un. caso espe_cial entre las notas extrañas, puesto que
se caracteriza por sus diferentes tipos de preparación. En general las otras
!";
!J r JI : a 11..:
norma! nonnal
J
Inusual
11 ~r
mejor
11
••
•• Cuando la apoyatura resuelve puede cambiar !a armonía, incorporando
la nota de resolución esperada.
•• si: 1 V
disonancias preparadas
Il V I VI 7 U y7
EJEMPLO 8-24: Schumann, Álbum para la Juventud, op. 68: núm. 41,
••
••
••
N V VI N V
disonancias no pre paradas
si: V V6 iV6 del IV
Fall:N VI q
••
La apoyatura puede estar por debajo de la nota de resolución. La más
común de este tipo es la apoyatura de la sensible hacia la tónica .
. Al emple~r u~,ª apoyatura con un acorde a cuatro partes, es costumbre El ejemplo anterior presenta un empleo, en el siglo XIX, de la notación
evitar la dup!Jcac1on de la not~ de resolución, en especial cuando la apoya- convencional del siglo XVIII que utilizaba un símbolo ornamental especial
•
••
•• 120 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
EJEMPLO 8-25: Chopin, Preludio, op. 28, núm. 8
NOTAS EXTRAÑAS A LA ARMONIA
EJEMPLO 8-28: Bizet, L'Arlésienne, suite núm. l: IV, Caril/on
121
••
t
(Molto agitato)
.. "¡f 1 1 r.,
• r-....- = e
l • (p),.
•• 1 r 1
.,
••
fall: m ·u' v1
·,
Véanse también los ejemplos 5-27, 8-8, 11-13, 28-30, 31-61.
••
EJEMPLO 8-26: Beethoven, Sonata, op. 2, núm. 1, 111
Varias apoyaturas simultáneas forman un acorde apoyatura. El más fa .
miliar es el .acorde de dominante sobre el bajo de tónica. Se llama V/1
••
muestra la resolución .
•• Andantino
.--.. El retardo es una nota cuya progresión natural ha sido rítmicamente
retrasada. (Véase ejemplo 8-30.) El retardo se forma sobre el tiempo fuerte o
••
de la apoyatura· preparada. (Merece la pena observar que esta diferencia
era considerada importante en el contrapunto estricto del siglo XVI, que
si: 1 V del 111 1116 V1 del 111 111 v ms+ VI ll(N)f ij V permitía el retardo pero no la apoyatura.)
(Vl+ del VI)
•• :t:..:-
fi:
ir'
a la ~ez que la sensible en el acorde de dominante. Esto comporta el inu-
s~al m,tervalo de octava disminuida en lo que se llama una falsa relación
simultanea.
••
•• 123
••
122 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN NOTAS EXTRAÑAS A LA ARMONIA
EJEMPLO 8-31: Couperin, Piezas para clave, libro 11, sexto orden: Cuando se retardan varias notas a la vez se forma un acorde retardado,
Les Barricades mystérieuses de manera que es posible oír dos armonías al mismo tiempo, un efecto
•• R
~~
Pr
familiar en las cadencias.
•• f.
p R R R
PT
R R
R
R
R
••
'
••
r r
En muchas situaciones, sin embargo, no es posible distinguir entre re-
tardo y apoyatura preparada, ni tiene mayor importancia. En el siguiente
ejemplo, las notas repetidas de los segundos violines están claramente des-
¡ o:::-:---;.,.,. ret .
••
EJEMPLO 8-32: Mozart, Concierto para piano, K. 467, II La nota escapada y nota cercana, en sus formas más características, son
interpolaciones entre un retardo y su resolución o entre una apoyatura Y
Andante su resolución. Su forma esencial consta respectivamente de una segunda
JªP~_J~ i~ seguida de un salto y viceversa, con el segundo movimient?. s_iempre e!l
•• :
de modo que es necesario volver mediante una segunda a la nota de des-
tinación .
•• 1t V: del
fa: ¡6 y9 (7) V V Ct) ('I)
EJEMPLO 8-35
J··
En general, el retardo resuelve hacia el grado inferior de la escala, aun- ¡/· E C
~ r---v r .J r r r v
1
•• ~'
t-l
que no es rara la resolución ascendente. Si el retardo es una sensible, o
una nota cromática ascendente, tendrá una resolución natural hacia la nota
superior. (Véase ejemplo 8-25.) movimiento melódico
II
movimienlD melódico
11 11
••
8
•• Mi~: V%
3
V del 11 11 V del m m
Do: l V'
•
' .•
•• 124 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
•• Andante e
R,.....,.""I'"-,-~ Allegro
••
:1
•• biara del contrapunto del siglo xv,, pero este término resulta hoy día ob-
soleto.
Los modelos melódicos de la escapada y de la nota cercana pueden
••
disonante con el acorde; la nota cercana será disonante con el acorde de
destinación. Re: V 1 (V 6 del IV)(IV)Vll 61 V
J. •IM
~!::w:;1·:=m1=:::1
nota está retardada es al menos el valor de un tiempo entero o un pulso .
••
Hay, sin embargo, cierto número de resoluciones ornamentales del retar-
do que pueden proporcionar actividad melódica antes de que llegue la ver-
dadera nota de resolución. Junto a la escapada y la· nota cercana, estas
resoluciones ornamentales pueden ocurrir en la forma de bordadura o de
•• anticipación, o pueden ser una nota del acorde insertada entre el retardo y
su resolución .
•• EJEMPLO
B
8-38
•
: ras
-·id
••
•• 126 ARMONfA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
en una tríada de Do mayor; pero sin mucho esfuerzo se puede oír como
NOTAS EXTRAÑAS A LA ARMONIA
••
••
•• Do: 1
El pedal
V7 del IV 1v 1 [16
•• versos cambios de armonía. El pedal es una excepción entre las notas ex-
trañas, ya que tiene carácter melódico. Tiende a mantener el ritmo armó- Piu mosso (Andante sostenuto)
¡
nico estático, y su efecto se ve algo compensado por el uso de acordes A, > > > . > > > >
.
11V
enarm.) (enarm.
.
L
- í-....Y;r"" r,
1 J
> __t ..
..... í
,-
:¡
--- L L 1 1 1· 1 1
••
un pedal del órgano mientras se improvisaba sobre los manuales. Sin em-
bargo, el desarrollo subsecuente de este recurso por parte de los composi-
tores parece lejos de las implicaciones de su nombre. A menudo rompe -
los modelos rítmicos y es adornado con otras notas, consiguiendo incluso
•• ñante pueda alejarse mucho. Uno de los empleos más comunes del pedal
de dominante es una preparación para la sección de recapitulación de un
movimiento en la forma de allegro de sonata, o en una introducción lenta,
'N 1 V; del IV IVi
(men.)
••
ción codal con una particular mezcla punzante del pedal de tónica y la disonantes, a veces es posible considerarlo como una prolongac1ón de_ un
armonía de dominante. El acorde de séptima de dominante se distribuye solo acorde, con la armonía intermedia como un acorde de notas extranas.
entre la cuerda aguda, cuatro trompas y todas las maderas; el pedal de
tónica, a cuatro octavas, es tomado por los cellos, contrabajos, timbal y
•• dos trompetas .
•
••
•• 128 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
•• 2.
base de la frase. Tomemos, por ejemplo, La mayor, 1-IV-11-V-L
Construyamos una melodía de bajo a partir de estas fundamenta-
les permitiendo la posibilidad de que pueda aparecer la tercera de
la tríada para una mayor flexibilidad melódica y suavidad .
•• EJEMPLO 8-47
•• Vi (may.) ,i•#~ J J I J J IJ J l 11 : u
••
EJEMPLO 8-48
longitud, con mucha actividad contrapuntística, corno la fuga que concluye
la parte III del Réquiem alemán de Brahms, treinta y seis compases de ; en
¡
;
.... ll 1 l t t 1 1
¡ tiempo moderado .
.,
•• 1
,¡
A veces se emplea un pedal doble, normalmente tónica y dominante,
en la forma de un bajo de bordón, haciendo la tonalidad aún más estable.
El bordón del ejemplo siguiente se mantiene durante toda la pieza.
.
T 1
tt !t -~ d
- i~ ~
••
•• ¡ w
4. Consideremos las diversas posibilidades de notas extrañas que se
pueden aplicar, comenzando con las más simples. Puede resultar
preferible readaptar la distribución de los factores de los acordes
que se había conseguido en el primer momento .
•• ped. dom.
ped. tón.
sol: 1 n V1 del IV m V del IV V
EJEMPLO 8-49
•• Aplicación
':!Í.1
p
e
••
tan a un bajo dado o a una melodía de soprano, decidiendo qué notas son
esenciales y qué notas son extrañas. En este aspecto será útil la experien-
cia' acumulada en el análisis armónico de composiciones .
El proceso constructivo deberá fundamentarse en la hipótesis de que 5. Una vez decididas las ampliaciones más simples de la textura bási-
•• ' '
·la armonía es el origen de la melodía. Los pasos serán los siguientes: ca, se pueden añadir ornamentaciones más elaboradas a las diver·
íWEFttfliti S"TEOt
•• .:f
!' ~··.
.r
l.•• EJEMPLO
sas partes. El número de posibilidades en este nivel es prácticamen-
te ilimitado, pero no hay ningún mérito en afanarse por la comple-
jidad en si misma.
8-50
'f
•'
a.
1
6- S 6- S 6- S- 6
11
•• p ap. B
.
•.1
'
•• c i 1p.
~ B
6-l-• i- 6 -
••
S- 6-6-í~s- 6- s-
p p p ,r
la: 1 (Vi) 16 IV (V; del 11) 11 v;t1 V
2: p g. Ef EfI EEE! aJJ1.hJaJ J~ 1
•• ·- 6 - S S 6 6 • 6 6 6 S 6 S 6 1- -
•• EJERCICIOS
•• las notas extrañas a los ejercicios escritos, a menos que se indique lo con-
trario. Los ejercicios de este capítulo ·tienen instrucciones y sugerencias es-
pecíficas sobre cómo hacerlo; los capítulos próximos dan por supuestas las
ª·
•• de las notas extrañas mediante los símbolos apropiados que hemos pre-
sentado en este capítulo {después de los primeros ejercicios no será nece-
sario indicar todas las notas de paso).
••
1. Aplíquese el proceso en cinco pasos explicado más arriba a las si-
guientes progresiones de fundamentales, usando cada una como base de b.
una frase de cuatro compases. Préstese mucha atención al ritmo de los
cambios armónicos.
•• a) Si b mayor: 1-Vl-11-V-VI-V-I
b) do# menor: 1-V-I-IV-11-V-VI
j)
4 3 7 7 6 i
-
6 5 6 6-
,
í.
•• -J
1 1 1 1
notas extrañas a las voces superiores. La mayoría de las veces las partes Á 1
'
superiores se moverán al mismo ritmo que los cambios de cifrado. (Re- "'
-
!
tJ
cuérdese que 5- indica una triada en posición fundamental con las partes
••
6 6 6 6 6 S 4
,.......,___
ts -- . ~ ·- _,, --- __r_
••
•• 132 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
•• ntmo propuesto Y las notas. extrañas indicadas. (La nota dada tiene que
~er. una u otra de las notas resultantes de la subdivisión. Cuando no se
1~d1ca una nota extraña en la subdivisión, las dos notas son factores arpe-
cifrado. Algunos. fragmentos ya han sido realizados .
•• J J
p
1
: J
B
1J
IP.
J J J J
Op. •P·
J J J J J J
p :
~
u:...J 1 ~ r ~ r
-
- -
1
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L
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¡. 1 ··v '-=-- 1
'
¡
J
••
I\ ~ 1 1 1 1 -
' 1 1
¡ 7. Constrúyase un bajo para la siguiente melodía a partir del ritmo y
~ 1r las notas extrañas indicadas.
..
••
1
: ~
r j
1
r r r r T 1 1 1
1
•• p
••
a.
¡' análisis de las fundamentales, identifiquense las notas extrañas a la armo-
==w•2 r JJ J r 1-U r r I r U r r 1_,J¡ü JJ J 11 i
.
nía.
••• b.
'ªde J ir r J IJJJ J IJ .. 1 ;. 11
1
1
!
'
Schumann, Andante y variaciones, op. 46
¡;;;;;;-:==---- ~
, .~
•• c.
;tgvr r gr IJ .GJ 9r Ir ¡jJ JI J .ílJ IJ JjJ Ir na
" '
1•• , .J .J 1
., ., ,,-,,1....,.~..,..--'!!,
----=--= ====-
r 1 1 r
1
1
1 . j
••
1
p
d.
¡;; lu.J~ 1-~J .J
. ,:9
•• · Sib:
1
y7191/J v: del IV IV v; del V. V
-1
1
J
• Jo
----
•• •
.
••
•• ¡; EJEMPLO 9- J
ARMONIZACIÓN DE UNA MELODIA 135
••
••
•• · 9. Armonización de una melodía
IVVI VN IV
••
armónico, expreso o implícito. Así pues, el proceso de armonización no
significa tanto la invención como, en cierto sentido, el descubrimiento de Do, tónica de Sol y mediante de Mi. Las t~nalidades que_ conltenen u~
la armonía implícita en la melodía . bemol o más no son aceptables a causa del s,q de la melodia, y las tonali-
dades con dos o más sostenidos se han descartado por la presencía del
Una buena armonización, pues, requiere una evaluación de las alterna-
•••
tivas entre los acordes disponibles, una elección razonada de una de estas Doq. La ausencia de Fa hace posible escoger tonalidades c~n Fa# o Faq.
En la versión en mi menor se ha utilizado la tríada de sensible en estado
alternativas y la clara realización de la textura de las partes añadidas con la
debida consideración a un estilo consecuente. Todos estos criterios impli- fundamental para el La del soprano, y aquí es con clarid~d una fo_rma ~e
armonía de dominante, aunque no sea el acorde de dommante mas satis·
can elecciones musicales, y rara vez podremos decir que una determinada
opción es la mejor; Jo más probable es que sólo haya unas opciones mejo- factorio que podríamos utilizar.
•• poración de notas extrañas. siempre constante, pero hay dos maneras de escapa~ a la regularidad de
un acorde para cada nota del soprano: los saltos melódicos y las notas man-
tenidas .
••
·1uego, la tonalidad de la melodía. Algunas mélodías de carácter restringido Las excepciones a esta norma dependen generalmente de cuestiones
pueden ofrecer la posibilidad de diferentes tonalidades y modos, incluso si de ritmo armónico. Si una de las dos notas implicadas en el sal!~ cae sobre
nos limitamos a triadas en estado fundamental. un tiempo débil, entonces se recomienda un cambio de armorna.
••
------,---=--=---==- ----
••
••
136 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN . ARMONIZACIÓN DE UNA MELODIA 137
EJEMPLO 9-2 EJEMPLO 9-5
•• A Jol
•• .d.
••
Sol: , _ _ _ _v
Sol: 1 VI IV V ID VJ V
••
EJEMPLO 9-3
sin cambio de fundamental, lo que a veces resultará preferible .
A ,i 1 1
•• ~ 1
.Q
1 1
..J -o
-
1
.d. .o..
EJEMPLO 9-6
/l Jol
•• Sol: f V
1
~
r
V
..,
r r; ~·
J .d. j o .
EJEMPLO 9-4
Después de escoger una tonalidad adecuada y de haber tomado una
decisión preliminar de la frecuencia general de los cambios de acordes,
cada nota de la melodía dada debe examinarse como una nota potencial
•• .O•
cada nota, ya que las notas del bajo eran a la vez las fundamentales de las
tríadas. Cuando se da una voz superior, cada nota ofrece una posibilidad
de tres tríadas, puesto que la nota dada puede ser la fundamental, la terce-
•• Sol: 1 V ~ 1 V
ra o la quinta de un acorde .
•• EJEMPLO 9-7
funda-
¡~
Notas mantenidas ,. mental tercera quinla
••
En el siguiente ejemplo mostramos la aplicación de este procedimiento mos el I del compás 3 y, por razones de unidad, decidimos que es mejor
previo a una breve parte de soprano: utilizar el I en el primer compás para que la tónica no aparezca sólo en el
acorde final. En el compás 4 se pueden incluir bajo la misma nota del
soprano el IV y el 11, añadiendo variedad de ritmo melódico y armónico,_ y
••
EJEMPLO 9-8
en tal caso no utilizaríamos el II en el compás 5, sino que tomaríamos el
S 6 V para todo el compás.
El resultado de todo este razonamiento nos lleva a la conclusión que
ri #J
•• si:
VIVO
m n
1
VD
VDV
rm
vr I
NVI
N
VD
n
1
D VD
VD V
V m
I e
VI
N
1
11 exponemos a continuación, con la parte de bajo resultante. Es obvio que es-
ta no es la única conclusión posible, pero parece ser buena. La compara-
ción de las dos curvas melódicas presenta una buena cantidad de movi-
•• Selección de acordes
miento contrario, una cualidad que debemos buscar entre soprano Y bajo .
9-10
••
EJEMPLO
•• capítulos 3 y 4 .
Consideraremos en primer lugar sólo tríadas en estado fundamental.
Comenzando por el último compás del ejemplo anterior, podemos elimi-
••
favor del IV o del II, ambos más fuertes. En el compás 3, tanto el I como : como sea posible y de evitar las octavas y quintas paralelas.
el VI podrían servir para todo el compás. En el compás 2 se pueden ta-
char los VII, ya que pueden ser absorbidos por el V del primer compás,
resultando un exceso de armonía de dominante. También el JI sería una 9-11
••
EJEMPLO
elección problemática para el segundo tiempo del compás 2, ya que for-
maría octavas paralelas si fuera seguido por el I, y daría un intervalo poco " . - J 1 1 • 1 1
••..
l
satisfactorio en el bajo si es seguido por el VI. Así, podernos concluir que
-•••
para el compás 2 son más apropiadas las sucesiones IV-V o 11-V. Tras estas tJ
JI 1 J_
- .d.
eliminaciones nos quedan las siguientes alternativas: ,Q "'j J ., 1 J .o
Considerando lo que tenemos ahora desde el punto de vista de la uni- ~
••
si: N V VI IV D y_·
na un buen contraste con la progresión cadencia! V-I. Así pues, elimina-
••
EJEMPLO 9-9 Si se incluyen triadas en primera inversión, habrá muchas posibil!da-
des para formar la línea del bajo, si bien éstas no bast~n para ga_ra~trzar
S 6
un resultado mejor. En efecto, el Il 6 del cuarto campas en el srgmente
Ia
•• si:
V
m
1
IV'
D
V
1
vr 1
IV
n
j V #•J
n
V
11
ejemplo es bastante débil sin el movimiento del bajo.
••
VI V omitir alguno de estos paso_s en favor de una armonización que se le pre-
-------~_ ..._.. ---- .. _ __ _____
••
•• 140
EJEMPLO 9-12
ARMONIA TON~L EN LA PRÁCTICA COMÚN ARMONIZACIÓN DE UNA MELODIA
•• JI" J 1 1 1 1 1
i
!.
caso con la tercera duplicada .
d) Una tercera entre soprano y bajo significará una tríada en estado
fundamental o en primera inversión, sin especificaciones con res-
••
t
" J. ..J J
1
1
1
,.J
1
..J j .J .i.1J .J A
pecto a la duplicación.
•• s1:
¡
I
-
1
i6/
' ''I
rr v•
1
VI'
1
m -
N 11•
-v
Con este repertorio de intervalos posibles, construiremos ahora algu-
nas líneas de bajo sobre una melodía dada, prestando atención sobre todo
a las características melódicas del bajo y considerando sólo en segundo lugar
las fundamentales de los acordes resultantes. Escogemos para ello una frase
de cuatro compases que acaba con una semicadencia, o sea, una cadencia
9-13·
••
EJEMPLO
Aproximación contrapuntística: melodía y bajo
••
En el método de armonización que acabamos de describir, la selección
final de los acord~s se basaba principalmente en la conducción de las voces
dentro de las progresiones de acordes. La línea del bajo surgía como re-
sultado de este proceso de selección; aunque algunos de los detalles de la
•• línea del bajo, como el principio y el final sobre la nota de tónica deben
tenerse presentes desde el primer momento, nosotros estábamos i~teresa-
dos en el bajo sobre todo como una sucesión de fundamentales y no como b.
l. ••
los acordes posibles. Veamos de qué posibilidades disponemos si planea-
mos la armonización considerando en conjunto la melodía y la línea del
bajo .
En primer lugar, puesto que sólo utilizamos tríadas en estado fun-
damental y primera inversión, sólo habrá cuatro intervalos posibles entre c.
••
en pocas ocasiones, sólo si se utilizan en estado fundamental 'el III o ;'
el Hd en e11 mfiodo menor, o el VII en ambos modos.) Estos intervalos se j
pue en c asi 1car según su posible aplicación en nuestras estrictas candi- i
ciones: ,
•
a :na tEldttMeti
••
•• 142 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN ARMONIZACIÓN DE UNA MELODIA 143
damental sin una manipulación excesiva de las partes interiores para evitar
••
nIr i1: ;1I
quintas y octavas paralelas; por otra parte, no resultaría muy aconsejable
que todas las triadas estuvieran en primera inversión, ya que el VI6 con el
Si t, en el bajo es débil delante del V en el final. La mejor armonización
para estos dos compases sería I-l 6-Vll1I_¡, solución que elimina el exceso
••
t!:: n~ 1: W'. ~
en la versión d, la línea del bajo tiene una tendencia hacia la tónica; pode-
mos aceptar en esta ocasión los dos saltos seguidos en la misma dirección .
Pero el resto de la melodía del bajo no presenta suficiente movimiento
•• 1 ~: 1
conjunto como para compensar los saltos, y la octava directa sobre el Re
en el tercer compás no es muy adecuada, ya que implica una armoniza-
ción débil con un III o un 16 con la tercera duplicada.
••
fundamental. El bajo es melódicamente flojo, construido por completo con
saltos, la nota de tónica aparece cinco veces y suena como un «ejercicio gundo compás de a, b, o e, y probablemente sería mejor armonizar igual
elemental de bajo» semejante a los primeros del capítulo 3. Esto es preci- ambas notas, de manera que se evitara la relación débil 1-111; para ello, el
samente lo que intentamos evitar en esta aproximación al contrapunto a 16 no resulta tan fuerte como el I en estado fundamental, y la única otra
•• dos partes.
La solución b es mucho mejor. La tónica aparece tres veces pero sólo
cerca del inicio de la frase, ~onde puede estar afirmada con fue;za en con-
alternativa, el 111, da una sensación más estática que el 16 y es algo débil
después del V. El final es mucho menos satisfactorio, VI-V6 o VI-VII, al
igual que el trítono melódico en los tiempos fuertes sucesivos de los dos
•• pendencia al soprano y al bajo la mayor parte del tiempo. La repetición truimos unas adecuadas partes interiores, podemos llegar a una armoniza-
del Fa al final del descenso del bajo es una debilidad melódica y su armo- ción como la siguiente:
nización, que tendría que ser 1116-V, también es floja. • '
••
La solución e es algo mejor. Hay una buena distribución de movimiento EJEMPLO 9-14
contrario entre· las dos partes, aunque no tanto como pam llegar a ser auto-
mático. El Sol ·del primer compás sirve al bajo para alejarse de la tónica, lo
que hace el retorno de la tónica en el segundo compás algo menos repeti-
•• primera inversión .
La solución d muestra un inicio aún más imaginativo. La nota de tóni-
ca no aparece hasta el segundo compás, pero es sin duda el objetivo de la
•• línea del bajo y de este modo adquiere más fuerza cuando aparece. Los Debemos tener en cuenta, sin embargo, que se pueden encontrar otras
compases_ ~~gundo y tercero repiten las tres últimas notas del principio, soluciones satisfactorias o incluso mejores, ya que las seis líneas de bajo
una repebc1on poco deseable pero que queda algo compensada por el ritmo que hemos examinado en detalle no agotan todas las posibilidades, inclu-
so si nos ceñimos a la restricción de emplear tríadas en estado fundamen-
••
diferente. Además, estos compases muestran cuatro terceras sucesivas. No
sería posible armonizar estas últimas con todas las triadas en estado fun- tal y e·n primera inversión en un movimiento nota-contra-nota.
•
, .• mwzvn rz sw 11 fiF C$(1
•• 144
Empleo de fórmulas
ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN ARMONIZACIÓN DE UNA MELODIA
•
movimiento casi constante de valores iguales, requerirá generalmente una
<{palabras» es muy util a l? hora de planificar una armonización. Cuando armonización nota-contra-nota, con el ritmo armónico similar al ritmo me-
•• EJEMPLO 9-15
sibles ritmos armónicos que se adaptarán mejor a ella. El ideal al que se
debe tender es el de obtener consistencia en la textura y equilibrio en el
movimiento entre las partes. No hay nada peor que una armonización pe-
•
destre correcta en todos los detalles de conducción de las voces pero que
no añ~de ningún interés al soporte de la melodía dada.
EJEMPLO 9-16
EJEMPLO 9-18
b.
••• í u ~ 1 l. 1
1
1 1
l
} .;
1 ;•
,.·
?1 - ._ .a J .1,
••
' ~
1
1 1 1 1 1 1
Sol: V 1 V' 1 N 6 V6 1 Nl'NIV
Sol: IV J V
IIIDVYJ IVIVYJ
•• EJEMPLO 9-17
il .i 1 1
' :
~
' '
i¡,
textura no la sostiene convincentemente. La armonización de b. por otra
parte, tiene un máximo de actividad armónica y la textura es completa-
mente homofónica; el ritmo armónico y el ritmo melódico son idénticos
•• r
.. ... .J .
tJ en todas partes, y el mismo tipo de textura, de continuar largo rato, resul-
.J.'
t
r
1 1
1
1 1 1 1 '
~ J
1
j 1
-t J .J taría aburrido .
1
-1
•• 1
Sol: IV W6
J J
V VI (V6 1 VD6 J6
1
VJJ6 ¡6
1 1
fi6 y¡
EJEMPLO 9-19
d•
••
if:t/
•• 1~~~- ·:
••
146 ARMONfA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN ARMONIZACIÓN DE UNA MELODIA 147
y primera inversión. Escnbanse dos versiones de cada armonización utili-
••
zando las alternativas indicadas.
ªf ~-! j j 1 r r e1J ~ IJ ,J
•• ii 11
••
V V V6
VI IJ6 VlJ6 16 IV 16 VD' D6 V
V Vl 11 6 (11) V6 f IV V b.
•• (1) IV V
r 1r
VI VI
r1rrr1r J 1 .1
V 16 IV
H !·,
1:
••
16 f ¡6 VI D r >
d.
En e tenemos un ritmo armónico de negras en el primer compás y ' ·
blancas en el segundo. Esta versión es mucho mejor que a, pero con todos r 'Jt¡~ 7 _f J 1,j
e ¡la iPJ ., 1 1 r pJ J J I 1 ~ 1 J J J. ; J,J r u
•• los acordes en estado fundamental y los valores más pequeños sólo en la _?
melodía, esta armonización resulta bastante inexpresiva y fatigosa. Puesto -l;
que d incluye triadas en primera inversión, tiene un bajo mejor que e, pero '
I
VI
JV6 V del 111
V6
••
armónico que e, pero con la adición de una línea de bajo muy contrastada sustancialmente diferente utilizando notas extranas en las partes anad1das .
con la melodía dada tanto en ritmo como en contorno. En la semicaden- .l
cia, donde la melodía se mantiene, el movimiento del bajo está acompaña- ª·
do en una voz interior. La armonización demuestra cuánto se puede enri- j ,] 1 e 11
~Vi r r 1r r r 1J
•• quecer una textura utilizando sólo notas de paso; excepto la escapada de
Re en el primer compás, estas son las únicas notas extrañas presentes. El
ejemplo siguiente,/, es muy parecido a e, pero el movimiento de corcheas
Ir
EJERCICIOS
•¡ _ ·
e•
OI 11
••
•• -
•• ~ t,#é J J JJ J r' p J J r rJ J '.,
t
148 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
¡
ARMONIZACIÓN DE UNA MELODIA
•• I IF· I J IJ .J IJ JI E IJ J 1..
r
'
do triadas en estado fundamentala y en primera inversión .
•• ~ ,1J r r r I rijr J I J I u
a, P
1
P P P
J
P
•• b. B B B
w w
B
A
•• f ,'i J J J J J
C•
1
ap . · •P .
#j l¡J Ij
ap. ap .
I j ¡J I j. 11 '
••
j
¡
;
1 6. Annonícense las frases siguientes, extraídas de melodías de cora-
•• ·¡
j
r ·
les usando tríadas en estado fundamental y en primera inversión, y arpe-
giados y notas extrañas con un valor no inferior a la corchea. Bajo el cal-
derón, todas las voces inferiores deben tener el mismo valor que la nota
•• del soprano .
•• 4g; J r r r r r r r r r r r r,.
4. Armonícense las siguientes partes de soprano después de hacer un
cuidadoso análisis melódico para determinar las notas extrañas presentes .
a, Ya/ti wül kh dir gtbtn
e I I
r.--
I
. r.--
I 11
•• f J J. }J J J JjJ
b. Allt Mttuehtn mii.utn sterbtn
•• b. Moderato
•1c: EJ JI I J J J 1W. 11
,' . '
•• 4i nJ J u, au Jo In r uIn r Jn a
b I I w .J I I I J 11 ·!
1
•• f ! Jª 1!' rl -dd JI JI J f' 1 1rrIJJI Jj 1..JJ I IJ,; l 1 lj _" f h! J IJ J J CIU r ] FIJ FIJ J JH
e, Allegro
J Jo
,:"
d. Ach Golt vom Himmtl. sith dlutln
.J J
•
a 11 e 1
!.•
••
••
l.
150 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
•• f•i\: Fl F F r r IF' FI r r r r IJ ] 1
•• f.
"iU
~1
O Gott, du fromml!r Ga11
•e ¡ ---1
1
r.-
J E r r I r ir1J3JJ1WJJU
•• 7. Análisis. Analizar el siguiente fragmento indicando con cuidado
Cuando las notas de una tríada están colocadas de manera que la quin-
•• .J
ta es la nota más baja, decimos que la tríada está en segunda inversión, y
en esta posición se conoce como acorde de cuarta y sexta; los intervalos
entre el bajo y las vóces superiores son una cuarta y una sexta .
•• EJEMPLO 10-1
••
•• El acorde de cuarta y sexta es inestable, ya que la cuarta es un interva-
•• lo disonante cuando su nota más grave está en el bajo. En sus usos carac-
terísticos, es el producto del movimiento melódico entre dos armonías es-
tables y por tanto podemos considerarlos como una agrupación de notas
•• extrañas .
••
de de cuarta y sexta de tónica que precede a la dominante en una caden-
cia. Este es el acorde de cuarta y sexta cadencia/. Su efecto es el <;le un
acorde de dominante en el cual la cuarta y la sexta son apoyaturas de la
tercera y la quinta respectivamente, mientras al mismo tiempo atrae la aten-
•• ción del oído h~cia el grado de tónica como nota de movimiento. Así, el
acorde de cuarta y sexta de tónica, utilizado de esta manera, comparte pro-
piedades de tónica y de dominante a la vez, y por esta razón es un acorde
•
fflMN 'f t:tEriJHB" ~,e,·awíM#=-wMH:rii~y355Y711·re·~1-.fttiititi"FiWWMJ j éci\f
••
•• 152
EJEMPLO 10-2
ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN EL ACORDE DE CUARTA Y SEXTA
•• "
Massig
1 J i 1 1 J
'
•• l
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fJ j J
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J- ~ di
1~ 1~
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•• Do: IV
1
vnt V de! VI IV Ji
¡
V
••
mental.
Compárese el ejemplo anterior con el siguiente, estrechamente relacio-
nado por su relativo grado de disonancia.
•• EJEMPLO
,. a. 1
10-3
b. ap. e ap . dªP· e.
lp
1i/
p
••
1 1 • 1 1 • 1 1 f.
-'--' 1 J 1
~
tJ p
(fil6) dii s 7
s {IJ) 13
4-J
••
4-3 11
•• EJEMPLO 10-4
•• ~! :1~ ~ 1! ~ ~ 1~ J : J JB 1 J ~ ~ Do: Jf V
•• IV 1~ V 1~ V VI lf . V 1 1: V
Los acordes de V y III son menos apropi~~os para i_ntroducir _el. acorde -
•
•• 154
- r::« a masan: ttrst n11 tsnttttr:ruc,ftfstz rcr;_r
•• EJEMPLO 10-8
ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
EL ACORDE DE CUARTA Y SEXTA
EJEMPLO ·10-11: Brahms, lntermezzo, op. 117, núm. 3
155
•• 11)
" 1
(I!)
1 t
1
--
O!>
1 1
1
1 1
Piu lento ( Andante con moto)
p tp,
••
Oíl
.
V m y __ v __
m'
••
muy débil
•
•• EJEMPLO 10-9
l
do se procura realizar su resolución natural a la segunda m~en?r. Las re-
soluciones siguientes representan excepciones a esta regla, s1 bien no son
infrecuentes .
¡
1 1 1
"
•• I}
:
1
Uil
1
{lt)
- EJEMPLO 10-12
,_
,A
" '
.
1 1
•• - v
~
1 tJ 1
v____ 1 1
111 V~-
•• la armonía básica de los primeros dos tiempos es en realidad un VI. EJEMPLO 10-13: Mozart, Cuarteto de cuerda, K. 421, II
Andante
lf
•• SH: 1 v: del VI en:, V1 V 6 del V 1¡ Y7
EJEMPLO 10-14: Schubert, Sü¡fonía núm. 8 («Inacabada))), I
Allegro moderato
1
•• Si bien la sexta y la cuarta son por su origen notas extrañas, pueden
•'
1
(WJ
••
funcionar como notas melódicas principales ornamentadas. Así, el Mi en_
el segundo compás del ejemplo l0-11, la sexta del acorde, es adornado por
la apoyatura Fa# y la bordadura Re#.
••
•• EL ACORDE DE CUARTA Y SEXTA 157
••
156 ARMONlA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
Entre el acorde de cuarta y sexta y su resolución a la dominante se ta y la sexta notas extrañas. Probablem_ente, el seis-cuatro de subdominan-
pueden interpolar otros acordes. La cualidad de suspensión inherentes al te es el ejemplo más común de este tipo.
••
•• ! Sí 1: VI fi6
J
fi7 lf D6 V
.d.
EJEMPLO
[ (IVV V ()~) V
•• acorde
aux .
••
EJEMPLO
l •
• Solb: (IVi) l (IVj) 1
AUegretto spiritoso
-=----
••
dominante.
,. •• ple considerando una sola fundamental para los tres acordes, siendo la cuar- Véase también el ejemplo 19-11.
••
•• 158 ARMONfA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN EL ACORDE DE CUARTA Y SEXTA 159
••
EJ acorde de cuarta y sexta de paso
EJEMPLO 10-22: Beethoven, Sonata, op. 13 («Patética»), 1
Es el bajo, más que las voces superiores, el que da su nombre al acor-
de de cuarta y sexta de paso. En este caso, el bajo es una nota de paso
•• EJEMPLO 10-20
EJEMPLO 10-23: Schubert, lmpromptu, op. 90, núm. 1
••
••
••
do: V <li) V<71 V [6 (lj) y1
EJEMPLO 10-21: Mozart, Sonata, K. 330, II
Andante cantabile El acorde de cuarta y sexta arpegiado y otras formas
•• Fa: 16 Vf I
(I_
IV6 16 V del V
IV_ _ 1 V del V
lfV
Y_)
importante desde el punto de vista contrapuntistico y no es otra cosa que
una nota en un acorde arpegiado .
•• pero que son rítmicamente fuertes con respecto a los acordes que los ro.
dean. El v: de paso en el siguiente ejemplo, a pesar de su acento rítmico
tiene poco efecto_ armónico sobre la función de tónica del compás, compa~
••
p
rado con la dominante mucho más fuerte del compás siguiente.
••
Do: 1 V/1
En el caso más frecuente de este tipo, la quinta se alterna con la fun- EJEMPLO 10-27
EL ACORDE DE CUARTA Y SEXTA 161
••
ca. El seis-cuatro arpegiado se encuentra a menudo en música para tecla- ·" V l 1 1 1 1 1
J· l
-
do como parte de algunas figuraciones, como los bajos de Alberti, y en { a" "-rl ~
acompañamientos con cierto carácter de textura, como en los valses y las
marchas.
•• ción de suspensión del acorde de cuarta y sexta y han explotado este efec-
to mediante resoluciones insólitas. El ejemplo siguiente es comparable en
su conducción de las voces al seis-cuatro arpegiado no disonante del tipo
•• .'
sobre el tiempo del tercer compás es el único elemento presente de la
dominante .
••
Langsam
--T"
••
re: ~ del V
EJEMPLO 10-29
:!
••
1 1
1 l
" l 1
' 1 1 l
' :i-l.
. ,J.
Junto al seis-cuatro auxiliar y al seis-cuatro de paso, se encuentran otros
r -· . ~p
!
1 [
"J
!
l
•• _J J
tipos de acordes de cuarta y sexta de origen contrapuntístico que se pue-
den entender como agrupaciones de diversas notas extrañas. En general, J .d. e .d. J _J e e' e• n, : ¡1¡
,, -,
no tienen suficiente importancia rítmica como para ser considerados como i- ;/ i
acordes, sino que más bien deberían interpretarse como combinaciones de r 1 1
¡', 1 i
•
= rnm rtw:nn srtr1rer:wvuau11 es w - ·x-wr;wrtn21t Ur;Si
•• ·,
·
. f
¡;
EL ACORDE DE CUARTA Y SEXTA
•• EJERCICIOS
a.
••
dos mediante los símbolos, escogiendo en cada caso un compás y un ritmo
apropiados .
f ~"~! E E L r rI I VI E r 1 ° 11
••
a) la menor: VI-II 6-It-V
b) Si b mayor: 11-I!-V-I b•
e) sol menor: V-Vl-1!-V
d) Mi mayor: V-1!-V-VI f ~ r· •tu r gr·~
1
'1zO I 1 r¡. 11
•• e) do menor: 1-V:-1 6- V
/J Re mayor: IVH-1!-V
g) si menor: l-1!-II 6-V e, Moderato
••
2. Realícense los siguientes bajos cifrados a cuatro partes:
d. Andante
•• ,
1
b•
•n r ~ r- r ~ r , r·
1 1 1 1 1 J. 1 r· 11
f.# J J. J~j JIJ. )J J .J.
I 1 Jj 11 ~
•• c.
6 6 6
r EI Gr 1Ef' l
'J
.j
f.
~q
1e
, .
•• d.
2:t ~ J el J 1 ° A I e- 1 .. J ° r
1 I f1 E f 1 °·í
~=
4. Annonícense los siguientes bajos sin cifrar utilizando acordes de
cuarta y sexta donde corresponda:
•• e•
6 6 3 ~ 3 6 6 6 6 S
a. Allegro
:e 6 6~
4
•• f•
2:G: ,.. ¡J J j I h
1 E E 1
11
1 11 11
•• b b
4 s 6
4 s
•
e 1K Ntf7015 ·mrra w
••
•• 164
e. Siciliana
ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
••
•• d.
,= ~ -r F--1.J w --
J IJ w I--r r,rrr"
I J 11 J 11
••
J
11. Cadencias
••
5. Búsquese al menos dos ejemplos de cada uno de los siguientes acor-
des, extrayéndolos de diversos estilos y géneros musicales:
•• b)
e)
d)
seis-cuatro de dominante de paso
seis-cuatro de subdominante auxiliar
seis-cuatro de tónica cadencia! con una conducción de las voces
No hay fórmulas armónicas más importantes que las que se utilizan
para concluir las frases. Éstas marcan los puntos de respiración de la mú-
sica, establecen o confirman la tonalidad y dan coherencía a la estructura
•• e)
J)
ex~epcional en la resolución (v. ejemplos 10-12, I0-13 y 10-14)
seis-cuatro arpegiado
seis-cuatro de paso sobre una fundamental diferente de I o V.
formal.
Es digno de destacar que la convención de las fórmulas cadencíales ha
mantenido su validez y significado durante todo el período de la práctica
••
común. Los cambios que han tenido lugar en el color armónico y en la
manera de practicarlo no han alterado los tipos fundamentales de caden-
cia, sino que más bien parecen haber confirmado su aceptación .
•• ·~ La cadencia auténtica
••
el seis-cuatro cadencia], la doble apoyatura sobre la fundamental de domi-
. nante, cuya f1,mción es anunciar la cadencia. Así pues, una cadencia final
que incorpore estos elementos preparatorios en sucesión, como 11 6-I:-V-I
o IV-I~-V-1, será desde el punto de vista armónico muy fuerte .
••
•• EJEMPLO 11-1: El clave bien temperado, /1, Fuga núm. 9
•• J
,.
E!. ejemplo anterior muestra la cadencia auténtica en una forma sim-
••
Cadencia perfecta y cadencia imperfecta
ple. Sm embargo, hay muchas maneras de variar !a disposición de la fór-
mula, algunas de las cuales expondremos a continuación.
El uso de la cadencia auténtica no se limita a las frases finales. A me-
En :1 ejemplo siguiente, el ll es sustituido por un acorde estrechamen- nudo se emplea en otras partes, pero con menor carácter de final. la
t~ relac10nado, el ~ del V, y en lugar del seis-cuatro de tónica, aparece , disposición más conclusiva, con los acordes de dominante y de tónica en
solo la cuarta del baJo como un retardo. {Compárese con el ejemplo I0-3c.)
•• ret.
Cuando la primera inversión del acorde de dominante precede a la tó-
nica se consigue un efecto cadencia) considerado, en general, menos con-
clusivo .
•• fall: V: del v v_ 1
•• apoyatura .
EJEMPLO 11-3: Chopin, Fantasía, op. 49
•• Si~: 06 y7 y6
s
•• nal que con la tónica en las dos voces exteriores, El siguiente ejemplo de
••
El acorde de dominante puede continuar sonando sobre la tónica final
d,el. bajo Y res~lver más tarde, o puede actuar como una apoyatura de Ja Allegro
ton1ca. (Comparese con el ejemplo 11-13.) -~
••
••
EJEMPLO 11-4: Beethoven, Sonata, op. 29 («Pastoral»), II
Andante
::-- .-:--:,._
,.,:_
'•
-~
lFa:
p
v1 V
J.
V V
•• , .,
'1'
}i
1,
•• (ll.) 1:
Compárese con los ejemplos 8-13, 8-34 .
y7 V7f1
'J ·J
',,
,·.¡t
•
•
1;!
t·,
a --,ZPRL~i X3t?Eitª?S1WEJ55t :tttGW. ··«raer ttizífdtn:t" ZE-ri,·ertri1:±rct0·rt1J:1·-t
••• r 168
•• 1
ARMONfA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
••
soprano, compensada por una cadencia perfecta con la tónica en el sopra- .
Como muestra el eJemplo .
anter,10r, e1.acorde
denciadeAcuarta Y sexta caden-
continuación damos
no y en el bajo.
cial puede emplearse para acentuar a sem1ca .
,¡" algunas fórmulas comunes.
La semicadencia
•• Í"
~ EJEMPLO 11-9
\¡
La semicadencia es una cadencia que acaba sobre el acorde de domi- ,
nante. Así como la cadencia auténtica es comparable a un punto, la semi-
! . ., .
•
1 1 1 1
cadencia es más bien una coma que indica una pausa momentánea en un
fragmento inacabado.
1
' '
' 1 1
••
1'
i
1
1 cJ 1
.d. J. J ~ J. J. J. ~
1 1
J :4 .d.
~
EJEMPLO 11-7: Bach, Coral núm. 1, Aus meines Herzens Gnmde '
•• '
IV VI
1
•• Sol: 1 1 IV6 V6 1 V VI
IV V!l61 V \
•
••
Sol: 1 V/1
V vi
del 11
11 V6s
--===
J 1 J
r
'1
•• Ir.
,¡:
¡
·I
mi ·ssm· ,rren1w1± t tar·,n.; ·M-· ñM« MHz·t+ :rnr;... alli. •• 111111 ·~
••
•• 170 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
nante parece tonalmente muy satisfactorio después del énfasis sobre la do-
171
•• largo
EJEMPLO 11-14: Chopin, Estudio, op. 25, núm. 8
Vivace
~
••
•• Re; Vf V
••
~~:{C1;: 1; til
Hal-le • lu·jah! Ha\-le · lu•jah1 Hal • le · lu • jahl
••
•• L.ab: V1 V6 V: del v.v del V/V V
(ff)
Re: 16 IV 1 1' IV 1 ¡6 IV 1 IV
•• La cadencia plagal
•
:·•• - ts"E-Z-trftltVWifZztt:@tR"n rñttiFWH Mt Mí:'' rfi st:atí?IWWrtO:tiN téñt11~
: 1
1
f
••• cia al final de un movimiento en modo mayor, lo que proporciona un final Cadencias en tiempo fuerte y en tiempo débil
de un color particular.
El acorde final de una frase puede estar sobre un tiempo fuerte o_ sobre
un tiempo débil. Una cadencia que tiene su acorde fin~! sobre _el ~1empo
•• Allegro di molto _
r., , •'
r.-,
e ---o EJEMPLO 11-20: Beethoven, Concierto para violín, op. 61, 1
f~:!1!r!1l1
Allegro ma non troppo---
••
.J_.,.-- .d. ~ 1 --.. ,...---:--:----
j.
•• Mi: 1 V
e..._e
IV(men.) 1
p
••
paso, o puede ser una nota de acorde de séptima en primera inversión. En
este caso, el II~ se considera como un sustituto del IV (v. cap. 23 y ejem-
plo 21-24) . El ejemplo 11-1 muestra el acorde final de tónica sobre el tercer_ tiem-
po de compás, no sobre el tiemp? fuer_te; pero el acorde de do~mante
•• EJEMPLO 11-18
que ¡0 precede es rítmicamente mas débil, y, por tanto, esta cadencia tam-
bién se llama cadencia en tiempo fuerte. · .
Una cadencia en la que los dos acordes finales llevan_ una pr~g~es10n
.,
•• EJEMPLO 11-21: Schumann, Álbum para la juventud, op. 68: núm. 24,
Ernte!iedchen
•• >
•• La: V IV 1~ V V 1 IV
••
••
N(lllf IV(llJf
~:::~;,12:1• V1 del V V7 1
•
ceca-~ iilll
•• dencia perfecta que aparece cuatro compases más tarde es una cadencia
en tiempo fuerte.
Las definiciones que acabamos de ofrecer en este libro corresponden
Allegro ma non troppo ~
~
•• La cadencia rota
•• establece con más fuerza por la firme aparición de la dominante que por
el acorde sobre el cual la dominante finalmente resuelve. Además, como
vimos en el capítulo 5, algunas progresiones que contienen la dominante,
Etwas lebhaft
------:--.---
••
como V-IV, se pueden oír en una sola tonalidad inequívocamente.
Con mucho, la alternativa más frecuente a V-1 es V-VI. En el ejemplo
siguiente, el acorde de dominante aparece como un acorde apoyatura sobre
el sexto grado .
•• EJEMPLO J J-25: Schumann, Wer machte dich so krank?, op. 35, num
.
. . 11
•• ri·ta y d
A
Langsam leise
- .
~
~------
La: V: del II U
t) 1
1l
•••
VI (ge>-sun-den, sie las. sen mich nichl ruh'n.
-. = .- ...
¡
,., 1 '!
Véanse también los ejemplos 8-29, 14-7 . . • !
•• ·-
~
La cadencia frigia
••
En el siguiente ejemplo, el Sib como apoyatura aumenta la efectividad
d_e la cadencia rota, que en este caso es especialmente fuerte, ya que ha
sido preparada con toda la apariencia de un final conclÚsivo de todo el La cadencia frigia es un manierismo barroco que consiste en una ca-
preludio. dencia final IV6- V en el modo menor al final de un movimiento lento o
••
mitono del bajo, que se supone una supervivencia de la cadencia 11-1 del
siglo xv. El siguiente ejemplo de cadencia precede a un movimiento final
en Sol mayor.
••
•• En la misma pieza, más adelante, Bach introduce otro tipo de cadencia
r?ta. Esta vez la dominante resuelve sobre un acorde de tónica que ha
sido alterado para funcionar como dominante de la subdominante . f
•• ------ - _¡
Véase también el ejemplo 26-11.
•• mib: V7 del IV con la progresión IV6-V en mi menor, entre dos movimientos rápidos en
Sol mayor, iy este es todo el movimiento lento! Quizá en tiempos de Bach
esto daba pie a una improvisación al teclado, como una cadencia.
••
El uso de una cadencia rota cerca del final de una pieza ayuda a man-
tener ~ incre!1'1e_ntar el interés musical en el momento en que se espera la
cad~ncia aul':_nt1~a final. Esto proporciona también al compositor la opor- Tipos excepcionales de cadencias
tumdad de anadlf una o dos frases a la conclusión. ·
•• r-r Chapín, uno de los primeros y más atrevidos entre los que experimenta-
ron con la armonía cadencia!.
Los dos ejemplos 11-30 y 11-31 pueden considerarse variantes de la
fórmula plagal; en cada caso el acorde utilizado tiene dos factores en común
•• dol: V
pedal de tónica
IV V' del IV IV con el IV del cual son sustitutos.
•• .
sv tMcrre·:rrr: awtetzcirf'rC · w"H:~
••
••• 178
EJEMPLO
ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
11-30: Chopin, Estudio, op. 25, núm. 4 Fórmulas cadenciales para tocar en todas las tonalidades:
CADENCIAS 179
••
;.!.
EJEMPLO 11-33
• la: IJ'/1
A
I tJ 1
'
.d. J. .d.
1 ' 1
J.
1
,
1
1 ' i
&
~r
1
.D.
1 1 1 ,
I
r
IV
1
06 lf
r
V VI
'
IVD !1V
••
Largo
A 1 J 1 1 1 1 1 1
-
_l 1 1 1
~
,. ••
t.l 1 1
1
'
.d. l,,J.
1 1 1
.d.
! 1 1
.d.
1
J. rl
'
J.
.d. .J .J .d. J -
t'
o L l
Si: "Vl 6 (men. 1 ne r~ v VI 6
•• combinado)
•• sonante que funciona como acorde final de una pieza. Algunos analistas
han mantenido que ésta resume la incertidumbre de la tonalidad de toda
la pi~z~; en_ cualquier caso, el acorde parece tener una resolución implíci- l. Escríbanse las síguientes series de acordes a cuatro partes. Cada
EJERCICIOS '
,,'
'¡·,
·,
'
•• l.angsam, z.art
Nicht schnell
Aus mein1!n Tra-nen
d) la menor: V6-J-JV-II-1!-V-VI
e) Re mayor: J-VIl 6-l 6-IV-It-V-I
./) fa# menor: 11-V-VI-II-V-I-JV-l
•••• 2.
21~ E
a.
Realícense los siguientes bajos cifrados:
,,
••
11
••
••
__ _. ____ - - 1.--.~-1-,
r'
1,1-·--·---
.~
••
•• 180 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN CADENCIAS 181
•• 9:bE'.
d.
e extrañas. (Compárese con el ejemplo 5-14.)
•• ª·
3. Armonícense los siguientes bajos no cifrados:
•• ': f ,j J
Moderato
l ::i
1; w JJ I r
1
r I r J r rI r e I h 11 t¡
••• b. Andante
,= ¡ J J r- r r r r J JJI r wJ JI r r r JIr r1 J f
¡
"
•• w I 1 I I I I 1 11
~
•• c. Moderato
•• b. Allegretto
•• ·4•[11 r Er Ir •r I r J r , 1
••• c. Lento
•
•• 183
•••
12. Ritmo armónico Modera to e grazioso
1~1
•• compás, y los otros tiempos como más o menos débiles. Es obvio que el
primer tiempo de un compás debería recibir un acento dinámico sólo cuan-
do la música lo requiere y no por el hecho de ser el primer tiempo . 1 J. mi J. mi nJ. ;1 J ;
,.••
Probablemente, el concepto más importante en el ritmo es el acento
agógico, según el cual las notas de mayor duración se perciben acentuadas d_ ;~ JJ J J ; J )
j,J J.
con respecto a las más breves. El valor relativo del acento agógico depen-
de siempre del contexto musical. Una nota sobre el tiempo débil de un 3 ~ ; t JJ_JTI
~ JJJJJJ ~ JJ J J JJ¡JJ J J J) ~ J.
compás está desprovista de acento en relacíón con el compás, pero la misma
••
nota se puede percibir acentuada en relación con una nota más breve que
la sigue dentro del tiempo. A la vez, nosotros percibimos estos acentos
agógicos sobre un fondo métrico regular y mesurado. Incluso en el caso
de que el ritmo no sea regular, también coincidirá con el compás en los Es evidente que los cuatro modelos no, presentan .todos los mismos
ur rlr crlcrrr 1r
••
tura global de la música, y en particular como un componente de la
armonía .
•
:• ~ 184
ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
185
••
RITMO ARMÓÑICO
A partir de esta notación limitada y puramente cuantitativa del ritmo,
podemos hacer dos observaciones significativas: uede coincidir y en tal caso el
El perfil rítmico de todas la~ ;oces ~rdo con el rit~o melódico, aun-
. ritmo armónico resultante estara e ~cu
••
b) Los cambios de fundamentales, que proporcionan el modelo del
ritmo armónico, no son regulares en el tiempo, ni poseen el mismo
valor rítmico. Estos dos aspectos del ritmo armónico, la frecuencia
del cambio de fundamentales y la cualidad de este cambio, tienen
que recibir una atención especial en un estudio de la armonía en la
! p dolce
•• práctica común .
Do: 1 V: del VI VI y1 del VI IV V1
••
Ritmo armónico y ritmo melódico
ritmo armónico: 11 i rr i i r rr
I I 1 19 r
No siempre hay tanta diversidad entre los nJQdelos rítmicos como la
•• Andante sostenuto
Sib: 16 IV 1•_ _ v1 __ 1 _ ~ I' V1 I
••
En los tres ejemplos preceden_tes a iones de textura homofónica, en
melodía. Todos ellos son buenas ilurrac z a diferencia de la textura poli-
la cual todas las part_es se mdueve~ a 'ta Ye: de las partes tiene una particu-
fónica, en la que la mdepen enc1a n m1
tenemos
1 d,
unainteres
me.º ntm1co,
.
acompanam1en .
. a sobre el resto de los elementos
Cuando una línea melód1ca pre~om_m to El acompañamiento carece a
d
'~ c?n para evt·1 ar dispersar la atención del oyente e
••
menudo de
_____ .... ,,
•• fil
(
'
••
186
ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
RITMO ARMÓNICO 187
la melod/a. A continuación presenlamos un ejemplo de ílexibilidad en el j
••
,.•• El extremo opuesto esta. _represe~ta·do
do or un cambio de armonía sobre·
••
~sto produce un efecto muy tur-
ritmo armónico: cada pulso delacompás: En _ttempdo ra~~ ermite al oído concentrarse sobre
11
r ¡ 1¡ ¡ 1 r r~ !
bulento, pero un paso mas mo, e~a P
la gran riqueza de variedad armonica.
•• nica .. .,'
}
t..
núm. 28
~~ ;¡
•• EJEMPLO 12-8: Bach, El clave bien temperado, /, Fuga núm. I
(g)• Do: V VI V6 1
1 D VJJ del N 06VlJ6 VI ll V
•• l
IV
,.
í CJ r u lw WJ I cur.r' ¡·
f
ritmo armónico: 11 1 \
••
,:
'
(Sol:) v; del a 11 v¡ del 11 11' nt:3
Se puede construir una frase con muy pocos o ningún cambio armóni-
cr I a.u I c..w I C1U I C!11 I CIU 1~ r ~t~ r ~ter l
(Sib =La#)
(Reb =Do#)
•• co. El ejemplo siguiente presenta una frase que sirve como introducción al
cuerpo principal de una pieza, preparando lo que ha de venir. La misma
frase se utiliza para concluir la pieza .
11
ritmo armónico: .
••
•• 188 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
RITMO ARMÚNICO
189
•• lmVolkston ;~ 92
nales puede utilizarse de manera afortunada. Un ejemplo famoso es el pre·
ludio del drama musical Das Rheingold de Wagner, donde el acorde de
Mlb mayor proporciona el fondo inmóvil de todo el preludio, 136 compa-
•• ses en tiempo moderado. Sería muy provechoso analizar este preludio desde
el inicio como una sola nota que se expande y elabora progresivamente .
El efecto de un pedal de tónica o de dominante es comparable a la
••
armonía estática, sobre todo cuando está en el bajo, donde tiene fuerza
suficiente para establecer su propia identidad armónica. El pedal en el bajo
/6 y6 1 V6de!Vde!m V(º2 Jd e1m ID6 IV6del mVdeHD VU6 del IV IV V
tiende a imponerse sobre el efecto de las progresiones armónicas que hay
4
encima de él y puede hacer que éstas se oigan más como notas melódicas
l..
EJEMPLO 12·12: Mozart, Sinfonía núm. 40, p
• mib:
• pedal de tónica
1 V 1 del IV IV V
1 V7 del IV D V 1
1e
1
,
Fuerza de las progresiones armónicas
• ••
En el capítulo 3 habíamos clasificado las progresíones armónicas en fuer·
tes o débiles según el movimiento de sus fundamentales: el movimiento
de fundamentales de cuarta o de quinta es en general fuerte; el de tercera
o sexta, débil, y el movimiento de segunda es fuerte en algunos casos y
•
•• ritmo armónico :
criterios. Una tríada en estado fundamental en progresión con un acorde
en primera inversión se percibirá nonnalmente como el elemento más fuer-
te, pero su fuerza armónica puede ser compensada por su posición métri·
ca en
Al eligual
compás.
que er:i otros casos, los acordes sobre los grados tonales (I, IV,
•
V y a veces 11) tienen en general una fuerza armónica mayor que los gra·
dos modales (III y VI). Esta generalización no incluye las dominantes se·
•• cundarias que tienen estos grados como fundamentales, como por ejem·
•
11,,~1&~.. ~..... ~•..• ,., .~,-~.1.iliiii11~'1iii
••• 190
1
••
ARMONiA TONAL EN LA PRÁCTICA COMúN
RITMO ARMÓNICO 191
plo el V del II, cuya fundamental es la misma del VI, ya que estos acor-
des funcionan como dominantes y por tanto tienen la fuerza tonal de una EJEMPLO 12-15: Schubert, Fantasía, op. 15 («Wanderer»)
•• dominante .
12-14
••
EJEMPLO
•• J .J J J >
Do: r V'
•• J6 IV [6 IV J6 m ,, m
fil6 . 1 • d los cambios armónicos está en claro
En el ejemplo antenor, e ~·t~o e "bida de las dos frases de tres com-
••
mómco,sus
porque que a . mea son complementarias una de la otra en las frases.
ya progresiones
razón, una armonía débil se colocará de forma natural sobre un tiempo
débil del compás, o sobre la fracción débil de un tiempo fuerte; un acorde
que es armónicamente fuerte pero métrica o rítmicamente débil puede per-
•• b) Los acordes en estado fundamental son más fuertes que los acordes
en inversión.
e) Los acordes que reciben un acento agógico se perciben como más
efecto expresivo.
•• '.n .. '
d) Los acordes situados sobre tiempos fuertes del compás se perciben ~~
••
como más fuertes armónicamente que los que están sobre tiempos
débiles .
. Sin embargo, no hace falta decir que en una situación musical dada
estas diferentes consideraciones a menudo pugnarán una con otra. La per-
¡ p
r· ~ r· ~ cr r
IV U V6 I
••
fundamentales.
ritmo armónico:
11 1 1 1
Compárese con el ejemplo 6-27 .
•
\ ¡,¡·
•• l .
..¡.
t'
••
ra. El acento indicado por Beethoven probablemente no se le habría ocu-
rrido a ningún intérprete si no se hubieran escrito los signos dinámicos .
••
En un movimiento lento el oído tiene tiempo para concentrarse sobre
todos los cambios de acordes y para oír sus valores armónicos, incluso en . V'
un pasaje como el siguiente, donde la escritura paralela y la ausencia de (V6,_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __
¡;
acordes en estado fundamental dan la impresión de un movimiento pasa-
•• jero .
En este ejemplo, aunque los acordes de dominante de los tres prime-
ros compases están todos en estado fundamental, son rítmicamente débi-
• 1
1
1
••
métricamente el reverso de lo que eran en los primeros cuatro. A partir
.•
de estas consideraciones, parece razonable hablar de un «compás armóni-
co» de un acorde cada cuatro compases, o sólo dos acordes para todo el
¡
1
pasaje.
.
1
••
I•
A continuación tenemos otro ejemplo de una obra escrita un siglo des-
pués por un compositor cuyo estilo es completamente diferente del de Mo-
v• zart, aunque muestra una base armónica subyacente comparable.
••
Mi~: I V]6 IV' ID' 1[6 vi .,
(V1) ,:
••
•
••
•• 194 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
•• como hay notas sin función armónica, también puede haber acordes sin
función armónica, sonoridades triádicas que resultan de combinaciones de
movimientos de estas notas «no armónicas» en voces simultáneas. Ya
IIC Í
3. Realícense los siguientes bajos cifrados a cuatro partes:
l
••
hemos visto que es posible interpretar ciertos acordes disonantes de esta
manera, como el Vl1 6 y los acordes de cuarta y sexta de paso y auxiliares.
En aquellos casos considerábamos los acordes disonantes con un valor rít-
mico débil, y ahora hacemos lo mismo con tríadas consonantes, incluso
a.
2=111,g J ;[J. J. IJ n F -~ r-· 1 r· 1 J. 11
••
s--s
en e~tado fundamental. En el ejemplo de Mozart, la fundamental del V en
b. .
j 61
4
j
4
6
• 6 4-#
6
4 s
estado fundamental no se considera una nota sin función armónica, como '
una nota de paso o una bordadura, sino más bien una nota arpegiada que
,=•a#i J. r r J r r ilJ) J J r J.
•• extiende o anticipa la armonía de tónica . 1 IF
6
I
6 666
1
b
1 ['' 1 11
•• EJERCICIOS c.
•• delos de ritmo armónico, empleando las armonías indicadas por los núme-
ros dados. Utilícense acordes en estado fundamental o en primera inver-
sión, excepto cuando se especifique otra cosa. Escríbanse dos versiones de
cada modelo, una en tiempo moderado con valores no inferiores a la cor-
•• a.
~ i i I¡ ul r r r 1¡·
4. Armonícense !os siguientes bajos no cifrados:
•• 11
do: 1 V
b,
VI !V II 1 V 1 V
11
•• 11 i i í í I í i ¡l¡¡¡-=t¡ ¡·
Sol: !V ll V m m VI I IV V
1 i 1 b.
¡.•
VI
e,
11 ~ i pí pI í pí"
Do; V I V I IV I ID
1r. a.:r I i
VI vr¡¡ ,irrv
p¡· 1r. 1
5. Armonícense las siguientes partes de soprano:
•• a.
¡ ~ 1 r· ~ 1 u r I r u I r r
b.
11~¡¡¡1¡¡¡1¡0
I 11
c.
•
•• , ,., • • ,,11,,J1J1,• ,1,,,. 1 ,.,, ,.,,.11 11 1~,, 11 , _ _ _ _a l_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __
161otll'.i:Jrt::Wkflliilo.ifillfO-SmllllPlli_lil
••
•• 196
d.
ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
••
•• 6. Análisis. Búsquense ejemplos de frases y partes de frases:
•• b) en las que las estructuras melódicas sean similares entre las frases,
pero la función de tónica de una sea tomada por la dominante en
la otra, y viceversa;
13. La estructura armónica
de la frase
••
e) en las que se utilicen acordes de tónica, dominante y sólo otro acor-
de diferente;
d) en las que las funciones de tónica y dominante dentro de la frase
••
estén exactamente equilibradas;
e) en las que la función de tónica dentro de la frase sea desproporcio- Unidad y variedad
nada con respecto a la dominante, y viceversa .
Los principios que rigen la selección y distribución de los acordes den-
•••
apropiada para la función introductoria de la frase, semejante a una fanfa-
rria. Otra intención apropiada sería la transición, en la cual la frase se mueve
de un lugar a otro, tonalmente hablando. Otro ejemplo sería la presenta-
ción de una frase oída anteriormente, pero en una nueva forma, con varia-
ciones armónicas o con desarrollo temático .
••
Desde el punto de vista armónico, una frase consta de una serie de
progresiones concebidas para aclarar y mantener la tonalidad, mientras con-
firman y refuerzan las implicaciones armónicas de la línea melódica. Estos
son principios de unidad. Por sí sola, la armonía parecerá poseer demasia-
••
•• Sol: 1 y1 y y7
•
••
•• 198 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
LA ESTRUCTURA ARMÓNICA DE LA FRASE 199
••
•• selección de las fundamentales como en su distribución rítmica. Compren-
Una frase musical rara vez contiene tantos cambios annónicos como los
·,:~--
",.
Sin embargo, también se pueden encontrar n:iuchos ej,emplos en los
que la frase ha sido realmente concebida con un singular numero de com-
pases.
•• res sobre cada tiempo, representa sólo una pequeña parte de la música de
los siglos XVIII y XIX. Por muy admirable y apropiado que pueda ser su
propósito, muestra sólo parcialmente la práctica común de este período. ..
•• La mayoría de los compositores del período de la práctica común per-
seguían la regularidad general en el ritmo y en el compás, a la vez que
buscaban mayor libertad y variedad. Estas mismas cualidades son aspectos
••
que dependen de la estructura de la frase. Ya que nos interesan principal- sol: V 1 V m1 VI H \'(mon.JI IV V del V
mente las normas, nos ocuparemos en especial de las frases de cuatro y
de ocho compases. Sin embargo, hay con frecuencia un gran interés musi-
cal en las frases de una longitud diferente. La mayoría de estas frases fue- Véase también el ejemplo 12-15.
••
••
•• Fa: V I n
V
JI y6 ¡ VI
•
---- -·---· ""' _,_--------~--------flílllllil§
:a·--¡r - • • •ri dil ilTl il JaZÍI " ._¡¡
••
- · :iw¡.,··**•1ie:tHliO:';tt;--·&ri:trhilt:b"'&itc tz,, .. -- .,
tlllllltlltlllm•ttijMtllil!Wiiii/Ptitlillli,tlffllliPW•11r,¡¡"""'•='lllii-llil,.liiil-iillli,_i,a_ll1lillilr,¡;:¡¡¡i.a;,...
200
••
d . es armónica y rítmicamente com-
Sin embargo, una frase cuya c~d~~~1~on la siguiente frase. El siguien-
Las frases no comienzan necesariamente con el acorde de tónica ni pleta puede tener un enla~e me . • el uso de una melodía de enlace
sobre el primer tiempo del compás. Desde el punto de vista rítmico, el
principio de una frase puede ser anacrúsico (en tiempo débil) o rético (en te ejemplo es una bu~na drtrac~ó~ ~to melódico durante el último acor-
•• Allegro
,,
,--_
n EJEMPLO 13-8: B~ethoven, Sinjonia.núm. 3 («Heroica»), 11
••
•• SH: V6 del IJ H V6
lj V
•• Como vimos en el capítulo 11, la cadencia de una frase tiene una fun-
ción rítmica y armónica que puede dar al final de la frase un carácter con-
tónica del ejemplo siguiente:
•• clusivo o no, según lo requiera el momento. Al final de una pieza habrá EJEMPLO 13-9: Mozart, Sinfonía num. 40, K. 550, 1
lógicamente una cadencia final. En el interior de la pieza el progreso de la
música puede requerir continuidad de una frase a otra, o puede exigir una
•·- cadencia perfecta al final de una sección antes de que otra empiece, aun-
que no se produzca una sensación de pausa .
Sib: O
•• .. .l ~ ~b
••
••
11~: ::1::,::1
. - y6 (V6 . r.
•
•• 1'
.
565057 111 raer r rw,nc:, zn,-m·: flffltttiHnñ¼ -=.~., ..._iii:liM.a1&,&M1.~c..._,¡¡
••
202
ARMONÍA TONAL EN LA PRACTICA COMÚN
LA ESTRUCTURA ARMÓNICA DE LA FRASE 203
La superposición de frases es mu d
dencia rota. A continuación tenem Y a menu ~ el resultado de una ca-
••
pases primero y segundo, 1-IV, un movimiento ascendente de cuarta justa.
submediante del modo opuesto ( _os una c~denc1a ~ota hacia !a tríada de El intervalo de transposición entre los dos modelos es una segunda (I a 11,
. vease también el eJemplo 11-23)_ IV a V) y la única diferencia entre ellos es que algunos de los intervalos
melódicos o armónicos han cambiado de mayor a menor o viceversa; estos
•• Si b ; u vf del ¡¡ . [16
V VI
V~ del VI
••
•• Do: 1 y6 VI m6 N 16 n VJ• vn VU6 v 11•
••
del V
V
La secuencia
•• En el ejemplo precedente la ro
N
"ó
u
.
V «antes»·y «después», en el que la acción musical de la segunda frase com-
pleta y concluye la de la primera. No todas las frases tienen una estructura
de antecedente-consecuente, sino que muchas presentan una organización
•• cero y cuarto, 11-V posee la :nis~a grelsi __n a_rmón~c~ de los compases ter-
, re ac1on mtervahca que la de los com-
esencial unitaria o parecen estar constituidas por varios fragmentos de di-
versa longitud .
•
••
55 _cfG - ·tttW::trirltitt#ID Ws• ~ .. ~~ ••••.l.a.ii •·••,,
•• 204
ARMONiA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
•• Allegro
•• u n'
••
V J6 lf V
cadencia auténtica
la:
V6 Vl 7 v: del V Vl
•• ,,
declf, una
gundo cadencia
período so re 1ªa armon_1a
compensa o . de dominante del primero, con un
gran contraste en el carácter melód1co .
•• VJ1 01 V7
•• En la mayor parte de los casos, esto será evidente sobre todo en la organi-
zación de la melodía principal. Si hay motivos, el procedimiento más común
será organizar los cambios armónicos de manera que coincidan con ellos,
•• en
plo especial
13-13.) si son regulares desde el punto de vista métrico. (Véase-ejem-
Un par de frases equilibrado se llama pedodo. Para algunos teóricos el
••
período es un par de frases cuyas dos partes mantienen entre sí una gran
semejanza. El siguiente ejemplo muestra este tipo de período, en el cual
las únicas diferencias importantes son las cadencias, la segunda de ellas
con un carácter más final.
•• Allegretto grazioso
,...-;;
-·
V1 del 11
•• p
•• SH: 1
semicadencia
VI u y7 07
•• t
• : 1
.• ('
•rw•---------111rnx-111m..r .......... • :ne, c:nze: 1• i111 • 11. 11 1•1 . . . . . . . . ; 1" , ,, .... , , • ,., • • • • .
••
tos importantes de la forma musical. Por ahora nos hemos familiarizado terminar qué elementos de la pieza requieren nuestra concentración, y en-
con los corales y con las melodías vocales que no contienen más de cua- tonces examinarlos individual y sistemáticamente. Puede ser útil preparar
tro frases o dos periodos, a veces incluso un solo período. También hay una pequeña lista de observaciones, incluyendo aspectos como la variedad
muchas piezas breves para piano de construcción semejante, y muchas pie-
•• zas más largas muestran una disposición secciona! en las que la caracterís-
tica formal más importantes es una agrupación regular de las frases. Las
composiciones vocales y danzas de elaboración artística, realizadas con fre-
de las funciones armónicas, motivos rítmicos y melódicos, ritmo armóni-
co, regularidad o irregularidad de la frase, y detalles individuales de interés
particular. .
••
A continuación tenemos un ejemplo de una breve danza de Schubert.
cuencia a partir de textos poéticos o esquemas regulares de pasos de danza, Schubert escribió cerca de trescientas de estas piezas encantadoras, las
proporcionan los modelos para la mayoría de las piezas en secciones con cuales ofrecen un fértil material para el análisis individual y comparativo.
patrones rítmicos regulares, longitud constante de las frases, organiz~ción
•• pero las más frecuentes son las formas binarias, constituidas por dos sec-
ciones equilibradas, y las formas ternarias; que presentan tres secciones.
Muchos ejemplos de tema con variaciones poseen una forma binaria en
p
>
2 3>
••
cada una de sus variaciones individuales, con un signo de repetición al
final de cada sección. Esto es válido también para los números individua-
les de las colecciones de danzas, como los valses y liindler de Schubert.
En la formas ternarias, las tres secciones pueden ser totalmente diferentes
••
dular, o cambiar de tono, el desarrollo temático permite una gran libertad
para la expansión y la ampliación de las secciones durante un largo perío- La melodía contiene una mezcla cuidada de motivos. Uno de éstos con-
do de tiempo musical. Las formas más importantes de este tipo fueron las siste en una negra con puntillo (normalmente una apoyatura) que baja hacia
que se cultivaron durante el período del clasicismo vienés, en especial la
••
una corchea seguida de una negra, ambas con la misma n~ta (comps. l, S,
sonata y el rondó, que son componentes típicos de géneros con varios mo- 9, 10, 13); otro motivo está formado por una blanca precedida nonnalme~-
vimientos, como la sinfonía y el cuarteto de cuerda.
te por tres negras sin puntillo (comps. 3-4, 7, 15). Tres ~e las ~uatro semi-
frases la primera, la segunda y la cuarta, poseen el mismo ritmo, dando
•• Anélisis de piezas breves una s~til intensidad a la tercera semifrase, en la que aparecen más figuras
con puntillo y en la que se alcanza el máximo nivel dinámico de la pieza.
La armonía de la primera mitad de la pieza alterna dominante y tónica en
••
sinfonía resultarán familiares gracias al examen de obras más breves. Esta das. La relativa monotonía de las notas más graves del bajo queda sutil-
sola razón es suficiente para recomendar el estudio constante de piezas mente atenuada por el movimiento de paso del bajo en el compás 12.
•
- ... -- -· .,, ,,., -~. reen;r:rzrz ::-euarni<-
.- - _,. .... _____ _______ --
_, ___,_ ,
1 1
••
•• 208 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
•• bert presenta una amplia textura homofónica de cinco, seis y a veces in-
cluso siete partes, muchas de las cuales son duplicaciones de voces en una
distribución armónica que permite su fácil ejecución a dos manos. (Los Fa
•• del pulgar derecho, comps. 1-7, y los de los tiempos débiles de la mano
izquierda son un buen ejemplo de estas duplicaciones armónicas.) El ver-
dadero bajo está formado únicamente por las notas en tiempo fuerte de la ,,1,
••
mano izquierda, excepto en el compás 12; durante la primera mitad de
la pieza, la melodía superior está acompañada por una parte colateral a la
tercera inferior. El restó de las partes muestra relativamente poco movi-
miento, como podíamos esperar de unas voces internas enlazadas con tanta
•• suavidad .
Hacia el principio de este capítulo habíamos afirmado que un típico
ejercicio de armonía contendría más cambios de acordes de los que nor-
a) El modelo de los cambios de fundamentales es el siguiente:
••
procesos mentales que han servido a Schubert al construir una pieza como
este vals, aunque no esperemos imitar la sutileza de su imaginación. En
esta etapa de nuestro estudio de la armonía, el dominio de las progresio- La anacrusa inicial es tan breve que da la impresión de ser una antici-
nes armónicas y la comprensión de la estructura armónica de la frase son pación del I, en el primer tiempo fuerte del primer compás. Este grado
•• Aplicación
•
1,. 1
" 1
~
-
1
.d..
1 1
Jd J. J
•• p 1 1
e) composición de algunas nuevas frases diferentes de la frase dada, 1
1
í
pero utilizando la progresión de fundamentales obtenida en el pri- Sib: I V 1 ll V
mer paso junto con su modelo rítmico .
••
las líneas melódicas mediante arpegiados entre las notas de los acor-
des, y, utilizando triadas en estado fundamental y en primera in-
•
-·-------·· 1, 1-----------••••••••••--• 1m aszstt renr»W•e-t tc,;11,lliiliia.,...;..a.ii..s.,~l.~~~
••
•• 210 ARMON!A TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN LA ESTRUCTURA ARMÓNICA DE LA FRASE
••
versión para permitir una mayor libertad a la línea del bajo, pode-
mos llegar a una versión como la que sigue. Obsérvese también la línea melódica .
organización de los ritmos melódicos .
•• EJEMPLO 13-20
EJEMPLO 13-23
••
•• 1
.IL
•• Sib: 1 V D V
Cuando se intente realizar versiones más elaboradas, habrá que intro-
ducir otros elementos de variación, como el cambio de modo, cambio de
••
compás, o sustitución de uno o dos acordes por otros que posean una fuer-
Otra versión introduce un elemento de mayor elaboración, las notas de za tonal comparable (por ejemplo, IV en lugar de 11 6) •
paso. Es mejor no escribir más de dos notas contra una de la pulsación
básica, a no ser que sean notas del acorde o notas de paso. Se pueden
••
EJEMPLO 13-21 l. Trátense las frases dadas a continuación siguiendo los mismos pasos
que en el ejemplo anterior .
•• a)
b)
e)
Obténgase el ritmo armónico de las fundamentales .
Constrúyase el esquema a cuatro partes.
Constrúyanse nuevas frases a partir de la base armónica obtenida .
•• También resulta útil escribir a tres o a dos partes, con el fin de adqui-
rir experiencia en la escritura melódica. Al principio debería realizarse una
Andante con moto
••
versión que incluyera sólo notas de los acordes, con un bajo que siga muy
de cerca la sucesión básica de fundamentales .
•• EJEMP°LO 13-22
Tempo di menuetto
•• 1
••
1
. j
¡i
•
-!
............_,, ___ ••..• .,~.--, ,.,..,,,,* ietdtdo?l,1tb:z:H11t21 a nz r:s o zz e ser un mu sararanr r SSXPttt'tr ntttmnn t :r rtltiAA
••
•• 212 ARM0NfA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
•• f
4. Análisis. Búsquense ejemplos de frases que contengan:
•• 5.
y en tierno débil
•• b)
e)
comenzando en un tiempo fuerte y acabando en una cadencia en
tiempo fuerte;
con una actividad armónica mínima que contraste con una gran
•• d)
3.
cantidad de movimiento melódico;
con un máximo de actividad armónica y poco movimiento meló-
dico .
••
Constrúyanse frases según los esquemas siguientes .
•• b) Re mayor, !, rápido:
VII IV 11 11 IV 11 1 V
(Cf. Beethoven, Sonata, op. 10, núm. 3. 111)°
•• e) La mayor, !, lento:
V 11 ll IV IV 11 1V
•• (Cf. Schumann, Álbum para la juventud, op. 68, núm. 28, Erinnerong)
•
___..__l!lflll______SIITIIZ_d_lliiildlll?tim-ialMIMllliWllllliill--ddiltMllái,'1SliNislil"it"'Sw1111· -~•~:i::dti5tn;2,i:4it !;;vz:e ---•··1d~
¡,.¡,;e ~~
••
•• MODULACIÓN
••
algun sentJdo, M1b mayor es la tonalidad general del movimiento dentro de
la cu~I están comprendidas todas las otras tonalidades que aparec~n, ya sean
tonahdades muy cercanas como Si b mayor o La b mayor, o tonalidades
relativamente más lejanas como mi menor. El oyente percibe que estas
•• Al igual que sucede en la naturaleza, la tonalidad comprende condicio- lugar, la tonalidad de partida tiene que estar bien clara para el oyente. A
nes estáticas Y di~á~icas. La condición estática de la tonalidad está repre- continuación, la música debe cambiar su centro tonal en algún punto.
sentada por la mus1ca que nunca se aparta de una gama diatónica de so- Y finalmente, el oyente se da por enterado del cambio, quedando así con-
firmado el nuevo centro tonal.
••• nidos fija de donde provienen todas las notas. Para nuestros oídos del si-
glo XX, gran cantidad. de la músi_ca del- siglo XVI suena de esta manera, y
podemos encontrar eJemplos en obras de períodos posteriores, como mu-
chos de los valses de Schubert. Incluso cuando se añaden notas extrañas cro-
En la primera etapa, el establecimiento de la primera tonalidad se deben
seguir los principios descritos en el capítulo 5. No es indispen'sable que
aparezca el acorde de tónica, pero la dominante tiene que comparecer con
•• dad. particular define una sola tónica para la pieza. Sin embargo, los com- acorde pivote y al que daremos un doble análisis.
positores del período de la práctica común parecen haber estado de acuer- Por ejemplo, la tríada de Do mayor podría emplearse como acorde pi-
do en que resulta indeseable estéticamente para una pieza de música per- vote en una modulación de Do al Sol, con la siguiente indicación:
•• manecer en una única tonalidad, a no ser que sea muy corta. Todas las
composiciones de cierta longitud incluyen notas que no pertenecen a la
e~cala diatónic~ _básica y por lo menos un cambio de tonalidad, lo que sig- EJEMPLO 14-1 .r
-••
l
nifica la adopc1on de un centro tonal diferente, al cual se deben referir
~
todas las otras notas. .
El pr?,ceso que impli~a el cambio de un centro tonal por otro se llama ,.
modu/ac1on. La modulación representa la condición dinámica de la tonali- !
•• { Do: 1 f,
dad .. La palabra implica q~e hay una tonalidad en la que comienza la pieza Sol: IV t~-
"'!us1cal, una tonalidad diferente hacía la que progresa, y un proceso me- ',.,
diante el cual esto se lleva a cabo. 'i
•• pal. pec1mos que Tercera Sinfonía de Beethoven está «en Mib mayon>,
Y mientras es obvm que el primer movimiento comienza y acaba con la
tríada de Mi b mayor y mantiene la armadura de tres bemoles durante sus
es un acorde importante en la primera tonalidad. (Una excepción a esta
norma es la modulación hacia el tono de la subdominante, como de Do a
Fa.) En la segunda etapa nos encontramos ya en el punto en que sólo el
1
1
1:
••
cerca de setecientos compases, también es obvio que uña gran parte de
compositor necesita saber que se va a realizar una modulación. La apari-
este movimiento de más de veinte minutos está formado por música que ¡¡
,¡ r
•
., ,.. 1.,, . ··•-111111•111 j. M -ew tttt •------•••••••••••••••---liillilll-PEiiMITZlliiillit•ts 11 ~ rzrst?retNr, ~dUli1iiiiiiii.lilililllll • • 1MM.
••
•• 216 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÜN
•• EJEMPLO 14-2
Do: IV V { Do: I
de su dominante. La tonalidad de Sol mayor se establece con claridad me-
diante las armonías de tónica y dominante, con la fundamental de tónica
mantenida como un pedal durante tres compases. El I de Sol mayor es
idéntico al IV de Re mayor, y por esta razón se toma como acorde pivote
•• Sol: IV
•• mediante la cadencia que concluye la frase, si bien puede haber otras pro-
gresiones fuertes en la tonalidad antes de la cadencia. La cadencia puede
pertenecer a cualquiera de los tipos estudiados en el capítulo 11.
los compases 9 y 10, precedida por la domi~ante de la dominante en Re.
•• La: T
.
V Vl del V V
º'
fa#: IV' 1t V I(V del IV)IV 1(IVj)
.
\!I
••
Re: IV VD6
••
nante de La mayor, la tonalidad previamente establecida, se emplea la tría-
da de supertónica como acorde pivote, la subdominante de Fa# menor.
Este acorde introduce el acorde de cuarta y sexta cadencia) en el cuarto
••
V:del V
(pedal de tónica)
segundo tema
•• p
Modelo; f J J iJ J !J J iJ J ! J J i J 1J J i J
Re: D V V
11
••
semícadencia si: 1 V 1 V 1 V 1 V 1 IV
V 1 V 1 V V6 del 11 11 V Re: 11 V V
(pedal de domínante) .
•
••
•• 218 -ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN MODULACIÓN 219
•••
1,
' com~ás. La cadencia autént_i~a en Fa# se hace más conclusiva por la ca- · En este fragmento, que modula a la segunda mayor superior, la p~me-
deneta plagal, que da extensmn a la tónica final. La tercera mayor del acor- ra frase presenta una cadencia fuerte en Fa mayor. P~r tan~o. el pnmer
de de tónica es la tercera picarda. (Véase ejemplo 5-30.) acorde del compás 3 puede tomarse como V, y al mismo tiempo como
_En este caso la modulación es a la tercera menor superior, de una to- subdominante de sol menor, con la tercera mayor, sexto gra~o de la esca-
nalidad menor a su relativo mayor. Las únicas alteraciones que aparecen la menor ascendente. La nueva tonalidad se confirma mediante una ca-
••
Niveles de la tonalidad: la tonicalización y la modulación intermedia
EJEMPLO 14-6: Beethoven, Cuarteto de cuerda, op. 18, núm. 3, 111
Allegro
Los ejemplos de modulaciones que acabamos de ver están sacados d~
••
su contexto suponiendo que la segunda tonalidad se establece con clan-
dad como n'uevo centro tonal. Suponemos que la nueva tonalidad se esta-
blece tan firmemente como la antigua y de la misma manera (mediante l_a
p aparición y reaparición de la armonía de tónica y su refuerzo por la_ domi-
•• Re: 1 1
fa#:
VI
IV V V
ración esencial en el proceso de modulac1on. La primera tonalidad llene
una ventaja tonal especial por haber sido la primera. ~ nueva tona!idad
debe compensar este hecho; si no proyecta la nueva tónica con suficiente
••
energía, o durante un período de tiempo suficiente, el oído retendrá la me-
Modelo: f J ! J. ¡ J. i J J i J J J i J. i J J !J J ~ J J 11 moria de la primera tonalidad, y un retomo a ésta podría crear el efecto
Re: 1 N V 1 1 V 1 1 VJ
fa#: N V I V 1 de que no ha tenido lugar una verdadera modulación.
•• Modulación a la tercera mayor superior. La progresión IV-V-1 confir- EJEMPLO 14-8: Mozart, Fantasía, K. 397
•• N
.:::::::::--- ..... -:;::;P
Il V 1
La: IV V u 1 V
~e~V
1
1
1V
N
•• El-ejemplo 14-8 contiene todos los ingredientes necesarios para una mo-
dulación y, por tanto, se analiza como una modulación de _Re ~ayor ~ La
•• Fa: 1 VI ·n
~
V 1
sol:
V
IV VIl6 (V)I N(Il}f V
-.:,.,
VI
mayor. Por otra parte la cadencia auténtica sobre La se sigue mmed1ata-
mente por un retom¿ a Re mayor, antes y después de la repe_tición. ~a
cadencia sobre la tónica de La mayor es en realidad fuerte Y esta anuncta-
•• Modelo:
Fa:
J
VJ
J ¡J
1
n
D V 1
J ¡ J J J ni J
V
11 da en la frase no sólo con la dominante· sin embargo, su aparición es sólo
momentánea en comparación con el R~ mayor de antes y después. Más
•• l
sol: N v 1 N V VI que una modulación, este La mayor es una tonicalización extendida. Tiene
más peso tonal que la tonicalización del lII en el ejemplo 5-31, donde ya
•
- ' ......~ .... ,__ ,_..,. _____ ,.. D,~~n+nrl':d:i-----=rr=--,. ii.ñ:Mttlilt?itill"•.····¡¡¡-p111·11·IISIIIOIIFíllt•till"OlillfilliiZlllil"•1nliillll111·• • • • • . • •,..,•••••,..w-•rlietliii"-·t11rliW:ltillC,,ilitrttMtibriWitf1Mialilm•·.a:enaldllit .... ·e,·s+ttti. 11111 • . . 1 • 1 ..... , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ,., 1
- - • '' ... ,,. -1
•• l...
••
tar en La mayor .
A continuación tenemos un ejemplo semejante. No sería posible ima- entre subsecciones de considerable longitud, como por ejemplo entre el
ginar u~a aparición de Re mayor tan definida e inmediata; sin embargo, el primer tema en la tónica y el segundo _en la dominante,_ en una ex~osición
compositor muestra al momento que esta tonalidad no es definitiva. en modo mayor. El oído abandona sm esfuerzo la pnmera tonahd~~ en
•• Adagio ~ r.-.
en la armonía de la práctica común. En este sentido más general, las mo-
dulaciones pueden ser sólo momentos tonales secundarios en una pieza
que comienza y acaba en la misma tonalidad. Esto es bast~nte evi~ente en
•• l
las piezas más breves que emplean sólo una o dos tona!~dades ?1.ferentes
p de la tonalidad principal; el análisis revela que esto tamb1~n es vahdo para
obras más amplias, incluso cuando hay muchas modulac10nes .
•• la; 1 V I VdeVIVI
Re: fil V
La; IV
I IV 1
V La cadena de modulaciones
•• to ha tenido lugar una modulación; pero en este caso, con el retomo in- Las cadenas de modulaciones son un recurso útil para el desarrollo mu-
mediato de Re mayor en la siguiente fra·se, sería más apropiado decir que sical. Se encuentran sobre todo en las secciones de desarrollo de movi-
La mayor es sólo una modulación intermedia, o «falsa modulación» como mientos con forma de sonata y también en las secciones episódicas éle las
fugas, donde se atraviesan seis o siete o i~cluso más to~alidades antes del
••
también se ha llamado a este fenómeno. De manera similar, en el ejemplo
de Schubert, la desviación de La mayor comienza en la segunda mitad de retomo a la tónica original. Las modulac10nes secuenciales son muy fre-
la frase con una dominante secundaria que tonicaliza al fal menor, mien- cuentes en estos pasajes; este tipo de modulación ~e tratará con más _am-
tras que la aparición de Re mayor viene reforzada por el uso de la subdo- plitud en el capítulo 20, aunque en este mis~o ~ap1tulo tenell_los u~ eJem-
•• sultar útil en muchos casos . nes de tónicas nuevas ha;ta el final de la cadena. Las modulaciones que
Estos ejemplos demuestran que el oído es capaz de comprender las carecen de cadencias fuertes definidas se llaman a veces modulaciones tran-
diferentes tonalidades en niveles estructurales diferentes. Sobre la base de sitorias o de paso. Como veremos más adelante, algunas secuencias modu-
lantes se realizan sólo con dominantes, sin permitir el establecimiento de
••
las sucesiones de acordes, el oído puede percibir estas progresiones como
modulantes, sin saber que la tónica original reaparecerá hasta que final- alguna tónica, ni siquiera momentánea, hasta que la secuencia acaba.
mente lo haga. Sobre la base de la sucesión de frases, con una escala de
tiempo más larga, el esquema tonal general es el de una sola tonalidad
•• con unas modulaciones aparentes que en realidad no son más que acento;
•
11111iiii11 - • 1•1a11111M11111111,•111111111i1.,111-..1111............._ to· n·ntn
••
•• 222
Tonalidades vecinas
ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN MODULACIÓN 223
••
Intercambio de modos
Todas las tonalidades están relacionadas, aunque no todas presentan el Es importante reconocer que un cambio de modo no es lo m!smo que
mismo grado de proximidad. La expresión habitual tonalidades vecinas hace una modulación, ya que tos modos paralelo~, mayor y menor, tienen l?s
••
estrecha relación, ya que sólo difieren en el Fa y el Fa#. Según este crite- de dominante son iguales en ambos modos. Ya hemos visto como un cam-
rio, las tonalidades más cercanas a una tonalidad dada son aquellas que bio de modo dentro de la misma tonalidad, entre una frase Y otra, es un
tienen un sostenido (o bemol) más, o menos, en la armadura. recurso colorístico habitual (ejemplos 5-28, 5-29~.
•••
A primera vista podría parecer que las tonahda?es de. Do mayor Y do
menor son bastante lejanas, puesto que hay una diferencia ~e tres bet;i~-
EJEMPLO 14-10: Modo mayor les en la armadura. Pero, debido a la semejanza de sus func10nes armom-
cas, estas dos tonalidades se pueden considerar igual~s en f!'Uchos !spec-
•• den todos los grados de la escala de Do mayor, con la excepción del VII,
y que los modos de las tonalidades, indicados por sus acordes de tónica,
se corresponden con las triadas sobre los grados de Do mayor. La familia
relativo menor, y el modo paralelo, menor de todas las tonalidades veci-
nas de su relativo mayor. . .
El cambio de ta tríada de tónica mayor por la tríada de tomca menor,
•••
de estas tonalidades se puede describir del siguiente modo: tónica (mayor), 0 viceversa es lo que señala el verdadero cambio de modo. Por otra parte,
dominante, subdominante, y los relativos menores de las tres. también es' posible para una progresión incluir acordes de a~~os modos
aunque no aparezca la triada de tónica opuesta. Un~ progres1on de este
tipo representa lo que se llama mixtura modal, o simplemente ~~zcla
•• EJEMPLO 14-11: Modo menor de modos. El ejemplo más común implica un contexto con predomm10 de
modo mayor en el que el IV o el II se toman prestad.o~ del modo menor.
También se encuentra con frecuencia el empleo colonsttco del sexto grad?
.
•• de la dominante, o dominante del relativo mayor. Esta familia de tonali-
dades se puede describir así: tónica (menor), dominante, subdominante, y
sus relativos mayores. (pedal de tónica)
Re: 1 O, 16 IV 16 D V1 16 IV ¡6 D 16
•
•• ----------------------------- ¡1
••
EJEMPLO 14-13: Beethoven, Fantasía coral op. 80 menor con la misma naturalidad, independientemente del modo que le
precede; y así sucesivamente. . , .
Presto En la siguiente secuencia modul_ante, la aparente leJama de las tonah-
••
dades implicadas está justíficada por la resolución de toda_s las dominantes
hacia la tónica menor, que funciona además como la mediante en el i:nodo
'f)
. · mayor de la siguiente tonalidad; en otras palabras, todas las m~dulac10nes
eh- provocan también un cambio de modo. El esquema de tonalidades (lab
•• 10: 7 de!V V
m .ff--
· menor-mi menor-do menor-Lab mayor) se mueve de un extremo a o~ro
en el círculo de quintas, dando lugar también a un cambio enarrnómco
(véase más adelante).
l¡
•• EJEMPLO 14-14: Schubert, Sinfonía núm. 4, IV EJEMPLO 14-15: Séhubert, Sinfonía núm. 9, I
••
•• ---
•• Do: I
(pedal de tónica)
VJ6
VJ6 La~: y&5 lab:
Mi:
1
w
••
mi; 1 Lab: m
ledicado a las modulaciones abruptas, en este mismo capítulo . do: m 1
He aquí algunos ejemplos de estas relaciones dentro de la familia de Do:
••
Los procedimientos que apuntamos antes muestran cómo el composi-
Sol menor es con respecto a Do mayor la dominante menor o la sub-
lominante del segundo grado, o la supertónica de la subdomin~nte . tor modula adoptando un nuevo centro tonal para un acord~ dado. El pro-
blema es ligeramente diferente cuando tenemos dos tonahdades y debe-
:ampárese con el ejemplo 11-23. mos encontrar el acorde pivote. En este caso, como en todas las parte~ _del
•••
226 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
MODULACIÓN 227
el primer buen ac~rde pívote. que ~enga en mente, y es posíble que no se
Modulaciones abruptas
pueda encontrar ninguno rneJor. Sm embargo, es aconsejable intentar en-
•• co~trar tod?s los acordes pivotes posibles entre las dos tonalidades y des-
pues seleccionar el que parezca más eficaz .
Puesto que aún nos estamos limitando a las triadas mientras estable-
Modulación significa cambio de tonalidad; por tanto,. no puede haber
un cambio de tonalidad sin modulación. Algunas modulacio_nes parece_n
repentinas e inesperadas, y a veces se advierte que el compositor º? tema
•• de S1b.
EJEMPLO 14-16
precisión y resulta menos inesperada de lo que parecia en un pnmer mo-
mento. . · .
Una modulación parecerá repentína por razones rítm.1cas cuando se , e
en un lugar inesperado de la frase, como en una cadencia r?ta; .otra razon
d'
•• ºsº:
ib:
¡_ _
D
º-- IVm__ ¡y_y
m V
V1 _ _ vn __
1 EJEMPLO 14-17: Schubert, Sonata en Sib, op. póst., 1
••
Molto moderato rit, ~
•• la nue~a tonalidad, pero, como es la forma menor del I en Do, sólo sería
convemente en el caso de que deseáramos dar la impresión de modo menor
e~ la prir~era tonalidad. El I de Sib también presenta objeciones: la nota
•• Cambios enarmónicos
na~te bemol, que a su vez t~mbién es cambiada a menor. La relac1on de
Allegro
14-18: Haydn, Sonata núm. /, I
•• 1 en lab menor (s1~te bemoles) era también el III de Fab mayor (ocho be-
moles), cuya dommante se daba corno Vt en Mí mayor (cuatro sosteni-
dos). Si la dominante hubiera sido consecuente en la notación con la to- p
•• nalid~d prece?ente, tendría que haberse escríto Dob, Mib, Solb, Si~~-. La
práctica comun no muestra gran coherencía en el empleo de la notacíón
enarmónica para facilitar la lectura, y es bastante frecuente el uso de dobles
sostenidos y de dobles bemoles. · D
do: 111 (may.) (¿ V
t-.
del VI?)
•••
Mi: ¿y del VI? 1
••
. . . 111 rMnrc-n:ns •
••
228 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN MODULACIÓN 229
••
contigüidad entre Do y Reb (Do#) y entre La y La~ (Sol#) es lo bastante
fuerte como para permitir asociar el acorde a una subdominante, a pesar
de la lejanía entre Fa y Fa~ (Mi).
plo 27-23), de los que hablaremos en capítulos sucesivos de este libro. Al-
gunas modulaciones semitonales utilizan relaciones más simples. En el
ejemplo siguiente, la modulación a una tonalidad a la segunda·menor infe- 'I ,e
••
En el siguiente ejemplo se puede distinguir la existencia de un acorde rior usa un acorde pivote que es la dqminante de la primera tonalidad y la 1
;'
pivote, pero no se puede decir que sea fácil oírlo, si es que se oye, a pesar subdominante de la segunda.
de la nota común Si.
El acorde cadencia) mantenido, el cambio abrupto de registro y las dife-
•••
rentes texturas ayudan a anular !a sensación de tránsito entre las dos tona- EJEMPLO 14-21: Beethoven, Sinfonía núm. 3 («Heroica»), I 1
lidades. No hay un proceso modulante, sólo hay un cambio de tonalidad.
Se podría definir teóricamente un acorde pivote, pero éste en realidad no . Allegro con brio
puede oírse. Estas modulaciones especiales se pueden describir con el tér-
mino cambio y su análisis se da sin acorde pivote.
•.
EJEMPLO 14-19: Schubert, Sinfonía núm. 9, I do: VI~
Allegro, ma non troppo
Notas pivote
••
ta puede representar una tríada, a menudo una tríada de tónica que ya ha
sido presentada. Este procedimiento no hace necesaria la aparición de
una tríada completa o de una conducción de las voces hacia la tríada
El análisis del pasaje anterior indica un cambio directo entre las dos de la nueva tonalidad. En el ejemplo siguiente, el cambio de la textura de
•• ~' JJ s1
Langsam
J !
(sehr leise)
.e1,m a 1,.0, JJ1~81 1; EJEMPLO 14-22: Beethoven, Andante en Fa («Andante favori»), WoO 57
•• ."
hel- ler, wikler Fluss, wie still bis1 du ge• wor-den, gibs1 kei • nen Sche,-de • gruss . Andante grazioso con molo
~ ~
•• }
T
.. --
(ff))
T n #ll+ :; ~~ ... !!".. #:,x~ #'i dim. 'P -
•• m1: 1 V
re~: VI
"
1f
" "rv1 "
1t V'
r
Reb:
(~
1
••
La relación opuesta podemos verla en e! siguiente ejemplo .
•• h:l~:~'-
..,;·:itlliil'. , - - - - - • - ·""'*º"""•w11o1:r,r,._,,.,___ - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - •
___
+-·~· 11~-:
••
En el siguiente ejemplo, más largo, la nota pivote Do es particularmen- a.
te ambigua porque no es un factor de la tríada de tónica recién oída: in-
cluso se podría percibir por un momento como Si#, la sensible del sexto
,=•j J r 6 6 S
Iv r Ir- 6 S
1J
6 6 6
JI
•
r· f
1
l I # 11
grado, más que el propio sexto grado rebajado, lo que supondría imaginar
••
4
un cambio de modo de Mi mayor a mi menor. Como la tercera de la tría-
da mayor de La~, permite una modulación abrupta a la mediante mayor
de Mi mayor (enarmónico). De igual manera el Dob es el tercer grado de ,=~ r J r r r r r J
b.
J J uJ 1 .1 J i:
••
I I
La~ mayor cambiado a menor, y la quinta (enarmónica) de la tríada de -tó-
nica en Mi mayor. • 6 1,# # 6 6 ~ S
•• (¿V?)Lal>: 1 b)
e)
Constrúyase el esquema armónico a cuatro partes.
Constrúyase una nueva frase diferente de la original utilizando este
modelo armónico.
•• Sch~man.n, Álbum para la juventud, op. 68: núm. 17, Kleiner Morgenwanderer
••
•• EJERCICIOS
:'J ·, .d.
•• 2. Indíquese la tríada siguiente como acorde pivote en tantas modulacio-
nes como sea posible .
••
•• 3. Realícense los siguientes bajos cifrados:
5. Indíquense, mediante números romanos, las relaciones entre todos
los acordes de La mayor respecto a la tonalidad de Do# menor.
•
> s ·,a,~t1 -·-=---------.-1111·a;,r>MKiii'Will"SIIIMillM•P--
-lll=llil'líil-
••
...... , , . , , , , . ,1,.11•11a •
1•• 111, _ . . _ . _ , _ . , __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _IIÍII_ -• - ·-·-· lli 11 .~ "' 1,1~1 1 ,1 11
1•
1•• 232
6.
ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
Escribir a cuatro partes las frases siguientes: Schubert, Vals, op. 9, núm. 4
MODULACIÓN 233
•• a) Do menor, i: VI I rv JI I V r
111 1 IV U I V I I 11
•• b) Mi mayor, !: 1 I V I I IV II I VI
IV I IV I V I I 11
•• e) Si b mayor, !: 1 V VI 11 1 VI I VI
IIVIIVj VI 11
¡.••
1• e) El acorde pivote es el III de la primera lonalidad y el II de la se-
gunda .
,.,.
d) El acorde pivote es el VI de la primera tonalidad y el IV de la se-
~n~ -
1.,.
1 •
••
•• 10. Análisis. Examínense veinte piezas o movimientos de forma si-
1ilar, por ejem·plo minueto y trío, extraídas de sonatas para piano y cuar-
l.
11. Analisis. Analícese el siguiente fragmento anotando los acordes
,ivote y las tonalidades:
•
FIWttbílPtit»?M··· fltw"rif"tf TWIDMR -ifzd ¡.a ~ &lilii_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __
•• '
!
•• '.
desde la fundamental, vino a formar parte del vocabulario armónico, com-
binación que llamamos acorde de séptima de dominante, o V1 • Su cifrado
completo es Vl. En la práctica común la séptima sobre el acorde de domi-
•• i i
nante continuó utilizándose como una nota extraña, tal como hemos visto,
pero también aparecía sin preparación, esto es, tomada por salto ascen-
dente o descendente .
••
EJEMPLO
de dominante
•• igen de la disonancia armónica
cMPLO 15-1
melódicas o contrapuntísticas, extrañas a los acordes con los que sonaban.
La séptima del V7 añade un elemento disonante al propio acorde, y por
tanto es una disonancia armónica .
•• Las tres excepciones a las que nos hemos referido son las tríadas dis-
,,.
¡
minuidas disonantes del VII y del II (en menor) y la tríada aumentada del
ant. 111 (en menor). La tríada de sensible se puede considerar a veces como un
••
acorde de séptima de dominante incompleto. En realidad, suena y actúa
como una dominante; las resoluciones y la conducción de las voces carac-
p terísticas del V7 son en general aplicables también al VII.
¡ El II del modo menor se utiliza sobre todo en primera inversión, con
•• ret. e
pero no:
B
¡
l EJEMPLO 15-4
•• e
r. r
•• V N V 1 V V ID~ (V) VI
• '
iiliiiil,•o1 1L ~ i . . . ~ ... ¡¡¡··11.111::rttllllillriiíííil§flii,iiililitzallllliilllill".-1:11r•r•·------Fillliil_F
____,, ...ill#illlilillltil-nc•·lí1•r•a11111¡¡,;·¡-w•·tllltfiMitti:i;,1"3till,lolffMra:.··,1,,jj"'; ... ¡,,.,._, ···--······~··-u•... -···--- ......... '
••
1111111 11 1
_,. ' lnil'~'iiii,-mllli±#iliilll" 1hllM; _ ..
••
El acorde se séptima de dominante contiene dos intervalos disonantes:
1quinta disminuida entre la tercera y la séptima. y la séptima menor en-
·e la fundamental y la séptima. En la práctica común se ha procurado
isolver estas disonancias. Armónicamente, los intervalos disonantes se re-
Las dos quintas (a) no deben considerarse quintas paralelas. Estricta-
mente hablando, las voces no son paralelas, ya que una quinta es más pe-
queña que la otra. Las características de este movimiento son, primero, la
••
resolución impropia de la tendencia de las dos voces en el intervalo diso-
1elven mediante inlervalos consonantes_ Desde el punto de vista melódico nante y, segundo, la prominencia de la quinta justa obtenida por movi-
contrapuntistico, las notas que presentan alguna tendencia determinada miento directo. El mismo comentario se puede aplicar a la resolución de
1cluidas en los intervalos disonantes, se mueven en la dirección de sus la séptima por movimiento directo hacia la quinta (b). Estos movimientos
••
,ndencias hasta el punto en el que dejan de ser disonantes y pierden
1 tendencia a moverse.
La tendencia de la quinta disminuida es contraerse en una tercera
generalmente se evitan, aunque en el ejemplo 15-18 tenemos una excep-
ción habitual que permite el caso a; sin embargo, siempre se evita entre
soprano y bajo.
••
,ayor o menor, moviéndose ambas voces una segunda hacia dentro. Si
más baja de las dos voces, la sensible, se mueve sola. el intervalo resul-
nte aún será disonante, una cuarta justa.
La resolución de la segunda en el unísono (e) se utiliza sólo cuando es
una segunda menor y la voz superior es una anticipación.
••
En el caso de la séptima, sería posible que la voz superior se moviera
,Ja, bajando una segunda según su tendencia. Esto conduciría a una con- .
>nancia imperfecta, sexta, mayor o menor. Cuando la nota más baja, la
>minante, asciende a la tónica por salto, se alcanza un intervalo más sa-
EJEMPLO 15-8
Para la disonancia de Corelli, véase el ejemplo 8-17.
••
l actorio, la tercera .
••
IEMPLO 15-5
••
EJEMPLO
'
La inversión de estos dos intervalos disonantes da una cuarta aumen-
ja y una segunda mayor, o novena si las voces están más separadas. Las
ndencias de las notas siguen siendo las mismas, de manera que la cuarta
••
mentada se abrirá hacia una sexta y la segunda mayor a una tercera .
•• :~~111,~11
EMPLO
Re: J IV V Vl1(11~del)Vl del V V IV I D(VD') ,, ot V
•• 4 6 Z 3
Un intervalo de novena es seguido por una octava (d) sólo cuando es la
voz superior la que se mueve.
••
Si no respetamos la tendencia de la séptima a bajar obtenemos los
Juientes resultados: '
EJEMPLO 15-10
•• ~ r r irJr ~ r r e.Jr r
IEMPLO
a.~ J b.
15-7
c. d.~ ~ ~
~
•• 55
u
7S
u ,, n
ZI 98
u
56
n .
9
'fl
•
.li.llÍlllililiiil iíi.llil?lii·IM...liliiialll-
••
1,111, .,, , 1••:111 ,1 11•111111 1 t._1, .. 1 ... ~¡,1111ii1ii.1:iiaii1,
.-,cam•--...a-illilli..,.liiil,-• .--n:;;;,., I I a .......... 11. •• • •
••
na no se utiliza como bordadura (b abajo), a no ser que esté seguida de
ma resolución ornamental (e). ciende a la tónica en lugar de duplicar el tercer grado, grado modal. -~l
resultado es un acorde de resolución incompleto. Sin embargo, el equ1~1-
brio tonal de tres fundamentales y una tercera es preferido en general al
•• ~JEMPLO 15-11 de dos fundamentales y dos terceras. Esto confirma la preferencia de du-
plicar los grados tonales en vez de los grados_ modales.
•• EJEMPLO 15-13
•• En general, una vez introducida la séptima del V7, hay que realizar un
10vimiento de resolución de segunda fuera del acorde. En la práctica
bueno bueno bueno posible evitado
••
omún es raro encontrar casos como el del ejemplo-a de abajo; en b y e EJEMPLO 15-14: Mozart, Sinfonía núm. 41, K. 551 («Júpiter»), 111
e presentan dos típicas resoluciones aplazadas mediante un arpegiado,
·ansfiriendo la séptima a otra voz. · Allegretto
,.---_
•• JEMPLO 15-12·
,. ª· 1 1 b. J 1 c. J 1 Do: V' vj 1 V V7
•• V
-
1
-
1 1 .d.
..l - :!! El segundo grado, quinta del acorde, no es esencial par~ una sonoridad
••
satisfactoria del acorde de séptima de dominante y se omite con frecuen-
cia. La consiguiente duplicación de la fundamental da una nota c~mún con-
veniente entre los dos acordes, y la repetición de esta nota comun propor-
ciona la quinta que le faltaba al acorde de tónica .
•• esolución regular
••
!ncia del cuarto grado, la subdominante, proporciona el único factor tonal
••
••
240 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMúN
EL ACORDE DE SÉPTIMA DE DOMINANTE 241
~a. tercera no suele omitirse, pero hay ocasiones en las
melod1ca conduce a esta disposición. que la línea bajo que resultaría. Por tanto, tiene que resolver hacia arriba, y la quin-
•• Cantabile
justa (b).
Este es un ejemplo de resolución irregular sobre el cual hablaremos en
el capítulo 17 .
•• La primera inversión
15-19
••
EJEMPLO
EMPLO 15-17
1
.t
••
•• 1
••
EJEMPLO 15-20: Haydn, Sinfonía núm. 94 («Sorpresa))), II
,cuand? el acorde_ de séptii:na de dominante resuelve sobre el [6 s
.de dec1r que el baJo ha realizado la resolución de la séptima La sé / Andante
no puede resolver de forma normal debido a la oct d. · P J-
•• 'MPLO 15-18
ava rrecta con el
•• ~
1
a. b.
- Do: vt V V
•• ... e
Véanse también los ejemplos 4-9, 5-32, 11-5, 11-10, 11-13, 12-7, 14-8, 26-6 .
•• Fa: v1 1' Esta inversión es útil para construir un bajo melódico y también como
contraste a la pesadez de la progresión en estado fundamental.
1
•
.j 1 11,1•1 ~ 1,, .. ~1~111.,1,ii..1111ii1K.í.ijiliiiiiiii1•11 .~.W:ii:~,~ ·w·1:rv 111..,._ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ i ~-
•• 243
1
1
La tercera inversión
•• 1 del V V
•• 1 v; 16
nota más grave de dos intervalos disonantes, la cuarta aumentada Y la se-
gunda mayor, y, por tanto, tiene que resolver bajando una seg~nda. .
Las otras voces se mueven como siempre, con una excepción ocas10-
•• ~anse también los ejemplos 6-15, 6-27 10-7 12-5 12-16 19-20 20-3 24-15 nal cuando el soprano salta una cuarta de la supertónica a la dominante,
-9, 27-26. ' ' ' ' ' ' ' duplicando la quinta en el 16.
••
EMPLO 15-22: Beethoven, Sonata, op. 31, núm. 3, III EJEMPLO 15-25
"
•• tJ 8 e
_g e
~
•• Mib: v' ] IV 16 v; 1 V J V
A
-~
'
Adagio r.,. r.,.
EJEMPLO 15-26: Beethoven, Sonata («Patética»), II
v
::- r ~-
~~I i...J
'I:a::1::::-
•• ..J.
.___.,
·J~I
1
i1 -
-,J.·
1 r
~
V1 del V V
••
yl 1 V6 VI
Mib: f v; 1 V D v;delD D V del U D Lab:
• .,
tlWt:Mihhl,;·WtHti MM 1t,L d std:#h·-·tt ·:tttn fitiitii:t'&ri.Jtft teattnS[EZ -- 1
•• 245
r
' ¡ 1
••
EL ACORDE DE SÉPTIMA DE DOMINANTE
244 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
J L
•• des de tónica y de séptima de dominante· es una buena muestra de las 11
posibilidades melódicas y contrapuntística; del acorde de séptima de do-
minante en diversas posiciones . t 2 6 6 ~
•• !
6>< 6
4 1, 6 6 6 5
6 4 3 S
3
••·
•• Fórmulas para practicar en todas las tonalidades: 2. Constrúyase un fragmento musical de dos frases a partir de las
•• ·LO 15-28
siguientes indicaciones:
a) La primera frase comienza en Sol mayor y acaba con una cadencia
•• d. .J .J J F f .d. .J
auténtica en mi menor.
b) La segunda frase vuelve a Sol mayor por medio de un acorde que
es la tríada de supertónica en Sol.
e) Introdúzcase, en los lugares apropiados, un ejemplo de cada una de
•• VJ ¡6 vi J6 1 v~ 1 vi ,, v1
las tres inversiones del acorde de séptima de dominante .
•• EJERCICIOS
3. Constrúyase un fragmento musical de dos frases a partir de las si-
guientes indicaciones:
•• J ;J. 1J J r·
16 26
r P r P I r Jd
1
t 76
J1; Jr
1-
11
ma preparada y sin preparar.
••
t,
ma de dominante e inversiones:
••
e, 11
s . 2 1 5 ·-7-
•• 1V f' 1 e
2f;s,i r r r r I r r J I J J w 2 1 J J 1 11
•• i 6 4
J
6 ~ 2 6
•
w,a,WóC;i,!lalilil_ _ _ _ _ _
"" ....,.... '"" ···'·"" ., ,.., ,,.,,.,il:. ... .-?r:lli15t1ew 'dckrtCC·nr:ur -
~--------------)11 11 1,11,11• • 11• 01 1,
••
••
246 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN EL ACORDE DE SÉPTIMA DE DOMINANTE 247
· e. Modera to d. Andantino
J I J FI E r I r V 1 ª 1 r F rr1
•• >*1~ ,1 11
1e I J f' 1 f¡. FI E r 1 , •.• a f1 E¡d rI r r ,l 1 J IJ r !' 1 ETr f' rI rl
II 11 e o O JIe J 11
•• 11 f' f'I .. I[' Flf' r1rw1° 1 1. Análisis. Analícense y compárense los dos fragmentos siguientes:
•• d, Allégretto
=•a r--w I r
·-
•• JJ arI r J.
1
¡. •• 1• J. J. 1w 1 r D , ., 11
:• • Jnvenga, en los lugares indicados por los asteriscos: Beethoven, Sonata, op. 110, I
••
••¡.
:e 6. Armonícense las siguientes melodías de soprano:
a.
:e
1
••.
:e
;
,
b•
, V,f
1
aJ IF' ffl I J J J 11J J ; 1J J I fJ J :J I J. 11
•• , Allegro
*e r r J J I JJDJ J I r r J J I JJ,E J J I J J ; J 1
.
••
•• -' nJu r w I J w J J JJ J J
I 11
••
••
--..-m·-www:·wmtt11 ~.IMRI
-
•• DOMINANTES SECUNDARIAS 249
••
nuevos acordes; por otra parte, tambi~n increm~nta el sentido de la ?irec-
ción y del movimiento en la progresión armónica. En su forma mas ex-
tendida produce un esquema armónico secuencial en el que cada acorde
resulta la dominante del siguiente .
••
un medio para reforzarla. Si imaginamos un centro tonal, soportado por la
mportancia y definición de la función de la dominante secundaria · subdominante y la dominante, es fácil ver que si estos dos grados tonales
importantes están soportados por sus respectivas dominantes, todo el edi-
Cualquier página de música que observemos mostrará numerosas alte- ficio tonal queda reforzado. Este es, en esencia, el esquema que Beetho-
•• 1ción . .Algunas de estas alteraciones son necesarias para indicar los grados
.!Xto y séptimo elevados en el modo menor armónico. Otras son notas
xtrañas cromáticas, como una nota de paso entre dos grados:diatónicos
e la escala, o una bordadura actuando como sensible momentánea de una
EJEMPLO 16-2: Beethoven, Sinfonía núm. 1, I
•• rmónicas, una preferencia que prevaleció hasta finales del siglo XIX. Junto
la propia función de dominante de la tonalidad principal, el principio de
, dominante secundaria, que habíamos introducido en el capítulo 5, es el
•• Presto
.. .. ..
••
•• Sol: v; del U yt del
'--·
V v} v{del IV IV' Las dominantes secundarias no tienen sólo un valor funcional, sino que
también son un recurso importante de color armónico. Los compositores
j'
\
•• léase ejemplo 20-11. de los siglos XVIII y XIX se interesaron por las ventajas expresivas de las
nuevas notas que se podían incluir de forma lógica en la tonalidad. El vo-
l
•
, .•• ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN DOMINANTES SECUNDARIAS 251
••
es en tiempo moderado, aparecen las doce notas de la escala cromática el VII en su forma disminuida se puede entender como V1 incompleto.
no factores armónicos. Sin embargo, ninguna de estas séptimas incompl~tas puede tener la_ fun-
ción de tónica secundaria, y, por tanto, sus dominantes no son pos1bl_~s .
•••
La tríada mayor sobre el VI del modo menor se utiliza, a veces, tamb1en
:MPLO 16-3: Schubert, Vals, op. 18. núm. 2 como acorde de séptima, como la dominante de la supertónica rebajada
cromáticamente, o sexta napolitana (cap. 26) .
••
de tener estas formas: importante principio de alteración cromática: una nota elevada cromática-
mente tiene tendencia a resolver hacia arriba Y, por el contrario, una nota
rebajada cromáticamente tiene tendencia a bajar.
•• MPLO 16-4
EJEMPLO 16-6
••
tte secundaria asociada a cada una de ellas. Cuatro séptimas de do-
iante, derivadas de tríadas mayores, están incluidas entre paréntesis por- La forma más sencilla y natural de introducir una dominante secunda-
; las tríadas de las que proceden no se pueden interpretar como domi- ria es hacer que proceda de un acorde que se pueda interpretar como una
1tes secundarias a no ser que la séptima esté presente. Obsérvese que tríada normal en la tonalidad de la tónica secundaria. En este caso, el grupo
••
....-ili,5filii"lii"""fil,JiliJli-wM·rliii·ijypí111iil-liil-llF--71!7!fij5a·1111n••----·11111s•r•nillim-aillltillmaiiii\'llllllitrK~-·¡¡,!j, • 11•--····-· 1
+<·•~ ::tibitri··r··~~- -
••
k.ad.irrd.~.l:.¡,,.y..jU;.,,e· • ··in ,r ,¡' ,_,., .. --·
••
tres acordes (de los cuales la dominante secundaria es el segundo) se EJEMPLO 16-9
dría considerar como perteneciente a la tonalidad pasajera, pero los acor-
; primero y tercero podrían ser aún miembros de la tonalidad principal.
•• IMPLO 16-7
•• Do: IV V del VV
•• i: VI V del VV
En general, una sucesión del V' del. y al V7 ~~bería colo~arse de forma
semejante, aunque si tomamos la suc~s1on cromatJca ~n la misma voz, e.s~o
significaría que la sensíble de la dommante secundaria, .Y a veces tamb1en
••
,1: 11 V 1
la séptima, resolvería de forma diferente a su tendencia natural. Ésta_ es
por tanto una resolución irregular, pero pr~senta un_ en.lace suave por mo-
vimiento conjunto o notas comunes. Las formulas s1gu1entes presentan al-
Esta dualidad de significado tonal facilita el enlace de los acordes y
••
gunas variantes de esta progresión .
1ntiza la lógica de la progresión armónica. (La funcíón dual de los acor·
se comentará más a fondo en el capítulo 19.)
Sin embargo, a menudo el acorde precedente no se puede analizar fá-
•• falsa relación
r r P- ·r r
•• MPLO 16-8 · En la realización de los ejercicios, se deben enlazar estos acor~es evitan-
do al principio la falsa relación, pero t~mbién hay que expe~1mentar el
•• ;a relación
efecto de otras disposiciones y buscar eJemplos de falsas relac1~nes en la
literatura musical. Los siguientes ejemplos incluyen fal~as relaciones for-
madas entre grados alterados de la escala y notas extranas.
•• Normalmente, se da una falsa relación cuando las dos notas implicadas EJEMPLO 16-11: Bach, El clave bien temperado, 11, Preludio núm. 12.
••
tratadas como grados de la escala de los modos menores melódicos y s
ónico (v. ejemplo 8-28). En el ejemplo anterior la falsa relación podría
Jtarse si la tonalidad fuera sol menor, con el Fal¡ como séptimo grado
;endente. Entre el Fa y el Re se escribiría o se sobreentendería un Mi b
•• ieran la progresión cromática en una sola voz . fa: V 7 del IV IV 9 V7 del IIl Ill 9
•
'lli 11 .... lli1
••
•• ARMONfA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
••
EJEMPLO 16-15: Liszt, Sinfonía Fausto, 11
Andante soave .
•• mi: IV' Vl
I¡~ ~ 1F ~ 1ff]j!til r ~
,: (!Í~ ,~;üx1sl
Véanse también los ejemplos 19-6, 19-7.
•• 1; 1 El V del 111
•• Puesto que hay dos terceros grados, uno en el modo mayor y otro e~
el menor, tendremos dos dominantes posibles separadas entre sí un semi-
tono. No es necesario decir que la dominante del tercer grado del modo
l.•
ie • . Mi: \r, del 11
mse también los ejemplos 24-16, 31-61.
V del 11
11 menor no se conduce al tercer grado del modo mayor, Y viceversa.
En el modo mayor son necesarias dos alteraciones. El segundo grado
se eleva y se convierte en la sensible del tercero, y el cuarto grado se eleva
para formar una quinta justa con la fundamental del séptimo grado.
La dominante del segundo grado tiene como fundamental el sexto grado EJEMPLO 16-16: Schubert, Sinfonía núm. 8 («Inacabada))), 11
•• en la sensible del 11 .
•• ,nse también los ejemplos 13-6, 15-23, 16-13, 17-16, 19-5, 24-26, 24-40.
•
FE 2Z [ $$ ,-, rac.1.·..a .... llii:lllli.....:.111,•11~,111111.-- .1,a11~ 1 ...... 1 1 •,
••
•• ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN DOMINANTES SECUNDARJAS
El mismo tipo de énfasis sobre la subdominante se puede encontrar al
257
••
JEMPLO 16-17: Bach, Coral núm. 216, Es ist genug
principio de una obra, como en el ejemplo 16-2 y en el siguiente:
••
Si se emplea el tercer grado del modo menor, su dominante se encon-
rá sobre el séptimo grado rebajado, y los dos acordes sonarán como una pedal e tónica
Fa: 1 V1 del IV IV
)gresión V-1 en la tonalidad relativa mayor. Esta relación, muy frecuen-
ya fue comentada con detalle en el capítulo 5.
•• Prestissimo
.---. EJEMPLO 16-21: Mozart, Concierto para piano, K. 466, IJI
•• _J
•• Fa: 1
J
v: del
:10se los ejemplos 5-31, 5-32 .
III m v: del III m v: del mVII' I' v I lt. v
•• V del IV
re: IS v1 V1 V; del IV IV IV(ll)f Ij V'
••
La tríada mayor de tónica puede interpretarse como el V del IV, con El V del V
1 séptima menor añadida para aclarar esta relación al oyente. El V del
es una de las dominantes secundarias más comunes y más utilizadas La dominante de la dominante ha sido ya mencionada en relación con
••
;ia el final de un movimiento, donde el énfasis sobre la subdominante su uso en la semicadencia (v. ejemplo 11-13). El que sigue es un caso típi-
iilibra las anteriores modulaciones a la dominante . co en el que, en el análisis, no se puede llamar modulación a la dominan-
:MPLO 16-19: Brahms, Un réquiem alemán, núm. 5
EJEMPLO 16-22: Schumann, Albumb/iilter, op. 124: núm: 16, Schlummerlied
•• Allegre.tto
••
•• IV V: del V J~ (V~)
Mib: U6 V~ del V V7
~
••
Véanse también los ejemplos 15-26, 6-15, 6-35, 8-7, 13-4, 11-2, 11-25, 17-7,
:anse también los ejemplos 4-9, 7-8, 8-42, 8-46, 11-16, 11-27, 11-28, 12-13, 17-13, 19-7.
-4, 17-17, 19-8, 19-10, 21-19, 21-20, 24-29, 25-19, 28-5 .
•
. -···-· ,....... _ .......................:;, .... ,... ""''·"·..:.....~..:.....11,e&Ns&&,r· ... ,., --;ns· --1-ct ··1-s·:a :s ;,e1,e;:ra1ta· rrn •r•·••••r:.iattiÍileili·tlliiltWllid".-stiliZIIIWlii-ilir111vmss,·..it·a~ .. ~ . 1 ~1 • • ·.-.i11111.·,~..... ~ , ·
••• 1
Í.
••
1 \,
•• V del VI
El V del VII
La sensible no se considera como una posible tónica pasajera, de ma-
••
Al igual que la mediante, la submediante es menor en el modo mayor nera que su dominante no se utiliza. Sin embargo, el séptimo grado reba-
mayor en el modo menor, y por eso hay diferentes formas de la domi- jado de la escala menor mel9dica se puede encontrar precedido por una
nte para cada uno de los acordes. En el modo mayor, la nota dominan- armonía de dominante. Utilizado en conexión con un modo mayor esta-
se eleva cromáticamente para obtener la sensible en el V del VI. blecido, como en el siguiente ejemplo, demuestra las posibilidades colorís-
•• EMPL0 16-24: Schubert, Quint~to para piano, op. 114 («La Trucha»), 111
ticas de la mixtura modal.
••
,.:•
:e
Re: 1 Y7 del VI VI w
La: I V 1 del VII VII V7 del VI VI 01 V7
,.•
anse también los ejemplos 8-16, 8-27, 13-5, 10-10, 12-5, 14-9, 17-10, 20-4.
••
•
••
•• 260
EJEMPLO 16-27
ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN DOMINANTES SECUNDARIAS 261
•• ¡\
~ ,
1
.,
1
1
1 1 1
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••
' 1 1 1 1
J. .d. .d. e :iJ J.~J e ., J J. J .d_ J
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•• VI V) del V V
J 1
16 V()) del IV IV V1 I
'
Vl del VIVI 11 6
1 1
V V! del 11 11 V
1 ' 1
1
h. Andante
IJ 7 1 ! 1 1 ·1 1 r! 1 71 r 7
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- .d. ¡,J .4 ~ #4 J. J. _d_ .d. J
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•• V del IV [V6 V 16
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1 V delf1in V tlVI V del II V del V V
1
9: to C rJ 'Eu ( rlf I fJJ [d: f C r J. 11
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pueden incluir libremente .
•• 1
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1 11 Alkgretto grazioso
6~ 6 ~ S 6
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6
4
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ll ,=,r J.l J J\J JnJ rrrJ l I I r EJJ J J JCJ JJJJ º
I I I 1 11
b. t ~ L3 tt. : ~
••
6 6 6 6 - 6 6 6
.,:,~ w r 1w r•r I pJ 44J w 11
1
•• guientes indicaciones:
a) El modo predominante es menor; el compás es !; la textura rítmica
•• d.
ífJ?B J r r l§r
contiene corcheas .
b) La primera frase modula a la subdominante del relativo mayo~.
e) La segunda frase comienza en esa tonalidad y modula a la tonahdad
••
original.
Pr 1ª r Iª J1 d) El fragmento acaba con una cadencia plagal introducida por el V
de! IV y el último acorde presenta una tercera picarda.
ll t 1 6 il, 3 7
••• e.
:he íJ j qJ E f' I 1 rJJ 1 .. 11
4, Armonizar los siguientes bajos no cifrados:
,·.s r"r
a. ~
JJ w r rJ r
•• i 7 S ~#
3
ll 6 : ll I I I I 11
•
'.
•
- :wetn·",a;:.a .... - , _ lllilWliiliiztliliilYWlllílllllilfWliillPRIMi'"-SM•rnliililZClliiJ- - - - - - - - - - -
,.
'.
•
;2
b.
i uw1J I r •r
ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
, v· , 1 1
DOMINANTES SECUNDARIAS 263
:
• r ~ r'r ,r r r r· ~ r u r· ,
ü2 q~ I I 11
6. Análisis. Analizar el Vals, op. 9, núm. 4, de Schubert dado en la
página 233, sin recurrir a la modulación pero incluyendo en su lugar do-
•• r Rr r Fr Ir r Ir r J 1'r r· ~ 1rr r )]
minantes secundarias.
· t. Moderato
F 11 J .J
•• ,1zc 1
e U ftrr r r r J r r 11 1,J F I J I e 11
•
• 5. Armonizar las siguientes melodías de soprano:
• !,
: t~ J ,J I J. 1J J I J i¡J I J. 1#d. 1 J. 11
• r •r rar r •r r r r r
b.
•
.•• ,b¡ iU .O #J
J
-·
I
J FI E
J I
I F @l J
I
IJ I
1 !'"
J 11
1 11
•• . Allegretto
••
:!.
•• RESOLUCIONES IRREGULARES
•• Andante !
•• . ': -
•• Definiciones de irregularidades
••
no podría saltar al sexto grado, Do, ya que provocaría una débil octava
triada de tónica; por definición, pues, todas las otras resoluciones son irre- directa como resolución de una disonancia. Se puede observar que la con-
~ulares. Antes de hacer generalizaciones sobre su uso en la práctica común ducción de las voces de esta progresión no presenta ninguna diferencia
tiene~ que comprenderse dos aspectos de la resolución irregular. La irre-
esencial con la progresión V-VI sin la séptima .
••
En -~I ejemplo siguiente la progresión armónica es un caso típico de ducción de las voces estricta. Desde un punto de vista armónico, los deta-
resolucmn. re_gular de un acorde de séptima de dominante. El Vb del· V lles de las variantes contrapuntíslicas son menos importantes porque la con-
va a su obJ_ettvo, el V. Por otra parte, la conducción de las voces c~ntiene tígüidad y la suavidad del enlace siguen siendo principios válidos también
Jos saltos musuales.
•• EJEMPLO 17-1: Schubert, Cuarteto de cuerda, op. 29, 11 embargo, encontraremos que el acorde de resolución tiene al menos una
nota en común, a veces dos, con el acorde esperado; con o sin notas en
común entre los acordes, normalmente habrá una conducción de las voces
Andanter----,-.
•• EJEMPLO 17-3
•• t___Lf
Do: 16 v: del V v1
a. b.
•
--------liF_______
•••
f:IF!Ertli±f&Pe:tw+Ji,ttM---;;-IJ~ tWT ~:í&,M:1a:1iiodnci"-,¡j¡roli,i(---.-¡¡pl:::l'93i!,¡·iil:iet;;illliii--,liitWiliiílElil~liwllil·
•• Aquí tenemos un acorde disonante que resuelve sobre otro acorde di-
mnante, un caso bastante frecuente. Cuando la progresión incluye un acor-
je de séptima en inversión, éste estará de manera que presente sus cua-
,ros factores .
Véase también el ejemplo 11-25.
•• :uencia, pero esto. no quiere decir que se trate de una lista exhaustiva.
,ería conveniente experimentarlas en diversas inversiones y disposiciones
iara apreciar sus cualidades particulares . EJEMPLO 17-6: Mozart, Sonata, K. 279, 11
•• ~JEMPLO 17-4
Andante
•• Á
\
\Á
......_
•• V7 VI y1 VI y7 1V6 y1 1V6 y7 IV y7 D6
La progresión del ejemplo 17-4e, con la sensible en la voz de soprano
en V7-JV tiene una forma peculiar de sonar que parece acentuar la rela-
ción de t;ítono entre el soprano del V y el bajo del IV; en la práctica común
••
g. h. i. j. k. l. esta progresión es inusual incluso con simples tríadas, aunque fue_ muy
frecuente en el siglo XVI. El ejemplo 17-7 presenta el V7 del V resolviendo
de forma irregular sobre el I, y después el V7 resuelve sobre el _IV, en
.J.
•• V V1 del V
.d. .d
y7 m'
J J
y1
J
m y, m
Á
v: del VI
J .J. J ambos casos con la sensible en el soprano, de forma que la relación del
trítono no se evita, sino que más bien se acentúa deliberadamente por su
efecto dramático .
Las resoluciones sobre la submediante (a, b) y sobre la subdominante EJEMPLO 17-7: Schubert, Sinfonía núm. 9, II
•• mental duplicada del segundo acorde. Cuando los dos acordes están en
~stado fundamental, la sensible se suele colocar en una voz interior.
La subdominante se encuentra más a menudo en primera inversión, lo
••
supertónica hace una resolución débil (ejemplo 17-4 /); es semejante a un
acorde de novena de dominante sin la fundamental ni la tercera. La trans-
formación del II en V del V (ejemplo 17-4g) da un acorde de resolución
EJEMPLO 17-10: Beethoven, Cuarteto d~ cuerda, op. 18, núm. 1, I
Allegro con brio
J.
••
más satisfactorio con la séptima ·subiendo cromáticamente para obtener un
nuevo color. En el siguiente ejemplo, un enlace de frases, la omisión de la
fundamental Re del V del V elimina otra nota común .
••
EJEMPLO 17-8: Mozart, Sonata, K. 533, I
•• ¡
Resoluciones irregulares de las do_minantes secundarias
3
Las resolucíones irregulares también pueden aplicarse a las domi_n~~tes
secundarias aunque dentro de una sola tonalidad hay algunas ~0s1b1hda-
des menos.' Estos acordes en general se identifican por la resolución sob_re
•• Do: Jf V! del V (""Vll 6 del V) sus tónicas momentáneas. Cuando esta progresión no aparece puede sig-
nificar que ha habido una modulación, o que el _ac~rde es el resu.ltado de
la notación enarmónica de un acorde con un· s1gmficado arn:iómco muy
•• Los acordes sobre el tercer grado (ejemplo 17-4h, i,J) tampoco son muy
satisfactorios, puesto que tienden a ser absorbidos en la armonía de domi-
nante. La tercera mayor suena más como una nota extraña melódica que
diferente, como por ejemplo un acorde de sexta aumentada. Sm emb~rgo,
si la resolución es sobre un acorde que pertenece sin duda a la tonahd~d
original, la dominante secundaria se comprende cl_ara.l'f1:ente como tal, _sm
••
•• V' del VI IV ll V
••• Sin embargo, la forma del III como V del VI (ejemplo 17-4k) es relati::
,amente común como acorde de resolución. De nuevo tenemos en este
:aso una relación cromática .
EJEMPLO 17-12: Bach, Coral núm. 268, Nun lob', mein' Seel', den Herren
r.,.
•
~ - ~ fNZZIDW ···1xrc±rfiMiiliiAiiail.'· i1' iMliiliillllli,,----·-·...
----------
•• .
) '
''
••
270 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
RESOLUCIONES IRREGULARES
r
••
La misma relación se encuentra entre el V7 del 111 y su resolución irre-
gular sobre el I, o en el V7 del V sobre el Ill. Esta última JJ:fOgresíón está Allegro non troppo
ilustrada en el siguiente ejemplo:
••
EJEMPLO 17-13: Chopin, Mazurka, op. 7, núm. 4
••
••
. Si: 1 V' del II V' 1 V' del II V,,
••
particular cuando el I está en la posición seis-cuatro en una cadencia. El
principio de la tónica en seis-cuatro como sustituta de una dominante viene
confirmado por esta progresión fuerte. (Compárese con el ejemplo 10-21.)
ft fz ft ft
•• EJEMPLO 17-14: Schumann, Dichterliebe, op. 48, núm. 4, Wenn ic/1 in deine
Do: V' del IV V del JI U: V del JI JI 1~ V
•• ~- .fIJ I D J.
Augen _seh'
EJEMPLO 17-17: Franck, Preludio, aria y final
Langsam
rit.
•• - I Lento _~
1'
w
1
so muss kh
. . . wei · nen bit ter • lich.
1 1
rit.
.
---=-1. '
.
•• ;......:__:_:_...·
-~-
1
./
.
..... ~
-
••
Vt del V v:· del IV IV
._..._1 1 1
;01: II Vl del Il 116 Vl del V [~ V (7 ) Vl del IV IV 1
En estos ejemplos la unidad tonal de la frase está asegurada por la rea-
••
del segundo grado. dulación. Este es un caso típico del uso de notas comunes y movimiento
Con la resolución de una dominante secundana sobre otra dominante conjunto para obtener un enlace suave entre armonías lejanas, un recurso
secundaria queda demostrada la validez de las funciones armónicas en la
utilizado de modo creciente en el siglo XIX.
tonalidad. Los acordes como dominantes representan grados de la tonali-
••
Las dominantes secundarias consecutivas se pueden utilizar de forma
dad, pero cada uno contiene al menos una nota extraña a la escala. Se secuencial en la modulación, apareciendo cada acorde como la dominante
puede apreciar fácílmente que incluso en la resolución irregular las domi- del siguiente, sin alcanzar estabilidad tonal hasta que la secuencia termina.
nantes secundarias p·ueden proporcionar una gran riqueza armónica y una (Véase ejemplo 17-4/ y las fórmulas de más abajo.) En el capítulo 20 reali-
•
Mibit«W¼"'ctZS:?ar'bi- ·a,i:kn?'~ t Y r ;.:i:5·±:· ±Mh:tr!t"eit-ziC::<ri# t t · ttt:ih±: kMtii · ··..,- 5 3 · 121c ;rsmsm··a 111 m,
••
•• 272
EJEMPLO
ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMúN
EJERCICIOS
273
•• V 7 en Mib
V7 del IV en mib menor
V 7 del VI en Fa mayor
V 1 del V en do menor
.l
•• 2. Escogiendo un compás y un ritmo apropiados, escríbanse frases a
partir de los siguientes esquemas armónicos, empleando acordes en estado !'11
•• fundamental y en inversiones:
••
b) mi menor: V7-V7 del IV-IV-I-V7 del V-V 7-I
e) Lab mayor: l-V1 -IV-V7 del VI-VI-V7 del V-l-V 7-I
ti
d) Sol mayor: l-V7 del Ill-V 7 del VI-V7 del II-V 7_del V-V-I
r¡j
•• Las resolucíones irregulares varían ampliamente en la frecuencia de su
3.
a.
Realícense los siguientes bajos cifrados:
,=•~ r •rlrJ
•I
:1 '
•• encontrados por medio del análisis, se debe intentar resolver las dominan- '
tes secundarias sobre los diversos acordes en una tonalidad dada, inten-
tando que las progresiones se muevan en la tonalidad de la dominante
secundaria a fin de aclarar la conducción de las voces.
•• EJEMPLO 17-19 c.
_,!g,e e r je r r e
•
1 Ir r j 1 ... 11
••
7 6 7 7
6 7
b
IIF ·~ 1:· 1 d.
! J. LJ~J Jl'F Ir or j n
•• V2 lil VJ v1 V1 delll 11 6 v1 V7 delv v v 2 V7 delVJ N
~:bl,Ir;
b 1
6 1, .5 7
1
7
1
l.••
6 6
3 ~ 4 6 s s 4 t¡_ q
~
••
!I~ i i ii v1
1·: 11.? 1
~ del IV v: del V 1~ V'
1; 1
e. Andante cantabile
,=• rrJ
6 6
s~ 6s
1,J .l irrJJurr 1rrw 1#JJqJJ12JJ 1J J 1
1 d s. 1,1¡ d b 6
4 3• 4 2 -
~ ~1 6
3 4
s 6 6 ~ 6
sq #
4
3~ ~-
3
11 ~1t 6 Ls
••
, .. 1li11• nllllliiiiiallli
••
•• 274
4.
ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
•• 11
í;
J .
•• b.
18. Textura musical
.¡ r
i! 1
1e ~ i r1r 1
1E •e If' r I E FE I r· r I J 11
e
••
1
••
5. Armonícense los siguientes bajos no cifrados: blar de textura vocal o instrumental, de textura orquestal o pianística, tér-
minos que reflejan los medios de interpretación de la música. .
a.
2=,&1,P i J r r J .J J w J J 1 ;:{ .w I J I J.
En los primeros ejercicios de este libro habíamos trabajado con tríadas
en estado fundamental, una textura inuy simple. Los cuatro elementos cons-
••
I I 11
titutivos de cada acorde son normalmente_ los tres factores tríádicos y una
nota duplicada, y éstos están conectados, de acorde en acorde, en sucesio-
nes lineales que llamarnos voces. Las cuatro voces son diferentes sobre el
••
b.
••
res consiste en proporcionar los elementos triádicos no incluidos en las
partes exteriores, o bien duplicar una voz, o ambas cosas. La unidad rítmica
de todas las partes sostíene una textura uniforme en la que la línea de sopra-
no es, en cuanto a la textura, sólo la primera de cuatro voces de igual im-
•• portancia .
••
htttfrtflittn·r·; •,, rt·-rtartruTMtrti& .
••
•• 276 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
de este tipo se encuentran entre las primeras en las cuales se pueden ha-
TEXTURA MUSICAL
EJEMPLO 18-4: Bach, Motete núm. 6, Lobet den Herrn, al/e Heiden
277
•• blar de funciones armónícas. sei · ne Gna de und Wahr - heil wal tct ü - ber uns in
••
co, es decir, son independientes; aun así, son también interdependientes
EJEMPLO 18-2: Osiander, Nun komm, der Heiden Heiland (1586) porque cada voz es parte de la textura global. En la música religiosa del
siglo XVI este tipo de textura es la· norma, aunque regido por las reglas
del contrapunto estricto .
•• Desde finales del siglo XV hasta principios del XVII, este ideal prevaleció
en la música, ya fuera vocal o instrumental. La música escrita para voces
se tocaba a menudo con los instrumentos disponibles, con escasos o ningún
•• Las notas extranas estan empleadas con imaginación y las líneas melódicas
de todas l~s partes est~n. construidas con elegancia'. Al mismo tiempo, la
textura esta formada bas1camente por acordes, con un ritmo armónico re-
jan el estilo vocal religioso que ha perdurado durante más de dos siglos.
En el período de la práctica común, la mayor parte de la música pre-
senta una textura de tres o cuatro partes, con todos los tipos de equilibrios
:.••
gular Y una nueva sílaba del texto sobre cada cambio de acorde.
imaginables entre los elementos homofónico y polifónico, y todo tipo de
!. EJEMPLO 18-3: Bach, Coral núm. 170, Nun komm, der Heiden Heiland
duplicaciones. Ejemplos de textura de más de cuatro partes reales inde-
pendientes son relativamente raros. 1 Es evidente que si el número de par-
tes aumenta, también crece la necesidad de duplicar los factores triádicos
en cualquier armonía dada, y, en consecuencia, aumenta el movimiento
paralelo de las partes y disminuye el movimiento independiente.
••
La música compuesta para grupos instrumentales puede ser música de
cámara, de dos a tres instrumentos a ocho o algunos más, o puede ser
para un grupo mucho más grande, hasta alcanzar las dimensiones de una
gran orquesta. Una sinfonía de Brahms, por ejemplo, puede requerir una or-
•••
Litera~mente, polifonía significa «varios sonidos», es decir, varias voces,
1 Ejemplos conocidos de contrnpunto a cinco partes son El clave bien 1emptrado, libro !, fusas núms. 4
Y su. sentido se opo_ne ~I de ~onofonía, propia del canto gregoriano; más y 22; el Preludio y Fuga en Mi mayor rara órgano {«Sanla Ana»); el Kyrie y el Conliteor de la Misa en si
?rop1~mente, la pohfoma se diferencia de la homofonía en que las voces menor de ilach; y la Sinfonía núm. 41 («Júpiter»), !V, de Moz.art. El contrapunlo a seis partes está represen-
•• md1v1duales de una textura polifónica están bien diferenciadas una de la lado por el ~ran Ricercare de la Ofrenda musical de Bach; y el Credo de su Misa en mí menor empieza con
una fuga en la que pueden encontrarse hasta ocho partes independientes simultáneas .
otra. Esto se puede observar en otra pieza a cuatro voces de Bach:
•
i.._ l(htri:t·ttr ·5¡4 f I ·-'rld:> aiaiilw--ctteb
1 *' ·ttitzrirt±t·"dtt· !O nt irli ;Htct t:tm
1
(t
(t ¡ 1:'
t
<• Si consideramos el bajo comci una 'parte y la voz sola como otra, lexis-
<•
(t
Ejemplos de textura homofónka
ce EJEMPLO 18-7
ce
Lti • se lle • hon mei • ne Lle · der durch die Nacht zu dir:
3 - 3 i
<•ce
(t
·e• Este conocido pasaje es un ejemplo típico de melodía con acompaña-
(bajo omitido)
<•(t miento. Esta textura es comparable a los himnos a cuatro partes de los
ejemplos 18-1 y 18-2 en que la melodía·es la voz superior y la más impor-
tante. Pero aquí la melodía está diferenciada del acompañamiento tanto
Visto sobre el papel, estas duplicaciones-tienen la apariencia de unas
octavas paralelas prohibidas, pero el oído no las percibe de esta manera.
Se oyen como una sola parte y no como dos partes ind~pendientes. En
<•
(t
melódica como rítmicamente, y también porque es cantada por una voz
mientras que el acqmpañamiento es tocado por un piano. El mismo acom-
pañamiento, en el que Schubert imita con el piano una guitarra, muestra
los compases tercero y cuarto, la aparición de una cuarta voz en la mano
derecha es el resultado del retardo del Sol y su consiguiente resolución; el
La es la fundamental duplicada del V y no confunde la textµra.
<e dos elementales, el bajo y las partes superiores, diferentes en registro y en
ritmo. El bajo está doblado a la octava, algo habitual en la música pianísti-
El ejemplo precedente representa una textura homofónica, puesto que
sus voces se mueven todas a la vez de una armonía a otra, y porque, aun-
<• ca. Quizá no resulte evidente, a primera vista, cuántas son las partes que
toca el pianista con la mano derecha. Lo veremos cori mayor facilidad me-
que hay diferentes elementos rítmicos, éstos también son regulares de un
<•
(t
diante una reducción analítica, en la que se eliminan las repeticiones de
notas y los factor~s armónicos son, por decirlo así, «desarpegiados», es decir,
compás a otro. Es un excelente· ejemplo de la práctica de la conducción de
las voces en un acompañamiento instrumental, y en la literatura musical
podemos encontrar muchos otros de características semejantes. Se puede
representados como notas del mismo valor. (En la reducción se utilizan extraer una importante lección de la comparación entre el carácter melódi-
<e . notas negras sin .plica para evitar cualquier atribución rítmica; están escritas co de este fragrpento y la textur?- de un coral a cuatro partes. ·en esta com-
ce de forma vertical, para mostrar que se consideran como acordes.)
En la reducción, la conducción de las voces resulta más visible •. El-Mi
paración cabe_ preguntarse cuántas partes reales están presentes en el ejem-
plo de Schubert, si éstas cambian, y qué partes están duplicadas en un de-
<e del segundo compás es en realidad una nota auxiliar del Re (v. en el capí-
tulo 23, armonía de las notas auxiliares). El So! del mismo compás prepara
terminado momento.
El acompañamientq de un vals es un ejemplo muy común de otro tipo
<•
(.
<e
la séptíma del acorde de dominante del compás siguiente. · · de textura homofónica.
•• ·f:
¡
•• Moderato
figuraciones.de amplia extensión. Ciertos tipos de música pu_ede~ demos-
trar en particular estas posibilidades, tales como los acompana~1entos d~
¡l
•• 11~:: cu lares, y las piezas en forma de variación. El piano, con un reg1st~~ ~as
amplio que cualquier instrumento excepto el organo, y con la pos1b1hdad
de sostener el sonido mediante el pedal, ha inspirado numerosos ejem-
plos de todos los tipos de textura armónica. Es fácil imaginar la gran
l.
_¡
••
¡
1 vi <~J sonoridad del siguiente fragmento de Liszt, sin ninguna duda respecto a su
reducción analitica de la mano izquierda: esencial progresión tónica-dominante o a su conducción de las voces.
••
con un cambio abrupto a tres voces sobre el segundo, y así sucesivamente
compás tras compás; la armonía no comienza con una sola nota y cambia
a un acorde inestable de seis-cuatro, aunque esto es lo que se puede ver
,,:1
••
ción de los registros (los um son más graves que los pa-pa), y, sobre todo, <6J vi
la: :1
por la memoria musical, que permite al oído retener la presencia del bajo
dos notas omitidas aquí (lpor qué?)
después de que haya dejado de sonar. (Es cierto que Chopin requiere el
uso del pedal mientras dura cada compás, pero el oído no depende de
•• esto. Nosotros lo oiríamos como una textura uniforme incluso sin el uso
u
••
del pedal.)
La siguiente es otra textura pianística Hpica, con una figuración de cua-
tro notas. El ritmo armónico es básicamente de medio compás (compás
al/a breve); la textura de dos notas a la vez es en realidad de seis voces,
dos de éstas (excepto en el primer compás) duplicaciones a la octava, y las
¡~ = f l~ir·~
6% ;: ~ • ?¡;;
=
l.
••
res. (Compárese en el ejemplo 7-20.)
••
••
•• 282 ARMON!A TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
EJEMPLO 18-11: Beethoven, Sonata, op. 81a («Das Lebewohl»), I
TEXTURA MUSICAL 283
•• Adagio
Le - be wohl
Textura de un grupo instrumental
••
no es impensable que las voces duplicadas ,es!en distanciadas de tal mane-
ra que encierren entre ellas las partes armonicas .
Mib: ! V IV 6 V) de! JI JV 6 lt.
••
EJEMPLO 18-14: Beethoven, Sonata para violín, op. 47 («Kreutzern), I
Do: yt del IV
(rt_..__S!
o -
EJEMPLO 18-12: Bach, Partita núm. 1, Priiludium
••
•• r
••
mi: l V del VII VII VI l!P? V
u
EJEMPLO 18-15: Beethoven, Concíerto para piano, op. 58, I
v: del !V IV (Vdoi! VlIV¡del IV [V V~
••
I 16l ¡¡o V
••
;:l
La distribución de las voces de Bach, que, al menos en parte, está indi- :g"'
cada por las barras, las pausas y la dirección de las plicas, merece especial "'o
atención, ya que es la indicación más precisa de cómo el compositor había e:
·s."'
••
concebido la textura. Otro aspecto de la textura aparece en la voz supe-
rior, una línea compuesta en la que Síb es un elemento fijo hasta el final.
En la música para guitarra y laúd se dnn con frecuencia cambias de
textura. La naturaleza de estos instrumentos y su técnica de interpretación !;l
••
••
•• En este ejemplo cabría preguntar con qué fuerza se percibe la línea del
bajo y cuál es la coherencia de la textura de los acordes rasgueados .
•
1
••
•• 284 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
••
EJEMPLO 18-17: Borodin, Cuarteto de cuerda núm. 2, III, Nocturno
na~ al m1~mo tiempo. La diferenciación contrapuntística entre las dos me-
lodias es ligera, ya que aunque sean diferentes se perciben como si fueran
la misma melodía. Si la melodía de los violines no estuviera presente en
••
•• el acompañamiento, la melodía del piano se podría considerar como uña
varia~ión melódica de la melodía ya oída (v. cap. 7); cuando las dos apare-
cen Juntas, podemos decir que la melodía del piano es una duplicación
het~rofónica (del griego hete~os, «otro»). En este caso, parece que el com-
P?S!tor ha deseado que el p1~no sea el elemento sonoro principal, con los
vmlmes en un papel secundano, aunque no despreciable. Con ello ha conse-
~;:~~i~i·ir:11:ti:t:¼:I
La: . 1 Y~/1 0/1 Y1 v; del 11
-1
;.1
..'
''
••
guido el equilibrio entre la dependencia y la independencia del solista con
••
:JEMPLO 18-16: Mozart, Concierto para piano, K. 453, III
Violin 1
•• Flau1a
Violín 11
Podemos analizar la amplia melodía superior como una línea comp~~s-
ta de dos elementos básicamente descendentes, mostrados en la reducc1on
analítica con notas blancas con plicas hacia arriba o hacia abajo. El ele-
•• Viola (8.•)
Violoncelo
jo (S-, bassa)
mento melódico más grave incluye notas que están duplicadas en el ac?m-
pañamiento. La melodía se introduce, por así decirlo, en el acompañamien-
to y toma notas de diferentes partes de su textur~ cerrada. ~¡ vals d_e Ch~-
pin, ejemplo 18-8, puede servir como com~aractón. Por eJ~mplo, t.podria
••
, trompas omitidos) Sol: y y
ser la melodía superior del vals una melodia compuesta?; t.en q~é ~artes
duplica el acompañamiento?; len qué partes se mueve e! acomp~nam1ento
para evitar duplicaciones o para acomodarse a la melodia _supenor?
•
••
•• 286 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
trompeta como parte más débil. En resumen, observamos que todos los
287 ..,
1,
1
•• anahs1s
trumentos.
obr_a~ ,orquestales son más bien aspectos de duplica~ón peso
sonoro, 1spos1c10n de las octavas y de ta escritura particular para to's ·
. ms-
Reducción de textura
Ya hemos demostrado la utilidad de las reducciones para el análisis,
••
Vivace
-2 n. 18...l. l ob. positores han arreglado su propias obras o las de otros autorés; Beetho-
ven, por ejemplo, arregló su Segunda sinfonía, op. 36, para piano, violín y
violoncelo.) Es posible que un arreglo no sea una reducción, sino sólo una
•• transcripción, como, por ejemplo, reescribir una partitura coral en dos pen-
tagramas para facilitar su lectura pianística. Más frecuente es la reducción
de una partitura destinada a un grupo grande a otra para una plantilla más
••
reducida, lo que requiere una atenta comprensión de la textura. Quien
transcribe para piano a cuatro manos una sinfonía de Beethoven, por ejem-
plo, se enfrenta continuamente con el problema de lo que debe omitir o
incluir, y de qué elementos tiene que acentuar para recrear lo más fiel-
•• '.Vc...1imh.
?: 1•• i J. H J. H I J. iJ i
titutivos y su conducción de las voces se conserve en un movimiento de
notas con valores más largos. Una consideración secundaria pero imp.or-
tante es la posibilidad de su ejecución práctica, y puede estimular la revi-
••
¡t, sión de la importancia relativa de los elementos del conjunto .
(Cl,, a., blJSI)
.IT Inevitablemente, una reducción práctica supondrá cierta recomposición,
alguna redistribución de las notas y cambios de octava, así como la supre-
sión sistemática de algunos elementos; todo esto comportará algunas in-
••
cios resultará muy útil para los estudios posteriores de contrapunto y de
e_ os mtrumentos de madera agudos en este pasaje es secundario Lo orquestación.
ms11;10 ocurre con lo_s segundos violines y las violas que refuerzan ¡~ ar-
••
~oma con una sononda_d p_articularmente densa. Queda un último elemen-
presente, un pedal ntm1co de tónica a cuatro octavas, con la segunda
•
fftbS{ [fil Cét'#;;tartM:Ñril m·W?::tntt'b'ftttk<tti' • ' e. na«:
. ·-- ==-nrrsrz:
••
•• 288 ARMON!A TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
••
EJERCICIOS
•• Beethoven. ' , ·
2. Realícese una reducción armónica a seis partes de los primeros cua-
tro compases ~el lmpr~mptu en Solb mayor, op. 90, núm. 3 de Schubert·
e
••
d·
_e, re uzcase despues a cuatro partes manteniendo todas las
voces superiores en un registro. Propósito del análisis
••
sica, tanto en sus líneas generales como en los pequeños detalles, y este ·
tipo de comprensión conduce a una escucha más significativa. La respues-
ta general se dirige más allá de la composición; el análisis aspira a una
••
apreciación del estilo del compositor, y también a una comparación estilís-
tica de obras de diferentes compositores .
En el proceso compositivo, la melodía, el ritmo, la armonía, el contra-
punto y la forma se consideran más o menos simultáneamente. La técnica
•• que cualquier división del todo en sus elementos será un proceso artifi-
cial, que no consigue repetir, al revés, los pasos del compositor.
Ya sabemos que, aunque este es un libro de armonía, esta materia no
••
se trata como un componente aislado del pensamiento musical. Las consi-
deraciones sobre melodía, ritmo y contrapunto influyen siempre en el aná-
lisis del elemento armónico. La armonía «pura}) es un producto de la teo- 1
5. Escój~nse un~ _o dos frases de un pasaje de un tutti orquestal de una ría, útil para demostrar las relaciones en abstracto; pero cuando analiza-
¡,I
•• obra del penado clas1co, como una sinfonía de Haydn Mozart Beetho-
~en o Schubert, en la que estén repres~ntados los diferentes' tipos de
instrumentos. De este fragment? prepárese una partitura como la del ejem-
mos las relaciones armónicas de una pieza particular de música, ya no se
trata de teoría, sino de práctica, y deben considerarse en relación con los
otro·s elementos musicales.
¡:
!¡
•• plo _18-18, en la que_ todos los ms_trumentos aparecen a su altura real, con
l~~ mstr~mentos mas ag~?os arriba y los más graves abajo. A continua-
c1?n reahcese un_a reducc1on en 1~. que ~e eliminen todas las duplicaciones.
En el análisis práctico de composiciones, nos hemos concentrado en la
identificación de las sucesiones particulares de acordes, sus relaciones unas
con otras y, dentro de la amplia estructura de la frase, en el grado con el
'
•• Fmalme~te, reahcese una reducc1on practica, que pueda tocarse con facili-
dad al piano a dos o_ cuat!~ manos. lQué tipo de cambios se han tenido
que hacer en la propia mus1ca para hacerla fácilmente tocable?
que los acordes refuerzan o debilitan la tonalídad principal y en el signifi·
cado musical de las diversas aplicaciones de las notas extrañas a la armo-
nía. En este capítulo intentaremos ofrecer un punto de vista algo más am-
plio de algunos de estos aspectos, así como sugerir diversos medios para
• . ..,.....
O "'IIIOII. 1 ,1111 1l1l . . ~ 1 ' 1 X ? O M -tfRE?ffltl cna:rs r:rcm· ·a ·srtsr·:r:w r xr rtrr:rr ·•nrzir vrv use tt;.¡, ... ,.-lllii:I.~..¡
••
•• 290 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN PROBLEMAS DEL ANÁLISIS ARMÓNICO 291
Extensión del principio de la dominante secundaria: de doble función como uno que sirve de acorde pivote sin una verdadera
•• acordes de doble función modulación. En ·b, el tercer acorde es el verdadero acorde pivote. En nin-
gún caso queda claro el significado del acorde hasta que el resto de la f~~e
El principio de la dominante secundaria, como hemos visto, presenta ha confirmado la tonalidad inicial o establecido una nueva. La extens1on
¡
del principio de la dominante secundaria permite la existencia _teórica de
..
••
lo que parece ser una paradoja: la dominante secundaria soporta una tóni- 1
ca secundaria, no la verdadera tónica de la tonalidad, y así podría parecer estos acordes de doble función, haciendo que el oyente perciba dentro
que, de alguna manera, la tonalidad cambia momentáneamente. Sin em- de una tonalidad una gran variedad de relaciones tonales ajenas a ella, to-
bargo, cuando vuelve la tónica, ésta resulta realmente reforzada gracias a madas por un breve período de tiempo, sin perturbar la percepción de la
•• que sus armonías asociadas han tenido un valor de tónica temporal. Pare-
ce que cuanto más fuerte es el énfasis sobre la tónica secundaria y mayor
es su distancia de la tónica principal, más satisfactorio resulta el retorno a
tonalidad principal.
•• la tónica principal. . EJEMPLO 19-2: Beethoven, Sonata para violín,· op. 47 ((<Kreutzer»), I
La idea de una dominante secundaria aplicada a una tónica secundaria
creando una especie de región tonal en miniatura dentro del más ampli~ (Presto)
Adagio
l
•• contexto de la tonalidad principal, es análoga a la modulación, aunque a
menor escala. Por tanto, debería ser posible extender el principio de la
dominante secundaria a otros grados de la escala. Sí, por ejemplo, puede
1
••
haber una progresión del V del V hacia el V, entonces debería ser posible
qu~ el II del V preceda al V del V, como en la progresión 11-V-I, pero
whcada al V. Esto es exactamente lo que sucede en una modulación nor-
mal a la tonalidad de la dominante, en la que el acorde pivote es el VI de l
••
(6)
la: 1 VI IV
ia primera tonalidad; la diferencia está en que en realidad no ha habido
ma modulación. El ejemplo siguiente muestra et funcionamiento de ta am- l
lliación de este principio. ,¡!
•• :JEMP LO l 9-1
En el ejemplo anterior, el IV del VI muestra la relación del a_c,orde con
Jo que ya ha sido oído, mientras que el VI del IV muestra la relac1on con lo
que se oirá a continuación. La relación de la tríada de Sib con. ~a mayor
11
(
•• .d. e
EJEMPLO 19-3: Brahms, Cuarteto de cuerda, op. 51, núm. 2, 1
•• En a y b las frases son iguales excepto por sus finales· en a una ca-
encia auténtica en Do mayor, y en b, una cadencia en 'sol n{ayor. Ya
••
·ase estuviera en Do mayor (e). Sólo lo que suceda después podrá deter-
linar si ha habido una modulación a Sol. ·
En a, el tercer acorde está mostrado en el análisis como acorde de doble El acorde prestado no necesita tener una función clara en las dos tona-
mción (compárese con el capítulo 16, ejemplo 16-7); con respecto al pri- lidades pero lo que tiene que estar claro es la relación con la armonía
•• 1ero es el VI, pero es el II con respecto al V. Podemos definir un acorde preced~nte o con la subsiguiente, preferiblemente la última. En el siguien-
• 1
./-~ ,,
--~----------- ..•.
-··:~
:e--
292 A·
... ' ,
•
• ,
ARMONfA
~. ! ,. ' .TONAL
• - .
1
EN LA
-. PRÁCTICA
.
""
COMÚN
PROBLEMAS-DEL" ANÁÜS1s· ARMÓNICO
'
•; te_ ejeDJplo, la_ relación ;directa:de la tríada del_ sol menor con La (como
VII menor) o con el III de La (cómo V menor) no es muy satisfactoria en
,:.EJEMPL0_ 19-6:_Mendelssohn, El sueño de imá-·noche-de-verano.' :
Marcha nupc~al
.)
•••
8)
T
ningún caso, pero resulta completamente convincente con ,respecto_ a re
_ ménór, con una. relación secundaria en la 'menor:corñó. IV del IV. - .:.. ,
--La tríada menOisobre" quinto grado carece de-sensacíón -dé -domi-
nante. Cuando está en relación de súbdominante ~on-Ja supertónica, se la
~~df¿_ d-~~nf~~~mo~ IV. del_JI,-c~~o~a :~oriti~uaéió~> ~- ~~-.::..::4
el
;> ·;:·-::,:-
Allegro vivace
,._ I . ' '"; '7 ! -
. -·- . - .
,,•.
••
-: Adagio
:=---:=:::-..
1
_¡
1
,..•~
'
,
EJEMPLO· 19-7: Bach; Coral núm. _278, ~Vie schiin leuchtet der Morgenst_ern
ff
•.,.¡
~
La triada disminuida sobre el Re existe en Sib como un V del IV in- Mi: 1 ·,IVdel ffiVdelffi IVdelID ID, N6
compleio, pero cuando se utÍliza como en el ejemplo siguiente, su función
en la armonía secuencial se puede definir mejor como 11 del JI. Recurrir a
•.··;,
una modulación a do menor a causa de esta única tríada sería exagerar su
importancia; _ · · · , . ·
I
-
· · · ·' -- ·
• 1 l
_,
l.. -
¡ -: ·-
En otro coral de .. Bach podemos ver tres grupos de este tipo, centrados
sÓbi-e el 111, el VI y el IV de Si b mayo~. El último acorde ~el segundo
,.compás, fá menor, es aquí, con ~oda clandad, el II del IV mas que el V
·· del Si~,-deinariera)¡ue su dominantes~ l!a:.qesignado como Y_ del II d~l-lV.
.,''
•.;• ,. e
1 ' E~~MPLO i9-8: ·B;ch, Coral núm. 219,.Ach [Jott und Herr
;I
¡,
l
•
• ! Sib: II del 11 V del JI v1
.•1
II V 1 )1 V
: .,
- ' 1
.
.... ... - • • • ,l. -· • ~ • ~ i . , . . t"'" '... ~ .. ''..,.i - .• •. 1 ,;:,¡
••
L~ Marcha nupcial de cMendelssohn comienza con la. fórmula. IV-V-1 • SH: \1N6de1ffivtdelID(V6delN~mVI.;.1VlVjdeLV1VIVdelll IldeliVVdeiN-N 1 - .-
~- 1 S S __s __ - . ;,_::.. '--'·de.:::•l:..e.N::...__ _ _ _ _ _ __
en mi menor, .pero, como·es bien sabido,.la· pieza· está en Do mayor. El
_ primer acorde_ debería ser.indicado como IV del III más'que como V~ del
V en Do. , , ·• -· · ,· , ,_ ; 5
Véa~~e también Iós ejemplos 12-11, 17-7. n'
•• ~a 1
• 1 • O ' ' • ,
J~l. análisis del sigu.iente ej~mplo más allá; s~giriendo que el segun-
•· · Presentamos cuatr~ anáÍisis .'alter'naÚvos -de·1 · siguiente ejemplo.
,.;•
do_ aco_rd(l, el VI de Mi; es parte de un grupo de .cuatro· acordes ·en' sol#-
-men9r, _que·es el III de_ Mi: .. -_ , , . . ·. ,.. • :, · _·. . -- . _-
••
•• 298 ARM0NIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
••
dencias finales donde los acordes cadenciales sé repiten ·varias veces, o, de
algún otro mo'do, se separan de la frase. En estos casos las octavas están
en general en movimiento contrario. Ejemplos como el siguiente se pue-
den explicar como manierismos cadenciales, donde la nota dominante se-
l. ••
•• Compárese con el ejemplo 30-20.
••
Mi: V 1 del IV N U' En muchas ocasiones se pueden encontrar quintas en las voces extre-
mas como aparentes intrusiones en una textura independiente, y no pue-
léase también el ejemplo 15-24. den justificarse por otra razón que la continuidad melódica.
•• :JEMPLO
Allegro
19-16: Mozart, Sonata. K. 332, 1
EJEMPLO 19-18 : Chopin, Scherzo. op. 39
•• ~
IV V
••
estilos posteriores a la práctica común y que estudiaremos en detalle en la
• ~,;.., ~;.;..~.¡ •.,;,.-;,~~-~-m ...+:1te;,e:: ~ m= ,·t'Ztdifiw-e-;:H ~.. líi1-ra•11slilniiilm•:•r•r11z11zr••r_.••••r••·11n2•1ii1·•··1111rr·ii1is:11:r••••·
r«-1:1r1•111u.·1r•'.arMr "'1 ~ 1~• • 1,.
1
••
•• 300 ARMONiA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
i1
1!
¡
¡
••
Langsam So seid nun ge - dul - dig, líe - ben Brü - dtt, bis auf die Zu · (kunft)
zar_t 1 , - - :1- - - - - -
~~ ~.A. 1 ~ J
-\ .
l
•• >
p
--===:::t::
(sólo
· voces)
1 J. ~
1
r
:1
•• Sol~: 1 V V V IV VD6 t
Por último, hay ejemplos de quintas paralelas que con toda probabili-
A la larga, es dificil sostener que cualquiera de estos ejemplos repre-
senta un defecto real para el que no podemos encontrar explicación. Es
•• dad han pasado inadvertidas. Podemos ver uno de estos casos en el ejem-
plo 14-4, U!1 coral a cuatro partes de Bach; otro es este pasaje, citado a
menudo, de Beethoven.
evidente que en cualquier caso representan sonoridades que al compositor
le parecieron satisfactorias. Sólo en las obras de compositores me~ores las
violaciones de las reglas aparecen como defectos, como la carencia de un
••
Lectura de partituras
~
Debería hacerse un esfuerzo por adquirir cierta familiaridad con las par-
tituras de orquesta lo más rápido posible. En un curso de orquestación esto
•• Fa: IV I V
hacen visibles de modo más auténtico cuando los observamos en la mus1-
ca orquestal, donde su acción se distribuye e~tre cierta ~ariedad de _tipos Y
texturas instrumentales y durante largos periodos de tiempo musrcal. El
••
tal· la música en grupo, desde la música de cámara hasta las obras para
gr~n orquesta, representa una parte muy significativa de la música de más
de tres siglos. .
••
En primer -lugar deberían estudiarse las obras del período de Haydn,
Mozart y Beethoven, incluidas las partituras de óperas, ~ome~zando co~
piezas en las que las partes de madera y metal sean relativamente reduci-
... das. De esta manera es fácil habituarse a la disposición de los instrumen-
•
••
•• 302 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
cedido por una cadencia en Sol mayor. lCómo se puede explicar que este
303
·. r
i i
.
•• pos1tore~. Se han ideado diversos medios para descifrarlos como las cla- tema comience en Mib mayor? ¿De qué manera se podrían analizar los 1 1
:,• 1
ves equ1valen!es, si bien to~os r~quieren una práctica constante. Aquí po- acentos tonales de la melodía? 1, 1
. 5. Explíquese por qué el primer movimiento de la Sinfonía núm. 5 de
demos enu~c1~r una regla mfahble para los instrumentos transpositores:
Schubert y el primer movimiento de su Quinteto «La trucha», op. 114, tie-
'!1
•·- efectivo_ escuchar musica orquestal mientras se sigue la partitura. 7. La composición España de Chabrier para orquesta tiene un plan
,.
Observese que en la ~ayor par~e de la música orquestal hasta la época tonal general muy simple, con una sola modulación y el retorno al tono
j
de Beethoven, los matenales pnnc1pales, armónico y melódico, están con- de partida. Determinar las líneas tonales básicas de la pieza y la propor-
•• fiados muy .ª menudo a las cuerdas. Esto se debe en parte a que las cuer-
das proporc10~a~ una notable homogeneidad de calidad y fuerza sonora a
ción de armonías tónica-dominante en relación con otras armonias. (Los
tipos armónicos más complicados pueden ignorarse.)
1~.(. . ~o largo de practlcamente todo el registro orquestal; otra razón es que los 8. El segundo movimiento, Andante poco moto, de la Sonata, op. 42
instrumentos de madera y de metal, en particular las trompas y las trom- de Schubert es un tema con variaciones, con un tema en dos secciones
,i
repetidas de 8 y 16 compases cada una. Una comparación del tema con la
1
••
siguen la primera edición, impresa entre 1825 y 1826, durante la vida del
autor; pero no se sabe si él había corregido el error, o incluso si lo había
PROYECTOS DE ANÁLISIS advertido. Parece poco probable que Schubert hubiera omitido estos com-
pases de forma deliberada, aunque habitualmente componía a gran veloci-
••
(comps. ?0-69). Com~ regla, en la fomrn sonata de este período, el segundo
tema esta en la tonalidad de la dominante, y de hecho este tema está pre-
•
-·. "" -·-·- ,.. ,. "' ....
••
"~
•• LA SECUENCIA
Son muy frecuentes los modelos que contienen dos acordes. En el si-
305
•• guiente ejemplo, estos dos acordes son triadas ~on sus fundamentales a
distancia de cuarta, la más común de las progresiones fuertes .
•• 20. La secuencia ,,
·,/.~
•• :i
••
La secuencia armónica, la transposición sistemática de un modelo me-
lódico, rítmico y armónico, es un recurso de desarrollo en la música. El La; 1 w D V m VI IV
cambio de altura añade el elemento de variedad a la unidad de la repeti-
ción. A menudo un análisis meticuloso descubre la base secuencial de un
•••
pasaje que al principio no parecía una secuencia, sobre todo en las fugas y Si el modelo es mucho más largo, es más diflc!l _reconocer la sec_uen-
en desarrollos sinfónicos y secciones de transición. cía, ya que un grupo más pequeño se puede pembir como un~ umdad.
Una frase breve puede ser un apropiado modelo en una secuencia.
En primer lugar nos interesaremos por el fondo armónico de los di-
versos tipos de secuencia, prestando especial atención a aquellas secuen-
••
cias cuya estructura fundamental está clara. Como introducción a este
EJEMPLO 20-3: Beethoven, Sonata, op. 10, núm. 1, 1
capítulo, resultaría útil revisar lo expuesto sobre las secuencias en los capítu-
los 13 y 14 . Allegromolto______ ~
1
•• El modelo inicial
••
un solo acorde, este tipo de modelo es poco interesante desde el punto de Reb: m
vista armónico y la secuencia dependerá sobre todo de su efecto sobre la
disposición contrapuntística.
•• Prestissimo
••
cambios de acorde, y aún se pueden utihzar modelos mas largos con buen
resultado .
••
••
•• 306 'ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCT!CA COMÚN LA SECUENCIA 307
•• armon~ca_ fu~~e al. prmc1p10 o al final del modelo provocará una secuencia
cuyas Paf!es _estaran ~uy acentuadas desde el punto de vista métrico. Si el
modelo_ r1tm1co c~m1enza con una ·am1crusa, ·la· secuencia tendrá carácter
-extremas.
•• más fluido. · ·. · · ·
106 (<<H¡u;nmerklavier»); ·u
La secuencia no modulante
Existen dos tipo~ de secuencia: la ·secuencia modulante, en la que el
centro. tonal cambia en cada transposición del modelo, y fa secuencia no
••
EJEMPL? 20-4: Beethoven, Sonata,-·op:
modulante, a veces llamada seéuincia t_onal, _con qn úr;tico centro tonal.
Assai,vivace En la secuencia no modulante las transposiciones se realizan sobre )os
.· ,,.-.... .
grados de la tonalidad. Esto provoca alguna V?riació_n !'º er mod~lo, ya qu~
•• los intervalos entre los grados de la escala no son siempre los mismos. As,
pues, en ei ejemplo 20-2, ·la base armónica eS"I-IV, 11-V, IIl-':'I. El modelo
inicial consta de dos triadas mayores, el segundo de una tnada menor Y
•• . - .
Longitud de.la secuencia - . • ¡
cendente. _
La secuencia no modulante también puede .presentar "'.ariaciones en el
intervalo' de transposición: En el ejemplo 20-4, la primera transposición es
••
a la tercera menor descendente, mientras que la segunda es a la tercera
Ei:t general, se_ acepta que una simple transposición de un modelo· no mayor descendente, como resultado de los diferentes inten:-alos entre I,
cons~,t~ye una_ secuencia .completa, ya qui:?· una transpo'sición sistemática VI y IV en la escala mayor: · . -- · ·
'· Estas dos variaciones aparecen en la secuencia descendente por segun-
••
no tiene lugar hasta la terce~a aparición del grupo iriicial; en otras pala-
bras, para· demostrar que el intervalo de. transposición es coherente son das que, presentamos a continuación. La progresión dé furidamentalés es
nec~~arias tr~s apariciones separadas del modelo, lo que implica dos trans- de cuartas en todo el pasaje, todas ellas justas excepto entre VI Y 11 .
pos1c1ones. Sm duda, hay ejemplos de lo que podríamos llamar semisecuen-
•• cias, con una sola transposición, en las que los dos elementos constituti-
vos son el ~ntece~ente y el consecuente de una frase que no se continúa
de fonna ~ecuenc1al (ejemplos _13-6, 13-11, 16-3). Por otra parte, vale la
. EJEMPLO 20-5: Para~isi, Sona~a en la mayor,_ 11
Allegro.
•• pena mencionar que los compositores rara vez permiten una simetría exac-
ta más allá de la tercera aparicíón del modelo sin variarlo o abandonarlo
por co_mpleto,- Por supuest~,. pode~os encontrar excepciones a esta regla,
•
largo de todo ~l registro del instrumento. . . ' · .IV ,_.VII m • , L.:•VI:.1..-_ _D:::.·..,...._, -L.:v_ _ _.:__
fa#: 11.
••
.. .. f ... •••••••
•• res: la destinación armónica deseada y la posi~ilidad de enlazar los mode- añade· el color armónico propio de las notas· extrañas a la escala de la_ to-.
•
,. ••
•• 310 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
•• Andantino
senta un nivel en la modulación a la tercera y ultima tonalidad. Las mo-
dulaciones de paso no son necesariamente secuenciales, como vimos en el
capítulo 14, pero lo más común es que la secuencia modulante contenga !
¡[ 1
••
una modulación de paso.
:·¡' 1
'
EJEMPLO 20-13: Weber, Obertura de Der Freischiitz
•• Sib; Vdelll
o Fa; VdelV
ydelV
V
V(<lell)
Mib :V'dclV
Vdel!V
V
VdelVU
Reb:VdelV
VdelW
V
V<lclVl VI D
Molto vivace
le
ji
1
¡
. ,1
''
¡,
•• Mi~:VI V
sol: VI
1 SH: VI
V 1
v I
do:
vi
VI
n n
••
Dot VdelVdelV V del V V
,.
Cuando las tónicas temporales son acordes poco característicos de la
••
acorde final del modelo. La primera transposición. desci 7nde ~~a. terc 7ra
La secuencia modulante mayor, y la segunda una tercera mayor?° ya qu~ .es 1mpos1ble d1v1dlf el m-
tervalo de quinta justa (desde la tonalidad m1c1al, Sol#, hasta la q~e se
quiere alcanzar, Do#) en dos partes iguales. ~demás, hay un cambio de
•
••
•• 312 · ARM0NIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
•• mente sobre una base armónica clara desde el punto de vista tonal. Esto
no significa que tenga que incluir el acorde de tónica. En el ejemplo si·
guiente, la progresión ll·V resulta muy eficaz para establecer los centros
La secuencia es un recurso muy útil para la práctica de progresiones
armónicas al piano. Se debería intentar hacer secuencias armónicas con
••
tonales de tres tonalidades lejanas. todas las fórmulas de que disponemos, tocándolas al piano en sentido as·
cendente y descendente. El primer problema será enlazar con suavidad el
modelo y su transposición. Si bien es cierto que hay casos en los que no
EJEMPLO 20·15: Brahms, Sinfonía núm. 2, 1 se puede hacer un enlace satisfactorio, debemos suponer que existe una
•• Allegro non troppo solución y que podemos encontrarla si nos esforzamos en su búsqueda.
Las progresiones débiles se pueden utilizar si están colocadas de forma
adecuada en el esquema rítmico. Alargando los valores de tiempo se facili-
••
Re: V del 11 a (2) yt 1 teniendo en todo momento una pulsación fua, aunque al principio sea muy
,¡
lenta.
La repetición literal de un modelo de progresión no modulante en todas
::
La secuencia modulante ofrece más posibilidades para la transposición sus transposiciones posibles a menudo comportará una o dos progresiones
••
¡.
movimiento melódico simétrico· de las voces . :1
EJEMPLO 20·16: Wagner, Die Walküre, acto 1, escena 1
Sehrlangsam
•• EJEMPLO 2().17
.,.
,,.
1
••
;!
11:¡,
••••
fall: VI
dol: U
do: D~~l V D VI IVVD m ij
V 1 V '!
•• La secuencia en la armonización
EJEMPLO 20-18: Berlioz, Sinfonía fantástica, 111, Escena campestre 1
••
de este libro las secuencias melódicas deben tratarse como secuencias ar· Fa: V Vdelll a VD m
mónicas. -
•
n msr
••
••
314 ARMONfA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
••
deben tocarse en toda la extensión del piano y en todas las tonalidades .
EJEMPLO 20-19 r, ,,
•• b•
ll
f
••• e
e.
,,~ -! r r I r r I r r Ihr r I J J 1 ,j
j
r1 9 11
1
'
!
'
•• J.
/.
1, 1, f7
r::o
,, 7 1, /J
6
1, •7
•• =-
,,d. 1 J 1 e,
,, 6· 1 1, ' t, • 6 • 6
V
r
>''
!
•• r,·
e e o
::;
:
.t;. 1,,,., 2. Constrúyanse diferentes secuencias sobre la base armónica de las
progresiones de los ejemplos 20-2, 20-3, 20-11 y 20-14. Varíese el ritmo y •l
1 la textura melódica general.
••
Do: 1 V IMi~: V'delVVek.
Si~;VdelV V I
Do: VVll6de1Vvt I Si~: V
Fa: V Vll6delVVt 1
VD'delV\/1 1 3.. Constrúyanse frases que contengan secuencias que cumplan los si- .
guientes requisitos:
,,'
••
Fa: VdelV V' 1 dt:.
b) una secuencia modulante en la que el acorde final del modelo sea
el V del V de la segunda ·tonalidad;
e) · una secuencia modulante que comience en la tonalidad de Re y
••• EJERCICIOS a
4.
.
Armonícense los siguientes bajos no cifrados:
sr r f' J I el j J I
•• xr r r' r lf' 2 , J r r J.
l.
ª·
Realícense los siguientes bajos cifrados:
p
,¡~& l II D ,! 1 J J ;J Iu JI e• 11
·•r. :$>=~1z
b.
I
,,
I
~ 7
I 11
••
NMtfiSW"WiMatttHe..-rnnb'dr ··t:ts rvw•rtfrifir -=------------•
•,...lilitllllll'tlll,jrtíasi:ill·•nllliil·-wlii-iííii?r•n111111r
••
1
•• ,! r r r r r r "r r ·r r J rir r·
316
d.
ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
•• , 1 I I l JI 1 I wI 1 I 11
•• 4•i rl r rr ra r r J 4=1 JJ IJ J IJ uI a
5. Armonícense las siguientes melodías:
a•
qJ
•• I 1
21. El acorde
de séptima disminuida
••
•• f• J J J J J J J J J J J J J J
c.
#~I I
IP
I
op
I
1p.
J I J 11
ap
Definiciones
Con la superposición de otra tercera sobre el acorde de séptima de do-
n
minante, el grupo de acordes conocido como armonía de dominante se am-
plía e incluye dos acordes de novena de dominante, uno con la novena
mayor y el otro con la novena menor.
EJEMPLO 21-1
•• • I 1
J. 11
•• EJEMPLO 21-2
•
~·
••
f 1
V
1
V7
1
V~ (VIll
1
V9
i
vg
(a veces VIl 7)
ti
y9
ti
V~
11
••
Con mucho, la más común de las novenas de dominantes es la última
que aparece en el ejemplo, la novena menor de dominante incompleta, co-
••
----ailllliiiliilialil. ._ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ ~,
••
•• 318 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
EL ACORDE DE SJ::PTIMA DISMINUIDA 319
••
nocida como acorde de séptima disminuida. Los factores de la novena menor
En ~ada caso la sensible se puede encontrar con facilidad disponiendo
de dominante incompleta se identifican por sus relaciones interválicas con
el acorde en ter~eras; la nota más grave será la se~sibl~. .
la fundamental ausente, de manera que el sexto grado rebajado de la escala
Estos cambios en la notación, mediante la designación de la sensible,
es la novena del acorde, el cuarto grado es la séptima, y la sensible es
••
indican un cambio de tonalidad y un cambio de la fundamental del ~cor-
la tercera. El segundo grado, que es la quinta del acorde forma una quinta
de. La fundamental omitida se encuentra una tercera mayor por debaJo de
disminuida con el sexto grado, de modo que todos l~s factores de este
acorde están implicados en relaciones disonantes. la sensible Es interesante observar que las cuatro fundamentales reales
••
de un acorde de séptima disminuida escrito enarmónicamente forman a su
vez otro acorde de séptima disminuida .
EJEMPLO 21-3
•• ~ s.• cti;~
5. • dis.1fflJ2 7.• dis .
EJEMPLO 21-6
••
dicas debería tener un significado tonal muy definido, pero, paradójicamen-
te, el de séptima disminuida es el más ambiguo de los acordes. Todas las Do; V Mi~; V Fa#: V La: V
terceras son menores, y la inversión de la séptima disminuida, la segunda
aumentada, es el equivalente enarmónico de la tercera menor en nuestro
••
tenido .
EJEMPLO 21-4
EJEMPLO 21-7
••
•• Equivalentes enarmónicos
•
~:• EJEMPLO 21-5
Resolución
La resolución regular del acorde de séptima disminuida _es so?re _la t_ría-
~ '11
da de tónica. Es costumbre resolver los dos intervalos de qumta d1~m1~u1da,
/
1 ;,;
\
1"5; 1 y.J
\
cerrando cada uno en una tercera, sin preocuparse por las duplicaciones
resultantes. Si la quinta disminuida está invert~da: la c~ar~a ~umentad_a ¡·
seos. seos. sens. seos.
••
se abrirá, claro está, en una sexta. El acorde de sephma d1smmu1da resuel- 1
ve con igual facilidad sobre una tónica may~r ? men_or. _Al ~esolver sobre la 1
tríada de tónica en un modo mayor, la sepllma d1smmu1da, a causa del
•
. ',¡ .....
.. I I U .. , , .... ,.,j.,, ... ~, ..... ,, ...... .... ~1.:li.,••'-l.iii·,•-""''iiloior,...
c¡¡.,·-:ci¼zid,.
.... fa·:11n•r•r•••••••-•11rM:IS•••lti:il•lii··lil:ra¡sSilWiltiií·~r11t.---=••._1...rroiis
- ·-¡1·rtlli·w·-,... ·=sr=--i - ,.,;aa,: "1 "' 1
••••
••
•• 320 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
sexto grado ~ebajado, forma parte de una de las más comunes mixturas EJEMPLO 21-11
EL ACORDE DE SÉPTIMA DISMINUIDA 321
EJEMPLO 21-8
fi.jJII
•• 1 1 vJ <1>
••
1 1
Inversiones
.d-J
Como vimos en el ejemplo 21-4, todas las disposiciones del acorde de
•• _ Cuando el segundo grado está por encima del sexto grado rebajado {un
1 1 séptima disminuida suenan igual. Éstas,varían en la orientación contrapun-
tística de sus factores, con una importancia especial del bajo; pero para el
oyente esto depende sólo de la resolución.
•• EJEMPLO 21-9
4.• aum. 4.• aum. 5.• dism.
riores .
·••
Q·~t
EJEMPLO 21-12
•• EJEMPLO 21-10: Bach, Coral núm. 4, Es ist das Heil uns kommen her
(Vi)
$
M>
3
' (~o
l
\11)
••
1 "í no emplearemos esta indicación, ya que la distinción entre novena mayor 1;
JJ y novena menor es bastante fácil de hacer observand? di_recta~ente la p~r-
•• 322
EJEMPLO 21-13
ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICK COMÚN
EL ACORDE DE SÉPTIMA DISMINUIDA 323
•• EJEMPLO 21-16
••
Véase el ejemplo 6-16. Como regla, en una escritura a cuatro partes no se o~it~. ningún fac~or
del acorde de séptima disminuida, sea cual fuere su_ pos1c1on. En ?C~s10-
nes la tercera o Ja quinta se pueden omitir en pasaJes contrapunt1~t1cos,
EJEMPLO 21-14
••
aun'que en tales casos el factor omitido !uele aparecer poco despues, en
sucesión melódica.
••
acor~e de séptima disminuida en esta posición parece combinar las fun-
ciones de dominante y subdominante en una sola sonoridad. El siguiente
ejemplo presenta una cadencia perfectamente preparada de este tipo; Fa: 1 rva6del v ~ VI VI del o V3del v VI VI V7 delV
••
delVI del O
••
Piü mosso (Allegro)
,.,.
• V v;
del VI
V7delD VdelV V3
delm
v1 del VI VI v; del Vd.el m
Vdelffl
r
m
:
j
••
(V/N)
Do: IV tv(D}! Vt
3 EJEMPLO 21-18: Haydn, Cuaneto de cuerda, op. 76, núm. 1, 11
J
j
••
Véase también el ejemplo 30-1.
•••
Cuando la nota más grave es la novena, es decir, la submediante, la
resolución natural es sobre la tónica en seis-cuatro, lo Que significa una
dominante seguida por un sustituto de la dominante, una progresión rít-
micamente débil. Además, la disposición de las voces provocará con toda
w=---_
t
1 '.
1
¡
••
t.
probabilidad una duplicación de la sexta o de la cuarta en el acorde de
resolución, más bien que el acostumbrado bajo. Por tanto, esta inversión
es menos útil que las otras .
Do: 1 VI del VI VI v¡ del II D~ VD6dcl II D Vl6 V6 Vj V
.1
•• Véanse también los ejemplos 4-9, 8-32, l0-26, 10-28, 11-22, 12-10, 20-8.
.. ,.. =
~ --~......i...i.,,,µ¡.- •• ~,..,.¡:;y;a,•.,,.,e,,,,~.-.-.,~·tllitlliltm•rfllrll-•licilllr•rn•·•••••--••n•t•ss111·•riasrlllit••1111·1111c111·1,.,....,,., -.- . , ... , , -· .....
••
•• EL ACORDE DE SÉPTIMA DISMINUIDA 325
324 ARMON!A TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
•• meM~ ·
•• EJEMPLO 21-22
,.'.••
si: VideiN IV V
Mib: v _ __
••
Allegro affetuoso
como acordes apoyatura del I y del V1 respectivamente .
•• EJEMPLO 21-23
4¡11 ;, u10 1
•• Sol: VjdelVV VJ 1
(no
•a1 . 1, +v¡1 V1
11
•• Resolución irregular
Al igual que las otras séptimas disminuidas, estos dos acordes se iden-
••
tifican por sus resoluciones. Los mencionamos aquí para evitar- confusión
con las resoluciones irregulares y con las notaciones incorrectas de otros
Puesto que es la resolución lo que establece la identidad ton~! del acor-
~e de séptima disminuida, la mayoría de las resoluciones aparentemente acordes.
Rara vez encontraremos un acorde de séptima disminuida sin la rela-
••
bu para mstrumentos de teclado, de modo que es necesario valorar el acor- de fundamentales. El acorde de séptima sobre el II en el siguiente ejem-
de más por lo que hace que por lo que parece. plo es un sustituto del V~, del cual se diferencia sólo por la sustitución del
El siguiente ejemplo está citado en un tratado de armonía como un
caso de resolucíón irregular de un acorde de séptima disminuida: Re# por un Mi .
••
!:
t
t
•
J1
•• •1
•• Andante
quintas y séptimas disminuidas. Debería recordarse, sin embargo, que en
ejemplos corno el siguiente se trata en realidad de voces instrumentales.
••
(pedal de tónica)
Mi:. 1 V~del V l]l EJEMPLO 21-27: Beethoven, Sonata, op. 10, núm. 3, 11
3
••
Compárese con el ejemplo 23-21.
••
o como cambio enarmónico del acorde .
la: vt
l
Vi de! IV V
EJEMPLO 21-25: Rameau, Nouvel/e Suite No. 2: núm. 5, La poule
••
formado por notas cromáticas de paso que se va desplazando. Desde el
punto de vista teórico, existe una relación armónica entre los acordes, con-
.1
•• sol: rvt V1
V! de] [11 (Fd .. Sol~>
EJEMPLO 21-28: Chopin, Estudio, op. 10, núm. 3
••
Allegro molto
••
•• sol: Vi) Vj del IV
•
•••
,,.,,_,,
______ _.. ___________
;.'•• 328 -- , ARM?NIA TONA[,, EN LA PRÁCTICA _COMÚN ¡ :··
1\-!o~~!ª.ci_ó~~n _e! e~pléo de~ -ª~~d_e 'iie sépti~a·_ ~~~mi~ui~a ~ -"=--: .:-=·..: _
. !",1
el acorde de séptima disminuida, pero, en realidad, su ª:orded de r~s~u-
ción es el auténtico acorde pivote, I el"! L~ y II en S0ol, ~ mtro .uce ª
miriante. del. nuevo tono. Si que~ernos_·utthzar el V9 de La~ co~o ª:º~ e
t
ivote'e'ñ ·una modulación a Sol, es meJOT suponer un camb10 enarm?mco
f
•..
e:1
(
En l.á modulación; 'la ám,l5igüedad tonal del ;cardé ·d·e séptima dismi-
nuida le confiere una versatilidad incomparable respecto a la de cualquier
otro acorde. Un solo acorde de séptima disminuida, .sin cambios enarmó-
nicós, .permite, como-cualqui~r acorde de.dominante,
- .. .
los siguientes análisis:
Sol# = Lab) obteniendo así la dominante I del IV de Sol.-_Resolv1endo
sobre la tríad; menor. del IV1 la' to~ali_dad de ~a. q~eda ~-~cl~ida
monía que sigue a !a séptima dismmutda. - · ·
la ar- pe
.1 ,, ,_ . . .
,·v EJEMPLO 21-30. 1· .
-, ~~
. V del JI
1
·1
,j
..•
1
V del VI (en menor)
t ' 1
V del VI (en mayor)
\-'.del VII (en menor)
.:. _la: .. I ·, V 1- v¡ j.
¡
"
1 ..
-.)~
: .Sol: V: del IV IV V I • 116 y7
; . Aéstas se {lñaden las dos formas, sin función de dominaQ!e, del 117 y' .
del VI7 _elevados, y la dominante__ del segundo grado_:rebajado {V~ de N6), ._· · 9
: . c~-s-slgui~n-t~s son é!os ~ü~!!lii} _rde .riio_dutacio~es_que emplean ta.sép-
con un resultado de doce interpretaciones para, un mismo acorde. Ade- tima disminuida, con una reinterpretacion eqannómca, como acorde pivote
1) más, como el acórde se puede escribir enarmónicamente' de cuatro mane- ' ' entre tonalidades lejanas. . , '.' ;
ras diferentes sin cambiar su sonido, podemos multiplicar-el resultado an-
.,.. terior por cuatro, lo que hace un· total de cuarenta y ocho interpretaciones si~'!7~~{ Credo:: Confi~eo~-"
.¡ posibles. EJEM,PLO 21-31: Bach; Misa -~n
Hay, sin embargo, ciertas limitaciones respecto a la utilidad de la sépti- Adagio . ·,
.,.
ma disminuida como un acorde pivote' efectivo en la modulación; En pri-· · to ... 'rum. Et ex - pe
mer lugar, 110 es aconsejab1e:.emplear Ja dominante de ·la nueva.tonalidad.. ·-
• •_! como acorde pivote, ya' que el acorde que le precede proporciona un mejor
elemento común entre las dos tonalidades. Además, si se escoge una do-
. --- . . . . - •. ~ - .. - • • .·:. : . .¡.
; _. -
;, EJEMPLO 21:29 pivote .,,, ~ ··- --- .
. .,·~ t·
.•
' 1 1
.d. ,;J_
~·' J. !t !t ·J
f •
::d_l.
IJ; ti
LI- -;:- - 1e
...
; l.
·•.••
.• 1
la: 1 V V V~ . .,
)
ZZftfX' :--=ss
••
•• LA NOVENA MAYOR.INCOMPLETA 335
••
de la práctica común, existe una clara te!ldencia a tratar la nota superior ·
del intervalo de novena mayor, con o sm fundamental, como una nota
melódica, resolviéndola hacia la nota inferior antes de _que el acorde re-
suelva (resolución no armónica). Sin embargo, la sonondad muy caracte-
••• A .i
Andante
-
i~
El acorde de séptima de sensible
•• Por otra parte, el acorde de séptima sobre la sensible con el sexto grado voces. Éstas suelen evitarse subiendo el segundo grado al ter~er? o ha-
mayor presenta una tercera mayor entre los dos factores superiores. Este ciéndolo saltar una quinta descendente a la dominante. En nmgun ~aso
acorde tiene una séptima menor entre las notas extremas, aunque incluye quedará duplicada la fundamental en la tríada de tónica. (Véanse los eJem-
plos 22-3 y 22-4.)
••
también la quinta disminuida, y recibe el nombre de acorde de séptima de
sensible. Como este acorde es·tá formado por intervalos desiguales, existe
una marcada diferencia en el carácter de sus inversiones.
EJEMPLO 22-3
•• EJEMPLO 22-1
•• )I~ ; 11 ; 11 ;;; 11
Véase el ejemplo 23-22 . EJEMPLO 22-4: Bach, Coral mim. 11, Jesu, mm sei gepreiset
•• ción VIF sólo en los casos en los que el carácter de dominante de estos
acordes se debilita, como delante de un JII.
La última inversión, con la novena en el bajo, es muy poco frecuente,
l.
.1
•• excepto como un acorde de séptima de dominante en el que el sexto grado
aparece en el bajo como un retardo de la fundamental. Durante el periodo Do: 1 1 V' Vfl V6 . W6 IV6
'
~--~,-+tt41tzhin_¡¡.~-»-{%#b;;-Ptil':if'A·Hbj;a7trA:iliiF:liii'tSWttEi trN&E:'F 1w1cwr:csrr ffl511TliEif1:#ffl'jJfftr:SFseae:rn::f:-uifwrd7ñQ:~~.;,i,.~~---~ ~
••
- ~ I ... ~ ~ , , , ~ ..... ••• , . ~ . . .,-., 11' •• '"
•• EJEMPLO 22-5
•• --e
•• Inversiones
•·• La primera inversión tiene que resolver sobre la primera inversión del
acorde de tónica, para evitar quintas paralelas entre el bajo y la resolu-
ción de la novena.
•• EJEMPLO 22-6
La:
•• Resolución irregular
•• Allegro di mpl to
~
lódica, podría ascender una segunda como grado de la escala menor meló-
dica, pero perdería su significado armónico como novena. ·
•• EJEMPLO 22-10
¡
11 1
•• Si: 11 vt J6 \1 y7
V
J2 ~~
-
J2 e
•• 5
evitado
1 f
infrecuente
•
•• LA NOVENA MAYOR INCOMPLETA·
339
••
EJEMPLO 22-14: Franck, Sinfonía, 1
•• Mib: V7 N 1 VII7 m
7 VJ7
Modulación
De todo lo que hemos dicho resulta evidente que la _no~ena mayor
•• Dominanles secundarias
incompl~ta de d~m~~~~a~f~~ceC~~ª!sieº!~b~~~:~ei eªJs~e~~;!ªi~:iii?i;a~
acorde p1vot~ en a
des de cambios enarmomc
, . os c~mo con la séptima disminuida. Las inter-
t .
••
O
La novena mayor incompleta de dominante es mucho menos útil como pretaciones del acorde de V~ de la tonalidad de o son es as .
dominante secundaria que la novena menor de dominante. Esto se debe a
V del IV en Sol mayor
••
que no puede funcionar como dominante de una tónica menor (ejemplo
22-10). Los grados que pueden ser precedidos por una novena mayor son V del V en Fa mayor
el 1, el IV y el V en el modo mayor, y el m, el V y el VI en el modo v del VI en Mi mayor
menor. En el caso del III, su dominante en esta forma coincidiría con el IF en La mayor
EJEMPLO 22-12
Fórmulas para tocar eri todas las tonalidades:
•• f ·11 , . 11
1
EJEMPLO .22-15
•• lJo: n1 m
Véase también el ejemplo 17-17. J. J e
.d.
1.
1
•• EJERCICIOS
••
mera tonalidad .
Sib: ~ ~delVI VI VJde1N IV 11 V
•
H· , •.. 1 527> n·rtuat:lkSs-::115 ·m·me - rrzrmnn e
! •
••
1
•• 1 5 6j 6 6 ~ 1
11
<
(Í
1
•• b•
•• c•
,= 'i 2 J r r r I J r
6 ~ 6 7
FI rIr r
1:
•• ! 6 7 ~ 6 7 7~
1ª 11
••
•• e.
,,.,#•_n r. w 1•J ; J1)1 r1pr >1 r--~ , .,
•• 5~57Sj 67 7 7
11
•• a.
f ft,~! J 1 11 1 J Jº 1 o I J J IJ j IJ j 1 11 1 J 11
•• b.
•• f ,\V1 r· ~ r Ir ~ r Ir r J IJ J 11
••
••
••
d.
f 1111 11 r r r J J r r r r rJ
I I l II I Ie r I J j J 1 ,.. 11
••
•• ---· -- - --------------------
•• ACORDES DE SÉPTIMA SIN FUNCIÓN DE DOMINANTE
•• EJEMPLO 23-1
b. c.
••
b. b. a. d.
Función de los acordes disonantes sin carácter de dominante
••
17 VD1
práctica común eran o bien tríadas o bien otros tipos de acordes disonan- (V; may_)
tes con función de dominante. Otro tipo son los acordes alterados cromá-
ticamente, de los que hablaremos más adelante. En este capítulo comen-
~.
retardos o apoyaturas y en secuencias. Hasta el siglo XIX no son explota- EJEMPLO 23-2
dos como acordes independientes, es decir con sus factores disonantes in-
ti
e.
11 su
c.
11
c.
,1 ,1 a. f
@I 11
d.
[tH] hl
b.
$g
e.
11
,
después del periodo de la práctica común, cuando todos los acordes de (V 7 del IV) (V;del m> (V3del IV) (Vldel VD)
1~B
f
1~0
ni
ro
ffil
c.
~
[d í
IV7
d.
[ti]
•• La armonía de dominante ha ocupado un lugar tan importante en la
práctica común que sus características se han ido definiendo con precisión
a través de dos siglos de uso y convenciones. La presencia de la sensible
y7
11
VJ7
(Vi del VD)
11
M>
vni
(V 7del fil)
11
••
una tercera mayor por encima de la fundamental, con su tendencia hacia
la tónica, es la característica más importante del efecto de dominante junto Los acordes de las dos tablas se pueden recoger en siete tipos estruc-
con la sucesión de las fundamentales del V al I como cuarta ascend~nte o turales, indicados por las letras.
quinta descendente. Un refuerzo más de la f~nción de dominante es la
•
- , , - . , ,,. ,. ,, • ., , .... •. 1-..1., •1 ct:,tt··rt1t:Crlti\.:a--w11;·1ti1InlllliltiiltlliTa!al,,iXtna•·1111tllDIIIIOIIÍl.lil--!·-----------llllllliil-
••
iaa ililllii:!1 • ~ 111 ,,1 , ,
••
Los acordes incluidos entre corchetes ya son conocidos; éstos son las fundamental, que normalmente permanece inmóvil en lugar de saltar una
diversas séptimas de dominante (d) y las dos formas del v; (e, g). Aunque cuarta hacia arriba.
con muy poca frecuencia, algunos de estos acordes se pueden encontrar
sin su función de dominante (véase el ejemplo 5-31, tercer compás).
•••
Todos los acordes con intervalos fuertemente disonantes presentan re-
soluciones típicas y atípicas, según el grado en el que se consideren los
factores disonantes como notas armónicas o notas extrañas .
••
El elemento no armónico Lll resolución regular de la séptima de tpnica es sobre el IV. En el
modo menor se utiliza el séptimo grado natural para bajar melódicamente
La cuestión de decidir si una nota es un factor de un acorde o una al sexto grado.
••
nota extraña surge a menudo en el estudio de la armonía. Lo más impor-
tante es la valoración de las dos alternativas. Como hemos dicho con fre-
cuencia, los acordes son el resultado de la coincidencia de las partes meló- EJEMPLO 23-4: Brahms, Jntermezzo, op. 117, núm. 2
dicas, pero ciertos tipos de estas coincidencias se han ido estableciendo,
••
•• Resolución
••
sib: V1 del III
bajando una segunda, del mismo modo que la séptima del acorde de sép-
tima dominante. Esta regla se aplica tanto a la séptima mayor como a la
séptima menor, teniendo en cuenta que en ocasiones la séptima mayor La resolución irregular más común es sobre el IF, con la fundamental
•• caso del IV7, y del VP en menor, ya que la cuarta justa superior no sería
una nota de la escala. Más adelante mostraremos las resoluciones.
el aparente movimiento en escala descendente que atraviesa las voces, des,
de el Do hasta el Sol.
..1'
·¡
j¡
•
•
..••,
, .ARMONIA TONAL E_N)-A PJlÁCTICA COMúN: . ACORDES DE sePTIMA SIN FUNCIÓN DE DOMINANTE.· 347
.•·~.
EJEMPLO
•• ~J~MfLO 23"5: Grieg, Sonata, op. 7;)1 '.'., ,
•• Andante molto
~ / - ..A.
..
¡-,
.•••••
- ..,,
\.,.-~ I
).
Do: ~
,,
...----- - - ~ _-=_:
,. ·:--·----!
-
-+ ..... ....______ .
.
- V 1
-
•, do: VI'
..
•• La séptima de supertónica
La resolución regular de la séptima de supertónica es sobre el V. Este
. :, / .
EJEMPLO 23~9_: __BerHoz, Sinfonía fantástica, I: Sueños, pasiones
.; )
.• ---~- ----
acorde es frecuente en' las cadencias, delante de la dominante o del acorde All~gró'~gibto ed app:issionato as.sai
de seis-cuatr<?_ de tónica. La forma del IF del modo menor, que se obtiene 'J • . ~ .- - - -
.••
•·
.'.;,
I,,
043 V
:11
vt
Do: IV6
La séptima de mediante ·
v: del V
..)
··JI
e:.
;
r ·.· --a, -
l'
. ·-·
I'
-
U(IV)~
¡ ·~ U(IV)~
.
\• _Co~·respect?·ª la forma del modo .inen9r hab-larembs más'adelante en".:~~'.
este mismo capitulo a propósito del acorde disminuido con séptima menor. - · - ·
1 1 ..... • ----~ ~ ,. .. ·
-.
\~
,< •
• • .
1
....
m
~ .
•
07
•
' ,(
__;
VI
.
·1
minantes secundarias,
EJEMPLO 23- 10 -
' ··
'.f;J
.• :.
/
t - 1111 VI 1111 VI
• ~ ~ 1
m; VI m' VI
l - ./
m7
•
VI
~. - :-: ' -
- J
~~ .:
.
•
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... ) :
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, ...... :..
.
~ ~ • -
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~
.
i.
...
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.
.
.
------------..:u · · · ., .h .....a ~- ~ ..:ailloorillll±aii-illlll~,.lililiii,.,,,
.... , •t• .•·lil:•••••·111a11:•maiirillir•rnM111m81w...,.
__, i a ~ ~ ~ . . _ ~ , ...... - ... ~ .. ---. ··-· · - - - - - -
••
•• 354 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
ACORDES DE Sl::PTIMA SIN FUNCIÓN DE DOMINANTE 355
de tiene una función más definida como subdominante que· como super-
EJEMPLO 23-28: Schumann, Phantasiestiicke, op. 12: núm. 6, Fabel
•• v
t 4'
1
~
r;,,,
~
r.-,
menor que la supertónica del modo mayor, un~ tríada menor. _ .
Podemos construir una serie completa de tnadas con la sexta anad1da
sobre las notas de la escala mayor:
•• ,-
Do: 1
-a: Q
r-
y(lJ)
1
EJEMPLO 23-30
•• Véanse también los ejemplos 5-31, 5-32, 8-27, 10-5, 15-2, 19-21, 26-9.
4•• 1r ,r e¡ 'i 1
•• EJEMPLO 23-29: Brahms, /11 stiller Nacht l{VI)1
tr
virs 11 ÍV(ll)i ID\ IV\ vt
•• Etwas Iangsam
In still • e Nacht zur erst · n Wacht, ein Los acordes con sexta añadida construidos sobre los grados segundo Y
séptimo son idénticos al VIIH y al V~ respectivamente, formas de domi-
•• p w
J.
nante que conocemos bien. Por lo que ~especta a los demás, lo~ acordes
construidos sobre los grados tercero, quinto y sexto no se pemben con
una fundamental doble, y se emplean sólo como acordes de séptii:!1ª _en
--
El ac~rde se conduce normalmente a la dominante, como en el ejem- EJEMPLO 23-31: Ch.opin, Sonata, op. 35, 11
••
nes. _Podemos compa_rar dos ejemplos anteriores de este capítulo por su
relativo efecto armómco. En el ejemplo 23-7, la fundamental Do del 116 la 1
sexta sobre el bajo, se repite tres veces en el compás, mientras que la q~in- ymu
Sol b :· 1(VI)~
••
ta desde el bajo· (Si b) está mantenida desde el comienzo· además el mo-
delo secuencial tiende a reforzar el Do como verdadera fundame~tal. Por
otra ~arte, en el ejemplo 23-9, la fundamental Re del 11~ está manteni-
El origen de la sexta añadida como una bord_adura de v~lor rítmico débil
da .m1e~tras que el F~ suena con mayor prominencia, de modo que resul-
•• dos fundamentales, una real, en el sentido de que se percibe como tal, y una pausa antes de la resolución fi~a~. La etapa final de la ev?luc1ón de
esta sonoridad. se puede ver en los ult1mos compases de Das lred von der
la otra aparente, queda el problema de cómo llamar al acorde. En este
libro utilizaremos la designación IV(Hn, ahí donde parezca qÚe el acor- Erde de Mahler, donde queda sin resolver (ejemplo 30-30).
••
•• 4 .
••
La forma _menor ~e este acorde, con la sexta mayor, es menos frecuen-
EJEMPLO 23-35: Borodin, Danzas polovtsianas de El príncipe lgor, I
te en la Práctica comun. Es más probable encontrarla como una tríada con
el sexto grado, de la escala menor ascendente, sin función armónica .
••
•• EJEMPLO 23-36: Rimsky-Korsakov, Sheherezade, III
••
. f,
·'l
. ;\
¡
t- Estos usos reflejan el interés de los nacionalistas rusos por la armonía
••
La tónica mayor con la sexta añadida presenta tamb!én un? _estrecha
relación con la escala pentatónica y constituye una sonondad bas1ca en la
EJEMPLO 23-34: Beethoven, Sinfonía núm. 7, II escritura pentatónica del período posterior a la práctica común.
•• Allegretto
El acorde disminuido con séptima
•••
EJEMPLO 23-37
f bu ·• ro ••
•• la: V Do: ll1 vn1 del IV VJ7 vn1
•• de VII 7 del IV. De los restantes, IF y VI7, sólo el primero se da con fre-
••
•• 358 ARMONiA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
••
tima.
En el siglo xrx, los compositores comenzaron a aprovechar las ventajas
de la ambigüedad tonal del 117 disminuido. El principio sugerido antes de
••
fa: V
acorde disminuido con séptima un útil elemento sin carácter de dominan-
te en pasajes que modulan rápida y repetidamente, donde el compositor
desea evitar una estabilización temporal de la tonalidad .
••
fundamental (casi VI7)
A fines del siglo XIX, la sonoridad particular. del acorde disn:1inuido co~
EJEMPLO 23-38: Wagner, Preludio a Tristan und !solde
1 séptima fue explotada a menudo por su capacidad para sugenr un deter
•• ~
Langsam und schmachtend
.
minado ambiente.
••
, EJEMPLO
J
¡
Etwru; Ian¡samer (Ruhig)
~
•• "/ .,
1
• ••
Piu f ~
. ~ ~ dim,
1
,i
't
•• Mi b: Q7(mon) V9(may.J
0 7 (enarm.)
la: Fr.
V'
EJERCICIOS
••
a.
r r•r r .J r 9e r
I
4
1
•
11
•• 7 b
••
•• 360
e,
ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
ACORDES DE SÉPTIMA SIN FUNCIÓN DE DOMINANTE 361
•• !J'%e ~ r 11 F 1 E
1
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Jw J
6
I
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6# 6 7
1 v· ª
•• h. Andante cantabile
5 S S 4 #
•• 7 Ó
s
¡ ] 7L 6
SP 4
4
2
6L
s~
Óq Sq 61,
J
l,L
•,~ 4P
Jp
t,q
•
3
6
s
Ó
s
3
b 7 6
s 7 s. Armonícense las siguientes melodías, introduciendo acordes de sép-
tima secundarios:
•• 777~77~ 77¡ 8
a.
••
2. Constrúyase una frase que contenga una secuencia cuyo modelo .
inicial sea 112-m;.
3. Constrúyase un fragmento musical de tres frases, a partir de las
siguientes especificaciones:
t
•• a) La primera frase modula de Re mayor a fa# menor usando un
acorde de séptima secundario como acorde pivote.
•• l
·--·----·----·. -· . ··-··--------------••n•n•r•r•n•·•r11r•n•rlilliilllJ••w•w111r11rmtt-..c11111ma.n-.w -,,l:lilliol,& -
••
•• ACORDES DE NOVENA, UNDeCIMA Y DECIMOTERCERA 363
••
1. La novena puede aparecer como nota extraña, resolviendo hacia
abajo en el quinto grado, o a veces, si la novena es mayor, hacia
arriba en el séptimo grado, antes de que el propio acorde resuelva.
A menudo es una apoyatura, y en tal caso el color armónico es
•• muy pronunciado .
~-
s· («Inacabada»), I
••
•• La novena de dominante completa
••
EJEMPLO 24-1
EJEMPLO 24-4: Bach, El clave bien temperado, II, Fuga núm. 5
••
•• La redu_cción de ~s!a sonoridad de cinco notas a una escritura a cuatro
partes requ1er~ la om1s1ón de un factor. Éste suele ser la quinta que desd
· . el punto de vista contrapuntistico es menos importante que los'otros com~
••
ponentes_ ?el acorde, ya que no presenta tendencias melódicas fuertes
~uya omisión n? parece _afectar a la característica sonoridad del acorde ·d:
avena de dominante. Sm embargo, en la práctica el movimiento melódi-
co de las voc~s conduce a todos los factores del acorde. · Véanse también los ejemplos 5-31, 5-32, 8-27, 10-5, 15-2, 19-21, 26-9.
••
EJEMPLO 24-2
¡-' ....- .
cambio de armonía. Este es un aspecto importante del tratamiento
A armónico de la novena en la práctica común. En realidad, consiste
en la resolución mediante el arpegiado de un factor disonante, un
•• -
principio que no se aplica a ningún otro acorde disonante (algu-
nos teóricos lo llaman disolución). Es como si en la sonoridad de
dominante la novena se considerara un armónico demasiado leja-
•• El t~atamiento del_ acorde de novena de dominante completo por los actividad melódica. (Véase ejemplo 8-46.)
compositores de los siglos xvm Y XIX presenta tres aspectos importantes:
•
., .. ~,, . ,., • _..,_. ~==•
••
iffli:aftltl lliilll ililiiaai,, ila Wl:S'Htif'fitH-'tt ,.-.:i.1 11:11,, .. .,,1 11 1 ,1 • , ,
•• Allegro
En el ejemplo anterior de Beethoven, la novena de la superior es una
novena disuelta, duplicada más abajo por el Lab que resuelve de manera
normal sobre el Sol .
••
La novena menor resuelve sobre la tríada menor de tónica o, con mix- ·
tura modal, sobre la tónica mayor. La novena mayor, completa o incom-
pleta, se utiliza sólo delante de la tónica mayor .
La novena mayor de dominante tiene algunas limitaciones más; repre-
•• do: V'
senta un color armónico más característico del final del período de la prác-
tica común que del siglo xvm. Empleada como en el tercer caso que aca-
bamos de describir, no suele aparecer hasta la última parte del siglo XIX.
••
(sólo voceo)
> una sonoridad casi consonante, ya como un componente de la tríada en la
armonía modal.
•• Disposición
•• Por supuesto, es posible colocar los factores muy juntos, dentro del
ámbito de una octava (a del ejemplo siguiente). Sin embargo, el efecto que
provoca esta disposición no es el de un acorde de novena, sino más bien el
•• (pedal de
dominante)
Mi: V 9
EJEMPLO 24-9
••
••
Consideremos estas disposiciones: a no se percibe como un acorde de
novena; b se evita normalmente porque la fundamental está por encima
de la novena; e posee más el sonido característico del acorde de novena de
••
dominante, aunque la no:vena está por debajo de la sensible; d muestra
la importancia de la sensible, porque no aparece en la sonoridad típica del
do: 1 acorde de· novena; e es la disposición más habitual.
• r
-----=••111J1•••liíria:11zrr-.·
••
···-----···-· , .... 11111111•• 111 11 -
llilltuíoiilll.·c e . - :,·e,;;,·· .............. '" ... .
EJEMPLO 24-12
ACORDES DE NOVENA, UNDÉCIMA Y DECIMOTERCERA 367
••
La sonoridad estridente del siguiente acorde de novena menor se debe
en gran parte a la disposición, así como a la posición de la fundamental
Re junto con la novena Mib .
•• si recitativo 7
6
(5) ! !
4
•• dim . La cuarta inversión no se utiliza, ya que la. novena estar!a colocada p_or
debajo de la fundamental. La segunda_ inversion, con la qumta en el baJo,
se emplea menos que las otras dos.
•• v¡del IV
EJEMPLO 24-13: Lalo, Sinfonía española, op. 21, IV
#f___J
, 1 l
r r W#f·vz -·
,._.
•• EJEMPLO 24-11: Chopín, Mazurka, op. 56, núm. 3
Moderato
re:
t
1
trr-r·vz
l
. . j .
t..Yr
. . j .
•• Largo e sostenuto
~ ten.
••
•• Inversiones
Fa: IV(D)2 v¡ I'
••
En el período de la práctica común no suele aparecer el acorde dé no-
vena de dominante completo en inversión, aunque existen ocasionales. Para
asegurar la característica sonoridad del acorde, la disposición de las inver- Dominantes secundarias
·siones debe seguir las restricciones respecto a las posiciones relativas de la
•• disposición, los números arábigos sólo indican las notas que deben utili-
zarse al disponer el acorde .
las dominantes secundarias con novena, como en el pnmero de los eJem-
plos siguientes .
•
•• r -m:wrrmn ws 11
••
EJEMPLO 24-15: Wagner, Die Meistersinger, acto III, final
El ejemplo siguiente muestra un cambio, o ~odulación, sin acorde pi-
.
,.
Massig vote con tres notas comunes en el punto de umón .
•• 6 6 6
••
·EJEMPLO 24-16: Chopin, Nocturno, op. 72, núm. 1
VI• -u 16 V 1
mi: \lldelV
1
••
núm. 3, Serenata de la muerte 1
Andantino
9.• sin resolver
••
•• mib:
V9del ID m V
Acordes de novena secundarios
•• Modulación
La mayoría de las novenas secundarias utilizadas por los compositores
se encuentran, en general, sobre las fundamentales I, 11 Y IV, Y con men?s
frecuencia sobre m o VI. En la mayoría de los casos estos acord~s estan
j
•
-,11m-
......,,...___
., ...
••
.,, • • , . . . . . . . • .... 11 1 .tt(
._ _ _ _ _ _• •.
, ... ~ ,.111•1 ····-- 1., .. ,111 • • , _ _ _ _ _ .,. ______ .,~·- • -·-
_.
••
En la secuencia siguiente, las novenas y las séptimas se obtienen como
yatu:a .de la oct~va, s1 tiene suficiente prominencia desde el punto de vista retardos de las quintas y las terceras, respectivamente, de los acordes pre-
armomco, creara el efecto de_ un acorde de novena. Si la séptima no está cedentes.
presente, el acorde es en realidad una tríada en estado fundamenta!
•• EJEMPLO 24-21
••
•• (1 9 ) VI' (D') YIJ6 (IV'> B'
la;
> > >
01 W V'dellll {V7 del ID) W7 \1'0V'del W)(Vl 7 ) 07 V9 (V7) - 1 0 1 dclV VdelV V
Junto a la novena· pueden estar incluidas la quinta y la séptima, repre- Apoyaturas con resolución retardada
••
armonía. En estas circunstancias, la noven;1 secundana parece poseer una
mayor independencia como acorde, si bien su origen contrapuntístico aún
resulta evidente .
-·•
retar_dos, de maner~ que s~ introducirían como notas ligadas al acorde pre-
cedente Y, cl~~o esta, t_e~dnan un valor rítmico débil en vez de fuerte. Estos
efectos tamb1en se ~t1hzan en modo menor, empleando el séptimo grado
natural cuando desciende al sexto. ·
•• Las novenas secundarias más comunes son las de los grados JI y IV.
EJEMPLO 24-23: Beethoven, Sonata para violín, op. 30, núm. 2, n Re:· n<,i VI
•• Adagio cantabile
El ejemplo. siguiente es bastante inusual, ya que estái:t presentes todos
los factores del acorde de novena de supertónica. ·
•• La apoyatura no resuelta
•
••
•• 372
ARMONfA ToNAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
••
se reconozca el carácter de estos '"'actore un c~ma Y decimotercera, que Do~. Es como si la séptima y la novena de la subdominante estuvieran
, . es supenores en tanto
con trapunt1sticas cuya resolución está sólo . I' ·ta E'I C'.
1•
que n~tas desplazadas del acorde de tónica y las semicorcheas fueran bordaduras or-
rente del de la novena de domin tmp tct . . e1ect? es _algo dtfe- namentales.
en ésta el sentido de la estructur!n!~r~~~~ ~~ ttratam1ento similar, ya Que
Andante molto
.......----.....····
~
r
••
j
JI'
•• fa: v¡ (l)
'I ,.
¡¡
1-
••
ot
Do: V del IJ O V'
EJEMPLO 24-29: Mozart, Concierto para piano. K. 488, I ,,.,
1,
E 1 · · j
Allegro l'
n e s1gu1ente e);mplo, la novena está resuelta en el aco - . 1
••
1p. B 1
to, pero esta resoluc1on es apenas audible t . d mpanam1en- 1
°
ción de la melodía. Las violas dividida t e~ien en cu~nta la orquesta-
tras que todos los violines primeros s ocan ~s acordes sincopados, mien-
rior. Podemos obtener un s;ntido más ~ segdunl os, toca!!, la ."?elodía supe- j
•• la línea superior como una melodía caro e a resoluc1on s1 mterpretamos
mer compás resuelve sobre el Fa del c~e~~~~~~a, en la que el Sol del pri-
,,
11
1¡
••
La: 1 V7 del IV IVt IV'
1 1
Undécima y decimotercera
••
Adagio espressivo 1
~~- ' 1
Como hemos visto, tanto en la armonía de dominante como en otros
acordes la novena es a menudo una nota melódica y armónica, lo que
•• Mib: D'
mite al oído aceptar los factores supÚiores como notas melódicas depen-
dientes de una base armónica más simple, en general una tríada o un acor-
de de séptima de dominante. Por otra parte, cuando la mayoría de los fac-
•• V del V tores inferiores están presentes y los de número más alto suenan con
claridad en las voces más agudas, entonces existe una mayor probabilidad
de escuchar estos factores como elementos reales de la armonía.
La novena del próximo ejemplo no resuelve en . ,
vese también que el acorde está en . .
.
_nmgun sentido. Obsér- En el siguiente ejemplo aparece un acorde de decimotercera con todos J
•• estos acordes no son comunes
marse con el bajo.
pnmer~ mvers1ón. Las inversiones de
' ya que el mtervalo de novena suele for-
Parte del atractivo de la c d · d 1 . •
sus factores (a), una sonoridad bastante extraña en el período de la practi-
ca común. En b aparece en su forma más habitual. Si tocamos esta segun-
da versión podremos comprobar la escasa presencia de las terceras omi-
•
'!
..... ........
••
•• 374 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN ACORDES DE NOVENA, UNDe:CIMA y DECIMOTERCERA 375
EJEMPLO 24-30 O uede ser que la undécima de dominante incluya 1~ '!uinta; en este 1
•• contrapuntísticas sobre una simple tríada, más que como miembros del
acorde. (Véanse ejemplos 5-27, 8-8, 11-13.)
La undécima puede aparecer como nota extraña sobre la novena de
dominante .
¡
.,_---,;-....
••
,,
.,
p
------- 1
Allegro ma non troppo, un poco maestoso
rit. ·---:""'-: a tempo
•• La:
. e
v1
t ~---
V/1(1 11 )
•• (pedal de
••
dominante) ·--....: • • •
Reb: 1 n IV(VIIJ I O
Véase también el ejemplo 25-13 . fi(lll
Fal: 1 VP
•
·--------------•lflll••·--------
•• iliiilliili ~-lm,a; 1 MIi •. 1 1~1-11111,1 11 1, . . . . . , , , •• ,. •Í
••
El siguiente es el más claro ejemplo de una auténtica decimotercera de
de terceras, ya Que la decimoquinta coincidiría con la doble octava. La de- dominante con la única omisión de la undécima. La decimotercera resuel-
cimotercera de dominante de origen contrapuntístico es un efecto armóni- ve por dis~lución, mediante un salto descend_e!1te hacia la novena 1;1~yor,
co muy común. Ya hemos señalado que el tercer grado, en tanto que de-
••
que a su vez resuelve hacia arriba. La· dispos1c1ón hace al acorde cahdo y
cimotercera sobre la dominante, tiende a ser absorbido en la armonía de sonoro, comparable a la distribución de los armónicos naturales.
dominante cuando está sobre un bajo de dominante, como en el 11[6 y
el I!. Es este tercer grado el que suscita la expresión decímotercera de domi-
••
nante, en especial cuando aparece como apoyatura en combinación con el EJEMPLO 24-38: Wagner, Die Meistersinger. acto 111, final
acorde de séptima de dominante (ejemplo 24-30b). (Véase ejemplo 23-28.)
En el siguiente ejemplo la decimotercera aparece como una apoyatura,
preparada como una bordadura, de la quinta del acorde. En el tercer com-
SehrmássiJ
_.;.::.-------~
••
pás, la ~ecimotercera menor, preparada en el compás anterior, no está re-
suelta, smo que se prolonga discretamente en la tónica secundaria que sigue
(Véase ejemplo 19-19.) ·
•• 1-- .
Lento
_,. .. ti ., .1 h -· 1 1 ~
Do: 1 Vll1delVV V117de!VV VD1delV V 13 (9)
•• { . - .
Una decimotercera de tónica se puede obtener colocando una novena
,.,.
1
.
IJ
., {p)•
.
,
1 1
r
1 1 1 1 _I 1 'r -
P-.
. :7•.
1
. de dominante sobre un pedal de tónica en el bajo, o con la dominante
como un acorde apoyatura. La novena de dominante utilizada de esta ma-
nera puede ser mayor o menor y puede aparecer sin la fundamental.
•• Fa::
r
V7 del IV
1 1 1 1 1 ~
V13 del IV V7 del IV/IV(IV 11)IV ·
7/1
Vil del 11 11
EJEMPLO 24-39: Bach, El clave bien temperado, 11. Preludio núm. 9
••
que viene de los compases precedentes. (pedal de tónica)
Mí: IV
••
EJEMPLO 24-37: Dvorák, Sinfonía núm. 9 («del Nuevo Mundo»), I
Allegro molto EJEMPLO 24-40: Mendelssohn, Romanzas sin palabras, op. 85: núm. 5,
El retorno
•
••
- -- 1. 1
EJERCICIOS
379
••
a. 11
2'9 11
rl a
ll
l J 1 ii t
n
EJEMPLO 24-41: Brahms, lntermezzo, op. 119, núm. I ó 9 ~ 3 9 3 9 7
7 s
•••
Adagio
b.
2',i r pJ 1r J J IJ J 13 9
1j
13 Js
¡1
1
••
11
s s
• ;.
6 9 3 9 9 6 11
9 s s 9
.c .
•• ,?·~#•$ ¡1 ,l 1 r r 1,J ,l l J l
11
1 7 6
1
1r
9
7
s V
e
11
9
e
11
1
3
il
••
7 9
Fórmulas para tocar en todas las tonalidades: # 3 7 7 s
d,
,:g.bn f" ¡r J¡r JI j qJl J,-j J.
•• EJEMPLO 24-42
ti, '11,. 6
7 4 5
9
7 6 7
F' r 1
¡ ll'l I; I; ~ 1:
3 6 9
lb: 11 ~ .~ I;
2 3
•• ~ e.
•• app.
1 1 1 1
'
2. Constrú yanse ejemplos originales de los sigu~~ntes efectos armóni-
•• V'delV y7 y9 del IV y9
b)
y
19 en La mdyor, derivado de una apoyatura con la resolución
(IV') D' (6
4
e)
retardada;
d) IV 9 e n fa menor, con la novena como apoyatura no resuelta;
••
1 1
e) un pedal de dominante interior;
f) un acorde de undécima de tónica;
r g) un acorde de undécima de subdominante realizado con una
J.
•• ([V9¡ IJ6 Vil (7) a2 v; [(9} VI VOi) (!JI y1 (1 ))
Jl
(011
J_
h)
apoyatura doble; .
un acorde de decimotercera de dominante en el que la dec1-
mol ercera es una apoyatu~a no resuelta .
.
••
.380 ARMONIA TONAL "EN LA PRÁCTICA COMúN .... ~ -.- .. ·.. ·, .·..::. ..... •
.
~
~ . .:
·....... 1- \.
.. - -·
'
. . .
.. - . _..,. ~. ,. 1
..
:.t~rmino acorde alterado cromáticamenté -esté capítulo. . . ' . en
~t.1,bbj- w-r r·1 i· r Ir ijr I r _ W: 1-r: -1( ~-:·~~. · .:~-~ ;:~-- -----~ ~: Podemos decir que la primera razón para el uso de una alteración pro-
t.'
"~ .
.....
-~
r
·. . . •; ' ....• ~ ...
• .... . . _ ; - - - · ,i,,;-.--r
. l._ ' .
t
·--'"'
'ª· '
4- ·'~f r•F rr r v r r r t"¡r fr1t r'ir ··¡ .•
t, ~-... - . --
._;,
_.J._
..
.
•.,•· ~ ~ . : . . . -.,.: ... . .
1- I . . .
EJEMPLO 2s~ 1
,4 ,. ~~~--~ ~
·- do:
'
in - VP w· VI
.
·, ' .
'
••
.:
f
.- -~ _4':
, · · La '
segunda c~teg~_riáoe- ácord~s afectados por signos de alteración in-
•.,
. · cluye todas las dominaQtes secundarias. En realidad, estos no son acordes
alterados. Ei proceso· para obtenét ·una dominante secundaria implica la
'--:consideración de· una toiialidad_temporal en la que el acorde existe como
.••
la dominante ;normal,- sin- alterar. (Algunos teóricos utilizan la expresión
acordes prestadós para lru¡,dominantes secundarias, lo que significa, por ejem-
-plo, que la triada de Re mayor en la tonalidad de Do es una dominante
••, «prestada» de Sol.) Esta categoría incluye probablemente ta mayoría de las
alteraciones que aparecen en la música, si.exceptuamos. los casos de.au-
.•·
·ténticlll>
.
mót1:utaéjones
. • .
en tas
, • -- ,. .
que
•
no hay
' "" _,.. .
cainbiq
,·L - ...
de:
•
imnadura. - _.·
,
l:"+tii?tét:tif:i.+:Hd Mct'IYW a-: if M' rtswJ:fah"F11fi' W&t1MW71TM mt
••
•• ACORDES ALTERADOS CROMÁTICAMENTE 387
386 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMúN
•• EJEMPLO
Allegro
25-11: Mozart, Concierto para dos pianos, K. 365, III
---
elevado. Sin embargo ambos acordes pueden utilizarse en el modo menor.
Si el acorde de resol~ción del +117 se trata no como tónica, sino como V
del IV no hay dificultad para continuar en menor. En el siguiente ejem-
••
Mib: r,¡
Falsa relación
•• este caso, no es necesario evitar las falsas relaciones resultantes. Las notas Sib:
alteradas pueden ser las primeras o las segundas del grupo .
Resolución irregular
25-15
\
1
•!
••
EJEMPLO
ra disminuida melódica, Lab -Fa#, está acompañada en la voz superior por
un intervalo de cuarta disminuida, Reb -Laq.
4#110 ,1· 11,,u ¡,b• 11
•• EJEMPLO 25-13: Wagner, Die Meistersinger, acto III, escena 4 +JI1 V1 del IV +n1 Vi del IV
••
EJEMPLO
r
~l
•• 1
l
•• (pedal de dominante)
Lab: 1 IV .. VF V1
• !J
Widrtctt::Uirt:t:trzm ,,.., hd:ttiiXSS:i?MMiJSMJSr: tOtfJC" E :a rs:r r: '" hit
••
•• 388 ARMONfA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÜN
••
l.
completa.
•• Modulación
Com~ hemos visto, el acorde de séptima disminuida que funciona como ¡6 V'
•• una dommante n_ormal, v;, actúa en muchas ocasiones como acorde pivo- Do:~ del IV V7 del IV IV 4
+VJl (Doll = Reb)
te e~ la modulac,ón; por su parte, las séptimas disminuidas sin función de
dom1~~nte, +[17 y +VF, son aún más flexibles para este propósito. La mo- -
••
dula~1on en la _que una dominante pierde esta función es especialmente El ejemplo siguiente presenta los acordes de +¡17 ·y +yp en un modelo
~fect1va y algo mesperada. Por ejemplo, si la novena menor de dominante que sirve de base a una secuencia modulante. Aparece aquí en forma re-
incompleta de Do es considerada como 117 elevado la nueva tonalidad será ducida, ya que el tiempo es muy rápido y cada armonía abarca cuatro com-
Lab mayor. Si la consideramos como VP elevadd se puede introducir la
••
pases; toda la secuencia, con alguna ligera desviación del modelo, dura
tonalidad lejana de Reb. ' ochenta compases, o veinte compases por unidad, modulando de re menor
a Do mayor en un gran crescendo.
•• EJEMPLO
-
A 1 '
25-18
1 1
' 1
EJEMPLO 25-20: Schubert, Sinfonía núm. 9, IV (esbozo armónico)
•• .. "r r.
~
V
; 11 r t'
.J.- i--'
1
Jr f· 1; .L.._,...
r f"
1 l 1 ~, "t'º
:
- .L .J .! L i ' l•
1 ' ,; j J J LI ' l.
Mib: 1i v1 +v¡7 v1 vi (Si~= Dob)
••
Fa: +a1 (Lab =Solll) 1i
1 1 1 1 1
'
~
1
1 1
Do. 1 V I v,." Do. I V I
3 Fórmulas para tocar en todas las tonalidades:
•n;
••
Lab: 1t V7 Rel>: +VJ; V7
EJEMPLO 25-21
••
Si el acorde pivote es el +y17 o el +¡17 de la primera tonalidad, se pre-
sentan dos p~oblemas. P~esto que la identidad de estos acordes depende
de su resolución, _su función en la primera tonalidad tiene que estar clara
antes del momento de la modulación. El mejor método para ello es pre-
••
- 11a,,1111-••"••••••• ..u- 11111111•,n .,.., •11•1&@-tt-dblllillt--tt¡¡¡¡-a,ld;a$ tr--f'
...... ' ·-··-
aallill'' ·--·-·-
¡atme-:a11>ii11176clii½.hi*illl'•ai*f1M1tr
. W-i1#'---~---ila---------
..- • ·n; C RE - - ., _ _ . , .... , ........ ..
••
•• 390 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
ACORDES ALTERADOS CROMÁTICAMENTE
••
guientes especificaciones:
a) La primera frase presenta un acorae de séptima disminuida utiliza-
do primero como V del V y después como +117 (con cambio enar-
•• (: 11
b)
mónico) .
La segunda frase modula por medio de un acorde pivote que pasa
a ser +yp en la segunda tonalidad .
•• EJERCICIOS ·
e) La tercera frase vuelve a la tonalidad original por medio de un acor-
de pivote que es +¡p en la tonalidad final.
••
3. Constrúyase una secuencia modulante cuyo modelo contenga el
l. Realícense los siguientes bajos cifrados: acorde +JF .
4. Armonícense los siguientes bajos no cifrados, introduciendo acor-
••
des de supertónica y submediante elevados:
b.
'ª J I el 1.. •r l .. ~J I e· 1qu,
•• 9:f¡lla
a.
@
••
1
c.
l , 1w·1. s r r r &.r
I I r r I r JI J 1 11 11
f·
,.e
i
!.
• i
J
1
f
C,
,,,,. r B¡z I r r I r ~ r 1 r ~r I r r 1 ., n
S. Armonícense las siguientes melodías introduciendo acordes de su-
pertónica y submediante elevados:
•• e.
J
1 (l,
fe r·~ 1r sI r ~ 1r 1, 1r §' 1r ~ 1 ri 1 ,
•• 2:,c F I F •r F #r I E nJ
7. 6#
$
4
l
7~
s~ 6
b
s
111
b
4
...
2# 7
1 J. 11
'1 @1
•• f•
t,:Q1,)11 pe
lij
4,1 .lb.
•• c.
,~,ir 1u1 r a1 r •u1@J Ir- 1·r t1r H-fl
•• ~;,1,lcp
:\1 a
4
1
r rr J 1 b s
a
11 d.
,,.¡19 J i r r 1r r 1•r 1•r 111[ r É r ¡i r
f
1
1 \ ,! ~
••
7~ z 2~ 6 4 3
4-
•
FMila----llll!!lim•------·
••
llliii.i& H:r(,ii;·tty WTJ:a\St « t o · - . ~ . ' * , olliitCH3'1ililíllllC,iiZ-lilli1#7lliiilil.ftaiíff•'MMiilli"-,......a.nlillln
•• EJEMPLO 26-1
~ ¡j:: ~:;~ 1
'
••
,;
•• Definición, resolución, preparación y duplicaciones EJEMPLO 26-2: Beethoven, Sonara quasi una fantasía, op. 27, núm. 2, I
••
para la napolitana, como en los ejemplos de este libro, debe estar precedi-
do por un pequeño signo de sustracción en· la parte superior izquierdá,
indicando el rebajamiento cromático de la fundamentaL
La sexta napolitana es una tríada mayor y, por tanto, no es un acorde EJEMPLO 26-3: Bach, Suite orquestal núm. 2, VII, Badinerie ·
••
el segundo grado alterado es un salto descendente de tercera disminuida.
Ejemplos como los de d y e anteriores, en los que la nota alterada se mueve
hacia arriba,- en sentido contrario al que indica la alteración, son infrecuen-
tes (ejemplo 26-4). Véase también el ejemplo 26-16.
¡••
monía, resulta un acorde de novena.
hacia el V sin que aparezca. Cuando el acorde de dominante contiene la sép-
tima, por ejemplo, se puede omitir su quinta, evitando así la falsa relación.
•• ¡J
iJ
·'
ejemplo 28-29.) . . . ·, · .
En el siguiente; ia armonía, intercál~q~ _es eI ac?rde -~e noven~ ie-~0 :.
.:. .... .....
·
: , ~·~_..,.~__ {. ~ 1.
míñan.te-incompleto: La'é¡uintá ,9,e 1~ _napoJ1t~n.a __est~ ~~phc!da, Yála1
meniat asciende, en contra de su ,tendenc1_a. En. e! P_~1mer- comp s a _1gu
ª~ . r;;-
ración· melódica sobre· la-armonía_ de__napohtan,a e~_ la escala de !ª:tonalidad;
rno-meñt~nea, el segund9 grado_ reb?Ja~o, aqu~ Re _mayor. '.
mi:· L . :t. ¡JV __ .<116 •. , . • yt.
. .. ~ -,,
EJEMPLO 26-7: Beethoven, Sonata quasi una fan~asia, op. 27, núm. 2, III
Muy a· meÓ~do, el acorde de dominante .estará precedido por el seis-
cuatro' cadencia_l:de tónicatcórr la sextá-y la cuarya formando una apoyatu-
1l~:-:S:f:1t:).úSn~
ra í:Ioble.-Estó: permite :un ·sua"'.e movimiento.-de~segundas en todas las
voces, corí "tas-tres:·partes--~uperiores en movimiento .contrario respecto al
bajo.:Por;supuesto, la_prógresión de _fundamentales sigu·e siendo IJ-V. En
este caso no. si(produce la.sensación de fal~a relación, gracias al efecto
armónico del I interpuesto,-· - -·· · ·--- :,,
· - do#: ~Il6 -
' . . ·. ·--~ del. V..
• . __ _ • . _::. _
lf
\,;~~-'.~~~-- _:_-·:- • • cr· - : · - .• ..,:·-,.~.~--~·r.~·-··'-- __ ·-:,--.
EJEMP~O 26-5: Mozart, Concierto_ para piano, K. 488, JI
.:·:Adagio La n~t~~lt;;ada p~ede apare~~i com; apoy~tura.de la nota inferior. La
armonía fundamental será entonces la subdommante, aunque el ~olor de
la sexta napolitana es reconocible. También r~sulta raz_on~ble ~ons1derar la
- --- tónica como una nota de paso, como en el eJemplo- s1gu1ente.
~-
1 .~:
-Unpocoadagi9-: .:. __
' !'\.
' ...... : ·, ,_
'I • ~ __;
·>--:.-=·=-
.;·
,·--- ~
- •
.. . ,, EJEM-PLO 26-9:
- ... W ~ber; Obe~turl! 51~ Der Frfischütz-/ -.. i; '
_------~~--__ . t
:¡
.. ..:--..... - _ - , a ~ · - ·- - - - --·-~~ -_ - :..:..~i.' +
¡¡
.·c-·.1
!~.=ll;;G;J:;;,):,.11
: _do;__ IL· .. ·: _ : :MIi,~.6 v, d..eI rv.. 11~ , - ··-,
• ·· ·, , ,• vi2 , • -· ••
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ll
· · d::xtt:::r: r : e· et tri> tr&ii::tdz w TTi ,-- : , - ·:r · ·· · · : ·re: o , ,. """ , .. .. ..
•••
••
402 ARMONI~ TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
••
3. Armonícen~e los siguientes bajos no cifrados introduciendo acor-
des de sexta napolitana:
a.
••• 'é» J J r rt r J J.
2 J I J I 11 -'.l~-
1,
b. i¡
, 1 l 1 .. 1 1 ° 11
27. Acordes de sexta aumentada 1
•• =•,n r ~ r ~ E!r e qJ r ; J.
c.
Los cuatro acordes que comprenden el grupo conocido como acordes
••
2 1 1 i, I 1 11 de sexta aumentada tienen en común ·el intervalo de sexta aumentada que
se forma entre el sexto grado menor y el cuarto grado elevado cromática-
mente. El nombre deriva de la disposición habitual de los acordes, en la
•• a.
Origen como dominantes secundarias
••
El· cuarto grado elevado, como sensible de la dominante, es el indicio
de la función de dominante secundaria de tres de los cuatro acordes de
sexta aumentada. El intervalo de sexta aumentada se abre en su resolu-
ción normal a la octava sobre la dominante.
•• EJEMPLO 27-l
1 A 4!::: 11
••
w
V
~·11
Mazurka
11 1 11
la fundamental elevada, sino de un V del V con la quinta rebajada. El
siguiente ejemplo muestra su origen contrapuntístico .
•• EJEMPLO 27-2
•• f r'T
1 1
V del V-V
¡ 11
••
ns ,,m-nc • ,a.-,1.a,,,., ,,,,,, .., , ......,
••
1 ••• ,, • ,, 1 • i .. i ii ii, , -~~ 0 ·me¡ 15%9 E
.J
1
•• 404
Definiciones
ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN ACORDES DE SEXTA AUMENTADA
Puesto que las denominaciones exactas de «V2 del V con la quinta re-
405
••
utilizar «It.», «Al.», «Fr.» y «Sza.», respectivamente, con independencia de
comunes a los cuatro acordes As' , e dmo ? que son tres las notas la inversión; .las abreviaturas nacionales se entienden con facilidad con re-
tinguirá de los demás por la ~uart~ ~~es, ca a nyem~~o del grupo se dis- ferencia a los acordes de sexta aumentada, y no hay peligro de confundir
cuatro acordes de sexta aumentad . zt. A contmuac1on, yresentamos los tos números romanos con las formas sin alterar de V del V o 11 .
••
a Jun o con sus resoluc1ones regulares.
Obsérvese que b es como a con una séptima menor añadida; d suena
•• d
' grado en· lugar del tercer grado menor; a, b y d suenan como séptimas de
dominante de la napolitana, lo que los hace muy útiles como acordes pi-
vote en la modulación .
•• Resolución
••
Itahana Alemana Francesa Suiza
V: del V Vi del V v; del V +n~ •• (todas con
J la quinta La resolución regular de los acordes de sexta aumentada es sobre el V
·adicionalmenle: JV~ r.1· Já• rebajada) o, en el caso del acorde de cuarta doble aumentada, sobre el 1: mayor. El
] 3 · cuarto grado elevado sube medio tono, el sexto grado menor baja medio
••
(,) .
sexta francesa 'e)
l'
han ad qum . ª~ª
· "d o una amplia s1 noa, sexta
. alemana
1 ., y
(b) segunda.
Como con la sexta rt , universa , aceptac10n.
el origen de estos ~~~blr!~\~~~i:~ece haber una buena explicación para ti1
s vamos ~ proponer la adopción del EJEMPLO 27-4
!
••
, me ~yen o las pnmeras ediciones de este
fundamental e como com_o ~cor es con el cuarto grado elevado como i 1
,.
lódico deseable a veces en la voz superior.
••
. i, e manera semeJante, resulta un V1 del V con la En el acorde de tercera, quinta y sexta aumentada o sexta alemana
qumta rebajada. Así los tres acordes b . .
son variantes del y del y ' ª·
Y e, tienen _cierto parentesco y (ben el ejemplo 27-3), la cuarta voz forma un intervalo de quinta justa con
el bajo. Las quintas paralelas que se forman en la progresión natural hacia
acorde d se explica fácilme~t~o:~;uestr~~ s~s resol_uc1ones. habituales. El
la dominante se consideran siempre aceptables, excepto cuando aparecen
de séptima de supertónica elevado. resu o e rebaJar la qumta del acorde
entre soprano y bajo. En la mayor parte de los casos se encuentran entre
•
" - · - - -..- - - - ~ ~ - ~ - - ~ .,._, .....-art!t::,s:r::-,& ··:Mt::· m · e:: •rlilitrlllEillltMIIZ-IMIMlrz
.. •.---.-.,c:
~) ¡
.¡',r 40~. ARMONfA TONAL EN LA\ PRÁ01CA· COMÚN
:ACORDES"DE"SEXTK AUMENTADA
.1
.\ -.~ ' / .. j
... "'\ ·.f
·)·, .,;, •
, ·. (~d.~: _ - V6
l,
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L
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---~-\~
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- ----- +t
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t}' do: 1V6 La: V
•1·'
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..1/ Al. V Al. ~ V' . Al. · V,
·. '
- •• l .....
..
•.. -
~
-1 - . • . .
' . ~
-
.•
- - :La,sexta:francesa; o acorde de tercera, cuarta y·sexta aumentada, tiene
:una ·función de dominante .secundaria más :evidente-que las- otras. sextas
aumentadás, La presencia de ll!_fundamental real, el segundo grado, pro-
._,;,. -~ . ~ .. -· . t ,. ' .... , - ....
.porciona un factor común con el acordirde. dominante, y·éste normalmen-
ti,,,
. EJEMPLO _27-7: Mózart,Sonata, K. 33°2 ·¡ .. ·:. Je se_repite:o :viene ligadó en,el acorde de ,resolución; ·o puede ir hacia
una·_apoyatura del segundp grado; como en. un acorde de seis-cuatro ca"
~~~j·;:··:1~:JJ ·1,:
.!1·
~encial (e en· el_ejemj)l_o.sigu~ente).
IT, \
\
.I;·~)
tJ., J :E,JEMP_!..O 27-10
·.l~i/
J'do: Al., , ·_, ; -,_. \' _ y
"
·~)
} \r ..... , .. 1 ' '
Lento ., ) -
¡
.!,)
L Véase también el ejemplo 12-10.
·)· :¡ -~~: ,....... ,.. -: . . - . . .. . .
•:·
l,,·
·:. ---~ ... - > •• • ) ·-----~ .~· ',' J:.
El acorde de- tercera, cuarta y sexta aumentada se emplea Junto con
•••: acordes de" los dos modos, ma'yor y menor, contribuyendo así a la inter-
cambiabilidad de los modos.
..1,
,
re: V7. del V Al. ·V1 ...
•• ------------- -
••416
g.
ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN ACORDES DE SEXTA AUMENTADA 417
•• ~=~•,1 r u I J IJ J J J IJ r 3
#·i w 11J e
7
uJ ti
1 •
u 11
•• f •1 r r Ir r'r
c.
r 9r I J • ~ J J I J.
••• e
e•
I 1 11 ·
••
en la segunda tonalidad.
3. Constrúyase un fragmento musical de dos frases según las siguien-
tes especificaciones: ·
•••
a} La primera frase modula de Si a Si b por medio de un acorde pivo-
te que es un acorde de sexta aumentada en la segunda tonalídad .
b) La segunda frase vuelve a Si mediante una modulación de paso a
través de una tercera tonalidad.
••
•• .~: •e: J v T IJ 1.J 1 1 l 1 11
b.
. V
- .I _ . . _ . ° J t,i
••
1 4
~ e
c.
~,1·1.i r JJ r•r r r r·
•• d.
,w I w ,w
t¡J /d~J / .. / ~
I I 11
•• ~,
1
j,\~! J J/
¡¡J jj j l,J 8 J ;J 8
I i
••
•
•• 419
••
OTROS ACORDES CROMÁTICOS
•• ~
aum.
Hasta aquí hemos estudiado las notas cromáticas en los siguientes gru-
Do: ¡ _ _ VI do: I Vl - -
••
armónico tal como lo han utilizado los compositores. be a veces como el tercer grado menor. . . _
Se puede aprender mucho sobre la armonía cromática .de la práctica La mediante menor, si se eleva, se ~o~v1erte en la mediante mayor,
común experimentando las posibles alteraciones de los acordes existentes, si se rebaja, se percibe como la supertomc~. . _ .
con vistas a descubrir las razones por las cuales algunas formas han sido La mediante mayor, si se eleva, se percibe como subdommante, st
•• más utilizadas que otras. Debería examinarse cada acorde y alterar siste-
máticamente cada uno de sus factores, valorando los resultados por el con-
tenido interválico y la relación del acorde con la tonalidad original. .
se rebaja se convierte en el tercer grado menor.
La d~minante se puede elevar, aunque de esta m~nera a veces se
percibe como el sexto grado menor,. Cuando se rebaJa, normalmente
•• sobre el papel. He aquí algunos de estos resultados: La submediante mayor se puede elevar, aunque de esta man~ra a
veces se percibe como el séptimo grado menor. Cuando se rebaJa se
convierte en el sexto grado menor. .
••
EJEMPLO 28-1 La sensible, si se eleva, se percibe como tónica. Puede rebaJarse.
i~ b~§ ht¡j
H --
l l's De estas observaciones podemos extraer un principio gen~r~l: si altera-
mos un grado de la escala y resulta un equi~alente en~rmontco de ·&t.r~
•• mente la tonalidad de Do, pero, como sabemos, una tonalidad puede esta-
blecerse sólo gracias a la asociación de diversos elementos armónicos; en
otras palabras, tiene que definirse un contexto tonal dentro del cual se pue-
Los acordes con la quinta elevada, que forman un intervalo de quinta
aumentada desde la fundamental, se encuentran sobre los grados 1, IV
•• dan interpretar las notas cromáticas . Y VEl acorde de tónica alterado de este modo es prácticamente siempre el
•
,q, ,, ....... ~ ..
11 """" • • • • ,. ... ,, ....... '" • •• -· • • •""'11•'" • • , ••••• ,1•••• i.i; ..... ~ 1•1111 1 .... il 1
a
·;
•• !
•• 420 ARMON1A TONAL EN LA PRÁCTICA COMÜN
· mayor. La nota alterada, claro está, no se duplica y el acorde resuelve de EJEMPLO 28-6
OTROS ACORDES CROMÁTICOS 421
EJEMPLO 28-3
Nótese la enarmonía con el III (aumentado) en modo menor (cap. 4).
L
••
•• ysl 1
J'
•• También se conduce con suavidad el acorde de séptima de supertóni- EJEMPLO 28-7: Brahms, Concierto para piano núm. 2, IV
•• Adagio ~
•• Sib: I y6' vd
••
herente al acorde de tónica mayor como dominante de la subdominante. acordes de sexta aumentada. Aquí, el intervalo característico es la quinta
Hay muchos ejemplos de V7 del IV con la quinta aumentada. aumentada, no la sexta .
•• ;::;--,.._ Ir
••
Sf
••
_En el acorde de dominante el grado elevado es la supertónica, lo que de la tríada aumentada del V sobre la novena mayor incompleta del V
sugiere el modo mayor por su resolución implícita en el tercer grado mayor. del V.
• , '
heMelr:ft:ltH • ricino <:rM:r ~-:.a:· .. ;;,-c.,.:~~t«trtti?tKM M .1 t:::1 :wt:UÑ:+~C.id.ifilllliMali··11,tllil·tilii'.állt-lilEIIZ---------~5111i5iTFEmli lllilll..ii, .r.11i:i11d&l 11, , , .,. 1 • 1 .. ,1 . . . ~. ... , • "
••
•• 422 ARMONÍA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
•• ~
ción de una tonalidad definida. El siguiente pasaje continúa durante vein-
tidós compases antes de que la armonía de tríadas aumentadas deje paso a
una tríada menor; este inicio famoso determina el carácter de toda la obra.
••
Lab: del V y2 l',16
El acorde de subdominante· con la quinta elevada se diferencia, en el EJEMPLO 28-13: Liszt, Sinfonía Fausto, I
•• aspecto rítmico, de los dos acordes que acabamos de describir en que casi
siempre actúa como un acorde apoyatura. La tónica elevada es una apoya-
tura del segundo grado y, si la séptima está presente, ambas notas se com-
portan como apoyaturas de la tercera y de la octava de un 116•
Lento assai
•• EJEMPLO 28-10
••
•• Il 6 IVh Il 6
La quinta disminuida
En la armonía de dominante se puede encontrar el rebajamiento cro-
••
l',I ~•
mático de la quinta. En la segunda inversión de la séptima de dominante
(Il6_ _ } (Il6_ _ )
esto produce un acorde semejante al acorde de tercera, cuarta y sexta au-
mentada, pero con función de dominante. (Véase ejemplo 27-26.)
EJEMPLO 28-14
••
,.
le
•• n vil I
•••
1
La tríada aumentada posee cierta vaguedad debido a que todas sus in-
versiones suenan igual. Del mismo modo que el acorde de séptima dismi-
nuida divide la octava en cuatro partes iguales, las dos terceras mayores di-
viden la octava en tres partes iguales, junto con el intervalo superior, la
'
1
1
¡
.
•• cuarta disminuida, que es el equivalente enarmónico de la tercera mayor.
Esta simetría sugiere el origen de la escala de tonos .
•
.,.
1'
,:
,
. . . . . .ea·lliltiilíálllW•ta··-·iWliiilM:iltillltÍlliiiilrlriiil.iii'•<ilflllii.·illi1111zli-i151111tlfiitiÍlfiil--FE-lll
•1till'tttlil'M11tliidliiliil·«11·111st1i,·aea1:·'llii:&f¡¡·%%ali:iláetlilll·llilfillilfiilii
~.
__.__ _ _ _.%1171il•Flil!lí1íliCi1i.'llillf7111tt•·illlllilifiíii/laneh:illl&' Wt5:t5ttffi :tttr':1:tiitiis: .,._,, ¡¡¡;;a;¡¡,¡¡¡¡, .u..11. ..,..uw.1. ...
,_.¡•.!
OTROS ACORDES CROMÁTICOS 425
424 ARMONIA TONAL EN LÁ PRÁCTICA COMÜN
· El ejemplo 28-18 presenta el mismo tipo de acorde pero en la inver-
EJEMPLO 28-15: Brahms, Sin/Ónía núm. 4, IV ·
./
sión de tercera y cuarta, que tiene un efecto de subdominante, corno el
Allegro energico e passionato ~. normal, cuando resuelve sobre el I en estado fundamental (compárese
J
'11 ~ 1;'.1: l.
con el ejemplo 20-15). En este caso, el acorde suena. bastante como una
;j . ) napolitana. En combinación con el pedal de tónica, da_ un resultado· infre-
••• cuente de La, Sib y Dob, todas estas notas sonando a la vez (compárese
.,., .: ,
11::
Este acorde también puede resolver en una tónica menor.
en el ejemplo 27-~_1).·
l.•·•
(iu-)rüctt! Wir sind be · lauscht mit 0hr, ~ J_ _
Coro J .J .J J .J. - Ji _.J_ J\ ..J 1 .J
- ~
-
~
~
.
EJEMPLO. 28-16: Ch9pin, Nocturno, op. 27, núm. ] Wir sind be - lauscht mil 0hr und Blick.
· · Larghetto ,,. ~
¡
1
'
1
' --- !:..
•• ----
r::,
t)
~t
r;,
}Jafm."f ~
JJ ___j _j_}J -- "! ... JJ 'f
,
••·
.L.
(pedal de
tónica)__..
f ·- _f P"
-9-
- -,-
Sib: 1 VJ (S.• rebajada) V:
J
(5.' rebajada)
•
•• Si ·e~ta alter~dón (segundo grado rebajado) se aplica a la novena menor
de_dommante sm fundamental, ·el acorde suena como el acorde de tercera,
La quinta elevada y rebajada
••
EJEMPLO 28-17: Schubert, Schwanengesa_ng: núm. 13, Der Doppelgiinger quinta elevada.
Sehr langsam
,., . ..-- EJEMPLO 28-19
••
,. l
Der Mond zeigt mir mei-ne ei - g'ne Ce stalt.-- D_u Oop-pel-
~J-( _. _;:::==--!
•
"•
(cresc.) '
.Jfz-===- .DI' -:=t=-decresc.l p :=-
•• ~: ~
. :.--- r ¡,-: .
m
··1f~~:
~
-_.;- ' ~-
?j"••
\'S 1
••
si: · 1 vi . l.
V
(5." rebajada) 1
1 como La#. Lá resolución esperada sería el IV 6 de Sib mayor.
1
• 1
..............._... wo:rt>:4 ·st ·w · ~a.~~~trMttd\''W ±iiie;-ns r:wcs-«:rrtttt? ,··: d ·s· re· n , ..ett:X: a·· ±ttstt:rantnrttt ttttir"' wur wtit ~ i\n:riiwtt1M:át ~ a •.....!~.:.:...-~~.,_¿,.:..;, ..... ........
••
4 ... · · - ~ ·
•• notación del ómnibus, como muestra el siguiente ejemplo. dulatorio. En esta secuencia, las sucesivas séptimas de dominante se rein-
terpretan de modo enarmónico como acordes de sexta aumentada de la
siguiente tonalidad. El modelo de abajo está dado en notación estricta (es
•• ft
. .
cresc.
ca común, utiliza el ómnibus de tres pasos durante dos ciclos y lo inte·
rrumpe antes de acabar el tercero; esto es lo máximo que se puede soste-
ner un pedal en la progresión .
••
U!)
••
la conducción de las voces dada, es un acorde de seis-cuatro de supertóni- La: Al. del 11 V'
ca con la quinta elevada y rebajada; enarmónicamente, con el Si b en el Fa#: Al. del 11
soprano y el Sol# en el bajo, es una inversión del acorde de sexta aumen-
tada, pero con una resolución irregular, abriendo la décima disminuida a
•• relaciones armónicas que, dentro de una escala diatónica, son muy débi-
les, un fenómeno cada vez más característico de la armonía cromática de
finales del siglo XIX . Se pueden encontrar muchas variantes del ómnibus que conservan el
EJEMPLO 28-29: Schubert, Winterreise, op. 89: núm. 20, Der Wegweiser
•• EJEMPLO 28-27
Mmig
•• El)
&nen Wei•ser seh ich sle . ben un·Yer-rückl Yor mei-nem Blick; ei·ne Stras•se mllS.1 ich
•
. ,_ , - ,.... · - · · - · - - ~ - - - - - - . . - . . ; , ,_.....,._ _ ,__.,_illliialiifttlilUll.ill:Z
_ _ _IIIIIZ-lffl-tl•••z•r•·c-r. .- nmr e m.111..~.iaiiii.,™bi11.1ii. •. ~1~•~-1. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .- , . ·1 · · · · · · - · · · - · · · · -
••
•• 430 ARMONlA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
OTROS ACORDES CROMATICOS
••
vados y se conduce a la dominante, resulta ~n. acorde_ cuya_ fun~amental
está a la distancia de cuarta aumentada de la tomca, la d1stanc1a mas grande
ge · hen, die noc:h Kei ner ging zu-riick. posible .
•• do#:
VI del V•
V: del V IS - Al.. dimin.
Es costumbre hablar de una combinación de apoyaturas como un acor- En el ejemplo siguiente, el acorde de séptima de supertón~ca no altera-
••
sus factores elevados. La resolución, poco ortodoxa, de los dos factores
yatura típicos son aquellos acordes que forman la parte débil de una pro- adicionales elevados contribuye a. la sorpresa tonal de la progresión.
gresión débil-fuerte. .
El método para formar estos acordes consiste en hacer que algunos o EJEMPLO 28-32: Liszt, Si,ifonía Fausto, 11
•• tores del acorde como sensible, o hacia abajo como apoyaturas cromáticas.
De este procedimiento melódico podemos obtener muy variados resulta-
dos; aquí damos algunos ejemplos característicos. ·
••
En el ejemplo siguiente, el primer acorde es una forma inusual del IV7,
con la fundamental y la tercera elevadas y la quinta omitida. Su función es
fácilmente comprensible si lo comparamos con la séptima de submediante La: (IV) 1
elevada como acorde introductorio de la dominante.
••
EJEMPLO 28-30: Brahms, lntermezzo, op. 116, núm. 6 la subdominante Mi.
A.Ddandno EJEMPLO 28-33: Franck, Preludio, coral y fuga
••
•• si:
·,
• t 1
••
•• 432 ARMONIA TONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
El próximo ejemplo es similar. El Solb está escrito de modo incorrec-
OTROS ACORDES CROMÁTICOS
•• >--:----,_
sol: li1 V'
-
(Vl yTj
•• (V pedal implícito)
•• (pedal de
dominante)
lab:
rr t r r t ,-f t r t r r v-rr r r t r t
VI +yp V7 Fa: D
guiente, confiere una cualidad de dominante
ción.
ª!
acorde, ya que esta. nota
suena como una sensible de Do# de la arrnonia que aparece a contmua-
l •
•• EJEMPLO 28-35: Brahms, Capriccio, op. 76, núi:n. 8
Do#: VI
••
minante; desde el punto de vista armónico, los acordes son tríadas aumen- del ct'eseo de obtener interés armónico y variedad mediante la creación de
tadas sobre el sexto grado menor, con la tercera de la tríada en sus dos sonoridades nunca escuchadas, o mediante la utilización de una forma es-
formas, alterada y no alterada . tablecida en una posición desacostumbrada en la tonalidad. Desde el pu~to
de vista melódico, las notas alteradas que forman el nuevo acorde se m-
••
. .#1#11--•--··-lllllilllllil,t·illlrt•nliii·fu'"lill"tlilil·:tta.. ~~ ~~-...i1cn ·e ~ . : . , ; . ~ - - - - - · ·
Ollilli?lllliC
••
·-·· · - • ...- ..... · - - - · · - - - - - ,....., , . , -... Wl,alliOIIISIIIMlilttilt.,;·"tllod'11Slll:n•t•••••Jli?llilll?..
· _,;rPit,""·.,..,;..·"""'lli-lli'illl:. -i.
••
traducen como notas que proporcionan dirección y continuidad a la me- y medio de práctica común. Las diferencias características entre los tres
lodía. ejemplos depende·n más de aspectos de textura y estilo que de la armonía,
Estos dos aspectos no están del todo separados. Algunos acordes alte- en la que podemos encontrar más semejanzas que diferencias. Los tres
rados_ ~parecen con mucha frecuencia como resultado de notas de paso ejemplos muestran el uso de casi los mismos acordes, las mismas notas
••
nos percatamos de que, en la extensa armonía cromática de finales del si- {f)
glo XIX, la formación de nuevos acordes pasa a ser, cado vez más, una cues-
tión de la práctica individual de los compositores o incluso de las caracte-
rísticas particulares de una determinada obra. El ~studiante debería intentar
•• está determinado por las diferentes relaciones qu; existen e~tre tonalidad
Y forman en las diferentes obras. Algunos de estos análisis se discutirán
en la segunda parte de este libro.
•• Concluiremos esta parte de nuestro estudio con tres ejemplos que mues-
tran la existencia de un lenguaje armónico cromático común durante siglo
••
(Lab:) (fil6)V 7 I 1
lMi: Ill(may.) 1116 (mcn,) (V7) 1
EJEMPLO 28-38: Bach, Partita coral, O Gott, du frommer Gott
EJEMPLO 28-40: Wagner, Tristan und !solde, Preludio
•• .,
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Mib: o' (Vll) yr61 IV'
(Vl6?) del 11
VI V~delV
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B 1111. •P•
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(V del V)(VI del ll)del IV (VII del
VI 1Vl V6 delV V VjdellV (1)
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••
•• 436 ARM!)NfA J'ONAL EN LA PRÁCTICA COMÚN
EJERCICIOS b)
OTROS ACORDES CROMÁTICOS
•• a.
!>'& ... 1 .J e lf'. e ... 11
e) La tercera frase vuelve a la tonalidad inicial mediante un acorde pi-
vote que es una tríada aumentada .
3. Armonícense los siguientes bajos no cifrados, introduciendo acordes
alterados cromáticamente:
•• b.
s# s# s# 6 s#
,=••· 11
1 r •r r .wI 1 .J 1.J Ie 1 e 1
•• c.
r r "'r r I Ji.J I J ,J
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71, ·
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I J I J 11
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s# c.
2:,1, ) »'[' r r .J lnJ,
•• IJ. J > 1 11
•• e. Leich t bewegt
4. Armonícense las siguientes melodías, introduciendo acordes altera- ·
dos cromáticamente:
a.
•• ,=, vt JiJ J I f
1
jJ ,J .J I e· 1E F r I r r .! 1J.
7. 7
~·1 r•a1r,D11n•u1ur 1
••
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b.
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•• 11
•• Después
•• de la práctica común
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j
••
••
•• 29. Evaluación histórica
de la práctica armónica
••
•• En la primera parte de este libro hemos pretendido definir la práctica
común de los compositores en un período de cerca de siglo y medio, su-
poniendo de forma arbitraria que Bach, Mozart, Chopin y Dvoi'ák eran con-
•• to de la octava). Esto significa que, por ejemplo, las triadas de Do# mayor
o Dob mayor no sonarán más desafinadas que la tríada de Do mayor, y,
por tanto, los compositores tienen la libertad de escribir en cualquier tona-
••
lidad que deseen. El propio Bach promovió la adopción general del tem-
peramento igual al componer los dos libros de El clave bien temperado (1722,
1744); en ambos libros hay un preludio y una fuga en cada una de las
doce tonalidades mayores y las doce tonalidades menores.
•• (v. cap. 14, primera sección). La unidad tonal de sus obras quedaba asegu-
rada evitando las modulaciones más lejanas de la tonalidad principal y fa-
voreciendo en su lugar las tonalidades más próximas, en particular la
•
•. - - ........ _ ., .... - ........· - - · ~ ~;11 •• ~---·;a»,;,:samwa1s,¡¡¡¡·i1111tn•·-·•m•r•1•·u••••••s•nr•··¡··------------, •=•==--""¡¡.-, ·---· - ------- -·-···----·-"· --···
••
•• 442 DESPUÉS DE LA PRÁCTICA COMÚN
•• último barroco por las formas musicales divididas en secciones (como las tión de armonía como de tonalidad. De igual manera, Schubert, que reali-
formas de concierto y de danza) más Que por las formas narrativas, así zó algunas innovaciones en la forma musical comparables a las de Beetho-
como por las formas contrapuntísticas (como la fuga) más que por las for- ven, muestra, sin embargo, un notable grado de originalidad armónica, con
mas armónicas. Con el posterior surgimiento, en el período clásico, de las un cromatismo personal que a menudo va más allá del de Beethoven. Al-
•••
formas más homofónicas, la estrecha asociación de las relaciones de tónica- gunas de las prácticas armónicas de Schubert son, para su tiempo, tan in-
dominante y relativo menor-relativo mayor viene a formar parte de la base dividualizadas que constituyen una característica distintiva de su música;
fundamental de la forma sonata, confirmando así la preferencia, estableci- hasta Chopin no encontraremos un compositor tan identificable por su len-
•• ii:istrumentos de tecla, donde la continuidad de los temas no era una preo- amplia de la tonalidad como principio estructural (v. el eJemplo 26-15) .
cupación, permitía una sucesión más libre de las tonalidades. Así, la Fan- Antes de Wagner, la unidad tonal, incluso en composiciones de varios mo-
tasía en sol menor para órgano de Bach modula a una tonalidad tan lejana vimientos, podía percibirse como un trasfondo en toda la obra, como el
••
como reb menor. (Cabe preguntarse cómo sonaría esta pieza en los órga- do menor-Do mayor de la Quinta sinfonía de Beeth_oven. Incluso en una
nos no temperados de aquel tiempo.) Esta obra, así como la sección inicial ópera como La flauta mágica de Mozart, que empieza y acaba en Mi b
de la Fantasía para piano e11 do menor, K. 475, de Mozart, que presenta un mayor, los números individuales escritos en diversas tonalidades repre~en-
mismo tipo de tonalidad errante, se puede comparar a los recitativos de tan unidades tonales estables, cuyas relaciones entre ellas y la tonahdad
•• hasta qué punto uno de los compositores más innovadores de esta época
ha investigado los recursos de la modulación cromática. Las relaciones to-
nales entre los temas primero y segundo de los movimientos en forma
bien se puede decir que Die Meistersinger está «en Do mayor» porque ~sa
es la tonalidad en la que la ópera empieza, acaba y presenta algunos im-
portantes episodios, lo cierto es que la tonalidad de_ Do n.iayor es más sim-
•• sonata siguen los modelos habituales, pero las secciones de desarrollo mues-
tran una tendencia a realizar modulaciones rápidas y lejanas.
Ya hemos visto cómo en la época del contrapunto tonal era posible
bólica que real. De la misma manera, Reb mayor s1mbohza el Walhalla en
el Ring de Wagner, sólo por la asociación de esta tonalidad con ciert?s
leitmotiv y escenas y con la destrucción del Walhalla al final de Die Got-
••
justificar, por razones contrapuntísticas, la coincidencia vertical momentá- terdiimmenmg (v. los ejemplos 23-38, 27-18, 30-17).
nea de prácticamente cualquier combinación diatónica de cuatro o cinco Desde el punto de vista armónico, Tristan und !solde de Wagner es sin
notas. Lo mismo se podría decir de gran número de posibles combina- duda la innovación más notable de la última parte del período de la prácti-
ciones cromáticas de notas que dificilmente serían concebibles como ar- :ca común. Aunque la armonía del Tristan, considerada desde la base de la
•• contestada del todo mediante un intento de definir la práctica común. Al- ciones cromáticas son elementos tan persistentes en toda la obra que el
gunas generalizaciones son bastante fáciles de hacer, aunque requieren gran oyente se ve obligado a aceptarlo como norma armónica, abandonando cual-
esfuerzo analítico. Por ejemplo, se tiende a pensar que Beethoven estaba quier expectativa de que una tonalidad particular, definida por simples pro·
algo menos interesado que sus predecesores en las posibilidades expresi- gresiones armónicas, se establezca durante algo más que un brev~ período
•• que Beethoven utiliza un número mayor de tonalidades en sus estructuras tendía. Lo que no se comprendió inmediatamente fue que Wagner realizó
•
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••
•• 444 DESPUÉS DE LA PRÁCTICA COMÜN
EVALUACIÓN HISTÓRICA DE LA PRÁCTICA ARMÓNICA 445
••
Mientras las revolución en la armonía cromática iniciada por Tristan
La música madura de Debussy ofrece el contraste más serio c~n res- und /solde representaba un polo del desarrollo de la música austroalemana
pe_cto al c~omatis~o de ~-agner, a pesar de que éste constituyó una de sus después de Wagner, otro polo estaba destinado a servir como fuerza re-
primeras mflue!1cias estehcas. Aunque también fue influido por algunos constituyente internacional a la torialidad en el siglo XX. Este fue el movi-
•• de_ sus com~atnotas algo mayores que él, como Frank, Lalo, Fauré y Cha-
bn~r, el estilo de Debussy es esencialmente original, y esta originalidad
reside en su aproxiI?~ción anticlásica a la armonía, al contrapunto y a la
miento estético que se llamó neoclasicismo y que tomaba como fuente de
inspiración a los maestros del siglo XVIII. En fecha tan temprana como
mitad del siglo XIX encontramos compositores como Brahms y Saint-Saens
••
forma. Una caractenst1ca fundamental de este estilo es el movimiento pa- que reaccionaron contra lo que ellos consideraban tendencias excesivas de
ralelo de tríada, de acordes de séptima y de acordes de novena en cual- Wagner ~~ general, y del drama musical wagneriano en particular, en favor
q1,1ier _s~cesión, en cualquier posición y sobre cualquier grado d~ la escala de la mus1ca «absoluta», de las formas y recursos contrapuntísticos clási-
cromatJca. Igualmente ca~acterístico es el empleo de todo tipo de escalas ·
••
sus otras óperas maduras. Sin embargo, el neoclasicismo, en tanto que au-
a_nad10 a su v~cabula:1~ armonías por cuartas, quintas ·y poliacordes. El par- téntica tendencia en la música, no comienza a manifestarse hasta la terce-
ticular lenguaje ~rmom~o de Debussy fue un intento consciente de apar- ra década del siglo xx, cuando toda una generación de compositores guia-
tarse de lo que el consideraba como relaciones restrictivas y sistemáticas dos por Ravel, Stravinski, Hindemith y Prokofiev, escribieron un cuerpo
•• i'i
pend_e, del contrap~nto ni de las relaciones normales de fundamentales (la pectos que hacen del neoclasicismo un fenómeno histórico complejo.)
re!acmn V-1, por ejemplo, aparece en raras ocasiones), sino del estableci- Aunque sea más o menos cierto, resulta una simplificación excesiva ;1¡
miento de ~~n_tros !º_nales, «tónica~» en un sentido no clásico, y de un decir que el diatonismo o el cromatismo, o para el caso la tonalidad y la 1"
trasfondo tnadtco bas1camente diatonico. .r
'.
•• Alemania segman explorando el mundo que Triscan und /solde había abier-
to para ello_~. Los más atrevidos ensayaron_ un contrapunto cromático de
una compleJ1dad cada vez mayor, en el que el elemento armónico al menos
numerosos ejemplos en la música de los siglos XVIII y XIX en los que la
armonía diatónica está coloreada o elaborada por el cromatismo. Tampoco
esta división da una idea de la enorme variedad posible y real de la armo-
nía diatónica y cromática .
••
no triádico, regulado po.r diversos medios abstractos, que en general esta: naliza hacia 1914 fue particularmente fructífero a este respecto. Al mismo
~an_ ~strechamente relacionados con las estructuras autónomas de las obras tiempo, toda esta cosecha de originalidad ha planteado un problema para
md1v1duales. Por fin, de todo esto surgió un principio llamado serialismo t
los teóricos e historiadores de la música debido a la creciente complejidad l 1
b~~ado en _una definición por parte del compositor, y previa a la composi~
••
que podríamos decir han tenido alguna aceptación en un momento u otro
cac1on del pnnc1p10 senal a las doce alturas de la escala cromática· el com- y que en muchas ocasiones han mostrado coincidencias entre sí.
posito~ orde~aba de al~ú_n modo estas notas y, así, toda la co~posición En lo que queda de este libro nos ocuparemos de aspectos de la armo-
sometida a ciertas cond1c10nes era referible a ese orden inicial. El método nía posteriores a la práctica común que, de algún modo, podemos expli- ·
••
'¡ - - - - - - - - - - - - - - - - -
••
~ ,. . ,, .. ,l..i.tlil-, ... ~ill,···••11&11111; ., •• · - · - · - · · · ~ . . _ . ............ -1111,,~, 1
•• considerarse más que como una parte relativamente ·pequeña del cosmos
armónico posterior a la práctica común. Debe servir como una introduc-
ción a sólo algunos de los medios por los que el estudiante puede empe-
•• zar los ejemplos y compararlos con otros fragmentos de interés que se pue-
den encontrar en la literatura musical. Sin embargo, resultará muy instruc-
tivo componer frases o pequeñas piezas que incorporen algunos de los tipos
esta práctica, ejemplos que son precursores de tipos de armonía más avan-
zados; estas excepciones, que aparecen en número creciente al final del
período, son más a menudo ampliaciones o evoluciones extremas de los
••
armónicos descritos, así como experimentar el ámbito de las posibilidades procedimientos establecidos que contradicciones directas de éstos. Pode-
inherentes a algunos de los procedimientos sistemáticos presentados. mos decir que algunos compositores, como Mussorgsky, Fauré y Mahler,
comenzaron en la práctica común y gradualmente se fueron apartando de
ella; otros, como Debussy y Schoenberg, consiguieron esta liberación de
••
individual de la armonía. La armonía de Fauré, por ejemplo, a menudo es
muy diferente de la de Chabrier; la armonía de Mahler se distingue de la
de Richard Strauss de modo significativo. Si las examinamos bien, hasta
las obras de dos compositores popularmente asociados como Debussy Y
•• sitores parecen haberse interesado por las cualidades expresivas de las ar-
monías individuales escogidas por sus propias características sonoras, es
decir libres de consideraciones contrapuntísticas. Con la revitalización del
••
cont;apunto en la tonalidad neoclásica después de la pri~era guerra mun-
dial, esta tendencia declinó sensiblemente. Esto no s1gmfica que el nuevo
•
••• 448
••
DESPUÉS DE LA PRÁCTICA COMúN
AMPLIACIONES DE LA PRÁCTICA COMÚN 449
contrapunto dejara de prestar atención a la armonía, sino más bien que la
era de los nuevos descubrimientos armónicos, en aquel momento, ya había EJEMPLO 30-1: Bach, Fughetta sobre Dies sind die heil'gen zehn Gebot'
••
más radical de los descubrimientos armónicos después de la práctica común (pedal de tónica)
parece ser el resultado de una evolución del pasado.
••
menor, y, por tanto, deben considerarse como modos esencíalmente me-
nores, mientras que el lidio y el mixolidio, con el tercer grado mayor, son ejemplo de Chopin está extraído de la primera secc1on de la en la º?~ª'
mayores por la misma razón. Los modos dórico y mixolidio forman una que hay cincuenta y seis compases seguidos sin una sola alterac1on.
tríada de dominante menor, mientras que el modo frigio, con el segundo
•• las posibilidades armónicas y, por otra, crear cierta sensación de estilo ar-
caico, en especial en la música religiosa. El fragmento de la fughetta de
Bach que proporciona el ejemplo siguiente, basado en una melodía mixo-
·••
lidia de un coral del siglo XVI, podríamos decir que está en Sol mayor con
cierto color mixolidio. La sensible Fa#, ausente de la armadura, está in-· Fa:ll? Fa:H? la: ll- VI&/
cluida en la armonía en algunos puntos y sustituida por Faq en otros. Los Do: ¿¡y7 IV ¿VJ-IV6?
compases finales acentúan el tono de Sol mediante la repetición de la nota
•• Do: Vf
la: IV?
ll?
V
,-tt, titb:iiil ecroz~e,wa:
•w••~--.,..,a11111ieMrM1·•••wíiilll-~1-~·•·1M11111111a--•az-••••~-----
••
•• 450 DESPUÉS DE LA PRÁCTICA COMÚN AMPLIACIONES DE LA PRÁCTICA COMÜN 451
•• El creciente predominio de esta «armonía modal» a finales del si- EJEMPLO 30-5: Borodin, Sínfonía núm. 3, I
,.
glo XIX se debe también al uso de las escalas modales en la música folcló-
rica, que ha tenido gran influencia en los llamados compositores nacionalis- Moderato assai
,.--..._
•
tas. La tendencia fue quizá mayor en los de la Europa oriental, en especial
entre los compositores rusos, cuyo estilo, a menudo claramente homofó-
nico y a base de acordes, refleja la influencia de !o"s coros a capella de la
Iglesia ortodoxa. En el ejemplo siguiente encontramos una melodía penta-
•• tónica acompañada por acordes que primero acentúan los grados VI, V y
IH, y sólo después regresan hacia la tónica; el brusco V del V que sigue
sugiere un poco el modo lidio (v. cap. 23, sección «Armonía de las notas
.1
1
••
auxiliares»). la: VI \1(Lab ~ Sol#)V fil6 (V 7 ) VI
J
(Vt del fil)
l
•• ¡ f
continuo del tercer grado, el pasaje proyecta una altemancrn entre modos
cuasimayor y cuasimenor, sin que predomine un solo modo.
•• Si 1, : VI V6 V1 V m V I
+
VI Vdel V (61 V
EJEMPLO 30-6: Ba!akirev, Sinfonía núm. 1, II
j
•• (Lidio)
•• construida sobre un pedal de Mi. Al igual que el Scherzo, op. 31, de Cho-
pin y muchas otras piezas del siglo XIX, esta marcha parece unir los modos
relativos mayor y menor en una tonalidad única y doble a la vez .
(Dórico) (casi VII}
(Frigio)
(Dóri~o)
(sugiere
(Mixolidio)
un IP elevado: Si#= Doq)
•••
Tempo di marcia viva
~ ~ ~ ~
EJEMPLO 30-7: Mussorgsky, Boris Godunov, acto III, Polonesa
il J¡ J) J
•• $ ~P$PP J'Pj~ 1
_:rempo di polacca (reducción pianística)
••
Sol: I · VI m V1
•
••
•• 452 DESPUÉS DE LA PRÁCTICA COMÚN AMPLIACIONES DE LA PRÁCTICA COMÚN 453
••
- >
EJEMPLO 30-8: Berlioz, Réquiem: núm. 2, Dies irae
Poco animato
••
•• 1 r #r
!. !
i '
¡,.·
••
t ·.
La decadencia de la armonía de dominante 1,
sib: V del IV . '
VD
Ya hemos comentado antes (cap. 16) que la época de la práctica común
• ••
EJEMPLO 30-9: Dvofák, Sinfonía nlÍm. 9 («del Nuevo Mundo»), JV
••
armonía de dominante, ya que a veces introduce formas más complejas
no utilizadas con anterioridad, hay que reconocer que cierto número de
compositores han ·pretendido, y a veces lo han conseguido, debilitar el efec-
to de la dominante, hasta el punto de extinguir esta función. En parte esto ¡\''~~·
•• N(D}1 m~
se puede explicar por el resurgimiento del interés por la armonía modal,
en la que las triadas utilizadas más a menudo y con una mayor importan-
cia eran las tríadas sobre los grados modales. Junto a esto hay que nom-
'r
i '
•• Compárese con el ejemplo 30-4. brar la aparición de la tríada menor qe dominante en la cadencia, con una
resolución sobre la tónica mayor o menor. (Véase ejemplos 30-11, 30-12 y
30-13.)
'
••
El modo frigio, como está utilizado en los primeros compases del Cua,-
t~to de cuerda de Debussy, proyecta una sensación de Mi ~ mayor que sólo
~te~e co~pensada por la repetición de la tríada de Sol menor y por el uso EJEMPLO 30-11: Grieg, Concierto para piano, III
e ~ s~nsible al final del se~undo compás. En una parte más avanzada del
•• ca t:;ccepc1 n modal es .el grad.o con el que una tónica fuerte se puede
1 P fi ~mo tal, ya que s1 la tómca resulta evidente por su repetición todas
l~a/~~to~e!e:?ddalef. e.starásn referidas a ·ella, aunque debiliten 1; tona-
•
••
. 1 o c as1co. e pueden encontrar ejemplos aún más re-
p_r~sen~_hvos sobre todo en la música popular del siglo xx donde el uso
spist~t~atico de un sol? f!10do dentro de un sencillo esquero~ armónico re-
e I ivo es un proced1m1ento común. Fa: v1 (men.) (V')
• . -1
, =-s-nxtm fi-•ar;•a.----••••••••••-••••••••••·•-llliinilllllr•••r••
••
•• 454 DESPUf:S DE LA PRÁCTICA COMÚN
••
Las cadencias finales de Debussy comprenden una gran variedad de
tipos a lo largo de su evolución. En las primeras obras podemos encon-
trar, antes de la tónica final, acordes de dominante en posiciones diferen-
;-
tes al estado fundamental o con notas extrañas añadidas; en las últimas
•• ! !
relativamente infrecuente .
El ejemplo siguiente, de los primeros compases del movimiento, mues-
tra un acorde de séptima de dominante con una apoyatura cromática no
••
do: V1 del V 16 resuelta (el Do del tercer compás) que se reinterpreta de modo enarmóni-
co con la séptima de dominante de una tonalidad a distancia de_ trítono.
La fundamental del V 7 en Do~ mayor es la quinta rebajada del V7 en Fa
EJEMPLO 30-13: Ravel, Menuet anlíque
•• en élargissant
mayor, y la cuarta elevada sobre la fundamental del V7 en Do~ es la fun-
damental del V 1 en Fa. Esta progresión muestra una sustitución armónica
muy frecuente en la música de jazz. (Compárese con el ejemplo 31-69.)
•• >
Copyright IB9~ Durand, S. A..
Edmons Musicales. Editions
~rima & f?urand, S. A., Edi-
EJEMPLO 30-15: Debussy, Sonata para flauta, violín y arpa, II
••
lmns Musscales. Publicación
conjunta. Publkado i::on auto-
rización del editor. Thcodore
Presser. Co,, representulte ex-
dusivo en tos Estados U11jdos.
••
Copyright 1916 Durand, S. A., &füions Musicales. Publicado con autorización del editor. Theodore Pre...,,, Co., represen· :1¡
to~1ca en cualquier parte de la frase. Sus obras proporcionan los ejemplos tante exclusJvo en los Est.:idos Unidos. . 'l
mas. ~umerosos Y coherentes de la evasión de la dominante en su uso más .; r
tradicional, la cadencia final.
Relaciones tonales lejanas
•• ~ '• _¡. ~1. .~ . dades lejanas. Éstas se llevan a cabo mediante cierta variedad de procedi-
mientos coherentes y bien establecidos, como acordes pivote, relaciones
enarmónicas, acordes alterados cromáticamente y mezclas o cambios de
••
modos, y también mediante algunos tipos poco ortodoxos de preparación
y resolución de las disonancias. El uso de estos procedimientos normal-
•• Re b: m(l)f
3
contexto en el que se da la relación tonal lejana está, en general, determi-
nado por la tonalidad bien establecida, antes y después. Sólo se supera la
práctica común cuando estos procedimientos se aplican de modo conti-
•• ~~~¡~~;u~~~ ~uf!~t~~· iJ'~t•:_-' MusLcatcs. Publica<lo con autoril..il.t~n del editor. The-odore Prt:ss.cr. Co., represen• nuo, frecuente y en combinación, provocando la imposibilidad de predecir
la tónica .
•
lliilliiilil'~ r· mm · t1 r Mtt< rr: · zttr:wr sr ·
••
•• 456 DESPUÉS DE LA PRÁCTICA COMÚN
EJEMPLO 30-16: Fauré, Nocturno núm. 6, op. 63
AMPLIACIONES DE LA PRÁCTICA COMÚN 457
•• Ada¡io
tercera menor· (agrupadas por la barra). La progresión motívica de la se-
cuencia, 1-V-III, implica un cambio entre el V y el 111.
••
omitidas)
La: 1 - p
ant.
••
'N/V(Vll) l(V7del'N) v1c1e¡ IV
Reb: A!,(V del V) v;delV y7(13)
•• Re: q V
Fa:
fil6
)6 vf
Lab: 16
m,
01
Soib:
mi
IVt
••
....-::=:::-
¡;
••
,1i:
pasaje contiene una sola alteración cromática (el acorde de sexta aumen-
tada) y un solo movimiento cromático (la resolución del V del V sobre ¡:
el V) . Este ejemplo demuestra que también las relaciones armónicas más le- 1f
janas, en un lenguaje cromático avanzado, pueden ser el resultad~ ~e u_na r,,
•• El siguiente fragmento de Tristan und /solde de Wagner presenta un
tipo de modulación cromática continua por el que la ópera es famosa: Se
puede ver cómo actúa el principio de contigüidad para realizar la asocia-
ción de tonalidades lejanas por medios contrapuntísticos. Casi cada ar-
conexión suave de las líneas melódicas, incluso respetando las hm~ta~10-
nes contrapuntísticas elementales respecto de I<>:> retardos Y del m_ov1m1en-
to conjunto, y que, además, pueden ser entendidas co~o progresiones ar-
t'I
:~
11,
¡\h!1~
•• monía de este pasaje tiene al menos una nota en común con la armonía
precedente o con la siguiente; la mayoría de las notas que se mueven en
sucesión lo hacen por movimiento conjunto. Todo esto resulta aún más
mónicas. El cromatismo de tos compositores poswagnenanos procede tam-
bién con esta suavidad, aunque el movimiento de las fundamentales_ pueda
generar relaciones más tenues ~ntre los ac~rdes -~ entre las cadenetas.
•lill
¡1m
;¡,.
:
•• evidente en la reducción. Para indicar una conexión en la que hay impli-
cado un salto de octava se emplea una línea con forma de S. Las for-
maciones triádicas de mayor fuerza armónica están indicadas con notas
El pasaje de Berlioz que viene a c~nl!nuacto';}, compue~to en 1830,
puede ser citado como un ejemplo de practica capnchosa_, escnto de ~or~a
deliberada por su efecto grotesco. Desde el punto de v~sta de la practtca
:11·
11
,.
•• ~
blancas; con excepción de la tríada de Sol mayor, la única del fragmento común las relaciones entre las fundamentales son tan leJanas que parecen
precedida por un d<?minante fuerte, estos acordes están a distancia de una no ten~r conexión. Puede que la falta de contigüidad en la armonía sea '
única en su tiempo, pero poco antes de finales del siglo XIX estas progre- ¡1
· l¡l
IU ·sn; C#:i"f"CN -t'.tnTh:YfflHMr 1
9
••• 458 DESPUÉS DE LA PRÁCTICA COMÜN
•• aparta de ellos. ·
Los movimientos melódicos tradicionalmente prohibidos fueron los pri-
meros en liberarse, para ser utilizados como recursos en los nuevos tipos
•• de armonía (v. cap. 19). Ya hemos visto algunos ejemplos de quintas jus-
tas paralelas en la práctica común que se podían explicar de diversas ma-
neras, tales como el resultado de la combinación de notas extrañas, la re-
••
ninguna de esas causas. Las quintas del primer compás forman parte de
un suave movimiento iniciado a partír de una tríada de tónica con la ter-
cera duplicada. El oído advierte con claridad estas quintas, pero el oyente
debería considerarlas como una manifestación estilística coherente, y no
•• [, Al. V
lJ
:¡
•• Sol: 1 (WXN 6 )V Il(VD})Vl
,!:
1¡1
•• Copyright by Rou..-d et Cie., 191 l. Publicado con autorización del propietario de los derechos.
El siguiente es un ejemplo de lo que se podría considerar duplicación
a la quinta. La textura del acompañamiento del piano está constituida en
realidad por una melodía superior con una parte colateral en terceras y
:/_I
;11
.!~
••
por un bajo con una parte colateral en quintas; al combinarse los dos ele-
mentos se forma una armonía a cuatro partes. Las quintas paralelas de
La revalorización del contrapunto este tipo resultaron cada vez más comunes en las obras de los composito-
res poswagnerianos (v. el ejemplo 10-19). 1
•
'"'"·""·"'
\lf o v;
del \lfdelm + 07 fCt P) ~ del II Il6 (IV)
(ql.la$Í +vF> ( casi +n7 ) (v. del IV)
(Sol#= Lab)
Las dos melodías superiores y la línea del bajo son todas ellas varian-
tes de temas que ya han sido ampliamente desarrollados en diferentes
3 versiones; así, lo que soporta el contrapunto es, en parte, el reconocimien-
to de los temas por parte del oyente. No obstante, las sucesiones de las
líneas melódicas, con abundancia de grandes saltos, apoyaturas múltiples y
La aplicación sistemática de las quintas paralelas también se tomará en resoluciones irregulares, hacen dificil para el oído formar una conexión ar-
c?nsideración más adelante, cuando hablemos de las sonoridades indepen- mónica entre ellas. Sólo después de una audición repetida resulta claro
1
dientes, de la armonía paralela y de la armonía por quintas. que el pasaje es una compleja elaboración de la siguiente progresión ar- 1
[1j j~~ J ~
9
1 -~-
•
¡
••
•• 462
. En realidad, !ª
DESPUÉS DE LA PRÁCTICA COMÚN
••
~na pieza de música tonal presupone un contexto de tonalidades se-
l~~c10na~as Y una continuidad entre el comienzo y el final. La continua- > > >
c10~ esta asegurada por la ~~agresión melódica y armónica, que siempre fa: y1 Solb: v1 Sol: v7 Lab: V 7
esta pres~nte, sea la progres1on suave o brusca. Así en cierto sentido no
••
Al. Al. Al.
puede existir ninguna disposición vertical de sonido; que sea independien- Solb: v1 Sol: V1 Lab: yl
te P?~ compl~to de un contexto. Sin embargo, nosotros utilizaremos la ex-
pres10n sonor!dad vertical independ!ente para indicar una armonía cuyo ori-
•• ma d~. dominante, cuyos factores disonantes pueden ser abordados sin pre- escala cromática; no sólo se mueve en contra de las tendencias resolutivas
parac10n. Alg~nos de e~tos acordes, como los de novena, pueden resolver de las séptimas, sino que también forma un paralelismo de fundamentales
sus factores disonantes mternamente, mediante arpegiados, y podemos en- - y quintas; la figuración ayuda a encubrir el movimiento paralelo. La escala
cromática actúa como una influencia reguladora de este tipo de movimien-
••
c?ntrar algunos ejemplos en la práctica común en los que tales disonan-
cias no presentan una resolución evidente. Hay también muchos casos de tos paralelos, permitiendo incluso, como vimos en el capítulo 27, la reso-
acord~s que «resuelven)) por movimiento cromático paralelo como las se- lución cromática de quintas paralelas en el acorde de sexta aumentada. (Para
c~.enc1as. de acordes de séptima disminuida, donde casi sietrtpre la resolu- un ejemplo desafortunado, v. el 19-17.)
••
•• ¡¡~¡;¡- 1'21:~112:
r • ----------·~-------
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1
•
• ...di 1ii,Z..W,
1 1 • 1 ••• ,~ 11 , 11 , , , ··-· ••
•• 46S
•• lomeas. Son ~olo sonoridades en las que los factores disonantes estání
tados como s1 fueran consonantes .
-:' Es dificil concebir, en el sentido de la práctica común, una tonalidad ca-
nte de las efectivas relaciones de dominante. Las relaciones armónicas
·é fuerte carácter modal, en contextos que evitan la relación V-1, tienden
••
dencia indica que, en muchos casos, los compositores han intentado con- i
servar la sensación de algún tipo de centro tonal, un punto de gravitación
_armónica comparable a la tónica clásica pero definida por una enorme serie
•• EJEMPLO 30-30: Mahler, Das Lied von der Erde, VI ·de una sola nota utilizada como un pedal, o incluso como un elemento
,disonante de un acorde .
;e • ganzlich ersterbend
~EJEMPLO 30-31: Mussorgsky, Boris Godunov, prólogo, escena 2
•• .;
--·---------
•• - - :____..-
-r---!r:.-•
•• Otra. sononu.i
• .,..hd cuasu:onsonante
· es fa criada con 1a - ·ta . •. d"d
••
ya hab a e ·d · :1.ex ana I a, que
1 , onsegm. o cien.o. grado de independencia en la práctica común
~Oqf; mas tarde v1en; utilizada con mayor libertad. Los ejemplos 30-29 Y El conocido pasaje del ejemplo 30-31 muestra el establecimiento de la
· bpresentan la tnada de: tónica con la sexta añadida al comienzo de tónica Do prescindiendo de dominantes. Las dos am1onlas est:in relacio-
•,.•
s e sexta anad1da_ Y acordes de séptima y novena secundarios· claro
f
q_ue stos, acordes constituyen. el tipo normal en una armonía donde las
dominantes, oscilación que continúa más allá de este fragmento, durante
treinta compases más, sin ningún cambio armónico (v. el ejemplo 28-31) .
, ,¡
~imp es, tnada.s son raras. Ejemplos como los que presentamos aquí mues- En el sentido clásico, las dos dominantes son sonoridades independientes,
ran cuan antigua es esta armonía pero sin embargo, refuerzan la nota Do como una tónica no clásica.
L.os tipos de. acordes que acab~mos de ver ya fueron citados como ar- (Fa11--Solb es también una nota común, pero el Do está acentuado como
••
466 DESPUÉS DE LA PRÁCTICA COMÚN AMPLIACIONES DE LA PRÁCTICA COMÚN 467
EJEMPLO 30-32: Debussy, Nocturnes: 11, Fetes La reducción de la sucesión completa de treinta y dos compases, debajo
del ejemplo, muestra con toda claridad la considerable cant}dad. de notas
3
comunes y contiguas existentes entre los acordes de la sucesión; Junto con
le el propio pedal de Lab -Sol#, lo que contribuye con más fuerza a estable-
•• cer como centro tonal la tríada menor de Lab es la repetición del Do b -Si.
No aparece ninguna dominante funcional. Todo el pasaje es característico
de la bastante original aproximación de Debussy a la organización tonal de
••
largos contextos.
El primero de los Nocturnes de Debussy, Nuages, presenta una pers-
pectiva tonal aún más radical, y el análisis de toda la pieza resultaría un
ejercicio muy provechoso para el estudiante. Parte de la organización tonal
••
«V 1 del Vl>
depende del empleo de una escala especial, que discutiremos en el capítu-
lo próximo; esta escala presenta una tónica sobre la tríada disminuida de
Si y carece de función de dominante. Mediante una sutil repetición del Si
••
••
•• VJ17
repetido
V~
l
VJI7
repetido
y:
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.
primeros dieciséis compases siguientes dieciséis compases · tJ p ... • -,¡ -d-_ - ._u
•••
En la armonía inicial, es la fundamental de una tríada con la sexta mayor
añadida. Al evitar la sensible en los primeros cuatro compases, las partes
melódicas adquieren cierto carácter de modo dórico. Los siguientes cuatro Otro medio para definir un centro tonal está ilustrado por el ejemplo
compases tienen el pedal Lab como la séptima de una sonoridad indepen- siguiente, que parece proyectar a la vez, o al menos de forma alte~a, S~l
diente de dominante secundaria. Entonces, viene una alternancia de lo ·que mayor (mixolidio) y la menor (natural), como centros tonales. El baJo osh-
••
• 1,,f,
•• 1
¡
••
468 DESPUÉS DE LA PRÁCTICA COMÚN
situa~ión que aparece _aquí se ~uede comparar con el incierto centro tonal
••
del e1~mplo de Chopm que vimos antes (ejemplo 30-2); por otra parte
tambien se puede considerar próximo a la bitonalidad tema este que tra~
taremos en el capítulo próximo. ' \
••
teclas negras del piano, es muy antigua y quizá se haya utilizado en la
música de culturas orientales durante mucho más tiempo que la escala dia-
tónica en Occidente .
•• ~
eºª
e 1111 e o ae 11
••
tánicas, utilizan también esta escala .
Como la escala pentatónica corresponde sólo a cinco de los siete gra-
dos de la escala mayor, a veces se la denomina escala defectiva. Sólo son t¡
posibles dos tríadas, que corresponden a los relativos mayor y menor, y,
••
ambiguo centro tonal, que puede ser el relativo mayor en un momento, y
el relativo menor en otro. (Véase la tríada teórica mayor con la sexta aña-
dida, capítulo 23.)
:l
,¡·
!J
••
El Estudio en Sol~ mayor, op. 10, núm. 5, para piano de Chopin, co-
nocido como el «estudio para las teclas negras», utiliza sólo las teclas ne- 11
gras en la mano derecha (v. el ejemplo 10-18). La mano izquierda, sin em-
bargo, utiliza cierto número de teclas blancas para completar la armonía l;¡
•• diatónica. Así pues,. esta pieza tiene una base diatónica normal, aunque a
veces sugiera una armonía obtenida por completo de los grados pentatóni-
cos. Pagodes, de Debussy, es un ejemplo muy cercano a una escritura pen- Jj:f
••
•• 470 DESPUÉS DE LA PRÁCTICA COMÚN
•• Modérément animé
la tríada de tónica como una sexta añadida. El pasaje, de una de las pri-
meras obras de Debussy, es una buena ilustración de una sutil, más que
radical, desviación de la práctica común .
•• Si:
orientales (Ravel, Ma mere /'oye, núm. 3; Stravinski, El ruiseñor; Bartók, El
mandarín maravilloso; Mahler, Das Lied von del Erde, núm. 3},"'.
•• mero c?n una. triada, y luego con una armonía más llena que utiliza las
n_otas S1~ Y M1#, los grados que junto con la escala pentatónica completa-
nan la escala menor natural de Re#. El Si# del acorde cadencia! añade un
Como ya dijimos, la escala de tonos de seis notas es una división si-
métrica de la escala cromática .
••
•• l
En esta escala todas las tríadas son aumentadas y, excepto la octava,
no hay intervalos justos. Las terceras son mayores o disminuidas, las sex-
tas son menores o aumentadas, las segundas son mayores, las séptimas
menores, y las cuartas y las quintas son aumentadas o disminuidas, todo
u.--... _u. esto con independencia de la notación enarmónica .
••
•.\
,,,.. '
Mib: Vi del V \1 del VI \1 del VII
(en. del IV)
VJ del V VJ del VI Vij del U
(del IV)
U6
--lliill)lii--lill?-ilZlll&•·.---1110-•-
••
•• 472 DESPUE.S DE LA PRÁCTICA COMÚN TIPOS DE ESCALAS Y DE ACORDES 473
••
. L~ armonía en ~ste pasaje, como en muchos ejemplos de séptimas dis- En el uso más típico de la escala de tonos que hace Debussy, la tonali-
mmu1das consecutiva~, suspende la tonalidad entre las tríadas inicial y fi- dad apenas se puede definir en términos de tríadas y progresiones clásicas.
r
n~!, se puede considerar como un espesamiento armónico, aunque no Sólo dos tríadas son posibles, las dos aumentadas, y, como ya hemos indi-
t~1ad1co, de, 1~ escala cromática. Una situación similar se encuentra en el cado, todas las inversiones suenan igual. Todas las «progresiones» tienden
••
••
••
ft!::::r~:::1::::::1: !~ ...
1
Copyright 1904 Durant, S. A, Editions Music11lcs. Publica:do con at.1.torilaclón del edhor. Theodor-e Presscr. CoT. represen·
t.ante c,tcltJ5ivo en los Estados Unidos,
••
Aunque la utilizó a menudo, nunca lo hizo durante más de unos pocos
de dominante con la quinta elevada, o del acorde de tercera, cuarta y sexta compases y siempre en contraste con una armonía diatónica más conven-
a,umentada, como en el ejemplo 31-8. cional.
La armonía de la escala de tonos aparece en muy pocas ocasiones en
•• las obras de Ravel, y con alguna frecuencia en las primeras obras de Stra-
••
como muchas otras cosas que Debussy descubrió, se convirtió en uno de
los tópicos del «estilo Hollywood».
•• Escalas artificiales
••
nor_idad contiene cinco de los seis grados posibles de la escala de tonos. tatónicas y de tonos, así como las escalas no temperadas, como las que se
Nte:ffftW:tZO dh:f'é:Oc'St"- t'"X -~a Yi:e:Ftt'o/fií:Ztt mtr ,.._.,.¡¡¡··a:.iCIHi:illllii.iillllffltrlllllllillífHt'ilii1UWilllftft,.tillinrlllliiiltili·lilr•zlillillrill1.GM7111Slllillllrt1111íi17-llilíllaS;aaS•·ill::ttiCi&:1-IIIG,ljffme- --..:ztlil
liml",rm; a , 1~ 111 • , 1~ 111 •~ " ... , ~ · · · - ... • .. , •
••
•• 474 DESPUÉS DE LA PRÁCTICA COMÚN
•
••
tos de tono (veinticuatro sonidos en una octava) y otras que incluso hoy
día se consideran experimentales.
Ya en el período de la práctica común habíamos encontrado el empleo
de la escala menor armónica, con una segunda aumentada, como base de
un imperativo en la composición, y Nuag~s ~o es una excepc1on; ~I exten-
so pasaje en el que aparece la escala art1fic1al contra~ta con un s1 men~r
normal con el Fa# como quinto grado. Pero es precisamente esta condi-
ción 10' que hace que Nuages represente una desviación tan i_mportante_ de
una melodía, si bien en estos casos se podría considerar como el resultado la práctica común. La distinción entre Si-Re-Fa# como )ª tnada orgamz~-
•••
de una alternancia entre las diferentes formas melódicas de la escala menor.
La llamada escala húngara (cap. 5, ejemplo 5-1), con dos segundas aumen-
tadas, surge de vez en cuando en la escritura melódica de los composito-
res nacionalistas húngaros, comenzando por Liszt, pero no como base para
dora de la tonalidad y Sol-Si-Re-Fa como acorde asociado a la nota S1,
resulta borrosa y, en 'consecuencia, toda asociación clásica con si menor se
desvanece, dejando al final de la pieza sólo la nota Si como centro tonal.
la armonía. Otros modelos comparables se pueden encontrar de una ma- 31-12: Debussy, Nocmrnes: I, Nuages (últimos compases)
••
EJEMPLO
nera ocasional en la escritura melódica del siglo XIX, en casos aislados
Encore
donde la aparición de una o más sucesiones interválicas no clásicas se pue- Plus lent I 1 t
11::rJij1;·r·, r~1:1:;r:)1
den atribuir a alteraciones cromáticas momentáneas de la escala mayor o
••
de Debussy, el primero de sus tres Noclllrnes para orquesta, donde la si-
guiente escala aparece como base tanto de la melodía como de la armonía
durante una gran parte de la pieza: r u. O· O· -· . . . . . r
•• EJEMPLO 31-10
••
el quinto grado rebajado, pero esta única diferencia ejerce un efecto consi-
derable sobre la tonalidad. La tríada de tónica es disminuida, y es absorbi-
da por el acorde de séptima·de submediante, que suena como una·domi-
-nante de Do, nota esta que no aparece en la escala.
••
escala pentatónica de Reb con una nota adicional, el tercer grado menor .
EJEMPLO 31-13
••
•• De esta colección de notas (incluyendo sus equivalentes enarmónicos
••
'
••
•• 476 DESPUÉS DE LA PRÁCTICA COMÚN
••
combinaciones, triádicas y de otros tipos, en orden escalar y no escalar. La trañas a la armonía con notas del acorde.
semejanza de esta escala con la escala pentatónic~ da una vaga sensación El movimiento paralelo puede emplear sólo triadas en estado funda-
de tonalidad a la escena, uno de los pocos lugares donde ocurre tal cosa
en una ópera en su mayor parte atonal. mental.
••
•• Co right 1921 b Universa! Edilion. Copyri¡hl renovado. Reservados t~os los derechos. Pu~lie:ado con ~utorizaci~~ de
Eu~cipi:an Ameri.in Music DistribulOrS Corpor.alion, repn::sc:lltantc ex~Jusivo en los. Estados Umdo-s para Umversa! Ed1t1on,
••
Copyrjght 1926 by Universal Editíon. A. G., '(ieria. Copyright_renovado. Rl!servados lo~os las derechos. _Publ~c.ado con aulO~ propjctario del ,copyright para todo el mundo excepto lus E.stados Umdos.
rización de European American Mu~ic Dislnbu1ors Corporatmn, representante exclusivo en los E-5-tados. Umdos .
••
EJEMPLO 31-17: Debussy, Cuarteto de cuerda, I
Animé et tres décidé I"'\
••
Copyrigh.t 1904 Durand. S. A., Ediliom: Mu"S-icale:s.. P\Jb!Jcado oon autorización del ed¡wr. Theodore Pre-sscr. Co. represen·
1
Eante ex-elusivo en los: Estados Unidos. ·
••
enlaces paralelos de acordes. El estilo de Debussy, en particular en sus podemos recordar en el ejemplo 6-12. El mov1m1ento cromat1co paralelo
obras para piano, se caracteriza por el uso frecuente de acordes paralelos de séptimas disminuidas en la práctica ·común es un asunto algo diferente,
•
••
•• 478 DESPUÉS DE LA PRÁCTICA COMÚN
ya qu~ este movim_ie~to tiene, en general, una función conectiva más que
TIPOS DE ESCALAS Y DE ACORDES
••
presentaba sonoridades procedentes de la escala por tonos .
de q~mta y octava Justas entre las voces exteriores, subordinando todo lo
d.ernas al progreso de la línea. Teniendo en cuenta estas consideraciones
.se puede imaginar la posibilidad de combinar líneas cada una de ellas ex~ EJEMPLO 31-20: Bartók, Suite, op. 14, núm. 4
••
•• Copyright 1918 by Universal Edition. Copyright renovado. Reservados todos !os. derechos.. Publicado con autorización de
••
Europe.an American Music Dí'5tributors Corporalio:n, representante exclus.l;,,o de Univt::rsill Ed¡cion par-.a los. Estados Uni·
dos. propietario de los derechos para el mundo cnrcro, excepto los Estad-Os Unidos .
;¡Ó~~·righc b~ Edition .Rus.se de MusiQu-c. Copyright transferido ]947 a Boosey & Hawkes. lnc. Reproducido con autoriza- Armonía por terceras
••
compleJ~s cuyas relaciones verticales sólo se pueden explicar mediante in-
trataremos aquí sólo la armonía en la que la superposición de terceras y el
terpretac10nes contrapuntísticas, entendiendo un «contrapunto de acordes»
tratamiento de los acordes resultante va más allá de la práctica común .
del mismo modo que en_ la ~ráctica común ciertas sonoridades compleja~ A partir de Debussy, los compositores comenzaron a desarrollar las po-
son el resultado de combmac1ones contrapuntísticas de notas extrañas a la
••
guiente, del Menuet antique de Ravel, por ejemplo, muestra cómo el autor
cromático, la estructura de la armonía puede ser mucho más compleja, in-
ha imaginado el movimiento de las voces, pero dificilmente podemos es-
cluso ~uando el contrapunto que la origina sea relativamente sencillo. La perar encontrar algo parecido en la práctica común. Parece probable que
a:rno01a. de las partes superiores en el ejemplo siguiente progresa de forma
Ravel estuviera tan interesado en las particularidades sonoras del acorde
¡
Copyright 1895 Durand, S. A.,
Editions Musicales. Editions Arima
& Durznd, S. A. Editions Musica-
1~· :::li~~!iza~s1~n:~I ~i:~::
••
Copynght renovado. Reservados
lodos Jos derechos. PubUcado ron au. Thcodorc Presser. Co., represc:n•
lor1zación de European American t.1mc exdus~vo en los Estados Uni-
Musk Oistributon. Corpora.,ion, re-- d0$•
p-resenlante exclu:sivo de Universal
Edition en los Estados Unidos..
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(Frigio)
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•
l.l.• 480
_______ ,, ___ -,.,.,..,, , , . ,, - · •.11
• ••
En el ejemplo siguiente, la acumulación de terceras no es ciertamente
producto del contrapunto, ni tampoco oscurece la progresión ~lásica de fun~
damentales sobre la que se basa, probablemente porque todo el pasaje es
diatónico, en Do mayor.
TIPOS DE ESCALAS Y DE ACORDES
•• Assez vif
••
tíons Arima -& Durand, S. A, Editions. Mus:icaks. Pu-
blicación conjunta. Publícado con autorización del edj-
lor. Thc:--Odore Presscr, Co .• n:prc-sent.ante -exclus:ivo en ¡7
los Estados Unidos, Do: ¡T "V1t7"
C,,pyri¡ht by Edition Russc de Mu,iquo. C,,pyright transferido 1947 a Booscy & Hawkes. lnc. l'ublicado con autorización.
•• Do; tv 7 yll
>
Armonía por cuartas
•• Adagio
determinar una fundamental, a no ser que aparezcan otros elementos ar-
mónicos.
En el ejemplo siguiente, la estructura de las cuartas superpuestas, dis-
•• p
puestas de forma ingeniosa para sugerir las cuerdas al aire del laúd de Beck-
messer, es en realidad un IF sobre un pedal de dominante, como muestra
la resolución .
• •• Míb:
Copyright 1911 by Goodwin and Tabb-. Publicado por acuerdo con G. Schirmer, Jrn;: .
VJ7 Vll(mcn.)
EJEMPLO 31~25: Wagner, Die Meistersinger, acto 11, escena 5
••
de acordes por cuartas resuelve sobre otro acorde por cuartas de cinco notas La sonoridad armónica neutral de las cuartas justas superpuestas no se
(enmarcado por una línea), cuyos factores se deslizan después cromática- ve afectada, en esencia, al añadir o eliminar factores del acorde. La altera-
mente hacia un acorde sobre Mi derivado de la escala de tonos que tiene ción de uno de sus intervalos, sin embargo, modifica toda la estructura del
la estructura de una séptima de dominante con la quinta elevada (Si#). La acorde e introduce un definido cambio de color. La inclusión de una cuar-
•
••
notación del ejemplo sigue la práctica de Schoenberg y sus discípulos de
proporcionar un signo de alteración a casi cada nota, incluso cuando se
· · .. emplea una armadura.
ta aumentada en las estructuras verticales del siguiente ejemplo da la im-
presión de una sucesión de acordes de decimotercera de dominante_ inde-
pendientes .
••
EJEMPLO 31-26: Berg, Sonata, op. 1
EJEMPLO 31-28: Satie, Le Fíls des étoiles, Preludio
En blanc et immobile
•
••
•• Copyrigt,l 1972 by Edilíons Salaber1. Paris. Reproducido con autorización del propi<tario de
los derechos .
•• Cop)'figh1 1926 by S,chlcsing~r·-~c-he 81.,1c~-u, Musík hdlgc Rerlin-Lichtcrfeld~. Copyright renovado 1954 by Frau Helene Berg.
Todos los derechos para ios llit:ldos Umdos. y CaoadU controlados en exclusiva por Eurupean American Music DisEribuLors
Corporation. P.ubltc.ado ..;on autorización .
Armonía por quintas
••
La sonoridad de las quintas justas superpuestas es similar a la de las
El ejemplo siguiente presenta líneas separadas duplicadas por cuartas, cuartas, aunque con ciertas diferencias. Parece tener una cualidad más es-
que se van haciendo paralelas y al final se mueven como un único estrato table, aunque sólo sea porque el oído puede imaginar una fundamental en
de cuartas.
••
. -· --el-bajo, y-a-veces-una tercera-entre-la-fundamental-y .)a.quinta. Sin embar-
go, con más de dos quintas superpuestas es dificil realizar este proceso de
EJEMPLO 31-27: Bartók, Sonata para dos pianos y percusión, 1 extrapolación mental: no es posible oír tres quintas superpuestas como un
acorde de decimotercera sin tercera, séptima ni undécima.
••
•• I'
••
•• Copyrighl 1942 by l lawkcs & Son (Londres) Lid. Renovado en 1%9. Rcp,ooocído con aulori,adón de Boo,ey & 11,w~c,.
lnc. ª >
•
•W111n•-Clllinz-.wrwr·.r111t•Yliltrli·il-ai.··illiittiillllllil't11·.,¡ztiíli·tlli·¡¡-•111111•iltt1S. :nr ue,nmnrs cm111crrnn ·
••
Fts 3
*
·'
••
EJEMPLO
El comienzo del Vals de Mejisto de Liszt es, al igual que el último ejem-
plo de Wagner, una representación musical de la afinación de un instru- y violoncelo
mento de cuerda. Obsétvese cómo las notas interiores de la superposición Largo molto e sostenuto
••
de quintas van transformando la sonoridad en algo cada vez más parecido
a una armonía triádica.
En el ejemplo siguiente, Debussy utiliza una alternancia de acordes for-
~ados ~or dos quintas justas en la mano izquierda, junto con una melo-
••
EJEMPLO
engloutie
La armonía del ejemplo siguiente está constituida por dos estratos de
Profondément calme (11a,u nuances) quintas en movimiento contrario. A veces, éstas se cruzan y forman dupli-
••
tor. Theodore Pressc:r. repre:s.cntanle ex.elusi-
vo en los Estados Unklos.
•• 'U•
Adagio
•• EJEMPLO 31-31: Ravel, Daphnis et Ch/oé, comienzo Copyright 1912 by Universal &!ilion; ,enovado en 1960. Copyright y renovación C011<edidos a Boosey & llawkcs. lnc.• par.,
••
los Esiados Unidos. Publicado ron autoñzacíón•
•• ._._.___..._.,..__,...___________
Armonía por segundas
Los acordes construidos por segundas son de varios tipos. Cuando sólo
••
se sup~rponen segundas mayores resulta una sonoridad derivada de la es- 'I
:,
cala de tonos. Los acordes formados por grados adyacentes de la escala .,•
j
diatónica tienen segundas mayores y menores; éstos y los acordes forma- •lj
dos únicamente por semitonos se llaman cfusters. i!
•• Ca¡,y,igh1 lg!l Durand, S._ A-•. ~ilion, l>fosicalcs_ Edi1ions Añn,a & Durand, S. A.• Editions Musicales_ Publicacion conjun-
ta. Rcproduc-Ldo con autonzac1on del editor. Thcodore Prcs:scr Co,, reprcscntantc exclusivo en los Estados Unidos• Una línea melódica en segundas mayores paralelas fue un recurso muy
apreciado por los compositores impresionistas.
Las segundas mayores paralelas se encuentran con mucha frecuencia
11
1¡
•
Mhatrt :: e&it · ·wnn · ztnr:rt ñ rz e· dsitt Wzt#t t r -- ,- :r m - t .. rz E --· t mes e f ..•• - w·r,- "'rlr «r:itrttw -- . b -, :rinr--....-.......~ .....___ .... ... _.,, ____ ' ····--····--.......
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9'40 L-J-l L..3 _,
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hone the crea- rure spicd 1nd lumcd 1nd
Copyright 191J_Durand, S. A. Edi1io~s Musicales. Reproducido con •utotización del editor. Thcodore Presser Co. .,p,e--
sentantc- c.x.duswo en tos Estadas Un~dos. • ~
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mcr~ lnc.
Copyrighl 1918 ~Y Univcr_..i l:dil!on. Cop¡·righl ,~novado. Reservados todos los derechos. Reprod11<ido con autorización de
Eur~ca~ Amcnan Mus1c: D1stnbmo,s CorporallOn. 1Cpre$C.O~n1e e:11dusivo en los Estados Unidos de Universa) Edil.ion,
prop,e1.1no do los derechos para el mundo entero e11Cep10 los ESl.:idos Unidos.
¡
El siguiente par de ciusters para el piano, un importante leitmotiv en
lulu de Berg, utiliza las doce notas de la escena cromática. El ejemplo
está dado con ta notación de Berg. Copyrighl 1927 by Universal Edi1ion. Copyrighl renova-
do. Reservados lodos los derechos. Reproducido con au-
torizackln de Europea,¡ American Mus.: Disuibuto.. c,,..
poralions. representante cxdusi'Vo en 105 Estados Unidos
de Universal Editions, propietario de los de-rechos p3ra el
EJEMPLO 31-36: Berg, lu/u, Prólogo mundo cn,cro. excluidos los Estados Unidos.
/·
1
••
•• 488 DESPUÉS DE LA PRÁCTICA COMÚN
•• Lento
Copyright ]946 by A.aron Copland. Renovado en l 973. Reproducído c:on autoritadón de Aaron Copland. propietario de Los
Poliacordes y politonalidad
•• Mib: V' l V7
f.~~y~~~ló~;~.?:.J.d~~~~.:~:Mo
(V, 1) V/1 V del VI (ap.l V del VI
Los po/iacordes son el resultado de la combinación de dos o más tria-
das, o de otros acordes simples. El término suele utilizarse para indicar
sólo combinaciones de triadas relativamente lejanas. Un acorde resultante
••
~usiqu:¡_ ª1~"5º2vabdoB<n 195~ Copyríghl y renovación_ cransíertdos a Hoosey & Hawkes.
Hav.lc-~lnc. _ · opyn6' •1 Y oos.ey °" 1b-wkes.. Ene. Reproducido con auton:radón de Boosey &
de la superposición de una tríada de re menor sobre una tríada de Sol
mayor, por ejemplo, normalmente sería un V9 de Do mayor, y no un po-
liacorde (v. cap. 8, sección «El pedal»). Sin embargo, la diferenciación no
••
(Co~parese con los eJemplos 31-30, 31-32.) Otro pasaje más adelantado en extrañas. ·
la pieza muestra _un origen más contrapuntístico de la armonía pandiatóni- A partir de la primera década del siglo XX, podemos encontrar una gran
ca; no aparece nmguna nota cromática. En su carencia de una base triádi- variedad de típos de poliacordes en las obras de muchos compositores .
...•
ca, este fragmento se puede comparar al que hemos visto de Casella Estos tipos incluyen desde combinaciones de triadas incompletas hasta com-
ya que en ambos se perciben las fundamentales y las líneas melódicas aun~ binaciones de acordes de séptima y de novena alterados. Es característico
que. no correspo~d~n a estruc!u:as de acordes identificables. Este tipo de de este período que los poliacordes utilizados por los compositores estén
\. escntura p~n~iatomca se conv1rt1ó en una de las características principales escogidos por la individualidad de su sonoridad y no por la función de su
••
J
del neo~las1c1srno tonal de los primeros años veinte, en especial entre los estructura en el sistema. Así pues, no es inusual encontrar armonías en
compositores de los Estados Unidos. las que un miembro particular de un poliacorde se puede explicar como
un factor de un componente triádico particular, o como un factor alterado
••
Allegro moderato
EJEMPLO 31-42: Sinfonía núm. 10, I
•• j
•• V, N, 1mezclados n, 1/V
1
¡
•
1 -nsr-sm ns ,,,, 'Z1M:tt,um>~r it ·,-esinbn · 'r'i:"'':..sdt:·-··,a,·~~.. c:nr ,........... ,. --M---------.................
••
a.·t'::itf";W ttbr:~hterc 'tCttidtri:r'rrf;:;tlrsrn:nis T CJ· :t6t:nt ?i,:b);·;;,'w·i,+;;;;;;1,,e:;i,i:#:/r"t,rt&+m:H' d~~,Jrlft:m:C:i:i:Oi !t #d « • ~· .........-~........
••
probable que sólo un análisis más estrecho del contexto, quizá de todo el
movimiento, nos pueda dar una idea respecto a esta cuestión.
La relación de trítono entre dos triadas mayores simultáneas constituye
••
la base del llamado acorde de Petrnshka. aunque otros compositores, corno Copyrighl 1918 Edi1ion Russe de Musiquc. OJpyright transforido 1947 a Boo,cy & llawkes, !ne. Publicado con autorización.
Ravel en su Jeux d'eau, ya lo habían utilizado al menos diez años antes de
Petmshka.
fragmento, como de mucha música de este período, son su estructura a~-
••
Do: J IV •.¡
Lebhaft (coro)
Copyrighl by Edilion Russe de Musique. Copyñgh1 1ransferido 1947 • Booscy & Hawlcs, lnc. Edición revisada oopyñght
1947, 1948 by Boosey & llawle•. loe. Renovado 1975. Publicado con auloriz.ación .
••
La actividad melódica de las partes superiores parece definir un centro
tonal frigio de re# menor; bastante fuerte como para desequilibrar el bajo
de re menor, que actúa como una especie de «falsa tónica», mientras que En el ejemplo anterior, la «canción de los aprendices}>, que ya ha si~o
el La mantenido del registro superior suena como una sensible de La#.
••
presentada antes con su propia armonía, aparece incorporada en un pasaJe
No obstante, esta interpretación no es la única posible, ni tampoco nece- de movimiento más lento sobre un pedal de dominante en Fa mayor, to-
sariamente la mejor. Las características excepcionales de la armonía de este nalidad que en este momento está establecida con toda claridad. Las dife-
•
•::errtff
••
•• 492 DESPUÉS DE LA PRÁCTICA COMúN TIPOS DE ESCALAS Y DE ACORDES 493
••
tonalidades .
En la bitonalidad del siglo XX, las relaciones entre las tonalidades pue-
den ser más lejanas y contrastadas. Es más fácil distinguir mentalmente
las dos tonalidades si una de ellas se establece primero y la otra se añade
•• después .
(Re ostinato)>
••
de sus notas con la escala de si menor, de modo que la diferencia entre
las dos tonalidades (Sil, y Sol t,) no es tan grande como la diferencia entre
los dos modos (Sil> mayor y sil:i menor) .
Otra ayuda para la separación auditiva de las dos tonalidades consiste
•• Copyright 1912 Durand. S. A., f.ditions Musicales. Editions Arima & Durand, S. A., Editions Musicales. Edición conjunta.
Reproducido can autorización del editor. Theodore Pres.ser Co., representante exi::Jusj"'º en los Estados Unidos .
•• Copyright_ 1925 Dm"-nd. S._ A.. Editio_ns Musicales. Edilions Arima & Duro.rut. S. A., Edition, Musicales. Edición co¡tjunta .
Rcproductdo oon autonza.c1ó:n del editor. Theodore .Pres.ser Co., rep-resent.ance ex.elusivo en los Estados. Unidos .
•• A veces, una de las tonalidades puede estar definida por tan poca cosa Copyriclll, 1925 Durand_. S._A., Edition, Musicales. Editions Arima & Durond, S, A., !:dítíon, Musicales. Ed_ición conjunta.
•
••
como un bajo ostinato de tónica y dominante. · Re:proúm:~do con auiont..acLÓfl dd editor. Theodore Presser. Co.. representante cxclu~~vo en los Estados Umdos..
1 , _ 111 •IHU-1,a¡ •1 1 ,C
t re ,r-we-a ·--íiiiliili1lilil:ltiiiíli.ii?ill···-··---.--,111,11nailtiil""fjlill$•Wufilllt-illianililPIIYWlll-·'11:11·111@.-tlii!ftilili·-#h--llll·..,¡gii11~1111:111-...,t...=-->-N'~---~I ·-... 11 il · - - .. 1 ••• , __ , , , . _ , , , , _ , ... ,,~,,,, .. ,,, . . . . . . . ¡¡;a
(
•• hace dificil distinguir las tonalidades. Lo que se percibe es más bien la Con el uso creciente de las escalas modales, otras progresione~ seme-
síntesis de las dos tonalidades en una compleja armonía, con una sonori- jantes fueron entrando en el vocabulario armónic~. Como hemos ~1sto, las
dad más cromática que diatónica. escalas lidia y mixolidia son «mayores» en esencia porque sus tnadas de
tónica son mayores; de igual manera, el dórico y el frigio son «menores». u
l•
••
desempeña un papel muy importante la separación rítmica, melódica y con-
trapuntística de los estratos, así como su disposición . ¡i''
' 1
•• Mixtura modal
•
mente del otro modo. El IV del menor seguido por el I mayor, por ejem-
plo, no cambia el modo mayor predominante; esta progresión se encuen- minante, con la sensible subiendo y la séptima menor, b~jando c?mo parte
·-·• tra con mucha frecuencia en la práctica común. El uso en e! modo mayor de la escala menor melódica (ejemplo 8-28). En la practica comun esto es
de acordes tales como las diversas formas de novena menor de dominan- normalmente una relación de apoyatura, pero en el siglo XX pasa a ser
te, la sexta napolitana y los acordes de sexta aumentada, todos ellos con el una estructura armónica independiente.
••
sexto grado menor, confirma la adaptabilidad de !os diferentes. grados mo-
dales sin entorpecer la estabilidad del modo mayor. Esta propiedad es com- EJEMPLO 31-53: Bartók, El príncipe de madera
parable al uso de tríadas en el modo menor derivadas de la escala menor
Sostenuto
••
melódica ascendente, sin debilitar por ello la hegemonía presente dél modo Phi sostenuto
menor. Bastante menos frecuente es el uso del VI del menor progresando q~
hacia el I en el modo mayor, dos tríadas mayores que implican un cambio
del tercer grado modal. Por otra parte, la progresión inversa, el VI del mayor
•• hacia el I del menor {dos tríadas menores), está por completo fuera de la
práctica común .
••
tributors Corpor.ation, representante c1u;:lu~i'll'o en Jos. Estados Unidos. de Uruvers.a! Edlttan, :propletano e os cree os. para ¡
Sehr langsam. Misterioso el mundo c.ntero. excepto los. Estados Unid0$...
·¡
''1'
La adición de una tercera menor a la séptima de ?~minant~ Y a la no- ,tJ ;
•• la: VI VI
estilo.
El ejemplo siguiente muestra una dominante con, la. tercera mayor Y
menor, y otra con una séptima mayor y menor (la sept1ma mayor como
••
bordadura cromática):
1
d
m
••
•• 496 0
•
•
, '
A~z vif,
• • 1 '
·. · ,, ·
• • ,
, · .:
de cada dominante se añade una apoyatura a distancia de séptima mayor
(u octava disminuida): Esto puede ser una 'ampliación del principio de la
mixtura mayor-menor, pero el efecto es una sonoridad de poliacorde, se-.
mejánte al ejemplo anterior de Daphnis et Chloé (ejemplo 32-49f A pesar de
4i
•
. <;opyright _1905 Dú,~~d. S. A., Edi- la comp_leja disonancia del re~istro super!or,)a 1secu~ncia clásica de· bajos:
11ons Musicales. Ed11lons Arirna &
Durand, S. A., Editioris Musicales.
Edición conjunta. Reproducido con
de dominante es clara y efecttva._ · ·. , · · ·. _1 : . ; · · • .
• • • , rl 1 •
••
en los Estados Unidos.
El acorde de novena invertido
,,
Como s~ correspondiente en la práctica común,' fa· novena menor de
,.
~.a . :b.a - ~_g
A: 1¡,,S
••
CoP}right 1908 Durand, S. Editions Mu,i- :
c.aies. Edidons Arjma & Dunind. S. A. Edi~ · '
t1ons Mu.s.icalc-s. Reproducido éon 3:uto~ción.
di::I editor,_ Theodore Pres.ser, Co., represen-
lilnte cii.clus1vo en· los· Eslados · Unidos. _··. V1 . '·'Vj··
••v1. ··vu·-- - •iv,J{deHll)
forma · =
19 ._ .• - completa
sin
fundamental
sin
novena
sin fundamental.
·· ni novena
·2
<(novena ínvcrtida1¡
<a ~~ ., J
e¡; re: IV 9 (V) • V7 del IV En la disposición presentada, el acorde complet9 de seis factores posee
cierto carácter de poliacorde, una especie de V7 en las cuatro voces infe-
r. EJEMPLO 31-56: ~f~el, !~fo para violín, violp'}celo y_píano: 11, Pantoum riores combinado con un ,Y, del III en las cuatro ·superiores. Cuando la
(j ., fundamental está omitida, en el acorde ya no suena como una d~inante
Assez vif incompleta, sino como otra dominante completa y diferente, el V del III,
(j con u-na fundamental ·diferente' (en el ejemplo, la voz superior; v. ambién
r. el ejemplo 3lc24). El acorde nombrado «VII», u_n Y 7 incompleto con la
tercera mayor y menor,. a menudo se encuentra escrito con una notación
(j · enarmónica. Esta versión enam1ónica presenta la estructura de una nove-
na menor de dominante en cuarta inversión, con la fu_nda_!l]ental pero sin
(j
<i solll: V I fa#: V
EJEMPLO 31-58: Ravel, Gaspard de-la nuit: núm. 1, Ondine
(iJ Do#: V I Rapide et brillant
(i J -
e,
(i Copyri~~¡ 1~8 Dura~d. S. A.,. F.ditions Musicatcs. Editíons ·Arima & Dur~nd~· S. A., Editio~~ Musicales. Edición tonjunta.
e, Reproducido con autoriDlción del cdüor. Theodore Pre~er Co., representante e,;,clusivo en los Eslados Unid~. · .
<:, -,
1"*:Pitf ts·rra·s 17
·••
. e:z+i:e "11iii, ·: ·:e- • 1 ~.;:: •.::-...11,,• :Gt:tr::rirrt·c ' - ·7e,"'St:::.ü,ñ! ~;:::..~n:srrtCfnttrlVC ,~, >W ·rctnttttrrtTZi 2tt,-t.:.~1:,,.,1ai.o111o,.1 ...1... ,.-•111 .j.,I, , · - · · -.. w~, ........... .,. - - - ....... .
•• Sostenuto e pesante
··~-;,: ·:::· - .. - ~ -;: ·;.- .. ·,:·:.: .. ~ . - - .. ~ - ~ ·;; -~ - .. -
-
Adagio
---
••
'
••
••
•• Copyright 1918 Ediüon Rus.se de Musiqu:c:. Copyright 1ra:nsf-cri<lu en 1947 a Boosey & lii.!w~cs. lnc_ PuhliCil<lü ,on autoriza-
ción. f
••
EJEMPLO 31-62: Mozart, Quinteto de cuerda, K. 614, II
El ejemplo siguiente produce un efecto similar, particularmente pun-
zante por el sentido Si~-Si# colocado en el medio de la sonoridad caden-
cia!.
•• Andante affetuoso
•• Mit>: v1 :;
1
1
••
La práctica común, como hemos visto, también incluía una categoría
,ji
de ciertas disonancias armónicas (la séptima y la novena en la armonía de
dominante, y la sexta añadida sobre una tríada en estado fundamental) que il
••
en algunas circunstancias podían ser apoyaturas o retardos, pero en otras
presentaban menos restricciones con respecto a su preparación y resolu-
Copyright 1926 by Unhrcrsal Edilion A. G.~ V~c.na Cop-yrigt\1 renovado. Rcs.crvados todos los derechos. Reproducido con
ción, es decir, actuaban como acordes autónomos. En nuestra discusión
sobre las sonoridades independientes hemos visto que, ¡:lespués de la prác-
••
autorizacióf! de European Ameñcan Mu sic Ois1ributars Co.rponuion. representante exdusivo de Universal Edition en los
Estados Umdos.
1
_ _ _ _._..._....
1&11.•>ett:tllB0:5':Sft'll§S
r-r ncrnasrz:sr sn·--tr«i
••
a11.-..a.&Mtxtrt1e:eecscrr·~, ,1 ,ai••, .... ,,, .• ~ .. ,
tica común, los acordes que incorporan estas disonancias armónicas fue-
TIPOS DE ESCALAS Y DE ACORDES 501
•• res disonantes sin resolver (algunos de éstos ya se han tratado en este ca-
pítulo bajo el título armonía por terceras); otro tipo incluye apoyaturas
cromáticas, como en los acordes alterados, también sin resolver; y un ter-
cer tipo está constituido por acordes que presentan apoyaturas sonando al
•• mismo tiempo que sus notas de resolución. Estos tipos también se dan en
diversas combinaciones y, en realidad, ya hemos visto cierto número de
fenómenos armónicos, como los acordes mayor-menor y algunos acordes
V
n¡t.-==:::
(1) V
•• por cuartas que aparecen en contextos que permiten tratarlos como acor-
des apoyatura.
El ejemplo siguiente sugiere un rasgueo tosco de guitarra.
•• Maestoso
eoll'IH
> >
••
•• IV1 l(Vl)l ¡2 1\/(ll)f 1\/2
(pedal de tónica)
1\/6 l(VI)l ttc.
El acorde de sexta aumentada sobre un pedal de dominante, que apa-
rece en ocasiones en la práctica común, se puede citar aquí como un tipo
••
lo que permite calificar estos acordes como acordes apoyatura diatónicos.
EJEMPLO 31-66: Ravel, Miroirs: núm. 4, Alborada del gracioso
En la música barroca para clave aparecen unas apoyaturas breves, junto
a sus notas de resolución, como un tipo especial de ornamentos llamados
acciaccature (del italiano acciaccare, «aplastar»); las sonatas de Domenico ,..----=---
Assez vif
--- - - --- ---- . --~;.:..:...:..:.. -
:
,
•• Scarlatti proporcionan algunos ejemplos sorprendentes. El Estudio en mi
menor, op. 25, núm. 5, de Chopin es un ejemplo más avanzado del uso
de acciaccature. En todos estos casos, la apoyatura, casi siempre un semi-
•• tono por debajo, suena en la parte fuerte del tiempo, como cualquier otra
apoyatura y la resolución es simultánea o casi simultánea. Después del pe-
ríodo de la práctica común, este principio se amplía hasta permitir las apo-
,
•
1
\'
lll:eWi'líi'lliltffiiriii'•riliSlllllt••·--·-----------11!11•••••••-------··-·· .
••
lllllill llt!illhlllir"Slllilrr...........
iliil··11riillJIIIIIPillll. .lllltlllSCll.11iOOl8ill' .-,¡ ........... 1~
t'
••
En el ejemplo siguiente, la secuencia, que no es del todo estricta, da la EJEMPLO 31-69
impresisón de una serie cromática descendente de dominantes, cada una
de ellas como acorde apoyatura de la siguiente. Los acordes señalados con
un asterisco son más fuertes, desde el punto de vista rítmico, y cargan el
•• EJEMPLO
Vif
31-67: Ravel, Gaspard de la nuit: núm. 3, Scarbo Re: VU V1 del JVl:tJ> Do: vu V1 del 1v11u1
Sol: yH!l) Vil del IV Fa: V 1'* JI
•• 1
1
EJEMPLO 31-70: Ravel, Gaspard de la nuit: núm. 2, Le Gibet
•• l~·,ri. progresión
••
do base
Si: VlllJ del JI[ vmi del II VUll
CoP)Tighl 1908 Durand, S. A., &lilions Musicales. l!di1ions Arima & Durand, S. A., F.dili0fl5 Mll5icalcs. F.di<ión CC>fÚunia.
Reproducido con a,uoriución del eil~or. Thcodoro Prosscr Co, rcp,acnlanlc c><lusivo en los Estados Unidos.
••
Thcodore Prcsser Co., reproscnlanle ••·
dusívo en los Estados Unidos. _J,..._--
:>
acorde >
••
Sol: V13 de paso +u¡v
+
• comparar
•
,. . . . , . , , , . , , . , . 1 ..... ,~,,. ••••1 ,.-.Li.ai11in:i::~ dW'61.~&tnSr:iNziti ill'Siii.llllltiillllii-ZIMl--lliYallillW_J_liill_ _ _Mmaii··za11•aliWilil: Ftfi:IPtcftitlillálliiiia_.,._ t~~ Jia¡, iiilllUiliillli.at.• 11 •11a,ja.¡ 1 ·• ··• 1 11 ii.i.titd
••
•• 504 DESPUÉS DE LA PRÁCTICA COMúN
•• Adagio
cantabile,esJwessivo ma p ------ .--;r---.. ..---
Allegro giusto
assat rit .
••
••
•• '1
1
••
•• La textura de segundas, séptimas y novenas del ejemplo siguiente re-
••
-••
••• Copyright 1926 by Edition Ru<se de 1-!u,ique. Copyright lransferido a Boosey & llawkes. lnc. Copyright de b versión revi-
sad• 1952 by Doosey & lia,.kes, lnc. Publicaao con outorización. · ·
•
• - --------------~, ------
•• CROMATISMO EXTENDIDO 507
••
otras notas. ,
amplia de estilos, técnicas y filosofias compositivas diferentes, y nosotros 6. Refuerzo de un centro tonal mediante su restablecimiento despues
hemos presentado en este libro una gran variedad de ejemplos que, en un de una desviación temporal. · ·
sentido u otro, se pueden llamar tonales. La tonalidad en la música es en
-•••
parte un sistema formal, por el cual se crea un tipo de relación organizada Los siguientes elementos tienden a debilitar o a enmascarar la tona-
entre los sonidos, con todas las variaciones y excepciones que los compo- lidad:
sitores han sido capaces de idear. Este es el tema de nuestro libro.
Sin embargo, el aspecto más característico y el hecho histórico más in- l. Acordes complejos, en especial acordes que contienen múltiples
teresante de la música de nuestro siglo es la aparición de la atonalidad, o notas extrañas, acordes con la función de su fundamental oscure-
¡,: cional que podían servir de soporte para una nueva música sin tonalidad,
y esta búsqueda tuvo éxito. Las técnicas de la atonalidad van más allá del
alcance de este libro, pero merece la pena seguir algunos de lo~ caminos
7.
8.
la ampliación del principio de la dominante secundaria. ·
Modulación frecuente y continua.
Uso exclusivo de la mixtura modal.
le que han conducido finalmente al surgimiento de la atonalidad, aunque sólo 9. Fluctuación del centro tonal en to_rno a un acorde o nota pivote.
11.
Empleo de escalas diferentes de un~ !11ayor o menor; _es~alas mo-
dales, de tonos, pentatónicas, cromahcas y escalas artificiales.
Poliacordes y politonalidad. .
••
cierto nivel, puede quedar suspendida por un momento. Esto significa que 12. Armonías escogidas por significados diferentes del gramatical o con-
un elemento u otro de la música causa la eliminación de la tonalidad, o textual; c/usters.
quizá que la ausencia de algún elemento provoca la imposibilidad de sos- B. No empleo intencionado de los elementos que refuerzan la tona-
tener la tonalidad. La atonalidad representaría, pues, la aplicación o supre- lidad; atonalidad.
••
.
,,,
••
•• 508 DESPUÉS DE LA PRÁCTICA COMÚN CROMATISMO EXTENDIDO 509
•
para alterar, suspender o incluso para deformar la percepción clásica de un
centro tonal, pero no para excluirlo por completo. En la música de De-
bussy, por ejemplo, es posible encontrar muchas piezas que comienzan en
•• hemos visto que en estas piezas la mayor parte del tiempo hay una clara
sensación de algún típo de centro tonal, aun cuando el centro cambia con-
tinuamente y no aparece ninguna tonalidad de fondo .
La idea de una tonalidad clásica unificada remplazada por una centrici-
•• dad no clásica (en este caso sin función de dominante) está demostrada
perfectamente por el Pré/ude a /'apres-mídi tf'un faune de Debussy.
•• Tres modéré
"" * /--Fe
., .__..
/"
~
1 -
J =::::. ~- .
•• V
~
p doux et ext,ressi/ -
-
1 " .i ,f ·_, ;:-e::.
~,
=:r.:::;c.-
•• ·!
V (arpa
omitida)
,L
'" ~-
Ni,iJi. ~
--
l • ··1 ·---~--------
•• :::::> (a;( ----J-.
••
omi1idal
~., ., I· ....
----r .,
••
••
•• La melodía inicial parte, sin acompañami_ento, de un Do# y vuelve a
esta nota, dibujando al final la tríada de Mi mayor. En diversas reaparicio-
••
nes de esta melodía, el Do# presenta diversas armonizaciones, una vez
e,
como séptima mayor sobre una tríada de Re mayor (comp. 11), otra como
sexta añadida sobre una tríada de Mi mayor (comp. 21), dos veces como
decimotercera sobre un V9 de La mayor (comps. 26 y 94), y sólo cerca del
• JJ
------------~IÍ,111 ....... . ,.... 1, ---------iill
••
.a;:
. \
•• dad, el relativo mayor de Do# menor, es como un alter ego en esta obra;
el Do# aparece como fundamental del VF de Mi mayor en el acompaña-
miento (comp. 81). Este pasaje está seguido, unos compases después, por
entre las entradas imitativas del tema principal, indicadas en las voces ex-
teriores mediante signos de acento. La armonía, sin embargo, proporciona
sólo un ligero soporte a las tonalidades sugeridas por las entradas melódi-
••
como una nota que, en Jugar de resolver, disuelve. En conclusión, el Do# es
un claro centro para la tonalidad de la pieza, pero la interpretación de EJEMPLO 32-3: Strauss, Till Eulenspiege/
la obra muestra que su centricidad está velada por las diversas funciones ::>
armónicas. La centricidad deriva de su p'resencia continua y de su cone-
••
1
El siguiente ejemplo, no menos famoso, presenta una centrícidad del
Do# de un tipo completamente diferente. El Do# se mántíene mediante
una continua recurrencia en las voces exteriores, como un componente
l
¡
•• de un acorde en una textura dominada por acordes de novena invertidos, Fa: (eoll'l•11)
VI Y1-delV m V'de!VI IV +01 ffi6 ? ? 1v: VI del IV
poliacordes y clusters. Si el Do# no estuviera presente, el fragmento se
podría percibir como atonal, sin relación con ningún centro tonal. Sea cual
••
fu~re la tonalidad que pueda sugerir toda esta densidad cromática, el pro-
pio Stravinski, en sus esbozos, se refiere a este pasaje como <ien Do#
mayor» .
•• .
EJEMPLO 32-2: Stravinski, La consagración de la primávera: parte II, Danza
Íl=l2ó
del sacrificio
••
••
•• ? D6
-
V: Vl1 \1delD Vl V del IV ? \'ldelVI 1
del IV
? ? V1 Re: D6 +0 2 I1
•• ,..
miento de la Novena sinfonía de Bruckner .
Este es un ejemplo característico de modulación croll!ática de finales
del síglo XIX, con las típicas dificultades de percepción en términos de pro-
•• ~ó~'.right 1918 Edition Russe de Musique. Copyright transferido en 1947 a Boosey & tlowtes, lnc. Publicado con outo,íi.a-
gresiones tonales clásicas. Como el tempo es lento, el oído fija su atención
sobre los acordes individuales; debido a la evidente lejanía tonal entre uno
•
M
•• l
•• 512
I!JEMPLO
DESPUÉS DE LA PRÁCTICA COMúN
'1
CROMATISMO EXTENDIDO
•• Langsam, feierlich
B B B
.rct. sin
resolver BJ P ap. T (9.•) lP. ant.
junto está organizada de manera bastante libre alrededor de re menor,
aunque muy ampliada, con áreas tonales de relativa estabilidad y en con-
traste con armonías cromáticas de la más extremada complejidad .
•• fmarkig, breit
EJEMPLO 32-6: Schoenberg, Cuarteto de cuerda núm. 1, op. 7-
•• ,,
••
(?) Mi: <Vldel VI) (5.• rebajada)
vt o n7 Solb: v;delVdeJV
••
••
•• So!b: VdelV
Re:
\11
V1 del m (5.• rebajada) l VI
La: VI
m
v ·¡
t
•• mas estable. Las relaciones armónicas lejanas entre los acordes individua-
les viene enturbiada además por las notas extrañas a la armonía. El acordé
sobre el tercer tiempo del tercer compás, por ejemplo, es más probable
que se perciba como una tríada de La mayor (Re~ = Do#) con un Re#
núm. 2, op. 10, Schoenberg abandona por completo la tonalidad, aunque
en los últimos momentos reaparece sin duda alguna la armonía de Fa#, la
tonalidad inequívoca de la obra. Casi toda la música que escribió Schoen-
••
•• El problema de la densidad cromática en la armonía tonal y en el con-
trapunto es mucho más evidente en varias obras de transición de Schoén-
•• _,,¡,..J-',
w· .,,., Ltrdt:nt r·nt:2Srezffif .... tttn' -rtlti:t7ftftw tt#SUJ
••
•• 514 DESPUÉS DE LA PRÁCTICA COMÚN
•• y son evitados en otras más simples. (Las octavas se dan en las duplicacio-
nes melódicas, corno muestra el ejemplo anterior.) No existe una jerarquía
diatónica; las alturas de la escala cromática están representadas en las notas
vos específicos y recurrentes, o mediante el uso de progresiones rnotívicas
de acordes. En el ejemplo siguiente, el grupo motívico inicial se repite en
tres puntos posteriores de la pieza, incluyendo los últimos compases, con
•• sobre una base de igualdad, sujetas sólo a los postulados estructurales de la quinta Re-La como importante punto de apoyo, y el Re solo como bajo
cada obra particular . de soporte en otros puntos.
•• EJEMPLO 32-8: Webern, Cinco piezas para cuarteto de cuerda, op. 5, núm. 4 EJEMPLO 32-9: Schoenberg, Cinco piezas para orquesta, op. 16: núm. 2,
Andante J=60
Vergangenes
•• jw===--
••
••
••
••••
••
••
••
•• Copyright 1922 ~Y Univcr_s.al Edition. Copyright renovado. Reservados todos los derechos. Reproducido con autorización de
Europcan Amencan Mus1c Distributors Corporation, rcprc-senlante. exclusi-Yo de Universal Edition en lm Estados Unidos.
~1
•• 1,
••
•• 516 DESPUÉS DE LA PRÁCTICA COMÚN CROMATISMO EXTENDIDO 517
••
mallo rit.
r--3--,
••
••
•• Copyríghl 1952 by llermar Prcss lnc., 373 Park Avcnue South, Nueva York, NY 10016.
j
••
tuir una base estructural importante.
1
En el ejemplo siguiente es posible relacionar gran parte de la sustancia C-Opyrigl,1 19SJ by Unr,en;.al Edi1ion A. G., VíenL Copyrighl renovado. Reservados lodos. los derec~os. Repr(!ducido con ¡
armónica del acompañamiento orquestal con las transposiciones sucesivas autoril.adón de: European American Music Dístribu:tor., Corpotat1on. representa.nt.c e1cJus1vo de Universal Ed1uon en to.5
Eslado, Unidos .
y superpuestas de una sola célula interválica, una tercera mayor más un
••
tificar !a aparición en el compás 7 de una sonoridad de novena de domi-
EJEMPLO 32-10: Berg, Fünf Orchesterlieder nach Ansichtkarten-Texten von nante completa, cuyos cuatro factores superiores son también un _acorde
Peter Aftenberg, op: 4, núm. 2
de séptima disminuida. Esta novena de dominante no se refiere a nmguna
•• ,.,
Ein wenig bewegt
¡célula básica1 3
1 1,, - 1
- . rit. langsamer __ .,__, tonalidad, y no lleva ninguna implicación tonal expresa diferente de su rro-
pia. sonoridad aislada; sin embargo, es el centro estructural de la canción.
El estrato descendente de terceras que sigue a continuación se adhiere al
modelo de la célula básica en orden inverso, trazando acordes de séptima
••a ~-
_D
1-.J ,. ,. 7 ~:- ¡;+~ ,. , . disminuida, y la nota final "del acompañamiento, como la inicial, es la mis_ma
Sahst du nach dem Ge• wit-~n
l. den ¡¡ ___ Al-les
Wald?!?!
,, ras-te!, blinkt
-.t-i..-.,--.
und ist que la «fundamental» del acorde central. Así pues, dentro de esta canción
atonal se percibe cierta centricidad del Fa, pero qui~. más en abstra_cto
= que la audición. Desde luego, no se trata de una centnctdad en un senlldo
·U ,
.:::=,..(RF) ~~~- .. diatónico, aunque sería dificil negar el carácter estruct~ral del Fai Y que
••
111 ,- -- -¡- L._
~
las estructuras de las séptimas disminuidas son armónicas en el sentido
~
definido por la propia composición. _ . ,
HJ-==: :::> -= ==-
bi <::::=:::=- La influencia de las obras atonales de Schoenberg y sus d1sc1pulos ha
•• 1
1
,1
••
• ••
518 DESPUÉS DE LA PRÁCTICA COMÜN
••
están referidas a un orden especial predeterminado de las doce notas de la
escala cromática. En el ejemplo siguiente presentamos un fragmento de
una de las primeras obras dodecatónicas de Schoenberg. La serie se utiliza
••
en todas las partes de la pieza, con más claridad en la melodía superior de
los primeros cuatro compases. El orden numérico comienza con el cero,
como es convencional en el análisis contemporáneo de la música dodeca-
tónica .
•• EJEMPLO 32-11: Schoenberg, Cinco piezas para piano, op. 23: núm. 5, Vals
•• 9
-,!
••
•• ·~
'
i
~ co yright \936 by Universal Edilion. Copyright renowdo. Rc'"tvados to<!"' los d~hos. R•p(oducido con au1orizac/ón de
Eufopcan American Music Distributors Coporation, represonl.lnle eu:lusovo do Umwcrsal Ed11ion en lo• Eslildos Unidos.
••
1~ 3
••
El movimiento final del Concierto para violín es un conJunto de vana- ¡,
ciones sobre el coral Es ist genug (compárese con el ejemplo 16- Berg 17L 1
••
undécima y tercera de la serie principal y la novena transp~s1~10n de la
Usado con auiorización de Edilion Wilhclm llansen, A/S. Copenhaguc.
serie invertida, con algunas ligeras modificaciones; las cuatro ultimas notas
I!: j•#• 1t
·• f •.§·"·b·•J'j.b·§·•.q· n.. •·j.§-b¡.,•••qw nB·@·§-ÍJ·n-,••~-··1,-•. 11
Pn Pa
sus implicaciones tonales. En esta obra, la tonalidad y la atonalidad, según
1. las hemos definido, están entrelazadas de tal forma que ninguna predomi- . O J 2 3 4 5 8 T 8 9 10 11 O 1 2 3 t 5 6 T 8 9 10 11 O 1 2 3 t 5 6 l 8 9 10 11
••
na; si los dos campos son opuestos por definición, nadie como Berg los ha
combinado con tanto éxito, de manera tan personal y convincente, El pró-
. ximo ejemplo, casi del principio de la obra, presenta la armonía tonal ·im- Adagio
•• O 1 2 3 4 $ 8 1 h 9 10 11
I.
·~1
••
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520 DESPUÉS DE LA PRÁCTICA COMÚN
• 1
1
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, .•• Coprriglu 1936 by Universo! Edilion. Copyrighl renovado Re
Europe:m American Mu5ic Di~lributors Corporation , ren;es.t:~~~~e
...-
d tod ¡ d
1
Posfacio
•• tas del coral en ~1b mayor, el relativo mayor de la forma básica en «sol
menon> ~e la sene. La f~ase -~e Berg está contestada por una repetición de
la melod_1a con la armomzac1on del propio Bach (coral núm. 216 transpor- 1
es posible que haya ido haciéndose una idea de qué tipo de estudio poste~
rior en la teoría de la música le resultará más conveniente. El estudiante
cuya intención sea especializarse en música muy probablemente recibirá
•• tado a S1 b ). · '
1
clases de contrapunto, análisis, orquestación e incluso composición, y un
buen conocimiento de este libro puede ser una buena preparación para
dichas materias. Pero el principal objetivo de este libro, ya lo indicamos
••
en la introducción, y merece la pena repetirlo, es comprender cómo se ha
escrito la música en el pasado.
Con mucho, la parte más importante de esta comprensión es conocer
la música en sí misma. El amante de la música debería conocer tanta mú-
•• sica como fuera posible, con la ayuda de un libro o sin ella. Para el estu-
dioso o el profesional, o simplemente para aquel que disfruta con la músi-
ca como una afición, el estudio de las obras maestras ya debe representar
•• vida. Ars longa, vita brevis, pero el consuelo puede derivar de la idea de
que en todas las etapas del camino se obtiene una recompensa intelectual
y artística» .
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- - - - • ii5ffl#dilOCKii. znzc·ers
t - - - -......... ·····
-~
!
1 l
••
••
•••
•• Apéndice 1
•• licas más sencillas entre los sonidos corresponden con exactitud a propor-
ciones simples, expresadas en números enteros pequeños, entre las longi-
tudes de una cuerda vibrante. Si una cuerda pulsada que produce un de-
••
sólo un tercio de su longitud (es decir, de manera que sobren dos tercios)
suena una quinta justa más aguda; otras proporciones simples dan otros
intervalos. Los intervalos simples y las proporciones de longitud de la cuer-
•
da se pueden comprobar con facilidad utilizando un monocordio, que en
realidad es una cuerda con un soporte_ fijo y el otro móvíl, montado sobre
•• (
una regla apropiada; muchos laboratorios de física poseen uno. Si no se
puede disponer de un monocordio, los intervalos se pueden medir sobre
una cuerda larga, como la de un contrabajo o la de un violoncelo, utilizan-
j
•• do una cinta métrica u otro sistema de medida (una cinta métrica gradua- 1
I'
da en centímetros es lo más conveniente).
Si tomamos una cuerda de cualquier longitud (que llamaremos 1) entre
••
dos soportes fijos y la dividimos mediante otro soporte situado entre ellos,
podemos obtener las notas representadas por las longitudes }i y 1-}i, es
decir, las longitudes det otro lado del soporte móvil, siendo n un número
•• r•
entero .
•• .
•• r
•
••
ZFWbcitffltñlJai.i. .~ · • ._ ~
..... • 1, 11111111 ,, • • • ~;. ,.~ 1 ,,1 ... ••• """' •• j "" ... " ' ''"-,
•• 524
l
APÉNDICE 1
l
BASES ACÚSTICAS DE LA ESCALA 525
•• 2----r:---:-----:---=2:.....,..-,,-- -
soporte ftjo - -----"-
, soporte móYil
1
soporte ftjo es también el denominador de la fraccíón que representa la longitud del
segmento de la cuerda que produce el sonido. (El asterisco indica aquellos
sonidos que según los patrones musicales están demasiado desafinados, por
•• dos octavas por debaj? del Do central, correspondiendo a la nota más grave
que puede hacer el v1oloncelo. Comprobaremos que las longitudes de los
segmentos mostrados en el diagrama anterior sonarán de la siguiente manera:
pero con una intensidad mucho más débil que la fundamental; su fuerza
relativa decrece cuanto más alto es el número del armónico, y en la mayo-
ría de los casos desaparecen por completo más allá del decimosexto armó-
•• EJEMPLO A-1
-¼-
nico. La intensidad relativa de los armónicos sobre una fundamental con-
tribuye a nuestra percepción del timbre y de la individualidad instrumen-
tal; la distribución de estas intensidades relativas da como resultado una
••
longitud longitud 1-!- forma de onda característica que se puede medir con bastante exactitud
½ , ... f ,= .. en un moderno laboratorio de acústica. La forma de la onda de un Do
central mantenido en un oboe, por ejemplo, tal como aparece en un osci-
loscopio es bastante diferente de la de un Do central tocado en un piano.
•• J
l 21 11
-
;;;: Un sonido «puro», es decir, un sonido fundamental sin armónicos, está
representado por una onda sinusoidal (el gráfico de la función y = sen x),
y puede generarse por medios electrónicos; tiene una sonoridad clara, algo
•• 1
;¡- ,=
~
o
pobre, como un zumbido. (Un diapasón genera un sonido casi puro.)
•• t ;1:
- La serie de armónicos que hemos presentado en el ejemplo preceden-
te consta de sonidos que mantienen relaciones interválicas con un sonido
•• cada vez más pequeñas, darían los siguientes sonidos (aquí aparec~n
dieciséis, pero en teoría el número es infinito):
plo, los primeros seis armónicos del Fa# bajo el Do central son:
EJEMPLO A-3
•• EJEMPLO A-2
•
•• número del armónico:
e
1
.. "i_
~ a 1
e
~
e ~e
6 T 8 9 10 11 12 13 etc.
••
14 15 16
longitud de la cuerda: t ½ f 1
¡ J
1
~,c. Se puede comprobar con facilidad, experimentando con cuerdas de di-
ferente afinación, que la proporción de la longitud de la cuerda para cual-
quier intervalo debe ser constante, suponiendo que la tensión y la densidad Í
•• Estos s~nidos forman la llamada serie armónica de Do; los números
son los ordinales de los armónicos en la serie. El número de cada sonido de la cuerda permanezcan constantes.
Los teóricos griegos, comenzando con Pitágoras (hacia el 531 a. de C.), ¡
i
• 1
••
•• 526 APÉNDICE 1 BASES ACÚSTICAS DE LA ESCALA 527
••
aire, se hizo posible medir los sonidos por su frecuencia de vibración; se rios. Para ver el porqué, calculemos la frecuencia de la siguiente quinta
pudo entonces determinar que las proporciones de las frecuencias medi- ascendente de la serie, el Si# agudo, cuya frecuencia en relación con la
das eran idénticas a las proporciones pitagóricas de las longitudes de las del Do grave sería (i) 12• Enarmónicamente, esta nota debería ser equiva-
cuerdas. Por ejemplo, dos sonidos a distancia de octava tienen una dife-
••
lente al Do más agudo del piano, siete octavas sobre el Do más grave,
rencia de frecuencia expresable por un factor de 2.
obtenido de esta manera:
En un nivel algo más sofisticado, podemos determinar que las frecuen-
cias de los sonidos de la escala musical corresponden logarítmicamente a
••
,.
números enteros. Esto es bastante fácil de ver con la relación de octava. EJEMPLO A-5
Sí partimos de una nota dada de frecuencia/, su octava superior tendrá IY41
una frecuencia 2/, la octava superior de ésta tendrá una frecuencia 23/, o .Q n
•• 4.f, la siguiente octava 23/, u 8/, etc. Estos coeficientes corresponden a los
números de _la serie de armónicos, como muestra el ejemplo A-2. Tome-
mos otro ejemplo, el intervalo de octava más una quinta justa (es decir,
t/.
±f!..:_
--e-
11
--e- ~
••
una duodécima justa) está representado por la proporción o 3/. es decir,
el sonido más agudo tiene tres veces la frecuencia del más grave. El soni-
u 2 z:i 23 2• 25 z6 21
t
do a dos octavas por encima del sonido más agudo tendría entonces 2 veces
aquella frecuencia, y así, 2 2-3 veces la frecuencia del sonido original o I2J ! !~!',
••
Resolviendo la incómoda fracción 11, o 5 obtenemos 129, 74?
(en referencia de nuevo al ejemplo A-2). El principio que se desprende de que es significativamente más grande que 21, o 128. Esto significa que el
estas observaciones empíricas es que cuando se suman intervalos sus pro- Si!J obtenido afinando quintas ascendentes desde el Do grave será algo
porciones de frecuencia se multiplican. Esto es comparable a un procedi-
••
más agudo que el Do obtenido afinando octavas ascendentes: La_ difer~~-
miento logarítmico en base 2.
cia entre las dos alturas obtenidas expresada como la proporción mtervah-
La propiedad de la multiplicación sugiere que debería ser posible obte- ca 1 014 se llama la coma pitagó~ica, que es· algo más pequeña que ¾de
ner sonidos que no aparecen en la serie armónica de Do, y por tanto, ge- semitonb (una diferencia fácilmente perceptible).
•• EJEMPLO A-4
,Ya-.• - - • 1
EJEMPLO A-6
•• 2: 11
:11
o
¡~., jo ~o
#n
#~
#~ ~ ,=
-•
•• o
l
o
3
2
u
( l )2
2
( 3 3
1) ( 1 ). (1 )5
2 2 1¾i6 ( 3 T
1) (J.¡8 (1>9
2 2
3
(2)
10 3 11
(-) '(-}
3 12
u
l
l
••
2 2
Puesto que cada una de estas quintas tiene una relación de frecuencia La proporción de la cuarta justa, ;, multiplicada doce veces, da un
de !,para sumar quintas sucesivamente tenemos que multiplicar la fre-
•• cuencia más gra~e por factores sucesivos de ~- Los números del ejemplo
A-4 son ~os mult1phcadores, y el Do más grave es la frecuencia básica. (Su
frecuencrn real_, según el patrón internacional, es de 32, 70 ciclos por se-
resultado algo menor que el de cinco octavas mediante un factor de 1,014,
al igual que en el caso precedente, y el Re~~ final será fastidiosamente
más grave que el Do correspondiente. _ _
Sólo una pequeña investigación adicion~I bastará p~ra descubr!r que n_1'!-
•
- - e ' • ,,,., ..ll
".a-,
•·-
1
l
••
EJEMPLO A-7
labras nuestro sistema familiar de notación no puede representar en deta-
11 11
lle las' notas de ta serie armónica, o al menos no todas las notas. Sabemos
que la notación musical que utilizamos, aunque complicada e incómoda
•
•• t-if' .. 1¡] = 1.953< Z
wma: t,OU, casi un cuarto de tono coma: 1,037, más que un cuarto de tono
de aprender es adecuada para representar la música de nuestra experien-
cia habitual: y quizá resulte algo alarmante descubrir que está en desa-
cuerdo con la realidad acústica. Es bastante desconcertante saber que no
••
podemos afinar un piano, o cualquier instrumento de alturas fijadas, com-
binando intervalos puros. lCómo podemos liberar nuestro sistema de no-
El resultado práctico de cualquiera de estas afinaciones es que las notas tación del mismo tipo de defectos?
Una respuesta se halla en el compromiso histórico conocido como tem-
•
cada vez más agudas en la superposición de intervalos repetidos están cada
vez más desafinadas. Incluso el Fa#, el séptimo sonido de la serie de quin- peramento igual, inventado a principios del siglo XVII, o quizá a_ntes, per?
•• tas justas, se percibirá algo más agudo que la tercera de una tríada de Re que no gozó de amplia difusión hasta la época de J. S. Bach ~quien contn-
mayor, y el Re#, como enarmónico de Mib , será por completo inacepta- buyó en gran medida a popularizarlo). En"el temperamento igual, la octa-
ble como tercera de una tríada de do menor. va se divide en doce intervalos de semitono exactamente iguales, lo que
significa que cada semitono de la octava, allí donde esté situado, está re-
••
Las desigualdades derivadas de la multiplicación, inherentes a las pro-
porciones interválicas, se pueden comprobar en la propia serie de armó- presentado por una proporción constante. Esta proporción está dada por la
nicos . razón entre 1,3/2, o 1,05946... La segunda mayor temperada tiene así et valor
de ( 1~2) 2 o 2-h la tercera menor 2 n y así sucesivamente a lo largo de toda
•• EJEMPLO A-8
la escala cromática, de modo que la octava viene representada por 2 H, o
sea 2. El factor IJ'2 es un número irracional y no puede expresarse como i
•• . . ""!!- ~
función de dos enteros; por tanto, el semitono tempera_do no pu.ede ser el ' !
• • (il
•• 1 2 J 5 1 <t )2 <¾ )ª (i)4 .. fl-> 5 Vincenzo Galilei compositor y padre del gran astrónomo.) Lo que esto
significa es que de todos los intervalos de la escala cromática ~emper~d~
sólo tas octavas están afinadas con exactitud igual que en la sene ar~om-
••
ca. Desde el punto de vista de la afinación «ideal», medida p~r la sene ~r-
La proporción de esta diferencia, f/¡, llamada coma sintónica, revela mónica, esto es una desventaja general; desde el punto de vista de 1~ in-
un hecho sorprendente. En el caso de las otras comas, era evidente que terpretación y de la notación musical práctica, sin embargo, la ventaJa es
existía una diferencia de notación entre Si# y Do, y entre Ret,1, y Do, y inmensa. Las comas desaparecen y las diferencias de entonación entrt: los
•• diferencia de notación; ambos son el mismo Mi, al igual que Si#, Ret,t, y
Do designan la misma nota en el piano. Así pues, si las proporciones que
hemos calculado representan cantidades diferentes, lqué es lo que falla en
de notas cromáticas con signos de sostenidos y bemoles, Y que el tempe-
ramento igual acomoda a ta perfección estas notas cuando se emplea la
equivalencia enarmónica. (Sin la suposición del temper~mento_ igual ,Y
?~
••
las medidas? ta equivalencia enarmónica, no exis_tiría. un, círculo _qumta~, .smo mas
Examinemos de nuevo la serie armónica del ejemplo A-2. Una propie- bien una espiral de quintas, lo que 1mphcana la pos1b1hdad teonca de ar-
dad que puede haber escapado a nuestra atención es que los intervalos maduras con infinitas alteraciones.) . .
entre armónicos adyacentes se van haciendo cada vez más pequeños, o al Un pequeño cálculo demuestra que la proporción de la qumta Justa
••
pequeño que 1,2599... , ligeramente más grande que 1~ tercera mayor de la sene armóni-
ejemplo, la distancia entre Do y Re es, como sabemos, una segunda mayor, ca, 1,25. Un ejercicio útil para el estudiante, con la ayuda de una calcula-
y la distancia- entre Re y Mí también es una segunda mayor. Así, existe dora de bolsillo sería calcular todos los factores temperados Y compararlos
una desigualdad entre la serie armónica que podemos generar y escuchar con las propor~iones interválicas de la serie armó~ica, así co~? con los 1
•• ciones interválicas con las del temperamento igual, para ver cómo estos
sistemas eran sólo parcialmente satisfactorios, incluso en su tiempo; las des-
cripciones de estos sistemas se pueden encontrar en diversos diccionarios
'· música. Las desigualdades y las carencias que hemos estado discutiendo
quizá sea asunto más apropiado para la filosofia de la músíca. El sistema
temperado, tan diferente de la naturaleza, es un símbolo de todo el arte
•• de música y en la mayoría de los tratados de acústica musical. musical; más que cualquier otro, la música es el arte artificial por excelen-
cia, la creación de la mente humana .
•••
Dificultades
•••
gran medida a nuestras necesidades musicales. Por tanto, es lógico pre-
guntar: ¿cómo percibe en realidad el oído los intervalos «puros» en oposi-
ción a los temperados?; lcómo hace, por ejemplo, un cantante o un intér-
prete de un instrumento de afinación variable, como el violín o el trom-
bón, para afinar las notas que produce?; lel intérprete imagina y produce
••
dental ha escogido estas relaciones particulares basadas en doce alturas por
octava? (Debemos recordar que en todo este libro hemos ignorado por com-
pleto, por la simple razón de que está dirigido a la práctica occidental, el
amplio repertorio de afinaciones no temperadas y desiguales propias de la
•• música no occidental.)
No hay respuestas sencillas para estas cuestiones. Después de muchos
años de investigación psicoacústicas no se han obtenido resultados que no
••
y que en cualquier caso no son producto del azar. Además, estas preferen-
cias pueden ser muy diferentes incluso para los mismos músicos cuando
los sonidos medidos están generados con sintetizadores electrónicos. Lo
que es evidente, sobre todo, es que el músico intenta solucionar los pro-
t
•
en -,,,we en •••lilillilill.....a••••••.. •••-------..a
••
•• EJERCICIOS ESPECIALES
•• Apéndice 2
6. Las ligadufas se emplean para indicar melismas, es decir, más de
una nota por sílabas del texto. Se sobreentienden, y por tanto están
omitidas, en los melismas de dos corcheas sucesivas. Sólo se deben
••
utilizar pausas en los puntos indicados, y en ese caso en todas las
voces .
Ejercicios especiales Los ejercicios de este tipo, de los cuales no es dificil preparar otros
-.--
¡
J\ 11 ' ' 1 10 l 1 1 1 1 r.,.
-
••
notas. El objetivo específico de cada ejercicio no es volver a colocar las
notas originales (aunque este podría ser uno de los resultados posibles),
sino más bien idear una solución coherente y satisfactoria, aplicando un
V 1
IJ !.._f
.r, 1
••
razonamiento deductivo y los principios de armonía y conducción de las
voces, al tiempo de ejercitar la propia intuición musical. Después de que el
estudiante haya acabado cada ejercicio, puede comparar su resultado con
el original de Bach y evaluar las diferencias entre los dos.
. ~
J"J -
••
Utilizar continuas en el bajo, excepto donde se indique otra cosa.
A estos ejercicios se aplican las siguientes indicaciones:
l. Todas las frases están en compás de cuatro, algunas con anacrusa. 2. Coral núm. 256, Freu' dich sehr, o meine Seele
••
3. Las melodías de los corales están compuestas en su mayoría con
valores de negra; se pueden incorporar algunas corcheas, y algunas
blancas en las cadencias, pero en ningún caso valores más peque-
ños que la corchea.
••
3. Coral núm. 263, Jesu, meíne Freude
4. Todas las duraciones que aparecen aquí se corresponden con las
originales. Por tanto, una negra debe interpretarse como un par de
corcheas ligadas, en una escritura sintética. No se utilizan notas con
¡~
r,..
/l JI r1 l.
r.-,
.. " 11 : 1
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1
- (~)
6
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6
4
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••
•• INDICE DE EJEMPLOS MUSICALES
••
das, 26-3
Orgelbüchlein, núm. 37, Vater unser im Him- op. 53 («Waldstein»), S-28, 12·5
op. 57 («Appassionata»), 27-17
Índice de ejemplos musicales melreich, 7-7
Par/ita núm. 1, Priilud/um, 18-12
Preludio y fuga en la menor para órgano,
op. 81a (c(Das Lebewohl»), 18-11
op. 90, 26-4
•• ('
19-14
Pasión según san Mateo, 7-13, 8-16, 16-12
Sonala para flauta sola, 7-23
Sonata núm. J para vio/in solo, 23-17
op. 101, 11-24
op. 106 («Hammerklavien>), 20-4, 26-18
op. 110, p. 256
Tríos para piano, violín y celo:,
••
Este índice localiza todos los ejemplos musicales de este libro que son citas de Invención a rres partes núm. JJ, 23-7 op. 1~ núm. 3, 26-14, 20-1
obras musicales; también proporciona las fechas de nacimiento y muerte de los El clave bien temperado, libro !: op. 91 («Archiduque»), 7-26
compositores. Para las obras de Schubert, los números ((D.)}, que hacen referencia Fuga núm. l (Do), 12-8 Cuartetos de cuerda:
Fuga núm. 4 (doll), 11-28, 19-9 op. 18, núm. 1, 17-10, 22~1
al catálogo temático de Otto Erich Deutsch, pueden -ser útiles si el lector desea Fuga núm. 18 (solll), 20-14 op. 18, núm. 2, 10-7, 11-8
••
nes editadas. Las sonatas para piano de Haydn están indicadas por los números de 25-17 Trío de cuerdas: op. 3, 8-33
calálogo de Hoboken. Los números (<K.>i del catálogo de Kochel de las obras de Preludio núm. 11 (Mi), 7-25, 16-20 Slefonías:
Mozart se emplean tan a menudo que además de aparecer en este índice también Preludio núm. 24 (si), 8-20 núm. 1, op. 21, 7-1, 13-1S, 16-2
El clave bien temperadu, libro 11: núm. 2, op. 36, 6-27, 2S-S
se incluyen en el texto principal del libro. Resultará útil para el estudiante familia- núm. 3, op. SS ((<Heroica»), 13-8, 14-21,
••
Fuga núm. S (Re), 8-40, 24-4
rizarse con estos recursos bibliográficos, ya que son de uso extendido en bibliote- Fuga mlm. 9 (Mi), 11-1 20-9, 24-8, 2S-16, 26-21
cas y en obras especializadas y, excepto en el caso de las obras de Bach, el catálo- Preludio núm. 1 (Do), 8-42 núm. S, op. 67, 5-15, 5-17, 27-5
go indica un orden cronológico. El número de opus, proporcionado por el com- Preludio núm. 6 (re), 4-4 núm. 6, op. 68 ((<Pastoral»), 19-20
Preludio núm. 9 (Mi), 24-39 núm. 7, op. 92, 18-18, 23-34, 25-19
positor o por el editor, con frecuencia es de poca confianza; Erlkiinig, op. i
••
Preludio núm. 12 (fa), 16-11 núm. 8, op. 93, 11-6
de Schubert, por ejemplo, es el D. 328, y su Gretchen am Spinnrade, op. 2, es el Balakirev, Mily Alexeyevich (1837-1910) núm. 9, op. 125, 6-29, 10-28, 19-4, 24-10,
D. 118. Slefonía núm. /, 30-6 14-34
Bartók, Béla (1881-1945) Variaciones sobre un tema de Sa/ieri, WoO
73, p. 211
••
El castillo de Barbazul, 31-16
Concierto para piano núm. 2, 31-33 33 Variaciones sobre un vals de Diabel/i, op.
Albéniz, Isaac (1860-1909) /lerzliebster Jesu (núm. I05), 4-9 Sonala para d_os pianos y percusión, 31-27 120, 12-10
Iberia, libro 1: núm. 3, Curpus Christi en Se· Jes11, der du meine Seele (núm. 369), 8-4 Sonata, 31-38 Concierto para violtn, op. 16, S-11, 11-20
villa: 31-65 Jesu, mm sei gepreiset (núm. 11), 10-1S, Suite, op. 14, núm. 4, 31-20, 31-3S Sunatas para violín:
••
Bach, Johann Sebastian (1685-1750) 22-4 El príncipe de madera, 31-S3 op. 12, núm. 2, 8-18
Conr:iertos de Brandemburgo: Nun komm, der lleitfen lleiland (núm. Beethoven, Ludwig van (1770-1827) op. 30, núm. 2, 24-23
IIÚ/11, I: 31-61 170), 18-3 Afia ingharese, Qua.si un Capricciu, op. 129, op. 47 («Kreutzeo>). 18-14, 19-2
núm. 3: 8-7 Nim lub' mein' See/', den Herren (núm. p. 288 Berg, Alban (1885-1935)
núm. 4: 11-29 268), 17-12
••
Andame en Fa (<<Andante favori»), WoO 51, lu/u, 31-36
Corales: Valer unser im llimmelreich (núm. 47), 14-22 Füef Orchesterlieder nach Ansichlkarten-
Ach Gou und Jlerr (núm. 279): 19-8 4-10 Fantasía coral, op. 80, 14-13 Texren von Pete, Altenberg, op. 4, núm.
Ach wie jlüchtig, ach wie nichJig (núm. Werde mumer. mein Gemii1e (núm. 350), Fide/io, op. 72, 28-18 2, 32-10
48), 5-31 S-14, l!H2, p. 181 Obertura leunura núm. J. op. 72, 7-18 Sonata para piano, op. I, 31-26
••
Al/e Me11schen müssen slerbe11 (núm. 153), Wie ~-chii11 leuchtet der Murgenstem (núm.
l.•
Obertura de Fidelio, op. 72, 8-43 Cuarteto de cuerdas, op. 3, 31-19
15-9 278), 19-7 Concierto para piano: Tres piezas para orquesta, op. 6, 31-26
An Wasse!flüssen Babylu11 (núm. 5), p. Partita coral, O Gol/, dufrommer Gol/, 28-38 núm. 1, op. 15, 6-14 Cuncierto para vio/in, 32-12, 32-13
ISO Preludio coral, Me/ne Seele erhebt den J/e- núm. 3, op. 37, 4-3, 24-5 Wozzeck, ll-14, 31-60
Au.r meines llerzens Grumle (núm. 1) rren, 21-17 núm. 4, op. 58, 18-15 Berlioz, Hector (1803-1869)
11-7 ' Concierto para clave en re menor, 7-1S Sana/as para piano: Requiem, 30·8
Christus ist erstanden (núm. 200) 14-7 Suite francesas: op. 2, núm. 1, 8-26, 16-18 Nuits d'ité, op. 7, núm. 4, 10-16
Ein'.Jes/e Burg (núm. 20), 6-35 ' núm. 1, 4-5 op. 2, núm. 2, 11-12, 24-31 Slefonia fantástica, 1-5, 8-11, 20-18, 23-9,
Es 1st das Hell uns komme11 her (núm. 4) núm. 3, 14-S op. 2, núm. 3, 6-12, 13-12 30-18
,.l.••
21-tO ' núm. S, 23-22 op. 7, 8-23, 20-6 Berwald Franz (1796-1868)
Es ist genug (núm. 216), 16-17 Fughetla sobre Dies sind die heil'gen zeh11 op. 10, núm. I, 20-3 Sinfo~ía núm. 5 («Sinfonie Singuliere»),
Go11 sei uns gniidig (núm. 320) 14-4 Gebot' (BWV 679), 30-1 op. 10, núm. 3, 8-3, 21-27 20-8
/lerzliebster Jesu (núm. 59). 23~14 Magnificar en Re mayor, 6-23, 7-6, 17-18 op. 13 («Patética»), 5-27, 7-8, 8-29, 10-22, Bizet, Georges (1838-187S)
llen/Jebster Jesu (núm. 78), 6-40 Misa en si menor: 15-26, 18-9 L 'Arlesienne, suite núm. 1, 8-28, 28-4
op. 14, núm. l, 26·20 l'Arlisienne, suite núm. 2, 16-26
1.
••
•• 538 ÍNDICE DE EJEMPLOS MUSICALES
••
Cam1tr1, acto 1, 5-3
Borodin Alexander Porfiryevich (1833-1887) op. 30, núm. 4, 19-17 Suite be,gamasque, núm. 3, Clair de /une, Sinfonía española para violín y orquesta, op.
Danz;s po/ovtsianas de El príncipe lgor, op. 56, núm. 3, 24-11 30-14 21, 24-13
23-35 or. 59, núm. 3, 20-12 Dvorák, Antonin (1841-1894) Liszt, Franz (1811-1886)
Cuarteto de cuerdas núm. 2, 18-17 Nocturnas: La bruja del mediodía, op. !08, 31-64 Si,¡fonía Fausto, 16-15, 28-13, 28-32
•• Sínfonía núm. 3, 30-5 op. 27, núm. 1, 28-16 Danza eslava, op. 72, núm. 3, 3-S Estudios de ejecución trascenden/a/ según Pa-
Bourgeois, Louis (ca. 1510-ca. 1561) op. 37, núm. 1, 3-35 Si,¡fonía núm. 9, op. 95 ({(de! nuevo gonini, mim. 6, 18-10
O/d Hun,lredth, pp. to, 39 op. 48, núm. 1, 12-7 mundo»), 11-9, 23-39, 24-37, 30-9 Vals de Meflsto núm. /, 31-29
Brahms, Johannes (1833-1897) op. 48, núm. 2, 27-12 · Erhalt uns, Herr. bei deinem Wort, p. 67 Concierto para piano. núm. 2, 28-21
op. 62, núm. 1, 5-26 Fauré, Gabriel (1845-1924) Sonara paro piano, 24-35, 28-11, 28-3 t
••
Bofadas:
op. 118, núm. 3, 13-4, 22-11 op. 72, núm. 1, 24-16 lmpromptu núm. }, op. 31, 30-27 Les Preludes, 8-12
Caprichos: Concierto para piano en fa menor, op. 21, Nocturne núm. 6, op. 63, 30-16 Mahler, Gustav (1860-1911)
op. 76, núm. 8, 28-35 7-9 Pe//éas 'et Mélisande, música incidental, Das lied votr der Erde (1907-1910), 30-30
Un réquiem alemán, op. 45, 16-19, 19-22 Sana/a para piano núm. 3, op. 58, 11-31 30-20 /ch atmet' einen linden Dufl (1902), 19-19
••
!ch sche/1 mein Hom ins Jammertal. op. 43, Polonesas: Frank, César (1822-1890) Sinfonías:
núm. 3, 3-36 op. 40, núm. 1, 6-24 Quinteto con piano, 24-28, 28-37 núm. 1, 30-23
In srifler Nacht, 23-29 op. 40, núm. 2, 27-23 Preludio, aria y fino/, 17-27 núm. 3, 31-51
lntermezws: Preludios: Preludio, coral y fuga, 28-37 núm. 4, 30-24
••
op. 116, núm. 6, 28-30 op. 28, núm. 6, 26-17 Sinfonía. 6-33, 11-11, 17-15, 22-14, 24-19, núm. !O, 31-42
op. 117, núm. 2, 8-34, 23-4, 27-10 op. 28, núm. 8, 7-17, 8-25 27-8 Mattheson, Johann (1681-1764)
op. 117, núm. 3, 11-12, l0-11 op. 28, núm. 9, 28-29 Goudimel, Claude (ca. 1510-1572) Gigue, 23-12
op. 119, núm. 1, 24-41 op. 28, núm. 13, 24-36 Salmo 127, On a beau sa maison bastir Mendelssohn, Felix (1809-1847)
Concierro para piano núm. 2, op. 83, 38-7 op. 28, núm. 16, 5-12 (1565), 18-1 Andante con variaciones, op. 82, 17-2
•• op. 51, núm. 2, 19-13 op. 28, núm. 23, 23-32 30-11 rano, op. 21, 11-17, 22-7
Sinfonías: Scherzos: Sonata para piano, op. 7, 23-5, 24-26 Preludio, op. 25, núm. 6, 11-5
núm. 1, op. 68, 6-8 op. 20, 27-21 Handel, Georg Friedrich (1685-1759) . Romanzas sin palabras:
••
Sonata para violín, op. 108, 6-22, 26-13 Vals, op. 69, núm. 2, 18-8 núm. 8, 15-2, 23-19 Si,¡fonías:
Valses: Vals e11 mí menor, op. rósl., 6-33 El Mesías, 11-15 núm. 3 (1,EscocesaH), 6-26, 23-20
op. 39, núm. 1, 12-4 Clementi, Muzio (1752-1832) Haydn, Franz Joseph (1832-1809) núm. 4 («Italiana»). 7-3, 15-29
Bruckner, Anton ( 1824-1896} Sonalinas para piano: Sonatas para piano: Mozart, Wolfgang Amadeus (1756-1791)
Concierro para dos pianos. K. 365, 25- t 1
••
Sinf011ias: op. 36, núm. 4, 8-45 en mi (Hob. XVl/34), 13-2
núm. 7, 16-25 op. 36, núm. 6, 10-19 en Re (Hob. XVI/37), 24-14 Eine k/eine Nachtmusik, K. 525, 14-3
núm. 9, 32-4 Copland, Aaron (1900) en Mib (Hob. XVI/38), 12-17 Fantasía, K. 397, 14-8
Casella, Alfredo (1883-194 7) Bil/y the Kid, J 1-41 en Sol (Hob. XVl/40), 11-8 Obertura de Don Giovanni, K. 527, 6-30,
Sonata núm. 2 en Do mayor para piano y Couperin, Fran~ois (1668-1733) en la b (Hob. XVl/46), 5-29 27-9
•• celo. 31-32 Piezas para clave: en Míb(llob. XVl/52), 14-18 Obertura de La flauta mágica, K. 620,
Chabrier, Emmanuel (1841-1894} libro 11: Sexto orden, Les Barricades Cuartetos de cuerda: 19-13
Obertura de Gwendoline, 30-12 mystérieuses, 8-31 op. 20, núm. 4, 23-16 Concierro para piano:
Chaikovsky, Peter llyich (1840-1893) libro III: Decimosexto orden, L '/lymen· op. 64, núm. 2, 22-18 K. 271, 12-18
••
El cascanueces, op. 71, 25-7, 8-46, 30-4 Amour, p. 219 op. 64, núm. 5 («La alondrai>), 27-16 K. 466, 16-21
Chopin, Frédéric (1810-1849) Debussy, Claude (1862-1918} op. 76, núm. 1, 21-18 K. 467, 7-11, 8-32
Baladas: Arabesque núm. /, 31-4 op. 76, núm. 3 («Emperador»), 8-36 K. 488, 6-36, 13-13, 24-29, 26-5
op. 23, 26-10 Danse Sacrée para arpa y cuerdas, 31-1S op. 76, núm. 4 («Sonnenaufgang»), K. 453, 18-16
op. 47, 27-14 la Boite ti joujoux, 31-34 15-23, 20-10, 25-14 Sonatas para piano:
••
op. 10, núm. 5, 11-21, l0-18 Nocturnos para orquesta: núm. 4, Júpiler, 31-39 K. 330, 5-25, 10-21
op. 10, núm. 6, 26-19 núm. \, Nuages, 30-28, 30-33, 31-3, Ives, Charles (1874-1954) K. 331, 7-19, 8-9
K. 332, 6-16, 16-20, 19-16, 27-7
••
op. 25, núm. 1, 7-20 31-11, 31-12
l.
Charlie Rutlage, 31-37
or. 25, núm. 4, ll-30 núrn 2, Fetes, 30-32 Janácek, leos (1854-1928) K. 333, 13-14
op. 25, núm. 8, ll-14 Prélrules, libro ! : Diario de un desaparecido. núm. 9, 31-52 K. 533, 17-8, B-37
op. 25, núm. l2, 7-10 núm. 10, La Cathédrole engloutie, 31-30 Krebs, Johann Ludwig (1713-1780) K. 576, 11-JO, 27-19
Mazurcas: núm. 2, Voifes. 31-9 Mínueto, ·19.5 Cuartelo con piano, K. 478, 10-10
op. 6, núm. 4, 12-13 Prélude a /'apres-midi d'un /aune, 31-8, 32-1 Partita núm. 6, 23-24 Rondó, K. 485, 13-7
op. 7, núm. 4, 17-13 Sonata para Jlauta, viola y arpa, 30-15 Lato, Édouard (1823-1892) Sonatas para piano a cuatro manos:
••
•••
• 540 1NDICE DE EJEMPLOS MUSICALES INDICE DE EJEMPLOS MUSICALES 541
ie
' .• •
••
K. 497, 10-6
K. 521, 27-15
Sonala para dos pianos, K. 448, 20-2
Cuartetos de cuerda:
K. 421, 10-13, 11-14, 26-5
K. 458 («La caza»), 22-13
K. 465 («Disonancia»), 10-24
Quinte/os de cuerda:
núm. 2, Vergangenes, 32-9
Tres piezas para piano, op. 11, 32-7
Cinca piezas para piano, op. 23, 32-11
Cuarteto de cuerda en re menor, op. 7, 31-7,
32-6
Schubert, Franz (1797-1828)
Andamino varié, op. 84, núm. 1, D. 823,
8-27
Schumann, Robert (1810-1856)
A/bum far die Jugend, op. 68:
núm. 17, Kleiner .Morgenwanderer, p.
231
núm. 24, Emteliedchen, 11-21
núm. 28, Erinnerung, 16-8
núm. 41, Nordisches lied, 8-24, 12-11
Albumbliitter, op. 124:
Sor, Femando ( 1778-1839)
Gran sonata, op. 22, 18-13
Strauss, Richard (1864-1949)
Ti// Eu/enspiegel, op. 28, 32-3
Stravinsky, lgor Fyodorovich (1882- 1971)
El pájaro de Juego, 31-63, 31-72
La historia del soldado, 30-34
Octeto para instrumentos de viento, 31-39,
K. 515, 26-8 Fantasía, op. 15 (,,Wanderern), D. 760, núm. 16. Schlummerlied, 16-22 31-40
••
K. 593, 21-32 12-15 A ndanle y variaciones, op. 46, p. 133 Petrus/ika, 31-18, 31-24, 31-43
K. 614, 31-62 Danza alemana, op. 33, núm. 7, D. 783, Carnaval, op. 9: la consagración de la primavera, 31-44,
Sinfonías: 13-16 núm. 1, Préambule, 6-15 31-59, 32-2
núm. 34, K. 338, 8-15 lmpromptu, op. 90, núm. 1, D. 899, 10-23 núm. 5, Eusebius. 8-10 Sinfonías para instrumenlos de viento, 31-73
mim. 38, K. 504 («Praga,>), 7-2, 7-16 lmpromplU, op. 90, núm. 4, D. 899, p. 298 Dichterliebe, op. 48: Verdi, Giuseppe (1813-1901)
••
Sonala para violín. K. 377, 7-27 Últimos valses, op. 127, núm. 15, D. 146, núm. 4, Wenn ich in deinen Augen seh', El holandés erran/e, 8-8
Mussorgsky, Modesl Petrovich (1839-1881) p. 231 17-14 Die Gii/lerdiimmerung, 28-34, 30-26
Boris Godunov, 28-28, 30-7, 30-31 Misas: núm. 12, Am feuchtenden Sommermorgen, Die Meistersinger i•on Nümberg, 10-5, 24-15,
Cuadras de una exposición, 30-3 núm. 5 en Lab, D. 678, 5-13 27-22, 28-20 24-38, 25-13, 31-25, 31-45
Canciones y danzas de la muerte, núm. 3, núm. 6 en Mib, D. 950, 24-6 liederkreis, op. 39: núm. 5, Mondnacht, Cinco poemas de Mathilde Wesendonk.
•••
Serenata de la muerte, 24-17 Momentos musicales: 16-13 núm. 5, Triiume, 23-33
Nevin, Ethelbert (1862-1901} op. 94, núm. 1, D. 780, 15-32 Novele/le, op. 21, núm. l, 16-14 Das Rheingold. 23-40, 24-7
The Rosary, 28-29 op. 94, núm. 6, D. 780, 11-13, 23-15 Phamasiestücke, op. 12: núm. 6, Fabel, Siegfried, 28-9
Osiander, Lucas ( 1534-1604) Nachtviolen, D. 752, 10-26 23-28 Obertura de Tannhouser, 16-23
••
Nun komm, der Heiden Heiland (1586}, 18-2 Niilre des Geliebten, op. 5, núm. 2, D. 162, Concierto para piano, op. 54, 21-20 Trisran und !solde, 23-38, 27-18, 28-40,
Paradisi, Domenico (1707-1791) 7-14 Cuartelo de cuerda, op. 41, núm. 3, 26-6 30-17
Sonata para piano en la mayor, 20-5 Obertura de Des Te¡ifels lustschloss, D. 84, Estudim sinfónicos, op. 13, 11-16, 27-27 Die Walküre, 20-16
Poulenc, Frands (1899-1963) 28-8 Sinfonías: Weber, Carl Maria van (1786-1826)
Mouvements perpéluels, 31-46 Obertura de Fierrabras, D. 796, 26-15 núm. l ("Primavera»}, 12-6, 23-8 Obertura de Der Freischülz, 20-13, 26-9
.
Cinco piezas para cuartero de cuerda. op. 5,
32-8
Wolf, Hugo (1860- 1903)
•• 23-21
Nauvelles Suites m!m. 2, núm. 5, La galli-
11a, 21-25
Ravel, Maurice (1875-1937)
op. 53, D. 850, 19-11
op. 120, D. 664, 11-22, 22-2
en do menor, op. post., D. 958, 14-9
en Si I> mayor, op. post., D. 960, 14-17
Scriabin, Alexander Nikolayevich (1872-1915)
Poema del éxtasis, op. 54, 31-71
Spanisches Liederbuc/i, Geistliche Lieder,
núm. J; Nun wandre, Maria, 30-21
••
Daphnis et C/1foé, 31-31, 31-48, 31-49 Rosamunda, música incidental, D. 797,
L 'Enfant et les sortileges, 31-47, 31-50 28-24
Gaspard la nuit: Schwanengesang, D. 957:
núm. 1, Ondine, 31-58 núm. 4, Suindchm. 18-5
núm. 2, le Gibet, 31-70 núm. 13, Der Doppe/giinger, 28-17
••
Rapsodie espagnole, 31-55 op. 163, D. 956, 17-16, 25-6, 27-26
Le Tambeau ,le Couperin, 31-22 Sinfonías:
Trio para violín, piano y celo, 31-56 núm. 4 (,ffrágica»), D. 417, 14-14
Valses nobles et sentimentale~ 31-68 núm. 5, D. 485, 13-to, 20-7, 21-26
Rimsky-Korsakov, Nikolay 'Andreyevich núm. 8 («Inacabada»), D. 759, 10-14,
•• (1844- 1908}
Schehtrezade, 23-36
Rossini, Gioacch i no (l 792-1868)
Obertura de Guillermo Tell 25-8
14-23, 16-16, 24-3, 27-25
núm. 9, D. 944, 5-32, 6-7, 7-24, 14-15,
14-19, 17-7, 17-9, 19-10, 25-20, 26-16,
27-24, 27-27
••
Sa1ie, Erik (1866-1925) · Vals, op. 9, núm. 3, D. 365, 13-11, p. 242
Le flls des étoiles, 31-28 Valses, Liindler y escocesas, op. 18, núm. 2,
Tres f!iezas en forma de pera, 30-19 D. 145, 16-3
Scarlan,, Alessandro (1660-1725} Winterreise. op. 89, D. 911:
Fuga en fa menor. 20· 1l núm. 7, Auf dem Russe, 14-20
••
acorde de sexta italiana (acorde de tercera y Alberti, Bajo de: 160
sexta aumentada): 404-406 alteraciones en el bajo cifrado: 82, 83
acorde de sexta napolitana: 251, 290, 291, alto, Clave de: 301, 302
392-402 altura: 4, 5
carácter de subdominante: 392, 396-398 y frecuencia de vibración: 526, 527
•• Índice de materias
dominantes secundarias de: 398
en estado fundamental: 397
modulación: 400, 401
represenJación simbólica: 392
anacrusa: 54, 200
análisis:
de acompañamientos: 279-282
armónico: 289-303
••
en resolución a la dominante: 392-397 de la melodía: 98-100, 105, 106, 134
acorde de sexta suiza (acorde de cuarta doble de piezas breves: 206-208
aumentada): 404, 405 análisis armónico; v. t. Análisis
resolución: 405, 409, 410 lectura de partituras: 301, 302
acorde de tercera, cuarta y sexta aumentada: problemas: 289-303
•
acompañamiento, Melodía y: 278-285, 297 de paso: 158, 159 acordes alterados cromáticamente: 381-391, antecedente y consecuente: 97, 203-205
acorde: 12, 507 resoluciones: 152, 155, 156, 161 418-437; anticipación: 116, 117, 297
alterado cromáticamente: 382-390, 418-438 acorde de cuarta y sexta arpegiado: 159-161 v. t. Acorde de sexta aumentada apoyatura: 112, 117-121, 297, 369-376
••
de doble función: 290-295 disminuida melódicas: 433, 434 por cuartas: 481, 482
de dominante secundaria: 243-263, 269-272, acorde de novena invertido: 497, 498 ritmo armónico: 384-386 de dominante: 53-56, 61-63, 429, 453-455
307-310, 224, 338, 339, 367, 368, 397, 398, acorde prestado: v. Dominantes secundarias acordes apoyatura cromáticos: 429, 430, 499, sin función de dominante: 342-361
401, 402, 420-422 acorde de quinta y sexta de dominante: 241 500 en la melodía: 98-102
enlace: 24-26 acorde de quintas disminuida: 423, 424 acordes de doble función: 289-294 modal: 448-454
••
362-374, 497 disonancia armónica del: 234-238 y apoyaturas con resolución retardada: por quintas: 483-485
pivote: 215, 216 como dominante secundaria: 249-251 371 por segundas: 485-487
de séptima disminuida: 317-333, 343, 344, primera inversión: 241 acordes de quinta elevada y rebajada: 425- por terceras: 479, 480
472, 477 resolución irregular: 266-269 429 armonía de dominante:
de séptima de dominante: 234-247, 250, resolución regular: 238-241, 264 resolución: 425, 426 en la cadencia auténtíca: 53-56
• ••
251, 264, 266-269, 344
de séptima secundario: 334, 337, 342-361,
381, 382
de séptima de sensible: 334-336, 343
de sexta: 68
de sexta aumentada: 402-417
segunda inversión: 242, 243
tercera inversión: 243, 244
acorde de séptima mayor: 343, 344
acorde de séptima mayor-menor: 343, 344
acorde de séptima menor: 343
acorde de sexta alemana (acorde de tercera,
sobre la supertónica: 426-429
acordes de séptima disminuida: 317-333
ambigüedad tonal: 318, 328, 329
consecutivos: 327, 472, 478
definición: 317, 318
como dominante secundarias: 323
decadencia: 453-455
prolongación, ómnibus; 428, 429
como refuerzo de la tónica: 61-63
armonía estática: 189
armonía sin función de dominante: 342·
362
••
de sexta napolitana: 251, 291 392-402, 474 quinta y sexta aumentada): 404, 410, 411; equivalentes enarmónicos:· 318, 319, 328, y elemento no armónico: 343-345
de undécima: 373-375 ' v. t. Acorde de sexta aumentada 329 armonía interna: 98-102
acorde apoyatura: 120, 499-505 resolución: 405-410 inversiones: 321-323 armonía modal; 449-454
en cadencias: 166, 169, 170 174 175 acorde de sexta aumentada: 403-417 modulación: 328, 329 armonía no paralela: 477, 478
cromáti~o: 430-433, 500, 502 ' definición: 404, 405 resolución: 319, 320 armonía de las notas auxiliares: 353-357
••
seis-cuatro como: 157 modulación con: 412, 413 te: 342-362 aproximación contrapuntística: 140-143
acorde de cuarta doble aumentada: v, Acorde sobre un pedal de dominante: 501 y armonía de las notas auxiliares: 353-357 fórmulas: 144
de sex/a suiza resoluciones irregulares: 412-414 modulación: 352 y notas extrañas: 144, 145
acorde de cuarta y sexta: 151-164 resoluciones regulares: 405-410 resoluciones: 345-350 secuencias: 313
arpegiado: 159-161 acorde de sexta francesa (acorde de tercera, en secuencia: 351-354 selección de acordes: 138-140
••
•• 544 INDICE DE EJEMPLOS MUSf.CALES
INDICE DE MATERIAS
•• atonalidad: 446, 476 cfus/er. 365, 485, 507 preparación: 117 bases acústicas: 523-531
en la práctica de Schoenberg y sus discí- coma pitagórica: 527 resolución: 266
coma sintónica: 528 cromática: 4, 5, 47l, 472
pulos: 513-519 y ritmo: 194 . de cuartos de tono: 473 474
y tonalidad: 506-508 compás: 94, 95, 198; disonancia armónica; v. t. Disonancia dialónica: 3, 4 '
v. t. Ritmo armónico
••
origen: 234-238 grados: v. Grados de la escala
bajo cifrado: definición: 182 disonancia de Corelli: 117 húngara: 473, 474
alteraciones: 81-83 complementación: 9. disonancia melódica: 110 111 intervalos medidos por: 3-5
armonía para el teclado y: 81-83 conducción de las voces: 17, 18; v. t. Movi- disposición: ' mayor: 3-5
bases acústicas de la escala: 523-531 miento paralelo de los acordes de novena de dominante menor: 3, 4, 40-45, 450
••
armónicos y: 525-530 en acompañamientos: 278, 279 completos: 365-367
después de la práctica común: 458, 459, menor armónica: 41 42 44
di ficullades: 530, 531 de los factores del acorde: 16-18 menor melódica: 41:45 '
proporciones interválicas y: 526-530 462, 479 posición abierta: 17 microtonal: 473, 474
temperamento igual y: 529, 530 irregular, en acordes de séptima disminui- posición cerrada: 17 modal: 49, 50, 448-452
da: 325
••
basso co/1/inuo: 81 doble bordadura: 114 pentatónica: 469-4 71
bitonalidad: 468, 492-494 en el modo mayor: 21-39 dominante: 6, 392-396 de tonos: 471, 472
Pedal en combinación con: 492 en el modo menor: 45, 46 decimotercera de: 373, 374, 376 377 456 escala defectiva (escala pentatónica): 46
bloques de acordes: 463, 464, 476-479 en música orquestal: 285-287 como definidor de la tonalidad:' 57 ' 471
blue note: 495 reglas: 28-30, 34, 35, 296-301 efecto: v, Armonía de domina11te escala húngara: 474
••
bordadura incompleta: 113-116 en resoluciones irregulares: 264-266 en progresión a la tónica: 21, 22; v. t. escala menor natural; 3, 4, 41-44, 450
bordaduras: 113-116 de las tríadas en primera inversión: 72 Armonía de domina111e; Cadencia auté11· y armonía modal: 450
y acordes de cuarta y sexta auxiliares: 156, consonancias imperfectas: 14 tíca escalas a~tifici~les: 466, 467, 473-476
157 contigüidad: 456, 458, 466, 467; v. t. Enlace con quinta aumentada: 419-423 escalas diatónicas: 4
de acordes
••
quinta aumenlada y disminuida: 425-429 escalas menores: 3, 4, 40-45, 450
cadena de modulaciones: 221 contramelodia: 89 con quinta disminuida: 423, 424 escalas modales: 50, 51 448-453
cadencia: 96, 298, 299 contrapunto: 110, 111, 442-445, 507; v. t. Ar- escritura a cuatro parte;: 15, 16
monía; Conducción de las voces tónica en seis-cuatro como sustítuto: 152
auténtica: 53-56, 165, 166 153 ' «estilo Hollywood»: 472, 473
cadencia de la armonía de do rn inante y: a capella: 277 tríada menor: 45, 56 estratos de acordes: 463 464 476-478
•• 454, 455 cromático: 444 undécima de: 373-375 estructura armónica de ia fra'se: 197-213
como elemento de soporte de la tonalidad: de estratos de acordes: 288 dominante, acorde de tercera y cuarta de: y comienzo de la frase: 200
507 como fuente de movimiento paralelo·: 296, y enlace de las frases: 200, 201
297 · 242, 243
fórmulas: 165-180 dominante secundaria, principio: 61-63 y longitud de la frase: 198, 199
frigia: 177 entre melodía y bajo: 140-143
••
ampliación: 290-294, 507 en piezas breves: 206-208
imperfecta: 167-170 principios generales: 458, 459 dominantes secundarias: 248-263 relación antecedente-consecuente: 203-2
en las modulaciones: 216-220, 227, 228 revalorización después de la práctica acordes de sexta aumentada como: 401 y secuencia annónica: 202, 203
perfecta: 167, 168 común: 459-461 de acordes de sexta napolitana: 398 unidad y variedad: 197, 198
plagal: 170-172 ritmo: 183-186 falsa relación: 252, 253
•• rota: 174-176
semicadencia: 168-170
en tiempo débil: 173, 174
en tiempo fuerte: 173, 174
coral: 90
cromatismo: 442-446
definición: 63
extendido: 506-520
no triádico: 444, 445
importancia y definición: 248-251
resolución regular: 251
resoluciones irregulares: 269-272
en secuencias: 308-310
factores de un acorde: 12
arpegiado de: 69, 70, 92, 102, 105 110 11
115
disposición: 16
' '
••
tipos excepcionales: 177-179 duplicación: 16 falsa relación: 252-254, 495
cadencia femenina (cadencia en tiempo y relaciones tonales lejanas: 457, 458 como fuente de octavas paralelas: 295 de acordes alterados cromáticamente: 38
débil): 173, 174 . y tonalidad: 63, 64, 512-514 heterofónica: 284 en progresiones de acordes de sexta nap
cadencia masculina (cadencia en tiempo fuer- cruzamiento de las voces: 34 en la música orquestal: 285-287 lilana: 398, 399
te): 173 · cuarta aumentada, resoluciones: 236
••
de la nota de resolución: 119, 120 simultáneas: 120
cadencia rota: 174-176 cuartas: de la quinta: 27 falsa relación simultánea: 121
cadenza: 92, 156, 177 aumentadas, resolución: 236 falsa tónica: 490
de la sensible: 16, 27
cambiata: 123 en secuencia: 3 IO en la séptima de dominante: 239 figuración: 96
cambio: 228 368 · cuartas, armonía por: 481, 482 forma binaria: 206
de la tercera: 27, 69, 70
••
cambio de fundamental, y ritmo armónico: cuartas justas: 14 en tríadas en primera inversión: 69, 70 forma de sonata:
186-189 afinación con: 527, 528 modulación: 217,220,221
cambio de modo: v. /nrercambiabilitlad de superposición: 481, 482 échappée (escapada): 115, 123, 124 tonalidad: 442
modos enlace de acordes: 24-26 uso del pedal: 126-128
da capo: 203, 204
••
cambio de tono: v. Modulaciones reglas prácticas: 24, 25 forma tema con variaciones: 103-I06, 206
canción, estructura de la frase: 90-93 desarrollo de la melodía: 90, 91 entonación: 441 formas abiertas: 206
can tus jirmus: 90 diabolus in musica (trítono): 33, 490 determinación acústica: 523-531 formas cerrad as: 206
centro tonal: 473, 507 directo, movimiento: 28, 29 equilibrio de las frases: 97, 98 formas ternarias: 204, 205
casi: 516 de las cuatro voces: 34 equivalentes enarmónicos: 10, 318 Fórmulas:
•• corno elementos de soporte tonal: 506 discanto: 89 y ~~~rdes alterados cromálicamente: 323, armónicas: 58, 59
y escalas artificiales: 465, 466 disolución: 363 en la armonización de melodías: 143, ¡4.
establecimiento sin dominantes: 465-468 disonancia, acordes disonantes; v. t. Notas ex- en acordes de séptima disminuida: 318, 328 cadencia!es: 165-181
y pedales: 464, 465 trañas y entonación: 527, 529, 530 para semicadencias: 169, 170
armónica, origen: 234-238
••
chacona: 91 modulación con: 226, 227 para triadas en primera inversión: 73-80
circulo de quintas: 6, 225, 259, 441, 450 sin función de dominante: 342, 343 frase: 88-93, 97, 98
escala: 3-6, 507, 508
clave de tenor: 301, 302 melódica: 11 O, 111
~ ttrrtrtNt rt ·,itt-RW:lt«w,lliil nsw FZJ Mena:t:: f:ñ?f ·1,v--···,em#-t\ffié·f>tY.····,,z,-c··aw "'' ~ a .. ,ilf¡a¡ -~ .-..¡,,,,.~• ,.~.31. ,.¡, ... n•• , 11 . . - •.
••
•• 548
pentatónica, escala: 469
INDICE DE MATERIAS
•• período:
doble: 204, 205
y frase: 203-205
picarda, tercera: 61, 2 l 8
de la novena mayor incompleta: 337, 338
variedad: 266-269
resolución retardada: 124
apoyatum con: 120, 37 l
resoluciones: 118-120
movimiento melódico: 33
en el soprano: 26, 32
tri,1das: 16, 80
en voz interior: 33, 240, 266
séptima, Acordes de:
tercera inversión del acorde de séptima de
dominante: 243, 244
terceras: 12, 27
superposición: 479
tesis: 200
••
piezas breves: 206-209
análisis: 206-209 de apoyaturas: 117-121, 371,372, 499, 500 disminuida: 317-333, 343, 471, 477 textura de grupo instrumental: 283-285
forina: 206 de cuartas aumentadas: 236 de dominante: 234-247, 250, 251, 264, duplicación heterofónica: 284
Pitágoras: 525 ., de la disonancia: 266 266-269, 343, 344 textura homofóníca: 275-282 450
pivote, acorde: 215, 216; v. l. Modu!acw11 de las dominantes secundarias: 251, 252 estructura compara!iva: 343, 344 definición: 275 '
•• pivote, nota: 24, 25, 229, 230 ornamentales: 124, 125, 297, 298 mayor: 344 ejemplos: 278-282
poliacorde: 489-494, 498, 507 de retardos: 12 l, 122 mayor-menor: 344 y textura polifónica: 275, 276
polifonía: J 10, 276, 277 retardo: 120-123, 297, 369-372, 374, 378; .v. t. menor: 344 textura orquestal: 285-287
politonalidad: 489-493, 507 Apoyatura secundarios: 334, 337, 342-361, 382-388 texturas: 275-288
••
serie principal: 519 ritmo: de sensible: 334-336, 344, 357, 359 de grupo instrumental; 282-285
posición abierta: 17 definición: 182 séptimo grado merior:-6;-- 7 homoíónica: 275-282, 450
posición cerrada: 16, 17 melódico: 183-186 serialismo: v. Sistema dodecafónico orquestal: 285·287
progresión armónica: '2 l ritmo armónico: !82-196 serie armónica (armónicos): 525-530 reducción: 287
de los acordes alterados cromáticamente: sexta añadida, Tríada con: 353-357, 465 vocal e instrumental: 275-468
••
y ritmo armónico: 189-191
progresión de fundamentales: 384-386 sexta aumentada (intervalo): 24, 41 O tiempo Fuerte y acorde de seis-cuatro caden-
cromática: 462 y acordes sin función armónica: 192-194 sistema de afinación: v. Entonació11 cia!: 152, 157
en el modo mayor, tabla: 21-24, 45, 46 y frecuencia de los cambios de fundamen- sistema dodecafónico: 444, 445, 517-519 tonada: 90
en el modo menor: 45, 46 tales: 186-189 sistema tonal: 49 tonalidad: 49-67
••
progresiones: v. Cadencia: Progresión armóni- e indicaciones dinámicas: 191, 192 sonido fundamental: 525 ausencia de: v. Awnalidad
ca rápido, debilitamiento de la tonalidad: 506, sonidos: 3, 4 cambios de: v. Modulaciones .
prolongación: 128 507, 510, Sil sonidos puros: 524, 525 clásica unificada versus centricidad no clá-
proporciones interválicas: 525-530 y ritmo melódico: 184-186 sonoridad vertical independiente: 462-464 sica: 508-510, 517-519
en secuencias: 306 subdominante: 7 consideración histórica: 441-446
••
proporciones logarítmicas: 526
psicoacústica: 530, 531 y textura rítmica de la música: 183, 184 acordes de séptima: 348, 349 y cromatismo: 63, 64, 512-514
roulade: 92 y carácter del acorde de sexta napolitana: definición: 49. 64, 465-468
quinta aumentada: 419-423 392, 396--398 elementos de soporte: 507
como cominante secundaria: 419-421 saltos melódicos: 27, 28. 110, 123, 124, 135 dominante de: 256, 257, 420-422 elementos supresívos: 507-514
••
en la subdominante: 419 secuencia: 202, 203, 304-316 elevada: 430 establecimiento: 53-57, 63, 64
Y1 del IV con: 419-421 de acordes de séptima secundarios: 351, en progresión a la tónica: 23, 170, 171 estática versus dinámica: 214
quinta elevada: v_ Quillla arm,entada 352 con quinta elevada: 421 niveles de: 219-221
quinta rebajada: 423 en la armonización: 312 con sexta añadida: 353-355 relaciones lejanas: 455-458, 488, 507, 508
versus atonalidad: 505-507
••
quintas: 12, 27, 419-424 ciclo de cuartas: 310 subfrase: 98, 99
afinación con: 525-527 de dominantes de apoyatura: 502, 503 submediante: 7 tonalidades vecinas: 222
aumentadas: 419-423 dé dominantes secundarias: 308, 309 acorde de séptima, elevada: 325, 326, 382, tónica: 4, S, 7
círculo de: 6, 225, 259, 441, 489, 490 grado de transposición: 307 430, 431 acordes de séptima: 345, 346
directas: 30-32 longitud: 306 acordes de séptima: 349, 350, 382-388 falsa: 490, 491
•• disminuidas: 423, 424 moddos iniciales: 304, 305 dominante de: 258 secundaria: 249
elevadas y rebajadas: 425-429 modulan te: 221. 307, 310, 311 del modo menor: 51 con sexta añadida: 355-357
justas, superposición: 483-485 no modulante: 307, 351, 352 rebajada: 432 tonícalización: 62, 63, 249
quintas, Armonía por: 483-485 práctica al piano de: 312, 313 subtónica: 7 y modulación intermedia: 219-221
ritmo armónico: 306 superposición: 33, 34 tonos, escala: 471-473
••
quintas paralelas: 29, 30, 296-300, 458-460
después de la práctica común: 459, 460 semi-: 203, 306 supertónica: 7 transposición: 202, 203
prohibición: 29 secuencia regular: 202-204 acorde disminuido con séptima: 358 en secuencias: 306, 307
usos excepcionales: 296-300 secuencia tonal (secuencia no modulante): acorde de séptima, elevada: 325, 326 en el sistema dodecafónico: 519
«quinto sobre el primero»: 121, 429, 430 306, 307, 351, 352 acorde de vigesimoséptima: 480 triada: 12-20
•• segunda inversión: 13 acordes de séptima: 345, 346, 382-388 aumentada: 13, 471-473
reducción analítica: 99, 279, 287 de acordes de séptima de dominante: 242, dominante de: 254, 255 disminuida: 13
reducción de una textura: 287 243 como dominante de la dominante: 52 sobre los grados de la escala: 12, 13
reglas: 28-30, 34. 35, 396-301 de tríadas: 151-161 elevada: 430, 433, 434 mayor: 13, 15
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reglas prácticas del enlace de acordes: 24-26 segundas, Armonía por: 485--487 con quinta elevada y rebajada: 426-428 menor: 13
relaciones tonales lejanas: 489, S07 segundas, superposición: 485-487 rebajada: v_ Acorde de sexta napolitana en modo mayor: 14, 15
y ampliaciones de la práctica común: semicadencia: 151-170 en modo menor: 43-45
455-458 semisecuencia: 203, 204, 306 teclado: sin quinta: 26, 27
y cromatismo: 456, 457 semitono: 8 bajo cifrado: 82, 83 de sensible: 15, 16
•• relativo mayor y menor, relaciones: 61-63 sensible: 6, 495 ejemplos de texturas armónicas para: 280- con sexta añadida: 353-358
resolución irregular: 241, 264-274, 507 acorde de séptima de: 334, 337, 351 282 tipos: 13
de acordes alterados cromáticamente: 387 en el acorde de séptima disminuida: 318, secuencias: 312-314 triadas disminuidas: 13, 411
de acordes de séptima disminuida: 324-327 319 tema: 87, 88 triadas en primera inversión: 13, 68-81, 167
•• de acordes de sexta aumentada: 411, 413 duplicación: 15, 16, 27 temperamento igual: 441, 529-531 241
definiciones: 264-266 función: 52 tempo y ritmo armónico: 187, 189 en cadencias imperfectas: 167
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•• 550 INDICE DE MATERIAS ..---l¡
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conducción de las voces: 72 unísonos: 9
consecutivas: 72, 73 paralelos: 29
duplicación: 69, 70
efecto general: 70, 71 variación melódica: 103-106
empleo: 73-80 variaciones de un tema: 103-I06, 206
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trino: 103 variedad y estructura armónica de la frase:
trítono: 32, 33, 489, 490
197, 198
vecinas, tonalidades: 222
unidad y estructura armónica de las frases: voces: 15
•• 197, 198
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