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Cultivo de plantas florales perennes

Familia Ericáceas

Rhododendron sp.

Azaleas

El género Rhododendron incluye alrededor de 1000 sp y muchísimos híbridos y


variedades. En jardinería las plantas que pertenecen a este género suelen clasificarse en:

- Rododendros: son arbustos provistos de tallos leñosos bien desarrollados, hojas algo
coriáceas y flores grandes, reunidas en apretados racimos o corimbos, terminales,
plurifloros, con hasta mas de 8 flores.
- Azaleas: arbustos provistos de tallos no muy engrosados y bastante flexibles, hojas
pequeñas, herbáceas, flores no muy grandes, solitarias o agrupadas de a dos o de a
tres en el extremo de las ramas.

Rododendro Azalea

En un principio Rhododendron y Azalea se clasificaron como géneros distintos hasta que se


descubrieron otras especies y se llegó a la conclusión de que se trataba de uno solo al que
se lo denominó Rhododendron.

Origen: China y Japón.


Etimología: del gr. rhodon, rosado y dendron, árbol.
Consistencia: leñosa, semileñosa.
Duración: muchos años.
Altura: las de jardín, hasta más de 1,5m de alto por 1m ó más ó de ancho; las azaleas
dobles o de maceta generalmente tienen 40 ó 50cm de altura.
Crecimiento: las de jardín, moderado a lento; muy lento las de macetas.
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Porte: las de jardín son arbustos erectos, muy ramificados, con algunas ramas péndulas,
con el paso de los años tienden a formar una gran mata globosa. Las azaleas dobles son
pequeños arbustitos erguidos, poco ramificados provistos de ramas rígidas.

Descripción botánica

Hojas: simples, alternas, enteras, herbáceas o semicoriáceas, brevemente pecioladas y


agrupadas en la punta de las ramas; lanceoladas, elípticas, aovadas, a veces redondeadas;
pubescentes, de color verde oscuro en la cara superior, algo más claras o glaucas en el
envés, en donde además presentan mayor pubescencia.
Tallos: numerosos, muy ramificados, flexibles, erectos, a veces con ligera tendencia a ser
péndulos. Describen en conjunto una copa ancha, bastante abierta y con abundante follaje.
Flores: numerosas, vistosas, de variados colores, siendo el más frecuente el fucsia o lila.
Normalmente solitarias o agrupadas de a dos (geminadas) o de a tres en la extremidad de
las ramas, en ciertos casos puede haber 4 o más flores por ápice.
Las azaleas de jardín poseen flores simples, las de maceta pueden tener flores simples,
semidobles o dobles.
En las flores de esta especie se pueden observar los siguientes ciclos florales:

Cáliz: pequeño, pentapartido, persistente, pubescente y verde.


Corola: prontamente caediza, tubular, acampanada, algo irregular y provista de 5 lóbulos
grandes, redondeados, festoneados, a veces algo recortados, con o sin máculas (manchas)
del mismo color o en un tono más oscuro que el de los pétalos.
Estambres: 10 ó menos de 10, muy largos, con filamentos coloreados.
Gineceo: con ovario súpero, estilo delgado y estigma capitado.

Azalea simple Azalea semidoble

Propagación

 Semillas

La siembra normalmente se realiza en bandejas, en sustrato adecuado y con


temperatura de fondo. Las semillas se mezclan con inerte, debido a su pequeñísimo
tamaño, y se distribuyen en líneos, a chorrillo continuo o al voleo. Para germinar necesitan
temperaturas templadas y luz difusa.
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La germinación es lenta y se inicia al mes o mes y medio de la siembra, si se hace en
primavera generalmente el primer repique se efectúa en verano. Las plantas obtenidas a
partir de semillas tardan en florecer hasta 3 ó 4 años.
La propagación a través de semillas se emplea fundamentalmente para obtener nuevas
variedades y ejemplares para portainjertos.

 Esquejes

Las azaleas de jardín se propagan a partir de brotes terminales, de consistencia


herbácea o ligeramente semileñosa, que aparecen luego de la floración; nunca se usan los
extremadamente herbáceos ni los leñosos (de color marrón oscuro). Para la perpetuación
de las azaleas dobles o de interior se pueden utilizar tanto esquejes semileñosos como
brotes jóvenes.
La longitud de los esquejes puede variar pero se prefiere que no superen los 10cm. Se
colocan a enraizar en turba, en macetas, bandejas, plugs o estaquilleros y se disponen en
el túnel de enraizamiento; para estimular el desarrollo de raíces pueden ser tratados con
hormona de enraizamiento. Para evitar podredumbres durante esta etapa hay que controlar
la aireación, los riegos, mantener elevada la humedad y cuidar que el follaje permanezca
seco.
Aproximadamente a los 60 días posteriores a la plantación, dependiendo de las
condiciones de cultivo, las nuevas plantas suelen estar en condiciones de ser retiradas del
túnel. El hinchamiento o alargamiento del brote terminal generalmente es síntoma de
enraizamiento.
Cuando los esquejes se retiran del túnel (2, 3 ó más meses) se ubican en sectores
protegidos del invernadero durante algunas semanas y una vez adaptados al nuevo
ambiente se pasan a macetas, usando para tal fin sustrato rico en materia orgánica y
evitando dañar el delicado sistema radicular.
Cuando el trasplante se realiza inmediatamente después de haber retirado las bandejas del
túnel conviene volver a colocar en él las plantas recién trasplantadas para que se adapten a
su nuevo medio de cultivo; después de aproximadamente 15 ó más días se retiran y
disponen en ambientes con buena luminosidad, adecuada humedad y buena aireación.
Normalmente las plantitas obtenidas a partir de esquejes se despuntan 2 ó 3 veces para
que ramifiquen y se trasplantan, las veces que sea necesario, a contenedores de tamaño
apropiado.
La obtención de una planta apta para la venta puede demandar alrededor de dos años
aunque pueden florecer al año o incluso antes, dependiendo de la época de plantación.

 Acodo aéreo

Se realiza sólo en azaleas de jardín, sobre ramas leñosas y de grosor adecuado; se


obtienen con esta práctica ejemplares grandes y muy bien formados en un tiempo
“relativamente” corto.

- Sobre la corteza de la rama elegida se hace una incisión hacia arriba, para evitar que
se acumule agua, y en ella se aplica hormona de enraizamiento.
- Se corta un rectángulo de polietileno lo suficientemente grande para poder envolver el
acodo.
- Se pegan, con cinta adhesiva, dos lados del rectángulo para formar un tubo alrededor
de la rama seleccionada.
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- Se ata el “tubo” por debajo del sector lastimado.
- Se rellena el “tubo” con turba preferentemente húmeda.
- Se ata el “tubo” por arriba de la zona acodada.
- Se riega el acodo, todas las veces que sea necesario, utilizando una jeringa.

El nuevo ejemplar se separa de la planta madre cuando está perfectamente enraizado.


Este proceso generalmente es bastante lento y puede demandar 6 ó más meses.

 Acodo subterráneo

Se puede hacer sólo en tallos flexibles.

- La rama elegida se baja hasta hacerla tomar contacto con el suelo.


- En el sector que quedará bajo tierra se efectúan pequeñas incisiones superficiales.
- Se tapa con sustrato la zona lastimada y si se desea, para asegurar la sujeción, se fija
al suelo por medio de una horquilla o un gancho adecuado.
- Se deja el extremo terminal de la rama sobre la superficie y si se desea se tutora para
evitar que se mueva.

El acodo se separa sólo cuando se han formado suficientes raíces.

- Se corta la rama acodada, para interrumpir la unión entre la planta madre y el nuevo
ejemplar, pero no se lo separa hasta después de varias semanas, para que se adapte
paulatinamente a vivir separado.
- Se levanta definitivamente el nuevo ejemplar y se ubica en una maceta adecuada.

Este tipo de propagación se usa mucho en el ámbito familiar, generalmente se realiza en


primavera, principios de verano u otoño.
Cuando la planta no posee tallos largos y flexibles, que pueden llegar fácilmente hasta el
suelo, se puede levantar una maceta con sustrato adecuado hasta la rama elegida para
favorecer el contacto entre ambos y estimular el enraizamiento.

 Injerto

Normalmente se realiza injerto de púa sobre portainjerto obtenido a partir de semilla,


cortado a 10 ó 5cm del suelo, en otoño o primavera. Este tipo de perpetuación se emplea
muy poco en la región.

Las azaleas en el jardín

Floración: En nuestra zona la época de floración de las azaleas de jardín o arbustivas es


bastante amplia y puede extenderse desde otoño hasta primavera. Algunas plantas florecen
muy temprano en tanto que otras lo hacen en septiembre o incluso en octubre,
dependiendo de la variedad, la época de plantación y los cuidados que reciban las plantas.
El tiempo total en que este tipo de azaleas permanece en floración es de aproximadamente
un mes o mes y medio y cada flor sólo dura aproximadamente 1 ó 2 días en la planta.
Las azaleas dobles, de macetas, también llamadas enanas o de interiores florecen dos o
más veces en el año y a veces incluso durante todo el año; no lo hacen en forma
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abundante, pero casi siempre tienen una o dos flores por planta que se mantienen en buen
estado por mucho tiempo (7 ó más días).
Los pimpollos florales se forman sobre las ramas del año anterior, “ramas viejas”, y se
abren cuando en otoño o invierno a una temperatura benigna le siguen unos pocos días de
frío, si luego esta vuelve a subir la floración “estalla” y la mayoría de las flores se abren. La
temperatura ideal para está etapa de cultivo ronda los 10º - 12º C; cuando es superior a
20º C las flores tienen vida efímera porque a mayor temperatura menor duración.
Para incentivar el desarrollo de pimpollos florales se pueden restringir los riegos, sin llegar
nunca al déficit hídrico, pero una vez que se han marcado la humedad en el suelo no puede
faltar para evitar que los botones florales se desprendan y la floración se vea afectada.

Ramas con pimpollos Flor de azalea simple


terminales

Con la floración termina el crecimiento anual e inmediatamente después, o aun


durante la floración, se inicia la brotación. De cada rama que ha florecido surgen dos, tres
o más brotes vigorosos, muy herbáceos, de color verde claro, que se caracterizan por un
rápido crecimiento; estos son los que se emplean para esquejar cuando adquieren la
consistencia adecuada.
Durante la etapa de floración las azaleas son muy susceptibles a varios factores que
disminuyen el tiempo de vida de las flores. Entre ellos podemos citar:

 Cambios bruscos de temperaturas.


 Temperaturas elevadas.
 Lluvias intensas.
 Vientos fuertes y sobre todo cálidos.
 Granizo.
 Heladas tardías intensas.
 Riegos escasos.

Plagas: suelen ser atacadas por arañuela, fundamentalmente cuando el tiempo es cálido y
seco, a veces pueden presentarse problemas de cochinillas.

Enfermedades:
- En plantas sometidas a condiciones de stress son frecuentes las manchas foliares de
color castaño rojizo a castaño oscuro, que comienzan desde el ápice y se extienden
abarcando gran parte de la lámina foliar; normalmente se manifiestan sobre ejemplares
aislados. Esta enfermedad adquiere gran importancia en cultivos sometidos a inadecuado
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manejo y se la encuentra asociada a la presencia de heridas causadas por el manipuleo,
podas, excesiva exposición solar, heladas, insectos o ácaros.
- El oidio es una enfermedad producida por hongos. Se manifiesta por medio de una
especie de polvillo blanquecino que se distribuye en la cara superior de las hojas jóvenes,
formando áreas circulares que finalmente pueden llegar a cubrir la lámina. Es frecuente
que los ejemplares afectados presenten abundante defoliación.
- Atizonamiento o quemado de las hojas, también es producida por hongos. Se
evidencia por medio de manchas foliares irregulares, de color marrón y de 2 a 3mm de
diámetro, que pueden o no presentar bordes purpúreos visibles en ambas caras; a veces
avanzan desde el ápice a los bordes y se extienden hacia las nervaduras abarcando todo el
limbo. Otros síntomas de esta enfermedad son: la clorosis internerval, el atizonamiento de
ramas y la defoliación parcial.
- Agallas en hojas jóvenes y pétalos, son poco frecuentes. Los tejidos afectados se
tornan carnosos y de color verde claro. Este problema suele aparecer cuando la humedad
ambiente es excesiva.
- Otros hongos patógenos atacan pimpollos y flores produciendo manchas y aborto.

Poda: las azaleas no necesitan ser sometidas a podas severas todos los años porque
naturalmente ramifican muy bien y producen ejemplares correctamente formados.
En ellas se practican solamente podas de formación y mantenimiento; esta última se
reduce al acortamiento de las ramas más largas o muy vigorosas que desequilibran la copa.
Cuando aparece una rama que supera en altura a las demás, es muy vigorosa y crece
rápidamente, se puede proceder de dos maneras:

 Podarla: para evitar que la copa se desequilibre.


 Mantenerla: para formar a partir de ella, con un manejo correcto un segundo
estrato de vegetación.

Manejo de la azalea por medio de la poda:

Poda corta:

 Si se realiza después de la floración la planta florecerá correctamente el año


próximo, pero deberá formar prácticamente toda su copa de nuevo. Este tipo de
poda suele ser frecuente en los viveros comerciales cuando los ejemplares no se
vendieron durante la etapa de floración y deben mantenerse hasta el año siguiente.
 Si se hace en otoño se estimula el crecimiento y el desarrollo de numerosas
ramificaciones pero se reduce la floración de ese año.

Poda larga: debe realizarse después de la floración porque como ya se mencionó


anteriormente, las azaleas florecen sobre las ramas del año anterior.

 Si se realiza aproximadamente 2 meses después de la floración el acortamiento se


hace sobre los brotes nuevos ya desarrollados; de esta manera no baja la altura de
la planta.
 Si se poda inmediatamente después de la floración se mantiene la altura de la planta
porque se efectúa sobre las ramas leñosas que han terminado de florecer.
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Si antes de la apertura de los pimpollos se desarrollan brotes por debajo de esto es
conveniente retirarlos para impedir que los capullos aborten. También deben retirarse las
flores marchitas, sobre todo en las azaleas de maceta, y los cálices que persisten luego de
que se ha caído la corola, para evitar la formación de semillas y estimular la aparición de
nuevos brotes; para retirarlos se debe pinzar con los dedos índice y pulgar justo por debajo
de su unión con la rama.

Poda de azaleas “arbolitos”: se deben eliminar las ramas inferiores poco a poco para
definir un tronco, recto y erguido, y conseguir la forma final. Una vez formado el arbolito se
deben retirar todos los brotes que aparezcan por debajo de la copa.

Suelo: profundo, rico en materia orgánica, liviano, suelto, poroso y capaz de retener
humedad sin excesos;. Los de jardín se ven beneficiados con el agregado de turba,
mantillo, pinocha, perlita u otro elemento que favorezca la aireación.
Para obtener excelentes floraciones la reacción del suelo debe ser ácida y el pH debe estar
entre 4,5 y 5,5. Estos valores se pueden conseguir regando periódicamente el terreno con
una solución de vinagre a razón de una cucharada de este producto por cada litro de agua.
Las azaleas de jardín, simples o arbustivas se adaptan a vivir en el suelo de jardín, si este
es moderadamente fértil y posee buena aireación, pero vegetan mejor si se incorpora
materia orgánica. Las dobles, de maceta o de interiores prefieren sustrato rico en materia
orgánica.
Los suelos calcáreos no son apropiados para el cultivo de azaleas porque la elevada
concentración de calcio torna insoluble el hierro, que no puede ser asimilado por las raíces,
y produce clorosis en las hojas; a veces el calcio se incorpora con el agua de riego, en tal
caso se deben suspender los riegos con agua caliza y cambiar los ejemplares de maceta lo
antes posible.
Riegos: regulares; más frecuentes durante la etapa de plena floración, nunca abundantes
cuando están pimpollando porque se estimula la brotación en detrimento de la floración.
Son especies bastante resistentes a la sequía aunque las azaleas dobles son más exigentes
en cuanto a riego, igual que las que están expuestas a pleno sol.
Es fundamental que el sustrato se mantenga siempre húmedo, no inundado, porque las
raicillas de esta especie son sensibles tanto al exceso de humedad como a la falta de este
factor, condiciones estas, que disminuyen la velocidad de crecimiento, reducen la
producción de flores, causan amarillamiento, caída del follaje e incluso la muerte de los
ejemplares, si se mantienen por un tiempo prolongado.
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Exposición: las simples o de jardín se cultivan al aire libre, a pleno sol o media sombra; lo
ideal sería que sólo recibieran sol directo durante la mañana o el atardecer, nunca en las
horas de mayor insolación; buenos resultados se obtienen ubicando las plantas cerca de
especies de mayor porte para que puedan beneficiarse con la protección de su sombra.
Las azaleas dobles o de interior son poco resistentes al sol directo; conviene colocarlas en
ambientes muy luminosos como galerías, ventanas o habitaciones, aunque esta última
ubicación sólo debe limitarse al período de floración porque de lo contrario los ejemplares
se debilitan y mueren. Cuando se ubican junto a ventanas es conveniente girar las macetas
de tanto en tanto para que todo el follaje reciba la misma cantidad de luz y la planta crezca
en forma armónica. Estas azaleas no vegetan bien en el jardín, en caso de que se desee
cultivarlas en él se deben elegir posiciones protegidas con buena luminosidad; necesitan
para producir correctamente ambientes frescos, húmedos, con buena circulación de aire,
protegidos de los vientos fuertes.
Temperatura: prefieren las templadas, entre 10º y 20º C pero son muy resistentes al frío
y toleran hasta -3º C, pero es preferible que el termómetro no descienda de 4º ó 7º C; las
heladas intensas pueden producir caída del follaje y las tardías afectar la floración.
El intenso calor del verano en nuestra zona no favorece el desarrollo de las plantas que
están muy expuestas porque sufren quemaduras en el follaje; este problema se soluciona
en parte si al suelo no le falta humedad.
Si se las cultiva como plantas de interior y se ubican en habitaciones calefaccionadas se
deterioran y pierden tanto las hojas como las flores.
Humedad: elevada durante todo el año. No se debe pulverizar el follaje y mucho menos
las flores; cuando se cultivan en interiores se recomienda ubicarlas sobre un plato con agua
para neutralizar el efecto dañino de los ambientes secos.
Fertilizantes: si las plantas ubicadas en el jardín vegetan bien no necesitan ser
fertilizadas ya que son bastante resistentes y muy poco exigentes. Los productos químicos
aplicados en exceso pueden dañarlas.
En todo momento se ven beneficiadas con el agregado de pinocha, turba, mantillo u otro
tipo de materia orgánica pero la incorporación al suelo de estos sustratos debe ser siempre
superficial para evitar dañar las raíces.
Si las plantas lucen poco vigorosas, tanto en las macetas como en el jardín, se pueden
estimular con el agregado de algún producto químico completo, sobre todo luego de la
floración cuando están agotadas y se inicia la brotación. Los fertilizantes deben ser siempre
de reacción ácida para no alterar el pH del suelo; en general se emplean productos
fosfatados de reacción ácida, que en primavera se aplican más frecuentemente que en
invierno. Para favorecer la floración se aplica potasio y cuando esta ha finalizado las plantas
pueden ser estimuladas con sulfato de amonio.
Cuando se trasplantan a macetas los esquejes recién enraizados se recomienda mezclar
con el sustrato algún producto de base para favorecer el crecimiento del nuevo sistema
radicular.

Cultivo en macetas: se adaptan muy bien a esta modalidad de cultivo tanto las de jardín
como las de interior, que normalmente crecen muy poco. El tamaño de la maceta siempre
debe estar en relación directa con el tamaño de la planta.
El trasplante se realiza preferentemente luego de la floración o en cualquier época del año
si la planta está sin flores. Toleran muy bien esta práctica debido al sistema radicular poco
profundo que poseen.
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Las azaleas de jardín cultivadas en contenedores se tornan muy grandes con el paso del
tiempo y resulta difícil trasplantarlas, para mantenerlas en forma adecuada conviene
fertilizarlas e incorporar materia orgánica.

Toxicidad: las hojas, las flores y el néctar de muchos Rhododendron son tóxicos. El
contacto prolongado de la piel con esta planta puede originar ardor y picazón intensa. La
miel de abejas producida a partir de flores de azalea es tóxica para el hombre pero no lo es
para lo insectos.
Problemas causados por ingestión de partes de planta son inusuales, pero existen reportes
de niños que han mascado las hojas.
Los síntomas incluyen:
 Ardor en la boca.
 Salivación.
 Lagrimeo.
 Secreción nasal.

Pasadas algunas horas pueden presentarse:

 Vómitos.
 Dolor de cabeza.
 Debilidad muscular.
 Adormecimiento.
 Presión baja.

En casos extremos pueden producirse convulsiones y coma.

Usos: las azaleas de jardín se emplean como ejemplares aislados o en grupos, para formar
macizos de 3, 4 ó más plantas o como setos vivos, de esta manera se protegen
mutuamente de la acción desecante del viento que afecta su sistema radicular; también
pueden cultivarse en macetas.
Las dobles se cultivan en macetas para ubicar en galerías, balcones protegidos, ventanas
o interiores luminosos.

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