los niñez. Esta situación puede afectar el desarrollo social y emocional de los niños a futuro. Según argumentó el psicoanalista, de 1 a 5 años el cerebro está madurando y las redes neurales encargadas en registrar memorias profundas se están formando. “Hay cosas que no podemos recordar, pero esta etapa es fundamental porque de algún modo el cerebro guarda información que va a replicar después, así no sea totalmente consciente de eso. El niño que recibió atención, afecto, que no fue maltratado, seguramente sería un buen padre, porque su cerebro recuerda esos momentos y tiende a replicarlos”, aseguró. Los expertos concuerdan en que el abandono es una de las vivencias más duras que puede vivir un niño y que deja una lesión profunda en la seguridad de sus relaciones afectivas. Muchas veces tienen dificultades para poder confiar en el amor del otro y piensan que no son suficientes para que su padre (o madre) no los deje. “El abandono para los niños es muy complicado para la niñez, porque la ausencia de esa figura no es muy comprensible para los niños y tienden a sentirse responsables de que los padres no estén presentes, se culpabilizan a ellos mismos o a los papás”, relató Isaza. Suelen ser personas inseguras, celosas, posesivas y a veces repiten el modelo de abandono. Para reparar las secuelas del abandono, o para evitarlas, es necesario que el niño encuentre en la familia personas que le den seguridad, que los hagan sentir confiados y amados.
Cuando uno de los padres
mueren como se siente ese niñ@. Existen diversos motivos que pueden causar la ausencia, total o parcial, de un padre en la vida de un niño. - Muerte - Enfermedad - Viajes continuos - Jornadas laborales intensas, descuido y desinterés Consecuencias de la ausencia del padre
Como vemos, la ausencia puede ser física o solo emocional,
pero todos los tipos presentan una serie de consecuencias similares en el niño que la sufre: - Mal comportamiento en casa o en el colegio - Apatía y falta de interés por cualquier actividad - Soledad y vacío interior - Baja autoestima - Tristeza - Problemas para comunicarse y relacionarse con los demás - Problemas de confianza - Dificultades para encontrar y crear relaciones de pareja - Ansiedad y fobia Las consecuencias serán más graves cuanto mayor sea la ausencia del padre, es decir, si esta ausencia es tanto física como emocional y dura mucho en el tiempo. ¿Qué debemos hacer?
Y es que la figura paterna es muy importante. Atrás
quedaron los años en los que la educación era solo cosa de la madre y el padre era una figura autoritaria a la que se veía solo de vez en cuando. Se ha demostrado que ambos padres son fundamentales para el crecimiento sano del pequeño. Cuando solo existe la figura de uno de los dos, por el motivo que sea, el niño podrá crecer igual de feliz y desarrollarse con normalidad, pero habrá que explicarle bien la situación y minimizar los daños que esa ausencia puede ocasionar en el pequeño “supliendo” esa figura con amor y comunicación, sin ocultarle nada al niño y explicándole claramente por qué su padre no está. Los niños aprenden de sus padres, ellos son su referencia y modelo a imitar. De cada uno de ellos toma una serie de características y roles, por lo que, si el padre está ausente o no se encarga de la educación de su hijo, habrá que proporcionarle esos modelos de otra forma.
También hay que tener en cuenta que no es lo mismo que el
padre no esté a que no exista. En el segundo caso, el niño crece desde pequeño sin esa figura y no la echa en falta de la misma manera que un niño que ve cómo su padre está poco en su vida o incluso se aleja totalmente de él. El pensar que tu padre no te quiere o te abandona es lo que peores consecuencias puede tener en el desarrollo de un niño.