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Marzo 1976: - se interviene la CGT y se congelan sus fondos – se suprimen los fueros sindicales- se interviene
la CGT –Se prohíbe la actividad sindical y la negociación colectiva- se prohíben la 62 Org. – se autoriza a dar
de baja a personal de la Adm. Pub. Nac. por razones de seguridad nacional – se suspende el derecho de huelga-
Abril 1976: - modifica y suprime derechos de la LCT – se autoriza a dar de baja a personal de la APN. – Se
intervienen las obras sociales – se da al PEN la facultad exclusiva de fijar remuneraciones con carácter general.
– se prohíbe toda medida de acción directa como el trabajo a reglamento u otras formas de huelga con penas
de uno a diez años.
Esta etapa se inicia con la promulgación de la ley 22105, Ley de Asociaciones Profesionales, cuando era
evidente la reactivación política de sectores de la clase obrera y crecimientos de la protesta. La LAP del 79
deroga la LAP del 73 y establece:
Esta etapa viene a coronar la etapa represiva e intenta controlar la siguiente etapa dejando la base de cambios
profundos en la estructura sindical con sindicatos que ya no eran “refugio de subversivos” pero si necesitaban
un ordenamiento preciso. Por ultimo a través de la ley 22269 se transfiere la administración de las obras
sociales al Estado restan la base de sustento económico a los sindicatos.
Esta etapa se abre en un contexto de deterioro económico y político. Se había reactivado la actividad sindical
y reaparecida la CGT pese a las prohibiciones. El gobierno militar comienza una devolución de algunos
sindicatos a dirigentes cercanos al poder militar. La guerra de Malvinas en 1982 y su posterior derrota abrió
un nuevo escenario de un debilitado gobierno militar que busco consensuar con el sector más dialoguista del
sindicalismo. Aunque sin el marco de las CCT se empiezan a entablar negociaciones entre trabajadores y
patronales En 1983 de decreta la fijación de plazos para la normalización sindical (elecciones) siendo evidente
que los militares esperaban que fueran los miembros de las comisiones normalizadores nombradas por ellos
los candidatos en las elecciones resultantes.
Esto llevo a que Alfonsín hablara de un pacto sindical-militar que según él estaba permitiendo que antiguos
dirigentes que habían tenido relaciones con los militares retomaran los cargos directivos de los sindicatos vía
comisiones transitorias a cambio de impunidad. Esto se apoyaba en la aceptación sindical de que los militares
no tuvieran “que rendir cuentas de la guerra sucia, de los ilícitos y de la guerra de Malvinas” y que el peronismo
moderara su actitud frente a las cúpulas militares.
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Etapa alfonsinista: Zorzoli analiza esta etapa en dos partes: una desde 1983 a 1987 y la segunda de 1988 1989.
La primera etapa esta signada por una serie de decretos que se extienden hasta 1988 por los que el PE fijo los
salarios de manera unilateral negando la libre negociación colectiva y haciendo uso de una herencia de la
dictadura para mantener el control de los salarios y la negociación colectiva en el contexto de fracaso de las
medidas económicas keynesianas hasta el plan austral.
Ley Mucci: Mucci fue el primer ministro de trabajo de Alfonsín. Se presentó un proyecto de ley q finalmente
no fue aprobado para reordenar el régimen electoral sindical apoyándose del caudal de votos que tenía el
radicalismo. Esta ley no iba acompañada de la derogación de las leyes dictatoriales que afectaban a sindicatos
y trabajadores ni de la reposición de las leyes anteriores a 1976. Luego de la renuncia de Mucci hubo cambios
y finalmente la ley de aprueba bajo la gestión del nuevo ministro de trabajo Casella. Comparando amabas
propuestas se puede apreciar que el alfonsinismo quería cierta apertura para intentar ganar terreno en los
sindicatos aunque sea como minoría, y para eso sabía que era necesario interponer cierto control estatal en
los mecanismos electorales, lo que fue denunciado con cierto cinismo por la dirigencia sindical como una
terrible intromisión del Estado.
La segunda etapa comienza con el intento dialoguista del nuevo ministro de trabajo Alderete y coincide con
el debilitamiento creciente del poder sindical de Alfonsín después de Semana santa y la reubicación del
sindicalismo en la interna del PJ y que concluye con la normalización de la legislación para la acción sindical.
La normalización sindical alfonsinista cuando concluye? La NS en su conjunto concluye en 1988 con la nueva
LAP que admite la reelección de dirigentes, que reconoce a las obras sociales etc. también se restablece la ley
de CC. La NS, en realidad, no solo significaba que los sindicatos eligieran sus propias autoridades sino también
recuperar la ciudadanía laboral, recuperar sus derechos.
Raúl Francisco