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MS Claudio Staffolani
Un día en la peluquería
a un cliente pude escuchar
siempre iba a caminar
a un gimnasio en el centro
porque había estacionamiento
de coche particular
Vestirse de deportista
la indumentaria formal
para que no se vea mal
cada actividad un espacio
1
DÍAZ, E., La ciencia y el imaginario social, Ed. Biblos, Bs. As., 1998, pág 13
2
hacer del ir al gimnasio
una actividad social2
Este ejemplo que relata la reflexión del autor sobre un suceso real, nos muestra la
contradicción que desde el sentido común implica el hecho de ir en automóvil a un
gimnasio para caminar sobre la cinta mecánica. Sin embargo, en la situación relatada, se
juegan valores propios de nuestra cultura, tradiciones y modas que se expresan en las
necesidades creadas por la pertenencia a determinado estrato de la población. Se vuelve
una necesidad tener un automóvil (no cualquier automóvil), ir a determinado gimnasio (no
cualquier gimnasio) a caminar sobre una cinta mecánica, hacer determinada gimnasia
"para que el ejercicio sea más redituable corporalmente", etc
Otro ejemplo mucho más serio por sus consecuencias, es la necesidad de muchos
jóvenes, e incluso niños, de adquirir el hábito de fumar para poder pertenecer a
determinado grupo de pares, o para llamar la atención del sexo opuesto, o para soportar
situaciones angustiosas3.
Por último, para un grupo amplio de la sociedad se ha hecho muy importante poder
ir a la "cancha" todas las semanas, contar con un servicio de atención médica lo más
cerca posible de su casa, ver un programa de televisión o comprar ropa y calzado de
marcas reconocidas.
Podríamos además, en el caso de los requerimiento grupales, hacer una diferencia
entre lo que sería la demanda, pedido, o solicitud de la comunidad hacia los organismos
del Estado y la necesidad que se oculta detrás de esa demanda para encontrar el
satisfactor adecuado. Para establecer la relación que se establece entre la demanda de la
población y la necesidad disimulada, que en ocasiones son equivalentes 4, debe mediar
una interpretación de quienes son responsables de su calidad de vida y de la mima
población, interpretación que sirve para identificar la real necesidad, para luego evaluar el
satisfactor adecuado.
Con la ayuda del siguiente diagrama 5, podemos pensar la forma en que se
relacionan los conceptos de demanda, necesidad y satisfactor, para operar con más
efectividad sobre la comunidad en beneficio de su salud.
2
ELENA, M. Diagnóstico por estrofas, Ed. UNR, Rosario, 2004, pág. 206
3
ENRIA, G., STAFFOLANI, C., DOLCE, N. y ROITMAN, D., Hábito de fumar en estudiantes universitarios
de la ciudad de Rosario, Anuario de la Fundación Dr. J.R. Villavicencio, Rosario, 2003.
4
En estos caso la comunidad tiene un muy buen conocimiento de su realidad e información técnica
adecuada
5
Extraído con algunas modificaciones de: PIEDROLA GIL, G. y otros, Medicina preventiva y salud pública 9ª
edición, Ed. Masson - Salvat, Barcelona, 1991, pág. 1384.
3
3. Hay satisfactor pero no hay ni demanda ni evaluación de la necesidad.
4. Hay un satisfactor que cubre una demanda que no se corresponde a una necesidad
5. Hay una demanda que no corresponde a una necesidad ni tampoco se organiza un
satisfactor
6. Hay una demanda que corresponde a una necesidad pero no se satisface
7. Hay una necesidad sobre la que no hay una demanda y que no se satisface.