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Comunicación

Se ha comentado en continuas ocasiones la necesidad intrínseca del ser


humano por correlacionarse con el colectivo, Aristóteles ya lo ha dicho en su
política,” el hombre se distingue de los demás seres vivos por su carácter social,
es el más social de todos los seres”. Pero el ser humano no sea conglomera de
manera errática, éste genera normas, se agrupa, busca subsistir de manera
estable. Cada integrante de estos grupos constituye por sí mismo, en base a los
conocimientos y experiencias que adquiere a través de su línea de vida una
realidad que será para él uniquívoca y es allí donde el conflicto con otros
individuos de su sociedad puede generarse. Será entonces el conflicto un
fenómeno social omnipresente, manifiesto de la razón humana.

Hasta este punto se definirá el conflicto en el aparato comunicativo de las


sociedades humanas. Dispongamos pues en un segundo esquema a intentar
dilucidar qué es la comunicación. García & Medina citan a Clevenger & Mathews
explicando que “ el proceso de comunicación humana es la transmisión de
señales y la creación de significados”. Es merced concederle al concepto el
significado que se ha logrado obtener a través del minucioso estudio que se ha
ido elaborando en el desarrollo de la materia.
Es pues, un proceso, circular, que exige de uno o más emisores y receptores y
que éstos, bajo el entendido de un código lingüístico predeterminado, expresarán
a través de ciertos canales propios y adecuados, un mensaje que debe dejar
entrever la volatilidad del que habla y viceversa.
Dentro de los canales de comunicación dispuestos, el lenguaje corporal juega un
papel importante pues de acuerdo a los estudios de O’connor & Seymour citados
por Ormachea, “ el impacto del lenguaje corporal en el quehacer comunicativo
es de un 55% seguido del tono de voz con un 38% y un último 7% para el
enunciado dicho”. Podemos inferir entonces que el ejercicio comunicativo no es
una labor sencilla con esa carga de importancia sobre el soma, quiere decir que
el mensaje puede ser entregado de la manera deseada solo si hacemos a un
lado aquellas fuentes latentes que puedan generar conflicto. Lo anterior debe
entenderse de manera absoluta pues de ello depende que el subsecuente
trabajo de investigación tenga sentido y para ello es merced esclarecerlo.
Dentro de los componentes comunicacionales hay uno que compete para ayudar
a esclarecer lo anteriormente redactado; el componente analógico, el cual es
generalmente inconsciente y pueden verse reflejados tanto por el tono como el
volumen de la voz así como el uso del lenguaje corporal.
Hemos afirmado que el lenguaje corporal, entiéndase las facciones, el
semblante, etc, tiene una importancia desmesurada en comparación a los otros
canales, por lo que si ya afirmamos, además que cada ser humano construye la
realidad de acuerdo a las experiencias propias y éstas influirán en el significado
intrínseco de los conceptos lingüísticos expresados en cualquier proceso
comunicativo habría que aunar que el sujeto formulador del discurso u oyente
del mismo tenga un semblante o una facción facial que no favorezca o que no
compagine con el discurso que éste presente o bien que como oyente éste no
parezca estar del mejor estado anímico para escuchar ¿Qué se quiere decir con
todo esto? Que si bien la comunicación entre dos seres humanos no es tarea
sencilla no es favorable que ante las imposibilidades lingüísticas que cada ser
humano podría podría poseer habría que aunar que la manera en la que se dice
o escucha influye de manera severamente importante, por lo que las fuentes de
conflicto latentes son una bomba de tiempo para generar un conflicto en la
comunicación.
El conflicto en la comunicación se hará presente si algún evento prcipitante se
da a lugar. Dichos conflictos tendrán varias fuentes y deviene para una pronta
comunicación una eficaz solución.
Podríamos enumerar la fuentes del conflicto como; mal entendido, ante una
situación que se vuelve conflictiva por un desacuerdo en “lo que es” , una
percepción distinta de la realidad. Es la cognición de los sujetos involucrados en
el acto comunicativo, la artífice del conflicto. La construcción de la realidad para
ambos no es la misma; interés, devendrá del axioma “ quién obtendrá qué” ¿A
que nos referimos con esto? Dentro del arco comunicativo cada uno de los
interesados presenta voliciones, pasiones, que determinan el interés de obtener
estos o aquellos beneficios que son tanto tangibles como intangibles. Cada
sujeto tendrá intereses propios que serán discordantes con el de otro; el criterio,
se devela como la diferencia en cuanto a la manera de pensar “qué debería de
ser”, hasta este punto hemos puntualizado, que el conflicto se inicia porque los
involucrados en el acto comunicativo tienen entendido el significado lingüístico
de una manera diferente al del otro, en un segundo punto “cuál será el beneficio”
y “para quién” y que tan cuantitativo, ahora bien, los involucrados velan por sus
propios intereses, pero es merced entender en este tercer punto la diferencia de
credos, de valores, una diferente forma de pensar y considerar el valor de una
situación. Por último tenemos la fuente de conflicto por relación, los sujetos
involucrados tienen una imagen predeterminada del otro, hay un prejuicio tanto
positivo com negativo, que influirá directamente en la manera en que se presenta
el intercambio de los símbolos lingüísticos.
Ante estas fuentes conflictivas y los conflictos de la comunicación que generan
se tiene que encontrar una solución que suture de inmediato el problema pues
de dejarlo inconcluso devendría en una problemática mayor que puede generar
rupturas de la sociedad entre dos o más sujetos. Separación de un actor para
con el grupo al que pertenece o para con otro sujeto.
Para solucionar el problema que se le presenta es necesario que el actor
identifique cuál es el problema al que se está enfrentando, pues de esta manera
puede conducirse a la pronta extinción del conflicto; identificar si ha sido un
problema de la realidad que ambos tienen como cierta y uniquívoca, y las partes
no congenian, si hay un interés de por medio, si los valores o credos difieren
entre ellos o si el prejuicio se ha hecho presente en las elaboraciones mentales
del otro.
Ante cualquier conflicto la escucha activa y asertiva es la piedra angular de la
resolución, no es posible saber cuál es el problema al que se enfrentan si no se
detienen a considerar cuál ha sido la causa inicial del malentendido.
La escucha activa es el saber ser empático, esto nos permitirá aprender a
anticipar los probables efectos en nuestro encuentro comunicativo.
Ponemos en marcha el uso de nuestras habilidades de autonomía y flexibilidad,
las físicas, que se delimitan como visuales y auditivas; intelectuales, pues en el
proceso comunicativo llevamos a cabo procesos analógicos, categóricos y se
generan imágenes mentales; psicológicas, la empatía de lo que se está dando a
entender. Lo que se expresa.
Tras la identificación de la fuente de conflicto a través de una escucha asertiva
podríamos discernir en qué punto el derecho del tercero y sus intereses terminan
y e que punto comienzan los nuestros. Una línea medial entre la satisfacción de
nuestros intereses y los del otro.
Es merced establecer el deseo de escuchar, reconocer la importancia que esto
tiene para el óptimo desempeño de la comunicación, reflexionar sobre la idea
que se ha querido expresar y apreciar la diversidad de pensamiento que exista
para con los demás, evitar prejuicios antes de escuchar al que da el mensaje y
finalmente tratar de ser empático.

Referencias

García - Yebra V. (1974) Poética Aristóteles. Biblioteca Románica Hispánica.


Gredos. Madrid, España.

García J. & Medina A. (1989) Didáctica de la lengua y la literatura. Anaya. Madrid,


España.

Guardia - de Viggiano N. V. (2009) Lenguaje y comunicación. Coordinación


Educativa y Cultural Centroamericana. 25. San José, Costa Rica.

Omachea - Choque I. (1999) Manual de conciliación. Instituto Peruano de


Resolución de Conflictos, Negociación y Mediación. Lima, Perú.

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