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Johnny.- A huevo.
(Eusebio se queda pensativo mirando hacia el cuarto contiguo. Johnny vuelve a su celular.
Una enfermera de veintitantos entra al cuarto contiguo, que Eusebio no ha dejado de
mirar.)
Eusebio.- ¡Johnny¡
Eusebio.- ¡Voltea!
(Largo silencio, solamente interrumpido por las vibraciones intermitentes del celular de
Johnny. La enfermera sale del cuarto y camina hacia el pasillo.)
Eusebio.- ¡Niño!
(Johnny va al pasillo, voltea a un lado, no ve nada, voltea al otro, se dirige hacia allá de
una carrera. Eusebio percute los dedos contra el buró. Johnny regresa corriendo.)
Eusebio.- (Toma las píldoras de mala gana y las mete en el frasco de su buró, que está
lleno de píldoras iguales.) Si serás… Muchacho, ¿Cuántas novias has tenido?
Johnny.- ¿Otro?
Eusebio.- Ya hace diez años que murió tu abuela y yo me siento muy solo.
Eusebio.- Si serás cochino, chamaco. Yo lo que quiero es que me enseñes como le hacen
ahora.
Johnny.- Ora quién es el cochino. Ta bueno, nomás porque eres banda. (Johnny busca un
video en su celular y se lo pone a su abuelo. El abuelo mira atento. Se escuchan gemidos
sexuales.)
Eusebio.- Para seducir, ya después yo me las arreglo. No por nada tienes ocho tíos, baboso.
Johnny.- Por ahí hubieras empezado. Para empezar, no digas seducir, a menos que tengas
en mira a una Milf.
Eusebio.- ¿…?
Eusebio.- (Se le escapa una risita.) No, ella se lo guarda entre los pechos.
Johnny.- Su número.
Eusebio.- Si un día me presta ese celular no me lavaría las manos hasta que se me haga
costra.
Johnny.- ¡Abuelo!
Johnny.- No le vayas a decir algo así… al menos no hasta que ya hayan salido dos veces.
Si no dirá que la estás acosando, y no sé en tus tiempos, pero las cachetadas de hoy no se
borran en tres días.
Eusebio.- Empieza por ahí. ¿Cómo le hago para salir con alguien?
Johnny.- Claro que no, sólo que… va a pensar que yo soy el que quiere con ella. Si me
besa va a ser tu culpa.
(La enfermera entra al cuarto y sin siquiera voltear a verlos comienza a ordenar la
habitación. Los hombres secretean.)
Eusebio.- No sea joto y vaya por ella. (Empuja a su nieto, haciéndolo chocar con la
enfermera, a quién se le cae el celular del escote.)
Eusebio.- No todos los días tiene un hombre la fortuna de ser tocado por un ángel.
Eusebio.- ¿Le gustaría cenar esta noche conmigo? Tal vez me pueda dar unos consejos
antes de que me vaya al cielo con las de su especie.
Eusebio.- Soy una tumba… todavía en gestación, pero para fines prácticos…
Enfermera.- Sabe, siempre me han dado cierto morbo los ataúdes. (Le guiña el ojo y sale.)
(En cuanto la enfermera sale, Eusebio sonríe de oreja a oreja. Entra Johnny fingiendo que
sigue clavado en su celular.)
Eusebio.- No es necesario. (Lo tira por la ventana.) Paso numero uno: Háblales de frente,
maricón.