You are on page 1of 25

Estudios Internacionales 188 (2017) - ISSN 0716-0240 • 85-109

Instituto de Estudios Internacionales - Universidad de Chile

Cuba-Estados Unidos: la escenificación


de la diplomacia y el orden
Cuba-United States: the staging of diplomacy
and order

Dennis Sorondo Salazar*

Resumen

El restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Esta-


dos Unidos y Cuba ha sido escenificado de manera constante
desde que el 17 de diciembre de 2014, los líderes de ambos
países anunciaran el inicio del proceso. El acto final de la obra
teatral, en cambio, se produjo el 21 de marzo del 2016, con
la llegada de Obama a La Habana. A lo largo del proceso de
normalización, la diplomacia estatocéntrica ha servido para
gestionar el extrañamiento entre las partes, produciendo y re-
produciendo, a su vez, nuevos extrañamientos. De esta manera,
se ha escenificado un orden concreto, excluyendo y ocultando
toda relación diplomática que pudiera causar incertidumbre y
desorden, desplazando, en última instancia, hacia los márgenes
a los individuos.

Palabras clave: Normalización Estados Unidos – Cuba –


Diplomacia – Escenificación – Extrañamiento – Individuo.

Estudiante de doctorado en el Programa de Doctorado en Estudios Internacio-


*

nales del Departamento de Derecho Internacional Público, Estudios Internacio-


nales e Historia del Derecho de la Universidad del País Vasco-Euskal Herriko
Unibertsitatea (UPV/EHU). Correo electrónico: dennisorondo18@gmail.com.
Recibido el 12 de agosto de 2016. Aceptado el 17 de julio de 2017.

85
Estudios Internacionales 188 (2017) • Universidad de Chile

Abstract

The restoration of the diplomatic relations between the United


States and Cuba has been staged constantly since December
17, 2014 the leaders of both countries announced the begin-
ning of the process. The final act of the play, however, it has
happened on 21st March 2016, with the arrival of Obama
to Habana. Throughout the process of normalization, the
estatocentric diplomacy managed the estrangement between
the parties, producing and reproducing, at the same time, the
new strangeness. In this way, it has been staged a particular
order, excluding and hiding any diplomatic relationship that
may cause uncertainty and disorder, displacing individuals
towards the margins, as a last resort.

Keywords: United States Normalization – Cuba – Diplomacy


– Staging – Estrangement – Individual.

86
Dennis Sorondo Salazar
Cuba-Estados Unidos: la escenificación de la diplomacia y el orden

«El escenario está listo», infor- las relaciones diplomáticas (Eisen-


maban en vivo desde el Gran Teatro hower, 1961) entre ambos países.
de La Habana Jasmine Coleman y Durante este proceso de «reconci-
Ashley Gold, periodistas de la BBC liación», cada uno de los pasos ha
el día 22 de marzo del 2016, a las sido escenificado y representado
14.20 horas. Las banderas de Cuba mediante la diplomacia, creando
y Estados Unidos formaban el atre- y reproduciendo órdenes que legi-
zo. El público, tanto en vivo como a timasen, a su vez, una concepción
través de las cámaras, aguardaba la estatocéntrica de la misma. De esta
aparición del actor principal. Media forma, todo elemento externo, sus-
hora más tarde, y tras cumplir con ceptible de crear desorden, ha sido
la ceremonia de bienvenida, hacía excluido del proceso y toda relación
acto de presencia Barack Obama, que traspasase el marco estatal ha
Presidente de Estados Unidos, quien quedado subordinada y limitada.
afirmaba que Cuba y Estados Uni- Para disminuir las situaciones
dos han sido «como dos hermanos de desorden y desestabilización que
que han vivido separados durante pudieran surgir a raíz del proceso de
años». A las 16.02 horas, Obama normalización, los actores estatales
daba por finalizado el discurso ante –Estados Unidos y Cuba– han pues-
los aplausos del público presente y to en marcha la carga simbólica
la atenta mirada de Raúl Castro, adscrita, en este caso, a los procesos
Presidente de Cuba. diplomáticos para disminuir el rol
La visita de Obama a Cuba, que que pudieran cumplir aquellos ac-
se iniciaba un día antes, cerraba tores no estatales, creando un orden
de modo simbólico la representa- simbólico y material, y limitando
ción1 del restablecimiento de las de esta forma el potencial creador
relaciones diplomáticas que dieron que posee el concepto de desorden2.
comienzo el 17 de diciembre de Por lo tanto y con la intención
2014. Más de medio siglo había de problematizar el proceso de nor-
transcurrido desde que el 3 de enero malización y el restablecimiento de
de 1961 el entonces Presidente de las relaciones diplomáticas puestas
Estados Unidos, Dwight D. Eis- en marcha por parte del gobierno de
enhower, declarara la ruptura de Cuba y Estados Unidos, durante este
trabajo analizaremos las relaciones
1
La actividad representacional actúa
de dos formas distintas: re-presenta-
ción, en el primer caso y re-presenta- 2
Para profundizar en la relación entre
ción, en el segundo. Re-presentación el orden y el desorden y el potencial
enfatiza el carácter constructivo de la creador del último, véanse los trabajos
representación; re-presentación, el de George Balandier (1994, 2013),
carácter reproductivo (Ibarra, Ilya Prigogine (1984) o Neil Harrison
Txakartegi, 2016: 13). (2006).

87
Estudios Internacionales 188 (2017) • Universidad de Chile

bajo el topos del theatrum mundi. de las relaciones diplomáticas a


Como afirma Erik Rignmar (2010: través de las representaciones que
2), «después de todo, todas las so- han tenido lugar desde el inicio de
ciedades –tanto las domésticas como las conversaciones. Por otro lado,
las internacionales– proporcionan la representación, como acto de
marcos cuasi-teatrales, donde los producción y reproducción, nos
actores sociales actúan en base a permitirá problematizar la visión
roles delante de varios públicos». estatocéntrica de la diplomacia, pues
Como lo argumentaremos, estos el Estado, a lo largo de la historia,
performances tienen tanto una fun- raras veces ha obtenido el monopo-
ción pedagógica como constitutiva. lio de la misma. De la misma forma,
El antropólogo y sociólogo fran- las representaciones teatrales nos
cés Georges Balandier (1994: 15) permitirán problematizar los con-
establece un paralelismo similar al ceptos, en principio antagónicos, de
afirmar que, «tras cualesquiera de orden y desorden. Se afirmará que
las disposiciones que pueda adoptar la diplomacia estatocéntrica pro-
la sociedad y la organización de los duce y reproduce representaciones
poderes, encontraremos siempre con los que jerarquizar, ordenar y
presente, gobernando entre basti- definir conductas sociales en base a
dores, a la ‘teatrocracia’. Es ella la una clasificación donde el dualismo
que regula la vida cotidiana de los orden-desorden se instrumentaliza.
humanos, viviendo en colectividad: De esta manera, los Estados estable-
el régimen permanente que se impo- cen un orden estatocéntrico concreto
ne a la diversidad de los regímenes y subvierten todas aquellas conduc-
políticos revocables y sucesivos». tas sociales y relaciones clasificadas
De igual forma, Costas Constan- previamente como desordenes, in-
tinou (1996: 101), en su trabajo On tentando restablecer el monopolio
the way to diplomacy, establece una sobre la práctica diplomática.
relación directa entre el concepto Por último, y sin la pretensión
griego de theatron y la diplomacia. de realizar un trabajo normativo, se
Durante la era Bizantina, por ejem- analizará la posibilidad de incorporar
plo, la performance dramática y la la potencialidad del individuo como
teatralización de la escena política actor diplomático para trascender las
y diplomática fueron orquestadas fronteras y el marco de la diplomacia
para que narraran las historias y la estatocéntrica. El individuo, desde su
gloria de los imperios. subjetividad y singularidad, puede
El topos de theatrum mundi, establecer relaciones con otros indi-
por lo tanto, nos permitirá, en pri- viduos, fortaleciendo, de esta manera,
mera instancia, analizar la puesta los procesos de normalización entre
en escena del restablecimiento los países enfrentados.

88
Dennis Sorondo Salazar
Cuba-Estados Unidos: la escenificación de la diplomacia y el orden

Transcendiendo los (Cornago, 2013: 8). De esta forma,


límites de la diplomacia como menciona Costas M. Cons-
estatocéntrica tantinou en su artículo Diplomacy,
grotesque realism, and Ottoman
DIPLOMACIA historyography, la visión clásica de
(De diploma) la diplomacia ha intentado, bajo el
1. 1. f. Ciencia o conocimiento pretexto de la ciencia, sedar y ador-
de los intereses y relaciones mecer la diplomacia bajo teorías
de unas naciones con otras. solemnes sobre ritos epistémicos
2. 2. f. Servicio de los Estados y contemplaciones piadosas, asu-
en sus relaciones Interna- miendo que no se puede parodiar,
cionales. anecdotizar y teorizar al mismo
3. 3. f. coloq. Cortesía aparen- tiempo (Constantinou, 2000: 213).
te e interesada. En este ensayo se intentará aunar
4. 4. f. coloq. Habilidad, saga- ambas acepciones. Por un lado, se
cidad y disimulo. analizará la diplomacia como insti-
tución y «como sistema que regula
Fuente: Real Academia Espa- las interacciones y la comunicación
ñola. oficial entre los Estados mediante
procedimientos, rutinas, normas y
Según la Real Academia Españo- leyes», pues mediante esta forma
la, la diplomacia se puede entender la diplomacia estatocéntrica oculta
desde dos campos semánticos dife- otro tipo de relaciones y actúa como
rentes. En primer lugar, se refiere a rayson de systéme, produciendo y re-
aquellas relaciones internacionales produciendo mediante las represen-
que llevan a cabo los Estados y las taciones un ordenamiento concreto.
naciones y, en una segunda acep- Por otro lado, «la metáfora de la
ción, toma el significado de carac- escena del theatrum mundi, que fue
terísticas en apariencia humanas, una forma común de darle sentido
por tanto, externas a la figura etérea a la interacción social a principios
e impersonal del Estado o nación. de la Edad Moderna» (Rignmar,
La palabra, como la mínima 2010: 11), nos permitirá analizar
expresión dotada de significado del las relaciones diplomáticas entre
lenguaje, es una fuente de poder. Cuba y Estados Unidos al nivel de
Luego, el uso y desuso que se haga los individuos, es decir, de aquellos
de esta condicionará la percepción actores que hablan en nombre y a
y la visión del mundo que adopte través del Estado.
cada individuo. En el campo aca- Tras los Tratados de Westfalia
démico, la acepción estatocéntrica de 1648, el Estado emergió como
ha prevalecido sobre la individual el único actor soberano constreñido

89
Estudios Internacionales 188 (2017) • Universidad de Chile

exclusivamente por las acciones de lidades (Rodríguez, 1995:102).


otros Estados (Rignmar, 2010: 11). En la sociedad actual la existencia
El sistema internacional, a su vez, individual se conforma mediante el
se convirtió en un gran teatro mun- reconocimiento ajeno. El individuo
dial, donde los Estados componían y –en el campo teatral– el actor, no
una compañía teatral, en el que las son tales sin el beneplácito del pú-
actuaciones se regían por normas y blico, por lo tanto, la presencia en
leyes; las diplomáticas entre otras. los medios y la ocupación de la es-
En la actualidad, la metáfora toma fera pública se hacen indispensables
más relevancia que nunca, pues en para aquel que quiera realizar una
la era de la información y la comu- demostración dramática y teatral
nicación, donde toda relación está del ejercicio de poder (Rodríguez,
«mediatizada por las imágenes» 1995: 102). El espacio público se
(Debord, 1967), las escenificaciones convierte, por tanto, en el escenario
y las representaciones diplomá- dramatúrgico donde se desarrollan
ticas construyen y reconstruyen las relaciones diplomáticas entre
versiones-mundo ordenadas (Iba- actores interestatales.
rra, Txakartagi, 2016: 20). En ellas Los telediarios ofrecen conti-
toman un protagonismo relevante nuamente información cotidiana
los líderes políticos. del ejercicio que desarrollan los
Mediante las relaciones diplo- políticos. Estos, a su vez, ofrecen
máticas directas e individuales, ruedas de prensa a través de las
los líderes políticos personifican pantallas, convirtiendo al periodista
de manera simbólica los Estados, en un consumidor de información
por lo que la diplomacia actúa más. Los grupos terroristas rei-
continuamente en el plano estatal vindican su lucha y las acciones
e individual, con lo cual las dos mediante la imagen audiovisual.
acepciones antes presentadas se Las manifestaciones se llevan a
muestran indisociables. cabo en los centros neurálgicos de
las ciudades, acaparándose de esta
forma del simbolismo y de la rele-
La representación vancia que ofrecen dichos lugares.
diplomática por escenas La acción política, por tanto, busca
la teatralidad de la misma para
En la actualidad, la presencia que esta tenga una mayor difusión
de los actores políticos en la esfera mediática, haciendo que la realidad
mediática es continua, pues estos sea, más que nunca, una realidad
existen únicamente en el momento creada y difundida al público me-
en que se realiza la representación diante códigos dramatúrgicos. La
pública de su existencia y sus cua- simulación predomina (Braudillar,

90
Dennis Sorondo Salazar
Cuba-Estados Unidos: la escenificación de la diplomacia y el orden

1987), la teatralidad toma terreno relevancia por sí solas, cabe desta-


y la realidad se disfraza detrás de car el predominio de los símbolos
la imagen proyectada al público. durante estos procesos. En el caso
Las herramientas lingüísticas no que nos concierne, se debe subrayar
son suficientes para la diplomacia la presencia de las banderas. Las
(Cohen, 1987: 7), pues hoy día los banderas, como bien afirma Turner,
actores políticos deben ser intérpre- son símbolos clave, pues condensan
tes de la televisión. «La imagen es el múltiples significados y sentimien-
mensaje» (Cohen, 1987:7). tos. Su sacralidad, no obstante,
La diplomacia de la cumbre, viene marcada por el contexto. De
acuñada en su día por Winston Chur- esta forma, mediante el ritual de
chill, elevó las relaciones directas la izada de las banderas, ambos
entre los mandatarios hasta la cima, países unieron, constantemente, el
posicionando las demás relaciones di- pasado, el presente y el futuro. En
plomáticas por debajo de esta. Como el caso cubano, la bandera izada
afirma Jan Melissen, las «cumbres fue la misma que se arrió el año
diplomáticas no son únicamente la 1961, tras suspender las relaciones
expresión de los lazos directos entre diplomáticas bilaterales. En el caso
los líderes y su gente: el líder político estadounidense, a falta de la ban-
es también percibido como el jefe dera, fueron las mismas personas
diplomático elegido» (2003: 13). que en su día arriaron la bandera
En cuanto al restablecimiento las responsables de izarla de nuevo,
formal de las relaciones entre Cuba estableciendo, de esta forma, una li-
y Estados Unidos, este se materia- nealidad y un continuum con el que
lizó el 20 de julio de 2015, si bien representar un orden cuyo centro
la puesta en escena no se realizó le corresponde al Estado. Mientras
hasta un mes más tarde, cuando el tanto, los individuos quedan en un
secretario de Estado de los Estados segundo plano, como elementos que
Unidos, John Kerry, izó la bandera componen un todo, el Estado.
estadounidense en la embajada de Los actores que representan las
este país en La Habana. Anterior- escenificaciones antes mencionadas
mente, el 20 de julio, día del resta- son de vital importancia, pues como
blecimiento formal de las relaciones afirma Murray Edelman (1991: 8),
diplomáticas, Bruno Rodríguez, todo aquel actor que toma parte
ministro de Relaciones Exteriores en un acto político forma, por un
del gobierno cubano, llevó a cabo lado, su subjetividad y, por el otro,
el mismo protocolo en la embajada se convierte en símbolo para el
cubana en Washington. público, ya que «representan ideo-
Si bien la escenificación y los logías, valores o posturas morales
rituales de restablecimiento tienen y se convierten en modelos de rol,

91
Estudios Internacionales 188 (2017) • Universidad de Chile

puntos de referencia o símbolos de do y encarcelado por espionaje) y


amenaza y maldad». De esta forma, por parte de Estados Unidos de los
tanto John Kerry como Bruno Ro- «Cinco Héroes» o «Miami Fives»
dríguez y, en mayor medida, Barack (encarcelados por espionaje y cons-
Obama y Raúl Castro, como líderes piración), la exclusión por parte de
políticos de sus respectivos países, Estados Unidos de Cuba de la lista
cumplirían el papel de «atajos de los países que apoyan el terroris-
cognitivos» para los ciudadanos mo y la posterior reunión pública
(Platero, 2011: 46), comunicando entre Obama y Castro durante la
al público, mediante las escenifica- VII Cumbre de las Américas en
ciones y representaciones, ciertas Panamá, son ejemplos de prácticas
normas, valores y comportamientos políticas, de mayor o menor calado,
que producen, en última instancia, más o menos publicitados, median-
un orden concreto (Death, 2011: 7). te los que se fue construyendo un
«El término ‘líder’ evoca un marco o un contexto que facilitaría,
tipo ideal. Los altos funcionarios a posteriori, acciones de mayor
públicos tratan de construirse a calado y relevancia.
sí mismos adecuándose a él. En La relación entre lo público y lo
este sentido, el liderazgo es dra- privado; lo publicado y lo oculto; lo
maturgia» (Edelman, 2991: 50). sublime (Neumann, 2005) y lo gro-
Los líderes políticos son, por lo tesco; lo excepcional y lo cotidiano;
tanto, los actores principales de la lo espiritual y lo mundano, se ha
escenificación teatral. El escenario, escenificado continuamente a lo
en cambio, es la parte visible de un largo del proceso de normalización.
entramado mayor. En el teatro, la El rol del Papa Francisco, quien el
escenificación es el resultado del mismo 17 de diciembre del 2014,
trabajo que se realiza anteriormen- tras la declaración del restableci-
te, en la sombra. De igual forma, miento de las relaciones mutuas
en la diplomacia estatocéntrica lo hecha de manera simultánea por
oculto y lo mostrado, lo público parte de Obama y Castro, afirmó
y lo privado, se entrelazan3. En el que se complacía «vivamente por la
caso de Cuba y Estados Unidos, la histórica decisión de los Gobiernos
liberación por parte de Cuba de de los Estados Unidos de América
Alan Gross (un contratista de la y de Cuba de establecer relaciones
Agencia de los Estados Unidos para diplomáticas, con el fin de superar,
el Desarrollo Internacional, acusa- por el interés de los respectivos
ciudadanos, las dificultades que han
3
Para conocer más en profundidad las marcado su historia reciente» (San-
negociaciones ocultas entre Estados
ta Sede, 2016), es un claro ejemplo
Unidos y Cuba (LeoGrande, Korn-
bluh, 2014). de la mito-diplomacia descrita por

92
Dennis Sorondo Salazar
Cuba-Estados Unidos: la escenificación de la diplomacia y el orden

Der Derian. El Papa Francisco, taron el equipo Nacional Cubano


dando su beneplácito y apoyo, y los Tampa Bay Rays de Estados
tanto simbólico como material-es- Unidos, ejemplifica la capacidad
tructural4, a las conversaciones y al de la diplomacia estatocéntrica de
restablecimiento de las relaciones, producir y reproducir, a partir de lo
tomó la posición de mediador entre cotidiano, subvirtiéndolo y coop-
los individuos y Dios, arrogándose tando su potencialidad, escenas de
la capacidad de discernir entre el carácter extraordinario.
bien y el mal. De este modo, el Papa Como bien afirma Leonardo Pa-
Francisco actuó como diplomático dura respecto del hecho en cuestión,
en dos planos distintos. Por un lado, «sucede que –tampoco por casuali-
en el plano horizontal, legitimando dad– estos embajadores del béisbol
las relaciones entre dos Estados y, profesional norteamericano llegan a
por otro, en el plano vertical, me- la isla justo cuando ese deporte, que
diando entre el Estado y Dios o el también es pasión y orgullo de los
Bien simbólico y, con su apelación cubanos, vive uno de sus momentos
a la ciudadanía, mediando entre más bajos en la nación caribeña,
los Estados y los individuos. El entre otras razones, precisamente
Papa, por lo tanto, de esta forma por la salida casi masiva de talentos
volvería a recuperar la función de cubanos hacia ese y otros circuitos
mediación y arbitraje, en búsqueda, profesionales, donde los más afor-
nuevamente, de la harmonía de la tunados y capaces llegan a firman
Respublica Christiana (Kerr, Wise- contratos multimillonarios y otras
man, 2013: 25). decenas sueñan con hacerlo».
Ante la escenificación de lo Es decir, todas aquellas rela-
sublime y lo excepcional, repre- ciones más o menos directas que
sentado por el Papa Francisco, pudieran surgir entre Estados
la asistencia de Obama y Castro, Unidos y Cuba, han sido descritas
durante la visita del primero a la y analizadas en el plano estatal,
isla, al partido de béisbol que dispu- como consecuencia de la visión
puramente estatocéntrica de la di-
4
La implicación del Papa Francisco y plomacia que se ha ido produciendo
de la Santa Sede fue de vital relevancia y reproduciendo tanto en el ámbito
a la hora de posibilitar el proceso de académico como en el político-
normalización. Las visitas de Obama
social a lo largo de la historia.
al Vaticano o la del Papa Francisco a
Cuba y, posteriormente, a Estados La visita reciente de las satánicas
Unidos, deben analizarse en un con- majestades, es decir, The Rolling
texto donde la Santa Sede, a través de Stones, que en su día el gobierno
su máximo representante, está recu-
cubano definió como lo vulgar, lo
perando, de nuevo, un peso político
destacable. popular y mundano, ha servido

93
Estudios Internacionales 188 (2017) • Universidad de Chile

como contrapunto a la pompa y relevante no es el hecho en sí, lo


el protocolo característicos de las fáctico, sino la apariencia, el nivel
relaciones diplomáticas estatales. simbólico, su puesta en escena. Lo
El concierto, más allá de ser una importante no es el cambio del or-
demostración del cambio que vive den, sino la apariencia del cambio,
Cuba, puede ser analizado en clave la escenificación de un nuevo orden.
diplomática, pues estas visitas son, Las relaciones diplomáticas
en gran medida, la primera relación entre los Estados se han venido
directa y sin mediación geográfica desarrollando mientras sus rela-
entre dos visiones hasta ahora ciones han estado formalmente
contrapuestas. Es decir, la relación rotas y sus respectivas embajadas
directa entre la visión capitalista e cerradas. Ahora, en cambio, cuando
individualista y la visión socialista las relaciones diplomáticas se han
y comunitaria. restablecido, Estados Unidos sigue
El desfile de Chanel en La Ha- careciendo formalmente de la figura
bana y el proyecto de filmación del embajador en Cuba, y las rela-
de unas escenas de la película ciones –pese a ser más fluidas– se
comercial Fast and Furious, son encuentran frente a impedimentos
otros ejemplos de lo mencionado legales. La ruptura, por tanto, no
anteriormente. De esta forma, las fue completa. Tampoco lo es el res-
celebridades se convierten en di- tablecimiento. A nivel simbólico, en
plomáticos, mientras los políticos cambio, tanto el alejamiento como
adoptan cada día más el papel de el acercamiento son absolutos, pues
celebridades, pues la «importancia no hay espacios intermedios.
de los media y de la opinión pública Como bien afirma Costas Cons-
en las cuestiones internacionales ha tantinou (2016), «es en este contex-
actuado como incentivo para que to donde se puede entender el nexo
los líderes políticos se muestren diplomacia-teatro: en términos no
más visibles antes sus electores» exclusivos de uso de palabras y
(Meliseen, 2003: 12). promoción de ideas, sino por el uso
La escenificación de la diploma- de símbolos e imágenes que tienen
cia, por lo tanto, da forma al orden potencial mediador, expresando y
internacional y al orden interno de glosando ideas y valores que son
los Estados en clave estatocéntrica. valorados en la cultura local o
Durante el proceso de normaliza- global».
ción de las relaciones diplomáticas, Por último, si bien el teatro
llevado a cabo entre Cuba y Esta- diplomático estatocéntrico se ha
dos Unidos, lo relevante no es el opuesto, a lo largo de la historia,
restablecimiento de las relaciones, a la entrada en escena de aquellos
sino su propia escenificación. Lo individuos o grupos sociales que no

94
Dennis Sorondo Salazar
Cuba-Estados Unidos: la escenificación de la diplomacia y el orden

hayan sido elegidos, en momentos La diplomacia


concretos y de forma excepcional, estatocéntrica frente
para formar parte de la compañía a la pluralidad
teatral, hoy en día, en cambio, «la
diplomática
pluralización de la diplomacia im-
plica, en suma, la pluralización y Para describir los orígenes de
vulgarización del régimen estético la diplomacia y de las prácticas
(Cornago, 2013: 61)». Pese a los diplomáticas, deberíamos echar la
intentos continuos por parte de los vista hasta la antigüedad. La diplo-
Estados de dividir el teatro entre la macia, en su concepción moderna y
escena y el público, arrogándose el estatocéntrica, en cambio, viene de
papel de sujetos activos, mientras la mano con el Estado moderno.
la ciudadanía ha sido relegada al Como afirma Noé Cornago (2013:
papel de sujetos pasivos, «en la era 71).
contemporánea de los high-tech La territorialización de las rela-
media, la característica principal ciones diplomáticas se consiguió a
de la práctica diplomática es la costa de silenciar diversas prácticas
pluralización y privatización de las y voces que en el pasado formaron
escenas. Ya no se trata simplemente una comprensión más amplia de la
de un espectáculo oficial centrado diplomacia como experiencia de
en el soberano y producido por encuentro y trato con la otredad.
agentes acreditados» (Constanti- Debido a este desarrollo, el signifi-
nou, 1996: 102). cado convencional de la diplomacia
Por lo que el análisis de las se vació de todo desarrollo social
racionalidades políticas que se relevante, tratándolo exclusivamen-
encuentran tras las prácticas de te como un elemento formalizado y
ordenamiento, gestión y conduc- rígido dentro de la maquinaria del
ta que se producen a través de la Estado soberano.
diplomacia estatocéntrica toma La diplomacia, por lo tanto, se
mayor relevancia que nunca a la convirtió en una institución que,
hora de comprender el proceso de más allá de regular las relaciones
normalización de las relaciones entre Estados, gestionaba y regu-
entre Estados Unidos y Cuba. laba las relaciones entre los indivi-
duos integrados en dichos Estados.
De esta forma, la diplomacia se
convirtió en doxa (Bourdiem 2014:
163), una institución cuya existen-
cia no se ha de justificar, pues no
se pone en duda en ningún mo-
mento. Debido a ello, las prácticas

95
Estudios Internacionales 188 (2017) • Universidad de Chile

diplomáticas, sus normas, leyes y la diplomacia, en mayor o menor


protocolos pasaron a formar parte medida, ha sido una herramienta al
del sistema internacional aparente- servicio de la política exterior y de
mente de forma natural. los intereses nacionales, rompiendo,
La diplomacia como mediación en algunos momentos, las relacio-
del extrañamiento entre distintos nes bilaterales de manera pública,
grupos sociales e individuos quedó pero manteniendo relaciones «ocul-
oculta bajo la diplomacia estatal. tas» donde se discutían cuestiones
De esta forma, la diplomacia vino a prácticas relevantes, pues ambos
entenderse, teorizarse y practicarse países comparten frontera y mar y,
como mecanismo de mediación y en otros momentos, escenificando
disputa entre los distintos Estados una distensión de las relaciones.
dentro de un sistema anárquico, en Más allá de la visión estato-
el que los individuos eran agrupa- céntrica, en cambio, se encuentra
dos dentro de una entidad estatal, aquella que define la diplomacia
con los límites geográficos, de iden- como «la mediación del extraña-
tidad, de valores y de pertenencia, miento entre individuos, grupos o
heredados de aquella entidad en la entidades», afirmando la pluralidad
que eran englobados. de la diplomacia ante la visión re-
Desde este punto de vista, las duccionista y monista que prevalece
relaciones diplomáticas entre Cuba entre aquellos que lo ven como una
y Estados Unidos dependerían de herramienta práctica o como insti-
una racionalidad política, cuyo tución en manos de los Estados de
objetivo último sería maximizar y manera exclusiva.
fortalecer la posición de cada Esta- A nivel individual, las relaciones
do, respetando o no normas, valores entre Estados Unidos y Cuba han
y leyes comunes. En este contexto, sido continuas. Si bien es cierto
los individuos y sus respectivas re- que el mar que divide a ambos
laciones quedan subsumidas a las países ha dificultado las relaciones
relaciones estatales. que florecen en los espacios trans-
Como comenta Carlos Alzuga- fronterizos entre aquellas personas
ray, «de hecho, los Estados Unidos que habitan distintos lados de las
y Cuba no han tenido relaciones fronteras, ello no ha sido obstáculo
‘normales’ desde que los Estados para que distintas formas y prácti-
Unidos interviniera, en 1898, para cas diplomáticas hayan tenido lugar
acabar con el gobierno de España», continuamente. Desde la diploma-
si bien las relaciones diplomáticas cia académica a la diplomacia del
no se rompieron entre ambos países béisbol5, pasando por las relaciones
hasta pasada la revolución diri- 5
Ver, por ejemplo, los trabajos de An-
gida por Castro. Desde entonces, drés Serbin y Ana Bourse (Serbin y

96
Dennis Sorondo Salazar
Cuba-Estados Unidos: la escenificación de la diplomacia y el orden

siempre continuas entre aquellos política exterior. De esta manera,


que decidieron abandonar la isla veremos la expresión «de una
y sus familiares que se quedaron, condición humana que precede y
hasta las relaciones individuales que transciende la experiencia de vivir
surgen entre aquellos funcionarios en un Estado territorial y soberano
que comparten tareas, el contacto de los últimos años. Más allá de ver
ha sido continuo. Por ello, «a pe- la diplomacia como una institución
sar de que las élites que gobiernan del sistema de Estados moderno,
intenten controlar la diplomacia la práctica y el contexto deben
y su ejercicio, las investigaciones verse como respuesta al problema
históricas demuestran una plétora común de vivir de forma separada
de ‘modos de acción diplomática y el deseo de hacerlo de tal manera,
popular’, que siempre tratan de debiendo mantener relaciones con
escapar de estos intentos de mono- otros» (Sharp, 1999: 51).
polio» (Cornago, 2013: 10). Antes de analizar de qué ma-
No obstante, el restablecimien- nera puede negociarse el extraña-
to de las relaciones diplomáticas miento y la otredad a partir de la
formales escenificadas en clave diplomacia, como una forma de
estatal con la inclusión de formas conocer, reconocer y comprender
populares bajo la supervisión y legi- el otro a partir del conocimiento y
timación de los Estados, representa comprensión de uno mismo, anali-
las relaciones internacionales como zaremos la relevancia y capacidad
una esfera donde «los Estados son de la diplomacia estatocéntrica a la
la auténtica expresión de la so- hora de re-presentar y re-presentar
beranía popular y las naciones la un orden y un desorden, como dua-
auténtica expresión de la identidad lismos antagónicos que permiten
cultural popular» (Sharp,1999: 51). controlar, gestionar y conducir las
Para superar esta visión estato- relaciones entre Estados y, sobre
céntrica y conseguir una verdadera todo, la conducta de las sociedades
normalización, «ya que en realidad e individuos.
el restablecimiento de relaciones
diplomáticas no terminaría de nor-
malizar las relaciones bilaterales» La diplomacia y la
(Llorente, D. y Cuenca, I., 2015), producción del orden y
deberemos incidir en el aspecto el desorden
representacional de la diplomacia
y no analizarla, únicamente, como «Por lo tanto, o en todo caso,
una herramienta substantiva de la un ordenamiento auto-reflexivo
depende de la representación. Es
Bourse, 2014) y Ryan M. Schur
decir, depende de cómo ese agente
(Ryan, 2012).

97
Estudios Internacionales 188 (2017) • Universidad de Chile

representa su ser y su contexto a ha sustentado y legitimado sobre


ellos mismos. El argumento, enton- distintas visiones del mundo, a
ces, es que la representación forma, saber: un orden imperial, religioso,
influye y participa en la práctica del de valores, económico, ideológico,
ordenamiento; que el ordenamiento etc. «Es decir que el orden lleva
no es posible sin la representación» implícito la pretensión de ser reco-
(Law, 1994: 25). nocido como correcto y justo. En un
El orden se produce y se repro- sentido más técnico, el orden busca
duce. No hay un orden como tal, la pretensión de validez, que no
sino procesos de ordenamiento. es más que la legitimidad» (Ávila,
El sistema de Estados actual y, 2002:13).
con ello, la visión diplomática se En el caso que nos concierne,
sustenta en los acuerdos de paz la visión estatocéntrica legitima
firmados el año 1648 en Westfalia. los Estados a la hora de usar la
La diplomacia estatal, como tal, en diplomacia como herramienta de
cambio, se dotó de una estructura mediación y confrontación, con el
legal durante el congreso celebrado objetivo de defender los intereses
en Viena el año 1815. nacionales. Debido a la desigual-
Las teorías positivistas sobre dad en cuanto a recursos, poder e
la diplomacia, desde Nicolson a influencia a nivel internacional, las
Watson o Berridge, han analizado relaciones entre Estados Unidos y
la diplomacia como procesos de Cuba han dependido, en gran medi-
negociación y comunicación entre da, del primero de ellos, mientras el
Estados sobre cuestiones de alta segundo ha ejercido, continuamen-
política, fortaleciendo una concep- te, de contrapunto.
ción de la diplomacia que cosifica y Estados Unidos, al romper las
refuerza las prácticas diplomáticas. relaciones diplomáticas con Cuba y
De igual forma, la visión raciona- al incluir a este entre los países que
lista de la diplomacia «privilegia la patrocinaban el terrorismo, impuso
posición del Estado como actor en una clasificación del bien y el mal,
el sistema internacional sobre otro del orden y el desorden, en el que
tipo de actores» (Kerr, Wiseman, Cuba quedó excluida y aislada del
2013: 78). sistema internacional. La política
«El poder se legitima en el or- común europea respecto de Cuba
den, construye una realidad social y las sanciones impuestas por parte
en la cual transmuta el orden en de Estados Unidos a aquellos países,
poder; se legitima a sí misma, pues empresas, bancos e individuos que
ya es poder y orden», afirma Ávila infringieran las leyes y el embargo
Pacheco (2002: 6). En este sentido, impuestos, fueron herramientas
a lo largo de la historia, el orden se de ordenamiento. De esta forma,

98
Dennis Sorondo Salazar
Cuba-Estados Unidos: la escenificación de la diplomacia y el orden

Estados Unidos pretendió derro- Como afirman Kerry, Priztker y


car al gobierno cubano e imponer Lew, en este sentido, «los esfuerzos
un cambio en la isla, usando para por parte de Estados Unidos de
ello lo que Der Derian (1987: 136) aislar a Cuba han comenzado a
definió como la anti-diplomacia. tener el efecto contrario de aislar
Es decir, «mientras el propósito a Estados Unidos, sobre todo en el
de la diplomacia es mediar entre Hemisferio Occidental. Mientras
relaciones de extrañamiento, el tanto, los líderes cubanos han usado
propósito de la anti-diplomacia es esta postura como fuente de propa-
transcender toda relación de extra- ganda, para justificar políticas que
ñamiento». Mientras la diplomacia no tienen lugar en el siglo XXI»
ejerce en la alteridad, la diferencia (Estados Unidos, 2016). En este
y el desorden, pues se trata de «un sentido, el orden establecido por
conjunto de prácticas, luchas de los países occidentales y, sobre todo,
poder y verdades contestadas, que Estados Unidos «se encuentra en
se vuelven en discursos dominantes un punto de inflexión» (Kissinger,
sobre cómo relacionarse con el 2016: 364). Estados Unidos ya no
otro» (Constantinou, 1996: 110); es capaz, como dijera el Presidente
la anti-diplomacia pretende borrar Truman, de derrotar por completo
toda diferencia y establecer un or- a los enemigos y luego traerlos de
den homogéneo. vuelta a la comunidad de naciones
Comenzando con la guerra de- (Kissinger, 2016: 13), es decir, de
clarada a España tras la explosión señalar el desorden e integrarlo en
del buque de guerra USS Maine, el orden establecido.
continuando después con la Doc- Cuba, por su lado, como todo
trina Monroe, con que Estados país donde se da lugar una revo-
Unidos se autoasignó la tarea de lución que muestra aspiraciones
mantener el orden en el continente universales y que pretende cambiar
americano (Kissinger, 2016: 225), el sistema internacional en su con-
pero, sobre todo, desde el final de junto, mostró la intención de acabar
la Segunda Guerra Mundial y la con todo aquel extrañamiento que
desintegración de la Unión Sovié- tuviera lugar entre los países, pro-
tica, Estados Unidos ha tratado de mocionando una revolución inter-
establecer un orden particular en el nacional socialista que suprimiera
sistema internacional. Basándose en las diferencias y desigualdades entre
la defensa y promoción universal de distintas clases sociales. Mediante
unos valores propios y mediante el el uso de la anti-diplomacia, Cuba
uso de acciones de coerción, aisló intentó «mediar la alienación
todo aquel país que no se integrara universal de la humanidad» (Der
en el orden. Derian, 1987: 136). En cambio, una

99
Estudios Internacionales 188 (2017) • Universidad de Chile

vez asentada la revolución y dada la Hynek, 2014: 28), mediante la cual


incapacidad de acabar con el orden, los Estados «persiguen una estra-
estas mismas fuerzas revoluciona- tegia resiliente, que se apoya en la
rias, siguiendo razonamientos fun- naturaleza de la ley internacional, el
cionales y normativos, se adecuan progreso de organizaciones intergu-
a la visión y prácticas diplomáticas bernamentales y la fuerza militar de
que querían superar en un inicio. los Estados» (Kerr, Wiseman, 2013:
De esta forma, fortalecen los logros 99), integrando y subvirtiendo el
obtenidos y consiguen el reconoci- desorden que aparece en todo rito
miento y legitimidad internacional «explícitamente político» (Balan-
(Cornago, 2010: 1109). Los cam- dier, 2003: 34), uniendo órdenes
bios tanto a nivel económico como distintas y acomodando (Bátora y
político que han tenido lugar en la Hynek, 2014), instrumentalizando
isla y el proceso de normalización o cooptando (Kerr y Wiseman,
con el país definido, en su día, como 2013: 98) todo actor no estatal que
el enemigo, son muestras del cam- cuestione el orden establecido.
bio y la adecuación a la estructura De esta manera, los Estados a
diplomática estatocéntrica. través de la diplomacia crearían un
La diplomacia estatocéntrica en- sistema que es capaz de reproducir-
tendida como la institución central se y mantenerse, pues la diplomacia,
en las relaciones internacionales, como práctica o institución que
que se sustenta en valores y prác- media entre Estados y seres huma-
ticas compartidas por los actores nos, forma parte de la construcción
que forman parte del teatro, debe discursiva de la política (Constan-
ser analizada como sucesivas per- tinou, 1996: 112), permitiendo
formances que, en última instancia, crear, a su vez, imaginarios públicos
se convierten en rito. La entrega (Banai, 2014) que influyen en las
de la acreditación diplomática, el relaciones a mediar. Realizando una
protocolo, las visitas de los jefes de analogía con la biología, podríamos
Estado, las cumbres diplomáticas determinar que la diplomacia se
y las negociaciones internaciona- convierte en una práctica auto-
les implican episodios ordenados, poética para los Estados. Es decir,
como una sucesión de fases o actos que «mediante la combinación de
en las que se asocian de manera es- mecanismos legales e institucionales
pecífica símbolos, íconos, palabras particulares –ya sea a nivel domés-
y actividades, formando procesos tico o internacional–, los Estados
adaptados a un fin. La diplomacia pretenden producir lo que se conoce
estatocéntrica, por lo tanto, como como la ‘normalización’ de expre-
rito permite crear una cultura di- siones diversas de pluralismo en el
plomática o un habitus (Bátora y campo diplomático, en el sentido

100
Dennis Sorondo Salazar
Cuba-Estados Unidos: la escenificación de la diplomacia y el orden

avanzado por Foucault» (Cornago, rechazando el orden establecido


2013: 120), para, de esta forma, por los Estados Unidos, ejercieron
gestionar, controlar y conducir la presión para acabar con el aisla-
conducta de los individuos, creando miento cubano, «una actuación
un marco de acción. concertada que se inició en 2008
No obstante, los procesos de y que se ha mantenido de forma
ordenamiento y normalización, más sostenida desde entonces» (Alda,
allá de ser limitados (Law, 1994: 2015: 2). Esta política conjunta dio
22), están siendo cuestionados sus frutos durante la VII Cumbre de
continuamente por otros procesos las Américas en la que Cuba parti-
del mismo carácter. Estados Unidos, cipaba por primera vez y que sirvió
por ejemplo, ha visto cuestionada para establecer el primer contacto
su posición a partir del gobierno de entre Castro y Obama. De este
George W. Bush. El ordenamiento modo, Obama reafirmaba las bases
del mundo mediante la clasificación del multilateralismo y cooperación,
binaria del bien y el mal imposibili- como parte de su política exterior,
tó cualquier punto intermedio entre y los países latinoamericanos, con
ambos polos. La unilateralidad y la Cuba a la cabeza, empezaban a
fuerza como herramientas diplomá- no mirar al vecino del norte con
ticas desarrolladas por la adminis- suspicacia (El País, 2016). Por lo
tración Bush, negaron la alteridad y tanto, la diplomacia permite pro-
la otredad. De esta forma, Estados ducir y reproducir órdenes que
Unidos estableció un ordenamiento pueden entrar en disputa. De esta
que pretendía ser exclusivo; el único forma, la diplomacia puede ser
posible, al que los Estados debían una herramienta de negociación o
integrarse. coerción, de gestión o de control, y
Como dice John Law (1995: de contestación o subversión.
116), «cuando un modo de orde- Respecto de las relaciones entre
namiento individual reclama ser el Cuba y Estados Unidos, ambos
orden, es cuando contemplamos la países han limitado y gestionado
pureza horrible, la marginalización la participación de la ciudadanía
de otras formas de ser». y de los actores no estatales en el
El mundo, no obstante, no en- restablecimiento de las relaciones.
tiende de absolutos. «La naturaleza El proceso de normalización se ha
no es lineal», nada es simple, el desarrollado de forma vertical. Am-
orden se oculta tras el desorden, lo bos Estados, hasta épocas recientes,
aleatorio está siempre en acción, le han negado al otro formar parte
lo imprevisible debe ser compren- de su concepción de orden de forma
dido» (Balandier, 2013: 9). De este pública. Mientras tanto, eran los
modo, los países latinoamericanos, individuos quienes mantenían la

101
Estudios Internacionales 188 (2017) • Universidad de Chile

relación de manera informal. Ahora tienen lugar negociaciones de paz


que los Estados han decidido llevar entre Estados y grupos revoluciona-
a cabo el proceso de normalización, rios, como es el caso de Colombia y
esta diplomacia informal queda las FARC, o el espacio donde se ha
oculta, pues las relaciones diplomá- dado por primera vez una reunión
ticas entre los Estados establecen entre los líderes de la Iglesia Cató-
un orden excluyente. La diplomacia lica y la Iglesia Ortodoxa, es decir,
individual en la que los actores no entre el Papa Francisco y Cirilo.
estatales predominan ha quedado in- Mientras tanto, Estados Unidos ha
visibilizada ante la espectacularidad pasado de ser un país con una mar-
del teatro diplomático. Pero como cada tendencia al unilateralismo y
afirma Hussein Banai, «el confina- al uso de la fuerza, justificando sus
miento de las prácticas diplomáticas intervenciones con pretensiones
dentro del dominio de los poderes mesiánicas que buscaban, como
soberanos limita las capacidades objetivo, expandir los valores occi-
potenciales de la diplomacia, para dentales y liberales sobre la tierra,
mediar de manera efectiva entre pú- a negociar con aquellos países
blicos extraños» (Banai, 2014: 466). que en su día fueron clasificados y
Es innegable que el proceso de agrupados bajo el nombre del «eje
normalización es un paso adelante del mal». Como afirma Iver Neu-
en las relaciones entre Estados mann, «los eventos (diplomáticos)
Unidos y Cuba, pues, como afirma dependen del lugar. El lugar forma
Sharp, el restablecimiento de las el evento y el evento forma el lugar»
relaciones diplomáticas implica el (Neumman, 2016).
reconocimiento del otro como actor En resumen, las prácticas diplo-
internacional, aceptando, de esta máticas durante el proceso de nor-
forma, la alteridad y la diferencia. malización entre Estados Unidos y
De igual manera, la escenificación Cuba han creado y subvertido ór-
de las relaciones diplomáticas ha denes; aislado y comunicado países
posicionado de nuevo a ambos en e individuos; visibilizado y ocultado
el teatro mundial, pues «el mundo relaciones. Como afirma Paul Sharp
es un escenario y el Estado se con- (1999: 37), «la diplomacia es uno
vierte en real, únicamente cuando de esos términos al que es mejor
aparece en este escenario mundial» aproximarse considerando sus
(Ringmar, 2015). usos, en lugar de intentar afirmar
En este sentido, Cuba ha pa- o capturar un significado preciso,
sado de ser un país patrocinador fijo o autorizado».
del terrorismo y con un marcado No obstante, la verdadera nor-
carácter revolucionario y de lucha, malización –aquella que afecta a
a convertirse en un Estado donde la ciudadanía directamente– de-

102
Dennis Sorondo Salazar
Cuba-Estados Unidos: la escenificación de la diplomacia y el orden

berá superar la escenificación y del mandato diplomático a los Es-


representación estatocéntrica de tados. De igual forma, los teóricos
la diplomacia, haciendo público lo positivistas, aquellos que son la
privatizado, visible lo invisibilizado corriente principal en las Relaciones
y mostrando lo oculto. Para ello es Internacionales, intentan delimi-
imprescindible analizar la diploma- tar el campo de estudio mediante
cia de forma plural, destacando la definiciones que forman sujetos
potencialidad del individuo como estables dispuestos para el estudio
actor activo frente a la visión mo- científico. «Pero las fronteras disci-
nista de la diplomacia estatocéntri- plinarias son porosas, y el tema de
ca, que trata al individuo como un discusión no es ni puro ni estable»
actor pasivo. (Constantinou, 1996: 73).
La definición estatocéntrica de la
diplomacia, aquella que ha prevale-
La diplomacia individual cido a lo largo de los años, carece
hacia una verdadera de realismo en la actualidad, pues
normalización como afirma Der Derian (1987:
42), «la diplomacia debe ser enten-
«La globalización está cambian- dida como el intento de mediar el
do el orden mundial. Los Estados extrañamiento entre los humanos
soberanos han perdido el mono- mediante el poder simbólico y las
polio del poder y los actores no restricciones sociales». Es decir, la
estatales están convirtiéndose en diplomacia es una práctica indivi-
jugadores importantes en la política dual antes que estatal, pues son los
mundial, aunque los Estados toda- seres humanos los que dotan de
vía se inclinan en verlos como invi- cierto carácter material al propio
tados no deseados e incluso como Estado. Para que algo exista este
intrusos. El orden global emergente debe retractarse, mostrarse (Cons-
incorpora un nuevo conjunto de tantinou, 1996: 34). Es mediante
relaciones, o lo que puede llamarse la representación diplomática
relaciones intersociales, entre per- ejercida por los líderes políticos,
sonas, grupos y Estados soberanos» ergo individuos, de Estados Unidos
(Kerr y Wiseman, 2013: 85). y Cuba durante el proceso de res-
Como afirma Costas Constan- tablecimiento de relaciones y nor-
tinou (2000: 213), los principios malización, como los respectivos
diplomáticos establecidos en 1815 Estados se han manifestado y han
y, posteriormente, en 1961, durante adquirido una existencia metafísica
el Congreso de Viena, han servido (Constantinou, 1996: 34).
de refugio para el ejercicio del En la actualidad, la segunda
poder, concediendo el monopolio acepción adscrita a la diplomacia

103
Estudios Internacionales 188 (2017) • Universidad de Chile

por parte de la Real Academia Es- diplomacia pública, como afirma


pañola de la Lengua, aquella que Manuel Castells (2008: 91) debería
hace mención al individuo y sobre ser la «diplomacia del público, que
el que hemos hablado al principio, es la proyección en la arena inter-
está tomando mayor relevancia. De nacional de los valores e ideas del
esta forma, la diplomacia está sien- público». Con ello no queremos
do analizada desde la pluralidad afirmar que la participación ciu-
(Cornago, 2013). dadana, a través de las prácticas
Como bien afirma Noé Corna- diplomáticas durante los procesos
go (2013: 91), la pluralización de de normalización, suprimiría de
la diplomacia refleja la transición inmediato todo conflicto entre las
desde una arquitectura funcional y partes, pues, como afirma Carlos
simbólica limitada territorialmente Alzugararay (2000: 8), la norma-
y básicamente no-controversial, lización entre Estados Unidos y
hacia un terreno diplomático cada Cuba no excluirá la permanencia
vez más contencioso, presentado de los conflictos entre ellos. Pero
continuamente por nuevas fuerzas «limitando la práctica de la diplo-
des-territorializadoras y re-territo- macia a los dominios del poder
rializadoras, y expresión de muchas soberano, se limitan las potenciales
ambiciones y legitimidades en capacidades de la diplomacia para
competición, dispuestos a producir mediar de manera efectiva entre
intervenciones múltiples y significa- públicos extraños entre sí” (Banai:
tivos en la arena global. 2014: 466).
La diplomacia, por tanto, debe La diplomacia estatocéntrica
comprenderse como un concepto y su visión monista juega con los
plural, en el que el individuo debe dualismos antagónicos y clasifica
jugar un papel relevante. En el los Estados y sus habitantes en base
proceso de normalización entre a definiciones como: nosotros o
Estados Unidos y Cuba, proceso ellos, amigos o enemigos, aquellos
que debe afectar, en última ins- que están insertos en el orden o
tancia, a los individuos, estos no aquellos que quedan excluidos, etc.
pueden quedar ocultos y excluidos. Mientras tanto, una visión más in-
No pueden ser mencionados, úni- tegradora y plural de la diplomacia
camente, como sujetos pasivos de establece puntos intermedios entre
una diplomacia pública, cuyo obje- los polos, permitiéndonos, de esta
tivo último es fortalecer al Estado manera, «vivir juntos en la diferen-
a través de una relación más o me- cia» (Constantinou, 2013: 142).
nos directa con la población6. La Una diferencia que no se muestra
6
Acerca de la diplomacia pública, (2011) y Bruce Gregory (2008), entre
véanse los trabajos de Jan Melissen otros.

104
Dennis Sorondo Salazar
Cuba-Estados Unidos: la escenificación de la diplomacia y el orden

exclusivamente a nivel estatal, pues De esta forma, cada individuo


el extrañamiento es ubicuo y mul- pasará a convertirse en un ele-
tidireccional. mento contencioso más a tener en
En el caso que nos concierne, cuenta a la hora de llevar a cabo
las diferencias son palpables entre el proceso de normalización. Para
Estados Unidos y Cuba, pero, más ello, los individuos deberán tomar
allá, dentro de cada Estado existen una conciencia basada en la diplo-
múltiples extrañamientos, tanto ho- macia, mediante la cual adquirir
rizontales como verticales. A nivel conocimiento y comprender su sub-
horizontal, entre los individuos que jetividad y, a partir de esa posición,
habitan los Estados, las relaciones analizar la forma de ser del otro.
son igualmente conflictivas, y lo Esta posición intermedia entre el
mismo de forma vertical, entre los yo y el otro nos permitiría asumir la
individuos que habitan los Estados diferencia y la alteridad, mantener
y los propios Estados. la comunicación y relacionarnos
Bertrand Badie ha denomina- con otros de manera continua, su-
do como relaciones intersociales perando la gubernamentalidad y los
al conjunto de relaciones que se procesos de ordenamiento desple-
dan entre las personas, grupos y gados a través de la escenificación
Estados soberanos. Relaciones y de la diplomacia estatocéntrica.
extrañamientos que el proceso Mediante esta visión diplomá-
de normalización deberá tener en tica no se pretende glorificar al
cuenta y que, por el contrario, la individuo ni se busca establecer un
visión estatocéntrica de la diplo- nuevo orden donde los Estados, de-
macia oculta. Los dirigentes políti- bido a su pérdida de poder, queden
cos, en general, han fortalecido la subordinados a los intereses de los
diplomacia interestatal a expensas actores no estatales. Si bien, en la
de la diplomacia intersocial. «La actualidad, los Estados están com-
diplomacia interestatal, basada en partiendo el poder con múltiples
la diplomacia del club, desplaza la actores privados, su relevancia es
diplomacia intersocial a los márge- incuestionable. Ni los Estados ni la
nes o a las posiciones de protesta» diplomacia estatocéntrica desapa-
(Kerr, Wiseman, 2013: 100). La recerán ante el auge de los actores
diplomacia individual puede ser no estatales. Los individuos tam-
una herramienta válida, por tanto, poco serán la panacea para evitar
para superar la visión monista y conflictos y culminar con éxito los
limitada de la diplomacia e integrar procesos de normalización. Como
las visiones e intereses individuales afirma Badie (Kerr, Wiseman, 2013:
en los procesos de normalización y 100), la diplomacia intersocial y
en las relaciones en general. los individuos que la componen, al

105
Estudios Internacionales 188 (2017) • Universidad de Chile

verse desplazados a los márgenes, condiciones cada día más ambiguas


«están adoptando un rol autónomo y desorganizadas; resumiendo, para
y operando sin reglas y limitaciones, ayudar a cada uno de nosotros a
convirtiéndose cada vez en más tomar conciencia de la dimensión
radicales y desencadenando un diplomática de nuestras vidas y
orden mundial de turbulencia». En convertirnos en mejores diplomá-
este sentido, «la transformación del ticos».
orden mundial está haciendo que En este sentido, la diplomacia
ambas diplomacias –la intersocial individual permite cuestionar y
y la interestatal– compitan» (Kerr, problematizar la visión hegemónica
Wiseman, 2013: 96). La diplomacia de la diplomacia, no para acabar
tampoco puede verse como una con ella, pero sí para integrar otra
institución y práctica carente de variable más en procesos y prácticas
problemas. La diplomacia gestiona de por sí complejas.
las consecuencias del extrañamien-
to y la separación. Pero, de igual
forma, a través de esa mediación, Conclusiones
reproduce las condiciones de donde
parten dichas consecuencias. La escenificación de las negocia-
No hay soluciones simples a ciones entre Estados Unidos y Cuba
procesos de carácter complejo. ha hecho avanzar el proceso al
La escenificación diplomática del máximo posible, aunque no alcan-
proceso de normalización entre ce, todavía, lo máximo deseable. Es
Estados Unidos y Cuba, a pesar indiscutible que el restablecimiento
de ser un proceso que invisibiliza de las relaciones diplomáticas es un
muchos espacios de contienda y gran paso en el proceso de norma-
extrañamiento, es un proceso que lización, aunque sea más un hecho
está permitiendo desarrollar rela- escenificado que fáctico, pues esta
ciones hasta ahora impensables. normalización no alcanza todavía,
Pero, como afirma Paul Sharp (Kerr en su totalidad, a la población.
y Wiseman, 2013: 66), entendemos La representación estatocéntrica
que es importante cuestionar y pro- de la diplomacia, por tanto, permite
blematizar las visiones hegemónicas mediar extrañamientos, pero –a su
desde el campo académico para vez– los produce y reproduce. En
«tratar de desenganchar al resto de este sentido, la escenificación o la
la obsesión de imponer un orden teatralización de las relaciones esta-
dominante sobre el mundo –ya sea tales excluye u oculta los elementos
conceptual o real– para hacernos individuales, creando un orden en el
sentir más cómodos viviendo en él, que no se permite la entrada a aque-
explorando formas de vivir en él, llos actores no estatales que pudie-

106
Dennis Sorondo Salazar
Cuba-Estados Unidos: la escenificación de la diplomacia y el orden

ran desordenarlo. Es más, la visión individuales no han sido elementos


de la diplomacia estatocéntrica se decorativos o relaciones que se han
convierte en una práctica con la desarrollado en los márgenes de los
cual gestionar, controlar y conducir Estados. En muchos casos y mo-
los comportamientos de los indivi- mentos, estas relaciones individua-
duos, enmarcando y delimitando les han sido las que han sustentado
el campo de acción. El desorden se las relaciones estatales. Es por ello
subvierte de esta forma, intentando relevante que los individuos formen
fortalecer el propio orden. parte del teatro mundial y de las
El mundo actual, en cambio, es relaciones diplomáticas que en él
un espacio en constante movimien- se escenifican y representan. Esto
to, donde el orden y el desorden se no conllevará de forma directa la
mezclan, donde los actores no esta- supresión del extrañamiento, pero
tales y los individuos, concretamen- sí permitirá manejarlo de forma
te, disputan los espacios de decisión pública e inclusiva.
y gestión a los Estados, donde el
poder se encuentra disperso.
En este contexto, los procesos de Bibliografía
normalización o restablecimiento
Alda Mejías, S. (2015). Certezas e
de relaciones no pueden limitarse de incertidumbres sobre las nuevas
forma exclusiva a los Estados, pues relaciones entre Estados Unidos y
el factor individual es intrínseco a Cuba. Instituto Español de Estudios
la diplomacia. Es por ello necesario Estratégicos, 16.
Alzugaray, C. (2000). Is Normalization
aunar la visión monista de la diplo- Possible in Cuban-U.S. Relations
macia, aquella que da prioridad al after 100 years of history? Semina-
Estado y establece un orden en apa- rio ofrecido en el Departamento de
riencia inmutable, y la visión plural, Historia y Civilización del Instituto
Universitario Europeo de Florencia.
aquella que asume la existencia de
Ávila Pacheco, V. (2002). Miradas al
un desorden donde la pluralidad de orden: el devenir y la imaginación.
voces implica la presencia de inte- Bogotá: Universidad Libre.
reses, valores y extrañamientos en Balandier, G. (1994). El poder en escenas.
Barcelona: Paidós Studio.
continua disputa, que transcienden
Balandier, G. (2013). El desorden. Barce-
las relaciones estatales. lona: Gedisa Editorial.
Por último, en cuanto a las Banai, H. (2014). Diplomatic imagi-
relaciones entre Estados Unidos y nations: mediating strangement in
Cuba, dar visibilidad a las relacio- world society. Cambridge Review of
International Affairs, 27(3): 459-474.
nes diplomáticas individuales que se Bátora, J. y Hynek, N. (2014). Fringe pla-
han desarrollado de forma histórica yers and the diplomatic order. Nueva
permitiría avanzar en los procesos York: Palgrave Macmillan.
de normalización. Estas relaciones

107
Estudios Internacionales 188 (2017) • Universidad de Chile

Baudrillard, J. (1987). Cultura y simula- Der Derian, J. (1987). On diplomacy: a


cro. Barcelona: Kairós. genealogy of western estrangement.
BBC News (2016). Recuperado de http:// Oxford: Basil Blackwell.
www.bbc.com/news/live/world-us- Edelman, M. (1991). La construcción del
canada-35846688. espectáculo político. Buenos Aires:
Bourdieu, P. (2014). Sobre el Estado. Manantial.
Barcelona: Anagrama. Eisenhower, D. (1961). Statement by the
Castells, M. (2008). The new public President on Terminating Diploma-
sphere: Global civil society, commu- tic Relations With Cuba. En Peters,
nication and networks, and global G. y Woolley, J. T., The American
governance. The ANNALS of the Presidency Project. Recuperado de
American Academy of Political and http://www.presidency.ucsb.edu/
Social Science, AAPPS, 616: 91. ws/?pid=12048.
Cohen, R. (1987). Theatre of power. El País (2016). Recuperado de http://
Hong Kong: Longman Group. internacional.elpais.com/inter-
Constantinou, C. (2016). Everyday Di- nacional/2015/04/11/actuali-
plomacy: Mission, Spectacle and the dad/1428783737_670849.html.
Remaking of Diplomatic Culture. En Estados Unidos (2016). Departamen-
Dittmer, J. y McConnell, F. (Eds.), to del Estado. Recuperado de
Diplomatic Cultures and Internatio- http://www.state.gov/secretary/re-
nal Politics: Translations, Spaces and marks/2014/12/235458.htm, Última
Alternatives. Routledge: 23-40. visita el día 2016/06/17.
Constantinou, C. (2013), Between state- Gregory, B. (2008). Public diplomacy:
craft and humanism: diplomacy and Sunrise of an academic field. The
its forms of knowledge. International ANNALS of the American Academy
Studies Review, 15: 142. of Political and Social Science March,
Constantinou, C. (2000). Diplomacy, gro- 616(1): 274-290.
tesque realism, and Ottoman histo- Harrison, N. (2006). Complexity in
riography. Postcolonial Studies, 3(2). World Politics. Albany: State Univer-
Constantinou, C. (1996). On the way to sity of New York Press.
diplomacy. Minneapolis: University Ibarra, A. y Txakartegi, E. (Eds.) (2016).
of Minesotta Press. Hacer mundo(s) con representacio-
Cornago, N. (2013). Plural Diploma- nes. Bilbao: Universidad del País
cies: Normative Predicaments and Vasco, pp. 11-28.
Functional Imperatives. Leiden: Brill. Kerr, P. y Wiseman, G. (Eds.) (2013).
Cornago, N. (2010). Diplomacy and Re- Diplomacy in a globalizaing world.
volution. En Denemark, R. (Ed.), The Nueva York: Oxford University Press.
International Studies Encyclopedia, 2. Kissinger, H. (2016). Orden mundial.
Oxford: Blackwell. Barcelona: Debate.
Death, C. (2011). Summit theatre: exem- Law, J. (1994). Organizing modernity.
plary governmentality and environ- Cambridge: Blackwell Publishers.
mental diplomacy in Johannesburg LeoGrande, W. M. y Kornbluh, P. (2014).
and Copenhagen. Environmental Back Channel to Cuba. North Caroli-
Politics, 20(1). na: The University of North Carolina
Debord, G. (1967). La sociedad del es- Press.
pectáculo, 1-4. Recuperado de http:// Llorente, D. y Cuenca, I. (2015). El
www.sindominio.net/ash/espect0. acercamiento entre EE.UU. y Cuba
htm. y sus implicaciones para América
Latina. Madrid, p. 5. Recuperado

108
Dennis Sorondo Salazar
Cuba-Estados Unidos: la escenificación de la diplomacia y el orden

de http://www.desarrollando-ideas. CenPRIS Working Paper, 125(10): 2.


com/2015/01/el-acercamiento-entre- Recuperado de http://www.usm.my/
ee-uu-y-cuba-y-sus-implicaciones- cenpris/.
para-america-latina/. Ringmar, E. (2015). How The World Sta-
Melissen, J. (2011). Beyond the new pu- ge Makes Its Subjects: An Embodied
blic diplomacy. Netherlands Institute Critique of Constructivist IR Theory.
of International Relations ‘Clingen- Journal of International Relations and
dael’. Paper, 3. Development, 18.
Melissen, J. (2003). Summit diplomacy Rodríguez, J. (1995). Teatrocracia en Mé-
coming of age. Netherlands Institute xico: el poder en escena. Alteridades,
of International Relations ‘Clingen- Universidad Veracruzana.
dael’, 86. Santa Sede, Ciudad del Vaticano (2016).
Neumann. I. (2016). ‘Sited Diplomacy’. Recuperado de https://press.vatican.
En Dittmer, J. y McConnell, F. (Eds.), va/content/salastampa/it/bollettino/
Diplomatic Cultures and Internatio- pubblico/2014/12/17/0968/02096.
nal Politics: Translations, Spaces and html.
Alternatives. Routledge, pp. 79-92. Schur, R. (2012). The effect of major
Neumann, I. (2005). Sublime Diplomacy: league baseball on united states-
Byzantine, Early Modern, Contempo- cuba relations. ExpressO. Recupe-
rary. Netherlands Institute of Interna- rado de http://works.bepress.com/
tional Relations ‘Clingendael’, 102. ryan_schur/1/.
Platero, A. L. (2011). Liderazgo y Co- Serbin, A. y Bourse, A. (2014), A Challen-
municación: La Personalización de ging Dialogue Process: The Cuban-
la Política, Análisis, 43. United States Academic Workshops
Prigogine I. y Stengers, I. (1984). Order (TACE). Documento CRIES, 21.
out of chaos. New York: Bantam Sharp, P. (1999). For Diplomacy: Repre-
Books. sentation and The Study of Interna-
Ringmar, E. (2010). Performing Inter- tional Relations. International Studies
national Relations: two East Asian Review, 1(1).
alternatives to the Westphalian order.

109

You might also like